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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ FACULTAD DE HUMANIDADES ESCUELA DE INGLES LICENCIATURA EN INGLES MATERIA HISTORIA DE PANAMÁ EN EL MUNDO GLOBAL INTEGRANTES AVILA ROBERTO BARRIOS EDWIN MITZIE SÁNCHEZ TEMA LA SOCIEDAD PANAMEÑA: PANORAMA HISTÓRICO Y PROBLEMAS ACTUALES

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PROBLEMAS SOCIALES EN PANAMÁ MATERIA HISTORIA DE PANAMÁ EN EL MUNDO GLOBAL COD. ASIG-22473

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UNIVERSIDAD DE PANAMÁFACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE INGLES

LICENCIATURA EN INGLES

MATERIA

HISTORIA DE PANAMÁ EN EL MUNDO GLOBAL

INTEGRANTES

AVILA ROBERTO

BARRIOS EDWIN

MITZIE SÁNCHEZ

TEMA

LA SOCIEDAD PANAMEÑA: PANORAMA HISTÓRICO Y PROBLEMAS ACTUALES

INTRODUCCIÓN

Los problemas sociales en Panamá se han incrementado debido al crecimiento de la población y la falta de un plan de acción por parte de los Gobiernos para brindar soluciones a largo plazo.

Como problemas sociales en Panamá podemos mencionar, salud, vivienda, probreza, transporte, falta de agua, los cuales se presentan tanto el área urbana y el interior del país. En el presente trabajo, explicaremos las causas, los problemas maás comunes y posibles soluciones.

Problemas como la probreza aún se encuentran en áreas urbanas tanto como el interior del país, existen programas que han ayudado a educar la población sobre la probreza, dando oportunidades de educación, alimentación y programas de autoayuda que le permitan al individuo reeducarse sobre la probreza. Igualmente, los problemas de vivienda han sido tomados en cuenta por el Gobierno actual, creando programas para familias de escasos recursos, costruyendo viviendas accesibles y creando programas tales como fondo solidario de viencia y techos de esperanza, que le han ayudando en gran parte a la población de escasos recursos.

El transporte, un problema diario que afecta a todo la población, en los últimos años ha habido cambios tales como el Metro y el cambio de los llamados buses diablos rojos a los metro buses, soluciones que en gran parte han sido de beneficio para la problación.

La salud, un problema social aún sin solucionar, la falta de atención en los hospitales, falta de personal capacitado, igualmente el desabastecimiento de medicinas, entre otros que detallaremos.

Otro tema importante, es la educación, si bien es cierto, el nivel de educación en Panamá en comparación con otros países tal como Chile no es exitoso, el Gobierno esta adoptando medidas en todas las áreas tanto urbanas como el interior del país, para modernizar y adoptar planes que involucren a los profesores, alumnos y padres de Familia. El Gobierno ha creado la beca universal, a proporcionado a los estudiantes de computadoras portátiles e internet para que tengan fácil acceso a la educación.

El agua, la escasez constante de tan preciado liquido debido al crecimiento acelerado de la población y desarrollo urbano. Igualmente, la población no ha sido conciente de cuidar y evitar desperdiciar diariamente grandes galones de agua.

CONTENIDO

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ................................................................................................................3

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................4

LA PROBREZA.....................................................................................................................................3

ESTRATEGIA....................................................................................................................................4

RESULTADOS..................................................................................................................................5

VERDADERAS SOLUCIONES............................................................................................................6

EL CAMINO EQUIVOCADO..............................................................................................................7

PROBLEMAS Y SOLUCIONES DE VIVIENDA.........................................................................................8

PROBLEMAS DEL TRANSPORTE EN PANAMÁ....................................................................................9

PROBLEMAS DEL AGUA EN PANAMÁ...............................................................................................11

EDUCACIÓN......................................................................................................................................12

SALUD..............................................................................................................................................14

ANEXOS............................................................................................................................................16

CONCLUSIÒN....................................................................................................................................17

BIBLIOGRAFIA...................................................................................................................................18

LA PROBREZA

Para Mariela Arce, economista e investigadora, el problema radica en que, desde siempre, el país ha tenido un problema en separar su modelo de desarrollo y el de democracia. Comenta Arce que Panamá tiene un modelo democrático que es concentrador, partidocrático y centralista, lo cual, para la también educadora, trae como consecuencia que se tenga un modelo ‘económico monopólico, de un exacerbado capitalismo, con una voracidad en su forma de hacer economía’.

La catedrática, Briseida Allard, considera que un factor determinante es que en Panamá todavía se tiene una ‘mirada colonial’, en la que unos cuantos acaparan los recursos que se generan. La socióloga dice que: “Panamá siempre ha generado riqueza, pero siempre se queda en un sector”. Allard también considera que la pobreza y la inequidad en el país son causados, en gran parte, por el sistema internacional que hemos adoptado, el cual, se ha mantenido y, sobre todo, hace más difícil la vida en las condiciones de globalización y neoliberalismo en que vivimos hoy.

Arce añade: “La pobreza de Panamá es por desigualdad, por eso tenemos uno de los peores lugares en distribución de la riqueza”.

Sin embargo, el crecimiento económico de Panamá ha sido uno de los más altos de Latinoamérica durante la década reciente, con un crecimiento promedio del PIB por encima del 8% entre 2006 y 2012.

Comparado con otros países de la región, Panamá tuvo un desempeño relativamente favorable durante la crisis financiera global con un crecimiento del 3.2% en 2009. Sin embargo, en 2010 la economía retomó su ritmo con un crecimiento del 7.6%, para alcanzar una expansión del PIB del 10.6% en 2011, 10.5% en 2012, 7.9% en 2013 y un crecimiento estimado del 7.3% en 2014.

Este fuerte crecimiento económico se ha traducido en la mejora de indicadores sociales. La tasa de pobreza cayó del 48.5% en 2002 al 27% en 2011, mientras que la pobreza extrema disminuyó del 21% al 11% durante ese periodo.

Aun así, la desigualdad se mantiene relativamente alta en Panamá (coeficiente Gini de 0.53 en 2011) y persisten desafíos para la provisión pública de servicios sociales. Por ejemplo, niñas y niños en comunidades indígenas tienen significativamente menos acceso a servicios básicos de educación, electricidad y saneamiento que otros niños y niñas en zonas rurales o urbanas. Atender estos retos sería clave para que Panamá se acerque más a países avanzados en términos de prosperidad compartida.

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La ampliación del Canal de Panamá y una serie de megaproyectos han inyectado mayor vitalidad a la economía y se espera la impulsen a crecer de manera sostenida. Esto representa una oportunidad histórica para avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad.

El desarrollo de un sistema de protección social más efectivo para los pobres será crucial para acelerar la reducción de la pobreza en el país. Para ampliar la base de potenciales beneficiarios, Panamá necesita alentar aún más la competitividad del sector privado y mejorar el acceso a la educación y la salud. Además, se necesitará una mayor atención en el desarrollo de habilidades y que se estimule la innovación.

Para afrontar esos desafíos, Panamá ha puesto en marcha varios programas para reducir la pobreza e incrementar el acceso a los servicios. El programa de transferencias monetarias condicionadas Red de Oportunidades, por ejemplo, da US$50 al mes a las madres más pobres para que sus hijos vayan a la escuela y reciban servicios básicos de nutrición y salud.

El Gobierno de Panamá también ha destinado recursos adicionales a programas de protección social como “120 a los 65”, que da US$120 a más de 100 mil jubilados de más de 65 años que no estén cubiertos por planes de pensión, y el programa Beca Universal que otorga una beca mensual de US$75 a US$105 a 550 mil estudiantes inscritos en escuelas públicas y estudiantes elegibles de centros privados.

ESTRATEGIA

El Banco Mundial y el Gobierno de Panamá han diseñado la Estrategia de Alianza con el País (2011-2014) con el objetivo de fortalecer la colaboración entre el Banco Mundial y Panamá.

Esta Estrategia de Alianza está orientada a los resultados y se basa en tres pilares destinados a apoyar a Panamá a enfrentar sus desafíos de desarrollo:

Crecimiento económico basado en las ventajas competitivas del país; Generar más oportunidades para todos, y

Un sector público transparente y eficiente que reporte beneficios a la sociedad.

El tercer pilar es transversal y busca apoyar el crecimiento y establecer un sector público más eficiente y eficaz.

La actual cartera del Banco Mundial en Panamá incluye diez proyectos enfocados en salud, protección social, desarrollo rural, ambiente, infraestructura y eficiencia en el sector público, por un total de US$633.06

millones. Otro proyecto financiado por una donación de US$6 millones para la productividad rural y la conservación del ambiente complementa estas operaciones de inversión.

Estos son algunos de los proyectos activos en Panamá:

El Proyecto de Equidad y Mejor Desempeño en el Sector de la Salud tiene como meta aumentar el acceso de comunidades rurales a servicios básicos de salud, cuya calidad garantice una mayor salud materno–infantil. Más de 203 mil personas en zonas rurales han recibido servicios de salud con este proyecto.

El objetivo del Proyecto de Abastecimiento de Agua y Saneamiento para Comunidades de Bajo Ingreso es aumentar el acceso sostenible en comunidades pobres a los servicios de abastecimiento y saneamiento del agua. A la fecha, se ha mejorado el acceso a servicios de agua y saneamiento para más de 25 mil beneficiarios en comunidades rurales y más de 15 mil personas cuentan ahora con nuevas letrinas.

El Proyecto de Asistencia Técnica para Mejorar la Eficiencia del Sector Público busca apoyar a las instituciones públicas a producir, aprovechar y difundir información para un uso más eficiente y transparente de los fondos públicos.

El objetivo del Préstamo de Políticas de Desarrollo para la Gestión de Riesgos por Desastres (con CAT DDO) es mejorar la capacidad de Panamá para implementar su programa de gestión de riesgos por desastres y ofrecerle liquidez inmediata en caso de una catástrofe natural.

El Proyecto de Mejoramiento de Agua Potable y Saneamiento de la Zona Metropolitana ayudará a mejorar la calidad, cobertura y eficiencia de los servicios de suministro de agua y saneamiento en barrios de bajo ingreso de la región metropolitana de Panamá. Más de 380 mil beneficiarios tienen acceso ahora a suministro de agua confiable e instalaciones mejoradas de saneamiento.

RESULTADOS

El Gobierno implementó el programa Red de Oportunidades a partir de marzo de 2006, para lo cual el Banco proveyó respaldo financiero a través del Proyecto de Protección Social, el cual alcanzó a cerca del 11% de la población y superó la meta original de beneficiar a 60 mil hogares en pobreza con niños. Una serie de préstamos de políticas de desarrollo también han ayudado a fortalecer y mejorar la eficiencia de Red de Oportunidades y otros programas de protección social.

El Proyecto de Equidad y Mejor Desempeño en el Sector de la Salud y el Proyecto para Mejorar la Calidad de la Educación Básica también fueron fundamentales para ayudar a diseñar y establecer sistemas de selección y monitoreo del programa Red de Oportunidades.

El Proyecto de Productividad Rural aportó US$39.4 millones para apoyar la conservación de la biodiversidad de bosques protegidos y de ecosistemas montañosos, costeros y marítimos en Panamá. Más de 36 mil hectáreas de bosque están protegidas y casi 3 mil pequeños productores participan en alianzas productivas financiadas por el proyecto. Otro de los resultados fue un progreso tangible en reformas para la administración de tierras: 51,876 parcelas fueron censadas y se emitieron 12,422 títulos en las provincias de Chiriquí, Veraguas y Bocas del Toro.

Con el objetivo de aumentar el alcance y mejorar el impacto de la educación, el Banco Mundial también ha otorgado financiamiento adicional a dos proyectos clave: Educación Básica (US$5.4 millones) y Asistencia Técnica a las Reformas de las Políticas Públicas (US$ 6 millones). Estos apoyaron para que la cobertura prescolar de niños de 4 y 5 años se incrementara de un 31% en 2001 a un 61% en 2007, mientras que la inscripción de niños aumentó de 55,369 hasta 92,900 en el mismo periodo. Entre los años 2000 a 2007, las inscripciones netas en la escuela secundaria también aumentaron de un 58.5% a 64.6%.

Un estudio reciente del Banco Mundial ha derivado en una estrategia de desarrollo para el mejor aprovechamiento del potencial económico y social de las llamadas “Áreas Revertidas”, que abarcan casi 1,500 kilómetros cuadrados entre el Atlántico y el Pacífico. La Estrategia para el Desarrollo de las Áreas Revertidas evaluó opciones de desarrollo para estos terrenos para atraer más inversión y generar más empleos, tomando en cuenta el impacto ambiental.

VERDADERAS SOLUCIONES

Si los subsidios no son la manera correcta para acabar con la inequidad y la pobreza, entonces, ¿cuál es el método adecuado para sacar a Panamá del tercer mundo?

El catedrático Juan Jované dice que: “para acabar con la pobreza hay que invertir en el recurso humano, educación, que sabemos que no está funcionando bien; la salud, que también tiene problemas; saneamiento ambiental (el agua potable, etc.). Esas políticas, que son las que resuelven el problema, no se están llevando adelante. Ayudar a personas temporalmente es importante, pero lo más importante es resolver que la gente pueda actuar por sus propios medios”.

Juana Camargo coincide con Jované, y opina que: “la educación es una de las herramientas para que la gente se desarrolle”. El problema es que, comenta Camargo: “tenemos un sistema educativo, que es un desastre”. La socióloga

añade que sin políticas integrales, que piensen en el país, que vamos a encontrar, más que miseria.

El problema con las ‘políticas’, por lo menos las integrales de tipo social, opina Briseida Allard, es que, desde hace un tiempo, ‘han perdido mucho de su significado en términos de integralidad y corresponsabilidad del Estado con los individuos y las organizaciones para buscar una sociedad más equitativa’.

La educadora Mariela Arce asegura, por su parte, que en Panamá debe haber realmente un acceso a los recursos públicos. Debe haber una distribución del ingreso, la economista asegura que hay modelos de crecimiento que, a largo plazo, no son sostenibles, porque la población y el elitismo y la mala distribución de la riqueza generarán condiciones de inestabilidad social que serían inviables.

Hace unas semanas, para otro reportaje publicado en La Estrella de Panamá, el entonces director de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, José Luis Ford, urgía al gobierno una reconsideración en el uso de subsidios por la pesada carga que representaban para algunos sectores de la sociedad: “El gasto en subsidios es costeado por el presupuesto del Estado, compuesto en gran parte por los impuestos que los contribuyentes debemos pagar. Consideramos que los subsidios deben ser temporales y focalizados ya que estos representan una pesada carga para todos los contribuyentes y no son sostenibles en el tiempo por el incremento poblacional y los efectos de la inflación. Los subsidios incentivan el consumo en lugar del ahorro”.

Ford, también comentaba, así como Jované y Camargo que la salida real a la pobreza es la educación: “debe atenderse la raíz de los problemas sociales, a través de una mejor educación que le permite a la ciudadanía, acceder a plazas con mayores remuneraciones”.

EL CAMINO EQUIVOCADO

La catedrática Juana Camargo observa que en Panamá no hay políticas reales para desarrollar nada. La socióloga destaca que: ‘Se hizo mucha infraestructura en el gobierno anterior’; pero, también cuestiona: “¿De qué sirve todo eso? ¿Qué políticas de desarrollo se están haciendo? ¿Son políticas que en verdad piensan a la gente o la explotan y las sacan de sus lugares de vivienda para que vengan a las ciudades?”.

La economista Maribel Gordón explica, al hablar de políticas gubernamentales que: “es claro que en materia social el pueblo sigue enfrentando las mismas vicisitudes. Se mantiene el mismo esquema de confrontar las necesidades sociales de educación, salud, vivienda, transporte, alto costo de los alimentos con políticas asistencialistas que generan clientelismo político pero que no enfrentan las causas que originan el problema (se ven los efectos pero no se atienden las causas)”.

La investigadora Mariela Arce comenta que, este nuevo gobierno tiene una oportunidad para mirar con lupa y destruir los monopolios y oligopolios que existen. Debe mirar las políticas redistributivas de ingresos, el endeudamiento y los subsidios. Una política realmente integral de la pobreza, no a corto plazo ni aplicando curitas’.

PROBLEMAS Y SOLUCIONES DE VIVIENDA

En la República de Panamá, el problema habitacional alcanza sus mayores proporciones de gravedad en los centros urbanos, sobretodo en Panamá y Colón. Es notable la cantidad de población que vive en condiciones inadecuadas. El problema de la desintegración social en las ciudades se agrava de manera alarmante, dadas las tasas de crecimiento relativo de la población en los centros urbanos y muy especialmente en los sectores marginales.

Entre las causas del problema habitacional podemos destacar las siguientes:

El incremento demográfico debido desplazamiento hacia la capital, de grupos del interior de la república en busca de mejor forma de vida (trabajo y estudio).

El bajo nivel de ingresos de la población, los bajos salarios y el desempleo determinan las condiciones de vida infrahumana.

El alto costo de la construcción originado por la mano de obra costosa, el precio elevado de los terrenos y las tasas de intereses a los capitales.

Ausencia de una política definida de vivienda, que subsane el problema ocasionado por casas condenadas y de las destruidas por incendios.

El desinterés por construir a precios razonables, que reúnan condiciones como privacidad, comodidad y alquiler justo.

La actual administración del ministerio de vivienda está atendiendo en forma prioritaria situaciones de urgencia como:

Atender a las familias con necesidades habitacionales que están invadiendo terrenos privados o públicos, con propuestas de opciones de vivienda que consiste en proporcionales globos de terreno estatales que permitan la ocupanción ordenada de los grupos familiares.

Mesura y legalización. Mediante este programa se logró medir 840 lotes en diferentes sectores en San Miguelito para que las familias construyan sus propias viviendas.

Reordenar la administración de las viviendas revertidas en el área del canal, sobre la base de una correcta evaluación socio económica para superar la irregularidad y abusos en la asignación de éstas.

El viceministro de Vivienda, Jorge González, dijo, en TVN Noticias, que el gobierno está trabajando para darles solución habitacional a unas 140 mil familias, en todo el país, que no tienen una vivienda digna, y que incluye a los que viven en los 40 asentamientos informales que existen.

El viceministro dijó que para solucionar el problema apuestan a tres grandes proyectos como son:

1. Techos de Esperanza que le dará solución habitacional a 50 mil familias.

2. Renovación Urbana en Colón que beneficiará a 25 mil familias.

3. Las 2 mil soluciones que se darán en Panamá Oeste.

4. Las 10 mil familias que se le otorgarán viviendas en Panamá Este.

5. Las licitaciones públicas que beneficiarán más de 25 mil familias, en los próximos cinco años.

Reconoce que es una problemática que no resolverán solos, por eso han impulsado el fondo solidario de vivienda, para mejorar la calidad de vida de más de 30 mil familias panameñas.

Explicó que a muchas de las familias en asentamientos se quedarán en las tierras, una vez el gobierno las legalice y ellos se comprometan a pagar por la tierra y en el otro caso serán trasladados a otros proyectos donde tendrán servicios básicos, centros de orientación infantil y un centro regional universitario, que se construirá en Arraiján.

Manifestó que el precarismo es un problema de arrastre que se inició hace décadas, ante la falta de políticas claras para la construcción y edificación de viviendas que puedan disminuir el déficit habitacional, que ronda los 150 mil viviendas.

Pero se han enfrentado a problemas porque las comunidades ilegales no permiten ser censados y conocer la realidad y sus necesidades. Agregó que entre el 2008 y 2013, en Panamá, parte del gobierno, solo se construyeron 6 mil soluciones habitacionales.

PROBLEMAS DEL TRANSPORTE EN PANAMÁ

La ciudad de Panamá tiene un serio problema de saturación vehicular. Más de medio millón de autos transitan por las avenidas de la urbe istmeña. Unos cinco mil de estos vehículos son autobuses; por otro lado, unos cuatro mil camiones de carga de todo tipo viajan constantemente por el Corredor

Roosevelt, entre Panamá y Colón. No hay descanso alguno para las capas de asfalto y cemento en las vías públicas.

Estamos por iniciar un nuevo período de prueba, en donde debemos solucionar la crisis en el transporte público. Nuestra ciudad capital ya es una metrópoli con más de un millón de personas en su entorno. Por eso, se hace urgente construir y planificar un adecuado sistema de transporte masivo de personas que conecte los barrios externos de la capital con el centro urbano.

Desde 1999, la tesis de instalar un monorriel, un tranvía, un metro o un conjunto de trolebuses coordinados, se maneja en las esferas gubernamentales. Se suponía que el pasado 31 de diciembre del 2000, debería haberse entregado el estudio de factibilidad de la empresa consultora francesa BCEOM, que coopera con el Ministerio de Obras Públicas (MOP), en la búsqueda de solucionar el dilema del transporte urbano. Nada se ha dicho en los medios, menos en las autoridades del MOP.

Por otra parte, los gremios transportistas se ponen nerviosos con el asunto de la tarifa unificada de los veinticinco centavos para cubrir la ciudad capital. En un proyecto de análisis que realiza el Ministerio de Gobierno y Justicia, al parecer se considera no otorgar el aumento del pasaje, hasta que se mejore el servicio de transporte colectivo.

No entendemos las razones por la cual el gobierno actual ha dividido el problema del transporte colectivo en la capital istmeña, en dos puntos distintos (pasaje versus solución ultramoderna de transporte), cuando al final deberán negociar con las piqueras o empresas de autobuses, para coordinar el traslado de miles de personas por la capital.

Ya hay cuestionamientos al estudio de BCEOM en donde se recomienda "sacar a todos los autobuses de la Vía España y la Transístmica", para colocar el monorriel, tranvía o trolebús. Esto claro, atenta contra los gremios transportistas: se tendrían que eliminar miles de autobuses de las avenidas, igual sus rutas desaparecerían.

Igualmente, ha entrado recién una propuesta de la empresa de ferrocarriles Kansas City Railroad, que busca colocar una línea interurbana conectada a los rieles del tren transoceánico. De confirmarse esto, se demostraría el gran interés de las empresas privadas por participar en la solución del problema de transporte masivo en Panamá.

PROBLEMAS DEL AGUA EN PANAMÁ

Los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento en Panamá se caracterizan por sus niveles altos en comparación con otros paises de America Látina. Sin embargo, quedan desafios especialmente en las zonas rurales.

En areas rurales existen mas de 3,300 sistemas de acueductos rurales de los cuales 1,800 son manejados por Juntas Administrativas de Acueductos Rurales (JAAR) y los otros son manejados por comites de Salud.

Sin embargo, es inadmisble que un país con un crecimiento economico envidiable y siendo el quinto país con más lluvias en el mundo, existan miles de panameños que no reciben agua continuamente e incluso haya quienes no disponen de este indispensable líquido. Este grave problema ha trascendido distintas administracciones gubernamentales, por no querer asumir el costo politico que representa su solución.

La problemática del agua se agrava, sobre todo, cuando tenemos muchos factores en nuestra contra. El cambio climatico ha afectado el patron de lluvias, poniendo en peligro la operacion del Canal de Panamá y enfretandonos a una crisis en el sector agropecuario, enegertico y de salud publica. Somos culpables de una política de despilfarro generacional y victimas de las consecuencias que esto genera, sin dejar de lado la elevada morosidad de un servicio público por el que se paga una suma insignificante.

El tiempo apremia y esta crisis del agua require de un esfuerzo extraordinario y urgente, con la participación de todas la fuerzas vivas del pais.

El aumento de la población, también juega un papel en el bajo suministro de agua. A pesar de implementar un plan de ración de suministro de agua, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados no ha creado un plan de acción para el futuro.

El Gobierno nacional ha culpado a la naturaleza por el desastre urbano. Se alega que las lluvias han enturbiado las aguas del lago, que provee a la ciudad del líquido preciado. La excusa no tiene sustento en la medida en que hay que tomar en cuenta que el istmo de Panamá recibe fuertes cantidades de lluvia todos los años y que los distintos gobiernos fomentan la deforestación de las cuencas de los ríos.

Por otro lado, el crecimiento urbano crea problemas al sistema de distribución de agua potable en la capital panameña que requieren de importantes inversiones para buscarle una solución. La construcción de nuevas zonas residenciales y edificaciones, en una especie de mancha urbanística, que se ha ido ampliando, crea una presión sobre la entidad que presta el servicio en cuanto a una demanda de mayor distribución del vital liquido.

EDUCACIÓN

Cada vez es más aceptada la hipótesis en torno al extraordinario potencial de la educación para el desarrollo económico de los países. Se considera como el principal determinante de la lucha contra la pobreza y se afirma su potencial para incidir en la habilidad del factor humano para generar valor agregado, a través de la capacidad organizativa y la creatividad, para atraer inversiones e incorporar tecnología. En línea con este planteamiento, los países latinoamericanos han implantado numerosas reformas en sus sistemas educativos, dedicando recursos a ampliar la oferta de los mismos y a mejorar su tecnificación. Sin embargo, y pese a estos esfuerzos, los resultados no han sido los esperados; se ha llegado incluso a plantear como cierta la idea de que la educación formal no es el mejor camino para la movilidad social y la superación de la pobreza.

La educación es un fenómeno complejo debido a su carácter polivalente y a la alta dependencia del entorno cultural y social en el que se desarrolla. Las tareas de aprendizaje no sólo se realizan en los centros de enseñanza, sino en todas las acciones de la vida diaria, en la familia, en el trabajo o en las relaciones con los demás. Una de las razones de la falta de eficacia de las reformas educativas se ubica en la no consideración de los aspectos integrales del desarrollo humano.

En lo que respecta a la situación concreta de Panamá, se observa un deterioro del nivel universitario, situándose entre los países del entorno con menor dotación de capital humano. Los esfuerzos realizados en esta materia no se ven reflejados en los niveles educativos adquiridos por la población; por este motivo, Panamá no convergerá en el futuro con los países con mayor capital humano. Si se compara con Chile, Perú, Argentina o Colombia, que han mejorado sus niveles de educación superior y donde la población joven de 25–34 años con ese grado es del doble que aquella que tiene 50 y más años de edad, se puede afirmar que Panamá se encuentra entre los países de América Latina con una población menos cualificada.

La evolución en materia educativa en la República de Panamá adquiere diversos matices y niveles en cada una de sus provincias, especialmente en las comarcas indígenas; territorialmente, en Panamá coexisten siete grupos indígenas: kuna, emberá, ngöbe buglé, teribe, bokota, wounaan y bribri, que se distribuyen en su mayoría en tres comarcas: Kuna Yala, Ngöbe Buglé y Emberá. El grupo indígena representa 12 por ciento del total de la población del país. Pese a este amplio porcentaje, sus poblaciones se encuentran muy concentradas en determinadas comarcas, muchas de ellas de muy difícil acceso. Este aislamiento ha provocado una elevada marginación, muy bajos niveles educativos y altos niveles de pobreza y pobreza extrema

En lo que respecta a la comparación entre las características educativas de la población indígena y la no indígena se observa que la brecha existente entre

ambas disminuyó en el periodo de tiempo analizado; pese a ello, aún persiste una diferencia de cinco años de escolarización entre ambas.

La posición de Panamá en materia de educación superior, en donde ocupa los últimos puestos: sólo un 4.3 por ciento de la población urbana posee estudios superiores y sus perspectivas futuras no son nada alentadoras, con porcentajes muy similares en la población joven. Este esquema se repite en los niveles de erradicación del analfabetismo, situándose la república panameña en una posición intermedia respecto de los países más desarrollados de América Latina.

Los resultados sobre la educación en Panamá y su evolución durante la primera década del siglo XXI evidencian grandes mejoras educativas. Todo ello surge como fruto del importante esfuerzo realizado por el gobierno durante el periodo analizado, en el que se ha producido un incremento del gasto en educación de un 83.34 por ciento y se ha aumentado el número de escuelas abiertas en un 47.36 por ciento. A su vez, estas mejoras han conllevado un incremento en los años promedio de estudio de la población ocupada, pasando de 8.2 años en 2001 a 9.2 años en 2009, una reducción en la erradicación del analfabetismo de 2.5 puntos porcentuales y un crecimiento de 8 y 5 puntos porcentuales en la población con estudios secundarios y universitarios, respectivamente.

No obstante lo anterior, el análisis permite observar que, a pesar del incremento del gasto realizado por el gobierno en educación, persiste una distribución desigual donde las oportunidades escolares, sobre todo en el caso de las poblaciones más desfavorecidas como, por ejemplo, la población indígena, siguen mostrando desequilibrios. Su limitado avance en materia educativa en relación con el de la población de las áreas urbanas y las etnias dominantes conlleva a que los resultados no sean los esperados. Cabe mencionar como dato alarmante la diferencia existente en el promedio de años de escolarización entre la población indígena y la no indígena de cinco años. En lo que respecta al análisis por sexo, es muy significativa la situación de desventaja de las mujeres indígenas, ya que 62.6 por ciento son analfabetas, frente a 35.77 por ciento de los hombres.

Aunque las inversiones adicionales en educación son importantes, con base en los datos disponibles se puede afirmar que el incremento de los recursos no constituye una medida suficiente por sí misma. Los actuales procesos educativos se enfrentan al importante desafío de superar la idea de que la equidad está asociada al logro de una mayor cobertura educativa. La realidad de la población indígena panameña evidencia la necesidad de políticas de desarrollo adaptadas a estos colectivos; esto es, el desarrollo de una planificación estratégica a largo plazo que tenga en cuenta la vigencia del analfabetismo entre las mujeres y por grupos de edad, de forma que se generalicen los procesos hacia todas las cohortes de edad, concretamente hacia los estratos más pobres de la sociedad, ayudándoles a que se promueva la tan necesaria movilidad social, especialmente en las poblaciones indígenas.

SALUD

El perfil de salud de Panamá se caracteriza por una transición demográfica y polarización. El sistema público está conformado por dos instituciones: el Ministerio de Salud (MINSA) y la Caja de Seguro Social (CSS), ambas se dividen administrativamente en 14 regiones sanitarias con presencia paralela y organizada por niveles de complejidad. Ofertan a la población servicios de salud acorde con su capacidad resolutiva.

También participa como parte del sector salud, el subsector privado. El 90% de la población tiene acceso a los servicios de salud, de cualquiera de las dos instituciones públicas, independientemente de su afiliación o no a la seguridad social.

La población indígena y la que habita en el área rural, tiene un limitado acceso a los servicios de salud debido a barreras económicas y geográficas, así como el limitado abordaje intercultural y la escasa infraestructura de salud que incluye disponibilidad de personal de salud, acceso a medicamentos e insumos tecnológicos.

Sin embargo, el descontento generalizado de la población panameña por la deficiencia en los centros de atención del Ministerio de Salud y la Caja del Seguro Social se agrava mientras el Gobierno intenta sentar las bases para la integración del modelo salud pública del país y miles de pacientes esperan poder ser atendidos dignamente.

En Panamá existen 841 centros de atención de salud pública, de los cuales 61 son hospitales de primer, segundo y tercer nivel. De acuerdo a las autoridades y a los testimonios de pacientes y personal, todos presentan problemas de arrastre por déficit de médicos, medicamentos e insumos y problemas de hacinamiento.

En el último quinquenio se invirtieron más de 600 mil millones de dólares en infraestructura para el Ministerio de Salud y 517 millones de dólares en la construcción de la Ciudad Hospitalaria, un proyecto inconcluso con futuro incierto que debía suponer unas mil 700 camas adicionales. Ninguna de estas millonarias inversiones ha contribuido a subsanar la crisis en el sistema de salud pública.

El Ministerio de Salud espera poder resolver en un 25%  el desabastecimiento en sus centros de atención para el 2016, no obstante en instituciones como la Caja de Seguro Social, donde se atienden 2,8 millones de beneficiarios y en el Hospital  Santo Tomás, el único complejo que atiende a quienes no están asegurados, aún se discuten estrategias para dar respuesta a los pacientes.

Falta de medicamentos e insumos, citas, exámenes y pruebas para fechas lejanas, equipos dañados, poco personal, hospitales y centros de salud sin terminar de construir y, además, estructuras en malas condiciones.  

Estas son  algunas de las quejas que a diario escuchamos de los usuarios que tienen que utilizar el sistema de salud pública del país y es que llegar a un cuarto de urgencias de un hospital público no es nada agradable para los ciudadanos, quienes no tienen más remedio que ir y esperar largas horas para ser atendidos  y no de la manera como debe ser, lo que se convierte con los años en un problema para las  autoridades que no han podido resolver, a pesar de las recomendaciones, de varios diálogos celebrados en las últimas décadas.  Otra de las deficiencias es que no hay un control de pacientes con enfermedades epidemiológicas, los cuales pueden atenderse con el médico de cabecera.   No tiene sentido construir megahospitales, cuando los que van a estar allí son los que se van a  operar y no los que tengan una enfermedad común que no requiere ser hospitalizado. El resto puede ser atendido en su casa o policlínicas si se logra organizar la atención primaria.    El sistema de salud ha tenido un retroceso de manera vertiginosa, porque las autoridades desconocen completamente el tema de la planificación de la salud. No tienen la menor idea de lo que es la salud pública ni la administración de hospitales. 

ANEXOS

CONCLUSIÒN

Para concluir podemos decir que la pobreza en Panamá podrá disminuir en la medida en que las políticas, en relación a los subsidios, le den la oportunidad a las personas para generar ingresos y que los mismos no sean para generar gastos.

Por otro lado, la educación e la única herramienta que los jóvenes tienen para formarse un mejor futuro y la pobreza vayan erradicándose de la sociedad panameña.

Además, con respecto al problema de la vivienda en Panamá solo se podrá resolver con la buena fe de los gobernantes en querer resolver dicho problema. Esto se dará adecuando las leyes para que así sean más accesibles a la gran mayoría de la población.

En cuanto al problema del transporte se debe ver en tres aspectos, el gobierno, los dueños y los usuarios. El gobierno que debe crear las condiciones adecuadas para que se brinde un mejor sistema de transporte en cuanto a leyes y velar porque éstas se cumplan. En cuanto a los dueños, que tengan la buena disposición en brindar un buen servicio. Con respecto a los usuarios exigir que el servicio sea de calidad.

Es responsabilidad del Gobierno crear mediadas y recursos para mejorar el nivel de vida de la población. Sin embargo, también es importante, que las personas luchen y exijan a sus gobernantes mejoras en los recursos públicos.

Finalmente, recordemos que es labor de todos contribuir en cuidar, preservar, exigir, cooperar y mantener nuestros recursos. Una población sin educación implica seguir con problemas de probreza, debemos educar a evitar el despilfarro del agua, exigir un transporte digno y accesible.

BIBLIOGRAFIA

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www.laestrella.com.pa/

http://es.slideshare.net/papopanay/problemas-de-la-educacin

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www.tvn-2.com/.../Transporte-publico-eterno-problema_0_3991850860.html