juarez glorificado

495
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  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    1/493

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    t'-J

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    H

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    2/493

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    3/493

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    4/493

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    5/493

    JUREZ

    GLORIFICADO

    LA

    INTERVENCIN

    Y EL

    IMPERIO

    ANTE

    U VERDAD

    HISTRICA

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    6/493

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    7/493

    JUREZ

    GLORIFICADO

    U

    lirimi

    I

    el

    1

    AME

    LA

    VERDAD

    HISTORRA

    POR

    Hila'in

    pimas

    y

    Soto,

    REFUTANDO

    CON

    DOCUMENTOS

    LA

    OBRA

    DEL

    SEOR

    Przincisco

    Buloes

    IXTITILADA

    EL

    VERDADERO

    JUREZ

    Impkexta

    Central.

    Calle

    de

    la

    Acequia

    N?

    12.

    I905

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    8/493

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    9/493

    Al

    Sr.

    Gral.

    Porfirio

    D'uiz, Pres'uJeatc de

    la

    Rephka.

    Dos

    fines

    llera

    esta

    obra,

    reivindicar

    la memoria

    del

    Sr.

    Ju-

    rez

    tan rudmnente

    deprimida,

    por el

    Sr. Bvlnes,

    y

    ensalzar

    lo

    Pa-

    tria

    cuyas

    glorias intenta

    marchitar

    este

    autor,

    al

    historiar

    la (/xerra

    de

    nuestra segunda

    independencia.

    De

    los

    grandes

    combatientes

    en

    aquella.

    formid(d>le

    ludia,

    de

    los

    que la

    presidieron

    hasta

    el

    triunfo,

    slo

    Vd. queda

    en pie. Se

    or,

    que,

    envainando

    la

    espada que

    centell

    en la

    victoria, se

    con-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    10/493

    Q

    i

    p

    3^

    Esta obra

    est

    impresa

    en papel dlas

    Fbricas

    x)

    f

    de

    San

    Rafael

    y

    Anexas

    ^

    ^2Jk

    b

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    11/493

    JUREZ

    GLORIFICADO

    INTERVENCIflH Y

    EL

    iPEBIfl

    INTE

    Lfi

    VERDBD

    HI8T0R1CI1

    POR

    Hilarin

    F ras

    y

    3o'to

    INTRODUCCIN

    Hace

    algunos

    meses

    apareci

    en

    Mxico,

    editado

    en

    Pa-

    rs,

    un

    libro

    intitulado

    Las

    Grandes

    Mentiras

    de

    Nuestra

    Historia, escrito

    por

    el

    Sr. Diputado

    D.

    Francisco

    Bulnes,

    libro

    que no hace

    honor

    al

    patriotismo

    ni

    la

    capacidad

    lite-

    raria de su

    autor.

    Y

    como esa obra

    est

    informada

    por

    un

    profundo

    des-

    precio

    hacia

    los ejrcitos mexicanos

    y

    se deprimen

    en ella

    los

    heroicos

    esfuerzos

    hechos por la

    Nacin

    para salvar

    su

    inde-

    pendencia

    en

    la

    insensata

    intentona

    de conquista

    de

    Barradas

    y

    en las

    invasiones

    francesa

    y

    norte-americana,

    me

    consagr

    rectificar

    los datos

    oficiales

    empleados

    por

    el

    Sr.

    Bulnes,

    y

    escribir un

    folleto impugnando

    las

    vehementes

    y

    falsas

    apre-

    ciaciones

    de este

    escritor.

    Causas

    que

    no son del caso

    narrar

    me

    impidieron

    impri-

    mir

    mi

    pequeo

    libro,

    para

    el

    que no me

    fu fcil

    encontrar

    un

    editor;

    sin

    embargo,

    quiz

    ms

    tarde

    podr

    darlo

    luz.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    12/493

    6

    INTRODUCCIN

    Pero

    ahora

    se

    pone

    en

    circulacin

    otro

    libro

    del mismo Sr.

    Bulnesque

    lleva

    por

    ttulo

    El

    V'erd

    adero

    Jurez

    y

    la

    Verdad

    sobre

    la

    Intervencin

    y el

    Imperio, libro

    ante

    el

    cual slo

    puede

    guardar

    silencio

    quien

    est

    enteramente

    destituido de

    amor

    patrio,

    y

    el

    que

    haya

    llegado

    tal

    grado de

    degrada-

    cin

    que

    pueda

    escuchar

    con

    indiferencia

    los

    injustos cargos

    con

    que

    el

    Sr.

    Bulnes

    intenta

    deturpar

    al

    gran

    Jurez

    y

    los

    insultos

    que

    prodiga,

    no

    slo

    los

    heroicos

    combatientes

    me-

    xicanos

    en

    l

    segunda

    guerra de

    independencia, sino

    la

    Na-

    cin

    entera.

    Comprend

    que para

    contestar

    y

    refutar

    la

    ltima

    obra

    del

    Sr.

    Bulnes

    era

    preciso

    perder

    una

    gran

    suma

    de

    tiempo

    recorriendo

    archivos

    y

    bibliotecas

    en

    pos de

    infinidad

    de

    do-

    cumentos

    oficiales,

    labor

    casi

    imposible

    para quien

    tiene

    otras

    preferentes

    con

    las

    que

    subsiste.

    Pero

    esas

    dificultades

    no

    me

    arredraron,

    y

    haciendo

    cuan-

    to

    sacrificio

    me

    ha

    sido

    posible,

    emprendo

    esta

    labor, quiz

    la

    ltima

    que

    en

    mi

    cansada

    vejez

    pueda

    consumar.

    Y

    la

    ofrezco

    mi

    Patria,

    como

    humilde

    homenaje

    de la

    adoracin

    que por

    ella tengo.

    Mxico,

    Agosto

    26

    de

    1904.

    Hilarin

    Fras

    y

    Sotom

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    13/493

    PRIMERA

    PARTE

    El Gnesis

    de

    la

    Intervencin

    CAPITULO

    I

    LA

    IGNORANCIA

    DEL SR.

    BULNES

    Poner

    en ereccin

    un gran talento,

    hartarlo con una mala

    -y

    trunca

    erudicin

    histrica, indigestar

    con

    esta

    el cerebro

    y

    fustigarlo

    con

    un

    hidrfobo

    odio

    poltico

    para

    ir

    vomitar

    acusaciones

    insultos sobre

    la

    tumba

    de

    un

    muerto ilus-

    tre

    he

    aqu

    la sntesis de la

    obra del

    Sr. D.

    Francisco

    Bulnes,

    intitulada

    El Verdadero

    Jurez

    y

    la

    Verdad sobre

    XA

    InTuR

    VENCIN

    Y

    EL

    ImPERIO.

    Y

    ese

    libro,

    que debiera llevar

    la

    firma, no del

    Sr.

    Bulnes

    sino la

    de

    D. Lucas

    Alamn,

    ha

    circulado

    por

    la

    Capital

    y

    co-

    mienza

    llegar

    los

    Estados, levantando

    por todas

    partes

    olas de indignacin

    y

    haciendo surgir

    en

    la

    prensa

    periods-

    tica

    enrgicas protestas,

    la vez que algunos

    brillantes

    es-

    critores

    se

    aprestan

    afrontarse

    con el

    audaz

    acusador

    de

    Jurez

    y

    contra

    el

    que

    tan

    despectivamente

    califica

    al

    pueblo

    mexicano

    llamndolo

    traidor

    y

    cobarde.

    Yo,

    el viejo

    periodista

    jacobino,

    yo

    el

    ms insignificante

    de los

    escritores mexicanos,

    tambin

    vengo

    tomar

    mi

    pues-

    to

    de

    combate

    en esa cruzada.

    No

    vamos,

    los

    que refutemos el

    libelo

    histrico

    del

    Sr.

    Bulnes,

    liberar

    la

    tumba

    de

    un Dios del dominio

    de los in-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    14/493

    8

    JUREZ

    GLORIFICADO

    fieles:

    para

    nosotros,

    el

    Sr.

    Jurez

    no

    es

    un

    dolo, ni un feti-

    che;

    es

    un

    gran

    hombre

    que

    ha

    llegado

    la

    inmortalidad

    lle-

    vando

    en su

    hoja

    de

    servicios

    los

    grandes,

    los

    inmensos

    que

    prest

    la

    Patria.

    Ante

    esa

    tumba

    vamos

    hacer

    giiar-dia de honor

    para

    impedir que

    el

    insensato

    Sr.

    Bulnes

    la

    manche con cuanto

    fan-

    go le

    ministra

    el

    rencor

    implacable

    de los traidores

    y

    cleri-^

    cales.

    Yo

    no s,

    no

    me explico qu

    espritu

    pudo

    haber

    inspira-

    do

    ese

    libro

    negro, no

    ser

    que en su

    desequilibrio cerebral,

    muy

    marcado

    ya,

    el Sr.

    Bulnes, vido de

    escndalo,

    eligiera

    en

    su

    delirio

    impulsivo

    al

    ms

    prominente

    de

    nuestro^;

    hombres

    ilustres

    muertos,

    para desgarrar

    mordidas

    su

    renombre

    y

    su

    gloria.

    Pero

    si

    el

    Sr.

    Bulnes

    ha tenido gran dosis de valor para

    cometer su

    atentado

    histrico,

    m

    me

    sobra para sujetar

    ese

    furioso

    demente,

    aplicarle

    la

    camisola de

    fuerza

    y

    hacer-

    lo

    volver

    al mundo

    del

    juicio

    y

    de

    la

    razn.

    Yo

    nofijuarista;

    en mi

    obscura vida

    poltica

    combat

    la

    administracin

    del

    Sr.

    Jurez,

    tanto

    por la

    prensa,

    como

    en la

    tribuna

    del Cuarto

    Congreso

    de la

    Unin,

    al

    que

    tuve

    la

    honra

    de

    pertenecer.

    Sin embargo,

    no

    fui

    enemigo del

    Sr.

    Jurez

    y

    siempre

    re-

    conoc

    su

    gran valer.

    En 1870

    publiqu

    un

    libro

    intitulado

    Mxico,

    Francia

    v

    Maximiliano

    y

    lo dediqu

    al

    C.

    Presidente de la Repblica

    Benito

    Jurez,

    en

    los

    trminos

    siguientes.

    Algunas

    veces he tenido

    la honra

    de impugnar la

    pol-

    tica

    implantada

    en

    el pas por

    la

    administracin

    de Ud. Y

    07/^0

    esto

    me

    aleja^

    naturalmente,

    de

    la

    rbita

    del

    poder, cuan-

    do

    dedico

    d

    Ud. el presente bosquejo histrico, no podr

    in-

    culprseme

    de que

    adulo

    al

    Primer

    Magistrado

    de

    la

    A^a-

    cin.

    Soy

    de

    la raza

    que slo

    ante los

    principios

    inclinan la

    frente,

    jams

    ante

    los

    hombres

    Hay

    un

    hecho

    que

    habla

    muy alto,

    y

    es que,

    cuantos han

    escrito

    sobre

    la

    intervencin,

    aun

    los

    extranjeros,

    y

    aun los

    franceses

    mismos,

    todos

    han

    confesado

    Ud.

    las

    altas

    do-

    tes

    de

    un

    patriotismo

    sin

    mancha

    y

    de

    una

    constancia he-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    15/493

    LA

    IGNORANCIA

    DEL

    SR.

    BULNES

    rica

    al

    luchar

    por

    la

    independencia

    de

    Mxico

    durante

    aque-

    los

    aos

    de

    angustia

    y

    de

    prueba.

    El

    aplauso

    del

    enemigo

    es

    la

    ovacin

    ms

    honrosa

    que

    puede

    Ud.

    alcanzar.

    En

    el

    monumento

    que

    levanten

    nuestros

    hijos

    en

    conme-

    .

    moracin

    del

    triunfo

    de

    Mxico

    luchando

    por

    su

    autonoma.

    grabarn

    un

    nombre,

    como

    la

    personificacin

    perfecta

    de esa

    gloria

    nacional.

    Ese

    nombre

    ser

    el

    de

    Benito

    Jurez.

    Y

    ese

    nombre

    no

    poda

    yo

    escribirlo

    en

    la

    concha

    de

    la

    ostra,

    arrojndolo

    fuera

    del

    suelo

    emancipado

    de

    la

    Pa-

    tria

    Pero

    lo

    que

    no

    han

    hecho

    los

    opositores,

    los

    enemigos

    y

    los

    que

    combatieron

    por

    derrocar

    al

    Sr.

    Jurez,

    lo

    hace

    el

    Sr.

    Bulnes,

    intentando

    condenar

    al

    ostracismo

    ese

    preclaro

    nom-

    bre

    que

    es

    hoy

    para

    los

    mexicanos

    un

    smbolo

    de

    libertad.

    Y

    en

    esa

    obra

    nefanda

    el

    escritor

    recoge

    todo

    el

    limo

    que

    deja

    en

    su

    curso

    el

    torrente

    del

    odio

    clerical,

    todo

    el

    fango

    que

    brot

    dla

    traicin

    para

    querer

    manchar

    el

    limbo de

    glo-

    ria

    con

    que

    el

    pueblo

    mexicano

    orl

    la

    cabeza

    pensadora

    del

    noble

    indio

    de

    Guelatao.

    Con

    qu

    materia

    prima

    teji

    el Sr.

    Bulnes

    esa

    cadena

    de

    acusaciones

    que,

    como

    un

    grillete

    de

    infamia,

    intenta

    ceirla

    pierna

    del

    hroe

    para

    derribarlo

    de

    su

    socio

    inmortal?

    El

    Sr.

    Bulnes

    prepar

    su

    obra

    antipatritica,

    como

    pre-

    para

    siempre

    todos

    sus

    trabajos

    literarios.

    Recopil

    una

    gran

    cantidad

    de

    libros,

    los

    ley,

    ingiri

    una

    enorme

    cantidad

    de

    la

    materia

    que

    contenan,

    y

    no

    pu-

    diendo

    digerirla

    sufri

    un

    infarto

    cerebral

    que

    nubl

    su

    buen

    talento,

    extravi

    su

    criterio

    y

    arrastr

    su

    juicio

    por

    el

    caos

    del

    error

    y

    la

    sinrazn.

    Es

    que

    los

    libros

    que

    eligi

    el

    Sr.

    Bulnes

    son

    muy

    malos

    y

    estn

    perfectamente

    desautorizados,

    porque

    falta,

    en

    ellos

    la

    verdad.

    Es

    que

    el

    Sr.

    Bulnes

    lea

    preocupado

    por

    un

    prejuicio

    errneo

    y

    por

    un

    odio

    latente;

    y

    busc

    lo

    malo

    que

    pudiera

    haber

    en

    la

    vida

    pblica

    del

    Sr.

    Jurez,

    desechando

    lo

    mucho

    que

    hay

    en

    ella

    de

    grandioso

    y

    meritorio.

    He

    aqu

    por

    qu

    en

    las

    ochocientas

    setenta

    pginas

    del

    libro

    que

    voy

    refutar

    no

    se

    encuentra

    consignado

    uno

    solo

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    16/493

    10

    JUREZ

    GLORIFICADO

    de

    los

    muchos

    hechos

    gloriosos

    que se

    registran en

    la

    histo-

    ria

    poltica del

    hombre

    de la

    Reforma

    y

    de

    la

    Independencia.

    Y

    he

    aqu

    por qu

    el

    Sr.

    Bulncs,

    pesar

    de

    su buena

    ins-

    truccin,

    incide

    en

    graves

    errores

    histricos,

    en

    torpes

    apre

    elaciones

    y

    funda stas

    en

    datos

    enteramente

    falsos.

    Todo

    esto

    lo

    demostrar

    en el

    curso

    de

    esta

    obra, no con

    declamaciones,

    sino

    con

    documentos

    oficiales de

    indiscutible

    autenticidad.

    Desde la primera parte

    de

    su

    libro,

    intitulada

    El Origex

    DE

    LA

    Intervenxix, revela el

    Sr.

    Bulnes

    su

    profunda ignoran-

    cia en

    la historia

    contempornea

    y

    especialmente

    en

    historia

    patria.

    Porque

    pesar de

    que

    esa

    parte del

    libro

    consta

    de

    ciento

    cuatro

    pginas, no

    se

    encuentran

    consignados en

    ellas

    los

    verdaderos

    factores

    del

    atentado

    cometido

    por

    Napolen

    III

    contra

    Mxico.

    Verdad

    es

    que

    para

    velar

    su

    ignorancia

    el

    Sr.

    Bulnes

    se

    parapeta

    detrs

    de un

    autor

    francs

    llamado

    Jauret

    y

    del li-

    bro

    de ste,

    Le

    Mexiqie

    dcvant

    les

    Chambres

    fran^aises,

    co-

    pia

    algunos fragmentos en

    los que

    se

    asienta

    que

    hay

    que

    re-

    montarse

    al 24

    de Noviembre de

    1858

    para

    descubrir la

    pri-

    mera

    intervencin

    unida

    en

    los asuntos

    de

    Mxico.

    Y

    Jauret

    cuenta

    que

    en

    la

    fecha

    citada,

    Mon,

    embajador

    de

    Espaa en

    Madrid, conferenci con

    Walewski,

    Ministro

    de

    Negocios

    extranjeros

    de

    Francia,

    acerca

    de la necesidad

    de

    establecer

    un

    gobierno

    firme

    y

    seguro en

    Mxico.

    Si

    el

    Sr.

    Bulnes,

    tan infatigable

    en

    el

    estudio, hubiera re-

    pasado

    nuestra

    historia

    ntima,

    en

    vez

    de

    recurrir

    un escri-

    tor tan

    fantstico

    y

    mal

    informado

    como

    Jauret,

    habra

    sabi-

    do

    que

    desgraciadamente

    la

    insensata

    idea

    de

    traer

    una

    intervencin

    extranjera

    Mxiso,

    para

    fundar

    aqu

    una

    mo-

    narqua naci

    en

    cerebros

    mexicanos.

    Slo

    que eran

    cerebros

    de

    clericales

    y

    conservadores.

    En

    1840,

    diez

    y

    ocho

    aos antes

    de

    la

    fecha

    citada

    por

    Jauret,

    imperaba

    en

    Mxico

    el

    centralismo

    ms desptico

    y

    sanguinario

    bajo la

    Presidencia

    del General

    Bustamante,

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    17/493

    LA IGNORANCIA

    DEL

    SR.

    BULNES

    11

    cuando

    se

    pronunciaron contra

    ste,

    Urrea

    que

    ocupaba

    Tampico

    y

    el General D.

    Antonio

    Meja.

    Bustamante entreg la

    Presidencia

    Santa-Anna,

    se

    puso

    al

    frente

    de

    una

    divisin

    y

    march sobre

    Tampico, la

    vez que el General

    Arista

    con otras fuerzas

    hacia igual

    mo-

    vimiento.

    Urrea evit

    el

    ataque

    de

    Arista

    y

    Bustamante,

    y

    en una

    marcha

    rapidsima

    logr

    unirse

    al

    General

    Antonio

    Meja.

    Pero

    Santa-Anna sinti

    este

    movimiento,

    y

    saliendo vio-

    lentamente de

    la capital

    encontr

    los

    pronunciados

    en

    Aca-

    jete,

    los

    derrot,

    hizo

    prisionero

    Meja

    y

    lo

    pas

    por

    las

    armas.

    El General

    Tornel,

    que con el carcter de

    Ministro de

    la

    Guerra

    acompaaba

    Santa-Anna firm

    la

    orden

    del

    fusila-

    miento.

    Urrea

    escap,

    se

    ocult en la capital

    y

    aprovechando

    los

    elementos

    revolucionarios

    que

    all

    haba

    se

    pronunci

    el

    15

    de

    Julio

    de

    1840,

    sorprendi el Palacio Nacional

    y

    aprendi

    Bustamante.

    Por

    qu Urrea

    en

    vez

    de fusilar uno

    de

    los

    asesinos

    del

    General

    Guerrero, le

    permiti

    salir libre

    del Palacio?

    La

    debilidad

    de

    Urrea

    fu

    desastrosa para

    su

    partido;

    Bustamante

    ocup

    el

    convento

    de

    San

    Agustn,

    organiz

    all

    su

    gobierno

    y

    algunas fuerzas,

    y

    con

    ellas venci

    los

    pro

    nunciados,

    volviendo

    ocupar

    el

    Palacio.

    Grande

    sera

    la

    tarea de narrar

    las

    siguientes

    revolucio-

    nes, lo

    que no

    es

    materia de

    este libro.

    Baste

    decir

    que alarmado

    el

    partido

    conservador

    con

    el

    pronunciamiento

    de

    Julio

    que

    amenaz de muerte

    al

    centra-

    lismo,

    con la

    vuelta del

    sistema federativo, un

    yucateco indig-

    no,

    Jos

    Mara

    Gutirrez Estrada,

    dirigi

    una

    carta

    al

    Presi-

    dente

    de la Repblica

    exponindole la imposibilidad

    de

    esta-

    blecer

    ese

    sistema

    en

    el

    pas

    y

    la necesidad de

    establecer

    la

    monarqua

    en

    Mxico

    con

    un

    prncipe

    extranjero

    y

    apoyada

    por

    un ejrcito tambin

    extranjero.

    El folleto en que

    se

    public

    esa carta produjo

    en

    el

    pas

    una

    indignacin

    tan

    violenta

    que Gutirrez

    Estrada tuvo

    que

    ocultarse,

    huyendo

    poco

    tiempo

    despus

    para

    Europa,

    de

    don-

    de jams

    volvi.

    Mas no slo

    hubo

    este

    intento aislado para

    traer

    al

    pas

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    18/493

    12

    JUREZ

    GLORIFICADO

    una intervencin

    armada

    y

    un

    monarca con

    ella;

    oficialmen-

    te solicitaron

    esa

    intervencin

    los gobiernos

    de

    Rustamante

    y

    Santa-Anna,

    antes

    de

    las gestiones diplomticas

    hechas

    por

    Mon;

    y

    esto

    el

    Sr.

    Bulnes no

    lo-sabe

    tal

    vez.

    Continuemos

    ahora

    analizando

    los

    asertos de

    Jauret

    que

    sirven

    de

    base

    al Sr.

    Bulnes para explorar las fuentes

    de

    la

    intervencin

    de 1862.

    En

    Enero

    de

    1859

    Caldern

    CoUantes, Ministro de

    Esta-

    do

    de

    Espaa,

    deca

    Mon,

    contestando

    la

    nota

    de

    ste:

    Es

    de la

    mayor

    importancia

    establecer en Mxico un

    poder

    fuerte

    y

    duradero;

    mas para convencer

    Mxico de esto

    bastan la

    persuasin

    moral

    y

    las

    disposiciones

    diplomticas.

    ( Advierto

    los

    lectores que al

    reproducir

    el prrafo

    an-

    terior

    he

    corregido

    algo

    la

    psima

    sintaxis

    y

    las

    construccio-

    nes

    gallegas

    del

    Ministro Espaol

    Caldern

    Collantes).

    A

    raz

    de

    lo anterior,

    dice el

    Sr.

    Bulnes lo

    siguiente:

    El 18

    de

    Abril de

    1860,

    v

    hay

    que

    conservar

    como

    da-

    t

    o

    precioso

    esta

    fecha

    para el descubrimiento de la

    respon-

    sabilidad

    del

    Gobierno

    do

    Jurez,

    la

    actitud

    del

    Sr.

    Caldern

    Collantes

    cambi

    completamente,

    pues

    deca

    al

    Sr. Mon.

    .

    Pues el

    Sr. Bulnes

    ni

    conserv esa

    fecha

    ni se sirvi de

    ella

    para

    descubrir

    la

    presunta

    responsabilidad

    del

    Sr.

    Jurez

    Termin

    ese captulo

    sin

    volver

    ocuparse de tan

    precioso

    dato.

    Pero

    veamos

    lo que

    dijo Collantes

    Mon:

    Le

    dijo

    que Mon conoca

    los

    esfuerzos del

    Gobierno

    de

    Isabel

    II

    para

    atraerse

    Inglaterra

    y

    Francia

    con

    el

    fin

    de

    adoptar

    las

    medidas conducentes

    poner fin

    la

    anarqua

    que

    agotaba

    la

    Repblica Mexicana.

    Contina

    Collantes

    diciendo

    que con el objeto

    dicho

    tu-

    vo

    una

    consulta

    con

    el

    Embajador francs

    quien

    la trasmiti

    al

    Gobierno

    del

    Emperador que

    contest, por conducto

    de

    su

    Ministro

    de Negocios

    Extranjeros,

    que

    Francia

    Inglate-

    rra estaban

    ahora

    dispuestas

    combinar

    sus

    esfuerzos

    para

    establecer

    en

    Mxico

    un

    Gobierno

    que sea

    reconocido por

    to-

    da la Nacin

    y

    ponga

    trmino al estado

    penoso

    que

    guarda

    aquel

    desgraciado

    pas.

    Por ltimo,

    afirmaba

    el Ministro

    de

    Estado

    Espaol,

    que

    lo mejor sera

    proponer

    una

    asamblea

    constituj^ente

    que die-

    ra

    una

    forma estable

    al

    Gobierno

    Mexicano,

    para

    lo cual Mon

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    19/493

    LA

    IGNORANCIA

    DEL

    SK.

    BULNES

    13

    deba tener

    una conferencia

    con M.

    Touvenel

    para

    organizar

    una

    intervencin

    tripartita,

    cuya sola

    noticia

    crea el Go-

    bierno

    de

    Isabel II

    que alentara la gente honrada

    del

    pas

    y

    la

    pondra

    en actitud

    de favorecer el establecimiento de

    un

    Gobierno

    que,

    sin restringir

    el

    derecho

    legtimo

    de

    que

    se

    dis-

    fruta

    en

    otros

    pases

    civilizados,

    pueda

    reprimir el espritu

    de rebelin

    que

    tantos

    males

    causa

    Mxico.

    Aqu,

    y

    acerca

    de

    las

    afirmaciones

    de

    CoUantes, cabe

    ob-

    servar

    lo

    siguiente:

    Primero:

    que para el Gobierno

    Espaol la

    gente honrada

    que

    haba

    en

    Mxico,

    en

    1859,

    eran

    Lozada

    el

    Tigre

    de

    Alica,

    los

    bandidos

    espaoles

    Cobos

    y

    Lindoro

    Cajiga,

    Mrquez

    el

    asesino,

    Almanza,

    Bueyes Pintos

    y

    dems guerrilleros

    del

    clero.

    Segundo:

    que para

    Caldern

    Collantes haba derechos

    ilegtimos.

    Y

    osa Caldern Collantes

    decir que

    en

    Mxico

    se deba

    sofocar

    el

    espritu de

    rebelin

    Ms

    Importaba

    al

    Ministro

    Es-

    paol sofocar

    ese espritu en Espaa,

    donde,

    como

    demostra-

    r despus,

    era

    crnico,

    sanguinario

    y

    asolador desde

    1814,

    y

    cu3'0

    espritu

    cincuenta

    y

    cuatro

    aos

    ms

    tarde, arroj

    del

    trono

    Isabel

    II

    Mas lo risible,

    lo

    que

    demuestra la ligereza

    conque

    es-

    cribe

    Jauret,

    es que este autor asegura

    que

    Espaa

    se tom

    el

    trabajo

    de

    redactar

    una Constitucin

    para

    reorganizar

    Mxico

    y

    que

    la

    comunic

    Pars

    y

    Londres.

    El

    Sr.

    Bulnes,

    tan

    escptico

    en asuntos

    mexicanos

    y

    tan

    crdulo

    cuando

    se trata de escritores

    extranjeros,

    se

    ech

    buscar

    ese

    proyecto

    de

    Constitucin;

    mas dice

    que no

    lo

    con-

    sigui por

    ms

    esfuerzos

    que hizo.

    Claro, como haba

    de encontrarlo

    cuando

    no

    haba

    tal

    proyecto,

    que slo

    existi

    en

    la

    cabeza

    de

    Jauret

    Bonita estaba

    Espaa en

    1860

    para

    hacer

    Constituciones

    orgnicas de

    otro

    pas

    Pero

    s es

    verdad

    que con

    insistencia

    inoportuna,

    los di-

    plomticos espaoles

    siguieron

    mendigando

    en

    las

    cortes

    eu-

    ropeas su

    cooperacin

    para

    intervenir

    en

    Mxico

    derrocando

    al

    Gobierno

    Republicano.

    Soaban

    levantar

    un

    trono

    en

    Mxico

    y

    sentar

    en l

    un.

    Borbn

    Espaol.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    20/493

    14

    .Il'RKZ

    OLORIFK'ADO

    He

    aqu por qu

    Isturitz

    pidi en

    27

    de

    Abril

    de

    1860

    la

    ayuda

    de

    Inglaterra

    Lord

    Russell

    quien

    contest que

    la

    otorg:ara

    con

    la

    condicin de que

    no

    haba

    de emplearse fuer-

    za

    alguna

    en

    el

    proyecto

    y

    que

    se

    protegera

    el

    culto

    protes-

    tante.

    Lord

    Russell

    se

    burlaba

    del

    Embajador Espaol quien no

    insisti

    mAs

    ante

    aquella hertica

    pretensin de

    Inglaterra

    que

    lastimaba

    hondamente los

    sentimientos

    furiosamente

    catli-

    cos

    de

    Espaa.

    Tambin M.

    Thouvenel

    acab

    con

    las

    impertinentes

    ges-

    tiones

    del

    Gobierno

    Espaol,

    diciendo

    Mon

    que Francia en

    manera

    alguna estaba

    dispuesta emplear

    la

    fuerza medi-

    das

    coercitivas

    en los

    asuntos mexicanos.

    Implicaba

    esto

    un

    gran

    desdn

    por el Gobierno

    Espaol,

    pues en

    Mayo de 1860 Napolen III comenzaba

    ceder

    fa-

    vor de la

    intervencin,

    sugestionado por

    los

    informes

    de

    sus

    representantes

    en

    Mxico.

    Aqu,

    dice

    el

    Sr.

    Bulnes,

    se cierra el primer perodo

    del

    proyecto

    de intervencin

    de las

    Potencias

    Europeas en

    Mxico.

    Y

    no

    hace

    el Sr. Bulnes observacin alguna sobre

    la

    agre-

    siva

    poltica

    espaola,

    cuando

    en otros asuntos internaciona-

    les

    se

    divaga

    extremadamente.

    El autor

    del

    libro

    que refuto, debi

    impugnar

    los cargos

    que hacan

    Mxico

    los

    funcionarios espaoles,

    para

    desva-

    necerlos

    por

    injustos, los

    cargos conque manchaban el honor

    de

    nuestra

    patria; el Sr.

    Bulnes

    no lo

    hizo

    porque

    opina como

    opinaron

    los

    diplomticos

    espaoles.

    La

    calumnia

    que

    engendraban

    malas pasiones para

    arro-

    jarla

    sobre

    Mxico,

    era

    aceptada

    en Europa, propalada

    por

    esos

    Ministros.

    Mon,

    Isturitz

    y

    Caldern

    Collantes,

    hablaban sin

    cesar

    de

    la

    anarqua

    revolucionaria,

    que

    como

    una endemia

    morbosa

    imperaba

    en Mxico.

    Cierto

    es

    que

    tenamos

    revoluciones,

    pero

    no tan locas,

    tan

    sangrientas

    ni

    frecuentes

    como

    las que asolaron Espa-

    a durante

    ms de

    medio

    siglo.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    21/493

    LA

    IGNOKAN'IA

    DEL

    SR.

    P.rLNES

    15

    Al

    verse

    Napolen

    I

    amenazado seriamente

    por toda la

    Europa,

    armada

    y

    coligada

    contra

    l,

    record

    que

    la

    fuente

    de

    sus

    desastres era la guerra de

    Espaa,

    tan formidable

    desde

    que

    fueron

    los

    ingleses

    salvar

    la

    Nacin.

    Obligado

    el Emperador

    abandonar

    la

    Pennsula,

    quiso

    vengarse

    y

    solt sobre

    Espaa

    la

    fiera,

    al

    miserable

    Fer-

    nando

    VI,

    que desde

    Valen(;ciy

    se

    haba humillado

    ante el

    Em-

    perador.

    En

    1814

    ocup Fernando VII el

    trono

    de Espaa

    inici

    su reinado

    planteando

    el absolutismo ms

    brutal

    y

    sanguina-

    rio,

    persiguiendo

    los

    grandes

    patriotas

    que

    desde

    Cdiz

    mantuvieron la

    insurreccin

    y

    dieron una

    constitucin

    su

    patria.

    Fernando

    VII

    se

    encon

    contra

    los

    que haban

    luchado

    con

    los

    franceses

    3^

    contra los

    que

    crea

    enemigos

    de la

    mo-

    narqua

    absoluta.

    Innumerables

    fueron las conspiraciones que

    el Rey

    aho-

    g

    en

    sangre,

    llenando

    las

    prisiones

    y

    enviando

    los

    sospe-

    chosos

    Filipinas,

    hasta

    que,

    en

    1820,

    estall

    en

    las

    cabezas

    de San

    Juan

    la

    revolucin iniciada por

    Priego, que

    se exten-

    di

    por

    toda

    Espaa.

    Acobardado

    Fernando

    acept el plan

    de

    la

    revolucin

    }'

    jur

    la

    constitucin del

    ao

    de

    12,

    comenzando

    desde

    ese da

    conspirar

    contra

    las

    nuevas instituciones.

    Se

    multiplicaron los

    motines realistas

    fomentados por

    el

    rey,

    como

    el

    de

    7

    de

    Julio

    de

    1822

    en

    el

    que

    los

    granaderos

    y

    la guardia real

    se

    pronunciaron contra

    la

    Constitucin,

    batindose con

    la

    milicia nacional que

    los derrot.

    Al comenzar

    el

    ao

    de 1832

    brotaron

    infinidad

    de

    gue-

    rrillas en

    el

    Norte

    de

    Espaa hasta los

    lmites de Castilla

    y

    Aragn,

    proclamando

    el absolutismo.

    Un

    guerrillero,

    el

    Trapense

    se

    apoder de

    la

    Seo de Urgel

    y

    all

    se

    estableci

    una regencia

    declarando

    F'ernando

    VII

    prisionero

    de

    los

    masones.

    Esta

    sangrienta

    revolucin

    dirigida

    por

    el rey

    y

    alimen-

    tada

    con

    el

    oro de

    Luis XVIII,

    se

    mantuvo

    poderosa

    pero no

    vencedora,

    hasta

    que

    invadieron

    Espaa cien mil franceses

    que

    recorrieron

    todo el suelo espaol

    sin

    encontrar

    resisten-

    cia,

    recibidos

    con

    aclamaciones de jbilo.

    Los

    franceses

    persiguieron

    hasta

    Cdiz

    los

    constitucio-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    22/493

    16

    .lUK'EZ

    GLORIFICADO

    nalistas que

    llevan

    prisionero

    Fernando Vil, lo arrancaron

    de

    las manos

    de

    aquellos

    y

    restablecieron

    la

    monarqua

    absoluta, la ms

    sanguinaria

    y

    fantica que se conoce en

    la

    historia.

    Al condenar

    las

    revoluciones de

    Mxico, ISion,

    Caldern

    Collantes

    Isturitz

    olvidaron

    que en

    1823 el

    populacho

    espa-

    ol gritaba

    Viva el

    Rey

    Neto

    Muera

    la

    Nacin

    Vivan las

    cadenas

    Y

    al

    acusar

    Mxico

    de

    anrquico olvidaron

    que,

    raz

    de

    la

    restauracin

    del

    absolutismo,

    Fernando

    VII

    implant

    el

    ao

    de

    1824

    el

    terror que

    espant

    y

    reprob la

    Europa

    entera,

    llevando

    al

    cadalso

    millares

    de

    vctimas,

    atestando

    las crceles

    de

    reos polticos

    y

    enviando

    centenares

    de

    stos

    morir de paludismo

    Filipinas.

    Y Mon, Isturitz

    y

    Collantes

    Caldern

    olvidaron

    que

    mien-

    tras Fernando Vil

    cerraba las

    Universidades

    y

    estableca

    una

    Escuela

    de

    Tauromaquia, dirigi

    la inmunda

    revolucin

    apos-

    tlica llamada

    del

    ngel

    Externiinador,

    la

    que

    aparent

    combatir,

    concediendo

    indulto

    despus

    sus

    cabecillas

    y

    hasta

    los frailes

    guerrilleros

    convertidos

    en bandidos.

    (1827)

    Pasaron

    tres

    aos

    cuando

    naci

    Isabel,

    y

    poco

    estall

    la

    conspiracin

    de los

    apostlicos

    favor

    de Don

    Carlos,

    y

    Espaa

    dio al

    mundo

    el escndalo de

    los

    asesinatos injusti-

    ficados

    de

    los frailes

    y

    jesutas, crmenes consumados

    por el

    populacho

    de

    Madrid

    y

    de algunas ciudades

    de

    las provincias.

    Apenas

    haba

    muerto Fernando

    Vil

    cuando

    comenz

    la

    formidable

    guerra

    de

    Don

    Carlos

    reclamando

    ste

    sus

    dere-

    chos

    al

    trono

    de

    Espaa

    que

    creale

    haba usurpado Isabel

    II.

    Siete

    aos

    dur

    esa

    horrible

    guerra, de 1833

    1840,

    en

    la

    que

    jams se

    dio

    ni otorg

    cuartel,

    perecieron

    ms

    de

    cien

    mil

    hombres,

    los

    campos

    quedaron

    desiertos

    y

    talados,

    las

    ciudades

    incendiadas

    y

    la

    Espaa

    exange como si

    intentara

    suicidarse.

    Mon,

    Caldern

    Collantes

    Isturitz

    jams

    hubieran

    podido

    decir

    que

    en

    Mxico

    haba

    escenas

    de

    sangre

    tan odiosas

    y

    criminales

    como

    las

    que

    registra

    la

    historia

    de

    Espaa

    durante

    la

    campaa

    del

    Maestrazgo.

    En

    la

    lucha

    entre

    isabelinosy

    carlistas las

    represalias

    se

    deformaron,

    perdieron

    su

    carcter

    de

    forzosas

    y

    se

    convir-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    23/493

    LA

    lXORAXclA DRL

    sH.

    BULXE8

    17

    tieron

    en asesinatos

    infames

    de infelices

    que ni

    tomaban

    las

    armas, ni

    tenan

    participacin

    en

    aquella contienda

    monr-

    quica.

    Nogueras,

    General

    cristino,

    no

    logra

    vencer del

    todo

    Cabrera;

    y

    para

    castigar

    los asesinatos

    cometidos por

    los

    carlistas

    fusila

    la

    anciana

    inocente

    madre

    de

    Cabrera.

    Este

    jur entonces

    derramar

    un ro

    de

    sangre

    que llegara

    la

    altura de

    las montaas:

    y

    lo cumpli

    el horrible

    guerrillero.

    Los

    tres

    funcionarios

    espaoles

    que conspiraban

    contra

    la

    independencia

    de

    Mxico,

    nunca

    hubieran podido

    demostrar

    que

    en

    esta

    repblica

    se

    cometan

    asesinatos

    polticos

    como

    el

    que acabo de

    consignar.

    Hecha

    la

    paz por

    el

    convenio

    de

    Vergara,

    el

    fantico

    imbcil Pretendiente, que

    se

    haca

    llamar

    Garlos V,

    huye

    Francia,

    y

    Cristina

    ejerce

    ya

    la

    regencia

    sin

    temores

    del

    carlismo.

    Pero no

    gobierna

    en

    paz

    porque

    su administracin

    ade-

    ms

    de torpe,

    estuvo

    fuertemente combatida

    por

    todos los

    partidos,

    el

    malamente

    llamado

    progresista,

    sobre

    todo,

    que

    pblico los

    amores,

    algo peor,

    de

    la

    reina Regente,

    con

    el

    hijo

    de un

    estanquillero,

    Don

    Fernando Muoz,

    que lleg

    ser gran

    personaje

    en

    la

    corte.

    Estallaron

    al

    fin

    sangrientos

    motines en

    Madrid,

    en Bar-

    celona

    y

    en

    otras provincias contra

    Cristina;

    y

    no

    pudiendo

    sta

    resistir

    la

    t'emenda tempestad

    que

    se cerna

    sobre

    su

    corona,

    se

    expatri

    embarcndose

    despus

    de

    haber

    abdica-

    do.

    Las cortes

    nombraron

    regente

    Espartero quien

    tampoco

    pudo

    dar

    paz

    su pas,

    y

    comenz

    la guerra

    civil

    tan

    ementa

    como

    siempre.

    Se

    pronunci en

    Victoria por

    Cristina,

    Montes

    de

    Oca,

    quien

    vencido

    y

    vendido

    por los miones que

    lo

    acompaa-

    ban fu

    fusilado:

    Rodill

    nombre del

    gobierno

    de

    Espartero

    haba

    ofrecido

    diez

    mil

    pesos

    por

    la

    cabeza de

    Montes

    de

    Oca.

    Borso de

    Carminati,

    otro pronunciado,

    tambin

    fu

    he-

    cho

    prisionero

    y

    pasado por

    las

    armas.

    Un

    ao haba

    transcurrido

    apenas

    de

    la

    abdicacin

    de

    Cristina, cuando

    en

    Octubre de

    1841

    Nouvilas, el

    General

    Die-

    go Len,

    los

    Conchas

    y

    algunos

    otros,

    organizan una

    gran

    conspiracin

    contra Espartero.

    Concha Manuel,

    con

    algunos

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    24/493

    18

    JUKEZ

    ( LOK]FICAI>0

    soldados, asalt

    el

    palacio

    para

    raptarse

    la

    reina

    Isabel,

    que

    contaba apenas once

    aos

    de

    edad.

    Los

    alabarderos

    de

    Palacio,

    despus

    de algunas

    horas

    de

    combate, rechazaron

    los

    conspiradores,

    los

    que

    huyeron,

    logrando

    escapar

    algunos

    y

    cayendo prisioneros otros,

    que

    fueron

    fusilados:

    entre

    stos,

    pereci el General

    Diego

    Len.

    Isturitz,

    el

    que

    quera

    una

    intervencin

    para

    acabar

    con

    la

    anarqua

    en

    Mxico,

    debi

    tener en

    cuenta

    la que desde

    1808

    imperaba

    en

    Espaa,

    siendo l uno de

    los

    agitadores;

    Isturitz

    fu

    de

    los

    conspiradores

    que intentaron el rapto de

    Isabel,

    y

    que escap

    de la

    muerte por haberse ocultado jun-

    tamente

    con

    otro

    conspirador, O'Donnell.

    Este

    motn en

    Palacio

    repercuti

    en

    las provincias donde

    hubo

    algunos

    pronunciamientos

    que

    sofoc

    el

    General Zur-

    bano,

    fusilando

    y

    llenando de

    cadveres

    las tierras

    de

    Vizca-

    ya

    y

    Rioja.

    Al

    siguiente

    ao,

    1842,

    se

    registr

    el

    formidable pronun-

    ciamiento

    de Barcelona

    contra

    Espartero,

    echando

    el pueblo

    fuera

    de

    la

    ciudad

    la

    guarnicin

    y

    su

    jefe

    Van-Halen.

    Las

    turbas

    desenfrenadas

    se aduearon

    de

    Barcelona,

    cometiendo

    todo

    gnero de atropellos, hasta

    que

    lleg

    Es-

    partero,

    bombarde la

    plaza

    y

    la

    hizo capitular.

    Otro

    ao

    ms

    y

    aparece

    nueva

    revolucin.

    En 1843

    Nar-

    vaez

    se

    levanta

    en Andaluca

    contra

    Espartero

    y

    secundan

    el

    movimiento

    los

    Conchas en

    Valencia, O'Donnell,

    bajando

    del

    Pirineo,

    en

    Navarra

    y

    Catalua,

    y

    otros

    caudillos

    en

    varios

    lugares.

    Entonces

    surge

    la vida

    poltica

    militante

    Juan

    Prim,

    que

    con

    Milans,

    subleva

    Rens.

    Y

    Ametller

    y

    Bassoll

    tambin

    se

    levantan

    en armas

    por

    el

    mismo

    plan

    contra

    Espartero

    y

    por Cristina que haba ali-

    mentado

    con su oro la

    conspiracin.

    Espartero

    no

    pudo

    resistir

    tan

    tremenda

    insurreccin;

    y

    abandonado

    de sus

    soldados

    y

    de

    sus

    jefes, se retira

    C-

    diz,

    se

    refugia

    en

    el

    vapor

    Beis,

    firma all una protesta,

    y

    en

    el

    vapor

    Malabar^

    de la

    marina real

    inglesa,

    march

    Lis-

    boa

    de

    donde

    se

    dirigi

    Londres

    en

    un buque

    ingls.

    Dueos

    los

    pronunciados

    de

    la

    capital,

    Narvaez

    fu nom-

    brado

    Capitn General

    de Madrid

    y

    tom el ttulo de Protec-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    25/493

    LA

    KiNKANClA

    DEL

    Sl{.

    lU'LNES

    19

    tor,

    iniciando

    el sistema

    que

    ejerci

    siempre que

    estuvo

    en

    el

    poder, los

    fusilamientos,

    las

    prisiones

    y

    los

    destierros.

    Las primeras vctimas

    de aquel

    Dictador

    fueron

    Bonet

    y

    veinticuatro

    oficiales ms,

    pronunciados

    y

    derrotados

    en

    Alicante.

    X'olvi

    la Reina

    Cristina

    Madrid casada ya

    con

    Muoz,

    de

    quien

    tuvo numerosa

    prole;

    pero slo

    gobernaba

    Narvaez

    que

    hizo Ministro

    Mon,

    y

    sig^ui

    prodigando

    sentencias

    de

    muerte;

    entre los

    asesinados

    se contaron el

    General

    Zurbano

    y

    sus

    hijos,

    partidarios

    de

    Espartero.

    Don

    Alejandro

    Mon

    el

    enemigo

    de Mxico,

    el

    que

    soa-

    ba en

    conquistar

    Mxico,

    por

    ser

    Ministro

    en el

    Gobierno

    del

    Protector se

    hizo cmplice

    de

    los

    cuatrocientos

    catorce

    fusilamientos

    ordenados por

    Narvaez

    en

    seis meses.

    (1844)

    Pero

    este

    terror

    fomentaba

    las

    conspiraciones

    en

    vez

    de

    reprimirlas;

    Narvaez

    corri

    el peligro de

    ser

    asesinado en

    su

    carruaje

    una noche cuando

    se

    diriga al

    Circo,

    Dos

    emboza-

    dos

    hicieron

    fuego con

    sus

    trabucos

    por

    las

    portezuelas

    del

    coche

    matando

    al

    ayudante Baseti

    y

    quedando

    Narvaez

    ile-

    so.

    (1845-1846)

    La opinin

    pblica,

    ms bien

    dicho el Gran

    Galeoto,

    se-

    al

    Don

    Juan

    Prim

    como

    autor

    del

    atentado;

    mas

    esto

    no

    pudo

    probarse.

    Y

    siguieron

    los

    pronunciamientos; Sols

    se

    levant en

    Ga-

    licia

    contra

    Cristina

    proclamando la

    Constitucin;

    pero fu

    derrotado,

    hecho

    prisionero

    con

    sus

    oficiales,

    y

    al

    ser

    todos

    conducidos

    la

    Corua, en

    el camino

    fueron

    fusilados.

    (1847)

    Mon

    Isturitz,

    Ministros

    entonces,

    debieron

    saber

    que

    no

    fu en Mxico

    donde

    se

    invent la

    ley

    fuga.

    Cansa

    seguir paso

    paso la historia de

    las

    revueltas

    y

    sublevaciones

    que

    asolaron

    Espaa;

    pero

    es preciso

    termi-

    nar

    tan

    amarga

    tarea.

    En

    1848 hubo

    en Madrid dos graves

    insurrecciones

    contra

    la insoportable

    tirana

    de

    Narvaez,

    la

    del

    27

    de

    Febrero

    hecha

    por

    los

    progresistas,

    que

    fu

    sofocada,

    y

    la

    del

    8 de Mayo,

    en

    que el

    pueblo

    y

    parte

    de

    la

    tropa

    se

    pronunciaron

    levantando

    barricadas.

    En aquella

    lucha

    la

    sangre

    corri

    torrentes, el

    General

    Fulgosio cay muerto por una

    bala

    en

    la

    Puerta

    del Sol,

    y

    los

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    26/493

    20

    JUREZ

    GLORIFICADO

    pronunciados

    vencidos

    al

    fin

    por

    las

    fuerzas

    de

    Narvaez,

    de-

    jaron

    un reguero

    de

    cadveres en las

    calles.

    En

    1849

    se encendi

    de

    nuevo

    la guerra

    civil

    en Catalu-

    a,

    y

    Espaa

    no

    tuvo

    momentos de paz sino

    hasta

    Diciembre

    de

    1850

    en

    que

    la reina Isabel separ del

    Gobierno

    Narvaez,

    dndole

    ocho

    millones, con los que

    march

    Francia.

    No

    pas

    mucho

    tiempo

    sin

    que

    el

    pueblo espaol

    sintie-

    ra

    un

    malestar profundo,

    sobre todo

    cuando el 2

    de

    Febrero

    de

    1852

    el

    clrigo

    Martn

    Merino

    hiri

    la reina

    con un

    pual.

    Por

    fin,

    en

    1854 volvieron los

    pronunciamientos

    trastor-

    nar

    el

    orden

    pblico:

    el

    brigadier

    Hore

    se

    pronunci

    en

    Za-

    ragoza,

    no

    lo

    sigui

    toda

    la

    tropa

    complicada

    y

    en

    la

    calle

    lo

    mataron.

    Se

    conspiraba

    en

    Madrid

    sin

    descanso,

    pesar

    de

    las

    persecusiones

    y

    destierros Canarias de

    hombres

    polticos

    y

    periodistas,

    como Eusebio Asquerino

    y

    Bermudes

    de

    Cas-

    tro;

    dos

    grandes conspiradores,

    O'Donnell

    y

    Cnovas

    del Cas-

    tillo,

    se

    salvaron

    ocultndose.

    Pero

    vino

    la

    tremenda

    revolucin

    de

    Julio,

    que acab con

    el

    Ministerio de

    Sartorius

    y

    con

    la

    poderosa

    influencia de Cris-

    tina

    y

    de

    los

    parientes de D. Fernando Muoz.

    A

    la vez

    que O'Donnell

    y

    Dulee

    pronunciados,

    se batan

    torpemente

    en las afueras de Madrid

    con Blasser,

    el

    Ministro

    de

    la

    Guerra

    que

    no supo triunfar, el

    pueblo

    de

    Madrid

    se

    le-

    vant

    en

    grandes

    masas, incendi

    las casas

    y

    muebles

    de

    la

    reina

    Cristina

    y

    de los Ministros.

    Y

    pesar de

    que

    Gndara

    acuchill

    con sus

    cazadores

    al

    pueble,

    ste oblig

    las

    tropas retirarse,

    y

    la

    reina

    cedi

    cambiando

    de

    plan,

    de gobierno

    y

    de

    Ministros.

    A

    pesar de estas evoluciones

    polticas, no

    se consolidaba

    el

    orden.

    En

    los

    tres aos siguientes

    se

    registran

    varios

    trastornos:

    un

    motn

    en Madrid,

    en

    el

    que fu asesinado

    Chico,

    el

    jefe

    de

    la

    polica;

    una

    rebelin

    en

    Valladolid;

    motines

    en

    varias

    ciu-

    dades

    de

    Castilla,

    por la

    caresta del

    pan;

    y

    por ltimo, la

    ex-

    traa

    insurreccin

    en

    Madrid

    de

    la Milicia

    Nacin

    que sofo-

    c

    Serrano:

    dio

    esto el

    triunfo

    O'Donnell

    y

    las

    Cortes

    fue-

    ron

    disueltas.

    Pero

    O'Donnell

    quera

    desamortizar

    los

    bienes

    de

    la Igle-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    27/493

    LA

    IGNORANCIA

    DEL

    SR. BULNES

    21

    sia en

    tanto que

    Isabel

    se negaba firmar

    la

    ley:

    O'DonnelI

    deja

    la

    Presidencia

    y

    Narvaez vuelve al

    poder,

    en 1856.

    Dos

    aos

    dur

    ese

    gobierno de Narvaez

    y

    Nocedal

    que

    se

    sostuvieron

    desterrando

    y

    fusilando

    sin

    tregua

    ni

    piedad,

    como

    en

    Arahal

    donde

    el

    pueblo

    se

    amotin por hambre

    y

    cuyo

    movimiento

    sofocaron las

    tropas reales derrotando

    los

    insurrectos

    y

    fusilando cien

    sublevados.

    Lleg Narvaez ser imposible

    y

    lo

    sustituy

    en el

    go-

    bierno O'Donnell, que

    se

    encarg

    de la

    Presidencia

    del

    Con-

    sejo de Ministros

    en 1858.

    Ese

    ao

    era

    cuando

    Mon,

    segn

    consigna

    el

    Sr.

    Bulnes,

    Embajador

    de

    Espaa

    en

    Pars,

    iniciaba

    la

    intervencin

    de

    tres

    potencias

    europeas

    que pusieran trmino

    la

    anarqua

    imperante

    en

    Mxico.

    Profusamente

    ha

    circulado el

    libro

    del

    Sr.

    Bulnes

    y

    con

    l

    las inculpaciones

    de

    la diplomacia

    espaola

    que,

    esparci-

    das

    por

    Europa,

    presentaban

    Mxico

    como

    un

    pas

    salvaje,

    brutal

    y

    sanguinario.

    Esto

    requera

    desvanecer

    esas

    sombras

    haciendo

    ver

    que

    en

    Europa

    haba un

    pas donde

    la

    anarqua

    era

    legendaria

    y

    ms

    permanente

    y

    sanguinaria

    que

    en Mxico.

    He aqu explicada

    mi

    anterior

    digresin.

    II

    Contina

    el

    Sr.

    Bulnes traduciendo

    y

    copiando

    Jauret,

    y

    cuenta

    que

    en

    ISO

    Touvenel,

    dispuesto

    no

    aceptar

    el

    pro-

    yecto de intervencin,

    declar

    Mon

    que

    en

    cuanto

    la

    fuer-

    zay

    medidas

    coercitivas no estaba

    dispuesto

    emplearlas.

    Aqu me

    he

    permitido corregir

    el

    estilo

    del

    Sr.

    Bulnes,

    que

    no

    pudo ser

    ms

    incorrecto.

    Y agrega

    el autor

    del

    libro

    que

    refuto

    que

    entonces

    Es-

    paa

    resolvi

    tomar

    su

    cargo,

    exclusivamente,

    la

    inter-

    vencin

    en

    Mxico; pero que

    se

    encontr

    con

    los

    Estados

    Unidos que

    de

    una

    manera

    categrica

    le

    manifestaron

    su

    decisin de

    oponerse con

    las

    armas.

    Y

    para

    demostrar

    lo

    anterior

    el

    Sr.

    Bulnes

    toma

    una

    carta de

    D, Matas Romero

    al

    Ministro

    de

    Relaciones

    del

    go-

    bierno

    del

    Sr.

    Jurez,

    residente en Veracruz,

    en

    cuya

    carta

    co-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    28/493

    22

    Jl'REZ

    GLORIFICADO

    municaque

    Garca

    Tassara,

    Ministro

    Plenipotenciario de

    S

    M.

    C.

    en

    Washington,

    se

    haba dirij^ido al

    Ministro

    de Estado ame-

    ricano,

    dicindole

    haber

    sabido que el

    Gobierno

    de

    los

    Estados

    Unidos

    estaba

    aumentando

    sus

    fuerzas

    navales

    en

    aguas

    de

    Veracruz,

    y

    que

    deseaba

    saber si aquel Gobierno tratara

    de

    impedir

    las

    reclamaciones

    que el espaol hiciera

    al

    de

    M-

    xico.

    Y

    cuenta

    Romero que el

    Secretario

    de Estado de

    los

    Es-

    tados

    Unidos

    contest

    Tassara

    que, en

    efecto,

    el

    Presiden-

    te

    haba

    mandado

    reforzar

    la

    escuadrilla americana

    en

    Vera-

    cruz,

    no

    para

    oponerse

    que Espaa

    exigiera

    satisfaccin

    de

    los

    agravios

    que

    se

    le

    hubieran

    hecho,

    sino

    para

    protegerlas

    vidas

    y

    propiedades de

    los

    ciudadanos americanos.

    Pero

    por

    acuerdo del

    Gabinete dictado

    el

    da

    4 de

    Sep-

    tiembre

    de

    1860,

    el Presidente de los Estados

    Unidos acord

    se

    dijera

    al

    Enviado

    Extraordinario

    de

    S.

    M.

    C.

    Sr.

    Tassara,

    que

    el

    Gobierno

    Americano

    ver con sentimiento

    cualquie-

    ra

    reclamacin

    injusta que

    se

    hiciera contra Mxico,

    y

    que

    no

    permitir

    que

    por

    ella

    se

    cometa

    hostilidad

    alguna

    con-

    tra

    el

    Gobierno

    legtimo

    de

    la

    Repblica.

    He

    aqu

    los

    dos

    puntos entre

    los

    cuales

    se coloca

    el Sr.

    Bulnes,

    para

    buscar lo

    que

    llama

    la

    corriente de

    la

    poltica

    internacional^

    los

    innumerables escritos

    de

    nuestro

    Ministro

    en

    los

    Estados

    Unidos,

    D.

    Matas

    Romero

    y

    Jauret,

    cuyo

    libro

    no

    es

    ms

    que una

    coleccin

    de

    notas

    diplomticas

    referen-

    tes

    Mxico.

    El

    Sr.

    Bulnes

    no

    est

    en

    lo

    justo

    al

    escoger

    esas

    dos

    fuen-

    tes

    histricas:

    si

    Jauret

    slo se

    ocupa

    de la

    diplomacia

    es-

    paola,

    al

    buscar

    el origen

    de la

    intervencin

    francesa,

    Jauret

    comete

    un

    grave

    error.

    Pero

    si

    Jauret

    inserta toda

    la

    correspondencia

    diplomti-

    ca

    referente

    este atentado

    internacional, el Sr. Bulnes

    hace

    mal

    en

    slo

    tomar

    parte

    de

    ella

    para

    asentar

    la

    primera

    fal-

    sedad

    que

    se

    encuentra

    en su libro,

    la

    de

    que

    Espaa

    fu

    la

    primera

    nacin

    que

    atent

    contra

    la

    soberana mexicana.

    Respecto

    la

    segunda

    fuente

    en que se inspira el

    Sr.

    Bulnes,

    los

    escritos

    del

    Sr.

    D.

    Matas Romero,

    hay

    que

    tener

    en

    cuenta

    que

    nuestro

    patriota

    representante

    en

    los

    Estados

    Unidos,

    adoleca

    de

    un

    defecto

    algo grave en

    diplomacia,

    y

    era

    el

    de

    tener

    mucho celo,

    demasiado celo.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    29/493

    LA

    IGXORAXGIA DEL SR. BULNES 23

    Sus faltas no

    fueron de

    omisin en

    el

    desempeo

    de

    su

    encargo,

    sino de

    comisin,

    haciendo lo

    que

    era

    inoportuno

    y

    aun peligroso

    hacer.

    Al

    honorable

    Sr.

    Romero,

    por

    otra

    parte,

    aunque fu

    de-

    masiado perspicaz

    para

    sorprender algunos secretos de

    las

    cortes

    europeas enemigas de Mxico, le

    era

    del

    todo

    imposi-

    ble

    escudriar lo

    que

    pasaba en

    la

    corte

    de

    Napolen

    III.

    Mas

    sea

    lo

    que

    fuere,

    el

    Sr. Bulnes incide

    en una

    imper-

    donable

    equivocacin afirmando

    en

    el

    captulo

    I

    de

    su

    obra

    que el primer

    proyecto de intervencin en

    Mxico

    se

    forj

    en Espaa.

    En 1860 el empeo

    del

    Gobierno espaol

    y

    de

    sus

    diplo-

    mticos era apoyar

    los

    gobiernos

    reaccionarios

    de Zuloaga

    y

    Miram.n

    y

    destruir

    el

    gobierno

    legtimo

    del

    Sr.

    Jurez,

    ra-

    dicado en

    Veracruz.

    Pero Espaa

    se

    encontr

    con

    la

    actitud

    amenazante

    de

    los

    Estados Cuidos,

    expresada

    con

    tal

    claridad

    en

    la

    nota

    que

    cit antes,

    del

    4 de

    Septiembre,

    nota apoyada

    por

    la

    presen-

    cia

    en

    Veracruz

    de

    nueve

    buques

    de

    guerra

    americanos con

    115

    caones.

    Este

    punto

    lo

    tratar

    ms

    ampliamente

    en

    el

    captulo

    en

    que

    impugne

    los

    cargos

    de debilidad que Bulnes lanza

    so-

    bre el Sr.

    Jurez.

    Preciso

    es

    consignar

    antes

    cul

    fu

    el verdadero

    origen

    de

    la intervencin

    francesa,

    lo

    que

    parece

    ignorar

    el

    Sr.

    Bul-

    nes

    quiz

    fascinado

    por

    la

    adoracin

    que

    tiene

    por

    Napo-

    len

    III.

    CAPITULO

    II

    VERDADEROS FACTORES DE

    LA

    INTERVENCIN

    Dos

    conspiraciones contra

    la

    independencia

    de

    Mxico,

    aunque

    lejanas

    una de la

    otra,

    concordaban

    en

    las

    tendencias

    traidoras

    de

    levantar una monarqua

    sobre

    las

    ensangren-

    tadas

    ruinas

    de la

    Repblica Mexicana.

    Una

    conspiracin,

    la

    ms

    vieja,

    se

    tramaba

    en

    Mxico

    entre

    el clero

    v

    los

    conservadores:

    la otra

    se

    urda

    en

    las

    Tu-

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    30/493

    24

    JUREZ

    GLORIFICADO

    Heras,

    y

    no

    en

    la

    sala

    del

    Consejo de

    Ministros, sino en

    las

    recmaras

    y

    salones

    de

    la

    familia

    imperial.

    La

    primera,

    la

    conspiracin

    mexicana,

    la

    conocimos los

    supervivientes

    hoy

    de

    los

    que

    en

    aquella

    poca

    tormentosa

    tomamos

    la

    parte

    que nos

    corresponda

    en las

    luchas

    contra

    reaccionarios

    y

    traidores.

    El mes

    de

    Enero

    de

    1861

    entraban el

    Sr.

    Jurez

    y

    el

    per-

    sonal

    de

    su

    gobierno

    Mxico,

    ocupado por

    el ejrcito

    cons-

    titucional

    del

    General

    Gonzlez

    Ortega,

    despus

    de

    la

    derrota-

    y

    fuga

    de

    Miguel

    Miramn.

    Pero

    el

    Sr.

    Jurez,

    no

    inmvil

    impasible

    como

    lo

    v

    en

    su

    miopa

    intelectual

    el

    Sr.

    Bulnes,

    sino

    enrgico

    y

    activo,

    se

    consagr

    sin

    tener

    momento^de

    descanso

    reconstruir

    en

    e]

    pas

    el orden

    constitucional

    interrumpido

    por

    el motn

    de

    Tacubaya,

    ejecutar

    las

    fulminantes

    leyes

    de

    Reforma

    expe-

    didas

    en

    Veracruz

    y

    organizar

    la

    administracin

    pblica

    convertida en

    un caos

    por

    los

    reaccionarios

    que asaltaron

    el

    poder

    con

    el Golpe

    de

    Estado de

    Comonfort.

    El

    Sr.

    Jurez,

    entregado

    esta

    labor

    inmensa,

    no

    presin-

    ti ni

    sospech

    siquiera la

    tempestad

    que

    contra

    Mxico

    se

    preparaba

    en

    Europa,

    y

    que tendra

    en

    la Repblica

    una

    fatal

    resonancia.

    Desde 1858 hasta

    1860

    y

    principios

    de

    1861

    el

    Gobierno

    francs

    prfidamente enga

    al

    Gobierno

    Espaol

    negndose

    las

    pretensiones

    intervencionistas

    de

    ste

    sobre

    Mxico;

    este

    engao

    se

    v en

    las

    notas

    que, sin

    estudiarlas

    ni

    com-

    prenderlas, inserta

    en

    su

    libro

    el

    Sr.

    Bulnes.

    Cuando

    el

    Ministro de

    Napolen

    III, M.

    Thouvenel

    deca

    Mon

    que su

    gobierno

    no

    estaba

    dispuesto

    emplear

    la

    fuer-

    za

    y

    medidas

    coercitivas contra

    Mxico, Thouvenel

    engaa-

    ba

    Mon

    y

    al

    gobierno de

    Espaa.

    Napolen

    III

    preparaba

    ya

    su insensata

    expedicin

    la

    Repblica.

    Cierto

    es,

    como

    dice

    el Sr.

    Bulnes,

    que Espaa

    deliraba,

    y

    no

    era

    ms

    que

    delirio,

    por

    fundar en

    Mxico

    una

    monar-

    qua

    espaola,

    como

    lo

    prometi

    el

    infame

    plan

    de

    Iguala

    proclamado

    por

    el

    tres

    veces

    traidor

    Iturbide.

    Pero

    eso

    no

    era

    ms

    que

    un delirio

    de

    jactancia

    que nunca

    pudo

    preocupar los

    mexicanos

    que

    ya

    saban

    barrer hacia

    el

    mar

    los

    invasores

    espaoles;

    Espaa, con

    sus

    interminables

    guerras

    civiles,

    sus gobiernos efmeros,

    pues

    hubo

    algunos

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    31/493

    VERDADEROS

    FACTORES DE

    LA

    INTERVEXCIX

    25

    como

    el

    de

    Isturitz

    que

    dur

    5

    meses

    16

    dias,

    el

    de

    Don

    Jua-

    qun

    M^Lpez

    10

    das

    y

    el

    del

    conde

    de

    Cloud

    un da,

    (1)

    Espaa

    pobre,

    agotada

    y

    sin

    poder,

    ya

    no

    poda

    intentar

    ni

    consumar

    por

    s

    sola

    una

    conquista

    lejana.

    Verdad es

    que

    sus

    tropas

    haban

    alcanzado

    brillantes

    triunfos

    en

    Marruecos;

    pero

    Mxico

    no

    es

    frica.

    Hagamos,

    pues, un

    lado

    los

    conatos

    de

    reconquista

    de

    los

    Ministros

    espaoles

    de

    que tanto

    se

    ocupa el Sr.

    Bulnes,

    ignorando

    este

    escritor

    que

    cuando

    los

    Gobiernos de

    Fran-

    cia

    Inglaterra

    pactaban

    una liga

    contra

    Mxico,

    al

    saberlo

    incidentalmente

    Espaa,

    con

    la

    que no

    haban

    contado

    las

    otras

    dos

    potencias,

    mendig

    de stas

    entrar

    en

    su

    coalicin.

    Hechas

    estas

    rectifcaciones,

    volver

    al

    punto de

    donde

    part,

    narrando

    cules

    fueron

    las dos

    conspiraciones

    contra

    la

    independencia

    d

    Mxico.

    Mientras

    el

    Sr.

    Jurez,

    triunfante

    de

    la

    reaccin,

    en

    1861

    fundaba

    su

    gobierno

    liberal,

    reformista

    y

    de

    combate,

    no

    petrificado

    inerte

    como

    dice

    Bulnes,

    en

    la

    capital misma

    se

    organizaba

    en

    secreto

    un

    Directorio

    reaccionario,

    oculto

    bajo

    el

    manto

    de

    la

    Iglesia

    y

    armado

    con los

    poderosos

    elementos

    del

    clero.

    Verdad

    es

    que

    la

    Reforma

    iba

    arrancar

    muchos

    millo-

    nes

    de

    las

    manos

    del

    clero,

    pero

    ste

    haba

    ocultado

    otros,

    pues

    cannigos,

    obispos

    y

    conservadores

    se

    hicieron

    adjudicata-

    rios,

    valindose

    de

    testaferros.

    Y

    el

    triunfo

    del

    24

    de

    Diciembre

    de

    1860

    no

    haba

    conso-

    lidado

    la

    paz

    en

    la

    Repblica.

    El 18

    de

    Enero de

    1861,

    exactamente

    diez

    meses antes

    de

    que

    se

    firmara

    la

    Convencin

    de

    Londres;

    la vez que la

    poltica

    de

    ostracismo,

    que

    dice

    Lamartine, solicitaba en

    Pars

    una

    invasin

    armada

    en Mxico,

    cuatro

    leguas

    de

    la

    capital

    de

    la

    Repblica,

    se

    anudaban

    los

    hilos

    de

    la

    cons-

    piracin

    que

    una

    ya

    el

    Gabinete

    de

    \as

    Tulleras

    con

    el Pala-

    cio

    de

    Miramar.

    (2)

    (1)

    Lefevre.

    Historia

    de

    la

    Intervencin

    francesa

    en

    Mxico, tomo

    I,

    pg.

    (2)

    Resatry.

    Elevacin

    y

    cada de

    Maxinliano

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    32/493

    26

    JUREZ

    GLORIFICADO

    En

    el

    pueblo

    de

    Tllpam

    estaba

    oculto

    Leonardo

    Mrquez,

    el asesino

    del

    11 de

    Abril,

    temblando por

    su

    miserable

    vida

    y

    deseando

    lanzarse

    la guerra

    de

    encrucijadas

    para

    escapar

    del

    peligro

    de

    ser

    descubierto

    y

    castigado

    por sus crmenes.

    La

    noche

    del

    18

    del

    mismo

    mes

    de

    Enero de 1861

    envi

    Mrquez

    un indio

    con

    una

    carta

    dirigida

    al

    Lie.

    Aguilar

    y

    Marocho,

    en la que

    se

    lea

    esta frase,

    ha

    llegado

    la

    hora

    de

    organizar

    la

    reaccin poltica,

    social

    y

    militar,

    y

    lo excitaba

    formar bajo su

    presidencia un

    directorio con

    las

    personas

    que l, Aguilar, creyera capaces

    de servir

    la buena

    causa.

    Se

    foim,

    como

    dije

    ya,

    el

    Directorio

    reaccionario,

    el

    clero

    ministr

    grandes

    cantidades,

    y

    Mrquez

    y

    Meja

    y

    otros

    cien

    cabecillas

    organizaron

    sus

    gavillas

    de

    ladrones

    y

    asesi-

    nos

    que se

    esparcieron

    por

    todo

    el pas.

    /)\

    ^

    Entretanto

    los

    emigrados

    mexicanos

    en Pars

    y

    en Roma

    al

    frente de los

    cuales

    se

    contaban

    Gutirrez Estrada

    y

    Al-

    monte,

    precursores

    de

    la

    intervencin

    monrquica, Don

    Jos

    Hidalgo,

    Don Miguel

    Miramn, el Obispo

    Labastida

    y

    el Pa-

    dre

    Miranda, se agitaban

    por

    conseguir

    una intervencin

    fran-

    cesa

    que

    levantara un

    trono en

    Mxico.

    Algunos

    de

    los

    personajes

    citados

    alcanzaban

    una

    alta

    influencia

    en la corte de las

    Tulleras,

    y

    la

    proteccin de la

    mujer

    de

    Napolen

    III,

    como

    la

    llama

    Bigelow,

    que como bue-

    na

    espaola

    era

    defensora acrrima de

    la

    Iglesia Mexicana.

    Por

    qu no tom el

    Sr.

    Bulnes en

    cuenta

    estos

    hechos

    al

    estudiar

    los factores de

    la intervencin?

    Habla ligeramente

    de

    algunos

    de

    ellos,

    pero al

    tratar

    so--

    bre

    todo

    la cuestin financiera,

    no

    dndoles

    su

    verdadero

    lugar.

    Y

    el

    Sr.

    Bulnes

    ha

    tenido

    la

    vista,

    al

    forjar

    su

    libelo

    in-

    famatorio contra

    la

    Patria,

    una

    gran

    cantidad

    de

    libros

    fran-

    ceses,

    en los

    que

    se da

    cuenta con los hechos

    que

    prepararon

    la

    monarqua

    de

    Maximiliano.

    Dos

    de

    estas obras,

    sobre todo, ministran

    datos

    precio-

    sos

    acerca de

    esta

    materia, El Sueo

    del

    Imperio de

    Pablo

    Gaulot

    y

    Las

    Memorias

    de

    un

    Espa

    del

    Imperio.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    33/493

    VERDADEROS

    FACTORES

    DE LA

    INTERVENCIN

    27

    De

    algunos

    de

    esos libros voy

    tomar los incidentes

    his-

    tricos que

    sealan las verdaderas

    fuentes

    de

    la

    intervencin.

    La corte de

    Napolen

    III escandalizaba

    Europa

    con

    su

    inmensa corrupcin,

    no

    refinada

    como

    la

    de

    la

    Regencia

    y

    la

    de Luis

    XV,

    sino

    grosera, cnica

    y

    procaz.

    No era Napolen III

    el gran

    hombre de

    Estado que

    ad-

    mira

    inciensa

    el

    Sr.

    Bulnes,

    afirmando

    ste

    que

    ante

    l

    tem-

    blaba

    Europa.

    En su oportunidad

    veremos

    que Francia

    era la

    que

    se

    im-

    pona

    Europa,

    pero

    que

    los

    diplomticos europeos como

    Cavour

    y

    Bismarck

    se

    burlaron de

    la

    poltica imperial.

    El

    Sr.

    Bulnes no debi olvidar que

    raz

    del

    golpe

    de

    Estado

    del

    2

    de Diciembre, despus de haber asaltado el

    tro-

    no

    y

    de haber

    logrado

    ser reconocido por

    los

    gobiernos

    eu-

    ropeos,

    Napolen

    III,

    cuando

    quiso

    contraer

    matrimonio

    para

    perpetuar su

    dinasta,

    no

    pudo

    encontrar

    una esposa en las

    casas

    reinantes.

    Desechadas

    sus

    pretensiones

    matrimoniales en

    todas las

    cortes, encontr

    mujer al

    fin en los

    salones de un banquero

    judo:

    as logr

    la

    joven

    Montijo llegar

    ser Emperatriz

    de

    los

    franceses.

    Las

    altivas

    y

    viejas

    familias

    reales

    de

    Europa

    no

    quisie-

    ron

    admitir en

    su seno al

    hijo

    adulterino

    de

    Hortensia,

    al

    soii-

    teneur de un burdel

    aristocrtico

    en

    Londres, al

    coime ence-

    rrado

    en una

    tumba (prisin)

    de

    Nueva York

    por

    los

    fraudes

    que cometa.

    Con

    ese

    aventurero asaltaron el

    poder

    en Francia

    una

    horda

    de

    perdidos,

    fulleros

    y

    caballeros de

    industria,

    que tan

    activamente

    le ayudaron matar la repblica

    en

    Diciembre

    de

    1851.

    Formado

    con

    tales

    elementos el

    gobierno

    de Napolen

    III

    poda

    ser

    demasiado

    fecundo

    para recibir

    en

    su seno

    y

    hacer

    florecer

    todas

    las infamias

    polticas, todos

    los

    atentados

    internacionales

    y

    todos los

    negocios

    impuros pero produc-

    tivos.

    Hay

    un autor francs

    cuyo

    nombre

    se me escapa

    ahora,

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    34/493

    28

    JUREZ

    GLORIFICADO

    y

    que creo

    es

    Gaulot

    que

    escribi

    un libro

    notable

    sobre

    la

    intervencin

    (Rve,

    d'

    Empire). El

    Sr. Bulnes

    sin

    duda ha

    ojeado

    ese

    libro

    y

    en l

    habr

    visto una

    descripcin

    grfica

    de

    la

    Corte

    de las Tulleras.

    All

    la

    corrupcin

    era

    crnica,

    profunda,

    intensa;

    yo

    no

    quiero

    penetrar

    al

    Gabinete

    Secreto

    de

    la

    Historia

    para presen-

    tar

    mis

    lectores

    los cuadros

    que

    representan las orgas

    impe-

    riales,

    en

    las

    que

    tomaban

    parte

    al

    lado

    del

    Emperador las cor-

    tesanas

    que

    le

    llevaba

    su lenn

    favorito el

    General

    Fleury.

    Tampoco

    abrir las

    puertas de

    la

    recmara

    de la Montijo,

    la

    madre

    de

    la

    Emperatriz,

    que

    en

    los

    brazos

    del

    indigno

    me-

    xicano

    Jos

    Hidalgo

    ofrece

    ste ayudarle

    en

    su conspiracin

    contra

    la

    Independencia

    de

    Mxico.

    La

    influencia

    de esa

    Seora

    en

    el

    proyecto de interven-

    cin

    fu

    tan

    eficaz

    como

    la

    de

    la

    princesa Matilde,

    prima de

    Luis

    Napolen,

    la

    que una

    casa

    de

    banco

    guatemalteca ra-

    dicada

    en

    Mxico'Dfreci,

    entre

    otras

    recompensas,

    las

    minas

    de

    Sultepec

    por

    su

    cooperacin.

    Pero

    en

    los

    salones

    de

    las

    Tulleras

    s

    encontraremos,

    tal

    como

    la

    describe el escritor

    francs, Pepa la espaola, la

    vieja

    nodriza

    de

    Eugenia,

    que pasa

    chanclcando

    por

    aquellas

    alfombras,

    grocera,

    burda

    insolente, recibiendo con desdn

    los

    humildes

    y

    respetuosos saludos de

    nobles

    y

    cortesanos.

    En

    esos

    salones

    se

    pasea un Mariscal de

    Francia

    que tie-

    ne por

    comisin

    oficial

    cargar

    y

    cuidar

    el

    perrito faldero

    de

    la

    emperatriz.

    Entre esa

    turba

    de

    palaciegos

    cruza

    Pepa

    la espaola

    conduciendo

    un

    Monseor de

    talla

    mediana, grueso,

    el

    ros-

    tro

    ancho,

    la

    nariz aguilea

    y

    la

    mirada viva

    y

    revelando

    una

    gran

    inteligencia.

    Es Monseor

    Labastida,

    primero

    Obispo

    de

    Puebla

    y

    des-

    pus

    Arzobispo

    de

    Mxico;

    y

    va

    ser presentado

    la

    Empe-

    ratriz

    Eugenia

    que

    tiene

    una alta

    estimacin

    por

    el

    Prelado.

    Eugenia,

    fantica

    catlica,

    como

    buena

    espaola,

    se

    com-

    padece

    profundamente

    al

    oir

    la

    descripcin

    que

    le

    hace La-

    bastida

    de

    los perjuicios

    y

    persecuciones

    que

    sufre

    en Mxico

    la Iglesia;

    y

    ofrece

    al Arzobispo toda

    su

    proteccin para al-

    canzar que

    el

    Emperador

    con su

    invencible

    ejrcito derrum-

    be

    al gobierno ateo de

    Jurez

    y

    devuelva

    al

    clero sus bienes,

    sus

    prerrogativas

    y,

    sobre todo,

    sus

    millones.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    35/493

    VERDADEROS

    FACTORES DE LA

    IiNTERVENClN

    29

    Y

    la influencia

    de

    la

    Emperatriz era

    formidable porque

    con

    su

    extraordinaria

    belleza

    dominaba

    y

    sugera

    al

    stiro

    Emperador.

    He

    aqu

    tres

    agentes

    de

    suma

    fuerza

    para arrastrar

    la

    Francia

    imperial

    la loca empresa

    de

    restaurar

    en

    Mxico la

    teocracia

    tan

    absoluta

    como la deseaba el

    ignorante

    y

    retar-

    datario

    clero

    mexicano.

    El Sr.

    Bulnes

    desprecia esos factores

    de la intervencin,

    desconociendo que

    ellos dieron el

    triunfo

    los emigrados

    polticos.

    A

    pesar

    de

    que

    el

    Sr.

    Bulnes

    conoce

    bien

    la

    Historia,

    ol-

    vida

    que en los

    grandes

    sucesos, en los

    radicales sacudimien-

    tos polticos

    de las

    naciones,

    tienen

    mucha parte incidentes

    pequeos poco apreciables ante un criterio

    vulgar.

    Pero

    los

    ltimos

    historiadores

    franceses

    no

    inciden

    en

    el

    error

    que comete el Sr. Bulnes,

    y

    al

    narrar

    los

    orgenes

    de

    la

    intervencin

    francesa, sealan como

    principal

    causa

    de

    sta

    la

    presin

    ejercida

    sobre Napolen por

    la

    familia

    imperial.

    Para terminar este

    punto, recordar

    al Sr.

    Bulnes

    un

    he-

    cho

    perfectamente histrico; es

    el

    siguiente:

    Presida

    Napolen

    III

    las

    esplndidas

    fiestas

    de

    la

    clau-

    sura

    de

    la

    Exposicin

    Universal cuando

    recibi

    el

    telegrama

    en

    que

    se

    le participaba el

    fusilamiento de Maximiliano.

    Y

    lvido

    lo pas

    la

    Emperatriz

    diciendo con voz

    bal

    buciente:^Seora, he aqu

    vuestra

    obra

    Aun queda

    por sealar

    otro factor importantsimo en es-

    te

    atentado,

    el empeo

    del

    hermano

    incestuoso de

    Napolen,

    el

    duque

    de

    Morny,

    que pretenda que las bayonetas

    france-

    sas hicieran

    pagar

    la

    Repblica

    Mexicana

    la

    deuda

    leonina

    del

    suizo

    Jecker.

    En otro

    captulo

    de

    su

    obra,

    en el

    intitulado

    La

    Inque-

    brantable

    Debilidad

    de

    Jurez,

    es

    donde

    el

    seor

    Bulnes

    se

    ocupa de

    los

    bonos

    Jecker,

    slo para

    hacer un cargo

    al

    ilus-

    tre

    Presidente,

    no

    para

    considerar

    este

    negocio

    como

    uno de

    los factores de

    la intervencin

    francesa.

  • 7/24/2019 Juarez glorificado

    36/493

    80

    JUKEZ GLORIFICADO

    Al contrario, en

    ese

    capitulo

    (1)

    y

    en otra

    parte de su li-

    bro vindica

    Napolen

    III

    del

    cargo

    de complicidad en

    las

    pretensiones de su

    diplomacia,

    respecto

    la reclamacin

    Jecker.

    Porque

    el Sr.

    Bulnes

    es

    un apasionado

    admirador

    del

    Emperador

    de

    los

    franceses,

    quien califica

    como

    un

    emi-

    nente

    hombre de Estado

    y

    un hbil

    poltico; eso

    lo

    refutar

    cuando

    llegue su

    vez.

    Pero

    suponer,

    como supone

    el seor

    Bulnes,

    que

    ignor

    Napolen

    III

    la

    parte que

    el

    duque

    de

    Morny

    llevaba en

    la

    reclamacin Jecker,

    es

    un

    candor, no

    pueril,

    sino

    senil.

    Un

    estadista

    d