nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3) - nutricion.org · composición corporal de jóvenes...

64
Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3) ISSN: 1989-208X Evolución de la mortalidad por diabetes en España (1900-1974): consecuencias de la malnutrición por exceso Trends of diabetes mortality in Spain (1900-1974): excess malnutrition consequences Composición corporal de jóvenes universitarios en relación a la salud Body composition of young university in relation to health Evaluación antropométrica del estado nutricional empleando la circunferencia del brazo en estudiantes universitarios Anthropometric assessment of nutritional status using the circumference of the arm in university students Sobrepeso y obesidad en embarazadas cubanas Overweight and obesity in Cuban pregnant women Estudio comparativo de las dietas suministradas en distintos tipos de residencias de la tercera edad Comparing the diets of elderly people living in different types of institution Estimación de la adiposidad a partir del índice cintura talla: ecuaciones de predicción aplicables en población infantil española Adiposity assessment from waist height ratio: prediction equations for Spanish infant population Etiquetado Frontal: entre la mercadotecnia y las políticas de salud pública Front of pack nutrition labelling: between marketing and public health policies

Upload: hoangnhu

Post on 10-Dec-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3)

ISSN

: 19

89-2

08X

Evolución de la mortalidad por diabetes en España (1900-1974): consecuencias de la malnutriciónpor excesoTrends of diabetes mortality in Spain (1900-1974): excess malnutrition consequences

Composición corporal de jóvenes universitarios en relación a la saludBody composition of young university in relation to health

Evaluación antropométrica del estado nutricional empleando la circunferencia del brazo en estudiantes universitariosAnthropometric assessment of nutritional status using the circumference of the arm in university students

Sobrepeso y obesidad en embarazadas cubanasOverweight and obesity in Cuban pregnant women

Estudio comparativo de las dietas suministradas en distintos tipos de residencias de la tercera edadComparing the diets of elderly people living in different types of institution

Estimación de la adiposidad a partir del índice cintura talla: ecuaciones de predicción aplicables en población infantil española Adiposity assessment from waist height ratio: prediction equations for Spanish infant population

Etiquetado Frontal: entre la mercadotecnia y las políticas de salud públicaFront of pack nutrition labelling: between marketing and public health policies

La revista Nutrición Clínica y dietética hospitalaria está indexada en las siguientes Bases de datos:

• CAB Abstracts • Índice MEDES• Chemical Abstracts Services CAS • CABI databases• Índice Bibliográfico Español en Ciencias de la Salud IBECS • LATINDEX• Índice Médico Español IME • SCOPUS

Edición en internet: ISSN: 1989-208X

Edición en papel: ISSN: 0211-6057

Depósito Legal: M-25.025 - 1981

Publicación autorizada por el Ministerio de Sanidad como Soporte Válido. S.V. nº 276

IMPRESIÓN y MAQUETACIÓN: Almira Brea, S.L. - Madrid

© Copyright 2011. Fundación Alimentación Saludable

Reservados todos los derechos de edición. Se permite la reproducción total o parcial de los trabajos contenidos en estenúmero siempre que se cite la procedencia y se incluya la correcta referencia bibliográfica.

LORTAD: usted tiene derecho a acceder a la información que le concierne y rectificarla o solicitar su retirada de nuestrosficheros informáticos.

EDICIÓN:Fundación Alimentación Saludable. Madrid

REMISIÓN DE ORIGINALES: Por correo-e: [email protected] (normas disponibles en la web de la revista)

DIRECCIÓN POSTAL:Prof. Jesús Román Martínez ÁlvarezFacultad de medicina, 3ª plta.Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la AlimentaciónDpto. de enfermeríaCiudad universitaria - 28040 Madrid

ESPECIALIDAD Alimentación, Nutrición y Dietética. Áreas declaradas de interés:

PERIODICIDAD 3 números al año

TÍTULO ABREVIADO Nutr. clín. diet. hosp.

INTERNET Accesible desde URL = http://www.nutricion.orgAcceso en línea libre y gratuito

Con la colaboración del Colegio Mexicano de Nutriólogos

• NUTRICIÓN BÁSICA

• NUTRICIÓN CLÍNICA

• SALUD PÚBLICA

• DIETÉTICA

• NUEVOS ALIMENTOS

• ALIMENTOS E INGREDIENTES FUNCIONALES

• PATOLOGÍA NUTRICIONAL

• OBESIDAD

• TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

• MALNUTRICIÓN

• EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL

• NUTRICIÓN ENTERAL

• NUTRICIÓN PARENTERAL

• SEGURIDAD E HIGIENE ALIMENTARIA

• NUTRIENTES

• NOTICIAS

REDACTORES - JEFEDra. Coral Calvo BruzosDr. Antonio Villarino Marín

DIRECCIÓNDr. Jesús Román Martínez ÁlvarezUniversidad Complutense de Madrid

Dra. Carmen Gómez CandelaHospital Universitario La Paz (Madrid)

COMITÉ DE REDACCIÓN

SECRETARÍA DE REDACCIÓNRosa García AlcónViviana Loria

COMITÉ DE HONORDra. Ana Sastre GallegoDª Consuelo López NomdedeuDr. José Cabezas-Cerrato

Prof. Marià Alemany Lamana. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad Autónoma de Barcelona.

Prof. José Cabo Soler. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad de Valencia.

Prof. Marius Foz Sala. Catedrático de Patología General y Propedéutica Clínica.Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona.

Prof. Andreu Palou Oliver. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad de las Islas Baleares.

Prof. Jordi Salas i Salvadó. Universidad Rovira i Virgili. Reus.

Prof. Manuel Serrano Ríos. Catedrático de Medicina Interna. Universidad Complutense de Madrid.

Prof. Carlos de Arpe Muñoz. Dpto. de Enfermería. Universidad Complutense de Madrid.

Prof. Carlos Iglesias Rosado. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Alfonso X el Sabio. Madrid.

Prof. Mª Antonia Murcia Tomás. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia.

Prof. Alberto Cepeda Saéz. Catedrático de Nutrición y Bromatología. Universidad de Santiago de Compostela.

Dra. Leonor Gutiérrez Ruiz. Instituto de Salud Pública. Comunidad de Madrid.

Dra. Lucía Serrano Morago. Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética.

Dª Ana Palencia García. Directora del Instituto Flora. Barcelona.

Dª Marta Hernández Cabria.Área de Nutrición y Salud. Corporación alimentaria Peñasanta. Oviedo.

Dr. Javier Morán Rey. Director de Food Consulting & Associates. Murcia.

Dr. Francisco Pérez Jiménez. Profesor de Medicina Interna. Hospital U. Reina Sofía. Córdoba.

Dra. Paloma Tejero García. Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética.

Dra. Rosario Martín de Santos. Catedrática de Nutrición y Bromatología. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid.

Dra. Rosa Ortega Anta. Catedrática de Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid.

Dr. Alberto López Rocha. Presidente de la Sociedad Española de Médicos de Residencias.

Dr. Primitivo Ramos Cordero. Presidente de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología.

Dra. Victoria Balls Bellés. Facultad de Medicina. Universidad de Valencia.

Dra. Pilar Codoñer Franch. Facultad de Medicina. Universidad de Valencia.

Dra. Carmen Ambrós Marigómez. Hospital de León.

Dr. Pedro Mº Fernández San Juan. Instituto de Salud Carlos III.

Dr. Joan Quiles Izquierdo. Consejería de Sanidad. Generalitat Valenciana.

Dr. Ismael Díaz Yubero. Real Academia Española de Gastronomía.

Prof. Dr. Arturo Anadón Navarro. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid.

Prof. Dr. David Martínez Hernández. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.

Dª. Mª Lourdes de Torres Aured. Unidad de Nutrición. Hospital Miguel Servet. Zaragoza.

Dr. Manuel Moya. Presidente de la Sociedad Española de Investigación en Nutrición y Alimentación Pediátricas.

Dra. Isabel Polanco Allué. Servicio de Gastroenterología y Nutrición. Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid.

Prof. Antonio Sáez Crespo. Presidente de la Asociación iberoamericana de Medicina y Salud Escolar y Universitaria.

Dra. Mariette Gerber. Presidenta de la Sociedad Francesa de Nutrición.

Prof. Massimo Cocchi. Presidente de la Asociación Italiana de Investigación en Alimentación y Nutrición.

Dra. Rebeca Monroy Sánchez.Colegio mexicano de nutriólogos.

Dra. Octelina Castillo Ruiz.Colegio mexicano de nutriólogos.

Prof. Rosa Elsa Hernández Meza.Universidad de Veracruz. México.

SUMARIO

6

8

15

22

28

35

45

52

62

5

• Editorial .....................................................................................................................................................................................................

• Evolución de la mortalidad por diabetes en España (1900-1974):consecuencias de la malnutrición por excesoTrends of diabetes mortality in Spain (1900-1974): excess malnutrition consequences..................................................................................................................

• Composición corporal de jóvenes universitarios en relación a la saludBody composition of young university in relation to health ....................................

• Evaluación antropométrica del estado nutricional empleando la circunferencia del brazo en estudiantes universitariosAnthropometric assessment of nutritional status using the circumference of the arm in university students..........................................................

• Sobrepeso y obesidad en embarazadas cubanasOverweight and obesity in Cuban pregnant women............................................................

• Estudio comparativo de las dietas suministradas en distintos tipos de residencias de la tercera edadComparing the diets of elderly people living in different types of institution.......................................................................................................................................................................................

• Estimación de la adiposidad a partir del índice cintura talla:ecuaciones de predicción aplicables en población infantil española Adiposity assessment from waist height ratio: prediction equationsfor Spanish infant population..................................................................................................................................

• Etiquetado Frontal: entre la mercadotecnia y las políticas de salud públicaFront of pack nutrition labelling: between marketing and public health policies...................................................................................................................................................................................

• Normas de publicación.......................................................................................................................................................

La obesidad es un importante problema de saludpública en todos los países desarrollados. Su prevalen-cia ha aumentado y continúa incrementándose de for-ma alarmante. En España la prevalencia de obesidaden la población adulta, entre 25 y 64 años, según losresultados del estudio DORICA, se estima en un15,5%, con una prevalencia más elevada en mujeres(17,5%) que en hombres (13,2%).Aunque varía en losdiferentes grupos de edad.

La obesidad es una enfermedad que se caracterizapor el exceso de grasa corporal (por encima de losvalores considerados normales, que son del 12 al 20%en varones y del 20 al 30% en mujeres adultas).ElÍndice de Masa Corporal (IMC) es el criterio más utili-zado dada su capacidad de reflejar la adiposidad en lamayoría de la población y sobre todo, aumento delriesgo cardiovascular.

La obesidad se asocia a complicaciones médicasseveras, aumenta el riesgo de diabetes y de enferme-dad cardiovascular, además de ciertos tipos de cáncery otras enfermedades altamente prevalentes, de talmanera que es la segunda causa de mortalidad prema-tura y evitable, después del tabaco. En la mujer, ade-más la obesidad se ha relacionado con alteracionesendocrinológicas y metabólicas como trastornos mens-truales, hirsutismo, exceso de andrógenos, ovariospoliquísticos e infertilidad. E induce un nivel muy bajode autoestima.

Los objetivos terapéuticos de la pérdida de pesoestán dirigidos a disminuir la masa grasa corporal sininducir pérdida de masa muscular y mejorar o eliminarlas enfermedades asociadas a la obesidad; preservan-do evidentemente el estado de salud del paciente.

Sin embargo, sabemos bien que las estrategias paralograr la reducción del peso corporal requieren cam-bios en el estilo de vida (lo que incluye el tratamientonutricional, la promoción de actividad física y las estra-tegias de modificación de conducta) llegándose inclu-so en casos necesarios y en situaciones más extremas,a la cirugía. Es evidente que el objetivo principal deuna dieta es que se pierda peso y no se vuelva a recu-perar; pero para ello el paciente debe estar motivadoy dispuesto a adquirir nuevos conocimientos.

No hay duda de que para perder peso, se debe con-seguir un balance energético negativo, fundamental-mente a expensas de que se consuman menos calorí-as. El debate sobre la elección más adecuada de losnutrientes a incorporar sigue abierto.

La opción de disminuir moderadamente los carbohi-dratos, mejorando su perfil metabólico (baja carga glu-cémica ) así como aumentar discretamente la cantidadde proteínas ( hasta un máximo del 30 % del valorcalórico total ), sin aumentar la cantidad de grasa porencima del 30 % y asegurando la calidad de la mima,quizás sea la opción más sensata en la actualidad y deacuerdo con el estado actual del conocimiento.Partiendo de estos criterios se puede ir luego avanzan-do hacia una dieta con más carbohidratos cuando sehayan conseguido gran parte de los objetivos o direc-tamente desde el inicio. Por tanto se trataría de indicardietas que aporten del total de las calorías: 40-55 %en forma de Carbohidratos, 20 -30 % de Proteínas y30-35 % de grasas.

La opción de indicar dietas cetógenicas, con muypocos carbohidratos y en general altas en proteínas yen grasa, se viene utilizando desde hace años sobre

6 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):6-7

Editorial

Siempre enfrentandonos a los mismos tópicos en el tratamiento de la obesidad: las dietas milagro no existenGómez Candela Carmen

Jefe Unidad de Nutrición Clínica y Dietética.Grupo de Investigación en Nutrición y Alimentos Funcionales.Hospital Universitario La Paz. Universidad Autónoma de Madrid.

todo, dependiendo mucho de las modas, como hemospodido ver este verano del 2011 en nuestro país.

Las dietas que aportan más calorías en forma de pro-teínas, favorecen el cumplimiento de la dieta porqueaumentan la saciedad y estimulan más la termogénesis.Si la cantidad de estas proteínas es muy excesiva pue-da causar daños, sobre todo a nivel renal en personasenfermas o predispuestas.

Si disminuimos mucho la cantidad de carbohidratos seva a producir cetosis como consecuencia de la hidrólisisde la grasa. Esta situación metabólica ayuda a que dis-minuya el apetito, sobre todo en los primeros días, perosi se mantiene en el tiempo, induce cambios metabóli-cos que pueden ser indeseables (como litiasis renal).

El tercer factor a considerar es la cantidad y el tipode grasa de la dieta. Las dietas muy bajas en grasa (pordebajo del 30% de las calorías en forma de grasa) son

muy difíciles de hacer e incluso pueden disminuir elHDL-Colesterol; pero ingerir muchas proteínas (más del30 % del VCT) con poca grasa es muy difícil de conse-guir y generalmente se consumen dietas altas en gra-sa, sobre todo con alto contenido en grasa de origenanimal.

Por todo ello, este tipo de dietas que al inicio sehacen con más facilidad, y que hacen perder pesocomo cualquier otra si se hacen bien y se consumenmenos calorías, no se suelen mantener en el tiempo ysi se prolonga su utilización acaban generando compli-caciones. Cuando se finalizan, no se ha aprendido unanueva conducta que mantener y generalmente se recu-pera el peso con mucha facilidad.

Por todo ello, es necesario que aquellos individuosque quieran perder peso se pongan en manos de profe-sionales cualificados y siempre contando con su médico,que le podrá aconsejar. Las dietas milagro no existen.

7

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):6-7

RESUMEN

Introducción: La transición epidemiológica y nutri-cional que vivió la población española a lo largo delsiglo XX se caracterizó por el aumento progresivoque mostró la mortalidad por causas de malnutriciónpor exceso en contraposición con la disminución pro-gresiva de la mortalidad por desnutrición y peligroalimentario.

Objetivo: El trabajo analiza la evolución de la mortal-idad por diabetes durante el siglo XX en España y sudistribución espacial por comunidades autónomas.

Métodos: Se han analizado los datos de mortalidadpor diabetes del Movimiento Natural de la Poblaciónpublicados por el Instituto Nacional de Estadística des-de 1900 hasta 1974. Se calcularon las tasas brutas demortalidad por diabetes para el conjunto de las provin-cias españolas y el Índice 100 de cada comunidadautónoma.

Resultados, discusión y conclusiones: La mortalidadpor diabetes mostró un incremento progresivo durantelas tres primeras décadas del siglo XX. Durante el peri-odo de la posguerra se produjo un importante descen-

so. Superando aquel paréntesis la mortalidad por dia-betes volvió a aumentar como reflejo de la transiciónnutricional que estaba viviendo la población española.Las comunidades autónomas más afectadas por la epi-demia de diabetes fueron aquellas que, como en elcaso de las del arco mediterráneo, vivieron con mayorprecocidad dicha transición.

PALABRAS CLAVE

Mortalidad, Diabetes, España (siglo XX), MovimientoNatural de la Población, Transición Nutricional.

ABSTRACT

Introduction: The epidemiologic and nutritional tran-sition lived by the spanish population throughout theXX century showed a progressive increase of causes ofexcess malnutrition mortality in contrast to the contin-uous decrease of undernutrition and food hazards.

Objective: The study analizes the evolution of dia-betes mortality during the XX century in Spain and itsmap distribution by regions.

Methods: Diabetes mortality data from the NaturalMovement of Population published by the NationalInstitute of Statistics was analyzed from 1900 to 1974.The diabetes mortality crude rates and the Index 100for each region were calculated.

Results, discussion y conclusions: Diabetes mortalityshowed a progresive increase during the first threedecades of the XX century. During the postwar period

8 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

Artículo de Revisión

Evolución de la mortalidad por diabetes en España (1900-1974): consecuencias de la malnutrición por exceso

Trends of diabetes mortality in Spain (1900-1974): excess malnutrition consequences

Castelló Botía Isabel

Universidad de Alicante. Departamento de Enfermería Comunitaria, Salud Pública, Medicina Preventiva e Historia de la Ciencia.Grup Balmis de Investigacion en Salud Comunitaria e Historia de la Ciencia.

Correspondencia:Isabel Castelló Botía Universidad de Alicante. Departamento de Enfermería Comunitaria,Salud Pública, Medicina Preventiva e Historia de la Ciencia.Campus de San Vicente del Raspeig. Ap 99. E-03080 AlacantTeléfono: 965902169 - Fax: [email protected]

an important decrease took place. After this moment,diabetes mortality increased again as a consequence ofthe nutrition transition that the spanish population wasexperiencing. The most affected by the diabetic epide-my regions where those of the mediterranean whichlived this transition in advance.

KEY WORDS

Mortality, Diabetes, Spain (XX century), NaturalMovement of Population, Nutrition Transition.

INTRODUCCIÓN

La transición epidemiológica y nutricional que vivió lapoblación española a lo largo del siglo XX se caracteri-zó por el aumento progresivo que mostró la mortalidadasociada a la malnutrición por exceso1-4 en contraposi-ción con la disminución progresiva de la mortalidad pordesnutrición y peligro alimentario5.

La diabetes representa uno de los principales proble-mas en el panorama epidemiológico español por su ele-vada prevalencia, su elevado coste económico y la mor-talidad prematura que provoca6.

Como sostenía Demetrio Casado en su trabajo titula-do Perfiles del Hambre7, España sufrió, en la década de1960, un cambio nutricional en el que los hábitos ali-mentarios se vieron modificados por el impacto quegeneró el desarrollo económico en los precios de los ali-mentos, la disponibilidad de los mismos, la publicidad,la reorganización de la vida laboral y doméstica, etc.Aunque muchos de aquellos cambios resultaron benefi-ciosos para corregir los problemas de desnutrición quepadecía la población española, otros adquirieron elpapel de determinantes de los problemas de malnutri-ción por exceso que empezó a experimentar la pobla-ción española a partir de 19708,9.

OBJETIVO

Con el presente trabajo se pretende analizar la evo-lución mostrada por la mortalidad por diabetes duranteel siglo XX en España y su distribución espacial al estu-diar las diferencias entre las comunidades autónomas.

MÉTODOS

La metodología del trabajo se ha basado en el análi-sis de los datos de mortalidad asociada a diabetes,desagregados a nivel provincial, y recogidos en elMovimiento Natural de la Población (MNP). Para ello se

han utilizado las microfichas que editó el InstitutoNacional de Estadística (INE) en 1970 y que recogendatos desde 188017.

La clasificación internacional de causas de muerte,que servía de referencia para la elaboración de losdatos del MNP, sufrió modificaciones en sus sucesivasrevisiones, como se puede apreciar en la tabla 118-24.

La diabetes cambió cinco veces de código y de deno-minación (durante el periodo en el que tuvo asignadoel epígrafe “50” se denominó “diabetes sacarina”).Además la diabetes aparecía tanto en la lista abrevia-da como en la detallada, por ello, dependiendo de lalista que se utilizaba cada año recibía una numeracióndistinta.

La base de datos elaborada intentó fidelizar al máxi-mo posible el modelo original pero fue necesario homo-geneizarla con el modelo utilizado actualmente por elRegistro de Mortalidad para poder explotar los datos. Apartir de la misma se calcularon las tasas brutas demortalidad por diabetes para el conjunto nacional ypara cada una de las comunidades autónomas. Lasseries obtenidas presentan diversas discontinuidadesen función de la disponibilidad de los datos pudiéndosedistinguir 4 periodos: 1) De 1900-1907; 2) De 1922-1935; 3) De 1936 a 1950; 4) de 1951 a 1974.

Los datos de mortalidad para el periodo 1908-1921referidos al conjunto nacional han sido completadoscon los aportados por Marcelino Pascua25. En el casodel análisis espacial, para poder comparar mejor losresultados de las comunidades autónomas y expresar

9

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

Año Diabetes

1900 20

1901 50

1910 50

1920 50

1932 59

1941 18

1953 B20

1968 B21

Tabla 1. Evolución de la codificación de causas de muerte.

Fuente: elaboración propia a partir del MNP.

los datos correctamente se ha utilizado el Índice 100de cada una de ellas con relación a la tasa bruta deEspaña por periodos. Para construir las tasas paratodos los periodos y causas se ha utilizado la siguien-te fórmula:

TASA=

Σ m(C1d1a1) + m(C1d1a2) + m(C1d1a3)COMUNIDAD Σ p(C1a1) + p(C1a2) + p(C1a3)

(causa 1, periodo a1-a3)

TASA=

Σ m(Ed1a1) + m(Ed1a2) + m(Ed1a3)ESPAÑA Σ p(Ea1) + p(Ea2) + p(Ea3)

(causa 1, periodo a1-a3)

ÍNDICE 100 =TASA COMUNIDAD × 100TASA ESPAÑA

E = España C = Comunidad Autónoma d = causa m = defunciones a = año p = población

De esa manera se puede conocer la distancia conrespecto a la media nacional que presenta cada comu-nidad autónoma. Tras confirmar que no se trataba deun problema de trascripción, se tuvo que prescindir dela comunidad de La Rioja por problemas metodológicosal presentar tasas desproporcionalmente elevadas quedistorsionaban cualquier tipo de análisis.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la figura 1 se puede observar la evolución de lamortalidad por diabetes a lo largo del periodo de estu-dio. Las primeras décadas del siglo mostraron unaumento progresivo de la mortalidad, de tal maneraque desde el comienzo del siglo hasta 1936, las tasasde mortalidad se triplicaron, de 3,59 muertes por 105

en 1900 hasta 10,59 muertes por 105 en 1937.

Este aumento progresivo reflejaba los cambios denaturaleza socioeconómica que estaba experimentan-do la población española y que condujeron a unadiversificación en materia nutricional:26,27 1) La clasejornalera se caracterizaba por un nivel nutricional bajo,con muchos problemas de desnutrición e incluso mor-talidad por ésta y por peligro alimentario; 2) La clasesocial media presentaba un nivel nutricional adecuado;3) Por el contrario, la clase social alta, ya exhibía sín-tomas de malnutrición por exceso. Por tanto, antes de1930, la mayoría de la población pasaba hambre, peroexistía un porcentaje de españoles con síntomas desobrealimentación. A pesar de que las mayores tasasde mortalidad por causas nutricionales eran atribuidasa la desnutrición o el peligro alimentario, las tasas de

malnutrición por exceso,y en concreto la diabetes,empezaban a mostrarcifras relevantes.

A partir de 1940 y has-ta la década de 1950, talcomo se puede apreciaren la figura 1, la mortali-dad por diabetes descen-dió. Dicho descenso coin-cidió con la posguerra yun periodo de hambre ycarencias de todo tipo28.

Superado el periodo dela posguerra, la mortali-dad por diabetes volvió aincrementarse como refle-jo de la transición nutri-cional que estaba viviendola población española.Tras superar los proble-mas de hambre y escasez,la mortalidad por excesose convirtió de forma pro-gresiva en un problema y

10 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

EVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD POR DIABETES EN ESPAÑA (1900-1974): CONSECUENCIAS DE LA MALNUTRICIÓN POR EXCESO

Figura 1. Evolución de la mortalidad por diabetes en España (1900-1974).

patologías como la diabetes empezaron a mostrar uncrecimiento sin precedentes.

Con respecto a la mortalidad por diabetes, duranteel periodo estudiado por Pascua, entre 1900 y 1930, laúnica diferencia entre las dos nomenclaturas de la CIEutilizadas en dicho periodo era que la diabetes insípidase incluía en la rúbrica de diabetes en la clasificaciónde 1900 y en la de 1910 fue excluida y se integró enel grupo de otras enfermedades generales (epígrafe55). Con todo, se observó un claro ascenso de la mor-talidad: 768 defunciones atribuidas a diabetes en 1901y 2155 muertes en 1930. Al analizar la distribución porsexos durante el decenio 1901-1910 existió una sobre-mortalidad masculina. Pero a partir de dicho año seobservó una mayor mortalidad en el sexo femeninoque se prolongó hasta 1930. Entre las razones quepueden ayudar a explicar la diferencia de mortalidadpor sexos hay que señalar la existencia de la diabetesinsípida nefrógena, fruto de un defecto hereditario queafecta generalmente a los hombres, aunque las muje-res transmiten los genes a sus hijos29. Por esta razón,al desclasificarla como diabetes, la proporción demuertes por diabetes en mujeres aumentó. El freno en

la tendencia ascendente que mostró la mortalidad pordiabetes en la década de 1920 coincidió con la intro-ducción del uso de la insulina en España. Mientras enel primer quinquenio del siglo se observó una tasa demortalidad de 4,1 muertes por diabetes por 105 habi-tantes, en el segundo quinquenio aumentó hasta6,0x105 y en el último quinquenio se alcanzó una cifrade 9,0x105 30.

Al abordar la evolución de la mortalidad por diabetesy por comunidades autónomas, como se puede com-probar en la figura 2, las comunidades que sobrepasanla media nacional se mantienen durante todos losperiodos (tabla 2). Las más afectadas fueron las comu-nidades de la costa mediterránea (Cataluña, Baleares-con valores que se situaban sobre el doble de la medianacional- y Comunidad Valenciana) y también destaca-ron en tres periodos con valores elevados Canarias yNavarra.

Entre las razones por la que estas regiones presenta-ran valores tan elevados de mortalidad habría queseñalar la circunstancia de mostrar, todas ellas, unatransición nutricional avanzada con el consiguiente

11

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

Figura 2. Índice 100 de mortalidad por diabetes, comunidad y periodo.

aumento de enfermedades asociadas a la malnutriciónpor exceso31,32.

En algunos centros urbanos como en Barcelona lacombinación de factores económicos, técnicos, políticosy sociales favorecieron la mejora en el suministro de ali-mentos. Como afirman varios autores,31,33 la evoluciónde estos factores se produce paralelamente a la transi-ción demográfica, la urbanización, la industrialización,la incorporación de la mujer al mercado laboral, lo queincide en la propia transición nutricional. Aquellos con-dicionantes se fueron extendiendo a zonas cada vezmás amplias gracias a la mejora del transporte, lo quepermitió avanzar en la transición nutricional31,32. EnEspaña, todos estos cambios se produjeron desde elprimer tercio del siglo XX, con un paréntesis durante laguerra civil, hasta finales de siglo.

En las décadas de 1950 y 1960, la industria agroali-mentaria española inició un importante proceso detransformación23 y los derivados lácteos, entre otros ali-mentos, alcanzaron un desarrollo sin precedentes34,35.

Los resultados obtenidos, y en concreto el comporta-miento diferencial de las tasas de mortalidad por diabe-tes, vienen a corroborar la transición nutricional precozque vivieron las comunidades del arco mediterráneo36.

CONCLUSIONES

Diversos estudios internacionales respaldan la hipó-tesis de que la mortalidad por diabetes aumenta enpoblaciones que han sufrido una transición nutricional ytienen una mayor disponibilidad de alimentos37-39. Setrata de una epidemia que afecta a las regiones quevan mejorando su urbanización, comunicaciones, gana-dería, agricultura, quizá como un pago por la mejora desus condiciones alimentarias.

Gracias al papel que jugaron todos aquellos factoresen el caso Español, la mortalidad por diabetes mostróun aumento menor en la primera mitad del siglo XX yuno muy acusado en el último tercio.

La disminución de la mortalidad por diabetes duran-te la posguerra37,38 coincide con lo señalado por otrosautores que han abordado la disminución que registraeste tipo de patología en situaciones de penuria yhambre.

En relación con el comportamiento diferencial de lastasas de mortalidad por diabetes en comunidades autó-nomas, los datos vienen a corroborar la transición nutri-cional precoz que vivieron las comunidades del arcomediterráneo.

AGRADECIMIENTOS

Al Prof. Josep Bernabeu Mestre por toda su ayuda,consejos y aportaciones.

Trabajo realizado en el marco del proyecto de inves-tigación subvencionado por el Ministerio de Ciencia eInnovación: “La lucha contra la desnutrición en laEspaña contemporánea y el contexto internacional(1874-1975)” (HAR2009-13504-C02-01).

Beca Predoctoral de Formación de ProfesoradoUniversitario (FPU/UA 2008-29201858) de la Univer -sidad de Alicante.

BIBLIOGRAFÍA

1. Popkin BM, Gordon-Larsen P. The nutrition transition: worldwideobesity dynamics and their determinants. Inter Jour Obes. 2004;28;S2-S9.

2. Moreno LA, Sarría A, Popkin BM. The nutrition transition in Spain:a European Mediterranean country. Eur Jour Clin Nutr. 2002;56:992-1003.

12 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

EVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD POR DIABETES EN ESPAÑA (1900-1974): CONSECUENCIAS DE LA MALNUTRICIÓN POR EXCESO

Comunidad AutónomaPeriodo

P1(1900-1907) P2(1922-1935) P3(1936-1950) P4(1951-1974)

Cataluña 150% 132% 136% 110%

Baleares 246% 257% 215% 181%

Comunidad Valenciana 141% 187% 170% 165%

Canarias 114% 140% 119% -

Navarra - 141% 215% 209%

Tabla 2. Comunidades más afectadas por la mortalidad por diabetes (Índice 100).

3. Aranceta J, Pérez Rodrigo C, Serra-Majem L, Ribas Barba L,Quiles Izquierdo J, Vioque J, et al. Prevalencia de la obesidad enEspaña: resultados del estudio SEEDO 2000. Med Clin (Barc).2003; 120:608-12.

4. Wild S, Roglic G, Green A, et al. Global prevalence of dia-betes:estimates for the year 2000 and projections for 2030.Diabetes care. 2004; 27:1047-53.

5. Castelló-Botía I, Pina J.A. Diferencias regionales en mortalidadurbana asociada a peligro alimentario en la España contemporá-nea (1900-1974). En: González Portilla M, Beascoechea GangoitiJM, Zarraga Sangroniz K, editores. Procesos de transición, cam-bio e innovación en la ciudad contemporánea. Bilbao: Universidaddel País Vasco; 2011. p. 99-115.

6. Ruiz-Ramos M, Escolar-Pujolar A, Mayoral-Sanchez E, Corral-Laureano F, Fernandez-Fernandez I. La diabetes mellitus enEspaña:mortalidad, prevalencia, incidencia, costes económicos ydesigualdades. Gac. Sanit. 2006; 20(1):15-24.

7. Casado D. Perfiles del hambre. Madrid:Editorial cuadernos para eldialogo;1967.

8. Villalbí JR, Maldonado R. La alimentación de la población enEspaña desde la posguerra hasta los años ochenta: una revisióncrítica de las encuestas de nutrición. Med Clín. 1988; 90(3):127-30.

9. Serra-Majem LL, Ribas Barba L, Pérez Rodrigo C, Román ViñasB, Aranceta Bartrina J. Hábitos alimentarios y consumo de ali-mentos en la población infantil y juvenil española. 1998-2000:variables socio-económicas y geográficas. Med Clin (Barc). 2003;126-131.

10. Grande Covián, F. Colesterol y enfermedad coronaria. Madrid:Fundación Española de la nutrición; 1984.

11. Varela G. Contribución al estudio de la alimentación española.Granada: Instituto de Desarrollo Económico; 1968.

12. Varela Mosquera G, Garcia Rodríguez D, Moreiras-Varela O. Lanutrición de los españoles. Diagnóstico y recomendaciones.Madrid: Estudios del Instituto de Desarrollo Económico; 1971.

13. Varela G, Grande Covián F, Pinillos JL, Moreiras-Varela O.Problemática de desayuno en la nutrición de los españoles.Madrid: Fundación Española de Nutrición; 1984.

14. Mataix Verdú FJ. Importancia de las legumbres en la nutriciónespañola. Madrid: Fundación Española de Nutrición; 1986.

15. Varela, G., Carvajal, A., Beltran, B. Del pan tradicional al pan demolde. Repercusiones Nutricionales. Madrid: Fundación Españolade Nutrición; 1986.

16. Varela, G., Moreiras, O., Carvajal, B. Evolución del estado nutriti-vo y de los hábitos alimentarios de la población española. Madrid:Fundación Española de Nutrición; 1988.

17. Instituto Nacional de Estadística. Plantillas del MovimientoNatural de la Población 1880-1975. Madrid: INE; 1970.

18. Bertillon J. Nomenclatura de las enfermedades (Causas de defun-ciones), 1ªEd, Madrid: Dirección General del Instituto Geográficoy Estadístico; 1899.

19. Vallin J, Meslé F. Les causes de décès en France de 1925 a 1975:Avec une étude des variations geográfiques, Volumen. Paris:Institute Nacional d’Études Demográphiques; 1988.

20. Pascua M. La diversité des définitions de la mortalité et quelques-unes de les répercutions statistiques, Rapport Épidémiologique etDémographique.1948; 1,10: 209-22.

21. Pascua M. La mortalidad en España por las rúbricas de la listainternacional abreviada de causas de defunción y algunos otrosindicadores de movimientos de población. Madrid; 1934.

22. Pascua M. Mortalidad específica en España: I. Cálculo dePoblaciones. II Mortalidad por sexos, grupos de edad y causas enel periodo 1911-1930. Madrid; 1934.

23. Bernabeu-Mestre J. El exilio científico republicano español y losinicios de la Organización Mundial de la Salud (1946-1956). En:Barona JL, editor. El exilio científico republicano. Valencia:Universidad de Valencia; 2010.p. 217-31.

24. Martínez F. Algunos problemas en la reconstrucción de las serieshistóricas de las estadísticas demográfico-sanitarias. En:Ministerio de Sanidad y Consumo. Instituto de Salud Carlos III.Centro Nacional de Epidemiología editores. Las estadísticasdemográfico-sanitarias. I Encuentro Marcelino Pascua. Madrid:Ministerio de Sanidad y Consumo; 1992. p. 79-112.

25. Pascua M. Mortalidad Específica en España. Baltimore: ComisiónPermanente de Investigaciones Sanitarias-John Hopkins Uni -versity; 1942.

26. Bernabeu-Mestre J, Espulgues JX, Galiana ME, Moncho J. Food,nutrition and public health in contemporary Spain, 1900-1936.Food & History. 2008; 1(6):167-92.

27. Jiménez F, Jiménez M. La alimentación en la provincia de Jaén.Deducciones sanitarias.. En: Contribución al I Congreso Nacionalde Sanidad del laboratorio de Higiene de la Alimentación y de laNutrición y Técnica Bromatológica. Madrid: Escuela Nacional deSanidad.

28. Cura MI, Huertas R. Alimentación y enfermedad en tiempos dehambre. España, 1937-1947. Madrid: Consejo Superior deInvestigaciones Científicas; 2007.

29. MedlinePlus [sede Web]. Bethesda:Biblioteca Nacional de medici-na de EEUU [citado 27 abril 2011]. NIH, Institutos Nacionales deSalud [aprox 1 pantalla]. Disponible en:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000511.htm

30. Pascua M. Aumenta la diabetes. Rev Esp Salud Pública. 2006;80:265-275.

31. Nicolau R, Pujol J. Los factores condicionantes de la transiciónnutricional en la Europa Occidental:Barcelona, 1890-1936.Revistaelectrónica de geografía y ciencias sociales.2008;265(12).

32. Garrabau R, Cussó X. La transición nutricional moderna en laEspaña urbana 1880-1940. El caso de Cataluña:nuevas aporta-ciones y análisis comparativo. En: Salud y ciudades en España,1880-1940. Condiciones ambientales, niveles de vida e interven-ciones sanitarias. Barcelona, 8 de julio 2010.

13

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

33. Climent V, et al. Como vivíamos. Alimentos y alimentación en laEspaña del siglo XX. Madrid: Fundación Triptolemos, Ministerio deAgricultura, Pesca y Alimentacióny Lunwerg Editore;2007.

34. Langreo A, Rama R. El papel de la industria en la coordinación delsistema lácteo asturiano. Revista de estudios agro sociales.1989;149.

35. Langreo A, German L. Sistema alimentario y transición nutricio-nal.SEHA. Saborá.2000.

36. Cussó X, Garrabau R. La transición nutricional en la España con-temporánea: las variaciones en el consumo de pan, patatas y

legumbres (1850-2000). Investigaciones de Historia Económica,2007; 7:69-100.

37. Savona-Ventura C. Mortality trenes from diabetes mellitus in ahigh prevalence island population. Int Jour Risk Saf Med. 2001;4(14):87-93.

38. Hargreaves ER. The epidemiology of diabetes mellitus. PublicHealth.1957;71:363-70.

39. Ekoé JE, Zimmet P, Williams R. The epidemiology of DiabetesMellitus. An International Perspective. England;WILEY:2001.

14 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):8-14

EVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD POR DIABETES EN ESPAÑA (1900-1974): CONSECUENCIAS DE LA MALNUTRICIÓN POR EXCESO

Artículo Original

Composición corporal de jóvenes universitarios en relación a la salud

Body composition of young university in relation to health

Cossio-Bolaños Marco Antonio1,2, De Arruda Miguel1, Moyano Portillo Álvaro2, Gañán Moreno Eduardo2, Pino López Luis Mateo2, Lancho Alonso José Luis2

1 Departamento de Ciencias del Deporte, Universidad de Campinas, SP, Brasil.2 Laboratorio de Ciencias Morfofuncionales, Facultad de Medicina, Universidad de Córdoba, España.

RESUMEN

En los últimos anos, la incidencia de trastornosmetabólicos ha aumentado de manera alarmante, des-tacando que la serie de cambios influenciados por fac-tores psicológicos, sociales, culturales y económicosque se producen el los jóvenes universitarios, podríanproducir cambios morfológicos en su composición cor-poral debido al sedentarismo, por lo que objetivo deeste estudio fue describir la composición corporal dejóvenes universitarios de ambos sexos en relación a lasalud. Fueron evaluados 85 mujeres y 40 varones, con-formando un total de 125 sujetos de 18 a 21 años. Sevaloró las variables antropométricas de los plieguescutáneos: bicipital, tricipital, subescapular, supra-iliaco,abdominal y pantorrilla (mm), así como los diámetrosóseos del biestiloideo de la muñeca (m) y bicondíleofemoral (m). Las variables antropométricas fueronanalizadas por medio de la estadística descriptiva demedia aritmética (X) y desviación estándar (DE) y paradeterminar las diferencias entre ambos géneros se uti-lizó la prueba “t” de student para muestras indepen-dientes (p<0,0010). Los hallazgos muestran que loshombres presentan valores medios superiores de masamuscular, masa residual y masa ósea cuando fueron

comparados con las mujeres. A su vez, las mujerespresentan valores superiores de masa grasa y porcen-taje de grasa. Se observó que los hombres tienen unatendencia al sobrepeso (22.95±4,48%G) y las mujeres(32.85±3,69%G) a la obesidad. Se concluye que lossujetos de ambos sexos presentan diferencias propiasde los patrones de dimorfismo sexual humano, asícomo tendencia al sobrepeso en los hombres y obesi-dad en las mujeres.

PALABRAS CLAVE

Composición corporal, % de grasa, jóvenes, salud.

ABSTRACT

In recent years, the incidence of metabolic disordershas increased dramatically, stressing that the numberof changes influenced by psychological, social, culturaland economic factors that produce university studentscould produce morphological changes in body compo-sition due to sedentary. So the objective of this studywas to describe the body composition of young collegestudents of both sexes in relation to health. Were eval-uated 85 women and 40 men, making a total of 125subjects 18 to 21 years. We evaluated anthropometricvariables of skinfolds: biceps, triceps, subscapular,supra-iliac, abdominal and calf (mm) and diameters ofbistyloid bone of the wrist (m) and femoral biepicondy-lar (m). The anthropometric variables were analyzedusing descriptive statistics arithmetic mean (X) andstandard deviation (SD) and to determine the differ-ences between the genders, the test “t” of Student for

15Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

Correspondencia:Marco Antonio, Cossio-BolañosAv. Erico Verissimo 701Cidade Universitaria, CEP, 13083-851Campinas, SP; Brasil.E-mail: [email protected]

independent samples (p <0.0010). The findings showthat men have higher average values of muscle mass,residual mass and bone mass when compared withwomen. In turn, women had higher levels of fat massand fat percentage. It was noted that men have a ten-dency to be overweight (22.95 ± 4.48% BF) andwomen (32.85 ± 3.69% G) to obesity. We concludethat the people of both sexes show differences charac-teristic of the human sexual dimorphism patterns andtrends of overweight and obesity in men and women.

KEYWORDS

Body composition,% fat, youth, health.

1. INTRODUCCIÓN

La estimación de la composición corporal es de inte-rés en diversas áreas como la nutrición, la medicina,la antropología y las ciencias del deporte1,2, su impor-tancia radica en la determinación del estado nutricio-nal, tanto en condiciones de salud, como de enferme-dad3. En la actualidad existe una diversidad demétodos que son utilizados para la medición de lacomposición corporal dentro de los que se incluyen losmétodos indirectos y doblemente indirectos. Cabedestacar que los procedimientos de laboratorio ofre-cen estimativas más precisas sobre los componentesde grasa y de otros constituyentes relacionados a lamasa libre de grasa4, como la absorciometría de rayosX (DXA), considerada como “Gold Standard”5,6. Sinembargo, en razón del alto costo de los equipamien-tos y procedimientos dificultosos, su uso presenta limi-taciones para estudios epidemiológicos5,7, sugiriéndo-se el uso de variables antropométricas para estudiosde grandes poblaciones8. La combinación de una seriede medidas antropométricas como el peso, la estatu-ra, los pliegues cutáneos, los diámetros óseos y losperímetros musculares3 permite predecir la composi-ción corporal en dos, tres y cuatro compartimientoscorporales, respectivamente.

En este sentido, los cambios morfológicos de niños,jóvenes y adultos están sujetos a cambios constantesdurante el transcurso de la vida. Puesto que el estilo devida de determinados grupos de población, especial-mente de los jóvenes, puede conducir a hábitos alimen-tarios y modelos dietéticos y de actividad física que secomporten como factores de riesgo en las enfermeda-des crónicas9, caracterizándose de esa forma las socie-dades modernas por la inactividad y el sedentarismo

respectivamente10, reflejándose esto en la mayor canti-dad de grasa corporal, el sobrepeso y la obesidad, loscuales están asociados con un mayor grado de riesgo deeventos adversos a la salud y una mayor mortalidad11,12.A su vez, los jóvenes universitarios están sujetos a unaserie de cambios en sus vidas, los cuales están influen-ciados por factores psicológicos, sociales, culturales yeconómicos13 que podrían producir cambios morfológi-cos en su composición corporal debido al sedentarismo.Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue descri-bir la composición corporal de jóvenes universitarios deambos sexos en relación a la salud a través del análisisde cuatro compartimientos corporales.

2. MÉTODOS

El estudio es de tipo descriptivo de corte transver-sal14, recolectándose las variables antropométricas enun solo momento.

La muestra está compuesta por 85 mujeres y 40Hombres, conformando un total de 125 jóvenes univer-sitarios (18 a 21 años). Todos los sujetos estudiados seencontraban regularmente matriculados como estu-diantes de la Facultad de Medicina de la Universidad deCórdoba, España (II año). Los estudiantes realizabanactividad física (leve) una vez por semana, por unespacio de 45-60min/día. Los jóvenes universitariosfueron informados sobre el estudio y firmaron la fichade consentimiento de acuerdo a las sugerencias delComité de Ética.

Las variables antropométricas de masa corporal (kg)y estatura (m) fueron evaluadas siguiendo las recomen-daciones de Gordon, Chumlea, Roche15, utilizando unabáscula y estadiómetro debidamente calibrados. Lospliegues cutáneos bicipital, tricipital, subescapular,supra-iliaco, abdominal y pantorrilla (mm) fueron eva-luados siguiendo las sugerencias de Guedes16, utilizan-do un calibrador de pliegues cutáneos de Marca Lange(10gr/mm2). Los diámetros óseos del biestiloideo de lamuñeca (m) y bicondíleo femoral (m) fueron medidosbajo las sugerencias de Wilmore. et.al17 por medio deun paquímetro con una precisión de 1mm.

Todas las medidas antropométricas fueron medidasen dos oportunidades y en el lado derecho, mostrandola masa corporal y la estatura un ETM inferior al 1%,mientras que los pliegues cutáneos y los diámetros óse-os muestran un ETM inferior al 2%.

Para el cálculo del % graso se utilizó la ecuación deSiri18, así como para la densidad corporal las ecuacio-

16 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

COMPOSICIÓN CORPORAL DE JÓVENES UNIVERSITARIOS EN RELACIÓN A LA SALUD

nes de Durnin, Womersley19 para ambos sexos. Porotro lado, para el fraccionamiento de la composicióncorporal, el estudio se basó en la fórmula propuesta porMatiegka20: PT = PG + PO + PM + PR, donde la masaresidual (kg) fue hallada para ambos sexos por la fór-mula de Würch21 la masa muscular fue obtenida por laestrategia de De Rose, Guimaraes22, la masa ósea fuecalculada por la fórmula de Von Döbeln23 modificadapor Rocha24 y finalmente la masa grasa (kg) fue obte-nida a partir de una deducción matemática. Ver tabla 1.

Los resultados fueron analizados a través de la esta-dística descriptiva de media aritmética (X), desviaciónestándar (DE) y coeficiente de variación (CV), y paradeterminar las diferencias significativas entre ambossexos se utilizó la prueba de “t” Student para muestrasindependientes y la prueba de especificidad de Tukey,con una probabilidad de (p<0,001).

3. RESULTADOS

La tabla 2 muestra las variables antropométricas quecaracterizan a la población estudiada. Los resultadosson expresados en valores medios y desviacionesestándar de masa corporal (kg), estatura (m), seis plie-gues cutáneos (mm) y dos diámetros óseos. Las men-

cionadas medidas permitieron determinar la composi-ción corporal de los jóvenes universitarios de ambossexos.

Los resultados del análisis de la composición corpo-ral se pueden observar en la tabla 3. Esta tabla mues-

17

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

Ecuaciones

% MG = (4,95 / Dc – 4,5) x 100

D=1,1765–0,0744 x log(Bí+Tr+Sb+Si) Hombres de 17-72 años

D=1,1567–0,0717 x log(Bí+Tr+Sb+Si) Mujeres de 16-68 años

MR= PT x 0,241 (hombres)

MR= = PT x 0,209 (mujeres)

MO= 3,02 (E2 x R x F x 400)0,712

MM= MT – (PG + PO + PR)

MG= (MT x %G) / 100

Tabla 1. Ecuaciones utilizadas para el cálculo de la composición corporal.

Mujeres (n=85) Hombres (n=40)

Variables X DE X DE

Edad (años) 19,4 2,04 19,5 1,35

Masa corporal (kg) 59,8 10,9 75,7 11,3

Estatura (m) 1,63 0,06 1,78 0,06

IMC (kg/m2) 22.43 3.44 23.95 2.98

Pliegue bicipital (mm) 13.58 4.87 9.225 5.50

Pliegue tricipital (mm) 20.44 4.72 14.80 5.38

Pliegue subescapular (mm) 17.22 4.75 16.20 4.82

Pliegue Suprailiaco (mm) 18.93 4.97 17.93 6.65

Pliegue abdominal (mm) 21.35 5.12 18.53 7.28

Pliegue Pantorrilla (mm) 20.90 4.64 15.45 7.22

Diámetro biestiloideo muñeca (m) 4.82 0.47 5.41 0.34

Diámetro bicondíleo femoral (m) 9.29 0.79 9.93 0.69

Tabla 2. Características antropométricas de la población estudiada.

Leyenda: D= densidad, Bi= bicipital, Sb= Subescapular, Si= Suprailiaco, MR= masa residual, MO= masa ósea, MM= masamuscular, MG= masa grasa, E= Estatura, R= diámetro biestiloi-deo de la muñeca, F= diámetro bicondíleo femoral, %G= porcen-taje de grasa.

tra el fraccionamiento en cuatro compartimientos cor-porales: Masa grasa, masa residual, masa ósea y masamuscular (kg), a su vez consideramos el % de grasacorporal.

A través de los resultados obtenidos, queda en evi-dencia que las mujeres presentan valores elevados de% de grasa corporal y consecuentemente de masa degrasa (kg). Sin embargo, los hombres muestran valoressuperiores de masa residual, masa ósea y masa muscu-lar, respectivamente. Estas diferencias son propias delos patrones de dimorfismo sexual humano, caracteri-zando a los varones con mayor masa muscular, ósea yresidual, y las mujeres con predominancia del tejidoadiposo.

4. DISCUSIÓN

El análisis de la compo-sición corporal es posiblea través de una diversidadde métodos, para ello, esnecesario dividir el cuerpohumano en varios compo-nentes medibles25. Eneste sentido, una impor-tante herramienta es elfraccionamiento del cuer-po en 4 componentes cor-porales que permiten ana-lizar y evaluar a niños,adolescentes, jóvenes yadultos. Esta técnica con-siderada doblemente indi-recta (antropometría) fueutilizada para describir lacomposición corporal dejóvenes universitarios.

A este respecto, podemos destacar que los resultadosmuestran una clara evidencia de dimorfismo sexual entreambos géneros, ya que la masa grasa es mayor en lasmujeres, a su vez, que los hombres presentan valoresmás levados de masa muscular, ósea y residual, respec-tivamente. Sin embargo, los valores de % graso enambos sexos muestran claras evidencias de encontrarsepor encima de los valores sugeridos por Lohman26 parasujetos jóvenes, siendo los valores óptimos de 8-15%para los hombres y de 13-20% para las mujeres. Estopermite destacar que según dicha clasificación los varo-nes muestran sobrepeso (22.95±4,48%) y las damasobesidad (32.85±3,69%), inclusive, los mencionadosvalores son superiores en relación a otros estudios queabarcan poblaciones de jóvenes universitarios9,27-29.

18 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

COMPOSICIÓN CORPORAL DE JÓVENES UNIVERSITARIOS EN RELACIÓN A LA SALUD

Mujeres (n=85) Hombres (n=40)p

Variables X DE X DE

% Grasa (%) 32.85 3.69 22.95 4.48 <0.0001

Masa grasa (kg) 19.84 5.01 17.69 5.86 0.0362

Masa residual (kg) 12.50 2.27 18.242 2.73 <0.0001

Masa ósea (kg) 9.19 1.16 11.85 1.37 <0.0001

Masa muscular (kg) 18.30 3.80 27.91 3.03 <0.0001

Tabla 3. Análisis de la composición corporal de jóvenes universitarios.

Figura 1. Valores medios (X) y desviación estándar (DE) de 4 componentes corporales de jóvenesuniversitarios de ambos sexos.

En este sentido, algunos estudios consideran que elexceso de grasa corporal determina el verdadero ries-go para la obesidad y las cuestiones relacionadas conla salud30,31, provocando alteraciones en el perfil lipídi-co, como niveles elevados de lipoproteínas de bajadensidad (LDL) y colesterol (HDL), hipertensión arte-rial, diabetes mellitas y sedentarismo9,29,32-33. Pues dehecho, en la vida universitaria se observa que los fac-tores psicosociales, estilos de vida y situaciones propiasdel medio académico pueden resultar de la omisión delos principales alimentos, conduciendo a hábitos ali-menticios desequilibrados9,34,35, produciendo estrésoxidativo y disminución de las defensas del sistemainmunológico36,37. Por lo tanto, los estudiantes univer-sitarios asumen la responsabilidad de su alimenta ción,por lo cual, se convierte en una etapa crítica para eldesarrollo de hábitos alimentarios, los que repercutiránen su futura salud38, así como en su rendimiento aca-démico, respectivamente.

Por otro lado, en relación a la masa muscular y masaósea, es ampliamente conocido que la inactividad físicaprovoca disminución de los mismos. Puesto que algu-nos estudios consideran como un fuerte factor de ries-go para el desarrollo de la sarcopenia, o pérdida mus-cular, sobre todo a partir de la cuarta década de la viday se acelera después de los 75 años aproximadamen-te39, así como el surgimiento de la osteoporosis a eda-des tempranas y avanzadas, el cual se caracteriza poruna baja masa ósea y el deterioro del tejido óseo40,41,respectivamente.

De esta forma, el común denominador de los muchosefectos negativos que produce la inactividad física en lasalud es la falta de estímulos biológicos esencialesnecesarios para mantener la estructura y función de losórganos y sistemas orgánicos. Por ello, es necesario ini-ciar la práctica de la actividad física gradualmente, yaque permitirá mejorar las funciones músculo-esqueléti-cas y cardiovasculares42, así como adquirir bienestarfísico y emocional e inclusive es considerado segúnMartins et.al43 como un elemento de protección a lasenfermedades crónicas no transmisibles. Por lo tanto, laactividad física regular y los hábitos alimentarios salu-dables parecen tener efectos positivos en varias funcio-nes fisiológicas y vienen siendo apuntados como ele-mentos fundamentales en la mejoría de la salud ycalidad de vida de los individuos44, sobre todo en pobla-ciones con edad universitaria como las del presenteestudio.

5. CONCLUSIÓN

A través del análisis de la composición corporal dejóvenes universitarios Españoles se concluye que lossujetos de ambos sexos presentan diferencias propiasde los patrones de dimorfismo sexual humano, asícomo la tendencia de exceso de grasa corporal enambos géneros, determinándose sobre-peso en loshombres y obesidad en la mujeres.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al Banco Santander por laBeca concedida para la realización de la estancia deinvestigación en el Laboratorio de Ciencias Morfo -funcionales de la Facultad de Medicina de Universidadde Córdoba, España.

FUENTE DE FINANCIAMIENTO

Beca del Banco Santander, Campinas, SP, Brasil.

BIBLIOGRAFÍA

1. Withers RTJ, La Forgia RK, Pillans NJ, Shipp BE, Chatterton CG,Schultz, and Leaney F. Comparisons of two-, three-, and four-compartment models of body composition analysis in men andwomen. J. Appl. Physiol. 1988, 85(1): 238–245.

2. Portao J, Bescós R, Irurtia A, Cacciatori E, Vallejo L. Valoración dela grasa corporal en jóvenes físicamente activos: antropometríavs bioimpedância. Nutr Hosp. 2009;24(5):529-534.

3. Alvero Cruz JR, Cabañas M, Herrero de Lucas A, Martinez RiazaL, Moreno Pascual C, Porta Manzañido J, Sillero Quintana M,Sirvent Belando JE. Protocolo de valoración de la composicióncorporal para el reconocimiento médico-deportivo. documento deconsenso del grupo español de cineantropometría de la federa-ción española de medicina del deporte. Archivos de Medicina delDeporte, 2009, Volumen XXVI - N.º 131: 166-179.

4. Guedes D, Rechenchosky L. Comparação da gordura corporalpredita por métodos Antropométricos: índice de massa corporal eespessuras de Dobras cutâneas. Rev. Bras.Cineantropom.Desempenho Hum. 2008;10(1):1-7.

5. Peterson MJ, Czerwinski SA, Siervogem RM. Development andvalidation of skinfold-thickness prediction equations with a 4-compartment model. Am J Clin Nutr 2003; 77:1186-91.

6. Woodrow G. Body composition analysis techniques in adult andpediatric patients: How reliable are they? How useful are theyclinically. Peritoneal Dialysis International, 2007, Vol. 27,Supplement 2.

7. Brodie DA. Techniques of measurement of body composition: PartII. Sports Medicine 1988, 5:74-98.

8. Norton K. Anthropometric estimation of body fat. In: Norton K,Olds T. Anthropometrica: A Textbook of Body Measurement for

19

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

Sports and Health Courses. Sydney: University of New SouthWales Press; p.171-98, 2000.

9. Martínez Roldán C, Veiga Herreros C, López de Andrés A, CoboSanz JM, Carbajal Azcona A. Evaluación del estado nutricionalde un grupo de estudiantes universitarios mediante parámetrosdietéticos y de composición corporal. Nutr. Hosp., 2005, XX (3)197-203.

10. World Health Organization (WHO). Reducing Risks, PromotingHealthy Life. Printed in France, 2002/14661 – Sadag – 7000.

11. Hubert HB, Feinleib M, McNamara PM, Castelli WP. Obesity as anindependent risk factor for cardiovascular disease: a 26-year fol-lowup of participants in the Framingham Heart Study. Circulation1983; 67:968–77.

12. Paffenbarger RS, Hyde RT,Wing AL, Lee IM, Jung DL, Kampert JB.The association of changes in physical activity level and otherlifestyle characteristics with mortality among men. N Engl J Med,1993;328:538–45.

13. Vargas-Zárate M, Becerra-Bulla F, Prieto-Suárez E. EvaluaciónAntropométrica de estudiantes universitarios en Bogotá,Colômbia. Rev. salud pública. 10 (3):433-442, 2008.

14. Thomas J, Nelson J. Research Methods in Physical Activity.Human Kinetics, 2002.

15. Gordon C, Chumlea W, Roche A. Stature recumbent length andweight. In: Lohman, T., Roche, A. Martorell, R. Anthropometricstandarization reference manual. Champaign, Human Kinetics,1988.

16. Guedes DP. Crescimento, Composição Corporal. Princípios, técni-cas e aplicações. Associação dos Professores de Educação Físicade Londrina. APEF, 2da Edic., 1994.

17. Wilmore JM, Frisancho A, Gordon C, Himes J, Martin D, MartorelR and Seefeldt V. Body breadth equipment and measurementtechniques. In: Lohman T, Roche A, Martorell R. Anthropometricstandardization reference manual. Champaign, Human Kinetics,p.27-38, 1988.

18. Siri WE. Body composition from fluid space and density. In J.Brozek & A. Hanschel (Eds.), Techniques for measuring bodycomposition (pp. 223-244). Washington, DC: National Academyof Science, 1961.

19. Durnin JVGA Womersley J. Body fat assessed from total bodydensity and its estimation from skinfold thickness: measurementson 481 men and women aged from 16 to 72 years. Br J Nutrition,1974, 32: 77-97.

20. Matiegka J. The testing of physical efficiency. Am J Phys Antrop,1921, 4, 223-230.

21. Würch A. La femme et le sport. Médecine Sportive Francaise,1974, 4(1).

22. De Rose E.H, Guimaraes AGS. A model for optimization of soma-totype in young athletes. In M. Ostyn, G. Beunen, J. Simons(Eds), Kinanthropometry II, p, 77-80. Baltimore: University ParkPress, 1980.

23. Von Döbeln W. Determination of body constituents. En G. Blix(Ed.), Ocurrences, causes and prevention of overnutrition.Upsala: Almquist and Wiksell, 1964.

24. Rocha MSL. Peso ósseo do brasileiro de ambos os sexos de 17 a25 años. Arquivos de Anatomía e Antropología, 1975, 1, 445-451.

25. Aguado S, Rodriguez R, Gómez-pellico L. Relación entre compo-sición corporal y edad en sujetos sanos de la Comunidad deMadrid. Rev. Esp. Antrop. Fís; 2006, 26: 109-114.

26. Lohman TG. The Use of Skinfold to Estimate Body Fatness inChildren and Youth. JOPERD; November, 1987, pp. 8-102.

27. Ramos Bermúdez S, Alzate Salazar DA, Ayala Zuluaga JE, FrancoJiménez AM, Sánchez Valencia JÁ. Perfil de fitnes de los estudian-tes de la universidad de caldas. Rev. hacia la promoción de lasalud. 2009, Vol 14, (1), 23-34.

28. Duran S, Castillo AM, Vio del RF. Diferencias en la calidad de vidade estudiantes universitarios de diferente año de ingreso delcampus antumapu. Rev Chil Nutr. 2009, Vol. 36, Nº3, 200-209.

29. Ulate-Motero G Fernandez-Ramirez A. Relaciones de perfil lipídi-co con variables dietéticas, antropométricas, bioquímicas y otrosfactores de riesgo cardiovascular en estudiantes universitarios.Acta médica Costarricense, 2001, 43(2), 70-76.

30. D’Alonzo, KT, Aluf AA, Vincent L, and Cooper K. Comparison ofField Methods to Assess Body Composition in a Diverse Group ofSedentary Women. Biological Research for Nursing, 2009, Vol.10, No. 3.

31. Prentice AM, Jebb SA. Beyond body mass index. Obesity Reviews,2001, 2, 141-147.

32. Girotto CA, Vacchino MN, Spillmann CA, Soria JA. Prevalência defactores de riesgo cardiovascular en ingresantes universitarios.Rev Saúde Pública. 1996; 30(6):576-86. doi: 10.1590/S0034-8910 1996000600012.

33. Castelli, WP, Garrison, RJ, Wilson, WPF, Abbot, RD, Kalousdian, S,Cannel, WB. Incidence of coronary hearth disease and lipoproteincholesterol levels. The Framinghan Study. JAMA, 1986, 256,2835-2838.

34. Cota RP, Miranda LS. Associação entre constipação intestinal eestilo de vida em estudantes universitários. Rev Bras Nutr Clin.2006; 21(4):296-301.

35. Vieira VCR, Priore SE, Ribeiro SMR, Franceschini SCC, Almeida LP.Perfil socioeconômico, nutricional e de saúde de adolescentesrecém-ingressos em uma universidade pública brasileira. Rev Nutr.2002; 15(3):273-82. doi: 10.1590/S1415-527320 02000300003.

36. Al-Saleh I, El-Doush I, Billedo G, Mohamed Gel-D, Yosef G. Statusof selenium, vitamin E, and vitamin A among Saudi adults: poten-tial links with common endemic diseases. J Environ Pathol ToxicolOncol. 2007; 26(3):221-43.

37. Apor P, Radi A. Physical exercise, oxidative stress and damage.Orv Hetil. 2006; 147(22):1025-31.

38. Baric I, S^atalic^ Z, Lukešic Ž. Nutritive value of meals, dietary

habits and nutritive status in Croatian university students accord-ing to gender. Int J Food Sci Nutr 2003; 54:473-484.

20 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

COMPOSICIÓN CORPORAL DE JÓVENES UNIVERSITARIOS EN RELACIÓN A LA SALUD

39. Vuori, I.M. Dose-response of physical activity and low back pain,osteoarthritis, and osteoporosis. Medicine and Science in Sportsand Exercise, 2001, 33 Suppl, S551-586.

40. Hoidrup S, Sorensen TIA, Stroger U. et al. Leisure-time physicalactivity levels and changes in relation to risk of hip fracture inmen and women. American Journal of Epidemiology, 2001, 154,60-68.

41. Feskanich D, Willett W y Colditz G. Walking and leisuretime activ-ity and risk of hip fracture in postmenopausal women. Journal ofthe American Medical Association, 2002, 288, 2300-2306.

42. Chiang-Salgado MT, Casanueva-Escobar V, Cid-Cea X, González-Rubilar U, Olate-Mellado P, Nickel-Paredes F, Revello-Chiang L.Factores de riesgo cardiovascular en estudiantes universitarioschilenos. Salud Publica Mex 1999;41:444-451.

43. Martins Bion F, Castro Chagas MH, Santana Muniz G, y Oliveira deSousa LG. Estado nutricional, medidas antropométricas, nivelsocioeconómico y actividad física en universitarios brasileños.Nutr Hosp. 2008;23(3):234-241.

44. Baus J, Kupek E, Pires M. Prevalência e fatores de risco relacio-nados ao uso de drogas entre escolares. Rev S Públ 2002;36(1):40-6.

21

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):15-21

RESUMEN

Objetivo: Estimar el estado nutricional según varia-bles antropométricas (área total del brazo, área mus-cular del brazo, área grasa del brazo) en una muestrade estudiantes universitarios cursantes de la asignatu-ra acondicionamiento físico y salud de la facultad deIngeniería de la Universidad de Carabobo.

Material y método: Se evaluó un grupo de 202 estu-diantes universitarios, 83 del sexo femenino y 119 delsexo masculino con rangos de edad de 17 a 25 añospara ambos sexos, a los cuales se les practicó antropo-metría del brazo (perímetro de brazo y pliegue tricipi-tal). De acuerdo a las áreas muscular y grasa se cate-gorizó a los sujetos en Bajo la norma, Normal, y Sobrela norma.

Resultados: En cuanto al área muscular, 49.9% delos universitarios y 48.2% de las universitarias se ubi-caron Bajo la norma, presentando malnutrición pordéficit, mientras que 48.7% de los universitarios y48.2% de las universitarias en categoría deNormalidad y menor porcentaje Sobre la norma paraambos sexos, en tanto, para el área grasa el mayorporcentaje se ubicó en la categoría de Normalidad paraambos sexos, seguido de un 26.6% para los varones y14.5% para las hembras ubicados en la categoría

Sobre la norma, presentando los varones mayor mal-nutrición por exceso, mientras que un pequeño por-centaje en la categoría Bajo la norma para ambossexos, seguidamente, los hombres obtuvieron valoressignificativamente mayores en cuanto al área total ymuscular del brazo con respecto a las féminas, no sien-do así para el área grasa.

Conclusiones: De acuerdo a los resultados adquiri-dos, se deben considerar más variables antropométri-cas, bioquímicas y sociales para obtener mejores resul-tados así como también, se puede señalar la necesidadde políticas y programas de educación nutricional entodas las carreras del pensum de las universidades, afin de orientar al estudiantado a tener hábitos saluda-bles de nutrición y al mismo tiempo obtener cambiospositivos en su estilo de vida.

PALABRAS CLAVES

Evaluación nutricional, área muscular del brazo, áreagrasa del brazo, población universitaria.

ABSTRACT

Objective: To estimate the nutritional status accord-ing to anthropometric variables (total area of the arm,the arm, fat area of arm muscle area) in a sample ofundergraduate students of the course fitness andhealth of the Faculty of engineering of the University ofCarabobo.

Materials and methods: a group of 202 college stu-dents, 83 female and 119 male ranges in age from 17

22 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):22-27

Artículo Original

Evaluación antropométrica del estado nutricional empleandola circunferencia del brazo en estudiantes universitarios

Anthropometric assessment of nutritional status using the circumference of the arm in university students

Corvos Hidalgo César Augusto

Universidad de Carabobo. Facultad de Ingeniería.

Correspondencia:E-mail: [email protected]

to 25 years for both sexes, which was practiced Anthro -pometry of the arm (perimeter of arm and fold tricipi-tal) were assessed. According to the muscle and fatareas categorized subjects in low standard, Normal,and on the rule.

Results: In the muscular area, 49.9 per cent ofUniversity students and 48.2% of the University wereplaced under the rule presented malnutrition deficitwhile 48.7% of University students and 48.2% of theUniversity in category of normality and minor percent-age above the norm for both sexes, in the meantime,fat area the highest percentage stood at the normalcategory for both sexesfollowed by a 26.6 per cent formales and 14.5 per cent for females in the standardcategory, featuring men greater malnutrition due toexcess, while a small percentage in the category underthe norm for both sexes, then the men obtained valuessignificantly greater in total and muscular area of thearm with regard to females, not being the case for thefat area.

Conclusions: According to the results acquired,should be considered more anthropometric, biochemi-cal and social variables for best results as well as, it canalso point out the need for policies and programs ofnutrition education in all the races of the pensum of theuniversities, to guide the students to have healthynutrition habits and at the same time get positivechanges in your lifestyle.

KEYWORDS

Nutritional evaluation, muscle area of the arm, fatarea of the arm, University population.

INTRODUCCIÓN

Desde hace varios años, la mayoría de los paísesLatinoamericanos se están viendo afectados por el pro-blema de la malnutrición por déficit de nutrientes, ori-ginando graves consecuencias, siendo éstas, la escasezen cuanto a la reproducción celular normal en tejidoscon alta velocidad de recambio, afectando así la res-puesta inmunológica del individuo frente a patologías oagentes invasivos extraños1,2.

Al mismo tiempo, la mayor parte de la desnutriciónen América Latina puede deberse al resultado de unproceso lento de subalimentación, asociado a otros fac-tores ambientales como la prevalencia de infecciones yel escaso acceso a los servicios de salud. En numerosos

países de América Latina, el sobrepeso y su condiciónextrema, la obesidad, tienen elevadas prevalencias ytienden a presentarse asociados con la desnutrición3,4,5.En el contexto de la pobreza, la desnutrición comofenómeno multifactorial, tiene graves consecuencias6,7.

Comparando las tasas de desnutrición, se observauna tendencia a su reducción en casi todos los paísesde la Región, que puede atribuirse a la mejora en la dis-ponibilidad energética en muchos de los países, y a losmarcados esfuerzos de las últimas décadas para pro-mover la lactancia materna, las prácticas adecuadas dedestete, la alimentación apropiada en los episodiosagudos de enfermedad, la expansión de cobertura delsaneamiento básico, entre otros8.

En este proceso de intervención que se viene desa-rrollando, el recurso de la valoración del estado nutri-cional, más que una disciplina, es un procedimiento quedecide conductas, permitiendo en el ámbito clínicoseleccionar aquellos individuos que necesitan unacorrección dietoterápica o una adecuación del apoyonutricional; de la misma manera que en el terreno epi-demiológico, el diseño, implementación, monitoreo yevaluación del impacto de programas nutricionales quese basan en el diagnóstico nutricional realizado9.

La valoración del estado nutricional como un indica-dor del estado de salud, es un aspecto importante enla localización de grupos de riesgo con deficiencias yexcesos dietéticos que pueden ser factores de riesgoen muchas de las enfermedades crónicas más preva-lentes en desarrollo10, tanto así que se utilizan frecuen-temente indicadores antropométricos para llevar acabo la evaluación inicial del estado nutricional y elseguimiento del mismo y sus posibles modificaciones,considerando estas variaciones tanto por déficit comopor exceso11,12,13.

Así mismo, la evaluación antropométrica del brazo seha convertido en un procedimiento de incuestionablevalor en la determinación del estado nutricional enniños, jóvenes y adultos11. En el mismo orden de ideas,esto se basa en evidencias de que el organismo, cuan-do presenta complicaciones de déficit alimenticio, recu-rre a sus reservas proteicas y lipídicas, representadasfundamentalmente por el tejido músculo esquelético yla grasa corporal. Del mismo modo, el área grasa delbrazo es representativa de la energía de reserva en for-ma de grasa mientras que el área muscular constituyela reserva almacenada en forma de proteína14, a partirde entonces, la importancia de la cuantificación de

23

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):22-27

ambos parámetros y su posterior análisis como pará-metros útiles en la evaluación del estado nutricional,además de proporcionar estimaciones cuantitativas depor sí satisfactorias de los depósitos de grasa y de masamuscular en el organismo15.

En el mismo orden de ideas, cerca de 60% del totalde la proteína corporal se encuentra en el músculo. Unabaja circunferencia muscular del brazo, por debajo delpercentil 25, señala una deficiencia grave de las reser-vas de proteína en el músculo pronosticando posibleriesgo, por su parte, se ha reportado que un valor decircunferencia muscular del brazo por abajo del percen-til 10 indica un pobre estado nutricional16. Se evidenciaasí, que la antropometría empleada para la evaluaciónnutricional permite estimar de una manera económicay práctica el estado de las reservas calóricas y protei-cas del organismo, por lo que representa una herra-mienta de suma utilidad en la valoración del estadonutricional de individuos y poblaciones.

La población universitaria está sujeta a una serie decambios en sus estilos de vida, los cuales están influen-ciados por factores psicológicos, sociales, culturales yeconómicos, haciéndolos vulnerables e influyendodirectamente en sus hábitos alimentarios lo cual puedeafectar su estado nutricional y de salud17.

Por consiguiente, se plantea como objetivo principalde éste trabajo estimar el estado nutricional segúnvariables antropométricas (área total del brazo, áreamuscular del brazo, área grasa del brazo) en una mues-tra de estudiantes universitarios cursantes de la asigna-tura acondicionamiento físico y salud de la facultad deIngeniería de la Universidad de Carabobo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se evaluó un grupo de 202 estudiantes universitarios,83 del sexo femenino y 119 del sexo masculino conedad de 18.49 para la muestra femenil y 18.92 añospara la muestra masculina, con rangos de edad de 17a 25 años para ambos sexos, a los cuales se les practi-có antropometría del brazo.

Las variables manejadas fueron: Panículo del tríceps(PT; en mm). Circunferencia del brazo (CB; en mm).

El pliegue del tríceps, fue medido con un calibradorde pliegues cutáneos de presión constante (Slimguide)con una precisión de 0,1mm, en tanto, para la circun-ferencia del brazo se empleó la cinta métrica plástica(Holtain) con una precisión de 0,5cm. El pliegue tricipi-

tal se tomó con el dedo pulgar e índice en la marca decorte posterior señalada sobre la línea media acromialradial, el pliegue es tomado en vertical y paralelo al ejelongitudinal del brazo. La circunferencia de brazo fuetomada en el punto medio entre el acromión y el ole-cranon con la cinta colocada perpendicularmente al ejelongitudinal del húmero, de acuerdo a lo planteado porNorton et al18.

Todos los sujetos fueron medidos en posición verti-cal, con los brazos relajados y paralelos al cuerpo. Elpliegue tricipital se midió en la cara posterior del brazo,en el punto medio entre el acrómion y el olécranon; lacircunferencia del brazo se tomó por el máximo períme-tro del brazo a nivel del punto medio de la marca acro-mial-radial con el codo extendido y los músculos relaja-dos. Para la evaluación antropométrica nutricional, asícomo del resto de los parámetros estudiados, se contócon el consentimiento de todos los participantes.

A partir de las variables PT y CB, se calculó el áreadel brazo expresada en mm2 (AB), según la fórmulapropuesta por Frisancho11.

AB = π/4*[cb*10/π]2 π= 3,1416.

Posteriormente, se calculó el área muscular del bra-zo (AMB; en mm2) y el área grasa del brazo (AGB; enmm2)11.

AMB =[(cb * 10) – (π * pt)]2

4 * π

AGB = AB – AMB

Seguidamente con las variables AMB y AGB, la edady el sexo de los sujetos se llevó a cabo los cálculos ycategorizaciones correspondientes según las tablas depercentiles del mismo autor, finalmente se clasificarona los sujetos de acuerdo a los puntos de corte de losvalores de área muscular y área grasa, observados enel cuadro 1, en donde se especifican las categorías tan-to para el área grasa como para el área muscular delbrazo y sus respectivos percentiles.

Los datos fueron analizados estadísticamente usandoel paquete estadístico SPSS® para Windows versión10.0, empleando la prueba de Chi cuadrado para com-parar si existen diferencias entre varones y mujeres porlo que respecta a los porcentajes de sujetos ubicadosen cada una de las categorías nutricionales, así mismola prueba t de Student, considerando como significati-vo en todos los casos un valor de p<0,00119.

24 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):22-27

EVALUACIÓN ANTROPOMÉTRICA DEL ESTADO NUTRICIONAL EMPLEANDO LA CIRCUNFERENCIA DEL BRAZO EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Se categorizó a los sujetos de acuerdo a la tablaanterior, tomando como referencia sus reservas a nivelmuscular y a nivel graso de la siguiente manera:

Bajo la norma: Todo valor igual o inferior al percen-til 10.

Normal: Todo valor ubicado por encima del percen-til 10 y menor o igual al percentil 90.

Sobre la norma: Todo valor ubicado por encima delpercentil 90.

De esta forma se identificaron los problemas de mal-nutrición, por déficit o por exceso presentes.

RESULTADOS

En el gráfico 1, se detallan lospromedios de las distintas varia-bles empleadas en el estudiocategorizadas de acuerdo alsexo, se nota así el dimorfismosexual esperado en cuanto alárea total del brazo reportandodiferencias estadísticamente sig-nificativas, siendo ésta predomi-nante en el sexo masculino, deigual manera sucedió con el áreamuscular del brazo, no siendoasí para el área grasa, la cual nomostró diferencias significativasen cuanto al sexo.

En el cuadro 2, se muestranlas categorías de acuerdo a lasáreas muscular y grasa porsexo. En cuanto al área muscu-lar, 48.2% del sexo femenino se

encuentran en situación Bajo la norma y deNormalidad, y 3.5% Sobre la norma, en cuanto al sexomasculino 49.6% se encuentran Bajo la norma, 48.7%en el rango de Normal y 1.7% Sobre la norma, desta-cando así la no existencia de diferencias estadística-mente significativas de acuerdo al sexo.

Por su parte, en referencia al área grasa y a la mues-tra femenil, el 6% evidenció una clasificación Bajo lanorma, 79.5% se ubicó en la categoría de Normalidad y14.5% Sobre la norma; en la muestra masculina el5.9% se encontró Bajo la norma, 67.2% en la categoríade Normalidad y 26.9% Sobre la norma. Al estudiar losresultados por sexo y categorías de las áreas del brazodescritas, éstas no resultaron ser diferentes significati-vamente por sexo, excepto que en el sexo masculino se

25

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):22-27

Área muscular del brazo Percentil Área grasa del brazo Percentil

Reserva proteica alta > percentil 90Reserva calórica muy alta(obesidad)

> percentil 95

Reserva calórica alta(sospecha de obesidad)

> percentil 90 y ≤ percentil 95

Reserva proteica normal > Percentil 10 y ≤ percentil 90 Reserva calórica normal > Percentil 10 y ≤ percentil 90

Reserva proteica baja(riesgo de desnutrición)

> 5 percentil y ≤ percentil 10Reserva calórica baja (riesgo de desnutrición)

> percentil 5 y ≤ percentil 10

Reserva proteica muy baja(desnutrición)

≤ percentil 5Reserva calórica muy baja(desnutrición)

≤ percentil 5

Cuadro 1. Puntos de corte de los índices de Área Muscular y Grasa propuesto por Frisancho (1981).

Gráfico 1.

*Femenino vs Masculino. T de student. P<0,0001.

reportó el resultado estadísticamente mayor en la cate-goría Sobre la norma en cuanto al área grasa del brazo.

DISCUSIÓN

El estado nutricional se define como la condicióncorporal resultante del balance entre la ingestión dealimentos y su utilización por parte de éste. La evalu-ación del estado nutricional de individuos y pobla-ciones es objeto de estudio de diversos especialistas,en particular de nutricionistas y bioantropólogos, paralo cual, utilizan una serie de técnicas que incluyen lasantropométricas11,20,21.

A principios de ésta década, las mediciones antropo-métricas constituyen una de las herramientas de valorimportante en la evaluación del estado nutricional desujetos y colectividades. La estimación de algunosparámetros de composición corporal permite no sóloconocer las reservas calóricas y proteicas, sino tambiénpoder identificar la presencia de algunos factores deriesgo relacionados con la enfermedad tanto por déficitcomo por exceso22.

En una investigación realizada por Vera y cols23,encontraron que valores del área grasa fueron de1157,88mm2(±795,23), así mismo, que el 15.8% pre-sentaron valores de área grasa alta, 78.0% normal y6.2% baja, en relación al presente estudio se reportó enreferencia al área grasa que el 21.8% de la muestratotal se ubica Sobre la norma, en tanto, el 72.3% en lacategoría de Normalidad y sólo 5.9% Bajo la norma,guardando posible relación con la investigación de Vera,no siendo para el promedio reportado en el área grasa,en donde en éste estudio obtuvo se un valor más alto.

En otro estudio llevado a cabo por Vargas y cols17,cuyo objetivo se plantearon determinar el estado nutri-cional de estudiantes de la Universidad Nacional deColombia a través del uso de indicadores antropométri-cos, hallaron una prevalencia de malnutrición de 21,7 %,siendo mayor la malnutrición por exceso con un 12.4%,que por déficit con un 9.3%. De la misma manera, refe-rente al área muscular en su composición de reservaproteica, más del 60% los hombres se ubicaron en lacategoría de Bajo la norma, mientras que las mujeres,alrededor del 40% se ubicó en la misma categoría. Encomparación con éste estudio, el 48.2% de la muestramasculina se ubicó en la categoría Bajo la norma, mien-tras que en la muestra femenil el porcentaje fue ligera-mente mayor, siendo un 49.6% ubicados en la categoríaBajo la norma en cuanto al área muscular se refiere.

CONCLUSIONES

No se evidenciaron diferencias estadísticamente signifi-cativas por sexo en las distintas categorías, excepto en elgrupo masculino, que reportó valores estadísticamentemayores en la categoría de Sobre la norma con respectoal grupo femenino, sin embargo si se reportaron diferen-cias significativas en los promedios del área total del bra-zo y el área muscular del brazo, siendo el dimorfismosexual el esperado para la muestra predominando el sexomasculino, no siendo así para el área grasa. Por otra par-te, en la muestra estudiada, se evidenció deficiencia dereserva muscular indicando posible estado malnutriciónpor déficit, (riesgo de desnutrición o desnutrición segúnpuntos de corte empleados8), seguido por Normalidad dedichas reservas, mientras que para las reservas calóricasse reportaron en la categoría de Normalidad, seguido de

26 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):22-27

EVALUACIÓN ANTROPOMÉTRICA DEL ESTADO NUTRICIONAL EMPLEANDO LA CIRCUNFERENCIA DEL BRAZO EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Categoría

Sexo

Femenino Masculino

Área muscular Área grasa Área muscular Área grasa

Nº % Nº % Nº % Nº %

Bajo la norma 40 48,2 5 6 59 49,6 7 5,9

Normal 40 48,2 66 79,5 58 48,7 80 67,2

Sobre la norma 3 3,6 12 14,5 2 1,7 32 26,9*

Total 83 100 83 100 119 100 119 100

Cuadro 2. Distribución de sujetos de acuerdo al sexo y situación nutricional.

*Chi- cuadrado para α= 0,05. P< 0,0001.

un 21.8% ubicado Sobre la norma reflejando malnutri-ción por exceso (posible riesgo de sobrepeso u obesidadde acuerdo a puntos de corte empleados en ésta investi-gación), y un pequeño porcentaje ubicado Bajo la normareflejando malnutrición por déficit.

Se debe tomar en cuenta que el uso de la circunfe-rencia del brazo no puede limitarse al diagnóstico dedéficit nutricional en poblaciones, sino que es tambiénuna herramienta muy útil en casos de diagnóstico yseguimiento de obesidad y de patologías que cursancon alteraciones nutricionales24,25, de la misma mane-ra, de acuerdo a los resultados conseguidos, se debenconsiderar más variables antropométricas, bioquímicasy sociales para obtener mejores resultados la cual ayu-dará a obtener mejores referencias de la población deestudio, así como también, se puede señalar la necesi-dad de políticas y programas de educación nutricionalen todas las carreras del pensum de las universidades,a fin de orientar al estudiantado a tener hábitos saluda-bles de nutrición y al mismo tiempo obtener cambiospositivos en su estilo de vida.

BIBLIOGRAFÍA

1. UNICEF. The state of the world’s children 1998: A UNICEF report.Malnutrition: Causes,consequences and solutions. Nutr. Rev.1998; 56 (4): 115-123.

2. Nickas, T. Kuvibidila, S. Gatewood, L. Metzinger, A and Frempong,K. Prevalence of anemia and iron deficiency in urban haitian childrentwo to five years age. Journ. of Trop. Pediatr. 1998; 44: 133-138.

3. Amigo H. Obesidad en el niño en América Latina: situación, criteriosde diagnóstico y desafíos. Cad Saude Publica. 2003;19:163–70.

4. Orden AB, Torres MF, Luis MA, Cesani MF, Quintero AF, OyhenartEE. Evaluación del estado nutricional en escolares de bajos recur-sos socioeconómicos en el contexto de la transición nutricional.Arch Argent Pediatr. 2005; 103:205–11.

5. Peña M, Bacallao J. La obesidad en la pobreza: un problema emer-gente en las Américas. En: Peña M, Bacallao J, eds. La obesidad enla pobreza: un nuevo reto para la salud pública. Washington, D.C.:Organización Panamericana de la Salud; 2000. Pp. 3–11.

6. Martorell R. Promoting healthy growth: rationale and benefits.En: Pinstrup Andersen P, Pelletier D, Alderman H, eds. Childgrowth and nutrition in developing countries: priorities for action.London: Cornell University Press; 1995. Pp. 15–31.

7. Ortiz-Andrellucchi A, Peña Quintana L, Albino Beñacar A,Mönckeberg Barros F, Serra-Majem L. Desnutrición infantil, saludy pobreza: intervención desde un programa integral. NutriciónHospitalaria. 2006;21: 533–41.

8. Gueri. Peña. Nutrición de la madre y el niño. En: Acciones desalud a nivel local, según las metas de la cumbre mundial enfavor de la infancia. OPS, Washington, D.C. 1996; 267-282.

9. Carmuega, E. Durán, P. Valoración del estado nutricional en niñosy adolescentes. Boletín CESNI, Centro colaborador de la OMS parala docencia e investigación en nutrición infantil. 2000. Junio: 3-24.

10. Ortiz Hernández L: Evaluación nutricional de adolescentes. RevMed IMSS 2002; 40(3):223-232.

11. Frisancho AR. New norms of upper limb fat and muscle areas forassesment of nutritional status. Am J Clin Nutr 1981; 34:2540-2545.

12. García DL. Requerimientos energéticos en los pacientes críticos.Med Clin (Barc) 1997; 109(16): 632-634.

13. Monterrey Gutiérrez y Porrata Maqury. Procedimiento gráfico parala evaluación del estado nutricional de los adultos según el índi-ce de masa corporal. Revista Cubana de Alimentación y Nutrición2001; 15(1):62.

14. Alexander, P. Aptitud física, características morfológicas y compo-sición corporal. Pruebas estandarizadas en Venezuela de 7,5 a18,4 años. IND. 1995. p. 49, 87-90.

15. World Health Organization. Uses and interpretation of anthro-pometry in the elderly for the assessment of physical status.Interim draft report of nutrition unit. Ginebra: World HealthOrganization, The subcommittee on the Erderly, 1992.

16. Alemán, H. M. Evaluación del estado de nutrición y factores deriesgo en adultos mayores. Rev. Salud Pública y Nutrición. Ediciónespecial No. 10-2006.

17. Vargas, M; Becerra, F; Prieto, E. Evaluación Antropométrica deEstudiantes Universitarios en Bogotá, Colombia. Rev. salud públi-ca. 2008; 10 (3):433-443.

18. Norton Kevin y Olds Tim. ANTROPOMETRICA. Rosario. Argentina.BIOSYSTEM Servicio Educativo. 1996. p. 37-44.

19. Sentís, J. Pardell, H. Cobo, E. Canela, J. Manual de Bioestadística.(2da edición). Masson. Barcelona, España. 1995; 215.pp.

20. Lohman, T. G. Roche, A. F., y Martorell, R. Anthropometric Stan -da rization Reference Manual (Champaing: Human Kinetics).1988.

21. Hoffmans, M.D.A., Kromhout, D. y Lezendene, C. Body massindex at the age of 18 and its effects on 32-year mortality fromcoronary heart disease and cancer. Journal of ClinicalEpidemiology. 1989; 42: 513-520.

22. Sotillo, C; Spizzo, R. (2003). Evaluación antropométrica nutricio-nal de adultos de una comunidad de damnificados. INCI. 2003;28 (2). Caracas.

23. Vera, Y. Gollo, O. Vásquez, E. Sánchez, W. Sanz, R. Medina, F.Albano, C.Rodríguez, A. Hidalgo, G. Cintura-Cadera, área grasa ysobrepeso/obesidad por estrato social en niños y adolescentesdel eje centro norte de Venezuela. 2009.

24. Ozturk A, Budak N, Cicek B, Mazicioglu MM, Bayram F, KurtogluS. Cross-sectional reference values for mid-upper arm circumfer-ence, triceps skinfold thickness and arm fat area of Turkish chil-dren and adolescents. Int J Food Sci Nutr. 2008; 12:1- 14.

25. Chumlea W.C. Anthropometric and Body Composition Assessmentin Dialysis Patients. Seminars in Dialysis. 2004; 17(6):466–470.

27

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):22-27

RESUMEN

Introducción: La proporción de obesidad en mujeresembarazadas también está aumentando lo cual reper-cute en posibles complicaciones asociadas con el pro-pio embarazo y con el feto tales como, diabetes gesta-cional, hipertensión inducida por el embarazo,macrosomia, partos por cesárea, y otros efectos adver-sos para la salud a largo plazo de la madre y del niño.

Objetivos: Describir el comportamiento del sobrepe-so y la obesidad en embarazadas cubanas y la posibleasociación con otras variables de interés para elembarazo.

Métodos: Los datos para este estudio provienen deun análisis secundario de las embarazadas evaluadasen sitios centinela ubicados en las áreas de salud conmayor y menor índice de bajo peso al nacer de cadaprovincia del país. Se recogió información sobre,momento en que inició la atención prenatal, peso alinicio del embarazo, talla, ganancia de peso durante elembarazo, hemoglobina al inicio y tercer trimestre ypeso del niño al nacer. Se realizaron comparaciones dediferentes variables entre las embarazadas normales ylas que tenían sobrepeso y obesidad a la captación.Para la comparación de medias se utilizó el análisis devarianza de clasificación simple. Para establecer lasasociaciones entre variables se usó la prueba de Chicuadrado.

Resultados: Del total de mujeres embarazadas el21,7% inician su gestación con sobrepeso y el 7,0%eran obesas. La edad promedio de las gestantes consobrepeso y obesas fue mayor al igual que la gananciade peso superior a la ideal recomendada. El porcenta-je de niños con peso excesivo al nacer de lasembarazadas con sobrepeso y obesidad fue significati-vamente superior al de las que iniciaron el embarazocon un estado nutricional normal.

Discusión: Tanto las cifras de sobrepeso como deobesidad son elevadas para esta etapa de la vida,esto está en correspondencia con la elevada preva-lencia de sobrepeso y obesidad en el sexo femeninoen Cuba, queda manifiesto por los datos del presenteestudio que tanto en las embarazadas normalescomo en las que tienen sobrepeso y obesidad aprox-imadamente más de la mitad no ganan de pesosegún lo establecido de acuerdo a su estado nutri-cional inicial.

Los niños nacidos de madres con sobrepeso y obesi-dad tuvieron un mayor porcentaje de macrosomia quelas de madres con estado nutricional normal lo quesugiere que el sobrepeso y la obesidad maternapueden ocasionar un riesgo significativo para lasnuevas generaciones con compromisos metabólicosdesde etapas tan tempranas de la vida y muestra laimportancia del período perinatal para la prevención deenfermedades crónicas no transmisibles.

Conclusiones: El sobrepeso y la obesidad están aso-ciados con una ganancia de peso superior a la idealrecomendada y con un incremento en el porcentaje deniños con peso excesivo al nacimiento. Se comprobó

28 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

Artículo Original

Sobrepeso y obesidad en embarazadas cubanas

Overweight and obesity in Cuban pregnant women

Jiménez Acosta Santa, Rodríguez Suárez Armando

Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos. Infanta 1158, La Habana, Cuba.

Correspondencia:E mail: [email protected]

que el sobrepeso y la obesidad en las embarazadasadolescentes tiene baja frecuencia.

PALABRAS CLAVES

Índice de masa corporal, sobrepeso y obesidad enembarazadas, ganancia de peso en el embarazo, pesoal nacimiento.

ABSTRACT

Introduction: Obesity and overweight prevalencesamong pregnant women and their associated complica-tions such as diabetes gestational, high blood pressure,macro fetus, cesarean required deliveries, and someothers adverse effects both for mothers and theirbabies are increasing during the last years.

Objective: To describe the prevalence of obesity andoverweight among Cuban pregnant women and theirpossible relationship to some other variables.

Methods: Data were obtained from a secondaryanalysis of the pregnant women included in theSentinel Sites located all over the country in the twohealth areas of each province with the higher and thelower prevalences of low birth weight. Data includedtime at which prenatal care was initiated, body weightat the beginning of the pregnant period, hemoglobinlevels at the beginning and at the third trimester andbirth weight. Variables were compared between “nor-mal” and overweight and obese pregnant women usingANOVA and Chi squared tests.

Results: 21,7% of pregnant women initiated theirpregnancy with overweight and 7,0% were found to beobese. Age average and weight gain during the preg-nancy period as compared with the standards werehigher in obese and overweight pregnant women. Alsothe percentage of overweight babies was higher in thegroup of obese and overweight pregnant women.

Discussion: Overweight and obesity prevalences arevery high for pregnant women and this is related to thesame results found for the women population in Cuba.It was also demonstrated that about half of both nor-mal and obese and overweight pregnant women do notgain enough weight as it is established according totheir nutritional status at the beginning of the pregnantperiod.

Higher macrosomia percentages among new bornbabies was found among obese and overweight moth-ers indicating that maternal overweight and obesity are

considered as risk factors of metabolic disorders in thenew generations from the beginning of their life. Thisshows the importance of the prenatal period for theprevention of chronic diseases.

Conclusions: Overweight and obesity are associatedto a body weight gain grater than recommendationsand with an increased prevalence of babies with highbirth weight. Low percentages of overweight and obe-sity in adolescent pregnant women was also found.

KEY WORDS

Body mass index, overweight, obesity, pregnantwomen, body weight gain, birth weight.

INTRODUCCIÓN

El sobrepeso y la obesidad se vienen incrementandoprogresivamente tanto en los países desarrolladoscomo en los en vías de desarrollo. La obesidad predis-pone al desarrollo de varias enfermedades crónicastales la hipertensión arterial, enfermedades cardiovas-culares, diabetes tipo 2, problemas articulares entreotras. La prevalencia de obesidad varía en diferentespoblaciones y en dependencia de la edad y el sexo1.

El efecto del estado nutricional materno antes delembarazo sobre el producto de la concepción es degran importancia para la salud pública. El incrementode la prevalencia de obesidad entre niños y adultos envarios países constituye una seria amenaza potencialpara la salud de esas poblaciones2-4.

La proporción de obesidad en mujeres embarazadastambién está aumentando lo cual repercute en posiblescomplicaciones asociadas con el propio embarazo y conel feto tales como, diabetes gestacional, hipertensióninducida por el embarazo, macrosomia, partos porcesárea, y otros efectos adversos para la salud a largoplazo de la madre y del niño5-7.

La proporción de obesidad en la población cubana seha ido incrementando progresivamente. La SegundaEncuesta Nacional sobre Factores de Riesgo yEnfermedades no transmisibles mostró que el sobrepe-so en las mujeres en edad fértil era de 20.9% en elgrupo de 20-29 años y de 31,9% en el de 30 -39 añosmientras la obesidad fue de 7,32% y 12,23% respecti-vamente8.

La literatura de obstetricia se ha focalizado reciente-mente sobre la incidencia del incremento de complica-ciones con el incremento del índice de masa corporal y

29

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

la ganancia de peso en las embarazadas9-12 El objetivodel presente estudio es describir el comportamiento delsobrepeso y la obesidad en embarazadas cubanas y laposible asociación con otras variables de interés para elembarazo.

MÉTODOS

Los datos para este estudio provienen de un análisissecundario de las embarazadas evaluadas en sitios cen-tinela ubicados en las áreas de salud con mayor ymenor índice de bajo peso al nacer de cada provinciadel país. La recolección del dato primario estuvo a car-go del médico y la enfermera de la familia de los dife-rentes tipos de consultorios de las áreas de salud selec-cionadas, los cuales previa estandarización evaluaron atoda la población objeto de estudio.

Se recolectaron los datos de las embarazadas segúnlos registros de la consulta, tomándose los tarjetonesde aquellas que concluyeron el embarazo desde juniodel año 2009 hasta mayo del año 2010, el llenado delos cuestionarios fue supervisado por los especialistasen nutrición de los Centros Provinciales de Higiene yEpidemiología y revisados posteriormente para crear lasbases de datos.

Se recogió información sobre, momento en que ini-ció la atención prenatal, peso al inicio del embarazo,talla, ganancia de peso durante el embarazo, hemo-globina al inicio y tercer trimestre y peso del niño alnacer. La antropometría fue realizada por enfermeraso médicos entrenados de acuerdo a los procedimien-tos establecidos13.

Se calculó el índice de masa corporal (IMC) peso enkg/ talla m². al inicio de la gestación de acuerdo a loscriterios del Instituto de Medicina de los EstadosUnidos14 (IOM) de 2009 que plantean como punto decorte para el bajo peso un IMC < 18,5; normal entre18,5-24,9; sobrepeso un IMC de 25 a 29,9 y para laobesidad IMC ≥30.

La ganancia de peso gestacional fue definida como ladiferencia entre el peso materno medido una semanaantes del parto y el peso materno registrado en la pri-mera consulta de captación de la embarazada. Se utili-zo como ganancia de peso ideal recomendada la pro-puesta por el IOM 2009 según el estado nutricionalinicial que considera que una mujer que inicia el emba-razo desnutrida debe ganar entre 12,5-18 kilogramos,la de peso normal entre 11,5-16, la sobrepeso entre 7-11,5 y la obesa entre 5-9 kilogramos14.

Se registraron los niveles de hemoglobina realizadoscomo parte de los controles prenatal en el primer y ter-cer trimestre de la gestación y se consideró como ané-mica a toda embarazada cuyas cifras de hemoglobinafueran inferiores a 110 g/l.

Se obtuvo el peso del recién nacido, las categoría depeso al nacer consideradas fueron las siguientes: Muybajo peso menos de 1500 gramos; Bajo peso 1500-<2500 gramos; normal de 2500-4000 gramos y pesoalto ≥4000 gramos.

Para darle salida a los objetivos propuestos, se calcu-laron porcentajes, se hallaron la proporción de sobrepe-so y obesidad y su asociación con distintas variablescomo la ganancia de peso gestacional, anemia en elembarazo, peso al nacer del niño.

Para la comparación de medias se utilizó el análisisde varianza de clasificación simple.

Para establecer las asociaciones entre variables seusó la prueba de Chi cuadrado.

En todos los casos se consideró un nivel de significa-ción de α< 0,05.

Los análisis estadísticos fueron realizados con el pro-grama Epi Info versión 3.5.1 del 200815.

RESULTADOS

La tabla 1 muestra el estado nutricional de las emba-razadas evaluadas según las referencias del IOM 2009.Del total de mujeres analizadas el 21,7% iniciaron suembarazo con sobrepeso y el 7,0% eran obesas.

En la tabla 2 se presentan diferentes características delas gestantes de acuerdo a su estado nutricional. Laedad promedio de las embarazadas de ambos grupos

30 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

SOBREPESO Y OBESIDAD EN EMBARAZADAS CUBANAS

Estadonutricional

Nacional

n %

Bajo Peso 414 9.9

Peso Normal 2550 60.9

Sobrepeso 909 21.7

Obesa 294 7.0

Total 4167 100.0

Tabla 1. Estado nutricional al inicio de la gestación.

difieren significativamente, siendo mayor en el grupo demujeres con sobrepeso y obesidad, la talla es similar enambos grupos mientras que el resto de las variables(peso a la captación, peso final, IMC y ganancia de peso)como es lógico de esperar muestran diferencias signifi-cativas. La concentración media de hemoglobina en eltercer trimestre fue bastante similar en los dos grupos.

La Figura 1 muestra la variación del porcentaje desobrepeso y obesidad por grupos de edades en lasembarazadas encuestadas.

Se puede apreciar que en las mujeres con edadescomprendidas entre 20-39 años hubo mayor predomi-nio del sobrepeso y obesidad mientras que el grupo delas adolescentes mostró los menores porcentajes.

La Tabla 3 muestra una relación entre el comporta-miento de la ganancia de peso de acuerdo al estadonutricional al inicio del embarazo, en mujeres conestado nutricional normal y con sobrepeso y obesidad.Las mujeres con sobrepeso y obesidad mostraron losmenores porcentajes de ganancia de peso en el curso

del embarazo inferior a la idealen comparación con las norma-les mientras que la ganancia depeso superior a la ideal fue sig-nificativamente mayor en lasgestantes con sobrepeso yobesidad.

Al valorar el comportamientode la anemia en las mujeresembarazadas con sobrepeso yobesidad en el primer y tercertrimestre (tablas 4 y 5) seobserva que en el primer tri-mestre el porcentaje de muje-res anémicas es menor en lasgestantes con sobrepeso yobesidad. Sin embargo, estatendencia queda eliminada enel tercer trimestre y se obser-van cifras muy similares deanemia en ambos grupos.

31

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

CaracterísticasEstado nutricional

Valor de pNormal Media (DE) Sobrepeso y obesas Medias (DE)

Edad 25.43 (5.86) 28.30 (6.17) 0.000

Peso a la captación (kg) 55.56 (6.5) 71.73 (10.3) 0.000

Talla (cm) 158.3 (6.45) 157.7 (8.22) 0.17

Peso final 67.33 (8.2) 81.36 (10.4) 0.000

IMC 22.1 (1.83) 29.03 (4.33) 0.000

Ganancia de peso (kg) 11.7 (5.27) 9.86 (5.09) 0.000

Hemoglobina 1er Trimestre (g/L) 118.9 (11.4) 120.1 (12.09) 0.010

Hemoglobina 3er Trimestre (g/L) 116.3 (19.07) 116.04 (19.71) 0.821

Tabla 2. Características de los pacientes de acuerdo a su estado nutricional.

Figura 1. Porcentaje de sobrepeso y obesidad según la edad de las embarazadas.

32 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

SOBREPESO Y OBESIDAD EN EMBARAZADAS CUBANAS

Estado nutricionalGanancia inferior a la ideal Ganancia Ideal Ganancia superior a la ideal Total

n % n % n % n %

Normal 1252 49.9 929 37.0 329 13.1 2510 72.5

Sobrepeso más obesas 175 18.4 378 39.7 400 42.0 953 27.5

Total 1427 41.2 1307 37.7 729 21.1 3463 100.0

Tabla 3. Relación entre la ganancia de peso de las mujeres con sobrepeso y obesidad y normales durante la gestación.

Chi cuadrado 441.19 p <0.000.

Estado nutricionalAnemia No anemia Total

n % n % n %

Normal 366 14.0 2255 86.0 2621 100.0

Sobrepeso y Obesas 130 12.6 900 87.4 1030 100.0

Total 496 13.6 3155 86.4 3651 100.0

Tabla 4. Relación entre embarazadas con Anemia en el primer trimestre según estado nutricional.

Chi cuadrado 1.136 p =0.156.

Estado nutricionalAnemia No anemia Total

n % n % n %

Normal 661 26.4 1844 73.6 2505 100.0

Sobrepeso y Obesas 251 26.3 705 73.7 956 100.0

Total 912 26.4 2549 73.6 3461 100.0

Tabla 5. Relación entre embarazadas con Anemia en el tercer trimestre según estado nutricional.

Chi cuadrado 0.006 p =0.487.

Peso alnacer(gramos)

Estado nutricional a la captación

Normales Sobrepeso y Obesas Total

n % n % n %

<1500 13 0.5 3 0.3 16 0.5

1500-2500 94 3.7 21 2.2 115 3.3

2500-4000 2263 90.2 834 87.4 3097 89.5

>4000 138 5.5 96 10.1 234 6.8

Total 2508 72.4 954 27.6 3462 100.0

Tabla 6. Peso al nacer de niños de madres normales y con sobrepeso más obesidad al inicio del embarazo.

Chi cuadrado 27.475 p <0.000.

El porcentaje de niños con bajo peso al nacer de lasembarazadas con sobrepeso y obesidad fue significati-vamente inferior al de las que iniciaron el embarazo conun estado nutricional normal, mientras que el porcenta-je de niños nacidos con peso superior a 4000 gramosfue superior en las embarazadas con sobrepeso y obe-sas duplicándose prácticamente la cifra.

DISCUSIÓN

El presente estudio tuvo como objetivo describir lafrecuencia de sobrepeso y obesidad en embarazadascubanas a partir de las referencias del IOM 2009 y valo-rar el efecto de algunas variables de interés en elembarazo como la ganancia de peso, la anemia y elpeso del recién nacido.

Tanto las cifras de sobrepeso como de obesidad sonelevadas para esta etapa de la vida, esto está en corres-pondencia con la elevada prevalencia de sobrepeso yobesidad en el sexo femenino en Cuba, de acuerdo a losdatos de de la II Encuesta Nacional sobre Factores deRiesgo y Enfermedades no transmisibles que permitenuna comparabilidad ya que los puntos de corte utilizadospara evaluar el estado nutricional son los mismos8.

Se encontró una mayor prevalencia de sobrepeso yobesidad en las edades comprendidas entre los 20 y 39años, en este sentido existe diferencia con lo encontra-do en la encuesta citada anteriormente ya que en lamisma el sobrepeso y la obesidad en el sexo femeninofue mas frecuente en las edades por encima de los 50años pero en este estudio como es lógico al tratarse deembarazadas estas edades quedan excluidas8.

En un estudio sobre los efectos de la obesidad y laganancia de peso de adolescentes sobre el producto dela concepción (14-25 años) valorado por el IMC16 seencontró que casi la mitad de las embarazadas fueronobesas o sobrepeso, y solo el 25,3% tuvieron unaganancia de peso recomendada. En el caso que se ana-liza, contrariamente, las adolescentes fueron el grupoque presentaron el menor porcentaje de sobrepeso yobesidad. El incremento del sobrepeso y la obesidadmaterna se están convirtiendo en un reto importanteen la práctica obstétrica, con incremento de los riesgosmaternos y fetales y afectación a más largo plazo de lasalud de ambos, ello conlleva lograr un mejor posicio-namiento de los especialistas en el tema para poderprevenirla y tratarla a tiempo17.

El 42% de las mujeres con sobrepeso y obesidadtuvieron ganancias de peso superiores a la recomenda-

das, en comparación con el 13,1% en embarazadas conestado nutricional normal a la captación, las gananciasexcesivas de peso en la gestación están relacionadascon la elevada retención de peso post parto y el desa-rrollo de sobrepeso y obesidad en etapas más avanza-das de la vida18 de ahí la importancia de las interven-ciones precoces para promover una ganancia de pesosaludable en el embarazo.

Varios estudios refieren que el peso pregestacionales un importante predictor de los cambios de pesodurante el embarazo. A pesar de que está demostradoque las mujeres con sobrepeso y obesidad debenganar menos peso que la normal durante el embarazo,las obesas a la captación tienen más probabilidad deexceder las ganancias de peso recomendadas por elIOM19. Sin embargo, queda manifiesto por los datosdel presente estudio que tanto en las embarazadasnormales como en las que tienen sobrepeso y obesi-dad aproximadamente más de la mitad no ganan depeso según lo establecido de acuerdo a su estadonutricional inicial20.

El seguimiento de la ganancia de peso maternodurante el embarazo constituye una excelente manerade evaluar la marcha del embarazo y paralelamente delcrecimiento del bebé y debe siempre sugerirse accionesadecuadas que ayuden a garantizar que la mayoría delas embarazadas cursen con las ganancias recomenda-das y sobretodo que se puedan utilizar normas para lospaíses en desarrollo las cuales son escasas.

Los niños nacidos de madres con sobrepeso y obesi-dad tuvieron un mayor porcentaje de macrosomia quelas de madres con estado nutricional normal lo quesugiere que el sobrepeso y la obesidad materna puedenocasionar un riesgo significativo para las nuevas gene-raciones con compromisos metabólicos desde etapastan tempranas de la vida y muestra la importancia delperíodo perinatal para la prevención de enfermedadescrónicas no transmisibles21.

El presente estudio al basarse en datos recolectadosde los tarjetones de cuidado prenatal tiene algunaslimitaciones, no fue posible obtener las complicacionesdel parto o cesárea y neonatales lo cual hubiera sido degran valor para poder correlacionarlas con el estadonutricional inicial y con la ganancia de peso. No obstan-te tiene la fortaleza de que la captación de la mayoríade las embarazadas cubanas es antes de las 12 sema-nas por lo que el peso a la captación se semeja bastan-te al pregestacional y se brinda cobertura de salud gra-

33

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

tuita a todas las embarazadas tanto de áreas urbanascomo rural.

CONCLUSIONES

El sobrepeso y la obesidad están asociados con unaganancia de peso superior a la ideal recomendada ycon un incremento en el porcentaje de niños con pesoexcesivo al nacimiento. Se comprobó que el sobrepesoy la obesidad en las embarazadas adolescentes tienenbaja frecuencia.

AGRADECIMIENTOS

A todos los especialistas de nutrición de los CentrosProvinciales de Higiene y Epidemiología por su aporteen la recolección de las bases de datos.

BIBLIOGRAFÍA

1. World Health Organization. Obesity: preventing and managing aglobal epidemic. World Health Organ Tech Rep Ser 2000;894:1–4.

2. Ebbeling CB, Pawlak DB, Ludwig DS. Childhood obesity: public-health crisis, common sense cure. Lancet 2002;360: 473–82.

3. Flegal KM, Troiano RP. Changes in the distribution of body massindex of adults and children in the US population. Int J Obes2000;24: 807–18.

4. Popkin BM. An overview on the nutrition transition and its healthimplications: the Bellagio meeting. Public Health Nutr 2002;5(Suppl):93–103.

5. Lu GC, Rouse DJ, DuBard M, et al. The effect of the increasingprevalence of maternal obesity on perinatal morbidity. Am JObstet Gynecol 2001; 185: 845-849.

6. Weiss JL, Malone FD, Emig D, Ball RH, Nyberg DA, Comstock CH,et al. Obesity, obstetric complications and caesarean deliveryrate: a population based screening study. Am J Obstet Gynecol2004; 190:1091–7.

7. Anna-Maria Siega-Riz · Anna-Maria Siega-Riz · Barbara Laraia.The implications of maternal overweight and obesity on thecourse of pregnancy and birth outcomes Matern Child Health J2006; 10:S153–S156.

8. Jiménez S, Díaz ME, Barroso I, Bonet M. Estado nutricional de lapoblación adulta cubana Rev Esp Nutr Comunitaria 2005; 11: 18-28.

9. Hall LF, Neubert AG. Obesity and pregnancy. Obstet Gynecol Surv.2005; 60:253–260. [PubMed: 15795633].

10. ACOG Committee Opinion on Obstetric Practice. Obesity in preg-nancy. Obstet Gynecol. 2005; 106: 671–675. [PubMed:16135613].

11. Pathi A, Esen U, Hildreth A. A comparison of complications ofpregnancy and delivery in morbidly obese and non-obesewomen. J Obstet Gynaecol. 2006; 26:527–530. [PubMed:17000498].

12. Kiel DW, Dodson EA, Artal R, Boehmer T, Leet TL. Gestationalweight gain and pregnancy outcomes in obese women. Howmuch is enough? Obstet Gynecol. 2007; 110:752–758. [PubMed:17906005].

13. Díaz ME. Manual de antropometría para el trabajo de nutrición.Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos. La Habana.1992; pp.25.

14. Institute of Medicine. Report Brief. May 2009. Weight Gain DuringPregnancy: Reexamining the Guidelines. Available on:www.iom.edu/pregnancyweigth gain. REPORT.

15. Center for disease Control. EpiInfo 2008 versión 3.5.1. Databaseand statistic software for public health professionals. [Programade ordenador] CDC; 2008.

16. Magriples M D, Trace S. Kershaw, Ph.D.2, Sharon SchindlerRising, C.N.M, Westdahl C, Ickovics JV, The effects of obesity andweight gain in young women on obstetric outcomes. Am JPerinatol. 2009 May; 26(5): 365–371. doi:10.1055/s-0028-1110088.

17. Leddy MA, Power ML, Schulkin J, The impact of maternal obesityon maternal and fetal health. Rev Obstet Gynecol. 2008;1(4):170-178.

18. Phelan S, Pregnancy: A “teachable moment” for weight controland obesity prevention. Published in final edited form as: Am JObstet Gynecol. 2010 February; 202(2): 135.e1. doi:10.1016/j.ajog.2009.06.008.

19. Kumari AS, Pregnancy outcome in women with morbid obesity.Int J Gynaecol Obstet. 2001; 73:.101-107.

20. Abrams B, Altman SL, Pickett KE, Pregnancy weight gain: stillcontroversial Am J Clin Nutr 2000; 71(suppl):1233S–41S.

21. Catalano PM, Preslye L, Minium J, Haugel de Monzon S. Fetusesof obese mothers develop insulin resistance in utero. DiabetesCare 2009; 32:1076–1080.

34 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):28-34

SOBREPESO Y OBESIDAD EN EMBARAZADAS CUBANAS

Artículo Original

Estudio comparativo de las dietas suministradas en distintostipos de residencias de la tercera edad

Comparing the diets of elderly people living in different types of institution

Barrado E1, Tesedo J2, Tesedo A3

1. Departamento de Química Analítica. Facultad de Ciencias. Universidad de Valladolid. 47005. Valladolid. 2. Departamento de Farmacología y Terapéutica. Facultad de Medicina. Universidad de Valladolid. 47005. Valladolid.3. Departamento de Nutrición y Dietética. Hospital Clínico Universitario. Avda. Ramón y Cajal 3, 47005. Valladolid.

RESUMEN

Se lleva a cabo un estudio de las dietas suministra-das en 5 residencias públicas y 10 residencias priva-das de personas mayores durante un ciclo de 15 días.Se controla la composición nutricional de la ingestapara cada día del ciclo, la cantidad de cada alimentoutilizado y la forma de cocinarlo, la cantidad de ali-mentos servidos a hombres y mujeres, la cantidad dealimentos preparados pero no servidos y la cantidadde alimentos servidos y no consumidos por hombres ymujeres.

Todos los parámetros nutricionales obtenidos estándentro de los valores recomendados, por lo que elestudio indica que las dietas son equilibradas, la varia-bilidad de alimentos adecuada, el grado de aceptaciónbueno y el servicio correcto. La calidad de los alimen-tos es buena, si bien, según el tipo de residencia haydiferencias en la utilización de alimentos frescos o con-gelados y en las preparaciones. En todo caso las pre-paraciones no son habitualmente las más recomenda-das, ya que se prefiere de forma muy significativa, losguisos, los fritos y las salsas frente a la plancha el her-vido o el horno.

El análisis estadístico mediante componentes princi-pales agrupa las residencias públicas en la zona depredominio de la fibra y el colesterol, las privadas decoste medio en la zona de predominio de las grasas ypor tanto de mayor número de kilocalorías, mientrasque las de coste medio alto se agrupan en la zona delas proteínas.

PALABRAS CLAVE

Residencias, Tercera edad, Dietas, Análisis estadístico.

ABSTRACT

This study compares the diets administered to elder-ly persons living in 5 public and 10 private homes overa 15-day period. For each day of the study period, thefollowing variables were recorded: the nutritional com-position of the meals, the amount of each food typeused and how it was cooked, the amounts of foodtypes served to men and women, the number of mealsprepared but not served and the number of mealsserved but not consumed by men and women.

All the nutritional variables recorded were within rec-ommended values such that the diets were well-bal-anced and sufficiently varied. All meals were also well-accepted by the consumers and well-served. Thequality of the different foods was good, although dif-ferences were observed in the use of fresh or frozenfoods or how the food was prepared foods dependingon the type of home. The modes of food preparationwere generally not the most recommendable, since

35Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

Correspondencia:Enrique BarradoDepartamento de Química AnalíticaC/ Dr. Mergelina s/n. 47005 ValladolidTf. 983 423595 - Fax 983 423013e-mail: [email protected]

stews, fried food and sauces were significantly pre-ferred to grilled, boiled or oven-cooked foods.

Statistical analysis grouped the diets on a principalcomponent plot as follows: those administered by pub-lic institutions in the area of predominating fibre andcholesterol, the diets of intermediate-cost homes in thezone of predominant fat and therefore greater numberof kilocalories, while the meals supplied by intermedi-ate to high cost homes grouped in the zone of high pro-tein contents.

KEYWORD

Institutions, Elderly, Diets, Statistical analysis.

1. INTRODUCCIÓN

Según el Instituto Nacional de Estadística sobre“Proyección de la población española para el periodo1980-2010”, las personas mayores de 65 años pasaránde 4,3 millones en 1980 a 6,2 millones en este año2010, de los cuales 300.000 contarán con más de 83años. Consecuencia de ello será la aparición de unrosario de nuevas interacciones en los campos econó-mico, cultural y socio-asistencial a los que hacer frentey dar adecuada respuesta [1], ya que no se contemplacomo opción prioritaria la atención familiar, que otrorafuera habitual.

El cuidado de la salud de las personas de edad avan-zada no consiste solo en un eficaz tratamiento de susenfermedades, sino que deben considerarse tambiénotros aspectos como la prevención y la alimentación,con el fin de no solo prolongar su vida, sino también demantener o aumentar la calidad de la misma [2]. Dieta,salud y enfermedad están íntimamente relacionadas entodos los grupos de edad, pero esta relación es espe-cialmente evidente en las personas mayores, en los quelas deficiencias nutricionales son más frecuentes que enotros colectivos y sus efectos mucho más severos [3,4].Por ello es preciso que reciban una alimentación rica yvariada, equilibrada, suficiente, adecuada y atractiva.Debe considerarse además que el estado nutricional oestándar es muy variable en función del área geográfi-ca [5,6], edad, sexo o momento histórico [7].

Una respuesta a este aumento sin precedentes histó-ricos de la población mayor, ha sido la creación denumerosas residencias, unas con carácter fijo, otrassolo de día, etc., pudiendo ser públicas (gestionadaspor organismos oficiales) o privadas, sin ánimo de lucro

(gestionadas por entidades religiosas o patronatos) ocon ánimo de lucro (de coste medio o de coste eleva-do). En las de carácter fijo, los ancianos residen enrégimen de internado y por tanto realizan en ellas suscomidas diarias al completo, en las otras, generalmen-te gestionadas por organismos públicos, los ancianosresiden en régimen externo, realizando en ellos sólo lacomida de mediodía.

Hoy día hay un gran interés en comprobar la ingestade las personas institucionalizadas en función del régi-men de institucionalización [7-9], ya que mientras algu-nos autores como Pérez Berbejal [10] indican que existe“falta de información” a la hora de planear menús adap-tados a los requerimientos especiales de este grupo depoblación, otros como Portillo [11] opinan que las inges-tas son satisfactorias. Los avances en la ciencia de laNutrición en función del tiempo, de las mejoras socioeco-nómicas, los diferentes lugares y/o épocas en que se hanrealizado estudios similares [6] justifican sobradamentenuestro estudio, en el que tratamos no solo en poner demanifiesto posibles divergencias entre las ingestas que sellevan a cabo en nuestro medio, en los momentos actua-les en función del régimen de institucionalización pudien-do así juzgar la adecuación de la misma.

Por todo ello, en este trabajo se realiza un estudio dela ingesta de energía y nutrientes de la dieta basal delas personas mayores institucionalizadas en Valladoliden función del régimen de institucionalización. Para elloestudiaremos los alimentos empleados en un ciclo de15 días, su frecuencia, la calidad de los alimentos, lasformas de preparación culinarias y sus preferencias.Además consideraremos la valoración de sobrantes, lacalidad del servicio el grado de aceptación global y lasingestas particulares.

2. EXPERIMENTAL

2.1. Ámbito geográfico y demografía

Este trabajo se inició junto con un estudio antropo-métrico, que duró tres años (2004-2007), de la pobla-ción mayor de 65 años en Valladolid y provincia [7, 12-13]. A fecha 1 de enero de 2005, de acuerdo con elPadrón de Habitantes del Ayuntamiento de Valladolid,el número total de personas con edad igual o superiora los 65 años, límite subjetivo que suele utilizarse porcoincidir con la edad de jubilación, era de 90.721, dis-tribuidos según aparece reflejado en la Tabla 1. En ellarecogemos también los datos de la provincia, lo quecompleta el cuadro de nuestra población total.

36 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS DIETAS SUMINISTRADAS EN DISTINTOS TIPOS DE RESIDENCIAS DE LA TERCERA EDAD

En la misma fecha, según datos aportados por laGerencia de Servicios Sociales – Servicio de Estudios eInformación de la Junta de Castilla y León–, el númerode residencias en Castilla y León, sus tipos y capacidad,eran los que aparecen en la Tabla 2, donde se observaque el total era de 152, con una capacidad total de5862 personas. En cuanto al número de plazas públicasgestionadas por la Gerencia de Servicios Sociales, agru-pados por segmentos de edad, eran un total de 559sujetos, según se observa en la Tabla 3.

Considerando únicamente las 122 residencias a tiem-po completo (eliminando los centros de día), hemosidentificado 15 de ellas como públicas, gestionadas porla Junta de Castilla y León la Diputación o el Ayun -

tamiento. Las restantes 107 eran privadas, gestionadasbien por organismos religiosos, patronatos o particula-res. Consideramos además que era apropiado estable-cer entre ellas una división en dos grupos, de costemedio bajo (menos de 1200 € al mes por persona) y decoste medio alto (más de 1200 € al mes por persona).

2.2. Muestras

Los datos de este estudio se han obtenido seleccio-nando aleatoriamente 5 residencias públicas y 10 priva-das, entre ellas 5 de coste medio alto y 5 de coste mediobajo. En el grupo de residencias públicas la dieta libre seserviría a 1140 personas de las cuales 559 residían en loscentros seleccionados. En las residencias privadas esta-

37

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

Grupos de edadesValladolid capital

ProvinciaVarones Mujeres Total

65 - 69 6.882 7.730 14.612 8.055

70 - 74 6.488 8.076 14.564 9.038

75 - 79 4.619 6.862 11.481 7.747

80 - 84 3.012 5.369 8.381 5.538

85 - 89 1.264 2.995 4.259 4.448*

90 - 94 539 1.467 2.006

Mayores de 95 145 447 592

Tabla 1. Distribución en Valladolid y provincia de personas de edad igual o superior a los 65 años.

* Con 85 años o más.

Tipo de centro / subtipo N.º Centros N.º Plazas

Centro de día / Club (Unidad de atención social) 2

Centro de día / Estancias diurnas 14 255

Centro de día / Hogar (Unidad de atención social) 14

Residencia / Mixta para válidos y asistidos 66 4.425

Residencia / Para asistidos 6 538

Residencia / Para válidos 5 166

Vivienda / Vivienda mixta (residencia) 18 196

Vivienda / Vivienda (residencia) 27 282

TOTAL 152 5.862

Tabla 2. Centros para personas mayores en la provincia de Valladolid.

ban censadas 4467 personas, de las que 3105 estabanen las residencias de coste medio bajo, tomando la die-ta basal 583, 381 hombres y 202 mujeres y 1362 en lasde de coste medio alto, de los cuales tomaban dieta libre308 residentes, 206 hombres y 102 mujeres.

2.3. Material y métodos

La información recogida se basa en los menús de ladieta basal, que nos han sido suministrados por corte-sía de cada residencia, los datos recogidos por el jefede cocina y su equipo en cada centro; los resultados delas encuestas globales [7] y los datos sobre composi-ción de alimentos crudos y cocinados [14-18]. Se sigueuna metodología propuesta por diversos autores[2,5,10,19] que ha sido validada por Urtega [20].

Durante 15 días consecutivos se ha estudiado la com-posición nutricional de la ingesta controlando para cadadía del ciclo la cantidad de cada alimento utilizado y laforma de cocinarlo, la cantidad de alimentos servidos a

hombres y mujeres, la cantidad de alimentos prepara-dos pero no servidos y la cantidad de alimentos servi-dos y no consumidos por hombres y mujeres, justificán-dose esta diferenciación en que, aunque ambos sexosreciben el mismo menú, la cantidad de sobrantes esbastante diferente.

3. RESULTADOS

De nuestro estudio se desprende que el número dealimentos distintos, servidos diariamente oscilan entre14 y 17 alcanzándose durante todo el ciclo de15 díasuna cifra comprendida entre 55 y 60. No se han encon-trado diferencias significativas entre los distintos gruposde residencias previamente especificados, lo que indicaque la variabilidad es aceptable. A partir de los diferen-tes menús se ha determinado también los diferentestipos de alimentos utilizados en las cuatro tomas diariasy de ellos se ha deducido el aporte energético en cadatoma (Tabla 4).

38 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS DIETAS SUMINISTRADAS EN DISTINTOS TIPOS DE RESIDENCIAS DE LA TERCERA EDAD

Plazas Asistidas Plazas Válidos TOTAL RESIDENTES FIJOS

Mujeres Varones Total Mujeres Varones Total Mujeres Varones Total

< 65 años 0 2 2 0 0 0 0 2 2

De 65 a 69 5 7 12 1 0 1 6 7 13

De 70 a 74 10 10 20 4 7 11 14 17 31

De 75 a 79 41 18 59 13 7 20 54 25 79

De 80 a 84 80 26 106 26 10 36 106 36 142

De 85 a89 63 20 83 24 7 31 87 27 114

De 90 a 94 86 9 95 27 5 32 113 14 127

De 95 y más 37 8 45 5 1 6 42 9 51

TOTAL 322 100 422 100 37 137 422 137 559

Tabla 3. Residentes en plazas públicas de la provincia de Valladolid, por tipo de plaza, sexo y grupos de edad.

Toma Tipo de alimento % Ración energética

Desayuno Fruta + Lácteos + Pan 20-25 %

Comida Plato energético + Proteico + Regulador 30-35 %

Merienda Lácteos + Fruta + Cereales 15-20 %

Cena Plato energético + Proteico + Regulador + Lácteos 25 %

Tabla 4. Distribución del tipo de alimento servido y de la ración energética diaria.

Considerando todos los datos disponibles, se ha cal-culado para el ciclo de 15 días la ingesta promedio decada persona (hombre o mujer) en cada una de las 15residencias seleccionadas, obteniéndose una serie detablas, de las que se muestra como ejemplo la Tabla 5.Para determinar el porcentaje de nutrientes de cada ali-mento y dieta hemos utilizado las tablas o documenta-ción aportada por diversos autores [14-18].

En la primera fila de la misma se observa el número dealimentos diferentes que aparecen en la dieta (nº alim.).A partir de la segunda fila se reflejan distintos valores deinterés por persona y día. Concretamente aparecen eltotal de Kilocalorías ingerido (Kcal), los gramos de prote-ína (g proteína), el porcentaje de kilocalorías provenien-te de la ingesta de las proteínas (% Kcal prot), el cocien-te entre la ingesta de proteína vegetal y animal (PV/PA),los gramos de hidratos de carbono (g HdC), el porcenta-je de kilocalorías proveniente de la ingesta de hidratos decarbono (% Kcal HdC), los gramos de fibra dietética (gfibra), los gramos de grasa (g grasa), el porcentaje dekilocalorías provenientes de la ingesta de grasa (% Kcalgrasa), el porcentaje de Kcal provenientes de los ácidos

grasos saturados (% AGS), de los monoinsaturados (%AGM), y de los poliinsaturados (% AGP), además deincluir el cociente entre la suma de ácidos grasos insatu-rados y los saturados (AGM+AGP/AGS) y los mg decolesterol ingeridos por persona y día (mg colest).

De los valores de la tabla se deduce que el cocien-te entre proteína animal y proteína vegetal es próxi-mo a 1, el cociente del sumatorio de las cantidadesde ácidos grasos no saturados entre la de ácidos gra-sos saturados es mayor que 2 y el índice colesterol-ácidos grasos saturados es menor que 50. Esto signi-fica que la calidad de las dietas es satisfactoria y noaterogénica.

Hemos comprobado también que la calidad de los ali-mentos es buena, si bien, en este punto, hemos detec-tado mayor empleo de alimentos frescos o congelados,en función de los tipos de residencias. Se han encontra-do también diferencias en la forma de preparación,siendo las residencias de coste medio bajo más tradi-cionales en sus métodos y las de coste medio alto lasmás elaboradas. A pesar de ello, la forma de prepara-ción de los alimentos, en general, no son las más reco-

39

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

Parámetro/día 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 PROM. DESV.

Nº alimentos 15 16 14 14 13 14 17 14 13 16 14 16 15 14 16 15 1

Kcal 2018 1917 1837 1993 2054 2193 1819 1974 2080 1892 2185 2245 1908 2139 2148 2027 136

g proteina 56,5 58,9 54,2 61 67,2 77,3 49,6 60,7 53 62 80,8 76,3 65,8 98,9 104 68 16

% Kcal prot 11,2 12,3 11,8 12,3 13,1 14,1 10,9 12,3 10,2 13,1 14,8 13,6 13,8 18,5 19,3 13 3

PV/PA 1,13 1,32 1,06 1,18 0,98 0,91 1,42 1,23 0,85 0,79 0,94 1,23 1,15 0,86 0,85 1,06 0

g HdC 286 246 254 285,1 263 269 240 284 302 235 301 304 249 295 297 274 25

% Kcal HdC 56,7 51,3 55,3 57,5 51,2 49,1 52,7 57,5 58,1 49,7 55,1 54,2 52,1 55,2 50,2 54 3

g fibra 22 19 23 26 25 22 19 18 26 25 24 23 24 21 23 23 3

g grasa 72 77,5 67,2 66,5 81,5 89,7 73,6 66,2 73,3 78,2 73,1 80,3 72,3 62,5 72,8 74 7

% Kcal grasa 32,1 36,4 32,9 30,2 35,7 36,8 36,4 30,2 31,7 37,2 30,1 32,2 34,1 26,3 30,5 33 3

% AGS 9,7 12,2 10,3 9,4 10,8 12,1 12,5 7,2 9,3 9,5 8,2 8,9 8,8 6 8,2 10 2

% AGM 12,2 11,1 10,5 10,4 11,7 11,6 10,8 12,3 12,3 13,5 11,7 12,3 13,2 12,1 12,3 12 2

% AGP 10,2 13,1 12,1 10,4 13,2 13,1 13,1 10,7 10,1 14,2 10,2 11 12,1 8,3 10 11 1

(AGM+AGP)/AGS 2,31 1,98 2,19 2,21 2,31 2,04 1,19 3,19 2,41 2,92 2,79 2,62 2,89 3,4 2,72 2 2

mg colest. 193 216 189 195 217 234 201 209 271 243 195 218 291 273 204 223 32

Tabla 5. Datos de una de las residencias estudiadas a lo largo de 15 días.

mendadas, ya que se prefieren muy mayoritariamentelos guisos, los fritos y las salsas, frente a la plancha, elhervido o el horno. No obstante, la diversidad en laspreparaciones es evidente en todos los casos. El servi-cio es correcto, si bien hemos observado una mayor ymejor uniformidad del personal en las residencias decoste elevado así como un número menor de residen-tes a los que debe atender.

La cantidad de sobrantes –alimento servido y nocomido- es, a nuestro juicio, elevada, siendo en lasresidencias de coste medio bajo de un 26% de mediaponderada (más en hombres, 32%, que en mujeres,24%), si bien es cierto que las mujeres solicitanmenos comida. En las residencias de coste medioalto, dicho porcentaje es del 19% (23% en varones y16% en mujeres). En todos los casos los sobrantesson mayores en los segundos platos que en los pri-meros y en las cenas que en las comidas. En todas lasresidencias la cantidad de alimentos preparados y noservidos es muy reducida. Se controlan muy bien lascantidades a preparar, aprovechándose los sobrantesno servidos, con las precauciones microbiológicaspertinentes.

En todo caso, no es suficiente que una dieta seaequilibrada, suficiente y adecuada, además debe servariada y atractiva. Esto, que es cierto en todas las

edades y circunstancias, lo es aún más en personasmayores, donde su medio psicosocial y los cambiosligados al proceso de envejecimiento hacen que estecolectivo sea especialmente sensible a las posiblesdeficiencias nutricionales. Por tanto, deben presentar-se las comidas, de forma atractiva y esmerada, tenien-do en cuenta sus hábitos alimentarios y sus preferen-cias. Esta condición también hemos comprobado quetiende a satisfacerse, ya que en las residencias existeun “comité de internos” que colabora con la direcciónen este sentido, procurando que el número de alimen-tos distintos a lo largo del día y del ciclo, sea lo másamplio posible.

Utilizando todas las tablas de las 15 residencias estu-diadas, hemos extraído los valores promedio que apa-recen en la Tabla 6. En ella por H indicamos que se tra-ta de la ingesta de hombres y por M la de mujeres. AsíM1 y H1 son personas de distinto sexo institucionaliza-das en la misma residencia, pues como ya se expusopreviamente esta diferenciación tiene sentido por ladiferente cantidad de sobrantes. Para interpretar latabla debe tenerse en cuenta entonces que los indivi-duos M1 a M5 y H1 a H5 estaban institucionalizados enresidencias privadas de coste bajo, M6 a M10 y H6 aH10 en residencias privadas de coste alto, mientras queM11 a M15 y H11 a H15 lo estaban en residenciaspúblicas.

40 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS DIETAS SUMINISTRADAS EN DISTINTOS TIPOS DE RESIDENCIAS DE LA TERCERA EDAD

Residencia Kcal g Proteína g HdC g fibra g grasa % AGS % AGM % AGP mg Colest.

H15 2026,8 68,4 273,9 22,7 73,8 9,5 11,9 11,5 223,3

M15 1870,9 66,5 264,2 22,9 60,9 9,7 9,7 9,0 225,5

H14 1973,9 64,0 250,5 24,4 72,4 10,8 16,0 6,0 255,3

M14 1845,8 55,9 251,2 26,1 68,9 11,9 16,0 7,0 257,1

H13 2011,3 64,4 273,5 24,3 73,3 10,0 15,4 7,5 287,3

M13 2027,1 69,4 290,9 23,7 65,2 9,0 13,8 6,1 270,7

H12 1977,3 66,0 275,6 23,5 71,6 11,2 13,8 7,0 291,5

M12 1961,1 57,9 278,8 23,1 68,4 10,5 13,9 6,9 284,3

H11 2072,5 75,3 278,9 22,5 72,0 9,2 15,3 7,1 259,8

M11 1926,3 62,9 272,5 22,6 65,1 8,7 14,4 7,2 254,4

H10 2110,5 69,0 325,9 16,0 58,7 7,7 10,2 7,1 210,7

M10 1905,2 66,3 288,6 15,9 54,0 7,5 10,0 7,9 210,8

Tabla 6. Datos por persona/día (H= Hombre, M= Mujer) de algunos de los parámetros controlados en las 30 residencias.

4. DISCUSIÓN

Comparando las medias de los parámetros estudia-dos en cada grupo a lo largo de los 15 días, con losvalores recomendados [1-4, 10,17, 21], se concluyeque las diferencias no son significativas –significación yfiabilidad de diferencia de medias en muestras detamaño superior a 30- [22]. Esto confirma lo expuestopor Portillo [11] sobre lo equilibrado de las dietas enrelación con las cantidades de proteínas, hidratos decarbono, grasas y calorías, en contra de la experienciade otros autores [10].

De la Tabla 6 se deduce que el valor promedio de lasKilocalorías totales de la dieta de los varones en las 15residencias estudiadas (2108,3 ± 131,6) es distinto alsuministrado a las mujeres (1979,6 ± 127,8). Diferentespruebas estadísticas de comparación de medias o depares de valores demuestran que estos datos son signi-

ficativamente diferentes y que el primero es significativa-mente mayor que el segundo. Este resultado puedeexplicarse si se observa que el aporte de grasa y proteí-na es mayor en el caso de los hombres que en el de lasmujeres (71,1 g frente a 63,9 g grasa de promedio y69,6 g frente a 64,3 g de promedio de proteína). Por elcontrario en el caso de los hidratos de carbono las dife-rencias (295,1 frente a 283,6 g) no son significativas.

Además, para completar el estudio también debeconsiderarse que se produce ingesta de alimentos almargen de las comidas oficiales. Los varones comenespecialmente embutidos y jamón mientras que lasmujeres “complementan” su dieta con pastas, galletas,bombones y fruta. Estos alimentos se guardan en sushabitaciones particulares, deteriorándose con frecuen-cia. Apuntamos este hecho, inevitable, sin que poda-mos cuantificar ni frecuencias ni cantidades.

41

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

Residencia Kcal g Proteína g HdC g fibra g grasa % AGS % AGM % AGP mg Colest.

H9 2041,9 73,3 298,5 15,9 59,8 9,0 10,5 8,0 218,7

M9 1829,3 66,4 269,8 16,3 54,5 8,5 10,5 7,8 229,1

H8 2012,1 66,4 281,8 17,3 68,8 10,1 11,8 8,9 220,9

M8 1871,2 64,1 270,2 17,3 59,3 9,2 17,3 8,6 220,2

H7 2008,1 77,1 289,5 17,3 56,6 8,2 10,0 7,3 211,3

M7 1839,7 70,2 270,1 17,3 52,8 8,5 9,6 7,8 207,9

H6 1983,3 75,4 285,7 17,7 59,6 7,3 11,0 8,7 216,1

M6 1949,9 73,3 278,2 17,9 57,8 7,4 17,6 9,7 209,3

H5 2291,7 65,2 323,5 22,0 81,2 11,0 11,5 9,2 254,7

M5 1983,9 54,0 295,2 22,9 65,3 9,6 11,7 8,2 249,4

H4 2280,1 72,9 315,7 23,3 80,2 11,0 12,0 8,8 238,7

M4 2135,5 57,0 312,3 23,1 69,8 9,9 11,7 9,1 235,1

H3 2290,9 68,1 318,3 19,5 82,8 11,2 12,2 8,9 241,4

M3 2240,3 83,2 308,1 19,9 75,0 10,1 11,0 9,0 237,9

H2 2261,9 70,0 316,6 21,7 80,1 12,1 11,1 8,6 251,1

M2 1988,6 56,8 278,6 22,9 71,9 12,0 12,2 8,3 239,1

H1 2282,4 68,2 318,6 22,7 76,3 10,3 12,7 9,3 220,8

M1 2184,5 60,2 328,4 23,6 70,3 10,2 10,9 8,0 218,5

Tabla 6. Datos por persona/día (H= Hombre, M= Mujer) de algunos de los parámetros controlados en las 30 residencias (continuación).

4.1. Análisis multivariante

Utilizando, el análisis multivariante [23], puede esta-blecerse la relación entre los diferentes parámetrosestudiados que se observa en la Figura 1. Mediante unanálisis en factores de las variables (distintos compo-nentes de la dieta), hemos comprobado que en el pri-mer cuadrante se agrupan el %AGM, Colesterol y la

Fibra, en el segundo el %AGS, la Grasa y las Kilo -calorías, y el en tercero las proteína, el %AGP y loshidratos de carbono.

Al realizar un análisis en factores para los objetos(estratos de hombres y mujeres en las diversas residen-cias), observamos la separación nítida que se apareceen la Figura 2. En ella puede observarse que los puntos

correspondientes a lasresidencias públicas, tan-tos los correspondientes alsexo masculino (M11 aM15, asteriscos de colorverde) como al sexo feme -nino (H11 a H15, triángu-los de color verde) apare-cen agrupados en elprimer cuadrante, quecorresponde a la zona demayor fibra y colesterol.Los puntos correspondien-tes a las residencias priva-das de coste “medio-bajo”,M1 a M5 (rombos de colorazul) y H1 a H5 (círculoscon punto de color azul)aparecen en el segundocuadrante, correspondien-te a la zona de mayor gra-sa y kilocalorías, y las decoste medio-alto, M6 aM10 (cuadrados de colorrojo) y H6 a H10 (círculosde color rojo) aparecen enel tercer y cuarto cuadran-te, en la zona de mayorproteína.

De lo anterior se dedu-ce que en las residenciaspúblicas la ingesta defibra y colesterol es mayorque en las privadas, ydentro de éstas, en las decosto medio predomina laingesta de grasa, el apor-te de calorías provenien-tes de los ácidos grasossaturados y un mayoraporte energético. En lasresidencias privadas de

42 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS DIETAS SUMINISTRADAS EN DISTINTOS TIPOS DE RESIDENCIAS DE LA TERCERA EDAD

Figura 1. Análisis en factores de las variables.

Figura 2. Representación de los scores 2 frente a 1 de los objetos.

coste alto es mayor el aporte de calorías provenientesde ácidos grasos no saturados y proteínas.

Estas observaciones son confirmadas mediante aná-lisis cluster. Efectivamente, si observamos la Figura 3pueden verse las agrupaciones de las variables quecitamos previamente: fibra-colesterol, %AGS-grasa-Kilocalorías, %AGP-proteínas.

En el dendrograma de los objetos pueden apreciarsebastante nítidamente las tres tipos de residencias estu-

diados, con las únicas anomalías de H1 y M1, las resi-dencias de coste privado medio alto a la izquierda, lasde coste medio-bajo en el centro y las públicas a laderecha, coincidiendo con las variables antes citadas.

5. CONCLUSIONES

El estudio de la dieta basal de 15 residencias de la ter-cera edad, públicas y privadas de distinto coste muestraque la variedad de alimentos es apropiada, lo que gene-

ra unas dietas de calidadsatisfactoria, dado que elcociente entre proteínaanimal y proteína vegetales próximo a 1, el cocien-te del sumatorio de lascantidades de ácidos gra-sos no saturados entre lade ácidos grasos satura-dos es mayor que 2 y elíndice colesterol-ácidosgrasos saturados es menorque 50. Puede considerar-se en general que losaportes de hidratos de car-bono, proteína y grasaestán equilibrados.

No obstante el análisisestadístico indica que enlas residencias públicas esmayor la ingesta de fibray colesterol, en las priva-das de coste medio bajoes mayor el aporte decalorías proveniente delos ácidos grasos satura-dos mientras que en lasde coste alto es predomi-nante el de ácidos grasosno saturados y proteínas.Además, debe indicarseque las preparacionesmás frecuentes (fritos,guisos etc.) no son lasmás apropiadas, por loque es conveniente reco-mendar una mayor fre-cuencia de hervidos, hor-no y plancha.

43

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

Figura 3. Dendrograma de las variables.

Figura 4. Dendrograma de los objetos.

REFERENCIAS

1. Moreiras O, Carbajal A, Perea I, Varela G, Ruiz B. Nutrición ysalud de las personas de edad avanzada en Europa: Euronut-SENECA. Estudio en España. Rev Esp Geriatr y Gerontol 1993;28: 209-229.

2. Arbonés G, Carbajal A, Gonzalvo B et al. Nutrición y recomenda-ciones dietéticas para personas mayores. Nutr Hosp 2003; 18 (3):109-137.

3. Parejo P, Quintana R, López R. Necesidades nutricionales delanciano. Médicos de familia 2002; 3(4) 41-49.

4. Alastrué A, Esquius M, Gelonch J, González H F. Población geriá-trica y aloración nutricional. Normas y criterios antropométricos.Rev Esp Geriatr y Gerontol 1993; 28: 243-256.

5. Gómez M, Zulueta D. Vigilancia alimentaria nutricional en hogaresde ancianos. Rev Cubana Med Gen Integr 2001; 17(6): 526-31.

6. Castillo O, Rozowski J, Cueva A, Maiz A et al. Hábitos alimenta-rios de la población de Valparaiso Carmen. Rev Chi. Nutr 2000;27: 56-61.

7. Tesedo, J. “Estudio antropométrico de la población sana mayor de65 años en Valladolid. Sujetos institucionalizados y no institucio-nalizados”. Tesis Doctoral. 2007. Universidad de Valladolid. Spain.

8. Portillo M P, Guijarro J, Martín M M, Rozas E, Abecía C. Estimacióndel aporte energético y nutritivo de las dietas en una residenciade ancianos del País Vasco. Nutr Clin 1996; 16: 29-38.

9. Ortega R M, Collado M A, Moreiras O. Valoración dietética delestado nutricional de dos colectivos de ancianos institucionaliza-dos de diferente nivel socioeconómico. Nutr Clin 1992; 12: 43-49.

10. Pérez Berbejal R, Moreno N, Tuells J. Estimación del aporte ener-gético y nutritivo de los menús ofertados en las residencias detercera edad existentes en el área del Baix Vinalopo (Elche). NutrClin 2000; 20: 21-29.

11. Portillo M P, Echevarría A, González AB, et al. Valoración del esta-do nutricional en un colectivo de ancianos institucionalizados.Nutr Clin 1994; 14: 37-44.

12. Tesedo J, Barrado E, Velasco A. Selecting the best anthropomet-ric variables to characterize a population of healthy elderly per-sons. Nutr Hosp (in press).

13. Valoración nutricional de las personas mayores de sesenta añosen la provincia de Valladolid. Sujetos institucionalizados. Primeraparte. C.T.C.-Alimentación 2004; 22: 39-45 Eliminar.

14. Tesedo J, Velasco A, Barrado E. Valoración nutricional de las per-sonas mayores de sesenta años en la provincia de Valladolid.Sujetos institucionalizados. Tercera parte. C.T.C.-Alimentación2005; 25: 23-27.

15. Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado C: Tablas de compo-sición de alimentos. Ingestas recomendadas para la poblaciónespañola. Pirámide S.A., Madrid, 2001.

16. Varela, G. Tablas de composición de alimentos. Instituto deNutrición del C.S.I.C. Madrid, 1980.

17. Holland B, Welch A A, Unwin I D, Buss DH, Paul A A, SouthgateD A T. The Composition of Foods, 5th edition, McCance andWiddowson’s, Royal Society of Chemistry, Cambridge, 1991.

18. Romero H. Dietética en atención primaria. Consejería de Sanidady Bienestar Social. Junta de Castilla y León. Valladolid, 1996.

19. Bello J. Ciencia Bromatológica. Ediciones Díaz de Santos, S.A.Madrid, 2000.

20. Romá R, Farré R, Frasquet I. Estado nutricional, consumo alimen-tario y aportes nutricionales de una población mayor instituciona-lizada. Geriátrika 1999; 15: 15-26.

21. Urteaga, C., 2001. Validación del criterio de evaluación nutricio-nal global del adulto mayor. Rev Med Chile. 2001; 129.

22. Rico C. Dietética y Nutrición. Modulo 3; Pág. 24. FIAB. Madrid,1994.

23. Ríos S, Métodos estadísticos. Ediciones del Castillo S.S. Madrid,1971.

24. Vandeginste B B G, Massart D L, Buydens L M C et al. Handbookof Chemometrics and Qualimetrics. Elsevier. Amsterdam, 1998.

44 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):35-44

ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS DIETAS SUMINISTRADAS EN DISTINTOS TIPOS DE RESIDENCIAS DE LA TERCERA EDAD

Artículo Original

Estimación de la adiposidad a partir del índice cintura talla:ecuaciones de predicción aplicables en población infantil española

Adiposity assessment from waist to height ratio: prediction equations for Spanish infant population

Marrodán MD1,2, Martínez Álvarez JR1,2, González-Montero de Espinosa ML1, López-Ejeda N1, Cabañas MD1,Pacheco JL1, Mesa MS1, Prado C3, Carmenate MM3

1 Grupo de Investigación EPINUT Universidad Complutense de Madrid.2 Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.3 Dpto. Biología. Universidad de Ciencias Universidad Autónoma de Madrid.

RESUMEN

IntroducciónEl índice cintura-talla (ICT) es fácil de medir, estable

durante el crecimiento y está relacionado con marca-dores cardiometabólicos en la infancia y adolescencia.Refleja los depósitos de grasa abdominal y es intere-sante conocer su relación con la adiposidad total y elporcentaje de grasa.

ObjetivoAnalizar la asociación entre el ICT y la grasa corpo-

ral y desarrollar ecuaciones predictivas de la adiposi-dad que simplifiquen la diagnosis del sobrepeso y laobesidad infantil.

Material y MétodosSe han analizado 2319 escolares de ambos sexos

entre 6 y 14 años. Se midió el peso (kg), la talla (cm),el perímetro de la cintura (cm) y los pliegues adipososdel bíceps, tríceps, subescapular y suprailíaco (mm). Secalcularon: el índice cintura-talla (ICT) el índice de masa

corporal (IMC) y el porcentaje de grasa (% G) por elmétodo de Siri. Los sujetos fueron clasificados en lacategoría de normopeso, sobrepeso u obesidad deacuerdo a los estándares de Marrodán et al., evaluandomediante ANOVA las diferencias de ICT entre las trescategorías nutricionales. Se efectuó un análisis de corre-lación y regresión tomando el ICT como variable predic-tora de la suma de pliegues y del % G. Se empleó unaprueba de T de Student para comparar los variables ori-ginales de adiposidad y las predichas por el modelo.

ResultadosEl ICT difiere significativamente (p< 0,001) en fun-

ción de la categoría nutricional. Este índice se correla-cionó significativamente (p<0,001) con todos los indi-cadores de adiposidad aunque los coeficientes “r”fueron más elevados para el contraste con la suma depliegues (0,823 envarones; 0,821 en mujeres) y el %G (0,811 en varones; 0,793 en mujeres) que con elIMC (0,690 en varones; 0,721 en mujeres). Los valo-res promedio estimados por el modelo de regresiónsubestimaron la suma de pliegues ( 0,91 mm en varo-nes; 1,48 mm en mujeres) y resultaron levementesuperiores a los de partida en el caso del % G (0,14mm en varones; 0,31 mm en mujeres). Para la adipo-sidad relativa, no existen diferencias significativasentre la expresión de Siri y las ecuaciones desarrolla-das en el presente trabajo: Varones: % G= 106,50 xICT- 28,36; Mujeres: %G = 89,73 x ICT -15,40.

45Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

Correspondencia:Dra. María Dolores Marrodán Dpto. de Zoología y Antropología FísicaFacultad de BiologíaUniversidad Complutense de [email protected]

ConclusionesEl índice de cintura-talla (ICT) resulta eficaz para

predecir la adiposidad relativa entre los 6 y 14 años.Las ecuaciones desarrolladas contribuyen a simplificarel diagnóstico del sobrepeso y la obesidad en edadpediátrica.

PALABRAS CLAVE

Índice cintura-talla, adiposidad, porcentaje de grasa.

ABSTRACT

IntroductionThe waist to height ratio (WHR) is an easy to meas-

ure index, stable during growth and related with car-diometabolic markers in childhood and adolescence.WHR reflects abdominal fat deposits, but is interestingto know its relationship with total adiposity and bodyfat percentage.

ObjectivesThe aim of these paper is to analyze the association

between WHR and body fat and to develop predictiveequations of adiposity in order to simplify the diagnosisof infant overweight and obesity.

Material and Methods2319 schoolchildren of both sexes between 6 and 14

were analized in this study and weight (kg), height(cm), waist circumference (cm) and biceps, triceps,subscapular and suprailiac skinfold thickness (mm)were measured. The waist to height ratio (WHR) bodymass index (BMI) and body fat percentage (% BF) bySiri methodology were calculated. Subjects were classi-fied in the category of normal weight, overweight orobesity according to standards of % BF of Marrodán etal. ANOVA test was carried out to evaluate the differ-ences of WHR among the nutritional categories. Ananalysis of correlation and regression were appliedusing the WHR as predictor of the sum of skinfold thick-ness and % BF. We used a Student T test to comparethe original variables of adiposity and those predictedby the regression mo del.

ResultsThe WHR differs significantly (p <0.001) depending

on the nutritional category. This index was significantlycorrelated (p <0.001) with all indicators of adiposityalthough the coefficients “r” were higher for the con-trast with the sum of skinfolds (0.823 in boys - 0.821 ingirls) and % BF (0.811 in boys - 0.793 in girls) thanwith BMI (0.690- in boys, 0,721 in girls). The average

values estimated by the regression model underesti-mated the sum of skinfolds (0.91 mm in boys and 1.48mm in girls) and were slightly higher than original val-ues in the case of % BF (0.14 mm in boys and 0.31 mmin girls). For relative adiposity, there is no differencebetween the expression of Siri and the equations devel-oped in this work: Boys: % BF= 106.50 x 28.36 WHI;Girls: % BF = 89.73 x -15.40 WHI.

ConclusionsThe waist to height ratio (WHR) is effective for pre-

dicting relative fatness (% BF) between 6 and 14 years.The developed equations can help to simplify the diag-nosis of overweight and obesity in pediatric age.

KEY WORDS

Waist height ratio, adiposity, percent body fat.

INTRODUCCIÓN

El cociente entre el perímetro de la cintura y la esta-tura, también denominado índice cintura talla (ICT) esun parámetro muy fácil de tomar y que no requiere deinstrumental sofisticado. A esta ventaja se añade elhecho de que no presenta variaciones significativasdurante el crecimiento lo que elimina la necesidad deutilizar estándares de referencia (1). El ICT se ha reve-lado como una importante herramienta para el diagnos-tico del Síndrome Metabólico (SMET) en adultos; altosvalores de este cociente se han asociado a elevadasconcentraciones de triglicéridos, colesterol, glucosa ehipertensión en varones y mujeres de distinto origenétnico (2, 3, 4). Meta-análisis recientemente efectuadoshan puesto de relieve que, en comparación con otrosindicadores antropométricos como el índice de masacorporal (IMC) o el perímetro de la cintura (PC), el ICTdiscrimina mejor los factores de riesgo cardiovascularasociados a la distribución central de la grasa (5).

En población pediátrica y adolescente, aunque labibliografía no es tan abundante, diversos estudios hananalizado el potencial del ICT como factor pronósticode la dislipidemia, la resistencia a la insulina y otrasmetabolopatías en niños aparentemente sanos (6, 7,8). Este índice, también se asocia más fuertemente queel IMC con un mayor tamaño del ventrículo izquierdo eincluso con la presencia de depresión en niños y ado-lescentes que tienen exceso ponderal (9, 10). Por todoello, el ICT se considera un parámetro de interés parala identificación de la obesidad central, habiéndose pro-puesto la cifra de 0,50 o 0,55 según autores (11, 12)

46 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

ESTIMACIÓN DE LA ADIPOSIDAD A PARTIR DEL ÍNDICE CINTURA TALLA: ECUACIONES DE PREDICCIÓN APLICABLES EN POBLACIÓN INFANTIL ESPAÑOLA

como límite para el pronóstico de SMET en adultos. Porlo que se refiere a población infantil y adolescente nohay consenso sobre la utilización de puntos de corteaunque, en la práctica, se haya considerado de formaarbitraria el valor de 0,5 (8, 13).

Aunque el ICT es sobre todo un reflejo de la grasaabdominal, es interesante conocer la relación que man-tiene con otros estimadores de la adiposidad total orelativa. El presente trabajo analiza la asociación entreel ICT y la grasa corporal, entre los 6 y 14 años, con lafinalidad de desarrollar ecuaciones predictivas de la adi-posidad que simplifiquen la diagnosis del sobrepeso y laobesidad infantil.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se han analizado un total de 2319 escolares (1158varones y 1161 mujeres) con edades comprendidasentre los 6 y 14 años (Tabla 1). La toma de datos seefectuó durante los años 2007 y 2008 en Colegios deEducación Primaria e Institutos de Educación Secun dariade la ciudad de Madrid y como parte de un proyectofinanciado por el Ministerio de Educación y Ciencia (GGL-2005-03752) que contó con el respaldo de la Direccióndel Área Territorial de la Consejería de Educación.

Una vez obtenido el consentimiento informado de lospadres o tutores y respetando la normativa de Helsinki(14) a cada uno de los niños y niñas participantes se lesmidió el peso (kg), la talla (cm), el perímetro de la cin-tura (cm) y los pliegues adiposos del bíceps, tríceps,

subescapular y suprailíaco (mm). Todas las dimensio-nes antropométricas se efectuaron con material homo-logado y siguiendo la normativa del ProgramaInternacional de Biología (15). A partir de las medidasdirectas, se calcularon: el ICT (dividiendo el perímetrode la cintura entre la talla), el índice de masa corporal(IMC = peso kg/talla m2) y el porcentaje de grasa (%G). En el último caso se empleó la expresión de Siri (16)estimando previamente la densidad mediante las ecua-ciones de Brook (17) o Durnin y Rahaman (18) deacuerdo al sexo y edad. Con posterioridad, los sujetosfueron clasificados en la categoría de normopeso,sobrepeso u obesidad de acuerdo a los estándares paraadiposidad relativa en niños españoles publicados porMarrodán et al. (19).

De acuerdo a los objetivos propuestos, se llevó a caboun ANOVA para evaluar las diferencias de ICT entre lastres categorías nutricionales: normopeso, sobrepeso, yobesidad. Se construyeron los diagramas de dispersión yse calculó la correlación entre el ICT y el resto de los indi-cadores de adiposidad: IMC, sumatorio de los cuatro plie-gues, y % G. Se efectuó un análisis de regresión linealtomando como variable predictora el ICT y como varia-bles dependientes, la suma de pliegues y el % G respec-tivamente. Para validar las ecuaciones de predicción, serealizó una prueba de T de Student para muestras pare-adas entre el las variables originales de adiposidad y laspredichas por el modelo. Para el tratamiento estadísticose utilizó el programa SPSS.18.0.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Como se refleja en la Tabla 2, el ICT difiere significa-tivamente en función de la categoría nutricional, siendolos promedios en sobrepeso y obesidad superiores en la

47

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

Edad Varones Mujeres Total

6 119 117 236

7 109 125 234

8 120 125 245

9 165 192 357

10 128 107 236

11 100 115 215

12 116 147 263

13 107 132 239

14 194 101 295

Total 1158 1161 2319

Tabla 1. Composición de la muestra analizada.

Varones Mujeres

Media SD Media SD

Normopeso 0,4285 0,031 0,4282 0,035

Sobrepeso 0,4872 0,041 0,5009 0,034

Obesidad 0,5272 0,051 0,5327 0,035

ANOVA F = 12,8 p<0,001 F =15,4 p<0,001

Tabla 2. Promedio del índice cintura talla (ICT) según la catego-ría nutricional.

Normopeso: % G < p90; Sobrepeso: % G ≥ p90 y < p97; Obesidad: % G ≥ p97.

serie femenina. Esta situación ya había sido observadaen un trabajo precedente realizado sobre una muestrade jóvenes mexicanos entre 16 y 19 años de edad, enel que por otra parte, se obtuvieron cifras de ICT lige-ramente más elevadas a las del presente estudio, tan-to para los sujetos de catalogados en normopeso, comopara los clasificados con exceso ponderal (20). Tambiénentre los escolares chilenos estudiados por Arnaiz et al.(7) el ICT presentó valores superiores a los aquí obte-nidos con independencia de la clasificación nutricional.Posiblemente, el ICT muestre cierta variabilidad pobla-cional, que ya ha sido confirmada para otros indicado-res antropométricos como el índice cintura cadera y elde conicidad. Autores como Sempei et al, (21) oKagawa et al. (22) han reportado diferencias en elpatrón ontogénico de distribución adiposa entre escola-res de origen europeo, asiático y australiano. Así mis-mo, Romero-Collazos et al. (23) encontraron que losniños de origen argentino, cubano, mexicano y venezo-lano, entre los que había un alto componente autócto-no, presentaban una distribución de grasa más centra-lizada que los niños españoles.

Al analizar la correlación entre variables antropométri-cas (Tabla 3) se comprueba que los coeficientes “r” dePearson fueron significativos en todos los casos pero, alcontrario que sucede con el perímetro de la cintura, el ICTse asoció más estrechamente con el sumatorio de plie-gues y el % G que con el IMC. Los diagramas de disper-sión (Figura 1 y 2) muestran gráfica mente la asociaciónentre el ICT y el resto de los indicadores de adiposidadtotal y relativa. También se han representado la rectas deregresión, cuyos coeficientes y nivel de significación seexpresan para la suma de pliegues en las Tablas 4 y 5 ypara el porcentaje de grasa en las Tablas 6 y 7. Como sededuce de los valores de la pendiente y de los coeficien-tes de determinación (R2) el ajuste del modelo fue mejoren ambos casos para el sexo masculino.

Las ecuaciones obtenidas a partir de la prueba deregresión (Tabla 8) permiten estimar la suma de plie-

gues y el % G a partir del ICT. A fin de comprobar lavalidez de las mismas, se compararon los valores predi-chos por el modelo con los valores originales (Tabla 9).La prueba T para muestras “pareadas” parte del análi-sis de las diferencias observadas en cada individuo parala variable de adiposidad calculada mediante los dosmétodos contrastados. Los valores promedio estimadospor el modelo subestimaron la suma de pliegues (en

48 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

ESTIMACIÓN DE LA ADIPOSIDAD A PARTIR DEL ÍNDICE CINTURA TALLA: ECUACIONES DE PREDICCIÓN APLICABLES EN POBLACIÓN INFANTIL ESPAÑOLA

Suma de pliegues % G IMC

Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres

PC 0,790** 0,753** 0,721** 0,619* 0,843** 0,881**

ICT 0,823** 0,812** 0,811** 0,793** 0,690* 0,721**

Tabla 3. Correlación del perímetro de la cintura (PC) y el índice cintura talla (ICT) con el IMC y otros indicadores de adiposidad.

Coeficiente de correlación ( r): * p< 0,05 ** p< 0,001.

Figura 1. Asociación entre el ICT y la suma de pliegues en varo-nes y mujeres. Se representa la recta de regresión y el coeficien-te de determinación R2.

0,91 mm en la serie masculina y 1,48 mm en la feme-nina) y resultaron levemente superiores a los de parti-da en el caso del % G (0,14 mm en los varones y 0,31mm en las niñas). El estadístico puso de relieve estaproximidad mostrando que para la adiposidad relativa,no existen diferencias significativas entre la expresiónde Siri (16) considerada como patrón por la SociedadEspañola para el Estudio de la Obesidad (24) y la ecua-ción desarrollada en el presente trabajo.

Hasta la fecha, se han publicado numerosas ecuacio-nes para el cálculo de la composición corporal medianteantropometría en población infantil y adolescente cuyaconcordancia es variable (25) La mayor parte de las fór-mulas para estimar el porcentaje de grasa en menoresde 18 años fueron elaboradas mediante técnicas deregresión aplicadas a muestras procedentes de pobla-ciones con un origen y rango de edad determinado,como ocurre en el presente trabajo. Parte de dichasecuaciones estiman la adiposidad relativa a partir de ladensidad corporal (17, 18, 26, 27) mientras que otras lohacen directamente, pero siempre utilizando la medidade varios pliegues subcutáneos (28, 29, 30). Otrasexpresiones matemáticas obtienen la masa grasa o lalibre de grasa empleando como factores el peso, la esta-tura y el pliegue tricipital (31, 32). La fórmula que sepropone en la actual investigación, supone una claraventaja sobre todas ellas al utilizar únicamente la talla yel perímetro de la cintura para el pronóstico del % G.Las dos dimensiones que componen el ICT son sensible-mente más sencillas que los pliegues adiposos, cuyamedida requiere aparatos y técnicas de mayor precisión.

49

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

ModeloCoeficientes no estandarizados (R) Coeficientes tipificados (R2)

t pB Error típico Beta

1Constante -116,822 4,232 -27,606 < 0,001

ICT 339,611 9,341 0,82 36,356 < 0,001

Tabla 4. Análisis de regresión para la predicción de la suma de pliegues a partir del ICT en varones.

ModeloCoeficientes no estandarizados (R) Coeficientes tipificados (R2)

t pB Error típico Beta

1Constante -94,113 4,466 -21,074 < 0,001

ICT 310,092 10,031 0,745 30,914 < 0,001

Tabla 5. Análisis de regresión para la predicción de la suma de pliegues a partir del ICT en mujeres.

Figura 2. Asociación entre el ICT y el porcentaje de grasa (%G)en varones y mujeres. Se representa la recta de regresión y elcoeficiente de determinación R2.

CONCLUSIONES

El índice de cintura talla (ICT) resulta eficaz para pre-decir la adiposidad relativa entre los 6 y 14 años. Lasecuaciones desarrolladas mediante análisis de regre-sión logran estimar el porcentaje de grasa a partir delICT ofreciendo resultados equiparables a los que seobtienen aplicando fórmulas que incorporan la medidade los pliegues cutáneos. Esto contribuye a simplificarel diagnóstico del sobrepeso y la obesidad en edadpediátrica.

BIBLIOGRAFÍA

1. Mihanoupulos N, Holubkob R, Young P, Dai S, Labarthe DR.Exepted Changes in Clinical Mesaures od Adiposity duringPuberty. Journal of Adolescent Health. 2010; 47: 360-366.

2. Hsieh SD, Muto T. The superiority of waist-to-height ratio as ananthropometric index to evaluate clustering of coronary risk fac-tors among non-obese men and women. Prev Med 2005; 40:216-220.

3. Gelber RP, Gaziano JM, Orav EJ, Manson JE, Buring JE, Kurth T.Measures of obesity and cardiovascular risk among men andwomen. J Am Coll Cardiol 2008; 52: 605-615.

4. Rodríguez Pérez M, Cabrera de León A, Aguirre-Jaime A,Domínguez Coello S, Brito Díaz B, Almeida González D, BorgesÁlama C, Castillo Rodriguez JC, Carrillo Fernández L, GonzálezHernández A, Alemán Sánchez JJ. El cociente perímetro abdomi-nal/estatura como índice predictor de riesgo cardiovascular y dia-betes. Med Clin (Barc) 2010; 134:386-391.

5. Lee CM, Huxley RR, Wildman RP, Woodward M, Indices of abdom-inal obesity are better discriminators of cardiovascular risk factorsthan BMI: A meta- analysis. J Clin Epidemiol 2008; 61: 646-653.

50 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

ESTIMACIÓN DE LA ADIPOSIDAD A PARTIR DEL ÍNDICE CINTURA TALLA: ECUACIONES DE PREDICCIÓN APLICABLES EN POBLACIÓN INFANTIL ESPAÑOLA

Tabla 7. Análisis de regresión para la predicción del porcentaje de grasa (%G) a partir del ICT en mujeres.

Tabla 8. Ecuaciones para estimar la Suma de Pliegues y el % G corporal a partir del ICT.

Varones Mujeres

Datos Modelo p Datos Modelo p

Suma dePliegues

Media 36,45 35,54< 0,01

44,24 42,76< 0,01

SD 21,23 17,47 15,86 14,85

% GMedia 19,43 19,57

0,723,81 24,12

0,21SD 6,88 5,45 7,32 4,26

Tabla 9. Contraste entre los valores obtenidos con los métodos inicialmente descritos y los estimados al aplicar las ecuaciones deriva-das del modelo de regresión.

ModeloCoeficientes no estandarizados (R) Coeficientes tipificados (R2)

t pB Error típico Beta

1Constante -15,140 0,537 -28,194 < 0,001

ICT 89,732 1,209 0,619 74,216 < 0,001

Varones: ∑ de pliegues = 339,611 x ICT – 116,822 % G = 106,50 x ICT - 28,36

Mujeres: ∑ de pliegues = 310,092 x ICT – 94,113 % G = 89,73 x ICT - 15,14

Tabla 6. Análisis de regresión para la predicción del porcentaje de grasa (%G) a partir del ICT en varones.

ModeloCoeficientes no estandarizados (R) Coeficientes tipificados (R2)

t pB Error típico Beta

1Constante -28,362 0,396 -71,709 < 0,001

ICT 106,5 0,876 0,811 121,604 < 0,001

6. Hara M, Saitou E, Iwata F, Okada T, Harada K. Waist-to-heightratio is the best predictor of cardiovascular disease risk factorsin Japanese schoolchildren. J Atheroscler Thromb 2009; 9:127-132.

7. Arnaiz P, Marín A, Pino F, Barja S, Aglony M, Navarrete C, AcevedoM. Índice cintura/talla y agregación de componentes cardiometa-bólicos en niños y adolescentes de Santiago. Rev Med Chile 2010;138: 1378-1385.

8. Schwandt P, Bertsch; Hass GM. Anthropometric screening forsilent cardiovascular risk factors in adolescents: the PEP FamilyHeart Study. Atherosclerosis 2010; 211: 667-671.

9. Di Bonito P, CapaldoB, Forziato C, Sanguigno E, Di Fraia T, ScillaC, Cavuto L, Saitta F, Sibilio G, Moio N. Central adiposity and leftventricular mass in obese children Nutrition, Metabolism &Cardiovascular Diseases 2008; 18:613-617.

10. Rend ME, Escobedo MA, Fajardo L, Vázquez J, Lakhani A,Asociación entre circunferencia de la cintura e índice cintura-tallacon el riesgo de depresión en adolescentes. Memorias XXVCongreso Nacional de Investigación Biomédica. Facultad deMedicina. Universidad Autónoma de Nuevo León, México 2009.

11. Cristo Rodríguez Pérez M, Cabrera de León A, Aguirre-Jaime A,Domínguez Coello S, Brito Díaz B, Almeida González D, BorgesÁlama C, Castillo Rodríguez JC, Carrillo Fernández L, GonzálezHernández A, Alemán Sánchez JJ. El cociente perímetro abdomi-nal/estatura como índice predictor de riesgo cardiovascular y dia-betes. Med Clin (Barc) 2010; 134:386-391.

12. Hsieh SD, Ashwell M, Muto T, Tsuji H, Arase Y, Murase T. Urgencyof reassessment of role of obesity indices for metabolic risks.Metab Clin Exper 2010; 59: 834-840.

13. Setton D. El índice cintura para la talla predice major el aumentode riesgo cardiovascular en niños con sobrepeso. Evid Act PractAmbul 2010; 13, 1:15.

14. World Medical Association (WMA). 2000. Ethical principles formedical research involving human subjects. Helsinki: HelsinkiDeclaration.

15. Weiner JS, Lourie JA. Practical Human Biology. Londres: Aca -demic Press, 1981.

16. Siri WE. Body composition from fluid spaces and density. EnBrozeck J, Henschel A. Techniques for measuring body composi-tion. Washington: National Academy of Sciences, 1961.

17. Brook CGD. Determination of body composition of children fromskinfold measurements. Arch Dis Child, 1971; 46: 182-4.

18. Durnin JV, Rahaman MM. The assessment of the amount of fat inthe human body from measurements of skinfold thickness. 1967;Br J Nut, 21 (3): 681-9.

19. Marrodán MD, Mesa MS, Alba JA, Ambrosio B, Barrio PA, Drak L,Gallardo M, Lermo J, Rosa JA, González-Montero de Espinosa M.

Diagnosis de la obesidad: actualización de criterios y su validezclínica y poblacional. An Pediatr (Barc). 2006; 65 (1): 5-14.

20. Ortiz-Pérez H, Molina-Frechero N, Castañeda-Castaneira E.Indicadores antropométricos de sobrepeso y obesidad en adoles-centes. An Mex Pediatr 2010; 77 (6): 241-7.

21. Sempei MA, Novo NF, Juliano Y, Sigulem DM. Anthropometry andbody composition in ethnic Japanese and Caucasian adolescentboys. Pediatr Int 2008; 1: 679-686.

22. Kagawa M, Byrne NM, King NA, Pal S, Hills A. Ethnic differencesin body composition and anthropometric characteristics inAustralian Caucasian and urban indigenous children. Br J Nutr2009; 4: 1-9.

23. Romero-Collazos JF, Marrodán MD, Mesa MS, Bejarano I, Alfaro E,Martínez AJ, Méndez de Pérez B, Meléndez J, Lomaglio DB. Grasacorporal y distribución de la adiposidad en escolares latinoameri-canos y españoles. Gutierrez-Redomero A, Sánchez-Andrés A,Galera Olmo V. (eds). Diversidad Humana y AntropologíaAplicada. Universidad de Alcalá de Henares. 2010: 221-227.

24. Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).Consenso español 1995 para la evaluación de la obesidad y parala realización de estudios epidemiológicos. Med Clin (Barc) 1996;107: 782-787.

25. Marrodán MD Pérez BM, Morales E, Santos-Beneit G, CabañasMD. Contraste y concordancia entre ecuaciones de composicióncorporal en edad pediátrica: aplicación en población española yvenezolana Nutr Clín Diet Hosp. 2009; 29(3):4-11.

26. Lohman JG, Slaughter MH, Boileau RA, Bunt J, Lussier L.Aplicability of body composition techniques and constants forchildren and youths. Exerc. Sports. Sci Rev. 1986; 14: 325-357.

27. Durnin JV, Womersley J. Body fat assessed from total body den-sity and its estimation from skinfold thickness: measurements on481 men and women aged from 16 to 72 years. Br J Nutr. 1974;32:77-97.

28. Parizkova J. Changes in approach to the measurement of bodycomposition. En: Davies PSW, Cole TJ. (Eds.). Body compositiontechniques in health and disease. Cambridge University Press.1995; 222-239.

29. Deurenberg J, Pieters L, Hautvast JA. The assessment of the bodyfat percentage by skinfold thickness measurements in childhoodand young adolescence Br J Nutr 1990; 63, 293-303 293.

30. Slaughter MH, Lohman TG, Boileau RA, Stillman PJ, Van Loan MD,Bembem, DA. Skinfolds equations for estimation of body fatnessin children and youth. Hum Biol 1988; 60:709-723.

31. Johnston FE. Relationships between body composition andanthropometry. Hum Biol 1982; 54: 221-245.

32. Ellis JK. Body composition of a young, multiethnic female popu-lation. Am J Clin Nut. 1997; 65: 724-31.

51

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):45-51

RESUMEN

El aumento de evidencia de que algunos factoresdietarios están asociados con el desarrollo de enferme-dades crónicas como la obesidad, diabetes y enferme-dad del corazón ha generado numerosas estrategiaspara orientar la selección de alimentos del consumidor.El etiquetado frontal de alimentos es una iniciativapara presentar información nutricional relevante deforma concisa y clara al frente de los empaques.Actualmente existen diferentes sistemas de etiquetadofrontal, algunos comprenden símbolos, otros incluyencalificaciones numéricas o esquemas gráficos paracomunicar la calidad nutricional de un producto. Estadiversidad de sistemas de etiquetado frontal crea con-fusión entre los consumidores porque cada sistema tie-ne diferentes criterios nutricionales. Actualmente noexiste un sistema de etiquetado frontal que sea deaceptación general a nivel global. Una propuesta paradiseñar el etiquetado frontal es seleccionar los nutri-mentos que se consideren prioridades de salud públicalocales, ya sea porque su consumo es excesivo o bienporque la población tiene deficiencias, pero conside-rando lo que sea entendible por el consumidor.

PALABRAS CLAVE

Enfermedades crónicas, etiquetado frontal, calidadnutricional, salud pública, consumidor.

ABSTRACT

The increase of the evidences that link some dietaryfactors to the development of chronic diseases such asobesity, diabetes and heart disease, has generatednumerous strategies to guide the food selection of theconsumer. The front of pack nutrition labelling is an ini-tiative to present concise and clear nutritional informa-tion. There are currently different systems of front ofpack nutrition labelling; some include symbols, whileothers include numerical scores or graphic schemes tocommunicate the overall nutritional quality of a foodproduct. This diversity of systems creates confusion inthe consumer because each system has different nutri-tional criteria. Currently, there is no single, generallyaccepted system to a global level. A proposal for thedesign of the front of pack labeling is to select thenutrients that are considered priorities in the light oflocal public health, either because their consumption isexcessive or because the population has deficiencies,but also taking into account what is understandable bythe consumer.

KEY WORDS

Chronic diseases, front of pack nutrition labelling,nutritional quality, public health, consumer.

ABREVIATURAS

AHA: American Heart Association.

CFR: Code of Federal Regulation.

COMA: Committee on Medical Aspects of FoodPolicy.

52 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

Artículo de Revisión

Etiquetado frontal: entre la mercadotecnia y las políticas de salud pública

Front of pack nutrition labelling: between marketing and public health policies

Dorantes Ugalde Daniel, Naranjo Modad Sandra

Departamento de Nutrición Sigma- Alimentos México.

Correspondencia: Dorantes Ugalde [email protected]

ENLACE: Evaluación Nacional del Logro Académicoen Centros Escolares.

FDA: Food and Drug Administration-USA.

FSA: Food Standards Agency, UK.

GDAs: Guideline Daily Amounts.

ONQUI: Overall Nutritional Quality Index.

WHO: World Health Organization.

INTRODUCCIÓN

El incremento de algunas enfermedades como laobesidad, diabetes y su relación con el consumo exce-sivo de alimentos ha generado numerosas estrategiaspara orientar la selección de alimentos del consumidory ayudarle a mejorar su dieta.

En México a través del Acuerdo Nacional para la SaludAlimentaria se plantean diversas acciones encaminadas afrenar el problema de la obesidad y otras enfermedadescrónico degenerativas asociadas con la nutrición. Talesacciones son: disminuir el consumo de nutrimentos deriesgo como grasas totales, saturadas y trans, azúcar ysodio; mejorar la capacidad de la población para tomardecisiones informadas sobre una dieta correcta a travésde un etiquetado útil y comprensible, fomentar el alfabe-tismo en nutrición y salud, así como la orientación sobreel control del tamaño de las porciones a consumir.

El reto es grande si se toma en cuenta que aunqueel grado de escolaridad en México es de 8.1 años, loque parecería suficiente para favorecer la educaciónnutricional, en especial el etiquetado de alimentos,resulta que de acuerdo a las pruebas ENLACE 2009para evaluar los conocimientos y habilidades de losestudiantes en asignaturas de matemáticas y español,el 54.5% de los alumnos que tienen esa escolaridad tie-nen un conocimiento insuficiente y el 35.5% un cono-cimiento matemático elemental.

Evidentemente que los rezagos educativos tienenrepercusiones sobre los objetivos planteados por elgobierno porque las deficiencias de la población pararealizar operaciones matemáticas sencillas o para com-prender lo que se lee, indican que el sistema que sepretenda utilizar para un etiquetado frontal debe sersuficientemente sencillo aunque no está exento de unmínimo de análisis para su comprensión.

Este artículo analiza los principales sistemas de eti-quetado frontal, reflexiona sobre los elementos a con-

siderar para establecer dicho etiquetado y estableceun punto de partida para la discusión de la forma enque podría desarrollarse el etiquetado frontal enMéxico. Finalmente presenta una reflexión sobre lafunción de este sistema de etiquetado en el problemade la obesidad.

MÉTODO

Se realizó una revisión de legislaciones y análisislegislativos sobre el etiquetado de alimentos en México,Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, la UniónEuropea así como las legislaciones de Francia, ReinoUnido y Nueva Zelanda.

También se revisaron las páginas web de organismosoficiales y asociaciones que promueven el etiquetadofrontal de alimentos. Finalmente se realizó una búsque-da bibliográfica de publicaciones científicas en la basede datos PUBMED: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?db=pubmed

Para la búsqueda de datos bibliográficos se seleccio-naron diversas palabras clave: front of pack, nutritionlabelling o labeling, nutrient profile labelling, nutritionalbeliefs, consumer understanding, consumer perception,nutritional quality, food choice, FOP symbols.

Se recopilaron 135 artículos y reportes publicadosentre 2002-2011. Se analizó la información recopilada,recogiéndose aquella relacionada directamente con eltema de interés del trabajo.

ETIQUETADO FRONTAL

Cada día crece el interés público por identificar aque-llos alimentos que son saludables; para responder aesta necesidad, la tendencia de la industria de alimen-tos es presentar información nutricional al frente de losempaques (independientemente de la que establecenlas regulaciones de cada país sobre ingredientes, tablanutrimental o información de alérgenos). Esta informa-ción adicional es variada y comprende símbolos, califi-caciones numéricas o esquemas gráficos para comuni-car la calidad nutricional de los productos1. Este grupode números y símbolos presentados al frente del enva-se es lo que se denomina etiquetado frontal.

En México, al igual que en muchos países, esta infor-mación es voluntaria y su objetivo es presentar al con-sumidor los atributos nutricionales de un determinadoproducto. Sin embargo, no está lejana su reglamenta-ción como una estrategia que ayude a los consumido-

53

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

res en la selección saludable de productos2, y como unmecanismo para que las autoridades de salud ejerzanpresión sobre la industria de alimentos para reformularuna gran variedad de productos.

Un primer elemento para reflexionar sobre el etique-tado frontal es la delimitación de sus alcances.Independientemente de que sea conciso, claro e infor-mativo, debería cumplir las siguientes funciones:

• Reducir el tiempo para encontrar la informaciónnutrimental relevante.

• Presentar y evaluar la calidad nutricional de un ali-mento específico.

• Ayudar al consumidor en la selección de productosempacados3.

• Identificar con facilidad los productos que susten-tan una declaración nutricional.

• Facilitar la selección de alimentos para venta en lasescuelas4 en aquellos países donde existen regla-mentos para la venta de alimentos en las escuelas.

• Promover una adecuada alimentación y la reduc-ción del riesgo de enfermedades crónicas asocia-das con la alimentación.

• Orientar la decisión de compra del consumidorpara que compre un producto determinado sobreotros similares5.

Es decir, el etiquetado frontal debe ser una estrategiaque mejore la capacidad del consumidor para decidir nosólo el tipo de productos que debe comprar sino lascantidades recomendables para consumir de los mis-mos. Evidentemente, por sí sólo no puede cumplir conestas funciones y debe estar insertado en un sistemade conocimientos en materia de nutrición que le permi-tan al individuo interpretar correctamente la informa-ción y maximizar sus beneficios.

Los esfuerzos para establecer un sistema han sidomuchos, cada uno con ventajas y desventajas ymuchos sistemas de etiquetado frontal han evoluciona-do conforme a sus experiencias de uso.

SISTEMAS DE ETIQUETADO FRONTAL

Los sistemas de etiquetado frontal han sido desarro-llados por la industria de alimentos, tiendas de super-mercados, organizaciones de comercio o de salud. Sepueden categorizar en aquellos que utilizan un sólosímbolo o numero para englobar la calidad nutricionaldel producto y los sistemas que aportan información de

tipo cuantitativo para los nutrimentos seleccionados ypueden o no usar símbolos1.

Aunque la idea de usar un solo símbolo que comuni-que la calidad nutricional de un producto sea de inicioatractiva, cada símbolo está basado en criterios nutri-cionales distintos; esto hace que la diversidad de sím-bolos desarrollados sea amplia, lo que conduce a gene-rar confusión entre los consumidores. Por otra parte,este tipo de sistemas generalmente, sobre simplifican lainformación, y para el consumidor existe el riesgo dehacer inferencias sin fundamento respecto a un produc-to o categorías de productos específicos5; además deque al juzgar y calificar en términos obvios su funcióneducativa es cuestionable. Ejemplos de este sistema desímbolos son el Programa de guías por estrellas, el“Smart choices”, el Keyhole o el NuVal (ver tabla 1).

Por otra parte, los sistemas complejos, que pueden ono emplear símbolos, aportan información de tipocuantitativo que permite la comparación entre produc-tos y algunos colocan esta información en el contextode la dieta (v.g.sistema GDAs). La principal desventajaes que un exceso de información puede ser un distrac-tor para el consumidor5. La tabla 1 resume los sistemasmás comunes de etiquetado frontal.

Consideramos que un sistema de etiquetado frontaldebe tener un equilibrio entre los criterios científicos ylas prácticas del mercado, además de ser simple yentendible por el consumidor.

Si se busca simplicidad se habría de evitar una grancantidad de nutrimentos al frente del empaque quehaga que los consumidores se confundan. Quedaentonces la pregunta ¿qué información se debe consi-derar para el etiquetado frontal?

Se puede considerar que se tienen dos tipos de nutri-mentos: 1) los nutrimentos con un sobreconsumo enlas sociedades modernas y cuyo consumo se debe cui-dar en el marco de una dieta correcta como es el casode los azúcares, sodio, grasas, grasas saturadas y transy 2) los nutrimentos cuyo consumo se debe promover,por ser más bien escasos en la dieta de las sociedadesmodernas por ejemplo: fibra, vitaminas y elementosinorgánicos (minerales)16.

Un buen punto de partida para seleccionar los nutri-mentos a resaltar en el etiquetado frontal es considerarlas prioridades de salud pública del país o región don-de se comercialicen dichos alimentos; es decir incluirnutrimentos de riesgo (por consumo excesivo) y aque-

54 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

ETIQUETADO FRONTAL: ENTRE LA MERCADOTECNIA Y LAS POLÍTICAS DE SALUD PÚBLICA

Tabla 1. Sistemas más comunes de etiquetado frontal.

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

55Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

Sistema Origen Principios Ventajas Desventajas

GDAs† Confederación de la industria de alimentos y bebidas (Unión Europea)

Presenta información por porción o por 100 g o 100 ml del producto sobre 5 nutrimentos: grasa, grasa saturada, azúcar, sodio y kilocalorías.Basado en los valores diarios recomendados propuestos por UK Govern-ment’s COMA‡ reporte de Valores Diarios de Referencia6.La información se presenta con 5 íconos que indican por porción el conteni-do en gramos y en porcentaje basado en una dieta de 2000 kcal y en valo-res diarios recomendados expresados como GDAs.

Es un sistema neutro queno clasifica a los alimentoscon o sin riesgo.El consumidor puedehacer comparaciones conotros productos de la mis-ma o diferente categoría.

No existe un consenso sobre los valoresde GDAs que se deben utilizar por regióno país.Para el consumidor promedio resultadifícil de ligar la información de la GDAscon las necesidades nutricionales indivi-duales.

Semáforo UK- FSA§ Ofrece información de 4 nutrimentos: grasa, grasa saturada, azúcar y sal.La información es presentada por 100g o 100 ml de producto o por porciónrecomendada de consumo cuando la porción es mayor de 100 g o 100 ml.En algunas versiones de este sistema también se usa el % de las GDAsUtiliza los criterios nutricionales desarrollados por la UK-FSA para determinarel color asignado a cada nutrimento; usa los colores rojo, amarillo y verdepara clasificar el nivel de riesgo de cada nutrimento en alto, medio o bajorespectivamente7. Los colores amarillo y rojo alertan sobre un aumento delriesgo por consumo de dicho nutrimento.

La asociación de coloresverde, amarillo y rojo conriesgo en general es deentendimiento universal.Permite establecer com-paraciones con otros pro-ductos de la misma o dife-rente categoría.

Al clasificar los nutrimentos por coloresestablece un juicio del nutrimento como“sin riesgo”, “con riesgo”Puede causar confusión respecto al con-sumo de aquellos alimentos que por lascantidades de nutrimentos sólo sean deun color o predomine un color.Hay muchas versiones de este sistemaque son confusas para los consumidores.

AHA ’’ USA Para certificación de los alimentos, se agrupan en tres categorías: a) Bajos en grasas saturadas y colesterolb) Extra magrosc) Granos enterosEstablece nutrimentos a limitar: grasa total, saturada , trans, colesterol y sodio.Nutrimentos para favorecer su consumo: al menos 10% del valor nutrimen-tal de referencia de uno de los siguientes: vitamina A, C, hierro, calcio, pro-teína o fibra dietética.La información es por porciones establecidas por el CFR¶

Sólo certifican productos que cumplen con las recomendaciones de dieta yestilo de vida de la AHA.El símbolo de certificación es un ícono de la AHA8.

Tiene un alto grado de cre-dibilidad por parte del con-sumidor por ser de unaorganización confiable.

Al ser un símbolo, no educa al consumi-dor respecto a las cantidades de energíay nutrimentos que aporta un producto asu dieta.

Programade guía por estrellas

Hannaford Brotherssupermarket.2006

El sistema se basa en nutrimentos a limitar (grasa saturada, grasa trans,colesterol, sodio y azúcares añadidos) y nutrimentos que se debe favorecerel consumo (vitaminas, minerales, fibra dietaria y granos enteros)El sistema está basado en las Guías Dietarias Americanas 2005.Los alimentos que no son evaluados: agua embotelladas, bebidas alcohóli-cas, café, te y especias.Su base de cálculo es de 100 kcalLos alimentos se categorizan con 1, 2 ó 3 estrellas según sea su valor nutri-cional bueno, óptimo o superior respectivamente9.

Tener una base de cálculode 100 kcal permite esta-blecer la comparación delcontenido energético entrediferentes productos.

Alimentos cuya porción real es mayor de100kcal subreportan el aporte de micro-nutrimentos comparado con el consumoreal del producto.Alimentos cuya porción recomendablede consumo es menor de 100kcal repor-tan una mayor cantidad de micronutri-mentos, fibra, etc. que lo que aporta lacantidad recomendable de consumo deese alimento, pudiendo favorecer elsobreconsumo.El número de estrellas asignadas puedeconfundir al consumidor y no educa alsobre las cantidades que se deben con-sumir para lograr una dieta saludable.

Abreviaturas : † GDAs: Guidelines Daily Amounts; ‡ COMA: Committee on Medical Aspects of Food Policy; § FSA:Food Standards Agency, UK; AHA ’’: American Heart Association; ¶ CFR: Code of Federal Regulation; ** WHO: World Health Organization; †† FDA: Food and Drug Administration-USA; ‡ ‡ ONQUI: Overall Nutritional Quality Index.

Tabla 1. Sistemas más comunes de etiquetado frontal (continuación).

ETIQUETADO FRONTAL: ENTRE LA MERCADOTECNIA Y LAS POLÍTICAS DE SALUD PÚBLICA

56Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

Sistema Origen Principios Ventajas Desventajas

ProgramaChoices

Unilever Basado en recomendaciones dietéticas internacionales de la WHO** degrasas saturadas, trans, sodio y azúcares añadidos.Agrupa su portafolio de alimentos en dos categorías con base en su con-tribución a la ingesta de nutrimentos indispensables: básicos (contribu-yen a dicha ingesta) y no básicos (no contribuyen de forma substanciala dicha ingesta)Establece perfiles nutrimentales para los alimentos que integran las doscategorías sobre una base de 100 g o 100 ml10.

Algunos alimentosde la categoría nobásica pueden con-tribuir de formaimportante a inges-ta de nutrimentosindispensables.

No educa al consumidor respecto a nutri-mentos de riesgo que deben ser consumidoscon moderación porque es sólo un símbolo.No especifica los niveles en los que los ali-mentos básicos contribuyen a la ingesta denutrimentos indispensables.No es fácilmente aplicable a otros produc-tos fuera del portafolio de Unilever.

SensibleSolution

Kraft Los productos se clasifican por categorías; existen dos criterios a través delos cuales un producto puede ser aprobado por este sistema:a) Que el producto tenga una reducción del 25% en uno de los siguientesnutrimentos: calorías, grasa, grasa saturada, azúcar o sodio, o bien:b) Que el producto tenga al menos 10% de valor diario recomendado devitaminas A, C, E, calcio, magnesio, potasio, hierro, fibra o proteína.Utiliza los criterios de las Guías Dietarias Americanas 2005, las declaracionesde la FDA††, la Academia Nacional de Ciencias y otras autoridades públicasde salud.El símbolo es una bandera verde al frente del empaque11.

Al tener puntos decorte por categoríade producto permiteuna evaluación deproductos de la mis-ma categoría másobjetiva.

Al ser un símbolo, no aporta informaciónnutrimental que eduque al consumidor o quepermita su comparación con otros productosque no empleen dicho sistema.Al tener dos criterios de evaluación de pro-ductos deja poca claridad sobre el sistema.El criterio de reducción del 25% no implicaque el producto tenga un contenido del nutri-mento acorde con las Guías DietariasAmericanas.

Smartchoices

Keystone Food and NutritionRoundtable

Basado en nutrimentos a limitar (grasa total, saturada, trans y colesterol,azúcares añadidos, sodio y calorías) y nutrimentos que se debe promover suconsumo (calcio, potasio, magnesio, vitaminas A, C y E, además de fibra.)Además de favorece el consumo de frutas y verduras, granos enteros y pro-ductos lácteos sin o bajos en grasa. Alineado con las Guías DietéticasAmericanas 2005.Se presenta un símbolo para orientar la selección de alimentos al frente dela etiqueta, debajo del cual se indican calorías por porción y número de por-ciones por paquete12.

Aporta informaciónsobre las kilocaloríaspor porción y núme-ro de porciones porempaque.

No educa al consumidor porque no permite lacomparación con otros productos de la mismacategoría que no utilicen este sistema.No aporta información al consumidor sobrenutrimentos de riesgo o nutrimentos benéfi-cos para la salud.

NuVal Katz DL La base del sistema es el algoritmo ONQUI‡ ‡ que considera nutrimentos posi-tivos y negativos; además evalúa la calidad de la grasa y proteína, la densi-dad energética y la carga glucémica del producto con base en las GuíasDietarias Americanas 2005 e Ingestas Diarias Recomendadas de la literatura.Establece puntos de corte para 13 categorías de alimento.Es un símbolo que cataloga al alimento con un número entre 1 y 10013.

Al ser un algoritmoque considera nutri-mentos positivos ynegativos, evalúa deforma integral losproductos

Al ser un símbolo con sólo número entre el 1-100, no aporta información nutrimental alconsumidor sobre el consumo del producto enel contexto de una dieta saludable.La información no es verificable para el con-sumidor.

Keyhole Dinamarca, Sueciay Noruegaestablecido en 1989

Nutrimentos que evalúa: grasa, azúcar, sal y fibra dietaria. Su base de cál-culo es 100 g de producto. Establece puntos de corte para 25 categorías deproductos.Creado por National Food Administration (Suecia), basado en las recomenda-ciones nórdicas de nutrición; ningún producto puede contener edulcorantesEs un símbolo de libre uso, pero sujeto a verificación por la autoridad corres-pondiente14.

Establecer puntos decorte por categoríade producto permiteuna evaluación deproductos de la mis-ma categoría másobjetiva

Al ser un símbolo, no aporta informaciónnutrimental que eduque al consumidor.

Abreviaturas : † GDAs: Guidelines Daily Amounts; ‡ COMA: Committee on Medical Aspects of Food Policy; § FSA:Food Standards Agency, UK; AHA ’’: American Heart Association; ¶ CFR: Code of Federal Regulation; ** WHO: World Health Organization; †† FDA: Food and Drug Administration-USA; ‡ ‡ ONQUI: Overall Nutritional Quality Index.

llos que es necesario promover (por deficiencias en suconsumo). De esta forma el alimento sería entendidocomo un todo y no como la suma de sus partes2,17.

Independientemente del sistema de etiquetado quese utilice o los nutrimentos que se pretenda considerar,es importante declarar el contenido energético en kilo-calorías y el tamaño de la porción, por ser dos elemen-tos fundamentales y que son de fácil entendimientopara el consumidor15,18.

Las estructuras gubernamentales de cada país hande establecer y publicar los valores de referencia quepermitan contar con un marco de referencia para queel consumidor pueda entender, en relación a su propiadieta, si un nutrimento es abundante o escaso en unalimento. La publicación de valores consensados resul-ta de por sí un reto importante.

Otra interrogante relacionada y que debe definirse apriori tiene que ver con la cantidad del alimento que sedebería utilizar para declarar el etiquetado frontal(tamaño de porción). Existen modelos basados enpeso/volumen (cada 100g/100mL), en energía (cada100kcal), otros emplean las porciones legales y algunosmás utilizan como base de cálculo el total del envase odel producto vendido17,19.

Cada método tiene sus ventajas y desventajas, y laselección de uno u otro impacta de forma distintasegún sea el alimento del que se trate. La tabla 2 sin-tetiza las ventajas y desventajas de cuatro bases decálculo comúnmente empleadas.

EL ETIQUETADO FRONTAL ¿RESUELVE ELPROBLEMA DE LA OBESIDAD?

El etiquetado frontal constituye un primer paso parahacer accesible la información nutrimental al consumi-dor, sin embargo, es necesario que además la informa-ción se entienda y que sea aplicada en el contexto deuna alimentación saludable. Esto significa que el consu-midor tiene que tomar diferentes decisiones al momen-to de comprar un producto20,21. La figura 1 presenta unmodelo de factores que influyen en la compra de un ali-mento y si bien la información nutrimental es un puntoimportante, no es el determinante en la decisión decompra de un producto22.

Debemos señalar que además, el consumidor no bus-ca la información nutrimental en todas las categorías deproductos, por ejemplo, si el producto es percibidocomo saludable, el consumidor buscará esta informa-

ción, tal es el caso del yogurth, pero pierde importan-cia cuando se trata de productos indulgentes o con unalto grado de procesamiento como los productos listospara comer. Esto sugiere que para favorecer la lecturade la información nutrimental, se requieren otras inicia-tivas distintas del etiquetado frontal, dependiendo de lacategoría de producto que se trate23.

Otro factor que no debemos perder de vista es elporcentaje de personas que leen la información nutri-mental. En países como Reino Unido, la lectura deinformación nutrimental es alrededor del 27%23, encontraste, en México, de acuerdo con la EncuestaUrbana de Alimentación y Nutrición en la zona metro-politana de la ciudad de México 2002 indicaba que el0.63% de la población obtenía conocimientos de nutri-ción de los empaques24.

Bajo esta perspectiva tenemos que preguntarnos ¿eletiquetado frontal resolverá el problema de la obesidad?Para contestar esta pregunta, debemos decir que ladecisión de la compra y consumo de alimentos constitu-ye en última instancia una decisión personal, entoncesla obesidad es el resultado de millones de decisionesindividuales, en un punto determinado de tiempo, don-de cada individuo tiene la propia responsabilidad del cui-dado de su salud25. El Estado puede hacer políticas desalud encaminadas a disminuir el analfabetismo nutri-cional, incluso se puede hacer restricciones para la ven-ta y el consumo de ciertos alimentos (por ejemplo en lasescuelas); pero si los individuos no tienen la motivaciónpara hacer modificaciones en los estilos de vida, simple-mente se cambiarán los momentos y lugares de consu-mo de los alimentos sin que esto genere un cambiofavorable ante la crisis actual de obesidad25,26.

Habría entonces que preguntarse si la población tie-ne la motivación necesaria para hacer cambios no sóloen su alimentación sino en su estilo de vida. Esto signi-fica que si bien el etiquetado frontal es importante, noes la panacea y sólo constituye una entre muchas otrasestrategias.

CONCLUSIONES

Un alimento no solo es alimento. La selección y consu-mo de los alimentos siempre ha estado sujeta a unacompleja red de factores socioculturales e individuales.Pero hoy en día, la selección de alimentos es más com-pleja que nunca porque el consumidor se ha vuelto másdinámico y porque se ha reconocido de un modo crecien-te el importante papel de la dieta en la salud humana.

57

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

Tabla 2. Ventajas y desventajas del empleo de distintas bases de cálculo para la declaración del etiquetado frontal en productos preenvasados.

ETIQUETADO FRONTAL: ENTRE LA MERCADOTECNIA Y LAS POLÍTICAS DE SALUD PÚBLICA

58Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

Sistema Ventajas Desventajas

Peso/Volumen(información por cada 100 g o 100 ml)

Facilita la comparación del contenido nutrimental entrealimentos similares.

Por ejemplo: 2 bebidas con atributos similares.

Es una base de cálculo internacionalmente aceptada y utilizada por el Codex Alimentarius.

Los alimentos que típicamente se consumen en cantidadesmenores a 100g o 100ml (aceites, untables, azúcares, que-sos, cereales para desayuno, etc.) Pueden verse desfavo-recidos con este sistema.

Otros alimentos como las bebidas, que se consumen en cantidades mayores a 100ml pueden verse favorecidoscon este sistema de peso/volumen.

Las diferencias en el contenido de agua pueden influir en el contenido energético y nutrimental.

Ejemplo: el queso y la leche fluida

No es totalmente entendible por el consumidor

Energía (información por cada 100 kcal, 100 kJ o % de energía aportado por los macronutrimentos)

Facilita la comparación del contenido nutrimental entrealimentos con diferente contenido de agua.

La base de 100 kcal puede ser excesiva para verduras y frutas por la porción típicamente consumida.

El contenido de micronutrimentos en alimentos bajos enenergía puede parecer alto con esta base de comparación.

En el contexto de la dieta, las referencias de kilocaloríasvarían de acuerdo con la edad, sexo y estado fisiológico delconsumidor.

No es totalmente entendible por el consumidor.

Por porciones legales (serving sizes) Es una aproximación de la cantidad de alimentotípicamente consumida.

No puede ser manipulado por los productores.

Se pierde detalle al redondear valores

Es difícil comparar entre alimentos con tamaños de porcióndiferentes.

No todos los alimentos tienen una porción oficial definidaen cada región

Por envase individual (si el envase es individual) Es lo que el consumidor se va a comer, por ejemplo: 120 g de ensalada con jamón y queso.

La declaración por envase no necesariamente se corres-ponde con criterios nutricionales sino con una necesidadde envasado del producto.

Las cantidades de alimentos envasados pueden ser excesi-vas para el consumo en una sola ocasión.

Adaptado de: 19Drewnowski A, Maillot M, Darmon N. Should nutrient profiles be based on 100 g, 100 kcal or serving size? Eur J Clin Nutr. 2009 Jul;63(7):898-904.

59

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

Figura 1. La selección de un alimento va más allá del simple valor nutricional del producto. La percepción del producto por parte delconsumidor junto con sus conocimientos nutricionales (lo que entiende y lo que infiere del producto) son integrados para tomar unadecisión de compra del producto. Sin embargo, existen otros elementos que impulsan la decisión de compra de un alimento: motivacio-nes asociadas con el precio/conveniencia, etc., o bien motivaciones asociadas con la salud del consumidor o de las personas a las quedestinará el producto21,22,23,25.

Si bien es técnicamente correcto que no existen ali-mentos buenos ni malos, sino dietas correctas e inco-rrectas, las experiencias recientes confirman que el con-sumo excesivo de ciertos nutrimentos predisponen laaparición de algunas enfermedades, tal es el caso de losácidos grasos trans y su relación con las dislipidemias.

Al momento de elegir un sistema de etiquetado fron-tal es importante tomar en cuenta aquellos que inte-gren los nutrimentos considerados como una prioridadde salud pública del país o región donde se comerciali-cen dichos alimentos; es decir incluir nutrimentos deriesgo (por consumo excesivo) y aquellos que es nece-sario promover (por deficiencias en su consumo) ysiempre presentar la información por tamaño de por-ción y las kilocalorías que aporta en dicha porción.

En última instancia, el sistema seleccionado deberáequilibrar las fuerzas que rigen las regulaciones enmateria de etiquetado y los nutrimentos de riesgo parala salud propios de cada región así como la comerciali-zación de alimentos: lo mercadológicamente via-ble/entendible para el consumidor.

El reto de diseñar un sistema de etiquetado que pue-da promover la salud y que sea efectivo en su comuni-cación es difícil de abordar y sin duda implica un proce-so de aprendizaje para los distintos actores involucradosen el proceso del diseñar y maximizar su uso; y sin dudaes una herramienta de utilidad como coadyuvante en laorientación alimentaria, pero no es elemento determi-nante de la salud puesto que las decisiones de compray consumo dependen en última instancia de la libreelección de los consumidores.

REFERENCIAS

1. www. fda.gov. (página de internet) New Hampshire: (Consultado15 de diciembre de 2010). (aprox. 5 p.). Disponible en:Guidancefor Industry: Letter Regarding Point of Purchase Food Labelinghttp://www.fda.gov/Food/GuidanceComplianceRegulatoryInformation/GuidanceDocuments/FoodLabelingNutrition/ucm187208.htm

2. Moeser A, Hoefkens C, Van Camp J, Verbeke Wim. Nutrient pro-file labelling: consumers’ perceptions in Germany and Belgium.113th EAAE Seminar “A resilient European food industry and foodchain in a challenging world”, Chania, Crete, Greece, date as in:September 3 - 6, 2009.

3. Feunekes GI, Gortemaker IA, Willems AA, Lion R, van denKommer M. Front-of-pack nutrition labelling: testing effectivenessof different nutrition labelling formats front-of-pack in fourEuropean countries. Appetite. 2008 Jan;50(1):57-70.

4. Townsend MS. Where is the science? What will it take to showthat nutrient profiling systems work?. Am J Clin Nutr. 2010Apr;91(4):1109S-1115S.

5. Wansink B, Sonka S, Hasler C. Front-label health claims: whenless is more. Food Policy. 2004: 29: 659-667.

6. Food Standards Agency. Front-of-pack Traffic light signpost labelingTechnical Guidance; United Kingdom 2007. (Monografía de inter-net) (Citado 26 de noviembre de 2010) http://www.food.gov.uk/multimedia/pdfs/frontofpackguidance2.pdf

7. Food and drink federation.org (página de internet). UnitedKingdom: (Consultado 17 de diciembre de 2010). (aprox. 3 p.).Disponible en: http://www.gdalabel.org.uk/gda/useful_material/reports.aspx

8. Heart.org (página de internet). Dallas, Tx. American HeartAssociation: (Consultado 20 de diciembre 2010) Disponible en:http://www.heart.org/HEARTORG/GettingHealthy/NutritionCenter /Hea r tSmar tShopp ing /Hea r t -Check-Mark- fo r -Food-Manufacturers_UCM_300866_Article.jsp

9. Sutherland LA, Kaley LA, Fischer L.Guiding stars: the effect of anutrition navigation program on consumer purchases at thesupermarket. Am J Clin Nutr. 2010 Apr;91(4):1090S-1094S.

10. Unilever.com (página de internet) (Consultado 27 de abril 2011)Disponible en http://www.unilever.com/brands/nutrition/choices/

11. http://www.kraftrecipes.com/home.aspx (página de internet)(Consultado 22 de abril 2011). (aprox 4 p). Disponible en:http://www.kraftrecipes.com/kf/HealthyLiving/SensibleSolution/NutritionCriteria.aspx

12. Lupton JR, Balentine DA, Black RM, Hildwine R, Ivens BJ,Kennedy ET, Packard PT, Sperber BR, Steffen D, Story M. TheSmart Choices front-of-package nutrition labeling program:rationale and development of the nutrition criteria. Am J Clin Nutr.2010 Apr;91(4):1078S-1089S.

13. Katz DL, Njike VY, Rhee LQ, Reingold A, Ayoob KT. Performancecharacteristics of NuVal and the Overall Nutritional Quality Index(ONQI). Am J Clin Nutr. 2010 Apr;91(4):1102S-1108S.

14. http://www.slv.se/ (página de internet). Uppsala, Suecia.National Food Administration. Consultado 17 de diciembre 2010).National Food Administration’s Regulations on the Use of aParticular Symbol. 1 en: www.slv.se/upload/nfa/documents/food_regulations/keyhole_2009.pdf

15. Wills JM, Schmidt DB, Pillo-Blocka F, Cairns G. Exploring globalconsumer attitudes toward nutrition information on food labels.Nutr Rev. 2009 May;67 Suppl 1:S102-6. Review.

16. Verhagen H, van den Berg H. A simple visual model to compareexisting nutrient profiling schemes. Food Nutr Res. 2008;52.

17. Garsetti M, de Vries J, Smith M, Amosse A, Rolf-Pedersen N.Nutrient profiling schemes: overview and comparative analysis.Eur J Nutr. 2007 Dec;46 Suppl 2:15-28.

18. IOM (Institute of Medicine). 2010. Examination of Front-of-Package Nutrition Rating Systems and Symbols: Phase I Report.Washington, DC: The National Academies Press.

19. Drewnowski A, Maillot M, Darmon N. Should nutrient profiles bebased on 100 g, 100 kcal or serving size? Eur J Clin Nutr. 2009Jul;63(7):898-904.

60 Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

ETIQUETADO FRONTAL: ENTRE LA MERCADOTECNIA Y LAS POLÍTICAS DE SALUD PÚBLICA

20. Williams P.Consumer understanding and use of health claims forfoods. Nutr Rev. 2005 Jul;63(7):256-64. Review.

21. Sun YH. Health concern, food choice motives, and attitudestoward healthy eating: the mediating role of food choice motives.Appetite. 2008 Jul;51(1):42-9.

22. Grunert KG, Wills JM. A review of European research on con-sumer response to nutrition information on food labels J PublicHealth (2007) 15:385–399.

23. Grunert KG, Wills JM, Fernández-Celemín L. Nutrition knowledge,and use and understanding of nutrition information on food labelsamong consumers in the UK. Appetite. 2010 Oct;55(2):177-89.

24. Ávila Curiel A, Shamah Levy T, Chávez Villasana A, GalindoGómez C. Encuesta Urbana de Alimentación y Nutrición en laZona Metropolitana de la Ciudad de México 2002. México D.F.:Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición SalvadorZubirán, Instituto Nacional de Salud Pública, 2003.

25. Magnusson RS. Obesity prevention and personal responsibility:the case of front-of-pack labeling in Australia. BMC Public Health.2010 Nov 2;10:662.

26. Golan E, Unnevehr L. Food product composition, consumerhealth, and public policy: Introduction and overview of specialsection. Food Policy. 2008 December:33(6): 465–469.

61

NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA

Nutr. clín. diet. hosp. 2011; 31(3):52-61

62

CARACTERÍSTICAS

Es la publicación científica oficial de la SociedadEspañola de Dietética y Ciencias de la Alimentación(SEDCA). La Revista publica trabajos en español, portu-gués e inglés sobre temas del ámbito de la alimenta-ción, la nutrición y la dietética. Exclusivamente se acep-tan originales que no hayan sido publicados, ni esténsiendo evaluados para su publicación, en cualquier otrarevista sin importar el idioma de la misma.

MODALIDADES DE PUBLICACIÓN

Se admitirán originales que puedan adscribirse a lassiguientes modalidades y tipos:

• Artículos originales. Descripción completa de unainvestigación básica o clínica que proporcione infor-mación suficiente para permitir una valoración críticay rigurosa. La extensión máxima será de 12 páginascon teniendo un máximo de 6 tablas y 6 figuras.

• Colaboraciones cortas. Se tratará de artículos origina-les de menor entidad cuya extensión no supere las 6páginas, 3 tablas y 3 figuras.

• Revisiones. Serán revisiones de publicaciones anterio-res relacionadas con un tema de interés que conten-gan un análisis crítico que permita obtener conclusio-nes. Las revisiones normalmente serán soli citadasdirectamente por los Editores a sus autores y el textotendrá que tener una extensión máxima de 12 pági-nas, 6 tablas y 10 figuras.

• Cartas a la revista: relacionadas con artículos apare-cidos en la publicación. Su extensión máxima será de2 páginas.

• Otros. Adicionalmente, se admitirán para su publica-ción noticias, informes, conferencias, cursos, convo-catorias de reuniones y congresos así como de pre-mios y becas. La extensión y forma de presentaciónde los textos recibidos para este apartado estaránsujetos sin notificación previa a las modificacionesque el Comité Editorial estime convenientes.

ELABORACIÓN DE ORIGINALES

La preparación del manuscrito original deberá de hacer-se de acuerdo las Normas y Requisitos de Uniformidaddel Comité Internacional de Directores de RevistasMédicas (versión oficial en inglés accesible en la direc-ción electrónica: http://www.icmje.org. Para la traduc-ción en español puede revisarse el enlace URL:http://www.metodo.uab.es/enlaces.htm).

En la web de la revista (http://www.nutricion.org)están disponibles las presentes Normas de publica-ción. Para la correcta recepción de los originales debe-rá incluirse siempre:

1. Carta de presentación

Deberá hacer constar en la misma:

• Tipo de artículo que se remite

• Declaración de que es un texto original y no seencuentra en proceso de evaluación por otra revista.

• Cualquier tipo de conflicto de intereses o la existen-cia de implicaciones económicas.

• La cesión a la Revista de los derechos exclusivos paraeditar, publicar, reproducir, distribuir copias, preparartrabajos derivados en papel, electrónicos o multime-dia e incluir el artículo en índices nacionales e inter-nacionales o bases de datos.

• Los trabajos con más de un autor deben ser leídos yaprobados por todos los firmantes.

• Los autores deben declarar como propias las figuras,dibujos, gráficos, ilustraciones o fotografías incorpora-das en le texto. En caso contrario, deberán obtener yaportar autorización previa para su publicación y, entodo caso, siempre que se pueda identificar a personas.

• Datos de contacto del autor principal: nombre com-pleto, dirección postal y electrónica, teléfono e insti-tución.

• Si se tratase de estudios realizados en seres huma-nos, debe enunciarse el cumplimiento de las normaséticas del Comité de Investigación o de EnsayosClínicos correspondiente y de la Declaración deHelsinki vigente, disponible en español en la URL:http://www.metodo.uab.es/enlaces.htm

2. Título

Se indicarán, en página independiente y en este orden,los siguientes datos:

• Título del artículo en español o portugués y en inglés.

• Apellidos y nombre de todos los autores, separadosentre sí por una coma. Se aconseja que figure un máxi-mo de ocho autores. Mediante números arábigos, ensuperíndice, se relacionará a cada autor, si procede,con el nombre de la institución a la que pertenecen.

• Dirección de correo-e que desean hacer constarcomo contacto en la publicación.

Normas de publicación

63

3. Resumen

Deberá ser comprensible por sí mismo sin contenercitas bibliográficas. Será redactado obligatoriamente enlos siguientes idiomas: a) español ó portugués y b)inglés, respetando en todo caso la estructura del traba-jo remitido:

• Introducción

• Objetivos

• Métodos

• Resultados

• Discusión

• Conclusiones

4. Palabras clave

Debe incluirse al final de resumen un máximo de 5palabras clave que coincidirán con los Descriptores delMedical Subjects Headings (MeSH) accesible en la URLsiguiente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=mesh

5. Abreviaturas

Se incluirá un listado de las abreviaturas presentes enel trabajo con su correspondiente explicación.

6. Texto

De acuerdo a la estructura siguiente:

• Introducción

• Objetivos

• Métodos

• Resultados

• Discusión

• Conclusiones

• Bibliografía

Es necesario especificar, en la metodología, el diseño, lapoblación estudiada, los sistemas estadísticos y cuales-quiera otros datos necesarios para la comprensión per-fecta del trabajo.

7. Agradecimientos

En esta sección se deben citar las ayudas materiales yeconómicas, de todo tipo, recibidas señalando la enti-dad o empresa que las facilitó. Estas menciones debende ser conocidas y aceptadas para su inclusión en estos“agradecimientos”.

8. Bibliografía

Tienen que cumplir los Requisitos de Uniformidad delComité Internacional de Directores de RevistasMédicas, como se ha indicado anteriormente.

Las referencias bibliográficas se ordenarán y numera-rán por orden de aparición en el texto, identificándosemediante números arábigos en superíndice. Para citarlas revistas médicas se utilizarán las abreviaturas inclui-das en el Journals Database, disponible en la URL: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=journals

9. Figuras y fotografías

Deben elaborarse teniendo en cuenta las siguientesindicaciones:

Se realizarán utilizando programas informáticos adecua-dos que garanticen una buena reproducción (300 píxe-les de resolución por pulgada) en formato BMP, TIF oJPG. No se admiten ficheros de Power-point ni similares.Los gráficos y las figuras serán enviados en blanco ynegro o en tonos de grises.

ENVÍO DE ORIGINALES

Los trabajos se remitirán por vía electrónica a través dela dirección de correo: [email protected] o utili-zando la página web de la revista: www.nutricion.org

EVALUACIÓN DE ORIGINALES

Los trabajos remitidos para publicación serán evaluadosmediante el método de la doble revisión por pares.El autor principal podrá proponer revisores que noestén vinculados al original remitido.

Normas de publicación