darth vader - el señor oscuro

7/22/2019 Darth Vader - El seor oscuro

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Star wars - 0 - LegadoskywalkerLegado Skywalker .blogspot.com


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Ttulo original: Star Wars. Dark Lord. The Rise of Darth Vader

Ao: 2006

Traduccin: Lorenzo F. Daz

Arte de tapa: David Stevenson

Digitalizacin: (2006) LorD XiaNRevisin: Kiyon Von Nurbar


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SOLAPA

Toda la galaxia cree que el Caballero Jedi Anakin Skywalker el Elegidomuri en Coruscant durante el ataque al Templo Jedi. Y, hasta cierto

punto, es cierto. Anakin ha muerto.Un temible espectro de negro se ha alzado del lugar donde cay AnakinSkywalker, en la fundida superficie del planeta Mustafar donde intentmatar a Obi-Wan Kenobi, su amigo y antiguo Maestro. Quien una vez fueel Caballero Jedi ms poderoso que haba conocido nunca la Orden Jedies ahora un discpulo del Lado Oscuro, un seor de los temidos Sith y lavengativa mano derecha del implacable nuevo Emperador de la galaxia.Anakin muri seducido, enloquecido y destruido por las maquinacionesdel Seor Oscuro Sidious... y quien vive ahora es Darth Vader.

Todava no se han difundido los acontecimientos que dieron lugar a sucreacin, nada se sabe del fallido motn del Consejo Jedi contra elCanciller Supremo Palpatine, de la orden de represalia de destruir a la

Orden Jedi emitida por el autoproclamado Emperador, ni de la matanzaacometida por Anakin en sus compaeros y sus Maestros del TemploJedi. Y en el mundo de Murkhana, en el Borde Exterior, los Maestros JediRoan Shryne y Bol Chatak, junto a la padawan Olee Starstone, lideran elataque contra una fortaleza separatista sin saber que la marea enrojecidacon sangre Jedi se ha vuelto bruscamente en su contra.

Cuando los tres consiguen eludir la orden de ejecucin, convirtindose enpresas de una cacera espacial, el mayor peligro al que debernenfrentarse no provendr de los soldados clon, ni de las nuevas fuerzasde asalto, ni de la ira de un Emperador sediento de poder... La mayoramenaza estar en el sable carmes horrendamente rpido y letal deDarth Vader, tras cuya mscara se esconde un corazn roto, un alma

emponzoada y una mente astuta y retorcida sedienta de venganza.El objetivo de los dispersos Jedi supervivientes es sobrevivir paraproteger el Lado Luminoso de la Fuerza y que as algn da vuelva areinar en la galaxia. Pero ms importante an es el bienestar de los dosnios, Leia y Luke Skywalker, hijos de Anakin y su difunta esposa, PadmAmidala. Separados al morir Padm, deben permanecer a salvo cueste loque cueste, para que la esperanza en el futuro que representan no acabeconvirtindose en el horror de un nuevo rgimen Sith con el indeciblepoder del Lado Oscuro.


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Darth VaderEl Seor Oscuro

James Luceno


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Para Abel Lucero Lima, el gran gua en Tikal(tambin conocida como Yavn 4),

con quien dej las huellas de mis botaspor todo el Mundo Maya.


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AGRADECIMIENTOS

Gracias de todo corazn a Shelly Saphiro, Sue Rostoni, HowardRoffman, Amy Gary, Leland Chee, Pablo Hidalgo, Matt Stover, TroyDenning y Karen Traviss. Gracias especiales a Ryan Kaufman, que estuvoen LucasArt, y que me describi lo que se siente al llevar el traje.


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PRIMERA PARTE

Los asedios del Borde

Exterior


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Murkhana. Horas finales de las Guerras Clon

l descender por entre las arremolinadas nubes provocadas por las estacionesclimticas de Murkhana, Roan Shryne record las sesiones de meditacin porlas que le haba guiado su antiguo Maestro. Por mucho que Shryne se

concentrara en tocar la Fuerza, el ojo de su mente apenas le ofreci entonces poco msque un torbellino de blancura. Aos despus, cuando fue ms capaz de alcanzar elpensamiento silencioso y de penetrar en la luz, del vaco incoloro emergieron fragmentosvisuales, partes de un puzle que se unan gradualmente hasta definir algo. Con frecuencia,

pero no de forma consciente, eso le deca que sus actos en el mundo eran acordes con lavoluntad de la Fuerza.

Con frecuencia, pero no siempre.Cuando se desviaba del camino designado por la Fuerza, esa blancura familiar se

agitaba como movida por poderosas corrientes, a veces manchadas de rojo, como siabriera al brillante sol de medioda sus ojos cerrados.

Un blanco moteado de rojo era lo que vea ahora al hundirse ms y ms en laatmsfera de Murkhana. Acompaado por una partitura de truenos reverberantes, delzumbido del viento, de un caos de voces apagadas...

Estaba junto a la puerta deslizante que normalmente cerraba la bodega de carga paratropas de una fragata republicana, que momentos antes haba abandonado el hangardelantero del Galante, un destructor imperial clase Victoria asediado por tricazasandroides y cazas buitre mientras esperaba una orden del Alto Mando para iniciar supropio descenso a travs del techo artificial de Murkhana. Junto a Shryne, y detrs de l,haba un pelotn de soldados clon, con el casco ajustado en la cabeza, el rifle lseracunado en los brazos y cargadores de municin colgando de los cinturones, y hablandoentre ellos tal y como suelen hacerlo los guerreros veteranos antes de entrar en combate.Aligerando dudas con bromas privadas, haciendo referencias a cosas que Shryne no podacomprender, aunque fuera por encima, fuera del hecho de que eran desagradables.

Los compensadores de inercia de la fragata les permitan estar de pie en la bodega sinverse zarandeados por las explosiones antiareas o sacudidos por las maniobras evasivasde los pilotos que conducan la nave entre misiles y tormentas de metralla al rojo vivo. Ytenan que ser misiles porque los mismos separatistas que haban creado las nubes habansembrado el aire de Murkhana con aerosoles antilser.

El atestado espacio se llen de un olor acre, del rugido de los motores de proa y del

ligero rateo del motor de estribor; la fragata estaba siendo tan castigada como lossoldados y la tripulacin que la conducan al combate.La capa de nubes segua siendo densa pese a la altitud de 400 metros sobre el nivel del

mar. Shryne no se sorprendi por no poder distinguir ni su mano ante la cara. Despus detodo, seguan estando en una guerra, y llevaba tres aos acostumbrndose a no ver nisaber por dnde se desplazaban.

Nat-Sem, su antiguo Maestro, sola decirle que el objetivo de los ejercicios demeditacin era poder mirar con claridad entre el remolino de blancura para ver ms all,que Shryne estaba viendo la zona en sombras que lo separaba del pleno contacto con la


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Fuerza. Que deba aprender a ignorar las nubes, por as decirlo. Cuando aprendiera ahacer eso, mirar ms all y ver la radiante imagen que haba al otro lado, sera unMaestro.

La reaccin de Shryne, pesimista por naturaleza, fue pensar: En esta vida, no.Aunque no se lo dijo a Nat-Sem, el Maestro Jedi haba visto a travs de l tan

fcilmente como l lo haca ahora a travs de las nubes.

Shryne sinti que los soldados clon vean esa guerra con ms claridad que l, y que esavisin tena poco que ver con los sistemas visores de sus cascos, con los filtros queamortiguaban el agudo olor del aire, con los auriculares que apagaban los sonidos de lasexplosiones. Haban sido criados para la guerra y probablemente a l lo consideraban unloco por entrar de ese modo en combate, vestido slo con tnica y capucha, con un sablelser por nica arma. Muchos de ellos eran lo bastante listos como para hacercomparaciones entre la Fuerza y sus propias corazas plastoides, pero haba muy pocosque pudieran distinguir entre un Jedi acorazado y otro que no lo estuviera, entre los quetenan una alianza con la Fuerza y quienes por un motivo u otro haban perdido sureconfortante abrazo.

Las capas de nubes de Murkhana ralearon por fin, hasta limitarse velar el arrugadopaisaje y el espumeante mar del planeta. Un repentino estallido de brillante luz hizo queShryne prestara atencin al cielo. Lo que le pareci una fragata estallando era ahora el

nacimiento de una estrella y, por un momento, el mundo perdi el equilibrio pararecuperarlo con la misma brusquedad. Entre las nubes se form un crculo de claridad, elvelo de la realidad se rasg y Shryne contempl un bosque de verdor tan profundo quecasi lleg a saborearlo. Por entre los troncos corran valientes combatientes y esbeltasnaves sobrevolaban las copas de los rboles. En medio de todo ello se alzaba una nicafigura, alargando una mano para rasgar un teln negro como la noche...

Shryne saba que haba dado un paso fuera del tiempo, a una verdad ms all de todacomprensin.

Poda ser una visin del final de la guerra, o del mismo tiempo.Fuese lo que fuese, tuvo el efecto de tranquilizar sus nimos, pues le deca que estaba

donde se supona que deba estar. Por mucho que la guerra lo hubiera obligado apresenciar muerte y destruccin, segua atado a la Fuerza y sta le serva a su limitada

manera.Entonces, las escasas nubes conspiraron para ocultar lo que le haba sido revelado,para cerrar el portal que haba abierto una corriente errante, como si buscaran frustrarlo.Y Shryne volvi a verse donde estaba antes, con rfagas de aire recalentado tirando delas mangas y la capucha de su tnica parda.

Koorivar ha hecho un buen trabajo con sus mquinas climticas le dijo una voz enel odo izquierdo. Han creado un cielo impresionante. Empleamos la misma tctica enParrin Menor. Obligamos a los separatistas a fabricar nubes y despus acabamos conellos.

Shryne ri sin alegra.Me alegra ver que an es capaz de apreciar las pequeas alegras de la vida,

comandante.Qu otra cosa nos queda, general?

Shryne no poda distinguir su expresin tras el visor tintado, pero conoca ese rostrocompartido tan bien como cualquier otro que hubiera luchado en esa guerra. Elcomandante clon al cargo de la 32. fuerza area de combate haba adquirido en algnmomento el nombre de Municin, y el apodo le sentaba muy bien.

Las suelas de alta traccin de sus botas de salto le proporcionaban la altura aadidapara estar hombro con hombro con Shryne, y tena la armadura marcada por xidomarrn all donde no estaba mellada y abollada. De su cadera pendan pistolas lserenfundadas en cartucheras y, por motivos que Shryne no poda adivinar, vesta unavariante de la tnica de mando con capa que estaba haciendo furor en ese tercer ao de


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guerra. El lema Vivir para servir! estaba grabado con lser en el lado izquierdo de sucasco hollado por la metralla.

Las marcas del torso decan que Municin haba participado en las campaas demuchos mundos, y tena la actitud endurecida de un CRA un Comando deReconocimiento Avanzado aunque no lo fuera, por no decir que tena la misma actitudde Jango Fett, modelo de todos los clones, cuyo cuerpo sin cabeza vio en el circo

geonosiano poco antes de que el Maestro Nat-Sem cayera bajo fuego enemigo.Las armas de la Alianza deben tenernos ya en su mira dijo, mientras la fragatacontinuaba el descenso.

Las otras naves de asalto que atravesaban la cubierta de nubes tambin eran recibidaspor rfagas de misiles. Los impactos directos derribaron dos, cuatro y cinco naves, cuyosllameantes fuselajes y soldados destrozados se precipitaron a las revueltas olas escarlatade Baha Murkhana. Del morro de una fragata brot una cpsula que transport al piloto yal copiloto hasta escasos metros del agua antes de ser destripada por un misil buscadorde calor.

Haba otros tres Jedi en una de las cincuenta y tantas fragatas que descendan hacia elgrueso del combate, y entre ellos estaba el Maestro Saras. Shryne busc con la Fuerza ylos encontr, dbiles ecos que confirmaban que seguan con vida.

Cuando los pilotos arrojaron su pesada carga en la orilla, evitando por poco una pareja

de misiles de metralla, los artilleros de las torretas blindadas de la fragata respondieron alfuego con disparos lser mientras enjambres de interceptores mankvim llegaban enoleadas al encuentro de las fuerzas de la Repblica. Los aerosoles antilser del airedispersaron los disparos, pero aun as docenas de naves separatistas sucumbieron a losmisiles en masa escupidos por los lanzacohetes montados en la cubierta superior de lasfragatas.

El Alto Mando debi concedernos la peticin de bombardearlos desde la rbita dijoMunicin, con voz amplificada.

La idea es tomar la ciudad, comandante, no vaporizarla repuso Shryne alzando lavoz. Haban ofrecido a Murkhana varias semanas para rendirse, pero el ultimtum de laRepblica termin expirando. Puede que el deseo de Palpatine de ganarse el corazn yla mente de las poblaciones separatistas no tenga mucho sentido militar, pero s poltico.

Municin le mir desde detrs de su visor.No nos interesa la poltica.Tampoco a los Jedi.Por qu luchis si no se os cri para ello?Para servir a lo que queda de la Repblica. La breve visin verde del final de la

guerra volvi a l, y sonri con pena. Dooku ha muerto. Estamos a punto de encontrar aGrievous. Si eso significa algo, es que el final est cerca.

El de la guerra o el de que luchemos codo con codo?El de la guerra, comandante.Qu ser entonces de los Jedi?Haremos lo que siempre hicimos: seguir a la Fuerza.Y el Gran Ejrcito?Shryne le mir fijamente.

Nos ayudar a preservar la paz.


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a podan ver la ciudad de Murkhana, que trepaba en un largo crescendo por lasescarpadas montaas que se alzaban desde la costa, el brillo de los superpuestosescudos de partculas apagado por el gris de la parte inferior de las nubes. Antes

de que la fragata descendiera hacia las crestas de espumeantes olas, alter el rumbo paraapuntar con el morro achatado a la apelotonada lnea del cielo de la ciudad, zigzagueandoentre cabezas nucleares disparadas desde los emplazamientos de artillera que bordeaban

la costa.Murkhana era un mundo como Mygeeto, Muunilinst y Neimoidia, pero no era un planetaconquistado, sino un mundo anfitrin, cuartel general de la Alianza Corporativa yresidencia de Passel Argente, antiguo senador y miembro del Consejo Separatista. Losmediadores y litigantes de Murkhana, atendidos por ejrcitos de androides domsticos yguardias de seguridad privados, haban levantado un dominio hedonista de enormesedificios de oficinas, lujosos complejos de apartamentos, centros mdicos exclusivos yelegantes reas comerciales, casinos y clubes nocturnos. Slo los deslizadores ms carosse paseaban por su vertical paisaje urbano de edificios altos y elegantes que parecanhaber crecido del coral del ocano ms que haber sido construidos por el hombre.

Murkhana tambin albergaba el mejor centro de comunicaciones de esa parte del BordeExterior, y era la principal fuente de las emisiones sombra que difundan propagandaseparatista por los mundos de la Repblica y de la Confederacin.

Cuatro puentes de diez kilmetros de largo dispuestos como los radios de una ruedaunan la ciudad con una enorme plataforma de aterrizaje construida sobre el mar. Laplataforma tena forma hexagonal, estaba sostenida por gruesas columnas ancladas en ellecho marino y era lo que necesitaba la Repblica para poder iniciar la invasin a granescala del resto del planeta. Para que eso sucediera, el Gran Ejrcito tendra que atravesarlos paraguas defensivos y acabar con los generadores. Pero casi todas las techumbres yplataformas de aterrizaje estaban protegidas con rayos repulsores y el nico lugar en elque las fragatas podan desembarcar ahora sus cargas de soldados clon y Jedi era la playade arena negra de Murkhana.

Shryne miraba la plataforma de aterrizaje cuando sinti que alguien se situaba entre elcomandante Municin y l, tratando de ver mejor por la abierta escotilla. Supo que eraOlee Starstone antes incluso de ver su cabeza de negros rizos. Plant con firmeza la mano

izquierda en la nuca de la chica y la devolvi de un tirn al interior.Si tan decidida ests a ser un blanco, padawan, espera al menos a que estemos en laplaya.

La pequea joven de ojos azules se frot la cabeza mientras miraba por encima delhombro a la alta mujer Jedi que tena detrs.

Lo ves, Maestra? S le importa dijo la padawan Starstone.Pese a toda evidencia de lo contrario dijo la mujer Jedi.Slo quise decir que as me sera ms fcil enterrarte en la arena repuso Shryne.Starstone frunci el ceo, cruz los brazos sobre el pecho y se alej de los dos.Bol Chatak clav en Shryne una mirada recriminadora. Llevaba alzada la capucha de su

tnica negra ocultando as sus cortos cuernos. Era una zabrak iridoniana, tan toleranteque nunca haba reprochado a Shryne su conducta irascible ni interferido en la relacinburlona que mantena con Starstone, la cual se haba convertido en su padawan apenas

una semana estndar antes, cuando lleg con el Maestro Loorne y otros dos CaballerosJedi. Las necesidades de los Asedios del Borde Exterior haban alejado de Coruscant atantos Jedi que el Templo estaba prcticamente desierto.

Haca poco que Shryne tambin tuvo un aprendiz padawan...Para bien del Jedi, el piloto de la fragata anunci que se acercaban al punto de salto.Comprobad las armas! le dijo Municin al pelotn. Gases y cargadores!Mientras la bodega se llenaba del ruido de armas activndose, Chatak pos la mano en

el tembloroso hombro de Starstone.Utiliza tu incomodidad para aguzar tus sentidos, padawan.


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Lo har, Maestra.La Fuerza te acompaar.Todos moriremos le dijo Municin a los soldados. Prometeos ser los ltimos en

hacerlo!En el techo se abrieron paneles de accesos, liberando ms de una docena de cables de

poliplstico que quedaron al alcance de los soldados.

Enganchaos a los cables! dijo Municin. Hay sitio para tres ms, general aadi, mientras manos enguantadas y blindadas se agarraban a los cables.Shryne calcul que el salto no superaba los diez metros y neg con la cabeza a

Municin.No hay necesidad. Lo veremos abajo.La fragata gan altitud inesperadamente al acercarse a la costa y se par junto a la

playa, como frenada en seco. Los rayos repulsores se conectaron y la nave flot sobre laarena. En ese momento, centenares de androides blicos separatistas llegaron a la playadisparando simultneamente las armas lser.

El intercomunicador chirri y el piloto dijo:Lanzamos el anulador de androides!El anulador de androides, un arma emisora de ondas de impacto, deton a cinco

metros del punto cero, tumbando a todos los androides en un radio de cincuenta metros.

Explosiones semejantes subrayaron la llegada de una docena de fragatas ms.Dnde estaban estas armas hace tres aos? pregunt a Municin uno de los

soldados.Es el progreso repuso el comandante. De pronto parecemos estar ganando la

guerra en una semana.La fragata descendi un poco ms y Shryne salt al aire, usando la Fuerza para

controlar su cada y aterrizar agazapado en la arena compacta, como hicieron acontinuacin Chatak y Starstone, si bien de forma menos experta.

Les siguieron Municin y los soldados clon, que descendan agarrados con una mano acables individuales, mientras con la otra disparaban los rifles a medida que bajaban a laplaya. Cuando el ltimo soldado estuvo en suelo firme, la fragata elev el morro y empeza alejarse. La misma escena se repeta a lo largo de toda la playa. Algunas fragatas no

consiguieron escapar al fuego de artillera y se estrellaron envueltas en llamas antes depoder dar media vuelta.Otras saltaron en pedazos antes de poder descargar a sus hombres.Jedi y soldados avanzaron mientras proyectiles y disparos lser silbaban en sus odos y

les obligaban a agacharse tras el protector de la autopista que discurra entre la playa ylos riscos verticales de la ciudad. El encargado de comunicaciones de Municin solicitapoyo areo contra las bateras que ms les castigaban.

Por una abertura del muro aparecieron cuatro hombres pertenecientes a un comandoque llevaba a un cautivo con ellos. Los comandos se distinguan de los soldados porquellevaban armadura gris clase Katarn y empleaban armas ms pesadas. Sus trajesreforzados contra las pulsaciones magnticas les permitan atravesar los camposdefensivos.

El combatiente enemigo capturado vesta una tnica larga y una capucha con borla,

pero careca de la complexin enjuta, los tatuajes horizontales y los cuernos cranealescaractersticos de los koorivar. La especie de Passel Argente, al igual que le ocurra a suscompaeros separatistas neimoidianos, no senta ninguna aficin blica, pero no leacomplejaba contratar a los mejores mercenarios que podan comprarse con crditos.

El grueso jefe del comando se dirigi inmediatamente a Municin.Equipo Ion, comandante, adscrito al veintids de Boz Pity.Se volvi ligeramente en direccin a Shryne y asinti con la cabeza.Bienvenido a Murkhana, general Shryne.Las oscuras cejas de Shryne se agitaron.


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La voz me resulta familiar... empez a decir.Y la cara ms an termin el comando.El chiste se haba hecho viejo tres aos antes, pero segua siendo habitual entre los

soldados clon, y entre ellos y los Jedi.Trepador dijo el comando, llamndole por su apodo. Luchamos juntos en Deko

Neimoidia.

Shryne agarr al comando por el hombro.Me alegra volver a verte, Trepador... aunque sea aqu.Como ya te dije le coment Chatak a Starstone, el Maestro Shryne tiene amigos

en todas partes.Igual no le conocen tan bien como yo, Maestra gru Starstone.Trepador alz el visor de su casco hacia el cielo gris.Es un buen da para luchar, general.Aceptar tu sugerencia dijo Shryne.Tu informe, jefe de escuadrn interrumpi Municin.Trepador se volvi hacia el comandante.Los koorivar estn evacuando la ciudad, pero estn tomndose su tiempo. Han

depositado en esos escudos de energa ms fe de la que deberan. Empuj al cautivohacia delante y le hizo volverse para ponerlo de cara a Municin. Le presento a Idis; es

un humano bajo estos ropajes de koorivar. Un distinguido miembro de la BrigadaVibrocuchilla.

Una banda de mercenarios explic Chatak a Starstone.Lo cogimos... con los pantalones bajados, y lo convencimos para que nos contase

todo lo que sabe sobre las defensas de la costa. Ha sido tan amable como paraproporcionarnos la localizacin del generador de campo de la plataforma de aterrizaje. El comando seal un edificio alto situado playa abajo. Al norte del primer puente, cercadel puerto deportivo. Instalaron el generador a dos pisos de profundidad. Igual debemostomar el edificio entero para llegar a l.

Municin le hizo una sea a su encargado de comunicaciones.Transmite las coordenadas del edificio a la artillera del Galante...Un momento dijo Shryne con rapidez. Disparar contra el edificio pondr en

peligro los puentes. Los necesitamos intactos si queremos hacer entrar vehculos en laciudad.Municin lo medit brevemente.Un ataque quirrgico, entonces.Shryne neg con la cabeza.Hay otra razn para un ataque comedido. El edificio es un centro mdico. O al menos

lo era la ltima vez que estuve aqu.Municin mir a Trepador buscando confirmacin.El general tiene razn, comandante. Sigue siendo un centro mdico.Municin volvi a mirar a Shryne.Un centro mdico enemigo, general.Shryne apret los labios y asinti.Los pacientes siguen considerndose no combatientes, incluso a estas alturas de la

guerra. Recuerde lo que le dije de ganarse las mentes y los corazones, comandante. Mir al mercenario. Se puede llegar desde la calle al generador de escudo?

Eso depende de su habilidad.Shryne mir a Trepador.No ser problema dijo el comando.Municin profiri un sonido de desagrado.Confas en la palabra de un mercenario?Trepador presion el can de su rifle DC-17 contra la nuca del mercenario.Ahora Idis est de nuestro lado, a que s?


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La cabeza del mercenario se bambole.Y sin cargo alguno.Shryne volvi a mirar a Trepador.Llevis suficientes cargas trmicas para el trabajo?S, seor.A Municin segua sin gustarle.

Recomiendo encarecidamente que dejemos esto al Galante.Shryne le mir fijo.Qu pasa, comandante? Es que no estamos matando a los separatistas en la

cantidad suficiente?En cantidad suficiente, general. Slo que no con suficiente rapidez.El Galante no dejar de estar a cincuenta kilmetros de distancia dijo Chatak en

tono conciliador. Hay tiempo para reconocer el edificio.Municin mostr su desagrado con un encogimiento de hombros.Si se equivocan ser su funeral.No lo ser ni aqu ni all dijo Shryne. Nos encontraremos con usted en el punto de

reunin de Aurek-Bacta. Si no aparecemos para cuando llegue el Galante, enve lascoordenadas del edificio.

Puede contar con ello, seor.

urkhana ya era un mundo peligroso mucho antes de convertirse en un mundotraidor. El magistrado Passel Argente haba permitido que el crimen florecieraen l, siempre y cuando la Alianza Corporativa y su principal empresa

subsidiaria, Mercadotecnia Lethe, recibieran buena parte de sus beneficios. Para cuandoArgente se uni al movimiento secesionista del Conde Dooku, haciendo que Murkhanaentrase en la Confederacin de Sistemas Independientes, ya no haba forma de distinguirentre las tcticas extorsionistas de la Alianza Corporativa y las de Sol Negro u otrossindicatos gangsteriles semejantes, salvo por el hecho de que la Alianza se interesaba mspor las adquisiciones corporativas que por el juego, el negocio de la proteccin y elcontrabando de especias.

Cuando la Alianza Corporativa no saba ser lo bastante persuasiva, empleaba tanquesandroides para convencer a los dueos de las compaas de lo sabio que era aceptar susofertas de adquisicin, y ahora haba docenas de esas mquinas blicas posicionadas enlas inclinadas calles de la ciudad para rechazar a las fuerzas invasoras republicanas.

Shryne conoca el lugar tan bien como cualquiera habitante de la ciudad, pero dej quelos comandos fueran en vanguardia. Los tres Jedi siguieron a los cuatro soldados deoperaciones especiales a lo largo de un sinuoso recorrido por las entrecruzadas calles,esquivando los disparos lser de androides blicos y de bandas de mercenarios yconfiando en que el mercenario cautivo fuera consciente de que no le convenaengaarlos. En las alturas, descargas lser y proyectiles de iones chocaban contra losconvexos campos de energa, al igual que las naves androides y los cazas derribados enlos furiosos combates areos que tenan lugar en las nubes.

El grupo de aliados no tard en llegar a las avenidas del puente situado ms al sur, delcuarteto de puentes que una la ciudad con las plataformas de aterrizaje. Al no encontrarresistencia en el centro mdico, se infiltraron en el amplio atrio del edificio. Una luz


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apagada se filtraba por los altos ventanales de permaplex; el polvo y los cascotes sedepositaban en un suelo de mosaico mientras el edificio temblaba al ritmo del crecientebombardeo republicano.

El aire lleno de partculas zumbaba con la corriente del generador del escudo y erizabael vello de la nuca de Shryne. El lugar pareca y se senta desierto, pero aun as Shryneenvi a Chatak, Starstone y dos de los comandos a reconocer los niveles superiores, por si

acaso. Confiando todava en la informacin del cautivo, Shryne, Trepador y el exploradortres del Equipo Ion cruzaron un laberinto de pasillos dbilmente iluminados hasta unturboascensor que, segn deca, les llevara a la sala del generador de escudo.

Seor, no quise decir nada ante el general Chatak dijo Trepador mientrasdescendan, pero no es normal que un Jedi y un comandante tengan criterios distintossobre estrategia.

Shryne saba que era cierto.El comandante Municin tiene un gran instinto. De lo que carece es de paciencia.

Se volvi por completo para mirar de frente al comando. La guerra nos habr cambiadoa algunos, Trepador. Pero el mandato Jedi siempre ha sido mantener la paz sin matar atodos los que se interpongan en su camino.

Trepador asinti en seal de comprensin.Conozco a unos cuantos comandantes que fueron devueltos a Kamino para

recuperacin.Y yo conozco a unos Jedi a los que eso les vendra muy bien. Porque todos queremos

que esta guerra se acabe de una vez. Toc a Trepador en el brazo cuando elturboascensor se detuvo. Me disculpo de entrada si esta misin acaba siendo unaprdida de tiempo.

No hay problema, seor. Lo consideraremos un permiso del trabajo.Al otro lado del ascensor antigravitatorio, el ensordecedor murmullo del generador

haca casi imposible hablar sin depender de los comunicadores. Shryne sac el suyo deuna bolsita de su cinturn de utilidades y lo sintoniz en la frecuencia que Trepador y suhombre utilizaban para comunicarse con los enlaces de su casco.

Los tres hombres descendieron con cuidado por un pasillo sin luz hasta llegar a untembloroso prtico que asomaba a la sala del generador. La mayor parte del cavernoso

espacio estaba ocupada por la pirmide truncada de duracero que proporcionaba energaal bosque de proyectores de escudo con forma de platillo que haba en la plataforma deaterrizaje.

Trepador hizo descender unos macrobinoculares sobre su visor tintado y examin ellugar.

Cuento doce centinelas le dijo a Shryne por el comunicador.Aade tres tcnicos koorivar en el otro extremo del generador dijo el explorador

tres desde su posicin.Shryne poda ver hasta sin macrobinoculares que la mayora de los guardias eran

mercenarios, humanos y humanoides, armados con rifles lser y vibrocuchillas, el armaque defina a la brigada. Unos cuernos craneales, smbolo de posicin sobre todo entre losmiembros de la lite de Murkhana, identificaban al koorivar del grupo. Tres androides decombate de la Federacin de Comercio completaban el contingente.

El generador est demasiado bien protegido para destruirlo de forma encubierta dijo Trepador. Disculpe por decirlo, pero puede que el comandante Municin tuvierarazn al desear que el Galante se ocupara de esto.

Ya dije que tena buen instinto.Seor, que los guardias no estn aqu para recibir cuidados mdicos no quiere decir

que no podamos convertirlos en pacientes.Bien pensado dijo Shryne, pero seguimos siendo tres contra doce.Usted vale al menos por seis de ellos, no, seor?Shryne sonri al comando con los ojos entrecerrados.


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Eso en un da bueno.Al final, tanto Municin como usted tendrn razn. Y, lo que es mejor, le ahorraremos

al Galante unas cuantas descargas lser.Shryne solt una risotada.Si lo ve de ese modo, Trepador.ste hizo unas cuantas seas al tercer explorador y, a continuacin, los tres iniciaron el

descenso hacia el suelo grasiento.Renunciando a pensamiento y emocin, Shryne se sumi en la Fuerza, confiando enque sta supervisara sus actos mientras los ejecutaba con determinacin, que no con ira.

Eliminar a los guardias slo era algo que deba hacerse.Ante una seal de Trepador, tanto su hombre como l derribaron a cuatro centinelas

con disparos lser cuidadosamente colocados, pasando a continuacin a devolver el fuegode los que an seguan en pie.

Por tenue que pudiera ser a veces su contacto con la Fuerza, Shryne segua siendo unmaestro con la espada, y casi treinta aos de entrenamiento haban templado susinstintos y convertido su cuerpo en un instrumento de tremendas fuerza y velocidad. LaFuerza lo gui hasta las zonas de mayor peligro, con la hoja azul de su sable lsercortando el espeso aire, desviando disparos, cercenando miembros. El tiempo se dilat, loque le permiti percibir cada rayo individual de energa, cada lengua de vibrocuchilla.

Tena tiempo sobrado para ver cada peligro y realizar su tarea.Sus contrincantes caan ante la limpieza de sus mandobles, incluido uno de los

androides, de cuyo circuito fundido eman una peste a ozono. Un mercenario lanz ungemido al caer hacia atrs, el aire abrindose paso por un agujero en su pecho, la sangrebrotando por venas que no haban sido cauterizadas por el paso de la cuchilla.

A otro se vio forzado a decapitarlo.Sinti a Trepador y a su hombre a cada lado, y capt el sibilante sonido de sus armas

traspasando el incesante zumbido del generador de campo.Un androide se hizo pedazos, proyectando metralla.Shryne evadi el diluvio de aleacin caliente que dio de lleno a un koorivar acribillando

su rostro enjuto y su torso.Apartndose del alcance de una vibrocuchilla arrojada contra l, not que dos de los

tcnicos huan para salvar la vida. Estaba dispuesto a dejarlos marchar, pero el hombre deTrepador los vio tambin, no les dio cuartel alguno y acab con ellos antes de quepudieran alcanzar la seguridad del principal turboascensor de la sala.

Despus de eso la lucha empez a decaer.Shryne oa su propia respiracin y sus latidos en sus odos, y los notaba controlados.

Pero el pensamiento se introdujo en su dinmica y baj la guardia antes de lo debido.La temblorosa hoja de la cuchilla de un mercenario le esquiv por poco. Gir sobre los

talones, busc los pies del atacante y le cort el izquierdo. El mercenario aull, sus ojos sedesorbitaron ante esa visin y cay hacia delante agitando ambas manos y arrancandopor casualidad el sable lser de las manos de Shryne, que sali rodando por el suelo.

A cierta distancia de l, Trepador combata con un androide y dos mercenarios. Trasacabar con el androide, la chisporroteante carcasa de ste le haba cado encima,bloquendole la mano derecha y el rifle lser, de modo que la pareja de mercenarios se

dispona a rematarlo.Trepador consigui contener a uno de sus presuntos asesinos con patadas bien

colocadas, esquivando incluso un disparo lser que rebot en el suelo y en el generador.El hombre de Trepador acudi en su ayuda y se enfrent cuerpo a cuerpo con elmercenario que su jefe haba apartado de una patada, pero ste se quedaba sin trucospara librarse de su segundo atacante.

El luchador enemigo salt contra l, sujetando la vibrocuchilla con ambas manos.Shryne se movi, no para desplazarse hasta donde estaba Trepador, pues saba que

nunca podra llegar a tiempo hasta l, sino en direccin al pomo del sable lser que segua


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girando en el suelo y que lanz de una patada hacia la enguantada y alargada manoizquierda de Trepador. En el mismo instante en que el mercenario se dispona a descargarlo que habra sido un golpe fatal, el pulgar del comando presion el botn activador delsable lser. Una columna de energa azul brot del pomo, a travs del pecho delseparatista, empalndolo.

Shryne acudi al lado de Trepador mientras el otro comando recorra la sala

asegurndose de que no haba ms sorpresas.Yoda, o cualquier otro Maestro Jedi, habra liberado a Trepador del androide cado conun empujn de la Fuerza, pero Shryne necesit la ayuda de Trepador para mover lachisporroteante carcasa. Aos antes, habra podido hacerlo solo, pero ya no. No estabaseguro de si esa debilidad era propia de l o si la guerra estaba haciendo desaparecer laFuerza del universo con la muerte de cada Jedi.

Trepador apart el cuerpo del mercenario y se sent.Gracias por el salvamento, general.No quera que acabase como su modelo.Trepador se le qued mirando.Sin cabeza, quiero decir.Trepador asinti.Pens que quera decir a manos de un Jedi.

Shryne alarg la mano para recibir el sable lser, que Trepador miraba como si lo vierapor primera vez. Entonces, sintiendo la mirada de Shryne clavada en l, dijo:

Perdone, seor y deposit el mango en la mano del Jedi.ste se enganch el arma en el cinturn y ayud al comando a ponerse en pie mientras

clavaba la mirada en Chatak, Starstone y los otros dos comandos del Equipo Ion, que enese momento llegaban a la sala armas en mano.

Shryne les hizo un gesto indicando que todo estaba bajo control.Encontrasteis pacientes? pregunt a Chatak cuando sta pudo orlo.Ninguno. Pero no habamos registrado todo el edificio cuando omos los disparos.Shryne se volvi hacia Trepador.Prepare las cargas trmicas, y luego llame al comandante Municin. Dgale que alerte

al mando areo de que el campo de energa de la plataforma de aterrizaje va a apagarse,

pero alguien tendr que acabar con las bateras costeras del puente para que puedandesembarcar la artillera y las tropas. La general Chatak y yo acabaremos de registrar eledificio y nos reuniremos contigo en el punto de encuentro.

Afirmativo, seor.Shryne empez a andar, pero se detuvo en seco.Trepador. Dgale de mi parte al comandante Municin que probablemente debimos

hacerlo a su manera.Seguro que quiere que se lo diga?Por qu no?Porque slo conseguira darle ms nimos, seor.

as dice que mataste a alguien con el sable lser del general Shryne le dijo aTrepador uno de los comandos que acompaaron a Bol Chatak mientras loscuatro miembros del Equipo Ion colocaban los detonadores trmicos en los


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paneles de control del generador de campo.As es. Y como saba que querras verlo, saqu una holo con la cmara de mi casco.El sarcasmo de Trepador no fue captado por el experto en armas pequeas, el

explorador dos llamado Rastro.Qu tal se maneja?Trepador se qued un momento quieto.

Ms como una herramienta que como un arma.Una buena herramienta para destripar mercenarios dijo Ras cerca de ellos.No lo discuto dijo Trepador, asintiendo con la cabeza. Pero prefiero una 17.Shryne es de fiar dijo Rastro al reanudar la tarea de colocar las cargas.En los combates cuerpo a cuerpo, prefiero tenerlo a l conmigo a tener a Municin

coment Trepador, pero no en un campo de batalla. A Shryne le preocupan demasiadolos daos colaterales.

Tras completar su tarea, camin decidido por la sala de control, comprobando la laborde todos. El encargado de comunicaciones del Equipo Ion corri hasta l cuando ajustabala localizacin de uno de los detonadores.

Est el comandante Municin informado? pregunt Trepador.Tengo al Comandante en la lnea. Desea hablar personalmente con usted.Trepador se distanci del resto del equipo y manipul el dial del comunicador a una

frecuencia codificada.El especialista Trepador por lnea segura, Comandante.Est el Jedi contigo? replic bruscamente Municin.No, seor. Est registrando el resto del edificio por si nos dejamos a alguien.Cul es la situacin, jefe de escuadrn?Saldremos de aqu en cuanto las dems trmicas estn colocadas. T-5, como mucho.Conserva alguna de esas trmicas. Su equipo tiene que reunirse con nosotros cuanto

antes. Nos han modificado las prioridades.Modificadas en qu?Hay que matar a los Jedi.Trepador guard silencio por un largo momento.Repite eso, comandante.

Debemos acabar con los Jedi.Quin lo ordena?Ests cuestionando mi autoridad?No, seor. Slo hago mi trabajo.Tu trabajo es obedecer a tus superiores.Trepador record las acciones de Shryne en la sala del generador; su velocidad y

puntera, su habilidad con el sable lser.S, seor. Es que no me entusiasma mucho enfrentarme a tres Jedi.A ninguno nos entusiasma, Trepador. Por eso necesitamos a tu equipo. Quiero

preparar una emboscada cerca del punto de encuentro.Entendido, comandante. Obedeceremos. Fuera.Trepador volvi con sus tres compaeros, los cuales lo miraban atentamente.A qu vena eso? pregunt Rastro.

Trepador se sent en cuclillas.Nos han ordenado preparar una emboscada a los Jedi.Ras gru.Extrao momento para un ejercicio con fuego real, no?No es un ejercicio contest Trepador mirndolo.Ras no movi ni un msculo.Crea que los Jedi estaban de nuestro lado.Trepador asinti.Yo tambin.


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Qu han hecho?Municin no lo dijo repuso, meneando la cabeza. Y se supone que no debemos

hacer esa pregunta, est claro?Los tres especialistas se miraron unos a otros.Cmo quiere que lo hagamos? dijo por fin Ras.El comandante quiere que preparemos una emboscada. dijo Trepador con voz

decidida. Y yo digo que le demos lo que nos pide.

hryne, Chatak y Starstone contemplaron desde las alturas del centro mdico cmolos enormes edificios temblaban al explotar el generador de campo enterrado en su

base. Nubes de humo se alzaron al catico cielo, y el edificio se tambaleprecariamente. Afortunadamente, no se derrumb, como Shryne tema que hiciera, asque los puentes que cubran la baha no sufrieron dao alguno. A diez kilmetros de all, eltitilante campo de energa que cubra la plataforma de aterrizaje parpade y desapareci,dejando el enorme hexgono al alcance de cualquier ataque.

No pas ni un momento antes de que escuadrones de cazas Ala-V y bombarderos ARC-170 de la Repblica descendieran de las arremolinadas nubes y dispararon sus caones.Las bateras antiareas del campo de aterrizaje y de los puentes abrieron fuego, llenandoel cielo con renglones de energa cruda.

Ms al sur, el Galante flotaba inmvil a quinientos metros de las turbulentas aguas dela baha. Los cazas republicanos brotaban de las compuertas del destructor estelardirigindose a la costa en medio de tormentas de fuego intenso.

Ahora empieza de verdad dijo Shryne.

Los tres Jedi se dirigieron al oeste, internndose en la ciudad antes de doblar al surrumbo al punto de encuentro. Evitaron siempre que podan las escaramuzas con androidesde combate y con mercenarios, y ganaban las peleas cuando no tenan la opcin deescapar a ellas. Shryne sinti alivio al ver que la padawan de pelo rizado de Chatakdemostraba un valor notable y era tan diestra con el sable lser como muchos CaballerosJedi hechos y derechos. Sospechaba que tena una conexin con la Fuerza mucho mayorde la que l haba tenido hasta en sus mejores aos de vido estudioso.

Cuando no buscaba el modo de evitar enfrentamientos, se obsesionaba con su errorrespecto al centro mdico.

Habra sido preferible un bombardeo quirrgico confes a Chatak mientras pasabanpor un callejn oscuro que conoca de una visita anterior a Murkhana.

No te preocupes por eso, Roan le respondi ella. El generador estaba ahprecisamente porque la Alianza Corporativa saba que perdonaramos al centro mdico. Y,lo que es ms, la opinin que tenga el comandante Municin de ti importa muy poco en elesquema general de las cosas. Si no estuvierais tan inmersos en estrategias militares,podrais estar en alguna otra parte compartiendo tragos de brandy.

Si alguno de los dos bebiera.Nunca es tarde para empezar, Roan.Starstone lanz un sonoro suspiro.sta es la sabidura que impartes a tu padawan, que nunca es tarde para empezar a

beber?


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He odo una voz? dijo Shryne, mirando a su alrededor con preocupacinexagerada.

No era una voz importante le asegur Chatak.Starstone negaba con la cabeza.ste no es el aprendizaje que esperaba.Shryne la mir fijamente.

Cuando volvamos a Coruscant, procurar meter en el buzn de sugerencias delTemplo que Olee Starstone ha expresado decepcin por la forma en que se la entrena.Starstone hizo una mueca.Tena la impresin de que las chanzas acabaran una vez me convirtiera en padawan.Es entonces cuando las chanzas empiezan dijo Chatak, conteniendo una sonrisa.

Espera a ver lo que tendrs que soportar durante las pruebas.No saba que las pruebas incluyeran torturas psicolgicas.En el fondo, padawan, todo se reduce a eso repuso Chatak mirndola fijamente.La guerra ya es prueba suficiente para cualquiera dijo Shryne mirando por encima

de su hombro. Yo voto por que todos los padawan sean ascendidos automticamente alrango de Caballeros Jedi.

Te importa si le repito eso a Yoda? dijo Starstone.Maestro Yoda para ti, padawan le rega Chatak.

Me disculpo, Maestra.Aunque Yoda y los dems miembros del Sumo Consejo tengan la cabeza en las nubes

murmur Shryne.Starstone se mordi el labio.Simular no haber odo eso.Ms te vale haberlo odo repuso Shryne, volvindose hacia ella.Siguieron caminando hacia el suroeste.La lucha a lo largo de la costa se recrudeca. Cazas y naves androides que volaban muy

por debajo de sus altitudes ptimas desaparecan envueltas en bolas de fuego. Losescudos de energa de toda la ciudad, sobrecargados por el fuego continuado de loscaones de iones del Galante, empezaban a ceder y estaba teniendo lugar un xodo enmasa, de modo que las multitudes asustadas de koovares huan de refugios, casas y

empresas. Brigadas de mercenarios, reforzadas por androides de combate y tanques,fortificaban sus posiciones en las montaas. Shryne supuso que la lucha para ocuparMurkhana sera larga y brutal, quiz con un precio en vidas sin precedentes.

A escasos doscientos metros de la ciudad, se sinti sacudido por una repentinainquietud que no tena nada que ver con la batalla que se estaba desarrollando. Se sentacomo si hubiera situado sin querer a su compaera Jedi en la mira de un francotiradorenemigo. Hizo que Chatak y Starstone se detuvieran, para guiarlas luego sin explicacinalguna al refugio de una tienda abandonada.

Cre que era la nica que lo senta dijo Chatak en voz queda.A Shryne no le sorprendi. Al igual que Starstone, la Jedi zabrak tena una profunda

conexin con la Fuerza.Puedes llegar al fondo de esto? pregunt.Ella neg con la cabeza.

No con claridad.Starstone clav los ojos en un Jedi y en el otro.Qu pasa? Yo no siento nada.Exacto dijo Shryne.Estamos cerca del lugar de encuentro, padawan dijo Chatak con su mejor voz de

mentora. As que, dnde estn todos? Por qu no han dispuesto los soldados unpermetro?

Starstone lo medit.Igual slo esperan a que lleguemos.


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El comentario casual de la joven dio en el centro de lo que sentan Shryne y Chatak.Intercambiaron miradas de alarma, soltaron los sables lser del cinto y activaron lashojas.

Shryne perciba ms adelante, en un cruce de sinuosas calles, al comandante Municiny a un pelotn de soldados en formacin de semicrculo cerrado. Pero no paraproporcionar cobertura a los Jedi en caso de ser necesario. El anterior sentimiento de

recelo floreci en uno de alarma y grit a Chatak y Starstone que se tiraran al suelo.Apenas lo hicieron cuando una serie de detonaciones hizo temblar la calle. Pero lasdescargas estaban preparadas para reventar la posicin de Municin y no la de los Jedi.

Shryne comprendi al instante que las explosiones sin llama eran producidas por DCEs,detonadores de carga electrosttica. Los DCEs se utilizaban para inutilizar androides yeran una versin tctica del arma de pulsacin magntica que emplearon las fragatas alllegar a la playa. Municin y sus hombres, atrapados en el radio indiscriminado de lasexplosiones, gritaron de sorpresa cuando los sistemas de sus cascos y armas reaccionaronal ataque desconectndose. Momentneamente cegados por los resplandores, los soldadoslucharon para quitarse los cascos y echar mano a los cuchillos de combate que llevaban enel cinto.

Pero, para entonces, el capitn Trepador y el resto del Equipo Ion haban salido de suescondrijo, y dos de los comandos corran hacia los soldados temporalmente cegados.

Quitadles las armas! orden Trepador. Nada de disparos!Trepador avanz despacio hacia los tres Jedi, con la pistola lser en la mano y el casco

bajo el brazo.Nada de trucos mentales, general avis.Shryne no estaba seguro de que esa tcnica Jedi estuviera siquiera incluida en su

repertorio, pero se cuid de decirlo.Mis especialistas tienen conectados sus sistemas de ruido blanco sigui diciendo

Trepador. Tienen rdenes de acribillarlo si me oyen repetir aunque slo sea una frase delo que usted me diga. Entendido?

Shryne no desactiv el sable lser, pero se permiti bajarlo para que apuntara al suelo.Chatak y Starstone le imitaron, pero sin abandonar la posicin defensiva.

A qu viene esto, Trepador?

Nos han dado rdenes de matarlos.Shryne lo mir incrdulo.Quin dio la orden?Trepador movi la mandbula, como sealando con ella detrs de l.Tendr que preguntrselo al comandante Municin, seor.Trepador, dnde ests? grit Municin mientras el comando dos de Trepador

escoltaba al comandante hacia delante. Tena el casco quitado y se presionaba los ojoscon las enguantadas manos. Fuiste t quien puso esas DCEs?

S, seor. Para llegar al fondo de esto.Municin alz los puos acorazados al sentir que Shryne se acercaba.Tranquilo, comandante le dijo Shryne.Municin se relaj un poco.Es que somos tus prisioneros?

Ha dado orden de matarnos?No contestar a eso dijo Municin.Comandante, si esto tiene algo que ver con nuestra anterior discusin...No se adule tanto, general. Esto est por encima de nosotros.Shryne estaba confuso.Entonces la orden no proceda de usted. Solicit una verificacin?Municin neg con la cabeza.No era necesario.Trepador? pregunt Shryne.


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S tanto como usted, general. Y dudo que se pueda convencer al comandanteMunicin para que comparta con nosotros su informacin tan fcilmente como nuestromercenario cautivo.

General Shryne le interrumpi el comando uno, golpendose el casco con el dedondice. Una comunicacin del centro de operaciones. Vienen pelotones de refuerzo.

Trepador mir a Shryne a los ojos.

Seor, no podremos detenerlos a todos, y si hay lucha, no podremos ayudarle msde lo que ya lo hemos hecho. No mataremos a los nuestros.Lo comprendo, Trepador.Esto debe de ser un error, seor.Estoy de acuerdo.Le voy a dar una posibilidad de escapar, por los buenos tiempos. Pero rdenes son

rdenes. Si volvemos a encontrarlo, lucharemos. Trepador afront la mirada deShryne. Por supuesto, tambin puede matarnos ahora a todos, y as aumentar susposibilidades de supervivencia.

Municin y el comando dos hicieron un movimiento nervioso.Como ha dicho usted dijo Shryne, nosotros no disparamos contra los nuestros.Trepador asinti con alivio.Es justo lo que esperaba que dijera, general. Hace que me sienta bien por

desobedecer una orden directa, y que pueda aceptar cualquier castigo que se nosimponga por ello.

Esperemos que no se llegue a eso, Trepador.La esperanza no es algo que est incluido en nuestro equipo, general.Shryne le toc en el brazo.Puede que un da necesite incluirla.S, seor. Ahora pngase en marcha antes de que se vea obligado a poner a prueba

esos sables lser.

n coro de tonos de aviso anunci que los sistemas visuales del casco, loscomunicadores y las armas se haban recuperado de los efectos de la pulsacinmagntica de las DCEs y volvan a estar conectados.

Los soldados, tambin recuperados, no perdieron ni un momento en armar los rifles yapuntarlos contra los cuatro comandos, que a su vez ya haban alzado sus DC-17esperando un enfrentamiento as.

El comandante Municin se apresur a posicionarse entre los dos grupos con los brazosextendidos, antes de que pudiera hacerse un solo disparo.

Atrs todos! Es una orden! Mir amenazador a Trepador. Ms te vale que estavez obedezcas.

Cuando se bajaron las armas y lleg el primer pelotn de refuerzo, con los soldadosclaramente confusos ante la situacin que tena lugar ante ellos, Municin apart a un ladoal jefe de escuadrn.

Es que te han borrado la programacin? pregunt Municin. Nuestras rdenesprocedan de lo ms alto de la cadena de mando.

Crea que los Jedi estaban en lo ms alto.Del comandante en jefe, Trepador. Lo entiendes?


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Del Canciller Supremo Palpatine?Municin asinti.Resulta evidente que tu grupo y t necesitis recordar que servimos al Canciller y no

a los Jedi.Trepador lo medit.Se te ha informado de lo que han hecho los Jedi para provocar una orden de

ejecucin?Municin frunci el labio superior.Eso no me concierne, Trepador, y no debera concernirte a ti.Tienes razn, comandante. Debieron de programarme mal. Todo este tiempo he dado

por supuesto que el Gran Ejrcito y los Caballeros Jedi servan a la Repblica. Nadie medijo que estaba sirviendo primero, y por encima de todo, a Palpatine.

Palpatine es la Repblica, Trepador.Palpatine emiti personalmente las rdenes?Orden ejecutar una orden prevista desde antes de la guerra.Trepador se tom un momento para considerarlo.Esto es lo que yo opino, comandante. Todo se reduce a servir a los que luchan a tu

lado, te protegen la espalda y te ponen un arma en la mano cuando ms lo necesitas.Municin aguz su tono de voz.

Ahora no vamos a discutir eso. Pero s te prometo algo: si no los cogemos, t y todotu grupo pagaris por esta traicin.

Trepador asinti.Lo sabamos al actuar.Municin respir hondo y movi la cabeza pesaroso.No deberas pensar por ti mismo, hermano. Es ms peligroso de lo que crees.Se volvi hacia los miembros de su pelotn y los recin llegados.Jefes de pelotn, pasad los comunicadores a la frecuencia de mando codificada 004.

Dispersad a vuestros hombres. Bsqueda en rejilla. Cada edificio, cada rincn y cadaagujero. Ya sabis a lo que os enfrentis, as que manteneos alerta.

Ha visto alguna vez correr a un Jedi, comandante? pregunt un jefe de pelotn.Calculo que ya estarn a unos diez klicks de distancia.

Municin se volvi hacia su encargado de comunicaciones.Contacta con el Galante. Informa al mando de que tenemos un problema ynecesitamos todos los androides rastreadores y los destacamentos BARC que puedanenviarnos.

Comandante dijo el mismo jefe de pelotn, a no ser que los separatistasparticipen en esta cacera, vamos a estar muy ocupados. Hemos venido a controlarMurkhana o a los Jedi?

No empeores las cosas intentando confundirlo, teniente repuso Trepador con unasonrisa.

Ruega por que no escapen dijo Municin sealndolo con el dedo ndice.

Shryne se saba de memoria la ciudad de Murkhana.

Por aqu... bajemos... Subamos indicaba a medida que huan, empleando lavelocidad que les proporcionaba la Fuerza para poner kilmetros entre ellos y su nuevoenemigo.

La ciudad estaba ahora abierta a los bombardeos, con los escudos de energa apagadosy los aerosoles antilser disipados. Dos destructores estelares flotaban sobre la baha,pero las fuerzas de la Repblica seguan contenindose. La mayor parte de la lucha seguateniendo lugar alrededor de la plataforma de aterrizaje, que no en el campo hexagonal,puesto que tanto ste como los tres puentes que permanecan en pie eran esenciales paradesplazar soldados y material a la ciudad. Shryne supuso que en cuanto tomaran la


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plataforma de aterrizaje, los separatistas volaran los dems puentes, aunque slo fuerapara retrasar la inevitable ocupacin, mientras los residentes continuaban huyendo parasalvar la vida.

En las calles, los tiroteos cambiaron de forma notable ahora que los soldados clontenan nuevas prioridades. Mercenarios separatistas y androides de combate provocabanbuena parte de la confusin. Shryne, Chatak y Starstone haban presenciado varios casos

en que pelotones de clones abandonaban la lucha, presuntamente para continuar con labsqueda de Jedi.Cuando Shryne sinti que disponan de un momento de respiro, condujo a sus amigos

hasta un edificio desierto y all sacaron el comunicador de su cinturn.Los soldados han cambiado sus frecuencias para impedir que los oigamos dijo.Eso no afecta al hecho de que conocemos sus mtodos de bsqueda dijo Chatak.Podemos evitarlos todo el tiempo que haga falta para aclarar esto. Y en el peor de los

casos, tengo contactos en la ciudad que podran ayudarnos a escapar.Qu vidas estamos protegiendo aqu? pregunt Starstone con voz cortante. Las

nuestras o las de los soldados? Es que no fuimos nosotros quienes ordenamos que losclonaran?

Shryne y Chatak intercambiaron miradas secretas.No pienso empezar a matar soldados dijo Shryne enfticamente.

Chatak mir a su padawan.Para eso se crearon los androides de combate.Starstone se mordisque el labio inferior.Qu habr sido del Maestro Loorne y los dems?Shryne se ajust el comunicador.Sigue sin haber respuesta de ninguno de ellos. Y no porque estn interfiriendo la

seal.Busc con la Fuerza, sabiendo que tambin lo estaba haciendo Chatak, pero ninguna

reverberacin atendi su llamada.Los hombros de Chatak se hundieron.Los han matado.Starstone suspir y baj la cabeza.

Usa tu entrenamiento, padawan dijo Chatak al punto. Estn con la Fuerza.Estn muertos, pens Shryne.Por qu se han vuelto contra nosotros? pregunt Starstone, mirndolo.Municin sugiri que la orden vena de muy arriba.Eso slo puede significar la oficina del Canciller Supremo dijo Chatak.Shryne neg con la cabeza.Eso no tiene sentido. Palpatine les debe la vida a Skywalker y al Maestro Kenobi.Entonces ser un error de comunicacin intervino Starstone. Puede que la Alianza

Corporativa descifrara los cdigos del Alto Mando y haya enviado rdenes falsas a loscomandantes de nuestra compaa.

En este momento, sa sera la mejor de las posibles explicaciones dijo Shryne. Sinuestros comunicadores fueran lo bastante potentes para contactar con el Templo...

Pero el Templo puede contactar con nosotros dijo Starstone.

Y todava puede que lo haga dijo Chatak.Y si Passel Argente ha hecho un trato con el Canciller Supremo para perdonar a

Murkhana? dijo Starstone.Shryne la mir fijamente.Cuntas teoras ms piensas ofrecernos? repuso, con ms dureza de la que

pretenda.Perdn, Maestro.Paciencia, padawan repuso Chatak, con voz consoladora.Shryne devolvi el comunicador a su bolsillo.


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Tenemos que evitar los enfrentamientos con androides o mercenarios. Las heridas desable lser son fciles de identificar. No queremos dejar rastro.

Salieron del edificio y reanudaron su cuidadoso ascenso montaa arriba.Mirasen donde mirasen, las calles estaban abarrotadas de soldados clon, androides de

combate y masas de koorivares fugitivos. Antes de que pudieran recorrer un kilmetro,Shryne volvi a detenerlos.

No llegaremos a ninguna parte con la rapidez necesaria. Si nos quitramos lastnicas, podramos mezclarnos mejor con la multitud.Chatak lo mir dubitativa.Qu tienes en mente, Roan?Buscad un par de mercenarios y quitadles la ropa y las capuchas. Mir por turnos a

Chatak y a Starstone. Si los soldados pueden cambiar de bando, nosotros tambin.

unicin cerr el canal de comunicaciones del casco tras hablar con loscomandantes que luchaban en Murkhana y se uni a Trepador en lo que eraahora la base de mando de los soldados. Los otros tres comandos estaban

buscando a los Jedi escapados, pero Municin no quera perder de vista al jefe deescuadrn.

El general Loorne y los dos Caballeros Jedi con los que lleg han sido emboscados yejecutados le dijo a Trepador. Parece ser que ningn soldado del 22 tuvo problemasmorales.

Trepador dej pasar el comentario.Has informado de nuestros actos al Alto Mando?

Municin neg con la cabeza.Pero no creas que no lo har. Como te dije antes, eso depender de si los podemos

matar o no. Ahora mismo no quiero que tus actos proyecten una luz negativa sobre mimando.

Has sabido qu motiv la orden de ejecucin?Municin dedic un momento a discutir consigo mismo lo que poda revelar o no.El mando central informa de que cuatro Maestros Jedi intentaron asesinar al Canciller

Supremo Palpatine en sus aposentos de Coruscant. El motivo no est claro, pero pareceser que los Jedi pretendan desde el principio asumir el control de la Repblica, y queprovocaron esta guerra para alcanzar ese objetivo.

Trepador estaba desconcertado.As que Palpatine formul esa orden porque supona que los Jedi podan llegar a

intentar algo?No es raro tener un plan de emergencia, Trepador. Deberas saberlo mejor que nadie.Trepador lo pens atentamente.Cmo te sientes ante esto, comandante...? Ante lo que han hecho los Jedi, quiero

decir.Municin se tom un momento para contestar.En lo que a m se refiere, su traicin slo aade ms enemigos a nuestra lista. Aparte

de eso, no siento nada ni en un sentido ni en el otro.Trepador estudi a Municin.


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Entre los soldados se dice que los Jedi tuvieron un papel importante en la creacindel Gran Ejrcito. Es que esperaban que nos pusiramos de su parte una vez asumieranel control o habran acabado volvindose contra nosotros?

No hay forma de saberlo.Slo sabemos que actuaron demasiado pronto.En este mismo momento, soldados y Jedi luchan dentro del Templo de Coruscant. Se

dice que han muerto a miles.Nunca he estado en Coruscant dijo Trepador, rompiendo un breve silencio. Loms cerca que he estado de all fue cuando me entren en uno de los mundos interioresde ese sistema. Has estado t?

Una vez. Antes de los Asedios del Borde Exterior.A quin preferira servir, comandante...? A Palpatine o a los Jedi?Eso est muy al margen del papel que se nos encomend en nuestra creacin.

Cuando esta guerra se acabe, estaremos en una posicin ventajosa. Hace doce horas ni seme habra ocurrido esto, pero ahora que los Jedi no estn, sospecho que nos espera unascenso.

Trepador mir al cielo.Oscurecer pronto. Los equipos de bsqueda corrern ms peligro de ser embocados

por separatistas.

Municin se encogi de hombros.Hemos desplegado ms de cien androides rastreadores. No ser difcil encontrar a

tres Jedi.Trepador resopl con burla.Sabes tan bien como yo que son demasiado listos para que los cojan.Cierto. En estos momentos ya estarn vistiendo monos de piloto y armadura.

ome dijo Shryne, entregando a la fuerza a una distrada Olee Starstone algunasde las raciones que haba sacado de su cinturn. No sabemos cundotendremos otra oportunidad de hacerlo.

Haban pasado varias horas desde que huyeron del lugar de la emboscada, atravesandotoda la ciudad para llegar a ese almacn vaco cerca de las rampas que daban al puentenorte de la plataforma de aterrizaje. Era medianoche y vestan el atuendo de tresmercenarios que cogieron por sorpresa junto a la Torre Argente.

Puede llegar un momento en que debamos librarnos de nuestros comunicadores,transpondedores y sables lser continu Shryne. Puede que la mejor forma de salir deMurkhana sea como prisioneros.

Deberamos usar la influencia de la Fuerza? dijo Starstone.Eso podra funcionar con un par de soldados cada vez, pero no con todo un pelotn, y

mucho menos con una compaa entera.Chatak mir a su padawan con evidente intencin.Slo es cuestin de sobrevivir hasta que la Repblica acabe victoriosa.Shryne se llev a la boca una racin cuando su transpondedor empez a vibrar. Pesc

el aparato de los hondos bolsillos de la tnica koorivar y lo mir silencioso.Podran ser soldados que estn interviniendo nuestras frecuencias dijo Chatak.Shryne estudi la pequea pantalla del radiofaro.


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Es una transmisin codificada del Templo.Chatak se apresur a ponerse a su lado para mirar sobre su hombro.Puedes descifrarla?No es una simple 9-13 dijo Shryne, refirindose al cdigo empleado por los Jedi

para localizarse unos a otros en caso de emergencia. Espera un momento. Cuando latransmisin empez a repetirse, se volvi hacia Chatak con clara incredulidad. El Sumo

Consejo ordena a todos los Jedi que vuelvan a Coruscant.Chatak estaba desconcertada.Sin explicaciones aadi Shryne.Chatak se levant y empez a caminar dando vueltas.Qu ha podido pasar?l lo pens un momento.Un ataque a Coruscant por parte de Grievous?Quiz dijo Chatak. Pero eso no explica la deslealtad de los soldados clon.Igual ha habido una revuelta universal de soldados clon sugiri Starstone. Puede

que los kaminoanos nos hayan traicionado, y que todos estos aos fueran aliados delConde Dooku. Podran haber programado a los soldados para rebelarse en un momentodeterminado.

Shryne miraba fijamente a Chatak.

Se calla alguna vez?No he conseguido encontrarle el interruptor de desconexin.Shryne se desplaz hasta la ventana ms cercana y contempl el cielo nocturno.Maana por la maana empezarn a llegar cazas republicanos a la plataforma de

aterrizaje.Chatak se uni a l ante la ventana.Entonces, se ha tomado Murkhana.Shryne se volvi para mirarla.Tenemos que llegar a la plataforma. Los soldados tienen sus rdenes, y nosotros

tenemos ahora las nuestras. Igual podemos volver a Coruscant si nos apoderamos de untransporte o de unos cazas.

Una luz explosiva brill intermitentemente al otro lado de los ventanales del almacndurante toda la larga noche y la maana, a medida que las fuerzas republicanas yseparatistas luchaban por mar y por aire. La lucha por la plataforma de aterrizaje rugihasta bien entrada la tarde. Pero finalmente, las fuerzas separatistas empezaron aretirarse por los dos puentes que an quedaban intactos, dejando la defensa de laplataforma a cargo de androides araa, unidades de artillera y tanques.

Para cuando los Jedi consiguieron llegar al puente situado ms al norte, la anchaavenida estaba tan atestada de mercenarios y dems luchadores separatistas huyendoque apenas pudieron avanzar contra la corriente. Un recorrido que deba haber requeridouna hora necesit ms de tres, y el sol estaba bajo en el horizonte para cuando finalmentellegaron al final del puente.

Estaban a punto de entrar en la plataforma en s cuando una sucesin de potentes

explosiones acab con los cien metros finales del recorrido, dividiendo al enormehexgono en tres y arrojando a las revueltas aguas a centenares de soldados clon,mercenarios y androides separatistas.

Shryne saba que los responsables de las explosiones eran separatistas. Y no pasaramucho tiempo antes de que tambin detonaran cargas colocadas bajo el ltimo puente.Pero, para entonces, ya no habra forma de detener el embate de la Repblica.

Los mercenarios pasaban por su lado corriendo frenticos, mientras l examinaba elbosque de pilones del puente que haban quedado expuestos por las explosiones,


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calculando la distancia que separaba a unos de otros y las posibilidades de realizar lo quetenan en mente.

O saltamos hasta la plataforma o volvemos a la ciudad dijo por fin. Mir aStarstone. T decides.

Los ojos azules de la padawan brillaron y puso expresin decidida.No es problema, Maestro. Saltaremos.

Shryne casi sonri.Bien. Piln a piln.Esperemos que no haya soldados clon mirando repuso Chatak, rodeando con un

brazo los hombros de su padawan.Shryne hizo un gesto hacia su tnica y su capucha robadas.Slo somos unos mercenarios muy giles.Chatak fue delante, con Starstone pisndole los talones. Shryne esper a que

estuvieran a medio camino antes de seguirlas a su vez. Los primeros saltos resultaronsencillos, pero cuanto ms cerca estaban de la plataforma, mayor era la distancia entrepilones, muchos de los cuales haban quedado con una superficie mellada. En el penltimosalto estuvo a punto de perder el equilibrio, y en el ltimo sus manos llegaron muy pordelante de sus pies.

Starstone le agarr en el ltimo momento, salvndolo de caer a las olas.

Recurdame que mencione esto al Consejo, padawan le dijo.La plataforma estaba muy castigada, pero no hasta el punto de quedar inservible. Las

fragatas empezaban a aterrizar en una zona agrietada, junto con varios transportes detropas. En otro lugar, androides de combate eran destrozados por caones de pulsacionesmagnticas, y Ala-V y ARC-170 hacan pasadas a la velocidad del rayo, rematndolosantes de que pudieran reactivarse.

Durante el anochecer, los Jedi se movieron entre tiroteos y explosiones, y sedefendieron de los soldados clon y los comandos que encontraban, empleando para ellopistolas lser capturadas en vez de sables lser, pero procurando no matar a nadie.

Se detuvieron en un tramo destrozado de permeocemento, al final del cual aterrizabaen ese momento un escuadrn de cazas.

Puedes pilotar una nave? le pregunt Shryne a Starstone.

Slo un interceptor, Maestro. Pero dudo que pueda pilotarlo hasta Coruscant sin unandroide astromecnico. Y nunca he visto la carlinga de un Ala-V.Shryne lo medit un momento.Entonces, tendr que ser un ARC-170 dijo, sealando a un bombardero que

aterrizaba en ese momento, probablemente para repostar combustible. sa es nuestranave. Es la mejor apuesta. Tiene asientos para los tres y capacidad hiperespacial.

Chatak estudi un momento a la tripulacin.Igual debemos noquear al copiloto y al artillero de cola.Shryne estaba a punto de moverse cuando sinti que el transpondedor vibraba de

nuevo, y lo sac del profundo bolsillo de su tnica.Qu pasa, Roan? pregunt cuando l miraba estupefacto el aparato. Qu?Otra orden en cdigo dijo sin apartar la mirada de la pantalla.La misma orden?

Todo lo contrario. Mir con ojos desorbitados a Chatak y Starstone. Se ordena atodos los Jedi que eviten Coruscant pase lo que pase. Debemos abandonar las misiones enlas que podamos estar implicados y ocultarnos.

Chatak se qued boquiabierta.Shryne apret los labios en una fina lnea.Seguimos teniendo que salir de Murkhana.Comprobaron las pistolas lser, y estaban a punto de asaltar la nave cuando todos los

androides separatistas y mquinas blicas que haba en la plataforma empezaron a


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apagarse de golpe. Al principio, Shryne supuso que haban lanzado otra salvaantiandroides sin que l lo advirtiera. Pero entonces se dio cuenta de su error.

Esto era diferente.Los androides no estaban slo aturdidos. Tambin se haban desactivado los antiareos

y los tanques. Los fotorreceptores rojos perdan el brillo, las extremidades y antenas serelajaban; todos los soldados y mquinas blicas estaban inmviles.

En ese momento descendi del cielo de medioda una escuadrilla completa de fragatasque escupi a casi mil soldados clon que bajaron en cables de poliplstico hasta ladestrozada superficie de la plataforma.

Shryne, Chatak y Starstone contemplaron indefensos cmo eran rodeados casiinstantneamente.

La captura es infinitamente preferible a la ejecucin dijo Shryne. Sigue siendouna posibilidad para abandonar el planeta.

Al estar cerca del mellado borde de la plataforma, dej que pistola, comunicador,transpondedor y sable lser resbalaran de sus manos para caer a las oscuras aguas deabajo.


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SEGUNDA PARTE

El emisario del Emperador


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l destructor estelar Exactor, segundo en una lnea de recientes naves claseImperator, sali del hiperespacio para situarse en rbita, apuntando con su afiladaproa al antiguo mundo separatista de Murkhana. El Exactor, de 1.600 metros de

eslora, a diferencia de sus predecesores de la clase Venator, era un producto de AstillerosKuat, y exhiba abiertas plataformas de lanzamiento ventrales en vez de una cubierta devuelo dorsal.

Las carcasas de las naves de guerra del Clan Bancario y el Gremio de Comercio queflotaban en el espacio se desplazaban ms por la gravedad que por sus impulsores deiones y suponan un triste recordatorio de la invasin iniciada por la Repblica en las

ltimas semanas de la guerra. A pesar de ello, a Murkhana le haba ido mucho mejor quea algunos mundos en disputa, y la lite de la Alianza Corporativa pudo huir a los remotossistemas del Brazo de Tingel llevndose consigo buena parte de las riquezas del planeta.

Darth Vader estaba en sus aposentos de la nave capitana que mandaba, cerrando suenguantada mano derecha artificial sobre el pomo de su nuevo sable lser, y arrodilladoante un gran holograma del Emperador Palpatine. Slo haban transcurrido cuatrosemanas estndar desde que acab la guerra y Palpatine se proclam Emperador de laantigua Repblica ante la adulacin de los gobernantes de los incontables mundos que sevieron arrastrados al conflicto y ante el aplauso continuado de casi todo el Senado.

Palpatine vesta una voluminosa tnica bordada en ricas telas y llevaba puesta lacapucha para ocultar en la sombra las cicatrices sufridas a manos de los cuatrotraicioneros Maestros Jedi que intentaron arrestarlo en sus habitaciones del EdificioAdministrativo del Senado, junto a las deformaciones sufridas en su feroz combate con el

Maestro Yoda en la misma Rotonda del Senado.ste es un momento importante para ti, Lord Vader le deca Palpatine. Por fin

eres libre para hacer uso completo de tus poderes. De no ser por nosotros, nunca habravuelto el orden a la galaxia. Ahora podrs valorar el sacrificio que realizaste para haceresto realidad, y disfrutar por fin de tu destino cumplido. Ahora todo puede ser tuyo, mi

joven aprendiz, todo lo que desees. Slo necesitas la determinacin de tomarlo, al margende lo que le cueste a quien se interponga en tu camino.

El rostro desfigurado de Palpatine no era nuevo para l, como no lo era su tono de voz,deliberado y vagamente desdeoso. El Emperador haba empleado esa misma voz parareclutar a su primer aprendiz, engaar a Nute Gunray, virrey de la Federacin deComercio, y persuadir al Conde Dooku de que desatara una guerra. Y, finalmente, paraconducir al Lado Oscuro a Darth Vader, el antiguo Caballero Jedi Anakin Skywalker, con lapromesa de que as impedira la muerte de su esposa.

Muy pocos de los trillones de seres de la galaxia eran conscientes de que Palpatinetambin era un Seor Sith conocido con el ttulo de Darth Sidious, o de que habamanipulado la guerra para derrocar a la Repblica, aplastar a los Jedi y adquirir el controlde toda la galaxia. Menos seres an conocan el papel crucial que haba desempeado enesos acontecimientos el actual aprendiz de Sidious, pues lo haba ayudado contra los Jedique pretendan arrestarlo, haba dirigido el ataque al Templo Jedi de Coruscant y habamatado luego a sangre fra a la media docena de miembros del Consejo Separatista quequedaban vivos en la fortaleza escondida en el volcnico planeta Mustafar.

Y all haba sufrido heridas todava ms graves que las de Palpatine.


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El alto y temible Vader, que hincaba una rodilla en el suelo mientras alzaba su rostroenmascarado hacia el holograma, llevaba un traje, un casco, una armadura, unas botas yuna capa que ocultaban su transformacin al tiempo que lo mantenan con vida.

Sin revelar su incomodidad por ser incapaz de mantener una postura arrodillada, Vaderdijo:

Cuales son sus rdenes, Maestro?

Y se pregunt a s mismo: Ser este traje mal diseado lo que me provoca estaincomodidad, o acaso es algo ms?Recuerdas lo que te dije sobre la relacin entre el poder y la comprensin, Lord

Vader?S, Maestro. All donde los Jedi obtenan el poder mediante la comprensin los Sith

obtienen comprensin mediante el poder.Palpatine sonri fugazmente.Eso se har ms claro para ti a medida que progreses en tu entrenamiento, Lord

Vader. Con ese fin, te proporcionar medios para aumentar tu poder, y tambin tucomprensin. Cuando llegue el momento oportuno, el poder llenar el vaco creado por lasdecisiones que tomaste, por los actos que cometiste. Una vez casado con la Orden de losSith, no necesitars ms compaero que el reverso tenebroso de la Fuerza...

El comentario removi algo en Vader, pero ste fue incapaz de comprender del todo los

sentimientos que le invadan: una mezcolanza de ira y decepcin, de pena y pesar...Los acontecimientos que tuvieron lugar en la vida de Anakin Sywalker pudieron haber

sucedido haca toda una vida, o haberle pasado a otra persona, pero, aun as, seguahabiendo cierto residuo de Anakin que atormentaba a Vader, como el dolor de unmiembro fantasma.

Ha llegado a mis odos deca Palpatine que un grupo de soldados clon destinadosa Murkhana pudo negarse deliberadamente a aceptar la Orden Sesenta y Seis.

Vader aferr con ms fuerza el sable lser.No me haba enterado, Maestro.Saba que los kaminoanos que produjeron los clones no haban incluido en su

programacin la Orden Sesenta y Seis. Los soldados, y sobre todo los comandantes,haban sido programados para mostrar una lealtad inquebrantable hacia el Canciller

Supremo en su papel de comandante en jefe del Gran Ejrcito de la Repblica. Cuando losJedi descubrieron sus planes de sedicin, convirtindose as en una amenaza paraPalpatine, fueron sentenciados a muerte.

La Orden Sesenta y Seis se ejecut sin dificultades en una mirada de mundos, enMygeeto, Saleucami, Felucia y muchos otros. Miles de Jedi fueron asesinados a traicinpor soldados que durante tres aos les haban obedecido casi exclusivamente a ellos. Sesaba de unos cuantos Jedi que lograron escapar a la muerte de forma casual o debido asu gran habilidad, pero pareca ser que en Murkhana tuvieron lugar acontecimientosnicos potencialmente ms peligrosos para el Imperio que los pocos Jedi supervivientes.

Cul fue la causa de la insubordinacin de los soldados, Maestro?Contaminacin respondi Palpatine con una sonrisa. Contaminacin adquirida al

luchar al lado de los Jedi durante tantos aos. Se sea clon o no, hay cosas que no sepueden programar en un individuo. Tarde o temprano hasta un simple soldado se

convierte en la suma de todas sus experiencias.A aos luz de distancia, Palpatine se inclin hacia la cmara del holotransmisor.Pero t les demostrars el peligro que radica en el pensamiento independiente, Lord

Vader, y en no obedecer una orden.En no obedecerle, Maestro.En no obedecernos, aprendiz. No lo olvides.S, Maestro. Hizo una pausa intencionada. Es posible, entonces, que sobreviviera

algn Jedi.Palpatine puso expresin de sumo desagrado.


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No me preocupan tus patticos antiguos amigos, Lord Vader. Quiero que se castiguea esos soldados clon, para que eso sirva de ejemplo a todos ellos y as tengan presente elresto de sus breves vidas a quin sirven de verdad. Ocult el rostro en la capucha de sutnica y sigui hablando en tono colrico. Es hora de mostrarte como representante demi autoridad. Dejo en tus manos que esto quede bien claro.

Y los Jedi huidos, Maestro?

Palpatine guard silencio por un momento, como si escogiera sus palabras con cuidado.Los Jedi huidos... s. Puedes matar a los que encuentres en el transcurso de tumisin.

ader no se levant hasta que la holoimagen del Emperador se desvaneci porcompleto. Entonces permaneci all parado un largo momento, con los brazosenfundados colgando a los costados, la pesarosa cabeza inclinada. Finalmente se

volvi y se dirigi a la escotilla que daba a la sala de control del Exactor.Toda la galaxia crea que el Caballero Jedi Anakin Skywalker smbolo del esfuerzo

blico, el Hroe Sin Miedo, el Elegido haba muerto en Coruscant durante el ataque alTemplo Jedi.

Y en cierto modo era as.Anakin est muerto, se dijo Vader.Pero, de no ser por lo sucedido en Mustafar, Anakin estara ahora sentado en el trono

de Coruscant, con su mujer a un lado y su hijo en brazos... En vez de eso, el plan dePalpatine se haba ejecutado de forma ms precisa. Lo haba ganado todo: la guerra, laRepblica, la fidelidad del Caballero Jedi, en quien la Orden haba depositado todas sus

esperanzas. La venganza del autoexiliado Sith haba sido completa, y Darth Vader era unsimple pen, un recadero, un supuesto aprendiz, el rostro pblico del Lado Oscuro de laFuerza.

An conservaba sus conocimientos de las artes Jedi, pero estaba inseguro sobre culera su lugar en la Fuerza; y pese a dar ya los primeros pasos para despertar el poder delLado Oscuro, desconoca su capacidad para usar ese poder. Lo lejos que habra llegadode no mediar el destino para desposeerlo de casi todo lo que tena, y rehacerlo porcompleto!

O para humillarlo, tal y como Darth Maul y Tyranus fueron humillados antes que l;como de hecho se humill a la propia Orden Jedi.

All donde Darth Sidious lo haba ganado todo, Vader lo haba perdido todo, incluyendo,al menos por un momento, la confianza y la habilidad desatada que haba demostradocomo Anakin Skywalker.

Vader se volvi y se dirigi a la escotilla.Pero esto no es caminar, pens.Acostumbrado a construir y reconstruir androides, a manipular motores de deslizadores

y cazas, a mejorar los mecanismos que controlaban la primera de sus extremidadesartificiales, le asombraba la incompetencia de los androides mdicos responsables de suresurreccin en el laboratorio de Sidious.

La parte inferior de sus piernas metlicas estaba abultada por tiras de armadurasimilares a las que llenaban y daban forma al largo guante que Anakin llev sobre laprtesis de su brazo derecho. Lo que quedaba de sus extremidades reales acababa en


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muones de carne insertados en mquinas que disparaban movimientos empleandomdulos interconectados con sus daadas terminaciones nerviosas. Pero los androidesmdicos haban empleado una aleacin inferior, en vez de duracero, sin supervisaradecuadamente el aislante de las corrientes electromotoras. En consecuencia, el cableadointerno del traje presurizado se atascaba continuamente en lugares donde las tiras sesujetaban a rodillas y tobillos.

Las botas altas no eran las adecuadas para sus pies artificiales, cuyos dedosengarfiados carecan de la sensibilidad electrosttica de sus dedos igualmente falsos. Elmolesto calzado, con alzas en el taln, le inclinaba ligeramente hacia delante y lo obligabaa moverse con precaucin exagerada si no quera tropezar o caerse. Y lo peor era quepesaban tanto que a menudo se senta anclado al suelo, o movindose en alta gravedad.De qu le serva poder moverse, si deba recurrir a la Fuerza hasta para caminar de unlado a otro? Para el caso, poda haberse resignado a usar una silla repulsora y aabandonar cualquier esperanza de movimiento.

Los defectos de sus brazos protsicos reflejaban los de sus piernas.Slo senta natural el brazo derecho, aunque tambin fuera artificial y los mecanismos

neumticos que le proporcionaban articulacin y apoyo respondieran a veces con lentitud.La pesada capa y la placa pectoral limitaban tanto sus movimientos que difcilmente podaalzar los brazos sobre la cabeza, y ya se haba visto forzado a adaptar su tcnica con el

sable lser para compensarlo.Probablemente podra ajustar los servomotores y los pistones de los antebrazos de

modo que dotaran a sus manos de fuerza sobrada para aplastar el pomo de su nuevosable lser. Slo con la fuerza de sus brazos poda alzar a un ser adulto del suelo. Pero laFuerza siempre le haba proporcionado la capacidad de hacer eso, sobre todo enmomentos de ira, tal y como haba demostrado en Tatooine y otros lugares. Y, lo que erams, las mangas del traje no envolvan las prtesis como deberan, y los guantes hasta elcodo colgaban flojos y formaban numerosas arrugas en sus muecas.

Mirndose los guantes pens: Esto no es ver.La mscara presurizada tena ojos saltones, boca de pez, ninguna nariz y resultaba

innecesariamente angulosa en las mejillas. Todo ello, combinado con un casco liso, leproporcionaba el aspecto prohibido de un antiguo androide blico Sith. Los oscuros

hemisferios que le cubran los ojos filtraban la luz que poda daar an ms sus lesionadascrneas y retinas, pero en el mejor de los casos las semiesferas enrojecan la luz y leimpedan verse los dedos de las botas sin inclinar la cabeza casi noventa grados.

Escuchando los servomotores que movan sus extremidades, pens: Esto no es or.Los androides mdicos reconstruyeron el cartlago de sus pabellones auditivos, pero los

tmpanos, derretidos en el calor de Mustafar, eran irreparables. Ahora la sondas de sonidoeran transmitidas directamente a implantes en su odo interno, y todo el sonido parecaproceder de debajo del agua. Y, lo que era peor, los sensores implantados eran pocodiscriminadores, por lo que captaban demasiados sonidos de ambiente, de manera queresultaba difcil determinar su distancia y direccin. A veces, los sensores le asaeteabancon retroalimentacin, o ecos y efectos de vibrato del ruido ms mnimo.

Permitiendo que sus pulmones se llenaran de aire, pens: Esto no es respirar.Aqu s que haban fallado de verdad los androides mdicos.

Un grueso cable naca en la caja de control que llevaba sujeta al torso, conectado a unaparato respirador y a un regulador de pulso. Tena el ventilador implantado en el pechohorriblemente deformado, junto con tubos que desembocaban en sus daados pulmones ose introducan en su garganta de modo que pudiera respirar por un tiempo limitado encaso de una avera en la placa pectoral o el cinturn de control.

Pero el panel de control pitaba con frecuencia y sin motivo, y la constelacin de lucesslo serva de constante recordatorio de su vulnerabilidad.

La incesante ronquera de su respiracin interfera con su capacidad de descanso, porno hablar del sueo. Y cuando dorma, en las raras ocasiones en que lo consegua, lo haca


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sumido en una pesadillesca mezcolanza de recuerdos recurrentes y retorcidosacompaados de dolorosos sonidos.

Al menos los androides mdicos haban insertado los tubos respiratorios redundantes lobastante a fondo como para que sus abrasadas cuerdas vocales pudieran formar sonidos ypalabras con la ayuda de un vocalizador, con un tono grave sinttico, ya que su propia vozapenas era un susurro.

Tambin poda comer por la boca, pero slo dentro de una cmara hiperbrica, dadoque para ello deba quitarse el respirador triangular, rasgo ms prominente de la mscara.Por tanto, le resultaba ms fcil nutrirse mediante lquidos, intravenosos o de otro tipo, yrecurrir a catteres, bolsas colectoras y recicladores para los desechos lquidos y slidos.

Y todos estos aparatos le dificultaban an ms el poder moverse con facilidad, por nodecir que con gracia. La armadura pectoral que protega el pulmn artificial le pesaba enexceso, al igual que el collarn atestado de electrodos que sostena su enorme casco y queserva para proteger los sistemas cibernticos que reemplazaban a las vrtebrassuperiores, los delicados sistemas de la mscara, y las cicatrices de su cabeza sin pelo,debidas tanto a lo sufrido en Mustafar como a los intentos de trepanacin de urgenciapadecidos durante su viaje de vuelta a Coruscant en la lanzadera de Sidious.

La sintopiel que sustitua a la arrancada de sus huesos le picaba cada vez ms, y sucuerpo necesitaba que lo limpiaran yarrancaran con regularidad la carne necrosada.

Y experimentaba algunos momentos de claustrofobia, momentos de desesperacin enlos que deseaba librarse del traje, salir de esa concha. Nece

darth vader - el señor oscuro

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