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Producto 892001«Publicamos para la familia»

www.editorialunilit.com1360 Northwest 88th Avenue, Miami, FL 33172 • Tel. 305-592-6136 • Fax 305-592-0087

[email protected]

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Datos básicos:

Población total: 58.000.000Población indígena: 47.000.000Población expatriada: 11.000.000Religión principal: IslamCompromiso al Islam del pueblo indígena: 99.99

Bahréin

Kuwait

Omán

Qatar

Arabia Saudí

EAU

Yemen

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:10

i ii

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Mapa de la Península Arábiga iContenido 1Introducción 2La Palabra se hace pública 3Yemen: Beduinos 4Arabia Saudí: Árabes 5Partida de Arabia 6Kuwait: Beduinos 7EAU*: Shohouh 8Trastorno alimenticio 9Bahréin: Chiitas 10Yemen: Del norte 11Omán: Baluchis 12EAU*: Beduinos 13Qatar: Árabes 14Yemen: Tihamis 15Bahréin: Sunníes 16Mujeres detrás del abaya 17Yemen: Hadramis 19Omán: Árabes 20Arabia Saudí: Beduinos 21EAU*: Ajamis 22Omán: Beduinos 23Yemen: Mahris 24Enfrentamientos de poderes 25Yemen: Del sur 26Kuwait: Árabes 27EAU*: Baluchis 28Omán: Zufaríes 29Yemen: Socotranos 30Arabia Saudí: Árabes 31La Iglesia 32Puesta al día de la oración / notas 33Recursos 34Oración, dar, ir 35Asociación de la Península Arábiga 36

*Emiratos Árabes Unidos

Desde los elevados alminares a través de la Península Arábiga (PA), uno puede escuchar

las palabras: «Dios es compasivo y misericordioso». ¿Las personas que escuchan estas palabras pueden comprenderlas? Dios desea bendecir al humilde, al manso y al puro de corazón, desea consolar a los enlutados, llenar a esos que tienen hambre de Él con alimento espiritual, mostrar misericordia a los que le buscan y llamar a los pacificadores sus hijos.

Hay algunos entre los grupos de pueblos de la PA que aman a Jesús. Mateo 5 nos dice que los perseguidos serán bendecidos y que deben regocijarse y alegrarse, pues sus recompensas están en los cielos. Oremos a fin de que los perseguidos en la PA comprendan este concepto y que, además, reciban consuelo aquí en la tierra, sabiendo que nosotros cada día elevamos sus necesidades al Padre.

Es más fácil orar cuando tenemos infor-mación específica por la cual hacerlo. A me-dida que use esta guía, orando todos los días por un grupo o motivo indicado, esperamos que desarrolle una carga por los perdidos de la PA, esos que necesitan comprender todo lo misericordioso y compasivo que es Dios. Le alentamos a que la use durante el año a fin de elevar a esos grupos de pueblos ante el trono de Dios.

Puede usar también los materiales anteriores, en especial el primero de los dos folletos. Posee abundantes ideas y será una tremenda adición a este folleto. Es emocionante ver el movimiento espiritual dentro de la PA desde que las personas comenzaron a orar con poder, empezando con PTAP [por sus siglas en inglés de «Oremos por la Península Arábiga»] en el año 2003. Ahora estamos comenzando a cosechar el fruto de esas oraciones y podemos sentir el desarrollo del movimiento espiritual. A decir verdad, es tiempo de aferrarnos al momento y cambiar las cosas en la PA. Esto solo se puede lograr a través de la oración. Personas como usted ya se han distinguido. Esa distinción debe ahora alcanzar el próximo nivel de influen-cia. Debemos seguir con la presión espiritual hasta que la iglesia dé a luz.

Nuestra visión en «Oremos por la Penín-sula Arábiga» es formar millones de com-pañeros de oración por el territorio del Islam, personas que oren con nosotros de modo que venga [el] reino [de Dios y se haga su] voluntad, como en el cielo, así tam-bién en la Península Arábiga y entre todos los grupos de pueblos en esta tierra. ¿Se unirá a nosotros?

Publicado por Editorial Unilit1360 Northwest 88th AvenueMiami, FL 33172

Primera edición 2008Título del original en inglés:Praying Through the Arabian Peninsula

Traducción: Nancy PinedaDiseño: Ximena UrraFotografías: PPA /ShutterStock

Reservados todos los derechos.A menos que se indique locontrario, las citas bíblicas setomaron de la Santa Biblia,Nueva Versión Internacional.© 1999 por la Sociedad BíblicaInternacional.Las citas bíblicas señaladas conRV-60 se tomaron de la SantaBiblia, Versión Reina Valera1960. © 1960 por la SociedadBíblica en América Latina.

Producto 892001ISBN 0-7899-1714-9ISBN 978-07899-1714-0

Impreso en Colombia

Printed in Colombia

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D os familias, una de la localidad y una de otro país, vivían una al lado

de la otra. Sus hijos eran de edades simi-lares. La familia extranjera comenzó a invitar a la familia árabe a su casa en fes-tividades especiales. En un día de fiesta, cuando las familias vinieron a la mesa para comer, se trajo a la mesa una Biblia inglés/árabe y se leyó el Salmo 100 en inglés y árabe. Luego el padre extran-jero oró por el año con gratitud a Dios por las bendiciones y los alimentos que les había dado para disfrutar.

Después de la comida, los hijos salie-ron a jugar. Mientras los adolescentes hablaban, el muchacho del lugar le preguntó al otro si podía conseguir un libro como el que se leyó en la mesa. Quería que fuera un secreto porque no deseaba que su madre supiera que lo tenía. Así que lo envolvió en una bolsa de plástico y sin hacer ruido lo ocultó en el auto antes de que saliera el resto de la familia.

Antes de eso, su madre había recibido una película JESÚS y el libro Más que un Carpintero en inglés y árabe. El hijo y la madre no sabían lo que tenía el otro porque temían que la familia descubriera lo que estaban leyendo. El esposo de la localidad se había convertido más devoto a sus tendencias religiosas. Se volvió un tirano y un rígido vigilante de su sistema de creencia islámica.

Apártate» dijo el soldado, mien-tras apuntaba con su ametra-

lladora al trabajador de urbanización detrás del volante. Minutos antes, el soldado le había hablado con amabi-lidad, advirtiéndole de los peligros en la carretera. Era evidente que este hombre no era un soldado en realidad. El trabajador sabía que no tenía sentido que tratara de escapar. Mientras el trabajador se apartaba, el «soldado» entró al auto y condujo por la calle principal hacia las montañas del este. Yemen ha sufrido secuestros desde mediados de la década de 1960, y a más de ciento sesenta extranjeros los han raptado desde entonces. Todos los secuestradores vienen de la región desértica de Yemen, extendiéndose desde la frontera de Arabia Saudí, en el norte, hasta el golfo de Adén, en el sur. Durante siglos, los habitantes de esta escabrosa región han sobrevivido mostrando los extremos de la hos-pitalidad y la violencia. Un bien conocido dicho entre los beduinos que viven allí es: «Primero alberga a tu huésped por tres días, luego pregúntale por qué vino».

Los libros de historia nos dicen que las tribus del desierto a menudo asaltan los camellos de otras tribus. La gente se caracteriza por su dureza, desconfianza e independencia. No sorprende que el gobierno central tenga poco control sobre ellos. Lo mejor que puede hacer el gobierno es sobornar a los líderes de las tribus con grandes sumas de dinero a fin de conseguir su apoyo. Ese apoyo es vital, debido a que la mayoría de las reservas de petróleo del país se encuentra debajo de las rocas del Cuarto Vacío [o Rub al-Khali], la frontera natural del nordeste de Yemen. A pesar de todo, Dios está

en acción. Cuando el secuestrador le quitó la venda de los ojos, el extranjero se encontró en una habitación con un joven. Después que se estableció la confianza, el joven le dijo que era un fiel oyente de la radio cristiana. Antes de su liberación, el extranjero logró darle un Nuevo Testamento. Dios usa todas las cosas por el bien de los que le aman.

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Oremos para que las características de dureza, desconfianza e inde- pendencia de los beduinos yemeníes no les impida humi- llarse, orar y buscar el rostro de Dios y volverse de sus malos caminos al único y verdadero Dios (2 Crónicas 7:14).

Oremos para que los obreros cristianos sean capaces de vivir entre los beduinos y servirlos, quienes a menudo carecen de la educa- ción y los cuidados de salud básicos.

Oremos para que Dios use la radio cristiana a fin de alcanzar a los los beduinos con el evangelio. Oremos para que mientras escuchan, logren comprender la verdad y aceptar a Jesús como Señor.

Oremos para que el temor de ser un buscador se venza mediante el amor del Señor en sus vidas. El Salmo 100 comienza: «Aclamen alegres al Señor, habitantes de

toda la tierra; adoren al Señor con regocijo. Preséntense ante él con cánticos de júbilo». Dios permita que los pueblos de la Península Arábiga vengan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo con cánticos de júbilo.

Oremos por todas las familias que vienen a la fe en Jesús.

Oremos para que Dios les dé valor a las familias creyentes a fin de que testifiquen de su fe y provean Biblias y otros recursos cuando se los pidan.

Oremos para que la Palabra de Dios se proclame por la radio, la televisión y la Internet en el mismo corazón del Islam, y que esto pase cada vez más.

Motivos de oración

Motivos de oración

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El souk (mercado) de pescado bulle de vida. Las blancas tobes (túnicas) de los hombres ondean dentro de la multitud. Cada uno lleva una

toca roja y blanca, parecida a una vela que le conduce desde un puesto a otro. Uno de los hombres es un padre, que se aleja feliz con lo que compró para su familia: pescado fresco para el almuerzo. Escucha que llaman a la oración y se detiene a orar antes de dirigirse al hogar. Llega a casa y saluda a sus hijos, a los que cuidan una niñera filipina. Aguarda con ansia la comida de arroz y pescado, que se come sentado en el piso con su familia, mientras los siervos asiáticos se quedan a la espera.

A medida que el hombre se prepara para la siesta de la tarde, se pregunta si ten-drá un sueño como el que ha tenido las últimas cinco tardes. Un hombre blan-co resplandeciente se le aparece y le dice que crea en el Libro que sostiene en su mano. Este padre recibió un ejemplar de ese mismo Libro mientras estaba de vacaciones en Lon-dres el verano pasa-do. Aunque el sueño perturba su normal sistema de creen-cia del wahhabí is-lámico, siente que el sueño debe ser de Dios. Está descon-certado.

Una joven familia dejó su hogar en Arabia a fin de estudiar en un país de occidente. Mientras estaban allí, tuvieron unos vecinos cristianos

que los atendieron bien. Los vecinos los ayudaron a ajustarse a una nueva cultura, enseñándoles cómo cocinar y conducir un auto, al mismo tiempo que les hablaban de las verdades de la Biblia.

A medida que pasaban los años, las mujeres en esta familia perdieron el temor de no vestir el abaya (que cubre la cabeza), y de los hombres y mujeres sentados y hablando juntos. Se sentían amados, y confiaban tanto en sus amigos que permitían que sus hijos fueran a la Escuela Bíblica de Vacaciones para la «pre-paración moral». Fue un tiempo divertido con buenos amigos. Cuando terminó la asignación educacional, la joven familia árabe dejó su país adoptivo. Fue muy difícil marcharse y volver a las estrictas costumbres de Arabia.

De modo sorprendente, cuando regresaron a su propia tierra y se estable-cieron en una nueva casa, sus vecinos eran justo como sus amigos de Occidente. Incluso sus nuevos vecinos tenían hijos de las mismas edades que los de la joven familia. Los ayudaron a encontrar juguetes, buenos libros para leer y disfrutar de los DVD con buenos valores e historias de la Biblia. El tiempo pasó y llegaron a ser muy buenos amigos.

Los familiares de esta familia árabe la presionaron a fin de que volvieran a sus costumbres y formas de ser. A los parientes no les interesaba llegar a conocer los nuevos vecinos. Cada vez que los parientes venían a visitarlos, la mamá enseguida enviaba los libros, los juguetes y los DVD a la casa del vecino de modo que los parientes no los vieran. Ella tenía que cubrirse la cabeza y vestir de nuevo la abaya.

Oremos para que muchos árabes saudíes tengan sueños y visiones de Jesús y encuentren creyentes que logren hablarles más acerca del Hombre que vieron en sus sueños.

Oremos por las criadas y las niñeras cristianas que trabajan con familias saudíes, que a menudo tienen más interacción con los niños saudíes que sus padres (cocinando sus alimentos, ayudándolos con las tareas y llevándolos a la escuela). Oremos para que logren hablarles del evangelio a esas familias, a pesar de la difícil situación en la que trabajan.

Oremos para que los saudíes que viajan al extranjero reciban Biblias y otra litera- tura cristiana, las cuales son prohibidas de todo punto en su país natal.

Oremos por los pocos creyentes saudíes, algunos solos y algunas familias, a fin de que perseveren en su fe y por su crecimiento en el conocimiento del Señor Jesucristo (2 Pedro 3:18).

Motivos de oración

Oremos para que los creyentes en todas partes del mundo vean lo importante que es alcanzar a los extranjeros de esos países muy cerrados. Dios nos lo ha traído a nosotros y nos ha dado una puerta abierta hacia ellos.

Oremos por liberación del temor y pidamos perdón por no aprovechar la oportunidad de testificarles a los árabes con los que entramos en contacto. Oremos para que los creyentes tengamos citas divinas con esos que son de otros países, en especial los árabes, hablando con valor y sabiduría.

Oremos para que las familias árabes (que estuvieron expuestas a Él en el extranjero) sean fuentes de agua viva en sus familias y vecindarios (Juan 4:10).

Motivos de oración

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l ena se prepara para la reunión semanal. Este es un ritual para las señoras de su comuni-

dad. Llega alrededor de las siete de la noche, aun cuando muchas de las mujeres ya llevaban allí varias horas.

Sus hijos saludan con amabilidad a las señoras y enseguida entran corriendo a la casa a fin de ver la televisión por satélite y jugar el último de los juegos de Wii. Después de recorrer la habitación estrechando manos y besando a cada dama en la mejilla, se instala en su lugar de costumbre, junto a Zeina. Esta enseguida comienza a charlar; ambas usan muchos gestos e indican con la mano mientras conversan. Por eso, Lena se enoja bastante consigo misma porque sabe árabe, pero no puede entender muy bien el antiguo acento beduino que tiene Zeina. Lena y Zeina gesticulaban mucho, se ríen y buscan a alguien que le explique una o dos frases a Lena en inglés. Esta semana Zeina sacó una foto suya; debe ser de los años de 1960. Viste una falda corta sin cubrirse del todo. «Vaya, era atractiva de verdad», piensa Lena. Asombrada de cómo habían cambiado las cosas. Ahora bien, la mayoría de las señoras beduinas no se imagi-narían saliendo de sus casas con nada menos que la negra abaya, y casi todo cubierto menos sus ojos. La gente dice que solo cambió desde la invasión por Iraq en 1990 y las posteriores guerras. La gente es cada vez más conservadora, volviendo a los valores tradicionales, en especial entre los beduinos.

De repente, todos los ojos en la habitación se desplazan hacia Lena; ella echa una ojeada al televisor en la esquina y comprende el porqué. Ve un occidental prosélito del Islam exaltar lo maravillosa que es su vida desde que se convirtió. Poco después de eso, Zeina se sienta de nuevo junto a Lena. Siempre es cortés y amable, pero es obvio que tiene un plan para convertir a Lena. Esta se pregunta si sus amigas sienten esto de ella.

Muchas de esas beduinas están dentro del hogar casi todo el día.

Oremos para que vean los programas cristianos por la televisión y crean en el Señor Jesús.

Declaremos el Salmo 33:8-9: «Tema toda la tierra al Señor; hónrenlo todos los pueblos del mundo y los beduinos kuwaitíes; porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme».

Oremos para que Lena y otros creyentes extranjeros aprendan bien el árabe de modo que puedan proclamar a Jesús con claridad en amor y poder.

Motivos de oración

Khaled conduce su camioneta Toyota por la empinada carretera de grava todas las mañanas. Vive en una de las remotas aldeas de las montañas al

este de los Emiratos Árabes Unidos. Khaled es parte de una tribu llamada «sho-houh» que han vivido por siglos en esas montañas, desde que los comerciantes portugueses llegaron a esta región. Con el tiempo, los marineros portugueses y los soldados se casaron con las mujeres locales.

El viaje de Khaled lo lleva a una de las fábricas de cemento. El recorrido de una hora es sin incidentes, con poco tránsito antes de arribar a una ciudad en expansión de trescientos cincuenta mil habitantes. Cuando era muchacho, su padre, tíos y hermanos mayores trabajaban en las aldeas de las montañas y pocas veces salían del pueblo excepto para comprar productos básicos o por un trabajo temporal para la pesquería de perlas o en barcos pesqueros.

Los tiempos han cambiado; la pesquería de perlas es una industria del pasado, y la pesca es menos atractiva que el trabajo en la fábrica. Khaled, fuerte con su morena piel curtida, es habilidoso con sus manos. Disfruta el trabajo en la fábrica de cemento; le da buenos ingresos y la posibilidad de mantener a sus esposas e hijas lejos de los vicios de la ciudad.

Solo los de su tribu en particular hablan la lengua materna de Khaled. Años de aislamiento de la población árabe predominante, junto con la mez-cla de palabras portuguesas, la hicieron inadecuada para usarla en el mercado. Él no podía leer el árabe coránico, pero recitaba porciones del Corán de memoria. De mala gana, ora en la mezquita de la fábrica. Prefiere hacerlo en la mezquita de su aldea con sus particulares y cómodas costumbres, en compañía de sus hijos y otros aldeanos.

Khaled nunca ha visto una Biblia, no existe ninguna en su lengua. Conoce a algunos extranjeros cristianos que administran la fábrica de cemento. Aunque el evangelio no está disponible en su idioma principal, Khaled y su familia puede comprender un mensaje árabe en audio. Tienen un televisor y radio de onda corta en casa, como lo tienen otros en su aldea. Pueden escoger programas cris-tianos de televisión y radio, pero no hay manera de saber con cuánta frecuencia escuchan o ven esos programas.

Oremos para que Khaled y las mujeres de las aldeas más aisladas puedan escuchar la radio cristiana y ver programas cristianos de televisión, a fin de que conozcan a Jesús en sus corazones y familias.Oremos para que el Espíritu Santo venga y desafíe a los hombres, jóvenes y ancianos, de modo que sientan el vacío de las riquezas y encuentren el verdadero significado de la vida.Gracias, Padre, porque Jesús murió por los de shohouh, pues todos sabemos, incluyendo los de shohouh, que «andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él [Cristo] la iniquidad de todos nosotros» (Isaías 53:6).Declarémosles a los de shohouh que «no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4).

Motivos de oración

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Al entrar en la reunión semanal de las mujeres, todo es como un espectáculo escrito con sumo cuidado. Los muebles color de rosa decorados con ribetes

en oro, bandejas de servir y copas de fino cristal y oro, y todo el brillo indispensable de una buena fiesta árabe, están listos y a la espera. La preparación es un asunto de todo el día. Algunas han ido a la peluquería a fin de peinarse y maquillarse. Todo el mundo viste un encantador traje nuevo. Es como un certamen de belleza, con la aprobación como el premio.

Las apariencias exteriores son cruciales en Arabia. El predominante punto de vista es: «Tu aspecto exterior es lo que eres». Puesto que muchas jóvenes de la clase alta viajan con frecuencia, las pasarelas y las revistas de modas de Europa establecen las normas para su apariencia. Esto ha conducido a una obsesión entre las muchachas de la clase alta por ser delgadas. Así que con el propósito de sentirse aceptadas y tener una mayor autoestima, muchas chicas han adoptado prácticas perjudiciales que resultan en trastornos alimenticios.

En una fiesta, se desmaya una joven. Sus amigas explican que no ha comido en dos semanas. Está tratando de bajar de peso. Con cincuen-ta y cuatro kilos, su rostro ya está hundido y delgado. Sin embargo, su meta es llegar a los cuarenta y cinco kilos. Cuando recupera la con-ciencia, está temblando. Le ofrecen jugo para beber, pero lo rechaza.

En una clase de comunicación inglesa, otra muchacha muestra una foto con las frases iniciales: «¿Quién es la chica gorda? Esa era yo». Continúa su disertación diciendo que la foto la tomaron el día an-tes de su operación gastrointestinal. Tenía su estómago con grapas de modo que no pudiera comer demasiado y así perder peso. Después que logró el peso deseado, cuenta cómo se operaron su madre, sus hermanas y sus tías. La operación tuvo el efecto deseado; todas busca-ban la aprobación que ella había encontrado.

En una discusión en grupo, otra joven explica cómo se cerrará la boca con alambre la próxima semana. Quiere perder dieciocho kilos. Cociéndose la boca dejará de comer. Esta es la única manera que sabe cómo despojarse del peso que es un obstáculo en su aceptación.

las calles principales en Bahréin están desiertas de manera extraña. Hoy es Asura, el aniversario del día en 680 d. C., cuando a Husayn, el nieto de Mahoma, lo

asesinaron y decapitaron en la batalla para determinar el liderazgo del nuevo mo-vimiento islámico. Cada año, los musulmanes chiitas observan cuarenta días de lamentos a fin de buscar el perdón por fallar al proteger a su líder.

A medida que se abandona la calle principal y se entra en las callejuelas, banderas negras ondean a la vista de uno. Las preparaciones para esta actividad comunitaria se han desarrollado por semanas. Por los pasados diez días, se han escuchado dis-cursos durante la noche en las mezquitas y han tenido lugar procesiones en las calles para conmemorar la historia de Husayn.

Los altavoces retumban mientras un cantor afirma su amor por Husayn. Un grupo de treinta hombres marcha en formación, flagelándose al gol-pear sus pechos y azotándose las espaldas. Muchos tienen sangre en sus rostros debido a heridas que se hacen para identificarse con el sufrimiento de Husayn. Cientos de grupos como este marcharán por las siguientes horas.

Observando la sangrienta procesión, Hamad es uno de un peque-ño pero creciente número de chiitas locales que han decidido seguir a Jesús. Llora mientras su pueblo se lamenta. Como la mayoría de los chiitas, Hamad se sintió atraído a Jesús por su sufrimiento en la cruz. En Jesús ha encontrado esperanza distinta a la que conociera alguna vez.

Bahréin posee una composición demográfica similar a la de Iraq. Los chiitas musulmanes comprenden más del sesenta y cinco por ciento de la población local, pero los sunníes dirigen el gobierno. Los chiitas, en general, son más pobres y más desfavorecidos que los vecinos sunníes. Existe una verdadera preocupación de que la lucha sectaria en Iraq y las tensiones con Irán pudieran extenderse dentro de este país. Por tradición, los chiitas han sido más abiertos a Jesús debido a la percepción de similitudes con los sufrimientos de Husayn. Muchos aman a Jesús como uno de los profetas.

Oremos para que esas mujeres conozcan el verdadero amor y aceptación de su Padre celestial, capaz de poner fin a sus esfuerzos y de que permanezcan en la aceptación y la paz que solo viene de arriba.

Oremos para que esas mujeres, «tomando en cuenta la misericordia de Dios», sean capaces, «en adoración espiritual», de ofrecer «su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios» y que «no se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta» (Romanos 12:1-2).

Motivos de oración Oremos para que los chiitas de Bahréin logren comprender el verdadero significado de la sangre y cómo Jesús vertió su sangre por el perdón de sus pecados.

Oremos para que Jesús atraiga a los chiitas por encima de todos sus otros profetas y procuren saber más acerca de Él.

Declaremos el deseo del Señor de convertir los cuarenta días de lamentos en danza y a sustituir sus ropas de saco con vestiduras de alabanza a Él ( Salmo 30:11).

Motivos de oración

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El jeque Alí se sienta con or-gullo en su muffrage (sala de

estar) a medida que los miembros de su tribu vienen a verle con peti-ciones. Sus ojos no se pierden nada y su mente es perspicaz, aunque parece muy relajado mientras mastica qat (una hoja narcótica) y echa bocanadas de la madaa (una pipa de tabaco). El jeque Alí tiene riqueza e influencia y, lo que es más importante, la lealtad de su tribu.

El jeque y unos cuatro millones y medio de otros constituyen los árabes yemeníes del norte. Viven en aldeas y ciudades en los alrededores de Saná, la capital de Yemen, y a través de las tierras altas del norte de Yemen. To-dos son musulmanes y hablan árabe. Aunque cómodos con su estilo de vida, están comenzando a enfrentar las tensiones del «Diálogo Oriente Occidente» mientras las ideas extran-jeras entran en sus hogares a través de la televisión por satélite, la radio y la Internet. El servicio de teléfonos móviles está dando lugar a menos de-pendencia de los líderes tribuales por información y varias disposiciones.

Conocimos a Husayn en una reunión pública. Típico de la

hospitalidad baluchi, nos invitó a su casa para que conociéramos a su enorme familia. Cuando nos senta-mos en el piso y nos pusimos a con-versar, me contó cómo, aunque vino a la fe temprano en la vida, varias circunstancias lo condujeron a las drogas, el alcoholismo y a alejarse del poder de Cristo.

A lo largo de los años, estos hábi-tos dieron como resultado el des-cuido y el abuso de su familia, y pasar tiempo en la cárcel. A pesar de su pobre ejemplo, otros en su

Oremos para que el jeque Alí y todos los árabes yemeníes del norte continúen haciendo preguntas acerca de Jesús y que Jesús se convierta en el «camino» para ellos.

Oremos para que los que creen vengan a Jesús en grupos, de modo que puedan apoyarse los unos a los otros mientras los discipulan y crecen.

Oremos para que los imanes y otros líderes religiosos no impidan la extensión del evangelio.

Declaremos que los yemeníes del norte canten una nueva canción al Altísimo; pues Él es el que les da salvación a los reyes y los jeques (Salmo 98:1).

Motivos de oración

Oremos para que la discriminación y la alienación sentidas por el omaní baluchi se sustituyan por esperanza y aceptación por medio de Cristo.

Demos gracias al Señor que por medio de la obra de su Hijo, Jesús, no hay diferencia entre judíos, gentiles ni baluchis, el mismo Señor es Señor de todos y bendice ricamente a todos los que le invocan (Romanos 10:12). Oremos para que las drogas y el alcoholismo no alejen a las personas (creyentes y no creyentes) de Cristo.

Motivos de oración

El jeque Alí se reúne con algu-nos hombres de Occidente que han venido a su aldea. Les sirve espumo-sa leche de camello y un banquete de arroz, pollo, vegetales y cordero. Estos hombres son religiosos, pero no musulmanes. El jeque está in-trigado. Creen que Jesús no es un profeta, sino el «camino» a Dios. Les pide más información, aun cuando el imán (el líder musulmán) junto a él lo alienta a que no lo haga.

familia han tratado de mejorar sus vidas mediante la educación y han expresado interés en el mensaje del evangelio.

Los baluchis son el mayor grupo no árabe en Omán. Aunque han vivido en el país por siglos, siguen usando su lenguaje tribual, el ba-luchi, y practican sus costumbres tribuales. Muchos están en grupos de bajos ingresos, viviendo en las partes más antiguas de las ciudades. Considerados extranjeros, encuen-tran una sutil discriminación, con muestras en los baluchis más jóvenes de señales de alienación.

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N asser, ahora en sus sesenta y tantos años, nació en una de las muchas tribus bedui-

nas árabes que deambulan el área conocida hoy como los Emiratos Árabes Unidos. Su familia vivió en tiendas o areesh (choza hecha de ramas de palma) en el desierto, moviéndose de un lu-gar a otro en camellos con sus cabras y ovejas. Cruzaron las dunas de arena a fin de encontrar el oasis, donde el agua era abundante y florecían las huertas de palmeras datileras.

Nasser acababa de construir un inmenso chalé de dos plantas en un complejo cerrado donde vivían él y la mayoría de sus ocho hijos. Algunos hijos estaban casados y vivían con sus familias en el mismo complejo. Otros vivían en el mismo vecindario.

Aunque a Nasser, su familia y su tribu ya no se les consideraría moradores del desierto, viviendo el estilo de vida nómada beduino, todavía tienen fuertes ataduras a su cultura del desierto. Casi todas las noches encontrará a Nasser con algunos de sus hijos, nietos y otros vecinos hombres, sentados fuera de su chalé en una pequeña tienda, reclinados sobre almohadones, bebiendo café y contando noticias e historias alrededor de una pequeña fogata. Muchos de los vecinos de Nasser tienen tiendas también, ya sea dentro o fuera de los muros de sus complejos. A menudo, los hijos de Nasser y sus amigos salen fuera de la ciu-dad a conducir sus Land Cruisers y vehículos todo terreno por todas las dunas de arena. Además, se sientan alrededor de fogatas en el desierto hasta altas horas de la noche. Con frecuencia, algunos traen consigo a sus halcones entrenados.

Al igual que Nasser y su familia nacieron en tribus y clanes, también lo hi-cieron en la religión del Islam sunní, y como defenderían su tribu, asimismo defenderían con ferocidad su religión.

Al llegar al hotel de lujo Ritz Carlton, los huéspedes pasan a través de un detector de metales. Se revisan los bolsos en busca de cámaras de

modo que nadie pueda tomarles fotos a las mujeres dentro. Las mujeres, vistien-do largos vestidos con brillantes y coloridas lentejuelas, saludan a los huéspedes mientras que las recién llegadas se quitan sus mantos negros, tocas negras y velos negros. En esta fiesta solo hay mujeres; los hombres tienen su propia fiesta de boda, en algún lugar cercano.

El aire está alborozado con entusiasmo. Comienza la música en vivo y la banda, toda de mujeres, toca música árabe apropiada para una boda qatari. Las mujeres les dan vueltas a sus caderas, mecen su larga y oscura cabellera y se pasean de un lado a otro. Danzan con atrevimiento para una audiencia de mujeres.

La luz se atenúa y llega la novia, flanqueada por sus hermanas y caminando despacio por la habitación hacia el estrado. Su vestido es una túnica blanca de novia con estilo árabe, que se completa con lentejuelas, plumas y un velo muy largo. La banda canta acerca del encanto de la novia y sus maravillosos atributos. Ella se sienta en un gran trono dorado y púrpura localizado en el centro del estrado. De repente, las mujeres comienzan a desaparecer detrás de sus mantos negros. El mar de color brillante se torna negro: ha llegado el novio. Las hermanas de la novia la ocultan de su vista con una manta negra.

El novio abre la puerta y, acompañado de sus parientes, se acerca a su novia. La fiesta de boda continúa alrededor de la novia, pero ella está cubierta por completo y no se le permite participar.

¡Qué representación de la iglesia qatari! Ella es la novia de Cris-to y comenzó la fiesta de boda. Sin embargo, ¡está oculta desde la llegada de su novio! Él desea verla cara a cara, pero ella siente que hace lo debido al mantenerse oculta de su vista.

Oremos para que los que creen sean capaces de per- manecer entre su pueblo y den a conocer con valentía el misterio del evangelio a su familia y tribu, «según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos» (Romanos 16:25, RV-60). Alabemos a Dios y al Cordero porque con su «sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación [incluyendo a los beduinos de los EAU]» (Apocalipsis 5:9).Oremos para que el Señor abra sus ojos a fin de que le vean mientras yacen bajo los cielos que de- claran la gloria de Dios. Roguemos para que las grandes historias del poder de Jesús pasen de una tienda a la otra y de una casa a la otra.

Motivos de oraciónOremos para que los qataris sean capaces de levantar el negro velo que bloquea su

vista de Cristo y que una hermosa iglesia entre a la presencia de Jesús, pues «cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado» (2 Corintios 3:16).

La sociedad qatari es desigual, mientras que las mujeres optan por la educación, los hombres están asegurados con buenos ingresos debido a su nacionalidad. Los hombres pasan su tiempo en los cafés, recorriendo los centros comerciales y paseando por los alrededores de la ciudad. Ven que lo tienen todo. La riqueza extrema del país priva a los hombres de una razón para levantarse de la cama en la mañana. Ya sea que tengan trabajo o no, poseen una increíble asignación al mismo tiempo que el gobierno comparte su riqueza entre la gente. No creen necesario hacer una pregunta vital. ¿Cuál es la razón de la vida?Oremos para que las nuevas aperturas a la educación y a la información resulten en

mucha lectura de la Palabra de Dios, ver vídeos cristianos y la televisión por satélite, y la búsqueda de sitios cristianos de charlas en la Internet.

Oremos para que el Espíritu Santo venga y desafíe a hombres jóvenes y ancianos en cuanto a su razón para vivir. Que lleguen a conocer al Dios que pueden conocer y amar: un Dios que los ama a ellos.

Motivos de oración

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Cada jueves es activo; es día de mercado. Las polvorientas calles de la que fuera una ciudad tranquila es un bullicio con los hombres comprando y

vendiendo ganado, leña y otras cosas.

Emad está trabajando en el restaurante, preparando diferentes platos para el almuerzo. No le gusta mucho su trabajo. Pagan poco y el dueño del restaurante y los clientes siempre le gritan para que les tenga que servir con rapidez. Este es el resultado de ser un tihami moreno (un árabe tihamis). Otros yemeníes menos-precian a las personas del Tihamah, la llanura costera de Yemen que bordea al Mar Rojo. Extendiéndose desde la frontera con Arabia Saudí, en el norte, hasta el extremo del Mar Rojo, en el sur, es donde residen más de cuatro millones de personas. A ojos de la gente de las tribus de las montañas, los tihamis son sucios, atrasados y no religiosos. Sus grandes narices aplastadas y sus chozas de caña circulares apuntan a la pasada influencia africana. Es el grupo de personas más pobres y analfabetas en Yemen. Al gobierno no les interesa. Sin embargo, los islámicos presionan a los padres a fin de que tengan a sus hijas cubiertas por completo con velos, y las hermosas mezquitas blancas aparecen en todas partes, que se construyen con dinero de la vecina Arabia Saudí.

Emad está un poco sorprendido cuando un extranjero entra al restaurante y se sienta cerca de donde está trabajando. Está feliz por conversar con él. Cuando el extranjero le pregunta si escucha la radio cristiana, su corazón comienza a latir más rápido. Con una gran sonrisa admite que la escucha todos los días. Le encanta escuchar las historias acerca del profeta Isa (Jesús). No lo comprende todo, pero siempre se siente con paz cuando escucha el programa. El hombre le ofrece un Injeel (Nuevo Testamento). ¡Qué día tan especial es hoy! Le da las gracias por este gran regalo y enseguida lo guarda en su bolsillo. El hombre desaparece, pero en el corazón de Emad permanece el gozo. Con una sonrisa, continúa su trabajo.

Motivos de oraciónAlabado seas, Padre, porque le has dado forma a los corazones de los tihamis y consi-

deras todas sus obras. Has permitido que el corazón de Emad y los de otrosse regocijen y les has concedido programas de radio que les enseñen de ti.

Muy pocos cristianos viven en el Tihamah con su clima húmedo y caliente. Oremos a fin de que más personas

reciban el llamado para renunciar a sus como- didades y den de sus vidas a esas personas necesitadas.Oremos para que los tihamis conozcan el eterno amor de Dios, el cual es más fuerte que cualquier rechazo de otros pueblos. Oremos para que la luz del evangelio penetre en los corazones y las mentes de los tihamis y que lleguen a entender su verdadera identidad en Cristo. De acuerdo con 1 Pedro 2:9, pidamos que «los tihamis proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable».

l a estruendosa música árabe, el aroma del café que circula y el humo del tabaco con sabor a fruta flota en el aire. Todo es parte de los espectáculos y los sonidos

de los cafés árabes. Llenos de jóvenes y hechos a la moda, esos cafés y los cercanos centros comerciales son la evidencia del rápido cambio social en esta sociedad. Solo hace diez años existían pocos lugares en los que los hombres y las mujeres podían reunirse en público. Ahora, citas discretas, posibilitados por la comunicación ina-lámbrica de los teléfonos celulares, tienen lugar con regularidad. La mayoría de las mujeres todavía visten las tradicionales prendas exteriores musulmanas, negras de pies a cabeza, aunque se han remodelado por las últimas tendencias de la moda con coloridos adornos y bordados.

Criados por niñeras filipinas que hablan inglés, educados en escuelas locales de lengua inglesa y luego viajando al extranjero en los Estados Unidos o el Reino Unido por la universidad, el dominio del idioma árabe de los jóvenes bahreiníes es cada vez menor. La riqueza y la búsqueda de «cosas» tienen atrapada a esta nueva generación de bahrei-níes sunníes con el materialismo. Por otra parte, algunos, que están ofendidos al percibir esta decadencia moral, responden al volverse a una forma más radical del Islam.

Volviendo al café, entra una extranjera, en busca de sus ami-gas sunníes entre el mar de mujeres vestidas de negro. Laila le hace señas con la mano desde una esquina y la extranjera se abre paso hasta su mesa. Se besan con afecto en ambas meji-llas, la extranjera ora en silencio a fin de que Dios le provea la oportunidad de hablarles más de Jesús a estas señoras.

Después de las formalidades de preguntar: «¿Cómo es-tás?», al menos en cinco momentos diferentes y de cinco maneras distintas, se ponen a conversar sobre las festivi-dades islámicas después del Ramadán. De repente, Laila dice: «Háblame acerca de tus fiestas cristianas». Maravi-llada por la respuesta a su oración, la extranjera comienza a explicarle la vida de Jesús dentro del contexto de nuestras «festividades cristianas». En varios puntos de la conversación, Laila muestra una visible suavidad y un verdadero interés por estas historias de Jesús.

Motivos de oraciónOremos para que el pueblo atrapado entre las dos trampas del materialismo y el Islam radical comprendan que pueden encontrar libertad en Jesús.Oremos para que la tecnología moderna, los viajes y los cambios en la sociedad traigan a Jesús a las vidas de los bahreiníes.Gracias a Él por los creyentes en Bahréin (niñeras filipinas, maestros y empresarios de Occidente y árabes y ciudadanos locales) y pidamos para que obtengan la fortaleza, la valentía y la capacidad de soportar las adversidades.Oremos por una cada vez mayor puerta de oportunidad para la disponibilidad de la Escritura (Apocalipsis 3:8).Oremos para que los creyentes puedan usar las «fiestas cristianas» a fin de explicar la vida de Jesús.

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Shelly, una mujer occidental, necesitaba una compañera para caminar, así que comenzó a orar por las vecinas y a la que

le pediría que caminara con ella. Una nueva señora se mudó a una casa al otro lado de la calle. Cuando Shelly fue a visitar a la nueva

vecina para darle la bienvenida, vio a Shifa sa-lir por la puerta con la negra abaya (túnica) puesta y un par de tenis blancos por debajo. «¡Ajá!», pensó Shelly, «esta debe ser mi nueva compañera para caminar». Pronto, las dos mujeres estaban caminando juntas.

Mientras caminaban, conversaban sobre los desafíos de la vida de Shifa como una nueva es-posa. Su esposo se había casado antes, así que le añadió más lucha a la relación. Shifa tenía un título universitario en enfermería, pero no podía trabajar debido a que era casada. Las mu-jeres hablaban acerca de los deseos del corazón de todas las mujeres: ser valoradas como perso-nas, tener buenos matrimonios y relaciones, y criar a los hijos como era debido. Cada vez que salía un nuevo tema, Shelly podía hablarle de sus puntos de vista basados en lo que decía el Nuevo Testamento. Shelly preguntaba si podía

orar por Shifa en las diversas situaciones de las que hablaban. Nunca se rechazaba la oración.

Fue triste, pero el matrimonio comenzó a desmoronarse dentro del primer año, a me-dida que su esposo se alejaba del hogar cada vez más, dejando a Shifa sola y frustrada con él. Shifa terminó regresando a su familia, y Shelly perdió el contacto con ella.

Oremos que el plan de Dios por unir a un hombre y unaesposa se comprenda y se honre en Arabia. «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne»(Génesis 2:24, RV-60).

Oremos para que las creyentes en los países de la Península Arábiga estén dispuestos a hacer amistad y a testificarles de su fe a las mujeres locales.

Oremos para que Shifa se comunique con otras creyentes que le hablen más acerca del Salvador.

Oremos para que se forjen intereses comunes entre las cris- tianas y las mujeres locales de la Península Arábiga.

Motivos de oración

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El caliente y seco viento del desierto soplaba lo suficiente

fuerte como para crear una terrible suciedad en la distancia. Agitaba los negros vestidos de poliéster de las mujeres, pero aliviaba poco sus inten-sos sentimientos de sed y calor.

Día tras día, las mujeres hadramíes salen antes del amanecer dando tum-bos junto con las carretas de madera haladas por unos pequeños y cansa-dos burros. Llegan a su destino con las manos enguantadas, los rostros cu-biertos con velos y unos largos y pun-tiagudos sombreros de paja en lo alto de sus cabezas. Su día los pasarán en el campo de la familia cortando mijo cerca del suelo con una guadaña. Las mujeres descansan solo lo suficiente para tomarse un trago de agua y esti-rar sus tensas espaldas y piernas. A la misma vez, dos mujeres de la familia se quedan en casa a fin de terminar sus tareas diarias de lavar la ropa y preparar la comida temprano por la tarde.

La vida es previsible y el agua es preciosa en el antiguo distrito ye-

S e autodenominan «omaní de omaníes» con una sonrisa que lo dice todo! Este término los apartan de los omaníes que tienen una mezcla

de ascendencias, incluyendo los baluchis, persas o zanzibaríes. Están orgullo-sos de su ascendencia pura omaní, su herencia cultural y la forma del Islam que siguen. Creen que su secta es la única verdadera forma del Islam, y es triste, pero tampoco creen que verán alguna vez a Alá.

En público, los hombres caminan con sus cabezas erguidas, con sus blan-quísimas túnicas llamadas dishdashas (quizá no tan nítidas en áreas rurales, pero no con menos orgullo) y el turbante omaní atado de acuerdo con la región. Las mujeres visten ondulantes y coloridos vestidos y los combinan con tocas, reminiscencia de países del Lejano Oriente.

Junto con la modernización del país y la apertura de oportunidades para el sector juvenil de rápido crecimien-to, muchos sienten su herencia, cultura, valores y estilo de vida en estado de sitio. El materialismo, la ambición personal y el individualismo están inundando la socie-dad. La Internet, los medios mundiales de televisión vía

satélite, las oportunidades de empleo, la esperanza de dinero y de una mejor vida, y el creciente interés en un estilo de vida más «occiden-tal» están causando antago-nismos entre generaciones en las familias tradicionales.

mení del Hadhramaut. Aunque se desconoce el origen de esta región, los diccionarios bíblicos lo derivan del nombre de un hijo de Joctán en Génesis 10:26-28. Los hadramis vi-ven a lo largo de los lechos de ríos secos, o wadis, en residencias hechas de ladrillos de barro y ciudades den-samente pobladas. Se dice que esta sociedad tribual yemení descendió de Mahoma y por tradición permanece educada y estricta en el Islam.

Este orgulloso pueblo casi no tiene acceso al evangelio. En esta parte del país, los creyentes que no son ye-meníes son muy pocos y enfrentan dificultades a cada paso del camino mientras procuran vivir en áreas en las que viven pocos internacionales.

Muchas de las mujeres hadramis no saben leer ni escribir.

Oremos para que tengan sueños y visiones y que el Espíritu Santo se mueva en sus cora- zones y vidas (Hechos 2:17).Oremos para que los muchachos que asisten a las escuelas religiosas islámicas, o madrazas, lleguen a ver y comprender que lo que les están enseñando no es verdad (3 Juan 3-4).

Oremos para que los creyentes que no son yemeníes obtengan las licencias y los permisos requeridos a fin de vivir y trabajar en esta parte de la Península Arábiga.Oremos por los niños mientras crecen en esta estricta y conservadora sociedad tradicional; que les puedan preparar en el camino del Señor Jesús.

Motivos de oración

Oremos para que Dios use para su gloria el actual ritmo acelerado de cambios en la cultura omaní. Oremos para que las actuales transiciones conduzcan a los omaníes a encontrar la Verdad, y que encuentren libertad, en Jesucristo, y la plenitud de vida que buscan muchos.Oremos por los corazones abiertos al mensaje de Jesús para que puedan escuchar a través de los medios cristianos (televisión, Internet, DVD, etc.). Oremos para que los omaníes vean la futilidad del materialismo, la ambición personal y el individualismo.

Motivos de oración

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M isfer es de una tribu de personas que ha decidido permanecer fuera de las ciudades. Luchan por conservar su antigua manera de vivir. A este

pueblo, llamado beduino, o bien se le mira con desprecio o con respeto. La generación más joven y los que quieren adoptar un estilo de vida moderno los tienen a menos. La generación más anciana y los que quiere guardar su herencia nómada los respetan.

Misfer está en casa en el desierto, un hogar que tienen que dejar a fin de encontrar trabajo. Desde los años de 1930, el gobierno ha disuadido a los bedui-nos de vivir un estilo de vida nómada. Cuando Misfer no está encerrado en la ciudad, viaja una jornada de medio día a través del desierto a una pequeña aldea de ciento cincuenta personas. Cuando entra a la decorada tienda donde se reúnen los hombres, todos se levantan. Va alrededor del círculo, besando me-

jillas, estrechando manos y dando la bendición de paz: «Salaam ’alaykum», a cada persona. Después de una hospitalaria bienvenida de café árabe, té y dátiles, el grupo se reúne alrededor de una bandeja de arroz y oveja asada. Los hombres en esta tienda están en transición. Aunque ahora están estableci-dos en casas con televisión por satélite, no quieren abandonar su niñez, la que pasaron vagando de un oasis a otro con sus rebaños.

A pesar de que casi siempre son pastores, se levantan al amanecer para la oración fajr y luego aventurarse en el desierto a fin de cazar para la cena. Después que terminan de orar al mediodía, se ins-talan en la tienda y toman la siesta de la tarde. Se levantan unas horas más tarde para orar de nuevo y

regresan a la caza. Al atardecer, se detienen de nuevo para orar. Sus horarios no lo determinan la práctica espiritual; lo espiritual es el horario de cada día.

Antes de irse a dormir, se arrodillan una vez más con las manos, los pies y los rostros lavados en adoración a Alá. Un huésped cristiano pasa el día con ellos deteniéndose a orar también para que Dios le ayude a comprender esta profunda reverencia y a esta clase de hombres, y que le dé palabras para que les pueda hablar en un estilo de vida y de pensar tan diferentes al suyo.

A bdul Qader Mohamed ha tenido un día ajetreado. Entre las reu-niones, revisó varias de sus otras empresas las cuales van desde tien-

das de vídeos hasta restaurantes.

La noche encuentra a Abdul Qader relajado en su majlis (lugar de reunión) con sus cinco hijos y algunos vecinos, bebiendo té con leche y comiendo fruta. Construido al lado de su espaciosa casa, solo los hombres se reúnen en los majlis. En la casa de al lado viven sus padres, ambos de casi noventa años. Al volver a reflexionar, recuerda que la vida no siempre fue buena en los comien-zos cuando su padre y sus tíos vinieron de Irán, antes que los Emiratos Árabes Unidos fueran un país. En ese tiempo, su familia se ganaba la vida mediante el comercio y la venta en la localidad. A la larga, todo el clan progresó en la jerarquía económica.

Abdul Qader es del pueblo de los ajamis. Son árabes que viajaron, de una parte a otra, por cientos de años entre Irán y el sur de la Península Arábiga. Eran una mezcla de musulmanes sunníes y chiitas. Los ajamis, aunque oriun-dos de Irán, son ahora lo bastante importante que uno de los siete emiratos que constituyen los EAU (Ajman) deriva su nombre de ese pueblo. Algunos de los ajamis no tienen ciudadanía ni riqueza, aun cuando nacieron y se criaron en los EAU. Su lenguaje es el común denominador que vincula esta comunidad. La lengua ajami es una mezcla de árabe, farsi y otros dialectos.

Los cinco hijos y las cuatro hijas de Abdul Qader hablan inglés, ajami, árabe, farsi, una o dos lenguas indias y al menos un idioma europeo. Si bien activos en la cosmopolita comunidad de su principal ciudad, son muy tradicionales en sus costumbres y creencias. Como musulmanes fieles, acatan con diligencia los preceptos islámicos

Motivos de oraciónOremos mientras los beduinos buscan a Dios a través de sus rituales religiosos, a fin de que puedan encontrar al verdadero Dios y vengan al conocimiento de Él por medio de Jesús, el Mesías. Oremos mientras esas personas se ven obligadas a pasar de su estilo de vida nómada del desierto a uno diferente, para que estén dispuestas a las buenas nuevas de salvación. Declaremos que en el nombre de Jesús cada beduino doble sus rodillas y que con su lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria del Padre (Filipenses 2:10-11).

Motivos de oraciónOremos para que los ajamis no se satisfagan con la riqueza material. Oremos para que no sean como «la semilla que cayó entre espinos», donde «las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que esta no llega a dar fruto» (Mateo 13:22).

Declaremos que los ajamis glorificarán al Señor con nosotros, y que juntos exaltaremos su nombre.

Oremos para que a los pocos ajamis creyentes les aliente lo que Dios está haciendo entre ellos y sean más intrépidos en testificarles de las buenas nuevas a sus familias.

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l ela levanta con cansancio un saco de grano. Lo muele usando las mismas herramientas que usaron sus antepasados. Hay pocos hombres en la aldea,

muchos han viajado fuera de la región a trabajar como obreros. Han viajado a todas partes de la Península Arábiga a trabajar. Su bien ganado dinero lo en-vían a sus familias. La madre de Lela tiene mucha influencia cuando gobierna el pueblo mientras los hombres están fuera. Lela vive en la provincia de Al Mahrah, en la frontera este de Yemen y cerca de Omán al norte. Los mahris viven en alguno de los lados de la frontera de Yemen y Omán. Lela llama a su madre en la lengua mahri, una lengua que es muy diferente al árabe, el idioma oficial de Yemen. ¿Se preservará este lenguaje? Ya Lela ha escuchado que se está hablando el árabe en el mercado. Desde que se terminaron los cinco túneles y se finalizó la carretera a lo largo de la costa sur, se ha incrementado el flujo de personas que vienen a su pueblo. Ya pasó el ais-lamiento de la gente de Al Mahrah. Lela se pregun-ta lo que vendrá a continuación en su vida. Está intrigada por las nuevas ideas que están llegando a su pueblo. Le encanta ver los programas de tele-visión, ahora que su primo tiene conectado la televisión por satélite. Existe un mundo del todo diferente por ahí que «sobresalta» su mente.

los beduinos de Omán son personas orgullosas y nobles con una reputación de ser honestos y francos. Un jeque beduino le contó con orgullo al invitado

acerca de una batalla contra otra tribu, en la que su abuelo tuvo el mando. Relató: «Ellos llegaron y se llevaron nuestros camellos, mujeres y niños un día cuando los hombres no estaban allí. En la noche, mi abuelo y los hombres los tomaron por sorpresa y los atacaron. Nosotros los derrotamos». Continuó diciendo cómo al final su tribu hizo las paces con los merodeadores. «Mi abuelo se reunió con su líder y realizamos un aHad (un pacto) con ellos». El jeque dijo: «Debe haber de-rramamiento de sangre a fin de establecer un aHad. Ellos mataron un camello y todos los hombres comimos juntos y acordamos no pelear de nuevo».

Algunos viajeros se detuvieron en una pequeña tienda junto a la autopista del desierto a fin conseguir un refresco. Uno hablaba árabe y se enfrascó en una discusión con el tendero. Los invitaron a sentarse y a disfrutar de café y dátiles con un pequeño grupo de hombres jóvenes de la localidad. Los beduinos (be-dus) son famosos por la hospitalidad y la amistad. Uno de los viajeros preguntó: «¿Cuáles son las noticias, cuál es la información?». Usó la manera bedu tradicio-nal para preguntar. Sorprendido, uno de los anfitriones exclamó: «¡Él es de no-sotros! Conoce nuestras costumbres». Esos nuevos amigos continúan visitándose con regularidad cuando viajan entre un pueblo y otro, siempre intercambiando noticias e información.

Las tierras de los antepasados bedus están localizadas en lo que han sido las partes aisladas de Omán. Esos remotos lugares se conectan ahora al resto del país y del mundo mediante carreteras. Muchas de las pendientes carreteras se están pavimentando y otros omaníes y extranjeros tienen cada vez más encuentros fre-cuentes con los bedus. Muchos bedus todavía se ocupan de la cría de camellos, la

pesca y el cultivo de dátiles, como lo hicieron sus antepasados por generaciones. Algunos ahora trabajan en la capital o en los EAU y en el petró-leo o gas en el sector de Omán. El cambio viene con rapidez a los bedus.

Oremos para que mientras viene el cambio, tengan creciente acceso al evangelio de manera que se les comunique con eficacia el amor de Dios.Oremos para que la reputación de honestidad y franqueza de los beduinos los acerque a la verdad que se halla en Jesús (Efesios 4:21).

Oremos para que las amistades con los seguidores de Cristo se desarrollen y resulten en la eficiente comunicación del evangelio.

Motivos de oración

Motivos de oraciónOremos para que los hombres de Al Mahrah que viajan fuera por trabajo, puedan entrar en contacto con personas que siguen a Jesús. Que vengan a Él y lleven el evangelio a casa, a sus familias.

Te alabamos, Padre, porque tú eres misericordioso y tus juicios son rectos. Ordenaste que el evangelio del reino se predicara en todo el mundo como testimonio a todas las naciones; y provincias remotas como Al Mahrah no son la excepción (Mateo 24:14).

Oremos para que mientras el pueblo de Al Mahrah experimenta cambios culturales, sociales y económicos, puedan cambiar de manera eterna a través de su fe en Jesucristo.

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Tres de nosotros nos sentamos juntos en el desierto a fin de beber café y té árabe

a la vez que merendamos unos dátiles y biz-cocho de leche desecada de oveja. Mientras uno de mis amigos atendía la cocina, nosotros conversábamos de casi todo, desde la Copa Mundial, bin Laden, hasta las motocicletas. Nuestra risa se calmó a medida que surgía el tema de lo sobrenatural. Las maldiciones, los hechizos y el mal de ojo eran realidades aquí, realidades que causan un temor oculto. Comenzaron a contar historias.

Hubo un grupo de hombres y un muchachi-to que se sentaron a comer juntos en el desier-to. Un flaco y hambriento gato andaba de un lado para otro, a la espera de que le lanzaran una migaja en su camino. El muchacho lo miró, pero nunca compartió algo de sus ali-mentos. Se alejó y continuó con su comida. Al

poco tiempo, el muchacho comenzó a tener problemas de desarrollo. Creció en cuerpo, pero jamás en mente. Ahora es un hombre adulto, pero es incapaz de cuidar de sí mismo y vaga sin rumbo por la aldea si se escapa de la casa de su madre. ¿Qué pasó? El gato le hizo mal de ojo. Le echó un maleficio porque nadie compartió con él su comida. Mu-chas personas son testigos de esta historia y nadie duda de su veracidad.

Mis dos amigos preguntaron si creíamos en los jinn (espíritus malos). Les dije que creíamos en Satanás, los demonios y los ángeles, pero que existen algunas diferencias de lo que ellos creen al respecto. Les conté la historia del endemoniado gadareno y de cómo ningún demonio puede resistir el poder de Isa (Jesús). Les expliqué que no existe poder en el cielo ni en la tierra que nos pueda separar de su amor y que no tenemos que temerle a Satanás porque Isa es más poderoso. Añadí que cualquiera bajo una maldición que vaya a Isa por libertad encontrará libertad del mal y mucho más.

A bdullah conduce por el litoral de Adén en su Land Cruiser con aire acondicionado. Estudió en Gran Bretaña, cuando todavía Adén era

un «protectorado» británico en los años sesenta, y regresó a fin de convertirse en un acaudalado hombre de negocios. Recuerda con cariño los días cuando estaban allí los británicos. Hubo muchos como él que les desagradaba la gran corrupción que surgió en la vida yemení desde esa época, ¿pero qué podían hacer? Abdullah se ha visto expuesto al cristianismo, pero siente que ya no necesita la religión. Está contento con las cosas que compra su dinero y espera que la mezquita que cons-truyó en su vecindario le lleve al cielo. Hay muy pocos hombres de influencia que conozcan a Jesús.

En Taiz, a dos horas al norte de Adén, vive otro Abdullah. Conduce un microbús y apenas devenga para el sustento de su esposa y seis hijos pequeños. Algunas veces realiza trabajos extra a fin de que sus niños no se avergüencen vistiendo ropas viejas durante los eids (días festivos). Hace unos años conoció a un extranjero que le ayudaba algunas veces, pero el extranjero se mudó. Sin embargo, este amigo le dejó algo a Abdullah. Se tomó el tiempo para sentarse con Abdullah y conversar sobre la importancia de su relación con Jesús. Después de visitarse muchas veces, Abdullah se entregó a Cristo, pero ha tenido demasiado temor para testificarle de su fe a su esposa o a cual-quier otra persona.

Motivos de oraciónOremos para que el temor que ciega sus mentes se rompa mediante el poder de la resu- rrección, para que conozcan la verdadera libertad y la bendición que vienen de permanecer en Cristo.Los efectos del mal de ojo son cosas que enfrentan los árabes musulmanes y con lo que luchan cada día.Oremos para que el poder y la autoridad del Señor Jesús lleguen a ser más evidentes cada día por toda la Península Arábiga.Oremos para que la salvación venga a los musulmanes en la Península Arábiga, a fin de que conozcan que «el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo» (1 Juan 4:4).

El Abdullah de Taiz conoce a Cristo.

Oremos por los pocos como él que necesitan discernimiento afin de testificar de su fe.Oremos para que Dios les ayude a vencer el temor.Rogemos para que el Señor le revele al Abdullah de Adén que sus buenas obras (construir una mezquita) son como trapos de inmundicia y que el Señor levante a esos que se inclinan y le teman solo a Él. Alabado seas, Padre, porque eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, un Dios que cambias de parecer y no destruye. Permite que los yemeníes árabes del sur lleguen a conocer que tú eres un Dios compasivo (Jonás 4:2).

Motivos de oración

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A hmed llama e invita con entusiasmo a su amigo cristiano y a su familia a su chalé. Mientras se acercaban conduciendo al chalé,

los amigos estaban asombrados por lo que veían: motos de agua, un barco y jinetes en caballos chapoteando en el agua cerca de la costa. ¡Opulencia total!

Los hombres y los niños desaparecen enseguida a fin de disfrutar las mu-chas actividades. Las mujeres se sientan y conversan. Esta es una familia árabe kuwaití del golfo, donde las mujeres tienden a mezclarse sin restricciones con los hombres y hasta quizá trabajen fuera de casa durante la semana. Visten a la moda, aunque casi siempre cubiertas por completo.

A medida que se acerca la noche, aparecen las monta-ñas de comidas. Las mujeres ponen las mesas, mientras las criadas corren deprisa asegurándose de que todo esté listo. Las familias invaden la mesa amontonando alimentos en sus platos. Poco a poco los platos y la comida desapare-cen, y el padre de Ahmed comienza a hablar. «Sabemos que ustedes son cristianos y que nosotros somos musul-manes: alhamdulillah (Alabado sea Dios). Procedemos de las mismas raíces, y debemos comprendernos los unos a los otros. Debemos aprender acerca de cada uno de no-sotros, porque así sabremos vivir de manera pacífica».

Los amigos visitantes de Ahmed suspiran con desa-liento. ¿Cuándo habrá hambre espiritual? ¿Cuándo habrá un deseo por algo más? ¿Algo que el dinero no puede comprar ni puede proveer esta opulencia? ¿Habrá alguna vez hambre por la verdadera paz.

Mohamed y su esposa, Aisha, son una joven pareja baluchi con ciuda-danía de los Emiratos Árabes Unidos. A sus hijos les encanta jugar

fútbol con los otros chicos del vecindario. Dentro de su hogar hablan baluchi y fuera hablan árabe. Viven en Ajman, uno de los emiratos más pobres del país. Solían vivir con los padres de Mohamed, pero se mudaron cuando el gobierno les dio un pedazo de tierra. Los cambios económicos en el país están afectando las relaciones sociales.

Los baluchis son un pueblo cuyo territorio se extiende a lo largo de varios países, incluyendo el este de Irán, el sudoeste de Pakistán y el sur de Afganis-tán. Miles de ellos vinieron a la Península Arábiga hace muchos años y se han integrado a la sociedad de los EAU en diferentes regiones. Un gran número tiene pasaportes de los EAU y se les considera un pueblo indígena del área. Algunos de los baluchis ocupan altas posiciones en la policía y el ejército. Otros baluchis no tienen pasaportes de ningún país y los llaman bidunes (los sin nada). A muchos de esos que nacieron y se criaron en los EAU quizá se les garantice pronto la ciudadanía.

Mohamed trabaja en Dubai, el emirato más próspero y de mayor extensión. Es trabajador y concienzudo. La mayoría de sus colegas en el trabajo son árabes expatriados o de la India y Pakistán. Mohamed está estudiando inglés por las noches a fin de mejorar sus oportunidades de ascenso en el empleo.

Una noche después de las clases, Mohamed estaba conversando acerca de los sueños con algunos de los otros estudiantes y un instructor extranjero. La ma-yoría de los estudiantes admitió que sueñan a menudo y creen que sus sueños tienen una influencia significativa en sus vidas. Uno contó que tuvo un sueño en que se hizo rico en una lotería local. Otro narró su sueño en que se casaba. Mohamed dijo que tuvo sueños de otra clase, pero no se los contó al grupo. El instructor es uno que Mohamed conoce como un cristiano de «corazón blanco» (un verdadero cristiano, no solo uno cultural). El semestre terminó antes que los dos hombres lograran hablar acerca de los sueños no expresados de Mohamed.

Roguemos para que la paz de Cristo gobierne los corazones de los árabes kuwaitíes.Roguemos para que los atavíos de la riqueza no se interpongan en llegar a conocer al Rey de reyes y que los árabes kuwaitíes busquen primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33).Declaremos que los de Kuwait, que en tiempos pasados anduvieron en tinieblas, ahora tengan el acceso al Padre por medio de su glorioso Hijo.¡Oh Señor, soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra! Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos... ¿Qué es el hombre, para que en él pienses?... Sin embargo, Señor, tú has visitado a los kuwaitíes. Acerca a ti a los que les has revelado tu nombre (Salmo 8).

Motivos de oración

Gracias al Señor que, al igual que se reveló en la Biblia en una visión al temeroso de Dios, Cornelio, Él extenderá su misericordia Mohamed y a otros baluchis.Oremos para que Mohamed y otros como él se sientan obligados a testificarle al instructor o a cualquier otro creyente acerca de sus sueños, los cuales es muy probable que sean de naturaleza espiritual.

Declaremos gracias al Señor, porque Él es bueno, pues su gran amor perdura para siempre y se extiende al pueblo baluchi (Salmo 106:1).

Motivos de oración

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Tiaba es una maestra de vein-tiséis años de edad que le

encanta su trabajo en la escuela pública. Aunque se le permitió de-jar las montañas a fin de estudiar en la universidad en la lejana capital, no se le permitía visitar a la vecina de al lado por si acaso vivían hom-bres en la casa que no fueran de la familia. A ella le encantaba visitar a la extranjera del otro lado de la calle, pero tampoco le permitían eso. Por lo tanto, cuando no está trabajando, ocupa sus horas viendo programas de televisión por satélite, en especial las telenovelas y los programas de cocina.

Zufar está en la región sur de Omán y es la tierra natal de numero-sas tribus. Los zufaríes son muy hos-pitalarios y tratables. Un visitante

El joven pescador desenreda con cuidado su red, orgulloso de la pesca que logró vender ayer. Emplea las mismas técnicas de pesca que usaron

sus antepasados durante siglos antes que él. Su huri de pesca (pequeño barco de pesca) lo heredó de su padre. La lengua que usa para instruir a su hijo le advierte al visitante que él no es árabe. Es un nativo de la isla de Socotra, fuera de la costa de Yemen. Su lengua principal es el soqotri.

A su alrededor están las plantas exóticas y la vegetación autóctonas de la isla. La resina del árbol sangre de dragón y los arbustos del incienso salpican el paisaje. Se están implementando estrictas reglas mientras los ecologistas tratan de salvar las plantas únicas allí. Con el advenimiento de los vuelos de aviones a la isla, los pescadores comienzan a ver cambios en su vida. En los mercados se están infiltrando alimentos que no se cultivan en Socotra. Ahora hay escuelas en la isla, así como más atención médica.

Los turistas que arriban a su isla sorprenden al pescador. Él observa su extraña ropa y lengua extranjera. Les traen nuevas ideas y costumbres raras. Algunos lo pasan por alto o lo con-templan como lo haría alguien que observa una estatua inte-resante. Otros le sonríen y le saludan. Puede decir que les en-cantarían entablar una conversación con él, pero la barrera del idioma crea una amplia brecha.

extranjero, quien ha viajado a través de muchos países, los describió como las personas más amigables que haya conocido jamás. Tienen fuertes lazos familiares y el honor de la tribu y la lealtad son importantes.

Los musulmanes zufaríes han vi-vido por tradición en las montañas o a lo largo de la costa, criando ganado o pescando. En sus casas hablan len-guas indígenas, que a menudo solo comprenden otros miembros de su tribu. Este aislamiento, debido a la expansión del desierto y a las mon-tañas, les han permitido retener su cultura tradicional. Por esta razón, otros omaníes los malentienden y desprecian a menudo. En la actuali-dad, muchos se están mudando más cerca de la ciudad, donde está dis-ponible la educación para sus hijos.

Motivos de oraciónOremos por los zufaríes a fin de que vean en la Biblia los valores, el honor y la lealtad de la familia y que esto los atraiga a Jesús.Oremos para que esos que se mudan más cerca de la ciudad tengan más oportunidades de estar expuestos a las buenas nuevas.Gracias al Señor que ninguna extensión del desierto, ni montañas, ni aislamiento pueden separar al pueblo zufarí del amor de Dios (Romanos 8:39).

Oremos para que mientras el Señor satisface el deseo de cada cosa viviente y les da su comida o pescado en su debida temporada, los ojos de los socrotranos reconozcan al Dador de todas las cosas buenas (Salmo 107:9). Oremos para que mientras a los socrotranos les presentan las nuevas costumbres y las nuevas ideas, estén listos para las verdades de Dios, y que Él los proteja de las cosas malas de este mundo. Señor, prepara el camino para que se conozca a tu Hijo.Oremos para que Dios les hable a través de sueños y visiones, enviándoles personas que le conozcan y que puedan testificar de quién es Él.

Motivos de oración

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Salaam ’alaykum!», saluda el creyente de mediana edad mientras entra a la di-

wania (una sala de estar separada donde so-cializan los hombres).

«¡Wa alaykum Al-Salaam!», responden a coro los hombres recostados en los sofás que bor-dean las paredes de la habitación. Los hombres se paran, mientras el visitante recorre el círcu-lo, saludando a cada uno de ellos con un beso y por último ocupa el asiento de honor más lejano de la puerta.

Para la mayoría de los hombres en la habita-ción, esta es la primera vez que se reúnen con este hombre. Sin embargo, al poco tiempo, están concentrados en animadas discusiones con él, intercambiando historias de una parte a otra, cada uno teniendo mucho en común con el resto. Escuchan historias de que ven a Jesús en visiones, de que ven su poder en sus vidas, de tener sus ojos abiertos a la vacuidad de su antigua forma de vida.

Una ráfaga de adrenalina llena las venas de los pocos extranjeros sentados en la habi-tación. Este es el momento por el que han estado anhelando y luchando para ver du-rante tantos años. Y ahora al fin está aquí, aun cuando fue un sueño: un grupo de cre-yentes locales se cuentan unos a otros con entusiasmo cómo Jesús ha tocado sus vidas. ¿Puede esto ser solo el principio? ¿Pueden esos pocos creyentes llegar a ser los ancianos fundadores del cuerpo de Cristo?

Ahora bien, menos de dos años después, la mayoría de los presentes en la diwania han caído, se han marchitado o alejado. Algunos han vuelto a sus antiguas formas de vida, llenándose de amargura, envidia, mintiendo y desilusionando. Otros se han es-pantado por la persecución de la familia. A pesar de todo, otros solo están activos y se encaminan hacia su recién descubierto tesoro.

U na de las veinte tiendas de perfumes en el centro comercial de cinco pisos en la principal zona comercial están atestadas de mujeres, ador-

nadas de pies a cabeza de negro. Una nueva fragancia se ofrece ese día, y cada señora quiere ser la primera en deslumbrar a su esposo con la nueva esencia. Un indio en el mostrador (uno de los más de cinco millones de trabajadores extranjeros que sirven en la economía saudí) le ofrece a una dama el primer atomizador. Son las once y quince de la mañana, así que pronto terminará el tiempo de compras cuando llegue el llamado a la oración del mediodía. Todas las tiendas cerrarán mientras los hombres recorren las calles hacia la mezquita para el oodoo (ritual de limpieza) y las oraciones. La señora ya llamó al chofer desde su teléfono celular. Él tiene el auto encendido y frío desde el calor de la hora del mediodía. Como un fantasma negro, ella entra al asiento trasero y se dirige al hogar. Después del almuerzo y una siesta, ayudará a su hijo de doce años con la memorización del Corán, esperando que gane el concurso de la escuela. Se pregunta: «¿Le traerá a la familia tan gran honor? ¿Irá a la universidad como su padre? ¿Logrará encon-trar una chica buena para casarse?».

Este es un vistazo de la vida para los diecio-cho millones de árabes saudíes que viven en Arabia Saudí. El ciclo de vida gira cada vez más rápido como la televisión por satélite, la Inter-net y los viajes al extranjero que arrancan a la cultura saudí de su esencia. A pesar del opu-lento estilo de vida, muchos saudíes están ator-mentados por la opresión del wahhabí (muy estricto) islámico. Los ingresos por el petróleo no pueden llenar el vacío de Dios en la vida de una persona. Los padres luchan con la manera de criar a sus hijos en un mundo que avanza tan veloz.

Los niños y los adolescentes están indecisos entre la forma de vida de sus abuelos y la alta velocidad de la generación de MTV.

«¡

Motivos de oraciónPidamos para que los árabes saudíes vean que la confianza en la riqueza y la jactancia por la multitud de sus riquezas no puede ser el medio de su redención ante Dios.Oremos para que los saudíes experimenten la libertad que puede traer Cristo, liberándolos de las ataduras del wahhabí del Islam y el materialismo.Oremos para que a los pocos saudíes creyentes se les devuelva de continuo el gozo de la salvación del Señor y les sostengan con la buena voluntad del Espíritu. Así les enseñarán a los transgresores sus caminos y los pecadores se convertirán a Él (Salmo 51:12-13).

Motivos de oraciónPor el Evangelio de Lucas sabemos que hay diferentes tipos de terrenos: el camino duro, el de piedra, el de espinos y el buen terreno. Oremos para que la Palabra de Dios se plante en buen terreno (Lucas 8:5-8). Oremos para que Jesús levante la iglesia, que las puertas del infierno no prevalezcan contra ella y que los que han saboreado y visto que el Señor es bueno vuelvan a la bondad de Él.Oremos para que la iglesia reconozca, asuma la responsabilidad y se arrepienta por sus pecados que salen del corazón del hombre, pecados tales como la amargura, la envidia, la mentira y la desilusión.Oremos para que el nombre del Señor sea glorificado en los corazones de las personas por toda la Península Arábiga y que muchos se reúnan juntos en compañerismo.

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Recursos––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Operacion MundoPara más información de la oración acerca de todo el mundo, vaya ahttp://www.gmi.org/ow/

Adopte un pueblo (o pais) Una iglesia, congregación o grupo de compañerismo realiza un serio compromiso a hacer todo lo que puedan por alcanzar su pueblo adoptado al trabajar en sociedad con la agencia misionera que escoja. Todas las iglesias que adopten están de acuerdo en proveer bien informada y convenida oración por su pueblo. En dependencia de la agencia misionera que escojan, a una iglesia quizá se le pida que ayude a suplir fondos en el empeño de alcanzar a su pueblo o proporcionar personal que ayude a alcanzarlos.http://www.adopt-a-people.org

Proyecto JosueEl Proyecto Josué procura destacar los pueblos del mundo que tienen al menos presencia cristiana en su medio y alentar iglesias pioneras entre cada grupo étnico. http://www.joshuaproject.net De ethnos a ethnos El cuerpo entero: Todos los ethnos [pueblos o naciones] se unen a la vez para alcanzar al resto de los ethnos. Lenguaje bíblico: reflejando la inclusión global de todos los creyentes y pueblos. Transformación de la Gran Comisión: A medida que respondan otros ethnos, se unirán a nosotros con el propósito de continuar la transformación de nuestras naciones y nuestro mundo.http://www.ethne.net

Suenos y visionesPor décadas, un fenómeno se repite en el mundo musulmán. Los hombres y mujeres, sin ningún conocimiento del evangelio y sin ningún contacto con cristianos, se han transformado para siempre después de experimentar sueños y visiones de Jesucristo. Los informes de estos acontecimientos sobrena-turales vienen a menudo de «países cerrados» donde está prohibida la predicación del evangelio y donde la conversión al cristianismo exigen la sentencia de muerte. Un común denominador parece ser el de que los sueños vienen a esos que procuran conocer y agradar a Dios. Nosotros deci-dimos recoger algunas de esas historias y usarlas como un recurso para testificarles a los musulmanes de todo el mundo. http://www.dreamsandvisions.com/English

Magdalena: Liberada de la vergüenzaEsta película narra la historia de la vida, muerte y resurrección de Jesús desde el punto de vista de las mujeres. Jesús transforma vidas. Confiamos que su poder transformador continúe en los corazones de las musulmanas a través de esta película. http://www.magdalenamovie.com

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OracionLa mayor obra que puede hacer es seguir orando por la Península Arábi-ga. Si aún no está recibiendo las actualizaciones semanales de oración (solo en inglés), por favor, ¡visite www.pray-ap.info y anótese! Allí en-contrará vínculos hacia las necesidades de oración del país en específico de la Península Arábiga, así como más información. Por favor, desafíe a las personas de modo que oren por la Península Arábiga usando estos recursos.

DarA medida que ha leído esta guía de oración, puede ver que Dios está en acción en el mismo corazón del Islam. Su reino crece cada día mientras las personas llegan a conocer el mensaje de Jesús para ellas. Esto pasa de-bido a las oraciones de las personas a Dios, debido a que los misioneros van allí a predicar las buenas nuevas, así como por la radio y la televisión cristiana, la Internet y la Palabra impresa que se ponen a disposición en cada país.

• Brindar apoyo a un obrero cristiano en la Península Arábiga• Brindar apoyo a los ministerios de radio, televisión e Internet• Brindar apoyo para la compra de Biblias y libros cristianos y la distribución de estos materiales

A fin de informarse más, comuníquese con una agencia misionera localcon conexión a la Península Arábiga o envíe un correo electrónico [email protected].

IrUn creciente número de agencias misioneras trabaja en la Península Arábiga. La mayoría de las veces, necesitará tener algún tipo de trabajo para quedarse a tiempo completo. Los estudiantes universitarios pueden tomar un año o dos de sus estudios en la Península Arábiga. Si está preparado como obrero o profesional (casi en cualquier tipo de trabajo), es probable que exista una plaza para usted en uno de los países. Ser un «misionero» en la Península Arábiga significa ser cristiano, trabajando en un empleo y que le guste testificarles de Jesús a los que le rodean. Su próximo paso es conversar con una agencia misionera a fin de ver las oportunidades que podrían tener para usted.

Oracion

Oración, dar, ira la Península Arábiga

,«El evangelio para cada

persona y una iglesiapara cada pueblo en la

Península Arábiga entre los pueblos indígenas».

¡Gracias por orarpor nosotros!

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