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N E C R O L O Q I A MONSEÑOR TEOFILO AYUSO MARAZUEL A El 18 de septiembre del pasado año moría repentinament e en la ciudad de Zaragoza el ilustre segoviano monseñor Teófíl o Ayuso Marazu, ,; a, canónigo lectoral de aquella Catedral y pre- lado doméstico de Su Santidad . La noticia inesperada de s u muerte produjo en todos los que le conocíamos v admirába - :nos una impresión dolorosa . Porque el Dr . Ayuso, figura des- acada del clero secular, personalidad eminente de la intelec- tualidad española, autoridad indiscutible y de renombre mun- dial dentro de los estudios bíblicos, investigador y teólogo , ' :íistoriador y poliglota, era uno de esos hombres excepcionales , capaces de influir decisivamente y dejar huella imborrable e n :a cultura de una época . Su desaparición constituye una pérdi- da irreparable y deja un vacío muy difícil de llenar . No es extraño que prensa y radio, publicaciones y revistas , dentro v fuera de nuestras fronteras, se hicieran eco de la trist e noticia al mismo tiempo que dedicaban a su persona y a s u obra los más cálidos elogios . Esta Academia de Historia y Art e de San Quirce, que se honraba teniéndole en su seno, com o miembro correspondiente, siente la imperiosa obligación d e asociarse, sincera y entrañablemente, al unánime concierto d e elogios que en tan diversos sectores y por tan distintos medio s se han tributado al ilustre compañero que tanto enalteció a nuestra corporación y tanto prestigio supo dar a la cultura y a la tierra en que nació . Y voy a ser yo, sin más títulos que los sacerdotales víncu - Ios que a él me unen, quien en nombre de todos mis compañe- ros de Academia deje constancia en ESTUDIOS SEGOVIANO S del testimonio de nuestro más profundo dolor y rinda en esta s páginas, como va lo hice en el acto inaugural del nuevo curso , el elogio póstumo a la egregia figura desaparecida en plena ma - durez, cuando todavía podíamos esperar mucho de su talent o privilegiado, de su enorme capacidad de trabajo y del inmens o caudal de materiales científicos acumulados con tesonero es - - 527

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N E C R O L O Q I A

MONSEÑOR TEOFILO AYUSO MARAZUELA

El 18 de septiembre del pasado año moría repentinament een la ciudad de Zaragoza el ilustre segoviano monseñor Teófíl oAyuso Marazu, , ; a, canónigo lectoral de aquella Catedral y pre-lado doméstico de Su Santidad. La noticia inesperada de s umuerte produjo en todos los que le conocíamos v admirába -:nos una impresión dolorosa . Porque el Dr . Ayuso, figura des-acada del clero secular, personalidad eminente de la intelec-tualidad española, autoridad indiscutible y de renombre mun-dial dentro de los estudios bíblicos, investigador y teólogo ,':íistoriador y poliglota, era uno de esos hombres excepcionales ,capaces de influir decisivamente y dejar huella imborrable e n:a cultura de una época. Su desaparición constituye una pérdi-da irreparable y deja un vacío muy difícil de llenar .

No es extraño que prensa y radio, publicaciones y revistas ,dentro v fuera de nuestras fronteras, se hicieran eco de la trist enoticia al mismo tiempo que dedicaban a su persona y a s uobra los más cálidos elogios . Esta Academia de Historia y Art ede San Quirce, que se honraba teniéndole en su seno, com omiembro correspondiente, siente la imperiosa obligación d easociarse, sincera y entrañablemente, al unánime concierto d e

elogios que en tan diversos sectores y por tan distintos medio sse han tributado al ilustre compañero que tanto enalteció anuestra corporación y tanto prestigio supo dar a la cultura y ala tierra en que nació .

Y voy a ser yo, sin más títulos que los sacerdotales víncu-Ios que a él me unen, quien en nombre de todos mis compañe-ros de Academia deje constancia en ESTUDIOS SEGOVIANOSdel testimonio de nuestro más profundo dolor y rinda en esta spáginas, como va lo hice en el acto inaugural del nuevo curso ,el elogio póstumo a la egregia figura desaparecida en plena ma -durez, cuando todavía podíamos esperar mucho de su talent oprivilegiado, de su enorme capacidad de trabajo y del inmens ocaudal de materiales científicos acumulados con tesonero es -

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ESTUDIOS SEGOvIANOS

fuerzo a través de pacientes investigaciones en archivos, centro sde estudio. monasterios . catedrales, etcétera, de España y de lextranjero .

Querer resumir en pocas palabras lo mucho que cabri adecir de don Teófilo Ayuso resulta tarea harto difícil, pues surecia perscr_aiidad y su ingente labor científica, a lo largo d euna vida enteramente consagrada al estudio, ofrecen tal varie-dad de matices y un campo tan dilatado, que exigirían much omás tiempo y espacio que el que yo puedo y debo emplear e nuna breve nota necrológica . Procuraré reducir a una síntesi scasi esquemática la vida y la obra de nuestro ilustre paisano .

Nació don TeofiIo el 5 de marzo de 1906 en el seno de un afamilia humilde del pueblo segoviano de Valverde del Majano .En el año 1918 ingresa en el Seminario diocesano, donde curs ócon lucimiento extraordinario y con las máximas califica-ciones en todas las asignaturas los cuatro años de Latín y Hu-manidades v los tres de Filosofia . Pensionado por la diócesi smarchó a Roma en noviembre de 1925 para proseguir en l aUniversidad Gregoriana la carrera sacerdotal . Alumno destaca-do del Colegio Español pasa en la Ciudad Eterna los años qu emayor influencia habrían de ejercer en su formación piados ay científica y en el rumbo definitivo que daría a su vida . A par-tir de entonces comienza su brillante carrera que le iba a situa rentre los más sólidos valores del clero católico .

Bachiller en Derecho Canónico en 1927, doctor en Filosofí apor la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino, docto ren Sagrada Teología en 1929 por la Universidad Gregoriana .licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bí-blico en 1931 y candidatus ad Laureara en 1932 . Estos son lo sgrados académicos que obtenidos en buena lid en los más pres-tigiosos centros eclesiásticos del mundo le capacitarían para e ldesempeño de puestos y cargos relevantes en la jerarquía ecle-siástica y en la docencia de las disciplinas sagradas .

Ordenado de sacerdote en Roma, aún coatinúa allí dos añoscompletando sus estudios y al regresar a Segovia, su diócesi sde origen, es nombrado cura ecónomo de la parroquia de Sa nAndrés y profesor del Seminario . Muy joven aún, a los 32 años ,es promovido a la canongía lectoral de Zaragoza en agosto de

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N ECROLOGI A

1933, siendo nombrado también por el prelado de esa archi-diócesis profesor de Sagrada Escritura en el Seminario .

Al servicio de todos estos cargos pone el Dr . Ayuso su ju-ventud, su dinamismo, su celo sacerdotal . su sólida formaciónteológica y escrituristica y muy pronto el canónigo lectoral d eZaragoza es conocido en los más diversos medios intelectuales ,su palabra elocuente es escuchada en Ios púlpitos de España ,da conferencias, toma parte en reuniones y congresos y su nom =bre figura entre los colaboradores más asiduos de revistas ypublicaciones de la máxima categoría científica .

La producción literaria del Dr . Ayuso Marazuela difícil -mente puede ser resumida en pocas lineas . Dejando a un lad oinnumerables folletos, artículos, discursos y conferencias, va-mos a fijarnos únicamente en tres grandes y voluminosas obras ,suficientes para acreditar la calidad científica y el esfuerzo gi-gantesco del hombre que las produjo .

1 . La vetos Latina Hispana.—Proyectada en principio par apublicarse en ocho grandes tornos tuvo que dividir, por poste-riores ampliaciones, algunos de ellos, el quinto por ejemplo, e ntres volúmenes más . Solamente la tenacidad y el entusiasm odel Dr. Ayuso pudieron vencer las enormes dificultades técni-cas que la publicación de esta colosal obra llevaba consigo .Necesitó fundir caracteres nuevos (griegos, hebreos, etc .) y bus-car especialistas que pudieran realizarla .

Deja publicados el tomo I dedicado a prolegómenos, el V ,dividido a su vez en tres tomos, dedicado al Salterio y ultima-mados totalmente los restantes .

De esta obra, que causó un impacto de admiración y sor -presa en los ambientes científicos del mundo y que le valió e lpremio «Francisco Franco» del Consejo Superior de Investiga-ciones Científicas del año 1950, se ocuparon con elogio escritu-ristas calificados . «Obras de la importancia de ésta, escribió e lactual Patriarca-Obispo de Madrid . Dr. Eijo y Garay, no se re -piten dentro de una misma generación y difícilmente en u nmismo siglo. En este sentido puede decirse que la «Vetus Latin aHispana» es, al menos hasta ahora, la conquista literaria del si-glo . . .» Y el ilustre P. Sover añade: « . . .esta obra es vastísima, gi-gantesca. Lo es por su dimensión, por razón de las fuentes, por

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ESTrD1OS SEGO-:IXNO S

su copiosisima bibliografía» . Y en la prestigiosa revista «Razó nv Fe», el P. Granero escribió : «Al nombre del Dr. Ayuso ten-drán en adelante que descubrirse los sabios ubique terrarwn- .

II . La segunda obra, a la que queremos nada más qu ealudir, es la Poliglota Matritense. En colaboración con otrosprofesores v personalidades científicas dirigía la edición de est agrandiosa obra, de la que ya han visto la luz varios volúmenes .El llevaba personalmente la parte latina .

HL—La tercera obra, que deja sin publicar, pero con tod oel material dispuesto y acabado, es un estudio exhaustivo sobr ela Venida de Santiago Apóstol a España . Alguien que tratóíntimamente al Dr . Ayuso me ha informado que se trata de r ntrabajo que venía preparando con verdadera ilusión desd ehace tiempo y que promete ser decisivo en tan apasionantecuestión. La obra, monumental como todo lo suyo, consta d edos gruesos volúmenes . En ellos ha volcado su pasmosa erudi-ción y su entrañable amor a la Virgen del Pilar y al Santo Pa -trono de España .

Con ella pensaba obsequiar a su íntimo amigo, el Cardena lQuiroga y Palacios, Arzobispo de Compostela, en el año jubila rjacobeo de 1965 .

Debe destacarse también en el Dr . Ayuso su condición d epolíglota . Hablaba el italiano, el francés, el inglés, el alemán, vnaturalmente los idiomas propios de su especialidad, como e llatín, el griego, el hebreo y el arameo .

Poseía una biblioteca riquisima, con más de cinco mil vo-lúmenes v alrededor de cincuenta mil microfilms, en los quehabía ido impresionando en sus visitas a los museos y archivo smás célebres del mundo manuscritos y fragmentos de códice srarísimos, únicos y, algunos, como los de Montecasino, desapa-recidos después en sus originales en la última guerra mundial .

Tal es, a grandes rasgos, la obra verdaderamente gigantes -ca de este esclarecido segoviano . Abruma pensar lo que todaví ahubiera podido llevar a cabe, si la muerte no nos lo hubieraarrebatado tan pronto .

Los grandes méritos de una vida joven pero cuajada d efrutos espléndidos, fueron reconocidos por los organismos má srepresentativos de la Iglesia y del Estado . Y así, es nombrad o

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N ECROI, oGI A

Prelado Doméstico de S . S., Prefecto de Estudios del Seminari oMetropolitano, profesor y director espiritual de la Universida dde Zaragoza, Vocal Consejero del PIeno por el Patronato «Rai-mundo Lulio» del Consejo Superior de Investigaciones Cientí-ficas, Vocal de la Delegación del mismo en la capital de Aragón ,Director del «Seminario filológico Cardenal Cisneros», colabo-rador del «Instituto Francisco Suárez», Vocal religioso del Pa-tronato Juan March, miembro correspondiente de la Universi-dad Popular, hoy Academia de Historia v Arte de San Quirce ,etcétera .

Y no solamente en España, sino en el extranjero . es reco-nocido el valor auténtico de la obra del Dr. Ayuso. Y fué la másalta entidad de cultura bíblica de Estados Unidos, la «Socieda dde Literatura y Exegesis Bíblica» totalmente aconfesional yeminentemente científica, a la que pertenecen hombres ilustresde diversas confesiones, cristianas y judías, la que le eligió en-tre sus miembros . El número reducido, dieciocho en todo e lmundo, de individuos pertenecientes a esta sociedad, constitu-ve una garantía y un reconocimiento de la valía extraordinari ade quienes son acogidos en su seno . En la actualidad nuestr oilustre paisano era el único español que ostentaba tan preciad ohonor. Y el pasado año S . S. Juan XXIII creó una cátedra espe-cial en la Universidad Lateranense de Roma para que monse-ñor Ayuso explicara algunas lecciones de Exégesis de la Bibli aHispana . `o podía encomendársele una tarea que más le agra-dara. A ella se entregó con verdadera ilusión . Y ya tenía ulti-mado el programa para desarrollarlo en este curso, cuando l amuerte le sorprendió en vísperas de su viaje a Roma, dond ehabría de prestar también valiosos servicios a varios prelados ,que habían reclamado su asesoramiento con motivo del Conci-lio Ecuménico .

A todo esto habría que añadir los premios conseguidos ylas condecoraciones y honores, que a lo largo de su vida l efueron otorgados. Ya de seminarista obtuvo primeros premios.en certámenes literarios en el Seminario de Segovia, Academi aMariana de Lérida y en Roma le fué concedida la medalla d eoro del Cardenal Merrv del Val .

Poseía la Cruz Laureada colectiva de San Fernando por s u

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E>rummos SEGovI .axos

actuación en los primeros días de la Cruzada en el Alto de lo sLeones de Castilla . Encomienda con placa de Alfonso X el Sa-bio. Medalla de oro de la ciudad de Zaragoza y de Constanz a(Suiza) . Victor de plata del S . E. U. Premio «Francisco Franco »del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, al que an-tes hemos hecho referencia . Premio Juan March, el primero-que se concedió en Ciencias Eclesiásticas y que sirvió para co-locar a don Teófilo Ayuso en el primer plano de la actualida dv consagrarle como la máxima figura de la intelectualidad ecle-siástica de España. Medalla de oro de la ciudad de Segovia, hij opredilecto de la provincia v de su pueblo natal, Valverde delMajado, que le dedicó además una de sus calles, etcétera ,etcétera .

Este breve bosquejo de la vida y personalidad del Dr . Ayu-so quedaría incompleto si no dijéramos algo de sus grandescualidades humanas. El perfil humano de don Teófilo podría-mos enmarcarlo dentro de los rasgos característicos de la tierra ,dura v austera, que le vió nacer . Parecía a primera vista hombr eáspero y seco, pero tratado de cerca, era en el fondo, sencillo .abierto a los amigos y de una simpatía desbordante .

Su agilidad mental, su visión rápida y clara de las cosas ,su enorme cultura dentro de su especialidad y en otros mucho scampos del saber humanó, le daban un aire de superioridad ,que transcendía espontáneamente v sin él pretenderlo, en s uconversación y hasta en sus actitudes y gestos. Rectilíneo y poc oamigo de convencionalismos, fué tachado por algunos de in-transigente y terco en defender sus opiniones e imponer su scriterios . Sin embargo eso era la fachada, muy otra la realidad .En su trato familiar y con los amigos mostrábase afable, cari-ñoso y sabía condescender fácilmente a los deseos de los de -más. El cumplimiento del deber v un concepto insobornabl ede la verdad y de la justicia fueron norma indeclinable de s uactuación en cuantos cargos delicados v de responsabilida ddesempeñó . Formó parte de tribunales y jurados, pero jamás in-fluyeron en sus decisiones y fallos las múltiples recomendacio-nes con que le atosigaban amigos y conocidos . Este sentido ri-guroso y exacto del deber y de la justicia hacíale eaigenle co nlos demás y más de una vez le acarreó disgustos v fué ocasió n

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Y E C E O L O G t A

para que se alejaran de su amistad quienes pretendían encubri rcon ella alguna injusticia .

Así era don Teófilo . Sincero, sin restricciones mentales .Claro, sin hipocresia . Recto, sin recovecos. Intransigente antela mentira y con un sentido exacto e insoslayable de la justicia .Acaso pudo tener más amigos, pero prefirió ser consecuent econsigo mismo y con la norma inflexible a la que ajustó en cad amomento los actos todos de su vida .

Nacido en esta tierra seca y dura de Castilla asimiló per-fectamente en sus largos años de permanencia en Zaragoza la snobles cualidades del alma aragonesa . Y en esta fusión de Cas-tilla y Aragón se plasmó el perfil humano de don Teófilo . Fuétodo un carácter, todo un hombre . Un hombre de una pieza ,dura y al mismo tiempo clara y transparente como el cristal .

Para terminar quiero referirme, siquiera brevemente, a loque constituía para él el mayor tesoro, el honor más preciado ,la más noble ejecutoria de su vida : su sacerdocio . Vivió intensa-mente y amó apasionadamente su sacerdocio por encima detodos los demás valores y dones, con que Dios Nuestro Seño rquiso dotarle tan pródigamente. Por encima de toda esa aureol ade honores, de premios y de éxitos que le acompañó a su pas opor este mundo . Por encima de todo, él se sabía poseedor d ealgo mucho más substancioso y transcendente : el carácer sacer-dotal, impreso en su alma indeleblemente y situado a una altu-ra que domina todos los acontecimientos humanos y a la queni la muerte misma puede llegar . Monseñor Ayuso fué un sacer -dote piadoso y ejemplar. Supo conjugar maravillosamente suenorme capacidad de trabajo, su dedicación constante al estu-dio, su entrega apasionada a la investigación, a la cátedra y aotras muchas y variadas tareas apostólicas, culturales y docen-tes con una intensa vida interior y con una vivencia auténtic ade la perfección sacerdotal . Sacerdote celoso, aún recuerda nlos feligreses de San Andrés la extraordinaria Iabor pastoral d equien les dedicó las primicias de su apostolado .

Don Teófilo, sabio y virtuoso, celoso y trabajador, era elsacerdote cabal y perfecto . Dios le ha llamado para premiarl euna vida totalmente gastada en su servicio . Descanse en paz e linfatigable trabajador, el eminente hombre de ciencia, el insig -

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&STrDIOS SÉGOVIANO S

ne escriturista, el ejemplar sacerdote . Para él nuestra oració nfervorosa, nuestro recuerdo cariñoso v entrañable, como un aflor, que cortada en la tierra que le vió nacer y a la que él tant oamó, se deshoje sobre la tierra que le adoptó y que, piadosa ,ha recogido sus restos para guardarlos con cariño hasta eI dí ade la Resurrección .—HinAruo S.A`z v SALAZ .

EL PINTOR CRISTOBAL RUI Z

Hacia 1926, vivió en Segovia una larga temporada el pinto rCristóbal Ruiz, nacido en Villacarrillo en 1881 y fallecido en tie-rras americanas en 1962 . Sus cuadros llenos de lirismo y de gra-cia, luminosos y de suaves colores, le dieron merecido presti-gio, pues revelaban una personalidad original, muy fina y sen-cilla, equivalente en la pintura a la prosa de Azorin y a la poesí ade Juan Ramón Jiménez, a quien acompañó en sus últimos días,en Puerto Rico .

Su cuadro Segovia, de la colección del doctor Vital Aza, enMadrid, es uno de los más bellos que se han pintado de la ciu-dad, con la Catedral dorada surgiendo de los trigales maduros .Uno de sus temas predilectos fué la montaña de la Mujer Muer-ta, que copió repetidas veces . No fueron muchos sus óleos sego-vianos, pero son capitales en la interpretación pictórica d enuestro país. También hizo un retrato de cuerpo entero a do nAntonio Machado, cuyo paradero ignorarnos .—M. Q.

DON FLORENTINO SORI A

Con bastante retraso hemos sabido el fallecimiento de un ode los fundado res de la Universidad Popular Segoviana, do nFlorentino Soria González, acaecido el 11 de septiembre de 1961 .Había nacido en Avilés, el 6 de junio de 1884 . Hijo de un dis-tinguido artista, de él recibió las primeras enseñanzas de dibu-jo, que prosiguió en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudadnatal y más tarde en la de San Fernando, de Madrid, en la sec-ción de Pintura. El 13 de febrero de 1909, ganó por oposició nla plaza de profesor de Dibujo del Instituto de Baeza, de dondepasó en 1913 al de Segovia, hasta 1922, en que fué trasladado a

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Gijón, centro en el que sirvió hasta ser jubilado por edad . Comoindicamos, fué uno de los fundadores de nuestra UniversidadPopular, donde dió tres cursos de Dibujo y colaboró en la ex-posición artística de 1922 .

Era don Florentino Soria, como otros dos hermanos suyo stambién catedráticos de Dibujo en Institutos, un notable pintor ,principalmente paisajista. Sus cuadros son casi todos de ambien-te asturiano, gratos y jugosos de color . En Segovia pintó poco ,pues no pasaba en la ciudad sus vacaciones estivales, pero com-puso algunos lienzos muy estimables, como Puesta de sol en e lEresma, El mirador de San Juan de la Cruz (desde las Peñas Gra-jaras), Ultimas destellos (crepúsculo vespertino en la Alameda) ,El rebaño (pintado desde San Lorenzo, con la ciudad al fondo),El alcalde de Palazuelos, La reata (en la ronda de Santa Lucia) ,La puerta de San Cebrián, Rincón segoviano (San Nicolás), LosTemplarios, Segovia, Campo castellano, Apunte del Eresma, La ca-rretera de Zamarramala, Rocas de San Vicente y otros .

Además de ser un distinguido profesor y artista, era do nFlorentino Soria persona de sólida formación moral, maestr obondadoso y amigo leal . El hecho de que fuera uno de los com-pañeros más estimados y queridos de don Antonio Machado, enBaeza y en Segovia, ya dice bastante en su elogio . Cuantos l econocimos guardamos un grato recuerdo de su inteligencia ysu caballerosidad .—M . Q.

MARTI ALONS O

Manuel Martí Alonso, muerto el 21 de septiembre de 1962 ,en su dehesa de Bascarrabal, junto a Avila, era hombre de agu-do talento y viva imaginación, con envidiable aptitud para e larte. Cultivó la pintura, la caricatura, el periodismo, el teatro ,como autor y actor, y triunfó en todas estas actividades ; y aúnhubiera sido mayor su éxito, si hubiera persistido en sus afi-ciones. Aunque fué más conocido como autor dramático, pue sestrenó obras que se hicieron populares, su vocación funda-mental era la de pintor.

En Segovia residió algunos años, no muchos, hace mediosiglo, cuando su padre era coronel del Regimiento de Sitio y

ESTUDIOS SEGO''IA`o s

dos hermanos suyos cadetes en la Academia de Artilleria . Algodesorientado sobre su profesión, pues no había terminado su sestudios de Derecho, preparó por entonces las oposiciones ainterventor del Estado en ferrocarriles, cargo que obtuvo y qu edesempeñó en Madrid, Valencia, Avila y otras poblaciones .

Su paso por nuestra ciudad no fué -infecundo, pues contri-buyó al florecimiento intelectual de aquellos años, en que e ltaller de don Daniel Zuloaga, en San Juan de los Caballeros ,era visitado por escritores de renombre universal, pintaban e nel palacio de Cheste los hermanos Zubiaurre, publicaba Juliá nOtero su Itinerario sentimental, ilustrado por Martí ; aparecían loslibros de versos de Llovet y Contreras, regentaba Rodao la pá-gina literaria de «El Adelantado de Segovia)), animaba el docto rGila los últimos años del «Diario de Avisos», y surgía un nutri-do y valioso grupo de pintores y poetas . Manolo Martí se distin-guió entonces corno caricaturista, primero con la exposición d eunas figuritas recortadas en madera, que representaban los per -sonajes locales, exhibidas en la platería de Duque y en la conti-teria de Bausa; y más permanentemente con la edición de lsemanario festivo «Gutiérrez», dibujado sólo por él y escrito ensu mayor parte, donde se comentaba con ingenio y sin acritud ,la vida social y política de la provincia . Además del Itinerario,de Otero, ilustró Martí Alonso parte de El Alcázar de Segovia, deOliver Copons y dibujó una bella portada para el libro Poemasarcaicos, de Juan de Conteras.

Pintó por entonces varios cuadros de intenso colorido y d evivo carácter sobre rincones y tipos segovianos, a modo de be-llas vidrieras, algunos de los cuales se expusieron en los Salo-nes de Humoristas de 1918 y 1919, y se reprodujeron en «L aEsfera», como Mercado en la plaza de Segovia, Castilla la dorada ,Los santeros, La calle Real, El alcalde, Los mendigos, etc. Dos cari-caturas acertadamente compuestas de los salones del Casino d eLa Unión, se conservan en este centro . Más tarde, obtuvo e lprimer premio y un accesit en el concurso de carteles anuncia -dores de Segovia, convocado por la Junta de Turismo, muy lu-minosos y bellos, pero que siguen inéditos porque la Junta, alrenovarse, prefirió otro de inferior calidad . Manolo Martí fuéel iniciador del monumento a don Daniel Zuloaga, esculpido

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por Barral, que se erigió en la plazuela de la Mercedy -despuésse trasladó a la de Colmenares .

Martí, pocos días antes de su muerte, estuvo unas horas e nSegovia, acompañando a un amigo abulense . Fué su despedidade la ciudad que él había amado siempre y en la que residió e nsus años juveniles. Ya estaba amenazado por el mal incurable ,pero vivaz y ágil a pesar de sus setenta y cuatro años. Tuve lasuerte de conversar con él y de que me manifestara su emoció npor el estudio de Peñalosa sobre Segovia, motivo pictórico, dondese le menciona con el debido elogio . Evocamos, como viejosamigos, los años pasados y aun proyectamos ulteriores encuen-tros, sin sospechar que no habrian de realizarse .—M. Q.

DON GABRIEL BORNA S

Un distinguido segoviano, don Gabriel Bornás y de Grgu -Ila, falleció en Pontevedra el 20 de agosto de 1962, víctima deun accidente de automóvil . Había nacido en nuestra ciudad acomienzos del siglo y cursó con brillantez la carrera de Inge-niero agrónomo, en la que alcanzó los puestos más elevados ,pues fué secretario general técnico del Ministerio de Agricultu-ra y Director general del ramo, donde desarrolló una inteli-gente labor. Sus compañeros le designaron presidente de suAsociación y también lo fué de la Comisión Internacional d eIndustrias Agrícolas y del Instituto Nacional de Investigacione sAgronómicas . Por su gestión en estas Entidades y por sus mé-ritos de escritor profesional, especializado en jardinería, fuéagraciado con las grandes cruces de Mérito Civil y Mérito Agri-cola. La inesperada muerte del señor Bornás, cuando más po-día esperarse de su preparación y capacidad, ha privado a lanación de uno de sus más notables ingenieros .—M. Q.

DON ANGEL GIMENO CATTANEO

El día 2 de diciembre de 1962, falleció en Madrid, dond eejercía el cargo de bibliotecario de la Escuela de Ingenierosde Telecomunicación, don Angel Gímeno Cattáneo, segoviano

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ESTUDIOS SEGOVIA\O S

de nacimiento y perteneciente a una familia muy arraigada aesta tierra, donde ha sido siempre muy estimada .

Angel Gimeno, que contaba 63 años de edad, ingresó en elCuerpo de Telégrafos en 1918, siendo destinado a Palencia, des -de donde pasó a Segovia y, como consecuencia de ascensos, fu éadscrito a las plantillas de Valladolid y Salamanca, en cuya ciu-dad, durante los años de guerra, perteneció al Gabinete telegrá-fico del Generalisimo . En 1945, vino destinado de nuevo a Se-govia, hasta el año 1954, fecha en la que pasó a la DirecciónCentral de Comunicaciones . En 1957, en virtud de los méritosconseguidos en su carrera, fué reclamado por el director de l aEscuela de Ingenieros de Telecomunicación, para ocupar e lcargo de Bibliotecario .

Aparte de un gran número de articulos publicados en Re -vistas profesionales, se destacó corno conferenciante . En nues-tro salón de San Quirce, el 29 de abril de 1958, leyó un intere-sante estudio solare «Historia de la Ciencia : el magnetismo en-tre los antiguos)), transcrito luego en la «Revista de las Ciencias» ,de Madrid, y en una amplia información de «El Adelantado d eSegovia» . En el centenario del primer cable trasatlántico entreEuropa y América, el diario «Ya» y la Revista «Red», de lo sservicios especiales de transmisiones, recogieron su colabora-ción sobre el terna «Historia de las vicisitudes para mantene rlas comunicaciones entre ambos continentes)) . Hemos de seña-lar, también, la notable conferencia que pronunció en la Escue-la de Ingenieros de Telecomunicación, en diciembre de 1955 ,agotando las noticias relacionadas con la Historia de señales e nla antigüedad .

Pero, al margen de la personalidad cientifica de Angel Gi-meno Cattáneo, hemos de subrayar su acendrado segovianismo .En sus temporadas de descanso, acudía a la ciudad para vivi r—según decia—entre sus piedras y sus viejos amigos y compa-ñeros de bachilletaro, «su mejor mes del año» .

Descanse en paz Angel Gimeno Cattáneo, bueno y cordialy gran amigo de nuestra casa de San Quirce . A su viuda, hijosy hermanos, enviamos el testimonio de nuestro pésame mu ysentido .—L. M. M.

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