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    La interpretación o la máquina hermenéutica

    Michel Tort

    (Parte II)

     III. El proceso de los motivos

    Aparentemente la situación es perfectamente clara. 0 bien un acto psíquico, un síntoma por ejemplo, entanto pertenece al psicoanálisis por algunos caracteres es causado, en el sujeto, por cualquier cosa quese parezca a un estímulo, obserable ! mensurable" o bien ese síntoma está motivado por un deseode escapar al displacer. #a tosca conceptuali$a$ $el primer enuncia$o remite naturalmente al segun$oque por lo menos dice algo ! esto por una razón simple" su lenguaje ! el $e la psicología general. Pero,%qu& es lo que permite enunciar, en el caso $e fenómenos inconscientes, la interpretación en la que setrata $el $eseo' %u& es lo que la justifica' Pues el abla, $a$o que, como se sabe, el campo $el *abla,etc., etc. Por cierto, pero solo a partir $el momento (Freud) en que esta habla ya no es palabra, esdecir, cuando se señalan allí procesos (condensación, desplazamiento, etcétera), ue, por su

    misma naturaleza, por la nue!a naturaleza con"erida al habla escapan radicalmente al len#ua$ecotidiano de la moti!ación. +esulta $e ello que %&, el lenguaje $el proceso, $e la causa, no es en eldiscurso mismo de la interpretación una aberración naturalista, sino el nico lenguaje científico posible,sin el cual es inconcebible la menor formulación $e una -motiación, $e una interpretación/  '&, ellenguaje natural $e la motiación, porque está estrictamente $irigi$o por el sealamiento $e losmecanismos ! $e los procesos solo tiene un alor práctico en la e1periencia analítica/ es teóricamentenulo e ine1istente. Por eso, la metapsicolo#ía emplea procesos pero nunca moti!os nada más ueel proceso de motivos; &, al preten$er situar el centro $el psicoanálisis en el niel $e la motiación,se lo organiza alre$e$or $e un acío, puesto que, para paro$iar una c&lebre fórmula $e *ondillac, lamotiación no es na$a, es $ecir, na$a fuera $e los mecanismos (mecanismo $e los celos, por ejemplo) !$e los procesos (economía $e los procesos psíquicos) que son su realidad , por lo tanto na$a más que elt&rmino psicológico espontáneo que $esigna para la psicología aquello que &sta jamás pu$o pensar.2efinir el psicoanálisis me$iante este no3concepto absoluto consiste entonces en encerrar en el rango $e

    las metáforas to$a la metapsicología, cu!o lenguaje no está, como parece pensarlo +. icoeur, en con3tra$icción con el lenguaje 4motiacional4 o lenguaje $el senti$o, porque 5reu$ no sería capaz $e pensarla más mínima parte $e su e1periencia $e la cura analítica sin los  procesos que le abren el secreto $e loque allí se pro$uce.

    2ic*o $e otro mo$o, +. icoeur, $a$o su *orror, como muc*os otros por lo $emás, ante los t&rminos $ecausa ! $e proceso, quisiera $ejárselos generosamente a los be*aioristas. Pero $e *ec*o el $iorcioentre el motio ! la causa tiene el mismo origen que la noción $e artificiali$a$, $e mentira $e laneurosis, $e pitiatismo, $e mala fe" la obstinación en tomar como elucidación de un "enómeno la palabra ue lo traduce en la psicolo#ía espontánea. #as i$eologías $e la comprensión *an termina$opor *acer que se tome como natural la e1clusión $el t&rmino e1plicación en las ciencias llama$as*umanas ! la -interpretación ricoeuriana constitu!e, como eremos, un subpro$ucto $e este

    no3pensamiento *ec*o concepto que es la -comprensión.%

     Pero esto $ebería $esconcertar pues cuan$ose profirió que el objeto $el análisis es la motiación inconsciente no se aclaró en lo más mínimo lanaturaleza ! la eficacia $el inconsciente. 6n una palabra, el no $ecir nada *ace a la naturaleza $e lamotiación.

    6l *ec*o $e que se compren$an entonces los procesos inconscientes ! conscientes nicamente bajo laforma $el *abla !, en un niel ligeramente superior, $e la teoría espontánea' que es la psicología, noimplica que se re$uzcan al $elga$o *ilo me$iante el cual se los sujeta $e ese mo$o. 6l psicoanálisis esprecisamente el rec*azo, fun$a$o teóricamente, a consi$erar que t&rminos tales como -intención o

     -motio correspon$an a otra cosa que no sean las palabras por me$io $e las cuales la conciencia ie sue1periencia, por $on$e el ser registra aquello que lo muee ! lo agita sin penetrar las ías $e susujeción. /e una !ez por todas hay ue consentir en mandar al museo de la ideolo#ía a laoposición ima#inaria entre el moti!o y la causa, tanto en psicoanálisis como en historia. 6s

    imposible sostener un $iscurso científico en uno ! otro caso $e otro mo$o que en t&rminos $e proceso,aun cuan$o sea necesario ponerse claramente $e acuer$o sobre qu& es, en ese caso, un proceso. #aprueba la suministra, fuera $el psicoanálisis, la eolución $e la terminología ! $e los conceptos sartrianos$es$e El ser y la nada *asta La crítica de la razón dialéctica, que consiste esencialmente en reintro$ucirpoco a poco en la $ial&ctica $e la conciencia, bajo forma $e seriali$a$, $e práctico3inerte, etc&tera, to$olo que Mar0 llamaba proceso. 6l rec*azo $el t&rmino proceso es superfluo, si no tien$e a recor$arnosque el desarrollo de una "orma de economía no es asimilable a un proceso "ísico1uímico, o uelos e"ectos del inconsciente no son el desen!ol!imiento de un -mecanismo innato dearranue nadie duda de ello. +ero con eso no hemos a!anzado ni un paso en ladeterminación del status de las realidades encaradas.

    Por eso, la i$ea misma $e una -hermenéutica del sentido en 5reu$, en $ial&ctica con la energ&tica,

    i$ea3fuerza, es $ecir nica, $e la lectura $e los te1tos metapsicológicos en la primera parte $eL'Interpretation, aparece a*ora como lo que es" una fantasía teórica, máquina barroca $e cortar en $osal freu$ismo, mientras -la epistemología consiste $espu&s en suturar erbosamente un corte

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    completamente imaginario en el $iscurso freu$iano. 7 se e tambi&n que *ubiera si$o una falaciacomenzar por esta lectura, $a$o que intro$uce ingenuamente una dicotomía (ener#ética1hermenéutica) que brilla por su ausencia en el te1to freu$iano, pero constitu!e el requisito necesario,inestiga$o en el te1to, para *acer $el freu$ismo una teoría $e la motiación ! una ciencia -e1eig&tica.2e entra$a, en efecto, se nos $eclara perentoriamente “el proyecto de 18! representa un estado no"ermenéutico del sistema#  o tambi&n" “los escritos de $reud se presentan desde el comienzo como undiscurso mi%to, "asta ambi&uo, ue tanto enuncia con(lictos de (uerza )usticiables de una ener&éticacomo relaciones de sentido )usticiables de una "ermenéutica#. Pero si to$o el freu$ismo no es lanegación $e esta $uplici$a$ ! $e esta -ambig8e$a$, entonces no es na$a. 9o insistamos en la palabrahermenéutica en sí misma que, en la me$i$a en que *a prospera$o en otros $ominios mu! precisos,solo pue$e, sí sustituirse con to$a naturali$a$ a lo que Freud llama interpretación, ser el in$icio $e unamaniobra, $e una manipulación. #a $icotomía es lo que importa. 6sta es $eterminante pues instala lalectura ! la interpretación en un seuelo cu!os efectos aberrantes se pue$en sealar a ca$a paso.

    9o e1isten $os tipos $e $iscursos más o menos contra$ictorios en el freu$ismo para tra$ucir la mismareali$a$. 6sta i$ea absur$a solo po$ía proenir $e una filosofía $e la comprensión. 2a interpretacióndel -sentido y en primer lu#ar la del sueño nunca está disociada de la e0plicación por eldeseo, como lo plantea una interpretación insostenible de la "rase aislada, sobre la cual selanzó !orazmente la ideolo#ía del sentido -los sueños tienen un sentido. 2a interpretación,como lectura de un te0to dotado de sentido, no puede ser separada de nin#3n modo de la

    localización de los mecanismos y procesos ue la fundan. #a metapsicolo#ía o teoría $e losprocesos psíquicos que pro$ucen los efectos $e senti$o $el inconsciente no está pues ni en equilibrio nien $esequilibrio ni en $ial&ctica con la práctica $e la interpretación sino que constitu!e necesariamenteuna e1plicación sobre la base $e los procesos seala$os por la interpretación. #a irre$uctibili$a$ $e -laenerg&tica freu$iana no es la $e ese nueo :isterio $el -$eseo como $eseo inenta$o por  +. icoeur,ni un lenguaje -naturalista ina$ecua$o reemplaza$o, tapona$o poco a poco por un $iscursointerpretatio que no la agotará jamás. #a presunta $ial&ctica instala$a por +. icoeur transforma a lametapsicolo#ía $e lo procesos psíquicos en reflejo $eforma$o $e una interpretación $el senti$oproliferante ! $esproista $e to$o fun$amento teórico real (e1cepto por supuesto el que le seráreconoci$o como fantástico más a$elante). 6n resumen, la nica (unción $e esa escisión intro$uci$a enel pensamiento $e 5reu$ es $e facilitar el anuncio, el in$icio $e la hermenéutica tradicional ! $e suprogresia apoteosis en el curso $e la obra/ su nica naturaleza, el aparato i$eológico que la sostiene !que se e1plicitará/ su nico ob)eti*o, circunscribir ! ubicar al psicoanálisis en una región $el espacioimaginario $e la *ermen&utica/ finalmente su nico resultado práctico, aciar to$os los conceptosfreu$ianos $e su substancia re$uci&n$olos al esqueleto $e oposiciones gratuitas. 4e puede se#uir,partiendo de la estructura "undamental ener#ético1hermenéutica, su proceso en la 5lectura5 deFreud.

    6l cap. ;II $e la +raumdeutun& se erá entonces remen$a$o en una ?E 5reu$ aban$ona la teoría $e la se$ucción porconsi$erar que no se ajusta a la reali$a$ (la +raumdeutun& $ata $e =?00)/ que la fantasía es $escubierta! estu$ia$a $es$e la misma &poca (no es cierto entonces que -la $imensión propia $e lo imaginario se*a!a malogra$o en =?00 en irtu$ $e esta ilusión perpetua$a $e la reali$a$ $e la se$ucción)/ confusiónmanifiesta, a partir $e la palabra -escena, $e la teoría clínica $e las neurosis mo$ifica$a precisamente

    en =>?E ($on$e la escena es siempre se1ual) ! $e la teoría $e la memoria o $el recuer$o3pantalla, $on$ela -escena nunca tuo la menor relación con la se$ucción. Pero sobre to$o amalgama e1traor$inaria(prooca$a por el mismo t&rmino -escena toma$o como una pura palabra en su alor facial, jamás comoun concepto) $e esas $os teorías (mezcla$as) con la teoría metapsicoló&ica $e la regresión en el aparatopsíquico. 6l resulta$o francamente curioso $e to$o esto es la asimilación pura ! simple $e la escenaprimitia $e se$ucción (ilusoriamente consi$era$a corno real por icoeur en =?00) con la alucinación primiti*a, concebi$a por Freud como un modelo teórico -teorisc"e $ition/ $el origen $el $eseo, en símismo, $es$e el principio, absolutamente incapaz $e tener algo que er con la se$ucción. 6ste montón$e contra3er$a$es, $e seu$o$ificulta$es tiene por supuesto como efecto elar las *erdaderas$ificulta$es. #a tesis car$inal $e la alucinación primitia $ará testi3montón $e contra3er$a$es, $eseu$o$ificul$iano $esmesura$o por la regresión. Pero jamás se nos dir0 lo ue puede si&ni(icare(ecti*amente, como si se tratara simplemente $e una alucinación primitia. #ectura tautológica que seperpeta $es$e la primera *asta la ltima página ! $e la que !a $imos un ejemplo a propósito $e la

    reali$a$. 7 no se trata $e negligencias $e $etalle, sino $el efecto generaliza$o $e un principio teóricopreciso" la -comprensión, -la apertura. Pues la $esgracia es que una apertura no piensa" se limita aestar abierta.

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    reali$a$ analiza$a es específicamente el $iscurso, se está lo más cerca posible, no $e identi(icar las le!esque gobiernan el retorno o la aparición $e los significantes erbales con las $e la ling8ística (lo que noquiere $ecir na$a), sino $e po$er a!u$arse con el conocimiento $e las le!es $e la ling8ística paralocalizar las $e los significantes inconscientes, sacan$o parti$o $e su manifestación en el $iscurso. 61isteentonces un cierto nmero $e casos, mu! preciosos, en los que no se puede oponer la imagen allenguaje. Pero al $ecir que -el inconsciente está estructura$o como un lenguaje, no se generaliza sinembargo abusiamente aquello que solo sería er$a$ero en el caso $el 3itz . 4implemente se a"irmaue el dominio integral del inconsciente" incluido lo #maginario visual o gestual" en tanto uees el lu#ar de procesos aprehendidos sobre significantes" obedece a leyes "ormales análo#as alas ue la lin#8ística e0trae de si#ni"icantes particulares. Homo manifiestamente *a! algo, en lateoría tra$icional $e la imagen, $on$e se origina la resistencia a la interpretación -ling8ística, *abría quepreguntarse si esta separación $e la imagen se justifica realmente.

    Gi la ima#en o la -representación de cosa sufre incuestionablemente la coerción específica $e laisión, que constitu!e un sistema $e mo$ulación $el senti$o *eterog&neo con respecto al $el $iscursopropiamente $ic*o, no es seguro que un análisis más profun$o $e la manera como el sentido llega a laima#en, con$uzca a una ma!or pro1imi$a$ $e la teoría $el lenguaje. 6n primer lugar la imagen, porejemplo en el sueo, para tomar el caso menos faorable, enuele un $iscurso que pue$e reestir lasformas más $iersas" $iscurso $e los personajes en las escenas $el sueo ! que permite reconocerlosmás allá $e su apariencia, palabras isualiza$as que aparecen en lugar $e la cosa bajo la forma escrita,

    etc&tera. Gegn este primer aspecto, el $iscurso se manifiesta, a título $e $iscurso, como una parteintegrante $e la imagen que comenta, cu!o senti$o fija parcialmente, tal cual la le!en$a $e la imagentriial.

    Pero esta función $el lenguaje es finalmente secun$aria con relación a otra, muc*o más fun$amental. 6nefecto, %$e $ón$e le llega el sentido a la ima#en, si no $el $espliegue mu$o, como acompaamiento $ela isión espacializa$a ! pluri$imensional, $e un $iscurso informula$o pero siempre presente' #ametáfora $e la -lectura de la ima#en es er$a$era a causa $e esta estructuración mu! originaria $e loisible por el lenguaje. #a $escripción, la formulación $e lo isible, su $enominación suponen estalinealización implícita de la ima#en en la dimensión temporal de un recorrido de sus elementos.Al objetar que la imagen, la representación plástica no presenta la estructura $e articulación en ariosnieles reconoci$a por la ling8ística en el lenguaje, se oli$a que no se po$rá re$ucir la representación$e la imagen a la coerción material en la isión, que en sí misma solo resulta susceptible $e pro$ucirimágenes pria$as $e significación. Huan$o Freud trataba $e encontrar, en un esta$o primitio $e lalengua, los proce$imientos $e figuración que emplea el inconsciente, sin $u$a se equiocaba conrespecto al plano $e lo que pue$e no autorizar la teoría $e la lengua. Pero se po$ría compren$er $e otromo$o esta bsque$a $e un tipo $e $iscurso análogo al $el inconsciente. Ge obserará que la ima#en supone integralmente al lenguaje para recibir su senti$o 3incluso si a$emás pue$e funcionar como purosignificante aisla$o3 ! le *ace correspon$er una i$eografía espacial. #a representación $e la imagen comosignificante en lo imaginario implica entonces, fuera $e la isión inicial, la ca$ena significante $ellenguaje. 9o *a! que pensar en consi$erar que los $iersos elementos espaciales ! isibles $e la imagen,en tanto tales, obe$ecen en sus relaciones al recorte en elementos fonemáticos característico $e unlenguaje. Pero no es este truismo el que preten$e cuestionar la interpretación $el inconsciente comolenguaje. sta solamente se niega a atenerse a una concepción simplista ! naturalista $e la imagen queoli$a la operación fun$amental $e significación que estructura la imagen como significante ! solo

    a$ierte en ella una placa figura$a, bi$imensional, como tal in$iisible e inanalizable. Gi, por el contrario,el soporte $e to$as las operaciones significantes es, a$emás $e la e1istencia $e un pequeo nmero $esi#ni"icantes1cla!es, la articulación $e la ca$ena significante, implícita en la percepción $e la menorimagen, que$a entonces por encontrar las articulaciones específicas segn las cuales se la pue$e$escomponer, que *acen posible su significación ! su lectura, los significantes ! los significa$os mltiplesque encubren su $isposición general, su encua$ramiento, sus colores, sus formas, que co$ifican, en ellenguaje $e lo isible, el $iscurso retra$uci$o al psicoanalista bajo forma $e relato erbal. Huan$o 4.2eclaire $esmenuza, apo!án$ose nicamente en el te1to $e ese relato, el monumento $e isibili$a$inanalizable que es el -unicornio apareci$o en el sueo $e su paciente, en sus elementos significantes,no $esconoce $e ningn mo$o la separación entre la imagen ! el $iscurso. Pero to$o lo que se pue$elocalizar como significación en la brillantez mu$a $e esta forma poco comn ! como significa$os en laoperación que la constitu!e como isible, se re$uce a lo que se simboliza en el $iscurso.@ 2a ima#en no

    es entonces 3nicamente el límite del sentido, sino auello con lo cual también se compone y searticula, en el re#istro del discurso, el sentido. Aun si se $ebe a$mitir la anteriori$a$ $e algunossignificantes no erbales ! si la materia espacial $e la imagen impone, en el sueo, con$iciones mu!particulares al proceso $e significación, las relaciones estructurales que interesan al analista sonapre*ensibles sin $istorsión tra!en$o a la luz el discurso implícito de la ima#en.

    Ge *an efectua$o tentatias, fuera $el campo psicoanalítico, para ec*ar las bases $e una ciencia $e laimagen, utilizan$o los conceptos fun$amentales $e la ling8ística.A Fambi&n en ese caso el pr&stamo $econceptos ling8ísticos solo es concebible en irtu$ $e la misma estructuración fun$amental $el psiquismopor el lenguaje que $a su senti$o a la -retórica a la que el propio P. +icoeur, quien encuentra el t&rminoen #acan, remite, sin conce$erle una reali$a$ mu! precisa, el $iscurso $el inconsciente. 6n reali$a$,como lo $ijo +. Jart*es, -las retóricas arían por su sustancia (aquí el soni$o articula$o, allí la imagen, elgesto) pero no necesariamente por su forma" es incluso probable que e1ista una sola forma retórica

    comn, por ejemplo, al sueo, la literatura ! la imagen... -esta retórica es general en la me$i$a en quelas figuras nunca son más que relaciones formales $e elementos B.

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    2e *ec*o, en algunas partes parece que la crítica $esarrolla$o por +. icoeur $escansa sobre unaasimilación curiosa $e lo ling8ístico en el, plano $e la palabra, como cuan$o *abla $e -cortocircuito $e losupra ! $e lo infraling8ístico.%C Pues %se pue$e llamar -infraling8ístico a un $esmigajamiento ! a una$istorsión en el niel $e los elementos -(onem0ticos# ' 6ste a$jetio solo sire para eacuar losfenómenos en cuestión, ! $ispensarse $e pensarlos. Huan$o se consi$era el retorno, en el $iscurso $ealgunos significantes fonemáticos se tiene más bien la impresión $e que e1iste $e entra$a, en ese mismoniel, una relación de len&ua)e ori&inario, que no se opera $e ningn mo$o, en el niel $e la palabra $a$oque los elementos que lo constitu!en están integra$os en el curso $el $esarrollo $el lenguaje en lossistemas $e simbolización preconcientes, pero tambi&n son susceptibles $e reencontrar, por $iersasrazones, su significación ! su irulencia separa$as.%%

    ue$aría por e1aminar el problema $e saber si la económica (reudiana pasa enteramente a lainterpretación en t&rminos $e lenguaje" +. icoeur lo pone en $u$a. -Golo la e1plicación económicaasegura la separación $e los sistemas ese rec*azo ($e la asunción por la conciencia) que constitu!eprecisamente la 4r*erdr5n&un& !a no es un fenómeno $e lenguaje.%' 6sta utilización $e lo económicocontra sus interpretaciones recientes resulta curiosa. 6s cierto que to$o un aspecto $el conceptofreu$iano $e pulsión se encuentra más o menos oculta$o $es$e el momento en que solo se retiene $e loeconómico aquello que -pasa por la máquina, es $ecir, el significante. Pero para sacar proec*o $e loque, en la teoría freu$iana, intro$uce este elemento $e complicación, *ubiera si$o necesario practicaruna lectura $istinta $e la $e +. icoeur.

    D sea, $esglosar precisamente aquello que se per$ió, pues a priori no se e el elemento que, en lainterpretación económica $e 5reu$, asegura una separación $e los sistemas (represión) que sutranscripción en t&rminos $e económica $e los significantes no po$ría realizar. 2ic*o $e otro mo$o, lairre$uctibili$a$ $e lo económico sigue sien$o el inicio $el problema, mientras no se la *a referi$o alstatus $el concepto freu$iano que es la figura misma $e la $ificulta$, el de pulsión" comorepresentación en el psiuismo del -cuerpo. 6l $ato que $efine entonces con to$a precisión lairre$uctibili$a$ es el siguiente" la $efensa contra las representaciones -2orstellun&en/ Ko significantes3siempre está concebi$a en 5reu$ segn el mo$elo $e la $efensa contra un cuerpo e1trao% ! esto en elelemento mismo de la representación. #o que la interpretación en t&rminos $e significantes Kpor lomenos *asta aquí3 no refleja, es entonces esta naturaleza -corpórea3incorpórea $e la representaciónmisma en tanto representa la pulsión ! que *ace que pue$a ser el objeto $e una $efensa interna análogaa la e1pulsión $e un cuerpo e1trao. ?l problema está en saber ue tipo de cuerpos son la pulsióny la representación (o el si#ni"icante), si se trata simplemente de -metá"oras "reudianas, demodelos, o si es, de manera más !erosímil, la propia realidad psíuica uien meta"oriza elcuerpo, uien se modela.

    #a posición $e +. icoeur solo consiste en $efinitia, aunque proclame formalmente que el psicoanálisisapre*en$e solamente los significantes $e la pulsión, en priar $e to$a significación a este reconocimento.Por una parte, minán$olo me$iante una utilización retorci$a ! no justifica$a $e la economía freu$iana/por otra parte, $ecretan$o que a los procesos atinentes a los significantes son -infraling8ísticos. Gi

     -infraling8ística $esignara solamente ese lenguaje por $ebajo $el lenguaje, en el que L. #aplanc*e ! G.#eclaire ieron la condición misma del len&ua)e, no *abría na$a que $ecir salo que las reserase1presa$as por ambos autores con respecto al status $el inconsciente como -lenguaje eransuficientemente e1plícitas%; como para que uno se tomara el trabajo $e re$escubrirlas. Pero

     -infraling8ística implica, ei$entemente, una connotación que con$uce a la er$a$eras razones $e la

    crítica $e +. icoeur. Gi se trata, en los procesos $el inconsciente, $e -torsiones paralingMísticas $ellenguaje comn, si no es necesario que Ello "able, es porue "ay ue e*itar a toda costa ue Ello piense. Pues -entonces nos $icen, -el psicoanálisis sería a su ez una mitología, la peor $e to$as, puestoque consistiría en *acer pensar al inconsciente.%= Gin embargo, al no a$mitir que -ello piensa no se sale$e las aporías familiares, en las que, $espu&s $el $iscurso $e +olitzer ! por las mismas razones, seatasca la -$e$ucción trascen$ental $e +. icoeur que nos tranquiliza" sólo piensa el psicoanalista, elinconciente es, o mejor - es ello ! nada m0s ue ello.%>

    Hausa estupor que el realismo freu$iano pase, tras me$io siglo $e psicoanálisis, por filosóficamenteingenuo, que uno no se resuela a reconocer que los propios fenómenos inconscientes son curiosamente

     -realistas.%@ +. icoeur nos proporcionaba !a en Le 2olontaire et l6In*olontaire %A el origen inmóil $eeste $esconocimiento " < #a negatia $e *acer pensar al inconsciente implica tomar parti$o por la

    liberta$, por esa generosi$a$ cartesiana que es a la ez un conocimiento, una acción ! un sentimientoHuan$o *ago pensar a mi inconsciente, me entrego a esa NbajezaO, a ese $esprecio $e mí mismo que erapara 2escartes contrario $e la generosi$a$.%B 2on$e se capta patentemente la repulsión &tica que aquíse representa ! se racionaliza, una ez más, en la objetii$a$ $el $iscurso -epistemológico.

    $%&'()

    (%) #e!en$o a Jultman, por ejemplo, se ten$rá la conicción $e que esta comprensión siempre tieneoscuramente una relación con el :isterio, parece que la ciencia objetiante es incapaz $e captar los misterios $el amor ! $e la amista$, el lenguaje -ingenuo en el que se e1presa la e1istencia. Homo lo  *arecor$a$o L. #acan, -para e1presar el $eseo solo *a! palabrerías" pero no *abría que conertir a esaspalabrerías en la ltima palabra $el saber, escribien$o como Jultman respecto $e las mismas reali$a$es,

     -las precompren$o porque las necesito para e1istir.

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    (') Por ejemplo en el senti$o $e las -teorías se1uales elabora$as por los nios para e1plicarse las$iferencias $e los se1os.() p. E@.(;) Ge ruega imaginar, por ejemplo, para $iertirse, lo que *ubiera si$o una  7istoire de la $olieempren$i$a segn los principios $e la i$eología $ilt*e!3eberiana $e la *istoria. %Pero por qu& *ablar $eimaginaria' 61iste" es la Feofanía $e la +azón a la que contribuían mo$estamente los m&$icos *agiográficos *asta :. 5oucault.(=) p. Q>R" -6n el niel más bajo encontramos la simbólica se$imenta$a" allí se encuentran restos $esímbolos, estereotipa$os ! $isloca$os, menos usuales que usa$os ... es en ese niel  $on$e surge lasimbólica $el sueo. (>) Ge ten$rían escrpulos en oler a ello $espu&s $e L. #acan, L. #aplanc*e ! G. #eclaire, si la$iscusión $e P. +icoeur no empren$iera precisamente una regresión más acá $e esas posiciones.(@) L. #aplanc*e ! G. #eclaire, 4#SInconscient4, +emps odernes, julio $e =?R=, pp. ?E ! ss.(A) +olan$ Jart*es, -+*&torique $e lOimage, 9ommunications Q, p. @0.(B) Ibid.(%C) 6l artículo $e Jen&niste en La sic"analyse, ol I, en el que se fun$a esta fórmula está $emasia$o$omina$o por esa separación $el lenguaje ! $e la imagen como para pasar por la ltima palabra sobre lacuestión.(%%) L. #aplanc*e ! L. J. Pontalis, artículo sobre la fantasía, +emps odernes, ma!o $e =?RQ. +. Pujol,

     -Approc*e t*&orique $u fantasme, La psyc"analise 8. Precisamente la originali$a$ $e la teoría freu$iana

    $e las $iersas inscripciones (:ie dersc"ri(t/ o tra$ucciones sucesias $el material mn&mico es tratar lossignificantes no erbales como integra$os a sistemas simbólicos cu!o estu$io científico *a si$o abiertopor la ling8ística estructural.(%') p. T?U(%) L. #aplanc*e ! L. J. Pontalis, +emps odernes, =?RQ, pp. =>Q0 ! =>Q=.(%;) -6n cuanto al status ontoló&ico del inconsciente así constitui$o %*a! que recor$ar que, si es unstatus $e -lenguaje ese lenguaje no pue$e absolutamente ser asimila$o a nuestro lenguaje erbal' #as

     -palabras que lo componen son elementos toma$os $e lo imaginario Kespecialmente $e lo imaginarioisual3 pero elea$os a la $igni$a$ $e significantes, etc. L. #aplanc*e, G. #eclaire, < #OInconscient V,+emps odernes, 11, p. ==>. Apro1ima$amente el nico pasaje que no *a si$o cita$o por P. +icoeur, elnico ei$entemente que olería ana $e entra$a to$a su problemática.(%=) p. QU@.(%>) Ibid.(%@) “luralidad de las personas psíuicas, el *ec*o $e la i$entificación autoriza quizás un empleo literal $e esta e1presión. 7andsc"ri(t L, carta R=, U3@3=>?E.(%A) Al que es completamente normal remitirse, $a$o que P. +icoeur nos asegura que alcanza ! supera sus análisis.(%B) -6sto !a no es sólo argumento, sino juramento *ec*o a mí mismo" $e ningn mo$o *ar& pensar ala bestia en mí ! en mi lugar ! no *uir& *acia la irresponsabili$a$, p. TE?.

    DDD

    &e*to e*traído de +La interpretación o la máquina hermenéutica+" ,ichel &ort" págs. -/01"editorial $ueva Visión" 2uenos 'ires" 'rgentina" 345.&raducción) 6iana 7uerrero.

    Edición original) Le &emps ,odernes $ros. 8-4/-9" 355" :arís.;orrección del te*to) ;ecilia