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  • PSICOLOGA SOCIALAPLICADA

    Coordinadores

    JOS LUIS ALVAROALICIA GARRIDO

    JOS RAMN TORREGROSA

    McGraw-HillMADRID. BUENOS AIRES. CARACAS. GUATEMALA. LISBOA. MEXICO

    NUEVA YORK. PANAMA SAN JUAN. SANTAFE DE BOGOTA SANTIAGO. SAO PAULOAUCKLAND. HAMBURGO. LONDRES. MILAN MONTREAL. NUEVA DELHI PARIS

    SAN FRANCISCO. SIDNEY SINGAPUR STo LOUIS TOKIO. TORONTO

  • cultura Libre

    PSICOLOGIA SOCIAL APLICADA

    No est pennitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tratamientoinformtico, ni la transmisin de ninguna fonna o por cualquier medio, ya seaelectrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permisoprevio y por escrito de los titulares del Copyright.

    DERECHOS RESERVADOS 1996, respecto a la primera edicin en espaol, porMcGRAW-HILLlINTERAMERICANA DE ESPAA, S. A.Edificio Valrealty, l.a plantaBasauri, 17,28023 Aravaca (Madrid)

    ISBN: S4-4SI-O?OS-XDepsito lesal: M. 33.926-1996

    Editora: Isabel CapellaCubierta: Estudio F. PiuelaCompuesto por: Puntographic, S. L.Impreso por: Impresos y Revistas, S. A. (IMPRESA)

    IMPRESO EN ESPAA - PRINTED IN SPAIN

  • e o N T E N o o

    PROLOGO.............................................................................................................. xi

    RELACION DE AUTORES xiii

    PRIMERA PARTEMARCO HISTORICO, CONCEPTUAL y METODOLOGICO

    1. La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo his-trico 3Amalio Blanco y Luis de la CorteLa fuerza emancipatoria de la racionalidad cientfica 4Los lmites de la aplicacin 13Aplicacin y relevancia 23El nivel terico de las aplicaciones 28A modo de conclusin 33Bibliografia 34Lecturas complementarias 36

    2. Concepciones del apIcar 39Jos Ramn Torregrosa

    lutroduccin: sobre la produccin y usos del saber social............................ 40Razn mecnica y razn social: de Hobbes a Kurt Lewin 44A modo de conclusin 54Bibliografia 55Lecturas complementarias 56

    3. Aspectos metodolgicos de la Psicologa Social Aplicada 57Toms Ibez y Lupicinio IiguezLa Psicologia Social Aplicada: el entramado teoria-prctica-realidad 58Formas de investigacin, caractersticas de la Psicologia Social Aplicada.. 67

    v

  • vi ContenIdo

    Una propuesta metodolgica para la Psicologia Social Aplicada 69Elementos de conclusin 78Bibliografia 79Lecturas complementarias 82

    SEGUNDA PARTEAPLICACIONES DE LA PSICOLOGA SOCIAL

    4. Psicologa Socal del trabajo ..,...................................................................... 85Josep M. a Blanch

    Introduccin 86Economa y experiencia humana 86La cosmovisin industrialista 93El horizonte postindustrial 102Bibliografia 114Lecturas complementarias 118

    5. Psicologa Socal del desempleo 12 lAlicia Garrido

    Introduccin 122Caractersticas de la investigacin psicosocial sobre el desempleo 123Las consecuencias psicosociales del desempleo 125Estudios sobre la prediccin del xito en el mercado laboral....................... 143Conclusiones que pueden extraerse de la investigacin psicosocial sobre

    el desempleo '" 144Implicaciones para la intervencin.................................................................. 145Bibliografia 147Lecturas complementarias 153

    6. Psicologa Socal de las Organizaciones 155Josep M. a Peir

    Introduccin .. 156Concepto de organizacin y diversidad de formas organizativas en la so-

    . ciedad actual :..:............... 159La conducta organizacional 164Hacia una articulacin de la conducta individual y colectiva en las organi-

    zaciones 172Principales componentes de los sistemas organizados y sus interdepen-

    dencias 178Paradigma racional vs. paradigma poltico y sus implicaciones para la in-

    vestigacin e intervencin organizacionaI................................................ 183

  • Contenido vii

    Algunas implicaciones para la formacin y la intervencin profesional:los roles del psiclogo organizacional 186

    Bibliografia 191Lecturas complementarias 196

    7. Psicosociologa de las relaciones nternacionales 199Sagrario Ramrez y Jos Ramn TorregrosaIntroduccin 200El paradigma realista en el estudio de las relaciones internacionales 201El lugar de la Psicologa Social en las relaciones internacionales 203Conclusiones 213Bibliografia 214Lecturas complementarias 217

    8. Pscologa Poltca 219Florencio JimnezBreve bosquejo histrico 220Definicin, enfoques y tcnicas de investigacin de la Psicologia Po-

    ltica ,............... 232Algunas cuestiones sobre el presente y el futuro de la Psicologia Pol-

    tica............................................................................................................. 241Bibliografia 250Lecturas complementarias 251

    9. Psicologia Social Jurdica 253Jorge SobralIntroduccin 254Sobre delincuencia y delincuentes 255Sobre los testigos visuales: su fiabilidad y credibilidad 258Sobre aquellos que toman la decisin 260Sobre percepciones y reacciones ante la delincuencia 262Sobre la crcel y la psicologa 263Sobre las vctimas y su rescate del olvido 264Algunos comentarios finales 266Bibliografia 267Lecturas complementarias 268

    10. Psicologa Social de los procesos migratorios y relaciones inter-grupales 269Joelle Ana BergereIntroduccin 270Teoras de las razas........................................................................................ 272

  • viii Contenido

    Teoras de las relaciones interraciales e intertnicas 280Conclusiones 290Bibliografia 291Lecturas complementarias :... 293

    11. Psicologa Social de los prejuicios 295Angel Rodriguez

    Introduccin: los prejuicios como problema 296Perspectivas tericas sobre el origen de los prejuicios 297Una cuestin pendiente: la naturalidad del prejuicio, o del pesimis-

    mo antropolgico ,........................ 309Epilogo: prejuicios, racismo e inmigracin en Espaa 311Bibliografia 313Lecturas complementarias 315

    12. Pscologia Social de la educacin 317Anastasia OvejeroIntroduccin 318Por qu defiendo un enfoque psicosocial en educacin 319Psicologia Educativa: la lenta pero progresiva marcha desde el enfoque

    individualista hacia el psicosocial 321Psicologia Educativa y Psicologa Social: una simbiosis inexcusable

    de la que nace la Psicologa Social de la educacin 324Psicologia Social de la educacin: definicin y breve recorrido histrico.. 327Contenidos y principales hitos histricos 330Psicologa Social de la educacin: una perspectiva critica y emancipa-

    toria. 334El atisbo de un futuro esperanzador 337Conclusin 340Bbliografia _.......................................... 342Lecturas complementarias 348

    13. Psicologa Social de la salud 351Jess Rodriguez y Jos A. Garca

    La Pscologia Social de la salud 352Un nuevo concepto de salud 354La promocin de la salud y la prevencin de la enfermedad 358El proceso de enfermedad 361Relacin entre el profesional de la salud y el enfermo 367Poltica sanitaria y mejora del sistema de cuidado de la salud 369Bibliografia 371Lecturas complementarias 379

  • Contenido Ix

    14. Psicologa Social de la salud mental 381Jos Luis Alvaro y Dario PezIntroduccin: concepto y medicin de la salud mental............................... 382Modelos tericos en el estudio de la salud mental....................................... 385Factores sociales y salud mental................................................................... 393Estrs psicosocial y salud mental _.......... 395Salud mental e intervencin psicolgica o social........................................ 401Conclusiones 403Bibliografa 403Lecturas complementarias 406

    15. Psicologa Social Ambiental. Ideas y contextos de intervencin 409Jos Antonio Corraliza y M. a Angeles GilmartnIntroduccin 410Intervencin y conocimiento: lo bsico y lo aplicado en la Psicologa

    Ambiental 412La intervencin ambiental: La discusin sobre los fines y los medios 417La Psicologa Ambiental y los problemas ambientales 420La crisis ecolgica y la Psicologa Ambiental............................................. 421Una propuesta de agenda para el psiclogo ambiental................................ 423Conclusin 425Bibliografa 426Lecturas complementarias 428

    16. Psicologa Social del ocio y el tiempo libre 429Frederic Munn y Nuria CodinaEl ocio, un modo de comportarse en el tiempo 430Del ocio al tiempo libre 432Aplicaciones en la investigacin 435Nuevas manifestaciones del ocio 437Intervencin psicosocial 442Bibliografa 444Lecturas complementarias 447

    TERCERA PARTEPOLITICAS PUBLICAS, EVALUACION DE PROGRAMAS,

    APLICACION E INTERVENCION

    17. Psicologia Social y polticas pblicas 451Andrs Rodrguez y Carmen ArdidIntroduccin 452El marco institucional 453

  • X Contenido

    De la tradicin juridica a la influencia psicosocial...................................... 456De la racionalidad tcnica a la negociacin poltica o a la discreciona-

    ldad negociada 457El contexto.de emergencia: la influencia del entorno 458Establecimiento de metas 462Las metas, la legitimidad de intereses y la importancia de la negocia-

    cin 463Las polticas pblicas: eficacia y eficiencia 465El rediseo de estrategias 467Los mecanismos de control................................... 469La necesidad de mu1tidisciplnariedad 470Bibliografia ,................................................................... 471Lecturas complementaras 473

    18. Evaluacin de programas y Psicologa Social.......................................... 475Enrique Rebolloso y Jos Francisco MoralesIntroduccin 476Concepto y mbitos de la evaluacin de programas 477La actividad evaluadora 485Un ejemplo de actividad evaluadora: la sala de urgencias 490Aportaciones reales y potenciales de la Psicologa Social a la evalua-

    cin de programas 503Bibliografia 504Lecturas complementaras 510

    19. Problemas de aplicacin e intervencin en Psicologa Social................ 511Nydza Correa y Josefina ZaiterIntroduccin 512Psicologia Social Aplicada o aplicaciones de la Psicologia Social............ 512Los debates sobre la aplicacin de la Psicologia Social en Amrica La-

    tina 517Conclusiones 524Bibliografa 525Lecturas complementarias 527

    INDICE ANALITICO 529

  • p R o L o G o

    Los psiclogos sociales a menudo nos preguntamos sobre la aplicabilidad de nuestrosconocimientos. Este libro pone a disposicin de los estudiantes de Ciencias Sociales,en general, y ms particularmente de los profesionales y estudiantes de PsicologaSocial, los elementos con los que considerar su prctica profesional. Esperamos queeste texto contribuya a hacer comprensible la utilidad de la Psicologa Social parareflexionar sobre los problemas sociales y contribuir desde ese conocimiento a suresolucin. Esta dimensin pragmtica del conocimiento justifica, en 'Si misma, untexto de estas caractersticas. Asimismo, decantar la mirada hacia diversos campos ycontextos de aplicacin de nuestro conocimiento constituye un ejercicio importantede reflexin conceptual y terica sobre nuestra disciplina y sobre la imprescindiblenecesidad de no parcelacin del conocimiento; ficticia parcelacin que no se corres-ponde con lbs problemas sociales y psicolgicos planteados en las sociedades con-temporneas. Si diversas son las formas en que se ha constituido la Psicologia Social,tambin son diversas las maneras en que entendemos su aplicacin. Es por eso queeste libro no tiene una lectura unidireccional de esa dimensin aplicada de la Psicolo-gia Social. Los editores del mismo fuimos conscientes de que la reflexin que nosproponamos llevar a cabo sobre la aplicacin de nuestros conocimientos debia seruna tarea colectiva. Seran diferentes psiclogos sociales quienes, desde su experien-cia en distintos campos aplicados, nos informasen de su visin de la Psicologa Socialy sus aplicaciones. Ha sido nuestra intencin ofrecer una imagen no monoltca delrea, propiciando, de esta forma, la reflexin y el debate sobre la Psicologa Socaldesde su dimensin aplicada. As, los dferentes captulos que conforman este volu-men son un reflejo de una Psicologa Social (aplcada) en la que confluyen deas ytradcones tericas y metodolgicas diversas y, a veces, contrapuestas. Slo nos restaagradecer la colaboracn de todos los psiclogos sociales que participan en este libro.

    xl

  • RELACION DE AUTORES

    Alvaro, Jos Luis; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense deMadrid.

    Ardid, Carmen; Departamento de Psicologa Social y Metodologa de las Cienciasdel Comportamiento. Universidad de Granada.

    Bergere, Joelle; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense deMadrid.

    Blanch, Josep Ma ; Departamento de Psicologa de la Salud. Unversidad Autnomade Barcelona.

    Blanco, Amalio; Departamento de Psicologa Social y Metodologa. UniversidadAutnoma de Madrid.

    Codina, Nuria; Departamento de Psicologa Social. Universidad de Barcelona.Corraliza, Jos Antonio Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Univer-

    sidad Autnoma de; Madrid.Correa, Nydza; Departamento de Psicologa. Universidad de Puerto RicoDe la Corte, Luis; Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Unversidad

    Autnoma de MadridGarca, Jos A.; Departamento de Psicologa de la Salud. Universdad de Alicante.Garrido, Alica; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense de

    Madrid.Gilmartn, Ma Angeles; Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Univer-

    sidad Autnoma de Madrid.Ibez, Toms; Departamento de Psicologa Social de la Salud. Universidad Aut-

    noma de Barcelona.Iiguez, Lupicnio; Departamento de Psicologa Social de la Salud. Universidad

    Autnoma de Barcelona.Jimnez, Florenco; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense

    de Madrid.Morales, Francsco; Departamento de Psicologa Social. Universidad Nacional de

    Educacin a Distancia.Munn, Frederic; Departamento de Psicologa Social. Universidad de Barcelona.Ovejero, Anastasio; Departamento de Psicologa. Universdad de Oviedo.

    xiii

  • xiv Psicologa Social Aplicada

    Pez, Daro; Departamento de Psicologia Social. Universidad del Pas Vasco.Peir, Jos Mara; Departamento de Metodologia, Psicobiologa y Psicologa So-

    cial. Universidad de ValenciaRamrez, Sagrario; Departamento de Psicologia Social. Universidad Complutense

    de Madrid.Rebolloso, Enrque; Departamento de Psicologia Social. Universidad de Almeria.Rodrguez, Andrs; Departamento de Psicologa Social y Metodologa de las Cien-

    cias del Comportamiento. Universidad de Granada.Rodrguez, Angel; Departamento de Psiquiatra y Psicologia Social. Universidad de

    Murcia.Rodrguez, Jess; Departamento de Psicologia de la Salud. Universidad de Alicante.Sobral, Jorge; Departamento de Psicologia Social y Bsica. Universidad de Santiago

    de Compostela.Torregrosa, Jos Ramn; Departamento de Psicologa Social. Universidad Com-

    plutense de Madrid.Zater, Josefina; Facultad de Humanidades. Universidad Autnoma de Santo Domingo.

  • PRIMERA PARTE

    MARCO HISTORICO, CONCEPTUALy METODOLOGICO

  • e A P TUL oAMALlO BLANCO

    LUIS DE LA CORTE

    La Psicologa Social Aplicada:algunos matices sobresu desarrollo histrico

    La fuerza emancipatoria de la racionalidad cientficaLos lmites de la aplicacin

    Aplicacin y relevanciaEl nivel terico de las aplicaciones

    A modo de conclusinBibliografia

    Lecturas complementarias

  • 4 PsicoJogra Social Aplicada

    Uno de los episodios probablemente ms singulares en la biografia de George Her-bert Mead, es la corta aventura europea que inicia en 1888 con el decidido propsitode especializarse en Psicologia Fisiolgica. En un estudio indispensable para conocerel pensamiento de Mead, Hans Joas (1985) ha desvelado algunos de los motivos porlos que este episodio resulta decisivo. Lo es, en primer lugar, por las razones que lecondujeron a tal decisin (un cierto hastio por el tratamiento especulativo y un tantohuero que la filosofia utilizaba a la hora de abordar la realidad), por el objetivo quepersegua (dotarse de los fundamentos bsicos para una investigacin de corte emp-rica y socialmente comprometida) y por la filosofia en la que se enmarcaba dichadecisin (la conviccin de que slo por medio de ese modelo de investigacin sepodra llegar al conocimiento cientfico). De especulaciones tericas vacuas y dedogmas ajenos a la realidad circundante, haba tenido racin ms que suficiente du-rante sus aos de formacin en el distinguido Oberlin Co/lege. Era un demcrataconvencido y un reformista incondicionalmente implicado en los problemas socialesdel Chicago de comienzos de siglo en el que le toc vivir, desde los derechos de lasmujeres hasta la reforma del cdigo penal juvenil.

    Si traemos a colacin la figura de Mead no es slo como muestra inequivoca dereconocimiento a su decisiva aportacin a la Psicologa Social, sino como apoyo a lahiptesis que queremos desarrollar a lo largo de este captulo: no es posible historiarla Psicologa Social Aplicada al margen de la Psicologa Social.

    LA FUERZA EMANCIPATORIA DE LA RACIONALIDAD CIENTIFICA

    La hiptesis que maneja Joas (1985), es que uno de los supuestos sobre los que se alzala produccin terica de Mead es su inquebrantable confianza en la capacidademan-cipatoria de la racionalidad cientfica, en las perspectivas que se ofrecan desde eldesarrollo tcnico y en el significado de la praxis social y la accin instrumental:

    Este esfuerzo lo podemos encontrar en cada una de las fases de la produccincientfica de cf.1ead,'Vero ocuparon una parte importante de su atencin en losltimos diez aos' de su vida. En este perodo, Mead se dedic a establecer unarelacin entre su teora de la intersubjetividad y la constitucin de la ciencianatura! (Joas, 1985, p. 146).

    Esta es, por tanto, una de las claves para entender su aventura europea y lo es, demanera mucho ms decisiva, para comprender su produccin terica en el campo dela Psicologa Social, una produccin de la que hemos dado cuenta en algn otro mo-mento (Huertas, Blanco y de la Corte, 1994) y que se encuentra precedida y va segui-da, sigue advirtiendo Joas (1985, p. 23), por el propsito de elaborar una teora cien-tifica de la educacin. La bsqueda de una solucin racional a los problemas sociales,la ciencia como el instrumento por excelencia para el control inteligente del ambientefisico y social y la conviccin en la fuerza emancipatoria de la racionalidad cientficason las claves de la teora de Mead. Es decir, la aplicacin como base de una de las

  • La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo hIstrico 5

    teoras ms enjundiosas, ms complejas y con uno de los mayores niveles de abstrac-cin en el campo de la Psicalogia Social.

    Con ello, Mead no hace sino seguir las pautas marcadas por una ciencia social quedesde sus primeros momentos anduvo marcada por la clara y ntida idea de compro-miso. Podemos incluso aventurar algo ms: la idea de emancipacin e incluso deliberacin forma parte de la razn de ser de la ciencia social. Se trata, adems, de uncompromiso que tiene como protagonistas a las personas concretas, en su calidad decomponentes de las estructuras sociales y participes de la cultura, y muestra unaevidente preocupacin por su salud, por su bienestar, por su felicidad, por su libertady por las diversas formas que va adquiriendo su conciencia. Saint-Simon, Comte,Tocqueville, Marx, Durkheim, Tonnies, etc., fueron, sobre todo, pensadores que ma-quinaron complejas teoras de largo alcance con el claro propsito de que pudieranservir como instrumento de liberacin y emancipacin de determinadas condicionessociales, politicas y econmicas que entendian perjudiciales para la salud fisica, psi-colgica y moral de los ciudadanos.

    Comte intenta negociar la conciliacin entre el orden y el progreso (el orden,escribe en el Discurso sobre el espiritu positivo, constituye la condicin fundamentaldel progreso, y el progreso se convierte en elfin necesario del orden). Se trata de doscondiciones indivisibles e imperosas para cualquier sistema politico que quiera zafarsedel estado teolgico y metafisico, y remiten a dos cualidades tipica y diferencialmentehumanas: a la socialidad y a la racionalidad, a la comunidad y a la razn, a la tradiciny al cambio; en una palabra: a lo permanente y a lo variable. Al vacio especulativo dela metafisica y de la teologia, Comte contrapone una nueva filosofia volcada en el cambio,en el progreso, en la mejora de las diversas condiciones de la existencia humana:

    "Segn su naturaleza absoluta y, por tanto, esencialmente inmvil, la metafisi-ca y la teologa no podran experimentar un verdadero progreso, es decir, unavance continuo hacia un fin determinado (oo.). En el aspecto ms sistemtico,la nueva filosofia asigna directamente, como destino necesario, a nuestra exis-tencia entera, a la vez personal y social, el mejoramiento continuo, no solo denuestra condicin, sino tambin, y sobre todo, de nuestra naturaleza, tanto comolo permita, en todos los aspectos, la totalidad de las leyes reales, exteriores einteriores (Comte 1844/1985, p. 77).

    Progreso, avance, cambio, mejoramiento: no deben plantearse demasiadas dudasrespecto a la vocacin aplicada de la produccin terica de Comte. Reorganizar lasociedad: ese fue el reto del espiritu positivo, esa es la meta de la ciencia social, esefue el objetivo de dos de sus ms cualificados protagonistas: Saint-Simon y Comte.De hecho, apunta Ren Konig, uno de los ms cualificados estudiosos de Comte, elpositivismo es una ciencia de fundamentacin, es decir, una ciencia que facilita losmedios para la reordenacin de la sociedad en el sentido de una praxis social. En unapalabra, la filosofia positiva mantiene un inevitable compromiso con el cambio so-cial; junto a ste, la previsin, la utilidad y la deduccin como integrantes del espiritufundacional de la Ciencia Social: asi, escribir en el Discurso sobre el espritu positi-

  • 6 Psicologla Social Apilcada

    va, el verdadero espiritu positivo consiste, ante todo, en ver para prever, en estudiarlo que es a fin de concluir de ello lo que ser, segn el dogma general de las leyesnaturales (Comte, 1844/1985, p. 31-32).

    Pero esta capacdad predictiva, indispensable para proceder a la reorganizacnque se le atribuye al espiritu positivo, requiere de la reflexin terica, del trabajoespeculativo, de la conceptualizacin:

    Toda operacin humana completa, desde la ms simple a la ms complicada,ejecutada por un solo individuo o por varios de ellos, se compone inevitable-mente de dos partes, o dicho en otros trminos, da lugar a dos tipos de conside-raciones: una terica y otra prctica; una conceptual y otra ejecutiva. La prime-ra precede necesariamente a la segunda y la dirige. En otras palabras: no hayjams accin sin especulacn>' (Comte, 1854, p. 66).

    Una muy prematura postura en el campo de las Ciencias Sociales (el texto data de1822) que aboga claramente por la necesaria convergenca entre lo bsico y lo aplica-do, por una complementacin entre una y otra vertiente del conocimiento, por lanecesidad de tener en cuenta ambos aspectos a fin de dotar de solidez y solvencia a laCiencia Social. Y por si hubiera alguna duda, apostilla:

    No se puede hacer nada slido y esencial en cuanto a la parte prctica mientrasque no se haya establecido la parte terica o, al menos, mientras no se encuentremuy avanzada,) (Comte, 1854, p. 69).

    Teorizar no deja de ser una forma de apostar por la mejora de la sociedad:

    Mas, por el hecho de que nos propongamos estudiar ante todo la realidad, nose deduce que renunciemos a mejorarla: estimaramos que nuestras investiga-ciones no merecerian la pena si no hubieran de tener ms que un inters especu-lativo. Si separamos con cuidado los problemas tericos de los problemas prc-ticos, no es para abandonar estos ltimos: es, por el contrario, para ponernos enestado de resolverlos mejof)'.

    Asi se pronunca otro de los grandes protagonistas de la Ciencia Social, EmileDurkheim (1893/1982, p. 41), en La divisin del trabajo social, una obra que puedeser considerada como uno de los textos bsicos de la teoria social y, por consiguiente,perfectamente merecedor de actuar como marco de referencia incuestionable para unpsiclogo social.

    Sirva este escueto recordatorio (el lector interesado puede encontrar en la obra deRobert Nisbet, 1969, un excelente material de apoyo) para dejar apuntada la idea delcompromiso,. la sensibilidad y la vocacin emancpatoria de una Cienca Social quenace claramente alejada de dicotomas y dualismos poco afortunados y que hace actode presenca como consecuencia de los acontecimientos derivados de la quiebra mo-ral, poltica, econmica y social del orden medieval.

  • La Psicologfs Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 7

    Quizs sea este el momento de recordar que en el campo de la Psicologa Social sehan manejado hiptesis parecidas. Lo hizo Allport en el que ha pasado a convertirseen un incombustible captulo del Handbook:

    La Psicologa Social inici su florecimiento inmediatamente despus de laPrimera Guerra Mundial. Este evento, seguido de la expansin del comunismo,por la gran depresin de los aos treinta, por la llegada al poder de Hitler, elgenocidio de los judos, las revueltas raciales, la Segunda Guerra Mundial y laamenaza atmica estimularon todas las ramas de la Ciencia Social. Un retoespecial se le present a la Psicologa Socia! (Allport, 1968, p. 2).

    Lo ha hecho Robert Zajonc (1967) en una muestra de contextualizacin histricaque se ha negado muchas veces a los psicolgos sociales experimentales y, ms re-cientemente, hemos recurrido a esta misma idea para aventurar la hiptesis (Blanco,1993) de que la Psicologa Social se gesta en la confluencia de dos acontecimientos:la rebelin contra un individualismo que haba dominado la escena poltica, religiosay filosfica desde finales del siglo XIII hasta Kant, y los convulsos acontecimientosque se derivaron de las revoluciones polticas, econmicas y tecnolgicas que azota-ron Europa desde finales del siglo XVIII. En este mismo sentido, Jones (1985) hadestacado el hecho de que la Psicologa Social, ms que cualesquiera otra disciplina,ha quedado siempre afectada por el medio social circundante y aduce como pruebalos siguientes hechos: a) en Estados Unidos la emergencia de la Psicologa Socal estestrechamente asociada a universidades en mbitos metropolitanos (Columbia, Yale,Harvard y Michigan); b) las universidades ubicadas en reas ms tradicionales, lasregiones del sureste norteamericano, eran ms propensas a departamentos de Psicolo-ga especialmente vinculados al modelo de ciencia pura; c) la amalgama y mezcolan-za cultural, all donde eran ms frecuentes los conflictos interraciales, el prejuicio, ladesviacin y las diferencias actitudinales, fue el contexto ms propicio para la apari-cin de la Psicologa Social: una Psicologia Social rural, concluye Jones (1985, p.53), es una contradiccin en los trminos.

    No resulta dficl seguir rastreando en la Pscologa, y en la Psicologa Social msen particular, la huella de una preocupacin social que se aborda desde la unidad de lateora y la prctica en el desempeo cientifico. Vayan como prueba, dos ejemplosseeros.

    Lev S. Vygotsky, sin ir ms lejos, maneja las dos siguientes hptess a la hora dehablar de una ciencia general: a) todo concepto abstracto posee un determinado sedi-mento en la realidad concreta; a cualquier concepto, son sus palabras textuales (Vygotski,1927/1991, p. 279), aunque se trate del ms abstracto, le corresponde cierto grado derealidad, y b) a su vez, todo hecho emprico encerra ya una abstraccin primara;dicho en otros trminos, el material de que se sirve la ciencia no es un material pura,sino un material mediado, elaborado:

    El propio acto de denominar un hecho mediante la palabra supone superponer-le un concepto, el de destacar de l una de sus facetas significa interpretarlo

  • 8 Psicologfa Social Aplicada

    asimilndolo a la categora de los fenmenos reconocid~ ante~iormente por laexperiencia. Cualquier palabra es ya una teora, como observaron.hace tiempolos lingistas y mostr perfectamente A.A. Potebni (Vygotski, 1927/1991,p.28l).

    Desde el primer momento, Vygoiski se muestra como un critico impenitente delconductismo, de la reflexologia, de la gestalt, de las corrientes idealistas, y desde lasprimeras lineas del que fuera su primer artculo aboga claramente por la urgentenecesidad de un viraje: los mtodos de investigacin reflexolgica, escribe textual-mente, han llegado ahora a un punto de inflexin en su desarrollo y han acabado porjustificar sobradamente la existencia de una verdadera crisis en la ciencia psicolgi-ca. Esta ser una de las preocupaciones tercas tan insistente que desembocar en laque es su obra epistemolgica por excelencia: El significado histrico de la crisis enPsicologa.

    Se trata de una crisis cuyo origen se remonta a una polmica en la que tambinterci, y de manera importante como tendremos oportunidad de ver, Kurt Lewin: laincomprensible distancia que media entre la Psicologa Acadmica y la PsicologiaAplicada. De una manera mucho ms concreta y textual (Vygostki, 1927/1991, p. 355),el desarrollo de la Psicologa Aplicada, en toda su amplitud. es la principal fuerzamotriz de la crisis en su ltima fase, habida cuenta del protagonismo que sta ha ad-quirido y las expectativas que despierta; una reflexin que a los psiclogos sociales nos

    i recuerda no poco a aquella que tanta tinta hizo correr durante la dcada de los setenta:

    La actitud de la Psicologia Acadmica hacia la Aplicada sgue siendo mediodespectiva, como hacia una ciencia semiexacta. No cabe discutir que no todomarcha ben en ese sector de la Psicologa, pero para un observador que se sitepor encima de tales problemas, es decir, para el metodlogo, no cabe la menorduda de que la Psicologa Aplicada desempea hoy el papel protagonista en eldesarrollo de nuestra ciencia: en ella est representado todo lo que hay en Psi-cologia de progresivo, de sano, todo lo que encierra el germen del futuro; es ellala que ofrece mejores trabajos metodolgicos. Slo estudiando este rea pode-mos hacernos una idea de la significacin de lo que est sucediendo y de lasposibilidades de la psicologa real (Vygotski, 1927/1991, p. 356).

    Vygostki sustenta su postura sobre los tres siguientes hechos:

    l. En una direccin contraria a la que habia apuntado Comte (primero la teora,despus la prctica), la nueva psicologa altera el que haba sido el ordenprevio: ahora es la prctica la que se erige en el juez supremo de la teora, laque dejlne los criterios de verdad, la que dicta cmo construir los conceptosy.cmo formular las leyes.

    2. Como princpio constructivo de la ciencia, es la prctica la que posibilita lareflexin epistemolgica y, todava ms, es en la prctica donde emergen lascontradicciones metodolgicas ya que es en ese terreno donde nicamente

  • La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 9

    pueden hallar solucin, donde esas discusiones dejan de ser estriles y dondeaparecen resultados.

    3. Dentro de la Psicologia es en la Psicotecnia donde acabapor concretarse todala fuerza de la apl icacin y de donde arranca el vigor de la nueva Psicologa.

    4. Resulta un hecho extraordinariamente paradjico que sea esa Psicologa deverano, ligera y efmera, la nica capaz de generar una metodologia frrea, esdecir, de provocar la reflexin epistemolgica. Hay una metodologia prove-niente de la psicotecnia, una filosofa de la prctca que resulta imprescindi-ble para alcanzar el vePdadero significado de la crisis. Hasta tal punto que:

    Por muy insignificante que sea el valor prctico y terico de la escala demedicin de Binet o de otras pruebas psicotcnicas, por malo que sea en si eltest, sin embargo, su valor como idea, como principio metodolgico, comotarea, como perspectiva, es enorme. Las ms complejas contradicciones de lametodologia psicolgica se llevan al terreno de la prctica, porque slo allipueden hallar solucin. En este terreno las discusiones dejan de ser estriles yse llega a resultados (Vygotski, 1927/1991, p. 357).

    Kurt Lewin, por su parte, no seria menos explcito (aunque si un punto ms exqui-sito al negarse a anteponer uno de los dos extremos) a la hora de manejar la paridad deambos conceptos, lo bsico y lo aplicado; de hecho, uno de los principios que susten-tan su epistemologa comparada lleva un marchamo muy parecido al de Vygotski:carece de sentido la contraposicin entre la teoria y la praxis, entte lo bsico y loaplicado: ambos son momentos de un mismo proceso. De hecho, la postura epistemo-lgica de Kurt Lewin no es sino un intento de mediar entre perspectivas tericasllenas de antagonismo, entre posiciones que haban hecho de la diferencia su razn deser epistemolgica. El ejemplo quizs ms claro se nos ofrece en la filosofa con quedefine el Centro de )n'vestigacin de Dinmica de Grupos:

    . El Centro proyecta utilizar cualquiera de los mtodos psicolgicos, sociolgi-cos o antropolgcos cualitativos o cuantitativos que sean necesarios para lainvestigacin. Sin embargo, el inters metodolgico ms importante es el desa-rrollo de experimentos de grupo y, especialmente, experimentos de cambio.Dichos experimentOs pueden llevarse a cabo tanto en ellahoratorio como en elcampo (Lewin, 1947, p. 10).

    La planificacin del Centro es un claro ejemplo de la peligrosa falacia que entraala diferencia entre una supuesta Psicologa Social de naturaleza bsica y otra de ta-lante ms aplicado. Asi se recoge del resumen que hacamos en algn otro momento(Blanco, 1988, p. 258):

    l. El estudio de la vida del grupo debe superar el mero nivel descriptivo: debenser investigadas las condiciones de la vida del grupo, lasfuerzas que ocasionanel cambio y aquellas que son resistentes a l.

  • 10 Psico/ogla Social Aplicada

    2. La investigacin no debe centrarse en la investigacin exclusiva de aspectosparticulares de la vida del grupo: todos y cada uno de sus aspectos deben sertomados en consideracin.

    3. El Centro pretende utilizar cualesquiera de los mtodos cualitativos o cuanti-tativos que la Psicologa, la Antropologa o la Sociologa han desarrollado.Sin embargo, el inters metodolgico principal se cifra en el desarrollo deexperimentos llevados a cabo en el laboratorio y en la calle.

    4. Es de trascendental importancia que el desarrollo de conceptos y teoras serealice simultneametlte o incluso por delante de la recogida de datos. LaCiencia Social slo podr avanzar en la medida en que se logre una compe-netracin entre teora y experimentacin.

    5. Los estrechos lazos entre la Investigacin social y la realidad social constitu-yen una de las razones por las que se debe prestar especial atencin a losprerrequisitos prcticos de los experimentos de campo y a las condicionesbajo las que la investigacin social puede conducimos a una aplicacin prctica.

    6. Nos podemos preguntar si esta interrelacin entre la Ciencia Social Terica ylas necesidades prcticas de la sociedad no va en detrimento del nivel cient-fico. Los psiclogos slo han reconocido la necesidad de la teora reciente-mente y el estudioso de la vida grupal debe ser consciente de este peligro ydel todava ms dramtico de convertirse en sbdito y servidor de interesesparticulares.

    Como es bien sabido, las actividades concretas de investigacin a las que se dedi-c el Centro fueron las cinco siguientes:

    1. Productividad grupal.2. Relaciones intergrupales en las que se definieron, a su vez, una serie de pro-

    yectos de investigacin sobre temas tales como el origen de las actitudes dediscriminacin, el papel de. la escuela pblica en el desarrollo de actitudestolerantes, relaciones interraciales en la escuela pblica, efecto de la identifi-cacin grupal sobre las relaciones intergrupales. Ni ms ni menos que la Ac-tion Research (ver en la Revista de Psicologia Social, 1988, p. 213-255, elTema de Discusin dedicado precisamente a la Investigacin-Accin).

    La investigacin necesitada de prctica social puede ser caracterizada comoinvestigacin hacia la gerencia o hacia la ingeniera social. Se trata de unainvestigacin-accin, una investigacin comparativa sobre las condiciones ylos efectos de diversas formas de accin social, una investigacin que desem-boca en la accin social. La investigacin que no produce ms que libros, noes suficiente (Lewin, 1948, p. 202-203).

    3. Comunicacin y percepcin en la vida social como medio de conocer lasmaneras en que se conduce la influencia dentro y entre los grupos por mediode canales formales e informales de comunicacin.

  • La Psicologfa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 11

    4. Ecologa grupal.5. Anlisis tericos preferentemente centrados en los conceptos de equili-

    brio social, diferenciacin grupal, interdependencia y estructura grupal.De hecho, y precisamente como culminacin de sus reflexiones en torno ala relacin entre la Psicologa Social Terica y Aplicada, haba escrito ha-cia 1944:

    En el campo de la dinmica de grupos, ms que en ningn otro mbito psico-lgico, estn unidas metodolgicamente la teora y la prctica de manera que,manejadas con habilidad, pueden proporcionar respuestas a los problemastericos y, ,al mismo tiempo, intensificar ese enfoque racional a nuestros pro-blemas sociales prcticos, que es uno de los requerimientos bsicos para susolucin (Lewin, 1978, p. 162).

    Si la estrecha relacin entre lo bsico y lo aplicado es una excusa para la reflexinepistemolgica, tambin forma parte de sus ideas sobre la naturaleza cientfica de laPsicologa en general y de la Social ms en particular. Una de las razones para poderconcederle a la Psicologa Social el marchamo de cientfica es precisamente el hechode que lo metodolgico y lo aplicado son dos caras dellnamisma moneda (los otrosargumentos, nada despreciables desde el punto de vsta terico, hacen referencia afenmenos tan centrales en la teora lewinana como los de atmsfera social, equili-brio cuasiestacionario, grupos sociales naturales, etc.). Por 10 que respecta al primerode ellos, el de la Psicologa Social Terica y Aplicada, Lewin maneja los siguientesargumentos:

    l. Cuanto ms importantes son los problemas tericos que intenta estudiar elpsiclogo social, ms probable es que tras de ellos haya cuestiones prcticas.

    2. En el mbito de los grupos, los problemas metodolgicos estn entrelazadoscon los llamados problemas aplicados hasta el punto de que:

    An los experimentos diseados para resolver problemas tericos presu-, ponen la estrecha cooperacin entre el investigador y el practicante, un su-ficiente poder del experimentador y el reconocimiento de que cualquier in-vestigacin en grupos es, en cierto grado, una accin social (Lewin, 1978,p.161).

    3. Existe una estrecha relacin entre la Psicologa Cientfica y la vida, una rela-cin que Lewin maneja desde su estudio de las etapas en el desarrollo de lasciencias: todas las ciencias se han iniciado cOn una etapa protocientifica,urgidas por la solucin de algn problema prctico. Los ejemplos que el pro-pio autor esgrime son los siguientes: el inicio de las teoras filosficas estuvomuy asociado a la retrica poltica; es bien conocida, asimismo, la relacinentre la matemtica egipcia y griega con la navegacin y con la arquitectura,

  • 12 Psicologfa Social Aplicada

    o la que en su momento existi entre la quimica y la alquimia.lEI desarrollode la estructura conceptual de las ciencias tiene su punto de partida en lavida prctica, escribir Lewini en algn otro momento. Las necesidades prc-ticas conducen a desarrollos tericos de los que acaba por nutrirse su soluciny de donde, a su vez, la teoria recibe nuevos impulsos y nuevas energias enuna relacin de permanente retroalimentacin.

    4. Carece de sentido el debilitamiento o merma de lo terico como consecuen-cia de tener que tratar con grupos naturales. De hecho:

    La ms grande desventaja de la Psicologia Aplicada ha sido el hecho de que,sin auxilio, terico adecuado, tuvo que seguir el costoso, ineficaz y limitadomtodo de ensayo y error. Muchos psiclogos que hoy trabajan en un campoaplicado son agudamente conscientes de la necesidad de estrecha coopera-cin entre la Psicologia Terica y la Aplicada. Esto puede conseguirse enpsicologia, como en la fisica, si el terico no mira hacia los problemas aplica-dos con aversin erudita o con temor a los problemas sociales, y si el psiclo-go aplicado comprende que no hay nada tan prctico como una buena teoria(Lewin, 1978, p. 161).

    Finalmente, la propia concepcin que Lewin tiene de las disciplinas cienlificascomo jurisdicciones de problemas ms que como agrupacin de materiales (temas) ysu postura concreta respecto a la naturaleza de la Psicologia social no es sino reflejode su posicin epistemolgica, de esa postura en la que no tiene cabida ese artificiodiferencial entre lo bsico y lo aplicado. El progreso de la Psicologia Social eS depen-diente de la superacin de ciertas dificultades entre las que Lewin (l978,p. 131)menciona las siguientes: a) la integracin de vastas reas de hechos y aspectos muydiversos: el desarrollo de un lenguaje cientifico (conceptos) adecuado para tratar he-chos culturales, histricos, sociolgicos, psicolgicos y fisicos (la interdisciplinarie-dad de nuevo) sobre un fundamento comn; b) el tratamiento de estos hechos sobre labase de su interdependencia (la filosofia galileana); e) el manejo de problemas tantohistricos como sistemticos; d) el manejo de problemas relacionados tanto con losgrupos como con los individuos; e) manejo de objetos de cualquier dimensin, desdelo reducido de un grupo a la amplitud de una nacin, y j) el estudio de problemas deatmsfera (la amistad, la presin, etc.); todo ello procurando encontrar el modo deubicar los asuntos de dimensiones grandes dentro de un marco en el que sea posibleemplear las tcnicas de experimentacin (una prematura formulacin de la Experi-menting Society.

    Todo ello, claro est, sin contar sus trabajos sobre la racionalizacin de la empre-sa agricola con ayuda de la Psicologa Aplicada (1919), o el ya ms conocido, Lasocializacin del sistema taylorista (1920), sus Investigaciones sobre la industriatextil (1928), su ponencia Solucin de un conflicto crnico en la industria, presentadaen el n Congreso de Psicoterapia Breve (1944) o los ms conocidos sobre el cambiode hbitos alimenticios como consecuencia de la decisin de grupo (Decisin de gru-po y cambio social), por mencionar tan slo unos pocos.

  • La Psicologfa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 13

    LOS LIMITES DE LA APLlCACION

    La aplicacin forma parte constitutiva de la Psicologa como ciencia, es uno de loselementos que la definen, la caracterizan y la legitiman, y es, finalmente, lo que mo-tiva a miles de jvenes a adentrarse en sus recovecos tericos. Ladd lo record en1894 en la primera alocucin presidencial de la APA, lo volvera a hacer al ao si-guiente Cattell, lo recordara casi setenta aos despus Miller: promover el bienestarhumano, en su vertiente individual y social, es el marco de referencia en el que semueve la Psicologa como ciencia. Pero para ello slo hay un camino: el desarrollo deteoras que nos acerqueP a los arcanos del comportamiento humano, tanto al normalcomo al patolgico (lo primero que hay que promocionar, dir Miller, es el bienestarde la propia Psicologa haciendo de ella una ciencia cada vez ms rigurosa). Ese era elpropsito de Galton cuando en 1884 crea su laboratorio antropomtrico, el de Cattellcuando hacia 1890 publica los primeros resultados de la aplicacin de sus tests men-tales y el de Witmer cuando en 1896 crea en la Universidad de Pennsylvania unprograma especificamente dirigido a dar respuesta psicolgica y prestar ayuda a losescolares con severos problemas de aprendizaje. Y qu fue el Army Alpha Test cons-truido por los psiclogos durante la l' Guerra Mundial o el General ClassificationTest de la 11' Guerra Mundial aplicado a ms de nueve millones de personas, sino unamuestra del inters que la Psicologa se plantea en un determinado momento?

    Los mandatos y recomendaciones para el ejercicio de una prctica socialmenterelevante dirigida a la mejora de la vida humana se encuentran presentes y perfecta-mente visibles en las declaraciones institucionales de la APA e incluso en la institu-cin de la Psicologa como disciplina cientfica (Morawski y Goldstein, 1985, p. 276));la utilizacin del conocimiento psicolgico no slo para el gobierno de los individuos,sino de la propia sociedad ha constituido una aspiracin nada disimulada en algunosgrandes modelos y la confianza en el psiclogo como agente de cambio ha formadoparte, quiz de manera'algo utpica (quiz de esa utopia desarmada a la que alude elttulo del libro de Jorge Castaeda), de los modelos de Psicologa Comunitaria desa-rrollados en Amrica Latina.

    Por ello, la cuestin de si la Psicologa en general, y especialmente la PsicologaSocial, es aplicable, es una pregunta llena de retrica huera y ajena al devenir hist-

    , rico y terico de la disciplina. Retomamos la hiptesis que preside el captulo (no hayotra manera de historiar la Psicologa Social Aplicada que historiando la PsicologaSocial) para aadirle un argumento ms:

    Est en la propia naturaleza de la Psicologa Socal el ser aplicable. Muchosprocesos esencales estudiados por los psiclogos sociales (comunicacin, ne-gociacin, relaciones intergrupales, persuasn, etc.) estn institucionalizadosen diferentes reas de la vida social, organizacional y poltica. Por esta razn,ofrecen buenas oportunidades a los psiclogos sociales para aplicar su conoci-miento, a la vez que contribuyen a perfeccionar la propa Psicologa Socalpermitindole estudiar estos fenmenos en escenarios de la vida real>. (Ste-phenson, 1990, p. 398).

  • 14 Psicolog(a Social Aplicada

    Sin entrar en los contenidos del prximo captulo, esta hiptesis pde sin dudarecordar que por Psicologia Social entendemos un punto de vista y una perspectvasingular desde la que se aborda el estudio de una amplia gama de temas, especialmen-te de aquellos en los que se entrecruza lo social, lo histrco, lo psicolgico y lobiolgco. Desde la ya conocida hiptesis de la ampliacin del objeto formulada porLewin, la Psicologa Social se nos presenta en la actualidad alejada de las caractersti-cas territoriales (definicin de una disciplina por la distintividad de los objetos de losque se ocupa) que la definieron en sus primeros momentos y ms cerca de esa concep-cin de la ciencia como una jurisdiccin de problemas y de conceptos (tambin staes una idea tomada de la epistemologia comparada de Lewin). A la Psicologa Socialla hacen distintiva las herramientas conceptuales y metodolgicas que ha ido desarro-llando para abordar una cada vez ms amplia y compleja gama de temas. No es elestudio de un determinado tpico lo que distingue a la Psicologia Social de la Antro-pologia, sino estudiarlo de una determinada manera y con ayuda de unos determina-dos conceptos.

    Exactamente en estos mismos trminos, cabe hablar de la Psicologia Social Apli-cada como de un manera de aproximarse a la realidad de las diversas vertientes y

    ,...manifestaciones del comportamiento social humano caracterizada por: a) manejo de\ las teoras y/o de la metodologa psicosocial. Extensin de la metodologa psicosocial

    y extensin de la teora psicosocial (Morales, 1982); b) abordaje de asuntos de la vidacotidiana que interesan al hombre de la calle, en el sentido que a esta denominacin leda Fritz Heider; c) anlisis de las hiptesis en los escenarios reales de la vida diaria, yd) perspectiva interdisciplinar. Si se cumplen estos requisitos, tendremos aseguradala sensibilidad por los problemas sociales (nos la irrliJondr el hombre de la calle), ladimensin socio-poltica (una cuestin ineludible) y los resultados aplicables; las consi-deraciones prcticas de que habla Oskamp (1984) las va a requerir este hombre comno la institucin para quien se trabaje y de ellas se extraer el nivel de utilidad social.

    Como los esquemas proporcionados por la cultura, segn la propuesta de CliffordGeertz, los elaborados por la Psicologia Social funcionan como modelos de la realidad cuya utilidad consiste en proporcionar una representacin comprensiva de ella ycomo modelos para en tanto que nos permiten manipular la realidad a la que aluden

    , en el mismo sentido que una teoria hidralica resulta til para construir un dique, portomar unb de los ejemplos de Geertz. Las teorias psicosociales resultan tiles tanto,para comprender o representamos determinados fenmenos como para tratar de in-fluir sobre ellos provocndolos, cambindolos o interrumpindolos. En este sentido, yen mayor o menor medida, todas las teoras psicosociales son, al mismo tiempo y sinexcepciones, modelos de y modelos para. La comprensin de un problema no es sinoel primer paso para su solucin o, como dijera Leonardo Da Vinci, la teoria ilcapitana e la pratica sano il soldati.

    Partiendo de estas consideraciones resulta de todo punto de vista injustificadocalificar de trivial e insensible a una teora psicosocal porque no resuelva el tema deldesempleo, de la adiccin a las drogas de diseo o de la violencia en los estadios de ,ftbol. Hay que tener cuidado con las expectativas irreales respecto el valor potencialque puede tener para la sociedad la investigacin en Cencias Sociales (lones, 1985).

  • La Psicologfa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 15

    Dentro de un modelo ms o menos ideal de Ciencia Social, dice Stephenson (1990, p.403), la Psicologia Social aparece esencialmente interesada por los problemas socia-les y ha desarrollado teorias capaces de aadir una dimensin caracterstica a ladiscusin de estos pro/llemas., Esta, llega a decir, es la motivacin que subyace aalgunos de los descubrimientos ms importantes de la Psicologa Social como los deSherif, Tajfel, Milgram, Stouffer, Moscovici, etc. Y termna:

    Las teorias desarrolladas como respuesta a problemas sociales capacita a laPsicologa Social para estar en primera fila en los debates dentro de disciplinasaplicadas como la medicina, las relaciones laborales y la educacin, averiguan-do qu es lo que deberia hacerse para resolver los problemas sociales (Ste-phenson, 1990, p. 403).

    En esta misma direccin, el Persona/ity and Social Psychology Bulletin dedic en1990 un nmero monogrfico a ilustrar el valor de la investigacin bsica. En opininde Russell Fazio, resulta pertinente el intento porque:

    La investigacin bsica nos informa acerca de cmo debemos enmarcar con-ceptualmente los temas prcticos, sobre las variables criticas que pueden estaroperando en un determinado mbito y sobre cmo esas variables pueden estarinteractuando para producir un determinado resultado (Fazio, 1990, p. 5).

    La docena de articulos incluidos en este monogrfico pasan revista a teoras muyarraigadas en la tradici psicosocial (a la teoria de la atribucin de Heider, a la teoriade procesamiento de informacin social de Feshbach, a los esquemas del selfelabora-dos por Markus, a la teora de la comparacin social de Festinger, al concepto deinoculacin social, a la influencia social normativa e informativa, etc.), para abordartemas tales como la conducta agresiva en los nios, las relaciones de noviazgo ymatrimonio, la depresin, la eficacia de la terapia cognitiva, el estrs y los mecanis-mos de afrontamiento, las decisiones judiciales, la conservacin de la energia, laprevencin de la adiccin al tabaco en adolescentes y el fomento de conductas sexua-les seguras frente al SIDA. La opinin de Omoto y Snyder puede ser ilustrativa de latnica que predomina en este nmero monogrfico:

    Desde nuestro punto de vista, el estudio que hemos presentado evidencia lautilidad de la teoria y de la investigacin bsica como guia de investigacionessobre temas de relevancia y preocupacin social. Hemos examinado varias teo-ras psicolgicas y la investigacin generada por ellas y, guiados por nuestroconcepto respecto al proceso de voluntariado, estas teoras han mostrado suutilidad para ayudamos a la comprensin de los roles de los voluntarios en larespuesta que la sociedad da al SIDA. Como ejemplo, nos hemos centrado en laaproximacin funcional al estudio de las actitudes y de la nfluencia social yhemos discutido algunas partes de nuestra propia investigacin que demuestransu relevancia en el proceso de voluntariado (Omoto y Snyder, 1990, p. 161).

  • 16 Psicologa Social Aplicada

    En este mismo sentido, Pez el al. (1992, p. 108) mencionan las siete lineas deinvestigacin que Turner ha defendido haber sido capaces de extender con xito almundo real los resultados de sus investigaciones: a) la relacin existente, la tempera-tura ambiente y la violencia colectiva que llev a cabo Baron en 1978; b) los resulta-dos de Baum sobre la relacin entre hacinamiento y prdida de control; c) la relacinentre grado de exposicin a los medios y conducta de voto; d) la relacin entre proce-sos cognitivo-afectivos y conducta; e) los efectos de la semejanza en la formacin deamistades en adolescentes; f) el funcionamiento de los estereotipos; g) la emergenciaespontnea del concepto de yo en funcin de la saliencia.

    No estaria muy de acuerdo con la propuesta que venimos haciendo y con laspruebas que estamos aportando John Reich (1981) quien, en un capitulo ampliamentecitado, ha intentado demostrar que la aplicacin ha ocupado un lugar muy secundarioen el transcurso de la peripecia histrica de nuestra disciplina. Desde su punto devista (Reich, 1981, p. 46), tres son los temas que dominan la historia de la PsicologiaSocial: a) los intereses y preocupaciones tericas y aplicadas han estado siemprepresentes a lo largo de la historia de las Ciencias Sociales; b) hasta fechas recientes,sin embargo, la orientacin aplicada ha ocupado un lugar secundario; c) la igualdadentre ambas orientaciones slo ha tenido lugar en los ltimos aos y como consecuen-cia de la presin desde dentro y desde fuera de la propia disciplina. Partiendo de estaspremisas, las dos ltimas ms que dudosas, Reich procede a un anlisis de la evolu-cin histrica de la disciplina que, pese al eco que sigue teniendo en la bibliografiapsicosocial, adolece de algunas deficiencias llamativas que queremos resaltar:

    l. Se trata, en primer lugar, de un estudio escasamente documentado. Un soloejemplo: cuando cita la vertiente aplicada de Lewin, echa mano de la obra deMarrow en vez de tomar directamente al propio autor.

    2. Establece, como punto de partida, una divisin entre teoras, mtodos y apli-caciones, insostenible desde cualquier perspectiva que no sea la ms pura yelementalmente didctica tan slo para la primera clase de los alumnos de unprimer curso de universidad. Esta divisin le obliga a ubicar a los autores encompartimentos estancos, lo que acaba por resolverse no sin decisiones con-trovertidas: a) Likert y Thurstone, por ejemplo, slo aparecen en el apartadode la metodologa cuando podrian hacerlo en cualesquiera de los tres, espe-cialmente en el de las aplicacones; b) Lewin aparece primero en la teoria,despus lo hace en el apartado de las aplicaciones y cuando en el comentariodel periodo de postguerra se hace referencia al Centro de Dinmica de Grupos,se dicen cosas que sencillamente no se ajustan a la realidad de los hechos (lainvestigacin gravit exclusivamente sobre los mbitos acadmicos, us prcti-camente slo mtodos de laboratorio y estuvo dominada por cuestiones noaplicadas) y que resultarian muy fciles de contrastar echando mano de un parde artculos; c) a la teoria de Lewn, a su influencia y a su magisterio, le con-cede un lugar absolutamente marginal en el desarrollo de la Psicologa Social.

    3. Le concede al periodo de la guerra un fuerte impulso aplicado, pero defiendeque, como la mayora de los acadmicos trabajaban para el gobierno, no hubo

  • La Psic%gfa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 17

    desarrollos tericos (Reich, 1981, p. 52), como si las teorias estuvieran pren-didas a la silla de los despachos de las universidades.

    4. Define la aplicacin desde una perspectiva exclusivamente temtica, comoun territorio claramente diferenciado de la teoria y de la metodologa y llegaa defender que durante las dcadas de los 50 y de los 60 logr su punto msalto la perspectiva terico/experimental y de laboratorio de la Psicologa So-cial, el dominio de la orientacin de ciencia pura. El argumento que utiliza nopuede ser intelectualmente ms desolador: una revisin de los contenidosincluidos en el Journal of Abnormal and Social Psychology, dice, nos dacomo resultado temas tan propios de una Psicologia Social pura y alejada dela aplicacin como la ansiedad, el autoritarismo y otros procesos de persona-lidad, los procesos de comunicacin, estructura del grupo y liderazgo.

    Se trata de una visin relativamente usual entre quienes todavia se instalan en esasuerte de dualismo de

  • 18 Psicologa Social Aplicada

    Cuando trabajaba en este rea me qued perplejo de la gente que haba cam-bado desde una poscn en la que defendan la exstenca de grupos nferoresy superores en ntelgenca debdo a la herenca, a una posicn ms escpticao incluso contraria (Klneberg, 1985, p. 43).

    Los asuntos internaconales, uno de los temas en los que, desde Morton Deutschhasta Herbert Kelman, ms evdente resulta la vertiente aplcada de la PsicologaSocial, fue otro de los caballos de batalla de Klneberg; en este captulo cuenta conuna monografia, Tensions affecting international understanding, preparada por en-cargo del Social Science Research Council en 1950 y con un estudio, ya mucho msreciente (1979), sobre cmo los estudiantes extranjeros pueden ayudar a la reduccinde las tensiones entre las nacones.

    Uno de los primeros contactos de Klneberg en el campo de la Pscologa fue conun hombre ben conocdo, Harry Stack Sullivan. Quera dedcarse a la PsicologaFsiolgica o a alguno de los aspectos de la Psicologa Anormal, algo que estaba ensntona con su formacn mdca. As pas a trabajar para la OMS e ntent organi-zar una asocacn no gubernamental de carcter internaconal en el campo de lasalud mental. Hubo una primera reunin en los alrededores de Londres donde conc-dieron, entre otrosfKlneberg, Margaret Mead, Sullvan y L.K. Frank, el presidentede la reunin. El propsto del grupo sera el de estudar los problemas de violencia ycrminaldad, la relacin entre salud y enfermedad mental y los cambos socales, losproblemas culturales que afectan a los hbitos almentcos, las relacones tncas, elrol de la mujer, ~. Hubo una publcacin al respecto, Mental Health and WorldCitizenship, y aunque parece que la experenca no perdur, su compromso, no slocon la aplcacn sno con determinados problemas socales y hasta con su solucin,queda fuera de toda duda.

    Brewster Smith podra haber sido alumno de Otto Klneberg cuando en el curso1940-41 nici en Harvard sus estudios de Psicologa. Parece que tard poco en de-cantarse por la Pscologa Socal ya que era uno de los asiduos a aquellas tertulasque, bajo la denomnacn de Group Mind, organzaba Gordon Allport y recuerda quecuando el nazsmo arremet con volenca contra la Historia, Allport no tard enorganzar un seminaro sobre el estado de nimo (morale) de la poblacn del quesaldran nteresantes anlss para ncrementar la moral civil que tuvieron un certoeco en Washington. Cuando lo de Pearl Harbor fue inmediatamente llamado a filas y,tras un ao dedcado a la aplcacn de tests en la armada, pas a formar parte de laInformation and Education Division ofthe Army en la que estaban Hovland, Stouffery Arnold Rose. De su experenca durante la contienda nteresa resaltar la confesinde que el campo de entrenamiento del ejrcito proporcionaba casi las circunstanciasideales para la experimentacin de campo con la posibilidad de asignacin al azar acondiciones experimentales y de control (Brewster Smth, 1983, p. 168), una pruebams de que la aplicacin no est reida con la metodologa expermental, ni con elrigor en el diseo de la investigacin.

    Pero resultan ms interesantes sus referencias a la Psicologa Socal de la post-guerra, de la que resalta el Institute for Social Research de Mchgan, las nvestiga-

  • La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 19

    ciones del grupo de Vale sobre la comunicacin persuasiva bajo la direccin de CarlHovland (no disimula su admiracin por l: Carl Hovland, escribe, era un director deinvestigacin. ideal; y un profesor de metodologa. espectacular), los trabajos delgrupo de Berkeley, especialmente el llevado a cabo por Adorno, Frenkel-Brunswik,Levinson y Sanford sobre la personalidad autoritaria, el grupo en torno a Stuart Cooken la Universidad de Nueva York. De los dos ltimos escribe:

    El grupo de psiclogos sociales reunidos en torno a Stuart Cook en la Univer-sidad de Nueva York hacia 1950 comparte con los investigadores de Berkeleyun fuerte compromiso para conducir a la Psicologia Social a interesarse por losproblemas sociales y un inters en considerar lo psicodinmico como relevan-te (Brewster Smith, 1983, p. 173).

    Y recuerda psiclogos sociales pertenecientes al grupo de Nueva York como MortonDeutsch, Kenneth B. Clark, Richard Christie o Marie Jahoda, reconocidos por susensibilidad social en los temas de los que se ocupan sus investigaciones (las vivien-das interraciales, las relaciones internacionales, la segregacin racial, el consumo deherona, el conflicto intergrupal, etc.).

    Los derroteros por los que se encamin la disciplina a partir de mediados de ladcada de los cincuenta (el predominio cognitivo) han desilusionado a este bravopsiclogo social (el acontecimiento que, segn su opinin, precipit el viraje fue, alunsono, la teora de la disonancia cognoscitiva y el alejamiento de los temas deinters social). Los deseos de este hombre, parte de cuya formacin se llev a cabo enel campo de batalla (en las tardes de Argelia, Caserta y Florencia estudi la Escuelade Chicago y se familiariz con el interaccionismo simblico), son formulados en lossiguientes trminos:

    Deseo fervientemente una Psicologa Social genuinamente interdisciplinaria,que se tome en serio la responsabilidad de poner en relacin los niveles indivi-duales y socioculturales de anlisis. Echo de menos una Psicologa Social inte-resada en los problemas sociales, no tanto en el sentido tecnolgico de la inge-niera humana sino en el espritu emancipatorio de ayudar a la gente a afrontarla vida con ms garanta (Brewster Smith, 1983, p. 177).

    Dorwin Cartwright es un cualificado espectador de la Psicologa Social; formparte de aquel mtico grupo del Centro de Investigacin en Dinmica de Grupos lide-rado por Lewin en el MIT. En 1948, un ao despus de la muerte del maestro, junta-mente con Leon Festinger, traslada el Centro a la Universidad de Michigan; alli esta-ban Theodor Newcomb, Rensis Likert, que por entonces diriga el Survey ResearchCenter, Alvn Zander y Daniel Katz. A Festinger y Carwright le seguirn J.R. French,Ronald Lippit, Morton Deutsch, Harold Kelley, etc., conformando as el grupo demayor influencia en la Psicologa Social de la postguerra. La biografia de DorwinCartwright es parte, pues, de la historia de la disciplina y su artculo de 1948 nosproporciona claves historiogrficas llenas de inters. Su hiptesis central es que des-

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    de una fecha tan temprana como 1939 la caracterstica central de la Pscologia Sociales la implicacin creciente de los psiclogos sociales, en tanto que psiclogos, en losproblemas de la vida cotidiana, lo que no quiere decir que no 10 estuvieran antes, sinoque la investigacin previa no parecia tan inmediatamente aplicada a la solucin delos problemas sociales. Lo que ocurre es que las condiciones sufrieron un cambiobrusco a partir de esta fecha:

    Por lo general la implicacin creciente de los psiclogos sociales en los pro-blemas prcticos de la tecnologa social fue una consecuencia necesaria de laguerra. Aparecieron problemas vitales para cuya solucin los psiclogos socia-les disponan de una informacin o de unas habilidades especiales. La mayorade ellos fueron llamados a formar parte de los servicios del gobierno, muchoscon dedicacin completa, y la mayora como consultores en proyectos concre-tos. La tarea de formacin en las universidades se vi considerablemente dismi-nuida hacia 1942, y quienes permanecian en ellas vieron como su carga lectivase incrementaba sensiblemente. Haba poco tiempo para la investigacin purasobre problemas de un inters estrictamente terico. Aunque la distincin esarbitraria, se puede decir que hacia el final de 1942 prcticamente todas lasactividades de investigacin de los psiclogos sociales estaban orientadas hacialos problemas tecnolgicos ms que a los propiamente cientficos. La genteestaba ms interesada en las implicaciones prcticas de la investigacin que ensu significado para las teoras cientficas. Mientras que durante este periodo serecogieron gran cantidad de datos de un alto significado psicosocial, se llev acabo poca interpretacin terica de ellos (Cartwright, 1948, p. 334).

    Suficiente como resumen, cualificado donde los haya, y como contraposicin au-torizada a algunas de las versiones de la historia de la Psicologia Social que hemosvisto. Pero hay un segundo aspecto, quiz dotado de una mayor sutileza, que no con-viene pasar por alto, entre otras cosas porque es redundante: la aparicin en estamisma poca de un vigoroso desarrollo en el uso de tnicas experimentales y deprocedimientos matemticos y estadsticos, un desarrollo que capt el inters de quieneshaban credo que slo la motivacin, la percepcin o el aprendizaje podan ser las nicasramas cientficas de la Psicologa y que redunda en la idea de que 10 aplicado y 10experimental no estn reidos, como intentar demostrar Campbell unos aos despus.

    La descripcin detallada de los temas concretos en los que la Psicologa Socialestuvo implicada puede resultar escasamente fructfera para los propsitos de estecaptulo; baste, pues, con la mencin de los siete grandes epgrafes temticos en losque el propio Cartwright divide el apartado dedicado a los temas de investigacin: a)construccin y mantenimiento de la moral civil, donde resalta la investigacin deDaniel Katz sobre el uso gubernamental de la investigacin para propsitos informa-tivos; b) lucha contra la desmoralizacin que podan causar los rumores, donde sobre-salen los ya clsicos trabajos de Allport y Postman y Knapp; c) influencia sobre lamoral enemiga en tiempo de guerra, donde destaca el trabajo que Likert llevara acabo en la Morale Division olthe United States Strategic Bombing Survey para anali-

  • La Psicolog{a Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 21

    zar los efectos de los bombardeos sobre el estado de nimo de la poblacin civil; d)problemas de organizacin para una administracin como la militar que se tena quepreparar para la guerra, donde sobresale el trabajo llevado a cabo por la divisin deInformacin y Educacin del Departamento de Guerra liderado por Stouffer; e) elcaptulo de relaciones internacionales tuvo varios apartados: la formacin del perso-nal en las peculiaridades e idiosincrasias culturales del pas en el que trabajaba, lapreparacin de campaas de propaganda contra el enemigo, el fomento del esprtunacionalista (Cartwright menciona como especalmente significativo el mensaje pre-sidencial de Klineberg en la reunin anual de la Sociedad para el Estudio Psicolgicode los Problemas Sociales en 1944 bajo el inequvoco ttulo de A science ofnationalcharacter); t) uno de los peligros en tiempo de guerra, sobre todo cuando sta se librafuera del territorio nacional, es olvidarse de los que se quedan en casa. Para ello, elOfjice ofFacts and Figures, que en realidad era la oficina de informacin de guerra,encarg una serie de encuestas para conocer el estado de la opinin pblica en cuyodiseo participaran, entre otros, Campbell y Likert; g) problemas psicolgicos deri-vados de una economa de guerra.

    Slo un par de referencias para terminar: resulta dificil creer que todos estos tra-bajos e investigaciones marcadas por la necesidad de dar respuesta rpida a determi-nadas cuestiones planteadas por la guerra no hayan tenido algn tipo de influenciasobre el desarrollo terico de la disciplina. Cartwright da su opinin respecto a untema concreto, el de las encuestas, y no resulta descabellado pensar que lo mismo haacontecido con otros:

    Como resultado de los avances llevados a cabo durante el tiempo de guerra enlas tcnicas de muestreo en Estados Unidos y en otros pases, resulta posibleahora llevar a cabo encuestas comparativas en diversos pases (Cartwright,1948, p. 344).

    Junto a ello, interesa otra resea histrica de parte de este autor: el establecimien-to del Research Center for Group Dynamics, primero, y del Survey Research Center(de ambos fue protagonista excepcional) fue el reflejo de esa preocupacin por losproblemas prcticos y por la combinacin de las actividades acadmicas tradicionalescon la investigacin de los problemas concretos que ataen y preocupan a las perso-nas y a los grupos. Eso ocurri, sin ninguna duda, a una parte nada despreciable de laPsicologa y a una parte muy notable de la Psicologa Social.

    La dcada de los aos treinta fue especialmente acaga para la sociedad norteame-ricana, incluidos los psiclogos, quienes sufreron los sinsabores del desempleo enunos trminos que les hicieron organzarse para pedir medidas institucionales. LaAPA respondi en los trminos darwinistas y conservadores de quienes la dirigan enaquella poca (Hunter, Terman, Carr, Boring, Poffenberger, entre otros), todos ellosdefensores de las races naturales de la desigualdad social. Ello provoc la respuestade un pequeo y aguerrido ncleo de psiclogos, a los que Finison (1976) denominalos psiclogos insurgentes, que se organizaron en una Psychologists League cuyopropsito central fue el de buscar oportunidades de empleo.

  • 22 Psicologa Social Aplicada

    Viene a cuento repescar este episodio porque la ideologia de los insurgentes erade corte marcadamente liberal (socialista, dice Finison, que quiz es mucho decir) yestaban profundamente convencidos de que la Psicologia deba ser empleada para lasolucin de los problemas sociales, compartan la fe en la accin social y creian que lasociedad poda ser entendida en trminos cientificos. Uno de ellos era un tal [sadoreKrechevsky (David Krech) que recuerda asi aquellos aos:

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    que moviliza la agresin de las clases bajas de raza blanca; una hiptesis, por cierto,que recuerda algunas de las razones que Martin-Bar esgrima en Accin e Ideologapara dar cuenta de la violencia, sobre todo aquellas que tenan como marco de refe-rencia la explotacin econmica y la opresin poltica como contexto facilitador. Anmanteniendo ciertas reservas respecto a la hiptesis de la frustracin-agresin en suaplicacin a los procesos colectivos, Martn-Bar escribe:

    La guerra civil que desde 1981 asola El Salvador hunde sus raices en unahistoria de opresin secular, verdadera matriz de la violencia que hoy impera enel pais. Por ello, un anlisis realista de la violencia en El Salvador exige unrecordatorio, ya que la continua conculcacin de los derechos humanos msfundamentales ha producido una acumulacin explosiva de aspiraciones frus-tradas, de anhelos pisoteados, de reivindicaciones reprimidas (Martin-Bar,1983, p. 359)

    Podriamos seguir aduciendo ejemplos semejantes a los propuestos, y elegidos demanera ms o menos aleatoria para poner de manifiesto que la hiptesis de que laPsicologia Social slo empez a disponer de una sensiblidad aplicada a raiz de lacriss puede ser muy matizada acudiendo sencllamente a la descripcin de los acon-tecimientos histricos. Ni Kurt Lewin, ni George Rerbert Mead, ni Otto Klineberg, niDorwin Cartwright, ni Brewster Smith, ni David Krech, ni los psclogos insurgentesnos permiten apoyarla en los trminos, a veces tan radicales, con los que suele apare-cer en las publicaciones especializadas.

    APLlCACION y RELEVANCIA

    Pero junto a stos, hay sin duda otros datos igualmente relevantes: en 1965 comienzasu andadura el Journal ofExperimental Social Psychology y en ese mismo ao se creala Society for Experimental Social Psychology. A partir de la dcada de los cincuentase produce una implosin terica en la disciplina dominada por un perfil claramentecognitivo (teoria de la comparacin social y de la disonancia cognoscitva a cargo deFestinger, teoria del balance y de la atribucin a cargo de Reider, teoria de la con-gruencia de Osgood y Tannenbaum, teora de la consistencia de Rosenberg son lasms importantes, por mencionar tan slo las ms conocidas) que pronto se ver acom-paado por las teoras del intercambio (la teoria conductual-econmica de Romans,la teoria de la equidad de Adams, la teoria de Thibaut y Kelley, la teoria del contratopersonal de Lemer, la teoria de los recursos de Foa y Foa, etc.). Los modelos tericosque crecieron al calor de estos dos perfiles acabaron por acoplarse sin excesivasdificultades al tipo de investigacin pura tradicionalmente utilizada en las cienciasnaturales y algo alejada de la complejidad en la que acostumbra a resolverse el com-portamiento humano; llevaban impresa la magen de un sujeto demasiado ensimisma-do en el juego de sus consonancias y disonancias internas y atrapado por la bsquedade resultados positivos que resultaran satisfactorios a nivel estrictamente personal.

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    Era un sujeto dotado de racionalidad y coherencia, con una clara vocacin hedonistay bastante alejado de sus condicionamientos sociohistricos.

    Sin embargo, hoy podemos decir que los temas que se investigaban no eran enmodo alguno triviales (la atribucin, por ejemplo, hace aos que ha emergido comouna de las grandes reas de aplicacin) y que el problema de aquella poca no residien la falta de relevancia (era el conocido argumento de Silverman, 1971) de los temasde los que se ocupaba la Psicologia Social, sino, como han apuntado recientementePe, et al. (1992), en la prdida del carcter interdisciplinar que acab muy favoreci-do, cabe aadir, por el predominio de la corriente cognitiva y conductista, en la au-sencia de la determinacin social del conocimiento, alimentada, desde nuestro puntode vista, por el modelo de sujeto a que da lugar la teoria cognitiva y en la valoracinexagerada del mtodo experimental materializada, quiz, en la falta de validez exter-na, en la ausencia de escenarios naturales de investigacin y en la escasa presencia demuestras ajenas al medio acadmico, tan poco representativo del hombre de la calle.

    Ni estaba especialmente en crisis ni fue intencionadamente ajena a los temas so-cialmente inquietantes; la Psicologia Social qued sencillamente marcada por la gue-rra, impregnada por el Zeitgeist de una poca de euforia poltica y bonanza econmi-ca, crecida como disciplina cientifica al calor de los despachos del Departamento deEstado; transida por una ideologia que sacralizaba lo individual, confiaba en la conse-cucin del progreso humano a travs de la solucin racional de los problemas, mos-traba un inquebrantable optimismo respecto a la influencia de la educacin y empeza-ba a ser apetecida por jvenes varones, blancos, protestantes, de clase media (Cartwright,1979). Todo ello sin olvidar el Zeitgeist de la propia Psicologia que Edwin Guthrie(1946) se encargaria de definir en su alocucin presidencial de la APA en 1945 enunos trminos que hoy en dia, casi con cincuenta aos de perspectiva, resultan muyfciles de matizar y que, partiendo de un supuesto definitivamente apegado al positi-vismo (son los hechos los que han de marcar la pauta y la tnica de la Psicologia),pasan por las siguientes'consideraciones: a) el xito de una Psicologa volcada en laaplicacin depende de la acumulacin de conocimiento terico sobre un determinadotpico; b) es la teora la que est llamada a dirigir la bsqueda de los datos relevantesy, por consiguiente, la que se erige en antecedente de la aplicacin; c) la Psicologiacientfica se define realmente como una nueva orientacin respecto a los hechos psi-colgicos, eliminando las descripciones subjetivas y aquellas que estn coloreadaspor valores y prejuicios que no son universalmente compartdos; d) la imperiosa bs-queda de resultados, de aplicaciones prcticas inmediatas y de xito es mala conseje-ra.para la Psicologia cientifica; e) slo el nivel de los hechos nos posibilita la posibi-lidad de una Psicologa cientfica; f) el tratamiento cuantitativo de los datos (el nmeroes la herramienta de la ciencia, dice textualmente Guthrie) y la experimentacinencierran las caractersticas ms deseables de un hecho cientfico. En una palabra,nadie duda de que la Psicologa tiene que atender a asuntos prcticos ni que el ltimofin de la ciencia sea la mejora de los seres humanos, pero:

    ... debemos recordar que las ciencias se han desarrollado alejadas de la utili-dad inmediata y que, en la abrumadora mayora de los casos, los pasos hacia

  • La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 25

    una teora cientfica han sdo independientes de la aplicacin prctica. El deseoque se quiere expresar es que los nuevos psiclogos no se permitan a s mismosser simples tcnicos que utilicen mtodos y tcnicas psicolgicas para el cum-plimiento de metas prcticas, y que en la formacin de las nuevas generacionesde psiclogos se tenga cuidado en cultivar su inters por la teora tanto comopor la prctica (Guthrie, 1946, p. 19).

    El paso de los aos nos concede una notable ventaja para arremeter sin piedadcontra algunas de las propuestas de este gran hombre de la Psicologa (aunque podra-mos convenir en que la Psicologa en general y la Psicologa Social son una nuevaorentacin al estudio del comportamiento humano, la referencia a una Psicologalibre de valores resulta especialmente llamativa incluso para la poca) y ello aconsejano entrar en el tema salvo, quiz, para resear dos extremos bastante alejados entre s:el primero es que, tras el mensaje de Guthrie, late una clara divisin entre cienciabsica y ciencia aplicada que no puede ser compartida en la actualidad. El segundo,por contra, s: su deseo de que los futuros profesionales de la Psicologia no se con-viertan en meros aplicadores de tcnicas, es suscrito hoy en dia por muchas de laspersonas ocupadas en el diseo curricular de esta profesin. Salvo estas dos reseas,probablemente marginales, baste con tomar nota de que sta era la atmsfera queenvolva a la Psicologa de aquella poca: metodologa experimental, uso cada vezms amplio de metodologa cuantitativa, estudio de procesos bsicos del comporta-miento, predominio de un modelo de sujeto individualista, hedonista y claramentealejado de sus conexiones socioculturales y sociohistricas, y alejamiento de los es-cenarios de la vida real; en este sentido sigue vigente la opinin de Silverman (1971,p. 583) de que la obsesin por ajustar el estudio de la conducta a los modelos existen-tes en otras ciencias experimentales la condujo a tomar con indiferencia la facetams importante de la investigacin: la validez ecolgica, su posibilidad de generali-zacin ms al/ del propio experimento). No fue, sin duda, lo mejor para la PsicologaSocial: es cierto que se trata de un modelo propenso a una trivial e injustificada repe-ticin de experimentos que tienen como objetivo central incrementar el curriculum delos acadmicos; tambin se abus, de manera injustficada, de las enormes posibilida-des que ofreca el laboratorio (los datos que se nos ofrecen en algunas conocidasinvestigaciones como la de Higbee y Wells de 1972, la de Fried, Gumper y Allen de1973 o la de Higbee, Millard y Folkman en 1982 no ofrecen margen para la duda),pero el estado actual de la Psicologa Social no nos demuestra que los temas de losque se ocupaban no fueran relevantes, ni que la metodolgia experimental haya sido laraz de todos los males que aquejan a nuestra disciplina (ahora tenemos que contrave-nir a Slverman cuando afirma, sin aportar prueba alguna, en un corto artculo escritoen 1977 que la Psicologa Social experimental nunca puede ser seria), ni que el ricodesarrollo terico acontecido en el transcurso de aquellos aos haya sido marginalpara la disciplina. Pero, sobre todo, carece de fundamento intentar elaborar una Psi-cologa Social Aplicada sobre las cenizas de la Psicologa Social bsica, sobre lasruinas del mtodo experimental, sobre el atad del laboratorio como si los temassalidos de estos escenarios de investigacin fueran sinnimo de frivolidad o como si

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    , relevancia, utilidad y compromiso estuvieran epistemolgicamete reidos con estetipo de metodologia.

    La crisis de relevancia, necesaria como llamada de atencin frente a ese sujeto tanirreal sobre el que estaba fundamentando su teoria la Psicologa Social, fue perdiendointers y empuje como argumento de justificacin a medida que corra la dcada delos setenta y en la actualidad todos los sntomas apuntan a que ha sido superadagracias a una mayor amplitud metodolgica, a una clara apertura interdisciplinar hijade esa ampliacin del objeto a la que hemos hecho referencia en algn otro momento,a la existencia real de una clara sensibilidad aplicada por parte de los psiclogossociales y, finalmente, a que la realidad de estas dos ltimas dcadas es radicalmentedistinta de las anteriores.

    El estudio de Nederhofy Zwier (1983) merecera una detallada mencin a la quetimemos que renunciar por exigencias del guin. Valga un escueto resumen: a) siguehabiendo psiclogos sociales instalados en la idea de la crisis de la disciplina y otros(los

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    respuesta a los problemas sociales. George Miller, en unos trminos que contrastancon los que hemos visto que habia empleado Guthrie (los tiempos eran distintos),aborda en el discurso presidencial de la APA el tema del estado actual de nuestradisciplina y su posible papel para hacer frente a los problemas humanos en nuestrasociedad y hace presidir su articulo por el nada convencional ttulo de La psicologacomo instrumento al servicio de la promocin del bienestar.

    Los problemas ms urgentes de nuestro mundo de hoy son problemas quehemos causado nosotros mismos. No han sido producto de una naturaleza mali-ciosa o descuidada, ni nos han sido impuestos como castigo divino. Son proble-mas humanos cuya solucin requiere del cambio' de nuestas conductas y denuestras instituciones sociales. Como ciencia directamente implicada en los pro-cesos conductuales y sociales es esperable que la Psicologia lidere intelectual-mente la bsqueda de nuevas disposiciones personales y sociales ... ste es elreto social al que nos enfrentamos los psiclogos. En los prximos aos debere-mos no slo ampliar y profundizar nuestra comprensin de los fenmenos men-tales y conductuales, sino que, de alguna manera, debemos incorporar nuestroconcienzudamente ganado conocimiento de rnanera ms eficaz a los amplioscambios sociales que sabemos que se avecinam> (Miller, 1969, p. 1063).

    Miller apuesta por una concepcin muy concreta del bienestar que pasa por lassiguientes consideraciones: a) lo primero que hay que promocionar es el bienestar dela propia Psicologa haciendo de ella una ciencia cada vez ms rigurosa; b) dicho enotros trminos, las vias que la Psicologa tiene para la promocin del bienestar no sonotras que aquellas que se desprenden de su capacidad para comprender y predecir (deninguna de las maneras controlar) los principios del comportamiento humano (losprincipios del refuerzo, por ejemplo), la concepcin que el hombre tiene de si mismo;c) la capacidad revolucionaria de la Psicologia reside en una concepcin nueva ycientficamente sustentada del hombre como individuo y como una criatura social; d)hay que distinguir claramente entre el activista social o el poltico y el profesional o elcentifico que emplea la Psicologa para la promocin del bienestar.

    Con indepedencia de los estrechos limites por los que Miller hace correr el bienestary de las maneras peculiares para su promocin, lo cierto es que el discurso de Milleres indicativo de un nuevo Zetgeist iniciado a comienzos de la dcada de los setentadel que particip, por derecho propio, la Psicologa Social y del que hemos dadocuenta en un amplio captulo que nos ahorra volver sobre sus extremos ms significa-tivos (Blanco et al., 1985) y nos permite centrarnos, para ir concluyendo, en la actua-lidad aplicativa de la Psicologa Social.

    Campbell y Deutsch, por su parte, dieron los primeros pasos de una Experimen-ting Society bajo los siguientes argumentos: a) necesidad de una aproximacin expe-rimental a las reformas sociales que permita poner a prueba programas dirigidos a lasolucin de los problemas sociales (es la postura de Campbell, 1969); b) la lgica dela experimentacin, la salvaguarda del rigor cientfico y la consideracin de la Psico-logia como ciencia no tiene por qu estar reida con la sensiblidad respecto a los

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    problemas sociales; c) existe una correspondencia conceptual entre los fenmenosmacro y los microsociales que permite la traslacin de uno a otro nivel (es la posturade Deutsch), y d) aunque la experimentacin social no es la panacea, los mtodos dela ciencia social, basados en los principios de la experimentacin, es la ms recientepropuesta de Saxe y Fine (1980, p. 85).

    EL NIVEL TEORICO DE LAS APLICACIONES

    Un argumento ms de apoyo a la hiptesis que preside este capitulo proviene de losdatos que nos ofrecen las publicaciones peridicas, los manuales de Psicologa socialy los eventos que tradicionalmente se organizan en este terreno.

    En 1985 llevbamos a cabo un pormenorizado estudio de los temas que se habianrecogido en el Journal of Applied Social Psychology desde su fundacin en 1971hasta 1984 (Blanco et al., 1985). Entonces ya se observaba que los tpicos que seincluan en esta publicacin peridica no se distanciaban sensiblemente de los que seincluian en cualquier manual de Psicologia Social de la poca. Entonces, como ahora,conviene recordar que en la informacin que se da a los autores se recuerda a quienesquieran remitir articulos a la Revista, que se dar preferencia indistintamente a aque-llos manuscritos que den cuenta de investigaciones de campo y de laboratorio en unagama de tpicos que pasan, prcticamente sin excepcin, por los temas tradicional-mente manejados en la Psicologa Social. Ahora, y como complemento al anlisisllevado a cabo en 1985, hemos querido saber lo acontecido en los ltimos diez aosen cuanto a los temas preferenciales incluidos en esta prestigiosa publicacin (vasela Tabla l.l de la pg. 29).

    Por encima de cualquier otro tipo de consideraciones, resultan especialmente dig-nos de mencin esos 109 articulos sobre procesos de honda tradicin en la PsicologaSocial, tales como el liderazgo (Physical Appearance and Leadership), la atribucin,(Exploring the Role ofAppareance-Based Attribution; An Attributional Analysis ofReactions to Magic Johnson; Conservatism and Perceptions ofPoverty: An attribu-tional analysis), el refuerzo, las actitudes (Probabilistic Reward on Recycling Attitu-des and Behavior), poder (Consequences ofPower in a Simulated Job).

    El tema de salud que en el estudio previo apareca bajo el epgrafe de Medicinaconductual y que tuvo una progresin modesta (4 artculos entre 1971-74,6 entre1975-78 y 10 entre 1979-1984) emerge ahora como el ms importante (hay que ad-vertir que Andrew Baum, el editor de la revista, trabaja en un Departamento de Psico-loga Mdica) con esos II1 artculos a los que si sumamos, como en alguna medidapuede ser pertinente, aquellos que tienen como objeto el SIDA (58) y el estrs (42)alcanza un protagonismo muy sobresaliente en la actual Psicologa Social. En el pe-riodo previo (1971-1984) las relaciones raciales, la discriminacin y las tensionesgrupales ocupaban apartados independientes y sumaban un total de 74 artculos. Setrata de una temtica aparentemente en declive ya que en estos ltimos diez aos supresencia se ha visto reducida. Otro tanto ha ocurrido con los temas relacionados conla Psicologa Politica: el epgrafe de participacin politica y extremismo alcanzaba en

  • La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico 29

    Tabla 1.1. Los temas de preferencia en el Journal of Applied Social Psychology (1985-1995).

    TEMAS

    - Salud- Psicologa de las Organizaciones y del Trabajo- Procesos Bsicos- Sexualidad- Adiccin (drogas, alcohol, tabaco)- SIDA- Psicologa Jurdica- Estrs- Conductas de ayuda- Psicologia Ambiental- Relaciones intergrupales y discriminacin- Evaluacin- Temas nucleares y conservacin de energa- Educacin- Conductas asociales- Conducta poltica- Psicologa Comunitaria- Mass media- Psicologia Militar- Artculos tericos- Varios

    N.O total de artculos publicados

    111100109746158514233313129272320181817134

    91

    el primer periodo una representacin de 43 artculos que ha visto decrecer su presen-ca hasta los 18 actuales, algo parecido, aunque en dimensiones menores (60 frente a

    los 51 actuales) a lo acontecido con los asuntos relacionados con el sistema legal (laPsicologa Jurdica, para entendemos). Por contra, el problema de la adiccn ha su-frido un proceso contrario: de los 4 articulos que se recogian en el primer periodo(1971-1984) se ha pasado a 61 entre 1984-1995 y, dentro de este epigrafe, no sonpocos los estudios sobre formas de adiccin como el alcoholismo y el tabaquismo.