1920-30 junio-la industria nacional-exploradores de españa pag 14
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Año XIII. Madrid 30 de Junio de 1920. Ndm, 150.
La Industria Nacional ÓRGAIMO DE UA
LlSfl NfleíONflL DE PRODUCTORES
REVISTA MENSUAL Oeada al calor del patriotismo para defender
los intereses productores de Espafia y contri-luiir a sn bienestar y progreso.
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Carrera de S. Jerónimo, 38, 2.° ízqd. T e l é f o n o 1 . 9 1 7
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Precios convencionales
ACTUACIÓN DEL GOBIERNO Tenemos (pie reconocer ({ue el a(í-
tiial (lobierno labora y trabaja con actividad tratando de resolver el sin-luimero de problemas que en estos momentos afectan a la vida de la nación.
En la Gaceta se pul)lican con frecuencia disposiciones encaminadas a solucionar conflictos sociales que por desgracia tanto abundan no solo en H]spañasino en todas partes.
En estos iiltimos días han aparecido tres decretos de alta significación y transcendencia política. El decreto sobre alquileres, el de la movilización de las industrias ¡civiles y el de seguro de tripulaciones contra aociden-del mar.
En materia de alquileres el acierto era muy difícil. Se había agravado notablemente el problema de la v i vienda al amparo de la escasez de ellas; pero había que buscar el medio
de amparar al inquilino sin cercenar el derecho de [)ropiedad, y es claro, que estas cuestiones de propiedad son siempre delicadas y difíciles de resolver.
El conde de Hugallal,a nuestro juicio, ha acertado al redactar su decreto,
• El derecho fundamental del propietario a disponer de la propiedad por sí, a vigilar el uso que el arrendatario haga de ella; a hacer pesar sobre los alquileres el incremento del coste de la vida, o al menos de una parte de él queda garantido; pero el inquilino conserva un cierto derecho de estabilidad en elarrendamiento y en el precio, siempre que sea inquilino de buena fé.
Ese justo medio en <tue el ministro de Gracia y Justicia se ha inspirado para dictar su disposición, responde perfectamente el estado de opinión de los momentos actuales.
El decreto sobre movilización de industrias civiles tiene una impor-
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tancia excepcional. La (íran (hierra ha demostrado que es un gran factor del éxito la independencia económii'a, el bastarse 'a sí mismos. Aqiudlos países (|ue dispusieron de más elementos industi'iales, (¡ue los pudieron movilizar en más grande escala y con mayor rapidez, fueron los definitivamente vencedores. Fué la guerra esencialmente científica, predomi-nantemeute científica.
Pues si Kspaña guarda en su seno ri(pi(!Kas naturales, primeras materias, (pie la hacen apta para poseer esa inde[)endencia económica ¿qué es lo ({ue puede ¡altarle?
Solo una organización (¿ue permita movilizar las industrias civiles y un auxilio que robustezca las (pie ya existen y haga nacer las que aún no hay.
A eso se encamina este Real decreto y a la compenetración entre el Ejército y la nación, a inventariar lo (pie tenemos y a procurar tener más. Para ello el Ejército puede ser cliente seguro en tiempo de paz, y la industria puede ponerse al servicio del Ejército en tiempo de guerra. Con nuestras riquezas, si se acierta la organización de este método, hal)remos dado en paso formidable para nuestra vigorización industrial y de la defensa nacional.
E l decríito sobre seguro de tripula-cioiuís contra ac(;identes del mar llena una laguna en la legislación española. Como se dice en la exposición del decreto, podía darse perfectamente
el caso de que el Comité especial de Seguros defendiendo los intereses del Estado, y las C(-)mpañías de Seguros defendiendo el interés privado, causasen un perjuicio en continuadas e interminables contiendas jurídicas a los tripulantes accidentados.
Habría, pues, una tutela (pie completar y ejercer, y a ello se ha en-(iaminado el Crobierno.
(^ueda por resolver todavía otros problemas de cuantía,pero es de esperar que si el orden público sigue mantenido, el gobierno proseguirá su labor altamente beneficiosa para los intereses nacionales. Ojalá que nuestros díaseos se confirmen y pueda llegar pronto la reconstitución económica del país a fin de que España ocupe el lugar (|ue de derecho le corresponde entre las naciones más ricas v adelantadas.
El ministerio del Trabajo
Según el Real decreto de 8 del pasado, que creó este nuevo departamento ministerial, quedan a este ministerio asignados, desde luego, los Institutos de Reformas Sociales y Nacional de Previsión, la Sección de Reformas Sociales del ministerio de la Gobernación, el Negüciaao de Trabajo de la Dirección general de Comercio, el Consejo de Emigración y el Patronato de Ingenieros y obreros pensionados en el extranjero.
El ministerio del Trabajo constará además de una Subsecretaría y de cuantos elementos auxiliares sean indispensables para el servicio del mismo, dentro de las consignaciones fijadas en los presupuestos vigentes.
Por Real decreto de la Presidencia del Consejo de 24 de mayo y por Real orden del mi-
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nisterio de Hacienda de 27 del mismo mes, se fijan los medios económicos de que han de disponer el ministerio del Trabajo y la Comisaría de Subsistencias, haciendo, en virtud de la autorización concedida ai efecto por la ley de Presupuestosgenerales, las necesarias transferencias entre los de los ministerios de la Gobernación, Fomento y Abastecimientos, y el del ministerio del 1 rabajo, y entre el del ministerio de Abastecimientos y el de Fomento, y se fija la situación del personal que ha de integrar los dos nuevos organismos.
El presupuesto de! ministerio del Trabajo importará, para los diez meses y veintiún días que funcionará durante el presente ejercicio, 4.535.124,57 pesetas. Esta suma está constituida: 3.505.050 pesetas, por el importe de los sueldos de persona! y cantidades asignadas a los servicios que pasan de Gobernación, 362.882,75, por los que pasan de Fomento, y 667.181,82 por los que pasan de Abastecimientos.
El presupuesto de Fomento se aumenta para atender a los gastos de la Comisaría de Abastos con 1.075,584,18 pesetas, para atender a los servicios que subsisten en dicha Comisaría de los establecidos en el ministerio de Abastecimientos.
Una Real orden del ministerio de Fomento de 2Q del pasado, determina que la Delegación regia de Suministros hulleros, excepto el relativo al servicio doméstico, dependerá de la Dirección de Agricultura, y el Comité regulador de la importación, distribución y consumo de algodón, el referente al consumo de pelo de conejo y liebre, el de aceites y la Junta de tasa de materiales de construcción, de la Dirección de Comercio e Industrias.
Finalmente, el ministerio del Trabajo, por Real decreto de 2Q del mismo mes, ha dispuesto la planta a que ha de ajustarse el personal del ministerio y ha aprobado el Reglamento provisional de procedimiento administrativo y régimen interior de dicho departamento. Poco se aparta, apesar de lo que anunciara el ministro del ramo, el mencionado Reglamento de lo dispuesto en general en los
orgánicos de nuestra Administración. Algún progreso supone la autorización que se da a los jefes de sección para acordar en asuntos de trámite, y para despachar por sí mismos los cumplimientos de los acuerdos; pero ello no es más que iniciación de una buena norma y no apartarse, como se ha pregonado, del procedimiento burocrático general de nuestra administración, e implantar un sistema comercial. Hay todavía mucha diferencia entre las atribuciones que concede el Reglamento a los jefes de Sección y de Negociado y las que quienes desempeñan estos cargos tienen en un Banco o una Compañía mercantil de importancia.
Fija e! Reglamento los plazos en que han de despacharse los asuntos, pero no la responsabilidad en que incurren los funcionarios que dejen transcurrir esos plazos, Además, suprime el lecurso de queja, por el cual podía reclamarse la tramitación de un asunto que estuviese sin causa justificada.
En cambio establece, aparte del recurso contencioso administrivo, uno de incompetencia y otro de nulidad.
La reforma arancelaria Es un asunto de actualidad. Toda la Prensa
se preocupa en estos días de que se revise el Arancel y protesta gran parte de ella contra el procedimiento que se sigue para hacerlo. No comprendemos bien la alarma de ahora, dada la conformidad, tácita en algunos periódicos, y expresa en otros, con que fué acogido el Real decreto de 20 de Noviembre último, en que se disponía la revisión y el modo de efectuarla.
El plazo de vigencia de nuestro Arancel actual ha transcurrido con gran exceso. Sin los trastornos de la guerra europea, otro Arancel regiría al presente y no habría quedado incumplida en cuanto a tal extremo la ley de Bases de 1906, en que se ordena la revisión cada cinco años. Las circunstancias, sin embargo, no hubieran podido ser tan diferentes
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como las actuales lo son de aquellas en que el Arancel se confeccionó.
Los derechos arancelarios han de graduarse, según la ley de Bases, con arreglo a los valores de las mercancías, los cuales se fijan obteniendo el promedio en oro del precio en la frontera o en puer*o español, más los gastos, seguro y comisión.
¿Dudará alguien que todos los productos valen actualmente mucho más qué en diciembre de IQll, en que nuestro Arancel se aprobó? Con sólo reconocerlo se justifica la imprescindible necesidad de la revisión, puesto que los derechos señalados en el Arancel vigente responden a unos valores que están al presente ajenos a toda realidad
Se han encarecido los precios de los jornales, las primeras materias, los elementos de trabajo, los transportes y los seguros, influyendo consiguientemente en el coste de producción, y si todo ello ha inducido a las naciones extranjeras a reformar sus Aranceles, preparándose al propio tiempo para el futuro régimen de Tratados de comercio que se haya de establecer, no podía abandonarse el interés de España dejando a su producción indefensa de una parte, contra la competencia extranjera, e inerme por otra, al Estado, en las negó elaciones con los demás países.
La dificultad mayor para la revisión se derivaba de la inestabilidad actual de los valores de las mercancías, reconocida oficialmente año tras año desde que la guerra estalló al declarar la Junta de Aranceles, que no podía establecerlos. Si la ley dispone que los valores sean la base de los derechos arancelarios ¿cómo fijar éstos sobre un fundamento falso? Intentar el remedio fué la determinante del Real decreto de 20 de noviembre, ya citado.
Un arancel definitivo, encuadrado en la ley de Bases de 1906, no podrá hacerse hasta que las valoraciones se establezcan oficialmente La Junta de Aranceles y Valoraciones deberá, dice aquel Real decreto, estudiar el caso, preparar el trabajo y señalar el momento de ultimarlo; pero mientras tanto, es preciso que exista un régimen transitorio y circunstancial
que salvaguarde nuestros intereses y nos coloque en situación de poder negociar sin desventaja con el extranjero.
Un arancel que responda a tales fines, sin tener por única base las valoraciones, ha de atender a las conveniencias de nuestra economía, teniendo en cuenta que necesitamos primeras materias y que nos conviene que aquellas que producimos sean objeto en nuestro territorio de las transformaciones industriales de que sean susceptibles, así como nos es preciso exportar algunos productos de la agricultura y todo el excedente de la producción en general, y que nos son indispensables determinadas importaciones. Tal es el propósito, que debe quedar servido por el Arancel transitorio.
» * Este es urgente, y encargar su confección a
un organismo de numerosos elementos, representante de intereses encontrados, seria encomendar una larga tarea. Conviene que esos intereses sean oídos por medio de la representación de sus grandes sectores; pero que influyan preponderantemente en la solución elementos independientes y técnicos, y por eso a la Comisión permanente de la Junta de Aranceles y Valoraciones, en que la Agricultura está representada por el señor marqués de Alonso Martínez, la Industria por el Sr. Cussó, el Trabajo por el Sr. Prieto, la (iar.ndería por el señor marqués de la Frontera, el Comercio poi el Sr. Prast, la Ciencia económica por el Sr. Olózaga, se agregaron, para que el arancel transitorio se estudiara, un representante de la Cámara Industrial de Barcelona, otro de la Liga Vizcaína de Productores, un ingeniero Agrónomo, otro de Minas, el jefe de la sección de Comercio del ministerio de Estado, un representante de la Comisión protectora de la Producción nacional y los asesores técnicos de la Dirección general de Comercio.
No puede decirse, por tanto, con justicia, que esté falta la Comisión de las debidas representaciones genéricas de los intereses del país, ni debe sospecharse el desacierto en un
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trabajo que hasta aquí se ha realizado en perfecta concordia, por virtud de patrióticas transacciones, sin tener que votar siquiera ninguna solución.
Se censura por algunos la falta de publicidad de los trabajos de la Comisión permanente. Nadie pretenderá que las deliberaciones sean públicas, puesto que pretenderlo seria desconocer la naturaleza de tales trabajos y querer implantar un sistema de discusión infructuoso. Lo que se quiere es, sin duda, que no permanezcan secretos hasta que sean aprobados por el Gobierno, y precisamente a tal propósito ha obedecido que aquella parle de los mismos que ha quedado ultimada se haya comunicado al ministro de Hacienda, a fin de ¡lue éste pueda disponer que^ en la forma que considere oportuna, la discuta y la censure el pleno de la junta de Aranceles.
Acerca de ello no hubo en realidad discrepancias en el seno de la Comisión permanente. El director general de Aduanas, a quien debe suponerse enterado del criterio del Gobierno, fué precisamente quien propuso que se acordara comunicar al ministro que la clasificación arancelaria quedaba hecha, sin recatar la finalidad que con ello se proponía, puesto que manifestó que, haciéndolo asi, podría el ministro, según su antecesor el señor conde de Bugallal, pedir al pleno de la Junta que le informase; pero se opuso a que la clasificación aprobada se enviara directamente a la Junta, porque el Real decreto que ordena la confección del Arancel transitorio no dispone la intervención de ella más que en el Arancel defi • nitivo que ha de estudiar. Por eso mismo accedió, redactando el mismo la fórmula, a que la nomenclatura acordada se estimase no solamente como proyecto de la clasificación para el Arancel transitorio, sino como ponencia para el definitivo y que en este último concepto se remitiera a la Junta en pleno.
La fantasía ha estado en estos días tan desbordada, que ha supuesto que los derechos que se pretenden señalar van a ser prohibitivos. A estas fechas la Comisión no ha adop
tado ningún criterio acerca de tan importante extremo: ha estudiado sólo el sistema que convendría seguir para señalar los derechos, y precisamente porque en las discusiones habidas se ha expuesto por todos que había que elevar algunos y rebajar otros, y que en todo caso sería forzoso tener en cuenta el interés del consumo y el del productor, no se ha encontrado una fórmula que fuese de general aplicación, salvo en contadas excepciones, y se ha decidido designar ponencias para cada clase del Arancel, constituidas por los representantes de los más opuestos intereses en cada una.
Se ha hablado, por tanto, muy a la ligera de cuestión tan importante como es la arancelaria, poniendo en riesgo la terminación de un trabajo que es indispensable que se ultime pronto. Cada día estamos viendo cómo en el extranjero se ponen trabas a las exportaciones que nos es indispensable realizar, cual la de los vinos, por ejemplo. ¿Cómo podríamos lograr facilitarles la salida, si quedara franca, por virtud del cambio de la moneda española y de un Arancel ineficaz, como el vigente, la entrada de los productos extranjeros que necesitan del mercado español? Piensen en ello cuantos por el despecho de no intervenir en una obra tan trascendental, de la que creen que debían ser factores obligados, o por error de información están realizando campañas que pueden lesionar los más vitales intereses del país.
LA JORNADA DE OCHO HORAS
La solución de la pasada huelga de-Peña-rroya, aceptando los obreros mayor número de horas de trabajo, mediante retribuciones estipuladas, nos da ocasión para insistir en el tema de la jornada de ocho horas, que juzgamos vital para los intereses del «_cmercio, industria y agricultura de España. Cuanto más nos deteníamos a examinar el Real decreto de 3 de Abril de IQIQ que establece la jornada de ocho horas como máximum para toda
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clase de trabajos, más se echa de ver en el pensamiento del Gobierno que lo dictó la ausencia de un criterio económico, y he aquí cómo la solución de la huelga de Peñarroya nos lo demuestra una vez más.
Venían disfrutando nuestros mineros la jornada de ocho horas en el interior, y de nueve en el exterior de las minas; jornada más nominal que efectiva, pues en ella se incluyen computaciones de tiempo para llegar al tajo y descender al pozo. Los mineros, hay que decir en honor a la verdad, que no habían pensado en trabajar menos tiempo; pero al encontrarse con una jornada general y uniforme de ocho horas para toda clase de trabajos, incluso para el dependiente mercantil, ¿qué habían de hacer ellos sino reclamar que ta suya se les redujera? ¿Y qué había de hacer el Poder público si hubiera sido contrario a la equidad el sostener que trabajaba lo mismo el minero que el dependiente de un comercio que se pasa las ocho horas sin grandes fatigas vendiendo telas o artículos de otras clases?
¡Ah! Pues véase ahora cómo el minero viene a reconocer que sin quebranto para su salud, sin detrimento de su organismo, con tal de que se le retribuya más, puede soportar la antigua jornada. ¿No está demostrando esto que cuando se decretó la jornada de ocho horas se hizo a la buena de Dios? No lo fué por razones económicas, porque si es cierto que las jornadas excesivas disminuyen el rendimiento y depauperan al obrero, es cuando sobrepasan límites de diez, once y doce horas, y según la clase de los trabajos. No lo fué por razones de sanidad, en cuanto leyes sociales recientes, como la del trabajo de la mujer y el niño y la de jornada mercantil han reconocido jornadas superiores. Lo fué por dar gusto a la galería.
Pero lo fué en tal forma, con tal rigidez, con tal inflexibilidad, que cuando obreros y patronos han querido ponerse de acuerdo no les ha sido posible llegar a jornadas de diez horas ni aun con el pago de horas extraordinarias, salario de sobreproducción o participación de beneficios. El Real decreto de 3 de
Abril de IQIQ era tan severo, tan uniforme— ¡cuando son tan variadas las clases de trabajos humanos! — , que las juntas locales de Reformas Sociales se han visto constreñidas con frecuencia a obrar, por mandato de la ley, en sentido contrario al que ellas lo hubieran hecho apreciando de cerca las modalidades de cada industria. Y como ese criterio restrictivo gravitaba también sobre el Instituto de Reformas Sociales y aun sobre el Poder ejecutivo para que no se pudiese soliviantar alas clases obreras diciéndolas que se les quitaba una ventaja concedida, se llegó a las dos Reales órdenes de 15 de Enero de 1920 sobre excepciones a la jornada de ocho horas y sobre normas de aplicación de ésta, Reales órdenes tan rígidas que ni aun a la libre y armónica voluntad de obreros y patronos deja campo en que desenvolverse.
Han de ponerse de acuerdo los obreros y patronos de un establecimiento, y no pueden pactar el trabajo extraordinario más que durante ciento veinte horas al año, y sólo doscientas cuarenta si se ponen de acuerdo todos los similares de una localidad. Son los mismos dependientes mercantiles, y la práctica ha establecido tal confusión entre el derecho de los patronos a tener abiertas sus tiendas diez horas, y la jornada de los dependientes, que las Reales órdenes se suceden, y la confusión no se desvanece.
La solución de la huelga de Peñarroya, por lo mismo que es el acto primero del ministerio del Trabajo, parece marcar otro criterio: el de que la jornada se prolongue cuando el obrero se acomode con el patrono en el pago de horas extraordinarias. No hay buen obrero que no desee eso, y como ahí puede hallarse también una fuente de vigorización de la industria, estableciendo jornadas que no sean perjudiciales a la salud, pero que no sean tampoco de las ocho horas escuetas, nosotros aplaudimos al Sr. Cañal por su acierto de ahora, y le excitamos a que eleve eso a regla general, dictando normas del trabajo que tengan una base económica más amplia que las Reales órdenes de 15 de enero. Estas fueron apli-
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cación rigurosa de un precepto general; pero los problemas del trabajo tienen más de económicos que de jurídicos.
Progreso económico de España
Con ocasión de los excesos bursátiles cometidos hace poco, en beneficio de las monedas extranjeras y perjuicio de los fondos públicos españoles, se ha desatado el feo vicio nacional de la murmuración y la jeremiada y a juzgar por lo que algunos escriben, el país se encuentra al borde de la ruina a causa de la torpeza y la desidia evidenciadas durante la pasada guerra por los Gobiernos, que son los que siempre tienen la culpa de todo.
Revista profesional que existe que se alarma porque la peseta se cotice con depreciación en la India y el Japón. Y en la larga serie de acusaciones que en estos días se lanzan, firmas de reconocida solvencia científica, hacen cargos al Poder público y al país en general, de haber exportado demasiado, de habernos conformado con recibir oro por nuestros productos en lugar de exigir maquinaria y primeras materias, de no haber sabido emplear aquel oro en montar industrias nuevas o en construir, no haber sabido tampoco rescatar los negocios españoles que se encuentran en manos de extranjeros, y por último, confiarnos en las sucursales de Bancos extraños lanzándonos locamente a la adquisición de monedas averiadas.
Algo hay de verdad en tales afirmaciones y bien puede asegurarse que España no ha sacado de las favorabilísimas circunstancias en que su neutralidad le colocó todo el provecho económico que pudo obtener.
Mas. sería injusto olvidar que tales aprovechamientos, o mejor aún, la consolidación de los mismos, convirtiendo en permanente mucho de lo que había surgido como temporal, requiere cierto estado de desarrollo en la evolución económica de un país. Si ese grado de progreso en la producción no se había alcan
zado todavía, natural era que los capitalistas y los jefes de industria tropezaran con gran, des dificultades para repentizar; y bien admisible es que ellos mismos padezcan deficiencias de preparación, análogas a las que sufrimos los demás españoles llamados a secundarles.
Es innegable que no podremos competir todavía en ciertos artículos que constituyen la especiajidad de las naciones europeas que han luchado en la última guerra, peio es evidente que hemos adelantado mucho en gran número de trabajos industriales. Todo el secreto consiste en saber distinguir y escoger, dedicándose a las industrias a las que, bien por condiciones naturales o por tradición obrera, nos encontramos en condiciones de luchar con los extranjeros. Sirvan de ejemplo los aceites y cierta cerámica.
¿Quién duda que el consumo de los aceites finos de marca española ha progresado de modo notable? Y en cuanto a la cerámica nacional fácilmente se alcanza, que si no llega a interesar, por ejemplo, a los ingleses y franceses que poseen estilos propios en tal arte, si hablan al alma de los hispanoamericanos susceptibles de convertirse en los mejores parroquianos de Triana, Manises y Talavera.
Desde este punto de vista de la clientela americana, y sin circunscribirnos a ningún artículo en particular, nos parece un acierto la iniciativa de crear en París un Museo de productos españoles, patrocinada por aquella Cámara de Comercio.
Es más: el nacimiento de tal idea es un sig-• no cierto de que España no ha perdido del
todo su tiempo en estos últimos años. Si comparamos nuestra situación actual con
la de 1914, encontramos diferencias notabilísimas. En primer término, la consolidación de la peseta. Aun cuando de momento pierda más que antes, con relación al dólar por efecto de maniobras especulativas sobre la moneda extranjera, el aumento de existencia oro en el Banco de f:spaña es una ventaja definitiva de las que siempre surtirán electo.
En el mismo sentido favorable obrará siem-
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pre el desplazamiento que ha sufrido la balanza financiera de España. Antes teníamos que pagar a los extranjeros muchos millones anuales por cupones de Deuda exterior y valores ferroviarios. De aquí en adelante tales renglones quedan muy disminuidos, y, por el contrario, serán los extranjeros quienes tendrán que pagar a los españoles cuantiosos cupones de empréstitos y cuentas corrientes.
La flota mercante se está casi bastando para las necesidades de nuestro tráfico, ahorrándonos el pago de fletes antes tan cuantiosos.
Del mismo modo la producción del trigo acreció en tales proporciones y de modo tan persistente, que a poco que se estimulase seria bastante para nuestras necesidades.
La agricultura española ha dado un paso de gigante hacia la independencia económica del país, del que mucha gente no se ha dado aún cuenta.
Al lado de ello resulta nimio que la industria siga en muchos ramos siendo tributaria del extranjero, puesto que no todo puede conseguirse de una vez. Es más; dentro de ese sector que marcha a paso lento tenemos ejemplos consoladores como la construcción y la industria extractiva de carbones.
Serán caros y en sus clases medias inferiores a los ingleses, pero ¡cuántas naciones se darían por satisfechas con tener combustible propio!
Y por último, nuestra Banca se ha internacionalizado saliendo fuera a expansionarse en negocios útiles. Concretamente podrán criticarse algunos de esos negocios, mas en su conjunto representan una vitalidad de la que. todos los españoles debemos felicitarnos.
Convénzanse los pesimistas. No se ha perdido todo el tiempo ni mucho menos. Al contrario, nos hemos elevado lo bastante para merecer una consideración de que antes care ciamos.
Grandes problemas Conformes de toda conformidad con nues
tro estimado colega La Época que tratan
do de la marina mercante se expresa en los términos siguientes:
«Las Cámaras francesas se han ocupado recientemente con gran interés y extensión de un poblema que preocupa mucho a todos los elementos directivos de su economía nacional: el de la Marina mercante. Rudamente castigada por la guerra, no solamente por lo que perdiera a causa de ésta, sino por lo que no repusiera, advierte la necesidad de intensificar la atención que consagre a la restauración de ese instrumento de riqueza, ya que no es indiferente el pabellón para la suerte del comercio internacional.
Nosotros no damos al problema la debida importancia, apesar de tenerla quizás para fís-paña en mayor grado que para Francia, no sólo por cuantos elementos naturales poseemos para desenvolverla y sostenerla, sino también por extensión y valía de los pueblos de habla española, en los que tendría nuestro pabellón lugar preferente para las transaciones marítimas.
No sólo no nos ocupamos de ayudar a la Marina mercante a vencer las dificultades que muy pronto ha de encontrar, sino que ni siquiera se han removido las trabas que con motivo de la guerra be le crearon, con grave daño para esta industria tan castizamente nacional como la de construcción de barcos. Cuando las marinas progresivas han procurado dar salida al material viejo, renovándolo, en España siguen vigentes disposiciones del Poder público que impiden vender nuestros barcos viejos y facilitan, en cambio, el abanderamiento en España de barcos viejos extranjeros.
Viejos no sólo por la fecha de su construc ción, sino también por responder a tipos de tonelaje que no pueden explotarse económicamente cuando tanto se ha elevado el coste de la navegación. Ese barco de 1.000 a L500 toneladas, que es el más frecuente en nuestra flota de comercio, difícilmente puede soportar el coste actual de su tripulación. Pues en vez de darse facilidades para renovar todo eso, se mantienen las trabas que se crearon por
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salir al paso de conveniencias de interés público que las circustancias pasadas crearon.
Está en elaboración el programa para contratar aquellos servicios marítimos subvencionados, cuyos contratos terminan en este año, y la forma en que eso se resuelva dará la medida del caso que el Estado haga de este problema de la marina mercante. Hay que ponderar en ese programa tres órdenes de intereses: el efectivo de la economía nacional y de los deberes del Estado en esas comunicaciones con los archipiélagos y con el Norte de Africat el de la marina mercante que deba prestarlos al coste actual de la navegación, y el del Tesoro público que no puede ser sometido a sacrificio mayor del necesario. Si de todo eso diera buena cuenta las reclamaciones de las poblaciones interesadas, el daño sería muy grave.
Las estadísticas del tráfico en el anterior decenio deben dar la norma de lo que es la verdadera conveniencia nacional en ese puntoi mucho mejor que lo que pidan aquellas poblaciones o determinados elementos de cada una.
Es lástima que los episodios constantes de esa política y de las luchas sociales aparten de estos grandes problemas la atención de la opinión.
Congreso socialista Como era de esperar.
Las sesiones del Congreso socialista celebradas en estos últimos días, se han desarrollado en un ambiente de indisciplina y violencia, como era lógico había de suceder dada la táctica seguida por las organizaciones obreras. Es más, nosotros creemos que esas violencias llegarán a más y no será extraño que ocurran sucesos de mayor gravedad si se tiene en cuenta los antagonismos y los odios que existen entre sus afiliados.
Los elementos directores del partido socialista obrero, a los cuales nadie negará eficacia
en su labor, ya que mediante ella existe la formidable organización obrera, de que ahora tratan de apoderarse otros elementos, y en gran parte también gracias a ella, en su labor de propaganda se ha conseguido incorporar a las leyes principios sociales que no hace mucho parecían incompatibles con la organización de! Estado, tal como la mayoría de las gentes la concebían, habían señalado al partido cauces y orientaciones por los que ahora, más que nunca, parecía absolutamente lógico que marchara; pero contra esa labor que tenía en sus mismas condiciones de prudencia su razón de mayor solidez, parecen concentrados los que, llegados a deshora al partido obrero, con las impresiones vivas y calientes de la revolución rusa y sin criterio para diferenciar las condiciones técnicas sociales e históricas y adaptar lo adaptable, prescindiendo de lo que no podía tener arraigo en la realidad, sueñan, no con hacer una revolución al estilo de la realizada por los soviets, sino de perturbar la vida nacional y, sobre todo, la vida económica del país con la amenaza de esa revolución que no quieren, ni está en condiciones de hacer, la mayoría de los obreros y, desde luego, todos los obreros sensatos.
Basta con ver que los partidarios de la tercera Internacional, los comunistas, en una palabra, no atienden a razones, y juzgan, como argumento supremo, la increpación y el insulto, cuando no la bofetada, para tener idea clara de cuáles son sus ideas y cuál su concepto de la disciplina social y de la fuerza y la necesaria prevalencia de la razón; pero, desgraciadamente, los elementos que así proceden, constituyen ya una fuerza, y una fuerza destructora de algo que pudo ser salvador, si los Gobiernos hubiesen sabido utilizarlo, ya que no como fuerza política, como fuerza social.
Los socialistas que pudiéramos llamar de la derecha, los que quieren ir evolucionando poco a poco hasta conseguir siquiera un mínimum de sus programas respecto de las reivindicaciones obreras, comienzan a sentir las consecuencias de sus predicaciones exagera-
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das y utópicas. Han hallado a las masas tan solo de sus derechos, sin advertirles nunca nada acerca de sus obligaciones, y ahora esas mismas masas cuando se les habla de la ley, del principio de autoridad, se revuelven contra ellos, acusándoles de vendidos y traidores.
Esto es ya viejo. F.s la historia de siempre en política, tratándose de partidos extremos. Y en estas organizaciones obreras tiene que manifestarse en espíritu de rebelión con mayor intensidad contra sus jefes, por la clase de educación de sus afiliados y por el temperamento duro y enérgico característico de las clases trabajadoras.
El ferrocarril del Norte en 1919. Según la Memoria del Consejo de Admi
nistración, leída en la última junta general ordinaria de accionistas, el conjunto de operaciones del año IQIQ ofrece un resultado más favorable que el del aiio anterior, en razón a haberse modificado algo, en sentido beneficioso, las circunstancias especialmente difíciles en que se desarrolló el año 1Q18.
Sin embargo, esta mejora no ha podido ser tan importante que permita compensar en totalidad los efectos desfavorables de aquel ejercicio; los ingresos del tráfico han tenido un aumento de pesetas 60.619.343,11, de las cuales la mitad, aproximadamente, corresponde al recargo de 15 por 100 autorizado por Real decreto de 26 de diciembre de 1918, y la otra mitad, a la reforma general de la tarificación y al aumento de tráfico; pero los gastos han tenido asimismo un aumento de pesetas 28.280.530,49, en el cual entran, por una suma de 15.033.585,55 pesetas, las concesiones hechas al personal en concepto de plus y paga de Abril, como consecuencia de la autorización del recargo del 15 por 100; la Compañía ha concedido además a su personal, en el mes de noviembre, una segunda mensualidad extraordinaria, importante pesetas 3.185.169,37, como auxilio para subvenir a la elevación creciente del coste de vida.
Por lo que se refiere al carbón, aunque el precio de coste ha seguido en aumento, la calidad ha mejorado algo, lo que ha permitido disminuir un poco el consumo unitario y regularizar en cierto modo la marcha de los servicios.
Se gastaron, por término medio, 23,13 kilos de carbón por l<ilómetro máquina, frente a 25,23 en año 1918 y 68,8 millones de pesetas, en lugar de 63,4.
Las cuentas de primer establecimiento presentan un aumento total de 10,26 millones de pesetas; de ellos, 4,67 por obras nuevas y mejora de instalaciones, y 5,58 por adquisición de material motor y móvil.
El material efectivo de la Compañía en 31 de diciembre de 1919, se componía de:
932 locomotoras con sus herramientas. 1.972 coches para viajeros, y 21.380 vagones de todas clases. Además, tenía contratado y en curso de
construcción o en camino, el material nuevo siguiente:
12 locomotoras con sus ténderes. 88 coches de tipo moderno para viajeros. 50 furgones, y 700 vagones de todas clases. Por un importe aproximado de 18.300.000
pesetas. Los ingresos totales registrados en 1919
han ascendido a 264.150.262 pesetas, contra 203.652.334 en 1918, lo que representa un alza para el último ejercicio de 60.497.927 pesetas; los gastos de la explotación sumaron 194,95 millones, contra 166,67; las pensiones pagadas al personal, 2,38, contra 2,14, y las cargas de la explotación, 60,35, contra 59,36 millones.
Deduciendo de éstas los intereses, cambios y comisiones, importantes, 3,38 millones, contra 4,12 en 1918, el excedente de productos que resulta para 1919 es de 9.843.752,11 pesetas A esta última cifra hay que agregar 1,25 millones por el déficit de la explotación de la línea de Valencia a Utiel, que queda a cargo de la Comisión liquidadora, con lo cual el excedente líquido de productos asciende a
LA INDUSTRIA NACIONAL 1819
11.098.272,20 pesetas, en lugar de una insuficiencia de 19.458.786,68, determinada en el año precedente. Es decir, que en 1919 se ha obtenido un mejor resultado por 30.557.058 pesetas.
El tráfico de viajeros presenta en el año 1919 un aumento de 17.616.579,14 pesetas, que es debido al recargo de 15 por 100 y al aumento de tráfico; el de gran velocidad ofrece un aumento de 3.769 985,60 pesetas, debido a dicho recargo en las tarifas, y en una pequeña parte al aumento de tráfico; y el de pequeña velocidad ha producido asimismo un aumento de 38.750.732,03 pesetas, también por el recargo en las tarifas y por el aumento de tráfico y reforma de la tarificación.
Los aumentos más importantes han sido producidos por los vinos, bebidas y alcoholes, con aumento de 120.000 toneladas; harinas y salvados, con 104.000; naranjas y limones, con 77.000; maderas, con 76.000; aceites y grasas, con 42.000; cereales, con 32.000; azúcares, arroz, lanas y otros de menos importancia. En cambio, se ha producido baja, en carbones, materiales de construcción, patatas, minerales, etc.
Lo recaudado para el Tesoro y los beneficios obtenidos por el Estado durante el año 1919, se eleva en su conjunto a 31.788.399 pesetas, y en 1918 fueron de 27.195.793.77 pesetas, o sea una diferencia en más de 4.592.605 pesetas.
Esa cantidad de 31 millones y pico representaría un dividendo de pesetas 61,61 para cada una de las 516.000 acciones de la Compañía, existentes en circulación.
La misma suma que representan los impuestos para el Tesoro y los beneficios obtenidos por el Estado en los transportes hechos por su cuenta, equivale al interés de 8,59 por 100 de la cantidad recibida en concepto de subvención por todas las lineas que en la actualidad explota esta Compañía.
Durante el año 1919 han venido a la domi-ciliación 136.360 títulos, excediendo ya de 700.000 los adheridos en la fecha de preparación de esta Memoria.
Todos los títulos presentados han sido subs tituídos por otros nuevos de igual numeración.
Los resultados del año 1919 se resumen así: Productos líquidos de la explotación de las líneas, 11.098.272 pesetas; minas de Ba-rruelo, 586.158; ídem de Surroca, 2.701; total, 11.687.131 que previa deducción de los impuestos correspondientes se aplican a disminuir el déficit de los años 1917 y 1918.
La Junta de accionistas aprobó tal liquidación, confirmó los nombramientos provisionales de consejeros efectuados durante el año, y por último, ratificó el Consejo los poderes que tenía conferidos para enajenar, tomar dinero a préstamo, hipotecar y contratar.
De información La recaudación
Según los datos provisionales publicados por la Inspección general, la recaudación obtenida por la Hacienda pública en el mes de Mayo próximo pasado ascendió a 139.433.982 pesetas, registrando alza de 2.265.477 sobre la de igual mes del ejercicio anterior.
Asociación de la Prensa.—Nueva Junta directiva
Después de acordada por aclamación en la última Junta general la presidencia honoraria a favor de D. Miguel Moya, y de celebrada la votación convocada para el día 5 de los corrientes ha quedado constituida la junta directiva de la Asociación de la Prensa en la siguiente forma:
Presidente honorario, D. Miguel Moya; presidente, D. José Francos Rodríguez; vicepresidente primero, D. Rufino Blanco; vicepresidente segundo, D. Daniel López; censor, D. Francisco Verdugo; tesorero, D. Maximino Esteban Núñez; secretario primero, D. Eduardo Palacio Valdés; secretario segundo, don Eduardo Ruiz de Velasco; vocales: D. Gabriel Briones, D. Norberto Torcal, D. julio Romero, D. Leopoldo Bejarano, D. Luis Gil Fillol,
1820 LA INDUSTRIA NACIONAL
D. Francisco Aznar Navarro y D. Francisco Hernández Mir.
Comisión de investigación y consulta: don Oerardo Sánchez Ortíz, D. Peregrín Sánchez Hiera, D. Carlos Rojas Bermejo, D. José de la Cueva y D. Julio Romeo.
<E1 año politico 1919-
Se ha publicado el vok'imen XXV del excelente libro de Fernando Soldevilla *E1 año político», correspondiente a 1019.
El hecho de ser este año el vigésimoquinto de la publicación del »Anuario-, dice más en elogio de éste que cuanto pudiéramos nosotros decir. Para los habituales lectores del Sr. Soldevilla es innecesaria la propaganda; para los que no lo conozcan básteles saber que en sus páginas encierra el libro la más completa y documentada historia del año, escrita con gran imparcialidad y con estilo pulcro y correcto.
La serie de anuarios de Soldevilla será inestimable para el porvenir, y ojalá dispusiésemos de libros análogos de periodos anteriores, que en ese caso habrían desaparecido no pocas lagunas de la Historia patria.
No es necesario dar aquí un índice del contenido del volumen.
En él aparece todo, absolutamente todo lo que se relaciona con la vida política española, tan agitada en el año último.
Avalora el libro su excelente presentación, análoga a la de los años precedentes; y si ha aparecido con alguna demora ha sido a causa de las huelgas y de la escasez del papel.
F.l Sr. Soldevilla está recibiendo muchas felicitaciones por las * Bodas de plata» de su interesante publicación. Son merecidas y a ellas unimos la nuestra, muy sincera.
Un donativo del señor Bauer al Museo Arqueológico Nacional
1:1 Sr. D. Ignacio Bauer, que ha dado ya notables muestras de su amor a los estudios históricos y de su generosidad en pro de la cultura pública, habiendo regalado importan
tes documentos a la Real Academia de la Historia, acaba de hacer un valioso donativo al Museo Arqueológico Nacional, consistente en dos sarcófagos griegos de barro, decorados con bellas pinturas de estilo arcaico, del siglo vi antes de j . C , procedentes de Clazo-menas (Asia Menor).
Los sarcófagos de Clazomenas son una clase de antigüedades griegas muy estimadas por su gran tamaño (dos metros) como piezas cerámicas y por su rareza, pues no se conocen más que 2b ejemplares, repartidos por los Museos, y el de Madrid no tenía ninguno.
Ha venido, pues, este donativo a enriquecer la preciosa colección de cerámica griega pintada de nuestro Museo Arqueológico, con dos muestras excelentes. Las pinturas negras y rojas de estos sarcófagos representan victorias, esfinges, leones y aves, entre una ornamentación clásica verdaderan'ente admirable. Tan notables ejemplares se hallan expuestos provisionalmente mientras se los da la instalación definitiva que merecen.
Según nuestras noticias, el Sr. Bauer ha adquirido estos dos sarcófagos a muy alto precio en París, para regalarlos a España, por lo que se ha hecho acreedor a la gratitud de cuantos nos interesamos por la cultura nacional.
La Oficina española de la Sociedad de Naciones
El ministerio de Estado inserta en la Gaceta un Real decreto, creawdo una «Oficina española de la Sociedad de Naciones».
Esta Oficina funcionará en dicho ministerio bajo la dirección del subsecretario, y entenderá en el curso y tramitación de cuantos asuntos se relacionen con la participación de España en la Sociedad de Naciones, incluyendo en ella la organización permanente del Trabajo y todos los organismos constituidos 0 que se constituyan en lo sucesivo como consecuencia de la aplicación de las partes 1 y XIII del Tratado de Versalles de 28 de junio de 1919.
Para la mayor rapidez y eficacia del serví-
LA INDUSTRIA NACIONAL 1821
ció, el jefe de la * Oficina española de la Sociedad de Naciones' podrá, por delegación del director, comunicar con los departamentos ministeriales, así como con los otros centros u organismos y autoridades nacionales o extranjeras, para la remisión de documentos, petición de datos o informes y otros asuntos análogos.
Los haberes del personal del nuevo Centro, asi como los gastos de material de la misma y los que ocasione su instalación, se abonarán con cargo al crédito consignado en el capítulo 5.", artículo IQ, sección segunda del presupuesto (ministerio de Estado).
La plantilla del personal se compone de un jefe, ministro residente, con 12.000 pesetas de sueldo anual; un subjefe primero, secretario de primera clase, con 10.000, y un subjefe segundo, cónsul de primera clase, con 10.000; dos secretarios de segunda clase, a 7.000; dos traductores, a 5.000; un oficial para el archivo, con 4.000; cuatro mecanógrafos, a 3.000 y 500 más de gratificación si son taquígrafos; un portero tercero, con 2.500, y u,. portero cuarto, con 2.000.
También el periódico oficial publica los Reales decretos disponiendo que pasen a continuar sus servicios en la mencionada oficina, D. José de Landecho y Allende Salar, ministro residente; D. Emilio Sanz y Tovar, secretario de primera clase, y D. Luis Beltrán y González, cónsul de primera clase, que están empleados en aquel ministerio.
Tabacos y Timbfes
Durante el mes de mayo último la recaudación por Tabacos fué de 23.090.736 pesetas, lo que supone una baja de 3.090.873 con relación a igual mes del año anterior.
La baja.en los dos meses de abril y mayo, comparativamente a lo recaudado en los del año último se cifra en 6,64 millones.
Por Timbre se han obtenido 16.212.276 pesetas, con aumento de 2.902.431 con relación a mayo de 1919.
El alza en los dos meses del año económico es de 6.464.419 pesetas.
Nuevo tractor ferroviario
Según la Revista Técnica Fenovioriu, se han celebrado con resultados excelentes las pruebas de un nuevo tractor ferroviario, inventado por un ingeniero alemán, con el cual se espera conseguir, con relativa facilidad, velocidades superiores a 300 kilómetros por hora.
íii invento del expresado ingeniero alemán consiste en la aplicación de una hélice aérea a los ferrocarriles.
La innovación ofrece, entre otras ventajas, la de que permite hacer independiente en cierto modo la velocidad del motor y la del vehículo.
En esto precisamente se fundamenta la creencia de que la aplicación de la hélice permitirá realizar las grandes velocidades que hemos indicado.
Tiene, además, el nuevo tractor otras cualidades no menos estimables, como son la de suavizar la marcha y aumentar la estabilidad del carruaje, impidiendo las sacudidas directas debidas a la falta de equilibrio de las piezas en movimiento alternativo y de las perturbaciones de marcha que más limitan la velocidad.
Sucursales del Banco de Bilbao en África
Esta poderosa entidad, continuando la acertada política de desarrollar su esfera de acción, proyecta la instalación de sucursales en Tánger y Tetuán, y, según noticias telegráficas, la de la primera de las indicadas plazas está ya en período de instalación, habiéndose acogido con gran satisfacción la creación de esa sucursal por los elementos mercantiles españoles, que ahora tienen que valerse para sus operaciones de Bancos extranjeros.
Nos parece muy acertada la elección de esas plazas por el Banco de Bilbao, y es de esperar que los negocios en ellas contribuyan eficazmente al desarrollo de su provechosa actuación.
Buques en construcción
Diversas Compañías navieras de Bilbao, tienen actualmente en construcción los buques siguientes:
1822 l.A INDUSTRIA NACIONÁI.
El Arnü-Mendi, de 8.500 toneladas; el Ariz-Mendi y el Artza-Mendi, petroleros, de unas 6.000, para la Compañía Naviera Sota y Az-liar; el Cristina y el Sabina, de 7.600 cada uno, parala Naviera Vascongada; el Mar Caribe, Mar Blanco, Mat Adriático, Mar Negro, Mar Azoff, de 5.750 los cuatro primeros, y 7.600 el último, para la Marítima del Nervión; el Bactii, de 5.200, para la Naviera Bachi; el Gobeo, de 7.600, para la Cantábrica de Navegación; el Deva, de 7.600, para la Naviera Guipuzcoana; el Guernlca, de 4.900, para la Auxiliar Marítima; el Delfina, de 5.200, para los Sres. Sáinz e ¡nchaiistegui; el Condado y el Montéenlo, de 5.600 para D. Alejandro Navajas; el Chiviclíiaga, Torrontero, Santamaña, Arichacfiu, Atalaya y Gástela, de 3.500 los tres primeros y 5.750 los tres últimos, para la Naviera Bermeo; el Naty, de 5.750 para la Naviera Vasco-Valenciana, y otro buque de 5.200 para la Compañía Marítima Bilbao. En total 25 vapores con más de 140.000 toneladas de carga.
Embarcaciones de vela
Parece que en España revive la construcción y empleo de los buques de vela, al igual que viene ocurriendo en otras naciones.
Los buques de vela en España llegaron a representar en el año de 1876 nada menos que 557.230 toneladas; pero desde entonces se inició un rápido descenso, y en 1918 no quedaban en servicio en barcos de más de 100 toneladas que 85 veleros, con un tonelaje total de 31.209.
Durante la guerra esta clase de barcos ha ganado mucho dinero, y eso, unido a los pequeños motores auxiliares de combustión interna, al abandono de los palos cruzados y su substitución por los aparejos con grandes cangrejas, que permiten aproximarse más al viento, el establecimiento de procedimientos mecánicos para cargar el velamen que reduce el número de tripulantes y otras mejoras, ha dado por resultado que reviva esa clase de barcos, y que en 1919 hayamos llegado a poseer más del doble que en 1918, o sean 78,042
toneladas. Se cree que al finalizar este año su número pasará bastante de las 100.000 toneladas.
Duro Felguera
Ha aprobado la Junta la reforma de los Estatutos. El capital se fija en 78 millones de pesetas, representando por 156.000 acciones de 500 pesetas. De los beneficios líquidos se deducirán un 5 p, c. para formar un fondo de reserva equivalente al 20 p. c. del capital social. Hecha esta deducción, se destinará un 6 p. c , en lugar del 5 p. c. que prevenían los anteriores Estatutos, a intereses del capital. Ha sido fijado en 14 el número de consejeros, amortizándose las vacantes que ocurran hasta llegar a ese número; la garantía de los consejeros, que era de 100, será ahora de 200 acciones. Para asistir a junta general habrá que poseer 50 acciones, en vez de 25.
El nuevo edificio del Banco Español de Crédito
Hace unos se firmó la escritura de adquisición por el Banco Español de Crédito del edificio que se conoce en Madrid con el nombre de La Equitativa, y que fué construido por La Equitativa de los Estados Unidos.
El precio ha sido de nueve millones de pesetas.
El Banco tiene el propósito de instalar sus oficinas en la mayor parte de la planta baja y en el piso entresuelo, y hacer el traslado con toda rapidez, para que pueda funcionar a primero de año en el nuevo local.
Asamblea Internacional.—Nuestros exploradores en Londres
El Consejo Nacional de los Exploradores de España se ocupa actualmente de prganizar el viaje a Londres de un grupo de 30 muchachos de todas las regiones de España y tres jefes, invitados por el Comité Superior de los boy scouts de Inglaterra, para tomar parte en la reunión magna internacional que se celebrará en Londres del 25 de julio al 7 de agosto próximos.
LA INDUSTRIA NACIONAL 1823
Además de todos los scouts de las Islas británicas y de sus colonias, acudirán a la reunión exploradores de 27 distintas naciones para tomar parte en los concursos escutistas que se verificarán en el gran circo Olimpia, de la capital inglesa. En el magno edificio se instalará una exposición de objetos hechos por los muchachos, y en ella figurarán varias curiosidades construidas por los exploradores españoles de todas las regiones.
Además lleva el grupo de aquí la patriótica misión de hacer conocer a los representantes del escutismo de todas las naciones allí reunidos algunos productos de nuestra industria, y hacer ver que en España se trabaja y se fabrican productos tan buenos como en cualesquiera países. Llevarán muestras y catálogos de varias fábricas de conservas.
Entre Londres y Madrid.—Interesantes experimentos de telefonía sin hilos
Organizado por la Compañía Marconi, se ha dado un notable concierto en Chelmsfood, a 30 kilómetros de Londres, con el concurso de la célebre cantante Mme. Melba, que fué oído por telefonía sin hilos en la estación ra-diotelegráfica militar de Carabanchel.
El concierto empezó a las seis de la tarde, cantando primeramente la canción inglesa Home Sweet Home, después cantó en italiano la Boéme, y últimamente Ninphes et Silvains, en francés.
La voz fué oída por varios oficiales del Centro Electrotécnico que acudieron al concierto, distinguiéndose claramente las notas del piano que acompañaba a la cantante, así como al que anunciaba los títulos de las canciones antes de empezar éstas.
Este concierto ha debido ser oído también al mismo tiempo en las estaciones de Estocol-
mo, Roma, Cristianía, Varsovia, Berlín y París, así como en varios trasatlánticos, que en su viaje a América fueron sorprendidos por este concierto original.
Asistieron al concierto de Londres en la estación de Carabanchel el comandante encargado D. José María de Acosta, y los capitanes del Centro Electrotécnico D. Ramiro Rodríguez Borlado, D. Ángel Menéndez y los ingenieros de la Compañía Marconi D. Manuel Escolano y D. Julio García.
La estación que se ha utilizado para esta transmisión es del sistema Marconi y del mismo tipo de la que se está montando en la Ra-dioteiegráfica de Carabanchel para la comunicación telefónica entre Madrid y Tetuán.
Durante la canción de la Boéme las señales recibidas eran tan fuertes, que se podían oir sin tener los teléfonos colocados en los oídos, y así pudo apreciarse por todos los presentes.
La Cámara de Comercio española en Buenos Aires
Se encuentra en esta corte, desde hace unos días acompañado de su distinguida esposa, D. Gonzalo Saénz, presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio de Buenos Aires, que viene a pasar unos meses en su tierra nativa y con el fin de resolver algunos intereses trascendentales para la colonia española de la República Argentina.
Ha visitado D. Gonzalo Sáenz a los ministros de Fomento y Estado, al subsecretario de Fomento, al director general de Comercio y al director general de Agricultura, quienes han acogido con viva simpatía las peticiones hechas por el representante de la Cámara Española de Buenos Aires acerca de intereses igualmente beneficiosos para la República Argentina y para los españoles.
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1824 t,A INDUSTRIA NACIONAI.
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