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I N G
INVENTARIO !99S
G e o ogía de l a ^ o p ^ del C a m i n o enfre C a n i a y HuayI a y Por JOHN V. HARRISON
M I N I S T E R I O D E F O M E N T O Y O B R A S P U B L I C A S
I N S T I T U T O N A C I O N A L D E I N V E S T I G A C I O N Y
F O M E N T O M I N E R O S
B O L E T I N N? 9
L I M A , P E R U
1 9 5 3
M I N I S T E R I O DE F O M E N T O Y O B R A S P U B L I C A S
Eduardo Miranda Sousa, Ministro
D I R E C C I O N D E M I N E R I A
Jorge L o a y z a Gutiérrez, Director
I N S T I T U T O N A C I O N A L D E I N V E S T I G A C I O N Y F O M E N T O M I N E R O S
Auguslo Cabrera L a Rosct, Director
C O N T E N I D O
Pág .
E X T R A C T O 5
G E O G R A F I A 6
E S T R A T I G R A F I A : Generalidades 8
1} Grupo Volcánico de Colores Claros (lavas y cenizas) 9
2) Serie Abigarrada 11
3) Serie de Tobas Grises 12
4) Serie de C a p a s Rojas 12
5) Grupo Calcáreo del Cretasico Superior 15
6 Y 7) Grupo Areniscoso del Cretasico Superior 17
Intrusiones Igneas 18
T E C T O N I C A 19
C O M E N T A R I O S Y C O N C L U S I O N E S 30
E X P L I C A C I O N DE L O S D I A G R A M A S 32
I L U S T R A C I O N E S : 1 Mapa y 4 períiles esquemáticos.
I N S T I T U T O G E O L O G I C O D E L P E R U
Lima, V de a b r i l de 1953.
Sr. Ing°. Augusto Cabrera La Rosa, Director General del Instituto Nacional de Investigación y Fomento Mineros. Pte.
S. D. G.:
Tengo el agrado de inc luir los originales corregidos de la última contribución del Sr. Dr. J. V. Harrison i n t i t u l a d a "Geología de Parte de la Cordi l lera Occidental en el Centro del Perú cerca del camino entre Canta y H u a y l l a y " , que me permito sugerir sean p u blicados como Boletín de la Institución.
Dios guarde a Ud.
I. A. Broggí, Director.
I N S T I T U T O G E O L O G I C O D E L P E R U
Lima, 1- de a b r i l de 1953.
Sr. Ing*?. Augusto Cabrera La Rosa, Director General del Instituto Nacional de Investigación y Fomento Mineros. Pte.
S. D. G.:
Tengo el agrado de inc luir los originales corregidos de la última contribución del Sr. Dr. ] . V. Harrison i n t i t u l a d a "Geología de Parte de l a Cordi l lera Occidental en el Centro del Perú cerca del camino entre Canta y H u a y l l a y " , que me permito sugerir sean p u blicados como Boletín de la Institución.
Dios guarde a Ud.
I, A. Broggi. Director.
Geología de la Zona del Camino eníre Cania y Huayllay
Poi JOHN V. HARRISON
E X T R A C T O
Se estudia una área de 1,000 km^ a le largo de la divisoria cont inental , donde af loran rocas terciarias y cretásicas, describiéndose varias formaciones. Las rocas terciarias son principalmente v o l cánicas de origen continental y no han suministrado fósiles. Las rocas cretásicas comprenden calizas y areniscas, las más modernas de las cuales son del Alb iano .
Las estructuras predominantes son lal las de compresión de gran desplazamiento, siendo el labio Pacífico u Occidental el que se ha deslizado sobre el labio Atlántico u Oriental . Existen además pliegues, fallas, intrusiones y derrames de lavas y cenizas volcánicas.
La mineralización de plata , cobre, zinc y plomo que se explota actualmente y dá valor económico a la zona, está l igada a pequeñas intrusiones esporádicas de edad posterior a las rocas volcánicas más jóvenes.
I N S T I T U T O GEOLÓGICO D E L PERÚ
GEOGRAFIA
La carretera de Canta constituye la ruta más directa entre L i ma y Cerro de Pasco. Canta es un pequeño pueblo a 106 kilómetros de la Capi ta l , ubicado a 2,860 M . (metros de a l t i t u d o a l tura sobre el n i v e l del mar) sobre una terraza más o menos a 300 m sobre el río, cuyo val le es all í una ampl ia V. Sobre Canta, la carretera asciende en zigzags unos 300 m. más y luego sigue casi con rumbo N saliendo del val le y subiendo suavemente para reingresar a él, ahora convertido en garganta alrededor de 8 km. a l NE de Canta. Luego l a garganta se angosta para formar un cañón y permanece así por casi 10 km. después de los cuales, sobre la aldea de Cul luhuay a 3,750 M . , la carretera trepa por la ladera derecha del val le hasta 4,100 M . donde es ya muy clara la evidencia de una ant igua acción glaciar.
Desde una escalera de zigzags, la carretera domina una bonita vista hacia la depresión siguiente que drena un pequeño nevado a l rededor de una docena de kilómetros a l SE.
La dirección general de la carretera permanece ENE por otros 5 km. y luego bordea la primera cadena de lagos con cubeta rocosa de erosión glaciar y sigue por 12 km. a l N y NW donde ha sido const ru ida entre pilares de caliza, gris con un buzamiento constante hacia el SW.
Son tres los macizos principales que pueden distinguirse en este distri to de La Viuda ; u n primero, justamente a l E de la carretera, sobre el primer lago, cubierto por un campo de nieve teniendo cerca de 5,320 M . ; el segundo, justamente allende la divisoria continenta l , también a l E de la carretera y escasamente manchado de nieve por tener poco menos de 5,200 M . ; y el tercero, a 5 kilómetros a l W de la carretera, casi tan alto como el primero, mantiene aún u n campo de nieve bastante grande. Muchos lagos de bri l lantes colores l lenan las depresiones topográficas.
_ 6 —
GEOLOGÍA E N T R E C A N T A Y H U A Y L L A Y
Una morfología de a l t iplano cortado o seccionado predomina en los próximos 12 km. Hacia el N , cerca de la carretera, se eleva como 300 m. un tremendo cono de cuarzo casi blanco, que constituye una característica topográfica sobresaliente. Hacia el E y N el pai saje está coloreado de rojo, beige, verde y amari l lo , por afloramientos de capas fuertemente coloreadas y entre ellas una que es perfectamente blanca y constituye contraste. Por unos pocos kilómetros, las elevaciones occidentales muestran suaves buzamientos y están escalonados en forma irregular con bri l lantes colores, mientras que más a l lá sobresalen estratos de caliza gris, erosionados en 7 picos agudos con algo de hielo y nieve entre y sobre ellos. El punto más alto se eleva a 5,400 M . y se encuentran hacia el extremo N. Más adelante la carretera sigue un pliegue en u n a l t ip lano cubierto de turba hasta Río Pallanga. La planicie E está cruzada por tres valles con salida a l río Mantaro y que forman una depresión cerca de la carretera, la que tiene 4,600 M .
Más a l lá del Río Pallanga sube la autovía a través de una meseta volcánica gris en el lado izquierdo de este rio y tras 7 km. a l canza u n área del a l t iplano donde se ven sedimentos de color rojo. Allí dobla hacia el N y sigue entre lagos dispersos unos 10 kilómetros acercándose así a la línea de riscos grises tan cruzados de dia-clasas que metecrizan en farallones que revisten aspecto sin par de torres. El paisaje más a l lá de la carretera hacia el NW, está const i tuido por empinados picos resultado de la destrucción desigual de varios volcanes por la acción de pocos pequeños pero activos glaciares que hoy no se ven por haberse derretido.
El área estudiada es pequeña, alrededor de 1,000 kilómetros cuadrados, extendiéndose a lo largo de la divisoria de aguas del Atlántico y Pacífico. Casi toda la escorrentía oriental es recogida por el río que corre a l SE y que pasa cerca de Santo Domingo para juntarse con el Mantaro; pero a l W corren cuatro ríos que ocupan grandes valles glaciares hacia el SW. Sólo el que corre a lo largo del río de Canta fué seguido por a lguna distancia, pues los otros dos tienen sólo carretera por unos pocos kilómetros a l término de los cuales el tráfico hacia la Costa tiene que hacerse a pie o con bestias.
I N S T I T U T O GEOLÓGICO D E L PERÚ
La zona es poco poblada y sólo se ven pocas casas construidas muy arr iba a lo largo de la carretera de Canta. Existe una comun i d a d minera en Río Pallanga y una hacienda cercana. Yantac es una aldea cerca del paso de La Viuda y Cul luhuay ; Baños, como Chungar, son caseríos bajo la parte glaciada de los valles que conducen a l Pacífico. Canta es el único lugar que puede ser denominado pueblo y es bastante pequeño. Diversas aldeas existen no lejos, más cerca del río a una a l tura de sólo 2,500 M .
E S T R A T I G R A F I A
Los sedimentos expuestos en esta parte de los Andes son de naturaleza muy diversa y sólo unos pocos horizontes suministran fósiles índices. Las estructuras son complicadas y los afloramientos, aunque usualmente buenos, están algunas veces escondidos bajo mantos de turba. Por esto subsisten dudas acerca de la relación entre ciertas series de rocas y sus edades, pues sólo unos pocos horizontes son satisfactoriamente determinables. El grupo más ambiguo y difícil de determinar en edad, es el de los miembros sedimentarios y volcánicos que af loran cerca de Río Pallanga y se extienden hacia el S por 11 km. Hasta ahora no han sido encontrados fósiles en las capas mapeadas como cenozoicas. Hubo u n período de disturbio entre su deposición y las capas que por lo menos son en parte del Cretasico Superior. No existe evidencia de que las capas sean terciarias, aunque esto es considerado como sumamente probable. Las formaciones han sido denominadas con nombres l i to-lógicos en vez de nombre de localidades, ya que los últimos suelen conducir a confusiones.
Los siguientes grupos se muestran en la región estudiada:
Cenozoico.—
1. — G r u p o Volcánico de Colores Claros (lavas y cenizas). 2. —Serie Abigarrada . 3. — • de Tobas Grises 4. — ,, de Capas Rojas.
GEOLOGÍA E N T R E C A N T A Y H U A Y L L A Y
Mesozoico.—
5. — G r u p o de Calizas del Cretasico Superior. 6. — G r u p o de Areniscas del Cretasico Inferior. 7. — G r u p o de Cuarcitas del Cretasico Inferior.
Rocas ígneas Intrusivas.—
Son bien extensos los depósitos recientes, pero usualmente muy delgados por lo que han sido omitidos en el mapa.
1.—GRUPO V O L C A N I C O DE C O L O R E S C L A R O S (Iesvas y cenizas)
El grupo volcánico de colores claros consiste en un cuerpo irregular de rocas volcánicas entre las que predominan las piroclásticas que ocupan una banda de terreno de 5 a 10 km. de ancho que corre casi NW-SE justamente a l E de Río Pallanga. Por lo menos se ve 1,000 m. de rocas; pero puede existir hasta tres veces esa potencia, dependiendo de la forma de la superficie erosionada sobre la cual se depositaron. El grupo constituye la formación más joven, exclu: yendo depósitos superficiales, y descansa en disconformidad sobre el Grupo de Calizas del Cretasico Superior y la Serie de Capas Rojas. Por otro lado, está aparentemente en concordancia sobre la Serie Abigarrada .
Hacia el E de Río Pallanga, unos tufos grises claros forman riscos que sobresalen del terreno y descansan con un buzamiento constante hacia el E sobre rocas casi verticales de una formación inferior más ant igua. Las vecindades muestran formas topográficas más bien simples como resultado de la consistencia de las tobas estratificadas que se extienden por pocos kilómetros con buzamiento suave para plegarse y buzar luego a l WSW. Alrededor de 8 km. a l SE de la zona se encuentran nuevamente potentes capas de tobas grises y u n s incl inal controla claramente el aspecto fisiográfico. Entre estas regiones ordenadas se encuentran sin embargo otras de formas íisio-gráíicas irregulares y dependientes en su mayor parte de l a forma caprichosa de algunos derrames de lavas con algún montículo cóni-
I N S T I T U T O GEOLÓGICO D E L PERÚ
co esporádico que pueda reflejar la ubicación de u n cuello volcánico. El aspecto más accidentado de la región es el proveniente de la erosión de las tobas, derrames e intrusiones de esta unidad a l N, a lo largo de la cuenca de los ríos que al imentan la laguna de Huaca-chacocha lugar en que las lavas, meteorizadas en marrón rojizo hasta negro, ocupan un lugar entre las efusivas y tobas blancas, rosadas y gris claro.
El Grupo se encuentra en el punto más a l io de la carretera entre Río Pallanga y Chungar, como en estribaciones esparcidas en el p l a no de Verdecocha. En la primera local idad, se intercala, entre las cenizas, unas calizas de grano fino y sin fósiles con alrededor de 1 m. de potencia. Una capa s imilar en casi la misma posición la llamó McLaughl in Caliza de Bella Vista (p. 617) (*) en el distrito de Casa-palca. La teoría de que parte de las cenizas hayan sido depositadas en agua, una hipótesis sugerida por la buena estratificación de a l gunas tobas, es confirmada por las rizaduras observadas en capas de f ina estratificación en u n montículo 6 km. a l SE del campamento de Río Pallanga. Estos depósitos pueden contener restos de peces, como en Honduras; pero hasta ahora no han sido encontrados.
A l N de este punto, cerca de u n lago a l E de Chungar, la relación entre la Serie de Capas Rojas y el Grupo Volcánico de Colores Claros es anormal, pues las capas volcánicas parecen estar bajo las Capas Rojas. El buzamiento de las rocas volcánicas puede deberse a su posición or ig ina l cuando salieron del cuello volcánico, pues es una área en que las Capas Rojas han experimentado fuerte deformación. A l N y S se encuentran las posiciones relativas normales. Por otro lado, el grupo volcánico descansa a l S del área mapeada sobre miembros de regular buzamiento de la Serie Abigarrada .
Hacia el S, en la cuenca del Rímac, descansa la Serie de Capas Rojas sobre las calizas cretácicas estando cubiertas por las volcánicas. Es probable que estas sean las mismas que af loran en todo
(*) D. H. McLaughlin.—Geology and Physiography oí the Peruvian Cordillera.—Departamento de Junín y L ima .—BuU. G . S. A. Vol . 35-1924.
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GEOLOGÍA E N T R E C A N T A Y H U A Y L L A Y
el trayecto de La Viuda a Canta, aunque u n tan potente paquete parece haber sido depositado en un espacio de tiempo muy largo y ser también equivalente de la Serie Volcánica de Color Claro. Las rocas en referencia consisten en gruesos conglomerados volcánicos, tobas Y derrames de lava que mantienen un buzamiento de 20''-40° por una distancia de aproximadamente 18 km. a part ir de las calizas que buzan hacia la carretera cerca de La Viuda , lo que hace pensar en una columna estratigráíica de 6,000 a 9,000 m. de potencia. Es de notar que su rumbo cambia bruscamente a unos 7 km. a l N de Canta Y que u n paquete de esas rocas buza unos 20° a l NW. El cambio de buzamiento en cuestión es casi a ángulo recto; y las capas, en este paquete, son de cenizas más ricas en. lodos rojo y verde que en las de tobas de colores claros que se desarrollan tan abundantemente a l NE.
2 .—SERIE ABIGARRADA
Esta serie consiste en capas de colores bri l lantes que se destacan en el paisaje y está restringida a una angosta franja de terreno ¿ron el rumbo usual y que comienza a lo largo del flanco occidental de la zona de Puajanca y rápidamente se ensancha en el extremo sur extendiéndose hasta más a l lá de Yantac hacia el SE. Su mejor desarrollo lo tiene justamente al S de la carretera de Sango, donde capas de unos 1,100 m. de potencia descansan en disconformidad sobre las calizas cretásicas y sobre un pequeño paquete de Capas Rojas conglomeradicas preservadas en una depresión de la caliza cercana a esa vía. Las capas superiores de areniscas, areniscas conglomeradicas y conglomerados que contienen gran cantidad de material volcánico, son de color púrpura oscuro; debajo se encuentran areniscas rojo oscuro y conglomerados macizos más oscuros en la base. Luego aparece u n grupo de pizarras, arcil las y asperones que constituye u n miembro gris a verde que descansa sobre pizarras y margas con algunas capas calcáreas de color amar i l lo y k a k i . Las capas inferiores son en su mayoría areniscas purpúreas y rojas, pero una capa verdosa y luego u n conglomerado púrpura oscuro con una caliza casi blanca de 20 m. de potencia bajo de él, constituyen una v i v a línea de ornamento, si se considera especialmente que una ca-
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pa de color rojo claro se encuentra debajo, antes de que los conglomerados púrpura oscuros marquen la base localmente concordante sobre las de casi uniforme colorido de las Capas Rojas. En la sección a l NNE de Yantac, las capas inferiores, aunque principalmente de Q-rueso asperón, contienen nuevamente una capa de caliza de casi 20 m. de potencia que no ofrece fósil a lguno.
En la parte SW de Puajanca, la secuencia de rocas clásticas i n cluye algunas lavas porfiríticas. No es fácil correlacionar estas capas con las vistas en los distritos del Rímac o Mantaro en la ruta de la Carretera Central , por lo que pueden ser consideradas o como u n miembro poco usual de la Serie de Capas Rojas o como "capas de transición" que corresponden localmente a un período volcánico tardío y más activo.
3. — S E R I E DE TOBAS G R I S E S
Es debido a l predominio topográfico que mantienen los af loramientos de algunas capas de potentes tobas grises, que las consideramos como una serie especial. Las rocas son de grano grueso, r i piosas o ccnglomeráticas y algunas de sus capas exceden los 30 m. de potencia. Tienen marcada disyunción y forman escarpados barrancos. Por sí mismas son muy notables, pero la apertura de dia-clasas transversales las ornamentan hasta formar torres y pináculos. Están en parte interesíratificadas con el horizonte superior de la Serie de Capas Rojas y en parte se encuentran sobre ellas. McLaughl in se refiere a ellas como "Tobas dacíticas del Bosque de Rocas" (p. 6161 y aparecen soiamente en la parte NE del área mapeada aunque continúan en esa dirección y la opuesta, fuera de la zona estudiada. Esta serie puede representar el producto de una temprana acción v o l cánica que aquí empezó más o menos a l f inal izar la época de las Capas Rojas.
4. — S E R I E DE C A P A S ROIAS
La Serie de Capas Rojas l lega a tener localmente una potencia mayor de 1,500 m., aunque su espesor varía de u n sitio a otro. En
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GEOLOGÍA E N T R E C A N T A Y H U A Y L L A Y
muchas secciones es imposible hacer una medición satisfactoria debido a fallas y fuerte deformación. Esta Serie cubre, en discordancia, las calizas cretásicas como puede observarse en las secciones bien expuestas de Santo Domingo. Más hacia el W, 8 km. a l S del Río Pallanga, cubre un domo angosto de caliza arcil losa y reposa sobre la caliza del tope de la faja de Cretasico Superior. En otros sitios el contacto entre las Capas Rojas y l a caliza cretásica está fal lado. A l W de la divisoria continental está localmente ausente, pero a lo lejos se le ve en dirección a l SE hasta más o menos 8 km. a l E de Cul luhuay.
Su composición y espesor son variables y contiene mucho más mater ia l grueso a l E que a l W de Río Pallanga pues, entre H u a y l l a y y Santo Domingo, la secuencia empieza con una potente capa de conglomerado grueso con rodados hasta de 20 cm. de diámetro p r i n cipalmente de cuarcita gris, algunos rajados y rotos, con menor número de otros de sílex, calcáreo y ocasionalmente de rocas ígneas. Areniscas rojas, areniscas conglomeradicas y conglomerados intercalados, forman sus 600 ra. básales , presentándose en seguida una caliza blanca de 15 m. de potencia que l leva numerosas concreciones de pedernal y sobre la cual se encuentran areniscas rojas con algunas capas conglomeradicas seguidas de una segunda caliza simi lar a la primera todo lo que forma en total una columna de 150 m. Los horizontes más altos muestran una litología semejante a las capas inferiores con interdigitaciones de arenas, gravi l las , areniscas conglomeradicas y gravas. Cerca del límite setentrional del área mapeada existen, intercaladas entre las Capas Rojas, tobas que parecen engrosar y extenderse más a l N y que ya han sido mencionadas bajo el capítulo de Serie de Tobas Grises.
La pr inc ipa l área occidental de la Serie de Capas Rojas, forma u n a larga banda de ancho variable , desde la a l t i t u d de Chungar en el N hasta más a l lá de Yantac por el S. Buenos afloramientos se encuentran abundantemente a l S de Verdecocha, donde son p r i n c i p a l mente areniscas y pizarras (siltstone), aunque están presentes también algunas capas más gruesas y hasta conglomeradicas apareciendo así mismo algunas margas. Existe espacio para unos 900 m. de
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estas rocas entre el afloramiento de las calizas cretásicas en el SW y las primeras calizas margosas y no fosilíferas intercaladas en las Capas Rojas. La potencia de las capas superiores puede ser grande, pero debido a l plegamento intenso y menudo, no se puede hacer una estimación digna de crédito. De todos modos la Serie de Capas Rojas tiene aquí un espesor hasta de más de 1,000 m. y con rocas de grano notablemente más fino que en el E. La trituración ha reducido la mayor parte de la columna estratigráíica cerca de Verdecocha a una masa de pizarras baciliformes (pencil shales), pero siguiendo el afloramiento hacia el S, en l a l a t i t u d de Yantac, desaparece esta apariencia que es el resultado de intensa disyunción.
Un pequeño fragmento de ía Serie de Capas Rojas se conserva cerca de la carretera a Sango, en el extremo S de l a cadena de Puajanca, donde más de 100 m, de conglomerados rojos buzan suavemente a l SW y descansan en discordancia angular sobre las calizas de fuerte buzamiento del Cretasico Superior. A l S y otro lado de la carretera está el conglomerado cubierto en discordancia por las capas de la Serie Abigarrada .
En las laderas SW de calizas atravesadas por la carretera de Canta, donde el Cretasico es seguido directamente por las Series Volcánicas del flanco Pacífico, no existe l a Serie de Capas Rojas, mientras que extensos afloramientos de esta Serie prestan su aspecto característico a l panorama visible desde unos pocos kilómetros a l SE. Parecería pues que esta Serie ocurre en forma discontinua en las vecindades de la Divisoria Continental donde puede i n t e r d i g i -tarse con las rocas volcánicas o estar completamente reemplazada por ellas. Las rocas han sido cuidadosamente descritas en el val le del Rímac (McLaughlin) (*), donde la formación es potente como lo es más hacia el S en la cuenca del río Mantaro (Harrison) (**) . En ambas localidades han sido encontrados miembros calcáreos pero sin fósiles.
(*) O p . cit. p, 612. (**) Geología de los Andes Centrales en parte del Departamento de lunín
(Estudio deíinitivo).—Bol. Soc, Geol . del Perú, T. X V I , p, 16.—1943.
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5 — G R U P O C A L C A R E O DEL C R E T A S I C O SUPERIOR
E l grupo Calcáreo del Cretasico Superior forma la mayoría de las cumbres y la mayor parte de la actual divisoria continental de l a región. La parte superior de la formación es una caliza maciza que meteoriza en gris, asociada con algunas capas de carácter menos resistente. La parte inferior es más bien de estratificación delgada y se intercalan pizarras con margas. Unos pocos horizontes contienen abundantes fósiles en contraste con otros que parecen no tenerlos en absoluto. El espesor encontrado varía de 1,000 a 1,500 m., pero una estimación aproximada de 1,300 m. puede servir como promedio. El grupo consiste en:[
300 m, de Caliza maciza algo margosa cerca del tope; 100 ,, ,, Calizas bien estratificadas, algunas de estratificación
bien f ina con cl ivaje pizarroso; 300 ,, ,, Principalmente calizas macizas bien estratificadas; 100 ,, ,, Calizas de estratificación delgada a caliza pizarrosa; 200 ,, ,, Calizas con múltiples planos de estratificación; 100 ,, „ Calizas de estratificación f ina y margosas con piza
rras y una prominente caliza oscura y nodular cerca de la base; y
200 ,, ,, Pizarras arenosas y calizas arcillosas todas con tendencias a meteorizar en gris claro. •
El horizonte de color oscuro constituye una buena capa guícr a través de toda la región. Es fosilííero y contiene en los nodulos amo-nites que recuerdan a Brancoceias aegoceiaioides, Steinmann, así como abundantes escamas de peces coloreadas en azul por u n mineral parecido a la v i v i a n i t a . Moldes de lamelibranquios y gasterópodos son frecuentes en las pizarras arenosas infrayacentes, donde C. W. Wright ha reconocido fósiles del Alb iano Inferior, como Knemiceras y Prolyelliceras. Algunos horizontes, a unos 500 m. bajo el tope de la formación, contienen unos pocos especímenes de exogyros. echi-noideos y tereforátulas, la mayoría siliciíicados y difíciles de extraer. El horizonte de celalópodos en la parte superior del Cretasico, cerca de La Oroya, no ha sido encontrado aquí. Unas pocas capas de ca-
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lizas, cerca del tope de la formación y otras algo más bajas, contienen abundantes foraminíferos, pero aun no se ha estudiado nada del mater ia l recogido.
C. W. Wright considera que las calizas pertenecen a la parte superior del Alb iano Medio o a la base del Albiano Superior, con Neophlycticeras, Prohysteroceras y Venezoliceras. Hay pues dos horizontes en este Grupo de Calizas: uno del Alb iano Inferior y otro de la parte superior del Alb iano Medio o de la parte inferior del A l biano Superior. La formación parece ser considerablemente más potente en la sección meridional y cerca de las cumbres de Puajanca, donde está expuesta a lo largo de la carretera a Sango, pues parecen estar presentes unos 1,800 m. de calizas, las que forman las laderas meridionales de la cadena. Estas calizas están muy fracturadas en su lado E y reducidas a esquistos pudiendo existir solamente por ta l motivo duplicación aunque no se ha observado en el terreno.
La caliza con nodulos silíceos y gasterópodos que aflora con una potencia de 300 m. en posición vertical a l SW y cerca de la zona de fal las de Yantac, es cretásica, según la identificación de fósiles hecha por L. R. Cox. Las rocas que af loran en u n tramo de 10 km. a l S de Río Pallanga y que se encuentran también en u n trecho a lo largo del lado occidental de la Carretera de Canta, se muestran en el mapa como pertenecientes a la Serie de Calizas del Cretasico Superior, aunque presentan u n problema aún no resuelto. Están cubiertas normalmente por la Serie de Capas Rojas en el W y a l E están en contacto de fa l la , o en disconformidad bajo el Grupo Volcánico de Colores Claros en el N y bajo la Serie Abigarrada en el S. El paquete es el más potente y mejor expuesto de la comarca que tiene su cima B km. a l S del campamento de Río Pallanga donde sus capas superiores son de calizas en su mayoría de estratificación delgada. No se han encontrado aún fósiles en ellas, aunque tienen abundantes nodulos silíceos. Hacia el W las Capas Rojas las cubren por a l g u nos kilómetros. La parte inferior del paquete se ve cerca de la carretera pr inc ipa l y nuevamente algo a l S de la carretera de Río Pal langa a Verdecocha, donde las calizas de grano fino y menudamente estratificadas tienen frecuentes capas de sílex y concreciones. En
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horizontes más altos, son comunes las intercalaciones de areniscas y delgadas areniscas cuarcííicas; y cerca del tope, en el N de la zona, aparecen algunas areniscas silíceas con cenizas y conglomerados. No se vio un solo fósil. En las capas inferiores, cerca de la carretera, se encontró un horizonte oscuro aparentemente carbonoso, que por su litología recuerda la capa oscura con amonites que se encuentra en la parte ba ja en secuencia normal ; pero que aquí fué infructuosa a la búsqueda de fósiles.
Sería relativamente más fácil medir una sección cerca del paso de La Viuda, y a que el fallamiento que complica la sección unos pocos kilómetros a l N parece desaparecer. El único inconveniente sería el de las pocas ondulaciones del terreno; pero no hubo tiempo para realizar esta tarea.
6 y 7 .—GRUPO A R E N I S C O S O DEL C R E T A S I C O INFERIOR
El Grupo Areniscoso del Cretasico Inferior consta de dos miembros, cada uno con su expresión topográfica característica: un miembro Inferior, mapeado como grupo de cuarcitas, que or ig ina una serie de declives en buzamiento (hog backs) grises o blancos y raramente elevaciones y otro Superior, mapeado como Grupo de Areniscas que tiene una potencia de 1,000 a 1,100 m. y está en aparente f^oncordancia bajo la base pizarrosa del Grupo Calizo del Cretasico Superior con secuencia estratigráíica bien expuesta justamente a l S del Pico Yanqui , que empieza en el tope por unas pocas cuarcitas blancas intercaladas con pizarras grises que se superponen a areniscas amari l las y marrones bajo de las que se encuentran pizarras ro-js, gris-Kuladas y l i l a , con delgadas intercalaciones de capas de arenisca gris f ina.
Todo este grupo de meteorización relativamente fácil, pasa hacia abajo a una cuarcita de color blanco br i l lante , la que tiene del gadas capas de carbón a l NW de Pico Yanqui . La parte inferior, cuarcítica tiene una potencia de unos 400 m. y a pesar de su dureza y competencia se ha olivado y trozado con frecuencia, debido probablemente a l carbón que comprende y cuyos mantos constituyen pía-
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nos de debi l idad que favorecen los deslizamientos. Este miembro tiene u n afloramiento continuo desde Pico Yanqui hasta 20 km. a l NNW más a l lá de Chungar.
En conjunto el Grupo equivale a las Areniscas de Goyllar isquis-ga-Jaíunhuasi de McLaughl in (p. 605) y sus dos miembros af loran a l W de Yantac, donde parecen haber sufrido adelgazamiento y el cuar-cítico no or igina el aspecto part icular que ofrece más a l N .
INTRUSIONES IGNEAS
Hay intrusiones de rocas de acidez media que atravesaron hasta el Grupo Volcánico de lavas y cenizas acompañadas de soluciones mineralizantes de metales valiosos, como plomo, zinc, cobre y plata, que constituyen yacimientos en actual y activa explotación. Estas i n trusiones se ven en el plano y períiles geológicos adjuntos.
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T E C T O N I C A
Una característica sobresaliente de la parte de los Andes atravesada por la carretera de Canta, es la presencia de varios domos cortados por nítidas fallas de compresión con un desplazamiento apreciable. El labio SW o Pacífico, se ha deslizado sobre el labio NO o Atlántico. En la mayor de estas fallas e l Grupo de Cuarcitas del Cretasico Inferior ha llegado a descansar sobre capas cercanas a l tope de la Serie Abigarrada o sea un salto de alrededor de 4,600 m.
Han sido reconocidas 5 grandes fal las de compresión y una sexta puede tomarse como probable. Algunas pequeñas también han sido observadas. M u y bien expuestas se encuentran dos complejas estructuras de pliegues y fallas que son también resultado de l a fuerte compresión: una cerca a Baños y la otra a l SE del Pico Yanqui .
Las principales fallas de compresión son las siguientes:
I?.—Del W Chungar-Pico Yanqui . 2'^.—De Puajanca. 3°.—De Verdecocha. 4°.—De Pico Yanqui-Yantac. 5°.—De Río Pallanga ( inferida). 6°.—De Santo Domingo.
Los efectos de las diversas fallas pueden ser vistos estudiando los perfiles que adjuntamos y se hará una descripción de ellas cuando se estudien los pliegues que cortan.
Hacia el SW del área mapeada, en la vecindad del pueblo de Canta, afloran cenizas púrpuras y verdes intercaladas con unas pocas lavas y cortadas por algunos siles que forman un grueso paquete de rocas con u n buzamiento constante de unos 20° a l NNW, siendo éstas las capas que forman el alto acantilado a l otro lado del río, a l norte de la c iudad. A unos 6 km. a l NNE del pueblo dobla el río
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Y sale d e un cañón que l leva a l ENE por 8 km. a CuUuhuay. El b u zamiento es constante hacia aguas abajo, esto es a l WSW y permanece en esta dirección hasta el borde de la caliza casi a 10 km. de distancia. Este repentino cambio de posición cerca de Canta, puede deberse a la existencia de un cuello volcánico cerca de la ciudad que ha originado un recubrimiento disconforme sobre los 6 a 9 km. de rocas volcánicas que parecen estar presentes como una cubierta sobre el Grupo de Calizas del Cretásico Superior. El buzamiento de estas rocas volcánicas varía de 20° a 40", y un potente dike o tapón de pórfido de cuarzo las atraviesa a 1 km. a l E de CuUuhuay más o menos. Esta secuencia de rocas piroclásticas y efusivas no ha sido seguida a lo largo de! rumbo, pero se la ve aflorar claramente por unos 10 km. hacia el SSE. En la dirección opuesta no se puede ver el contacto con la caliza en un espacio mayor d e 3 km. A mayor distancia este contacto debe vcltearsa más hacia el W, para dar sitio a los diversos pliegues visibleí; desarrollados en las calizas.
En La Viuda emerge el Grupo de Cali::as del Cretásico Superior por debajo de las rocas volcánicas, en aparente conformidad y con declives en buzamiento (dip slope) inclinadas hacia la carretera con afloramiento de casi 1,000 m. La cumbre de La Viuda está cubierta de nieve todo el año y una sección de e l la revela alrededor de 1,800 m. de caliza en lo que parece ser una secuencia normal. Por debajo se encuentran unos 600 m. d a arenisca que meteoriza en color marrón intenso y pizarras, conjunto que forma un paisaje característico, seguido por debajo de una cuarcita blanca con 200 m. de potencia. Esta cuarcita, a su vez yace contra las calizas cretásicas estratificadas que contienen abundantes nodulos de sílex en posición casi vert ical y l imi tada en ambos lados por fallas del sistema Yantac. La capa oscura ccn amonites que se encuentra cerca de la base del Grupo de Calizas del Cretásico Superior, se estrangula alrededor de las areniscas a unos 3 km. a l NW d e Yantac, como si el pliegue t u viese declive; y cuando se debería ver un s incl inal en el N, existe una fa l la que corta la caliza del lado de la fa lda en buzamiento del macizo calcáreo, el que a su vez se ha deslizado sobre la Serie A b i garrada a lo largo de l a continuación de la fa l la de Yantac (Diagrama 1).
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A l W del macizo y precisamente a l NW de la Carretera en la divisoria continental, la caliza tiene dos abiertos anticl inales de los cuales el occidental es más agudo a l N en el pico nevado El Alcay , 3 km. a l SW de Pico Yanqui . Esta caliza forma una cadena al ta que dobla unos 30° a l W, hacia el N de ese pico nevado; y de aquí en adelante aflora el Grupo de Calizas Cretásico Superior, hasta más a l lá de Sango, en una banda de u n ancho que se aproxima a los 10 km. y que presenta varios pliegues pequeños. Algunos de estos pliegues han sido erosionados y muestran debajo a l Grupo de Areniscas del Cretásico Inferior. Condiciones similares continúan hacia el N y esperan su relevamiento para conocerse mejor.
Una mayor descripción merece la sección a l E de Baños, que se muestra en el per f i l A - A ' y en el Diagrama N*" 2 hecho a base de una fotografía. En Baños y la ladera sobre val le , af lora el Grupo de Areniscas del Cretásico Inferior en caliza maciza y u n agudo sinc l ina l cuyo flanco E es más inclinado. El horizonte de estratificación más delgada que se encuentra por debajo, está aún más fuertemente plegado, mienlras que hacia el E se destacan dos pliegues en zigzag. Hacia el E existe una zona fracturada y más a l l á las capas forman u n suave ant ic l ina l que muestra el horizonte oscuro a casi el n ive l del río, cerca ae la casa de fuerza de Sango. El suave plegamiento pronto es reemplazado por un plegamiento más intenso y tras un agudo como angosto sincl inal el Grupo de Areniscas del Cretásico Inferior parece formar un ant ic l ina l isccí ina! entre dos sin-clinales del Grupo de Calizas del Cretásico Superior. A l E del último sincl inal fal lado, no son buenos los afloramientos y parece que algo del Grupo de Areniscas del Cretásico Inferior, en parte pizarroso, ha sido erosionado. De este modo, de la simple estructura que se ve desde la carretera a 20 km. a l SSE en La Viuda, la caliza ha l legado a condiciones de fuerte plegamiento y íallamiento.
El horizonte oscuro de la parte ba ja de la secuencia calcárea , se dobla formando u n ángulo agudo a unos 3 km. a l S de Pico Yanq u i , cerca de la or i l la NW de un lago en forma de hoja de trébol que all í se vé constituyendo el hundimiento meridional del largo pl ie gue Chungar-Pico Yanqui . El Grupo de Areniscas del Cretásico I n -
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íerior se dobla igual que la caliza, pero sus cuarcitas inferiores han sido empujadas hacia adelante y arr iba de ta l modo que arrastraron capas verticales del Cretásico Superior hacia el SE. A l frente y hacia el E empujó estratos de caliza delante de sí, por lo que en su lado W parece no haber sufrido arrastre, pero su flanco E sufrió arrugamiento y trituración (Perfil C - C Diagrama N'̂ 3). La protu-
S.W. PICO YANQUI N.E.
EL ALfAY
íAaoa m-- — — — — - — ^
berante cuarcita que forma el Pico Yanqui , ha sido a su vez movida y fa l lada en columna de escamas o sea con estructura imbricada (schuppen). La fuerte disyunción es muy notable y el afloramiento de cuarcitas por casi 1 km. de ancho revela repetición estratigráfica.
Siguiendo el afloramiento de la cuarcita primero a l W N W y luego a l NW, se observa que su ancho varía muy considerablemente de acuerdo a la intensidad de las complicaciones locales. Del mismo modo varía su expresión topográfica de sitio en sitio. La cuarcita forma varios declives o faldas en buzamientos anchos y especialmente notables por un tramo de 5 km, donde las fallas son frecuentes desde Pico Yanqui . Más hacia el NW está menos fa l lada y por esto se destaca menos aunque no en color. Hasta la carretera de Sango se encuentra en contacto sobre la Serie Abigarrada mediante fa l la por 8 km. en los cuales las Capas Abigarradas parecen estar intercaladas dentro de algunas potentes capas de lava que yacen entre la base de cuarcita y el tope del Grupo Calcáreo del Cretásico Superior. En Chungar parece descansar la cuarcita directa-
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mente sobre la caliza y luego sobre el granito que ha metamoríizado la caliza. El efecto del granito sobre la cuarcita, no es conocido. El pumbo SE-NW de la zona de fallas Chungar Occidental-Pico Yanqui , en u n tramo de 25 km., es t a l que su afloramiento en suave curvatura es cóncavo hacia el E. Antes de terminar ei tema de esta zona de fallas, se debe prestar atención a la existencia de una imbricación de caliza que dá forma topográfica destacada a la zona 5 km. de Pico Yanqui , lo que muestra el perf i l B-B' y el Diagrama N° 4 en
donde se ve que una cuña del Grupo Calcáreo del Cretásico Superior ha sido empujado hacia adelante por la cuarcita, habiendo sido arrancada de su base y arrastrada intacta hasta el tope del conglomerado púrpura bien arr iba en la secuencia de la Serie A b i g a r r a da. Aunque la caliza está algo cruzada de disyunciones y cubierta de brechas de ta lud, no muestra pliegue alguno, habiendo sido arrastrada hacia adelante como trineo.
Es conveniente además considerar juntos ios restos de dos pl ie gues vecinos que ahora forman la cordil lera de Puajanaca, que consta de siete picos de los cuales el mayor se eleva a casi 5,400 m. y el menor a 5,000 m. Vista desde Río Pallanga constituye una típica sierra, pero desde el cuello y mirando a lo lejos hacia el N, puede verse que algunos pocos picos se h a l l a n a l W de la divisoria, revelando que es más bien una cadena doble. La fa l la responsable de esta dupl i c idad se ve bien hacia el extremo S de la cordil lera, donde una serie de cuerpos de arenisca marrón la hacen resaltar mostrando su naturaleza. La f a l l a buza 60° SW. {Perfil A - A ' ) . Desde el cuello, a l centro de esta Cordil lera, se ve correr un val le interior a lo largo del pliegue. En el extremo N, cerca del lago vecino a Chungar, se hace notar la zona de fa l la por muchas brechas cata-
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clásticas las que separan a la vez las calizas de fuerte buzamiento del flanco oriental , de las que tienen menor buzamiento y que se h a l l a n a l occidente de la represa en el extremo W del lago Chungar. Aunque los argumentos presentados no son contundentes, se asume una fa l la de compresión a lo largo del macizo calcáreo, fa l la que desplazaría hacia el W el pliegue que continúa aún constante a l N d e Chungar. El pliegue oriental con buzamiento de su eje a l N d e Chungar, se desarrolla bien hacia el S, para hundirse nuevamente en la carretera a Sango, donde exhibe un resto de Capas Rojas sobre la caliza. Las esíratas abigarradas descansan indistintamente sobre las dos formaciones. Esta es la fa l la denominada antes fa l la interior de Puajanca. Su curso a l S de la carretera de Sango está oscurecido por las Capas Abigarradas mientras que a l N de Chungar parece seguir la l ínea entre las calizas y la Serie de Capas Rojas. A l otro extremo, en el punto más a l N visible desde la carretera de Chungar, hay una imbricación de caliza a manera de espolón oscuro en fondo rojo, donde precisamente se bifurca esta fa l la .
Por el flanco oriental de la cordil lera pr inc ipa l se extiende la fa l la de Verdecocha, entre esquisto calcáreo por presión, representativo de la caliza oriental , y la Serie de Capas Rojas que se presenta en estratas fracturadas y que generalmente tienen clivaje p i zarroso bacil i forme (pencil slate). La parte esquistosa puede estar repetida y representar una caliza que se encuentra más hacia el W normal ; pero no hay pruebas para af irmar esto. Es notable, sin embargo, que sobre la línea donde cambia la litología, existe otra de las grandes depresiones que capturan todo el drenaje que viene por arroyos de los diferentes glaciares pequeños que yacen en las cumbres de las montañas. El drenaje continúa subterráneamente y es probable que surjan fuentes en uno o varios de los lagos Verdecocha. De la carretera de Sango hacia el S, donde la caliza tiene b u zamiento, l a l ínea de empuje parece continuar como líneas de disturbios en las Capas Abigarradas, pues buzan levemente hacia el SW en casi todo su afloramiento. Cerca de esta l inea de disturbios estas estratas abigarradas adquieren posición vert ical y permanecen de este modo hacia ei S, hasta más o menos la l a t i t u d de Pico
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Yanqui , donde se desarrollan varias zonas de fractura y la fa l la de Verdecocha no puede seguirse más.
La próxima zona ant i c l ina l hacia el E es muy complicada en detalle, aunque relativamente simple tratándola de un modo genera l . A diferencia de los otros afloramientos ya descritos, no son aquí tan buenos y su flanco oriental está cubierto por la Serie V o l cánica. Puede reconocerse la zona ant i c l ina l por los cerros que culminan a 4,900 m, casi en la m i t a d del camino entre Río Pallanga y Pico Yanqui , donde se pueden medir unos 500 m. de calizas antes de l legar a la parte oriental cubierta por la turba. En el W se puede ver bien la caliza buzando bajo un grueso manto de fracturadas Capas Rojas; Y a 5 km. hacia el N, nuevamente la turba cubre los afloramientos aunque esporádicamente son visibles las calizas por unos 8 km. en total . Hacia el SSE las calizas parecen hundirse bajo u n lago grande, pero el pliegue continúa en la superficie con la Serie de Capas Rojas que forma un claro ant i c l ina l por muchos kilómetros más hacia el S. En ei flanco oriental del pliegue, hacia Verdecocha, se presentan muchas arrugas, una de las cuales afecta el grupo de calizas del Cretásico Superior y or igina u n afloramiento largo y angosto de forma ovalada de 2 km. de largo, qué se hunde en ambos extremos. Además hay un lecho calcáreo intercalado c-n las Capas Rojas, que revela que éstas también han sido fuertemente plegadas desde la Carretera de Chungar hasta el S de la vuelta de la Carretera de Sango donde persisten con un plegamiento isoclinal Y fuerte cantidad de diacíasas. Uno de los pliegues marginales secundarios está muy bien expuesto en rocas de bri l lantes colores 6 km. a l SE de Pico Yanqui , donde se muestra u n sinclinal con u n repliegue asimétrico en su flanco SW. (Diagrama 5). El ant i c l ina l pr inc ipa l de las Capas Rojas ha sufrido ta l erosión, que el drenaje sigue la cresta del pliegue lo que atrae la atención sobre el s incl inal que parece tener suave declive hacia el S. Sus flancos son rosados y u n manto blanco cubre visiblemente la cubeta inmediata, manto que puede ser visio como si hubiese sido doblado hacia adentro en el f lanco replegado y recostado hacia SW, más a l lá del sinclinal . Este manto blanco a su vez está cubierto por un estrato púrpura oscuro y avanzando hacia el W af loran horizontes cada vez más altos de la
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Serie Abigarrada comprimidos dentro de un sincl inal isoclinal justamente a l E de la gran fa l la Pico Yanqui-Yantac. (Parte del perf i l D-D') .
Los actuales conocimientos sobre el lado oriental de este oscuro pliegue ant ic l ina l , no permiten su segura inierpretación. En el extremo N, a l oriente de Chungar, las lavas orientales parecen buzar por unos 3 km. bajo las Capas Rojas; pero a l otro l a d o d e l cuel lo , 2 km. a l S, las condiciones son normales. Nos parece desde lejos que el mismo estado de cosas se repite a unos 2 km. a l N de la carretera de Chungar. En Río Pallanga la posición re lat iva está complicada por la presencia de gruesas capas volcánicas de edad no determinada, que af loran asociadas con calizas y pizarras. Pueden ser cretásicas, pero su edad no está probada. Buzan fuertemente cubiertas por tobas de suave buzamiento con las que están evidentemente en discordancia. Es imposible seguir los afloramientos a l S de Río Pallanga, por una zona de turba, pero hacia el W las Capas Rojas están expuestas, como las lavas y tobas hacia el E. Por una corta distancia aflora esporádicamente la secuencia de calizas, que está cubierta en disconformidad por la Serie de Lavas y Cenizas. Los afloramientos existentes indican que la caliza continúa hasta el lago 9 km. a l SSE de Río Pallanga; pues justamente a l S de éste, los afloramientos de Capas Rojas forman el ant i c l ina l que sigue hacia el S donde lavas y tobas parecen cubrirlos normalmente iras la intercalación de una pequeña banda de las Capas Abigarra das. Estas relaciones normales ccntinúan bien lejos hacia el S. Las pruebas en pro de la f a l l a inversa o de empuje de Río Pallanga, son pobres; pero dada la ausencia de afloramientos en el flanco E del ant ic l ina l , t a l fa l la estaría en armonía con el cuadro regional, aunque la verdadera estructura permanece aún en el plano de las conjeturas (Perfil A - A ' Parte Central) .
La intrusión de forma oval orientada NE-SW, corta el extremo N de la estructura, y está íntimamente l igada a la mineralización en su lado SW. Estructuralmente sin embargo, es de interés, ya que levanta la caliza desde abajo, en su flanco NW, lo que sugiere una prolongación del ant ic l ina l más hacia el N, donde las volcánicas cubren ta l estructura impidiendo su observación.
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La única estructura más bien simple del área, es el suave sinc l ina l que alcanza u n ancho de 7 a 11 km., consistente en tobas de colores claros y lavas. Hasta en este s incl inal hay algunos detalles no tan simples, pues intrusiones menores, que no han sido registradas en el mapa, despedazaron las rocas volcánicas 7 u 8 km. a l SE de Río Pallanga, y especialmente hacia el N varían los buzamientos como resultado de los conos volcánicos que se formaron y fueron después erosionados. Estas son sin embargo variaciones locales de menor importancia que no al teran la configuración del sinc l ina l como unidad tectónica.
El domo de Santo Domingo suministra los datos para descifrar las estructuras en la parte NE del mapa (Perfil A - A ' ) . Las calizas se hunden aquí hacia el N y están fracturadas hacia el E por una fa l la inversa, de plano fuertemente incl inado. Las Capas Rojas cubren la mayor parte del terreno en el NW y su estructura queda v i sible por la presencia de bandas blancas intercaladas de caliza que indican la presencia de un isoclinal casi vert ical , justamente a l W, y de u n ant ic l ina l asimétrico con declive hacia el N, que se extiende en escalones hacia la nariz tectónica de Santo Domingo. Un poco fuera del mapa, está marcado u n eje s incl inal oriental , por la estructura en cubeta de las tobas grises que ofrecen empinados bordes controlados por disyunciones o diacíasas.
A u n queda por describir un afloramiento de conglomerado rojo de unos 200 m. de largo y alrededor de 100 m. de ancho, que descansa en conformidad sobre una caliza de suave buzamiento a l SW. El conglomerado tiene una potencia de 30 m. y es posible bordearlo a pie por iodos sus contornos pareciendo descansar siempre normalmente sobre la caliza. Su presencia un poco a l SE de Pico Yanqui y a 5 km. de él constituye una loza oscura en medio de ios af loramientos de calizas grises. El tope del conglomerado se encuentra a una a l tura de 4,800 m. en el lado E de un pequeño val le con pendiente a l NNE que descarga en el lago en forma de trébol y a citado el que por esto se ha formado entre escombros de calizas en u n paraje más bien bajo.
La presencia del conglomerado, deja perplejo. El conglomera-
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do puede ser parte de la Serie Abigarrada o puede pertenecer a la Serie de Capas Rojas. Como el horizonte calcáreo que le sirve de base, no es el tope del Grupo de Calizas del Cretásico Superior, habría que asumir íallamiento local en bloques para poder explicar su presencia; pero los aíloramientos no dan datos para mantener esa teoría y mientras que las fallas de compresión serían las que más podrían explicar, las observaciones en el campo no justif ican su existencia. Permanece esto pues como uno de esos enigmas que se presentan a l geólogo cuando no ha podido encontrar pruebas suficientes para una interpretación adecuada. ,
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COMENTARIOS Y CONCLUSIONES
• El presente reconocimiento geológico de las alturas a ambos l a dos del paso de La Viuda , ha contribuido en algo a d i luc idar la estructura de esta parte de los Andes y ha servido de ayuda a muchos problemas, especialmente de índole estratigráíico, que necesitan aún de una profunda investigación. Ha revelado la presencia de calizas entre los gruesos depósitos detríticos que se supone sean del Cenozoico Y parece probable que estas calizas algún día muestren fósiles que constituyan las pruebas de esa supuesta edad. Ha mostrado además, que existe por lo menos una fuerte disconformidad que separa formaciones dentro del período Cenozoico; y que, como hace tiempo había sido reconocido, el plegamiento ocurrió en una serie de pulsaciones.
La mayor contribución a i cuadro estructural de la Cordi l lera Occidental del Perú alcanzada en el presente estudio, es el reconocimiento de algunas claras fallas de compresión, de gran desplazamiento, siendo de interés discutir sus características.
La parte de la Cordi l lera mejor conocida geológicamente, es la vecina a la ruta del Ferrocarril Central entre Lima y La Oroya que puede ser considerada como del distrito de Yaul i . Se encuentra aproximadamente 50 km. a l SSE de la Región de Canta, que será, por abreviar, denominada en adelante distri to de La Viuda . Si se comparan estos dos distritos, sería notable la existencia de un ampl io domo cerca de Y a u l i , donde af loran rocas hasta del Paleozoica Inferior. La formación más baja expuesta a más o menos la misma a l tura cerca de La Viuda , es del Cretásico Inferior. De este modo se advierte la existencia de una cresta tectónica en Yaul i y de una depresión o cuello en La Viuda.
Anteriores trabajos, cerca de Y a u l i , han mostrado que un fuerte plegamiento acompañado por sólo pequeñas fallas inversas se han desarrollado en el lado SW del ant i c l ina l de Yaul i . Los flancos
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SW son los que muestran tendencia a sobreescurrirse, pero esta tendencia ha sido contrarrestada. Se han encontrado sólo unas pequeñas escamas o imbricaciones (schuppen) y no se han desarrollado grandes desplazamientos de compresión. El comportamiento de las rocas se parece a l de las de los Alpes, detrás de los grandes macizos, donde los movimientos parecen haber sido l imitados y estorbados.
El distrito de La Viuda , se encuentra más al lá de la nariz tectónica incl inada y puede por eso ser comparado con las partes de los Alpes que se encuentran entre los macizos hercinianos. Las napas bien conocidas en los Altos Alpes Calcáreos de Suiza, ocupan una depresión semejante y también, en los Andes, se han encontrado estas series relacionadas a grandes empujes o fal las inversas de poca inclinación.
En una temprana etapa de la orogénesis, se levantó la caliza del Cretásico Superior, formando cuatro domos en forma de lomo de bal lena y conforme avanzaba el plegamiento fueron progresivamente depositándose las Capas Rojas, que sufrieron también algo del plegamiento. Luego ocurrió la erosión desigual, seguida por v igorosa intensificación del plegamiento y acompañada por la deposición de la Serie Abigarrada y mientras, había act iv idad volcánica. Este repliegue causó la ruptura y el apretujamiento de los pliegues. Las estructuras resultantes recuerdan a las obtenidas en experimentos en pequeña escala, en los cuales una de las capas constituyentes es mucho más tiesa y fuerte que sus vecinas. Parece que la cuarci ta desempeñó en la región este papel . Los domos que se encuentran más hacia el E también sufrieron corrimientos, aunque menos intensos hacia el a l t iplano de Junín, donde desaparece la simetría del distrito de- La Viuda .
Una act iv idad volcánica continua produjo el relleno de la depresión mayor entre Río Pallanga y Santo Domingo, mientras que los movimientos de plegamiento- l legaron a doblar las lavas y cenizas con moderación.
Hace algunos años se dieron algunas razones para suponer que habían ocurrido grandes levantamientos desde el Pliocénico y la to-
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pograíía de la zona vecina a la Carretera de Canta, está de acuerdo con esta teoría; por lo tanto la coincidencia de la línea de los grandes desplazamientos compresionales con la divisoria continental no significa otra cosa que capas más duras de meteorizar af loran en ta l divisoria . No hay evidencia de fallas producidas durante el levantamiento en la zona de la carretera de Canta, las que probablemente se encuentran hacia el W del batol i to cuyo margen E se encuentra a unos 10 km. a l W del pueblo de Canta. No hay n inguna razón para asumir tampoco que cuando ocurrieron los empujes, estuviera la parte oriental más a l ta que la occidental. En f i n todo parece indicar que la superficie W hubiera estado tratando de escurrirse sobre la superficie oriental como si un cuerpo occidental estable se hubiese movido sobre una masa oriental móvil.
E X P L I C A C I O N D E LOS DIAGRAMAS
I.—Zona de calizas cerca de La Viuda y la falla de compresión poco inclinada de Pico Yanqui-Yantac.
Diagrama N° 1.—
Esquema de las estructuras vistas hacia el SE, desde cerca de Pico Yanqui . A la izquierda, en el horizonte, se puede ver un alto pico volcánico cubierto de nieve en el s incl inal volcánico. Inmedia-
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tamente frsnte a él, aparecen las capas de la Serie Abigarrada cortadas en el punto T por la fa l la de empuje o compresión poco inc l inada (thrust) de Yantac. Luego siguen las Calizas del Cretásico Superior con fuerte buzamiento hacia el SW, cortadas en F por una fa l la . El flanco se mcniíiesla en capas casi horizontales de caliza que a su vez están cortadas por una segunda fa l la F. A l occidente de ésta, la caliza buza fuertemente hacia el W, pero pronto se tiende y luego a media distancia existen dos pliegues suaves que se pierden de vista a la derecha en el horizonte. El lejano nevado en el horizonte más a l lá del pliegue, muestra la Cal iza del Cretásico Superior C. S. a l S de La Viuda , con un buzamiento constante hacia el W, y las Areniscas del Cretásico Inferior C. I . formando el cuello o abra sobre el horizonte casi a l centro del esquema, " c g " lugar donde aflora el conglomerado dentro de las calizas.
2.—Grupa Calcáreo del Cretásico Superior plegado y fallado en las laderas al N del valle de Baños.
Dicigrama 2 .— Esquema de las estructuras expuestas en la ladera N del val le
justamente a l E de Baños. De W (izquierda) a E, se muestran las Areniscas del Cretásico Inferior en el horizonte buzando hacia el W. Luego más cerca, está el angosto s incl inal en la Caliza maciza del Cretásico Superior, con muchas disyunciones. El flanco E muestra algunos pliegues locales intensos seguidos por un ant ic l ina l ubicado bien abajo en la ladera del val le , con un s incl inal y ant ic l inal detrás de él, mostrados más arr iba. Sobre estos pliegues se encuentra un paquete de calizas que parece estar casi horizontal , pero que ha sido arrastrado hasta allí por una fa l la de empuje, subordinada y cuyo plano es casi horizontal .
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3.—Pico Yanqui y el extremo S de la falla de compresión débilmente inclinada al Oeste de Chungar N-Pico Yanqui.
Diagrama N? 3.— Esquema de Pico Yanqui o Huaychiguagún visto desde el S. La
pr inc ipa l montaña es de cuarcita volcada y con fuerte buzamiento hacia el E, donde se ha deslizado sobre la caliza casi horizontal en F a la derecha del diagrama. La F en el centro, muestra la fal l a donde la cuarcita C. C. ha atravesado la Caliza del Cretásico Superior C. S. Hacia el W (izquierda), buzan las areniscas del Cretásico Inferior. C. I . hacia fuera y el W, con laderas en buzamiento (hog backs) de las cuarcitas que aparecen debajo cerca del centro.
4.—Imbricación de caliza en la linea de la falla Oeste de Chungar Pico Yanqui al N de este último lugar.
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Diagrama 4.—
Esquema de la caliza sobre las Capas Abigarradas o Mult icolores vista desde el pie de Pico Yanqui mirando hacia ei N W . La masa calcárea C. S. aparece en el centro del esquema descansando sobre la ladera en buzamiento de la serie Abigarrada , la que termina en un escarpe. Hacia el W de las calizas se puede ver una serie de laderas en buzamiento de cuarcita C. C. y sobre ellas las capas are-niscosas del Cretásico Inferior C. I . que forman la línea del horizonte hacia la izquierda. El escarpe, en el primer plano (izquierda), está formado por las capas de la Serie Abigarrada .
5.—Pliegue marginal en In Serie Abigarrada al E de la falla de empuje débilmente inclinada Pico Yanqui-Yantac.
Diagrama N'? 5 . — Esquema del pliegue marginal 6 km, a l SE de Pico Yanqui , vis
to desde 3 km. a l E de él. Un pico volcánico cubierto de nieve, dentro del sinclinal volcánico, se eleva a l punto más alto del horizonte. El ant ic l inal pr inc ipal en la Serie de Capas Rojas S. C. R. está d i bujado a media distancia, algo a la izquierda o a l E del centro. Algo a l W del centro y ocupando el espacio entre la distancia media y el horizonte, está el agudo pliegue margina l que afecta la Serie A b i garrada S. A.
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INSTITUTO GEOLÓGICO D E L PERÚ
AGRADECIMIENTOS
El trabajo realizado fué posible gracias a la cordial ccistencia pr&fitada a l autor por el Director General del Instituto Nacional d e Inv«stigción y Fomento Mineros, señor Ing°. Alfonso Rizo Patrón y por el Ing". Jorge A. Broggi, Directc-r del Inst i iulo Geológico del Perú, quien ha estado a cargo de revisar la traducción realizada por el Sr. Hamann liménez y mostró la comprensión de siempre en mi la bor. Mr. ] . R. Tayler cooperó con entusiasmo como asistente de campo. El Sr. Ing°. Ramírez, Administrador de las Minas de Río Falían-ga, suministró muy amablemente alojamiento y ayuda cuando el transporte mecánico presentaba dificultades. Algo dei esencial equipo de exploración lo dispusimos por préstamo d e la Royal Geographical Society de Londres.
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