data revista no 04 06 dossier4[1]

Upload: ricardo-castaneda

Post on 06-Apr-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    1/15

    La formacin del campo de estudios deComunicacin en Colombia*

    Jess Martn-Barbero**/ Germn Rey

    Los autores presentan la evolucin de esta rea, queaunque relativamente reciente, ha estado sujeta aconstantes cambios y nuevos enfoques, debido a lavelocidad con que se desarrolla el objeto de suinters, y a la aceleracin de los procesos histricos ysociales que caracteriza el presente siglo.

    El trabajo trata tres aspectos fundamentales: ladefinicin del objeto de estudio, la historia de suestudio en Colombia desde los aos cincuenta, y lostemas actuales de investigacin, todos ellos ligados aotras ciencias sociales y a las preocupaciones de ms

    inters en este momento para las mismas.

    *Para la elaboracin de este texto hemos contado con el, informsolicitado por COLCIENCIAS a J. Martn-Barbero en 1997 sobre"La investigacin de comunicacin en Colombia: balance yprospectiva".

    **Doctor en Filosofa, asesor de proyectos en comunicacin y poltica,Fundacin Social. "Psiclogo de la Universidad Nacional deColombia, trabaja en la Fundacin Social.

    Caracterizacin del campo

    El desarrollo de los estudios de comunicacin se havisto marcado por hechos que rebasan la dinmicapropia de las disciplinas que lo integran: por unaparte lo reciente de su constitucin como campoacadmico y la fuerte incidencia de la revolucintecnolgica en la conformacin y aceleradatransformacin de sus objetos-de estudio, y por otrala constante interaccin entre las variacionessociales, los cambios culturales y polticos y lasmodificaciones que en una perspectiva histrica ibanteniendo las comunicaciones en el mundo y en elpas. De esa manera se encontraban en un juego no

    siempre simtrico las comprensiones disciplinarescon los acontecimientos sociales, los caminos de lainvestigacin con las nuevas exigencias de losmercados o de la poltica. Esta interpenetracinllenar de tensiones pero tambin de sugerencias elcampo de los estudios de comunicacin: mientras enun momento la comunicacin pensada como difusinse inserta funcionalmente en procesos de desarrollo,en otro incursiona en una cartografa de los gustosque delinean las nuevas conformaciones de lo socialo los trazos de las violencias que durante aos hanasolado el pas.

    Incorporada cada vez ms activamente a los

    procesos sociales la comunicacin es desbordadadesde diferentes instancias de la sociedad sin que lainvestigacin acadmica logre sobreponerse asemejantes presiones. Si fue requerida -como ya loanotamos-, desde las estrategias desarrollistas y losintentos modernizadores de los aos sesenta, serfuertemente impactada por la apertura de losmercados y el predominio de las lgicasempresariales de los aos ochenta y noventa.

    Si antes de la aparicin de las facultades decomunicacin y de periodismo, e incluso durante susprimeros aos la preocupacin terica fue

    fundamentalmente historiografa de la prensa, sedebi a la hegemona que durante aos tuvo elperiodismo escrito frente a medios que apenasempezaban su itinerario como modernos, pero sobretodo a su mimetismo exagerado con la poltica.Adems de representar a la poltica, el periodismoera un instrumento de ella: doctrinal, confundido conlos partidos, combativo, combinaba la propiedadfamiliar con la filiacin poltica. La capacidaddivulgativa de los medios y de las campaas dedifusin de innovaciones, las formas derepresentacin simblica que empezaron a participarcentralmente en la vida cotidiana de los colombianos,

    o la constitucin de poderes mediticos asociados agrandes intereses

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    2/15

    corporativos, incidieron en la delimitacin de uncampo que empieza a diversificarse, a ampliarse enobjetivos de estudio y en aproximacionesmetodolgicas. Una complejidad que con el tiempoha acogido otros asuntos que desbordan a la

    comunicacin desde la velocidad de las tecnologas,la expansin demogrfica, pero sobre todo, culturalde las ciudades o los cambios -de actores yprocedimientos-, de la poltica.

    Incipiente y desgarrado entre dos concepcionesantitticas -investigacin crtica vs. investigacin demercado-, el campo de comunicacin apenascomienza a contar en Amrica Latina con verdaderas"comunidades de investigadores" en los aosochenta, (especialmente en Mxico, Brasil,Venezuela, Chile), integradas desde 1978 en ALAIC(Asociacin Latinoamericana de Investigadores deComunicacin).

    El campo de la comunicacin se forma as enAmrica Latina del movimiento cruzado de doshegemonas: la del paradigmainformacional/instrumental procedente de lainvestigacin norteamericana, y la del paradigmacrtico / ideolgico en las ciencias socialeslatinoamericanas. Hacia fines de los aos sesenta lamodernizacin desarrollista propaga un modelo desociedad1 que convierte a la comunicacin en elterreno de punta de la "difusin de innovaciones" yen el motor de la transformacin social: comunicacinidentificada con los medios masivos, sus dispositivostecnolgicos, sus lenguajes y sus saberes propios.

    Del lado latinoamericano, la Teora de laDependencia ser las inspiradoras de la articulacindel estudio de los medios al de las estructuraseconmicas y sus condiciones de propiedad, y alanlisis del contenido ideolgico de los medios que,

    junto con la teora crtica y el estructuralismosemitico, posibilitaron la gestacin de una lnea deinvestigaciones de comunicacin propiamentelatinoamericana. Pero tambin esta lnea deinvestigacin arrastr pronto un serio reduccionismo:el que le niega a la comunicacin especificidadalguna en cuanto espacio de procesos y prcticas deproduccin simblica y no slo de reproduccinideolgica. "En Amrica Latina la literatura sobre losmedios masivos de comunicacin est dedicada ademostrar su calidad, innegable, de instrumentosoligrquico-imperialistas de penetracin ideolgica,pero casi no se ocupa de examinar cmo sonrecibidos sus mensajes y con cules efectosconcretos. Es como si fuera condicin de ingreso altpico que el investigador

    1 Snchez Ruiz, "La crisis del modelo comunicativo de la

    modernizacin", en Rquiem por la modernizacin, Guadalajara,

    Universidad de Guadalajara, 1986.

    olvidase las consecuencias no queridas de la accinsocial' para instalarse en un hiperfuncionalismo deizquierdas"2. La confrontacin durante los aossetenta de esos dos reduccionismos produjo unapeligrosa escisin entre saberes tcnicos y crtica

    social, y una verdadera esquizofrenia entreposiciones tericas y prcticas profesionales. Lainsercin del estudio de la comunicacin en el mbitode las ciencias sociales posibilit en esos aos latematizacin de la complicidad de los medios con losprocesos de dominacin pero signific tambin lareduccin del estudio de los procesos decomunicacin a la generalidad de la reproduccinsocial, condenando las tecnologas y sus lenguajes aun irreducible exterior: el de los aparatos y losinstrumentos. De esa amalgama esquizoide nopermitieron salir ni los aportes de la Escuela deFrankurt ni la semitica. Pues lo que se ley,

    especialmente en los textos de Adorno, fueronargumentos para denunciar la complicidad intrnsecadel desarrollo tecnolgico con la racionalidadmercantil. Y al identificar las formas del procesoindustrial con las lgicas de la acumulacin delcapital, la crtica legitim la huida: si la racionalidadde la produccin se agota en la del sistema no habaotro modo de escapar a la reproduccin que siendoimproductivos. Tampoco los aportes de la semiticaestructuralista permitieron superar la escisin. Aldescender de la teora general de los discursos a lasprcticas de anlisis, las herramientas semiticassirvieron casi siempre al reforzamiento del paradigmaideologista: la omnipotencia que en la versinfuncionalista se atribua a los medios pas adepositarse en la ideologa, que se volvi dispositivototalizador-integrador de los discursos. Lainvestigacin de la comunicacin en esos aos nopudo superar su dependencia de lo que MabelPiccini3 ha llamado "la remisin en cadena a lastotalidades", que hacan imposible abordar lacomunicacin como dimensin constitutiva de lacultura y por tanto de la produccin de lo social.

    A pesar de sus limitaciones, la incorporacin dela teora crtica y de la semitica a los estudios

    comunicacionales abrieron unas perspectivas hastaentonces poco transitadas por los investigadores: laformacin modernizadora pudo ser evaluadacrticamente mientras que la comunicacin seencontr integrada a las dinmicas sociales y sereencontr de otro modo con la poltica. Porque ya noera lo meramente institucional lo

    2 J. Nun, "El otro reduccionismo", en Amrica Latina: ideologa ycultura, San Jos, Flacso, 1982, pg.40.3 M. Piccini, La imagen del tejedor: lenguajes-y polticas decomunicacin, Mxico, G, Gili, 1987, pg.16.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    3/15

    que importaba (la representacin casi religiosa de lopartidario, la defensa a ultranza del gobierno o lapoltica presente en la retrica legislatura delCongreso), sino la participacin social. La semitica,por su parte, resalt objetos de estudio desconocidosy esfuerzos analticos novedosos que diversificaron el

    campo de una manera, que en ocasiones fueredundante y confuso pero que permiti penetrarinternamente textos, objetos audiovisuales y prcticasculturales que la tradicin investigativa hasta entoncesacumulaba o no destacaba o simplemente no podadescifrar. La lingstica y el anlisis del discurso, elestudio de contenidos o las exhaustivas descripcionesestructurales permitieron penetrar los mensajes deuna manera que si bien en ocasiones exager enformalismo tambin permiti radiografas de objetoscomunicativos que antes pasaban casidesapercibidos. La imaginera publicitaria, los ritualessociales, los palimpsestos semiocultos en los textos

    periodsticos o en los programas televisivos podanser develados y revelaban significados ms all delmundo de las apariencias como lo haba enseado acomienzos de siglo el psicoanlisis. La mirada crticaaument sensiblemente la complejidad de lo social,puso un tiempo histrico donde antes haba una merasecuencia de cambios, intersect esttica, poltica,ideologas y cultura de una manera que superaba lasarticulaciones funcionales. Adems aport un debatedenso y profundo al positivismo y la undimensionalidad de la vida cotidiana que estaban muypresentes en el proyecto comunicativo deldesarrollismo.

    Desde mediados de los aos ochenta laconfiguracin de los estudios de comunicacin

    muestra cambios de fondo, que provienen no slo detransformaciones internas al propio campo sino de unmovimiento general a las ciencias sociales. Losprofundos cambios en el horizonte poltico-ideolgicoy la globalizacin de la economa y la culturadesbordando los alcances de la Teora de laDependencia y el imperialismo coinciden con elemborronamiento de los linderos que demarcaban losterritorios de las disciplinas produciendo no slo

    recurrencias temticas o prstamos sino decisivasrearticulaciones y reapropiaciones de los objetos deconocimiento: desde la comunicacin se trabajanprocesos y dimensiones de lo social que incorporan

    preguntas y saberes histricos, antropolgicos,estticos, al mismo tiempo que la sociologa, laciencia poltica y la antropologa se hacen cargo, yano en forma marginal, de los procesos y medios decomunicacin y de los modos como operan lasindustrias culturales.

    En Colombia esos cambios han entrado tambin aconfigurar el campo de estudios de la comunicacinpero en forma aun muy dbil, debilidad producida poruna triple ausencia: la de una comunidad deinvestigadores que rebase los espordicosencuentros que generan los "eventos acadmicos", laaun ms flagrante de las ciencias sociales en elestudio de los medios e industrias culturales y laincomprensin que de la importancia de lainvestigacin para el desarrollo del campo hanmantenido los agentes del Estado, las asociacionesgremiales y las empresas de comunicacin. Conexcepcin de las dimensiones econmica y legal, los

    medios de comunicacin -la envergadura de loscambios polticos y culturales que ellos protagonizan-,se hallan aun en gran medida ausentes de laspreocupaciones de los socilogos, de los politlogos ylos antroplogos, al tiempo que hay una ausenciapalpable de polticas culturales y comunicativas: elpas no cuenta an con un Conpes de Comunicacinque integre deliberativamente a los diversos actoresde la comunicacin: Estado, organizaciones de lasociedad civil, universidades, gremios y de los quehaga parte la investigacin. Ser entonces en lasFacultades o Departamentos de Comunicacin Social,y en algunos pocos centros como el Cinep y la

    Fundacin Frederich Ebert de Colombia, Fescol, -alos que se han aadido en los ltimos aos laFundacin Social, la Direccin de ComunicacinSocial del Ministerio de Comunicaciones, los InstitutosCEPER y CIJUS de la Universidad de los Andes, elDepartamento de Investigaciones de la UniversidadCentral, el IEPRI y la Facultad de Artes de laUniversidad Nacional-, donde se van a desarrollarinvestigaciones que, pese a la precariedad de susinfraestructuras institucionales, han ido construyendoun campo de conocimiento hoy estratgico para lacomprensin de los cambios que atraviesa el pas ysu propio desarrollo.

    En el espacio acadmico de los estudios decomunicacin asistimos en los ltimos aos a unsignificativo contraste: mientras crece el nmero deprogramas de pregado -ya hay 17 oficialmenteaprobados y varios en proceso de aprobacin-, ycrecen los postgrados profesionalizantes, esto eslas especializaciones -ya hay 10 aprobadas-, sloexisten en el pas 2 maestras (UniversidadesJaveriana y del Valle), sto es, dos programasestructurados sobre lneas y

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    4/15

    prcticas de investigacin. La precariedad de lainvestigacin que puede hacerse en cualquier campoa nivel de pregrado se ve incrementada en el deComunicacin por la inevitable amalgama de saberessociales con adiestramientos tcnicos que conduce enla mayora de los casos a unos trabajos de grado

    eminentemente "prcticos". En el mbito de lasespecializaciones de postgrado la presencia dealgunos cursos de investigacin no impide que statenga un estatuto marginal y un carctermarcadamente instrumental. Lo que no debeentenderse en forma puramente negativa ya que en elcampo de comunicacin la instrumentalidad no sealasiempre la reduccin de los conocimientos a saberestcnicos o su funcionalizacin a las estrategias eintereses del mercado, indica tambin modalidadespropias de investigacin: ya sea por su insercin enlos procesos de produccin de comunicacin, en laexperimentacin de lenguajes que conlleva la

    transformacin tecnolgica o en el diseo de usosalternativos de los medios por parte de comunidades ocolectivos sociales.

    Perspectiva histrica

    La investigacin de procesos de comunicacin seinicia en Colombia a finales de los aos cincuentaligada estratgicamente a la difusin de innovacionesy tecnologas que agencian instituciones como elInstituto Colombiano Agropecuario, ICA, el InstitutoColombiano para la Reforma Agraria, INCORA, AccinCultural Popular (Radio Sutatenza) y el Fondo deCapacitacin Popular. Con asistencia financiera ymetodolgica norteamericana, esas institucionespromueven y realizan investigaciones sobre"Comunicacin para el Desarrollo" orientadas a lamodernizacin del campesinado mediante el usointensivo de cartillas y programas de radio, a las queen los aos sesenta se sumarn las investigacionessobre "Televisin educativa"promovidas, con idnticaorientacin, por los Cuerpos de Paz bajo la direccindel Institute for Communication Research de laUniversidad de Stanford. Desde 1963, con el apoyofinanciero de la Agencia para el Desarrollo

    Internacional, AID, se impulsa la produccin de cursospara televisin y la construccin de una red deescuelas en las que los maestros daran sus clasesalrededor de los cursos televisados. Colombia ser elprimer pas de Amrica Latina en que el Institute forCommunication Research de Stanford mantendr enel pas un equipo de investigadores entre 1964 y1966. Del trabajo se producirn dos informes: unoque recoge las investigaciones4 con profesores,estudiantes, las

    propuestas de curriculum y de cursos, y otro en queal evaluar el programa5 se exonera a los cuerpos depaz y a la AID del fracaso de la televisin educativa, yse hace responsables de l por completo a loscolombianos. Fiel a las concepciones de lamodernizacin desarrollista, la conclusin que arroja

    esa experiencia de investigacin importada no puedeser ms sintomtica: estos pases ni siquiera se dejanmodernizar.

    Enfrentados a la conmocin cultural de lamodernizacin los estudios de comunicacincolombianos se unieron al proyecto desarrollista delos sesenta que ofreca un ideal de progresoplanificado y racional ante el desorden y los desastresde guerras larvadas. Era el orden civilizatorio frente ala irracionalidad de la violencia, el progreso social yeconmico frente el atraso y el encerramientoprovinciano. Mientras en dcadas anteriores lacomunicacin era absorbida por la poltica

    institucional ahora adquira el status de informacinque conectaba de otro modo la produccin demensajes con una estratificacin de lo social quetambin era funcional. Todo ello formando parte dediseos sociales externos, ayudas interesadas de lospases desarrollados, dispositivos modernizadoresque se desataban para tratar de producir unoscambios que muy pronto escaparon de lasprevisiones tcnicas de sus gestores.

    Los aos setenta se abren paradjicamente conun ambicioso proyecto de investigacin, tambinfinanciado por una entidad norteamericana, laFundacin Ford, pero concebida y elaborada por el

    nico instituto de investigacin social existente porentonces en el pas y de marcado carcter crtico ycontestario, el ICODES. Un equipo de profesionalesde las ciencias sociales se propone por primera vezinvestigar las condiciones del surgimiento de laprensa, la radio y la televisin.6 Si en lo referente aprensa y radio los resultados fueron pobres,aportaron sin embargo ciertas contextualizacionessobre la propiedad de la prensa y el papel de la radioen algunos acontecimientos nacionales. Respecto ala televisin, la investigacin se limit a extrapolarconclusiones a partir de la evolucin de la publicidaden ese medio y de algunos elementos de suestructura comercial. La evaluacin de estainvestigacin -en la que participaron cuatro expertosinternacionales de la talla de

    4 Stanford University, 'The Peace Corps Educational TelevisinProyect in Colombia: Two Years of Research" 1967.

    5 M Bennet,Overseas Evaluation Colombia EVT Program,StanfordUniversity, 1967.

    6 L lvarez y otros, Estructura y funcionamiento de los medios decomunicacin en Colombia, Bogot, Icodes, 1975.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    5/15

    Herbert Schiller, mximo exponente de la investigacincrtica norteamericana, Elseo Vern, pionero de lainvestigacin de comunicacin en Amrica Latina,Rosa Goldsen, investigadora de la Universidad deCornell, y Oswaldo Capriles, del Instituto deInvestigaciones de la Comunicacin de la Universidad

    Central de Venezuela-, fue tan negativa que la Fordabandon otros proyectos que se preparaban y nisiquiera se hizo una elemental publicacin de losdocumentos. Como si esta fallida experiencia hubieraquebrado de raz la posibilidad de proyectoscolectivos de investigacin de las ciencias socialessobre medios de comunicacin en el pas, nuncahasta hoy ha vuelto a haber un proyecto de parecidaenvergadura.

    El foco de la reflexin y la investigacin decomunicacin en los aos setenta ser la penetracindel imperialismo cultural. Ms all de la cantidad deprogramas importados lo que configura, por ejemplo,

    nuestra televisin es un modelo, el norteamericano:una televisin vertical y centralizada que secuestra lasposibilidades tecnolgicas de interaccin socialtransformando el servicio pblico en negocio privado.7

    Entrando ms a fondo en la investigacin de ladominacin cultural ejercida por Estados Unidos en losmedios de comunicacin8 se estudiar la tramaeconmico-poltica que sustenta la dominacincultural, analizando el dominio norteamericano de lasagencias de informacin, de la publicidad, del cine, delas revistas y de la televisin. Para comprender elalcance de ese dominio, especialmente en el caso dela televisin se tematizan hroes, modelos de vida en

    ciertos programas "estratgicos" de ese momentocomo Plaza Ssamo, Batman o Los picapiedra,descifrando las claves de su estructura ideolgica y losdispositivos de enunciacin de sus imgenes. Seinvestigan as mismo las modalidades de lapenetracin norteamericana en la financiacin de latelevisin colombiana9, a partir de los sesenta, atravs de Tel tigre, Caracol y RTI, de las agencias depublicidad y de la importacin de tecnologa. A finesde los setenta la investigacin crtica en Colombiarecoge la lnea que en Amrica Latina inicia lasuperacin de la concepcin puramente ideolgica yreproductiva de los medios de comunicacin, parapensar la televisin en cuanto

    7 A. Bibliowisch, "Lo pblico y lo privado; un anlisis de la televisin

    colombiana", Tesis PhD, Cornell University, 1979.8 L.R: Beltran y E. Fox, La comunicacin dominada: Estados Unidos

    en los medios de Amrica Latina, Mxico, llet, 1979.9 E. Fox, "US Televisin Industry and Development of Televisin in

    Latin America: Colombian Case", Tesis University of Pensilvania,

    1973.

    discurso especfico y forma de construccin de larealidad social10: un discurso regido por unaeconoma que vuelve equivalentes las tragediascolectivas y los triunfos deportivos pues estconstruido con imgenes que hacen igualmenteconsumible su espectculo; y una telenarracin que,

    al identificar el lugar donde se forma la imagen con ellugar en que transcurre "lo real", hace desaparecer,como ningn otro medio, su propio y complejo trabajode construccin de la realidad social.

    La investigacin sobre la prensa, que tuvo en susorgenes -como ya se anot-, una importanteorientacin historiogrfica, en la que se trataba dedocumentar su evolucin y contrastar su presencia,ha ido produciendo anlisis textuales, seguimiento deldesarrollo de los gneros periodsticos, algunosestudios sobre rutinas de produccin y ya en losltimos aos investigaciones ms especializadassobre cmo se representan acontecimientos sociales

    -como la paz-, en el discurso del periodismo escrito.Ana Mara Lalinde constata, por su parte, en un

    reciente estudio exploratorio sobre la investigacin dela radio en Colombia, que sta ha sido "la menostrabajada en los mbitos acadmicos y profesionales,a pesar de ser el medio con mayor arraigo entre lapoblacin del pas"11. Si un gran porcentaje de lainvestigacin de los sesenta estuvo dedicada al augede la radio educativa (Accin cultural popular, ACPO,y radio Sutatenza), ratificando la convergencia de lapreocupacin comunicativa con el proyectodesarrollista, entre los setenta y los ochenta se

    mantiene la investigacin referida a las relacionesradio-educacin apoyada por la institucionalizacin dela investigacin comunicativa en ACPO, ICA, FCN, laintervencin de misiones extranjeras y la presencia deprofesionales especializados12. El relativo auge de lainvestigacin radial en los ochenta se debe segnLalinde "al mayor impulso de la radio comercial, laincorporacin de novedades tecnolgicas y lavinculacin con otros sectores claves de la economa.As mismo, a nivel terico, se presenta un impulso ala reflexin relacionada con las posibilidades delmedio para el desarrollo comunitario jalonado por latendencia general del continente en la reflexin sobrela

    10 H. Martnez, Lo popular en y ante la televisin: un diagnstico y

    una propuesta, Bogot, Cinep, 1979.

    11 A. Ma. Lalinde, La radio en Colombia: estudio exploratorio

    documental 1973-1994, Bogot, Universidad Javeriana, 1996

    12 P. Anzola y P. Cooper,La investigacin de comunicacin social

    en Lima, Acics/Desco, 1985.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    6/15

    comunicacin popular"13. Del inventario realizado porLalinde entre el 73 y el 94 sobre las tesis de grado, elinters investigativo se orienta mayoritariamente hacialos estudios del mensaje a travs de anlisis decontenido y del discurso que buscan develar las

    ideologas subyacentes en el discurso radiofnico. Seratifica as el enfoque "ideologista" de los estudiossobre medios unidos a las teoras sociales de ladominacin y del imperialismo cultural que ansubsisten hasta hoy en algunos anlisis, aunque losfenmenos sean otros como la globalizacin o la"empresalizacin" de la comunicacin. Un sesgoconspirativo que tiene sus conexiones, an pasado eltiempo, con el concepto althusseriano de los aparatosideolgicos del Estado. Diagnsticos de la radio,observacin del quehacer radial, historias de la radio,legislacin, enseanza y recepcin son otras de laslneas de la investigacin sobre la radio que no

    difieren mucho del perfil general de la investigacin enlos otros medios.

    En lo que concierne al cine, los estudios se handirigido a la indagacin documental sobre la historiade la produccin cinematogrfica colombiana,algunos trabajos sobre consumo, discusiones sobrelas variaciones legislativas, testimonios y anlisiscinematogrfico. En publicidad existen algunosinventarios iconogrficos de indudable valordocumental y una abundante aunque casi siemprepobre y reiterativa literatura de anlisis de publicidado de estudios de la publicidad como lugar derepresentacin de imaginarios y actores sociales.

    Es en los aos ochenta cuando empiezan aconfigurarse las lneas que vertebran de algn modola investigacin que se realiza en las Escuelas deComunicacin con la que se produce en Centroscomo el Cinep y Fescol. Esas lneas son dos: lademocracia en la comunicacin y la violencia en losmedios. La primera, comunicacin y democracia,busca insertar en las peculiares condiciones polticasde Colombia la preocupacin de la UNESCO, y eldebate mundial que ella promueve, sobre el "nuevoorden informativo" que tendr su polmica expresin

    en el famoso Informe MacBride y en el proyectolatinoamericano de Polticas nacionales deComunicacin, trazado en la Reunin Gubernamentalde Costa Rica (1976). En 1980 la Fundacin para laEducacin Permanente en [Colombia, FEPEC, con lacolaboracin del Centro Internacional deInvestigaciones para el Desarrollo, CIID, y FESCOLemprenden una investigacin sobre

    13 A. Ma. Lalinde, La radio..., pg.7

    Televisin y Democracia en Colombia14, cuyo objetivo es"analizar los aspectos presentes y ausentes en laestructura que regula la televisin en Colombia, conrelacin a la viabilidad de una real participacin de lapoblacin colombiana en el proceso de comunicacin a

    travs de este medio, y sealar algunasrecomendaciones que la posibiliten y garanticen". Lo queimplicar elaborar por primera vez un marco deconceptos y criterios que inserte el derecho a lacomunicacin en la normatividad de la legislacincolombiana a la vez que acoja la institucionalidad aun noformalizada de las experiencias de comunicacinalternativa. Esta preocupacin por profundizar lasconexiones entre comunicacin y democracia tiene quever con las fracturas que sufre un sistema polticodeslegitimado, pero sobre todo que necesitatransformaciones urgentes de su paisaje y sufuncionamiento. Hacer posible la democracia se

    convierte en un imperativo que a diferencia de los pasesdel sur, no responde a la modificacin social deproyectos autoritarios y represivos sino a la crisis de lapoltica tradicional, a la realidad de las instituciones, a laexistencia de una sociedad civil debilitada y alacrecentamiento de violencias de diverso tipo quevulneran severamente la vida en sociedad.

    El debate internacional insiste en los vnculos entredemocracia y derechos civiles y dentro de ellos se vadejando atrs el clsico derecho de prensa paraproponer un derecho a la comunicacin ms inclusivo yadaptable a la irrupcin de las tecnologas y a loscambios en los rdenes sociales internos e

    internacionales. Recurrir a lo jurdico es entonces laprimera salida: no en vano se trata de uno de loshorizontes que definen el funcionamiento de unasociedad y el cuadro que demarca las posibilidadesdesde la actuacin de los actores comunicativosreconocidos como de aquellos que empiezan a hacersevisibles en la escena pblica. Aunque lo jurdico como lotecnolgico han copado la preocupacin estatal de lacomunicacin presente en las regulaciones constantes yen el pesado andamiaje

    14 A. Gadavid y R. D. Espinosa (coord.), Televisin y democracia en

    Colombia, Bogot, Fepec/Fescol/Ciid, 1982.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    7/15

    normativo, tambin ha sido un lugar del debate sobrelas comunicaciones que ha permitido expresarderechos ciudadanos muy importantes. Un ejemplo esel cuerpo doctrinal que a partir de 1991 la CorteConstitucional ha podido acumular intersectandoexgesis jurdica con juicios de expertos y casosprcticos en un importante corpus de tutelas en el

    tema.De las propuestas-de Lpez Michelsen a la deBelisario Betancur, todos los intentos de reformaacabaron siendo digeridos por los sofisticadosmecanismos de equilibrio que ajusta el sistema a lasdemandas del sector privado y a los intereses de losdos partidos hegemnicos, impidiendo cualquierruptura. De Betancur a Pastrana se ha removido esteequilibrio modificndose el diseo de la propiedad, lasinteracciones entre lo pblico y lo privado, los sentidosde la competencia o la composicin de poder de losorganismos encargados de orientar las polticastelevisivas. Un anlisis de contenido de diarios,

    noticieros de radio y televisin ha comprobadoposteriormente en la prctica la "experiencia" de losmedios en adecuarse a los vaivenes polticos paraimpedir la emergencia de voces que ponganverdaderamente en peligro ese "equilibrio".

    Pero el estudio de las relaciones entre medios ydemocracia no se agota en el mbito de lo poltico,tambin es abordable desde lo cultural. As loentendi el CINEP al empujar pioneramenteinvestigaciones sobre los modos populares decomunicacin y de relacin con los medios.15 Lo queexiga, de entrada, un desplazamiento quedemocratizase la mirada del investigador para hacerse

    capaz de percibir esos otros "modos de ver" queconfiguran las culturas populares. Insertos en untrabajo de construccin de formas de participacinpopular y de autogestin de soluciones a susproblemas ms vitales, los estudios del CINEP van aconverger con el proyecto de investigacin queempezaba a gestarse en la Universidad del Valleacerca de las relaciones entre "lo popular y lomasivo"16. Al introducir el espesor de las mediacionesculturales cambiaba el sentido de la relacin que lagente tiene con los medios: su influencia pasaba aresidir menos en la cantidad de tiempo

    15 H, Martnez, "El contexto de la comunicacin popular y la

    comunicacin alternativa", en Revista Latinoamericana de

    Educacin Popular, Lima, 1982. Del mismo autor, Lo popular en

    y ante la televisin, Bogot, CINEP, 1982.

    16 J. Martn Barbero, Procesos de comunicacin y matrices de

    cultura, Mxico, G. Gil, 1985; S. Muoz, Barrio e identidad.

    Comunicacin cotidiana entre las mujeres de un barrio popular,

    Mxico, Trillas, 1988; A. Ulloa, La salsa en Cali. Arte popular e

    industria cultural, Medelln, Unte P. Bolivariana, 1986.

    que se les dedique que en la mediacin social quelogran sus imgenes -esas nuevas formas desensibilidad y socialidad desde las que las gentes seimaginan y representan sus identidades individuales ycolectivas-, y en las demandas que la gente le hace alos medios desde las frustraciones de la rutina y lahumillacin cotidiana, desde la inseguridad ciudadana y

    el desarraigo cultural tanto de las mayoras como de lasminoras tnicas y raciales.Esa convergencia tomar cuerpo en un proyecto

    conjunto de investigacin sobre "La telenovela enColombia: televisin, melodrama y vida cotidiana"17cuyoobjetivo central residi en abordar la televisin comomedio estratgico en la modernizacin del pas pues,como ningn otro, la televisin integra al discurso de lamodernidad gneros y dispositivos de narracin tantopremodernos como postmodernos. Lo que implicaba laindagacin de las mediaciones entre las lgicas de laproduccin y las dinmicas del consumo o la recepcin:"la televisin no 'funciona' sino en la medida en que

    asume -y al asumir legitima- demandas que vienen delos grupos receptores; pero a su vez no puede legitimaresas demandas sin resignificarlas en funcin deldiscurso social hegemnico"

    Por su parte la telenovela se converta, desde esaperspectiva, en el ms expresivo "lugar" de lasarticulaciones que entrelazan matrices populares ylgicas del mercado, narrativas anacrnicas ytransformaciones tecnolgicas del audiovisual,contenidos nacionales y formatos industrialestransnacionales.

    En su conjunto las investigaciones sobre laestructura poltica de los medios en Colombia no slo

    develarn la ausencia de democracia que padecenespecialmente la radio y la televisin, sino que buscarnindagar la relacin de las gentes con los medios, tantodesde la perspectiva del derecho a la informacin (losmedios espacio de la participacin ciudadana), comodesde la de las modalidades populares decomunicacin: qu en los imaginarios que promuevenlos medios responde a matrices (narrativas, gestuales,sentimentales), de cultura popular y cules son

    17 En ese proyecto participaron, adems del Departamento de

    Ciencias de la Comunicacin, Universidad del Valle, la Facultad deComunicacin Social de la Universidad Bolivariana en Medelln y el

    ClNEP en Bogot. El proyecto estaba a su vez inserto en un proyecto

    latinoamericano de estudio de la telenovela en el que participaron

    grupos de investigadores de Mxico, Per, Chile y Argentina. El

    proyecto colombiano apareci publicado: J. Martn Barbero (Coord.),

    "La televisin en Colombia: melodrama y vida cotidiana" en

    Dilogos de Comunicacin, No 17, Lima, 1987. Y los resultados en:

    Rodrguez y M.P Tllez, la telenovela en Colombia. Mucho ms que

    amor y lgrimas, Cinep, 1989; M.H. Montoya y F. Cano, La telenovela:

    el milagro del amor, Medelln, Univ. P. Bolivariana, 1989; J. Martn

    Barbero y S. Muoz (Coord.), Televisin y melodrama. Gneros y

    lecturas d la telenovela en Colombia, Bogot, Tercer Mundo, 1992.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    8/15

    los usos que los sectores mayoritarios hacencotidianamente de la radio o la televisin.

    La segunda lnea, violencia en losmedios/violencia de los medios, se insertar en elpanorama investigativo de las ciencias socialescolombianas que, desde La violencia en Colombia,

    ha dado una gran importancia a la indagacin sobrelas violencias. El pensamiento reaccionreflexivamente a lo que se haba convertido en unarealidad creciente y dramtica que poco a poco fueinvolucrando a sectores cada vez ms amplios de supoblacin y extendido sus expresiones de terror.

    Atravesada por un fuerte debate ciudadano lainvestigacin de la violencia en televisin harposible un incipiente acercamiento de lainvestigacin social al "tema" de los medios a partirde la investigacin promovida por el Ministerio deGobierno en 1987 -Colombia: violencia ydemocracia, Bogot, Universidad Nacional de

    Colombia-. Aunque el estudio de los "violentlogos"se acerca al tema en forma muy parcial y sindesarrollos posteriores, la reubicacin de laviolencia, del mundo campesino al espacio urbano, yla redefinicin de su pluralidad, llevada a cabo porsocilogos, politlogos, historiadores, antroplogosde una parte, y de otra, el reconocimiento de lacompleja actividad de los pblicos en su relacin conla TV, planteada por los investigadores de lacomunicacin -Televisin y violencia, Bogot,Colciencias, 1988-, van a posibilitar la superacin dela concepcin hegemnica que centra la atencin enlos contenidos explcitos y los efectos inmediatos y

    medibles del medio sobre la audiencia, paraintroducir una mirada nueva sobre la violencia-proceso social y los hbitos y representaciones quemedian la relacin de la violencia vivida (en lafamilia, el trabajo, la calle, la escuela), con laviolencia vista en el espectculo televisivo.Televisin y Violencia reflej las confrontaciones desistemas explicativos diferentes de la violencia queen el fondo eran ms que divergencias de enfoque:representaban, en efecto, comprensionesradicalmente diferentes tanto de la comunicacincomo de sus incidencias sociales que llevaban aunos a insistir en los efectos o las influenciascomportamentales con unas desviaciones moralespor lo menos cuestionables y a otros a desmitificarlos sesgos unilaterales enfrentando a la pasividad lainteraccin, al dominio

    la apropiacin. Si desde la primera se acoga unenfoque de salud mental desde la segunda se percibael entronque de la televisin con los procesos desocializacin, el significado de los gustos y el consumoy la dimensin social de los conflictos. Ser en lainvestigacin realizada por el Cinep, con la direccin de

    Fernn Gonzlez -Colombia: conflicto social y violenciaBogot, 1989-, donde se visualizar de manera msintegral y fecunda el papel de los medios en laconfiguracin de las violencias que vive el pas. Sesupera el aislamiento que el campo de comunicacinmantiene con la problemtica social general y laconcepcin puramente instrumental de los medios,desde la que es imposible comprender los modosespecficos como stos se imbrican en la expansin dela violencia. Recogiendo los pocos antecedentes deanlisis del tema antes de los ochenta y las corrientestericas que han dominado, se pasa a diferenciar laaccin de los medios segn los diversos escenarios en

    que actan para dar cuenta de los modos en que losmedios sirven de voceros de conflictos que noencuentran otro cauce poltico o se convierten enpropagadores de discursos de exclusin e intolerancia.Esa accin sin embargo no es imputable, como en elcaso de la televisin, al medio como tal sino a suestructura mercantil y a los intereses polticos que ellavehicula divorcindolo de su estatuto de serviciopblico, Y tambin a la incapacidad de nuevos actoresy grupos sociales -sindicatos, organizaciones nogubernamentales, universidades, etc.-, paraconsolidarse como demandantes de canales y mediosde expresin.

    Frente al incipiente esfuerzo de esasinvestigaciones por comprender el sentido y el alcancede la violencia en los medios, el debate periodsticosobre la violencia en televisin pareci responder a otrademanda: la de alguien o algo sobre el que descargarla frustracin, la rabia y la desazn. Esa fue la funcinque cumpli, y la explicacin de la resonancia quealcanz, un libro18 que basado en "testimonios" dereclusos, de siclogos de crceles, de jueces y deperiodistas, construye un escenario, la televisin:escuela del crimen. Todo ello a costa de identificarviolencia con un solo tipo de violencia, el observable enel nivel ms obvio e inmediato de las imgenes y losrelatos, dejando as por fuera otras violencias menosescandalosas pero quiz mucho ms dainas yeficaces: "la positiva valoracin de las

    18 G. Castro Caicedo, B libro rojo. Televisin, crimen y violencia,Bogot, Presencia, 1988.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    9/15

    tecnologas de guerra o del autoritarismo justificadopor la crisis de valores, la morbosa utilizacin polticay comercial del terrorismo o la miseria, ladesvalorizacin de la raza negra o las etniasindgenas, la humillacin de la mujer, la burla de loshomosexuales, la descarada utilizacin publicitaria

    de los nios, la descalificacin de lo diferente, laridiculizacin folklorizada de lo popular. Cmo medirel efecto de esas violencias? o ser que laimposibilidad de medirlas las vaca de realidad?"19

    En posteriores investigaciones20 se analizan losefectos que la violencia tiene sobre los medios y elpapel que stos asumen situndose en una de lasorillas del conflicto. La exclusin de sectores socialesde la comunicacin y la concentracin de lapropiedad de los medios son hechos que influyen enla parcializacin de la informacin, el fortalecimientode los mitos informativos, el bloqueo a los procesosde reconocimiento social y la defensa de una

    institucionalidad afincada en sus propios intereses ala vez que legitimadora de acciones violentasespecialmente del Estado. En las ltimasinvestigaciones21 se recupera para el anlisis elcarcter mediador y no instrumental de los medios,poniendo atencin tanto a los procesos como a laslgicas sociales y culturales que subyacen a laconstruccin del discurso noticioso. Buscando lasconexiones entre convivencia y generacin desentido, entre la existencia del otro como diferente yla capacidad de reelaboracin que tienen los medios,este trabajo intenta revelar el discurso periodsticoreciente sobre la paz. Se trata de "develar las

    estructuras mentales y simblicas que sirven desustento a la configuracin de modos de ver y depensar frente a situaciones de conflicto,contradicciones sociales, actos de violencia ypropuestas de convivencia al interior de unasociedad"22. Imaginarios del orden, de la unidad y dela salvacin, percepciones esquemticas que dividenmaniqueamente entre buenos y malos y que seaplican a una explicacin banal de los conflictos,campaas para aislar a los violentos y recobrar lamoral son algunos de los tpicos que se encuentranen las noticias y los espacios discursivos sobre lapaz en los medios de comunicacin colombianos.

    En los aos noventa el foco de los estudios esdoble, de un lado el proceso de industrializacin delos medios,

    19 J. Martn Barbero, "Violencia televisada", en Pre-textos."Conversaciones sobre la comunicacin ysus contextos, Cali, 1995, pg. 116.

    20 R, Quintero y M. Jimeno, "Los medios de comunicacin y laviolencia" en Violencia en la regin andina, Santa fe deBogot, Cinep, 1994.

    21 J.l. Bonilla, Violencia, medios y comunicacin, Mxico, Trillas,1995.

    22 Ibd., pg. 83.

    pero no slo en su dimensin econmica sino en lareconfiguracin de las relaciones entre lo pblico y loprivado, y de otro, los procesos de recepcin yconsumo. Este giro investigativo es explicable. Losmedios han ido dejando atrs su estructura familiar ycobrando para s una identidad como actores sociales

    que trastorna su perfil de mitad de siglo. Cada da lascomunicaciones se convierten en un lugar estratgicode importantes inversiones econmicas, derenovaciones tecnolgicas aceleradas y de presenciasocial relevante. Las polticas de apertura y ajusteobservan en las comunicaciones una discusinestratgica para la expansin y consolidacin de losmercados como tambin para la gestin tcnica delEstado. Entre los aos ochenta y los noventa seacrecienta el inters de los grupos econmicos por lainformacin y el entretenimiento a la vez que seplantean exigencias a la construccin de una opininms heterognea, con un espectro de fuentes ms

    variadas y unos temas plurales que han hecho cederlos imaginarios monolticos y los sistemas derepresentacin cohesionados.

    Un recorrido por los estudios colombianos sobre laindustrializacin de los medios demuestra la variacinhistrica de su configuracin como empresas, susredefiniciones internas sobre la propiedad y el proyectocorporativo que orienta sus intervenciones sociales.Con desarrollos desiguales la radio, originariamenteprivada, ha tenido una expansin comercial y tcnicams acelerada, la televisin -mixta- un proceso mslento -apenas se privatiza a fin de siglo-, y la prensa undesarrollo mucho ms conservador y medido. Sin

    embargo, en la dcada de los noventa la prensa ha idodejando su focalizacin en el periodismo escrito paradiversificarse conformando grupos multimedia, la radioexperimenta en gneros y la televisin ensayamodalidades inditas como las emisoras locales, loscanales privados, la televisin por cable y lastelevisiones comunitarias.

    El fenmeno de los grupos econmicos,propietarios de medios, ha dado lugar a una tonalidadmeditica nueva que genera preocupacionesinvestigativas sobre problemas como la concentracin,la convergencia entre poltica y economa o laindependencia informativa. La discusin sobre lademocratizacin se descentra entonces i de lacuestin de la propiedad hacia las relaciones de laciudadana con los medios, la imaginacin de lasagendas, los entrabamientos entre lgicascorporativas, gobernabilidad y participacin social. Dealguna manera la historia de la investigacin de losmedios de comunicacin muestra las transiciones entrefamilia,

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    10/15

    empresa y grupo corporativo destacando lasinfluencias de cada uno de estos modelos en sufiguracin comunicativa y en su actuacin poltica.

    En la evolucin de los estudios sobreindustrializacin/concentracin de los medios resultaespecialmente significativo y aportador el estudio

    coordinado por Mara Teresa Herrn,

    23

    patrocinadopor FESCOL, apoyado por COLCIENCIAS y con lacolaboracin del Centro de Investigaciones para elDesarrollo (CID) -Facultad de Economa de laUniversidad Nacional-. Se trata de la primerainvestigacin "de conjunto", lo que significa doscosas: que se estudia el peso global de la prensa, laradio y la televisin en la economa del pas; y que seanalizan articuladamente las dimensioneseconmicas, tecnolgicas e institucionales. En lo queconcierne a la economa esta investigacin destapala subvaloracin sufrida por el sector de los mediosen los mbitos de anlisis y seguimiento de la

    economa nacional, incluido el DANE. Hasta ese nivelllega la discriminacin y el menosprecio: se registracon precisin lo que atae al sector "letrado", prensadiaria y revistas, pero no hay nada parecido con laradio y la televisin; las nicas cifras al da a eserespecto son las del sector pblico, mientras laindustria privada de esos dos medios, que es la mspoderosa econmica e ideolgicamente, permanecedesconocida. El segundo aspecto revelador es elgrado de concentracin de los medios, y ello en undoble sentido: empresas de comunicacin vanadquiriendo poco a poco peridicos y cadenas deradio regionales, adems de invertir en editoriales,

    empresas de distribucin, etc. Y a la vez, los grandesgrupos financieros se han consolidado en la radio y latelevisin.

    Desde la perspectiva de los procesos detransformacin empresarial y poltica de los medios,tienen una especial relevancia los estudios de Germn. Rey producidos a lo largo de las dcadas delochenta y noventa, y recogidos recientemente en ellibro Balsas y medusas. Visibilidad comunicativa ynarrativas polticas24. Lejos de la anacrnica peropersistente idea de los efectos o la influenciainmediata de los medios -de la brevedad y frivolidad,la espectacularidad y amarillismo de su discurso-,vaciando la poltica de sentido, estos estudiosproponen insertar esas relaciones en un mapa

    23 Ma T. Herrn (Dir. del proyecto), "La industria de los medios decomunicacin en Colombia", Bogot, Fescol, 1991.Participan enla investigacin R .Moreira, economista, J .Len, administradory D. Snchez, comunicadora.

    24 Germn Rey, Balsas y medusas. Visibilidad comunicativa ynarrativas polticas, Bogot, Cerec/Fundacin Social/Fescol,1998.

    cruzado por tres ejes: el de la construcin de lopblico, la constitucin de los medios y las imgenesen espacio de reconocimiento social, y las nuevasformas de existencia y ejercicio de la ciudadana.Fagocitado durante mucho tiempo por lo estatal, sloen los ltimos aos lo pblico empieza a ser percibido

    en las peculiaridades de su autonoma, sustentada ensu doble relacin con los mbitos de la "sociedadcivil" y de la comunicacin. De ah la articulacinfundante de lo pblico entre el inters comn, elespacio ciudadano y la interaccin comunicativa:circulacin de intereses y discursos que lo que tienende comn no niega en modo alguno lo que tienen deheterogneos, ello es ms bien lo que permite elreconocimiento de la diversidad haciendo posible sucontrastacin. Pues es lo propio de la ciudadana hoyel estar asociada al "reconocimiento recproco", estoes al derecho a informar y ser informado, a hablar yser escuchado, imprescindible para poder participar

    en las decisiones que conciernen a la colectividad.Cambia entonces la identidad de los medios al pasarde la funcin de intermediarios a la de actoressociales, con la consiguiente diversificacin de susmodos de accin, ligada a la diversificacin de susalianzas ya las nuevas tensiones estratgicas que losmovilizan. De meros transmisores de informacin ode doctrina y consignas, los medios han empezado aactuar en la poltica -aunque en ello se disfracentambin otras intenciones e intereses-, comofiscalizadores de la accin del gobierno y de lacorrupcin en las distintas instituciones del Estado.Actan tambin como promotores de la apertura

    poltica del rgimen al estimular y apoyar la presenciade candidatos independientes o cvicos a lascorporaciones pblicas, y al facilitar la interlocucinentre Estado y organizaciones de la sociedad civil.Actan, pese a la confusin que con frecuenciaproducen, haciendo parte activa de los escenariosms conflictivos del pas, particularmente los de laguerra. Esas nuevas actuaciones buscan a sumanera responder a las nuevas demandas sociales ylas nuevas figuras de lo poltico, y en esa bsquedalos medios se ven obligados a desbordar losintereses de sus aliados tradicionales para abrirse ala interlocucin con organizaciones nacionales ylocales de tipo cvico, ecolgico, educativo, dndoseas mismo interlocutores cada da ms numerososprovenientes del mbito de las ciencias sociales y lastransformaciones culturales. De otro lado las nuevastensiones estratgicas que fuerzan a los medios acambiar se ubican entre su predominante carctercomercial, el reordenamiento de sus relaciones con elEstado y el surgimiento de nuevas figuras yexpresiones de la libertad; entre su bsqueda de

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    11/15

    independencia y las condiciones que crean losprocesos de globalizacin; entre sus tendencias a lainercia y las transformaciones que imponen loscambios tecnolgicos y las nuevas demandas de lospblicos. De otro lado, tambin las formas depropiedad de los medios estn cambiando. Por la

    tendencia a la corporacin multimedia y la cada vezms notoria y decisiva presencia de losconglomerados econmicos en lastelecomunicaciones, y por el des-ordenamiento de lapropiedad de los medios. La primera no parecerapresentar ningn de Jess Martn Barreto/ GermanRey safio conceptual: estamos ante un proceso quecombina un rapidsimo proceso de concentracin delpoder meditico con una amplia des-centralizacin delos modos de operacin y gestin. La segunda, la"desubicacin de la propiedad" seala cambios en laconcepcin y la prctica de una propiedad pensadacomo algo sustancialmente esttico y acumulativo,

    que nos estara impidiendo percibir la emergencia enel mundo de las industrias culturales ycomunicacionales de una propiedad que funciona mspor "fusiones y alianzas mviles" que por acumulacinpropietaria. Esto es, por vnculos operativos derelativa estabilidad, y cuya unidad provendraentonces de la "oferta integral de productosindividualizados", de la "creacin artificial de nichos demercado" y de una nueva "cultura organizacional" quepone el nfasis en la originalidad de los diseos y enun cierto fortalecimiento de los derechos de losconsumidores, que correspondera a los nuevos usosde los flujos informativos de parte y parte, a la

    participacin creciente de la ciudadana en el campode las industrias comunicacionales.

    Una de las constataciones ms evidentes sobrelos medios de comunicacin pasada la mitad de sigloes su papel en la construccin de pblicos y en laformacin de los gustos. Frente a un mundo deletrados y alfabetos, que fue el objetivo de la prensa,hegemnica durante aos, la aparicin de la radio enlos aos treinta subvertira radicalmente no slo eluniverso de los lectores sino las posibilidades deacceso a la informacin y el entretenimiento. Latelevisin universalizar su recepcin en gradosgeneralizables prcticamente a toda la poblacin. Laaudiencia meditica se convirti en un hecho corrientey en un fenmeno realmente masivo. Quienesestuvieron distantes de la escritura por barreras

    educativas ingresaron a la programacin de losmedios electrnicos imponiendo sus gustos,interviniendo directamente en la composicin de laoferta meditica. Al complementarse mercados conconsumo, lgica comercial con afiliaciones de lasaudiencias, se impuso el estudio de las audiencias, el

    seguimiento sistemtico de las preferencias y elanlisis de unos procesos de recepcin queresultaban mucho ms complejos queprevisibles. La investigacin dej entonces de ser unrecurso acadmico y empez a ser una necesidadcomercial. Aunque alejada y con propsitosdiferentes, la investigacin acadmica de los usos yconsumos ha desestabilizado en algn grado larigidez de los estudios comerciales de audiencia ystos han merecido mayor atencin y menosreprobaciones tajantes de parte de la investigacinacadmica. En otros pases de la regin, y mslentamente en Colombia, los grandes grupos

    televisivos han desarrollado comunidades de anlisis,metodologas etnogrficas y cualitativas deinterpretacin de sus programas y de las relacionesde diversas audiencias con ellas. Tambin losperidicos ensayan consejos de lectores, veedores einstrumentos ms participativos de anlisis de susprocesos y productos. Esta relevancia de losmedios, acompaada de la generacin de pblicos ycruzadas con las realidades del pas atraen deinmediato desde las miradas moralizantes hastaestudios mucho ms densos y cuestionadores.

    Los estudios sobre recepcin y consumoarrancan en Colombia de la preocupacin por los

    efectosnocivos de la televisin, teniendo en los aosochenta su ms significativa expresin en la primerainvestigacin sistemtica de su accin sobre losnios.25 En esa investigacin, realizada enBucaramanga con apoyo del ICFES y la UniversidadIndustrial de Santander encontramos confirmados losprejuicios con que la mayora de los educadoresse acercan a los medios y especialmente a latelevisin, esto es una mezcla de recelo pedaggico yde pesimismo cultural desde los que se pretendecomprender el ver y el gusto de los que, como losnios, gozan vindola. Las hiptesis no pueden serms reveladoras pues nos muestran la negatividadcompleta de las ideas de que se parti: que losmedios -la televisin muy particularmente-, nopropician la identidad nacional, que refuerzan laagresividad y la violencia en los nios, que les creannecesidades ficticias, que les inculcan el dinero comovalor supremo. Todas ellas, claro

    25 Ma. J. Domnguez, Los nios y los medios de comunicacin,

    Bogot, Antares, 1985

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    12/15

    est, aparecen confirmadas por la investigacin. Poresos mismos aos son otros, ms matizados ycuestionadores, los resultados que presentanmltiples y muy serias investigaciones hechas enChile, Mxico y Brasil.26 En ellas la televisin aparecemediada por dimensiones cognitivas, contradicciones

    sociales, condiciones familiares, afinidades estticas,y mediadora tanto de procesos de homogenizacin yconformismo, de consumismo y negacin deidentidades, como de configuracin de identidadesnuevas, de conformacin de la experiencia urbana,de choque con el universo autoritario de la familia ycon el formalismo de la escuela, de apertura a ladiversidad de ideas y costumbres.Tambin el desplazamiento de los estudios derecepcin a los de consumo ha debido enfrentar enColombia no pocos malentendidos. De entrada suconfusin con la "medicin de audiencias", que en elpas se inda con la Nielsen en 1983, y que desde ese

    mismo ao empieza a recibir crticas que descalificansu validez como mtodo y su contabilidad, pero cuyorating se convierte muy pronto en el criterio decisivoque gua las inversiones de los anunciantes. En unprimer momento la descalificacin del rating no dejade presentar ambigedades: en "un sistema detelevisin como el colombiano manejadoempricamente con base en compadrazgos"27 lamedicin estadstica introduca trabas en el circuitode arbitrariedades y clientelismos polticos; y de otrolado -an tomando sus cifras con cautela-, el ratingvena a hacer visibles los gustos mayoritarios,"populares", esos que ya en 1985 hicieron salir de los

    horarios triple A las series norteamericanas y lasreemplazaron por las telenovelas nacionales. Peropoco a poco la "dictadura del rating" va a revelar lastrampas de su populismo y el profundo efecto dedistorsin que introduce en la calidad y diversidad dela programacin. Es justamente contra esa dictaduray esas distorsiones del rating que se enfoca elestudio de la recepcin de televisin en cuantoconsumo cultural.

    26 V. Fuenzalida, Televisin: padres, hijos, Santiago, Paulinas,1984; del mismo autor, La televisin desde la recepcin,

    Santiago, Cneca, 1988; V. Fuenzalida y Ma H .Hermosilla,Visiones y ambiciones del televidente, Santiago, Cneca,1989; G. Orozco, Televisin y produccin de significaciones,Mxico, CEIC, 1981; R .Mier y M Piccini, El Desierto deespejos: juventud y televisin en Mxico, Mxico, Plaza yValds, 1987; VVAA, Hablan los televidentes. Estudios derecepcin en varios pases, Mxico, Univ. Iberoamericana,1992; C.E. Lins da Silva, Muito alen do jardn botnico.Umestudo sobre audiencia de Jurnal do Globo entre trabajadores,

    Sao Paulo, Summus, 1985; M.Wilton de Sousa, A rosa purpurade cada datrayectoria de vida e cotidiano de receptores de

    telenovela, ESP, Universidad de de Sao Paulo,1986.27Revista Semana, Junio 1985.

    Estudio que se abre paso en los ltimos aos enmedio de un debate por poner en claro que de lo quese trata no es de aceptar el sofisma del populismoneoliberal segn el cual "el poder reside en elconsumidor", sino de algo muy distinto: de superartanto el fetiche de lo cuantitativo, que desconoce por

    completo la interrogacin sobre las causas sociales yculturales que originan las regularidades de conductay contacto con los medios, como del racionalismoeconomista que reduce el consumo al espacio deexpansin del capital y al tiempo de la reproduccinde la fuerza de trabajo. Desde la nueva perspectivainvestigar el consumo cultural significa indagar "cmolos grupos compiten por la 'apropiacin' del productosocial, organizan su 'distincin' como sujetosindividuales y colectivos, 'se integran1 intercambiandosignificados, compartiendo el sentido medianterituales cotidianos".28 Lo que implica rescatar lacreatividad de los sujetos, la complejidad de la vida

    cotidiana, el carcter interactivo y ldico de la relacinde los usuarios con los medios. Y para ello desplazarlas fronteras entre las disciplinas y las estrategiasmetodolgicas, integrando encuestas con indagacinetnogrfica, discusin en grupo con relatos de vida.

    Los primeros trabajos en mirar el consumo demedios en Colombia desde esa perspectiva soninvestigaciones recientes o aun en curso. As lainvestigacin colectiva, coordinada por GermnMuoz y patrocinada por el Departamento deInvestigaciones de la Universidad Central, con apoyode Colciencias, sobre Los espectadores de cine enBogot: identidades culturales e imaginarios

    colectivos29. En ella, a partir de la caracterizacincultural del "sujeto-espectador", y de la configuracindel "espacio audiovisual" que conformancine/televisin/ video, se combina la encuesta sobrepreferencias cinematogrficas con el anlisis de lasmatrices narrativas de las pelculas-tipo, y talleres dediscusin sobre las dinmicas de la percepcin,resemantizacin e identificacin de los espectadores.Aunque la ambicin terica desborda en mucho lasposibilidades concretas del anlisis, estainvestigacin tiene el mrito de abrir brecha en uncampo que apenas se esboza y de sealar nuevasclaves de comprensin de

    28 N. Garca Canctini, "El consumo sirve para pensar",en Dilogosde la Comunicacin, no 30, Lima, 1991, pg.7.

    25 G. Muoz, G. Rivera y M. Marn, "Anlisis de recepcin demedios en Bogot: cine", Informe de investigacin, Bogot,Univ. Central, 1993; de los mismos autores, "Anlisis derecepcin de cine en Bogot: identidades culturales eimaginarios colectivos",en Nmadas, No 1, Bogot, 1996.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    13/15

    procesos y prcticas culturales que al pasar por losmedios se han visto hasta ahora presos de visionesmiopes y reduccionistas, tanto desde el sesgoideologista como moralista.

    Un trabajo, que avanza en la elaboracin de lapropuesta y en la articulacin que logra el anlisis, es

    la investigacin de Sonia Muoz sobre el consumocultural en Cali30. Teniendo como base una complejaencuesta sobre el equipamiento cultural tanto pblico -de uso comunitario, restringido, masivo, popular-,como domstico -libros, prensa, televisin, radio-, lafrecuencia de asistencia a conciertos, exposiciones,teatro, cine, hbitos y gustos de lectura, este estudiopone en cuestin una buena cantidad de deas fijas yde maniquesmos obstinados, inaugurando algunaspistas claves de investigacin: el cuestionamiento dela concepcin excluyente entre la experiencia dereflexin (lo verdadero), y la de los sentidos (loagradable), que es la que sigue oponiendo

    maniqueamente el libro a la televisin, pues lasrazones/causas de esa divisin remiten al origensocial y a la desigual distribucin del capital cultural, ya disposiciones estticas discriminadas por lainstitucin escolar. Del mismo modo, la capacidad o laprdida del gusto por la reflexin o la lectura estnbasadas ms en viejas y profundas exclusionessociales que en la difusin actual de las tecnologasaudiovisuales: para los sectores habituados a leer noes la tcnica -escritura/ imagen audiovisual-, la quemedia sus opciones de consumo sino matrices depercepcin, sensibilidades ms expositivas onarrativas, ms informativas o literarias, y tambin el

    mbito de procedencia de los bienes: local, nacional,internacional.

    Otra investigacin, aun en proceso, sobreTrayectos del consumo31 innova explorando, basadaen relatos de vida, los modos de relacin de lostrayectos de consumo con el grupo familiar, lainstitucin escolar y los dinamismos tecnolgicos.Siguiendo atentamente las formas tanto decontinuidad como de ruptura, el anlisis tematizaespecialmente la configuracin de una nuevageneracin "cuyos sujetos culturales no se constituyena partir de identificaciones con figuras estilos yprcticas de aejas tradiciones, que definen la cultura',sino a partir de una conexin des-conexin (juego deinterfaz), con los aparatos". Es la generacin queaprendi a hablar ingls en la televisin captada porantena parablica, se

    30 S Muoz, el ojo, el libro y la pantalla. Consumo cultural en Cali,Cali Univalle, 1995"

    31 S. Ramrez Lamus y S. Muoz,Trayectos del consumo.

    Itinerarios biogrficos, produccin y consumo cultural, Cali,Univalle, 1995.

    siente ms a gusto escribiendo en el computador que enel papel y tiene una empatia "natural" con toda clase detecnologas electrnicas. Frente a la fijeza y rigidez delas identidades tradicionales, los sujetos de esta nuevageneracin estn dotados de una gran flexibilidad yelasticidad cultural, de una "plasticidad neuronal" que les

    permite una camalenica capacidad de adaptacin a losms diversos contextos y una enorme facilidad para los"idiomas" de la tecnologa. Por contraste, pero tambinpor compatibilidad, con ese tipo de trayecto seconfiguran otros dos: uno que se hallara ms arraigadoen la cultura tradicional y otro que marcara la transicin.El anlisis se enriquece al trabajar las dinmicas delocalizacin y deslocalizacin, de enraizamiento ydesarraigo cultural de cada trayecto, en las que latelevisin juega un rol primordial, pero tambin losmodos de relacin con el medio familiar, con el barrio yla institucin escolar, as como con las diferentesculturas -erudita, popular, masiva-, y las memorias

    "largas" y "cortas" que las atraviesan.Sobre ese nuevo sensorium de los jvenes, que sematerializa y expresa especialmente en nuevos modosde relacin con la cultura audiovisual -que explica engran parte la desazn y el desconcierto de los adultosante el nuevo estatuto social de los jvenes en nuestrotiempo-, indaga otra investigacin, tambin auspiciadapor el Departamento de Investigaciones de laUniversidad Central, que tiene como objeto "El rock enlas culturas juveniles urbanas de Bogot"32. Y en laque el rock no es slo msica sino ingrediente clave deuna cultura que se expresa en nuevos derechos ynuevas socialidades. El rock como mbito y medio de

    socializacin y de expresin esttica vestimentaria ygestual, como territorio e idiolecto/jerga que demarcanun "nosotros", unas formas de pertenencia eidentidad.

    Atravesando esa evolucin de los problemas-objetode investigacin se hallan los desplazamientos en elmbito terico y metodolgico. Ellos revelan una fuerteparadoja: mientras existe un indudable encuentro de laspropuestas epistemolgicas y los debates metodolgicosque se experimentan en las ciencias sociales con losque se plantean y trabajan en el campo de comunicacin-del empirismo y la cuantificacin de los aos sesenta alestructuralismo semitico, la "lectura ideolgica" y elanlisis de

    32 Avances de esa investigacin: G .Muoz, "La mutacin como almade la investigacin"; J. Fdo. Serrano, "Observaciones sobre elconsumo del rock entre jvenes urbanos" en Nmadas, no3, Bogot,1996.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    14/15

    contenido de los setenta, al anlisis discursivo y lasmetodologas cualitativas de los ochenta, y a lahermenutica y los estudios culturales en losnoventa-, en el terreno de los problemas y lasdemandas sociales el desencuentro es grande.

    Desde las ciencias sociales se desconocen laimportancia poltica y cultural de los procesos ymedios de comunicacin, mientras en el espacioacadmico de los estudios de comunicacin hay ungeneralizado desconocimiento del espesor social ypoltico de la comunicacin. La reticencia de lainvestigacin social -de la que hacen parte claros -prejuicios de elitismo cultural-, a valorar comoproblemas dignos de investigacin lo que pasa enlos medios, pues all slo habra una "subcultura"delentretenimiento, se ver complementada por lamiopa de los estudiosos del campo acerca de larelacin de los medios con los conflictos sociales de

    este pas y con la incomunicacin poltica que losmedios catalizan.

    Agendas actuales de investigacin

    Un doble movimiento atraviesa el estudio decomunicacin en los ltimos aos. Asistimos de unlado al estallido del campo: emergen con fuerzanuevas problemticas que, a la vez que responden ala aparicin de nuevos espacios y figurasprofesionales, abren nuevos mbitos de problemasal conocimiento: la comunicacin educativa,organizacional, la gestin cultural, el anlisis de

    redes informticas, etc. De otro, se producen fuertesconvergencias sobre algunas zonas de frontera entorno a las cuales se dibujan ciertas lneas claves. Yaunque en la mayora de la Facultades se tiende aconfundir las reas de desempeo profesional o lastemticas de mayor inters con lneas deinvestigacin, se pueden sin embargo sealar lassiguientes como aquellas que condensan, condiferentes denominaciones, la mayor convergenciainvestigativa.

    Comunicacin, cultura urbana y nuevas

    identidadesLo que la comunicacin designa hoy no son slodecisivas innovaciones tecnolgicas o enormesdesplazamientos de capital sino hondastransformaciones en la cultura cotidiana de lasmayoras, esto es, en sus modos de juntarse y detejer lazos sociales, en las identidades que plasmanesos cambios y en los discursos en que emergensocialmente. Investigar la comunicacin se convierte

    as en la indagacin de: -las transformaciones queatraviesa la identidad nacional desubicadatanto porel movimiento de homogenizacin que produce lacultura-mundo como por la revaloracin de lasculturas regionales y locales que los propios mediospotencian; -el nuevo sentido que adquieren lasculturas tradicionales sometidas a intensos procesosde interaccin e hibridacin que la multiplicacin delas comunicaciones producen hasta en las regionesms apartadas;-los nuevos modos de habitar la ciudad descentraday estallada, los imaginarios desde los que se percibela ciudad, los nuevos estilos de vida, de lenguajes ycdigos de costumbres introducidos por unaurbanizacin-masificacinacelerada del pas, que sehalla fuertemente asociada a los imaginarios yrepresentaciones que los medios difunden de lomoderno, identificado con lo valioso, lo bello ydeseable;

    -la reorganizacin del espacio y el tiempo: lacontraccin de ste por la instantaneidad de lainformacin y el achicamiento de aquel por laaceleracin de los trficos-, que induce unainmersin cada da mayor de la cotidianidad en elterritorio virtual de la televisin, el computadordomstico o el dinero plstico, y en la fragmentaciny velocidad del internet o los videojuegos;-la remodelacin de los discursos de la informacin yla cultura al pasar por unos lenguajes y dispositivostecnolgicos que introducen no slo cuestiones deforma sino de fondo, no slo de formato sino desentido.

    Cultura tecnolgica, mundoaudiovisual y sensibilidades jvenes

    En las jvenes generaciones est emergiendo unanueva cultura configurada por nuevas sensibilidadesque, desligadas de las figuras del saber, de losestilos y las prcticas legitimadas, se constituyenprimordialmente a partir de la experiencia temporal yespacial que produce el sensorium audiovisual. Setrata de una experiencia colectiva que estempezando a ser explorada a travs deinvestigaciones sobre: a) la complicidad cognitiva y

    expresiva de los jvenes con los idiomas de latecnologa; b) la complejidad cultural -comportamientos, lenguajes, ideologas, modasvestimentarias y alimenticias-, en que se encarnanlos universos del rock y del rap; c) el desarraigomoral y los nuevos modos de juntarse de las nuevastribus urbanas: pandillas, parches, bandas, ghettosde marginados.

  • 8/3/2019 . Data Revista No 04 06 Dossier4[1]

    15/15

    Los medios en cuanto escenario de conflictossociales

    Que no se limitan a reflejar lo que sucede sino queintervienen activamente en la conformacin delsentido que adquieren los conflictos, en lasimgenes que se construyen de sus actores, en las

    actitudes que frente a ellos se inducen y por lo tantoen las modalidades pacficas o violentas deafrontarlos. Lo que hace de los medios decomunicacin un componente fundamental en lasolucin civilizada y negociada de nuestrosconflictos.

    Cambios en los modos de la representacin poltica

    Los ltimos acontecimientos nacionales han puestoen el primer plano del anlisis la pregunta por elpapel que estn jugando los medios en latransformacin de la poltica. Al identificar lo pblicocon lo que sucede en la escena meditica, alasimilar la poltica al modelo de comunicacinpropuesto por los medios, y al aparecer stos comoun escenario clave de la fiscalizacin ciudadana, esya imposible desconocer que los medios hanentrado a formar parte constitutiva de larepresentacin y el hacer polticos.

    Comunicacin y nuevos actores sociales

    El surgimiento de movimientos sociales (tnicos,ecolgicos, barriales, feministas), que replantean las

    formas tradicionales de entender la poltica, y elacento puesto por la nueva Constitucin en laparticipacin ciudadana, abre interrogantes clavessobre el papel de los medios en la gestacin deformas alternativas de participacin de lascomunidades en la toma de decisiones. Y hace de lainvestigacin de comunicacin un ingredientedecisivo en el desarrollo de las ONGS y de todasaquellas instituciones de la sociedad civil quebuscan renovar la vida democrtica.

    Retos de la comunicacin a la educacin

    En un pas que ha presenciado una notableexpansin de la educacin, pero a la vez uncreciente deterioro de su calidad, lastransformaciones que las tecnologas de lainformacin introducen en el modo de produccin ycirculacin social de los conocimientos le planteanun reto a la vez complejo pero ineludible: cmo seinserta la escuela en el nuevo ecosistemacomunicativo. Esto es, cmo interactuar con losnuevos campos de experiencia que abren lashibridaciones de la ciencia y el arte, de las literaturasescritas con las audiovisuales, y la reorganizacinde los saberes desde los flujos y las redes

    informacionales desde los que est siendomodificada en profundidad la idea misma de saber,

    Bibliografa

    E. Gavassa, Las ciencias de la comunicacin colectiva enColombia, Bogot, ICA, 1965.S. Amaya y A. Novoa, Tendencias de la investigacin encomunicacin para el desarrollo rural en Amrica Latina, Cali, Cl.I D.1976.

    E .fox y otros, La investigacin en comunicaciones en Colombia,Bogot, Fepec, 1978.J. Martn Barbero,"La investigacin en las facultades deComunicacin", enTaller de Comunicacin, No I. Cali, Univalle, 1980.J. Nun "El otro reduccionismo" en Amrica Latina: ideologa ycultura,San Jos, Flacso, 1982.L.R .Beltrn y otros, "Estado y perspectivas de la investigacin encomunicacin social en Amrica Latina" en Memorias del Seminariointernacional de la Comunicacin, Bogot, Univ. Javeriana, 1981.J. Martn-Barbero, "Retos a la investigacin de comunicacin enAmrica Latina", en Comunicacin y cultura, No 9, Mxico, 1983.P. Anzola y P. Cooper,La investigacin de comunicacin socialen Colombia, Lima, Acics/Desco, 1985.Snchez Ruiz, "La crisis del modelo comunicativo de la

    modernizacin" en Requien por la modernizacin, Guadalajara,Univ. .de Guadalajara, 1986.M.Piccini, La imagen del tejedor: lenguajes y polticas decomunicacin, Mxico, G.Gili, 1987.P. Anzola, Hacia una diagnstico de la comunicacin enColombia,Bogot, UNICEF-DNP, 1988.J. Martn-Barbero, Investigacin de la comunicacin y anlisissocio-cultural, No 3, Madrid, C.IN.CO., 1989.M.L.Restrepo (Ceord.), La televisin en Colombia: treinta aosdedocumentacin, Bogot, Felafacs, 1990.G.Rey, Lneas de investigacin en Comunicacin social, Bogot,Planeacin Nacional, 1992.F. Gutirrez (Coord.), Los retos de la diversidad. Bases para unPlan del Programa Nacional de Ciencias Sociales y Humanas,Bogot, Colciencias, 1993.J. Martn-Barbero, "La comunicacin: un campo de problemas apensar, en Colombia: Ciencia y tecnologa, Vol. II, No.2, Bogot,1993.G. Rey,"EI mundo como fbula: Comunicacin, Ciencia yDesarrollo",en Creatividad e Investigacin, Doc. De la Misin deCiencia Educacin y Desarrollo, Bogot, 1996.Ana M. Lalinde. La radio en Colombia: estudio exploratorio documental1973-1994, Bogot, Universidad Javeriana, 1996. VV. AA."Comunicacin-Educacin: una relacin estratgica", en RevistaNmadas, N5, Bogot, 1996.J. Martn-Barbero, La investigacin de comunicacin en

    Colombia: "balance y prospectiva,, Bogot, Colciencias,1997.