chile otro pais_brunner jose joaquin

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  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    1/8

    cepcionesdelaney de Ia vida, plurdismo, atenci6n baci a los

    medias

    de

    comunicaci6n y por los soportes

    de

    las obras,

    eclectismo ideol6gico dentro

    de

    un confesado progresis

    mo , valoraci6n de las identidades multiples

    que

    nos habitan

    como naci6n y como individuos, sublimaci6n parcial del par

    tidismo, respeto por los grandes nombres del campo ar

    tfstico, inclusion en Ia muestra

    de

    Ia palabra como comen

    tario y debate, simbolizaci6n multiple de Ia politica, rechazo

    de

    Ia violencia y cultivo de una

    memoria educadade

    las se

    cuela:> del terror ejercido por el regimen rnilitar.

    En un pafs acostumbrado a inven tarse a 9 mismo

    continuamente, que se representa

    como

    n:odelo y se ex

    perimenta como imagenes de identidad y como ''traduc

    ciones de ideologfas y utopias, ;,que de extrafio puede tener

    que

    esta

    vez

    se

    haya ofrecido

    como

    signa y afirrnaci6n

    de

    una

    vida - Chile vive - que muchos sentimos amenazada 0

    que nos parece limitada, in usta y opresiva?

    El Chile de esa propuesta cultural, uno de los multiples

    que

    existe y pugna por reconciliarsecon los demas, fue real

    durante

    el

    proceso

    de

    su exposici6n y ahora queda, latente,

    como el recuerdo de una posibilidad futura.

    De

    imagenes y palabras estan hechas nuestras identi

    dades y Ia naci6n que las abarca a todas no tiene mas consis

    tencia que esta fragil materia suspendida.

    64

    CHILE, OTRO PAIS.*

    Comunicacion, politica y sociedad.

    Una

    de las mas agudasobserva cionesde Tocqueville

    esta

    contenidaena quel capitulode LaDemocraci a en America ,

    que se refiere a la actividad que domina en todas las partes

    del cuerpo politico en los Estados Unidos e iafluencia que

    ejerce sobre la sociedad .' Sostiene allf nuestro autor

    que

    cuando se

    pasa

    de un pais libre

    a

    otto que nolo es,

    se

    siente

    ullo sorptendido por un espectaculo extraordinario : allf, di

    ce, todo es actividad y movimiento; aquf, todo parece tran

    quilo e inm6vil.

    i

    Que e> lo que crea, entonces, estas,.image

    nes contrapuestas? Tocqueville lo percibi6 claramente:

    es

    Ia

    . calidad de Ia vida polfticaque domina en una u otra sociedad.

    Digamos asf: existe una conexi6n profunda entre el sis

    tema politico prevalecienteen una sociedad determinada y l

    regimen comunicativo que aquelen parte condiciona y a

    cual necesita para subsistir.

    *Articulo publicado porIa revista Vuelta (Sudamericana) del

    7 de

    febrero de 1987.

    1

    Vease Tocqueville, Alexis:

    La democracia en America Fondo

    de

    Cultura Economica, Mexico, 1978. pp. 250-253.

    65

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    2/8

    Las caracteristicas salientes del regimen c o m : . m i c ~ t ~ ~ o

    de una democracia tienen que ver, en

    generd, con

    Ia posiciOn

    que la polftica ocupa en aquel. Tocqueville nos habla de una

    "especie

    de umulto ;

    del

    clamor

    confuso"

    se

    ~ e v a

    por

    todas partes; de que mil voces llegan al rmsmo_ ttempo a

    vuestros oidos y cada una expresa algunas neces1dades so

    ciales".

    En la

    democracia, todo se agita en torno nuestro; los

    habitantes se reunen y discuten; los

    e p r e s e n t ~ t e s e l e _ ~ o s

    procuran hablar a nombre de sus electores; ex:-te n ~ c a Y

    discrepancia; incluso, observaba Tocquev:lle,, l ~ s muJeres

    mismas se dirigen a menudo a

    las

    asambleas u b h c ~ s y des

    cansan

    de

    los quehaceres del hogar escuchando d1scursos

    politicos". . .

    En Chile, un fen6meno similar se fue e x t e n d i e n d ~ a lo

    largo

    de

    los afios a medida que.la

    e m ~ c i a

    se

    consohdaba

    y que

    ella inwrporaba en

    la m d a d a ~ n a a proporc1ones c;re-

    cientes

    de Ia

    poblaci6n. Cuando se ehge ,

    en

    1970, al Gobler

    no del Presidente Allende, efectivamente todo se vuelve : ~ a

    especie

    de

    tumulto. Es la polftica que invade las calles, lases-

    cuelas, los hogares, las iglesias, transformand?? su.paso las

    viejasrelaciones de autoridad, impugmmdo n ~ ~ 1 s here

    dados desde antiguo, cambiando

    Ia

    escena publica y reor

    ganizando Ia vida privada de las

    a m i l i ~ ~ ; s .

    .

    La democracia hada posible y empujaba este r o c ~ . s o de

    politizaci6n AI final, no seria capaz

    de

    controlarlo,

    sm

    e:n

    bargo. Cuandb eventualmente invade a las

    u e r z a s

    ~ a ~ a s

    y si:nultaneamente el conflicto local se m t e m a c 1 0 n a l 1 z ~ ,

    cuando Ia sociedad llega a saturarsede las a l a b r ~ s

    de

    la poll

    rica

    y

    Ia comunicaci6n debe cederel

    paso

    a l?s rm?.?s que ge

    nerael enfrentamiento global, entonces Chile : J ~

    de

    ser

    pais Jibre y pas6 a

    otto

    que

    ya no

    lo era. pol.Ittca camb10

    de

    Iugar

    en

    la sociedad y con ello >e altero radicalmente su

    regimen comunicativo.

    66

    . Necesitamos averiguar mejor, con todo,

    como

    operabala

    comunicaci6n social ypolftica durante

    el

    perfodo democni

    tico para lu ego presentar las transformaciones sobreviiiientes

    y

    sus efectos.

    Una

    especie de comunicaci6n

    democnitica.

    ·

    El

    regimen comunicativo

    de la sox.'iedad chilena

    basta

    1973 se bas6 en la politica, Ia ley y la escuela. Fue,

    por

    tanto,

    la expresi6n del predominio

    en

    el espacio publico

    de

    las

    cla-

    ses medias,

    con su ape

    goal formalismo legal,

    su

    valoraci6n

    de

    la

    ensefianza

    y su

    uso

    de la

    polftica

    como

    medio de

    orga-

    nizaci6n y fomento de la integracion nacional.

    Estos

    tres medios

    de

    control social defmieron

    una

    comu

    nicaci6n

    queaspirabaalaigualdad,

    a universalismo y al par

    ticipacionismo. Crearonunaesferapublica regida

    por

    los va

    lores

    de

    Ia palabra;

    dondelo queimponaba

    era,

    en

    ultima ins

    tancia, a capacidad de los diversos grupos de movilizar sus

    intereses bajo Ia forma de

    un

    discurso persuasivo. Las ideo

    logfas, como proyectos colectivos

    de

    acci6n en torno a ima

    genes

    de una

    "sociedad posible" y de un

    buen

    orden",

    ocu-

    paban

    el

    centro de

    la

    escena publica. El reformismo

    ,mmero

    y luego el revolucionarismo arrancarian asirrismo de esas

    tres fuentes. Tendrian un fondo legalista, escolarizado y de

    · absoluta fe

    en

    los poderes transformadores

    de

    la

    politica.

    En

    suma,

    la

    ley,

    la

    escuela y la polftica conforman un

    me-

    dio publico, un

    regimen comunicativo

    que es tendencial

    mente integrativo, que gira en tomo al ciudadano, que valora

    el conocimiento certificado, el discurso y

    los

    proyectos co-

    lectivos.

    De allf provienen, igualmente, sus peculiaridades y limi

    taciones.

    En

    efecto, bajo

    esta

    modalidad social

    Ia

    comuni-

    67

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    3/8

    caci6n puede f;lcilmente ocultar

    las

    dificultades i n s ~ m e n - .

    tales que existen para Ia transformaci6n a

    recbdad;

    o

    puede

    incluso

    dar Iugar a una espiral

    de las

    palabras

    --:-esto

    es,

    el fen6meno de Ia

    inflaci6n ideol6gica

    que

    se

    refiere_n.

    varios

    autores--;'

    y puede inducir Ia creencta en que a e s J -

    gualdad y Ia explotaci6n s o ~ s u p e r a b ~ e s por _Ia sola v1a

    ampliar

    los efectos distribuuvos y redistnb31JVOS de las

    le-

    yes, de Ia educaci6n y de Ia

    p o l i t i c ~ . De

    hec:1o, el Estado

    present6 en

    Cb.ile, durante este

    penodo que

    llega

    a s ~ 1 J,

    Ia

    encamacicn

    de esas figutas que regulaban

    el

    reg1men

    comunicativo de Ia sociedad. Fue ala

    vez

    un Estado provi

    dente, proteccionista, d u ~ a d o r y t r a r r s a c ~ i o n a l . A e ~ ; e E s t t -

    do suele llamrrsele en Ia hteramra espec1ahzada un Estado

    de

    compromise'' . B usc6 y r o ~ o v i 6 l a

    n e g o c ~ c i 6 n ~ n t r e

    lcs

    diversas clases y grupos soCiales;

    promovto

    med1ante

    Ia

    escuela, Ia ley y Ia polftica Ia movilidad social, r i m e r ~ qu_e

    todo

    lade

    las propias clases medias; y se afan6 por I S t r t b m r

    las oportunidades de participaci6n

    en

    Ia

    es_fera publica ce

    modode

    asegurarse legitimidad, aunque no s1empre obtuvie

    r Ia eficiencia. .

    El Gobiemo de Ia U nidad

    Popular

    ( 1970-1973) exaspero

    y

    agot6la

    experiencia de ese Estadc de o r n p r o ~ ~ s o y debc6

    reconocer, al fin, que Ia ley, Ia esct:ela y

    Ia pohnca

    medios eficaces para impulsar un proyecto revoh:ciOnan·J.

    Hered6

    y quiso aprovechar un

    regin::n

    c o m ~ ; ~ n i c a _ z i v o en,la

    sociedad que, una vez puesto en tenswn, se d1sloco y se vd

    vi6 improductivo.

    La

    ley demostr6 una malla ~ m t e r e s e s

    demasiado tupidos y resistentes y qmenes

    Ia

    adrmmstraban,

    'Esta noci6n proviene de los escritos de Anibal Pinto. Recientemente ha

    sido elabor ada por Hirschmann, Albert "The turn to

    a u t h o r ~ u n a n . w ;

    m

    Latin Ame rica and the search for

    its

    economic deterl'lmants· .

    En

    Colher,

    David (ed):

    T/ e

    New Authoritarianism in Latin 4merica Princeton

    University Press, New Jersey. .

    68

    los tribunales de justicia,

    la

    emplearon para frenar y

    castigar

    •elcambio.

    La

    escuela, expresi6n secularde

    unmodo

    de

    trans

    misi6n

    de

    Ia cultura,

    se

    resisti6 a cualquier modificaci6n

    de

    su funci6n selectiva

    y

    conservadora y rechaz61a

    propuesta

    de

    homogenizacion que el Gobiemo quiso impulsar. Porultimo,

    cuando Ia politica fue llamada a expresar

    los

    conflictos de Ia

    soc.iedad

    mas

    que a regular las transacciones entre los grupos

    ideol6gicos

    y

    de in eres,ella se desboc6 y sirvi6 solamente

    de

    cauce a Ia escalada de los discursos y a Ia elevaci6n consi

    guiente del tono ideologico

    dela

    contienda.

    El orden comunicativo

    de Ia

    sociedadse triz6

    por

    comple

    to y

    se

    fue deshaciendo aceleradamente. Gener6 ruidos,

    cor

    tocircuitos, desorden normative, inseguridad de todas las

    je

    rarqufas consagradas, perdida de lealtades demomiticas,

    erosion

    del espacio publico, tendencias agresivas, deslegiti

    maci6n

    de

    las insti tuciones. De un aiio para el siguiente Ia

    sociedad ya

    no

    pudo reconocerse como un todo,

    por

    encima

    de sus divisiones, exclusiones y desigualdades. Los tabues

    mas arnpliamente cornpartidos, como el del "apolitkismo"

    de las Fuerzas Armadas, se hicieron trizas y dieron Iugar a

    una psicologfa del todo o nada. Entonces las consignas

    fue

    ron "avanzar sin transar"

    por un

    ado y

    por

    e otro,

    "Jakana"

    rayado

    por

    los grupos mas exaltados en los muv6s de

    Ia

    ciudad.

    a conspiraci6n antidemocnitica, gestada en medio de

    esta disoluci6n

    del regimen comunicativo de Ia sociedad,

    y

    apoyada

    eficazmente

    desde el exterior, se

    complet6

    el 11

    de

    s.eptiembre

    de

    1973

    con

    el bombard

    eo

    de La Moneda,

    casa de

    los presidentes de Chile. Desde ese dfa en adelante empezaba

    la otra historia que se inaugurarfa con la represi6n masiva

    contra los dirigentes civiles del viejo regimen y que cam

    biarfa

    por

    complete, en los afios siguientes,

    Ia

    organizaci6n

    comunicativa

    de Ia sociedad.

    69

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    4/8

    Las bases t a comunicacion

    auforitaria

    El

    rSgimen autoritario instaurado en 1973

    ha

    impuesto a ·

    Ia soCiedad chilena

    una

    nueva forma de comunicacion a

    traves

    del empleo de medios de control social

    que

    combinan

    heterogeneamente los efectos del mercado,

    de la

    represion y

    Ia television. Es decir, las propias bases

    del regimen cbmuni-

    cativo

    anterior han sido profundame:J.te alteradas .

    con-

    secuencias que son significativas. El

    mercado comoregula-

    dorde los

    comportamientos sociales induce

    la

    atomizacion

    e

    individuacion de la sociedad, premiando las estrategias

    per-

    sonales

    de

    acceso y salida de las diversas situa;::iones

    de

    intercambio. Introduce la diferenciaci6n s v ~ i l y canbia los

    patrones prevalecientes de distribuci6n tolerante promovida

    y

    protegida

    por

    el Estado.

    La represidn

    (en sentido Jato) induce efec tos

    de

    desacti

    vacion, pulveriza las organizaciones sociales, condiciona

    una cultu ra del miedo y favorece en 1odos los ambitos

    de

    la

    sociedad el disciplinamien to de ]a poblaci6n.

    La :elevisilin

    termino que aquf usamos

    como

    Ia metafora

    que

    designa una nueva constelaci6n polltico-comur:icativa.

    como Ia expresion de punta de una industriacJltural Esumida

    como un disposit ivopor la cultura autoritaria, moldea el ima

    ginario social, internacionaliza las visiones de mundo, pro

    mueve el

    cons·Jmo

    de

    sfmbolos

    y

    renovadas formas masivas

    de

    identificaci6n y proyeccion.

    Los tres medias de control generan dinamicas de priva

    tizaci6n; los tres son disciplinarios en sus efectos y los tres

    imponen

    una

    drastica transformaci6n del

    rigimer. cornu·

    nicativo prevaleciente hasta I 973.

    En

    efecto, el mercado, Ia represion

    y

    Ia television

    confor:nan un medio publico privatizado que gira en

    tomo

    a

    7

    lafigura del

    consumidor y que valera Ia informacion,

    el

    exit'

    y

    Ia

    movilizaci6n

    de

    proyectos individuales

    de

    bie

    nestar.

    Mientras los medios

    en

    que se fundaba

    el

    regimen

    o u-

    nicativo

    democratico (la ley,

    la

    escuela y Ia politica) eran ar

    gumentativos, curriculares y programaticos, los medios

    del

    autoritarismo son frios, mediaticos,

    de imigenes

    y

    no dis

    cursivos. Aquellos tendfan a generar relaciones estables

    de

    identidad, y sus relatos yritos eran

    morales;

    estos,

    en

    carnbio,

    generanrelaciones fugaces, ocasionales,

    de

    proyeccion y

    sus

    relatos

    y

    ritos son

    ticnicos.

    De

    hecho, las modalidades de comunicaci6n social

    im-

    puestas porel autoritarismo procuran disminuir los umbrales

    p o r ~ n c i U U : de los cua:es

    toda

    comunicaci6n ingresa en el

    es -

    p _ a ~ r o

    pubhco

    y adqmere, inev tablemente, dimensiones

    po-

    hncas.

    Loque

    se buscaes , prectsamente, descargar el

    espacio

    publico

    de su

    potencial explosivo

    de

    demandas

    colec-

    ti

    vamente o r r n u l ~ d a s dando paso a unsistem

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    5/8

    necesite hablar. Es una forma puramente factica del poder,

    igua l que el mercado. Ambos dispositivos dibujan un hori

    zonte mudo; aquel porIa intermediaci6n de los bienes (ma

    teriales y simb6licos) que hace circu:ar y que instauran

    unl

    ·

    rotaci6n de los signos mas elocuente

    que la

    poesfa o Ia dis

    cusi6n polftica; este por intermediaci6n de la fuerza

    que

    usa

    el lenguaje arcaico de los cuerpos para convertirlos en

    ur:

    filamehto de informacion utilizable. a television, en fin, se

    utiliza como elgran medio que escenifica Ia vida privatizada,

    abriendola hacia una forma pervertidade universalidl.d.Es I

    universalidad, por de pronto, del mercado, con su capacidaC

    de expresar los sueiios adquisitivos ilimitados de Ia sociedad;

    Ia universalidad del poder autoritario, en seguida, que vigil

    y denuncia, que estigmatiza y castiga, que enseiia y oculta.

    Bajo este r.uevo regimen comunic tivo

    Ia

    sociedad chi

    lena sueiia despierta las promesas del mercado

    y

    las amena

    zas represivas. Se ocul ta a sf misma, se fragmenta, se disuel

    ve lentamente en medio del fraccionamiento, de las querellas

    y traumas, delmiedo y Ia ausencia de una identidad compar

    tible.

    La

    recomposici n de

    a polftica

    Amlizar el autoritarismo en terminos de sus bases socio

    comunicativas obliga a referirse a las estrategias encamina

    das a resistirsu imposici6n

    y

    aalterar sus efectos.

    En

    el fondo,

    se trata aquf de Ia cuesti6n de c6mo los sectores wciales

    adversos a Ia dictadura han logrado resistir, oponerse a las

    pretensiones del regimen militar y encontra:- formas de ex

    presion de su propio poder en

    la

    sociedad.•

    De hecho, los regfmenes militares del tipo chi leno logran

    4

    Vease Brunner,JoseJoaqufn: "Polfticas culturalesde oposicion

    en

    Chi

    le". FLACSO Material de Discusi6n, n. 78, Santiago de Chilo, 1985.

    72

    crear por un tiempo la imagen de que controlan completa

    mente Ia situaci6ny de que han hecho desaparecer cualquier

    atisbo de oposici6n. Lo logran, en gran medida, por su ca -

    pacidad

    de

    regular el acceso

    a

    espacio publico y

    de

    relegar

    a Ia oposici6n

    y

    a los opositores al papel de meros individuos

    privados, sin derechos

    de

    actuaci6n politica. Sirven a

    este

    prop6sito, adicionalmente, la ilegalizaci6n de los partidos

    politicos,

    el

    monopolio oficialista sobre los grandes medios

    de comunicacion masiva, Ia censura sobre libros y expresio

    nes criticas, Ia prohibici6n para realizar reuniones publicas,

    Ia intervenci6n militarde las universidades,

    Ia

    exclusion

    del

    arte y la cultura disidentes de l espaciode la critica y de Ia re-

    cepci6n masiva de los productos simb6licos, etc.

    De alllque laoposici6n a este tipo dere fmenes haya bus

    cado, desde

    el

    comienzo, Ia conquista de esp cios soci les

    para

    la

    manifestaci6n de sus propias actividades, sea

    en

    el

    plano de Ia polftica, de Ia cultura o del pensamiento.

    o

    que

    se persigue porestavia es recrearredes de comunicaci6n que

    inicialmente se presentan como alternativas ala comunica

    ci6n control ada oficlalmente, pero que luegopenetran dentro

    de esta ultima yvan abriendo brechas mas

    0

    :nenos grandes

    en su interior. De hecho, a lo largo de los ultimos aiios, pero

    especial mente a part ir de 1980, la oposici6n lograkn Chile

    reestablecer unas modalidades de comunicaci6n social

    que

    se encuentran en abierta pugna con aquellas otras diseiiadas

    y

    administradas

    por

    el regimen militar. Surge as una prensa

    de oposici6n, se consolidan espacios academicos aut6no

    mos, organizaciones sociales no controladas oficialmente,

    en fin, redes de intercomunicaci6n que se entrecruzan con

    aquellas otras instauradas

    por

    el autoritarismo. Con el tiem

    po vuelven a aparecer los partidos polfticos ilegalizados,

    se

    multiplican los foros de Ia oposici6n, esta reconquista pre

    sencia en las calles y sus voces vuelven a escucharse en la

    73

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    6/8

    sociedad. En

    el

    caso chileno, a Iglesia Cat6lica juega un de

    cisive papel en este complejo y Iento

    procem

    de reorgani

    zaci6n de Ia sociedad civii y de recomposici6nde Ia actividad

    polftica Como unica instituci6n nacional que

    no

    logra

    ser

    c

    desmontada ni afectada gravemente

    por la

    dictadura, ella

    actua durante varios afios como ambito protegido dentro del

    ~ u l l sociedad puede volver a expresarse, reencuentra sus

    solidaridades e inicia su expresi6n publica.

    En

    el hecho, hoy existen en

    a

    sociedad chilena dos

    regi-

    menes comunicativos

    en pugna. Uno estructurado en torno

    al Gobierno Militar que opera a travesdel efecto con:binado

    de la represi6n, el mercado y la television. Otto, mas debil y

    disperso, menos institucionalizado y de alcances locales y

    variables, que se estructura en torno a las organizaciones e

    iniciativas

    de

    la oposici6n. Aquel surge

    de

    arriba hacia abajo

    y es co:J.trolado de manera mas o menos centralizada; este

    otro surge de abajo hacia arriba, tiene mUltiples centros de

    articulaci6n y opera a traves de los espacios que logra crear

    o

    en los intersticios del sistema oficia:.. A que

    es por

    necesi

    dad antipolitico y aborrece el tumultode lasvcces colectivas,

    mientras este impulsa la polftica y t:romueve la rej)resen

    taci6n de expresiones colectivas.

    Los efe tos de a entropia

    comunicativa

    Allf donde una sociedad no logra organizarse comunica

    tivamente en torno a unos medios compartidm

    y

    a atraves

    de

    redes que

    defhan

    para todos Ia predominancia de ciertos

    c6digos intersubejtivos de entendimiento

    y

    apreciacion, tien

    den a producirse disonancias e interrupciones que afectaran

    incluso a estabilidad del orden cotidiano ultimo reducto

    donde se preservan lasrutinas'y se elabora

    y

    n s m i t e l

    con

    tinuidad de

    a

    existencia social.

    74

    hecho, asistimos a esta sitilaci6n en el Chile de es tos

    dfas. Hay entremezclados, pero en disputa, dos

    regfmenes

    comunicativos

    que pugnan por imponerse y por controlar en

    Ia sociedad Ia producci6n

    de

    sentidos,

    de

    verdades,

    de

    temas

    publicos, de esquenias de comprensi6n y de evaltiaci6n.

    La

    realidad cotidiana se vive como una extraiia coalici6n de jui-

    cios e interpretaciones que compiten

    por

    Ia atenci6n de los

    c

    individuos y que buscan legitimarse abase

    de

    su pertenencia

    a esos regfmenes contrapuestos de comunicaci6n. No hay

    una verdad de los hechos, cualesquiera que estos sean, pues

    los hechos mismos han sido incorporados a Ia pugna

    por

    . definir socialmente la realidad. El pafs se vive a

    sf

    mismo

    comouna implosion de imagenes, ninguna de lascuales tiene

    Ia fuerza suficiente para ordenar

    un

    sentido generalizable y

    compartible. Es

    una

    suerte

    de

    anomia

    de un tipo especial,

    la

    que gobierna sobre los sucesos del dfa.

    En a

    practica, Ia vida cotidiana pierde su densa

    ypesada

    estructurade referencias compartidas, que hace posible vi

    vir

    la polftica y los conflictos como desavenencias temporales y

    como ocasiones de negociacion y progreso. En cambio, pri

    ma ahora un principio de desarticulaci6n, largamente irn-

    puesto porIa dictadura, que divide a los sujetos entre

    s

    y

    a es

    tos dentro

    de

    si, impidiendoles encontrar un terrenp comun

    de interacci6n (comunicaci6n). Incluso, el propio sentido de

    pertenencia a una colectividad seve arnenazado y Ia lucha se

    traslada al campo de lasexclusiones en el presentey de larna

    nipulaci6n del pasado. Asf, mientras el regimen mil itar pug

    na

    por

    destruir Ia continuidad de una memoria democratic a,

    los sectores de oposici6n por el contrario buscan rescatar del

    olvido a sus martires y desaparecidos, sus recuerdos y expe

    riencias.

    Toda

    forma de lucha entre

    regfmenes comunicativos

    es,

    en ultima instancia, una oposici6n entre universes simb6-

    7

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    7/8

    Iicos que buscaa organizijr interpretacoones

    y

    :>mporcionar a

    los

    individuos

    y

    a

    _los

    grupos sociales

    un

    principia de iden

    tidad que los defina entre los otros y fcente a ellos. Desde

    el

    ;Junto de vista del Gobierno Militar, su principalenemigo no

    son

    poreso

    los partidos de oposici6n y su act:vidad sino

    las

    realidades simb6licas que ellos expresan. Es decir, un :nundo

    plenamente polftico, donde prevalecen ciertos

    val

    ores

    de

    to

    lerancia, patrones de ambigliedad y,

    sabre

    todo, un alto

    grado

    de if\certidumbre respecto del efecto de las acciones colec

    tivas. De a lii que Ia operaci6n comunocativa en

    que

    el regi

    men autoritaric se encuentra embarcado sea persistente

    en

    quererextirpar

    Ia

    memoria del pasado politico del pais.

    Y de

    allf asimismo, que su acci6n se presente cada vez mas como

    un intento multiforme

    por

    prolongar en el tie:npo, indefini

    damente, las condiciones que permitirfan continuar con

    esa

    operacion,

    alo

    largo de las generaciones porvenir.

    Su

    prop6-

    sito

    noes en

    este sentido, menguado. Lucha denodadamente

    contra Ia historiadel pafs, contra su cultura, contra los habitos

    mentales y las actitudes seculares de n clase ?Olftica; lucha

    contra las imagenes positivas asociadcs

    al

    pluralismo

    de

    las

    creencias, a Ia tolerancia ideol6gica, a formalismo legal , a Ia

    noci6n liberal contemporanea de los derechos humar:os. Su

    intenci6r1

    es

    transformar el pafs, a Ia

    o ~ i e d d

    chilena, en sus

    propias bases culturales heredadas

    de

    medio siglo de ejer

    cicio democratico. Su meta es conquistar a Ia poblacion

    para

    un proyecto que, en el extreme, representa Ia noci6n una

    fortaleza sitiada por enemigos extern

    a>

    y agentes

    en

    el inte

    riorfreme a los cuales no cabe otro destinoque sudestrucci6n

    o su exc:usi6n por largo tiempo (decadas) de Ia convivencia

    nacional. Si

    el

    autoritarismo, tal como

    lo

    imagina Pinochet,

    tiene algun sentido es justamente

    en

    funci6n de esta utopfa

    descabellada que sueiia al pafs

    como

    una ciudad sitiada

    por

    Ia peste.

    76

    Utopfa a fin de cuentas totalitaria, de defensa total contra

    d

    universo.simb6lico y

    el

    imaginario social democniticos,

    su

    materializaci6nhabria requerido, seguramente, otros medios

    que

    los

    elegidos

    por

    el

    Gobierno Militar. Medios

    de

    sociali

    zaci6n y resocializaci6n totales de Ia poblaci6n, mucho

    mas

    cercanos a aquellos comunmente asociadas a los regfmenes

    del socialismo real, que estos otros elegidos por

    el

    autori

    tarismo pinochetista. De allf, en parte, su fracaso y, a media

    no plaza, su probable disolucion o transformaci6n. Pues no

    sera posible, ya no

    loes en

    las condiciones actuales, infundir

    a Ia sociedad un confonnismo generalizado en torno

    y

    a tra

    ves

    del regimen comunicativo

    instaurado

    por

    el

    Gooierno

    Militar. D icho regimen se encuentra interpenetrado por su

    opuesto el cual, apesa r de su relativa invulnerabilidad, loco

    rroeen

    sus mecanismos esenciales de funcionamiento.

    Pues

    alreintroducir

    Ia

    polft icaenl a sociedad,

    laoposici6nh a vuel

    to a generar

    un

    espacio publico que entraba las pretem.iones

    del

    Gobiemo

    Militar y

    lo

    obliga a actuar

    con

    rendimientos

    decrecientes en

    el

    uso de Ia represi6n y en Ia manipulaci6n

    comunicativa de

    la

    television. En cuanto al mercado, este

    s6lo logra operar eficazmente como mecanisme

    de

    reduc

    ci6n

    de

    los umbrales comunicativos de Ia sociedad en tanto

    distribuye expectativas crecientes de participaci6n

    t; :

    el

    con

    sumo y las materializa, aunque sea desplazadamente en

    el

    tiempo, yen tanto logra funcionar en un ambito no contanai

    nado

    por

    Ia politica y las demandas colectivas. Ninguna

    de

    estas dos condiciones se cumplen en Chile

    en

    Ia actualidad.

    La

    crisis economic a obliga a

    uJ

    funcionamiento restringido

    del mercado, dejando a Ia

    luz

    sus principios

    de

    operaci6nde-

    5

    Vease sabre estn Germani, Gino: "Democracia yautoritarismo en aso

    ciedad moderna".

    En varies autores,

    Los Llmites

    de

    a DemDcracia

    CLACSO, Buenrn;

    Aires

    1985 vol. l

    77

  • 8/18/2019 Chile Otro Pais_Brunner Jose Joaquin

    8/8

    signal e injusta,

    y Ia

    reactivacion

    dela

    polilica imprime a .

    mercadoun papelpuramente instrumental, liberandoa Ia vez

    un curnulo

    de

    demandas corporativas y

    de

    grupos

    qre

    nece

    sitan

    ser

    atendidas

    por

    el Estado, incluso de. espaldas

    aJ

    ·

    mercado.

    En

    estas condiciones, Ia lucha comunicativa entablada

    en Ia sociedad condicionani fuertemente,

    segjn

    el curso que

    siga, las altemativas de una posible transici6n a Ia derilocra

    cia en

    Chile. Mientras ella persista, sera diffcil genera:-

    un

    eli

    rna adecuado de negociaci6n polftica,

    por

    ejemplo. Pero

    su

    prolongaci6n impedini asimismo a regimen autoritario ob

    tenerelmf nimo de legitimidadquerequerirfa

    para poderpro-

    longarse sin recurrir a un nuevo inten to

    de

    golpe rniEtar.

    En

    Ia

    medida

    que Ia

    oposici6n, en cambio, lograse ensanchar sus

    espacios

    de

    intervenci6n es posible suponer que

    ganarfano

    solo

    en campo

    de maniobra sino, lo que es mas importante,

    aumentaria

    su

    capacidad paraimponeruna salida polftica que

    significara dejar atras los obst:lculos comunicacionales eri

    gidos

    porIa

    dictadura frente a Ia democracia.

    8

    ENTRE LA CULTURA AUTORITARIA Y

    LA CULTURA DEMOCRAT CA.*

    Problemas de interpretacion

    Que

    significado tuvo para

    Ia

    sociedad chilena el

    golpe

    milita r del aiio 1973? Esta pregunta craza,

    como

    una herida,

    Ia conciencia nacionaL Intentar responderla nos coloca por

    eso mismo,

    de

    inmediato,

    en un

    campo de debates. Nos en-

    cierra en una pugna

    de

    relatos donde todo se confunde: Iaeti-

    ca, Ia interpretacion de nuestro pasado, nuesrras biograffas

    personales,las opciones polfticas, los proyectos para

    mana-

    na, las t:lcticas del presente.

    Sea

    como

    fuere que

    nos

    desplacemos en estt;tespacio

    donde todo discurso ha perdido inocencia,

    esto

    al menos

    pa-

    receevidente:

    queel

    golpe militardel aiio 1973 introduce

    una

    discontinuidad

    en el

    tiempo hist6rico de Chile

    como

    naci6n,

    marcando de paso el desgarramiento de varias generaciones

    polf ico-intelectuales.

    Pues

    el

    golpe militar debe ser entendido, antes que todo,

    • Texto preparndo para ser incluido en un libro que se publicara en

    Mexico bajo

    el

    au picio e

    la

    Universidad de las Naciones Unidas l

    Universidad Nacional Autonoma e Mexico. Escrito en noviembre

    de

    1986.

    9