el error de pedro

Upload: jaime-marcelo

Post on 03-Apr-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    1/15

    | 1P g i n a

    El error de Pedro

    Uno de los problemas que solemos tener las personas, fiel exponente de nuestracondicin imperfecta y dicho sea en plan un tanto desenfadado, es que o nollegamos o nos pasamos; o dicho de otra manera y ya para centrar el tema,que hay aquellos que estn hasta tal grado convencidos de tener la aprobacin de

    Dios y en consecuencia, de que recibirn sus favores, que de hecho ya se nospresentan como ungidos o Hijos adoptivos de Dios y por tanto, poseedores delespritu santo de verdad (Juan 16:13) luego lo que ellos dicen est guiado pordicho espritu y lo que ms o menos nos llevara a tener que aceptar y siempresegn el particular entender de dichos personajes, que sus afirmaciones equivalen aser Palabra de Dios. Pero por el contrario tenemos a aquellos que militan en el otroextremo (a estas dirigimos este escrito) y que se hunden en la miseria ms absoluta,

    en su completa conviccin de que debido a su condicin de pecadores, jamsalcanzarn el favor del Altsimo a los primeros, por su altanera y prepotencia,dejaremos que sea el propio Creador el que les lea la cartilla en el momentooportuno; pero a los segundos y por su humildad, quizs excesiva, cierto es, peroque en estos casos siempre suele ser mejor pecar por exceso, que por defecto, nospermitiremos hacerles una pequea reflexin y en un intento de elevar su nimo, altiempo de que procuraremos hacerles ver a esas personas que el amor de Jehov

    hacia nosotros, va mucho ms al lde lo que ellas suponen y siempre a tenor de sunegativa forma de pensar y siendo el caso que nuestra afirmacin la podramossostener, mediante el siguiente texto bblico:

    Porque tantoam Dios al mundo (o a la humanidad cada) que dio a su H ij ounignito, para que todoel que ejerce fe en l no sea destruido, sino que tenga vida

    eterna. (Juan 3:16). (Acotacinnuestra).

    http://1.bp.blogspot.com/-5mP75_zaNQk/UMck73qNYkI/AAAAAAAAAas/KcF4japOCHI/s1600/HIPOCRISIA_DE_PEDRO.jpg
  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    2/15

    | 2P g i n a

    O dicho de otra manera y para continuar fijando el tema, que tantole am Dios austedquerido amigo o amiga que nos lee (pues obviamente forman tanto el unocomo la otra, parte de esa humanidad mencionada) y que piensa de manera tan

    negativa hacia la consideracin que cree Dios le pueda tener, que el Altsimosacrific a su Hijo para que ustedpueda alcanzar la posibilidad de volver a vivireternamente. Luego si Jehov lleg hasta ese extremo por usteda qu viene esemiedo morboso a no poder alcanzar el favor de Dios, debido a nuestra pecaminosaimperfeccin, como si nuestro buen Dios fuera un Ser inflexible e intransigente,cuando el caso es que es todo lo contrario, pues es puro amor y misericordia?Porque dado que nuestro Creador conoce nuestra imperfeccin, el sacrifico de

    Cristo no solo cubri el pecado heredado de nuestros primeros padres, Adn y Eva,sino todas aquellas malas acciones producto de esa imperfeccin que nos vinoimpuesta a travs de dicho pecado y en las que inevitablemente caemos todos; yactitud la del Altsimo hacia nosotros, que se pone de manifiesto en la manera enque Este se dio a conocer a Moiss:

    Y Jehov fue pasando delante del rostro de l y declarando: Jehov, Jehov, un

    Dios misericordioso y benvolo, tardo para la clera y abundante en bondadamorosa y verdad, 7 que conserva bondad amorosa para miles, que perdonaerror

    y transgresin y pecado, pero de ninguna manera dar exencin de castigo(xo. 34:6-7).

    Algo por dems razonable, pues quien ha cometido un error debe asumir no solo laculpa, sino las posibles consecuencias derivadas del mismo; por ejemplo: si unoroba en un acto inconsciente y sinceramente arrepentido acude a Jehov endemanda de Su perdn, este y como hemos ledo en el texto citado, obviamente leperdonar siempre que haya de por medio la devolucin o restauracin delbien robado cuando eso sea posible; pero que en todo caso no habr exencin decastigo, pues no ser eximido de sufrir las consecuencias o castigo que un juez yacorde a lo que disponga la ley que ha infringido, le imponga como condena. Peroleamos otro texto, que obviamente nos tendra que tranquilizar en cuanto a esa

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    3/15

    | 3P g i n a

    actitud del Altsimo hacia nosotros y en palabras del apstol Pablo, al que se lesupone algo enterado de cmo estara de la cosa:

    Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavaramos

    pecadores (y que an lo continuamos siendo), Cristo muri por nosotros. (Rom.5:8). (Acotacinnuestra).

    Tan clara tena esa idea Pablo, que en otro momento llego a decir y yapersonalizando el asunto, que la vida que en ese momento viva en la carne la vivasegn dijo:

    por la fe que es para con el Hijo de Dios, que me am y se entreg por m(Gl. 2:20b).

    Cierto es que con esas palabras y las anteriores de Rom. 5:8, Pablo se estabarefiriendo a los que como l eran ungidos o personas elegidas por Dios paraformar parte junto a Cristo, de ese gobierno divino que conocemos como el reinode Dios y que son los reales protagonistas del llamado NT (exceptuando la

    Revelacin). Por lo que todo lo que en el mismo est escrito est dirigido a ellos,pues solo a esos fue a los que vino a buscar Jess en su primera venida; porque dela gran muchedumbre que sobrevive a los eventos finales y que entra con vida alnuevo mundo u orden de cosas ya bajo el reino de Dios y protegidos de la grantribulacin (Rev. 7:9; 14), de ella solo se nos habla en el citado libro deRevelacin o Apocalipsis pero no es menos cierto, que el apstol Juanmencion unas palabras que aaden luz a la cuestin, pues corrobora la ideasubyacente en las palabras de Pablo y que nos ponen ante una feliz realidad:

    Y l es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, pero no solopor losnuestros (los elegidos para reinar con Cristo mencionados y de los que el propioJuan formaba parte), sino tambin por los de todo el mundo. (1 Juan 2:2).(Acotacinnuestra).

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    4/15

    | 4P g i n a

    De hecho, las palabras con las que Juan el Bautista identific a Jess fueron elCordero de Dios que quitael pecado del mundo (Juan 1:29) y no solo de aquellospocos redimidos o comprados de entre la humanidad para reinar con Cristo enel reino de Dios (Rev. 14:3-4).

    No olvidemos por otra parte, que si bien las Escrituras nos dicen que entre loscuatro atributos principales de Jehov estn el amor, la sabidura, el poder y lajusticia, adems de todos los que se le pudieran ocurrir aadir a uno y seguro que sequedara corto, del nico atributo que no se nos dice (y lo mencionamossimplemente como un detalle) que el Altsimo tenga sino que el Altsimo es,tiene que ver con el del amor y por lo que habra que entender que Jehov es la

    personificacin del mismo porque se nos dice de l que tiene poder, quetiene sabidura, que acta en justicia, pero no que acte conamor o que tengaamor, sino que l esel amor (1 Juan 4:8). Pero puesto que dicen que una imagenvale ms que mil palabras, vamos a intentar usar a modo de imagen una historia quese nos cuenta en las Escrituras, acerca de un hombre impetuoso, algo tosco,inestable, un tanto irreflexivo y lo que le llev a cometer muchos actos quemerecieron la reprobacin del propio Jess, pero al que este amaba por la condicin

    de corazn que ese personaje del que les vamos a hablar tena y que lleg a ser unpuntal en la primitiva congregacin cristiana y que no es otro que el apstolPedro.

    Ya en el artculo anterior a este, hicimos mencin de l cuando les hablbamosacerca de unas intrigantes palabras que Jess le dirigi a este personaje,precisamente por esa especial forma de ser que hemos sealado y tema (el anterior)que esperamos haber dejado perfectamente aclarado; pero hoy vamos a convertirle al en el protagonista de nuestro relato, pues es un claro ejemplo de cmo nos evalaJehov y por tanto (entendemos nosotros), como un referente gratificante yanimador para aquellos que estn llenos de dudas en cuanto a su personal posicinante el Altsimo. Por lo que para ello, empezaremos narrando unos pocos episodiosde los muchos que protagoniz Pedro y que nos muestran el controvertido carcterdel personaje, pero que a pesar de ello lleg a convertirse en uno de los referentes

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    5/15

    | 5P g i n a

    entre el resto de los apstoles y s mucho nos apuran, hasta pieza fundamentalen el organigrama de Jess, dentro del conjunto de seguidores a los que l vino abuscar. Y que Pedro tena cierto ascendente sobre Jess, queda probado por elhecho que en tres ocasiones destacadas en el ministerio del Hijo de Dios, dicho

    apstol figur entre los tres que este escogi para que le acompaaran en esosmomentos crticos, como fue la de la resurreccin de la hija de Jairo (Mar. 5:35-42);o en la que se conoce como la de la transfiguracin de Jess (Luc. 9:28 -30), ascomo en la dramtica ocasin de la noche en que este fue arrestado y en donde unavez ms, se hizo acompaar por Pedro y dos apstoles ms (los hijos de Zebedeo)en su agnica oracin en el jardn de Getseman (Luc. 22:39-46).

    Y ocasin en donde de nuevo Pedro dio muestras de su impetuosidad, cuando en elmomento de la detencin de Jess, sac una espada y en defensa de este cort de untajo la oreja del esclavo del Sumo Sacerdote (Juan 18:10) y que nuncasabremos si lo de darle en la oreja fue premeditado o sencillamente un error y loque Pedro pretenda, era cortar algo ms. Y decimos que de nuevo porquedicho mpetu y actitud irreflexiva, le llevo (entre otras) en una ocasin anterior areprender al propio Hijo de Dios, por haber predicho este sus futuros sufrimientos

    y muerte como Mesas y por lo que Jess, se vio obligado a cantarle las cuarenta:

    Desde ese tiempo en adelante Jesucristo comenz a mostrar a sus discpulos quel tena que ir a Jerusaln y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos y de los

    sacerdotes principales y de los escribas y ser muerto y al tercer da ser levantado.

    22 Con eso, Pedro lo llev aparte y comenz a reprenderlo, diciendo: S

    bondadoso contigo mismo, Seor; t absolutamente no tendrseste destino. 23

    Pero l, dndole la espalda, dijo a Pedro: Ponte detrs de m, Satans!

    Me eres

    un tropiezo, porque no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres.(Mat. 16:21-23).

    Sin embargo, es significativo el hecho de que en el relato paralelo de tal situacinen el evangelio de Marcos (cap. 8 y verso 33), se nos hace la aclaracin de queantes de reprender a Pedro, Jess miro a sus discpulos y lo que nos podra dar a

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    6/15

    | 6P g i n a

    entender que lo expresado por Pedro, era pensado tambin por el resto de apstolesy que solo este, en su vehemente personalidad, se atrevi a decir y llevndosepor supuesto el broncazo que Jess le solt (y que es lo que significa en elrefranero espaol, el cantarle las cuarenta a uno).

    En otra ocasin, Pedro se tom la libertad de hablar en nombre de Jess respecto alpago de cierto impuesto exigido en el templo (dos dracmas en moneda griega) y quepor ley se requera de cada varn adulto para el mantenimiento del templo, losservicios que se efectuaban all y los sacrificios diarios a favor de la nacin entera.Y es que muy probablemente y en un afn de implicar a Jess en una violacin de lacostumbre establecida, los hombres que se encargaban de cobrar el impuesto del

    templo abordaron a Pedro y le preguntaron: No paga el maestr o de ustedes, elimpuesto de los dos dracmas para el templo? con lo que qued claro que lapreguntita iba con muy mala gaita y a lo que Pedro, siempre fiel a su estilo y paravariar, respondi imprudentemente lo primero que se le vino a la cabeza y denuevo meti la pata (claro est); y por lo que otra vez, Jess tuvo que reconvenir aPedro, intentando refrenar la natural precipitacin del personaje (Mat. 17:24-27).Pero aparte de estas cosas, a las que se podran sumar otras muchas de menor

    cuanta (por decirlo de alguna manera) y por aquello de abreviar, vamos adirigirnos a la ms grave de las que cometi y que le pudo haber costado muy cara,siendo este el ejemplo que queremos citar para sealar el grado de misericordia quenos tiene Jehov cuando a pesar de nuestros errores, lo que predomina en uno y aligual que ocurra en el caso del apstol Pedro, es un corazn completamenteentregado al Creador (o en su defecto a Jess) y que es lo que estaba detrs de susmuchas precipitaciones pero veamos cmo fue la cosa:

    Entonces Jess les dijo: A todos ustedes se les har tropezar respecto a m estanoche, porque est escrito: Herir al pastor y las ovejas del rebao sern

    esparcidas. 32 Pero despus que yo haya sido levantado ir delante de ustedes a

    Galilea. 33 Pero Pedro, en respuesta, le dijo: Aunque a todos los demsse les

    haga tropezar respecto a ti, a mnuncase me har tropezar!. 34 Jess le dijo:

    En verdad te digo: Esta noche, antes que un gallo cante, me repudiars tres

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    7/15

    | 7P g i n a

    veces. 35 Pedro le dijo: Aun cuando tenga quemorir contigo, de ningn modo te

    repudiar. Todos los dems discpulos tambindijeron lo mismo. (Mat. 26:31-35).

    Y siendo cierto que todos los dems respaldaron esta afirmacin, no es menos ciertoque Pedro fue el primero en manifestarse y reafirmarlo con insistencia en el relatoparalelo de este suceso y que encontramos en Mar. 14:31 fue entonces cuandoJess predijo que Pedro negara a su Seor tres veces; pero veamos cmoacontecieron los hechos, una vez que temerariamente e impulsado por el inmensoamor y preocupacin que tena por Jess, desde la distancia Pedro fue siguiendo a lamuchedumbre que llevaba preso a este y consigui introducirse en el patio de la

    residencia del sumo sacerdote y, despus de entrar, se qued sentado con losservidores de la casa para ver el desenlace final de tan grave situacin:

    Ahora bien, Pedro estaba sentado fuera en el patio; y una sirvienta se le acerc ydijo: T tambin estabas con Jess el galileo!. 70 Pero llo neg ante todos,

    diciendo: No s de qu hablas. 71 Despus que l hubo salido al portal, otra

    muchacha lo observ y dijo a los que estaban all: Este hombre estaba con Jess

    el Nazareno. 72 Y otra vez l lo neg, con juramento: No conozco al hombre!.73 Un poco despus se acercaron los que estaban parados por all y dijeron a

    Pedro: Ciertamente t tambin eres uno de ellos, porque, de hecho, tu dialecto te

    denuncia. 74 Entonces l empez a maldecir y a jurar: No conozco al

    hombre!. E inmediatamente un gallo cant. 75 Y Pedro se acord del dicho que

    Jess habl, a saber: Antesque un gallo cante, me repudiars tres veces. Y sali

    fuera y llor amargamente. (Mat. 26:69-75).

    Luego no qued ninguna duda y ante la reiterada y enftica actitud de Pedro, delcumplimiento de las palabras de Jess y de nuevo habra que sealar, quesegn el relato paralelo de este grave suceso y que se encuentra en el evangelio deLucas, se nos dice lo siguiente de lo que ocurri tras el canto del gallo:

    Y el Seorse volvi y mir a Pedroy Pedro record lo que el Seor haba

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    8/15

    | 8P g i n a

    expresado cuando le dijo: Antes que el gallo cante hoy, me repudiars tres

    veces. 62 Y sali fuera y llor amargamente. (Luc. 22:61-62).

    Bien, pero dnde estaba lo grave del asunto, siendo ya gravsimo el hecho de

    traicionar a Jess en ese momento y encima, mintiendo como un bellaco? Puessencillamente en una afirmacin que haba hecho Jess con anterioridad yrefirindose a la posible actitud que distintas personas adoptaran con respecto a l yque encontramos en Mat. 10:32-33:

    En cuanto a todo aquel, pues, que confiese unin conmigodelante de loshombres, yo tambinconfesar unin con l delante de mi Padre que est en los

    cielos; 33 pero en cuanto a cualquieraque me repudie delante de los hombres, yotambin lo repudiardelante de mi Padre que est en los cielos.

    Y palabras que por extensin, nos aplican a cada uno de nosotros actualmentey que no lo decimos por nada en especial: solo para advertir al personal de cmoest el patio; pero es que adems y no sabemos si a alguien se le habr ocurridopensar en ello, est la siguiente cuestin de fondo y que no hace ms que complicar

    el asunto: o Jess se retractabade sus palabras o Pedro y como mnimo, tenaque ser rechazadode ser apstol o no van las cosas por ah? Porque adems,tambin Jess afirm en su momento, que l solopoda decir aquello que su PadreCelestial le haba mandado (Juan 12:49); luego habra que razonar que dichopensamiento expresado por Jess, estara tambin en la mente del Altsimo y con locual, la cosa adquira para Pedro color hormiga, eso es, marrn oscuro tirando anegro y ms recordando el precedente de Judas Iscariote y que no iba en favorde Pedro, precisamente! Sin embargo, resulta que contrario a todos esos negrospresagios, un Jess resucitado e investido por su Padre Celestial del mximo podery autoridad (Mat. 28:18), a la primera persona que se le aparece para animarlo yconfortarlo, es al propio Pedro; y algo que nos aparece relatado en el evangelio deLucas, captulo 24 y versos del 15 en adelante, dnde se nos explica que dosdiscpulos de Jess (uno de nombre Cleopas y otro no identificado, pero que noformaban parte de los doce), despus de encontrarse con este e identificarlo,

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    9/15

    | 9P g i n a

    corrieron a donde estaban los apstoles y entre los que an no haba regresadoPedro, pero que ya sabanque Jess se le haba aparecido a Pedro, dndoles lanoticia de lo que les haba ocurrido:

    Y en aquella misma hora se levantaron y volvieron a Jerusaln y hallaroncongregados a los oncey a los que estaban con ellos, 34 que decan: Es un

    hecho que el Seor ha sido levantado y se ha aparecido a Simn! 35 Entonces ellos

    mismos contaron lo que haba sucedido en el camino y cmo se les dio a conocer

    en el acto de partir el pan. (Luc. 24:33-35).

    Luego confirmada la resurreccin de Jess y aun dentro del revuelo causado por

    dicha noticia, es cuando se produce la aparicin de este a esos once tambin (v. 36)y secuencia de hechos que confirma posteriormente el apstol Pablo:

    y que fue enterrado, s, que ha sido levantado al tercer da segn lasEscrituras; 5 y que se apareci a Cefas(o Pedro), entoncesa los doce. 6Despusde esose apareci a ms de quinientos hermanos de una vez, de los cuales la

    mayora permanece hasta ahora, pero algunos se han dormido en la muerte. (1

    Cor. 15:4-6). (Acotacinnuestra).

    Y todos sabemos, por otra parte y merced al texto escritural, la importancia quePedro posteriormente tuvo en la primitiva congregacin cristiana y que incluso elpropio Pablo reconoci, cuando ya pasado el tiempo afirm lo siguiente:

    Pero, al contrario, cuando ellos vieron que yo tena encomendadas a m lasbuenas nuevas para los incircuncisos, as como Pedro las tena para los

    circuncisos; 8 porque El que dio a Pedropoderes necesarios para un apostolado a

    los circuncisos me dio poderes tambin a mpara los que son de las naciones. 9 S,

    cuando llegaron a saber de la bondad inmerecida que me haba sido dada,

    Santiago y Cefas(o Pedro)y Juan, los que parecan ser columnas, nos dieron a my a Bernab la mano derecha de la coparticipacin: que nosotros furamos a las

    naciones, mas ellos a los circuncisos. (Gal.2:7-9). (Acotacin nuestra).

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    10/15

    | 10P g i n a

    Luego estaramos hablando de dos personajes de referencia dentro de lacongregacin cristiana del primer siglo y en la que en sus inicios y segn el libro deHechos de los Apstoles Pedro fue un abanderado, an con todas las meteduras

    de pata en las que incurri a lo largo de sus primeros pasos como apstol deJess y que por aquello de que la cabra siempre tira al monte, la volvi amontar ms de 20 aos despus y cuando ya situados dentro de cierta lgica,razonablemente tendramos que pensar que el hombre se habra serenado un pocopues ni por esas!; pero veamos que pas y segn nos lo cuenta Pablo:

    Sin embargo, cuando Cefas vino a Antioqua, lo resist cara a cara, porque se

    hal laba condenado(una vez ms). 12 Porque, antes de la llegada de ciertoshombres desde Santiago (desde Jerusaln), sola comer con gente de las naciones;

    pero cuando estos llegaron, se puso a retirarsey a separarse, por temora los de la

    clase circuncisa. 13 Los dems de los judos tambin se unieron a len hacer esta

    simulacin, de modo que hasta Bernabfue llevado con ellos en su simulacin. 14

    Mas cuando yo vi que no estaban andando rectamenteconforme a la verdad de las

    buenas nuevas, dije a Cefas delante de todos ellos: Si t, aunque eres judo, vives

    como las naciones y no como los judos, cmo obligas a gente de las naciones avivir conforme a la prctica juda?. (Gal. 2:11-14). (Acotacionesnuestras).

    Lo que dicho en romn paladino sera ms o menos, que la que le mont Pablo albueno de Pedro fue de esas de agrrate y no te menees...... pero cmo reaccionPedro ante ese rebote del casi recin llegado Pablo y que lo puso a bajar de unburro delante de todos los presentes? Es cierto que las Escrituras no nos lo dicenexplcitamente, pero no es menos cierto que unos diez aos despus, Pedro escribidos excelentes cartas y que actualmente figuran en el registro bblico y donde en lasegunda de ellas nos habla de Pablo en los siguientes trminos: nuestroamado hermano Pablo (2 Ped. 3:15), por lo que habra que entender quehumildemente acept la correccin y la cosa no pas a mayores. Pero habra quedestacar el hecho de que estamos hablando de dos cartas que forman partedelcanon bblico, eso es, de las Escrituras y acerca de cuyo contenido un inspirado

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    11/15

    | 11P g i n a

    Pablo, dijo lo siguiente:

    Porque todas las cosasque fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas paranuestra instruccin, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de

    las Escrituras tengamos esperanza. (Rom. 15:4).

    Y puesto que entre todas las cosas escritas en tiempo pasado y que precisamentefueron escritas para nuestra instruccin, figuran tambin las dos excelentes cartasde Pedro y colofn a su vida al servicio del Altsimo, la pregunta es solo necesaria:Cul sera entonces, la instruccin o enseanza que podramos derivar del hechoconcreto analizado, as como del relato pormenorizado de los altibajos del bueno de

    Pedro? Pues bien, de entrada y para poder entender de qu realmente va la cosa,tendramos que contrastar y que es lo que quizs muchos quizs se estarnpreguntando, qu diferencia exista entre lo ocurrido con Judas, con respecto de loexplicado sobre Pedro y en donde subyace la siguiente cuestin: Por qu tandistintos finales, para tan parecidos errores puesto que en esencia, ambostraicionaron a Jess?

    Pues sencillamente la diferencia estaba en la actitud de corazn, pues Judas tramcon nocturnidad y alevosa la traicin a Jess y con lo que demostr la maldad quese desarroll en l, al grado que ya no haba cabida dentro de su corazn parapensar en la misericordia de Jehov y buscar un posible perdn por su fechora. Porello acab quitndose la vida como nica solucin, pues no encontraba lugar antetanta ruindad, la idea de un genuino arrepentimiento y que pudiera conmover aDios ms bien, si hubo un intento de buscar la reparacin a la traicin llevada acabo, este fue en la direccin equivocada:

    Entonces Judas, que lo haba traicionado, viendo que Jess haba sido condenado,sinti remordimiento y devolvi las treinta piezas de plata a los sacerdotes

    principales y a los ancianos, 4 diciendo: Pequ cuando traicion sangre justa.

    Ellos dijeron: Qu nos importa? T tienes que atender a eso!. 5 De modo que

    l tir las piezas de plata en el templo y se retir; y se fue y se ahorc. (Mat. 27:3-

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    12/15

    | 12P g i n a

    5).

    Sin embargo y totalmente al contrario, en el trasfondo de los errores cometido porPedro no haba ms que el amor que senta por Jess y que en armona con su

    natural impulsiva forma de ser, lo llevaba espontneamente a actuar conprecipitacin y en muchos casos como hemos visto, a pasarse de rosca peronunca hubo premeditacin o mala fe en su forma de actuar. En el acto que estamosanalizando de Pedro y en el que neg esas tres veces a Jess, vemos que unagenuina preocupacin por la suerte que pudiera correr este y porque no, un excesode confianza en s mismo, fue lo que le llevo a tomar una accin temeraria y quecuando se vio entrampado en ella y obligado a tomar accin ante la situacin que se

    le haba creado y que le estaba sobrepasando, la imperfeccin humana sali arelucir y dominado por el temor, cedi a este y respondi como respondi; pero ensu accin y a diferencia del caso de Judas, no huboen ningn momentopremeditacin alguna y prueba de ello, es que consumada la negacin y dndosecuenta de lo que haba hecho sali fuera y llor amargamente (Luc. 22:62).

    Por lo que vemos que en el cuadro ya entra a formar parte un sincero y genuino

    arrepentimiento de la accin llevada a cabo y en dnde estuvo la clave de queJehov no abandonara a Pedro a su suerte, sino que teniendo en cuenta los clarossentimientos de su corazn, aunque traicionados por la imperfeccin humana, lorestaur de nuevo y con el tiempo saco lo mejor de l para Su servicio, al grado ycomo ya hemos mencionado, que Pedro fue un fuerte baluarte dentro de la primitivacongregacin cristiana. De hecho, Jesucristo lo comision para grandes logros,como fue el concederle las tres llaves del reino (Mat. 16:19) y que tena que vercon el extender a diferentes grupos de personas, la oportunidad de poder acceder aformar parte de esa gobernacin real en un futuro an lejano y auspiciada por elAltsimo lo que significaba para el bueno de Pedro, un gran privilegio elrecibir tan especial comisin.

    Pero volviendo a lo afirmado hace un momento en el sentido que de las Escrituraspodemos derivar instruccin consoladora, preguntemos: Qu en esencianos

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    13/15

    | 13P g i n a

    vendra a ensear ese relato de la vida de Pedro? Pues algo tan simple y siempre anuestro entender (insistimos en ello), como el gran poder que un genuinoarrepentimiento tiene ante cualquier burrada cometida y detrs de la cual no hubierapremeditacin malvada (como en el caso de Judas) y que nos permite mantener una

    buena relacin con nuestro Dios y muy a pesar de lo que nosotros negativamentepudiramos pensar; que ello es as, es el propio Creador el que nos lo confirmamediante la invitacin que nos extiende:

    Vengan, pues y enderecemos los asuntos entre nosotros, dice Jehov. Aunque lospecados de ustedes resulten ser como escarlata(rojo intenso), se les har blancosjustamente como la nieve; aunque sean rojoscomo tela de carmes, llegarn a ser

    aun como la lana(por su blancura). (Isa. 1:18). (Acotacionesnuestras).

    Y aunque es cierto que alguien podra decir que esa invitacin de volver a l paraenderezar los asuntos mediante el arrepentimiento de uno, iban dirigidas a supueblo Israel, no es menos cierto lo que se nos dice en el libro de los Salmos:

    Porque as como los cielos son ms al tosque la tierra (distancia imposible de

    cuantificar para el ser humano), su bondad amorosa es superiorpara con los que letemen. 12 Tan lejos como est el naciente del poniente (eso es, diametralmenteopuestos), as de lejosha puesto de nosotros nuestras transgresiones. 13 Como un

    padre muestra misericordia a sus hijos, Jehov ha mostrado misericordia a los que

    le temen. 14 Pues l mismo conoce bien la formacin de nosotros y se acuerdade

    que somos polvo. (Sal. 103:11-14). (Acotacionesnuestras).

    Y en el bien entendido que no estaramos hablando de un temor morboso al castigo,eso es, miedo puro y duro, sino el sano temor de ofenderle en algo, pues eso no eslo que est en nuestro corazn. Y que ese salmo nos aplica a todos, fue lo que llevel apstol Pablo a afirmar que Jehov no soloera el Dios de los judos, sino el detodoslos hombres de la tierra:

    O es l el Dios de los judos nicamente? No lo es tambinde gente de las

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    14/15

    | 14P g i n a

    naciones? S, de gente de las naciones tambin. (Rom. 3:29).

    Lo que nos reafirma en la idea de que la invitacin de acudir a nuestro Creador enbusca de un enderezar nuestros asuntos con l y que siempre tiene que ver con

    nuestros pecados en contrate con Su perdn, est abierta a todo ser humanopues como refleja el versculo final del salmo transcrito, Jehov se acuerdade quesomos polvo y lo que significa que est consciente de nuestras dificultades porhacer lo correcto (ya que nacimos bajo la carga del pecado) y por ello est presto apasar por alto nuestras ofensas cuando, repetimos, no hay una actitud premeditadadetrs de ellas y son seguidas por un sincero deseo de no continuar en las mismas.Porque no se crea que el pecar o dicho de otra manera, no acertar en la direccin

    correcta, es cosa en la que solo cae usted, sino que personajes como el yamencionado Pedro o el mismo Pablo (y que ya tenanel ungimiento como Hijosadoptivos de Dios!) estaban en la misma situacin que usted o nosotros dehecho esto es lo que dijo el propio Pablo de s mismo:

    Hallo, pues, esta ley en el caso mo: que cuando deseo hacer lo que es correcto, loque es malo est presente conmigo. 22 Verdaderamente me deleito en la ley de Dios

    conforme al hombre que soy por dentro, 23 pero contemplo en mis miembros otraleyque guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivoa la ley del

    pecado que est en mis miembros. 24 Hombre desdichado que soy! Quin me

    librar del cuerpo que est padeciendo esta muerte? (Rom. 7:21-24).

    Luego y segn propia confesin, el apstol Pablo tambin tena sus pequeosproblemillas con los que lidiar con esfuerzo y tesn, exactamente igual que usted,que nosotros o cualquier hijo de vecino y sin embargo ambos, Pedro y Pablo,Pablo y Pedro, llegaron a ser prominentes y valiosos instrumentos dentro delpropsito divino. Y en un claro y valioso exponente de que cuando uno ama aJehov y muestra un genuino arrepentimiento por las malas acciones que,motivadas por la imperfeccin y no por una tolerancia en cuanto al pecado, unocomete, ah est Jesucristo aplicando el valor de su sangre derramada y abogandopor nosotros ante el Creador, para que se nos exculpe de nuestro error.

  • 7/28/2019 El Error de Pedro

    15/15

    | 15P g i n a

    Por lo que nuestro consejo es que si usted se encuentra en la situacin de temor queha dado lugar a este escrito, compruebe con su ejemplar de las Escrituras si lo quele hemos contado se ajusta a lo dicho en las mismas, medite en ello y saque

    conclusiones animadoras y recuerde aquello tan popular de que arrepentidoslos quiere Dios; al menos, eso es lo que se podra entender tambin de lassiguientes palabras dichas por el propio Hijo de Dios y que algo sabra del tema:

    Les digo que as habr ms gozo en el cielo por un pecador que se arrepientequepor noventa y nueve justos que no ti enennecesidad de arrepentimiento. (Luc.15:7).