fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

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  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

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    Fukushima

    ecologistasen accin

    el accidente y sus secuelas en eltercer aniversario

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    2/222 Fukushima 3 aos

    Francisco Castejn

    Ecologistas en AccinMarqus de Legans 12 - 28004 MadridTelefono: +34-91-531 27 39http://www.ecologistasenaccion.org

    Ecologistas en Accin agradece la reproduccin de esteinforme siempre que se cite la fuente

    Este informe se puede descargar en

    http://ecologistasenaccion.org/article11314.html

    Marzo 2014

    ecologistasen accin

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    3/223El accidente y sus secuelas

    El 11 de marzo de 2011 se produjoel accidente nuclear en la central de

    Fukushima (Japn)

    Introduccin

    El 11 de marzo de 2011 se produjo el acciden-te nuclear en la central de Fukushima (Japn)en un momento en que se estaba produciendo

    una verdadera ofensiva de la industria nuclear paraintentar revertir su declive. En efecto, esta industriase encuentra en crisis e intenta por todos los mediosmejorar su situacin en el mundo. Por un lado inten-

    ta vender ms reactores sobre todo en los llamadospases emergentes, con China a la cabeza, y por otrointenta que se prolongue la vida de las centrales quefunciona en los pases industrializados, lo que cons-tituira un verdadero negocio para las empresas quelas explotan.

    Fukushima volvi a recordar al mundo algo que pare-ca haber olvidado: que la energa nuclear es peligro-sa. Que por muchas precauciones que se tomen no sepuede prever todo y finalmente ocurre un accidente.Y el de Fukushima puede ser el segundo ms gravede toda la historia en cuanto al nmero de vctimas,tras el de Chernbil. El accidente de Fukushima tienedos particularidades: se produce por un fenmenoexterno a la central y en un pas que es una poten-cia tecnolgica de primer orden. Lo primero muestrauna nueva dimensin de la seguridad nuclear: es im-posible prever todo lo que pueda llegar a ocurrir enlas cercanas de las centrales. Lo segundo es revela-dor: ni siquiera un pas como Japn puede evitar un

    accidente como este ni vencer los enormes desafosque supone la contaminacin radiactiva del agua ydel territorio.

    En este informe describiremos el accidente de Fukus-hima, sus consecuencias y la situacin actual. Pon-dremos especial atencin en las lecciones que cabesacar de este accidente.

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    4/224 Fukushima 3 aos

    Aproximadamente una hora despus del te-rremoto se produjo un tsunami que termi-n por completar la tragedia. Los efectosdel terremoto y del tsunami se vieron agravadospor los daos que sufrieron varios reactores nu-cleares, especialmente los del emplazamiento deFukushima I. Adems de los reactores de esta cen-

    tral, el terremoto y el tsunami afectaron a 12 de los50 reactores japoneses. En particular, los cuatroreactores de la central de Fukushima II, sufrierontambin daos importantes.

    Todos los reactores de Fukushima son de agua enebullicin y el nmero 1 es idntico al de la centralnuclear de Santa Mara de Garoa (Burgos), mien-tras que el nmero 3 es muy similar a la de Cofren-tes (Valencia). Este tipo de centrales tiene unascaractersticas que las hacen especialmente vulne-rables a sucesos externos como el que nos ocupa.En ellas el vapor radiactivo del circuito primariosale del edificio del reactor, de hormign, y llega alas turbinas, que estn situadas en un edificio civilordinario. Adems, las barras de control, verdade-ros frenos de la central, se insertan desde la partede abajo de la vasija, por lo que es imprescindibleque el accionador neumtico funcione, puesto quelas barras no podrn caer solas por gravedad.

    Cuando se produjo el terremoto, funcionaban losreactores nmeros 1, 2 y 3 mientras que el n-mero 4 estaba en recarga, y los nmeros 5 y 6 enmantenimiento. Obviamente, si hubieran estadolos seis reactores en funcionamiento, el accidentehabra sido mucho ms grave. Durante el terremo-to, cuando los sensores detectaron el temblor, losreactores pararon automticamente mediante lainsercin de las barras de control. Sin embargo, nosalieron indemnes, en contra de lo que la industrianuclear ha proclamado, puesto que investigacio-

    nes realizadas tras el accidente han revelado quemuchos de los sistemas de emergencia fueron da-ados por el temblor de tierra. Entre el terremotoy el tsunami pas una hora que aprovecharon losoperadores para penetrar en las contenciones delos reactores y detectaron vapor radiactivo, lo queera una prueba de la rotura de alguna tubera derefrigeracin.

    El tsunami que sigui al sismo destroz los edifi-

    cios auxiliares y dej inservible el circuito primariode refrigeracin y los sistemas de emergencia dealimentacin y de refrigeracin. En estas circuns-tancias, no haba forma de extraer el calor de los

    El 11 de marzo e 2011 se registr unterremoto de grado 9 en la escala

    de Ritcher que afect a la costa Este

    japonesa y que castig sobre todo a laprefectura de Fukushima.

    Descripcin delaccidente

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    5/225El accidente y sus secuelas

    reactores 1, 2, 3. El calor era muy alto por la radiac-tividad del combustible y era, por tanto, imprescin-dible enfriarlo por cualquier medio para intentarque el ncleo no se fundiera y el combustible nu-clear no acabara por salir al exterior. Por ello se de-cidi rociar los reactores con grandes cantidadesde agua de mar. Pero esto se hizo unas 20 horas

    despus del terremoto, demasiado tarde porquelos reactores ya sufran fusin parcial. La decisinde rociar los reactores con agua salada equivala acondenarlos a muerte, por eso los responsables deTokio Electric Power Company (TEPCO), propieta-ria de la central, tardaron tanto en tomar esta de-cisin.

    La temperatura de los reactores sigui aumentan-do hasta ms de 2000 grados, por la falta de refrige-racin. A esta temperatura se produce hidrgenoa partir del agua. Este gas, que es muy explosivo,sali de la contencin primaria y se acumul en losedificios de los reactores. All reaccion con el ox-geno y se produjeron las tres grandes explosionesque lanzaron materiales hasta unos 100 m de altu-ra. Esto provoc los primeros escapes de radiacti-vidad al medio.

    En estos reactores hay cuatro barreras que separanel combustible nuclear de la biosfera. De dentro a

    fuera son las vainas de los elementos combustibles,la vasija del reactor, la contencin primaria, de hor-mign, y el edificio del reactor, tambin de hormi-gn. Las explosiones haban destruido la ltima ba-rrera en los tres casos y las vainas estaban tambinfundidas. Solo quedaba confiar en la integridad delas contenciones. Durante el accidente se produceuna fuga radiactiva masiva de sustancias ligerascomo el yodo-131, de 8 das de tiempo de semides-integracin, o el cesio-137 cuyo periodo de semi-desintegracin es de 30 aos, o el tritio con periodo

    de 13 aos. Pero la situacin podra haber empeo-rado mucho si se hubiera escapado masivamenteel combustible gastado, que contiene sustanciascomo el plutonio que son radiactivas durante dece-nas de miles de aos. De hecho, la contencin delreactor nmero 2 se rompi y se produjo la fuga deplutonio en las cercanas de la central.

    Para evaluar la gravedad del accidente es impres-cindible, entre otras cosas, calcular la cantidad de

    radiactividad que se escap y en forma de quradioistopos. En un principio se afirm que la ra-diactividad fugada alcanz aproximadamente el20 % de la que escap en el accidente de Chern-

    bil, pero clculos posteriores la elevaban al 40 %.Se tratara de unos 36 Peta Bq (Peta = mil billones),de los cuales el 80 % se verteran al mar y el 20 %a tierra.

    Los reactores 1, 2, y 3 se estuvieron refrigerando conagua salada durante 11 meses, durante los cuales

    se reconoci que la situacin no estaba controlada,ni mucho menos. As pues la central estuvo expues-ta a nuevos terremotos hasta la primavera de 2012.Y esto a pesar de que muchos expertos, incluida lapropia TEPCO, decan tras el accidente que los reac-tores iban a estar bajo control en unos das.

    Un problema adicional lo constituyeron las piscinasde residuos de alta actividad, situadas en la parte dearriba de los edificios de los reactores. El combusti-ble gastado debe estar cubierto permanentemen-te con agua para ser refrigerado y para que la capade agua sirva de blindaje frente a la radiactividad.El fallo de la alimentacin elctrica que se produjotras el tsunami provoc que se evaporara el aguade las de los reactores 3 y 4 dejando al descubiertolos productos muy radiactivos. Estos se calientany se podran haber llegado a fundir, por lo que fuenecesario verter agua de mar constantemente. Porotra parte, al quedar desnudos estos productos, seemiti mucha radiactividad al medio. En la piscina

    del reactor 4 se registr un incendio de uranio. Estees un material pirofrico que arde en contacto conel oxgeno a alta temperatura.

    Por si esto fuera poco, se desvel al mes del acci-dente la existencia de una piscina de combustiblegastado comn para todos los reactores, lo queintroduca un riesgo nuevo en el control del acci-dente.

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    6/226 Fukushima 3 aos

    El 20 % de las emisiones radiactivasse extendieron hacia el NO de

    Fukushima debido a los vientosdominantes.

    La nuberadiactiva

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    7/227El accidente y sus secuelas

    Como se ha dicho, el 20 % de las emisionesradiactivas se extendieron hacia el NO deFukushima debido a los vientos dominan-tes. Las emisiones radiactivas han contaminado elagua, la leche y los alimentos a ms de 40 kilme-tros de la central. La nube radiactiva ha llegado aTokio, situado al SO y a una distancia de 250 km,

    donde se registraron 8 veces las dosis normales yse contaminaron 5 depuradoras de agua. Afortu-nadamente, los niveles no pasaron de ah, porquela ciudad de Tokio y su rea metropolitana tienen36 millones de habitantes. Adems se ha detec-tado plutonio en los alrededores de la central yestroncio a distancias de unos 40 km. Esta nubeviaj miles de km y se lleg a detectar en Espaa.

    La gestin del accidente result simplemente de-sastrosa en parte por las condiciones del territo-rio, en que no funcionaban las comunicaciones nilos servicios bsicos. Las rdenes de evacuacinfueron caticas, segn pone de manifiesto uninforme elaborado por el parlamento japons. Siesto no se hubiera sido as, las dosis radiactivashabran sido ms bajas.

    La zona de exclusin inicialmente lleg a 20 ki-lmetros en torno a la central. Adems, se reco-mend a la gente que no saliera de casa hasta un

    radio de 30 km. Pero el penacho radiactivo, impul-sado por los vientos pronto lleg ms all de los40 km, lo que oblig a las autoridades a evacuara un total de 146.520 residentes. Sin embargo lasrdenes de evacuacin fueron revisadas de formacompulsiva y nada planificada, segn el citado in-forme del Parlamento Japons: en un da se pasprimero de un radio de 3 km a uno de 10 y ense-guida a un radio de 20 km, en lugar de estimar lavelocidad del viento y actuar de forma decididadesde el principio.

    La nube pronto super los 20 km y mucha gentese acogi en centros ya contaminados. En el pro-ceso de evacuacin murieron 60 pacientes de loshospitales de la zona. A las personas que residanentre los 20 y 30 km de radio se les orden quepermanecieran en sus casas, lo que les origin su-frimientos extra debido a la falta de informacin yde abastecimiento. El 25 de marzo, siempre segneste informe, se detectaron manchas de contami-

    nacin fuera del radio de 20 km y sin embargo,las personas que estaban all no fueron evacua-das hasta un mes ms tarde, por lo que estas per-sonas han recibido dosis muy por encima de lo

    permitido. Algunas poblaciones como Litate, de7000 habitantes, fueron evacuadas muy tarde ysufrieron dosis de radiacin injustificadamentealtas. Quiz en 10 o 20 aos se pueda apreciar unaumento de cnceres, deformaciones congnitasy otras enfermedades entre las personas afecta-das.

    El 0,7 % de la poblacin recibi dosis superio-res a los 10 mSv en pocos das (1 mSv es la dosismxima para el pblico en general en un ao) ymuchos superaron los 20 mSv. El 42.3 % han sidoexpuestas a dosis entre 1 y 10 mSV. Los efectosde estas dosis se revelarn entre los 10 y 20 aosdespus del accidente. De momento ya se handetectado 18 nuevos cnceres de tiroides entrelos nios de Fukushima y el Gerente de la planta,Masao Yoshida, muri de cncer de esfago.

    Si bien no es posible establecer estrictamente unacausalidad entre el accidente y esta muerte, noes descabellado pensar que estn relacionados,dado que Yoshida-san permaneci en su puestotomando decisiones en Fukushima. Para algunoses un hroe para otros se equivoc al tardar tantoen desobedecer a sus superiores y tomar la deci-sin de refrigerar los reactores con agua de mar.

    La nube radiactiva contamin la tierra y los ali-mentos. Se detect radiactividad en la leche ma-terna, en las verduras y en la ternera. Los nivelesde dosis en los alimentos alcanzaron cinco veceslo permitido. Para mantener la poblacin alimen-tada se han multiplicado por 5 los niveles de ra-diactividad permitidos en los alimentos. En la ac-tualidad todava hay unas 52.000 personas queno han podido volver a sus casas.

    Evolucin de la nube radiactiva21 marzo 2011

    FuenteMximo

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    8/228 Fukushima 3 aos

    Los vertidos radiactivos al mar constituyen unhecho muy grave e indito que introduce unanueva variable en este tipo de accidentes. Lacontaminacin afectar a los ecosistemas marinosy es muy difcil evaluar sus efectos puesto que noexisten precedentes. Pero es claro que las sustan-cias radiactivas tendrn un enorme impacto en losecosistemas marinos hasta que el agua se diluyasuficientemente para que los niveles de radiactivi-dad sean admisibles. La extensin de la contami-nacin depender de la distribucin de corrientesmarinas en la zona y va a afectar probablemente acientos de kilmetros cuadrados. A esto hay queaadir el hecho de que los peces se desplazarnextendiendo la radiactividad mucho ms all dela zona del vertido. Pero adems hay que tener encuenta el efecto de la acumulacin de la contami-nacin en las cadenas trficas. Y, no hay que olvi-darlo, el eslabn final de la cadena es el ser huma-

    no. Se han detectado ya especies pesqueras concontenido radiactivo 240 veces el permitido.

    Los primeros vertidos se produjeron poco despusdel accidente. Se trata del vertido voluntario deunas 11.500 toneladas de agua radiactiva y del ver-tido accidental de agua altamente radiactiva quedur ms de 48 horas, a razn de unos 7.000 litrosa la hora, y que proceda del reactor nmero 2. Elagua del vertido voluntario procede del enfria-miento de los reactores y est contaminada sobre

    todo por radionucleidos ligeros como iodo, queemitir radiactividad durante unos 160 das, y decesio, que ser radiotxico durante unos 120 aos.El vertido de estas 11.500 toneladas se producepara habilitar espacio para lquidos an ms ra-diactivos como el agua mucho ms radiactiva quese ha estaba fugando del citado reactor nmero 2.

    Este agua tena una actividad gigantesca, deaproximadamente 5 Sv/h, suficiente para ocasionarla muerte en pocas horas de exposicin. Esta fugaaccidental se intent controlar mediante la inyec-

    cin de hormign, sin xito, y posteriormente conla inyeccin de polmetros absorbentes, tambinsin xito. Finalmente se ha conseguido medianteun compuesto de silicato sdico. La procedenciadel agua no est clara, pero todo indica que habaestado en contacto con el ncleo o con el combus-tible gastado. Es la nica forma de entender esosaltos niveles de contaminacin. Si este agua haarrastrado consigo compuestos procedentes delcombustible gastado, la radiactividad podra per-sistir durante miles de aos.

    Si bien la procedencia y la causa de la fuga acci-dental eran desconocidas, el vertido voluntario deunas 11.500 toneladas cabe achacarlo a la falta de

    Una caracterstica de esteaccidente que no haba ocurrido

    antes es la fuga al mar de enormescantidades de agua radiactiva, as

    como la necesidad de almacenar

    enormes cantidades de aguacontaminada en tanques. .

    El problemadel agua

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    9/229El accidente y sus secuelas

    previsin de la empresa TEPCO, que refriger losreactores con agua de mar sin haber habilitado su-ficiente espacio para almacenarla. Este agua debe-ra haber sido tratada como un residuo radiactivo yalmacenada como tal. Pero el vertido accidental yla falta de espacio oblig a la evacuacin.

    En los meses sucesivos hubo episodios de fugas deagua radiactiva. En un caso se trataba de las aguassubterrneas que se contaminaban, en otros, msgraves, de agua que haba estado en contacto conel ncleo y que escapaba por las juntas de conden-sacin, con unos niveles de 1Sv/h, detectadas enabril de 2012. En total se fugaron 12 toneladas deagua contaminada con estroncio.

    Ms recientemente, en agosto de 2013, se detecta-ron nuevos vertidos de agua severamente contami-nada, con unos niveles de 1 Sv/h. En esta ocasin el

    agua se fugaba de los tanques de almacenamientodispuestos por TEPCO para recoger el agua de re-frigeracin de los reactores. Se han habilitado tan-ques para recoger 800.000 toneladas de agua. Sinembargo, la construccin de estos tanques ha re-sultado deficiente, como se ha mostrado en la fugade agosto de 2013. Esta lleg a superar los 300 me-tros cbicos y proceda de las juntas de resina devarios tanques.

    Para paliar los escapes y sus consecuencias en el

    mar, TEPCO ha cubierto con cemento el lechomarino en torno a la central para intentar evitarla propagacin de sustancias radiactivas. Ha sidonecesario cubrir el lecho marino hasta 6 metros deprofundidad, con una capa de 60 centmetros decemento para evitar que el barro y la arena conta-minada en torno a la central se expandan.

    El ltimo escape importante se produjo el 19 defebrero de 2014, cuando se fugaron unas 100 to-neladas de agua radiactiva procedentes de uno delos tanques. La fuga se descubri a las 6 horas de

    empezar, por lo que parece que se pudo evitar queel agua llegara al mar. El agua contena sobre todoemisores beta y contaba con una actividad de 230millones de becquereles por litro. El incidente hasido calificado de nivel 3 por el Organismo Interna-cional de la Energa Atmica (OIEA). Esto muestracomo la situacin no est controlada tras tres aosdel accidente

    Los vertidos accidentales y voluntarios de aguaradiactiva constituyen hechos muy graves que in-

    troducen una nueva variable en este accidente nu-clear. La contaminacin afectar a los ecosistemasmarinos y es muy difcil evaluar sus efectos puestoque no existen precedentes de este tipo de verti-

    dos radiactivos al mar. Tambin son escasos los es-tudios del efecto de la radiactividad sobre los seresvivos no humanos, en particular, sobre los pecesy las algas. Pero s se conoce la gran capacidad demutar de los peces, por lo que es seguro que la fau-na y flora marinas se vern gravemente afectadas.

    Pero adems hay que tener en cuenta el efecto dela acumulacin de la contaminacin en las cade-nas trficas. El adagio de el pez grande se come alchico, debera leerse ms bien como el pez gran-de se come muchos peces chicos, cada uno con suaportacin radiactiva, de tal forma que los indivi-duos que se sitan en las posiciones ms altas delas cadenas trficas son los que ms radiactividadacumulan. Y, no hay que olvidarlo, el eslabn finalde la cadena es el ser humano.

    La contaminacin del ocano y de los bancos pes-

    queros de la zona introduce una nueva variable enel accidente de Fukushima. Se desconoce cual serel alcance y los efectos de estos vertidos, aunqueparece claro que impedir el consumo del pescadoprocedente de Japn de forma normal. La conta-minacin fuerza una veda de la pesca en la zonapor tiempo indefinido. An cuando se detecte enel futuro que la radiactividad ha cado, ser necesa-rio controlar el pescado capturado en esos bancospara ver si es apto para el consumo humano.

    La catstrofe es doble. Por un lado afecta a la eco-noma pesquera japonesa y, por otro, infringe undao an desconocido a los ecosistemas marinos.El accidente de Fukushima est mostrando riesgosnuevos de la energa nuclear. Las nube radiacti-va de Chernbil se desplaz por buena parte delmundo, en parte debido a las corrientes de aire,pero tambin debido al vuelo de las aves migrato-rias contaminadas.

    En Fukushima se va a aprender, pagando un altoprecio, como se difunde la radiactividad en el me-

    dio marino. Los efectos son verdaderamente catas-trficos y superan los temores de muchos expertos.El problema es que muchas centrales nucleares enel mundo estn cerca de la costa y el episodio decontaminacin martima aade una afeccin nue-va a los efectos de los accidentes nucleares.

    TEPCO y las autoridades japonesas no reaccionana tiempo y subvaloran el problema de la fuga deagua radiactiva. Se han vertido ya decenas de mi-les de toneladas de agua radiactiva al ocano sin

    que las medidas tomadas consigan evitarlo. Losimpactos sobre los ecosistemas pueden ser gran-des y, como se ha sealado, ya se han detectadopeces contaminados con radiactividad.

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    10/2210 Fukushima 3 aos

    La labor de los operarios que seenfrentaron al accidente en los seis

    primeros meses fue heroica, puesto

    que pusieron las vidas y la saludajenas por delante de las propias

    Herosmos eindignidades

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    11/2211El accidente y sus secuelas

    Los trabajos para mantener la central bajocontrol y para descontaminar la zona hancontinuado desde el accidente y an conti-nan en nuestros das. Debido a los altos nivelesde radiactividad todava no se puede entrar en elinterior de los reactores daados y en una ocasinen que se quiso detectar de donde proceda el

    agua fugada, hubo que hacerlo con un robot flo-tante. Las mltiples tareas a realizar antes de poderentrar en los reactores y poder tomar una decisinsobre su destino definitivo las estn llevando acabo operarios contratados por TEPCO. Las fugasradiactivas de Fukushima suman ya aproximada-mente el 40 % de lo que se fug en Chernbil, sibien con unas caractersticas diferentes.

    La labor de los operarios que se enfrentaron alaccidente en los seis primeros meses fue heroica,puesto que pusieron las vidas y la salud ajenas pordelante de las propias. Estas personas se ofrecie-ron voluntarias y eran muchas de ellas de edadavanzada para que sus metabolismos ms lentosredujeran las probabilidades de contraer cncer.Contrasta la actitud de estas valerosas personascon la de los responsables de la empresa TEPCO,que se ha caracterizado ms bien por el secretis-mo y la mala gestin del accidente. Merecidamen-te se concedi el premio Prncipe de Asturias de la

    Concordia de 2011 a esos ms de 1.300 operariosvoluntarios que se afanaron en reducir los escapesradiactivos mediante el taponamiento de grietas yel tratamiento de aguas, como tambin lo fueronen la difcil tarea de enfriar y estabilizar los reac-tores. El jurado los describi como representan-tes de los valores ms elevados de la condicinhumana, al tratar de evitar con su sacrificio que eldesastre nuclear provocado por el tsunami mul-tiplicara sus efectos devastadores, olvidando lasgraves consecuencias que esta decisin tendra

    sobre sus vidas. Mencin especial merece el di-rector de la central, Masao Yoshida, que desoy lasrdenes de sus superiores cuando le pidieron quedejara de enfriar los reactores con agua del marporque teman que se produjeran ms prdidaseconmicas. El Jurado alab tambin su actitud:Su decisin de ignorarles fue crucial para evitaruna fuga radiactiva que habra puesto en riesgoa cientos de poblaciones, desde Fukushima a lacapital.

    Y ms cnico resulta todava comprobar cmocontinu la lucha contra la radiactividad tras losprimeros trimestres despus del accidente. TEPCO

    y el gobierno japons estn realizando la mayoroperacin de descontaminacin radiactiva jamsllevada a cabo antes. Las tareas abarcan un terre-no equivalente a dos veces la ciudad de Madrid.Se trata de limpiar parques, fachadas, edificios,viviendas y plantas. Es necesario medir y descon-taminar cada centmetro cuadrado de tierra con

    el objetivo de permitir que vuelvan a sus casas las52.000 personas que an siguen evacuadas.

    Los trabajadores deben ser relevados tras alcan-zar las mximas dosis radiactivas permitidas. Secalcula que pasan por Fukushima unos 11.000 tra-bajadores al ao. En una pas como Japn con unndice de paro muy bajo (antes del tsunami era el4%) es difcil conseguir trabajadores que se jue-guen la salud en el control de la radiactividad. Sehan presentado denuncias sobre la contratacinde indigentes y tambin sobre el hecho de que hasido la yakuza japonesa la encargada de realizarlas contrataciones. As, pues, esos primeros hroeshan sido sustituidos por mendigos, desempleadossin recursos, jubilados en apuros, personas en-deudadas o jvenes sin formacin. Las diferentestareas se subcontratan, con lo que es casi impo-sible mantener un control sobre las condicionesde los trabajadores. De hecho, una investigacinde la agencia Reuters localiz hasta 733 empresas

    ejerciendo como subcontratas en la zona. Se tratade conseguir beneficiarse del accidente y de con-seguir parte de los 75.000 millones de euros quesern invertidos en recuperar la zona en los prxi-mos aos. Ha habido mltiples denuncias de irre-gularidades: los trabajadores slo cobran los dasque trabajan, no tienen seguro mdico, son obli-gados a pagar su propia comida y hasta a pagarsu propia mscara. Tal acumulacin de denunciasdebera, por lo menos, provocar una investigacindel gobierno.

    MasaoYosh

    ida,1

    7Feb.1

    9559

    Julio2013

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    12/2212 Fukushima 3 aos

    El de Fukushima ha sido el segundo accidentenuclear ms grave de toda la historia, tras elde Chernbil. Finalmente fue calificado comode nivel 7 en la escala INES de sucesos nucleares[1], a pesar de las reticencias iniciales de las autori-dades japonesas empeadas en quitarle gravedada lo que estaba ocurriendo, sea por la deficiente

    informacin transmitida por la empresa propieta-ria TEPCO, sea por su empeo en salvaguardar losintereses de la industria nuclear nacional. Tras estacalificacin, se discuti la posibilidad de aadir unnuevo nivel a la escala para poder adjudicrselo alaccidente de Chernbil y poderlo distinguir de losdesgraciados sucesos que nos ocupan. En la actua-lidad, ya se admite que el la gravedad del acciden-te de Fukushima es comparable a la de Chernbil yno tiene sentido esa distincin.

    La reaccin en Japn se caracteriz por el secretis-mo y la falta de informacin. Sorprendi el hechode que el accidente fuera calificado como de nivel4 en la escala INES los primeros das, y eso a pesarde que luego se ha conocido el hecho de que sustcnicos penetraron en el reactor en la noche delda 11 y pudieron apreciar la desastrosa situacin.La tradicin econmica japonesa conlleva la pro-teccin del gobierno a sus grandes empresas y lacolaboracin de estas con aquel. De esta forma, se

    produce la proteccin de TEPCO y, de paso, de la in-dustria nuclear japonesa frente a los embates a queest sometida. Sin embargo, esa estrecha relacinse quiebra cuando las autoridades japonesas vantomando conciencia de la gravedad del accidentey se descubren mentiras anteriores de TEPCO. El he-cho nada habitual de que miles de personas se ma-nifiesten en Tokio contra la energa nuclear pudotener mucho que ver. Las encuestas revelaron unaumento de la opinin antinuclear en unos 20 pun-tos porcentuales, pasando del 59% al 39% a favor

    de las centrales nucleares. En estos momentos, elpueblo japons est en contra del uso de la ener-ga nuclear tanto para uso civil como militar. Tam-poco es ajeno a este estado de opinin el que elgobierno japons decida el cierre definitivo de lostres reactores en funcionamiento de la central deHamaoka, situada en una zona de gran actividadssmica a 200 km al SE de Tokio, adems del cierrede Fukushima I y Fukushima II. As como las resis-tencias al rearranque de los reactores japoneses.

    Este pas ha estado sin ningn reactor nuclear enfuncionamiento casi todo el tiempo. Esta es, juntocon los reactores alemanes que cerrarn definiti-vamente en 2022, la primera vctima del acciden-

    En la actualidad, ya se admite queel la gravedad del accidente de

    Fukushima es comparable a la de

    Chernbil y no tiene sentido esadistincin.

    Comunicacin yreacciones tras

    el accidente

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    13/2213El accidente y sus secuelas

    te de Fukushima. Se dice que Chernbil convirtien antinuclear al SPD (Partido Socialdemcrata deAlemania) y que Fukushima lo ha hecho con la CDU(Unin Demcrata Cristiana de Alemania).La industria nuclear ha visto como sus xitos de co-municacin anteriores al accidente se desvanecan.

    Todo el espacio ganado entre los gobiernos y opi-niones pblicas del mundo usando el argumentodel cambio climtico se perda ante la tozuda reali-dad. A diferencia de Chernbil, esta vez se produceel accidente en una rica potencia tecnolgica y enun reactor con un diseo muy comn, homologa-do en los pases industrializados. La poltica de co-municacin de esta industria consisti en asegurarque este tipo de sucesos son rarsimos y que losreactores haban resistido al terremoto, pero noal tsunami. Y que era muy improbable que un te-rremoto y un tsunami de tanta magnitud fueranacompaados. Sin embargo, las investigacionesmuestran que el terremoto, que no era tan raro enun pas como Japn, ya produce importantes da-os en los reactores. Una vez ms, hay que poneren cuarentena las afirmaciones del lobby nuclear,que se hace a s mismo un flaco favor, pues no dejade perder credibilidad.

    La Unin Europea aparece dividida ante el acci-

    dente. Frente a Austria que se convierte en el pasabanderado de la exigencia de pruebas de seguri-dad de las centrales nucleares, aparece la potencianuclear francesa intentando rebajar estas exigen-cias. No en vano Austria cerr sus reactores nuclea-res tras un referndum celebrado en 1978. La pos-tura de Austria es secundada por Italia, que decideparalizar sus planes nucleares y Suiza que hace lopropio y decide que sus cinco reactores que pro-porcionan el 39% de su electricidad cerrarn alcumplir 40 aos. Especial atencin merece Alema-

    nia, donde se producen grandes movilizaciones elda 12 de marzo, justo despus del terremoto y elaccidente. Es tan notable la conciencia ecolgica yantinuclear de la sociedad alemana que las vacila-ciones de su canciller, Angela Merkel, le costaronel lander de Baden-Wuttenberg, cuyo partido go-bernaba desde los aos 50. Angela Merkel plantela anulacin de la ley que limitaba la vida de losreactores nucleares, pactada por Los Verdes y elSPD, y que implicaba el cierre de las 17 centrales

    alemanas tras 32 aos de vida operativa. El anun-cio de la presidenta Merkel del cierre temporal delos 7 reactores ms antiguos no ha sido suficientepara recuperar su popularidad y la Canciller tuvo

    que adherirse al acuerdo antinuclear anterior.

    El pulso entre impulsores y detractores de las cen-trales nucleares contina en Europa. En el Estadoespaol, los das despus del accidente, contrasta-ba la verborrea de los supuestos expertos con el si-lencio de los polticos. El empeo de los primeros,

    salvo honrosas excepciones, fue quitarle importan-cia al accidente y a los escapes radiactivos asegu-rando que, en realidad, los reactores resistieron elterremoto, aunque no el tsunami, y argumentandoque las fugas radiactivas eran insignificantes parala poblacin. As esta actitud priv a buena partede la poblacin de un conocimiento de lo que es-taba ocurriendo en realidad. Los mismos polticos,como Miguel Sebastin, que declar antes del ac-cidente que temerle a una nuclear era como tenermiedo a un eclipse o el propio Mariano Rajoy quedefenda un relanzamiento de la energa nuclearen Espaa permanecieron callados, sin entrar enel debate ni explicar si lo que acababa de ocurrirtena algn efecto sobre la filosofa de la seguridadnuclear y su postura ante esta energa. Lo mismocabe decir de los lderes de CiU, PSOE y PP, quepactaron poco antes del accidente la retirada de lalimitacin de la vida de las nucleares a 40 aos delborrador de la Ley de Economa Sostenible. La pos-tura del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) dej

    tambin bastante que desear en cuanto a la faltade informacin sobre lo que estaba ocurriendo ya su blanda actitud en la solicitud de ms pruebasde estrs a las plantas nucleares espaolas. El gru-po de presin nuclear espaol tiene el dficit detarifa elctrica como elemento de presin contracualquier gobierno. Segn la contabilidad del mer-cado elctrico les debemos unos 30.000 millonesde euros a las elctricas por ese concepto.

    1. La escala INES (International Nuclear Event Scale) se instaur por el

    Organismo Internacional de la Energa Atmica (OIEA) para tratar deobjetivar la comunicacin de la gravedad de los sucesos nucleares y

    va de 0 (incidencia) hasta 7 (accidente muy grave con salida masiva ydispersin a larga distancia de material radiactivo). La existencia de la

    escala INES, dado su carcter caritativo, no ha conseguido objetivarlos debates sobre la gravedad de los sucesos nucleares y menos an

    sobre el riesgo nuclear.

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    14/2214 Fukushima 3 aos

    Tras el accidente de Fukushima, la industrianuclear analiz las causas del accidente y sedispuso a aprender y a aplicar lo aprendido,aunque no de buen grado. En el seno de la UninEuropea, Austria promovi la realizacin de unasllamadas pruebas de resistencia o de estrs de

    los reactores nucleares europeos. El nombre vienede las pruebas realizadas a los bancos, de triste re-cuerdo. Se trataba de analizar la respuesta de lascentrales ante diferentes supuestos.

    Las discusiones sobre lo que deba tenerse encuenta y no fueron intensas. Las principales disen-siones venan de si deban considerarse accioneshumanas, como el choque de un avin de pasaje-ros o un posible atentado, o solo sucesos natura-les. Finalmente, los sectores ms pronucleares ca-

    pitaneados por Francia impusieron sus criterios yse dejaron fuera de las pruebas las repuestas anteatentados y accidentes de avin o de camin degran tonelaje.

    An as, las pruebas suponen importantes gastospara las centrales, que ascienden a unos 25.000 mi-llones de euros para todo el parque nuclear euro-peo y a unos 750 millones para las centrales espa-olas, segn Otto Oetinger, comisario Europeo deenerga. A pesar de la necesidad de realizar estosgastos en seguridad, los representantes de la in-dustria nuclear se apresuraron a pregonar que laspruebas de estrs haban arrojado el resultado deque las centrales eran seguras.

    En conjunto, las pruebas comprueban la resisten-cia frente a terremotos, tempestades e inundacio-nes. Ordenan mejorar los sistemas de venteo de lascontenciones y monitorizar los gases explosivos, ascomo disponer de una sala de control redundante. Y

    adems ordenan la creacin de un equipo de emer-gencia comn, ubicado fuera del radio de influenciade la central y capaz de personarse en ella en menosde 24 horas. El CSN ha realizado un informe en elque obliga a las nucleares a realizar las mejoras quese deducen de estas pruebas antes de 2015.

    Aparte de la no consideracin en primera instanciade sucesos originados por la accin humana, hayque sealar algunos de los problemas de las prue-bas realizadas. Un inconveniente no menor es que

    las pruebas se realizan por los tcnicos del CSN so-bre las informaciones facilitadas por la central, sinla intervencin de un agente independiente y sinrevisar la exactitud de los datos aportados. Estos

    Tras el accidente de Fukushima, la

    industria nuclear analiz las causasdel accidente y se dispuso a aprendery a aplicar lo aprendido, aunque no

    de buen grado.

    Medidasposaccidente:

    pruebas deestrs

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    15/2215El accidente y sus secuelas

    informes estn por tanto basados en que las insta-laciones estn en una situacin ideal, lo que no escierto segn muestran los numerosos incidentesque se producen cotidianamente en el parque nu-clear espaol. As, se produjeron tras la realizacine las pruebas de resistencia, sendos incidentes enAlmaraz y Asc relacionados con una mala cualifi-

    cacin ssmica de varios de sus componentes.

    Adems de esto habra que sealar los siguientesproblemas:

    Se toman por separado la resistencia a ciertos

    sucesos, cuando no sera raro que algunos deellos concurrieran a la vez. No sera de extraar,por ejemplo, que un terremoto llevara apareja-da la interrupcin de la alimentacin exteriorde la central y que ocasionara daos en la ali-

    mentacin elctrica de emergencia. En el caso de la evaluacin del comportamien-to ante terremotos, el propio CSN reconoce en suinforme que no se ha aplicado la reciente meto-dologa aprobada por el OIEA y que, por tanto,estos estudios deben repetirse a la luz de dichanormativa. En esta normativa se incluye la paleo-sismicidad y la sismicidad local. Tambin falta laevaluacin del comportamiento de equipos deemergencia y de la refrigeracin de las piscinas

    de combustible gastado. En el caso de inundaciones se excluye el peligro

    de rotura del embalse de Alarcn, aguas arribade Cofrentes, cuando existen estudios que po-nen en duda su resistencia. No se contempla lainundacin junto con otro sucesos extremo.

    Ante la rotura de la alimentacin elctrica de

    emergencia y la desaparicin del sumidero decalor, que permita extraer el calor del ncleodel reactor, se afirma que las centrales dispo-

    nen equipos que garantizan la refrigeracindurante 24 horas, sin contemplar la posibilidadde que estos equipos hayan resultado daados.Tras esas 24 horas se contempla la aportacinde equipos ligeros externos que quiz no estndisponibles en caso de catstrofe. Y finalmentese apunta la necesidad de restablecer la alimen-tacin recurriendo a centrales hidroelctricascercanas, cuando con toda probabilidad estascentrales habrn podido tambin sufrir daospor el mismo suceso que haya ocasionado los

    problemas en la central nuclear.

    En las pruebas se siguen detectando proble-mas por la posible acumulacin de hidrgeno,

    lo que dio lugar a las fatdicas explosiones deFukushima. Asimismo se han detectado proble-mas para el venteo de gases de la contencinhaciendo necesaria la instalacin de sistemasque reduzcan la radiactividad que se expulsarahacia el exterior, que hoy no existen.

    En resumen se trata de unas pruebas incompletas einsatisfactorias llevadas con un bajo nivel de exigen-cia. No se puede decir que las centrales nucleares es-paolas estn preparadas para reaccionar bien antesucesos similares a los acaecidos en Fukushima.

    Las Instrucciones Tcnicas Complementarias (ITC)enviadas por el CSN a las instalaciones nuclearesimponen las mejoras a realizar tras las pruebas deresistencia. En todos los casos se crean centros al-ternativos de gestin de emergencias (CAGE) conanterioridad a finales de 2015. Y tambin se de-cide poner en marcha un nuevo centro nacionalde apoyo de emergencias (CAE) antes del final de2013. Los equipos y personal especializados deeste centro han de tener capacidad para interveniren cualquier central en un plazo de 24 horas desdeel accidente. Adems se aaden sistemas de salva-guardia como nueva capacidad de refrigeracin yventeo y se mejora la resistencia ssmica.

    Tampoco se han finalizado los estudios que deter-minan los efectos de determinados sucesos en lared elctrica y que involucran no solo al CSN y alos operadores de las centrales, sino tambin a RedElctrica Espaola (REE), lo que muestra la comple-

    jidad de la seguridad nuclear.

    Un resultado llamativo de las pruebas de resisten-cia y de las inspecciones realizadas por el CSN esla necesidad de gastar 130 millones de euros en lacentral nuclear de Garoa, idntica al reactor n-

    mero 1 de Fukushima. Esta cifra podra en realidadsuperar los 150 millones si se aade la construc-cin de una torre de enfriamiento y los posiblesimponderables.

    Esta inversin necesaria, junto con la incertidum-bre tcnica de tener una central tan antigua poneen cuestin la viabilidad de la central.

    Finalmente, las pruebas de resistencia han igno-

    rado hasta ahora dos importantes instalacionescomo son el cementerio nuclear de El Cabril, enla provincia de Crdoba y la fbrica de elementoscombustibles de Juzbado (Salamanca).

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    16/2216 Fukushima 3 aos

    La funcin de los Planes de Emergencia Nuclear(PEN) es proteger a la poblacin que reside enlas inmediaciones de una central en caso de ac-cidente. Se activan por tanto cuando las medidas deseguridad de la central han fallado o amenazan conhacerlo. Estos planes son complejos documentosdonde se realiza un inventario de todos los bienes

    disponibles a proteger durante estas emergencias, seaclara la responsabilidad de las distintas autoridades(desde alcaldes hasta Subdelegado del Gobierno pa-sando por personal sanitario), se fijan criterios radio-lgicos orientadores de las distintas actuaciones y, engeneral, se fijan pautas de actuacin para minimizar elriesgo radiolgico en un posible accidente nuclear.

    En una prueba ms de que la seguridad no est ga-rantizada cerca de las centrales, conviene recordarque los PEN se activaron en nuestro pas mucho des-

    pus de que las centrales se pusieran en marcha. Si laprimera de ellas (Jos Cabrera -Zorita-) se conect ala red en 1968, en un documento oficial [2] se recono-ca que, en 1982, slo la central de Asc dispona deun plan aprobado provisionalmente, que Cofrentes,Almaraz y Trillo no lo haban activado todava y queSanta Mara de Garoa, Vandells [3] y Jos Cabreracarecan de planes de emergencia. Se sealaba ade-ms la total carencia de medios materiales para losplanes: no haba una red de alerta a la radiactividaddistinta de los medidores de las centrales nucleares,

    se careca de vas de evacuacin satisfactorias, nohaba lugares seguros a los que dirigir la poblacinhipotticamente evacuada, los alcaldes de las po-blaciones no slo carecan del mnimo de conoci-mientos para proceder de forma adecuada, sino queadems se negaban a participar en los planes sin ob-tener satisfaccin a ciertas demandas, no se disponade megafona de aviso a la poblacin, no se habanrealizado simulacros que sirvieran de entrenamientoa las personas,

    Cuando ms adelante se realizan los simulacros, es-tos son verdaderos fracasos. Tal es el caso del que secelebr en las cercanas de Trillo (Guadalajara) en no-viembre de 2002. En ste se cometieron una serie deerrores como no dotar a los vehculos para la evacua-cin de un sistema de comunicacin cuando el 60 %de la zona no tena cobertura para mviles, o colocarel punto de cita en una calle muy estrecha, dondeno se poda maniobrar. Se fij un punto de aterrizajedel helicptero en un campo embarrado donde laaeronave tena serios problemas para aterrizar y lagente tena difcil el acceso debido al barro. Se fij deantemano la direccin del viento y se mantuvieronlos planes de evacuacin a pesar de que sta cambi

    La funcin de los Planes de

    Emergencia Nuclear (PEN) es protegera la poblacin que reside en las

    inmediaciones de una central en casode accidente.

    Losplanes de

    emergencianuclear

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    17/2217El accidente y sus secuelas

    durante el simulacro. La descoordinacin se puso demanifiesto al producirse en primer lugar la evacua-cin de las personas de una zona que no era, segnlos planes del simulacro, la ms gravemente afecta-da. Los vecinos de Trillo pudieron ver perplejos comolos vecinos del pueblo de al lado eran evacuados an-tes que ellos. Y todo esto en un simulacro. Podemos

    imaginar lo que ocurrira durante un accidente enque las tensiones fueran reales.

    Las infraestructuras necesarias an no estn termi-nadas. En el da 10 de marzo de 2011 aparece en elBoletn Oficial del Estado (BOE) la convocatoria desubvenciones para realizar y reparar infraestructurasen los municipios cercanos a las centrales nucleares.En concreto se trata de subvencionar el acondiciona-miento de carreteras y otras vas de comunicacin enlos pueblos que estn a menos de 10 km de las cen-

    trales nucleares en funcionamiento ms la de Zorita,que est actualmente en fase de desmantelamiento.Se trata de los denominados Municipios de la ZonaI en los Planes de Emergencia Nuclear, y en la con-vocatoria se distinguen los municipios por su cerca-na a las plantas. La cuanta mxima por obra es de100.000 euros y se destinarn a la reparacin de vasde comunicacin tiles para el aviso a la poblacino para su evacuacin en caso de accidente nuclear.Todava quedan sin ejecutar algunas infraestructurasen el mbito de Garoa (Burgos), cuando es posible

    que esta central nunca vuelva ya a funcionar.

    Los planes de emergencia dejan mucho que desear.En el intento de anticipar las circunstancias que con-curriran en una emergencia nuclear, se realizaron enaquellos aos muchos modelos de simulacin de losvertidos de istopos radiactivos al exterior de una

    central como consecuencia de un accidente previsi-ble [4]. Se tenan en cuenta parmetros tales comola cantidad y el tipo de istopos emitidos [5], su in-cidencia radiolgica, la velocidad y la direccin delviento, el tiempo estimado de respuesta para proce-der a una evacuacin, los riesgos radiolgicos y noradiolgicos asociados la evacuacin, Con ello se

    definan diversas estrategias de intervencin paralograr minimizar el riesgo radiolgico. Simplifican-do se puede decir que, en la peor de la circunstan-cia posibles, se consideraban dos grandes zonas enel entorno de las centrales. La primera con un radiode 10 km y en la que se prevean diversos tipos deactuacin en los primeros momentos, y otra de 30km en la que se pensaba que era necesario vigilar losalimentos y el agua que ingeran las personas. Den-tro de la primera zona se consideraban 3 subzonasde radios 3, 5 y 10 km respectivamente, en las que se

    consideraba que la estrategias a aplicar tras el acci-dente eran respectivamente: evacuacin de toda lapoblacin, evacuacin de los grupos crticos (muje-res, nios y ancianos) respetando los grupos familia-res, y confinamiento en las viviendas a la espera deinstrucciones de la autoridad competente. Una vezms, el accidente de Fukushima demuestra que estasdistancias son irrisorias. La distancia de evacuacintotal fue de 20 km y la distancia de control lleg a los30 km. Unas semanas despus stas se ampliaron a40 y 50 km respectivamente. Las autoridades espa-

    olas recomendaron a los ciudadanos espaoles enJapn mantenerse a ms de 120 km de distancia deFukushima. Es que la radiactividad japonesa es mspeligrosa que la espaola?

    Un problema nada desdeable es que los planes deemergencia respetan la organizacin provincial de

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    18/2218 Fukushima 3 aos

    nuestro territorio y se aplican en el entorno de la pro-vincia, luego dejan fuera de la coordinacin a pue-blos que pueden estar cerca de la central, pero quepertenecen a otra provincia distinta. Adems de esteproblema, se han encontrado numerosas irregulari-dades en la aplicacin de los PEN.

    Por su parte, los municipios de la Asociacin de Muni-cipios en reas con Centrales Nucleares (AMAC) hansido beligerantes para conseguir ms beneficios. ElTribunal Supremo acept el recurso de la AMAC con-tra los cinco PEN aprobados en Consejo de Ministrosen 2006, y anul el 21 de enero de 2009 los planesde emergencia de las centrales nucleares espaolasal considerar que el Gobierno incumpli la ley poraprobarlos sin consultar a los municipios situadosen un radio de 10 kilmetros alrededor de las cen-trales. La AMAC haba recurrido la decisin adoptada

    por el Gobierno en 2006, en la que se aprobaban loscinco planes de emergencia exterior para casos deaccidente nuclear. La situacin creada por la senten-cia era grave puesto que, de acuerdo con la Ley deSeguridad Nuclear, una central no puede funcionarsin un PEN vigente que ordene las actuaciones encaso de accidente nuclear. La anulacin de los PENimplicaba que las centrales deberan parar hasta quese tuvieran unos nuevos en vigor. Obviamente se in-cumpli la ley y las centrales siguieron funcionandohasta que se realizaron nuevos planes esta vez con el

    consentimiento de la AMAC.

    Tras el accidente de Fukushima, el CSN en colabo-racin con Proteccin Civil se ha embarcado en laelaboracin de unos nuevos PEN donde se proclamaque se incorporarn las lecciones aprendidas.

    2. Se trata de un documento de 8 pginas titulado La seguridad nuclearen Espaa estaba firmado por el entonces Director General deProteccin Civil, Antonio Figueruelo y con fecha de 22 julio 1986.

    3. Las centrales de Almaraz y Asc cuentan con dos reactores cada unay los cuatro son similares, pero Vandells contaba en esas fechas condos reactores de tecnologa diferente. Vandells I era moderado porgrafito y refrigerado por gas, de origen francs y Vandells II es de aguaa presin y de potencia mucho mayor. En 1989 Vandells I sufri unaccidente que condujo a su cierre definitivo. Afortunadamente no seprodujo emisin de radiactividad, pero el hecho prueba la temeridadde hacer funcionar centrales en esas condiciones durante tantos aos.

    4 Pueden encontrarse algunas muestras de estos estudios revisando larevista Energa Nuclear de 1984/85. Dos tcnicos del CSN, DoloresCarrillo (aos despus alto cargo del ministerio de medio ambiente) yFrancisco Daz de la Cruz (exmilitar) publicaron los resultados de sustrabajos que fueron la base tcnico-radiolgica de los planes.

    5 Se consideraba que los principales istopos emitidos eran gasesnobles (Xe-133 principalmente), que eran responsables de las dosispor exposicin externa e inhalacin, pero que debido a su escasareactividad y tiempo de presencia en el organismo, tenan una

    incidencia radiolgica baja. El I-131, era el principal responsable, porejemplo de las dosis al tiroides... A raz del accidente de Fukushima seha comprobado la importancia del Cesio-137, que tiene un periodode semidesintegracin de 30 aos, lo que lo convierte en radiotxicodurante unos 300 aos, dependiendo de las concentraciones.

    El accidente de Fukushima puede

    tener un impacto para la industrianuclear mayor que el de Chernbil.

    La situacinnuclear

    mundial trasFukushima

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    19/2219El accidente y sus secuelas

    El accidente de Fukushima puede tener unimpacto para la industria nuclear mayor queel de Chernbil. De hecho, la produccinnuclear mundial baj un 7 % en 2012 respecto a2011 y un 10% respecto a 2010, sobre todo por elcierre de 8 reactores en Alemania y por la paradade todo el parque nuclear japons. En estos mo-

    mentos la produccin nuclear se encuentra en losniveles de 1999. De hecho, la produccin elctri-ca elica mundial supuso 330 TWh en 2012, porencima de la nuclear, que lleg a 78 TWh. La pro-duccin de electricidad solar fotovoltaica crecede forma regular y se aproxima paulatinamentea la nuclear, con una produccin en 2012 de 40TWh. Segn las estadsticas de la Agencia Inter-nacional de la Energa (AIE) en 2011 fueron 434Twh de elica y 61 Twh de solar PVEl hecho es que las lecciones de Fukushima trae-rn consigo la necesidad de nuevas inversionesen seguridad, lo que encarecer an ms los posi-bles nuevos reactores e implicar la toma de me-didas que implicarn nuevos gastos para los quetodava funcionan. As, el nuevo reactor de Ol-kiluoto en Finlandia, se ha encarecido en 10 aosen un factor casi 4, corregido por la inflacin, yel de Watts-Bar 2 en EE UU, se ha encarecido enun 60 %. De hecho, segn la agencia de califica-

    cin Standard and Poors, las emisiones de pro-ductos financieros de siete compaas nucleares,de once analizadas, estn a la altura del bono ba-sura. No por casualidad Siemens cerr su divisinnuclear. Las inversiones mundiales en renovablessuperaron en 2012 los 260.000 millones de dla-res, mientras que las inversiones en nucleares nollegaron a 10.000 millones. Lo que es una clara

    muestra del declive de este sector.

    El impacto sobre los diferentes programas se hadejado notar, especialmente en Japn y Europa:en Japn se pararon todos los reactores y solofuncionan uno o dos, dependiendo de la poca,as como se cerraron definitivamente 14 reactores

    y se abandon la construccin de dos; Alemaniacierra 8 reactores y decide recuperar el plan decierre de sus reactores tras 32 aos de vida; Suizadecide cerrar sus nucleares cuando cumplan 40aos, a pesar de que la aportacin nuclear a sumix elctrico es del 40 %; Italia vota no a un posi-ble renacimiento de la energa nuclear; en Franciase abre por primera vez un debate y se piensa enel cierre del 10 % de los reactores; en Inglaterrael gobierno debe inaugurar un sistema de finan-ciacin claramente ventajoso para la nuclear y dedudosa legalidad para que todava tenga algunaoportunidad la central de Hinkley; en Bulgaria seabandona dos reactores en construccin; Austriaimpulsa la realizacin de las ya citadas pruebasde estrs que implicarn un coste de unos 25.000millones de euros en cambios en el parque nu-clear europeo.

    En Brasil, India, Rusia y EE UU se han canceladovarios proyectos. En China, Armenia y EE UU, se

    ha retrasado la construccin de nuevos reactores.En estos momentos hay en el mundo 59 reac-tores oficialmente en construccin (algunos deellos llevan figurando como tales en las listas dela OIEA durante ms de 10 aos), tres menos queen 2011. El ritmo de entrada en funcionamientode los nuevos reactores no consigue compensara los que se van cerrando.

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    20/2220 Fukushima 3 aos

    El riesgo nuclear tiene las

    mismas difciles caractersticasde esos fenmenos que ocurren

    muy raramente pero conconsecuencias muy impactantes.

    El escabrosoproblemadel riesgo

    nuclear

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    21/2221El accidente y sus secuelas

    El riesgo nuclear tiene las mismas difcilescaractersticas de esos fenmenos que ocu-rren muy raramente pero con consecuenciasmuy impactantes. En efecto, un accidente nuclearcon escape radiactivo es algo infrecuente, perocuando ocurre tiene unos efectos tan catastrfi-cos y unas caractersticas tan complejas que pa-

    rece de locos haberse embarcado en semejanteaventura tecnolgica.

    Los clculos tericos predicen que la probabili-dad de accidente grave con fusin del ncleo estal que debera producirse uno cada 200 aos. Sinembargo desde el accidente de Harrisburg (1979)al de Chernbil (1986) pasaron casi 17 aos y deste al de Fukushima casi 25. Todo indica que laprobabilidad real de accidente es diez veces ma-yor que la calculada. Esto se debera a que estosclculos no tienen en cuenta todos los sucesosposibles, como el terremoto y el tsunami o loserrores humanos, ni los condicionantes polticos,econmicos y sociales como la existencia del d-ficit tarifario antes citado.

    Cuando las centrales funcionan normalmentey los organismos reguladores (el CSN en el casoespaol) hacen su trabajo de forma rigurosa, pa-rece que no debera producirse ningn acciden-

    te. Sin embargo, en Fukushima hemos visto quesiempre hay imponderables que no se puedentener en cuenta. Tras cada accidente, la industrianuclear proclama que ha aprendido las leccionesy que las incorpora a los nuevos diseos, aunqueesto suponga un encarecimiento de la energa.

    Sin embargo, tras cada accidente sucede otro pormotivos que antes no se haban sospechado. Lasacciones de la industria se convierten en una im-posible carrera hacia la perfeccin.

    En el mundo de hoy estamos sometidos a mlti-ples riesgos. Algunos de ellos creados por nues-

    tra propia forma de vida, de consumo y de pro-duccin. Sin duda es ms probable un accidentede trfico que un accidente nuclear. Pero la dife-rencia entre ambos es que uno decide asumir elriesgo de montar el coche, mientras que no tienepotestad alguna sobre el riesgo nuclear. A menu-do se nos dice que los trabajadores de una plantanuclear van a trabajar a dicha instalacin sin te-mor a los accidentes y que son el ejemplo de lairracionalidad de las protestas antinucleares. Peroes que ellos son beneficiarios de esta actividad yesto les compensa y, por tanto, deciden enfrentarel riesgo. Al igual que en otras actividades pro-fesionales se cobra un plus de peligrosidad, lostrabajadores de la industria nuclear estn franca-mente bien pagados.

    Es necesario que en todas las actividades huma-nas se d una asuncin democrtica del riesgo.Que las personas podamos decidir que riesgosdeseamos asumir y cuales no. Y la energa nuclear

    es un claro ejemplo de esto. Los responsables po-lticos deberan entender que los accidentes nu-cleares graves aunque improbables, acaban porsuceder. Y deberan dejar a la poblacin el dere-cho a decidir sobre qu riesgos desean asumir ycuales no.

  • 8/12/2019 Fukushima: el accidente y sus secuelas en el tercer aniversario

    22/22

    Andaluca: Parque San Jernimo, s/n, 41015 SevillaTel./Fax: 954903984 [email protected]

    Aragn: C/ La Torre n 1, bajo, 50002 ZaragozaTel: 629139609, 629139680 [email protected]

    Asturies: Apartado de Correos 5015- 33209 XixnTel: 985337618 [email protected]

    Canarias: C/ Eusebio Navarro 16, 35003 Las Palmas de Gran CanariaTel: 928362233 - 922315475 [email protected]

    Cantabria: Apartado n 2, 39080 SantanderTel: 942240217 [email protected]

    Castilla y Len: Apartado n 533, 47080 ValladolidTel: 983210970 [email protected]

    Castilla-La Mancha: Apartado n 20, 45080 ToledoTel: 608823110 [email protected]

    Catalunya:Can Bast - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona

    Tel: 648761199 [email protected]

    Ceuta:C/ Isabel Cabral n 2, tico, 51001 [email protected]

    Comunidad de Madrid:C/ Marqus de Legans 12, 28004 MadridTel: 915312389 Fax: 915312611 [email protected]

    Euskal Herria:C/ Pelota 5, 48005 Bilbao Tel: [email protected] C/San Agustn 24, 31001 Pamplona.Tel. 948229262. [email protected]

    Extremadura: C/ de la Morera 2, 06800 MridaTel: 927577541, 622128691, 622193807 [email protected]

    La Rioja: Apartado n 363, 26080 LogrooTel: 941245114- 616387156 [email protected]

    Melilla: C/ Colombia 17, 52002 MelillaTel: 630198380 [email protected]

    Navarra: C/ San Marcial 25, 31500 TudelaTel: 626679191 [email protected]

    Pas Valenci: C/ Tabarca 12 entresl, 03012 Alacant

    Tel: 965255270 [email protected] Murciana: C/ Jos Garca Martnez 2, 30005 MurciaTel: 968281532 - 629850658 [email protected]

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