chris harma1

Upload: alejandrochala

Post on 14-Jan-2016

228 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Chris Harma1

TRANSCRIPT

Chris HarmanLa tasa de ganancia y el mundo actual

Primera publicacin: Este artculo se public en ingls, con el titulo "The Rate of Profit and the World Today", en la revista International Socialism, nmero 115 (2007).Primera edicin en castellano: En revista La Hiedra, nmero 1, febrero de 2008. Luego apareci como anexo al artculo principal en: Chris Harman, La nueva crisis del capitalismo Qu decimos los socialistas? En lucha: Espaa, abril de 2009.Edicin digital castellano: La nueva crisis del capitalismo, http://www.enlucha.org/site/?q=node/16401.Esta edicin: Marzo 2012, por cortesia de En lucha.

La tasa de ganancia y el mundo actual1La tendencia a la cada de la tasa de ganancia es uno de los elementos ms debatidos del legado de Karl Marx. l lo consideraba una de las contribuciones ms importantes para el anlisis del sistema capitalista, definindola, en los primeros borradores para El Capital (los Grundrisse), sin duda la ley ms importante de la economa poltica2. Pero estuvo sometido a crticas desde el mismo momento en que el argumento apareci impreso por primera vez en la publicacin del tercer volumen de El Capital en 1894.Las primeras crticas, en la dcada de 1890, vinieron de adversarios del marxismo, como el filsofo liberal italiano Benedetto Croce y el economista neoclsico alemn Eugen von Bhm-Bawerk. Pero desde entonces, fueron aceptadas por varios marxistas, desde Paul Sweezy en los 40 hasta Grard Dumnil y Robert Brenner en la actualidad.El razonamiento de Marx fue y es importante. La teora de Marx concluye que existe un fallo fundamental e incorregible en el capitalismo. La tasa de ganancia es la clave por la cual los capitalistas pueden llevar adelante su objetivo de acumulacin. Pero cuanto ms se desarrolla la acumulacin, es ms dificultoso para los capitalistas obtener tasas de ganancia para continuar el proceso de acumulacin: la tasa de ganancia, siendo la meta de la produccin capitalista, su cada aparece como una amenaza para el proceso de produccin capitalista3.Esto pone de relieve el carcter histrico, transitorio, del modo de produccin capitalista y el modo en que en un determinado nivel entra en conflicto con las posibilidades de continuar su desarrollo4. Mostraba as que la verdadera barrera para la produccin capitalista es el mismo capital5.Marx y sus crticosLa lnea bsica del argumento de Marx era suficientemente simple. Cada capitalista puede, individualmente, incrementar su propia competitividad aumentando la productividad de sus trabajadores. La forma de hacer esto es utilizar ms medios de produccin herramientas, maquinaria, etc. por cada trabajador. Se produce un aumento de la proporcin de extensin fsica de los medios de produccin para una cantidad de trabajo empleada, proporcin que Marx denomin la composicin tcnica del capital.Pero un crecimiento en el volumen de los medios de produccin tambin implica un aumento de la inversin necesaria para adquirirlos. Esto tambin aumentar ms rpido que la inversin en fuerza de trabajo. Para usar los trminos de Marx, el capital constante crece ms rpido que el capital variable. El crecimiento de esta proporcin, que l denomina la composicin orgnica del capital6, es el corolario lgico de la acumulacin de capital.Sin embargo, la nica fuente de valor del sistema como totalidad es el trabajo. Si la inversin crece ms rpido que la fuerza de trabajo, tambin debe crecer ms rpido que el valor creado por los trabajadores, que es de donde surge la ganancia. En resumen, la inversin de capital crece ms rpidamente que la fuente de la ganancia. Como consecuencia, existir una presin a la baja de la proporcin de ganancia por capital invertido: la tasa de ganancia.Cada capitalista debe pujar por una mayor productividad para aventajar a sus competidores. Pero lo que parece beneficioso para el capitalista individual es desastroso para la clase capitalista en conjunto. Cada vez que la productividad aumenta, cae el monto promedio de trabajo requerido en el conjunto de la economa para la produccin de un bien (lo que Marx llam el trabajo socialmente necesario), y es esto lo que las personas estarn dispuestas a pagar por esa mercanca. As, hoy podemos ver una cada continua en el precio de bienes como computadoras o reproductores de DVD producidos en industrias donde las nuevas tecnologas estn provocando incrementos ms rpidos de la productividad.Los argumentos contra MarxTres objeciones se han levantado una y otra vez contra Marx.La primera es que no necesariamente la nueva inversin tender a ser ms capital intensiva y no trabajo intensivo. Si hay trabajo disponible sin aprovechar en el sistema, no parece haber razn para que los capitalistas inviertan en mquinas ms que en trabajo. Hay una respuesta terica a este argumento. Los capitalistas se ven obligados a buscar innovaciones en tecnologa para mantenerse en ventaja con sus rivales. Algunas de esas innovaciones pueden conseguirse usando tcnicas que no sean capital intensivo. Pero existirn otras que requerirn ms medios de produccin, y el capitalista exitoso ser aquel cuyas inversiones provean acceso a ambos tipos de innovacin.Tambin hay una respuesta emprica. La inversin, en trminos materiales, ha aumentado en realidad ms rpido que la fuerza de trabajo. Por lo tanto, el capital neto por persona empleada en EEUU, por ejemplo, creci entre 2 y 3 por ciento al ao desde 1948 hasta 19737. En China, mucha de la inversin actual es capital intensivo, con la fuerza de trabajo empleada creciendo slo alrededor de 1% al ao, a pesar de la vasta disponibilidad de trabajo rural.La segunda objecin al argumento de Marx es que la mayor productividad reduce el coste de proporcionar obreros con el mismo estndar de vida (el valor de su fuerza de trabajo). Los capitalistas pueden, as, mantener su tasa de ganancia apropindose de una porcin mayor del valor creado. A esta objecin es fcil responder. Incluso Marx reconoci que los aumentos en la productividad que reducen la proporcin de la jornada de trabajo requerida por los trabajadores para cubrir su costo de vida, podan generar una contratendencia a esta ley. Los capitalistas podan, as, apropiarse de una cuota ms grande del trabajo de sus obreros como ganancias (una mayor tasa de explotacin) sin que necesariamente disminuyeran los salarios reales. Pero haba un lmite a cunto poda operar esta contratendencia. Si los asalariados trabajaran cuatro horas diarias para cubrir los costos de mantenerse vivos, eso podra reducirse de una hora a tres horas por da. Pero no podra reducirse en cinco horas (a menos una hora por da). En contraste, no hay lmite a la transformacin del trabajo pretrito en mayor acumulacin de medios de produccin. El aumento de la explotacin, incrementando la ganancia que fluye hacia el capital, aumentaba el potencial para la acumulacin futura. Otra forma de exponerlo es ver lo que sucede con una hipottica tasa mxima de explotacin, con la que los trabajadores no reciben ninguna retribucin por su trabajo. Se puede mostrar que eventualmente ni siquiera esto es suficiente para impedir la cada en la relacin entre ganancia e inversin.La ltima objecin es el teorema de Okishio. El cambio exclusivamente en la tcnica, se afirma, no puede producir una cada en la tasa de ganancia, dado que los capitalistas slo introducirn una nueva tcnica si aumentan sus ganancias. Pero un aumento en las ganancias de un capitalista debe aumentar el promedio de ganancias para toda la clase capitalista. O como plante Ian Steedman: Las fuerzas de la competencia conducirn a aquella seleccin de mtodos productivos, industria por industria, que generen la mayor uniformidad posible en la tasa de ganancia de toda la economa8. La conclusin a que conduce esta afirmacin es que lo nico que puede reducir las tasas de ganancia son los aumentos en los salarios reales, o la intensificacin de la competencia internacional.Lo que se pierde en varias formulaciones de este argumento es el reconocimiento de que el primer capitalista que adopte una tcnica tiene una ventaja competitiva sobre el resto de los colegas capitalistas, que le permite obtener ganancias extraordinarias, pero stas desaparecen una vez que la tcnica nueva se generaliza. Lo que el capitalista obtiene en trminos monetarios cuando vende sus mercancas depende del monto promedio de trabajo socialmente necesario que contienen las mismas. Si introduce una tcnica nueva, ms productiva, mientras que ningn otro capitalista lo hace, ste estar produciendo bienes que tienen la misma suma de trabajo socialmente necesario que antes, pero con menos gasto de trabajo real, concreto. Sus ganancias crecen9. Pero una vez que todos los capitalistas que fabrican esa misma mercanca introducen estas nuevas tcnicas, el valor de los bienes cae hasta que corresponda al monto promedio de trabajo necesario para producirlas utilizando las nuevas tcnicas10.Okishio y sus seguidores usan el contra-argumento de que cualquier subida en la productividad como resultado de utilizar ms medios de produccin ocasionar una cada en su precio de produccin, reduciendo as los precios en toda la economa y, por ende, el costo de pagar por esos medios de produccin. Este abaratamiento de la inversin, afirman, aumentar la tasa de ganancia. A primera vista, el razonamiento parece convincente, y las ecuaciones simultneas utilizadas en la presentacin matemtica del teorema han convencido a mucho economistas marxistas. Es, sin embargo, falsa. Descansa en una secuencia de pasos lgicos que no se pueden dar en el mundo real. La inversin en un proceso de produccin ocurre en un punto determinado en el tiempo. El abaratamiento de inversiones subsiguientes como resultado de tcnicas de produccin mejoradas ocurre en un punto posterior. Los dos sucesos no son simultneos11. Es un error tonto aplicar ecuaciones simultneas a procesos que ocurren en el transcurso del tiempo.Hay un viejo dicho: No se puede construir la casa de hoy con los ladrillos de maana. El hecho de que el aumento de la productividad reducir el costo de adquirir la mquina dentro de un ao no reduce el monto que el capitalista debe gastar para comprarla hoy.La inversin capitalista implica utilizar el mismo capital constante fijo (maquinaria y equipos) durante varios ciclos de produccin. El hecho de que la inversin emprendida costara menos despus de la segunda, tercera o cuarta ronda de produccin no altera el costo de realizarla antes de la primera ronda. La disminucin en el valor del capital ya invertido, ciertamente, no hace la vida ms fcil a los capitalistas. Para sobrevivir en el negocio deben recuperar, con ganancias, el costo total de sus inversiones pasadas y, si el avance tecnolgico signific que esas inversiones valen ahora, digamos, la mitad de su valor original, la compensacin por esa suma debe salir de sus ganancias brutas. Lo que ganan por un lado lo pierden por el otro, ya que la depreciacin del capital, por el hecho de que las cosas queda obsoletas, les causa tanto dolor de cabeza como una cada directa en la tasa de ganancias.Las implicaciones del argumento de Marx son de largo alcance. El mismo xito del capitalismo en acumular conduce a problemas en la acumulacin subsiguiente. La crisis es la conclusin inevitable, en tanto los capitalistas, en sectores clave de la economa, ya no tienen una tasa de ganancia suficiente para cubrir sus inversiones. Y a mayor escala de la acumulacin pretrita, mayor ser la crisis.La crisis y la tasa de gananciaLa crisis, sin embargo, no es el fin del sistema. Paradjicamente, puede abrirle nuevas perspectivas. Conduciendo a algunos capitalistas a la ruina, puede permitir una recuperacin de las ganancias de otros capitalistas: los medios de produccin pueden comprarse a precios de remate; el valor de las materias primas, caer; y el desempleo, obligar a los trabajadores a aceptar bajos salarios. La produccin vuelve a ser rentable, y se reinicia la acumulacin. Ha habido una larga disputa entre los economistas que aceptan la ley de Marx, respecto a estas implicaciones. Algunos argumentaron que la tasa de ganancia tender a caer a largo plazo, dcada tras dcada. No slo habr altas y bajas con cada ciclo de boom y crisis, tambin habr una tendencia a la baja a largo plazo, haciendo cada boom ms corto y cada cada ms profunda. Otros marxistas, en cambio, argumentaron que la reestructuracin puede restablecer la tasa de ganancia a su nivel previo hasta que el aumento de la inversin la haga disminuir nuevamente. De acuerdo con este punto de vista, hay un movimiento cclico de la tasa de ganancia atravesado por agudas crisis de reestructuracin, no una declinacin inevitable a largo plazo. Entonces la ley de Marx debera llamarse la ley de la tendencia de la tasa de ganancia a caer y sus contratendencias12.Ha habido perodos en la historia del sistema en que las crisis liquidaban capital no rentable en una escala suficiente para detener una declinacin de largo plazo en las tasas de ganancia. Hubo, por ejemplo, una cada en las tasas de ganancia en las primeras etapas de la revolucin industrial, desde las altsimas tasas de los pioneros de la industria del algodn en la dcadas de 1770 y 1780 a tasas mucho ms bajas para la primera dcada del siglo XIX13. Esto condujo a Adam Smith y David Ricardo a ver la cada en las tasas de ganancia como inevitable (con Smith cargando la responsabilidad en la competencia y Ricardo en los cada vez menores rendimientos de la produccin agrcola). Pero, entonces, las tasas de ganancia parecen haberse recuperado substancialmente. Robert C. Allen afirma que en 1840 duplican los niveles del ao 180014. Sus nmeros (de ser precisos) son compatibles con el argumento de que la reestructuracin restablece las tasas de ganancia, ya que hubo tres crisis econmicas entre 1810 y 1840, con 3.300 firmas arruinadas slo en 182615.Si las crisis siempre pueden contrarrestar la cada de las tasas de ganancia de este modo, Marx estaba equivocado en ver que esta ley conjurara el golpe mortal al capitalismo, ya que el sistema sobrevivi a crisis recurrentes en los ltimos 180 aos.Pero aquellos que se apoyan en este argumento presuponen que la reestructuracin siempre puede ocurrir de tal modo que dae a algunos capitalistas y no a otros. Michael Kidron present un desafo muy importante a esta opinin en los 70. Su objecin se basaba en la comprensin de que el desarrollo del capitalismo no es slo cclico, sino que implica tambin transformaciones en el tiempo: envejece16.La concentracin y centralizacin del capitalEl proceso por el que algunos capitalistas crecen a expensas de otros (lo que Marx llama la concentracin y centralizacin del capital) conduce, eventualmente, a que unos pocos capitalistas jueguen un rol predominante en ciertas partes del sistema. Su actividad queda entrelazada con los de aquellos capitales, grandes y pequeos, que la rodean. Si capitales de gran envergadura caen en la ruina, se perturba la operacin de los dems, destruyendo sus mercados y eliminando su acceso a materias primas y componentes. Esto puede arrastrar a la bancarrota a firmas previamente rentables, junto con las no rentables en un colapso que se retroalimente y plantee el riesgo de crear agujeros negros en el corazn del sistema.Esto comenz a suceder en la gran crisis de los aos de entreguerras. La quiebra de algunas firmas, lejos de conducir al fin de la crisis, unos aos despus produjeron un impacto mayor. Como consecuencia, los capitales de todo el mundo se dirigieron a los Estados en busca de proteccin. Ms all de sus diferencias polticas, ste es el punto comn entre el New Deal en EEUU, el perodo nazi en Alemania, los regmenes populistas que emergieron en Amrica Latina o la aceptacin definitiva de la intervencin estatal de corte keynesiano (como la ortodoxia econmica en la Gran Bretaa de los tiempos de guerra). Tal interdependencia entre los estados y los grandes capitales fue la norma de todo el sistema durante las tres primeras dcadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, una organizacin que fue alternativamente llamada capitalismo de estado (mi trmino preferido), capitalismo organizado o fordismo17.La intervencin del Estado siempre ha sido un arma de doble filo. Evitaba que los primeros sntomas de la crisis se desarrollaran en un colapso absoluto. Pero tambin obstrua la capacidad de algunos capitalistas de restablecer sus tasas de ganancias a costa de otros. ste no era un gran problema en las primeras dcadas despus de 1945, dado que el impacto combinado de la crisis de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial ya haba causado una destruccin masiva de viejo capital (segn algunas estimaciones, un tercio del total). La acumulacin pudo, as, recomenzar con tasas de ganancia ms altas que en el perodo preguerra, y stas se mantuvieron o cayeron lentamente18. El capitalismo pudo disfrutar de lo denominado, muchas veces, su poca de oro19.Pero cuando las ganancias comenzaron a caer desde la dcada del 60 en adelante, el sistema se encontr atrapado entre el peligro de los agujeros negros o la imposibilidad de una reestructuracin suficiente para restablecer esas tasas. El sistema no poda costear los riesgos de una reestructuracin dejando que las crisis le hicieran mella. Los estados intervinieron para evitar la amenaza de grandes quiebras. Pero, al hacerlo, impidieron que la reestructuracin fuera suficiente para superar las presiones que haban causado la amenaza de bancarrotas. El sistema, como lo plante Kidron en un artculo de esta revista, estaba esclertico20.Como escrib en esta revista21 en 1982:La intervencin estatal para mitigar la crisis slo puede prolongarla indefinidamente. Esto no significa que la economa mundial est destinada simplemente a declinar. Una tendencia global a la declinacin puede estar acompaada de ligeros booms, con pequeos, a la vez que temporales, aumentos del empleo. Sin embargo, cada mini boom slo agrava los problemas del sistema en conjunto, y acaba en un estancamiento ms extendido, con efectos destructivos extremos para ciertas zonas del sistema.Yo sostena que dos o tres pases avanzados que sufrieran quiebras generalizadas podran dar al sistema la oportunidad para una nueva ronda de acumulacin, pero que, al mismo tiempo, los que controlan las otras partes del sistema harn todo lo posible por evitar tal bancarrota, no sea que lleve a la cada de otras economas y bancos, conduciendo a un colapso gradual de otros capitales. Mi conclusin era que la presente fase de crisis es probable que se prolongue hasta que se resuelva, ya sea precipitando a gran parte del mundo a la barbarie o por una serie de revoluciones obreras22.El cuadro empricoQu dice el registro emprico de las tasas de ganancia de los ltimos 30 aos respecto a estos argumentos? Cules son las implicaciones para la actualidad?Ha habido varios intentos de calcular las tendencias a largo plazo de las tasas de ganancia. Los resultados no siempre son compatibles unos con otros, ya que hay distintas formas de medir la inversin en capital fijo, y la informacin de ganancias que brindan las compaas y gobiernos estn sujetas a enormes distorsiones (las empresas, generalmente, hacen todo lo posible para subdeclarar sus ganancias: a los gobiernos, por razones impositivas; y a los trabajadores, para justificar bajos salarios; tambin, usualmente, sobreestiman sus ganancias en los informes a los accionistas, para impulsar la subida en la cotizacin de sus acciones y su capacidad de crdito). De todos modos, Fred Moseley, Thomas Michl, Anwar Shaikh y Ertugrul Ahmet Tonak, Grard Dumnil y Dominique Lvy, Ufuk Tutan y Al Campbell, Robert Brenner, Edwin N. Wolff y Piruz Alemi junto a Duncan K. Foley23 han invariablemente, seguido los pasos de Joseph Gillman y Shane Mage, quienes llevaron adelante estudios empricos de la evolucin de las tasas de ganancia en la dcada de 1960.Aparece un cierto patrn, que puede verse en el grfico confeccionado por Dumnil y Lvy24 (grfico 1) para todo el sector privado en EEUU y por Brenner25 (grfico 2) para el sector de manufacturas en EEUU, Alemania y Japn.Hay un acuerdo general de que las tasas de ganancia cayeron desde finales de los 60 hasta comienzos de los 80. Tambin hay acuerdo en que las tasas se recuperaron parcialmente a finales de los 80, pero con interrupciones al final de los 80 y al final de los 90. Tambin hay bastante acuerdo de que la cada, desde mediados de los 70 hasta comienzos de los 80, no fue producto de salarios en aumento, dado que ste es el perodo en que los salarios reales en EEUU comenzaron a caer, lo que slo se revirti parcialmente a finales de los 90. Michl26, Moseley, Shaikh y Tonak, y Wolff27, todos concluyen que la proporcin creciente entre capital y trabajo es un elemento de peso en la reduccin de las tasas de ganancia. Esta conclusin es una refutacin emprica a la posicin de Okishio. Las inversiones capital intensivo realizadas por capitalistas que buscan aumentar su competitividad individual y su rentabilidad, tuvieron el efecto de provocar la cada de la rentabilidad del conjunto de la economa. As, las bases de la teora de Marx se confirmaron.Grfico 1: Tasas de ganancia de EEUU contando (-) y descontando (--) el impacto de los vnculos financieros

Grfico 2: Tasas de ganancia netas del sector manufacturero en EEUU, Alemania y Japn

(*) La tasa de beneficio para Alemania se refiere a Alemania Occidental 1950-1990 y a Alemania 1991-2000.

Las tasas de ganancia se recuperaron, aproximadamente, desde 1982 en adelante, pero slo alcanzaron el nivel medio de la cada ocurrida previamente. Segn Wolff, la tasa de ganancia cay 5,4% desde 1966 a 79 y luego rebot 3,6% desde 1979 a 97; Fred Moseley calcula que se recuperslo alrededor del 40% de la cada previa28; Dumnil y Lvy estiman que la tasa de ganancia en 1997 era todava slo la mitad de su valor en 1948, y entre 60 y 75 por ciento de su valor promedio para la dcada 1956-6529.ExplicacionesPor qu se recuperaron las tasas de ganancia? Un factor importante fue el aumento de la tasa de explotacin del conjunto de la economa, como se ve en la porcin creciente que va a capital, opuesta a trabajo, en el producto nacional: Moseley mostr un aumento en la tasa de plusvala de 1,71 en 1975 a 2,22 en 198730.Hubo, sin embargo, un freno en el crecimiento de la tasa de inversin por trabajador (la composicin orgnica de capital), por lo menos hasta la mitad de los 90. Tuvo lugar un cambio importante en el funcionamiento del sistema, desde aproximadamente la dcada de 1980 en adelante. Las crisis comenzaron a implicar quiebras generalizadas, por primera vez, desde los aos de entreguerras:Durante el perodo desde la Segunda Guerra Mundial hasta los 70, las quiebras no eran un tpico relevante en las noticias. Con la excepcin de los ferrocarriles, no hubo fracasos empresariales importantes en EEUU. Durante los 70 slo hubo dos quiebras corporativas de importancia, Penn Central Transportation Corporation en 1970 y W T Grant Company en 1975.Pero:Durante los 80 y comienzos de los 90 se sucedieron las quiebras. Muchas compaas conocidas se declararon en quiebra Incluidas LTV, Eastern Airlines, Texaco, Continental Airlines, Allied Stores, Federated Department Stores, Greyhound, R H Macy y Pan Am Maxwell Communication y Olympia & York.31La misma historia se repiti en mayor escala durante la crisis de 2001-2002. Por ejemplo, el colapso de Enron fue, como escribe Joseph Stiglitz, la mayor quiebra corporativa de todos los tiempos, hasta que lleg WorldCom.32Esto no fue solo un fenmeno norteamericano. Fue caracterstico de la Gran Bretaa de comienzos de los 90, como mostraron las quiebras de Maxwell Empire y de Olympia & Cork. Y aunque Gran Bretaa evit la recesin total en 2001-2002, dos grandes compaas, Marconi/GEC y Rover, cayeron, as como tambin la cotizacin de las nuevas compaas puntocom y de alta tecnologa. El mismo fenmeno estaba comenzando a verse en Europa continental, con el aadido, en el caso de Alemania, de que la mayora de las grandes empresas de Alemania del este fueron a la quiebra o fueron vendidas a precios de ganga a compaas de Alemania Occidental.33 Y luego en Asia con la crisis de 1997-1998. A esto se agrega el desmoronamiento de estados enteros (notablemente la URSS, con un producto bruto que era un tercio o hasta la mitad del de EE.UU). La mayora de la izquierda mantuvo la confusa creencia de que stos eran estados socialistas. Esto impidi que muchos analistas comprendieran que estos estados colapsaron porque la tasa de ganancia ya no era lo suficientemente alta para cubrir sus costos de equipamiento para la competencia internacional.34 Tambin impidi que analizaran el impacto que la desaparicin de estas grandes sumas de capital tena en el sistema mundial.35Lo que ocurri en estas dcadas fue un proceso de recurrentes reestructuraciones mediante crisis a escala internacional. Sin embargo, slo fue un regreso limitado al viejo mecanismo de sacar del medio capital no rentable para el beneficio de los sobrevivientes. Todava haba muchos casos en los que el estado intervena para apoyar a muchas firmas o para presionar a los bancos a que lo hagan. Esto ocurri en los EEUU con la cercana quiebra de Chrysler en 1979-8036, con la crisis de S&Ls (efectivamente, la compaa constructora norteamericana) a finales de los 80 y el colapso del gigante especulador de derivados Long Term Capital Management, en 199837. En cada ocasin, el temor a la inestabilidad econmica, poltica y social evit que la crisis barriera del sistema los capitales no rentables. Orlando Capita Leiva cuenta cmo en los Estados Unidos el estado impuls la reestructuracin. En 1970 la inversin pblica era solo 10 % de la inversin privada. Aument a 24% en 1990 y desde entonces mantuvo niveles que casi doblan los de 1970.38El uso oficial de la retrica neoliberal no excluye la continuidad de importantes aspectos de Capitalismo de Estado en la actual poltica gubernamental. Esto vale no slo para EEUU. Gobiernos tan variados como los de los pases escandinavos y Japn se apresuraron a apoyar a los bancos cuyo colapso podra daar a todo el sistema financiero nacional (incluso si esto implica, como ltimo recurso, la nacionalizacin)39. El gobierno de Alemania lanz miles de millones a la zona este del pas recientemente unificado, luego de que las compaas comprobaran que sus filiales recin adquiridas no podan ser rentables sin esta inyeccin de fondos. Y las instituciones financieras internacionales han reaccionado a las sucesivas crisis de deuda con planes que protegen de la cada a los grandes bancos occidentales, soportando incluso las quejas ocasionales de, por ejemplo, el The Economist, que remarcaba que esta ayuda impide que el capitalismo mundial reciba la nica medicina que puede restaurar su vigor pleno.Trabajo improductivo y gastoMoseley, Shaikh y Tonak, y Simon Mohun han notado otro aspecto del desarrollo reciente del capitalismo (subrayado por Kidron all por los 70). Nos referimos al crecimiento de la porcin no productiva de la economa.El pensamiento dominante neoclsico considera todas las actividades econmicas que implican comprar y vender como productivas. Esto se sigue de su enfoque limitado en el modo en que las transacciones ocurren en los mercados. Marx, como Adam Smith y David Ricardo antes de l, tenan una preocupacin ms profunda: descubrir la dinmica del crecimiento capitalista. Por lo tanto, Marx desarroll an ms la distincin que aparece en Smith entre trabajo productivo e improductivo. Para Marx, el trabajo productivo era el que creaba plusvala mediante la expansin de la produccin. Trabajo improductivo era aquel que, en lugar de expandir la produccin, solamente distribua, protegiendo o gastando lo ya producido: por ejemplo, el trabajo de los sirvientes, policas, soldados o personal de ventas.La distincin de Marx no era entre produccin material y servicios. Algunas acciones categorizadas como servicios contribuyen al bienestar real. Mover cosas desde su lugar de produccin hasta el lugar de consumo, como hacen algunos obreros del transporte, es, por consiguiente, productivo. Actuar en una pelcula es productivo, en la medida en que produzca una ganancia a un capitalista, dndole al pblico entretenimiento y, por lo tanto, mejorando sus condiciones de vida. En contraste, actuar en un comercial, cuya nica funcin es vender algo ya producido, no es productivo.La categorizacin de Marx debe afinarse para dar cuenta del capitalismo actual, en el que rubros como servicios de educacin y salud son mucho ms importantes que cuando l escriba. La mayora de los marxistas de hoy aceptara que los aspectos de la enseanza que aumentan la capacidad de la gente para producir cosas (en oposicin a la disciplina con los nios) son, al menos indirectamente, productivos. Kidron fue ms lejos y sostuvo que lo que era productivo era aquello que serva a la mayor acumulacin de capital. La produccin de medios de produccin haca esto, y tambin la produccin de bienes que mantenan a los trabajadores y sus familias lo suficientemente saludables para ser explotados (por ejemplo, bienes que reponan su energa para trabajar). Pero la produccin que slo provea lujos a la clase capitalista y sus dependientes no debera considerarse como productiva, ni tampoco la destinada a armamentos.40El trabajo improductivo tiene una importancia central en el capitalismo actual, ms all de la definicin que le demos. Fred Moseley estima que los trabajadores del comercio en los EEUU crecieron de 8,9 millones a 21 millones entre 1950 y 1980, y los de las finanzas aumentaron de 1,9 millones a 5,2 millones, mientras que la fuerza de trabajo productiva slo aument de 28 millones a 40,3 millones41. Shaikh y Tonak calculan que la porcin del trabajo productivo en el trabajo total en EEUU cay desde el 57% al 36% entre 1948 y 198942. Simon Mohun ha calculado que la proporcin de salarios y remuneraciones improductivos en relacin al valor material agregado, en los EEUU, creci del 35% en 1964 a ms del 50% en 200043. Kidron calcul que, usando su definicin amplia, tres quintos del trabajo realmente desarrollado en los 70 fue un desperdicio desde el punto de vista del capital44.Moseley, Shaikh y Tonak, y Kidron en sus ltimos escritos45 no tenan duda. El peso de proveer trabajo improductivo lleva a un consumo innecesario de plusvala y de tasa de ganancia46. Moseley, a la vez que Shaikh y Tonak, calcularon la tasa de ganancia en los sectores productivos (la tasa de ganancia marxiana), y luego compararon sus resultados con aquellos provistos por la economa, por las corporaciones y por el Instituto Nacional de Administradores de Pensiones del gobierno de EEUU (NIPA en ingls)47. Shaikh y Tonak calculan que, entre 1948 y 1989, la tasa de ganancia marxiana cae casi un 33% el promedio de las ganancias basadas en el NIPA cayeron an ms rpido, ms de un 48%, y el de las corporaciones fue la de mayor cada de todas, ms de un 57%. Estas declinaciones ms rpidas pueden explicarse por el aumento relativo en la proporcin entre actividades improductivas y productivas48. Moseley concluye que en la economa norteamericana desde la posguerra hasta fines de los 70, la tasa de ganancia convencional cay an ms rpido que la tasa marxiana: un 40% frente a un 15-20%. l sostuvo que, en los 90, el aumento en el nivel del trabajo improductivo fue la causa central que impidi una recuperacin plena de la tasa de ganancia.Por qu los gastos improductivos crecieron tanto, incluso al costo de ahogar lo que de otra forma habran sido tasas de ganancia ms saludables? En esto tienen que ver distintos factores, pero cada uno es en s mismo una reaccin a las bajas tasas de ganancia (y los intentos de las empresas y gobiernos de mantener a raya las amenazas de crisis).Los capitales destinan mayores recursos en sus intentos de defender y expandir mercados en formas improductivas.Se suceden olas tras olas de inversiones especulativas, dado que los capitalistas buscan ganancias fciles apostando en los mercados de dinero: aventuras financieras, fondos de inversin (hedge funds), etc.Se extiende la hierrocracia de los sectores generacionales y de mando, en un esfuerzo para ejercer mayor presin sobre los subordinados, un aspecto comn en los sectores pblico y privado en la actualidad.Los costos del capitalismo tratando de mantener cierta paz social aumentan: en gastos de seguridad y en conceder mnimos beneficios a aquellos que no le resulta productivo emplear.Los Estados recurren a aventuras militares como una forma de descargar los problemas que enfrentan sus capitalistas.Efectos contradictoriosHay un crculo vicioso. Las reacciones de las firmas individuales y los Estados a las tasas de ganancia decrecientes tienen el efecto de reducir los recursos disponibles para la acumulacin productiva49.Pero el efecto de los gastos improductivos no se limita a bajar la tasa de ganancia. Tambin puede reducir la presin a la subida en la composicin orgnica del capital. sta fue la perspectiva tomada por Michael Kidron para explicar el impacto positivo de los fuertes gastos en armamento en las dcadas de posguerra. l opinaba que el consumo de lujo de la clase dominante y sus dependientes generaba un efecto benfico para el funcionamiento del sistema, al menos durante un tiempo.El trabajo desperdiciado, argumentaba, no puede aumentar la presin de la acumulacin por ser an ms capital intensivo. El valor que, de otra forma, aumentara la proporcin entre medios de produccin y trabajo, es chupado fuera del sistema. La acumulacin es ms lenta, pero puede continuar a un paso sostenido, como en la fbula de la liebre y la tortuga. Las tasas de ganancia son ms bajas por el gasto improductivo, pero no se enfrentan a cadas bruscas y profundas por la rpida aceleracin de la proporcin capital-trabajo.Esta exposicin parece encajar con el perodo de la inmediata posguerra. Los gastos en armamento (rondando el 13% del producto nacional norteamericano y, con gastos indirectos, tal vez un 15%) eran una importante apropiacin de plusvala que no continuaba la acumulacin. Era un gasto del que la clase dominante norteamericana tambin esperaba ganar, en el que se apoyaba su hegemona global (tanto confrontando a la URSS como aglutinando a las clases capitalistas europeas con los EEUU) y que garantizaba un mercado a sectores productivos importantes de la economa de los EEUU. En este sentido, los capitalistas podan considerar los armamentos, como su propio consumo de lujo, como una ventaja (muy distinto, en este sentido, a los gastos improductivos en mejorar las condiciones de los pobres). Y si reduca la tasa de acumulacin, esto no era catastrfico, dado que la reestructuracin del capital mediante crisis y guerras ya haba empujado la acumulacin a un nivel ms alto que el conocido en los 30. Localmente, todas las firmas tenan el mismo handicap y, por lo tanto, ninguna sala perdiendo frente a otras en la competencia por mercados. Internacionalmente, en los primeros aos de posguerra, otros pases involucrados en una fuerte competencia econmica con EEUU (como la vieja Gran Bretaa imperial y Francia) fueron obstaculizados por sus propios gastos en armamento relativamente altos.Estos asuntos hoy son muy diferentes. Desde comienzos de los 60, la reemergencia de importantes competidores internacionales gener fuerte presin a los EEUU para reducir el porcentaje de la produccin dirigida a gastos militares. El estmulo a los gastos militares, a mediados de los 60, durante la guerra de Vietnam y, en los 80, durante la segunda Guerra fra slo permiti un respiro de corto plazo a la economa norteamericana antes de revelar sus grandes problemas. El incremento de George Bush en el gasto militar de 3,9% a 4,7% del producto bruto norteamericano (equivalente a un tercio de la inversin privada aproximadamente), ha exacerbado el creciente gasto pblico y el dficit comercial.El efecto de todas estas formas de gasto es mucho menos beneficioso para el capitalismo en conjunto que un siglo atrs. Es posible que an disminuyan las presiones sobre la tasa de ganancia proveniente de la composicin orgnica del capital (que ciertamente no crece tan rpido como lo hara si toda la plusvala se destinara a la acumulacin). Pero el precio que pagan los pases capitalistas desarrollados a cambio es una lenta acumulacin productiva y un bajo crecimiento a largo plazo de las tasas de ganancia. As, se comprometen los repetidos intentos neoliberales de los capitalistas y los Estados de aumentar las tasas de ganancia recortando lo que les pagan a los trabajadores ocupados, los jubilados, los desocupados y pensionistas; el restablecimiento de criterios mercantiles para reducir los gastos en educacin y salud; la insistencia en que el tercer mundo pague su libra de carne en prstamos; y la aventura norteamericana en tratar de hacerse con el control de la segunda mayor fuente de la materia prima ms importante del mundo.Es incorrecto describir la situacin como de crisis permanente50 (ms bien es de crisis econmicas recurrentes). Las recuperaciones econmicas de los 80 (especialmente en Japn) y los 90 (en EEUU) fueron ms que mini booms. Bajos niveles de rentabilidad no impiden a los capitalistas imaginar que puede haber ganancias milagrosas en el futuro y succionar plusvala de todo el mundo para inyectarla en proyectos dirigidos a obtenerlas. Muchas de estas apuestas puramente especulativas en esferas improductivas, como en el caso de las burbujas inmobiliarias, los mercados de productos, las cotizaciones de acciones y, as, sucesivamente. Pero los capitalistas pueden tambin fantasear sobre las ganancias que podran realizar volcando recursos en sectores potencialmente productivos y, as, crear rpidos booms que duren varios aos. La inversin en EEUU se duplic entre 1991 y 199951. Cuando la burbuja estall, se descubri que se haba desarrollado una gran masa de inversiones en cosas reales (como redes de telecomunicaciones de fibra ptica que nunca seran rentables), mientras que el Financial Times escriba sobre la hoguera de los $1000 billones de riqueza.52Hubo un perodo en que se produjo una leve recuperacin real en la tasa de ganancias. Pero esto no alej la exhuberancia irracional de esperar ganancias especulativas donde no existen. Virtualmente, cada gran compaa infl sus ganancias deliberadamente para obtener ganancias especulativas, con ganancias declaradas 50% ms altas que las reales.53Hay muchos signos de que en EEUU (y probablemente en Gran Bretaa) podramos estar entrando ahora en una fase similar. La inversin en EEUU, despus de caer en la ltima recesin, est ahora nuevamente en los niveles de fines de los 9054. Pero la recuperacin en EEUU se ha basado en grandes dficits fiscales, en la cobertura de la balanza de pagos con el ingreso de prstamos del extranjero y el crdito tomado por los consumidores para cubrir su costo de vida mientras la porcin del producto bruto norteamericano que se llevan los asalariados ha cado del 49% al 4655. ste es el antecedente del renovado inters en las operaciones especulativas tales como los fondos de inversin, mercados de derivados, la burbuja inmobiliaria y, ahora, el endeudamiento masivo para encarar fusiones entre grandes corporaciones (que recuerda el tema de las invasiones brbaras de los bonos basura y las grandes adquisiciones de empresas de finales de los 80). Contra estos antecedentes, las ganancias empresarias seguirn subiendo hasta perder contacto con la realidad y las cosas parecern ir bien hasta que finalmente se descubra que van mal. Y, como dicen, cuando EEUU se resfra, Gran Bretaa coge la gripe.Por el momento las tasas de ganancia en Gran Bretaa parecen ser altas. De acuerdo a un clculo alcanzaron 15,5% para todo el sector privado no financiero en el ltimo trimestre de 2006 (el nivel ms alto desde 1969). Con el Nuevo Laborismo, la porcin de las ganancias en el producto bruto total alcanz un rcord de cerca del 27%56. Pero los niveles de ganancia promedio mejoraron con los altos niveles de ganancia en el Mar del Norte, con el gas y petrleo. Y el clculo de las ganancias realizadas por las firmas britnicas no es lo mismo que las ganancias realizadas en Gran Bretaa, dada la alta dependencia de las grandes firmas de sus actividades en el extranjero (ms que en cualquier otro pas capitalista avanzado). En el sector servicios, la rentabilidad es alta. De todos modos, la rentabilidad en el disminuido pero todava importante sector industrial ha cado de alrededor del 15% en 1998 a alrededor del 10% en la actualidad. Como en EEUU, hay muchos entusiastas del capitalismo que temen que los buenos tiempos estn por terminar como lo hicieron eventualmente en los 70, los 80 y los 90.Hay incluso dudas respecto a la parte del mundo en que estn ocurriendo gigantescas inversiones productivas (China). Algunos analistas ven este pas como la salvacin del sistema de conjunto. El capital Chino ha logrado aspirar ms plusvala en nuevas inversiones (ms del 40% del producto nacional) que EEUU, Europa o incluso Japn. Ha logrado explotar ms a sus trabajadores y no tiene frenos como los niveles de gasto improductivos que caracterizan a los pases desarrollados (aunque el actual boom inmobiliario se caracteriza por una proliferacin de rascacielos, hoteles y tiendas). Todo esto le ha permitido competir con los pases desarrollados como mercado de exportacin para muchos productos. Pero sus altos niveles de inversin ya estn impactando en la rentabilidad. Un intento reciente de aplicar categoras marxistas en la economa china arroj el resultado de que sus tasas de ganancia han cado del 40% en 1984 al 32% en 2002, mientras que la composicin orgnica del capital se ha incrementado en un 50%.57 Hay algunos observadores occidentales que estn convencidos de que la rentabilidad de algunas grandes corporaciones es muy baja, pero es ocultada por la presin sobre los bancos estatales para mantener su expansin.58La especulacin sobre qu pasar a continuacin es sencilla, pero carece de sentido. Los contornos generales del rumbo del sistema son descifrables, pero los innumerables factores individuales que determinan cmo se traducir esto en la realidad en los prximos meses o incluso aos, no. Lo que importa es reconocer que el sistema slo ha logrado sobrevivir (e incluso, espasmdicamente, crecer bastante rpido en las ltimas tres dcadas) debido a sus crisis recurrentes, la presin sobre las condiciones laborales y las grandes sumas de capital potencialmente invertible desviadas al gasto improductivo. No ha logrado regresar a una edad de oro y no lo lograr en el futuro. Puede que el capitalismo no est en crisis permanente, pero est en una fase de crisis repetidas de las que no puede escapar y stas, necesariamente, sern polticas y sociales, adems de econmicas.Notas1. La Hiedra, nmero 1, febrero de 2008.2. Marx, 1973, p. 748.3. Marx, 1962, pp. 236-237.4. Marx, 1962, p. 237.5. Marx, 1962, p. 245.6. La composicin orgnica del capital fue representada algebraicamente por Marx mediante la frmula c/v, donde c = capital constante, y v = capital variable.7. Clarke, 1979, p. 427. Vase tambin el comentario de M N Bailey, p. 433-436. Para ver un grfico que muestre el aumento a largo plazo de la proporcin capital/trabajo, Dumnil y Lvy, 1993, p. 274.8. Steedman, 1985, p. 64; comprese tambin pp. 128-129.9. Para ver el razonamiento de Marx junto a un ejemplo numrico, vase Marx, 1965, pp. 316-317.10. He desarrollado este razonamiento, con un ejemplo numrico elaborado por m, en Harman, 1984, pp. 29-30.11. Este punto fue desarrollado por Robin Murray en respuesta al intento de Andrew Glyn de usar un modelo con maz para desmentir la cada de las tasas de ganancia (Muray, 1973), y fue tambin tomado por Ben Fine y Lawrence Harris en Releyendo El Capital (Fine y Harris, 1979). Actualmente, est en el centro del razonamiento sugerido por el llamado Temporal Single-System de Alan Freeman y Andrew Kliman. Ver, por ejemplo, Freeman y Carchedi, 1996, y Kliman, 2007.12. Fine y Harris, 1979, p. 64. El razonamiento tambin es aceptado por Andrew Kliman. Ver Kliman, 2007, pp. 30-31.13. Ver los grficos en Harley, 2001.14. Allen, 2005.15. Flamant y Singer-Krel, 1970, p. 18.16. Por eso la descripcin de Kidron del capitalismo actual es la de un capitalismo que envejece, en vez del trmino capitalismo tardo popularizado por Ernest Mandel.17. El ltimo trmino es confuso, porque equipara los mtodos de produccin masiva (explotacin, gasto creciente de los consumidores e intervencin estatal en la industria), como si alguien pudiera producir estos distintos efectos; en vez de la lgica de la concentracin y centralizacin del capital en desarrollo. El trmino pos-fordismo es an ms confuso, ya que los mtodos de produccin masiva se mantienen en varios sectores de la economa, y hay en todos los sectores una compleja interaccin entre estado y capital.18. Diferentes medidas de la tasa de ganancia arrojan resultados ligeramente distintos en estas dcadas.19. Mike Kidron describe este rol del gasto militar en sus dos libros, Kidron, 1970 a, y Kidron, 1974, punto de vista al que me adher en Harman, 1984.20. Kidron, 1970b, p1.21. La revista Internacional Socialism Journal. N. del E.22. Harman, 1982, p. 83.23. Alemi and Foley, 1997.24. Dumnil y Lvy, 2005a, p. 11.25. Brenner, 2006, p. 7.26. Michl, 1988.27. Wolff, 2003, pp. 479-499.28. Moseley, 1997.29. Dumnil and Lvy, 2005 b30. Moseley, 1991, p. 96.31. Mastroianni, 2006, chapter 11.32. Stiglitz, 2004.33. Dale, 2004, p. 327.34. Ver Harman, 1977, y Harman, 1990.35. Incluso a m, los repetidos comentarios de Ken Muller, me requirieron, siquiera, a empezar a considerarlo.36. En una atpica apelacin emocional a la Cmara de Representantes, Tip ONeill gener murmullos en la sala cuando record los das de la Gran Depresin y alert de que el fracaso en la salvacin de Chrysler dara como resultado despidos de trabajadores tan masivos que desencadenaran una nueva depresin. Dijo: No podremos recuperarnos durante los prximos 10 aos. Time magazine, 31 diciembre 1989.37. El mercado de derivados es aquel en el que se negocia con los precios futuros de materias primas y acciones.38. Leiva, 2007, p. 12.39. Vase OCDE, 1996.40. Vase el captulo Waste US: 1970 en Kidron, 1974. Tambin Harman, 1984.41. Moseley, 1991, p. 126. Moseley subestima el volumen del trabajo productivo e improductivo excluyendo el sector pblico. Ver p. 35.42. Sheikh and Tonak, 1994, p. 110.43. Mohun, 2006, figure 6.44. Kidron, 1974, p. 56.45. Kidron, 2002, p. 87.46. Sin embargo, Dumnil y Lvy rechazan que los gastos improductivos deban necesariamente bajar las tasas de ganancia. Sostiene que los gastos improductivos pueden incentivar las tasas de ganancia mediante la supervisin de gerencias de la productividad. Afirman que esto explica el aumento de la tasa de ganancia ocurrido entre los 20 y finales de los 40. Su argumento es doblemente incorrecto. Es evidente que la principal causa de ese aumento fue la destruccin de capital debida a la crisis y la guerra. Y, por otra parte, la mayor productividad no aumenta la tasa de ganancia, ya que su efecto, una vez que se extiende al conjunto de la economa, lleva a la baja el tiempo socialmente necesario para la produccin del bien en cuya produccin se produjeron mejoras, y, por ende, cae el valor de cada unidad de producto. La posicin que sostienen se deriva de la inversin que hacen de la relacin (entre la relacin que Marx establece entre valor y productividad), por la cual en realidad abandona la teora del valor trabajo negando la posibilidad de que los valores sean la base de los precios. Ver mi resea de Capital Resurgent, Harman, 2005.47. Moseley, 1991, p.104.48. Shaikh y Tonak, 1994, p. 124.49. Un fallo en el anlisis de Moseley es que no ve esto, sino que busca otros factores para explicar el nivel creciente del gasto.50. Fue un error por mi parte usar esta formulacin en 1982, aunque creo que perdonable, ya que enfrentbamos la segunda recesin verdadera que mi generacin experimentaba, y lo hacamos slo cuatro aos despus del final de la primera.51. Leiva, 2007, p. 11.52. Financial Times, 5 de Septiembre de 2001.53. The Economist, 23 de Junio de 200154. Leiva, 2007, p. 11.55. Riley, 2007.56. Todos los datos de las tasas de ganancia britnicas son de Barell y Kirkby, 2007.57. OHara, 2006.58. Para ver ms sobre este asunto, Harman, 2006.Chris HarmanCrisis econmica, el capitalismo al descubierto

Primera publicacin: Este artculo se public en ingls, con el titulo "Economic Crisis - Capitalism Exposed", en la revista Socialist Review, en febrero de 2008.Edicin en castellano: En Lucha, abril de 2008.Esta edicin: Marzo 2012, por cortesa de En Lucha.

El economista marxista ingls Chris Harman indaga en este artculo las races e implicaciones de la creciente crisis crediticiay explica por qu las crisis son de hecho una caracterstica intrnseca al capitalismo.Los inversores no estn ms preocupados en si ciertos bancos tienen efectivo suficiente. Estn preocupados acerca del riesgo de una recesin americana o incluso global. As resuma el 18 de enero el Financial Times el miedo de aquellos que viven de las ganancias capitalistas.Los comentaristas econmicos ortodoxos estn de acuerdo en una cosa: la crisis que empez en una seccin del sistema financiero el ltimo verano puede que genere el caos a travs de gran parte del sistema capitalista al que da apoyo.El ex-secretario del Tesoro de EEUU, Lawrence Summers, dice que EEUU puede estar cayendo ya en una recesin. Alan Greenspan, anterior director de la Reserva Federal estadounidense, sita las probabilidades de que esto ocurra en un 50%. Un informe de Naciones Unidas advierte de un peligro presente y claro de una desaceleracin de la economa global hasta casi llegar a detenerse este ao.Ben Bernanke, el sucesor de Greenspan en la Reserva Federal, trata de pintar un cuadro un poco ms luminoso. Espera que el crecimiento de este ao vaya un poco ms lento, pero no prev recesin. Bernanke es supuestamente un experto en crisis, que ha escrito disertaciones acadmicas sobre el rol de la moneda en la gran depresin de los 30.Pero el verano pasado fall completamente en prever que una crisis estaba a punto de golpear al sistema financiero. No se puede tener mucha fe en sus predicciones, ni en las que hagan otros economistas pro-capitalistas ortodoxos. Su fe ciega en el capitalismo como una mquina de hacer dinero significa que casi siempre creen que las cosas van a ir maravillosamente bien hasta que de repente van mal.En cualquier caso, Bernanke estaba suficientemente preocupado como para bajar las tasas de inters, mientras George Bush presionaba al Congreso para que aceptara un programa de emergencia de recorte de impuestos.Ambos esperaban desesperadamente que estas medidas pudieran prevenir que la desaceleracin de la economa se convirtiera en depresin.Una cosa est absolutamente clara. El optimismo extremo en relacin a la economa mundial que caracteriz a la mayora de las opiniones ortodoxas hace slo un ao se mostr completamente errneo. Era tpico el informe mundial de abril del Fondo Monetario Internacional (FMI), con su prediccin de que la economa mundial todava est bien situada para un crecimiento robusto continuo, en 2007 y 2008.El primer ministro ingls, Gordon Brown, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, estaban tan enamorados de las maravillas del libre mercado que subestimaron la seriedad de lo que estaba pasando, incluso tras la crisis que surgi a mediados de agosto. King no cedi ante la demanda de sus amigos del sistema financiero para bajar las tasas de inters, mientras Brown crea que slo tenan que prometer apoyo para el Northern Rock para que sus problemas se solucionaran automticamente. No eran conscientes de que al final decenas de billones del dinero de los contribuyentes estaran implicados.Enfrentados al desbarajuste del sistema, eran como gente tratando de navegar un barco sin mapa, comps o timn.Depositaron su fe en la economa neoclsica ortodoxa, tal y como se ensea en los institutos y las universidades, ya que se supone que prueba la superioridad del capitalismo frente a cualquier posible alternativa. Pero nunca ha sido capaz de explicar la propensin del sistema a las crisis.El sistema descansa sobre la interaccin no planificada de miles de corporaciones multinacionales y un puado de grandes gobiernos. Es como un sistema de trfico sin sealizacin, carteles, semforos, restricciones de velocidad o incluso una concienciacin clara de que todas y todos deben conducir por un mismo lado de la carretera. Esto hace que sea muy difcil, para aquellos que proclaman tener una visin del sistema, evitar que los derrumbes en el sector financiero se generalicen en algo mucho ms serio dentro de unos meses. Y cualquier xito que tengan ser temporal, como mucho demorando el momento de la catstrofe un par de aos.De dnde sale la crisisPara ver el por qu, es necesario mirar de dnde ha venido la crisis. Todo el mundo est de acuerdo en que las causas inmediatas yacen en las hipotecas de alto riesgo de EEUU. vidos de hacer ganancias fciles, los financieros empezaron a prestar dinero a quienes antes eran vistos como altamente peligrosos porque eran pobres, no tenan empleo seguro o no haban sido capaces de pagar deudas previas. Los precios de las casas estaban subiendo y se asumi que si no podan mantener los pagos de sus hipotecas podran expropiarlas y venderlas con una ganancia muy apetecible.Los financieros que prestaron dinero en mucho de los casos no lo hicieron de sus propios bolsillos. stos, a su vez, fueron a pedir dinero a otros, y sos, en consecuencia, pidieron en otro lado. En cada fase, pequeas diferencias en tasas de inters para nmeros muy grandes de transacciones implicaban sumas enormes de dinero, que aparentaban beneficios sin esfuerzo. Virtualmente todos los grandes bancos en ambos lados del Atlntico se unieron, constituyendo entidades especiales para poder pedir prestado y dar crdito, empaquetando toda clase de tipos de prstamos juntos, que se llamaron instrumentos financieros. Durante un tiempo todo pareca ir bien y los que estaban involucrados se felicitaban unos a otros por su brillante actuacin emprendedora. Hace justo un ao, en el Northern Rock tuvo lugar el brindis de una glamorosa cena en el sistema financiero donde fue alabado por sus habilidades en innovacin financiera. Polticos como Gordon Brown estaban de acuerdo, de todo corazn.Los primeros signos de que no todo iba tan bien se mostraron hace alrededor de 18 meses. El crecimiento econmico de EEUU empez a ser menor, causando un incremento brusco en el nmero de hipotecados e hipotecadas que no podan pagar las tasas de inters y de quienes dependa todo el negocio. Creca el nmero de expropiaciones. Pero los implicados en el negocio de los instrumentos financieros estaban ms interesados en continuar con la cosecha de beneficios que en los problemas de las y los estadounidenses pobres.Entonces, a medida que caan los precios inmobiliarios, los prestamistas de hipotecas descubrieron que no podan hacer suficiente negocio vendiendo el milln de casas expropiadas como para pagar lo que ellos mismos haban pedido prestado. Los bancos que se haban mostrado tan deseosos en prestarles dinero, de repente se enfrentaron a prdidas de decenas de billones de dlares. Lo que empeoraba ms la situacin era que nadie saba con exactitud cmo era de profundo el problema de cada banco en particular, porque los instrumentos financieros que usaron eran muy complejos. Las instituciones financieras de todo el sistema sintieron miedo para prestarse dinero entre ellas, ya que no saban si lo recuperaran. Esto provoc lo que se llam la crisis crediticia.El capitalismo moderno depende, para su actividad del da a da, del crdito/prstamo (ver la caja: banca y crdito). Cada negocio espera ser capaz de comprar ciertas cosas a crdito, posponiendo el pago hasta que haya vendido lo que produjo. Una crisis del crdito se ha comparado con un ataque al corazn. Si no se lo trata, el metabolismo entero se viene a pique. Por eso, los gobiernos cuya filosofa es no hacer nada para interferir con el mercado libre se apresuran en hacerlo, poniendo billones de dlares en manos privadas y esperando que los receptores usen ese dinero para empezar nuevamente con el ciclo de prstamos.Hay muchos comentaristas en los medios que ven que la historia termina ah. Usualmente la nica leccin que sacan es la necesidad de mayor regulacin financiera. Todo el debate sobre lo que pas degenera entonces en una argumentacin acerca de exactamente cunta regulacin es pertinente.Sin embargo, algunos han mirado un poco ms all. Uno de los que han estado ms preocupados por la direccin de los sucesos ha sido Martin Wolf del Financial Times (quiz porque haba malinterpretado completamente lo que pasaba diez aos atrs cuando la crisis asitica empez en Tailandia, describindola como un mero hipo). Ahora tengo miedo de que la combinacin de la fragilidad del sistema financiero con los enormes beneficios que genera para los que estn dentro, destruya algo todava ms importante la legitimidad poltica de la propia economa de mercado a travs de todo el globo, escribi recientemente.Los comentaristas como l apuntan que el crecimiento econmico en EEUU desde la ltima recesin, siete aos atrs, ha sido hasta cierto punto considerable, propulsada por una deuda creciente, tanto de las y los consumidores como del gobierno estadounidense. Muchos de los bienes producidos por las firmas estadounidenses no se podran haber vendido sin ese prstamo y, si se acaba, es inevitable que baje el ritmo de la economa. Y no slo las firmas estadounidenses se ven afectadas. Si uno de los motores de la expansin econmica mundial ha sido EEUU, el otro ha sido China. Y algo central para su crecimiento han sido los cientos de billones de dlares que exporta al ao a EEUU.Para agregar dificultades y complejidades para los gobiernos y los bancos centrales que intentan solventarlas gran parte del prstamo que ha permitido a los consumidores estadounidenses comprar bienes chinos viene de la propia China. Efectivamente, los beneficios de China de vender bienes a EEUU a travs del pacfico se han usado para comprar dichos productos. El consumidor estadounidense, como dice Wolf, es el comprador de ltimo recurso para la economa mundial.Un importante estudio de la economa mundial, auspiciado por el FMI hace tres aos, muestra cmo sucede esto. Alrededor del 10% de los ahorros de China (para usar el trmino convencional para ganancias) sobra despus de que se hayan hecho las inversiones para el prximo ciclo. Es gran parte de este excedente se ha utilizado como prstamos para la economa de EEUU. Ahorros de otros pases del sudeste asitico y de algunos estados productores de petrleo han seguido el mismo camino. Incluso la industria estadounidense ha estado ahorrando ms de lo que reinvierte, prestando el excedente a los bancos, que a su vez se lo prestan a los consumidores.Enormes implicacionesEsto ha tenido enormes implicaciones. Para que una economa capitalista funcione suavemente, la riqueza que se produce a travs del sistema debe ser comprada. Las y los trabajadores y campesinos en todo el mundo no pueden comprar ms que una porcin de sta, ya que sus estndares de vida se mantienen bajos para obtener beneficios. Esto significa que el resto deben usarlo los capitalistas, ya sea para su consumo personal, para gastos de estado que parezcan esenciales para ellos mismos (ejrcitos, armas, etc.) o en inversiones que busquen futuros beneficios.Si la inversin baja por debajo del ahorro, una brecha se abre entre lo que se produce y lo que se compra. Algunas firmas no pueden vender toda su produccin y despiden a las y los trabajadores para mantener el equilibrio en su contabilidad. Esto reduce todava ms lo que se puede comprar y se promueve una recesin.Esto an no ha pasado en los ltimos cinco aos, ya que el prstamo para los consumidores norteamericanos ha provisto mercados extras y absorbi la produccin de plusvala.Pero la crisis crediticia est poniendo freno a todo esto, y la construccin de casas y ventas de coches en EEUU ya estn siendo afectadas. Incluso si los bancos recuperan confianza como para prestarle a otros bancos, no van a empezar rpidamente a prestar a la gente a menos que tengan muy buenos perfiles de crdito. Por eso las posibilidades de una recesin son tan grandes, y por eso tendra tanto impacto fuera de EEUU.La historia que cuentan Martin Wolf y compaa, no es de todos modos completa. No pueden explicar por qu la economa mundial se ha vuelto tan dependiente del consumo estadounidense. Para contestar esa pregunta es necesario mirar ms all de cualquier versin que presenten los economistas ortodoxos la de una enfermedad que est sufriendo la economa desde los 70.Lo que motiva a los capitalistas para invertir no es slo el nivel absoluto de beneficios que hacen, sino la tasa de ganancias esto es, la proporcin entre beneficios e inversin necesaria. sta fue ms o menos constante desde finales de los 40, los 50 y los 60. As, esos aos vieron una inversin creciente y un boom continuo, algunas veces conocido como la era dorada del capitalismo. Pero desde finales de los 60 hasta 1982 las tasas de ganancia cayeron, hasta que fueron slo la mitad del nivel medio de las dos dcadas previas (ver la caja: Marx y la tasa de ganancias). Las profundas recesiones econmicas de mediados de los 70 y principios de los 80 fueron un resultado de esta cada.Los economistas ortodoxos usualmente culpan a las subidas repentinas del precio del petrleo. Pero estas subidas las habra absorbido fcilmente el sistema si las tasas de ganancia no hubiesen cado tanto.Las tasas de ganancia se pudieron recuperar parcialmente a mediados de los 80 y a mediados de los 90. Una cosa que lo posibilit fue el incremento en los ingresos nacionales a expensas de los salarios. En todos lados esto implic mayor presin para que la gente trabaje ms duro y ataques a los servicios del bienestar (el salario social). En EEUU esto tambin signific una cada en el salario real desde principios de los 70 hasta finales de los 90 y un incremento masivo en las horas totales de trabajo. En Europa todava no ha habido la misma cada en los salarios reales, pero Gran Bretaa ha visto un aumento en las horas de trabajo (particularmente si se incluyen las horas extras no pagadas que son la maldicin de muchas y muchos trabajadores de oficina) y ahora hay mucha presin para que suceda lo mismo en la mayora de pases europeos.Mientras tanto, la bancarrota de algunos grandes capitalistas ha permitido que otros ganen a su costa. Rupert Murdoch se benefici de la muerte del imperio meditico de Robert Maxwell hace 15 aos, una ola de bancarrotas en la industria de las lneas areas permiti mayores beneficios para sobrevivientes como British Airways, British Aerospace (Bae) se ha beneficiado de los problemas de GEC-Marconi, y as sucesivamente.Pero los beneficios nunca se recuperaron ms all de la mitad de su declive previo y los booms rpidamente se convirtieron en problema, con la quiebra del mercado de acciones en octubre de 1987 y la crisis asitica de 1997. En ambas ocasiones la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra reaccionaron cortando las tasas de inters e intentando promover el prstamo. Estas medidas fueron capaces de extender los booms y los comentaristas en cada ocasin aseguraron que el capitalismo haba entrado en una nueva era de crecimiento sin fin, hasta que se descubri que las recesiones slo haban sido pospuestas un par de aos y no eliminadas para siempre.La recesin 2001-2002 fue particularmente amenazadora para la economa estadounidense. Firmas gigantes como General Motors ya estaban teniendo prdidas antes de los ataques del 11-S, lo que aadi ms pnico en las direcciones empresariales. El gobierno estadounidense se apresur a recortar impuestos a los ricos y a aumentar el gasto en armamento, mientras la Reserva Federal bajaba radicalmente las tasas de inters para promover niveles todava ms altos de prstamo que antes. Esto arrastr a la economa fuera de la recesin de hecho, algunos economistas ortodoxos fueron tan lejos como para afirmar que la recesin nunca haba ocurrido. Pero yaca en la base de los problemas a los que ahora se enfrenta el sistema.Por un tiempo, las grandes compaas fueron capaces de mejorar sus tasas de ganancia haciendo recortes masivos en su fuerza de trabajo, con 27 millones de trabajadoras y trabajadores industriales despedidos (cerca de 1 de cada 6). Los salarios reales, que haban subido por primera vez en un cuarto de siglo al final de los 90, cayeron otra vez.Pero incluso clculos hechos por el economista marxista Robert Brenner sugeran que el pico de la tasa de ganancias en 2005 slo iba a ser igual que los niveles de la vspera de cada crisis previa desde mediados de los 70. En 2008 la firma ms grande del pas, WalMart, anunci una cada en sus beneficios, mientras las grandes compaas estadounidenses General Motors y Ford tuvieron prdidas rcord. Fue entonces cuando la desaceleracin del crecimiento econmico golpe la capacidad de mucha gente pobre para seguir pagando sus hipotecas.La subida en las tasas de ganancias no fue suficiente como para aumentar la inversin a sus niveles previos Brenner calcula que el crecimiento de la inversin fue el ms bajo de todas las recuperaciones econmicas del ltimo medio siglo. A su vez, el aumento en las ganancias recort la capacidad de las y los trabajadores para comprar todos los bienes de consumo que se estaban produciendo. De aqu viene la centralidad del prstamo personal, que se elev al nivel rcord del 9% del Producto Interior Bruto (PIB). No haba otra manera para que todos los bienes que produca el capitalismo se pudieran vender. Si el crdito colapsaba, tendra que haber una recesin.ste no es slo un problema de EEUU. Hay quienes sealan la masiva tasa de expansin de la economa china y sugieren que puede rescatar al resto del sistema. Pero esa expansin descansa en buena parte en la venta de bienes a EEUU. Si la economa norteamericana sufre una crisis, la china se enfrentar tambin a serios problemas.La respuesta de los gobiernos capitalistas y sus bancos centrales consisti en tomar algunas medidas desesperadas para que siguiera funcionando el crdito. Una manera de hacerlo era recortando las tasas de inters, tanto como para virtualmente dar dinero a los bancos para que le prestaran a la gente. Martin Wolf comparaba esto con tirar dinero desde helicpteros. Otra manera sera incrementando el prstamo desde el gobierno. Es lo que propone Bush con sus recortes de impuestos.Pero los estados siempre se enfrentan a problemas si simplemente imprimen notas bancarias para recortar tasas de inters o cubrir el costo de bajar impuestos. Dichos mtodos a veces pueden dar un impulso de corto plazo a la economa. Pero necesariamente son un remedio a corto plazo, ya que no resuelven el problema fundamental de cmo aumentar los beneficios para fomentar la inversin sin bajar salarios y as no perjudicar el mercado de bienes. As, el estado japons baj las tasas de inters hasta prcticamente cero a lo largo de los 90 y todava no ha vuelto a hacer funcionar la economa a los niveles previos.Los gobiernos europeos y estadounidense temen que estas medidas aumenten los precios (todava por encima de lo que implica la subida actual del petrleo y los alimentos) sin poder evitar la desaceleracin de la economa, produciendo una combinacin de estancamiento e inflacin. En EEUU el miedo se multiplica por la forma en que la combinacin de crisis financiera y bajas tasas de inters est llevando a una rpida cada en el valor internacional del dlar. Esto incrementar los precios internos en EEUU, as como debilitar el poder econmico global de la clase dominante estadounidense. Slo es posible que tales medidas pospongan las crisis, como lo hicieron a finales de los 80 y de los 90. Pero no sern capaces de nada ms.La economa britnica se enfrenta a algunos de los mismos problemas que EEUU. El prstamo se ha elevado a una proporcin incluso mayor que all, con una relacin entre la deuda y los ingresos del 162,9%, comparada al 137,3% de EEUU. El boom del precio de las casas ha sido incluso ms frentico, con precios que se cuadriplicaban en 12 aos. Ya hay signos de que los precios inmobiliarios estn empezando a caer y el nmero de expropiaciones a elevarse.Ms importante, quizs, es la poltica de Gordon Brown, que durante los ltimos 11 aos ha sido la de compensar la continua destruccin de empleos industriales intentando hacer que Londres sea el centro del sistema financiero. Como resultado, all la crisis financiera puede tener un efecto directo proporcionalmente mayor en los empleos que en cualquier otro lugar. Al mismo tiempo, tiene menos espacio de maniobra que el gobierno de EEUU cuando se trata de mantener la economa a flote sustituyendo el gasto estatal con prstamo privado. Empez a incrementar el gasto del gobierno hace 6 aos (despus de recortarlo hasta la saciedad en los cuatro previos), como medida para sostener el apoyo electoral y limitar el impacto de la ltima recesin estadounidense. Ahora se encuentra bajo presin para recortar nuevamente dicho gasto.Su respuesta hasta el momento se ha basado en su fe en que el mercado puede funcionar de maravilla si mantiene contentos a los capitalistas. De ah su oferta de grandes cantidades de dinero para una solucin pblica privada al desastre del Northern Rock. De ah tanta insistencia en mantener bajos los salarios del sector pblico.Estas medidas no van a ser suficientes para proteger al capitalismo si la tormenta que se avecina en EEUU se desarrolla plenamente este ao, pero s van a profundizar el descontento generalizado. Tambin puede darle a la gente muchos argumentos sobre la locura de un sistema econmico que se basa en la bsqueda de beneficios.____________________________________________Banca y crditoEl sistema financiero se retrata frecuentemente como un sistema global y sin peso, que no tiene races en la economa real y que carece de una base nacional particular.Pero las finanzas han tenido siempre una importancia central para el capitalismo. En cualquier momento, un capitalista tendr efectivo en exceso que no podr invertir, mientras otros querrn expandirse pero no tendrn acceso al capital necesario para hacerlo. Los bancos permiten que los capitalistas depositen dinero que no pueden usar inmediatamente y se beneficien de los intereses, as como pedir prestado el dinero que necesitan y por el que pagan intereses. Esto lubrica el capitalismo, pero si este proceso empieza a funcionar mal puede amenazar la estabilidad del sistema entero. Como deca Karl Marx, la banca y el crdito se han convertido en los medios ms potentes para llevar a la produccin capitalista ms all de sus propios lmites y en el vehculo ms efectivo de crisis y estafa.Los bancos centrales, como la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra, son jugadores clave en el mundo de las finanzas. Estos bancos centrales, que son objeto en diferentes grados de control gubernamental, estn firmemente arraigados a un pas en particular, formando un pivote que articula el sistema financiero a nivel general. Generalmente tienen el monopolio sobre la edicin de moneda y un gran poder para influenciar las tasas de inters.

Marx y la tasa de gananciasLa tasa de ganancias cunto dinero de ganancias obtiene un capitalista por cada euro que invierte es central para la dinmica capitalista. Karl Marx argumentaba que haba una tendencia general a que esta tasa de ganancias cayera.Sostena que el trabajo vivo, el trabajo hecho por aquellas y aquellos explotados por un capitalista, era la fuente de los beneficios. El trabajo vivo crea nuevo valor y parte de ste se devuelve al trabajador en forma de salario. La ganancia viene del valor generado por encima de ste la plusvala.Pero los capitalistas no slo contratan trabajo vivo. Tambin compran trabajo muerto maquinaria, materias primas, etc. ste es el producto del trabajo anterior llevado a cabo por otro grupo de trabajadores. Los capitalistas que manufacturan y venden estas maquinarias y materias primas pueden conseguir ganancias, pero el capitalista que compra el trabajo muerto no hace negocio con ste.Marx explicaba que con el tiempo la competicin entre los capitalistas los fuerza a invertir en ms y ms trabajo muerto por lo que cada trabajador pone en funcionamiento una cantidad ms grande de maquinaria y materias primas. Pero si la cantidad total de trabajo muerto aumenta, mientras que el trabajo vivo (la fuente de ganancias) se mantiene igual, el capitalista deber invertir ms para sacar el mismo beneficio. De aqu que la tasa de ganancias tienda a caer.

Chris HarmanLa nueva crisis del capitalismoQu decimos los socialistas?

Primera publicacin: Este artculo se public en ingls, con el titulo "Capitalisms New Crisis: What Do Socialists Say?", en la revista Socialist Review, en febrero de 2008.Traduccin al castellano: La traduccin del ingls ha sido realizada principalmente por Alba Dedeu.Primera edicin en castellano: Chris Harman, La nueva crisis del capitalismo Qu decimos los socialistas? En lucha: Espaa, abril de 2009.Edicin digital castellano: La nueva crisis del capitalismo, http://www.enlucha.org/site/?q=node/16401.Esta edicin: Marzo 2012, por cortesia de En lucha.

IntroduccinErradicar el hambre que sufren cerca de 2.000 millones de personas tena en marzo de 2007 un coste de 30.000 millones de dlares: algo imposible de asumir, nos decan, por la economa mundial.Sin embargo, slo en setiembre de ese mismo ao los bancos centrales europeos inyectaban ms de 100.000 millones de dlares al sistema financiero. Esto es un botn de muestra de la barbarie que significa el capitalismo. Un sistema injusto tanto en el norte como en el sur, que concentra en menos del 20% de la poblacin el 80% de la riqueza global. Un modelo econmico presentado hipcritamente como el nico viable y hasta hace pocos meses como infalible.La historia del capitalismo es la historia de las crisis y los booms, aunque ante cada boom los analistas, a travs de las empresas de comunicacin de masas, intentan borrar de la memoria las crisis anteriores. Su esfuerzo en defender las virtudes y ocultar los defectos del capitalismo es tan denodado que algunos llegan incluso a olvidar la existencia de las crisis. As, ante la llegada de la crisis, primero la niegan. Hay que recordar que en 2007 se hablaba de turbulencia financiera; a principios de 2008, de crisis bancaria; y slo cuando a mediados de 2008 se vio que las mayores economas del mundo iban a ir entrando en recesin, se habl de crisis con todas las letras. No obstante, desde los gobiernos, los bancos, las empresas y los analistas se habla de la crisis como un fenmeno causado por la avaricia de unos pocos especuladores. Otros, junto a una parte de la izquierda, hablan de la falta de regulacin encarnada en los parasos fiscales como origen principal de la crisis.De ser ciertas estas suposiciones, tan solo encerrando a los ladrones y regulando el sistema se podra solucionar la crisis. En ese caso, todas las personas decentes deberan centrar todos sus esfuerzos en acabar con los parasos fiscales y meter a los ejecutivos en la crcel. Ninguna de estas cosas est mal en s; de hecho, seran deseables. Sin embargo, la historia nos ensea que, en momentos donde los controles han sido mucho ms fuertes y los ejecutivos menos poderosos, las crisis han seguido apareciendo tercamente.As, en los ltimos 20 aos, podemos hablar de la crisis de los tigres asiticos, que devast las economas de los pases del sudeste asitico; del efecto Tequila, que llev a Mxico prcticamente a la bancarrota; del efecto tango, que arruin a Argentina; del colapso de las puntocom, que supuso la antesala de la crisis actual Algunas de estas crisis son locales; otras regionales; y otras globales. Esto es as debido a que el capitalismo se estructura de manera global, aunque algunos pases y zonas del planeta tienen un mayor peso dentro del sistema. Entonces, si tanto el descontrol como la avaricia no son las causas de la crisis sino los agravantes, por qu cada cierto tiempo un sistema, supuestamente infalible, entra en crisis, y enormes cantidades de riquezas se pierden, de manera irremediable, como agua entre las manos?Marx identific la tendencia a la baja del beneficio como causa intrnseca de las sucesivas crisis hace cerca de 147 aos. En las pginas de este folleto, el economista Chris Harman explica de manera breve e inteligible el origen ltimo de la crisis as como su desarrollo, aplicando el anlisis marxista. ste, como atestiguan incluso algunas portadas de los peridicos, es el nico que predice parte del devenir actual.De la especulacin al paro masivoEl Estado espaol se encuentra entre los pases ms golpeados por la crisis en estos momentos. Todos los indicadores macroeconmicos se encuentran en cada libre y, lo que es ms grave, los indicadores sociales no presentan un mejor aspecto. As, se prev que, a finales de 2009, existirn casi cuatro millones de parados, cuando en Gran Bretaa, con cerca de 61 millones, se considera catastrfico llegar a los tres millones de parados.Durante 2008, 58.686 hipotecas fueron ejecutadas, es decir, embargadas (segn el Consejo General del Poder Judicial). De ellas, 21.211 en el ltimo trimestre del mismo ao. De seguir esta tnica en 2009, ms de 80.000 hipotecas podran ser ejecutadas, con el coste social que esto supone. Por otro lado, la medida del gobierno, anunciada a bombo y platillo, que iba a permitir a los parados aplazar 12.000 euros de hipoteca durante un mximo de dos aos, slo ha afectado a 56 parados desde su aprobacin en noviembre de 2008 (datos del Instituto de Crdito Oficial). Esta grave situacin, que no tiene visos de mejorar sino todo lo contrario, se da en uno de los pases que ms haba crecido. Esto se debe a que, en los momentos del boom, es cuando se est generando la coccin para la crisis. A modo de breve ejemplo, esto es lo que ha pasado con la crisis inmobiliaria que ha arrastrado al resto de la economa.El Partido Popular aprob en 1997 una ley que permite convertir todo el suelo en urbanizable, lo que puso en circulacin una gran cantidad de suelo. Esto revitaliz al sector de la construccin que, al acumular aos de ganancias, se convirti en un imn para la inversin, en especial despus de marzo de 2000 en el que la burbuja tecnolgica fall. As, con suelo libre y expectativas de beneficio altas, se desat la venta de centenares de miles de pisos incluso antes de ser construidos, cuyo valor no paraba de aumentar. Todo pareca ir bien, excepto para la pobre gente que tena que endeudarse de por vida para acceder a una vivienda. Sin embargo, la construccin de viviendas requiere de materias primas, suelo, ladrillos, cemento y una gran industria del transporte. Tanto el ladrillo como el cemento subieron de precio. An as, no lo hicieron de la manera espectacular que lo hizo el suelo, cuyo valor en 2006 supona en ciertas zonas el 55% del precio de la vivienda, cuando 10 aos antes no superaba el 10%. Poreste motivo, la ganancia unitaria por vivienda se redujo a pesar del aumento de precio.Cada vez que se incrementaba el nmero de viviendas construidas, ms caro era el suelo y menos se ganaba por piso vendido. Tambin, los promotores deban comprar materia prima de cara al futuro. Esta compra devino frentica ante la posibilidad de que otros competidores lo hicieran antes y a precios ms bajos, por lo que tambin tuvieron que endeudarse masivamente. A una burbuja ya hinchada todava se le puso ms presin.Los marxistas hablaban de sobreproduccin, pero nadie les hizo caso. En vano se recordaba la crisis del Japn, con orgenes similares, pues se les ignoraba. Ante una amenaza de prdidas, la bruma especulativa se esfum y dej al descubierto un milln de pisos nuevos imposibles de vender, una industria del automvil sobre-expandida, cuyos stocks se acumulan y miles de hectreas litorales y agrcolas sepultadas bajo el cemento.Nos encontramos en una de las crisis econmicas ms fuertes de la historia y con una de las izquierdas ms dbiles para hacerle frente, por no hablar de la situacin sindical. Articular una respuesta movilizadora y unitaria desde la izquierda alternativa se est convirtiendo en una urgencia.Sin embargo, desde el momento en que la visin econmica que sale en los medios de comunicacin no sirve para entender lo que est sucediendo, todos los que queremos plantar cara a la crisis y sus efectos necesitamos profundizar en las ideas. Crisis y capitalismo, como se muestra en el folleto, van unidos. Es por esto que complementamos el texto principal con tres apndices.El primero trata la relacin entre la crisis econmica y la crisis ecolgica. El segundo debate, desde una perspectiva revolucionaria, el decrecimiento, una de las propuestas que ms vigor est teniendo para presentarse como alternativa a este sistema. En el ltimo, se entra especficamente en la cuestin clave para entender la dinmica de subidas y bajadas del capitalismo: la tasa de beneficios.La crisis econmica est acarreando, asimismo, una crisis ideolgica (de las ideas neoliberales y pro capitalistas). Cada vez ms gente empieza a buscar alternativas a un sistema en crisis. Esperamos que este folleto ayude a dar algunas respuestas.En lucha, abril de 2009

1.El fracaso del libre mercadoLunes negro, martes terrible, mircoles infame. As describa un popular peridico los acontecimientos de la tercera semana de septiembre de 2008. En todas las partes del mundo, la gente observaba, perpleja y asustada, cmo intentaban mantenerse a flote en una cinaga de deudas las grandes corporaciones financieras, los beneficios colosales y las enormes bonificaciones que han caracterizado las ltimas tres dcadas. Muchos espectadores no podan evitar rerse entre dientes ante la escena de esos yuppies vestidos con trajes caros despidindose de sus mega-salarios cuando salan de sus oficinas en los rascacielos de la ciudad, llevando consigo una caja de cartn con sus pertenencias. Pero acompaando a la risita haba una profunda ansiedad. El sistema en el que vivimos y trabajamos se encontraba inmerso en una crisis profunda, y decenas de miles de personas con trabajos convencionales y niveles de vida modestos empezaron a preocuparse por si acabaran pagando ellos. Ese miedo se acentu en la semana siguiente, cuando uno de los hombres ms ricos de Amrica avis de un Pearl Harbor econmico y George W. Bush hizo una emisin televisiva especial advirtiendo de que toda nuestra economa est en peligro.Algunos ya han pagado un alto precio. Un millar de personas al da se sumaban a las colas de los centros de empleo en agosto. Unos 85.000 veraneantes llegaron a los aeropuertos para encontrarse con que los vuelos que haban pagado ya no existan, y que la polica estaba preparada para disuadirles si trataban de tomarlos. Dos millones de americanos han perdido sus hogares durante el ltimo ao. Nadie sabe qu suceder a continuacin, y mucho menos los polticos, los banqueros y los empresarios, ellos que nos aseguran que son los ms indicados para dirigir la sociedad en beneficio nuestro.Detrs de la crisis hay una palabra que han, virtualmente, excluido en la buena sociedad desde hace casi tres dcadas: capitalismo. En vez de usar esa palabra, nos han vendido ese discurso sobre el empresariado y los creadores de riqueza que deberamos escuchar impresionados, permitindoles dirigir el Banco de Inglaterra con independencia de los gobiernos electos, tomar las escuelas como academias urbanas, reorganizar los fondos de la sanidad y los hospitales-fundacin; suplicndoles que patrocinen equipos de ftbol y orquestras sinfnicas, contando con ellos para que financien un partido poltico que antes deca desafiar su influencia. Ahora, la cruda realidad detrs de los eufemismos se ha desvelado de repente. Es la realidad de un sistema basado en la competicin por ver quin es ms avaricioso, y sus personajes estrella son los ms adaptados para hacer dinero a expensas de todos los dems, a sabiendas de que, si las cosas van mal, ellos tendrn el respaldo de los polticos, que, al mismo tiempo que declaran su apoyo a la libre empresa, les proporcionarn gigantescas donaciones estatales mientras recurren a medidas drsticas con nuestras pensiones y con los beneficios de desempleo para el resto de nosotros.Esto hizo el gobierno norteamericano el 7 de septiembre cuando tom el control de los dos gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, gastndose varios miles de millones de dlares en lo que era, segn el economista de Nueva York y antes consejero de gobierno Nouriel Roubini, la mayor nacionalizacin conocida por la humanidad. Es lo que hizo de nuevo el gobierno de Estados Unidos nueve das despus cuando tom el control de AIG, la que hasta hace poco era la mayor compaa aseguradora del mundo. Es lo que hizo el gobierno britnico hace nueve meses cuando nacionaliz la que antes era la sociedad constructora Bradford & Bingley. Y es lo que hizo el gobierno espaol, cuando el Banco de Espaa decidi en marzo de 2009 intervenir Caja Castilla-La Mancha, sustituyendo a su consejo de administracin y aprobando un aval, por parte del Estado, de 9.000 millones de euros.Esas medidas son la mayor refutacin concebible del lenguaje de libre mercado neoliberal que todos esos polticos y comentaristas nos vienen imponiendo. Los acontecimientos les han forzado a renegar de todo aquello que han afirmado durante dcadas, rompiendo drsticamente, y casi de la noche a la maana, con la ideologa que han estado predicando a los trabajadores y a los pases pobres.Por qu? No para proteger a aquellos que estn perdiendo sus empleos, sus casas o han visto sus vacaciones echadas a perder o sus pensiones en riesgo. Northern Rock, desde la toma de control estatal, est a la cabeza del grupo de compaas hipotecarias que estn echando a la gente de sus hogares a travs de rdenes de recuperacin (echaron a diez familias de sus hogares cada da durante el mes de agosto). A quien se ha protegido es al sistema financiero que ha producido la crisis, un sistema basado en fondos de cobertura multimillonarios, bancos y fondos de inversin, que asuma que nadie se atrevera a rechazar su avaricia infinita. El gobierno estadounidense permiti que uno de los bancos de inversin ms prestigiosos, Lehman Brothers, entrara en quiebra el 14 de septiembre. Pero el comportamiento salvaje que este hecho supuso por parte de fondos de cobertura, bancos y fondos de inversin, le forzaron a un rpido giro de ciento ochenta grados y a soltar muchos ms miles de millones durante los das 15, 16 y 17 de septiembre. La administracin norteamericana de ms extrema derecha de los ltimos tres cuartos de siglo empez las nacionalizaciones a una escala sin precedentes para proteger a los ricos, socializando las prdidas despus de treinta aos de privatizar las ganancias. No es de extraar, pues, que el economista pro-capitalista Willem Buiter describa lo ocurrido como el fin del capitalismo americano tal y como lo conocemos.La pregunta clave es qu va a reemplazarlo. Manteneos firmes, resistid, ha sido el eterno consejo que los defensores del capitalismo han dado a los que sufren cuando las compaas hacen reducciones de plantilla. Es la excusa para hacer que la gente compita por sus propios puestos de trabajo, para que los desempleados sean humillados en las agencias de empleo, para que las madres solteras y los minusvlidos sean examinados para ver si cumplen las condiciones necesarias para recibir ayudas, para decirles a todos aquellos que no han tenido nunca un trabajo bien remunerado que tendrn que ahorrar si quieren tener derecho a una pensin, para que los estudiantes tengan que trabajar para mantenerse mientras se forman y paguen enormes sumas en tasas cuando terminan.No hay alternativa era el eslogan de Margaret Thatcher, retomado por Tony Blair y Gordon Brown al tiempo que invitaban a la primera a Downing Street. Y lo peor de todo aquello concebible sera que el estado tomara el control. Eso destruira la competitividad, apagara la iniciativa y frustrara las aspiraciones. Ahora alaban al estado por intervenir y tomar el control, pero slo mientras lo haga para proteger a aquellos que han jugado en los mercados financieros y han estado viviendo en niveles de lujo estratosfricos de riqueza, una riqueza creada por otros, mientras ellos no creaban nada excepto unas deudas enormes.

2.Qu ha causado la crisis?Hay una explicacin sencilla para la causa de la crisis: la avaricia de aquellos con dinero que queran hacer ms dinero. sta no es la razn dada por aquellos de nosotros que siempre nos hemos opuesto al capitalismo, tambin lo explican as algunos de sus ms fervientes defensores. El antes economista principal del Fondo Monetario Internacional, Raghuram Rajan, culpa los inmensos pluses que los banqueros reciben. Martin Wolf, el columnista jefe del Financial Times de la propia City, echa la culpa a la irresponsabilidad de los banqueros. Para el ministro de Economa, Pedro Solbes, el problema que provoc la intervencin del gobierno espaol en Caja Castilla-La Mancha fue que la caja fall en la evaluacin de riesgos.El papel destructivo del negocio financiero ha sido simple. En su persecucin de los beneficios ha rastreado el planeta en busca de oportunidades de prestar dinero para cosechar enormes cantidades en el pago de intereses, llevando a cabo especulacin y ganando grandes sumas derivadas de supervisar absorciones y privatizaciones. En los aos setenta y ochenta, este fenmeno se ha concentrado en los pases pobres: se les prestaba tanto y a tasas de inters tan elevadas, que dichos pases, para hacer los pagos, se vean forzados a pedir nuevos prstamos con tasas de inters an mayores. Cuando estos pases empezaron a tener problemas, los Estados Unidos, el gobierno britnico y los gobiernos de la Unin Europea les enviaron al FMI para que les hiciera acatar su voluntad, forzndoles a abrir sus mercados a las gigantescas compaas occidentales, de manera que les vendan su industria; a privatizar su sistema sanitario y a forzar a los padres ms pobres a pagar por la educacin de sus hijos. Pero haba lmites en la capacidad respecto a cunto se podan exprimir estos pases, precisamente por ser tan pobres.Cada vez ms, el sistema financiero ha centrado su atencin en los pases