guillermo bluske. la clase política y el desarrollo nacional

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  AGUSTÍN  A. M. G  ARCÍA S  ANZ  AGUSTÍN G ORDILLO El juicio contra Garzón y la eficacia de los sistemas de protección de los derechos humanos. Por  J UAN  J USTO y  J UAN  P .  BOHOSLAVSKY . p. 7 Why have elected politicians established independent central banks? Por  J OSÉ I GNACIO C OSTA. p. 21 La clase política y el desarrollo nacional. Por G UILLERMO  B  LUSKE . p. 31 Reflexiones sobre el trato jurisprudencial de los derechos económicos, sociales y culturales en la Argentina. Por O  RLANDO  P ULVIRENTI . p. 53 Discurso jurídico y derecho administrativo. Doctrina de facto y emergencia económica. Por  N  ICOLÁS  D  IANA. p. 73  M  ARCELO B  RUNO D OS  S  ANTOS S  ANTIAGO R. C  ARRILLO  N  ICOLÁS  D  IANA N  ICOLÁS  E  LIASCHEV  F  RANCISCO J. F  ERRER

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 AGUSTÍN  A. M. G  ARCÍA S  ANZ 

 AGUSTÍN G ORDILLO

El juicio contra Garzón y la eficacia de los sistemas de protección

de los derechos humanos.Por J UAN  J USTO y J UAN  P.  BOHOSLAVSKY . p. 7

Why have elected politicians established independent central banks?Por J OSÉ  I GNACIO C OSTA. p. 21

La clase política y el desarrollo nacional.Por G UILLERMO B LUSKE . p. 31

Reflexiones sobre el trato jurisprudencial de los derechos económicos,sociales y culturales en la Argentina.Por O RLANDO P ULVIRENTI . p. 53

Discurso jurídico y derecho administrativo. Doctrina de factoy emergencia económica.Por N  ICOLÁS  D  IANA. p. 73

M  ARCELO B RUNO D OS S  ANTOS  S  ANTIAGO R. C  ARRILLO

NICOLÁS DIANA NICOLÁS ELIASCHEV FRANCISCO J FERRER

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 n  icolás d iAnA · n  icolás e  liAschev  · F  rAncisco J. F  errer · J oseFinA P  Azos  · 

 K  ArinA P  rieto · o rlAndo P ulvirenti  · guillerMo s cheiBler · g erArdo s cherlis 

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Res Publica Argentina

2009-2 y 3 Abril - Diciembre 2009

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LA CLASE POLÍTICA Y EL DESARROLLO NACIONAL. Por Guillermo Bluske

p. 31.

WHY HAVE ELECTED POLITICIANSESTABLISHED INDEPENDENT CENTRAL BANKS?

Por José iGnacio costa

p. 21.

EL JUICIO CONTRA GARZÓN Y LA EFICACIA DE LOSSISTEMAS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Por Juan Justo y Juan P. Bohoslavsky

p. 7.

ÍNDICE

REFLEXIONES SOBRE EL TRATO JURISPRUDENCIALDE LOS DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES

 Y CULTURALES EN LA ARGENTINA. Por orlando Pulvirenti

p. 53.

DISCURSO JURÍDICO Y DERECHO ADMINISTRATIVO.

DOCTRINA DE FACTO Y EMERGENCIA ECONÓMICA.Por nicolás diana

p. 73.

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LA CLASE POLÍTICA Y EL DESARROLLO NACIONAL

Por Guillermo Bluske

“Mi político, mi alumno político en la sociedad será un hombre que

 pretenderá conquistar la felicidad mediante la industria.”

 El Astrólogo1

SUMARIO: 1.  Introducción. 2. La Argentina en el contexto de la crisis

 nanciera mundial. 3. “Dame la platita.” 4. El H. Congreso de la Nación y

 su atribución de promover el bienestar general y el desarrollo humano. 5. 

 Las causas que explican el crecimiento moderno: Abandono de los hábitos

cazadores-recolectores, crecimiento de la eciencia basado en la innovación,

desarrollo de una fuerza de trabajo efectiva y buena gerencia. 6. Replanteo

del problema y análisis crítico: Atribuciones que se poseen y no se ejercen

 y realidades que se conocen pero no se reconocen. 7. Pobreza, crecimiento,

desarrollo y libertad. 8. La clase política y la teatrocracia.

1. Introducción

La idea central que expongo en este trabajo es que el modo actual de funcionamiento de la clase política argentina representa un obstáculo para el desarrollo nacional. A partir de esta idea, postulo que los ciudadanos debemos procurar que el Congreso de la Nación, haciendo uso delas facultades que le atribuyen los incisos 18 y 19 del artículo 75 de la Constitución nacional,incluya en su agenda parlamentaria el debate de una estrategia nacional de desarrollo. También propongo que la clave para la pertinencia de dicha estrategia reside en la realización de un

1 Arlt, r oBerto, Los Siete Locos. Los Lanzallamas, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1978, p. 26.

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análisis integral de los problemas que denen la situación de subdesarrollo del país, de manera participativa, crítica y plural.

La argumentación no busca persuadir y menos convencer o incursionar en el géneroapodíctico. A partir de un estado de cosas perturbador, me propuse volcar al papel el resultado

de algunas deliberaciones internas acerca de un problema actual que me parece de la mayor importancia y arrojarlo al terreno de la discusión, la reexión y la crítica, sin pretensión deobjetividad o imparcialidad. El esfuerzo no encuentra inspiración en la pasión, el entusiasmoo el fanatismo político, sino en la preocupación ciudadana por el estado de cosas que nos tocavivir en el país y un cierto temor originado en el cariz violento que insinúa la protesta social.

Los representantes del pueblo de la Nación Argentina que en 1853 ordenaron, decretarony establecieron nuestra Constitución, tuvieron entre sus objetivos señeros constituir la unión

nacional  y   promover el bienestar general . Hoy parecería que los argentinos nos alejamos, progresiva e inexorablemente, de la sustentabilidad de tan elevados y nobles nes. En efecto, no puede desconocerse que la visión prevaleciente a nivel nacional e internacional sobre la realidadde la Argentina actual nos presenta, entre otros males, desunidos, divididos por odios y rencores —algunos alentados desde sectores del poder político—, inmersos en pujas distributivas al margende la productividad y ancladas en un avance continuado sobre la propiedad privada, sin un proyectocomún de Nación y en una posición relegada y de relativo descrédito en la comunidad internacionalorganizada. En esta descripción no ordenada y meramente ejemplicativa de problemas, quese hallan ampliamente expuestos y discutidos en la prensa y en publicaciones especializadas,la imagen externa del país se completa con la manipulación estadística, nuevas formas deautoritarismo, la pobreza que se expande y ha sido calicada acertadamente como escandalosa, el

desempleo, la inseguridad —incluyendo la jurídica—, la corrupción, el “capitalismo de amigos,”la pésima distribución del ingreso, la menguada capacidad de gestión y el deterioro institucionala nivel nacional, local y municipal, el escándalo político permanente y mediático y los problemas para la operación de los organismos de control del Estado.2

Mi premisa fundamental es que la situación insatisfactoria que nos toca vivir trasciende algobierno nacional de turno y, como dije, encuentra su causa principal en el modo de funcionamientoactual de la clase política3 que, a mi modo de ver, rinde un aco servicio al desarrollo nacional.El décit de desarrollo que padecemos, por acción4 y omisión de la clase política, genera cada

2Véase al respecto el diagnóstico de Gordillo, quien observa “un desordenado y contradictorio retorno al intervencionismoy al populismo de décadas atrás, con mantenimiento y ampliación del viejo default, devaluación, recesión, aumentodel desempleo, la pobreza, caos económico y nanciero, disminución de los ingresos públicos, caída de la producción,reducción de las exportaciones, sumado al creciente retorno al intervencionismo estatal.” Gordillo, AGustín, Tratado de

 Derecho Administrativo , t. 1, Parte General , Buenos Aires, FDA, 2009, 10ª ed., cap. II, § 3, p. II-3-15.3 Principal y no única. Ver nota siguiente.4 Dice Gordillo: “Intervencionismo no signica, en nuestro país, intervencionismo exitoso, a menos que el clientelismoapunte a mantener y agrandar la base de la pirámide social, a la que considera voto cautivo.” ( Gordillo, Tratado de

 Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. II, § 3, p. II-3-13.) Esta observación, que comparto plenamente, me da pie para una aclaración que merecen quienes, con razón, han observado al comentar el borrador de este trabajo que omitoreferirme en él a la responsabilidad que le cabe a la sociedad civil por la clase política que tenemos, que nace de su

seno. Dicha omisión no se debe al desconocimiento de su importancia, sino de la delimitación del objeto de estudiodeliberadamente adoptada. Justico dicha elección en que buena parte de la base de la pirámide social se encuentra enun estado de pobreza o indigencia que la hace presa fácil de la manipulación clientelista y prebendaría, cuestión que

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vez más preocupación e incertidumbre por el rumbo del país. El panorama se agrava si se tienenen cuenta los ingentes recursos del Estado y también privados que se distraen de las necesidadessociales más urgentes y se destinan a mantener una permanente presencia mediática de gobiernoy oposición a n de orientar y ganar voluntades, en una suerte de continuo mediático dondeel espectáculo le gana a la razón y la energía que invierten los protagonistas termina siempre

encuadrada en un esquema que, a la postre, muchos ciudadanos percibimos como dirigido prioritariamente a la obtención del poder como n y no como medio para realizar el bien común.

Bien que, sin embargo, se proclama lo contrario en discursos en general plagados declichés, emotividad, a veces cargados de violencia, o carentes de profundidad o debido fundamentotécnico y hasta engañosos, dado que muchas veces las promesas no se cumplen o quienes las pronuncian son capaces luego de girar políticamente saltando cercos ideológicos, programáticoso partidarios, cambiando de bandos y de posiciones, en un caleidoscopio de partidos, líneasinternas, candidaturas y alianzas —muchas veces de efímera vida— sin precedentes en la historia

 política nacional.En síntesis, pienso que la clase política argentina tiene su atención distraída de las

cosas importantes por hacer a n de encarrilar a la Nación en la senda del desarrollo sostenible:5 Planicar el desarrollo6 y ampliar las libertades reales de que disponemos los argentinos —todavez que en eso consiste el desarrollo— 7 en el marco de la Constitución nacional.

2. La Argentina en el contexto de la crisis nanciera mundial 

En todas las discusiones —algunas acerbas— que los ciudadanos presenciamos entre gobierno

y oposición, se atribuye la situación actual del país a los efectos de la crisis nanciera mundial.Personalmente creo que se trata de una excusa y comparto el criterio de quienes ven en la mentadacrisis una oportunidad para la Argentina que está siendo desaprovechada. Por tal motivo me pareceimportante despejar de entrada esta cuestión, para lo cual me valdré de la actualización de una obraque data de 1999 y que con motivo de la crisis de 2008 publicó recientemente k ruGmAn.8 De ella

abordo en más detalle en el punto IV del trabajo. Dicho en otras palabras, una vasta mayoría no se encuentra, siguiendola visión del desarrollo de sen que sigo en ese lugar, en total libertad para optar. Por eso, con esta salvedad y la apuntadaacerca de los límites del trabajo, le doy la razón y agradezco la crítica recibida, que coincide con el pensamiento expuestoen un trabajo anterior, en el que me referí a la participación activa de la sociedad civil como requisito ineludible para

la vigencia del Estado de Derecho y de las garantías constitucionales, participación que debe ser apoyada por un lúcidoesfuerzo doctrinario. (Bluske, Guillermo, “Notas sobre derecho administrativo, legalidad, tutela judicial efectiva y giroético en la realidad argentina de la posmodernidad: El pensamiento de Alejandro Nieto, Agustín Gordillo, Inés D’Argenioy Miguel Ángel Ciuro Caldani,” Res Publica Argentina , RPA 2009-1, p. 29 y ss.) Dado que la salida política a este círculovicioso pobreza-clientelismo no parece cosa fácil en la sociedad argentina actual, me parece que no resulta superuo

 poner bajo la lupa las acciones y omisiones de los poderosos y la divergencia entre los nes que postulan y los que sededucen de su forma de funcionamiento, como una de las maneras de participar y aportar a la generación de un cambio.5 Esta última proposición al mismo tiempo que la escribo me apresuro a criticarla, por resultar de una inocencia ycandidez cercana a la ingenuidad. Implica una apelación a la prudencia política y a la eciencia de la gestión de losasuntos públicos, cuando lo que predomina y atrae es el vedettismo mediático demagógico y confrontador y el acceso alos cargos, las prebendas y benecios que da el poder.6 La idea no es nueva. Acerca de la importancia del desarrollo legislativo de la planicación, ver Gordillo, Tratado de

 Derecho Administrativo , t. 1, op. cit ., cap. II, § 3 , p. II-3-11, esp. literal a) y sus notas.7 sen, AmArtyA, Desarrollo y libertad , Barcelona, Planeta, 2000, p. 19.8 k ruGmAn, PAul, The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008, New York, W. W. Norton & Company

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extraje algunas lecciones de la experiencia, que pueden mover a la reexión acerca de la ecaciao inecacia que pueden revestir ciertas medidas de política económica en el contexto de la crisis.

En primer lugar, me parece relevante su cuestionamiento9 a la política seguida por los países en vías de desarrollo durante la década de 1970, de centrar las demandas en favor del

establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional en el incremento del precio de lasmaterias primas, en lugar de intentar insertarse en el moderno mundo industrializado. Tambiénmerece atención su observación acerca de que a pesar de las desventajas del ambiente10del Tercer 

Mundo, existen industrias en las cuales los menores salarios relativos —obviamente comparadoscon los del mundo desarrollado— le dieron a algunos países en vías de desarrollo suciente ventajacompetitiva como para irrumpir en los mercados mundiales con sus productos.11 Como ejemploseñala a países como Corea del Sur o Taiwán, que como resultado del proceso de industrializaciónlograron que sus salarios alcancen los niveles de los países avanzados.12 

Especícamente con relación a la Argentina, el autor individualiza como un hábitodestructivo y de larga data en nuestro país el tratar a las exportaciones agropecuarias como una

“vaca de efectivo” y transformarlas en objeto de impuestos a tasas prohibitivas con la nalidad 

de subsidiar todo lo demás.13 Además, destaca como una constante histórica en los países deAmérica Latina, la búsqueda por parte de sus gobiernos —democráticos o dictatoriales— deapoyo popular mediante programas populistas que no pueden nanciar .

Con relación a las crisis internacional, k ruGmAn se pregunta por qué los gobiernos nofueron capaces de hacer más para limitar el daño14 y concluye que la respuesta se encuentra enla perversidad de las políticas aplicadas. Como ejemplo, recuerda que en diciembre de 1930

k eynes había intentado explicar al público las causas de la depresión económica, diciendo:“Tenemos un problema de burro de arranque.” Para k ruGmAn se trató de un postulado radical,dado que lo que k eynes estaba armando era que el motor económico no arrancaría por sí mismoy que era necesario que fuese el gobierno quien le diese el arranque necesario.15 La lección dela experiencia que deriva de ello es que en los Estados Unidos —y en la mayoría de los otros países avanzados— cuando ocurren las crisis, todos esperan que la Reserva Federal haga lo quehizo en 1975, 1982 y 1991: Bajar las tasas de interés para estimular la economía. Y tambiénque el Presidente y el Congreso bajen los impuestos y aumenten el gasto si ello es necesario para ayudar al proceso. Por cierto, no esperan, dice, que una recesión sea enfrentada al estilo de

Hoover , elevando impuestos, recortando el gasto e incrementando las tasas de interés.16

En consecuencia, la solución que propone para manejar la emergencia es lograr que

el crédito uya nuevamente y propulsar el gasto: “ La solución obvia es invertir más capital,”

Inc., 2009, p. 31.9 k ruGmAn, op. cit ., p. 25.10 En el sentido de ambiente de negocios.11 k ruGmAn, op. cit ., p. 26.12 k ruGmAn, op. cit ., pp. 26-27.13 k ruGmAn, op. cit ., p. 40.14 k ruGmAn, op. cit ., p. 100.15 k ruGmAn, op. cit ., p. 101.16 k ruGmAn, op. cit ., p. 102.

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dice, armando además que ella, de hecho, es una solución estándar en las crisis nancieras. Enconclusión, para k ruGmAn lo importante es liberar crédito por cualquier medio al alcance, sinquedar atado en nudos ideológicos, y el mismo criterio debe aplicarse a otra línea de abordaje para resolver el problema de la contracción del crédito: Que el gobierno federal, temporalmente,se involucre en el negocio de prestar directamente al sector no nanciero.17

Finalmente, el autor opina que la diseminación de la crisis nanciera a los mercadosemergentes hace que un rescate global de los países en vías de desarrollo sea parte de la solucióna la crisis y que la respuesta al desplome global, casi seguramente, yace en los estímulos scales

keynesianos.18

De lo anteriormente expuesto surgen una serie de interrogantes: ¿Llegarán a la Argentinalos fondos que el G20 asignó al FMI para el rescate de sus miembros? ¿A qué sectores se dirigirány en función de qué políticas industrial y agropecuaria? ¿Qué estadísticas serán usadas para lainformación de base de los acuerdos? ¿Por qué el Congreso no examina y aprueba los proyectos de préstamo de los organismos internacionales? ¿Quién es responsable en la Argentina de autorizar elendeudamiento externo? ¿Son constitucionales las prácticas actuales en la materia? ¿Es sostenibleseguir endeudando a un país en el que muchos gastan y pocos producen?

3. “Dame la platita” 

En los dos últimos años y lo que va del año 2010, buena parte de la clase política, principalmentea nivel nacional, se aproxima al logro de cotas de malestar general que sorprenden aún en nuestro país, con un protagonismo por parte de los legisladores nacionales determinante en el resultado.

Pareciera que la idea fuerza en boga en la Argentina de hoy es “dame la platita” y que ella noacusa pertenencia a un sector exclusivo de la sociedad. La aplican indistintamente la clase políticay también sectores de la marginalidad, cada uno a su modo y —claro está— más adentro o másafuera de la legalidad. La víctima es el ciudadano común, cada vez más castigado y restringido enlas posibilidades reales de que disfruta. Y por supuesto también se benecian los funcionarios, quesiguen ocupando cada vez más cargos,19 asesores y contratados, con sueldos que llegan a superar en más de una decena de veces al salario mínimo y en mayor proporción a la jubilación mínima,al tiempo que se proclama una mejor distribución de la riqueza. El problema es que se recarga elesfuerzo sobre el ciudadano común,20 dado que para los integrantes de la clase política el ajuste

no existe, en clara violación de principios no sólo de raigambre constitucional —artículo 16 dela Constitución nacional— sino también de tipo ético21 y de las normas de responsabilidad scal.

17 k ruGmAn, op. cit ., p. 186.18 k ruGmAn, op. cit ., p. 187.19 Sin ir más lejos, se creó recientemente en la Jefatura de Gabinete de Ministros una Secretaría de Integración Nacionaly se acaba de crear un Ministerio de Agricultura.20 PoPPer explica, con relación a la división de clases formulada por PlAtón para su estado ideal, que el hecho de quea la primera —la clase dominante— la subdividiera en dos —los guardianes del poder y sus auxiliares— y que para lasegunda —la clase trabajadora— no elaborara subdivisiones, se debe a que PlAtón estaba interesado solamente en la

 primera. Los trabajadores, comerciantes, etc. no le interesaban en lo más mínimo; los consideraba sólo rebaños humanos

cuya única función era proveer a las necesidades materiales de la case dirigente. Ver PoPPer , k Arl r ., The Open Societyand its Enemies, V. 1, New Jersey, Princeton University Press, 1966.21 Viene al caso el siguiente texto de GuiBourG acerca de los criterios que denen normas morales: “no se permite la

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¿Cómo se explica esto? La respuesta que aventuro es que la clase política, cuandonecesita los recursos, va por ellos a como dé lugar con criterio inmediatista y al margen de unaadecuada planicación del desarrollo. En su afán, la ecacia del gasto, el principio de equidaden las cargas y otras garantías individuales, así como los imperativos de transparencia, ecienciay equidad que surgen de instrumentos internacionales, quedan como cuestiones de importancia

secundaria y subordinada a consideraciones presuntamente sociales del poder político, que nosiempre se traducen en intervenciones virtuosas. Por eso me parece muy pertinente la explicaciónde Gordillo, para quien el conicto entre garantías individuales y derechos sociales es “unacuestión de equilibrio que debe resolverse en forma justa y razonable en cada caso,” pero que “seve afectada por la impericia o corrupción y clientelismo con que a veces el Estado enfrenta los problemas sociales.”22 Para corroborar el punto, el autor señala acertadamente que “la comparaciónde las intervenciones estatales en la economía en nuestro país y en los EEUU en 2009, ofrece unaclara demostración en el sentido que no basta con buenos principios, hace falta además pericia

 y honradez para hacerlos realidad .”23 Por esa razón, el autor no duda en cuestionar el “masivo

sistema de subvenciones que todo indica contribuye no a la distribución de la riqueza sino a suconcentración en el grupo de amigos del poder o de empresarios serviciales al poder de turno.”24 Y pone a la clase política argentina y sus amigos en clara perspectiva —al menos para mi modode ver— al armar: “Esa es nuestra oligarquía, al igual que la rusa.”25 

Desde esa misma perspectiva, lo que armo, sin ir más lejos, puede corroborarse en laforma en que ocialismo y oposición unieron fuerzas para promover una ley —hecho del quedio cuenta La Nación el día 27-VIII-09— 26 encaminada a suspender la aplicación de la Ley deResponsabilidad Fiscal, a n de liberar a la Nación y a las provincias de las restricciones queimponía dicha norma en materia de gasto público y endeudamiento. En esa oportunidad, la periodista que rmó la nota valoraba que, de aprobarse la ley, el efecto sería un relajamiento

 scal por dos años.27 Pues bien, la ley fue aprobada por la Cámara de Diputados en su sesión del

aplicación errática de los criterios: la aplicación coherente de un criterio general consiste en aplicar el mismo criterioa todos los casos que satisfagan las condiciones. Se admiten excepciones, pero deben ser también generales. Cada vezque se admite una excepción, lo que se hace es aplicar una norma distinta. Para facilitar la aceptación general, se recurrea justicaciones también generales: si decimos «todos deben trabajar sus tierras salvo nosotros, porque nosotros somoshijos del sol», esto implica: (a) que cualquiera que sea hijo del sol está exento de trabajar la tierra; (b) que existe algúnmedio (genético o arbitrario) para decidir quiénes son hijos del sol y quiénes no lo son; (c) que la mayoría confía enese método y en que ser hijo del sol importa cierta dignidad que justica la excepción.” Ver GuiBourG, r icArdo A., La

construcción del pensamiento – Decisiones metodológicas, Buenos Aires, Colihue, 2006, pp. 120-121. Por mi parte, noencuentro motivos para no limitar razonablemente los sueldos de los funcionarios a n de que ellos también contribuyana balancear el gasto público. Como en algunos países desarrollados, deberían tener un tope que impida que no excedan,

 por ejemplo, en más de 5 veces el salario mínimo y, a su vez, éste debería guardar relación con una canasta básica total, pero bien calculada.22 Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. III, § 23, p. III-23-36.23 Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. III, § 23, p. III-23-36. La bastardilla me pertenece.24 Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. III, § 23, p. III-23-36.25 Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. III, § 23, p. III-23-36. La bastardilla me pertenece.26 serrA, lAurA, “Promueven una ley para remover trabas al endeudamiento público - El ocialismo, con apoyo opositor,intenta suspender la aplicación de la «responsabilidad scal»,” La Nación, Política, 27-VIII-09.27 Concretamente, se suspenden temporalmente las siguientes restricciones: a) Control del gasto público; b) equilibrio

nanciero; c) deuda: La restricción que prohíbe a las provincias y a la Nación destinar deuda y el producido de ventasde activos jos a gastos corrientes se suspende, y d) límite para el endeudamiento: La Ley de Responsabilidad Fiscaldisponía que los servicios de la deuda pública no podían superar el 15% sobre los recursos corrientes.

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14-X-09, sin cambiarle una coma,28 corrió la misma suerte en el Senado y en consecuencia resultósancionada por el Congreso de la Nación el 28-X-09, fue promulgada de hecho el 18-XI-09 yocializada el 24-XI-09 bajo el número 26.530. El texto señala que “durante los ejercicios 2009y 2010 se excluirán de los artículos 10 y 19 de la Ley 25.917, aquellas erogaciones que se hayandestinado a promover la actividad económica, a sostener el nivel de empleo y dar cobertura a

la emergencia sanitaria y a la asistencia social.” En consecuencia, se dejan “sin efecto para losejercicios 2009 y 2010, las limitaciones contenidas en el artículo 12 y en el primer párrafo delartículo 21 de la ley 25.917, respecto al endeudamiento de todas las jurisdicciones participantesdel Régimen de Responsabilidad Fiscal.”29 

 No se trata de descartar apriorísticamente que en momentos de crisis no pueda ser necesario aumentar el gasto a costa de un moderado décit presupuestario, si con ello se propendea la inversión productiva, el aumento de las exportaciones y el empleo. En efecto, vimos en el punto 2 anterior que el mismo k ruGmAn propone, entre las medidas para paliar la crisis, aumentar 

el gasto. Pero como medio para lograr mayor inversión de capital e integrando un conjunto deintervenciones dirigido a bajar las tasas de interés, bajar los impuestos y aumentar el crédito;

no para reproducir el ciclo que según Gordillo “constituye una constante de la historia argentina:Burbujas de crecimiento, episodios de euforia y clima de esta gubernamental , abandono de toda

 prudencia scal , y nueva recaída.”30 Lo que resulta más importante y vale la pena subrayar con preocupación —sobre todo con elecciones nacionales en el horizonte de mediano plazo del 2011— es que la suspensión de las medidas de responsabilidad scal sin duda permitirá la proliferaciónde subsidios inecientes y más castigo a los contribuyentes, sin mejorar la calidad del gasto.

¿Hasta qué punto se podrá controlar esta situación? ¿Podemos los ciudadanos comunes,

desde el llano, abrumados y agobiados como estamos, poner límites a estos atletas de ladepredación y mejorar la ecacia y transparencia del gasto público? ¿Cómo? ¿Es el activismo judicial el único responsable de los pobres? ¿Cuáles son las estrategias nacionales de superaciónde la pobreza?31 

4. El Congreso de la Nación y su atribución de promover el bienestar general y el desarrollo

humano

Un indicador claro de la forma de funcionamiento de la clase política es la labor del Congreso

en los últimos tiempos. Para denirla, no encuentro nada más apropiado que la siguiente cita de nieto: “En la época del franquismo los sociólogos calicaron irónicamente a las Cortes de Poder 

28 La Nación dio cuenta de esta aprobación en su edición del 15-X-09 bajo el título “La Cámara de Diputados dio mediasanción al presupuesto y aumentó el uso discrecional de fondos.” Allí se lee lo siguiente: “Además, los diputadosaprobaron la suspensión de la ley de responsabilidad scal por dos años, que impone serias restricciones en materia deendeudamiento y gasto, como forma de compensar a las provincias para que no reclamen más fondos a la Casa Rosada.”29 La Nación, ediciones del 28-X-09 y 24-XI-09.30 Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. II, § 3, pp. II-3-15-16.31 Véase Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. II, § 3, p. II-3-11. Al referirse a los cambiosque a través del Estado se han intentado introducir en las estructuras económicas y sociales en los cincuenta años que

concluyen en la década de 1980, el autor dice que ninguna de las políticas de distribución de la riqueza ensayadas hanlogrado una disminución sustentable de la pobreza y de la exclusión social y que “más de una vez las medidas adoptadasdesde el gobierno, por designio, impericia o desidia, no hacen sino agravar la desigualdad social.”

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resonador, porque su papel se reducía a aprobar con entusiasmo, publicidad y ruido lo que elgobierno le presentaba. Pues en ello estamos otra vez .”32 Dejando esto establecido, repasemosalgunos hitos legislativos recientes para poner a prueba la plausibilidad del aserto.

Durante el año 2008 el gobierno reabrió la opción para que los aliados al sistema de las

AFJP pudieran pasarse al sistema estatal y llevó adelante un proceso administrativo para ejercerla.Concluido el plazo para las tramitaciones respectivas, el Poder Ejecutivo envió sorpresivamente alCongreso un proyecto de ley para modicar el Régimen de Capitalización Individual creado por ley 24.241. Recordemos que el artículo 82 de esa ley establecía que los aportes de los aliadosal sistema constituían un patrimonio separado del de las AFJP y les pertenecían a ellos, es decir,integraban su patrimonio y por tanto estaban amparados por el derecho de propiedad garantizado por el artículo 17 de la Constitución nacional. La reforma resultó aprobada con gran algarabía yfue seguida por la consecuente apropiación por el Estado de las sumas acreditadas en las cuentasde capitalización individual, que no se realizó mediante expropiación por causa de utilidad pública,

calicada por ley y previamente indemnizada, como dispone el artículo 17 de la Constituciónnacional. Por el contrario, se avanzó en lo que constituye a mi juicio una conscación de bienesa cambio de una mera promesa de un haber previsional futuro e invocando el interés de los jubilados.33 Una lógica “Peraltiana,” si se quiere.

Un segundo hito lo representa la nueva prórroga de la legislación delegada, que deja comoletra muerta el artículo 76 de la Constitución nacional y los límites a la delegación legislativa ya la competencia del Presidente de dictar decretos delegados que emanan del artículo 30 de laConvención Interamericana de Derechos Humanos y de la Opinión Consultiva 6/86 de la CorteInteramericana de Derechos Humanos.34

Lo anterior se vincula directamente con el tema de las retenciones. Recordemos quea pocos meses de asumir, el actual gobierno quiso implantar alícuotas móviles en función dela evolución de los precios internacionales de los cuatro principales cultivos argentinos: Soja,girasol, maíz y trigo.35 La situación generó la creencia de que frente al evidente desaguisado

32 nieto, AlejAndro, Crítica de la razón jurídica, Madrid, Trotta, 2007, p. 140. La bastardilla me pertenece.33 Gelli, mAríA A nGélicA, Constitución de la Nación Argentina. Comentada y concordada, Buenos Aires, La Ley, 2008,3ª ed., p. 205. Si bien es cierto que la Convención Americana de Derechos Humanos dispone en su artículo 21 que “toda

 persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes” y que la “ley puede subordinar tal uso y goce al interés social,” aclara

Gelli que “aunque el alcance del reconocimiento de los derechos propietarios es menor en el Pacto de San José que enla Constitución argentina, el art. 29 de la Convención ordena que ninguna de sus disposiciones podrá ser interpretada demodo de «[…] limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con lasleyes de cualquiera de los Estados Parte […]»”34 Ver el análisis del artículo 76 y los límites a la delegación legislativa que emanan de los compromisos internacionalesdel Estado argentino en Gelli, op. cit ., p. 739 y ss.35 sAnABriA, PABlo d., “Las retenciones a la exportación ¿Un impuesto inconstitucional?,” LL, 2008-B, 1025. Para elautor, las retenciones violan claramente la prohibición dispuesta por la Ley Fundamental respecto al ejercicio de facultadeslegislativas por parte del Poder Ejecutivo (artículos 19, 29, 76 y 99 inc. 3°), más aun cuando se reeren a cuestionestributario-aduaneras. (Artículos 4°, 9°, 17, 52, 75 inc. 1° y 2° y 99 inc. 3°.) Su imposición a niveles hasta hoy ignoradosresponde a las necesidades del Estado de nanciarse y a las facilidades que presenta el tributo para su aplicación. En talsentido, sostiene que “la incapacidad del Estado para adoptar las medidas necesarias para afrontar sus obligaciones con los

ingresos que derivan de una sana política económica se intenta paliar con la aplicación de gravámenes que se encuentranen franca colisión con preceptos constitucionales de vital importancia para el recto funcionamiento de nuestro Estadode Derecho” y que “no puede consentirse […] la desarticulación del principio de legalidad en materia impositiva que

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creado por el Poder Ejecutivo con la malhadada resolución 125/08,36 el Congreso iba a erigirseen límite a ese poder y a la vez en garantía de la legalidad. Esta creencia creció a partir deldesempate protagonizado por el Presidente del Senado en contra de sus propios compañeros delocialismo transversal, luego de una votación maratónica que tuvo en vilo al país y culminó enel rechazo del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, que había recibido media sanción por 

 parte de la Cámara de Diputados. Pues bien, mi hipótesis al respecto es que la solución del Senadofue una respuesta corporativa reeja frente a la crisis de gobernabilidad, en la que inuyeronla preocupación por la imagen pública y el protagonismo personal de muchos de los actores decara a su futuro político. Superada la crisis, se volvió, en palabras de nieto al “funcionamientoreal del gobierno de los dominantes.”37

Según este criterio de valoración, reitero, el interés que predominó en el Senado en julio del 2008 fue el de la gobernabilidad. Esto explica que pasado el mal momento y con losresultados de las elecciones del 28-VI-09 en el bolsillo, muchos de los legisladores que hacían

oposición —dentro y fuera del ocialismo— levantando las banderas del campo, cerraron lasy aplicando la vieja ley económica del menor esfuerzo prorrogaron la legislación delegada. 38 En esta lectura, dicha prórroga constituye una expresión del espíritu de cuerpo y del instinto desupervivencia de nuestra clase política, que se abroquela cuando se ponen en juego los recursosnecesarios para mantener el gasto público, independientemente de su composición, calidad delgasto y legalidad, todo ello, supuestamente, representándonos a los ciudadanos.39 

En este rápido repaso no podemos obviar que se encuentra en tratamiento en el Congresode la Nación un proyecto de ley de arrendamientos rurales que también está siendo seriamente

con la aplicación de las retenciones a la exportación, tal como hoy se encuentran conguradas, está siendo totalmentesoslayado.” Concluye su trabajo con una cita de GArcíA Belsunce: “Contra esta crisis del principio de legalidad tributariadebe alzarse no sólo la voz de los sectores contribuyentes afectados en sus legítimos derechos, sino también la de todoslos que bregan por que el tan mentado estado de derecho deje de ser una expresión retórica y se convierta en el realexponente de la vida jurídica del país.”36Por mi parte, en los agitados días de marzo de 2008 me preguntaba si para el dictado de la resolución 125/08, el Ministeriode Economía y Producción había actuado con fundamento en una delegación legislativa válida, concluyendo que no,

 por las siguientes razones: a) La facultad de jar tributos corresponde únicamente al Poder Legislativo en virtud del principio de legalidad tributaria o reserva de ley (artículos 4°, 9°, 17, 75 inc. 1° de la Constitución nacional); b) tambiénen virtud de dicho principio le está vedado al Estado emitir normas que regulen materia tributaria (artículo 99 inc. 3°

de la Constitución nacional); c) el Congreso no había establecido bases para la delegación y aún en el hipotético casoen que se hubiese sostenido que la delegación legislativa podía derivarse de la ley 26.339 ésta tampoco proporcionaba

 bases expresas de delegación en materia tributaria (artículo 76 de la Constitución nacional); d) la delegación legislativarecae en el presidente de la Nación que no puede a su vez delegarla en un ministro (artículos 76, 87 y 100 inc. 12 de laConstitución nacional), y e) la resolución 125/08 se basó en el artículo 755 del Código Aduanero, norma anterior a lareforma constitucional de 1994 que no se ajusta al artículo 76 de la Constitución nacional.37 nieto, op. cit ., p. 139.38 ¿Será que cuando el Congreso confronta la necesidad de analizar el conjunto de toda esa legislación y tomar decisiones,le resulta una tarea demasiado enjundiosa y por ende irrealizable? Si ello fuere así: Con la miríada de asesores que laboranen los despachos de los legisladores y el personal de las respectivas comisiones, ¿no es posible encarar la tarea de revisar 

 pacientemente cada situación en particular?39Al respecto observa nieto que: “El Estado democrático liberal desarrolló un discurso ideológico renado —la voluntad

del pueblo expresada por los representantes de la mayoría— para intentar ocultar lo que un análisis somero evidencia, asaber, que las leyes están al servicio de los intereses de los partidos políticos dominantes: tanto intereses propios comolos que han asumido de los grupos de presión.” nieto, op. cit ., p. 139.

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cuestionado desde diversos sectores.40 El proyecto introduce factores de incertidumbre encuanto a precios, plazos y posibilidad de introducir mejoras, así como criterios y modalidadesde intervención que pueden ocasionar efectos muy negativos, económicos y sociales, sobre la producción agropecuaria, que potencian los que ya ha producido la intervención del Estado enel sector.

Tampoco puede soslayarse una referencia a la forma autoritaria y desprolija que gobernóel tratamiento y aprobación por el Congreso del proyecto de ley de medios audiovisuales yradiodifusión. Como en su oportunidad cuestionó sABsAy,41 se puso a discusión del Congreso,en un momento no propicio, un tema tan crucial para la democracia como lo es el manejo delos medios, merecedor de un debate amplio, plural, representativo y suciente por parte de losdistintos sectores del país. Pero lo más grave es, a mi juicio, un hecho que ha tomado estado públicoy constituye un indicio concreto acerca de la posibilidad de que algún miembro del Congreso pueda haber actuado, en el tratamiento de la ley, siguiendo la lógica del Poder resonador.42 Por 

añadidura, la ley resultante ha merecido calicadas críticas.43

Además, y fruto del apresuramientoque se imprimió al trámite, el Senado se vio envuelto en una discusión sobre la validez del procedimiento parlamentario seguido para su aprobación.

Y así llegamos al momento actual, signado por una grave crisis institucional quearranca el 14-XII-09, cuando la Presidenta de la Nación anunció de manera sorpresiva, cuatrodías después de nalizado el período de sesiones ordinarias del Congreso que había aprobadoel presupuesto de gastos y recursos de la Nación para el año 2010, que el Gobierno utilizaríareservas del Banco Central para pagar los vencimientos en dólares de la deuda durante 2010,

40 Véase por ejemplo el “Informe sobre el Proyecto de Ley de Arrendamientos con Despacho de Comisión de la Cámarade Diputados,” elaborado conjuntamente por el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y la Sociedad RuralArgentina. Cito aquí simplemente el resumen de conclusiones relacionadas con la tónica general del proyecto que obraen dicho informe: a) “El proyecto de ley de Contratos Agrarios bajo análisis no aparece como un conjunto normativoequilibrado o adecuadamente balanceado;” b) “Este enrolamiento a favor de una de las partes de la relación contractualconspira contra un sentido general de justicia o de equidad,” y c) “El proyecto de ley de Contratos Agrarios, afectarágravemente al campo como factor de producción.”41 sABsAy, dAniel, “Un nuevo alarde de poder,” La Nación, Opinión, 28-VIII-09.42Tal vez un ejemplo cercano en apoyo de lo que armo se encuentre en la nota periodística titulada “Sánchez admite quevotó presionada,” La Nación , Política, 14-X-09. Allí se dio cuenta de los dichos de una senadora nacional: “Aseguró quese había pronunciado en favor del proyecto para «suavizar la relación» entre el Gobierno y su provincia, y admitió que

hay muchos legisladores que «votan presionados y nadie hace tanto escándalo» […] «Pero yo cambié el voto apoyada enlo que pensaba la asociación correntina de periodistas y en lo que con el tiempo se vino dando con la lectura de muchosconsensos que tenía la ley», justicó Sánchez. Al nal, admitió las razones de su apoyo: «A mi provincia le debenaproximadamente $1000 millones. Nosotros estamos en la Corte con un juicio porque el Gobierno nos debe. Se acabande perder las elecciones del 4 de octubre y pretendemos una transición ordenada que necesita la provincia antes del 10de diciembre». Más claro el agua. La caja. La omnipresente caja. Pero la observación empírica muestra que a diferenciade lo que ocurre en la calle, quienes imponen el «arriba las manos» a los legisladores en principio no les quitan, sinoque les dan…algo que en denitiva le es sustraído a otros. O al menos prometen dárselo. Cargos en el gobierno, ayudananciera, o simplemente liberar los recursos de coparticipación que les corresponden, etc.”43En La Nación del 14-X-09 se daba cuenta de que el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires había expresadosu  profunda preocupaciónpor la ley de medios sancionada por el Congreso y que, según la entidad, la norma “suscitanumerosos cuestionamientos constitucionales, fomenta un peligroso intervencionismo del Estado en una materia tan

sensible a los valores democráticos y republicanos como la de la libertad de expresión, y se adopta a contramano de lavoluntad expresada en las urnas el pasado 28 de junio” y que, además, “esconde la intención de controlar a los mediosde comunicación para disciplinar a la sociedad.”

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con el proclamado n de “bajar la tasa de interés que pagan el Gobierno y las empresas.” Paraello acudió a la emisión de decretos de necesidad y urgencia, sin que se diesen los supuestos deexcepcionalidad de la situación e imposibilidad de reunión del Congreso que ja el art. 99 inc.3° de la Constitución nacional.

Las derivaciones posteriores de tal proceder son demasiado conocidas como pararepetirlas aquí. Baste simplemente poner de resalto, en lo que interesa a este trabajo, tres cuestiones.La primera es que más allá del escándalo mediático continuado y el desgarre de vestiduras delos diferentes actores44 de ocialismo y oposición, las principales fuerzas políticas, a juzgar por las declaraciones de sus máximos referentes, se encaminan hacia un consenso para votar unaley en la materia que, en denitiva, permitiría el uso de las reservas a los nes propuestos.45 Lasegunda es que, a mi modo de ver, existe una diferencia cualitativa importante entre esta crisis yla del 2001. Aquella fue esencialmente económica —con consecuencias políticas, por cierto— yesta es institucional y más grave en tanto se han traspasado los límites del respeto, la armonía y

la colaboración que deben imperar entre los Poderes que conforman el Estado. En tal sentido,coincidirá el lector en que pocos hubiésemos imaginado, antes de estos eventos, que fueseconcebible que quien detenta el Poder Ejecutivo de la Nación rme un decreto de necesidad yurgencia el mismo día de inicio de sesiones del Congreso y lo anuncie ante el cuerpo en el mismoacto que declara dicho inicio. O que el Vicepresidente de la Nación lidere un sector de oposición almismo gobierno al que pertenece. O que públicamente, en pleno siglo XXI, miembros de los otrosdos poderes desacrediten ante la ciudadanía, intimiden u hostiguen de manera directa o indirectaa los miembros del Poder Judicial o que de cualquier forma se pretenda coartar su independencia.Y en tercer lugar, ya que estamos hablando de  plata, para cuanticar en términos de décit dedesarrollo el efecto de este desbarajuste político-institucional, no puede pasar desapercibido eldato de que durante enero y febrero, según estimaciones privadas, se han fugado del país alrededor de 1.500 millones de dólares.46

Como consecuencia de este rápido repaso y entrando ya en la substancia del asunto, nosé si puede avizorarse un futuro pleno de amparos por parte de jubilados, tenedores de bonos,  productores, arrendadores, etc., y de acciones en la Comisión Interamericana de DerechosHumanos y en el CIADI por estas cuestiones. O si tal vez en un futuro no muy lejano la CorteSuprema de Justicia de la Nación se vea obligada a adoptar una vez más una respuesta institucional,como lo hizo en el caso Massa47 con respecto a ellas o sobre el abuso de los decretos de necesidad

44 La utilización del vocablo es deliberadamente alusiva al sentido artístico interpretativo del mismo, por lo que se veráal nal del trabajo.45 “Vivimos todavía, aunque de modo inconsciente, los contragolpes de la gran crisis de 1929. El sistema se vio obligadoa adoptar la «cláusula de pleno empleo» gracias a la cual los bancos y las empresas más poderosos pueden, conservando,

 por así decirlo, la imagen y con la complicidad de los sindicatos, dominar la política monetaria de los Bancos Centralesmediante el chantaje de la desocupación y la quiebra […] De alguna manera, esta domesticación del dinero del príncipeen benecio del dinero privado, constituía el rescate que los barones exigían para mantener el pleno empleo, por otra parte

 bastante relativo, de sus siervos; los sindicatos han prestado objetivamente y en forma ingenua su cooperación para salvar el sistema.” simonnot, PHiliPPe, El poder monetario. Claves para su comprensión, Buenos Aires, EUDEBA, 1973, p.181.46 BlAnco, jAvier , La Nación, 15-III-10.47 CSJN, Massa, 2006, Fallos, 329: 5913. Allí la Corte Suprema dio una respuesta institucional (considerando 10 del

voto de la mayoría) frente a la promoción de una cantidad extraordinaria de acciones de amparo iniciadas por quienesse sintieron afectados por las medidas dictadas por el Estado nacional, en el contexto de una situación de emergencia,que restringieron la disponibilidad de los depósitos bancarios y establecieron la conversión a pesos de los efectuados en

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y urgencia. Quizá hasta algunos grupos de afectados logren más adelante proteger sus derechosindividuales homogéneos al amparo de la doctrina del caso  Halabi.48 Una cosa me pregunto, yes si la protección de la Justicia, no obstante los importantísimos avances jurisprudenciales quese registran, podrá extenderse a las omisiones del Congreso en el ejercicio de las atribucionesque le coneren los incisos 18 y 19 de la Constitución nacional y que emanan de la normativa

internacional de que la Argentina es parte. De otra cosa estoy convencido, y es que ellas ilustrancon elocuencia la forma de funcionamiento que cuestionamos y su impacto —o mejor dicha faltade él— en el desarrollo nacional.49 

moneda extranjera. (Considerando 7° del mismo voto.) El voto de la Dra. ArGiBAy, en el segundo párrafo del considerando4°, dice que “nuestra Constitución, por vía de su artículo 17, otorga una protección similar a la norteamericana que

expresamente prohíbe a los estados dictar normas que abroguen obligaciones contractuales (Fallos: 145:307; 137:47;172:21, considerandos 5º, 6º y 12, 173:65).”48 CSJN, Halabi, 2009, Fallos, 332: 111. En ese fallo, el dictamen de la Procuración General de la Nación recuerda ladoctrina de la Corte Suprema que calica a la Constitución nacional como una estructura coherente y que su interpretaciónno debe efectuarse de tal modo que queden frente a frente los derechos y deberes en ella enumerados, para que se destruyanrecíprocamente. Recordó además que “cada una de sus partes ha de entenderse a la luz de las disposiciones de todas lasdemás, de tal modo de respetar la unidad sistemática de la Ley Suprema (Fallos: 312:496 y sus citas).” En el voto de lamayoría, considerando 9°, el Alto Tribunal dijo que “en materia de legitimación procesal corresponde, como primer paso,delimitar con precisión tres categorías de derechos: individuales, de incidencia colectiva que tienen por objeto bienescolectivos, y de incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogéneos […] que en todos esos supuestosla comprobación de la existencia de un caso es imprescindible […] ya que no se admite la acción que persiga el controlde la mera legalidad de una disposición. Sin embargo es preciso señalar que el «caso» tiene una conguración típica

diferente en cada uno de ellos […] también es relevante determinar si la controversia en cada uno de esos supuestos sereere a una afectación actual o se trata de la amenaza a una lesión futura causalmente previsible.” Con respecto a losderechos de incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogéneos, la Corte Suprema en su considerando13 dijo que “la procedencia de este tipo de acciones requiere la vericación de una causa fáctica común, una pretensión

 procesal enfocada en el aspecto colectivo de los efectos de ese hecho y la constatación de que el ejercicio individualno aparece plenamente justicado. Sin perjuicio de lo cual, también procederá cuando, pese a tratarse de derechosindividuales, exista un fuerte interés estatal en su protección, sea por su trascendencia social o en virtud de las particularescaracterísticas de los sectores afectados. El primer elemento es la existencia de un hecho único o complejo que causa unalesión a una pluralidad relevante de derechos individuales. El segundo elemento consiste en que la pretensión debe estar concentrada en los efectos comunes y no en lo que cada individuo puede peticionar […] de tal manera, la existencia decausa o controversia, en estos supuestos, no se relaciona con el daño diferenciado que cada sujeto sufra en su esfera, sinocon los elementos homogéneos que tiene esa pluralidad de sujetos al estar afectados por un mismo hecho. Como tercer 

elemento es exigible que el interés individual considerado aisladamente, no justique la promoción de una demanda, conlo cual podría verse afectado el acceso a la justicia.” En el considerando 20, el Alto Tribunal dijo “ante la ya advertidaausencia de pautas adjetivas mínimas que regulen la materia, se torna indispensable formular algunas precisiones […]Es por ello que esta Corte entiende que la admisión formal de toda acción colectiva requiere la vericación de ciertosrecaudos elementales que hacen a su viabilidad tales como la precisa identicación del grupo o colectivo afectado, laidoneidad de quien pretenda asumir su representación y la existencia de un planteo que involucre, por sobre los aspectosindividuales, cuestiones de hecho y de derecho que sean comunes y homogéneas a todo el colectivo. Es esencial, asimismoque se arbitre en cada caso un procedimiento apto para garantizar la adecuada noticación de todas aquellas personasque pudieran tener un interés en el resultado del litigio, de manera de asegurarles tanto la alternativa de optar por quedar fuera del pleito como la de comparecer en él como parte o contraparte. Es menester, por lo demás que se implementenadecuadas medidas de publicidad orientadas a evitar la multiplicación o superposición de procesos colectivos con unmismo objeto a n de aventar el peligro de que se dicten sentencias disímiles o contradictorias sobre idénticos puntos.”49Existen otros indicadores de dicha forma de funcionamiento —y muy importantes— como ser lo referido a las eleccionesinternas de los partidos políticos, que se vinculan con el derecho de participación política de los ciudadanos y la importanciaque el artículo 38 de la Constitución nacional asigna a los partidos políticos como vehículo de dicha participación.

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43Res Publica Argentina 2009 - 2 y 3

5.  Las causas que explican el crecimiento moderno: Abandono de los hábitos cazadores-

recolectores, crecimiento de la eciencia basado en la innovación, desarrollo de una fuerza

de trabajo efectiva y buena gerencia

En una obra reciente sobre la historia económica del mundo, clArk ,50 Director del Departamento

de Economía de la Universidad de California, Davis, aborda, entre otras cuestiones, el porquéalgunas partes del mundo son tan ricas y otras tan pobres y sugiere que es la cultura —no laexplotación de las personas, la geografía o los recursos naturales— lo que explica mejor la riquezay la pobreza de las naciones. En contra de la teoría prevaleciente de que la Revolución Industrialfue provocada por el súbito desarrollo de instituciones políticas, económicas y jurídicas establesen la Europa del Siglo XVII, clArk demuestra que tales instituciones existían mucho antes dela industrialización. Y argumenta que fue de manera gradual que ellas condujeron a cambiosculturales profundos, por vía de alentar a las personas a abandonar sus instintos cazadores-recolectores51 —violencia, impaciencia y economía de esfuerzo— y adoptar lo que considera

como buenos hábitos económicos: Trabajo duro, racionalidad y educación.El problema, dice clArk  es que sólo las sociedades que tienen largas tradiciones de

arraigo y seguridad parecen desarrollar las características culturales y la fuerza de trabajo efectivaque posibilitan el crecimiento económico. Por añadidura, el autor también refuta la noción52 deque la dotación de recursos naturales y la geografía hacen una diferencia en cuanto a la riquezade las naciones. La Argentina tal vez represente la corroboración más patética del acierto dedicha refutación.53

El autor observa que los grandes motores de la vida económica a lo largo del curso de la

historia, a saber: La demografía, la tecnología y la eciencia del trabajo, parecen desacoplados delas preocupaciones económicas cotidianas. Al respecto, sostiene que la fuente verdadera de todocrecimiento es en realidad el crecimiento de la eciencia originado en la innovación , que explicatambién el crecimiento del capital físico. A la luz de ese postulado, considera que la contribuciónaparentemente independiente del capital físico al crecimiento moderno resulta ilusoria, dado que son las inversiones en capital de conocimiento las que generan el crecimiento de la eciencia ,inversiones que a juicio del autor no sólo explican la mayor parte del crecimiento económicomoderno a un nivel de aproximación, sino que “explican todo el crecimiento moderno.”54 Valgasubrayar que el autor no se reere a cualquier subsidio, a cualquier benecio promocional o

cualquier inversión en conocimiento, sino a aquella que redunda en un incremento de la eciencia productiva. Eso hace parte de la calidad del gasto público.

50clArk , GreGory, A  Farewell to Alms. A brief economic history of the world , New Jersey, Princeton University Press, 2007.51Al respecto dice Gordillo: “20.3. También se puede recordar el viejo dilema acerca de si el cerebro mantiene y en quémedida, rastros de razonamiento proveniente de la época de los anbios y reptiles (poder, territorio, jerarquía, agresión,ira, etc.), de la época de los mamíferos (afecto, solidaridad, amor, desprendimiento, etc.) y del último medio millón deaños que dio lugar al nacimiento del córtex. Cómo se vinculan unos y otros es ciertamente un problema no resuelto”Gordillo, AGustín, “Hacia la unidad del orden jurídico mundial,” Res Publica Argentina, RPA 2009-1, p. 72.52 Que atribuye a jAred diAmond.53 Cfr. con la visión de jeffrey sAcHs en el punto siguiente.54 clArk , op. cit ., p. 204.

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Otra observación interesante del autor, también vinculada con el tercero de los motoresapuntados, es que si bien en las economías de bajos salarios se constata empíricamente la existenciade muchos más trabajadores por máquina que lo esperable, sin un mayor producto por máquina,no resulta obvio que las deciencias en el insumo trabajo sean el problema y que tal vez el problema de esas economías sea uno de gerenciamiento.55 Fundamenta su posición destacando

que la mayoría de los economistas actuales atribuyen el pobre desempeño de la industria en laseconomías subdesarrolladas no a problemas laborales, sino a un fracaso generalizado de la gerencia para emplear productivamente todos los insumos de la producción: Capital, materias primas asícomo también el trabajo. Para sustentar su aserto sostiene que si bien se asume en general que el 

trabajo no calicado es de la misma calidad en todas partes, los gerentes, sin embargo, dieren

de país a país y los países más pobres poseen la gerencia menos eciente.56

6.  Replanteo del problema y análisis crítico: Atribuciones que se poseen y no se ejercen y

realidades que se conocen pero no se reconocen

En el punto anterior realizamos un primer acercamiento sustantivo a la problemática del desarrolloy tomamos nota entonces de la importancia que tienen la demografía (crecimiento de la población,migraciones internas y emigración, etc.), la tecnología y la eciencia del trabajo y una gerenciaeciente. En contraste, basta reparar en qué medida esas cuestiones centrales informan o no elaccionar de quienes poseen la atribución de dar vida y expresión concreta a las cláusulas de progreso y desarrollo de la Constitución nacional, para delimitar mejor la problemática a que mereero. Sólo he tomado como muestra apenas unos pocos resultados de una investigación quesirve para corroborar que una de las avenidas ineludibles para el desarrollo argentino es impulsar el desarrollo industrial y cientíco tecnológico, y que ello no puede ser realizado a menos que

se depongan actitudes de violencia, impaciencia y economía de esfuerzo (incluyo en esta nociónel atajo fácil hacia los recursos), se promueva un cambio de hábitos a favor de la cultura deltrabajo ecaz, la racionalidad y la educación, se logre aumentar la productividad (para lo cualen mi opinión se requiere, entre otros aspectos, mejorar el alcance y cobertura de la difusión y lavinculación tecnológica y el acceso al crédito) y, nalmente, se fortalezca la capacidad de gestión para emplear con eciencia los insumos de la producción.

Ahora bien, todos esos postulados se encuentran sabiamente previstos en nuestraConstitución nacional, en los incisos 18 y 19 del artículo 75. Como bien explica Gelli, el artículo

75 inciso 18 de la Constitución nacional faculta al Poder Legislativo a identicar y seleccionar objetivos de bienestar y planicar su consecución, escalonando los medios que considerenecesarios, convenientes y oportunos a tal n, dentro de los límites que le imponen los derechosconstitucionales —en especial los consagrados en el artículo14— y el principio de razonabilidadconsagrado en el artículo 28.57 En el inciso 19 del artículo 75, se establece que es atribucióndel Congreso proveer lo conducente a lo siguiente: a) El desarrollo humano; b) el progresoeconómico con justicia social; c) la productividad de la economía nacional; d) la generación de

55 clArk , op. cit., p. 353.56 clArk , op. cit., pp. 354-355.57 Gelli, op. cit ., p. 196. La autora sostiene que si bien las atribuciones consagradas en este inciso son discrecionales y

 programáticas, no deben ejercerse con arbitrariedad y en perjuicio de derechos constitucionales.

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empleo; e) la formación profesional de los trabajadores; f) la defensa del valor de la moneda;g) la investigación y el desarrollo cientíco y tecnológico, su difusión y aprovechamiento; h) proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; i) sancionar leyesde organización y de base de la educación, y j) dictar leyes que protejan la identidad y pluralidadcultural, la libre creación y circulación de las obras de autor, el patrimonio artístico y los espacios

culturales y audiovisuales.

 No obstante la importancia estratégica para el desarrollo argentino de las atribucionescontenidas en dichas normas, el examen de las acciones desplegadas y los resultados obtenidos por el Congreso con relación a cada uno de los puntos en ellas contenidos, paradójicamenteno informa el discurso de las fuerzas políticas ni parece preocupar a los medios masivos decomunicación. Ciertamente es responsabilidad de los representados exigir al conjunto de susrepresentantes concentrarse en estos temas. Pero no puede achacarse a la parte más débil la faltade una agenda de desarrollo nacional, tema acerca del cual, lamentablemente, en el Congreso se

debate poco o casi nada. ¿Será, como dice nieto

, que la clave del sistema político actual es quela realidad se conoce, mas nunca se reconoce?58

7. Pobreza, crecimiento, desarrollo y libertad 

Avanzando un poco más en la dimensión sustantiva del problema, me reero a continuación ala explicación que por su parte da sAcHs59 acerca de por qué algunos países no logran prosperar.Para este economista especializado en desarrollo, el aumento del PBI suele ser resultado deldesenvolvimiento simultáneo de cuatro procesos —o de la mayoría de ellos— a saber: a) Elahorro y la acumulación de capital; b) el incremento de la especialización y el comercio; c)

los avances tecnológicos, y —sobre esta base— d) el consiguiente aumento de la producción a partir de una cantidad dada de insumos, es decir, el aumento de la productividad que vimos yareejado en el pensamiento de k ruGmAn y clArk  y a esta altura no dudo en calicar como unacondición esencial para el desarrollo.

 sAcHs nos recuerda que el reloj de una economía puede, obviamente, funcionar al revés,retrocediendo en lugar de avanzar en cada uno de los procesos apuntados.

Así, la inexistencia de ahorro signica, por ejemplo, que los productores agropecuarios se

vean obligados a consumir todo lo que producen y no puedan renovar equipos o adquirir insumos para las cosechas siguientes, con lo cual éstas irán decreciendo y correlativamente lo harán susingresos. Esta observación, de rigurosa aplicación a nuestro país, también puede extenderse a laindustria y a los servicios, afectados ambos por la falta de crédito y los mercados en proceso decontracción. La cuestión es de suma relevancia y por eso me pregunto: ¿Por qué no ahorramoslos argentinos? ¿Será porque la mayoría carecemos de margen para ahorrar? ¿Será por la faltade incentivos, la voracidad scal, las emergencias continuas, la inseguridad jurídica y de la otra?¿Somos los argentinos, como país, un sujeto de crédito conable? ¿Seremos capaces de atraer inversión extranjera? ¿Seremos capaces, al menos, de atraer el capital humano, los ahorros y las

58  nieto, op. cit ., p. 139.59 sAcHs, jeffrey, El n de la pobreza, cómo conseguirlo en nuestro tiempo, Bogotá, Debate, 2006, p. 91 y ss.

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remesas de los cientos de miles de emigrantes argentinos en el exterior? ¿Seremos, aunque másno sea, capaces mínimamente de atraer migrantes con capital, además de los que escapan de laszonas rurales pobres de los países vecinos y ahora también de África? La respuesta es importante porque no hay inversión genuina sin ahorro.60

En punto al comercio y la especialización, sAcHs señala que éstos pueden verseobstaculizados o bloqueados por la violencia, el caos monetario, los controles de precios yotras formas de intervención gubernamental. Aspectos algunos de ellos a que ya nos tienenacostumbrados, entre otros, la Secretaría de Comercio Interior y la ONCCA.

Con relación al retroceso tecnológico, el autor arma que la pericia no se heredaautomáticamente y que toda nueva generación está obligada a adquirirla. Empresa que en nuestro país se diculta por la inecacia y opacidad de los mecanismos estatales de extensión agropecuariay de vinculación y promoción cientíca y tecnológica.

Finalmente, en cuanto al cuarto proceso, sAcHs, a diferencia de clArk , asigna ciertaimportancia a la incidencia en la productividad de factores naturales como la sequía, más allá dela tecnología. Esto resulta paradójicamente también pertinente en nuestro caso, sin que existancontradicciones con el postulado del segundo autor en virtud de que nuestra economía casi preindustrial no se caracteriza por la difusión de las modernas tecnologías de riego que en estadosdesérticos, como por ejemplo Israel, permiten neutralizar la incidencia adversa del clima en la producción agropecuaria. En otras palabras, el problema no radica en la geografía o el climasino en la falta de inversión en sistemas de riego e infraestructura de drenaje. Aquí encontramos,también, otro indicador de la forma de funcionamiento bajo análisis: En medio de la peor sequía

del siglo, registrada durante la campaña 2008-2009, los productores agropecuarios se encontrabanaplastados por uno de los niveles de retenciones históricamente más altos, mientras sectores del poder seguían buscando ponerlos de rodillas. Como alivio se instrumentaron un diferimiento

impositivo y un sistema de reparto de granos para reducir la mortandad de hacienda que llegó amuy pocos en desmedro del principio de igualdad consagrado en el artículo 16 de la Constituciónnacional. Además, con el pretexto renovado de ayudar, continuó operando el conjunto de subsidios,con las desprolijidades conocidas e imaginables respecto a los amigos del poder. Finalmente,me interesa destacar la aquiescencia de varios gobernadores que en los medios se oponían a lasretenciones, pero aceptaron calladamente el reparto de recursos provenientes de las retenciones

que el Poder Ejecutivo realizó a principios del año 2009.

Veamos ahora una conclusión a que llega sAcHs que se relaciona de modo directo conlas ideas expuestas en este trabajo: “La explicación más común de por qué hay países que noconsiguen el crecimiento económico se centra frecuentemente en que la pobreza es resultado dela existencia de dirigentes corruptos61 y culturas retrógradas que impiden el desarrollo moderno.

60 Bien señala Gordillo “nuestra permanente condición de deudores o defaulteadores sistemáticos, que no cumplimosnuestras obligaciones. El país cada vez se centra más sobre sí mismo, en una suerte de autismo internacional que no

 puede depararle buenos resultados.” Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1, op. cit ., cap. II, § 4, p. II-4-18.61 En cuanto a corrupción, transparencia y ecacia, para no cansar formulo simplemente la siguiente pregunta: ¿Cuántosempleados públicos integran la administración nacional, provincial y municipal y cuántos concursos vemos publicados

 por día en los medios? ¿Cómo producir la participación de los más calicados en la gestión del Estado? Que no asombren

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Sin embargo, algo tan complejo como el sistema económico de una sociedad tiene demasiadas piezas móviles para suponer que solo una puede funcionar mal. Los problemas pueden producirseen distintas partes de la maquinaria económica y a veces pueden encadenarse, lo cual la detiene prácticamente.”62 Dicho en otras palabras, además de la corrupción y el retroceso cultural existenotros factores que explican la falta de crecimiento económico e, indirectamente, la pobreza.

¿Cuáles son?

Para este economista hay ocho categorías principales de problemas que pueden causar el estancamiento o declive de una economía: 1) La propia pobreza como causa del estancamientoeconómico, a la que llama la trampa de la pobreza; 2) la geografía física; 3) la trampa scal; 4)los fallos en la acción del gobierno; 5) las barreras culturales; 6) la geopolítica; 7) la ausencia deinnovación, y 8) la trampa demográca.63

Acerca del problema 1, vemos como crecen en el país los jóvenes excluidos de laeducación y el empleo, los pobres, y la pobreza como problema estructural, junto a la crecientefalta de oportunidades, el desempleo, la mala distribución del ingreso y la baja productividad.

Sobre la geografía (problema 2) me remito a lo dicho en este punto y el punto 5 deltrabajo. Con relación a la cuestión scal (problema 3), me remito a lo dicho en los puntos 2 y 3y sólo agregaré que no es dable suponer que el capital extranjero privado se acerque a ayudar,salvo que se intente persuadirlo, como lamentablemente suele hacerse, con la tradicional profesiónde “credibilidad” y “seriedad” del país, que como ya no engaña a nadie debe ir necesariamenteacompañada de la concesión de ventajas desmedidas y tal vez con el aditamento de algúningrediente non sancto.

Con relación al problema 4, creo no equivocarme al interpretar que en buena parte de lasociedad argentina prevalece hoy la creencia compartida de que padecemos una profunda crisisde representatividad, cuyas causas estructurales se encuentran en el clientelismo y en el décitdemocrático que caracteriza el funcionamiento actual de los partidos políticos. Al principio deltrabajo también nos referimos al autoritarismo, el intervencionismo, la inecacia del Estado y eldespilfarro.64 Para no reiterarme, solamente agrego a lo dicho en los puntos 1, 2, 3, 4, 5 y 6, queel pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes, cuya acción de gobiernodebe resolver los problemas que afectan el desarrollo y conducirlo como proceso. También es

los resultados de gestión.62 sAcHs, op. cit ., p.97.63 sAcHs, op. cit . , pp. 97-111.64 Dice al respecto Gordillo: “Los problemas sociales que existen tienen también directa relación con el modo en quefunciona la administración pública, que pueden mejorarse por reformas en el derecho administrativo. Ya no basta el imperiode la autoridad de quien ejerce ocasionalmente el poder; ya no satisface la voz de mando, sea quien fuere el que manda.Ahora se intenta conseguir una sociedad cada vez más participativa, y la sociedad se queja cuando un gobierno intentadecidir y actuar sin consensuar con nadie, sin acordar ni ceder posiciones […] Los esquemas clásicos de la democraciarepresentativa no se rechazan, sino que se postulan como insucientes. Hay que crear nuevas y adicionales formas de

 participación del pueblo en el poder, de modo tal que su inuencia en él no se limite a la elección de candidatos electoralesy hay que tenerlas constantemente en ejercicio, con pleno conocimiento que los derechos de participación que no se

exigen ni se ejercen prontamente se atroan. No se vaya a esperar que la iniciativa de participación provenga de quienejerce el poder: Él está mucho más cómodo decidiendo en soledad” Gordillo, Tratado de Derecho Administrativo, t. 1,op. cit ., cap. II, § 4, p. II-4-21.

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cierto que el pueblo a su vez debe controlar, vigilar y participar, cuestión sobre la que volveremosal nal del trabajo.

Acerca de las barreras culturales (problema 5) me remito a lo expuesto bajo el punto 5.Me restó agregar que para clArk , lo que llama la Gran Divergencia entre países desarrollados y

en vías de desarrollo no radica en la diferencia en los niveles de desarrollo tecnológico sino enla manera más o menos eciente en que se usa la tecnología disponible. En tal sentido resulta penoso comprobar que mucha tecnología que se encuentra en el dominio público no se aplica enla Argentina para mejorar la producción, por la falta de incentivos y en virtud de las debilidadesque ya apunté de extensión, vinculación y promoción cientíca y tecnológica. Eso explica en parte nuestra baja productividad, sobre todo industrial. Así damos cuenta también del problema 7.

La cuestión internacional (problema 6) no la hemos abordado como tal dado que excedeampliamente los límites del trabajo, pero implícita o explícitamente emerge en diversas partes del mismo.

Finalmente y con relación al problema 8, nuestra política migratoria de puertas abiertasy las características de las corrientes migratorias actuales tienen sin duda efectos cuyo análisistambién exceden los límites que nos hemos impuesto. Pero sí me interesa puntualizar que en lascondiciones políticas y socioeconómicas actuales, ningún migrante argentino se verá tentado aregresar a invertir en el país sus ahorros, su capital humano o ambas cosas, salvo que lo deportendel destino en que se encuentra o que extrañe a la familia. Tampoco se sentirá atraído un cientíco,un tecnólogo o un profesional argentino en el extranjero a abandonar su lugar cómodo en elmundo desarrollado para retornar a la Argentina, sobre todo cuando su consiguiente aporte decapital humano difícilmente encuentre un cauce propicio de integración. Esto nos debe mover a

reexión acerca de cómo estamos y por qué nos han superado países de la región y del mundomenos dotados de recursos naturales y de mano de obra.

Un sendero explicativo lo encuentro en sen, para quien la clave del desarrollo es lograr consolidar, como modelo superior de organización política, un sistema de gobierno realmentedemocrático, ecaz, transparente y participativo, que asegure la existencia de diferentes tipos delibertades, que a su vez habiliten opciones de vida. En su visión, la posibilidad de desarrollarnoscomo individuos se ve inevitablemente limitada y restringida por las oportunidades sociales, políticas y económicas a las que tenemos acceso. Su convencimiento de que la libertad económica

y la libertad política se refuerzan mutuamente, lo llevó a postular que la eliminación de la falta delibertades fundamentales es una parte constitutiva del desarrollo. Por esa razón, sen sostiene queel punto de partida para encarar la problemática del desarrollo es realizar un análisis integrado detodas las actividades sociales, económicas y políticas en las que intervienen las instituciones del país, centrando la atención en el papel y las interconexiones de ciertas libertades instrumentalesfundamentales. Entre ellas ubica a las oportunidades económicas, las libertades políticas, losservicios sociales, las garantías de transparencia y la seguridad protectora.65 

En contraposición, los argentinos vemos la manera en que los recursos se usan paracooptar voluntades y alimentar, a través del voto, el dogma de la soberanía de una mayoría

65 sen, op. cit ., p. 15 y ss.

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inmoralmente alcanzada con base en la necesidad. O para generar adhesiones o el silencio,complicidad o resignación del necesitado, sin que importe si se trata de un particular, de unlegislador, de un intendente o de un gobernador de provincia. Esto conduce inevitablementea dos conclusiones: a) El funcionamiento clientelista de nuestro sistema político representa lanegación de la libertad de elegir, y b) la forma en que el poder asigna en la actualidad los fondos

 públicos, representa, a su vez, la negación del desarrollo.

Por esa razón, resulta más de lo mismo el intento coyuntural de andar buscando dinero por los organismos internacionales impostando conabilidad. Recordemos, por otra parte, quedurante las últimas tres décadas la cooperación nanciera y técnica internacional para el desarrolloen la Argentina se transformó en una suerte de “administración paralela” y fuente de contratos,sin que su costo benecio haya sido evaluado seriamente y generando una importante deuda. Endenitiva, los argentinos debemos encontrar una manera organizada y civilizada de debatir cómoaplicar de manera racional, productiva y justa los recursos que se obtengan y los que podamos

generar genuinamente con nuestro esfuerzo. Un paso en esa dirección sería que el Congresoempiece a ocuparse de manera sistemática del tema. Y tal vez una forma de comenzar seríasolicitar a los niveles directivos y técnicos de las instituciones públicas nacionales, provincialesy municipales, a las instituciones de la sociedad civil, al movimiento obrero organizado, a lasONG, a los desocupados y a la producción, que aporten su diagnóstico de problemas y soluciones.

Para terminar con este punto, me parece injusto que se diga que a los argentinos “nose nos cae una idea.” Lo que nos pasa es que nuestros representantes, además de no ocuparsede modo transparente y ecaz de resolver los graves problemas que nos aigen, tampoco seinteresan en organizar cauces, distintos al clientelismo electoralista y prebendario, que permitan

una participación efectiva.

Sin una autocrítica previa acerca del modo de funcionamiento actual de la clase política,cualquier intento de reforma política basado en el dogma de la mayoría —como ella se lograhoy— representará más de lo mismo. La participación política en los partidos políticos es clavey por eso deben democratizarse, abrirse a la ciudadanía con campañas de aliación, renovar suscuadros en elecciones internas periódicas y profundizar los valores democráticos y éticos. Lasinternas abiertas signican usar a la ciudadanía para legitimar el poder de los que ya integranla clase.

8. La clase política y la teatrocracia

En este punto no pretendo entrar en las diferentes teorías acerca de la clase política, tema queha dado lugar a controversias y posiciones diversas66 sino simplemente formular una conjetura,que arrojo al campo de la discusión: En la Argentina existe una clase política axiológicamentedesvinculada del desarrollo moderno, a la que es posible describir como un conjunto de personas y

66 Tema al que no he regresado desde que en Derecho Político estudiábamos, entre otras, las teorías de las clases políticasde moscA, de la circulación de las élites de PAreto, la ley de hierro de la oligarquía de micHels, por un lado y los planteos

que se les oponían, como el planteo sociológico de BurdeAu y el modelo sociológico de los estratos políticos de dAHl,donde los hombres, según su interés en la vida política, se ubicaban en cuatro estratos: Los apolíticos, los políticos, los

 buscadores de poder y los poderosos.

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agrupaciones que se diferencia del resto de la ciudadanía, más allá de su mayor o menor simbiosiscon ella y de los orígenes e ideologías de sus integrantes, en que tiene como denominador común elobjetivo de la perpetuación en el tiempo de los privilegios y ventajas que obtienen de la actividad política y del poder político. Para ello, uno de los instrumentos fundamentales de que se sirve esla omnipresencia en los medios.

El corolario de lo anterior es que para la clase política argentina los demás objetivosceden frente a la lucha por el poder, que es vital, y devienen  programáticos. De hecho, lo que priman son las consignas orientadas a ganar voluntades, subordinadas a las diferentes alternativasque emergen de la confrontación política que, en una suerte de aplicación perversa e inmoralde la ley económica del menor esfuerzo, adopta en la Argentina el camino corto del populismoclientelista y agresivo con sustento en esa fuerte presencia mediática que postulamos. A estaúltima realidad se la designa en general como política-espectáculo.

En la Argentina el tema es hoy de rigurosa actualidad. Pero recordemos que ya conmotivo de las últimas elecciones un editorial de La Nación del 1-VI-09 sostuvo la existencia demotivos evidentes para culpar a la comunidad política por haber creado las condiciones para queel sistema constitucional se haya alejado del clima de seriedad y compromiso en el que debentranscurrir las grandes cuestiones públicas, y se haya acercado a la tradición del espectáculorevisteril o televisivo.67

¿En qué consiste la política-espectáculo? Un ensayo reciente68 postula que el dominiocada vez más acentuado de lo visual y de la imagen, permite sustituir conceptos e ideas por  personajes, que captan la atención, mueven emociones y conforman, literalmente, un escenario.

Con cita de cAzeneuve, el trabajo sostiene que a partir del  star system de la cinematografíanorteamericana, el desarrollo de las técnicas mediáticas ha vedettizado a la vida pública alextremo de que, aún reconociendo que la dramaturgia política siempre ha existido, el fenómenoque se registra en la actualidad es una virtual identicación de la política con el espectáculo de laimagen. Por esa razón, el análisis concluye que nos encontramos ante un elemento denitorio dela mercantilización de la vida política en los actuales contextos democráticos. En esa visión, los políticos se convierten en astros del mundo de la fama que generan los medios audiovisuales, juntoa las estrellas del cine, a los ídolos de la canción y del espectáculo y algunos periodistas. El ensayoseñala que se podría ir más allá y hablar de los ritos de enfrentamiento y de rituales consensuales,

que se ofrecen al público como productos de consumo político-electoral, acondicionados segúnlas mejores tradiciones comerciales y publicitarias. Finalmente, el ensayo recuerda que PlAtón había ya utilizado el término teatrocracia con una connotación negativa para designar al gobiernodemocrático, y que en el volumen I de Las leyes, él equipara al gobierno del pueblo con el gobiernodel público en el teatro (en el que el actor-demagogo domina los impulsos de la muchedumbre)y lo considera como contrapuesto al progreso y generador de la licencia y el desorden.

67 “La política como espectáculo,” La Nación, Opinión, 1-VI-09.68  oliet PAlA, AlBerto, “La monarquía mediada,” en http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/

REPNE_112_137.pdf.Si bien no referido directamente a la teatrocracia es interesante el ensayo de PorAtti, ArmAndo r .“Teoría política y práctica política en Platón II,” Universidad Nacional de Rosario – CONICET, en http://www.galeon.

com/loesp/Akademos/colabora/arp_pol2.htm.

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Este último costado de la política-espectáculo es el que preocupa, y a él me reerocomo último rasgo de funcionamiento de la clase política que me interesa destacar en el presentetrabajo, por la impronta de engaño que conlleva. Dicho en otras palabras, para muchos argentinosla política era, es y será un espectáculo en el buen sentido de la palabra, con sus grandes oradores,las sesiones memorables en el Congreso, los trascendentes discursos de nuestros políticos más

destacados, etc. Pero la teatrocracia es otra cosa.

Con el respeto del caso decidimos indagar un poco más y encontramos que para PlAtón (Libro III de Las Leyes), la historia permitía comprender el principio de la decadencia del poder,decadencia que atribuía a la música y, en general, al arte. El motivo era que los poetas, en suavidez de ceder al placer, habían mezclado géneros que antes se mantenían cuidadamente distintosy, con ello, la gente había perdido el sentido del orden: Había creído que su placer ocupaba ellugar de la ciencia y entonces juzgaba todo en función de su propio placer. De ese modo, paraPlAtón la democracia se había convertido en una teatrocracia.69 

Pero antes de seguir avanzando en el concepto es preciso introducir una nota de cuidado:Ese juicio debe interpretarse en el contexto de la importancia directa y concreta que el arte teníaen esa época. Por esa razón, y a n de poder entender rectamente la condena del arte que hacePlAtón y su proyección a la política actual, acudimos a la obra clásica de cArPio, de la quetomamos las ideas que siguen.70 A modo de apretada síntesis, lo que debemos tener presente esque para PlAtón la función propia del arte consistía en colocar ante el intelecto de las personasimágenes de lo que era intrínsecamente grande o hermoso, para ayudar a que ellas pudieranreconocerlo en la vida real. De manera que cuando el arte hacía equivocar a la gente, haciendoque tomasen por más que apariencia lo que sólo era apariencia, no cumplía debidamente con

su función. Así, PlAtón consideraba que el arte se había utilizado con frecuencia para producir nociones ilusorias y estimular deseos que debían ser reprimidos o, en todo caso, no excitados,algo que en la actualidad ocurre en el cine, la literatura, la política y en la propaganda en todassus formas. Él había percibido con toda claridad los engaños y peligros a que puede conducir la retórica, en tanto arte capaz de no dejar ver las cosas como son, sino de interponer imágenesfalaces con las que se nos deforma la realidad. En síntesis, para entender el sentido de acudir a la idea de la teatrocracia, lo importante es tener en claro dos cosas: a) Para PlAtón el arteestaba subordinado a la moral, y b) a su vez, el arte y la literatura estaban vinculados a la vidade los griegos de manera muy estrecha. Los poetas representaban para ellos la base de toda su

educación, sus escritos desempeñaban la función de código ético, y hasta la legislación podíafundarse en los poetas.

Mi conclusión es que en la actualidad, la teatrocracia sería una forma de designar cualquier acción dirigida a instalar en la opinión pública una idea deformada de la realidad,valiéndose de la retórica y la sustitución de razonamientos por imágenes y consignas que lagente toma como algo más que apariencia, es decir, como algo creíble. El potencial de dañotiene relación directa con el grado de predominio en los medios audiovisuales y su consecuencia principal es, como señalé, la deformación que es capaz de producir en la opinión pública. A esta

69 Grenet, PAul-BernArd, Historia de la losofía Antigua, Barcelona, Herder, 1976.70cArPio, Adolfo P., Principios de Filosofía. Una introducción a su problemática, Buenos Aires, Glauco, 2004, pp. 89-90.

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conclusión es fácil arribar si se tiene en cuenta que es la opinión pública la que al observar y juzgar las acciones del gobierno, cumple una función democratizadora, siempre y cuando losgobernados estén en condiciones de ejercer una acción de vigilancia y una acción de crítica sobreel gobernante.71 Para lo cual requieren información suciente y veraz.

¿Cuál es el criterio para distinguir que algo es apariencia o más que apariencia? Endenitiva dependerá del procesamiento que haga cada uno de los datos de la realidad de quedisponga, a partir de su posicionamiento ético. Ahora bien, si aceptamos, como enseñaba Nino,72 que existe una cierta presunción de validez moral de las decisiones democráticas, quien valiéndosede la teatrocracia intenta condicionar con engaños y falacias tanto nuestro juicio individual comoa la opinión pública para instalar determinadas normas o conductas, está, de hecho, cometiendoun engaño calicado por esa presunción y, en denitiva, atenta contra la democracia.

71Pízzolo (H), cAlóGero, Democracia, opinión pública y prensa en la construcción de un paradigma, Mendoza, Ediciones

Jurídicas Cuyo, 1997, pp. 368-369.72 nino, cArlos s., “Derecho, Moral y Política. II Fundamentos del liberalismo político. Derechos humanos y democraciadeliberativa,” en colección Los escritos de Carlos Nino, Buenos Aires, Gedisa, 2007, pp. 232-233.