davidson mary janice - jennifer scales 1 - el fuego ancestral

7/31/2019 Davidson Mary Janice - Jennifer Scales 1 - El Fuego Ancestral

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Anthony Alongi yAnthony Alongi y Mary J. DavidsonMary J. Davidson JenniferJenniferScales IScales I

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AANTHONYNTHONYAALONGILONGI

YY

MMARYARYJJANICEANICE DDAVIDSONAVIDSON

JJENNIFERENNIFERSCALESSCALESYYELEL

FUEGOFUEGO

ANCESTRALANCESTRAL

JENNIFERJENNIFERSCALESSCALES 11

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Para las hijas:

Gabriela Alongi, Christina Alongi y Erika Growette,

cuya ayuda fue invaluable


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NDICENDICEArgumentoArgumento....................................................................................................55

PrlogoPrlogo..............................................................................................................66

Captulo 2Captulo 2.................................................................................................... 1818

Captulo 3Captulo 3.................................................................................................... 2727

Captulo 4Captulo 4.................................................................................................... 3636

Captulo 5Captulo 5.................................................................................................... 4747

Captulo 6Captulo 6.................................................................................................... 6060

Captulo 7Captulo 7.................................................................................................... 7575

Captulo 8Captulo 8.................................................................................................... 8686

Captulo 9Captulo 9.................................................................................................... 9898

Captulo 10Captulo 10............................................................................................109109

Captulo 11Captulo 11............................................................................................118118

Captulo 12Captulo 12............................................................................................124124

Captulo 13Captulo 13............................................................................................134134

Captulo 14Captulo 14............................................................................................142142

Captulo 15Captulo 15............................................................................................153153Captulo 16Captulo 16............................................................................................161161

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AARGUMENTORGUMENTO

Jennifer Scales ha ido a clase de educacinsexual. Sabe que crecer significa cambiar. Perono estaba preparada para las escamas azules ylas garras, ya que nadie le haba contado queprovena de un linaje secreto de hombresdragn. Pronto lo averigua, junto con cmoocultar su identidad a sus mejores amigos, y sumayor desafo ser protegerse a s misma dellos enemigos ancestrales de su familia, quienesquieren ver a los pocos dragones vivosdestruidos.

Con slo con la gua de su abuelo a travs desu transicin, Jennifer debe prepararse para laferoz batalla que an est por venir.

Demasiado para alguien de su edad, peroJennifer Scales tiene un destino que no puedenegar.

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PrlogoPrlogo

La Ruina de EveningstarLa Ruina de Eveningstar

En el da en que Jennifer Scales cumpli cinco aos, su familia se vioforzada a mudarse. Fue la maana en que su tranquila ciudad a orillas dero; Eveningstar, Minnesota muri de una muerte horrible.

Jennifer recordaba slo la luz tenue del alba contra su ventana, a sumadre despertndola, y vaqueros y una sudadera encontrando su camino atravs de su cansado cuerpo mientras la cabeza se le caa contra el pecho.

Si pensaba ms duramente, poda recordar caminar a travs de los

frescos y marrones bosques de detrs de su casa hasta que alcanzaron elro Mississippi, entrando en un plano y resbaladizo bote que se hundi unpoco con su peso, y temblando en los firmes brazos de su madre mientrasla voz de su padre la tranquilizaba calmadamente.

Y si relajaba su mente, cosa que no sera capaz de hacer hasta que fueraalgo mayor, poda recordar estar de pie en un risco ms all del otro ladodel ro, viendo desde una distancia segura como su ciudad natal sequemaba bajo la luna creciente. Escuch el rugido de bestias...dinosaurios?... los aullidos de lobos y el chillido de cosas desconocidas.

La maana del 18 de septiembre, esas cosas haban arrasado

Eveningstar. Nadie de ms all de sus fronteras trat alguna vez de apagarlos incendios, o sepultar a aquellos que murieron all, o siquiera informar delincidente.

Nadie fue all. Nadie lo recordaba. Eveningstar, Minnesota, fundada porinmigrantes escandinavos e incorporado al pas ms de cien aos atrs,reducido a cenizas y eliminado de la existencia.

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Captulo 1Captulo 1

La piruetaLa pirueta

Las Halcones de Winoka estaban al borde de su tercer Campeonato deFtbol consecutivo de la Liga Comunitaria Juvenil. En la prrroga, elmarcador estaba empatado 1-1 con las Estrellas Fugaces de Northwater.Jennifer Scales, capitana de las Halcones, regate la pelota a travs delmedio campo. Cuatro de sus compaeras cargaron hacia delante con ella,slo tres exhaustas defensoras seguan el ritmo.

Jennifer, quien haba cumplido catorce aos el da anterior, quera unavictoria como regalo de cumpleaos. Cuando una de las defensoras deNorthwater se acercaba, ella dio una patada a la pelota bruscamente a laizquierda, en lo que podra haber sido campo abierto. La pelota paso

rozando la hierba y se acomod directamente en el empeine de sucompaera de equipo Susan Elmsmith. Jennifer sonri abiertamente deplacer ante el repentino cambio de paso y direccin de su amiga. Habamomentos en los que estaba segura de que podan leerse la mente la una ala otra.

Susan avanz hacia la portera enemiga apretando los dientes.

Jennifer se desliz detrs de la defensa que la haba desafiado y emparejel paso con la ltima defensa contraria, cuidando de no deslizarse fuera delugar.

Desafortunadamente, haba llovido la mayor parte del da anterior y,aunque el cielo estaba despejado hoy, el suelo era traicionero. A ms deveinte metros de su meta, Susan patin en el pasto y el lodo con un grito derabia, logrando slo empujar la pelota un poco sobre la tierra y por encimadel pie de la defensa. sta vino girando hacia Jennifer y en una dcima desegundo ella vio su tiro.

Se lanz hacia adelante como una flecha y pate la pelota recta con elpie. Luego dio una voltereta en el aire, se retorci y mando la pelotanavegando hacia la red con una dura patada. Por un instante boca arriba,vio al portero pendiendo del cielo con el suelo encima. Luego se retorci denuevo, completando la vuelta en el aire y aterrizando sobre sus pies

mientras la pelota pasaba volando ms all de los dedos estirados delportero.

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Fin del partido. 2-1 a favor de las Halcones.Se volvi hacia sus compaeras sonriendo abiertamente, anticipando las

palmadas y las felicitaciones. Pero todas las jugadoras del campo lamiraban fijamente sorprendidas, y con un poco de miedo?

Cmo hiciste eso? Los ojos de Susan, normalmente almendrados,estaban muy abiertos por la sorpresa. Te pusiste boca abajo Fue tanrpido.

Bueno, tena que serlo espet Jennifer. La miraban con la bocaabierta como si se hubiese sacado una segunda cabeza del trasero yhubiese lanzado eso a la red. Rayos, cualquiera de vosotras hubierapodido hacerlo. Yo slo fui la que estaba ms cerca de la pelota.

No dijo Terry Fox, otra compaera de equipo. Su voz sonaba extraay dbil. No, no hubisemos podido.

Entonces el campo qued abarrotado con los padres que venan de lasgradas, y su extasiado entrenador, quien levant a Jennifer por los codos yla agit como a una maraca. Ella olvido las extraas reacciones de susamigas y celebr la victoria.

Durante todo el jaleo, no pens en ver la reaccin de su madre a supirueta. Para cuando la busc entre la multitud, la mujer mayor estaba

celebrando y aplaudiendo como todos los dems.

*****

Winoka era una ciudad donde el otoo quera durar ms, pero seencontraba a s misma excluida del legendario invierno de Minnesota. Comomuchos suburbios, tena nuevos vecindarios de clase media construidossobre viejas granjas y dentro de pequeos bosques. La casa de los Scales,en el 9691 de Pine Street East, estaba en uno de esos vecindarios

ligeramente forestados, donde cada casa tena un garaje para tres coches,paredes de piedra cubiertas de hiedra, y una canasta de baloncesto mvilen el borde de un csped esmeradamente cortado. Pareca increblementetpico. Jennifer nunca haba podido entender porque eso la molestaba.

La noche del campeonato, sin embargo, no estaba pensando en la casa.Estaba pensando en sus amigas. Quera que su madre pensara en ellastambin.

Se volvieron locas! Actuaban como si me hubieran brotado alas!

La doctora Elizabeth Georges-Scales era una mujer que no mostraba

emociones muy a menudo. Si su hija hubiese estado prestando mucha

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atencin, tal vez habra notado una leve tirantez en los bordes de sussolemnes ojos.

Cuando despus el entrenador nos llev a tomar un helado, todasparecan normales contino Jennifer. Pero an atrap a Chris y Terryatravesndome con la mirada cuando pensaban que no estaba mirando.

Fue todo un salto dijo Elizabeth suavemente.

Veo a jugadores del equipo de E.U. hacerlo todo el tiempo.

De verdad?

Jennifer buf suavemente. Si la mujer mayor no la estuviese mirandodirectamente, Jennifer podra haber jurado que no tena la atencin de sumadre para nada. Tpico! Una mirada vaga y ausente, asentimientosverbales sin sentido, y ningn instinto maternal en absoluto.

De verdad me diste a luz, o slo abriste un tubo de ensayo? No dijo estoen voz alta. La emocin que obtendra por forzar una reaccin por parte desu madre no vala el castigo durante el fin de semana que recibira.

Adems, tena que reconocerle el mrito a su madre por haber estado enel partido de hoy... y en todos los dems partidos de ftbol que Jenniferhaba jugado. Y sta era una de sus conversaciones ms largas en semanas.

As que Jennifer pas por alto la ofensa.Estaban raras, es todo lo que digo. El instituto acaba de empezar, ya

estoy bajo suficiente presin y ahora esto! el timbre de la puerta lassac bruscamente de la conversacin. Voy yo. Cogi el dinero de lamano de su madre y abri la puerta.

El repartidor era alto, rubio y enjuto, y desafortunadamente plagado desuficiente acn para cubrir a doce chicos de su talla.

Q... que t... tengas una buena c... cena tartamude l despus depasarle las bolsas de comida. No dejaba de mirarla fijamente, as que ella

finalmente le meti el dinero en el bolsillo de la camisa y le cerr la puerta.Probablemente fueran sus ojos. Algunas veces los chicos se los quedaban

mirando fijamente. Eran de un gris brillante... casi plateados... y parecandesprender luz propia. Su padre tena unos ojos similares y las mujeresadultas lo contemplaban tanto como los chicos desgarbados lacontemplaban a ella. La idea de que su padre fuera un imn de nenas laasqueaba, pero su madre nunca pareca notarlo.

Dios mo! dijo Jennifer, esparciendo el banquete entregado. Pollo allimn y costillas de cerdo para ella, fideos lo mein1 y bolitas de masa para

1

Lo mein es un plato chino basado en fideos de trigo fritos y mezclados durante pocotiempo. Este a menudo contiene verduras y algn tipo de la carne o mariscos, por logeneral carne de vaca, pollo, cerdo o camarn. Lo mein son fideos suaves mientras su

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su madre, arroz blanco, alrededor de cien paquetitos de salsa de soja, ycantidades industriales de galletas de la fortuna para ambas. Quedeliciosa comida, madre, De dnde sacas el tiempo?

Muy graciosa. Elizabeth sonri burlonamente. Sabes perfectamenteque ninguna de nosotras quiere que yo cocine.

Jennifer sonri abiertamente, agradecida por la momentnea conexin.

Cierto, cierto. Oye, algunas de las cosas que cocinas son realmentegeniales. Por ejemplo, tus huevos. Y t, uh, sopa. Tu sopa es la mejor.

Comunicar a la Corporacin Campbell2 lo que has dicho Elizabeth

sonrea de verdad ahora. Esto no ocurra frecuentemente, y Jennifer observcuan joven se vea su madre.

Usualmente prefera no notarlo. Una vez haba odo sin querer a un grupode chicos de su clase de octavo que haban ido a su casa. La forma en quehablaban de su madre haba hecho a Jennifer sentirse incomoda, por decirpoco.

La estatura pareca ser su atractivo. La altura haca las piernas mslargas, inexplicablemente, al cabello rubio miel a la altura de los hombrosms brillante, hasta los pmulos ms altos. De algn modo haca que losojos esmeralda parecieran ms agudos, y suavizaba las curvas

pronunciadas de dar a luz a una hija. Y esa figura alta se mova con unaespecie de gracia directa que no le recordaba a Jennifer tanto a un mdicocomo a una gimnasta.

Por comparacin, Jennifer se senta inadecuada. Mientras la estatura desu madre la haca hermosa, la de Jennifer la haca sentir inadaptada. Elnico lugar donde se senta en casa era el campo de ftbol, donde todo elmundo estaba a metros de distancia unos de otros y nadie tena tiempopara comparar tu cuerpo con el de los dems. En los pasillos abarrotadosdel Instituto Winoka, ante cada chico y chica que conoca (y muchos que noconoca) su altura y sus ojos resaltaban, su fuerte risa destacaba, y las

vetas plateadas que acababan de aparecer en su cabello rubio este aodefinitivamente destacaban.

El cabello realmente la molestaba. Aunque su padre sealaba que el coloremergente combinaba con sus ojos, ella no poda soportar que su cabellohubiese comenzado a volverse... gris viejecita... antes de haber cumplidosiquiera catorce aos. Primero haba intentado teirlo, pero las vetasplateadas nunca parecan aguantar el color. Luego considero las pelucas,pero se sinti ridcula la primera vez que se prob una en la tienda... y por

contraparte chow mein son fideos crujientes. (N. de la T.).2

La Compaa de Sopas Campbell, es un productor conocido americano de sopasenlatadas y productos relacionados. Los productos Campbell son vendidos en 120 pasesalrededor del mundo. Esta tiene sede en Camden, Nueva Jersey. (N. de la T.).

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supuesto, saba que una peluca nunca funcionaria en el campo de ftbol.Actualmente, simplemente usaba sombreros siempre que poda. Aunquesiempre parecan escabullirse mechones de plata de los bordes delsombrero.

A veces, cuando se miraba en el espejo, Jennifer pensaba que parecauna versin mayor de su madre.

El aroma del pollo al limn alej pensamientos incmodos, y empez acomer.

Tu padre viene a casa esta noche manifest Elizabeth entremordiscos de lo mein.

De veras? La mencin de su padre irrit a Jennifer. Parece pronto.

Han pasado cinco das seal su madre.

Como un mecanismo de relojera, supongo.

Tal vez podras mostrarle ese nuevo truco de ftbol.

Jennifer dej que el tenedor cayera ruidosamente.

Si hubiera querido verlo, habra venido al partido.

Sabes que va cuando puede.

S que va de viaje de negocios a alguna parte, una o dos veces al mes,y nunca s cundo va a estar all o no.

Ese es su trabajo.

Yo crea que ser mi padre tambin era su trabajo. Era el partido delcampeonato.

No tuvo eleccin.

Claro que la tuvo. Cada vez que va a un nuevo viaje, tiene que moversus propios pies y subir a un avin.

Hubo una pausa.Eso no es as.

Jennifer apart el pollo.

Odio que pienses que no es para tanto.

Elizabeth apart a un lado su propia comida.

Jennifer, honestamente. Cuando est por aqu, todo lo que haces esdecirle lo irritante que es. Luego se va, y te quejas de que no est cerca.

Siento no poder ser un robot racional y sin emociones como t, mama.

Jess, por qu no puedes ser t la que se vaya cada par de semanas?

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Jennifer vio inmediatamente por la reaccin sorprendida de su madre quehaba cruzado varias lneas demasiado rpido. No haba querido que laconversacin fuera por ese camino. Haba parecido tan agradable haca sloun minuto.

Antes de poder reunir voluntad para disculparse, su madre se habalevantado de la mesa y estaba tirando el resto de la cena en el plato delperro. Phoebe, una mezcla entre collie y pastor con enormes orejas negraspuntiagudas, vino corriendo desde la sala ante el sonido de comidagolpeando su plato. Y as sin ms, Phoebe estaba en la cocina y su madreno.

****

Para cuando Jonathan Scales lleg a casa esa noche, su hija se habasumergido en sus bocetos al carboncillo. Pilas de blanquecinos borradoresen blanco y negro de ngeles, dragones y hadas ensuciaban el suelo de lahabitacin de Jennifer. Cuando l abri la puerta, empuj algunos a un lado.

Eh, campeona. Una tormenta de dibujos? Qu tal el partido?

Jennifer fij sus ojos en los de l.

Para ser alguien que afirma ser mi padre, haces una increble imitacinde alguien que no sabe nada de nadie ms de por aqu.

Jonathan suspir y cerr la puerta.

****

Ms tarde esa noche, Jennifer y su madre estaban hablando sobre lassobras. Ambas estaban sonriendo sta vez, pero de repente Jennifercambi. Pudo sentir su piel movindose, y su cara estirarse. Echando unamirada a sus manos, vio el dorso de las mismas volverse azul, y las uascrecer rpidamente y volverse ms gruesas. Cuando miro de nuevo haciaarriba, su madre la estaba mirando fijamente... no con sorpresa o miedo,sino con tranquilo odio. Los rasgos de la mujer mayor eran oscuros yhorribles. Su enemigo mortal.

Con reflejos de relmpago, Jennifer se lanz sobre la mesa de la cocina,abri las mandbulas y le arranc limpiamente la cabeza a su madre con unchasquido sangriento.

Entonces se despert.

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As que tal vez podras explicar por qu hiciste eso dijo su padre.Estaban todos en la cocina a la maana siguiente. Sbado, tomando eldesayuno. Un fro viento otoal soplaba a travs de la ventana entreabiertasobre el fregadero.

Jennifer no haba dicho una palabra en toda la maana. Miraba fijamentea su madre, que estaba sentada exactamente donde haba estado durantela cena, en su sueo. Elizabeth no se pareca a la visin de odio y peligro delsueo. En cambio, estaba plida, con su cabello hecho un torturadodesastre.

Jennifer ech una mirada a sus manos.

An rosadas. Y las uas an eran cortas.

Intent calmarse. Su pesadilla no significaba nada, aparte de algo deculpa.

Hablando de eso.

Jennifer? La irritacin de su padre capt su atencin.

Lo siento ofreci amablemente a su madre. Me dej llevar por mimal genio anoche.

No haba rabia en los ojos de Elizabeth, slo una especie de vaca tristezaque tens las arrugas de edad bajo sus cejas. Jennifer sinti un nudoapretado en el fondo de su garganta. Se mordi la lengua nerviosamente.

En serio, mam lo siento.

Los ojos de su madre no cambiaron.

Deberas mostrarle a tu padre como ganaste el partido ayer.

Jennifer se asombr ante el cambio de tema pero se alegr bastante de

ello. Si su madre quera barrer eso bajo la alfombra, perfecto. Se encogi dehombros y empuj su silla hacia atrs.

Vamos afuera pap.

Aguarda por un momento Jennifer estuvo segura de que l nohonrara el dejemos-pasar-de-largo-la-discusin que su esposa acababa deofrecer. Pero en vez de eso frunci el ceo, sealando pensativamente altazn de naranjas sobre la mesa. Lnzame un par de esas naranjas.

Jennifer escogi dos... estaba segura de que su padre no poda estarpensando lo que ella crea que estaba pensando, o s?... y se las lanz.

Luego retrocedi a un espacio vaci cerca de la puerta del patio. La cocina

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era grande, pero nunca haba pensado en saltar y dar vueltas ah dentro.Las baldosas se sentan de repente fras bajo sus pies descalzos.

Justo aqu?

S. Tu blanco es la tele.

Con la puerta del patio a sus espaldas, gir la cabeza y mir a travs delgran arco hacia la sala. La pantalla negra del televisor de cuarenta pulgadasen el extremo ms alejado reflejaba su sorprendida expresin.

Pap, esto es raro. Por qu no solo?

Podemos hacerlo aqu mismo y olvidar las horribles cosas que le dijistea tu madre anoche. O podemos salir, que ser la ltima vez que sientas losrayos del sol en tu cara hasta la prxima primavera dijo su padre en untono perfectamente agradable y singularmente aterrador.

Vale se aclar la garganta y se puso en cuclillas un poco ms sobrelas puntas de los pies. Naranjas fuera.

l se cambi una naranja a la mano izquierda y la lanz suave ysolapadamente sobre la mesa; y un poco demasiado alto.

Jennifer cambi su peso al pie izquierdo, brinc un cuarto de paso atrs, ysalt. La cocina se inclin a su alrededor... haba una vieja mancha de agua

en la esquina del techo... y se dio la vuelta a tiempo de golpear el pie contrala naranja, lanzndola a la sala. Oy un apagado ruido sordo y aterrizfirmemente sobre los pies de nuevo en las baldosas.

La fruta se haba empalado en la esquina superior izquierda del marco decaoba de la televisin. Jugo y semillas chorreaban sobre la alfombra colorcscara de huevo.

Al poste dijo el padre de Jennifer con una sonrisa. Cerca, pero no enla meta. Intntalo de nuevo.

Esto era una tontera. Jennifer mir a su madre buscando ayuda. Nada

por ah.Bien. Sigue lanzndolas, tan rpido como quieras. Patear todo el tazn

de naranjas de Florida contra el televisor si eso es lo que quieres.

S, lo hars. Asegrate de darles a todas.

Otra naranja surc el aire. Jennifer vio como vena un poco ms rpidoque la primera, y a su izquierda. Rpidamente se ajust y se lanz al aireotra vez.

En mitad del salto, vio para su molestia que su padre haba lanzado otranaranja despus de la primera. Complet la patada y aterriz, luego se

lanz dos pasos adelante para encontrar este nuevo objetivo. Desde la sala,pudo or el estruendo del vidrio cuando el primer misil encontr su objetivo.

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Sin distraerse, gir hacia arriba para el segundo y... vio una terceranaranja, la cual su padre aparentemente haba lanzado detrs de lasegunda. Capullo, sise para s misma, y resolvi lanzar la segunda naranjaa otra pieza diferente de costoso equipo de entretenimiento. El equipoestreo estara bien. Con un porrazo limpio su largo pie lanz el cohetectrico navegando ms alto que el ltimo.

Aterriz con suficiente tiempo para ajustarse al tercero, el cual era msbajo y cercano a su posicin original. Probndome, supuso, y por lo tanto sedecidi por la lmpara de la mesita a la izquierda del sof en la sala.

Un momento despus, estaba de vuelta sobre sus pies. La sala estaba

hecha un desastre... una lmpara destrozada, la pantalla numrica delamplificador del estreo rajada, y con un televisor que necesitabadesesperadamente un nuevo tubo catdico. Un empalagoso olor a naranjasllenaba el aire.

Jennifer inspeccion la devastacin con satisfaccin, y luego mir a suspadres. Tenan unas caras de lo ms extraas.

Qu? pregunt un poco de mal humor. Dijisteis que pateara lascondenadas naranjas, as que las pate. Lamento haber golpeado las otrascosas, pero a qu vena eso de lanzar tres naranjas una tras otra as?

Tu padre tir tres naranjas admiti su madre, en un tono muy lentoy mesurado.

Jennifer mir a su padre. Jonathan Scales no dijo una palabra. Casi nuncale haba visto as de asustado, no as, no desde que ella haba perseguidoun baln a la calle ponindose delante de un coche cuando tena ocho aos.

Su madre continu.

pero no las tir de una en una. Las lanz todas al mismo tiempo.

Todos se miraron fijamente durante unos segundos. Cuando su padrefinalmente dijo algo, no era para nada lo que Jennifer esperaba.

Viene ms rpido de lo que pensbamos susurr, ms para s mismoque para los dems.

*****

Despus de ser desterrada amable pero firmemente a su habitacin,Jennifer no pudo or mucho de la conversacin que segua escaleras abajo.Pero eso no impidi que lo intentara.

Viene ms rpido? Qu viene ms rpido? Las naranjas?

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Oy retazos y frases... cambio rpido... y... cuarto crecienteaproximndose3 pero sus padres no eran lo bastante descuidados parahablar por encima de speros susurros.

Despus de unos minutos de esto, empez a sentirse resentida. Por questaban hablando de ella sin que estuviera presente cuando saban queestaba arriba? No iba esto de ella? No era esta su vida?

Un golpe en su ventana la sobresalt. Adivin quin era antes de girarsea mirar; slo Susan era lo suficientemente audaz y gil para trepar laresbaladiza enredada de la pared exterior. Desde luego era el cabello negroen cascada de su mejor amiga, brillantes ojos azules, y genuina sonrisa al

otro lado del cristal. Jennifer cruz su habitacin y levant el panel inferior.Eh, Flipper! Has rebotado alguna pelota con tu cola ltimamente?

Ja-ja. Me parto de risa. Qu ests haciendo aqu? Jennifer se sentaaliviada de or a su amiga gastando bromas sobre la patada que todo elmundo haba encontrado tan extraa ayer.

Un grupo vamos a la granja de Terry hoy, a montar una fogata, asaralgunas manzanas y eso. Vienes?

Los hombros de Jennifer se hundieron.

No lo s. A mam y pap les est dando un ataque por m,probablemente est atrapada aqu un rato. Cunto tiempo estaris?

Slo un par de horas. Aunque tal vez vayamos despus al cine. Algunos rizos castaos fueron alzados suavemente por la brisa que flotaba atravs de la ventana cuando Susan lade la cabeza. Tus padres estnmosqueados, eh? Por esa pirueta?

Supongo.

Qu, piensan que tomas drogas?

No lo creo Jennifer se sent en su cama. Estn susurrando cosas

raras sobre algo que se acerca.Su amiga se ri tontamente.

La pubertad?

Ugh, madura! No, otra cosa. No tengo ni idea. Nunca los he visto as.Normalmente, no parece interesarles lo que hago.

Susan estaba repentinamente pensativa.

3 Fase lunar que tiene su orto (salida del astro en el horizonte) por el Este a las 12 del

medioda, su cenit se produce a las 6 de la tarde y su ocaso a las 12 de la medianoche. Laparte luminosa de la Luna durante esta fase tiene la forma de un crculo partido justo a lamitad (semicrculo). (N. de la T.).

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Um, no estars en realidad? Quiero decir, no te habrs metido nadadurante el?

Jennifer la detuvo alzando una mano.

No empieces conmigo. No estoy para nada de humor para esto.

Tienes que admitirlo, nunca antes habas hecho algo parecido. Quierodecir, eres la mejor jugadora del equipo y todo eso, pero deberas habertevisto. Parecas totalmente intoxicada.

Y qu? Ests diciendo que tomo drogas, y no me crees? Pudo sentirsu propia cara enrojecer. Probablemente Susan tuviera razn... de esto era

de lo que sus padres estaban farfullando!

Iban a castigarla! Por tomardrogas! Era tan injusto!

Su amiga se movi incmodamente sobre el enrejado.

Por Dios, Jenny, que no te de un infarto. Slo estoy diciendo que lagente no va a saber lo que pas. Van a pensar que es raro.

Quieres decir que soy rara. Y no me llames Jenny.

No dije que t fueras rara. Y desde cuando te importa que yo te llameJenny?

Era Jenny cuando tena seis aos. Ahora estoy en secundaria yprefiero Jennifer. Y no tengo que ser rara? No est todo el mundodiciendo que soy un fenmeno, que tomo esteroides o lo que sea?

Susan baj la mirada a la calle.

Oye, Jen, tengo que irme. Vienes o no?

S, claro, justo despus de que me meta mis pldoras y me pinche.

Vale. Me largo de aqu Sin siquiera mirar atrs, Susan se deslizrpidamente por el enrejado y desapareci.

Jennifer bulla de rabia mientras miraba fijamente por la ventana abierta

durante un momento, luego se levant y la cerr de golpe. Cruz lahabitacin, abri la puerta de un tirn, y grit escaleras abajo a sussusurrantes padres.

No tomo drogas!

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Captulo 2Captulo 2

Mariposas gritando

Las siguientes fueron unas semanas miserables. Aunque sus padres laliberaron de su habitacin despus de una hora ese mismo da, no dijeronmucho sobre naranjas, o drogas, o lo que fuera que se estaba... acercando...ni de nada ms. Su padre pareci querer decir algo en varias ocasiones,pero en el ltimo momento slo suspiraba y mascullaba algo sobre cmosiempre estaba disponible si ella necesitaba a alguien que escuchara.

Por supuesto, se march a otro viaje durante cinco das.

Entretanto, Jennifer continuaba teniendo sueos perturbadores. Enalgunos, era un dinosaurio que atacaba a sus padres. En otros, era un ngel

ahogndose entre las nubes. En otros ms, era una pitn en la oscuridad,enroscada alrededor de la rama de un rbol y esperando a caer sobre susamigos.

Todo eso era demasiado inquietante para compartirlo. As quesimplemente vagaba por la casa, esperando a que sus padres dijeran algo,y deseando que no lo hicieran. Y mientras Susan y el resto del equipo deftbol, aunque no eran desagradables con ella, tampoco eran exactamenteamigables. Arreglar relaciones llevaba su tiempo.

Despus de dos semanas tras el da de las naranjas, irrumpivalientemente a travs de las puertas delanteras del todava aterrador

instituto y casi tropez con Edward Blacktooh. Y sonri por primera vez enlo que pareca un ao.

Eddie, su vecino de la puerta de al lado, le recordaba a un gorrin. Tenala piel plida y profundos tonos marrones en el cabello y los ojos, y su narizse arqueaba como un pico suave de ave. Una sonrisa ladeada y traviesahonr su cara cuando l y Jennifer se reconocieron el uno al otro.

Eddie! grit, deleitada. Has vuelto!

Jenny! sonri l. Saba que ella odiaba ese apodo. La estrella delftbol que controla la escuela. No te han saltado a dcimo curso an?

Difcilmente se ruboriz. Qu tal Inglaterra?

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Normalmente Eddie empezaba el curso con todos los dems, pero esteao su familia haba insistido en llevarle a unas extraas vacaciones de unmes de duracin en Inglaterra. Eddie le haba dicho a Jennifer antes de salirque visitaran iglesias antiguas, museos, fortalezas, y otros puntoshorrorosamente aburridos que se supona eran de inters. Aparentemente,poda trazar a sus ancestros varios siglos atrs hasta algn barn que vivaen un castillo no muy lejos de Gales.

El castillo era bastante interesante. Todo lo dems fue tolerable.Pasamos un buen rato... Mam y pap incluso sonrieron una o dos veces.Qu tal la batalla? Eddie siempre estaba hablando con metforas

militares: Qu tal la batalla? Quin va ganando la guerra? Quasombrosa hazaa!

La batalla va mal mascull ella mientras l le coga el paso. Vabastante mal.

Oh, no dejes que la gente como ella te hunda Jennifer le mir.Camiseta marrn y vaqueros azules. Mocasines marrones. Su cabello colorbarro le caa sobre los ojos y l se lo ech hacia atrs con un movimientorpido de la cabeza. Y por primera vez, Jennifer not una dbil fragancia aaftershave. Edward Blacktooth era confiable, estaba all cuando lenecesitabas, menos cuando no lo hacas. Era... Eddie.

Gente como quin?l inhal un poco y despus habl rpidamente.

No tengo nada contra Susan. Los tres hemos sido colegas desdeprimero. Pero he odo lo de esa pirueta, y obviamente est celosa. Las doshabis sido las dueas del campo de ftbol desde hace mucho. El ao queviene, cuando ambas intentis entrar en el equipo titular, ella tendr queempezar desde el principio otra vez... pero quizs t no. Ella lo ve y no legusta.

Jennifer no respondi al momento. Eddie presion.

Es su problema, Jen. Tendr que tratar con l ella misma.

Ella asinti con la cabeza e intent sonrer. Cierto, Eddie poda ser unpoco snob... haba sacado eso de sus padres, a quienes no les gustabanadie... y Susan era ms profunda de lo que Eddie le conceda. Pero ahoramismo, a Jennifer no le importaba. Saba por qu l deca esas cosas.

Gracias, Eddie.

De nada. Te veo en el gimnasio le dio un golpe casual en el hombro ydio un giro rpido a la izquierda. Jennifer le observ marchar durante unlargo rato, despus empez a caminar hacia clase.

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*****

Chicos, este es Francis...

Skip.

La seora Graf entrecerr los ojos hacia la copia amarilla.

Francis Wilson.

Por favor, slo Skip suspir el chico nuevo. Jennifer luch porcontener una risita. Los ojos de Skip Wilson eran verdes, o tal vez azules,

muy separados de una estrecha nariz y bajo un cabello color chocolateoscuro. Era ms alto que la seora Graf, a quien muchos estudiantesapodaban Seora Jirafa, y sus dedos eran increblemente largos extendidosa travs de su libro de texto: Principios y Aplicaciones del Clculo. Ennoveno curso?, pens Jennifer para s misma. Se haba sentido bastantelista por escoger lgebra Avanzada este ao.

La familia de Skip se ha mudado aqu a Winoka desde fuera del estado,verdad, Skip?

l se encogi de hombros.

La seora Graf era una profesora veterana y supo rendirse en ese punto.

Coge un asiento ah mismo dijo, sealando el pupitre vaco detrs deJennifer.

El silencio en el aula era pronunciado. Jennifer sinti pena por el chico.Esto era, despus de todo, el instituto. Nadie iba a decir hola, o sonrer, osiquiera mirarle realmente. Nadie lo hara jams.

Excepto Bob Jarkmand. Cuando Skip pasaba entre l y Jennifer, Bob estirsu enorme pierna.

La pesada y gruesa extremidad estaba directamente en el camino delchico nuevo. Jennifer suspir. ste era uno de esos momentos en los que seruna chica era definitivamente mejor que la alternativa. Cuando Skipintentara pasar por encima, Bob subira la pierna y golpeara al chico en laingle. Despus fingira inocencia mientras su vctima se doblaba de dolor.Entonces la seora Graf intentara averiguar qu haba pasado, y todo elmundo tendra demasiado miedo de Bob para hablar. Luego sonara lacampana y todos lo olvidaran. Excepto el chico nuevo, que nunca en suvida se sentira ms solo y sin amigos.

Jennifer observ, preguntndose si deba intervenir. Bob se reservaba suspeores trastadas para los chicos, y generalmente ignoraba a las chicas amenos que tuviese la impresin de que hacer un comentario crudo sobrepechos o funciones corporales fuera a arrancar unas risas a sus amigos.Cualquier otro da, no habra dudado en hablar... pero hoy, no estaba segura

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de necesitar el agravio adicional, slo para ayudar a un chico nuevo quepodra acabar siendo otro capullo.

No tuvo tiempo de resolver la cuestin. Skip alz la pierna para pasarsobre la pierna de Bob, y entonces... justo cuando la pierna del chico mayorse alzaba... salt directamente en el aire, esquivando la rodilla de Bob por almenos 15 centmetros. Al mismo tiempo, balance su pesado libro de texto,golpeando a Bob en un costado de la cabeza tan fuerte, que toda la claselevant la mirada ante el sonido.

Pero para entonces, Skip se haba deslizado en el asiento detrs deJennifer, y Bob aullaba como una morsa. Todo haba ocurrido tan rpido,

que estaba segura de que nadie ms lo haba visto. Jennifer se quedmirando fijamente, con la boca abierta de deleite.

La oreja de Bob estaba de un rojo furioso y ya se estaba hinchando. Bobgir la cabeza y escupi a Skip las palabras:

Ests muerto, Francis!

Skip se gir en su asiento... ojos, cabeza, y cuerpo entero... paraenfrentarse al otro chico. Jen estaba impresionada por lo tranquilo quepareca el chico nuevo.

No he visto lo que ocurri replic el nuevo.

La seora Graf, por supuesto, se lo haba perdido todo. Estaba sacandouna pila de largos marcos de madera de un estante bajo tras el escritorio.

Hoy, clase, empezaremos nuestra unidad de insectos. Comenzaremoscon la familia de los Lepidpteros... ms comnmente conocidos comomariposas y polillas. Lepidptero significa, literalmente, "alas escamosas".

Jennifer se anim un poco ante eso. Alas escamosas... eso sonababastante guay. Y siempre haba pensado que los insectos eran fascinantes.Cuando era pequea, haba cogido liblulas, saltamontes y mariposas conlas manos desnudas y mirado sus cabezas a travs de una lupa. Haban

tenido una expresin de lo ms dulce.Tristemente, la seora Graf poda volver soso incluso el tema ms

interesante. En diez minutos Jennifer haba pasado de un perspicaz inters aun absoluto aburrimiento. A su lado, Bob haba inclinado la cabeza yempezado a roncar.

Ella se despert del todo cuando la seora Graf abri los marcos yempez a sacar especmenes.

Por supuesto dijo la profesora, no hay nada como ver a estascriaturas de cerca para captar totalmente su belleza, complejidad yelegancia.

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marcas amarillas y blancas en mitad de las mismas. Sorprendentemente,gritaba.

Jess! chill Jennifer, dejando caer a la mariposa aullante en suregazo. Esto hizo que el chirrido empeorase. Salt precipitadamente de susilla, dejando caer la tarjeta al suelo, y retrocediendo varios pasos.

Seorita Scales! la seora Graf fij en ella sus ojos atnitos. Dequ va esto?

Jennifer volvi a mirar a la mariposa. Las alas tiraban en vano contra losalfileres. Dej de gritar lo suficiente para jadear buscando aliento, perodespus empez de nuevo.

Las miradas de sus compaeros y la seorita Graf le proporcionaron msinformacin de la que deseaba. Seal a la Cola de Espada aullante.

Nadie ms oye eso?

La seorita Graf suspir.

Los de noveno nunca son tan divertidos como ellos creen. SeoritaScales, por favor, vuelva a su asiento.

Bob Jarkmand se ri a carcajadas. Jennifer no estaba segura de si se reade ella, o con ella. Pareca por las sonrisas afectadas en otros pupitres que

la mayor parte de la clase crea que estaba gastando una broma. Sonriansiosamente, aceptando la alabanza por interrumpir el tedio de un da deescuela, y se sent.

Otro pinchazo en su hombro.

Umm, si ests segura de que eso est muerto, podras pasrmelo?

Jennifer se oy a s misma sisear. Este chico era simpticamente raro, talvez, pero tambin un poco pesado. Y no le haba dicho que dejara depincharla?

Dame un segundo.

Se inclin y recogi la tarjeta. La mariposa estaba sollozando ahora.

Era horrible. Jennifer se senta como si fuera conspiradora en un complotpara hacer dao a esa cosa. Se gir hacia las ventanas altas de la clase...cerradas contra la fra maana de otoo... que proporcionaban una vista delas granjas cercanas. Dese saltar de su silla, abrir de un tirn una de lasventanas, arrancar los alfileres de la tarjeta, y liberar a la criatura.

La voz de Skip tras ella interrumpi sus pensamientos.

Umm...

Un minuto ahora estaba segura de que este chico la irritaba. Unapena que Bob no se las hubiera arreglado para atormentar al gil pesado!

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Los repiques de dolor y pena de la mariposa seguan. Jennifer volvi amirar a las ventanas de la clase. En qu estaba pensando? Todo el mundose reira de ella. Y de qu servira de todos modos? A pesar de lo que susodos le decan, esa mariposa estaba muerta. Y no iba a volver de la muertey perseguirla como un bichito fantasma.

No haba ningn clamor proveniente de su sueo de muerte, ni splica devenganza, ni familiares que se preocupara de s viva o mora.

Pleck.

Apareci un punto en una de las ventanas. Jennifer entrecerr la miradapara divisar la forma. Un bicho bastante grande se haba lanzado sobre elcristal y se haba estrellado contra el mismo.

Pleck. Pleck.

Dos puntos ms aparecieron, cerca del primero. Jennifer pudo divisar alaslargas y transparentes entre los restos. Estaba oscureciendo fuera.

Pleck-pleck. Pleck-pleck-pleck. Pleck-pleck.

Como definidas gotas de lluvia, ms cuerpos pequeos y lisos se lanzaroncontra las sombras ventanas. Liblulas, vea ahora Jennifer. Por debajo delritmo, poda captar un zumbido bajo y excitado.

Umm, seorita Graf? una de las chicas que estaba cerca de laventana haba reparado en los bichos tambin.

Antes de que la profesora pudiera reaccionar, una andanada de liblulasse lanz contra la ventana. Sin prestar atencin a su destino, empujabancon la fuerza y el volumen del granizo. Empezaron a aparecer grietas en elcristal.

Todo el mundo fuera de la habitacin!

Nadie se movi. Era demasiado aterrador. Las grietas del grosor de uncabello se alargaron y conectaron unas con otras. Un trozo de cristal cay

sobre el mostrador de abajo. El enjambre negro todava segua viniendo. Eraincluso ms grande all lejos en el cielo, donde tapaba el sol. Una vastacolumna se hallaba apuntando como un tornado hacia la esquina sudestedel segundo piso del Instituto Winoka.

En medio del caos, Jennifer lanz una mirada furtiva a la Cola de Espada.sta aullaba en sus manos. Su estmago dio un vuelco.

Basta le susurr. La mariposa la ignor. Basta!

Se detuvo.

Las liblulas se desvanecieron. No las muertas... esas todava estaban

pegadas como una miserable pasta por todas las ventanas de la clase. Peroel zumbido y los impactos se detuvieron, y la nube de afuera se disip.

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Jennifer se gir lentamente, y dej caer la mariposa sobre el escritorio deSkip. Como todos los dems, l estaba mirando a las ventanas... nadiehaba notado que Jennifer susurraba una orden a la mariposa. Pero la caradel chico estaba encendida.

Eso ha estado genial!

*****

Jennifer saba que era mejor no sacar el tema con sus padres. Pero en elmomento en que lleg a casa de la escuela, descubri que era intil ocultarnada.

He odo lo de las liblulas dijo su padre cuando se acercaba a la mesade la cocina donde l y su madre estaban sentados.

Bien, gracias, y t?

Jennifer, creo que tenemos que hablar. Antes de salir para m viaje estanoche.

Porque s, padre, mi da ha sido agradable. Y el tuyo?

Ahora, Jennifer.Paaapaa! estamp su pie contra el suelo. No quiero hablar de

eso. Fue una panda de estpidas liblulas. Esta noche, en las noticias, dirnque fue un tornado. O un globo meteorolgico. Quin sabe? A quin leimporta?

No queremos hablar de las liblulas. Queremos hablar de ti, y de loscambios que se avecinan.

Tienes que estar bromeando. Ni siquiera t puedes ser tan despistado.Aprend todo eso en tercero. Tengo mis libros. Navego por internet. Chicoama a chica, chica ama...

Oh, por amor de Dios, Jennifer, cllate sise Elizabeth.

Mir fijamente a su madre. Elizabeth Georges-Scales se estaba sujetandola cabeza con las manos. Corran lgrimas por las mejillas de la doctora.Jennifer sinti lgrimas inundar sus propios ojos. Si no lo supiera bien,habra pensado que alguien haba muerto.

Qu... qu pasa?

Sintate, campeona. Su padre apart una silla con la pierna. No hayforma fcil de pasar por esto.

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Dos horas despus, sollozando sobre su almohada en su propiahabitacin, Jennifer tena que estar de acuerdo al menos con eso. Ya nadasera fcil, en absoluto, ya no.

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Captulo 3Captulo 3

Luna creciente

Mors vestra gloria nostra erit. Tu muerte es nuestra gloria.Mi qu? Jennifer mir a su alrededor. Estaba en un oscuro, fro

lugar y le dola moverse. Mi muerte?

Justicia. Ley. Profeca. Morirs, gusano.

Qu es ste lugar?, quin eres t?

Un pequeo fuego ardi frente a sus ojos. La seora Graf sali de lasllamas. Haban desaparecido las gafas y el vestido desaliado: Llevaba unareluciente armadura completa, con una brillante corona en la cabeza.

No importa. Ahora desaparecers. All estaba el susurro de una hojasaliendo de su vaina, el sonido de la espada deslizndose a travs del aire ydespus la ms grande agona que Jennifer haba conocido. Extendi lamano, demasiado poco, demasiado tarde. La habitacin se desvanecalocamente y ella rodaba hacia el fuego. Su cuerpo permaneca inmvildetrs. Era el cuerpo de una mariposa Cola de Espada, con las alasplegadas y sin cabeza. Luego perdi el equilibrio hacia atrs

****

Jennifer se incorpor de golpe en la cama. El dbil reflejo de la puesta delsol caldeaba el cuarto. Sus manos volaron a su cuello, para asegurarse deque la cabeza estaba todava all.

Ya era suficientemente malo ser una friki, suficientemente malo que suspadres hubieran enloquecido, pero estas pesadillas se le estaban yendo delas manos.

Mir la hora. La temprana oscuridad otoal la haba engaado; eran slolas seis en punto. Era viernes por la noche, sus amigos seguramenteestaban en el centro comercial, y ella estaba aqu en su cuarto, enfurruada

y provocndose pesadillas.Basta mascull. Salt fuera de la cama, alis las arrugas de su ropa, y

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se dirigi a la puerta. Entonces se detuvo. La dejaran salir sus padres?Por si acaso us la ventana. Un soplo de viento fresco revolvi su cabello

rubio de mechones plateados cuando levant la ventana y la mosquitera.Una hbil maniobra la sac fuera y baj precipitadamente por el enrejado.No hizo ningn ruido.

Veinte minutos ms tarde, trotaba hacia la plaza del centro. Los gruposde coches en el aparcamiento, las marcas genricas de los escaparates, ylos grupos de adolescentes despreocupados gritando y rindose la hicieronsentirse normal de nuevo. Relaj los hombros y desaceler hasta ir al paso.

Ridculos, pens sobre sus padres. Demencial.Se les ha ido la pinza.Oslo estn embarullndome la cabeza.Alguna tcnica que aprenderan enuna revista de padres.

Dbilmente se pregunt qu leccin estaban intentando ensearlehacindola sentirse tan miserable, pero una voz conocida rompi suspensamientos.

Jenny!

Eddie se paseaba por la acera de la entrada al centro comercial. A sulado, para sorpresa de Jennifer, estaba Skip.

Oye, Eddie. Qu ests?Patrullando en busca de chicas calientes. Eh, encontramos una! Eddie pareci avergonzado por su propia broma pesada. Jenny, yaconoces a Skip? Es nuevo en la ciudad.

Aj. Salud con la cabeza brevemente a Skip. Estamos juntos enciencias con la seora Graf Hola!

Hola a ti tambin, Jenny!

EsJennifer. Le sali ms fro de lo que pretenda.

Skip esboz una sonrisita.

Qu susceptible eres, Jenny.

Se miraron durante unos segundos. Ninguno de los dos se ech atrs.

De cualquier forma interrumpi Eddie, Skip y yo estamos en unamisin de bsqueda de un helado antes de que mi padre venga arecogernos. Quieres unirte a nosotros, Jenny ee fer?

Si te vienen a buscar pronto, podemos ir sin ti aadi Skip. Haba unrastro de desafo en su voz y en sus ojos, casi como si estuviera retando aJennifer a abandonar su paseo.

Estaba dando una vuelta. Tengo toda la noche. Se adelant un par depasos, justo hasta quedar cara a cara con Skip. Me encantar ir contigo,

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Eddie.Mejor nos movemos a paso ligero dijo Eddie echando un vistazo a su

reloj.

El puesto de helados estaba al otro lado del centro comercial. Caminaronpor fuera, con Eddie entre Skip y Jennifer hablando todo el rato. Parecaajeno al hecho de que sus dos amigos se fulminaban con la mirada el uno alotro. Tras unos pocos minutos, Jennifer descubri que prefera la visin de ladespejada y brillante luna plateada en el cielo occidental.

Pidieron rpidamente y luego trotaron de vuelta, sosteniendocautelosamente sus conos demasiado llenos, hacia la entrada del centrocomercial donde el padre de Eddie deba encontrarse con ellos.

De hecho Hank Blacktooth ya estaba all en su polvorienta camionetacolor caf, con el motor en ralent. El seor Blacktooth era una visin de unfuturo Eddie... si Eddie estaba predestinado a volverse ms gordo, mspeludo, y ms furioso. Miraba a Eddie mientras los tres chicos se acercabana la puerta del pasajero.

Llegas tarde.

Eddie levant su reloj.

Dijiste a las seis treintaEso fue hace tres minutos. El seor Blacktooth alz su ancha mueca.El austero reloj digital marcaba las 18:33.

Eddie suspir. Skip los mir a ambos con una pregunta en el rostro, peroJennifer conoca al padre de Eddie demasiado bien como para hacer otracosa que no fuera mantener la mirada fija en el horizonte.

Podemos acercar a Jenny a casa tambin?

Slo tengo sitio en la cabina para tres. Tendr que viajar en la parte deatrs.

Jennifer abri la boca para decir que prefera caminar, pero Eddie ladetuvo.

Ostras, pap, muestra un poco de caballerosidad. No tiene que hacerseas. Yo subir a la parte trasera. Ella y Skip pueden viajar delante.

Sin otra palabra, Eddie se hizo a un lado y peg un salto para subirse a laparte trasera de la camioneta.

Alarmada, Jennifer mir de Eddie, a su padre, a Skip y de vuelta alpadre de Eddie. Los ojos de Hank Blacktooth se entrecerraron. En medio deun silencio embarazoso, Skip y Jennifer se deslizaron en el interior de la

cabina. Los cinturones de seguridad emitieron incmodos chasquidos, yluego arrancaron.

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Pas un interminable minuto antes de que alguien hablara.Entonces, Skip, decas de camino hacia aqu que tu padre trabaja en la

construccin.

Skip estaba secndose las manos en los vaqueros. Jennifer casi le dio uncodazo antes de que el chico de repente reconociera la pregunta yexclamara:

S.

Ha tenido mucho xito ltimamente?

Bueno, no estoy muy al tanto, pero pap parece bastante feliz, o tanfeliz como ha estado desde que mam falleci. Estaba hablando anoche enla cena sobre acabar algn contrato municipal en el que ha estadotrabajando durante aos

Siguieron as durante un rato. Hank Blacktooth era promotor inmobiliario,y Skip se tranquiliz y pareca saber lo suficiente sobre propiedades ypromociones para sostener una pequea charla. Jennifer descubri que sussentimientos encontrados hacia se extrao chico se transformaban enligera admiracin ante su creciente aplomo, aplastado como estaba entredos desconocidos.

Por supuesto, Jennifer saba que el padre de Eddie no le preguntara nadaa ella. Desde aquel da, haca casi siete aos, en que pillaron a su hijo y a lachica nueva de la puerta de al lado jugando a un inocente juego de mdicosen el patio trasero, el seor y la seora Blacktooth haban tratado a Jennifercomo a una leprosa. Prcticamente prohibieron el contacto entre lasfamilias.

Eddie se las haba apaado para seguir siendo amigable con el paso delos aos. Pero nunca desafi a sus padres abiertamente. A pesar de ello,sala a buscar a Jennifer en los recreos de la escuela, le daba besitos rpidosen la mejilla cuando se escabullan para volver a casa dando un paseo, eincluso los desafiaba con visitas ocasionales a la casa de los Scales, dondesiempre obtena una calurosa acogida de la madre de Jennifer.

Cmo est tu madre, Jennifer?

El tono helado sac de golpe a Jennifer de su ensueo. Acababa dehacerle una pregunta?

Muy bien se las apa ella para responder. Est trabajando con unabeca para el hospital.

Bravo, todava es enfermera, verdad?

Todava es mdico, en realidad. Jefe de ciruga.

Jennifer quiso hacer la correccin amablemente, pero la mirada rpida deBlacktooth le hizo tragar saliva.

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La gente de la iglesia todava pregunta por ella.Despus de todos stos aos? Jennifer trat de sonar suave, pero

interiormente arda. Su madre haba intentado convertirse en un miembroactivo de la iglesia local al principio de trasladarse a Winoka, pero algunoscotilleos crueles sobre su marido y otra mujer la haba desterrado en menosde un ao. Como los rumores comenzaron al poco tiempo de que losBlacktooth empezaran su ataque contra Jennifer, sta sospech siempremucho de ellos.

Ella y tu padre todava se llevan bien?

Jennifer slo apret los dientes. Al principio, para contenerse. Pero derepente, lo hizo por otra razn totalmente distinta: un dolor terrible sedispar subindole por la columna vertebral y le atraves la mandbula.

Aaay!

Skip se sobresalt.

Ests bien?

As como as, el dolor haba cesado. Jennifer se frot la nuca.

Eso creo. Hemos pasado sobre algo?

El seor Blacktooth mascull algo, irritado.

Otra llamarada de dolor se arremolin en su caja torcica. Se llev lasmanos rpidamente a los costados.

Gaaagh!

Los ojos de Skip se agrandaron.

Seor Blacktooth, creo que se est poniendo enferma!

Hasta ste momento, Jennifer se haba olvidado completamente de laconversacin con sus padres esa tarde. Encontrarse a Eddie y Skip, comprarhelados, y encontrarse con el seor Blacktooth, haba hecho que todo

pareciera muy normal durante un rato. Pero la realidad de su situacin caydel golpe sobre ella.

Sus padres no estaban chiflados. No estaban usando alguna absurdatcnica de educacin. Lo saba en sus huesos.

Literalmente.

Los dientes comenzaron a castaetearle y deslizarse unos contra otros.Tosi incontroladamente, y antes de que pudiera taparse la boca con lamano, escupi sangre sobre su palma.

Seor Blacktooth, creo que tenemos que llevarla a un hospital! La

voz de Skip no ocultaba su pnico.La camioneta vir hacia la cuneta y se detuvo de golpe. El seor

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Blacktooth mascull una maldicin, y luego pas sobre Skip para sacudir aJennifer por el hombro.

Tosiendo sangre! En qu ests metida, en drogas? Qu acabas detomar?

Se ha chutado helado de galleta de chocolate, no herona! grit Skip.Agitaba los largos brazos torpemente en el aire. Qu pasa con usted?Conduzca hacia el hospital!

Jennifer no les dio oportunidad. Se agach y se desabroch el cinturn deseguridad con una mano ensangrentada mientras abra la puerta con laotra; luego sali a gatas del coche y corri, atraves el patio y pas la casahacia otro patio, y se perdi de vista.

Eddie le grit desde la parte trasera de la camioneta de su padre, peroella no poda or a su amigo de la infancia. La sangre estaba hirviendo ensus odos.

*****

El camino a casa fue la experiencia ms aterradora de la vida de Jennifer.

Sola, tambalendose a travs de la oscuridad, incapaz de or ms all de losconfines crujientes de su crneo, Jennifer senta sensaciones nuevas, lamayor parte de ellas insoportablemente dolorosas, en cada rincn de sucuerpo.

No slo sus dientes, sino ambas mandbulas, superior e inferior, lellameaban. Sus omplatos pareca que se iban a abrir en canal y aperforarle la piel. Su mdula espinal se curvaba y se estiraba.

Grit y luego se sobresalt. Un rugido animal atraves el caos de susorejas. Un len o un lagarto? No haba nadie a su alrededor, sin embargoalgunos de los arbustos cercanos lanzaban profundas sombras.

La calle Pine estaba tranquila, sin peatones y slo algn coche ocasional.La mayora de la gente estaba acomodada frente a un programa de mximaaudiencia de la tele o una cena tarda. Jennifer estaba a la vez contenta porello y alarmada... no quera que nadie ms viera lo que saba que estaba apunto de sucederle, pero no saba si podra volver a casa sin ayuda.

Las venas bajo su piel se ensancharon y agrandaron. El azul le ti lasmanos, luego las muecas, despus los brazos. El pelo se le clavaba en elcuello y los hombros; poda palparse hebras presionando bajo piel ytejindose entre los vasos capilares.

Dej escapar otro grito el animal rugi otra vez y fue a tientas haciala acera. Se rasp las rodillas en el suelo, pero sinti algo resistente bajo los

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pantalones vaqueros, algo parecido a cuero absorbi el golpe por ella. Uncalor insoportable emergi de su garganta. Era difcil respirar.

Mamaaaaaaa! Papaaaaaa! Su voz era ms lenta y ms profunda.

Sobre su alargado hocico azul, Jennifer intent divisar la casa. Estaba amenos de una manzana, pero las luces estaban apagadas. Adnde habanido sus padres? Estaran seguramente fuera buscndola, probablementefrenticos. Debera haberse quedado en su cuarto. Ellos habran sabido quhacer. Todava sera horrendo, pero al menos ellos habran estado ah.

No tena ni idea de qu era lo siguiente que le iba a ocurrir, y elpensamiento la aterroriz.

Mamaaaaaaaaaaaaa! tosi. Sinti como si el vmito saliera araudales de su boca. Una bola de fuego le quem las encas al salir. El fuegorecorri el pavimento de la acera durante unos metros.

Se le enturbi la mirada y cay al suelo.

Pero todava poda ver, todava senta, an oa? S, poda or mejorahora. Se acercaba un coche, con las ruedas chirriando, una puerta seabri, y luego la voz de su madre.

Jennifer!

Unas manos le tiraron de las piernas. Confiando en el toque de suspadres, Jennifer se dej deslizar en la inconsciencia.

*****

Despert a la familiar vibracin y zumbido del monovolumen familiar. Suspadres haban abatido el asiento trasero, y ella yaca, acurrucada, en elespacio de carga.

La primera cosa que not Jennifer fue que an le dola todo.

La segunda fue el asombrosamente obvio cuerno asentado en el borde desu morro, justo ante sus ojos.

Se gir para examinar el resto de s misma.

Era tal y como le haban advertido. Vio el cuerpo de un lagarto grande ymisterioso. Escamas azul elctrico parecidas al cuero dejaban paso a franjashorizontales plateadas, todo de camino a una delgada cola bifurcada. Labarriga del lagarto... su barriga... era de un gris suave.

Jennifer era ms grande de lo que haba sido antes, y un poco ms

larga mucho ms larga, si contabas la cola. Los extraos msculos nuevosondulaban con cada movimiento que haca. Garras de cinco pulgadas se

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proyectaban desde sus poderosos cuartos traseros.Y tena alas! Dos, dobladas pulcramente a lo largo de su espalda.

Jennifer movi el codo, y una se despleg. Contone los dedos, y diminutasgarras como las de un murcilago al final de sus alas se agitaron de nuevo.

Se volvi a desmayar.

***

La siguiente vez que Jennifer se despert, no volvi a mirarse el cuerpode lagarto. En lugar de eso, estir el cuello hasta que pudo ver los asientosdelanteros. Su madre estaba en el asiento del conductor. Ms all delparabrisas, la luna creciente estaba en lo ms alto del cielo nocturno.

Comenz a mover su lengua con mucho cuidado.

Ay!

Por supuesto. Dientes ms afilados. Jennifer se rega por casi hacerseun piercing en la lengua. Elizabeth se gir brevemente.

Ests despierta?

Incluso este primer intento de conversacin normal hizo a Jenniferpatalear de resentimiento.

Qu pasa, no puedes ver mis ojos de monstruo resplandeciendo en laoscuridad?

Elizabeth se gir otra vez.

Oh, s. Ahora puedo. Son bellos. Plateados, querida. Cmo te sientes?

Soy un dragn, madre. Me siento como un fenmeno. No, ms que unfenmeno. Un monstruo.

Su madre no contest de inmediato.No te sentirs como un monstruo para siempre.

Jennifer sise. Son muy peligroso, lo cual slo consigui enfadarla ms.

Me siento as ahora.

No hubo respuesta.

Adnde vamos?

A casa del abuelo Crawford.

Eso tena sentido. El padre de su padre tena un tranquilo y aislado lugar

en el lago.

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Es ms, a ella le gustaba el abuelo Crawford. Cada Navidad, vena al surdel estado con un montn de regalos, en su mayor parte libros. Siempre sesaltaba el discurso habitual de qu grande ests, cunto has crecido.Cada verano, ella iba de visita a su granja durante una semana. Adorabarelajarse en su enorme saln, rodeada de estanteras llenas de libros hastaarriba, y se encontr recordando con cario como se sentaba en su regazocomo una chiquilla y oa las historias ms escandalosas. Incluso ahora,poda describir sus centelleantes ojos grises...

Oh eso la trajo de vuelta al presente. l, tambin?

Bueno, por supuesto. Despus de todo, tu padre

Dnde est pap?

Su madre seal con la cabeza hacia la derecha del monovolumen.Jennifer mir por la ventanilla. Ni a siete metros del coche, una sombraoscura y alada se elev. Les mantena el paso con facilidad a lo largo delborde de la carretera.

La cabeza del reptil se gir hacia ellas, y Jennifer vio el gris que cubra losojos plateados de su padre.

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Captulo 4Captulo 4

La nueva mujer dragn

Crawford Thomas Scales era un hombre que haba hecho fortuna con unaforma de agricultura y un rancho poco normales. Su hacienda tena unaexpansin de cientos de acres, la mayora eran tierras de labranza y colinasarboladas que rodeaban un generoso lago. Un desmoronado muro de piedrase extenda varias millas alrededor de su propiedad, ms una seal que unaautntica barrera contra los intrusos. Pero de todas formas el abueloCrawford no se encontraba con muchos intrusos, puesto que ningn extraose atreva a dar los primeros pasos dentro de su propiedad sin una escoltaadecuada.

Una nica abertura en el extremo sur del muro permita el paso de unalarga y serpenteante entrada de gravilla. A cada lado de la entrada, yabrindose paso a lo largo del interior de la mayor parte del muro, seaglomeraban unas colmenas de aspecto extrao. Estas colmenas contenanabejas de un tamao y un carcter extraordinarios. Nunca volaban ms allde los confines de la propiedad de su dueo... pero atacaban sin piedad acualquier extrao que fuese lo suficientemente idiota para entrar. Peor an,parecan insensibles al tiempo, y permanecan activas incluso durante elinvierno ms duro de Minnesota.

Ms all de las colmenas exista una franja, una tupida docena de acres,

de flores silvestres. Ni una de las flores era igual... Jennifer nunca habapodido averiguar cmo haba hecho crecer su abuelo tal diversidad deincrebles flores silvestres... pues cada una de ellas era un monumentodiminuto y nico a la naturaleza. Estas flores estaban ah primordialmenteen beneficio de las abejas, pero el abuelo Crawford a veces recoga algunaspara venderlas en las floristeras locales.

Tras las flores estaban los pastos, con caballos a un lado del camino yovejas al otro. Jennifer no disfrutaba montando a caballo pero tena queadmitir que su abuelo seleccionaba, reproduca y criaba unos animalesextraordinarios. Haba dos o tres que le gustaban especialmente: negros

caballos rabes con marcas blancas en el hocico.Las ovejas, por otro lado, eran demasiado numerosas y vivan demasiado

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poco para preocupase por ellas, haba cientos, libres para vagar por lassuavemente inclinadas colinas.

Entre los pastos y el modesto bosque que rodeaba el lago y la cabaa delabuelo Crawford descansaba una pequea franja de pradera desatendida.Encinas, negros nogales, arces rojos, y pceas noruegas se agrupaban ensus bordes, dando paso a un prado en la parte norte. La cabaa se asentabaal fondo del prado, en el extremo del extenso lago.

La llamaban la cabaa pero era mucho mayor que una cabaa normal,con capacidad para casi una docena de invitados. Era enorme. El abueloCrawford haba construido el lugar l mismo, haca cuarenta aos, haciendo

ampliaciones cada diez. El primer piso estaba revestido de piedra, cubracasi diecisis mil metros cuadrados, y conectaba con cada edificio: elgaraje, el cobertizo, una despensa, y hasta un granero. La planta superiorhecha de madera, destinada a la vivienda, no era muy grande, y estabaorientada hacia el norte en direccin al lago.

Jennifer observ por la ventana aquel paisaje durante algn tiempo antesde comprender que vea en la oscuridad, en color, con total claridad. Visinnocturna... como un monstruo. Aquel ambiente le era tan familiar, y a la veztan completamente diferente cuando lo vea con aquellos ojos.

Su madre hizo girar el monovolumen fuera del camino de entrada y

condujo con cautela alrededor de la punta este de la cabaa hasta quepudieron ver la parte norte. La entrada al granero ya estaba abierta, y semetieron dentro. Jennifer record la distribucin de la casa y que siemprehaba pensado lo extrao que era que todo estuviese unido entre s porenormes puertas batientes. El extremo ms alejado del granero podaconducir a un gran vestbulo posterior, y luego a la cocina, y ms all a unaenorme sala de estar. La sala de estar daba a un patio orientando al norte atravs de una puerta doble batiente, a un pasto de poca altura, y ms all ellago.

Ahora tena perfecto sentido, pens cuando su madre detuvo el coche y

se baj, que el abuelo Crawford tuviese un sitio para vivir tan grande, conuna entrada como aquella. Poda prever que las habitaciones de tamaonormal, las puertas de tamao normal, y los porches de tamao normalsimplemente no eran una opcin para los das que estaban por venir.

Elizabeth levant la puerta trasera del monovolumen y esper.

Jennifer le devolvi la mirada.

Qu?

Tienes que salir ahora, a menos que quieras pasarte toda la semana enel maletero.

Vale Jennifer observ con cautela sus piernas. No tena ni idea de

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cmo hacerlo. Evalu con la mirada a su madre, de arriba abajo.Supongo que no podras llevarme en brazos otra vez, verdad?

Pesas unos cuarenta y cinco kilosms que hace dos horas estim sumadre. No eres exactamente porttil. Has pensado en ponerte a dieta?

Qu momento ms adecuado para chistes de gordos, madre. Despusde todo, tan slo acabo de cumplir catorce y me he metamorfoseado en unaiguana gigante.

En realidad grit Jonathan desde el extremo ms alejado del granero,donde estaba metiendo la garra en una profunda ranura justo bajo laestructura de la puerta doble, es ms guila que iguana. Al igual que losdinosaurios, nosotros los hombres dragn tenemos ms en comngenticamente con los pjaros que con los reptiles. De hecho, tu madre yaha buscado informacin sobre el tema. A medida que vayas desarrollandotus capacidades ms parecidas a las de un raptor, vers lo que quierodecir

Y las primeras palabras de mi padre llegaron en forma de sermnbiolgico refunfu Jennifer. Se ve que yo he cambiado, pero vosotrosdos segus tan despistados como siempre. Intent salir majestuosamentedel maletero del monovolumen con la garra de su ala derecha, pero calculmal la distribucin del peso y acab tumbada con el rabo sobre la cabeza en

un manto de heno. Los caballos bufaron a ambos lados del establo;burlones, estaba segura.

Jonathan suspir y su garra dio con la palanca oculta que buscaba, laspuertas que daban a la cabaa se abrieron hacia dentro de la maneraapropiada. Las luces del vestbulo posterior se encendieronautomticamente, y Jennifer le ech un buen vistazo a su padre por primeravez.

Lo primero que le llam la atencin fueron los tres cuernos delgados quele perforaban la parte posterior de la cabeza. Brillaban plateados, como susojos. Tmidamente, Jennifer se llev la mano hacia atrs y palp su propiocrneo... s, pudo sentir las tres puntas colocadas de manera pareja tambinall.

Pero a diferencia de su hija, Jonathan Scales no tena un cuerno en lanariz. Y haba otras diferencias.

Mientras que su color era un azul oscuro y elctrico, el de su padre tenaun matiz ms profundo y casi purpreo. Su espalda y sus alas estabancruzadas por rayas negras, y su estmago era ms azul que su espalda. Lasalas de l eran mucho ms largas en proporcin con su cuerpo que lassuyas, y sus brazos en el extremo de las alas eran mucho ms delgados. Y

mientras la cola de Jennifer tena dos puntas en el extremo, la de su padreestaba rematada por una punta esbelta. En conjunto, la constitucin de su

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padre era ms ligera que la suya y era ms delgado, not Jennifer conalgo de auto desprecio.

Liz, por qu no entras? No parece que pap tenga ningn invitado poraqu durante este ciclo. Quizs haya dejado algn mensaje. Yo me quedaren el granero y ayudar a Jennifer con sus nuevas habilidades motoras.

El abuelo Crawford no est? Jennifer, desde su desgarbada posicinen el suelo, se sinti decepcionada y curiosa. Si el abuelo tambin era unhombre dragn, no debera estar en forma de dragn en este momento? Sias era, no era su casa el mejor lugar donde estar? Y si no, cundovolvera? Y de qu iba todo aquello de invitados y ciclos? Ella haba estado

en aquella cabaa muchas veces, pero nunca haba visto ningn invitado aexcepcin de ella misma y sus padres.

Probablemente haya ido al lago. Regresar ms tarde. Levntate sipuedes dijo Jonathan Scales, ignorando el mohn de su hija. Alz las alas,empuj suavemente la puerta de entrada con una de sus patas posteriores,y flot hasta el heno cerca de Jennifer. Elizabeth entr.

Jennifer se retorci en el suelo. Tirada como estaba de espaldas,levantarse no era fcil. Se removi, no fue a ninguna parte, y gimi.

Esto es tan embarazoso.

Pliega tus alas y rueda le sugiri su padre.As lo hizo, y pronto estuvo sobre sus cuatro patas, sus patas traseras

empujaron su gordo trasero ms alto que nunca en sus catorce aos, y lasgarras de sus alas se sujetaron al suelo sin resultado. Tena el hocico en latierra. Todo lo que poda ver era el heno a dos pasos frente a ella.

La humillacin no acaba nunca, verdad?

Apyate un poco en las garras delanteras, para despegar la cabeza delsuelo as

Aquello estaba mejor. Ahora Jennifer se encontraba agazapada como un

gato listo para saltar. Estaba segura de que no podra moverse, pero sesenta de algn modo serena mientras permaneciese recta.

Caminar no es el punto fuerte de un dragn explic Jonathan. Hastalos dragones pateadores prefieren galopar y saltar a caminar sin ms. Perot tendrs que aprender a dar un pasito o dos antes de poder siquierapensar en volar.

l la gui a travs de lo bsico. Jennifer aprendi con rapidez que lascriaturas de cuatro patas tenan ms independencia de movimiento depiernas que los bpedos como los humanos. Descubri que tena quemantener sus patas traseras medio pasadas por delante de las delanteras, ydeba usar un mtodo de araar-y-tirar con sus alas de murcilago parallegar a algo. Progresar no fue fcil. An haca pucheros, y su padre pareca

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determinado a ignorarlos. As que sigui hablando ms y ms, y elladiciendo menos y menos, y pronto la leccin de caminar fue un casiininterrumpido chorro de palabras provenientes del dragn mayor.

Dobla la pierna un poco ms, eso es, mantn las alas ms cerca delcuerpo o slo irs en zigzag. No, ms, as, ahora araa y empuja, no estnada mal para ser el primer da! No, mira, te caes porque no levantas lacabeza Guau, eso tuvo que doler

Basta, ha sido suficiente! anunci ella, despus de quizs diezminutos. Ya puedo al menos entrar e ir a la cama.

Se le hundi el corazn cuando record su tamao. Cmo iba a caberpor la puerta la habitacin, y mucho menos en una cama?

Jonathan no pareca preocupado por eso.

S, claro. Hay mucho que aprender. Pero hay una o dos cosas querepasaremos maana.

Como quieras gru ella. Ara y empuj para abrirse paso por elgranero, luego sorte delicadamente los tres anchos escalones de maderay entonces casi cruza de una voltereta las puertas al pisarse la punta del alacon una de las patas traseras.

Aaaaargh!

*****

El abuelo Crawford haba dejado slo dos palabras como mensaje:Crecent Valley. Las letras estaban garabateadas con carboncillo; una granparte de ste haba sido abandonado de la sala, cerca del papel dondehaba escrito. Ninguno de sus padres le dijo a Jennifer qu era CrecentValley o cuando esperaban que volviese su abuelo... y le recordaron que

dormir era probablemente una buena idea.La sala era, como recordaba Jennifer, bastante espaciosa. Los sofs

afelpados y las sillas ya estaban contra las paredes, las cuales estabanrepletas de estantes de roble llenos de libros encuadernados en cuero. Losttulos diversos de estos ltimos siempre haban fascinado a Jennifer. Lacabeza atrofiada, Cra de avispones, Trazar mapas Cuadridimensionales yms. Algunos de ellos, tales como Draco madrugador atrapa al pjaro 4 yFormas que nunca cambian, tomaban ahora un nuevo significado.

Replegando con cuidado las garras para no araar los suelos de madera o

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Juego de palabras con el refrn: its the early bird that catches the worm (es el pjaromadrugador el que atrapa la lombriz) que equivale a nuestro al que madruga Dios leayuda.

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rasgar los muebles, se acerc con cautela a una de las estanteras de librosque siempre haba sido la favorita de Jennifer y su abuelo. Sinti unalgrima en sus plateados y extraos ojos cuando record el tema de lasfantsticas historias que l mejor contaba: dragones.

Bueno, obvio, pens ahora.

All estaban todos: clsicos modernos como El Hobbit, varios cuentos delDragn Chino N Wa, y versiones para nios de obras ms complejas comola historia de San Jorge y el Dragn, y Beowulf.

Haba un libro colocado encima de los dems, un volumen descomunal yplano encuadernado en cuero con los bordes profundamente desgastados.Jennifer alarg una garra alada y agarr la encuadernacin. El ttulo estabaescrito en letras doradas:Anatoma deGrayheart.

Jennifer no sola decirlo abiertamente o tan a menudo como antes, peroadmiraba el trabajo de su madre como doctora. Saba que la biologa era surea favorita de todas las ciencias, aunque slo haba comenzado su propiocurso en el instituto en ella. Trabajar con cosas vivas, entender qu lashaca moverse o respirar y ver, era absolutamente fascinante para ella. YAnatoma de Grayheartrepresentaba el cruce de aquel inters y el amor porlos dragones que el abuelo Crawford pona en sus historias.

Era el diario de un explorador del siglo dieciocho en Amrica del Nortequien se haba encontrado con el cuerpo de un dragn muertorecientemente, lo haba diseccionado, y lo haba estudiado. Las capas depiel, los rganos, la estructura sea... todo estaba exquisita eilustradamente detallado. Usaba el estudio incisivo de la anatoma de lacriatura para suponer cmo haba vivido, dormido, luchado, e incluso, cmose haba enamorado.

Las pginas eran lo suficientemente grandes y gruesas para que Jenniferpudiera pasarlas, si dejaba el libro en el suelo. As lo hizo, mientras laslgrimas seguan manando. Aquello no era un examen ficticio de un cuerpofalso. Aquello era ella, o algo muy parecido a ella. Cada msculo arrancadopara ser analizado, cada cmara del corazn superior e inferior abierta paradescubrir

Corazn inferior y superior? El pensamiento la dej helada.

Coloc una garra sobre la parte izquierda del pecho.

Tu-tun, tu-tun.

Entonces dej que la garra se deslizara poco a poco hacia abajo y hacia elcostado derecho, cerca de donde estara su apndice si fuese una chicahumana.

Da-da-tun, da-da-tun.Tras todo el dolor de la metamorfosis, ver su nuevo cuerpo por primera

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vez, observar a su padre, intentar caminar, y todo lo dems, con esto lagolpe por fin el impacto completo de lo que le haba pasado.

De acuerdo, al cuerno con dormir les dijo a sus padres, que estabandesenrollando unas enormes alfombras orientales al otro lado de lahabitacin. Tengo preguntas, y quiero respuestas.

Se pararon en seco, dragn y mujer, luego parpadearon y asintieron alunsono.

Primera pregunta. Por qu esperasteis hasta hoy para contrmelo? Noes justo! No he tenido tiempo

Tienes razn, Jennifer. No es justo. Lo sentimos.Se qued anonada ante la rpida disculpa de su padre.

Pero no sabamos que iba a pasar tan rpidamente. Cremos quequedaban aos. La mayora de los hombres dragn no experimentan suprimer cambio hasta ms tarde... a los diecisis o diecisiete aos, comomuy jvenes. Entonces vimos lo rpida y fuerte que estaba siendo tuconversin, pero cremos que an nos quedaran unos pocos meses. Lasliblulas en la escuela fueron una sorpresa absoluta... como descubrirs,ese tipo de cosas es una habilidad practicada por los dragones ms viejos.

En cuanto lo hiciste, supimos que tenamos que contrtelo todo paraque estuvieses preparada. Y eso hicimos. Pero aun hoy no estbamosseguros de si te convertiras este ciclo lunar, el prximo, o incluso dentro deun ao.

Entonces qu hago as, dos aos antes?

No estamos seguros Jonathan suspir. Probablemente es porque tumadre no es una mujer dragn. T eres un hbrido. Eso seguramente tehabr afectado.

Jennifer se encogi.

A ver, dejemos esto claro. No slo soy una anomala entre la gente,soy una friki entre los dragones?

Honestamente, Jonathan sise su madre. Un hbrido? El perro esun hbrido. Podramos usar un lenguaje menos insultante? Se girdesesperada hacia Jennifer. Por favor, no lo veas de esa forma. S queesto es duro, pero

CLLATE, MADRE, T NO LO SABES. ES IMPOSIBLE QUE TE PONGAS ENMI LUGAR!

Los tres se quedaron en silencio durante un rato. Entonces Jenniferexpuso su siguiente pregunta.

Pap, t y yo parecemos diferentes. Eso tambin es porque soy una

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friki?l hizo una pausa y se rasc detrs de su cuerno central, claramente

retrasando la respuesta.

Pareces tener algunas caractersticas inusuales.

Tomar eso como un s. Siguiente pregunta: quin est cuidando aPhoebe?

Llam a los Blacktooth con el mvil de camino dijo su madre en vozbaja. Eddie se pasar y dar de comer al perro hasta que volvamos.

Voy a estar as durante un par de das?

Cuatro o cinco.

Entonces me gustara que Phoebe estuviese aqu conmigo.

Cario, el perro

La quiero aqu conmigo Jennifer se agazap y se hizo una bola. Creaque sus padres al menos entenderan aquello.

Vale concedi Elizabeth. Maana por la maana ir a buscarla.

Bien Jennifer estir el cuello. Saben los Blacktooth... Eddie... lo delos dragones?

No contest rpidamente su padre. Como podrs imaginar, Jennifer,mucha gente se sorprendera si supiesen la verdad. Y tenemos algunosenemigos de los que te enterars ms tarde. No quedan muchos de nuestraraza. Los que sobrevivieron a Eveningstar se han escondido desdeentonces. Los conocers cuando ests preparada.

Eveningstar los recuerdos de la maana de su quinto cumpleaosvolvieron a Jennifer. Aquel era nuestro hogar. Alguien atac la ciudad.

S.

T me despertaste, y escapamos

S.

en un bote por el ro

S. Bueno, no. En realidad, t y tu madre montabais a mi espalda y yonadaba. Parecas nerviosa, ya que nunca antes me habas visto siendodragn. As que us mi voz para convencerte de que era yo. Funcion losuficientemente bien como para que te subieses y cruzsemos el ro.

Jennifer cerr los ojos.

Haba fuegos por toda la ciudad. Los veamos desde el otro lado del ro.

Y gritos. No recuerdo queEra una guerra, Jennifer. Era su madre quien hablaba ahora. Los

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hombres dragn casi fueron exterminados. Familias y amigos que habancrecido juntos durante generaciones, dispersados. Cada uno de nosotros semud a una ciudad diferente, queriendo ocultarnos. No hay nadie ms enWinoka que sepa la verdad sobre tu padre y t.

Eso no es totalmente verdad, no? pregunt Jennifer. Intentabapermanecer tranquila, pero cuantas ms cosas descubra, ms se enfadaba,con sus padres, consigo misma, y con sus vecinos. Los rumores quecorrieron por la ciudad cuando nos mudamos por primera vez. La forma enque te trataron en la iglesia. Deben haber averiguado algo.

Probablemente presintieron que algo no iba del todo bien con nosotros

dijo Jonathan con cuidado. Es imposible mantener un secreto comoste. Las fases medias de la luna se suceden en momentos muyinconvenientes, y las historias que contamos para cubrir la verdad puedenhaber cambiado al pasar de persona a persona. Tu madre y yo sentimosque haba una presencia en la iglesia que no era del todo amigable. Losrumores encontraron campo abonado, y yo no estaba all el tiemposuficiente como para ayudar a tu madre a refutarlos.

Jennifer vio la mano de su madre dar un apretn a la garra alada de supadre cuando dijo aquello. Decidi cambiar de tema.

Cundo conocer a otros hombres dragn? Quiero decir, aparte de a ti

y al abuelo.Pronto dijo su padre. Aunque hemos sido cuidadosos alejndote de

esta granja cuando la luna est en su fase media, descubrirs que hay unmundo muy diferente cuando estas fases se suceden. Esto es un refugio,uno de los pocos que quedan, donde podemos mantenernos lejos de ojosenemigos y entrometidos.

Y yo me volver as, cada media luna, durante cinco das, como t?

Ms bien s. Hay pequeas diferencias de un hombre dragn a otro.Durante los das de luna creciente en los que sta se dirige al primer cuarto,

y el menguante en una luna nueva, nuestros cuerpos sienten una intensapresin para cambiar. Pasars al menos cuatro das en ese estado, pero lamayora de los hombres dragn necesitan cinco. Pero dure lo que dure,sucede en ambas fases, siempre.

Jennifer se estamp el ala contra la frente cuando la asalt otropensamiento.

Esto seguir pasando, dos veces al mes! Voy a perderme la escuela!Mis amigos van a descubrirlo, quizs Eddie no lo sepa, pero lo que l y Skipvieron la otra noche

No vieron nada dijo Elizabeth. Cuando habl con el seorBlacktooth por telfono estaba bastante seguro de que estabas drogada.

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7/31/2019 Davidson Mary Janice - Jennife

davidson mary janice - jennifer scales 1 - el fuego ancestral

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