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LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS Y SU EFECTO EN LA
PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL MERCADO LABORAL
ECONOMIC POLICIES AND THEIR EFFECT ON THE PARTICIPATION OF WOMEN IN LABOR MARKET
Jennifer Andrea Gutiérrez Osorio y Angélica Morán Castañeda
FCE
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Nº 33Diciembre 2012
Econografos
Econografos Nº 33 – Octubre 2013 Jennifer Andrea Gutiérrez Osorio y Angélica Morán Castañeda
Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá – Facultad de Ciencias Económicas
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Las políticas económicas y su efecto en la participación de la mujer en el mercado laboral
Jennifer Andrea Gutiérrez Osorio
1
y Angélica Morán Castañeda2
Resumen
Durante las últimas décadas, la participación de la mujer dentro del mercado laboral en
América Latina ha pasado por numerosos procesos de transformación como
consecuencia de los cambios que el gobierno ha realizado dentro del manejo de sus
políticas macroeconómicas, principalmente las fiscales y comerciales. En el presente
trabajo se pretende analizar los efectos que tiene la política fiscal y comercial en el grado
de inserción de las mujeres en el mercado laboral. En la primera parte se realiza una
revisión conceptual e histórica del concepto de género en la economía, para luego
exponer los principales trabajos teóricos sobre la incorporación del género en la teoría
del desarrollo. En la segunda parte, se hace un recuento de las políticas fiscales y
comerciales que han afectado en alguna medida a las mujeres en Colombia y América
Latina, desde los presupuestos sensibles al género implementados en otros países hasta la
apertura comercial y las actividades laborales a las que se insertan las mujeres después de
la liberalización comercial. Posteriormente, se hace un diagnóstico de la situación de las
mujeres en el mercado laboral en Colombia y se mencionan algunas de sus características
en los últimos años con base en algunos artículos desarrollados por economistas
colombianos y por instituciones como la Contraloría General de la República.
Finalmente se hace énfasis en el caso colombiano con el fin de realizar para este, un
estudio empírico donde se plantea un modelo de regresión lineal múltiple para evaluar
cómo las políticas comercial y fiscal afectan la participación de las mujeres en el mercado
laboral colombiano para el periodo comprendido entre 1993 a 2009. Donde la variable
endógena es la Tasa de Ocupación de las mujeres (TO), y las variables explicativas son el
grado de inserción internacional de Colombia medido con una variable proxy como el
crecimiento del porcentaje de exportaciones más importaciones sobre el PIB (IE), el gasto
público social (GS), la educación de las mujeres medida como la tasa de alfabetización
(Edu) y la tasa global de fecundidad (TF). Se evalúan sobre el modelo los supuestos que
debe cumplir un modelo clásico de regresión múltiple y se aplican las respectivas
correcciones a la violación de los supuestos que se hallen. Por último se presentan las
conclusiones del documento, incluido los análisis de resultados del modelo econométrico.
Palabras claves: Género, políticas económicas, política fiscal, política comercial,
desarrollo económico.
1 Estudiante de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá correo:
[email protected] 2 Estudiante de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Correo electrónico:
Econografos Nº 33 – Octubre 2013 Jennifer Andrea Gutiérrez Osorio y Angélica Morán Castañeda
Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá – Facultad de Ciencias Económicas
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Clasificación JEL: J16, E24, H53.
Economic policies and their effect on the participation of women in labor market
Abstract During the last decades, the participation of women on the labor market in Latin
America has gone through several transformation processes as a consequence of the
changes that the government has done in their macroeconomic policies, specially, fiscal
and trade policies. In this essay we try to analyze fiscal and trade policy effects on the
incorporation of women into the labor market. In the first part we make a historical and
conceptual revision of gender concept in the economics, in order to expose the principal
theoretical works about the inclusion of the gender in the economics. In the second part,
we make a review of fiscal and trade policies that have affected in some way the
Colombian and Latin America women from the budgets gender sensible implemented in
other countries until the trade liberalization and labor activities in which the women
participate after de trade liberalization. Later, we make a diagnosis of the women
situation in the labor market in Colombia and we mention some of the characteristics en
the last years based in several papers developed by Colombian economist and also, by
institutions like Contraloría General de la República. Finally, we emphasize in
Colombian case to elaborate an empirical analysis where we make a MLS to evaluate
how trade and fiscal policies affectthe participation of women in the Colombian labor
market in the years between 1993 and 2009. Where the endogenous variable is the
employment rate of women (TO), and the exogenous variables are the degree of
international participation of Colombia measured with a proxy about the growth of
percentage of exports plus imports divided by GDP (IE), social expenditure (GS), the
education of women measured as a literacy rate of women (TA), and the total fertility
rate (TF). We evaluate the assumptions that must have a classical MLS, and we apply the
respective corrections. To conclude, we present conclusions of the document included
the analysis of the results of the MLS.
Key Words: Gender, economic policy, fiscal policy, trade policy, economic
development.
JEL classification: J16, E24, H53.
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Facultad de Ciencias Económicas
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Econografos Escuela de EconomíaISSN 2011-6292
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Contenido
Revisión teórica género y desarrollo………………………………………………………………………………………….6
- El género en la economía……………………………………………………………………………………………..6
- Género y desarrollo……………………………………………………………………………………………………..8
- Políticas económicas……………………………………………………………………………………………………9
- La globalización, la política económica y el género………………………………………………………….9
- Política fiscal……………………………………………………………………………………………………………..10
- El gasto público y el género…………………………………………………………………………………………11
- Presupuestos sensibles al género: El caso de Colombia…………………………………………..........13
- Política comercial………………………………………………………………………………………………………14
- La participación de las mujeres en el mercado laboral en Colombia y América Latina……..16
• Contexto…………………………………………………………………………………………………………………16
- El desarrollo y el mercado laboral………………………………………………………………………………..17
- Diagnóstico de la participación de la mujer en el mercado laboral en Colombia……………….18
- Datos relevantes………………………………………………………………………………………………………..20
- Parte empírica: estudio de caso para Colombia……………………………………………………………..21
- Modelo econométrico mujeres en el mercado laboral…………………………………………………….21
• Metodología………………………………………………………………………………………………………......22
• Hipótesis………………………………………………………………………………………………………………..23
- Estimación del modelo……………………………………………………………………………………………….24
Conclusiones…………………………………………………………………………………………………………………………26
Bibliografía……………………………………………………………………………………………………………………………27
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Revisión teórica género y desarrollo
El género en la economía
En la economía, la incorporación de los temas de la mujer ha sido un proceso paulatino,
difícil e inacabado debido a que su tratamiento se ha hecho, en gran parte, bajo enfoques
teóricos económicos dominantes que usualmente ignoran variables que afectan las
relaciones de género y que se manifiestan en las relaciones económicas entre los seres
humanos.
El enfoque neoclásico fue pionero en la explicación de la participación de las mujeres en
el mercado laboral en los años 50’s, con autores como Jabob Mincer, cuyo trabajo daría
paso a que otros autores como Gary Becker y autores de la New Household Economics
trataran el tema de las mujeres en la economía ligado a un análisis de la producción
doméstica, del uso del tiempo de los hombres y mujeres y de la división del trabajo al
interior de un “hogar armonioso”. Los aportes en el tema de tales autores neoclásicos
recibieron muchas críticas, pues partían de enfoques insuficientes y problemáticos a la
hora de explicar el papel de la mujer dentro de la economía doméstica y por fuera de ella.
Lo anterior, debido a que con base a los supuestos como el de “hogar armonioso” estos
modelos ignoraban las relaciones de subordinación y dominación dentro de la familia y
por lo tanto, la interpretación de las relaciones económicas a las que hacían referencia era
incompleta. De la misma manera,
La aplicación de la teoría de la ventaja comparativa y de los modelos de capital
humano al análisis de la especialización dentro del hogar o del matrimonio era
intrínsecamente un análisis estático: Daba por sentada la asignación inicial de los
recursos entre los miembros de la familia al igual que sus habilidades de género (de
Villota, 2003, pág. 28)
Así, el concepto de “hogar armonioso” o “maximización de la utilidad de cada uno de los
miembros de la familia” se sostenía bajo una idea limitada que esencialmente buscaba ser
refutada por otro campo de economistas con visiones alternativas de la sociedad y de la
mujer dentro de ella.
La inclusión del género en la economía como categoría esencial de análisis toma fuerza,
en parte, porque durante los años 80 y 90 los movimientos de mujeres que habían tenido
un gran avance en los años 60 se unificaron en lo que se llamó “teoría feminista”, y
porque paralelo a eso surge en el año 1992 la Asociación Internacional de Economía
Feminista (IAFFE) con influencias de los avances que se habían desarrollado hasta el
momento sobre el papel de la mujer en la economía. IAFFE es una institución que centra
sus esfuerzos en desarrollar un análisis feminista de cuestiones económicas, en aumentar
las oportunidades de las mujeres, especialmente a las que pertenecen a grupos con niveles
bajos de representación dentro la economía. (International Association for Feminist
Economics, 2010).
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No obstante, No obstante, el concepto de género se ha incorporado en la economía con
algunas dificultades ya que definiciones como las de la autora J. Scott, quien explica el
género basado en cuatro elementos: los símbolos culturales, los conceptos normativos
que establecen las interpretaciones de los significados de género, los sistemas de
parentesco y la identidad subjetiva (Scott , 1986), han olvidado la importancia de las
construcciones materiales que también definen el concepto de género y que son
relevantes para entender el papel de la mujer en la economía mundial, es decir, la manera
en cómo se define el concepto género puede inhibir el desarrollo teórico del concepto
dentro de la economía, puesto que muchas definiciones son fuertemente simbólicas o
sociológicas y no facilitan el tratamiento del tema en términos económicos.
Por otro lado, también existen las contribuciones de modelos alternativos, como el
propuesto por Amartya Sen (2010), quien aborda el tema como una cuestión de agencia
de las mujeres como “promotoras dinámicas de transformaciones sociales”. Merece
destacar la importancia de Sen dentro del análisis, ya que es él quien va a ser tomado
como punto de referencia por parte del Banco Mundial3
para la creación de políticas
públicas en la década de los 90 para combatir la pobreza y contribuir al bienestar de las
mujeres dentro de la economía como el reconocimiento de la capacidad de acción y
transformación en ella.
Sen parte de la idea de que existe un trato desigual para las mujeres en comparación con
los hombres, que se evidencia tanto en la esfera pública como en la esfera privada. La idea
del bienestar (económico) y la idea de la agencia de los movimientos feministas se
entrecruzan, pero se deben dar al mismo tiempo ya que “el papel de una persona como
“agente” es diferente al papel de una persona como “paciente”. El hecho de que el agente
también pueda tener que verse como paciente no altera las modalidades y
responsabilidades adicionales que van unidas a la agencia de una persona” (Sen, 2010). Por
lo tanto, variables como la independencia económica, la oportunidad de adquirir
derechos de propiedad, de libertad y oportunidad para encontrar trabajo fuera del hogar,
tener un nivel de lectura, escritura y educación, están conectados con la idea de bienestar
pero que no se pueden efectuar sin el aspecto de la agencia independiente de las mujeres.
Si se toman en cuenta este tipo de variables, entre otras, es posible lograr una
modificación en los derechos económicos implícitos asignados a las mujeres
culturalmente.
Para Sen, una de las posibles razones por las que las mujeres participan relativamente
menos que los hombres en la economía, es debido a su relativa falta de acceso a los
recursos económicos. Lo cual hace que para las mujeres sea difícil tener oportunidades de
creación de empresa, así como de acceder a altos cargos en ciertos campos con igual
salario que los hombres. Para el autor la participación económica de las mujeres es por
una parte, “una recompensa en sí misma (que lleva aparejada, además, una reducción de la
discriminación sexual en el trato que reciben las mujeres en las decisiones familiares)
3 Las construcciones materiales se manifiestan principalmente en las condiciones de las mujeres en el
trabajo y con ello, en el acceso al bienestar material en una sociedad.
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como un factor que contribuye de manera extraordinaria a introducir cambios sociales en
general”. (Sen A. , 2010, pág. 234).
Género y desarrollo
Según las investigaciones realizadas, la primera autora que trató el tema de género y
desarrollo fue Ester Boserup con su libro “Women’s role in economic development”
publicado en 1970. Una de las ideas más importantes de Boserup en su libro fue que,
debido a que las mujeres en su mayoría eran responsables del trabajo reproductivo en
términos de la continuidad del sistema económico desde la economía doméstica, como se
explicó anteriormente, su “estatus” en un mundo en desarrollo era muy bajo, pero
destacó el aporte de la mujer en la agricultura y en la industria en un mundo en el que el
crecimiento económico era acelerado, y concluyó demandando una mejor educación para
las mujeres para motivar su competitividad y productividad en la economía moderna
(Boserup, 1989).
Otras autoras como Naila Kabeer (1994) con su texto “Reversed realities Gender
Hierarchies in Development Thought”, hace una fuerte e interesante crítica a lo que se
consideraba como mundo moderno o desarrollado a partir del debate de los principios de
la economía neoclásica que en ese tiempo era el campo que más se utilizaba para
construir la “teoría del desarrollo” bajo el individualismo metodológico. Kabber
cuestionó, en primer lugar, la definición que intrínsecamente se sostenía cuando se
llevaban a cabo los proyectos de modernización los cuales soportaban los papeles del
“hombre moderno” que se que caracterizaba por su racionalidad, objetividad,
competitividad y agresividad, mientras que la mujer se posicionaba en el afecto, y las
tareas domésticas en una esfera privada de la vida familiar, y por lo tanto, la mujer no era
incluida en lo que se pensaba era un mundo moderno o desarrollado. (Kabeer, 1994).
Para tratar de sintetizar los resultados de la teoría de género y desarrollo que se han
producido en las últimas décadas, se propone agruparlos en tres grandes aportes, con base
en la información de Lourdes Beneria (2003, pág. 12). La temática de género y desarrollo
ha dado origen a una serie de contribuciones conceptuales en la economía, ya sea en
forma de crítica a las teorías vigentes o de un esfuerzo para incluir la perspectiva de
género en la teoría económica.
Para tratar de sintetizar los resultados de la teoría de género y desarrollo que se han
producido en las últimas décadas, se propone agruparlos en tres grandes aportes, con base
en la información de Lourdes Beneria (2003, pág. 12). La temática de género y desarrollo
ha dado origen a una serie de contribuciones conceptuales en la economía, ya sea en
forma de crítica a las teorías vigentes o de un esfuerzo para incluir la perspectiva de
género en la teoría económica.
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Primero, se destacanlos cuestionamientos fundamentales que se han hecho a la teoría
neoclásica en sus bases teóricas que se considera son insuficientes para explicar la
situación de las mujeres y que responde a unas relaciones de género determinadas que
afectan indiscutiblemente las economías4
. Segundo, se han producido grandes avances en
la investigación de temas como la familia, el bienestar y desarrollo a partir de las
experiencias en los países en desarrollo, que han permitido identificar las especificidades
de los países con respecto al tratamiento que se le da al tema de las mujeres y cómo esto
afecta sus programas de desarrollo económico y los resultados de éstos. Tercero, como
afirma Beneria, la literatura sobre género y desarrollo ha generado un área de trabajo
sobre política y acción y sobre cambio institucional, económico, social y político.
Políticas económicas
Las políticas económicas se pueden definir como un conjunto de estrategias, acciones o
medidas que organiza y ejecuta el gobierno de una región o país determinado, con el fin
de influir sobre su economía en el corto y/o largo plazo. El funcionamiento de la política
económica se estructura a partir de unos objetivos que se desean alcanzar, dentro de los
que se pueden distinguir: crecimiento general de la economía medido a través del
crecimiento del PIB, el pleno empleo de todos los factores productivos de los cuales
dispone el paísprocurando que no haya ineficiencia y proporcionando empleos adecuados
a toda la ciudadanía en disponibilidad de trabajar, eficiencia económica, es decir lograr la
máxima satisfacción de las necesidades utilizando los recursos productivos disponibles, la
estabilidad de los precios a través del control de la inflación, una distribución equitativa
del ingreso y un comercio económico equilibrado. (Restrepo, 2002)
La globalización, la política económica y el género
Los cambios en los diferentes procesos económicos durante las últimas décadas han
permitido un aumento considerable de las transacciones entre la mayoría de los países del
mundo, lo que ha llevado a un notable crecimiento económico de aquellos que han
optado por el libre comercio y la ruptura de barreras, no solo económicas sino sociales,
culturales e incluso políticas. Lo anterior ha sido explicado por varias autoras y varios
autores como el fenómeno de globalización. La globalización es el proceso resultante de
la capacidad de ciertas actividades de funcionar como una unidad, en tiempo real y a
escala planetaria (Todaro, 2001, pág. 16), las decisiones y actividades en cualquier lugar
tienen repercusiones significativas y simultáneas en lugares muy distantes. De la misma
manera, se observa que las economías nacionales se descomponen y se articulan en un
4 La teoría neoclásica se considera insuficiente porque parte de supuestos que ignoran las relaciones de
poder dentro de la economía y que afectan las relaciones económicas. Además, no sugiere nuevas formas de
análisis crítico del papel que desempeñan las mujeres dentro de una economía.
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sistema de transacciones y de procesos que operan directamente en el ámbito
internacional.
Rosalba Todaro asegura que este proceso de globalización tuvo éxito gracias a la
implementación de políticas económicas y sociales de carácter neoliberal, en este sentido
la autora afirma:
Las reformas que permitieron la extensión y profundización del proceso de globalización
fueron la liberalización del comercio y de los movimientos de capital, la privatización de
sectores y empresas que eran propiedad estatal y de la desregulación en distintos ámbitos,
incluyendo el laboral (Todaro, 2001, pág. 17).
Para el caso de América Latina los cambios en los mecanismos utilizados para hacer
posibles las reestructuraciones exigidas por la globalización, obedecen a la logica de las
políticas neoliberales y a los acuerdos pactados a finales de la decada de los 90 durante el
consenso de Washington, los cuales exigen una “apertura comercial y financiera, una
desregulación del mercado laboral y la liberalización de la cuenta de capital, entre otras”
(López, 2006, pág. 55).
La implementación de las reformas se evidencia en una transformación del sistema
tributario, es decir, reducción impositiva sobre las utilidades de las empresas,
disminución del gasto público (no focalizado), además de la disminución de los costos
laborales y la desaparición paulatina de la seguridad social. (Todaro, 2001, pág. 18). Este
proceso se ha producido en forma desigual, evidenciando grandes disparidades regionales
entre sectores económicos, sociales y de género que a continuación se examinarán por
medio de las consecuencias de los reajustes de las políticas fiscal y comercial en la
inserción y permanencia de las mujeres en el mercado laboral para la última década del
siglo XX y la primera del siglo XXI.
Política fiscal
En el modelo neoliberal adoptado por la mayoría de países latinoamericanos, el proceso
de responder eficientemente a las exigencias de bienestar social y participación ciudadana
ha sido generalmente débil. Se han dado reformas del Estado y procesos de
gobernabilidad caracterizados por ser más autoritarios que democráticos con el fin de
buscar nuevas formas de relación con la sociedad civil que respondan a las exigencias de
los nuevos contextos socioeconómicos, políticos y culturales. A pesar de varias
limitaciones que se han evidenciado con la implementación de las políticas económicas
neoliberales, en los diferentes contextos latinoamericanos, como el aumento de la
pobreza, la desigualdad, la generación de mercados laborales débiles, aumento del
desempleo y del empleo no formal, se han abierto posibilidades más sensibles hacia
nuevas prácticas ciudadanas.
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Dentro deestas nuevas prácticas se ubican los esfuerzos orientados a la exigencia de
transparencia y rendición de cuentas de las acciones del Estado. En este sentido, la forma
en que se elaboran los presupuestos ha comenzado a tener trascendencia en las decisiones
de la ciudadanía, lo cual resulta de suma importancia debido a que los presupuestos en
América Latina, sus ingresos y egresos, reflejan las desigualdades, inequidades,
exclusiones y paradojas de nuestros países, tanto en sus dinámicas socioeconómicas como
en sus concepciones sociopolíticas. La posibilidad de su modificación, incorporando
explícitamente la visión de la ciudadanía y la urgencia de responder a los derechos
ciudadanos, aparece como una opción interesante e innovadora que involucra a toda la
sociedad.
Si se tiene en cuenta que la manera como se destina el presupuesto público refleja las
prioridades de los gobiernos bajo unos intereses políticos y económicos, es posible
afirmar que el alcance que pueda tener este manejo, sobre los proyectos de los actores
directamente relacionados, puede llegar a ser muy significativos, igualmente hay que
tener en cuenta que la política fiscal puede actuar como un mecanismo de redistribución
y de inclusión a la economía de los diferentes agentes económicos. De la misma manera,
es posible afirmar que las decisiones políticas y las actividades que llevan a cabolos
gobiernos no son neutrales respecto al género, porque los hombres y las mujeres ocupan
posiciones económicas y sociales diferentes y desiguales en la sociedad. Por lo tanto, el
análisis de género de los presupuestos se presenta como una herramienta para el cambio,
ya que este puede ayudar a dirigir lo que se ha llamado las necesidades prácticas y
estratégicas de género.
Para la autora Debbie Budlender, un análisis de presupuesto con perspectiva de género
debe comenzar con una buena comprensión de la situación de las mujeres y hombres del
país correspondiente al sector que se investiga. Como segunda medida, se debe hacer un
análisis de la política sectorial con el fin de saber si estas tendrán algún impacto sobre los
vacíos identificados con relación al género, después de reconocer que las políticas son las
correctas puede revisarse el presupuesto para determinar si los recursos financieros son
los necesarios para finalmente observar y evaluar cómo se han utilizado estos recursos
(Budlender, 2001).
El gasto público y el género
El gasto público se compone de gastos de inversión, gastos de funcionamiento y gastos
para el servicio de la deuda, que respectivamente para diciembre de 2010 en Colombia
fueron 18%, 57,9% y 24,3%. Sin embargo, aunque actualmente exista presupuesto
sensible al género a nivel nacional, regional y local, las cifras publicadas por los entes
competentes no son suficientes paradeterminar el gasto que va dirigido a mejorar la
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situación de las mujeres, por lo tanto, se hace muy difícil determinar y evaluar los
cambios que han generado las nuevas políticas con las mujeres como población objetivo5
.
Se exponen a continuación los resultados obtenidos de la investigación presentada en
Giraldo(2007), que se basó en la metodología aplicada por Rhonda Sharp (1990) para
calcular el gasto público que va dirigido a las mujeres en la iniciativa Presupuesto para las
mujeres Australianas6
. Cabe aclarar que el autor reconoce la dificultad de aplicar tal
metodología en Colombia debido a la escasez de información que presenta la ejecución
presupuestal del PGN. Se dividen los gastos en tres categorías. La primera son los gastos
específicamente dirigidos hacia asuntos de género o a las mujeres, tales como programas
de salud para mujeres, asesoría en violencia doméstica para hombres y programas
especiales de empleo para mujeres desempleadas con niños pequeños. La segunda
categoría, son los gastos relacionados con oportunidades de empleo igualitarias dentro de
la administración pública. Por último, los gastos generales o principales disponibles tanto
para mujeres como para hombres, pero analizados en su impacto diferencial sobre el
género. Se incorporó una nueva subcategoría y se denominó Gasto indirecto dirigido
hacia las mujeres. Los resultados obtenidos fueron los siguientes.
5 Las políticas públicas dirigidas especialmente hacia las mujeres en Colombia iniciaron con el gobierno
distrital de Luis Eduardo Garzón y su plan de gobierno Bogotá Sin Indiferencia, dentro del marco del Plan
de Igualdad de Oportunidades. Las políticas se plantearon desde una Agenda local basada en la
identificación de los derechos de las mujeres. Actualmente continúan estos proyectos a nivel local, y a nivel
nacional se pueden recoger en el programa Equidad para la Mujer que es liderado por la Presidencia de la
República.
6
La metodología de Rhonda Sharp(1990) consiste en “desglosar o desagregar el presupuesto general del
gobierno de acuerdo a su impacto sobre las mujeres y los hombres y los diferentes grupos de mujeres y
hombres considerando debidamente las relaciones de género que subyacen a la sociedad” en
http://presupuestoygenero.net/Herramientas/H028BudlenderGL.pdf.
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La clasificación del gasto en las cuatro categorías sugiere que en el año 2004, del gasto
total, apenas 0.01% fue etiquetado para mujeres, y 1.73%, correspondió al gasto indirecto
dirigido a mujeres. El 0.02% del gasto total fue el gasto para promover oportunidades
equitativas en el empleo, y para los gastos generales con impacto para las mujeres se
registró el 4.80% del gasto total. El gasto para promover oportunidades equitativas en el
empleo es significativamente bajo si se considera que la inserción al mercado laboral es
uno de los más graves problemas que han enfrentado históricamente y que enfrentan
actualmente las mujeres, y como se observa, no constituye una prioridad en el gasto. Para
el caso de Argentina, el gasto con potencialidad de equidad de género corresponde al 37%
del gasto total. Esta cifra corresponde al conjunto de programas dirigidos hacia las
mujeres, que se llevan a cabo por parte de la jurisdicción correspondiente (Rodríguez,
2007, pág. 20).
Presupuestos sensibles al género: El caso de Colombia
Después de procesos de investigación se han propuesto planes de “presupuesto sensible al
género” o “presupuesto con perspectiva de género” que pretenden contribuir a la
eliminación de la inequidad de género, y al empoderamiento económico de las mujeres de
algunos espacios. Los primeros países que implementaron estos programas fueron
Australia a finales de losaños 80 seguido de Sudáfrica a mediados de los años 90. Para
autoras como Diane Elson (Elson, 2003, pág. 210):
“los presupuestos sensibles al género tienen como meta analizar cualquier forma de
gasto público o mecanismo de recaudación de fondos públicos desde una perspectiva de
género, identificando las consecuencias e impactos en las mujeres y las niñas en
relación con los hombres y los niños, así, la pregunta central sería ¿qué impacto tiene
esta medida fiscal en la equidad de género? ¿reduce, incrementa o deja sin cambios la
desigualdad de género?”.
No obstante, en este trabajo se va a considerar que los presupuestos sensibles al género
no únicamente evalúan la situación de la brecha de género en la economía, sino también
son un efectivo instrumento de redistribución e inclusión en la economía de las mujeres
quienes son actualmente las agentes más sensibles a la política fiscal, si se parte de la idea
de que ésta no es “neutral” frente al género, como lo sugiere Helene Hofbauer (2003)7
.
Para analizar el efecto que tienen estos programas en el papel de las mujeres en la
economía, se hace a continuación una revisión de los planes propuestos en Colombia en
los últimos años con base en la información descrita en el documento “Política fiscal y
género: El caso de Colombia” por César Augusto Giraldo Giraldo (2003).
7 Citado en: Giraldo C. (2007). Política fiscal y género: El caso de Colombia
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En Colombia los presupuestos sensibles al género se desarrollan en el marco de la
Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer CPEM, el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo para Colombia (PNUD Colombia), el Fondo de Desarrollo de
las Naciones Unidas para Mujer UNI-FEM, y Organizaciones no gubernamentales.
Estudios de Presupuestos Sensibles al género en Colombia
Tabla 1. (Giraldo, 2007)
El segundo programa de Transversalidad de género en el desarrollo, que es el que más
interesa para los propósitos de este trabajo, es dirigido principalmente por el Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo Colombia y ejecutado por la Consejería
Presidencial para la Equidad de la Mujer, y se propone incorporar la dimensión de género
en las políticas, planes, programas, proyectos y presupuestos del país (PNUD Colombia).
Política comercial
En el actual proceso de globalización, las políticas comerciales se han convertido en el
principal instrumento para las políticas económicas de los gobiernos, permitiendo a
muchos de los países en vías de desarrollo llevar a cabo programas de ajuste estructural
enfocados en el crecimiento basado en las exportaciones y otras medidas económicas
como la liberalización financiera y la inversión.
Las políticas comerciales a nivel nacional están principalmente influenciadas por los
intereses económicos y comerciales de los más grandes sectores económicos y compañías
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nacionales, dentro de un contexto de libre comercio. Para el caso de los países en vías de
desarrollo, “los actores más importantes en materia comercial son el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional (IMF) y la Organización Mundial del Comercio (OMC)”
(Vander, 1998). Debido a su naturaleza, es posible asegurar que las políticas comerciales
tienen efectos sobre las estructuras productivas, el funcionamiento y las características de
los mercados de trabajo, así “como distintos aspectos de lasociedad, el bienestar social y la
equidad” (Ospino, 2001). A continuación, se presentan algunos de los efectos de las
políticas comerciales sobre las cuestiones de género en los países de América Latina.
Según Gita Sen en su libro publicado en 1996 "Gender, Markets and State: A Selected
Review and Research Agenda". World Development, citada por el grupo informal de
trabajo sobre género y comercio, cuando los gobiernos eliminan los aranceles o
disminuyen sus ingresos utilizando cualquiera de sus herramientas, esta reducción se debe
“compensar a través del incremento de los impuestos nacionales o reduciendo el gasto
gubernamental” (Grupo Informal del trabajo sobre género y comercio, 1998), generando
que los gastos sociales sean asumidos por las familias situación que afecta principalmente
a las mujeres. En este sentido, es posible afirmar que las políticas comerciales y la
liberalización del comercio afectan la capacidad de los gobiernos de financiar el gasto
social, incrementando así la carga del trabajo para las mujeres. De la misma manera, es
posible observar que las desigualdades de género presentadas en América Latina, pueden
afectar, negativamente, los resultados de las políticas comerciales en lo que se refiere a la
promoción del desarrollo, en otras palabras, la desigualdad se convierte en un obstáculo
para que las mujeres puedan convertirse en productoras eficientes y por lo tanto, impide
que puedan insertarse en el mercado de trabajo y en los diferentes sectores de la
economía, con la capacitación necesaria.
Otro aspecto generado por la liberalización del comercio, es el posible incremento de la
segmentación del mercado de acuerdo a cuestiones de género, ya que históricamente, en
los países menos desarrollados, la liberalización del comercio tiende a incrementar el
trabajo de las mujeres en las industrias con trabajo intensivo como puede ser el sector
electrónico y el sector textil, caracterizado por salarios bajos.8
Finalmente es posible
afirmar que como consecuencia de la naturaleza de las políticas comerciales, las mujeres y
los hombres tienen condiciones de acceso diferentes a los variados recursos económicos
como la propiedad, el crédito, la capacitación y los programas deasistencia técnica para
empresas y agricultura. (Grupo Informal del trabajo sobre género y comercio, 1998).
La teoría del libre comercio y las normas de la OMC presuponen que el acceso a los
mercados es libre para todos y todas, y que pueden ser parte de la lucha competitiva en
condiciones de igualdad, sin embargo, esta neutralidad de género no reconoce que las
mujeres sufren limitaciones derivadas de las desigualdades de género. En conclusión, las
mujeres tienen desventajas en muchas formas como puede ser “el acceso desigual al
8 Se pretende exponer algunas de las consecuencias que la liberalización del comercio ha traído para la
situación laboral de las mujeres.
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crédito, la desigual división sexual del trabajo reproductivo, la desigual propiedad y
control sobre la tierra, una posición de subordinación y, en muchos países, un desigual
acceso a la educación y la formación”, (Vander, 1998). Esta situación afecta las
condiciones en las que se incorporan a la actividad económica en la producción, de la
misma manera, que afecta la capacidad de las mujeres de entrar en los mercados como
trabajadoras, empleadoras o empresarias y está limitada por los bajos niveles de educación
y formación, por las restricciones en su movilidad debido a las responsabilidades
domésticas y por el desigual acceso limitado al capital de inversión (Sen G., 1996).
La participación de las mujeres en el mercado laboral en Colombia y América Latina Contexto
Varias han sido las transformaciones en el mercado laboral dentro de los países de
América Latina en los últimos veinte años, la mayoría de ellas vinculadas en el contexto
macroeconómico, es decir, cambios como consecuencia de la liberalización comercial
financiera y cambios generados por las crisis económicas y sociales. Quizás el efecto más
destacado ha sido el crecimiento de la cantidad de mujeres que trabajan o desean hacerlo,
lo cual se debe a diferentes factores culturales, sociales, políticos y económicos, y se basan
fundamentalmente en el “aumento de los años promedios de escolarización femenina, en
la reducción del salario real de los hombres, en el cambio en los arreglos matrimoniales,
con aumentos considerables de divorcios, y diversos factores culturales. (Ospino,
Observatorio de género, desarrollo y políticas comerciales, 2011).
La bibliografía que trata sobre la situación de la mujer en el mercado laboral en América
Latina y el Caribe inicia con el informe de Psacharapoulos y Taznatos (1992) que
estableció que la participación femenina en la fuerza de trabajo creció de un nivel bajo de
24% en promedio en la década del cincuenta hasta aproximadamente 33% en la década
del ochenta; y que el aumento en la participación general de la mujer estuvo determinado
por tasas de participación crecientes entre mujeres jóvenes, y que las mujeres no han sido
“atraídas” al empleo remunerado por crecimiento económico alto o déficit laboral, según
era el patrón de países industrializados en décadas anteriores (Duryea, Edwards, & Ureta,
Banco Interamericano de Desarrollo, 2004) Otros trabajo como el de León (2000) utilizó
datos a nivel individual de encuestas de hogares y analizó las experiencias de mujeres en el
mercado laboral en nueve países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa
Rica, México, Uruguay y Venezuela).
Sostiene que en América Latina la participación femenina en la fuerza de trabajo alcanza
un pico entre la edad al momento del primer matrimonio y el final del ciclo reproductivo
entre 25 y 44 años de edad; un patrón diferente al observado en países desarrollados. Los
datos que presenta sugieren que durante las décadas del ochenta y noventa el aumento en
la participación en la fuerza de trabajo por parte de mujeres casadas fue más importante
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que el aumento en la participación para mujeres entre 25 y 34 años de edad, mujeres que
viven con sus padres o jefas de familia. (Duryea, Edwards, & Ureta).
En términos generales la mayoría de países de Latinoamérica reflejan unas cifras donde
aproximadamente sólo el 50% de las mujeres en edad de trabajar son activas, mientras
que para el caso de los hombres es del 70%. Casos específicos como el de “Argentina,
Uruguay y Paraguay reflejan que aproximadamente un 30% de las mujeres inactivas
realiza los quehaceres del hogar” (Ospino, Observatorio de género, desarrollo y políticas
comerciales, 2011). Estos indicadores del mercado laboral muestran a priori, que a pesar
de este cambio en la actitud de las mujeres de insertarse en el mercado laboral, siguen
existiendo roles diferenciados dentro de la economía para hombres y 19 mujeres, ya que
mientras los hombres se vuelcan prioritariamente al mundo considerado productivo, el
porcentaje de mujeres que lo hace es significativamente menor.
El desarrollo y el mercado laboral
Las investigaciones de autores como Singh (1967) y Goldin (1995) intentaron explicar la
relación que existe entre la fuerza de trabajo de las mujeres y el desarrollo económico y
encontraron que esta relación tiene forma de U como se muestra en la siguiente gráfica.
Gráfico 2. Fuente: (Duryea, Edwards, & Ureta, Banco Interamericano de
Desarrollo, 2004)
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Si se asume que el crecimiento se debe a un aumento de la industrialización, la
participación de las mujeres en el mercado laboral disminuye al inicio de la
industrialización ya que ésta no llega a los lugares en los que normalmente la mujer se
encuentra, que corresponden a actividades que no son foco de avances tecnológicos en el
inicio del proceso de industrialización, y se encuentra que con el avance de la
industrialización las mujeres salen al mercado en trabajos específicos que no son los
mismos que ocupan los hombres.
Diagnóstico de la participación de la mujer en el mercado laboral en Colombia
Se presentan a continuación algunos de los resultados del Informe publicado por la
Contraloría General de la Nación (Sanabria, 2010) de la Evaluación de los Indicadores
sociales desde la perspectiva de Género, el cual brinda información sobre la situación
actual de las mujeres en el país con respecto a la educación, (que se considera
determinante para la inserción de la mujer al mercado laboral), y al mercado laboral.
1. Hay paridad en la asistencia y matrícula a centros educativos entre hombres y
mujeres, exceptuando la matrícula y asistencia para la población de 5 años donde
las niñas tienen menores coberturas. Se presenta una brecha en la matrícula en
secundaria y media para los adolescentes quienes presentan menores coberturas
que las adolescentes. Tanto para hombres como mujeres se está lejos de alcanzar
las matrículas universales. La tercera parte de las adolescentes y la mitad de los
adolescentes se encuentran incorporados a la población económicamente activa,
cuando su principal actividad debería ser el estudio. Colombia tiene respecto a la
mayoría de países suramericanos la participación más baja en educación por parte
de los y las adolescentes.
2. En el caso de las mujeres es claro que a mayor nivel educativo mayor es su
participación en el mercado laboral. La brecha de participación laboral entre
hombres y mujeres es mayor entre la población no calificada que entre la que
tiene algún nivel de instrucción. La mujer en todas las edades siempre percibe un
ingreso inferior al de los hombres, incluso la brecha de ingreso entre hombres y
mujeres es mayor entre la población de mayor nivel educativo.
3. Se sigue incrementando el número de mujeres jefas de hogar. En su mayoría
están separadas, viudas o solteras y la mitad de las que se encuentran casadas no
conviven con su cónyuge. En Colombia continúa siendo mayor la proporción de
hogares pobres e indigentes con jefatura femenina que la de hogares con jefatura
masculina. En el caso de la jefatura masculina, la mayoría se encuentran en unión
libre o casados. Colombia tiene los valores más altos de brecha de pobreza tanto
para hogares con jefatura femenina como masculina (la brecha de pobreza se
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define como la diferencia entre el ingreso per capita de las personas que habitan en
hogares pobres y el valor de la línea de pobreza).
4. La lectura es una actividad practicada más por las mujeres que por los hombres
con mayor participación de las adolescentes y las mujeres de 40 a 55 años. La
reflexión, meditación o no hacer es una actividad que gana importancia con la
edad de las personas y es más practicada por las mujeres, aunque en la población
mayor de 55 años la practican igualmente hombres y mujeres. La navegación por
internet es más practicada por la población adolescente y joven, en la primera las
mujeres con más frecuencia y en la población joven los hombres.
5. Desde 2002, Colombia cuenta con la “Ley de cuotas” Ley 581 la cual obliga a
nombrar como mínimo el 30% de mujeres en cargos directivos del sector público.
En 2009 el 40% de los cargos en la rama ejecutiva era ocupado por mujeres, sin
embargo en las otras ramas del poder se aprecia un deterioro de la participación de
la mujer (Sanabria, 2010, pág. 16).
Un estudio sobre el mercado laboral colombiano realizado por (Buitrago, 2007, pág. 22),
buscaba calcular el contenido de trabajo de mano de obra femenina de las exportaciones e
importaciones colombianas en los sectores económicos colombianos, y arrojó los
siguientes resultados: el sector donde mayor mano de obra femenina participa es el de
servicios, seguido por el manufacturero (prendas de vestir), elaboración de alimentos y
bebidas, muebles y otros bienes transportables y la fabricación de maquinaria. Este
informe contiene los resultados correspondientes al comportamiento de las variables de
mercado de trabajo, buscando caracterizar las condiciones de empleo en los sectores
seleccionados, por ser los que concentran el mayor impacto del comercio sobre la mano
de obra femenina. (Buitrago, 2007). Los resultados presentados en Buitrago, muestran
que el contenido de trabajo femenino de las exportaciones a nivel sectorial, se concentra
particularmente en el sector de prendas de vestir y servicios.
Con respecto a los escenarios de integración, particularmente el TLC con Estados
Unidos, aunque al respecto diversas investigaciones adelantadas por entidades como el
Banco de la República, el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de
Industria y Turismo se afirman que con la puesta en marcha del TLC con Estados
Unidos, el país se verá favorecido con la generación de empleo, sin embargo, los
resultados de la investigación muestran que hay una disminución del contenido de
trabajo en las exportaciones y una disminución del contenido de trabajo de las
importaciones y que además esta situación no es favorable para la mano de obra
femenina, que ve disminuida su participación en el contenido de trabajo de las
exportaciones en la situación de puesta en marcha del TLC porque se favorece la
concentración de trabajo por cuenta de las exportaciones en la mano de obra masculina,
sobre todo en el nivel de más baja formación.
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Datos relevantes
Se presenta a continuación la gráfica de la población ocupada total y por sexo, acumulada
para los últimos nueve años (2001-2010), con base en los datos de la Gran Encuesta
Integrada de Hogares publicada por el DANE.
Se observa que la población total ocupada corresponde a 2.057.914 miles de personas, de
ellas se registran 809.351 miles de mujeres, mientras que los hombres ocupados
corresponden a 1.248.564 miles. Claramente se observa la brecha existente entre los
hombres y las mujeres ocupadas en la economía colombiana, la diferencia es de 439.213.
La siguiente gráfica muestra la población ocupada por sexo y por ramas de actividad,
también basada en los datos del DANE de la Gran Encuesta Integrada de Hogares
Gráfico 4. Fuente: DANE
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Se observa en la gráfica, que en todas las ramas de actividad clasificadas por el DANE, la
participación de los hombres es mayor que la participación de las mujeres, exceptuando
servicios comunales. En actividades como el primer grupo es decir, agricultura, pesca,
ganadería, caza y silvicultura y el tercer grupo es decir, industria manufacturera, la
participación de los hombres es mucho mayor que la participación de las mujeres.
Asimismo, las actividades en la que las mujeres tienen la mayor inserción corresponde a
las actividades de comercio, hoteles y restaurantes, lo que corresponde a lo analizado en
la parte de revisión teórica del presente trabajo en donde se argumenta que la división del
trabajo por género responde a una construcción material y cultural de los roles de
hombres y mujeres en la sociedad, y que además, la inserción de las mujeres en el
mercado laboral, no constituye en su totalidad, un avance para las mujeres como agentes
de acción y participación ciudadana a la que se refería Amartya Sen, sino mas bien, es una
extensión de las labores domésticas usualmente encargadas a las mujeres.
Parte empírica: estudio de caso para Colombia
El objetivo de la parte empírica es evaluar cómo afectan las políticas económicas el grado
de inserción y permanencia de las mujeres en el mercado laboral colombiano. Se
estudiaron las políticas fiscales y las políticas comerciales. La política fiscal que se ha
sostenido en los últimos años en Colombia ha abierto las puertas a otros tratamientos
con respecto al presupuesto sensible al género. Según lo investigado, la política comercial
afecta tanto negativa como positivamente a la posibilidad de las mujeres de acceder al
mercado laboral9
. Los efectos negativos se producen dependiendo de las decisiones
tomadas por el gobierno en relación a decisiones sobre aumentos o disminuciones de los
aranceles, mientras que los efectos positivos se reflejan en una mayor independencia
económica por parte de las mujeres trabajadoras10
.
Modelo econométrico mujeres en el mercado laboral
Se plantea el siguiente modelo de regresión lineal múltiple para evaluar cómo las políticas
comercial y fiscal afectan la participación de las mujeres en el mercado laboral
colombiano para el periodo comprendido entre 1993 a 200911.11
9 En la revisión teórica no se tuvieron en cuenta los efectos positivos de las políticas comerciales, sin
embargo, se aclara en esta parte para tenerlo presente en los resultados del modelo econométrico. 10
La independencia económica se toma como la posibilidad por parte de las mujeres que ingresan al mercado laboral de devengar salarios, y no subordinarse a los ingresos de otras personas que trabajan. 11
El propósito es encontrar en qué medida afectan las políticas fiscal y comercial a la inserción de las mujeres al mercado laboral, y no la relación contraria.
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Donde es la Tasa de mujeres Ocupadas (TO) medida como el número total de
ocupadas dividido en la población en edad de trabajar, ; es el grado de
inserción económica internacional de Colombia medido con una variable proxy del
crecimiento del porcentaje de la participación de las exportaciones y las importaciones en
el PIB (IE) , es el gasto público social como porcentaje del gasto total del gobierno
(GS) , es la tasa bruta de fecundidad medida como el número promedio de niños y
niñas nacidas vivas que habría tenido una mujer o cohorte (hipotética) de mujeres
durante su vidareproductiva (TF); es la educación de las mujeres mayores de 15 años
en Colombia, tomada como el porcentaje de las mujeres mayores de 15 años que han
completado un nivel terciario de educación con respecto al total de la población que ha
completado este nivel de estudios (Edu), y como los errores del modelo donde .
Metodología
Se plantea un modelo de regresión lineal múltiple que se estimará por el método de
MCO. Para la Tasa de Ocupadas y la tasa de fecundidad, se acudió directamente al banco
de datos de Departamento Nacional de Estadística (DANE), los datos de la variable de
inserción económica como porcentaje del PIB y la educación terciaria de las mujeres
mayores de 15 años fueron obtenidos de la base de datos del Banco Mundial World
Development Indicators. Los datos de la variable Gasto Social como porcentaje del gasto
total se construyeron con base en los datos que brinda el DANE y la base de datos del
Banco Mundial, es importante aclarar que para esta variable se cuenta con poca
disponibilidad de datos por parte de los agentes competentes. Para la variable de
educación terciaria, se toman como estudios terciarios todos aquellos realizados después
de haber finalizado el bachillerato, por ejemplo una carrera profesional, tecnólogía o
técnica. El periodo de estimación corresponde a los años comprendidos entre 1985 a
2010. La estimación de la regresión se hará mediante el programa econométrico RATS y
se comprobará cada uno de los supuestos de un modelo de regresión lineal que son:
correcta especificación, no cambio estructural, no multicolinealidad, no autocorrelación
de los residuos, homoscedasticidad, y normalidad. Se determina a priori que
probablemente el modelo tenga problemas con el cumplimiento de supuestos por el
número de datos de los que se dispone, sin embargo, se tratará de corregir la violación de
los supuestos con todas las posibilidades que se tengan.
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Hipótesis
: Grado de inserción internacional de Colombia variable proxy crecimiento
del porcentaje de exportaciones más importaciones sobre el PIB.
El grado de inserción internacional medido como el crecimiento del porcentaje de
exportaciones más importaciones sobre el PIB, construido de la siguiente manera:
Teniendo en cuenta, el desarrollo de la parte teórica del trabajo, se esperaría que la
relación entre la tasa de ocupadas de las mujeres y la política comercial de los últimos
años reflejada en el grado de inserción internacional fuera positiva o directa, ya que se
supone que en los últimos años con la liberalización comercial las mujeres logran
insertarse de manera más fácil si las actividades en las que participan las mujeres es objeto
de política de comercio exterior. De esta manera, si aumenta el grado de inserción
internacional de Colombia en una unidad, es decir si aumenta el crecimiento del
porcentaje de exportaciones más importaciones sobre el PIB en 1%, la Tasa de Ocupadas
aumentará en , puesto que se supone un efecto positivo entre el grado de inserción
económica de Colombia y la participación de las mujeres en el mercado laboral, lo cual
merece la pena estudiar una vez estimado el modelo.
: Gasto Social medido como con la variable proxy de contribuciones sociales
En el gasto social tomado con la variable proxy de contribuciones sociales, dato que se
consultó en la base de datos de World Development Indicators y en el banco de datos del
Departamento Nacional de Planeación, se incluye el gasto en programas sociales como el
de Madres Comunitarias entre otros programas asistencialistas dirigidos hacia mujeres. Se
espera que esta variable tenga una relación indirecta con la variable endógena, es decir,
con la Tasa de Ocupadas, por lo tanto, si aumenta las contribuciones sociales en una
unidad de monedalocal, la Tasa de Ocupadas va a disminuir en , puesto que son
programas que no tienen como objetivo la inclusión de las mujeres al mercado laboral y
generan más dependencia económica, lo que no permite que las mujeres accedan a los
recursos económicos disponibles.
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: Tasa global de fecundidad
La tasa bruta de fecundidad está medida como el número promedio de niños y niñas
nacidas vivas que habría tenido una mujer o cohorte (hipotética) de mujeres durante su
vida reproductiva si sus años de reproducción hubiesen transcurrido conforme a las tasas
específicas de un determinado año y no hubiesen estado expuestas a riesgos de mortalidad
hasta el final de su período fértil (DANE, 2010, pág. 8). La relación entre la Tasa de
Ocupadas y la tasa global de fecundidad se espera que sea indirecta o negativa, así, cuando
aumenta la tasa global de fecundidad en una unidad, la tasa de ocupadas disminuirá en
unidades.
: Educación terciaria de las mujeres mayores de 15 años.
La educación de las mujeres, para el análisis de la inserción y participación de estas en el
mercado laboral, se toma como el porcentaje de mujeres mayores de 15 años que han
completado algún tipo de educación terciaria en Colombia para los años de 1985 a 2010.
Teniendo en cuenta la importancia de este indicador para el desarrollo de políticas
económicas que generen efectos positivos sobre el crecimiento de una economía, se
espera que la relación entre las mujeres mayores de 15 años con estudios terciarios y la
variable endógena, es decir la Tasa de Ocupadas, sea positiva o directa. Lo anterior indica
que si hay un aumento del 1% de las mujeres mayores de 15 años con estudios terciarios,
habrá un aumento de la Tasa de Ocupadas y esta será de .
ESTIMACIÓN DEL MODELO
La estimación del modelo de regresión lineal múltiple que busca evaluar los efectos de las
diferentes políticas fiscales y comerciales en la participación de las mujeres dentro del
mercado laboral, se realizó por el método de mínimos cuadrados ordinarios con ayuda
del programa econométrico WinRats. En primera medida se corre la regresión planteada
para comprobar si las variables explicativas
resultan o no significativas para nuestro modelo, se encuentran los siguientes resultados:
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Tabla2. Resultados de la regresión, programa econométrico RATS.
Para nuestro modelo se observa que la constante resulta ser significativa, ya que su P-
valor de 0.00000334 es menor al nivel de significancia del 10% es decir es menor a 0.10,
en este sentido es posible afirmar que si las demás variables exógenas son cero, la tasa de
ocupadas tendrá valor de 32.21. La variable del grado de inserción internacional
económica (IE) resulta ser no significativa para nuestro modelo, debido a que su P-valor
igual a 0.17136357 es mayor al nivel de significancia del 10%, aunque para esta primera
regresión esta variable no resulta significativa, se pretende solucionar las violaciones de
los supuestos con el fin de lograr su significancia, ya que según la revisión teórica
realizada durante el trabajo esta variable es determinante para la tasa de ocupadas.
El gasto público es significativo a un nivel del 10% de significancia, ya que su P-valor de
0.04961162 es menor a 0.10, por lo tanto se puede afirmar que contrario a la hipótesis
propuesta, cuando el gasto público aumenta en 1%, el valor de la tasa de ocupadas tendrá
un aumento de 0.75.
La tasa bruta de fecundidad es significativa para el modelo debido a que su P-valor de
0.06183027 es menor al nivel de significancia del 10%, en este sentido la hipótesis
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planteada es correcta ya que existe una relación inversa y por lo tanto cuando la tasa de
fecundidad aumenta en una unidad el valor de la tasa de ocupadas va a disminuir en
4.40414855. Finalmente la variable de educación también resulta ser significativa con un
P-valor igual a 0.0120357 y mayor a 0.10, con respecto a la hipótesis se puede decir que
esta es correcta ya que se evidencia un relación directa, de esta manera cuando el
porcentaje de las mujeres mayores a 15 años que han terminado estudios terciarios
aumenta en 1%, el valor de la tasa de ocupadas aumentará en 1.40210906.
CONCLUSIONES
Se ha intentado incorporar el concepto de género dentro de la economía del desarrollo
con algunos inconvenientes de la naturaleza del concepto en sí mismo que ha impedido
su tratamiento dentro del campo económico, y que se relaciona con la incapacidad de
algunas teorías económicas de de analizar y cuestionar los papeles que han cumplido las
mujeres dentro de la economía.
El propósito del trabajo consistía en encontrar, analizar y comprender algunos de los
factores económicos que son determinantes para la participación de las mujeres dentro
del mercado laboral en los países latinoamericanos y especialmente para Colombia.
Dentro de los factores económicos tomamos principalmente los relacionados con las
políticas fiscales y comerciales para comprender las diferentes consecuencias que las
políticas implementadas pueden generar sobre la participación de las mujeres dentro de
dicho mercado.
A partir de los años 90 la mayoría de los países de América Latina, guiados por los
lineamientos del llamado conceso de Washington, transformaron su sistema tributario y
rompieron las barreras comerciales implementando lo que hoy se conoce como políticas
neoliberales. Las consecuencias generadas por la adopción de estas nuevas políticas se han
visto reflejadas, en la mayoría de los países de la región, en un aumento de la pobreza, la
desigualdad el desempleo informal, una disminución en la calidad de vida de la mayoría
de la población y una desmejora en los servicios prestados por el estado y en las
condiciones de contratación que han afectado de manera diferente a las mujeres y a los
hombres. Dentro de esta diferencia encontramos que a las mujeres se les ha relegado
funciones dentro del mercado laboral relacionadas con oficios domésticos y que por lo
general los salarios para ellas son más bajos que los salarios para los hombres, inclusive en
la misma actividad económica.
Se estimó un modelo de MCO, en el cual la variable endógena correspondía a la tasa de
ocupadas (TO), y las variables exógenas al grado de inserción internacional (IE), al gasto
social como porcentaje del gasto total del gobierno (GS), la tasa global de fecundidad (TF)
y la educación de las mujeres (Edu) como el porcentaje de mujeres mayores de 15 años
que completan sus estudios terciarios.
. En este modelo resultaron significativas las variables
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GS, TF, y Edu, a un nivel de significancia del 10%, sin embargo, la variable que medía la
política comercial sobre la tasa de ocupadas resultó ser no signficativo, no obstante, sobre
ese modelo se evaluaron los supuestos de un modelo de regresión múltiple clásico y se
encontró que cumplía los supuestos de correcta especificación, no cambio estructural, no
multicolinealidad, no heteroscedasticidad, y normalidad. Por medio de la prueba Ljung
Box y Breush-Godfrey se encontró que el modelo violaba el supuesto de no
autocorrelación, y presentaba que los errores seguían un proceso autorregresivo de orden
2, que se corrigió por medio de la estimación Newey West, logrando que la variable IE
resultara significativa a un nivel del 10%.
Finalmente, la relación que se encontró con respecto al grado de inserción internacional
fue negativa, contrario a la hipótesis planteada, se puede afirmar que las políticas
comerciales implementadas en los últimos años, si se toma como la política principal la
apertura económica, ha afectado negativamente la tasa de ocupadas de las mujeres, es
decir que a mayor grado de inserción económica menor es la oportunidad de las mujeres
de insertarse en el mercado laboral. Por otro lado, el gasto social, que se había supuesto
que cumpliría una relación negativa con la Tasa de Ocupadas, resultó sostener una
relación positiva con la Tasa de Ocupadas. Esto puede deberse a que debido a las
mediciones realizadas se incluyen otros gastos focalizados y no focalizados que afectan
positivamente a las mujeres. Con respecto a la tasa bruta de fecundidad la hipótesis
planteada es correcta ya que existe una relación inversa y por lo tanto cuando la tasa de
fecundidad aumenta en una unidad el valor de la tasa de ocupadas va a disminuir en
4.40414855. Por último, la variable de educación resulta tener una relación directa, de
esta manera cuando el porcentaje de las mujeres mayores a 15 años que han terminado
estudios terciarios aumenta en 1%, el valor de la tasa de ocupadas aumentará en
1.40210906.
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