la prevención del consumo de sustancias psicoactivas (spa...
TRANSCRIPT
La prevención del Consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en el entorno educativo.
Una reflexión frente a su abordaje.1
The prevention of the consumption of psychoactive substances (SPA) in the
educational environment.
A reflection on its approach.
María Fernanda Santiago Pabón2
Lucy Nieto Betancurt3
Resumen
El presente escrito promueve una reflexión en torno a la manera en que se
aborda la Prevención del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en uno de los
principales entornos del curso de vida de un ser humano: el educativo. Para ello, se
inicia reconociendo el panorama actual de la población escolar colombiana frente al
consumo de SPA, posteriormente se identifica esta población como la más vulnerable
por sus condiciones físicas, cognitivas, emocionales, familiares, contextuales por
mencionar algunas.
Se reconocen algunas características de los programas preventivos en torno al
consumo de sustancias psicoactivas a nivel nacional e internacional, resaltando la
importancia de formar a los docentes, involucrar a la familia en los programas, realizar
1 Articulo Reflexivo para la obtención de título de Especialista en intervenciones psicosociales para la reducción
del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA).
2 Psicóloga. Especialista en intervenciones psicosociales para la reducción del consumo de Sustancias Psicoactivas
(SPA) de la Universidad Católica de Pereira. [email protected]
3 Asesora, doctora en salud. Universidad del Valle. Docente en Piscología de la universidad católica de Pereira.
diagnósticos como punto de partida y contar con una metodología para evaluar y
conocer resultados de impacto en la implementación de dichos programas. Así mismo,
se hace un acercamiento a lo más actual en prevención de consumo de SPA, liderado
por el Ministerio de Salud y Protección Social, así como también las disposiciones que
dicta el Ministerio de Educación Nacional (MENB) en relación con esta temática. El
propósito consiste en dar respuesta al siguiente interrogante ¿es la prevención de
sustancias psicoactivas en el entorno educativo de obligatorio cumplimiento, o un
componente liderado desde la sensibilidad social? Encontrando que a nivel normativo
existen directrices que dan cuenta de la importancia del componente de prevención en
este caso en el entorno educativo; sin embargo, la realidad da cuenta de que la
sensibilidad social si logra movilizar el liderazgo en la realización de acciones
encaminadas a la prevención.
Palabras clave: Entorno educativo, Prevención de Sustancias Psicoactivas (SPA),
Docente, Programas preventivos, Evaluación.
Abstract
This paper seeks to generate a reflection on the way in which the Prevention of
the use of Psychoactive Substances SPA is addressed, in one of the main environments
of the life course of a human being, as is the educational environment. To this end, it
begins recognizing the current situation of the Colombian school population against
the consumption of SPA, identifying this population as the most vulnerable due to their
physical, cognitive, emotional, family, contextual and other conditions.
Some characteristics of preventive programs at national and international level are
recognized, highlighting the importance of training teachers, involving the family in the
programs, making diagnoses as a starting point and having a methodology to evaluate
and know results of impact on the implementation of programs. It is approached to the
most current prevention in SPA, led by the Ministry of Health and Social Protection, as
well as is recognized as from the Ministry of Education also dictate provisions on the
subject.
This in order to answer the question Is the prevention of psychoactive substances in
the educational environment mandatory compliance, or a component led from the
social sensitivity?
Key Words: Educational environment, prevention of psychoactive substances, teacher,
preventive programs, evaluation.
Situación de las Sustancias Psicoactivas (SPA) en el ámbito educativo
Existe una preocupación por el consumo de sustancias psicoactivas entre la
población escolar. Quienes realizan mayor uso sustancias ilícitas, entre ellas la
marihuana, el popper, el dick y la cocaína, así lo revela el último estudio Nacional de
sustancias psicoactivas en población escolar Colombiana (2016) con estudiantes en
edades entre los 12 a los 18 años. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y
el Delito (UNODC) reconoce también este grupo de edad como población vulnerable
por los daños asociados al consumo; así mismo, la adolescencia temprana (12 a 14
años) y la adolescencia tardía (15 a 17 años) en cuanto al inicio de consumo en
población adulta (Informe Mundial de Drogas, 2018)
Algunas generalidades de este estudio indican que frente a la prevalencia (alguna
vez en los últimos 12 meses) del uso de la sustancias psicoactivas, la marihuana,
comparándola con estudios realizados en periodos anteriores (2004, 2011), presenta un
incremento en el género femenino, pasó de 5, 2 % (año 2011) a 7, 6 % (año 2016);
caso similar para la cocaína, pues los hombres se sostienen en 3, 4 % y las mujeres
pasan de 1, 6% (año 2011) a 2, 2 % (año 2016); en cuanto al popper y el dick hay mayor
consumo en los hombres, y este incrementa de acuerdo con el aumento de la edad; por
esta razón, el grupo poblacional perteneciente a los 17 y 18 años, con un 16, 7 %, es
considerado como consumidor recurrente de estas sustancias; sin embargo, no puede
desconocerse que en el grupo de 12 a 14 años también hay presencia de uso de
sustancias psicoactivas, con un 7, 3 %. Así mismo, se registra que el consumo de
sustancias tiene presencia tanto en instituciones educativas privadas como públicas. El
departamento de Risaralda en sustancias ilícitas no logra ocupar un lugar inferior al
quinto puesto, el único espacio que ocupa por debajo de la media nacional es para la
sustancia psicoactiva lícita del tabaco.
Los resultados de estos estudios confirman una realidad que vive Colombia en
torno a los menores de edad y su relación con las sustancias psicoactivas lícitas e ilícitas.
No es una casualidad que en el Plan Integral Departamental de Drogas para Risaralda
(2016-2019) tenga como principal objetivo, en el área de control del consumo,
aumentar la edad de inicio, lo que quiere decir que es una situación que a nivel
departamental está proyectada para ser abordada desde la promoción de la salud, la
prevención, el tratamiento y el mismo fortalecimiento institucional a través de las
acciones planteadas en dicho plan. “La implementación del Plan Integral
Departamental para la prevención del consumo y oferta de drogas tiene un avance del
50 por ciento” (Gobernación de Risaralda, 2018). Así lo señaló el asesor del Ministerio
de Justicia, Felipe Benavidez, durante el Consejo Seccional de Estupefacientes 2018.
Por ello, es necesario hablar de prevención del Consumo de Sustancias
Psicoactivas (SPA) en el entorno educativo, donde se cuenta con una población que se
torna vulnerable por el hecho de tratarse de seres humanos en búsqueda de identidad,
con cerebros en pleno desarrollo y acomodación, proyectos de vida en construcción y
que sin duda podrían correr algún riesgo al establecer una relación con el uso de las
sustancias psicoactivas o transitar hacia una dependencia de las mismas, alterando así su
proceso de formación como ser humano. Volkow, koob y Mc Lellan (2016) citados por
el Ministerio de Salud y Protección Social, lo confirman al indicar que: “el consumo de
sustancias psicoactivas afecta principalmente el funcionamiento cerebral, campo que
experimenta grandes cambios durante la infancia y la adolescencia, principalmente en
las estructuras encargadas de los procesos como la toma de decisiones, la planeación, el
juicio (…) se suman las implicaciones en la generación de vínculos y relaciones
sociales” (p. 7). Por lo tanto, es necesario centrar acciones de alto alcance que se
mantengan en el tiempo, para esta población que sin duda alguna necesita fortalecerse,
informarse, comprender lo que es el fenómeno de las sustancias psicoactivas lícitas e
ilícitas y, sobre todo, trabajar en la construcción de un proyecto de vida que sea de
aporte para sus vidas y para el fortalecimiento de la sociedad.
Características de la prevención en el ámbito educativo
El ámbito educativo no es ajeno al fenómeno del consumo de sustancias
psicoactivas; por tal motivo, se inicia la exposición de este apartado mencionando
algunas experiencias que dan cuenta del abordaje que se ha realizado de las categorías
de prevención del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en dicho ámbito.
Azorin (2014) pone en marcha, en España, el programa Abre los ojos, un proyecto
de mejora educativa para la prevención de consumo de drogas en adolescentes
escolarizados. En su ejecución se encontró un desconocimiento por parte de los
adolescentes frente a las generalidades de las sustancias psicoactivas lícitas e ilícitas.
Además, se identificaron diferentes causas por las cuales se inicia el consumo de drogas,
como la soledad, la baja autoestima, la curiosidad, las vías de escape a problemas,
nuevas experiencias, malas compañías, presión de grupo y desinformación; como
alternativas para evitar el consumo, los jóvenes propusieron ocupar el tiempo libre en
lectura, fotografía, visita a museos, deporte, música, cine, actividades con la naturaleza.
Este ejercicio rescata, dentro de sus resultados, la necesidad de implementar
estrategias de prevención en centros educativos y gestar una relación cercana docente-
estudiante para resolver las inquietudes surgidas frente a la temática, para obtener
herramientas en lo que denominaron “Educación para la vida” y la implementación de
ayudas tecnológicas, grupos de discusión, el debate y la controversia como espacios
generadores de información frente a lo que se necesita saber de las drogas; igualmente,
reconocen la falta de tiempo en el calendario académico para realizar estas acciones y
que las mismas tengan durabilidad en el tiempo.
Para responder a las inquietudes de los adolescentes resulta importante conocer
el trabajo realizado por Quimbaya (2012), en Bogotá, diseñó una estrategia para la
orientación de docentes basada en habilidades psicosociales para la prevención
educativa del consumo de sustancias psicoactivas en los estudiantes; se trabajó con una
muestra de 14 docentes y 2 directivos de la institución educativa San Benito Abad J.T.
Se tuvo en cuenta el diagnóstico realizado en el año 2010 y 2011 frente a factores de
riesgo que influyen en el consumo de psicoactivos y las herramientas que tienen los
docentes para abordar la prevención escolar del consumo de SPA; al final el 80,-2 % de
los docentes evidenciaron la importancia y el aporte de las habilidades psicosociales en
la prevención educativa del consumo de SPA y la necesidad de documentar la
experiencia.
Con el diseño de una guía didáctica para los estudiantes y la familia, Hidalgo
(2016), en España, desarrolló un programa educativo para la prevención de las
adicciones. Este trabajo reconoce algunas líneas bajo las cuales se sustentan programas
de prevención como los que exigen aportar información a los educandos en relación
con las drogas, sus tipos y sus efectos; asimismo, son importantes los programas que se
dirigen a una única sustancia; los programas interactivos en los cuales el alumnado es la
población objeto; y aquellos que tienen en cuenta, además de la información relevante
sobre drogas, otros aspectos psicosociales relacionados con el consumo inadecuado de
sustancias.
Aunque el montaje se realizó en el marco del diseño de la guía, la misma no fue
aplicada y, por ende, no se cuenta con resultados frente al impacto en su
implementación; no obstante, es una guía que aborda la población adolescente, los
padres, madres o cuidadores, y está pensada para realizar a lo largo del calendario
académico en horarios acordados con los participantes. Este ejercicio es de aporte en la
medida en que reconoce la importancia de trabajar la prevención en el ámbito educativo
y la relación que puede establecerse entre el hacer prevención y el componente
académico.
También, El programa Nacional de Escuela Segura (2010), en México, creó una
guía dirigida a los docentes, reconociendo el liderazgo de esta población, al igual que
Quimbaya (2012) se enfocó directamente en docentes de Básica Primaria (cuarto,
quinto y sexto), y en edades en las que posiblemente aún no hay riesgo de establecer
relación con las sustancias psicoactivas; de hecho, se contempla la prevención como
una categoría trasversal al currículo de las asignaturas de la escuela de primaria y se hace
uso de estrategias didácticas para desarrollar fichas con contenido de prevención
relacionado con las asignaturas académicas.
En Chile, Ayala, para el 2013, desarrolla un Programa de Prevención en
consumo de drogas y alcohol para el Colegio Particular Melipilla. Se logró cumplir con
el desarrollo de ámbitos; como la inclusión curricular, competencias preventivas, y
gestión escolar; a partir de un diagnóstico institucional, la necesidad de capacitación en
competencias de prevención a directivos, para abordar la prevención del alcohol y
otras drogas; además, se diseñó una estrategia con participación de la comunidad
educativa (padres/apoderados de las acciones de la estrategia), logrando que el proyecto
Educativo Institucional (PEI), el Manual de Convivencia, Reglamento Interno,
permitieran involucrar a los padres o apoderados en temas de prevención de drogas y
alcohol. Se incorporaron protocolos de acción consensuados por la comunidad
educativa respecto a la problemática de drogas y alcohol. El establecimiento diseñó, a
largo plazo, un protocolo ante incidentes relacionados con drogas y alcohol, contando
con profesionales y organismos pertinentes, para formalizar y fortalecer el trabajo
coordinado y colaborativo en temas preventivos.
Salinas (2016) implementa, en una institución educativa del Ecuador, una
estrategia educativa para la prevención del consumo de drogas. En sus planteamientos
reconoce la importancia del diseño de las acciones preventivas basadas en la
investigación. Para el desarrollo del diseño de la estrategia, Salinas (2016) trabajó con
una muestra poblacional significativa de la institución educativa y, a partir de un
diagnóstico, planteó una metodología pensada para aplicar en un tiempo determinado
(4 meses). En los resultados se identifica, como principal factor de riesgo, la categoría
de familia (violencia psicológica, vínculos afectivos débiles); asimismo, la presencia de
padres usadores de sustancias psicoactivas, la falta de información para identificar
drogas licitas e ilícitas, lo que exige abordar estos factores de riesgo desde una estrategia
“De oruga a mariposa” basada en valores, habilidades para la vida y estilos de vida
saludables, a través de la lúdica. En esta revisión no se encuentran resultados que den
cuenta del impacto o de la sostenibilidad de los avances en el tiempo.
En Colombia, Aja (2002) desarrolla intervenciones Flash para acercarse a
escenarios escolares modificar creencias, actitudes y percepciones que sean de aporte
para prevenir el consumo de SPA y el suicidio, fortaleciendo áreas relacionadas con la
resolución de problemas y la búsqueda de soporte social. En este ejercicio se reconoce
la responsabilidad social que tiene el adulto con el niño, así como que “La escuela si
puede ser un escenario favorable para el desarrollo y consolidación de mecanismos de
protección frente al riesgo de suicidio y el consumo de sustancias” (Aja, 2002, p. 29).
También registra que los procesos en búsqueda de cambios desde el ámbito
intrapersonal requieren de inversión para que sean sostenibles, y sugiere que la
población escolar no es estática y, por lo tanto, las acciones deben hacer parte del
acompañamiento permanente a la comunidad estudiantil. Esta perspectiva hace un
llamado a pensar la prevención desde el ámbito personal, con acciones a desarrollar en
un tiempo específico (de 8 a 11 semanas), lo que conlleva a realizar un trabajo continuo
para que los resultados perduren.
Dentro del territorio Nacional, también se cuenta con la Corporación Surgir, en
la ciudad de Medellín aportan a la Prevención, con la implementación de programas
como “Yomi vida, Zonas de Orientación Universitaria, mas reto, entre otros” han
desarrollado un componente importante frente a producciones escritas como resultado
de sus procesos, dentro de los cuales tienen material pedagógico, artículos,
comunicados y libros que dan cuenta de un proceso objetivo al momento de
implementar sus programas. Al revisar las experiencias desarrolladas por esta ONG se
rescata lo que denominan sistematización “La Sistematización de experiencias es un
ejercicio crítico y analítico que recupera y ordena las prácticas desarrolladas durante un
proceso de intervención social” (Corporación Colombiana para la Prevención del
Alcoholismo y la Farmacodependencia SURGIR. 2007.p7), entendiendo que este
proceso permite hacer evaluación, modificar, replantear ideas, permitir la replica y
conocer resultados de procesos.
Ahora bien, instituciones del orden mundial como la Oficina contra las Drogas y
el Delito (UNODC) diseñan campañas direccionadas a la prevención del consumo de
(SPA), y para la vigencia 2016 lanzan a nivel mundial Escucha primero, una estrategia
diseñada para padres, madres, maestros, trabajadores de la salud, legisladores y
trabajadores de prevención. Esta estrategia tiene como objetivo reconocer la
importancia de la escucha como primer paso para identificar y evitar conductas de
riesgo como el uso de drogas en niños, niñas y adolescentes. En cuanto a los resultados
se denota la influencia que tiene el docente sobre los estudiantes y, además, el sentido
de pertenencia de los niños por su institución educativa, como componente protector
frente a conductas de riesgo, en relación con el consumo de Sustancias Psicoactivas
(SPA).
El plan nacional para la promoción de la salud, la prevención y la atención del
consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA [2014-2021]), reporta algunos resultados de
beneficiarios de programas realizados en prevención en Colombia para el año 2012-
2013, reportando un total de 1.187.168 de usuarios de 6 programas, incluyendo
población infantil, familiar, adolescente y comunitaria. Se reconoce, entonces, que sí se
ha trabajado en el componente de prevención en diferentes entornos; sin embargo, es
una realidad la ausencia de resultados más allá de la cifra de beneficiarios. “Los
programas Familias Fuertes, Comunidades que se Cuidan, y Leones Educando
(habilidades para la vida), fueron promovidos como iniciativas de prevención que
deberían ser evaluadas en el país. Hasta la fecha no hay una evaluación en el país de
ninguna de estas intervenciones” (Ministerio de Salud y Protección Social. 2017. p.12).
De esta manera, es posible mencionar algunas características que hacen parte de
las generalidades sobre lo que se destaca en prevención del consumo de (SPA) en el
ámbito educativo, encontrando que no todas las acciones parten de un diagnóstico; se
presentan dificultades metodológicas para medir el impacto de las intervenciones
enfocadas a evitar o reducir el consumo; incluso, no se evidencia un trabajo dirigido a
una sustancia en particular; en términos de resultados no es claro si la implementación
de programas, acciones, talleres y encuentros, logra efectivamente reducir o evitar el
involucramiento con las Sustancias Psicoactivas (SPA). Las intervenciones no logran
articularse al PEI y tienen una duración corta, el tiempo es insuficiente para fortalecer
las habilidades para la vida y la prevención de consumos específicos. Sin embargo, se
reconoce que el ámbito educativo es un escenario que viene generando preguntas y
despertando voluntades humanas en pro de este fenómeno social, involucrando a la
familia, los docentes, la comunidad, los adolescentes, los niños, niñas y el Estado.
Por ello, es necesario hacer un abordaje de las categorías Prevención y Consumo
de Sustancias Psicoactivas (SPA) en el escenario educativo para lograr, desde una
reflexión, un acercamiento frente a estas categorías y conocer los impactos y las
necesidades surgidas en la práctica para prevenir y reconocer si este ejercicio compete a
un tema de los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) en relación con las metas
por cumplir a nivel institucional, o si el éxito de las acciones está mediada por la
sensibilidad social de quien decide liderar una propuesta de prevención, acercándose a
la realidad para dar respuesta al siguiente interrogante: ¿es la prevención de consumo de
Sustancias Psicoactivas (SPA) en el entorno educativo de obligatorio cumplimiento o
un componente liderado desde la sensibilidad social?
Una mirada desde el modelo Socio-ecológico
Comprender el hecho de consumir de Sustancias Psicoactivas (SPA) implica
reconocer que este es un fenómeno social cambiante, multifactorial por sus causas y
consecuencias, permite que su abordaje también pueda hacerse desde distintas
perspectivas.
En este sentido, el modelo Socio-ecológico, expuesto por Pons (2008), define el
consumo desde las características personales de quien consume y sus particularidades
contextuales, logrando hacer una triada entre la droga, la persona y el ambiente,
funcionando como un sistema en el cual se interrelacionan y se influencian
mutuamente.
De esta manera, este modelo valora los factores de riesgo a partir de lo
individual y desde lo social, y reconoce que uno o ambos pueden llegar a ser el
detonante o el factor de mantenimiento para que un ser humano inicie y se sostenga en
una relación con las Sustancias Psicoactivas (SPA); por consiguiente, es importante
identificar que, desde este modelo, el sujeto si bien está influenciado por características
contextuales, este también cuenta con las capacidades para vivir y transformar sus
realidades.
En términos de prevención, el modelo Socio-ecológico de Pons (2008) entrega
herramientas sobre el abordaje de la categoría de Prevención, dirigida especialmente a
lo que origina un posible consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA), más allá de los
efectos que esta trae para el organismo de quien la consume. Este modelo apuesta a la
prevención primaria; es decir, a las acciones encaminadas a minimizar factores de riesgo
y evitar la relación con dichas sustancias.
La lectura realizada, mediante este modelo, permite pensar que el consumo de
Sustancias Psicoactivas (SPA) al interior de las instituciones educativas es una realidad.
De hecho, es posible realizar una comprensión a partir del reconocimiento de factores
individuales y contextuales como influenciadores para tener conductas de consumo
dentro o fuera del entorno educativo; además, este modelo propone que es necesario
hacer prevención desde el ámbito en mención, reconociendo las particularidades de
cada individuo y las capacidades que puede tener un ser humano para evitar o superar
situaciones de riesgo.
El modelo Socio-ecológico plantea las acciones preventivas, sobre todo en el
contexto educativo y social, elemento relevante para comprender los objetivos de este
ejercicio académico al querer reflexionar sobre cómo funciona la prevención del
consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en este entorno.
La prevención en el ámbito educativo
La importancia de hacer, diseñar e invertir en prevención es tener presentes tres
elementos significativos planteados por Becoña (2007), quien argumenta que:
Si se evita que un niño, niña o adolescente consuma sustancias como tabaco,
alcohol y marihuana, se evitará que de adultos abusen o dependan de las
sustancias psicoactivas, se logrará también evitar enfermedades físicas y
trastornos mentales en el curso de vida relacionadas con el abuso de estas
sustancias y por último el tránsito del uso a sustancias ilegales con efectos y
componentes de un impacto mayor para la vida de quien las consuma (p. 2).
Desde el campo de la prevención, Becoña (2002) menciona que: “La prevención
escolar permite llegar a los jóvenes escolarizados, en la edad de máximo riesgo para el
consumo de las distintas drogas, facilitándose así de modo importante realizar la
prevención” (p. 76). Por ello, hacer prevención en el ámbito educativo implica educar,
retrasar, modificar y ofrecer alternativas a una población que puede o no contar con
factores de riesgo que hacen a un ser humano vulnerable frente al contacto con las
Sustancias Psicoactivas (SPA); por esta razón, es necesario contemplar algunas variables
frente al concepto de Prevención y tener en cuenta lo que implica hacer acciones o
diseñar programas a partir de una prevención universal, selectiva o indicada (Gordon
[1987], citado por Becoña [2002]).
En este sentido, la prevención universal está dirigida a una población en general.
Según Becoña (2002), la mayoría de programas educativos están enfocados desde esta
perspectiva, son pensados para fomentar valores y habilidades para la vida de la
población estudiantil. Incluso, la prevención selectiva trabaja con una población en la
que ya existen factores de riesgo específicos, los cuales hacen que un sub-grupo de la
población tenga un contacto inicial con las Sustancias Psicoactivas (SPA) o un riesgo
latente de hacerlo; por último, está la prevención indicada, la cual brinda herramientas a
quienes ya tiene una relación establecida con las Sustancias Psicoactivas (SPA); busca,
además, reducir riesgos y daños o la abstinencia total de la sustancia y, para ello, es
fundamental tener en cuenta la oferta institucional que existe en los contextos más
cercanos, para ofrecer, de acuerdo con las necesidades particulares, los modelos de
tratamiento establecidos.
Por su parte, la resolución 089 de 2019, por la cual se adopta la Política Integral
para la Prevención y Atención del Consumo de Sustancias Psicoactivas, rescata el
contexto educativo como un entorno protector frente al consumo de Sustancias
Psicoactivas (SPA) lo ubica como el escenario propicio para el fortalecimiento de los
procesos de socialización, el respeto por el otro, la resolución de conflictos, el manejo
de las emociones, el apoyo en la construcción de proyectos de vida y las acciones
encaminadas para garantizar el derecho a la educación y evitar, en todo caso, la
deserción; así mismo, reconoce que este ámbito también puede ser considerado como
un factor de riesgo y, para ello, propone la promoción de capacidades enfocadas a
disminuir el estigma y la discriminación con aspectos relacionados con el abandono
escolar.
Así, la prevención es un elemento importante en la búsqueda para minimizar el
fenómeno del consumo de las Sustancias Psicoactivas (SPA). En España, comenta
Becoña (2002), al respecto que:
La prevención escolar se hace a través de la educación para la salud, de
modo transversal, en distintas materias escolares. En otros países hay una
asignatura específica de educación para la salud, drogodependencias, o
similar. La actividad preventiva es realizada por el profesorado,
habitualmente entrenado para ello, donde aplicarán elementos preventivos
en sus asignaturas o componentes de los programas preventivos de drogas
(p. 77).
Por otra parte, Calafat (2002) reflexiona sobre la importancia de implementar
programas preventivos en el ámbito educativo que hayan pasado por un proceso de
evaluación, para que garanticen confiabilidad al momento de aplicarlos en un contexto
en particular. El autor también reconoce que son menos los programas que han pasado
por este ejercicio teniendo en cuenta los costos en términos económicos que ello
implica. “Cabe la justificación de que la evaluación de estas campañas supone un gran
reto metodológico y de que por otra parte no se destinan recursos para que estas
evaluaciones se realicen (…) sin haber una evaluación de los resultados, sin lo cual es
difícil de afirmar si un programa funciona o no” (Calafat, 2002, p. 10-11).
La prevención en el entorno educativo, en el contexto nacional, puede verse de
la siguiente manera: para la escuela de Básica Primaria se cuenta con una estrategia
denominada Escuelas Saludables, liderada desde Ministerio de Salud y Protección Social
(2006) en articulación con el Ministerio de Educación Nacional, en la que se busca,
desde la promoción de la salud, “Desarrollar estrategias integrales que brinden la
posibilidad de contribuir a la educación ambiental, la disminución de la vulnerabilidad,
la prevención, mitigación y superación de eventos negativos, la promoción de la salud
mental, la prevención de la violencia y las conductas adictivas y en general, el desarrollo
de habilidades y competencias para una vida placentera y saludable” (p. 14).
De la misma manera, para la Básica Secundaria y la Media Vocacional se cuenta,
a nivel país, con el modelo de Zonas de Orientación Escolar (ZOE, [2009]), cuyo
objetivo principal es “Fortalecer la comunidad educativa y sus redes para prevenir los
riesgos de exclusión y estigma social de las personas que han usado o usan sustancias
psicoactivas (SPA) y/o están afectadas por problemáticas asociadas al consumo, y
para mitigar el impacto, reduciendo la vulnerabilidad a sufrir riesgos y daños
continuos, evitables y prevenibles de las personas, la familia y la comunidad” (p. 30).
Las ZOE hacen parte de los dispositivos de trabajo comunitario basados en el modelo
de inclusión social para consumidores de SPA, en estos espacios se busca escuchar,
acoger, brindar atención, acompañamiento, asistir, formar, remitir, entre otros. Es un
modelo que, desde lo planteado por Becoña (2002), va más allá de la prevención
universal.
Ahora bien, estos programas han sido desarrollados a nivel país, y en Risaralda,
los catorce (14) municipios han promovido la estrategia de Escuelas Saludables y el
modelo de las ZOE en diferentes instituciones educativas (2012); sin embargo, pese al
esfuerzo del Estado por diseñar programas que mejoren los resultados, aún siguen
siendo los niños, las niñas y los adolescentes, una población prioritaria para evitar o
retardar la edad de inicio de consumo de las Sustancias Psicoactivas (SPA) frente a la
oferta existente en la actualidad; surgen también interrogantes en cuanto a la manera en
que se desarrollan en el campo estas estrategias, cuál es el perfil de los profesionales a
cargo de desarrollar los mismos, son permanentes en el tiempo y demás, que tipo de
recursos se invierten en el desarrollo de las estrategias; asimismo, también se reconoce
que es necesario que el personal docente cuente con las herramientas para responder a
las necesidades de la comunidad estudiantil; de hecho, se identifica el rol del docente
como una figura necesaria para apoyar el entorno educativo con su labor, lo que
garantiza los derechos de los menores. Por tanto, el Gobierno Federal (2010) expone
que:
El papel de los docentes, en el marco del Modelo de Prevención de
Adicciones, es de vital importancia en lo que respecta a la prevención
universal, ya que puede incidir como agente de contención desde el
momento en que inicia la jornada de clases. Participar en la prevención no
implica mayor carga laboral ni mucho menos administrativa; es activar el
compromiso como formador y como autoridad, en términos de: dirección,
guía, acompañamiento, confianza y compromiso, con lo que no sólo se
convierta en ejecutor de un programa de prevención sino en un observador
atento a las situaciones de riesgo que viven sus alumnos desde temprana
edad (p. 31).
Entre otras cosas, Colombia cuenta con el Plan Nacional para la Promoción de la
Salud, la Prevención, y la Atención del Consumo de Sustancias Psicoactivas 2014-2021,
en el que es claro el establecimiento de tareas para realizar por diferentes dependencias,
y ante las cuales el sector educativo no es ajeno.
En los programas de educación primaria, secundaria, media vocacional y
educación no formal, diseñará los lineamientos generales para introducir en
los planes curriculares contenidos y actividades para la prevención de la
drogadicción e información sobre riesgos de la farmacodependencia
(Decreto 3788 de 1986. Art. 34). • A nivel de post-secundaria, el Ministerio
de Educación Nacional y el Ministerio de Salud, trazarán los lineamientos
generales para incluir información sobre la farmacodependencia en los
programas académicos (Decreto 3788 de 1986. Art. 35). • Fortalecer,
promover y orientar en forma permanente y continua procesos de
prevención integral a través del sistema educativo, y proveerá los recursos
humanos físicos y financieros para ello (Decreto 1108 de 1994, Art. 14
[Ministerio de Salud y Protección Social, 2017, p. 27]).
Se entiende, entonces, que desde las instancias nacionales se ha realizado un
trabajo importante para involucrar a actores necesarios en la atención integral del
individuo a lo largo de su curso de vida; sin embargo, los entes territoriales, equipos
técnicos, que son los llamados a hacer realidad lo que está establecido por medio de los
planes, decretos, resoluciones, lineamientos, políticas y demás, ¿si se le dan
cumplimiento? Es el cuestionamiento que surge teniendo en cuenta el panorama
planteado por el Plan Nacional.
Lo más actual en Prevención
En un esfuerzo por aportar avances a nivel país, en términos de prevención,
basados en evidencias, el Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de
Justicia, el Gobierno de Colombia y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga
y el Delito (UNODC), durante la vigencia 2018, inician un recorrido a nivel Colombia,
en un ejercicio formativo de líderes multiplicadores en prevención del consumo de
Sustancias Psicoactivas (SPA), con el propósito de establecer una estrategia enfocada al
Ser, el Saber y el Hacer en Prevención, la cual “Busca mejorar competencias y
habilidades de los gestores comunitarios o líderes institucionales, para el diseño de
iniciativas preventivas que favorezcan la aplicación de herramientas en promoción para
la salud y prevención del consumo de sustancias psicoactivas y problemas
asociados”(p.6). En la fundamentación de esta estrategia se tienen en cuenta las teorías
de cambio de conducta como modelos explicativos que rodean el fenómeno de las
Sustancias Psicoactivas (SPA), el Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), los
niveles de prevención, entre otros. En la actualidad, esta estrategia se encuentra en fases
de socialización y a la espera de la implementación en los lugares donde ya fue dada a
conocer. Asimismo, se cuenta con un producto adicional enfocado a los Lineamientos
de Prevención del consumo de alcohol y sustancias psicoactivas (2018), los cuales
entregan a los entes departamentales y locales insumos para el direccionamiento de
acciones dirigidas a la prevención del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA),
entendiendo esta categoría desde un enfoque de salud pública como “La prevención
hace énfasis en los procesos que permiten desarrollar y/o fortalecer estilos de vida
saludables, los cuales incidan positivamente en la salud física y mental de las personas y
las comunidades, con el fin de potenciar los factores de protección individuales y
colectivos y/o la disminución de los factores de riesgo” (Ministerio de Salud, 2018 , p.
19).
Estos lineamientos permiten hacer un trabajo teniendo en cuenta diferentes
momentos, diseñados de la siguiente manera:
Figura 1. Gestión de la prevención del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA).
Fuente de elaboración: Ministerio de Salud y Protección Social (2018)
En definitiva, desde esta visión, existe un interés por proteger a la población más
vulnerable (niños, niñas y adolescentes), fortaleciendo los factores de protección y
apostando por la reducción de riesgos y daños para quienes ya consumen; por tanto, es
determinante tener en cuenta las particularidades del ser humano, su capacidad de
resiliencia, de los contextos, las necesidades y las fortalezas de los entornos con
capacidades para transformar sus realidades y, por supuesto, sin alejarse de la nueva
política integral para la prevención y la atención del consumo de Sustancias Psicoactivas
(SPA). “Los programas y/o acciones de prevención del consumo de sustancias
psicoactivas deberán estar acordes con las características poblacionales, las necesidades
y las capacidades que se requieran desarrollar en las personas y las comunidades”
(Ministerio de Salud y Protección Social, 2018, p. 23).
Con lo anterior, es posible identificar que, desde la participación del Estado y la
cooperación internacional, se ha hecho un trabajo con el fin de aportar herramientas a
los territorios, en este caso a Colombia. Herramientas que entregan insumos mediante
un campo teórico, organizado, objetivo y científico, para la realización de programas
pensados en la prevención efectiva del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA); sin
embargo, llama la atención que estas publicaciones sean recientes (vigencia 2018); y el
fenómeno de las drogas casi que hace parte de la misma historia en este país; así, puede
pensarse que algo de ventaja se dejó tomar por parte de este fenómeno social ante los
ojos del Estado. Ahora la tarea esta en la puesta en marcha de la socialización de este
documento y la implementación del mismo en los diferentes territorios del País.
No se quiere decir con esto que no haya nada por hacer, pero si es necesario que
los líderes comunitarios, los docentes, los rectores, los adolescentes, los agentes
educativos y demás, conozcan, se apropien e interioricen esta información de acuerdo
con las necesidades particulares de cada escenario que hace parte de los factores de
riesgo y protección frente a las drogas y así, en un futuro cercano, se cuente con
información de experiencias exitosas que den cuenta de que la mayor inversión está en
realizar estrategias de prevención efectivas.
Metodología
Se trata de un artículo reflexivo no derivado de investigación, estipulado en una
de las tipologías expuestas por Colciencias (2010), el cual está medido por la
subjetividad y permite el planteamiento de puntos de vista derivados de la relación
investigador y autores, sin desconocer los trabajos que en el tiempo también se han
realizado, en este caso la prevención del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en
el entorno educativo.
Procedimiento
En un primer momento, se realizó una búsqueda sobre estudios recientes en
población escolar en relación con el consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA),
encontrados en la página web del Ministerio de Salud y Protección Social. Asimismo, se
realiza una indagación en la biblioteca virtual de la universidad Católica de Pereira
(biblioteca virtual para la salud), la biblioteca virtual de la Universidad Libre, y en bases
de datos como típica.org, revista ucm, idus.us.es, scielo.org; también en páginas
institucionales como la gobernación de Risaralda, la Alcaldía de Dosquebradas, el
Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Educación Nacional (MEN), la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), esto con el fin
de conceptualizar las categorías de prevención, ámbito educativo y consumo de
Sustancias Psicoactivas (SPA).
Para finalizar, se diseña una lista de chequeo para conocer, de manera general, la
realidad desde el sector de la educación y la salud sobre cómo se hace la prevención en
el municipio de Dosquebradas-Risaralda, todo con el fin de promover una reflexión
final en torno a estas temáticas.
Acerca de Dosquebradas-Risaralda
El municipio de Dosquebradas cuenta en su administración con 20 instituciones
educativas habilitadas por la Secretaria de Educación del Municipio (SEC). Frente al
fenómeno del consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA), este municipio industrial
viene ocupando lugares significativos ante la oferta y la demanda, especialmente de
Sustancias Psicoactivas (SPA) como la heroína, situación que se viene relacionando con
fenómenos sociales como la habitabilidad de y en calle y los riesgos para la salud que
implican estas condiciones de vida. En este sentido, Dosquebradas ha sido uno de los
municipios priorizados a nivel país para la implementación de programas enfocados a
reducir riesgos y daños (prevención indicada). “Pereira y Dosquebradas son dos de las
seis ciudades de Colombia en las que el consumo de heroína es considerado un
problema de salud pública” (Ardila, 2017, párr. 1).
Se realizó un acercamiento a instituciones educativas públicas (2) y privadas (1)
del municipio de Dosquebradas; asimismo, a la Secretaria de Salud Municipal, con el fin
de conocer, desde la realidad institucional, lo que acontece alrededor de la categoría de
Prevención.
En este acercamiento, se encontró que en uno de los colegios (Público)
reconoce que sí existe consumo por parte del estudiantado dentro y fuera del plantel
educativo; los otros no logran identificar el consumo de SPA como una problemática
institucional. Incluso, no se tiene un diagnóstico que dé cuenta de la realidad que viven
las instituciones frente al fenómeno social de las drogas; así que, las acciones se basan
en la percepción que tiene el docente de una de las instituciones educativas públicas,
quien lidera actividades de prevención en cuanto al consumo de Sustancias Psicoactivas
(SPA), acciones que se derivan, además, de los comentarios que realizan los estudiantes
sobre las conductas de sus compañeros. Frente al concepto de prevención se entiende
como “Informar, educar, orientar, hablar sobre consecuencias, efectos, y experiencias
ajenas” (docente institución educativa).
Asimismo, una institución educativa reconoce que el campo de la prevención
está incorporado de la siguiente manera: El proyecto Educativo Institucional (PEI) y en
los Proyectos Operativos Institucionales (POI), en este caso, desde el proyecto de
Sexualidad y Participación ciudadana se realizan las actividades de Prevención, las
cuales se ejecutan desde las Zonas de Orientación Escolar (ZOE). También, dichas
actividades son acompañadas por la policía de infancia y adolescencia, y por el uso de la
emisora a través de la cual se emiten mensajes (píldoras). Igualmente, se diseñan
carteles, se hacen talleres para los jóvenes ZOE, se capacita a docentes frente al
quehacer en algunos casos, y el seguimiento a familias, actividades que están dirigidas a
la comunidad estudiantil general. En este punto, no se cuenta con actividades
diferenciadoras o enfocadas según las necesidades de la comunidad estudiantil.
En las otras dos instituciones no se cuenta con acciones puntuales destinadas a
la prevención del consumo de SPA, dado que no es un tema “priorizado” para las
mismas y se tiene la concepción de que si no hay consumo en su comunidad estudiantil
no es necesario hacer prevención.
Así mismo, una institución educativa (pública) reconoce la importancia del
apoyo que tiene por parte de los coordinadores de las jornadas escolares y del rector,
quienes apoyan el desarrollo de las actividades y facilitan los permisos para los jóvenes
que hacen parte de las ZOE. Frente a las dificultades se reconoce las múltiples
ocupaciones que puede tener un docente en su jornada laboral, la falta de capacitación y
actualización de los temas relacionados con respecto a la prevención y el abordaje de las
Sustancias Psicoactivas (SPA) por parte de las instituciones encargadas de brindar este
tipo de asistencia; también es importante tener en cuenta la ausencia de destinación de
recursos económicos para la realización de programas preventivos, la falta de
compromiso de las instituciones asistenciales, la contratación tardía de referentes
departamentales y locales encargados de realizar y apoyar los procesos en las
instituciones, entre otros.
Reflexión final
Como resultado de este ejercicio reflexivo se platea que hay un camino por
recorrer en el ámbito educativo, en cuanto a reconocer la prevención como una forma
de aportar a la formación de vida de quienes hacen parte de una comunidad estudiantil;
el Estado, revestido por las secretaria de educación, de salud y el gobierno en su actuar
ético y bajo su corresponsabilidad, tiene una tarea vital frente al acompañamiento de las
instituciones educativas en la actualización, orientación, apoyo y acompañamiento en el
diseño de programas bajo los lineamientos ya expuestos, los cuales exigen estrategias de
prevención pensadas en las necesidades particulares de los entornos y de los mismos
individuos, basadas en evidencia científica y con las capacidades técnicas para medir,
evaluar y sistematizar procesos.
Ahora bien, en el apartado de las características de los programas preventivos, se
hizo énfasis en el lugar del docente como figura que guía y aporta respuestas acertadas a
los estudiantes o padres y madres de familia; en este contexto es necesario hacer un
esfuerzo desde los entes departamentales y locales para centrar acciones de
sensibilización, formación y actualización para esta población, quien a diario esta en
contacto con quienes se ha denominado la población mas vulnerable a nivel País y que
requieren ser comprendidos mas no juzgados.
Al llegar a este punto, es posible plantear que, aunque a nivel normativo se
establece la prevención como un área que debe ser tenida en cuenta dentro de los
planes curriculares de las instituciones educativas (decreto 3788 de 1986, capítulo IV),
las acciones al interior de las instituciones en lo revisado desde este ejercicio académico,
va más de la mano de la sensibilidad social de quien la lidera; esta realidad se presenció
en uno de los colegios visitados (público), donde la docente encargada se ha capacitado,
ha buscado aliados estratégicos para apoyar sus ideas y esto ha motivado a que los
estudiantes, docentes, padres, madres o cuidadores y el rector a participar de manera
activa en sus iniciativas o en la implementación de programas como el dispositivo
comunitario de Zonas de Orientación Escolar (ZOE); reconociendo que existen
dificultades relacionas con falta de recursos económicos, el permiso de salida del salón
de clase de algunos estudiantes para participar de jornadas especiales, la carga laboral
del docente líder y demás.
En definitiva, si es necesario contar con estrategias de prevención en el entorno
educativo, entendiéndolo como “uno de los espacios más vulnerables a situaciones de
consumo de drogas y problemáticas conexas. Los jóvenes se enfrentan constantemente
a situaciones de estrés, depresión, presión grupal, problemáticas familiares, bullying
(acoso físico o psicológico) y a entornos vulnerables que en muchos casos pueden
llevarlos al consumo de drogas” (Corporación Surgir. 2007); por ende, si es necesario
trabajar con y para los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, padres, madres y comunidad
en general, invertir recursos humanos y económicos en el fortalecimiento de los
equipos de trabajo y pensar que siempre será más factible apostarle a prevenir una
enfermedad que en controlar o erradicar una ya existente.
Recomendaciones
Al tener en cuenta el panorama nacional y departamental en función del
consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en población escolar, surge la necesidad de
diseñar una estrategia que convoque al sector educativo a repensar sus proyectos
institucionales, dándole relevancia al componente de prevención en cuanto al consumo
de Sustancias Psicoactivas (SPA), de manera independiente a las demás áreas e
incorporándolo como lo indica la normatividad en los planes curriculares. Esto no
quiere decir que, en una institución educativa donde el consumo no sea visible, no
pueda ejecutarse un plan preventivo a partir de un componente universal, de ahí la
importancia de ir en concordancia a lo que ofrece el Modelo de Atención Integral en
Salud (MIAS), pedir las veces que sea necesario el apoyo y acompañamiento a los entes
locales y Departamentales competentes para brindar la asistencia técnica necesaria para
estar en capacidad de responder a las necesidades de la población escolar para este caso
en sustancias psicoactivas.
Referencias
Abad, J.D. (tesis de maestría). Bogotá. Recuperado en la base de datos de:
https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/8503/Tesis%20Maestria%
20carolina%20.pdf?sequence=1
Aja, L. (2002). Intervenciones “flash” en prevención de riesgo de suicidio y consumo de
sustancias: del dicho al hecho. Típico boletín electrónico de salud escolar. Vol.8.
numero 1. Bogotá D.C. Publicado en:
http://www.tipica.org/media/system/articulos/vol8N1/A3.%20Acciones%20de%20p
revenci%C3%B3n%20de%20suicidio.pdf
Ardila, (2017). Risaralda es el departamento donde es más fácil conseguir heroína y por eso
están disparados los índices de consumo. Pereira.
http://caracol.com.co/emisora/2017/10/09/pereira/1507569074_801697.html
Ayala, A. (2013). Programa de prevención en consumo de drogas y alcohol colegio Particular
Melipilla. Chile. Publicado en: http://colegiomelipilla.cl/archivos/PROGRAMA-
DEPREVENCI%C3%93N.pdf
Azorín, C. (2014). ¡Abre los ojos! un proyecto de mejora educativa para la prevención de
drogas en adolescentes. España. Recuperado en la base de datos de:
https://revistas.ucm.es/index.php/RCED/article/viewFile/45532/47912
Becoña, E. (2002). Bases científicas de la prevención de las Drogodependencias. Imprenta
Nacional del Boletín Oficial del Estado. Madrid.
Becoña, E. (2007). Bases psicológicas de la prevención del consumo de drogas. Papeles del
psicólogo. Vol. 28.
Calafat. (2002). Estrategia preventiva del abuso del alcohol.
http://www.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/531/523
Colciencias. (2010). Documento Guía Servicio Permanente de Indexación de Revistas de
Ciencia, Tecnología e Innovación Colombianas. Colombia.
Corporación Colombiana para la Prevención del Alcoholismo y la Farmacodependencia
SURGIR. (2017). Sistematización de la información. “programa de infancia para el
fortalecimiento de estrategias dirigidas a reducción de la demanda de drogas, en
ciudades colombianas con acciones en erradicación de cultivos ilícitos”. Medellín.
Colombia.
Corporación Surgir. (2007). Sector Educativo. Medellín. Colombia.
http://corporacionsurgir.org/sector-educativo/
Decreto 3788. (1986). Por el cual se reglamenta la Ley 30 de 1986 o estatuto nacional de
estupefacientes. Bogotá D.C
Gobernación de Risaralda. (2002). Proyecto Zonas de Orientación Escolar ZOE Risaralda
“aprende, aporta, actúa” ¡Deja tu huella! Colombia. http://zoerisaralda.blogspot.com/
Gobernación de Risaralda. (2018). Risaralda avanza en la implementación del Plan
Integral Departamental de Droga.
https://www.risaralda.gov.co/salud/publicaciones/104377/risaralda-avanza-en-
la- implementacion-del-plan-integral-departamental-de-drogas/
Hidalgo, P. (2016). Diseño de un programa educativo para la prevención de las adicciones para
adolescentes y familias. Sevilla. España. Recuperado en la base de datos de:
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/63006/TFG%20PAULA%20HID
ALGO%20BERMUDO.pdf?sequence=1
Ministerio de Justicia, Oficina Contra La Droga y el Delito UNODC. (2018). Diseño curricular
y metodológico del proceso de formación y asistencias técnicas del Lineamiento de
Prevención y la Estrategia Ser, Saber y Hacer en Prevención. Bogotá D.C
Ministerio de la Protección social, Ministerio de Educación Nacional, Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial. (2006). Lineamientos nacionales para la aplicación y el
desarrollo de la estrategia de Entornos Saludables. Bogotá D.C
Ministerio de la protección social, UNODC, RAISS Colombia, Corporación Viviendo. (2009).
Modelo Zonas de Orientación Escolar (ZOE). Bogotá D.C
Ministerio de salud. (2016). Estudio Nacional de consumo de Sustancias Psicoactivas en
población escolar Colombia. Bogotá D.C
Ministerio de Salud y Protección Social. (2018). Lineamiento de prevención del consumo de
alcohol y sustancias psicoactivas. Bogotá D.C.
Ministerio de Salud y Protección Social. (2019). Por la cual se adopta la política integral para la
prevención y atención del consumo de Sustancias Psicoactivas. Bogotá D.C
Oficina contra la Drogas y el Delito UNODC, (2016). Nueva campaña sobre prevención de
drogas basada en la ciencia lanzada en la Sesión Especial de la Asamblea General de las
Naciones Unidas. Nueva York. Recuperado en la base de datos de:
https://www.unodc.org/colombia/en/press/2016/abril/nueva-campana-de-
prevencion-de-drogas-basada-en-la-ciencia-se-puso-en-marcha-durante-la-sesion-
especial-de-la-asamblea-general-de-la-onu.html
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC (2018) Informe Mundial
de Drogas 2018. Recuperado en la base de datos de:
https://www.unodc.org/wdr2018/index.html
Pons, C (2008) Modelos interpretativos del consumo de drogas. México. www.scielo.org.mx
Quimbaya, C. (2012). Diseño y aplicación de una estrategia pedagógica de cualificación
docente basada en habilidades psicosociales orientada a la prevención educativa del
consumo de sustancias psicoactivas en los estudiantes del colegio San Benito Abad, J.D.
(tesis de maestría). Bogotá. Recuperado en la base de datos de:
https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/8503/Tesis%20Maestria%
20carolina%20.pdf?sequence=1
Salinas, A. (2016). Estrategia educativa para la prevención de consumo de drogas. escuela
“isidro ayora cueva”. pascuales. periodo lectivo 2015-2016. Ecuador. Recuperado en la
base de datos de: http://biblioteca.ucp.edu.co/repositorios-internacionales/
Secretaria de Educación Pública, Secretaria de Salud. (2010). Programa nacional escuela segura.
México.
Secretaria de educación. (2018). Las 20 instituciones educativas de Dosquebradas y sus sedes
vivieron la jornada por la paz. Dosquebradas.
http://www.educacion.dosquebradas.gov.co/index.php/52-las-20-instituciones-
educativas-de-dosquebradas-y-sus-sedes-vivieron-la-jornada-por-la-paz