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JUNIO DE 1919

CONTENIDO

EN LA ANTESALA Pág.

3LOS GRANDES ASUNTOS DEL DIA.

(Notas del Director) "

4

EL MENSAJE DE CUASIMODO .

Julio R. Barcos.—(De R .)

NUESTROS PROFESORES DE IDEA-

LISMO EN AMERICA "28

FIGURAS DEL PROSCENIO.

De Valera—Sonnino—Radek—(De R .) .

34

NOTAS PANAMEÑAS, por J . D. Mosj

EL ASPECTO SOCIAL DE LA CO

EDUCACION, por J . B . Duncan

55

EVOLUCION CIVICA E INTELEC-

TUAL DE CHILE, por Octavio

Méndez Pereira "

61

DOCTRINAS MAXIMALISTAS, por

Eusebio A . Morales "

64

SECCION DE ARTE Y LETRAS .—Con-

tenido : una crítica de "Los cuatro

AQUILATACIONES .—La leyenda bena:

ventina, por Nemesio Canales . . . .

"

77

NOTICIAS DEL MUNDO CIENTIFI_

CO.—(De Red .) 83

ACTUAC1ON DE LA MUJER MODER-

NA "

87

LA VOZ DE LOS GRANDES PENSA

DORES.

TODOS DEBEMOS TRABAJAR PARA

PAGAR por George Bernard Shaw "

93

PORTENTOS POLITICOS EN INGLA-

TERRA 96

VENDIMIA POÉTICA 99

GUIJAS Y GUIÑOS " 103

ginetes del apocalipsis", por Frank

Harris:—"Los dramaturgos espa-

ñoles en los Estados Unidos" .—

"Aspectos nuevos e

interesantísimos de la vida deWalt Whitman

"—y otras notas literarias . . .

69

RETRASO .—Se ha . retrasado algo la composición de este primer número . Ya supondrá el lector lo que le vamosa decir en disculpa de la. enojosa demora, pues sabido es que echar un primer número a la calle requiereuna labor de índole tan imprevista, en multitud de detalles que van surgiendo a medida que se avanza, que nohay poder humano que evite retrasos. Sólo sí creemos que bien podemos afirmar que, una vez abie r to elcamino y tendidos los rieles, CUASIMODO saldrá de ahora en adelante con regularidadcronométrica

Naturalmente que algunos trabajos ya han perdido algo de su actualidad, pero por esta vez nos ampara-mos en la benevolencia del público, prometiéndole solamente que en números sucesivos le resarciremos concreces de esta y otras deficiencias .

ERRATAS

A más de otras de menos bulto, advertimos al lector de las siguientes:

En la página 28, en el subtítulo del artículo " Nuestros Profesores de Idealismo", donde dice " índole-española" debe decir " indo-española" . En la página 34, al comienzo del párrafo 30 . hay una frase sin sentido que aparece asíen el original : "Aunque todo lo que se relaciona con la carrera y el nombre de De Valera está envuelto todavía

en el misterio, se cree que su padre era un refugiado de España" . . . . (etcétera) . Y en la página 91, 2a. COL, líneag, donde dice " las monjas de los religiosa", etcétera, debe leerse : " las monjas de los distintos conventos de Berlín,acudiendo en sus hábitos " . . ., etcétera .

NUESTROS GRABADOS

Dificultades imprevistas de última hora relacionadas con el personal de nuestro taller de fo-tograbado, nos obligaban a optar entre dos partidos desagradables : o renunciábamos por esta vez ala ilustración gráfica anunciada en nuestro programa, o afrontábamos una demora de quince o vein-te días más, que es el tiempo calculado para suplir las indicadas deficiencias del taller.

El deseo de evitar el envejecimiento de nuestra información y la gran impaciencia de comu-nicación con el público que nos aqueja, nos indujeron a opta' por lo primero . Y aquí estamos,solicitando del público la benevolencia a que tiene derecho toda empresa que comienza, y prometiendo solemnemente que del segundo número en adelante CUASIMODO.se presentará invaria-blemente con la más jugosa selección de caricaturas y grabados que le sea posible adquirir .

No, 1

CUA SIMODOMAGAZINE INTERAMERICANO

PANAMA, R . DE P., JUNIO DE 1919 VoL. I

En la antesalaEVANTAMOS la tribuna de este ma-

j gazine en el centro mismo de nues-tro continente, porque nos confesa-

mos inflamados de la ambición de hablar,no con este o aquel pueblo, sino con todoslos pueblos hispano-americanos . Feliz-mente, representamos los aquí agrupa-dos para escribir y difundir CUASIMODO

un verdadero mosaico de nacionalida-des suramericanas. Un argentino (Barcos),un colombiano (Moscote), un panameño(López), un puertorriqueño (Canales) . Que-da, pues, forzosamente eliminado de entrenosotros todo miasma de provincialismo, de

patrioterismo quisquilloso y ramplón . Y aun-que no queremos incurrir en la manoseadavulgaridad de los programas rimbombantes,allá va algo, algo nada más, de lo mucho quenos proponemos hacer.

En primer lugar, no seremos olimpistasal estilo de esas doctas revistas mensuales(casi diríamos sepulcrales) que andan poresos mundos, encaramadas tan en lo alto delos picachos del pensamiento, que nunca sedejan alcanzar por quien no sea un verda-dero atleta de la paciencia y de la curiosi-dad intelectual.

Pero tampoco seremos simples cultivadoresde esa amenidad barata, de salón, a lo "Viu-da Alegre ", de ese croniqueo lentejuelesco ybanal de nuestra prensa dominguera, limpiade toda arruga de honda preocupación, detodo latido de solidaridad con el jadear hu -mano.

No ; ni lo uno, ni lo otro ; ni tan cejijuntosque espantemos, ni tan risueños y

mariposantas que aburramos. Es más, sin miedode parecer petulantes, afirmamos que vamosa servirle un plato muevo a la América.

Nuevo de forma y nuevo de fondo . De for-ma, porque nos proponemos darle tres pata-das a todo lo que huela a dogmatismos y ti -quis miquis gramaticales y a currataquerías

de estilo. No en balde nos hemos bautizadoCUASIMODO. Para significar—entre otrascosas que irán saliendo luego—nuestra pro-testa, nuestra violenta reacción de empalagofrente a ese ideal de belleza , convencional,correcta, relamida, a flor de piel, que persi-guen los cultivadores de la literatura deco-rativa, tan abundante en nuestro mundo dehabla española.

—¡Qué quiere usted decirme, decirle a misensibilidad o a mi pensamiento, señor mío,con ese cuadro, o esa música, o ese artículo?

—Yo? nada. Me propuse solamente re-crearle los oídos (o los ojos) y de paso lu-cirme.

—Si? Conque sólo eso, sólo halagarme enmi animalidad, en mis sensaciones, comoquien le rasca la barriga a un cerdo? ¡ Ah,marica!

—Por odio, pues, a la insipidez y esterili -dad de esa belleza meticulosa y andrógina detocador que viene envenenando la Américadesde hace tantos años, es que proclamamosa CUASIMODO y buscamos en su fealdadcomo un refugio contra la gallardía horterily la cursi hondura de los modelos clásicos

que nos legaron los Fidias y los Praxiteles.El mundo no es buen mozo, el mundo es, alcontrario, de horrenda fealdad y toda manonecia que tienda a interpretarle como unconjunto plácido do líneas escultóricas de-biéramos cortarla . Guerra, pues, a la hermo-sura hueca de la caterva apolínea . Guerra almerengue estético de la tradición griega, yNi no podemos conquistar la magia, el encan-to, la gran fascinación que nace del resplan-dor de eternidad que hay en todo intensoquerer y pensar, quedémonos sin estética y'seamos feos, desentonada y estrepitosamen-te feos, Pon le angustiosa deformidad deCUASTMODO. reveladora de la trepidaciónvolcánica de un ideal que reclama expresión.

Y de fondo. de fondo también seremos co-ca nueva porque vamos a 'tratar de algo que

4 4 'CUASIMODO», MAGAZINE INTERAMERICANO

no entra jamás en el plano mental de nues-tras revistas, o sea, de la realidad de todoslos días en su aspecto más interesante . ¿ Quépuede haber, dentro de la realidad de hoy,más universalmente interesante que la polí -tica, esa política de la que jamás tratan detenidamente las más de nuestras revistas ymagazines? Pues ella ha de ser una de nues-tras más fuertes preocupaciones . No sólo nosproponemos suministrar a nuestro públicoinformación cabal, aunque sintética, daaquella parte de la política que no llegue enros cables de los diarios, sino que, además,nos esforzaremos en sacudir el letargoespiritual de nuestros hermanos de América conla recia propaganda de las nuevas ideas.Nobasta repetir, como hace nuestro periodismo,la cantaleta de que el mundo ha cambiado otiene que cambiar, sino que es necesario con-cretar, poner el dedo en la llaga. a cauteri-zar, en el principio, rutina o actitud mentalque debe fenecer . Y esto es lo que, con todamodestia, nos proponemos intentar.

Demás está aclarar que al decir política . nonos referimos al clásico menudeo venteril yratonero de quítese a Juan conservadorpara poner a Juan Liberaloide, que nos gaste-mos aún en nuestras oligarquías de por acáde América, sino a los grandes choques deintereses e ideas en que se manifiesta lo másculminante del drama, social contemporáneo.De ese drama que se desarrolla en Europa yEstados Unidos, y en el seno del cual se de-

baten cuestiones que afectan, no a un gruponi a una clase, sino a todo lo que es dolor.inquietud o anhelo en la mujer y el niño y elhombre de hoy, no nos queremos perder niun solo episodio, ni un solo momento . Porqueaspiramos a cogerlo, a agarrarlo, a fijarloin

continenti en nuestro CUASIMODO paraponerlo ante los ojos de nuestra juventud, coafiados en que, ante el cuadro alucinante dela realidad actual en lo que tiene de más di-námico, se le caerá do las manos para siem -pre el tomo elefantiásico de historia flatu-lenta, o de poesía blandengueniente triste oasnalmente lúbrica, que es todavía el casiexclusivo alimento de nuestro tedio secular.

Nos quejamos de que nuestro público nolee. ¿,Pero cómo va a leer periodista de Diossi usted no le sirve más que insípidas floranras de estilo, o heladas, acatarrantes diserta-ciones de academia o de laboratorio? Sírva-le usted vida ; sírvale usted, caliente yhumeante, el" zumo de realidad trascendenteque palpita en los grandes sucesos humanose! que devoran hoy con tanta . avidez los p5Micos de Inglaterra, Norte América, Fran-cia, Rusia y otros pueblos de un nivel mental no tan superior al nuestro, y ya verá us -ted cómo se lo traga todo y pide más.

Pero . . .basta ya de programa . Obrasson amores, que no buenas razones . Los epígrafes de nuestras secciones fijas son lamejor sinopsis de nuestras tendencias y propó-sitos .

EL DIRECTOR.

Los grandes asuntos del día(NOTAS DEL DIRECTOR)

La política

CREO sinceramente que hoy no existe

nada en el mundo que revista, paratodo clase de personas, el interés de

la política . Antiguamente decir políticaera casi siempre como decir ocupación, odeporte, o merodeo, de los políticos profe-sionales de quita y pon. Pero hoy decirpolítica es decir marejada o torbellino so-cial, donde nos vemos envueltos, bien ennuestras personas, bien en nuestras ideaso intereses . Antes, no hace mucho, todoel que no quería ser rebaño, todo el queaspiraba a vivir vida independiente y fe-cunda, ya en el mundo de los negocios,ya en el mundo del pensamiento, se pro-curaba mantener alejado de todo contac-

tu o roce con los bandos organizados quoen cada país se disputan la dirección deese conjunto de mezquindades y rutinas(cobro de contribuciones, gestiones diplo-máticas, caminos, escuelas, parlamentos o

charlamentos, etc .) que se designaba, con elpomposo nombre de " cosa pública " . Perohoy, ni el comerciante, por su comercio, ni elpensador, por sus ideas, ni el padre de fa-milia, por sus hijos, ni el rico, ni el pobre,ni el grande, ni el chico, pueden hacerse ami lado y cruzarse de brazos en desdeñosoademan de neutralidad . Porque ya hemosvisto cómo, en el transcurso de unos pocosaños, la . vida en sociedad se nos ha ido com

LOS GRANDES ASUNTOS DEL DIA

5

plicando de tal modo, que no hay proble-ma político, por insignificante que sea, queno envuelva un problema social, y no haya su vez ningún problema social grande ochiquito que no nos alcance a todos por al -gún lado. Una de dos : o se pone uno fuerade la sociedad—y yo no veo otro recurso deponerse fuera que el suicidio—o se quedauno dentro, como estamos todos, y en estecaso no hay neutralidad posible cuando sedebaten junto a nosotros cuestiones que seelevan desde la comida que comemos hastala ropa y la mora y los gustos y las ideasque gastamos.

De ahí que no propongamos cultivarcan predilección en este periódico unasección—ésta--destinada a informar a nuestropúblico de los asuntos políticos más salien-tes del momento actual . Pero téngase encuenta que no son noticias de sucesos, dehechos políticos acaecidos aquí o allá, lasque vamos a dar . Para ese viaje no se nece-sitan aforjas„ que eso ya lo hace, en grande o en pequeño, el cable de la prensa. diada de todas partes . Lo que nosesforzarémos en hacer es, precisamente, llenar elhueco que deja el cable ; poner ante ellector no una reseña o catálogo desucesossino una síntesis, una visión deconjunto,del momento político en cada . país.

Laboratorios políticos

Pero es clara que al decir cada país, merefiero sólo a los cuatro o cinco grandepaíses que hoy día. pueden considerarsecomo laboratorios, como viveros de lasinstituciones y normas que aspiran a arraigaren el mundo actual . Inglaterra,FranciaRusia, Estados Unidos . . a qué perderel tiempo enumerándo l os, si es tan palma-ria, tan de dominio público, la localizaciónen media docena (le pueblos privi egiadosque todo el mundo conoce, de la función direetriz de la máquina social?

La situación europea en general .

Ha termi-nado la guerra?

Pensaba el mundo que acabada la granguerra de trincheras en todos los frentes seiba a entrar seguidamente en las deliciasde una paz octaviana Pero ya hemos vis-to cuán profundamente se equivocaba elmundo. Seguimos y seguiremos en guerraY es que no era ésta sino aparentementeuna guerra de naciones . Era más ; era unaguerra de ideas, de instituciones, casi po-dríamos decir de filosofías . La guer ra enlos campos de Francia que acaba de pasarera el sangriento choque de la concepción

militarista del Inundo, representada porAlemania, contra la concepción, más sua-ve, más moderna, de la Democracia Políti -ca, representada por la Entente . Venció encl choque la Democracia Política ; y todohabría acabado con esta gran victoria, s ino fuera porque ya estaba en la arena otroprincipio, otra concepción más avanzadaaún disputándole el campo a. la anterior.Esta es la Democracia Social.

Los que mandan en Lenine y Trotzky

De la misma manera que esta Democra-cia Política que se batió tan bizarramenteen Francia no era en realidad otra cosa queuna, adaptación del mundo a un estado deconciencia. preparado por los filósofos y-poetas del tiempo de losenciclopedistas(Voltaire, Rousseau, Diderot etc.), la nue-va Democracia Social que hoy le sale al pa-so a la anterior no es cosa nueva, comocreen los cándidos, sino también un estadode conciencia que se viene, lenta y labo-riosamente, preparando de mucho antes enobras tan conocidas, tan clásicas, como esde Tolstoy, Whitman, Tehecov, Zola, IbsenSudderman, Emerson, Shaw etc . Y eso que

no cito sino a los a r tistas, dejándome en eltintero a. los que han hecho propagandadirecta en contra del viejo orden social . Nohay, pues, que abrir la boca y quedarsepasmados de asombro ante las siluetas hir-sutas de Lenine y Trotzky , porque esto esenseñar demasiado la oreja de la

ignorancia. Lenine y Trotzky no han inventadonada. E' manjar que nos sirven será bue-no o será malo, pero no es obra de ellos . Elplato estala ya, desde. hacía muchos añoscompletamente preparado, precisamentepor estos mismos hombres que tenemos, oalardeamos de tener, en nuestras bibliotecas . Si hay, pues, que acusar, si hay que ba

jar de perfidia y do disolución y (le cri-men, si hay, en una palabra, que quemar aalguien, quememos a los verdaderos re

sponsables, quememos a esos conocidísimos.autores que han insuflado en el espíritudelhombre la noción nueva de una demacracia integral . No hay pedante por ahí queno haya, declamado en prosa o verso su ad

miración del genio de un Tolstoy, de unEmerson o un Ibsen. Ahora mismo, en losEstados Unidos, se le prepara en acade-mias y universidades un magno aniversa-rio a Walt Whitman . Y yo pregunto : lasideas de estos. genios acerca de la propie-dad, del amor, de las relaciones humanas engeneral, ¿eran menos radicales que las quehan inspirado a los Lenine y los Trotzky deRusia.? ¿Hay ley alguna de las puestas en

«CUASIMODO», MAGAZINE INTERAMERICANO

vigor últimamente por las famosas «Soviet»can relación a la . mujer, al matrimonio, alamor. que se pueda comparar en punto elradicalisimo, a audacia, innovadora, con lamás suave máxima del evangelio amorosode Whitman?

¿De modo, que si hemos de ser lógicos notenemos más remedio que revolvernosiracundos contra nuestras mismas bibliote-cas y no dejar libro de estos hombres—desde Montaigne y Ileine hasta los Briewy los Anato e France de nuestros días—que no reduzcamos a pavesas como ya hi-cieron con otros libros el cura y el barbe'ro de Cervantes.

¿Qué sería del mundo a estas horas sin Wil-son?

Si hay sucesos providenciales en el cursode los tiempos, ninguno tan grande y tanafortunado como el advenimiento a la po-lítica europea de este sencillo y amable pro-fesor de Princeton. Si este modestohombre de estudio no corre a encender su lám-para en la densa oscuridad de los parla-mentos y concilios europeos ¿qué hubierasido de los destinos del mundo, manejadosexclusivamente, en esta hora trágica, porlos reverendos señorones que ante las reaEdades nuevas y apremiantes creyeron muyde ' caso el infantil recurso (le 'taparse lacara, dejándose en cambio al descubiertolas uñas y los dientes afilados ante el tro -zo de carnaza de botín a repartir ? ¿ Deque

le hubiera, valido a la humanidad el derrumbamiento del militarismo a emán, sisobre sus ruinas los rancios estadistas ya

preparaban, no bien firmado elarmisticio, a echar los cimientos de otra paz arm-

ada, in cubadora de otro voraz militarismo más formidable que el anteriór? Af

ortunadamente apareció Wilson—cuyo viajea Europa, atropellando censuras y

precedentes (¿(¿cuánto durará todavía este idiot-'ce lo de los precedentes?), constituye a mijuicio un acontecimiento tan fausto como

él de la victoria misma—y, gracias a suprovidencial. intervención, se oyó enlasconferencia algo que no fuese e' innoblerechinar de dientes de las codicias y de losodios primitivos con que unos cuantoshombres de la edad de piedra se preparaban aarreglar el mundo.

La fórmula de Wilson para una paz perpeina será buena o será deficiente . La Ligade Naciones será o no será echada a perderen las encrucijadas de las conferencias, pe-ro así salga coja, tuerta y jorobada, bastatener en cuenta el momento en que surge y

la masa de humanidad que la aclama. confervor en todas partes, para tenerla. conla más brillante de las conquistas pacífi-cas modernas.

Porque, sin echarla de maestro enalquimas históricas, creo que se ha comprobadohasta la saciedad que no son los documen-tos, la letra de los pactos, o que en

definitva se impone. Es la actitud mental de loshombres, es el latido fuerte y sostenido dela célula social por esto o por aquello loque hace y deshace cuando la horallega. Yya la masa anónima que antes estaba au-sente de las altas zonas de la política dondese generaba el nubarrón guerrero, ha em-pezado a enterarse y a dar señal de vidaen la resolución de sus propios destinos.Yhasta con que, gracias a Wilson, quede ensu liga lo suficiente para hacer del

sombrío conciliábulo antiguola.clara y resonante asamblea moderna, para que podames esperar el total desprestigio deaquellas guerras bárbaras de rapiña comercialque daban al inundo periódicamente tantascruces en 'os cementerios . .y también en elpecho arrogante de nuestros retratos de fa-milia.

Las tajadas territoriales

No hay nación grande ni chiquita hoyque, a pesar del terrible escarmiento delaguerra, nacida precisamente de lasambiciones territoriales, no esté suspirandoy porfiando por una tajada grande o

chiquita del territorio de otra nación. Después dehaber condenado en todos los términos elsueño alemán de ensanchar sus dominios ecosta de otros pueblos, nos disponemos bonitamente todos, japoneses, australianosbelgas, franceses, italianos, etc ., a cometerel mismísimo feo pecado que no ha-ce media hora ros enardeció y noscoaligó contra Alemania .. Este apetito de tajadas es el estorbo principal, si no elúnico,que han tenido Wilson y los suyos para alcoronamiento de la idea grandiosa del Pac-to de la Paz Perpetua . Ante tal espectáculoparecería que fuéramos los pobrecitoshombres de una imbecilidad o vesania incura -ble, si no fuera porque existe una razónque lo pone todo en claro . Esta razón no esotra que la del comercialismo que le sirvede base 'a nuestra sociedad actual. ¿Qué eslo que alega Bélgica contra Holanda Italiacontra Jugo-Slavia, Polonia contra Aloma-ida, cte.? Una razón de índole puramentecomercial . " Yo necesito "—dicen—"esta. ola otra tajada, porque sin ella no se puede

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desarrollar mi comercio " . ¿Lo veis? Pormás vueltas que se le dé al asunto y pormás eufemismos barnizantes que emplee-mos, siempre venimos a parar a lo mismoa la eterna y universal razón del comercio.Se presta el caso a improvisar toda una cadona de lindos silogismos . Decir comercioes como decir necesidad de vender . Decirvender es como decir necesidadimpresindibe

de considerar el mundo—en todo o enparte—como un probable mercado par:nuestros artículos. Decir esto es como deoir necesidad de expansión territorial.

Quien dice expansión territorial dice dis -putas, choques inevitables con nac i ones rivales empujadas por la misma necesidaddeexpansión. Quien dice esto dice cabildeos }embrollos diplomáticos . Donde hay cub i l&os y embrollos diplomáticos hay tarde otemprano que venir a las manos . Quien dice probabilidad de venir a las manos diecompetencia de armamentos . Y quien diceesto último, dice .el demonio, la barbarieorganizada y galoneada y dispuesta paravolver a ensangrentar el mundo a la menorocasión. Y como hoy día toda la, vieja es

tructura social de las naciones tiene por cimiento, y por esencia, y por alma, el en

comercio. a tal punto que privar a . unhombrede que venda su propiedad o su trabajo ecomo prohibirle que viva,' y como lo que esverdad de cada hombre es más verdad toda-vía, de cada . nación, dicho se está que, una declos : o nos quedamos con comercio y sin paz,como hasta ahora, o nos quedamos sin comercio y con paz . Pero como no hay ciego queno vea claro que el comercio es el cimien -toy el alma de la. actual estrucl:ura. sociales evidente que . . .otra vez una do doso nos quedamos con 'a. actual estructura so -cial . fuente del comercio, y conservamos susecreción natural quo es la guerra, o nosresolvemos en serio y una vez por todasarrancarle su cimieppto secular a la actualestructura social . Ahora lo único que faltaes preguntarnos : ¿qué es preferible, seguirviviendo como hasta ahora bajo la perenneamenaza de los gases asfixiantes y demássalvajadas de la guerra, o resolvernos to-dos a sudar el quilo en la reforma. total--(tiene que ser total, porque ya hemos vis-to que el mal está en la misma raia) --de laestructura social? De In contestación sin-cera o no--que a uno le inspire su visión,laja o alta, del problema del vivir moderno, depende hoy e~' que uno tome sitio aluno de los dos bandos que discuten en elInundo la única cuestión, la cuestión rná,x ima, la cuestión de las cuestimies, que, hoydivide a los hombres .

Interiodidades de la política in-glesa.--El nuevo Parlameñtoinglés.

Creo que no es posible hoy aspirar va darse emula ele la, mareha de los aconteci-mientos que ocupan la atención púbica sinn.somnarse un poco a las interioridades de lapolítica . inglesa. Fuera de nimia, ningunaotra nación tiene plaul.eados actualmentelos problemas sociales y políticos que sdebaten en Inglaterra.. Si ha de haber nue -vas instituciones encargadas de darle ex-presión y desliare] o al nuevo espíritu desolidaridad social ,surgido de la güera; losdos grandes países elaboradores de estasi.ns-tiluciones no son otros hoy que Rusia e In-glaterra, cada cual con nervio y modalidaddistintos.

Después de mucho lomear en los órgano(más autorizados los informes más cmnplelos sobre la actual situación de 'os partidos ingleses, considero un hallazgo feliz elt r abajo que, con el título mismo con que en.cebezaumm esta nota, publica Sidney Webb,escritor inglés de fama legítima ., en un ma -gazine de Londres . De este trabajo extrae-ré los datos indispensables para que o' leetor, sin perder mucho tiempo, pueda for-mar juicio acerca de cómo están lisa cosasen Inglaterra.

Las últimas elecciones

Empieza. Wchb por asegurar que ' aselecciones generales celebradas en Inglate -rra después de la guerra constituyen lasm us sensacionales en la historia de la na-ción . Lo primero que hay que tener encuenta para explicarse lo ocurrido en es -

tas elecciones es el hecho do que, por vir-hud del colapso alemán tan inesperado ydramático, lo que iba a ser simplementeusas elecciones angustiosas de tiempos deguerra, se convirtió en unas elecciones go-zosas y triunfales de tiempos de paz . Firma-

do el armisticio el 11 de Noviembre, la tíe.-

tica.de Lloyd George, en lugar de prorrogarla fecha de las elecciones, para dar ar-4 ticmpo a que los soldados y demás hombres delas fuerzas de mar y tierra, pud i esen previa--liarse para votar a conciencia, con conoei-n:ieuto pleno de las nuevas eireunstanciascreadas por la paz, precipitó la campañaeleel .oral de manera. que las el ecciones tu-

vieron lugar en Diciembre 14 . l: :ato lo hizo

T,loyd George, según nos dice Wehh, con elfin de aprovecharse del inmenso prestigioalpe le daba el hecho del término de ' as has .

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tilidades. Y no conforme con esto, el astutopolítico puso en práctica una, maniobra deuna audacia y novedad estupendas. Estamaniobra consistió en lograr una coaliciónde todos los partidos que hiciera segura lavictoria .

"¿Por qué la coalición de todoslos partidos políticos (habla Webb),que había traído la guerra a térmi-no feliz, no había de continuarse pa-ra la gran tarea de la

reconstrucción? Nada más especioso. Nada mástentador tampoco para los miembrosdel parlamento, que veían la ocasiónde conservar sus puestos sin lucha.Se hizo un arreglo con los líderes delpartido Unionista, cuyos términosson aun desconocidos . Un arregloparecido se le propuso a la fraccióndel partido Liberal que había per-manecido fiel a Mr . Asquith . Se lehicieron proposiciones también alpartido Laborista. Aquellos libera-les que se habían unido a la coalicióndurante la guerra estaban ya en elbolsillo del primer ministro . El planera, como se ha sabido después con-seguir que solamente un candidato,cuidadosamente escogido en cadadistrito, se presentara como candi-dato de la Gran Coalición Nacionalen la cual todos los partidos estaríanfundidos, mientras los otros presun-tos candidatos ya designados por losvarios partidos se harían retirar dela arena, persuadiéndoles a retirar-se de un modo o de otro . De estamanera, si el plan hubiese sido ob-servado en todas partes, se daba elextraordinario espectáculo de unaselecciones generales sin contiendaelectoral, en las cuales todos losmiembros quedarían dueños del cam-po sin oposición, o a lo sumo con lainsignificante oposición de algúncandidato terco que se obstinase endarle batal la a la coalición. Losocho millones de mujeres y los cin-co millones de soldados que porprimera vez se preparaban, con elentusiasmo que es de suponer.a votar, sólo tendrían el dere -cho nominal del voto, toda vez queno encontrarían por quien votar fue-ra de la lista (le candidatos de lacoalición . Se hacía a un lado tambiénla dificultad de preparar un progra-ma electoral, pues con cuatro gene-ralidades había bastante no existien-do oposición. El gobierno iba a lasurnas a sacar de ellas el mandato

del país, no solamente para arreglarlos términos de la paz mundial, sinotambién para la reconstrucción so

cial del imperio Británico; pero alos electores que iban a (lar estemandato extraordinario, no se lesdaba a escoger entre programas ri-vales, sino que de hecho se les pri-vaba. de toda oportunidad prácticade votar por ninguna personaqueno fuese aceptada porLloyd George

¿Hubo jamás en la historia delpar parlamento inglés maniobra de unaaudacia semejante? ¿Se ha inventa-do jamás un fraude tangigantescopara burlar la democracia política(le ningún país? „

Nos sigue contando Webb que esteaudacísimo plan dió los resultados previstos . Elpartido Unionista y la mayor parte del partido Liberal seguidamente entraron en elpacto de la coalición, juntamente con mediadocena de disidentes recientemente salidosdel partido Laborista . Este partido se opusoa entrar en la coalición, insistiendo en pre-sentar sus candidatos y sus programas antalos electores en todas partes en que fueraposible, " para que las elecciones general esfuesen una realidad y no una ficción." Laparte del partido Liberal acaudillada porM r . Asquith se resolvió, después de muchasvacilaciones, a hacer lo mismo que el partidoLaborista, pero llegó demasiado tarde a estaresolución y no pudo ni siquiera preparar unbuen programa rival.

" A todos los candidatos de la coa-lición el primer ministro les iba ex-pidiendo un certificado especial, ocupón, recomendándoles a, los elec-tores como patriotas intachables ; ysobre todos los otros candidatos quese presentaban independientementede la coalición, la prensa del gobier -no, cuidadosamente organizada a talefecto , vomitaba a torrentes lasmás virulentas injurias e insinuacio-nes calumniosas que es posible ima-ginar . Todos aquellos que estabanen frente de Mr . Lloyd George eranunos pacifistas, traidores a la patria,derrotistas, que harían una " paz sua-ve con sus amigos alemanes ". Peroen el curso de la campana. empezarona. vena . noticias alarmantes a losoídos del Primer Ministro. Se le in-formaba que los soldados votaríanen masa contra el gobierno. Y laalarma se volvió pánico cuando em-pezó a circular el rumor de que elvoto do las mujeres iba a darle unasorpresa a. la coalición, Esto puso al

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Primer Ministro en tal situación quese fue del seguro, haciendo toda cla -se de insensat sis promesas al electo-rado. Que el Kaiser sería sometido ajuicio y severamente chstigadoi quose obligaría a Alemania a pagar to-dos los gastos de la guerra . Que na-die podía ofrecer al pueb lo inglés laoportunidad de una venganza legí-tima y una indemnización abundan-te sino el gobierno que había ganadola guerra. Especialmente el partidoLaborista era acusado de pacifismo.internacionalismo y bolshevismo . Yasí sucesivamente . Los grit es electo -rales eran todos por el estilo de es-tos : " muera el Kaiser " y " que losHunos paguen." Nunca hubo unaexplosión tan vulgar de demagogiainsincera . Todo esto llegó a conven-cer a las grandes masas de electoresinexpertos de que el honor y la se-guridad nacionales les exigían vo-tar por el candidato del gobierno.Y claro está que no había que espe-rar cuartel, ni para los candidatosde Mr. Asquith, acusados de floje -dad durante a guerra, ni para loslaboristas, tachados de toda clase decrímenes contra la patria.

Lo más sensible de todo fué la de-rrota del leader laborista ArthurHenderson, a . quien el primer minis-tro en persona atacó en numerososdiscursos con toda clase de invecti-vas . Al fin de cuentas la heterogéneacoalición sólo obtuvo a . su vez unpoco más de la mitad de los votosemitidos, que representaban menosde la mitad del electorado total " .

El partido Laborista , sigue diciéndonosWebb, obtuvo una cuarta parte de los votos,los liberales de Asquith una octava y losvarios partidos irlandeses se repartieron laotra octava.

La situación de Lloyd George en el Parla-mento

Pero la mayoría de Mr . Lloyd George enla Cámara Baja. (lionse of tr%ommonsl esveinte veces más grande que su mayoría enlas urnas . De 707 representantes electos, po--aee él una fuerza no menor de 485, 'o quesignifica una mayoría de 263 sobre todas lasdemás fracciones políticas . El partido Laborista lleva a la Cámara Baja 59 diputados,(habiendo obtenido 35 en el Parlamento an-terior) . Este partido será, pues, el que ha derepresentar dentro del Parlamento el parti-

do más fuerte de oposición . Pero, agregaWebb,

" la omnipotencia parlamentaria delnuevo gobierno de Mr. Lloyd Georgesólo durará por muy poco tiempo,en medio de problemas tales como lafalta de empleo de 'os hombres quehan servido en el ejército, el aumen-to necesario de las contribuciones,los graves disturbios industriales, elalto costo de la vida, etc . Y es gene -ralla convicción de que , de un modou otro, el nuevo gobierno ha de caery posiblemente habrán de celebrar-se elecciones generales a más tardardentro de un par de años."

Aquí el escritor inglés hace referencia ala posición espléndida en que al fin y a lapostre las maniobras de Lloyd George handejado al partido Laborista dentro del Par-lamento. El líder de este partido en la Cá-mara Baja será de hecho J . H. Thomas, Se-cretario de la Unión Nacional de empleadosde ferrocarriles . También gozará de granprestigio en la .Cámara el campeón laboris-ta Mr. O'.ynes, quien desempeñó con éxitodurante la guerra el puesto de director deAbastecimientos . Y dice Webb:

"Lo que el partido Laborista ha-rá probablemente en el Parlamentoes bien sencillo : consiste en no obs-truir la acción del gobierno con enmiendas y otras tácticas de oposi-ción, sino tener cuidado de colocarante el país, a cada cuestión nuevaque surja en la Cámara, la proposi -ción alternativa del partido Labo-rista. El programa con el cual estepartido fué a las urnas—problemasreferentes al establecimiento delnuevo orden social—le proporcio-na material para esta presenta-ción perpetua de la política laboris-ta frente a la que han de imponerLloyd George y los suyos . Con unoo dos años de esta comparación delas dos políticas, el partido no podrámenos de ganar de día en día en laestimación pública, provocando lainevitable reacción política que leasegure en el próximo Parlamentola abrumadora mayoría a que tienederecho . "

Pero esto es, segén el articulista, lo queni Mr. Lloyd George, ni el «Times», ni laclase privilegiada en generaL, desean que su-ceda. Se tratará, pues, de engatusar al parti -do Laborista con tentadoras ofertas de quedeponga sus tácticas de partido y éntre conlos otros a ayudar en la gran tarea de "re-

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construcción social ". Ahora que las eleccio- favor, en Diciembre del ano pasado . En coro-nes han pasado, " su deber es unirse a la probación de esto que venimos presentandocoalición y cooperar lealmente con el go- c-mro realización del pronóstico de Webb, hcHorno" .

aquí lo que le dice a su periódico cl corres--"Lo cual, traducido al lenguaje pensad en Londres de " The World ", de New

vulgar, significaría que tres o cua- York:lis o miembros prominentes del parti-do laborista entrarían a ocuparpuestos en las oficinas ministerialesdonde los políticos tradicionalistasprocurarían " que no hicieran ningúndaño ." Tendrían ellos un representanto en el Gabinete, quien sería tra-tado con muchísimas cortesías, perosin ninguna influencia real en el minejo de los asuntos públicos . A todoslos laboristas del Parlamento se lespondría de este modo en condicionesde votar constantemente a favor demedidas del Gobierno enteramenteen desacuerdo con las tendenciaspropias del partido, y no habría rnanera de colocar su política democrá-tica frente a la política rival de1 .leyd George. Y en las próximaselecciones generales nos euconrrariamos tan fuertes como ahora . uartodas estas razones, 1\1r . Lloyd Geerge no ha cesado de proponerlesalianzas y fraternizaciones en el se-no de la coalición a los laboristas.sir parar mientes en que estas azas constituyen una verdadera, necra-ción del constitucionalismo briténi-co y que este mismo Lloyd Georgeno hace quince días fulminaba exco-muniones contra tales manejos " .

Los pronósticos contra Lloyd George se vancumpliendo

Hasta aquí el brillante articulista. Pornuestra parte só ' o tenemos que agregar queios sucesos posteriores ocurridos en el esce-nario de la política inglesa vienen confir-mando los- anteriores augurios . Precisaronte, el día 11 de Abril el gobierno sufrió unaderrota muy significativa en las eleccionesparciales que tuvieron lugar en CentralHui . El candidato del gobierno, Lord E s-tace Percy, fue derrotado en las urnas pa,el candidato del Partido Liberal, el Coman-dante Kenworthy . Los dos argumentos prin-cipales del candidato liberal para su propa-ganda electoral fueron : " No más servicioobligatorio", y "No más medidas mi l itarescontra Rusia" El voto a favor de éste fuéde 8616 contra 7699, pero o notable de laderrota del candidato unionista prohijadopor el Gobierno consiste en que su predece-sor en el sitio vacante del Parlamento habíaobtenido una mayoría de 10 .371 votos en su

"Los líderes laboristas y liberalesdeclaran que Lloyd George conside -ra.r•á nrés significativa la adverten-cia contenida en esta derrota que enel telegrama que 'e dirigieron a Pa-rís ciertos miembros del partidoConservador (Tory) pidiéndole quese mantuviera firme en la demandado una fuerte indemnización da parte de Alemania . Parece que los p_~-riódicos de Northeliffe han adoptado últimamente esta política de in-demnizaciones fuertes, tan en contraste con su actitud de hace algu-nos días, de pronunciada inclinacióna las aspiraciones democráticas . Lvvictoria de ' Comandante Kenworthysignifica un cambio a . favor de loliberales de unos 11 .000 votos y estaos la segunda derrota seria que enscmmi s recientes lleva re •ibfclaLloyd George en elecciones parcia-les. Se alean aquí hoy que lloydGeorge debe ver en esta última se -ñal una sal udable advertencia dequo se aparte a tiempo de la. políti-ea seguida por algunos miembrosprominentes de la coalición, defenseres de un gran ejército para ingla-torra que mantenga en pie la viejaestructura europea tan amada de losbatías ."

Los candidatos presidenciales.Un gran artículo que pone al descubierto las

interioridades de los partidos políticos enlos Estados Unidos

Bajo el títn'o de "Un potpnrri presiden -ri-•1" el fino cronista americano Samuel G.Plythe nos dá en el " Saturday EveningPost " los más jugosos informes acerca de losintríngulis de los partidos demócrata y repu-blicano e . los Estados Unidos.

La Vieja Guardia

Empieza I\Ir . Blythe por referirse al grapade políticos prominentes consagrado comoautoridad dentro de cada . partido . Este gru -po de hombres se designa en la po ' ítica ame-ricana con el nombre de "la Vieja Cual'día ". Y asegura que es imposible enseñarlea la Vieja Guardia ardides nuevos . Oigá-mosle :

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" Todas las circunstancias, desdelas catástrofes hasta la franqueza,han puesto algo (le su parte para en -señarles algo a estos viejos políticos,pero sin ningún resultado . La ViejaGuardia se rinde, pero nunca muere.En este mismo minuto, no obstantelas condicione : actuales, tanto politicas como nacionales, cambiadas detal. modo que no guardan ningunasemejanza con las con di el on e :s anteMores, .aquellos arcaicos yyesosa-

republicanos que se imaginanrigiendo los destinos del partido republicano , estala operando en la mi;ma forma que solían en el año 1893La. guerra no hit hecho ninguna me-Ha en ellos . El nuevo aspe :to do lascosas no les ha dejado ninguna im-presión . Iliarehau hacia, e : 1920 almismo paso de antes. Día. tras día s tles lleva a la casa de fieras paramostrarles el monsIntoso animal. delnuevo orden y día, tras día ellos sa-cuden gravemente su escarchada eaheza y ennleel nr con imponente so-lemmnidad : " Nl o hay tal animal! " L ,patético ele esto queda obscurecidopor su entupirle.%. No ; nadie puedeenseñarle a a Vieja Guardia ardidesnuevos . "

Los demócratas

Después pesa el escritor al otro lado, alpartido demócrata, y nos ileserihe de mamamaestra los terribles apuros por que estáatravesando en estos momentos . Angustiados por la derrota que sufrieron el las últi-mas e cesiones y por los dos años que les es -peran bajo el control legislativo de los repu-blicanos ; incapaces

" de dar un paso en ninguna direcdón mientras no a .veriguen lo quetiene en la . cabeza. un hombre (MrWilson) ; con la guerra y sus con-secuencias aplastándoles bajo su pe-so ; atormentados por las contrihueiotres y necesitados de coger pres .tados cinco o seis mil millones másde la misma gente que ya está alborotada por tantos impuestos y queahora no tiene ni el incentivo de 1 "guerra y del patriotismo excitadopara inducirles a pagar ; dudosos desi echarán por la calle de en medioasumiendo las responsabilidades drun gobierno paternalista, o si sim-plemente se hundirán sólo hasta lastemhlelpneantes rodillas en las re-vueltas aguas del remolino de la

propiedad gubernamental .

.Per-plejos, abatidos, consternados!"

Así describe Mr. Blythe la actual situaciónen Washington , sitio y centro de la políticanacional . 1 ara él, mientras los republicanospadecen de inquietud febril, los demócratasa su vez sufren de flacidez . Los republica-nos están " buscando" un plan político y losdemócratas, en cambio, están "aguardando"un plan político. Los demócratas están ama -rrados, fuerte einexorablemente, a la perso-na de un líder , en tanto que. los republicanosandan buscando un líder que los amarre.Los demócratas están empaquetados y actados dentro del carro de Wilson : los republi-canos, por el contrario, ni siquiera ven venirun ruin carricoche par su camino . Los demói-gratas -están azorados de tener un candida-

o : los republicanos están angustiados porere no tienen ninguno.

" 'Podo esto induce al espectadora. preguntar suavemente qué es loque pasa, pero su pregunta no obtie-ne respuesta . Los demócratas nopueden responder hasta que no seles indique Ila respuesta desde elcuartel general. Los republicanosno pueden responder, porque sueuarlel general no tiene nada queresponder. Y así vemos a los demó-cratas permanecer desalentados co-mo estaban, no sabiendo bien ni dónde estaban ni dónde están ; y a losrepublieanos sacudiendo y levantando una nube de polvo, pero sin ha-cer nada, como no sea obscurecermás el paisaje. En tanto, el pueblotrata de halar el equilibrio despuésele la tremenda dislocación de unaño y medio de guerra, esperando,en vano siquiera una peque -la ayuda. de Washington . "

Los candidatos

Después Mr . Blythe analiza la situacióndesde el punto de vista de 'os candidatos ala presida ocia . Acerca de este punto, afirmaque, si bien él no ha querido decir que losdemócratas sólo -tienen un candidato, tam-poco niega que los demócratas se hallan ental situación que no tendrán candidato has-ta que averiguan si es que ya tienen un candidato, que no puede ser otro que el actualpresidente de los Estados Unidos . Si el Pre -sidente, fiel a su papel como e'. más grandeextirnador de precedentes de nuestra historia (habla Mr. Blythe), se decide a ser can-didato por torcerá vez, considerando que lasnecesidades políticas así lo requieren, los demócratas sólo podrán tratar de sacar el me-

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jor partido posible de las circunstancias . Notendrán ningún otro recurso.

Esto lo saben los demócratas. Lo sabe to-do el mundo. Nadie o sabe tan bien como elPresidente mismo.

"Así, una impresión de la poLítiea presidencial demócrata tiene queresolverse en una interrogaciónacerca de cuál será la intención delPresidente ; lo cual es una indaga-ción inútil, . pues nadie lo sabe sinoel Presidente . . .si. es que lo sabeél mismo."

El hecho es que hasta que la situaciónpresente se arregle, hasta que la paz se ha-ga, hasta que se sepa, lo que hay que hacer,los demócratas no pueden averiguar de quélado Les Llevan ni quién será el guía . Su si-tuación, sus resoluciones futuras dependende las resoluciones del Presidente y esto nopueden remediarlo no importa lo mucho quelos mortifique a un grupo de ellos . De estemodo sus candidatos son de la más tímida eirresoluta clase ele candidatos : hombres conambiciones, pero sin facultades ambulato-rias .

"No pueden correr hasta llegar aninguna parte mientras el Presidente no se retire de la vía . Si él se que-da en la vía, no hay carrera posi-ble."

Exactamente inversa es la situación de losrepublicanos, según Mr. ltlythe. En lugar deuna. dirección fuerte e inexorable, ellos notienen quien 'es dirija. La dirección de losdemócratas está en un solo hombre . La delos republicanos está hecha de figuras polí-ticas que no 'tienen otra función que la deprosélitos, la del que sigue a otro . Y esta in-determinación, este cúmulo de confusiones,es lo que le da un carácter tan cómico al em-broll o actual . Sin embargo , hay un punto enque la situación parece bien definida, y esel siguiente : mientras los demócratas pareceque han adoptado el firme criterio de quelos Estados Unidos están situados y com-prendidos dentro de los muros de La CasaBlanca, los republicanos están tratandosiempre de dar a. entender que los límitesgeográficos de' país se extienden un poqui-to más allá de Pennsylvania Avenue, 1600,Nórtwest, Washington.

"Se necesita para ser oportunistaafortunado, ser al mismo tiempo loque se rama una persona viva, biendespierta. Esta cualidad exige unsentido muy agudo de lo que estásucediendo y una previsión razona-ble de lo que va a suceder . Ahorabien ; los demócratas no se llevarían

el premio como previsores, pero pOrlo menos poseen la ventaja de esta .•guiados por un hombre que puedever tan lejos en lo futuro como nin -gún otro que sepamos. Esto les da laventaja de que la misma perpleji-dad de su actitud actual, les ha dedar cierta flexibilidad de acción tanpronto como sepan lo que el Presi-dente piensa hacer, de la cual ventaja carecen los republicanos . Y ca-recen de esta ventaja, porque loshombres que ahora asumen la direc-ción del partido republicano no tie-nen el menor sentido de lo que estápor venir . El único modo que ellostienen de mirar es hacia atrás, y laúnica cosa buena para ellos es aquella que ha sido hecha ya, no la quepuede hacerse. Esto parece absurdoy lo es, pero también es verdad . Lacasi inereíb e verdad de la actual si-tuación republicana es ésta : que sila Vieja Guardia, puede salirse conla suya—y es posible que pueda—la próxima, campaña republicana noles dará sino una atención colaterala los nuevos aspectos nacionales quela guerra ha puesto al descubierto,y pondrá todo su nervio en los vie-jos asuntos políticos . Los viejosasunlos de los viejos días en queser conservador era lo mismo que serhueco, en que el proteccionismo erala santa palabra, en que la tarifa eracosa sagrada, en que al hombre quese manifestaba radical se le registra-ba en seguida como anarquista . La'Vieja Guardia tiene la idea de igno-rar la guerra tanto como sea posibley de ignorar también las nuevas con-diciones traídas por 'a guerra . Todoesto es música celestial para ellosLo que ellos anhelan es un retornoa los tranquilos tiempos en que to-do el que se entretenía con idealis-mos era un vagabundo y todo el queno se entusiasmaba con las cosas devalor contantes y sonante un perdido.

Declara al llegar aquí Mr. Blythe que élno espera que le crean fácilmente, porquetodo lo que él relata es inconcebible, peroene tiene la seguridad de que los más incré-dulos se irán convenciendo con sólo fijarseen las maniobras de los hombres que ahoradirigen el partido republicano . No hay másque examinar—según él—la clase de parti -darios que se les adhieren, analizar lo quedicen y anuncian, ver lo que hacen en el Se-nado y la Cámara, y la conclusión será fá-eh. Y agrega el escritor :

LOS GRANDES ASUNTOS DEL DIA

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" ¿Pero hay nada más gracioso?IIe aquí un grupo (le solemnes polí-ticos a la antigua, invitando a otrossolemnes políticos a la antigua a pre-sentarse candidatos para presidenteen la torna solemne de la moda an -tigua ; creyendo que pueden ignorarlo que ha ocurrido en este país y loque va a ocurrir y adoptando en serio un plan de campaña sin referen-cia a ninguna condición futura quepueda surgir ; arreglando el parvonir por sí mismos en cuanto a lascuestiones políticas se refiere—y pa-sando por ato todo cuanto ha lucedido durante los cuatro años y me-dio que acaban de pasar, con excep-ción de lo que pueda servir (le ma-teria para denuncias a sus adversa-rios políticos . Realmente alguien de-biera componer una opereta acercade esto . Lo curioso, lo inexplicablede todo, es que no se les haya ocurri-do a ninguno de los manipuladoresde quo vengo hablando la idea deque para dentro de un año podemoshallarnos en circunstancias entera-mente imprevistas ahora ; que todaslas probabilidades están indicandodía tras día nuevos y desusadosrumbos ; en suma, que no existe enlos Estados 11nicios en este momentoun solo hombre que pueda conjetu-rar lo que será de las condiciones po-líticas, económicas, psicológicas osociológicas en este país para dentrode un año . Y siendo esto así, todaslas preparaciones, planes y mamo .tras de estos políticos de ahora, va-len tanto como la adivinación deltiempo sobre la base do un hueso deganso . "

¿Pero qué clase de candidato aceptará elpueblo en la primavera de 1920°?—se pre-gunta el articulista,. Y afirma, en seguida,que nadie lo sabe, que todo depende (le loque pueda ocurrir de ahora, a 1920 . Lo únicoque se puede asegurar con toda certeza, di-ee Mr. Itythe, es que el pueblo se podrá tra-gar de buen grado cualquier candidato, me-nos uno de la, Vieja Guardia . Cuanto a lo queesta Vieja Guardia de los republicanos pien-sa acerca de los candidatos, lo primero quesalta a la vista del que los estudia de cercaes que la guerra y sus consecuencias sólo 'epreocupa por el lado " de si habrá hecho unaimpresión suficientemente honda en los sen-timientos y los sufragios del pueblo parahacer preciso un candidato militar . " Ellosse acuerdan, en su actual indecisión, de Granty Rayes, de Garfield y Harrison y HeKin-

ley, quienes entraron en política por la víamilitar . p ero arguyen " que la. guerra queprodujo a estos hombres fué una guerra do -méstica, peleada en casa, y por lo tanto, te-nía más mareadas reacciones e influencias,mientras que esta guerra atuvo lugar a tresmil millas de distancia y tuvo como base en-tre nosotros un incentivo más bien abstractoque concreto . "

Candidatos militares

1)e esta clase de candidatos, asegura Mr.iilythe que tienen sufici .nte material de lasdos mareas de fábrica más acreditadas. Tie-nen un héroe de la guerra : Pershing ; y tie-nen un mártir de la guerra : Wood. (Aquí eltraductor hace la advertencia de que Mr.Wood ha sido, en opinión de muchos (le suspaisanos, postergado injustamente en susderechos a la jefatura dei ej_lrcito america-no en Europa .)

" Posiblemente existen otros -sol-dados que son o pueden ser aprove-chables . Hasta la fecha no ha ha-hido una sola emergencia política omilitar en nuestro país que no hayasido afrontada valerosamente por al-gún héroe que peleó para que elpaís se salvase ; y no hay razón pa-ra. suponer que si el empleo de pre -sidente queda vacante, con pe igrodel país, no haya muchos que seofrezcan, para llenar el hueco, de en:Me aquellos que lucharon para sal-var el mundo para la democracia . ..o para cual esqui era, otra cosa" .

El Coronel Roosevelt:

Aquí el articulista hace mención (le lacreencia. general que había en los EstadosUnidos de que Roosevelt tenía decidido elPresentarse candidato en 1920 . Mr. 13lytheasegura. haber oído de buena fuente quelioosevelt habla. designado ya hasta su di-rector de la campaña. electoral . Y no hayduda de que, fuera o no verdad lo ante-rior,

"la Vieja Guardia reptil) Manaabrigaba los más benévolos senti-mientos bau;ia la. candidatura delCoronel ; no horque quisiera nom-brarlo, sino porque no quería . Lavieja Guardia. pensaba que dejandoal Coronel en libertad de presentar-se candidato, lo podrían derrotar conmás facilidad que oponiéndose a sucandidatura durante los meses pre-liminares . "

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tCUASIMODO »» , MAGAZINE INTERAMERICANO

Candidatos políticos

Dejando aparte las candidaturas de mi-litares, los candidatos son tan numerososque, en opinión de Mr. Blythe, justificala sospecha de que los caballeros de la Vie-ja Guardia están practicando con algúnéxito la conocida estratagema de multipi -car os candidatos para dividir las alian-zas . En el catecismo de la política clásica,ya se sabe que la regla númer) r n r onasí : "En caso de que los líderes no hayanlogrado llegar a un acuerdo en cuanto ala persona del nominado, el método mápráctico de procedimiento es el Mentíamuchas candidaturas . Esto divide las fuer-zas y no le permite a ningún candidato enparticular alcanzar una preponderancia quepodría resultar molesta en el momento de laconvención, ,en caso de qua el candidatode mayor fuerza no fuese del gusto de loslíderes . "

Y esto es lo que la, Vieja Guardia estáprobablemente haciendo ; pues de otro modono habría explicación para la muchedumbrede nombres presidenciales que se amonto-nan todos los días en los escaparates de laVieja Guardia . Haciendo sói'o mención delos más prominentes, he aquí como los vapresentando el articulista:

" Nos enterarnos de que los ami-gos del hermano William H . Taft,único ex-Presidente que vive en laactualidad, señalan con gran orgu-llo el hecho de que su hoja de ser-vicios tunee y después de la gue-rra, ha sido tan sensata y só-ida ysu patriotismo tan completo, quetiene derecho indiscutible a una ge-nerosa consideración, no obstante el.hecho de que la última vez que co -rrió para Presidente recibió sólo o-cho votos electorales . "

"Después vienen los amigos delHermano Charles Evans linghes--sigue diciendo el autor--quien enlas últimas elecciones estuvo a piquede ser Presidente, más a pique queninguna otra persona viviente, peesni e! Hermano Parker ni el Herma-no Bryan se acercaron tanto ."

"Vienen después de éstos más e-minentes, el Hermano Warren G.Harding, Senador por Chio, especia-lista en politiquería a la antigua, ymás especializado todavía. en el artede soltar discursos rimbombantes ; yel Hermano Philander C . Knox,también Senador, por Pennsylvania.,que allá por 1908 se embarcó igualmente con rumbo a la Presidencia .

pero con tan mala fortuna que en-ea, ló tan lejos del Capitolio que hatardado seis años en volver al Sena-do . ,,

También tenemos al .Hermano Hi-ram W. Johnson, Senador por flali-fornia, (Inc se desvela con la cues -tión del ejército americano en Ru-sia, y es, después de todo, el mássensata y consecuente radical de lapartida ."

Otras posibilidadesEntre otras posibilidades, el escritor men-

ciona en primer lugar al Hermano WilliamE. Borab, Senador por Idaho, de quien diceque mantiene maravillosamente el equili-brio entre los elementos opuestos en todaocasión, excepto cuando encuentra necesa-rio denunciar a cualquiera de sus colegas'' por razones eonstitueionales". Luego vienenotros nombres menos conocidos, como Al-huta B . Cumnuns, Senador por lowa, FrankB. Kellogg, Senador por Minesotta, y JamesW.. WadsworLh Jr.,, Senador por NewYork, que tomó parte muy principal en con-tri. de a campaña de las mujeres para con-(mistar el sufragio . De Charles S . Whitman,a .tiguo Gobernador de New York, dice que,riada. la. derrota que sufrió recientementeel'mi.do corrió para Gobernador, es seguroque esperará. a que maduren más las uvas.Asegura Mr. Blythe que si la Vieja Guar-dia ve que las cosas peligran y que hay quetransigir un poco con el radicalismo, echarámano de h-vine L. I,enroot, Senador porWiseonsin, de quien dice " que es bastanteradical . nada, más que bastante radical, enun grado moderado y e ;tudiado, sin peligrode caer en los enojosos extremos de la doc-trina."

1' hasta es posibl e que la Vieja Guardiapermita que prueben fortuna en el juego de.las candidaturas, desde luego con la reservamental de denotarles oportunamente, losdos Senadores terroristas Norris y La Fo-Ilette, " con los cuales habrá siempre quecontar para. asegurarse mayoría republica-na en el Senado ."

También es una posibilidad el célebreIlerhert Hoover, que durante la guerra hizotan conspicuo papel como Director de Abas-tecimientos, y no falta quien mezcle tambiénen la. contradanza presidencial al héroe fa-moso del Canal de Panamá, Goethal, por susejecutorias al frente de la comisión encargada de la construcción de 'a formidableflota mercante que ayudó tanto a llevar ahilen término la guerra.

"Reservo para el final un candi-dato de gran efecto . Vosotros los que