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  • 8/2/2019 _ElOficioLiturgicoDeComentaristaOComentador

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    EL OFICIO LITRGICO DE COMENTARISTA O COMENTADOR

    El Comentarista litrgico es aquella persona que, en ciertos momentos claves,indica o aclara, mediante breves moniciones, el sentido y significado dedeterminados ritos de una celebracin litrgica, e invita a participar enellos con el espritu y la actitud debidos. As mismo, en muchas partes, lecorresponde proponer las intenciones de la Oracin Universal y las de lapresentacin de ofrendas. En algunas partes, sus funciones se le asignan alMaestro de ceremonia; sin embargo, en pro de la clara diferenciacin defunciones, es preferible que, en las celebraciones donde se requiera laparticipacin de un Maestro de ceremonia, sus funciones estn debidamenteseparadas de las del Comentarista.

    1. LAS MONICIONESLas moniciones son breves exhortacionesque cumplen tres funciones bsicas:

    Explicar el sentido o significado de un ritoo de una ceremonia.Motivar e invitar a los fieles a participaren un rito o en una ceremonia.Describir los ritos mediante los cuales serealiza una ceremonia.

    En la mayora de las ceremonias, lasmoniciones cumplen slo las dos primerasfunciones; nicamente en celebraciones quetienen un carcter excepcional, tanto por suforma como por la poca frecuencia con quese celebran, se usan moniciones descriptivas,pero, en tal caso, estas ltimas las realiza elMaestro de ceremonia.

    Ahora, bien, cualquier parte de unaceremonia puede ser objeto de unamonicin; sin embargo, en la mayora delugares se ha adoptado como convencin

    hacer en las ceremonias regulares tresmoniciones tpicas:

    La monicin inicial (o monicin deentrada): dependiendo de lascostumbres de cada lugar, la ubicacin deesta monicin cambia: en algunas partes

    se hace antes de iniciar el canto deentrada; en otras, al terminar ste; y enotras partes, despus del saludo litrgico.Esta ltima, de acuerdo a las indicacionesdel Misal Romano (Ordinario de la Misa,n 3), es la ubicacin ms apropiada,aunque, en ltima instancia, es elPrroco del lugar quien decide en qumomento se hace esta monicin.

    La monicin inicial cumple con lafuncin de explicar o resaltar el

    sentido y la importancia de la

    ceremonia particular que se celebra,y de invitar a los fieles a participar en elladentro del espritu y las intencionesparticulares que congregan a los fieles (lasolemnidad, fiesta o memoria que secelebra, el domingo, el sacramento quese celebra, la visita del obispo u otropersonaje importante, el cumpleaos dealguien o el aniversario de unainstitucin, etc.). Debe tenerse en cuentaque esta monicin nunca incluye un

    saludo, pues como tal, el nico que cabehacer al inicio de una ceremonia religiosa,

    es el saludo litrgico que realiza elpresidente de la Asamblea. Ej. de unamonicin de entrada en un domingo deltiempo ordinario:

    Hermanos y hermanas, en este da,como todos los domingos, nos hemos

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    congregado para celebrar el MisterioPascual de Cristo, es decir, elacontecimiento glorioso de su Pasin,

    Muerte y Resurreccin, por los cualesnos alcanz la vida eterna. Conscientesy agradecidos por tan magnfico regalodel amor de Dios, participemos conentusiasmo y alegra en esta SantaMisa.

    La monicin a la Liturgia de laPalabra: se ubica antes de dar inicio a laproclamacin de las lecturas bblicas delda. Su funcin es explicar el sentidode la Liturgia de la Palabra y motivara escuchar atenta y devotamente laPalabra de Dios. En ella se puede haceralusin a la Palabra de Dios comoalimento espiritual, como enseanzasagrada, como don de Dios; a Cristocomo Palabra de Dios viva y encarnada; ala Liturgia de la Palabra como mesa de laPalabra de Dios; al Espritu Santo queilumina las mentes y el corazn paraacoger, entender y obedecer el mensajedivino, etc. Ej. de una monicin a laLiturgia de la Palabra en la fiesta de unsanto:

    La Palabra de Dios es la espadaespiritual con la que los santos y santasdel Seor combatieron los ataques del

    pecado y del mal. Armmonos tambinnosotros con la sabidura divinaescuchando atentamente las lecturasbblicas de hoy.

    La monicin antes de la Comunin: sumejor ubicacin es luego de la invocacindel Cordero de Dios, antes de que elsacerdote comience a distribuir la

    Comunin a los fieles. Su funcin esexplicar el sentido de la ComuninEucarstica, y motivar a recibirla deforma digna. Puede hacer alusin aCristo que se entrega como alimentoespiritual y corporal, como nuevo manenviado por el Padre, a la Iglesia como

    comunin de los hijos de Dios, a lacaridad fraterna con todos, especialmentecon los ms necesitados, a la pureza delalma requerida para comulgar, a launidad del pueblo cristiano como imagende la unidad de la Santsima Trinidad, etc.Ej. de una monicin antes de la Comuninen la fiesta de la Anunciacin:

    Mara fue el Sagrario Vivo que custodi ensu vientre al Hijo de Dios hecho hombre.Hoy nosotros, al comulgar el Cuerpo deCristo, por la gracia y misericordia de Dios,nos convertiremos tambin en SagrariosVivos de Cristo resucitado. As, pues,acerqumonos a comulgar en actitud de

    profunda adoracin.

    Aparte de todo lo anterior, ha de tenerse encuenta que:

    Las moniciones no son un espacio parahacer reflexiones ni para dar mensajes;esa es la funcin de la Homila.La monicin a la Liturgia de la Palabra notiene por funcin hacer un resumen de laslecturas ni extraer la idea central destas; si se hace tal cosa, la hace el

    mismo sacerdote (o el dicono) alprincipio de la Homila.La monicin a la Liturgia de la Palabra sehace con respecto a la proclamacin delas lecturas en particular, o con respectoa la Liturgia de la Palabra en general, NOcon respecto a cada lectura.Las moniciones deben redactarse enforma breve y sencilla, evitando losrodeos, las palabras y expresionesrebuscadas o rimbombantes, laterminologa sofisticada, teolgica ofilosfica.Las moniciones no se proclaman desde elambn (o desde el atril destinado a laproclamacin de la Palabra, segn sea elcaso), sino desde un atril ubicado en unlugar conveniente fuera del presbiterio.

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    2. LA ORACIN UNIVERSALEn la oracin universal, u oracin de los

    fieles, el pueblo responde en cierto modoa la Palabra de Dios recibida en la fe y,ejercitando el oficio de su sacerdociobautismal, ofrece splicas a Dios por lasalvacin de todos. Conviene que estaoracin se haga de ordinario en lasMisas con participacin del pueblo, detal manera que se hagan splicas por lasanta Iglesia, por los gobernantes, porlos que sufren diversas necesidades y

    por todos los hombres y por la salvacinde todo el mundo.

    (IGMR, 69)

    De acuerdo con esta cita de la InstruccinGeneral del Misal Romano (IGMR), la Oracinuniversal consta, bsicamente, de cincointenciones (por la Iglesia, por losgobernantes, por necesidades particulares,por todos los hombres y por la salvacin delmundo); no obstante, en las celebracionesespeciales (por ejemplo, la Confirmacin, o elaniversario de una institucin), se puedenordenar y redactar de tal forma querespondan mejor al carcter especial o a las

    intenciones particulares de dichascelebraciones (cf. IGMR, 70).

    La forma de realizar la oracin universal es lasiguiente: el sacerdote las introducemediante un invitatorio; luego, el dicono(o un lector idneo) propone a los fieles lasintenciones, a las cuales estos se unenmediante una invocacin comn o medianteun silencio orante; y es terminada por elsacerdote con una oracin conclusiva.

    Cuando en la celebracin hay un dicono,

    este propone las intenciones desde el lugarde la Palabra u otro sitio adecuado; pero, sino hay dicono, las puede proponer elcomentarista, caso en el cual, aunquepueden ser propuestas desde el lugar de laPalabra, es preferible proponerlas desde elmismo atril desde el cual se leen las

    moniciones, ubicado en una parteconveniente fuera del presbiterio; aunque, sise opta porque las proponga un lectordistinto al comentarista, s es convenienteproponerlas desde el lugar de la Palabra.

    En la prctica usual en nuestro medio, lasintenciones de la Oracin universal suelen sercuatro, a saber:

    Por la Iglesia, sus necesidades, susministros en general; por el Papa, losobispos, los presbteros, los diconos, losreligiosos y religiosas, los fieles laicos engeneral; la unidad de los cristianos.

    Por el mundo, sus necesidades, susgobernantes; por la salvacin del mundo,la conversin de los pecadores y de los nocreyentes.Por los que tienen alguna necesidadparticular.Por las necesidades de la comunidadlocal; por los congregados en lacelebracin.

    Aunque no hay normas que regulen de formaprecisa la manera de formular la Oracinuniversal, atenindonos a lo que dice el

    numeral citado de la IGMR, ac nosatrevemos a hacer algunas recomendacionesa tal efecto:

    2.1. El invitatorioAunque tanto el invitatorio como la oracinconclusiva pueden ser dichos espontnea ylibremente por el sacerdote, es convenienteque quien redacte las intenciones, redactetambin aquellos. Para la redaccin delinvitatorio, debe tenerse en cuenta lo

    siguiente:

    El invitatorio no tiene ms intencin quemotivar a los fieles a que dispongan suespritu y su corazn para elevar a Dioslas splicas comunitarias; por ello, debeser breve y conciso.

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    Por lo anterior, el invitatorio se formuladirigindose directamente a los fielesAunque no es indispensable, no estdems conectar el invitatorio con laintencin general expuesta en la monicinde entrada; pero esto debe hacerse deforma taxativa o enunciativa, sinextenderse en explicaciones o reflexiones.Es conveniente formularlo de tal formaque la invocacin con la que el pueblo seune a la oracin no aparezca como unapieza colocada a la fuerza, sino que, msbien, quede claramente conectada con l.

    El siguiente es un posible ejemplo de un

    invitatorio redactado teniendo en cuentaestas recomendaciones:

    Hermanos y hermanas, en esta fiesta deMara Auxiliadora, elevemos conconfianza nuestras splicas a Dios,diciendo:

    POR LA INTERCESIN DE TU MADRESANTSIMA, ESCCHANOS SEOR

    2.2. Las intencionesDe acuerdo con el n 71 de la IGMR, lasintenciones deben ser sobrias, compuestascon sabia libertad y con pocas palabras yexpresar la splica de toda la comunidad.Para conseguir esto, hacemos las siguientesrecomendaciones:

    Deben formularse de tal forma, que encada intencin se pida slo por unanecesidad.Cada intencin consta, como mximo, detres elementos:o El encabezado. Es el elemento que

    inicia la intencin, y puede referirse aun individuo, un grupo o unainstitucin. Al redactarlo, se empiezacon la palabra Por seguida deaqul o aquellos por quienes se pide,separados del elemento siguiente poruna coma o por un punto y coma

    segn corresponda. Ej.: Por la Iglesiay sus ministros,

    o La peticin. Es el elemento en el quese explicita la gracia o favor que sepide. Al redactarlo, se comienza por laexpresin para que, seguida de lapeticin, separada del elementosiguiente por un punto y coma o porun punto seguido. Continuando con elejemplo anterior: para que nodesfallezcan en su empeo por darte aconocer en todos los rincones delmundo. .

    o La conclusin. Es el elemento con elcual se invita a la comunidad a orar en

    comn. Para ello, es usual servirse deuna de las expresiones: Oremos,Roguemos, Oremos al Seor, uotra similar, tras la cual, el puebloaclama la invocacin que se lespropuso en el invitatorio.

    Unificando el ejemplo, quedara as:Por la Iglesia y sus ministros, para queno desfallezcan en su empeo por dartea conocer en todos los rincones delmundo. Oremos.

    No debe abundarse en intenciones: elnmero ideal es cuatro, seis como

    mximo.Deben formularse tomando en cuenta lasintenciones generales de la celebracinindicadas en la monicin de entrada, ascomo las circunstancias presentes delmundo, de la Iglesia y de la comunidad.

    2.3. La oracin conclusivaLa oracin conclusiva debe redactarseteniendo en cuenta que:

    Su finalidad, es tomar el conjunto de lasintenciones para presentrselas a Dios,rogndole que nos conceda cuanto lepedimos.Por ello mismo, se dirige directamente aDios, al Padre, al Seor, o a Jess, o acualquiera de sus apelativos.

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    Si en el invitatorio no se hizo la conexincon las intenciones generales de lacelebracin, tal conexin puede hacerseac. De lo contrario, no, para evitar serdemasiado repetitivos.Se concluye con la terminacin corta,segn el caso: Por Cristo, Seornuestro. Amn (cuando se dirige a Dioso al Padre); T, que vives y reinas porlos siglos de los siglos. Amn (cuando sedirige a Jess).

    Este es un ejemplo de una oracin conclusivaen un Domingo de Navidad:

    Dios Padre, que enviaste a tu Hijo almundo para hacernos merecedores detus gracias y dones, acoge benevolentelas splicas que te hemos dirigido en sunombre. Por Cristo, nuestro Seor.Amn.

    3. LA PRESENTACIN DE OFRENDASEs muy comn, sobre todo en nuestrospases latinoamericanos, la realizacin de laprocesin y presentacin de ofrendas.Propiamente, lo que se presenta es el pan y

    el vino litrgicos (ofrendas sagradas decomunin con Dios), as como la ofrendaeconmica y en especie (ofrendas decomunin solidaria con la Iglesia y con lahumanidad, especialmente con los hermanosms necesitados).

    Sin embargo, como expresin de la riquezacultural y de los sentimientos peculiares denuestros pueblos, de hace tiempo atrs se haacostumbrado a hacer tambin otros tipos deofrendas, la mayora de las veces, decarcter meramente simblico.

    Tomando en cuenta lo anterior, hacemos lassiguientes aclaraciones:

    Las ofrendas deben ser reales, nomeros smbolos.

    Como consecuencia de lo anterior, lo quese presenta como ofrenda debe ser,efectivamente, algo que se da, que sedona a la Iglesia para atender a susnecesidades, o para que sta atienda alas necesidades de los ms pobres.As mismo, cuando se presentan el pan yel vino como signos del alimentoespiritual, o del Cuerpo y la Sangre deCristo, o de la Comunin con Dios y conlos hombres, etc., lo que se debepresentar son el pan y el vino litrgicosque se han de consagrar en la mismacelebracin.Por todo lo anterior, no se vale tomar

    prestados (de la casa cural o de lasacrista) objetos o cosas para hacer lapresentacin de ofrendas, pues no haydon cuando lo que se presenta, de por sya pertenece a la Iglesia.Tampoco se vale hacer presentacin deofrendas con cosas que, una vezterminada la celebracin, son recogidasnuevamente por quien las present. Nohay ofrenda cuando se reclama comopropio lo que se present.Aparte de lo anterior, no es convenienteabundar en ofrendas; con tres o cuatro

    son suficientes; y entre ellas, siempre sedeben contar el pan y el vino litrgicos,ya sea que se presenten conjuntamente opor separado.En cuanto al orden, slo debe tenerse encuenta que el pan y el vino siempre sepresentan de ltimos, como signo de queson la ofrenda por excelencia, la querecoge y contiene a todas las dems.

    Ahora, bien, a menudo no es al comentarista,ni al Maestro de Ceremonias, ni al guionista

    (suponiendo, pues, que se disponga en laparroquia de todos estos servidores), sino aun Comit Litrgico, a quien correspondeseleccionar las ofrendas que se han depresentar en una ceremonia determinada.

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    Por otra parte, la procesin y presentacin deofrendas suele presentarse de dos formas:

    Primera forma:o Con suficiente anticipacin, quienes

    han de portar las ofrendas, se hacen ala entrada del templo, o en el sitiodonde se tengan dispuestas lasofrendas, y se preparan tomndolasen sus manos.

    o El sacerdote, terminado el ritoprecedente (que puede ser la Homila,el Credo o la Oracin universal) sesienta en la cede (que es lo preferible,sobre todo en el caso de que quien

    presida la ceremonia sea un obispo), ose ubica de pie frente al altar.o Mientras tanto, el comentarista o el

    lector se ubica en el atril, ubicado enun sitio conveniente fuera delpresbiterio.

    o El comentarista, o el lector, anuncia laofrenda que se va a presentar (Porej.: El Cirio encendido).

    o Tras ello, quien porta la ofrendacomienza a caminar hacia la entradadel presbiterio, mientras elcomentarista o el lector hace la

    presentacin de la ofrenda.o Al llegar a la entrada del presbiterio,

    quien porta la ofrenda hace una veniaal altar, y se voltea de cara al pueblo,elevando un poco, si es posible, laofrenda, y espera a que elcomentarista o el lector termine deleer la presentacin de la ofrenda.

    o Cuando el lector o el comentaristatermine de hacer la presentacin de laofrenda, quien la porta se acerca alsacerdote y le hace entrega de la

    ofrenda.o El sacerdote recibe la ofrenda y se la

    pasa al dicono, si lo hay, o si no, auno de los aclitos o monaguillos (quesea capaz de soportar el peso de laofrenda), el cual la deposita en unamesa ubicada para este efecto cerca

    al altar; o sobre el altar, si se trata delpan y el vino.

    o Del mismo modo se procede con lasdems ofrendas.

    Segunda forma:o El sacerdote, el comentarista o el

    lector, y quienes portan las ofrendas,se ubican de la misma manera que seindic en la primera forma.

    o Se da inicio al canto de ofertorio y,simultneamente, quienes portan lasofrendas comienzan a caminarlentamente en procesin hacia elaltar, hasta que lleguen a unadistancia prudente de l.

    o Entonces, se detiene el canto deofertorio y quien porta la primeraofrenda se adelanta hacia la entradadel presbiterio, hace la debidareverencia al altar, se voltea de caraal pueblo y eleva un poco, si esposible, la ofrenda.

    o Luego, el comentarista o el lector hacela presentacin de la ofrenda.

    o Se procede en lo dems como seindic en la primera forma.

    o Despus, quien porta la segundaofrenda se adelanta hacia la entrada

    del presbiterio, y se procede en lo quesigue como ya se indic.

    Obviamente, si se elige una forma u otra, escuestin de gustos. En lo personal, acrecomendamos la segunda formaapuntalndonos en dos principios:

    En la liturgia debe evitarse lascarreras y apresuramientos, y esto nose consigue siempre con la primera formade hacer la procesin y la presentacin de

    las ofrendas, pues a menudo, quien portala ofrenda debe caminar de formaapresurada para poder llegar a la entradadel presbiterio antes de que se termine deleer la presentacin.Deben propiciarse, dentro de laliturgia, espacios de silencio

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    contemplativo y meditativo, lo cual selogra mejor en la segunda forma, en lacual el pueblo espera sentado en silencio,mientras que la procesin avanza al sondel canto de ofertorio; as como en losespacios de silencio que se crean entrelos momentos en los que quienes portanla ofrenda se acercan a la entrada delpresbiterio y los momentos en que elcomentarista o el lector comienza a hacerla presentacin de cada ofrenda.

    Teniendo claro todo lo anterior, ahora s nospodemos centrar en lo que ms propiamentele corresponde al comentarista. En cuanto a

    ello, es bueno tener en cuenta lo siguiente:

    Al igual que se dijo de las anteriores dosfunciones del comentarista, ac esconveniente ser concisos y precisos en laforma de redactar la presentacin de unaofrenda determinada.Tambin es conveniente que se use unlenguaje claro y sencillo, que, siendo noobstante elegante y decoroso, est alalcance de todos cuanto participen en laceremonia.En cuanto a la forma, puede variar mucho

    de un lugar a otro; ac, proponemos lossiguientes elementos en la redaccin dela presentacin de una ofrenda:o Encabezado: es el elemento en el

    cual se enuncia la ofrenda que sepresenta. Un ej. de la forma mshabitual, y tambin la msrecomendable, es as: Seor, tepresentamos la SAGRADABIBLIA,. Es conveniente, como seve en el ejemplo, resaltar aquello quese presenta como ofrenda.

    oSignificado: es el elemento en el quese explica el significado o elsimbolismo de la ofrenda.Continuando con el ej. anterior,podramos proseguir as: signo detu Palabra Viva que ilumina a loshombres de todos los tiempos; .

    o Conclusin: aunque en muchaspartes no se hace, es recomendableterminar la presentacin de la ofrendainvitando a los fieles a unirse a laoracin con una invocacin comn.Las ms usuales son: Recbel@,Seor y Te l@ presentamos,Seor.

    En aquellos casos en que se haya optadopor no hacer Oracin universal, esposible, e incluso conveniente, aadirluego del significado y antes de laconclusin, otro elemento: la splica,consistente en una plegaria de peticin;en el caso del ejemplo desarrollado,

    podra ser: con ella te presentamostambin a todas las personas queesparcen por el mundo la luz de tuVerdad, para que las sigas fortaleciendoen su celo pastoral. En tal caso, laconclusin ms conveniente es:Escchanos, Seor.

    De este modo, integrando nuestroejemplo, quedara as:

    Seor, te presentamos la SAGRADABIBLIA, signo de tu Palabra Viva queilumina a los hombres de todos los tiempos;

    con ella te presentamos tambin a todas laspersonas que esparcen por el mundo la luzde tu Verdad, para que las sigas

    fortaleciendo en su celo pastoral.Escchanos, Seor.

    FUENTE:MISAL Romano. Conferencia Episcopal de Colombia -Departamento de Liturgia : Bogot, 2008.

    ELABORADO POR:Carlos Augusto Arias VidalesLicenciado en Pedagoga Reeducativa en la FundacinUniversitaria Luis Amig (Medelln)Estudios Filosficos en el Seminario de Cristo Sacerdote(Yarumal, Ant.)

    Pastoral y Evangelizacin12 de abril de 2012