etica y docencia pierina
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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO NUCLEO ACADEMICO FALCON
CATEDRA: ETICA Y DOCENCIA
PROF: Lubeiny Díaz
PARTICIPANTES:
Castellano, Pierina
Colina, Orlando
García, Solimar
Ollarves, Érica
Ruiz, José
Coronel, Elvira
Santa Ana de Coro; Mayo de 2012
INTRODUCCION
Ética, para comenzar, quizás sea sobre todo lo que rige la vida humana, leyes, normas y
también nuestro comportamiento para relacionarnos con los demás y como los demás se
relacionan con nosotros. La sociedad1 en su forma más pura necesita reglas las cuales nos
permitan una adecuada convivencia, es decir respetando las garantías y libertades (cosa que rara
vez ocurre) que todo ser humano4 posee desde su nacimiento o el mismo momento de su creación
(o concepción, cualquiera vale), tema que pertenece a otro capitulo (de esta guía) y que por ser
netamente cultural, sea por religión o civilización no discutiremos (ganas sobran) aquí. Mas bien
podría ser sobre las conductas que presentan las personas y su comportamiento frente al
medioambiente y la sociedad, puesto que el comportamiento ético no solo se refiere a como
tratamos a los otros individuos, si no a todo lo que nos rodea, nos pertenezca o no (el sentido de
pertenencia suele ser algo muy curioso en los seres humanos) sea un ser vivo, un bien material, o
cualquier elemento de la naturaleza.
Desde el punto de vista de la ética, hay que resaltar que el ser humano es el único capaz
de poseer una moral y de obrar en consecuencia con ella. El resto de los animales no posee los
rasgos necesarios para que podamos valorar sus acciones desde criterios éticos: no son libres
para elegir entre diversas opciones (actúan siempre por instinto, no por su voluntad), no son
responsables (sus actos están programados o dictados por la necesidad biológica) y no poseen
conciencia.
Lo humano es la característica esencial que lo distingue al hombre respecto de los demás
seres de la humanidad, constituye el conjunto de propiedades capaces de crear y de apreciar,
porque la creación es una expresión de lo propio, mientras que la apreciación significa la
capacidad para percibir hechos de procedencia ajena.
De tal manera, lo humano se concreta en la individualidad, es decir, en una personalidad
que exhibe propiedades humanas cultivadas de modo singular por el sujeto.
En la actualidad, en el ámbito de lo profesional como de lo social, en la vida económica y
actividad política especialmente, se prefieren las consideraciones oportunistas a los principios
morales; interesan más el triunfo inmediato y el éxito personal que el acuerdo con las normas
éticas.
Desarrollaremos un poco más sobre la ética como disciplina filosófica, su relación,
característica y sus dimensiones.
ELEMENTO DE LA ETICA COMO DISCIPLINA FILOSOFICA
La Ética como disciplina filosófica se divide en Ética descriptiva, Ética normativa y
Metaetica.
• La Ética, en sentido técnico y no coloquial, es una disciplina filosófica que se
ocupa de la reflexión sobre la dimensión moral del hombre o ámbito de la acción
moral. A su vez, la Ética se divide genéricamente en tres grandes ramas:
• Ética descriptiva: que se puede considerar como una rama de la Sociología. Su
pretensión es la clasificación y sistematización teórica de las Mores o hábitos,
tradiciones y costumbres morales establecidos y aceptados mayoritariamente
por una determinada sociedad
• Ética normativa: es precisamente la rama de la Ética que se ocupa de la
evaluación y orientación critica de nuestra conducta, es decir, se ocupa
precisamente de la racionalidad práctica de la acción cuya pretensión es la
exposición y revisión de valores, fines, normas, códigos y proyectos éticos en un
marco racional y critico para la toma de decisiones. Se suele dividir en tres
grandes apartados, cada uno con un ámbito específico de tema y problemas:
Ética personal o individual, Ética comunitaria o interpersonal y Ética cívica o
social y política.
• Metaética. Es una reflexión sobre la Utica como forma de conocimiento
filosófico. Abarca, entre otros temas, la separación entre juicios de hecho y
juicios de valor, el problema de la argumentación moral, el puesto de la razón en
la ética, así como su relación interdisciplinar de la conducta moral con las
Ciencias Humanas (Etología, Sociología, Antropología o Psicología) y las
Humanidades (Derecho, Historia).
La ética y otras disciplinas que se ocupan de la conducta humana entre los
elementos de la ética se pueden mencionar:
Esfera ética: se ocupa de lo que es "bueno" o "recto" para la "condición"
humana, independientemente de que sea acostumbrado, legislado o
mayoritariamente asumido por una determinada sociedad. Una acción "recta" es
aquella que se puede defender o justificar con coherencia razonable en teorías
éticas (que incluyen valores, principios, normas, virtudes) y en una antropología
o concepción de lo que es el hombre
Esfera antropológico-cultural: los valores vividos de hecho y las costumbres,
considerados como "válidas" por los distintos grupos humanos de una
determinada sociedad o ambiente cultural, tengan o no tengan fundamentación
racional. El antropólogo cultural (a diferencia del filosófico) se ocupa de saber
qué es lo que los hombres o sociedades valoran de hecho.
Esfera sociológica: las conductas estadísticamente significativas de una
población. El sociólogo se ocupa de ver las relevancias estadísticamente
significativas de los distintos componentes de la sociedad a través de un método
que le es propio (a diferencia del de la antropología cultural).
Esfera jurídica: se ocupa de establecer lo que debe ser mandado prohibido o
penado por las leyes de una sociedad. Lo "mayoritario" o lo vivido "de hecho" en
una sociedad, no necesariamente tiene por qué coincidir con lo "legal" o lo
"ético", aunque haya algunas teorías éticas que sostengan esta postura. Un
ejemplo típico de no-coincidencia entre lo ético y lo legal es el caso de la
prostitución o de los vientres de alquiler, que pueden ser legalmente admitidas
pero que desde el punto de vista ético implican una comercialización de la
integridad personal de la mujer.
Espiritual: reafirmar la idea de lo correcto, trabajo con la fuerza pensante,
fundamenta las bases de la vida ética
Físico: mente sana cuerpo sano, unión psicofísica, cuando la mente con
angustia, tristeza, trauma, afecta la salud física o los desequilibrios orgánicos,
provocando desequilibrios en la mente. Rescatar la importancia de la educación
Física.
Intelectual: ejercitar la mente y sus aplicaciones, la importancia de los estudios
parte de la educación. Capacitarse para formar un propio criterio particular y
colectivo, impedir acumular información dispersa. "si deseamos saber más,
conoceremos mejor que hacer con nuestras vidas, como ayudar a nuestros
semejantes y disfrutar lo bueno de la existencia".
Volitivo: diferenciar entre apetitos ciegos irracionales y los deseos racionales,
los primeros pertenecen en parte a la naturaleza humana, los segundos a la
mente y cuerpo.
Afectivo: comprende las propias emociones, neutraliza la tendencia egoísmo y
utilitarismo cortoplacista. Expresa el amor verdadero, insiste más en el saber
amar que solo amor, combina lo sensible con lo inteligible (mente y respeto).
Estética : Componente importante para la perfección humana, relacionarse con
lo bello, mediante la comprensión de la natura. Educar el gusto por lo sensible e
inteligible, aceptación irreflexiva y acrítica. Impedir imposición por parte de las
fuerzas sociales dominante de patrones de cánones de belleza subordinadas al
consumo. Descubrir la dimensión infinita y divina de la natura.
Social: "Nada más útil para un individuo humano que otro individuo humano". "El
bienestar económico y social nunca debe construirse sobre las espaldas de los
que han sido víctimas de la explotación, miseria y hambre". Combatir toda forma
de racismo, discriminación social, xenofobia, dogmatismo, fanatismo y
sectarismo.
Las Herramientas de la Ética: En la ética se utilizan términos que han brillado
por su ausencia en gran parte de la teorías de la sociedad. Los términos claves
en el lenguaje de la ética son: valores, derechos, obligaciones y relación.
Valores: cuando se valora algo, se desea o se anhela que sucede. Los valores
en cierto sentido permanente que en si parecen buenos, como la paz o la buena
voluntad.
Derecho: demandas que facultan a una persona para emprender una acción en
particular.
Obligaciones: la obligación de emprender acciones o acatar y obedecer la ley.
Normas morales: son normas de conducta que por lo general penetran como
valores morales.
Relaciones: todo ser humano está conectado con otros en un grupo de
relaciones. Estas relaciones existen porque necesitamos de otros para
apoyarnos mutuamente y así lograr nuestros objetivos. Desde la relación de un
pequeño con su padre hasta la de un administrador con sus empleados, las
relaciones son un aspecto penetrante de la vida moral.
RELACIÓN DE LA ÉTICA CON OTRAS DISCIPLINAS
La Filosofía como Criterio Axiológico. La Filosofía como Criterio Axiológico es como
el lente que nos sirve para generar la cosmovisión, por medio de este cada sujeto
imprime un colorido, un valor y una estructuración especial. En tanto que una
cosmovisión es un conjunto de principios, conceptos y valores, la Filosofía es la forma o
estructura (Gestalt) que el aparato cognoscitivo utiliza para general y expresar su
cosmovisión. En fin, la Filosofía tomada como un criterio axiológico, es la "experiencia
que le da al hombre maduro un toque de sabiduría.
Axiología o filosofía de los valores de Max Scheler, la consideraba que los
valores no eran propiedades sino objetos en si, aunque diferenciados de los objetos
reales y de los ideales. Dentro de esta concepción el valor se halla fuera del espacio y
del tiempo. Es por lo tanto, indestructible (Bruguera, pág. 1988).
Valores morales: son valores de orden práctico, miran las acciones del hombre en
cuanto proceden de su voluntad y no de la obra que llevan a cabo. Ellos determinan el
valor de la persona humana, estos valores son relativos y cambiantes. Los valores que
son en si intrínsecos, se hacen instrumentales a través de la educación y así pasa a ser
extrínsecos o socialmente valorables, así, el valor una vez conseguido, le empuja
superarlo, tampoco existe acción humana o educativa donde se pueda frenar el intento
de superación hacia metas superiores, toda valor tiene como una de sus características
la bipolaridad o antivalor.
Ya que se tiene definido lo que es la Ética, ahora hay que decir lo que es la ética, o
sea, aclarar los límites de esta ciencia y mostrar los terrenos más allá de sus fronteras.
1. Relación de la Ética con la Psicología. La Psicología se parece a la Ética en
cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el
aspecto del hecho y la Ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto,
es decir la psicología solo estudia el acto como objeto material, el por qué ocurre.
La Ética en cambio estudia la bondad o maldad de dicho actos y dicta normas de
cómo deben estos.
2. Relaciones entre la Ética y la Sociología. La sociología surgió en el siglo XIX
gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx. Estudia el
comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de hechos, mientras
que la Ética es una ciencia de derechos.
3. Relaciones entre la Ética y el Derecho. El derecho es un conjunto de normas
que rigen la conducta humana y en esto se parece a la Ética, sin embargo, difieren
entre las normas propias de cada una. Existen cuatro diferencias principales:
a. Las normas de la Ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas
propias) y las del Derecho son heterónomas (las normas provienen de una
autoridad diferente al individuo).
b. Las normas de la Ética rigen aspectos internos y las del Derecho aspectos
externos.
c. Las normas de la Ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el
surgimiento de un derecho o una obligación por parte de otras personas), y las del
Derecho son bilaterales (una obligación implica un derecho y viceversa).
d. Las normas de la Ética son incoercibles (aún cuando tienen un carácter
obligatorio, generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no
cumplirlas) y las del Derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas
normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimientos de ellas, y para llevar a
cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.).
4. Relaciones entre la Ética y la Economía. La Economía es la ciencia que trata
de la producción, distribución y consumo de los bienes materiales. Sus temas
son, el trabajo, la mercancía, el dinero, la ganancia, la utilización del trabajo, el
comercio, etc. La Ética relacionada con esta ciencia en el aspecto de la vida del
ser humano: su subsistencia, sus problemas pecuniarios, su lucha diaria por el
alimento, la vivienda y la ropa. Todo esto está afectado por la explotación del a
salariado, la injusticia en el pago de sueldos, la falta de higiene en las fábricas, la
falta de esmero en el trabajo del obrero o la responsabilidad de los empleados.
También como la Economía presenta un modelo ideal que hay que cumplir,
como si fuera un proyecto que seguir como la ley de la oferta y la demanda aquí
entra también la Ética ya que en más de una ocasión el modelo económico es el
relato de una serie de abusos, como suele ser en la ley citada anteriormente. Los
dos modelos, el económico y el Ético tienen que ir entrelazados para así evitar la
explotación del trabajador, la marginación del asalariado, la usura en los
intereses cobrados a los países del Tercermundistas, la colonización del trabajo,
la producción y el gobierno de los países débiles. En fin la Ética tiene mucho que
hacer en el campo de la Economía.
5. Relaciones entre la Ética y la Pedagogía. La Pedagogía es el estudio de la
educación, el significado de la palabra educación proviene del vocablo educere,
que significa conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está
implícito. También consiste en lograr que una persona haga, por sí misma, lo
que debe hacer. En sí la educación es una disciplina que complementa a la Ética
y viceversa. La Ética dicta que es lo que hay que hacer, en tanto que la
educación muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto por la ética. La
educación es un arte en tanto que la Ética es una ciencia. De acuerdo a los
diferentes significados que puede tener la educación se puede decir que:
a. Cuando educación significa conducir o guiar, la Ética muestra un modelo de
conducta a seguir y la educación dice como conducir al niño dentro de ese modelo.
b. Cuando educar significa saca hacia fuera, desarrollar lo que está implícito, se da
a entender que el mismo educando (la persona a educar) es la causa principal de
su educación, pues contiene en sí mismo las potencialidades que se van a
actualizar. En este caso la Ética proporciona el modelo o guía de conducta humana
buena, en tanto que la educación proporciona las reglas prácticas para enseñar u
orientar al educando dentro de esa guía general.
c. Cuando educar significa lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe
hacer, la educación dicta cómo se debe proceder con el educando a fin de lograr su
autonomía, la madurez y la toma de responsabilidad por parte de éste. La Ética nos
dice el qué hacer, mientras que la Pedagogía nos dice el cómo.
d. Educar es actuar de tal manera que el educando capte un sentido personal en la
realización de valores, obligaciones y virtudes, los cuales constituye la Ética como
un conjunto de principios y conceptos abstractos sin ninguna aplicación práctica.
6. Relaciones entre la Ética y la Metafísica. La Metafísica contiene el fundamento
de toda ciencia; ella nos dice tienen tanta validez la matemática y la física, la
Psicología y la Ética por supuesto. La Metafísica nos proporciona y explica
nociones y conceptos indispensables para entender la Ética, tales como el de ser,
bien, valor, acto, potencia, sustancia, accidente, materia, forma, etc. Mismo que nos
sirve como instrumentos mentales para captar el fondo de la temática de la Ética.
La relación Ética – Metafísica es la misma que la de ciencia y su fundamento
definitivo.
7. Relaciones entre la Ética y la Teología. La Teología en este caso la teología
Moral trata de la valoración moral de los actos humanos, mismo tema que el de la
Ética, pero esta última utiliza la razón como instrumentos de su estudio y la
Teología Moral además de la razón utiliza los datos de la fe como la Biblia y fuentes
afines.
8. Relaciones entre la Ética y la Religión. La religión es la relación entre el
hombre y Dios. Es un contacto íntimo de la persona con un Ser infinito, del cual
procede y ante el cual puede ponerse gratificante y reconfortante. La Ética se
relaciona con la religión en la siguiente manera:
a. Una persona que mantiene un contacto íntimo con Dios, normalmente obtiene en
ese contacto la guía personal de su conducta correcta, se contacta
simultáneamente el Ser absoluto, el terreno de los valores y la fortaleza de
conducirse en la vida cotidiana.
b. La Religión institucionalizada contiene una serie de preceptos, la mayoría de
ellos con un alto valor moral, como son la caridad, la humildad, el sentido
comunitario, la compasión, la piedad, etc
9. Relación de la Estética la esencia de la belleza y del arte. Entre sus temas más
importantes se encuentra el estudio de la creatividad humana y de la experiencia
estética, así como los diferentes géneros de las bellas artes.
La Ética al pertenecer a la Filosofía, participa de las características de esta
disciplina y la coloca en un puesto más relevante debido a que le interesa el estudio de la
esencia de los actos humanos, o sea, trata de esclarecer cuáles son las características
propias de todo acto humano, una de ella es la libertad, sin ella no hay acto humano sino
acto del hombre, la condición indispensable de un valor moral es el acto humano, es
decir, un acto ejecutado libremente.
A la Ética también le interesa el estudio de la esencia de los valores y, en especial
del valor moral, tratar de ver en qué consiste un valor, sus propiedades y los propios de
un valor moral.
Lo interesante del carácter filosófico de la Ética es el intento de penetración hasta la
esencia de la bondad de la conducta humana.
En resumidas cuentas estudiar Ética es filosofar sobre los actos humanos, es
investigar las causas supremas de los actos humanos, escudriñar en lo más íntimo de la
conducta del hombre, en la esencia de las operaciones humanas para así, vislumbrar allí
los aspectos de bondad, perfección o valor, que pueden encerrar en su misma
naturaleza y en su calidad de creaciones humanas.
CARACTERÍSTICA DE LA ETICA
Las Principales característica de la Ética son:
• La ética, es científica ya que existe la sistematización, la organización y está sujeta a
comprobación.
• Es racional, ya que está basada en una metodología lógica, porque sigue una secuencia,
iniciando por la Inteligencia, luego la voluntad y su punto culminante la libertad.
• Es práctica, ya que es funcional y por lo tanto congruente con mi propia personalidad.
• Es normativa, porque establece su propio carácter por medio de normas o leyes
personales.
1.- Teórica o General: Por tener sus conocimientos especulativos puramente racionales, sobre los
criterios o Normas de la moral
2.- Práctica o Especial: Por estudiar los medios particulares, las virtudes, los deberes, etc.
3.- Ciencia Filosófica: Que actúa en el plano de los valores y la controversia.
4.- Forma de Conciencia: Se ocupa de algo muy abstracto "el debe ser".
5.- Establece principios universales: Busca formular explicaciones teóricas generales, aplicables
en toda sociedad y todo tiempo.
6.- Enfoca la moral Como fenómeno: Toma en cuenta los valores, sean estos positivos o
negativos, en cada época.
7.- Orienta el Comportamiento Moral: Señala las Normas adecuadas de la convivencia.
8.- Está presente en todo acto humano: Es un elemento universal y básico de cohesión social.
CARACTERÍSTICAS DE LA ETICA MORAL
En términos generales, valor es la cualidad por la que un ser, una cosa o un hecho
despierta mayor menor aprecio, admiración o estima. Es decir, un valor nos indica la importancia,
significación o eficacia de algo.
Los valores éticos o morales son principios con respecto a los cuales las personas sienten
un fuerte compromiso "de conciencia" y los emplean para juzgar lo adecuado de las conductas
propias y ajenas.
* Los valores no existen en abstracto, se depositan, algo se le da un valor, ya sea este en
objetos o personas. Están ligados los valores a la historia, a las culturas, a los individuos y a las
circunstancias que enfrentan.
* Los valores influyen en nuestra forma de pensar, en nuestros sentimientos y formas de
comportarnos.
* Los valores se proyectan a través de actitudes y acciones ante personas y situaciones
concretas.
* Los valores suponen un compromiso real y profundo de la persona ante si misma y ante la
sociedad en que vive.
* En nuestra época, podemos identificar valores que son aceptados "realmente", en todo
tiempo y lugar, porque posibilitan la existencia de una sociedad más justa y democrática y por eso
los deseamos como el : (derecho y respeto a la vida, la verdad, la libertad, la equidad, la
fraternidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, etc.) Hay quienes piensan que es nuestra
estimación de que son deseables lo que los hace valiosos.
Pues los valores se integran mediante la reflexión, la interacción con el medio y la práctica
social, junto con el desarrollo de las capacidades, cognoscitivas, la personalidad, las habilidades
técnicas y las destrezas operativas. En si los valores sirven para orientar la acción humana
CARACTERISTICA DE LA ETICA Y MORAL
• Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas.
• Es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha realizado y
establecido como una línea directriz de su propia conducta.
• La ética, es científica ya que existe la sistematización, la organización y está sujeta a
comprobación.
• Es racional, ya que está basada en una metodología lógica, porque sigue una secuencia,
iniciando por la Inteligencia, luego la voluntad y su punto culminante la libertad.
• Es práctica, ya que es funcional y por lo tanto congruente con mi propia personalidad.
• Es normativa, porque establece su propio carácter por medio de normas o leyes
personales.
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DIMENSIÓN ÉTICA DE LA CRISIS SOCIAL Y EL SENTIDO DE LA ÉTICA EN LA SOCIEDAD
ACTUAL COMENTANDO LA RESPONSABILIDAD DEL DOCENTE COMO PERSONA Y
PROFESIONAL
Dimensiones de la Ética
En el campo de la ética son diversos los conflictos que surgen, los cuáles no siempre
configuran un dilema. Un dilema existe cuando se cumplen tres requisitos: En primer lugar que
haya una persona que este obligada a actuar; en segundo lugar, que este actor tenga libertad de
tomar decisiones y de poder ejecutarlas o garantizar la ejecución; y por último que para este actor
existan varias posibilidades de opción y sean realmente validas. La ausencia de la armonía de
las dimensiones de la ética (bienes, normas y hábitos morales) origina un dilema.
Podemos definir la ética como “la praxis de hacernos mutuamente personas en la historia”.
Entendemos aquí la “praxis” como el aprender haciendo, el desarrollar las certezas a partir
fundamentalmente de la experiencia críticamente analizada, en un proceso personal y social que
abarca a cada individuo y a la humanidad entera en forma simultánea e interactiva.
Es también un “hacernos mutuamente personas”, ya que no se trata de mecanismos
automáticos sino del ejercicio de la libertad de un ser abierto e incompleto que necesita
autodefinirse y autoconstruirse en interacción, para poder realizarse en la vida. Desarrollo de
ideales, escalas de valor, pautas de validación de conductas, etc., son parte imprescindible de este
proceso.
Finalmente, esta praxis se desarrolla “en la historia”, es decir, en un contexto concreto, en
situaciones definidas, con condicionamientos y posibilidades delimitadas, y sin las cuales no
solamente no es posible realizar juicios sobre el proceso, sino que ni siquiera es posible el que se
dé proceso como tal.
En este sentido es válido que un ser humano desde su dimensión ética asuma como el
objetivo fundamental de su vida la búsqueda consciente y perseverante de la propia realización, en
una interacción verdaderamente humanizante con los demás.
En esta perspectiva, consideramos «persona ética» a la que asume como la tarea esencial de
la propia vida el desarrollarse plenamente como persona humana. De ahí se desprende una serie
de consecuencias que, en la temática que nos ocupa, significa que el proceso educativo debe:
a) Ayudar a cada persona a descubrir y asumir el propio sentido de la vida.
b) Ayudar a cada persona a descubrir y desarrollar al máximo posible todas sus
potencialidades de crecimiento en forma armónica y ponderada.
La formación de una personalidad moral El proceso educativo aporta elementos que pueden
considerarse como parte de un desarrollo pleno de la personalidad ética de los educandos. Todo el
conjunto de habilidades y conocimientos, así como el propio hecho del proceso educativo como tal,
configuran una estructura de personalidad que necesariamente incidirá en el modo de percibir y
asumir la dimensión ética de la vida.
No obstante lo anterior, a los efectos de perseguir el desarrollo de una personalidad ética
íntegra, es imprescindible abordar específicamente algunos contenidos propios de la configuración
de la personalidad ética. Para ello será necesario contar con estrategias a desarrollar en tres
ámbitos de trabajo, diferenciados pero simultáneos: un espacio curricular específico, un trabajo
interdisciplinar y una acción en transversalidad.
Llegados a este punto, es importante establecer que, tal como lo entendemos, el objetivo
central del proceso de educación ética(4) consiste en perseguir la construcción de una
personalidad ética sólida, apoyada en el desarrollo de una conciencia moral autónoma.
La construcción de una personalidad ética sólida incluye al menos tres niveles diferenciados,
que deben interactuar de modo permanente e integrado. Estos tres niveles serían:
1. El desarrollo de un fuerte “sentido de vida”. Esto implica la capacidad de dar respuesta
personal y autónoma a la pregunta fundamental de la vida. Esta pregunta puede formularse de
modos diversos según sea el marco socio-cultural y familiar de cada persona (p.ej. ¿Qué puedo
esperar de la vida, o de mí mismo?, ¿Para qué existo? ¿Qué quiere Dios, o la historia, de mí?,
etc.). No obstante esa variedad de formulaciones, o inclusive, no obstante el hecho de que no esté
tematizada por la persona, la pregunta siempre existe en cada ser humano.
2. El desarrollo de un “proyecto de vida” concreto y realizable. La construcción de un proyecto
de vida supone el intento consciente y deliberado de procurar la mayor coherencia personal
posible, como camino de realización, definiendo para ello las opciones históricas que, de cara al
futuro, hagan posible la concreción real de los propios ideales y de la propia escala de valores.
3. El desarrollo de una “estructura ética personal”, capaz de viabilizar y sostener los
contenidos éticos de la propia vida.
Cada uno de los tres niveles necesita de sus procesos específicos. No obstante, es indudable
que el desarrollo de cualquiera de ellos exige e implica a los otros dos, y es de suma importancia
que se den en una interacción equilibrada y sostenida en el tiempo. A continuación me detendré
brevemente en el tercero de los niveles mencionados, el referido al desarrollo de una estructura
ética personal.
Desarrollo de una “estructura ética personal” La construcción de un proyecto de vida personal
necesita previamente (en sentido lógico, ya que cronológicamente puede ser simultáneo, lo que
inclusive sería preferible) del desarrollo de una estructura ética capaz de viabilizar y sostener los
contenidos éticos de la propia vida en la persona. Pero a su vez, el desarrollo de la estructura ética
en la persona tiene una funcionalidad mucho más amplia para la vida moral que el hecho de ser
capaz de construir un proyecto de vida.
La estructuración ética de la persona implica el desarrollo de una serie de contenidos que
deberán ser definidos por la propia persona, pero cuyo proceso es claramente competencia y
responsabilidad del instrumental pedagógico que se implemente en el proceso de educación ética.
No se trata solamente de que la persona sea capaz de definir los contenidos, sino de que lo haga
conscientemente, que estos se integren en un todo coherente entre sí, y que ella tenga la
capacidad de reformularlos autónomamente.
Para hacer posible dicha estructuración será imprescindible establecer e implementar una
serie de estrategias pedagógicas que configuran específicamente el ámbito de trabajo de la
“educación ética”. No debemos olvidar que esta estructuración corresponde al nivel de la
conciencia moral de la persona, y será la que permita su ejercicio autónomo y, por tanto,
humanizante.
Podemos esquematizar los elementos integrantes del proceso de formación de la estructura
ética de la persona en torno a tres ejes fundamentales:
1. Formación para la configuración de referentes éticos.
Para un dictamen cierto y verdadero de la conciencia moral es necesario desarrollar la
búsqueda de certezas a nivel de contenido moral. Al ser humano le resulta imprescindible saber lo
que objetivamente es “bueno” y lo que es “malo”, aunque se trate de una certeza en el nivel
abstracto y necesite, posteriormente, ser aplicado al caso concreto.
De no ser posible esta certeza ética, la persona quedará desorientada y con incapacidad
estructural para tomar resoluciones responsablemente. Proyectando esa situación a la globalidad
de la vida, en última instancia, a la persona con incapacidad de certezas sobre lo objetivamente
bueno o malo le resultaría imposible la coherencia, la autenticidad y, finalmente, el desarrollo de un
proyecto de vida real.
En sociedades plurales, como las nuestras, la construcción de referentes éticos objetivos no
puede darse en forma pacífica a nivel social general, ni debe dejarse librado al arbitrio de la
autoridad, sea ésta del tipo que sea. En la sociedad, se tratará de construir mínimos éticos(6) para
hacer posible una convivencia humanizante; pero, para hacer posible el desarrollo pleno de la
persona, ésta necesita de máximos éticos de referencia objetiva, que necesariamente deberán ser
construidos y asumidos por la propia persona.
Así, al hablar de la configuración de “referentes éticos” aludimos al proceso mediante el cual la
persona va progresivamente construyendo certezas acerca de lo éticamente “bueno” y lo “malo”,
en cuanto van más allá de la mera voluntad o sensibilidad propias, es decir, en cuanto no están
sometidos a la pura arbitrariedad del sujeto. En términos generales, hablamos de hacer posible
para el sujeto, la configuración de un marco de referencia de la objetividad ética.
En este proceso de construcción podemos apuntar algunas líneas de trabajo necesarias para
el desarrollo del sujeto ético:
a) Aprender a clarificar lo que “cree”, lo que “siente”, lo que “puede”.
Así, mediante el desarrollo de esta capacidad en la persona, entre otras consecuencias, se
evitará en gran medida: la confusión entre deber y sentimiento (con toda la carga de
culpabilizaciones no adecuadas que la persona psicológicamente puede desarrollar), el
voluntarismo (con su secuela de frustración) y, sobre todo, la sensación de un relativismo
subjetivista que paraliza desde el punto de vista ético y que termina generando des-moralización
en el sujeto.
b) Aprender a no autojustificarse.
El ser humano normalmente necesita buscarle una justificación plausible a sus actos,
tanto ante sí mismo como ante los demás. El problema radica en la objetividad y adecuación a la
realidad de esas justificaciones, es decir, en que en realidad esos actos no sean justos (adecuados
a la realidad) o que esa justificación no sea plausible.
Ciertamente, la decisión de enfrentar la verdad en toda circunstancia implica un coraje no
fácil de adquirir. Pero, además del coraje, implica, entre otros elementos, el desarrollo de
habilidades de autocrítica y de aceptación de niveles de incoherencia e inconsistencia de los
propios actos.
c) Aprender a buscar la verdad.
La verdad no es autoevidente ni unívoca en la realidad histórica donde se desenvuelve el
ser humano. Debe ser buscada trabajosamente, asumiendo el esfuerzo, las incertezas, las crisis
personales y los momentos de claridad y obscuridad que el proceso implica. Buscar la verdad
exige decisión, coraje, así como también instrumentos y habilidades que la hagan posible.
Aprender a buscar la verdad supone el desarrollo de la capacidad real de diálogo, es decir,
aprender a confrontar con otros las propias certezas y las propias dudas, mediante
argumentaciones consistentes y con capacidad de interacción intelectiva, especialmente con
aquellos que tienen perspectivas conceptuales distintas. La construcción de certezas sólo será
abierta en la medida en que dichas certezas puedan ser confrontadas y sostenibles, a juicio del
propio sujeto, ante otras posturas contradictorias con la suya.
d) Aprender a discernir entre las diferentes guías de valor en una sociedad plural.
Frente a los conflictos socio-morales que la persona debe afrontar, la sociedad ofrece una
variedad de guías de valor o criterios morales, cada uno de los cuales supondrá previsiblemente
diferencias en el resultado final respecto de las demás. La persona necesita aprender a calibrar las
diferentes propuestas éticas que recibe, a efectos de discernir cuál o cuáles de esas guías de valor
son las que más condicen con sus certezas fundamentales. Esto implicará que la persona sea
capaz de distinguirlas, que sea capaz de inferir los elementos antropológicos fundamentales que
subyacen a cada una, y finalmente, que sea capaz de proyectar sus resultados.
2. Formación para el discernimiento.
Para que el juicio ético pueda realizarse, la persona, además de tener claros los
contenidos objetivos de referencia (normalmente abstractos y universales), necesita del desarrollo
de habilidades que le permitan llegar a una certeza sobre cuál es el mayor bien posible “aquí y
ahora”.
Dado que ello no es posible mediante la mera aplicación mecánica de certezas abstractas
a situaciones concretas, además será necesario capacitar a la persona para que le sea posible:
a) Ubicar con claridad la situación ética planteada.
En los hechos históricos concretos, debido a su carácter complejo, no resulta
autoevidente dónde está el núcleo del conflicto socio-moral, corriendo el sujeto el riesgo de
perderse en lo anecdótico o de centrarse en aspectos que son secundarios para la resolución de la
situación. Así, previo a la realización del juicio ético, la persona necesita poder clarificar
exactamente qué es lo que debe juzgar y ello necesita de aprendizaje práxico.
b) Establecer los principios, criterios y valores morales en juego.
Una vez clarificada la pregunta ética a ser resuelta, la persona necesita establecer el
marco concreto de principios, criterios y valores morales que necesita tener en cuenta
específicamente para resolver ese conflicto socio-moral, ya que no puede manejar
simultáneamente, ni de manera indistinta, todo el universo de guías de valor que conoce.
c) Establecer las circunstancias que condicionan.
Todo conflicto socio-moral se da siempre en circunstancias concretas, con algunos
condicionamientos que favorecen y otros que limitan la situación misma, así como las posibles
resoluciones. Es necesario que la persona pueda desentrañar, del contexto meramente
anecdótico, aquellos elementos que influyen de manera importante en la situación, y que no
pueden ser obviados al momento de realizar el juicio ético.
d) Llegar a juicios ciertos en un tiempo razonable.
La realización de un proceso de discernimiento ético necesita de un tiempo adecuado.
Esto necesita, a su vez, que la persona aprenda a manejar los tiempos de discernimiento,
poniéndose por un lado límites que eviten la abulia ética, y por otro sin apresuramientos
innecesarios que impidan la prudencia imprescindible.
e) Aplicar el “transar ético” (7) donde es necesario.
Pocas veces los conflictos socio-morales se presentan con nitidez como opción entre
“totalmente bueno” o “totalmente malo”. Normalmente el discernimiento debe darse en medio de
los grises de la historia, es decir, que la persona debe decidir en un contexto de males, y debe
decidir si el “mal menor” posible es éticamente válido. Para ello, la persona deberá decidir si
corresponde o no el transar ético, y ello significa ser capaz de aplicar los cinco criterios que
constituyen sus condiciones de validez.
De la capacidad de manejar adecuadamente estos puntos dependerá la posibilidad real
que tenga la persona de discernir en conciencia y con autonomía y, por ende, de realizar juicios
éticos válidos sobre situaciones concretas.
3. Formación para la autenticidad.
Llegar a ser auténtico no es el resultado de un proceso espontáneo, sino que necesita,
por parte del sujeto, de una decisión sostenida en el tiempo. A su vez, esa decisión sostenida en el
tiempo exige de un convencimiento profundo acerca de la validez de perseguir la autenticidad, así
como del desarrollo de ciertas habilidades específicas. Este actuar sistemático, en coherencia
ética, es lo que permite a la persona una autoconstrucción genuina y autónoma, llegando así a ser
él mismo.
La autenticidad sólo es posible en personas libres, pero la libertad humana es una libertad
histórica y, por tanto, condicionada. La cuestión ética no radica, pues, en pretender una libertad sin
condicionamientos, que no es posible, sino en buscar una libertad capaz de ir superando
progresivamente los condicionamientos indebidos.
Consideramos condicionamientos “indebidos” aquellos que derivan del contexto externo o
interno a la persona y que influyen limitando arbitrariamente su horizonte de libertad. En este
sentido, podemos distinguir entre:
a) Aprender a rechazar todo condicionamiento externo indebido.
El medio ambiente, a nivel de relaciones interpersonales, grupales, o socio estructurales,
ejerce explícita o implícitamente presiones sobre la persona para que ésta realice sus opciones de
acuerdo con pautas heterónomas.
Para ir realizando un proceso que permita ir superando esos condicionamientos indebidos
externos, la persona necesita:
1) Del desarrollo de una autoestima psicológica y afectiva fuerte. De este modo podrá
enfrentar los conflictos explícitos, así como no temer las puniciones de todo tipo que pueda sufrir
por no cumplir con lo que se pretendía de él.
2) Del desarrollo de la capacidad de independencia y soledad. La no dependencia de
otros de modo de crecer en autonomía, supone además del desarrollo de la autoestima, del
desarrollo de la capacidad de vivir no angustiosamente el hecho de resultar aislado o marginado
en ciertos momentos o de ciertos ámbitos.
b) Aprender a superar todo condicionamiento interior indebido.
En el interior del ser humano también se desarrollan diferentes tipos de elementos que
pueden atentar contra la realización del mismo. Se trata de hábitos, actitudes y costumbres, que le
dificultan o hasta le impiden mantener una decisión sostenida y actuante en el tiempo.
La constancia, la fidelidad al propio proyecto o a las propias convicciones, la
perseverancia, aún en los fracasos parciales, el ser tesonero o aun testarudo en la persecución de
los propios ideales, no son espontáneos ni sencillos para la persona, sino que necesitan de
educación.
En este sentido, podemos observar:
1) El desarrollo de la capacidad de distinguir lo que son limitaciones personales de lo que
son condicionamientos indebidos.
No es fácil diferenciarlos y con facilidad se cae en ambos extremos, inclusive, a veces, en
forma simultánea. Este discernimiento supone desarrollar la capacidad de autoconocimiento, de
autocrítica, de aplicación del “principio sospecha” al propio marco ideológico, etc..
2) El desarrollo del carácter, la autodisciplina, la fortaleza de ánimo.
No es suficiente con aprender a discernir los condicionamientos interiores indebidos, sino
que también se necesita trabajar para su modificación. Para ello es necesario potenciar la
capacidad de reforzamiento interior de la persona mediante el desarrollo del carácter (que
permitirá afirmarse en la propia identidad más allá de los cambios que deba generar en sí mismo),
la autodisciplina (que le permitirá ser consecuente y sistemático en la autoconstrucción), y la
fortaleza de ánimo (que le permitirá enfrentar las pérdidas de sentido parciales, las dificultades
imprevistas, los aparentes retornos al punto de partida).
Como se ve, los contenidos éticos no se pretenden universales, pero sí el modo de
estructurar la personalidad moral, de modo de lograr seres humanos con conciencia moral
autónoma y, por ende, con capacidad de autenticidad y desarrollo personal integral. A su vez, esto
sólo será posible como parte de un aprendizaje sobre la propia vida, que al interior de la educación
formal no puede ser soslayado, y que implicará la definición e implementación de estrategias
pedagógicas consecuentes y continuas a lo largo de todo el ciclo educativo.
Espacio específico y transversalidad La formación de la estructura ética del sujeto no
depende ni es abarcable totalmente por el sistema educativo formal, aunque, no obstante, y sin
dudas, le corresponde a éste un rol fundamental en dicho campo.
Hoy día, al menos desde la percepción subjetiva de sus protagonistas, en sociedades en
las que otros instrumentos como, por ejemplo, la familia u organizaciones intermedias van
perdiendo gran parte de su capacidad de estructuración de las personas en campo ético, a la
educación formal se le reclama el tomar cuenta seriamente de sus competencias en este campo.
Sin el desarrollo de acciones profundas, y pedagógicamente bien articuladas, el sistema
de educación formal no estará en capacidad de dar respuesta adecuada a esta demanda social.
La estructuración ética de los educandos, en contexto de pluralidad y con un objetivo claro en
función de su desarrollo autónomo, necesita de intervenciones pedagógicas no puntuales, sino
globales, progresivas y concertadas.
Para que se dé realmente una construcción de referentes éticos objetivos, una capacidad
de discernimiento y juicio de los conflictos socio-morales, y un camino de autenticidad progresiva,
será necesario de un trabajo conjunto en transversalidad.
Entre otros elementos, me interesa en este momento resaltar que esto implica la
generación de aulas docentes en temas éticos, en las que fuese posible:
a) Construir conjuntamente guías de valor, en orden a establecer pautas y criterios éticos
que los propios protagonistas entienden que deben encuadrar una actividad docente éticamente
válida.
b) Desarrollar experiencias pedagógicas y metodológicas, que permitan a los docentes
encarar los conflictos socio-morales que se presentan en las situaciones de aula, con criterios y
metodologías coherentes con el conjunto de la propuesta.
c) Contar con un espacio de discernimiento y juicio ético acerca de los conflictos socio
morales surgidos en situaciones de aula, que por su generalidad o por su gravedad intrínseca,
necesitan una objetivación y una respuesta que va más allá que la que puede brindar un docente
aislado.
d) Contar un espacio que permita la evaluación seria del grado de desarrollo de la
estructuración ética del conjunto de los educandos, así como de las principales carencias que
deberían ser encaradas.
e) Finalmente, y ya en un nivel muy ideal pero por eso no menos importante, contar con
un espacio adulto de autoformación y crecimiento ético de los propios educadores en cuanto
personas.
Además del trabajo en transversalidad, personalmente considero imprescindible que se
cuente con un espacio curricular específico para hacer posible una adecuada formación de la
estructura ética de los educandos. Este espacio debería tener un carácter de taller, donde, de
modo sistemático y explícito, se trabaje con los educandos algunos aspectos del proceso de
estructuración de la personalidad ética que, por su propia esencia, desde un punto de vista
pedagógico, no pueden ser trabajados adecuadamente sólo con las propuestas de transversalidad.
La democracia no es únicamente un sistema político, sino que es esencialmente un modo
no impositivo de relacionarse las personas y los grupos sociales. A nivel ético, entendemos que
solamente podrá desarrollarse la democracia en la medida en que las personas estén convencidas
de ella y en la medida que cuenten con una personalidad y unas habilidades que les permitan ser
gestores reales de la misma.
Lo aquí planteado es plenamente posible. Existen ya instrumentos probados y, sobre
todo, existe la capacidad docente para desarrollar otros más adecuados aún. Sólo es necesario
superar la inercia que muchas veces aqueja a los sistemas educativos y los temores a asumir
temas que históricamente han sido conflictivos, pero que es imprescindible encarar. Considero que
estamos en un momento histórico muy propicio para ello, y creo que es nuestra obligación moral
encararlo.
CONCLUSION
Ya mencionamos que la ética es una rama de la filosofía que estudia lo moral.
En este entendido, el currículo universitario está íntimamente condicionado por la
formación que al respecto traen los estudiantes al comienzo de su carrera. Seres formados por la
reflexión, preocupados por lo moral estarán en mejores condiciones para prepararse para la toma
de decisiones que constantemente se requiere a nivel universitario. No obstante, es para nosotros
fundamental la formación ética del docente.
Educar etimológicamente significa sacar fuera lo que está oculto en el estudiante. Allí se
encuentran todas las posibilidades. La tarea orientadora, la jerarquización de los valores, la
promoción de un ser libre, autónomo y responsable que realice el docente, deberá teñir cada
conocimiento técnico científico que germine en el estudiante.
La docencia se centrará en el accionar del estudiante más que en su conducta,
propiciando en él, cambios internos profundos, no condicionados a normas o sanciones.
Para fortalecer los valores no solo basta con invitar y concienciar al alumno sobre la
necesidad de actuar correctamente sino invitarlo a que mantenga su conducta adecuada demás
personas, es necesario además motivar a los estudiantes por el estudio, prepararlos para la vida,
para el trabajo, para el cambio y la transformación, para lo cual es necesario argumentar,
demostrar y persuadir, desde la clase. Es por ello este modesto trabajo que como muchos espero
que te ayuden como alumno y si eres profesor no olvides poner las citas, esperando también que
te sea un auxiliar mucho éxito y adelante.
BIBLIOGRAFIA
• Contreras N., I. (2000). Que es la Ética. Escritos Originales. MBA Loyola College –
Maryland. Disponible: http://www.members.tripod.com/ivancontreras/etica.html (2000) La
construcción social de la identidad y los valores. Disponible:
http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/not/libro
47/ii/
• Clotet , J. (1997). Una Introducción al Tema de la Ética. www.google.com (1980).
Diccionario Enciclopédico Bruguera. Editorial Bruguera. Caracas. Tomos 2 y 16.
• Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998 Microsoft Corporation. Reservados
todos los derechos.