aÑo 8 • nÚmero 95 • abril 2017 - revista lee+ · y de los libros que son promesas de lectura....

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AÑO 8 • NÚMERO 95 • ABRIL 2017

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AÑO 8 • NÚMERO 95 • ABRIL 2017

03ELLIBRERO DE...

Mónica Lavín cree que los libros están siempre en movimiento: los libros que compramos, los que regalamos o nos obsequian, los que llegan a nuestros anaqueles y luego se van. En su casa hay varios libreros en los que divide los títulos según el país, la región o lengua: literatura mexicana, latinoamericana, en inglés. Mónica Lavín es autora de Yo, la peor y Las rebeldes, entre otros libros. +

MÓNICA LAVÍN

¿Cuántos libros tienes?Es algo que no sé. Nunca me he puesto a contar los libros, porque además los libros no están estáticos, tienen movimiento. Llegan constantemente porque los compro, me los regalan los autores o porque voy de viaje. Yo misma también regalo libros: les doy movimiento.

¿A qué edad empezaste a leer y cuál fue el primer libro?No recuerdo el primer libro de mi vida. Hago una distinción entre los libros que leía antes de los nueve años con el libro que de repente dije: éstos son los libros; te llevan a otro mundo com-pletamente distinto al tuyo, y fue Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. Me fascinó porque yo era Robinson Crusoe, yo era un náufrago.

¿Qué libro de los que pueblan tu librero te hubiera gustado escribir?A mí me hubiera gustado escribir El Quijote, escribir estas andanzas de dos por la España de los siglos xvi y xvii, creo que me hubiera divertido muchísimo.

¿Qué libro no has leído aún?De ésos tengo muchos, porque me compro libros y luego no hay el tiempo suficiente para ello, por ejemplo, acabo de encontrarme en una librería de viejo en Los Ángeles un libro sobre la vida de Scott Fitzgerald. Uno no está rodeado de los libros que ha leído, sino de los que ha leído y que no quiere deshacerse de ellos, son como una huella de los libros en uno y de uno en lo libros, y de los libros que son promesas de lectura.

¿Qué autor se repite más veces en el librero?Hay a lo mejor dos: uno es Ian McEwan, inglés; Philip Roth, que dijo que ya no va a escribir, pero yo tengo prácticamente todos sus libros; y quizás de autores amigos mexicanos, como Ana García Bergua.

¿Cuál es tu libro más viejo?Las mil y una noches, en edición Aguilar, que eran libros increíbles, ilustrados, preciosos, de 1955. Tenía uno que le robé a mis papás: su Chejov, éste es más viejo: Cuentos completos, de Chejov, de Aguilar, de 1953.

¿A qué escritor te hubiera gustado conocer?Me hubiera gustado mucho conocer a Hemingway. Me hubiera gustado aprenderle cosas a Hemingway en el cuento, que es lo que le admiro muchísimo. También a Federico García Lorca me hubiera gustado oírlo hablar o decir sus poemas con ese acento andaluz y con esos ojos hermosos que tenía, y con esa idea de España que tenía.

¿Qué libro no has regresado? (es decir, que no es tuyo) El Orlando de Virginia Woolf, que me lo prestó un amiga hace muchos años, subrayado por ella; era mi vecina, y ese libro tiene conmigo más de treinta y cinco años. ¿Qué libro has regalado?Recuerdo regalar hace poco Norte. Una antología, que hizo Eduardo Antonio Parra, por-que lo tenía repetido. Otro que recuerdo y que me dio mucho gusto regalarlo fue un libro que publicó la uam, Difusión Cultural, del autor canadiense Manly Palmmer Hall, cuya compi-lación y traducción yo coordiné. Como unos de sus cuentos los usé en una clase, y sobre todo a un alumno le fascinó, dije: este libro es para este alumno. ¿Cómo es tu relación con los libros?Los libros son paisaje, pero también son como almohada y colchón, y son mantel de sobre-mesa, o sobremesa; a mí me encanta a veces en el desayuno abrir un libro. Son conversacio-nes íntimas, son otros con los que hablo, con los que puedo volver a estar cuando yo quiera, que me hacen llorar, pensar, sufrir, asombrarme, paladear palabras, ideas, emociones, son otros con los que convivo y que la vida no sería igual sin ellos.

¿Cuál es el libro más nuevo?La maravillosa vida breve de Óscar Wao, de Junot Díaz, es mi más reciente adquisición.

¿Cuál es tu libro favorito?No sé si es mi favorito, pero es uno de mis favoritos: un libro de cuentos de Raymond Carver, que se llama Tres rosas amarillas, que leo y releo, y eso me hace releer a Chejov y su anto-logía de cuentos, que es también otro de mis autores favoritos. +

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ENVÍA TUS COMENTARIOS A: [email protected] VISITA: WWW.REVISTALEEMAS.MX WWW.MASCULTURA.MX

Directora generalYara Sánchez De LaBarquera [email protected]

Editor adjuntoRolando R. Vázquez [email protected]

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DiseñoCinthya I. Hernández Garcí[email protected]

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Difusión y promociónAlexis Jiménez Calderó[email protected]

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Consejo editorial Alberto AcharJorge Lebedev

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Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De La Barquera Vidal, Información: (55) 5413 0397, Ventas Publicidad: (55) 5335 1327. Editado por www.taraediciones.com Correo electrónico: [email protected], Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de C.V., Dirección: Benjamín Franklin 98, Piso 1 y 3, Escandón, Delegación Miguel Hidalgo, 11800, Mexico, D.F. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102. Certificado de Licitud de Título No. 14505 y Certificado de Licitud de Contenido No. 12078 expedidos en la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal EN TRÁMITE. Preprensa e impresión: Multigráfica Publicitaria S.A. de C.V. en Avena núm.15 Colonia Granjas Esmeralda. Iztapalapa. C.P. 09810, México D. F. Título incorporado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa e indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones correspondientes. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Librerías Gandhi y la casa editorial se deslindan de los mensajes expresados en los espacios publicitarios cuya responsabilidad pertenece al anunciante. Hecho en México.

EDITORIALDISIDENTESLa a redonda, la v de la victoria, el rojo, el negro, la hoz y el martillo, el triángulo rosa, la letra griega lambda y el puño cerrado: todos éstos, y varios más, son símbolos usados por emergencias disidentes que levantan la voz.

En este número elegimos hablar de disidentes porque cree-mos que hoy más que nunca es necesario hacernos de un es-píritu inquebrantable. A lo largo de los textos aquí impresos podrán leer diversas posturas de personalidades contesta-tarias. Primero, tres entrevistas: Rosa Montero, por un lado, confiesa su predilección por los raros; mientras, por otro, el personaje de la novela de Jordi Soler trabaja en un freak show. Y para seguir con las excentricidades, la comida del internacionalmente reconocido chef Ferran Adrià, porque la “rareza” también es un forma de oponerse a un estereotipo y enfrentar el control de los cuerpos y las mentalidades que se imponen en las sociedades.

Las vanguardias fueron expresiones artísticas que explora-ron otras maneras de hacer arte: disidieron de los museos y del arte tradicional. Martín Solares escribe sobre estas ma-nifestaciones, y se centra en el surrealismo, una de las van-guardias más radicales tanto en fotografía como en cine y literatura. Durante ese mismo periodo, la voz de las mujeres comenzó a elevarse y a exigir en nombre de la igualdad, y por tal motivo los nombres de aquellas feministas no que-dan fuera del recorrido que escribe Tania C. Covián: Virginia Woolf, Simone de Beauvior y, de reciente levantamiento, Chimamanda Ngozi Adichie. Alejandro Carrillo, por su parte, extrae de los recuerdos a dos escritores outsiders que acaba-ron con su propia vida antes de ver la relevancia de sus obras: dos novelas escritas con rabia por John Kennedy Toole y Andrés Caicedo.

Leonora Esquivel reflexiona sobre escritores cuyas obras y palabras expusieron un punto crítico acerca de las relacio-nes entre humanos y animales. Esteban Suárez, en “Bunker-toon”, confronta a los lectores con la pregunta: ¿un ladrillo más en el muro? Ricardo S. Riancho habla de Nicanor Parra, el rebelde antipoeta latinoamericano.

Las páginas centrales exponen un breve perfil de figuras disidentes del siglo xx y xxi. No son todos, porque para hablar de disidentes se necesitaría toda una vida de rebel-día. Así pues, ¡que este número perturbe el statu quo de los lectores y se deje cuestionar por los subversivos de nuestra portada!

EL LIBRERO DE…Mónica Lavín

DREAM BIGJuan de Lascurain

ROSA MONTEROEntrevista

JORDI SOLEREntrevista

FERRAN ADRIÀEntrevista

DISIDENTES Y VALIENTES: ES LO MISMOTania C. Covián

¡DISIDENTES A LA CALLE!

REBELIÓN: PERTURBAR LASBUENAS CONCIENCIASRolando Ramiro Vázquez Mendoza

LAS TRES CABEZAS DE LA DISIDENCIAMartín Solares

¿UN LADRILLO MÁS EN EL MURO?BNKR-Toon/ Esteban Suárez

ANDRÉS Y JOHN: TALENTOS RABIOSOSAlejandro Carrillo Rosas

APARENTEMENTE UN VERSO SIN ESFUERZO...Con/versando/ Ricardo Sánchez Riancho

I'M (NOT) A HERO...Gilberto A. Nava, “Gablot”

LETRAS DE CAMBIOLiteratura y Animales/ Leonora Esquivel

LOS MALOS TAMBIÉN (DI)SIENTENPaulina del Collado

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Esta revista utiliza tipografías Gandhi Sans y Gandhi Serif, diseña-das para una mejor lectura. Puedes descargar ambas fuentes en:

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En portada:Collage Disidente

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ENcuÉNtRANOs A NIvEL NAcIONAL EN: FILIJ • FIL GDL • FIL Minería • FIL Zócalo • Cine Tonalá • Cineteca Nacional • GritaRadio (Universidades, preparatorias CDMX y área Metropolitana) • Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández en Bellas Artes • Orquesta Sinfónica de Minería • OFUNAM •Teatro de la Ciudad Esperanza Iris • Colegio Nacional • SAE INSTITUTE • UNAM • Universidad IBERO • Universidad ANÁHUAC del Norte • Instituto Mexicano Norteamericano Relaciones Culturales (Monterrey) • Casa LAMM • Biblioteca José Vasconcelos • Foro Shakespeare • Museo Nacional de Culturas Populares • Museo Franz Mayer • Centro Cultural España • CONARTE (Monterrey) • CENART• MUAC • Museo Jumex • Museo El ECO • MUCA Roma • Museo Universitario del Chopo • Museo Soumaya “Loreto”• Museo Rufino Tamayo •

Tiraje mensual de60 mil ejemplares

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LOS+VENDIDOSFICCIÓN NO FICCIÓN

JÓVENESuN MONstRuO vIENE A vERME

Patrick NessNUBE DE TINTA

OcHO LuGAREs QuE ME REcuERDAN A tIAlberto Villarreal

PLANETA

DE ANIMALEs A DIOsEs: BREvE HIstORIA DE LA HuMANIDADYuval NoahDEBATEHace cien mil años al menos seis especies de humanos habitaban la Tierra. Hoy sólo queda una, la nuestra: ¿cómo logró imponerse en la lucha por la existencia? De animales a dioses traza una breve historia de la humanidad, desde los primeros humanos que caminaron sobre la Tierra hasta los radicales y a veces devastadores avances de las tres grandes revoluciones que nuestra especie ha protagonizado: la cognitiva, la agrícola y la científica.

HOMO DEusYuval NoahDEBATE¿Qué nos depara el futuro? Yuval Noah Harari augura un mundo no tan le-jano en el cual nos veremos enfrentados a una nueva serie de retos. Homo Deus explora los proyectos, los sueños y las pesadillas que irán moldeando el siglo xxi, desde superar la muerte hasta la creación de la inteligencia artificial. Esto es el futuro de la evolución. Esto es Homo Deus.

2018 LA sALIDA: DEcADENcIA Y RENAcIMIENtO DE MEXIcOAndrés Manuel López ObradorPLANETA MéXICOEn este libro reafirmo mi postura: la corrupción es el principal problema de México. Convoco a todos los mexicanos, mujeres y hombres, pobres y ricos, pobladores del campo y de la ciudad, religiosos o librepensadores, a construir un acuerdo nacional y a hacer de la honestidad una forma de vida y de gobierno.

LOs cuAtRO AcuERDOsMiguel RuizEDICIONES URANOHace miles de años los toltecas eran conocidos en todo el sur de Méxi-co como “mujeres y hombres de conocimiento”. Los antropólogos han definido a los toltecas como una nación o una etnia, pero también eran científicos y artistas que formaron una sociedad. Miguel Ruiz, un nagual del linaje de los Guerreros del Águila, comparte con nosotros las profun-das enseñanzas de los toltecas.

Y cOLORÍN cOLORADO EstE cuENtO AÚN NO sE HA AcABADOOdín DupeyronDIANAY colorín colorado este cuento aún no se ha acabado se editó por primera vez en el año 2001, y es una extraordinaria historia que sigue vigente a pesar de los años. Nos habla de los miedos escondidos que nos paralizan, del deseo que tenemos de ser libres, de la importancia de conocernos a nosotros mismos y de entender quiénes somos.

HARRY POttER Y EL LEGADO MALDItO (uNO Y DOs)

J. K. RowlingSALAMANDRA

cARLOtA: LA EMPERAtRIZ QuE ENLOQuEcIÓ DE AMORLaura Martinez-BelliPLANETA1863: Carlota toma las riendas de un Segundo Imperio que se desvanece por momentos. Sin embargo, es otra la carga que soporta su corazón. Su matrimonio es una farsa: Maximiliano la deja marchitarse poco a poco, sin dedicarle jamás un solo gesto de complicidad o pasión. Carlota, rebelada contra la desdicha que intenta imponerse como su destino, se deja arrastrar por un amor desbocado hacia otro hombre sin prever las consecuencias.

cuENtOs DE BuENAs NOcHEs PARA NIÑAs REBELDEs

Elena FavilliPLANETA

LAs BAtALLAs EN EL DEsIERtOJosé Emilio PachecoERAÉsta es la historia de un amor imposible y de una ciudad en la que se in-volucran otros aspectos como la corrupción social y la política; el inicio del México moderno y la desaparición del país tradicional. También es el rescate de las memorias individuales y colectivas de una ciudad a la que José Emilio Pacheco amó profundamente, pero que recrea sin nostalgia y a la que denuncia de manera implacable.

LA INsOPORtABLE LEvEDAD DEL sERMilan KunderaMAXI TUSQUETSEsta es una extraordinaria historia de amor, o sea de celos, de sexo, de traicio-nes, de muerte y también de las debilidades y paradojas de la vida cotidiana de dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. Esta novela va dirigida al corazón, pero también a la cabeza del lector, que conduce a la insoportable levedad del ser.

PEDRO PÁRAMOJuan RulfoRMPedro Páramo recoge lo más profundo de México y las formas y técnicas literarias más avanzadas de su siglo. Pocas obras tocan al lector mexicano como ésta. Pedro Páramo tuvo una larga gestación. Rulfo la menciona por primera vez en una carta de 1947. En 1954 publica adelantos de la misma en tres revistas y en 1955 aparece como libro.

1984George OrwellDEBOLSILLOEn el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la policía del pen-samiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el partido considera la versión oficial de los hechos hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.

LA BELLA Y LA BEstIA. LA NOvELA

DisneyPLANETA JUNIOR

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LOS+VENDIDOSELECTRÓNICOS ARTE

NIÑOSHABÍA uNA vEZ uN NIÑO

Oliver JeffersFCE

DIvINOs GAtOsSara MuzioEDICIONES LUDéjese inspirar por las citas de este libro y exprese los diferentes niveles de afecto por los gatos, coloreando las ilustraciones que incluye.

LEtRAs cOMPLEtAs. BOB DYLANBob DylanMALPASO EDICIONESEsta edición reúne todas las canciones en edición bilingüe del ganador del Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan. Esta edición ofrece la posibili-dad de explorar el vastísimo universo poético del bardo de Minnesota, desde sus primeros tientos profesionales como cantautor contestatario e ídolo de su generación, hasta el día que abrazó las armas de rocanrol y electrificó su imaginario musical.

MANuAL PRÁctIcO PARA EL EstuDIO DE LAs cLAvEs DE sOL, FA Y DOGeorges DandelotMUSICAL IBEROAMERICANAEste manual te lleva de la mano y paso a paso para que aprendas de la forma más rápida y sencilla a leer la música. Muestra gráficamente la posición de las claves y los tiempos de ejecución.

MANDALAs PARA LA ABuNDANcIA Y LA PROsPERIDADMartha Patricia López CaballeroDIANAEl mandala o círculo sagrado es una poderosa y antigua herramienta de me-ditación que nos recuerda que el orden natural del Universo está siempre presente en nuestra realidad. Este libro ha sido creado para ayudarte a mani-festar abundancia en todas las áreas de tu vida. Ritual y oración para invocar la fuerza abundante de la Tierra.

vINcENt vAN GOGH MAstERPIEcEs OF ARtStephanie Cotela TannerFRAME TREE PUBLISHINGVincent Van Gogh Masterpieces of Art es parte de una nueva serie de libros de arte regalo. Cuenta con todas las obras más conocidas de uno de los artistas más famosos del mundo. En la introducción se hace un gran comentario de su vida, la sociedad, los lugares, estilos y técnicas del artista, incluyendo la poderosa animación de su pincelada estridente.

EL LIBRO sALvAJEJuan Villoro

FCE

LA MAGIA DEL ORDENMarie KondoAGUILAR¡Recupera tu vida y aprovecha mejor los espacios de tu casa! Transforma tu ho-gar en un espacio armónico y libre de desorden con el increíble Método KonMari. Marie Kondo con su método inspirador te ayudará a poner en orden tu casa. Paso a paso te guiará para que en tu casa sólo tengas las cosas esenciales y tu vida mejore; increíblemente te sentirás más seguro, exitoso y con energía para crear lo que sea.

2018 LA sALIDA: DEcADENcIA Y RENAcIMIENtO DE MEXIcOAndrés Manuel López ObradorPLANETA MéXICOEn este libro reafirmo mi postura: la corrupción es el principal problema de México. Convoco a todos los mexicanos, mujeres y hombres, pobres y ricos, pobladores del campo y de la ciudad, religiosos o librepensadores, a construir un acuerdo nacional y a hacer de la honestidad una forma de vida y de gobierno.

EL PRINcIPItOAntoine de Saint-Exupéry

EMECÉ

cON tAL DE vERtE vOLARMiguel GaneAGUILARCon tal de verte volar es un homenaje a las alas que dirigen tu vuelo has-ta donde sólo se escucha el grito de la libertad, de la mujer libre. “Escribo este libro porque no sé fabricar bombas nucleares y, después de todo, algo tendré que lanzarte. Nunca supe cómo despedirme y ahora he encontrado la manera: mirando al cielo, sabiendo que nunca más volveré a verte volar, pero sonriendo porque sé que estás por ahí, pareciéndote al sol, siendo mi luz”.

tREs vEcEs tÚFederico MocciaPLANETASeis años después, las vidas de nuestros protagonistas han cambiado. Han conseguido ser felices, pero cuando menos se lo esperan, sus caminos se vuelven a cruzar. Después de A tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti, llega el esperado desenlace de la historia de Step, Babi y Gin.

LA HIstORIA DE LA REPÚBLIcAChumel TorresAGUILARPónganse cómodos y prepárense a gozar un recorrido por la Histeria de México; cómo este país heroico, sublime y valiente logró convertirse en una facha gracias a los PRImeros pobladores de la Gran Tenochtitlán y sus numerosas PANdillas de mártires.

MOMOMichael Ende

ALFAGUARA CLÁSICOS

POKÉMON. GuÍA EsENcIAL DEFINItIvA

Varios AutoresALTEA

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@Malkatika

Para poder lograr tus sueños lo más importante es ser una persona positiva. Hay cinco cosas que me han ayu-dado a lograr mis sueños, y quiero compartírselas:

DESCUBRE TU TALENTOUna de las cosas más importantes en la vida es descubrir para qué eres bueno y lo que te apasiona. Cuando yo tenía diez años, cierto día mi papá me llevó a jugar tenis; ya antes había tomado clases de natación, de guitarra y otras activi-dades, pero lo que sentí el día que tomé la raqueta y le pe-gué a la pelota nunca antes lo había sentido: tanta emoción y alegría que podría haber jugado todo el día. Al regresar a casa lo único que quería hacer era volver a jugar. No pasaron más de seis meses para que me diera cuenta de que no sólo me gustaba jugar, sino que también tenía facilidad para ha-cerlo. Ese día descubrí que tenía un talento para jugar tenis, y comenzó una etapa que me llevó a aprender mucho y a disfrutar de muchos momentos increíbles.

Quizá ya descubriste lo que te gusta hacer, aunque si to-davía no, no importa. Lo único que debes hacer es seguir tratando diferentes actividades y un día lo vas a descubrir.

SUEÑA EN GRANDEMucha gente piensa que soñar en grande tiene que ver con ser millonario, tener un Ferrari y vivir en una mansión. Eso no tiene nada de malo, aunque creo que soñar en grande es llegar a disfrutar mi vida, hacer lo que me gusta y en el camino ayudar a otras personas.

También es importante ponerte metas muy altas. Muchas veces nosotros nos quedamos cortos y no llegamos a descu-brir nuestro potencial máximo. Los únicos límites que exis-ten son los que nosotros mismos nos ponemos. Seguramen-te has escuchado a mucha gente que siempre dice que no hay dinero, que no se puede y con esa actitud ellos mismos se limitan para no alcanzar sus metas. Si tienes sueños, quie-ro motivarte a que los escribas. Si tu sueño es ser futbolista, sueña en grande. ¿En qué equipo te gustaría jugar? ¿El Real Madrid? ¿Por qué no? Seguro que tus amigos te dirán que estás loco: y ¿eso qué? Si tú comienzas a trabajar para lograr tu sueño, todo es posible.

TEN FETodos somos personas espirituales, pero casi siempre nos dicen que lo espiritual tiene que ver con la religión: eso no es cierto. Yo creo en Dios, y cada quien tiene derecho a ma-nifestar sus propias creencias. No obstante, si quieres lograr tus sueños, vas a necesitar mucha fe en ti y en tus talentos.

La mayor parte de las personas sólo alimentan su cuerpo: desayunan, comen y cenan todos los días. Otros también

cuidan su cuerpo haciendo ejercicio, y van al gimnasio todos los días, pero muy pocas personas se preocupan por alimen-tar su espíritu.

¿Cómo alimentamos nuestro espíritu? Lo más importan-te es cuidar nuestros pensamientos de cosas negativas, y tratar de llenar nuestro corazón con cosas positivas. Hay que tener cuidado con lo que leemos, lo que vemos y lo que escuchamos.

TRABAJA DUROEn la vida no es suficiente sólo tener talento para lograr tus sueños. Conozco gente que tiene mucho talento, pero gran cantidad de ellos o son muy flojos, o piensan que las cosas llegan por sí solas.

Una de las cuestiones más importantes para poder lograr tus sueños es ser dedicado y trabajar duro. Cuando cursé la universidad, cierto día un amigo me invitó a correr con el equipo de atletismo. Yo jugaba únicamente tenis y nunca antes había competido. Ese día corrí con el equipo y todos eran buenísimos: yo terminé el entrenamiento veinte minu-tos después que todos. Pero el coach me dijo que lo había hecho muy bien, y me motivó a que siguiera entrenando con ellos.

Hice todo lo que el entrenador me dijo, mientras muchos faltaban yo no me ausenté, y dos años después comencé a ganarles a compañeros que el primer día me habían rebasa-do por más de veinte minutos.

En la vida todo es posible, pero hay que trabajar duro para lograr nuestros sueños.

DARAlgo muy importante, que nadie nos enseña, es a dar. La mayoría de la gente dice que cuando tengan mucho dinero van a ayudar a otros. Pero yo creo que funciona diferente: cuando comienzas a dar, sin importar lo poco que tengas, suceden cosas maravillosas.

Imagínate que en lugar de vivir en un mundo en constante competencia nos pudiéramos apoyar los unos a los otros. Ayudar no siempre significa dar dinero, puedes ofrecer tu tiempo para platicar con algún amigo, pasar un rato en algu-na fundación, y muchas otras maneras.

Dar no significa regalarles dinero a los niños que están en los semáforos, sino invertir en la vida de la gente y ver los resultados. Te invito, sin importar la edad que tengas, a que busques oportunidades para ofrecer. +

Por Juan de Lascurainwww.dreambig.com

KAREN CHACEK

En el año 2003 los lectores inquietos fuimos sor-prendidos por El Animalario Universal del Pro-fesor Revillod. Hasta entonces ningún otro libro en el mundo había conseguido representar de manera fiel la imagen de un “Formidable paqui-dermo de poderoso vuelo de los fondos abisales”, la de un “Antenado común de hábitos omnívoros de la Nueva Zelanda” ni la del “Animal desdenta-do de irisadas escamas de los bosques malayos”, por mencionar sólo algunos. El libro contaba con veintiún láminas combinables que nos permitían descubrir por cuenta propia cuatro mil noventa y seis especies de animales fantásticos; una breve selección de los “souvenirs zoologiques” del pro-fesor Revillod, conocido en los círculos selectos como el “Neo Noé” y representante del Institu-to Revillod, dedicado a documentar el paso de la Fauna Mundial hacia la fraternidad Universal. Aquel libro era una muestra de las maravillas que este mundo reserva para deleite de las mentes que se animan a explorar posibilidades inéditas.

Hoy las mentes inquietas podemos volver a dar de saltos: se ha publicado un siguiente volumen que lleva por nombre El Animalario Vertical. Concebido a principios del siglo xx, en plena era del automóvil, el cinematógrafo, los rascacielos y las máquinas voladoras que prometían llegar a la luna, el libro es algo parecido a un zoologicirco impreso interactivo, conformado por una gale-ría de imágenes que documenta los esfuerzos de nuestros hermanos animales por erguirse en dos patas y mirarnos a los ojos. La gentil señorita Wanda nos da la bienvenida en la página cuatro, después sólo resta pasar las hojas y combinar la triple tira de láminas para que inicie la función y el inolvidable recorrido, en el que lo mismo se puede apreciar al “Flemático vertebrado de índole irrita-ble y con dotes para el espectáculo”, que al “Cu-rioso reptil quelonio de cuerpo tubular y probada fidelida” o al “Insignificante animálculo de mira-da ovejuna y goloso apetito”, entre otros. El libro incluye en la parte final un ejemplar gratuito del Número Extraordinario del Revillorama, el boletín periódico de novedades del Instituto Revillod. El derecho a saber nunca ha estado reñido con el derecho a la diversión, por eso este libro-juego es un artículo necesario e imperdible. +

Con evidente simpatía, Rosita Montero —sí, Rosita por-que se ha sabido ganar el corazón de todos sus lec-tores durante los años que se ha dedicado a un pe-

riodismo sincero, directo y en cierta manera disidente—, además de ser una novelista con una narrativa sin rodeos y con un ingenio inigualable, cuando platicamos con ella en Guadalajara, con motivo de su libro La carne (Alfagua-ra, 2016), rompe el hielo haciendo un comentario sobre lo poco que ha dormido: “Me he dormido a las tres y me he despertado a las seis; me he levantado y me he to-mado otra píldora para dormir, se me ha olvidado la me-latonina…”. Y ríe. Demasiado lúcida incluso después de haber llegado de Madrid a Guadalajara tan sólo unas ho-ras antes de nuestro encuentro. Ha dormido poco, como Soledad, la protagonista de su novela La carne.

Cada época y sociedad tienen diferentes monstruos y sus miedos muy particulares. La escritora española escucha y atiende con detenimiento las preguntas. ¿Crees que la soledad, pensando en tu protagonista, sigue siendo en nuestra época uno de los grandes males?: “Depende a qué soledad nos refiramos. En primer lugar está la sole-dad existencial, la soledad frente a la muerte, que es in-evitable y ha sido así desde el principio de los tiempos. Luego, está la soledad feliz; yo creo que es necesario que todos los seres humanos aprendan a estar solos, apren-dan a estar consigo mismos, a no sentirse abrumados; al contrario, hay que disfrutarlo y emplear ese tiempo en la construcción de uno mismo. Luego está la soledad de la persona que se ha quedado fuera del sistema, que no tie-ne amigos, ni tiene trabajo, y la soledad del vagabundo, que ni es soledad. Cerca de mi casa hay borrachos que se juntan y hablan; bueno, no están solos, y me alegro, pero hay gente muy sola: eso lo fomenta la vida de las grandes ciudades”, y prosigue con el personaje de su novela como centro de la reflexión: “No le pasa eso a Soledad. Es una mujer muy particular, es una misántropa, tiene miedo a sus propias emociones y no tiene relaciones. Yo conoz-co a bastante gente así, que cree que sus emociones las debilitan y crean de su vida un disparate. Mi personaje aprende bastante a lo largo de la novela y termina en me-jores circunstancias”.

Rosita Montero es dura con su protagonista, pero la trata también con compasión y con mucho amor ante la cár-cel en la que ella cree que está metida. En la historia los jinetes del deseo circundan a todos y salen a cazar: “Me parece maravilloso el deseo, la piel, la carne, el sexo y el erotismo es una de las grandes alegrías y magias de la vida. Yo soy una persona muy sexual, muy física, y creo que es una de las grandes glorias de la vida. Soledad tiene tanto miedo a sus sentimientos, que luego sabremos por

qué le tiene miedo a eso, por qué se asusta mucho cuan-do siente un deseo tiránico que ella no puede controlar. Le gustan los guapos. Además, ese deseo sexual la coloca en un lugar en esta relación. En el principio de la novela acaba de romper con un ex amante que está casado, y de repente se entera de que ese amante va a ir a una ópe-ra, Tristán e Isolda, que ha sido muy importante erótica-mente para su relación; él iba a ir con su mujer, entonces ella monta en cólera —porque en el despecho amoroso somos como niños— y se le ocurre la estúpida idea de contratar a un gigoló para darle celos, no para acostarse con él. Luego todo se va a la deriva y no hay manera de hacer planes en la vida porque luego llega la realidad y los desbarata. Después hay un suceso violento, que provoca que el gigoló ruso de treinta y dos años inicie una rela-ción con Soledad que puede ser peligrosa. Soledad dice: ‘Todo desemboca en el amor y en el daño’; yo no estoy de acuerdo con ella, pero para Soledad sí, es su gran miedo”.Rosa Montero retoma temas que ya antes había trabaja-

do, como la envidia, la competencia y el surgimiento del maldito, en libros donde algunos de sus personajes se re-belan contra el sistema que los rodea, del statu quo que prevalece: “Sí, Soledad es curadora y está preparando una exposición de escritores malditos para la Biblioteca Nacional, y dentro de la novela se van contando estas historias de los escritores malditos, aunque son todas verdaderas, estrafalarias, increíbles y alucinantes, me-nos una que no voy a decir cuál es, pero nos enteramos al final”, y Montero añade: “Ser maldito es saber que tu discurso no puede tener eco, porque no hay oídos que logren entenderte, se parece a la locura; ser maldito es no coincidir con tu tiempo, con tu clase, con tu entorno, con tu lengua, con la cultura a la que se supone que pertene-ces. Ser maldito es desear ser como los demás, pero no poder y querer que te quieran; puedes provocar miedo o quizá risa, ser maldito es no soportar la vida, y sobre todo no soportarte a ti mismo. Está hablando de sus malditos, pero en realidad se está definiendo a ella misma”.

LA cARNERosa MonteroALFAGUARA

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En el ambiente actual necesitamos todos ser más proacti-vos y, por qué no, también feministas. Es imperativo con-tarnos mejores historias, y no permitir que la sociedad siga delimitando qué podemos y no hacer: “Por supuesto que hay que contarse otras historias, y la mayoría están contadas desde el poder, desde la convención, pero no sólo el poder malinterpreta y manipula las historias de las mujeres, también de todos los demás que no se adaptan al cien por ciento a esa convención, desde ese punto de vista digo que todos los hombres y las mujeres somos di-sidentes, somos heterodoxos. La normalidad no existe, lo puse en mi libro Historias de mujeres, la normalidad viene de norma, todo esto viene dentro de un marco social que quiere que nos incorporemos y adaptemos, pero en rea-lidad cada uno de nosotros es un heterodoxo. ¡Vivan los raros! z, y continúa: “Algo que nos impide evolucionar a las mujeres es no darle la suficiente importancia a nues-tro deseo. A la mujer siempre le parece más importante el deseo de los demás, de los hombres, llámense padres,

amantes. A su propio deseo le da un lugar secundario. Si yo quiero ser escritora, es como un hobbie, y no es así, hay que poner el propio deseo en primer lugar”.

La plática se acerca al final, pero no así la capacidad re-flexiva de Montero, quien concluye la charla con un co-mentario capaz de trastocarnos: “La felicidad depende de dos cosas. Una cosa es la felicidad que son instantes sólo fugaces; otra cosa es la alegría, que es animal. Forma parte de nuestro cuerpo animal, es tener suerte de que hayas nacido con mucha oxitocina, eso es totalmente animal, que puedas salir a la calle y llueva y puedas decir: ‘¡ay, qué bonito!’ y otro día haya sol y dices lo mismo; es ese gusto por las cosas, ese placer básico animal por vivir, y en eso se tiene suerte: te toca o no te toca. Luego está la felicidad, puedes acercarte a momentos, o por lo me-nos a una vida lo más carente de pena posible, porque en realidad cuando te haces mayor te das cuenta de que la felicidad es la ausencia de dolor. Hay una frase de Oscar Wilde que me encanta y tiene mucho que ver con mis novelas: ‘Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no vivimos’. Qué cosa tan tremenda, ¿no? La frase de un desgraciado, y ¿por qué lo es? Porque habla de la terrible insastifacción humana que hace que no nos sintamos satisfechos con nada de lo que tenemos, que creamos que el césped que está del otro lado de la va-lla es mucho más verde que el nuestro. Todo eso es una equivocación tremenda, a la hora de enfrentarte a la vida, todo eso se puede enfrentar y mejorar”. +

Por Yara sánchez De La Barquera

Para quienes vivimos los últimos años del si-glo xx, y sobrevivimos el estrés de ser ado-lescentes en medio de las crisis económicas de los años ochenta y noventa en México, Jordi Soler no requiere de mayor presenta-

ción: fue el narrador de fondo y educó nuestro oído musi-cal desde una estación de radio, en una época sin Spotify, Youtube o descargas de playlist en el smartphone. Llenó los vacíos del espacio sonoro extrayendo canciones de discos de vinil que se conseguían en mercados ambu-lantes —como en el Chopo— o que traía algún pariente del gabacho.

A quienes abordaron este planeta en el siglo xxi, Jordi So-ler les parecerá mejor conocido como escritor tanto de columnas en distintas publicaciones periódicas como Mi-lenio, La Jornada, El País y Letras Libres, como de relatos y novelas. Es por su más reciente libro, El cuerpo eléctrico, que nos sentamos a platicar.

El tema de los freaks, o personas cuyo aspecto era ex-cepcional de nacimiento, y que aparecen de manera recu-rrente en su obra, ha sido un tópico tratado por Jordi Soler desde aquellos tiempos de locución: “Supongo que tengo una afición por las historias raras. Ésta, la historia de Lu-cía Zárate en El cuerpo eléctrico, la liliputiense mexicana que fue una superestrella del espectáculo en los Estados Unidos a finales del siglo xix, es una historia real que me regaló un amigo catalán cuyo nombre es Sergi Pàmies. Sergi es un escritor que me dijo: ‘a ti que te gustan las historias raras, toma ésta de una enana que encima es veracruzana como tú’, y me pareció una historia que era mía, y me puse no a investigar porque hay muy poquito, sino a imaginar lo que hubiera podido ser su vida”.

Busco en Google el nombre de Lucía Zárate y aparecen imágenes de una mujer excepcionalmente pequeña aun-que proporcionada que asemeja una muñeca de porce-lana: “Lucía Zárate todo se lo debe a su mánager, como decía aquel famoso boxeador mexicano, Raúl ‘Ratón’ Ma-cías, quien se identificaba por su frase ‘todo se lo debo a mi mánager y a la virgencita de Guadalupe’. Cristino Lo-batón, político veracruzano, ve en ella una oportunidad de negocio y la lleva con Porfirio Díaz, quien los envía a la Feria Internacional de Filadelfia y ahí empieza la historia. Se hace de un freak show, un circo con gente con mal-formaciones, que en esa época no era mal visto, era una tradición que venía desde Inglaterra y se consideraba una forma para que estas personas ganaran dinero en vez de quedarse padeciendo encerrados en su casa, algo impen-sable en el siglo xxi, porque es políticamente incorrecto, pero en una novela situada en el siglo xix los freaks se ven con normalidad en un negocio como el circo y Lucía estaba encuadrada precisamente ahí”.

No deja de llamarme la atención lo poco que se diferencia la actitud de un político de hace más de cien años con la de los actuales políticos en el mundo: “Cristino Lobatón es un empresario, un aventurero mexicano que llega con Lucía a Estados Unidos y se hace un hombre muy rico a partir de su freak show. En esa época se estaba constru-yendo el país económicamente, pero también filosófica-mente; llevaban cien años de firmar la Constitución en ese momento —1876—, y se preguntaban: ‘¿qué es ser es-tadounidense?’, y había todo un grupo de filósofos y escri-tores, entre ellos Walt Whitman, que se menciona cons-tantemente en la novela, quienes teorizaban sobre esto, principalmente en la costa oeste, en Nueva Inglaterra”, y Soler agrega más adelante cómo el infame mánager también es un visionario en actividades que no dejan de resonar en la actualidad: “En ese momento se acababa de instaurar el capitalismo salvaje que definiría a ese país y Cristino se aprovecha. Como era un empresario muy ta-lentoso, cuando compra un tren para llevar su freak show de costa a costa por Estados Unidos, y era muy amigo de los chinos, se le ocurre llevar opio a los barrios producién-dolo a bordo del tren y usar a las tribus nativas, con las que hace amistad en el camino, como red de distribución. Ahí tenemos a Cristino como el primer narcotraficante de opio del mundo occidental”.

Tomo un poco de aire y me entra una risa nerviosa, pa-rece que el pasado y la ficción están disfrazados de rea-lidad actual; me sereno antes de su siguiente afirmación: “Cristino Lobatón era un hombre poderoso, tenía mu-cho dinero, tenía una serie de poderes que le hubieran servido para lo que hubiera querido; si su deseo hubiese sido comprar la presidencia de Estados Unidos la podía haber comprado, como le pasa a su sucesor, que es Do-nald Trump; un hombre que es un empresario de bienes raíces, una superestrella mediática y que a esos poderes aúna la presidencia; ya sería malicioso comparar el gabi-nete de Donald Trump con un freak show, pero es ver-dad: P. T. Barnum, el auténtico maestro del freak show, se compró la alcaldía de su ciudad natal porque le dio por ser

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EXTRACTO DE EL CUERPO ELÉCTRICO

Más que encontrarme con la historia de Cristino Lobatón, me tropecé con ella. Acababa de hablar sobre una de mis nove-las en un auditorio de la Univer-sidad de Filadelfia cuando Lilian Richardson, la profesora que me había invitado, animada por el dato de que yo había nacido en Veracruz, me llevó a la biblio-teca, a la sección de manuscri-tos, y me enseñó un documento de cuatrocientos doce folios escritos en español con una tu-pida caligrafía en tinta negra y un título sonoro y misterioso: “Elcuerpo eléctrico”.

Me dejé llevar por cortesía, porque Lilian había sido muy amable conmigo y era evidente que aquello que quería ense-ñarme le parecía importante. Este hombre era veracruzano como tú, me dijo, y también era escritor, aunque su prioridad era hacer dinero, volverse rico, matizó con un poco de malicia.

Los folios de “El cuerpo eléctri-co” tenían un gramaje propio del siglo XIX y esto hacía que el manuscrito pareciera mucho más grueso de lo que era en realidad. ¿Puedo tocarlo?, pre-gunté, porque estaba dentro de una caja de plástico y parecía una delicada pieza de museo, de esas que se desintegran al contacto con los dedos. No es tan antiguo, dijo Lilian sonrien-do, no tiene ni ciento cincuenta años. Y no solo puedes tocarlo, también leerlo, añadió. Yo aca-baba de hablar durante dos horas en un auditorio y lo que me apetecía era salir de la uni-versidad y sentarme en un bar a beberme un par de cervezas,pero, por no decepcionar a mi anfitriona, y también porque algo de curiosidad empezaba a sentir, comencé a pasar las páginas y a leer párrafos alea-toriamente, mientras Lilian me contaba a grandes trazos la historia de Cristino Lobatón...

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EL cuERPO ELÉctRIcOJordi Soler

ALFAGUARA

político, esto se estaba inventando entonces, de hecho, el fenómeno de Donald Trump no se entiende sin echar un vistazo al siglo xix”.

Cambio de tema para no deslizarme en el terreno de la política, por lo que pregunto sobre la estructura de su escritura, que se parece algo a esta entrevista; al leer la novela me sentí dentro de una historia dentro de otra histo-ria que a su vez tenía otra historia dentro: “Es una historia donde pasan sólo unos cuantos años, pero que tiene un montón de escenarios, de elementos, de acontecimien-tos, muchos de ellos históricos, y cuando empecé a escri-birla pensé que estaba escribiendo una superproducción; si fuera cineasta y fuera una película no podría pagármela, pero como es una novela puedo darme el lujo de hacerla así, y como era una superproducción decidí que, a diferen-cia de la mayoría de mis novelas, la escribiría de una forma lineal, porque tiene tantos elementos que no quería perder a mis lectores ni quería perderme yo”.

El tiempo de la entrevista se agota, la conversación es tan agradable y Jordi Soler tan accesible que el tiempo vue-la, me señalan que debo terminar, más adelante le harán un par de fotografías para promocionar su novela, por lo que sólo alcanzo a apurar un par de frases sobre cómo, a pesar de suceder en Estados Unidos y habiéndola escrito en Barcelona —o en su actual residencia en Canadá—, su texto y sus personajes se sienten profundamente mexi-canos; entrecierra los ojos y me responde: “Me agrada que lo hayas notado”. +

Por Juan Manuel velázquez Miranda

La de Lucía Zárate, la liliputiense mexicana que fue una superestre-lla del espectáculo en los Estados

Unidos a finales del siglo XIX, es una historia real ”.

La comida es comida”. Lo ha dicho Ferran Adrià Acosta (Cataluña, 1962) innumerables veces, pero lo que lo convierte en artista es su obra, y ésta ha transforma-

do cómo concebimos la creación gastronómica. Su obra es el performance de cuatro actos que cada seis meses, del 1 de abril al 30 de septiembre, presentó durante veinticinco años en Cala Montjoi, Girona. Allí frente al mar Mediterráneo de la Costa Brava forjó la leyenda del restaurante del que es co-propietario, y que fue considerado como el mejor del mundo con tres estrellas Michelin: elBulli, donde recibieron cerca de cinco millones de reservas, pero sólo cincuenta personas al día, por ciento sesenta días al año. Tuvieron la fortuna de vivir la experiencia culinaria más artística de su vida.

Nos acercamos a Ferran Adrià con motivo de su nuevo pro-yecto editorial con Phaidon, conformado por siete tomos asombrosos: “No es sólo un libro, es también todo un catá-logo general que empezamos a hacer en el 2002 para poder comprender todo lo que es la obra de elBulli. elBulli 2005-2011 es la última entrega de una obra que son casi siete mil páginas en total; si sumáramos todas las entregas es pareci-do a catalog raisonné en el mundo del arte, pero sobre todo es una herramienta para que las personas puedan estudiar e investigar sobre el trabajo de elBulli”.

¿Cómo entrevistar a uno de los personajes más emblemáticos del siglo xx y comienzos del xxi, a quien Time Magazine nom-bró en el 2004 una de las cien personalidades más influyentes del mundo? Le escribimos un mensaje a su celular con una cari-ta feliz: confesamos que estábamos muy emocionados por po-der hablar con él. Su respuesta no se hizo esperar, aunque eran las cinco de la mañana en Barcelona: “Ok, recibido, hasta maña-na, un abrazo”. Ferran ha estado cada vez más presente en los medios, hay muchas entrevistas, y ya no es tan privado como antes. “Ferran Adrià, cocinero”; estas son las palabras que él mismo usa para presentarse y definir su oficio, pero nos parecen escasas si estamos hablando de la persona que ha llevado la co-cina a límites insospechados en el siglo xxi. Con su restaurante elBulli se volvió un referente mundial; con técnicas innovadoras como la esferificación, la deconstrucción o el uso de nitrógeno líquido para elaborar sus platillos, consiguió, entre otras cosas, las más grandes distinciones en el ámbito gastronómico y llevó la cocina como objeto de estudio a la universidad.

Ferran Adrià se ha ganado un lugar entre los disidentes al hacer de esta labor, que nos es familiar a todos, algo fuera de serie. En sus propias palabras: “Nunca hasta estos años ha-bíamos sido capaces de llevar tan lejos la creación de nuevos aspectos relacionados con la gastronomía, ni habíamos sido tan prolíficos o eficientes. Y sobre todo nunca habíamos pensado que podríamos mantener durante tanto tiempo, prácticamente veinticinco años, el grado disruptivo en el proceso creativo”.

La creatividad en el mundo gastronómico lo es todo, y la co-cina tiene una narrativa, una ecuación parecida a drama + tiempo = comedia: “En resumen nuestra máxima ha sido la siguiente: conocimiento + orden = máxima eficiencia. Al final para ser eficientes no buscamos el éxito, buscamos la felici-dad. ¿Qué es la felicidad? No es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace. La creatividad ha sido responsable de que elBulli se convirtiese en lo que es, y nuestro trabajo siempre tendrá el fin de fomentarla porque es nuestra pa-sión. Nos dedicamos a ella porque la amamos y la necesita-mos en nuestro día a día”.

Como autor ha generado mucho contenido, y esta apuesta con Phaidon podría ser la edición más ambiciosa y bella hasta ahora. En la charla trasatlántica que tuvimos con el chef espa-ñol le preguntamos cómo había sido la elaboración de estos libros, y si esta entrega editorial permitía otra interpretación o es únicamente para reproducir los experimentos: “No, no, no. En el último capítulo del último libro hay toda una reflexión sobre el trabajo de elBulli. El lector lo que tiene que hacer es analizar la obra por un lado, lo que serían las recetas, y por otro lado la reflexión que hay; el gran valor de esta obra es el último capítulo, además de las recetas y la catalogación”. Agrega: “Estos libros son un proyecto de años. Ten en cuen-ta que cada año nosotros hacíamos todas las fotos, todas las recetas y el análisis lo guardábamos, así estuvimos cinco años. Ya cuando se editó juntamos todo, y volvimos a repasar. Pero éste es un trabajo muy grande. Cada año cerrábamos seis me-ses y era el tiempo que le dedicábamos al análisis”.

Un día Ferran conmocionó al mundo al anunciar en conferen-cia de prensa en 2010 que no sólo cerraría seis meses para estudiar y crear en la cocina, sino que cerraría su restaurante por dos años, lo que causó una revolución entre la prensa y la bolsa de valores. La sorpresa fue total cuando decidió cerrar por completo el 31 de julio del 2011.

Al destacarle su actividad como autor de libros, resume rápi-damente: “Yo tengo un problema: ya he hecho más de cua-renta libros —sí, son muchos, reconozco—, estoy más tiem-po haciendo libros que leyendo, y los que he leído han sido en el ámbito profesional, de literatura sinceramente leo poco, casi siempre libros relacionados con mi trabajo. Seguro que he leído algo interesante, pero es un mar de libros históricos y de reflexión; uso la lectura también como herramienta de trabajo”, y añade: “cuando uno pasa tanto tiempo haciendo contenido, seguro lo sabes, ve la lectura de otra manera, ve los libros como herramienta de trabajo”.

Si pensamos en esta misma línea de genialidad y libertad, Dalí a los seis años dijo que quería ser cocinero, y escribió un libro sobre el tema. En la charla, antes de que pueda plantear la pregunta, Ferran Adrià se me adelanta: “Conozco el libro, de cosas que le gustaban y todo esto”, le pregunto si existe alguna relación también, pero humildemente apura una res-puesta: “No, no, no, para nada, la única cosa parecida es que él trabajaba en Cadaqués, y nosotros en Roses, ambos en Cataluña. Son dos maneras de ver las cosas, pero una cosa es la cocina y otra es la pintura y la escultura, simplemen-te lo que nos puede unir son las ganas de abrir caminos y de buscar los límites en distintas disciplinas, pero no hay un acercamiento al nivel de un genio”.

Ahora con tanta libertad, ¿dónde se encontrarán los límites? “Los límites —responde Ferran— de lo que me queda por ha-cer son objetivos y subjetivos a la vez, para mí es importante comprender a lo que me dedico, ya que a lo que me dedico es a ser emprendedor, la gestión es importante, mi oficio es cocinar, tengo que comprender qué es la cocina; también me dedico a crear, debo entender lo que es la creación. Es lo que estos cuatro o cinco años he ido haciendo, y poco a poco voy com-prendiendo más, y creo que algún día llegaré a conectar y a delimitar todo esto. Al final mi trabajo es el conocimiento, y de esta manera crear sabiendo lo que hago”.

Tenemos años viendo cómo la gastronomía se ha alimenta-do de un nuevo ímpetu, vivimos en la época del reality, y actualmente es más glamuroso o ambicioso ser chef: son los nuevos rockstars. ¿Crees que ésta es una buena época para trabajar con gente en tu misma sintonía? “He tenido la suer-te siempre de trabajar entre muchas disciplinas que no son la mía. Yo tengo una visión muy holística, he tenido la oportu-nidad de estar en la Facultad de Física de Harvard, he estado viendo cómo trabajaban Miquel Barceló y Richard Hamilton, artistas, escuchándoles y aprendiendo, con publicistas, dise-ñadores o arquitectos; tengo la suerte de tener una visión muy holística de la creación, no solamente la de cocinero, y esto la verdad me ha enriquecido mucho”.

Platicamos de un tema que a todos nos atañe, y que des-de hace mucho tiempo causa intriga en la inquieta mente humana. Ferran, por su parte, nos comparte unas palabras con respecto a su misión de vida en este momento: “Lo que más me emociona es que tengo un reto. Cuando uno tiene la suerte que he tenido en mi carrera, como llegar a niveles que ni soñaba, este reto de comprender la creación, a lo que me dedico, aunque todo parece sencillo, se vuelve muy complejo. Llevo cinco años de mi vida, y estos cinco años he trabajado con mi equipo catorce horas al día la mayor parte del año: esto de tener un reto es muy bonito. Lo más bonito es la ilusión por hacer cosas”. La nueva etapa se llama elBulli Foundation, con el lema: “Li-bertad para crear”: “estamos trabajando setenta personas en investigar y crear un contenido de emprendimiento, y todo lo que hay alrededor de la cocina, a través de una tecnología que se llama Sapiens, es muy difícil de explicar en poco tiem-po”, y continúa: “estará poco a poco; yo pensaba que todo sería más rápido porque todo estaba muy ordenado, pero estamos más desordenados. Si hay una superespecialización las cosas están más ordenadas, pero cuando no la hay, cues-ta. Si hablamos de hacer una biblioteca de libros de cocina o de gastronomía, esta tarea ya te puede volver loco; en el mercado tú no encuentras un software lógico de ordenación

de libros alrededor de la cocina, que te haga comprender —y que sea accesible, agrego— y que quepa en un chip”, finaliza.

Como dijeran Richard Hamilton y Vicente Todolí en Comi-da para pensar. Pensar sobre el comer (ACTAR): “El arte de Ferran es lingüístico en tanto que manipula los alimentos como un lenguaje que puede modelarse y revitalizarse para que sus creaciones ocupen su lugar en otras formas artísti-cas. Su genialidad se alimenta de su ambición por redefinir y desarrollar un medio. A partir de balbuceos monosilábicos ha creado un medio de discurso con todos los componentes necesarios: léxico, sintaxis, gramática y ritmo”.

Ferran cuenta con mil quinientas creaciones en su haber y un proyecto de vida, la Bulliteca, que aún no termina de esbo-zar por ser tan ambicioso y tan abundante. El estilo de vida que Ferran Adrià ha construido no sólo transformó el mun-do gastronómico, sino que también ha cambiado la narrativa y el espacio en el que surgen las emociones que originan las experiencias con las que vivimos, la forma como saboreamos nuestro mundo. Su lenguaje nuevo y refinado se conserva en estos libros: “Para comprender las cosas hay que estudiarlas y estos libros elBulli 2005-2011 son para eso, para aprender”.

Si pudieras preparar un festín gastronómico para un perso-naje de cualquier época ¿quién sería? “Yo admiro mucho a Picasso, me parece un personaje serio, genio al trabajar y me gusta mucho”.

El reconocido cocinero concluye nuestra plática con un co-mentario sobre la cocina mexicana: “Mi hermano Albert Adrià tiene un par de restaurantes mexicanos en Barcelona, Niño Viejo y Hoja Santa, con una estrella Michelin, y todo mundo dice que es de los mejores restaurantes mexicanos fuera de México; de ahí que es un gran amor el que le tene-mos. Considero que es una de las más grandes cocinas del mundo sin ninguna discusión, y tiene una cultura gastronó-mica increíble”. +

Por Yara sánchez De La Barquera

ELBuLLI 2005-2011Ferran AdriàPHAIDON

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EL FOtOLIBRO LAtINOAMERIcANOHoracio FernándezEDITORIAL RMEsta idea nace en el primer Fórum Latinoamericano de Fotografía, que tiene lugar en el Instituto Cultural Itaú de São Paulo en 2007. Durante los tres años si-guientes, Horacio Fernández lleva a cabo una exten-sa investigación en las principales ciudades de América Latina. El fotolibro latinoamericano reúne ciento cin-cuenta obras que revelan la enorme aportación que ha hecho Latinoamérica a la historia del fotolibro.

BLAcKstARDavid BowieBlackstar es el vigésimo sexto y último álbum de estudio del mú-sico inglés David Bowie. Fue lanzado a la venta el 8 de enero de 2016, durante el sexagésimo noveno cumpleaños del músico, y apenas dos días antes de su muerte. La canción “Lazarus” fue lan-zada el 17 de diciembre de 2015, para descarga digital, y recibió su estreno mundial en la BBC Radio el mismo día.

WAtcHMENAlan Moore/ Dave Gibbons/ John HigginsDC COMICSWatchmen inicia con el asesinato de un superhéroe en un Estados Unidos lleno de contrastes. Si bien ha ganado la guerra de Vietnam con Nixon al frente, la población se desdibuja en un ambiente de desesperanza y tensión: una guerra atómica podría desatarse en cualquier momento. Esta edición especial nos recuerda que los superhéroes de Watchmen, antes que ser súper, son humanos llenos de dudas y (des)esperanzas.

WORLD PREss PHOtO 2016 BlumeBLUMEEste libro reúne las fotografías del World Press Photo 2016. Esta excepcional edición contiene las mejores fotografías de prensa de 2015, presentadas por fotoperiodistas, agencias de fotografía, periódicos y revistas de todo el mundo.

MAGNuM REvOLutION65 YEARs OF FIGHtING FOR FREEDOMJon Lee Anderson/Paul WatsonMAGNUM PHOTOSLa historia de la revolución es tan antigua como la humanidad. Sin embargo, sólo desde la invención de la fotografía nos ha sido posible discernir la realidad de estos conflictos. En este libro se mues-tra un recorrido que inicia el siglo pasado, y pasa por Argelia, las revoluciones en Praga, Nicaragua, Egipto, Libia y varios países más.

BItcHEs BREW Miles DavisATLANTIC RECORDSEl material contenido aquí se compila a partir de dos conciertos: las primeras tres canciones fue-ron tomadas del Newport Jazz Festival en julio de 1969, antes del lanzamiento del álbum. Las últi-mas seis pistas fueron grabadas en 1970.

DALÍ. LEs DÎNERs DE GALASalvador DalíTASCHENEsta reimpresión agrupa las ciento treinta y seis recetas en doce capítulos, ilustrados especialmente por Dalí y organizados en fun-ción de los distintos platos, así como una sección dedicada a los afrodisiacos. Las ilustraciones y las recetas se acompañan de las extravagantes reflexiones de Dalí, cual asuntos tratados en las conversaciones durante las cenas: “La mandíbula es nuestra me-jor herramienta para aferrarnos al conocimiento filosófico”.

X&YColdplayÉsta es una edición en vinilo, del tercer lp de la banda británica Coldplay lanzado en 2005, que incluye trece pistas. Fue su tercer álbum, y con el que debutaron en el número uno en las listas de éxitos, además de ser el más vendido en el mun-do durante el año 2005.

Productos disponibles en: Librería Mauricio Achar, Miguel Ángel de Quevedo 121.Productos de importación sujetos a disponibilidad.

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PARA VER Y OÍR VIDEO MÚSICA

NO sE MEtAN cON MI vAcAMohamed Hamidi

ZIMA

ORIGEN: EsPIRItus DEL PAsADO Keiichi Sugiyama

ZIMA

DEsDE ALLA Lorenzo Vigas

ZIMA

LA JuGADA MAEstRA Edward Zwick

GUSSI

LO NIEGO tODOJoaquin SabinaSONY MUSIC

Este lanzamiento marca el regreso de Sabina a los estudios de grabación desde el año 2009, cuando salió al mercado Vi-nagre y Rosas. Lo Niego Todo llega entre papeles, versos y música, después de ocho años, ahora de la mano de Leiva y Benja-mín Prado.

cANcIÓN MALDItA IIAbraham Barrera

DISCOVERY MUSIC, S. A. DE C. V.

Gracias a los arreglos originales de Abra-ham Barrera se logró el objetivo con la creación de esta serie: presentar el bolero del siglo xxi, al recuperar una tradición de la música urbana cubana-mexicana y pro-poner nuevas versiones que, sin despegar-se de la tradición, crean sobre esta música novedosos arreglos desde la ruptura.

MAR ROJOAlfonso André

FONARTE LATINO

Una de las figuras más importantes del rock en español. Alfonso André, baterista y percusionista de bandas como La Barranca, Jaguares y Caifanes, al lado de Saúl Hernán-dez y Alejandro Marcovich, presenta la ree-dición de Mar Rojo, que incluye “Starman” (Homenaje a David Bowie) y “Casi puedo verte”.

EL OFIcIO MIOArmando Rosas

EDICIONES PENTAGRAMA

El compositor y músico mexicano Ar-mando Rosas, referente del movimien-to Rupestre, de la década de los ochen-ta, tiene nuevo material discográfico: Este oficio mío, que considera un trabajo reflexivo. “Escribir canciones señor, es el oficio mío, componer canciones se-ñor, es oficio divino”.

cAMILO 70Camilo SestoSONY MUSIC

En este álbum triple se reúne lo mejor del gran cantautor español Camilo Sesto, que inició su carrera en el año 1971, en América Latina. Camilo 70 es el mejor homenaje a la obra de uno de los más grandes cantautores de Hispa-noamérica.

tAXI tEHERAN Jafar Panahi

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Hace trescientos años un experimento con plantas en la luna acabó con medio satélite y con la población de la Tierra. Ahora sólo quedan pocos sobrevivientes. Agito, un muchacho que siempre está metiéndose en líos con su mejor amigo, encuentra un laboratorio que alberga cámaras de crioge-nización. En una de ellas está Toola, una de las últimas habitantes del pasado con vida.

En la convulsa Caracas, Armando es dueño de un laboratorio de prótesis dentales, busca chicos jóvenes y les ofrece dinero para que lo dejen ob-servarlos en su laboratorio. Un día se lleva a Elder, líder de una banda de delincuentes juveniles. De este en-cuentro nacerá una relación que los cambiará para el resto de sus vidas.

Una historia basada en el legendario torneo, entre el prodigio estadouni-dense del ajedrez Bobby Fischer (To-bey Maguire) y el campeón ruso Boris Spassky (Liev Schreiber), que se llevó a cabo durante los años más tensos de la Guera Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Este encuentro pon-dría en jaque a todo el mundo.

Fatah, un pequeño granjero argelino que nunca ha salido del campo, sólo tiene ojos para su vaca Jacqueline, y sueña con llevarla a París al Salón de la Agricultura. Tras recibir una invitación toma un bar-co con destino a Marsella y cruza toda Francia a pie. Es la oportunidad de Fatah y Jacqueline de vivir una gran aventura.

Un taxi recorre las vibrantes y coloridas calles de Teherán. Pasajeros muy diver-sos entran en el taxi y expresan abierta-mente su opinión mientras charlan con el conductor, que no es otro que el director del film, Jafar Panahi. Su cámara, coloca-da en el salpicadero del vehículo, captura el espíritu de la sociedad iraní a través de este viaje.

n el mundo hay dos tipos de mujeres: las que obedecen y las que actúan. A las primeras las

llaman perfectas, a las segundas feministas. Afor-tunadamente muchas de éstas se han refugiado en la escritura para rendir la declaración que ha sacudi-do, despertado o enloquecido a multitudes enteras.

A nuestra mente llegan nombres contemporáneos como el de Chimamanda Ngozi Adichie, escritora nigeriana que se ha posicionado como una de las voces más fuertes de la literatura actual, y quien ha aprovechado su talento para difundir la lucha feminista en títulos como Todos deberíamos ser fe-ministas. Margaret Atwood, por otro lado, sin de-clararse partidaria del feminismo, desarrolla atmós-feras y personajes atados a la pérdida de identidad y a la violencia estructural a la que suele exponerse la figura femenina para manifestar su protesta.

Antes de ellas el camino ya estaba trazado por pio-neras como Virginia Woolf, una de las más destaca-das figuras del modernismo literario del siglo xx, y quien se declarara feminista en su ensayo Una ha-

bitación propia, de 1929. En este texto compara los papeles femeninos construidos en la ficción escrita por hombres con el trato que reciben en la realidad. Además señala la censura dentro de una tradición literaria dominada por varones en oraciones como: “una mujer debe tener dinero y una habitación pro-pia si va a escribir ficción”, o al construir persona-jes como Judith Shakespeare, hermana ficticia de William, quien ilustra la desventaja de una mujer que deja de lado sus habilidades, sólo para cumplir las obligaciones que no pidió. Así como Woolf ha inspirado nombres de librerías, de revistas literarias, una canción de The Smiths y hasta un coworking en Singapur, tal vez haya tenido también alguna in-fluencia en Simone de Beauvoir.

La filósofa francesa nació en 1908, y no sólo escri-bió, también se volvió la representante más em-blemática del movimiento feminista. Ella vivió, sin pudor ni remordimiento, la filosofía que predica-ba al explorar en carne propia lo que no debía ser una mujer, al decidir escuchar sus deseos y darle potencia a la voz que la sociedad conservadora de

su tiempo intentaba reprimir. Claro que esto tuvo sus consecuencias no tan triunfales, cuando situa-ciones como mantener relaciones sexuales con sus jóvenes estudiantes provocaron una pausa en su carrera como docente de filosofía. No obstante a ella no la detuvieron este tipo de obstáculos, y es que desde muy pequeña aprendió a ser dueña de su propio destino, con un comportamiento rebelde, con decisiones como su inclinación hacia el ateís-mo desde los catorce años y al desafiar a su padre, quien siempre anheló hijos varones. Eso sí, de él he-redó su gusto por la literatura y su devoción por los estudios, lo que la llevaría a especializarse en ma-temáticas, literatura, latín, filosofía, ética y hasta psicología. Su famosa tesina sobre Leibniz marcaría tan sólo el inicio de su vida como escritora, aunque no fue hasta la publicación de su libro El segundo sexo, que el mundo realmente se escandalizó.

Era 1949, habían pasado cuatro años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres habían re-gresado a las labores hogareñas, pero su nombre ya era crucificado por muchos y aplaudido por algunos tantos debido a su controvertida relación liberal con Jean-Paul Sartre, con quien vivió sin estar casa-da durante cincuenta y un años; experimentaron la poligamia bajo el mantra “la libertad como principio en cualquier relación humana”, y la bisexualidad en el caso de ella, lo que algunos llamarían perversión. Transgrediendo los límites del movimiento que re-presentaba o no, ella sólo quería ser.

Más allá del plano físico, se declaró en favor de la despenalización del aborto, adoptó a una niña, fue cofundadora de la revista Tiempos Modernos y fundadora de la Liga de los Derechos de la Mu-jer. Fue todo, y Una habitación propia, de Woolf, se convirtió en la biblia del feminismo al exponer los argumentos de lo que ella llamaba ser una mujer encarcelada, atada a los estándares de un mundo masculino. A este título subversivo que influyó en Simone de Beauvoir, la filósofa francesa publicó novelas como Los mandarines, con la que ganó el Premio Goncourt y de la que se especula que los personajes están inspirados en Albert Camus, Sar-tre y ella misma. Después publicó La mujer rota, ba-sada en tres historias en las que sus protagonistas son víctimas de las relaciones con sus parejas; está narrada con su muy profundo y conmovedor estilo literario del que se desprenden frases épicas como: “El día que una mujer pueda no amar con su debili-dad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal”.

Sus palabras la hicieron responsable de grandes cambios y culpable de revoluciones, pero también la convirtieron en fuente de inspiración para mu-chas escritoras de su género y para otros que no lo eran, como J. R. R. Tolkien, quien se dice que basó su más famosa trilogía, El señor de los anillos, en un pensamiento extraído de Una muerte muy dulce.

Simone feminista, Simone existencialista, Simone atea, Simone moderna o Simone sea lo que fuere, sólo era una mujer que quería ejercer su derecho a la libertad y en el camino logró que muchas otras lucharan por lo mismo. +

Por tania c. covián

Sim

one

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eauv

oir.

18

(san salvador, 14 de mayo de 1935-san salvador, 10 de mayo de 1975). Fue un poeta salvadoreño que incursionó en la vida política de su país. Fue detenido y expul-sado de san salvador. Durante su exilio recorrió varios países, entre ellos, México, donde estudió una temporada en la unam, Checo-slovaquia y cuba. Al regresar a su país se integró al Ejército Revo-lucionario del Pueblo (erp), cuya dirigencia en 1975 acordó asesi-narlo por las fuertes discrepancias entre el intelectual y sus líderes.

(Mvezo, unión sudafricana, 18 de julio de 1918-Johannesburgo, sudáfrica, 5 de diciembre de 2013). Nelson Mandela fue el primer presidente de raza negra en sudáfrica. sin embargo, an-tes de ocupar el puesto sufrió la discriminación y segregación de un país dominado por blancos. su estrategia de protesta fluctuó por la no violencia, hasta el uso de bombas clandestinas. tras mantenerse oculto de las autoridades defensoras del apartheid por un tiempo, fue capturado y encarcelado: lo condenaron a cadena perpetua. sin embargo, veintisiete años después, en 1990, fue puesto en libertad por la fuerte presión y movilizaciones que se hicieron en sudáfrica y el resto del mundo. Poco tiempo más tarde, en 1994, resultó presidente electo, cargo que dejó en 1999.

Agatha christie (torquay, 15 de septiembre de 1890-Wallingford, 12 de enero de 1976). Es la novelista británica más vendida y tradu-cida de todos los tiempos. shakespeare es quizá el único que le gana en las listas y en las cifras. Durante la Primera Guerra Mundial se unió a voluntary Aid Detachment, allí se dedicó al cuidado de los soldados heridos, trabajo altruista al que se consagró en cuerpo y alma a lo largo de su estancia en el gran conflicto.

(Montevideo, uruguay, 3 de septiembre de 1940-Monte-video, 13 de abril de 2015). su postura política propició su salida de uruguay, durante la dictadura que padeció su país en los años setenta. Galeano se caracterizó por ser un crítico de la condición latinoamericana, impresiones que plasmó a los treinta y un años en uno de sus libros más conocidos: Las venas abiertas de América Latina. también fue un periodista de larga trayectoria que fundó varios semanarios.

La disidencia y el atrevimiento, el ímpetu de romper las reglas, las tradiciones y lo injusto son pasiones que soliviantan el espíritu de intelectuales, artistas y de la gen-te en general. Los muros gritan disidencia y en estas paredes de papel imprimimos, al estilo Banksy, los perfiles de personajes cuya vida fue marcada, y a la vez marcó, por la historia de la rebeldía. Que su ejemplo no quede sólo en la calle, sino también en nuestra memoria.

Jean-Paul sartre (París, 21 de junio de 1905-París, 15 de abril de 1980). Fue uno de los filósofos france-ses más reconocidos del siglo xx; tan admirado que se le otor-gó el Premio Nobel de Literatura en 1964, mismo que rechazó. sartre fue un filósofo que encau-zó su activismo contra el colonia-lismo francés en Argelia o la Gue-rra de vietnam. En 1960 visitó cuba con simone de Beauvoir, y se entrevistó con Ernesto ‘el che’ Guevara, una vez que resultara triunfante la Revolución cubana.

(Alabama, 4 de febrero de 1913-Michigan, 24 de oc-tubre de 2005). Fue una mujer estadounidense de ascendencia africana que perturbó el orden público en diciembre de 1955. su delito: no ceder el asiento de autobús en el que via-jaba a un hombre blanco. su desobediencia civil fue un chispazo que encen-dió múltiples protestas que posteriormente es-tarían encabezadas por Martin Luther King. No obstante, Rosa Parks es una figura que marca un antes y un después en la protesta no violenta con-tra la segregación racial en Estado unidos. Que no se olvide su ejemplo.

Aung san suu Kyi (Rangún, Birmania, 19 de junio de 1945). Política birmana que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1991, mientras purgaba una condena de arresto domiciliario de veinticinco años, que le impuso la junta militar que controlaba su país na-tal. Durante una caravana fue atacada por decenas de personas armadas, pero sin importar las presio-nes del gobierno, no dejó nunca a su gente ni a sus compañeros de la Liga Nacional por la Democracia, así le costara alejarse muchos años de su familia. Fuertemente influida por Gandhi, la no violencia y el budismo, Madre san suu Kyi concluyó su arresto do-miciliario en 2010, por la fuerte presión de Amnistía Internacional, que también le otorgó, un año antes, el Premio Embajadora de conciencia. su influencia y la fuerza de su postura ocupan actualmente luga-res importantes en la política birmana.

Es un colectivo feminista formado en 2011. sus intervenciones de protesta son variables, aunque fue la música punk la que las sacó del anonimato. cui-dadosas de usar seudónimos y pasamontañas de colores en los videos que subían a internet, la intervención que el colectivo llevó a cabo en 2012 en la catedral de Moscú, donde interpretaron una canción de protesta, las puso en la mira internacional. tres de sus integrantes fueron acusadas de alterar el orden público y condenadas a cárcel. Hoy se encuentran libres, gracias a la presión internacional. Pussy Riot continúa con su agenta activista contra el gobierno de Putin.

Nadie escapa de la política. No lo digo yo, sino Edward Said, el intelectual palestino-estadounidense autor de Representaciones del intelectual. Sin embargo, de lo

que sí puede uno alejarse es del pensamiento hegemóni-co, de las políticas oficiales. En otras palabras, disidir sí es posible, aunque no siempre esté permitido.

Los casos de disidencia no son escasos en la historia; existen resquicios por los que se infiltra el desacuerdo, aunque quienes se rebelan muchas veces son relegados por la historia oficial. Se sospecha que a las personas que mantienen la continuidad del statu quo no siempre les gusta hablar de aquellos que les hicieron frente, que con mirada férrea les pusieron un hasta aquí.

Un breve y apresurado repaso. Los años sesenta, por mencionar hechos que nos son cercanos temporalmen-te, son paradigmáticos en el espíritu del disenso: movi-mientos estudiantiles, levantamiento de guerrillas, posi-cionamientos de intelectuales y de funcionarios públicos contra políticas internacionales, así como gobiernos que encabezaron un nuevo periodo con una bandera distinta a la que se mantenía izada desde que Estados Unidos se había aventurado a un nuevo periodo de colonización.

Durante aquel vertiginoso ambiente impregnado por un espíritu de cambio, José Revueltas, escritor y filóso-fo mexicano, reflexionaba en torno a las ideas socialistas que habían aflorado en Latinoamérica a partir del triunfo de la Revolución cubana. En sus dos libros Las evocacio-nes requeridas (i y ii), recientemente reeditados en un solo tomo –el número siete– de sus Obras completas, con motivo de su centenario, Revueltas repasa su vida y se expone a los lectores por medio de cartas, apuntes de viaje, diarios y memorias. En una carta, José Revueltas le solicita su “irrevocable renuncia” al entonces secretario de Educación Pública, Agustín Yáñez, durante el gobier-

no de Díaz Ordaz, por anomalías en su pago como “em-pleado del Estado”, después de un viaje que hizo a Cuba para participar como jurado en el concurso que había convocado la Casa de las Américas en 1968. Pocos meses después José Revueltas será aprehendido y encarcelado en Lecumberri por su activa participación en el movi-miento estudiantil que fuera violentamente reprimido el 2 de octubre en Tlatelolco.

Cuando inició la década de los años setenta, Revueltas salió de prisión; la mano represora del gobierno encabe-zado por Luis Echeverría se dejó caer el 10 de junio de 1971, y se intensificó la guerra sucia que cobró la vida de opositores políticos como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez. Hacia el final del gobierno de Salinas, un levan-tamiento sin precedentes tomó las armas al sureste del país: el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (ezln); en los años posteriores hubo huelgas estudiantiles, levan-tamientos campesinos contra decretos presidenciales y paros magisteriales. Son los intelectuales, sí, actores im-portantes en los momentos de disidencia, pero con este breve flashback histórico podemos percatarnos de que es la población civil la que fluye por las venas de los movi-mientos sociales. Este espectro es el que se explora y des-menuza meticulosamente en El pueblo ensaya la revolu-ción: la appo y el sistema de dominación oaxaqueño (El Colegio de México), de Marco Estrada Saavedra. En este cuidadoso ensayo, Marco Estrada analiza no sólo el movi-miento magisterial que fuera reprimido en junio de 2006, sino la conformación de la Asamblea Popular de los Pue-blos de Oaxaca (appo), como un “sistema de protesta” caracterizado por la complejidad con las que se enarbo-lan múltiples factores y actores que impulsan una amplia movilización social: “Concebir a la appo como ‘sistema social’ nos permite tratarla desde la perspectiva de su complejidad sistémica. […] Entre más elementos con-tenga un sistema, mayor será el número de relaciones

posibles que puedan entablarse entre ellos y en su con-junto y, por tanto, más complejidad abrigará el sistema mismo”.

Pareciera que nada es suficiente: un demoledor sistema que está programado para resistir cuanta oposición se presente, una maquinaria apabullante construida de me-dios de comunicación, de cuerpos y mentalidades que resultan en una bestia intimidante. Sin embargo, al mi-rar al otro lado, aunque parezca un paisaje desolador, la esperanza de cambio continúa. Como dijera Revueltas: “Caídos no quiere decir lo mismo que vencidos. Atrás de aquel que cae, hay alguien siempre que recoge la bandera y ésta ondeará, tarde o temprano, en el punto más alto de la victoria”.

Hay una gran cantidad de gente que reconoce y le hace frente a las múltiples injusticias que padece el mundo. Dos nombres llegan a mi cabeza: Michel Onfray, filóso-fo francés, cuyo libro Política del rebelde: tratado de re-sistencia e insumisión inicia con una anécdota sobre su inclinación anarquista y la oposición al capataz para el que trabajaba. El segundo es Henry David Thoreau, que escribió: “Todos los hombres reconocen el derecho a la revolución, es decir, el derecho a resistirse al gobierno y negarle lealtad cuando su tiranía o su ineficacia sean des-mesurados e insoportables”.

Las palabras de cada uno de los aquí mencionados son un vehículo de reflexión. No obstante, fuera de estas pági-nas hay personas cuya voz no siempre se escucha, aun-que se grite; hay manifestaciones que se intentan hacer pasar desapercibidas. La gente inquebrantable también es un fuerte incentivo, un espíritu que solivianta y anima a la desobediencia, a disidir de la injusticia. +

Por Rolando Ramiro vázquez Mendoza

LAs EvOcAcIONEs REQuERIDAsJosé Revueltas

ERA

EL PuEBLO ENsAYA LA REvOLucIÓN

Marco Estrada SaavedraEL COLEGIO DE MéXICO

POLÍtIcA DEL REBELDEMichel OnfrayANAGRAMA

REPREsENtAcIONEsDEL INtELEctuAL

Edward SaidDEBATE

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Cuando mis amigos de Lee+ me invitaron a escribir so-bre mis disidentes favoritos, lo primero que me vino a la

mente fue un monstruo de tres cabezas hecho de cine, literatura y artes plásticas: el surrealismo por sobre todas las cosas. Más, mucho más que el dadaísmo y sus espectaculares explosiones musicales, literarias o pictóricas, intensas como una granada, pero casi imposibles de desarrollar; soy fan incondicional de los surrealistas en cualquiera de sus formas. A finales de los veinte hicieron películas breves e incendiarias, que buscaban sublevar a los espectadores, y se resistían a contar una historia de modo lineal. Quizás por todo lo anterior, las primeras películas de Luis Buñuel ni siquiera se estrenaron en circuitos comerciales e inclu-so hubo alguna carta de la policía que recomendó que dejaran de circular. Un perro andaluz, que apenas dura veinte minutos, debió exhibirse en una sala del barrio Latino de París, el Studio des Ursulines, a la cual asistieron millonarios como los condes de Noailles, en un extremo; y en el otro, Picasso y la mayoría de los surrealistas, con André Breton a la cabeza. Buñuel no podía creer que bur-gueses y surrealistas se escandalizaron por igual, pero amaron la película. Hoy en día la escena final nos parece tan impresionante y lejana a las buenas costumbres como lo fue el día de su estreno en 1929.

Por su parte, la fotografía surrealista fue un grito de alarma con-tra los límites y las convenciones que el joven arte de la fotogra-fía adoptaba a menos de cien años de su nacimiento. Había que demostrar que el reciente lenguaje fotográfico se estaba anqui-

losando, y era urgente expandir sus fronteras. Según Clément Chéroux, sin duda el mejor observador de

los fotógrafos radicales, el lenguaje fotográfico se enriquece cuando un creador toma una cámara

y cuestiona sus límites. En sus dos breves pero deliciosos libros, Breve historia del error foto-

gráfico y La fotografía vernácula, el actual curador de fotografía del museo Georges Pompidou analiza otros modos de hacer fotografía, lejos de las obras que conside-

ramos “artísticas”; imágenes fabulosas que provocan los aficionados al forzar los límites del

lenguaje fotográfico por un error técnico: tapar parcialmente el objetivo con un dedo, mover la

cámara mientras están retratando a alguien o simplemente registrar lo que consideran bello sin preocuparse por la técnica o los cri-

terios estéticos en boga. Como demuestra Chéroux, este tipo de disidentes involunta-rios pueden crear efectos interesantes, que más tarde suelen ser imitados por artistas reconocidos, y parodiados o exhibidos con

gran éxito en galerías y museos. En sus ensa-yos, Chéroux también cuenta las historias de los disidentes radicales que dominaban el arte de la foto, pero prefirieron reírse de

la técnica y la estética, como fue el caso de Man Ray. Además de retratar a la marquesa Casati con

seis pares de ojos, a Méret Oppenheim desnuda y con un brazo manchado de tinta, a Kiki de Montparnasse

con dos lindos agujeros en forma de efe dibujados sobre su bella espalda, y a prácticamente todos los artistas fa-

mosos que vivían en el París de los años veinte, Man Ray experimentó con los diversos pasos del revelado fotográ-fico, logrando espectaculares resultados, por ejemplo: el método que él desarrolló como nadie y que conocemos ahora como solarización. Pero también regis-tró directamente la sombra de diversos objetos colocados sobre el papel fo-tográfico, de modo que formaran una interesante composición, y con ello creó sus famosos rayo-gramas. A diferencia de Henri Cartier-Bresson, que podía ace-char horas a que ocurriera ese algo poético y revelador que él llamaba “el instante decisivo”, el mejor fotógrafo que dio el su-rrealismo se encerraba con sus vícti-mas deliberadamente, dispuesto a provocar lo asombroso.

En una ocasión, en medio de una sesión de des-nudos con una de sus modelos preferidas, a la mo-delo se le cayó un cigarro debajo de un mueble, y al ver que la joven se inclinaba de un salto a recogerlo, Man Ray le tomó una serie de retratos por la espal-da mientras ella se hallaba inclinada. Al compren-der las intenciones de Man Ray, la joven intentó

cubrirse con ambas manos el sexo, y el resultado fue La prière, una de las fotos más impresionantes del surrealis-

Este volumen reúne parte de las memorias de la filóso-fa francesa. Simone de Beauvoir no sólo incursionó en la literatura y la filosofía, sino también fue una activis-ta y feminista defensora de los derechos humanos. Ella también es una de las principales representantes del existencialismo; su libro El segundo sexo es una obra pilar del feminismo.

MEMORIAs DE uNA JOvEN FORMAL

Simone de BeauvoirEDICIONES GANDHI

OBRA cOMPLEtA BILINGÜEArthur RimbaudATALANTAEsta Obra completa bilingüe de Rimbaud reúne desde sus creaciones escolares en latín hasta sus poemarios finales, Una temporada en el infierno e Iluminacio-nes; sus textos en prosa, incluido Un corazón bajo una sotana, fundamen-tal para entender buena parte de su obra; y la correspondencia íntegra, que revela su relación con su familia, con Paul Verlaine, y su experiencia en África.

EL GuARDIÁN ENtRE EL cENtENOJ. D. SalingerALIANZAEl guardián entre el centeno fue publicada originalmente en 1945, y de inmediato se convirtió en una obra de culto que marcó a sus lectores. Las desventuras de Holden Cauldfiel en la ciudad de Nueva York, que se recupera de la guerra, influyeron en di-versas generaciones. Ésta es la confesión de Holden, quien revela la realidad de un joven que se enfrenta al fracaso escolar, a las in-transigentes reglas de su familia conserva-dora, y a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.

Y tODO Es LENGuA. DIEZ PREGuNtAs LItERARIAsAlberto Paredesunam /SIGLO xxiY todo es lengua. Diez preguntas litera-rias constituye un paseo ensayístico por la lengua y la literatura universal. Por me-dio de su noble oficio de lector e inves-tigador, Alberto Paredes reúne por igual la poesía de Neruda, Huidobro, Lezama Lima, la invención del alfabeto, las notas al margen de Gustave Flaubert, la pecu-liaridad genérica de Borges y la mexicani-dad de Juan Ruiz de Alarcón.

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mo, y que, al igual que Un perro andaluz en el cine o las pinturas de René Magritte y Salvador Dalí, es capaz de crear un escán-dalo a más de ochenta y cinco años de su primera exhibición.

También la literatura surrealista fue rica en disidencias. Basta decir que Philipe Soupalt, Robert Desnos, André Breton y Louis Aragon se resistían a escribir novelas convencionales, atiborra-das de aburridísimas descripciones, una prosa que no incitara al lector a la rebelión, que no lo impulsara a fusionar sueño y realidad en una realidad superior, y nada los indignaba más que encontrar en libros de otros autores lo que ellos consideraban personajes hechos para complacer a los burgueses, apoyados en frases simples y lineales, por el estilo de “La marquesa salió a las cinco”. Así surgieron obras como la bellísima y perturbadora Nad-ja y El amor loco, de Breton, y el Tratado del estilo, de la pluma de Aragon. Pero llegados a este punto hay que reconocer que los mayores disidentes de la literatura no se encuentran exclusiva-mente en la literatura surrealista.

Se acepta que el gran disidente de la literatura es Bartleby, el personaje de Melville que un día se niega a obedecer a sus jefes y se rebela con una frase tan cortés que desarmaba a cualquiera: “Preferiría no hacerlo”. Pero otros sugieren que el disidente ma-yor ha sido Godot, que nunca aparece como no sea en boca de Vladimir y Estragón. Yo prefiero los procesos del abuelo paterno de ambos autores, don Franz Kafka, pues como dijo Sabato, con una prosa transparente y tradicional, Kafka “dio una visión revo-lucionariamente nueva de la realidad”. Y no con los mismos re-cursos, pero también con fabulosos resultados, la literatura esta-dounidense nos ha dado algunos de los disidentes más notables.

Tom Sawyer y Huck Finn tendrían doce años cuando, en vez de quedarse encerrados como mansos corderos, desafiaron cada una de las convenciones escolares y familiares de su pequeño pueblo natal, por no hablar del modo como ayudaron a un esclavo negro a huir de la esclavitud, mucho antes de que se decretara la abolición de semejante injusticia en los Estados Unidos. Por cierto, siempre he sostenido que el protagonista de Todos los hermosos caballos, de Cormac McCarthy, también autor de La carretera, es la con-tinuación de Tom Sawyer en un mundo más cruel: John Grady Cole es un adolescente texano que, armado con determinación e inocencia, decide cruzar a caballo la frontera con México. Sus aventuras hacen posible la que en mi opinión es la mejor novela de Cormac McCarthy.

Otro sureño, el Ignatius Reilly de La conjura de los necios, se re-sistió a trabajar toda su vida y mucho después de haber cumpli-do los treinta lo seguía manteniendo su abnegada madre. Más que un haragán, Reilly era un auténtico disidente que provocaba desastres absolutos cada vez que ponía un pie en la calle, y para consolarse escribía enormes tratados sobre la imperfección del mundo contemporáneo o, como él la llamaba, “su absoluta falta de geometría”.

En la línea de las decisiones radicales, muchas de las novelas de Paul Auster nos fascinan porque sus jóvenes protagonistas se re-sisten a integrarse a una sociedad que está lista para devorarlos, y prefieren volverse detectives o mendigos. Antes que aceptar

un empleo predecible y grisáceo que lo alejaría de la literatura, el protagonista de El palacio de la luna se encierra a leer en su modesto departamento, decidido a agotar los centenares de novelas del siglo xix que le heredó su tío Víctor. Marco Stanley Fogg literalmente debe dormir y comer sobre la literatura del siglo xix. Puesto que no tiene otro ingreso, cada vez que termina de leer una novela sale a revenderla en las librerías de viejo, de modo que si desea desayunar dos huevos revueltos debe leer al menos dos novelas de Dostoievski.

Aunque él sea torpe e ingenuo, y ella caprichosa y colérica, los amantes de Las palmeras salvajes son dos disidentes inolvi-dables. En las deslumbrantes páginas de la novela de William Faulkner sus vidas se encienden y brillan ante nuestros ojos, y al huir de los dictados de la sociedad protagonizan una de las me-jores novelas de amor de todos los tiempos. Si alguien lee esta novela y no vibra con la historia de los amantes es porque ya está muerto y no se ha dado cuenta.

Una cosa que tienen en común todos estos personajes es que de un modo u otro buscan detener el paso del tiempo. Así lo hace, y de una manera genial, el protagonista de El guardián entre el centeno, que antes que obedecer las exigencias de un mundo que lo obliga a madurar, prefiere sorprender al lector con el final de su relato, donde se demuestra que la literatura es un acto de magia creado con una correcta combinación de palabras.

Finalmente hay que agregar que en la literatura la disidencia no tiene límite de edad. Pereira, el protagonista de la inolvidable no-vela de Tabucchi, fue un servidor de los diarios más conservado-res de Portugal a lo largo de toda su vida, y fue hasta los últimos minutos de su carrera, casi al borde de la jubilación, cuando el anciano periodista decidió saltar la censura y darle un golpe a la dictadura salazarista donde más le dolía.

El capitán Ahab tampoco era joven. En lugar de concentrarse en matar tantas ballenas como fuera posible, a fin de enriquecer a los patrones con su valioso aceite, Ahab ordenó a los marineros del Pequod poner en segundo plano los intereses comerciales y buscar con ahínco el cachalote blanco que representaba el mal absoluto, al cual se propuso liquidar.

Don Quijote es otro de los mayores rebeldes de la novela que, al filo de los cincuenta años, vestido con la armadura más ridícula y a su vez eficaz que uno pueda imaginar, en cada una de las tres ocasiones en que se escapó de su ama, su sobrina, el cura y el barbero, también lanzó su propia cruzada contra el mal.

Para mí, dos de los mayores disidentes latinoamericanos son Jorge Luis Borges y Augusto Monterroso. Me gustaría demos-trarlo, pero el espacio se acaba. Así que sugeriré al lector que busque las “Tres versiones de Judas”, del primero, y “La rana que quería ser una rana auténtica”, del segundo, que revela discretamente y a carcajadas la última verdad sobre todas las disidencias. +

Por Martín solares

Mis queridos colegas […], el que abandonó su casa por inconformidad familiar fui yo y no el otro; el que tomó participación en las revueltas de Italia,

de Grecia y de París, fui yo y no el otro; el que inició la revolución artística en México, fui yo y no el otro”. Con estas palabras el pintor, escritor y vulcanólogo Dr. Atl, defendía su derecho a aceptar la membresía a El Colegio Nacional con el nombre que él mismo había elegido y no como Gerardo Murillo, como marcaría el protocolo legal.

Esta extravagante petición no representó impedimento alguno para que ese mismo día, el 5 de marzo de 1951, pasara a formar parte del grupo creado ocho años atrás. Durante esos años, Atl se había dedicado al estudio ex-haustivo del volcán del Paricutín, lo que había concluido en la reciente publicación de su libro Cómo nace y crece un volcán, y la amputación de una de sus piernas, conse-cuencia de sus viajes vulcanológicos. Sería miembro de El Colegio Nacional sólo un mes, antes de renunciar de manera definitiva junto al economista Víctor Urquidi, ambos entre los únicos en hacerlo en la historia de la institución.

Lejos de haber renunciado, como se pudiera sospechar en un primer momento, por causas políticas o discusio-nes con sus compañeros, el Dr. Atl renunció por su fideli-dad a las tormentas.

En su juventud, durante un viaje en barco de Nueva York a París, el pintor fue testigo de una terrible tempestad. Según su versión de los hechos, por poco se hunde la em-barcación. “Tanta agua, caray, y yo aquí con este nom-bre”. Decidió entonces llamarse agua, en lengua náhuatl y evocación cacofónica del Atlántico, aquel océano de temporales inciertos al que había sobrevivido. Después, el poeta argentino Leopoldo Lugones le sugeriría antece-der a su nombre un título, doctor, por su grado en estu-dios de filosofía.

Por su correspondencia con El Colegio Nacional deduci-mos que Atl se siente orgulloso de su designación: “el car-go que se me confiere corona maravillosamente todos los esfuerzos que he hecho en mi vida”. Afirma su compro-miso con su recién adquirida responsabilidad pedagógica y su emoción por la aventura intelectual de convivir con sus compañeros, a los que relata con gran entusiasmo lírico el origen de su nombre, y describe la naturaleza intempes-tiva de su propia personalidad.

¿Por qué renunciaría un mes después? Quizá por razón de su nombre.

“El que aceptáis ahora en la Casa de la mexicanidad, es el Dr. Atl, no al otro, porque ese otro, que ha desaparecido en una explosión de fuerza nuclear, no lo conoce nadie. […] Yo soy el Dr. Atl, porqué soy el Dr. Atl [sic]. Y todo lo bueno o malo que he hecho y que tenga cierto valor, lo hice yo, el Dr. Atl, autobautizado paganamente con el agua maravillosa de mi alegría de vivir ligeramente coloreada, a veces con la sangre de una herida”.

El pintor Diego Rivera y el físico Manuel Sandoval Vallarta sospechaban en la renuncia una decisión moral. Atl, impe-dido para trasladarse cotidianamente por su padecimien-to en la pierna, habría decidido dimitir, según la versión de ambos integrantes de El Colegio, antes de verse en la disyuntiva de no poder cumplir a cabalidad sus obligacio-nes de cátedra libre y gratuita. Lo cierto es que después del incidente el Dr. Atl continúo trabajando de manera prolífica, incluso en actividades tan demandantes físi-camente como sus aeropaisajes. Hasta donde podemos saber, después de eso no tuvo serios conflictos con los in-tegrantes de El Colegio, y siempre guardó una respetuosa admiración por la institución.

Su renuncia: “mi dimisión […] es la consecuencia lógica de mi falta de espíritu de asimilación, de mi vida azaro-sa, sin finalidades, desorbitada, incapaz de someterse a una disciplina ni a discusiones amables […]. Mi lema ha sido siempre: ‘No llegues nunca al puerto’ […]. El Colegio

Nacional era el puerto ideal para que yo hubiese podido anclar, pero ante su magnitud y su positiva seriedad, he sentido el temor de un pobre navegante que en un míse-ro barquichuelo tratase de atracar en un muelle de Nueva York. Vuelvo al Océano”.

Entusiasta de la incertidumbre, Atl decidió legar en su mes en El Colegio el testimonio de una renuncia cuya única deducción posible es la duda. Sería imposible de-finir claramente hoy sus razones como para sus contem-poráneos lo fue entonces. Ante la reconstrucción de su breve travesía, el agua reafirma su identidad con forma de naufragio.La única lección del Dr. Atl en El Colegio Nacional fue la

del navegante iracundo: “sólo navegar es indispensable”. Quien elige un nuevo nombre aprende que a fuerza de una mitología propia, su camino será marcado por la vo-luntad caprichosa de los dioses. Mejor la incertidumbre, la tempestad y la locura, al retorno del otro. Yo es siempre la tormenta que no acaba.

*Agradezco al Dr. Hildebrando Jaimes y al Centro de In-formación de El Colegio Nacional por facilitarme los cita-dos documentos y la investigación del caso. +

Por Fernando Martín velazco

titulo: Doctor Atl

Autor: Alberto Castro Leñero

técnica: Óleo sobre tela

Año de realización: 1994

Medidas: 90 X 70 cm

Pierre Lemaitre es un escritor y guionista francés que nació en París el 19 de abril de 1951. Su última novela es Tres días y una vida (Salamandra), una

combinación de suspenso y tensión. Para esta edición les compartimos un fragmento del primer capítulo, y los invitamos a una velada que tendrá el escritor francés en México, el 26 de abril en el Foro Expresarte de Librerías Gandhi.

“1999. Capítulo 1:

A finales de diciembre de 1999, una sorprendente serie de sucesos trágicos sacudió Beauval, el más importante de todos, la desaparición del niño Rémi Desmedt. En esa re-gión cubierta de bosques y habituada a un ritmo lento, la súbita desaparición del pequeño causó estupor e incluso fue considerada por muchos de los habitantes como un presagio de futuras catástrofes.

Para Antoine, que estuvo en el centro del drama, todo empezó con la muerte del perro. Ulises. No entremos en los motivos que indujeron al señor Desmedt, su dueño, a darle a aquel mestizo blanco y pardo, patilargo y delgado como un palillo, el nombre de un héroe griego; será un misterio más en esta historia.

Los Desmedt eran vecinos de Antoine, que tenía enton-ces doce años y le había tomado mucho cariño a ese pe-rro, sobre todo porque su madre se había negado siempre a tener animales en casa; ni perros ni gatos ni hámsteres ni nada, lo ponían todo perdido.

Ulises acudía enseguida a la verja cuando Antoine lo lla-maba, a menudo seguía a la pandilla de amigos al estan-que o a los bosques de los alrededores y, cuando Antoi-ne iba solo, siempre se lo llevaba con él. Se sorprendía hablándole como a un compañero. El perro inclinaba la cabeza, serio y atento, y salía disparado de pronto, dando por concluida la hora de las confidencias.

El final del verano había sido muy laborioso para los com-pañeros de clase, ocupados en construir una cabaña en el bosque, en las colinas de Saint-Eustache. La idea se le había ocurrido a Antoine, pero, como siempre, Théo la había presentado como suya, arrogándose así el mando de las operaciones. El ascendiente de aquel chico sobre el pequeño grupo se basaba en que era el mayor, ade-más de hijo del alcalde. En sitios como Beauval, esas cosas cuentan: la gente odia a quien reelige periódicamente, pero considera al alcalde como un santo patrón y a su hijo como su delfín; esta jerarquía social se origina entre los comerciantes, se extiende a las asociaciones y, por ós-mosis, penetra en las aulas de la escuela. Théo Weiser era además el peor alumno de su clase, lo que a ojos de sus compañeros constituía un rasgo de carácter. Cuando el alcalde lo zurraba — lo que ocurría a menudo— , Théo exhi bía los moretones con orgullo, como el precio que debían pagar los espíritus superiores en un mundo donde reinaba el conformismo. Y como además tenía bastante éxito con las chicas, los chicos lo temían y lo admiraban, aunque no le tuvieran una gran estima. En cuanto a An-toine, no pedía ni envidiaba nada. La construcción de la cabaña le bastaba para estar contento, no necesitaba ser el jefe de nadie.

Todo cambió cuando a Kevin le regalaron una PlayStation por su cumpleaños. Rápidamente, todo el mundo aban-donó el bosque de Saint-Eustache para juntarse a jugar en casa del chico, cuya madre decía que prefería eso a los bosques y el estanque, que siempre le habían parecido peligrosos. En cambio, la madre de Antoine desaprobaba esos miércoles de sofá — esos chismes idiotizan a la gen-te— , y acabó por prohibírselos. Antoine se rebeló contra la decisión, no tanto porque le gustaran los videojuegos como porque de ese modo se veía privado de la compañía de los amigos. Los miércoles y los sábados se sentía solo.

Pasaba bastante tiempo con Émilie, la hija de los Mouchotte, también de doce años, rubia como un pollito, con el pelo rizado y los ojos vivos, una buena pieza a la que nadie podía negarle nada, hasta a Théo le hacía tilín. Pero jugar con una chica no era lo mismo.

Así que Antoine regresó al bosque de Saint-Eustache y empezó a construir otra cabaña, esta vez en lo alto, en las ramas de una haya, a tres metros de altura. Mantuvo su proyecto en secreto, saboreando por adelantado su triunfo cuando los amigos, cansados de la Play, volvieran al bosque y descubrieran su obra.

La tarea lo mantuvo muy ocupado. Recogió trozos de lona en la serrería para proteger las aberturas de la lluvia, tela asfáltica para el techo, telas bonitas para decorarla, construyó rincones para guardar sus tesoros. No había manera de terminar porque, al no tener un plan de con-junto, se vio obligado a recomenzar varias veces. Durante semanas, la cabaña acaparó su tiempo y su mente en tal medida que se le hacía difícil guardar el secreto. Claro que en el colegio habló de una sorpresa que dejaría boquia-bierto a más de uno, pero no tuvo demasiado éxito. En esa época, los de la pandilla estaban excitadísimos con la anunciada salida de la nueva edición de Tomb Raider, no se hablaba de otra cosa”.

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Pierre LemaitreSALAMANDRA

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La decisión más importante en la vida de un creador —en-tiéndase creador como un artista, emprendedor, inventor, empresario— es el camino que escoge para su próximo proyecto o creación cada vez que se encuentra parado en la bifurcación Y. Puede decidir hacer algo convencional, es-coger la seguridad económica, no retar al statu quo y termi-nar siendo un ladrillo más en el muro. No obstante, cuando toma el camino de la disidencia rompe con lo establecido y navega hacia lo desconocido. Es cuando verdaderamente lo-gra trascender y dejar una marca en el universo, como solía decir Steve Jobs.

E S T E B A N S U Á R E Z

bunkerarquitectura.com @Esteban__suarez

Un día de marzo de 1969, John conectó el extremo de una manguera al tubo de escape de su coche, metió

el otro lado por una de las ventanas, se encerró en el ca-rro, dejó a la vista una nota para sus papás, y espero allí hasta que el dióxido de carbono fuera despacito llenando el interior de la máquina y sus pulmones. Tenía treinta y un años.

John siempre había querido ser escritor, soñaba con ver su novela publicada, con que otros vieran lo que él veía: una obra maestra desplegándose dentro de los ojos de si no cientos de miles de lectores, por lo menos de algunos, los suficientes como para sentir que había llegado. Pero nunca pasó. Terminó de escribir La conjura de los necios (Anagrama), la mandó a un reconocido editor y, aunque éste no la rechazó completamente, lo mandó a hacerle cambios y cambios, hasta que John Kennedy Toole se desanimó; terminó por dejar que ese ego que por un lado le decía que era un genio, y por otro lo convencía de que no servía para nada, lo sacudiera; dejó que sus monstruos se lo tragaran y lo arrastraran por los callejones de la de-presión hasta llevarlo a ese coche, a esa noche de marzo.

Ahí se quedó John, pensando que era un fracasado. Ya no vio que un montón de años después de esa noche su mamá lograría que publicaran su libro, y que además ga-naría el Premio Pulitzer, e iba a ser leído por millones de lectores en varios lugares del mundo.

Ocho años después, en el mismo continente pero mucho más al sur, en Cali, otro día de marzo, a los veinticinco años, Andrés recibió el ejemplar de su primera novela editada, ¡Que viva la música! (Debolsillo) Luego ingi-rió sesenta pastillas de secobarbital, y después de unos segundos cayó fulminado delante de su novia. Andrés Caicedo ya se había intentado matar dos veces antes, porque pensaba que eso de vivir más de veinticinco años era una ridiculez. Quería morir joven, pero quería dejar obra; quería ser una leyenda, pero a diferencia de John no le interesaba la fama, ni hacer carrera ni nada de eso. El mundo le dolía demasiado como para seguir vivo, y la visión romántica de verse a sí mismo como una leyenda era poderosa. El suicidio es poderoso. El suicidio vende. Mandar a la chingada la vida, tener los huevos para gri-tarle en su cara: ¡hasta aquí llegué! ¡Vete al carajo!, puede

convertirlo a uno en una leyenda. Eso, claro, si el que se suicida tiene un talento rabioso, y si lo que escribe es más revolucionario y desafiante que el mismo acto de acabar con su propia vida.

John añoraba pertenecer, entrar al círculo adorado. An-drés no. Para él la leyenda era suficiente. Se puede ser leyenda sin seguir en el mundo, sin tener que soportar lo que se tiene que soportar en esta vida.

Uno quería entrar y se murió despechado. El otro siempre se vio yéndose, antes de que lo terminaran de despechar. ¿Podrían los dos sin haber sido alumbrados por el morbo místico del suicidio ser las figuras míticas que son ahora? No sé. El morbo es cabrón y a todos nos arrastra con su oscuro llamado. ¿Qué tanto se puede separar la obra de la leyenda? ¿Hasta dónde son lo mismo? No sé. Lo único que sé es que los dos libros que estos dos tipos escribie-ron eran por sí mismos outsiders; libros distintos, raros, rabiosos, con el dolor y la furia y el coraje de tener que crecer en un mundo donde no se puede crecer, donde no se debería crecer a flor de piel.

Ambos libros no tenían nada que ver con lo que se escri-bía en la época o con lo que creaban otros artistas con-temporáneos. Los dos libros tienen como protagonistas a personajes extremos, limítrofes; dos adolescentes: una de diecinueve, rubísima, siempre excesivamente viva; el otro, un adolescente emocional de treinta años, gordísi-mo, rarísimo, patético.

Los dos personajes luchan por escapar de la mamá, del papá, de esas figuras que aman y desprecian, a las que les deben todo y de las que más lejos necesitan huir. Dos libros vertiginosos, cagadísimos, dolorosos, brutales, y jóvenes, muy jóvenes; adelantados, impetuosos: ¡frescos! Ambos libros de dos escritorazos que se fueron demasia-do rápido; textos de dos tipos que nunca se leyeron, ni supieron el uno del otro, pero que escribieron dos novelas inspiradoras para todos los escritores que añoramos es-cribir con esa rabia, con ese vértigo; libros que los lecto-res que queremos leer libros no aprobados por el canon, que queremos descubrir joyas lejos de las lecturas que por fuerza quieren vendernos los que aprueban la correc-ción literaria, debemos leer. +

Por Alejandro carrillo Rosas

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Gilberto A. Nava “Gablot”Ciudad de México, 1990. Estudió Letras Hispánicas (ffyl/unam). Pambolero por herencia genética y cruzazulino por resignación; fanático de Zelda, entrenador Pokémon por las noches. Pierde la mitad del día en la oficina viendo 9gag. Par-ticipó en la antología Telescopio (Fractal Editores, 2013). @Gablot_ier_van

Hoy se me acaban las ganas de salvar al mundo. Des-pués de un breve vistazo a los titulares y a los noti-

ciaros, no puede quedar otra resolución. La raza humana se resiste a ser salvada, es incapaz de mover un dedo en defensa propia. Durante tantos años mucha gente ha pensado que cualquier escenario desfavorable tiene arre-glo, que siempre se puede dar la vuelta al marcador con-tra el destino y ganarle, porque lo bueno de que no haya un partido de vuelta es que hay un ganador definitivo y que ése podemos ser nosotros. Pero no. Ahora entiendo a Rorschach: la mierda les llegará hasta las gargantas an-tes de que se den cuenta, antes de que acepten la mano que uno les tiende y, sí, ahora coincido con él; al unísono susurraremos una negativa tajante.

Hace un par de días intenté salvar una abeja a toda cos-ta. La pobre había volado hasta allí en busca de alimento, mientras lo único que quedaba en mi jardín era una no-chebuena que ya amenazaba con marchitarse. Esa abeja se movía pero no emprendía el vuelo. Le di una gota de agua e intenté trasladarla hacia la flor. Fue difícil. El miedo instintivo le decía que mis movimientos eran peligrosos y trataba de escapar a toda costa. Se cayó muchas veces al suelo, las mismas que la levanté. Cuando por fin pude guiarla hacia los pétalos rojos, había muerto.

Pocos días después encontré a una señora que se dispo-nía a aplastar despiadadamente a otra abeja. La detuve. Traté de explicarle la situación: que las abejas están en peligro, que sin ellas la especie humana se va por el retre-te. No le importó. Su justificación: “no quiero que me pi-que”. Sencillo, gorda estúpida, quítate de su camino y ¡puf! Creo que mi respuesta no le gustó. No lo sé, sus ojos se quedaron fijos de odio.

Comprendí que ella no estaba sola, que su pie no era el único que se levantaba para aplastar a un ser indefenso, necesario para su supervivencia, por el simple temor de que el diminuto insecto la atacase, aun cuando el karma instantáneo posiblemente haría que con el aguijón tam-bién se le fuera la vida a la abeja. En cambio nosotros éramos islas a la deriva. Por cada persona que intentaba detener el pie, había otras cien que dejaban caer la suela contra el objetivo y contra el defensor.

Al carajo. Ellos quieren que el mundo se los cargue, que así sea.

Opté por la indiferencia. Mi carcajada se unía a la de Eddie Blake cuando veía las catástrofes y sólo esgrimía una broma. Me llamaron cruel. Me dijeron que ensuciaba el uniforme. Me gritaron que no merecía el título de hé-roe. ¿Quién chingados quiere un puto héroe? Son ustedes los que necesitan un mundo que quiera ser salvado. Para su desgracia ese mundo que tanto anhelan proteger los recha-za. Así ha sido siempre, así siempre será. Me expulsaron del grupo. Comenzaron una cacería cada noche y cada día. Emboscadas. Guerra de guerrillas en cada rincón de la ciudad. Súbitamente me convertí en el mayor peligro potencial para quienes fueron mis compañeros. Demasia-do poderoso para odiar a la humanidad, demasiado pe-ligroso para seguir vivo. Por eso, Doctor Manhattan se fue a Marte, entendió que de quedarse desataría el apo-calipsis. Adrian Veidt quiso la salvación al inventarse un enemigo común y Jon Osterman aceptó el trato de ser el villano para que el mundo girara en paz.

Me rehúso. Es mi último pedazo de dignidad. El mundo ya me ha arrebatado mi identidad y mi vida, no le dejaré que me arre-bate la diminuta pizca de libertad que me queda.

Esto no es salvar a la humanidad por medio de la destruc-ción de la misma. Les grito desde lo alto del edificio, bajo la lluvia y la tormenta eléctrica. Esto es el epítome de su propio credo. Es un deseo egoísta que un individuo cumple por capricho. No pueden creerlo. Lo veo en sus caras des-encajadas, en las mandíbulas completamente abiertas. Puedo sentir sus latidos apresurados. Emocionados por el combate que está a punto de librarse, porque al fin,

I’M((NOt) A HERO PT. 4. BETRAYAL REVELATION

Gilberto A. Nava, “Gablot”

En esta sección aparecerán relatos de autores contemporáneos. Cada mes una ficción para arrebatarle un espacio a la vida cotidiana.

después de tantos años de contenerse para no causar un cataclismo, deberán despojarse de sus propias ataduras si quieren salvarse. Pero no. Esto no es un acto de ense-ñanza para ellos. No soy un nivel de tutorial ni el jefe final del videojuego. No soy el mentor que se sacrifica para que sus pupilos adquieran la dureza necesaria. No soy el ejemplo a seguir. Sólo soy un suicida cuyo impacto de daño des-truirá un pedazo del planeta.

Si quieres seguir leyendo este cuento, entra a mascultura.mx

La disidencia está plasmada en cada cuadro de la his-toria de la humanidad. El rebelde persiste como un ar-quetipo que ha acompañado a nuestra especie desde el inicio de los tiempos: Moisés sacando al pueblo de Israel del dominio de los egipcios, tantos escritores cubanos que se manifestaron contra el régimen de Castro (Piñera, Arenas, Pereira, Lezama), los beatniks (Ginsberg, Kerouac, Cassady), el Dr. Atl y sus paisajes aéreos en medio del arte más clasicista mexicano, los punks ingleses, entre muchos otros.

Los insurrectos no sólo alborotan masas gratuitamen-te, sino que mueven el tejido social, las mentes estan-darizadas, y tienen la virtud de poner en movimiento, como debe hacerse cada cierta cantidad de tiempo, la rueda del cambio. Oposición, movimiento pendular, transformación que necesitamos para no entumirnos y morir en el intento.

En el mundo de las letras quizás uno de los más gran-des ha sido el poeta chileno Nicanor Parra, famoso por crear la llamada antipoesía. ¿Pero a qué se podría referir con antipoesía?: a) ¿Un remedio para curarse de los versos cursis? b) ¿Un antídoto a las metáforas muy repetidas? o c) ¿Una estrategia para retar nues-tra percepción de lo poético? Opción correcta: d) To-das las anteriores y un poco más.

Poemas para combatir la calvicie, de Parra es uno de sus tantos poemarios que nos demuestran que lo poético vive en las palabras, cuales sean, con el aco-modo indicado:

DIME cuáles son para tilas 10 palabras más bellas de la lengua castellana

y te diré quién eres

El sentido del humor, la ironía y su sencillez: la poesía se deja en los huesos para ser tan clara como puede. Por supuesto, a muchos les resultó un insulto: ¿dón-de está la complejidad? ¡¿Los versos grandilocuentes y las palabras de cinco sílabas?! No se necesitan; la poesía no es lo intrincado, sino lo preciso, el lenguaje cargado de sentido. La absoluta rebeldía ante lo que creíamos inmutable hasta ese momento. +

APARENTEMENTE, UN VERSO SIN ESFUERZO

(PERO NO SE DEJE ENGAÑAR)

Nicanor Parra. Foto: http://www.paniko.cl/

La música contemporánea y los movimientos ar-tísticos como Fluxus, el dadaísmo, los happenings

o la Generación Beat fueron antenas sensibles que per-cibieron su realidad.

El año de la escena emergente fue 1978, porque mu-chos artistas retomaron los movimientos vanguardistas. Talking Heads convertía un poema de Hugo Ball en un pasaje sonoro, y Cabaret Voltaire tomaba el nombre di-rectamente del dadaísmo. Las técnicas del collage y del cut-up se aplicaron a la música y al movimiento artístico No Wave en Nueva York, que sirvió de influencia para la formación de Sonic Youth en 1981, una banda caracteri-zada por las disonancias en todas sus formas. Sonic Youth es la agrupación más influyente de la corriente musical al-ternativa. La experiencia formativa de los miembros del gru-po conllevaba una confrontación con lo que percibían como una energía creadora que destruye el rock convencional.

Lee Ranaldo, guitarrista y miembro fundador de Sonic Youth y Text of Light, crea contrastes entre estas pro-puestas analíticas y la improvisación, construyendo rela-ciones directamente dialógicas y abstractas. Ranaldo es además artista visual, escritor y productor. Durante una visita a la Ciudad de México participó en la musicalización del Ciclo Georges Méliès, en los festivales Bestia y Aural, en el que presentó siete cortometrajes restaurados. En una charla con él nos platicó sobre el desarrollo de sus nuevos proyectos y colaboraciones en la música, el cine y la literatura.

El primer acercamiento al Fluxus y la música experimental: Bueno, el Fluxus y en general la música experimental es algo que descubrí hace muchos años. Empezando con personas como John Cage y después profundizando en ese tipo de música del siglo xx. Sonic Youth hizo una pie-za del artista Georges Maciunas en la que martillamos clavos contra las teclas de un piano. También estudié Ar-tes Visuales, y por medio de esto buscaba entender de qué iba el Fluxus, sobre todo me interesaba saber qué hacían como nuevo movimiento, mientras jugaban con la pérdida del arte. Algunas cosas son muy graciosas y divertidas, otras bastante serias o conceptuales.

composición actual en la música: Estos días me he dedicado a escribir muchas canciones, así como a tocar música improvisada y cosas abstractas. Estoy centrado en las canciones con letras. La tecnología es una aliada muy útil, pero sigo trabajando con materia-les muy básicos.

El collage electroacústico y la experiencia con la tecnología:Yo trabajo en un modo más directo con guitarras y am-plificadores, con guitarras acústicas, y cuando se trata de hacer discos, la tecnología se involucra más. Hago cosas tipo soundtracks, en este punto trabajo muchísimo con la computadora, pero soy un músico poco tecnológico, no tengo mucha experiencia con midis, por ejemplo.

La atmósfera sonora para musicalizar el trabajo cinema-tográfico de Georges Méliès: Estudié cine en la universidad y tengo una relación muy profunda con él, conozco muy bien estas películas desde hace tiempo. Hago, además, muchas performances con películas, algunos con mi esposa Leah Singer y otros con mi grupo Text of Light, con los que toco en pelí-culas estadounidenses avant-garde, en especial con las de Stan Brakhage.

Ontología del trabajo sonoro improvisado:Para mí se trata de improvisar con la música, mientras que la película es un elemento que ocurre simultánea-mente. Eso, de cierto modo se hacía en los sesenta con bailarines, música y películas, todo al mismo tiempo. En especial con la música abstracta siempre es interesante contar con un elemento visual.

La actualidad tiene medios que condicionan al público y em-plean sus recursos para desorientarlo. ¿cuál es tu postura?Pienso que ha cambiado la forma en la que el público recibe la música. Hay tanta música ahora y es tan fácil acceder a ella que algunas veces pienso que la hace me-nos especial. Cuando yo estaba creciendo teníamos un disco a la vez y lo escuchábamos por lo menos de tres a cuatro semanas antes de comprar otro, así tenías tiem-po para realmente estudiarlo a profundidad. Ahora hay tanta música que no importa dónde la escuchemos, en nuestros teléfonos, por medio de nuestros audífonos de mierda con pésima calidad de sonido, es algo a lo que estamos acostumbrados, y cada semana hay mil cosas nuevas que escuchar.

El paisaje sonoro de la actualidad: En lo personal me interesan más los músicos que crean cosas que duran un periodo más largo de tiempo, y pue-des seguir su trayectoria por cinco, diez álbumes o vein-te años. Y como a todos, a mí también me gusta alguna canción pop que esté de moda, de alguien que a lo mejor nunca volverás a escuchar. Todavía creo que hay tonela-das de buena música allá afuera. ¿Qué lees actualmente?Estoy leyendo diversas cosas; acabo de terminar un libro de un amigo escritor inglés llamado Clinton Heylin, au-tor de muchos libros sobre Bob Dylan. Él acaba de escri-bir uno sobre su primer tour electrónico entre los años 1965-1966. El libro se llama Judas!, y complementa el lanzamiento de todos los shows que Dylan hizo en ese tour. También estoy leyendo un libro de un buen amigo, Jonathan Lethem, autor estadounidense que hace unos años escribió Dissident Gardens, acerca de comunistas viviendo en Nueva York durante los años treinta y cua-renta. En mi nuevo álbum, que saldrá el próximo año, él y yo colaboramos en muchas de las letras. +

Por ulysses Avath

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“Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al me-

nos, creer en mi protesta”. Albert Camus

Si nos apegamos a la definición que hace la Real Aca-demia Española del término disidente, podemos con-cluir que han sido muchos los autores que se separan de la doctrina, creencia o conducta común. Determi-nar si esta exclusión es voluntaria o padecida como consecuencia de una discrepancia en las opiniones más generalizadas, ha sido material para escrito-res como Dostoievksi, Camus, Sartre o Hesse, entre otros. Los une la crítica contra los individuos apáticos, carentes de pasión, de sueños y de motivos, y la deter-minación de que a pesar del sinsentido de la existen-cia, lo único que la hace llevadera es la reflexión sobre cuestiones últimas y la fuerza para defender una idea.

En la Generación Beat, de los Estados Unidos de la posguerra, el término en inglés quería decir “derrota-do, marginado, pero cargado de convicción”. Uno de sus máximos representantes, Jack Kerouac, enfrenta dos estilos de budismo en Los vagabundos del Dhar-ma, desarrollando una combinación que podría ser considerada precursora de los movimientos New Age; de hipster, que fue la palabra que se usó para describir la subcultura beatnik, derivó hippie, ideología carac-terizada por libertaria y pacifista, y es precisamente en los años sesenta cuando surgen colectivos en de-fensa de la Tierra, y se empieza a considerar el valor de los animales como individuos sintientes.

Isaac Bashevis Singer, ganador del Premio Nobel en 1978, y quien en su novela Enemies, a Love Story (Enemigos. Una historia de amor), hace una analogía entre el holocausto nazi y el que perpetramos dia-riamente contra los animales en las granjas factoría. Después de recibir el galardón dijo: “Siento que los animales tienen el mismo desconcierto que noso-tros, aunque no lo expresen con palabras. Diría que toda forma de vida se pregunta: ‘¿Qué hago aquí?’”. Décadas posteriores, J. M. Coetzee, Nobel en 2003, en novelas como Desgracia, La vida de los animales y Elizabeth Costello hace una clara vinculación entre el apartheid y el especismo, es decir, la discriminación en función de la especie.

El colombiano Fernando Vallejo ha donado varios de sus premios literarios a refugios de perros, y en muchos de sus textos critica duramente el que la Iglesia católica solape —entre otras cosas— las corridas de toros.

Quizá el concepto que tenemos de disidente es la imagen del poeta o la del escritor, pues quien escribe para com-placer a lo establecido, no tiene mucho valor. La literatura puede ser una forma de activismo: la palabra como herra-mienta para cambiar el mundo, uno del que no queramos escapar, sino disfrutarlo, haciendo el menor daño posible. +

@leonoraesquivelwww.AnimaNaturalis.org

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Ilustración de phantom-limb© 2008-2017, DeviantArt.

Tal vez el cine, como ninguna otra forma de ex-presión artística, nos desafía a imaginar otras formas de existencia; recrea conflictos, pone a

dialogar cuerpos y es capaz de generar emociones ge-nuinas en sus espectadores. El cine es un vehículo efi-caz y masivo de representación de mundos posibles, por eso también es terreno de lo político.

La industria en torno a las películas de superhéroes ha crecido sin descanso en las últimas décadas, y una de las razones que ha impulsado este auge es lo mucho que el espectador disfruta de la fórmula: el género materializa la oposición entre el bien, encarnado en un sujeto con capa (o el accesorio y el poder que el lector guste), y el mal, personificado por un individuo alienado que representa un peligro para la sociedad. También se refuerza el triunfo de dicho bien (occiden-tal, blanco, capitalista y, ya que estamos enlistando, masculino) sobre el mal, representado de forma chafa con personajes a lo tonto malvados. A veces se olvida que la clave para construir un buen villano está en sus motivaciones y que éstas son en esencia ideológicas.

Las grandes productoras detrás de estas películas in-sisten en mostrarnos villanos mal logrados, antago-nistas sin ningún trasfondo que son más bien un débil pretexto para lucir al héroe. Por fortuna, hay excep-ciones; la mejor y más grande, el Joker, pero también están Magneto y, en menor medida, el hermano feo de Thor, Loki. ¿Acaso no son villanos así los mayores disidentes en estas historias?

Pero, ¿qué implica ser un disidente dentro de la pan-talla grande? No es difícil visualizar a una mujer u hombre avanzando contracorriente. El encuadre más obvio: una figura humanoide oponiendo resistencia contra un mar de cuerpos que avanza en sentido con-trario. Un individuo literalmente ahogado por su en-torno que, no obstante, avanza. El disidente es aquel que expresa su desacuerdo hacia un estilo de vida, una ideología política, el status quo, la religión, o cualquier otra dinámica hegemónica. En ese sentido los villanos son disidentes, sí, pero también son criminales (su plano ideológico es llevado a un extremo moralmente reprobable en la práctica) y esto no puede ni debe ser dejado de lado.

La disidencia es necesaria en la vida política. Cuando un punto de vista es cuestionado, se acumulan voces alternativas al discurso oficial que lo ponen en crisis. También por eso no es descabellado afirmar que un villano, al menos uno bien construido, plantea una for-ma distinta de ver y pensar el mundo.

Me remito a una de las mejores escenas —aunque ele-gir sólo una no es fácil— de Batman: The Dark Knight, aquella película de Christopher Nolan que en el 2008 nos hizo replantearnos el género de superhéroes. En ésta el Joker, ese personaje que quiere ver el mundo arder, ha amenazado con dinamitar un hospital como parte de un juego de poder para encontrar a Batman y castigar a quienes luchan contra el crimen organizado. Mientras tanto, el fiscal de distrito Harvey Dent yace en una camilla (luego de haber sido víctima de una de las tretas del villano, el fiscal queda completamente deformado de la mitad izquierda de la cara), ahí un Joker inolvidable vestido de enfermera lo visita. Este diálogo es fundamental no por lo que gana el Joker en el juego del gato y el ratón, sino por la caída, dramá-tica y definitiva, del héroe público de ciudad Gótica.

El nacimiento de Dos Caras es una ventana a las for-mas de disidencia más potentes de la película: la de Joker, quien desconoce desde siempre al sistema; y la de Harvey Dent que surge del dolor de haber perdido a su novia, Rachel Dawes, y de la desilusión de haber fracasado en su objetivo mesiánico de restablecer la justicia en una ciudad que no puede dejar de ser co-rrupta. Antes de despedirse, el Joker le dice a un Dent que literalmente se retuerce en el lecho: “Instaura una pequeña anarquía, altera el orden establecido y co-menzará a reinar el caos. Soy un agente del caos, ¿y sabes qué tiene el caos? Que es justo”.

Lo mismo sucede con Magneto; un personaje de cla-roscuros que cuesta trabajo contar en el bando de los malos. Sabemos que Charles Xavier y Magneto son amigos y tienen un pasado en común. También cono-cemos la postura de Magneto ante el rechazo huma-no hacia los mutantes. Xavier cree en la convivencia, Magneto en la salvación de los suyos a cualquier costo, por eso se posiciona en First Class (Matthew Vaughn, 2011): “He estado a la merced de hombres que cum-plían órdenes. Nunca más”. Con lo que alude a su paso por los campos de concetración nazis donde perdió a su familia.

Cuando vemos películas de superhéroes por lo gene-ral fallamos en contextualizar (en intentar imaginar al menos) el porqué de la disidencia de sus villanos —quiénes más alienados por un sistema, quiénes más politizados que aquellos que reniegan de la política misma—; con esto no intento hacer una apología: las acciones de estos personajes cobran vidas y siembran terror. Aun así es interesante preguntarse cómo el cine puede plantear un escenario donde el orden dado y aceptado de las cosas se disloca y es puesto en duda. La experiencia cinematográfica entrega a los espec-tadores un espacio en el que son reveladas algunas de las posibilidades de esa disidencia. Tal vez sólo por eso valga la pena defender nuestro derecho a los villanos que también (di)sienten. +

Por Paulina del collado