andrés felipe peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/revista de filosofía... · andrés felipe...

9
Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper has as objectives, in the first place, to introduce (he Frencli thinker Jacques Ellul and, in the second place, to analy:e his notion of "ambivalence" in relation witli the characteristics that the author attributes to the technical phenomenon. Resumen. Este breve estudio tiene como ob- jetivos, en primer lugar, realizar una presenta- ción del pensador francés Jacques Ellul y, en se- gundo lugar, analizar su noción de ambivalencia enmarcándola dentro de las características que Ellulle otorga al fenómeno técnico. 1. El autor y su obra Hijo de un griego ortodoxo y de una protes- tante, Jacques Ellul nace en Burdeos el 6 de enero de 1912. Realiza sus estudios en el Liceo Mon- taigne de su ciudad natal y recibe el título de abo- gado en la Universidad de Burdeos en 1931. Lue- go, en 1936, obtiene su doctorado en derecho ro- mano con la tesis Étude sur l'evolution et la natu- re juridique de Mancipium. Posteriormente Aber- deen y Amsterdam le otorgarán, cada una, el doc- torado honoris causa. En el mismo año de 1936 se licencia en Letras y luego estudia teología durante la guerra. Enseña derecho en las universidades de Montpellier y Clermont-Ferrand en 1939. En 1943, como profesor de derecho romano e historia del derecho, inicia su cátedra en la Universidad de Burdeos, más precisamente en el Instituto de Estu- dios Políticos hasta 1980. Su Histoire des lnstitu- tions en cinco volúmenes ha sido reeditada varias veces en PUF (Presses Universitaires de France). Su obra, más de 45 libros sobre derecho, teo- logía, sociología y filosofía es particularmente estudiada en el programa de la mayoría de las universidades norteamericanas, más que en las francesas. Así, por ejemplo, la Universidad de Berkeley administra un fondo que recoge la ma- yoría de sus libros, casi todos al inglés, y nume- rosos artículos'. Esta notoriedad en el medio nor- teamericano obedece a varios factores. Entre ellos cabe destacar que la obra de Ellul se acerca mucho a los enfoques sociológicos de la técnica hechos por Lewis Mumford, con quien es com- parado frecuentemente, al punto de haber sido llamado el "Murnford francés". De igual modo, el desarrollo de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología en los Estados Unidos tiene más aspectos en común con Ellul de lo que él tiene con sus pares europeos como Dessauer, Heideg- ger o Simondon. Un ejemplo de ello es el interés en los aspectos éticos del primero frente a los es- tudios de tipo ontológico de los otros tres. Cabe anotar aquí que en el mundo intelectual español se le reconoce debido a los fuertes compromisos de algunos de sus filósofos en la Society for Phi- losophy and Technology de los Estados Unidos y el trabajo en la perspectiva CTS. Pero hay que agregar además el hecho de que Ellul quiso per- manecer en la provincia, lo que provocó que, en parte, no sea considerado por los parisinos. Así, por ejemplo, en la página web del Instituto de Historia y Filosofía de las Ciencias y las Técni- cas (IPHST) en París I, donde figuran los repre- sentantes más importantes del área en Francia, están las biografías de Seris y Simondon, pero no hay ninguna referencia de Ellul. Finalmente, y no menos importante, es el hecho de que toda su Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLI (103),117-125, Enero-Junio 2003

Upload: others

Post on 14-Jul-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

Andrés Felipe Peralta

La noción de ambivalencia en Jacques Ellul

Abstract. This brief research paper has asobjectives, in the first place, to introduce (heFrencli thinker Jacques Ellul and, in the secondplace, to analy:e his notion of "ambivalence" inrelation witli the characteristics that the authorattributes to the technical phenomenon.

Resumen. Este breve estudio tiene como ob-jetivos, en primer lugar, realizar una presenta-ción del pensador francés Jacques Ellul y, en se-gundo lugar, analizar su noción de ambivalenciaenmarcándola dentro de las características queEllulle otorga al fenómeno técnico.

1. El autor y su obra

Hijo de un griego ortodoxo y de una protes-tante, Jacques Ellul nace en Burdeos el 6 de enerode 1912. Realiza sus estudios en el Liceo Mon-taigne de su ciudad natal y recibe el título de abo-gado en la Universidad de Burdeos en 1931. Lue-go, en 1936, obtiene su doctorado en derecho ro-mano con la tesis Étude sur l'evolution et la natu-re juridique de Mancipium. Posteriormente Aber-deen y Amsterdam le otorgarán, cada una, el doc-torado honoris causa. En el mismo año de 1936 selicencia en Letras y luego estudia teología durantela guerra. Enseña derecho en las universidades deMontpellier y Clermont-Ferrand en 1939. En1943, como profesor de derecho romano e historiadel derecho, inicia su cátedra en la Universidad deBurdeos, más precisamente en el Instituto de Estu-dios Políticos hasta 1980. Su Histoire des lnstitu-tions en cinco volúmenes ha sido reeditada variasveces en PUF (Presses Universitaires de France).

Su obra, más de 45 libros sobre derecho, teo-logía, sociología y filosofía es particularmenteestudiada en el programa de la mayoría de lasuniversidades norteamericanas, más que en lasfrancesas. Así, por ejemplo, la Universidad deBerkeley administra un fondo que recoge la ma-yoría de sus libros, casi todos al inglés, y nume-rosos artículos'. Esta notoriedad en el medio nor-teamericano obedece a varios factores. Entreellos cabe destacar que la obra de Ellul se acercamucho a los enfoques sociológicos de la técnicahechos por Lewis Mumford, con quien es com-parado frecuentemente, al punto de haber sidollamado el "Murnford francés". De igual modo,el desarrollo de los estudios sociales de la cienciay la tecnología en los Estados Unidos tiene másaspectos en común con Ellul de lo que él tienecon sus pares europeos como Dessauer, Heideg-ger o Simondon. Un ejemplo de ello es el interésen los aspectos éticos del primero frente a los es-tudios de tipo ontológico de los otros tres. Cabeanotar aquí que en el mundo intelectual españolse le reconoce debido a los fuertes compromisosde algunos de sus filósofos en la Society for Phi-losophy and Technology de los Estados Unidos yel trabajo en la perspectiva CTS. Pero hay queagregar además el hecho de que Ellul quiso per-manecer en la provincia, lo que provocó que, enparte, no sea considerado por los parisinos. Así,por ejemplo, en la página web del Instituto deHistoria y Filosofía de las Ciencias y las Técni-cas (IPHST) en París I, donde figuran los repre-sentantes más importantes del área en Francia,están las biografías de Seris y Simondon, pero nohay ninguna referencia de Ellul. Finalmente, y nomenos importante, es el hecho de que toda su

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLI (103),117-125, Enero-Junio 2003

Page 2: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

A DRÉS FELIPE PERALTA118

obra, o casi toda, haya sido traducida con un es-pecial interés al inglés. Es de destacar el caso dela traducción de una de sus obras fundamentales,La technique ou l'enjeu du siécle (1954), porJohn Wilkinson a sugerencia de Aldous Huxley,el célebre escritor de Un mundo feliz. Casi po-dríamos decir que si a Ellul se le conoce, esto sedebe a las traducciones en lengua inglesa. Enverdad, salvo la traducción al español de la obralíneas arriba mencionada hecha por A. Mailló, esmuy difícil encontrar en las bibliotecas otros tex-tos de este autor en nuestra lengua.

En lo teológico, publica en compañía de suamigo Bernard Charbonneau Directives pour unemanifeste personaliste en 1934. Colabora con lasrevistas L'ordre nouveau y Esprit. En 1950 rom-pe con Esprit denunciando la teología tomista deMounier. Participa en el Consejo Ecuménico delas Iglesias de 1947 a 1951 y luego es miembrodel Consejo Nacional de la Iglesia Reformada de1951 a 1970. Allí colabora redefiniendo la for-mación de los pastores protestantes. Dirige la re-vista Foi et vie de 1970 a 1987. Muere en 1994.

La obra de Ellul gira alrededor de dos even-tos fundamentales. De un lado, su encuentro conel pensamiento marxista y, del otro, su conver-sión al cristianismo que lo llevó a la teología re-formada de Cal vino y Barth. Su notoriedad ladebe sobretodo a sus análisis de la técnica comofenómeno más importante del mundo moderno, asus aportes como teólogo y como moralista.

Sobre la técnica, se destacan sus libros Latechnique ou 1'enjeu du siecle, Le systéme tech-nicien y Le bluf! technologique. El propósito dela primera de ellas es el de analizar el fenómenotécnico en su conjunto para tomar conciencia desu importancia. Se trata de definir la técnica des-cribiendo sus características y mostrar como serelaciona con el hombre, el Estado y la econo-mía. En La technique, la técnica moderna se de-fine como el fenómeno más importante de nues-tro tiempo y la descripción de sus característicasmanifiesta un pesimismo desesperanzador frentea lo que se convertirá el hombre debido a lastransformaciones de la cultura causadas por suacción. La primera edición de esta obra funda-mental nos muestra una técnica moderna dotadade autonomía, uni versalidad, aceleración y ca-rente de finalidad. Pero en la reedición del libro

en el 90 y corregida por Ellul mismo, se agrega amanera de apéndice un artículo titulado L'ambi-valence du progres technique aparecido en la Re-vue Administrative en 1965, y que por lo tanto noaparece en la traducción de Mailló, que es de1960. En el artículo, como se verá a continua-ción, se añade una nueva característica al fenó-meno técnico: la ambivalencia.

2. La técnica como fenómenoy sistema

De acuerdo con Goffi (1994), para poderllegar a una definición clara de lo que es la téc-nica, Ellul comienza por disipar algunos malen-tendidos ingenuos que se cometen de maneraespontánea. Estos ocurren cuando se la identifi-ca con ciertas imágenes socialmente aceptadasdel término. Así sucede al no distinguirla clara-mente de realidades que tienen que ver con ellacomo la máquina, la ciencia y la organización.Lo que modernamente se debe entender comotécnica aparece vinculado a las máquinas y alproceso de industrialización, así como al desa-rrollo de las teorías científicas y las nuevas for-mas de organización social, pero no se agota enninguna de estas tres instancias, sino que lasabarca y supera con amplitud. Precisamente es-te carácter predominante de la técnica sobreotras actividades humanas y formas de organi-zación social, llevará a Ellul a analizarla siste-máticamente en el mundo moderno como el fe-nómeno más importante del siglo XX. Dichoanálisis se hará siguiendo el camino que Marxya había trazado para comprender el capital enel siglo XIX. Ellul reconoce su encuentro conMarx cuando realiza una analogía entre su pen-samiento y el del filósofo alemán: "yo estabaseguro ... de que si Marx viviera en 1940 no es-tudiaría economía o las estructuras capitalistassino la técnica. Entonces empecé a estudiar latécnica utilizando un método lo más similar po-sible al que Marx utilizó un siglo antes para es-tudiar el capitalismo" (en MITCHAM,153).

Admitiendo, entonces, la importancia de latécnica como el fenómeno más relevante denuestro tiempo, Ellul la define como "La totali-dad de métodos que racionalmente alcanzan la

Page 3: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

LA NOCIÓN DE AMBIVALENCIA EN ELLUL

eficacia absoluta (en una etapa dada de desarrollo)en todos los campos de la actividad humana'".

Separemos algunos elementos de esta defini-ción. Primero, debemos decir que cuando se noshabla de técnica no se trata de éste o aquél méto-do particular, sino del conjunto de todos los mé-todos que caracterizan a la sociedad en un mo-mento específico de la historia. En segundo lu-gar, esos métodos tienen un carácter racional. Suracionalidad consiste en la adecuación de los me-dios disponibles a los fines propuestos por la so-ciedad que los utiliza. Y finalmente, en tercer lu-gar, esos métodos deben ser eficaces. La eficaciase mide por las ventajas que brinda un métodorespecto de otros que se aplican para solucionarel mismo problema. En este punto, son tenidos encuenta aspectos como la rapidez, el gasto deenergía, el valor económico, la facilidad de uso yde manipulación. Cuando un método es más con-veniente que otros se opta por él y los demás sonrechazados por sus desventajas. El método elegi-do resulta ser eficaz en sentido absoluto, pues seconvierte en el método por excelencia para resol-ver el problema que motivó su aparición.

Este proceso que acabamos de describir enel punto de la eficacia se da de igual manera entodas las actividades humanas. Lo que quiere de-cir que, una vez escogido el método que presen-ta mayores ventajas al momento de enfrentarsecon un problema cualquiera, se preferirá siempreeste método.

Aunque Ellul define "técnica" tal como lohemos citado, hay que aclarar que para el pensa-dor francés, ella no se ha manifestado siempre dela misma manera a lo largo de la historia.

Mitcham ubica a Ellul dentro del pensa-miento sobre la tecnología que proviene de lashumanidades (76). Figura en esta corriente al la-do de Lewis Murnford, José Ortega y Gasset yMartín Heidegger. Al igual que ellos, intenta ex-plicar el carácter novedoso de la técnica moder-na vinculando el desarrollo de las sociedades y eldesarrollo técnico. Con este fin elabora una his-toria en la que distingue dos formas de la técnicaen la sociedad: la operación técnica y el fenóme-no técnico. Mientras que la operación es limitaday tradicional, el fenómeno transforma todas lasactividades, vinculándolas enteramente a la téc-nica de la industria. Antes de la era industrial y el

119

proceso de la mecanización de la vida humanaque aparece con ella, las técnicas son limitadasespacial y temporalmente. Esto quiere decir quees posible escoger entre diversas técnicas o mé-todos. Al contrario, en la etapa llamada fenóme-no técnico, la técnica industrial es ilimitada. Noconoce ningún tipo de restricción y afecta a todaslas actividades humanas.

De acuerdo con lo anterior, lo que Ellul lla-ma fenómeno técnico aparece con la RevoluciónIndustrial. Con ella, los métodos se mecanizan ylas máquinas toman un lugar fundamental en es-te proceso: ellas son la forma histórica represen-tativa de la técnica moderna o técnica industrial.Gracias a su aparición, los procesos de la indus-tria se hacen más eficaces en el sentido en el quelo anotamos cuando se explicó la definición detécnica. Pero la técnica moderna no es exclusivade la industria y sus procesos. Si es verdad quesurge en este ambiente, es falso que no lo supere.Precisamente, por eso hablamos de fenómeno: delo que se trata es de aplicar los principios que ri-gen los procesos industriales y el funcionamien-to de las máquinas, a todos los campos de la so-ciedad. Lo que tiene como resultado una mecani-zación de la vida humana, pues tratamos de con-vertir en máquina todo aquello que aún no lo es,bajo el supuesto de que así lograremos progresar(o en otras palabras, ser eficaces).

Este propósito de lograr la eficacia de losmétodos mediante su mecanización, superaigualmente al modo de producción capitalista enel que se origina. Si la técnica moderna es ilimi-tada, no hay sistema político o económico que sesalve. Un ejemplo de esto lo constituyen las for-mas tecnocráticas de administración del Estado,en las que aquel se convierte en una gran empre-sa prestadora de servicios, y que se implementa-ron en estados liberales tanto como en estadossocialistas.

Junto con la mecanización de la vida huma-na, la eficacia aparece en la obra de Ellul comovalor fundamental para la aparición y continui-dad del fenómeno técnico, que es definido como"la preocupación de la inmensa mayoría de loshombres de nuestro tiempo de buscar en todas lascosas el método absolutamente más eficaz"(1990, 18s). Dado que se trata de una preocupa-ción humana que es aceptada por la mayoría,

Page 4: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

120 A DRÉS FELIPE PERALTA

Ellul afirma que se trata de la ideología de nues-tro tiempo. El ser humano deposita su futuro enlas soluciones eficaces que provienen de la apli-cación de la técnica a todo nivel.

El fenómeno técnico transforma a la econo-mía, al Estado y al hombre. A nivel económico,con el establecimiento de un sistema central y di-rigista; en lo político, con la reducción del Esta-do a una empresa y la restricción cada vez mayorde la democracia; y al hombre, con su recons-trucción y adaptación a un mundo tecnificado através de la propaganda, la escuela y el espectá-culo. A medida que se extiende, el fenómeno téc-nico reemplaza el medio humano por uno que lees más ventajo o a las máquinas. Sus rasgos dis-tintivos son los siguientes.

En primer lugar está el automatismo de la téc-nica moderna sobre cualquier otro tipo de solu-ción, que según el autor, ocurre porque creemosque todo problema es de orden técnico y procede-mos a buscarle una solución de igual tipo en todaocasión. o nos planteamos la posibilidad de unaalternativa a aquellas respuestas que el sistematécnico industrial produce, pues suponemos la su-perioridad de estas soluciones sobre las demás.

Luego encontramos la indivisibilidad. Estaes una de las características que conducirá a Ellula su perspectiva de istema en la ya citada obraLe systéme technicien, A mayor expansión del fe-nómeno técnico, mayor dependencia entre unos yotros métodos, máquinas y organizaciones, por locual, una nueva máquina, por ejemplo, producemodificaciones en todos los niveles de la cultura,pues afecta las relaciones establecidas por la má-quina o herramienta a la que reemplazó.

Una tercera característica es la universali-dad. No hay límites. El fenómeno técnico afectaa todas las culturas en todos los lugares. Esto su-cede por la estrecha relación entre la técnica in-dustrial y la ciencia que le brinda sustento, puesla ciencia posee también ese carácter universal.Otra manera de explicar esta característica es de-cir que tanto la ciencia como la tecnología son in-diferentes a las culturas y que esto se debe a lapretensión de neutralidad respecto de ellas, locual las haría moldeables y les posibilitaría inser-tarse en cualquier medio social.

En cuarto lugar está la racionalidad. Ella tra-baja extrayendo de la realidad aquello que puede

servirle al hombre para solucionar sus proble-mas. o se trata de una imitación directa de losmétodos mediante los cuales los seres vivos seadaptan y logran sobrevivir, sino de una escogen-cia de los elementos que le permitirán el éxito alhombre en sus propias tareas. Después de haber-los seleccionado, se realiza una comparación y seescoge el mecanismo más eficaz desechando losotros. La racionalidad se encarga entonces deabrir las posibilidades de la acción técnica y tam-bién de cerrarlas y trazar la ruta a seguir.

La última y más importante característicadel fenómeno técnico es su autonomía. La pala-bra autonomía es un adjetivo que se aplica a losseres que se rigen por sus propias leyes. Para elcaso de la técnica moderna, e to equivale a decirque ella no está determinada por los valores y losfines que le establecen los seres humanos, sinoque se gobierna a sí misma y se da su ley. La leyque la gobierna es la de la eficacia, que ya expli-camos cuando nos referimos a la definición detécnica. Así, la técnica entendida como métodoeficaz se convierte en un fin en sí misma. Escapaal control humano porque posee un impulso yuna motivación propias (WINNER, 1987,25).

Si no la podemos controlar, esto quiere de-cir también que crece por sí misma, dando for-mas nuevas a cada actividad humana. Cuandoen una actividad se encuentra el método máseficaz, la actividad se mecaniza, es decir, se rea-liza de ahí en adelante sólo con ese método. Es-te proceso de mecanización se ve favorecidopor los sistemas de información que permitendar a conocer el método y por las mentalidadesreinantes en las industria y la política que propi-cian su aplicación.

Reuniendo todas las características anota-das, podemos ver que para Ellul la técnica mo-derna es una fuerza imparable que determina alhombre y le doblega colocándolo a su servicio. Yen muchos casos acaba por reemplazarlo. Pode-mos complementar esta noción con la opiniónque tiene al respecto Evandro Agazzi '. Este filó-sofo afirma que el origen de la técnica tiene quever con el hecho de que el hombre crea una se-gunda naturaleza a través de la técnica, de la cualdepende al carecer de un hábitat propio. El hom-bre no se conforma con la creación y trata de su-perarla reformándola constantemente. Cuando

Page 5: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

LA NOCiÓN DE AMBIYALENCIA EN ELLUL

las máquinas aparecen, las posibilidades detransformación se hacen gigantes, lo cual con-vierte a la producción en un bien en sí mismo.

Las máquinas terminan por sustituir a losutensilios en las tareas que realiza el hombre y loreemplazan en algunas de ellas. Así, el procesohistórico de adecuación del entorno a los deseoshumanos mediante un reemplazo de lo materialpor lo artificial nos conduce a una etapa en la quenosotros mismos somos reemplazados y nuestrolugar es ocupado por las máquinas.

Luego de haber revisado las característicasdel fenómeno técnico y de constatar las conse-cuencias negativas de su expansión, debemospreguntamos si con el crecimiento de la técnicamoderna y su aplicación en todos los campos, es-tamos en presencia de un progreso, y además, de-bemos caracterizarlo para saber qué posibilida-des le quedan al hombre frente a esta técnica derasgos totalizadores y deterministas.

3. El progreso ambivalentede la técnica

En el artículo titulado Réjlexions sur 1'ambi-valence du progres technique, aparecido por pri-mera vez en la Revue Administrative en 1965 (pp.380-391) Yque posteriormente es añadido comoapéndice en la reedición de La technique ou l' en-jeu du siécle en el año 1990 (pp. 393-409), elpensador de Burdeos nos advierte que cuando ha-blamos de progreso técnico debemos evitar lasactitudes corrientes de quienes son admiradores ocríticos de dicho progreso. Hay que ser precavi-dos, pues unos y otros son apasionados y radica-les, incluso cuando pretenden objetividad. Estose debe a que el ser del hombre está siendo cues-tionado por el progreso técnico y lo que él es sealtera con todo cambio promovido por la técnicaindustrial. Para evitar estas fallas en el análisisdel progreso técnico debemos tratar de aprehen-derlo en forma general y no reparando sólo en losaspectos negativos o positivos, pues un sesgo deeste tipo impide que captemos el verdadero im-pacto de la técnica en el hombre.

Rechazando la posibilidad de aplicar un dua-lismo simple de lo positivo y lo negativo al pro-greso técnico, Ellul pasa a definir lo que él con-

121

sidera su característica más importante: la arn-bivalencia. "Entiendo por esto -dice Ellul- queel desarrollo técnico no es ni bueno, ni malo, nineutro, sino que está hecho de una mezcla com-pleja de elementos positivos y negativos, "bue-nos" y "malos" si se quiere adoptar un vocabu-lario moral. Entiendo por esto aún que es impo-sible disociar esos factores, de manera que seobtenga una técnica puramente buena y que nodependa absolutamente del uso que nosotroshacemos del instrumental técnico para tener re-sultados exclusivamente buenos" (1990, 394).Debemos agregar aquí, que aparte del posiblesesgo en la mirada al evaluar lo que podemoscalificar como "bueno" sin tener en cuenta lo"malo", hay otra razón para defender el carác-ter ambivalente del progreso técnico: estamosen presencia de un sistema, el sistema técnico.Cuando enumeramos las características del fe-nómeno técnico hablamos de la indivisibilidad.Esta consiste en la dependencia entre los méto-dos que usamos en los diferentes dominios dela actividad humana. La interdependencia delos métodos y las actividades que se cumplengracias a ellos, tiene como consecuencia unefecto de reacción en cadena sobre todas ellascuando en alguna se da una modificación. Enotras palabras, el todo se ve afectado por aque-llo que afecta a una de las partes. La arnbiva-lencia es entonces, un efecto del carácter siste-mático de la técnica; de esa relación de depen-dencia de los métodos humanos y de su interac-ción que es favorecida por las comunicacionesmodernas. La técnica moderna es un fenómeno,algo nuevo y distinto; pero es también un siste-ma sobre el cual el hombre no tiene un dominiopuesto que es autónoma.

Así, si el hombre no domina la técnica, nopuede determinar absolutamente el uso de la mis-ma. Él se vuelve parte de un sistema en el cualestá atrapado. ¿Cómo hacer entonces para redu-cir la técnica nuevamente al estadio de mediospuros y simples, para que deje de ser un fin en símisma? La respuesta del autor es plantear finesclaros y adaptados, pues estos, y aquí coincidenEllul y Ortega y Gasset, han sido abandonados.El hombre se ha entregado a su creación olvidán-dose de sí mismo. De esta manera, al no tener enclaro qué quiere cualquier tentativa se hace vana.

Page 6: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

122 A DRÉS FELIPE PERALTA

Ellul habla también de una distancia cualita-tiva entre los medios y los fines. Como decíamoslíneas atrás al citar a Agazzi, somos capaces deproducir casi cualquier cosa, pero incapaces dedecir qué producir y para qué. De alguna manera,lo que se pide es un regreso a la reflexión sobre elhombre y su destino. Pero como ni la filosofía nilas ciencias del espíritu se han preocupado de es-to, el autor concluye diciéndonos lo siguiente:"Lo que nos queda es estar ubicados en un univer-so ambiguo, en el cual cada progreso técnicoacentúa la complejidad de la mezcla de elementospositivos y negativos. Mientras más progreso hayen este campo, más la relación de lo "bueno" y lo"malo" es inextricable, más la escogencia se vuel-ve imposible y más tensa es la situación, es decir,menos podemos escapar a los efectos ambivalen-tes del sistema" (ELLUL, 1990,395).

Este universo complejo y ambiguo donde elhombre está atrapado se manifiesta, según él, decuatro maneras que expondremos brevemente:

1) TODO PROGRESO TÉCNICO SE PA-GA. El progreso técnico es relativo, pues tienecompensaciones tales como costos económicos yrecursos anteriores que se destruyen. Aunque ge-neralmente ocurre un aumento en el campo ma-terial al producirse un progreso, es difícil medirsi era de mayor valor lo que se perdió o lo queapareció con él. Además, como se trata de un fe-nómeno de carácter sistemático, las transforma-ciones debidas al progreso técnico operan en uncampo pero afectan a otros. Por lo tanto, al tratar-se de efectos que se presentan en campos diferen-tes a aquellos donde ocurrió la modificación, ca-recemos de una medida que permita alguna obje-tividad. Para ilustrar lo anterior, Ellul nos mues-tra cómo los progresos en materia de higieneocurridos durante el siglo XIX han permitidoprolongar la duración de la vida pero disminu-yendo su calidad: "todos los estudios biológicosy médicos muestran que, a medida que conserva-mos en mayor cantidad seres humanos en vida,vivimos de una manera infinitamente más preca-ria. Nuestra salud es mucho más frágil. Es un he-cho bien conocido que, conservando con vida ni-ños de salud delicada, que habrían sido eliminadossin el progreso de la medicina y la higiene, mul-tiplicamos los hombres débiles ..." (1990, 397)

Así que para mantenernos vivos, nos hacemoscada vez más dependientes de nuevas técnicasque crean a su vez nuevas ventajas y desventajas.Cuando se dice que todo progreso técnico es re-lativo, lo que se quiere señalar es que un incon-veniente, como lo es en este caso la mortalidad,es compensado por otro, como puede serio la dis-minución de la calidad de la salud y de la vida.

2) EL PROGRESO TÉCNICO PROVOCAMÁS PROBLEMAS DE LOS QUE RESUEL-VE. La finalidad del progreso técnico es resolverproblemas de una manera más eficaz. Los huma-nos suponemos que todo problema es de caráctertécnico y tenemos la esperanza de que su solu-ción nos vendrá de las técnicas más novedosas.Sin embargo, cada aplicación técnica precisaprovoca problemas a largo plazo que son invisi-bles al momento de dar la solución, y que ademásson más generales que la situación resuelta y deotro nivel de complejidad. Ellul cita al respecto aMarx, quien ... "a muy justo título analiza la crea-ción del proletariado como resultante de la divi-sión del trabajo y de la mecanización: es decir,dos progresos técnicos" (1990, 399). De este mo-do, el nacimiento de la industria plantea proble-mas que son solucionados dentro de las perspec-tivas de la industria misma pero que generan denuevo inconvenientes que ya no serán sólo de ti-po industrial sino también social, como lo son laaparición de una nueva clase y la modificaciónde la sociedad entera por este hecho.

Ya que las consecuencias de los progresostécnicos cubren más ámbitos que los progresosmismos y son por esto de diferente especie, aun-que los técnicos especializados pueden apreciar-las son incapaces de resolverlas, pues su forma-ción los capacita para hacerle frente a asuntosprecisos y no a problemas globales. Si el especia-lista puede diagnosticar las consecuencias de unanovedad técnica y resolver algunos de sus incon-venientes, aunque sólo lo haga en forma parcial,el hombre que carece de este nivel de conoci-miento no es capaz ni de lo uno ni de lo otro.

Esto trae como consecuencias que la sociedaden su conjunto no acepte las transformaciones ne-cesarias para impedir un efecto negativo (porejemplo, los cambios de hábitos en materia deaseo que permitirían reducir la contaminación) y

Page 7: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

LANOCiÓNDEAMBIVALENCIAENELLUL

la inadaptación humana al ritmo de crecimientode las técnicas, junto con una aprehensión retar-daria de las mismas (sólo quien ve los cambiospuede prepararse para ellos).

3) LOS EFECTOS NEFASTOS SON INSE-PARABLES DE LOS EFECTOS POSITIVOS.Corrientemente suponemos que hay técnicas bue-nas o malas en sí, y que los instrumentos son neu-tros y es el uso que les demos lo que determina subondad. Pero para Ellul no hay un sentido unívocode las técnicas y el hombre no usa siempre instru-mentos neutrales. Admitimos que las técnicas deproducción son buenas, pero es su desarrollo el queha conducido al hombre a la alienación: "Comoesas técnicas permiten producir cualquier cosa, sidejamos al hombre libre, él se aplicará a produc-ciones absurdas, vanas, inútiles, que conducen aesta inundación de gadgets a la cual asistimos. Es-to presenta un aspecto notable: producir es buenoen sí -sea cual sea la producción-o El único papelde la técnica es aumentar la producción. Y como elúnico asunto importante del hombre es trabajar, co-mo su participación en ese desarrollo de la produc-ción es su forma de vida, aquí está comprometidoentonces en un trabajo de producción de cosas inú-tiles, absurdas y vanas, pero infinitamente serio, yaque aquí consagra una vida de hombre, dedica sutrabajo, gana su vida"(1990, 403). Admitimos tam-bién que las herramientas son neutrales y que subondad depende de la elección que hacemos al mo-mento de usarlas. Pero ya hemos dicho que paraEllul la técnica es un sistema autónomo. Así que elhombre, por más que lo supongamos razonable ymoral, es impotente frente al crecimiento de los rit-mos y las complejidades derivadas de la extensióndel fenómeno técnico. Las técnicas se multiplican,especializan y renuevan constantemente. Y al ha-cerlo aumentan su rapidez y eficacia. Pero cuantomayores son éstas, mayor es el riesgo de una catás-trofe debida a un error, pues al aumentar la veloci-dad de un proceso cualquiera, la más leve impreci-sión afecta al sistema en su totalidad.

Para quitar errores de tal magnitud se creancontroles en las organizaciones y la sociedad deburocratiza. Aquí vemos como se mezclan aspec-tos positivos y negativos de forma insoluble puesno podemos aumentar el rendimiento de la produc-ción sin dejar la puerta abierta a la incertidumbre

123

de una falla, a pesar de que contemos con unamuy completa organización de control.

El crecimiento de los ritmos y las compleji-dades del fenómeno técnico trae también otrasconsecuencias. Entre ellas una que se destaca esla aparición de residuos (déchets) humanos, esdecir, de un gran número de seres humanos queno son capaces de adaptarse a la velocidad de loscambios tecnológicos (ELLuL, 1990, 404). Estees otro ejemplo de la mezcla de efectos nefastoscon efectos negativos, pues a mayor eficacia dela técnica hay correspondientemente mayor des-humanización de las relaciones en la sociedad.

4) TODO PROGRESO TÉCNICO CONLLE-VA UN CIERTO NÚMERO DE EFECTOS IM-PREVISIBLES. La innovación en los métodos, lasmáquinas y las organizaciones tiene consecuenciasdeseadas, previsibles e imprevisibles. Estas últimaspueden ser esperadas o no. El problema con todasellas es que son a menudo irreversibles. Así, "el pro-greso produce víctimas" (ELLUL,1990,409). La pro-pia imperfección humana hace que nos sea imposiblecalcular todas las consecuencias de lo que hacemos.Si se inicia una investigación para desarrollar un me-dicamento, buscamos que éste resuelva un problema,pero al hacerlo produce lo que se llama "efectos se-cundarios", que pueden preverse y de este modo for-mular contraindicaciones. Pero junto con lo previsi-ble aparece lo imprevisible, y a pesar de las precau-ciones surgen inconvenientes en algunos pacientesque usan el medicamento. Y como no se esperaban,no había cálculos sobre ellos. Generalmente cuan-do esto sucede no hay alternativa y siempre es de-masiado tarde para emprender cualquier acción.

El problema de los efectos imprevisibles seagrava si pensamos en la rápida implementaciónde los avances científicos y tecnológicos en la so-lución de problemas, lo que disminuye el tiempode las posibles pruebas, en favor de los intereseseconómicos.

4. Conclusión: la autonomíade la voluntad humana y los límitesde la acción en un universo técnico

Teniendo en cuenta el carácter sistemáticodel fenómeno técnico y la ambivalencia de su

Page 8: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

ANDRÉS FELIPE PERALTA124

progreso, ¿cuáles son las posibilidades de controlsobre la técnica que tiene el hombre? La pro-puesta de Ellul al respecto es la de una ética ne-gativa o del no poder: "Una ética del no poder -laraíz del problema- es evidentemente que los se-res humanos acepten no hacer todo lo que soncapaces. O no habrá más ... leyes divinas queoponer, desde fuera, a la técnica. Esto hace nece-sario examinar la técnica desde dentro y conocerla imposibilidad de vivir con ella, en realidad, só-lo de vivir, si no se practica una ética del no po-der. Esta es la opción fundamental... Debemosbuscar sistemática y voluntariamente el no poderque, bien entendido no significa aceptar la impo-tencia, el destino, la pasividad, etc." (ELLUL,1983, 16) Para el pensador francés es de destacarel contraste entre el mundo creado gracias a latécnica y el mundo bíblico. Hay, según él, unaoposición entre ambos y es por eso que en la ci-ta anterior son la leyes divinas las encargadas dedelimitar la técnica. Ella conduce a la pérdida delcarácter sagrado de la vida humana y a que lamáquina como "forma histórica de la técnica"(1990, 2) se convierta en objeto de idolatría.

Lo que acabamos de afirmar está directamen-te relacionado con el increíble poder transforma-dor de la técnica moderna o industrial. Un ejem-plo de esto son las aplicaciones de esta forma dela técnica a la medicina: las biotecnologías noscolocan en el lugar de Dios. La ingeniería genéti-ea, de la cual se discute tanto ahora en los estu-dios de bioética, tiene consecuencias provechosaspero también se calculan sus temibles efectos.

y aunque podemos usarla, pues ya está dis-ponible, subsiste la inquietud frente a sus riesgosy la capacidad de control del hombre sobre ella.¿Será suficiente, como afirma Ellul, el negamosa ella y rechazar su poder transformador? Pararesponder esta pregunta debemos tener en cuentaque él mismo afirma el carácter autónomo y elautocrecimiento del fenómeno técnico. El no po-der como limitación de la voluntad humana es in-suficiente frente a una técnica con los rasgos lí-neas arriba mencionados, en la que la escogenciade las decisiones es automática y en la que ya nose imponen principios éticos sino meramente téc-nicos como la eficacia.

Al respecto, Evandro Agazzi observa comolo ético se ve reemplazado por lo técnico. Son los

criterios de posibilidad y eficacia los que impe-ran en el fenómeno técnico anulando cualquierreflexión sobre el deber. Así, la ética como refle-xión sobre los medios para alcanzar los fines hu-manos, parafraseando el sentido que Aristótelesle da a esta actividad, ya no es posible.

La imposibilidad de la ética, también tieneque ver, según Agazzi, con el carácter empíricodel discurso científico que le sirve de sustento ala técnica moderna. La ciencia experimental hapenetrado hasta tal punto las estructuras socialesque podemos decir que nuestra cultura actual esempírica. Frente a ella, una moral sin fundamen-tos "científicos" se convierte en una reflexiónsubjetiva y personal; atacada por las ciencias so-ciales y la sicología, se presenta entonces comouna ética vacía, carente de fundamentos y valor.

Las posibilidades de intervención parecenimposibles, pues a la vista de Ellul, el hombre es-tá inmerso en el sistema técnico y éste es deter-minista: la técnica es un todo condicionante. Sinembargo, Agazzi nos dice que aunque los fineshumanos estén limitados por las técnicas dispo-nibles y no por los deberes, sí hay posibilidadesde control. La técnica no es el sistema sino unsistema y como tal, se retroalimenta con los de-más. Aunque Agazzi no establece muy bien cuá-les son los otros sistemas aún presentes en la cul-tura, parece que ellos todavía pueden interactuarcon el sistema técnico para poder moldearlo a losfines humanos. En todo caso, al no establecercuáles son esas otras presencias, la solución delautor queda en el aire.

Como conclusión podemos afirmar que losanálisis de la situación de la técnica actual sonmucho más detallados que las soluciones plan-teadas. La descripción de la técnica como fenó-meno y sistema condicionante de la cultura ac-tual nos deja sin salidas. Y las soluciones, aunquedeseadas, parecen incompletas. Por último es ne-cesario señalar la importancia de este tema paraAmérica Latina: en el tercer mundo tecnificar su-giere un bien y un fin en sí mismo. La perspecti-va técnica o tecnocrática se impone en la solu-ción de los conflictos ambientales y sociales ennuestros países, aunque con retardo, pues no so-mos nosotros quienes creamos la tecnología, pe-ro sí quienes la usamos buscando afanosamenteun progreso que lo único que hace es condenar a

Page 9: Andrés Felipe Peraltainif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · Andrés Felipe Peralta La noción de ambivalencia en Jacques Ellul Abstract. This brief research paper

LA NOCiÓN DE AMBIVALENCIA EN ELLUL

nuestro medio ambiente y generar más pobreza. Afin de cuentas, es más "viable económicamentecontinuar contaminando aunque no lo sea humanay naturalmente" (WINNER, 1987, 30). Además de-saparece gran parte de nuestra identidad cultural,pues prácticas tradicionales se pierden para siem-pre con la transferencia forzada de tecnologías.

Si la tecnología (técnica moderna) es un pro-blema de todos y no sólo de los tecnólogos, quedanpor resolver los siguientes interrogantes: ¿cómocontrolar la técnica moderna o industrial cuandolas relaciones sociales de tipo jerárquico de las so-ciedades religiosas (como la nuestra) se han reem-plazado por los sistemas técnicos donde el expertoocupa la cúspide de la pirámide? Recordemos quefrente a la innovación tecnológica somos desigua-les y unos más inadaptados a ella que otros, aunquetodos nos veamos afectados por su aparición.

Los "desechos humanos" como los llamaEllul, son los parias del conocimiento tecno-cien-tífico. ¿Cómo replantear las estructuras de unasociedad organizada en función del progreso téc-nico para que todos tengamos cabida?

¿Cómo confiar en los especialistas cuandosus perspectivas sobre los problemas sociales ge-nerados por la técnica son irreconciliables? Yademás, ¿no son ellos el resultado de la técnica?

¿Hasta dónde podemos hablar de un controlpopular de la tecnología en Latinoamérica te-niendo en cuenta el bajo nivel de formación enestos temas de la inmensa mayoría de la pobla-ción? Un mundo posible para nosotros implica lasolución de estas preguntas.

Notas

l. Quien desee mayor información sobre la biblio-grafía de Jacques Ellul puede consultar la página

125

de la Association Intemational Jacques Ellul,www.elll.org, en donde encontrará una lista desus obras, con su traducción al inglés cuando lahay.

2. ota al lector que aparece en la traducción inglesade La technique ou l'enjeu du siécle, p. XXv. Ci-tada en MITCHAM,76-77.

3. Véase especialmente el capítulo 6 de su texto Elbien, el mal y la ciencia.

Bibliografía

ELLUL, J. (1990) La technique ou l' enjeu du siécle(Reedición corregida y aumentada por su autor dela obra publicada en 1954 por la Editorial A. Co-lin). Colección «Classiques des Sciences Socia-les». París: Económica. En español: (1960) El si-glo XX y la técnica: Análisis de las conquistas ypeligros de la técnica en nuestro tiempo (Traduc-ción de A. Mailló). Barcelona: Labor. En inglés:(1964) The technological society (Traducción deJohn Wilkinson). Nueva York: Knopf.

___ o (1989) Le bluf! technologique. París: Ha-chette.

___ o (1977) Le systéme technicien. París: Cal-mann-Levy.

WINNER, L. (1987) La ballena y el reactor. Una bús-queda de los límites en la era de la alta tecnolo-gía. Barcelona: Gedisa.

___ o (1979) Tecnología autónoma. La técnica i/l-controlada como objeto del pensamiento político.Barcelona: Gustavo Gili.

AGAZZI,E. (1996) El bien, el mal y la ciencia. Las di-mensiones éticas de la empresa científico-tecno-lógica. Madrid: Tecnos.

GOFFI,J.-1. (1996) La philosophie de la technique (Co-lección ¿Qué sais-je?, O. 2405, 2" ed.). Paris:PUF.

MITCHAM,C. (1989) ¿Qué es la filosofía de la tecno-logía? (Colección Nueva Ciencia No. 2). Barce-lona: Anthropos.

Andrés Felipe Peralta SánchezUniversidad del Valle

Cali, Colombia