REPORTAJE TRANSGÉNICOS 1)

Desmontando mitos del cultivo de

maíz modificadogenéticamenteCon 80.000 hectáreas y la cabeza en superficie de la UE, España continúa sin norma de coexistencia

Pocos días antes de que comenzara la siembra, a me-diados del pasado mes de abril, la ministra alemana deAgricultura, Ilse Aigner, anunciaba la prohibición decultivar el maíz genéticamente modificado MON 810,alegando que «entraña riesgos para el medio ambien-te». La demanda interpuesta por Monsanto contra la

decisión del Gobierno alemán ha sido rechazada por eltribunal de Braunschweig, de modo que con Alemaniason seis los Estados miembros que han vetado el culti-vo de maíz O M G en su territorio. España con cerca de80.000 hectáreas, copa el 80% de la superficie de laU E dedicada a este cultivo.

Arancha Martínez.Redacción Vida Rural.

E

I MON 810 es un maíz modificado ge-néticamente (OMG) para resistir lasplagas de Ostrinia nubilalis y Sesamianonagrioides, lepidópteros popular-

mente conocidos como taladro, que atacanal cultivo del maíz, disminuyendo la capaci-dad de producción de las plantas y haciéndo-las muy sensibles al derribo por lluvia o vien-to. Sus larvas se desarrollan en el interior delas cañas de maíz, de modo que los métodosde protección alternativos (como pueden serlos insecticidas) ofrecen una protección limi-tada.

Desarrollado por la multinacional Mon-santo, el evento transgenico MON 810 con-siste en añadir a la información genética delmaíz un gen nuevo (denominado Bt, porquecodifica una toxina de la bacteria Bacillusthurigensis) para producir una proteína(Cry1Ab) que actúa como insecticida, al unir-se a unos receptores específicos del tubo di-gestivo de los insectos susceptibles. El even-to está patentado y Monsanto autoriza el usode esta tecnología a otras marcas para eldesarrollo de variedades comerciales. En Es-

paña, se comercializan más de ochenta varie-dades del MON 810.

El único 0810 autorizado para sucultivo en la VE

El MON 810 es el único evento genética-mente modificado disponible para su pro-ducción comercial en la Unión Europea. Du-rante el año pasado, se sembraron en toda laUE unas 100.000 hectáreas de maíz OMG,en seis Estados miembros: España, Repúbli-ca Checa, Rumanía, Portugal, Alemania y Es-lovaquia, que representan el 1,2% de la su-perficie total dedicada al cultivo del maíz enla UE, y el 0,3% de todos los maíces transgé-nicos cultivados en el mundo. Sólo entre Es-tados Unidos, Argentina y Brasil, los tres prin-cipales productores, cultivan cerca de 100millones de ha de diversos cultivos OGMs.

Esta campaña con el anuncio de la mora-toria alemana son seis los países de la UEque han prohibido el cultivo de este maíz ensu territorio hasta ahora. En concreto, Fran-cia, Grecia, Hungría, Austria, Luxemburgo yAlemania se han acogido, enarbolando elprincipio de precaución, a la cláusula de sal-vaguardia por la que se suspende temporal-mente el cultivo del maíz MON 810 en su te-rritorio, mientras se procede a la revisión de la

autorización del cultivo, puesto que ya hantranscurrido diez años desde que le fue con-cedida en 1998. Para ello, en primer lugar espreciso un informe favorable de la AutoridadEuropea de Seguridad Alimentaria (EFSA),que realiza una evaluación de seguridad delproducto, en base a los estudios aportadospor la empresa que solicita la autorización.

O IfidaRURAL (1/Junio/2009)

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CUADRO 1.

Superficie cultivada en España de variedades de maíz grano modificado genéticamente.

CC». Total ha 2008 MG ha 2008 2008 % MG 2007 % MG 2006 % MG

Cataluna 28.762 25.298 87,96 64,71 53,21

Aragón 58.641 31.857 54,33 64,46 42,49

Navarra 13.946 5.150 36,93 43,46 24,58

Extremadura 61.100 10.416 17,05 12,19 3,65

Castilla-La Mancha 32.562 4.739 14,55 11,64 9,29

Madrid 5.445 381 7 3,54 1

Andalucía 25.071 1.372 5,47 2,56 1,40

Total España 358.512 79.269 22,11 21,18 14,76

Una decisión con muchasimplicaciones

Tras la negativa de Francia a seguir con sucultivo en 2008, el panel científico de exper-tos en OMGs de la EFSA estudió las causasesgrimidas por París, sin encontrar en ellas ra-zones científicas para suspender la autoriza-ción. La Autoridad Europea para la SeguridadAlimentaria ha concluido en los mismos tér-minos sobre las razones presentadas por Gre-cia, Austria y Hungría, y aún no se ha pronun-ciado sobre los argumentos presentados porLuxemburgo y Alemania.

La decisión de Aigner -del CSU, partidoconservador de Baviera, uno de los Estadosque más ha presionado en contra del MON810-, incluye el ámbito de la investigación:quedan suspendidos los ensayos de campo

Una mazorca de maíz atacada porSesamia nonagrioides. Foto Carlos Martín

Foto abajo. Vista de un campo de maíz sembradocon la variedad MON 810.

con maíz Bt, lo que ha revolucionado el esta-mento científico alemán. Un grupo de diez or-ganizaciones científicas de Alemania ha emi-tido un comunicado en el que se rechaza lamoratoria, recordando que ninguna de las in-vestigaciones realizadas hasta ahora haaportado nuevos datos que sugieran la nece-sidad de abandonar esta nueva tecnología.

A nivel económico, la decisión alemanaatañe a unas 3.600 hectáreas, que equivalenal 0,2% de la superficie de maíz cultivada enel país dado que el taladro no es una plaga degran importancia en el mismo, pero en la ba-talla que se está librando a nivel político, po-dría inclinar aún más la balanza en contra delos intereses de la Comisión Europea que noha conseguido aún obligar a retirar la prohibi-ción del cultivo a los países reticentes para loque necesita una mayoría cualificada, es de-cir, una mayoría de Estados que sumen dostercios de los habitantes de la Unión Europea.

Perdió la votación que se hizo contraFrancia, y perdió la votación que se hizo con-tra Hungría y Austria. Ambos países han veta-do el cultivo del MON 810 y además Austriaha invocado también la cláusula de salva-guardia contra el T25, el maíz tolerante a glu-fosinato de amonio de Bayer, que es el únicoevento autorizado para su cultivo en la UE jun-to al MON 810, pero que no ha llegado a cul-tivarse con fines comerciales.

En declaraciones a los medios, el secre-tario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu,apunta a intereses ocultos en la moratoria:«hay que tener en cuenta que Alemania noimporta maíz y que es un país suficientemen-

te dotado con sus producciones al igual queFrancia, que estaría encantada de que elmercado de la UE tuviera que aprovisionarseexclusivamente de su mercado».

Por su parte, la ministra de Medio Am-biente, Elena Espinosa, recordaba en su in-tervención en el Senado a finales del mes deabril, que la superficie de cultivo de maíz en

España, primer productorde maíz OMG de la UniónEuropea, con un 20% deltotal de la superficiededicada a este cultivo,importa no obstante 9 Mt

de soja y maíz, en parteOMG, para alimentara su cabaña ganadera

España es claramente insuficiente para darcobertura a la demanda interna, siendo nece-saria la importación de países terceros comoArgentina, Brasil y Estados Unidos, que utili-zan OMGs y cuya comercialización tambiénestá autorizada en la Unión Europea.

España importa para alimentar a su ca-baña ganadera 9 millones de toneladas demaíz y soja, que sí pueden ser transgénicos.En concreto está permitida la importaciónpara su procesado o uso como alimento opienso de 21 modificaciones genéticas decultivos como la soja, el algodón, el maíz o laremolacha azucarera. La UE autoriza su im-portación y consumo, pero no su cultivo.

La Asociación Agraria Jóvenes Agriculto-res (ASAJA) se apoya en este argumento para

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.1 '61k

ir 71Larvas de Sesamia nona grioides eclosionando.

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posicionarse a favor del cultivo de losOMGs porque su prohibición deja alos agricultores españoles en una cla-ra desventaja competitiva. Tampocopodemos perder de vista que la in-mensa mayoría de las sustanciastransgénicas se diseñan y utilizan enel ámbito de la salud, mientras quesolo una pequeña parte de los OMGstiene una utilidad agronómica.

Juan Felipe Carrasco, responsablede la campaña antitransgénicos deGreenpeace asegura que esta organi-zación no se opone ni a la biotecnolo-gía, ni a los transgénicos, ni a la pro-ducción por ejemplo de insulina a par-tir de un organismo transgénico, sino ala liberación de transgénicos al medio am-biente.

Espada lidera la producciónde maíz ßt en la VE

De las 100.000 hectáreas cultivadas conOMGs en la UE durante 2008, España enca-beza la lista con 79.269 ha, que representanel 20% del cultivo nacional de maíz (unas320.000 hectáreas).

En nuestro país se suceden al menos dosgeneraciones de taladro por año en algunaszonas maiceras, y según Monsanto el 80% delas zonas que lo padecen de forma endémi-ca, unas 80.000 ha que se localizan en zonasdel valle del Ebro,Albacete, Extremadura, Ma-drid, Toledo y Guadalajara, cultivan maíz Bt.Para Greenpeace la cifra se eleva a casi100.000 ha, e insisten en que muchas de laszonas susceptibles de padecer taladro nohan optado por este cultivo.

¿Desde cuándo es un problema el tala-dro? « En una agricultura no forzada, con me-nor densidad de plantas y con unos rendi-mientos de entre 5 y 7 t/ha los daños produ-cidos por el taladro no alcanzan a más del 3%de la cosecha. El taladro se ha convertido enun enemigo porque se le ha proporcionadomaíz perfectamente nitrogenado año tras año(sin alternativa, sin rotación de cultivos) yademás se han ido aplicando unos pestici-das que lo han ido seleccionando a mayor vi-rulencia», opina Carrasco.

Según la normativa comunitaria es nece-sario llevara cabo un plan de seguimiento decada modificación genética. El plan de segui-miento europeo incluye seguimiento específi-co para factores de riesgo identificados como

probables en la evaluación de riesgo para elmedio ambiente previa a la aprobación y unplan de seguimiento general para identificarla aparición de efectos adversos no previstosen el proceso de evaluación de riesgos.

En España se ha desarrollado una regula-ción específica sobre seguimiento de las va-riedades que incluyan modificaciones genéti-cas que debe abarcar un periodo de al menoscinco años, que consta de: una evaluación desu efectividad, un estudio de la posible apari-ción de resistencias a la proteína Cry1Ab enlas poblaciones de taladro, posibles efectossobre la entomofauna y microorganismos delsuelo, indicación de la superficie que deberásembrarse como refugio y programas de in-formación a los agricultores. Desde la filial es-pañola de Monsanto, Conchi Novillo, técnicode Asuntos Regulatorios, insiste en que el cul-tivo de maíz Bt, que comenzó en 2003, «po-see un historial impecable de seguridad y sinevidencia de efectos adversos para el medioambiente en los planes de seguimiento exigi-dos por las autoridades españolas».

Fauna auxiliar

Los nuevos estudios aportados por Ale-mania para presentar su reservas al cultivodel MON 810 alertan sobre daños produci-dos a la pulga de agua Daphnia magna y a lamariquita Adalia bipunctata. Llevados a caboen laboratorio, con una alimentación realiza-da exclusivamente a base de maíz MON 810,estos estudios muestran un aumento del ries-go de mortalidad, sugiriendo en ambos casosla necesidad de nuevas investigaciones.

Dahpnia magna es una de las especiestomadas como referencia de entomofauna

acuática para las pruebas de labora-torio, y desde Monsanto aseguranque en los ensayos del MON 810 nose detectaron diferencias significati-vas. En el caso del estudio de la ma-riquita, científicos alemanes hanmostrado sus reservas sobre la me-todología empleada. Por ejemplo, losestados larva nos mostraron unamortalidad significativamente mayor(49,2%) después de alimentarlascon 25 microg/ml de la proteínaCrylAb que tras alimentarlas con ladosis doble (35,8%).

Monsanto asegura que las prote-ínas Cry1Ab carecen de efectos per-judiciales sobre insectos auxiliares,

beneficiosos o en general no objetivo para laprotección del cultivo, incluyendo depreda-dores y parasitoides de plagas de lepidópte-ros o abejas. Es más, defiende incluso que losprotege, puesto que la siembra de maíz Bt re-duce el empleo de insecticidas de síntesis.

Félix Ortego, profesor de investigación delCSIC, que trabaja en la realización de los pla-nes de seguimiento del MON 810 aseguraque en estos estudios sobre entomofauna nodiana, que se realizan cada dos años en par-celas para uso comercial de maíz MON 810 ymaíz convencional « no se han observadoefectos con diferencias significativas en nin-guna de las especies observadas». Los estu-dios del CSIC también abarcan la evaluaciónanual del desarrollo de resistencias por partedel taladro sin haber hallado tampoco dife-rencias. «Estamos en los mismos niveles dehace diez años», asegura.

Ramón Albajes, catedrático de la Univer-sidad de Lleida, trabaja desde 2005 en losplanes de seguimiento del MON 810. En con-creto la UdL está evaluando los efectos en ar-trópodos no diana y los resultados obtenidoshasta ahora le permiten afirmar que no sehan detectado efectos perjudiciales sobreestos organismos.Albajes subraya que si bienAdalia bipunctata no está presente en cam-pos de maíz en las zonas españolas de lasque disponen de información, « si hemos eva-luado media docena de otras mariquitas quesí son abundantes en campos de maíz y enningún caso se han hallado diferencias entrecampos de maíz Bt y no Bt». Además, conti-núa este catedrático de la UdL «se ha vistoque la degradación o excreción de la toxina Bten el cuerpo del depredador es muy rápida yno se han detectado hasta el momento efec-

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En primer plano un campo de maíz convencional tras un ataque fuerte de taladro.Detrás, plantas de maíz de la variedad MON 810.

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tos de acumulación y biomagnificación de latoxina Bt a través de la cadena de depreda-ción aun en el caso de los insectos depreda-dores que se alimentan de presas que tienencantidades altas de toxina Bt como es el casode la araña roja del maíz».

Estos estudios, que forman parte de losplanes de seguimiento que posteriormentese remiten al MARM, los realizan, a peticiónde Monsanto, »expertos capacitados para lle-var a cabo estas evaluaciones», subrayandesde la compañía.

Las pruebas de toxicidad en el suelo, in-cluidas también en los planes de seguimien-to muestran que en la actividad amonifican-te, nitrificante y desnitrificante y la respiraciónpotencial, parámetros todos ellos vinculadosa la actividad bacteriana del suelo, tampocohay diferencias significativas en parcelas enlas que la mitad se ha sembrado con maíz Bty la otra con maíz convencional, lo que des-carta el efecto acumulativo. Estudios como elde Sims y Holden (1996) indican que la de-gradación de la toxina Bt es del 50% a los 1,6días y del 90% a los 15 días de la cosecha.

Rendimiento

En líneas generales, el maíz convencionalproduce de media unas 9 t/ha, y unas 6 t/hael ecológico, aunque consume menos inputs.En los ensayos realizados por el Grupo para laEvaluación de Nuevas Variedades de CultivosExtensivos en España (Genvce) se han encon-trado diferencias significativas de producciónen las campañas 2004, 2005 y 2006, con ín-dices productivos en el maíz Bt de un 112% demedia, si bien estas variedades también pre-sentaron mayor humedad que sus isogénicasconvencionales (hasta un 0,6% más). La redGenvce calcula una producción de 717 kg/hamás en el caso del maíz Bt que en las isogéni-cas convencionales, en una media de quinceensayos, habiendo alcanzado los mayores in-crementos en Navarra, Lleida y Girona, es decirlas zonas con mayor ataque de taladro.

Durante las campañas 2006, 2007 y2008 la incidencia del taladro fue baja, demodo que la repercusión en los rendimientosen comparación con las variedades isogénicasconvencionales ha sido menor. Según Monsan-to, las estimaciones de incremento medio decosecha empleando variedades de maíz prote-gido contra el taladro oscilan en torno al 6 ó7%, llegando incluso al 11% en aquellas zonasdonde los ataques son más importantes.

Para Ignacio Eseverry, productor de maízde Tauste (Zaragoza), «si no existiera el maíztransgénico no quedada maíz en la comarcaporque el taladro habría hecho imposible sucultivo». Eseverry que siembra anualmenteunas 30 hectáreas de maíz, lleva cultivandomaíz Bt desde hace unos 9 años (empezó conel evento Bt 176 de Syngenta, que ya no se co-mercializa). Antes sembraba híbridos conven-cionales, y habla de años en los que el taladroha dejado verdaderos desastres a su paso,porque la producción además de verse mer-mada por el ataque, había que recogerla delsuelo.»Hoy en día, eso es impensable. Lo queno cosechan las máquinas se pierde. La manode obra sería carísima».

José Antonio Pena, productor de maíz enPla de la Font (Lleida) que cultiva unas 25 hec-táreas, considera que la principal desventajaes que la semilla es más cara, entre 30 y 40euros por hectárea. Las diferencias de produc-tividad sólo se notan si hay un ataque fuerte.

El maíz Bt produce demedia un 11% más en loscasos en los que el ataquede taladro es muy fuertey además reduce losniveles de fumonisinasen el grano.

AM.

Pena dice que el récord de productividad lotiene, de hecho, con la variedad híbrida con-vencional Juanita. «Antes hacía maíz conven-cional porque lo destinaba a alimentación hu-mana yen la fábrica me exigían que fueran va-riedades convencionales, pero empecé el cul-tivo hace unos años, destinado a la fabrica-ción de piensos, y en los años que hay un ata-que fuerte de taladro sí que se nota la diferen-cia » . Hace cinco años, el taladro mermó la pro-ducción del refugio en unos 3.000 kg/ha, noscuenta José Antonio. En 2006 y 2007 volvió alas variedades de híbridos convencionales. Enesos dos años el ataque de taladro fue muypequeño, » pero el año pasado como iba asembrar más hectáreas me dio miedo, y optépor el maíz Bt por estar más tranquilo » . Esteaño ha vuelto a sembrar maíz Bt, »a ver cómose nos da», nos dice.

Fumonisinas

El maíz transgénico cultivado en la UE sepuede destinar a productos para alimentaciónhumana, aunque en su mayor parte se destinaa la alimentación animal.

Además de reducir las pérdidas que cau-san algunas plagas en almacén (Plodia inter-puntella y Sitrotoga cerealella), una de las ven-tajas del cultivo del MON 810 es que reducelos niveles de fumonisinas en los granos demaíz, dado que al disminuir los daños produci-dos por los insectos en las mazorcas, se limitauna de las principales vías por las que el hon-go Fusarium moniliforme infecta al grano.

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Miles de personas se manifestaban en Zaragoza en contra del cultivo de OMGs,tres días después del anuncio de la moratoria alemana.

Para destinar el maíz a alimentación hu-mana, la UE tiene establecido en 4 ppm el má-ximo permitido de estas micotoxinas y en 60ppm la recomendación del máximo tolerable siel destino es la alimentación animal.

Los resultados obtenidos en la red Genvcemuestran mayores contenidos en fumonisinasen los maíces convencionales, en compara-ción con los maíces Bt. Los estudios realizadosen España por Monsanto muestran una reduc-ción en el contenido de fumonisinas superior al80% en el grano de maíz Bt. Entre 2003 y2007 la Red de Alertas Alimentarias de la UEha notificado la detección de 62 casos de mi-cotoxinas. Por procedencia, el 69% era cultivoconvencional y el 31% de cultivo ecológico, yninguno de cultivo trasngénico.

Coexistencia

Considerando que hay agricultores quecultivan transgénicos -y es absolutamente le-gal hacerlo- y otros que cultivan ecológico yconvencional, desde la Unión de PequeñosAgricultores y Ganaderos (UPA) piden que seaposible y seguro hacer todas esas actividadesy para eso reclaman la puesta en marcha ya deun decreto que regule la coexistencia de distin-tos cultivos. »No puede ser que recaiga en elproductor de transgénicos la posible contami-nación a otros cultivos por falta de regulación yde marco legal. Es una obligación del Gobiernodar tranquilidad a los productores del tipo quesea. Si se autohza el cultivo de un transgénico,debe regularse que esa actividad sea segura»,señalan.

Por su parte, la Coordinadora de Organiza-ciones Agrarias y Ganaderas (COAG) se oponea este cultivo, y participaba como miembro dePlataforma Rural en la manifestación que, bajoel lema "Por una alimentación y una agricultu-ra libres de transgénicos", congregaba a milesde personas en Zaragoza el 18 de abril (tresdías después del anuncio de la moratoria ale-mana). El objetivo: solicitar una reunión con elpresidente del Gobierno, José Luis RodríguezZapatero, para exponerle la »necesidad de pro-hibir el cultivo de transgénicos en el Estado es-pañol».

¿Polinización cruzada?Entre otros argumentos, estas organiza-

ciones denuncian que algunos agricultoresque producen maíz ecológico han registradopolen de maíz transgénico en sus campos,por lo que no han podido vender su cosecha

como ecológica. ¿Hay denuncias? De los1.400 litigios que se producen anualmenteentre agricultores en ninguno de ellos se hadenunciado la detección de polen transgéni-co en variedades ecológicas. ¿Pero a quiéndenunciar?

Juan Carlos Simón es un agricultor demaíz ecológico de Tauste (Zaragoza) cuya co-secha ha sido desestimada como cultivo eco-lógico. Sembró en 2008 una parcela de 16hectáreas con semilla de la variedad Sancia-producida, según el certificado de la empre-sa Limagrain Ibérica, sin el uso de técnicas demodificación genética molecular- y semillapropia de sus cosechas anteriores en la zonaexterior del pívot, sobre una superficie deunas 2 hectáreas. Sin embargo, el análisis delas muestras tomadas de su parcela, realiza-do por el laboratorio del Centro Nacional deTecnología y Seguridad Alimentaria (Labora-torio del Ebro) para el Comité Aragonés deAgricultura Ecológica reveló la detección dematerial vegetal transgénico, de modo que hatenido que comercializar como convencionalla producción cosechada en febrero de esteaño, a un precio un 30% inferior.

Este año han sido dos los productores dela comarca de Tauste cuya producción hasido desestimada como ecológica, » práctica-mente los dos únicos que quedamos a granescala; muchos productores han abandona-do el cultivo por miedo a ser contaminados»,nos cuenta Juan Carlos. Según Juan FelipeCarrasco en los nueve años que lleva con lacampaña ha registrado casos documentadosde unos treinta agricultores.

Al final de la entrevista es Juan Carlos elque nos pregunta: »a a quién denuncio? ¿A

mis vecinos? ¿A la multinacional que ha in-ventado el evento? ¿A la marca de la varie-dad comercial? ¿Al distribuidor'?».

Más allá del enfrentamiento en el entornosocial, o el coste de un proceso judicial, razo-nes nada desdeñables, »en España -afirmandesde Greenpeace- no hay marco legal quepermita denunciar correctamente porque laDirectiva de Responsabilidad Ambiental eserrónea en su acercamiento a los transgéni-cos y la transposición española aún más».

Felix Bailarín es otro agricultor de maízecológico de la localidad de Sariñena (Hues-ca) que ha tenido varios casos de contamina-ción de su cosecha con trazas de OMG. La pri-mera vez su caso fue supervisado por perso-nal del entonces Ministerio de Agricultura y larespuesta fue que había seguido mal el pro-tocolo para la selección varietal del maíz rojoautóctono de la zona, aunque él defiende queutilizó el mismo sistema de selección quedesde generaciones han utilizado los agricul-tores para disponer de la diversidad de culti-vos que hoy disfrutamos. «Yo no soy el res-ponsable de que ahora ese sistema de selec-ción entrañe el riesgo de contaminación ac-tual » , subraya. Dos años después, sembran-do con semilla certificada ecológica de Pio-neer (producida en países donde no se culti-va maíz OMG), le volvieron a descalificar lacosecha de una parcela de más de 7 ha.

Según datos del Comité Aragonés de Agri-cultura Ecológica (CAAE) el maíz ecológicoestaba creciendo en torno al 100% anual enla comunidad autónoma hasta el año 2003,momento en el cual empezó a descenderhasta ver reducida su superficie en torno a un75% en 2007. ¿Un 75% de qué? Según

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fuentes del Ministerio, el maíz ecológico enAragón rondaba las 100 hectáreas en 2005.

«Por las posibles situaciones de contami-nación que se pudieran dar -nos cuentandesde el CAAE- se empezaron a realizar ana-líticas de transgénicos en maíz procedente deagricultura ecológica. En 2004 el 100% delas muestras tomadas resultaron positivas, el40% en 2005, el 50% en 2006, el 60% en2007 y el 35% en 2008 » . Ahora bien, la pre-sencia de material transgénico admitida porlos comités de agricultura ecológica para co-mercializar esa cosecha como ecológica es loque se denomina cero técnico (un 0,1% ensupuestos de contaminación inevitable y ac-cidental).

Sin armonización comunitariaPrecisamente uno de los temas que ha

salido de nuevo a la palestra es la necesidado no de regular la coexistencia de cultivos tra-dicionales y transgénicos. Actualmente quin-ce EE.MM disponen de legislación específicaen coexistencia, y tres países están elaboran-do proyectos legislativos en este ámbito.

Según el segundo informe sobre coexis-tencia de la Comisión Europea publicado acomienzos del mes de abril, los cultivos OMGno han causado ningún perjuicio demostra-ble a los no modificados genéticamente exis-tentes, por lo que continúa considerando queson los Estados miembros los que deben es-tablecer sus propias normas, aunque algu-nos países, como el nuestro, insisten en quesea la CE la que armonice esta normativa anivel comunitario.

España es uno de los doce EE.MM que nodispone de normativa nacional al respecto, elúnico de los seis países comunitarios que en2008 cultivaban maíz OMG, y el hecho deque Ministerio de Medio Ambiente y MedioRural y Marino no tome cartas en el asuntopodría llevarnos a la publicación de diecisie-te normas distintas de coexistencia.

Días después de que se anunciara la pro-hibición alemana, Euskadi, que preside laRed Europea de Regiones Libres de Transe--nicos, ha dado un paso al frente y acogiéndo-se precisamente a la normativa de coexisten-cia, ha publicado una orden para impedir de

facto el cultivo de transgénicos en todo el PaísVasco, aseguran desde el Gobierno regional.

Hasta este momento y según datos de laorganización Amigos de la Tierra, en Españase han declarado zonas libres de OMGs lascomunidades autónomas de Canarias, Bale-ares, Asturias y País Vasco y un centenar demunicipios de diversas autonomías. No obs-tante, de estas cuatro comunidades sólo enAsturias y en País Vasco se puede considerarla presencia de taladro pero con una inciden-cia muy baja. Por lo demás, la declaración dezona libre de transgénicos es legítima, perotambién alegal. Esto es, que si un agricultorde cualquiera de estas autonomías o munici-pios quisiera cultivar maíz transgénico, po-dría.

Por su parte, los miembros en España dela Federación Internacional de Movimientosde Agricultura Ecológica han denunciado que«las medidas para autorizar la liberación co-mercial de variedades de maíz transgénico enEspaña han ocasionado muchos casos decontaminación en maíz de producción ecoló-gica en Aragón, Castilla-La Mancha, Catalu-

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ha, Navarra y se desconoce el impacto en elmaíz convencional. En los casos de contami-nación de maíz ecológico, a pesar de habersepuesto en conocimiento de las autoridadesautonómicas y estatales, éstas lo han ignora-do o no se han interesado por estudiarlos».

Según fuentes del Ministerio solo se hanpuesto en su conocimiento tres casos entrefinales de 2004 y comienzos de 2005. El pri-mero de ellos en una explotación de Albace-te, en el que se descartó la transferencia depolen porque el campo vecino era convencio-nal. En el segundo caso, el de Felix Bailarín,técnicos del MAPA acudieron y tomaronmuestras de un número importante de ma-zorcas, y constataron que había diferentes ti-pos de mazorcas, en el propio campo del agri-cultor ecológico, tanto híbridas como de maízrojo y al efectuar un análisis de las plantas sedetectó que había plantas sembradas de doseventos transgénicos (Bt 176 y MON 810),así como de plantas no Bt. Finalmente elMAPA acudió también a una explotación eco-lógica de Urgell (Lleida) pero, «cuando llega-mos el campo ya estaba cosechado, demodo que nos negamos a tomar muestrasdel grano que estaba en una nave » . Ningunode los casos permitía afirmar que se hubieraproducido una polinización cruzada.

El Ministerio realiza unos mil análisis alaño de lotes de semillas convencionales demaíz y algodón que se producen e importan ylos resultados de esta campaña son negati-vos a una presencia superior al 0,3% de MON810, en el caso de semillas de maíz, y son to-talmente negativas en el caso del algodón.

¿Dónde empieza la distanciade seguridad?

Greenpeace rechaza hasta el apelativode coexistencia porque según esta organiza-ción la coexistencia no es posible ni legal, nipolítica, ni técnica, ni agrícola y ni ambiental-mente. ¿Cómo poner barreras al campo?

Desde hace años el Gobierno (una vez elPP y cinco el PSOE) ha intentado sacar ade-lante un Real Decreto de coexistencia, peroha sido imposible alcanzar un consenso so-bre infinidad de aspectos, entre ellos, las dis-tancias de seguridad. «Empezaron con 20metros y llegaron hasta 150 ó 200 metros enlos últimos borradores, cuando los análisismás conservadores hablan de entre 3.000 y4.000 metros lo que se puede desplazar elpolen de maíz sin la intervención de seres vi-vos como las abejas » apunta Carrasco.

La normativa comunitaria exige que seaetiquetado como OMG cualquier productoque contenga OMGs o derivados de OMGs enun porcentaje superior al 0,9% (cada uno delos ingredientes individualmente). Sin embar-go, los comités de agricultura ecológica nocertifican como producción ecológica aque-llo que comprueban con "presencia de mate-rial transgénico", sin cuantificarlo.

España es el único paíseuropeo productor demaíz Bt que carece deuna norma decoexistencia específicaentre cultivostransgénicos,convencionales yecológicos.

« El cero absoluto es muy difícil de conse-guir» , nos cuenta José Ignacio Ortega, jefe deÁrea de Biotecnología Varietal de la Oficinade Variedades Vegetales del MARM, pero enlos análisis que ha hecho el Ministerio, en en-sayos de coexistencia realizados en Aranjuez(Madrid) entre 2003 y 2005 (con distanciasde 50 metros y cuatro líneas de zona tam-pón) se ha demostrado que una presencia in-ferior al 0,9% es posible; es más, el resultadoen estos ensayos fue de un 0,14% de OMGscon variedades que florecían a la vez, si bienen los bordes de la parcela no superaba el1,4% de presencia de OMGs.

A falta de Real Decreto solo existen reco-mendaciones. Los estudios llevados a cabopor Quima Messeguer del IRTA de Cataluña,muestran que para evitar que el porcentaje degrano procedente de polinización cruzada al-cance el 0,9% basta con una distancia entrecultivos de 20 metros o una diferencia en lasiembra entre la parcela de maíz Bt con la par-cela de al lado de cuatro semanas para lassiembras de abril y dos semanas para lassiembras de mayo. Además de la distanciatambién hay que tener en consideración laviabilidad del grano de polen de maíz, que esde horas según Messeguer.

Las Guías de Buenas Prácticas de Mon-santo y de la Asociación Nacional de Obtento-

res Vegetales (Anove) recomiendan sembrarrefugios a todos los agricultores que vayan acultivar más de 5 hectáreas de maíz Bt, paraevitar que el taladro desarrolle resistencias. Larecomendación es sembrar con maíz conven-cional un 20% de la superficie sembrada conmaíz transgénico. Según Monsanto alrededordel 80% de los productores que cultivan varie-dades derivadas del evento MON 810 respetala siembra de refugios.

A fin de facilitar la coexistencia con otrotipo de cultivos, Monsanto recomienda sem-brar el refugio en la zona limítrofe con la zonavecina si es que ésta última es de producciónecológica, «así el refugio hace de barrera, evi-tando que el polen pase a la parcela vecina».En concreto recomiendan sembrar una bandade doce líneas de maíz convencional en elcaso de que la parcela vecina esté a menos de20 metros, vayan a coincidir las épocas desiembra y el productor vecino comercialice sucosecha como ecológica. Para Messeguer,esa distancia es más que suficiente porque elflujo se acumula en los bordes de la parcela ydisminuye hacia el interior del campo. Desdeel MARM se aconseja que los refugios sesiembren con la i9ágenica convencional de lavariedad transgénica sembrada.

Patentes en espera

El viaje de un evento transgénico a travésde la burocracia comunitaria desde la valida-ción por parte de la [ESA de la documenta-ción presentada por la empresa que solicita laautorización, hasta que llega al Consejo de mi-nistros de los Veintisiete, es infinito. La ausen-cia de mayoría cualificada ni a favor ni en con-tra en las votaciones que se realizan sobreeventos OMGs en el Comité Permanente de laCadena Alimentaria y posteriormente en elConsejo de ministros de MedioAmbiente de laUE deja en manos de la Comisión la últimapalabra desde hace años. Desde 1999 sólose han aprobado OMGs para su importación,pero no para su cultivo.

En estos momentos hay dos eventos demaíz que han solicitado autorización para sucultivo, a las puertas del Consejo de ministrosde la UE, el Bt 11 de Syngenta y el 1507 dePioneer Hi-Bred, cuya votación podría realizar-se en el Consejo de Ministros de Medio Am-biente del 25 de junio. No obstante, teniendoen cuenta la proximidad de las elecciones enla Eurocámara y la renovación del Colegio deComisarios, su votación podría posponerse.•

Ci3 VidaRURAL (1/Junio/2009)