[architecture.ebook].arq.chile no.62 marzo.2006.(spanish)

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Fotografía de Álvaro Benítez, arquitecto. Destacada en Concurso Portadas ARQ 2006

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  • ... limiting oneself to blaming the promoter for this type of architecture is partly justified, but it also supposes the refusal to reach an agreement1.

    Supermarkets and malls are demonized by some, but used by all (if you dont buy, you look).Our purpose in this edition was not to enter into social, economic or political debates. On the other hand, commerce is a fact that has accompanied civilization from the beginning.Our intention is to discover why malls and hypermarkets are not seen as possible architectural works; nevertheless, the first version of Parque Arauco (1981), the work of Jaime Bendersky and the first mall in Chile, was. The essay by Alejandro Crispiani and Mariana Silva makes a precise and dispassionate analysis of why hypermarkets are the way they are to this day: a revelation of why we do what we do when we go to the supermarket.Among other topics, this edition includes two weekend projects: the multitudinous San Alfonso del Mar, made up of various apartment buildings commented on by Rodrigo Prez de Arce, and a project of individual houses, the so-called Ocho al cubo, commented on by the Argentinean architect and Professor, Anah Ballent. Both located in our overpopulated central coastline. Without wanting to judge them here, they both touch on two new topics in Chile: one of collective vacations like going aboard a transatlantic tourist liner and the other, some houses that anticipate the order of the client and introduce a certain formality, almost urban, into what up till now had been houses for an informal lifestyle. These houses face onto a golf course, all lined up in one street, just like the Eastern Sectors of Santiago.In the building group we include a restaurant in Vitacuras park, by Smiljan Radic, some gas stations by Juan Sabbagh, a cluster of shops, typological, with a first example in Vitacura, by Andrs Mas and Cristbal Fernandez, and a book mall in Sao Paulo, by Paulo Bruna and Roberto Cerqueira. Architects have always been at the service of society in every epoch, and in ours there are some unresolved problems, which can be solved with the genius of the architect and the conviction of the businessman, in an agreement, as Koolhaas says.This number of the magazine introduces a new mode, that of the invited editor. In this case we have had the decisive collaboration of Professor Alejandro Crispiani, and the participation of the photographer Alexis Daz in the majority of the images.

    Montserrat Palmer Trias

    Editorial

    limitarse a culpar al promotor por este tipo de arquitectura se justifica en parte, pero tambin supone negarse a llegar a un acuerdo1.

    Los supermercados y los malls son demonizados por algunos, pero usados por todos (si no se compra, se mira).No fue nuestra intencin entrar en este nmero en debates sociales, econmicos o polticos. Por otra parte el comercio es un hecho que viene acompaando a la civilizacin desde el principio.Lo que pretendemos es saber por qu no se ven como una posible obra de arquitectura los malls y los hipermercados; sin embargo, la primera versin del Parque Arauco (1981), obra de Jaime Bendersky y el primer mall de Chile, lo fue.El ensayo de Alejandro Crispiani y Mariana Silva hace un preciso y desapasionado anlisis del por qu hasta el da de hoy los hipermercados son como son: un descubrir por qu hacemos lo que hacemos cuando vamos al supermercado. Entre otros temas, este nmero incluye dos conjuntos de fin de semana: el multitudinario San Alfonso del Mar, de varias torres de departamentos comentadas por Rodrigo Prez de Arce, y un conjunto de casas individuales, el llamado Ocho al cubo con un artculo de la profesora y arquitecta argentina Anah Ballent. Ambos en nuestra superpoblada costa central. Sin entrar ahora a calificarlos, los dos ofrecen temas novedosos en Chile: uno de vacaciones colectivas como subirse a un transantlntico de turismo y el otro, unas casas que preceden al encargo del cliente y que inauguran una cierta formalidad, casi urbana, en la que hasta ahora haban sido casas para una vida informal. Estas casas estn orientadas a un campo de golf, y alineadas en una calle, igual que las de la zona oriente de Santiago.En el conjunto de obras, incluimos un restaurante en el parque de Vitacura, de Smiljan Radic, unas estaciones bencineras de Juan Sabbagh, un conjunto de tiendas, tipolgico, con un primer ejemplo en Vitacura de Andrs Mas y Cristbal Fernndez, y un mall de libros en Sao Paulo, de los arquitectos Paulo Bruna y Roberto Cerqueira.Los arquitectos siempre han actuado al servicio de la sociedad de cada poca y en la nuestra hay algunos problemas sin resolver y que se solucionan con el ingenio del arquitecto y el convencimiento del empresario, como dice Koolhaas, en un acuerdo.Este nmero de la revista ensaya una modalidad, la del editor invitado. En este caso ha contado con la colaboracin del profesor Alejandro Crispiani, que ha sido decisiva.

    1 Koolhaas, Rem; Conversaciones con estudiantes. Ed. G. Gili, Barcelona, 2002.1 Koolhaas, Rem; Conversations with students Ed. G. Gili, Barcelona, 2002.

  • 10La vigencia del modernismo en la arquitectura brasilea / I. Estos son tiempos difciles para la prctica de la arquitectura autntica en Brasil. Reflejando de manera propia la crisis disciplinaria que viene alcanzando a la arquitectura y al urbanismo en todo el mundo hace algunas dcadas, el panorama local es sombro y desanimador para los que an consideran a la arquitectura una profesin de alcance social y cultural.Aunque los orgenes de esta crisis sean varios, el fenmeno de la globalizacin y la consecuente infiltracin y predominio de los valores del mercado en la mayora de las actividades humanas parecen ser los ms importantes.La crisis disciplinaria a la que me refiero se manifiesta de muchas maneras. Una de las ms importantes es la prdida de la influencia que la arquitectura gozaba hasta mediados del siglo XX como centro ideolgico del modernismo, y su consecuente decadencia como profesin relevante a ojos de la sociedad.Otro problema es el desplazamiento del centro

    1 Tienda Forma, Sao Paulo, 1987, Paulo Mendes da RochaSolucin formal y constructiva que responde al programa y al lugar donde el edificio fue construido y a la vez los trasciende, generando una pequea obra maestra de la arquitectura brasilea (Fotografa: Nelson Kon)

    2 DPTO Propaganda y Marketing, Sao Paulo, 1995, Fernando de Mello Franco, Marta Moreira y Milton Braga (Fotografa de los autores) La forma intensa se impone sobre el caos circundante; la sobreposicin de planos de fachada resuelve problemas climticos y de privacidad

    3 Casa en Ro Bonito, Nova Friburgo, 2002, Carla Juaaba (Tomado de Segre, Roberto; Brasil: Jovens Arquitetos. Viana & Mosley Editora, Ro de Janeiro, 2004)Un objeto de poco tamao que se vuelve perceptiblemente grande por la integracin de los espacios internos y de stos con el exterior. Interesante contraposicin de peso y ligereza, opacidad y transparencia. La piedra aparece aqu usada sin sentimentalismo

    4 DVR Oficinas Alphaville, Barueri, 2003, ar.co arquitectos (Tomado de Segre, Roberto; Brasil: Jovens Arquitetos. Viana & Mosley Editora, Ro de Janeiro, 2004)Proyecto que entiende la importancia relativa del programa

    1 Loja Forma, So Paulo, 1987, Paulo Mendes da RochaSoluo formal e construtiva que, ao mesmo tempo em que responde ao programa e ao lugar onde o edifcio foi construdo, os transcende, gerando uma pequena obra prima da arquitetura brasileira de todos os tempos (Foto: Nelson Kon)

    2 DPTO Propaganda e Marketing, So Paulo, 1995, Fernando de Mello Franco, Marta Moreira e Milton Braga (Foto: MMBB). A forma intensa se impe sobre o caos circundante; a sobreposio de planos de fachada resolve os problemas climticos e de privacidade

    3 Casa em Rio Bonito, Nova Friburgo, 2002, Carla Juaaba (Segre, Roberto; Brasil: Jovens Arquitetos. Viana & Mosley Editora, Rio de Janeiro, 2004)Um objeto de pequeno tamanho que se torna perceptivamente grande pela integrao dos espaos internos e destes com o exterior. Interessante contraposio de peso e leveza, opacidade e transparncia. A pedra aparece aqui usada sem sentimentalismo

    4 DVR Escritrios Alphaville, Barueri, 2003, ar.co arquitetos (Segre, Roberto; Brasil: Jovens Arquitetos. Viana & Mosley Editora, Rio de Janeiro, 2004)Projeto que entende a importncia relativa do programa escritrios na

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    real de las decisiones respecto a la ciudad, del poder pblico hacia la iniciativa privada. Coincidentemente o no, en las ltimas dcadas se produjo el virtual desaparecimiento del poder pblico como cliente recordemos nada ms su importancia para el desarrollo de la arquitectura moderna brasilea desde 1930 hasta 1970.Smesele a eso la mercantilizacin de la arquitectura edificios que pasan a ser tratados como objetos de consumo, cuya organizacin y apariencia adoptan las ltimas modas o tendencias, y su espectacularizacin: la creacin de objetos impactantes, cuyo valor es esencialmente propagandstico.Al contrario de lo que sucede en otros pases sudamericanos, la prctica brasilea en uso es de baja calidad, aunque se logren ocasionalmente obras de gran calidad, desgraciadamente en nmero insuficiente para cualificar el paisaje urbano. Una observacin rpida de cualquier ciudad brasilea sealar un gran nmero de construcciones hechas sin criterio formal o constructivo alguno, entre las cuales aparecen

    Sociedad y consumo

    Arquitecturas silenciosasEdson da Cunha Mahfuz

    Inmersa en un contexto que privilegia los guios al espectador, la arquitectura silenciosa que Mahfuz detecta y presenta igualmente es capaz de acoger las demandas de sus usuarios, pero les exige cierto compromiso: su aparente neutralidad no permite lecturas inmediatas. Su valor, antes que la forma externa, radica en una estructura relacional que el propio proyecto propone. Palabras clave: Arquitectura-Brasil, teora de la arquitectura, crtica, identidad formal, arquitectura brasilea contempornea.

    In spite of a context inclined to an easy-seeing culture, the silent architecture that Mahfuz introduces raises and subsists. Its apparent neutrality doesnt allow fast understandings, but its still capable of welcoming the inhabitants demands. Much more than merely a built shape, its value its related to a structure of internal relations.Key words: Architecture-Brazil, theory of architecture, critique, formal identity, contemporary Brazilian architecture.

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    1 Un listado no exhaustivo, que ciertamente deja fuera nombres igualmente importantes, incluye a Eduardo de Almeida, Aurlio Martinez Flores, Marcelo Ferraz, Paoliello & Wainer, Angelo Bucci, lvaro Puntoni, Anne Marie Sumner, MMBB, Andrade Moretin, Carlos Alberto Maciel, Alexandre Garcia, Andr Prado, Bruno Santa Ceclia, Humberto Hermeto, Srgio Palhares, Carla Juaaba y Otvio Leondio.

    llevada a cabo en Brasil en la dcada del treinta, reconocida en todo el mundo. Aun cuando en las ltimas dcadas haya surgido un gran nmero de doctrinas con la pretensin de reemplazar un modernismo supuestamente superado, la existencia de una produccin como la que comento aqu es prueba cabal de la vigencia de la modernidad2.En sustancia, la arquitectura moderna represent una ruptura metodolgica con el clasicismo, en la que la imitacin se sustituye por una idea autnoma de forma, desvinculada de cualquier sistema previo o exterior. A partir de ah, el marco de legitimidad de la obra se sita en el mbito del objeto, en donde debe buscarse la lgica de su constitucin como artefacto ordenado por leyes que le son propias.En un tiempo sin certezas, en el que las cosas siempre pueden ser de otro modo, alejar al mximo la amenaza de la arbitrariedad es esencial para que se obtenga una arquitectura autntica. La arquitectura moderna nos ensea que una manera de controlar esa arbitrariedad

    2 El organicismo, el rea-lismo, el brutalismo, el historicismo, la tendenza, el inclusivismo, el sintacticismo, el posmodernismo, el regionalismo crtico, el deconstructivismo, y hace algunos aos, el minimalismo, son las doctrinas hasta hoy ms celebradas entre las que intentaron por lo visto, sin xito enterrar para siempre los principios y criterios sobre los cuales se apoya la nocin moderna de orden. Texto indito de Helio Pin.

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    los historicismos tardos increblemente, el neoclsico est de moda por aqu y algunos edificios creativos e interesantes. No tan slo entre los legos sino que hasta entre los arquitectos se confunde ineditismo con originalidad e innovacin formal con calidad arquitectnica. II. A pesar de que sea cada vez ms difcil reunir las condiciones necesarias y suficientes para una prctica culturalmente relevante, y que el nmero de obras consistentes sea diminuto en relacin a lo que se construye en el pas, una observacin atenta muestra que todava hay espacio para la arquitectura autntica, aunque sea cada vez ms pequeo.Aqu y all se observa una arquitectura que, si tuviese que recibir algn calificativo, se le podra denominar silenciosa. Esta produccin rechaza la concepcin artstica promovida por la actual seudo cultura meditica, que resulta en una agresin histrica a los sentidos y al sentido comn y, por el contrario, afirma una concepcin de arte como contemplacin e introspeccin.Antes que parezca que estoy hablando sobre

    un espejismo, me apresuro en identificar lo que seran esas arquitecturas silenciosas. Se trata de un grupo no muy numeroso de obras proyectadas y construidas en varias partes del Brasil, de autora de arquitectos de varias generaciones. El ms prominente de ellos es Paulo Mendes da Rocha, nuestro mejor arquitecto desde hace ya por lo menos dos dcadas, y tal vez aqul que mejor representa los principios de ese modo de practicar arquitectura1.Del punto de vista proyectual, esta produccin se caracteriza por adoptar formas elementales, poco ornamentada y figurativamente neutra, constituyendo objetos engaosamente simples cuya complejidad se va revelando a medida que nos familiarizamos con ellos. La falsa simplicidad de esta produccin aleja a aquellos que buscan gratificacin inmediata de los sentidos y recompensa la persistencia de los que permiten un involucramiento emocional ms prolongado con la arquitectura.Esta arquitectura puede y debe ser vista como una continuacin y evolucin de la arquitectura

    de oficinas en la ciudad y no trata de monumentalizar el edificio. El modo como califica el espacio urbano y genera espacios colectivos bajo el edificio y en su patio tambin es ejemplar en el panorama actual de la arquitectura brasilea

    5 Espacio de convivencia del Campus I, FUMEC, Belo Horizonte, 2003, Andra Vilella Arruda y Srgio Palhares (Fotografa de los autores)Un pabelln que logra ser acogedor sin recurrir a elementos nostlgicos. La estructura metlica define el carcter general del edificio y hace posible el gran vano libre, mientras los elementos de madera filtran el sol y le otorgan tactilidad al objeto

    6 Campus Tambor - Instituto Presbiteriano Mackenzie, Barueri, Santana do Parnaiba, 2003, Francisco Spadoni y Lauresto Esher (Imagen de los autores)Un juego de introversin/dispersin o formalidad/informalidad- en el que un foco espacial lineal a lo largo de la cota ms alta del terreno se contrapone a una serie de edificios tambin lineales que, partiendo de esa columna vertebral, establecen conexiones con la naturaleza a su alrededor y comienzan a definir tridimensionalmente espacios ms informales

    cidade e no tenta monumentalizar o edifcio. O modo como qualifica o espao urbano e gera espaos coletivos sob o edifcio e no seu ptio tambm exemplar no panorama atual da arquitetura brasileira

    5 Espao de Convivncia do Campus I, FUMEC, Belo Horizonte, 2003, Andra Vilella Arruda e Srgio Palhares (Foto: Vilella e Palhares). Um pavilho que consegue ser acolhdor sem recorrer a elementos nostlgicos. A estrutura metlica define o carter geral do edifcio e possibilita o grande vo livre, enquanto os elementos de madeira filtram o sol e conferem tactibilidade ao objeto

    6 Campus Tambor - Instituto Presbiteriano Mackenzie, Barueri, Santana do Parnaiba, 2003, Francisco Spadoni e Lauresto Esher (Foto: Spadoni e Esther). Um jogo de introverso/disperso ou formalidade/informalidade em que um foco espacial linear ao longo da cota mais alta do terreno se contrape a uma srie de edifcios tambm lineares que, partindo dessa espinha dorsal, estabelecem conexes com a natureza circundante e comeam a definir tridimensionalmente espaos mais informais

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  • 12casi nadie ms le quiere atribuir. Ms que eso, significa, para los que lo recorran, operar a partir de una actitud que privilegia valores contrarios a la cultura meditica actual, prefiriendo la modestia al estrellato, la descripcin al estruendo, la relevancia al impacto inmediato, la calidad real a la vinculacin a los ltimos ismos.Que existan arquitectos practicando en esa direccin y que existan clientes que acojan sus propuestas es motivo para un optimismo discreto, que no lleva a creer en una reversin dramtica y redentora del panorama actual, pero que tampoco nos deja sumergirnos en la apata por encontrar que todo est perdido.La existencia de produccin de tal calidad muestra que, cuando una actividad llega a ser tan superflua para la cultura actual como lo es la arquitectura, no hay disculpas para no aspirar a la excelencia3.

    Arquiteturas silenciosasEdson da Cunha Mahfuz

    A vigncia do modernismo na arquitetura brasileira / I. Estes so tempos difceis para a prtica da arquitetura autntica no Brasil. Refletindo de modo prprio a crise disciplinar que vem atingindo a arquitetura e o urbanismo em todo o mundo h algumas dcadas, o panorama local sombrio e desestimulante para os que ainda consideram a arquitetura uma profisso de alcance social e cultural.Embora as origens dessa crise sejam vrias, o fenmeno da globalizao e a consequente infiltrao e predominncia dos valores do mercado na maioria das atividades humanas parecem ser as mais importantes.A crise disciplinar de que falo se manifesta de muitas maneiras. Uma das mais importantes a perda da influncia que a arquitetura gozava at meados do sculo XX como centro ideolgico do modernismo, e sua consequente decadncia como profisso relevante aos olhos da sociedade.Outro problema o deslocamento do centro real das decises sobre a cidade, do poder pblico para a iniciativa privada. Coincidentemente ou no, nas ltimas dcadas ocorreu o virtual desaparecimento do poder pblico como cliente lembremos apenas a sua importncia para o desenvolvimento da arquitetura moderna brasileira de 1930 a 70.Some-se a isso a mercantilizao da arquitetura edifcios passam a ser tratados como objetos de consumo, cuja organizao e aparncia

    es fundamentar las decisiones proyectuales por sobre las condiciones intrnsecas y especficas de cada problema arquitectnico lo otro es no tener la bsqueda de la innovacin constante como objetivo; las condiciones internas a cada problema arquitectnico son el programa, la tcnica y el lugar. El proyecto es, entonces, una sntesis formal de esas tres condiciones, que utiliza los materiales arquitectnicos (estructuras formales y elementos de arquitectura) provistos por la historia con el efecto consecuente de un orden visual-espacial que define la identidad formal de cada objeto.La bsqueda de definicin e identidad formal parece ser una preocupacin central de todos los proyectos aqu ilustrados. Pero en este caso, como en la arquitectura moderna en general, es importante darse cuenta que la nocin de forma no se refiere a la apariencia externa de las obras, sino a la estructura relacional o sistema de relaciones internas y externas que configuran un artefacto o episodio arquitectnico y determinan su identidad.Esta nocin de forma como estructura relacional tiene por lo menos tres implicaciones importantes: primero, que el arquitecto no es slo un gestor de imgenes de moda: su trabajo va mucho ms all de la superficie externa de los edificios. Segundo, que el verdadero acto creativo est no en los elementos, sino en la accin de asociarlos, lo que explica cmo los proyectos de Mies van der Rohe pueden parecerse tanto y al mismo tiempo ser muy diferentes en lo fundamental; y por ltimo, que la creencia de que los objetos modernos son indiferentes al entorno en el cual estn insertos es equivocada, pues violara, de ser verdad, un principio esencial del pensamiento creativo de la modernidad: su renuncia a los valores de objeto como algo cerrado en s mismo.Llegar a conseguir la identidad formal es el objetivo mayor de la concepcin arquitectnica: es un valor esencial de la obra de arquitectura, especialmente en la arquitectura moderna. La identidad formal es el orden especfico de cada obra, aquella condicin de estructura constituyente propia de cada objeto, independientemente de factores externos y estrechamente vinculada a la presencia de una estructura formal consistente o sea, constituida sobre los requisitos del programa y las relaciones con su entorno que define su organizacin espacial.Es exactamente la presencia de una estructura formal clara y consistente definidora de la identidad del objeto lo que separa la arquitectura de calidad de ese funcionalismo barato que

    deriva la planta del organigrama funcional, y de los proyectos cuya apariencia es consecuencia de decisiones arbitrarias y de la imposicin de caprichos personales o de influencias externas al problema.Observada con atencin, la mejor arquitectura brasilea siempre se caracteriz por su economa, rigor, precisin y universalidad, criterios presentes en la mejor arquitectura moderna tanto para el proyecto como para su verificacin.Por economa de medios fsicos y conceptuales entindase el uso del menor nmero posible de elementos para solucionar un problema arquitectnico. Economa de medios no es minimalismo que es un estilo, una meta que se procura alcanzar ni escasez deliberada de elementos para obtener un aspecto despojado: es incorrecto eliminarle elementos necesarios a un proyecto en beneficio de la forma pura. La forma econmica, caracterizada por cierta parquedad, tiene como resultado una intensidad formal que asegura su capacidad para existir en entornos donde los estmulos visuales son excesivos.La precisin de un proyecto acenta su identidad formal, lo que facilita el entendimiento de su estructura formal y la propia construccin material del objeto.Proyectar con rigor significa la capacidad de excluir de un proyecto todo aquello que no contribuye a su intensidad y consistencia formal, adems de enfocar la concepcin evidenciando aspectos relevantes y trascendentes del problema arquitectnico, excluyendo lo que es meramente accesorio. La arquitectura autntica es rigurosa en la jerarquizacin del programa y en la definicin de los elementos que materializan su estructura formal. Uno de los principales problemas de la mayora de la produccin contempornea es exactamente su falta de rigor, traducida en configuraciones arbitrarias y exceso de elementos.La universalidad de un objeto tiene que ver con la esencialidad de su constitucin, valor cuyo reconocimiento constituye una cualidad especfica de la especie humana. Adems de la posibilidad de su reconocimiento, los objetos dotados de universalidad tienen una mayor posibilidad de permanencia con dignidad y utilidad.Las caractersticas aqu descritas y los proyectos adjuntos a este texto demuestran que existe otro camino posible para la prctica de la arquitectura, allende de aquellos privilegiados por los medios de comunicacin. ste es, reconocidamente, un sendero ms difcil, pues implica hacer que la arquitectura retome un papel cultural y social que

    3 Helio Pin, en entrevista concedida a Ana Rosa de Oliveira, en diciembre de 2000. Aunque haya sido dicha en otro contexto, la frase es perfecta para el caso de la arquitectura brasilea contempornea.

  • 13seguem as ltimas modas ou tendncias e a sua espetacularizao, a criao de objetos impactantes, cujo valor essencialmente propagandstico. Ao contrrio do que acontece em outros pases sul-americanos, a prtica corrente brasileira de baixa qualidade, embora por aqui se atinja ocasionalmente obras de grande qualidade, infelizmente em nmero insuficiente para qualificar a paisagem urbana. Uma observao rpida de qualquer cidade brasileira vai indicar um grande nmero de construes feitas sem qualquer critrio formal e mesmo construtivo, entre as quais aparecem os historicismos tardios incrivelmente, o neoclssico est de moda por aqui e alguns edifcios criativos e interessantes. No apenas entre os leigos, mas at entre os arquitetos, confunde-se ineditismo com originalidade e inovao formal com qualidade arquitetnica.II. Embora seja cada vez mais difcil reunir as condies necessrias e suficientes para uma prtica culturalmente relevante, e o nmero de obras consistentes seja diminuto em relao ao que construido no pas, uma observao atenta mostra que ainda h espao para a arquitetura autntica, ainda que seja cada vez menor. Aqui e ali se observa uma arquitetura que, se devesse receber algum qualificativo, poderia ser chamada de silenciosa. Essa produo rechaa a con-cepo artstica promovida pela pseudocultura meditica atual, que resulta em uma agresso histrica aos sentidos e ao bom senso e, ao contrrio, afirma uma concepo de arte como contemplao e introspeco.Antes que parea que estou falando sobre uma miragem, me apresso a identificar o que seriam essas arquiteturas silenciosas. Se trata de um grupo no muito numeroso de obras projetadas e construdas em vrias partes do Brasil, de autoria de arquitetos de vrias geraes, sendo o mais proeminente deles Paulo Mendes da Rocha, nosso melhor arquiteto h pelo menos duas dcadas, e talvez aquele que melhor representa os princpios desse modo de praticar arquitetura1.Do ponto de vista projetual, essa produo se caracteriza por adotar formas elementares, ser pouco ornamentada e figurativamente neutra, constituindo objetos enganosamente simples cuja complexidade vai sendo revelada medida em que nos familiarizamos com eles. A falsa simplicidade dessa produo afasta aqueles que buscam gratificao imediata dos sentidos e recompensa a persistncia dos que se permitem um envolvimento emocional mais prolongado com a arquitetura.Essa arquitetura pode e deve ser vista como uma

    1 Uma listagem no exaustiva, que certamente deixa fora alguns nomes igualmente importantes, inclui Eduardo de Almeida, Aurlio Martinez Flores, Marcelo Ferraz, Paoliello & Wainer, Angelo Bucci, lvaro Puntoni, Anne Marie Sumner, MMBB, Andrade Moretin, Carlos Alberto Maciel, Alexandre Garcia, Andr Prado, Bruno Santa Ceclia, Humberto Hermeto, Srgio Palhares, Carla Juaaba e Otvio Leondio.

    7 Clinica de Odontologia, Orlndia, 1998-2000, Angelo Bucci, Fernando de Mello Franco, Marta Moreira e Milton Braga (Foto: MMBB)Forma intensa elementar e transparente, apoiada pelo acerto das solues construtivas, demonstra sutilmente a natureza no privada do edifcio. A caixa de vidro sem os problemas climticos de muitos dos seus precedentes

    7 Clnica de odontologa, Orlandia, 2000, Angelo Bucci, Fernando de Mello Franco, Marta Moreira y Milton Braga (Foto de los autores)Forma intensa elemental y transparente-, apoyada por el acierto de las soluciones constructivas, demuestra sutilmente la naturaleza no privada del edificio. La caja de vidrio sin los problemas climticos de muchos de sus predecesores

    8 Loja Montenapoleone, So Paulo, 2002, Aurelio Martinez Flores (Projeto 274, Arco Editorial Ltda., So Paulo, dezembro 2002)Economia de meios sem resultar em escassez. A concentrao da estrutura resistente em uns poucos pontos resulta na liberao do nvel trreo

    8 Tienda Montenapoleone, Sao Paulo, 2002, Aurelio Martinez Flores (Tomado de Projeto 274, Arco Editorial Ltda., Sao Paulo, diciembre de 2002)Economa de medios sin el efecto escasez. La concentracin de la estructura resistente en unos pocos puntos resulta en la liberacin del primer piso

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  • 14continuao e evoluo da arquitetura realizada no Brasil na dcada de 30, reconhecida em todo o mundo. Ainda que nas ltimas dcadas tenha surgido um grande nmero de doutrinas pretendendo substituir um modernismo supostamente superado, a existncia de uma produo como a que comento aqui prova cabal da vigncia da modernidade2.Na sua essncia, a arquitetura moderna representou uma ruptura metodolgica com o classicismo, em que a imitao substituda por uma idia autnoma de forma, desvinculada de qualquer sistema prvio ou exterior. A partir da, o marco de legitimidade da obra se situa no mbito do objeto, onde deve ser buscada a lgica da sua constituio como artefato ordenado por leis que lhe so prprias. Em um tempo sem certezas, em que as coisas sempre podem ser de ou-tro modo, afastar ao mximo a ameaa da arbitrariedade essencial para se ob-ter uma arquitetura autntica. A arquitetura moderna nos ensina que um modo de controlar essa arbitrariedade fundamentar as decises projetuais sobre as condies intrnsecas e especficas de cada problema arquitetnico o outro no ter a busca da inovao constante como objetivo. As condies internas a cada problema arquitetnico so o programa, a tcnica e o lugar. O projeto , ento, uma sntese formal dessas trs condies, que utiliza os materiais arquitetnicos (estruturas formais e elementos de arquitetura) fornecidos pela histria e resulta em uma ordem visual/espacial que define a identidade formal de cada objeto.A busca de definio e identidade formal parece ser uma preocupao central de todos projetos aqui ilustrados. Mas neste caso, como na arquitetura moderna em geral, importante notar que a noo de forma no se refere aparncia externa das obras seno estrutura relacional ou sistema de relaes internas e externas que configuram um artefato ou episdio arquitetnico e determinam a sua identidade. A noo de forma como estrutura relacional tem pelo menos trs implicaes importantes:- O arquiteto no apenas um gestor de imagens de moda: seu trabalho vai muito alm da superfcie externa dos edifcios;- O verdadeiro ato criativo no est nos elementos, mas na ao de associ-los, o que explica como os projetos de Mies van der Rohe podem se parecer tanto, ao mesmo tempo em que so muito diferentes na sua essncia;- A crena de que os objetos modernos so indiferentes ao entorno em que se inserem errada, pois violaria, se fosse verdade, um

    princpio essencial do pensamento criativo da modernidade: sua renncia aos valores de objeto como algo fechado em si mesmo.Atingir a identidade formal o objetivo maior da concepo arquitetnica, pois um valor essencial da obra de arquitetura, especialmente na arquitetura moderna. A identidade formal a ordem especfica de cada obra, aquela condio de estrutura constitutiva prpria de cada objeto, independente de fatores externos e estreitamente vinculada presena de uma estrutura formal consistente isto , constituda sobre os requisitos do programa, e as relaes com o seu entorno que define sua organizao espacial. exatamente a presena de uma estrutura formal clara e consistente definidora da identidade do objeto o que separa a arquitetura de qualidade daquele funcionalismo barato que deriva a planta do organograma funcional, e dos projetos cuja aparncia consequncia de decises arbitrrias e da imposio de caprichos pessoais ou de influncias externas ao problema.Observada com ateno, a melhor arquitetura brasileira sempre se caracterizou por sua economia, rigor, preciso e universalidade, critrios presentes na melhor arquitetura moderna tanto para o projeto quanto para sua verificao.Por economia de meios fsicos e conceituais entenda-se o uso do menor nmero possvel de elementos para resolver um problema arquitetnico. Economia de meios no minimalismo que um estilo, uma meta que se busca atingir nem escassez deliberada de elementos para obter uma aparncia despojada: totalmente errado eliminar elementos necessrios a um projeto em benefcio da forma pura. A forma econmica, caracterizada pela elementaridade, resulta em intensidade formal, o que garante a sua capacidade para existir em entornos onde os estmulos visuais so excessivos.A preciso de um projeto acentua sua identidade formal, o que facilita o entendimento da sua estrutura formal e a prpria construo material do objeto.Projetar com rigor significa a capacidade de excluir de um projeto tudo aquilo que no contribui para a sua intensidade e consistncia formal, focalizar a concepo em aspectos relevantes e transcendentes do problema arquitetnico, deixando de fora o que for meramente acessrio. A arquitetura autntica rigorosa na hierarquizao do programa e na definio dos elementos que materializam a sua estrutura formal. Um dos problemas principais

    da maioria da produo contempornea exatamente sua falta de rigor, traduzida em configuraes arbitrrias e excesso de elementos.A universalidade de um objeto tem a ver com a essencialidade da sua constituio, valor cujo reconhecimento constitui uma qualidade especfica da espcie humana. Alm da possibilidade do seu reconhecimento, objetos dotados de universalidade tem maior possibilidade de permanncia com dignidade e utilidade.As caractersticas aqui descritas e os projetos que acompanham este texto demonstram que h outro caminho possvel para a prtica da arquitetura, alm daqueles privilegiados pelos meios de comunicao. Este , reconhecidamente, um caminho mais difcil, pois implica fazer a arquitetura retomar um papel cultural e social que quase ningum quer mais lhe conceder. Mais do que isso, significa, para os que o trilharem, operar a partir de uma atitude que privilegia valores contrrios cultura miditica atual, preferindo a modstia ao estrelato, a discrio ao estardalhao, a relevncia ao impacto imediato, a qualidade real vinculao aos ltimos ismos.Que existam arquitetos praticando nessa direo e que existam clientes que acolham suas propostas motivo para um otimismo discreto, que no leva a acreditar numa reverso dramtica e redentora do panorama atual, mas que tambm no nos deixa mergulhar na apatia por achar que tudo est perdido.A existncia de produo de tal qualidade mostra que, quando uma ativi-dade chega a ser to suprflua para a cultura atual como a arquitetura, no h nenhuma desculpa para no aspirar excelncia3.

    2 O organicismo, o realismo, o brutalismo, o historicismo, a tendenza, o inclusivismo, o sintaticismo, o psmodernismo, o regionalismo crtico, a desconstruo e, h alguns anos, o minimalismo, so as doutrinas at hoje mais celebradas entre as que tentaram pelo que se v, sem sucesso enterrar para sempre os princpios e critrios sobre os que se apia a noo moderna de ordem. Helio Pin, texto indito.

    3 Helio Pin, em entrevista concedida a Ana Rosa de Oliveira, em dezembro de 2000. Embora tenha sido dita em outro contexto, a frase perfeita para o caso da arquitetura brasileira contempornea.

  • 15Buen diseo, buen negocioAlex Blanch, Laura Novik

    Antes que centrarse en el equvoco papel del diseador como mero generador de tendencias formales y necesidades, Blanch y Novik se detienen en la importancia para la disciplina de una mirada poltica. Comprometida con la cultura en su sentido ms amplio, puede preparar a la sociedad para los cambios que ella misma genera. Palabras clave: Diseo, sociedad de consumo, tica de la produccin, sustentabilidad, retail, tendencias.

    Blanch and Novik care about designers looking politically at reality, shifting their role from mere trend creators or new needs generators. This vision, engaged with culture in its widest definition, could prepare society to its own evolution and change.Key words: Design, consumer society, production ethics, sustainability, retail, market trends, branding.

    Es comn presenciar debates en los crculos acadmicos y profesionales del diseo en los que se discute una dicotoma que enfrenta a dos categoras de esta actividad proyectual. Por un lado, se sita el diseo desarrollado a partir de principios puros el que debera ser y en el lado opuesto, el diseo orientado a las demandas del consumo y la empresa y, por tanto, contaminado por el mercado.Se trata de una discusin que para algunos pudiera pertenecer a tiempos pasados, pero que extraamente est muy presente en determinados ambientes, alejndose cada vez ms del foco y los intereses del medio productivo.Lo que planteamos en este texto es la inconsistencia de dicha discusin, puesto que el diseo est intrnsecamente ligado a la evolucin del capitalismo contemporneo, siendo la discusin central el foco ideolgico con el que operan los modelos de negocio basados en diseo.Para ello, analizaremos el entramado que sustenta al diseo situndolo en el marco de la lgica del capitalismo industrial, fenmeno del que participan varios agentes, instituciones y prcticas que otorgan dinamismo al proceso de intercambio de todo tipo de bienes y que reconocemos en el contexto de lo que Donald Lowe denomina la sociedad burocrtica del consumo controlador del siglo XX (Lowe, 1972).Poltica y diseo / El poder de la produccin industrial ha sido fuerza de progreso en la llamada era de la ingeniera (Neutra, 1979), contexto en el que la responsabilidad del individuo hacia el bien comn de la sociedad dio forma a un modelo capaz de reaccionar para que el individuo alcanzara el equilibrio con la sociedad, para que la economa alcanzara un equilibrio con la poltica, etc. (Loewy, 2001).Pero este poder deja de ser autosuficiente a partir

    de la crisis del modelo industrial intuida con las revoluciones obreras del s. XIX, afirmada en la primera dcada del s. XX y desplegada con la revolucin bolchevique.Es el movimiento de las Arts and Crafts de finales del s. XIX el que plantea por primera vez, desde el diseo, la relacin estructural entre consumo, produccin y posicin poltica. Sobre la base de una postura crtica a las prcticas productivas industriales define la propuesta de un vnculo virtuoso entre el bienestar de los actores del sistema productivo y el mundo del consumo de productos (Heskett, 1982).Con el surgimiento del modelo socialdemcrata europeo nacen diversas teoras que ya hablan de la mstica del producto en la sociedad de consumo, tanto en mbitos filosficos es el caso del estudio de los pasajes comerciales de Walter Benjamn (Buck-Morss, 2001) como en el mbito de las artes proyectuales, con las reflexiones sobre la modernidad de Adolf Loos y sus controvertidas posiciones en relacin a las corrientes Art Nouveau (Loos, 1903).Sin embargo es con el Styling norteamericano, surgido con la Gran Depresin en los aos treinta, donde por primera vez, y de manera dramtica, se plasma la relacin estructural entre progreso econmico, mstica del producto y fomento del consumo (Heskett, op.cit) asociada, entre otros, a la poltica del New Deal. Esta relacin es puesta en crisis en la obra Das Leben des Galilei (La vida de Galileo) de Bertolt Brecht, centrada en los argumentos que rodean al objeto fetiche1. Entre tanto, desde la Bauhaus, y su secuela en la Escuela de Ulm y sus adalides de la Gute Form (la Buena Forma), se proponen mecanismos para la democratizacin del producto industrial, principalmente sobre la base de dignificar su forma (Heskett, op.cit.) a diferencia de los que propone el modelo de produccin masiva en los EE.UU. y hacer sta industrializable, abaratando costos y convirtiendo el producto en accesible para grandes masas de consumidores. Pero es con el surgimiento de la posmodernidad que se definen ms claramente las relaciones entre consumo y poder, plasmadas por Barthes, Bordieu y Jean Baudrillard. ste, desde obras como La sociedad de consumo, El sistema de los objetos y La economa poltica del signo, establece una superacin de la idea del consumo de objetos en trminos de necesidad o valor utilitario: una verdadera teora de los objetos y del consumo se fundar no sobre una teora de las necesidades y de su satisfaccin, sino sobre una teora de la prestacin social y de la significacin (Baudrillard, 1974).A su vez, Agustn Garca Calvo define el mecanismo

    del poder posmoderno como la sustitucin de la realidad por abstracciones plasmadas en objetos2. Se cierra as el crculo iniciado por Adolf Loos en el cuento Acerca de un pobre hombre rico (Loos, 1921), donde narra el dilema de un hombre que, una vez completamente representado por la casa y los objetos que conforman su entorno la urna convertida en habitculo de la que habla Karl Kraus pierde su capacidad de evolucionar (Kraus, 1952). Sea como fuere, el desarrollo de objetos otorga poder. As lo demuestra la aparicin del imperio europeo, devenido en imperio occidental, sustentado por adecuadas dosis de moral religiosa3, modelo econmico y tecnologa (Crosby, 1997).Diseo, produccin y consumo / Es conveniente remontarse al perodo de entreguerras en EE.UU. y de la posguerra en Europa para observar cmo cmaras industriales, empresas de publicidad, empresas editoriales y gobiernos cimentaron una estrategia para movilizar el consumo y as fortalecer la cadena industrial. Se crea una gigante estructura de gestin basada en la administracin adecuada de la informacin con foco en tres factores: innovacin, diseo y comportamientos de consumo, que se presenta como resultado de la concertacin de intereses de los sectores industriales. La administracin poltica y econmica de esta informacin qued desde entonces en manos de cmaras y organismos sectoriales nacionales e internacionales, as como de entidades gubernamentales. De hecho, durante los 20 aos que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, Europa se demor en la implementacin de este modelo, que finalmente le reditu mejores y mayores beneficios a sus empresas (VincentRicard, 1989) y contribuy a la reconstruccin del continente. Esta nueva dinmica brind la oportunidad para el surgimiento de una oferta de servicios como los bureau du style4 dirigidos por los creativos provenientes de las cadenas de almacenes que, interpretando los cambios del sector, constituyeron las primeras oficinas creativas externas especializadas en diseo y estilismo industrial. Otro formato novedoso fueron los laboratorios de tendencias5 especializados en brindar informacin sobre las oportunidades presentes y futuras en el mercado para los sectores de productos electrodomsticos, farmacuticos, alimenticios, textiles, automviles y ms adelante, el sector retail.Estudios de diseo y laboratorios de investigacin de consumo fueron nucleares en el sistema burocrtico industrial durante el capitalismo

    1 Brecht sita el valor de utilidad del telescopio de Galileo en el terreno de lo poltico, al convertirse en herramienta mediante la cual se puede demostrar la invalidez de un determinado modelo cosmolgico, poniendo en jaque el status quo vigente y mostrando la trascendencia del producto a su valor funcional en Das Leben des Galilei, Suhrkamp Verlag, Frankfurt am Main, 1997.

    2 Agustn Garca Calvo define el poder posmoderno sobre la base de su capacidad de sustituir la realidad por abstracciones sustentadas en productos y smbolos, a los que sita en planos iguales. Algunas de estas reflexiones, centradas en la sustitucin de la nocin de territorio por la de patria, del olor corporal por el perfume, del transporte por el automvil como smbolo de status, etc. aparecieron en el programa Caravana de hormigas

    de Radio 3, Radio Nacional de Espaa, entre 1979 y 1982, y estn parcialmente recogidas en Contra la realidad, Editorial Lucina, Madrid, 2002.3 En sus estudios sobre moral y capitalismo Max Weber relaciona el concepto de predestinacin calvinista con la actitud orientada a la creacin de riqueza per se, que, a su vez, subyace a la posterior actitud de fomentar la cadena de riqueza mediante el consumo de otros. De este estudio se deduce que el origen

    de estas actitudes no es una visin materialista de la vida, si no una visin moralista no exenta de cierto integrismo. Los grandes ventanales sin cortinas que permiten ver hasta el fondo de los edificios tradicionales de Holanda, y que con ello transparentan la vida urbana, son un ejemplo de ello. Estas ideas estn recogidas en La tica protestante y el espritu del capitalismo, Alianza Editorial, Madrid, 2001.

    4 En Francia, Promostyl fue una de las primeras oficinas de estilo.5 Es el caso de Lee Edelkhort, fundadora de Trend Union, una de las pioneras en el rea de estudios de tendencias.

  • 16maduro, convirtindose en los principales mecanismos, junto a la publicidad, para el fomento y aceleracin del consumo. Recin a finales del s. XX, con la crisis del modelo posindustrial, estos mismos laboratorios de tendencias detectaron de manera latente lo que hoy es una realidad: la transformacin de la conciencia social orientada a la procura del equilibrio ecolgico y humano del planeta. Surge una poderosa matriz que vincula innovacin, diseo, empresariado y sustentabilidad. Diseo y futuro: algunos ejemplos de consumo sustentable / Proyectar proviene del latn proiectare, que significa lanzar hacia adelante. Lanzamos hacia delante una mirada, una visin de cmo queremos que sea el futuro. Proyectar es entonces un ejercicio de pensamiento dentro del que no nos podemos sustraer a la pregunta sobre cul es nuestra voluntad de futuro. No es casualidad que el principal evento de la escena del diseo mundial del ao, INDEX:20056, que organiza los premios de diseo mejor dotados de la historia, tenga como lema Diseo para la mejora de la vida, y que se trate de una iniciativa gubernamental.En efecto, la intencin del Ministerio de Industria de Dinamarca y de la ciudad de Copenhagen, patrocinadores del proyecto, es instalar en la agenda

    internacional la discusin sobre la sustentabilidad del modelo econmico actual, poniendo foco en la tica de la produccin y del consumo.Observando algunos de los premiados y finalistas se visualizan dos grandes hitos: el diseo, entendido no como conceptualizador de productos si no como proceso, es aplicable a innumerables campos que lo convierten en un poderoso resorte de transformacin del mundo; y la bondad del diseo y del modelo de negocio del que surge se mide desde el impacto real que ambos tienen sobre la vida de las personas, convirtiendo la tica del consumo en un factor de negocio y en un resorte natural de sustentabilidad del modelo econmico.En la categora trabajo, el premio ha sido para el Observatorio Latinoamericano para la Innovacin en la Artesana, iniciativa de la Fundacin para el Desarrollo de la Artesana, dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnologa, del Ministerio de Economa y del Observatorio de Artesana de las Comunidades Autnomas de Espaa, que ha aportado herramientas de desarrollo a miles de artesanos y microempresarios en Espaa, Portugal y Latinoamrica, llegando a obtener efectos macroeconmicos en varios de los pases en los que opera.En la categora cuerpo ha sido premiado el

    Lifestraw (fig. 1), un dispositivo que permite beber agua contaminada sin peligro para la salud. Ms all de su funcin primaria, que puede reducir drsticamente los costes sanitarios y econmicos del impacto de catstrofes que colapsan los sistemas de agua potable, el modelo de negocio sobre el que se basa consiste en su venta en el primer mundo a US$ 6 (su coste puesto en el mercado es de US$ 2) y su distribucin gratuita a aquella poblacin que no dispone de recursos econmicos para su adquisicin, adems de la venta masiva a organizaciones internacionales a algo menos de US$ 1. Es decir, el primer mundo subvenciona a precio razonable la solucin a un problema que afecta a poblaciones desfavorecidas o vctimas de catstrofes cada vez ms frecuentes, con el consecuente impacto econmico.El premio en la categora juego ha ido al combinado iPod iTunes (fig. 2, 3) de Apple. El iPod es el lder mundial en reproductores MP3 y uno de los productos ms premiados de la historia. Pero lo que premia INDEX: es el modelo de negocio resultante de su asociacin al software iTunes, a travs del cual los usuarios pueden descargar msica de internet pagando solamente por dicha descarga. Es decir, ya no es necesario comprar la totalidad de un determinado disco, si no que se pueden comprar

    6 El proyecto INDEX: est conformado por tres iniciativas: el Premio INDEX:, en el cual se premian productos, sistemas, servicios y toda iniciativa que se haya desarrollado mediante la aplicacin del mtodo del diseo; el proyecto Future Scenarios, en el que estudiantes de todas las civilizaciones del mundo trabajan en red para visualizar futuros escenarios de consumo

    y detectan oportunidades para la mejora de la vida de la gente; y Views, iniciativa en la que se renen a lderes de opinin de los campos del diseo, la empresa, la poltica y los medios de comunicacin en un ejercicio similar al de Future Scenarios, pero desarrollado con profesionales. Su direccin de web es www.index2005.dk.

    1 El Lifestraw consiste en un tubo en cuyo interior se encuentran tres filtros que capturan la mayora de bacterias, parsitos y macromolculas presentes en el agua que causan trastornos a la salud. Ha sido desarrollado por la empresa danesa Vestergard Mandsen. Primer Premio INDEX:2005 en la categora Cuerpo

    2 iTunes ha sido desarrollado por el equipo interno de Apple

    3 El iPod ha sido diseado por Jonathan Ive (diseo industrial), Tony Farell (ingeniera) y Elaine Wherry (interfase). iTunes y iPod son Primer Premio INDEX:2005 en la categora Juego

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  • 17como factor de desarrollo local. La identidad local o regional, como contrapunto al movimiento homogenizador de la globalizacin libremercadista, se est convirtiendo en uno de los caballos de batalla del pensamiento crtico actual, junto con los movimientos antiglobalizacin, el movimiento pro comercio justo y los movimientos ambientalistas de diversos signos, entre otros. A diferencia de las iniciativas de corte antropolgico, orientadas a preservar la identidad local tradicional, Identidades Latinas se pregunta acerca del papel contemporneo que las comunidades latinoamericanas pueden jugar en el mercado global, cmo stas se pueden distinguir y cmo pueden proponer desde una actitud emprendedora productos que fomenten el desarrollo local con miras al futuro. Se trata, pues, de un esfuerzo por forjar una nueva mirada hacia lo latinoamericano que fomente la mejora de la calidad de vida de innumerables PYME y microempresas a partir del diseo como espacio de formulacin prospectiva.A la luz de los ejemplos que mostramos, el futuro de los mercados no pasa solamente por un proceso de comprar y vender. En el futuro del intercambio comercial est implicado un compromiso que tiene muchas facetas, de las que aqu destacamos tres: el compromiso con

    solamente las canciones que interesan al usuario. Este mecanismo est provocando que millones de usuarios que antes usaban profusamente las redes peer to peer migren a este sistema, con el consiguiente beneficio para el sector discogrfico y, en particular, los msicos, al estar las descargas sujetas al pago de derechos de autor.Por otra parte, un ejemplo de empresa rentable basada en la tica del consumo es la mallorquina Camper (fig. 4, 5). Su modelo de negocio se basa en los preceptos del comercio justo, pero adems fomenta una determinada forma de vida sustentable basada en su slogan Camina, no corras. Camper ha adoptado el modelo slow growth, por el cual una determinada empresa decide no crecer para mantener sus rasgos identitarios y modelo de negocio. La empresa no slo adopta un modelo de produccin sustentable, si no que divulga actitudes proclives a la preservacin del medio ambiente. Y con ello capta a un pblico ms fiel que el que pueda obtener cualquier procedimiento tradicional de fidelizacin y, con ello, se convierte en un negocio notoriamente slido, capaz de competir de forma solvente en un mercado presionado por los actores asiticos.Finalmente est el caso de Identidades latinas, red latinoamericana de talleres itinerantes que pone en discusin el rol de la identidad

    la calidad de vida, el compromiso poltico y el compromiso con la sustentabilidad.

    Bibliografa: Baudrillard, Jean; La economa poltica del signo. Siglo XXI, Madrid, 1974. / Buck-Morss, Susan; Dialctica de la mirada: Walter Benjamn y el proyecto de los paisajes. Machado Libros, Madrid, 2001. / Crosby, Alfred; The measure of reality. Cambridge University Press, Cambridge, 1997. / Heskett, John; Breve historia del diseo industrial. Alianza Editorial, Madrid, 1982. / Kraus, Karl; Die Fackel. Ksel Verlag, Munich, 1952. / Loewy, Gideon; E-valuacin para el diseo: e-conoma, e-cologa y -tica. Dossier Anuario de investigacin. CMD, Buenos Aires, 2001. / Loos, Adolf; Acerca de un pobre hombre rico. Ins leere gesprochen, Ed. Georges Crs, Pars, 1921. / Loos, Adolf; Das andere n 1. Verlag Kunst, Viena, 1903. / Lowe, Donald; Historia de la percepcin burguesa. Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1972. / Neutra, Richard; La arquitectura condicionada por la ingeniera y la industria. El Carrer de la ciutat n 7, ETSAB UPC, Barcelona, 1979. / VincentRicard, Francoise; Las espirales de la moda. Ed. Paz e Terra, Ro de Janeiro, 1989. / Wasserman, Arnold; The New Design. INDEX Magazine N 1, INDEX:, Copenhague, 2004.

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    4 El slogan de la empresa de calzados Camper: camina, no corras afirma un mecanismo de aceleracin del consumo basado en la sustentabilidad

    5 En estos zapatos que soportan la imagen de una ensaimada, dulce tradicional mallorqun, y su correspondiente receta, la tradicin local se convierte en factor de diferenciacin y de identificacin de un pblico de miras internacionales con la receta de la abuela

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  • 20 Producto de arquitectura

    Seriously sexyFabrizio Gallanti, edicin de Francisca Insulza

    Situada en circuitos de consumo algo ms sofisticados, incluso la compra semanal de alimentos se compromete con asuntos de identidad, opciones ideolgicas y cualidades formales. En el primer mundo, el caso M Preis establece un importante precedente en el vnculo entre comunicacin, imagen corporativa, espacio, plusvala y posicionamiento de marca.Palabras clave: Arquitectura-Austria, espacios comerciales, supermercados, retail, imagen corporativa, Tirol, M preis.

    When moved to more sophisticated markets, even the weekly grocery shopping engages identity, ideological choices and formal quality. Within the first world society, this is the statement M Preis supermarkets seem to make: theres a link between communication, design, branding, space and capital gain.Key words: Architecture-Austria, commercial buildings, supermarket, retail, branding, Tirol, M preis.

    que MPreis fuese el objeto de la participacin austriaca en la IX Bienal de Arquitectura de Venecia en 2004.El arquitecto de Innsbruck Heinz Planatscher, autor del cubo rojo que funciona como logotipo de MPreis, defini los objetivos generales de la estrategia de diseo, que niega algunas de las reglas estandarizadas propias de la arquitectura comercial: criterios de localizacin (cerca de los centros rurales y de pequea escala que caracterizan la regin del Tirol), integracin con el contexto alcanzada a travs de la organizacin de las circulaciones y de las volumetras, luz natural en los interiores, claridad de los recorridos para los clientes, vistas desde el interior hacia el exterior y desde el exterior hacia el interior y el uso del cubo rojo como dispositivo identificador. La sntesis de la identidad del grupo en un nico elemento, el cubo, sumado a la repeticin de los productos dispuestos en los pasillos, siempre idnticos en las ms de 100 sucursales de la cadena, permiti pensar que no era necesaria una arquitectura corporativa, sino que al contrario cada nueva sucursal poda ser ocasin de crear una arquitectura siempre distinta y original.La apariencia externa del edificio, sus relaciones figurativas con el paisaje rural y con las preexistencias de arquitectura verncula marcan las coordenadas de referencia en el diseo de las tiendas, estableciendo una brecha radical con las prcticas consolidadas del sector y adems impulsando procesos de adecuacin de otras empresas austriacas que estn empezando a replicar las metodologas de proyecto

    El lema de la cadena austriaca de supermercados MPreis es The Seriously Sexy Supermarket. La triple S de su eslogan implica una acrobacia lingstica capaz de asociar conceptos usualmente considerados ajenos. Decidiendo la ubicacin de una coma invisible podemos alternativamente pensar en una seduccin seria, perseguida con aplicacin y oficio, o en unos supermercados extremadamente atractivos y fascinantes. En los dos casos nos enfrentamos a una actitud original, exhibida con orgullo por la empresa, que constituye un hito innovador en el sector de la distribucin comercial masiva austriaca e internacional: en la filosofa de MPreis los supermercados no tienen por qu ser galpones construidos en serie, annimos e indiferentes al contexto, sino que se convierten en una arquitectura que permite que los proyectistas experimenten plenamente con un abanico variado e innovador de soluciones formales, programticas y constructivas.La empresa, de propiedad de los primos Hans-Jorg y Anton Molk, tiene sucursales principalmente en la regin alpina del Tirol. A partir de los aos ochenta una acuciosa poltica de inversiones y de expansin de la actividad, originalmente basada en un modelo de gestin familiar, ha enfocado su atencin hacia las cualidades espaciales y arquitectnicas de los diferentes puntos de venta cuyos proyectos, distribuidos en toda la regin, han sido encargados principalmente a profesionales locales egresados de la Universidad de Innsbruck. La originalidad de esta pesquisa ha determinado

    Supermercado MPreis en Kematen. Arquitectos Holzbox (Kathan & Strolz), fotografas de Gnter R. Wett

  • 21experimentadas por los arquitectos contratados por MPreis.Ms de 30 arquitectos locales, a los cuales se han sumado exponentes internacionales como Dominique Perrault, constituyen el patrimonio de autores involucrados en el proceso de diseo de las distintas sucursales de la cadena. La libertad expresiva buscada por los dueos de la empresa, que no ocultan su inters personal por las artes visuales, replicando modelos consolidados en la cultura austriaca de mandantes cultos y atentos, se refleja en una variedad de soluciones extremamente diferentes, que ilustra las distintas tendencias actualmente presentes en la muy dinmica escena tirolesa.La ausencia de una tipologa de edificio estndar propio de la arquitectura comercial determina que los supermercados MPreis puedan ubicarse en sitios morfolgicamente difciles y que por lo tanto a los arquitectos se les requiera una capacidad de adaptacin diferenciada. La consecuencia es que, estratgicamente, las tiendas se ubiquen en condiciones peculiares, garantizando adems su xito comercial: las dificultades que impiden normalmente la seleccin de ciertos suelos para la competencia se convierten as en desafos enfrentados por los arquitectos.En el caso de la tienda de Kirchblich, un lote de forma triangular, localizado a la entrada del pueblo, es ocupado por un edificio proyectado por Thomas Moser y Werner Kleon. ste se deforma en planta de acuerdo a la geometra existente, mediando las diferencias de cota

    entre las calles circundantes y determinando un interior inundado de luz cenital, bordeado por un sinuoso muro en concreto a la vista en el cual se abren vanos dirigidos a vistas peculiares.A su vez, la tienda del pueblo de Wenns, diseada por Rainer Kberl, se configura como un prisma regular, perforado por una serie de aperturas curvilneas que enmarcan vistas privilegiadas sobre el paisaje alpino circundante. Aprovechando con sabidura las limitaciones del sitio, el supermercado se dispone en dos plantas. El notable volado del cuerpo superior aparece flotando sobre el estacionamiento, oculto a travs de movimientos de suelo, dejando que el contraste entre la caja del edificio y la suavidad del cerro sobre el cual se instala se manifieste con potencia.En ciertas ocasiones se interviene en paisajes buclicos, herencia de la estratificacin de siglos de ocupacin humana, como en el caso de la tienda de Kematen diseada por Holz Box que reinterpreta estilemas tectnicos de la construccin verncula. En otras, los emplazamientos aprovechan las redes infraestructurales de los valles, que ya han convertido sectores de la regin en reas fuertemente suburbanas, apuntando a una imagen pensada para la percepcin del automovilista, como en el caso de la tienda de Wrgl, diseada por Wolfgang Pschl, Joseph Bleser y Thomas Thum.La vinculacin entre arquitectura experimental y programas comerciales, expresada en la identidad de MPreis, no parece ser un elemento ajeno a la

    Supermercado MPreis en Telfs. Arquitecto Peter Lorenz, fotografas de Thomas Jantscher

    tradicin cultural austriaca. Las figuras de Adolf Loos y de Vctor Gruen compondran los dos polos de una tensin cultural entre Europa y Estados Unidos, donde los supermercados de MPreis se convertiran en una consecuencia tarda de este dilogo a distancia.Por un lado, Loos incluye en su repertorio de obras la tipologa de la tienda, convirtindola en tema de arquitectura culta1. Loos no slo desarrolla proyectos de tiendas, sino que en los dos nmeros de Das Andere, publicada como suplemento de la revista Kunst editada por Peter Altenberg, anticipa sus proyectos construyendo una retrica de la modernidad necesaria, fuertemente impregnada de una vinculacin con el mundo de los productos. La yuxtaposicin de publicidad y eslganes polmicos reconstruye el topos especfico de la condicin moderna donde las relaciones con la realidad son filtradas a travs de una simbiosis con los objetos2.Algunas de las invenciones espaciales y comunicativas (donde el rol de la vitrina, el umbral entre el externo y el recinto comercial es determinante) desarrolladas por Loos, sern rescatadas por su amigo y emigrante judo viens Vctor Gruen, en el diseo de una serie de tiendas en Nueva York. Construidas entre 1940 y 1952, fueron stas las que le otorgaron la fama de ser el hombre adecuado para impulsar el comercio a travs de un uso estratgico del proyecto de arquitectura. Las formulaciones conceptuales, programticas y arquitectnicas, presentadas en el libro Shopping Town USA de 1960, escrito en co-autora con el economista

    1 Se podra trazar una genealoga de la tienda como nuevo tema de arquitectura, independientemente del edificio que la contenga. Pars desde fines del s. XVIII aparece como el epicentro del surgimiento de las nuevas prcticas modernas ligadas a la venta, de pequea y mayor escala. Honor de Balzac en Cesar Birotteau (1837) y Emile Zol en Au Bonheur des dames (1883) describen precisamente el fenmeno.

    2 Es una curiosidad anecdtica notar cmo en el primer nmero de Das Andere aparece una publicidad donde el autor del texto promocional es el mismo Loos, quien agradece en una breve nota a la empresa Tausky und Mandl por importar vestimentas inglesas a Viena.

    Siempre en el mismo nmero y en el siguiente, el aviso del anticuario F.O. Schmidt introducira un elemento de disonancia con los temas tpicos de Loos, al representar una fotografa de un saln invadido por antigedades fuertemente decoradas. En Das Andere, N 1, Viena, 1903.

  • 22Larry Smith, establecieron las reglas estndar en el diseo de los grandes recintos comerciales (Gruen, Smith, 1960).Como una nueva etapa de este dilogo transocenico, en la experiencia de MPreis convergen varios de los temas localizados en el eje que une Viena, Nueva York y Los ngeles, donde Gruen instala su oficina en 1941.La localizacin y la relacin con el transporte privado como elementos de un anlisis estratgico de los mercados para el emplazamiento de las tiendas; el nfasis atribuido a las circulaciones y la distribucin interna, con la consecuente relevancia atribuida al layout como principio ordenador del proyecto, o la necesidad de pensar en la arquitectura como un permanente mecanismo de estimulacin sensorial, que pueda estimular la compra por parte de los usuarios, son parte de los principios claramente estudiados y descritos por Gruen que permanecen en los procesos de diseo de MPreis.La insercin fluida en las orografas sinuosas del suelo del Tirol y la bsqueda de una interpenetracin entre interiores y exteriores, perseguida con el uso de amplias superficies vidriadas, apuntaran a la construccin de un nuevo lugar capaz de asumir la condicin suburbana propia de las intervenciones, demarcndose entonces de la lectura que Massimo Cacciari hace de la obra de Loos (Cacciari, 1981). Si para Cacciari los interiores de Loos se oponen al abierto (das Freie) del mundo del espritu metropolitano, descrito por Georg Simmel, garantizando proteccin

    ante la imposibilidad humana de medirse con l y construyendo un lugar slo interior, los supermercados MPreis pareceran entregarse al mundo, no porque sea rural y no metropolitano, ms porque los sujetos que lo habitan ya no pueden encontrar refugios posibles.En la tienda de Weissenbach, diseada por Thomas Giner y Erich Wucherer, la tectnica ortogonal de la caja del supermercado es sometida a algunas deformaciones considerables. La estructura en concreto se dobla en los dos extremos del volumen, creando una continuidad entre el suelo y la cubierta. Mientras que el lado tangente al estacionamiento est diseado con un sistema de paneles opacos y transparentes, que evidencia con claridad los accesos y convierte el edificio en una seal nocturna, una sencilla ventana cuadrada recortada en la curva asla visualmente un fragmento del interior, configurando una fachada hiertica, fortalecida por el revestimiento en plstico negro con perillas de tapicera: el mundo interior de Loos, evocado por la referencia a un gigantesco colchn en cuero negro, se invierte como un guante para aparecer al exterior.Una cinta en concreto, como envuelta sobre s misma, caracteriza la intervencin de Peter Lorenz en Telfs. El juego de relaciones formales, buscado conscientemente, con la montaa posterior permite jerarquizar la presencia del objeto en el paisaje, identificando hacia el exterior los lugares ms relevantes de la organizacin interna del edificio.MPreis y sus arquitectos participan de un caso

    Supermercado MPreis en Weissenbach. Arquitectos Giner & Wucherer, fotografas de Gnter R. Wett

    raro que enfrenta directamente, sin nostalgias ideolgicas, un tema problemtico en la condicin propia de la contemporaneidad. La felicidad o el eventual xito de este desafo parece no residir slo en las cualidades arquitectnicas de los proyectos, sino ms profundamente en las maneras con las cuales esta arquitectura puede asumir la compleja relacin entre personas, cosas y territorio.

    Bibliografa: Cacciari, Massimo; Adolf Loos e il suo angelo, Das Andere e altri scritti. Electa, Miln, 1981. / Gruen, Victor y Larry Smith; Shopping Towns USA. Reinhold Press, Nueva York, 1960.

  • 23Una utopa de mercadoAnah Ballent

    Este podra ser un primer reconocimiento declarado del valor de la casa de playa para la sociedad chilena. Y de su evolucin. Hoy ms que nunca, la segunda vivienda representa un bien de cambio, depsito y manifestacin de la prosperidad familiar; acapara cuidados hasta hace poco reservados a la casa urbana y hereda sus maneras.Palabras clave: Crtica de la arquitectura, segunda vivienda, resort, ocio, urbanizacin costera, vivienda suburbana, ochoalcubo.

    Maybe this is the first explicit recognition to Chilean societys attachment to beach houses. Nowadays, second home stands for consumer goods. It reflects family status and embodies its wealth, being object of an attention that was formerly focused on the urban house only. Even a part of urban lifestyle has been relocated to the beach. Key words: Architecture critique, vacation houses, resort, leisure, coastal urbanization, suburban house, ochoalcubo.

    Aunque son varias las razones por las cuales Ochoalcubo constituye un emprendimiento excepcional, lo que impresiona de manera ms intensa es su particular tensin entre la promocin de obras de altsima calidad arquitectnica y el reconocimiento de ciertos requerimientos propios de una operacin inmobiliaria. En efecto, al menos en la forma en que parece haber sido ideado, el emprendimiento se muestra animado por una rara voluntad de articulacin entre una arquitectura moderna de calidad y la lgica del mercado. En tal sentido, Ochoalcubo se presenta como un objeto casi imposible, o, como mnimo, paradjico. En esta direccin resuena particularmente la palabra utopa, incorporada por los promotores de la operacin al afiche que publicitaba la presentacin realizada en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Catlica en septiembre de 2004. Lo paradjico es que esta utopa constituye o intenta constituir un producto del mercado, y a partir de tal carcter puede ser descrita como utopa del mercado, que es un oximoron, si consideramos el sentido crtico que la historia de la arquitectura y del urbanismo modernos asign al trmino utopa, en tanto operacin contestataria de las leyes y la lgica del mercado.Actualmente, en cambio, existe un consenso amplio en cuanto a que la eliminacin del mercado no constituye un objetivo necesariamente deseable; su hegemona en la vida econmica puede significar injusticia y desamparo en lo social, pero la existencia del mismo puede vincularse con la presencia de una sociedad civil vigorosa y participativa. En la misma direccin han sido revisadas las aproximaciones sociolgicas al consumo, cuya racionalidad ha sido revalorada, tanto como su capacidad conformadora de identidades y

    vnculos con el ejercicio de formas de ciudadana (Garca, 1995). Pero an incorporando estas revisiones en la construccin de nuestra mirada, la paradoja subsiste y Ochoalcubo invita a que reflexionemos sobre el vnculo entre utopas, mercado y consumo, preguntndonos si un artefacto arquitectnico o urbanstico puede ser pensado, cobrar existencia y mantenerse en el tiempo sostenido en una categora como la de utopa del mercado. En tanto fenmeno de consumo, Ochoalcubo nos presenta una propuesta dirigida al consumo de elite, centrado en la segunda casa, en el habitar domstico del ocio destinado a los sectores altos; el sentido de la operacin, en efecto, se circunscribe a este horizonte de consumidores, careciendo de alcances ms amplios. En rigor, en relacin con el tema que encara y el momento en que la operacin fue propuesta, no podra pensarse de otra manera. Muy diferente fue el sentido que tuvo la segunda casa, como programa arquitectnico, en las dcadas del s. XX que consolidaron la arquitectura moderna: en tal momento constituy un particular espacio de reflexin, el signado por la simplicidad, nuevo principio rector de la arquitectura pero tambin de la cultura del habitar de los sectores altos. La petite maison de Le Corbusier o la casa Farnsworth podan ser pensadas como viviendas autnticamente modernas en el sentido de esenciales y despojadasporque no eran autnticos hogares, sino residencias transitorias. En ellas el ideal de una vida elemental, explotando un contacto directo con la naturaleza posibilitado a menudo por las nuevas tcnicas se impona entre los sectores altos como sinnimo de vida y de costumbres modernas. De esta manera, en numerosas oportunidades la segunda casa fue pensada en relacin a otros programas de vivienda, y frecuentemente la resolucin de una casa de fin de semana fue vista como una oportunidad para ensayar propuestas destinadas al campo de la vivienda masiva.Hoy la situacin es diferente, ya que la segunda casa se ha complejizado y diferenciado, abordando cambios en la composicin de las familias, en las formas de compartir los espacios, en la modernizacin tecnolgica o en el desarrollo del equipamiento domstico. Ser modernos hoy no significa ya ser simples, sino presentarnos como seres complejos y sofisticados. Los desarrollos de la segunda casa indican claramente esta inversin de valores con respecto a los que soportaron la consolidacin de la arquitectura moderna, en un cambio que se verifica en la arquitectura tanto como en la sociedad. Pero sobre todo, la segunda

    casa ha perdido la tensin hacia la resolucin de otros problemas del habitar, que animaba muchas de las propuestas de los aos veinte o treinta.Ochoalcubo, entonces, queda inscrita dentro de las coordenadas del consumo de elite y difcilmente podamos encontrarle un sentido ms amplio desde el punto de vista de la relacin arquitectura-sociedad. Pero caracterizada de este modo, la operacin presenta una serie de opciones interesantes ya que toma partido por ciertas formas de consumo frente a otras. Estas opciones encuentran su sentido en el contexto histrico preciso que permiti pensar la propuesta. Para referirnos a ese contexto el Chile de fines del s. XX apelamos a palabras de Horacio Torrent, segn las cuales ese fue un perodo caracterizado por (el) crecimiento econmico, (una) urgencia en la resolucin de temas y problemas, el sometimiento a las condiciones de mercado de una importante cantidad de temas arquitectnicos (...), la crisis del Estado del bienestar y la ausencia del ente pblico como promotor de estrategias de superacin disciplinar (Torrent, 2000). Estos fueron procesos econmicos y sociales que condicionaron la arquitectura y del desarrollo urbano en los aos noventa, en un diagnstico compartido tambin por otros pases latinoamericanos. Sin embargo, es necesario constatar que similares condiciones econmicas en distintos pases, no producen las mismas realizaciones arquitectnicas. As, por ejemplo, aunque Argentina registr en los aos noventa una formidable expansin de emprendimientos inmobiliarios basados en la vivienda suburbana o en la segunda casa, no produjo un evento capaz de despertar este inters en el debate arquitectnico ni de mostrar la capacidad de condensacin colectiva que vemos en Ochoalcubo. Sin duda, el caso argentino produjo un amplio conjunto de ejemplos que cont con obras de gran calidad arquitectnica, pero no es fcil ubicar en l intervenciones que constituyan una totalidad definida que pueda y merezca ser volcada al debate pblico y que se muestre capaz de interpelar con altura a los consumidores y al debate arquitectnico al mismo tiempo.Retomando la especificidad de las condiciones contextuales de la operacin, volvemos a palabras de Torrent referidas a los aos noventa: Es un tiempo en que la labor del arquitecto se centra mayoritariamente en convertir un bien de cambio en un bien de uso. Ochoalcubo parece enfrentarse exactamente a ese problema, tratando de entender la casa como un bien de uso, dentro de una operacin econmica que la fuerza a constituirse en tanto valor de cambio. Podemos

  • 24

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  • 25preguntarnos si no encontramos aqu un tema recurrente de la arquitectura chilena de las ltima cuatro dcadas, uno de sus ncleos vitales, que, pese a admitir distintas respuesta estticas, mantiene principios comunes en la aproximacin a la vivienda y a la relevancia que adquiere la casa individual, aislada y vinculada al paisaje. Cuando un observador externo pasea su mirada por el universo de la arquitectura chilena, el peso del programa segunda casa o en trminos ms amplios, el de la vivienda individual aislada- como campo de desarrollo y de experimentacin es notable. Una publicacin como 24 Casas. Obra de arquitectos chilenos contemporneos ilustra bien esta situacin.El hecho que el programa sostenga una arquitectura de calidad nos indica que l registra una base en la sociedad, en particular en la cultura del habitar de los sectores altos. Si comparamos con el caso argentino, encontraremos en ste ms arquitectura interesante en programas ligados a la vivienda urbana, antes que a la segunda casa. Aunque en rigor no podamos atribuir sino al azar que Le Corbusier haya sido requerido en Argentina para resolver una casa urbana, mientras que en Chile se le demandaba el proyecto de una casa de vacaciones, la contraposicin de programas Curutchet / Errzuriz bien podra emblematizar dos culturas del habitar que buscan sus centros en espacios diferentes, manteniendo relaciones distintas con la ciudad y el territorio.La segunda casa como programa arquitectnico se percibe en Chile como un tema denso y complejo, que desarrolla aquellos tpicos que la arquitectura chilena ha impuesto con mayor acierto y que la han convertido en una de las ms dinmicas y creativas de Amrica Latina. Interioridad, paisaje, lugar, materiales y texturas son los temas que en mltiples y diversas articulaciones se reiteran y ensayan una y otra vez alrededor de la segunda casa. Cada obra se presenta como si hubiera sido pensada desde cero, como si los espacios del habitar se reinventaran cada vez que el productor-arquitecto y el consumidor-habitante se congregan para imaginarlos. Abordado de esta manera, el programa de la casa individual extra-urbana ha logrado configurar notables espacios de libertad y de posibilidades de expresin para los arquitectos, lo cual demanda un correlato en el plano del consumo social. En tal sentido, estas casas inducen a pensar en la existencia de un consumidor que busca tambin una identificacin con la arquitectura domstica huyendo de imgenes y convenciones arraigadas, confrontando la referencialidad de los espacios y

    las imgenes del habitar: la idea de la casa como bien de uso parecera as ligar las posiciones de arquitectos y comitentes-consumidores. Esta arquitectura domstica que resiste todo pintoresquismo, reiterando estticas modernistas, geomtricas y abstractas, invita a indagar en la conformacin de la cultura del habitar de los sectores altos de la sociedad chilena1. All habra que rastrear las bases del acuerdo tcito entre productores y consumidores que se intuye como sostn de estas operaciones. En rigor, no nos referimos necesariamente a los consumidores-habitantes reales y concretos, sino a la forma en que los arquitectos los representan o imaginan: el lugar que conceden al habitante y cmo lo interpelan a travs de sus propuestas. De la misma forma en que el espectador forma parte del cuadro an cuando el pintor se proponga prescindir del l, el habitante es parte de la arquitectura, incluso en casos como Ochoalcubo en el cual el promotor se diferencia del usuario.En trminos ms generales podemos preguntarnos cmo pasan los temas propios de la vivienda individual a una operacin como Ochoalcubo; en otras palabras, qu consecuencias produce el desplazamiento de las casas nicas y aisladas, realizadas por encargo y adaptadas a un lugar y a un grupo humano particular, a las propuestas para la venta. Ante todo, la nueva operacin implica aceptar las restricciones del mercado en cuanto a materiales, superficies, tipo de lotes y posicin de las viviendas. Estos problemas no parecen haber mellado el entusiasmo de los promotores y es comprensible que no lo hayan hecho: excepto aquellos casos en que resultan completamente aplastantes, las restricciones del mercado no paralizan sino que estimulan la creatividad de los arquitectos. El conjunto Ochoalcubo, entonces, le plantea nuevos desafos a un programa arquitectnico slidamente vinculado a la alta tradicin disciplinaria de este pas: la bsqueda de equilibrio entre la composicin del conjunto y la expresin de la individualidad de sus componentes, entre la sensibilidad para la configuracin del mbito privado y la construccin de un espacio pblico, la fuerte presencia de bordes y lmites que requieren tratamientos particulares, el desarrollo de viviendas orgullosas de su individualidad, pero tambin conscientes de su posicin dentro de un conjunto. Notemos que esta gama de problemas se refiere sobre todo a los aspectos pblicos del emprendimiento, que junto al riesgo econmico que entraa la operacin, nos hablarn del xito o del fracaso de Ochoalcubo en tanto utopa del mercado. Ms all de cual sea el destino final

    del emprendimiento, cabe destacar la forma en que fue pensado y la apuesta a estimular, dentro del mercado de las clases altas, la existencia de consumidores racionales y selectivos, y de promotores y diseadores con vocacin de insertar los temas del mundo privado dentro de un debate pblico.

    Bibliografa: Garca Canclini, Nstor; Consumidores y ciudadanos. Grijalbo, Mxico, 1995. / Pastoriza, Elisa; Las puertas al mar. Biblos, Buenos Aires, 2002. / Sato, Alberto (introd.); 24 Casas. Obras de arquitectos chilenos contemporneos. Ediciones ARQ, Santiago, 1999. / Torrent, Horacio (introd.); Arquitectura reciente en Chile. Las lgicas del proyecto. Ediciones ARQ, Santiago, 2000.

    1 Distintos trabajos estn avanzando en la historia de este campo, por ejemplo: Gonzlo Cceres, Francisco Sabatini y Rodrigo Booth; La suburbanizacin de Valparaso y el origen de Via del Mar: entre la villa balnearia y el suburbio de ferrocarril (1870-1910), incluido en el libro de Elisa Pastoriza Las puertas al mar.

  • 26Hacer nadaRodrigo Prez de Arce

    El marxismo y el capitalismo unidos jams sern vencidos. Destinada a la clase media alta, una operacin inmobiliaria de gran escala, emplazada en la costa chilena, pone en prctica sin proponrselo los ideales urbansticos de la utopa socialista ms ortodoxa: un denso conjunto de segundas viviendas, segregado funcionalmente, da lugar al ocio comunitario organizado.Palabras clave: Crtica de la arquitectura, segunda vivienda, resort, ocio, urbanizacin costera, condominio, balneario, San Alfonso del Mar.

    Together, Marxism and capitalism rule! Orientated to an upper-middle class crowd, a major real estate project located in the Chilean seaside makes the most outrageous socialist urban utopia come true, probably with no intention. Functionally segregated, massive apartment blocks are housing organized collective leisure. Key words: Architecture critique, vacation houses, resort, leisure, coastal urbanization, condo, San Alfonso del Mar.

    Espacio natural que se desdobla en escena (usualmente asumida pintoresca) y escenario activo para el despliegue de las actividades del ocio (ese alter ego de la ocupacin). Es parcial porque de todos los bienes del paisaje este reconocimiento suele identificar solamente al borde marino, ignorando otras situaciones como son en el caso local las quebradas interiores, marismas, humedales, los esteros, los campos dunares y las serranas del secano costero. Bajo esta premisa excluyente, ocupar el frente marino no slo implica conquistar la accesibilidad privilegiada al escenario martimo, sino adems una garanta de su disfrute visual. Una jerarqua frontal de localizacin por franjas desde el litoral hacia el interior resulta de esta simple ecuacin, provocando consecuencias significativas, y por lo general irreversibles, en los patrones de colonizacin territorial. No obstante la puja por el frente marino, a ste se lo quiere natural. Accesibilidad y control visual marcan esa jerarqua.San Alfonso del Mar3 representa en este contexto una respuesta a los dilemas del litoral y las arquitecturas del ocio. Situado en la playa, el conjunto de bloques acapara un imponente horizonte marino. Esa sola condicin es explicativa de sus tipologas, estrategias de emplazamiento y de su democracia visual: vista asegurada, al parecer equivalente, para todos4.Dos decisiones del proyecto garantizan dicho dominio: la primera es la concentracin de sus construcciones en torno al borde interior del sitio, liberando suelos hacia la playa. La segunda es su tipologa de barras edificadas de cruja uniforme, plegadas en sus extremos y recortadas mediante un rgimen de escalones en sus cabezales. Definido de este modo el conjunto, su planta en zigzag alivia un tanto su efecto de pared hacia tierra adentro, articulndose tambin con mayor inters su frente marino. La premisa de la vista al mar invade todos los niveles de decisin del proyecto: en este escenario visual tan marcadamente asimtrico, no es

    Un balneario es esencialmente un lugar para el ocio; para hacer nada. Lejos de ser trivial, histricamente, el ocio ha engendrado arquitecturas de calidad. La diferencia es que hoy esta expectativa es ms democrtica siendo el balneario una de sus formas colectivas privilegiadas. (fig. 1) El ocio veraniego es hoy un derecho adquirido: sus consecuencias se palpan en nuevos hbitos y paisajes. Lo interesante es que su impulso esencialmente improductivo constituya un irrefrenable motor del desarrollo territorial. Sabemos que sus resultados son muy desiguales: desde el s. XX esta disposicin ha gestado notables proyectos como por ejemplo el balneario de Punta Ballena en Uruguay (Bonet, 1945) y desastres urbanos y ecolgicos como por ejemplo los emprendimientos inmobiliarios actuales en torno a la dunas de Cochoa cerca de Via del Mar1. De cualquier modo, las tendencias transformativas del territorio a partir del ocio son irreversibles: la agitacin inmobiliaria virtualmente irrefrenable del litoral central en Chile presagia una larga conurbacin costera y quiz tambin el eventual colapso de sus sistemas viales. (figs. 2 y 3)Como si se tratase de company towns dedicadas a la improductividad los balnearios evidencian similares ritmos, patrones de uso y rituales, formalizados fundamentalmente en torno a la playa verdadera fbrica del ocio. Al igual que en Charlie y la fbrica de chocolate2, un referente nico marca al poblado, slo que aqu es el mar el que sustituye a la parafernalia industrial; el mar, un escenario de culto, un anhelado objetivo visual. Una condicin actual del balneario suele ser la cuanta de los capitales movilizados en pos del ocio a gran escala: al igual que en la company town el sello corporativo caracteriza estas grandes estrategias del tiempo libre. (fig 4)A diferencia de otros patrones de colonizacin, la conjuncin del ocio y litoral se sustenta en un reconocimiento inequvoco pero usualmente extremadamente parcial del espacio natural, primera motivacin y fundamento de localizacin.

    1 Ver por ejemplo Costa ibrica de MvRdV.2 La nueva versin del director Tim Burton de Willy Wonka y la fbrica de chocolate, Warner Bros. Pictures, 2005. 3 Emplazado inmediatamente al norte del balneario de Algarrobo, a 118 km de Santiago de Chile.

    4 Todos los departamentos cuentan con generosos ventanales hacia el frente marino mientras que en un zcalo de camarotes nuticos provisto para la servidumbre slo hay ojos de buey.

    1 Puerto Viejo, Caldera. Fotografa del autor

    2 Hostera La Solana del Mar, de Antonio Bonet. Punta Ballena, Uruguay. Tomado del catlogo Antonio Bonet y el Ro de La Plata. C.R.C. Galera de arquitectura, Barcelona, 1987.3 Playa de Cochoa, Via del Mar. Fotografa del autor

    1 Puerto Viejo, Caldera; Photograph by the author

    2 La Solana del Mar Hostel, by Antonio Bonet. Punta Ballena, Uruguay. From the catalogue Antonio Bonet y el Ro de La Plata. C.R.C. Galera de arquitectura, Barcelona, 1987.3 Cochoa Beach, Via del Mar. Photograph by the author

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  • 27extrao que un contraste extremo entre fachadas anverso y reverso afecte las situaciones de cada departamento, de cada bloque, del conjunto y de su entorno. Al igual que una sala de teatro del s. XIX, cada edificio cuenta con una fachada de balcones y una contra-cara utilitaria destinada a sus accesos de modo que, siendo significativa, la primera encarna una imagen, y siendo puramente factual, la segunda resulta en rigor in-significante. Quizs una analoga ms ajustada al caso sea el estadio, cuyo espacio intencionado es su interior graderas y cancha mientras que sus exteriores suelen resultar como andamios para la construccin de ese interior. Enfrentada en nuestro caso por el reverso de los edificios, la calle pblica es residual, presagiando una acelerada decadencia5 .Desarrollado con intensidad a partir de la dcada de los sesenta, el patrn de edificio escalonado6 gener monografas expresamente dedicadas al tema7. Se lo apreciaba por conjugar ciertas cualidades incrementales del urbanismo de laderas con las propiedades del edificio, destacando la singularidad de cada pieza en el tumulto del conjunto, y una ilusin de casas apiladas ms que de departamentos seriados. Represent en su momento un acercamiento factible a las ideas ms utpicas de la mega estructura, en donde los suelos artificiales garantizaran una libertad de apilamiento de las clulas o unidades. Abiertas al cielo, las amplias terrazas del edificio escalonado gozaran del sol confirmando el culto a la helioterapia y sus resonancias lejanas en la teora mdica del sanatorio para tuberculosos.Si bien fuertemente inspirado en el villorrio mediterrneo y las arquitecturas del sol (Goldfinger, 1970), este patrn se disemin por latitudes fras como lo atestigua su exponente ms ambicioso, el proyecto Habitat en la Expo 67 de Montreal (Safdie, 1967).Ms cercano a la configuracin retranqueada del proyecto que nos ocupa, las residencias para estudiantes diseadas por Denys Lasdun para la universidad de East Anglia en Essex, Inglaterra

    5 Decadencia reconocida como oportunidad por parte de la industria de la seguridad.6 Referido a los edificios de perfil escalonado, y no a aquellos apoyados sobre una pendiente. 7 Ver por ejemplo Cuadernos Summa Nueva Visin 19, Viviendas escalonadas de 1969 y Dac