pedraz juan l., los resortes psicologicos de la persuasión

8/13/2019 Pedraz Juan L., Los resortes psicologicos de la persuasión

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LOS RESORTES PSICOLÓGICOS DE LA PERSUASIÓNJUAN L. PEDRAZ. ED. SAL TERRAE, SANTANDER 1966

BIBLIOTECA COMILLENSIS

ÍNDICE

PARA ENTENDER ESTE MÉTODOLo que pretende ser: técnica sobre todo de medios, no de fines. Realista. Lo que no pretende ser:tecnicismo. Una fórmula mágica. Un sucedáneo del esfuerzo.

LA TÉCNICA FUNDAMENTAL DE ESTE MÉTODOMétodo de aprendizaje oratorio—No fórmulas sino intuiciones—Técnica de la intuicióncomparativa. No modelos sino entrenadores.

¿A QUÉ ES PROPORCIONAL LA EFICACIA DE UN DISPOSITIVO ORATORIO?El arte de exponer y de imponer sus ideas. Dos variables: la fuerza de lo que se dice y la fuerza conque se dice. Dos situaciones. Bases.

I CÓMO SE HACEN IMPRESIONANTES LAS IDEASDos tipos de oradores: los que sólo dicen; los que dicen y hacen sentir lo que dicen. Tres modos dehacer sentir lo que se dice: sensibilización—graficismo—ritmo oratorio.

A. CÓMO SE SENSIBILIZAN LAS IDEAS.A qué es proporcional la fuerza impresionante de una idea. Proceso de sensibilización de las ideas.Cuatro estadios de forma en la idea. La comparación: suplemento de fuerza. La forma: potencialización de la fuerza del fondo.a. Cómo se sensibilizan las verdades lógicas y universales. Proceso de la abstracción de lasideas. Técnica del concretar. Ejemplos y ejercicios. Sensibilización de un dispositivo lógico 48 b. Cómo se sensibilizan las ideas concretas poco impresionantes. La racionalización de lasimpresiones. Técnica del desentrañar. El sentimiento, catalizador de las imágenes. Ejemplos yejercicios.c. Visualización de las ideas. El sentimiento: eco de una imagen. Técnica. Visualización rápiday extensa. Ejemplos y ejercicios.d. Teatralización de las ideas. Técnica. Ejemplos y ejercicios.e. La comparación. Los vasos comunicantes afectivos. Comparaciones lógicas: probativasexppicativas. Ejemplos y ejercicios. Comparaciones emotivas. Ejemplos y ejercicios.

B. GRAFICISMOGraficismo oratorio y graficismo literario. Luz y fuerza.

C. RITMO ORATORIOEl contraste, fuente de interés. Movimiento. Sugerencias para adquirir este estilo.

II TÉCNICA DEL FONDOLos dos objetivos de un dispositivo oratorio: interés y eficacia. Dónde radica la fuerza potencial deun dispositivo oratorio. Cuatro objetivos y cuatro estrategias.

A. TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO PERSUASIVOEl proceso psicológico de la persuasión. La actitud psicológica del auditorio, arranque deldispositivo persuasivo.



PRIMERA FASE:Cómo se establece y cómo debe ser el objetivo de un dispositivo persuasivo. Selección de objetivodentro de un tema. Claridad y precisión. Cuestión de actitud ante todo.

SEGUNDA FASE:

Planteamiento del problema del auditorio. Problemas; no temas. El dispositivo persuasivo:respuesta a un problema del auditorio. Cómo se logra un enfoque estratégico, psicológico,interesante.

TERCERA FASE:Fijación de los objetivos concretos. Ideas del auditorio y antiideas del orador. Unidad lógica yunidad psicológica. Exordio.

CUARTA FASE:Motivación. Análisis previo: mecanismo de la decisión. Esencia del motivo, fuerza, valoración.Prueba de la verdad y del valor.

APÉNDICE A LA MOTIVACIÓN1.—Motivación concreta. 2.—Método intuitivo de encontrar motivos. 3.—Colocación de losmotivos: estática-dinámica. 4.—Párrafo ponderativo. 5.—Jerarquía de fuerza. 6—Valoración de losmotivos. Unidad valorativa. 7. —Unión de los motivos.

B. TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO EMOTIVOSelección de valores en función del auditorio. Unidad de valoración..

C. TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO DEMOSTRATIVOCreación de mentalidad. Nota técnica. Ejercicios de argumentación.

D. TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO EXPLICATIVOClaridad e interés. Dos clases de interés. Cómo crear interés por lo que se explica. Fórmula técnica.Cómo hacer clara una explicación.

E. PLANES MIXTOSDispositivo: explicativo - demostrativo - afectivo. Homilías. Cómo actualizar el Evangelio: los«esquemas humanos». Radio y TV.

III LOS IMPONDERABLES DE LA ORATORIA

La actitud oratoria. La actitud: clave del discurso. Diversas actitudes. Actitud químicamente pura.La comunicación oratoria. Hablar a un auditorio, no ante un auditorio. Tono psíquico del orador.

Resumen final.Apéndice.

En esta tercera edición hemos añadido algunas cosas. Más que añadir nada nuevo, lo que hemoshecho ha sido destacar algunos puntos que estaban más o menos implícitos, pero que la experienciame ha dado que había que destacar más, dada su importancia.

He cambiado también el título del libro, porque me parece que el título corregido responde mejor al

contenido del libro. Antes el título era: Los Resortes de la persuasión en la oratoria sagrada. Ahoraes: Los resortes psicológicos de la persuasión en la oratoria. He añadido la palabra «psicológicos» porque en realidad éste es el principal aspecto que aquí trato. Y he suprimido la palabra «sagrada»



porque lo que aquí se estudia es la técnica del convencer, persuadir, etc. en general. Únicamente quelos ejemplos están sacados principalmente de la oratoria religiosa porque este libro fue escrito primariamente para aspirantes al sacerdocio.

Para apagar las luces de la ciudad de Nueva York, se pueden seguir dos métodos: o bien se va por

toda la ciudad, piso por piso, habitación por habitación, apagando cada una de ellas, o bien se va ala central eléctrica que surte de electricidad a Nueva York y se paran las dinamos.Creo que nadie pondrá en duda la mayor efectividad, rapidez y facilidad de este segundo método.Esto quiere decir sencillamente que la manera más rápida, eficaz y descansada de afectar un producto, es actuar sobre su principio productor. Cualquier modificación favorable o desfavorable,introducida en éste, automáticamente afecta a todos sus productos. Una suma mal hecha es unasuma mal hecha; pero una máquina de sumar mal hecha, es un millón de sumas mal hechas.

Es tan cierto esto, que la civilización moderna es fundamentalmente una civilización de técnicos yde métodos de producción: a igual o menor trabajo mayor rendimiento: ése es el leit-motiv de lacivilización actual. Hace trescientos años se tardaba cuatro o seis meses en ir de La Habana aMadrid: hoy, en diecisiete horas, se puede estar paseando por la Castellana. Y no sería de extrañar que antes de veinte años diecisiete horas nos parezca una lentitud irritante.

Sin embargo, lo que ha variado no es que antiguamente no se viajaba y hoy sí: lo único que havariado ha sido el método, la técnica de viajar: antes, en barco de vela y en diligencia; hoy, elSuperconstellation. Como la televisión y la radio no son más que dos métodos para ver y oír máslejos. Mejores técnicas y métodos para hacer cosas, que hacían también, o al menos querían hacer,los hombres de Cromagnon.Por eso, todo lo que sea mejorar técnicas, perfeccionar métodos de cualquier orden que sean, es deuna influencia decisiva.Este libro pretende ser, Dios quiera que lo consiga, eso: una ayuda para ejercer mejor un método,una técnica.El método y la técnica principal que tiene la Iglesia Católica, para cumplir su misión de salvadorade almas y de pueblos: método que le dio el mismo Jesucristo, su fundador: Predicad a todocreatura... LA PREDICACIÓN.

En efecto, apenas si hay tipo de apostolado en el que la palabra oral o escrita no sea el factor decisivo o uno de los decisivos, excluida siempre la gracia divina. Misioneros, predicadores,directores de almas, educadores, consiliarios de Acción Católica, directores de Congregaciones,ejercitadores espirituales: todos predican, todos tratan de exponer o hacer aceptar por media de la palabra, todo o parte del mensaje a una porción de la humanidad.

Por eso, todo lo que sea perfeccionar nuestra predicación, este método de influir en los demás, eshacer automáticamente más efectiva, más universal y más rápida la misión salvadora de la Iglesia.Y más fácil y alentadora también para el predicador: porque siempre será verdad que de dosindividuos de iguales cualidades, pero dotados de diferentes técnicas, aquél rendirá un trabajo másefectivo, y con menos cansancio, que posea la técnica más perfecta. Y es muy duro, y a la larga sóloalmas de temple excepcional lo hacen, el tener que enjugar con enormes «superávit» de trabajo, los«déficit» de técnica... cuando pueden enjugarse. ¿No estará aquí una de las causas de tanto predicador tirado a la cuneta de una prosaica vulgaridad?

Afortunadamente, en la Iglesia de Dios sopla un nuevo Pentecostés renovador de técnicas y

métodos. «Para un mundo nuevo», es la consigna del momento. Ya era hora: porque, o cambiamosde métodos, o las iglesias seguirán vaciándose de oyentes. Tenemos que confesarlo, pero es hora degolpes de pecho. Yo creo que en parte las iglesias las hemos vaciado nosotros, los sacerdotes, con



nuestra manera de predicar: temas que no interesan nada, expuestos de una manera que interesanmenos. Duro es decirlo: nuestros oyentes muchas veces no oyen nuestros sermones; los aguantan,cuando los aguantan...

Pues bien, yo creo que es utópico pensar en un mundo nuevo sin una predicación nueva. Gracias a

Dios, ya se está abogando con éxito por una oratoria sagrada más directa, más eficaz, más actual yque lleve prendidos entre sus párrafos los problemas del momento: aquellos que preocupan anuestros auditorios: que cada sermón nuestro sea la respuesta a un problema lógico, doctrinal,moral, afectivo o práctico de nuestro auditorio. Con esto no quiero decir que hasta ahora no hahabido predicación eficaz y realista. ¡Por Dios ¡Entiéndasenos! Pero más bien era privativo de unos pocos.A estas ansias renovadoras queremos contribuir con estas líneas. Bien sabemos que, en definitiva, elresultado de nuestra predicación depende de la gracia de Dios: pero ésta, de ordinario, no suple a lanaturaleza, la perfecciona y la complementa.

Por eso, imitando una frase de San Ignacio de Layóla, podemos decir: «debemos confiar de talmanera en la gracia, como si nuestra predicación fuera completamente inútil; y debemos predicar detal manera, como si todo el fruto dependiera de nuestra predicación». Por lo mismo, yo aquí sólotrataré de la PARTE HUMANA Y PSICOLÓGICA de la predicación, como si no existiera lagracia; y sólo voy a referirme A LA TÉCNICA, no al contenido de nuestra predicación en suaspecto más eclesiástico; en una palabra, a lo que les es común con toda oratoria. Vaya esto por sialguno se extraña que, tratando de oratoria sagrada, no tratemos de la Sagrada Escritura y SantosPadres como fuentes de nuestra, predicación.

PARA ENTENDER ESTE MÉTODO Lo que pretende ser: técnica sobre todo de medios, no de fines. Realista. —Lo que no pretende ser: Tecnicismo. Una fórmula mágica. Un sucedáneo del esfuerzo.

No he querido meter en prólogo las líneas que siguen porque tenga interés en que se lean, y no sé, si puestas en prólogo, todo el mundo las leería. Tengo interés, porque quiero que todos los que utiliceneste método sepan cómo ha sido compuesto, lo cual servirá mejor que cualquier otra explicación para determinar lo que pretendo en este trabajo.

Cuando fui nombrado profesor de oratoria, se me presentaban dos caminos: explicar el Texto deoratoria de Kleutgen, que era el que estudiaban mis discípulos cuando llegué (algunos hacía dosaños que estudiaban oratoria); o, con unas cuantas ideas generales, indicándoles un rumbo, lanzarlosa componer sus sermones, esperando que la misma realidad se encargase de ir hablando o dictando

lo que había que hacer.Opté este segundo camino y no estoy arrepentido: en seguida empezaron a surgir las dificultades,las deficiencias, las desviaciones, y a medida que iban surgiendo trataba de encontrar la raíz, lacausa, el por qué de todas esas deficiencias. Trataba de buscar también cómo corregirlas, cómolograr fórmulas al mismo tiempo sencillas y eficaces y planear ejercicios que paulatinamentelograsen que los alumnos asimilaran la técnica oratoria.Estas experiencias acumuladas, ensayadas repetidas veces y puestas en orden, son las quecomponen este método de oratoria. Es decir: la idea fundamental que ha presidido la confección deeste libro ha sido no tanto enseñar cómo tiene que ser un discurso, cuanto cómo hay que hacer paraque un discurso sea interesante, persuasivo, actual.

No quisiera caer en el fácil e ingenuo recurso de desprestigiar la mercancía ajena para valorar la propia. Pero quiero hacer constar que tengo un punto de vista distinto al de la mayoría de lostratados de oratoria que conozco. Si he de ser sincero, no son muchos.



En esos tratados de oratoria, generalmente se nos dice qué es y cómo debe «ser» el exordio, la proposición, los argumentos; se nos dice que el exordio debe ser ex visceribus reí o que la proposición ha de ser definida, interesante, estratégica; que los argumentos han de ser eficaces yque hay que hacer sentir al auditorio lo que se dice. Todos éstos son problemas de «ser», y está muy

bien el saberlo; más aún, lo juzgo necesario. Pero lo que al aprendiz de orador sobre todo le interesasaber es qué es lo que tiene que hacer para que el exordio sea ex visceribus reí, y la proposición seainteresante y haga sentir al auditorio aquello que dice. No es tanto problema de fines cuanto demedios. Esta fue la razón que me movió a elegir el segundo camino.

En el aprendizaje de un arte, de ordinario no nos interesa tanto cómo debe ser la obra de arte, cuantoqué es lo que tenemos que hacer para que la obra de arte sea como debe ser. Este ha sido nuestro principal objetivo. Si lo hemos conseguido, el lector dirá. Desde luego que no me hubiera lanzado a publicar estas líneas, si no hubiese visto los resultados atestiguados por personas que, al oír lossermones de los que se han formado en este método, me instaron a que lo publicase.

No tengo que añadir que el método está construido sobre la observación directa de la realidad. Nadade aprioris entumecedores; sencillamente analizamos la realidad, vemos cómo obra la naturalezaespontáneamente y tratamos de reproducir conscientemente lo que la realidad, la naturaleza haceinstintivamente. Si tratamos de persuadir a los hombres a una acción, estudiamos qué es lo que a loshombres les hace decidirse a obrar cuando reaccionan espontáneamente, y tratamos de copiar reflejamente lo que la naturaleza hace espontáneamente. Lo mismo, cuando se trata de hacer sentir una idea o cualquiera otra de las cosas necesarias para persuadir, convencer o emocionar.

De esta manera justificamos directamente sobre la realidad lo que decimos, seguros de que no se puede suprimir nada de lo que aquí exigimos sin suprimir la realidad. De ordinario no noscontentamos con decir lo que hay que hacer; solemos también añadir algunas fórmulas, enseñandoel cómo se puede hacer; es natural que estas últimas puedan variar y que a unos se les acomodenmás unas que otras, y que son susceptibles de perfeccionamiento. Nosotros ofrecemos esas fórmulas porque nos han dado resultado, suprema norma que debe regir en este asunto. Antes de acabar,conviene prevenir contra algunos peligros y echar agua sobre algunas ilusiones. Tratándose de un«método», es muy fácil caer en un peligro que podríamos llamar tecnicismo: tratar de tecnificar algo que es esencialmente inspiración y, por tanto, algo primitivo y espontáneo.

Es evidente que no hay método alguno que aumente las cualidades del sujeto; que quien tenga unaimaginación como cincuenta consiga una como cien, no. Lo único que puede hacer el mejor de losmétodos es que, quien tenga una imaginación como cincuenta, la explote como cincuenta. Nada

más.Un buen método puede dos cosas:1) Puede poner al alumno en el disparadero, por así decir, para que se le ocurran las cosas,colocarle en la pista por donde debe avanzar según la potencia de que disponga: La inspiración nose receta, pero se puede provocar.2) Puede encauzar la inspiración: es decir, dar cauces por los que pueda correr la inspiración.Hay hombres con gran «pectus» oratorio, pero que son torrentes desparramados y no rinden unalabor efectiva. Un torrente tiene mucha fuerza. Pero si no se le encauza, si no se le domestica y se lemete por canales, no será capaz de mover una turbina y de producir energía eléctrica. Los ríostienen ahora la misma fuerza que hace cien años; sin embargo, ahora mueven fábricas y hace cien

años se despeñaban baldíos. Lo único que han hecho los hombres ha sido metodizar los saltos, y esoha bastado para aprovechar íntegra su fuerza.



Claro que esto no es lo espontáneo, y quiero salir al paso a una, dificultad que sin duda se presentará. Al torrente le resultará violento que le encajonen por un tubo a presión; más naturalsería para él correr libremente a campo traviesa. Sin embargo, esta violencia es condición de sueficacia. Hay personas que rechazan todo método porque coarta su espontaneidad. Les pareceviolento y, por lo tanto, antinatural.

Hay aquí un error muy grave: confundir lo violento con la antinatural, y no siempre lo violento esantinatural. Lo violento es sólo antinatural cuando se opone a la naturaleza perfecta: no se olvideesto. A un jorobado, si empieza a andar en posición normal, sin duda le resulta violento; pero noquiere decir que sea antinatural; será antinatural con respecto a su naturaleza mal conformada. ^En el aprendizaje de todo arte hay una época en la que los movimientos nos resultan violentos; esmás espontáneo y menos violento teclear en el piano siguiendo la inspiración del momento. Sinembargo, nadie aprenderá a tocar la más sencilla de las sonatas siguiendo este método.

Con todo, hay cierta razón en esta prevención contra las reglas. Cuando son muchas, lejos deayudar, entorpecen. A lo largo de estas líneas se verá cómo nos hemos preocupado de evitar este peligro. Por eso, más que reglas he tratado de crear actitudes; y las reglas o fórmulas prácticas quesugiero son en orden a crear estas actitudes. El arte no procede de las reglas; procede de laimaginación y sentimiento, inteligencia e inspiración. Pero, para que haya obra de arte, es precisoque las potencias psíquicas tengan una manera precisa de moverse, y de moverse con unmovimiento justo, de crear. Al principio estos movimientos precisos, medidos, hay que hacerlosreflejamente, conscientemente, y de aquí la sensación de violencia; hasta que poco a poco se vanhaciendo instintivos, se van, por así decir, desconcientizando y llegan a hacerse como inmanentes:una manera de ser, una actitud. En una palabra, hay que inmanentizar las reglas del arte para que,cuando la inspiración irrumpa en el alma, halle cauces hondos y conformes a las exigencias de larealidad.

Por último, éste no es un método para leerlo solamente y darse por enterado: es para practicarlo. Seengañaría el que creyese que con leer estas líneas ya saldrá orador: un motor no se sabe armar conexpedición hasta que se ha armado varias veces, aunque se conozca la razón última del últimotornillo. Sería caer en otro tipo de pura teoría, más sutil y disimulada: la teoría de la práctica, que esotra manera más sutil de quedarse en pura teoría. Nosotros damos dos años al estudio de la oratoriacomo asignatura aislada e independiente, distribuidos en dos clases semanales con sucorrespondiente estudio y tres composiciones también semanales, de hora y cuarto por términomedio cada una.

LA TÉCNICA FUNDAMENTAL DE ESTE MÉTODO

Voy a desarrollar en este capítulo algunas de las ideas que a lo largo del libro voy diciendo de unamanera incidental por considerarlas muy fundamentales y necesarias para sacar el fruto de estemétodo.Y ante todo tengo que afirmar que este libro no es un método de oratoria. Este libro trata de ser unmétodo de aprendizaje de la oratoria, que es una cosa distinta. Propiamente no existe un método deoratoria. En realidad, sólo existe un método de persuadir, convencer, etcétera, y es el instituido por la misma naturaleza psicológica del hombre. El que trate de persuadir a otro tiene que respetar yobedecer a las leyes psicológicas a las que el hombre está sometido.Este método, pues, no es más que una técnica para que el alumno descubra por sí mismo qué es loque persuade y convence a los hombres, qué es lo que les impresiona e interesa más profundamente,

para que luego él, guiado por este conocimiento, pueda usar los resortes apropiados en cadasituación. Para explotar la electricidad, hay que conocer primero sus leyes y propiedades.



Ahora bien, para lograr este aprendizaje hemos seguido una técnica, la única técnica que me pareceque es eficaz, más aún, imprescindible, cuando se trata de enseñar algo tan complicado como es elcrear literario.En efecto, todo hacer, sobre todo si es un poco complicado y el hacer oratorio lo es en gradosuperlativo, no se puede enseñar con fórmulas ni reglas. Nadie ha montado todavía una escuela de

natación por correspondencia. Una acción sólo se puede enseñar al aprendiz provocando en él laintuición de lo que hay que hacer. Hay que colocarle en tales situaciones que éstas de por sí hagansaltar en él la intuición de lo que hay que hacer. Esto sólo puede lograrse por lo que pudiéramosllamar: el método de las acciones comparadas. Volviendo al ejemplo de la natación: cuando alguienquiere aprender a nadar, se va con un instructor de natación a una piscina y empieza a observar losmovimientos que él hace comparándolos con los que hace el instructor y así poco a poco, por sucesivas comparaciones, cada vez más ceñidas y detallistas, va teniendo la intuición de lo que hayque hacer, en una palabra, va sorprendiendo la técnica. Puede ser que el instructor le haga algunasobservaciones, pero siempre es para guiar su intuición y se fije en cosas y detalles en que él quizásno se ha fijado. Así aprendimos también a pronunciar las letras. Una madre no le da a su niño unaserie de reglas de cómo tiene que poner los labios, dientes, lengua, etcétera, para pronunciar la «r»,sencillamente la pronuncia muchas veces delante de él, haciéndole comparar las diferencias desonidos, hasta que logra un sonido igual al de ella.Ésta es la técnica que he tratado de seguir en este libro. Sencillamente, en él trato, no de dar reglas yfórmulas, sino de provocar en el alumno la intuición, la vivencia de lo que tiene que hacer. Paralograr esto, he diseminado por el libro una serie de modelos comparados: en uno de los modelosaparece la idea como la dice un orador famoso y en el otro ponemos la idea como la hubiéramosdicho nosotros. Este último modelo generalmente lo pongo de una manera condensada, perosuficiente para sugerir lo que hay que hacer.Ahora bien, el alumno, al comparar las dos versiones de la misma idea como la dice el modelo ycomo la dice él, tiene que percibir una diferencia. Y evidentemente, en esa diferencia tiene que estar la clave de por qué la idea como está en el orador tiene más graficismo, o más interés, o más fuerza penetrante, etc., etc. Es decir, el modelo hace algo que yo no hago y esta comparación de versionesde una misma idea me da la clave de lo que hace. Este análisis comparativo se puede ir refinando ycuanto menos se vayan diferenciando las dos versiones, el alumno se irá percatando cada vez más profundamente de la técnica, irá percibiendo secretos de fábrica más ocultos.Pero, obsérvese bien esto, no se trata de imitar al modelo. Absolutamente no. Por nada del mundoquisiéramos que el alumno tratase de imitar a nadie. Esto mataría su propia personalidad yoriginalidad. Tiene que ser él mismo.Lo que aquí proponemos no es más que un recurso para provocar una intuición: la intuición de unatécnica oratoria. Por lo tanto, e] objetivo no es la imitación; ésta no es más que un recurso para poder establecer un análisis comparado de modelos trabajando sobre la misma idea. Y como, según

decíamos, cuanto más se vayan pareciendo los dos modelos entre sí, más profunda será nuestraintuición, de ahí que aparentemente parezca una imitación. Pero una vez intuida la técnica y poseída, ésta ha de estar al servicio de la propia personalidad. Un pintor tiene que dominar latécnica del colorido para después legrar los efectos que pretende.Por eso, este método lo podríamos llamar algo así como: «método de la intuición camparativa». Unmétodo para intuir la técnica del convencer, de persuadir, de interesar, etc. etc. Y en este método losmodelos no son propiamente modelos sino entrenadores.Por consiguiente, podemos distinguir en este método dos como elementos fundamentales: losmodelos comparados propiamente dichos que son los que forman la base de todo y el resto que noes más que, o preparación, análisis, formulación o justificación de las intuiciones obtenidas. Por eso, las reglas que se dan aquí, no son precisamente reglas. Son: la formulación de una vivencia, de

una intuición.Este es, pues, el valor que damos a las fórmulas que ofrecemos. Por lo tanto, al que no haya tenidoantes la intuición, estas fórmulas y reglas no le dirán nada. Y éste es, a mi entender, el error de



tantos tratados de oratoria y de otras disciplinas afines: que han tratado de comunicar algo que esesencialmente incomunicable, como son las intuiciones y vivencias. Están tratando de enseñar anadar por correspondencia y han convertido la enseñanza de la oratoria en una serie de reglas,fórmulas y recetas sin apenas utilidad ninguna.De aquí que la parte insustituible de este método, por lo demás capaz de ser aumentada

indefinidamente con más y más ejemplos por el profesor o por el mismo alumno, es este análisiscomparado de modelos. Hasta que al alumno, al comparar los modelos, no le salga un ¡ah! íntimo,que es lo que espontáneamente exclamamos cuando nos hemos percatado de algo nuevo, no habráconseguido el fruto básico e insustituible de este método. Y cuanto mayor haya sido el número deestos ¡aaahs! exclamativos mayor será el fruto obtenido.Lo que nos pasa es que tenemos una tendencia innata a las fórmulas mágicas, que, sin esfuerzo personal propio, nos den la solución prefabricada. Como quien se traga una pildora. En realidad,esto es lo que muchos van buscando en esta clase de libros: que le den unas cuantas pildorasoratorias, que exijan sólo el esfuerzo de tragarlas y quedar convertidos automáticamente en losDemóstenes del siglo XX.

Naturalmente que los «entrenadores» hay que escogerlos entre los que sobresalen en aquellacualidad cuya técnica yo quiero captar. Que puede muy bien suceder que, bajo otros aspectos, seanmediocres. Más aún, no se necesita que sean precisamente oradores. Es más bien la técnica deciertas cualidades lo que se va buscando: técnica del interés, graficismo, dramatismo, etc., que, unavez adquirida y dominada, el orador empleará en la medida precisa que pide el fin que trata deconseguir. Esta misma técnica la hemos empleado con muy buenos resultados en la clase de estiloliterario. Se dirá: ¿no puede esto degenerar en tecnicismo? Naturalmente que puede. Pero ¿qué cosahay que no pueda degenerar en otra? Pero no degenerará, si esta técnica está al servicio de unaactitud que quiere intensamente un fin.

¿A QUÉ ES PROPORCIONAL LA EFICACIA DE UN DISPOSITIVO ORATORIO? El arte de exponer y de imponer sus ideas. Dos variables: la fuerza de lo que se dice y la fuerzacon que se dice. Dos situaciones. Bases

Lo decíamos en las líneas que servían de prólogo: tomamos la palabra oratoria en un sentidoamplio, como arte de exponer e imponer nuestras ideas. Queremos extender todas esas situaciones ala intimidad de un despacho, o al pulpito, a la cátedra de Universidad, Instituto o Colegio, en la quetenemos que exponer o hacer aceptar determinadas ideas.Por eso la fórmula «dispositivo oratorio» sustituye la de «discurso» que usaba en la primera edición, porque esta palabra rezuma cierto empaque y tiesura, que no se aviene bien con la informalidad deesas otras situaciones.

Y la primera pregunta que nos hacemos, yendo derechos al nervio del problema, es ésta: de quédepende que un sermón, plática, explicación, charla, conferencia... tenga más o menos fuerza yeficacia para conseguir su objetivo.Vamos a dejarnos de abstracciones y veamos qué es un dispositivo oratorio en concreto. Podríamosdescribirlo como el conjunto de ideas, argumentos o motivos dirigidos a obtener un fin determinadode un auditorio determinado.

Se pueden dar las dos hipótesis siguientes:A) Es evidente que cuanto más eficaces sean en sí y para el auditorio las ideas, motivos,argumentos, que el orador maneja, tanto más fácilmente se conseguirá el efecto; esto esaxiomático. De otra manera: cuanta mayor fuerza lógica, persuasiva, emotiva, tengan las ideas,

tanto mayor será el efecto conseguido. Esto es tan vulgar como decir que unos motivos mueven másque otros.



B) Pero no basta; puede darse perfectamente—y se da innumerables veces—este caso: dosoradores manejan los mismos argumentos, los mismos motivos, y, sin embargo, el uno consigue suobjetivo más eficazmente que el otro. Este resultado diferente se debe no al motivo o argumento ensí, sino a la mayor fuerza y relieve con que está dicho.

Por tanto, en el discurso se pueden distinguir dos elementos:1. Aquello que se dice.2. La forma en que se dice.

Es decir, la eficacia de un discurso será proporcional a grandes rasgos:1. A la fuerza, a la eficacia intrínseca que tenga para el audito rio aquello que se dice.2. A la fuerza con que está dicho.

En otras palabras, proporcional al fondo y a la forma.Conforme a esto, al hablar a otros para conseguir algún objetivo de ellos, se nos pueden plantear dos problemas oratorios fundamentales, que responden a dos situaciones-base y que podemosdescribir así:Primera situación-base: Tenemos que expresar una serie de ideas que nos vienen impuestas por lascircunstancias o que las hemos pensado o entresacado de algún libro; pero no sabemos cómo presentarlas de una manera impresionante y vigorosa, para que logren hacer impacto en nuestroauditorio. Es, pues, más que nada un problema de forma. Sabemos lo que tenemos que decir; nosabemos cómo decirlo.Segunda sititación-base: Sencillamente no sabemos qué decir. Tenemos que hablar sobre un temadeterminado, o tratar de conseguir tal objetivo de un auditorio, y estamos perplejos sobre el enfoquemás estratégico e interesante sobre las ideas, motivos o argumentos más convincentes y decisivos para lograrlo. Problema, pues, de fondo.Los grandes apartados de este libro intentan resolver estos dos grandes problemas:1.° Cómo presentar de una manera impresionante e hiriente nuestras ideas: técnica de la forma.2.° Cómo encontrar el enfoque más interesante y estratégico, y las ideas, argumentos o motivos máseficaces para lograr un fin determinado de un auditorio determinado: técnica del fondo.Por último, existen también en la oratoria ciertas actitudes básicas, que no son ni el fondo ni laforma, sino las responsables en una gran parte del éxito o del fracaso del fondo y de la forma. Por eso en un tercer apartado hablaremos de estos imponderables decisivos en la oratoria.En la primera edición de este libro empezamos por esto último y continuábamos con el fondo y, alfinal, la forma. La experiencia me ha mostrado que, si bien esto parece el orden lógico, sin embargoes más pedagógico empezar por la forma generalmente. Y aun en lo de la forma, quizá sea más fácilempezar por el ritmo o movimiento oratorio, y seguir por el graficismo del estilo, para terminar con

la sensibilización de las ideas; pero, en realidad, aquí hemos seguido el orden inverso. N. B. Hacia el final del libro ponemos un resumen sucinto de este método. Quizás fueraconveniente leerlo antes de empezar, para obtener una vista de conjunto y el alumno no se extravíeen los detalles y pierda de vista el proceso fundamental. Ese resumen puede servir también como base, cuando se trata de dar un curso intensivo de oratoria.

CÓMO SE HACEN IMPRESIONANTES LAS IDEAS Dos tipos de oradores: los que sólo dicen; los que dicen y hacen sentir lo que dicen. Tres modos dehacer sentir lo que se dice: sensibilización, graficismo y ritmo oratorio

Antes de empezar esta materia, deseo hacer una observación extremadamente importante. En las

siguientes páginas vamos a estudiar una serie de recursos para lograr hacer impresionantes nuestrasideas; pero antes es absolutamente necesario que el orador tenga, por así decir, consustancializada laactitud de hacer sentir lo que dice. Si se trata de probar una verdad, que no se contente con presentar



la prueba, sino que trate de hacer sentir la fuerza de la prueba. Si se trata del valor de una cosa o persona, que no quede satisfecho con hacer «saber» que Jesucristo, por ejemplo, es misericordioso;sino que haga sentir qué misericordioso es Jesucristo o qué horroroso es el infierno, qué malicia ladel pecado...

Podemos dividir a los oradores en dos tipos:1.° Los que sólo se preocupan de decir las ideas, sin hacerlas sentir.Sencillamente van exponiendo sus ideas con mayor o menor fluidez e incluso brillantez de palabray, si son ideas que por sí interesan, el auditorio estará atento; de lo contrario, estará más o menosalejado y aburrido. En este apartado entran desgraciadamente la inmensa mayoría de los oradoressagrados. Y como las ideas que la mayor parte de las veces tenemos que exponer son de por síabstractas y poco interesantes para el auditorio común, sólo producimos una sinfonía de bostezos ennuestros oyentes.2.° Los que no se contentan sólo con decir las cosas, sino que están insatisfechos y violentes hastaque no han logrado hacer sentir lo que dicen. Este desasosiego interno es el que yo pongo comotermómetro indicador de que existe la verdadera actitud. Sólo ella nos hará hablar con interés,fuerza y eficacia.

Todos los recursos que vamos a exponer al hablar de la técnica de la forma presuponen esta actitud, brotan de ella y no son más que la manera concreta de realizarla. Si ella existe, se usaráninstintivamente los recursos que dan relieve a las ideas una vez que se haya dominado su técnica. Ysi no la hay, son inútiles todos ellos, porque no se usarán (nadie sube al autobús, si primero noquiere ir a alguna parte). Y si se usan por una especie de sugestión, será de una manera fría y postiza.

En cambio, cuando hay esta actitud y se domina suficientemente la técnica de hacer sentir las ideas,no hay que preocuparse de nada más. Los recursos brotarán instintivamente en el momentooportuno y en la medida precisa. Un pianista que domina su técnica sólo tiene que preocuparse, alinterpretar una sonata, de darle sentimiento; instintivamente colocará los dedos donde sea preciso yusará los pedales conforme al matiz que quiera dar. Mientras no se llegue a ese estado en el que elorador usa los recursos oratorios sin casi darse cuenta de que los está usando, no ha logradodominar su arte.

Pero antes—como decíamos en la introducción—hay que pasar una etapa de aprendizaje en la quenos resultarán violentas y poco naturales nuestras tentativas. Y esto es lo que vamos a tratar deconseguir aquí: dominar la técnica de hacer sentir las ideas, para que, cuando tengamos necesidadde hacerlo, se nos ocurra la manera más eficaz de realizarlo, instintiva o casi instintivamente.

Precisamente para asimilar esta actitud básica y fundamental de no contentarnos sólo con decir lasideas, sino de hacerlas sentir en proporción a su importancia dentro del dispositivo oratorio, es preciso captar bien antes la diferencia que existe entre la idea solamente dicha y esa misma ideadicha y hecha sentir. Para verlo más claramente, vamos a yuxtaponer una idea dicha solamente y, lamisma, expuesta además de una manera vigorosa e impresionante. Aquello en que se diferencianserá la causa de este mayor vigor y relieve.

Idea solamente dicha: «Todo el mundo está persuadido de que las leyes físicas de la naturaleza secumplen inexorablemente y es que no están puestas por los hombres, sino por Dios».El orador que sólo se preocupa por decir las ideas, se contentará con decir eso o a lo más lodesarrollará en un plano abstracto y pasará a la siguiente idea de su discurso. El que trate de

hacerlas sentir, añadirá lo siguiente:«Si tú vieras a tu hijo pequeño trepando a un árbol, ¿qué?, ¿no es verdad que temblarías? Sabes bienque sus brazos son aún débiles; no alcanzan a abrazar completamente el tronco... Y sabes también



—muy bien—que la gravedad está al acecho... y que no falla... Si se suelta tu hijo, caerá hasta elsuelo infaliblemente...La gravedad: una ley de la naturaleza... ¡Infalible! Tan infalible, tan exacta en su cumplimiento, quelos hombres la estudian y llegan a establecer toda una ciencia basada en ella: la balística. Y sabe elmilitar que si dispara su artillería con un ángulo tal, teniendo en cuenta el viento, etc., la bala caerá

infaliblemente a tal distancia... Es que Ja gravedad no falla. Es una ley de la naturaleza. No puedefallar.

Y también sabe el ingeniero naval, cuando del buque no tiene más que unos planos sobre su mesa,sabe, digo, hasta qué punto de la borda subirá la línea de flotación y sabe, con exactitud matemática,qué cantidad de carga podrá llevar. Es que el ingeniero naval conoce que su buque será sostenidosobre el agua por una fuerza igual—igual digo; no semejante, sino matemáticamente igual—a sudesplazamiento. Y eso siempre: con buen tiempo y con tempestad, de noche y de día... Siempreestará puntual el empuje del agua sosteniendo a su buque. No fallará: es una ley de la naturaleza...Señores, es que estas leyes de la naturaleza las puso Dios. Antes de que Arquímedes descubriera laley del empuje, ya el plomo se hundía en el agua y la madera flotaba... Muchos hombres cayeron delos árboles, antes de que Newton descubriera la ley de la gravedad. Pues bien, Dios ha dicho...».

¿Qué ha hecho el orador añadiendo esto último? No ha expresado ninguna nueva idea; todo loañadido está implícitamente contenido en lo primero: al decir que temblarías al ver a tu hijotrepando un árbol no estoy diciendo más que afirmando mi convicción de que las leyes de lanaturaleza se cumplen inexorablemente. Como al decir que el hierro es pesado, no he añadidoninguna nueva idea a esta otra: todos los cuerpos son pesados.

Sin embargo, no se puede negar que al ponerla de esta manera impresiona más, convence más: laidea no ha ganado en verdad, pero el auditorio siente más, le impresiona más la verdad de la idea.Véase este otro ejemplo sacado del sermón que va al final del libro, sobre los padres que se oponena la vocación de sus hijos.

Idea solamente dicha:«Es una gloria enorme para unos padres que Dios, el Ser más excelso de la creación, se fije en unhijo tuyo y lo escoja entre todos los hombres que han existido, existen y existirán; más aún: entrelos que podrían existir, artistas, sabios, genios, militares..., para amigo y predilecto suyo.»La misma idea puesta de una manera impresionante: «... Y que viene ese Dios y allá, cuandotodavía no existía nada, echa una mirada por todos los hombres que habían de existir; más aún,entre todos los hombres que podían existir—¡cuéntalos!, ¡enciérrales en un número si es que puedes!—y se pone a elegir amigos. La felicidad infinita puesta a escoger amigos... Debieron

estremecerse todos aquellos hombres todavía posibles al sentir la mirada de Dios que pasaba. Y laveían acercarse las inteligencias cumbres de la humanidad futura, ¡Platón! ¡Aristóteles! y la miradade Dios pasaba... y la vieron acercarse los que hicieron enmudecer la tierra con la fuerza de su poder o su elocuencia, ¡Alejandro!, ¡César!, ¡Demóstenes!, ¿no te estremeciste al sentir la mirada deDios que pasaba?

Y la mirada de Dios seguía resbalando..., y una ola de melancolía iba cubriéndolos a medida que pasaba. Y la mirada de Dios se paró: vio, allá, entre aquella ingente multitud, a un joven, y le amó;y aquel joven 110 tenía ningún mérito, porque no había hecho nada, como los demás; y tenía unainteligencia menos perspicaz, un corazón menos noble, una voluntad más débil que muchos de losdemás; y aquel joven, ¡padre, madre, que me escuchas!, era tu hijo, el hijo de tus entrañas, y que se

inclinó para depositar en su frente inmaculada el beso de los elegidos, pero no pudo; sintió en surostro sacrosanto el bofetón de una mano que le hería. Miró, y era su madre...



¡Padre, madre!, cuando esta noche, antes de dormirte, vayas a depositar un beso en la frente de tuhijo, ¡mírale a los ojos!, yo te aseguro que en el fondo de ellos verás reflejada la nostalgia de otro beso de amor infinito...»

Preguntamos lo mismo que antes: ¿qué idea nueva, que no estuviese contenida en la primera

redacción, añade esta segunda?Lo único que hace esta segunda versión es «(visualizar», hacer sensible la elección de Dios: filma aDios escogiendo a un joven entre todos los hombres. Tampoco dice más el que afirma: «Y la madreestrechó entre sus finas y alargadas manos la rubia cabecita de su hijo, y aplastó sus labios en un beso apretado y largo contra las sonrosadas mejillas de su niño»; que si hubiera dicho: «Y la madre besó apasionadamente el rostro de su hijo». La única diferencia es que en la primera versión se «ve»la idea, en la segunda solamente se «dice». Ya tenemos, pues, una manera de exponer las ideas deuna forma impresionante: sensibilizándolas. Después analizaremos más despacio en qué consiste ycómo se consigue la técnica de sensibilizar. No estará de más el observar en este momento, puesaquí es donde más claramente aparece, los dos tipos de ideas que integran un dispositivoverdaderamente elocuente: unas, que son las que llevan el pensamiento, las que «dicen». Y otrasque sólo son para hacer «sentir» lo que se ha dicho; las primeras hacen avanzar el dispositivooratorio en extensión; las segundas, en profundidad. Las primeras dicen más ideas; las segundasdicen más de la idea. Se pueden suprimir estas segundas sin que el pensamiento quede truncado; pero queda sin vigor y chato: pensamiento con una sola dimensión. Precisamente éstas son las ideassuprimidas por los que no tienen la verdadera actitud oratoria; o mejor, las ideas que ni se lesocurren.

* * *Hay todavía una segunda manera de dar relieve a las ideas. En los ejemplos anterioresobservábamos que, si bien la segunda redacción no contenía más ideas, sin embargo se decían más palabras que en la primera. En cambio, otras veces se puede decir una misma idea casi con elmismo número de palabras e incluso con menos, y, a pesar de ello, esta segunda manera es muchomás vigorosa que la primera. Se puede decir: Su vida fue un continuo dolor y sufrimiento. O se puede decir: Su vida fue un perpetuo Viernes Santo. Lo mismo: Pasó su vida sirviendo a losenfermos en los hospitales. O: Quemó su vida entre las vendas y el pus de un hospital.Por último: Discurrimos perfectamente cuando se trata de intereses o de dinero. O: No hay lógicamás contundente que la que viene envuelta en billetes de Banco.En estos ejemplos, sencillamente se ha sustituido una palabra o frase por otra más gráfica. Sonfórmulas equivalentes: Dolor = Viernes Santo. Pasar la vida = quemar la vida. Hospital = entre lasvendas y pus. Sin embargo, aunque son equivalentes, la segunda fórmula tiene mucho más vigor eimagen: es más gráfica. Con esto tenemos un segundo recurso para dar fuerza a las ideas: el

graficismo de la elocución.* * *

Pero hay aún otro caso en el que lo que varía es más externo y epidérmico: sólo varía el ritmoexterno de las frases y, sin embargo, obsérvese la diferencia.Sin movimiento oratorio: «Y aunque es verdad, que los -interrogatorios tenidos en el atrio de laLibertad hacen responsable a Milán de la muerte de Clodio, sin embargo no se debe olvidar que losesclavos interrogados eran los de Clodio y el que los trajo, los presentó & interrogó fue el amigo deClodio, Apio.»Con ritmo oratorio: «Pero los interrogatorios de los esclavosacusan a Milán. ¿De qué esclavos? ¿Quieres saberlo? Pues bien, de Clodio. Y ¿quién los interrogó?

Apio. ¿Quién los trajo? Apio. ¿De dónde los trajo? De casa de Apio. ¡Dioses inmortales! ¿Puedenser más imparciales?'»



Véase este otro ejemplo, más breve, sacado también de Cicerón: Sin ritmo oratorio: «Y aunquedice que hizo un contrato, nadie sabe dónde, ni en qué día, ni ante qué testigos.»Con ritmo: «¿Que hiciste un contrato? ¿Dónde? ¿Qué día?Testigos, ¿quiénes?»

Tenemos aquí, por tanto, un tercer recurso que llamamos: ritmo o movimiento oratorio.Resumiendo: hay tres recursos principales para hacer más impresionante aquello que decimos:1. Sensibilización de las ideas.2. Graficismo en la expresión.3. Ritmo o movimiento oratorio.

No se excluyen mutuamente; al contrario, con mucha frecuencia funcionan juntos los tres. Peroantes de exponer por separado la técnica de cada uno de estos recursos, y aun a riesgo de repetir ideas, quiero prevenir contra un defecto en el que caen casi todos los alumnos. Al empezar aadquirir la actitud de hacer sentir aquello que te dice, se van al extremo contrario: apenas dicen laidea. Convierten sus sermones en un bosque de imágenes y comparaciones, en los que a duras penasemerge y flota el pensamiento, asfixiado por tanto follaje. Creo que les empieza a parecer menosoratorio «decir» la idea; y que es vulgar todo lo que no sea imágenes, comparaciones y metáforas. Yen realidad lo poco oratorio es el decir sólo las ideas, sin hacerlas sentir. No se trata de suprimir «eldecir», sino de añadir «el hacer sentir».

Un dispositivo oratorio con poca o ninguna sensibilización, se entendería, pero no impresionaría;otro con excesiva sensibilización, sin apenas soporte ideológico, no se entendería.Otro aspecto muy relacionado con el anterior es el siguiente: en un dispositivo oratorio no hay quesensibilizarlo todo, ni todo por igual. Depende de la importancia de cada idea dentro del conjunto.Algunas bastará sencillamente decirlas; o, lo más, decirlas con más o menos graficismo ymovimiento oratorio. Para otras, por el contrario, convendrá traer ejemplos, comparaciones,concretos, para lograr un impacto profundo en nuestro auditorio.

A) SENSIBILIZACIÓN DE LAS IDEAS

El principio filosófico supremo que gobierna todo este mundo de la impresionabilidad de las ideases éste: «El objeto sensible es el proporcionado para el entendimiento humano en esta vida, y todoslos demás objetos se entienden por comparación con los objetos sensibles.»En otras palabras: lo que el entendimiento mejor entiende y capta y, por consiguiente, lo que lavoluntad más intensamente siente y ama, son los objetos sensibles, o sea, los que nos entran por lossentidos; todos los demás los conocemos y los amamos por relación, comparación o analogía con

estos objetos sensibles. Por tanto, primera consecuencia:«La fuerza impresionante de una misma idea es proporcional al grado de sensibilización que tenga.»Se dice: «un naufragio es una tragedia horripilante» y no produce casi ninguna impresión: la ideaestá abstractizada». En cambio se dice: «El lento hundimiento del Titanio, con sus dos mil pasajeros, hombres, mujeres y niños, en medio de la noche y con un frío agarrotado!", debió ser horripilante.» La impresión es mayor; la idea está concretada, aquella idea abstracta ha concretadoen un naufragio auténtico y conocido.

Crece la impresión si además de concretizar la idea la desentraño, explico y enumero los elementosconcretos que pueden dar más impresión de tragedia.Por ejemplo, si digo: «El hundimiento del Titanio, lentamente, en medio de la noche oscura, entre

los gritos y ayes de las mujeres, los lloros de los niños, sorprendidos en medio del sueño, que venvenir la muerte implacable y fatal en medio del océano, cuando quizá éste era su viaje de novios o



la felicidad les estaba esperando a dos días de camino, debió ser trágico.» Aquí la idea estádesentrañada: está más sensibilizada.

Pero si no sólo desentraño la idea, sino que la pinto, la hago ver, la visualizo; si pinto a las mujeressaliendo de sus camarotes con los ojos desorbitados por el espanto, apretando frenéticas contra su

seno la cabecita rubia de sus hijos, y a los niños corriendo y gritando en busca de sus madres; lossollozos, las órdenes que se cruzan, la angustia de los rostros al ver descender, al principiolentamente, después más aprisa, la línea de flotación del barco, mientras la orquesta de abordo tocalas últimas piezas, la impresión es muchísimo mayor: la idea está visualizada. Subiría enormementesu tensión si la viéramos en ese reportaje cinematográfico, que reproduce las escenas, los gritos, losalaridos de la multitud enloquecida. Aquí, la idea está doblemente sensibilizada, porque nos estáentrando por los ojos y oídos a la vez.

Y, por último, si hubiéramos sido espectadores de la tragedia, si nos hubiéramos hallado presentes,entonces la impresión hubiese alcanzado su más alto nivel impresionante. La idea está totalmentesensibilizada; nos está entrando por todos los sentidos a la vez.Resumiendo: a medida que una idea se abstractiza, pierde en fuerza impresionante; a medida que sesensibiliza, la gana. Si observamos ahora más de cerca estos diversos grados de sensibilización,veremos que se diferencian uno de otro como el continente de lo contenido. En efecto, el siguienteestá contenido en el anterior.

En el ejemplo arriba propuesto, la idea abstracta y universal de que un naufragio es una desgraciahorrible, contiene implícitamente la idea de todo naufragio: por lo tanto el del Titanio.En el siguiente paso, todos aquellos datos concretos...: sus dos mil pasajeros, hombres, mujeres yniños, en medio de la noche, etc., están implícitamente contenidos en el naufragio del Titanio. Es lamanera concreta como se hundió. El siguiente no es más que estos mismos datos dados, no sueltos,sino formando una escena o cuadro, y así los demás. Conforme al diverso grado de sensibilizaciónque puede presentar una idea, vamos a distinguir cuatro recursos en orden ascendente desensibilización: concretizar-desentrañar-visualizar-teatralizar.

Más adelante expondremos la técnica de cada uno de estos recursos. Pero con ellos no agotamostodos los recursos que nos pueden ayudar a sensibilizar una idea, porque resta unoextraordinariamente importante: la comparación.

La segunda parte del principio fundamental decía que «los demás objetos se entienden—y, por consiguiente, se sienten—por comparación con los sensibles». Es decir, que una realidad nosensible o todavía no sensible e impresionante en el grado que deseamos, se la puede hacer más

impresionante comparándola con otra realidad que es más sensible. Con esto queda apuntado uniiltimo recurso de la sensibilización de las ideas: la comparación.

Todo lo dicho demuestra cuál es la misión de la forma, que no consiste en añadir una fuerza nueva ydistinta de la del fondo, sino en explotar la fuerza del fondo y en actuar las posibilidades de éste.El fondo sin la forma sería un capital improductivo, un salto de agua baldío, dinamita sin explotar.El fondo tiene dos valores: el valor nominal, el valor ontológico, el que tiene en sí, en el terreno delas posibilidades; y el valor de cambio, el valor efectivo. Este valor efectivo, comercial, lo recibe elfondo de la forma. Nominalmente vale más un billete de mil dólares, que uno de cien; pero si del primero yo sólo exploto cincuenta dólares, y del de cien exploto cien, de hecho, efectivamente, valemás el billete de cien que el de mil.

Así, pues, la forma perfecta sería la que agotase todas las posibilidades del fondo; su fórmula sería:«forma = fondo». Con esto queda excluida la hinchazón, la retórica en sentido peyorativo, cuya



fórmula sería: «forma mayor que fondo». Lo mismo, si la forma no se acomoda a la naturaleza delfondo, sobreviene lo violento, lo estridente, lo excéntrico. No hay que hacer el panegírico de laforma; su valor e importancia aparece tan evidente a primera vista, que nos excusa de insistir sobreesto. Se suele, muchas veces, preguntar qué es más importante, si el fondo o la forma: yorespondería que las dos son más importantes. La forma es la que da eficacia al fondo, pero la forma

no puede existir sin el fondo, no crea la fuerza, únicamente la transforma.Sin embargo, como el defecto principal, durante mucho tiempo, en la oratoria sagrada ha sido lafalta casi absoluta de forma, en este sentido pudiéramos decir que es más importante la forma o, si preferimos, más necesaria.Por tanto, conforme al diverso grado de sensibilización que puede presentar una idea, vamos adistinguir los siguientes recursos:Concretizar — Desentrañar — Visualizar — Teatralizar — Comparar.

a) TÉCNICA DEL CONCRETAR Cómo se sensibilizan las verdades lógicas y universalesDice un adagio filosófico: «nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu»; nada hay en elentendimiento que no haya estado antes de alguna manera en los sentidos. Equivale a decir quetodas nuestras ideas han estado antes de alguna manera en los sentidos, es decir, sensibilizadas.

Manteniéndonos en nuestra táctica de auscultar siempre la realidad, vamos a seguir la pista a estasideas abstractas y universales, analizar su evolución y progresiva abstractización, y ese proceso nosindicará el que tenemos que seguir nosotros en orden inverso para desabstractizarlas.Recordemos que se llaman universales porque abarcan multitud de casos particulares y concretos enlos que se realiza y cumple aquella enunciación universal. Abarca, por tanto, un número ilimitadode casos particulares. Cuando digo que el efecto no puede superar la causa, estamos incluyendotodas las posibles causas concretas y particulares, y afirmamos de ellas que no pueden producir unefecto que les sea superior: que de una piedra no puede brotar un naranjo, que un caballo no puederesolver ecuaciones de segundo grado, que un hombre no puede levantar a pulso un peso de cientoneladas. Todos éstos son efectos particulares y concretos que superan su respectiva causa y que, por consiguiente, están incluidos y afectados por aquella afirmación general o universal.

Para sensibilizar este tipo de ideas universales, la técnica será presentarlas concretizadas en uno ovarios casos particulares de los muchos que comprenden; es decir, yuxtaponer, junto a la versiónmás o menos abstracta de la idea, esos casos particulares, para que aparezca como materializada,sensibilizada, dotada de contornos y relieves.

De este modo conseguimos no sólo la formulación abstracta, que afecta sólo al entendimiento y esnecesaria para la claridad, sino también la versión concreta de esa idea que hiera la sensibilidad.Entonces la idea no sólo se dice, sino que se hace sentir además.

EJEMPLO 1.° Se trata de hacer ver que es absurdo no preocuparse del problema religioso y larazón que se aduce es: «porque ningún problema desaparece por no preocuparse de él; luegotampoco el problema religioso». Veamos cómo sensibiliza esta idea el Padre La-buru en la primerade sus conferencias: ¿Jesucristo es Dios?

«Si por no interesarse uno en los problemas, éstos desaparecieran, ¡qué gran medio para que la

tuberculosis y el cáncer, problema para la Humanidad y para la Medicina, dejaran de existir!



¿Para qué Ligas antituberculosas?, ¿para qué la lucha anticancerosa?, ¿tanto laboratorio, tantasinvestigaciones, tanto hombre de capacidad que emplea su ciencia y su vida en el estudio de los problemas que plantean la tuberculosis y el cáncer?Si por no interesarse uno desaparecieran los problemas, ¡qué fáciles serían las soluciones!Encogernos de hombros y decir: «Y a mí, ¿qué me importa el cáncer y la tuberculosis?» Y se

acabaron, de una vez, esos azotes de la humanidad.Hombre, raciocina, piensa...Si el bacilo de Koch, de 1,5 a 3,5 mieras de largo y de 0,3 a 0,5 mieras de ancho, no deja de existir porque tú te encojas de hombros y no quieras pensar en él; si la celulita cancerosa sigue impertérritasu lujuriante proliferación, sin detenerse por nada, a pesar de que tú no te ocupes de ella; el problema, que es problema por esencia, ¿va a dejar de existir porque tú no te interesas?Si eres hombre, no puedes orillar un problema como el religioso, despreocupándote y nointeresándote por él».

En el ejemplo se puede ver la idea universal materializada en dos problemas concretos y particulares: el cáncer y la tuberculosis. Y hace funcionar en esos dos casos la verdad que estátratando de probar. De esta manera el auditorio palpa de una manera tangible y de bulto la verdadde lo que afirma el orador. Para los efectos es como si se confirmara con ejemplos particulares laafirmación abstracta.

Obsérvese de paso cómo los casos concretos que se aducen para hacer sentir la idea abstracta no se presentan de una manera escueta con la frialdad de una cita. Hay que presentarlos un pocodesarrollados y con colorido. En el ejemplo anterior no se contentó el orador con decir: Si eso queustedes dicen fuera verdad, con no preocuparse del problema del cáncer y la tuberculosis estaríanresueltos estos dos problemas; sino que añade todo aquello de: ¿Para qué ligas antituberculosas.,.?En el ejemplo siguiente no dice escuetamente: no te enorgulleces de haber descubierto América, nide haber escrito el «Quijote» o pintado «Las Hilanderas». Es oportuna la advertencia porque a vecesse nota en los principiantes únicamente preocupación por encontrar el caso concreto en que serealiza la idea universal, sin preocuparse de desentrañar un poco este caso concreto conforme a latécnica que vamos a dar en seguida sobre el recurso de desentrañar.

EJEMPLO 2. Abstracto:«Yo comprendo que el hombre se complazca en su talento; que encuentre satisfacción en poseer una inteligencia poderosa... Pero lo que no comprendo es cómo el hombre puede vanagloriarse deeso, despreciar a los demás por ese motivo... Y no lo comprendo por una razón muy sencilla: porque no hemos hecho nuestro talento y yo juzgo que es una estupidez vanagloriarse de una obra

que uno no ha hecho.»Hasta aquí la idea abstracta está sólo dicha. Al añadir lo siguiente se la hace sentir concretándola:«Y por eso no pretendes que te levanten estatuas en todas las ciudades de América, por el hecho desu descubrimiento; ni exiges que se te conceda el premio Nobel, porque en un estante de tu biblioteca tienes un ejemplar del «Quijote»; y te reirías del que en el Museo del Prado, delante delcuadro de «Las Hilanderas», se pavonease por las exclamaciones de admiración que ante él exhalancríticos y turistas.

Porque el descubrimiento de América será todo lo heroico y magnífico que se quiera, y el «Quijote»todo lo genial, y el cuadro de «Las Hilanderas» todo lo artístico; pero ni tú descubriste a América,ni escribiste el «Quijote», ni pintaste «Las Hilanderas».

Y por eso, nada más que por eso, porque tú no lo hiciste, no se te levantan estatuas, ni se te da el premio Nobel, ni se te otorga un miserable accésit en una exposición de pintura.»



Aquí la idea universal: es una estupidez vanagloriarse de algo que no se ha hecho; se ha condensadoen tres obras concretas grandes: «Quijote»... «Las Hilanderas»... «Descubrimiento de América».

EJEMPLO 3.° Abstracto:¡Cómo nos preocupan los males futuros! ¡Aun los más improbables! y, sin embargo, no nos

preocupa el temor al infierno.Concreto:¡Cómo nos preocupan los males futuros! ¡Aun los más improbables! Los grandes pianistas aseguransus manos y les cuesta un buen desembolso... Pero ellos pagan y viven tranquilos. Y ¿cuántos sonlos pianistas que han perdido las manos?Todos los ómnibus y camiones llevan extintor; lo manda la ley. ¿Por qué? ¿Un camión en llamas esespectáculo de todos los días?Ciertamente, no; pero a los hombres nos preocupan los males futuros, aun los más improbables... ¡Ycon razón!Con todo, yo sé de una catástrofe inminente para muchos hombres, y no les preocupa. A uno deestos hombres que planean los veraneos con años de anticipación, yo le preguntaría: «¿Dónde piensas pasar el verano del año 2000?» «¡Hombre!, para esta fecha...». Si te empeñas en vivir en pecado para esas fechas... ¡Sabes muy bien dónde será tu veraneo, ¡sin aire acondicionado!Y no nos afecta. ¡No tomamos precauciones!Es decir: nos preocupan los males futuros aun improbables... Por eso los grandes pianistas..., por eso los camiones....

EJEMPLO 4.° Abstracto:Uno de los agravios que más duele a los hombres es la injusticia; pues bien, la injusticia de que fuevíctima Cristo en el tribunal de Pilatos...Concreto:«Uno de los agravios que más soliviantan a los hombres es la injusticia. ¡Obrero!, que te sientesdefraudado en tu salario, que tienes que firmar 30 y no recibes más que 15, para que no se acabende morir de hambre tu esposa y tus pequeñuelos, y lloras de rabia y rechinas los dientes.¡Joven estudiante!, que después de haberte encorvado sobre los libros horas y horas, con una taza decafé al lado para aguantr el sueño, gastando los ahorros de tus padres, con tisis en tus pulmones, te presentas a unas oposiciones y ves cómo te las arrebata un inepto forrado de recomendaciones y billetes; ¡y te quedas con la tisis y sin la cátedra!¿Verdad que duele la injusticia?Un día, en un tribunal de un pueblo culto, Jesucristo...».

Ejercicios de concretar

Observaciones:1) Los pongo en forma de entimema, generalmente, para que puedan formar sentido completo. Pero,de ordinario, sólo el antecedente es la idea universal que hay que sensibilizar. Indico la conclusión para que el alumno se acostumbre a urgir una misma conclusión de diversas maneras. Así estambién más fácil, si quieren hacer algunos de estos ejercicios improvisando.2) Estos ejercicios se pueden hacer de diversas maneras; o bien seleccionando un solo caso concretorepresentativo y se desarrolla más ampliamente; o seleccionando varios y se desarrolla cada unomás brevemente; o se desarrolla uno más y después se enumeran varios rápidamente con poco oningún desarrollo.3) La sensibilización generalmente tiene tres tiempos:a) Enunciación de la idea que se va a sensibilizar; se la puede

repetir de diversas maneras para que se grabe más. b) Sensibilización propiamente dicha; o sea, exponer el caso olos casos en que se realiza esa idea universal.



c) Una especie de recapitulación rápida en la que se muestra cómose cumple en cada caso la idea universal; de esta manera se repite laidea abstracta, que es la que nos interesa que se grabe y se sienta.4) Los ejercicios se pueden hacer escritos o hablados.

Conviene hacer algunos por escrito, porque dan más precisión y ayudan más a asimilar la técnica. Sise hacen improvisando, hay que prepararlos como si fuera para escribirlos. La única diferencia quehay entre el escrito y el improvisado es que en uno se escribe aquello que se ha pensado; en el otro,se dice. En la improvisación, por consiguiente, se tienen las ideas pensadas junto con los casosconcretos que traemos para hacerlas sentir; lo único que queda para el momento de improvisar sonlas palabras y la forma última con que la decimos. Algo así como cuando transmitimos un recado,que sólo retenemos las ideas que nos dicen pero no las palabras con que nos las dicen. Las palabraslas ponemos-nosotros después como se nos ocurra en el momento preciso. Con todo aun esta formamás extensa conviene prepararla, no para aprenderla de memoria, sino porque normalmente en elmomento de improvisar saldrá preferentemente aquella manera de decir que ya hemos usado otravez.

Al principio, hasta conseguir cierta facilidad de palabra y pérdida del miedo a hablar en público,conviene llevar una preparación más cuidadosa, casi de memoria; después a medida que vayaadquiriéndose dominio y facilidad de expresión, se puede preparar un poco más en líneas generales.

Para mostrar cómo pueden hacerse estos ejercicios, voy a realizar el primero de la lista, que pongo acontinuación:1. «Todo ser obra conforme a su naturaleza. Es una ley de la que todos estamos seguros, señores, yno creo que tenga que perder mucho tiempo en probarlo. Cuando te acercas a un naranjo, es seguroque no estás esperando encontrar de las ramas unas relucientes manzanas. Quisiera poder fotografiar la cara de asombro que pondrías si algún día vieses que esto había sucedido. Pero no,seguramente no la pondrías; pensarías sencillamente que te habías equivocado y que aquel árbol noera un naranjo. Todo, antes que dudar que el naranjo no actúe como naranjo. Como estás segurotambién de que si a un avión le fallan los motores, se estrella contra el suelo, porque todo cuerpodejado a sí mismo se precipita contra el suelo. Ni esperas tampoco ver un día paseando por lascalles de la ciudad un rótulo que anuncie una escuela superior de matemáticas para caballos. Podíahacer interminable esta lista. Y todo por la misma razón: porque todo ser obra siempre conforme asu naturaleza.

Entonces, señores ¿es absurdo exigir al hombre que obre conforme a su naturaleza? ¿Que en sucomportameinto y actuaciones proceda de una manera racional? ¿No es racional la naturaleza del

hombre? Entonces, ¿es exigir demasiado que actúe racionalmente? ¿Es mucho exigirle al oxígenoque actúe como oxígeno? Sin embargo ahí tenemos la paradoja; el único ser a quien hay que pedirleque actúe conforme a lo que es, es el hombre, ¡el único que es racional!»

EJERCICIOS PRÁCTICOS1. Todo ser obra conforme a su naturaleza. Luego el hombre también debe obrar conforme asu naturaleza.2. Es natural al hombre expresar mediante signos sensibles sus sen timientos internos; luegotambién sus sentimientos respecto de Dios.3. Un sentimiento acaba por morir si no se exterioriza en actos sensibles externos; luego paraque no muera el culto interno a Dios, debe alimentarse de actos externos.

4. Una cosa mayor no puede ser abarcada por una menor; luego el hombre no puedecomprender a Dios. Luego no es absurdo que en Dios haya misterio.



5. En este mundo hay muchas cosas que no comprendemos, aunque son limitadas y sensibles;luego menos podremos comprender a Dios infinito e inmortal.6. Todo lo que dimana de la naturaleza humana, en cuanto tal, obliga por igual al hombre y a lamujer; luego la religión obliga también al hombre. No es sólo para las mujeres.7. Toda tendencia natural tiene su objeto correspondiente que la satisface; luego también la

tendencia a la felicidad perfecta.8. El que busca una cosa es señal que le falta aquello que anda buscando; luego el hombre noha encontrado la felicidad en esta vida.9. Nadie transige en lo que cree firmemente que es verdad; luego ¿para qué acusar a laIglesia de intransigencia, mientras no le demuestren la falsedad de su doctrina?10. Las leyes naturales se cumplen, aunque ignoremos su por qué, o nos parezcan imposibles,o crueles; luego el infierno no deja de ser verdad porque nos parezca cruel e injusto.11. Ninguna verdad deja de ser verdad porque la crea gente inculta; luego tampoco la verdad delinfierno.12. Todos los hombres están convencidos de lo infalible que e? el cumplimiento de las leyes dela naturaleza (universal), y es que no fueron puestas por los hombres, sino por Dios (universal). Loshombres no hicieron más que descubrirlas (universal).13. ¡Qué difícil es perseverar en gracia entre tantos enemigos!14. ¡Qué desesperación perder una gran oportunidad! Luego ¡qué desesperación la delcondenado al ver las oportunidades que perdió!15. ¡Cómo nos duele la humillación!16. ¡Cómo nos duele el sentirnos preteridos!17. ¡Cómo nos hiere la incomprensión!18. ¡Cuánto se esfuerzan los hombres por conquistar las riquezas!19. ¡Cómo buscan los hombres el placer!20. ¡Qué difícil es predecir aun sucesos futuros necesarios!21. ¡Qué temeridad exponerse a un gran peligro sin razón!22. ¡Una sociedad sin sanciones para la transgresión de las leyes no puede subsistir!23. ¡Qué poco se preocupan los hombres de la eternidad!24. ¡Cuánto dolor hay en el mundo!25. ¡Cuánto se ha amado a Cristo!

Sensibilización de un dispositivo lógicoEste epígrafe sobraba. Tan ideas son las que estén sueltas como las que estén formando parteintegrante de un dispositivo ideológico: por tanto, la técnica de su sensibilización no variará.Variará la importancia y extensión que debemos dar a esa sensibilización dentro del conjunto; latécnica en sí, no.

Con todo, teniendo en cuenta que muchos de los que utilizan este libro son jóvenes estudiantes, voya mostrar en las páginas siguientes cómo se puede aplicar lo dicho anteriormente, para presentar deuna manera que impresione al auditorio, tesis de filosofía o teología, esquemas sacados de libros, oexponer con fuerza una clase de religión o catecismo. Todas estas situaciones tienen de común quese nos dan las ideas y nosotros solamente tenemos que preocuparnos de orquestarlas, desensibilizaciones y concretos.

Ante todo, no hay que sensibilizar todas las ideas. No todas en la misma medida. Depende de suimportancia dentro del conjunto, En todo dispositivo oratorio hay unas ideas en las que descansatoda la fuerza del raciocinio o motivación, que son la clave de arco en que se apoyan todas las

demás. Estas son las que el orador debe reconocer en seguida y sobre las que debe insistir principalmente.



Voy primero a mostrar brevemente cómo se puede sensibilizar una tesis de filosofía: la de lainmortalidad del alma. Pongo primero el esquema ideológico escueto, tal como suele encontrarse enlos libros de filosofía, y después el modo de presentarlo.1. Existe en el hombre un deseo incontenible de la felicidad perfecta.2. Este deseo se halla en todos los hombres de todos los tiempos y de todas las latitudes; es una

tendencia natural.3. Por tanto, esta tendencia tiene que haber sido puesta por Dios, que es el autor de lanaturaleza.4. Ahora bien, si está puesta por Dios, tiene que existir en la realidad esa felicidad perfecta, sino, Dios sería injusto y cruel.5. Pero no puede haber felicidad perfecta, si no es perpetua, ya que la previsión de su fin nosangustiaría terriblemente, entre otras razones.6. Luego nuestra alma tiene que ser inmortal.

Veamos cómo se pueden sensibilizar estas ideas. Nótese que a veces puede ir la sensibilizaciónantes que la idea abstracta. Pondremos con letra especial la idea que se sensibiliza. Parecerá a vecesun poco forzado, porque lo hemos hecho un poco esquemático para que se vea más claro.«Cualquiera que mirase nuestro planeta desde el exterior vería a los hombres empeñados en tantosoficios y ocupaciones, persiguiendo fines tan opuestos y contradictorios, que juzgaría imposibleencontrar un común denominador a variedad tan contradictoria: mientras unos sacrifican su juventud entre las gasas y vendas de un hospital, otros acechan pistola en mano tras una esquina el paso de un rival; unos acumulan dinero tras un mostrador o en una bolsa de valores, muchos otrosrenuncian a él de rodillas ante un altar... (se pueden poner más casos). Y, sin embargo, todos ellos,en todas y cada una de esas acciones están persiguiendo el mismo y único fin: la felicidad.

El obrero de alpargatas agujereadas y blusa remendada, que todas las mañanas con sus herramientasal hombro y su cartucho de comida bajo el brazo se dirige al trabajo, va en busca de un jornal que leasegura un trozo de felicidad. Y esos enamorados que, agarrados de la mano, no se cansan deconjugar el verbo amar en todos los tiempos y modos, ¿qué buscan? Y el político... y el militar..., yhasta ese pobre suicida, que todavía agarra entre sus dedos crispados la pistola humeante, aplastadocontra el suelo en un trágico escorzo, apretó el gatillo en busca de un poco de felicidad.Y señores, esta tendencia no ha aparecido en el hombre corno fruto de la civilización moderna, de laenergía termonuclear y los aviones de retropropulsión: la buscaba el hombre de Neardenthal con sufrente huida y su mentón saliente, cuando, envuelto en pieles, salía con su arco en busca de unrebeco para comer; y la buscaban los faraones en medio del esplendor de su corte; y los romanos,que enronquecían en el anfiteatro y se emborrachaban en aquellas orgías de la Roma imperial, y losaventureros que desembarcaban en América... Siempre, en todas partes, en todos los tiempos, los

hombres han ido en busca de la felicidad. (Aquí tenemos un ejemplo de lo que decíamos antes: lasensibilización va antes que la idea sensibilizada.)

Nunca se sacia el hombre, siempre quiere más: no le basta una felicidad cualquiera, no; la quiere perfecta, total, completa. Y cuando se han conseguido unas metas, se emprende la marcha haciaotras nuevas. Y el hombre de negocios desea controlar cada vez más empresas, y el político, más poder y los enamorados quieren perpetuarse en un amor cada vez más intenso, y el sabio... Señores,¿hay alguno sin ningún deseo, que no quiera ser más feliz, completamente feliz?Entonces tenemos que concluir que esta tendencia a la felicidad perfecta que se halla en todos loshombres, siempre y en todas partes, a la que no podemos renunciar aunque queramos, es algo queestá enraizado en la misma naturaleza humana.

Algo que no es fruto del ambiente o educación o las circunstancias. Y entonces también con lamisma lógica tenemos que concluir que está puesta en ella por el autor de esa naturaleza, por elmismo Dios.



Cuando en una marca de automóviles todas las unidades tienen un determinado dispositivo, sintemor a equivocarnos concluimos que este dispositivo está puesto allí por el ingeniero que ideóaquel modelo. ¿Y cuando, además, vemos que el motor no puede funcionar sin ese dispositivo? No puede, pues, haber duda de que esa tendencia ha sido colocada en el hombre por el autor de la Naturaleza, el mismo Dios.

Y ahora pregunto, ¿si a esa tendencia irresistible del corazón humano no respondiera en la realidadun estado de felicidad perfecta que la satisficiera, qué preferís que fuera Dios, un inepto, un verdugosádico, o las dos cosas a la vez?Con un ejemplo vulgar y casero: ¿no consideraríais un inepto al sastre que se olvidase de hacer ojales para los botones? ¿Y al ingeniero que levantase un puente, último grito de la ingenieríamoderna, para atravesar un río, olvidado del pequeño detalle de que el río no existía?Esto, cuando se trata de seres inanimados, es ineptitud, olvido o lo que queráis; pero cuando se tratade seres inteligentes sólo tiene un nombre: sadismo.

Y si no ¿qué otra cosa sería si ese mismo Dios hubiese hecho los ojos ' para ver y no hubiese creado¡a luz necesaria para ver? ¿Si hubiese creado la sensación del hambre y de la sed y no hubiesecreado al mismo tiempo los alimentos y el agua para satisfacerla? ¡Pobre hombre! condenado de por vida a sufrir los atroces tormentos de esos pobres hambrientos que vagan por las calles en algunasregiones del globo con el vientre hinchado, devorándose a sí mismos. O los de aquellos soldados deldesierto que se dejaban ametrallar junto a los charcos putrefactos de agua que encontraron en suhuida.

Luego tenemos que concluir, si somos lógicos, que debe existir un estado en el que sea posibledisfrutar esa felicidad perfecta y total y, por consiguiente, inextinguible y eterna. Una felicidad quese acabara, por grande que fuera, no podría ser perfecta. Más: cuanto más grande fuera, níasdesgraciados nos haría.La angustia nos invadiría al acercarse la fecha fatal y unas ansias desesperadas y rabiosas de detener el tiempo crisparía nuestros nervios. La angustia con que ve el condenado a muerte acercarse elmomento de su ejecución; y no me diréis que lo que disfruta en la cárcel es una vida feliz. Señores:¿podría ser perfecta y completa una felicidad que no fuera perpetua?La conclusión, entonces... etc.

Voy a poner a continuación un ejemplo de un motivo. Seré más breve. Indicaré el rumbo más quenada. Estamos tratando de hacer sentir la malicia del pecado y traemos el siguiente motivo sacadodel castigo de los ángeles: «porque fue la causa de la condenación de los ángeles, los seres perfectosde la creación, condenados por un Dios que castiga sin pasión con una estricta justicia».

Tenemos aquí estas ideas: Qué malicia tiene que tener el pecado pues:1) Fue la causa de la condenación de los ángeles,2) los seres más perfectos de la creación,3) por un Dios, etc.

1) Y cristianos, cuanto más grande es un castigo, si está puesto con justicia, más grande tiene queser la malicia del crimen que se castiga. A todos nos embarga un sentimiento de angustia, yquedamos silenciosos, cuando al desplegar el periódico un día vemos la fotografía de un condenadoa la cámara del gas. Nuestra mirada compasiva se clava un momento en su rostro, y una pregunta seformula en nuestra mente: ¿qué habrá hecho? Porque, por robar una gallina, no se mata a nadie... Y

¡qué lástima nos dan esos hombres todavía jóvenes consumiendo una vida tras los muros de una prisión, sin esperanza, mientras tú vas y vienes y te diviertes y gozas y tienes un hogar y una esposaque te espera a la vuelta del trabajo y unos hijos!... ¡Pobrecillos! Expiando día a día, minuto a



minuto la malicia de un crimen hace tiempo cometido y una vida rota, la única que iban a tener...¡Hermanos! Hace cientos de millones de años los ángeles cometieron un pecado, y cientos demillones de años, minuto a, minuto, segundo a segundo, llevan expiando y no han acabado deexpiarlo. Qué lejos nos quedan aquellos tiempos en que no existía más que una masa gaseosainforme y el sol y la tierra y las estrellas todo era una misma cosa... ¡Y ya los ángeles estaban

expiando! Y llegó un día, y de aquella masa se desprendió una parte y se formó el sol, y pasaronsiglos y se volvió a desprender otra parte y era la tierra... y los ángeles seguían expiando. Yempezaron a surgir los continentes..., montañas...., mares... y los ángeles seguían expiando... Yaparecieron los primeros vivientes..., el hombre..., etc.Y es a los ángeles, a los seres más perfectos de la creación, a los que castiga.Para hacer sentir esto, se puede recordar el sentimiento que nos embarga cuando vemos a alguiendestruir un objeto de gran valor, por ejemplo, el loco que acuchilló en el museo del Louvre elcuadro de la Mona Lisa, o cuando vemos arder un museo... ¡Qué no hacemos por salvarlo!... Y esque, cuanto más valioso y bello es un ser, más valor nos cuesta el destruirlo. Por eso, cuando haceunos años una bella modelo inglesa fue condenada a muerte por un crimen, una ola de clemencia sedespertó en toda Inglaterra... Pues bien, Dios... A los seres más bellos de la creación... los condenasin compasión... y no se arrepiente... y los ve sufrir hace millones de años y sigue manteniendo susentencia... ¿Pero qué será el pecado? Y es un Dios que no castiga, que no puede castigar, por pasión, que sabe apreciar las cosas en su justo valor. Sería absurdo pensar de otra manera... Seríamás lógico negar la existencia de Dios o el hecho del pecado de los ángeles, ¿pero la justicia delhecho...? Y cuando vemos a un juez que conoce el valor de las cosas, que no se engaña... y juzga el pecado digno de ese castigo, tenemos que volvernos a preguntar. ¿Pero qué será el pecado? Cuandodelante de un cuadro nos dicen que los técnicos lo valoran en doscientos, trescientos millones dedólares, nos quedamos extasiados contemplando aquella obra maestra, y aunque no locomprendamos, nos sentimos invadidos de admiración y estupor. Delante del pecado debemosquedar también invadidos de estupor...

b) TÉCNICA DEL DESENTRAÑAR Cómo se sensibilizan las ideas particulares y concretasPasamos a otro tipo de ideas, que no expresan tanto un juicio lógico de alcance universal, cuanto un juicio valorativo sobre un hecho o una realidad: ser huérfano es una desgracia; qué terrible es un bombardeo; ser llevado preso es una vergüenza; qué heroísmo el de Jesucristo al callarse anteHerodes. Lo que hay de común en todas las anteriores frases es que en todas ellas se afirma unacualidad buena o mala de un hecho, persona o realidad; es decir, un valor o un antivalor: desgracia-terrible-ver-güenza-heroísmo.

En todas ellas también hay carga afectiva pero potencial, sin explotar. Al decir, por ejemplo: ¡quédesgracia ser huérfano!, se produce cierto grado de impresión, pero vago y difuso; la sensibilidad notiene dónde agarrarse apenas. Sin embargo, tiene elementos implícitos capaces de impresionar; sonideas potencialmente impresionantes, aunque actualmente no lo sean. Podemos decir de una manerageneral que toda idea que se pueda poner en forma exclamativa es una idea potencialmenteimpresionante. La razón es obvia: sólo lanzamos una exclamación ante lo que nos admira en algúnsentido, y nadie se admira de algo que no tenga una cualidad buena o mala en grado notable. Aldecir, por consiguiente: ¡qué terrible es un bombardeo! o ¡qué heroísmo el de Jesucristo al callar ante Herodes!, estamos percibiendo, aunque de modo confuso, una serie de elementos que justificannuestra exclamación admirativa.

Pues bien, para hacer actualmente impresionante este tipo de ideas, hay tres recursos principales:desentrañar, visualizar y teatralizar. Diremos algo sobre cada uno de ellos.



Analicemos, como hicimos antes con las ideas universales, cómo se han formado estas ideas, y estonos dará la pista para la técnica de su sensibilización.

Ante la catedral de Burgos, San Pedro de Roma o el templo de la Sagrada Familia de Gaudí yo nolanzo la misma exclamación. Ante la primera diré, ¡qué bonita!; ante la segunda, ¡qué imponente!;

ante la tercera, ¡qué original! La razón de esta reacción diferente es que en la primera he visto unaserie de elementos, cada uno de ellos «bonito», que producían en mí una impresión parcial de«bonitura». Todas estas impresiones parciales se sumaron y fundieron en una impresión total que esla que me obligó a exclamar: ¡qué bonita! En el segundo y tercer caso la impresión que me producían los diversos elementos era de grandiosidad u originalidad, y de ahí la triple diversaexclamación.

En otro orden de cosas, por ejemplo, un suceso, el proceso es el mismo: ante un accidenteautomovilístico, el revoltijo de hierros y chatarra, los cuerpos de los viajeros destrozados, el barroformado con la sangre, los lamentos de los heridos, me producen una impresión que me hacenexclamar: ¡qué horrible! Es la impresión suma de cada una de las impresiones «horribles» parciales.En conclusión, este tipo de ideas se ha formado por acumulación de impresiones parciales producidas por diversos elementos teñidos de la misma cualidad. Es una idea resultante con la que«decimos» lo que hemos sentido. La idea se ha racionalizado. Por eso, al comunicarle a otra persona esta idea: he visto un accidente automovilístico horrible, apenas le impresione, aunque yoesté profundamente afectado. La razón es clara: lo que produce en mí esa impresión fuerte es elrecuerdo de todos los datos parciales «horribles». Pero al comunicárselo a otra persona, le doy nadamás que el resultado, sin los fundamentos productores del sentimiento. Naturalmente, al faltar elmanantial, se agota el agua: queda a lo más cierta humedad de sitio donde ha habido agua.Volveremos a insistir en este punto al hablar del recurso siguiente.

Por lo tanto, para sensibilizar este tipo de ideas habrá que recorrer el camino inverso que recorrió alracionalizarse. Partiendo de la idea resultante, volver a sacar, desentrañar aquellos datos y factoresimplícitos en ella que produjeron esa impresión. Por ejemplo, si quiero hacer sentir a un auditorio ladesgracia de haber perdido el hogar en un bombardeo, voy desentrañando la palabra hogar ysacando a luz aquellos «componentes» del hogar cuya pérdida es capaz de suscitar la impresión dedesgracia:

Una bomba le dejó sin techo donde cobijarse, y en las noches de invierno, cuando el viento azote elrostro de su esposa y de sus hijos, tendrá que buscar amparo en los portales de las iglesias o de lascasas; quedó-hecha astillas la cama donde murieron sus padres, la cuna donde nacieron sus hijos; yano podrán reunirse en las alegres veladas de Navidad alrededor de la mesa familiar...

La palabra hogar equivale a todo eso: el Hogar es una totalidad que se compone en cierto modo deuna serie de factores: escenas, imágenes, recuerdos, objetos, con diversa carga afectiva; hogar =refugio, mesa familiar, cama, cuna de los niños, muebles, recuerdos de familia, etc., y otras muchascosas más que recuerdan otras escenas de hogar con distinta carga afectiva; cómicas, ridículas,vulgares, etc.

Ahora bien, cuando yo quiero producir la impresión X, saco a luz todos los factores que son capacesde producir esa impresión X, silenciando los demás.Por ejemplo: en una ciudad bombardeada, si quiero producir la impresión de «desastre», insisto enlos edificios destruidos, en las obras de tantas generaciones, fábricas, museos, arte, bibliotecas;insisto en el patrimonio familiar heredado y acumulado por la familia a costa de tantos esfuerzos,

aniquilado o en la casita fruto de tantos ahorros...



Si debe conseguirse una impresión de crueldad, entonces insistiré en los hombres y mujeres con losmiembros destrozados: ayes de dolor, gritos de las personas aprisionadas entre los escombros,llamas y olor a carne chamuscada, niños de pecho junto al cadáver de su madre...En resumen, desentrañar no es otra cosa que enumeración de datos «con prejuicio», en los que sólorecalcamos aquellos detalles que mejor rimen con el aspecto que quiero destacar, silenciando los

demás.Es evidente que para esta selección de datos es indispensable estar poseído del sentimiento que sequiere producir.Más adelante insistiremos sobre este punto muy importante.

EJEMPLO 1:Idea poco impresionante: ¡Qué difícil haberse callado, haber sufrido, pasar por un tonto cuando podía haber demostrado que era el sabio y el artista más grande de todos los tiempos!Desentrañada: Y Jesús callaba: «lesus vero tacebat...». Callarse, cuando en realidad uno es unmemo, es lo natural; el pobre hombre ni siquiera cae en la cuenta de que se ríen de él. Pero callarsecuando se cae perfectamente en la cuenta de todo y seguir contribuyendo con su silencio al infame juego, eso, ¡cristianos!, está por encima de las fuerzas humanas. ¡Y callarse cuando sería facilísimodemostrar todo lo contrario! ¡Yo! ¿tonto? Ahora lo veréis... Y ante los ojos atónitos de aquella brillante comitiva podía haber empezado a desarrollar los teoremas más sublimes del más abstrusoanálisis matemático; haber revelado los secretos de todos los grandes inventos que los hombres, afuerza de talento y ¡de siglos!, han logrado descubrir... El secreto de la bomba atómica, tan traído yllevado en la prensa de todos los países: ¿que sólo lo conocen unas cuantas personas en el mundo?¡Falso! Hace veinte siglos estaba diseñada su estructura hasta el último electrón en la mente deaquel tonto.

Y en sus oídos resonaban acordes que no sospechó Beethoven, y en su imaginación anidabanrecursos literarios que no columbró Cervantes, y dramas que no soñó Lope. Y aquel hombre, que podía haber hecho avanzar la historia treinta, cuarenta, cien siglos, los que hubiera querido, ¡ciensiglos de historia! ya es avanzar, que llevaba remansada en los pliegues de su cerebro la cultura detodos los tiempos, ya lo veis, ¡tonto! Jesucristo, premio Nobel de todas las ciencias y las artes, ¡unidiota! Y callaba... ¡Así sí es difícil callar!

En el anterior ejemplo queremos hacer sentir esta idea: Jesucristo podía haber demostrado que era elsabio y artista más grande de todos los tiempos. Ahora bien, demostrar esto es igual a desarrollar losteoremas..., conocer los secretos..., bombas atómicas..., componer melodías...

EJEMPLO 2:Idea poco impresionante: Y en aquellos momentos en que la ansiedad dominaba en Atenas, cuandonadie se atrevía a asumir una responsabilidad y tomar una determinación, el único que subió a latribuna fui yo.Desentrañada: Era el atardecer cuando llegó un mensajero anunciando al Gobierno que Elateaestaba tomada. Al instante, los miembros del Gobierno se levantan de la mesa, dejan la comida yunos echan fuera a los de las barracas de las plazas, y haciendo con ellas un montón las prendenfuego; otros van a buscar a los generales y llaman al corneta. La alarma dominaba en Atenas.Al día siguiente, nada más amanecer, convoca el Gobierno a los senadores al Senado; y ya vosotrosibais caminando a la asamblea; y antes de que el Senado preparase el orden del día, ya estaba todoel pueblo allá arriba.

Y luego, cuando llegó el Senado y dio cuenta el Gobierno de las noticias que había recibido,empezó a preguntar el heraldo: ¿Quién quiere hablar?... Y nadie se presentaba. Muchas veces



repetía el heraldo aquella pregunta, mas no por eso se levantaba nadie. Y estaban allí todos losgenerales, estaban todos los políticos y era la patria la que llamaba con voz de madre pidiendo unconsejo que la salvase; porque la voz de la patria es la voz de la madre.... Pues resultó que ese hombre, aquel día, fui yo.Idea que se quiere hacer sentir: Ansiedad. Igual a levantarse de la mesa..., quemar las barracas...,

llamar a los generales..., corneta; el pueblo que de mañana se congrega...EJEMPLO 3:Véase cómo el P. Laburu hace sentir desentrañando lo difícil que es predecir aun una cosanecesariamente contenida en sus causas como es el tiempo.Desentrañada:¡Predecir! Aun fenómenos meteorológicos, férreamente concatenados en sus causas, es unimposible al entendimiento humano el predecirlos a grandes plazos—y aun a cortos —con precisiónde temperatura, dirección y velocidad del viento..., milímetros de pluviómetro. Predicciones, parasiglos de plazo, en Meteorología sería lo que el calendario Zaragozano en ciencias exactas.¿Hay aquí algunos, señores, que, en serio, me diga a mí qué tiempo hará en 1970, tal día y a talhora? En serio, señores.¿Hay alguno aquí que me diga cuántos milímetros precisos caerán en el pluviómetro tal díadeterminado? ¡Señores, predecir! ¡Fijaos bien! Y eso en Meteorología, en que los fenómenos, todosellos, están ya contenidos en causas naturales. Todo lo que entonces vaya a suceder tiene causas quelo determinan y que actualmente tienen existencia. Pero, ¡qué difícil es predecir, así y todo!Predecir el tiempo = grados de temperatura..., mm. de lluvia..., velocidad del viento..., tal día, talaño...

EJEMPLO 4:Idea poco impresionante: ¡Qué difícil dominar fuerzas de la naturaleza como la de un río, y eso quela fuerza del río es ciega y obedece a leyes fijas y necesarias!Desentrañada:¡Qué potencia para dominar y encauzar las fuerzas de la naturaleza!... Un caudaloso río que sedespeña de lo alto de una montaña, hay que sujetar la fuerza brutal del agua en una represa.Compañías de obreros, montañas de cemento, enormes barras de acero y días y meses y tal vezaños... trabajando de sol a sol con relevos... Sobre esto, como núcleo vital, el cerebro de la obra: uningeniero que dirige toda la acción.

¿Difícil dominar un río..., mucha energía?...Y la fuerza del río es ciega, sus movimientos los conoce de antemano el hombre, el ingeniero porque obedecen a leyes fijas: la gravedad, vasos comunicantes. Basta, pues, poner un muro de

hormigón que anule la fuerza bruta del río. De altura, tanto; grosor, tanto... Cantidades concretasobtenidas por fórmulas, complicadas, sí, pero conocidas, que se cumplen infaliblemente, porque elrío no las puede variar; y puesta esa barrera, allí se quedará el agua... retorciéndose como monstruoen remolinos.... pero dominada. Tiene la naturaleza movimientos fijos..., su cerebro es una tabla denúmeros que se combinan fatalmente conforme a fórmulas conocidas, infalibles, invariables.., sinembargo, ¡qué difícil es dominar la fuerza ciega de la naturaleza!Potencias para dominar un río = Brigadas de obreros, montañas de cemento, barras de acero, días,meses, años de trabajo de sol a sol, el cerebro del ingeniero...

EJEMPLO 5:Idea poco impresionante:

Mantenerse en Gracia, entre tantos enemigos, es muy difícil.Desentrañada:Y ese mantenerte mañana, ¿qué te imaginas? ¿Que va a ser cosa difícil? Lo vas a ver.



Mañana mismo, al entrar en tu casa, con la maleta de ejercicios todavía en la mano, ¿qué teencuentras? Allí, en la sala..., el aparato de radio. ¡Cuenta un enemigo!... ¿Algo más? Latelevisión... Otro. Sobre la mesa el periódico... ¡Basta!Ahí lo tienes: los mismos de antes. Nada más cruzar el quicio de la puerta, ya lo ves, esperándote...Ellos, tus enemigos, los que te obligaron tantas veces a acercarte vencido a la rendija del

confesonario, los que te robaban indignamente la felicidad verdadera, los que obligaron a cruzar deuna bofetada el rostro de tu padre, Dios. ¿Es o no la pura verdad?«Pero hay que salir, distraerse, pasar el rato.» Vas por la calle, anuncios a la derecha, carteleras deteatro a la izquierda, quioscos de revistas, personas.... Entras en un cine: la película. ¿Que escogistela película?... ya vendrá el noticiario... Y luego la playa, y las fiestas, y... no sigo...¡Enemigos también fuera de casa! Y todos, el anuncio y la película y la playa, tan asquerosos y, por tanto, tan atractivos y tan influyentes y tan perniciosos para ti como antes...Pero aún hay más; faltan tus amistades: el círculo de tus amigos. ¿Recuerdas sus burlas, sus bromitas a los «niños buenos»? ¡A ver! ¿Cuántas veces fuiste hombre para callar a uno siquiera deun bofetón? Te plantaron, te enseñaron... lo que quisieron, como quisieron y cuando quisieron... ¿Elcírculo de tus amigos? ¡De tus peores enemigos!...Pero ya es suficiente: He ahí lo que te espera en cuanto salgas por la puerta de esta casa... ¿Quédices? ¿Es fácil perseverar?... ¡Y sólo te he enumerado un mandamiento!...Difícil mantenerse entre tantos enemigos = Radio, TV, la calle, anuncios, quioscos, películas, playas, amistades...

EJERCICIOS PRÁCTICOS DE DESENTRAÑAR Nota preliminar muy importante.Aunque esta nota podía haberse puesto al principio de esta parte, junto con las demás leyes psicológicas, sin embargo, creo que éste es el sitio más indicado para tenerlo en cuenta en losejercicios posteriores que es donde más cabida tienen las observaciones que voy a hacer.En seguida diremos, al hablar de la visualización, cómo no puede excitarse el sentimientodirectamente, sino que hay que excitar primero la imagen capaz de producirlo.Pues bien, también existe, en cierto modo, la ley inversa: un sentimiento tiende a suscitar ennosotros imágenes armónicas con aquel sentimiento: determina la elección de imágenes.Un afecto sólo deja aparecer las imágenes que le corresponden; una desgracia despierta recuerdos eimágenes tristes; un éxito, alegres; y cuando más intenso sea el afecto, más obra en este sentido. Nonos detenemos en dar la razón psicológica de este fenómeno. Basta la experiencia propia y ajena:una madre que ha perdido al hijo, en todas partes de la casa ve escenas de su hijo: no ve una mesa,una cama, unos libros; sino la mesa en que estudiaba su hijo, la cama donde dormía, los libros queusaba.

Es extraordinariamente importante tener presente estas observaciones, tanto al componer como elimprovisar un discurso; y lo mismo se diga de los ejercicios siguientes, por dos razones principalmente:1) Si el orador está poseído del sentimiento de aquello que trata de hacer sentir, le será muchomás fácil encontrar imágenes, datos sensibles, que surgirán con facilidad, espontaneidad,abundancia... Por el contrario, si falta ese sentimiento saldrán perezosas, forzadas,artificiales. Téngase muy presente esto, porque muchas veces, al componer o pronunciar undiscurso, el orador se mantiene fuera, como mero espectador, de lo que dice, no se emociona, no losiente, y el precio es la pobreza de sensibilidad y de imágenes.2) Con lo anterior va muy unida la segunda razón: si no hay en el orador este sentimiento de loque dice y, sin embargo, se quiere hacer sentir a los demás lo que se dice, sobreviene lo que

podíamos llamar «tecnicismo». Consiste sencillamente en componer un discurso con concretos,imágenes, ejemplos, como quien arma un rompecabezas, cerebral-mente: resultan discursos perfectos desde el punto de vista de la técnica y, sin embargo, son fríos, les falta vibración, hondura;



podríamos decir que son sentimientos artificiales, no naturales; flores de imitación sin perfume,secas y tiesas; les falta jugo-elasticidad-espon-taneidad-naturalidad, en una palabra: vida.Y es que, cuando se siente aquello que se dice, se refleja en la locución, en el discurso, en lasexclamaciones, cortes de frases, saltos líricos, disposición de las frases.

Obsérvese en los ejemplos anteriores, sobre todo en los de más sentimiento: en el desarrollo hayentreverados exclamaciones, cortes, apostrofes, comentarios líricos de lo que se está diciendo.Citamos algunos párrafos sin esta emoción para que se pueda apreciar la diferencia.... El callarse cuando uno en realidad es un memo, es muy natural; porque el pobre hombre nisiquiera cae en la cuenta de que se ríen de él; pero por el contrario, está por encima de las fuerzashumanas el callarse cuando se cae perfectamente en la cuenta de todo y, no obstante, se presta uno aseguir el infame juego; y todavía es mucho más, si se podía demostrar todo lo contrario.Pues bien, Jesucristo podía haber empezado a desarrollar, etc..., y aquel tonto conocía hace veintesiglos el secreto de la bomba atómica tan traído y tan llevado, y que sólo es conocido por pocas personas en el mundo.

Compárese con el ejemplo puesto arriba y véase la diferencia: son las mismas imágenes, los mismosconcretos y, sin embargo... En el primero, automáticamente se han hecho cortes, exclamaciones, sehan transpuesto las palabras, instintivamente se han suprimido todas las partículas lógicas, que noson necesarias para la inteligencia de la idea: sirven para señalar las relaciones de unas ideas conotras; pero por lo mismo, ahogan el sentimiento; el lenguaje del sentimiento es más cortado,incisivo, exclamativo, brusco, transpone las palabras y todo esto lo hace instintivamente, que es laúnica manera posible de hacer todas estas cosas juntas.Es inútil querer tener el lenguaje del sentimiento si no se tiene elsentimiento.

Por eso es también desacertado el sistema que tienen muchos oradores de filtrar sus ideas, antes deescribirlas o pronunciarlas, y sólo dejan pasar aquellas que directamente van a probar o hacer sentir,y suprimen como algo íntimo que no debe aparecer sus propias reacciones ante lo que dice,exclamaciones, dudas, vacilaciones, desahogos, frases de indignación, admiración. No caen en la cuenta de que eso es servir los alimentos sin salsa, sin pimienta, sin sal ni entremeses. No se olvide que el orador es un hombre que habla a hombres y, por tanto, con afectos, pasiones,reacciones propias suyas, personales y, por tanto, originales; y quien suprima todo esto, mutila alhombre.

Y al mutilar al hombre se mutila el estilo, porque el estilo es el hombre y se le mutila en aquello quetiene de más original, más íntimo, más confidencial y, por tanto, que más simpatía, contacto y

comunicación establece entre orador y auditorio.El hablar así supone naturalmente madurez en el orador, y por eso quizá es más difícil a los principiantes.

Ha sido larga la observación, pero la juzgaba necesaria porque son cosas que no se suelen decir enlos tratados de oratoria y, sin embargo, son decisivas. Recuérdese lo que decíamos: «operansequitur esse» y, por consiguiente, «modus operandi sequitur modum essendi». Si queremosconseguir un determinado «modo de hacer», no olvidemos el correspondiente «modo de sen dedonde brota, o, si se quiere, un determinado «modo de están, que es un modo de ser más transitorio.EJERCICIOS:1. — Poder del hombre (lograr impresión de grandeza, hacer exclamar

al auditorio: Realmente, ¡qué grande es el poder del hombre!)2.— Poder del hombre (impresión de pequenez).3.— Inteligencia del hombre (impresión de grandeza o de pequenez).



4.—Ser huérfano (impresión de desgracia).5.— Ser embajador de una gran nación (gloria).6.— Pude salvarme (impresión de desesperación del condenado).7.—Todos serán juzgados (desentrañar: todos).8.— El pecado destruye todos los méritos (para producir impresión de lo dañino que es el

pecado).9. — Judas lleva padeciendo veinte siglos (impresión de duración).10. — Haber perdido un billete premiado de la lotería (rabia).11.—A medida que pasa el tiempo, los propósitos de ejercicios irán perdiendo fuerza; en cambio lastentaciones, no.12.—Amor a Cristo, que supone dejar por El a padres, hermanos, riquezas...13.—El pecado, causa de todas las enfermedades.14.—Murieron treinta millones durante la guerra (lograr impresión de la cantidad; tragedia queesto supone).15. — Qué pronto se pasa el recuerdo de los hombres.16.—La Iglesia se extendió rápidamente.17. — Jesucristo se hizo proclamar Mesías en contra de todas las esperanzas judías; ¡qué difícil!18.—Angustia de un bombardeo.19.—La Virgen era una campesina pueblerina.20. — Sacrificar la personalidad (difícil; grato a Dios).

c) CÓMO SE VISUALIZA UNA IDEAVisualizar las ideas, como lo está indicando la palabra, es hacer «ver» las ideas, es decir, pintarlas,escenificarlas, hacerlas imaginar.Si yo digo: una madre no descansa mientras el hijo está enfermo, expreso un hecho concreto, perono pinto ninguna escena concreta. En cambio, si digo: «y cuando el hijo está enfermo, allí está lamadre, junto a su almohada, inmóvil, espiando todos sus movimientos, con su mano apoyada sobrela frente de su hijo consumido por la fiebre», no sólo he «dicho» que no descansa, sino que lo he pintado, lo he visualizado.

Lo mismo puedo decir: Jesucristo era un «pobre» obrero; o puedo decir: «Jesucristo era un pobreobrero, de esos que con el envoltorio de la comida en las manos, la blusa remendada y alpargatas sedirige todos los días al trabajo; de los que, al llegar las doce, se sientan entre los materiales de laobra, y sacando su pobre cazuela comen la pobre y fría comida que le prepararon muy de mañana.»Aquí también está visualizada la idea de «obrero pobre», en dos escenas en las que se refleja esa pobreza: se hace ver la pobreza.

«Era un hombre sin hogar», y cuando llegaba la noche los transeúntes, que pasaban con las solapas bien levantadas, podían divisar a un hombre envuelto en periódicos, acurrucado en el quicio de una puerta. Esto es cine: se «ve» a la madre que no descansa; aj obrero, pobre; al hombre, sin hogar. Deaquí su fuerza enorme como productora de sentimiento. Más aún, no se puede producir unsentimiento si no hay o ha habido anteriormente una escena vista o imaginada.

Es la ley psicológica de que un sentimiento no puede producirse «directamente»; prerrequiere unaimagen a la que va unido; es decir, que no se puede excitar un sentimiento si no se excita primerouna imagen capaz de producir ese sentimiento.

No se puede poner uno triste si no ha precedido una imagen triste; ni se le puede mandar a nadie

que se ponga triste, si no se le cuenta o se le hace imaginar una escena triste. Más aún, no tenemos propiamente memoria de los sentimientos; no los podemos evocar y reproducir directamente;tenemos que reproducir primero la imagen que nos produjo aquel sentimiento, y entonces surge



como eco de aquella imagen. Todo esto puede verse en cualquier tratado de psicologíaexperimental.

Acudiendo a la experiencia propia, obsérvese cómo siempre que estamos emocionados hay, o hahabido, una imagen, una escena productora del sentimiento. Cuando uno vibra de entusiasmo

patriótico, se debe a que ve o imagina una escena de gran relieve patriótico: está viendo el desfile delas banderas, los gritos de la muchedumbre, los himnos patrióticos, las notas vibrantes de las bandasde música...

Consecuencia importantísima: para producir un sentimiento intenso en otra persona, o en unauditorio, hay que crear primero los factores productores del sentimiento, hay que pintar la imagen,la escena capaz de producir aquel sentimiento; en una palabra, hay que «visualizar».El error de ciertos oradores es que quieren conmover a su auditorio a fuerza de gritos o deexclamaciones, pero sin imágenes: quieren el efecto, sin poner la causa. Lo más que producen escierta vibración en el auditorio, cierto estremecimiento nervioso, cierto sentimiento por simpatía: elmismo que se produce cuando vemos a una persona llorar, aunque no sepamos por qué llora:«deducimos» que debe ser una pena muy grande, pero no la sentimos.

Con tales exclamaciones y gritos sólo nos dicen que hay algo terrible o grandioso pero, como nonos lo hacen ver, nos quedamos apáticos. Es el caso de una persona que ha presenciado unaccidente de automóvil, y sólo nos dice que fue terrible, trágico, espantoso: con eso sabemos quefue terrible; pero si en vez de eso nos pinta cómo quedó el auto y los tripulantes, aunque no nos digaque fue terrible, nos lo hará sentir mucho más.Otra cosa es cuando el auditorio, por alguna razón, está emocionado: entonces esas exclamaciones,esos gritos sirven de cauce para desahogar el sentimiento ya existente, pero no para crearlo si noexiste.

Hay también cierto tipo de ideas (patrióticas, de reivindicación de derechos conculcados, etc.) que,aun sin ser visualizadas, adquieren gran temperatura emocional: son ideas que pudiéramos llamar actualmente impresionantes: no es una excepción a lo dicho, al contrario, son ideas intensamentesentidas, porque van unidas a una multitud de escenas, imágenes, vivencias, y basta exponerlas deuna manera vibrante para que todo ese fondo emocional acumulado se remueva. Basta oír el nombrede una persona intensamente odiada para que, como vulgarmente se dice, «se nos revuelvan lasentrañas», porque alrededor de ese nombre han cristalizado una multitud de vivenciasdesagradables. Por eso los discursos de Demóstenes, aunque con pocas visualizaciones, alcanzanalta temperatura emocional.

FÓRMULA TÉCNICAVisualizar consiste, por tanto, en poner realizada en una escena, en un cuadro, la idea concreta quetratamos de hacer sentir.Así como decíamos que la idea abstracta se verifica en casos concretos, semejantemente el concretose realiza, unos más, otros menos, en algunas escenas, situaciones, etc.Cuando decimos que una madre no descansa cuando su hijo está enfermo, que es un obrero pobre,que está sin hogar, es porque «vemos» que esa persona o cosa o lo que sea, «hace» algo, «tiene»algo, que nos entra por los ojos, que es lo que hace que afirmemos que no descansa, que es pobre,que no tiene hogar. Pues bien, si esa escena nos hace emitir ese juicio, quiere decir que aquella idease encuentra realizada, escenificada en ella. No habrá más que pintar esa escena con unos cuantostrazos, los suficientes para hacerla imaginar, v tendremos la idea visualizada.

Para lograrlo más fácilmente la clave está, generalmente, en el verbo. El verbo, en una frase, es elque denota la acción. Bastará poner no sólo la acción sino el modo concreto como se realiza laacción para que quede visualizada. Si yo digo sencillamente: «se sentó», no hago imaginar ninguna



escena. Es un dato demasiado desvaído y sin contornos; la imaginación no tiene dónde posarse. Encambio, si digo: «se sentó en la butaca, cabalgó sus piernas, una sobre otra y se estiró contra elrespaldo», estoy diciendo cómo se sentó: la imaginación tiene dónde agarrarse. Lo iremos haciendonotar en los ejemplos que después pondremos.

Hay que evitar un peligro: hacer una descripción minuciosa; la visualización, salvo raros casos, esuna descripción a grandes rasgos; una pintura hecha con unos cuantos brochazos al modoimpresionista: los suficientes para hacer imaginar la escena; debe suprimir detalles, seleccionar sóloaquellos datos más impresionantes y más aptos para hacer imaginar la escena: una descripciónminuciosa daría la impresión de que se está haciendo literatura, y, por tanto, enfría. Hay que tener elsuficiente instinto para discernir cuándo un dato es literario y cuándo oratorio.En el ejemplo arriba citado sería literario: «allí está la madre, junto a la almohada, en la quemuellemente se reclina la cabeza de su hijo, contrastando la negrura de su cabello con la blancurade la almohada». Este último dato, «contrastando», no contribuye a la impresión que yo quiero producir y, por tanto, enfría, entorpece.

Ahora podemos ver en qué está la diferencia entre el desentrañar y el visualizar: es una diferenciade grado. En el desentrañar se dan los elementos como sueltos, sin formar una escena total. En lavisualización están armados como partes integrantes de una escena total.Hay dos clases de visualización: una más rápida, que ocuparía dos o tres líneas, y otra más amplia,que comprende más elementos integrados en una unidad total. Ejemplos de visualización rápida sonlos que pusimos más ai riba; de visualización extensa los pondremos después.

EJEMPLOS: VISUALIZACIÓN RÁPIDAVoy a escoger primero algunos de los ejemplos que hemos puesto antes sobre concretar ydesentrañar para que pueda compararse y ver qué le añade la visualización.

EJEMPLO 1:Sin visualizar:... ¡Obrero!, que te sientes defraudado en tu salario y sientes cómo abusan de ti; quetienes que firmar treinta cuando sólo recibes quince y lloras de rabia y rechinas los dientes, perofirmas, porque, si no, tus hijos te van a preguntar si aquella noche tampoco se come...Visualizada: (Sólo lo señalado) ... y rechinas los dientes, pero firmas, porque sabes que al llegar acasa, después de tu trabajo, tus hijos se van a sentar sobre tus rodillas, y mientras tú acaricias susmejillas pálidas y hundidas, te van a preguntar si aquella noche tampoco se come...Análisis: Sin visualizar: «te van a preguntar si se come...» Visualización del verbo preguntar:sentados sobre tus rodillas, mientras tú acaricias sus pálidas mejillas. Manera concreta de cómo le preguntan.

EJEMPLO 2:Sin visualizar: Todos los ómnibus y camiones llevan extintor: lo manda la Ley, ¿por qué? ¿Acasoun autobús en llamas es espectáculo de todos los días? Ciertamente no; pero a los hombres les preocupan los males futuros.Visualizada: ... Un autobús en medio de la calle envuelto en llamas y rodeado de curiosos, con los pasajeros aprisionados dentro, aullando y retorciéndose de dolor, ¿es espectáculo de todos los días?Visualización del ((autobús ardiendo»: Cómo arde en medio de la calle, rodeado de curiosos, etc.

EJEMPLO 3:Idea concreta: Y Jesús era un obrero vulgar, no era un especialista: uno de esos obreros que piden

trabajo para lo que sea, que lo mismo se les ve cavando, que descargando un camión, quearreglando el jardín del administrador de la fábrica.



Visualizada: «Jesús era un vulgar obrero.» Y 110 crean que Jesús fue un obrero con título en algunaespecialización ni llamado en la fábrica con el nombre de «técnico»... ¡no!Jesús fue un obrero que en la nómina de una gran empresa, allá, en último lugar, estaría clasificadocomo «Peón de Patio». Trabajaba en la carpintería, cuando se presentaba eso; pero él no se pudo dar el lujo de rechazar trabajo alguno arguyendo que no era de su especialidad. Jesús fue eso: un peón

de patio: uno de esos hombres que llegaría un día a donde tú trabajas gorra en mano y con la ropamuy zurcida pidiendo trabajo y presentando como única especialidad su necesidad.Hoy por la mañana, cuando el sol cae como lava derretida sobre las espaldas, con el fango hasta lasrodillas y al compás de su pico que cae una y otra vez, abre los cimientos de la nueva nave: despuésel capataz libreta en mano y eligiendo los bíceps más robastos, lo mandará a descargar un camión:fardos de 70 y 80 kilogramos; otro día lo verás con una una podadera arreglando el jardín del señor administrador.

¡Y así todos los días! Trabajará en lo más duro, en lo más urgente... ¡en lo que haga falta!Visualizaciones:Pedir trabajo: gorra en mano, ropas zurcidas... Cavar: sol sobre sus espaldas..., el fango hasta lasrodillas.Escoger para el trabajo: el capataz libreta en. mano...

EJEMPLO 4:Idea concreta: Y ahora tú, ¿vas a malgastar los sacrificios de tu padre con tu indolencia? El frío delas mañanas de invierno al dirigirse al trabajo, los espectáculos de que se privó para ahorrar para tucarrera...Visualizada: Y ahora, ¡tú!, a malgastar los sacrificios de tu padre: aquellas mañanas frías deinvierno, cuando de pie en la plataforma del tranvía repleto, se dirigía al trabajo, preocupado por eldinero que iba a ganar para poder darte una carrera; y cuando pasaba ante la cartelera de cine, con la película que tanto había oído comentar a sus amigos, pasaba de prisa, porque su hijo tenía que ser doctor y una carrera cuesta mucho...

EJEMPLO 5:Sin visualizar:La humanidad entera, pobres y ricos, sabios e ignorantes, en los momentos de afjicción, levanta susojos a Dios. Visualizada: (Lacordaire, sermón 38).... Tal vez hay aquí alguna pobre mujer que apenas entienda lo que-digo. Esta mañana se ha puestode rodillas a la cabecera de su hijo enfermo; y abandonada de todos, sin tener pan para el día, hacruzado sus manos, ha invocado al que hace madurar el trigo y crea la caridad, y le ha dicho:«Señor, socórreme, date prisa en venir.» Y en el momento mismo en que habló, se levantan a Dios

innumerables voces...EJEMPLO 6:Sin visualizar:Muchas veces la casualidad trastorna el curso de la historia. Visualizada: (Lacordaire, sermón 40).Porque los grandes imperios tienen contra sí el grano de arena de la vejiga de Cromwel. En elmomento en que sus conjuraciones van a trastornarlo todo y preparar la ruina del derecho sobre latierra, no sé qué hijo de un rústico afila su cuchillo en el rincón de una barraca, sobre la piedra rotade un molino. Ese joven se cala su gorra al rumor de guerra, ata su cuchillo a su cintura y se va aver un poco lo que pasa entre la Providencia y los reyes. El humo de la pólvora le abre los ojos; lavista de la sangte le exalta; Dios le pone en las manos un bello golpe de armas; vedle gran capitán,

los imperios retroceden ante él: ese cuchillo y ese rústico son la casualidad.



EJEMPLO 7:Sin visualizar:La Iglesia católica es la institución más antigua, y es seguro que cuando los turistas vayan a visitar las ruinas de Londres, ella siga en pie, en plena juventud y lozanía.Visualizada: (Macaulay).

... ¿Cuál es la institución existente todavía, exceptuando la Iglesia católica, que haya sido testigo deaquellos tiempos en que aún se levantaba del panteón el humo de los sacrificios y en que leopardosy tigres rugían en el anfiteatro de Flavia?... Era grande cuando en Grecia resonaban todavía los acentos de la elocuencia clásica y en la Mecase adoraban ídolos paganos. Y puede ocurrir que se mantenga en pie, con vigor de lozanía joven,cuando algún día algún viajero de Nueva Zelanda, en medio de un desierto, se apoye en unacolumna derrumbada del puente de Londres para dibujar las ruinas del templo de San Pablo.

VlSUALIZACIÓN EXTENSAEJEMPLO 8:Sin visualizar:Mientras el Imperio romano ha desaparecido, sigue en pie el de Jesucristo.Visualizada: (Lacordaire, sermón 39).

... Un día, pues, con el corazón palpitando de emociones, entré yo por la puerta Flaminia en esaciudad famosa, que había conquistado el mundo con sus armas y lo había gobernado con sus leyes.Corrí al Capitolio, pero el templo de Júpiter Capitolino no coronaba ya su heroica cima. Descendí alforo; la tribuna de las arengas estaba hecha pedazos, y la voz de los pastores había sucedido a la vozde Cicerón y de Hortensio. Subí las escarpadas sendas del Palatino; los Césares estaban ausentes yni siquiera habían dejado, a la puerta, un pretoriano que preguntara su nombre al extranjero curioso.Mientras pesaba yo en mi alma aquellas fuertes ruinas, por entre el azulado cielo itálico divisé, a lolejos, un templo cuya cúpula me pareció que cubría todas las grandezas presentes de esta ciudadcuyo polvo pisaba. Dirigí a él mis pasos, y allí, en una plaza tan inmensa como magnífica, encontréa la Europa reunida en la persona de sus embajadores, de sus poetas, de sus artistas, de sus peregrinos; multitud diversa por su oiigen, pero unida, al parecer, por una atención común y profunda. Yo también aguardaba, cuando al extremo de la plaza se adelantó un anciano, llevado enuna silla, con la cabeza descubierta y teniendo en sus dos manos, bajo la figura de un panmisterioso, a aquel hombre de la Judea antiguamente crucificado. Toda cabeza se inclinó a su paso;corrieron lágrimas en un silencio de adoración, y en ningún semblante observé la protesta de laduda, ni la sombra de un sentimiento que no fuera a lo menos el respeto.

Y mientras adoraba también a mi Señor y Rey, al Rey inmortal de las almas, tomando parte del

triunfo, sin tratar de expresarlo con palabra alguna ni aun interior, el obelisco de granito que estabaen medio de la plaza cantó para todos nosotros, mudos y arrobados, el himno del Dios victorioso:¡Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat, Christus ab omni malo plebem suan liberat!...

EJERCICIOS PRÁCTICOSFacilita mucho para realizar estos ejercicios, y hasta que se adquiere una agilidad casi instintiva, elhacerlos en dos fases. Sobre todo algunos de ellos. En la primera sólo nos ocupamos de expresar laidea de una manera concreta, desentrañada y oratoriamente. En la segunda fase se visualizanaquellos datos que son capaces de visuali-zación.Sobre todo al principio, si no se hacen en estas dos etapas, no se ocurren fácilmente lasvisualizaciones. Voy a mostrarlo en algunos de los ejercicios puestos a continuación.

Ejercicio 1.— Es el mismo que pusimos más arriba como ejemplo de visualización rápida. La primera fase podría haber sido más o menos ésta: «Jesús era un vulgar obrero; de esos que piden



trabajo para lo que sea, que lo mismo se les ve cavando, que cargando un camión». Ahora yatenemos aquí dos verbos de acción y ya es fácil hacer la visualización conforme dijimos antes.

Ejercicio 2.—La Iglesia católica está en todas partes.Primera fase: La Iglesia católica está en todas partes: en medio de las selvas tropicales del África,

en las heladas tundras del Polo Norte, en el Japón milenario o en una perdida isla de la Polinesia.Segunda fase:Y la Iglesia católica está en todas partes: en el corazón de las selvas africanas donde un misionero,de blanca sotana y casco colonial, sentado sobre un cocotero explica el catecismo a un grupo deinquietos negritos; mientras otro misionero avanza sobre un trineo, envuelto en pieles, sobre la blanca sabana de la tundra alaskeña; hombres y mujeres de tez amarilla y pintados kimonos searrodillan sobre un reclinatorio en el milenario Japón; y allá, en una isla perdida del Pacífico, entrelas palmas agitadas por la brisa, se alza una sencilla choza de techo de guano coronada por una cruzde madera.

En el número 3 se puede pintar al misionero, o bien comiendo solo, o enfermo, o en la capilladesierta ante el Sagrario, etc.

d) TEATRALIZACIÓN DE LAS IDEASHemos estado dudando de poner la palabra teatralización por dos razones:La primera, por el sentido peyorativo que suele tener esta palabra, como algo hinchado, efectista,teatral; y la segunda, porque dudábamos si convendría más la palabra «dramatización». He preferido la primera, porque creo que expresa mejor en qué consiste este recurso de forma.

Una comparación nos ayudará a decir en qué consiste. Comparábamos la visualización de ideas conel cine, sobre todo el cine mudo: nuestro recurso sería el cine sonoro, o si preferimos el teatro; nosólo se pintan cuadros, imágenes, escenas; sino que en ellos los personajes expresan en estilodirecto sus impresiones, afectos, pensamientos.

En una palabra, hablan: no se relata o cuenta en estilo indirecto lo que dijeron, sino que se les hacehablar a ellos. El ejemplo 4 de visualización, sería así teatralizado:Y ahora tú, a malgastar todos los sacrificios de tu padre: aquellas mañanas frías, cuando de pie en la plataforma del tranvía repleto, se dirigía al trabajo, pensando en el dinero que iba a ganar para dartea ti una carrera. No, mi hijo no tendrá que subir todos los días en el autobús para ir al trabajo; mihijo irá en automóvil propio a su oficina. Y cuando pasaba ante el cine con el anuncio de la películaque tanto oía comentar a sus amigos: ¡Es colosal, la mejor película que he visto en muchos años!,apretaba el paso, porque: ¡si!, porque mi hijo tiene que ser doctor, y los estudios de la. Universidad

cuestan muy caros.El P. Lombardi usa mucho este recurso; presentamos un ejemplo, y lo ponemos tal como él lo dijo.Está tomado de un discurso, grabado en hilo magnetofónico: de ahí algunas incorreccionesgramaticales admisibles en un extranjero y algunas pequeñas lagunas. Las ideas que visualiza yteatraliza, son: cómo se enseña el odio y cómo se enseña el amor.

El odio se enseña predicando a los obreros sólo sus derechos y lo mismo a los ricos; en cambio, elamor ha de enseñarse predicando a todos sus derechos y deberes, como hace la madre con los hijosque riñen.Tealr atizada:

¿Cómo se enseña gráficamente el amor? Y Jesús me llevó a las pla-.zas de mi patria, donde habíatantos comicios políticos y me dijo: «¡Mira!» Y yo miré, y yo vi que la gente escuchaba sus



sermones y regresaba de las plazas llenas de odio. Yo miré, yo vi, después de estos sermones de las plazas, que la gente regresaba a sus casas llenas de odio.Y dijo Jesús: «Mira cómo se enseña el odio.» Y yo miré y yo vi cómo se enseña el odio. Yo vi queel orador hablaba siempre de los derechos del hombre; hablaba siempre de las faltas de los otros. Elorador subía al pulpito de la plaza y decía: «Aquí hay obreros. ¡Obreros!, ustedes son los verdaderos

productores. Todo lo que se hace es fruto de vuestro trabajo. Vosotros con vuestro sudor, vosotroscon vuestra vida, vosotros sois los productores; y esta gente que no hace nada, esta gente que viveen la ciudad, con el fruto de vuestro trabajo. Los campesinos de los campos trabajan y mandan losfrutos a los dueños (y ellos siempre...), los obreros trabajan en las fábricas y viven siempre en lamisma pobreza, y los capitalistas siempre más ricos. ¡Se deba terminar con esta historia! Vosotrossois los productores, vosotros debéis recoger el fruto de vuestro trabajo. Es una sociedad deexplotadores. Gente que vive con la sangre del pueblo.»

Y los obreros regresaban a sus casas llenos de odio. Encontraban en la calle un hombre que parecíaun rico, que parecía dueño, lo miraban con odio. «¡Explotador! Gente que vive con la sangre del pueblo. ¡Ah, se debe terminar con esta historia! Esta gente que vive y no hace nada. Viven en laciudad con su coche, con su palacio, con su familia y nosotros siempre en el trabajo y vendrá el díaque terminará.»

Otra vez el orador hablaba en una sala. Había ricos y había patronos, y el orador decía: «El dinero,¿de quién es el dinero? Vosotros lo habéis ganado, vosotros lo habéis heredado, es el fruto deltrabajo de vuestros padres, es el fruto de vuestra economía, ellos han economizado para vosotros;ellos os han dejado el fruto de su vida. Vosotros también habéis economizado, habáis trabajado. La propiedad es el alma de la humanidad. ¿Cómo se puede vivir una vida civil, sin la propiedad? Y aunesta gente, estos comunistas, infames comunistas que no hacen nada, ¿quieren tomar el fruto devuestras vidas, quieren destruir la vida civil?»«El mundo estaba tan bello, el mundo estaba tan tranquilo..., todos podían trabajar, todos podíaneconomizar, todos podían hacerse ricos. También ellos. ¡Ahora no quieren más trabajar! ¡Ahoraquieren tomar las riquezas de los otros! ¡Se debe terminar con esta historia! ¡Ah!, si en el mundodesaparece el comunismo, toda la vida del mundo estaría tranquila; se debe terminar; debéisdefender vuestros intereses; 'son los intereses de la humanidad; no lo hacéis para vosotros, se hace para el mundo civil; ésta es la destrucción de la vida civil; se debe destruir para bien de lahumanidad.»

Y esta gente salía de la sala e iba con ellos el odio en el corazón. No lo creían, no; ellos no teníanodio. Y se encontraron en la calle un hombre que parecía un obrero y lo miraban con desconfianza.«¡Enemigos de la sociedad, enemigos de la vida civil! Gente que no quiere hacer nada, gente que

quiere tomar las riquezas de los otros, que honradamente han ganado; se debe terminar con estagente; son los enemigos del mundo ¡El mundo estaba tan tranquilo antes!»

Y la gente que piensa en sus derechos queda con el odio en el corazón. Cree siempre tener razónella y odia a los otros. Me dijo Jesús: «¿Quieres enseñar el amor? El amor se enseña con el caminocontrario. Se deben predicar los deberes, se deben predicar las faltas de la gente que escucha». Paraexplicar esto Jesús me mostró una escena: había una madre muy buena que tenía dos hijos; y un día:¡en seguida!, ¡en seguida!, ¡luego, madre! ¡Ven! Los hijos se lanzaron uno contra otro. Hay sangreen las manos de sus hijos. La madre corre, corre: «¡basta, basta, basta! Habéis la sangre. Tenéis lasangre en la manos, basta». Y los separa, y quiere reconstruir el amor.

¿Cómo hace la madre para reconstruir el amor entre sus hijos? Cuando los ve un poco mástranquilos, toma al mayor de una parte: «Hijo mío, ¿dónde te dejaste llevar? Tú eres el mayor, túdebes dar el buen ejemplo; el pequeño debe ver en tu vida el ejemplo de la bondad. Tú, con tus



fuerzas grandes, te lanzas contra este pequeño; es una niñez. Mira: en tus manos fuertes hay lasangre de tu hermano menor». Y el hijo mayor baja la cabeza; comprendió su falta, y la madre esfeliz. Piensa la madre: este hijo es preparado para el amor. La madre toma al hijo menor: «Hijo mío,¿dónde te dejaste llevar? Tú eres el menor, tú debes obedecer; ¡natural!; él es más grande, él es másfuerte, pierde su paciencia. Tú no debes de pelear, tú siempre impertinente, tú siempre

desobediente, ¡natural! Como eres pequeño debes obedecer. Niño, mira: en tus manos pequeñas hayla sangre de tu hermano mayor». Y el hijo pequeño baja la cabeza y llora. «Madre: hice mal, no loharé más.»

Y la madre es feliz en su corazón; piensa la buena madre: los dos son preparados para el amor;ahora basta que se encuentren; no dirán muchas palabras; basta que se encuentren, se abrazarán parahacer la paz. El hijo mayor, sin tantas palabras, pedirá perdón por su violencia, por su vileza. El hijomenor, sin tantas palabras, pedirá perdón para su desobediencia, para su impertinencia. Pensando ensus faltas, han construido el amor.

EJERCICIOS PRÁCTICOSSe pueden hacer algunos de los de visualizar que más se prestan y acomodan, es decir, algunos delos ya visualizados, teatralizarlos, si son capaces de teatralización. N. B. 1. Este recurso requiere un gran tino y dominio del orador; si no, se puede prestar a caer fácilmente en ridículo. N. B. 2. Nótese que uno de los personajes que intervienen siempre en lo que decimos ovisualizamos, es el orador; por tanto, él puede expresar directamente sus sentimientos, dirigiéndosea las cosas que dice o describe, o a las personas de quien habla, y hacer una especie deteatralización. Lo cual da la impresión por un momento de que estamos asistiendo a unarepresentación teatral.

e) LA COMPARACIÓNComparar es sencillamente hacer ver que una realidad es igual a otra; que es mayor o menor bajoalgún aspecto. La fuerza de este recurso se basa en la segunda parte del principio general que rige laimpresionabilidad de las ideas: todo lo no sensible se entiende (y por consiguiente se siente) por comparación con lo sensible.

Es sencillamente una especie de vasos comunicantes psicológicos. Tenemos una verdad que vemoscon una gran claridad, o un hecho que sentimos intensamente; hacemos ver que otra verdad, otrohecho, es igual o mayor que éste, es decir, establecemos comunicación entre los dos, einmediatamente el primero adquiere el nivel lógico o afectivo del segundo. Es evidente que, siadmiramos a un individuo que mide dos metros de altura, admiremos también a otro que mide dos

metros igualmente, y le admiraremos más si mide 2,20 metros.Ahora bien, es indudable que cuanto más evidente o más impresionante sea el hecho con quecomparo, y cuando más clara y evidente sea la igualdad de los dos hechos en aquel aspecto quecomparo, tanto mayor será la fuerza impresionante que adquirirá el hecho comparado. Por consiguiente, para lograr hacer sentir una verdad o un hecho por este recurso, se necesitan doscosas.1. Que la verdad o hecho, con que comparo, sea impresionantemente claro o sentido.2. Que se vea clara la igualdad, superioridad o inferioridad en el aspecto comparado.Lo primero ya sabemos hacerlo: ya sabemos cómo se hace sentir una idea: desentrañando,visualizando.

Lo segundo, que se vea clara la igualdad; que es el mismo caso, la misma situación, el mismoabsurdo, el mismo heroísmo, o ingratitud o vergüenza, que el que tratamos de hacer sentir, es aveces difícil, y se necesita gran poder analítico e intuición para ver el aspecto preciso bajo el cual



tiene que ser igual el caso o comparación aducida. Y el primer paso que hay que dar para hacer una buena comparación es precisar bien cuál es el aspecto exacto, o punto que yo quiero poner en claroo hacer sentir.

Una vez averiguado esto, buscar en la vida o en las cosas aquellos casos o situaciones iguales bajo

aquel respecto, en los que se vea claramente, intensamente realizadoEquivale a decirle al auditorio: «A ustedes tal cosa, tal hecho, les parece que es absurdo, o unamanera de discutir absurda, o una locura, o un heroísmo, o una ingratitud, etc., etc.; pues bien, estode que estamos hablando es exactamente igual, o más todavía...».

O a la inversa: «Si ustedes quieren ver lo absurdo, etc., de este hecho... no tienen más que ver que esigual o más que este otro, que les impresiona a ustedes tanto.»La mejor comparación es aquella que con sólo presentarla se ve intuitivamente la igualdad; perohay veces en las que hemos de probar la igualdad, o al menos insistir en ella, recalcarla, para lograr mayor efecto.

Podemos distinguir dos clases de comparaciones: lógicas y afectivas. Las primeras son las quesirven para hacer ver más clara una verdad, o para hacer entender mejor una realidad: convencer oexplicar. Las segundas para hacer sentir más intensamente un hecho, una cualidad, valor:emocionar.

COMPARACIONES LÓGICASEn general, son aquellas que ayudan a hacer ver más clara una verdad, o sea, remachan y clavan laargumentación. Hacen palpar la verdad, ponen de bulto la argumentación: que se pueda tocar. Por eso muchas veces lo único que el auditorio retiene de nuestros argumentos son las comparaciones ocasos en que los hicimos encarnar.

Otras son para hacer entender mejor una realidad: son las comparaciones explicativas, tan útiles para hacer entender realidades un poco complicadas. Un punto muy importante al hacer lacomparación es el modo de introducirlas. Se necesita mucho tacto y habilidad. Sobre todo si se tratade un público culto, el usar ciertas fórmulas como: «pasa igual», «es como», «es lo mismo que», puede dai la impresión de que se duda de su capacidad de comprensión. No se olvide que lacomparación es para remachar una argumentación, poniéndola de bulto; pero si se usan ciertasfórmulas, hace más bien la impresión de que se insiste demasiado en cosas de sobra ya entendidas.

Por eso hay que introducir la comparación, siempre que se pueda, de modo que no parezca que esuna explicación, ni siquiera comparación, sino presentándola como un testimonio de nuestro

auditorio en favor de nuestra tesis, o una confirmación sensible de lo que decimos.Lo mejor, de ordinario, es introducirlas directamente, sin fórmulas que indican que se va a poner una comparación. El auditorio ve por sí mismo de qué se trata. Obsérvese este aspecto en losejemplos que ponemos a continuación.

COMPARACIONES PROBATIVASEJEMPLO 1:Estoy refutando esta objeción: a medida que se perfecciona el cerebro, el hombre discurre mejor, piensa mejor: hay una lesión en el cerebro, se interrumpe el proceso normal del pensamiento;envejece el cerebro, y el pensamiento también envejece; luego el cerebro es el que piensa, y el pensamiento, producto del cerebro.

«... Entonces, señores, permitidme utilizar este mismo modo de discurrir, a ver dónde nos lleva. Notemáis; cuando un principio lógico es correcto, no tiene descendencia bastarda. Pues bien, señores;yo transporto ese esquema lógico, sustituyo simplemente y digo: a medida que se perfecciona el



telescopio, se ve mejor y más lejos; luego el telescopio ve; a medida que un radio-receptor es más perfecto, se oye mejor; luego el radio-receptor oye...; a medida que... Podía seguir, señores: creoque basta...».

Obsérvese que no refuta propiamente que el cerebro es el que piensa, sino que la manera de

discurrir con que quiere probar que el cerebro piensa es ilógica, absurda.Aquí tenemos una confirmación de lo que decíamos antes: de atinar con el punto neurálgico que hayque poner en evidencia. Aquí es: «decir que el pensamiento es producto del cerebro, porque amedida que éste envejece, el pensamiento envejece, es como decir que el telescopio es el que ve; porque a medida que el telescopio es más potente, se ve mejor...».

EJEMPLO 2:(Demóstenes, 3.a Filípica): Les está haciendo ver que Filipo, que está conquistando posiciones deavanzada sobre Atenas, es enemigo de Atenas, aunque no haya declarado la guerra.«A no ser que vosotros penséis que quien se está preparando para dar el salto a una ciudad y montalas catapultas con que ha de batir sus muros, todavía es un enemigo pacífico, porque no hacomenzado a derribar los muros.»O sea: pensar que no es enemigo uno que está, etc., es tan absurdo como pensar que quien... etc.».

EJEMPLO 3:«Ni dejéis de pensar, Atenienses, que si los griegos padecieron algún agravio de parte de nuestrosmayores y de los Lacedemonios, al fin y al cabo de sus propios hermanos, de hijos legítimos de laGrecia, lo padecieron: que no es poca la diferencia. Vosotros, cuando veis a un hijo legítimo y nobleadministrar mal las pingües riquezas que heredó de sus padres, cierto le juzgáis digno de reprensióny castigo; pero de ningún modo os atrevéis a tildarle con la nota de ladrón o mal heredero. Pero unesclavo, un bastardo que metiese hoz en mies ajena y comenzase a derrochar y a despilfarrar a sucapricho, ¡cielos! cuánta mayor indignación excitaría en nuestros pechos...«Y, sin embargo, para los ultrajes que nos hace el tirano Filipo, no hay odio.»O sea: Los daños que hicieron a los griegos los lacedemonios no fueron tan injustos como los quehace Filipo: como no son tan injustos los que hace un hermano como los que hace un extraño.

EJEMPLO 4:Se quiere hacer ver que los padres tratan de quitar a sus hijos la vocación a fuerza de distracciones,fiestas, bailes, etc.; lo que pretenden es que traicionen a Dios.«No quiero asustar a nadie con exageraciones y amplificaciones retóricas. No quiero retóricas, sinorealidades. ¿Qué pretendes cuando le presentas a tu hijo tantos incentivos? Pero antes, otra pregunta. El que le presenta a un traidor un puñado de billetes, ¿qué pretende?, ¿que los rechace o

que posponga su patria a aquel puñado de papeles?Yo creo que esto último; y conmigo también tú. Pensar de otro modo, sería pensar de espaldas alsentido común.» O sea: Presentarle a tu hijo tantos incentivos para que olvide y pierda su vocaciónes pretender sencillamente que tu hijo sea un traidor a Dios: un Judas. Como quien ofrece dinero aalguien lo que pretende es que sea traidor a su deber.

EJEMPLO 5:(En síntesis). Se ha abusado de la religión para cometer muchas injusticias... Suprimamos la religióny cesarán todas esas injusticias...Esto es igual: se ha abusado de la electricidad, del fuego; suprimámoslos y cesarán los abusos.

COMPARACIONES EXPLICATIVASEJEMPLO 6:Idea que se va a explicar: La salvación, nuestro «único» negocio.



Claro, la primera dificultad; evidente. No comprendemos, no sentimos qué es eso de ser único. ¡Sontan pocas las cosas que vemos con los ojos y palpamos con las manos, que son cosas únicas! ¿Hayque ir a Roma? Avión, tren, barco, ómnibus—y un que sean inusitados, pero posibles — submarinos, dirigible, caballo, bicicleta. Para todo, mil modos y maneras.

Además, la misma palabra está desgastada... Todos los días, en cualquier página del periódico,anuncios de tiendas: (Aproveche, única oportunidad»...; oportunidad única... ¡cada mes o cadasemana! Único, es decir, que no hay otro ni puede haberlo... al menos como Dios ha hecho lascosas.

Único es el ojo para entender qué cosa es «azul». Explícale a un ciego de nacimiento que el cielo esazul. «Mire: azul no es blanco, ni es rojo, ni...» ¡Pero si él no sabe lo que es blanco, ni rojo, ni color alguno! «Bueno, mire: azul es un color suave, dulce, agradable a la vista»... «Ah, ya entiendo. Azules la piel de un niñito tan suave; y azul es el azúcar tan dulce; y azul es la brisa del mediodía tanagradable»... Imposible. Busca todos los medios... El único medio para entender qué cosa es «azul»es el ojo. No hay otro. Eso, es ser único. Único, el oxígeno para respirar; artificial o natural... perooxígeno. Nitrógeno, hidrógeno, cualquier otro gas..., ¡nada! El único, oxígeno. Pues bien, cuandodigo que salvar el alma es nuestro único negocio, no digo que es único, como es única laoportunidad de los anuncios comerciales... No; tan único como el ojo para ver el color azul, o eloxígeno para respirar...

EJEMPLO 7:Idea que se va a explicar: Ingresar en una Asociación Católica de vida pujante facilitaextraordinariamente nuestra perseverancia.Ahí tienes tu solución, la solución facilitadora y eficaz por excelencia. ¿Por qué? Porque traslada aun momento la lucha de toda una vida y desde ese momento en adelante nos coloca en un plano desuma facilidad y seguridad en el perseverar... ¿Te has fijado bien en lo que te he dicho? Trasladar las dificultades de veinte, treinta años, de una vida, a la decisión de un momento; y en adelante todomás fácil, todo asegurado contra fracasos... ¿Caes en la cuenta de lo inmenso de una ayuda así?Te enteras. Ese amigo se ha decidido: «Me voy a Europa... Los negocios de mi padre exigen mi presencia en Francia»... Pero se le ocurre ir enbote... y solo... ¡Buena le espera! Trabajos paracomprar un bote que dé garantías, trabajos para equiparle, búsqueda de aprovisionamiento, permisode salida de Cuba y permisos de inmigración en Francia, consultas a estaciones meteorológicas parahacer el viaje seguro... En fin, ¡no sigo! Trabajos y preocupaciones por todas partes. Y todavía noha salido de la bahía de La Habana.

Pero ya sale... Ahora sí que empieza tu amigo a sudar de veras, ¡a remar! A remar primero contra la

corriente del Golfo, y luego contra todo mi Atlántico... y hoy un vendaval que le azota de firme, ymañana un calmazo que lo deja sin ayuda de velas por varios días. Y nada de dormir por la noche:derivaría mucho de su rumbo. Y estos trabajos, uno, y dos, y veinte, y treinta días, porque en boteno se cruza el Atlántico en unas horas... Y suma preocupaciones: que si derivé, que si perdí elrumbo, que si esa nube me da que pensar; si llega, al fin, que se dé por dichoso.Ahora yo te digo: a ese amigo, ¿no hay medios de ahorrarle tantos trabajos y sustos y preocupaciones y riesgos de terminar su aventura sepultado entre dos olas? ¡Vaya si los hay! Que se presente a una de las diez o quince agencias de viajes que existen en La Habana y ya se puedeconsiderar en un hotel de París cenando.

Con sólo ese acto de presencia, dólares en mano, en la agencia: Esté tranquilo, deje obrar. ¿Y las

dificultades? Como por arte de magia desaparecieron... ¿Y los trabajos? Los pasajes los sacan ellos,el día señalado lo vendrá a buscar a su misma casa un aerocar, en el aeródromo estará aguardandoun avión, en las escalas el lunch y en París un hotel y un cuarto con vistas a la torre Eiffel...



¡Dónde quedaron las congojas del bote! Con el sólo acto de acudir a la agencia; el viaje facilitado, yel éxito, la llegada a París, asegurada a plazo fijo... He aquí lo que significa de ayuda y facilidades yseguridad de éxito, trasladar las dificultades de un período de tiempo, el cruce del Atlántico, a ladecisión de un instante, presentar los dólares en la agencia.

Obsérvese en los ejemplos anteriores las fórmulas de introducción de la comparación. Se evita queaparezca que es una comparación: o se empieza directamente, en el ejemplo 7, sin fórmulaintroductoria; o se emplea una fórmula disimulada, por ejemplo: «A no ser que vosotros penséis...».Si hubiera dicho «es como cuando está preparando un enemigo el asalto a la ciudad...», rebajaría un poco el tono del discurso, le daría un aire más de explicación; y no digamos si hubiera dicho: «Asícomo el que pone sus catapultas, etc., de la misma manera». O «esto es igual a cuando...».En el ejemplo número 4: «Pero antes, otra pregunta: el que le presenta a un traidor un puñado de billetes, ¿qué pretende?, etc. Hubiera perdido si, por ejemplo, se hubiera dicho: «Es el mismo caso»,«es como cuando», «pasa lo mismo que cuando» a un traidor se le presenta un puñado de billetes...Estas fórmulas, de ordinario, no siempre, indican pobreza, falta de recursos, y dan cierta lentitud aldiscurso y un poco de sabor arcaico.

EJERCICIOS PRÁCTICOS1. El incrédulo no puede explicar las manifestaciones de la justicia de Dios; luego Dios no es justo.2. El hombre no nació para el celibato; luego el celibato eclesiástico es absurdo.3. En el mundo hay desórdenes; luego el mundo se hizo sin Dios.4. La razón es el medio que nos dio Dios para conocer la verdad; luego la fe es inútil.5. Dios puede prescindir de mis homenajes; luego no es necesario el culto.6. Yo sirvo a Dios a mi modo.7. Yo tengo mi propia religión.8. Mi religión consiste en hacer el bien a los demás.9. Yo no he matado ni robado; luego soy un hombre honrado.10. Todas las religiones son buenas.11. A obstáculos permanentes en la vida espiritual hay que oponer impulsos permanentes.12. A mayor peligro de contagio moral, mayor inmunización contra el peligro.13. El mal impresiona más que el bien porque es un desorden.14. Es natural que se nos susciten dudas contra la existencia de Dios, porque es el obstáculo quenos impide satisfacer nuestras pasiones.15. Además es la verdad que sostiene todas las demás verdades, y es natural que todo el peso delas demás descargue sobre ésta, y cualquier dificultad que se levante contra las otras verdades,repercuta en aquélla.

16. La razón de ser del hombre es servir a Dios.17. Servir a Dios es el fin esencial (es decir, que brota de su esencia) del hombre.

COMPARACIÓN EMOTIVALas distinguimos de las anteriores no porque sean de especie distinta, sino porque tienen algunas particularidades que conviene hacer notar. Las anteriores se dirigían a hacer sentir una «verdad», yéstas se dirigen a hacer sentir una «cualidad», buena o mala, de un hecho. Es hacer ver un hecho ala luz de otro hecho semejante, más adaptado a nuestra pupila sentimental. El arte está enseleccionar este hecho-comparación, de entre los que tengan masa afectiva para el auditorio.

EJEMPLOS:

EJEMPLO 1. Hacer sentir la vergüenza de Jesucristo al ser llevado preso por las calles de Jerusalénen fiesta.



Un día vi a un caballero, que siempre había pasado por persona honrada, esposadas las manos, entreuna pareja de policías, por medio de las calles más céntricas de una capital, en la que era muyconocido. ¡Qué espectáculo! Ruido de balcones que se abrían, comercios que se vaciaban devendedores y clientes, y el público que se estacionaba para verlo pasar.El pobre hombre iba con los ojos bajos, pálido con palidez de muerte, sintiendo en su rostro como

trallazos las miradas fijas de todo el mundo y el cuchicheo de los comentarios que a media voz sehacían entre la gente. «¿Quién lo iba a decir?... ¡Si parecía una persona honrada!... ¿A quién habráestafado?...» ¡Dios mío!, para una persona tenida por honrada, ¡qué vergüenza! ¿No hay cosas cienveces peores que morir?

Codo con codo, con los ojos bajos ¡de vergüenza!, quemándole el rostro las miradas, fue paseadoJesús por las calles de aquella Jerusalén en fiestas.Y lo corriente en estos casos: carreras entre el público para coger sitio, chiquillos que van tras el preso, y ese silencio fúnebre que se extiende por las calles al pa?o de un preso. Y luego, losobligados comentarios: la gente sencilla es muy simplista en sus raciocinios; sólo le convence loque le entra por los ojos, y lo que allí entraba por los ojos era que aquel hombre, que decían queresucitaba muertos y calmaba tempestades, ahora lo llevaban preso... Y uno que tiene tal poder como el que decían, no se deja coger preso... Por consiguiente, todo lo de aquel hombre había sidouna farsa, y una estafa en gran escala: «¡El embaucador! ¡Pues no quería hacernos creer que eraDios!»...

¡Hombre honrado y que os tenéis por caballero!: ¿Comprendéis la vergüenza ds pasar maniatadosentre una pareja de policías por las calles de una ciudad en fiestas, donde se es muy conocido?Y Jesucristo era la sensación del día en Palestina... Todavía no hacía cinco días que por aquellasmismas calles había pasado, llevado en triunfo entre vítores ensordecedores; y ahora resultaba queera un estafador... ¿Pero cómo habría hombres tan infames?¡Sí! ¡Baja la cabeza, Jesús de Nazaret! ¡No eres digno de alternar con caballeros; tu vida está en un presidio; tu muerte, en un patíbulo!

EJEMPLO 2. Hacer sentir lo solemne de la ocasión en que Jesucristo podía haber pronunciado eldiscurso más elocuente de la historia.Hubo un hombre a quien su enemigo político acusó, ante el tribunal de toda la Grecia, de traición ala patria; y Grecia toda se despobló para ir a presenciar aquel mano a mano oratorio entre aquellosdos colosos de la elocuencia de todos los tiempos. Aquel hombre, acusado ante su Patria, dominadaentonces por el tacón del genio militar a quien él había combatido con todo el fanatismo de su alma,habló; y se pronunció el Pro Corona, y fue absuelto. Y cuando hoy día se quiere citar la piezacumbre de la oratoria humana, ¡no se duda!, la elección está hecha...

Pero hubo una ocasión en la Historia en que aquella pieza cumbre de la oratoria humana pudo haber sido superada; y era en otro juicio; y también la ocasión era solemne...

Estaban allí presentes los habitantes todos de aquella tierra, que en tensión creciente habían seguidodurante tres años el duelo a muerte entre Jesús y sus enemigos; y estaban allí presentes susadversarios, ufanos, triunfadores, paseando su victoria ante los ojos de la multitud expectante; y elno defenderse era confesar ante aquel pueblo, que seguía ávido el resultado de aquella lucha, queellos, sus enemigos, tenían razón; que les había engañado, que era un impostor, que había abusadode su credulidad y buena fe; y era el callar, el ser condenado a una muerte horrible en un patíbulo; yera el hablar, hundir para siempre en el polvo a sus enemigos con la fuerza de su elocuenciaarrolladora; era pasarles la cuenta y liquidar mano a mano las humillaciones que le habían hecho

tragar hasta entonces; era hipnotizar aquellas muchedumbres fanáticas y probarlas que Él era elMesías tan apasionadamente esperado por ellos, ¡el mito de aquel pueblo!, y que allí mismodelirante le coronarían por su Rey y le llevarían en triunfo por las calles que habían visto su



ignominia, y subiría a un trono, no a un cadalso... ¡Y no habló! Afortunadamente para Demóstenes,no habló. Si hubiera hablado, ¿creéis vosotros que a estas horas estaría ahí?Le costó la honra, ¡pero no habló!; le costó la derrota, ¡pero no habló!; Je costó la vida, ¡pero nohabló!... Y aquel silencio vale por todos los Pro Coronas del mundo...

EJEMPLO 3. Hacer sentir la humillación de la bofetada dada a Jesucristo en el Sanedrín.Bofetada dada a sangre fría ante la asamblea más augusta del pueblo judío, a un pobre reomaniatado que responde a una pregunta del presidente del tribunal, sin protesta de nadie, niindignación de nadie, ni castigo del ofensor... Y ahora, sin comentarios, vais a oír a un caballero, aun cristiano, ¡a un héroe!, en una situación parecida:Aquel hombre había sido desafiado por una pretendida ofensa. Pero es cristiano, sabe que no puedeaceptar, y no acepta. Su enemigo le azuza con insultos que harían hervir la sangre a un cobarde, yaquel hombre no lo era... «Resistir a la tentación de reñir con mi enemigo, eso es lo que me cuesta;¿reñir con él?, eso sería para mí lo más cómodo. Pero mi hijo, que es tan bueno, mi mujer que tantome quiere, mi Dios que me creó y murió por mí; por eso no me bato... por eso... » Y seguía perdonando.

Y recibió una carta que vais a oír para que midáis por qué llegó a aguantar la magnitud de la afrentaque no pudo sufrir: «¡Es usted tan vil y cobarde, que no merecía sino que yo le escupiese a la cara!Este es mi segundo reto. Esperaré un cuarto de hora su respuesta; si no la recibo en ese tiempo, iréyo a pedírsela a usted. Confío que no dará usted lugar a semejante escándalo, aunque todo se puedeesperar de quien tiene tanto miedo y tan poca vergüenza...». Y todavía tuvo fe para perdonar aquelhéroe.

Pero salió a la calle; allí le encontró su enemigo y le dio ¡una bofetada! Hermanos, cedo la palabra aaquel hombre que había aguantado tanto, y que, ciego de ira, rugiendo de indignación, se desahogacon su esposa que trata de calmarle... para que veáis lo que es una bofetada: «¡Mira, mira! ¡Aquí!¿No ves? Es la mano de ese hombre impresa en mi cara. Es un bofetón que me ha dado ese hombre.¡A la luz del día! ¡En medio de la calle! ¿Delante de quién me presento yo con un rostroabofeteado?... Y nos han separado cuando hubiera podido ahogarle. Ya estará en su casa..., ¡aún estiempo!» «¡Acuérdate del cielo, Fabián!» «¡Húndase el cielo, con tal de que yo mate a ese hombre!»«¡¡No!! ¡Por tu hijo! ¡¡No!! ¡¡Por Dios!!» «¡Ni por Dios sufro yo un bofetón!» ¿Pues no sufrió Diosotro por él? He dicho que sin comentarios, y lo voy a cumplir.

EJEMPLO 4. Hacer sentir la tristeza de los ojos de un Crucifijo.Lo vi hace varios años en una nación que no era mi patria, y aún recuerdo la impresión que me produjo... Al borde de un camino, sobre una colina, dominando la melancólica serenidad de aquel

paisaje de atardecer; una gran cruz; en ella, la imagen de un hombre crucificado.Sin duda que aquel hombre había sufrido mucho... Tenía contraídos los labios, ¡aquellos pliegues desus labios, de una amargura infinita!... Aquellos ojos, ¡qué pena daban aquellos ojos, entornados,suplicantes! ¿Dónde había visto unos ojos parecidos? ¡Ah, sí!, eran como los de aquella pobremujer que me suplicaba una limosna, «porque tenía al marido tuberculoso hacía varios meses en lacama y sus cinco hijos aún no habían desayunado; y eran ya las dos de la tarde...». ¡Con quéamargura lo decía! ¡Dios mío! Sí, como aquélllos eran sus ojos; verdaderamente que aquel hombrehabía sufrido mucho.

OBSERVACIÓN IMPORTANTE Nótese que no es lo mismo hacer sentir que una realidad o un hecho es tanto o más bueno, malo,

heroico, vergonzoso que otra cosa, que convencer de que una realidad es más buena, mala que otra.Hay muchos oradores que lo confunden, y creen que están haciendo sentir, pero en realidad estánconvenciendo: una vez que han presentado el hecho-comparación, empiezan a argüir y a tratar de



demostrar que el otro hecho es tanto o más que el hecho-comparación. Vamos a verlo en el ejemplo1: Después de haber presentado, visualizándole, el hecho-comparación, o sea, el del caballerotenido por honrado, continúo así:

«Pues bien, ¿no tuvo que ser mucho mayor la vergüenza de Cristo que la de aquel caballero? Porque

¿es que puede compararse, ni aun remotamente, con Cristo, por muy honrado y noble que fuere?El pasaba por persona honrada, pero Cristo se había hecho pasar por Dios. Entonces, ¿podemoscomprender la vergüenza que pasaría Cristo al pasar por las calles de Jerusalén en plena fiesta, codocon codo y escoltado por una tropa de soldados..., etc.?»Como se ve, aquí estoy convenciendo de que tuvo que ser mayor ]a vergüenza de Cristo que la delcaballero, pero no lo estoy haciendo sentir. La razón psicológica está en lo que decíamos de laíntima conexión que existe entre la imagen y el sentimiento: en el momento que empezamos aargüir, se interrumpe el proceso imaginativo, la idea se racionaliza y abstractriza: naturalmente alracionalizarse la idea y desaparecer las causas productoras del sentimiento, que es la imagen, elconcreto, el sentimiento se enfría.

Esto no impide que, después que se ha hecho la comparación y se ha hecho sentir, no se pueda, si sequiere, insistir y urgir algunos detalles y aun argüir. En el mismo ejemplo propuesto arriba se hacealgo de esto con aquellas palabras: «¿Comprendéis la vergüenza?...». Por tanto, cuando se trata primordialmente de hacer sentir, hay que evitar todas esas fórmulas de argüir, interrogaciones, etc.,que vienen a resumirse en el «sí... cuanto más».

Lo que hay que hacer es sencillamente yuxtaponer los dos hechos o realidades, y que el auditoriosea el que vaya haciendo interiormente la comparación: así se consigue que el auditorio, a la luz delotro hecho que le sirve de referencia, vaya sintiendo más profundamente el hecho que comparamos.Hay que adoptar un estilo más lírico-expositivo. Véanse los ejemplos anteriores.Otro peligro en que se puede incurrir, y de hecho se incurre, está en explayarse en el hecho-comparación, que es más fácil de desarrollar, y pasar por la cosa comparada rápidamente.

TV. B.—Este recurso puede utilizarse, aun cuando se hayan utilizado los otros, como puedeapreciarse en algunos ejemplos puestos arriba, en que está el hecho además de comparado,visualizado y aun teatralizado: ejemplo 1.Es un recurso magnífico para hacer sentir rápidamente una idea, haciendo una llamada a otra idea ohecho semejante.

Por ejemplo: Para hacer sentir el Evangelio y actualizarlo en este sentido; no precisamentecontándolo en términos modernos, sino a la luz de los hechos y costumbres modernas hacer sentir

los hechos evangélicos. Por la aplicación extraodinaria que esto tiene, voy a poner un ejemplo: setrata del Evangelio del tributo al César. MT. 22, 21.

¡Escena dramática la del Evangelio de hoy! Yo diría, usando una fórmula muy en boga, que Cristoestuvo en este pasaje sencillamente formidable. ¡Qué seguridad, qué aplomo! Y ¡qué golpe tanmagistral! Habréis experimentado una sensación parecida muchas veces, cuando erais pequeños:¿No habéis notado la emoción de los pequeños espectadores, cuando en la pantalla el héroe, «el bueno», como dicen ellos, se ve en un callejón sin salida? Le tienen copado los malos; esta vez nose escapa. ¡Qué desilusión! Y de repente un golpe de audacia, una genial improvisación y... aquellasgargantas agarrotadas por la ansiedad, revientan en gritos y vítores al héroe, y de pie lo animan consus voces y sus gestos...

Si he de decir la verdad, la escena evangélica me produce una sensación parecida. Porque ¡laintención que traía la pregunta de los escribas y fariseos...!



¿Se debe dar el tributo al César? ¿sí o no? Así, tajante: sí o no. Nada de términos medios.Sustituyendo cantidades iguales; traidor a la patria, traidor al pueblo, traidor a las glorias de Israel, orebelde agitador de la masa soliviantada, incluso de lleno en el expeditivo código militar romano.Traducido al siglo xx, 1943 en Francia: colaborar con las tropas de ocupación, tirar por la ventanalos ideales de la patria, o el desquite, la franca rebeldía. Y Cristo era, en Palestina, la sensación del

día...., primera plana en nuestros periódicos..., titulares de grueso calibre..., editoriales sobre cadauna de sus actitudes y palabras.

Y Cristo prepara la escena. ¡Hay que dar una lección! ¿Por qué me tentáis, hipócritas? En los ojosde Cristo relampaguea una mirada... A nií me parece decir: «estáis lucidos.» ¡A ver! ¡Enseñadmeuna moneda! La multitud espera ansiosa. ¿De quién es esta imagen y esta incripción?... Del César.Y... lentamente, como quien dice una cosa evidente: Pues bien, dad al César lo que es del César y aDios lo que es de Dios.

Dan ganas de romper en un aplauso cerrado. ¡Evidente! Devolved al César lo que es del César y aDios lo que es de Dios. ¿Hay alguno que niegue la verdad de este principio? Que al salir de aquílance un suelto en los periódicos, negándolo. Yo le aseguro que será una idea fecunda; sus deudoressacarán las consecuencias. Nadie lo niega, ¡evidente! No hay lógica más convincente que la queviene envuelta en billetes de Banco.

EJERCICIOS DE COMPARACIÓN EMOTIVASe pueden escoger algunos de los anteriores ejercicios de concretar, desentrañar, y se pueden hacer sentir por este método.A continuación pongo uno en el que hay que hacer sentir diversos aspectos de la muerte,considerada como el momento del que depende la eternidad. El alumno se acostumbrará a precisar cuál es el aspecto concreto que tiene que hacer sentir. Por ejemplo: «angustia» ante ese momento; elcaso que se escoja tiene que ser un caso en el que aparezca clara e impresionante la «angustia» anteun momento decisivo, y esto es lo que se debe destacar. En el siguiente, «trascendencia», tiene queescoger un caso en e] que aparezca clara su «trascendencia» y destacar ese aspecto.

Para que se vea más claro, voy a hacerlo notar escogiendo el mismo hecho para hacer sentir los dosaspectos: el momento en que se probó la primera bomba atómica. Para el primer caso pintaría sobretodo la angustia que precedió a la explosión: los ojos clavados tras los cristales ahumados de la torrede acero, los dedos rígidos agarrados a la arena, el cronómetro que avanza...; y puedo hacer algunareferencia a lo que allí se iba a decidir... En el segundo caso habría que pintar, sobre todo, latrascendencia de aquel momento, lo que allí se iba a decidir: el fin de la guerra, la vida de tantosesposos, hijos, novios..., el que tantos niños pudiesen seguir llamando papá...

Ejercicios1. Muerte: momentum a quo pendet aeternitas. Hacer sentir:a) Angustia de ese momento. b) Trascendencia.c) ¡Qué locura no prepararse para ese momento!d) Arrepentimiento de no haberse preparado.e) ¡Qué importante el prepararse!2. Juicio final. Hacer sentir lo doloroso de la separación de un padre y su hijo para siempre.3. Puede salvarme: ¡Qué desesperación!4. Jesucristo fue tenido por loco: ¡Qué humillación!

5. Hacer sentir la distinción tan grande de ser la Virgen la única excepción en la ley del pecado.



literarios sus descripciones o sensibilizaciones. El graficismo «oratorio» no es poético, no busca belleza por belleza, u originalidad por originalidad. Busca luz y busca fuerza. Busca luz, paraayudar a la claridad de lo que se dice; busca fuerza, para lograr más vigor de expresión y que lo quese dice impresione más al auditorio. En una palabra, el concreto oratorio, todo cuanto es en sí, vaencaminado al FIN DEL DISCURSO a conseguirlo más y mejor. Cuanto queda dicho aquí no

es más que la aplicación al estilo externo de la verdadera actitud oratoria de que despuéshablaremos. Sin embargo, aunque no sea éste su sitio, voy a indicar unos cuantos tipos de ejerciciosque se pueden hacer con un provecho extraordinario comprobado por la experiencia. Y desde luego juzgo que, sí nunca se han hecho ejercicios de graficismo literario en la clase de estilo, esextraodinariamente conveniente el hacerlos.

PRIMER EJERCICIOInstrucciones:Consiste en desmontar, es decir, en dar un modelo con abundancia de frases gráficas, llenas decolorido, imágenes, concretos, y el alumno deberá quitarle a esos trozos toda la forma externagráfica y dejar la idea escueta sin relieve alguno de forma.Como hicimos con el ejemplo de la página anterior al exponer en qué consiste el graficismo y alexponer la diferencia entre idea meramente dicha y expresada gráficamente. Aquí se trata, partiendode una frase gráfica, de reobtener la fórmula abstracta.

Al hacer ejercicios de este primer paso, atiéndase a tres cosas:1. A dejar realmente la idea escueta sin ningún relieve de forma.2. A no dejar sin desmontar ninguna frase gráfica del trozo quese da como modelo.3. Recuérdese que aquí la «unidad» de desmontar es la frase grá-fica, no el párrafo entero. El párrafo es la unidad de forma íntegra visualizada, desentrañada, etc.Tampoco sería «unidad» algo con sentido incompleto, por ejemplo, un dato concreto suelto queforma parte de una frase que toda va a sensibilizar una idea.Como modelos para hacer este ejercicio, bastará coger un trozo cualquiera de los sermones queaparecen al fin del libro o de otros modelos. Bastará hacer unas 20 ó 25 frases.

El objetivo de esta especie de vandalismo literario es múltiple: En primer lugar, que el alumnosienta intuitivamente en contacto vital la diferencia que hay entre decir una misma idea de unamanera gráfica y de otra vulgar y ramplona. Al ejercitar esta acción iconoclasta de destrucciónsistemática de lo que destaca y da relieve, el alumno palpa su propia pobreza y deficiencia,comparando la doble versión, ya que por hipótesis su manera de hablar coincidirá con la versiónmás pobre de decir.

Por otra parte, al «quitar» todo aquello que da relieve, el alumno ve intuitivamente qué es lo que éltiene que «añadir» para, hacer la operación inversa de dar relieve a las ideas. Para eso es precisocomparar las dos versiones de la idea y analizar qué es lo que ha hecho el orador. En lo que sediferencien estará la clave y el secreto para fabricar estas frases.Voy a poner algún ejemplo:Versión vulgar: ¿Quién de vosotros es malo con su hijo? Versión oratoria: ¿Quién de vosotros,si su hijo le pide pan, le dará una piedra, y si pide un huevo, le dará un escorpión?Análisis.—Aquí Jesucristo ha sustituido la palabra «malo» por dos maneras concretas de ser malocon su hijo.Versión vulgar: Cuando vemos un peligro de muerte no nos ponemos a pensar que quizá no haya

corriente.Versión oratoria: Cuando vemos un letrero que dice: «¡Cuidado! cable de alta tensión», no nos ponemos a cavilar si los obreros de la central estarán hoy en huelga.



Análisis.— Aquí lo mismo el orador ha sustituido: ver un peligro de muerte por una maneraconcreta de ver ese peligro. Y no haber corriente por una de las causas concretas que originan queno haya corriente.Es increíble la eficacia que tiene este ejercicio para descubrir la técnica de fabricación de estasfrases vigorosas y gráficas. En algunos que nunca habían hecho estos ejercicios obró a manera de

un detonador que puso en movimiento enormes cantidades de energías dormidas. La razón de estoes que el alumno tiene la visión directa e intuitiva de lo que hay que hacer y cómo se hace; le llegaademás como un hallazgo personal.

SEGUNDO EJERCICIOEste segundo paso lo pudiéramos llamar «entrenarse». Se da una frase gráfica y se trata de sustituir la imagen o el concreto en ella expresado por otro equivalente que exprese la misma idea.Por ejemplo: Su vida fue un perpetuo Viernes Santo.Frases equivalentes: Su vida toda fue cruzar una calle de laAmargura interminable. O: fue un Getse-maní perpetuo, o un Gólgota.Otro ejemplo: Cuando des limosna, no toques la trompeta.Equivalentes: No lo anuncies en la prensa; no esperes que lo saquen en TV, o no aspires a una tartaconmemorativa, etc.El objetivo de este ejercicio es, bajo la dirección de un entrenador al lado, que es el modelo, ir tomando el pulso y asimilando la técnica.

TERCER EJERCICIO Asimilación y perfeccionamiento de la técnicaEste ejercicio consiste en volverle a dar el relieve a una serie de frases gráficas a las que se les haquitado este relieve y se las ha dejado en una forma vulgar y ordinaria. Después se comparan conlos originales y se ve qué les falta todavía para lograr la perfección. A veces resultan frases tanfelices e incluso más que el mismo original.Para hacer este ejercicio, el ideal es que el discípulo no conozca el modelo. Pero si no se puede esto,se pueden desmontar una serie de frases y dejarlas el tiempo suficiente para que se olvide el modeloy entonces proceder a hacerlas.

El objetivo de este ejercicio es afinar el pulso e ir adquiriendo maestría y sensibilidad en el uso delgraficismo: No se trata de «imitar» el modelo; téngase esto bien claro. No. Es ante todo una técnicade trabajo. Se trata de «comparar»; porque al comparar las dos frases, la del modelo y tal cual ladigo yo, habrá una diferencia, y en esta diferencia forzosamente tiene que estar la clave de esemayor graficismo y perfección en el modelo. Como las diferencias se irán haciendo cada vezmenores, cada vez iremos descubriendo más profundamente la técnica y perfección del graficismo.Y, lo que es más importante, todo esto se adquiere no corno resultado de reglas y recetas, sino por

visión intuitiva y hallazgo personal del alumno. Quizá algún día desarrollemos más ampliamenteesta técnica de trabajo, que con otras variantes y perfeccionamientos nos ha dado unos magníficosresultados en la clase de estilo castellano. Aunque incompleto y con peligro de ser mal interpretadoquede esto aquí.

Voy a mostrar brevemente en un ejemplo lo que aquí decimos. Supóngase que hemos rehecho unade las frases arriba puestas. «Cuando vemos un peligro de muerte, no andamos con titubeos.» Y lahemos redactado en nuestro intento de decirla de una manera gráfica de esta manera: «cuandovemos la etiqueta de veneno en un frasco, no nos ponemos a pensar si a lo mejor han cambiado elcontenido». Al compararla ahora con el modelo, se echa de ver inmediatamente que en éste la fraseestá más acabada, es más gráfica.

«Cuando vemos un letrero que dice: «¡Cuidado! Cable de alta tensión», no nos ponemos a cavilar silos obreros de la fábrica están hoy en huelga.»



Si analizamos las diferencias, vemos que el modelo no se contentó con decir de una manera general:«cuando vemos un letrero de precaución en un poste...», sino que pone directamente el contenidodel letrero.

Conforme a esto, el alumno ve que se ha quedado a medio camino y trata de corregir su frase a la

luz del modelo: cuando vemos en un frasco: «veneno, y una calavera sobre dos tibias cruzadas...».Lo mismo en la segunda parte de la frase, el modelo puso una manera concreta de no haber corriente eléctrica. Nuestra frase podría quedar redactada más o menos así: «Cuando vemos en unfrasco ¡veneno! y una calavera entre dos tibias, no nos ponemos a pensar si el envasador metióequivocadamente un complejo vitamínico» o «si algún humorista pegó allí aquella etiqueta». Sondos maneras concretas por las que podía no haber veneno en aquel frasco.Lo que hace el modelo es sugerir, hace penetrar más profundamente en la técnica del graficismo. Escomo un profesor que nos va indicando paso a paso lo que tenemos que hacer. Una vez que se haadquirido dominio de la técnica, ya se puede prescindir de su ayuda.

CUARTO EJERCICIO Dominio de la técnicaPara adquirir un dominio casi instintivo del graficismo, se puede hacer este ejercicio: elegir unafrase vulgar y decirla gráficamente del mayor número de modos distintos. Por ejemplo:«Pasó toda su vida enfermo.» (Frase ordinaria.)1. Sobre su mesa de noche se amontonaban frascos de medicinas de todas las marcas.2. Su habitación parecía una farmacia bien provista.3. Era saludado por ¡a calle por todos los porteros de Jas consultorías médicas.4. Pasó las tres cuartas partes de su vida sentado en la sala de espera de los especialistas.5. Tenía cuenta corriente en todas las farmacias de la ciudad.6. Poseía una magnífica colección de radiografías de todas y cada una de las partes de sucuerpo.

C) RITMO ORATORIOEl contraste, fuente de interés. Movimiento oratorio. Sugerencias

Llegamos al último de los grandes recursos fundamentales que dan vigor y relieve a las ideas. Esteritmo o movimiento se refiere especialmente a lo más externo del estilo; lo que pudiéramos llamar el ritmo del estilo. En efecto, conservando las mismas ideas y casi las mismas palabras, o, a lo más,introduciendo palabras que no añadan ninguna nueva idea, el estilo puede ser más o menos movido,tener más o menos contraste, ser más o menos monótono y uniforme.Esta diferenciación y contraste, estos cortes bruscos, cambios, transposición de palabras,exclamaciones, contribuyen notablemente a dar interés al estilo y a captar la atención del auditorio

casi irresistiblemente. La razón de esto es que dos de los factores que más atraen la atención son elcontraste y el movimiento.

No hace falta más que recordar algunos hechos. En una superficie uniformemente blanca, fijamosnuestra atención en un punto negro; de los demás, ninguno atrae nuestra atención; una serie defichas de dominó, puestas en hilera y vistas por el reverso, aunque cada ficha tiene su propiaindividualidad bien definida, ninguna solicita nuestra atención, porque todas son iguales. Pero siuna de ellas está con los números vueltos hacia nosotros, ésa capta nuestra atención. Para que se veaque precisamente el contraste atrae nuestra atención, en un montón de bolas blancas nos llama laatención una negra; y en uno de negras, la blanca; y el molinero se despierta cuando se para elmolino, que es cesación de algo que había.

Cada cosa se destaca por aquello que se diferencia.



Lo mismo pudiéramos decir del movimiento: en una superficie empieza a moverse un punto, einmediatamente atrae nuestra atención; de ahí la psicología de los anuncios luminosos intermitentesy con movimientos.Para confirmar lo dicho, voy a presentar tres ejemplos:

EJEMPLO 1. Lo pusimos al hablar de la diferencia entre fondo y forma. Es el trozo sacado deCicerón, en el discurso Pro Müone. A él nos remitimos.

EJEMPLO 2. Pongo primero el párrafo sin movimiento, tal cual lo diría un orador novel, y acontinuación tal como lo dice Cicerón en el Pro Milone.Sin movimiento:«Pensaréis que le dio la libertad a los esclavos porque temía que lo delatasen, ya que, no pudiendoaguantar el dolor, se verían obligados a confesar que Publio Clodio fue muerto en la Vía Apia por ¡os esclavos de Mi-Ion. A esto yo sólo respondo: Si lo que pretendéis saber es si lo mató o no, no esnecesario el tormento, porque nosotros confesamos que lo mató; y si, por el contrario, lo que se busca es saber si lo hizo con justicia o sin ella, tampoco es necesario el tormento, pues con la torturasólo se averigua si un hecho se cometió o no. Para averiguar la justicia del mismo, están lostribunales.»Con movimiento:«Pero... ¿por qué les dio libertad? Temía, claro está, que lo delatasen... que no pudiesen aguantar eldolor y se viesen obligados a confesar que Publio Clodio fue muerto en la Vía Apia por los esclavosde Milón. Y ¿para qué torturarlos? ¿Qué pretendes? ¿Saber si lo mató? Lo mató. ¿Con derecho o sinél? ¿Qué sacamos con torturarlos? En el tormento se averigua el hecho; su justicia, en el Tribunal.»

EJEMPLO 3.Sin movimiento (también del Pro Milone):«Aun sin oírselo a nadie, sólo con que los vierais, como pintado en un cuadro, inmediatamentededuciríais quién de los dos había maquinado la muerte del otro y quién no. Porque Milón iba encarroza, con manto y acompañado de su esposa; tres cosas a cuál más engorrosa para luchar: elmanto le dificultaba los movimientos, la carroza le estorbaba y la esposa le impedía luchar. Encambio, Clodio sale de su finca de repente, sin ninguna razón; por la tarde, cuando no teníanecesidad alguna que lo justificase; y ya oscureciendo, con lo peligroso que era por aquel tiempo. Yno se diga que iba a ver a Pompeyo o a la finca de Pompeyo; porque sabía que Pompeyo estaba enAlsio y la finca la había visto mil veces; no fueron más que pretextos y hacer tiempo hasta queMilón llegase.»

Con movimiento:

«Aunque no oyeseis la narración de lo sucedido, con que sólo lo vieseis como pintado en un cuadro,inmediatamente deduciríais quién había maquinado la muerte del otro y quién no. Porque uno iba ensu carroza, con manto, y acompañado de su esposa. ¿Cuál de estas tres cosas era más engorrosa: elvestido, el vehículo o la compañía? ¿Qué mayores desventajas para la lucha que el manto que ledificultaba los movimientos, la carroza que le restaba rapidez y la esposa que le obligaría a noluchar? Ved ahora a Clodio; primero: sale de su finca de repente. —¿Por qué? —Por la tarde. — ¿Qué necesidad había? —Oscurecido. —¿Cómo, con lo peligroso que era entonces? —Fue a lafinca de Pompeyo. —¿A ver a Pompeyo? — Sabía que estaba en Alsio. — ¿Para ver la finca? —Lahabía visto mil veces.— ¿Qué era entonces? —Pretextos y ganas de hacer tiempo, hasta que Milónllegase.»

¡Qué diferencia! ¡Qué movimiento! Nótese que las ideas, y aun las palabras, son iguales, salvodiferencias mínimas que no afectan al sentido; y, sin embargo, media un abismo entre un párrafo yotro; y todo se debe a este movimiento y contraste del estilo; a ese continuo interrumpir la marcha



de la idea con cortes súbitos, interrogaciones... a esta casi atomización de la idea, en unidades pequeñas e independientes. La idea, que en la primera redacción no era más que un inciso o unmiembro del párrafo, sin personalidad propia, aquí se hace idea primordial, se saca del párrafo y sehace avanzar al proscenio, para ocupar por un momento la atención toda del auditorio.Uno de los defectos principales de muchos oradores es un estilo de párrafos más o menos largos,

pero sin baches, sin contrastes; una serie de ideas u oraciones secivndarias agrupadas, sin personalidad propia, soldadas lógicamente unas a otras por medio de giros y partículas, que hacen latransición de unas a otras más suave: pero, por lo mismo, matan las aristas de las ideas, esfuman los perfiles y, por consiguiente, el contraste.

Para dar este movimiento y contraste al estilo, entre otras cosas contribuyen:1. Estilo más bien cortado. No queremos decir que todo ha de ser cortado. Sólo decimos que elestilo cortado, al multiplicar las ora ciones principales y darles personalidad, contribuye a estemovimien to y contraste. Habrá veces en que este estilo no convenga, sino uno más expositivo ycontinuado; otras veces más párrafos, porque se pretenden otros efectos.2. Pero no basta; si no hay contraste entre las frases, si todas estás dichas monorrítmicamente,sin cambios, trasposiciones de palabras, interrogaciones, exclamaciones; si todas observan lamisma marcha, no habría contraste entre ellas; habría serie, fichas de dominó alineadas y vistas por el reverso, y por consiguiente, no habrá interés ni dramatismo. Hay, pues, que tender a que cadauna, dentro de los justos límites, se diferencie de las de al lado. Por lo menos de cuan do en cuandohay que introducir estos contrastes.3. Ayuda notablemente a dar este contraste, el suprimir toda esa sene de giros, partículas, quesirven para unir unas ideas con otras y expresar la relación lógica que media entre ellas: «porque, pues, sin embargo, no obstante, etc.». Por dos razones: la primera, al redondear las ideas y soldarlasentre sí, las hacen perder las aristas y el perfil; encajan perfectamente unas en otras, pero pierden enindividualidad. La segunda, y muy importante: al darle hecho el trabajo de relacionar unas ideas conotras al auditorio, se fomenta la pasividad; en cambio, suprimidas las partículas que se puedensuprimir sin causar oscuridad, el auditorio tiene que relacionar por sí mismo las ideas; le mantieneen actividad y despertará su interés. Añádase a estas razones que, al suprimir giros, partículas que se pueden sobreentender, se aligera el discurso de lastre inútil, con lo que gana en movilidad yligereza.

Véase esta sencillísima frase, de cuántas maneras se puede decir:1. Aunque Cristo murió por nosotros desinteresadamente, nosotros no se lo agradecemos; alcontrario, encima le ofendemos.2. Murió Cristo por nosotros ¡y desinteresadamente! Y nosotros, ¿se lo agradecemos?Encima le ofendemos.

3. Murió Cristo por nosotros. ¿Y qué interés se le seguía? Y nosotros ¡ni se lo agradecemos!¡Agradecerle...! Le ofendemos encima.4. Por nosotros murió Cristo. ¡Y no se lo agradecemos! Desinteresa damente. ¡Y leofendemos encima!5. ¿No murió Cristo por nosotros? ¿No murió desinteresadamente?

Y nosotros, ¿se lo agradecemos? o más bien ¿le ofendemos encima?Admite todavía otras combinaciones, pero creo que las dichas bastan. Estre éstas, hay unas que se prestan más para convencer, otras para un tono más lírico y afectivo. A continuación pongo un trozomás lírico y emotivo; los de Cicerón, citados antes, eran más bien para convencer. Lo pongo primero sin movimiento y contraste de estilo.

Sin movimiento:«¡Qué larga y qué negra es la historia de las ingratitudes humanas! ¡Cuántas quejas de haber sidoabandonados ingratamente, por aquellos que no habían recibido de nosotros más que beneficios! Sí,



es verdad que muchas veces hemos sido abandonados, pero con más razón se podía quejar Cristo dehaber sido abandonado por nosotros. Es verdad que es muy negra la historia de las ingratitudeshumanas, pero en esa historia quizás el capítulo más negro, tenemos que confesarlo avergonzados,lo hemos escrito tú y yo. Porque dice así el epígrafe de ese Capítulo: «De cómo Dios se hizohombre y se dejó matar por los hombres, y a los hombres les daba lo mismo.» Nace en un portal, se

pasa la vida trabajando de peón en una carpintería, se deja matar entre tormentos atroces por nosotros, y nos da lo mismo. Verdaderamente que yo no sé qué es lo que nos da lo mismo.»

Con movimiento lírico:¡La historia de las ingratitudes humanas, tan negra!... ¡La historia de las ingratitudes humanas, tanlarga!... ¡Cuántas quejas! ¡Abandonarme a mí, el ingrato! ¡Cuando no ha recibido de mí más que baneficios. ¡Traicionarme de esa manera!...

Sí, te lo creo; ¡el ingrato! Pero ¡ay, hermanos míos! ¡Cristo, ése sí que es el gran abandonado! Ese síque podía decir: ¡traicionarme a mí, el ingrato! La historia de las ingratitudes humanas ¡muy negra!,ya lo creo, ¡demasiado negra! Pero en esa historia tan negra, hay un capítulo, el capítulo más negrode la historia negra de las ingratitudes humanas. Y ese capítulo, hermano mío, ¡vamos a bajar lafrente!, lo hemos escrito tú y yo. Y dice así el epígrafe de ese capítulo: «De cómo se hizo hombre, yse dejó matar por amor a los hombres, y de cómo a los hombres les daba lo mismo.»¡Eso!, ¡nos da lo mismo! Nace Dios en una gruta donde sólo nacen las bestias, ¡y nos da lo mismo!;se pasa casi toda la vida de peón en una carpintería, ¡y nos da lo mismo!; se deja matar entretormentos atroces por nosotros, ¡y nos da lo mismo! Hermanos, pero ¿qué es lo que no nos da lomismo?...

Nótese cómo muchas ideas están dichas en forma exclamativa, que es la más lírica; apenas hayinterrogaciones, que no se prestan tanto de ordinario al lirismo. Pero, al mismo tiempo, obsérveseque no son exclamaciones líricas huecas, ficticias, «¡oh dolor!, ¡oh corazones ingratos los de loshombres!», etc., sino las mismas ideas, puestas muchas de ellas en forma exclamativa, que es ellenguaje lírico por excelencia.

Por eso, cada tono oratorio tiene, por así decir, su contrapartida en el estilo; y unas veces convendráusar uno, otras veces otro. Uno u otro tipo de estilo presupone y nace de su correspondiente tono psíquico del orador: querer, pues, tener un tipo de estilo y no tener psíquicamente el tono querequiere, es absurdo, o resultará ficticio.En general, se debe también tender a que ese estilo supla el interés en esos momentos del discursoen los que las ideas forzosamente pierden su interés, de modo que siempre haya algo en el discursoque fuerce la atención del oyente.

EJERCICIOS DE ESTILO MOVIDO No ponemos ejercicios para el estilo gráfico porque gran parte coincide con los ejercicios desensibilización, y los otros los dejamos para la clase y método de estilo.

Respecto de los ejercicios para adquirir un estilo ágiJ, movido, de variedad de recursos, tampocovamos a poner aqui los ejercicios. Sólo vamos a indicar cómo se pueden hacer.1. Se toman párrafos de oradores que se caracterizan por su vida y movimiento de estilo, y seles quita este movimiento tratando de decirlos de una manera concreta, pero sin ese vigor. Esteejercicio hace caer en la cuenta y convencerse por sí mismo de la fuerza que da este movimiento deestilo a las ideas, al comparar los dos párrafos entre sí; al mismo tiempo que se empiezan a asimilar

nuevos moldes y formas de decir. Es lo mismo que hemos hecho en los ejemplosanteriores.



2. Imitar párrafos bien logrados de oradores. Para eso se toma una idea que se adapte más omenos al párrafo escogido, es decir, una idea que podríamos llamar paralela, porque tiene unaestructura parecida a la del párrafo en cuestión, y se trata de desarrollarla paralelamente aldesarrollo que tiene la idea imitada en el párrafo. Un ejemplo: el del Pro Müone, que pusimos al principio.

«Pero preocupan a Milón los interrogatorios tenidos en el atrio de la libertad... ¿De quién eran losesclavos? ¿Quieres saberlo? De Publio Clodio. ¿Quién pidió su interrogatorio? Apio. ¿Quién losllevó allí? Apio. ¿De dónde? De casa de Apio, ¡Dioses inmortales! ¿Puede obrarse con másescrupulosidad?»

Idea: «Es natural que los testimonios de los esclavos sean contrarios a Milón, siendo como eranesclavos de Clodio y traídos, presentados e interrogados por Apio, su amigo.»Ideas paralelas: Es natural que todos estos datos condenen la Inquisición, estando sacadas de unautor protestante; y el que los presenta y aduce es un protestante, y para defender a los protestantes.Imitación: Pero todos estos datos condenan la Inquisición. ¿De quién son esos datos? ¿No lo sabéis?De un autor protestante. ¿Quién los presenta? Un autor protestante. ¿Dónde? En una enciclopedia protestante. ¿Con qué fin? Defender a los protestantes. Naturalmente, ¿puede haber másimparcialidad histórica?

Este ejercicio hace adquirir moldes, formas, recursos de estilo. No hay que preocuparse de que aveces resulten forzadas las imitaciones; porque no son propiamente imitaciones, sino«entrenamientos». Se trata de adquirir elasticidad en el estilo, nuevas formas, y para eso hay queobligar al entendimiento y a la imaginación a que se estiren, a que salgan de sí, se ductilicen,vaciándolas en moldes ya hechos y bien logrados; esto es lo que se pretende; no el imitar a ningúnautor por bueno que sea. No son modelos, son entrenadores.

3. Se dan trozos escogidos de oradores, pero sin movimiento, sin relieve, tal cual nosotroslos poníamos más arriba, y que el alumno les dé forma. Después se comparan con el original. Esteejercicio es también para adquirir moldes.4. Una vez que se tienen ya moldes, se toma un párrafo y se trata de decir de diversas maneras,en diversos tonos psíquicos: convenciendo, polemizando, indignados, líricos, etc. Se pueden meter o quitar algunas palabras que no añaden ninguna idea, sino sólo sirven para subrayar o dar expectación, interjecciones, etc. Es lo que hicimos nosotros más arriba. Este ejercicio sirve parainmanentizar, para incorporarse moldes variados y abundantes donde vaciar las ideas.Un autor que nos puede ayudar mucho para estos ejercicios es Cicerón en sus discursos: ProMüone, Catilinarias, Veninas, Pro Li-gario, Filípicas.

II TÉCNICA DEL FONDOLos dos objetivos de un dispositivo oratorio: interés y eficacia.—Dónde radica la fuerza potencialde un dispositivo oratorio.—Cuatro objetivos oratorios y cuatro estrategias

Y con esto hemos llegado al segundo problema oratorio que se nos puede presentar. Tenemos quehablar a un auditorio determinado sobre un tema también determinado y nos preocupan dos cosas:que lo que vamos a decirles sea verdaderamente eficaz para conseguir el fin que pretendemos, almismo tiempo que les interese; interés y eficacia es nuestra palabra. Dicho de otra manera, nos preocupa averiguar cuál sería el enfoque más interesante y estratégico del tema, cuáles serían las

ideas, argumentos o motivos más eficaces para conseguir el objetivo que pretendemos y cómo lasdesarrollaríamos con el máximo de fuerza.



Todo este conjunto—enfoque, ideas, argumentos y motivos— constituye el fondo del dispositivooratorio. Es extraordinariamente importante que esta trama de ideas que constituye el fondo esté perfectamente concebida y organizada y tenga una gran fuerza interna. En el fondo radica la fuerza persuasiva, probativa o emotiva de todo dispositivo oratorio.La forma, como veremos después, lo único que hace es actuar esa fuerza que se halla en el

argumento o motivo como en estado potencial; la explota, la pone de relieve. Pero propiamente nole añade nueva fuerza y vigor intrínseco.

De aquí la importancia enorme del fondo: es el capital del discurso, es el salto de agua, el ejército.Si no hay capital, salto, ejército, por mucha habilidad que se posea, no podrá conseguirse nada ocasi nada. Y también en igualdad de destreza, habilidad y táctica, a mayor capital y ejército y salto,mayor rendimiento.

El fondo, por otra parte, es armazón, esqueleto, tendido eléctrico del discurso. Le da unidad,consistencia. Por eso, si no es sólido, si no es resistente, si no es uno y, por último, si no está bienorganizado, la forma no podrá subsanar estos defectos, sino muchas veces los hará más evidentes.Si el tendido eléctrico es defectuoso, al lanzar la corriente se provocará el cortocircuito. Es lo que pasa muchas veces al hacer los discursos: se tiene prisa por empezar, se recogen imágenes antes detener bien elaborado el fondo, y después vienen los titubeos, despistes, horizontes cerrados. Nuncacon más verdad se podría citar como testigo a la experiencia, desgraciadamente.

Por de pronto, hay ya una primera y básica selección de las ideas que viene impuesta por el objetivofundamental que tratemos de conseguir.Todos los objetivos que un orador puede pretender de su auditorio se reducen fundamentalmente acuatro:1. Que entiendan lo que es una realidad.2. Que crean, se convenzan de la existencia de una realidad.3. Que amen, odien, una realidad.4. Que quieran (se decidan a) poner una realidad.

Y a estos cuatro objetivos posibles responde en el orador una cuádruple reacción y actuación.1. Explicar.2. Probar.3. Emocionar.4. Persuadir.

O explicamos en qué consiste el fin del hombre, o probamos que el hombre tiene un fin; o hacemos

sentir la importancia del fin del hombre, o persuadimos a que cumpla su fin. De la misma maneraque podemos probar la existencia del sacrificio de la misa, o explicamos en qué consiste estesacrificio; o hacemos sentir la excelencia, utilidad, etc., de este sacrificio; o persuadimos a quevayan a misa.

Así, pues, a estas diversas actuaciones del orador, a este cuádruple objetivo perseguido, responde uncuádruple tipo de discurso y, por consiguiente, un cuádruple tipo de fondo: — Fondo del discurso persuasivo. — Fondo del discurso emotivo. — Fondo del discurso demostrativo. — Fondo del discurso explicativo.



A) TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO PERSUASIVOEl proceso psicológico de la persuasión.-La actitud psicológica del auditorio, arranque deldispositivo persuasivo

Persuadir, estrictamente, es mover a una persona a querer hacer algo. Aquí está la diferencia entre

convencer y persuadir: el convencimiento trata de obligar al entendimiento a aceptar xma «verdad»;la persuasión, a la voluntad a querer una «acción».

Dejemos las consideraciones más o menos teóricas y vamos a partir de la realidad que tenemosdelante, analizarla y obrar conforme a lo que nos dicte sin apriorismos ni fórmulas artificiales.Analizaremos a grandes rasgos el proceso psicológico de la persuasión y después, un poco másdespacio, diremos algo sobre cada uno de los diferentes pasos del proceso.Cuando tratamos de persuadir a alguien a hacer algo, nos encontramos con un hecho evidente y casitautológico: que el sujeto en cuestión no quiere hacer aquello que le vamos a persuadir; tiene unaactitud reacia o, por lo menos, no suficientemente favorable para decidirle a obrar. Si no fuera así,no tendríamos que perder un minuto en persuadirle.

Pero esta actitud no está en el aire; el hombre es un ser libre que actúa por motivos, verdaderos ofalsos, pero siempre por motivos. Esta actitud es consecuencia de una serie de motivos o hechos. Yes absurdo pensar que, mientras persisten esos motivos sin perder su vigencia, va a desaparecer laactitud psicológica que originan. Tan absurdo como pensar que va a dejar de mojarse el suelomientras siga lloviendo. Ante todo, hay que neutralizar esas causas y no otras, ya que ésas son por hipótesis las responsables de esta actitud. No creo que nadie pueda dudar de esto.

Se impone forzosamente un primer paso, si queremos ser eficaces en conseguir nuestro objetivo:averiguar cuáles son esas causas reales y concretas responsables de esta actitud hostil o pocofavorable a lo que tratamos de persuadir a nuestro auditorio. Precisarlas y formularlas.El segundo paso es una consecuencia lógica del anterior. Puesto que, mientras no se destruyan esascausas, no lograremos persuadir a nuestro auditorio, el segundo paso será formular aquellas otrasideas que, si logramos hacérselas aceptar a nuestros oyentes, neutralizarán las ideas que actualmenteles dictan su conducta en este punto concreto. Naturalmente, estas ideas tienen que ser correspondientes y de signo contrario a las que actualmente tiene el auditorio. Por ejemplo, si unade las causas de las conversaciones indecentes en un auditorio de obreros es la opinión de que esoes cosa muy viril, la contrarrespuesta a esa idea habrá de ser: no sólo no es de hombres, sino indicamuy poca virilidad. Y así con las restantes causas que hayamos encontrado.

Una vez averiguadas las ideas que tenemos que hacerles aceptar para cambiar su actitud respecto al

fin que nos proponemos, el siguiente paso, también forzoso, será tratar de lograr que las acepten, yesto se logra sólo por medio de motivos. Es la única forma de hacer aceptar una idea a un ser libre yracional. Es también evidente que, cuanto mayor fuerza tengan esos motivos para el auditorio encuestión, mayor será su eficacia persuasiva; por consiguiente, este paso será buscar los motivos máseficaces para mi auditorio.Pero los motivos no obran por sí solos, con sólo presentarlos, como «ex opere operato». La eficaciade un motivo es no sólo proporcional a la fuerza que tenga en sí, sino sobre todo a la intensidad conque el auditorio sienta esa fuerza. Por tanto, otra fase será explotar o hacer sentir la fuerza de losmotivos.

Resumiendo: he aquí la serie de pasos psicológicamente necesarios:

1. El primero, por supuesto, precisar y fijar el objetivo que pretendo: aquella acción a la quetrato de hacer que se decidan.



2. Averiguar cuáles son las causas que les están impidiendo hacer lo que yo trato de persuadirles: por qué no quieren hacerlo.3. Neutralizar estas causas: para eso buscar aquellas ideas que sean capaces, si logramos hacer que las acepten, de destruir estos obstáculos.4. Para lograrlo, traer los motivos psicológicamente más fuertes para mi auditorio.

5. Y, por último, hacer sentir la fuerza de estos motivos.A estas mismas conclusiones llegaríamos si consideramos la persuasión a posteriori. Una personaque ha decidido hacer algo, ha tenido que pasar psicológicamente por el siguiente proceso: hatenido que hacer desaparecer las causas que impedían su decisión; esta desaparición se ha tenidoque verificar en virtud de motivos que tenían fuerza para superarlos, y ha tenido que sentir la fuerzade estos motivos.

Insisto en esto porque quiero que quede bien claro que no se trata de andamies que nosotrosconstruimos, ni de algo postizo y artificial, sino que arranca de la misma esencia de la realidad.Que, como decíamos antes, no se puede suprimir sin suprimir la realidad. Y, si no, hágase la prueba.

Trátese de suprimir uno solo de los pasos que pusimos arriba sin que se derrumbe todo el procesológico y psicológico de la persuasión: ¿Qué suprimimos? ¿Precisar el fin? Será imposible dar un paso sin saber qué pretendemos. ¿No averiguar las causas de su actitud? Será atacar una ciudad sintener en cuenta los fuertes que la defienden. ¿No buscar las ideas que serían capaces de decidirles ono traer los motivos más fuertes para hacérselos aceptar? Por último, no explotar la fuerza de losmotivos es colocar una bomba junto a un objetivo y no hacerla estallar.

Vamos ahora a decir algo sobre cada uno de esos pasos en particular y vamos a sugerir la forma derealizarlos.

PRIMERA FASE:Cómo se establece y cómo debe ser el objetivo de un dispositivo persuasivo. Selección de objetivodentro de un tema. Claridad y precisión. Cuestiónde actitud ante todo

Hay veces en que ya vamos a hablar con un fin determinado y concreto. Naturalmente, en este casono hay que andar precisando el fin que pretendemos; quizás habrá que dar pequeños retoques para precisarlo mejor.

Pero hay otras muchas ocasiones—iba a decir la mayor parte — que no sucede así; no se nos señala

un fin concreto, sino un tema de que hablar; la caridad, la humildad, la castidad, la Eucaristía, etc.Es evidente que, dentro de estos temas generales, se puede tratar de obtener varios objetivos: dentrodel tema de la misa, se puede perseguir que tengan una gran estima de la misa, que vayan a misa losdomingos, que oigan con frecuencia la misa, que la oigan con devoción.

Hay, pues, que seleccionar un fin entre los posibles. Y la selección se ha de hacer en función delauditorio, que es toda la razón de ser de nuestra palabra. Para eso, el orador se ha de preguntar cuáles la necesidad más urgente de sus oyentes respecto de ese tema. Si es un auditorio de cristianosfríos, habrá que escoger como objetivo la asistencia puntual a misa los domingos. Si son cristianos piadosos, que vayan con frecuencia. Si tibios, que cumplen con el precepto pero están únicamentecon el cuerpo, que oigan con devoción la misa. Si son personas de piedad desviada, de muchas

devociones a los santos, que estimen la misa, es decir, hacerles ver que la mejor devoción es lamisa.



Lo mismo, si se trata de hablar de la castidad a jóvenes, habrá que ver cuáles son las necesidadesmás urgentes que pueden tener en esa materia: pueden ser jóvenes completamente abandonados eneste aspecto, y entonces quizás habrá que hacerles ver la razón de ser de la castidad, su necesidad oalgo parecido. Pueden ser jóvenes con frecuentes caídas, pero que luchan, y entonces el objetivoserá animarles a que sigan luchando y no se desanimen. Si son jóvenes en noviazgo habrá que

prevenirles contra sus peligros, o hacerles sentir la belleza de unas relaciones caballerescas y puras.La cualidad básica fundamental del fin es que debe ser claro y definido: lo primero, saber a dóndevamos. Es tan de sentido común esto, que parece una tontería insistir en ello. Y, sin embargo, es tanfrecuente el tener un fin vago, impreciso, fluctuante, que lo consideramos la nota más común demuchos de los sermones y discursos que se pronuncian.

La razón es muy sencilla, es cuestión de actitud: la inmensa mayoría de las veces se va a hablar «sobre» el pecado, «sobre» la confesión, «sobre» la bondad de Jesucristo, «sobre» el infierno... yeso resulta un fin vago, vaporoso, desleído, columpiándose entre dos extremos más o menosamplios. Esta actitud es la responsable de esa vaguedad del fin, y la consiguiente vaguedad de todoel discurso.

Es posible que, aun con un fin claro y preciso, pueda uno desviarse; aunque es difícil, si lo tenemossiempre a la vista. Pero sí es seguro que quien no tenga el fin bien claro y concreto, rio puede hacer un discurso convincente y persuasivo. La razón es clara: del fin depende el uso de unos u otrosmedios, su distribución, su elección; y si el fin es confuso, vago, fluctuante, los medios paraconseguir ese fin han de ser también vagos y fluctuantes.Por eso, es lo primero que hemos de asegurar. Y para ello tiene que preguntarse el orador qué es loque pretende. Y expresar la respuesta en una fórmula precisa y definida. Insistimos mucho en esto yno se pase adelante hasta que no esté logrado. Se evitarán después muchos titubeos, vaguedades ymarchas atrás.

Es decir, no proponerme hablar «sobre» la confesión, sino sobre «que se confiesen bien», o «que seconfiesen con frecuencia», o con «dolor», o «ahora», etc.; hacerles «sentir la malicia del pecado» ola «terribilidad del infierno», etc.

SEGUNDA FASE:Planteamiento del problema del auditorioProblemas; no temas. El dispositivo persuasivo: respuesta a un problema del auditorio. Cómo selogra un enfoque estratégico, psicológico, interesante.

Una vez que el orador ha precisado el fin que se propone, en la siguiente fase debe averiguar las

causas responsables de la actitud indiferente u hostil respecto al objetivo que nos proponemos persuadir. Dicho de otra manera, tiene que plantearse cuál es la actitud real, psicológica, delauditorio respecto del fin.

Es un punto básico. El auditorio tiene respecto de este fin una actitud concreta: o no le interesa, nole atrae, no tiene motivos para quererlo o, si tiene motivos, no los siente suficientemente o hayantimotivos, desventajas que lo frenan y retraen. No lo olvidemos nunca: en la oratoria persuasiva no existen temas, existen problemas, situaciones psicológicas, actitudes; y éstas son las que el orador tiene que manipular. Cambiar esa actitud dehostil o indiferente o tibia en francamente favorable y decidida. Esto sólo se puede conseguir sicambiamos las causas que provocan esta actitud.

Todo discurso o dispositivo persuasivo ha de estar siempre primo rdialmente en función de unauditorio: es para un auditorio. Por tanto, el fin y el auditorio a quien se dirige han de ser los



reguladores de todas y cada una de sus ideas. Todas ellas han de estar concebidas y enfocadas desdeel punto de vista de los oyentes. Cualquiera otra actitud en oratoria es absurda y suicida.Por consiguiente, un dispositivo persuasivo es la respuesta concreta y realista que da el orador al problema psicológico que tiene el auditorio respecto de ese fin: problema de orden lógico, afectivoo práctico, o los tres a la vez. Debe acoplarse a su estado psicológico como un tornillo de

determinadas dimensiones en su espiral y grosor se acomoda a su matriz. Como positivo y negativode una fotografía.

El concebir la oratoria persuasiva como la solución de un problema real y concreto del auditorio, daa la palabra un tono de realismo, actualidad, interés, comunicación, sinceridad y eficienciadecisivas. El orador no va a hacer un discurso; va a resolver un problema: automáticamente surge laactitud oratoria de la que después hablaremos. Recuérdense las dos máximas preocupaciones quedecíamos más arriba que tenía el orador al tratar de construir un dispositivo persuasivo: interés yeficacia.

No creo que haya otro enfoque que pueda dar tanto interés a nuestra palabra, dentro de un temadeterminado. En efecto, cuando el auditorio se siente que el orador capta y comprende su verdadero problema en la materia, inmediatamente otorga su interés, su confianza y atención.Automáticamente queda anudado el contacto oratorio. No resulta así una oratoria trasnochada,inactual, de temas que no interesan en absoluto. Al contrario, se busca siempre en todos los temas elángulo, el aspecto actual, la vibración del momento, lo interesante.

Y si no tiene este aspecto interesante, lo mejor que podemos hacer es no hablar; nos lo agradeceránnuestros oyentes y la oratoria no perderá ninguna pieza cumbre. Una gran parte de los sermones, por referirnos a la oratoria sagrada, no interesan nada, no resuelven nada. Son siempre las mismascosas, dichas de la misma manera. ¿Cómo queremos que nos escuchen? Hay un divorcio pleno,absoluto, entre lo que decimos nosotros y lo que al auditorio le interesa o necesita.

O les hablamos de sus problemas, de lo que les interesa y preocupa a ellos, o nos quedamos con los bancos de las iglesias vacíos. Y en cuanto a que éste es el enfoque más eficaz, no tenemos másque recordar que toda la psiquiatría moderna está montada sobre este presupuesto. La primera labor del psiquiatra, antes de proceder a la curación del paciente, es sondearlo exhaustivamente hasta poder descubrir las posibles causas, muchas veces inconscientes, de su trauma psíquico. Y en estesentido acuden incluso a las drogas para descubrir la idea o ideas afectivas que se enroscan en su psiquismo y crean la presente situación conflictiva. Es decir, averiguar cuál es su problema.

La fórmula práctica de realizar este primer paso es sumamente sencilla en teoría: el orador debe

pensar en el fin que pretende y preguntarse por qué el auditorio concreto a quien debe dirigirse nohace o no quiere hacer lo que trata de persuadirles. La respuesta puede ser múltiple. Unas veces seráque no ven ningún valor, ninguna ventaja o necesidad en hacerlo. Es decir, carencia de motivos.Otras, que, si ven motivos, no son suficientemente fuertes para decidirlos o no los sienten consuficiente fuerza. Otras, que ven positivas desventajas, dificultades o inconvenientes. Y con muchafrecuencia encentrará dos o tres de ellas juntas.

Estas dificultades u objeciones que están provocando esta situación son las que hay que precisar.Voy a poner un ejemplo. Supongamos que estoy tratando de persuadir a obreros de que no blasfemen. Me pregunto por qué blasfeman j' cuál es el verdadero problema en este punto. Larespuesta puede ser múltiple. Vamos a suponer que las causas son las siguientes:

1.a Porque no sienten la ingratitud y la malicia que encierra la blasfemia.



2.a Creen que, si no blasfeman, van a aparecer ante sus compañeros como menos hombres. 3.aLo hacen por costumbre, casi sin darse cuenta. Con esto ya tenemos medio enfocado el problema;tenemos los puntos claves que debemos atacar y destruir, los responsables de la presente situación.

Claro que este planteamiento del problema más o menos realista depende de la penetración

psicológica, del sentido de la realidad, de la experiencia del orador. Es algo que no se puede dar,que se adquiere con la vida, con la observación, con la reflexión. Una persona que no seacomprensiva, observadora, reflexiva, no puede ser orador de altura; hablará, pero no convencerá, no persuadirá. Por eso los jóvenes estudiantes tendrán cierta dificultad en este punto, en atinar con elverdadero problema. No importa; lo principal es que adquieran esta actitud: la de no hablar antestratando de captar lo mejor posible el problema. Lo demás vendrá con los años. Los ejercicios prácticos para este paso se pondrán después porque forma una unidad con lo siguiente.

TERCERA FASE:Fijación de los objetivos concretosIdeas del auditorio y antiideas del orador. Unidad lógica y unidad psicológica. ExordioUna vez analizada la situación y averiguadas las causas responsables de ella, la siguiente fase,lógicamente, es señalar aquellos objetivos que, vista la situación presente, serán capaces demodificarla. Como el hombre se gobierna por ideas, esos objetivos serán aquellas ideas que, si elorador logra después hacer aceptar mediante una motivación eficaz, harán desaparecer lo que estámotivando la situación presente.

Se verá claro en el ejemplo que pusimos antes. Iremos contraponiendo a cada idea responsable oausencia de ella, aquella otra idea o ideas que puedan neutralizar la situación.1. No ven la malicia que encierra la blasfemia. Contraataque: hacerles ver «la malicia inmensade la blasfemia».2. No caen en la cuenta ni sienten la ingratitud enorme que supone el blasfemar: hacerlessentir «la ingratitud enorme que supone el blasfemar».3. Tienen miedo de que los compañeros les tengan por poco viriles. A esto se pueden oponer las siguientes ideas:a) Aunque te tuvieran por poco hombre no debes blasfemar. b) Pero es falso que te van a tener por poco hombre.c) Al contrario, te tendrán por más hombre.4. Blasfemar por costumbre. Contraataque: No te excusa porque puedes quitarla.Se podrá discutir si éstas son las verdaderas causas; pero no puede discutirse que si lo son y elorador hace aceptar plenamente a su auditorio la anterior serie de ideas, no haya hecho lo más queel hombre puede llegar a hacer, cuando se trata de persuadir a un ser radicalmente libre y que

necesita de la gracia divina para sus decisiones.Obsérvese la anterior lista y se verá que apenas hay unidad lógica entre ellas, pero hay una enormeunidad psicológica, que es la verdaderamente oratoria. Unidad de objetivo. Analícense los discursosde Demóstenes y veremos que es la misma unidad que hay en ellos y que les da su fuerzademoledora. Estas ideas-respuestas al problema concreto del auditorio son las que en los tratadosclásicos de oratoria se les llama proposición, porque es lo que el orador se propone conseguir; losobjetivos más inmediatos de los que depende el que pueda alcanzar el fin general que se propone.Como el que trata de tomar una ciudad defendida por una serie de fuertes; ellos son los objetivosinmediatos. Y cuando lo consigue, el resto es ya entrada en la ciudad y paseo por ella.Obsérvese también cómo, establecidas las proposiciones de esta manera que hemos dicho, son

verdaderamente estratégicas, porque atacan directamente los puntos claves del adversario.ALGO SOBRE EL EXORDIO



Autopropaganda y reclamo de la proposición. Tres minutos decisivos.Es extraordinariamente importante el comienzo de toda charla o discurso; en él se decide en gran parte su éxito. El auditorio concede a todo orador dos o tres minutos de benévola atención alcomienzo de su charla. No los podemos perder inútilmente. En ellos tenemos que lograr que quieranseguir atendiendo el resto del tiempo o, mejor todavía, que nos tengan que seguir atendiendo. Esto

es más verdad sobre todo cuando hablamos por radio o TV. Hay que interesar desde la primerafrase, si no, media vuelta al dial y oyendo otra estación. Al principio, sin embargo, los radioyentes ytelevidentes esperan unos momentos para ver si interesa lo que están diciendo. Por eso la labor delexordio casi siempre es lograr del auditorio que quiera seguir oyendo el resto de la charla. Crear enél deseo, interés de oírlo.

Es difícil dar reglas en un asunto tan complejo. Lo mejor es que el orador se pregunte sinceramentecuando esté planeando su charla: ¿interesará a mi auditorio este comienzo? Con todo, una manerafácil de conseguir este interés es sencillamente empezar exponiendo o planteando ese mismo problema del auditorio del que hablábamos en el primer paso. Exponerles su problema y el por quéde su problema en la materia que voy a tratar. Esto trae dos grandes ventajas:1. El auditorio se da cuenta en seguida del tema que va a ven-tilarse y como por hipótesis es su problema, inmediatamente se despertará el interés por oír lo queva a decir el orador. Porque, si algo les puede interesar en un punto determinado, necesariamentetiene que ser el máximo problema que dentro de él tienen.2. A veces, para reforzar este mismo interés, se puede valorar brevemente la importancia ytranscendencia del mismo, abrir perspectivas al auditorio sobre él.

Por otra parte, de esta manera también el exordio viene a ser la justificación de la proposición, larazón por la que el orador enfoca el discurso de esa manera: «por qué voy a decir lo que voy adecir». Dudo que pueda haber otro tipo de exordio que brote más «ex visce-ribus rei», de lasentrañas del asunto, y que forme una unidad orgánica más íntima con el resto del discurso.Así, pues, esta forma de hacer el exordio consigue en síntesis estas dos grandes ventajas: excitar elinterés, dar una gran unidad a todo el discurso; el discurso viene a ser la respuesta al problema planteado en el exordio.

Aun en el caso de que haya en el auditorio prevenciones contra el tema o contra el orador, y hayaque deshacerlas también, vale este tipo de exordio; porque entonces las prevenciones forman partedel problema del auditorio, y conviene empezar por ellas. Véase este ejemplo real. Un misionero vaa hablar sobre el infierno, quiere probarles la existencia del infierno y hacer sentir su terribilidad aunos mineros. El misionero ha sido llevado por la empresa y eso lo saben los mineros;naturalmente, concluyen que a la empresa le conviene lo que dice aquel hombre, y que el misionero

es un aliado de la empresa: éste es problema de aquel auditorio.Las proposiciones que en consecuencia ha de establecer el misionero, serán:1. Yo no soy un aliado de la empresa; yo busco vuestro bien.2. Lo que yo voy a decir no es para que ustedes no exijan de la empresa, por todos los medios justos que estén a su alcance, sus derechos y mejoren todo lo que pueden su nivel de vida.3. Existe el infierno.4. Y es terrible.

En síntesis:Ustedes, porque me ven aquí, y saben que me ha traído la empresa, van quizá a creer que yo soy un

aliado de la empresa; y que lo que yo voy a decir es para que ustedes se callen y queden tranquilos yno exijan sus justos derechos a la empresa. Pues bien, señores; tengo que decirles que, si han



pensado esto, se han equivocado porque, en primer lugar, yo no soy ningún aliado de la empresa,etc...

No queremos decir con esto que siempre se haya de hacer así; habrá veces en las que no convengadecir claramente al auditorio el problema que se va a tratar. Así, pues, encerrando en una fórmula

esta manera de hacer el exordio, resultaría el siguiente esquema:1. Existe entre vosotros tal modo de proceder, tal actitud, tales prejuicios, tal situación, tal problema, etc. (Aquí se puede a veces introducir un paso suplementario para dar más interés: «os interesa mucho, es muy importante, etcétera, este problema». Es decir,valorar el problema.)2. Pues bien: esa conducta, actitud, etc., es falsa, absurda, una vergüenza, una ingratitud; o, por contrario, tal otra actitud es necesaria, noble, heroica, ventajosa, etc., etc. O sencillamente, hay quehacer tal cosa y tal otra.3. Por estas razones (este último punto propiamente no pertenece ya al enfoque, sino a lamotivación; pero lo pongo aquí para que se vea su unión con lo que viene después).

A continuación pongo un ejemplo de exordio de un alumno:Queridos jóvenes: Nos indica el programa de esta serie de conferencias vocacionales, que llega suturno a la vocación sacerdotal y religiosa. Recuerdo que hace unos años iba a comenzar primero deDerecho aquí, en nuestra Universidad, y se anunciaron por primera vez en esta Congregación lasconferencias vocacionales; se fueron dando las de Medicina, Ingeniería, y cada mío asistía, comosuele pasar, a la de la carrera que ya tenía más o menos elegida, y a alguna otra que le interesaba; pero llegó su turno a ésta de hoy—la carrera sacerdotal — , y el salón estaba lleno; allí estabantodos, hasta algunos que estaban ya en su último año y profesionales.

Pero lo curioso era cómo nos habíamos preparado: recuerdo mi grupo, seis o siete de diversascarreras; íbamos blindados: «Cuando me digan que el sacerdote..., yo contesto esto otro: que si hoydía un seglar puede llegar a donde no puede una sotana... «En fin, íbamos pertrechados, y aquel buen sacerdote perdió su media hora, y la perdimos también nosotros, porque de antemano noshablamos cerrado en banda. Yo creo que aquella charla fue completamente inútil; yo, al menos,seguí tan entusiasmado con todo aquello del Derecho romano y sui inris y alieni iuris...

Y ahora que me ha tocado a mí el papel de conferenciante, como yo también estuve sentado en esas butacas y sé cómo vienen muchos a todo lo que suene a vocación, suelo proponer un plan para no perder yo mi tiempo hablando por gusto; ni para que le pierdan ustedes, y es bien sencillo: vamos a jugar destapados los dos, ustedes y yo. Vamos a jugar limpio. Yo tiro mis cartas sobre la mesa a lavista de todos, sin tratar de engañar a nadie con lo que no hay; y ustedes, en cambio, dejan a un lado

todo ese armamento de prejuicios y argumentos y vamos a darle la cara al problema con franqueza;a enfrentarnos con un problema que hay que resolver una vez en la vida y del que nadaconseguimos con huirle.

Y voy a. comenzar yo cumpliendo mi parte, y os digo que vengo a hablaros claramente de lavocación sacerdotal. Yo creo que es ridículo y pueril decir otra cosa; ustedes para eso vinieron y para eso me invitaron; eso esperan ustedes de mí; además, a mí siempre me chocó de joven que laúnica vocación de la que no se podía hablar con claridad era de la vocación sacerdotal: se hablabade medicina, diciendo lo que hay y más de lo que hay; venía un ingeniero, y lo mismo: que si lasconquistas del espacio, que si el cemento armado...; y venía un sacerdote y su problema era estar hablando tres cuartos de hora de la vocación, pero sin nombrar ni la palabra «vocación», ni la

palabra «sacerdote», ni decir que era el hombre más feliz con su carrera, «porque los muchachos sevan a asustar», «se van a marchar» y había que decirles todo eso porque hay que decírselo, pero sindecir nada de eso.



Así que, claramente, os vengo a hablar de la carreta más feliz de esta vida, desde luego para aquelque Dios en realidad llama, y del estado más perfecto, porque así lo dijo Jesucristo y así es enrealidad, y yo creo que ninguno de ustedes se piensa levantar por haberme oído lo que en realidadesperaban oír de mí. Junto con esto les digo que mi plan no es pescar a nadie; no traigo cuadritos de

misioneros ni novelitas románticas de adioses a la patria y misas en chozas de paja, no; unavocación de jóvenes universitarios no se puede atraer con esas cosas porque la realidad es muchomás dura y mucho más noble, más grande; es cuestión de plantearse un problema que tenemosobligación de resolver, si es que somos de verdad cristianos; la vocación es cuestión de ver dóndeDios me llama y verlo sin tapujos ni egoísmo, y si es al altar, al altar.

Pero yo ahora lo que quiero es hacerles ver lo siguiente: puede ser, es más, estoy seguro, dado elnúmero y calidad de los que me escuchan, que aquí hay más de dos y de tres que, si se enfrentancon el problema con sinceridad, verán claramente que Dios los llama al estado sacerdotal. Pues bien, a ésos les digo que, si por una causa o por otra, no me meto ahora en eso, no dan con su puesto, ésos serán toda su vida unos perfectos infelices, descentrados de su puesto, del puesto parael que fueron criados por Dios. Otras veces convendrá empezar con alguna afirmación, alguna frasehiriente, alguna anécdota rápida, en fin, a lo que desde el primer momento capte la atención. Si enalgún sitio tiene lugar el hablar de una manera concreta, es aquí. Es muy peligroso empezar conconsideraciones abstractas, sobre todo por radio o TV. Estas admiten una mayor libertad, pero proporciónalmente la ley es la misma para el pulpito. Véanse dos ejemplos de comienzo de FultonSheen:«Los efectos físicos del bombardeo atómico son harto conocidos. La explosión de una bomba dehidrógeno fue 600 veces más potente que la de la primera bomba atómica lanzada sobreHiroshima»... Nueva York sería destruida por el equivalente de ocho bombas atómicas. (Sigue dando más datosinteresantes de otras ciudades.) Y después pasa a hablar de los efectos psicológicos, que es muchomás abstracto.Véase otro ejemplo:«Muchas definiciones se han dado de la persona impopular. Por ejemplo, ésta: persona impopular esaquella que cuando le preguntan: ¿cómo está usted?, lo explica. Le resulta difícil entender que«¿cómo está usted?» es un saludo, no una pregunta médica.»

EJEMPLOSA continuación pongo algunos ejemplos de lo dicho hasta ahora. Algunos están sacados deDemóstenes, Cicerón. Otros, de sermones hechos por discípulos míos. Todos están resumidísimos. Nada más que las ideas centrales.

PRIMERA FILÍPICA DE DEMÓSTENESEl fin que se propone es decidir a los atenienses a que hagan la guerra con energía contra Filipo, reyde Macedonia.Situación psicológica del auditorio. (Problema del auditorio.)Los atenienses, por los continuos descalabros que tenían en su lucha contra Filipo, estabancompletamente desanimados. Creían que no podían vencer a Filipo. Este era el primer problema quehabía que resolver.Pero una vez conseguido esto, se presentaría el segundo problema: ¡Muy bien! Luchamos, pero¿qué hacemos?; porque todo lo que hemos intentado hasta ahora nos ha resultado mal. Estabantambién desorientados. El orador resuelve este segundo problema diciéndoles lo que tienen que

hacer. Pero al llegar aquí teme el orador que esos medios, que él les ha sugerido emplear contraFilipo, los empleen con poca decisión y eficacia. Les propone entonces cómo los tienen que



emplear. Obsérvese la lista de ideas que el orador va a hacerles aceptar y se verá cómo responden perfectamente a esta situación del auditorio.1. Podéis vencer a Filipo, si queréis.2. No sólo podéis, sino que sería una vergüenza dejaros vencer por Filipo.3. Pero para esto tenéis que hacer tres cosas: preparar un ejército y armada, reunir dinero y

cambiar de táctica.4. Pero lo tenéis que hacer a tiempo, con diligencia y por vosotros mismos.

DISCURSO DEL QUERSONESOFin de Demóstenes. —Doble: 1) Que no disuelvan, sino aumenten el ejército de Diopites; 2) Yhagan la guerra con más energía.A lo primero objetaban tres cosas:1) Que los atenienses creían que estaban en paz con Filipo y por eso era inútil el ejército.2) No veían lo peligroso de disolver el ejército.3) Les estaban engañando los oradores filipizantes.

Por tanto, objetivos de la primera parte:1) Filipo nos está haciendo la guerra; no podéis, pues, estar en paz.2) No hay que disolver, antes aumentar, el ejército de Diopites.3) Todo lo que dicen contra Diopites los oradores procede de mala fe, porque están vendidos aFilipo.

Al segundo objetivo de Demóstenes se oponía:1) Que no sentían que Filipo era enemigo capital.2) Que no querían hacer preparativos y ejército permanente.3) Los oradores que seguirían engañándoles y desvirtuando las palabras de Demóstenes.Respuestas de Demóstenes:1) Filipo es nuestro capital enemigo.2) Hay que preparar un gran ejército permanente.3) Y castigar a los oradores vendidos a Filipo.

A continuación ponemos en síntesis la serie de proposiciones que desarrolla Cicerón en el discursoen que defiende a Milón del asesinato de Clodio. Quien conoce las circunstancias del discurso, veen seguida la justificación de cada una de las proposiciones.

DISCURSO «PRO MILONE»1) No tenemos por qué temer. (Las hordas de Clodio dominaban el foro donde se tenía el

juicio.)2) Hay casos en que se puede matar lícitamente a otro hombre. (Los adversarios decían que, puesto que Milón confesaba que lo había matado, no había que averiguar más.)3) El Senado no ha condenado ya a Milón; al contrario, le favorece. (También decían esto losadversarios.)4) Ni Pompeyo tampoco. (Pompeyo era el amo de Roma y de hechoestaba contra Milón.)5) Milón mató con derecho a Clodio.6} Pero aunque no lo hubiese hecho en defensa propia, habría que absolverlo. (Clodio era unforajido que tenía aterrorizada a Roma.). A continuación presento algunos ejemplos de enfoques demis discípulos. Primero presentaré uno en que la proposición es simple: clavar una sola idea. Pongo

también el exordio muy sintetizado y que generalmente expone el problema del auditorio.



EJEMPLO 1:Auditorio: Jóvenes ardientes, entusiastas, que vibran por los grandes jefes y líderes.Fin: Entusiasmarles con Jesucristo.

Planteamiento del problema: ¿Por qué no están entusiasmados con Jesucristo? Porque no sienten la

personalidad imponente de Jesucristo.Solución: Hacérsela sentir: Presentar a Jesucristo como el hombre de más fuerza de arrastre que hahabido.

Exordio: Planteando el problema. Sois jóvenes. Vibráis al nombre glorioso de grandes jefes, degrandes líderes. Un hombre así de gran personalidad arrebata vuestro corazón razonablemente.Porque vale la pena incorporarse a las fuerzas de choque de un jefe de tales cualidades, y una vidaempleada en seguir a un jefe así no puede ser una vida estéril e infecunda.Idea-Proposición: Pues bien, hoy vengo a presentarles al jefe, al líder de mayor fuerza de arrastreque ha existido; aquel que ha conseguido lo que no ha conseguido, ni conseguirá, ningún otro líder de la historia.

Como se ve, la idea que hay que hacer aceptar aquí al auditorio es «Jesucristo, el hombre de másarrastre que ha existido».

EJEMPLO 2:Auditorio: Muchachos de último año de colegio, que están acabando los ejercicios: sienten deseosde ser siempre buenos cristianos.Fin: Que ingresen en una asociación católica universitaria de vida pujante.

Planteamiento del problema: ¿Por qué no sienten deseos de ingresar, etcétera?...1.° Porque no ven la necesidad para ser buenos cristianos, para cumplir los propósitos de ejercicios.2.° Temen que sea una cortapisa de su libertad.

Exordio (planteando): Estás acabando los ejercicios. ¡Magníficos propósitos! Pero temo que esos propósitos no van a durar; ese programa de vida acabará dentro de poco en la papelera. Lo difícil noes proponer, sino ejecutar lo propuesto; cuando pase este fervor de los ejercicios y vengan lastentaciones, los peligros de la vida y más ahora que sales a la Universidad.

Proposición (primera parte): Pues bien, para evitar este peligro, tienes que entrar en una asociacióncatólica de vida pujante.1. Si no, es casi imposible que puedas conservarte en gracia.

2. En cambio, en una asociación así te será muy fácil.3. No perderás tu verdadera libertad.4. Y aunque perdieras algo de ella.

EJEMPLO 3:Auditorio: En una Misión. Ya avanzada. Bastantes no se deciden a confesarse. En el fondo, esperanhacerlo a la hora de la muerte.Fin: Que se conviertan ahora.

Planteamiento del problema: ¿Por qué no se deciden, etc.?... Porque esperan hacerlo a la hora de lamuerte.

Proposición: 1. Es muy fácil que a la hora de la muerte no puedas. 2. Aunque pudieras,morirás con una gran angustia sobre la sinceridad de tu arrepentimiento.



Exordio (planteando): Ya va avanzada esta Misión; hemos hablado del pecado, del infierno, de lamuerte, del juicio; muchos han pensado que no se puede jugar con estas cosas y se han confesado,se han convertido a Dios. Pero hay todavía algunos que no lo han hecho porque esperan hacerlo a lahora de la muerte. Con esto, todo se concilia: gozan en esta vida y en la otra.

Ideas-Prop.: Pues bien, quisiera hacerles ver a ésos:1. Lo temerario de tal proceder; el peligro a que se exponen de queentonces no puedan hacerlo.2. Pero no sólo esto, vamos a dar un paso más: aunque sólo fuera por la angustia de morir con el temor de un falso arrepentimiento, no debíamos dejarlo paraaquella hora.

EJEMPLO 4:Auditorio: Jóvenes católicos.Fin: Que se planteen el problema de la vocación religiosa o sacerdotal.Suprimo el planteamiento del problema en el siguiente, pues ya aparece suficientemente en elexordio.

Exordio: Plant. Hoy me toca a mí, en esta serie de conferencias, hablar sobre el problema de lavocación religiosa o sacerdotal. Ya sé que vienen ustedes blindados: sencillamente, no quieren tener vocación religiosa; les asusta el que puedan tenerla; les parce que no van a ser ustedes felices en esavocación porque es renunciar a la vida, empequeñecerla.

Ideas-Proposición: Pues bien, yo les digo a ustedes que, si tienen vocación,1, no van a ser infelices, siguiéndola;2, no sólo esto, sino que, rechazándola, serán ustedes unos fracasados; y3, en ningún otro estado tu vida será más fecunda. N. B. No es necesario expresar en el exordio todas las ideas que el orador va a desarrollar; deordinario debe hacerlo sucesivamente: se enuncia la primera idea, y cuando ya está desarrollada ymotivada, se pasa a enunciar la segunda, y así sucesivamente.

EJEMPLO 5:Auditorio: Fieles ordinarios de una iglesia.Fin: Que no se opongan a la vocación de sus hijos.Planteamiento del problema: El caso es muy frecuente; padres cristianos, familias cristianas; perollega un día en que uno de los hijos quiere ser sacerdote, quiere ser religioso y aquellos padrescristianos luchan y forcejean por arrancar esa vocación del alma de su hijo. ¡Claro! No quieren

separarse de él, les parece que quedan tronchadas las ilusiones que abrigaban respecto de él.Ideas-Proposición: Pues bien, a esos padres quiero advertirles:1. El crimen enorme que cometen al tratar de arrancar, por egoísmo, esa vocación de sus hijos.2. La ruina a que exponen la felicidad y porvenir de sus hijos.3. La alegría tan enorme que un día sentirán por haber hecho este sacrificio.

EJEMPLO 6:Auditorio: Cristianos en general.Fin: Que no lean libros prohibidos por la Iglesia.Exordio (planteamiento del problema): Con muchas frecuencia repiten la acusación contra la Iglesiay contra una de sus medidas más lógicas y prudentes, muchos que se dicen católicos e hijos sumisos

de la Iglesia



No ven la razón, no admiten que la Iglesia pueda prohibir la lectura de ciertos libros: esto es unacoacción injusta, un ataque a la libertad de libre información del hombre. El hombre debe saber detodo, porque debe juzgar de todo.Idea-Prop.: Pues bien, voy a salir al paso de esta idea perniciosa, una de las responsables de máscatástrofes morales y religiosas:

1. La Iglesia puede prohibir la lectura de ciertos libros.2. La Iglesia debe prohibir la lectura de ciertos libros.3. Al obrar así la Iglesia, no ataca la libertad del hombre.4. Al contrario, si la Iglesia no procediera así, sería cruel.

EJEMPLO 7:Plática preparatoria a ejercitantesPongo solamente la lista de proposiciones.1. Lo primero que tengo que hacer es felicitarles por el esfuerzo que supone el haber venido aejercicios.2. Por eso también sería una lástima que no los aprovechasen.3. Sobre todo, si pensamos que quizá pudiera ser para alguno la última oportunidad.4. Pues bien, para eso lo primero que hay que hacer es guardar silencio, no sólo exterior,sino también interior.5. Lo segundo, que se entreguen a hacer los ejercicios con toda decisión desde el primer momento.6. Y tienen que pensar ustedes por su cuenta; no basta el oír al ejercitador.7. Y, por último, como vamos a arreglar problemas del orden sobrenatural y en este ordentodo depende de Dios, no nos olvidemos de pedir gracias a Dios.

Como se puede observar, todas estas proposiciones están respondiendo a una serie de problemas ydificultades que pueden traer los ejercitantes. Se podían introducir algunos otros o variar algunos,según se trate de jóvenes o personas mayores, intelectuales u obreros.

EJERCICIOS DE ENFOQUESA continuación pongo una lista de temas que pueden sugerir algunos enfoques. Variando elauditorio, se pueden hacer diversos enfoques sobre el mismo tema. Hágasele motivar al alumno por qué escoge esa proposición. Y esa motivación puede servir de exordio.1. A jóvenes, estusiasmándolos con la vocación sacerdotal o religiosa.2. A fieles en general, para que ayuden a reclutar y formar vocaciones.3. A jóvenes, quitándoles el miedo a plantearse el problema de la vocación.4. A fieles en general, para que amen al sacerdote.

5. A obreros, sobre lo mismo.6. A los padres, para que se responsabilicen personalmente de la educación de sus hijos.7. Que eduquen cristianamente a sus hijos.8. Que den buen ejemplo a sus hijos.9. Que no envíen a colegios laicos o protestantes a sus hijos.10. A cristianos tibios, que vayan a misa todos los domingos.11. A congregantes, que comulguen con frecuencia.12. Contra el peligro de comulgar por rutina solamente.13. A jóvenes, entusiasmándoles con el apostolado.14. Contra el lujo excesivo.15. A patronos, que traten con justicia y amor a sus obreros.

16. Contra el espíritu de crítica destructiva.17. Invitando a ir a ejercicios.18. Que perdonen a sus enemigos.



19. A obreros, honradez laboral.20. A obrero?, sobre la Iglesia Católica defensora de los pobres.21. A diversas asociaciones católicas a cooperar entre sí.22. A hombres, que no se avergüencen de ser católicos.23. Sobre la elección de amigos.

24. Defendiendo a la Iglesia de aliada del capitalismo.25. A ricos, que ayuden a la juventud obrera católica.26. Contra el espiritismo.27. A jóvenes, que estudien y se formen.28. Contra la medianía, a jóvenes.29. A jóvenes, contra el espíritu de rebeldía contra toda autoridad.30. Rebelión contra los sufrimientos.31. Pérdida del tiempo.32. Uso del dinero; apego excesivo.33. Deseo de honores y figurar.34. Desaliento.35. Cobardía en la defensa de la verdad y justicia.36. Envidia.37. Embriaguez (a jóvenes, previniéndoles).38. Escándalo.39. Limosna.40. Pagar lo justo a los obreros.41. El juego.42. Mentira.43. Murmuración.44. Penitencia.45. Ayuda económica a la Iglesia.46. Soberbia.47. Mal carácter.48. Ser comprensivo.49. Falta de cultura y formación religiosa.50. Contribuir con su conducta al desprestigio de la Iglesia.51. Colaborar en las obras católicas.52. Necesidad de la oración.53. Inconsecuencia religiosa, creer y no practicar.54. Necesidad de la fe; problemas sobre la fe.55. Lectura de libros irreligiosos.

56. Desesperación.57. Sacrilegio en la comunión.58. Profanación del templo.59. Blasfemia.60. Malas compañías.61. Conciencia y responsabilidad en el trabajo.62. A padres que se oponen a la elección de estado.63. Injusticias en repartir favores y cargos.64. Saber conllevarse en el matrimonio.65. Divorcio.66. Maestros, catedráticos: responsabilidad de su cargo.

CUARTA FASE:



Motivación. Análisis previo: mecanismo, esencia, fuerza, valoración. Prueba de la verdad ydel valor. Hasta aquí la labor del orador ha sido previa y preparatoria: elegir los puntos de ataque.Pudiéramos llamarla fase estratégica de la persuasión. Ahora pasamos a la fase táctica, a hacerlesdecidir efectivamente, o sea, a hacerles aceptar las ideas que hemos juzgado decisivas para este fin.Esto lo lograremos por medio de los motivos. Pero es evidente que se puede explotar mejor o peor

la fuerza de estos motivos. Por consiguiente, es necesario estudiar antes cómo funcionan losmotivos, analizar el mecanismo de la decisión en el hombre, sorprender sus leyes, para despuésacomodarnos a ellas. Sólo así podremos de una manera racional y consciente aprovechar la fuerzaíntegra de los motivos. Este análisis previo de la naturaleza del motivo y su funcionamiento es clave para comprender lo que después vamos a exigir. Por eso vamos a hacer este análisis comointroducción a la motivación, y comprende la selección de los motivos y la explotación de losmismos. A esta última parte, sobre todo, afectará lo que vamos a decir.El hombre se decide a hacer algo, a poner una acción, como medio, camino o condición paraconseguir un bien concreto, una realidad concreta que le atrae o le apetece, o hace algo para evitar un mal concreto que ]e repele.El niño se sube a una silla para tomar un pastel, o sea, pone la acción de «subirse a la silla» porqueve esa acción como medio para poder alcanzarlo. Este «tomar el pastel» es lo que mueve a «subirsea la silla»: es, pues, un motivo.

Ahora bien, podemos concluir que la decisión del niño de subirse a la silla depende de los siguientesfactores:1. Que vea que es verdad que, subiéndose a la silla, alcanza el pastel. De otro modo no lo intentaría.2. Que le guste el pastel, es decir, que el pastel sea un bien para él, y cuanto mayor bien sea y másganas tenga en aquel momento, más enérgica será su decisión de subirse a la silla.Por tanto, podernos establecer las siguientes conclusiones:La eficacia de un motivo depende:1. De su verdad: es decir, de que sea verdadero lo que se afirma en el motivo; aquí, que,subiéndose a la silla, alcanza el pastel.2. De la intensidad con que se desea aquel bien concreto expresado en el motivo. Estaintensidad dependerá lógicamente de dos elementos:a) Del bien en sí: Cuanto mayor bien sea para la persona, másle atraerá: más atrae a un niño una bicicleta que una pelota. b) De la intensidad con que se sienta en el momento de la decisión la atracción de ese bien.

Apliquemos estas mismas consideraciones a decisiones de un orden superior; por ejemplo, unestudiante estudia:

Para asegurar el porvenir, para adquirir cultura, para sacar el primer premio, para no tener queestudiar en vacaciones. Aquí «asegurar el porvenir», «adquirir cultura», etc., son bienes concretos,ventajas concretas, que se adquieren estudiando; son el pastel. Lo mismo «quedarse sinvacaciones», es un mal que se evita estudiando.

Estas realidades concretas son las que mueven a estudiar: motivos. No lo olvidemos: un motivo essiempre un bien concreto que se consigue mediante una acción y, por tanto, «mueve» a poner esaacción.

Y si no es verdad que mediante esa acción «se adquiere cultura, o «se asegura el porvenir», elestudiante no decidirá estudiar. Por otra parte, si estas mismas realidades no son un valor para él,

tampoco estudiará; si no le interesa la cultura o tiene asegurado por otros medios su porvenir,tampoco se moverá a estudiar.



Por tanto, en el motivo es preciso distinguir dos elementos: la verdad del motivo y el bien propio ycaracterístico del motivo. Este valor es distinto en los diversos motivos: así, el valor propio de«asegurar el porvenir» es la «tranquilidad» que proporciona tener asegurado el porvenir. En«adquirir cultura» es el valor «prestigio» de ser un hombre culto. En sacar el primer premio: «lahonra» que eso supone. Por el contrario, en «tener que estudiar en vacaciones» el antivalor es «lo

fastidioso» de tener que estudiar en vacaciones. No es lo mismo que el estudiar asegure el porvenir y que eso sea un valor. Con lo primero sóloafirmamos un hecho: con lo segundo lo juzgamos, lo calificamos, lo valorarnos: decimos que es bueno, malo, una ingratitud, una gran tranquilidad, uno de los innumerables valores o antivalores dela vida humana.

Podemos concluir afirmando que un motivo es la suma de una verdad más un valor, o mejor, unaverdad o realidad, que es al mismo tiempo un valor: una acción que es ventajosa, conveniente, bella,necesaria... o viceversa si se trata de un antivalor. Por tanto, el motivo enunciado completamentesería:Tienes que estudiar porque:1. Aseguras el porvenir, y esto es una tranquilidad enorme.2. Adquieres cultura, y esto te dará un prestigio muy grande.3. Sacarás el primer premio, y esto es una gran honra.4. Si te suspenden, tendrás que estudiar en vacaciones, y eso es una cosa sumamente fastidiosa.De estos dos elementos, el que propiamente mueve es el segundo, el valor, la bondad del motivo.En efecto, se trata de mover a la voluntad, y a la voluntad sólo la mueven los valores, los bienes.La verdad del motivo es la condición previa que se requiere para que obre el motivo: nada puedeobrar, si no existe.

En el valor del motivo está propiamente la fuerza del motivo. Y la eficacia de un motivo dependerá,sobre todo, de la intensidad con que se sienta el valor del motivo, del grado con que esta fuerzaactúe sobre nosotros. Ya puede tener un gran valor en sí un motivo; si no lo sentimos, sisubjetivamente no lo valoramos, no tendrá ninguna fuerza persuasiva para nosotros. Por otra parte,cuanto más lo sentimos, más lo valoramos, mayor será su eficacia sobre nuestra voluntad.

Todas estas consideraciones nos están empujando fatalmente a una conclusión de grantrascendencia oratoria: no basta probar la verdad del motivo. Para conseguir una decisión másenérgica, y aun sencillamente para conseguir la decisión, es preciso valorar el motivo. Estavaloración es la que después sensibilizaremos mediante la técnica de la forma, para hacer sentir sufuerza a nuestro auditorio. Cuanto más sienta y valore el estudiante «la tranquilidad que hay en

tener el porvenir asegurado», «el prestigio de poseer una amplia cultura», «la honra de sacar el primer premio», o cuanto más le repugne «lo fastidioso de tener que estudiar en vacaciones», mayor será su decisión de estudiar.

Y esto es lo que desgraciadamente apenas se hace: se traen motivos, pero no hay preocupaciones por explotar su fuerza, por desentrañarla. Para probar la malicia del pecado se dice que «fue lacausa de la condenación de innumerables ángeles», pero no se hace sentir lo malo de este acto quefue capaz de condenar a innumerables ángeles. Se dice que la blasfemia es una ingratitud horrible,«porque es insultar al Ser que más beneficios nos ha hecho», pero no se valora la ingratitud quesupone el insultar al Ser que más beneficios nos ha hecho. Lo mismo se habla de la humildad deCristo «porque guardó absoluto silencio ante la corte de Herodes», y no se hace sentir la humildad

que supone el callarse en esas condiciones un hombre comoJesucristo.



Sin embargo, siempre será verdad que del grado en que sientan lo malo, lo ingrato de todas esascosas, dependerá el impacto que produzcan esos motivos en nuestro auditorio. Si no sienten osienten vaga y tibiamente «la malicia que supone un acto capaz de condenar a los ángeles», ya les podremos decir que el pecado fue la causa de la condenación de los ángeles; se quedaránimpasibles.

Por tanto, como consecuencia de este análisis, un poco largo y quizás reiterativo, pero que lo juzgode capital importancia para lo que vamos a decir y para que se vea que no exigimos nada sin anteshaberlo justificado con la realidad en la mano, podemos establecer las siguientes conclusiones:Para que una motivación sea verdaderamente eficiente en orden a hacer aceptar una idea, habrá quehacer tres cosas:1.a Seleccionar los motivos más fuertes para el auditorio en cuestión.2.a Probar la verdad de esos motivos. o.a Valorar y hacer sentir ese valor propio y característicode cada motivo.

Como, por otra parte, estos motivos van dirigidos contra los puntos claves de los que depende ladecisión (labor que hemos hecho en el primero y segundo pasos), se podrá juzgar la eficacia de estamanera de hacer el fondo de un dispositivo persuasivo.

N. B.—Lo dicho anteriormente no significa que hay que hacer siempre las dos cosas: probar laverdad del motivo y hacer sentir su valor. Si el auditorio está convencido de la verdad, no hay queandar probando lo que ya admite. Ya tienen un elemento del motivo. Lo que falta entonces es quesientan el valor del motivo; por consiguiente, en eso tiene que insistir el orador. Tratando dehacerles ver la ingratitud que supone blasfemar «porque insulta al Ser que más beneficios nos hahecho» y todos admiten que es insultar al Ser que más beneficios nos ha hecho y sólo hará faltarecordar estos beneficios; habrá que insistir en hacerles sentir la ingratitud que este hecho supone.Otras veces será al revés: habrá que insistir en probar la verdad del motivo y apenas nada en valorar el motivo. Si se trata de persuadir a los padres que no '.,& opongan a la vocación de sus hijos«porque es oponerle a la felicidad en esta vida y en la otra», lo que los padres no ven es que seaoponerse a su felicidad. Si ellos vieran con claridad que iban a ser la desgracia de sus hijos, no seopondrían. Por tanto, en eso sobre todo hay que insistir.

Tampoco quiere decir que primero haya siempre que probar el motivo y después valorarlo; se puedehacer a la inversa. Depende de lo que convenga en cada caso. Lo mismo es hacer sentir primero «ladignidad de ser representante de Dios ante los hombres», en un sermón sobre la dignidad delsacerdocio, y, a continuación hacer ver que eso es el sacerdocio, que al revés: hacer ver primero queel sacerdote es el representante de Dios y después hacer sentir lo que esto supone.

Sin embargo, por razones didácticas, seguiremos el orden lógico y primero hablaremos sobre laverdad del motivo y luego sobre el valor. Una vez hechas las anteriores consideraciones sobre elmecanismo de los motivos, iremos diciendo algo sobre cada una de las distintas fases.

MOTIVACIÓNEn las dos primeras fases hemos encontrado los puntos adonde debemos dirigir nuestros motivos:aquellos fines más particulares, e inmediatos de los que depende la consecución del fin general deldispositivo persuasivo. En ésta se aducen los motivos en que basamos nuestras afirmaciones.Los motivos son la respuesta que damos a la pregunta: «por quéfi es verdad lo que el orador afirma.Para encontrarlas, no tenemos más que preguntarnos «por qué» después de cada una de las ideasque tratamos de hacer aceptar a nuestro auditorio; la respuesta será el motivo.

Aconsejaría que se diese la respuesta completa, es decir, el motivo con sus dos elementos: verdad yvalor. Esto simplifica extraordinariamente las cosas, sobre todo, a los principiantes hasta que



adquieran la actitud de valorar los motivos. De lo contrario, se exponer, a dejarlos sin valorar muchas veces. Y si al tratar de poner el motivo completo, sale forzado o no sale el valor, es señal deque allí solamente hay que probar, y no valorar.

Vamos a ver lo dicho con el ejemplo anterior de la blasfemia. Habíamos encontrado las siguientes

ideas-proposición que teníamos que inculcar a nuestro auditorio:1. La blasfemia es de una malicia inconcebible. «¿Por qué?»Motivo completo: Porque insulta un ser insignificante y ridículo al Ser infinitamente excelso y perfecto, y esto supone una malicia inconcebible.2. Y una ingratitud enorme. «¿Por qué Motivo completo: Porque insulta al Ser que más

beneficios nos ha hecho y ¡qué ingratitud tan enorme es obrar de este modo!3. Aunque te tuvieran por poco hombre, no debes blasfemar. ¿Por qué? Porque en ningúncaso se puede justificar que la criatura, por evitar un daño propio, insulte a su Creador.4. Al contrario, te tendrán por más hombre. ¿Por qué? Porque todo el mundo admira yrespeta al que valientemente actúa conforme a sus convicciones.5. Ni excusa que sea una costumbre. ¿Por qué? Porque lo único que concluye es que tienes queluchar por desarraigarla.

En los tres últimos motivos no hay valoración; resultaría forzado.Una vez que tenemos así redactados los motivos, lo único que resta es hacer lo que indica el mismomotivo, es decir, probar la verdad y hacer sentir el valor.

CÓMO SE PRUEBA LA VERDAD DEL MOTIVOProbar la verdad del motivo es traer las razones en que nos apoyamos para afirmar el motivo. Notiene mayor complicación y lo hemos hecho cien veces. Tenemos, por ejemplo, esta proposición:Oponerse a la vocación de tu hijo es un crimen.Motivo: Porque te opones a la salvación de muchas almas (verdad del motivo), y esto es uncrimen enorme (valor).

Naturalmente ahora hay que probar que oponerse a la vocación es oponerse a la salvación de lasalmas. Y se trae la razón: porque Dios ha vinculado la salvación de las almas de modo ordinario a laacción del sacerdote; por tanto, al impedir que haya un sacerdote más, has impedido que muchasalmas se hubieran salvado, de existir aquel sacerdote.Esta prueba o las ideas que componen esta prueba son las que hay que sensibilizar. Porque endefinitiva sobre esta prueba y la valoración siguiente se apoya todo el peso de la persuasión. De laclaridad y fuerza con que e] auditorio vea esta prueba, y sienta la valoración siguiente, depende quese vea la verdad y el valor del motivo; y con la fuerza con que vea el motivo, aceptará la idea-

proposición; y con la misma, en último término, aceptará el fin que le propone el orador. Todos los pasos dependen del primero; y puesto el primero, los demás sobrevienen automáticamenteconforme a leyes psicológicas ciertas e inmutables en el grado e intensidad que les ha marcado el primero. De aquí la importancia fundamental de que tanto la prueba como la valoración alcancen unalto voltaje.

Voy a mostrarlo rápidamente en los ejemplos anteriores: El primer motivo de los citados para probar que los padres que se oponen a la vocación de sus hijos cometen un crimen enorme era:«porque te opones a la salvación de muchas almas». Esto hay que probarlo; la prueba podría ser ésta: porque del sacerdote depende la salvación de las almas. Brevemente desarrollada ysensibilizada:

«... Dios ha vinculado la salvación de las almas a la acción del sacerdote: los hombres sólo se pueden salvar con la ayuda de otros hombres. Tú solo no te instruyes: otro hombre tiene que



instruirte; tú no te bautizas, otro te bautiza; tú no te perdonas los pecados, otro te los tiene que perdonar.Podía seguir. Y resulta que precisamente el que tiene por oficio, por ociipación de su vida, el hacer todas estas cosas es el sacerdote. Y pregunto: ¿No va a depender entonces del sacerdote la salvaciónde muchas almas? Si del médico no depende la salud y curación de las enfermedades, ¿de quién

depende? Y el oponerse a la vocación del sacerdote, ¿no es oponerse a la salvación de esas almas?El que en tiempo de epidemia impidiera a un médico asistir a los enfermos, ¿no sería responsable dela muerte de todos esos enfermos? El que en una epidemia de tifus secuestra el antibiótico capaz decontrarrestarla, ¿no es responsable de la muerte de los enfermos?»Las dos comparaciones resaltan con más fuerza y claridad la prueba. Lo mismo en el siguientemotivo: Porque expones a tu hijo a ser un desgraciado.Prueba: Porque Dios da a los hombres las cualidades conforme al destino que les ha señalado; sólosiendo y haciendo eso serán completamente felices.Desarrollo: Porque Dios da a los hombres las cualidades conforme al destino que les ha señalado.Proceder de otra manera sería absurdo en Dios, como sería absurdo en cualquier ser inteligente.Cuando un ingeniero necesita una pieza que ruede, la hace redonda; no se le ocurre hacerlacuadrada. Si Dios, por consiguiente, le da a un joven vocación, ha tenido que darle las cualidades propias de esa vocación. Y entonces, siendo y haciendo eso, encuentra su felicidad. La ruedaencuentra su felicidad rodando; en eso triunfa y así obtiene el máximo rendimiento. ¿O es que unaparato de televisión puede triunfar y ser feliz utilizándosele como máquina de coser? Tu hijo tienedeterminadas cualidades, y ésas se las dio Dios para que desempeñase en la vida un papeldeterminado; ¿crees entonces, etc...?

EJERCICIOS DE MOTIVACIÓNEnumérense las ventajas concretas de:1. Aprender inglés, francés, alemán, latín, griego, etc.2. Reflexionar sobre los sucesos de la vida, propios y ajenos.3. De ser orador.4. De que una nación tenga Marina propia.5. De tener una buena red de comunicaciones.6. Enumerar los daños de una educación laica.7. Enumerar los daños de la falta de sacerdotes.8. Razones por las que la flagelación de Cristo fue una humillación.9. Lo mismo, por la que fue dolorosa.10. Heroísmo de Cristo al callar ante Herodes.11. Vergüenza de ser llevado preso por Jerusalén.12. Contribuir a levantar una Universidad o Seminario católico.

13. Conseguir una vocación.14. Heroísmo de ser santo en una vida vulgar.15. Dignidad del sacerdote.

N. B.: Pueden servir también, para este mismo fin, todos los temas antes indicados para losejercicios de enfoques.

VALORACIÓN DEL MOTIVOOtro punto clave, del que depende en gran parte la eficacia del motivo, es valorar y hacer sentir alauditorio la fuerza de los mismos, el valor encerrado en cada uno de ellos. Más aún, en el grado eintensidad que sientan esa fuerza, en ese mismo grado será su eficacia. Es decir, hacer sentir en los

ejemplos arriba citados la tranquilidad que hay en tener el porvenir asegurado, o el prestigio de ser un hombre culto o lo fastidioso de tener que estudiar en vacaciones.



Este hacer sentir se consigue por medio de la forma, por sensibilizaciones: desentrañando,visualizando, comparando... Sencillamente es una idea que se sensibiliza conforme a la técnica queya hemos visto. No tiene mayor complicación.

Voy a indicarlo brevemente en los ejemplos arriba expuestos.

1. Hacer sentir «la tranquilidad de tener el porvenir asegurado». Para eso, por ejemplo, pintar la tranquilidad del hombre que va a casa y en cuentra a unos hijos sanos y robustos que no pasanhambre, un hogar con fortable, etc.; en vez de las angustias del que no tiene con qué hacer frente alas necesidades de la vida, sin poder pagar a sus hijos una educación digna, etc. (Esto se podríavisualizar pintando cuando llega a su casa y le salen a recibir unos hijos contentos y felices que seechan en sus brazos, etcétera.).2. Lo mismo «el prestigio de ser tenido por un hombre culto»: ver que todo el mundo te estima,que consulta tu opinión, que en cualquier reunión de personas cultas puedes intervenir. Paracontraste se podría pintar la situación contraria, de menosprecio, complejo de inferioridad en que seencuentra el hombre inculto.3. Lo fastidioso de tener que estudiar en vacaciones: visualizar, por ejemplo, a los amigosdivirtiéndose en la playa o en el cine, y al mal estudiante sentado ante una mesa, tratando deestudiar una materia que le aburre.

Este hacer sentir la fuerza del motivo se puede hacer a veces por medio de comparaciones ytambién ponderando el motivo. Ponderar consiste en buscar algunas circunstancias agravantes almotivo, que vienen a ser como una especie de submotivos, y hacerles sentir en cada uno de ellos elmismo valor que en el motivo principal.

Por ejemplo, para hacer ver la ingratitud que la blasfemia supone, puedo contentarme con hacer sentir nada más que el motivo escueto: ¡qué ingratitud supone el insultar al Ser que más beneficiosnos ha hecho! O puedo ponderar este motivo:1. ¡Qué ingratitud insultar al Ser que más beneficios nos ha hecho!2. ¡Y mayor ingratitud habiéndolos hecho con tanto desinterés!3. ¡Y, el colmo, insultarle valiéndonos de esos mismos beneficios!

El segundo y el tercero no son más que circunstancias agravantes del primero, que aumentan, por consiguiente, la ingratitud: hay, pues, que hacer ver cómo realmente esas circunstancias aumentanla ingratitud. En el segundo se podría hacer de esta manera: si a un médico que nos ha curado ysalvado la vida le quedamos tan agradecidos, a pesar de que hemos tenido que pagar sus honorarios;o a un amigo, que en un momento de apuro económico nos adelanta una gran cantidad de dinero, aDios, que... ¿no sólo no vamos a agradecerle, sino que le insultamos sin razón ninguna...?

En el tercero: y le insultamos valiéndonos de los mismos dones.Describir el caso de un niño sacado de la miseria y adoptado por una familia, que lo educa y le da lacarrera de abogado, y él se vale de esos conocimientos para arruinarlos. Dios nos dio el lenguaje(con lo que supone de beneficio), la inteligencia (desentrañar), y utilizamos ese mismo lenguaje einteligencia para insultarle. Nótese cómo en los dos casos siempre se hace sentir lo mismo: cuánta mayor ingratitud supone enesa circunstancia. Como ejercicios prácticos de este punto, se pueden hacer sentir los motivosencontrados en el ejercicio de motivar.

RESUMEN PRÁCTICO

Dos fórmulas de planes. Primera fórmula: directa. Segunda fórmula: indirecta.Entendido lo que hemos dicho, bastará que el alumno se quede con lo que vamos a añadir para poner en práctica lo que exige este



método de oratoria.

Se reduce todo lo dicho a una serie de preguntas que deberá hacerse el alumno sucesivamente, y quele pondrán en el disparadero para hacer aquello que en cada paso de la estructuración tiene quehacer. Muy importante: esta lista de preguntas es para recordarle y sugerirle al alumno lo que tiene

que hacer, los puntos a que debe atender; pero más bien en orden a un primer boceto del plan. Unavez obtenido esto, debe prescindir de toda traba y disponer las ideas como crea más eficaz.Vamos a poner dos maneras o fórmulas para hacer un plan.He aquí la serie de preguntas que nos indicarán todo lo que debemos hacer:

PRIMERA FÓRMULA1. ¿Qué pretendo?2. ¿Cuál es el problema del auditorio en este punto? O ¿por qué no hace o no quiere hacer loque trato de persuadirle?3. ¿Qué ideas en consecuencia tendré que hacerles aceptar?4. ¿Por qué motivo? (Poner el motivo completo.)5. ¿Cómo pruebo la verdad de estos motivos? (Sensibilizar la prueba.)6. ¿Qué valor tengo que hacer sentir? (Sensibilizar la valoración.)

SEGUNDA FÓRMULAEsta segunda fórmula vale para casos más simples.Aunque no tan exacta como la anterior, sin embargo coincide con ella en el fondo.Puesto delante el fin que tratamos de obtener, busquemos directamente los motivos que se juzganeficaces para este auditorio. Hecho esto, averigüemos qué dificultades impedirán todavía decidirse ydeshacerlas. En el fondo coincide con el anterior. En efecto, al seleccionar los motivos, lo hacemoscon la vista fija en el auditorio y escogemos los que creemos que, dada su psicología y actitud, seránmás eficaces; ya en esta selección va implícito un análisis de la situación psicológica del auditorio.Por otra parte, al investigar después los obstáculos que todavía les pueden quedar y que no han sidoanulados por los anteriores motivos, acabamos de completar el estudio del problema del auditorio yel dispositivo oratorio es una verdadera respuesta al problema real y concreto de mis oyentes.

Las preguntas para este tipo serían:1. ¿Qué pretendo?2. ¿Por qué deben hacerlo? (¿Por qué motivo?)3. ¿Cómo lo pruebo?4. ¿Cómo hago sentir el valor de cada motivo?5. ¿Qué dificultades impedirán decidirse todavía? (y refutarlos).

APÉNDICE A LA MOTIVACIÓNProblemas prácticos sobre la motivaciónHe dejado para este apéndice una serie de observaciones prácticas sobre cada uno de los anteriores

pasos de la motivación, con el fin de no complicar la explicación de cada uno de ellos y recargarlosdemasiado. Estuve dudando si suprimirlo y decidí ponerlo en un apéndice, para que se pueda omitir,si se quiere, con facilidad. Con todo, creo que pueden aclarar algunas ideas; sobre todo teniendo encuenta que son observaciones que se me iban ocurriendo al ver las dificultades con que tropezabanmis discípulos en la realidad.

1. MOTIVACIÓN CONCRETA

No se olvide que motivo es un bien concreto, un hecho concreto, portador de un valor; por tanto, nohay motivo mientras no se encuentre un hecho concreto, un bien, o un mal «concreto». Esto es muyimportante, porque es frecuente en los alumnos poner motivos poco concretos, con la dificultad



consiguiente para valorarlos, como veremos después, pues sólo se pueden valorar cosas, hechosconcretos.

Por ejemplo, trato de persuadir a uno a que estudie, «porque da una gran satisfacción» o «porquetrae grandes ventajas», o «porque es necesario», o «porque el día de mañana tendrá una gran

tranquilidad»; no he presentado propiamente motivos; sólo he señalado un valor, pero al aire, sin base donde apoyarse: le falta el hecho responsable de que al estudiar sea ventajoso, necesario, etc.Hay, pues, que seguir preguntándose ¿por qué?, hasta dar con el hecho responsable: ¿por qué el díade mañana sentirás una gran tranquilidad? Porque aseguras el porvenir. ¿Por qué estudiar esventajoso? Porque da gran cultura, etc. Estos son los motivos.

A continuación pongo algunos ejemplos:Tratándose del heroísmo del sacerdocio; si se dice «porque tiene que sacrificar las tendencias másfuertes del hombre», todavía no presento el hecho-motivo. Lo correcto sería: porque tiene quesacrificar el amor a los padres, a formar una familia, etc.

A padres: que no se opongan a la vocación de sus hijos.Mal:1) Porque te haces reo de un gran crimen.2) Porque cometes contra Dios una injusticia.3) Porque ocasionas a tu hijo un gran daño.Bien:1) Porque lanzas al infierno las almas que dependían de que tu hijo fuera sacerdote, y esto es uncrimen enorme.2) Porque dispones de tu hijo en contra de la voluntad de su único dueño, Dios, y esto es unainjusticia tremenda contra Dios.3) Porque estropeas los planes de Dios sobre tu hijo, y esto es un daño enorme para tu hijo.4) Expones la salvación de tu mismo hijo, etc., y esto es el mayor de los daños de tu hijo.

Los motivos tienen que estar bien enfocados y dirigidos. Hay que precisar bien la idea que hay quemotivar, porque se puede desviar la motivación. Hay veces en que aparentemente son iguales dosideas y, sin embargo, exigen una motivación diferente.

2. MÉTODO INTUITIVO DE ENCONTRAR MOTIVOSAunque el encontrar motivos depende de la agudeza intelectual del orador, sin embargo me ha parecido útil indicar algunas observaciones que pueden ayudar en esa búsqueda.De todos modos, si parece oportuno, se puede pasar por alto esta parte.

El primero y principal obstáculo que se presenta en esta búsqueda es que se piensa poco. No se le davueltas al asunto, se contenta el alumno con una vista superficial; no sienten la comezón de buscar.Dar vueltas al tema, contemplarlo desde diversos puntos de vista, hurgar, por así decir, en él, es básico, si no queremos decir siempre las mismas tres o cuatro cosas.

Para ayudar a la búsqueda de motivos, algunos autores, verbigracia: el P. Kleutgen, en su Arsdicendi, en el capítulo «De inventione», presenta diversas fuentes de argumentos, motivos, comoson definición-género-especie, etc.

Está muy bien. Lo único, que me parece un poco complicado para principiantes sobre todo. Lainvención es siempre algo intuitivo. Creo más sencillo tomar la materia de que se trata y dar las

definiciones sensu lato de que sea capaz; es decir, buscar todos los aspectos, propiedades que tiene;todas las cosas que es. Puesto que el motivo se funda en las propiedades de la acción u objeto,



buscando el mayor número de propiedades se encontrará el mayor número de motivos y se podráescoger y seleccionar los más eficaces.Se trata de buscar motivos para hacer ver la responsabilidad de los padres que se oponen a lavocación de sus hijos: veo primero todos los aspectos que puede tener, en general, «el oponerse a lavocación de los hijos» y después selecciono los que más convengan.

Oponerse a la vocación de los hijos es:1. Resistir a los planes de Dios para con tu hijo.2. Quitarle a Dios lo que es suyo.3. Frustrar la redención de Cristo.4. Inutilizar su sangre divina.6. Ser causante de la condenación de muchas almas.6. Privar a muchos hombres de los consuelos de la religión, dejar a muchos niños sininstrucción religiosa, etc.7. Traicionar la confianza que Dios depositó en ti al no querer devolverle el hijo que te confió para que se lo custodiases.8. Exponer a tu hijo a ser un desgraciado.9. Frustrar el destino de tu hijo.10. Lanzar a tu hijo a un puesto para el que no tiene cualidades, niDios le dará tantas gracias.11. Privar a tu hij o de ser un amigo, un predilecto de Dios.12. Privarle de una corona de gloria y felicidad indecible.13. Quizás ser la causa de la condenación de tu hijo.

Se podría seguir. Obsérvese y se verá que así, instintivamente, han ido saliendo todos esos tópicosque el P. Kleutgen distribuye en causa, efecto, etc. Ahora, entre todos ellos, no hay más queseleccionar los que más fuerza tengan para el auditorio a que nos dirigimos. Si, por ejemplo, se tratade hacer sentir la grandeza del sacerdote, se dan del sacerdote el mayor número de definiciones enel sentido explicado.El sacerdote es el representante de Dios ante los hombres.El sacerdote es el representante de los hombres ante Dios.El sacerdote es el otro Cristo.El sacerdote es el único hombre que puede dar la felicidad eterna.Si se trata de hechos, se puede usar la conocida y útilísima fórmula: «quién, qué, dónde, por quiénes, cuántas veces, por qué, cómo, cuándo».

Por ejemplo, tratamos de hacer sentir la humillación de la flagelación de Jesucristo: un hecho.

Vamos a aplicar las anteriores preguntas.¿Quién?: Jesucristo, el hombre más conocido de Palestina, que se había hecho pasar por Dios, etc.¿Qué?: Ser azotado, castigo sólo de esclavos, que dejaba infame de por vida.¿Dónde?: En Jerusalén, donde había sido aclamado cinco días antes, etcétera.¿Por quiénes?: Por sus enemigos victoriosos, los fariseos que se regodean de su triunfo.¿Cuántas veces?: Aquí no tiene aplicación esta pregunta.¿Por qué?: Tampoco ésta, a no ser que se diga que por embaucador, etcétera.¿Cómo?: Desnudo.¿Cuándo?; En medio de las fiestas más concurridas de Jerusalén, etc.

3. COLOCACIÓN DE LOS MOTIVOS

Colocación estática y colocación dinámica. Párrafo ponderativo. Jerarquía de fuerza.La motivación se puede disponer de dos maneras:1) En actitud, por así decir, «estática».



2) En actitud «dinámica».La primera se contenta con enumerar los motivos, uno detrás de otro, sin unirlos entre sí, sinavance. Los motivos están yuxtapuestos.La segunda actitud dispone estos mismos motivos de una manera dinámica, en avance, sumando, por así decir, la fuerza de un motivo a la de otro, reforzándolos mutuamente; los motivos no están

yuxtapuestos, sino sobre-puestos. Esa segunda disposición es más oratoria y tiene la ventaja de quelos motivos forman un bloque, una unidad total que va creciendo persuasivamente.Por ejemplo, hablando sobre no diferir la conversión para la hora de la muerte:Dinámica:1. Porque puede ser que entonces no quieras.2. O, aunque quieras, será un arrepentimiento falso.3. Y eso sin tener en cuenta que puedes morir de repente.4. Más aún, casi siempre, aun en enfermedades largas, el enfermomuere engañado, de repente, cuando él todavía no lo esperaba.5. Además, ¿no puede ser que falte el sacerdote?6. Sobre todo, pensando que todas estas circunstancias dependen deDios, al que te has dedicado a ofender mientras podías.

De una manera yuxtapuesta, estática, hubiera sido:1. Porque puede ser que entonces no quieras arrepentirte;2. porque es un arrepentimiento, a la hora de la muerte, muy dudoso;3. porque puedes morir de repente;4. porque casi siempre se muere de repente, aun en enfermedades largas.5. porque puede faltarte el sacerdote.6. porque con tu vida de pecados te haces enemigo de Aquel de quien dependen todas estascircunstancias...

Los motivos son los mismos, pero de la primera manera están dispuestos en avance y el orador estáen otra actitud. Y esto es decisivoVoy a presentar otro ejemplo, hecho en forma dinámica.Se trata de persuadir a católicos, que sean católicos totales, no católicos que admiten sólo unosdogmas o mandamientos y rechazan los otros.Proposición: No se puede ser católicos y admitir esos errores.1. Porque el catolicismo es una unidad indivisible;2. sobre todo, teniendo en cuenta que éste es un problema entre Diosy nosotros, y a Dios no se le engaña.3. Además, esto sería ir contra lo que profesamos.

4. Abdicando nuestra personalidad5. y deshonrando ante los demás el catolicismo;6. exponiéndonos a que también algún día Jesucristo se avergüencede nosotros en el momento decisivo de nuestra existencia.

4. FÓRMULA PRÁCTICA. PÁRRAFO PONDERATIVOA continuación ofrecemos una fórmula práctica, para ayudar a hacer esta motivación de las diversas proposiciones de una manera dinámica y en avance. Es una fórmula que nos ha dado resultado y por eso la ofrecemos. No le damos más valor que el de la experiencia, que por lo mismo es inductiva;habrá casos y personas en que pudiera fallar. Pero creemos que es una manera más instintiva, máshumana y vital.



Si se observan las dos motivaciones anteriores en avance ofrecidas como ejemplo, se puedenescribir seguidas y forman uno o dos párrafos ponderativos. Véase el primer ejemplo redactado deesta manera.¡Qué temeridad dejar la conversión para la hora de la muerte, cuando puede ser que quierasarrepentirte, o, si te arrepientes, resultaría un arrepentimiento forzado y falso!; y eso sin tener en

cuenta que puedes morir de repente, pues, aun muriendo de una enfermedad larga, es lo más comúnmorir de repente, y sin contar que te puede faltar el sacerdote y que Dios puede castigarte por haberle rechazado durante toda la vida. Lo mismo puede hacerse con el segundo ejemplo antescitado.Así, pues, para disponer de esta manera dinámica y para encontrar nuevos motivos, ayuda el hacer un párrafo ponderativo con cada una de las proposiciones. Cada uno de los miembros del párrafoserá de ordinario un motivo.

Después, sólo queda probar y valorar cada uno de los miembros del párrafo (motivos). De esamanera pudiéramos decir que un discurso persuasivo es uno o varios párrafos hechos sentir.Es una manera vital y dinámica de hacer la motivación y la forma como muchas veces procedemosen la vida.

Véase un ejemplo: en un sermón a padres para que no se opongan a la vocación de sus hijos, que seoponen porque creen que el sacerdocio es una profesión indigna de sus hijos, que pueden aspirar amás, y porque no ven al mismo tiempo la responsabilidad que contraen, encontramos esta doble proposición:A) El sacerdocio es la ocupación más grande que puede desempeñar un hombre.B) Oponerse a la vocación de los hijos es una responsabilidad enorme. Tendremos:A) El sacerdocio, la ocupación más grande que puede haber.

Párrafo: ¿Puede haber una ocupación más grande que la del sacerdote, que es el representante deDios entre los hombres para los problemas más trascendentales del hombre, que tiene confiadas a sucargo las almas, lo más valioso de la creación, administrador de la sangre de Jesucristo, otro Cristo,y el único oficio cuyos resultados son de consecuencias eternas:?

Descomponiendo este párrafo en los motivos implícitos, tenemos:1. Porque es el representante de Dios ante los hombres para los problemas más trascendentales,y es un oficio de una grandeza enorme.2. Porque tiene confiadas a su cuidado lo más valioso de la creación, las almas, y esto es unoficio sublime.3. Porque es el administrador de la sangre de Cristo ,y esto, etc.

4. Porque tiene la misma misión de Cristo, es otro Cristo, y esto, etc.5. Porque su actuación es la única que tiene consecuencias eternas, y esto, etc.B) Oponerse a la vocación de los hijos es una responsabilidad enorme.

Párrafo: ¡Qué responsabilidad oponerse a la vocación de los hijos, impidiendo la salvación de tantasalmas, inutilizando la pasión y sangre de Cristo y anulando los planes de Dios sobre tu hijo!

Motivos:1. Porque es oponerse a la salvación de muchas almas, y esto es una responsabilidadgrandísima.2. Porque es inutilizar la pasión de Cristo, y esto, etc.

3. Porque es oponerse a los planes de Dios sobre tu hijo, y esto. etc.



5. JERARQUÍA DE FUERZA¿En qué orden se deben colocar los motivos? Dos palabras nada más:Depende, en un cien por cien, del instinto oratorio; no hay reglas. Unas veces convendrá empezar por los más débiles e ir colocando en gradación creciente los de más fuerza; otras veces será alrevés: el más fuerte al principio, y los demás, que vengan como para confirmar y remachar el

primero.Pero en los dos casos tiene que ir ganando fuerza; en el primer caso, en fuerza, por así decir,sustancial: son motivos diversos, cada uno más fuerte. En el segundo, va creciendo en fuerzaaccidental: los motivos son como agravantes del primero; lo único que hay que evitar es que sequiebre esa marcha ascendente.

6. VALORACIÓN DE LOS MOTIVOS. UNIDAD VALORATIVAHemos dicho que, a veces, una valoración tiene varios miembros, o sea, cuando es ponderativa, y sequieren hacer sentir cada uno de ellos. El escollo con que tropiezan muchos alumnos es no hacer sentir en cada uno de los miembros de esa valoración el mismo valor, sino que hacen sentir diversosvalores en las diversas circunstancias agravantes del motivo.Un ejemplo aclarará esto:Trato de ponderar el siguiente motivo bajo el punto de vista dela dignidad:El sacerdote es el representante de Dios ante todos los hombres, para los problemas mástranscendentales; o sea: ¡Qué dignidad ser representante de Dios...!, etc.

Pues bien, hacen esto:1.° Qué grande es Dios.2.° Qué autoridad la del sacerdocio: ante todos los hombres.3.° Qué trascendentales los problemas que representa.Y no es eso: el valor «dignidad» afecta a todo el motivo; lo que me interesa a mí destacar en estemotivo es todo el motivo como una unidad: y todo el motivo es «ser representante de Dios ante loshombres para los problemas más trascendentales».

Por tanto hay que destacar en cada una de sus partes el valor «dignidad», es decir:1. Qué dignidad ser representante de Dios.2. Y más dignidad si se tiene en cuenta que es ante todos los hombres.3. Y más dignidad siendo para los problemas más trascendentales.

Así una idea sola avanza y se va atornillando y es, además, la que aquí nos interesa.

El error, a mi entender, procede de este raciocinio: cuanto más grande se sienta que es Dios, tantomayor será Ja dignidad de ser su representante; y lo mismo, cuanto más se sienta lo trascendental delos problemas, etc.; de ahí esas valoraciones sucesivas y diversas. Pero no se cae en la cuenta de quelo que aquí nos interesa destacar es la dignidad de ser representante, etc.; y la grandeza de Dios, lotrascendental de los problemas, es sólo en orden a destacar esta dignidad, subordinado a ella. Lootro sería dispersar el sentimiento.

En el caso de los padres que se oponen a la vocación de sus hijos. Motivo: porque serás la causa dela condenación de muchas almas. Como cuanto más se sienta lo terrible que es la condenación de unalma tanto mayor es la responsabilidad, hacen sentir lo terrible que es la condenación de las almas.Y no es eso lo que hay que hacer sentir, sino ¡qué crimen ser la causa de la condenación de tantas

almas! Lo otro también se puede hacer sentir; pero tanto cuanto, y unido a lo anterior y subordinadoa esto. Si no, resulta una serie de cuadros más o menos unidos entre sí.



Otro ejemplo: A jóvenes invitándoles a que sean apóstoles. Motivo: Porque es ejercitar el mismooficio que Jesucristo. Valor: ¡Qué honra tan grande o qué satisfacción ejercitar el mismo oficio deJesucristo!

Mal: Detenerse a hacer sentir qué oficio tan grande el de Cristo. El motivo es «ejercitar el mismo

oficio de Cristo»; por consiguiente, lo que hay que valorar es todo eso, o sea: qué satisfacciónejercitar el mismo oficio de Cristo.Ejemplo: Que vivan preparados para la muerte. Motivo: Porque es asegurar el momento del quedepende tu eternidad.Mal: ¡Qué decisivo es el momento del que depende tu eternidad! Bien: ¡Qué insensatez no asegurar el momento del que depende tu eternidad!

O, ¡qué satisfacción asegurar el momento...!Repito: no es que necesitemos también hacer sentir cada una de esas cosas; el defecto está enhacerlo separado del conjunto del motivo, dividiendo el motivo en dos o más partes, cuando es unasola unidad. Naturalmente, cuantos más miembros tenga la valoración más peligro hay de romper launidad de valoración.

Aunque es verdad que esta valoración es muy importante, con todo no quiere decir que noshayamos de detener mucho tiempo en ella. Queda a la prudencia del orador. Muchas veces vale más presentar varios motivos, aunque se valore menos cada uno, que no uno o dos motivos solos muyvalorados.

A veces los principiantes tienden a estirar demasiado esta valoración, con lo que se hacen lentos. Nose pueden dar normas. La prudencia, el instinto oratorio son los únicos jueces en cada caso particular. Porque muchas veces el mutuo refuerzo de los motivos ayuda a vencer el punto muerto, pues de la unión de varios motivos puede resultar un valor total por el cual tenga lugar ladeterminación.

7. UNIÓN DE LOS MOTIVOSVoy a decir algo sobre el empate de unos motivos con otros, porque la experiencia da que hay un peligro: que el discurso sea un desfile de motivos, y la idea principal, aquella para la que se traenlos motivos, apenas si aparece. Es la protagonista y apenas aparece en el escenario: lo más, alempezar el discurso y otro poco al fin para cerrarlo. Para que no suceda esto, conviene, después decada motivo, volver sobre la idea principal, aquella para la que se trajo el motivo: sacar laconclusión, argüir o inculcar un poco, más o menos, según los casos, esa idea principal oconclusión.

Para comprender mejor esto, observemos que un motivo completo viene a ser un silogismo, en elque el primer término es el hecho-motivo; el segundo término, el valor del hecho-motivo, y laconclusión, la idea (proposición) para la que se trajo el motivo. Algunos ejemplos:Proposición: Dignidad del sacerdote: El sacerdote es el representante de Dios ante los hombres(hecho-motivo). Es así que esto es una dignidad enorme (valor). Luego el sacerdote tiene unadignidad enorme (proposición) .

Proposición: Tienes que estudiar.1. Porque aseguras el porvenir (hecho-motivo).Es así que asegurar el porvenir es una ventaja enorme (valor).

Luego tienes que estudiar (proposición). 2.Porque adquirirás cultura (hecho-motivo).Es así que adquirir cultura da un prestigio muy



grande (valor), Luego tienes que estudiar (proposición).

Por eso conviene hacer recalcar esta conclusión; esto trae tres ventajas:1.a Se descarga toda la fuerza del motivo sobre la idea principal que, como hemos visto, es laconclusión del silogismo-motivo.

2.a La idea principal, que es la que más nos interesa grabar, no desaparece nunca del campo de laconciencia: ocupa el primer plano de ella.3.a Sirve para enganchar el siguiente motivo a la idea principal.De esta manera los motivos van enhebrados en la idea principal, saldados a ella, y ésta avanzacontinuamente ganando a cada momento en masa persuasiva sentimental.Se está ocurriendo la imagen de un río que va avanzando y aumentando su corriente de agua con laque van aportando los motivos.En esquema, la motivación de una proposición sería así:Idea principal (proposición) - Motivo - Conclusión (idea principal) - motivo - conclusión - motivo -conclusión, etc., etc.

N. B.: 1. A la prudencia del orador queda cuanto se debe recalcar la conclusión o idea principal. Aveces bastará una o dos frases; otras, más.2. No es necesario—más aún, no conviene—repetir la idea principal con la misma fórmula:engendraría fastidio; hay que repetir la misma idea en diferentes formas. En esto es maestroCicerón.

B) TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO EMOTIVOSelección de valores en función del auditorio. Unidad de valoración.

Vamos a decir muy poco sobre este tipo de discurso emotivo, porque en el fondo coincide con elanterior, que llamamos persuasivo. Emocionar es hacer sentir afecto hacia una persona, hecho orealidad: excelencia de la gracia santificante, misericordia de Dios, humillación de Jesucristo al ser llevado preso.

Esto también se logra por medio de los motivos que funcionan de manera del todo igual a losmotivos determinantes de la persuasión. De hecho, la única diferencia es que los motivos persuasivos movían a una acción exterior: oír misa, confesarse, no blasfemar. Estos mueven a unaacción interior de la voluntad: avergonzarse, sentir admiración, dolor, gratitud. Pero el mecanismode los motivos y la manera de obrar es semejante. Se puede aplicar todo lo dicho al hablar deldispositivo persuasivo a este dispositivo emotivo.

Sólo quiero hacer notar dos pequeñas diferencias. En el enfoque: Aquí muchas veces no se puede partir de un problema del auditorio; es más difícil, ya que no se trata de mover a obrar sino demover a un sentimiento. Por eso aquí no hay, las más de las veces, planteamiento del problema, sinosu equivalente, que podríamos llamar «selección de valores) o «aspectos en el tema».

O sea que, en vez de tratar de indagar qué problema tiene el auditorio, será mejor indagar losaspectos, valores del tema en cuestión, y después seleccionar aquel o aquellos que más interesantessean para este auditorio. El auditorio siempre como norma.

Por ejemplo, quiero hablar sobre Jesucristo: Jesucristo tiene una variedad inmensa de aspectos,valores, etc.: personalidad - equilibrio -humanidad - santidad - amor - dominio de sí mismo -

grandeza de alma - carácter - paciencia - comprensión - prudencia - fuerza de arrastre, etc. Pues bien, si voy a hablar a un auditorio de intelectuales, puedo escoger la influencia intelectual de Cristoen la historia; su genio y personalidad, etc.; si a jóvenes: la fuerza de arrastre de Jesucristo:



Porque, aunque el entendimiento es potencia necesaria y necesariamente tiene que rendirse ante laevidencia, sin embargo, todos sabemos la influencia tan enorme que tiene la voluntad sobre elentendimiento; no es necesario demostrarlo; la experiencia cotidiana lo prueba más claramente quecualquier silogismo. «El querer es padre del creer.»Voy a poner algunos ejemplos:

1. Voy a demostrar la existencia de Dios. Es fácil que el auditorio, sobre todo si es decientíficos, esperen una demostración de evidencia matemática. Este prejuicio va a estar actuando desfavorablemente sobre la demostración. Por eso convendría, antes de empezar lademostración propiamente dicha, hacerles ver que este tipo de verdades no se pueden demostrar conla evidencia de las verdades matemáticas, porque son de otra especie; pero que son igualmenteciertas y que, por tanto, es fácil de jar ciertas oscuridades o nieblas irracionales.

2. Voy a probar la existencia del infierno eterno: aquí va a estar actuando el sentimentalismodesde el primer momento. Convendría, por tanto, hacer ver que la verdad de un hecho no sedestruye con sentimientos, sino con razones; que aunque una realidad nos parezca dura, no deja deexistir por eso, etc.

O también hacerles ver cómo es muy natural que tengan muchas dificultades contra la existencia delinfierno, ya que es el obstáculo que se interpone a la satisfacción de nuestras pasiones.En ir descartando estos prejuicios, es modelo el discurso Pro Corona de Demóstenes, sobre todo al principio. También el Pro Milone de Cicerón. Sencillamente prepara el terreno para que reciba lasemilla; da la actitud, la perspectiva, desde donde se han de mirar las ideas que el orador va aexponer; muchas ideas, como los cuadros, hay que mirarlas desde una perspectiva concreta, y si nose miran desde esa perspectiva, perderán mucho de su virtualidad.

En esto entra mucho la psicología del orador y su talento para apreciar lo que dice, no desde su propio balcón, sino desde el balcón de enfrente de su auditorio. Hay oradores, desgraciadamentemuchos, que sólo tienen ojos para las ideas, no para las reacciones que provocan en el auditorio,cuando éstas son las que deben marcar el rumbo y aun el paso del orador. El objetivo del orador essiempre el binomio indestructible: idea-auditorio. Por eso, podríamos describir un discurso como lasincidencias de una idea en la conquista de un auditorio.

Así, pues, el proceso del fondo de un discurso demostrativo, podría ser:1. ¿Por qué voy a hablar de lo que voy a hablar? (exordio).2. ¿Qué prejuicios pueden obstaculizar la demostración?3. ¿Cómo los refuto?4. ¿Por qué es verdadera o falsa la afirmación que trato de probar o refutar?

5. ¿Cómo lo pruebo?A continuación pongo dos ejemplos de planes.Refutación de un error práctico.1) Por qué voy a hablar...Se oye con frecuencia decir que no importa lo que se cree: que lo que importa es lo que se hace;¿qué interesa creer una cosa u otra, si uno no es una persona honrada? Y para ser honrado no esnecesario creer esto o aquello...2) ¿Qué prejuicios...?Yo creo que antes de pasar adelante hay que fijar el alcance de la palabra honrado. Honrado no essólo el que no roba ni mata; tampoco es honrado el que no es sincero, el que se rebela contra los

mandatos legítimos del superior, etc. Entonces, hecha esta aclaración, afirmo que es falso que loúnico que importa es el obrar, que es necesario también creer y que no puede ser honrada una persona que cree o no cree a su capricho.



3) ¿Por qué es verdad...?a) Porque a Dios hay que creerle siempre que revela una cosa, porque necesariamente ha de decir verdad.Valoración: Y ¿no sería una conducta absurda e ilógica no creer a una persona que sabernos

ciertamente que nos dice la verdad? Además, ¿no sería cometer para con Dios un desprecioinconcebible, si no se hiciera caso de lo que él habla y revela? ¿Esta actitud sería honrada?

b) Además, entonces resultaría que el entendimiento humano es el único ser que no tiene obligaciónde rendir homenaje específico y mostrar su dependencia de Dios.Prueba. Porque la única manera que el entendimiento tiene de some-terss, de rendir homenaje a otroser, es afirmando una verdad tan sólo porque ese ser así lo ha dicho. Creer por razones intrínsecasno sería un acto de homenaje, sino un acto forzado por la evidencia.Valoración. ¿Sería justo que lo más característico del hombre, la facultad más noble, fuese la únicaque no estuviese sujeta a Dios? ¿La voluntad debe amar a Dios y el entendimiento no debe creerle, precisamente la facultad que puede rendir un homenaje más consciente a su Creador y la que másagradecida le debe estar por ser la que más beneficios recibió, por ser la facultad más noble de lacreación?c) Pero eso, suponiendo que el creer no influye en el obrar eso es falso: porque el obrar depende delo que se cree.Prueba. Casos de la vida: crees que es veneno una bebida y no la tomas; lo mismo: es diferente lamanera de obrar si Jesucristo está en la Eucaristía o no, si el Papa es su Vicario o no.

Demostración de una verdad teórica.1) Planteamiento.Pocos problemas habrá tan interesantes para el hombre como éste de la espiritualidad del almahumana. ¿El alma es un espíritu o no es más que una manifestación de la materia, corruptible comoella? De la solución que se dé a este problema depende el sentido y la dirección de la vida delhombre, su vida moral: si no es más que un paréntesis entre dos eternidades vacías, el únicoobjetivo de la vida será el placer... Ustedes ven, pues, la importancia del tema.2) Preparación de la mentalidad.Pues bien, antes de pasar al tema es evidente que todos los que tengan interés en que no haya unavida posterior, donde tengamos que dar cuenta de sus hechos, la negarán. Es natural, pero, comoven, también es evidente que las conveniencias no son razones. A todos nos convendría que nostocase la lotería.... Tengamos eso en cuenta, porque eso aumenta la fuerza de las dificultades ydisminuye la de los argumentos... subjetivamente.3) Proposición. Pues bien, el alma humana es espiritual.

Argumento 1. Las operaciones no pueden ser superiores a la naturaleza que las produce.Es así que el alma produce acciones espirituales.Luego es espiritual.Prueba de la mayor. Porque si no, el efecto superaría a la causa... etc.

Prueba de la menor. Acciones espirituales: la inteligencia, ideas universales, relaciones, etc.voluntades, apetece el bien, el honor, etc.Objeción. Pero el entendimiento acompaña las vicisitudes del cerebro si envejece el cerebro,envejece el entendimiento, si se lesiona, etc.Respuesta., Aunque fuera instrumento o condición, pasaría lo mismo, luego...Se podrían traer otros argumentos, pero los omito.



NOTA TÉCNICADa la experiencia que los que nunca han estudiado filosofía, encuentran gran dificultad en hacer unsilogismo. No siempre es necesario hacerlo y la intuición dice las más de las veces qué es lo quehay que probar para que el argumento sea convincente. Por otra parte, da también la experiencia quelos que no están habituados al rigor filosófico, con frecuencia dejan incompletos los argumentos;

voy, pues, a ofrecer una fórmula práctica muy sencilla para completar siempre la demostración, sintener que hacer ningún silogismo.

Hágase sencillamente un entimema, o silogismo que consta de dos términos, sencillísimos de hacer,en que el antecedente es el hecho-argumento y el consecuente, la verdad que trato de demostrar. Por ejemplo:1. Quiero probar que en Dios tiene que haber misterios, y traigo el argumento: Porque esinfinito. Pues bien, no hay más que cambiar el orden y poner:Dios es infinito, luego tiene que ser incomprensible.2. Lo mismo, el alma es espiritual: porque hace operaciones espirituales.= El alma haceoperaciones espirituales, luego es espiritual.Ahora sencillamente, pruébese cada una de las dos afirmaciones y el argumento estará completo.En efecto, al probar la verdad de la conclusión doy la razón de por qué se sigue de una verdad laotra, con lo que automáticamente queda cerrado el circuito y completado un silogismo, sin pretenderlo directamente.

Véanse los ejemplos anteriores:1. Dios es infinito.Luego es incomprensible para el hombre. Razón de esto: porque un ser finito no puede comprender a un ser infinito. Nótese que lo que sobre todo hay que probar es el «luego», o sea, la consecuencia:que de la primera verdad se sigue la segunda.2. El alma hace operaciones espirituales. Luego es espiritual: porque si no, el efecto superaría lacausa. Como acabo de decir, es un verdadero silogismo, aunque no aparezca como tal; en efecto, se puede poner de la siguiente manera también:1. El hombre finito no puede comprender a un ser infinito; es así queDios es infinito, luego es incomprensible.2. El efecto no puede superar a la causa; es así que el alma realizaoperaciones espirituales, luego es espiritual.

Prueba del argumento.—Como es obvio, cada una de las proposiciones del silogismo o delargumento hay que probarlas. Con todo, aquí hago la misma observación que al hablar del motivo:el instinto oratorio dirá en cuál de las dos verdades que componen el argumento hay que insistir

más; e incluso si alguna de ellas, por demasiado evidente o admitida por el auditorio, no esnecesario probarla. Pero hay que tener presente que una afirmación no queda bien probada hastaque no se basa en algo admitido por el auditorio: por eso, hasta no dar con esa roca, no se hafundamentado la prueba.

N. B. Aunque sea a título de curiosidad y para mayor inteligencia de lo que hemos puesto, véase lasemejanza que hay entre la contextura íntima del motivo y la del argumento.1. Del motivo fluye una consecuencia de orden práctico: decisión.2. Del argumento fluye una consecuencia de orden teórico: afirmación de una verdad.

La primera fluye en virtud de un valor que afecta al hecho-motivo. La segunda, en virtud de una

verdad universal que afecta al hecho-argumento: del hecho de que Dios es infinito, se deduce que elhombre no puede comprenderlo; y esto se deduce en virtud de una verdad que afecta al hecho-argumento: lo infinito no puede ser comprendido por un ser finito.



15. La Iglesia, con sus dogmas, esclaviza el pensamiento.16. Yo no creo en misterios.17. ¿Para qué orar, si Dios sabe nuestras necesidades?18. El Papa es infalible.19. El milagro es imposible.

20. El hombre tiene un alma distinta y superior al cuerpo.21. La Iglesia es divina.

D) TÉCNICA DEL FONDO EN EL DISPOSITIVO EXPLICATIVOClaridad e interés. Cómo crear interés por lo que se explica. Fórmula técnica. Cómo hacer clara unaexplicación

EXPLICAR: CLARIDAD E INTERÉSQuedaría incompleto este método de oratoria si no dijéramos algo, aunque sea rápidamente, sobre laoratoria explicativa, de tanto uso en catecismos, pláticas, charlas, instrucciones religiosas, etc.Explicar es hacer inteligible una realidad, como persuadir hacerla apetecible; emocionar, amable yconvencer, razonable.Por tanto, lo que debe privar sobre todo lo demás es la claridad: que se entienda perfectamenteaquello que tratamos de explicar.

Debe ser también interesante, en un doble sentido:1. Interesante la explicación en sí: hecha de un modo interesante.2. Interesante, en cuanto que hay interés, ya de antemano, por oír la explicación.

Esto segundo es muy importante: En la religión hay que explicar muchas realidades áridas yabstractas, y si no se ha creado un interés por oírlas, le será más difícil al orador captar la atenciónde sus oyentes; si lo logra, será a fuerza de malabarismos y adentrada ya la explicación. Además,será un interés no nacido de la realidad que se explica, sino de lo que se dice a propósito de laexplicación: no nos interesa tanto ella, cuanto lo que con motivo de ella, para hacerla amena einteresante, se dice. La explicación, como tal, sigue sin interesarnos y queda frustrado nuestroesfuerzo principal.

Por eso hay que crear interés, meter ganas de oír la explicación como tal. Porque sólo atendemos alo que nos interesa. Así, pues, diremos algo sobre estos dos puntos: interés y claridad.CÓMO CREAR INTERÉS POR LO QUE SE EXPLICAEn el primer sentido, depende sobre todo de la forma; por eso lo dejamos para cuando tratemossobre la forma. Interesará la explicación en el segundo sentido, es decir, habrá deseos de oír la

explicación, si se presenta como la clave, la solución; de algún problema de orden lógico, afectivo o práctico del auditorio; cosa muy parecida a lo que decíamos al hablar del persuadir.Se plantea un problema, un caso, en enigma, algo, en fin, cuya solución esté en la explicación quevoy a hacer: esto automáticamente hace surgir el interés por oír la explicación.

Voy a explicar, por ejemplo, lo que es la comunión de los santos; es muy fácil que, propuesto así,no interese nada a la mayoría del auditorio. En cambio, si les digo: Ustedes pueden influir en laHistoria mucho más que otros hombres, que consumen páginas en los manuales de Historia, y pueden llevar una vida más fecunda y densa, aunque estén trabajando todo el día en una oficina,copiando expedientes, consumidos por un cáncer o una tuberculosis en la cama de un hospital. Y acontinuación les digo el porqué, explicándoles la doctrina de la comunión de los santos. Sin duda

les interesará más oír la explicación que si empiezo diciéndoles: voy a tratar de la comunión de lossantos.



Otro caso: se trata de explicar el pecado original. ¿Por qué, por ejemplo, no partir de la acusación,que con tanta frecuencia se hace a Dios, de permitir el dolor sobre la tierra, o por qué Dios no esinjusto al permitir que los niños no bautizados no vayan al cielo, explicando lo que es el pecadooriginal y cómo nos privó de dones que no nos correspondían, etc?Voy a explicar el quinto mandamiento: se pueden plantear varios casos y después se expone la

doctrina, conforme a la cual se ha de buscar la solución: ¿puede una mujer suicidarse directamente para huir del deshonor? ¿Puede saltar por una ventana, previendo que cierto se matará? Acontinuación se da la doctrina sobre el dominio que tenemos sobre nuestra vida, etc., y conforme aeso resolver los dos casos.

FÓRMULA TÉCNICAPara hacer esto, hay que tener presente que de toda doctrina se sigue una serie de consecuencias prácticas y más vitales, de más calor humano, de más interés. Ordinariamente se suele empezar exponiendo la doctrina y después se sacan las consecuencias prácticas: éste es un orden lógico; encambio, se puede empezar por las consecuencias prácticas y después explicar el por qué, o sea, dar la doctrina: orden de interés. Para hallar esas consecuencias prácticas, puede uno preguntarse quéconsecuencias de orden práctico o de orden teórico se siguen de la doctrina que voy a exponer yempezar por ellas.

Comunión de los santos: luego un oficinista, obrero, jefe, ama de casa... puede influir en la Historiamás que un general, político, etcétera; luego no existe trabajo que no valga; luego la alcoba de unenfermo puede ser una agencia de salvación; luego podemos seguir favoreciendo a las personasamadas que murieron, etc. Se puede tambien empezar proponiendo en forma de dificultad, deenigma, porque la lucha siempre interesa.

EJERCICIOS PRÁCTICOSBúsquese forma para hacer que interesen las explicaciones siguientes:1. El misterio de la Santísima Trinidad.2. El sacramento de la Penitencia.3. La contrición perfecta.4. La atrición.5. La Unción de los enfermos.6. El sacramento del Orden.7. La Misa.8. La gracia santificante.9. Las indulgencias.10. Quién es el Papa.

11. Infalibilidad pontificia.12. El purgatorio.13. El pecado.14. El examen particular.

CÓMO HACER CLARA UNA EXPLICACIÓNLa claridad del discurso explicativo depende en gran parte de su fondo, de su armazón. Para armar este fondo hay que tener presente lo siguiente: un objeto es tanto más claro:a) cuanto tenga más visibilidad en sí; b) cuanto más se distinga de lo que es semejante a él.Fórmula práctica. Para conseguir estos dos objetivos, claridad y distinción, se pueden dar los

siguientes pasos:1. Fijar bien en una frase o párrafo la materia que voy a explicar: es el equivalente de la proposición.



2. Recorrer, palabra por palabra o idea por idea, fijando su sentido y aclarando.3. Distinguirlos, si es preciso, de otras ideas parecidas.Así, pues, el proceso podría ser éste:

1. ¿Qué problema lógico, afectivo o práctico puede resolver la doctrina que voy a explicar?, o ¿por

qué les puede interesar la materia que voy a explicar?2. ¿Cómo se resuelve este problema? (Explicación: frase o frases que encierran la doctrina.)3. ¿Cómo lo aplico al caso propuesto al principio?

EJEMPLO: Se trata de explicar el misterio de la Santísima Trinidad.1. ¿Cómo podría hacer que se interesasen por esta explicación?Se ha acusado a la Iglesia de que enseña doctrinas absurdas, contradictorias. En concreto se hadicho que el máximo exponente de esas doctrinas contradictorias es el misterio de la SantísimaTrinidad. Realmente, si esta doctrina es una contradicción, entonces está de más la Iglesia; unaIglesia que enseña una doctrina contradictoria no puede ser verdadera. ¿Es verdad que esta doctrinaes contradictoria? Pero, por otra parte, también es lógico que, si Dios es infinito, tiene que haber enEl cosas que no comprendamos. ¿No será está doctrina uno de esos misterios?

2. ¿Cómo se resuelve este problema?Para eso vamos a explicar en qué consiste este misterio. La esencia del misterio está en esto: tres personas divinas y una sola naturaleza. Vamos, pues, a ir analizando cada una de estas palabras:a) Qué es persona. b) Qué es naturaleza E) PLANES MIXTOSc) En qué se diferencian naturaleza y persona.d) Luego, no se demuestra que hay contradicción.3. ¿Cómo se aplica a nuestro caso?Luego, la Iglesia no enseña cosas contradictorias; y por otra parte no se empequeñece a Dioshaciéndole tal que nosotros podamos comprenderlo.Dispositivo explicativo-demostrativo-afectivo. Homilías. Cómo actualizar el Evangelio: los«esquemas humanos». Radio y TV

DISPOSITIVO EXPLICATIVO-DEMOSTRATIVO-AFECTIVOSiquiera unas palabras sobre este tipo de planes de enorme aplicación en pláticas, charlas,conferencias, catequesis, etc. En éste no tanto se pretende persuadir una acción o crear unsentimiento o explicar una realidad, cuanto desarrollar un tema.

En los dos primeros, sobre todo, había un único fin concreto: persuadir una acción o hacer sentir

una idea. Todas las ideas convergían subordinadas a una sola idea principal. En éste hay variosaspectos o ideas diferentes no subordinadas, sino coordinadas, y, por tanto, ideas principales.Se puede llamar su unidad, unidad de estructura: la que hay entre las diversas partes de un edificio.Podíamos comparar los dos primeros tipos al «clavar un clavo»: todos los golpes deben caer sobrela cabeza del clavo; el esfuerzo se concentra en un solo punto. Este último, al «levantar unedificio»: el esfuerzo va cayendo sucesivamente sobre las diversas partes.

Si queremos, podemos decir que es una serie de sermones en pequeña escala, unidos entre sí lógicao psicológicamente; unos serán para explicar, otros para probar, otros para hacer sentir una idea,otros para persuadir. Su estructuración sería poco más o menos ésta:1. Se toma o construye un párrafo o grupo de frases lógicamente unidos entre sí y que encien'e

aquellos aspectos del tema que queremos tratar.2. Se aplica a cada una de las ideas la técnica apropiada: explicar-convencer-emocionar.Ejemplo:



1. La confesión es un sacramento (explicar) —instituido por Jesucristo (probar)— para perdonar los pecados cometidos después del bautismo (probar y explicar). Es, por tanto, un beneficio inmenso(hacer sentir).

2. El hombre tiene que tener un fin (probar); - ahora bien, realizar ese fin es la ocupación más

importante que puede hacer un hombre (hacer sentir) y su conocimiento, por tanto, el que másinteresa (hacer sentir). - Pues bien, el fin del hombre es servir a Dios en este mundo y despuésgozarle en el otro (probar y explicar). - Es un fin único - esencial - ineludible (hacer sentir).Véase también la primera conferencia del P. Laburu. ¿Jesucristo es Dios?, que es de este tipo: la quetrata de la despreocupación religiosa.

HOMILÍASPuesto que este género de predicación es tan frecuente, voy a hacer algunas rápidas observacionessobre él. Hay muchos tipos de Homilías.1. La exegética, en la que se declara un pasaje de la Sagrada Escritura, versículo por versículoy aun palabra por palabra.2. La temática, en la que se saca del trozo de la Escritura, de que nos toca hablar, una ideacentral y se va demostrando y desarrollando con elementos sacados del mismo trozo.3. La llamada solemne: algunos puntos se desarrollan rápidamente y, al llegar al punto principal, se detiene largamente.

Lo capital, que no debemos perder de vista, es que hay que actualizar el Evangelio; estaactualización del Evangelio encierra un doble sentido:1. Transportar el Evangelio a los tiempos modernos, contarlo en lenguaje actual, entérminos actuales, cambiarlo a sus equivalentes modernos. Esto depende, sobre todo, de la forma;nos remitimos a lo que dijimos allí.2. Buscar en el Evangelio la solución de los problemas actuales, contemporáneos, los queagitan y preocupan al hombre de la calle, a los que nos escuchan. Cristo no fue maestro y luz sólo para los de su generación y raza; Cristo es luz del mundo, y el mundo no se acabó con la generaciónde Jesús; no se circunscribe al pueblo judío.

Lo difícil muchas veces es sorprender en el Evangelio estos problemas. Existe el peligro de hablar siempre sobre lo mismo en las perícopas evangélicas: lo más obvio, lo que a primera vista aparece.¿Cómo se pueden sorprender estos problemas en el Evangelio?Voy a hacer algunas sugerencias. Esto vale sobre todo para las homilías temáticas.Todo suceso de la vida de los hombres, o de la historia, realiza, por así decir, una o varias ideasabstractas; es un caso concreto de una manera de ser, de actuar, de pensar, de una virtud o pasión

humana. Por ejemplo, el descubrimiento de América es un caso de audacia, de tenacidad, deidealismo, de clarividencia, de sostener sus ideas en contra de todo el mundo, de sufrimientosenormes, de fe en el resultado, etc.

Lo mismo el suceso de la mujer adúltera, por parte de Jesús es un caso de misericordia, decomprensión hacia el pecador, de habilidad, de dominio propio, de comprensiva interpretación de laley, etc.; por parte de los fariseos: de crueldad, de intolerancia, de doblez, etc.; por parte de la pecadora: humillación, vergüenza, arrepentimiento, agradecimiento a Cristo, etc.Estos mismos esquemas abstractos se realizan hoy en otros casos semejantes: hoy día hay muchoscristianos que exigen a otros lo que ellos no hacen; personas llenas de vicios, y se escandalizan defaltas de algunos sacerdotes; que aplican la ley con todo rigor, mientras ellos no la cumplen;

muchos padres y educadores que no saben reaccionar ante las faltas de sus educandos; falta decomprensión ante los defectos ajenos; no se concilia la ley de misericordia; no tener miedo a



1. Cuando los Apóstoles acudieron a Cristo en la tempestad, Cristo podía haber hecho dos cosas para calmarlos: o haberles asegurado que no les pasaría nada o quitarles la causa de la angustia:optó por esto segundo. Y es que esto es mucho más eficaz y mucho más convincente. La mejor manera de consolar a quienes están sufriendo por causas que dependen de nuestro poder es,

sencillamente, quitar esas causas.2. Nosotros, quién más, quién menos, podemos hacer cesar las tempestades, angustias dealmas que están a nuestro alrededor, ocasionadas por causas que está en nuestras manos suprimir:a) Nuestro carácter; padres que tienen amedrentados a sus hijos (ejemplo); señores, asus criados; jefes, patronos, a sus obreros (casos concretos) . b) Cargas pesadas que ponemos en sus hombros.c) Angustias económicas de nuestros obreros, criados, etc., y que dependen quizá de unsueldo insuficiente...3. Nosotros podemos también hacer cesar esa tempestad, esa angustia, mandando queenmudezca el viento... y debemos hacerlo.:a) Aunque sólo sea por la alegría de contribuir a la felicidad de los demás: el cristiano debe ser un sembrador de felicidad a su alrededor: ¡qué gozo debió sentir Cristo al ver a sus Apóstolesliberados de su angustia! ¡Y qué gozo se siente haciendo felices a los demás! b) Aun por interés propio: nos ganamos la gratitud, el cariño, la admiración de los que nosrodean: «¿Quién es éste a quien el mar obedece?...» Y desde entonces le siguieron másincondicionalmente. Qué felicidad sentirse amado de los que le rodean, de sus obreros, empleados...Patronos por quienes sus obreros darían su vida, porque, como Jesús, pasan por su vida calmandosus angustias...

Este método se aplica, sobre todo, a las homilías temáticas. Pero también tiene cabida, en ciertomodo, en las homilías exegéticas y solemnes. En realidad, cada uno de estos esquemas humanos deque hablábamos se centran sobre todo en alguna frase del Evangelio y en cada una de ellas se puededesarrollar el esquema humano en él contenido.

El Evangelio de la mujer adúltera:«Adducunt scribae et pharisaei.«Magister, haec mulier modo deprehensa est in adulterio..«In lege autem...»:Diversos fines y maneras de acercarse a Jesus.Cinismo, falso celo, escándalo farisaico por faltas de los demás...Explotación acomodada de la Religión. Observancia farisaica de la ley...

«Tu ergo quid dicis...»:Hipocresía, falsía en el trato. Actitud insincera respecto de los problemas religiosos...«lesus autem...»:«Qui sine pecato est...»:Dominio de Cristo ante la doblez...Comprensión ante los pecados ajenos. Bondad y justicia de Cristo...

N. B.—Es de desear, siempre que el Evangelio se preste, la conveniencia de que se resuelvan problemas de índole doctrinal, pues, como dice Pío XII, el mayor problema religioso del mundoactual es la ignorancia religiosa. Hay también que procurar, en cuanto sea posible, confirmar lo quese vaya diciendo, con el Evangelio comentado; hacer frecuentes alusiones a él.



RADIO Y TELEVISIÓN

En la primera edición de este libro, no hablábamos nada, por lo menos directamente, de la oratoriaradial y televisada, porque creíamos que con lo dicho estaban suficientemente puestas las bases paraeste tipo de oratoria. Es una ingenuidad creer que el hablar por Radio o Televisión está sujeto a

leyes fundamentalmente distintas que las que aquí damos. Es un error profundo. No lo están, ni pueden estarlo. Es sólo un problema de matiz el que está por medio.

Por Radio y Televisión sólo se puede tratar de conseguir uno de los cuatro objetivos fundamentalesde la palabra: persuadir, emocionar, convencer y explicar o exponer algo. Por otra parte, loshombres que escuchan Radio o Televisión obedecen a las mismas leyes fundamentales psicológicas,que cuando escuchan directamente al predicador. Tampoco puede estar la diferencia en que por Radio o Televisión no haya que sensibilizar lo que se dice. Al contrario, el principal matizdiferencial está aquí: hablando por estos medios hay que sensibilizar más lo que se dice, hay quevencer tentaciones más fuertes de distracción que hablando en una iglesia. A media vuelta del dialestán acechando otras estaciones emisoras con programas más tentadores, porque soneminentemente concretos y visuales. Querer neutralizar esta seducción a base de abstracciones esuna utopía. Hay, pues, que emplear más los recursos de la forma de que hemos hablado. Esta es la primera diferencia.

La segunda es que la gama de sensibilización de las ideas (concretizaciones, visualizaciones,comparaciones, etc.) resulta más variada y rica que la que se puede usar en el pulpito. En éste, lasfuentes de sensibilizaciones de las ideas está limitada por la dignidad de la cátedra sagrada. Por elcontrario, hablando por Radio y Televisión se puede, y muchas veces se deben, escoger ejemplos,anécdotas, comparaciones con un criterio más amplio e incluso cierto humorismo que no estaría bien en el pulpito.

La diferencia es, sobre todo, de matiz: está más que nada en el tipo de sensibilizaciones que seutilizan para hacer sensibles las ideas. Esto también impone de ordinario un tono más ligero, menosserio y transcendental que cuando hablamos desde el pulpito. Podríamos definir una charla, sobretodo por la Televisión, asi: «dispositivo ideológico amenamente sensibilizado».Voy a yuxtaponer una misma idea sensibilizada para una charla televisada y para un sermón.Televisión: Este es el objetivo de Dios al permitir el dolor: Dios no pretende el sufrimiento como unespectáculo que le divierte; a Dios no le divierten las luchas de gallos. No. Ya que lo permite, ha puesto junto a cada dolor una compensación inmensamente mayor, y lo ha convertido en unaestupenda inversión. Como aquel señor que cada vez que tenía un disgusto en su vida se hacía a símismo un regalo: ¿perdía su equipo favorito? Se compraba un aparato de TV. ¿Un disgusto con la

suegra? Una máquina de afeitar último modelo. ¿Perdía las elecciones para diputado? Al díasiguiente un camión se paraba a su puerta y descargaba un magnífico High-Fidelity. Con estesistema pasó una vejez feliz, disfrutando de todos los disgustos de su vida. El cielo será paranosotros eso: disfrutar de todos los disgustos de la vida...

(Naturalmente que esto no se puede decir así en el pulpito. En él hubiéramos dicho, por ejemplo): eldolor es como el sembrar. Al sembrar se pierde el grano que se siembra. Pero no te afliges; sabesque esa pérdida va a quedar compensada con creces. Por un saco de maíz que ahora pierdes, vas arecoger quizá cincuenta. Los dos ejemplos sensibilizan la misma idea, pero el uno es más ágil, máshumorístico, más ameno. Sólo diferencia de matiz. Pero entendámonos: no queremos decir que enRadio o Televisión todo ha de ser humorístico y ameno y no admita también lo serio y plenamente

espiritual.



III LOS IMPONDERABLES DE LA ORATORIA

La actitud oratoria. La actitud: clave del discurso. Diversas actitudes. Actitud químicamente pura.La comunicación oratoria. Hablar a un auditorio, no ante un auditorio. Tono psíquico del orador

He reunido bajo este epígrafe una serie de observaciones sobre ciertos factores que no entran enninguno de los puntos anteriormente tratados, pero que son decisivos en la composición o elocuciónde un dispositivo oratorio. La primera entre ellas es la actitud oratoria.La actitud oratoria no es una parte esencial del discurso oratorio, pero es la que determina y da suser y matiz especial al discurso oratorio; lo empapa y los transciende; está presente en todas y cadauna de las ideas. Es la clave, la raíz de la inmensa mayoría de los despistes oratorios. La actitudimpera y arrastra consigo todos los actos y reacciones propias de esa actitud: son distintos los actosque se ejecutan en una guerra, si la actitud es ofensiva o defensiva; distintas las reacciones ante unsuceso si hay una actitud irónica, de interés, preocupación, miedo, etc. El psiquismo se dispara enuna u otra dirección según la actitud.

Hay muchas actitudes en oratoria: actitud-ensayo, actitud disertación, originalidad, ideas bonitas,etc.; actitud hablar «sobre un tema» o «de» un tema y actitud: «hacer ver» un tema; «convencer» deun tema; «hacer sentir» un tema. Yo me refiero ahora solamente a la oratoria estrictamenteconsiderada; no niego que puede haber casos en que esas otras actitudes tengan cabida. Peroanalícense muchos de los sermones: están escritos en actitud-ensayo, originalidad, «hablar sobre»,etc... Se habla «sobre» la gravedad del pecado: no se está obsesionado por hacer «sentir» lagravedad del pecado.

Y todavía una distinción más sutil, pero que en su final trae resultados muy diferentes; no es lomismo la actitud voy a «hacer un sermón» para convencer de esta idea, que esta otra: voy «aconvencerles de esta idea». En esta, segunda, sólo existe la preocupación por convencer, no por hacer un sermón. El sermón no se pretende, resulta; y no desvía, no pone en un plan ficticio. El primero tiene el peligro y algo más, de buscar el convencer a través de un sermón: el esfuerzo, latensión ya no va directamente a convencer, sufre una desviación en su camino, es luz reflejada, oqueda absorbido parte del impulso primitivo entre las mallas del sermón. Los europeos puedenhacerbiombos chinos. Los chinos solamente hacen biombos y les resultan chinos.

Obsérvense los momentos en que somos naturalmente elocuentes: defender nuestros derechos,interés de conseguir algo de otro. Fluyen las ideas con vigor, fuerza, gráficas, con forma ymovimiento. Tenemos la actitud verdadera y arrastra consigo lo que es propio y característico suyo.Estamos «disertando» sobre un tema, se levanta uno del auditorio y ataca nuestras afirmaciones;

inmediatamente cambia e] discurso de aspecto: cambió la actitud.Tenemos que tener la misma actitud que tenemos cuando tratamos de persuadir mano a mano a otra persona de algo que nos interesa, o tratamos de convencerla. Por esa, para lograr esta actitud, ayudamuchísimo, sobre todo cuando se hace el fondo del discurso, imaginarse que aquello que vamos a persuadir, o explicar, o hacer sentir o demostrar, se lo vamos a persuadir a una persona concreta,determinada, sentados frente a frente. Cuando uno habla con otro, no diserta, no hace discursos, nose despista. Esto no quiere decir que el discurso haya de estar después en segunda persona delsingular. Es fácil después hacer la transposición. Más adelante volveremos sobre esto. En síntesis,diríamos que actitud oratoria, es querer el fin que pretendo intensamente, incondicionalmente.

ACTITUD CONVERSACIÓNHa de ser también una actitud de continua comunicación con el auditorio, contacto continuo,conversación. Oratoria es el arte de persuadir una cosa determinada a un sujeto o a un auditorio



determinado, con unas ideas, valores, criterios, sentimientos determinados. Ahora bien, no se puedeimponer una nueva decisión o una nueva idea a nadie, si no es partiendo del complejo de ideas,sentimientos, valores, vivencias de ese individuo o individuos y hacerles ver que esta nueva idea,esta decisión, está conforme con su modo de pensar, de sentir o de actuar o en contradicción, si loque se trata es de disuadir de algo.

Es un ir conduciendo continuamente el pensamiento, el sentimiento del auditorio, a un findeterminado; es un estar auscultando continuamente sus posibles reacciones y dificultades, dudas,ignorancias, e irlas solucionando en el momento oportuno; es hacerles ver continuamente que lo queel orador trata de persuadirles, está en consonancia con lo que ellos quieren y sienten, o si no, se ponen en contradicción consigo mismo. El orador viene a ser un jinete a caballo del pensamiento desu auditorio; su intérprete, o si queremos, es el mismo auditorio fundido en un solo pensamiento y pensando en alta voz. Ahora bien, es imposible hacer esto si el orador no se identifica, no se fundecon su auditorio, no está en comunicación constante con él. De aquí ese continuo dirigirse alauditorio, consultarle, argüirle, preguntarle, en una palabra, esa continua conversación con él. No setrata de persuadir, convencer o hacer sentir en abstracto qué horrible es el pecado, sino hacer sentir a este auditorio, valga la expresión, como sacándole a él de dentro, obligarle a reconocerlo osentirlo.

Obsérvense los discursos de los grandes oradores, Demóstenes, Cicerón, San Juan Crisóstomo,Vieira: es una conversación continua con el auditorio. Ábranse sus discursos por cualquier página yen seguida se nota que aquello está dicho a alguien, está hablando con alguien, no está disertandosobre algo, ante alguien. Más aún, las grandes figuras retóricas, que suelen citar los tratadistas deretórica, son en su mayoría figuras de conversación. En una palabra, hay que tener la misma actitudque tenemos cuando tratamos de persuadir o convencer a una persona, un padre a su hijo, uneducador a su educando. La única diferencia es que, en vez de ser un solo oyente, es unacolectividad. Pero la actitud ha de ser la misma.

N. B.—Conversación no es sinónimo de familiaridad; el tono familiar es una clase de conversación, pero cuando una persona reclama con energía y lleno de fuego e indignación sus derechos, tambiénconversa; cuando una madre implora compasión para su hijo, también conversa.Hay que distinguir bien entre conversación y tono de la conversación; éste puede ser múltiple:familiar, vehemente, lírico. Al final diremos algo de esto.

Era preciso hacer esta observación, porque hay muchos que entienden por conversación sólo lahecha en tono familiar y aun un poco vulgar. Tampoco se necesita para que haya esta conversaciónque se finjan diálogos entre el orador y los oyentes. Más aún, estos diálogos, sobre todo un poco

continuados, si no hay gran maestría en hacerlos y declamarlos, se prestan un poco al ridículo.Este tono de conversación está, sobre todo, en dos cosas:1. En que lo que se dice se está diciendo A ALGUIEN, no ANTE ALGUIEN; a quien searguye, consulta, increpa, apostrofa, pregunta, etc.2. En que el orador está atento a todas las posibles dificultades, repugnancias incomprensiones,ignorancias de su auditorio y continuamente les está saliendo al paso.Estas posibles reacciones de su auditorio se pueden exponer de muchas maneras, o bien en estilodirecto como objeción expuesta por el auditorio, o bien en estilo indirecto, con algunas de lasinnumerables fórmulas quehay para esto. Eso sí, hay que evitar a toda costa el estilo regañón, dereprimenda, autoritario: es un defecto bastante común en los principiantes y en los que no lo son

tanto. Quizás Demóstenes, si no tenemos cuidado, puede ser un foco de contagio de este estilo.TONO PSÍQUICO DEL ORADOR



Varias veces hemos hecho alusión al tono en que está escrito el sermón; acabamos ahora dereferirnos a él. Voy a concretar más sobre ellos. Lo creo importante.Tono psíquico del orador pudiéramos decir que es la actitud, la disposición, el modo de estar psicológico del orador en el momento de escribir el sermón o de improvisarlo. Hay muchos tonos psíquicos o maneras de estar psicológicas, y depende de este tono el que el estilo, y aun las

imágenes cuajen en una u otra forma. El tono psíquico preside la selección y elaboración de lasimágenes y del estilo.Un mismo suceso se puede contemplar en humorista, en irónico, en crítico, en polemista. Sin dudasería distinta la descripción de Ja lluvia hecha por Pemán, por Fernández Flórez, Camba, EugenioMontes, Foxá, Miró, porque cada uno tiene su tono psíquico característico. Por eso, también dediversa manera nos brotan las ideas, las imágenes y el estilo, si estamos indignados por un suceso, oestamos conciliadores, o en plan humorista.

También en oratoria existen estos tonos psíquicos. Y la experiencia propia y ajena me ha dado quemuchas de las dificultades que se experimentan al componer un discurso o improvisarlo, dependede que el orador no está en el tono psíquico requerido por la materia, por el auditorio, la situación.Muchas veces el tono psíquico en que está el orador es quizá lírico, o grandilocuente, y a lo mejor lamateria, o la ocasión no se prestan, y vienen las dificultades, los forcejeos inútiles. ¡Cuántas vecescon sólo cambiar este tono psíquico interno del orador, el mismo discurso que antes no fluía,empieza a fluir con facilidad y justeza! Hay que vigilar, pues, mucho este «modo de estar psicológico» al componer o improvisar. Por de pronto, cada orador tiene el suyo característico,dentro del cual mejor se desenvuelve; pero aparte de ése, podemos distinguir en oratoria cuatrotonos psíquicos fundamentales: conciliador - grandilocuente - combativo - lírico. Según tengamosuno u otro «modo de estar psíquico», las mismas ideas y aun imágenes necesitarán una forma uotra. Vamos a poner un ejemplo; la misma idea, expresada con un tono u otro.

1. Conciliador. Y el resultado: unas cuantas almas condenadas al infierno eternamente.¿No juzgáis, cristianos, que ante esta consecuencia no podemos encogernos de hombros? ¿Seríahumano? ¿Sois razonables? ¿Consideráis nada más que como unos rasgos mejor o peor trazados lafirma del ultimátum con que se declaró la última guerra? La trascendencia de un acto, ¿no hay quemedirla por sus consecuencias? Por eso, cuando tras de esos rasgos veis las ciudades en llamas, las pirámides de cadáveres y esos millones de familias sin hogares y sin pan, no juzgáis aquellos rasgossin importancia.Este tono nos impulsa a usar interrogaciones, frases suavizadoras, a dar por supuesto lo que sequiere probar; en fin, evitar todo lo que pueda herir: conciliadores.2. Grandilocuente: ¡Y cuántas almas condenadas al infierno! Y quizás ha habido alguno que,con gesto desdeñoso, se ha encogido de hombros: ¿Qué más da? No, cristiano, no. Un día, en un

lujoso despacho de un palacio de Berlín, se oyó el rasgueo de una pluma sobre tm papel. Y eran dos palabras. Unos rasgos mejor o peor trazados. Y, sin embargo, los rostros de los allí presentes noestaban impasibles, los rostros de aquellos hombres estaban contraídos por la angustia y la preocupación. El ultimátum de la guerra se acababa de firmar. Por eso, aquellos rostros estabancontraídos, por eso aquellos puños se crispaban. Y es que la transcendencia de un acto se mide por sus consecuencias y aquellos rasgos había que verlos a la luz del rojizo resplandor de las ciudadesen llamas; aquellos rasgos eran la firma de la sentencia de muerte de treinta millones de hombres, yel leve rasgueo de aquella pluma era el eco lejano de los cientos de miles de hogares que sederrumbaban.Aquí abundan las repeticiones, las imágenes, la majestuosidad; tono propio del grandilocuente.3. Combativo: Y ¿el resultado? Unas cuantas almas condenadas al infierno. Y no me vais a

decir que da lo mismo. ¡Sería monstruoso! Eso sería decir que la firma del ultimátum que declaró laúltima guerra no eran más que unos rasgos mejor o peor trazados. ¡Eso! La inmensa pira deciudades en llamas, ¡unos rasgos mejor o peor trazados! Las pirámides putrefactas de cadáveres



¡eso!, unos rasgos mejor o peor trazados; los millones de familias sin hogares y sin pan,¡caligrafía!, ¡pura caligrafía! No, cristianos, de ninguna manera. La transcendencia de un acto semide por sus consecuencias.Aquí los cortes son más bruscos: frases más incisivas, a veces irónicas.4. Lineo: El resultado... ¡Unas cuantas almas condenadas al infierno! ¡Total, ¿qué más da?

La firma del ultimátum que ha desencadenado la guerra, ¿qué más da? Total... unos rasgos mejor o peor trazados. ¡No, cristianos; no! La transcendencia de un acto se mide por sus consecuencias yesos cientos de ciudades en llamas, esas pirámides enormes de cadáveres destrozados, esos millonesde familias sin hogares y sin pan, ¡pobres padres sin hogares y sin pan! No son unos rasgos mejoreso peores, es un estilo más exclamativo, con un dejo de amargura Para apreciar mejor esta diferenciay para adquirir más flexibilidad, un ejercicio que hacía yo con mis alumnos era hacerles improvisar, bien un mismo párrafo, bien un mismo tema en dos o tres tonos psíquicos diferentes.

RESUMEN FINAL

N. B. Este resumen puede valer también como directriz cuando se quiere dar un cursillo intensivode oratoria. Voy a hacer un resumen de las líneas generales de lo que hemos dicho hasta aquí,descartando los puntos más particulares. Lo hago también para que el alumno no se pierda en losdetalles y los árboles no le dejen ver el bosque.Para que un dispositivo oratorio sea eficaz, tiene que tener dos cualidades básicas:1) Que interese: sólo se escucha aquello que interesa.2) Que impresione: sólo lo que impresiona y en el grado que impresiona tiene fuerza persuasiva.

CÓMO SE LOGRA EL INTERÉSInteresa aquello que responde a una necesidad, a un deseo más o menos consciente del auditorio.Por consiguiente, lo que voy a decir, tratar de presentarlo como la respuesta a un problema onecesidad que existe en el auditorio. Para eso, dado el terna o la materia de que voy a hablar, v. c.,caridad, pecado, misa, etc., buscar dentro de él un problema o situación bastante común entre misoyentes. Y de ordinario plantear este problema en el exordio, para que el auditorio se percate de queel orador va a hablar de algo que a él le toca de cerca. El exordio viene a ser, pues, la respuesta vitala esta pregunta: por qué voy a hablar de lo que voy a hablar. Digo vital, porque a esta pregunta se pueden dar muchas respuestas más o menos circunstanciales: v. c., porque estamos en el mes de junio, o porque es tal fiesta, etc. No se trata tanto de decir por qué voy a hablar de tal materia,cuanto por qué voy a hablar de tal aspecto de esta materia. O sea, justificar este enfoque preciso.

CÓMO SE LOGRA LA EFICACIA

Fundamentalmente, la eficacia depende de dos factores:a) Las ideas que vamos a manejar para lograr este efecto: en el persuadir, los motivos; en elconvencer, los argumentos; en el emocionar, es algún aspecto o propiedad de la persona o hecho; enel explicar, la definición más o menos lata de lo que se va a explicar.Por lo tanto, seleccionar aquellas ideas que más fuerza o claridad van a tener con este auditorioconcreto. b) Pero sabemos que el impacto sobre el auditorio no tanto de pende de la fuerza de las ideasen sí, sino sobre todo de la intensidad o claridad con que el auditorio percibe esa fuerza. Ahora bien,esta fuerza es proporcional al grado de sensibilización con que estén presentadasesas ideas.Por consiguiente, el proceso fundamentalmente es éste:

1. En el persuadir.a) Establecer bien claro y definido lo que queremos persuadir: que ahorren, que estudien coninterés, que comulguen con frecuencia o devoción...



b) Presentarles las ventajas (concretas» (motivos) que se les seguirán de hacerlo. Parareforzar, se pueden también explotar las desventajas de no hacerlo.c) Pero, para que estos motivos les impresionen, presentarlos de una manera concreta ehiriente, realizados en casos particulares y con concretos. En efecto, lo que más impresiona es larealidad misma presenciada o vivida: impresiona más un accidente, visto, que el mismo accidente,

oído. De aquí el presentar esos casos desentrañados, visualiza dos o dramatizados. Por ejemplo, enel caso del ahorrar: porque así puedes responder a una emergencia. Pintar o describir emergenciasconcretas: pintar la angustia de un padre, cuyo hijo necesita una operación especial, al no poder sufragarla. O la carrera del hijo. O un negocio que podría poner con magníficas oportunidades, etc.2. En el emocionar.Es la misma técnica que en el anterior. En éste, se hacen sentir los valores, propiedades buenas omalas de una acción y que por lo tanto nos impulsan a ponerla por obra. Aquí son los valores de unhecho, una persona o realidad .que no son para hacer, sino que se las ama u odia, admira, desprecia,etc. La diferencia es puramente extrínseca.

Aquí tienen más cabida, como recurso para hacer sentir, las comparaciones emotivas. Ejemplo:Dignidad del sacerdote, porque es el representante de Dios. Pintar o escenificar el respeto que setributa al representante de una gran nación, etc.

En el convencer.Aquí de lo que se trata es de hacer sentir la verdad de una afirmación, que no sólo diga el auditorio:esto es verdad, sino qué verdad es esto.Por lo tanto:a) Establecer bien claro aquella verdad de la que los quiero convencer. b) Traer los argumentos, o sea: por qué es verdad lo que afirmo.c) Hacer sentir la fuerza de esos argumentos. Generalmente, el argumento consta de dos o más proposiciones. Por lo tanto, sensibilizar cada una de esas proposiciones y urgir la consecuencia.Aquí tienen una gran cabida las comparaciones lógicas.4. En el explicar a) Dar una definición más o menos lata de aquello que voy a explicar. b) Para que lo vean con más claridad, acudir sobre todo a las comparaciones explicativas.5. En el exponer.

Se trata de un desarrollo con una serie de ideas lógica o psicológicamente encadenadas. Lo quellamábamos dispositivo explicativo-demostrativo-afectivo. Por lo tanto, con cada una de ellasaplicar la técnica arriba dicha según el tipo de ideas de que se trate.

APÉNDICEPrimera palabra en la cruz.Sermón sobre la vocación.Sermón de Jesucristo Rey.Charla a los jóvenes al final de Ejercicios.

Pongo a continuación algunos ejemplos de sermones, charlas o como quieran llamarlo: sonsermones, algunos, de discípulos de oratoria, hechos conforme a este método. Los pongo para quese pueda apreciar en su totalidad, realizado en algunas obras de conjunto, este método. Los otros,aunque están hechos antes de elaborar este método, de hecho coinciden con él en casi todos los puntos. Pongo primero un pequeño esquema del fondo realizado conforme a lo que dijimos en el

resumen práctico. Pongo nada más la frase ponderativa.PRIMERA PALABRA EN LA CRUZ



Sermón sobre la primera palabra de Cristo en la Cruz. (Predicado en la Universidad Pontificia deComillas, España, el año 1946.)Fin: Hacer sentir el heroísmo de Jesucristo al perdonar a sus enemigos.¡Qué heroísmo haber sufrido sin defenderse:I Ser llevado preso corno estafador.

II. Tenido por loco y tonto.III Ser abofeteado públicamente delante del tribunal más augusto del pueblo judío.IV Condenado a muerte injustamente, pudiendo haberlo impedido con su palabra. V. Y no sólosin defenderse, sino por encima perdona!

PRIMERA PALABRA: Pater, dimitte Mis, non enim sciunt quid fa-ciunt.¡Qué difícil es perdonar! Podría ponerme aquí a amontonar párrafos para probarlo; pero creo queserá mucho más sencillo y contundente amontonar números: ¡no perdonar!, igual a 50 millones deataúdes en seis años de guerra, 80 millones de camillas de la Cruz Roja para heridos, cerca de 500millones de personas a punto de perecer de hambre; y sirviendo de hachonos de este inmensofuneral, el rojizo y el siniestro resplandor de docenas de ciudades en llamas. Y eso es lo que secotiza; que la angustia del alma no se cotiza, que el dolor no se cotiza, que la desesperacióntampoco se cotiza. ¡Pero qué difícil es perdonar!

Y pasando a las injurias de «hombre a hombre», podríamos probarlo de una manera intuitiva.Tienes algún enemigo, ¿verdad? Pues bien, propongo que al salir de aquí te dirijas a su casa y le desun apretón de manos, ¡nada más!, un apretón de manos. Con sinceridad ¿lo aceptarías? ¡No osasustéis!, no quiero proponéroslo; era nada más que una experiencia. Pero convendréis conmigo enque es muy difícil perdonar...

Y ahora podría añadir que Jesucristo perdonó. Pero ¿qué habré dicho con eso? Porque también se puede decir de una lamparilla y del sol que alumbran, pero concederéis que no es lo mismo lo quealumbra una lamparilla y lo que alumbra el sol. Nosotros necesariamente tenemos que juzgar de lashumillaciones y afrentas de Jesucristo comparándolas con las nuestras en tales ocasiones. Pero noolvidemos que, al ponernos nosotros ante un agravio, ese agravio sigue siendo una unidad; y al ponerse Jesucristo, queda elevado al infinito. Amadísimos hermanos, y aun así ¡cómo nos duele unaafrenta a nuestro honor!...

¡Hombres honrados y que os tenéis por caballeros! ¿Comprendéis la vergüenza de pasar maniatadoentre una pareja de la guardia civil, por las calles de una ciudad en fiestas, donde se es muyconocido? Y Jesucristo era la sensación del día en Palestina; primera página de nuestros periódicos,titulares de grueso calibre, editoriales sobre cada una de sus actitudes y palabras... Todavía no hacía

cinco días, por aquellas mismas calles había pasado llevado en triunfo entre vítores ensordecedores;y ahora resultaba que era un estafador... Pero ¿cómo habría hombres taninfames?

¡Sí! ¡Baja la cabeza. Jesús de Nazaret! ¡No eres digno de alternar con caballeros, tu vida está en un presidio, tu muerte en un patíbulo! ¿Se le puede hundir más a un hombre en el concepto de lasociedad? Vosotros juzgaréis. Un estafador será todo lo infame, todo lo canalla que queráis, pero nose le puede negar a veces talento, demasiado talento... Por eso a un estafador se le odia; y el odio esun homenaje de la debilidad a la fuerza. Pero a un tonto se le desprecia. Y ésta es la realidad: preferimos pasar por malos a pasar por tontos. ¡Debajo, sólo la bestia! Con razón nos sublevamoscuando alguien nos quiere jugar una mala partida: ¿pero usted cree que yo soy tonto?...

Un día ví a un caballero, que siempre había pasado por persona honrada, ser llevado, esposadas lasmanos, entre una pareja de la guardia civil, por medio de las calles más céntricas de una capital en



la que era muy conocido. ¡Qué espectáculo! Ruido de balcones que se abrían, comercios que sevaciaban de vendedores y clientes, y el público que se estacionaba para verlo pasar. El pobrehombre iba con los ojos bajos, pálido con palidez de muerte, sintiendo en su rostro como trallazoslas miradas fijas de todo el mundo y el cuchicheo de los comentarios que a media voz se hacíanentre la gente: «¿Quién lo iba a decir?... ¡Si parecía una persona honrada!... ¿A quién habrá

estafado?...» ¡Dios mío!, para una persona tenida por honrada, ¡qué vergüenza! ¿No hay cosas cienveces peores que morir?

Codo con codo, con los ojos bajos ¡de vergüenza!, quemándole el rostro las miradas de los curiososque se apelotonaban a su paso, escoltado de soldados con lanzas y garrotes, fue paseado Jesús por medio de las calles de aquella Jerusalén en fiestas. Y lo corriente en estos casos: carreras entre el público para coger sitio, chiquillos que van tras el preso, y ese silencio fúnebre que se extiende por las calles al paso de un preso. Y luego, los obligados comentarios; la gente sencilla es muy simplistaen sus raciocinios, sólo le convence lo que entra por los ojos, y lo que allí le entraba por los ojos eraque aquel hombre que decían que resucitaba muertos y calmaba tempestades, ahora lo llevaban preso... Y uno que tiene tal poder como el que decían, no se deja llevar preso... Por consiguientetodo lo de aquel hombre había sido una farsa, y una estafa en gran escala: «¡El embaucador!, pues¿no quería hacernos creer que era Dios?...»

II¡Pobre Jesús! Tras estafador, ¡tonto! Y tonto de los de reír... Sprevit auteni illum Herodes cumexercitu suo: y le despreció Heredes con toda su corte... ¡Jesús tenido por tonto en medio de la brillante corte del rey Herodes!; y tratado como tal: Et illusit indutum veste alba: y se rió de Él y levistió un traje blanco. ¡La gran juerga a costa de Jesús! En esos casos es sabido que se establece uncampeonato entre los circunstantes, & ver quién fabrica el mejor chiste a costa del probre tonto. Yallí sale todo, allí no se respeta nada, allí no se respeta ni la sagrada memoria de la madre del pobrehombre. ¡Y qué chistes, Dios mío!...

Y Jesús callaba: lesus vero tacebat... Callarse, cuando en realidad se es un memo, es lo natural; el pobre hombre ni siquiera cae en la cuenta de que se ríen de él; pero callarse cuando se cae perfectamente en la cuenta, y seguir contribuyendo con su silencio al infame juego, eso, ¡cristianos!,está por encima de las fuerzas humanas; y callarse, cuando sería facilísimo demostrar todo locontrario... ¿Yo tonto? Ahora veréis...

Y ante los ojos atónitos de aquella brillante comitiva podía haber empezado a desarrollar losteoremas más sublimes del más abstruso análisis matemático, haber revelado los secretos de todoslos grandes inventos que los hombres a fuerza de talento y de ¡siglos! han logrado descubrir... ¡El

secreto de la bomba atómica, tan traído y tan llevado en la prensa de todos los países... ¿Que sólo loconocen tres personas en el mundo? ¡Falso! Que hace veinte siglos estaba diseñada su estructura,hasta el último electrón, en la mente de aquel tonto.

Y en sus oidos resonaban acordes que no sospechó Beethoven, y en s,u imaginación anidabanrecursos literarios que no columbró Cervantes, y dramas que no soñó Tirso. Y aquel hombre, que podía haber hecho avanzar la historia 30, 40, 100 siglos, los que hubiera querido—¡10C siglos dehistoria! ya es avanzar—, que llevaba remansada en su cerebro la cultura de todos los tiempos, ya loveis, ¡tonto! Jesucristo, premio Nobel de todas las ciencias y artes, ¡un idiota!... Y callaba. ¡Así síque es difícil callar!

Y allá va otra vez por las calles de Jerusalén, abarrotadas de curiosos, esta vez vestido de payaso,rodeado de chiquillos y mozalbetes en grosera competencia de burlas y de insultos. Quisiera ver lacara de asombro que pondríais si un día, al ver ese espectáculo no del todo raro en nuestras calles,



de un pobre hombre, un tonto, rodeado de chiquillos que le insultan y le pegan, alguien os tomase por el brazo y señalando al pobre hombre os dijese: «¡Mira! ¿Ves ese pobre hombre a quienapedrean los muchachos? Pues ese tonto... es Dios». ¡Dios! El que mide el océano en el hueco de sumano, y extendiéndola, pesa el firmamento. ¡Hermanos! Que un día alguien pudo decir con verdad:«¡Mira! ¿Ves ese pobre tonto a quien apedrean los muchachos? Pues ese tonto... es Dios». ¡Dios

vestido de payaso, hermanos míos; Dios, perdón, Señor, Dios haciendo el mamarracho por esascalles para regocijo de chiquillos y mozalbetes!...Yo creo que lo mejor va a ser callarse, porque no sé qué podrían añadir mis palabras todas a larealidad. ¿Qué van a decir las palabras cuando los hechos hablan con tan brutal elocuencia? No eshora de hablar, sino de sentir. ¡Sentid, hermanos, y seguid anotando, que aún quedan cosas quequeman la sangre!... Apuntad:

IIIBofetada dada a sangre fría ante la asamblea más augusta del pueblo judío, a un pobre reomaniatado que responde a la pregunta del presidente del tribunal, sin protesta de nadie, niindignación de nadie, ni castigo de ofensor... Y ahora, sin comentarios, vais a oír a un caballero, aun cristiano, ¡a un héroe!, en una situación parecida:

Aquel hombre había sido desafiado por una pretendida ofensa. Pero es cristiano, sabe que no puedeaceptar, y no acepta. Su enemigo le azuza con insultos que harían hervir la sangre a un cobarde, yaquel hombre no lo era... «Resistir a la tentación de reñir con un enemigo, eso es lo que me cuesta;¿reñir con él?, eso sería para mí lo más cómodo. Pero mi hijo que es tan bueno, mi mujer que tantome quiere, mi Dios que me crió y murió por mí; por eso no me bato..., por eso., t. Y seguía perdonando. Y recibió una carta que vais a oír para que midáis por lo que llegó a aguantar lamagnitud de la afrenta que no pudo sufrir: «Es usted tan vil y cobarde, que no merecía sino que yole escupiese a la cara. Este es mi segundo reto. Esperaré un cuarto de hora su respuesta; si no larecibo enese tiempo, iré yo a pedírsela a usted. Confío que no dará usted lugar a semejanteescándalo, aunque todo se puede temer de quien tiene tanto miedo y tan poca vergüenza...». Ytodavía perdonó; todavía tuvo fe para perdonar aquel héroe.

Pero salió a la calle; allí encontró su enemigo y le dio ¡una bofetada! Hermanos, cedo la palabra aaquel hombre que había aguantado tanto, y que, ciego de ira, rugiendo de indignación, se desahogacon su esposa que trata de calmarle... ¡Para que veáis lo que es una bofetada!: — ¡Mira, mira! ¡Aquí! ¿No ves? Es la mano de ese hombre impresa enmi cara. Es un bofetón que me ha dado ese hombre. ¡A la luz del día! ¡Enmedio de la calle! ¿Delante de quién me presento yo con un rostro abofeteado?... Y nos han separado cuando hubiera podido ahogarle. Ya estará

en su casa... ¡aún es tiempo! — ¡Acuérdate del cielo, Fabián! — ¡Húndase el cielo, con tal de que yo mate a ese hombre! — ¡No, no le matarás! — ¡¡Sí!! — ¡Por esta pobre mujer, que tanto padece! — ¡¡No!! — ¡Por tu hijo! — ¡¡No!! — ¡¡Por Dios!! — ¡Ni por Dios sufro yo un bofetón!

— Pues ¿no sufrió Dios otro por él?



He dicho que sin comentarios, y lo voy a cumplir. ¡Y sigue la cuenta! Uno de los agravios que mássoliviantan a los hombres es la injusticia. ¡Obrero que te sientes defraudado en tu salario, quesientes cómo a veces abusan de ti porque no puedes defenderte, y lloras de rabia y rechinas losdientes! ¡Joven estudiante, que después de haberte encorvado horas y horas sobre los libros,gastando los ahorros de tus padres, con tisis ya en tus pulmones, te presentas a unas oposiciones y

ves cómo te las arrebata un inepto forrado de recomendaciones y billetes, y te quedas con la tisis ysin la cátedra! ¿Verdad que duele la injusticia?

IVY esto, al fin y al cabo, no es irremediable. Pero lo duro es lo irremediable. Que un hombre inocentesea condenado a muerte porque todos los indicios le acusan y aquel hombre se desespere y desgarreel alma con sus gritos: «¡Soy inocente, os lo juro por una esposa y unos hijos a quienes voy a dejar huérfanos!» ¡Y que nadie se lo cree! Y sube al cadalso, y ve la muchedumbre que le contempla enlúgubre silencio... y ve que el verdugo procede ya a agarrotarlo, ¡a agarrotarlo a él, inocente!,¡agarrotado por una equivocación! ¡Qué desesperación! Y, sin embargo, allí se han guardado lasformas, se le ha dado la oportunidad de defenderse y se le ha condenado porque no ha podido probar su inocencia.

Pero un día, en un tribunal de un pueblo culto, ante una inmensa muchedumbre se leyó estasentencia: «Considerando que Jesús de Nazaret es inocente de los crímenes que se le imputan,vengo en decretar que sea azotado y ajusticiado en el suplicio de los esclavos y asesinos. Firmado:Poncio Pilato, Gobernador de Judea.»

¡Hermanos!, aquí ¿qué se dice? ¿Asco, indignación, rabia? ¡Oh!, por más que estrujo el diccionario,no rezuma un adjetivo que cuadre a tal villanía.... Non invenía in eo causam, no encuentro en Elcrimen alguno; luego ¿qué?, ¡que le azoten! Para que se enmiende, que le azoten, emendatumdimittam. Pero ¿de qué se va a enmendar, juez inicuo? ¿No estás diciendo que no tiene nada de loque le achacan sus enemigos? ¿Pues, de qué quieres que se enmiende? ¡Y lo que sigue...! ¡Ahí síque agotó todo el cinismo del mundo! «Este hombre es inocente»; luego ¿qué?: que sea ajusticiado

Accipite eum vos et crueifigite; ego nuttatn in eo invenía causam. ¡Bien claro! «Yo noencuentro en él crimen alguno.»

¡Ven acá, juez infame! ¿Dónde has aprendido esa justicia? ¿En qué código del mundo has visto túque la inocencia sea condenada con la horca? ¿Qué dirías tú si te dijesen: eres inocente del asesinatode que te acusan, por lo cual has de ser ahorcado? ¿Y qué haríamos nosotros, si esto hacen en unode nosotros? Las manos las tendríamos atadas y no podríamos estrangular al juez entre ellas; pero lalengua que estaba suelta... ¡habría que oírnos!, ¡qué elocuencia tan arrebatadora!...

VHubo un hombre a quien su enemigo político le acusó, ante el tribunal de toda la Grecia, de traicióna la patria; y la Grecia toda se despobló para ir a presenciar aquel mano a mano oratorio entreaquellos dos colosos de la elocuencia de todos los tiempos. Y aquel hombre acusado ante su Patria,dominada entonces por el tacón del genio militar a quien él había combatido con todo el fanatismode su alma, habló; y se pronunció el Pro Corona; y fue absuelto. Y cuando hoy día se quiere citar la pieza cumbre de la oratoria humana, ¡no se duda!, la elección está hecha...

Pero hubo una ocasión en la Historia en que aquella pieza cumbre de la oratoria humana pudo haber sido superada; y era en otro juicio; y también la ocasión era solemne... Estaban allí presentes los

habitantes todos de aquella tierra, que en número de hasta dos millones acudían a celebrar laPascua; y eran los mismos que con tensión creciente habían seguido durante tres años el duelo amuerte entre Jesús y sus enemigos; y estaban allí presentes sus adversarios, ufanos, triunfadores,



paseando su victoria ante los ojos de la multitud especiante; y el no defenderse era confesar anteaquel pueblo, que seguía ávido el resultado de aquella lucha, que ellos, sus enemigos, tenían razón,que les había engañado, que era un impostor, que había abusado de su credulidad y buena fe; y erael callar el ser condenado a una muerte horrible en un patíbulo; y era el hablar hundir para siempreen el polvo a sus enemigos con la fuerza de su elocuencia arrolladura, en pasarles la cuenta y

liquidar, mano a mano, las humillaciones que le habían hecho tragar hasta entonces, era hipnotizar aquellas muchedumbres fanáticas y probarlas que El era el Mesías tan apasionadamente esperado por ellas, ¡el mito de aquel pueblo!, y que allí mismo, delirantes, le coronarían por su Rey y lellevarían en triunfo por las calles que habían visto su ignominia, y subiría a un trono, no a uncadalso... ¡Y no habló! Afortunadamente para Démostenos, no habló. Si hubiera hablado, ¿creéisvosotros que a estas horas estaría ahí?

Le costó la honra, pero no habló; le costó la derrota, pero no habló; le costó la vida, pero no habló...Y aquel silencio vale por todos los «Pro Coronas» del mundo. ¡Hermano! ¿Hay algo más sublimeque, en esas circunstancias, ese silencio? ¡Sí!, todavía hay algo más sublime que el callar:¡perdonar! Y aquel hombre, que no había abierto los labios para defenderse, los abre ahora para perdonar. ¡Cristianos, ahora sí que se agotó lo sublime! «Padre, perdónalos, porque no saben lo quehacen». Habéis visto lo que son injurias; oís ahora lo que son perdones.

No quiero hacer un sermón sobre el perdón de las injurias; pero ¡piensa, hermano, piensa! y si hasrecibido alguna injuria, después compara...Y si tu corazón es el de un desesperado, porque tus culpas son inmensas y crees que para ti no puede haber perdón, ¡piensa también! y pregúntale a Jesucristo si todavía le sobra un poco decorazón para perdonarte. O mejor, no se lo preguntes tú; se lo va a preguntar un ladrón y asesinoque está expiando sus crímenes en el patíbulo, y que, abrumado ante la grandeza del corazón deJesucristo que perdona, comprende y suplica: «Señor, acuérdate de mí cuando estuvieres en tureino». Oíste la súplica; oye la respuesta: «En verdad, en verdad te digo que hoy estarás conmigo enel paraíso».Pues bien, hermano, piensa y después compara...

SERMÓN SOBRE LA VOCACIÓNMás que homilía, es un breve sermón a propósito de la dominica 22 después de Pentecostés. Lo hedejado tal como se pronunció, aunque a veces es áspero y duro y, por tanto, antipsicológico.Influencia mal asimilada de Demóstenes.Esquema: Expuesto el Evangelio, se plantea el problema.Proposición: No puedes oponerte a la vocación de tu hijo.A) MOTIVO: Sería quitarle a Dios lo que es suyo. ¡Qué injusticia! Objeción: Pero ¿cómo voy a

separarme de mi hijo?Respuesta:1) Dentro de unos años se casará ylo entregarás a una mujer. ¡Qué desprecio de Dios sería que a Dios no, y a una mujer sí!2) ¡Sobre todo si tratas de pervertirle para que se olvide de Dios!Objeción:Todas nuestras ilusiones sobre su carrera por el suelo.Respuesta: 1) No hay título comparable al de predilecto de Dios. ¡Qué triste oponerse a esta elección! 2) No hay carrera que pueda proporcionarle la gloria de ésta. ¡Qué daño le harías a tu hijo!B) MOTIVO: Además eres la causa de la condenación de muchas

almas. ¡Qué responsabilidad ser la causa!...Si se quiere dispuesto en forma de párrafo lo anterior, sería: No te puedes oponer a la vocación de tuhijo (proposición).



I. Sería quitarle a Dios lo que es suyo. ¡Qué injusticia!...II. Para dárselo a una mujer. ¡Qué desprecio!III. Empujándole muchas veces a la perdición para que se olvide de Dios. ¡Qué indigno!IV. ¡Privándole de ser amigo y predilecto de Dios!V. Y de una felicidad inconmensurable. ¡Qué daño!

VI. Y siendo la causa de la condenación de muchas almas. ¡Qué responsabilidad!

REDDITE QUAE CAESARIS, CAESARI ET QUAE SUNT DEI, DEO (MT. 22, 21)¡Escena dramática la del Evangelio de hoy! Yo diría, usando una fórmula muy en boga hoy, queCristo estuvo en este pasaje sencillamente formidable. ¡Qué seguridad, qué aplomo! Y ¡qué golpetan magistral! Habréis experimentado una sensación parecida muchas veces, cuando erais pequeños,y dispensad lo familiar de la comparación. ¿No habéis notado la emoción de los pequeñosespectadores cuando, en la pantalla, el héroe, «el bueno», como dicen ellos, se ve en un callejón sinsalida? Le tienen copado los malos; esta vez sí que no se escapa. ¡Qué desilusión! Y de repente ungolpe de audacia, una genial improvisación y... aquellas gargantas, agarrotadas por la ansiedad,revientan en gritos y vítores al héroe, y de pie lo animan con sus voces y sus gestos.

Si he decir la verdad, estas escenas producen en mí una sensación algo parecida. Porque ¡laintención que traía la pregunta de los escribas y fariseos! ¿Se debe dar el tributo al César?, ¿sí o no?Así, tajante: sí o no. Nada de términos medios. Sustituyendo cantidades iguales, traidor a la patria,traidor al pueblo, traidor a las glorias de Israel, o rebelde agitador de la masa soliviantada, inclusode lleno en el expeditivo código militar. Traducido al siglo xx, 1943 y en Francia: colaborar con lastropas de ocupación, tirar por la ventana los ideales de la patria, o el desquite, la franca rebeldía. YCristo era en Palestina, la sensación del día... primera plana en nuestros periódicos... titulares degrueso calibre... editoriales sobre cada una de sus actitudes y palabras.

Y Cristo prepara la escena. ¡Hay que dar una lección! ¿Por qué me tentáis, hipócritas? En los ojosde Cristo relampaguea una mirada... a mí me parece decir: «estáis lucidos». ¡A ver! ¡Enseñadmeuna moneda! La multitud espera ansiosa. ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Del César;y... lentamente, como quien dice una cosa evidente: «pues bien, dar al César lo que es del César y aDios lo que es de Dios». Dan ganas de romper en un aplauso cerrado. ¡Evidente! Devolved al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. ¡A cada uno lo suyo! ¿Hay alguno que niegue laverdad de este principio? Que al salir de aquí lance un suelto en los periódicos negándolo. Yo leaseguro que será una idea fecunda; sus deudores sacarán las consecuencias. Nadie lo niega.

¡Evidente! No hay lógica más convincente que la que viene envuelta en billetes de Banco.

Y no insisto, aunque tengo empeño en que confeséis aquí el principio, la evidencia de esta verdad; porque temo que dentro de un cuarto de hora no sea ya tan claro. Y quiero que conste que, si túexiges lo que es tuyo al que puede y debe devolvértelo, quieres que te lo devuelvan, y si no...vosotros me entendéis... Pues bien, archivad esto en vuestra memoria, que quizá nos haga faltadentro de poco.

Siento que voy a lastimar más de un corazón, que voy a desgarrarle como quien arranca fríamente,sádicamente, una venda incrustada en la carne viva; y ese corazón va a ser el tuyo... ¡pobre padre!,¡pobre madre!, tan amante, tan cariñoso, tan... sí, lo que queráis... todos los epítetos que ha florecidola ternura. Sin ambages, sin rodeos: ¡Padres, madres, devolved a Dios lo que es de Dios!, y tú ya losabes, Dios te ha pedido que le devuelvas a tu hijo; pues bien, padre, madre, ¡devuélveselo! Tú

sabes que Dios le llama.



¿Te acuerdas? Cuando se acercó a ti, como suelen los niños cuando tienen una cosa muy grande quedecir, cuando tú le arrimaste contra tu pecho y a fuerza de besos taladraste su silencio... y él te dijoque Dios le llamaba... que quería ser sacerdote, religioso... ser misionero.... cuando sentías que cadauna de sus palabras atinaban con una fibra de tu corazón, cada vez más adentro... y que tu corazónsangraba... sangraba cada vez más y cuando, ¿lo digo?, cuando lo rechazaste de tus brazos con

despego y pusiste una mordaza en su boca y... aquí cada uno de vosotros recuerde lo que hizo. ¿Elhijo de tus entrañas, religioso; el hijo de tus entrañas, sacerdote? ¡No, eso no, de ninguna manera!esclavo. ¡Qué pronto debiste desengañarte; era mucho optimismo!... A un esclavo todavía se leestima, vale para muchas cosas; un criminal asesino sólo vale para matarlo. Y te compararon con un patibulario y perdiste...

Pues bien, ya que a tu pobre hijo le has cerrado los labios para que no vuelva a hablarte desemejante propósito, voy yo a hablar por él y voy a decirte, con toda la sinceridad de que sea capaz,el crimen que estás cometiendo. Pero como a la mayoría de los que me escuchan no irándirectamente mis palabras, no crean que van a perder el tiempo mientras están aquí; de unosmismos principios se pueden sacar muchas consecuencias. Que cada uno saque la que más leconvenza.

¿El hijo de tus entrañas, sacerdote, religioso? Y ¿por qué no? ¿No decías hace unos momentos,todavía no ha pasado un cuarto de hora, que a cada uno lo suyo? Mas recuerda que no te atreverías alanzar un suelto en los periódicos. ¡Ni ahora tampoco! Pues bien, si a cada uno lo suyo y Dios te pide lo que es suyo, no creo que te cueste mucho acabar el raciocinio... Como veis, no hay aquíninguna complicación metafísica. Estamos moviéndonos dentro del campo del sentido común. O alo menos, mostradme dónde está la brecha de este raciocinio.

Te tienes por hombre o mujer de corazón noble y compasivo y no dudo que lo eres; y te hablan deciertas injusticias irritantes que se cometen, del cinismo de ciertos robos a cara descubierta y teindignas; ¡muy bien hecho!, y te pones elocuente y si eres tú el ofendido, revientas hasta que se tehaga justicia. Y yo me pregunto: ¿Es que para Dios no hay justicia? ¿Es que para El no valen los principios que valen para el más criminal de los hombres? ¿Es que consideráis una estafa no dar almaletero que te acaba de llevar la maleta lo que es suyo, y a Dios...? Más vale dejar en suspenso lafrase...

¡No!, de ninguna manera, por lo menos que quede aquí claro, bien claro, que si no devolvéis a Dioslo que es suyo, es porque no queréis, ¡sí!, e-.o mismo que te irrita cuando se trata de otro, pero no porque no tenga Él derecho a pedíroslo y nosotros obligación de dárselo. Que todos nuestros pretextos y excusas nunca lograrían abrir brecha en esta verdad.

IIPero, claro, ¡cómo te vas a separar de tu hijo!... ¡Con el cariño que le tienes!... Y tú, el que dice o laque dice esto, no vacilarías, dentro de unos años, en entregar a tu hijo al primer figurín de moda quese presente ante sus ojos forrado de seda... ¿Es esto sinceridad? Para amar a una mujer tienelicencia, y para amar a Dios... ¡Qué horror!, ¡tu hijo amando a Dios! ¡Habráse visto desgracia!...Decididamente, Señor, que tenéis poca suerte con los hombres. Se pusieron los hombres a valuarte.¡Dios a subasta! A ver cuánto podrá valer Dios! Y regateando no dieron más allá de 100 pesetas.¡Por toda la esencia divina 100 pesetas! ¿Qué se puede comprar con 100 pesetas? Debiste quedar contento; por lo menos, los hombres te valúan como a un

III



menos perspicaz, un corazón menos noble, una voluntad más débil que muchos de los demás, yaquel joven, ¡padre, madre! que me escuchas, era tu hijo, el hijo de tus entrañas; y se inclinó paradepositar en su frente inmaculada el beso de los elegidos; pero no pudo; sintió en su rostrosacrosanto el bofetón de una mano que le hería. Miró y era su madre... ¡Padre, madre!, cuando estanoche, antes de dormirte, vayas a depositar un beso en la frente de tu hijo, mírale a los ojos; yo te

aseguro que en el fondo de ellos verás reflejada la nostalgia de otro beso de amor infinito...Lo que siento es que vayáis a creer que son sólo plasticidades oratorias. ¡No! Son realidades.Realidad es que Dios escoge a los que quiere y porque quiere, sólo porque quiere; realidad es queno tienen número" los que podían haber sido elegidos; realidad el que tú rechazas con todas tusfuerzas esa predilección para tu hijo. Y me argumentabas antes poniéndome delante el amor de tuhijo, su bien, la gloria que le sonreía. ¡Bien!; sería así antes, cuando erais inconsecuentes; pero enadelante ya no sería así.

VY quiero convenceros con vuestras mismas razones. Dices que amas a tu hijo porque le deseas un bien, una gloria. Vamos a valorarla, por ejemplo, como 100; pues bien, yo digo que le ama más elque le desea un bien como 1.000; tú quieres para él un bien que dure 50, 60 años; y yo digo que esmejor uno que no se acabe. A ver quién tiene razón... Y no olvides que lo que dice la razón quedebe ser, es; aunque tú no te persuadas. Como si dice la razón que el que toca un cable de altatensión queda electrocutado, si yo toco, quedo electrocutado, aunque no me persuada.

Y nos hemos plantado de un salto en el fondo de la cuestión: ¿Creemos o no creemos en la realidaddel cielo? Si creemos, seguid diciendo que amáis sinceramente a vuestro hijo. Renuncio a un amor que me quita un bien mayor, para darme otro menor. O, mejor, decídselo a esa conclusiónimplacable que os desenmascara. Ahí la tenéis. No es más que una sencilla operación demultiplicar; felicidad, 100 por 60: felicidad, 1.000 por infinito... Ahora a escoger y no te olvides quedices que amas sinceramente el bien de tu hijo...

VI No insistiría yo tanto, hermanos míos, si no viera que son estos momentos trascendentales, de losque quizá todavía no habéis visto toda la transcendencia. En pocas palabras: he aquí otro aspectodel problema que se ventila. ¡Padre, madre!, de la vocación de vuestro hijo, de que un día seasacerdote, religioso, misionero, está dependiendo la salvación o condenación de no sé cuántas, peroquizá muchas, almas. Cuando veamos cómo está incluso nuestra patria de sacerdotes, que haysacerdotes que tienen a su cargo 10.000, 25.000 almas, que es lo ordinario en el mundo infiel, ¿esmucho decir que de estos momentos está dependiendo quizá la salvación de millares de almas?

Cuando murió Luis XIV, sus cortesanos pararon las agujas del reloj que estaba en la cámaramortuoria; y así está hasta ahora, señalando aquel momento en que moría un hombre... ¡Dejadmeque yo también anote esta hora en que quizá van a morir eternamente muchas almas! ¿Dependerá deestos momentos la condenación, aunque sea de una sola alma?

¡La condenación de un alma! Aquí debiera yo bajarme del pulpito y que subiera un condenado aexplicarnos la trágica grandeza de esta palabra. Y pensar que quizás vosotros saldréis de aquí e iréisa vuestras casas sin haber cedido vuestra voluntad como si todo siguiese lo mismo...¡Sí!, lo mismo, menos unas cuantas almas condenadas al infierno eternamente; total, ¿qué más da?La firma del ultimátum que ha declarado la guerra, ¿qué más da? Total, unos rasgos mejor o peor trazados. ¡No! La trascendencia de un momento se mide por sus consecuencias y no considerará

como unos rasgos sin importancia esa firma, el que la vea a la luz de las ciudades en llamas, esas pirámides enormes de cadáveres destrozados, de esos millones de familias sin hogares y sin pan.



Pues bien, miremos estos instantes a la luz de su proyección eterna: han pasado mil, dos mil siglos...en la eternidad hay tiempo para todo; y esos condenados empiezan a recorrer en sentido inverso, endirección a la vida todo el tiempo que llevan padeciendo, mil, quinientos, cien siglos...; cincuenta,treinta, diez años... y llegaría este nomento y verían que aquí, ahora, se podía haber torcido el cursode su existencia, y me verían abogando por sus pobres almas, y a vosotros sentados aquí, no sé

dónde, luchando..., dudando, y que estuvisteis casi decididos, y que..., para qué voy a terminar trágicamente la frase...

¡Pobrecillos! Condenados para siempre, porque entre ellos y el cielo se interpone el amor insensatode una madre. ¡Pobrecillos los que aún no habéis nacido, y nacéis ya condenados, porque gravitasobre vosotros el peso formidable de la voluntad de unos padres! ¡No lancéis sobre Dios el peso devuestra ira! ¡No! Dios murió para salvaros, y más que morir yo no sé qué otra cosa se puede hacer.Me estáis dando pena. ¡Qué disyuntiva tan tremenda en la que os halláis! ¡Y cómo sangra vuestrocorazón! Sólo que todavía hay quien sangra más. A un corazón que sangra sólo le convencenargumentos que echen sangre. ¡Coger vuestro corazón y estrujadle! Dios estrujará el corazón de suHijo: ¡a ver cuál echa más sangre! Y sea éste mi último argumento; si ante este argumentocrucificado, que se llama Cristo, vuestra voluntad no cede, no tengo más que deciros.

Y termino...Quizás os he herido más de lo justo. Bien sabe Dios que mis expresiones iban dictadas por ansias deque cayerais en la cuenta de la trascendencia de estos momentos. Y yo sólo se las aplicaba a losrecalcitrantes.Quisiera haberos presentado argumentos más confortadores, visiones más esplendorosas; pero la premura del tiempo me ha impedido hacerlo.Que el Señor os ayude a hacer este sacrificio tan duro y costoso y que siento no tener tiempo paraencarecer lo que se merece.

SERMÓN DE JESUCRISTO REY N. B. Los siguientes son sermones de discípulos míos de oratoria, jóvenes jesuítas, que todavía nohabían estudiado filosofía y teología.Proceso de las ideas: Qué fuerza de arrastre supone:I. Dominar la inteligencia y voluntad de los hombres.II. De todas clases sociales y razas.III. Innumerables.IV. A pesar del esfuerzo concentrado en sus enemigos por raer su memoria.V Y de hombres de talla psicológica gigantesca.VI. Y este arrastre lo sigue ejerciendo después de muerto y durante veinte siglos. VII.

Arrastrando a los heroísmos más estupendos.Obsérvese cómo a lo largo de todo el sermón siempre se valora el mismo aspecto en cada uno de losmotivos: ¡Qué fuerza de arrastre supone!...

EXORDIO:Es propio del hombre admirar a otro superior. Habrá entre todos alguno que admire de corazón a unconductor de pueblo, patriota o extranjero... Espero que alguno sentirá a esos caudillos que se llevantras sí a ios hombres. A ése o a esos varios voy a hablar... de mi hombre, que es Jesucristo, cuyarealeza celebramos hoy, y sólo de su fuerza de arrastrar hombres; y con gusto, porque sé queustedes no van a admitir lo que les diga; porque sé que como hombres de criterio propio lo pensarán..., lo discutirán comparándolo con el suyo. Y eso es lo que yo espero... con juicio sereno,

pero poniendo en cada frase el corazón, sin afecciones personales de partido... Vamos a pedírselo asu Madre la Virgen. AVE MARÍA.



Qué potencia para dominar y encauzar las fuerzas de la naturaleza... Un caudaloso río que sedespeña de lo alto de una montaña hay que sujetar la fuerza bruta del agua en una represa.Compañías de obreros, montañas de cemento, enormes barras de acero, y días y meses, y tal vezaños... trabajando de sol a sol con relevos. Sobre esto, como núcleo vital, el cerebro de la obra: uningeniero que dirige toda la acción. ¿Difícil dominar un río..., mucha energía?

Y la fuerza del río es ciega, sus movimientos los conoce de antemano el hombre, el ingeniero; porque obedecen necesariamente a leyes fijas: la gravedad, vasos comunicantes. Basta, pues, poner un muro de hormigón que anule la fuerza bruta del río. De altura: tanto; grosor: tanto... Cantidadesconcretas obtenidas por fórmulas, complicadas, sí, pero conocidas, que se cumplen infaliblemente, porque el río no las puede variar y puesta esa barrera, allí se quedará el agua... retorciéndose comomonstruo en remolinos, pero dominada. Tiene la naturaleza movimientos fijos..., su cerebro es unatabla de números, que combina fatalmente conforme a fórmulas conocidas, infalibles, invariables...,y, sin embargo, ¡qué difícil es dominar la fuerza ciega de la naturaleza!

Si al río, a cada uno de sus millones de centímetros cúbicos, le dieses el instinto de las langostas deuna plaga, ¿para qué valdría el muro de cemento, los fajos de billetes de dólares enterrados en suscimientos? A los animales, si molestan, se le extingue. ¿Dominarlos? A algunos, sí; a la mayoría,¡qué difícil! Y los animales no tienen más que un instinto.

Y el hombre no tiene sólo fuerza, ni sólo instinto, sino razón y sabe tanto como el que le quieredominar y tal vez más..., pero para qué me molesto en demostrar... como si no lo hubieseis, noestudiado, sino visto, palpado.

Para dominar a hombres hemos visto un bosque de chimeneas de fábricas de los Estados Unidos, y¡qué fábricas! Construir nuevos astilleros — vosotros lo sabéis —enjambres de obreros arrancandomontañas de mineral de hierro, ríos de metal fundidos para máquinas bélicas. Acorazados:verdaderos fortines flotantes; portaaviones., que cada avión era obra ingente. ¿Y a qué seguir? Todoun pueblo en acción y otros, aliados con él en acción. Todo para lograr dominar hombres porquetienen inteligencia. ¡Y no bastó!

Cubrió el fondo del océano un sedimiento de barcos hundidos, se cubrieron las estepas heladas, sólode cadáveres rusos, en doble población que la de Cuba, y dolor de madres, de huérfanos y hospitalesrepletos. Y así años, hasta extenuarse las naciones aliadas en el esfuerzo que hacían para dominar hombres.

Y hasta ahora, sí, están dominados los vencidos.

¡Qué esfuerzo, qué potencia hay que desarrollar para dominar a los hombres porque tieneninteligencia! Te estoy engañando... todo eso es para dominar... pero el cuerpo del hombre, susmovimientos. Después de la victoria, el vencedor se apoderará del territorio del vencido, que letendrá que entregar sus fábricas, sus industrias, la cosecha de sus campos.¡Desgracia inmensa! Tendrá que trabajar quizá él para alimentar al triunfador y no podrá protestar.¡Humillante!... pero sólo son «acciones» ¡bochornosas!, pero al fin sólo acciones externas. Yaunque encarcelasen y matasen al vencido, son movimientos actos del cuerpo, desastrosos, todo loque quieras, pero únicamente «del cuerpo»

Eso es sólo dominar el cuerpo del vencido: porque el vencido tiene voluntad ¡¡¡libre!!! Y ésa... elque ame a su patria y odie al enemigo, a ésa ni los vencedoies ni todas las naciones, a toda

producción, con todas las máquinas bélicas, la dominarán ni un ápice, si el hombie vencido,encarcelado, no quiere.



Obrero, que eres hombre ¡libre!; por la fuerza te podrán matar de hambre, eso sí. Te podrán obligar con el látigo a trabajar hasta la tisis. ¡También! Un cable de alta tensión te tendrán dentro de unrecinto, pero son actos del cuerpo, movimientos. Pero el pensamiento de tu alma, el que túrecuerdes la libertad, el que ames a tu esposa, a tus hijos, y desprecies, eso... ¡ni toda la potencia bélica del mundo lo consigue!

Dominar la voluntad, la libertad del hombre, ¡qué potencia se necesitaría!Y si hay un hombre que, por su genialidad, y por su voluntad formidable, supera a los que le rodeany con la fuerza imperiosa de su alma penetra las de los otros hombres, y las domina y logra que seansuyas, y hasta lo último de su pecho admire lo que él admira, amen lo que él ama, sigan lo que élsiga, odien lo que él odia. Que no haya en el pecho de ellos ni un átomo que no esté puesto a suservicio, que por la atracción de ese hombre jefe se hagan esclavos de él, y esto —aquí está loextraordinario — teniendo libertad plena, siendo hombres dueños de sus razones, independientes...El hombre que logre esto tiene una potencia de alma tan colosal, tan imponente, que ha logradodominar lo que toda la energía de todas las naciones no puede lograr.

Ese hombre es JESUCRISTO.A ese joven le bulle la sangre, siente la sacudida irresistible para toda la humanidad, del apetito dela carne, como un potro que se desboca. Pero Cristo quiere, y ese joven lo refrena. Y Cristo quiere,y ese joven lo atenaza y jura domeñarlo hasta la muerte.

Ese obrero de musculatura de acero, con la que ha sido capaz de cargar en vagonetas toneladas dehullas, que ha hecho temblar con su violencia en las huelgas a toda su nación... Cristo lo quiere, y seecha de rodillas como un cordero a los pies de un sacerdote y le dice todos sus pecados. Y es libre.Absolutamente libre.

La libertad del hombre, masa de granito que no puede ablandar la silla eléctrica con toda la cargaatmosférica, Cristo la modela como cera blanda con la fuerza de su voluntad de fuego.Un jornalero tiene hijos y no tiene pan; le ofrecen un manojo de billetes de un fraude; y su dueño aél le roba... y sigue con hambre porque Cristo odia el robo. Y pudo hacerlo a escondidas...Eso es dominar hombres: manejar las almas libres, como fichas sobre un tablero de ajedrez.¡Libres! Sí..., como ese catedrático que ha asimilado libros y ciencias y tiene muchos años deespecialización, ha comprobado experimentalmente la verdad de las leyes físicas, fisiológicas, da larazón a cada uno de los teoremas matemáticos. Cristo dice que Él nació de una Virgen y que sucuerpo está en una cosa que a todas vistas es pan; y que Él es Dios. Y ese hombre dobla la frente ydefiende todo eso ante los científicos. Eso es subyugar la razón del hombre.

Ese joven vive feliz con sus padres buenísimos; y Cristo quiere que los deje, aunque le amenacenodiarle, para hacerse sacerdote: se arranca de su casa feliz y se hace sacerdote.Y para que se vea claro que se mueve sólo por la atracción de su persona, Cristo advierteclaramente: «No daré riquezas, ni placeres; sólo cosas del espíritu que no se palpan. Daré dolor,lucha, sangre, desprestigio, sofocación, cansancio...». Y el obrero exclamó al que le predicó: «Esusted inhumano, que no me enseñó antes quién era Jesucristo», y se lanzó a la lucha por Jesucristo.El alma del hombre, masa de acero que no mueve la explosión atómica, la arrastra Cristo con la potencia de su voluntad de imán.¡Qué arrastre el de Jesucristo!

II

Y arrastra hombres, no de la misma nación, como los demás caudillos, ni de igual clase social y conel mismo problema, como los comunistas, sino dispares en intereses materiales, en partidos políticos, en edad, en nacionalidades, en razas... y ¿qué? Pues ¿tú no sabes lo difícil que le es al más



barcos de guerra, atronar todo el mundo con el ruido de sus tetramotores blindados..., cuando oí deestos colosos que se ocupaban en raspar del espíritu de los jóvenes esqueléticos que quedaban ladoctrina de aquel hombre y su memoria... cuando vi a esos gigantes desnazificando y tratando dehallar al Führer en cadáver...; cuando les vi, en fin, inquietos ocuparse en oscurecer la memoria deeste hombre, entonces... sin libros, sin fotos, sin testigos, me dije: «Este hombre, a testimonio de sus

enemigos, es capaz de electrizar cadáveres.»¿Qué hacen los enemigos de Jesucristo? Ellos nos hablarán de su arrastre.La potencia de Rusia hace temblar ahora a cualquier nación y a todas juntas — ¿alguien no losabe?—y ella tiembla ante la idea de que reviva la figura de Cristo en sus hombres.Hace treinta años que está prohibido hablar allí de Jesucristo. Pero reflexionemos, «prohibido» noen un papel que se arrincona en archivos... Tú sabes cómo se prohibe en Rusia...Actualmente, graves problemas tiene de conquista territorial; Corea, el Asia, conferenciasmundiales...; sin embargo, cuántos hombres prepara, sostiene, gasta esfuerzos en ellos para quearranquen al pueblo lo que le queda de Jesucristo.

Piensa en las escuelas especilizadas para formar estos hombres, su mantenimiento, ¡qué costo!, loshombres de confianza para dirigirlos, su inspección... ¿Para qué ese esfuerzo o ese gasto? Pararaspar del alma del joven... ¿qué?, si nadie explica a Jesucristo... ¡por si acaso! Tiene invadidamedia Europa y ¡que zozobra! derrocha montañas de revistas que refuerzan, desfiguren la personadel Hombre-Dios; que no parezca lo que es, sino opio del pueblo, un mito. ¡Cuánto esfuerzo!¡Cuánto gasto para anular la atracción de Cristo!

Sostiene ejércitos de hombres en Hungría, Alemania, que olfateen a los hombres de Cristo para sueliminación. ¿Creerá alguien que lo hace sin necesidad, por error? Perdóneme ese hombre, pero noconoce a los dirigentes del Kremlin. ¿Sin necesidad el proceso de Mindszenty? ¿Por error eseequipo de psicólogos técnicos en el tormento? ¿Por error toda la preparación minuciosa delinterrogatorio? El exponerse a ser descubiertos por periodistas extranjeros, a perder crédito ante el pueblo, eso ¿sin necesidad? Mendigando la potencia que sacude la médula de los pueblos másfuertes, mendigando unas palabras inconexas de un Cardenal para desprestigiar y emborronar ladoctrina de Cristo. Ellos saben calcular su arrastre.

Y no es, como en el Führer, un hombre conocido, a quien se ha visto en la tribuna; sino muerto hacemiles de años en épocas remotas. Y desde entonces han echado tierra sobre su sepulcro, han lijadodel alma de los hombres su memoria, han estado ennegreciendo su persona hombres potentísimos y¡geniales! Ácido corrosivo escupía Voltaire con su ironía: hubiese diluido la memoria del hombremás grandioso, aunque la hubiesen plasmado en bronce.

Para raer su memoria veinte siglos, todo ese ejército de la U. R. S. S. ¿No crees en el arrastre deJesucristo? ¿No crees a su enemigo?

VY ¡qué hombres! Por no citarse a los ya tan conocidos como San Francisco, San Pablo, quetransformaron medio mundo, o llenaron una época como San Bernardo...Recuerdo a aquel, que... los legionarios se ponían delante de él con su pecho como escudo. El otroseglar que en la sedición de un penal, ante el espanto de los policías erizados de armas, se paró enmedio de aquellos tigres humanos y, siendo él el jefe de la prisión, levantó su voz de bronce, yelectrizados, le aclamaron. Seguían a Cristo hombres como aquellos jóvenes que ensangrentaron su«detente» en las revueltas contra un Gobierno poderoso de masones que se oponía a Cristo.

Roberto Southwell, el gran hombre de Cristo que tuvo en jaque a toda la policía de la reina Isabel,cuya sagacidad era bien conocida. Y los que hoy en día están en Rusia burlando a la G. P. U.



Sólo te digo que los que siguen a Cristo y han muerto, y después de un examen crítico, de hombresavezados a la dura crítica de los documentos, admitiendo la declaración de todos los testigos que se presentan y reclamándola de otros, se les cataloga como héroes, son tantos, que no te los puedocitar...Los jesuítas belgas tienen estanterías repletas de tomos y sólo están los nombres de los héroes de

Cristo más conocidos.VIEl arrastre de un general se prueba en las acciones heroicas. Sin embargo, cuando en plena luchaempieza la retirada, si el pánico invade los pechos, hasta los mayores Alejandros no consiguennada.Yo oí de uno que con su sola voz contuvo una retirada. Era hace años, en el norte de África. Unmanojo de hombres se batía en una posición, pero empezó a ceder; arremetían con gritos feroces lasfuerzas moras, sanguinarias, que iban segando cabezas. El frío espanto se apoderó de los defensoresy empezó la huida. El jefe lo notó, pero postrado con las rodillas perforadas y trabadas en laalambrada sin poderse levantar y acudir. Como águila que sacude el cepo de sus garras, forcejeaba para poder enderezarse e impedir el avance del musulmán y detener la retirada. Sudaba delesfuerzo. Junto a él, su fiel asistente. Sofocado, le imperó el jefe: «Córtame las piernas encima de larodilla». Dudaba el hombre, abierto los ojos. «Rápido, córtamelas». Temblaba el centinela, salíafuego de los ojos del capitán herido: «Rápido...». Le encañonó con la pistola: «Córtame las piernaso disparo». Como un autómata levantó el centinela un gran alfanje, cerró los ojos, lo descargó comoel rayo. Le salpicó la sangre, triscó el hueso. «Más rápido», vociferó el jefe. De sus piernas salía lasangre como de dos fuentes. Le colocó así, apoyada la sección del muslo sobre un saco de serrín. Sedetuvo algo el chorro de sangre.

Aquel hombre sin piernas empezó a agitar el sable en su mano. Parecía echar llamas por los ojosdesencajados. Hizo un esfuerzo. La poca sangre que le quedaba se le apretó en la vena yugular,cogió fuerza y dio un grito como un trueno: «Antes la muerte que huir». Le miraron sus hombres,retumbaba todavía su voz, el acero en la mano relampagueaba como un ascua de un modoimponente, salía de sus ojos, como de un volcán, coraje... Se les encendió el pecho y arremetieronlanzándose a la lucha como leones. Ese hombre tenía arrastre.

Pero ahora te presento un hecho que tú has palpado, no que yo te cuente; no es un puñado dehombres que se desplazan con sus haciendas: la retirada de China de hace unos años.Filas de refugiados en las estaciones, caras de espanto, trenes abarrotados, rumores aterradores quecunden exagerados, pánico en los pueblos. Lo que no es simple rumor es que la U. R. S. S., comolava hirviente, desciende del Norte de China.

No voy a ponderar el pavor de entonces. Allí había comerciantes extranjeros, europeos, yanquis.Conocían tal vez a'la policía rusa y no juzgaron, se retiraron. Desde luego, desde aquí, con unocéano por medio, ante un grupo de amigos... puede parecer menos terrorífico el peligro...El ejército norteamericano, potentísimo, con generales experimentados, prefirió no jugar con la U.R. S. S. y retiró sus destacamentos: no ignoraban los altos dirigentes cómo actúan los soviéticos...Allí había hombres de Cristo, extranjeros; vieron la evacuación, sintieron el pánico. Muchos deellos en España, Hungría, vieron los sistemas rusos. Alguno guardaba la fotografía de un hermano,tal vez de su padre, en quien puso la zarpa de muerte una noche la policía roja...

Esto lo sabía el que estaba enclavado en las montañas del Norte. Allí llegaban los vientos fríos de

Siberia, el desierto de hielo, cementerio de la U. R. S. S. En la soledad de las noches se le clavaba laimagen de los batallones inmensos de forzados; allí, al Norte, en los yacimientos de oro. Y de allí bajaban hordas, y el enemigo para ellas odiado a muerte si era español.



Aquellos misioneros sintieron temor, se les estrechó el corazón. Sonaban ya los cañonazos y lagente que podía abandonaba las casas... Entonces atronó sus pechos una voz de fuego y vieron a sucaudillo en el tormento de la cruz, Jesucristo medio asfixiado, con la cabeza llena de sangre,clavando su mirada centelleante, que con esfuerzo se incorporaba y gritaba: «Antes la muerte que

abandonar a esos cristianos.»Sintieron fuego en el alma y se clavaron en el suelo. Más, hubieran ido hacia arriba a encontrar a losinvasores. Así arrastra Jesucristo hombres hoy día.Esto es temor que hiela, pero «temor» a lo que viene. Ya llegó el dominio rojo y a continuaciónempieza, como en Yugoslavia, España, Polonia, la sovietización, la depuración de los misioneros.Aquí, no son asesinatos violentos, así despedaza, a zarpazos, el tigre, impaciente por devorar la presa; sino como la serpiente gigante que va envolviendo imperceptiblemente, pero eficazmente, la presa.

Cada jefe comunista, cada maestro rojo, es un anillo de la serpiente soviética, y todos a una«eficazmente» se van contrayendo alrededor del misionero condenado a morir sin heridas, sinderramar sangre, asfixiado, incomunicado, quitándole sus bienes para que se muera de hambre,acosándole, molestándole, rodeándole de ojos hasta en su propia casa, en espera de datos paradesprestigiarle.

Algunos, juzgados públicamente, abofeteados... Y ellos sienten la presión y reciben noticias de lode Mons. Stepinac y lo de los sacerdotes húngaros, polacos. Y saben cómo funciona la checa, ysaben lo de la insulina... y no pueden predicar. Y les dejan aún salir, y allí al lado está Japón,Filipinas, en seguridad. Y el anillo se cierra a su alrededor y el Hombre-Dios desde la Cruz,imponente grita: «El que huya no es digno de Mí.» Y no se mueve ¡nadie! Y los asfixiará la U. R. S.S. Ese es el actrativo de Cristo.

No, mucho más, porque no es de El en persona la orden, ni se oye su voz. El Papa, un hombre, por otros religiosos, por un emisario, avisa al misionero en nombre de Cristo. ¿Qué pensarlas delgeneral aquel de Marruecos que se hubiese servido del asistente para que le diese a cada soldado elencargo? Cuando los árabes, aullando, con sus cimitarras segaban cabezas, en el pánico de laretirada... ¿ese aviso? Es imposible a nadie dominar así hombres.

VII¿Arrastraba Napoleón mucho a sus soldados? Le siguieron a todas las campañas, me dirás; a losAlpes, Egipto, España, Rusia... ¡Bab! Cuánto y qué poco dice eso.

En plena estepa helada dormía el general francés en una choza. Se helaba el aliento. Despertó ytenía tres capotes encima: dos más el suyo. Salió a la puerta y había dos centinelas sin capote, sobrela nieve, hechos hielo.

Eso sí que habla del entusiasmo de aquellos soldados, aunque sea el testimonio de dos solos. No digo ahora la muerte de frío. La muerte lenta, la del que se va consumiendo por gusanos, por lalepra. Ese misionero estaba sano, robusto, lleno de ciencia, de prestigio. Se metió en una caverna delepra, una leprosería de negros. La muerte se acercó y le abrazó con su boca cancerosa, lentamente;durante años le está mordiendo el cuerpo, que se cae a pedazos. Se le pudre el cuerpo en vida antesde llegar al sepulcro para que sufra más, para que no pierda el horror de su propia corrupción, elroer de los gusanos.

Tú, por evitar esto, darías miles de pesetas. Y él también; más, daría una tonelada de oro. ¡No!Daría toda la vida, ahora mismo, sin dudar. Pero por Jesucristo... Ni siquiera por su Persona, a quien



no ve; por distinguirse en su servicio, por un convenio de Cristo que dijo que lo que se hiciese por otro, se haría por Él. Por eso, ese hombre está dispuesto a vivir hasta el fin del mundo así.Yo no sé cuántos misioneros hay en los cementerios de las leproserías de la Iglesia, pero fíjate, todoese dolor que te he contado, un psiquiatra que conoce los centros neurálgicos del organismo lo sabe producir, y mayor. Y el físico-mecánico puede construir una máquina eléctrica que lo realice en un

hombre, así, sintéticamente, y sabe prolongar la tortura y gradual la con la precisión del cronómetrohasta enloquecer de dolor.

Esta técnica, ahora en su apogeo, empezó hace miles de años. Pues bien, desde los siglos primeroscon el potro y el fuego, hasta la moderna checa, los progresos que se han ido haciendo, se hanrealizado en gran parte en cuerpos de ciistianos. ¿Para salvar la vida a Cristo? Ya te dije que Cristoestá en el cielo. Por punticos de honra en la persona de Cristo, por una palabra de su ley, por norenegar de Cristo.

Por eso se dejaba descuartizar vivo, hace algunos años, en Almería, el joven navarro Antonio MolleLazo. Solo, entre un pelotón de enemigos, gritaba a todo pulmón: «Viva Cristo Rey.» Y aquéllos learrancaban con sus bayonetas, orejas, ojos. Ya en el suelo, desfigurado, lleno de sangre, tuvieronque arrancarle la lengua para no oír el nombre de Jesucristo.

No voy a citaros el número de los que ha llevado Cristo hasta la muerte. Perdería fuerza miargumento, y no porque sean pocos, sino por ser muchísimos. Se embotaría vuestra imaginación.Yo me quedé estupefacto cuando un día, en medio de un corro de jóvenes y hombres, contó uno elcaso de un joven comunista en la cárcel de Madrid, se abrió las venas y puso en la pared con susangre: «Viva Rusia».

Todos quedaron impresionadísimos. Un hombre, y ¡qué impresión! Si te digo ahora que Sapor, enPersia, derramó la sangre de mil quinientos cristianos, nadie piensa que se podía haber escrito conesa sangre todo el Evangelio.Desde las paredes dormidas de la torre de Londres, desde las tierras del Paraguay, hasta la tierraabrasada del África y las colinas del Japón, se derramó sangre por Jesucristo.

PERORACIÓN.He acabado. Como dije, hablaba no para los que están subyugados por hombres famosos por suhabilidad en un arte, por su rostro privilegiado, por su cuerpo ágil, de buena presencia, sino a losque sienten entusiasmo por los conductores y dominadores de hombres.De éstos no reclamo que me den la razón; lo harían por cortesía exte-riormente. Os pido vuestraopinión, sea cual fuere, que enjuiciéis serenamente lo que os he dicho.

Así lo espero.CHARLA A JÓVENES AL FINAL DE EJERCICIOSEl siguiente ejemplo tiene más de convencer y explicar que propiamente hacer sentir.PROCESO DE LAS IDEASI Es difícil perseverar en los propósitos de ejercicios entre tantos enemigos.II. Y, sin embargo, no hay más remedio que perseverar.III. Para eso entra en una Asociación Católica de vida pujante.IV. Porque ella se encargará de facilitarte los medios para que perseveres. Qué fácil perseverar en una Asociación asi; qué difícil... solo...V. Y te facilita además tus ansias de apostolado. VI. Más aún, contra los obstáculos y desgaste

espiritual permanentes, proporciona estímulos permanentes. VIL En esto se verá si realmente tus propósitos de ejercicios son sinceros.



Queridos colegiales:Permitidme que antes de comenzar os felicite. ¿Recordáis la promesa que hicisteis al entrar la primera noche? «Padre, estos ejercicios de Preuniversitario, a lo hombre, sin niñerías, sin regateos para con Dios...». Pues a lo hombre los habéis hecho. Lo sé bien; además, ahí, los propósitos...vuestra reforma... Ellos son testigos. Estoy satisfecho de vosotros. Me habéis dejado contento. De

nuevo os felicito.Pero mirad; ahora, en vísperas ya de salir, quisiera deciros alguna cosa de importancia capital...¿Qué sentís ahora al terminar? ¿Algo especial? «padre, siento una alegría en mi alma... yo no sé quédecir... pero es algo como nunca... todo es paz».Ese es el fruto de los ejercicios... te lo voy a explicar. Cuando entraste, venías sin paz en el alma... primer día de ejercicios: tres pecados, los tuyos propios, muerte, infierno... ¿Recuerdas? «Yo,Padre, jamás ofender a Dios: El pecado y yo hemos roto para siempre»... «Tu primer propósitoque^llevaste a la reforma: desde ahora, en gracia»... ¡Adelante! ¿Hubo algo más? Jesucristo ReyEterno que te llamaba a su bandera... y aquí tu segundo gran propósito: «Señor, yo bueno a secas,¡no!, ¡es muy poco!; yo, apóstol, yo católico de veras en privado y... en público también.»

He ahí la causa de tu felicidad...; eres feliz porque tienes un ideal, ideal cifrado en dos propósitos:gracia—no pecado; apóstol—no mediocre del montón... ¿No lo sientes así tú también? «Claro quesí, que lo que es ahora me dejaría arrancar el alma por mis decisiones, por una sola letra de mireforma».

Te creo...; pero aquí, por qué te quería yo hablar... Escúchame. Esa decisión tuya, ese cumplir lareforma cueste lo que cueste y ser así feliz; eso en ti es ahora, hoy..., pero ¿y mañana? Hoy quieresde veras... Pero hoy ¡no basta! Tú tienes que seguir queriendo mañana también. Y ese mantenertemañana, ¿qué te imaginas?, ¿que va a ser cosa fácil? ¡Lo vas a ver!Mañana mismo, al entrar en tu casa, con la maleta de ejercicios todavía en la mano, ¿qué teencuentras? «Allí, en la sala... la radio»: ¡cuento un enemigo!... ¿Algo más? «La televisión...» Otro.«Sobre la mesa, el periódico...» ¡Basta! Ahí los tienes, los mismos de antes. Nada más cruzar elquicio de la puerta, ya lo ves, esperándote... Ellos, tus enemigos, los que te obligaron tantas veces aacercarte vencido a la rejilla del confesionario, los que te robaban indignamente la felicidadverdadera, los que obligaron a cruzar de una bofetada el rostro de tu Padre, ¡Dios!

¿Es o no la pura verdad? «Pero hay que salir, distraerse, pasar el rato.» Vas por la calle: anuncios ala derecha, carteleras de teatro a la izquierda, quioscos de revistas, personas... Entras en un cine: la película. ¿Que escogiste la película?; ya vendrá el noticiario... Y luego la playa, y las fiestas, y ... nosigo... ¡Enemigos también fuera de casa! Y todos, el anuncio y la película y la playa, tan asquerosos

y, por tanto, tan atractivos y tan influyentes y tan perniciosos para ti como antes.Pero aún hay más; faltan tus amistades: el círculo de tus amigos, ¿recuerdas sus burlas, sus bromitasa los «niños buenos»? ¡A ver! ¿Cuántas veces fuiste hombre para callar a uno siquiera de un bofetón? Te plantaron, te enseñaron... lo que quisieron, como quisieron y cuando quisieron... ¿Elcírculo de tus amigos? ¡De tus peores enemigos!... Pero ya es suficiente. He ahí lo que te aguarda encuanto salgas por la portería de esta casa... ¿Qué me dices? ¿Es fácil perseverar?..., ¡y sólo te heenumerado un mandamiento! y...«Pero es que yo estoy, después de estos ejercicios, en otra disposición muy distinta... ¡Yo soyotro!»...

¡Ah! Eso el primer día y el segundo... Porque este retiro está fresco en tu memoria, todavía te estáimpulsando su fuerza. ¡Sería el colmo! Pero pasan un día y esos incentivos al pecado, esosambientes, esos enemigos rodeándote siempre... Pasa una semana; ellos, ahí. ¿Tus ejercicios? Se



han quedado atrás, ¡un poquito! Un mes. ¿Ellos?, ahí siempre. ¿Los ejercicios? ¿Tus propósitos?Lejos, neblina en lontananza... Casi ya ni los ves; ni te acuerdas de ellos. Se han quedado atrás;débiles, esfumados por el tiempo. Una semana, un mes... ¿Ves a qué viene aquel: crees que elmañana te va a ser más fácil? Un día y dos, ¡facilísimo!... Una semana, un mes, un año... ¡Tú medirás!

IIY vamos a ver: ¿qué es lo que da eficacia? ¿qué es lo que hace que tu reforma valga para algo? Esemañana llevado con perseverancia... ¿De qué sirven los buenos propósitos si no se llevan a la práctica? ¿De qué valen a un atleta tres meses de entrenamiento, si luego no persevera losmiserables 100 metros que tiene la pista? Hay que perseverar mañana, o si no... resígnate a que todosea inútil ¡Bota tu flamante reforma al cesto de los papeles!...¿Resignarse? ¿Pero quién se resigna a que le den una puñalada y lo desgracien para siempre? Quetu reforma fuese una pura generosidad para con Dios... ¡infame sería! Pero al fin y al cabo,¡abandónala si te viene en gana!, ¡no te causará ningún perjuicio!... Que se tratase sólo de sentirsemás o menos satisfecho y contento interiormente... ¡lo mismo!... Pero tu reforma... ¿qué te hanenseñado en estos ejercicios? ¡Que te juegas en ella tu felicidad o tu desgracia eterna! ¿Norecuerdas ya las lecciones de esos tres días? ¿Qué? Por el mero hecho de salir de ejercicios, ¿dejande ser verdad? ¡Equivocado de medio a medio! El tiempo y los ambientes le quitarán la fuerza conque hoy los sientes... ¡pero el negocio de la salvación de tu alma seguirá siendo tu único negocio!

Ya la llamita de esa vela que al minuto te está sacando una ampolla... ¿no te seguirá recordandoaquel fuego eterno que tú no podrás soportar?... Siéntate, si quieres, de nuevo en la butaca delteatro; pero seguirá siendo verdad que a ese artista que aparece en la pantalla, ése, tu favorito, BingCrosby, Errol Flynn o como se llame, y a ti mismo, a los dos, os llegará un día en que habréis decomparecer ante un juicio, un ¡tribunal mil veces peor que un Nüremberg...!

¡Pero basta! Eso lo sentís vosotros ya, y mucho.. ¡Colegiales! Una sola cosa quiero recordaros queno está en vuestra mano escoger entre cumplir tus propósitos y volver a las andadas... ; ¡tienes que perseverar a toda costa porque te juegaJ tu suerte eterna!... ¡Y de nuevo, lo terrible! Esa perseverancia necesaria, ¡es muy difícil!... Vosotros mismos, hace un minuto, lo estabais sintiendoterriblemente; os vais a ver en un ambiente tal, rodeados de tales enemigos, que aunque ahora noqueráis y mil veces me juréis que habéis de perseverar... ese ambiente, esos enemigos, esasdiversiones... y ese, desgraciadamente, tu mismo hogar, te van a envolver, enredar, ahogar, a hacer que te olvides y mandes todo esto al traste...Colegiales: ¿veis, veis vuestra situación? Volver atrás, ¡no puedes! Perseverar, ¡qué difícil! Túmismo lo viste.

IIIPadre, entonces ¿qué vamos a hacei? ¿Y todo lo que hemos hecho hasta aquí? No, todo eso estámuy bien hecho: tu reforma, tus propósitos... Sólo una cosa, que a ciencia y conciencia, como tedije, quise dejar para hoy... Para el día de hoy porque te quería ver así: sintiendo de corazón ladificultad. Antes hubiera sido yo el que te lo dijese, ahora eres tú el que lo llevas grabado al fuegoen medio de tu alma...

¿Quieres que te valga de algo todo lo que has hecho en estos tres días? ¿Quieres impedir que tusmeditaciones ante el Sagrario, o en la soledad de tu cuarto, las luces que en ella recibiste de Dios, eldolor sincero con que lloraste tus pecados, tus propósitos; en fin, quieres impedir que todo eso sea

inútil? Búscate un remedio que te asegure la perseverancia.... ¡Querer no basta! ¡Mañana te serádifícil! ¡Dentro de un mes no salgo fiador! Esto queda claro... Se impone un remedio que sea a lavez fácil, que todo lo allane; y eficaz para que te lleve indefectiblemente al éxito... Y ese remedio,



esa solución facilitadora y eficaz que tanto necesitas, te la daré yo ahora: «Ingresa en unaAsociación católica de apostolado, pongo por ejemplo, la Agrupación, la Acción Católica.»

IVAhí tienes tu solución, la solución facilitadora y eficaz por excelencia. ¿Por qué? Porque traslada a

un momento la lucha de toda una vida y desde ese momento en adelante nos coloca en un plano desuma facilidad y seguridad en el perseverar... ¿Te has fijado bien lo que te he dicho? Trasladar lasdificultades de veinte, treinta años de vida a la decisión de un momento, y en adelante todo másfácil, todo asegurado contra fracasos... ¿Caes en la cuenta de lo inmenso de una ayuda así?Te enteras. Ese amigo se ha decidido: «Me voy a Europa... Los negocios de mi padre exigen mi presencia en Francia»... Pero se le ocurre ir en bote... y solo. ¡Buena le espera! Trabajos paracomparar un bote que dé garantías, trabajos para equiparle, búsqueda de aprovisionamiento, permisos de salida de Cuba y permisos de inmigración en Francia, consultas a estacionesmeteorológicas para hacer el viaje seguro... En fin, ¡no sigo! Trabajos y pieocupaciones por todas partes y todavía no ha salido de la bahía de La Habana.

Pero ya sale... Ahora sí empieza tu amigo a sudar de veras, ¡a remar! A remar primero contra lacorriente del Golfo, y luego contra un Atlántico... y hoy un vendaval que le azota de firme, ymañana un calmazo que lo deja sin ayuda de velas varios días. Y nada de dormir por la noche:derivaría mucho de su rumbo. Y estos trabajos uno, dos, y veinte, y treinta días, porque en bote nose cruza el Atlántico en unas horas... Y suma preocupaciones: que si derivé, que si perdí el rumbo,que si esa nube me da que pensar; si llega, en fin, que se dé por dichoso.

Ahora yo te digo: a ese tu amigo, ¿no hay medios de ahorrarle tantos trabajos y sustos y preocupaciones y riesgos de terminar su aventura sepultado entre dos olas? ¡Vaya que si los hay!Que se presente a una de las las diez o quince agencias de viajes que existen en La Habana y ya se puede considerar en un hotel de París tomando la cena.

Con sólo ese acto de presencia, dólar en mano, en la oficina de agencia, estése tranquilo y dejeobrar. ¿Y las dificultades? Como por arte de magia desaparecieron... ¿Y los trabajos? Los pasajeslos sacan ellos, el día señalado lo vendrán a buscar a su misma casa en un aerocar, en el aeródromoestará aguardando un avión, en las escalas el lunch, y en París un hotel y un cuarto con vistas a latorre Eiffel.

¿Dónde quedaron las congojas del bote? Con el sólo acto de acudir a la agencia: el viaje facilitado,y el éxito, la llegada a París, asegurado a plazo fijo... He aquí lo que significa de ayuda y facilidad yseguridad de éxito, trasladar las dificultades de un período de tiempo, el cruce del Atlántico, a la

decisión de un instante, presentar los dólares en la agencia.Pues eso es lo que hace contigo la Asociación católica... Tú, al salir de estos ejercicios, si teencuentras solo, tendrás que proveerlo todo: tú, mantenerte fervoroso; tú, rechazar las cargascerradas de tus enemigos; tú, neutralizar el ambiente deletéreo dentro y fuera de casa... Hace un ratote aterraste, ¡ y con razón!, de lo que te costaría perseverar nada más volver a casa. Y ¿luego?¿Cuando termina este año de colegio? ¿En una Universidad atea y corruptela? ¿En un trabajorodeándote de toda clase de gente? Y no sólo por perder la fe, no arrastrar tu pureza y venderla al primer postor.

V

¡Hasta aquí todo es negativo! ¡Y en tu refoima yo leo una palabra: ¡Apóstol! Luego también dar muchas veces la cara al catedrático, al amo, al dueño... y renunciar a mucho lícito... y practicar obras de apostolado cuando llegues reventando de cansancio a tu casa, tal vez de noche, porque no



tengas tiempo... Y todo esto no sólo en la juventud. ¡En la edad madura!, cuando el hombre semonetariza y se hace una piedra para todo quijotismo: ¡entonces apóstol también! ¡Dificultades deuna vida! ¡Cruce del Atlántico a remo y vela! ¡Yo, contra todas las dificultades!Y no vengas con que el confesar y los ejercicios anuales... ¡Ahí está la dificultad: en que acudas!¿No tenías tu confesor antes? Sé sincero: si te encenagas a los dos meses, ¿quién será el que te meta

de nuevo en esta casa?Pero viene la Asociación católica y ¿qué hace contigo? ¿Extiende en el cielo a tu nombre y apellidoun certificado de perseverancia? ¿Te hace impecable? Pues no... Pero hace contigo... dos cosas.Después de tu decisión de ingresar, facilitarte inmediatamente la permanencia en su seno; y logradaésta hace cosa más fácil la perseverancia en el bien y seguro el éxito de tu ideal de apostolado...Míralo tú mismo: ¿qué proporciona una buena Asociación católica? Un director espiritualexperimentado con la puerta, día y noche, abierta para que acudas a él. Un batallón de armasespirituales eficacísimas a tu disposición: misa, frecuencia de Sacramentos, retiros mensuales,ejercicios anuales, etc. Un ambiente, dentro de la Universidad, hablo ahora de un caso concreto: LaAgrupación, para que no temas aparecer como católico; un grupo de amigos excelentes con un idealsemejante al tuyo para las horas de estudio y para las diversiones... círculos de estudios, orientación profesional, conexiones para el ejercicio católico de tu carrera. ¿Algo más?

Te proporciona medios para realizar con eficacia ese deseo tuyo de hacer algo apostólico grande...Piénsalo un momento: tú, aunque te mantuvieses bien, solo ¿qué podrías hacer de efectivo por laIglesia en Cuba? En la Asociación católica, en cambio, te conviertes en rueda dentro de mi poderoso engranaje que sólo tiene un fin, el que tú anhelas ahora, el reinado de Cristo en la Patria...¡Ojo, ahora! Estas magníficas promesas se realizarán con una sola condición: ha de ser buena laAsociación católica que escojas... Ya ves por qué nombro la A. C. U. paia los universitarios de LaHabana, por qué hablo igualmente de la Federación de la Juventud de Acción Católica Cubana.Te he explicado ya qué significa trasladar a un momento la lucha de una vida y cómo esto tienerealización estupenda en una buena Asociación católica. Luego es verdad que una Asociación tal esel medio facilitador y eficaz para tu problema actual, para tu perseverancia.

VIPero aún hay más; algo que antes no dije: una Asociación católica así, no sólo es la solución por excelencia, sino que de hecho en realidad es la única eficaz...La única: ¿por qué? Porque contra obstáculos permanentes sólo valen remedios permanentes. Fíjate bien: permanentes... Veámoslo: ¿Quién de vosotros se atreve a hacer la prueba? «Yo comí hoy hastahartarme, no necesito comer más.» ¡Disparate! ¿A quién le basta comer un día por más que le dejendespacharse a sus anchas? El desgaste del organismo humano es constante, diario...; la refección

que lo mantenga, diaria.Una máquina cualquiera, un automóvil, al avanzar experimenta resistencia, roces, la inercia en sucontra; luego no basta el solo impulso de una primera explosión. Tan sólo un motor con susexplosiones sucesivas lo mantendrá en movimiento constante. La ley de siempre: a obstáculos permanentes, impulsos permanentes...

Aquí está la diferencia esencial entre un auto y una bala de fusil... El auto, gracias al motor, perdura,es algo constante...; la bala, a pesar de un impulso inicial violentísimo, como no es algo constante,va poco a poco perdiendo velocidad... cae... Las resistencias permanentes de la atmósfera vencieronsu único impulso del primer momento...

Igual nosotros, ¡colegiales! Estos ejercicios, ¿qué han sido? Una bala, si queréis mejor, un cohete deesos que usan para despegar ciertos modelos ultramodernos de avión. Con su impulso inicial nos



arrancaron de nuestra rutina y nos elevaron por el cielo de un gran ideal. Pero si queremos seguir avanzando, ¡no basta! Los obstáculos de nuestro futuro: permanentes fortísimos; luego el primer impulso de los ejercicios, insuficiente. ¿Y otro remedio cualquiera? Si no es constante, también.¿Qué se está imponiendo, colegiales? ¿Qué será lo único que resolverá este problema? Un motor que venza, por sus impulsos también constantes, también permanentes.

¿Y cuál es ese impulsador que, además de facilitador y eficaz, es también constante? ¿Cuál, el que aambiente opone ambiente; a enemigos permanentes, amigos permanentes; director espiritual permanente, armas espirituales permanentes, a inercia en el ideal, engranaje apostólico de fuerzaarrolladora? La Asociación católica con vida pujante, he ahí el remedio constante, el único capaz deigualar, contrapesar y superar las dificultades a lo largo de toda tu vida.

VII¡Amadísimos colegiales! Os señalé con el dedo el gran peligro, os he mostrado la soluciónfacilitadora, eficaz..., única, ¡Colegiales! Ha llegado el momento de saber quién quiere de veras salir del pecado, vivir feliz, hacer algo grande por Dios. No os hagáis ilusiones. Los binarios de estamañana... Dos hombres dicen querer curarse la gangrena que ya apunta en una de sus manos... Uno:«Yo quiero curarme, pero cortarme la mano... ¡No! Mire, doctor; si se pudiera hacer otra cosa...».¡Hipócrita! La operación es el único remedio eficaz. No digas, quiero curarme... Con todos tusdeseos te vas al sepulcro de cabeza.

«Yo .doctor, aquí tiene usted mi mano... ¡Corte! Yo quiero curarme.» Posición única, sincera. Elúnico de los dos que puede decir con verdad: Yo quiero curarme.De entre todos los que estáis terminando estos ejercicios, ¿quién es el único que quiere perseverar en su reforma? El que adopte el único remedio eficaz, del que pende todo. Que ninguno de ustedesdiga ya que quiere perseverar, sino sólo aquel que desde ahora mismo comience a hacer los trámitessencillísimos, necesarios, para ingresar en la Asociación católica, única que le ha de hacer perseverar.

¡No os engañéis y amparéis tras una confesión bien hecha y unos propósitos muy lindos escritos enun papel...! ¡Bueno! Tres días de paz interior; y luego ¿qué?, ¡sucumbió! Por el suelo todo. Sí, sí,muchas inyecciones, muchos jarabes, pero no se operó..., no puso el remedio eficaz..., no se decidióa adoptar el único remedio contra los escuadrones de enemigos que lo han devorado...¡Creía que quería! ¡Desgraciado! ¡Se engañó a sí mismo; no quiso eficazmente lo único que teníaque querer!

Ahora vais a quedar unos minutos solos ante el Sagrario; ante Jesucristo, vuestro Amigo y vuestro

Jefe. Tenéis en vuestras manos la solución salvadora de vuestra reforma. A la vista dos caminos:ingreso en una Asociación católica... ¡perseverancia en la decisión de héroe de Cristo!...Permanencia aislada... ¡A mayor o menor plazo, desfallecimiento casi seguro y... fracaso!¡Este... el momento de ofrecer los frutos de estos ejercicios; de jurar ante las puertas del Sagrario los propósitos! Decidle, decidle cuál de los dos caminos queréis seguir... Si os atrevéis, ¡ea!, dile aJesucristo que por no dar el paso decisivo, facilísimo, de ingresar, porque te parece poco lo que Élha hecho por ti: que quieres ser otro soldado del pontífice, para cruzarle el rostro con una bofetada.¡Díselo, díselo también, que te está escuchando tras esa cortinilla, dentro del copón... que quieresser como otro Pedro, que, a pesar de ser su predilecto, a la primera dificultad lo abandonó; y en elmomento difícil juró y perjuró que nunca había conocido a Jesucristo! Si te atreves, hijo mío,díselo, que no lo conociste estos tres días, que no te arrancó del infierno con la confesión que acabas

de hacer, que nunca fijó sus ojos llenos de amor y esperanza en ti..., porque contigo contaba para elresurgimiento católico de tu Patria.



¡Pero no! ¡Todos vosotros queréis ingresar, queréis responder: Jefe mío, ¡presente! Presente paratantas cosas... Presente para devolverte a Ti, el primero de los obreros, la clase obrera que tearrancaron hace siglos y que Tú ves, por las covachas de todo el mundo, desgraciada en el cuerpo ydesgraciada más aún en el alma, errando hacia su eterna condenación.¡Presente! desde el puesto que me toque ocupar para cumplir el ideal supremo de mi vida: ¡que

reines en mi Patria, Señor!¡Os dejo! El modo de ingresar fácilmente, lo trataremos el primer día después de ejercicios.Habladle al Maestro con confianza...; vuestra Madre, la Virgen de Belén, ahora más que nunca,intercede por vosotros...

pedraz juan l., los resortes psicologicos de la persuasión

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