eugene smith

PITTSBURGHEugene Smith

co Linda Eastman Fotógrafa Desconocida

Marylin David Lachapelle

Grafiti Una Muestra Itinerante

RevIstaCuartoosCuroNº538 noviembre 2011

Espíritu librEEn el Foto Club Buenos Aires se han realizado dos muestras que per-miten a los fotógrafos profesionales o aficionados tomar sus propias de-cisiones y respetar su gusto personal.

El “V Salón Nacional Libre” abrió la posibilidad de conjugar todas las artes bajo el nombre de la fotografía. Sin temas específicos, sin técnicas requeridas, la imaginación tiene rienda suelta y el límite se encuentra en la capacidad creativa de cada autor.

La segunda edición de “Reporteros Gráficos” abrió aún más su espectro a fotógrafos de medios de la provincia de Buenos Aires y del interior. El objetivo es brindarle a cada reportero un espacio equitativo sin impor-tar el medio en que trabaje. Hoy la galería del FCBA luce la realidad del día a día con los testimonios de quienes la registran. Sin la intervención de directores editoriales, las fotos respetan el criterio personal de cada expositor para profundizar más su mirada.

La fotografía es un medio de expresión en el cual se toman decisiones a cada segundo de forma instintiva y casi espontánea. Una acción tan particular merece un espacio en el que pueda ser mostrada sin pre-juicios y con total libertad. Esta búsqueda asegura que el espíritu de fotografiar en libertad con la mente abierta a nuevas ideas o miradas se preserve intacta y se dé a conocer.

Rodrigo ValleEditor

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RedacciónBelén WedeltoftDaniel MosesJohanna ConvertiVerónica OrsiAlberto Zárate

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De lunes a viernes de 13.30 a 21 hs. Sábados de 9 a 17 hs.

2 • Cuarto osCuro Cuarto osCuro • 3

EDitoRial-sumaRio-staff

Cuarto Oscuro Magazine (CO) es la revista del Foto Club Buenos Aires, cuyos objetivos son: divulgar el arte fotográfico entre la sociedad, ser un medio que sirva a los miembros de la Institucion para comunicarse mejor entre sí y también con las autoridades del Club. Buscar informar, debatir y educar. Y por último, servir al propósito de difundir el arte fotográfico. El Foto Club Buenos Aires no se resposabiliza por el contenido de las notas firmadas. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los articulos que integran la publicación sin la autorización expresa de las autridades del FCBA.

CO es una publicación de propiedad del FCBA.

04 Pittsburgh

14 Linda Eastman

22 David Lachapelle

24 Grafiti

28 Sierra de la Ventana

34 Muestras: Reporteros Gráficos

40 Salones: V Salon Nacional Libre.

sumario

Cuarto osCuro • 5 4 • Cuarto osCuro

Nota DE taPa

DesDe el principio hasta el fin

EUGENE SMITH: PITTSBURGH PROJECT inmigración

pittsburgh en su máxima expresión


L os proyectos fotográ-ficos requieren una concepción cuidadosa y planificada. Retratar una ciudad es una tarea

más compleja que cualquier otra. ¿Por dónde empezar? ¿De qué for-ma terminar? Gracias a un trabajo a pedido, Eugene Smith se encon-tró con la ciudad de Pittsburgh en Estados Unidos. El resultado de ese trabajo resultaría en un reflejo pro-fundo y exhaustivo, casi un poema fotográfico.

En 1955 el historiador Stefan Lorent le encargó a Smith la toma de algunas ilustraciones para un libro. Luego de resolver el trabajo, descubrió que se encontraba frente a una historia mucho más intere-sante. Se trazó el objetivo de definir y comunicar una visión personal de la ciudad. Vivió allí durante seis meses, convirtió el baño de su de-partamento en un laboratorio, don-de procesó más de diez mil negati-vos. Las horas en el cuarto oscuro improvisado corrían al ritmo de los carretes, Smith podía pasar treinta horas ininterrumpidas revelando. Trabajó con más de quince cáma-ras, de marca Canon y Leica, que es-taban divididas en grupos de acuer-do a la sensibilidad de sus películas: baja, media y alta. En cada cámara utilizó ópticas con focales desde 21 mm hasta 135mm. De esta for-ma, creó distintas combinaciones entre focales y sensibilidades para evitar intercambiar lentes durante

la escena. Esa conducta era su im-pronta, compromiso y obstinación. Según Gene: “retratar una ciudad es interminable, comenzar con este esfuerzo es de por sí engreído”.

Smith se compenetró con Pitts-burgh, estudió su historia y analizó las características que la distin-guían para tomar provecho de ellas, y plasmarlas en sus imágenes. La explosión de la industria del acero trajo el elemento distintivo de la ciudad: el humo. “Durante casi cien años, los ciudadanos de Pittsburgh vivieron asfixiados bajo un pesa-do techo negro sobre sus paisajes que extinguió el horizonte e hizo de la luna un augurio del desastre”. Smith se involucró plenamente, re-corrió las calles día y noche, visitó fábricas y museos, y capturó cada segundo de la vida social de Pitts-burgh. Se convirtió en un ciudada-no más y, en consecuencia, aprecia-ba los detalles imperceptibles como si hubiera nacido allí. Su trabajo no fue un simple registro, un cúmulo de información, sino que interpretó una ciudad de forma personal con el valor añadido de incluir su opi-nión en cada fotografía. Sin embar-go, para Eugene, si bien su mirada tiene su propia verdad significativa y permanente, no es más que el ru-mor de una ciudad.

En 1957 Smith volvió a Pitts-burgh e, incluso luego de dos años,

creyó que todavía el proyecto no es-taba terminado y sufría de una ur-gencia irreverente por continuarlo. Cuando su trabajo se dio a conocer, varias publicaciones le ofrecieron espacios para publicarlos, pero él tenía una visión personal. Además quería participar del proceso edi-torial y escribir él mismo los textos que acompañarían las imágenes. Deseaba controlar la publicación de su trabajo hasta el último detalle. La revista “Life” le presentó distin-tos diagramas para su publicación, pero ningunas estaban a la altura de sus convicciones. “Popular Pho-tography” fue la única publicación que, con una medida revoluciona-ria, decidió darle el control total del artículo. La nota contó con treinta y ocho páginas para la edición “Pho-tography Annual” de 1959, donde Smith desplegaría todo su trabajo de acuerdo a sus ideas.

Los fotógrafos no suelen tener voz en las decisiones editoriales, pero Eugene Smith y su trabajo monumental sobre Pittsburgh lo-graron una publicación sin prece-dentes, en la que volcó todas sus vivencias fotográficas acompaña-das de textos elaborados en base a su percepción. A fuerza de testi-monios invaluables y de un relato épico, Eugene Smith convirtió al “Pittsburgh Proyect” en un ícono de la fotografía documental.

Retratar una ciudad es interminable, comenzar

con este esfuerzo es de por sí engreído

Nota DE taPa

txt RoDRIgo vaLLe

1

2

Cuarto osCuro • 9

Durante casi cien años, los ciudadanos de Pittsburgh vivieron asfixiados bajo un pesado techo negro sobre

sus paisajes que extinguió el horizonte e hizo de la luna un augurio del desastre

Nota DE taPa3 4


5

6 7

Nota DE taPa

1la notable orquesta sin-fónica de pittsburgh no tenía un espacio adecuado para las prácticas.

4pittsburgh y los contrastes del día y la noche.

7Homenaje a Honus Wagner, quien engrandeció a la ciu-dad desde el deporte.

2Contrastes arquitectónicos marcan distintas épocas

5la producción del acero fue un sustento económico fun-damental para la ciudad.

8trabajadores del acero.

3Huelgas nocturnas.

6trabajo diario en el ayun-tamiento.

9

9

8

A Linda Louise East-man se la reconoce como música, por ser una de las pioneras en la labor de salvar

las vidas de los animales al pro-mover el vegetalismo, por su lucha contra el cáncer y, sobre todo, por haber sido esposa de un ex Beatle. Sin embargo, poco se sabe de su tra-bajo como fotógrafa.

Linda McCartney se convirtió en fotógrafa profesional a media-dos de los sesenta. Sus imágenes durante este periodo reportaron la revolución musical de la década. Su primer trabajo surgió cuando trabajaba como recepcionista en la revista “Town and Country”. Usó una invitación que sobraba para asistir a la fiesta promocional de los Rolling Stones para documentar el evento y fotografiar a la banda.

Desde entonces, retrató a los más importantes íconos de la mú-sica, además de los Rolling Stones, como B.B. King, The Doors, Frank Zappa, The Who, Jimi Hendrix y,

por supuesto, los Beatles. Sin em-bargo, la foto que le tomó a Eric Clapton para la “Rolling Stone” fue la que mereció ser tapa de la revis-ta y así se convirtió en la primera mujer en tener un trabajo que figure como tapa de la revista.

Fue su labor para la “Rolling Stone” la que la llevó a conocer a Paul, por una nota sobre el Swin-ging Sixties en Londres. Un año después, se casaron. Según Linda, se conocieron en el momento co-rrecto de su carrera ya que estaba bastante cansada del negocio de la música. Ella comenzaba a pensar cómo podría hacer para hacer su vida y la fotografía sin las “puñala-das en la espalda”.

Sin embargo ser la señora Mc-Cartney no aminoró su deseo por tomar fotografías. Linda, desde me-diados de los sesenta hasta 1998, capturó toda su vida en sus pelícu-las: rock and roll, retratos, su fami-lia, viajes, celebridades, animales y naturaleza muerta. De hecho algu-nas de sus mejores fotos enfatizan

la vida “ordinaria”, si se puede de-cir eso de Paul McCartney interac-tuando con su familia.

“Me gusta conseguir un peque-ño destello en la mirada, un peque-ño toque de humor y surrealismo”, dijo la propia Linda. Ella siempre estuvo cómoda cerca de sus retrata-dos, era espontánea y no tenía pre-tensiones. Tenía un estilo distintivo en su forma de capturar las imáge-nes: sin poses e iluminadas con luz natural. Todo ello fácilmente pro-ducía algunas de las mejores foto-grafías de celebridades de nuestro tiempo.

“Seguí tus instintos, nunca cor-tes las fotos, siempre asegurate de tener lo que querés cuando mires a través del visor”. Esta es la reco-mendación que nos dejó esta ins-piradora fotógrafa, cuyas imágenes movilizan y repercuten en quienes las miran. Su secreto: “hay un sen-timiento y la lectura correcta de lo que sucede, eso es todo lo que se necesita saber: la iluminación ade-cuada y el sentimiento”.

14 • Cuarto osCuro

txt LUcIana ghILIno

fotógRafo DEsCoNoCiDo

Cuarto osCuro • 15

linda mcCartney por

Eric Clapton

DisPaRaRy ConsErvar El momEnto



Jimi Hendrix, nueva

york,1967

brian Jones y mick Jagger,

nueva york, 1966.



Eric Clapton, londres, 1968. retrato que le

valió a linda la portada de la rolling stone.

los beatles en la rueda de prensa para sgt. pep-per’s en abril de1967. paul consiguió el telé-fono de linda no mucho después.

los beatles y yoko ono, 1969

“La conocí cuando estas foto-grafías se estaban tomando. Linda Eastman, fotógrafa de New York…Pienso que ella tiene la colección definitiva de las fotos del rock de los sesenta. Ella captura el peri-odo con una intimidad que es imposible de ignorar. Por haber experimentado su lente, sé que ella sabe cuándo presionar el botón. No antes o después de un momento es-pecial sino durante el mismo.” Paul McCartney



una de sus pruebas con la cámara polaroid.

paul mcCartney, Jamaica, 1971

la familia mcCartney:

paul, stella y James en su casa,

Escocia, 1982

linda era amante de los caballos y la naturaleza, nunca dejó de fotografiarlos.

M arilyn Monroe ha sido du-rante décadas un icono de belleza pop y de sensualidad. Su desbordante frescura y rubia cabellera la convir-

tieron en una de las estrellas favoritas de Ho-llywood, y en un símbolo sexual de todos los tiempos. En 1960 Andy Warhol la eligió como símbolo masivo y objeto de consumo al repro-ducir su retrato en una serie casi industrializa-da. Ella es la imagen de mujer del siglo XX.

El fotógrafo norteamericano de 48 años, David Lachapelle, retrata personajes famosos del espectáculo, músicos, actrices y vedettes. Sus imágenes teatrales, publicitarias y artifi-ciosas juegan con la farándula ubicandola en situaciones forzadas y “colorinches”. Siempre juega entre los límites de la ironía y el mal gus-to. Lachapelle transforma a las estrellas con una mirada crítica, acentúa en ellas lo frívo-lo y lo superficial como un signo, y cuestiona la cultura de masas, a la “telechatarra” y a los ídolos populares del siglo XXI.

En “Marilyn” (2002) David Lachapelle convierte a Amanda Lepore en una auténti-ca Marilyn Monroe contemporánea. Es war-holiana, trans, posmoderna y funambulesca.

Amanda Lepore (nacida Armand Lepore) exhibe todos esos atributos que Lachapelle denuncia. Repite el esquema de Andy Warhol y respeta, casi en su totalidad, formas y colo-res. Este fotógrafo reconstruye una Marilyn del siglo XXI, la pinta con aerosol y la ma-quilla. Su peluca amarilla y su cara deforma-da por las operaciones y el botox resulta una imagen grotesca, abrasiva a la vez estridente, fascinante y sublime. Como si se tratara de un objeto con el que Lachapelle juega, vemos en Amanda el amor y la fascinación, pero a su vez el desagrado y la repulsión. Tal como Warhol cuestionaba el consumo y la frivolidad de los ídolos masivos, y se apasionaba por ellos; en la obra de Lachapelle se puede apreciar cómo conviven las mismas fuerzas encontradas.

“Marilyn” es la presentación de un icono femenino tergiversado y complejo. Es símbo-lo de la belleza y la feminidad que trabajaba Warhol en los sesenta. Hoy, cincuenta años después, se convierte en un prototipo de mu-jer de plástico que sobrepasa el límite del do-lor. La cultura de masas por la que ya se intere-saba Warhol es retomada por Lachapelle con un tono crítico en el cual se ve que la mujer ya no es mujer y la belleza ya no es real.


MARiLyNo la belleza, y el precio del dolor


txt veRónIca oRsI

El mistErioso mundo laCHapEllE

gRafitiuna muEstra itinErantE


1

loCaCióN

txt BeLén WeDeLtoFt

L a calle es pública. El arte es libre. La iden-tidad de un artista en-cuentra atajos para expresarse. Grafiti (sin

s) es el plural de graffito, palabra de origen italiano. Las primeras mani-festaciones de este tipo de pintura se encuentran en el arte rupestre, pero se reconocen como un estilo durante el Imperio Romano, por eso su nombre italiano. El término “grafitar” significa rayar o rascar un muro. Más adelante aparecen los colores y la fábrica de pinturas Montana que populariza los aero-soles de bajo costo.

Este arte moderno también tie-ne sus clásicos y su mejor exponen-te es, sin duda, “Kilroy was here” (Kilroy estuvo aquí), el grafiti más popular de la década del cuarenta. Las tropas norteamericanas lo vie-ron por primera vez en Túnez cuan-do llegaron en la primavera de 1943, durante la Segunda Guerra Mun-dial. Volvieron a verlo en Italia, en Alemania y en Francia. Nunca se supo quién era Kilroy, pero su nom-bre quedó como marca registrada para el grafitero.

Durante la revolución fran-cesa, en 1968, lo utilizaron como forma de expresión pura del con-cepto revolucionario. Así se eterni-zaron “L’imagination au pouvoir” (La imaginación al poder) o “Sous les pavés il y a la plage” (Bajo los adoquines está la playa).

En Estados Unidos el grafiti co-menzó como una manifestación de

los raperos y amantes del hip-hop. Estos eran jóvenes que no encon-traban su forma de expresión en los lugares convencionales, por eso lo utilizaron como un modo de ex-presarse e imponerse. El ring raje de los artistas, era una manera de decir: acá estoy, pero me fui; tras-gredo para que me vean, pero no estoy; provoco, pero mi obra es mí defensa.

Salir a capturar grafiti es una ac-tividad bastante pop, algo peligrosa y poco más que fascinante. Es bus-car las huellas de una muestra iti-nerante y eterna.

Los mejores grafiti se encuen-tran en los barrios marginales de las ciudades. Están en los largos y grises paredones donde no crece ni el atisbo de una esperanza. En los portones oxidados que hace años que nadie abre. En las fábri-cas abandonadas. En las esquinas repletas de basura. Las estacio-nes de subtes y trenes. Aparecen como vistosos animales en la sel-

va de cemento. Tienen energía, colores y luz. La mirada y la lente van directo a ellos. ¿Nos importa más el contexto o la obra? Existen variables y se pueden equilibrar ambas. Los grafiteros firman sus obras con letras y números como marca la tradición, al verlos, uno se pregunta: ¿cuándo lo hicieron? Y los imagina como fantasmas hermosos y veloces que pasan de-jando en la ciudad su impronta de talento y colores. Fuegos fatuos, arte primitivo y de vanguardia al mismo tiempo. Algunos inclu-yen una expresión escrita, pero básicamente son formas, gritos y expresión pura. Es el under de un artista plástico que le gusta el riesgo y lo efímero. Su arte dialo-ga con nosotros, nos seduce y nos obliga a escapar.

Ilustramos con algunas de las especies capturadas. ¿Dónde pue-den encontrarse? En todos lados. En ninguna parte. Hoy están. Ma-ñana no están.


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Gustavo muñoz – Crónica

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leandro García Crónica

pablo molina dyn

mariano solier perfil


VSalón nacional libre


saloNEs


GANADORES DE UNA NUEVA EDICIÓN DE UN CLáSICO DEL FOTO CLUB.

1º prEmio

riCardo maCiEl

BLACK AND

WHITE

2º prEmio

niColas lÓpEZ

RASTROS

DE VIDA

3º prEmio

WaltEr niColiEllo

TRAICIÓN

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