abstract clásicos
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8/15/2019 Abstract Clásicos
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An-arkhé: una revisión sobre la concepción clásica de la democracia como
anarquí a
"La democracia no es una politeia, sino que un bazar de politeiai" afirma Platón en el
Libro VIII de la República. Aristóteles, por su parte, nos recuerda en el Libro VI de laPolí tica, que una de las caracterí sticas de la democracia es que es la forma de gobierno
en la que los ciudadanos, preferiblemente, desean no ser gobernados por nadie y sólo, si
eso no es posible, ser gobernados por turnos. Adicionalmente, al final de su vida, Platón
nos comenta en el Libro III de las Leyes, que los tí tulos para gobernar están siempre
signados por la superioridad natural (virtud sobre vicio, vejez sobre juventud, riqueza
versus pobreza, en definitiva, poder versus ausencia de poder), no obstante existe un
séptimo tí tulo que sólo depende de la fortuna divina, la tykhé , esto es, en otras palabras,
que es una forma de fundamento que no tiene fundamento. Precisamente, este último
tí tulo es el tí tulo utilizado para justificar a la democracia. Un fundamento infundado,una forma desfundamentada de autoridad. Lo que queda en evidencia, a partir de lo
anterior, es lo que nos recuerda en la actualidad el filósofo franco-argelino Jacques
Rancière: "la polí tica no tiene arkhé . En sentido estricto es anárquica. Es lo que indica
el nombre mismo de democracia. Como lo ha recalcado Platón, la democracia no tiene
arkhé , no tiene medida. La singularidad del acto del demos, un krateï n en lugar de un
arkheï n, atestigua un desorden o equivocación originaria" (2006:18). Es precisamente a
esa noción de desorden a la que quiero remitirme en esta exposición. Mi intención es
atestiguar de qué manera podemos pensar a la democracia clásica, y al mundo clásico en
torno a la noción de anarquí a. Cómo se puede expresar el modo de interpretación de loanárquico en el mundo griego. ¿Acaso no era la Constitución de Clí stenes una forma de
politeia, es decir, un ordenamiento, un fundamento para distribuir los márgenes del
poder? O bien, ¿la democracia, como nos recuerda Jean Luc Nancy, no puede ser nunca
una forma de gobierno, sino que más bien es un tipo de sociedad? En esta ocasión me
propongo pensar la cuestión de la anarquí a a la luz de las referencias clásicas, e
identificar de qué modo se da una correspondencia de esa apelación con las formas de
pensar la anarkhí a en nuestro tiempo. Dejo abiertas, para este propósito, las siguientes
preguntas ¿Cuánto le debe el anarquismo moderno a la democracia clásica? Y en último
lugar, ¿De qué modo podrí amos pensar un anarquismo hoy en dí a a contraluz del
concepto de an-arkhé ?