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desarrollo sostenible

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  • 2JULIO / 2011 ISSN: 2173-0512 / www.comunitania.com

    ( munitaniao (REVISTA INTERNACIONAL DE TRABAJO SOCIAL Y CIENCIAS SOCIALESINTERNATIONAL JOURNAL OF SOCIAL WORK AND SOCIAL SCIENCES

    ((

    ALAIN TOURAINE JOSEFA FOMBUENA ANGEL BELZUNEGUI INMA PASTOR FRANCESC VALLS MANUELA GUILLN

    FERNANDO VAL ESTHER MNDEZ AMELIA PREZ JUAN LUIS MARTNEZ URSZULA GLENSK

    | | | | || | | | |

  • Estado del Bienestar, ecologa y desarrollo sostenible: 40 aosde Economa ambiental

    Welfare State, ecology and sustainable development: 40 yearsof Environmental Economics

    Ester Mndez Prez, Amelia Prez Zabaleta y Juan Luis Martnez Merino*

    UNED. [email protected], [email protected]@cee.uned.es1

    Abstrac:

    Since 1970 when The limits to Growth were published by Roma Club a tran-discipli-nary field of academic research has been gestating, being its goal to give answers to oneof the first objectives that are on the table of all institutions around the world, the sus-tainable development. Today its impossible to increase or even to reach a certain level ofwelfare without including sustainable concept and environment factor as a main elementin any grow process. Environment, from the point of view of economics, has experimen-ted a great development particularly from the field called Environmental Economics.Nowadays the subjects in which this sub discipline is based are basically focused on threeelements, Asses and to give a value to the environment, to propose a new NationalAccountability System that to take into account the effects on the environment that theeconomic activity has and to look for ways for economies to growth sustainably. This arti-cle analyzes from the beginning the relationships had existed between the Economy andthe environment and shows the challenges and the main environmental problems from aneconomic perspective

    Keywords: Economy, Welfare State, environment, natural resources, sustainable deve-lopment, wealth, value, environmental economics.

    Resumen:

    Desde la publicacin del informe Los lmites al crecimiento en 1970 por el Club deRoma se ha ido gestando todo un desarrollo multidisciplinar que intenta dar respuesta auno de los principales objetivos que estn sobre la mesa de todos los gobiernos e institu-ciones del mundo, el crecimiento sostenible. Hoy, es impensable perseguir aumentar o

    1 Los autores agradecen los comentarios y las sugerencias realizadas por los evaluadores que hancontribuido a mejorar la versin publicada.

  • en su caso, alcanzar, ciertos niveles de bienestar, sin incluir el concepto de sostenibili-dad y el factor ambiental como uno de los ejes fundamentales en cualquier proceso decrecimiento. El desarrollo que se ha producido en el ambientalismo y en los modelos eco-nmicos que estudian el bienestar, ha cristalizado en una serie de ideas que han servidode base al desarrollo de la Economa ambiental en sentido amplio. Hoy los temas sobrelos que se estructura esta subdisciplina de la Economa se centran bsicamente en la ideade medir y dar un valor al medio ambiente, en proponer sistemas de contabilidad nacionalalternativos que tengan presente el factor ambiental y el efecto que tiene la actividad eco-nmica sobre le medio ambiente y en buscar caminos que permitan a las economasprosperar en trminos de sostenibilidad. El presente artculo recoge precisamente desdesus orgenes, la relacin que ha existido entre la economa y el medio ambiente y ponesobre la mesa cules son los retos y los principales problemas en materia ambiental desdeuna perspectiva econmica y sobre los que todava hay mucho que decir.

    Palabras clave: Economa, Estado del Bienestar, medio ambiente, recursos naturales,desarrollo sostenible, riqueza, valor, economa ambiental.

    Article info:

    Recived: 31/05/2011 / Received in revised form: 21/06/2011Accepted: 22/06/2010 /Published online: 12/07/2011

    Introduccin

    Hoy en da, es incuestionable la existencia de un slido cuerpo de conocimientosque se basan en la aplicacin de principios propios de la teora econmica a la reso-lucin de cuestiones ambientales y que se denomina Economa ambiental. El con-flicto aparente que tradicionalmente exista entre la Economa y la Ecologa parecehaberse superado. Los investigadores de la Economa cuyos estudios se centrabanen el medio ambiente y en los recursos naturales ya no se consideran extraos. Eincluso, en las nuevas titulaciones de Economa y Empresa de casi todos los pases,existe una parcela que ha crecido y se ha dedicado al medio ambiente. No obstan-te, siguen alzndose voces en contra del sistema econmico imperante, de los mer-cados, del capitalismo, de las finanzas, etc., a los que se acusa de ser los responsa-bles de los problemas ambientales. Seales que manifiestan un gran desconoci-miento sobre la Economa como ciencia y su relacin con el medio ambiente.

    Queda lejos la nocin de desarrollo sostenible o sustentable definida por la Comi-sin Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas en 1987. Elresultado, quiz el resultado natural del informe Los lmites al crecimiento encar-gado a Dennis L. Meadow en 1972, por el Club de Roma, fue la apertura al debatemundial, de la idea sobre la posibilidad de que el desarrollo y el crecimiento econ-mico podra desembocar en el colapso del sistema, provocado principalmente por elagotamiento de los recursos naturales.

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  • Es evidente que gran parte de los problemas ambientales estn estrechamenteligados a la actividad econmica, a las formas de produccin y a la utilizacin de losrecursos naturales. Algunos economistas destacaron la importancia y abordaronproblemas relacionados con la economa ambiental como, la escasez, el valor delambiente y los recursos naturales, el agotamiento de los recursos no renovables, lasobreexplotacin de los renovables y el crecimiento econmico. Pero hasta estesiglo, no formaron parte del cuerpo de doctrina de la Economa. Es ms, las refle-xiones existentes sobre estos temas giraban en torno a la idea de la contradiccinentre desarrollo y respeto ambiental, temas aparentemente opuestos entre s en lamedida en que es el hombre con su actividad econmica el causante de la mayorparte de los problemas ambientales Sin embargo, desde la dcada de los aos 70,ligado a los modernos movimientos ambientalistas, al agravamiento de los proble-mas ambientales y a la proliferacin de las investigaciones en este campo se ha des-arrollado una nueva especializacin econmica: la Economa ambiental

    Es frecuente encontrar en la literatura econmica el planteamiento ambientaldesde tres enfoques disciplinarios: el de la economa ecolgica, el de la economaambiental propiamente dicha y el de la economa de los recursos naturales.

    La Economa ecolgica es una parcela de conocimiento de carcter interdiscipli-nar, en donde confluyen economistas, bilogos, fsicos, etc. Es otra visin, otraforma de denominar a la ecologa humana (Martnez Alier 1999). En realidad se tratade una disciplina que trata de abordar los problemas desde una ptica ms ampliay menos delimitada. Como seala Constanza (1977), sic en Lavandeira et al. (2006),La Economa Ecolgica, como un nuevo agrupamiento de economistas y ecologis-tas preocupados, no est atada a las tradiciones histricas de la economa neoclsi-ca. Usa la estructura de la economa neoclsica pero no se ve obligada a usar ni-camente esta estructura, y tampoco se siente obligada por el punto de vista mundial,las polticas, o las culturas como lo estaban los ecologistas del pasado.

    Tan clara diferencia entre el enfoque ecolgico y el de la economa ambiental noqueda establecida entre sta ltima y lo que algunos autores han persistido en lla-mar Economa de los recursos naturales. Ambas comparten un mismo marco anal-tico y en la actualidad se considera que ambas son sub-disciplinas de la economaneoclsica, que aplican los modelos de la ciencia econmica tradicional para tratarcuestiones ambientales y que utilizan en sus disertaciones conceptos puramenteeconmicos como las externalidades, los bienes pblicos y los problemas de asig-nacin de unos recursos naturales escasos. En este sentido, la Economa de losrecursos naturales se centra ms en la idea de asignacin de los estos recursos a lolargo del tiempo y busca cul debe ser el ptimo de explotacin de los mismos, quesea consecuente con el mantenimiento de los recursos y el respeto a las generacio-nes futuras. Mientras que la Economa ambiental trata de temas ms globales dondeel medio ambiente cumple la doble funcin de ser receptor y asimilador de residuosde manera, que tambin incluye el estudio de los procesos de recuperacin y rege-neracin de los subproductos derivados de la produccin y el consumo de cualquiersistema econmico.

    Estado del Bienestar, ecologa y desarrollo sostenible: 40 aos de Economa ambiental 101

  • Por ltimo, es importante resaltar que las fronteras entre una y otra disciplina oenfoque analtico son cada vez ms difusas, y se observa una apertura cada vezmayor, en la utilizacin de mtodos y formas de anlisis nuevos, que permiten daruna respuesta cientfica y slida a los problemas relacionados con el medio ambien-te desde una ptica econmica.

    Gnesis y evolucin de la Economa ambiental

    La naturaleza ha constituido el eje de todas las ciencias, si bien en diferentes pers-pectivas. En las naturales, es axiomtico. En las exactas, es su referente. Y se hatomado, asimismo, como base en las sociales. En Economa, como ciencia social, hasido as, un elemento de referencia, hasta los aos 70, en que la crisis del petrleo yel desarrollo econmico evidenciaron los problemas de escasez, tanto de cantidadcomo de calidad, que amenazan y consumen los recursos naturales y el ambienteplantendose un nuevo paradigma.

    La consideracin del ambiente y de los recursos naturales se ha ido forjando a lolargo de la historia del pensamiento econmico. Desde los orgenes hasta el ltimocuarto del XX se han ido definiendo conceptos e introduciendo los diversos proble-mas ambientales en los anlisis econmicos. Y stos han girado, la mayora de lasveces, en torno a conceptos fundamentales en el pensamiento econmico comoson, el valor, el precio, la riqueza y el crecimiento.

    Entre los precursores del pensamiento econmico, destacamos a William Petty(1623-1687) en quien encontramos, quiz, los primeros detalles que nos sitan en elmundo de la economa ambiental. Sobre todo, por la importancia que atribuye, cla-ramente acorde con su poca, al factor tierra. Asimismo, a l se debe la introduccindel concepto de Riqueza nacional.

    A caballo entre el siglo XVII y el XVIII, R. Cantilln (1680-1734) para algunos auto-res considerado el verdadero padre de la Economa (Gonzlez 2000) trat sobre elconcepto de valor en su obra Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general.El captulo 10, El precio y el valor intrnseco de una cosa en general es la medida dela tierra y del trabajo que interviene en su produccin, es un intento por descubrir elconcepto de valor y el proceso de formacin de precios. Para Cantilln, los factoresde produccin son la tierra y el trabajo. Razona que debe existir una relacin entreel coste de produccin y el valor del producto. Puede pensarse el precedente de laparadoja del agua y los diamantes (aunque otros plantearan el dilema: Coprnico,Locke y Law), aunque yerra en su razonamiento: El precio de un cntaro de agua alro Sena no vale nada, porque su abundancia es tan grande que el lquido no seagota; pero por l se paga un sueldo en las calles de Pars, lo cual representa el pre-cio o la medida del trabajo del aguador. Pero a continuacin, aun se acerca ms,cuando distingue entre el valor intrnseco (el determinado por el coste de produc-cin) y el valor de mercado: El precio o valor intrnseco de una cosa es la medidade la cantidad de tierra y de trabajo que intervienen en su produccin, teniendo en

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  • cuenta la fertilidad o producto de la tierra, y la calidad del trabajo. Pero ocurre amenudo que muchas cosas, actualmente dotadas de un cierto valor intrnseco, no sevenden en el mercado conforme a ese valor: ello depende del humor y la fantasa delos hombres y del consumo que de tales productos se hace. Aqu parece revelarseque Cantilln concede una importancia a la demanda y al valor subjetivo de lascosas, determinado por su utilidad y utilidad marginal. Por ello, puede ser un claropredecesor del neoclasicismo y quizs sea este el motivo por el que Jevons sac suensayo del olvido.

    En la segunda mitad del siglo XVIII, la primera escuela econmica, denominadaescuela fisiocrtica, coloca en el centro de sus anlisis la tierra. Un recurso naturalque ocupa una posicin privilegiada en el anlisis de la economa entre los precur-sores de nuestra ciencia. Siempre ligados a la preocupacin por asuntos tales comoel concepto de riqueza, el entorno y la dinmica que puede influir sobre el creci-miento. F. Quesnay (1764), en su obra Le Tableau Economique, presenta un esquemacirculatorio de la vida econmica y las interdependencias entre los agentes. Destacala aportacin de la agricultura al proceso de crecimiento econmico.

    La obra maestra de A. Smith, Estudio sobre la naturaleza y causas de la Riquezade las Naciones (1776), adems de componer la integracin del pensamiento eco-nmico precedente y coetneo, plantea la definicin del concepto de Riqueza al quesita como objetivo de los estados. La riqueza est compuesta por el nmero debienes per cpita estableciendo la relacin de cuanto mayor sea el nmero de bien-es por persona ms rica resultar una nacin. No cabe duda de que, entre esos bien-es, ocupan un papel preponderante los relacionados con la tierra.

    Pero las ideas de Smith sobre el papel que juega el Estado en las economas y laprevalencia del inters particular sobre el general (Kula 1994) puede hacernos pen-sar que, seguramente de haber vivido hoy, Smith hubiera dado al sector pblico uncometido fundamental, a saber, el de la proteccin ambiental.

    La contraposicin entre recursos y necesidades es la teora que identifica a R. Mal-thus (1798) quien la expresa en el Ensayo sobre el principio de la Poblacin. Susteoras sobre el crecimiento ilimitado de la poblacin y el limitado de los recursosnaturales (alimentos) se extendieron rpidamente dando lugar a la conformacin deun planteamiento posterior pesimista sobre el futuro de la humanidad. El fin era unestado estacionario, una situacin estancada que no permite el crecimiento. Esteplanteamiento pesimista parece resurgir en trminos similares en la dcada de 1970con las ideas del Club de Roma.

    Tambin David Ricardo se interes por el crecimiento econmico, pero a diferen-cia de Malthus, se centr en una idea ms positiva de los recursos naturales, en elanlisis de la fertilidad de los mismos. La mejor tierra sera la primera en cultivarse,pero al aumentar la poblacin se llegara, como predijo Malthus, al estado estacio-nario, dado que los sucesivos incrementos de poblacin supondran la explotacinde recursos cada vez menos frtiles.

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  • Es evidente que las ideas imperantes del pensamiento econmico de entoncescomienzan a girar en torno a los lmites al crecimiento. La naturaleza no constituyeel cuerno de la abundancia. Se manifiestan los problemas generados por su explo-tacin. Pero stos se presentan con una perspectiva a largo plazo. Al final, el estadoestacionario. Todo lo cual retrasa la incorporacin del medio ambiente en el anlisiseconmico original.

    En realidad, los clsicos (Smith, Malthus y Ricardo), cada uno a su manera, pusie-ron de relieve la idea de los lmites al crecimiento econmico al menos en el largoplazo, como seala Gallego Gredilla Parece, pues, claro que los primeros econo-mistas, al examinar los problemas del crecimiento a largo plazo, llegaron a la con-clusin de que necesariamente se producira un estado de crecimiento nulo. Larazn principal de tal conclusin era debida a que los recursos naturales la ofertade la tierra eran limitados, o, en otras palabras, que el medio ambiente fsico notena una capacidad infinita de absorcin de seres humanos (Gallego Gredilla: 67)

    J.S. Mill (1806-1873) parece que va en esta lnea. Introduce la tecnologa como fac-tor a tener en cuenta. El desarrollo tecnolgico permitira contrarrestar de algnmodo la ley de los rendimientos decrecientes de la agricultura, permitiendo conse-guir una mejora en la calidad de vida. Pero tambin crey que, llegado un momen-to el progreso econmico llegara a su fin y se alcanzara un estado estacionario.

    Las aportaciones de los clsicos en torno a la naturaleza y al crecimiento, se com-pletan con la consideracin de los recursos naturales como factores de produccin ybienes de disfrute. Se retoman las aportaciones de mercantilistas y fisicratas. YSmith plasma en La riqueza de las naciones la conocida paradoja del agua y los dia-mantes. Paradoja que manifiesta la disparidad entre el valor y el precio de los bienestomando como referencia al agua y a los diamantes. Esta teora sugiere que el valorde un bien no tiene que ver con las propiedades del mismo sino con las actitudes delas personas hacia el bien y con su escasez. Y ste ser un tema recurrente en losrecursos naturales y en el medio ambiente. Su precio no refleja el valor del mismo.

    En este mbito, en el establecimiento del valor de los bienes, D. Ricardo, planteala diferencia entre el concepto de valor de uso y el valor de cambio. El primer valor,ligado ms al uso que hacemos de las cosas (y por ende al coste de produccin), yel valor de cambio que depende ms de las cosas en s mismas y en la demanda.Aunque el componente ambiental no aparece en este planteamiento ricardiano, nocabe duda de que en el anlisis que se realiza del medio ambiente, constituye unode los pilares fundamentales.

    Tambin K. Marx analizara crticamente la economa poltica clsica y aportarauna idea de la riqueza ms matizada, una teora del valor ms elaborada y un reco-nocimiento del papel de la naturaleza en la produccin (Erias y lvarez 2007).

    En este sentido de todas las aportaciones de Marx, a nuestros efectos, interesansobre todo sus disertaciones sobre el concepto de valor. La idea del valor de las

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  • cosas como valor de mercado o precio es algo que subyace en casi todo el cuerpodoctrinal de la teora econmica y que en gran parte es el culpable de no habertratado con mayor profundidad el tema ambiental. Quiz por la dificultad, comoveremos ms adelante, de atribuir un valor a algo que no se compra y vende en losmercados como son la gran mayora de los bienes y servicios ambientales. En estesentido, Marx estableci la diferencia entre valores de uso, valores de trabajo y valo-res de cambio siendo el trabajo humano la fuente por excelencia de todo valor. Sinembargo su idea de riqueza y naturaleza no divergan mucho del mantenido porSmith. Tambin Marx, como Smith y otros pensadores de la poca, daban a la natu-raleza un carcter ilimitado a corto plazo, no encontrando obstculos para la pro-duccin de un creciente nmero de bienes y servicios.

    Posteriormente, la ortodoxia econmica abandonara y retomara esta idea deestado estacionario dependiendo de las circunstancias del momento.

    A principios del siglo XX fueron los estudios de los llamados marginalistas, repre-sentados por W. Jevons, L Walras y G. Menger los que llamaron la atencin sobre lanecesidad de realizar los anlisis en trminos de marginalidad y establecieron ladiferencia entre el valor o utilidad marginal y la utilidad total, basando el conceptodel valor en elementos psicolgicos.

    Y para completar la imagen del siglo XIX, es preciso destacar a Marshall. El des-arrollo del marginalismo se debe a sus proposiciones. El mecanismo de formacinde los precios en los mercados, en competencia perfecta o imperfecta y el conceptode externalidad se desarrollan. Tambin merece la pena destacar su incursin en eltema ambiental a travs del agua, recurso natural al que considera elemento inte-grante de la riqueza nacional. Quizs entonces para l, la economa est ms cercade la biologa. Razona que la riqueza de un pas debe incluir bienes tales como elagua, por ello, la dificultad de establecer una medida adecuada de la riqueza y elhecho de que existan errores debido a la dilucidacin del valor de este tipo de bien-es. Puede considerarse a Marshall el precursor de la economa del bienestar al apli-car el anlisis econmico a la solucin de problemas sociales.

    Las ideas econmicas en torno al valor y al precio, las recoge Antonio Machado,destacado representante de la generacin del 98 espaola, a quien se atribuye elconocido refrn que bien refleja este hecho econmico Todo necio confunde valorcon precio.

    Llegamos as al siglo XX mostrando una serie de conceptos como escaparate delo que podra ser la gnesis de la economa ambiental y que permite su conforma-cin en el siglo XX: Escasez, valor de uso, valor de cambio, precio, crecimiento,riqueza, utilidad.

    Para algunos autores, las aportaciones de A.C. Pigou (1920), discpulo de Marshally profesor de Keynes, y sus disertaciones sobre las externalidades y la necesidad deinternalizarlas, as como de la intervencin pblica, suponen el punto de partida de

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  • la economa ambiental, Desde esta nueva categora de anlisis cabe abordar deforma inmediata la cuestin del agotamiento o conservacin de los recursos. Y asnace, aunque sea por va de discusin, la moderna economa ambiental (Gonzlez2000).

    Veinte aos ms joven que Pigou, H. Hotelling es considerado como uno de losfundadores de la microeconoma de los recursos naturales con sus estudios sobrela gestin econmicamente ptima de los recursos no renovables. Defini lo queconocemos como regla de Hotelling, que debe presidir todo anlisis de la gestinde los recursos naturales, segn la cual un recurso se debe explotar de forma tal quela tasa de crecimiento de la renta de escasez2 iguale al tipo de inters.

    Posteriormente, las aportaciones R. Coase, en su famoso artculo El problema delcoste social, pusieron sobre la mesa la importancia de la definicin de los derechosde propiedad. La indefinicin de los mismos plantea el anlisis de los denominadosrecursos comunes, de propiedad comn, comunales o de libre acceso (pesca, caza,agua dulce, etc.). Asimismo, Coase introduce la solucin de la negociacin pararesolver el problema de las externalidades. En principio, estas medidas resultan cho-cantes, pero los acuerdos de compensacin entre los contaminadores y los conta-minados bajo ciertos supuestos muy restrictivos, pueden constituir medidas efica-ces para resolver algunos problemas de externalidades.

    En la lnea de Coase, el bilogo G. Hardin public en 1968 La tragedia de loscomunes. Con gran claridad y utilizando el ejemplo de un pasto comunal utilizadopor pastores que llevan all su rebao, muestra el problema que subyace en losrecursos de propiedad comn, la sobreexplotacin y el agotamiento de los mismos.

    Tambin la escuela de la Eleccin Pblica, encabezada por J. Buchanan, abordalos problemas de la degradacin de los recursos naturales, ambientales y similarestanto en trminos de falta de incentivos en el caso de los recursos de propiedadcomn como considerando la actuacin de los gobiernos que no siempre persigueel inters general por muchas razones. A partir de aqu son muchos los economistasque basndose en las aportaciones de la teora de la eleccin pblica han desarro-llados mtodos de anlisis de las externalidades en campos tan diversos como pro-duccin de combustibles fsiles, agotamiento de las reservas de pesca y los proble-mas del medio ambiente en general ( Gonzlez, M. J 2000)

    La economa ambiental se asienta pues, en la dcada de los 70, en la que conflu-yen varios hechos: la crisis del petrleo, el informe del Club de Roma y una baseslida de conocimientos econmicos en los que comienza a mostrarse que el medioambiente y los recursos naturales ocupan un papel preponderante. Es entonces

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    2 La renta de escasez se define como el coste de oportunidad de extraer un recurso agotable en el pre-sente.

  • cuando aparecen revistas acadmicas de investigacin especializadas en este mbi-to como Journal of Environmental Economics and Management en 1974, y ms tardeEcological Economics, y Environmental and Resource Economics.

    Gensis y Evolucin de la Economa Ambiental

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    Fuente: elaboracin propia.

  • Y en este nacimiento en los aos 70, surge tambin la economa ecolgica de lamano de N. Georgescu-Roegen, quien publica La ley de la entropa. Para l, la eco-noma es una rama de la biologa. Y en su obra, une los principios de la economa,la termodinmica y la biologa. Adems, reconoce el crecimiento econmico comocausante del dao ambiental. Y as, sugiere y defiende la idea de la disminucin dela poblacin hasta el nivel en que pueda alimentarse con agricultura ecolgica.

    Y por la parte de la economa ambiental, es interesante el planteamiento de Nor-dhaus y Tobin en su artculo Est el crecimiento obsoleto? en el que se detallan losproblemas que tiene el PIB y las macromagnitudes econmicas como medidores delbienestar de los ciudadanos y en las que falta la incorporacin de elementos tandeterminantes como el medio ambiente. Adems, el modelo de Pearce-Atkinson, quese basa en la formulacin de Hartwick (1977), constituye una de las referencias clave.

    En Espaa, siguiendo las dos corrientes de pensamiento econmico, destacamosa Martnez Alier y a J.M. Naredo, como seguidores y representantes de la rama de laeconoma ecolgica. Y por otra parte, a D. Azqueta como exponente de la economaambiental.

    Los desarrollos de estas disciplinas se han multiplicado en los ltimos 30 aos yhoy las investigaciones econmicas en temas ambientales son numerosas.

    Los problemas ambientales de hoy desde la perspectiva econmica

    Deberamos salvar una especie en peligro de extincin sin que con ello perdi-ramos las posibilidades de beneficiarnos del consumo de otros recursos? Qu can-tidad de recursos no renovables debera utilizar nuestra generacin? Podemos darun valor econmico a las posibilidades de pasear por un parque natural? Cmopodemos conocer el valor que da una sociedad a los bienes que tienen atributos ocaractersticas ambientales?.Estara dispuesto a pagar un precio por obtener unacalidad mayor del aire en mi ciudad? Parece imposible, pero la economa ambientaltiene herramientas que permiten contestar a stas y otras cuestiones. En realidadnos proporciona una forma til de organizar nuestros pensamientos sobre estostemas (Riera et al. 2005:25).

    Los conceptos bsicos que estudia la economa medioambiental se centran prin-cipalmente en torno a seis ejes fundamentales:

    1. El problema del crecimiento econmico y el medio ambiente: el crecimientosostenible

    2. El problema de la asignacin de recursos con efectos ambientales3. Los mtodos de valoracin ambiental4. Los instrumentos de poltica econmica ambiental5. La contabilidad ambiental6. Las decisiones de produccin y consumo de los recursos ambientales

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  • 1. El crecimiento sostenible

    No podemos olvidar que gran parte del dilema entre la Economa y el Medioambiente sugiere la necesidad de centrar el debate en los conceptos de crecimien-to y desarrollo sostenible. La diferencia entre el planteamiento primero y el actual,supone un cambio tan importante, que realmente podemos hablar de un nuevoenfoque o paradigma en los modelos econmicos que tratan el tema del creci-miento.

    El primero de los cambios, se refiere al tratamiento de los recursos ambientalesdotndoles de una doble funcin de carcter econmico, como proveedor de recur-sos y receptor de desechos y una tercera funcin de carcter hedonista, la que serefiere al valor de ocio y disfrute de los bienes ambientales. Esta triple funcin debedesarrollarse en un entorno de sustentabilidad3 con la idea de evitar la desaparicino descenso de recursos renovables y la no saturacin de la capacidad de asimilacinambiental. Ello permitir la propia supervivencia en el largo plazo.

    El segundo de los enfoques, afecta al criterio de la toma decisiones teniendo pre-sente a las generaciones futuras lo que introduce (Castilla 2009:116). Este planteamientotico trasciende a todos los agentes econmicos; La introduccin de la tica y la res-ponsabilidad en la toma de decisiones como consumidores, como empresas o comoinstituciones ha dado lugar a la consideracin del concepto de ResponsabilidadSocial Corporativa, Responsabilidad Social Empresarial y Responsabilidad SocialSostenible como un intangible ms en el contexto empresarial e institucional.

    Ahora bien, cules son los criterios de sostenibilidad a tener en cuenta?

    (Turner:1993) seala cuatro posiciones o categoras de sostenibilidad:

    Muy dbil. En este planteamiento se asume la sustituibilidad perfecta entre elcapital producido por el hombre, el capital humano y el capital natural, de modoque un aumento del primero que llevase a una destruccin del capital naturalpodra considerarse sostenible.

    Dbil. Teniendo en cuenta este criterio de sostenibilidad, el capital natural no essiempre sustituible por otros tipos de capital. La sostenibilidad requiere el man-tenimiento del capital natural salvo que el coste de conseguirlo sea excesiva-mente alto.

    Fuerte. Considera que el capital natural se debe mantener con independenciadel coste que suponga.

    Muy fuerte. Para mantener y potenciar el capital natural, segn este criterio desostenibilidad, sera insostenible cualquier actividad humana que reduzca la

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    3 El informe Brundtland define el desarrollo sostenible como el desarrollo que satisface las necesida-des de la generacin actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras.

  • capacidad del capital natural. Se puede considerar sostenible aquella situacinen la que el crecimiento econmico y el de poblacin sean nulos.

    Un tercer enfoque del nuevo paradigma en la concepcin del modelo de creci-miento sostenible es el que hace referencia al corto plazo. Hoy, algunas de las deci-siones relacionadas con la actividad econmica con efectos ambientales, se tienenque tomar en entornos de corto plazo. El debate se centra en responder a preguntastales como el tiempo y las posibilidades que existen de rectificar cuando percibimosque una decisin es errnea. Parece que en temas ambientales, la respuesta es bas-tante pesimista; no podemos basar nuestro conocimiento en la prueba y el errorporque en la mayora de las ocasiones las consecuencias de una decisin mal toma-da son irreversibles. Esto nos lleva a defender la idea de la prevencin. De maneraque hoy empieza a hablarse de dos principios bsicos en este debate: el de la pre-vencin y el de la precaucin. La idea de irreversibilidad justifica en gran medida lasposturas preventivas ante la simple sospecha-aunque no haya una evidencia plenacientfica de que una decisin puede afectar al medioambiente en sentido negativo.

    2. El problema de la asignacin de recursos naturales

    Como hemos comentado en el epgrafe anterior la correlacin que existe entre elcrecimiento econmico y la calidad ambiental es un tema muy debatido. Los ambien-talistas aplican el anlisis desarrollado por la economa del bienestar para estudiarcomo los recursos naturales son escasos en relacin no slo con la demanda de bien-es y servicios, sino tambin, con la demanda de bienes como la calidad ambientalque contribuyen a elevar el bienestar de la sociedad. Precisamente, el anlisis des-arrollado por la economa del bienestar, proporciona un modelo que muestra que laeleccin entre ms produccin y/o consumo genera menos calidad ambiental y per-mite estudiar las distintas combinaciones o elecciones a optar que cumplen el crite-rio de eficiencia o de optimalidad definido por V. Pareto4. Una vez alcanzada esta asig-nacin ptima, los ambientalistas abordan el problema en los siguientes trminos,es este ptimo el que ofrece mayor nivel de bienestar social? Se trata de buscar res-puestas a la idea de si esta asignacin es la mejor de todas las posibles para la socie-dad. Para ello ser necesario contar con algn criterio que tenga en cuenta los aspec-tos distributivos asociados a cada asignacin, lo que induce a utilizar tambin crite-rios de equidad distributiva. En definitiva la economa ambiental analiza y estudiatanto las soluciones eficientes desde un punto de vista terico como las que cumplencriterios de equidad distributiva mediante los mtodos de eleccin social.

    Otro aspecto que se deduce de lo anterior es el relacionado con lo que la teoraeconmica conoce como fallos de mercado. Cuando el mercado por s solo no gene-

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    4 Pareto defini el concepto de optimalidad o eficiencia como aquella situacin en la que se cumpleque no es posible beneficiar a ms elementos de un sistema sin perjudicar a otros.

  • ra la cantidad que se considera socialmente ptima decimos que se ha producido unfallo de mercado. De los fallos que trata la economa ambiental hay que hacer refe-rencia especialmente a dos: la aparicin de externalidades y la existencia de recur-sos comunes con libre acceso.

    Parte de los argumentos de la teora del bienestar se debilitan en presencia deexternalidades. El concepto de externalidad se perfeccion a partir de las aportacio-nes de A. Marshall. Desde entonces se considera que existe una externalidad cuan-do la produccin o el consumo de un bien afecta directamente a consumidores yempresas que no participan ni en su produccin ni en su consumo. Precisamentemuchas de las actividades econmicas (de produccin o de consumo) generanexternalidades negativas5 (aquellas que generan costes externos que recaen sobreterceros), como la generacin de residuos, el agotamiento de los recursos natura-les, la contaminacin ambiental, el deterioro del paisaje, etc. El problema principales que estos efectos no se reflejan en el precio de mercado, de manera que el mer-cado produce ms de los bienes que generan externalidades negativas de las social-mente deseables y menos de los bienes que generan externalidades positivas.Detectar la existencia de las externalidades ambientales, para valorarlas y corregir-las es otro de los cometidos de la Economa ambiental.

    Tambin se pueden dar externalidades positivas, cuando se generan beneficiosque recaen sobre los que no participan en su produccin o consumo. Un caso espe-cfico de stas son los llamados bienes pblicos. stos se caracterizan por tener dospropiedades, no rivalidad y no exclusin. La propiedad de no rivalidad se centra enla idea de que el consumo por parte de una persona no excluye las posibilidades dedisfrute por parte de los dems, por ejemplo, un aire con mayor calidad ambiental.La segunda de las caractersticas y que tiene que darse simultneamente con la pri-mera hace referencia a la idea de la imposibilidad de arbitrar un sistema de preciosque limite el acceso al disfrute de los mismos. En el caso anterior, si una empresaestablece un sistema de purificacin del aire de una ciudad, cmo se puede excluira algunos ciudadanos, por ejemplo a los que no pagan impuestos, de su disfrute?Surge as lo que en economa conocemos como la figura del consumidor aprove-chado o lo que en la literatura econmica se conoce como . El problema que se plantea es por tanto la existencia de falta de incentivospara producir este tipo de bienes ante la imposibilidad de poder obtener una recom-pensa por su produccin.

    Tanto en el caso de los bienes con efectos ambientales que generan externalida-des negativas como los bienes pblicos que generan externalidades positivas el sis-tema de mercado o la sociedad produce ms de los primeros y menos de los segun-dos de lo que se considerara como socialmente ptimo.

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    4 Una externalidad negativa surge cuando en la produccin o el consumo se generan unos costes querecaen sobre aquellos que no han participado ni en la produccin o no han disfrutado de su consumo.

  • El problema del libre acceso de los recursos naturales parece ser que fue identifi-cado por primera vez por H. Scoot Gordon (1954) al tratar el tema de los bancos depesca martima (Azqueta y Ferreiro 1994:25). La mayor parte de los recursos natura-les, bancos de pesca, acuferos, yacimientos de minerales, son bienes que estn acaballo entre los bienes pblicos puros descritos en los prrafos anteriores y losbienes privados. Se trata de bienes en los que es imposible regular el acceso a losmismos y comparten con los bienes pblicos la propiedad de no exclusin. En lamayora de los casos hablamos de bienes de uso comn y para los que no estn cla-ramente definidos los derechos de propiedad. Precisamente esta indefinicin dalugar en la mayora de las ocasiones a la sobreexplotacin y a la degradacin de losmismos. La falta de regulacin en su acceso hace que sea muy frecuente las situa-ciones en las que siempre que exista la posibilidad de obtener un beneficio privadose pone en peligro la mera existencia futura del mismo.

    Tanto en el mbito de las externalidades como en la indefinicin de los derechosde propiedad se exige la bsqueda de formas que permitan internalizar las externa-lidades negativas o la bsqueda de soluciones que permitan un uso ms racional delos recursos comunes. Estos aspectos ambientales se tratan en las polticas o ins-trumentos ambientales de los que hablaremos ms adelante.

    3. La valoracin de los recursos ambientales

    El tercero de los aspectos se centra en la idea de buscar un procedimiento que nospermita valorar bienes y servicios que en la mayora de las ocasiones no se comprany se venden en los mercados, como son los bienes ambientales. Sobre el tema delvalor la filosofa nos ha proporcionado muchas definiciones para el debate, valor yprecio es lo mismo?.Tambin fue un tema de debate lgicamente para los econo-mistas tradicionales. A nuestros efectos es importante destacar que el planteamien-to que se hace desde la economa ambiental es considerar el valor econmico totalde un bien ambiental como la suma de su valor de uso, valor de opcin y valor deexistencia (Pearce y Turner 1995).

    Generalmente se asocia el valor de uso a la mxima disposicin a pagar por el dis-frute de unidades sucesivas de un bien. Esto en economa se asimila a la idea de pre-cio de mercado. Pero a menudo, obtenemos bienestar de los bienes ambientales, sinni siquiera disfrutarlos directamente; por ejemplo, podemos obtener cierta satisfac-cin, por el mero hecho de pensar que una especie que estaba en peligro de extin-cin ha dejado de estarlo (Riera et al 2005). Se trata del valor de uso pasivo o valorde no uso. Estos valores reciben muchos nombre en funcin del aspecto del valor deno uso que tienen en cuenta. As podemos hablar de valores de existencia como lasatisfaccin que obtenemos de un bien por el mismo hecho de existir6, y de valo-

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    6 Por ejemplo, nos da bienestar el saber que una especie que estaba en peligro de extincin ya no loest.

  • res de opcin que sera la cantidad que estaramos dispuestos a pagar por la con-servacin de un recurso para que pueda ser disfrutado en el futuro. En realidad, esindiferente como clasifiquemos los valores que intrnsecamente estn asociados alos recursos ambientales, lo importante es ser capaz de tener esto en cuenta paraoptar por un mtodo u otro de valoracin ambiental.

    Los economistas ambientalistas disponemos de dos tipos de mtodos de valora-cin que siguen la concepcin utilitarista que subyace a la idea de valor de uso. Eneste sentido el valor del medio ambiente natural depende de la utilidad que reportaal que lo examina, por tanto esta utilidad es individual, subjetiva y dependiente defactores tales como la renta, los gustos y otras circunstancias. As podemos hablarde dos tipos de mtodos: los mtodos indirectos o de preferencias reveladas y losmtodos directos o de preferencias declaradas.

    Los primeros se basan en la observacin del comportamiento de los individuos enel mercado cuando adquirimos bienes que llevan asociados atributos ambientales;por qu pagamos ms por un apartamento que tiene vistas al mar que por uno quelas tiene a un patio de vecinos? estamos dispuestos a pagar un mayor precio porelectrodomsticos que consumen menos energa? Parece que s. Este comporta-miento refleja que estamos dispuestos a pagar ms o menos en funcin de las carac-tersticas ambientales que van asociados a determinados bienes. Siguiendo aAzqueta .(Azqueta 2002)

    En realidad, los individuos no revelan explcitamente lo que para ellos supone elacceso a los bienes medioambientales, pero con los mtodos indirectos podemosestablecer relaciones de sustituibilidad7 o de complementariedad8 entre bienesmedioambientales, que pueden carecer de mercado, y otros bienes que s se inter-cambian en mercados. De entre todos ellos destacan los siguientes:

    El mtodo de los costes de reposicin. Se utiliza en los casos en los que hay rela-ciones de sustitucin y consiste en calcular los costes en los que se incurre y sonnecesarios para reponer a su estado original los activos afectados negativamentepor el deterioro del bien medioambiental. Por tanto identifica el valor de un recursoambiental con los gastos necesarios para recuperar su capacidad productiva, comopueden ser los costes para recuperara la fertilidad del suelo degradado.

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    7 Estas relaciones de sustituibilidad se dan por ejemplo en el caso de el agua que proporciona un roy que utiliza una empresa de abastecimiento de agua. La empresa tiene que utilizar tcnicas de depura-cin de la misma. Esto supone un coste que se suma al precio de mercado.

    8 Las relaciones de complementariedad cuando el disfrute de los bienes ambientales necesariamenteexige el consumo de un bien privado. Por ejemplo para visitar un parque natural tenemos que comprarun billete de tren, o autobs.

  • El mtodo del coste de viaje. Es uno de los mtodos que recogen relaciones decomplementariedad junto con el mtodo del los precios hednicos. El fundamentodel primero es sencillo, consiste en observar que el disfrute de determinados bien-es ambientales supone incurrir en una serie de gastos de viaje, o desplazamiento. Sepuede analizar, cmo las variaciones de estos costes, provocan cambios en la res-puesta de los individuos. En definitiva el valor de un bien ambiental es estimado enfuncin del coste asociado al desplazamiento.

    El mtodo de los precios hednicos exige un anlisis ms complejo, que consisteen descubrir todos aquellos atributos del bien que explican su precio para determi-nar la importancia cuantitativa de cada uno de ellos. De tal forma que si en un mer-cado se intercambia un bien que tiene atributos medioambientales, podemos valo-rar la importancia de stos en el precio final del bien. En este caso el valor ambien-tal es estimado a travs de las diferencias de precios de los bienes con caractersti-cas ambientales en comparacin a otro bien semejante sin dichas caractersticas.

    Cuando no es posible establecer una relacin clara entre calidad ambiental y con-sumo de determinados bienes privados, porque se trata de bienes que no tienenatributos medioambientales o por cualquier otra causa, recurrimos a la valoracindirecta o a los llamados mtodos experimentales o de preferencias declaradas.Estos mtodos se basan en acudir directamente a sistemas que nos permitan pre-guntar u obtener informacin sobre la valoracin que dan los individuos a determi-nados bienes ambientales. Entre estos ltimos estaran las consultas o referndumsreales sobre cuestiones ambientales, y, los mtodos de valoracin contingente quesimulan la realizacin de una consulta va referndum mediante el diseo de unaencuesta y el anlisis estadstico posterior de los datos. Es un mtodo contingenteporque es hipottico o incierto.

    Cada uno de los mtodos descritos presentan diferentes cualidades y se utilizanen diferentes circunstancias, pero todos ellos tienen en comn, que intentan dedu-cir en ausencia de mercado cul es el valor monetario o econmico que los consu-midores y la sociedad da en trminos de satisfaccin o utilidad a los bienes ambien-tales. Precisamente, esta es una de las limitaciones que resaltan aquellos que tienenuna concepcin ms ecolgica de la economa ambiental. Como los recursosambientales slo son valorados en funcin de la utilidad, un bien que no sea til noposee valor (por ejemplo, la biodiversidad). En el caso de los mtodos de valoracincontingente adems se puede aadir otra limitacin ms y es que la utilidad delmedio ambiente es totalmente subjetiva, pues depende de la visin de quien lo exa-mina. Tambin la propensin a pagar es muy distinta dependiendo del nivel de ingre-sos lo que nos lleva al debate de los diferentes valores de los recursos naturalessegn estemos en un pas rico o pobre.(Man Chu Yang: 188).

    4. Instrumentos de poltica econmica ambiental

    Dado que en la asignacin de recursos ambientales se producen fallos por partedel mercado, es preciso justificar la intervencin del sector pblico para corregir los

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  • mismos. Para ello es necesario dotarle de una serie de instrumentos que permitanaplicarlos y alcanzar los objetivos medioambientales fijados. Son varios los instru-mentos y varias las clasificaciones de los mismos. En la prctica las polticasmedioambientales combinan el uso de los diferentes instrumentos. No es objeto deeste apartado un estudio exhaustivo de los diversos tipos de instrumentos, por ellonos centraremos exclusivamente en los llamados instrumentos econmicos, cuyaaplicacin influye directamente en la actividad econmica al suponer su utilizacinun incentivo para los agentes a travs de los mecanismos de mercado. Los organis-mos internacionales como la OCDE y la Conferencia de las Naciones Unidas sobreel medio ambiente se decantan por el uso de estos instrumentos, ya que ofrecen unaserie de ventajas, como una mayor eficiencia en la proteccin del medio, un est-mulo en la reduccin del deterioro del medio y una mayor flexibilidad en la toma dedecisiones por parte de los agentes econmicos, entre otras.

    Tradicionalmente los instrumentos econmicos ambientales, se han agrupado endos grandes grupos: las polticas de modificacin de precios, basados en la creaciny establecimiento de tasas e impuestos que modifican la conducta de los agentes vaprecios, y otro tipo de instrumentos que pretenden influir en las decisiones va can-tidades, bien a travs de la negociacin, como la aportacin de Coase, bien a travsde la creacin de mercados como los permisos de emisin, u otro tipo de acuerdosvoluntarios, como el etiquetado verde, programas pblicos, iniciativas bilateralesetc.

    De entre los primeros, en al mbito internacional se aplican bsicamente tres cate-goras distintas de impuestos (Paniagua 2000).

    Impuestos o tasas sobre vertidos de emisiones contaminantes, estn formadospor impuestos o tasas que paga el contaminante en funcin de la calidad o cantidadestimada o medida de contaminacin. Tambin se incluyen los que pagan los usua-rios por el tratamiento de los residuos.

    Impuestos /tasas sobre bienes y servicios. Se trata de tributos que se aplican a losproductos contaminantes y que suponen un incremento de sus precios. En esteaspecto se pueden incluir tambin aquellos que adoptan la forma de diferenciacinimpositiva positiva o negativa, propiciando unos precios ms favorables para losproductos medioambientalmente ms sostenibles.

    Tasas administrativas, que se refieren a pagos por el servicio que dan las admi-nistraciones pblicas en control, cumplimiento de normativas o por ejemplo regis-tro de productos qumicos. De entre todos ellos los que ms aceptacin tienen entrelos pases de la OCDE, son los impuestos indirectos de bienes y servicios tales comolos impuestos sobre los carburantes, sobre los vehculos de motor y sobre la ener-ga entre otros.

    De entre los segundo, es frecuente que los cursos dedicados a la Economaambiental muestren el llamado teorema de Coase, (1960) como base terica para

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  • explicar una poltica de control de una externalidad negativa como puede ser la con-taminacin, de carcter no intervencionista. En este sentido, bajo ciertos supuestosmuy restrictivos, se explica como la solucin ms eficaz para resolver problemas dedaos ambientales por contaminacin es un proceso de negociacin entre el conta-minador y los afectados. Cada uno podr compensar al otro dependiendo de quinostente los derechos de propiedad. Observamos cmo la definicin e identificacinde los derechos de propiedad es una constante en los estudios de economa ambien-tal. Si el contaminador es quien tiene el derecho sern los afectados quienes le pue-den compensar para no contaminar. En caso de que los derechos de propiedad reca-yeran sobre los afectados sera el contaminante el pagador de la compensacin. Pre-cisamente, lo restrictivo de los supuestos de partida propuestos para que tuvieselugar la negociacin planteada por Coase, ha dado lugar a la aparicin de otro tipode soluciones basadas en la creacin de mercados. Un ejemplo de ello son los mer-cados de permisos negociables de emisin. Se trata de un sistema en que se creaartificialmente un mercado con oferentes de derechos de contaminacin y deman-dantes. Para su desarrollo es preciso utilizar todos los planteamientos descritossobre la asignacin de recursos ambientales, ya que en el establecimiento de esteinstrumento el sector pblico debe determinar cul es el nivel ptimo de contami-nacin, que debe ser, al menos tericamente, el ptimo social. Una vez determina-do ese nivel, se deben poner en circulacin el nmero de permisos que garanticealcanzar como mximo ese nivel, cada uno de ellos representa una cuota o autori-zacin asignada sobre unos niveles de contaminacin, previamente fijados por laautoridad competente, que puede ser posteriormente negociada o intercambiadapor sus titulares respetando un marco legislativo determinado.

    La aplicacin de este tipo de instrumentos debe fijarse, adems de contemplar lacorreccin del fallo de mercado y aproximarnos a una asignacin ms eficiente enlos niveles ptimos, en los aspectos distributivos de las medidas concretas llevadasa cabo, lo que constituye otra de las aportaciones de la economa a cuestiones decarcter medioambiental.

    5. La Contabilidad ambiental

    Casi a diario observamos titulares en los medios de comunicacin que informande la publicacin de alguna cifra de carcter econmico, el crecimiento econmico,el ahorro, el consumo, el nivel de deudaetc. Gran parte de de esos datos se obtie-nen de la Contabilidad Nacional que de alguna manera se puede considerar comouna herramienta estadstica que resume de manera sistemtica la actividad econ-mica de las diferentes economas, y que permite describir el estado econmico deun pas, identificando cada una de sus variables econmicas. Una de las magnitudesms utilizada es el Producto Interior Bruto (PIB), que a travs de su tasa de variacinrefleja el concepto de crecimiento, analizado anteriormente. Adems tambin es fre-cuente utilizarlo como indicador de bienestar, en el sentido de asimilar mayor creci-miento con mayor bienestar. Sin embargo, desde mediados del siglo XX se han

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  • puesto de manifiesto diversas deficiencias que reducen su valor como indicador debienestar. Entre ellas, cabe destacar a nuestros efectos, que la merma y deterioro delos recursos naturales no se incorporan en su metodologa contable.

    Introducir los aspectos ambientales en el sistema de contabilidad nacional es uncampo que constituye una lnea de trabajo que tiene una vertiente ms tcnica y quese centra en construir un sistema de cuentas nacionales que valore las diferentesmagnitudes y flujos econmicos nacionales en trminos netos de los recursos. Enrealidad se trata de medir la riqueza ambiental que la produccin nacional conven-cional consume en trminos cuantitativos (Martnez 2000).

    Las propuestas para elaborar un PIB ajustado consisten en incorporar una conta-bilidad de los recursos tanto renovables como no renovables, de los servicios de losmismos, y descontar los gastos preventivos. Esta nueva contabilidad ambientalrecoge cuentas ambientales que nos permiten determinar el stock del capital natu-ral, as como los flujos de los recursos que han sido extrados del ecosistema paraincrementar la produccin o renta de la economa.

    Siguiendo las recomendaciones marcadas en la Agenda 21, que fue aprobada enla Cumbre de la Tierra celebrada en Ro de Janeiro en 1992, la Divisin de Estadsti-cas de las Naciones Unidas public en 1993 un Manual de cuentas nacionales llama-do Sistema de Contabilidad Ambiental y Econmica Integrada (SEEA- System of inte-grated Environmental and Economic Accounting). Este manual se bas en los dife-rentes enfoques de contabilidad ambiental que fueron estudiados en encuentros ygrupos de trabajo llevados a cabo bajo la direccin del Programa Ambiental de Nacio-nes Unidas en colaboracin con el Banco Mundial. El SEEA comprende cuatro cate-goras de cuentas. La primera recoge informacin relativa a los flujos de contamina-cin, energa y materiales para los diferentes sectores econmicos. La segunda, infor-ma sobre los gastos de la gestin de recursos destinados a la proteccin del medio.La tercera, refleja el nivel y las variaciones de los recursos (suelo, agua, bosques). Lacuarta categora aborda la valoracin de los indicadores, tanto los basados en preciosde mercado, como aquellos ajustados ambientalmente. El SEEA ha sido utilizado endistintos pases pero no de forma completa debido a la carencia de datos y a la con-troversia entre la valoracin de recursos naturales y los efectos sobre el bienestareconmico. En Espaa y siguiendo las propuesta del SEEA y la metodologa deNAMEA (National Accounting Matrix including Environmental Accounts) sobre la quese construyen las cuentas medioambientales de flujos, se han elaborado las cuentassatlite de emisiones a la atmsfera, y de agua, entre otras. Se denominan satliteporque utilizan un sistema muy similar al de las tablas input-output de la contabili-dad nacional y presentan la informacin del mismo modo esta, por lo que se puedenver como un anexo (satlite) que complementa la informacin de aquellas.

    Una parte importante de la literatura sobre contabilidad ambiental ha girado entorno al concepto o nocin de renta sostenible, propuesto inicialmente por Fisher aprincipios del siglo XX, en trminos de consumo actual sin reducciones en el consu-mo futuro. Lindahl, unos aos ms tarde ahond en la idea, y propuso que los ingre-

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  • sos de una economa fuesen definidos como las rentas de todas las propiedades devalor, incluidos por tanto los recursos ambientales. Si consumimos nicamente larenta o rendimientos que nos proporcionan nuestros activos, podremos afirmar quenuestro consumo es sostenible, ya que nuestro stock de capital se mantendr. Otra delas aportaciones relevantes fue realizada por Hicks en la dcada de los cuarenta.

    La necesidad por disponer de informacin ambiental no es exclusiva de la conta-bilidad nacional, tambin a nivel microeconmico. Las normas internacionales decontabilidad recogidas en el International Accounting Standars Committee, IASC,constituyen la base de las propuestas de la Unin Europea, que en el ao 2000 ela-bor el libro blanco sobre responsabilidad ambiental, y en el ao 2001 la Comisinpublic la Recomendacin relativa al reconocimiento, la medicin y la publicacinde cuestiones ambientales en las cuentas e informes anuales de las empresas. Apesar de que las propuestas no eran de obligado cumplimiento se alentaba a la rea-lizacin de informes ambientales con carcter anual, y se animaba a la inclusin dedatos ambientales a travs de partidas especficas. Espaa recoge en buena medidalos contenidos de la Recomendacin de la Comisin, ya que el Instituto de Contabi-lidad y Auditora de Cuentas (ICAC) en el ao 2002 aprob las normas para el reco-nocimiento, valoracin e informacin de los aspectos medioambientales en lascuentas anuales. De esta normativa hay que resaltar varios elementos. El primerorecoger cuentas de gastos y costes ambientales propiamente dichos, y si procedeincluirlas en la Memoria empresarial. Entre los gastos figuran por ejemplo, la ges-tin de residuos, la proteccin de recursos, la reduccin de ruido o de emisiones,etc. Los costes ambientales no estn ligados a generar mayor produccin, y propor-cionan informacin relativa a las multas o sanciones en las que incurre la empresapor no cumplir la normativa medioambiental vigente. La norma contable tambinpermite a las empresas dotar partidas de provisiones y contingencias de naturalezamedio ambiental, que recoge aquellos gastos ambientales que sean probables, peroindeterminados en cuanto a su cuanta. Adems de recoger informacin medioam-biental especfica mediante cuentas propias, las empresas deben incorporar en susmemorias anuales informacin ambiental, como las caractersticas y descripcin delas instalaciones utilizadas para proteger y mejorar el entorno, las inversiones reali-zadas, las subvenciones de carcter ambiental recibidas, etc.

    Con la informacin medioambiental en la contabilidad patrimonial de las empre-sas, podemos obtener una mejor medida del grado de compromiso de las empresaspor el medio ambiente. Las empresas comienzan a asumir el hecho de que cumplircon la normativa ambiental, puede hacerlas ms competitivas, adquiriendo el com-promiso de la responsabilidad social corporativa.

    6. Las decisiones de produccin y consumo de los recursos ambientales

    Hemos descrito la preocupacin de la economa por la escasez de los recursosnaturales, y como se ha abordado este tema en los ltimos siglos. Pero no hemos

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  • afrontado el hecho particular del posible agotamiento de los recursos. En este sen-tido, otras aplicaciones de la economa al campo medioambiental estn relaciona-das con las decisiones sobre la explotacin de los recursos. Desde el punto de vistaeconmico la explotacin de cualquier recurso y su posible agotamiento constituyeun problema de largo plazo. Los recursos pueden ser renovables o no renovables.Los primeros son aquellos que tienen la capacidad de reproduccin o regeneracin,entre ellos el agua fluvial, los bosques los bancos de peces, etc. Los ltimos sonaquellos recursos naturales que se agotan con su incorporacin al proceso produc-tivo, por lo que su uso hoy, elimina la posibilidad de utilizarlos en un futuro.

    En relacin a los recursos renovables se recomienda que su explotacin hoy nocomprometa su continuidad, por lo que hay que tener en cuenta la forma en que elrecurso crece. A pesar de esta tasa de regeneracin del recurso, la gestin del recur-so puede llevar a su agotamiento. La economa debe determinar la senda de extrac-cin del recurso que maximice el bienestar social, y que a su vez no comprometa lacapacidad de generacin del recurso. A esta tasa de explotacin se le suele calificarcomo sostenible. Para conseguir esta tasa de explotacin se precisa informacin bio-lgica sobre el recurso, ya que el crecimiento de las especies es diferente, ademsde tener un conocimiento sobre los ingresos y costes que genera la explotacin deun recurso. Como hemos analizado anteriormente estos difieren si en la produccinse generan externalidades.

    En el caso de los recursos no renovables, la economa ambiental estudia las dis-tintas opciones que un propietario tiene a la hora de decidir sobre la explotacin delmismo, explotar en el momento actual o esperar y extraer el recurso en el futuro?La respuesta nos lleva a plantearnos cul es la mejor forma de explotar a lo largodel tiempo el recurso, lo que equivale a resolver la cuestin de cul sera el periodoideal de agotamiento del mismo. Para ello debemos partir de la informacin sobrela cantidad existente del recurso, y las previsiones de la demanda en un futuro.Parece claro que el grado de escasez del recurso depender de esta informacin ini-cial. Otra informacin relevante es la referida a la existencia o no de costes asocia-dos a la extraccin y de cmo evolucionen en el futuro los precios y el tipo de inte-rs de la economa. Es importante resaltar que la propia dinmica de la actividadeconmica, llevar a modificaciones en la conducta y toma de decisiones de losagentes antes del potencial agotamiento del recurso. Conforme se vaya extrayendo,el stock de recurso disminuye elevando, no slo el precio como consecuencia deuna mayor escasez relativa, sino tambin los costes de su mayor dificultad deextraccin, que a su vez se traslada a los precios. Es muy probable que la mayorescasez del recurso, aumente los incentivos para la bsqueda de recursos alternati-vos que acten como sustitutivos del primero. Ante la existencia de bienes sustitu-tivos, los demandantes reaccionan ms a la variacin de los precios. Estos compor-tamientos han sido estudiados por Hotelling, que bajo determinados supuestos con-cluye que una senda de precios ptima, garantiza la explotacin eficiente de unrecurso no renovable, siempre que se maximice el valor presente de los beneficiosque de l puedan obtenerse.

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  • Otras de las consideraciones que se discuten son la existencia o posibilidad dereciclaje, el tipo de mercado en el que se intercambien los recursos no renovables yel reciclaje, el desarrollo de nuevas tecnologas de extraccin, etc. Adems, debe-mos ser conscientes de que las decisiones de hoy tendrn sus consecuencias en unfuturo. De tal forma que para los recursos naturales, tanto renovables como no reno-vables es preciso incluir en los anlisis una tasa de descuento adecuada. Desde laeconoma se ha argumentado la idoneidad de utilizar tasas de descuento diferentes,en funcin del tipo de recurso sobre el que realizar el estudio.

    Conclusiones

    El cambio de paradigma que se ha producido en la consideracin del ambientecomo factor de progreso econmico y bienestar a nivel mundial, implica modificarsustancialmente los procesos de toma de decisiones econmicas. Por ello, uno delos retos ms importantes de los ambientalistas es crear modelos que permitancompatibilizar la utilizacin de factores econmicos, basados en la optimizacin dela produccin con factores ecolgicos basados en la estabilidad del entorno fsico.

    El estudio de los problemas ambientales que se derivan de la actividad econmi-ca cobr un impulso especial a partir de la definicin del concepto de externalidad.Cuando hablamos de bienes ambientales tenemos que hablar de externalidades enlos dos sentidos: en el negativo, que surge cuando se deriva un coste ajeno hacia losagentes que no han intervenido en la produccin o consumo de un bien y en el posi-tivo que se refiere a los beneficios externos que se generan por la conservacin y elmantenimiento de los bienes ambientales.

    La Economa ambiental ha desarrollado modelos que permiten internalizar lageneracin de costes externos y devolver a la sociedad, al menos una parte de esecoste que tenemos que soportar y que sin duda alguna merma el bienestar social.Pero tambin, se estudian modelos o mecanismos que incentiven la generacin yproduccin de bienes con externalidades positivas.

    En este sentido el sector pblico debe ser garante de la proteccin ambiental. Lafiscalidad ambiental ya no es una novedad en nuestro entorno institucional y no esexagerado afirmar que la imposicin ambiental ha pasado a formar parte de las pol-ticas tributarias de los pases avanzados. Pero, no hay que olvidar, que el efecto dela variada gama de figuras impositivas que existen en este campo es tambin muydiverso en trminos de competitividad, localizacin y criterios distributivos. Por ellose han desarrollado otro tipo de instrumentos que no se basan en la modificacin delos precios sino en lograr correcciones de las externalidades por otras vas, comopueden ser los acuerdos voluntarios, las decisiones coasianas, la creacin de mer-cados de derechos de emisin o las simples prohibiciones.

    El tema de la valoracin de los bienes ambientales es imposible de eludir cuandonos aproximamos al estudio del ambiente desde una ptica econmica. Y en este

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  • sentido, los debates giran en torno a diferentes mtodos que se han desarrolladopara dar una valoracin cuantitativa o monetaria de algo que no tiene valor de mer-cado- precio. Precisamente, este criterio de valoracin basada en el concepto de uti-lidad, centra gran parte de las crticas que se vierten desde concepciones ms eco-lgicas. Hoy las aproximaciones al valor del ambiente, exigen hacerlo no slo desdeel mercado, sino tambin desde la percepcin social y cultural y desde el recuentode costes fsicos. En definitiva es claro que la existencia o no de una unidad de medi-da de valor, no debe ser un freno para utilizar otro tipo de mtodos que tengan encuenta todos los aspectos anteriores y que se basaran en la comparacin de deci-siones alternativas sobre una base racional.

    Cuando hablamos de bienestar, en muchas ocasiones el debate se centra en labsqueda y definicin de un indicador econmico que permita medir el nivel debienestar real de una sociedad. Los actuales sistemas de Cuentas Nacionales adole-cen de importantes deficiencias al no computar muchos aspectos que estn relacio-nados con el medio ambiente y el bienestar, como son, los cambios en el stock delcapital natural, los daos ambientales (en trminos de prdida de biodiversidad ydeterioro) y otros aspectos. Hay toda una corriente de investigadores que analizan ybuscan un indicador alternativo al PIB, un PIB ambiental ajustado que incluya los flu-jos mencionados anteriormente.

    El concepto de desarrollo y sostenibilidad que van unidos desde los aos 70 nosobliga a tener en cuenta el capital natural como un factor decisivo a la hora de afron-tar el reto de la sostenibilidad. En los ltimos aos estn proliferando los estudiosque ofrecen un marco conceptual e ideolgico para afrontar este debate. El capitalnatural se constituye como un elemento intangible ms en la toma de decisionesque hay que poner en valor e incrementar. Precisamente el trmino de sostenibili-dad, aunque difuso en muchos aspectos, constituye un punto de partida para la rein-tegracin de las concepciones ambientalistas ms ecolgicas y las desarrollistasms econmicas.

    Finalmente no podemos dejar de concluir que el tema del medio ambiente semuestra hoy desde una perspectiva cientfica como un rea de carcter multidisci-plinar. La singularidad del medio ambiente como patrimonio de la humanidad exigeser estudiado desde una ptica abierta en la que se aporten soluciones procedentesde muchas comunidades cientficas, disciplinas e incluso de otras ciencias, a las quese suma una dimensin adicional- la tica, como una envolvente del espacio con-ceptual en torno al medio ambiente y la sostenibilidad.

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    : 2173-0

    512

    FACULTAD

    DE

    DERECHO

    Departamento

    Trabajo

    Social

    ARTICULOS/ARTICLES

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    Estado del Bienestar, ecologa y desarrollo sostenible: 40 aos de Economa ambiental /

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    Poverty: a feminine issue? Gender and poverty in Spain SLIC data 2009

    Place senses and territorial values:perceptions ofpublic space in a Mexican northern's urban segregated zone

    La reparacin de las vctimas de crmenes internacionales: la Corte Penal Internacionaly el Fondo Fiduciario en beneficio de las vctimas

    WelfareState, ecology and sustainable development: 40 years of Environmental Economics

    Seven Deadly Sins by Domoslawski

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