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ACTAS DEL III SIMPOSIO INTERNACIONALSOBRE GESTIÓN DE LA COMUNICACIÓN

LA INNOVACIÓN DE LA INNOVACIÓN:DEL MEDIO AL CONTENIDO PREDICTIVO

ISBN: 978-84-09-00789-9

Perfil ético-profesional del periodista ciudadano en la frontera noroeste de México

Ethical-professional profile of the citizen journalist in the northwest border

of Mexico

José Alonso Castillo Rivera 1

Universidad de Sonora [email protected]

Gustavo Adolfo León Duarte 2

Universidad de Sonora [email protected]

Resumen: El periodismo ciudadano es un fenómeno complejo y polémico. Ya que involucra la participación de sujetos no profesionales, a menudo los sectores académico y profesional cuestionan si su papel en el entorno digital cumple el estándar de calidad que requiere la información y si su comportamiento ético es el adecuado. Por otras razones, también el Estado ha mostrado reticencia a reconocerlo e integrarlo al circuito de la información. A pesar del desarrollo y consolidación de experiencias alrededor del mundo, el periodismo ciudadano se encuentra en constante cambio por la naturaleza del entorno comunicativo actual. En este contexto, la presente comunicación pretende obtener una aproximación al perfil ético-profesional del periodista ciudadano en la frontera noroeste de México para destacar su contribución al flujo de información y a los múltiples contextos de discusión en la esfera pública. La perspectiva de investigación es interdisciplinar. El diseño de investigación es de corte mixto secuencial por medio de encuesta y entrevista de profundidad. Particularmente para el análisis de datos de esta última técnica se utilizó la Teoría Fundamentada. Con la ética como terreno común al ciudadano y al periodista, interpretamos el fenómeno con aportaciones disciplinares de la sociología y la comunicación, respectivamente. Desde esta perspectiva, entendemos el uso de tecnologías digitales como una forma de participación social y activismo que se ejerce en el terreno de la información. Por tanto, para su comprensión exploramos las valoraciones del ciudadano respecto a los actores sociales, así como las características que cobra su desempeño ético-profesional. En la primera parte del texto se plantea la relación entre ética ciudadana y ética periodística, y describe el estado de la cuestión desde diferentes núcleos disciplinares. Principalmente aportaciones de Jürgen Habermas (1987) y Omar Raúl Martínez (2016), se vinculan al modelo interdisciplinar y al concepto de periodismo público de Jay Rosen (1999). En una segunda parte, se presentan los resultados sobre el perfil ético-profesional del periodista ciudadano.

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Finalmente, la comunicación cierra ofreciendo reflexiones generales que sintetizan los nudos y matrices de conocimiento donde ha tratado de centrar la atención el estudio. Palabras clave: Ética, Investigación, Periodismo ciudadano, Interdisciplina, Frontera, México. Abstract: Citizen journalism is a complex and controversial phenomenon. Since it involves the participation of non-professional subjects, often the academic and professional sectors question whether their role in the digital environment meets the quality standard required by the information and if their ethical behavior is appropriate. For other reasons, Government has also shown reluctance to recognize and integrate it into the information circuit. Despite the development and consolidation of experiences around the world, citizen journalism is constantly changing due to the nature of the current communication environment. In this context, the present communication aims to obtain an approximation to the ethical-professional profile of the citizen journalist in the northwest border of Mexico to highlight his contribution to the flow of information and the multiple contexts of discussion at public sphere. The research perspective is interdisciplinary. The research design is sequential mixed by means of survey and in-depth interview. Particularly for the data analysis on last technique Grounded Theory was used. With ethics as a common ground for citizens and journalists, we interpret the phenomenon with disciplinary contributions from sociology and communication, respectively. From this perspective, we understand the use of digital technologies as a form of social participation and activism exercised in the field of information. Therefore, for its comprehension, we explore the values of citizens on social actors, as well as characteristics on their ethical-professional performance. The first part explains the relationship between citizen ethics and journalistic ethics and describes the state of the question from different disciplinary nuclei. Mainly contributions by Jürgen Habermas (1987) and Omar Raúl Martínez (2016), are linked to the interdisciplinary model and the public journalism concept of Jay Rosen (1999). Second part presents the results on the ethical-professional profile of the citizen journalist. Finally, the communication closes offering general reflections that synthesize matrices of knowledge where the study has tried to focus attention. Keywords: Ethics, Research, Citizen Journalism, Interdisciplinarity, Border, Mexico.

1. INTRODUCCIÓN

El actual ejercicio del periodismo ciudadano es entendido como las aportaciones que en el ámbito de la información se generan por la participación de personas sin formación profesional que difunden a través de medios y tecnologías digitales. Su origen se ubica alrededor de 1999 cuando el colectivo Indymedia echó a andar su primer proyecto en el panorama digital durante la cobertura de las protestas contra la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle. De acuerdo a Espiritusanto y Rodríguez, este movimiento ocurrió por la labor de los activistas tradicionales y al uso de herramientas digitales utilizadas para hacer llegar la información a una audiencia global (2011).

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Conceptos como la colaboración de la ciudadanía y el hecho de informar los temas que los medios tradicionales estaban ignorando, fueron claves en el nacimiento del periodismo ciudadano. A estos elementos se sumó el uso de tecnología y herramientas que permitieron a cualquier ciudadano participar y generar contenidos (Espiritusanto y Rodríguez, 2011:3-4).

Bowman y Willis lo definen como “el acto de un ciudadano o grupo de ciudadanos que desempeñan un papel activo en el proceso de recoger, transmitir, analizar y diseminar información”, con la intención de suministrar la información independiente, fiable, exacta, de amplio rango y relevante que una democracia requiere (Bowman y Willis, 2003:9). Su crecimiento se explica en relación a dos factores: la falta de legitimidad del periodismo tradicional y, sobre todo, el acceso masificado a la tecnología digital, que proporciona uno y varios medios de distribución. Desde una perspectiva interdisciplinar ambos factores se inscriben en el desarrollo de procesos sociales que se relacionan con el ejercicio de la ciudadanía, en el contexto de la convergencia tecnológica.

Por sí sola, la relación con la tecnología tiene en jaque al paradigma periodístico tradicional porque le resta hegemonía, le quita la exclusividad y la traspasa a sujetos antes sin acceso a los medios de comunicación. Y al eliminarse esta intermediación de la prensa como administradora de la información, las acciones del periodismo ciudadano se colocan al centro de la relación entre esfera pública, sociedad y gobierno.

El presente artículo expone una aproximación al perfil ético-profesional del periodismo ciudadano en la región de Sonora, en el noroeste de México. Sonora es una de las treinta y dos entidades federativas que integran los Estados Unidos Mexicanos. Ubicada en el noroeste del país, la entidad geográficamente se encuentra a más de 2000 kilómetros del centro del poder político, la Ciudad de México. Un sello de identidad social y cultural de la región de Sonora es su condición de estado fronterizo; cuenta con presencia de grupos del crimen organizado que participan del trasiego de drogas y tráfico de personas hacia Estados Unidos de América, además de haber sido escenario de trágicos acontecimientos de distinto tipo entre los que destacan el incendio de la Guardería ABC (2009) y el derrame de desechos tóxicos protagonizado por Grupo México (2014), ambos casos ligados con la clase política nacional así como con el capital internacional. Aunado a la descripción de los valores éticos del periodismo ciudadano, aquí se enfatiza la dimensión social que cobra este ejercicio, al incluir las percepciones del sujeto en la formación de su agenda de trabajo, con la que interviene en la esfera pública desde sus simpatías y animadversiones.

1. PERSPECTIVA DE INVESTIGACIÓN

De inicio, es necesario anotar que la referencia al surgimiento del periodismo ciudadano en una fecha determinada obedece más bien a fines prácticos, pues arrastra la incorporación gradual de las herramientas digitales en el ámbito público a partir de la presentación y uso abierto de la World Wide Web en 1991; no obstante, este hecho da continuidad a otros episodios en la historia reciente del periodismo y la participación ciudadana a través de plataformas primero análogas y después digitales. Entre estas tres facetas que conforman al periodismo ciudadano (periodismo, tecnología y ciudadanía) se encuentra la historia de la radio (popular, educativa, comunitaria y ciudadanía), la cual presenta un desarrollo paralelo y propio en el rubro de los medios ciudadanos. Este

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señalamiento es pertinente porque recurrentemente la literatura académica toma como punto de partida la definición acuñada por Bowman y Willis en la que el periodismo ciudadano es abordado como aquel que se produce en el entorno digital por medio de blogs, redes sociales, foros, etc. (Bowman y Willis, 2003). Sin embargo, la definición crea esta zona gris en la que antecedentes de ejercicios similares de búsqueda y construcción de espacios independientes de expresión, han quedado excluidos por haberse desarrollado en una plataforma anterior y diferente.

Al construirse sobre pilares dinámicos y en movimiento, la definición del periodismo ciudadano asume un carácter complejo. A nuestro parecer, los estudios sobre el fenómeno han abordado por separado la relación entre tecnología y periodismo desde un enfoque instrumental. Como resultado, se ha afirmado que “cualquier persona no actúa ni se convierte en periodista por relatar una experiencia sobre un acontecimiento” (Real, Agudiez y Príncipe, 2007: 199); o que los ciudadanos “no tienen ni el deber, ni el compromiso ni las posibilidades de acceso a la información que les permitan cumplir a cabalidad con la responsabilidad social que define al periodismo” (Puente y Grassau, 2011: 152). De igual forma, en la literatura académica se puede encontrar una tendencia que lo caracteriza vía el análisis de los procesos técnicos que involucra; y otra que se enfoca en sus limitaciones profesionales en comparación con el estándar del periodismo profesional (y de la cual no sale bien librado). Estas dos posturas ocurren aun cuando en la discusión general se reconoce el papel que juega el periodismo ciudadano para la democracia, así como su impacto en la evolución del periodismo.

Mientras que en las dos primeras posturas el fenómeno es analizado desde una perspectiva reduccionista en la que aparece sujeto al uso de la tecnología y a la práctica del periodismo tradicional, un enfoque interdisciplinar e integral parece más adecuado en tanto incorpora la aportación de las anteriores y añade una dimensión social, con al menos dos núcleos disciplinares para buscar una explicación más comprensiva.

Por esta razón, nuestro enfoque se inclina a la revisión de la participación del ciudadano que se incorpora al periodismo con la intención de que su función aporte al mejor desarrollo de la vida social. Para ello, planteamos que su contribución es precisamente el carácter mixto de la práctica, la cual por un lado enriquece el concepto de ciudadanía; y por otro, establece nuevos matices para hablar de periodismo. Aunque resulte una obviedad o de reojo parezca simplista, la mayor riqueza en este tema es que se trata de ciudadanos haciendo periodismo. Ya no precisamente en una faceta civil y otra profesional por separado, sino en la mezcla del ejercicio periodístico no exento de las percepciones del sujeto como habitante de un sector popular, usuario de servicios, empleado, estudiante, afectado o beneficiario de la política pública, etc.

Desde una perspectiva regional, la experiencia actual del estado de Sonora destaca por contar con tres radios independientes en funciones; el origen de dos de ellas se relaciona con el colectivo Indymedia a través del extinto proyecto radiofónico alternativo Radio Bemba, convertido en radio comercial en el año 2009. Al desaparecer dicho proyecto como iniciativa comunitaria, los antiguos integrantes fundaron Libera Radio (2012), que transmite por Internet; y Política y Rocanrol Radio (2012), que actualmente ocupa la frecuencia 106.7 FM. Ambas operan desde la ciudad de Hermosillo. Una radio más transmite por Internet en la fronteriza ciudad de Nogales. Sobre el momento que ocupa

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Indymedia en el desarrollo del periodismo ciudadano, Espiritusanto y Rodríguez (2011) afirman:

Anticipándose a lo que serían en el futuro los medios ciudadanos, Indymedia establece una red global de periodistas cuya misión es informar sobre temas de contenido político o social, desde diferentes países, en todo el mundo. Esta red global de medios introdujo una particularidad de especial importancia ya que decidió contar con la participación ciudadana, es decir que, por primera vez, nos encontramos frente a un modelo de publicación de contenido realmente democrático y abierto (Espiritusanto y Rodríguez, 2011: 119).

2. MARCO TEÓRICO

Para el modelo interdisciplinar, en el presente estudio la ética se toma como terreno común para integrar las aportaciones disciplinares de la sociología y la comunicación. Con el puente entre ambos núcleos teóricos, relacionamos acciones de comunicación como iniciativas que apuntan al mantenimiento del tejido social. La ética definida a partir de las aportaciones de Raúl Omar Martínez, es la línea que atraviesa de los elementos del periodismo público de Jay Rosen hacia la construcción social en la teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas. En el centro de la integración, los 5 valores éticos primordiales del periodismo que son el apego a la veracidad, la independencia, responsabilidad, compromiso de integridad profesional y el afán de servicio a la comunidad (Martínez, 2016), mantienen correspondencia con la pretensión de validez como la práctica a través de la cual un sujeto que se relaciona con otro establece que su comunicación es verdadera, creíble y válida moralmente (Habermas, 1987). Como síntesis de ambos campos y antecedente del periodismo ciudadano, el periodismo público busca ser un experimento renovador de la agenda informativa, promover el debate de los asuntos públicos, involucrar a la población y provocar la discusión al interior en la profesión periodística para su mejora (Rosen, 1999).

En general, centramos nuestra atención en medir si la práctica ético-profesional del periodismo ciudadano es consistente con la teoría social (Véase Tabla 1).

Tabla 1. Dimensión profesional, ética y social por aportación disciplinar

Fuente: Elaboración propia. Basada en Rosen, 1999; Habermas, 1987; y Martínez, 2016

Para Martínez, el periodismo es una actividad de trascendencia sociopolítica y cultural, que se desarrolla en el terreno de la comunicación, que “busca ofrecer informaciones, opiniones e interpretaciones sobre el acontecer público con el fin de brindarle a la gente

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elementos para la comprensión de su mundo y poder tomar sus propias decisiones con conocimiento de causa” (Martínez, 2016:15). Los objetivos básicos del periodismo que son informar, interpretar, guiar y divertir, son delineados con mayor amplitud por Martínez, para quien en la actualidad incluyen contribuir al autoconocimiento de los miembros de una comunidad; promover la expresión ciudadana para el progreso social; vigilar el ejercicio público; colaborar para elevar el nivel educativo y cultural de las personas; y hacer más comprensible México y el mundo para armonizar las relaciones humanas (Martínez, 2016).

Martínez afirma que para considerar a alguien como periodista es necesario que este se distinga por tener el periodismo como su principal actividad profesional (2016). Esta distinción es importante para poner en perspectiva y complementar la definición que Bowman y Willis aportan sobre el periodismo ciudadano, misma que se sostiene desde lo general y que en el uso puede utilizarse para partir hacia la búsqueda de otros rasgos más concretos:

Periodismo participativo: es el acto de un ciudadano o grupo de ciudadanos que juegan un papel activo en el proceso de colectar, reportar, analizar y diseminar información. La intención de esta participación es suministrar la información independiente, confiable, exacta, de amplio rango y relevante que una democracia requiere (Bowman y Willis, 2003:9).

A pesar de que Bowman y Willis efectivamente refieren la labor del ciudadano en el ambiente digital, la definición es poco precisa para enmarcar la dimensión social que contiene el periodismo ciudadano; y dado el volumen de producción global y la variabilidad de prácticas que pueden incluirse en la esfera de la información, por sí sola es poco enfática con las prácticas que presentan más consistencia y que tienden a establecer una rutina de producción editorial más o menos sistematizada en el intento de aproximarse a los procedimientos de la prensa tradicional (como puede ser la planeación e integración de la agenda, presencia en redes sociales, sitios web, transmisión en vivo, seguimiento, etc.).

Para Juan Carlos Suárez Villegas, el periodista profesional se distingue de otros que participan de la transmisión automática de los hechos y procura elaborar la información con criterios de calidad que incluyen contrastación de fuentes, pluralidad, capacidad de contextualizar los acontecimientos, separar sus opiniones de los hechos, descartar rumores o especulaciones y mantener equilibrio informativo (Suárez, 2013:15). Por su parte, en plena efervescencia de la información y las herramientas digitales, que caracterizaron la crisis del periodismo en España a mediados de la década del 2000, Juan Varela pregunta si el público también puede ser considerado periodista, una vez que ejerce su derecho a la información a través de la red (Varela, 2004:29). La proliferación de comentarios, comunidades virtuales, blogs y actualmente las redes sociales, mantienen vigente el dilema de dar forma al flujo entrecruzado que se produce en la infoesfera.

Maciá-Barber sostiene que a pesar del abismo que nos separa de la Edad Media, el trabajo de los narradores de hoy no ha sufrido cambios radicales en sus fundamentos (Maciá-Barber, 2014:97-98). El planteamiento hace referencia a Sobre las Relationes Novellae de Tobías Peucer, la primera tesis doctoral sobre periodismo, defendida en

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Leipzig el 8 de marzo de 1690, en la que se hace un compendio del concepto y las características de los que son considerados los primeros textos periodísticos desarrollados en el siglo XVII (García Pinacho, 2010:153-154). Maciá-Barber señala que el periodista contemporáneo está obligado a respetar dos principios: el rigor y la veracidad; requisitos no se han alterado porque las tecnologías hayan cambiado los medios de transmisión de la información, “así como tampoco ocurrió con el nacimiento de la radio y la televisión” (Maciá-Barber, 2014:98).

En este contexto, ¿es posible configurar una definición integral del periodismo ciudadano que incorpore el espíritu profesional al marco actual de participación social y uso abierto de la tecnología?

3. METODOLOGÍA

El propósito de este estudio mixto es explorar los valores éticos con los que el periodista ciudadano se aproxima al ejercicio profesional mediante el uso de tecnologías digitales; a través de la agenda de temas que éste atiende, su ejercicio expresa la relación que mantiene con la estructura del Estado y otros actores sociales. La investigación se plantea como estudio mixto secuencial por medio de encuesta y entrevista de profundidad, con una perspectiva interdisciplinar que se integra desde la sociología y la comunicación para obtener una lectura que aborda la ética periodística en la práctica del periodismo ciudadano, contextualizado como una forma de participación social. Operativamente, las categorías (fase cualitativa) y variables (fase cuantitativa), se enlazan a la integración entre los parámetros de la ética periodística (Martínez, 2016), los conceptos de la teoría de la acción comunicativa (Habermas, 1987) y las características del periodismo público (Rosen, 1999). El tipo de muestra es intencional o de conveniencia. Para el análisis de los datos se utiliza la Teoría Fundamentada (Strauss y Corbin, 2002).

Entre los criterios de inclusión más notorios, tenemos que: (1) la cobertura que realiza el periodista ciudadano es no oficialista y contiene una observación crítica de la administración pública; (2) los proyectos en distinta medida combinan un equipo profesional y amateur; (3) su labor profesional es constante o frecuente; y (4) presentan otra fuente de ingresos, de manera que el ejercicio del periodismo no es su única o principal fuente de ingresos. En contraparte, como criterio de exclusión quedan fuera aquellos medios independientes que no cubren la agenda social y ciudadanos que difunden información solo ocasionalmente.

Al margen de los criterios de inclusión o exclusión, el número de periodistas en Sonora que pueden ser considerados para el estudio es muy bajo. Aunque no hay una cifra reconocida, pueden ubicarse aproximadamente 30 casos en los diferentes municipios. Para el estudio se contactó a 28 sujetos, entre los cuales se recogieron 17 cuestionarios con sus respuestas mientras que en 11 casos el contacto dio resultado negativo. La muestra está distribuida en los municipios de Hermosillo y Nogales. Los participantes colaboran en sitios web de noticias, proyectos radiofónicos, y administración de redes sociales. Se utilizó un cuestionario que mide el constructo de valores éticos a partir de una escala de evaluación tipo Likert, con 5 opciones: 1 (nunca), 2 (escasamente), 3 (frecuentemente), 4 (casi siempre) y 5 (siempre). La duración de la aplicación es

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aproximadamente de 90 minutos. Es importante mencionar que para el diseño de los instrumentos se utilizaron como punto de partida los utilizados en el informe “Ética y excelencia informativa. La deontología periodística frente a las expectativas de la ciudadanía en Madrid” (Barber y Damas, 2010). Además de la validación mediante una prueba piloto, los instrumentos fueron ajustados al contexto del periodismo nacional y regional.

4. RESULTADOS

De los participantes en el estudio, el 47.1 % son mujeres y el 52.94 % son hombres. Por rango de edad, los encuestados se encuentran por encima de los 20 años. La participación con mayor frecuencia se encuentra en el grupo entre 41 y 50 años que alcanza el 35.29 %.

En cuanto al nivel de estudios, el 64.7 % cuenta con estudios de licenciatura y el 29.4 % alcanza un nivel de posgrado. Solo el 11.76 % de los encuestados cubrió estudios de periodismo o comunicación. En relación al medio en el que trabajan, el 52.9 %, señala hacerlo a través de redes sociales (con actividades que pueden incluir producción de foto, texto, video, o administración de páginas de grupos ciudadanos). Respecto a las funciones desempeñadas por participante, el 35.29 % realiza dos funciones (que corresponden a un trabajo complementario de manejo de redes sociales con fotografía, redacción, producción o locución); el 17.64 % realiza tres funciones (aquí se muestra que los elementos comunes son la redacción y manejo de redes ya sea para combinar con la generación de contenidos, locución, producción general o multimedia); mientras que el 35.28 % puede desempeñar 4 o más labores distintas. Por frecuencia, las funciones más usuales entre el total de encuestados son: redacción de textos (64.7 %), redes sociales (47.5 %), producción (29.41 %), locución (23.52 %), y producción multimedia (23.52 %).

Sobre su ideario político, se pidió a los participantes que respondieran con qué corriente ideológica se identifican. La medición se realizó con una escala de 1 a 7, dónde 1 representa la mayor identificación con corrientes de izquierda y 7 la identificación con la derecha. En general, la tendencia política a la izquierda concentra al 88.2 % de los encuestados; el escaño 4 (al centro de la tabla), obtuvo un 5.88 % mientras que el restante 5.88 % se ubicó a la derecha, identificándose en el número 5 (Tabla 2).

Tabla 2. Ideario político de los periodistas ciudadanos en Sonora

Fuente: Elaboración propia

A manera de diagnóstico, los participantes señalaron cuál ha sido el comportamiento de factores relevantes para el periodismo durante los últimos 5 años. La escala Likert estableció 5 grados de medición desde “Muy debilitado” a “Muy fortalecido”. En los reactivos se incluyeron áreas dinámicas y de reciente exploración junto a otras que corresponden a prácticas más arraigadas en el campo periodístico. En las respuestas, la

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tendencia más clara anota que la ética y la formación del periodista se encuentran muy debilitadas; en el extremo opuesto, los factores muy fortalecidos son las redes sociales, el sensacionalismo en las noticias, la comunicación con la audiencia y el contenido generado por el usuario. Permanecen sin cambio la investigación de la audiencia, la presión por obtener ganancias y la competencia (Gráfico 1).

Gráfico 1. Comportamiento de factores importantes del periodismo en los últimos 5 años


En una exploración más concreta, los encuestados ordenaron por importancia una lista de 10 principios éticos (Talavera, 1998, p. 278), donde 1 representa el valor principal. Aunque ningún escaño obtuvo la cifra absoluta de 1 o 10, es un indicador de la posición de cada principio ético en la apreciación de los periodistas ciudadanos. Al inicio de la lista aparece la objetividad (1) como el valor más importante; le sigue la libertad de expresión, información y prensa (2), el interés público sobre el interés personal (3), la responsabilidad profesional (4), el respeto a la intimidad y vida privada (5), la independencia del periodista (6), la identidad profesional (7) y el derecho de réplica y rectificación (8). En el extremo más alejado se ubica distinguir información de publicidad (9) y el secreto profesional (10).

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Gráfico 2. Principios éticos por orden de importancia


Sobre los temas que se abordan en la agenda de trabajo del periodismo ciudadano en Sonora, con la frecuencia más alta aparece la cobertura de temas sobre derechos de la mujer y perspectiva de género (94.1 %), seguida de los eventos de política nacional y actividades de apoyo humanitario (76.4 %), la agenda LGBTTTI (70.58 %), eventos académicos (64.7 %), cultura (58.8 %), protestas ciudadanas (58.8 %) y comunidad (46.06 %). Abajo en la lista están los eventos y ruedas de prensa del gobierno estatal y municipal (17.4 % cada uno); al final aparecen los eventos deportivos, sociales y la fuente policiaca (5.88 % cada uno) (Gráfico 4).

Gráfico 4. Eventos principales en la cobertura del periodismo ciudadano


La fase cualitativa fue diseñada para interpretar el periodismo ciudadano no exclusivamente desde los principios éticos sino también desde los criterios de la teoría

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social incluidos en el modelo interdisciplinar. Ya que la fase cuantitativa concentró datos para la aproximación al comportamiento ético como colectivo, las entrevistas exploran la intersección entre el desempeño profesional y las valoraciones en torno a la comunidad, el ciudadano y la relación con el Estado. Para la aplicación del instrumento, 5 sujetos fueron elegidos en los municipios de Hermosillo y Nogales. Para la idoneidad de esta selección, se tomó en cuenta que cada uno aportara variabilidad al estudio en cuanto a nivel de experiencia, sexo, grupo de edad, campo de interés, etc. Las preguntas de investigación indagan las percepciones del periodista ciudadano sobre el estado del periodismo y su relación con las fuentes informativas, entre las que se incluyen organizaciones de la sociedad civil y del Estado. Por otro lado, se incluye la relación que mantiene con la comunidad y la audiencia.

Con la Teoría Fundamentada como estrategia de análisis, se realizó un trabajo descriptivo por medio del método de comparación constante y codificación abierta y axial. En el proceso se generaron 4 categorías emergentes y 23 subcategorías con base en 292 códigos identificados desde los datos iterativos (Tabla 3).

Tabla 3. Listado de códigos por frecuencia


Las clasificaciones que aluden a la relación del periodismo tradicional con el Estado, fueron reducidas a tres subcategorías: percepción negativa sobre la prensa, rutina productiva e influencia de la publicidad. En esta relación, se señala la sujeción del periodismo tradicional respecto al Estado (negocia publicidad por autocensura, promueve la desinformación, tiene poca credibilidad, está separada de los intereses de la audiencia, restringe la libertad del periodista, está rebasado por la tecnología y por la sociedad, entre otros).

Esa es la calidad del periodismo que tenemos. Imagínate…se dan los casos en que tú ves boletines en primera plana y te lo venden como un hecho, como un producto informativo. Se dan casos tan deleznables como que al

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boletín le dan una volteada y lo convierten en noticia (…) El periodismo es producto de la sociedad, no es producto del Estado (...) El periodismo siempre ha sido el que retransmite a la audiencia lo que el poder va a hacer y ha dejado de lado la capacidad de ser cívico, de ser de abajo (Sujeto 1).

La percepción sobre el Estado está marcada por su separación respecto al periodismo ciudadano, su interferencia en el periodismo y la crisis de las instituciones. Los códigos anotan que el Estado teme y no entiende lo distinto, es vertical, excluye, agrede, es omiso, responsable de la desigualdad, censura, la oficina de prensa es la “vocería de la desinformación”, es deshonesta, propaganda y un filtro, entre otros.

Al hablar de la percepción del Estado, al mismo tiempo se remite a los valores cívicos.

Lo institucional está en crisis, así como se habla de la crisis de los medios de comunicación, tal vez también lo institucional está en crisis y a lo mejor viene el momento de hablar de lo ciudadano entonces lo ciudadano es una propuesta a toda esa crisis a toda esa corrupción. La gente ya no cree en las instituciones, ya no confías ni en los políticos ni en la policía (…) tal vez estos son los primeros pasos en los que el ciudadano se está haciendo responsable de su medio y no está esperando que otros se hagan responsables de la información a la que tiene acceso (Sujeto 3).

La categoría que relaciona el periodismo ciudadano con la participación social se compone por las siguientes subcategorías: representatividad de los sectores sociales, construcción democrática, identificación orgánica con la ciudadanía, participación social, horizontalidad de la información, respuesta a la desigualdad social y utopía. Entre ellas se identifican características tales como que los periodistas son parte de la sociedad; el periodismo es hablar entre pares, es civilidad, da voz al que no la tiene, es empoderamiento, facilita al acceso a la información, se separa de la oligarquía, estimula la participación y busca soluciones, entre otras.

La ruta es muy sencilla: la lucha social, la ciudadanía, el ciudadano de a pie. Qué necesita saber, dialogar, que se genere. Qué necesitamos hablar como sociedad para avanzar en el tejido social. Entonces a partir de ahí tenemos la agenda, la agenda es la que te marca (Sujeto 2).

Como ciudadanos tenemos responsabilidades y tenemos derechos y exigimos derechos pero poco hablamos de nuestras obligaciones y a lo mejor como ciudadano tengo la responsabilidad de involucrarme en mi medio, de hacerme partícipe de lo que está pasando (…) El ciudadano como parte de una sociedad en la que están pasando cosas, tiene que reaccionar de alguna manera y a lo mejor algunos van a querer crear medios libres o a lo mejor otro va tratando de ser candidato independiente. Yo lo veo más en ese sentido: es tejido social y cómo construir tejido social (Sujeto 3).

La categoría sobre la rutina productiva del periodismo ciudadano está formada por las subcategorías: información para el servicio social, relación con la audiencia, estructura y procedimientos internos, cobertura de temas de impacto social y proceso de construcción. Al interior de ellas los códigos destacan que se caracteriza por su participación en la renovación del periodismo, la obligatoriedad de servir a la sociedad, no tiene interés económico, es una respuesta a la crisis de los medios, hace visible la

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desigualdad, contribuye a la justicia, sigue criterios profesionales, opera con limitación de recursos, opera con colaboradores externos, requiere rentabilidad, requiere mayor difusión, etcétera.

Tenemos reuniones de los programas de la radio para para hablar del trecho que nos falta; y no en el sentido filosófico sino en la realidad tajante espantosa de que no estamos midiendo lo que nos planteamos desde el principio y no lo estamos haciendo de la manera correcta (…) Tenemos muchas reuniones formales e informales de rendimiento de cuentas entre nosotros para decirnos a dónde vamos (Sujeto 2).

Me gustaría tener más tiempo, me gustaría hallar la manera de hacerlo rentable porque yo no soy publicista y me gustaría tener más gente que pueda aportar otras ideas (Sujeto 4).

En el espacio que yo trato de construir, yo creo que de alguna manera ha servido para continuar formándonos y no es igual a como lo hacíamos hace 2 años. Tenemos que haber mejorado y yo siento que sí hemos mejorado. Incluso hemos hablado entre otras compañeras para buscar crear un medio en otro espacio donde trate de mantenerse fiel en esos principios de continuar con la crítica y ofrecer una mirada si se puede -quién sabe si existe la objetividad- pero con sueños de objetividad (Sujeto 3).

5. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

En las características generales, el periodismo ciudadano presenta un alto nivel de formación. Entre estudios universitarios (64.7%) y posgrado (29.4%), el 94.1 % cuenta con formación académica. La cifra es llamativa incluso si la comparáramos en ese rubro con el periodismo tradicional. Un par de datos más delinean su composición: (1) entre los participantes, el grupo de edad entre los 41 y 50 años tiene la mayor frecuencia; y (2) solo el 11.7 estudió periodismo o comunicación. Este escenario amplía el panorama para interpretar el fenómeno desde el periodismo y el ejercicio de ciudadanía; aunque participan, no son los estudiantes o egresados de periodismo quienes encabezan los proyectos de periodismo ciudadano en Sonora. Además, el 88.2% se identifica con el pensamiento de izquierda (como alternativa, si consideramos que el sistema de partidos en México tradicionalmente se ha encontrado en el centro-derecha). En la agenda de trabajo destacan temas sociales, comunitarios y educativos. También la versión del periodismo tradicional se elabora desde la crítica. Según los encuestados, el diagnóstico anota que la ética y la formación del periodista se encuentran muy debilitadas, mientras que se fortaleció el sensacionalismo. El papel del periodista ciudadano es consistente con su percepción del escenario profesional. Si el periodista ciudadano se identifica con la sociedad como un ciudadano más, es desde esta percepción de poca credibilidad en el periodismo y las instituciones que el sujeto asume su propia representación en el terreno de la información. El mismo comportamiento se observa en la fase cualitativa.

Durante la fase cualitativa, los códigos fueron organizados de acuerdo al paradigma de condiciones, acciones/interacciones y consecuencias (Strauss y Corbin, 2002), el cual es utilizado para entender las relaciones entre los factores y el patrón de comportamiento del fenómeno. En primer lugar. la organización del esquema muestra una visión crítica del periodismo, el ambiente de crisis institucional en el interior del Estado y la relación

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entre estos dos sectores (condiciones), como marco para el ejercicio del periodismo ciudadano (acciones/interacciones) y la relación de este con la ciudadanía (consecuencias) (Tabla 4).

Tabla 4. Paradigma de condiciones, acciones-interacciones y consecuencias

Fuente: elaboración propia con base en Strauss y Corbin, 2002

La crítica al modelo de periodismo en crisis, refiere la falta de credibilidad por prácticas que desprenden de la baja calidad de la información y la sujeción al Estado. Respecto al Estado, se señala la desconfianza en las instituciones. En la relación que los medios de comunicación establecen con el Estado, la información adquiere un tono de propaganda y oprime al ciudadano, además de recurrir al ocultamiento de información y distorsionar los hechos.

En segundo lugar, se identifica la relación que el periodista ciudadano establece con el ciudadano y la sociedad (acción/interacción). El periodismo ciudadano mantiene una relación de conflicto con el Estado, escapa a su control y confronta la información vertical con un formato de horizontalidad. El periodista se identifica con la ciudadanía ya que el mismo es un ciudadano. El ciudadano está en desventaja frente a las instituciones, es “el que está boca abajo, jodido”, mientras que el periodismo es una reacción al hartazgo. La construcción de lo ciudadano aparece como una propuesta a la crisis; es horizontal, “es una necesidad, casi un desahogo”. En este escenario el periodismo ciudadano es una forma de participación que busca opciones de construir un país. En los extremos de los códigos obtenidos, se considera que el uso de la información como herramienta es una forma utópica de participación y un “sueño guajiro”. También es considerado “lucha social” y “arma”.

Yo me acuerdo mucho que yo viví con mis abuelos en un ranchito y mi abuelita, yo aprendí de ella y yo voy siempre a votar porque ella siempre iba a votar. Yo me acuerdo que decía mi abuelito, ‘pues a nosotros no nos toca nada de eso, ganan y ganan y nosotros estamos jodidos’ y a mí no me hace nada que gane el PRI o el PAN o el PRD. Me acuerdo que él tenía mucha fe en el PRD. Decía, es el partido que sí nos va a hacer justicia a los pobres, decía mi abuelito. Yo me acuerdo que lo escuchaba y yo creía que sí podía haber como otra opción, entonces no ha ganado, pero seguimos igual de jodidos. El nunca vio el cambio y entonces dices tú, ¿pues cuándo va a ser el cambio? (Sujeto 3).

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Finalmente, luego de la identificación entre el periodista ciudadano y la sociedad, como consecuencias de la relación hay una representación del colectivo en el terreno de los medios de comunicación para ofrecerle información de calidad y encontrar soluciones, construir una ciudadanía más participativa y una sociedad más democrática. La representatividad implica el acceso del ciudadano común al periodismo como un altavoz para exponer sus puntos de vista. Ya que hay una vinculación orgánica con la sociedad, existe reconocimiento y legitimidad para el periodista ciudadano, quien contribuye al empoderamiento.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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CURRÍCULUM DE LOS AUTORES

1 José Alonso Castillo Rivera

Profesor en la Universidad de Sonora. Maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora. Es experto en fotoperiodismo. Su trabajo fotográfico ha aparecido en los diarios El País, Stern, The Washington Post, The Wall Street Journal, y La Jornada, entre otros. Se ha publicado parte de su obra en los libros Música indígena y contemporaneidad: Nuevas facetas de la música en las sociedades tradicionales (Colef, 2017), Reuters Our World Now 5 (Thames & Hudson, 2012), y 72 Migrantes (Almadía, 2011). Hermosillo, México.

2 Gustavo Adolfo León Duarte

Profesor - Investigador en el Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora. Master y Doctor en Periodismo y Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Líder del Grupo Enseñanza e Investigación de la Comunicación en América Latina (GEIC-AL). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México. Ha publicado 19 libros y más de 100 artículos en libros y revistas especializadas. Hermosillo, México.

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http://www.cuadernosdeperiodistas.com/pdf/Cuadernos_de_Periodistas_0.pdf

perfil ético-profesional del periodista ciudadano en la ... · temas que los medios tradicionales...

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