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Facultad de Educación
MASTER EN FORMACIÓN DEL PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
Absentismo Escolar:
Mantener la prevención en los centros y recuperar la autoridad parental
Una aproximación teórica y una investigación empírica
School Absenteeism:
Maintain prevention in educational institutions and recover parental authority
A theoretical approach and an empirical research
Alumno/a: Sofía Pindado Gutiérrez
Especialidad: Economía, Formación y
Orientación Laboral y Administración y
Gestión
Director/a: Marta García Lastra
Curso Académico: 2014-2015
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INDICE
I.- INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN…………………….…………………….. 3
II.- MARCO TEÓRICO………………………........................................................ 7
2.1.- Absentismo escolar: Definiciones…………………..………………….…..… 7
2.2.- Derecho y Deber a la Educación y Absentismo Escolar…………………… 9
2.3.- Causas que originan el absentismo escolar e impiden el ejercicio y disfrute
del derecho a la educación………………………………………………………… 13
2.4.- Deber de educarse ante los casos de absentismo escolar……….……… 18
A.- Normativa: insuficiente regulación del absentismo escolar……..….……… 18
B.- Agentes de intervención: insuficiente unidad en las actuaciones frente al
absentismo escolar…………………………………………………………………. 24
2.5.- Soluciones propuestas para combatir el absentismo escolar………….… 31
2.6.- Caso de Cantabria………………………………………………………….… 36
2.7.- Conclusiones sobre el marco teórico……………………………………..… 39
III.- INVESTIGACIÓN EMPÍRICA…………………………………………….…… 42
3.1.- Metodología elegida………………………………………………………….. 42
3.2.- Entrevistas en profundidad al profesorado………………………………… 44
3.3.- Análisis de las entrevistas realizadas………………………………………. 45
IV.- CONCLUSIONES…………………………………………………………….... 55
V.- FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN………………………………...…. 58
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I.- INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN
Este trabajo aborda el estudio de la definición, las principales causas y
las lagunas detectadas en la lucha contra el absentismo escolar. Con un
análisis jurídico y una aproximación sociológica, se trata el asunto ofreciendo,
asimismo, una breve mirada a la situación absentista en la región de Cantabria.
La lectura del libro “Buenas, soy Emilio Calatayud y voy a hablarles de…”, de
Emilio Calatayud (2014), suscitó la idea de este trabajo por la importancia
humana y social que en dicho texto se atribuye a la educación de los menores
de edad así como por las implicaciones sociales y jurídicas que entrañan los
casos de absentismo escolar. Dada la formación jurídica de la redactora de
esta investigación y la inevitable influencia negativa del absentismo a nivel
social, se decidió que era un asunto ideal para ser analizado como trabajo de
fin de Master, con interés personal, tanto en la esfera profesional como en el
ámbito académico.
Son constantes los titulares que aparecen en prensa1 relativos a las
tasas de absentismo escolar en España, tratándose de una evidente realidad
negativa en nuestra sociedad actual. Este fenómeno comporta un riesgo alto
de analfabetismo, pobreza o marginación social. Resulta relevante la
apreciación de Francisco Javier Ribaya (2011:586) según la que, “desde un
punto de vista estrictamente económico, en España, en cualquier colegio
público, cada alumno cuesta al Estado unos 2.500 euros anuales. De acuerdo
con la Enseñanza Obligatoria debería estudiar desde los 6 hasta los 16 años y,
mejor, hasta los 18 años en que termina el Bachiller o Formación Profesional,
es decir, un total de 12 años. De ahí que el Absentismo Escolar viene a
representar una pérdida cercana a los 30.000 euros (sin considerar el número
de cursos que han repetido) y sobre todo sin considerar el alto coste de
oportunidad que representa tanto para el propio alumno como para la
sociedad”.
1 “La crisis repercute en el absentismo escolar por el estrés que vive la familia” (Europa Press, Barcelona, 7/03/2012), “La Fiscalía de menores investiga a 73 familias por el absentismo escolar de sus hijos” (El Diario Montañés, Burgos, 26/04/2012) , “Condenan a los padres de una menor por no llevarla al colegio” (El Diario Montañés, 26/04/2013), “Absentismo escolar” (El Diario Montañés, Santander, 18/02/2010), “Los menores sin escolarizar se incorporan al protocolo de prevención del absentismo escolar” (La vanguardia.com, 29/10/2014).
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Sin embargo, y paradójicamente, no existen estadísticas actualizadas,
regulares y fiables en esta materia y su existencia se presenta altamente
complicada. En efecto, en prácticamente todas las fuentes estudiadas en el
presente trabajo, se alude a la ausencia de datos estadísticos sobre el
absentismo escolar y a la dificultad de elaborarlos debido a que ha de ser
contabilizado y registrado en el centro escolar y en el aula y para realizar esta
labor no hay criterios institucionales compartidos, lo que genera registros de
absentismo muy desiguales.
En este sentido, como afirma García Gracia (2005B:365),
algunas escuelas e institutos contabilizan únicamente
situaciones de absentismo crónico o de abandono escolar,
otras reflejan las ausencias reiteradas (a partir del 25% de
faltas de asistencia no justificadas), otras contemplan todo
tipo de ausencias –incluso las esporádicas o puntuales no
justificadas- y, además, los criterios varían a la hora de
interpretar lo que son faltas aceptables. [Incluso] a menudo,
se omiten las de desafección escolar y de inhibición o
extrañamiento del alumno en el aula. [De esta manera], la
invisibilidad del absentismo escolar y la dificultad para
disponer de cifras sobre el mismo es algo común a otros
países de la UE pues, en general, se trata de un indicador
que no se incluye en los recuentos estadísticos oficiales.
Así, no hemos podido encontrar estadísticas oficiales sobre las tasas
de absentismo escolar en España, pero nos ha resultado de interés el
artículo “La factura del absentismo escolar” de Elena Silió2, donde se hace
constar que “el 28% de los alumnos falta a clase sin justificación al menos
una vez cada quince días”.
El objetivo principal de la presente investigación es examinar la relación
entre absentismo escolar y el derecho y deber a la educación y para ello,
analizar cuáles son las principales causas generadoras de este fenómeno y
2 “La factura del absentismo escolar” (El País, Madrid, 9/02/2014).
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conocer la manera de combatirlo tanto en la normativa que lo regula como a
través de la acción de los distintos agentes de intervención, especialmente la
relación entre los centros y las familias; todo ello para proponer una
formulación de posibles mejoras para contribuir a su solución.
Para lograr los objetivos fijados, este fenómeno, de enorme interés a
nivel sociológico y jurídico, será tratado en este trabajo desde una doble
vertiente. Partiendo de la importancia que tiene la educación para cualquier
menor, como derecho y como deber, se analizarán, por una parte, las distintas
causas que generan el absentismo escolar y, en consecuencia, impiden a los
menores en edad de escolarización obligatoria disfrutar de su derecho a la
educación. Y, por otra parte, se estudiará cómo se movilizan las distintas
esferas de nuestra sociedad contra este fenómeno, precisamente para obligar
a estos menores a educarse; obligación que se incumple precisamente con el
absentismo. Además, atenderemos especialmente, aunque de forma sucinta, a
la atención que en Cantabria se ha prestado a este fenómeno.
En cuanto al método de trabajo, como se ha dicho anteriormente, el
punto de partida e inspiración de la investigación, ha sido la lectura del libro de
Emilio Calatayud, titulado “Buenas, soy Emilio Calatayud y voy a hablarles
de…” (2014). El relato de casos como juez de menores llamó enormemente
nuestra atención y nos hizo pensar en el interés de profundizar sobre el
fenómeno del absentismo y cómo los jueces, entre otras personas, contribuyen
o no a combatirlo imponiendo a padres despreocupados de la educación de
sus hijos y a menores delincuentes el deber a la educación. El texto nos
permitió pensar en la idea de este trabajo y nos motivó para elaborar un primer
guión.
Establecido el esquema inicial, en una primera fase de la investigación
se ha realizado una búsqueda de bibliografía sobre el tema del absentismo
escolar a través de las fuentes que ofrece la biblioteca de la Universidad de
Cantabria. Este paso ha permitido la lectura y estudio de quince artículos de
doctrina que tratan sobre el tema. Además, se han leído varios manuales sobre
la sociología y sobre el método de investigación en materia educativa.
La búsqueda ha sido completada con fuentes jurídicas, como la
normativa reguladora del absentismo escolar (Leyes de Educación, Código
Penal, Código Civil…), y la reciente jurisprudencia en la materia, lo que se ha
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realizado a través de los Códigos correspondientes y, para el caso de la
jurisprudencia, de la base de datos jurídica www.elderecho.com. También se
han consultado las páginas de Internet de www.educantabria.es, www.ine.es,
www.mecd.es, para tratar de obtener datos estadísticos sobre el absentismo
escolar, sin que haya habido un resultado satisfactorio, por los motivos que
exponemos en el cuerpo de nuestro trabajo. No obstante, en las referidas
páginas web y otras (www.mecd.gob.es, por ejemplo) también se han podido
obtener informaciones sobre este fenómeno. Las noticias de prensa a las que,
por otra parte, nos referimos en esta investigación han sido consultadas a
través de una búsqueda en las bases de algunos de los principales diarios de
España (www.elpais.com, www.abc.es) y algunos regionales
(www.eldiariomontanes.com).
Tras esta primera búsqueda, el estudio de las fuentes encontradas y la
organización de bibliografía, se ha redactado el marco teórico del presente
trabajo, finalizando con unas conclusiones sobre lo que establecen los estudios
existentes sobre el fenómeno del absentismo escolar. Después, en una
segunda fase, se han realizado entrevistas en profundidad, tomándose como
criterio para la elección de los entrevistados el siguiente: Partiendo de nuestras
conclusiones sobre el marco teórico, basadas en que la labor principal en la
lucha frente al absentismo escolar ha de ser la preventiva y desde los centros y
las aulas, se decidió entrevistar a profesores-orientadores de centros públicos
de Cantabria en busca de dotar de verificación empírica a nuestro trabajo.
Por último, se han contrastado las conclusiones iniciales sobre el estado
teórico del asunto con las obtenidas mediante la realización de entrevistas para
poder establecer las conclusiones finales con las que finalizaremos nuestro
trabajo.
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II.- MARCO TEÓRICO
2.1.- Absentismo escolar: Definiciones Son múltiples las aproximaciones doctrinales al concepto de absentismo
escolar. Consideramos las cuatro siguientes como las más representativas:
a) Francisco Javier Ribaya Mallada (2011:581) propone una definición
operativa de absentismo consistente en “la falta de asistencia (justificada
e injustificada) por parte del alumno a su puesto escolar dentro de la
jornada lectiva, siendo esta práctica habitual”.
b) Para Pedro María Uruñuela (2005:2) se trataría de “la situación de
inasistencia a clase por parte del alumno en la etapa obligatoria de
manera permanente y prolongada”.
c) Por su parte, Sylvia García Hernández (2010:14) siguiendo a Garfella y
Gargallo (1998), establece que “se entiende por absentismo escolar, la
falta de asistencia continuada a la escuela de un alumno en edad de
escolarización obligatoria, ya sea por su propia voluntad, por causa de la
despreocupación o excesiva protección de sus padres o bien por
reiteradas expulsiones de clase”.
d) Finalmente, María Teresa González González (2006:2) se acoge a la
definición de García Gracia (2001) según la que “en el lenguaje del
sentido común, el absentismo queda circunscrito a la ausencia física e
injustificada de un alumno al aula, que tiende a ser considerado en la
medida en que es reiterado y consecutivo”.
Son, por tanto, cuatro los elementos comunes que definen el concepto de
absentismo escolar:
1.- La inasistencia a clase;
2.- De forma continuada, reiterada y prolongada;
3.- Durante la etapa de escolarización obligatoria;
4.- Sin justificación.
Reyes Matamales Arribas (s/f) resume dichos rasgos comunes a toda
situación de absentismo escolar de la siguiente manera:
los rasgos que caracterizan el absentismo escolar han sido
agrupados por Rué (2003) en los siguientes puntos,
considerando que: es un fenómeno variable y heterogéneo,
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es una respuesta biográfica, individual, connotada
socioculturalmente, es un fenómeno de respuesta de
resistencia activa de la persona hacia un medio institucional
que no acepta o que acepta poco, por razones diversos
motivos, depende de dinámicas de carácter interactivo en
relación hacia ciertos profesores con ciertos iguales, con
cierta noción de aprender, con ciertas normas escolares
enraizadas en la experiencia escolar del alumnado, depende
del capital afectivo familiar que rodea a la persona, depende
del tipo de funcionamiento institucional y de las políticas
sociales existentes y es un fenómeno de carácter dinámico y
multiforme.
El término “absentismo escolar” se utiliza con cierta imprecisión y para
aludir a múltiples situaciones de ruptura escolar; incluso a veces
indistintamente se confunde con otros términos como el de “abandono
escolar”3. Ahora bien, mientras que el absentismo “presupone una
formalización de matrícula con asistencia irregular” (García Gracia, S/F), "con
rupturas y discontinuidades, trayectorias de ausencias y reingresos” (Vázquez
González, 2013:3), el abandono consiste en “la ausencia definitiva del centro
escolar por parte del alumno que, sin causa justificada, finaliza la etapa
educativa que esté cursando”; es decir, “supone una ruptura definitiva con la
escuela” (Vázquez González, 2013:3).
Concretamente, en la Orden EDC/37/2013, de 27 de marzo que aprueba
el Plan Regional de Prevención del Absentismo y el Abandono Escolar en la
Comunidad Autónoma de Cantabria4, se define “Absentismo” como la falta de
asistencia frecuente o continuada del alumnado en edad de escolaridad
obligatoria a los centros docentes donde se encuentre escolarizado, sin motivo
3 Conviene señalar que en el artículo titulado “La tasa de abandono escolar, en su nivel más bajo”, publicado en www.larazon.es el 24 de enero de 2015, se destaca que “los datos EPA del último trimestre de 2014 recogen la tasa de abandono temprano de las aulas más baja desde que se tienen registros. Así, el porcentaje de personas con edades entre 18 y 24 años que en 2014 no terminaron la ESO o que no continuaron estudiando cuando finalizaron la educación obligatoria ha bajado al 21,9 por ciento, una cifra que dista mucho del 29,8% del año 2000”. Explica Rocío Ruiz en este artículo que las razones de dicha bajada se deben sin duda a la coyuntura económica pues la crisis y falta de trabajo propicia que la gente permanezca en el sistema educativo para seguir formándose ante la falta de alternativa laboral. 4 BOC nº 66, de 23 de abril de 2013.
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que lo justifique, consentida o propiciada por la propia familia o por voluntad
propia y “Abandono Escolar” como la situación de aquéllos menores que,
estando en edad escolar obligatoria, abandonan el sistema educativo sin la
titulación correspondiente y con la intención expresa de no volver.
Son, en definitiva, dos, los aspectos que llaman nuestra atención de la
definición de absentismo escolar: en primer lugar, este fenómeno afecta a un
colectivo muy particular y especialmente protegido5: los menores, pues se trata
de alumnos en edad de escolarización obligatoria. Y, en segundo lugar, al ser
siempre injustificadas las constantes inasistencias que definen el concepto de
absentismo escolar, se abre nuestro interés para ahondar en cuáles pueden
ser las causas y cómo puede combatirse este fenómeno.
2.2.-Derecho y Deber a la Educación y Absentismo Escolar
El absentismo escolar es un fenómeno social, dinámico, heterogéneo,
complejo, poliédrico, multiforme6, que afecta a la educación7 de los menores en
edad de escolarización obligatoria como derecho y como deber.
La educación es, ante todo, derecho y deber. En el primer caso, se trata
de un derecho universalmente reconocido que no solo constituye
un elemento decisivo para garantizar el completo desarrollo
de la personalidad humana, al facultar a las personas a
aprovechar al máximo sus capacidades, conformar su propia
identidad personal y configurar su comprensión de la
realidad, sino que de su plena y efectiva realización
dependerán cuestiones tan relevantes como la igualdad de
oportunidades mediante la compensación de desigualdades,
la capacidad de elección, e incluso, la de justicia (Vázquez
González, 2013:1).
5 No debemos olvidar la legislación protectora de los menores. 6 Se han recogido los principales calificativos que los trabajos estudiados hacen de este fenómeno. 7 Entre las múltiples definiciones que pueden tomarse acerca de la educación, elegimos la del filósofo y pedagogo del pragmatismo John Dewey (1859-1952) cuando defiende que “el ambiente educa” señalando que la educación no se trata de una mera preparación para la vida sino que constituye la vida misma porque es activa (práctica y experiencia) y no se trata de un adiestramiento.
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Conviene además recordar lo establecido en el artículo 5 de la Ley Orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de Educación:
“Artículo 5.- El aprendizaje a lo largo de la vida.
1.- Todas las personas deben tener la posibilidad de
formarse a lo largo de la vida, dentro y fuera del sistema
educativo, con el fin de adquirir, actualizar, completar y
ampliar sus capacidades, conocimientos, habilidades,
aptitudes y competencias para su desarrollo personal y
profesional.
2.- El sistema educativo tiene como principio básico propiciar
la educación permanente. A tal efecto, preparará a los
alumnos para aprender por sí mismos y facilitará a las
personas adultas su incorporación a las distintas
enseñanzas, favoreciendo a las personas adultas su
incorporación a las distintas enseñanzas, favoreciendo la
conciliación del aprendizaje con otras responsabilidades y
actividades.
3.- Para garantizar el acceso universal y permanente al
aprendizaje, las diferentes Administraciones públicas
identificarán nuevas competencias y facilitarán la formación
requerida para su adquisición.
4. Asimismo, corresponde a las Administraciones públicas
promover, ofertas de aprendizaje flexibles que permitan la
adquisición de competencias básicas y, en su caso, las
correspondientes titulaciones, a aquellos jóvenes y adultos
que abandonaron el sistema educativo sin ninguna titulación.
3.- El sistema educativo debe facilitar y las Administraciones
públicas deben promover que toda la población llegue a
alcanzar una formación de educación secundaria
postobligatoria o equivalente.
3.- Corresponde a las Administraciones públicas facilitar el
acceso a la información y a la orientación sobre las ofertas
de aprendizaje permanente y las posibilidades de acceso a
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las mismas”.
El derecho a la educación es, en definitiva, primordial para el desarrollo
humano, como personas y en sociedad. Ahora bien, hemos de destacar,
siguiendo a Vázquez González (2013:3) que
en contrapartida, el derecho a la educación, como todo
derecho tiene su contrapartida o deber, consistente en la
obligación por parte de los poderes públicos, de garantizar el
acceso a todas las personas en edad de escolarización, sin
restricciones, a la educación gratuita: por parte de los
progenitores, de educar a los hijos y procurarles una
formación integral y, por parte de los estudiantes, de asistir a
la escuela y aprovechar la educación que se les proporciona.
El incumplimiento de estos deberes por alguno de los
actores implicados podrá acarrear consecuencias jurídicas
de diversa índole.
Existe un amplio abanico legislativo que recoge y ampara el derecho8 a la
educación, tanto a nivel internacional, como nacional, autonómico, provincial y
local. Concretamente, en nuestro país, la Constitución española de 1978
reconoce el derecho a la educación como un derecho fundamental y establece
el carácter obligatorio y gratuito de la enseñanza básica. La doble vertiente de
la educación como derecho y como deber viene establecida en los párrafos
primero y cuarto del artículo 27 de la Constitución española:
“1.- Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce
la libertad de enseñanza.
(…)
4.- La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.
(…)”.
Lo anterior también se recoge en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de
Educación, en cuyo artículo 4 se dispone lo siguiente, bajo el título “La
enseñanza básica”:
8 Ver Anexo adjunto a este documento.
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1. La enseñanza básica a la que se refiere el artículo 3.3 de esta Ley es obligatoria y gratuita para todas las
personas.
2. La enseñanza básica comprende diez años de escolaridad y se desarrolla, de forma regular, entre los seis y los dieciséis años de edad. No obstante, los
alumnos tendrán derecho a permanecer en régimen
ordinario cursando la enseñanza básica hasta los dieciocho
años de edad, cumplidos en el año en que finalice el curso,
en las condiciones establecidas en la presente Ley.
3. Sin perjuicio de que a lo largo de la enseñanza básica se
garantice una educación común para los alumnos, se
adoptará la atención a la diversidad como principio
fundamental. Cuando tal diversidad lo requiera, se adoptarán
las medidas organizativas y curriculares pertinentes, según
lo dispuesto en la presente Ley.
El absentismo escolar afecta a ambas vertientes –derecho y deber- de la
educación de los menores en edad de escolarización obligatoria, establecida
en España por la legislación vigente hasta los 16 años9.
Por una parte, existen causas del absentismo escolar de tipo sociológico
que impiden a los menores en edad de escolarización obligatoria poder
disfrutar de este derecho reconocido en la norma suprema del sistema jurídico
español. Por otra, los poderes públicos y los centros escolares combaten el
incumplimiento de dicha obligación que es generado por el absentismo escolar.
Así, el poder judicial a través de la justicia de menores, los gobiernos
autonómicos mediante la creación de planes de prevención del absentismo
escolar y los centros escolares tratan de combatir este fenómeno tan perjudicial
para nuestra sociedad.
A continuación se analizarán las causas del absentismo escolar que
impiden el ejercicio y disfrute del derecho a la educación (apartado 2.2.), así
9 Es bien sabido que con la LOGSE se instauró un importante cambio a este respecto, pasando la edad obligatoria de escolarización de los 14 a los 16 años.
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como los métodos para combatir este fenómeno que se utilizan desde los
distintos contextos en los que viven los menores en edad de escolarización
obligatoria con la finalidad de hacer cumplir la educación como obligación hasta
los 16 años (apartado 2.3).
2.3.- Las causas que originan absentismo escolar e impiden el ejercicio y
disfrute del derecho a la educación
Las causas del absentismo escolar pueden estar centradas en distintos
ámbitos del contexto en el que viven los jóvenes absentistas10. Podemos
destacar las siguientes cuatro categorías que explicaremos a continuación:
1.- Causas centradas en el joven, debido a sus personales
características psicológicas o sociológicas.
2.- Causas centradas en la familia.
3.- Causas centradas en la escuela o en el educador.
4.- Causas centradas en el entorno social.
1.- Causas centradas en el joven, debido a sus personales características
psicológicas o sociológicas.
Luis Sáez Sáez (2005:229-240) destaca en este caso aspectos de la
personalidad de los alumnos que pueden incidir en el absentismo como son la
baja autoestima, el sentimiento de falta de competencia, los trastornos
psicológicos o psiquiátricos, la salud física delicada, el sentirse desplazado, los
trastornos de conducta, los embarazos prematuros, la falta de sintonía con el
profesorado…, todo lo cual genera sin duda desinterés, desmotivación,
aburrimiento, pasividad y, en consecuencia, absentismo escolar.
Resulta, por tanto, fundamental fomentar el adecuado y positivo
desarrollo psicosocial de los menores en edad de escolarización obligatoria
desde todos los contextos donde habitan y cohabitan para reducir el
absentismo escolar. En este marco, la adecuada coordinación entre escuela y
familias nos parece fundamental.
10 Se han resumido los criterios que señala la disciplina para explicar las causas del absentismo escolar, coincidiendo casi todos los autores consultados en la mayoría de las causas enumeradas.
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2.- Causas centradas en la familia del menor.
Sáez menciona como posibles factores existentes en el seno familiar
causantes del absentismo el proteccionismo excesivo o la negligencia, los
indicios de maltrato físico y psíquico, la precariedad económica de la familia
que genera la necesidad de que los menores contribuyan al sostenimiento de
la economía familiar, las relaciones conflictivas, los toxicomanías, las
condiciones deficientes de habitabilidad de la vivienda, la carencia económica,
cultural y social o incluso los núcleos familiares con problemas educativos,
donde no existe motivación ni estimulación para que los hijos prosigan sus
estudios.
Las causas familiares pueden ser, por tanto, múltiples y variadas.
Francisco Javier Ribaya Mallada (2011) hace un estudio más detallado de
estas causas haciendo la siguiente sub-clasificación que recogemos con
nuestros lenguaje:
a) Absentismo de origen familiar activo: es el provocado por la propia
familia, en donde los niños son utilizados para contribuir a la economía
familiar, para asumir los roles paternos y para hacerse cargo de sus
hermanos, en una impropia dedicación.
b) Absentismo de origen familiar pasivo: nace como consecuencia de
que la preocupación y responsabilidad de la familia hacia la asistencia a
la escuela es mínima o nula y motivada por la ausencia de valores
culturales. No se da importancia a la educación generándose falta de
disciplina, lo cual dificulta la asistencia regular de los hijos al centro
educativo.
c) Absentismo de origen familiar desarraigado: surge normalmente en
las familias con problemas relacionales en el ámbito de la pareja,
precariedad en el empleo o adicción a drogas, lo cual impide o estorba la
atención a los menores.
d) Absentismo de origen familiar nómada: se produce porque la familia
se dedica a realizar actividades temporeras (feriantes, itinerantes, etc)
causando la ausencia del/la menor en determinados periodos.
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A pesar de ser múltiples y variadas las causas de absentismo escolar
centradas en el ámbito familiar, creemos que tanto desde los servicios sociales
como desde la escuela, las antes mencionadas familias que contribuyen al
absentismo de sus menores no son conscientes de que pueden contar con
estas instituciones como apoyo informativo y estructural para evitarlo. La
coordinación, por tanto, se observa que es fundamental para prevenir esta
causa de absentismo escolar.
3.- Causas centradas en la escuela o en el educador.
Como bien señala Ribaya Mallada, “este tipo de absentismo se
manifiesta por un rechazo y una falta de adaptación del alumno/a a la escuela:
se aburre, no le interesa el trabajo escolar o el/la profesor/a. También puede
deberse a la falta de recursos de la propia institución educativa para atender
las dificultades y características de algunos alumnos que requieren un
tratamiento individualizado” (Ribaya Mallada: 2011:584).
En esta misma línea se pronuncia Luis Sáez Sáez (2005:241) quien
afirma que el alumno que no encuentra su lugar en la estructura escolar se ve
abocado a distanciarse y a romper con ella. Entre otros, menciona como
posibles aspectos que pueden causar este distanciamiento la utilización de
métodos individualistas y competitivos, la escasa integración de la institución
escolar en el barrio o municipio, los diferentes estilos docentes, el clima de
convivencia o ambiente en las aulas, los materiales que se utilizan o el
profesorado inestable.
Llama especialmente nuestra atención la importancia del ambiente en el
centro escolar como posible causa –y posible prevención en el caso contrario-
del absentismo escolar. En este aspecto profundiza María Teresa González
González (2006:7-8) cuando señala que “uno de los aspectos que influye
significativamente en los estudiantes y sus experiencias escolares es el clima y
ambiente de aprendizaje escolar”. Esta autora afirma que “diversas
aportaciones acerca de cómo las escuelas influyen en el abandono, insisten en
la importancia de las relaciones sociales desarrolladas en el centro escolar
entre los adultos y los alumnos, aspecto éste que estaría influyendo en el grado
en que los estudiantes sienten que pertenecen al centro escolar, en el
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enganche de los alumnos con la escuela o en el último acto de desenganche:
el abandono”. González González (2006:7-8) insiste en que “la ausencia de
lazos sociales entre alumno y profesor constituye un tema recurrente entre los
alumnos absentistas y los que abandonan. Investigaciones que han tratado de
explorar las percepciones y concepciones de este alumnado, a partir de relatos
y entrevistas, ponen de manifiesto que éstos perciben frecuentemente sus
escuelas como lugares ajenos, en los que los profesores no cuidan de ellos ni
intentan ayudarles a que aprendan: no siente el centro escolar como lugar
hospitalario, ni se sienten bien recibidos”. Todas estas cuestiones que
menciona la autora creemos que son de extrema importancia para combatir el
absentismo escolar. En las escuelas debe existir mayor profundización sobre
este problema y mayores esfuerzos para combatirlo al ser el contexto esencial
para prevenir este fenómeno. Aquí el trabajo y reflexión en los centros sobre el
tipo de cultura escolar adecuada, la cercanía con los alumnos, a través de las
tutorías o de la propuesta de actividades de su interés, y la puesta a
disposición de recursos y espacios para éstos, el clima en las aulas, la
convivencia, el abordaje de los conflictos desde una orientación constructiva,
resulta algo fundamental.
4.- Causas centradas en el entorno social.
En este caso nos encontramos ante la influencia del grupo de iguales,
ámbito en el que el menor “se deja influenciar por la dinámica absentista de sus
compañeros, amigos, vecinos, o por las condiciones del ambiente del barrio,
por condicionamientos culturales, etc que no valoran la educación como
soporte para el desarrollo integral de la persona” (Ribaya Mallada, 2011:584).
Como bien señala Luis Sáez Sáez (2005:240), los integrantes de un grupo
comparten claves, como puede ser el aburrimiento, el rechazo al profesorado,
que provocan una influencia recíproca en la toma de decisiones, entre las que
se encuentra la de ausentarse del colegio o del instituto.
Consideramos, en definitiva, que las distintas estructuras municipales y
educativas deberían estar a la disposición de los jóvenes en edad de
escolarización obligatoria para que se sientan parte de ellas y así no se
generen esas actitudes de rechazo que se contaminan entre ellos.
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Para finalizar, hemos de decir que si bien la mayoría de las
investigaciones realizadas se centran en las causas antes aludidas, Sáez Sáez
(2005) establece bajo el epígrafe “Otras causas”, la que califica como “causa de género”, consistente en la consideración de que la mujer no tiene como
función la de promocionarse culturalmente sino familiarmente y la que
denomina “cultural”, existente en ámbitos donde la escuela es considerada
como una institución de segundo orden y donde la familia es el contexto
principal de socialización e integración del alumno/a.
Entendemos que ambas causas podrían ser encajadas en las de tipo
familiar aunque el autor se refiere esencialmente al caso particular de la etnia
gitana, grupo donde los menores tienen unas tasas de absentismo escolar
especialmente altas en relación a otros sectores de la población, razón por la
que probablemente lo mencione como un grupo aparte. Fidel Molina (2010:
141-143) explica que “En España, el caso de la etnia gitana, principalmente, es
el ejemplo paradigmático de las injustas desigualdades y dificultades existentes
en la escolarización en educación secundaria (y educación primaria) de las
minorías étnicas”.
En definitiva, podemos proponer la anterior clasificación de las diferentes
causas que provocan el absentismo escolar, precisando que todas ellas
pueden estar relacionadas y entremezcladas entre sí; no siendo, por tanto,
excluyentes las unas de las otras. Se trata, en suma, de una compleja relación
concausal.
Tras examinar las causas y de acuerdo a lo previsto después del
apartado 2.1., se analizará la obligatoriedad de la educación ante los casos de
absentismo escolar. El modo de proceder se basará en la consideración de dos
aspectos principales: la normativa y los agentes de intervención.
2.4.- El deber de educarse ante los casos de absentismo escolar A.- Normativa: Insuficiente regulación del absentismo escolar en la normativa española
El absentismo escolar está regulado en el artículo 226.1 de nuestro
Código Penal, precepto que castiga con una pena de prisión de tres a seis
19
meses o multa de seis a doce meses “al que dejare de cumplir con los deberes
legales de asistencia inherentes a la patria potestad, tutela, guarda o
acogimiento familiar o de prestar la asistencia necesaria legalmente
establecida para el sustento de sus descendientes, ascendientes o cónyuge,
que se hallen necesitados”.
Puede observarse que no hay mención alguna en el precepto sobre
absentismo escolar. Así, el absentismo escolar queda incluido dentro del delito
de abandono de familia y, concretamente, como un caso de incumplimiento de
los deberes inherentes a la patria potestad. Nuestro Código civil enumera en su
artículo 154 los deberes inherentes a la patria potestad de la siguiente manera:
Los hijos no emancipados están bajo la potestad de los
padres.
La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de
los hijos, de acuerdo con su personalidad y con respeto
a su integridad física y psicológica.
Esta potestad comprende los siguientes deberes y
facultades:
1º) Velar por ellos, tenerlos en su compañía,
alimentarlos, educarlos y procurarles una formación
integral.
2º) Representarlos y administrar sus bienes. Si los hijos
tuvieren suficiente juicio, deberán ser oídos siempre
antes de adoptar decisiones que les afecten.
Los padres podrán, en el ejercicio de su potestad,
recabar el auxilio de la autoridad.
Como puede observarse, entre los deberes inherentes a la patria
potestad que ejercen los padres se encuentra el de educar a los hijos. Pues
bien, el tipo de conducta que evidencia un incumplimiento del deber de educar
a los hijos, consiste en:
una conducta omisiva, llevada a cabo, por ejemplo, mediante
la actitud pasiva de los padres, que no colaboran en imponer
20
a sus hijos hábito alguno en relación a sus necesidades
educativas, sin que ello esté justificado en modo alguno; o
bien por la despreocupación y desinterés de los padres que
conocían tal falta de asistencia de sus hijas a las clases y no
ponían los medios impulsores o favorecedores y hasta
coercitivos sobre las menores para que fueran al colegio, ni
han instado ayuda de las autoridades sociales ante su
impotencia e incapacidad, en su caso, de solucionar el
problema y, menos aún, han seguido las directrices y
programas de actuación instaurados por los servicios
sociales que detectaron el problema por la colaboración del
centro educativo, mostrando una actitud desidiosa y de
absoluta falta de implicación en el problema de las menores.
Ello demuestra con creces la desidia e irresponsabilidad de
los padres, conducta que supone una grave contravención
de las obligaciones dimanantes del ejercicio de la patria
potestad11 (Vázquez González, 2013:14).
Visto lo anterior, podemos detectar dos importantes lagunas en nuestra
normativa vigente, reguladora y sancionadora del absentismo escolar:
1.- No existe un tipo penal propio que regule y condene el absentismo
escolar; lo que, sin duda, genera cierta complejidad para su
interpretación y aplicación.
2.- Nuestra normativa solo contempla y sanciona uno de los diferentes
tipos de absentismo escolar, que es el que tiene su causa en la familia;
lo que también ha generado la necesidad de que, desde otras esferas de
la sociedad, se hagan importantes esfuerzos para combatir este
fenómeno, cualquiera que sea su causa.
11 Este autor se basa para exponer estos ejemplos en la jurisprudencia de nuestros tribunales, concretamente, las sentencias siguientes: SAP Barcelona 892/2000, de 27 de julio, SAP Alicante 592/2012, de 11 de enero de, SAP Zaragoza 909/2012, de 29 de marzo, SAP Valencia 2294/2011, de 27 de abril en la que se establece que “si no se adquiere el hábito de asistencia en edad temprana, el problema no solo se cronifica, sino que provoca otras consecuencias desfavorables en las conductas de los menores”.
21
Consideramos que la labor de los jueces constituye un importante
complemento ante las detectadas insuficiencias: es numerosa la jurisprudencia
de nuestros tribunales que aplica mencionado precepto y condena a los padres
que descuidan la educación de sus hijos. Resulta especialmente ilustrativa la
Sentencia12 de la Audiencia Provincial de León de 9 de noviembre de 2010 en
la que resultó plenamente acreditada la inasistencia a clase de dos menores y
los contactos mantenidos desde los centros escolares e instituciones
competentes con los progenitores de los menores para tratar de solucionar, sin
éxito, el grave problema de absentismo escolar de los dos menores. En este
caso, la prueba, basada principalmente en los informes de la Comisión
Provincial de Absentismo resultaba mas que suficiente ya que este organismo
entendía que las entidades en ella representadas habían aplicado todas las
medidas disponibles a su alcance para procurar una correcta escolarización de
la alumna, sin ningún o muy pobre resultado y, habiendo agotado todas las
vías posibles sin obtener resultados deseables, se calificaba el caso como
absentismo cronificado en ambos hijos, amparado por la familia y al existir una
menor de escasa edad se decisión informar a la Fiscalía de menores. Éste no
es más que un ejemplo de las numerosas sentencias que existen
condenatorias del absentismo escolar pero resulta especialmente ilustrativa
pues explica con claridad las condiciones para la aplicación del tipo penal en
estos casos13, habiendo resultado los padres condenados como autores de un
delito de abandono de familia.
12 Sentencia de la Audiencia Provincial de León, de 9 de noviembre de 2010, Sentencia nº223/2010, Rec. 91/2010, EDJ 2010/310210. 13 Conviene recordar lo dispuesto en el párrafo cuarto de los Fundamentos jurídicos de esta Sentencia donde se dispone lo siguiente: “CUARTO.- Debemos recordar que el delito de abandono de familia, previsto y penado en el artículo 226 del Código Penal, constituye un tipo penal en blanco que se integra por la normativa establecida en el Código civil, en relación con los deberes inherentes a la patria potestad, de cuyo núcleo central se proyectan, con especial intensidad, los de sostenimiento, guarda y custodia y educación del sujeto pasivo. O lo que es lo mismo, como recuerda la Sentencia del Tribunal Supremo de 15 de diciembre de 1998, la omisión típica en esta clase de delitos es la de los deberes que impone el artículo 154 del Código sustantivo, entre los que se encuentra el deber de educar a los hijos y procurarles una formación integral. Desde esta perspectiva y siguiendo la citada doctrina, basta con el incumplimiento de los deberes familiares protegidos en el tipo penal para que el mismo se perfeccione, exigiendo la concurrencia de los siguientes elementos:
a) situación generadora del deber de actuar, que se produce por la mera existencia del vínculo entre el omitente, titular de los deberes de asistencia inherentes a la patria potestad, y los beneficiarios de tales deberes (los hijos)
b) no realización de acción (omisión) c) capacidad de acción, todo ello, naturalmente, junto con el conocimiento de quien omite la
situación generadora del deber, y de su capacidad de actuación. Son numerosas las resoluciones judiciales que han abordado la entidad jurídico-penal del absentismo escolar cuando su última causa se encuentra en una injustificable tolerancia por parte de los titulares de
22
Hemos de añadir que la labor de los jueces ante este fenómeno no solo
se limita a condenar a las familias que descuidan la educación de sus hijos sino
que también existen numerosas sentencias en las que, los jueces de menores,
condenan a los menores que delinquen imponiendo medidas entre las que se
encuentra la obligación de formarse. Ejemplo de esta jurisprudencia es la
sentencia14 de la Audiencia Provincial de Cantabria de 15 de mayo de 2013 en
la que dicha jurisdicción resolvió un recurso contra una sentencia del Juzgado
de lo Penal que condenó a dos chicas menores como autoras penalmente
responsables de un delito de robo con violencia en concurso con un delito de
lesiones. Se trataba en este caso de dos menores en claras de situaciones de
riesgo, en un caso por un estilo familiar permisivo, su absentismo escolar, sus
relaciones con personas de estilo de vida marginal, y el consumo del hachís y,
la patria potestad, cuya responsabilidad criminal exartículo 226 CP requiere analizar, con acentuado casuismo, tres parámetros esenciales: el nivel objetivo del absentismo, el esfuerzo de los progenitores por vencer la resistencia del menor y, finalmente, el conocimiento por parte del sujeto activo de la obligación que, a estos efectos, viene impuesta por el artículo 154 del Código civil.
En reciente sentencia de esta Sala nos ocupábamos del problema recordando que: Así son numerosas las resoluciones judiciales que han abordado la entidad jurídico-penal del absentismo escolar cuando su causa última se encuentra en una injustificable tolerancia por parte de los titulares de la patria potestad, cuya responsabilidad criminal exartículo 226 del CP requiere analizar, con acentuado casuismo, tres parámetros esenciales: el nivel objetivo de absentismo, el esfuerzo de los progenitores por vencer la resistencia del menor y, finalmente, el conocimiento por parte del sujeto activo de la obligación que, a estos efectos, viene impuesta por el artículo 154 del Código civil. En nuestro caso, nos encontramos con un absentismo escolar calificado de grave que se ha prolongado durante tres cursos en el caso de Heraclio cuando contaba con 14, 15 y 16 años y dos cursos en el caso de su hermana Thalia cuando contaba con 8 y 9 años de edad. En ningún caso pueden justificarse las faltas de asistencia al colegio del menor porque no le guste ir al colegio o no quiera estudiar, pues tratándose de un menor no puede quedar a su arbitrio la decisión de si debe o no asistir a clase, siendo un deber de los padres su formación y educación y un derecho del menor en recibirla pues como señala con acierto la SAP de Palencia Sección 1ª de 14-6-2007: “Lo que es objeto de sanción penal no es que los niños no estudien, lo qu es sanción es que los padres sean absolutamente indiferentes al hecho de que esos niños no asistan a clases pues de tal conducta se infiere su absoluta despreocupación para con la enseñanza de sus hijos quebrando así el deber asistencial relativo a la educación que les impone por su condición el art. 154 del C.Civil y aun el propio texto constitucional (art. 39.3). Puede que los niños no quieran estudiar pero, dada su edad, es obligación de los padres tratar de que reciban la educación básica que viene representada, en primer lugar, por la asistencia a la escuela. Cuando estamos hablando de niños los argumentos que se exponen en el recurso no son atendibles, pues es deber de los padres velar por su educación y, no hacerlo, como en este caso no se hace, conlleva el quebrantamiento del deber asistencial a que se refiere el art. 226 CP que por ello ha sido perfectamente aplicado en este caso”. (…). Acreditada, en definitiva, la relación de causalidad entre el cronificado absentismo escolar de los dos hijos menores y la reiterada desidia, pasividad e irresponsabilidad de los padres, la conducta de los acusados supone una grave contravención de las obligaciones dimanantes del ejercicio de la patria potestad y, por ello, los hechos relacionados con el “factum” integran el delito tipificado en el art. 226.1 CP”.
14 Sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria, de 15 de mayo de 2013, Sentencia nº 223/2013, Rec. 253/2013, EDJ2013/223531.
23
en el otro caso, por la carencia de supervisión familiar, su bajo rendimiento
escolar y su relación con personas en situación de riesgo.
Pues bien, resulta muy interesante cómo en estos casos el juez impuso
a estos menores la pena de dos años de libertad vigilada con obligación de
realizar tareas socioeducativas enfocadas a una formación, contribuyendo de
esta manera a imponer ese deber de educarse tan importante para los
miembros de nuestra sociedad y para el desarrollo del individuo en sí mismo.
Casos similares a éste recuerda en su libro el Juez Calatayud
(2014:141), cuando bajo el título “Hurto en grado de tentativa” cuenta cómo
resolvió “condenar a José a alfabetizarse, a aprender a leer y a escribir y a
manejar las cuatro reglas de las matemáticas”; un joven acusado por una falta
de hurto en grado de tentativa, a cuyo padre el juez pidió explicaciones y éste
le respondió que “de donde él venía, había otros muchos con las mismas
carencias educativas que su hijo”. Otro caso peculiar relata este juez cuando
cuenta que un alumno colgó en la red una canción llena de injurias y amenazas
contra su centro escolar y profesores y fue condenado a realizar una tarea en
beneficio de la comunidad “consistente en la elaboración de un trabajo de cien
folios sobre el respecto al derecho a la intimidad y el uso correcto de las
nuevas tecnologías, además, claro está, de la reescritura de Revolution con
términos elogiosos15”. En la Conferencia “Padre, hijos y viceversa” celebrada
en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria el pasado día 13 de junio, el
Juez Calatayud enumero numerosos ejemplos de este tipo de sentencias
incluyendo condenas socioeducativas para los menores. Como señaló el
conocido Magistrado, no es lo mismo “cometer un delito“ que ser delincuente.
En definitiva, podemos observar que mediante este tipo de condenas los
jueces también contribuyen a la imposición del deber de la educación a
menores absentistas que delinquen.
Para finalizar, nos acogemos a la conclusión de Sylvia García
Hernández (2010:16) según la que “la inexistencia de un tipo penal autónomo
que contemple la actuación de los padres, tutores o guardadores que
consientan que los menores que estén a su cargo entre los 6 y 16 años no
acudan al centro escolar si estuvieren matriculados o que no hubieran si quiera
15 Páginas 143 y 144 del libro citado anteriormente.
24
matriculado al menor, resulta ser una carencia en el sistema de protección de
menores”. A dicha apreciación, añadimos que otra gran laguna de nuestra
legislación es que no se contemplan los diferentes tipos de absentismo escolar,
quedando únicamente previsto y sancionado el que tiene su causa en la
familia. La normativa sancionadora vigente, por consiguiente, resulta pobre
aunque recae sobre los jueces la labor de complementarla, caso por caso, en
la práctica.
B.- Agentes de intervención: Insuficiente unidad en la intervención en casos de absentismo escolar
Podemos establecer cuatro niveles de intervención, con sus
correspondientes agentes, en la lucha contra el absentismo escolar en España.
Son los siguientes:
1.- Primer nivel: el Estado
2.- Segundo nivel: las Comunidades Autónomas
3.- Tercer nivel: los centros escolares
4.- Cuarto nivel: los profesores
Mencionadas intervenciones ante esta problemática social solo pueden
ser comprendidas con el entendimiento previo de la estructura del Estado
español, una estructura, como es bien sabido y establece nuestra norma
suprema, que es descentralizada. La materialización de dicha
descentralización en materia educativa viene perfectamente explicada en la
página web del Ministerio de Educación español16, donde se describe de la
siguiente manera:
Existe en España una única y general Ley de Educación aplicable a
todo el Estado. El Ministerio de educación es el órgano de la
Administración Central del Estado encargado de la propuesta y
ejecución de las directrices generales del Gobierno sobre la política
educativa. Para ejercer estas funciones, el Ministerio se organiza en
servicios centrales, que conforman la estructura básica, y servicios
16 www.mecd.gob.es
25
periféricos, a través de los cuáles se gestionan las tareas en el ámbito
regional y provincial.
Ahora bien, corresponden a las Comunidades Autónomas las
competencias normativas de desarrollo de las normas estatales y de
regulación de los elementos o aspectos no básicos del sistema
educativo, así como las competencias ejecutivo-administrativas de
gestión del sistema en su propio territorio, con la excepción de las que
están reservadas al Estado.
Por otra parte, la legislación reconoce la capacidad de las
corporaciones locales para cooperar con las Administraciones Estatal
y Autonómica en el desarrollo de la política educativa. Los municipios
cooperan con las Administraciones Educativas competentes en la
creación, construcción y mantenimiento de los centros públicos
docentes y en la realización de actividades o servicios
complementarios. Asimismo, la participación municipal se realiza a
través de los Consejos Escolares Autonómicos y en los Consejos
Escolares de los centros.
En cada Comunidad Autónoma, la Administración Estatal cuenta con
un órgano con capacidad ejecutiva para llevar a cabo las
competencias educativas exclusivamente estatales. Este órgano es la
Alta Inspección. El Ministerio actúa como Administración Educativa en
las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Cada Comunidad
Autónoma ha configurado su propio modelo de Administración
Educativa, en unos casos como Consejería y en otros como
Departamento, en respuesta a las funciones que han asumido y según
los servicios que han recibido sus respectivos estatutos.
No hay en todos los municipios una estructura organizativa encargada
de las competencias educativas, aunque es habitual la existencia de
Concejalías de Educación en los de mayor población”17.
17 Hemos expuesto esta descripción de la estructura competencial en España en materia educativa basándonos en la información ofrecida por la página web del Ministerio de Educación
26
En definitiva, nos encontramos ante un sistema descentralizado como es
el propio del sistema español en determinadas áreas, entre las que se
encuentra la de educación. A continuación veremos con más detalle las
características de la intervención del Estado, de las Comunidades Autónomas y
municipios, de los centros escolares y profesores en la lucha contra el
absentismo escolar.
1.- El Estado
El Estado sin duda interviene para combatir el absentismo escolar y en
esta esfera de intervención tiene un papel predominante el Ministerio de
Justicia. La lectura del libro titulado “Buenas, soy Emilio Calatayud y voy a
hablarles de…” (2014) explica con detalle la labor tan importante que los jueces
pueden realizar para combatir el absentismo escolar. Nos encontramos así, a
pesar de las dificultades que plantea nuestra normativa, con numerosa
jurisprudencia que condena el absentismo escolar causado por motivos
familiares.
En este ámbito, también es fundamental la intervención del Ministerio
Fiscal, como garante de los derechos de los menores pues no debe olvidarse
que los casos de absentismo escolar no solo implican una vulneración de un
derecho fundamental reconocido en la Constitución española sino que,
además, afecta a la esfera jurídica de un colectivo especialmente protegido por
nuestra normativa: los menores.
Como bien señala Francisco Javier Ribaya Mallada (2011:588), “la
confluencia de estas dos circunstancias es lo que motiva y justifica la
intervención en los casos de absentismo escolar de la Administración de
justicia”. Así, “la intervención concreta de la Administración de justicia
corresponderá a los Juzgados de Instrucción cuando se estime que estamos
ante una posible vulneración del derecho fundamental del menor a la
educación por incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad o
sobre los Juzgados de Primera Instancia cuando se estime que están
vulnerando algunos de los preceptos que contemplan las normas de protección
español:http://www.mecd.gob.es/educacion-mecd/areas-educacion/sistema-educativo/principios-fines/administracion-educativa.html.
27
de los derechos de los menores” (García Hernández, 2010:15). Además, como
bien señala Carlos Vázquez González (2013:22), si terminada la fase de
instrucción, en vía penal, el Juez de Instrucción considerase que hay indicios
de la comisión de un delito establecido en el artículo 226.1 del Código Penal, y
así lo sostiene también el Ministerio Fiscal, se dará traslado al Juzgado de lo
Penal para la celebración del correspondiente juicio.
Por su parte, la Fiscalía de Menores puede perseguir de oficio o bien a
través de denuncia los casos de absentismo en que concurran los elementos
necesarios para que sea precisa la tutela judicial del menor afectado, tal y
como establece el artículo 11.5 de la Ley 1/1998, de 20 de abril de los
Derechos y la Atención al Menor.
2.- Las Comunidades Autónomas y los municipios18
Cada Comunidad Autónoma cuenta con su propia Consejería de
Educación, con competencias atribuidas en materia educativa. A través de las
Consejerías de Educación de muchas Comunidades Autónomas se han
elaborado y puesto en marcha Protocolos de actuación para los casos que se
detecten de absentismo escolar, con una definición de las etapas de
intervención y de los distintos actores en dicha intervención. Concretamente en
Cantabria, se ha aprobado, mediante la Orden ECD/37/2013, de 27 de marzo,
el Plan Regional de Prevención del Absentismo y el Abandono Escolar, con el
que se da una respuesta mas concreta a los casos de absentismo escolar con
medidas de intervención predefinidas y con un protocolo de intervención
establecido para estos casos.
En este nivel, la intervención de los Servicios Sociales tiene también
mucha importancia en los casos detectados de absentismo escolar pues por
estos servicios se realizan visitas o se cita a los padres de los menores
absentistas para que informen sobre la situación de éstos, se les pone en
conocimiento de su obligación de escolarizar e incluso se les advierte de las
18 Conforme indica Sylvia García Hernández (2010:15) en el artículo citado, “la competencia municipal de velar por el cumplimiento de la educación obligatoria está contemplada en la Constitución española, en la Ley Orgánica del Derecho a la Educación, Ley 8/1985 de 3 de julio, en la Ley de Calidad de la Educación, Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, 7/85 de 2 de abril de 1985, Real Decreto 2274/1993, de 22 de diciembre, de Cooperación de las Corporaciones Locales con el Ministerio de Educación y Ciencia”.
28
consecuencias del incumplimiento de sus deberes como padres, se elaboran
informes socio-familiares de los menores, incluso se ofrecen ayudas sociales o
educativas al alumno o a su familia. Su intervención es determinante en la fase
inicial de investigación de cada supuesto pues de ellos depende que los
asuntos se archiven o se pongan en conocimiento de la Fiscalía de menores.
Para finalizar diremos que hemos podido observar que hay autores
como Gabriel Velamazán (2004) que critican el excesivo poder que en asuntos
de menores se otorga a instancias administrativas como son los servicios
sociales acarreando en la resolución de los asuntos las inevitables
consecuencias derivadas de la burocracia, de la rutina, de la lentitud, etc. Y
otros, como Luis Sáez Sáez (2005) que, sin embargo, otorgan enorme
importancia para estos casos a la labor que pueden desempeñar los
educadores sociales. No existe, por tanto, unanimidad en la doctrina sobre la
relevancia a otorgar a estas instancias en estos casos.
3.- Los centros escolares
En los centros escolares se detectan los casos de absentismo,
constituyendo, por tanto, el primer contexto de actuación frente a dichos casos.
Son los que “informan sobre el alumnado que no asiste con normalidad a clase
y para corregirlo, ponen en marcha todas las actuaciones que están previstas,
siempre en un contexto de apoyo a las familias o tutores de los menores”
(Ribaya Mallada, 2011:590-591).
Los centros activan el protocolo de absentismo escolar ya sea con la
comunicación de la retirada del menor del centro o con la comunicación de las
ausencias injustificadas; comunicación que se dirige al órgano que gestiona la
inspección de educación en cada Comunidad Autónoma (Vázquez González,
2013:21).
Ribaya (2011:591) propone el siguiente plan de actuación para los
centros:
29
30
motivación y actuación; especialmente desde el punto de vista de la prevención
pues de la motivación que los profesores generen en sus alumnos dependerá
que muchos alumnos vuelvan a su aula y se identifiquen con la escuela. Como
bien señala Pennac (2010:112),
la presencia del profesor que habita plenamente su clase es
perceptible de inmediato. Los alumnos la sienten desde el
primer minuto del año, todos lo hemos experimentado: el
profesor acaba de entrar, está absolutamente allí, se
advierte por su modo de mirar, de saludar a sus alumnos, de
sentarse, de tomar posesión de la mesa. No se ha
dispersado por temor a sus reacciones, no se ha encogido
sobre sí mismo, no, él va a lo suyo, de buenas a primeras,
está presente, distingue cada rostro, para él la clase existe
de inmediato.
Consideramos que esta actitud es fundamental, así como la
comunicativa, la coherencia y la disponibilidad para mantener el interés del
alumnado.
Después de la exposición de los diferentes intervinientes en los casos de
absentismo escolar, hemos de señalar que existe, sin duda, cierta dispersión
en dichas actuaciones, que son numerosos los intervinientes, que no existen
soportes unitarios para dicha actuación y que, en cada Comunidad Autónoma,
dichas actuaciones varían debido a la asimétrica descentralización del Estado
español. Incluso como señalan algunos autores, hay exceso de poder de los
servicios sociales con sus inevitables consecuencias de la burocracia, rutina,
etc en la tramitación de los asuntos. Sin duda, tal situación genera falta de
unidad ante casos de absentismo escolar e incluso ciertas diferencias pudiendo
hablarse de “dos velocidades” en el campo de la lucha contra el absentismo
escolar ya que actualmente existen comunidades donde ni siquiera se ha
aprobado todavía un Plan de Prevención con su correspondiente protocolo
para los casos de absentismo escolar.
31
Esta insuficiente unidad nos distingue de otros países como Francia, por
ejemplo, donde, para garantizar una aplicación homogénea sobre todo el
territorio de las disposiciones legislativas en vigor y para precisar el
procedimiento a adoptar en casos de absentismo escolar, se han adoptado
medidas legislativas concretas, como han sido la propuesta de un Decreto del
Consejo de Estado que inscribe en el Código de la Educación el conjunto del
dispositivo y la adopción de una circular interministerial (Educación nacional,
Justicia, Familia y Ciudades) para que se tenga en cuenta el nuevo marco
legislativo y se de especial importancia a la coordinación19. Solo la existencia
de un Código de Educación20 para todo el territorio nacional ya es muestra de
referida unidad en el país galo.
Para finalizar con este apartado, nos parece relevante recordar la crítica
que hace Gabriel Velamazán (2004:5) desde una perspectiva general del
sistema de protección de menores cuando señala que “el gran error del
sistema reside en el enorme poder que se concede legalmente a órganos
administrativos en cuestiones que deberían estar sujetas a decisión judicial
desde el principio”. Cuestión que dejamos abierta a la reflexión para los casos
de absentismo escolar.
2.5.- Soluciones propuestas para combatir el absentismo escolar
Los trabajos estudiados mencionan las siguientes seis propuestas de
intervención para combatir el absentismo escolar:
1.- Localización
2.- Admisión
3.- Indagación
4.- Mediación
5.- Prevención
6.- Intervención/Control
19 Puede obtenerse información bastante más ampliada de la que encontramos en nuestro Ministerio de Educación, en la página web del Ministerio de Educación francés: www.education.gouv.fr.- Navegando en referida web puede uno observar la importancia que en este país tiene la lucha contra el absentismo escolar y la relevancia que se otorga a la colaboración entre escuela y familias. 20 Dicho Código de la Educación puede consultarse en la siguiente página: http://www.legifrance.gouv.fr/affichCode.do?cidTexte=LEGITEXT000006071191.
32
1.- Localización
Como bien señala Francisco Javier Ribaya Mallada (2001:589), la
“localización” del absentismo es la primera etapa del proceso de intervención y
debería ser especialmente intensa en el primer trimestre del año escolar. Se
trata, evidentemente, de una medida a establecer en los centros. Nos
preguntamos si todos los centros cuentan y prevén esta medida.
2.- Admisión
El mismo autor alude a esta segunda fase en la que se debería decidir
quiénes serán los alumnos que habrán de ser investigados, tomando como
criterio el porcentaje del 25% de absentismo.
Creemos que los centros deberían adoptar un criterio homogéneo o por
lo menos de aproximación en cuanto a los porcentajes para que todos los
casos de absentismo que desde los mismos sean derivados a los servicios
sociales partan de semejantes bases y condiciones. Aquí de nuevo se plantea
el problema de la descentralización de la competencia educativa y la dificultad
que ello genera tanto a la hora de establecer cifras concretas generales como a
la hora de lograr una unidad en las intervenciones que tienen como objetivo
luchar contra este fenómeno.
3.- Indagación
Ribaya Mallada (2001:589) entiende que la investigación de los factores
de tipo social, familiar o escolar que pueden influir en el alumno seleccionado
debería encuadrarse entre las labores del centro escolar, para poder pasar a
fases posteriores con informaciones más concretas.
4.- Mediación
33
La mediación es propuesta por dos de los autores estudiados, Francisco
Javier Ribaya (2001:589) y Luis Sáez Sáez (2005:245). Para el primero se trata
de modificar los indicadores que reflejan los aspectos negativos destacados. Y,
para el segundo, que centra sus propuestas en la intervención de los
educadores sociales en la lucha contra el absentismo escolar, la mediación ha
de ser entendida como herramienta de diálogo y encuentro interpersonal y
debe guiar la intervención educativa, debiendo el educador social escolar
prever la manera de ejercitarla (a través de tutoría personal, grupal, grupos
específicos y de dinámicas de expresión…)”. Para Ribaya, “los resultados se
obtienen de forma lenta por la gran obstinación de la persona o la familia a
cambiar sus conductas, su forma de organizarse, sus costumbres, valores…”
pero ello no debe ser óbice para que los centros se empeñen en combatir este
fenómeno. Concretamente Sáez califica como necesarias tres etapas en la
mediación para poder lograr un compromiso del alumno absentista. Éstas son:
a) La aceptación de la persona, a fin de que se establezca una relación
desde la cercanía, la afectividad, la singularidad y la empatía.
b) El establecimiento de mutuo acuerdo de un plazo en el que alcanzar
metas y objetivos concretos.
c) La fijación de relaciones con terceros como son los progenitores, el
tutor, los demás alumnos.
Esta fase debería, para este autor, ir seguida de otra de Valoración en la
que evaluar mediante la comparación de la situación inicial con la final a fin de
observar las desviaciones acontecidas y, así, determinar si conviene adoptar
alguna medida correctora o no. Este autor sin embargo, no menciona la
prevención, que es la fase que nosotros consideramos como prioritaria y que
exponemos a continuación.
5.- Prevención
Esta medida y las de intervención y control son mencionadas por
prácticamente todos los autores estudiados en este trabajo y, concretamente la
prevención es la que entendemos, siguiendo a la mayor parte de la doctrina
como la medida prioritaria. De hecho, algunos autores no mencionan las cuatro
anteriores y se centran en estudiar la prevención del absentismo escolar.
34
Según Luis Sáez Sáez (2005:245) “la prevención se orienta hacia la
difusión de planes y programas con el cometido de abrir vías de sensibilización
y medios para evitar el absentismo escolar”. Se trataría según este mismo
autor de “programas de desarrollo de habilidades sociales dirigidas a potenciar
la autoestima, prevenir conductas de riesgo y dinamizar la convivencia y la
resolución hipotética de conflictos, promover programas de ocio y vida sana y
potenciar la orientación educativa y, en definitiva, la promoción de las escuelas
de padres”. En esta misma línea Maribel García Gracia (2005:72) alude a la
importancia de la creación de “entornos de prevención”, siendo para ello
determinante el tipo de cultura escolar, el clima de la escuela, el modo de
abordar los conflictos, la convivencia, las actitudes de los profesores.
Entendemos que en la labor de prevención resalta la del profesorado en sus
aulas. Como bien señala Pennac (2010:58):
Nuestros malos alumnos (de los que se dice que no tienen
porvenir) nunca van solos a la escuela. Lo que entra en
clase es una cebolla: unas capas de pesadumbre, de miedo,
de inquietud, de rencor, de cólera, de deseos insatisfechos,
de furiosas renuncias acumuladas sobre un fondo
vergonzoso pasado, de presente amenazador, de futuro
condenado. Miradlos, aquí llegan, con el cuerpo a medio
hacer y su familia a cuestas en la mochila. En realidad, la
clase solo puede empezar cuando dejar el fardo en el suelo
y la cebolla ha sido pelada. Es difícil de explicar, pero a
menudo solo basta una mirada, una palabra amable, una
frase de adulto confiado, claro y estable, para disolver esos
pesares, aliviar esos espíritus, instalarlos en un presente
rigurosamente indicativo.
Esta reflexión debería hacer pensar a muchos profesores, cuya labor
para prevenir el absentismo escolar puede resultar muy eficaz.
6.- Intervención/Control
35
Finalmente, nos encontramos con el establecimiento de medidas de
control, las cuáles, como señala Pedro María Uruñuela (2005), son las
destinadas a normalizar la intervención efectiva en los casos de conductas
absentistas. Por su parte, Ribaya (2011:590) establece que “si bien no existen
modelos generales o universales para controlar y regular el absentismo
escolar, ya que cada centro escolar debe identificar su problema específico
(causa-efecto) y elaborar su estrategia concreta, para un mejor seguimiento y
control del mismo, es conveniente establecer un conocimiento continuo sobre
la naturaleza, lugar y valoración del absentismo en el centro educativo”.
Resulta también muy interesante la aportación de Sáez Sáez (2005:245)
quien considera que la intervención del educador social “debe estar enraizada
en los factores que causan el absentismo escolar: la situación familiar, el propio
alumno o alumna y el entorno en el que vive”. Además, según este autor, en la
labor de control es necesario el seguimiento y la coordinación con los servicios
municipales y los demás centros implicados. Por ello, las entrevistas con los
alumnos, la citación y entrevista con la familia, las reuniones periódicas con el
jefe de estudios, con el orientador y otros profesionales son muy importantes
según este autor. Son múltiples las medidas concretas que este autor propone
para esta fase, entre las que cabe mencionar: el fomento de la autoestima del
alumno, de la búsqueda de alternativas educativas, las visitas a las familias, a
los centros, la coordinación entre instituciones, etc…
En definitiva, hay autores que centran sus propuestas en la labor de los
centros, que habrá de ser esencialmente preventiva, hay quienes lo hacen en
la de los educadores sociales, hay quienes simplemente establecen críticas
genéricas a la intervención actual en esta materia aludiendo a “la ausencia de
un planteamiento pedagógico específico para abordar las situaciones de
absentismo que tome en consideración tanto la secuenciación como el ritmo de
aprendizaje (García Gracia, 2005:360)”, a la inhibición ante el absentismo, a la
“tendencia a dar respuestas homogéneas ante un fenómeno que es
heterogéneo, a la deficiente coordinación entre organismos o a la carencia de
mecanismos efectivos para atender a este fenómeno (García Gracia,
2005:360).
Pero lo cierto y, siguiendo nuestra preferencia del “clima a crear” que
señala el antes mencionado Dewey, es que la creación de una cultura escolar
36
adecuada, de un clima en el colegio o instituto cercano, afectivo que permita al
alumno sentirse en su medio, en su “casa”, el establecimiento de medidas
concretas con la coordinación de toda la comunidad educativa sobre
absentismo, la apertura hacia conceptos como los de escuela inclusiva,
convivencia, diversidad, la concepción del adolescente de forma positiva y su
puesta a disposición y a la de sus familias de espacios y recursos, resultan de
enorme interés para combatir de manera preventiva el absentismo escolar.
Como bien señala Sáez (2005:246), tal vez “la solución del absentismo escolar
pasa por un cambio importante de actitud hacia la educación, no solo de una
minoría cultural sino de un sector de la población, generalmente en desventaja
socioeconómica y en grave riesgo de exclusión social”.
En cualquier caso, consideramos que el trabajo en los centros para el
logro de un liderazgo compartido, donde prime el diálogo y la participación
activa de los miembros de la comunidad educativa, el tratamiento de los
conflictos desde una orientación constructiva, la puesta en práctica de los
principios de las comunidades de aprendizaje como son la solidaridad, la
convivencia, la propuesta de espacios y recursos a los alumnos y familias y la
reflexión sobre la cultura y clima escolar a instaurar, sobre el abordaje de la
atención a la diversidad y sobre la puesta en práctica de una escuela inclusiva
y comprensiva son fundamentales. De la misma manera, las actitudes
“docentes” del profesorado son fundamentales, debiendo primar el esfuerzo por
mantener una actitud comunicativa, coherente y disponible.
2.6.- Caso de Cantabria
La Comunidad Autónoma de Cantabria ha desarrollado un trabajo activo
en el campo del absentismo escolar. A nivel normativo, podemos destacar la
siguiente legislación:
La Ley de Cantabria21 6/2008, de 26 de diciembre, de Educación de
Cantabria, dispone, en su Capítulo IV que las corporaciones locales
cooperarán con la Consejería de Educación en la programación de la
enseñanza, en el diseño de acciones educativas y en la vigilancia del
21 Ley de Cantabria 6/2008, de 26 de diciembre, de Educación de Cantabria. BOC número 251, de 30 de diciembre de 2008.
37
cumplimiento de la escolaridad obligatoria. Además, en su artículo 18 se
dispone que se podrán establecer mecanismos de colaboración, entre otros, en
el desarrollo de programas y actuaciones relacionados con la compensación de
las desigualdades en educación, especialmente en la prevención, el
seguimiento y control del absentismo escolar.
Por otra parte, la Ley de Cantabria22 8/2010, de 23 de diciembre, de
garantía de derechos y atención a la infancia y la adolescencia establece que
todas las Administraciones Públicas estarán obligadas a velar por el
cumplimiento de la escolaridad obligatoria con arreglo a la legislación vigente,
coordinando y emprendiendo las acciones necesarias para fomentar la
asistencia regular a los centros de enseñanza y evitar el absentismo escolar.
Además, el Decreto23 98/2005, de 18 de agosto, de ordenación de la
atención a la diversidad en las enseñanzas escolares y la educación preescolar
en Cantabria establece en su artículo 38 que la Consejería de Educación
propondrá la firma de convenios de colaboración en materia de absentismo
escolar en las corporaciones locales y que los centros sostenidos con fondos
públicos tendrán la obligatoriedad de colaborar con los programas de
prevención y seguimiento del absentismo escolar, cumpliendo las funciones
que se determinen den los respectivos planes de actuación.
Finalmente, el Decreto24 53/2009, de 25 de julio, que regula la
convivencia escolar y los derechos y deberes de la comunidad educativa en la
Comunidad Autónoma de Cantabria recoge, en su artículo 15, que los alumnos
tienen el deber de asistir con puntualidad a clase y en su artículo 23 que el
profesor tiene, entre otros, el deber de controlar las faltas de asistencia y
retrasos de los alumnos e informar de ello a las familias y a los tutores.
Podemos, por tanto, observar, que la normativa en materia educativa
propia de esta Comunidad Autónoma incluye previsiones en materia de
absentismo escolar, desde el año 2008, en que se aprobó la Ley de Educación
de Cantabria, que es la única ley en esta materia que ha tenido esta
Comunidad.
22 Ley 8/2010, de 23 de diciembre, de garantía de derechos y atención a la infancia y la adolescencia. BOC número 19, de 22 de enero de 2011. 23 Decreto 98/2005, de 18 de agosto, de ordenación de la atención a la diversidad en las enseñanzas escolares y la educación preescolar en Cantabria. BOC número 165, de 29 de agosto de 2005. 24 Decreto 53/2009, de 25 de junio, que regula la convivencia escolar y los derechos y deberes de la comunidad educativa en la Comunidad Autónoma de Cantabria. BOC número 127, de 3 de julio de 2009.
38
Pues bien, en base a esta normativa, la Consejería de Educación,
Cultura y Deporte, estableció la Orden25 EDC/37/2013, de 27 de marzo que
aprueba el Plan Regional de Prevención del Absentismo y el Abandono Escolar
en la Comunidad Autónoma de Cantabria. En esta Orden, que es aplicable a
los centros educativos públicos y privados que imparten educación primaria y
secundaria obligatoria en el ámbito territorial de Cantabria, se establecen los
objetivos, destinatarios, actuaciones y seguimiento y evaluación de
mencionado Plan.
El Plan tiene como finalidad garantizar la asistencia al centro educativo
del alumnado en edad de escolarización obligatoria, promoviendo la
coordinación de las distintas instancias implicadas, para lo que incide en la
incorporación al sistema educativo y su continuidad en el mismo, el fomento de
experiencias de aprendizaje positivas, la detección de casos de absentismo
entendiéndose bajo esta denominación a los alumnos que faltan un 20% del
total del periodo lectivo y la promoción de actuaciones destinadas a atenuar los
abandonos escolares sin una titulación mínima que facilite la incorporación al
mundo laboral. Así, en base a estas finalidades tiene los siguientes objetivos:
garantizar el derecho a la educación, prevenir el absentismo escolar, potenciar
la coordinación y colaboración en casos de absentismo, promover la
continuidad del proceso educativo, dar respuesta a necesidades específicas
del alumnado, promover la escolarización temprana y sensibilizar a la sociedad
en general sobre la gravedad de las repercusiones derivadas de situaciones de
absentismo.
Para lograr estos objetivos, el plan establece una serie de criterios de
actuación basados principalmente en la prevención y el control del absentismo
escolar y la atención socioeducativa. Vemos, por tanto, que entre los remedios
que menciona la doctrina aludida en nuestro marco teórico, el plan de
Cantabria hace primar los de tipo preventivo y que dentro de las actuaciones
de este tipo, distingue las que han de llevar a cabo lo centros educativos
principalmente y las que han de realizar las Administraciones, instituciones y
otros organismos. Para todo lo anterior el Plan establece un Protocolo de
actuación con el establecimiento de las distintas etapas con los pasos a seguir
25 Orden ECD/37/2013, de 27 de marzo que aprueba el Plan Regional de Prevención del Absentismo y el Abandono Escolar en la Comunidad Autónoma de Cantabria, BOC número 66, de 9 de abril de 2013.
39
desde que se detecta un caso de absentismo escolar. El detalle de dicho
Protocolo, así como la Orden 37/2013 se adjuntan en Anexo al presente
trabajo. Finalmente hemos de destacar que el propio Plan prevé la elaboración
de una memoria anual sobre el seguimiento y consecución de los objetivos del
Plan que será elaborada por una Comisión Técnica; lo que consideramos
interesante desde una perspectiva de “autoevaluación” y posibles mejoras, una
vez el Plan se esté desarrollando en la práctica y en la vida diaria de los
centros.
En definitiva, podemos concluir que en Cantabria se ha realizado un
verdadero esfuerzo en el campo del absentismo escolar, a nivel normativo y,
en cierta medida, a nivel práctico. En el siguiente Capítulo veremos y
trataremos de verificar si estos esfuerzos, plasmados en la normativa, son en la
práctica realmente eficaces.
2.7.- Conclusiones del marco teórico
Una vez finalizado el estudio de los trabajos sobre el tema objeto de la
presente investigación, procedemos a exponer nuestras principales
conclusiones, que son las siguientes:
1.- El absentismo escolar es un importante problema social en nuestra
época, generador de analfabetismo, pobreza y marginación. Su existencia es
notoria aun cuando su análisis estadístico deviene complicadísimo, dada la
ausencia de fuentes de medición fiables y seguras.
2.- El absentismo escolar puede definirse como la inasistencia a clase,
de forma continuada, reiterada y prolongada, durante la etapa de
escolarización obligatoria y sin justificación.
3.- La educación es fundamental para el desarrollo de la persona y tiene
una doble vertiente como derecho y como deber. En ambos casos, el
absentismo escolar tiene incidencias sobre dicho derecho y deber a la
educación, por lo que resulta esencial ahondar en sus causas y comprometer a
los agentes de intervención para prevenirlo.
40
4.- Las causas generadoras de absentismo escolar son
fundamentalmente de tipo sociológico y se pueden clasificar en cuatro
categorías: centradas en las propias características del alumno, en la familia,
en la escuela o educador y en el entorno social. No son excluyentes las unas
de las otras y suelen estar relacionadas entre sí. Estas causas impiden, sin
duda, al menor en edad de escolarización obligatoria disfrutar del derecho a la
educación que tiene reconocido en la legislación.
5.- Hay un amplísimo corpus legislativo relativo al derecho a la
educación. A pesar de que ha existido en España un excesivo número de leyes
de educación, y de las implicaciones que el absentismo escolar puede tener en
la educación de los menores, la regulación de este fenómeno en este país es
insuficiente. Se detectan importantes lagunas en la normativa reguladora del
absentismo escolar:
a) No existe un tipo penal autónomo que regule esta problemática tan
importante a nivel social, lo cual genera importantes dificultades de
interpretación y de aplicación. Este fenómeno se sanciona en el artículo
226.1 del Código Penal, quedando incluido como un caso de los que
constituyen el delito de abandono de familia que regula dicho precepto.
b) La normativa solo acoge el absentismo cuya causa se centra en el
ámbito familiar, pero sin tener en cuenta que las causas del mismo
pueden y de hecho son múltiples e incluso concausales.
6.- Los agentes intervinientes en las diferentes actuaciones frente al
absentismo escolar son numerosos: Ministerio de justicia, Consejerías de
Educación, Servicios Sociales, centros educativos, profesores. Pero se detecta
cierta dispersión en dichas actuaciones y, en consecuencia, falta de unidad en
el adecuado tratamiento de este problema. La falta de unidad se supone que
es generada por la forma de interpretar la descentralización propia de España
donde hay Comunidades que aun no han adoptado Planes ni Protocolos de
actuación frente al absentismo escolar. Cuestión que nos diferencia de otros
países como Francia donde se han adoptado medidas legislativas para adoptar
41
de forma homogénea en todo el territorio las normas y planes contra
absentismo escolar.
7.- La labor que los jueces pueden realizar en este ámbito parece
relevante pudiendo, mediante la imposición de sus condenas, contribuir al
derecho y deber de educarse de los menores en edad de escolarización
obligatoria, siguiendo el ejemplo del Magistrado Don Emilio Calatayud.
8.- El tratamiento del absentismo escolar ha de ser prioritariamente
preventivo: la labor de los centros y de los profesores es prioritaria por ser el
contexto idóneo para detectar y por tanto, prevenir. El logro de una eficaz
coordinación con las familias e incluso con los servicios sociales resulta
imprescindible en esta labor. Para ello es fundamental el trabajo en los centros
para la creación de un liderazgo compartido, de una cultura escolar (basada en
la comunicación y el diálogo), de una orientación constructiva ante los
conflictos, de una convivencia y clima cercanos y la reflexión para lograr una
eficaz atención a la diversidad, convivencia, y una verdadera escuela inclusiva
y comprensiva. Además, la reflexión por el profesorado de las actitudes
docentes a adoptar en sus respectivas aulas también resulta esencial,
debiendo encontrarse en la cúspide de las mismas la actitud comunicativa, de
coherencia y disponibilidad.
9.- Junto a las anteriores conclusiones, cabe añadir que en Cantabria se
ha realizado un verdadero esfuerzo en el campo de la lucha contra el
absentismo escolar, habiéndose aprobado mediante la Orden EDC/37/2013, de
27 de marzo, que ha puesto en marcha el Plan Regional de Prevención del
Absentismo y el Abandono escolar en la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Dicho Plan, que lleva poco tiempo en vigor, es aplicable en todos los centros
públicos y privados que imparten educación primaria y secundaria de Cantabria
y basa sus actuaciones en una perspectiva orientada hacia la prevención y el
control de este fenómeno. Incluye un Protocolo de actuación ante casos de
absentismo con el detalle de cada una de las fases de intervención y prevé la
realización de una memoria anual por una Comisión Técnica territorial para
valorar el seguimiento del Plan y la consecución de los objetivos del mismo.
42
III.- INVESTIGACIÓN EMPÍRICA
43
3.1.- Metodología elegida
En esta investigación se ha optado por un método de tipo cualitativo
porque entendimos que la línea comprensiva era la más adecuada para el
estudio del fenómeno del absentismo escolar al tener por finalidad la
descripción de sucesos que ocurren en la vida de un grupo, como señala
Raquel Amaya Martínez González (2007:31-32). También porque, como indica
esta autora, en este tipo de trabajo el lenguaje juega un papel fundamental y se
considera como un método hacia el entendimiento en el que se da más
importancia al descubrimiento de hechos y de cómo van sucediendo que a la
verificación de hipótesis que previamente se hayan podido formular. No es
propósito de esta investigación la generalización de los resultados obtenidos a
través de estas entrevistas, sino la comprensión de algunas de las cuestiones
que hemos señalado en la primera parte del trabajo a través de las palabras de
personas relacionadas con el fenómeno estudiado.
Siguiendo esta línea, se ha optado por la realización de tres entrevistas
en profundidad a tres profesores-orientadores de tres centros públicos de
Cantabria para profundizar en algunos de los temas tratados en el marco
teórico, recogiendo la voz de aquéllas personas implicadas directamente en los
casos de absentismo en los centros escolares. Aunque inicialmente nos suscitó
duda a quién realizar las entrevistas, la elección de entrevistar a profesores-
orientadores parte de nuestras conclusiones del marco teórico ya que
entendimos que la labor preventiva desde los centros es fundamental. De ahí
que eligiésemos en los centros a aquellos que más directamente han de tratar
los casos de absentismo. La muestra, como es habitual en la perspectiva
cualitativa, ha sido una muestra intencional. Si bien en un primer momento
pensamos entrevistar a profesores-orientadores tanto de centros públicos
como privados, finalmente sólo pudimos contactar con los primeros, intentando
en su elección que las características de los centros en los que desarrollan su
trabajo fueran diferente para, de ese modo, tener una visión más completa del
fenómeno.
El proceso de investigación seguido ha consistido en realizar un primer
guión de las entrevistas mediante la categorización de las cuestiones en
grandes temáticas y dentro de cada una de ellas las preguntas pertinentes. Las
44
diferentes categorías de preguntas se corresponden con las grandes temáticas
abordadas en nuestro estudio teórico (definición de absentismo, causas,
normativa, agentes de intervención, soluciones y caso de Cantabria). Ello nos
permitió tener una primera hoja de ruta de las entrevistas con la que hemos
acudido a cada una de las entrevistas.
Establecida la hoja de ruta de las entrevistas, la elección de los
profesores-orientadores se llevó a cabo de acuerdo con la dirección de este
trabajo, que nos facilitó dos de los contactos. Ello permitió enviar un correo
electrónico a cada uno de los entrevistados, haciendo de presentación y
exponiendo el tema de la investigación y el motivo de las entrevistas y
solicitando tiempo para contestar a las preguntas. La tercera entrevista ha sido
realizada a la orientadora del centro donde hemos realizado las prácticas del
Master de Formación del Profesorado en Educación Secundaria. Tras haber
tenido una reunión con ella en la que se nos presentó el Departamento de
Orientación del centro, solicitamos su tiempo para la entrevista presentando el
tema y conviniendo un día y una hora para llevarla a cabo. De esta manera en
días y lugares diferentes se han realizado tres entrevistas en profundidad sobre
el absentismo escolar. Una se hizo en un despacho de la Universidad de
Cantabria, otra en las aulas de reuniones de un centro, y la tercera en el
departamento de orientación de otro centro. Las entrevistas duraron
aproximadamente una hora y media cada una y se llevaron a cabo durante los
meses de abril y mayo de 2015. En los tres casos fueron grabadas, solicitando
para ello el permiso de los entrevistados y garantizando su anonimato y
confidencialidad.
Una vez realizadas las entrevistas, han sido posteriormente transcritas y
enviadas a cada uno de los tres entrevistados, para su revisión y/ o realización
de observaciones, como bien aconseja la ética de la investigación. No ha
habido cambios que realizar. Tras su transcripción, se ha procedido a realizar
una detallada comparación de las respuestas para poder obtener las
conclusiones de las mismas, las cuáles han sido categorizadas siguiendo los
mismos criterios que en los grupos de preguntas. En los siguientes apartados
se expondrán más en detalle las características de los entrevistados, de los
centros donde trabajan y las categorías de preguntas, además de las
conclusiones obtenidas.
45
3.2.- Entrevistas en profundidad al profesorado
Como se ha expuesto anteriormente, hemos entrevistado a tres
orientadores con los siguientes perfiles:
- Entrevistado 1 (E1): Orientador en un centro de la región con un
alumnado de clase media, perteneciente a un entorno semi-urbano, con
un porcentaje de 20% de alumnos con problemas económicos graves y
un 10% de inmigrantes. Imparte también la optativa de Psicología en
primero de bachillerato y tiene 35 años de experiencia en la enseñanza.
- Entrevistado 2 (E2): Orientador en un centro de la periferia capitalina,
calificado por la diversidad de índices socioeconómicos, desde familias
de nivel sociocultural bajo hasta familias de profesiones liberales.
Imparte asimismo la optativa de Psicología en primero de Bachillerato y
también la de igualdad de oportunidades en 4º de la ESO, además de
dar apoyo educativo. Este profesor tiene más o menos 18 años de
experiencia en el ámbito de la enseñanza.
- Entrevistado 3 (E3): Orientador y secretario de un centro de la capital
cuyo entorno socioeconómico se define por la variedad debido a dos
razones: por un lado, la ubicación del centro, situado cerca de barrios de
aluvión de la época de después de la guerra civil española y por hallarse
cerca de viviendas tanto de malas como de buenas condiciones
sociales. Y, por otro lado, se trata de un centro con programa bilingüe, lo
cual hace que existan alumnos de alto nivel. Este entrevistado imparte la
asignatura optativa de Psicología de primero de bachillerato y tiene una
experiencia de 33 años en la enseñanza y de unos veinte como profesor
en secundaria.
Las entrevistas se han guiado, como decíamos en el apartado anterior, por
la agrupación de las preguntas realizadas en torno al cuestionario de las
46
siguientes grandes temáticas, correspondientes con los temas abordados en el
marco teórico:
1.- Sobre el entrevistado
2.- Sobre la definición de absentismo escolar
3.- Sobre las causas
4.- Sobre la normativa
5.- Sobre los agentes de intervención
6.- Sobre los posibles remedios
7.- Recomendación final
En el anexo se adjunta el guión de la entrevista, así como la
transcripción de las tres entrevistas en profundidad realizadas.
3.3.- Análisis de las entrevistas realizadas
Las respuestas de los profesionales con experiencia que hemos
entrevistado en nuestra aproximación cualitativa para la verificación empírica
de este trabajo son, en su mayor parte, coincidentes y/o complementarias.
Para llevar a cabo el análisis de las mismas hemos agrupado las conclusiones
siguiendo la misma categorización que las preguntas realizadas.
Perfil de los entrevistados
El perfil profesional de los tres entrevistados es muy parecido. Se trata
de orientadores en los tres casos, en centros públicos de Cantabria, con
anterior experiencia profesional, de al menos veinte años, en el marco de la
educación (los entrevistados E1 y E2 en secundaria y el entrevistado E3 como
maestro antes de ser orientador) y actualmente también profesores todos ellos
de la optativa Psicología de Bachillerato. Así, tanto el rango de edad como la
experiencia es similar y todos ellos trabajan en centros con un perfil de
alumnado variado y no caracterizado por un nivel socioeconómico concreto.
Definición del absentismo escolar
47
En cuanto a la definición de “absentismo escolar”, los tres entrevistados
han contestado de conformidad con la definición expuesta en el apartado
teórico de este trabajo y basada principalmente en la normativa administrativa
del absentismo escolar. Así, el entrevistado E1 define como absentista “a
aquella persona que no acude con regularidad a socializarse o educarse en un
entorno educativo”, el entrevistado E2 define el absentismo “como una
conducta de falta de asistencia reiterada sin justificar por parte de un alumno
que se encuentra en edad de escolarización obligatoria y que le impide tener
éxito en los estudios” y el E3 como “una cuestión estadística de número de
faltas superior al establecido sin razón justificada”. Se deduce, por tanto, la
definición aportada por los entrevistados como satisfactoria y experta.
Los tres entrevistados consideran, además, que en sus respectivos
ámbitos profesionales el concepto de absentismo escolar se utiliza
apropiadamente y se distingue de otros como el de abandono escolar, por
ejemplo. Su percepción se ajusta idóneamente a la definición.
No se han resaltado diferencias relevantes por sexo del alumnado o
materias en este fenómeno, constatándose en todos los casos que el control
de las instituciones es bastante riguroso sin que descuellen capas de más
detección, salvo algún incremento o desfase curricular confirmándose la previa
historia negativa y de baja motivación en primaria o en el caso excepcional de
miembros menos integrados de la etnia gitana. En efecto, dos de los
entrevistados, E1 y E3, han considerado que la variable género no está
involucrada en el absentismo “salvo en aquéllas culturas que pretenden o
impiden a la mujer acceder a etapas superiores de la educación”(E1). El
entrevistado E2 sí ha afirmado que “hay más absentismo entre los chicos”,
señalando que “puede tener relación con que la educación de los varones es
más permisiva o menos rigurosa en cuanto a establecimiento de límites y
normas”.
En cuanto a la ausencia de datos estadísticos sobre el absentismo
escolar, los entrevistados han apuntado razones interesantes que pueden
justificar esta dificultad de encontrar estadísticas: El entrevistado E1 ha
señalado que puede deberse a que “la mayor parte de los casos llevan un
tratamiento o se solucionan en diferentes estamentos de la administración y
ello genera una pérdida de información porque es imposible seguir el proceso
48
desde una sola sección de la administración y al final no sabe dónde termina el
asunto. Y otra variable que influye sería el derecho a la protección de datos: la
información no sale a la luz pública por la trascendencia que puede tener a la
hora de marcar a los alumnos con nombres y apellidos”. Por su parte, el
entrevistado E3 ha indicado que “el absentismo hasta hace poco era muy difícil
de controlar. En Santander, a finales de los 90, tenían que intercambiar listas
entre los centros a través del servicio de absentismo para ver en dónde se
perdían niños, había que andar buscando quiénes habían desaparecido del
sistema y no se recogía información. Se empezó a partir del año 2000 y no en
toda Cantabria. Que existan protocolos, el envío de datos, etc, es relativamente
reciente. Es propio del siglo actual”.
Causas del absentismo escolar
Los tres entrevistados han destacado, entre las causas del absentismo
escolar, la dejación de la responsabilidad familiar. Para ello se refieren a la
“pérdida de control por parte del entorno familiar” (E1), a “la falta de control de
la conducta por parte de las familias” o a las “erróneas pautas educativas” (E2)
y a “la dejación de las familias” (E3). También han aludido a las características
de los propios jóvenes o a las influencias de su entorno, así como a
divergencia de intereses entre el centro escolar y el entorno familiar aunque
han puesto esencialmente de relieve la pérdida de la autoridad moral de los
padres. Llama especialmente nuestra atención que uno de los entrevistados
apunta una causa más reciente como es la novedosa contribución de la
dependencia evasiva de la tecnología de los móviles y las redes. Ello hace que
los jóvenes se acuesten tarde y no acudan a la hora debida al no poder
levantarse a una hora temprana, para acudir puntualmente a las clases. Este
último aspecto no ha sido considerado por los trabajos teóricos estudiados, por
lo que resulta una contribución de enorme interés26.
26 También aludió al negativo papel del inadecuado uso de las nuevas tecnologías que hacen los jóvenes el Juez Emilio Calatayud en la conferencia antes referida celebrada el pasado día 13 de junio; recomendando a los padres consultar el contrato conocido como “mama iphone” que una madre americana hizo firmar a su hijo para determinar una serie de reglas respecto al uso que su hijo haría del teléfono móvil. Pueden consultarse mencionadas reglas en esta página: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20140110/abci-contrato-madre-iphone-201401091035.html.
49
Todos los entrevistados han contestado que la causa que más se repite
es la que tiene que ver con la pérdida de la autoridad parental, pero han
constatado que las distintas causas del absentismo no son excluyentes entre sí
y, de hecho, suelen estar vinculadas o derivar unas en otras. Además todos
están de acuerdo en que “el absentismo no es achacable a un determinado
estrato social” (E3).
Normativa
Los tres entrevistados reconocen estar al tanto de la normativa
administrativa relativa al absentismo escolar, refiriéndose a ella como a “la
normativa de la Consejería de Educación”, pero en general desconocen los
detalles de la normativa establecida en el Código Civil o Penal. Solo en un caso
(E3) se reconoce haber profundizado en una ocasión sobre la legislación de
menores ante un caso grave que se planteó en su centro. Todos ellos
consideran que dicha normativa administrativa es suficiente y eficaz en los
casos en los que se aplica. Y ninguna opinión o experiencia concreta se ha
podido obtener en cuanto al resto de la normativa sin embargo, por
desconocimiento de la misma por parte de los entrevistados.
La existencia de una normativa específica sancionadora del absentismo
escolar no ha sido considerada como necesaria por los entrevistados al haber
contestado uno de ellos: “no creo en las medidas sancionadoras si no van
acompañadas de unos medios que resuelvan el problema” (E1) y otro: “no sé
en qué podría mejorar el hecho de que hubiera una normativa específica” (E2).
Se ha puesto de relieve el retroceso que supone la LOMCE para el
absentismo al “eliminar los pocos recursos que había para atender a este
fenómeno, como los profesores de compensación, de refuerzo. Hemos
retrocedido a la época en que se miraba hacia otro lado” (E1) o al ser “más
academicista”, lo que va a generar mayor absentismo (E2). Tales cuestiones
han quedado señaladas en comparación con la LOGSE cuya apreciación es
más positiva para los entrevistados quiénes han opinado que “fue importante
porque se abrieron nuevas perspectivas sobre cómo trabajar con los chavales,
el trabajo con proyectos, etc” (E2) y que “recogía un concepto muy importante
que era la atención individualizada a las necesidades de la persona, lo que
50
permitía desarrollar la atención a los alumnos absentistas” (E1).
Agentes de intervención
En lo que respecta a los agentes de intervención, hemos de resaltar que
todos los entrevistados han apuntado la importancia en los centros tanto del
equipo de orientación como del profesor de absentismo que hace de
intermediario entre el centro y las familias y al que pueden llamar los centros
para que intervenga cuando hay casos de absentismo. Actualmente hay dos
profesores de absentismo en Cantabria (uno en Santander y otro en
Torrelavega) y es una figura bien apreciada por los orientadores para estos
casos, incluso uno de ellos lo ha calificado como “un recurso maravilloso”. Por
otra parte, ninguno de los entrevistados se muestra partidario de la actuación
prioritaria de una sola instancia de las que se mencionan en la entrevista
(Ministerio de Justicia, Servicios sociales, Familias, Centros, Profesores). Como
ha declarado uno de ellos, se trata de escalones diferentes (E3) y, como dice
otro, intervienen en momentos diferentes y, por tanto, “es imposible hacer
residir toda la responsabilidad en una instancia” (E1 y E2).
En cuanto a la importancia de la intervención de los servicios sociales,
las opiniones son dispares. Dos de los entrevistados han considerado
importante su intervención “cuando las herramientas del centro no funcionan”
(E3) o “como informadores de familias y centros educativos”, pero
manifestándose en contra de que sean determinantes en temas que afectan a
los derechos fundamentales. Otro de los entrevistados contestó simplemente
que su labor sí le parecía primordial.
Por otra parte, ninguno de los tres entrevistados se mostró partidario de
que la principal responsabilidad para combatir el absentismo escolar deba
determinarse por las resoluciones de los jueces. Uno de ellos indicó que es
mejor la prevención y que para que un caso llegue ante un juez “tiene que ser
muy grave”(E2). Otro, en la misma línea, apuntó que los jueces solo deben
intervenir para sancionar el incumplimiento de normativas y aplicar las medidas
correspondientes, pero que son otras instancias las encargadas de poner
medios para evitar las situaciones de absentismo (E1). Y desde la misma
51
orientación, el último entrevistado comentó que la intervención judicial “siempre
ha de ser en última instancia, cuando estemos ante un fracaso grande” (E3).
La apreciación de los entrevistados en cuanto a la coordinación entre
familias y centros en casos de absentismo escolar es notable pues dos de ellos
consideran que no es suficiente porque, aunque en un primer momento sí hay
un contacto importante por las iniciativas del centro, llega un momento en que
se produce una desconexión. Las familias desafortunadamente, opinan los
profesores, siguen con su vida sin hacer caso a las demandas de los centros.
Como ha señalado el entrevistado E1 “en un primer momento sí, pero cuando
se llega al punto en el que no se dispone de recursos necesarios para afrontar
la solución se produce una desconexión. Ante las demandas del centro, la
familia corta la comunicación y siguen con su vida sin atender a esas
demandas”. En la misma línea, el entrevistado E3 ha indicado que “el centro
llama, pero hay un porcentaje alto en que la familia lo ve como una carga,
intenta evadir las llamadas y no suele haber comunicación fluida”. El
entrevistado E2 simplemente contestó “yo creo que sí” a esta pregunta, pero
sin dar muchos detalles.
En cuanto a si el hecho de que el Estado español por tener una
estructura descentralizada genera cierta dispersión y falta de unidad para tratar
casos de absentismo escolar, las respuestas de los entrevistados no han sido
uniformes y no se manifestaron con seguridad o certeza sobre el tema.
Dos de los entrevistados han contestado que a pesar de que no hay
unidad, no creen que la centralización mejorase el problema y no lo ven
relacionado (E2) ya que, según uno de ellos, “la solución de los casos de
absentismo no está relacionada con la normativa que hay sino con la cantidad
de recursos y con el tipo de absentismo de cada zona. No es lo mismo el
absentismo en la Vega de Pas en el caso de Cantabria cuando se tienen que ir
a los montes que el que hay en una zona de capital más acondicionada y que
tiene que ver más con la falta de control familiar” (E1). Sin embargo, otro de los
entrevistados ha contestado a esta pregunta desde otra perspectiva
considerando que sí hay relación entre descentralización y falta de unidad
porque “de hecho cuando un alumno absentista se mueve de Comunidad el
contador se pone a cero. En la práctica cuesta que no sea así, se reinician
todos los procesos pues hay familias que lo utilizan como recurso para escapar
52
del control” (E3).
Soluciones
Los profesores consultados han confirmado su preferencia por la
aplicación de soluciones preventivas o terapéuticas y no las derivadas de
actuaciones judiciales para abordar el problema. Entre localizar, indagar,
medar, prevenir o controlar y sancionar, el entrevistado E1 ha contestado que
“es imposible ordenarlas” y que “en cada fase del proceso se prioriza una de
ellas”; el entrevistado E2 ha optado por “prevenir y mediar y en última instancia
controlar y sancionar” y el entrevistado E3 ha respondido “quizás me quedo
con mucha fuerza con la de prevenir, y, por supuesto, controlar. Control fuerte
y efectivo que lleve sanciones”, mostrándose de esta manera más estricto que
los dos entrevistados anteriores quiénes no son en absoluto partidarios del
control y de la sanción.
Concretamente en el ámbito de la prevención los entrevistados han
otorgado un papel predominante a agentes diferentes. El entrevistado E1 ha
otorgado mayor importancia a los servicios sociales que a los centros “porque
los servicios sociales detectan las circunstancias extraescolares que generan
ese absentismo. El centro se entera, pero no llega de forma tan directa como lo
pueden hacer los servicios sociales. Estos servicios pueden desempeñar una
labor muy importante para prevenir el absentismo escolar en casos de
adolescentes problemáticos, de familias desestructuradas, etc”. Por su parte, el
entrevistado E2 ha contestado que “si la familia fuera capaz de prevenir sería lo
ideal” y que “en el centro poco se puede hacer salvo en cuestiones de
metodología y un curriculum adaptado. Realizar campañas de sensibilización
para escolarizar en educación infantil y otorgar una especial importancia a la
educación desde edades tempranas”. Sin embargo, el entrevistado E3 ha
optado porque la prevención ha de residir en los centros y los servicios sociales
“de la mano” y “que haya planes de actuación coordinados de tipo preventivo”,.
Como posibles actuaciones en el marco de la prevención se han subrayado
principalmente dos: “la coordinación sistemática con las instituciones de la
zona: centros, servicios sociales, ONG´s” (E3) y “entender las causas. Pararse
a entenderlas y analizar lo que está provocando, ser respetuosos con los
53
individuos” (E1); cuestiones que han resultado de gran interés para nuestro
trabajo.
Las deficiencias detectadas por los entrevistados consisten
principalmente en la difícil solución de estos casos cuando las medidas salen
del centro y la falta de eficacia cuando intervienen instituciones externas al
centro ya que la estructura administrativa involucrada conlleva una serie de
procesos lentos. Uno de los entrevistados destaca también la carencia
educativa en el sentido de que cuando se trata de casos de absentismo largo,
son alumnos ya desplazados del sistema y la respuesta educativa no es
siempre la mejor debido a que se priorizan las herramientas para los buenos
alumnos. A pesar de que cuentan con la herramienta del profesor terapéutico,
es muy limitada y no interviene en casos de alumnos absentistas.
Acerca de las medidas que se toman en los centros ante el retorno de
alumnos absentistas, se ha hecho alusión por los entrevistados a los
programas de refuerzo por las tardes, a la compensación educativa como
forma intermedia de desescolarización y escolarización ordinaria, a la
integración en grupos más pequeños, más específicos y de mayor flexibilidad
en cuanto al tiempo. Pero todos ellos han resaltado la complejidad y falta de
adecuación de la respuesta educativa.
Todos los entrevistados han considerado fundamental el tipo de
liderazgo que se ejerza en los centros (se ha aludido a equipos directivos
comprometidos, a la permeabilidad, actitud positiva y comprensiva de los
equipos directivos), el ejercicio de “una cultura de reflexión” que “no solo no
existe sino que se han reducido los espacios para que tenga lugar” (E1) y el
trabajo colaborativo ya que “las relaciones sociales dan vida a la persona” (E1).
Han situado en la cúspide de las actitudes docentes la empatía y todos están
de acuerdo en que este tema no es una cuestión a tratar prioritariamente en las
tutorías.
Caso de Cantabria
En el apartado de la entrevista “Sobre el caso de Cantabria”, todos los
54
entrevistados han contestado que creen que en la región no hay altas tasas de
absentismo. Destaca la respuesta de uno de ellos en la que matiza que
“cuando consideramos casos de absentismo, solemos tener en cuenta la
localización espacial y la no presencia en los entornos de aprendizaje, aunque
los alumnos no estén en el centro, también son casos de absentismo: no
aprenden lo que tienen que aprender” (E1). Del concepto de este tipo de
absentismo va a existir, según este entrevistado, un incremento importante,
salvo que se lleve a cabo una fuerte renovación del sistema educativo y se
consiga ofrecer respuestas para la vida y sociedad actual.
En cuanto al fenómeno del absentismo en cada uno de los centros de
los entrevistados, dos de ellos lo valoran sin darle excesiva importancia porque
es bajo y variado y el porcentaje de corrección bastante bueno y porque el
seguimiento de los casos es muy riguroso. Sin embargo, otro entrevistado lo
valora “con desesperanza” porque según indica “todos los casos terminan sin
una solución clara y concreta por falta de implicación de las administraciones o
de la parte de la administración que corresponda” (E1). Este entrevistado
trataba de casos de absentismo grave mientras que los otros dos se referían a
la mayoría de los casos que, en su opinión, se consiguen reconducir desde el
centro.
El absentismo no parece ser un tema actualmente muy preocupante en
los centros, según indican los entrevistados porque los índices no son altos o
casi no hay (E2, E3). Otro entrevistado encuentra la causa en que hay “cierta
“inmunización ante el fenómeno” porque cuando se ha intentado hacer algo el
tema se ha acabado diluyendo entre administraciones (E1).
El control del absentismo es el mismo en los tres centros, a través del
Registro de las faltas de los alumnos, a través de la plataforma “Yedra”. Los
criterios de los que se guían los tres centros para determinar los casos de
absentismo son los que establece la legislación administrativa. Pero uno de los
entrevistados precisa que ya con índices inferiores se interviene desde el
centro y con la coordinación de la jefatura de estudios.
En lo que se refiere al protocolo de actuación establecido por el
Gobierno de Cantabria, en los tres casos se ha contestado que sí se utiliza
cuando es necesario, pero lo ha sido pocas veces pues se actúa antes desde
55
el centro. En la mayoría de los casos el Plan no se ha seguido hasta el final, no
se ha llegado a la Fiscalía o se han reconducido las situaciones desde el centro
con la ayuda del profesor intermediario de absentismo.
Recomendaciones
Las recomendaciones finales que han expresado los tres entrevistados
para mejorar en el marco de la lucha contra el absentismo escolar son las tres
siguientes:
- Implicación decidida de los centros y una coordinación muy intensa con
los servicios sociales.
- Flexibilización del sistema educativo para que tuvieran cabida las
diferentes soluciones necesarias para atender las demandas generales
por las diferentes causas de absentismo.
- Establecimiento de un recurso externo de mediación que funcionara en
todos los municipios, ya que en la actualidad solo existe para Santander
y Torrelavega.
Tras los comentarios de las respuestas recibidas, pasamos a resumir y
concretar nuestras conclusiones finales.
56
IV.- CONCLUSIONES FINALES
En este último apartado se expondrán las principales conclusiones
obtenidas de la comparación entre las procedentes del estudio teórico del tema
y de las obtenidas de las entrevistas en profundidad realizadas a tres
profesores-orientadores.
I.- PRINCIPALES CAUSAS DEL ABSENTISMO ESCOLAR: FALTA DE AUTORIDAD PARENTAL Y MAL USO DE LA TECNOLOGÍA
Constatada la definición de absentismo escolar, el profesorado es buen
conocedor de la misma, de conformidad con lo establecido en la normativa
administrativa. Las definiciones aportadas por los entrevistados se
corresponden con la que consta en referida normativa (Conclusión nº 2 del
marco teórico, pag.37).
En lo que respecta a las causas del absentismo escolar, los
entrevistados se han referido en general a todas las establecidas por los
estudios teóricos (Conclusión nº 4 del marco teórico, pag.38), pero
particularmente a las centradas en la familia y, concretamente a la pérdida de
autoridad parental. La aportación generada por las entrevistas ha añadido la
causa consistente en el uso de las nuevas tecnologías por los jóvenes en edad
de escolarización obligatoria que les retiene y entretiene en exceso con el
teléfono, en las redes, con los ordenadores, lo cual les impide rendir bien en los
centros e incluso no madrugar para acudir puntualmente a clase. Cuestiones
que no aparecían contempladas en los estudios analizados en el marco teórico.
II.- DESIGUAL CONOCIMIENTO PROFESORAL DE LAS NORMATIVAS
Se ha comprobado que el profesorado tiene un buen conocimiento de la
normativa administrativa sobre el absentismo escolar y, sin embargo, no lo
tiene sobre el resto de la normativa que regula este fenómeno, es decir, no
conoce en detalle lo que establecen el Código Penal o el Código Civil. Se debe
seguramente a que en el marco de los centros y hasta donde ellos intervienen
en temas de absentismo escolar, se pone en marcha el protocolo de actuación
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establecido por la normativa administrativa para tales casos, pero el resto de la
regulación se aplica ante casos muy graves que trascienden de la intervención
de los centros. El profesorado, por tanto, en general no se ha visto en la
necesidad de hacer un estudio o aplicación de la normativa que no sea
puramente administrativa; por lo que las lagunas legislativas que habíamos
detectado (Conclusión nº 5 del marco teórico, pag.38), no han sido reflejadas
en las respuestas de los entrevistados, por desconocimiento.
III.- DISTINTA APRECIACIÓN DE LA FUNCIÓN DE LOS AGENTES DE INTERVENCIÓN SEGÚN LAS FASES DEL ABSENTISMO
Se corroboran por otra parte la mayor parte de las conclusiones
obtenidas con nuestro estudio teórico en cuanto a los agentes de intervención
ante este fenómeno: los entrevistados confirman que la labor en los centros
ante el absentismo escolar es prioritaria (Conclusión nº 6 del marco teórico,
pag.38). La mayoría de los casos de absentismo se resuelven con la
intervención desde los centros, detectándose por el registro de faltas e
interviniendo el departamento de orientación junto con la jefatura de estudios y,
cuando es necesario, acudiendo a la intervención de la figura del intermediario
de absentismo escolar. Esta es buena contribución a nuestro estudio pues esta
figura no se mencionaba en los artículos analizados en el marco teórico. Las
entrevistas muestran, como ocurre en la disciplina estudiada (pag.26 del marco
teórico), disparidad de opiniones en cuanto a la importancia que tiene la
intervención de los servicios sociales: mientras unos señalan que su
intervención es determinante, otros, en cambio, sostienen que el excesivo
poder atribuido genera negativas consecuencias como las derivadas de la
burocracia, la lentitud y la rutina propias de las instancias administrativas.
Sobre la intervención de los jueces, aunque los estudios teóricos les dan
relevancia como agentes ante el absentismo (Conclusión nº 7 del marco
teórico, pag. 39), los profesores-orientadores entrevistados otorgan, sin
embargo, el último lugar al Ministerio de Justicia en las fases de intervención
frente al absentismo escolar y valoran su rol únicamente en última instancia y
ante casos muy graves.
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IV.- EL ABSENTISMO, PROBLEMA DISTINTIVO DE LOS ESPACIOS TERRITORIALES
Al igual que concluíamos en las conclusiones del marco teórico
(Conclusión nº 6 del marco teórico, pag.38), los entrevistados han confirmado
que existe ausencia de unidad en el abordaje de este fenómeno. No todos lo
vinculan, sin embargo, a la descentralización del Estado español y consideran
que el hecho de que se mantuviese más centralizado no mejoraría la detectada
falta de unidad ante la lucha contra el absentismo escolar. Se considera que el
problema es más de cada espacio territorial y de sus características que de la
estructura estatal.
V.- CANTABRIA: EFICACIA DEL PROTOCOLO DE ACTUACIÓN E IMPORTANCIA DEL ROL DEL “PROFESOR INTERMEDIARIO DE
ABSENTISMO”
Acerca de la región uniprovincial de Cantabria, se aprecia un buen
conocimiento de los aspectos teóricos y prácticos de la normativa
administrativa reguladora del absentismo escolar (Conclusión nº 9 del marco
teórico, pag. 39). Se considera también que es bastante eficaz y los
profesores-orientadores han subrayado el papel de la figura del “profesor
intermediario”, al que se recurre cuando se necesita su ayuda contra el
absentismo.
VI.- RECOMENDACIÓN
Establecida la comparación entre el estudio teórico y el empírico,
reiteramos que el trabajo preventivo realizado en los centros es primordial y
debe ser continuado e intensificado, pero buscando la recuperación del trato y
relación con el marco familiar. En base a todo lo anterior, nuestra
recomendación es la siguiente: de la comparativa y las conclusiones nos
permitimos señalar que no solamente no se agota el examen de la
problemática del absentismo y el análisis de sus causas y remedios, sino que
otras investigaciones pueden y deben seguir la línea establecida para ahondar
59
en la búsqueda de mayor conocimiento especializado sobre los antecedentes
puestos de manifiesto en esta investigación.
V.- FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
La concreción de los objetivos de este trabajo nos ha impedido una
extensión hacia otros aspectos que nos hubiera gustado desarrollar como el de
la influencia del grupo de iguales en los jóvenes absentistas, con
independencia de hacer más amplia y diversa la muestra de los entrevistados.
Hubiera resultado de enorme interés entrevistar a profesores-orientadores de
centros concertados así como a otros agentes tales como profesores que no
sean orientadores, jueces, funcionarios de los servicios sociales e incluso
realizar una comparación entre estudiantes absentistas frente a cumplidores.
Por supuesto, también admite esta investigación ir mas allá de la mera
enunciación del sistema seguido en España, en contraste, por ejemplo, con el
más centralizado de Francia; asunto que nos hemos limitado a mencionar por
la razón antes expuesta. Abiertas dejamos mencionadas líneas de
investigación para futuros trabajos.
60
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64
ANEXOS
65
Anexo nº1:
Resumen de la legislación reguladora del derecho a la
educación.
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67
68
Anexo nº 2:
Orden EDC/37/2013, de 27 de Marzo que aprueba el Plan
Regional de Prevención de Absentismo y el Abandono Escolar
en la Comunidad Autónoma de Cantabria (BOC Nº 66, de 9 de abril de 2013).
Programa del derecho a la educación, prevención y control del absentismo y el abandono escolar en Cantabria (Documento
del Gobierno de Cantabria).
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Anexo nº 3:
Hoja de ruta de las entrevistas.
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HOJA DE RUTA PARA LAS ENTREVISTAS
I.- Sobre el entrevistado 1.-‐ ¿Qué trabajo desempeña usted? 2.-‐ ¿En qué tipo de centro trabaja?/¿Puede describirme el entorno socioeconómico de su centro? 3.-‐ ¿Qué materias imparte? 4.-‐ ¿Es o ha sido usted tutor, aparte de profesor? 5.-‐ ¿Cuántos años de experiencia tiene usted en el ámbito de la enseñanza? 6.-‐ A lo largo de su vida profesional, ¿recuerda algún caso de absentismo escolar? 7.-‐ ¿Tuvo una intervención directa en este caso? 8.-‐ ¿Qué recuerda de este caso? ¿ Qué destacaría? II.- Sobre la definición de absentismo escolar 1.-‐ ¿Qué rasgos comunes cree que tienen los alumnos absentistas? 2.-‐ ¿Cómo definiría el absentismo escolar? 3.-‐ En su ámbito profesional, ¿se utiliza el término absentismo escolar de forma indistinta con otros términos como el de abandono escolar, por ejemplo? ¿o mas bien cree que entre los profesionales de la enseñanza hay un conocimiento de este tipo de terminología? 4.-‐ ¿Cree que el profesorado y demás miembros de la comunidad escolar están bien informados sobre el fenómeno del absentismo escolar? ¿Es un tema que preocupa en el seno de los centros? ¿Sobre el que se habla y reflexiona? 5.-‐ ¿Existe el mismo índice de absentismo en primaria que en secundaria? 6.-‐ ¿Hay mas ausencias en unas materias que en otras? 7.-‐ ¿Quién se ausenta más, chicos o chicas? 8.-‐ En el trabajo que he realizado ha resultado imposible encontrar datos estadísticos sobre las tasas de absentismo escolar. ¿Por qué cree que resulta tan difícil hacer estadísticas en esta materia?
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III.- Sobre las causas 1.-‐ ¿Cómo vincularía usted absentismo escolar y derecho y deber a la educación? 2.-‐ ¿Cuáles cree usted que son las causas que generan absentismo escolar? 3.-‐ En los casos que ha podido conocer, ¿Cuál de estas causas se repetía mas? 4.-‐ ¿Cuál cree usted que es la causa más habitual o que pesa más? 5.-‐ ¿Cree que la familia juega un papel importante en estos casos? 6.-‐ ¿Piensa usted que las causas mencionadas son excluyentes las unas de las otras? ¿O cree, por el contrario, que pueden estar vinculadas? 7.-‐ ¿Piensa que los casos de absentismo son detectables en ciertas capas de la sociedad únicamente? ¿En cuáles? IV.- Sobre la normativa 1.-‐ ¿Conoce usted la normativa que regula y sanciona el absentismo escolar?. En caso afirmativo, cita la que conozca. 2.-‐ ¿Cree usted que esta normativa es suficiente y eficaz? 3.-‐ ¿Piensa usted que debería existir una normativa específica sancionadora del absentismo escolar? ¿Lo merece este fenómeno por los riesgos que conlleva para la sociedad? 4.-‐ ¿Cree que los cambios legislativos han favorecido algo en la lucha contra el absentismo escolar? ¿Se ha conseguido mejorar en algo de la LOE a la LOMCE en este campo? ¿Y antes generó alguna mejora el cambio tan importante que produjo la LOGSE en el sistema educativo? V.- Sobre los agentes de intervención 1.-‐ ¿Qué cree que debe hacer un profesor cuando detecta un caso de absentismo escolar? 2.-‐ ¿Con qué instancias del centro o externas se debe poner en contacto? 3.-‐ ¿En cuál de las siguientes instancias cree que reside mayor responsabilidad para la lucha contra el absentismo escolar?
-‐ Ministerio de Justicia -‐ Servicios Sociales
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-‐ Familias -‐ Centros -‐ Profesores
4.-‐ ¿Cree que existe suficiente comunicación y coordinación entre centros y familias en estos casos? 5.-‐ ¿Cree que el sistema de actuación en casos de absentismo escolar es suficientemente unitario en España? 6.-‐ ¿Cree que el hecho de que el Estado español tenga una estructura descentralizada genera cierta dispersión y falta de unidad para tratar casos como los de absentismo escolar? 7.-‐ ¿Conoce usted los planes de prevención y protocolos de intervención en casos de absentismo escolar adoptados en algunas Comunidades Autónomas? 8.-‐ ¿Sabe qué Comunidades tienen dichos planes y protocolos y cuáles no? 9.-‐ ¿Los servicios sociales deberían tener un poder primordial en casos de absentismo escolar? 10.-‐ ¿Cree usted que la principal responsabilidad para combatir el absentismo escolar debe radicar en las resoluciones de los jueces? VI.- Sobre los remedios 1.-‐ A la hora de adoptar soluciones frente a este fenómeno, ¿cuál de las siguientes actuaciones considera usted más importante? -‐ Localizar -‐ Indagar -‐ Mediar -‐ Prevenir -‐ Controlar y sancionar 2.-‐ Y en el ámbito de la prevención, ¿quién ha de jugar un papel predominante? 3.-‐ ¿Qué actuaciones recomendaría usted para lograr esa prevención? 4.-‐ ¿Cree que el trabajo desde las distintas materias y estructuras del centro sobre aspectos que mejoran el desarrollo psicosocial de los adolescentes ayudaría a combatir el absentismo escolar? 5.-‐ ¿Qué se puede hacer en los centros para que los alumnos se sientan “a gusto”, “en su casa”? 6.-‐ ¿Influye en estas sensaciones el tipo de liderazgo que se ejercita en el centro?
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7.-‐ ¿Le parece importante para la lucha contra este fenómeno, el desarrollo en los centros de una determinada cultura escolar? ¿De cuál sería usted partidario? ¿Cuál tiene su centro? 8.-‐ ¿Considera importante la reflexión en los centros sobre cuestiones como la convivencia escolar, el tipo de liderazgo, las actitudes docentes a desarrollar por los profesores? 9.-‐ ¿Qué actitudes docentes situaría usted en la cúspide de una pirámide de actitudes para evitar y prevenir los casos de absentismo escolar? 10.-‐ ¿Piensa usted que el trabajo colaborativo, el desarrollo de actitudes como la solidaridad, el diálogo contribuyen a la motivación del alumnado y, en consecuencia, a la prevención del absentismo escolar? ¿Por qué? 11.-‐ ¿Qué trabajo se puede hacer en las tutorías para combatir este fenómeno? 12.-‐ ¿Es usted partidario de la práctica de un enfoque constructivista de la educación para combatir casos de absentismo escolar? ¿Cree usted que este enfoque puede contribuir a mejorar en este campo? ¿Por qué? VII.- Sobre el caso de Cantabria 1.-‐ ¿Sabe si en Cantabria existen altas tasas de absentismo escolar? 2.-‐ ¿Concretamente cómo valora este fenómeno en su centro? 3.-‐ ¿Es un tema que preocupa en su centro? 4.-‐ ¿Cómo se controla y con qué frecuencia en su centro el absentismo escolar? ¿Hay un Registro general de absentismo? 5.-‐ ¿Se establecen en su centro normas imperativas para llevar un control riguroso del absentismo? 6.-‐ ¿Qué criterios tiene su centro para determinar el absentismo? 7.-‐ ¿Se aplica en su centro el Plan de Prevención contra el absentismo escolar establecido por el Gobierno de Cantabria? 8.-‐ ¿Sabe si en su centro se pone en práctica el Protocolo de actuación establecido en este Plan ante los casos de absentismo? 9.-‐ ¿Cree usted que este Plan es eficaz y que su puesta en práctica permite obtener resultados positivos?
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10.-‐ La dirección del centro, ¿Informa a los profesores sobre la existencia de este Plan? 11.-‐ ¿En qué momento del curso escolar? 12.-‐ ¿Qué deficiencias destacaría? 13.-‐ ¿Qué aconsejaría hacer para mejorar? 14.-‐ ¿Qué medidas de prevención se adoptan en el centro? 15.-‐ ¿Cree que son eficaces? 16.-‐ ¿Qué deficiencias destacaría? 17.-‐ Ante el retorno al centro de un alumno absentista, ¿se toma algún tipo de medida en el centro? ¿Se trabaja con ese alumno de alguna forma particular? ¿Cómo? VIII.- RECOMENDACIÓN FINAL 1.-‐ Para finalizar, ¿qué recomendación general haría usted para mejorar en el marco de la lucha contra el absentismo escolar?
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Anexo nº 4:
Entrevistas nº 1, nº 2 y nº 3.
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ENTREVISTA Nº1
I.- Sobre el entrevistado 1.- ¿Qué trabajo desempeña usted? Me dedico a la orientación educativa en un Instituto de enseñanza media. 2.- ¿En qué tipo de centro trabaja?/¿Puede describirme el entorno socioeconómico de su centro? Se trata de un centro con alumnado de clase media, perteneciente a un entorno semi-‐urbano, con un porcentaje de un 20% con problemas económicos graves y un 10% de inmigración. 3.- ¿Qué materias imparte? Psicología y aparte me dedico a la orientación educativa. 4.- ¿Es o ha sido usted tutor, aparte de profesor? No en esta etapa educativa. 5.- ¿Cuántos años de experiencia tiene usted en el ámbito de la enseñanza? 35 años. 6.- A lo largo de su vida profesional, ¿recuerda algún caso de absentismo escolar? Sí, bastantes. 7.- ¿Tuvo una intervención directa en este caso? Sí, en casi todos, por la función de orientación. 8.- ¿Qué recuerda de este caso? ¿Qué destacaría? La gran diferencia entre los intereses de la familia y los intereses del centro. El choque que se produce entre ambos entornos. El que la familia y el centro tienen intereses que difieren enormemente. II.- Sobre la definición de absentismo escolar 1.- ¿Qué rasgos comunes cree que tienen los alumnos absentistas?
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Un perfil consistiría en que el nivel de exigencia de los entornos familiares con respecto a la importancia de permanecer integrados en el sistema educativo es nulo. Consideran que el sistema educativo no puede aportar nada para la supervivencia de ese entorno familiar. Otro perfil sería el de la pérdida de control familiar del alumno o el abandono de la función paterna. 2.- ¿Cómo definiría el absentismo escolar? Definiría como absentista a aquella persona que no acude con regularidad a socializarse o educarse en un entorno educativo. 3.- En su ámbito profesional, ¿se utiliza el término absentismo escolar de forma indistinta con otros términos como el de abandono escolar, por ejemplo? ¿o más bien cree que entre los profesionales de la enseñanza hay un conocimiento de este tipo de terminología? No estoy seguro de si esa diferenciación terminológica se usa en el entorno. Sí se sabe lo que significan los términos pero no siempre se utilizan adecuadamente. 4.- ¿Cree que el profesorado y demás miembros de la comunidad escolar están bien informados sobre el fenómeno del absentismo escolar? ¿Es un tema que preocupa en el seno de los centros? ¿Sobre el que se habla y reflexiona? Se sufren las consecuencias del absentismo aunque la forma de abordarlo difiere mucho de unos centros a otros porque está directamente relacionado con la implicación del centro en la resolución del problema. 5.- ¿Existe el mismo índice de absentismo en primaria que en secundaria? No. Se incrementa mucho en secundaria porque la pérdida de control maximiza su influencia. 6.- ¿Hay más ausencias en unas materias que en otras? La diferencia no está en las materias sino en la actitud del profesorado que tiene que atender a los alumnos absentistas. 7.- ¿Quién se ausenta más, chicos o chicas? La variable género no está involucrada en el absentismo, salvo en aquellas culturas que pretenden o impiden a la mujer acceder a etapas superiores de la educación. 8.- En el trabajo que he realizado ha resultado imposible encontrar datos estadísticos sobre las tasas de absentismo escolar. ¿Por qué cree que resulta tan difícil hacer estadísticas en esta materia?
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Primero porque la mayor parte de los casos llevan un tratamiento o se solucionan en diferentes estamentos de la administración. Ello genera una pérdida de información porque es imposible seguir el proceso desde una sola sección de la administración. Los casos se delegan en asuntos sociales, ellos en los tribunales, luego se devuelve el caso… y al final no se sabe bien dónde termina el asunto… quizás ésta sea una variable que influye. Y, otra variable sería el derecho a la protección de datos: la información no sale a la luz pública por la transcendencia que puede tener a la hora de marcar a los alumnos, con nombres y apellidos. III.- Sobre las causas 1.- ¿Cómo vincularía usted absentismo escolar y derecho y deber a la educación? De la siguiente manera: quien tiene que velar por el derecho a la educación no lo hace. La conclusión es que el individuo pierde el derecho a la educación, se roba a los alumnos ese derecho. Ahora bien, habría mucho que hablar sobre si realmente si educa mejor dentro o fuera de un centro educativo. 2.- ¿Cuáles cree usted que son las causas que generan absentismo escolar? Ya lo he comentado antes. Principalmente la pérdida de control por parte del entorno familiar y la divergencia de intereses entre el centro escolar y el entorno familiar. 3.- En los casos que ha podido conocer, ¿Cuál de estas causas se repetía más? En las primeras etapas educativas, la divergencia de intereses entre el centro escolar y el entorno familiar, lo que abarca prioritariamente hasta la adolescencia. A partir de la adolescencia se incrementa la causa centrada en la pérdida de control de la familia y el traspaso del control familiar al control de los amigos o grupo de iguales. 4.- ¿Cuál cree usted que es la causa más habitual o que pesa más? Ya se ha contestado. 5.- ¿Cree que la familia juega un papel importante en estos casos? Sí, claro. En todas las fases, La familia y el entorno social en el que se desenvuelve la familia, las características culturales del entorno en el que se mueve la familia juega un papel fundamental. En esos entornos asumen que la familia tiene derecho a decidir sobre cómo educar a sus hijos y, por tanto, no se les penalizan comportamientos absentistas. 6.- ¿Piensa usted que las causas mencionadas son excluyentes las unas de las otras? ¿O cree, por el contrario, que pueden estar vinculadas?
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Siempre hay un porcentaje de cada causa implicado en el proceso de absentismo. Las características de ese entorno obligan a determinados comportamientos que chocan con las características del entorno educativo. 7.- ¿Piensa que los casos de absentismo son detectables en ciertas capas de la sociedad únicamente? ¿En cuáles? No. A actualmente los centros tienen un control muy riguroso de la permanencia de los alumnos en el centro. Ahora bien, se puede cuestionar si realmente el hecho de estar el alumno en el centro se puede considerar absentismo cuando no recibe la atención que merece. Sería un absentismo distinto pero generado por la propia institución. IV.- Sobre la normativa 1.- ¿Conoce usted la normativa que regula y sanciona el absentismo escolar?. En caso afirmativo, cita la que conozca. Conozco la normativa administrativa. La penal no. Me refiero a la normativa administrativa que establece lo que se considera absentismo escolar y que establece el protocolo que hay que seguir en esos casos. Yo le recuerdo lo que establece el Código penal. Sabe que el absentismo se integra en el delito de abandono de familia. También deberían existir penalizaciones a los centros que no cumplen con el objetivo de garantizar ese derecho a los alumnos. Se trataría de abandono por parte del centro. ¿Y cómo se puede controlar ese cometido en los centros? ¿Cómo se controla? Con una buena inspección en ese tema: lo que implicaría tener que formar a los inspectores. 2.- ¿Cree usted que esta normativa es suficiente y eficaz? La administrativa podría ser suficiente y eficaz si se aplicara, siempre y cuando se cumpliera en su totalidad. 3.- ¿Piensa usted que debería existir una normativa específica sancionadora del absentismo escolar? ¿Lo merece este fenómeno por los riesgos que conlleva para la sociedad? No creo en las medidas sancionadoras si no van acompañadas de unos medios que resuelvan el problema.
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En ningún caso soy partidario de solo sancionar: si hubiera medios y no se aplicaran, entonces sí. ¿Y las Medidas preventivas? Medidas preventivas o terapéuticas sí. 4.- ¿Cree que los cambios legislativos han favorecido algo en la lucha contra el absentismo escolar? ¿Se ha conseguido mejorar en algo de la LOE a la LOMCE en este campo? ¿Y antes generó alguna mejora el cambio tan importante que produjo la LOGSE en el sistema educativo? La LOGSE recogía un concepto muy importante que era la atención individualizada a las necesidades de la persona; ello permitía desarrollar la atención a alumnos absentistas. Luego, con la LOE, hubo un retroceso en cuanto a los recursos a poner en funcionamiento: han sido parches para usar la sanción como medida de solución. No puedes conseguir una confluencia de intereses a través de la sanción ni un control familiar de la conducta de los adolescentes a través de la sanción. ¿La LOMCE aporta algo nuevo? Elimina los pocos recursos que había para atender a este fenómeno, como los profesores de compensación, de refuerzo, el personal de servicios a la comunidad…. que se dedican a este tema. Se están recortando todos estos recursos y se les da la alternativa de ir a clase y no ser sancionados: se incrementan las medidas punitivas y disminuyen los recursos para resolver el problema. Hemos retrocedido a la época en la que se miraba hacia otro sitio. V.- Sobre los agentes de intervención 1.- ¿Qué cree que debe hacer un profesor cuando detecta un caso de absentismo escolar? En principio ponerlo en conocimiento del equipo directivo del centro y este equipo gestiona las medias a adoptar: al departamento de orientación o a asuntos sociales, dependiendo de la gravedad del caso y de las condiciones. 2.- ¿Con qué instancias del centro o externas se debe poner en contacto? -‐ Asuntos sociales -‐ Orientación desde el centro Si se considera absentismo por la administración se informa a la inspección para que tenga constancia de que estén informados y no le caiga una sanción al centro por no informar.
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3.- ¿En cuál de las siguientes instancias cree que reside mayor responsabilidad para la lucha contra el absentismo escolar?
-‐ Ministerio de Justicia -‐ Servicios Sociales -‐ Familias -‐ Centros -‐ Profesores
Es imposible contestar, o dar una respuesta generalizada a esta pregunta porque en cada caso el peso de cada una de estas instituciones es diferente. 4.- ¿Cree que existe suficiente comunicación y coordinación entre centros y familias en estos casos? En un primer momento sí pero cuando se llega al punto en el que no se dispone de recursos necesarios para afrontar la solución se produce una desconexión. Ante las demandas del centro, la familia corta la comunicación y siguen con su vida sin atender a esas demandas. 5.- ¿Cree que el sistema de actuación en casos de absentismo escolar es suficientemente unitario en España? Unitario podría decirse que es en las Comunidades Autónomas. Cada CCAA tiene su propia forma de afrontarlo. En Cantabria el protocolo de actuación está bastante unificado y los centros públicos tienen las mismas pautas a seguir pero depende de los casos y de los profesionales implicados. Lo que hace que lo que debería ser una actuación normalizada no lo es. 6.- ¿Cree que el hecho de que el Estado español tenga una estructura descentralizada genera cierta dispersión y falta de unidad para tratar casos como los de absentismo escolar? No. No está relacionado. La solución de los casos de absentismo no está relacionada con la normativa que hay para su solución sino con la cantidad de recursos y con el tipo de absentismo de cada zona. No es lo mismo el absentismo en La Vega de Pas cuando se tienen que ir a los montes que el que hay en una zona de la capital más condicionado que tiene más que ver con la falta de control familiar. 7.- ¿Conoce usted los planes de prevención y protocolos de intervención en casos de absentismo escolar adoptados en algunas Comunidades Autónomas? Ligeramente. 8.- ¿Sabe qué Comunidades tienen dichos planes y protocolos y cuáles no? Creo que lo tienen todas.
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9.- ¿Los servicios sociales deberían tener un poder primordial en casos de absentismo escolar? Si es para que resuelvan ellos primordialmente ante los distintos estamentos: NO. Son servicios: deberían informar a los responsables de la educación: familias y centro educativos. A los tribunales corresponde dictaminar si hay delito o no y al centro desarrollar recursos a la hora de afrontar la educación del alumno. Los servicios sociales no pasan de ser meros recogedores de información que necesitan los demás estamentos que tienen la competencia de educar o hacer cumplir la ley. Estoy muy en contra de que los servicios sociales adopten decisiones que afecten a derechos fundamentales de la persona. 10.- ¿Cree usted que la principal responsabilidad para combatir el absentismo escolar debe radicar en las resoluciones de los jueces? No. Los jueces deben sancionar si se ha incumplido la normativa y aplicar la medida correspondiente. Otras instancias son las encargadas de poner medios para resolver la situación. Los jueces deben encaminar sus sentencias hacia la resolución de situaciones. VI.- Sobre los remedios 1.- A la hora de adoptar soluciones frente a este fenómeno, ¿cuál de las siguientes actuaciones considera usted más importante? ¿por qué? - Localizar - Indagar - Mediar - Prevenir - Controlar y sancionar Es imposible ordenarlas. En cada fase del proceso se prioriza una de ellas. No se puede hacer una clasificación a priori ni establecer la más importante. 2.- Y en el ámbito de la prevención, ¿quién ha de jugar un papel predominante? Quizás los servicios sociales. ¿Más que los centros? Sí, porque los servicios sociales detectan las circunstancias extraescolares que generan ese absentismo. El centro se entera pero no llega de forma tan directa como lo pueden hacer los servicios sociales. Estos servicios pueden desempeñar una labor muy importante para prevenir el absentismo escolar en casos de adolescentes problemáticos, de familias desestructuradas, etc…
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3.- ¿Qué actuaciones recomendaría usted para lograr esa prevención? En principio entender las causas. Pararse a entenderlas y analizar lo que lo está provocando, ser respetuosos con los individuos, no intentar violentar sus vidas a cambio de una integración social ya que muchas veces es más un deseo que una realidad. Se puede intentar integrar a una persona si quiere, sino es un castigo. El convencer o hacerles ver la importancia de que estén integrados pero en relación con sus propios intereses personales ya que si se cambian éstos se les cambia la vida, y no funciona. 4.- ¿Cree que el trabajo desde las distintas materias y estructuras del centro sobre aspectos que mejoran el desarrollo psicosocial de los adolescentes ayudaría a combatir el absentismo escolar? Ayudaría fundamentalmente el que toda la comunidad educativa entendiera las circunstancias que generan el absentismo, que se comprendieran esas causas. El centro podría reaccionar para ofertar a esa persona lo que realmente le pueda interesar del sistema educativo. Si se le oferta algo que no necesita, lo va a rechazar. 5.- ¿Qué se puede hacer en los centros para que los alumnos se sientan “a gusto”? La verdad es que ofertarles aquello que pueda ser interesante para resolver los problemas en su entorno social. El aprendizaje funcional que se dice, desarrollar programas encaminados a mejorar el nivel de resolución de los problemas que la persona tiene en su entorno. Herramientas que le puedan servir para mejorar su vida en su entorno, no darle aquello que no necesita y obligarle a aprenderlo. De esa manera verían utilidad a su estancia en el centro y tendrían un nivel de motivación necesario para acudir al centro. 6.- ¿Influye en estas sensaciones el tipo de liderazgo que se ejercita en el centro? Sí. Mucho. Es muy importante la permeabilidad de los equipos directivos a este tipo de problemas, la actitud positiva hacia la comprensión de distintas culturas entornos sociales, a los propios en su entorno. A veces los equipos directivos piensan que todos funcionan como ellos en su vida privada y es una limitación muy importante. No les echo la culpa solo pongo en evidencia una situación en la que un equipo directivo no tiene por qué tener conocimientos de interculturalidad, sociología, etc y si se exige dar respuesta, se necesita una formación adecuada. 7.- ¿Le parece importante para la lucha contra este fenómeno, el desarrollo en los centros de una determinada cultura escolar? ¿De cuál sería usted partidario? ¿Cuál tiene su centro? Creo que sería mucho más importante hacerlo a través de una concienciación social más que específicamente los profesores. El entorno educativo es permeable al entorno social. Se traslada al centro y la persona se encuentra marginada. No
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creo en dar curso sobre absentismo a los profesores sino en una concienciación social. 8.- ¿Considera importante la reflexión en los centros sobre cuestiones como la convivencia escolar, el tipo de liderazgo, las actitudes docentes a desarrollar por los profesores? Considero importante iniciar la cultura de la reflexión. ¿No existe? No solo no existe sino que se han reducido los espacios para que tenga lugar. ¿A qué te refieres con espacios? Se necesita tiempo. La LOMCE prima la atención directa a los alumnos sobre los procesos de reflexión. Se da la paradoja de que los profesores tienen delante a los alumnos y no saben qué hacer ante determinadas situaciones pues no han tenido tiempo ni momento de reflexionar sobre determinadas problemáticas. Cuestiones sobre las causas del absentismo, los ritmos de los alumnos, generan mucha problemática: si el profesor no la lleva puesta, tiene que haber un momento en que la pueda adquirir. Según la LOMCE, se soluciona con la experiencia y eso no es así. ¿No le gusta nada la LOMCE, no? Es el mayor retroceso conceptual sobre un sistema educativo. Se ha puesto a la persona detrás de los materiales. Mas importante la inteligencia o el conocimiento que la persona, el rendimiento que la persona… 9.- ¿Qué actitudes docentes situaría usted en la cúspide de una pirámide de actitudes para evitar y prevenir los casos de absentismo escolar? La empatía. Se capaz de entender la situación en la que vive el alumno absentista, los problemas a los que se enfrenta y el por qué no viene. 10.- ¿Piensa usted que el trabajo colaborativo, el desarrollo de actitudes como la solidaridad, el diálogo contribuyen a la motivación del alumnado y, en consecuencia, a la prevención del absentismo escolar? ¿Por qué? Creo que es fundamental. El grupo es el que actúa ahí y es utilizar el gregarismo como motor de motivación. Las relaciones sociales dan vida a la persona. 11.- ¿Qué trabajo se puede hacer en las tutorías para combatir este fenómeno? Crear espacios de reflexión, buscar esos momentos en que se producen análisis por el equipo educativo, que haya una mirada común respecto a la problemática del alumno que generara soluciones coordinadas y no contradictorias, lo que facilita mucho que el alumno se sienta comprendido por la comunidad escolar y no
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dependa tanto de la relación individual alumno-‐profesores. Clima en el que el alumno siente que es la institución la que le da una respuesta a sus problemas. 12.- ¿Es usted partidario de la práctica de un enfoque constructivista de la educación para combatir casos de absentismo escolar? ¿Cree usted que este enfoque puede contribuir a mejorar en este campo? ¿Por qué? Para abordar los problemas que genera el absentismo, situaría el constructivismo en un segundo lugar. Este enfoque está muy bien para un proceso de desarrollo normalizado. Pero al hablar de desfases importantes que no siguen una norma, yo creo que la flexibilidad y el aprendizaje orgánico, natural, funcional ofrece mejores resultados que el constructivismo de forma global. Desde el punto de vista de los aprendizajes previos, el constructivismo sí sería un paradigma interesante. VII.- Sobre el caso de Cantabria 1.- ¿Sabe si en Cantabria existen altas tasas de absentismo escolar? No. Y yo creo que quizás son hasta menores que en otras comunidades. Existen pero en un nivel asumible por la sociedad actual. Lo que sí veo es que cada vez va a ver más absentismo. Cuando consideramos casos de absentismo solemos tener en cuenta la localización espacial. La no presencia en los entornos de aprendizaje aunque los alumnos estén en el centro también son casos de absentismo: no aprenden lo que tienen que aprender. De este concepto de absentismo creo que va a ver un incremento. Es decir que o se hace una renovación fuerte del sistema educativo o estamos generando cada vez mas absentistas. Si el centro no ofrece respuestas a las necesidades de la sociedad actual, se está desintegrando a los alumnos, no se les están dando los recursos necesarios y salen de los centros sin las herramientas necesarias para la vida y sociedad actual. 2.- ¿Concretamente cómo valora este fenómeno en su centro? Con desesperanza. Sí, porque casi todos los casos de absentismo al final terminan sin una solución clara y concreta por falta de implicación de las administraciones o de la parte de la administración que corresponda. 3.- ¿Es un tema que preocupa en su centro? Actualmente diría que hay una inmunización ante el fenómeno porque cuando se ha intentado hacer algo, cada vez que se ha intentado, y se ha exigido a las administraciones que se haga lo necesario, se ha visto que o bien el tema terminó diluyéndose entre las responsabilidades de cada administración o bien que es tan
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importante que no hay recursos suficientes para abordarlo. Al final la situación crea una costra o inmunización contra este problema. Les pasa a los médicos cuando se muere la gente. 4.- ¿Cómo se controla y con qué frecuencia en su centro el absentismo escolar? ¿Hay un Registro general de absentismo? Sí, hay un registro de faltas de asistencia cuando el nivel supera el imite que marca el protocolo y en esos casos se pone a funcionar el protocolo. Hay medidas previas. Antes de llegar al nivel de absentismo que marca la normativa, se informa sobre las causas. Se espera al número de faltas establecido por la normativa y luego, una vez llegado el nivel, se da parte a la administración. 5.- ¿Se establecen en su centro normas imperativas para llevar un control riguroso del absentismo? Sí. Existe. Aunque luego cada profesor las flexibiliza según su implicación en el problema. 6.- ¿Qué criterios tiene su centro para determinar el absentismo? Los criterios que marca la legislación con respecto al número de faltas no justificadas. 7.- ¿Se aplica en su centro el Plan de Prevención contra el absentismo escolar establecido por el Gobierno de Cantabria? En aquellas partes en las que hay recursos sí, en otros no. No profundicemos. 8.- ¿Sabe si en su centro se pone en práctica el Protocolo de actuación establecido en este Plan ante los casos de absentismo? Sí. 9.- ¿Cree usted que este Plan es eficaz y que su puesta en práctica permite obtener resultados positivos? No. Por falta de recursos. Y por las dificultades que lleva la gestión de los casos una vez que salen del centro educativo. Está metida la judicatura, teniendo en cuenta que un caso tarde meses y meses en resolverse. 10.- La dirección del centro, ¿Informa a los profesores sobre la existencia de este Plan? Sí. 11.- ¿En qué momento del curso escolar?
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Hay una información a través de la programación general anual en la que se habla de todos los planes que tiene el centro. Se informa a todos los profesores a principios de curso pero en la práctica solo participan en este plan aquellos profesores que tengan alumnos absentistas. 12.- ¿Qué deficiencias destacaría? En principio la difícil puesta en práctica una vez que el caso sale del centro. Y la falta de eficacia que se consigue cuando empiezan a funcionar instituciones externas al centro. 13.- ¿Qué aconsejaría hacer para mejorar? Muy difícil porque la propia estructura administrativa involucrada en la resolución de los casos conlleva una serie de ritmos, procesos que en sí mismos son lentos . De otra manera se disminuiría la garantía aunque se aumentaría la eficacia. 14.- ¿Qué medidas de prevención se adoptan en el centro? Nos vemos obligados por la legislación a realizar tareas que impiden la reflexión porque no hay tiempo. Tendrían que adoptarse medidas curriculares para crear adaptaciones a la medida de los absentistas. Los profesores nos vemos obligados a a cumplir protocolos por la LOCME y la misma Ley impide realizar ese proceso de prevención. 15.- Ante el retorno al centro de un alumno absentista, ¿se toma algún tipo de medida en el centro? ¿Se trabaja con ese alumno de alguna forma particular? ¿Cómo? Se toma la medida de recursos de compensación educativa como forma intermedia de desescolarización y escolarización ordinaria. La integración en el grupo de referencia va aumentando según si adquiere lo necesario. También la integración en grupos más pequeños, más específicos, mayor flexibilidad en cuanto al tiempo, atender a las áreas que más le interesan y si se va consiguiendo se les va ampliando el número de horas hasta ir al grupo ordinario. Es complejo porque cada vez hay menos recurso y muchas veces este tipo de alumnos tiene que ir al grupo ordinario y el fracaso está garantizado. VIII.- RECOMENDACIÓN FINAL 1.- Para finalizar, ¿qué recomendación general haría usted para mejorar en el marco de la lucha contra el absentismo escolar? Flexibilizar muchísimo más el sistema educativo para que tuvieran cabida las diferentes soluciones necesarias para atender las demandas generadas por las diferentes causas del absentismo.
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ENTREVISTA Nº 2 I.- Sobre el entrevistado 1.- ¿Qué trabajo desempeña usted? Soy orientadora, profesora de orientación educativa. 2.- ¿En qué tipo de centro trabaja?/¿Puede describirme el entorno socioeconómico de su centro? Es un IES en el que se imparten enseñanzas de ESO, Bachillerato y ciclos de Grado Medio y de Grado Superior de Formación Profesional, en un entorno en el que hay diversidad de índices socioeconómicos, desde familias de nivel sociocultural bajo hasta familias con profesiones liberales. 3.- ¿Qué materias imparte? La optativa de Psicología en Primero de Bachillerato, y también Igualdad de Oportunidades en 4º de la ESO, y apoyo educativo. 4.- ¿Es o ha sido usted tutor, aparte de profesora? No. 5.- ¿Cuántos años de experiencia tiene usted en el ámbito de la enseñanza? Más o menos 18 años. 6.- A lo largo de su vida profesional, ¿recuerda algún caso de absentismo escolar? ¿Tuvo una intervención directa en este caso?, ¿Qué recuerda de este caso? ¿ Qué destacaría? Sí. Varios casos. Todos los cursos hay casos en el Instituto. En muchos de los casos están vinculados a la pertenencia a la etnia gitana. Han sido casos de absentismo discontinuo, faltan, reciben apercibimientos, vuelven y vuelven a faltar. En general son alumnos con conductas disruptivas, escasa motivación hacia lo escolar y problemas relacionados con el control de la conducta. II.- Sobre la definición de absentismo escolar 1.- ¿Qué rasgos comunes cree que tienen los alumnos absentistas? Suelen tener una historia previa de absentismo en primaria. Suelen pertenecer a familias poco implicadas o con escasos recursos para poner normas y límites a los hijos.
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Suelen presentar un desfase curricular importante, fruto del absentismo. Suelen tener una falta de aceptación de las normas y de la disciplina del centro. Suelen tener escasa motivación por lo escolar. 2.- ¿Cómo definiría el absentismo escolar? Como una conducta de falta de asistencia reiterada sin justificar por parte de un alumno que se encuentra en edad de escolarización obligatoria y que le impide tener éxito en los estudios que realiza. 3.- En su ámbito profesional, ¿se utiliza el término absentismo escolar de forma indistinta con otros términos como el de abandono escolar, por ejemplo? ¿o mas bien cree que entre los profesionales de la enseñanza hay un conocimiento de este tipo de terminología? Creo que compartimos el concepto de absentismo en el sentido señalado. 4.- ¿Cree que el profesorado y demás miembros de la comunidad escolar están bien informados sobre el fenómeno del absentismo escolar? ¿Es un tema que preocupa en el seno de los centros? ¿Sobre el que se habla y reflexiona? Es un tema que preocupa, sobre el que se habla y reflexiona en el ámbito de reuniones de tutores y coordinaciones, con la jefatura de estudios y en las Juntas de evaluación. Cuando se juntan los profesores y se habla de casos concretos. 5.- ¿Existe el mismo índice de absentismo en primaria que en secundaria? Yo solo he trabajado en secundaria pero creo que no, que se dan mayores porcentajes en secundaria. Por cuestión de la edad… 6.- ¿Hay más ausencias en unas materias que en otras? No lo relaciono con las materias. Un alumno puede faltar porque hace malo, porque se quedó muy tarde por la noche pero no suele ser porque no le guste la clase x. 7.- ¿Quién se ausenta más, chicos o chicas? Hay mas absentismo entre los chicos. Nuestra experiencia es que en chicos es mayor. Puede tener relación con que la educación de los varones es mas permisiva o menos rigurosa en cuanto a establecimiento de límites y normas. Suelen ser casos de absentismo vinculados a la falta de control de las familias. En el caso de la Etnia gitana la causa es diferente, suele ser porque la chica está en edad casadera, porque entienden que no tienen necesidad de estudios, pero en este centro suelen darse casos de chicos y con problemas de conducta. 8.- En el trabajo que he realizado ha resultado imposible encontrar datos estadísticos sobre las tasas de absentismo escolar. ¿Por qué cree que resulta tan difícil hacer estadísticas en esta materia?
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No sé a qué se puede deber. Se lleva un registro, a través de Yedra. III.- Sobre las causas 1.- ¿Cómo vincularía usted absentismo escolar y derecho y deber a la educación? No acabo de entender la pregunta. 2.- ¿Cuáles cree usted que son las causas que generan absentismo escolar? El que familiar o culturalmente se de poca importancia a la educación. Que se considere que es posible la inserción profesional sin estudios. La falta de control de la conducta por parte de las familias. Algunos padres no saben cómo levantar a sus hijos de la cama. Pautas educativas erróneas. Que el Curriculum es un poco rígido y no permite adaptarse a las necesidades educativas de este perfil de alumno. 3.- En los casos que ha podido conocer, ¿Cuál de estas causas se repetía más? La familiar es una constante. La falta de respuesta a los intereses de los chavales. 4.- ¿Cree que la familia juega un papel importante en estos casos? Sí. 5.- ¿Piensa usted que las causas mencionadas son excluyentes las unas de las otras? ¿O cree, por el contrario, que pueden estar vinculadas? Todas están vinculadas. 6.- ¿Piensa que los casos de absentismo son detectables en ciertas capas de la sociedad únicamente? ¿En cuáles? Hay mayor incidencia en determinados colectivos de la población aunque no todo el colectivo es absentista y no excluye a los demás colectivos. IV.- Sobre la normativa 1.- ¿Conoce usted la normativa que regula y sanciona el absentismo escolar?. En caso afirmativo, cita la que conozca. Sí. La de la Consejería de Educación. La orden que regula el programa de absentismo a nivel de Cantabria. La administrativa. 2.- ¿Cree usted que esta normativa es suficiente y eficaz?
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Pues sí porque sino no se me ocurre qué se podría hacer Con esta normativa los casos más agudos llegan hasta la Fiscalía de menores. 3.- ¿Piensa usted que debería existir una normativa específica sancionadora del absentismo escolar? ¿Lo merece este fenómeno por los riesgos que conlleva para la sociedad? No sé en qué podría mejorar el hecho de que existiera una normativa específica sobre el absentismo. 4.- ¿Cree que los cambios legislativos han favorecido algo en la lucha contra el absentismo escolar? ¿Se ha conseguido mejorar en algo de la LOE a la LOMCE en este campo? ¿Y antes generó alguna mejora el cambio tan importante que produjo la LOGSE en el sistema educativo? El cambio de la LOGSE sí que fue importante porque se abrieron nuevas perspectivas sobre cómo trabajar con los chavales, el trabajo con proyectos, etc, y todo eso facilita que acudan más a clase. A partir de ahí no ha habido cambios sustanciales hasta la LOE y los de la LOMCE son más academicistas, y generan más obstáculos para transitar por el academicismo…ello solo va a generar mayor absentismo escolar. Las propuestas para mejorar posibles dificultades que van asociadas al absentismo son demasiado sancionadoras. V.- Sobre los agentes de intervención 1.- ¿Qué cree que debe hacer un profesor cuando detecta un caso de absentismo escolar? Lo primero ponerse en contacto con la familia y comunicarlo a la jefatura de estudios; en este IES también al departamento de orientación, para saber por qué ese alumno está faltando. Si dan una explicación razonable, no pasa nada. Sino, se puede hablar de absentismo y se pasaría al Protocolo. 2.- ¿Con qué instancias del centro o externas se debe poner en contacto? Internas: jefe de estudios u orientación. Externas: un recurso maravilloso con el que cuenta el centro es un profesor de absentismo que hace de intermediario entre el centro y las familias. Si ello no da resultado, entonces es el momento de acudir a los servicios sociales. Este profesor viene de la Consejería: hay uno Santander y otro en Torrelavega. Vienen cuando el centro les llama. 3.- ¿En cuál de las siguientes instancias cree que reside mayor responsabilidad para la lucha contra el absentismo escolar?
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- Ministerio de Justicia - Servicios Sociales - Familias - Centros - Profesores
Las familias son las que en primera instancia deben tener los recursos para que los chavales acudan a sus clases en su centro. El centro solo puede ocuparse de cuestiones metodológicas. Es complicado. Es posible pero hay que pensar que determinadas materias permiten organizar las clases de manera diferente y se trabaja con alumnos con problemas. Pero hay tantas conductas disruptivas que es complicado. Lo que es claro es que lo de siempre no les sirve a este tipo de alumnos. Habría que hacer grupos más pequeños, una metodología adaptada, etc, requiere tener los recursos necesarios. Son alumnos que no van necesariamente a compensatoria. En ocasiones sí porque tienen desfase curricular, problemas de conducta. Se juntan variados factores. 4.- ¿Cree que existe suficiente comunicación y coordinación entre centros y familias en estos casos? Yo creo que sí. Aquí se les hace seguimiento de faltas en los programas de refuerzo de las tardes y se les comunica a las familias. Los tutores llaman a las familias de este tipo de alumnos. En este centro hay bastante rigurosidad con el seguimiento de las faltas. 5.- ¿Cree que el sistema de actuación en casos de absentismo escolar es suficientemente unitario en España? No existe suficiente unidad. 6.- ¿Cree que el hecho de que el Estado español tenga una estructura descentralizada genera cierta dispersión y falta de unidad para tratar casos como los de absentismo escolar? Aunque no hay unidad creo que centralizarlo no creo que mejoraría el problema del absentismo. Si se hace mirando hacia una Comunidad que lo tiene muy controlado ok, pero el mero hecho de centralizarlo no creo que implicaría una reducción de los índices de absentismo. 7.- ¿Conoce usted los planes de prevención y protocolos de intervención en casos de absentismo escolar adoptados en algunas Comunidades Autónomas? No son muy diferentes a los de aquí, conozco el de Cantabria. 8.- ¿Sabe qué Comunidades tienen dichos planes y protocolos y cuáles no?
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No lo tienen todas. Pero no sé cuáles. Desconozco esa información. 9.- ¿Los servicios sociales deberían tener un poder primordial en casos de absentismo escolar? Yo creo que sí. Tampoco conozco tanto el mundo de los trabajadores sociales. 10.- ¿Cree usted que la principal responsabilidad para combatir el absentismo escolar debe radicar en las resoluciones de los jueces? No. Pienso que es mejor la prevención. Para que un caso de absentismo llegue a un juez tiene que ser muy grave. VI.- Sobre los remedios 1.- A la hora de adoptar soluciones frente a este fenómeno, ¿cuál de las siguientes actuaciones considera usted más importante? - Localizar - Indagar - Mediar - Prevenir - Controlar y sancionar Prevenir, mediar y en última instancia controlar y sancionar. 2.- Y en el ámbito de la prevención, ¿quién ha de jugar un papel predominante? Si la familia fuera capaz de prevenir sería lo ideal. En el centro poco se puede hacer salvo en cuestiones de metodología y un Curriculum adaptado. Realizar campañas de sensibilización para escolarizar en educación infantil, otorgar una especial importancia de la educación desde edades tempranas. 3.- ¿Qué actuaciones recomendaría usted para lograr esa prevención? 4.- ¿Cree que el trabajo desde las distintas materias y estructuras del centro sobre aspectos que mejoran el desarrollo psicosocial de los adolescentes ayudaría a combatir el absentismo escolar? La respuesta en principio puede ser que sí, pero el cómo es el problema. Favorecer una adecuada autoestima es positivo tanto para absentistas como no absentistas. El cómo hacerlo es el problema sobre todo si faltan. 5.- ¿Qué se puede hacer en los centros para que los alumnos se sientan “a gusto”, “en su casa”?
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Otro factor es la ausencia de horarios adecuados en el ámbito familiar. Horas de irse a la cama, etc….. hábitos familiares contra los que no puedes hacer mucho en el centro. Si un alumno no ha dormido bien, comido bien, tendrá falta de atención, se aburre, se pierde, y por eso en muchos casos no vienen. Ocurre mucho con la etnia gitana. 6.- ¿Influye en estas sensaciones el tipo de liderazgo que se ejercita en el centro? 7.- ¿Le parece importante para la lucha contra este fenómeno, el desarrollo en los centros de una determinada cultura escolar? ¿De cuál sería usted partidario? ¿Cuál tiene su centro? 8.- ¿Considera importante la reflexión en los centros sobre cuestiones como la convivencia escolar, el tipo de liderazgo, las actitudes docentes a desarrollar por los profesores? 9.- ¿Qué actitudes docentes situaría usted en la cúspide de una pirámide de actitudes para evitar y prevenir los casos de absentismo escolar? Si todas estas cuestiones influyen, aquí se hace un seguimiento muy riguroso. Se considera muy importante que los alumnos acudan al centro y se está pendiente de ello. 10.- ¿Piensa usted que el trabajo colaborativo, el desarrollo de actitudes como la solidaridad, el diálogo contribuyen a la motivación del alumnado y, en consecuencia, a la prevención del absentismo escolar? ¿Por qué? 11.- ¿Qué trabajo se puede hacer en las tutorías para combatir este fenómeno? No lo sé. No creo que sea el contexto adecuado, tiene mucho más que ver el currículo, metodología. Contenidos adaptados. 12.- ¿Es usted partidario de la práctica de un enfoque constructivista de la educación para combatir casos de absentismo escolar? ¿Cree usted que este enfoque puede contribuir a mejorar en este campo? ¿Por qué? Sí. VII.- Sobre el caso de Cantabria 1.- ¿Sabe si en Cantabria existen altas tasas de absentismo escolar? Yo creo que altas no. En educación. 2.- ¿Concretamente cómo valora este fenómeno en su centro?
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No hay mucho absentismo. Hay un seguimiento muy riguroso y recursos del programa de absentismo: profesor de la Consejería. 3.- ¿Es un tema que preocupa en su centro? No porque no hay índices muy altos. Cuando se detecta un caso sí preocupa y se actúa. Ahora mismo no hay ningún chaval absentista. 4.- ¿Cómo se controla y con qué frecuencia en su centro el absentismo escolar? ¿Hay un Registro general de absentismo? Las faltas que pone cada profesor en Yedra. En la coordinación de tutores. 5.- ¿Se establecen en su centro normas imperativas para llevar un control riguroso del absentismo? Todos deberían de pasar las faltas todos los días. Cuando hablamos de absentismo es una falta sistemática. No hace falta el registro de las faltas. 6.- ¿Qué criterios tiene su centro para determinar el absentismo? 7.- ¿Se aplica en su centro el Plan de Prevención contra el absentismo escolar establecido por el Gobierno de Cantabria? Sí. 8.- ¿Sabe si en su centro se pone en práctica el Protocolo de actuación establecido en este Plan ante los casos de absentismo? 9.- ¿Cree usted que este Plan es eficaz y que su puesta en práctica permite obtener resultados positivos? No se ha llegado nunca a la Fiscalía. Hasta la fecha los casos de absentismo se han ido reconduciendo. Ha sido de gran ayuda el profesor de la Consejería. 10.- La dirección del centro, ¿Informa a los profesores sobre la existencia de este Plan? Esta en el plan de atención a la diversidad, en el proyecto curricular; pero lo que es información explícita no se da. 11.- ¿En qué momento del curso escolar? 12.- ¿Qué deficiencias destacaría?
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13.- ¿Qué aconsejaría hacer para mejorar? 14.- ¿Qué medidas de prevención se adoptan en el centro? 15.- ¿Cree que son eficaces? 16.- ¿Qué deficiencias destacaría? 17.- Ante el retorno al centro de un alumno absentista, ¿se toma algún tipo de medida en el centro? ¿Se trabaja con ese alumno de alguna forma particular? ¿Cómo? Sí. Lo hace el tutor el jefe de estudios y el profesor externo. VIII.- RECOMENDACIÓN FINAL 1.- Para finalizar, ¿qué recomendación general haría usted para mejorar en el marco de la lucha contra el absentismo escolar? Que hubiera un recurso externo de mediación que funcionara en todos los municipios. Profesor, ahora solo lo hay en Santander y otro en Torrelavega.
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ENTREVISTA Nº 3
I.- Sobre el entrevistado 1.- ¿Qué trabajo desempeña usted? Soy orientador y actualmente comparto estas funciones con las de administración: soy Secretario del instituto. 2.- ¿En qué tipo de centro trabaja?/¿Puede describirme el entorno socioeconómico de su centro? En este instituto hay mezcla social, aproximadamente una mitad de nivel socio-‐cultural medio-‐alto y la otra mitad de nivel medio-‐bajo; también una parte del alumnado es de nivel bajo. Esta variedad se debe sobre todo a dos razones: la ubicación del centro: cercar hay barrios de aluvión de la época de después de la guerra; es un centro próximo a viviendas de malas condiciones sociales pero también tiene cerca zonas de buenas viviendas como el alto miranda por ejemplo. La segunda razón es que es un centro con programa bilingüe y ello hace que se den los dos perfiles de alumnado. En el bilingüe hay alumnos de dos perfiles, en el centro no se persigue que la formación bilingüe sea de élite. Aunque sí es cierto que los alumnos que pertenecen a un entorno socio-‐cultural alto suelen venir buscando bilingüe. 3.- ¿Qué materias imparte? Actualmente doy la asignatura optativa de Psicología en Primero de Bachillerato. 4.- ¿Es o ha sido usted tutor, aparte de profesor? No en Secundaria o Bachillerato. Anteriormente fui maestro. 5.- ¿Cuántos años de experiencia tiene usted en el ámbito de la enseñanza? En el ámbito de la educación cerca de 33 años. Y en Secundaria veinte, en el ámbito de la orientación. Soy maestro, el grupo de los antes diplomados en Magisterio. Después hice y Pedagogía. 6.- A lo largo de su vida profesional, ¿recuerda algún caso de absentismo escolar? Sí, bastantes. En el Instituto ha habido bastantes casos a lo largo de los años. 7.- ¿Tuvo una intervención directa en este caso? Sí, en la mayoría. En Cantabria, aunque los casos de absentismo no van necesariamente al departamento de orientación ya que no es el que lo gestiona
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directamente, yo sí lo gestioné durante años. Ahora estos casos se gestionan desde la jefatura de estudios y a su solicitud interviene el orientador. 8.- ¿Qué recuerda de estos casos? ¿Qué destacaría? La vivencia muy resumida podría ser que en un porcentaje muy alto se han corregido bien con la ayuda del centro. Pero hay una parte de ellos respecto de los que apenas se han conseguido resultados; pero son los casos minoritarios. Son casos concretos en los que nos hemos sentido impotentes en un determinado momento. Y se ha mantenido así durante la mayoría de los años; hemos llegado a solucionar muy bien desde el propio centro incluso algunos casos con historial de absentismo serio. II.- Sobre la definición de absentismo escolar 1.- ¿Qué rasgos comunes cree que tienen los alumnos absentistas? Quizás ciñéndome a la experiencia del centro, hay yo creo un rasgo común que es una cierta dejación de la familia en el cuidado y atención de los hijos, no solo en lo que respecta a la educación sino también en cuanto a falta de criterio educativo. 2.- ¿Cómo definiría el absentismo escolar? Yo creo que lo definiría por una cuestión estadística de número de faltas superior al establecido sin razón justificada. A veces las familias lo justifican y sigue siendo absentismo pues no son razones fundamentadas las que alegan. 3.- En su ámbito profesional, ¿se utiliza el término absentismo escolar de forma indistinta con otros términos como el de abandono escolar, por ejemplo? ¿o más bien cree que entre los profesionales de la enseñanza hay un conocimiento de este tipo de terminología? Creo que aquí en este centro sí se diferencia. Puesto que la mayoría de los casos se corrigen mientras se está en la esperanza de que mejoren se habla de absentismo y cuando se usa el término abandono escolar es porque ya no se ve salida. 4.- ¿Cree que el profesorado y demás miembros de la comunidad escolar están bien informados sobre el fenómeno del absentismo escolar? ¿Es un tema que preocupa en el seno de los centros? ¿Sobre el que se habla y reflexiona? Sí preocupa. El equipo directivo tiene una actitud muy militante para corregirlo desde fases iniciales. Como centro sí hay preocupación y una actitud muy activa ante el absentismo. El profesorado no especialmente, es una cuestión que se delega a la jefatura de estudios y al tutor del grupo. No hay una documentación especial sobre el tema. Se centra en los tutores y en la jefatura de estudios.
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Aquí un equipo directivo anterior no estaba tan implicado. Y los resultados no eran los mismos. Las familias no veían el mismo nivel de implicación que hay ahora. La implicación de la jefatura de estudios ha sido fundamental en este campo. 5.- ¿Existe el mismo índice de absentismo en primaria que en secundaria? No lo sé pues desconozco el de primaria pero supongo que aumente en secundaria. Curiosamente la experiencia del instituto me permitiría decir que hay chavales que lo inician durante la secundaria pero también hay otros que venían con ese historial de primaria y aquí lo han corregido. 6.- ¿Hay más ausencias en unas materias que en otras? No, aquí es independiente. Cuando va vinculado a materias se detecta muy rápido y no se puede llegar a etiquetar como absentismo. 7.- ¿Quién se ausenta más, chicos o chicas? Aquí en nuestro centro indistintamente. No estaría decantado hacia un sexo u otro. Se han tenido casos de los dos sexos, parecido. 8.- En el trabajo que he realizado ha resultado imposible encontrar datos estadísticos sobre las tasas de absentismo escolar. ¿Por qué cree que resulta tan difícil hacer estadísticas en esta materia? El absentismo hasta hace poco era muy difícil de controlar. En Santander a finales de los 90, teníamos que intercambiar listas entre los centros a través del servicio de absentismo para ver dónde se perdían niños, había que andar buscando qué chavales habían desaparecido del sistema y no se recogía información. Se empezó a hacer a partir del año 2000 y no en toda Cantabria. Que existan Protocolos y el envío de datos, porcentajes, etc es relativamente reciente. Es propio del siglo actual. Y en otras Comunidades no se ha llevado igual probablemente. En Cantabria sí creo que en los últimos 10 años tiene que haber ya una cierta base. III.- Sobre las causas 1.- ¿Cómo vincularía usted absentismo escolar y derecho y deber a la educación? En los casos de absentismo que yo he conocido nunca ha sido una opción voluntaria de la familia porque la familia quiere renunciar a ese derecho sabiendo que incumple ese deber. Son muy pocos casos en los que las familias renuncian de forma expresa a ese derecho (serían casos de enseñanza en casa, etc). Aquí no se ha dado ese perfil, el absentismo se debe bien a la dejación de las obligaciones como familia pues en todos los aspectos van relajando la atención a sus hijos. Normalmente hay que recordar a esas familias que tienen obligación de mandar a sus hijos menores al colegio, lo que ha servido como herramienta de amenaza. Ha habido algún caso de etnia gitana en el que el deber de educar a sus hijos ha sido
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aceptado porque en caso de no cumplirlo perdían algún beneficio social. Pero en general se puede decir que son pocos los casos de objetores del sistema. 2.- ¿Cuáles cree usted que son las causas que generan absentismo escolar? La dejación de las familias. También a veces porque el chaval encuentra en su entorno social un reclamo que le aparta del centro, grupo de iguales, influencias, etc..todo lo que les invita a no venir al centro, unido a una familia que no es capaz de ejercer su autoridad. Muchos chavales en los últimos años forman parte de familias que funcionan, bien conexionadas, preocupadas pero que por una cuestión de pautas educativas se quedan en casa. Ello suele estar recientemente vinculado al uso de las nuevas tecnologías (se quedan muy tarde en el ordenador, en el móvil….y no duermen lo necesario lo que hace que por la mañana no se levanten). Este perfil tan actual antes era muy raro y ahora no tanto. El tema estar con los amigos, en la calle, etc, también influye. 3.- En los casos que ha podido conocer, ¿Cuál de estas causas se repetía más? La más repetida hoy por hoy es la que consiste en que se quedan por la calle y la familia no es capaz de ejercer la autoridad, emergiendo también los casos de chavales que se quedan en casa por un uso incontrolado de las nuevas tecnologías. 4.- ¿Cree que la familia juega un papel importante en estos casos? Evidentemente sí. Es fundamental en todos ellos. 6.- ¿Piensa usted que las causas mencionadas son excluyentes las unas de las otras? ¿O cree, por el contrario, que pueden estar vinculadas? No, no son excluyentes y de hecho creo que es frecuente que vayan juntas. O una derivar en la otra. 7.- ¿Piensa que los casos de absentismo son detectables en ciertas capas de la sociedad únicamente? ¿En cuáles? Uno tiene claro que el absentismo no es achacable a un determinado estrato social. Desde la experiencia de este centro puedo decir que no va vinculado a un determinado estrato social porque hay un perfil muy variado de alumnado. Quizás mas en el nivel bajo con incidencia mayor pero se da en los dos. IV.- Sobre la normativa 1.- ¿Conoce usted la normativa que regula y sanciona el absentismo escolar?. En caso afirmativo, cita la que conozca. Te digo lo que conozco.
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Por un lado, he manejado la legislación general de protección del menor, de Cantabria. Nunca la he manejado profundamente, he hecho búsquedas concretas y por tanto mi manejo de la misma ha sido de forma indirecta y tiene que ver con lo que trata la protección del menor. Por otro lado, he manejado la normativa de la Consejería de educación, la Orden que establece el Protocolo de actuación. Cuando ha habido casos graves con intervención de servicios sociales y tenía dudas de hasta dónde yo podría hacer determinadas cosas, he consultado la legislación que te he comentado como manera de protección propia para ver qué se podía hacer y hasta dónde. Pero en casos como te decía muy graves, ante familias con experiencia en torear el sistema. Casos donde se requería una intervención contundente. Por tanto cuando me he interesado por la legislación era para profundizar sobre el concepto de desprotección del menor. 2.- ¿Cree usted que esta normativa es suficiente y eficaz? La normativa que manejamos en educación para lo que es el trabajo en los centros educativos sí creo que es suficiente y eficaz. Aunque no creo que solo con eso solo se solucione el absentismo. Primero tiene que hacer mucho el centro y cuando ve que no consigue nada, creo que tiene que haber otros agentes externos. 3.- ¿Piensa usted que debería existir una normativa específica sancionadora del absentismo escolar? ¿Lo merece este fenómeno por los riesgos que conlleva para la sociedad? Se me escapa el criterio para opinar sobre eso. Nos movemos en el terreno de que cuando se incumple el deber de educar el absentismo solo es una parte. Cuando hay un caso de desprotección claro se pide intervenir o al servicio del menor o a servicios sociales si no es tan grave. Si interviene el servicio del menor hay intervención directa con ellos el centro hace un informe muy exhaustivo. Pero en la gestión jurídica el centro no interviene. Por ello no tengo suficiente criterio pues lo jurídico se delega en estas instancias. Cuando ha habido algún caso con posible abuso sexual, hubo dos, uno en Santoña, se fue directamente al Juzgado y la intervención fue a través de estos servicios. A veces la Fiscalía pide un informe sobre un determinado alumno pero no es nunca solo por el absentismo. 4.- ¿Cree que los cambios legislativos han favorecido algo en la lucha contra el absentismo escolar? ¿Se ha conseguido mejorar en algo de la LOE a la LOMCE en este campo? ¿Y antes generó alguna mejora el cambio tan importante que produjo la LOGSE en el sistema educativo? Para responder a esta pregunta diferenciaría dos cosas: Absentismo escolar Abandono escolar En el abandono el cambio sobre todo de la LOGSE creo que tuvo una gran incidencia para reducir el abandono temprano. Las leyes educativas generales sí han tenido resultados positivos en este campo.
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La LOE creo que continuó y siguió en la misma línea y supuso un pequeño avance mas al introducir los PCPIS. En cuanto a la LOMCE, me ofrece muy serias dudas y mi impresión es que va a ser un retroceso. Pero en el abandono no en el absentismo como tal. V.- Sobre los agentes de intervención 1.- ¿Qué cree que debe hacer un profesor cuando detecta un caso de absentismo escolar? Desde la perspectiva de secundaria, en primer lugar comunicárselo a tutor y registrarlo y una vez que el tutor lo sabe tiene más capacidad de actuación. El tutor tiene una visión global de la situación del alumno y éste se comunica con la familia, comunica la situación a jefatura de estudios, habla con el alumno y con la familia. 2.- ¿Con qué instancias del centro o externas se debe poner en contacto? El profesor con el tutor y el tutor no directamente con instancias externas. Lo hace con jefatura de estudios y orientación en principio. Los siguientes pasos han de ser una decisión conjunta con jefatura, el tutor y el orientador. Que sea una actuación coordinadora. Cuando se detecta un caso, la dinámica es que inicialmente los tutores se reúnen semanalmente con jefe de estudios y orientador. Reunión de tutores semanal. Ahí se informa se pone encima de la mesa y se acuerda cómo llevarlo. 3.- ¿En cuál de las siguientes instancias cree que reside mayor responsabilidad para la lucha contra el absentismo escolar?
- Ministerio de Justicia - Servicios Sociales - Familias - Centros - Profesores
Pues es que creo que va por orden: en primera instancia, los centros el profesorado del centro y con toda la contundencia. Llega un punto en que es una cuestión de escalones. Cuando el centro no lo consigue, los servicios sociales han de intervenir, aunque debería ser sin que cese la del centro. Es decir que un escalón no debe anular el anterior, para que trabajen conjuntamente y si así no se resuelve, el escalón final es el judicial: Fiscalía, etc… pero sin que anule a los escalones anteriores. 4.- ¿Cree que existe suficiente comunicación y coordinación entre centros y familias en estos casos? Desde la experiencia del centro en la mayoría de los casos la comunicación al final no es buena. El centro llama pero hay un porcentaje alto en que la familia lo ve como una carga, intenta evadir las llamadas. No suele ser una comunicación fluida,
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hay intentos de engaño para cubrir al hijo absentista, etc. Hay excepciones pero en la mayoría de los casos la comunicación no es buena, aunque sí frecuente. 5.- ¿Cree que el sistema de actuación en casos de absentismo escolar es suficientemente unitario en España? Yo lo desconozco. Aunque tuve una época de trabajo en otras Comunidades –está demasiado lejos en el tiempo y no tengo criterio-‐. Lo que intuyo es que no hay líneas comunes. Cada Comunidad en el ámbito educativo y de servicios sociales diría que no. Tal vez haya más unidad en el ámbito judicial. 6.- ¿Cree que el hecho de que el Estado español tenga una estructura descentralizada genera cierta dispersión y falta de unidad para tratar casos como los de absentismo escolar? Creo que sí. De hecho cuando un alumno absentista se mueve de Comunidad el contador se pone a cero. En la práctica cuesta que no sea así, se reinician todos los procesos pues hay familias que lo utilizan como recurso para escapar del control. 7.- ¿Conoce usted los planes de prevención y protocolos de intervención en casos de absentismo escolar adoptados en algunas Comunidades Autónomas? No. 8.- ¿Sabe qué Comunidades tienen dichos planes y protocolos y cuáles no? No. He visto alguna cosa por encima de Navarra, Asturias, de Madrid. Estuve en un servicio de ordenación académica y cada vez que había que hacer una norma no había más remedio que ir mirando Comunidad por Comunidad. En el propio Ministerio no tienen una información centralizada. Le comento sobre Francia…. En Francia solo tienen repartido el tema de los recursos pero el tema educativo está muy centralizado. El otro extremo sería el de los británicos, la educación en Inglaterra está muy desregulada. La nuestra se puede decir que es una normativa muy reguladora en materia de educación pero muy dispersa. El Estado en educación no se reserva muchos aspectos, da libertad plena a las Comunidades. 9.- ¿Los servicios sociales deberían tener un poder primordial en casos de absentismo escolar? Yo vuelvo al modelo de los escalones. Los centros han de tener capacidad y recursos para tener una intervención amplia y fuerte, en el día a día, evitar burocracia, tener una actuación ágil en los centros puede ser eficaz. Pero si esas herramientas no funcionan la intervención de los servicios sociales es
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fundamental. La judicial me ofrece más dudas. Mientras apuestes por mantener la patria potestad, los servicios sociales muy importantes. Cada uno en su fase es primordial. El centro antes y ha de tener una capacidad importante para estos casos. Con intervención del servicio educativo se podrían solucionar muchos casos. 10.- ¿Cree usted que la principal responsabilidad para combatir el absentismo escolar debe radicar en las resoluciones de los jueces? Yo creo que no. Para mi debería ser una última instancia. Es que ya estamos ante un fracaso grande pero ya mal asunto. VI.- Sobre los remedios 1.- A la hora de adoptar soluciones frente a este fenómeno, ¿cuál de las siguientes actuaciones considera usted más importante? - Localizar - Indagar - Mediar - Prevenir - Controlar y sancionar Quizás me quedo con mucha fuerza con la de prevenir. Y por supuesto la de controlar. Control fuerte y efectivo y que lleve sanciones. 2.- Y en el ámbito de la prevención, ¿quién ha de jugar un papel predominante? Yo creo que ahí el centro educativo y los servicios sociales, de la mano. Que haya planes de actuación coordinados de tipo preventivo. A veces son aisladas pero las va habiendo. No a los niveles que debe haber o no lo suficientemente sistemáticas pero se va avanzando. Hay una coordinación sistemática con los servicios sociales de la zona y con las ONG´S que hacen trabajos sociales que sirven de prevención. 3.- ¿Qué actuaciones recomendaría usted para lograr esa prevención? La coordinación sistemática con diferentes instituciones de la zona. Colegios, centros y otras instituciones de la zona servicios sociales, acciones educativas que hacen como uso de tiempo libre por las tardes. En la zona hay una oferta importante y de ONG´S. 4.- ¿Cree que el trabajo desde las distintas materias y estructuras del centro sobre aspectos que mejoran el desarrollo psicosocial de los adolescentes ayudaría a combatir el absentismo escolar? Yo creo que sí. 5- ¿Qué se puede hacer en los centros para que los alumnos se sientan “a gusto”, “en su casa”?
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Yo creo que aquí en esta experiencia distinguimos: -‐ sentirse a gusto con el centro -‐ sentirse a gusto con el aula El centro como institución tiene que ser próximo a los alumnos, acogedor, que se sientan con familiaridad. De primeras ya tienen cierto rechazo, hay que tener un nivel cercano de afectividad como institución. Que el alumno esté a gusto. Pero los alumnos absentistas tienen un perfil que implica que no soportan estar una hora tras otra en clase. No pueden con ellas. Y esto solo se puede combatir con modelos educativos que les sean asequibles. Con programas que les ofrezcan otras alternativas. 6.- ¿Influye en estas sensaciones el tipo de liderazgo que se ejercita en el centro? Creo que influye muchísimo. Liderazgo, cultura de centro influye mucho. De hecho antes lo he dicho, el equipo directivo anterior no generaba tanta eficacia como ahora. Si hay un dinamismo, etc, una actitud activa porque quieres que estén, se impliquen etc y eso se nota en las familias, etc. 7.- ¿Le parece importante para la lucha contra este fenómeno, el desarrollo en los centros de una determinada cultura escolar? ¿De cuál sería usted partidario? ¿Cuál tiene su centro? 8.- ¿Considera importante la reflexión en los centros sobre cuestiones como la convivencia escolar, el tipo de liderazgo, las actitudes docentes a desarrollar por los profesores? 9.- ¿Qué actitudes docentes situaría usted en la cúspide de una pirámide de actitudes para evitar y prevenir los casos de absentismo escolar? Que hay un equipo directivo comprometido, muy de la mano con la orientación y así los escalones se hacen más fáciles de combatir. Y eso se respira en los centros. 10.- ¿Piensa usted que el trabajo colaborativo, el desarrollo de actitudes como la solidaridad, el diálogo contribuyen a la motivación del alumnado y, en consecuencia, a la prevención del absentismo escolar? ¿Por qué? Claro, ayuda a todo el alumnado y por tanto a prevenir cualquier disfunción, incluido el absentismo. Esto de acuerdo con el enfoque constructivista de la educación, aunque sabemos que al sistema educativo le cuesta mucho asumir cualquier cambio. 11.- ¿Qué trabajo se puede hacer en las tutorías para combatir este fenómeno? No. Las tutorías hay que hacer parte de ello pero no es la actuación prioritaria. Delegar excesivo peso en las tutorías, no. Una parte pero no prioritaria.
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12.- ¿Es usted partidario de la práctica de un enfoque constructivista de la educación para combatir casos de absentismo escolar? ¿Cree usted que este enfoque puede contribuir a mejorar en este campo? ¿Por qué? VII.- Sobre el caso de Cantabria 1.- ¿Sabe si en Cantabria existen altas tasas de absentismo escolar? Las últimas veces que he visto datos, no pongo fecha, pero en general pongo que no a nivel nacional una posición bastante buena. 2.- ¿Concretamente cómo valora este fenómeno en su centro? Creo que a su vez el absentismo es bajo y es variado, no siempre del mismo tiempo y con un porcentaje de corrección bastante bueno, los casos que no se corrigen se cuentan con los dedos de la mano. 3.- ¿Es un tema que preocupa en su centro? No preocupa en especial porque no hay mucho. Por el perfil de alumnos. Los que no conseguimos solucionar nos preocupan mucho por el efecto contagio que pueden tener en otros compañeros. 4.- ¿Cómo se controla y con qué frecuencia en su centro el absentismo escolar? ¿Hay un Registro general de absentismo? Sí, hay un registro que son las faltas. Se insertan en Yedra. Si que aquí cuando se detecta que un alumno falta, la jefatura de estudios pide de inmediato un seguimiento más minucioso a los profesores que le dan clases. Para saber qué pasa y en dos semanas se hace un seguimiento día a día. 5.- ¿Se establecen en su centro normas imperativas para llevar un control riguroso del absentismo? Todas las faltas se meten en Yedra. Sería perfecto si cada profesor lo hiciera en cada hora de clase pero se suele hacer al final de la semana. 6.- ¿Qué criterios tiene su centro para determinar el absentismo? El control de faltas. Pero no nos guiamos del porcentaje del protocolo. En cuanto se detectan ausencias, aunque no se llegue a ese porcentaje, jefatura de estudios se pone en marcha. En cuanto un alumno falta tres, cuatro veces a una misma clase, ya se interviene. 7.- ¿Se aplica en su centro el Plan de Prevención contra el absentismo escolar establecido por el Gobierno de Cantabria?
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Se aplica con informalidad porque el centro actúa de por sí. No se sigue mucho porque se hace labor my activa desde el centro. Solo ante casos importantes. 8.- ¿Sabe si en su centro se pone en práctica el Protocolo de actuación establecido en este Plan ante los casos de absentismo? Lo mismo que la anterior respuesta. 9.- ¿Cree usted que este Plan es eficaz y que su puesta en práctica permite obtener resultados positivos? Ya se obtienen desde el centro. Pero si se pone en marcha creo que en general sí. 10.- La dirección del centro, ¿Informa a los profesores sobre la existencia de este Plan? No. No informa de forma específica. La importancia control faltas cualquier incidencia a la jefatura. 11.- ¿En qué momento del curso escolar? 12.- ¿Qué deficiencias destacaría? 13.- ¿Qué aconsejaría hacer para mejorar? Lo que en general se hace como intervenciones para prevenir está bastante bien. Como carencia, destacaría la educativa en el sentido de que cuando se dan casos de absentismo largo, son alumnos que ya están desplazados del sistema educativo y la respuesta educativa que se les puede ofrecer no siempre es la mejor. Se priorizan las herramientas que hay para alumnos buenos. Tenemos la herramienta del profesor terapéutico pero es muy limitada y no interviene con alumnos absentistas. La respuesta educativa no es la adecuada. 14.- ¿Qué medidas de prevención se adoptan en el centro? 15.- ¿Cree que son eficaces? 16.- ¿Qué deficiencias destacaría? 17.- Ante el retorno al centro de un alumno absentista, ¿se toma algún tipo de medida en el centro? ¿Se trabaja con ese alumno de alguna forma particular? ¿Cómo? Algún recurso tenemos, por ejemplo el plan refuerzo por las tardes. También se hace alguna adaptación. Pero como decía la respuesta educativa es limitada en estos casos. Podemos decir que es un campo susceptible de una mejora importante.
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VIII.- RECOMENDACIÓN FINAL 1.- Para finalizar, ¿qué recomendación general haría usted para mejorar en el marco de la lucha contra el absentismo escolar? Pues yo creo que una implicación decidida de los centros y una coordinación muy intensa con los servicios sociales. ¿Acude al centro el profesor de absentismo de la Consejería? Sí. Viene cuando se le llama para algún caso concreto pero no de forma periódica.