6060 smart cities dc 10 la tecnología al servicio … · 62 dc104 una parada de autobús con un...

3
DC 104 60 SMART CITIES La tecnología al servicio de las ciudades mmcité5 Cada vez es mayor el número de personas que habitan las ciudades y esta tendencia va en aumento. Las ciudades con una alta densidad de población se convierten en un organismo muy complejo. La infraestruc- tura a menudo tradicional e histórica tiene que satisfacer de repente exigencias relacionadas al aumento de población. Debido al aumento de movilidad de la gente las ciudades tienen que proporcio- nar sus servicios también a los visitantes que no son pocos. ¿Como enfrentar esta situación? ¿Construir nuevas ciudades diseñadas por ingenieros modernos? Estos intentos que ya conocemos del pasado no solo no han salido bien sino que no son ni económica ni dimensionalmente viables. Nos gustan nuestras ciudades hasta con los detalles poco efectivos, quizás porque justo estos detalles nos conectan con nuestra historia y con lo que han creado nuestros antepasados. Gracias a ello son parte de nuestra identidad, una identidad que tarda siglos en crearse y que nadie puede crear de la noche a la mañana. Tenemos que convertir nuestras ciudades actuales en urbanizaciones más efectivas y con mayor rendimiento.

Upload: lenguyet

Post on 01-Oct-2018

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

60 DC10460 SMART CITIES

La tecnología al servicio de las ciudades

mmcité5

Cada vez es mayor el número de personas que habitan las ciudades y esta tendencia va en aumento. Las ciudades con una alta densidad de población se convierten en un organismo muy complejo. La infraestruc-tura a menudo tradicional e histórica tiene que satisfacer de repente exigencias relacionadas al aumento de población. Debido al aumento de movilidad de la gente las ciudades tienen que proporcio-nar sus servicios también a los visitantes que no son pocos. ¿Como enfrentar esta situación? ¿Construir nuevas ciudades diseñadas por ingenieros modernos? Estos

intentos que ya conocemos del pasado no solo no han salido bien sino que no son ni económica ni dimensionalmente viables. Nos gustan nuestras ciudades hasta con los detalles poco efectivos, quizás porque justo estos detalles nos conectan con nuestra historia y con lo que han creado nuestros antepasados. Gracias a ello son parte de nuestra identidad, una identidad que tarda siglos en crearse y que nadie puede crear de la noche a la mañana. Tenemos que convertir nuestras ciudades actuales en urbanizaciones más efectivas y con mayor rendimiento.

61 DC104

Uno de los posibles caminos masivamente propagado es el concepto de ciudades inteligentes. Todo el mundo habla del tema, las personas implicadas en política territorial quieren conectar su nombre con ello, pero muy poca gente realmente sabe que es. Quizás porque el significado del término está aún en desarrollo. ¿Que sabemos? La Comisión Europea nos informa que una ciudad inteligente es un lugar que aplica las tecnologías de la información y de la comunicación con el objetivo de proveerla de una infraestruc-tura que garantice un desarrollo sosteni-ble, un incremento de la calidad de vida de los ciudadanos y una mayor eficacia de los recursos disponibles y una participación ciudadana activa.

El Consejo de Smart Cities dice que es una ciudad que tiene las tecnologías digitales implementadas en todas sus funciones. Ambas tienen su parte de razón. Los autobuses urbanos y los tranvías emiten una señal informando cuando llegan a la próxima parada, la gente lo puede ver inmediatamente gracias a las tecnologías digitales. La información sobre sitios libres para aparcar un coche puede llegar directamente al conductor, los semáforos pueden ajustarse automáticamente a la situación actual del tráfico, las papeleras

con sensores informan cuando están llenas y necesitan vaciar, los parques reconocen cuando necesitan regar. Ahorramos energía, agua, disminuimos las emisiones y el tráfico en las calles y aumentamos la efectividad de EMTs. Mucho de esto no es totalmente nuevo y desconocido, ya en el pasado existían soluciones, realmente ingeniosas, pero ahora nos ayuda la tecnología digital e informática. La efectividad crece a saltos y hay soluciones que no se nos habrían ocurrido antes.

Si un ambiente urbano debe ser agradable para sus habitantes, debería estar bien equipado. Aquí tiene su papel irreemplaza-ble el mobiliario urbano. Hasta él puede ser bastante inteligente. Además de los diferentes sistemas de papeleras inteligentes tenemos principalmente los bancos. Estos pueden estar complementa-dos con unas mesas auxiliares integradas y resistentes para poder poner una taza de café o un ordenador, una tablet o un libro y tener así más comodidad. Los teléfonos móviles hoy en día tienen funciones tan importantes que se han convertido en indispensables bajo la condición de que la batería resista. Poder recargar el teléfono o la tablet cuando uno está fuera de casa es uno de los requisitos más exigidos. Bancos con

puertos USB integrados o con cargadores de inducción son la expresión perfecta del término Smart cities. Existen otras funciones que un banco puede tener, por ejemplo, una pantalla de información sobre el tiempo actual, la polución del aire, humedad, etc. Sin embargo, aquí podemos preguntarnos si son estas informaciones innecesarias. La saturación de información es a veces molesta.

Un capitulo independiente es un banco con paneles fotovoltaicos. Su capacidad es limitada, pero tienen en el espacio urbano una gran ventaja – no necesitan una fuente tradicional de energía. Además, es energía limpia.

Elementos de mobiliario urbano con equipamiento inteligente e integrado tienen un nuevo miembro que une muchas funciones. Es el banco eBlocq con cajones integrados con cerradura, donde se puede no solo guardar un casco ciclístico o mochila, sino que también se puede recargar la batería de una bicicleta eléctrica mediante un enchufe eléctrico o dos puertos USB. Es perfecto en distintas situaciones como por ejemplo al ir al centro para tomar un café, visitar una oficina o ir al gimnasio o piscina o simplemente ir al trabajo.

62 DC104

Una parada de autobús con un panel táctil multifunción, cargador USB o de induc-ción, un panel universal LED y un transmisor de wi-fi no sería una mala idea. Si dejamos a un lado el aspecto econó-mico, eso es ya una realidad. La marque-sina funciona como una verdadera estación que ofrece todas las informacio-nes sobre el transporte y un poco más – en la pantalla grande se puede leer las noticias actuales, incidencias del tráfico o avisos urgentes del ayuntamiento. Informaciones urgentes que tienen que llegar a tiempo al público.

Al hablar sobre las marquesinas no podemos dejar de mencionar el techo verde. En los techos de los edificios ya se pueden ver, aunque no muy a menudo. Pero en los tejados de objetos más pequeños como las paradas de EMT es una novedad absoluta. Y es una novedad inteligente. Un tejado poblado de vegeta-

ción contribuye a la mejora de la calidad del aire, pero su función se ve durante las lluvias torrenciales cuando el techo verde funciona como un elemento de retención de agua y previene la saturación de las alcantarillas. Nos beneficia a todos.

Al concepto de las ciudades inteligentes pertenece también el tema del reciclaje. Hay cada vez más basura y aprovecharla suena bastante inteligente. Desgraciadamente, la mayoría de los materiales reciclados tienen baja calidad, pero precio alto. Es bastante difícil encontrar uno que cumpla con todos los requisitos de resistencia y durabilidad, que tenga buenos parámetros para la construcción y al mismo tiempo que tenga buen aspecto. Resysta, un compuesto único que tiene como componente principal las cáscaras de arroz, cumple con todo lo mencionado anteriormente. Mobiliario urbano hecho de este material

ya existe y parece ser una buena alternativa a la madera tradicional que nunca desaparecerá.

Tal como mencionamos en el principio, el concepto de Smart Cities es muy joven aún y todo lo que puede implicar se está ampliando poco a poco. Seguro que mucho de lo que es ahora moderno y atractivo no va a persistir, y vendrán cosas para nosotros desconocidas que se instalarán en nuestras ciudades durante mucho tiempo. Estamos en una fase única, en la que mucha gente piensa cómo aplicar nuevas tecnologías y materiales para mejorar nuestras vidas y funcionamiento de las ciudades. Es bueno ser críticos y no dejarnos conquistar por cosas aparente-mente atractivas pero inútiles. Sin embargo, no aprovechar este inmenso potencial que se nos ofrece y unir las ciudades y la tecnología sería un grave error. n