grover ponce

Upload: joel-rojas-huaynates

Post on 04-Apr-2018

245 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    1/38

    1

    EL DISCRETO ENCANTO DEL DESENCANTO.JOVENES, POLTICA Y RGIMEN FUJIMORISTA

    EN SAN MARCOS DE LOS NOVENTA

    Grover Ponce Marios*

    INTRODUCCIN

    Si; la universidad es su historia y todo lo vivido. Pero tambin es, yeso es lo que importa hoy, la nueva juventud que ingresa a sus

    aulas cada ao. Mirada y corazones transparentes, frescura yarrojo por la transformacin y el cambio. Radicalidad y terquedad

    de los aos nuevos. A dnde ir tanta energa? Quin apagarel fuego?

    (Extracto del editorial de la revista universitaria

    Cuestin Previa)

    Este ensayo nace como una inquietud intelectual y poltica que me haacosado y perseguido por interminables aos, desde que ingres a la Facultadde Ciencias Sociales de la UNMSM, all a inicios de los aos noventa. Eradifcil escribir sobre ellos [los jvenes universitarios] y sobre m (no se puedeser actor y analista a la vez), ms an si uno ha sido protagonista directo deesa experiencia. Tuvieron que pasar varios aos para abstraerme de esaexperiencia y comenzar a dar unas pinceladas explicativas para comprendermuchas de las actitudes y comportamientos polticos de mis coetneos.

    Este ensayo se inscribe dentro de una preocupacin central sobrejuventud universitaria y la poltica en un contexto de un rgimen polticoautoritario que despliega un discurso de la antipoltica a lo largo de una dcada.En este caso se trata de aproximarnos tentativamente a la actitud y laconcepcin que tenan de la poltica los jvenes universitarios sanmarquinos delos aos noventa.

    En este ensayo buscamos responder a las siguientes preguntas:Cules son los factores que dan origen al cambio de actitudes de losestudiantes sanmarquinos frente a la poltica en la dcada de los noventa?,cules son las condiciones para que se d el fenmeno poltico llamado porlas Ciencias Sociales como la antipoltica en una universidad caracterizada y

    emblemtica por su quehacer poltico radical?, cules son las caractersticasentre la concepcin y la praxis poltica que manejan los estudiantes de base,las organizaciones emergentes y los grupos de izquierda?, qu concepcin depoltica manej y difundi el rgimen fujimorista en la universidad y lasociedad?, qu papel cumpli ese discurso de la antipoltica en el receso de lapoltica en la universidad?

    Este trabajo parte de una metodologa cualitativa, interroga a travs dela tcnica de la entrevista a una docena de jvenes universitarios, parte portomar la palabra a los mismos actores para luego reconstruir sus actitudes ypautas de comportamiento poltico dentro de un escenario institucional como es

    Bachiller en Sociologa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.E-mail: [email protected], [email protected]

    mailto:[email protected]:[email protected]
  • 7/31/2019 Grover Ponce

    2/38

    2

    San Marcos de los aos noventa. Esta metodologa no est exenta de lmites,pero hemos credo conveniente seguirla por ser la ms apropiada y la que nospermite un acercamiento ms directo a su pensamiento, ubicndolo dentro deldesarrollo de la lucha de clases que vive el Per de ese entonces y, por ende,las actitudes y comportamiento poltico de los estudiantes no son sino una

    manifestacin concreta de esa lucha por el poder.Quisiera advertir que este ensayo es slo el primer captulo de un trabajomayor, por ahora convertido en un borrador sujeto a correcciones futuras omejor dicho, espera ser sometido a la crtica despiadada del pblico. Nopretendo llegar todava a conclusiones finales, porque todava falta mucho panpor rebanar.

    Quisiera agradecer a las personas que han hecho posible este ensayo.De manera especial a aquellos jvenes universitarios con quienes compartvivencias, pensamientos y batallas en la lucha poltica en la universidad y lasociedad. Y tambin con aquellos con quienes discrep en varios momentos dela coyuntura poltica en la universidad y del pas. Sin esa experiencia de vida

    previa, no hubiera sido posible reconstruir los pasos seguidos por esta nuevahornada de jvenes sanmarquinos de los aos noventa. Estoy en deuda,tambin, con mis compaeros del Centro de Estudios y Comunicaciones PerSiglo XXI, gracias por su paciencia y la transmisin de su rica experiencia, conquienes compart y an comparto el horizonte utpico. Utopa para la cual sehace necesario seguir luchando para que se cristalice algn da en el NuevoPer del siglo XXI.

    I. LA POLTICA Y LA ANTIPOLTICA EN SAN MARCOS

    La poltica como actividad humana relacionada con el ejercicio, ladistribucin y organizacin del poder. Adems como precisa Nicos Poulantzas:la poltica como accin humana es lucha de clases. Esta idea coincide con lasde Marx y Engels, quienes sostienen en el Manifiesto Comunista que todalucha de clases es una lucha poltica.1 En la Universidad Nacional Mayor deSan Marcos la prctica poltica siempre ha sido y todava es una constante queha involucrado y comprometido a lo largo de la historia, a diferentesgeneraciones de estudiantes y profesores. Estos, impregnados de inquietudese ideas, sean estas ideas revolucionarias, liberales o conservadoras, hantrazado un derrotero a la ms aeja de las instituciones universitarias de

    Amrica.No es casual eso, ms an en una universidad donde se procesancotidianamente ideas, pensamientos, ideologas y donde se forman las elites ylas contra-elites, que luego van a formar parte de los diversos alineamientosdel sistema de partidos. Estas elites son la expresin consciente o inconscientede la diversidad de intereses sociales en que se escinde la sociedad de clasesdel Per.

    La temtica de la poltica y la juventud universitaria ha sido prolijamentetratada por diversos autores2, desde pticas y temticas variadas a lo largo de

    1 Francisco Mir Quesada. Ciencia Poltica (Manual y antologa). Lima, Studium, 1986, pgs.

    34-35.2 Ver autores como Romeo Grompone: El Velero en el Viento, Lima, IEP, 1991, Julio Cotler: Laradicalizacin poltica de la juventud popular en el Per, Martn Tanaka: Jvenes: actores

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    3/38

    3

    los aos ochenta y los aos noventa. No pensamos hacer un balance ni menosuna revisin del estado de la cuestin sobre la literatura producida, sino, vamoshacer algo ms modesto y que est a nuestro alcance, por razones de tiempoy espacio nos vamos a circunscribir a slo tres autores. En este aspecto,vamos a revisar someramente a tres autores sanmarquinos que han escrito

    sobre esta temtica. Nos referimos al socilogo Nicols Lynch, al educadorJos Flores Barboza y al joven socilogo Luis Montoya Canchis.Un libro pionero sobre la temtica de juventud y poltica, es la

    investigacin cualitativa del socilogo sanmarquino Nicols Lynch: Los JvenesRojos de San Marcos (1990), estudio referido al radicalismo universitario enlos aos setenta. Donde dibuja el escenario y las mentalidades de unageneracin que irrumpi en las aulas con el estandarte del marxismo msreligioso y fundamentalista: el maosmo.

    El autor parte por enjuiciar a toda una generacin, apelandometodolgicamente a la recuperacin del relato oral en forma de historia devida de un grupo de ex -dirigentes estudiantiles. Pero lo interesante es que este

    radicalismo cristaliza como identidad poltica de la comunidad universitaria,contagia la dinmica de la propia institucin. Es decir, pasa a ser una de lasformas de entender, y muchas veces la ms importante, la vida cotidiana de launiversidad.

    Entre los hallazgos de su investigacin est que el radicalismo terminaprotegiendo intereses individuales o corporativos de quienes se supona iban aser los sujetos del cambio propugnado. El discurso ideolgico (el maosmo)radical sirve entonces para organizar un discurso de ascenso social a travsdel cual importantes sectores de la clase media baja buscan integrarse a laprecaria modernidad peruana. (Lynch, 1990)

    Otro hallazgo importante es la base social que sostiene y da cuerpo aese radicalismo: es el joven provinciano. El provinciano era un componente dela nueva hegemona izquierdista, agregado a ello, imprime su matiz particular ala lucha estudiantil por condiciones de estudio que permitieran una rpidaprofesionalizacin.

    Otro trabajo importante que aparece en los primeros aos de los noventaes la investigacin cuantitativa del Dr. Jos Flores Barboza (1993). Suinvestigacin parte con el propsito de averiguar hasta qu punto son ciertosalgunos de los estereotipos que en los corrillos, conversatorios y peridicospresentan a San Marcos como un foco de insurgencia terrorista y a lossanmarquinos como gente levantisca, inclinada ms a la poltica que al estudio,

    y despreocupada hasta el extremo de no conservar siquiera la pulcritud de susambientes de estudio.Para responder a esas preocupaciones Jos Flores Barboza realiz una

    encuesta a los ingresantes del ao 1991 y comprendi 103 preguntas quefueron formuladas a 1295 estudiantes, esta muestra abarc a todas lasfacultades de la universidad. Entre las interrogantes que se plante son es lomismo hablar del comportamiento de la mayora de los estudiantes que del delas dirigencias sanmarquinas?; es verdad que los sanmarquinos sonmayoritariamente izquierdistas o quiz, como dicen algunos, extremistas?;cul sistema socio-econmico y poltico preferiran para nuestro pas?; qugrado de cultura poseen?; cul es su nivel de conocimiento sobre poltica?;

    sociales y cambio generacional. De la accin colectiva al protagonismo individual, DenisChvez: Juventud y terrorismo, etc.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    4/38

    4

    qu opinan sobre el derrumbe del sistema socialista; se dedican a la polticams que al estudio?, entre otras preguntas.

    Entre las conclusiones a que llega su investigacin, es que desde elpunto de vista socioeconmico, la mayora pertenece a lo que en trminoscorrientes se conoce como clase media; que existe desconocimiento de tpicos

    polticos fundamentales; que la posicin poltica predominante es de centro contendencia a la izquierda; que la mayora no est afiliada a ningn partidopoltico; que opinan que los lderes polticos se han servido del Estado paraenriquecerse, entre otras conclusiones. (Flores, 1993)

    Otro trabajo importante en esa lnea temtica, es el ensayo3 delsocilogo Luis Montoya Canchis. Su ensayo consiste en abarcar diversosgrupos representativos de la juventud y recurrir para el anlisis a lacombinacin de distintos aspectos culturales tales como la pintura, la msica,etc. Parte por estudiar metodolgicamente la subjetividad de los actores paradesde all reconstruir las imgenes de la juventud de los aos noventa.

    Luis Montoya parte por formularse las siguientes interrogantes de

    investigacin: Cmo han cambiado las percepciones de la vida y la sociedadentre el estudiantado sanmarquino de los noventa? Cules son las diferenciascon los jvenes rojos de los setenta? Qu nuevos sentidos comunes hansurgido entre la juventud universitaria en los ltimos aos?

    Su hallazgo puede resumirse en que bsicamente el perodo de losaos setenta y de comienzos de los noventa, mostrara dos formas diferentesde sensibilidad juvenil. Una habra estado marcada por el problema del poder,el cual sigui gran parte de las preocupaciones juveniles de esos aos, lasegunda ms bien habra estado teida por la crisis. Esto generara dosactitudes diferentes frente a la vida. En los setenta existi una sensibilidadcolectivista y que muchas veces clausur el derecho a la privacidad. Ahorapareciera que la nueva sensibilidad juvenil se fundamenta en la recuperacinde aquello que antes no se estim mucho: uno mismo. (Montoya, 1992)

    En su tesis de licenciatura4, seguira en la misma temtica peroengarzada con la problemtica de la universidad pblica. A modos de ensayosintenta reflexionar crticamente, sobre las relaciones establecidas entre laspolticas universitarias, implementadas desde el Estado, y las imgenes,identidades y acciones colectivas desenvueltas por los jvenes de lasuniversidades pblicas del Per, entre los aos sesenta y la primera mitad de ladcada del noventa.

    Siguiendo la misma lnea de reflexin de su anterior trabajo, Montoya

    llega a los siguientes hallazgos:a).- En las ltimas tres dcadas se registrara una tensin permanente entrelos intereses sociales de los jvenes de las universidades pblicas, queexigiran un incremento del acceso y atencin estatal a la educacinuniversitaria, y la capacidad del Estado de satisfacer estas demandas.

    b) Las respuestas que los jvenes universitarios daran a estos procesosno han sido ni el incremento de las movilizaciones ni el desarrollo de unaperspectiva radicalizada a nivel poltico por parte de los estudiantes. Al

    3

    Nos referimos a su ensayo: El lado oscuro de la Luna. Fondo editorial DESCO, Lima.1992.4 Luis Montoya Canchas, Nido de inquietudes. Universidades pblicas, jvenes ymodernizacin en el Per. Tesis de Licenciatura, UNMSM, 1995.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    5/38

    5

    contrario, se puede constatar un descenso efectivo en el nivel demovilizaciones y un cambio en las opciones polticas estudiantiles.

    c).- Por las transformaciones experimentadas en las relaciones intersubjetivasdesenvueltas por los jvenes universitarios en las ltimas dcadas. Lo cual se

    reflejara en la heterogeneidad de imgenes e identificaciones sociales que losjvenes universitarios estableceran. Una variedad amplia de valores yperspectivas sobre el futuro y la vida caracterizaran hoy el mundo de lasrelaciones intersubjetivas entre la juventud universitaria. En el cual no slo seincluira el individualismo y el desinters por la poltica, sino del mismo modola bsqueda y construccin de nuevos espacios desde donde desenvolver unasocializacin alternativa que recuperara parte de la tradicin crtica degeneraciones anteriores. (Montoya, 1997)

    Estos tres valiosos e importantes estudios nos brindan los insumos yalgunas conclusiones preliminares, para seguir reflexionando y abordando el

    tema de jvenes y poltica en la universidad. Desde luego privilegiando unaptica diferente a la planteada por estos tres autores, pero daremos ms pesoal factor poltico (la lucha de clases) como elemento locomotor de procesossocio-polticos que van a redefinir actitudes y comportamientos de la nuevahornada de ingresantes sanmarquinos y la actitud del Estado autoritario frentea ellos. Procuraremos que en nuestro anlisis se engarce tanto a los actores ylas estructuras.

    II. CONDICIONES PARA EL SURGIMIENTO DE LA ANTIPOLTICA

    El discurso de la antipoltica tuvo una influencia poderosa (por no decirdemoledora de instituciones y emociones) y an quedan hoy sus rezagos enla conciencia colectiva del conjunto de las clases y capas sociales de lossectores medios y pauperizados de la sociedad peruana y de manera particularen los jvenes universitarios. No podramos entender ese fenmeno polticocomo discurso que se hace sentido comn y se internalizada en lasconciencias de la poblacin, sino vemos previamente las condiciones y/o losfactores que le dan forma y contenido al embotamiento poltico llamado comola antipoltica. Consideramos cinco factores para que se d ese fenmeno,entre ellas tenemos:

    2.1. EL PREDOMINIO DE UN DISCURSO DEL MERCADO

    Es una verdad de perogrullo decir que los cambios socio-polticosocurridos a fines de la dcada de los ochenta han creado una nueva realidadmundial, que ms se asemeja a la imagen de una sociedad del mercado, osea, una sociedad con normas, actitudes y expectativas conformes al mercado.La mercantilizacin de las ms diversas relaciones sociales moldea un nuevotipo de sociabilidad. Prevalece el clculo racional-instrumental del intercambiomercantil el toma y daca del mercado imprimiendo a las relaciones socialesun sello ms individualista-egosta. No es casual que, cuando todo parece

    transable, el dinero se constituye en el equivalente general de todos los

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    6/38

    6

    bienes, relegando al mbito privado consideraciones de amor, amistad,solidaridad. (Lechner, 1996)

    Los efectos del proyecto liberal en sociedades como la nuestra han sidode un efecto perverso sobre la poltica. Incluso en Chile, donde se inici elproyecto neoliberal y, por tanto, se percibi tempranamente cmo alteraba

    todas las relaciones sociales, se destac ms el efecto destructivo sobre lapoltica que el nuevo significado. (Lechner, 1994)El discurso del mercado no hubiera tenido cancha libre para hacerse

    hegemnico en el Per y el mundo, si no se hubieran dado los acontecimientosde Europa del este, lo que se conoce como la crisis del socialismo real y a loque otros llaman como la derrota temporal del socialismo. Esta crisis delsocialismo, dar pie a la ms amplia y multilateral ofensiva del capitalismo y suideologa, el neoliberalismo, presentndose como la nica alternativa posibleen el mundo y dejando a los pueblos del mundo desarmados y sin loshorizontes utpicos esperanzadores del cambio de su situacin material yespiritual.

    2.2. LA VIOLENCIA POLTICA

    La violencia poltica puso sobre el tapete las graves fallas estructuralesdel capitalismo en el Per (la desintegracin nacional, el vaco de poder enmuchas regiones del ande, la incapacidad de los partidos liberales de resolverlos problemas del pas, la extrema pobreza, la frustracin social, y las brechastnicos-culturales, la ineficiencia de la represin del Estado, etc.). Estefenmeno poltico impactara en los tres cuartas partes del pas y dara paso auna redefinicin de las lealtades polticas de las distintas capas sociales yclases sociales que conforman la sociedad peruana.

    Esta violencia poltica tendra como actores principales al Estado y lasfuerzas subversivas (SL y MRTA). La lgica de los actores de la guerra civiloriginar situaciones problemticas en la coyuntura poltica del pas, en dondela derrota militar de cualquiera de los bandos se presenta como la nica salidaposible, obligando al conjunto de la poblacin civil a tomar partido porcualquiera de los dos contendores. Para Sendero, su accin destructiva yterrorista estara en la lgica de agudizar las contradicciones sociales paraempujar a un golpe de Estado que, al eliminar los actuales espaciosdemocrticos e imponer soluciones de autoritarismo militar, apresure lascondiciones para una guerra civil, en la que slo se jugara a su favor.

    (Comisin del Senado, 1989)Desde el punto de vista poltico, Sendero Luminoso contribuy a lapolarizacin ideolgica, ya que en cierto momento a fines de los aos ochenta,haba solamente dos ideologas en pugna: el neoliberalismo de extremaderecha representado por el Movimiento Libertad de Vargas Llosa y la extremaizquierda de Sendero Luminoso y, en menor medida, del movimiento TpacAmaru (...) Esta polarizacin coincidi con la crisis ideolgica de los partidospolticos e influy fuertemente para que una buena parte de la poblacinpensara que no haba otra alternativa que el neoliberalismo, ante un SenderoLuminoso que se haba convertido en una mquina de matar sin apoyo de lapoblacin. (Degregori, 2000)

    La violencia entonces constituira una variable importante, que jugara unpapel fundamental en la redefinicin de los procesos polticos y apertura a la

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    7/38

    7

    emergencia de fenmenos de conservadurizacin y reaccionarizacin de lasclases sociales en la sociedad peruana, y que se daran con ms fuerza a partirdel ao 1987 con la emergencia del Movimiento Libertad y tomara cuerpo elao 1989 con el triunfo del Belmont a la alcalda de Lima. El ao 1990 llegaraa su cspide con el triunfo de Alberto Fujimori a la presidencia de la Repblica.

    La bancarrota del sistema de partidos habra dado inicio a un nuevo ciclo en lapoltica peruana. Los partidos se convertiran en momias que deambulabancomo almas en pena y originando el rechazo de la poblacin.

    2.3. LA CRISIS ECONMICA

    Uno de los factores estructurales principales que explica el auge deldiscurso del mercado y la crisis del sistema de partidos en el Per, es laprofunda crisis econmica que se desarroll desde el ao 1975 hasta fines delos aos 90. La crisis se ha ido profundizando conforme se alternan losgobiernos dictatoriales y los gobiernos democrticos. Uno de los componentes

    principales que no supieron resolver fue la crisis econmica, tanto AccinPopular y el APRA fracasaron como experiencias de gobierno, originando en lapoblacin peruana un profundo malestar social y una precariedad einestabilidad de sus horizontes de vida.

    Los inicios de los noventa encuentran al Per en la ms difcil crisiseconmica de su historia, con una inflacin superior al cinco mil por cientoanual que, de manera directa, afecta a la poblacin con menores recursoseconmicos. Figueroa (1989) seala que los niveles de extrema pobreza en lapoblacin han crecido en forma dramtica en las dos ltimas dcadas pasandodel 50% en 1970 al 57% en 1986. Lo ms grave es el crecimiento de aquellapoblacin en condiciones de indigencia absoluta, es decir sin ingresos que lespermitan acceder a la canasta bsica que ha pasado del 25% al 32% en elmismo perodo. (Castillo, 1990).

    En todo caso la crisis econmica no es sino el reflejo de una crisismayor. La crisis del viejo capitalismo de Estado y que en el Per se expres enel colapso del modelo de desarrollo Industrializacin por sustitucin deImportaciones, a la que Gonzales (1987) lo denomina Patrn de CrecimientoPrimario Exportador Semi-Industrial Dependiente (PESID), cuyo relativocrecimiento industrial se ligaba con la accin del Estado Empresario, de all quela crisis del modelo se asocia con las polticas adoptadas por el Estado en uncontexto de modificacin en la acumulacin capitalista.(Castillo, 1990)

    La crisis econmica 1988-1990 tuvo grandes repercusiones sobre lapoltica peruana y sobre el diseo futuro del PEA. Una de ellas fue la prdidade credibilidad y de peso electoral de los partidos polticos que habangobernado y, como consecuencia, la eleccin de independientes comogobernantes. (Gonzles Olarte, 1988)

    El efecto disgregador sobre el tejido social y desestructurador sobre lasociedad de clases que ha producido la larga crisis econmica del capitalismode Estado, es verdaderamente desolador y preocupante por lo permanente yestructural que se presenta aqulla, corroyendo al sector moderno de laeconoma peruana.

    Tal como lo seala un socilogo en un agudo ensayo: La crisis

    econmica no slo ha corrodo el nivel de ingresos y de vida de la poblacinsino tambin la trama bsica de las relaciones sociales de produccin y de

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    8/38

    8

    trabajo. La pauperizacin, por eso, no va acompaada de la polarizacin sinode la disgregacin de la sociedad y de sus clases, en especial de las msligadas al sector moderno de la economa. La crisis econmica ha achicado lasociedad de clases y ensanchado la sociedad de masas. Esta no constituyeuna situacin de trnsito, como pareci serlo en los aos 50 y 60, sino ms

    bien una situacin relativamente permanente, estructural y mayoritaria. (Lpez,1990)

    2.4. EL CAMBIO DE LA COMPOSICIN SOCIAL

    El tema de la composicin social en la universidad nacional es un asuntoacuciante y preocupante, tanto para el Estado, como para los partidos polticos,los gremios estudiantiles, la sociedad civil y las autoridades universitarias. Noes para menos, cuando ella hace referencia a procesos de democratizacin ymodernizacin. No es casual la preocupacin para los gobiernos que lamasificacin de la universidad pblica ha ido en paralelo a procesos de

    radicalizacin poltica y conformacin de identidades polticas cuestionadorasdel poder y la emergencia de partidos populistas opositores al rgimenestablecido.

    El proceso expansivo de la matrcula en las universidades trae comoconsecuencia una variacin de la composicin social del estudiantado, pues eneste proceso se incorporan a la educacin universitaria amplios sectoressociales que antes de esa poca estaban excluidos. La educacin universitariaque estaba reservada a los sectores socio-econmicos altos y medios-altos,empieza a ser copada por sectores medios y medios-bajos, dando inclusiveacceso a sectores obreros y grandes oleadas de provincianos. Con esteproceso, la universidad empieza a democratizarse, por lo menos en el acceso ala misma. (Salcedo, 1994). Este proceso se dara de manera ms clara a partirde los aos 60.

    La composicin social remite necesariamente a la problemtica de laconstitucin de identidades polticas al interior de la universidad. La politizacinde los universitarios peruanos est directamente vinculada con elensanchamiento de la composicin social de la universidad y con los reclamoscolectivos por cambios sociales y democracia. (Comisin del Senado, 1989)

    El radicalismo universitario como varios estudios5 lo han sealado, sesostuvo en una base social de jvenes migrantes de origen campesino. Laproporcin de estudiantes provincianos, que en 1980 eran el 44.18% de los

    alumnos matriculados, de los cuales ms de la mitad provena de la sierra. Estoes la expresin del proceso de migracin a Lima, as como de la presin quelos nuevos habitantes urbanos ejercen a la educacin superior. El provincianoera un componente de la nueva hegemona izquierdista, agregando, comoveremos ms adelante, su matiz particular a la lucha estudiantil por condicionesde estudio que permitieran una rpida profesionalizacin. (Lynch, 1990)

    El acelerado cambio en la composicin social del estudiantado en laUniversidad de San Marcos se producira a mediados de los aos ochenta y demanera ms compulsiva en los primeros aos de la dcada del noventa. Lacrisis econmica golpeara los maltrechos bolsillos de las llamadas capasmedias acomodadas, no quedando ms perspectiva que mirar a la universidad

    5 Me refiero a los estudios y artculos de: Nicols Lynch, Luis Montoya, Miriam Laqui.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    9/38

    9

    pblica como nica salida a la profesionalizacin de sus hijos.6 La crisiseconmica y posterior aplicacin del ajuste estructural obligara a las clasespopulares a abandonar paulatinamente la universidad y mirar como perspectivade vida de primer orden su reubicacin laboral. Los sectores migrantes sereducen a su mnima expresin como parte de la poblacin sanmarquina.

    La presencia preponderante de las capas medias acomodadas en laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos, va a ser confirmada por lainvestigacin de campo de Flores Barboza, donde se comprueba su pesosocial representativo, cuando se registra que un mayoritario 72.82% deestudiantes se ubican en el nivel socioeconmico B, seguido de un 18.91% enel nivel C.7

    Diversos autores8 han enfatizado la existencia de una relacin directaentre mentalidad poltica y el tipo de composicin social del estudiantado en launiversidad. Desde esta lgica los universitarios pobres y provincianos estaranms propensos a procesos de radicalizacin e identificacin con posiciones deizquierda e, inversamente, seran menos propensos a estas posiciones

    radicales o identificarse con posiciones de izquierda cuando ellos proceden deestratos sociales acomodados. En todo caso tendramos que agregar que ellotambin estara mediado por el contexto sociopoltico de la poca. Este serauno de los factores que explicara el cambio en las identidades polticas de losestudiantes sanmarquinos en la dcada de los noventa. Tambin esto daralugar a la crisis de la hegemona de izquierda y la desaparicin del clsicojoven rojo de San Marcos.

    Una de las manifestaciones de este cambio en la composicin social delas nuevas promociones de estudiantes sanmarquinos, tambin se expresaraen los gustos musicales, en la manera de vestir, de hablar y de las pautas decomportamiento. Tal como sealara un dirigente de estudiantil:

    S, Aunque yo no me explico, estoy viendo que tanto en Sociales comoen toda la universidad se est produciendo un fenmeno de elitizacin en susingresantes. Ahora, cada vez ingresa un mayor nmero de estudiantes de laCatlica, mientras que antes apenas si haba uno o dos por promocin. A esagente se le saca inmediatamente por su manera de comportarse, de hablar, devestir (...) son bien diferentes.9

    6 Una encuesta realizada por la revista universitaria La Casona, en 1985, va a encontrar que:... los sectores medios representaran un 47%, los sectores bajos 29.3% y los altos 22.4%. Elloconfirma una tendencia que se ha ido profundizando en los ltimos aos y que es la clave para

    comprender la actual situacin de la universidad nacional, tendencia que favorecera lasintenciones del gobierno de privatizar la educacin superior y limitarla slo a determinadossectores. Luis Montoya. Historia de un Abandono. Poder y modernizacin en la UniversidadNacional En QuehacerN 85, Lima, 1993.7 Flores Barboza, en una entrevista periodstica, ha resaltado que su investigacin haevidenciado la existencia de una estratificacin social bien diferenciada por facultades en launiversidad: Antiguamente los alumnos de esta universidad era predominantemente desectores bajos. Sin embargo, estos sectores hoy parecen concentrados en determinadasfacultades. Ahora hay facultades de clase media alta, de clase media baja, de clase popular.Muchos no cuentan con los recursos mnimos para asistir a la universidad. Otros, en cambio,bien podran financiarse estudios en el exterior. Ha habido una especie de estratificacin socialal interior de la universidad. Cita textual tomada de La Repblicadel domingo 22 de Marzo de1994, pg. 22.8

    Entre esos autores tenemos: Nicols Lynch, Lucho Montoya, Jos Flores Barboza y MiriamLaqui.9 Cita textual tomada de la Revista universitaria Cuestin PreviaN 2, junio de 1991, pg. 28.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    10/38

    10

    2.5. EL OCASO DEL RADICALISMO UNIVERSITARIO

    El radicalismo poltico en la universidad ha sido el sostn ideo-poltico deun discurso y una praxis ligada a un horizonte marxista, principalmente de lavertiente maosta. Esta vertiente entendi la polticay el hacer polticaen la

    universidad y la sociedad, como una relacin conflictiva donde no haba lugar absquedas de consensos y de reformas. La clsica definicin de la poltica quepredominaba era: amigo-enemigo, donde la lgica de la confrontacin suponaeliminacin del adversario poltico (el Estado, los partidos de la burguesa, lospartidos revisionistas y las autoridades universitarias). Para esa concepcin yformas de hacer poltica enfatizaba la bsqueda y la conquista del poder odeterminadas cuotas de poder, ya que se pensaba que la revolucin estaba ala vuelta de la esquina.

    La influencia preponderante del radicalismo universitario como lollamaba Nicols Lynch: los jvenes rojos, envolvi a casi todas lasorganizaciones de izquierda que por varias dcadas actuaban en la universidad

    de Lima y provincias, pero tuvo su templo o su meca emblemtica en laUniversidad de San Marcos en la dcada de los aos setenta y parte de losaos ochenta.

    El radicalismo universitario expresaba la ansiedad y la desesperacinrevolucionaria de una generacin acicateada y afectada por lastransformaciones socio-econmicas del proceso velasquista de 1968. Estageneracin tuvo una lectura sesgada y apresurada de las condiciones objetivasy subjetivas de la revolucin peruana. En realidad quiso apresurar el partorevolucionario, produciendo a la larga un aborto revolucionario. Confundi larealidad peruana de los setenta con la China de Mao, parta de esquemaspreconcebidos sobre el carcter de la sociedad y el tipo de revolucin quehaba que implementar en el Per. Su revolucin democrtico-burguesa denuevo o viejo tipo a que aspiraban y anhelan haba expirado y resultaba por lotanto extempornea. El proceso revolucionario del 68 les haba quitado lasbanderas antioligrquicas y antifeudales y haba realizado las transformacionesesenciales que aspiraban. El Per en lo fundamental se haba ya configuradocon una fisonoma de carcter predominantemente capitalista y, por lo tanto, elcarcter de la sociedad y el tipo de revolucin planteaba una redefinicin de laestrategia revolucionaria mucho ms definidamente socialista y, por lo tanto,las tareas y el sujeto del cambio revolucionario tenan que redefinirse paraconcretar la profeca revolucionaria en el Per.

    Este radicalismo, por no corresponder a las nuevas condiciones que sevenan dibujando en la realidad peruana (emergencia de nuevos actoressociales, desestructuracin de las clases sociales bsicas, desindustrializacincon recesin, aparicin de una burguesa emergente, etc.) y, sobre todo, por lanaturaleza y vorgine de la violencia poltica en el Per que espant,atemoriz, hizo consciente de sus intereses de clases a determinadas capassociales que antes miraban con simpata a la izquierda y al socialismo comoposibilidad en el pas. La sociedad en su conjunto entr a un proceso deconservadurizacin y reaccionarizacin frente a la vorgine de la violencia y lainflacin desbocada. Esta cruda realidad de los ochenta defini y decant a lamisma izquierda que cambi de banderas, colores, programas y smbolos hacia

    unas posiciones ms moderadas y bsquedas de reformas a la sociedad. Un

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    11/38

    11

    buen sector de la izquierda fue subsumido por el sistema al que haba juradoen el pasado acabar.

    El radicalismo se qued sin piso y sin techo, los pocos que quedabanalzando banderas extemporneas de una revolucin democrtico-burguesa enel pas, o bien terminan sufriendo de una esquizofrenia ideolgica que los

    llevaba a la locura y la ms absoluta marginalidad social y poltica. El otrocamino o sendero conduca a tratar de ajustar la realidad a los esquemas de laideologa, Sendero Luminoso fue el ejemplo ms claro de eso. Senderohistricamente fue derrotado en el ao 1968 y polticamente y militarmente enel ao 1992. Sendero busc forzar la realidad, busc que la utopa se hicierarealidad a toda costa, pero lo que consigui fue una tragedia, por sudesesperacin hizo que la utopa se pospusiera por varias dcadas ms.

    El final del radicalismo universitario devino en tres situaciones oversiones: Una primera versin de ese radicalismo, es el sector de la izquierdaque se liberaliz pero manteniendo posiciones democrticas revolucionarias,conformara luego la Izquierda Unida en los aos ochenta y entrando a

    participar del escenario legal y del sistema de partidos, luego con los pasos delos aos sera subsumida por el sistema y siendo parte del sostn de ladominacin burguesa. La segunda versin es aquella que manteniendoposiciones ultristas y anarquistas se aventurara a desarrollar una insurreccinextempornea, que terminara derrotada poltica e ideolgicamente y al finalterminara firmando acuerdos de paz con el fujimorismo. Estas dos versionesentraran en un proceso de decantamiento y muchos de sus cuadrosimportantes terminaran siendo parte del transfuguismo poltico y siendodirigentes y/o asesores de los emergentes partidos independientes (Cambio90, Somos Per, UPP, Vamos Vecino, Per Posible, etc.). La tercera vertiente,rompiendo con sus ideas populistas radicales del pasado, ira a redefinirsecomo una tendencia definidamente socialista, pero sera marginal y de pocoarraigo poltico en la sociedad.

    III. LA POLTICA SEGN LOS ESPACIOS ORGANIZADOS

    3.1. LA POLTICA SEGN LA IZQUIERDA SANMARQUINA10

    La izquierda peruana es tributaria del marxismo y, de manera particular,de dos de sus versiones ms influyentes y ortodoxas: el maosmo y el

    leninismo. Diversos autores

    11

    han resaltado el entronque entre los sectorespopulares y el discurso del clasismo en el Per. Esta alianza cristaliza toda unaidentidad poltica que impregnar a diversos sectores (obreros, estudiantes,campesinos y el movimiento barrial) por muchos aos.

    Para la izquierda sanmarquina: La poltica se refiere al control yejercicio del poder, en una sociedad, se concentra en el aparato estatal; poreso, hacer poltica es influir sobre la decisin del Estado ya directa yamedianamente y, en ltimo trmino, es asumir el aparato del Estado, ya que

    10 Actualmente me encuentro trabajando un captulo dedicado hacer un balance y unacaracterizacin sobre una muestra representativa de organizaciones de la izquierda

    sanmarquina en los aos ochenta y principios de los aos noventa.11 Entre los autores que han abordado ese tema estn: Rosa Balbi, Jorge Parodi, SinesioLpez.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    12/38

    12

    un cambio en la orientacin del ejercicio del poder pasa por un cambio en elcontrol del aparato estatal. (Palma, 1981)

    La izquierda sanmarquina hace poltica tomando tres referentesimportantes:

    a).- El Estado

    Un elemento bsico en la izquierda peruana y latinoamericana es laconviccin de que lo poltico se refiere al Estado. Hacer poltica es preparar elel asalto del Estado.

    Para la concepcin marxista el Estado es el rgano de dominacin y elgarante de los intereses econmicos de las clases dominantes, por lo tanto lalucha poltica apunta hacia la contradiccin principal del sistema capitalista.Para la izquierda la transformacin hacia el socialismo slo poda tener inicio elda que el partido del proletariado accediese al poder [el control del estado], yasea mediante la revolucin [el desplazamiento del poder de una clase sobre la

    otra], ya a travs de la mgica mayora de los votos [elecciones]. (Palma,1981).

    b).- El Partido

    Hacer poltica no se poda entender sin el partido poltico. El partidopoltico era un elemento central de esta prctica y entendido el partido segnlos lineamientos que Lenin esbozara en el Qu hacer.

    Como es bien sabido, el partido se presenta all como una organizacinde cuadros ideolgicamente calificados, que son portadores del proyectoproletario y encargados de introducir, desde el exterior, esta teora en elpueblo. (Palma, 1981)

    c).- El Gremio

    El gremio le permita a la izquierda canalizar intereses sociales ymovilizar el descontento de esas fuerzas sociales en contra de regmenesdictatoriales y de regmenes contrarios a los intereses populares. El gremioremita a un tipo de lucha, a una contradiccin secundaria con el sistemacapitalista: la lucha econmica, las luchas por mejores condiciones de vida yderechos sociales y polticos.

    La hegemona y legitimidad de la izquierda peruana radic en el trabajoperseverante de bases y el control de una serie de gremios laborales, socialesy estudiantiles, que le permiti afirmarse en una base social muy amplia yheterognea. La fuerza que tuvo en las universidades nacionales y algunasprivadas radic en el absoluto control e influencia que ejerca sobre elmovimiento estudiantil.

    Entre las principales caractersticas que va tener el discurso y la praxisde izquierda en la universidad, podemos sealar las siguientes:

    1. Predominio de la lgica de la confrontacin

    La izquierda construy su hegemona en los gremios estudiantiles ylaborales con una postura de confrontacin del todo o nada. La lgica de la

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    13/38

    13

    confrontacin tambin supona el empleo de la fuerza y la violencia para ellogro de sus objetivos. Esta lgica que diversos partidos populistas de AmricaLatina han desarrollado para abrirse paso de la exclusin oligrquica queprivaba de derechos polticos y sociales a las clases medias y sectorespopulares. Esta forma de lucha ser el mecanismo para abrirse camino y la

    forma principal de conquistar espacios polticos, constituyndose a la larga enparte importante de la cultura poltica del pas.En el caso peruano fue el APRA el que estableci la prctica de hacer

    que los estudiantes que ingresaran a sus filas, emplearan sistemticamentetodas las armas propias de la lucha poltica en la Universidad, no paraperfeccionarla en el sentido del mejoramiento de su eficacia acadmica y deinvestigacin, sino para usarla como un arma en sus propsitos de presin y deejercicio del poder poltico. Como para este partido la Universidad debe serutilizada para blandirla contra sus enemigos... ( Roel, 1974).

    La izquierda, para desplazar al APRA del control de muchos gremios,tuvo que aprender a recurrir a las mismas armas y maas que el APRA

    empleaba en la universidad y en los gremios laborales para mantener suhegemona. Esta lgica de la confrontacin luego empatar con el discursoradical de la izquierda (el maosmo, el leninismo), dando como resultado unamezcla explosiva que se expresar en toda una identidad poltica y que segnCotler terminar por hacer de la necesidad una virtud. (1988). Pero esalgica, a la larga, terminar reproduciendo los mismos patrones decomportamiento oligrquico.

    2.Un discurso que se sostiene y dirige principalmente en una base socialpauperizada y provinciana

    El discurso de la izquierda divide o segmenta a la sociedad en clasessociales, a diferencia del discurso neoliberal para quien no cuentan las clasessociales sino nicamente los individuos o ciudadanos. (Castillo, 1990)

    La izquierda, tributaria de la tradicin clasista del discurso marxista (elanlisis de clase), esta forma de segmentar no va escapar de reduccionismos ymodelos de clases sociales copiados de otras sociedades (la china y lasovitica), olvidando la singularidad y rigurosidad en el estudio de lacomposicin social de nuestra sociedad.

    La izquierda desarrolla un discurso que busca ganar audiencia ycorazones en determinados segmentos de la poblacin. La palabras que

    singularizan y particularizan ese discurso de referencia social van a ser:pueblo proletariado, clase obrera, sectores populares, trabajadores,campesinado, clases populares, etc. Aunque el problema de clase en elPer es preponderante, por la naturaleza capitalista de su sociedad, en eseproblema tambin va imbricado, mixturado, el problema tnico-nacional, que enel discurso de la izquierda muchas veces se obvi.

    Lynch ha sealado en un estudio sobre los jvenes rojos de San Marcosque la hegemona poltica de los sectores llamados infantiles en laUniversidad de San Marcos, se sostiene en sectores migrantes de origencampesino, que constituan una buena proporcin de la masa estudiantil de launiversidad. El discurso radical empatar con una base social provinciana de

    clase media baja con aspiraciones de movilidad social ascendente. Lo que noniega que al interior de la misma izquierda la composicin social-tnica no est

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    14/38

    14

    exenta de estas diferenciaciones sociales que se dan en la sociedad. El casoms expresivo es la conformacin de las elites universitarias de dos partidosuniversitarios: Vanguardia Revolucionaria y el FER-Antifascista, sus orgenessociales difieren sustancialmente, mientras el primero viene de los herederosde la rancia oligarqua costea venida a menos o en proceso de

    aburguesamiento; los segundos provienen de hijos de campesinos mediosempobrecidos y de pequeos terratenientes provincianos afectados por lareforma agraria, quiz all est la explicacin del porqu la odiosidad en sudiscurso radical al rgimen velasquista y por qu no pudieron entender lastransformaciones socio-econmicas que se dieron en el Per a partir de 1968.

    3. Un discurso que privilegia la idea de revolucin social

    El discurso de la izquierda va a estar atravesado por una concepcindemocrtico revolucionaria del tipo de revolucin que necesita el pas. Paraesta concepcin, el carcter semifeudal y el poder oligrquico todava seguan

    predominando en el conjunto de la economa, la sociedad y la poltica del pas.Esta visin de la revolucin supona que en el Per las tareas democrticasan no se haban realizado. Por lo tanto, la revolucin que corresponda a esetipo de situacin era realizar en el pas una Revolucin Democrtica Burguesade Nuevo Tipo (dirigida por el proletariado en alianza con el campesinado).

    En general toda la izquierda (salvo excepciones) comparta y adscribala guerra popular del campo a la ciudad, esta concepcin de estrategia derevolucin de matriz maosta. Haba ms coincidencias que diferencias encuanto a la estrategia que deba seguir el proceso revolucionario en el pas, entodo caso las supuestas diferencias estratgicas entre las distintasorganizaciones de la izquierda eran slo de matices.

    Las razones de las coincidencias en la guerra popular, esto es en sunecesidad, sus actores, inicios y etapas se deba a una razn muy sencilla quenadie se tomaba la molestia de poner sobre la mesa: todos lean los mismoslibros. Todos haban aprendido la historia oficial acerca de cmo habantriunfado las revoluciones y por analoga se tomaba las que podan parecersems al Per como la revolucin china y vietnamita, o la cubana. (Castillo, 1990)

    La izquierda nunca entendi la profundidad y los cambios quesignificaron la experiencia velasquista del ao 1968. La sociedad haba sufridoprofundas transformaciones a partir del ao 1968, que prcticamente dejaronsin banderas y programas a la izquierda y al APRA. La sociedad se configur

    aceleradamente con un carcter predominantemente capitalista y, por lo tanto,las caractersticas de los sujetos, las alianzas y la naturaleza del enemigocambiaban, obligando a replantear las tareas y la perspectiva del cambiorevolucionario en el Per.

    4. Un pragmatismo reivindicativo y utilitario

    La conversin de la universidad en una presa poltica y la inversin desus valores, tenan que conducir, como efectivamente condujeron, a que lasexigencias acadmicas fueran transformadas en facilidades acadmicas, alemplerseles como un medio para atraer adeptos.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    15/38

    15

    La prctica efectiva llevaba, en cambio, a exigir demandas inmediatas aautoridades especficas, que cualquiera que ellas fuesen eran siempre vistasen relacin utilitaria y consecuentemente despreciados como la punta deliceberg feudal-imperialista. Ello, sin embargo, no evitaba negociarnecesariamente, previa accin de fuerza, y poder satisfacer la reivindicacin,

    las ms de las veces sectorial y corporativa, del grupo estudiantil movilizado, ala par que colocar allegados entre la docencia y los trabajadores. (Lynch, 1990)

    5. El profundo sectarismo y hegemonismo

    Dos prcticas han caracterizaron a la izquierda peruana y de maneraparticular a dos de las organizaciones ms importantes de la izquierda en laUniversidad de San Marcos (Patria Roja y FER-Antifascista). El sectarismo y elhegemonismo fueron dos caras de la misma moneda.

    Desde que se escindi el Partido Comunista Peruano (1964), muchasescisiones y subdivisiones se han producido al interior de ese mosaico

    organizacional conocido como la izquierda peruana. Muchos partidos de laizquierda se han considerado los autnticos PC, autnticos Partido de laRevolucin, el partido que deba dirigir el proceso revolucionario, ese esprituadnico que ha perseguido a muchas organizaciones de la izquierda ha llevadoa que entre ellos se excomulguen y anatematicen, originando situaciones deverse como irreconciliables enemigos polticos y no llegar a niveles de acuerdoy consensos bsicos, a pesar de que en el fondo partan de las mismaspropuestas estratgicas de cambio social.

    El sectarismo expresa muchas cosas: miedos, temores y un espritu decofrada. Mucho del sectarismo encubra afanes caudillescos y rencillaspersonales, disfrazadas de supuestas defensas de posiciones revolucionariasen el movimiento estudiantil. En el fondo, el sectarismo encubra la pelea porpequeas cuotas de poder y la defensa de intereses de grupo o corporativos.

    Otro aspecto importante de la prctica de la izquierda es elhegemonismo de los grupos ms grandes o de los grupos polticos de mayorantigedad. Estos grupos se crean exclusivos para tener el control absolutoy/o la mayora de los principales cargos polticos y gremiales, de tener laprimaca de las direcciones polticas apelando a su mayora y/o a la hbilmaniobra de sus polticas de alianzas, siendo excluyentes con toda persona y/ogrupo que no era de su corriente. Este tipo de concepcin totalitaria de lapoltica, donde la hegemona es mal entendida como fuerza, maa, cabe,

    imposicin del grupo mayor sobre los dems grupos. Este tipo de prcticacorrosiva en el movimiento estudiantil y sindical, originara rompimiento delfrente nico, pugnas innecesarias y un fraccionamiento que no permitiraacuerdos comunes por el bien del movimiento estudiantil y las perspectivas desus lucha.

    6. Carecer de una propuesta programtica de nueva universidad

    La izquierda universitaria siempre menospreci a la institucinuniversitaria. La visin instrumental que tena de la universidad, era ser unacaja de resonancia poltica para sus labores de captacin, movilizacin y

    agitacin poltica. No haba en ella nada que cambiar y reformar. Privilegi laidea de cambio hacia afuera (la sociedad) que hacia adentro (la Universidad).

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    16/38

    16

    A la difcil situacin por la que pasaba la universidad no se antepona unproyecto de desarrollo de nueva universidad por parte de los gremios y/ogrupos universitarios. La crisis de la universidad, llevada a la deriva porabandono del Estado, con la paulatina reduccin de la inversin en Educaciny reduccin de sus rentas y el paulatino proceso de privatizacin de la

    educacin pblica en los aos noventa.Como dira un ex Rector de San Marcos: En mis dilogos con dirigentesestudiantiles, senta que uno de los puntos de desacuerdo era precisamenteque para las dirigencias polticas, la universidad era siempre para otra cosa: larevolucin, para el pueblo, para la agitacin, para cualquier elemento todosimportantes, pero ninguno de los grupos polticos tena una imagen muy clarade cmo desarrollar la universidad. Es decir, se le vea como una institucinms o menos indefinida que no importaba mucho como tal, como universidad,sino en funcin de ciertas funciones que a veces eran circunstanciales.12

    3.2. LA POLTICA SEGN LAS ORGANIZACIONES EMERGENTES

    A comienzos de los aos noventa asistimos a la desaparicin paulatinade una diversidad de grupos de izquierda, desde organizaciones grandes ypequeas que vienen de dcadas atrs.13 Mientras unos mueren comoespacios organizacionales, otros emergen para reemplazar el vaco dejado porlos partidos universitarios. La aparicin espontnea, heterognea, fragmentada,plural e informalizada de pequeas organizaciones en diferentes escuelas yfacultades anuncia el cierre de un ciclo poltico y la aparicin de otro ciclo, peroque es en cierta medida la continuidad del anterior, pero es sobre todo suanttesis por representar su negacin poltica.

    La pregunta que aparece en mi mente qu son esas organizacionesemergentes y en qu se diferencian de las llamadas organizacionestradicionales de izquierda en la universidad? Al intentar hacer unaconceptualizacin de estas organizaciones emergentes podemos pecar engeneralidades y no hacer las distinciones y diferenciaciones que hay y queexisten entre estos heterogneos grupos emergentes, pero ello no niega queme aventuremos en ese esfuerzo.

    Empezaremos diciendo que las organizaciones emergentes14 sonespacios polticos de corte exclusivamente universitario, ms o menosinstitucionalizados, de diverso signo poltico e ideolgico no tan explicitados ysu aspiracin inmediata no es cuestionar la estructura social y el poder de la

    clase dominante, sino buscar reformas inmediatas a la universidad y derechos

    12 Cornejo Polar, Antonio, Universidad para el Cambio. En la Revista universitaria CuestinPreviaN 2, Junio de 1991, pg. 17.13 Las organizaciones de izquierda sufren una profunda crisis existencial que se expresa endivisiones, disolucin, abandono de la actividad poltica de los cuadros y relajo de la militancia.La poltica de izquierda se informaliza y entra en un proceso de liberalizacin poltica ydescomposicin poltica. Este fenmeno viene desde mediados de los aos ochenta y con msfuerza desde fines de los ochenta y comienzos de los aos noventa. Ninguna organizacin dela izquierda se salv de esta crisis. Las que pudieron sobrevivir y pasar el diluvio tuvieron quereajustar sus discursos, sus formas orgnicas y cambiar los clsicos smbolos por otrossmbolos.14

    Actualmente me encuentro trabajando un captulo, dedicado a describir y caracterizar a cadauna de las organizaciones emergentes aparecidas en la dcada de los noventa en laUniversidad de San Marcos.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    17/38

    17

    estudiantiles. Sus formas orgnicas que adoptan son diversas y variadasdependiendo de la naturaleza de su quehacer, pueden ser desde un crculo deestudio, taller de estudios, una revista de opinin, una colectividad poltica, unclub de poetas, una lista electoral, etc. Pero lo que las une y caracteriza a todasellas es su negacin a la forma clsica de hacer poltica: la militancia

    organizada en partidos, sea de derecha o de izquierda.A qu tipo de organizaciones emergentes me estoy refiriendo cuandosealo lo caracterstico de los aos 90? Slo para mostrar una muestrapequea pero representativa, quiero sugerir las siguientes organizacionesaparecidas en la dcada de los noventa en la Universidad de San Marcos:15

    a) Organizaciones ElectoralesSanmarquinos IndependientesAfirmacin Sanmarquina, etc.

    b) Organizaciones Tipo Taller y/o Crculos de estudio

    Crculo de Estudios Von MisesTaller NaupamachuTaller TALES V

    c) Colectivos polticos de IzquierdaDemocracia EstudiantilColectivo AmautaIntegracin EstudiantilJuventud Popular

    d) Organizaciones de Vocacin religiosaCoordinadora de Comunidades CatlicasCoordinadora de Estudiantes Evanglicos

    e) Organizaciones de tipo cultural y/o poticoGrupo NEN

    f) Organizaciones de generacin de opinin pblicaRevista Herejes y Renegados

    Seis son las caractersticas bsicas que distinguen a las nuevas

    organizaciones emergentes de las llamadas organizaciones tradicionales deizquierda:

    1. Un profundo espritu de negacin de la experiencia poltica anterior, demanera particular de la izquierda radical y legal.

    15 En esta muestra slo hago referencia explcita a organizaciones aparecidas en la CiudadUniversitaria de San Marcos en la dcada de los aos noventa y no tomo o incluyo a las

    organizaciones aparecidas en la Facultad de Medicina de San Fernando. Por razones detiempo y la falta de fuentes no voy a incluir a las organizaciones emergentes aparecidas en laFacultad de Medicina de San Fernando.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    18/38

    18

    2. La conformacin de nuevos espacios de identidad poltica, de carcterautnomo, plural, informales y fragmentados. Una bsqueda permanente deconstruccin de sus propios espacios de organizacin autnomos.

    3. El uso de nuevos discursos, smbolos y sin una referencia explcita a

    ideologa alguna y sin referencia partidaria alguna (sea de derecha o izquierda).Salvo excepciones, algunos grupos emergentes hacen referencia explcita auna tradicin ideolgica y/o poltica.

    4. Una preocupacin principal por los problemas internos de la universidadantes que los de la sociedad en general.

    5. Una preocupacin constante por la bsqueda de un orden que les garanticeestabilidad, paz, ornato y mejores condiciones de estudio. De esa maneraveran concretada sus posibilidades de movilidad social en el futuro.

    6. Son de alcance universitario (la universidad principalmente) y temporales(corta duracin en el tiempo).

    IV. LA POLTICA SEGN LOS ESTUDIANTE DE BASE

    4.1. El TPICO ESTUDIANTE SANMARQUINO DE LOS NOVENTA : ELINDIFERENTE

    Crees que hay en los ingresantes un desencanto por lapoltica en la universidad?(...)Yo creo que aqu hay un gran problema, porque estoscompaeros que no les gusta de la poltica, que la aborrecen,guardan en el fondo un sentimiento de renovacin, de cambiode las condiciones en que estudiamos; pero que sin embargohacen muy poco por sus facultades, y en general, por launiversidad. Su lgica parece ser yo slo vengo a estudiar ala universidad, no me meto en problemas, la universidad esmuy grande y yo no la puedo cambiar. Entonces, me pareceque hay una gran indiferencia de su parte, una indiferenciaque por supuesto no es nada positiva.(Felipe Bravo Navarro, dirigente del Centro de Estudiantes deAntropologa)16

    Apoliticismo, academicismo y alpinchismo

    Tres palabras que sintetizan todo un estado de nimo, una actitudpoltica del nuevo sanmarquino de los noventa frente a la vida, a la universidad,frente a la profesin, frente a la poltica y frente al pas. En suma, expresin detoda una actitud generacional de la amplia mayora de jvenes y de maneraparticular de los jvenes universitarios del pas. Criticados, incomprendidoscomo fenmeno socio-poltico y generacional, muy pocos desde la orilla de la

    16 Tomado de la revista universitaria Cuestin Previa, N 2, Junio, 1991, pg. 28.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    19/38

    19

    izquierda han tratado de estudiar y entender a los tildados despectivamente enlas movilizaciones estudiantiles con el clich los indiferentes: vergenza deSan Marcos

    En las aulas sanmarquinas era fcil reconocer a un indiferente, quetiene por caracterstica comn:

    1. Ser los ms preocupados por las cuestiones acadmicas.2. El que expresaba una actitud de rechazo abierto a toda poltica partidaria.3. Persona escptica lindante con el nihilismo a todo tipo de discursoreivindicativo de los dirigentes gremiales.4. Una actitud abstencionista a todo tipo de participacin en movilizaciones yelecciones estudiantiles.175. Constituyen la mayora de la poblacin universitaria de San Marcos.6. Constituyen la base social pasiva del fujimorismo en la universidad

    Los indiferentes son la nueva hornada que ingresa a las aulas

    universitarias en la dcada de los aos noventa. Jvenes agobiados ytensionados por la crisis econmica y la violencia poltica que vive el pas, quecotidianamente les pone trabas a sus aspiraciones de movilidad social.Socialmente provienen de la clase media empobrecida y la clase mediaacomodada, tnicamente son ms claros y culturalmente son ms citadinos. LaSan Marcos masificada y plebeya de los setenta y los ochenta llega a su faseterminal. Los jvenes provincianos son un porcentaje minoritario de lapoblacin universitaria en comparacin con la dcada de los setenta, el cholo,cetrino y misio desaparece como actor que en un pasado muy cercano fue elsostn y la base social del radicalismo universitario de la dcada de lossetenta.

    La indiferencia como actitud poltica del estudiante de base, no esapoliticismo, ni es una despolitizacin a fondo como comnmente sealanalgunos analistas, sino es una politizacin negativa, es decir, es una actitudpoltica que expresa todo un estado de nimo, aparentemente de neutralidad eindiferencia frente a la esfera pblica. Aparentemente es as, pero es la maneraconservadora de tomar una posicin poltica frente a los problemas del pas ysu realidad institucional (la universidad).

    Esta actitud poltica de los estudiantes de base los lleva a desentendersede los asuntos pblicos y dejar en manos de el Estado autoritario los asuntospblicos, para que resuelva los problemas del pas y su universidad. Le origina

    una profunda tensin lo que pasa en el pas y lo que pasa en su universidad,pero para alejarse de esa tensin que le produce esa realidad, adopta la actituddel avestruz, retraerse en sus asuntos personales y privados. El yo se convierteen el eje de su preocupacin.

    17Sandro Venturo, en una entrevista que le hizo el diario El Comercio, problematiza sobre eltema de la indiferencia de la nueva generacin frente a la poltica. l se formula algunaspreguntas interesantes que merecen tenerse presente para entender no slo un estado denimo de los jvenes sino un situacin concreta que involucra a los mayores, cuando sepregunta: indiferentes, acrticos e individualistas, pero en relacin a qu?, a la poltica?,

    acaso todos los peruanos jvenes y adultos no estamos desencantados de la polticatradicional? Por qu solo se le achaca eso como defecto a los jvenes?

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    20/38

    20

    4.2. POLTICA Y GREMIOS

    La relacin poltica y gremios ha sido un pilar fuerte de los movimientosestudiantiles a lo largo del siglo XX en el Per y Amrica Latina. Ha sido una

    relacin fluida y por decir placentera, que se vera trastocada y cuestionada enlos aos noventa. Una interesante pregunta reflexiva de una estudiante (HildyQuintanilla, de las Comunidades Catlicas de San Marcos) de esos aossintetizara esa preocupacin por la ausencia y distanciamiento de las nuevaspromociones frente a la institucin gremial:

    Al entrar a la universidad un gran sector de los ingresantes se pone al margende la vida institucional, gremial, cultural y poltica. Perciben un ambientesospechoso, poco transparente. Esto de alguna manera debera ser uncuestionamiento para las organizaciones existentes. Qu factores limitan opotencian la participacin de los ingresantes a la vida universitaria?18

    Durante los aos 90 se ha presenciado una prdida gradual del prestigiode los organismos estudiantiles, a tal punto que en muchas universidades, queen aos anteriores se caracterizaron por una gran actividad poltica juvenil, enla actualidad es comn que no funcionen federaciones de estudiantes. Enalgunos casos, existen facultades que ni siquiera tienen centros federados uotro tipo de representacin reconocida por las autoridades. (Chvez/ Sagasti,1998)

    Realizando un trabajo de campo, cuyo objetivo era recoger lostestimonios directos de los jvenes ingresantes de los aos noventa en laUniversidad de San Marcos, respecto a diversos tpicos de la realidad nacionaly universitaria, se recogieron las siguientes impresiones que pueden darnosalgunas pistas para explicar y comprender muchas de las actitudes polticas delos estudiantes de esa dcada.

    Quisiramos partir por las imgenes que tienen y las actitudes quegenera en los jvenes universitarios su mximo gremio estudiantil: laFederacin Universitaria de San Marcos (FUSM). Se constata una profundacrisis de legitimidad y de representacin del mximo gremio frente a susrepresentados. Son diversas las razones, pero lo que resalta es una imagennegativa de su papel, una imagen crtica de quienes lo dirigen y la crisisexistencial cotidiana como gremio, agregado ello el desinters y

    desconocimiento de la funcin que cumple el mximo gremio. En medio detodo ello hay voces que no pierden la esperanza de una reorganizacin gremialva nuevas elecciones para darle nuevos bros al que fue el mximo gremio deSan Marcos.

    Aqu los testimonios recogidos de los jvenes universitarios de los aosnoventa, voces que interpelan y cuestionan la forma tradicional de manejoburocrtico y antidemocrtico del gremio, en la cual se sealan responsables yposibles salidas para su crisis:

    Bueno, en ese tiempo que la FUSM era visto, tena la imagen de un grupo queestaba constituyndose en la universidad, pero eran representadas por

    18 Cita textual tomada de la Revista Cuestin PreviaN 2, Junio de 1991, pg. 7.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    21/38

    21

    personas muy antiguas y que estaban un poco desarraigadas del inters deenseanza, de la actividad acadmica que se desarrolla, pero hasta ahorasigue esa idea, esa idea hay.19

    Cmo ves a la FUSM?

    Muy mal. Yo creo que la FUSM necesita de manera urgente unareorganizacin, elecciones, cambio de directiva, realmente salvo los quetenemos cierta tendencia de izquierda y respetamos nuestras organizacionesestudiantiles. A los dems chicos, los que en realidad no tienen nada que vercon esas cosas, la FUSM no es nada y entre la misma gente que sabe que laizquierda est cada a menos por la presencia de Patria [Roja] dentro de ella.Todos dicen que la FUSM no se habla sino se ladra20

    Era un organismo muerto. Yo ingres en el 90 y prcticamente la FUSM ya noexista, solamente exista el local, pero la misma institucin ya hace muchotiempo haba dejado de funcionar, de estar operativa.21

    No tengo ningn conocimiento [de la FUSM], o sea lo habr escuchado, peronada en especial. Bueno he escuchado el nombre, no s que funcincumplen.22

    Otro aspecto que merece tocar, es la imagen que tienen ellos sobre susdirigentes gremiales y las actitudes que tienen hacia los gremios. Vemos yconstatamos por los testimonios, que hay una mirada negativa(anticipadamente ya formada desde antes que ingrese a la universidad),mezclada de desinters, temores, suspicacias y sospechas de sus dirigentes ydel gremio. Este abismal divorcio entre representantes y representados es unfenmeno que engloba una nueva realidad del Per y que la sociologa llamacomo crisis de representacin.

    Creo que es una promocin compleja, bastante heterognea. Lo primero quepudimos apreciar en ellos es que traan una actitud anti dirigente estudiantil.Para ellos, un dirigente era alguien que vena a manipularlos, a meterles ideaspolticas en la cabeza. Haba entonces, todo un rechazo a la poltica, un temorenorme.23

    Podras decirnos un ejemplo de esta indiferencia que percibes en los

    ingresantes?Mira, te dir lo que pasa en el Centro de Estudiantes [de Antropologa].Nosotros, los del Centro de Estudiantes, convocamos constantemente aAsambleas Estudiantiles, y te puedo decir que la primera vez vienen unos

    19 Anbal de la Puente, estudiante de Investigacin Operativa. Entrevista realizada el 12 de juliode 1994.20 Lin Torres Calle, estudiante de Arqueologa, base 1993. Entrevista realizada el 31 deNoviembre de 1994.21 Jos Daz Paredes, estudiante de Derecho, base 1990. Entrevista realizada el 10 dediciembre de 199422 Ral Vilca, estudiante de Contabilidad, base 1991. Entrevista realizada el 14 de Diciembre de

    1994.23 Federico Tong Hurtado, miembro del Tercio Estudiantil de Psicologa. Cita Textual tomada dela Revista Cuestin PreviaN 2, junio de 1991, pg. 27.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    22/38

    22

    cuntos, la segunda menos, y en las siguientes, ni te cuento! Quizs nosotrosno tengamos las mejores propuestas, pero la indiferencia de algunosestudiantes llega ya a la apata. Constantemente repiten: yo no me meto enesto, esto no va conmigo. Esos son sus lemas favoritos.24

    El trabajo de investigacin del profesor Jos Flores Barboza, arrojamuchas luces sobre estas actitudes de las nuevas promociones de estudiantesde San Marcos frente a sus gremios y la poltica. l se formula una preguntamuy interesante: es lo mismo hablar del comportamiento de la mayora de losestudiantes que del de las dirigencias sanmarquinas? Indudablemente existeuna fractura, por no decir un divorcio entre lo que piensan y hacen susdirigentes y entre lo que piensa y hace el comn de los estudiantes. Una de lasconclusiones que arroj su investigacin fue que ocho de cada diezestudiantes nunca o rara vez participan en asambleas.25

    4.2. EL TERROR Y LA POLTICA

    Violencia, terrorismo y guerrilla son trminos que, generalmente, seasocian al pensamiento marxista o de la izquierda en general. Pareciera comoque estos fenmenos, aparte de ser iguales, recin hubiesen aparecido en elsiglo ltimo, como prctica exclusiva de las revoluciones socialistas y de losmovimientos de liberacin nacional y social. (Simon Munaro, 1988)

    Una pregunta interesante de formularse es si puede la polticafuncionar en escenarios de terror y violencia?, cul es el costo poltico queorigina el terror como instrumento poltico al quehacer poltico de losestudiantes?, se redefine la poltica en un escenario de violencia poltica? Enfin, se pueden formular muchas preguntas ms, pero partiremos por tratar deresponder estas tres preguntas.

    La violencia y el terror26 han sido el medio y/o instrumento fundante dela poltica y el poder en el Per, y los que se basan sta en la ms abiertaparticipacin popular y la democratizacin del poder oligrquico. Esteinstrumento se convirti con el paso de los aos en una prctica recurrente delas organizaciones populistas (APRA y la izquierda) en el medio universitario yen la cultura poltica de sistema de partidos en el Per.27 Los partidos

    24 Entrevista realizada a Felipe Bravo Navarro, dirigente del Centro de Estudiantes deAntropologa. Cita textual tomada de la Revista universitaria Cuestin Previa N 2, Junio de

    1991, pg. 28.25 Ver, FLORES Barboza, Jos. El perfil socioeconmico, cultural y poltico del estudiantesanmarquino. Facultad de Educacin, Instituto de Investigaciones Educativas. Lima, 1993.26 Es necesario aclarar que cuando hablamos de terror como arma poltica de persuasin eimposicin de determinadas ideas y propuestas polticas, sobre una determinada colectividadsocial o poltica, no slo nos referimos al terror que implementan los grupos subversivos (SL,MRTA), sino tambin al terror que impone el Estado burgus.27 Como dice la Comisin del Senado sobre las causas violencia: (...) es un hechohistricamente probado que existe una relacin directamente proporcional entre el sistemasociopoltico y la ampliacin o disminucin de la violencia poltica. En efecto, a mayorcapacidad del sistema para atender con criterios de justicia las necesidades de la comunidad ycomportamiento democrtico de los rganos estatales, menor produccin de violencia poltica yaislamiento de los que preconizan. Inversamente a mayor selectividad o elitizacin del sistema

    de atencin de las demandas sociales y comportamiento antidemocrtico, con uso inclusive deuna violencia ilegtima de los rganos del Estado, mayor posibilidad de un incremento de laviolencia poltica, que puede dar lugar a que las opciones militaristas se fortalezcan. En

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    23/38

    23

    populistas, para abrirse camino de la exclusin social y poltica a que loscondenaba el rgimen oligrquico, as como a las mayoras nacionales,tuvieron que recurrir a la dos lgicas polticas: la lgica de la confrontacin(revoluciones, rebeliones, la violencia, etc.) y la lgica de la negociacin(pactos, convenios, compromisos, participacin en elecciones, etc.). El APRA

    fue, en ese sentido, hbil y eficaz en aplicar esas dos lgicas y llegar a tenerdeterminadas cuotas de poder poltico a lo largo de sus 70 aos de existencia.Para Sendero Luminoso la Universidad era un campo de batalla, una

    trinchera de lucha, donde se captaba cuadros, refugio de sus militantes, centrode adoctrinamiento de sus simpatizantes y una extensin territorial de unazona liberada del Estado burgus. Para Sendero no haba nada que reformaren ella sino haba que destruir la vieja institucionalidad del Estado fascista. LaUniversidad era caja de resonancia de sus acciones y el que se opona a ellosse ubicaba en el campo de la contrarrevolucin y, por lo tanto, era enemigo.

    Sendero para imponer sus ideas no apel a la razn o la persuasin (nohaba nada que discutir para ellos), sino que apel a la vieja prctica

    oligrquica de la imposicin de sus ideas por medio del terror poltico. Los milojos y mil odos del partido se ajustaba a esa lgica del terror: el petardo y lavirulencia de su discurso montono y sin fisuras, originaba en sus adversariospolticos un miedo, un respeto fundado en el temor. Esto va a dar lugar a unclima profundo de desconfianza de los estudiantes hacia los gremios y losgrupos polticos de la Universidad. Se viva un ambiente sospechoso y unaparlisis de participacin por temor de verse envuelto en situacionesinesperadas.

    Tal como lo testimonia una estudiante de Biologa cuando se le preguntasu opinin sobre el accionar de Sendero en la universidad:

    Que queran sembrar el pnico, es lo nico que conseguan hacer. Despusno me pareca nada inteligente su manera de protestar, ms bien estabangenerando que la gente tenga miedo. Me parece bastante cobarde.28

    Algunos estudios psicolgicos han relacionado los efectos que laviolencia genera en los civiles (los desplazados por la violencia) y de maneraparticular han resaltado sus efectos desestructuradores en las relacionessociales. La conclusin que arrojan esos estudios, es que el terror implica unaprofunda alteracin de los patrones de comportamiento social de los individuosy las colectividades, porque lesiona los vnculos sociales que unen a las

    personas. (CNDDHH, 1994)4.3. LA BSQUEDA DE UN ORDEN Y LA POLTICA

    Una de las problemticas que vivi el Per en la dcada de los ochenta,tuvo que ver con el tema del orden. Tradicionalmente considerado como una

    Violencia y Pacificacin. Comisin Especial del Senado sobre las causas de la Violencia yalternativas de Pacificacin en el Per. Lima, DESCO/ C.A.J., 1989, pg. 37.28 Karola, estudiante de Biologa, base 91. Entrevista realizada el 7 de diciembre de 1994.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    24/38

    24

    categora del pensamiento conservador, la nocin de orden conlleva una cargade poder y disciplina (reina el orden).29

    La idea de orden en los estudiantes sanmarquinos de los aos noventaest asociada con la idea de orden social, estabilidad poltica, tranquilidadsocial. Ms an si ese orden est estrechamente concatenado a sus

    aspiraciones de movilidad social ascendente y cuando cotidianamente se venacosados, constreidos y precarizadas sus expectativas de realizacinprofesional por la agudeza de la lucha de clases y la magnitud que adopta laviolencia poltica en al pas y de manera particular en la Universidad de SanMarcos.

    Nolbert Lechner, en un sugerente ensayo, lanza la tesis de que lasgrandes transformaciones en curso conllevan una transformacin de la poltica.Entre uno de los factores que explican los cambios en la manera de hacer y depensar la poltica, se halla que las viejas certezas de ayer se han convertido enlas nuevas incertidumbres de hoy, esto da lugar a una demanda de estabilidad.Como dice en su agudo ensayo:

    En tal situacin adquieren supremaca dos consignas siempre presentes enpoltica. Por un lado, la anterior demanda de cambio social es relegada por lademanda de estabilidad. Ya no se trata tanto de revolucionar estructurasanquilosadas como de exorcizar la sensacin de lo efmero y asegurar algoperdurable en el tiempo.(...) Por eso, en los pases con elevada tasa deinflacin o violentos vaivenes polticos, el deseo de estabilidad prevalece alpunto de desplazar otras preferencias, incluyendo las mejores economas, a unrango secundario. (Lechner, 1996)

    Esta bsqueda angustiosa de orden en la universidad y la sociedad delos estudiantes de los noventa, va a encontrar su cauce y capitalizacin en unalgica autoritaria de signo conservador; el fujimorismo. Como dira Lechner:

    el transtorno de la vida cotidiana provoca, como vimos, un temor al cambio entanto socava las certidumbres bsicas. Sospechndose por doquier la obra deconspiradores ocultos y enemigos omnipotentes, se visualiza a la poltica comouna amenaza o, lisa y llanamente, como subversin. Identificando la poltica einseguridad, se clama por un Estado Autoritario en defensa de la ley y orden.(Lechner, 1982).

    Tal como se constata en los siguientes testimonios de estudiantes,veamos algunas respuestas que recibimos sobre el consenso ganado en losestudiantes de base por la intervencin militar de la Universidad de San Marcos(1991-1998) y saquemos nuestras propias conclusiones de sus respuestas:

    Yo ingres el ao 90, como te deca, me entr a la universidad. Me encontrcon las paredes pintadas, las sillas, los problemas de terrorismo que haba enese tiempo: el Presidente Gonzalo, la lucha armada, la guerra de guerrillas todoeso pintado. Cuando uno llega por primera vez como que uno toma la idea dedesorden (...) entonces lo que uno se encuentra en el sector de los alumnos de

    29

    En este punto vamos a tratarlo tomando como marco de referencia algunas ideas de NolbertLechner, socilogo chileno. Sus reflexiones crticas y agudeza analtica nos servirn paradesarrollar este espinoso tema.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    25/38

    25

    rebelda. Ahora qu es lo que causa en algunos que entran por primera vez, osea que creen que hay un desorden, creen que no se respetan las autoridades(...)30

    Qu opinin tuviste cuando los militares tomaron la universidad?, qu

    reaccin te gener?De aprobacin. Me pareci perfecto, haba demasiado desorden que hayancausado sea de manera inteligente de protestar y por eso me pareci perfectoque entraran y ahora estamos tranquilos y podemos estudiar en tranquilidad.Mira mientras yo s que se van a quedar y mientras se queden va a ver orden,para m perfecto y si se tienen que ir y se que la cosa va estar como [en orden]ahora me parece bien, cosa que no creo. (...) hasta que no salgan esaspersonas [la ultraizquierda] que personas que piensan de esa manera, piensoque no deberan salir los militares.31

    Yo s justifico la presencia de los militares en San Marcos. Ellos han facilitado

    las cosas para este paulatino ordenamiento de la universidad. Si los militaresno entraban, hubiera sido imposible quitarle la hegemona, el control fsico de launiversidad a los grupos prosubversivos. San Marcos era tierra de nadie.32

    l [Luis Denegri] est plenamente de acuerdo con la presencia de undestacamento militar en el campus universitario. Ahora no hay bombas, nibalaceras. Antes era una vaina estudiar as. Adems, los militares no sonhostiles, han pintado las paredes y se llevan bien con todos. Nosotros leshemos curado las caries a muchos soldados.33

    4.4. POLTICA Y ESTTICA

    Para cualquier nuevo estudiante que por primera vez entraba al claustrouniversitario o visitaba la universidad a comienzos de los aos noventa, loprimero que vea era todas sus paredes llenas de grafitis, de pintas, consignas,murales y membretes de los distintos grupos polticos de la izquierda y, demanera particular, de los grupos alzados en armas que invocaban a la guerraantes que al estudio, al desorden antes que al orden, a la rebelin antes que ala paz. Tal como lo constata Mnica Feria, en un artculo de mediados de losaos ochenta:

    ...As constatamos en esta universidad la convivencia de lo ms dismil ycontrapuesto: pabellones cubiertos de pintas y consignas revolucionarias,pizarras de todas las tendencias, suciedad, olor a orines, pabellones tipocolegio como el nuevo pabelln de sociales, un estadio que se puebla deparejas al anochecer, ausencia de jardines, viento, polvo, carpetas rotas,

    30 Anbal de la Puente, 23 aos, Base 90, Escuela de Investigacin Operativa, UNMSM.Entrevista realizada el 12 de Julio de 1994.31 Karola, 22 aos, base 91, Escuela de Biologa, UNMSM. Entrevista realizada el 7 de julio de1994.32 William Menacho, 22 aos, Estudiante de Derecho, ex-militante de izquierda. Cita textual

    tomada del diario La Repblicadel domingo 22 de Marzo de 1994, pg. 22.33 Luis Denegri, 25 aos, Estudiante de Odontologa. Cita textual tomada del diario LaRepblicadel domingo 22 de Marzo de 1994, pg. 23.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    26/38

    26

    ventanas sin lunas, caos. Una pared amarilla medio derruida, que dice arribasalvar/ser y abajo el dibujo de la hoz y el martillo: Viva la guerra popular. Porlas escalinatas de letras Jos y Miguel besndose, presencia marginal que nodeja de ser significativa. Incursiones policiales, enfrentamientos, muerte.Afuera: rochabuses, quema de llantas, lacrimgenas, huelgas. (Feria, 1988:

    162)

    Todo parece indicar que la poltica y la esttica de esos aos coincidacon un estado de nimo, con una subcultura poltica que envolva a la izquierdasanmarquina. La esttica del estudiante joven rojo se pareca a la estticaque tena el hombre de la pinturas rupestres de Toquepala, pintar paracomunicar su presencia y dejar huella de su presencia en ese espacioinstitucionalizado considerado como su zona liberada. El ornato y la limpiezano figuraban como parte de sus hbitos, en fin, graficaba la cruda realidad y elabandono en que se encontraba la universidad por parte de sus actoresllamados a transformarla.

    La nuevas hornadas de ingresantes a San Marcos con otrassensibilidades, con otras aspiraciones y visiones diferentes a las anterioresgeneraciones y, sobre todo, con una esttica que mira con agrado la limpieza,el orden y ornato. Es por ello que cuando ven su universidad convertida en unconjunto lgubre de pintas y grafitis que afean la fachada de la universidad yque adems les invita a la violencia, al caos, al desorden, originando en ellosel que se sientan frustrados, se sientan amenazadas sus aspiraciones derealizacin profesional. Esta bsqueda de ornato, belleza, orden encontrar yempatar con una salida autoritaria que les prometer limpieza (pintado deparedes), belleza (buenos jardines), ornato (remodelacin de ambientes) yorden (erradicacin de los subversivos de la universidad), no importando elcosto poltico que ello significa, no importando si ello implica la violacin de laAutonoma Universitaria o la presencia de una base militar en su universidad.34

    La lgica prctica del estudiante de los noventa no reflexiona, ni mira lasimplicancias polticas que tiene aceptar tal salida autoritaria, aflora supragmatismo con tal que le garantice un orden, la tranquilidad, lo dems essecundario. Tal como lo testimonia una estudiante de Biologa:

    Qu impresin te gener cuando ingresaste y viste el aspecto fsico de SanMarcos?Me choc horriblemente, por que nunca en mi vida haba venido a San Marcos,

    yo vivo lejsimos. Llegu a San Marcos, caramba que voy a estudiar, me morade miedo, por las pintas, carteles, banderas. Me choc, claro que despus

    34 Como confirma un informe realizado por la revista Cuestin Previaen el ao 1991 en base aentrevistas a los cachimbos:Todos absolutamente todos los cachimbos encuestados opinan que las pintas, adems dedarle aspecto lgubre a la universidad, han perdido credibilidad ante los estudiantes.Augusto, recin enfilado a la Facultad de Derecho, nos manifiesta su deseo: quisiera que SanMarcos tuviera otra fachada, porque pintarrajendola no se logra nada... los quemalogran las paredes deberan tomar en cuenta que no por las pintas vamos a pensarcomo ellos. Y Juan Jos, demostrando que los cambios no se van a conseguir slo conbuenas intenciones, nos cuenta cmo piensa l contribuir a embellecer su escuela de

    Comunicacin Social: esta semana un grupo de alumnos vamos a pintar las paredes denuestro pabelln. Como vemos, nuevas preocupaciones han pasado a formar parte de laagenda poltica de los estudiantes.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    27/38

    27

    cuando las cosas fueron mejorando, cuando entraron los militares se produjoeso, me sent mucho ms tranquila, ahora no tengo miedo irme tarde de aqu.Cosas as.35

    4.5. LA FAMILIA Y LA POLTICA

    Es difcil imaginar que la poltica pueda ser totalmente independiente deelementos de la sociedad tan esenciales como la economa, la composicinsocial y estratificacin social, el papel de las familias y de los individuos y de lacultura.

    La ciencia poltica ha resaltado mucho el aspecto de la adquisicin deactitudes polticas y pautas de comportamiento de los miembros de unasociedad va la socializacin poltica que imparten las familias. Aunque esinnegable la importancia de la familia como agente de socializacin poltica hahabido muchos casos de conflictos y brechas entre las generaciones. En

    particular, el surgimiento de las culturas juveniles en todas las sociedadesmodernas ha producido una rebelin poltica y un radicalismo en la juventud.(Merkl, 1968)

    Sera interesante preguntarse en qu medida los familiares de losjvenes ingresantes en los aos noventa han influido y determinado muchas desus actitudes y comportamientos respecto a la poltica?, en qu medida estaorientacin de la neutralidad frente a la poltica es expresin de unconservadurismo poltico en la sociedad ante el fracaso del sistema de partidosy la violencia? Bueno, sera larga la lista de preguntas que nos podramoshacer en torno a este aspecto, pero queremos comenzar por absolver estasdos preguntas para hilvanar una argumentacin explicativa a muchas de lasactitudes de los jvenes universitarios sanmarquinos de los aos noventa.

    Para Lipset, las influencias derivadas de las experiencias universitariasno constituyen, por supuesto, los nicos y ni siquiera los principalesdeterminantes de la actitud poltica del estudiantado. (...) Las perspectivasfamiliares influyen a menudo en las orientaciones estudiantiles. Para l muchosestudiantes que experimentan una tensin entre la atmsfera poltica de launiversidad y la tradicin ideolgica familiar evitan la opcin abstenindose detoda actividad poltica y aceptando la doctrina segn la cual el estudio y lapoltica no pueden marchar juntos. La mayor parte de los estudiantes de origenconservador se mantiene en esta lnea. (Lipset, 1968)

    Todo parece sealar que el proceso de conservadurizacin de lasdiversas capas sociales de la sociedad peruana se viene incubando desdemediados de los aos ochenta, proceso ste que fue resultado del espiral deviolencia poltica y la galopante crisis econmica, agregado a ello la profundadecepcin y desilusin que origin el gobierno aprista. Como seala un agudoanlisis de esos aos sobre este fenmeno poltico:

    En los primeros momentos del gobierno aprista sus ilusiones y expectativascrecen al calor de los balconazos, pero pronto la realidad los golpeacrudamente. La crisis econmica con sus rigores, la persistencia y aun laagudizacin de la guerra, la corrupcin del gobierno, en fin, para ellos en gran

    35 Karola, 22 aos, base 91, Escuela de Biologa, UNMSM. Entrevista realizada el 7 de Julio de1994.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    28/38

    28

    medida las reformas pregonadas por Alan Garca haban representado larevolucin. Revolucin que ven fracasar. Decepcionados, desilusionados, casisin esperanzas, estas capas sociales se vuelven ms conservadoras,acrecientan sus temores frente a Sendero Luminoso y se alejan de la IU querepresenta la revolucin. (Voz Comunista, 1989)

    Para la opinin pblica San Marcos se haba granjeado una imagennegativa como institucin. Para muchos peruanos estudiar en San Marcos eradedicarse a la poltica, era terminar la carrera varios aos ms de loestablecido, era sinnimo de huelgas, paros, marchas callejeras y sobre todode ser un potencial subversivo. En fin, mltiples imgenes que ya nocorrespondan a la nueva realidad, pero que tensionaban a muchos padres defamilia con el temor de que sus hijos se dediquen a la poltica y no al estudio:Tal como lo testimonia Lin Torres, ingresante del ao 1993 a la carrera deArqueologa:

    Mi mam siempre quiso que yo estudiase en la Catlica. Mi pap prefera queestudiase en la Catlica por razones de tiempo no? Deca que Catlica esms ordenada, que puede hacer ms rpido la carrera. Pero mi mam siempreha habido un rechazo de clase como se dira. Frente a San Marcos mi mamalegaba que era nacional, que haba muchas huelgas, adems que me iba adedicar a ser pura poltica.36

    La familias van a ejercer una poderosa influencia socializadora de signonegativo y van orientar a sus hijos hacia asumir una actitud desfavorable ycrtica a todo lo que signifique la poltica. En ese sentido las familias, ya sea pordefinicin poltica o por temor a que sus hijos se dediquen a actividadespolticas subversivas, se convierten en un reservorio del conservadurismopoltico que va a ser capitalizado por el rgimen autoritario del fujimorismo.

    Otro testimonio de un joven dirigente estudiantil, Luis Lazo (miembro delConsejo Universitario de Medicina), confirmar esta actitud de abstencinfrente a la poltica de las nuevas promociones de ingresantes:

    A qu se debe el desencanto de los cachimbos con respecto a la poltica enSan Marcos y los dirigentes?Considero que los cachimbos vienen a la universidad desde sus casas con elconsejo de sus padres de que a la universidad se viene slo a estudiar y no a

    hacer poltica; lo cual es un factor que genera abstencin total por parte de losestudiantes.37

    4.6. LA ESTIGMATIZACIN DE LA POLTICA ORGANIZADA

    La estigmatizacin en la poltica equivale comparativamente a lo quesignific ser un leproso en la sociedad medieval del siglo XIII, o sea unapestado y altamente contagioso polticamente. El discurso de la antipoltica hacumplido su papel nefasto en la conciencia de millones de personas, pero loque le singulariza es su negacin a toda institucionalidad partidaria comovehculo y expresin de las demandas de los ciudadanos ente el Estado.

    36 Entrevista realizada el 31 de noviembre de 1994.37 Cita textual tomada de la revista universitaria Cuestin PreviaN 2, junio de 1991, pg. 29.

  • 7/31/2019 Grover Ponce

    29/38

    29

    El estigma a la poltica y a los que se dedican a la vida poltica es un

    hecho generalizado en el Per de los noventa y est envuelta de sentimientoscontradictorios, de experiencias amargas y decepciones polticas por el comnde las personas, pero lo que resalta es el distanciamiento brutal de la sociedad

    frente a la poltica partidaria como vehculo de solucin a sus problemascotidianos.Los partidos se quedan sin base social que los sostenga, liderazgos sin

    masas, reemplazados por los liderazgos mediticos y sin doctrinas, lospropuestas programticas son reemplazadas por slogans sin contenidoprogramtico. Los nuevos partidos devienen en organismos sin vida orgnica,en listas electorales que se arman segn la coyuntura electoral para luegodesaparecer, se convierten en organismos laxos, sin ideologas definidas. Lasizquierdas y las derechas sufriran las letales consecuencias de estaestigmatizacin poltica.

    La izquierda haba dejado a lo largo de sus treinta aos de existencia

    hegemnica en la Universidad de San Marcos todo un espritu, una tradicin yun modo de ser sanmarquino. Al clsico sanmarquino se le identificaba como elrebelde, el joven rojo, el sanmarquino tira piedra, el sanmarquinocomprometido con su pueblo.