It is clear that the well being and integrity of natural ecosystems and the biophysical environment are integral to human health and well being (Reser, 2008, p

Introduccin

Desde el inicio de la revolucin industrial, el fenmeno de migracin campo-ciudad, y el consecuente desarrollo de la vida urbana, las oportunidades para contactarse directamente con la naturaleza se han reducido ostensiblemente.1 Segn los datos entregados por la Organizacin de las Naciones Unidad, ms de un 50% de personas en todo el mundo viven actualmente en zonas urbanas, lo cual podra aumentar a 60% a partir del 2030.2 En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, cerca del 80% de la poblacin vive en los suburbios de las ciudades o en otro tipo de centros urbanos3. Otro caso paradigmtico es Reino Unido, en donde alrededor del 90% de los ciudadanos habitan zonas urbanas.4 Tal como afirma el PhD James Miller, cada vez ms de nosotros viviremos en espacios altamente modificados por el hombre, ambientes en los cuales la naturaleza es comnmente conceptualizada como algo utilizable, pero slo en un sentido muy bsico (recursos naturales como el agua).

Actualmente el ser humano vive mayoritariamente en espacios altamente artificiales-urbanizados, en donde la naturaleza ha sido relegada a cumplir un rol marginal. Debido a dicha escasez, se genera una gran alienacin en el ser humano respecto de la ecologa global, donde las experiencias con el medio ambiente no son reconocidas, ni valoradas activa y positivamente durante el proceso de socializacin. Considerado como organismo de evolucin animal, el ser humano enfrenta un proceso de alienacin creciente cuanto vive y se desarrolla en un entorno artificial o construido, cuya socializacin le aleja progresivamente de lo que se ha denominado razonamiento biocntrico, ms propio de los nios que de la poblacin adolescente y/o adulta. Sobre lo anterior, se asume que los individuos viven en una situacin de desajuste respecto del ambiente desde el cual evolucionaron.

En concordancia con lo anterior, en la ltima dcada se han reportado informes epidemiolgicos que indican que el proceso dual de urbanizacin-urbanicidad fomenta un estilo de vida poco saludable (cita). En comparacin con contextos en donde hay presencia directa de naturaleza, los centros urbanos presentan mayores tasas de enfermedades cardacas, diabetes, obsesidad y trastornos mentales (depresin, ansiedad, abuso de sustancias y esquizofrenia, principalmente). En los espacios urbanos es comn que la mayora de las actividades de los humanos (adultos y nios) se estructuren en espacios cerrados, ya sea en lugares ligados al trabajo o al propio hogar. Por el contrario, las actividades de ocio se focalizan principalmente en ver television, revisar internet, u otras acciones en donde medie algn sistema digital-audiovisual.7 Dicho fenmeno alentara varios procesos que tienen un impacto negativo en la calidad de vida de las personas, como es el excesivo sedentarismo, la dependencia del mundo virtual, la poca solidez de las redes sociales, etc. Adems, los sectores urbanos se caracterizan por contar con estresores psicosociales mltiples, vinculados a un estilo de vida acelerado y muy demandante. Todo lo anterior repercute en un nivel de calidad de vida bajo.

En resumen, un medio artificial desprovisto parcial o completamente de elementos naturales, como plantas, parques o una visin de paisajes naturales, puede resultar discordante y generar efectos negativos en la salud humana. A este respecto, consciente de las dificultades asociadas a la permanencia exclusiva en recintos cerrados, diversos autores han centrado su atencin en los beneficios asociados a la exposicin a entornos naturales (Green Infrastructure), a la incorporacin de elementos naturales en recintos hospitalarios (Nature in Healthcare Settings) y en el manejo positivo del estrs, a partir de programas de actividad fsica al aire libre y bajo la forma de terapias relacionadas con la horticultura (HT) y la asistencia de animales (AAT). Ello en una diversidad de campos clnicos que va desde el tratamiento del Alzheimer y demencia senil, hasta adicciones, trastorno por dficit atencional, depresin y discapacidad mental. Derivado de lo anterior, un cuerpo creciente de evidencia cientfica publicada ha comenzado a fundamentar la slida y significativa relacin entre la exposicin del ser humano al mundo natural (intervenido o no), y el positivo efecto en las percepciones de bienestar fisiolgico, emocional, psicolgico, social y espiritual en los individuos. En la actualidad existen diversas intervenciones en salud que se basan en dicha relacin, enmarcadas en el gran concepto de Ecoterapia. Para objeto de la presente revisin, hemos decidido dividir dichos programas en tres grandes categoras: 1) Programas que slo incluyen exposicin a la naturaleza (plazas, parques o wildsides); 2) Programas que incluyen actividades en la naturaleza (horticultura, forestacin, cuidado al medioambiente, etc.); 3) Programas de asistencia con animales (caballos, perros, pjaros, etc.)Ecoterapia

Conceptualmente, a aquella conexin entre el ser humano y la naturaleza, especialmente, su inclinacin o actitud inherente a formar parte del medio natural del cual proviene filogenticamente (Environment of Evolutionary Adaptation) se le ha denominado biofilia. En tanto hiptesis sostiene que, dado que aprendimos a sobrevivir en un entorno verde en el cual ocurri nuestra evolucin cerebral y, en un sentido ms amplio, gentica- la naturaleza no slo puede colaborar en nuestros procesos de sanacin sino prevenir directamente la emergencia de enfermedades tanto mentales como somticas. Asimismo, en tanto los seres humanos se hallan sometidos a tareas rutinarias que tienden a producir fatiga o cansancio mental, con la consiguiente disminucin de las habilidades cognitivas, se considera que un entorno natural disminuye el esfuerzo atencional restaurando de este modo las capacidades de atencin-concentracin y la respuesta afectiva en el individuo (Attention Restoration Theory).

Como concepto, la ecoterapia rene diversas modalidades de tratamiento en salud mental a partir del fortalecimiento de la relacin entre el ser humano y su ambiente natural. En este sentido, representa la fase prctica o aplicada de la llamada ecopsicologa, una combinacin de marcos tericos sobre el comportamiento humano que define tres cuestiones bsicas: la necesidad de ampliar la relacin mente-cuerpo hacia las relaciones objetivas que el individuo establece durante la construccin de su identidad, comprender el desarrollo de la personalidad no slo en virtud de una comunidad interpersonal sino considerando la pertenencia del sujeto a una comunidad viviente o bisfera, y legitimar la presencia de una dimensin espiritual intrincada en cada etapa de la vida del individuo. 1.- Programas que slo incluyen exposicin a la naturalezaExplicacin del programa

Evidencia

Ulrich (Ulrich, 1984) demostr que las habitaciones de hospital que tenan visin a zonas naturales (provistas de rboles, plantas y animales), aceleraron la recuperacin de los pacientes, permaneciendo menos tiempo en el centro hospitalario, consumiendo menor cantidad de analgsicos y presentando menos complicaciones post-operatorias. Dicho grupo se diferenci significativamente de los dems pacientes, los cuales llevaron a cabo su recuperacin en habitaciones en donde slo tenan visin hacia otros edificios y zonas urbanas, desprovistas de cualquier planta, rbol o indicio de naturaleza. Por su parte, el grupo liderado por Leather et al. (1998) report que oficinistas presentan menores niveles de estrs laboral, mayor satisfaccin en el trabajo e ndices ms bajos de enfermedad cuando tuvieron visin a reas verdes y de naturaleza; asimismo, tener plantas o arbustos de interior mejora la calidad de aire en la oficina, incrementando la productividad y la relacin entre los trabajadores (Larsen et al., 1998). A su vez, Parson et al. (1998) identificaron una reduccin en los niveles de estrs medidos por medio de la presin sangunea, el ritmo cardaco y los cambios en el sistema nervioso simptico, en trabajadores que tenan vista a zonas arbreas, y en las cuales podan caminar en horarios de ocio.

2.- Programas que incluyen actividades en la naturalezaExplicacin del programa

Evidencia

En el caso de la interaccin en reas en donde prima la naturaleza, Herzog et al. (1997) indican que la exposicin de algunos das a tales espacios de personas que viven en zonas urbanas, mostr una reduccin en la fatiga mental y en emociones como ira e irritabilidad; mejor adems las capacidades de atencin-concentracin y de resolucin de problemas. Tales conclusiones son coherentes con la revisin terica realizada por Rohde and Kendle (1994), en la cual se menciona que la interaccin directa con la naturaleza reduce emociones negativas tales como la ira, fomentando a su vez el inters, el altruismo y los sentimientos de placer.

Hace ya ms de tres dcadas existen en Europa comunidades de ornamentacin y jardines, y horticultura (Cita pendiente..). Autores como Lewis (1996) y Furnass (1996) proveen evidencia de que actividades como plantar y cuidar un jardn, cultivar hortalizas, o bien plantar rboles en zonas desforestadas, fomentan la reduccin de los niveles de estrs, la consolidacin de redes sociales, el aumento de capital humano y los sentimientos de trascendencia por un bien comn humanitario.

3.- Programas de asistencia con animalesExplicacin del programa

Evidencia

Por otra parte, la contribucin de los animales al fomento de nuestra salud, calidad de vida y bienestar data desde los orgenes de nuestra especie. El cuidado de animales domsticos impacta beneficiosamente en la salud, reduciendo los niveles de presin sangunea y el afrontamiento a los eventos estresantes (Maller et al., 2002). En un estudio norteamericano desarrollado por Anderson et al. (1992, se demostr que los propietarios de mascotas presentaron bajos niveles de presin sangunea, colesterol y triglicridos comparados con los que no posean animales a su cargo. Otros estudios demuestran interacciones promotoras de bienestar y satisfaccin personal, cuando las personas alimentan a animales en estado natural (ejemplo, pjaros).

Discusin

No obstante la amplia evidencia existente sobre la efectividad de sus tratamientos, relativos tanto a la visin de elementos naturales como a la propia permanencia en entornos naturales, el alcance de la ecoterapia se encuentra limitado tanto por la estrechez del positivismo propio de las ciencias como por una ausencia de polticas pblicas orientadas a promover el establecimiento de relaciones con la naturaleza, en mbitos cotidianos como vivienda, salud, educacin, trabajo y urbanismo. Asimismo, la investigacin en ecoterapia implica una transformacin activa sobre el medio y no slo una observacin imparcial de sus efectos, razn por la cual se encuentra a medio camino entre una perspectiva subjetiva y una objetiva en el anlisis cientfico de la realidad social e individual. Especialmente, cuando se consideran las conclusiones emergentes de entre la diversidad de estudios existentes a este respecto: i) presencia significativa de sntomas de ansiedad y depresin relacionados con una desconexin del ambiente evolutivo humano, ii) beneficios cuantificables en el bienestar percibido y mejora de sntomas psicopatolgicos tras fomentar dicha conexin.

De manera similar, por tratarse de un enfoque autnticamente relacional su estudio y aplicacin requiere comprender la subjetividad como una construccin de identidad en cada individuo, acorde al lugar y las circunstancias del entorno donde esta se va gestando en el tiempo. Sin embargo, aunque se conocen los beneficios asociados al contacto con plantas y otros elementos naturales, el mecanismo mediante el cual ello ocurre es relativamente desconocido, no obstante, se ha relacionado con la promocin de actividad fsica, el establecimiento de redes sociales y la creacin de un espacio de distraccin, as como con una sensacin de placer asociada a la esttica visual propia del entorno silvestre, cuestin que ha orientado a investigar el tipo de impacto que presenta introducir elementos naturales en ambientes cerrados como oficinas, aulas escolares, celdas penitenciarias o salas de hospitales, por ejemplo, plantas y fotografas de paisajes naturales.

La incorporacin de una perspectiva ecolgica en modelos sobre promocin y atencin en salud data de algunas dcadas, no obstante los modelos de salud han estado dirigidos, histricamente, desde una perspectiva negativa antes que positiva. Es decir, en el inters de prevenir las tasas de mortalidad y morbilidad asociada a problemas de la salud, y considerando los beneficios asociados a un ambiente seguro antes que al impacto especfico que la naturaleza tiene en la salud humana. References

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