cultura lij digiatl nº 14

18
M. Berenger - CEDILIJ - M. P. López - C. Pratto - D. Roldán #14 Año 2 / Número 14 - Octubre 2014. ISBN: en trámite. Edición digital cultura lij Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura

Upload: editorial-la-bohemia

Post on 08-Apr-2016

225 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Revista de reflexión acerca de la literatura infantil y la lectura. Publicada en Argentina, desde 2009. Edición digital número 14, Octubre 2014.

TRANSCRIPT

  • M. Berenger - CEDILIJ - M. P. Lpez - C. Pratto - D. Roldn

    #14

    Ao

    2 /

    Nm

    ero

    14 -

    Oct

    ubre

    201

    4. IS

    BN: e

    n tr

    mite

    .

    Edicin digital

    culturalijReflexiones sobre la literatura infantil y su cultura

  • sumario / 1

    Reflexiones sobre la literatura infantil y su culturaAo 2 Nmero 14 Octubre 2014Registro DNDA: 503255Cultura LIJ es una publicacin de Editorial La Bohemia.Vuelta de Obligado 3567 PB "C" (1429) CABA. Tel: (011) 3534-1975culturalij@editoriallabohemia.comwww.culturalij.worpress.com www.editoriallabohemia.com

    Editoras responsables: Laura Demidovich y Valeria SornEdicin: Valeria SornArte: Laura DemidovichDiseo grfico: Valeria GoldszteinCorreccin: Roxana CarboneAsistente editorial: Julieta Botto

    Ilustracin de Tapa: Daniel Roldn

    Fotografa: Laura DemidovichISSN: 1852-298XDistribucin a kioscos CABA: SIN FINRincn 1407 (CABA) 4308-1813

    Agradecimientos: A Daniel Roldn por la gentiliza de tapa.

    culturalij

    2

    6

    3

    8

    12

    17

    20

    22

    24

    26

    30

    EditorialA la diversidad cultural, respeto!Laura Demidovich y Valeria Sorn

    De fondoUna luna llena

    Primeros brotesEl secreto de los sueosConi Salgado

    NarradoresCon palabra propia

    1 a 1Autores y lectores: una cartografa abiertaDaniela Azulay

    Desde el aula1420, modelos de infanciaValeria Sorn

    Con lupaLeer y convivirDaniela Azulay

    Biografia lectoraLas revistas como puerta

    Mara Pa Lpez

    Novedades

    Espacio Editorial

    Agenda

  • 2

    Editorialcon lupa / 3

    A la diversidad cultural, respeto!Octubre ha sido siempre un tiempo de negociacin ideolgica.

    Ya qued atrs la designacin de Da de la Raza, que llevaba a pensar a los pases Latinoamericanos desde una identidad adeudada de Espaa. Y sin em-bargo aun buscamos en el diccionario digital de la Real Academia Espaola los trminos para deter-minar si una palabra de uso corriente en nuestros pases est bien usada. Aun quedan quienes sos-tienen, como en nuestra infancia, que el voseo est mal empleado, que lo puro es el tuteo.

    Habr que reconocer que la lengua oficial en casi todo el territorio que se extiende desde Mxico has-ta la Antrtida es el castellano, lengua importada por los europeos que en el siglo XV llegaron a las costas americanas. Y quienes portaban esa lengua, voseaban. Como registro familiar, usaban una deri-vacin del vosotros, el vos, nuestro vos, que en la zona del Ro de la Plata qued anclada.

    Octubre, puede ser un tiempo de reordenamiento.Todava hay quienes designan el evento que da

    origen a tanta disputa como Descubrimiento de Amrica, desde una mirada eurocentrista que niega una historia posible de contar desde otras geogra-fas (Oceana, Asia, Amrica misma), ni que decir desde otras culturas.

    Che, che, che, un nio interrumpe. Che, che, che, y cita sin saberlo miles de aos

    de lenguas, culturas, gentes, amores, odios, domi-nio, libertad, conflicto.

    Porque no hay descubrimiento, ni hay raza, como no hay homogeneidad, como no hay una armnica Arcadia, ni en Europa, ni en Amrica. Baste recordar que el pueblo quechua domin por ochocientos aos al pueblo aimara. Que otro tanto ocurri en Centro Amrica y el Caribe, porque la lucha por el poder tambin ha sido caracterstica de todas las gentes al-rededor del globo.

    Che, vos, s, vos, llama el nio al alumno nuevo. Octubre puede abrir la posibilidad de hablar de inte-

    gracin, pero sin limar las diferencias. Lo que plantea un escenario mucho ms difcil. Pero suficiente reto para ustedes, querido lectores, que andan yendo a bus-car uno a uno a cada nio, a cada adulto, a cada vecino.

    No es la primera vez que enfrentamos escenarios de diversidad. Al principio del siglo XX, Amrica toda, aunque con cierta insistencia Argentina, vio llegar a sus ciudades nuevos habitantes, con otras lenguas, con otras comidas, con otros aos nuevos. Entre la migracin interna producida por una inci-piente industrializacin y la emigracin/expulsin generada por las guerras, la segregacin y los geno-cidios; la solucin a la multiplicidad que se propuso radic en homogeneizar valores patrios, una lengua, un origen. Y eso se cristaliz en la escuela de mil y una formas: ritos, saludos, cantos, burlas.

    Che, vos, s, vos querrs jugar? Nos falta uno.Por eso levantamos el respeto por la diversidad ante

    todo. Porque como dice el nio aqu citado, tal vez no sabamos, hasta que apareci el otro, cunta falta nos haca su presencia para armar el equipo y salir a jugar.

    Laura Demidovich y Valeria SornDirectoras de Cultura LIJ

    / EdItorIAL

    Leer y convivir por Daniela Azulay

    Ficha del libro:La literatura como espacio de comunicacin y convivencia. Autora: Beatriz H. RobledoEditorial: lugar editorialISBN: 978-950-892-377-6

    Lo primero que me llam la atencin de este libro fue el nombre: La literatura como espacio de comuni-cacin y convivencia, y como tantas veces, esa fue la puerta de entrada. El libro forma parte de la coleccin Relecturas, de Lugar Editorial. Susana Itzcovich, direc-tora de la coleccin, dice: La experiencia de Beatriz Robledo redobla la inquietud de la necesidad de legiti-mar y aumentar el proceso de promocin de la lectura en mbitos no convencionales, llevando el placer y el po-der de leer en poblaciones marginales, mbitos no des-cubiertos y una presencia de un Estado comprometido con la realidad circundante.

    Me interesa la idea del espacio que construye la litera-tura. Y Robledo combina trabajo de campo con teora en forma contundente. Es muy clara a la hora de pensar temas centrales en torno al acceso a los bienes culturales, y pone de manifiesto la necesidad de que mediadores, educadores, docentes, pensemos el lugar desde donde nos paramos frente a la tarea. Ningn lugar es inocente.

    Luego de leerlo lo pusimos en juego en espacios de formacin de Promocin de la lectura, donde se habi-ta, al estilo de un laboratorio, la literatura. Y son muy intensas las conversaciones y las propuestas que ge-nera. Esa prctica me lleva a retomar un concepto de

    La literatura, adems de constituir una experiencia artstica, puede

    llegar a ser fuente de experiencias humanas, tan vitales como las

    provenientes de la realidad, que enriquezcan el universo afectivo,

    sensible, imaginario e intelectual de los nios y jvenes lectores.

    Beatriz H. Robledo

  • 4 4 4 4 con lupa / 5

    Rosemblat que Robledo cita en el primer captulo: Todo acto de lectura es un acontecimiento, o una transaccin que implica a un lector en particular y un patrn de sig-nos en particular (un texto), que ocurre en un momento particular y dentro de un contexto particular. En lugar de dos entidades fijas que actan una sobre la otra, el lector y el texto son dos aspectos de una situacin dinmica total. El significado no existe de antemano en el texto o en el lector sino que se despierta o adquiere entidad durante la transaccin entre el lector y el texto.

    Michelle Petit rescata en el prlogo que Robledo no se queda quieta, recorre, propone, reflexiona y relaciona la literatura, la teora y la prctica. Arma un recorrido con el objetivo de generar encuentros entre la literatura y las personas, especialmente nios y jvenes, pero me atre-vo a sumar a los adultos, que ms alejadas estn o estu-vieron a su acceso y, en este libro, sistematiza la prctica detenindose en pilares fundantes para pensar la lectura como un espacio totalmente vivo.

    Construye ciudadana en su andar. Y no es ingenua. Pregunta, reflexiona, plantea un recorrido interesante y concreto. Su hiptesis inicial: La literatura puede llegar a ser un espacio de vida.

    En ese andar, recorre experiencias y genera o reelabo-ra conocimiento en funcin de ellas. Es generosa, dis-para conversaciones, dialoga con otros autores y pro-pone repensar la tarea desde algunos ejes: El nio en la literatura infantil, La cultura de la niez, La enseanza de la literatura en la escuela, El lugar de la literatura en tiempos difciles, Evaluacin y seleccin de libros para la animacin y promocin de la lectura, Libro/Escuela: un binomio fantstico, Textos viajeros buscando lecto-res, entre otros. Y, adems, incluye una serie de auto-res, que analiza y convida: Ivar Da Coll, Astrid Lindgren, Gianni Rodari y Rafael Pombo.

    Es un libro que reflexiona sobre la promocin de la lectura, pero tambin es un libro mediador en s mis-mo. Provoca el deseo de otras lecturas.

    Dice Robledo: Es comn encontrar selecciones con el criterio de acomodar el nivel de los textos con el supues-to nivel de los lectores. Libros entre comillas llamados fciles para lectores incipientes. Y no deja de ser esto una trampa, porque precisamente la tarea del mediador es a travs de su palabra, de su conocimiento, de su capaci-dad de lector agudo brindar orientaciones, claves, trucos para descubrir significados ocultos, apenas sugeridos. Pero

    es sabido que no aprendemos a escalar entrando en lade-ras []. Hay esfuerzos que exigen los buenos libros, prome-sas de sentido que requieren de un gua que ensee a in-terrogar los textos, un gua que acompae, que cuestione, que dialogue con los otros a partir de una historia, de un cuento, de un documental, de una noticia, de un poema.

    En su recorrido, Robledo piensa la literatura para la infancia, donde los personajes de los libros infantiles suelen cobrar vida quedndose a vivir en el imaginario de los lectores durante toda su vida. Y entonces, volve-

    mos al tema de que para que la literatura suceda, tiene que haber un espacio, un tiempo, una seleccin pen-sada y, lo ms interesante, las estrategias, las tcticas. Eso transmite en este libro, la posibilidad de pensar con ella, alejados de recetas, que ya sabemos que no fun-cionan, proponiendo una seleccin que no prejuzgue a los lectores, sino que los altere, que los provoque, que los invite y los cobije. Un verdadero espacio de comu-nicacin y convivencia.//

    / CoN LUpA

  • 6 6 primeros brotes / 7

    El secreto de los sueospor Coni Salgado

    Carolina Pratto, quien ilustra desde hace seis aos, labra su camino

    tras los pasos de Rebecca Dautremer.

    / prImEroS brotES

    Todavia llevo el recuerdo amado de lo que para mis ojos de nia era la gran biblioteca del colegio, creo que no dej uno sin leer. Pasaba ms tiempo ah que en el recreo, dice Carolina Pratto.

    La joven ilustradora no fue nena de muecas, prncipes y princesas. Prefera disfrazarse y com-poner personajes de aventuras a acunar bebs de plstico. El medio familiar cultiv en ella el inte-rs por la msica, el teatro y la comedia musical.

    Siempre le gust dibujar, hacer manualidades. Cualquier objeto inutilizable a los ojos de los de-ms, generaban en ella el inters por resignificar-los y darles una nueva funcin.

    Desde cundo ilustra? Cmo se vincula con el arte?La ilustracin volvi a m, yo no la busqu. Estaba trabajando de diseadora grfica haca ya unos diez aos y el editor de Guadal llam porque le gustaba lo que mis diseos transmitan y quera ver si poda po-nerle imagen a un libro que haba trado de Bologna.

    Aunque vena de no dibujar se despert mi curio-sidad y lleg a mis manos Princesas de Rebecca Dautremer. Ese libro termin de encender la llama.Cules son tus influencias artsticas?

    La luz de los cuadros de Rembrandt y Johannes Vermeer, las sensaciones que transmite Alexandre Day y Gabriel Pacheco y la conceptualizacin de Rebecca Dautremer.Cmo procesa su trabajo? Mi bsqueda es poder transmitir en imgenes las sensaciones, los climas, poder completar el texto desde ese lugar, no me gusta transcribir el texto en imagen. Trato de incorporar metforas.

    Tengo una paleta de colores bastante definida, igual siempre se incorpora algn color nuevo que necesita la historia. En general, trato que haya un color domi-nante dentro de la escena para que la multiplicidad de color no quite el foco de lo que necesito mostrar. Siempre tengo presente esta frase del fotgrafo cana-diense Ted Grant: Cuando fotografas a una persona a color fotografas su ropa. Pero cuando fotografas personas en blanco y negro, fotografas sus almas. Algo de esto hay en mi bsqueda sobre el uso del color.

    En el proceso de pintado uso varios pinceles dis-tintos para poder lograr profundidades y texturas y voy utilizando fotos de gneros textiles o texturas de materiales que me ayudan a componer las telas de las ropas, las texturas de paredes, calles, etc.

    Con la base general de la ilustracin pintada, empiezo con el trabajo de las luces y los climas y fin.Qu ests proyectando ahora?En este momento estoy trabajando en un texto bellsimo, muy conmove-dor escrito por Gragry Troncoso. No quera perderme la oportunidad de ponerle las imgenes y sensaciones que me dispar leerlo.Qu es para vos la infancia?Un mundo inagotable, un momento de descu-brimiento constante, de asombros donde las cosas ms simples, como la luna siguindote, son mo-mentos mgicos, una etapa de la vida donde la fan-tasa todava es parte de la realidad.

    //

  • 8 1 a 1 / 9/ 1 A 1

    Autores y lectores: una cartografa abiertapor Daniela Azulay

    Una nueva jornada del CEDILIJ ofrece caminos para seguir pensando la LIJ.

    Una charla abierta con Ema WolfEste ao la propuesta de la Jornada fue hacia afuera y hacia adentro. Un espacio circular, donde se ge-ner una suerte de continuum de formacin del cual todos, equipo del CEDILIJ, autores y mediadores, sa-limos transformados.

    El comienzo fue una charla con Ema Wolf, una conversacin que abri el espacio para lo que ven-dra despus. Rescato algunos fragmentos: Me cons-tru con lecturas no tan cautelosas, menos correctas. Nadie interfera en mi formacin y en mi intimidad como lectora. Yo agarraba los libros y lea. Yo le debo mi condicin de

    lectora a los libros de aventura, fueron esos libros los res-ponsables de que yo siga leyendo.

    Mapas para atravesar, recorridosreversibles y mates compartidosCon la conviccin y el compromiso de siempre, esta V Jornada tuvo un especial acento en la profundi-zacin de la formacin. La idea de cartografa nos invita a pensar recorridos y, en esos recorridos, se observa un trabajo intenso hacia adentro del equipo del CEDILIJ, y eso volcado hacia afuera, para los que asistimos: principalmente mediadores, pero tam-bin, me animo a aventurar, para los escritores.

    La propuesta consisti en trazar mapas de lec-tura, comandados por al menos tres integrantes

    Especialista en Lectura. Coordinadora de la biblioteca de la Asociacin Civil La Vereda.

    como autores, nuestro lugar est a un lado del puente, pero a la vez tenemos

    que atravesarlo Somos mediadores de nuestros propios libros. Participamos de

    una situacin que ya est armada, y al mismo tiempo sentimos que tenemos que

    desarmarla, para reacomodar, revisar afirmaciones, limpiar el terreno de prejuicios

    que estn instalados en los chicos porque antes lo estn en los adultos.

    Ema Wolf

    del CEDILIJ. Los itinerarios: Graciela Cabal, Graciela Montes, Elsa Bornemann, Laura Devetach, Gustavo Roldn y Ema Wolf. Y ese trabajo en profundidad se not. Hubo, en ese aspecto, cartografas abiertas, para recorrer. Y en esos recorridos todos nos sumer-gimos.

    Luego de los mapas de lectura de la maana, do-centes, mediadores, educadores se iban directo a las mesas de libros puestas por la hermosa librera La luna, y pedan libros de los autores navegados en ese viaje matinal. O las conversaciones odas al azar. Qu suerte, est el que no tengo de Roldn!, o Comprate Las cenizas de pap, de Cabal, recin nos le-yeron un fragmento y me encant, yo me lo llevo.

    Adems de los recorridos por la obra y la potica de cada autor, fue interesante el meta-taller. Por un lado, profundizar en un autor, en una autora, y por el otro, el paso por el cuerpo de ese taller, las din-micas utilizadas, las propuestas para descubrir, leer, compartir, conversar. Y todo esto, lleno, profundo y completo, en el marco de la calidez humana del CEDILIJ. En ese transcurrir, uno senta las lecturas, los pensamientos, todo lo que se iba sumando y construyendo; profundizando en el hacer que per-mite pensar y replicar.

    Una gran construccin de caminos lectores, donde ninguna eleccin es inocente. Una modalidad de trabajo que habilit la pregunta, el disenso, la duda, y una seleccin que permiti enfocarse y entrar en

    las profundidades de cada mapa y de cada territorio, siempre con mate en mano.

    Por todos lados, flotaba en el aire ese deseo de po-der estar en ms de un mapa al mismo tiempo. Pero ya lo dijo Isol: Y bueno, a veces no se puede tener todo.

    Para muestra, un botn: Graciela CabalTania Arce, Rubn Lpez y Susana Allori fueron los guas del mapa de Cabal. Y en l navegamos. La puesta y la apuesta del taller nos hacan sentir in-vitados. Estaban todos sus libros en crculo, con una suerte de astrolabio en el piso que contena objetos y textos relacionados con el universo de Graciela. Y Desde la periferia, a partir de la lectura compartida, pudimos entre todos pensar y decir en relacin con su escritura y con nuestras lecturas.

    Entramos en su concepcin de infancia, su respeto por el lector, su ser mediadora. Lemos a Cabal dan-do otra vuelta de tuerca, reflexionando acerca de su sistema de valores, de su modo de ver. Su contar a partir de la observacin. Su rebelde relacin con los discursos silenciados y silenciadores. Su tesn para escribir costara lo que costara. El miedo como mo-tor para hacer. Entramos en esa literatura de lo coti-diano, recorriendo sus libros y escuchndola hablar. Su uso del humor y la irona para plantarse con una postura clara y crtica con respecto al lugar de las mujeres, los hombres y los chicos. Navegamos por La emocin ms antigua, Mujercitas eran las de antes,

  • 10 / 1 A 1

    Tomasito, Las rositas, Secretos de familia, pero tambin su adaptacin de la Biblia para nios, algunos libros de divulgacin y mucho ms.

    Uno sale de un taller de estas caractersticas con ganas de hacer esto con todos los autores: entrar en su potica, meterse en su mundo, entender su tono.

    MateandoLa idea: armar espacios en los que matear con los au-tores, acerca al quehacer literario, invitndonos a lec-turas nuevas, pero tambin a traer lo ledo o a releer.

    Sandra Siemens, Andrea Ferrari, Laura Escudero, Sergio Aguirre, Graciela Bialet, Mara Teresa Andruetto, Lilia Lardone, Perla Suez y Mariano Medina, que fue el encargado de cerrar la jornada.

    Con todos los autores se dieron conversaciones que permitieron pensar junto con ellos algunas cuestiones de la escritura, de la lectura, de cmo lle-gan a pensar una historia, de la documentacin, de la bsqueda de la voz propia, de todo lo que no se ve, pero que fue esencial para la construccin de cada novela o cuento. Y tambin sobre las editoriales y los modos de editar.

    El trnsito por este tipo de jornadas pone de ma-nifiesto que tenemos, como pblico de este tipo de

    eventos, que aprender a formular preguntas que ge-neren conversacin, y no realizar afirmaciones que solo den muestra de lo que sabemos. Es un ejercicio que sera bueno intentar, para aprovechar ms estas instancias de intercambio que tanto nos vitalizan en nuestra tarea de mediadores, o atravesadores, como dira Genevive Patte.

    Lilia Lardone y Mara Teresa Andruetto estuvie-ron juntas, y al salir, Lilia dijo: Muy interesante, verdaderamente nos exprimieron, nos sacaron el jugo. En el mateando de Sandra, Laura y Andrea, se pu-sieron sobre la mesa distintos modos de concebir una idea que luego se convertira en una novela. Sergio Aguirre luego de su charla se qued pensan-do en algo que le sucede en relacin con su tarea de escritor, esa necesidad de los otros durante el proceso.

    Un cierre que abre, entre literatura, historia y garbanzos deliciososEl final de la Jornada, conmovedor y genial, fue de la mano de Mariano Medina quien traz una lnea de tiempo, generando un recorrido de parte de nuestra historia a partir del cuento El garbanzo peligroso, de Laura Devetach.

    Un garbanzo peligroso debe ser enterrado dijo el gato.

    [] Pero entonces el garbanzo peligroso empez a can-tar como cantan los garbanzos cuando estn bajo tierra.

    Y cantando se puso a brotar y a crecer.Llen el patio de hojitas, de ramas que parecan ser-

    pentinas, de flores y de vainas llenas de garbanzos peli-grosos, redondos, redondos, que ahora sirven a los chicos para contar en la escuela y para jugar a las bolitas.

    Entonces la invitacin es a leer, a escribir, a con-tinuar formndonos como mediadores. As los garbanzos seguirn apareciendo, siempre, una y otra vez.

    //

    Andrea Ferrari, Sandra Siemens y Laura Escudero

    Fotos: Daniela Azulay

  • 12 12 / dESdE EL AULA

    Que la educacion es un valor no es mate-ria de discusin en esta revista, tampoco la importancia del desarrollo de una sociedad lectora. Sin embargo, es importante repasar la lucha histrica y conceptual que ha llevado a instalar estos valores como referentes.

    Hacer la leyLa Ley 1420 fue sancionada bajo la presidencia de Julio Argentino Roca, como resultado del Primer Congreso Pedaggico e impulsada por el mismo Sarmiento. Expresa todos los puntos clave del pensa-miento positivista, donde hombres como los filsofos Ren Descartes y Jean Jaques Rousseau, o el cientfico Charles Darwin, con sus trabajos en determinismo bio-lgico, modelaron los conceptos de futuro, progreso y vida civil.

    Hablar de la construccin de un modelo educativo en la Argentina de la poca es inevitablemente refe-rir a Sarmiento, quien haba sido presidente del pas, y para la sancin de la ley tena cargo de relevancia en el Gobierno nacional, aunque en sostenida confrontacin con el presidente Roca.

    En este sentido, nos hacemos eco de las palabras de Sandra Carli en su tesis doctoral cuando resume los ejes del pensamiento sarmientino respecto de la educacin como la oposicin entre civilizacin y barbarie, la relacin entre infancia y cultura letrada, la tensin entre modelos fa-miliares y escuela pblica y la problemtica de la pobreza

    infantil en las ciudades del fin de siglo, todos ellos ejes del pensamiento finisecular y presentes en la Ley 1420.

    Contenidos mnimos para el ciudadano Este espritu se refleja en la divisin disciplinar que se plantea para los contenidos mnimos a dictar en todas las escuelas. El artculo 6 de la ley fij entre estos conte-nidos nociones bsicas de lectura y escritura, matemti-ca elemental, geografa mundial con nfasis en geografa argentina, conceptos de la Constitucin Nacional, histo-ria universal con hincapi en historia argentina, y temas como urbanidad, higiene, ciencias naturales, dibujo y msica.Hay que notar que algunos ejes programados (sobre todo para las reas de lengua, historia y geografa) fun-cionaron como una herramienta eficaz para fomentar el sentimiento de pertenencia y de identidad nacional.

    El marco en el que surge la ley resulta problemtico para la conformacin de un Estado nacional republi-cano y liberal debido al bajo nivel de alfabetizacin de la poblacin, ya fuese esta urbana o rural. Recordemos que en el paradigma de la ilustracin, la educacin en lectura y escritura traspasa la responsabilidad de cono-cer la ley al ciudadano.

    1420, modelos de infanciaPor Valeria Sorn

    A poco de cumplirse 130 aos de la sancin de la Ley 1420 de Educacin

    Comn, nos propusimos pensar su modelo de infancia.

    desde el aula / 13

    Editora, Periodista y Gestora Cultural.

  • 14 14 / dESdE EL AULA

    Resultados inmediatosEn la Argentina naciente de 1874, solo uno de cada cinco habitantes saba leer. Esta situacin se vea afec-tada, adems, por las corrientes inmigratorias del pe-rodo desde Europa y hacia los Estados americanos.

    Uno de los defensores ms apasionados de la ley en el Congreso Nacional ha sido el escritor y sanitaris-ta Eduardo Wilde, quien por entonces se desempe-aba como Ministro de Justicia, Culto e Instruccin Pblica. En una de las sesiones, Wilde aduce que el progreso de los Estados Unidos tiene razn de ser en lo extendido de la prctica lectora: siendo to-dos capaces de leer y teniendo el hbito de recorrer los diarios, encuentran en ellos los avisos (de cuanto invento til se hace, la receta de un nuevo proceder en agricultura o en las artes mecnicas, la descripcin de una nueva mquina aplicable a los usos domsticos, y los precios menores a que pueden obtenerse y con mayor perfeccin los utensilios y objetos que les son ya conocidos), de donde resulta que los progresos de la civilizacin, y los descubrimientos de las ciencias, que en otras partes, en Europa mismo, tardan aos y aos en hacerse.

    Por eso resulta tan significativo el efecto de la ley: un cuarto de siglo ms tarde, al conmemorarse el centenario de la Revolucin de Mayo, ya dos de cada tres habitantes saban leer y escribir, y entre los menores de diez aos la escolarizacin haba llega-do al 90%.

    El peligro: la vitalizacin de la anarquaEl censo de 1869 haba arrojado un dato determi-nante: el diez por ciento de la poblacin era extran-jera como consecuencia de polticas abiertas surgi-das en la segunda mitad del siglo XIX que dieron la

    bienvenida al inmigrante de origen europeo. Estos nuevos pobladores se instalaron, sobre todo, en los entornos urbanos de las zonas ms pujantes: Buenos Aires y el Litoral, lo que trajo aparejado cierto nivel de superpoblacin, transformaron la fisonoma de la ciudad y generaron la sensacin de cierta invasin extranjera.

    Puntualiza Valeria Sardi que los extranjeros traen consigo ideologas radicales y revolucionarias propias del movimiento obrero europeo e impulsan la lucha por los derechos laborales y el adoctrinamiento del proletariado ajeno a la cultura poltica. Sostiene la autora que la presencia de este otro advierte sobre el fantasma de la disolucin nacional, lo que en el cam-po cultural se evidencia con la aparicin de dialectos y lenguas desconocidas que transforman las ciudades en Babeles lingsticas, alejando as el ideal de la len-gua castiza pura.

    El inmigrante pasa a ser el nuevo brbaro. As, por ejemplo, los italianos que se instalaron en el pas su-maban hacia 1898 un milln de personas. Como sos-tiene Sardi, Sarmiento ve en la poblacin inmigrante italiana una amenaza incipiente contra la cultura na-cional, lo que transforma el Gobernar es poblar de Alberdi en el Gobernar es educar de Sarmiento.

    Prevenir es mejor que curarHoy la Ley 1420 es una de las normas menos discuti-das. La idea bsica de que la educacin debe ser laica, gratuita y obligatoria se ha naturalizado. La discusin, en todo caso, en estos aos ha llevado a extender los aos obligatorios, sumando a la definicin inicial de la educacin primaria el preescolar y la educacin se-cundaria.

    Sin embargo, los debates parlamentarios aconteci-dos en aquel momento muestran que fue una norma

    Fotos: Boote, Samuel (1886). Fuente: Trapalanda, B.N.

  • 16 / dESdE EL AULA

    BIBlIogrAFAAris,Philippe. El nio y la vida familiar en el Antiguo Rgimen, Madrid, Taurus,

    1987Carli, Sandra. Niez, Modernidad e Instruccin Pblica en la Argentina de

    la mirada de Sarmiento. Captulo de la tesis doctoral Niez, pedagoga y poltica. Transformaciones de la infancia en la historia de la educacin argentina. 1880-1955. UBA, 200, Bs. As.

    Sarli, Valeria. El desconcierto de la interpretacin. Historia de la lectura en la escuela primaria argentina entre 1900 y 1940. Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 2010.

    resistida y que el presidente tuvo que ejercer una fuer-te decisin poltica para su sancin. El mismo Eduardo Wilde defiende con vehemencia el proyecto a partir de argumentos que se centran en la higiene moral regente en la persona educada: saber leer sera una vacuna efec-tiva contra todo tipo de males y perdiciones. Y su apli-cacin durante la infancia permitir evitar la cada de la sociedad en la anarqua.

    Dir Wilde: Los datos estadsticos en cuanto al grado de moralidad adquirida por los que han recibido alguna educacin primaria confirman an ms aquella idonei-dad del espritu a mejorar la condicin del individuo por el solo hecho de haber estado en ejercicio. Bastar obser-var lo que en los ejrcitos y en las fbricas se nota, que los que saben leer visten con ms aseo, y tienen ms orden y mtodo en todas sus acciones, y una constante aspira-cin a mejorar de condicin.

    El menorLa escolarizacin, aporta el historiador francs Philippe Aries, supuso el fin de la cohabitacin con los adultos y se da en el marco de la aparicin de la familia nuclear. Como sostiene Sandra Carli, en el caso de la experiencia argentina, la escolarizacin dio forma al territorio insti-tucional en el cual la poblacin infantil, atravesada por fuertes desigualdades sociales y diferencias culturales, se constituy en el elemento fundente de la nueva socie-dad.

    La Ley 1420 trae de la mano con el concepto de me-nor. Este menor no lo es solo de acuerdo con su edad, sino tambin en cuanto a su capacidad y madurez. En palabras de Sarmiento: El nio no tiene derechos ante

    el maestro, no tiene por s representacin, no es persona segn la ley. Es menor.

    El recorte de derechos implica la incorporacin de obligaciones para el Estado y para los adultos respon-sables. Se desarrolla un concepto cercano, el de patria potestad, que se extiende desde los padres hasta el maestro, que debe cuidar el desarrollo del nio. Y es en este marco que la misma ley prohbe los castigos fsicos en la escuela.

    En prximas ediciones intentaremos dar cuenta de la evolucin de los marcos en los que el derecho ha puesto corral a la infancia y la evolucin del imaginario resultante. //

    narradores / 17

    Todas las palabras le pertenecen a Maryta Berenger.

    Nada queda fuera de su hacer si con la pa-labra dicha tiene que ver. Maryta Berenguer es narradora oral y maestra de narradores. Como docente, se especializ en literatura infantil, ar-tes escnicas y creatividad. Incluso fue profeso-ra de la carrera Locutor Nacional, en el Instituto Juan XXIII, filial del ISSER. Durante ms de vein-te aos condujo audiciones de radio para nios. Como autora public cuentos, poesas, libros de textos, revistas, artculos, msica para nios y cursos de capacitacin para docentes.

    Y para no perderse de nada, en el ao 1989 fund la Biblioteca Popular Pajarita de Papel, que desarrolla una vasta actividad sobre pro-mocin a la lectura desde la ciudad de Baha Blanca.

    Por la pasin con que alienta la LIJ y la lectura, Cultura LIJ le pidi que contestara unas breves preguntas.

    El oficio del narradorQu debe tener una historia para incluirla en su repertorio?Contar un cuento a viva voz, con todos los atributos expresivos que la palabra conlleva,

    puede convertirse en una experiencia inolvi-dable, nica e irrepetible. De manera que leer, analizar, seleccionar, gustar, enamorarse de la historia a transmitir es uno de los principales eslabones que los narradores orales debemos saber engarzar.

    Pero adems, las secuencias narrativas del relato deben poseer imgenes claras para que el narrador pueda apropiarse de ellas desde su memoria sensorial: poder mirar detenidamen-te cada situacin que acontece en esa histo-ria para que pueda transmitirla claramente. Desde all contar, describir sus escenarios, sus personajes y las acciones que estos rea-lizan, traducir con palabras y silencios: olo-res, texturas, sonidos, colores, sensaciones, estados de nimos Visualizar cada palabra para que al ser nombrada tenga cuerpo y no

    Con palabra propiaConozcamos a la bahiense Maryta Berenger,

    quien narra y ensea a narrar con la misma pasin.

  • 18

    sea una mera repeticin vaca de contenido. Carmen Martn Gaite, en su ensayo El cuento de nunca acabar, dice que cuenta bien el que ha mirado bien, coincido plenamente con esta afirmacin. Para poder generar imgenes en el oyente, debemos contar la historia como si hubisemos estado all.Adems de contar historias, en su caso hay un tra-bajo de formacin de narradores importante. Qu ejes deben ser fundamentales para el desarrollo de un narrador?Si bien como artista el cuento narrado a viva voz me ha proporcionado inolvidables emocio-nes en el contacto con pblicos muy diversos, como docente, es mi ms preciado instrumento de trabajo que realizo en forma sistemtica des-de hace ms de quince aos.

    Amo la docencia. Ser instructora de un adul-to no importa su formacin u ocupacin, acompaarlo a que se construya como narrador oral es una experiencia que no deja de sorpren-derme. Me produce ternura, emocin, orgullo, cuando transcurrido un tiempo de adiestra-miento se animan a contar

    El curso bsico en mis escuelas de narracin (Estudio de la Palabra de Baha Blanca y el Museo del Ttere de Buenos Aires) dura dos aos. Lo he diseado como una tecnicatura, el programa de contenidos, adems de desarrollar y potenciar los lenguajes verbal y no verbal, la creatividad, la improvisacin y la sensibilizacin, contiene tambin literatura para nios y adultos. Tienen

    clases especiales de teatro, uso profesional de la voz y expresin corporal con profesionales en estas asignaturas, espacio de la prctica en distintos escenarios y se les entrega cuaderni-llo con repertorios para nios, adolescentes y adultos.

    Pretendo y aspiro a que un narrador forma-do en mis escuelas est capacitado para contar ante todo tipo de pblicos y escenarios.

    Dar y convidarQuien quiera ingresar en http://www.marytabe-renguer.com.ar/ podr escuchar, bajo la solapa Cuentos, lecturas y contadas de cuentos in-fantiles, de bellsima factura. Estos relatos son parte de su ciclo Contate un Cuento Maryta, que tiene aire todos los mircoles en el programa de Carlos Quiroga Periodismo en Libertad.

    Poner al aire, subir a su web y compartir muestran la generosidad con la que lleva a cabo su tarea.De dnde nace el deseo de narrar?Desde los primeros recuerdos de mi vida, me veo recitando y cantando, frente a los espe-jos de mi casa y parada arriba de una silla en cumpleaos y fiestas familiares. Cuando me enteraba de que estaba invitada, comenzaba mi ritual. Me preparaba, ensayaba tangos, poe-sas y cuando estaba en la fiesta en cuestin, esperaba ansiosamente a que algunos de mis tos dijese: A ver, Maryta, cantate algo!, tan nerviosa me pona que en un santiamn me

    paraba sobre la silla ms prxima y desgranaba el repertorio que haba ensayado durante das.

    Esa aficin natural fue la que me acerc a definir-me como gran lectora y tambin a formarme pro-fesionalmente como docente especializada en LIJ, adems soy egresada de la escuela de teatro y des-de principios de los aos 80 conduzco programas de radio. Esta formacin me ayud a construirme como profesional de la palabra.

    Narrar, para m, es una manera de ver y vivir en este y en otros mundos posibles.Por qu hoy tienen tanto auge los narradores?Contar y escuchar es propio de la naturaleza hu-mana. Es un acto atvico. En el siglo XX, principio de los aos 80 aproximadamente, surgen en nuestro pas, y tambin en Amrica y en Europa, los narra-dores urbanos, es decir, el cuentacuentos espont-neo se profesionaliza. Al comienzo ramos unos po-cos, luego se fueron sumando nuevas generaciones. Hoy por hoy, como arte escnico, ha encontrado un nicho importante como actividad recreativa en dis-tintos escenarios, tanto en instituciones educativas como en espacios culturales y de esparcimiento. Creo que un narrador profesional que se dedica se-riamente a su actividad puede vivir de su trabajo. La narracin oral sigue siendo un ritual, un arte con-vival, que se renueva y renace, cada vez que conta-mos una historia y logramos recuperar la palabra artesanal y devolverle su dimensin potica.

    //

    / NArrAdorES

  • 20 de fondo / 21

    Fuera de serie, coleccin pensada para preadolescentes con t-tulos de Saki, Poe, Verne, entre otros. Libros de tapas duras con calidad grfica, con ttulos que se pueden encontrar en otras edi-toriales, pero en Unaluna tienen el plus del arte y el diseo.

    Nos adelanta Stella Maris que estn terminando de armar y co-rregir para la coleccin Cuntame un cuento el ttulo El sueo de Lucas, nacido de la dupla Folgueira y Armentano, tambin El valle de los molinos, con texto de Noelia Blanco y Valeria Docampo. Para la coleccin Fuera de serie publicaremos Robin Hood de Howard Pyle e ilustrado por JO Hyeon Sook.

    Calidad y buenos textos hacen tentar a los lectores con estos li-bros encantadores para comenzar recorrer la literatura, haciendo que el momento de lectura sea especial y nico.//

    / dE FoNdo20

    Una luna llena

    Observar un catalogo hace que uno como lector tenga la opcin de seleccionar qu libros leer. Pero la nmina de colecciones de Unaluna hace que esta sea una tarea difcil y para la cual se necesitara de un gran presupuesto para adquirir los libros. Ac los docentes encontrarn algunas pistas para que estos libros comiencen a ocupar un espacio en sus bibliotecas.

    Desde su lanzamiento al mercado en el 2006, hemos publicado ms de 130 obras en diversas colecciones, nos cuenta Stella Maris Rozas, encar-gada del Departamento Editorial.

    Una de las colecciones es Primeras Lecturas para lectores a partir de los 2 aos. Ediciones en tapas duras y algunas con hojas en carton. Entre las novedades presentan Caperucita Roja, El patito feo y La bella durmiente. Si bien, como sostiene Stella Maris, las historias clsicas siempre son atractivas y capaces de perdurar el paso del tiempo, lo novedoso es el diseo del producto: encuadernaciones originales pensadas para un lector adulto acompaado de uno o ms nios. Caperucita Roja permite ver las ilustraciones a los nios sentados frente al docente; y al adulto, leer sin tapar el desarrollo visual; o Blancanieves y su formato bandonen, que ofrece en una de sus ca-ras una ilustracin que condensa toda la historia.

    Cuntame un cuento, coleccin destinada a lec-tores de 4 aos, incluye a varios autores e ilustra-dores nacionales con historias originales, tambin

    algunos extranjeros que conseguimos en las ferias inter-nacionales donde tratamos de buscar material, vemos el libro y enseguida decimos: este es un libro para Unaluna, explica Rozas.

    Entre los libros de edicin nacional, Saracino, Folgueira, Bernatene, Rossia son autores ilustradores que tienen la capacidad de regalarnos historias hermo-sas y bellas ilustraciones que hacen que sus libros sobre-salgan del resto. Algunos de esos ttulos que regocijan a los lectores sin distincin de edad: Sapo de otro pozo, Mi perro Roberto, El gondolero y la ballena, La gran f-brica de las palabras.

    La coleccin Grandes libros para pequeos lectores presenta ttulos como La Sirenita y La bella y la bestia ilustrados deliciosamente por Gabriel Pacheco. Libros para mirar, leer, disfrutar, donde se unen textos cl-sicos, como Pulgarcita y El mago de Oz, con las ilus-traciones de artistas mexicanos, italianos, coreanos. Donde se le da importancia a la calidad de edicin para resignificar las historias. En el diseo se cuida la tipografa, la diagramacin.

    Sapo de otro pozo, ilustrado por Poly Bernatene.

  • 22 22 22 / bIogrAFA LECtorA biografa lectora / 23

    Recuerdo mas el ansia que los libros. Las ganas de tenerlos, el rodeo, el andar a tientas por las bibliotecas ajenas. Dicen que lo primero que lea o afirmaba leer era el diario Clarn. Dicen, digo, porque no lo recuerdo ya, atrapada la escena por capas y capas de narraciones familiares, recuerdos que cir-culan, esos ros que se van sedimentando y en los cuales es difcil encontrar el hecho original. Que eso primero lo lea en algn club de barrio, al que acom-paaba a mi pap. Poco despus, ya en los aos de la escuela, lea y relea Anteojito.

    Luego llegaran los libros, que no dejo de recordar-los como regalos. Envueltos, dispuestos para la cele-bracin, en ese instante de la vida que son los fes-tejos de cumpleaos. Por lo mismo, extraordinarios. En la casa familiar no haba biblioteca, no ms que algunas revistas Selecciones dispersas. Los primeros eran, entonces, los que llegaban como dones: las ta-pas duras rojas y amarillas, de Billiken y Robin Hood, si no recuerdo mal, no hacan ms que aumentar el placer de abrirlos, el gusto de sostenerlos.

    Llor con Corazn y me divert con la versin es-cueta de Las mil y una noches. Quise ser como Jo de Mujercitas y no poda despegarme del destino de esas chicas. Aprend que un libro poda leerse varias veces, pero tambin descubr el ansia de pasar de uno a otro, acumularlos, desconocerlos, abandonar-los. Pero era difcil sin una biblioteca a mano.

    Devor las Selecciones y, en la casa de una ta, el bao era escondite para leer sus Corn Tellado. De

    un lado la Guerra Fra, del otro la educacin sen-timental que permita el franquismo. Historias ro-mnticas en las que las diferencias de clase, prime-ro amenazantes, se resolvan con un amor casto y reconciliado.

    Las revistas como puertaPor Mara Pa Lpez

    Una experiencia que prueba una vez ms que todos son caminos

    vlidos para la formacin del lector cuando el ansia est presente.

    Directora del Museo de la Lengua Foto

    : Con

    stan

    za N

    iscov

    olos

    .

    Lecturas de juventudMs tarde, ya en los aos de la escuela secunda-ria, llegaran otras lecturas. Libros que salan de los anaqueles de la biblioteca escolar, o de las casas de amigas o del prstamo generoso de algunos profe-sores. Aparecieron en mi vida los clsicos: el verde tomo de Borges editado por Emec, Rayuela y algu-nos cuentos de Cortzar, El astillero de Onetti, Garca Mrquez y Ernesto Sbato. Pero tambin una colec-cin de best-sellers se llamaba ms o menos as la serie, de tapas negras, que lea el padre de Mara Jos. Y algunas rarezas, ejemplares que lea en la es-cuela. Alguna vez la tentacin fue mayscula y deci-d que el libro que me llevaba no iba a ser declarado. Fracas. No en la mdica expropiacin, sino en el intento de convertirme en su lectora.

    El libro era Ser y tiempo, de Martn Heidegger. Yo, una chica de 15 16 aos que haba ledo algunas menciones sobre la filosofa existencialista, anotado los nombres de esos pensadores que parecan atra-pantes, y que crea que mis entusiasmos bastaban para incursionar en nuevos territorios. Pero el libro se resisti, una y otra tarde. Me recuerdo azorada: prrafos en otras lenguas, no traducidos; y los que s lo estaban no mejoraban mi comprensin de las frases. Aprend ah que poseer un libro no es tanto tener el objeto como poder aprehenderlo. Aprend, tambin, que para muchas lecturas necesitamos mediadores, otros que acompaen el recorrido, nos auxilien, nos obliguen o nos alivianen. Depende el caso. Alguna vez, un persistente profesor me dijo:

    Con Heidegger hay que animarse a saltear pginas, las que resultan indescifrables.

    El camino lectorLa universidad fue, para m, el mbito de esa media-cin. Extraordinarios profesores hacan de sus cla-ses un camino hacia la lectura. A los que recuerdo con ms entusiasmo son a aquellos de cuyas clases sala con ganas de leer los libros que haban comen-tado o que llevaban en sus manos para mostrarnos, cuyos subrayados nos lean o que haban discutido con ardor. La facultad tena biblioteca, pero las pa-siones de nuestros profesores no nos llevaban solo a ella. Tambin nos constitua como buscadores, en libreras de viejo, de aquellos ttulos cuya mencin nos haba tentado, pertenecientes a otras pocas, de las que esperbamos descubrir su sentido aproxi-mndonos a sus obras.

    La vieja ansia tom otras formas; el deseo tenaz, otro camino. No podra decir ms reglado ni ms sis-temtico: apenas menos desesperado, no sujeto a aquello que la escasez constitua como nica lectura, sino enlazado a elecciones, gustos, preocupaciones. Hoy pienso el quehacer de varios de mis oficios como el esfuerzo para poner libros y deseo de los libros al alcance de cualquiera: en la universidad, en el mu-seo, en la biblioteca. Algunos he escrito, pero funda-mentalmente soy una lectora. O alguien que cree que un modo esplndido de ampliar los horizontes vita-les es rasgar su estrechez mediante los libros.

    //

  • Carlos Pellegrini 855 - piso 12Ciudad de Buenos Aireswww.oceano.com.ar

    Novedades

    EDITORIAL OCEANO ARGENTINA S.A.

    24 24 24 / NoVEdAdES

    Chumba y olAutora: adriana dieguezIlust: iaki echeverra Editorial: manoescritaISBN: 978-987-29650-5-120 pg.

    Gatos y perros que se pelean se pelean? Chumba, el perro, y Ol, el gato, son imprevisibles, queribles y estn dotados de una sencilla naturalidad.

    mi familia es de otro mundo!Autora: cecilia blancoIlust: daniel lowy Editorial: uranitoISBN: 978-987-703-032-780 pg.

    Una nueva mirada sobre la amplia gama de modelos familiares que conviven hoy en da. Porque vivimos en una sociedad dinmica, compleja y diversa.Aqu las historias de siete familias que con humor y ternura reflejan los fuertes lazos de amor que los unen y nos muestran que cada familia es verdaderamente nica.

    El cumpleaos de mona LisaAutores: aulafernndezIlust: istvanschEditorial: arte a baborISBN: 978-987-29025-3-728 pg.

    A quin no le gusta festejar su cumpleaos? Mona Lisa, tan famosa, cumple unos cuantos aos y decide organizar el suyo a lo grande. Invitaciones, saln, msica y regalos nacen de cuadros casi tan famosos como el suyo. No te pierdas esta fiesta llena de color, alegra y arte. Ests invitado!Ilustrado por Istvansch y por maravillosos artistas de todos los tiempos.

    Qu es la nada?Autora: antje dammEditorial: iamiquColeccin: los filososISBN: 978-987-1217-5-1972 pg.

    Una vez ms la autora nos propone de un modo simple y, a la vez, profundo acercarnos a la filosofa.Un juego de preguntas con imgenes para agilizar la mirada y el pensamiento. Qu hacemos cuando no hacemos nada? .Hay algo donde no hay nada?Hay cosas sobre las que no sabemos nada? Preguntas con respuestas abiertas y diversas para reflexionar sobre temas fundamentales y muy inquietantes.

    FofoletesAutoras: gabriela belziti y luca mancilla prietoColeccin: ungatogris Editorial: del naranjoISBN: 978-987-1343-83-636 pg.

    Pap y mam hablan en secreto. Yo sigo jugando con los fofoletes y las muecas en mi habitacin. Es de noche y ya falta poco para ir a dormir.Una nia cuenta su mudanza y su casa nueva. Un libro que habla de libros, de historias contadas antes de dormir y que de pronto da un giro inesperado que nos conmueve.

    La princesa ms pequeaAutora: sandra siemensIlust: cynthia orensztajnEditorial: atlntidaISBN: 978-950-08-4213-632 pg.

    Una historia de exageraciones en un reino con mucho de todo. rboles, ros y peces. Y tambin prncipes y princesas que hablan sin parar y llenan el palacio de palabras. Todos hablan mucho salvo la pequea princesa que anda buscando su palabra.

    puatucha rentes, la leyenda olvidadaAutor integral: istvanschEditorial: calibroscopioISBN: 978-987-1801-73-232 pg.

    El ms desopilante catlogo de arte jams escrito. Curadores y crticos tiemblen!En el Museo del Sinalefo Exultante y luego de aos de intensa bsqueda e investigacin la genial Puatucha saldr por fin de su injusto olvido y nos cautivar con una muestra retrospectiva inolvidable.Istvansch ms desenfadado y mordaz que nunca, munido de sus mgicas tijeras, encontr un modo muy singular de acercarnos, una vez ms, al arte.

  • 30

    Agenda LIJ 2014

    30 / AgENdA

    Libros que cuentan

    para chicosPoesa

    EVENToS

    Dar de leer: Capacitacin gratuita en animacin a la lectura y promocin de la biblioteca

    El programa Bibliotecas para armar organiza un nuevo curso gratuito para adultos de capacitacin en animacin a la lectura y promocin de la biblioteca.La capacitacin se desarrollar durante 6 encuentros los das jueves de 17:00 a 19.00 hs., a partir del 30 de octubre, en Casa de la Provincia del Chubut, Sarmiento 1172, con la coordinacin de Mara Trombetta. Para la inscripcin escribir a: [email protected]

    Especializacin en Nuevas Infancias y Juventudes de la Universidad Nacional de la PlataEstudios de PosgradoEst abierta la inscripcin hasta el 31/10/2014 y podrn ingresar a la carrera quienes posean ttulo universitario de grado o de instituciones de nivel superior.organiza: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin de la Universidad Nacional de La PlataInicia en marzo 2015Mas informacin en:[email protected]

    IV Simposio de literatura Infantil en el Mercosur Los das 27, 28 y 29 de noviembre de 2014 en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires.Este encuentro incluir un homenaje a la Profesora Alicia Cantagalli. Se convocar para la presentacin de ponencias y trabajos de investigacin.Ms informacin: www.cuartosimposiolij.wix.com/cuartosimposioliteraturainfantil

    Cuartas Jornadas Internacionales de Investigacin y Prcticas en Didctica de las lenguas y las literaturasEn Bariloche, 6 y 7 de noviembre de 2014.Proponen continuar la difusin de investigaciones y propuestas innovadoras en el campo de las didcticas especficas.organiza: GEISE, Grupo de estudio Interaccionismo Sociodiscursivo en EducacinPara mayor informacin: https://sites.google.com/site/grupoeise/4tas-jornadas-

    CoNCUrSoS

    6 Concurso Invenciones de Narrativa Infantil y JuvenilNostra Ediciones, en colaboracin con Telmex e IBBY Mxico, convocan la 6 edicin del Concurso Invenciones, dirigido a obras de narrativa infantil y juvenil (para lectores de 9 a 14 aos). Podrn participar escritores mayores de edad de cualquier nacionalidad o lugar de residencia, con una o ms obras en idioma espaol. El plazo de presentacin de originales se cerrar el 27 de enero de 2015. Bases: www.concursoinvenciones.com/bases.html

  • Bookmark 1

    Button 111: Button 107: Button 109: Button 108: Button 1012: Button 1013: Button 1010: Button 105: