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La Cinemateca es una propuesta cultural de Amigos de la Cinemateca con la colaboración del I.E.S. Martínez Montañes y la participación del Institut français d’Espagne (Sevilla), Goethe Institut-Madrid, Secretariado de Recursos Audiovisuales y Nuevas Tecnologías Universidad de Sevilla.
correo electrónico: [email protected]. blog: lacinematecasevilla.wordpress.com twitter: @la_cinemateca. facebook: www.facebook.com/lacinematecasevilla hojas de sala: issuu.com/cinematecasevilla Junio 2012
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Mauro y Pier Paolo
“los guiones para Bolognini fueron las obras literarias de las que
me sentía más orgulloso” PPP
Pasolini incia su colaboración con Bolognini con Marisa la
civetta (1957) a la que siguieron Giovanni mariti (1958), La
notte brava (1959) y El bello Antonio (1960). Un año después
Pasolini debutó con Accattone (1960) y Bolognini realizaba sus
películas más esteticistas Senilidad (1961), Agostino (1962),
Arabella (1967).
La primera etapa de Bolognini estuvo influida por Pasolini
(temas, tratamientos y estructuras). Pasolini escribió cuatro de
las diez películas rodadas por Bolognini en la década de los 50 y
todas ellas son distintas a las que hizo posteriormente. Pasolini
a partir de Accattone, también inicia un camino distinto pero
marcado por la atmosfera. Ambientes y el retrato de
determinados personajes que están ya definidos en las películas
en las que colaboraron. La notte brava tiene puntos de
conexión con Acccattone o Mamma Roma (1962). Esa
colaboración es un claro ejemplo del cine de autor de los años
50.
Si Pasolini influye directamente en el cine realizado por
Bolognini, también podemos decir que Bolognini es decisivo en
los comienzos de su carrera. Es el introductor y “padrino” de
Pier Paolo ante la “industria”. "la confianza de Alfredo Bini se lo
debo a la ayuda de Mauro. Tras ver las primeras pruebas, fue él
quien convenció a Bini para que me firmará mi primer contrato”
Mauro Bolognini Si al principio de su carrera llamó la atención
por el cuidado formal de sus obras, poco habitual en creadores
tan jóvenes, fue a partir de Los enamorados (1955), Jóvenes
maridos (1958), con el que obtuvo un premio en Cannes y,
sobre todo, de La noche brava (1959), que la obra de Bolognini
comenzó a destacarse por méritos propios y un lenguaje
personal. También se inició con este último título una fértil
colaboración con Pasolini.
Aquí comenzó a aparecer el mejor rostro del director. El que
utilizaba inmejorablemente la escenografía o el vestuario como
recursos dramáticos para asomarse a historias de fuerte
popular, donde el vigor dramático y el retrato de intensos tipos
humanos en sociedades urbanas afectadas por la crisis se
mueven entre los planteos morales y un refinado erotismo.
Buena parte de ese despegue se debió al aporte como guionista
de Pasolini, que puso su inconfundible sello en varias obras
(sobre todo Il bell’Antonio, en el que por primera vez Marcello
Mastroianni lució su estampa de gran seductor) y edificó con
Bolognini una curiosa alianza entre un director dispuesto, con
reservas, a aceptar el orden social y político vigente con una
postura demócrata y un autor inconformista y dispuesto a
respaldar desde su marxismo cualquier propuesta
transformadora.
No sólo los retratos humanos o la puntillosidad visual eran
elementos con los que la figura de Bolognini iba cobrando peso
propio entre los cineastas de su país. A partir de esos films,
también comenzó a destacarse como hábil director de actores y,
a la vez, como reconocido adaptador de obras que extraía del
universo literario italiano.
Pasolini nació en Bolonia. Era hijo de un soldado que se hizo
famoso por salvar la vida de Benito Mussolini, cuando el joven
Anteo Zamboni atentó contra su vida. Empezó a escribir poemas
a los siete años de edad y publicó por primera vez a los 19
mientras se encontraba estudiando en la Universidad de
Bolonia. Fue reclutado durante la Segunda Guerra Mundial;
capturado por los alemanes, logró escapar. Al finalizar la guerra,
se unió al Partido Comunista Italiano en Ferrara, pero fue
expulsado dos años después a causa de su homosexualidad. Fue
asesinado el 2 de noviembre de 1975, en circunstancias no
aclaradas completamente todavía. Su obra poética, igual que su
obra ensayística y periodística, polemiza con el marxismo oficial
y el catolicismo, a los que llamaba «las dos iglesias» y les
reprochaba no entender la cultura de sus propias bases
proletarias y campesinas. Juzgaba asimismo que el sistema
cultural dominante, sobre todo a través de la televisión, creaba
un modelo unificador que destruía las culturas más ingenuas y
valiosas de las tradiciones populares.