prevencion y readaptacion

59
M M M Á Á Á S S S T T T E E E R R R P P P R R R O O O F F F E E E S S S I I I O O O N N N A A A L L L E E E N N N A A A L L L T T T O O O R R R E E E N N N D D D I I I M M M I I I E E E N N N T T T O O O DEPORTES DE EQUIPO

Upload: marcfabregas

Post on 19-Nov-2015

49 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

prevencion y readaptacion

TRANSCRIPT

  • MMMSSSTTTEEERRR PPPRRROOOFFFEEESSSIIIOOONNNAAALLL

    EEENNN AAALLLTTTOOO RRREEENNNDDDIIIMMMIIIEEENNNTTTOOO

    DEPORTES DE EQUIPO

  • PREVENCIN Y READAPTACIN A LA COMPETICIN DEPORTIVA

    Dani Romero. Profesor de lEscola Universitaria de Fisioterpia Blanquerna (Universitat Ramon Llull).

  • 1. LA PREVENCIN EN EL DEPORTE ..................................................... 1

    1.1. Incidencia lesional ......................................................................... 1

    1.1.1. El coste econmico. Cuestion de nmeros...y de salud. 1

    1.1.2. Los nmeros continan cantando: muchas lesiones y

    semanas de ausencia de la competicin. Dnde se

    localizan habitualmente?................................................

    3

    1.1.3 Localizacin habitual: la rodilla y el tobillo y las

    lesiones musculares de la extremidad inferior ................

    4

    1.1.4 Otro tipo de deportes. Tambin la extremidad inferior

    continua siendo la ms afectada por lesiones..................

    10

    1.2. Caractersticas de las lesiones. ...................................................... 11

    1.2.1. Periodo de aparicin de la lesin durante la temporada .. 11

    1.2.2. Lesin contacto-no contacto ........................................... 14

    1.2.3. Gravedad lesional / recidivas.......................................... 16

    1.2.4. Posicin en el campo ...................................................... 19

    1.2.5. Momento de aparicin de la lesin ................................. 20

    1.2.6. Circunstancias del juego. Acciones ofensivas

    defensivas.......................................................................

    22

    1.3. Factores de riesgo asociados a la lesin en el deporte .................... 23

    1.3.1. Introduccin ................................................................... 23

    1.3.2. Mecanismo lesional........................................................ 25

    1.3.2.1. Las lesiones por contacto: el tackle como

    accin ms lesiva..........................................

    25

    1.3.2.2. Las lesiones sin contacto. Mayor campo de

    prevencin. Los mecanismos de salida

    abierta y salida cerrada. ................................

    27

    1.3.2.3. No tan slo hay lesiones en la extremidad

    inferior..........................................................

    33

    1.3.3. Existencia de lesiones previas ........................................ 33

    1.3.4. Alteracin propioceptiva ................................................ 34

    1.3.5. Retardo electromecnico ................................................ 36

    1.3.6. Falta de fuerza ................................................................ 37

  • 1.3.7. Capacidad de aceleracin (capacidad de fuerza

    explosiva) .......................................................................

    40

    1.3.8. Aumento de la laxitud ligamentosa asociada al ejercicio 40

    1.3.9. Caractersticas de la musculatura.................................... 41

    1.3.10. Tcnica de los gestos deportivos .................................... 42

    1.3.11. Flexibilidad .................................................................... 42

    1.3.12. La fatiga muscular .......................................................... 44

    1.3.13. Calzado .......................................................................... 47

    1.3.14. Edad ............................................................................... 48

    1.3.15. Sexo ............................................................................... 49

    1.3.16. Categora federativa de los deportistas ........................... 50

    1.3.17. Extremidad dominante no dominante .......................... 52

    1.3.18. Etnia del deportista......................................................... 52

    1.4. Intervencin asociada a la prevencin de las lesiones deportivas... 53

    1.4.1. Introduccin ................................................................... 53

    1.4.1.1. Hacia la evidencia de la prevencin:

    planificaciones basadas en los anlisis de la

    incidencia lesional y los factores de riesgo

    asociados a la lesin deportiva .....................

    53

    1.4.2. Diferentes planes de prevencin ..................................... 60

    1.4.2.1. Importancia del trabajo en el periodo

    vacacional y en la pretemporada...................

    60

    1.4.2.2 Adecuacin del entrenamiento y los

    programas de prevencin a la demanda real

    tanto biomecnica como metablica del

    deporte. Importancia del entrenamiento de

    la fuerza........................................................

    61

    1.4.2.3 Los programas de prevencin con

    parmetros mltiples ....................................

    64

    1.4.3. Prevencin especfica de la rodilla ................................. 66

    1.4.3.1. El trabajo isquiotibial como estabilizador de

    la rodilla .......................................................

    66

    1.4.3.2. El trabajo del control neuromuscular ............ 68

  • 1.4.4. Prevencin especfica del tobillo .................................... 72

    1.4.4.1. El peligro de las recidivas en el tobillo ......... 72

    1.4.4.2. La necesidad de orientar de forma

    especfica las cargas en el tratamiento y

    prevencin de lesiones..................................

    74

    1.4.4.3. Aplicacin de contenciones externas ............ 75

    1.4.5 Prevencin y propiocepcin ........................................... 79

    1.4.5.1. Principios neuromusculares en los ejercicios

    de propiocepcin ..........................................

    82

    1.4.5.2. La introduccin de perturbaciones................ 83

    1.4.5.3. Los trabajos de entrenamiento

    propioceptivo mediante circuito ...................

    85

    1.4.5.4. La adquisicin de patrones neuromusculares

    en sustitucin de los patrones lesivos ...........

    90

    1.4.5.5. Las cargas funcionales en los estmulos

    propioceptivos ..............................................

    93

    1.4.6. Los ejercicios pliomtricos como ayuda en la

    adquisicin de patrones neuromusculares no lesivos.. ....

    95

    1.4.7. La sobrecarga excntrica ................................................ 97

    1.4.8. Calzado y prevencin ..................................................... 100

    1.4.9. Utilizacin de espinilleras .............................................. 102

    2. LA PREDICCIN DE LESIONES EN EL DEPORTE ............................ 104

    3. LA READAPTACIN A LA COMPETICIN DEPORTIVA .............. 111

    3.1. Definicin y planteamiento del proceso de Readaptacin a la

    competicin....................................................................................

    111

    3.2 Antecedentes existentes cercanos a la idea de Readaptacin.......... 112

    3.3. Realidad actual de la readaptacin del deportista. .......................... 115

    3.4. Estudios relacionados con la aplicacin de la readaptacin a la

    competicin deportiva. Algunos ejemplos de tratamiento de

    lesiones. .........................................................................................

    116

    3.4.1. Las lesiones musculares y tendinosas. La introduccin

    del trabajo excntrico .....................................................

    116

  • 3.4.2. Las lesiones articulares. Propuestas de tratamiento con

    implicaciones en la fase de readaptacin a la

    competicin ....................................................................

    122

    3.4.3. La planificacin de la readaptacin ha de nutrirse del

    conocimiento basado en los estudios funcionales de las

    demandas reales del deportista .....................................

    129

  • Introduccin. El presente documento trata de forma especfica sobre la prevencin en el

    deporte y la readaptacin a la competicin, y est adaptado al Master Profesional de

    Alto Rendimiento Deportivo en Deportes de Equipo, organizado por CEDE en

    colaboracin con la Fundaci FC Barcelona y la empresa Byomedic.

    El documento se estructura en los dos grandes puntos citados, y tiene como

    objetivo fundamental desarrollar de forma crtica y avanzada la bibliografa actual

    existente sobre cada uno de los temas. En primer lugar se encuentra el bloque sobre

    Prevencin en el deporte. Este tema es el que cuenta con un mayor desarrollo debido

    a que ha sido tratado por la literatura cientfica de una forma mucho ms amplia que la

    Readaptacin al deporte. Los estudios de prevencin citados han sido extrados, en la

    inmensa mayora, de trabajos realizados en deportes de equipo, y si se ha focalizado

    algo ms en algn deporte ha sido debido a que exista ms bibliografa sobre el

    mismo. Es interesante tener en cuenta que numerosos temas de prevencin han sido

    instaurados desde el empirismo y el mimetismo, y no se han corroborado desde una

    ptica ms racional, ms cientfica. Es pues interesante estar abiertos a leer

    comentarios que nos puedan provocar cierta disonancia cognitiva, aunque no sea

    objetivo de estos apuntes.

    Adems, dentro de este bloque de prevencin realizamos un apartado sobre

    trabajos relacionados con la prediccin de lesiones. El tema de prediccin se refiere a

    la identificacin de factores de riesgo predictivos de lesiones concretas, hecho que

    permite identificar los deportistas ms expuestos a stas. Este campo de estudio

    debera preceder los trabajos de prevencin.

    En segundo lugar, se ha trabajado la Readaptacin al Deporte. Este bloque se

    centra en un tema, la readaptacin a la competicin deportiva, que, a diferencia de la

    prevencin, ha tenido y tiene un tratamiento prcticamente nulo en la bibliografa

    cientfica. Si realizamos bsquedas de informacin podemos darnos cuenta de que no

    existe prcticamente ningn trabajo que trate de la planificacin del deportista

    lesionado a la competicin, es decir, que trate sobre la fase en que la estructura

    lesionada est biolgicamente curada pero el sujeto no puede desarrollar de forma

    normal su prctica deportiva. A pesar de esto, se realiza un anlisis sobre el origen

    ms cercano de la readaptacin, y se tratan los estudios que enfocan la recuperacin

    del deportista desde una ptica ms funcional que la puramente tradicional de la

    fisioterapia.

  • 1.- LA PREVENCIN EN EL DEPORTE

    Los estudios realizados sobre deportistas que participan en deportes de equipo

    son muy numerosos. En muchos de ellos se focaliza el tema de la prevencin de

    lesiones en el deporte, pero raramente se intenta ver el efecto que una intervencin

    puede tener directamente en la prevencin de lesiones, es decir, si una actuacin

    realmente disminuye o no las lesiones dentro de un contexto deportivo. Para poder

    iniciar un planteamiento serio sobre este tipo de trabajos, lo primero que hemos de

    conocer es el tipo de lesiones que se producen y la incidencia de stas en los

    llamados deportes de equipo.

    1.1.- Incidencia lesional

    1.1.1.- El coste econmico. Cuestin de nmeros...y de salud.

    El tema de la prevencin de lesiones adquiere una importancia relevante si nos

    referimos especialmente a aquellos deportes donde existen inversiones e intereses

    econmicos de gran magnitud. Tradicionalmente, uno de los mximos exponentes de

    dichos deportes es el ftbol, y tal y como explica Woods et al (2002), las lesiones

    provocan una prdida econmica muy importante. En las dos temporadas que

    estudiaron estimaron una prdida por lesiones de 74.7 millones de libras en la liga

    profesional inglesa.

    Rahnama et al (2002) tambin comentan la incidencia de lesiones en ftbol,

    concretamente de 17-24 lesiones por cada 1000 horas de juego, y alude a los grandes

    costes econmicos que esto representa en Gran Bretaa cada ao. Con relacin a

    esto, Drawer y Fuller (2002) explican que, teniendo en cuenta el nmero de jugadores

    de un club, las proporciones de lesin, y el valor monetario correspondiente a cada

    grado de severidad lesional, es posible llegar a un clculo relativamente simple de los

    costes asociados con la lesin, hecho que permitira realizar una evaluacin de cada

    situacin en concreto y una optimizacin de la distribucin de las inversiones.

    Est claro que este ltimo punto nos informa de la necesidad de estudiar cmo

    realmente se puede llegar a prevenir una lesin, analizando las estrategias ptimas y

    los profesionales ms cualificados para tales tareas. Parece ser que ste sera un

    buen inicio para intentar disminuir el nmero de lesionados en un club deportivo,

    hecho especialmente relevante desde el punto de vista econmico si hablamos de

    deporte profesional. Todo esto se complica, de forma curiosa, si leemos el trabajo de

    Waddington et al (2001) sobre la forma en que habitualmente son contratados los

  • mdicos y fisioterapeutas de los clubes del ftbol profesional ingls. En este trabajo,

    los autores realizan entrevistas a 12 mdicos y 10 fisioterapeutas, y recibieron 58 de

    los 90 cuestionarios que enviaron a mdicos del ftbol. Adems tambin se realizan

    entrevistas a 27 jugadores y exjugadores sobre sus experiencias sobre lesiones y

    tratamientos de rehabilitacin, y se reservaba de forma permanente el anonimato.

    Sin extendernos sobre este trabajo de Waddington et al (2001) , es interesante

    comentar los siguientes puntos:

    - La mayora de mdicos no tenan dedicacin completa en el club al

    que pertenecan, lo que quiere decir que se tenan que dedicar a otros

    trabajos para conseguir un salario razonable

    - Los salarios son ms modestos de lo que se podra pensar en

    principio;

    - Muchos mdicos realizaron su fichaje mediante contactos personales:

    el mdico anterior era su jefe a nivel laboral (cuando desarrollaban

    medicina general), o bien era un familiar, o bien obtena el puesto de

    trabajo gracias a un contacto personal relacionado con el club

    En base a estos datos, parece ser que, al menos en cuanto a la forma de

    contratacin, no est realmente garantizada la competencia profesional de mdicos y

    fisioterapeutas de clubes profesionales de la liga inglesa.

    Por otra parte, en el mismo trabajo se habla de la contratacin de los

    fisioterapeutas, y vuelve a darse el caso que la mayora de ellos realizaban el contrato

    laboral con el club gracias a contactos personales. Es curioso el hecho de que muchos

    de ellos son exjugadores.

    Adems de esta repercusin en el mundo profesional, Inklaar (1994) nos

    explica que la prctica del ftbol tambin es un problema de costes sanitarios en la

    seguridad social de un pas donde dicho deporte es el ms practicado por la poblacin.

    El estudio est realizado sobre poblacin holandesa, e incide en la necesidad de

    identificar los futbolistas en subgrupos segn el riesgo de sufrir lesiones y as

    desarrollar una estrategia de prevencin adecuada para reducir gastos. Segn este

    autor, la literatura sobre epidemiologa de lesiones en el ftbol ha mostrado datos

    conflictivos en cuanto a incidencia, severidad y etiologa, dndose diferentes

    resultados que podran parcialmente explicarse por las diferentes definiciones de

    lesin y los diferentes diseos metodolgicos utilizados.

    Segn datos del National Collegiate Athletic Association (NCAA), se estima que

    en un ao se producen ms de 10000 lesiones de rodilla en atletas femeninas en

    poblacin de secundaria y bachillerato. De estas lesiones, aproximadamente unas

    2200 son rupturas del LCA. El coste del tratamiento asciende, incluyendo el

  • tratamiento quirrgico y la rehabilitacin de las lesiones de LCA, a unos 17000$ por

    paciente, lo que eleva la cifra a ms de 37 millones de dlares anuales. Hemos de

    pensar que estos datos de costes se refieren a la lesin y tratamiento, pero no recogen

    el coste que representa la prdida de sesiones de entrenamiento y competicin ni

    tampoco el efecto psicolgico que podra derivarse.

    Esta ausencia ante una lesin podra elevarse tambin a millones de euros si

    hablamos de deportistas profesionales en segn qu deportes. El trabajo de Hewett et

    al (1999), con una muestra de 1263 jvenes deportistas mujeres de diferentes

    deportes (ftbol, baloncesto y voleibol) registr 14 lesiones serias durante un ao

    (tabla 1).

    Evidentemente, no slo es importante el tema econmico. Existe realmente un

    problema de salud si tenemos en cuenta lo que nos explica Drawer y Fuller (2002) al

    comentar que el 47% de los futbolistas en el Reino Unido han de retirarse por una

    lesin crnica o aguda. Adems, este riesgo de lesin es mayor si pensamos que los

    futbolistas no son correctamente informados de cmo realizar una buena prevencin

    debido a que los clubes normalmente no ofrecen estos servicios o no los ofrecen de la

    mejor manera posible.

    1.1.2.- Los nmeros continan cantando: muchas lesiones y semanas de

    ausencia de la competicin. Dnde se localizan habitualmente?

    Sobre la incidencia lesional y el tipo de alteracin sufrida, Drawer y Fuller

    (2002) explican que entre los 138 futbolistas que estudiaron, registraron 744 lesiones

    que les impidieron entrenar o competir, con un promedio de ausencia de 14.7 das,

    Tabla 1.- Lesiones de gravedad encontradas por Hewett et al (1999).

  • mayor en las lesiones con recidiva (18.2 das, conformando el 22.3% del total de

    lesiones) en comparacin a las nuevas lesiones (13.7 das). Esto se traduca en una

    ausencia de 39.6 das de ausencia por jugador y ao, hecho que supone el 13% de la

    temporada.

    Junge et al (2004) desarrollan un sistema para captar la incidencia,

    circunstancias y caractersticas de las lesiones de ftbol. Para ello aplican dicho

    mtodo en diferentes torneos internacionales de la FIFA y de los JJOO. Recogieron

    901 lesiones, lo que equivale a una incidencia de 2.7 lesiones por partido o 88.7

    lesiones por cada 1000 horas de juego. De estas lesiones, resulta que las que

    provocaron ausencia del entrenamiento o la competicin suponan una incidencia de

    35 por cada 1000 horas de juego, lo que aproximadamente corresponde a 1 lesin por

    partido. La zona predominantemente lesionada fue el tobillo (17%) y el muslo (16%),

    pero las lesiones de la cabeza y el cuello (16%), la pierna (15%) y la rodilla (12%)

    tambin fueron frecuentes. Las de extremidad superior (6%) y el tronco (8%) fueron

    menos frecuentes.

    Respecto a la variedad de diseos metodolgicos utilizados, tambin Andersen

    et al (2003) explican que este hecho dificulta la posibilidad de comparar datos. Estos

    autores hablan de una incidencia lesional en futbolistas que se encuentra en un rango

    de entre 10 y 35 por cada 1000 horas de juego. De entre los diferentes estudios,

    podemos ver que la mayora de lesiones se encuentran en la extremidad inferior. El

    75% de las lesiones de los jugadores profesionales son distensiones, esguinces y

    contusiones. La extremidad inferior presenta el 60-85% del total de lesiones en ambos

    sexos, siendo la articulacin ms daada la rodilla y despus el tobillo (Rahnama et al,

    2002). Olmsted et al (2004) estudian la aplicacin de tobilleras y vendajes en la

    prevencin de lesiones de tobillo, y en su introduccin destacan que se ha observado

    que la lesin ms comn en ftbol es el esguince de tobillo, constituyendo en ftbol

    americano un 10-15% de las lesiones, y destacando la gran incidencia en baloncesto y

    en hockey hierba.

    1.1.3.- Localizacin habitual: la rodilla y el tobillo y las lesiones musculares de

    la extremidad inferior.

    En algunos studios es la articulacin del tobillo la que resulta ms lesionada

    (Waddington y Adams, 2003, con jugadores de baloncesto), en otros lo es la rodilla,

    sobre todo el LCA, la zona ms vulnerable. Esto lo podemos ver en la introduccin de

    White et al (2003) al hablar de jugadoras de ftbol y baloncesto y tambin en el

    artculo de Gleeson et al (1998). Woods et al (2003) estudian las lesiones en el tobillo

  • (de gran incidencia en el ftbol), el periodo de tiempo perdido que provocan, su

    mecanismo lesional y la utilizacin de soportes externos para as poder desarrollar un

    plan de prevencin y rehabilitacin. Entre los autores que citan, destaca el trabajo de

    et al (1985), quienes observaron que el 75% de las lesiones de tobillo eran esguinces

    ligamentosos, normalmente del complejo lateral.

    Este trabajo de Woods et al (2003), que utiliza la misma metodologa que el

    realizado por los mismos autores anteriormente (Woods et al, 2002), recoge los

    cuestionarios obtenidos por los fisioterapeutas y mdicos de clubes profesionales

    ingleses. En el mismo se explica que el 11% de las lesiones estaban localizadas en el

    tobillo, lo que proporciona un valor inferior a otros trabajos. Tal y como ya hemos

    comentado y segn han escrito otros autores (Andersen et al, 2003; Inklaar, 1994), es

    posible que esto sea debido a la metodologa utilizada, donde no incluan lesiones que

    necesitaban menos de 48 horas para volver a la actividad. Vieron que la mayora de

    alteraciones se producan en el complejo externo (77%). Otros datos interesantes que

    los mismos autores exponen es que el 83% de las lesiones de tobillo tenan una

    recuperacin de menos de un mes, lo que sugiere que la mayora de esguinces no

    eran severos, siendo as ms importante la incidencia que la gravedad. Con relacin a

    esto, la tabla 2 (Stacoff et al, 1996) muestra la incidencia de lesiones de tobillo en

    diferentes deportes.

    Peterson et al (2000) realizan un estudio prospectivo de la incidencia de

    lesiones y molestias en futbolistas de diferente edad y categora. La muestra es de 264

    individuos, y quedan clasificados en cuatro niveles segn la categora de los equipos

    donde jugaban. Recogen 558 lesiones durante el ao que esta muestra fue seguida, lo

    que resulta en 2.1 lesiones por jugador y ao (tabal3). La mayora se produjeron en la

    rodilla y el tobillo, siendo la rodilla la que mayor lesiones de gravedad sufri, seguida

    Tabla 2.- Incidencia de lesiones de tobillo en diferentes deportes (Stacoff et al, 1996).

  • de la extremidad superior, el tobillo, la columna lumbar y el muslo. La gran parte de las

    lesiones lumbares, de la ingle y de la pierna fueron debidas a sobrecarga, lo que

    quiere decir que la mayora de las producidas en la columna lumbar y la ingle se

    dieron sin contacto.

    Es interesante destacar el trabajo de Woods et al (2002) debido a que nos

    informa de la incidencia lesional en el ftbol comparando la pretemporada con el

    periodo competitivo. Estos autores encontraron que las lesiones ms frecuentes de la

    pretemporada son las distensiones musculares (19%), las fracturas (15%),

    distensiones ligamentosas (13%) y los desgarros meniscales (10%). En relacin con la

    gravedad, las lesiones moderadas ms frecuentes fueron las distensiones (52%),

    esguinces (25%) y tendinitis (8%) (tabla 4). En ambos periodos estudiados, la mayora

    se localizaban en la extremidad inferior (69%), y existan ms lesiones de la pierna en

    pretemporada (tabla 5).

    Tabla 3.- Gravedad lesional encontrada por Petersen et al (2000).

    Tabla 4.- Lesiones encontradas en el trabajo de Woods et al (2002).

  • En este mismo estudio y respecto a las lesiones musculares, exista una

    diferencia a destacar, y es el hecho de que las producidas en el cuadriceps ocurran

    ms en pretemporada (la que se produca en mayor nmero de ocasiones era la del

    recto anterior, representando el 29% de las lesiones musculares, mientras al aductor

    mayor le corresponda el 12% y al bceps femoral el 11%). Por otra parte, en la

    temporada el msculo con ms porcentaje de lesin era el bceps femoral (21%),

    seguido del aductor mayor (15%) y del recto femoral (14%).

    stenberg y Roos (2000) pudieron ver que el tipo de lesin ms frecuente en

    jugadoras de ftbol fue la distensin muscular (32%), seguida del esguince

    ligamentoso (18%) y la contusin (17%), siendo la rodilla la zona ms afectada. Junge

    et al (2004) recogieron 171 lesiones en el Mundial de Ftbol de 2002, lo que equivale a

    una incidencia de 2.7 lesiones por partido o 81 lesiones por cada mil horas de juego.

    Las partes del cuerpo que ms lesiones sufrieron fue el muslo y la pierna. Tambin

    fueron frecuentes las lesiones en la cabeza, rodilla y tobillo. La mitad de las lesiones

    fueron debidas a contusiones, mientras los distensiones eran el 15% y los esguinces el

    14%. Diez lesiones fueron diagnosticadas como rupturas musculares, cinco como

    tendinosis, cuatro como contusin, tres como fractura, y tambin hubo una ruptura

    ligamentosa y una lesin meniscal.

    Si continuamos analizando el trabajo de Woods et al (2002), la pretemporada

    muestra que el tobillo fue la articulacin ms lesionada (59%), sobre todo el complejo

    lateral (74% en comparacin al 21% del complejo interno). Por otra parte, la rodilla

    Tabla 5.- Lesiones encontradas en la extremidad inferior en el trabajo de Woods et al (2002).

  • sufri ms lesiones durante la temporada competitiva (30%), sobre todo en el LLI (77%

    de dichas lesiones), mientras al LLE le correspondi un 15% y al LCA un 8%. De todas

    maneras, los valores de ambas articulaciones entre pretemporada y periodo

    competitivo no difieren en exceso. Por otra parte, la lesin tendinosa que ms se

    produjo fue la del tendn aquileo, producindose el 32% de dichas lesiones durante la

    pretemporada (en este periodo hubo 3.5 lesiones por semana, mientras durante el

    periodo competitivo existi un promedio de una lesin por semana).

    De todos estos datos de Woods et al (2002) puede extraerse la gran cantidad

    de lesiones ocurridas en un periodo de tiempo tan corto como es la pretemporada. En

    este trabajo dichas lesiones han constituido una quinta parte del total de la temporada,

    y hemos de tener en cuenta la menor cantidad de partidos, ninguno de ellos de

    carcter competitivo (al menos es lo habitual). Por este motivo los autores deciden

    seguir el estudio epidemiolgico de Hawkins et al (2001) y realizan un anlisis

    detallado de las lesiones de pretemporada y los factores extrnsecos asociados a ellas.

    El trabajo de Hgglund et al (2003) realiza un estudio curioso al comparar las

    lesiones ocurridas en la temporada 1982 y 2001 en el ftbol profesional sueco, es

    decir, reproducen en el ao 2001 un estudio realizado en el 1982. Recogieron

    informacin de la fecha de lesin, si se produca en competicin o en entrenamiento,

    tipo de lesin, localizacin, si era una nueva lesin o una recidiva, si la lesin se

    produca por juego sucio y si era una lesin traumtica o se produca por sobrecarga.

    Sderman et al (2001), con una muestra de futbolistas suecas, realizan un

    estudio para detectar los posibles factores de riesgo de lesin. Esto lo desarrollan

    durante una temporada, y obtuvieron 61 lesiones traumticas en 50 jugadoras y 19

    lesiones por sobrecarga repartidas en 17 futbolistas. La lesin de tobillo fue la que ms

    se produca, y la incidencia total fue de 5.49 lesiones por cada 1000 horas de juego.

    La incidencia en lesiones traumticas por cada 1000 horas fue de 4.2 respecto a las

    lesiones traumticas y de 1.3 en cuanto a las producidas por sobrecarga.

    Francisco et al (2000) proporcionan algunos datos de diferentes estudios en la

    introduccin de su trabajo, y comentan que las fracturas en el ftbol representan entre

    el 2 y el 11% de las lesiones, de las cuales entre el 30 y el 33% son de la extremidad

    inferior. A pesar de que constituyen un porcentaje menor que otras lesiones,

    representan hechos de gravedad importante y provocan periodos prolongados de

    inactividad en los jugadores que las sufren. El trabajo de Boden y Garrett (1999)

    muestra que las fracturas de la pierna requieren entre 17 y 19 semanas para poder

    volver a correr y entre 23 y 32 para volver a jugar.

    Morgan y Oberlander (2001) vieron en futbolistas que el 77% de las lesiones se

    producan en la extremidad inferior, con el 21% centrndose en la rodilla y el 18% en

  • el tobillo. Teniendo en cuenta distensiones musculares como una categora nica, el

    53% de estas lesiones se produjo en los msculos aductores, el 42% en los

    isquiotibiales y el 5% en el cuadriceps. Concretamente en las lesiones articulares de la

    rodilla, vieron que se produjeron tres veces ms de esguinces aislados de LLI en

    comparacin a lesiones meniscales. La rodilla no fue la zona ms lesionada, pero s

    fue la que provoc mayor tiempo apartado de la competicin, albergando adems la

    mayor parte de casos quirrgicos.

    Otra estructura lesionada con cierta asiduidad son los meniscos de la rodilla.

    Anderson (2002) explica que el 75% de las lesiones meniscales se localizan en el

    menisco interno. En el 5% de los pacientes la afectaci es bilateral.

    El trabajo de Askling et al (2003) resalta la gran incidencia lesional de la

    musculatura isquiotibial en futbolistas. Para ello citan a Ekstrand y Gillquist (1983),

    quienes encontraron que el 80% de las lesiones musculares en futbolistas se producen

    en la extremidad inferior, y el 47% de estas tienen lugar en los isquiotibiales.

    Apoyando esta tendencia, el trabajo de Morgan y Oberlander (2001) muestra que el

    10% de los futbolistas de la Mayor League Soccer sufren una lesin de isquiotibiales

    durante una temporada.

    Woods et al (2004) explican, en la introduccin de su trabajo, que la literatura

    muestra que las lesiones de isquiotibiales son una de las ms comunes en los

    deportes que involucran saltos y esprints. Estos autores citan el trabajo de Hawkins et

    al (2001), quienes explican que el 12% de las lesiones encontradas durante dos

    temporadas en futbolistas corresponde a los isquiotibiales, siendo stas las lesiones

    ms prevalentes. Los factores de riesgo que habitualmente se asocian a tal tipo de

    lesiones engloban un calentamiento insuficiente, poca flexibilidad, desequilibrio

    muscular, debilidad muscular, tensin nerviosa, fatiga, contraccin disinrgica de la

    musculatura y existencia de una lesin previa. La evidencia que sostiene estas

    especulaciones es mnima y pobre.

    Igualmente ocurre en relacin con el tratamiento de la lesin de isquiotibiales,

    pues no existe ningn consenso en cuanto a su rehabilitacin, hecho que hace que el

    tratamiento est ms basado en la experiencia y en la ancdota que en la evidencia

    cientfica. En cuanto a su recidiva, la cual ya hemos comentado como bastante alta,

    parece ser que habitualmente se relaciona a una rehabilitacin inapropiada y a una

    vuelta demasiado prematura a la competicin. En el trabajo de Woods et al (2004) los

    autores intentan proporcionar informacin de la incidencia y otros parmetros de las

    lesiones isquiotibiales en futbolistas de la Premier League y la Football League

    inglesas (91 clubes) durante las temporadas 1997-98 y 1998-99. Se recogieron un

  • total de 796 lesiones de isquiotibiales, siendo el grupo muscular que ms lesiones

    sufri. Encuentran un promedio de cinco lesiones por equipo y temporada.

    1.1.4.- Otro tipo de deportes. Tambin la extremidad inferior continua siendo la

    ms afectada por lesiones.

    Las lesiones musculares en los aductores de cadera tienen una gran incidencia

    lesional en deportes como el hockey sobre hielo (Nicholas y Tyler, 2002). Estos

    autores exponen datos de trabajos donde se habla de que las distensiones de

    aductores comprenden el 10% del total de lesiones vistas en jugadores profesionales

    suecos, mientras tambin en este tipo de deportistas pero en este caso en Finlandia

    suponen hasta el 43% de las lesiones (Molsa et al, 1997, en Nicholas y Tyler, 2002).

    Bahr y Reeser (2003), con jugadores de voleibol playa, registraron las lesiones

    ocurridas en diferentes torneos. Realizan un estudio retrospectivo y un estudio

    prospectivo. Sus resultados muestran un total de 54 lesiones agudas en el estudio

    retrospectivo, mientras existieron 25 lesiones en el estudio prospectivo. La figura 1

    muestra la distribucin por regiones corporales de las lesiones registradas. La zona

    mas afectada fue la rodilla (30%), da del tobillo (17%) y de los dedos (17%). Esta

    distribucin fue similar en el estudio prospectivo y retrospectivo. La mayora de

    lesiones eran de escasa importancia en cuanto a gravedad. Por otra parte, es

    interesante resaltar que las lesiones por sobrecarga se localizan sobre todo en la

    columna lumbar, rodilla y hombro.

    Figura 1.- Distribucin de las lesiones agudas ocurridas durante la competicin y los entrenamientos encontradas por Bahr y Reeser (2003).

  • De este estudio de Bahr y Reeser (2003) puede extraerse, tal y como dicen los

    autores, que el porcentaje de lesiones en el voleibol playa es bajo en comparacin a

    otros deportes, aunque es comparable al voleibol convencional.

    1.2.- Caractersticas de las lesiones

    Es importante determinar las caractersticas de las lesiones ocurridas en el

    deporte. Este apartado nos servir para entender mejor el punto sobre factores de

    riesgo. Adems, nos ayuda a entender la aparicin de lesiones desde una perspectiva

    amplia, hecho que nos permite afrontar la programacin de un plan de prevencin

    desde un mayor conocimiento del entorno lesional. Esta perspectiva, conjuntamente

    con el conocimiento de los factores de riesgo, nos va a ayudar incluso en el diseo de

    ejercicios a realizar con la intencin de disminuir el nmero de lesiones deportivas. A

    continuacin, vamos a tratar las caractersticas del entorno de la lesin.

    1.2.1.- Periodo de aparicin de la lesin durante la temporada.

    El trabajo de Woods et al (2002) permite pensar en algunas causas que se

    relacionan con la gran cantidad de lesiones encontradas en el periodo previo al

    competitivo y en los primeros partidos de competicin. Entre ellas se habla de un

    terreno de juego excesivamente duro (es normal que dichos autores se refieran a ello,

    pues el cambio entre verano e invierno en Inglaterra es importante y puede afectar a la

    superficie de juego), una intensidad de entrenamiento elevada, un cambio brusco en la

    intensidad del mismo entre el periodo vacacional y la pretemporada, y un periodo de

    tiempo preparatorio (pretemporada) excesivamente corto.

    Morgan y Oberlander (2001), en su estudio con futbolistas, dividieron la

    temporada en cinco fases: el 13% de las lesiones se dio durante la pretemporada

    (marzo-abril), el 24% durante la primera parte de la misma (abril-junio), el 25% en la

    parte media de la temporada (junio-julio), el 29% durante la ltima parte de la misma

    (agosto-septiembre) y el 9% durante la postemporada. Aunque sin encontrar grandes

    variaciones, el ltimo periodo de la temporada fue el que registr mayor cantidad de

    lesiones. Es posible que existiera una mayor intensidad de juego (equipos luchando

    por los play-off), y tambin que existiera una fatiga acumulada despus de casi toda

    una temporada.

  • En relacin, al menos de forma indirecta, con la fatiga muscular en futbolistas,

    Ekstrand et al (2004) realizaron un estudio retrospectivo de las lesiones ocurridas

    durante la temporada que conclua inmediatamente antes del Mundial de Ftbol del

    ao 2002 celebrado en Japn y Korea. Para ello estudiaban los futbolistas de diversos

    equipos europeos de primera lnea, y analizaron las lesiones que se producan de

    forma prospectiva durante dicha copa del mundo. Mediante este estudio pudieron ver

    cmo los jugadores de estos equipos participaban en demasiados partidos de

    competicin durante un ao. Es interesante que los autores introduzcan el hecho de

    que dicho exceso de partidos pueda producir un burn out y una falta de motivacin, lo

    que puede llevar a una falta de concentracin y as a una mayor exposicin a sufrir

    lesiones.

    En este trabajo de Ekstrand et al (2004) explican que cada cuatro aos se

    disputa un mundial, y el tiempo de recuperacin entre el final de la liga de cada pas y

    la competicin internacional comentada es mnimo, lo que provoc un bajo rendimiento

    de jugadores que participaron en la Champions League. As, vieron que el 29% de los

    jugadores del estudio sufrieron lesiones durante dicha competicin, y que el 32% tuvo

    un rendimiento inferior al habitual.

    Respecto al momento de la temporada en que tienden a aparecer la lesiones,

    Woods et al (2002) han comentado que la mayora de las producidas en la pierna se

    producen en pretemporada, e hipotetizan que esto puede deberse a la gran carga

    aerbica que los jugadores de ftbol sufren durante dicho periodo, tanto en intensidad

    como en duracin, pues una de las actividades ms desarrolladas en esta parte de la

    temporada es la carrera. Tal y como dicen estos autores, es posible que el gran

    desequilibrio existente en este periodo entre la carga fsica y la adaptacin del tejido

    conectivo despus del periodo vacacional se aada al gran volumen de entrenamiento

    del inicio de temporada (en ocasiones el doble del periodo competitivo). Las cargas

    aerbicas en das consecutivos provocan depleciones no recuperables de glucgeno,

    por ejemplo en los gastrocnemios, hecho necesario para la absorcin del choque y la

    propulsin del cuerpo, lo que puede repercutir negativamente en el tendn aquileo.

    Asociado a esta ltima explicacin, durante la pretemporada se registran mayor

    nmero de lesiones por sobrecarga, y esto parece estar relacionado directamente no

    slo con lo comentado en relacin a los grandes volmenes introducidos y a la poca

    adaptacin del tejido conectivo, sino tambin con el aumento brusco de intensidad del

    entrenamiento.

    stenberg y Roos (2000), sobre lesiones en la rodilla en una poblacin de

    jugadoras de ftbol, encontraron que la mayora de lesiones eran agudas (el 78%),

    mientras el resto fue debido a lesiones por sobrecarga, es decir, lesiones que no

  • pueden ser asociadas a un mecanismo puntual y que tienen un inicio gradual de la

    sintomatologa.

    El hecho de que la mayora de lesiones durante la pretemporada se producen

    sin contacto apoya an ms la idea de que son el volumen y la intensidad del

    entrenamiento los responsables de stas. Parece ser que es necesaria una buena

    recuperacin de las cargas, una nutricin adecuada y una buena rehidratacin para

    reducir estas lesiones sin contacto (Woods et al, 2003).

    Respecto al terreno de juego, Woods et al (2002) tratan las condiciones del

    mismo en relacin con las lesiones ocurridas. Es importante destacar que en la

    pretemporada el 70% de las lesiones se produca en terreno seco, mientras que en la

    temporada se produca el 51% de lesiones. En condiciones de mojado existi mayor

    nmero de lesiones en el periodo competitivo en comparacin a la pretemporada (pero

    es necesario tener en cuenta que durante la temporada los terrenos de juego en

    Inglaterra estn frecuentemente hmedos).

    En cuanto a la mayor o menor incidencia de lesiones al comparar las que

    padecen jugadores locales y visitantes, Ranhama et al (2002) no encuentran

    diferencias.

    Sntesis sobre las consideraciones ms destacables:

    - Existe un gran nmero de lesiones en pretemporada: es muy importante

    realizar una buena planificacin de la actividad durante el periodo

    vacacional. Si bien durante este tiempo no se persigue la consecucin de

    adaptaciones ligadas al aumento del rendimiento deportivo, s es

    importante facilitar la recuperacin de la temporada anterior y eliminar

    cualquier tipo de secuelas existentes a nivel fsico. Esto situar al deportista

    en la mejor posicin para soportar las cargas de pretemporada

    - Las cargas de pretemporada se han de planificar de una forma muy

    precisa, creando una progresin que busque las adaptaciones necesarias

    pero que permita la asimilacin del deportista sin crear un estrs

    potencialmente lesivo

    - Para conseguir el punto anterior, es imprescindible realizar planificaciones

    individualizadas de los deportistas

    - Hay que tener en cuenta el tipo de finalizacin de temporada de un club o

    deportista: los periodos vacacionales ms prolongados (equipos o

    deportistas que finalizan precozmente por eliminacin de torneos u otros

    motivos) necesitan de una recuperacin de las cargas y de una actividad

    que no les provoque una prdida exagerada de forma, mientras los clubes

    con una agenda ms prolongada en la temporada necesita de

  • planificaciones que sobre todo permitan la recuperacin completa del

    deportista.

    1.2.2.- Lesin contacto-no contacto

    Es muy importante describir el mecanismo de lesin producido. As, Gleeson et

    al (1998) nos comentan que la mayora de lesiones del LCA se producen sin contacto.

    Woods et al (2002) nos explican que en pretemporada existen menor nmero de

    contusiones musculares y que haba ms lesiones tendinosas asociadas a una

    sobrecarga.

    As pues, en este ltimo trabajo encontraron mayor porcentaje de lesiones sin

    contacto en comparacin a las de contacto en pretemporada (68% vs 29%), mientras

    durante la temporada las lesiones por contacto eran predominantes (29% en

    pretemporada en comparacin al 40% durante la temporada). La tabla 6 muestra los

    mecanismos de lesin encontrados en el trabajo de Woods et al (2002).

    Rahnama et al (2002) explican que la mitad de las lesiones se dan por contacto

    jugador-jugador, y concretamente citan como predominantes las acciones de tanto

    realizar como recibir un tackle y las colisiones. Andersen et al (2003) cifran las

    acciones de tackle en el 70% de las que llevan a lesin, y pudieron apreciar que en 19

    de los 21 incidentes ofensivos que resultaron en esta accin, el jugador que lo recibi

    no estaba alerta del defensor que lo produjo, y dicho mecanismo poda venir tanto

    Tabla 6.- Mecanismos de lesin producidos durante la pretemporada y durante el periodo competitivo (Woods et al, 2002).

  • desde una direccin frontal como posterior o lateral. Por otra parte, las lesiones sin

    contacto se producen normalmente en acciones como la carrera, cambios de

    direccin, giros y saltos, adems de acciones especficas del ftbol como el chute y las

    acciones con la cabeza (Rahnama et al, 2002; Woods et al, 2003, refirindose a las

    lesiones de tobillo).

    Junge et al (2004) relatan que en el ftbol de lite a nivel internaciona ms de

    una cuarta parte de las lesiones se producan sin contacto, y que el 73% restante eran

    por contacto. De estas ltimas, la mitad eran debidas a la existencia de juego sucio.

    Pero de las lesiones que recogieron directamente Junge et al (2004) en

    futbolistas, el 14% se produjeron sin contacto, y el restante 86% se produjo por

    contacto. En el 57% de las lesiones por contacto, se declar que la lesin se produjo

    por juego sucio. Segn esto, es posible calcular que aproximadamente la mitad de las

    lesiones durante los torneos registrados eran causadas por juego sucio. Heidt et al

    (2000) recogieron mayor nmero de lesiones por contacto con otro jugador (un 37% en

    futbolistas mujeres).

    Peterson et al (2000) encontraron que la mitad de las lesiones registradas

    durante un ao en futbolistas se dieron durante entrenamientos. Casi la mitad de las

    lesiones se produjeron por contacto con otro jugador y la mitad de estos casos

    estuvieron asociados a juego sucio.

    El trabajo de Hewett et al (1999) registr que nueve de las 14 lesiones

    importantes de rodilla que pudieron apreciar en jvenes deportistas fueron producidas

    sin contacto.

    Las lesiones isquiotibiales recogidas en el trabajo de Woods et al (2004) en

    futbolistas se producen en su gran mayora sin contacto (91%), mientras un porcentaje

    mucho menor se produca por contacto (7%). El 57% del total de estas lesiones se

    produjo durante una carrera (figura 2).

    Figura 2.- Mecanismo de las lesiones isquiotibiales sin contacto.

  • Parece ser que existe una tendencia a la existencia de lesiones en su mayora

    por contacto. Esto es as de forma an ms evidente si el estudio est centrado en el

    anlisis de competiciones deportivas.

    El mecanismo de lesin ser tratado con ms detenimiento cuando

    desarrollemos el punto sobre factores de riesgo de lesin.

    Sntesis sobre las consideraciones ms destacables:

    - Existe un gran nmero de lesiones en pretemporada: es muy

    importante realizar una buena planificacin de la actividad durante el

    periodo vacacional. Si bien durante este tiempo no se persigue la

    consecucin de adaptaciones en relacin con la mejora del

    rendimiento deportivo, s es importante facilitar la recuperacin de la

    temporada anterior y eliminar cualquier tipo de secuelas existentes a

    nivel fsico. Esto situar al deportista en la mejor posicin para

    soportar las cargas de pretemporada

    - Las lesiones sin contacto conforman la mayora de lesiones en

    pretemporada, al contrario que en el periodo competitivo, donde existe

    mayor nmero de lesiones por contacto; esto es importante debido a

    que podemos establecer planes de prevencin ms especficos de

    uno u otro periodo

    - Las lesiones musculares acostumbran a darse sin contacto, hecho que nos

    ha de hacer pensar en el tipo de prevencin a realizar, centrado sobre todo

    en el trabajo de los factores de riesgo intrnsecos, tal y como veremos ms

    adelante

    - La mayora de lesiones durante el periodo competitivo se producen por

    contacto

    - La accin de tackle produce la mayora de lesiones por contacto; hemos de

    desarrollar ejercicios que vayan enfocados de forma especfica a tratar este

    problema dentro de los planes de prevencin que desarrollemos.

    1.2.3.- Gravedad lesional / recidivas

    En cuanto a la gravedad de las lesiones, es habitual clasificarlas, de forma

    genrica y sin entrar en ninguna patologa en concreto, en tres o cuatro niveles.

    Ekstrand y Gillquist (1983) hablaron de lesiones menores (ausencia del entrenamiento

    / competicin durante 7 das o menos), moderadas (ausencia del entrenamiento /

    competicin entre 7 das y un mes) e importantes (ausencia del entrenamiento /

    competicin durante ms de un mes). Peterson et al (2000) tambin utilizan esta

  • clasificacin. El estudio de Rahnama et al (2002) sobre futbolistas explica que el 65%

    de las lesiones tienen un carcter leve, el 25% moderado, y el 10% tienen una

    gravedad seria. Con jugadoras de ftbol, stenberg y Roos (2000) encontraron que el

    31% de las lesiones eran leves (menores), el 51% moderadas y el 18% eran

    importantes.

    Tambin con mujeres futbolistas Sderman et al (2001) encuentran que el 49%

    de las lesiones eran consideradas como moderadas, el 34% eran menores y el 18%

    eran clasificadas como importantes.

    El trabajo de Woods et al (2002) muestra que el 40% de las lesiones de

    pretemporada eran poco importantes, mientras durante el periodo competitivo el

    porcentaje de lesiones de igual gravedad fue del 31%. Estas lesiones de

    pretemporada provocaban que el futbolista estuviera ausente de su actividad un

    promedio de 22.3 das. As pues, las lesiones de pretemporada eran ms leves, pero

    es importante tener en cuenta que las lesiones graves son precedidas frecuentemente

    de lesiones de menor gravedad del mismo tipo y zona anatmica. Este hecho ya ha

    sido citado como un factor de riesgo, pues la rehabilitacin inadecuada y la curacin

    incompleta ha sido relacionada con la existencia de recidivas en el ftbol. De entre las

    lesiones con mayor recidiva destacan las ligamentosas de tobillo y las roturas

    miofribilares del muslo. Con relacin a este factor, Drawer y Fuller (2002) tambin nos

    explican que las recidivas acostumbran a tener mayor severidad que las lesiones

    originales, pues el periodo de ausencia es de un 33% mayor.

    Junge et al (2004) encontraron en futbolistas profesionales que ms de la mitad

    de las lesiones tenan un pronstico de inactividad de alrededor de una semana, el

    11% una ausencia de 8 a 28 das, y encontraron tambin que tres lesiones tendran

    una recuperacin de ms de un mes.

    Morgan y Oberlander (2001) encuentran en futbolistas que las lesiones

    ocurridas durante el entrenamiento tuvieron una proporcin de 2.9 por cada 1000

    horas de juego, mientras que en los partidos las lesiones ascendieron a 35.3 por cada

    1000 horas de competicin. Relacionando la gravedad con el entrenamiento, el 65%

    de las lesiones fueron leves, el 23% moderadas y el 12% importantes. Por otra parte,

    las lesiones en competicin se repartieron como sigue: el 57% fueron leves, el 28%

    moderadas y el 15% importantes.

    Hgglund et al (2003) hacen una clasificacin ms amplia de la gravedad, pues

    su divisin habla de cuatro categoras segn el tiempo de ausencia: leve (de 1 a 3

    das), menor (de 4 a 7 das), moderada (entre 8 y 28 das) e importante (ms de 28

    das). En su trabajo comparan las lesiones ocurridas en el ftbol profesional sueco

    entre las temporada 1982 y 2001. Encuentran que en 1982, del total de lesiones

  • ocurridas (236), el 42% se produjo en el entrenamiento y el 58 % en competicin. En el

    2001, el 59% se produjo en entrenamientos y el 41% en partidos. La mayora de las

    lesiones (67 y 60% en 1982 y 2001 respectivamente) fueron de categora leve o

    menor, y el 9% de las lesiones provoc una ausencia de ms de un mes. El promedio

    de ausencia de das por lesin fue de 11.6 y 13.8 en 1982 y 2001 respectivamente. No

    existen diferencias en cuanto a la incidencia lesional entre estos dos periodos de

    tiempo estudiados, as como tampoco hubo diferencias al hablar de la gravedad

    lesional. De esta manera, los autores afirman que el principal hallazgo que

    encontraron fue que no hubo diferencias en el riesgo de lesin existente entre 1982 y

    2001. El nico motivo por el que los futbolistas del 2001 tuvieron mayor nmero de

    lesiones en los entrenamientos es debido a que tuvieron un gran aumento de estos, es

    decir, pasaron de 142 sesiones en 1982 a 238 en 2001, lo que supone un aumento del

    68%.

    Heidt et al (2000) encontraron mayor nmero de lesiones en futbolistas mujeres

    durante los entrenamientos (52%) que durante la competicin (44%).

    Woods et al (2004), sobre lesiones isquiotibiales en ftbol, explican que

    produjeron un promedio de 18 das y 3 partidos perdidos por lesin. Otro clculo que

    hacen es que cada club perda futbolistas durante 15 partidos y durante 90 das

    durante una temporada por este tipo de problemas. Tambin sobre lesiones

    isquiotibiales en el ftbol, Askling et al (2003) registraron 13 lesiones en 30 futbolistas

    suecos profesionales durante una temporada. Ocho de ellas fueron calificadas de

    lesiones leves, cuatro como moderadas y una como severa.

    El estudio de Peterson et al (2000) en futbolistas de diferentes edades y de

    diferente categora recoge que, de las 558 lesiones registradas en un ao,

    aproximadamente la mitad de ellas fueron leves, un tercio fueron moderadas y el 15%

    fueron severas. La incidencia por gravedad y jugador fue de 1.1 en cuanto a lesiones

    leves, 0.7 de moderadas y 0.3 de severas. No hubo diferencias en la severidad de la

    lesin entre las lesiones por contacto y sin contacto.

    Morgan y Oberlander (2001) realizan un estudio donde examinan las lesiones

    ocurridas en jugadores de ftbol de equipos americanos (liga de las 10 franquicias).

    Encuentran durante la temporada estudiada 256 lesiones, y las clasifican segn su

    gravedad en menores (60%), moderadas (26%) e importantes (14%).

    Junge et al (2004) obtuvieron que el 61% de las lesiones que encontraron en

    futbolistas no provocaron ausencia del entrenamiento ni de la competicin. Una tercera

    parte de las lesiones provoc la ausencia durante no ms de una semana, mientras el

    6% de las lesiones necesit de mayor ausencia. De las nueve lesiones ms severas

    (ausencia de ms de 30 das), seis se localizaron en la rodilla (3 rupturas

  • ligamentosas, una fractura, un esguince y una contusin), hubo dos fracturas de tobillo

    y una fractura del pie.

    Fuller et al (2004b) explican que, de los 8572 tackles obtenidos en diversas

    competiciones oficiales de ftbol profesional, los equipos mdicos realizaron 200

    intervenciones despus del partido. De stas, 130 contuvieron informacin de la

    severidad de la lesin (en el 54% de los casos no se provoc ausencia, el 30% fue

    catalogado como lesiones leves, el 12% menores, el 4% moderadas y el 1%

    importantes).

    Sntesis sobre las consideraciones ms destacables:

    - La clasificacin de las lesiones acostumbra a dividir las mismas en leves,

    moderadas e importantes, segn el tiempo de inactividad que provoquen

    - Las lesiones de pretemporada revisten menor gravedad que las del periodo

    competitivo

    - El nmero de lesiones durante los entrenamientos ha aumentado respecto

    hace unas dcadas, muy probablemente por el aumento de horas de esta

    prctica

    - La mayora de lesiones en las diferentes prcticas deportivas son leves, lo

    que nos hace pensar que podran evitarse mediante planes de prevencin

    bien diseados

    - Las recidivas revisten peor gravedad que las primeras lesiones, hecho que

    alerta de la necesidad de cumplir totalmente la rehabilitacin de las lesiones

    existentes.

    1.2.4.- Posicin en el campo

    Tambin existe algn trabajo que estudia la relacin de la incidencia de

    lesiones con el rol que desarrolla un jugador de ftbol en el terreno de juego. A pesar

    de que algunos estudios no encuentran ningn tipo de relacin (Woods et al, 2002),

    Hawkins y Fuller (1996) s encontraron que los defensores tenan mayor riesgo de

    lesin. Por otra parte, Andersen et al (2003) vieron que los centrocampistas son los

    que sufren ms lesiones.

    El estudio de Morgan y Oberlander (2001) en jugadores de ftbol mostr que

    los centrocampistas sufran el 37.6% de las lesiones, mientras los defensas tenan el

    29.6% y los atacantes y porteros el 20.5%. El anlisis de resultados que practicaron no

    mostr diferencias estadsticamente desproporcionadas que revelaran una cantidad de

    lesiones mucho mayor segn la posicin en el campo.

  • Respecto a los porteros, Woods et al (2004) han podido ver que son los que

    menos lesiones de isquiotibiales sufrieron, hecho bastante evidente.

    Fuller et al (2004b) no encontraron diferencias en cuanto a la posicin del

    jugador dentro del campo en relacin con la aparicin de lesiones en futbolistas que se

    encuentran involucrados en acciones de tackle.

    En lo que se refiere a la existencia de mayor nmero de lesiones entre

    jugadores de ftbol locales o visitantes, Rahnama et al (2002) no encuentran

    diferencias.

    Sntesis sobre las consideraciones ms destacables:

    - Parece ser que no existen grandes diferencias en cuanto a incidencia

    lesional segn la posicin que se desarrolle en el juego

    - A pesar de esto, hemos de pensar en la planificacin especfica de

    prevencin adaptada a cada deportista, pues los diferentes roles

    desarrollados en el juego pueden provocar diferentes mecanismos lesivos.

    1.2.5.- Momento de aparicin de la lesin

    El momento en que tienden a producirse las lesiones ha tenido cierta

    importancia en los estudios de investigacin en el deporte. As, Rahnama et al (2002)

    explican que es en el ltimo cuarto de hora de cada parte donde se sitan los periodos

    con mayor ndice lesional de carcter moderado, siendo mayor dicho riesgo durante la

    segunda parte en comparacin a la primera. Esto parece estar ligado a la existencia

    de fatiga muscular, producida probablemente por una deplecin de glucgeno y

    deshidratacin. Resulta curioso leer en este mismo trabajo que los primeros 15

    minutos de la segunda parte tambin encarnan un elevado riesgo de lesin, y la

    explicacin que proporcionan es que posiblemente los jugadores no hayan calentado

    apropiadamente para reanudar el partido. Adems, explican que las lesiones leves se

    producen en el primer cuarto de hora del inicio del partido, probablemente porque el

    estado fresco del deportista le lleve a emplearse con una intensidad importante para

    intimidar al contrario desde un inicio. Estos datos difieren levemente de los de Hawkins

    et al (2001), quienes comentan que la mayora de lesiones se producen en los ltimos

    15 minutos de la primera parte y en la ltima media hora de partido.

    stenberg y Roos (2000) vieron, en jugadoras de ftbol, que el 60% de las

    lesiones tenan lugar durante partidos de competicin, mientras el resto se produca en

    el entrenamiento. Encontraron que el 60% de las lesiones se dieron despus de 60

    minutos de entrenamiento o competicin, y vieron adems que las lesiones moderadas

    e importantes tuvieron lugar ms tarde que las lesiones menores ya fuera durante el

  • entrenamiento o durante un partido. Es posible que esto se debiera a la falta de

    concentracin o por la existencia de fatiga muscular debida una disminucin del

    glucgeno muscular y a un agotamiento aerbico, tal y como explic Bangsbo (1994,

    en stenberg y Roos, 2000). A pesar de esto, parece que la resistencia aerbica no

    es un factor de riesgo de lesin, aunque, por otra parte, esto puede deberse a que el

    test de resistencia aerbica utilizado tenga sus limitaciones y est influenciado de

    forma importante por la motivacin del deportista.

    Junge et al (2004) encontraron en futbolistas que el menor nmero de lesiones

    se produjo en los primeros 15 minutos de cada tiempo, y exista un aumento de la

    incidencia de lesiones a medida que avanzaba el partido hacia el final de cada parte,

    hecho que parece reflejar el aumento de intensidad del partido y /o la existencia de

    agotamiento fsico y psquico. Esto se cumpla tanto para las lesiones por contacto

    como para las producidas sin contacto, pero respecto a las lesiones por juego sucio se

    vio que aumentaban de los primeros quince minutos de partido a los quince minutos

    siguientes, para posteriormente quedarse estables durante el resto del partido.

    Las lesiones de futbolistas registradas por Junge et al (2004) revelaron que la

    mayora de ellas (55%) se produjeron durante la segunda mitad del partido (en la

    primera parte se produjo el 44%). Doce lesiones (1.7%) se produjeron despus del

    minuto 90 de partido. Estos datos no revelan diferencias entre las dos mitades de que

    consta un partido en cuanto a la incidencia lesional. No hubo relacin entre el

    momento de lesin durante el partido y la severidad de la afectacin. El problema que

    presenta este estudio y otros con metodologa parecida es que no haba una recogida

    de datos realizada directamente por los investigadores, y adems se haca una

    estimacin del tiempo de ausencia que tendran los deportistas lesionados, pues no se

    realizaba un seguimiento despus de los torneos.

    Las lesiones de tobillo y pie en ftbol recogidas por Giza et al (2003) no

    mostraron diferencias significativas sobre el momento del partido en que se producan

    (36 en el primer tiempo y 40 en el segundo).

    A raz de los datos obtenidos, parece ser que no existe una relacin realmente

    determinante entre la incidencia lesional y un periodo reducido de tiempo en un partido

    de ftbol.

    Askling et al (2003), en su estudio sobre lesiones de isquiotibiales, encuentran

    que el 46% de las encontradas durante la temporada en una poblacin de 30

    futbolistas se produjeron durante competicin y el 54% de ellas durante

    entrenamientos.

    Woods et al (2004) explican que aproximadamente el 32% de las lesiones

    isquiotibiales que registraron en futbolistas se produjeron durante entrenamientos, y

  • cerca de las dos terceras partes (67%) tuvieron lugar durante partidos. Cerca del 47%

    de las lesiones ocurridas se produjeron durante el ltimo tercio tanto de la primera

    como de la segunda parte. Los autores explican este hecho por la posible aparicin de

    fatiga.

    Sntesis sobre las consideraciones ms destacables:

    - A pesar de que no existe un periodo muy reducido donde se pueda afirmar

    que ocurren la mayora de lesiones en un partido, parece ser que es hacia

    el final del mismo cuando ms se producen, y diferentes autores lo

    relacionan con la aparicin de fatiga

    - Existe mayor nmero de lesiones en competicin que en entrenamiento,

    aunque en este ltimo mbito tambin existe una proporcin importante de

    las ocurridas.

    1.2.6.- Circunstancias del juego. Acciones ofensivas defensivas

    Andersen et al (2003) han estudiado en futbolistas la incidencia de lesiones con

    relacin a si exista una accin ofensiva o defensiva. De las lesiones recogidas, 28 se

    produjeron en ataque y 24 en defensa. Las incidencias en defensa se dieron sobre

    todo en la zona de defensa o en la primera zona de medios, mientras los incidentes

    ofensivos se recogan en la zona de ataque o en la ms avanzada de medios. Esto

    quiere decir que justamente en la parte central del campo es donde se producen

    menos lesiones. Y en cuanto a la zona del campo donde ms probabilidad de lesiones

    leves tienden a producirse es en el rea de gol, mientras las acciones potencialmente

    de grado moderado y elevado se producan en las zonas adyacentes al rea.

    Curiosamente se ha visto mayor nmero de lesiones por la zona derecha de ataque

    (Rahnama et al, 2002).

    De la incidencias en ataque, en la mayora de casos no haba peligro inminente

    de gol, y las lesiones estuvieron precedidas normalmente de un pase corto en

    comparacin a las que eran precedidas de un pase largo. Destaca el hecho de que la

    intensidad de juego era alta en 21 de los 28 incidentes ofensivos. Por otra parte y

    analizando el mismo estudio de Andersen et al (2003), la mayora de los incidentes

    defensivos se produjo durante ataques prolongados del oponente. Casi la totalidad de

    estos se dieron en el momento de recuperar la pelota o dentro de los cinco segundos

    siguientes a dicha recuperacin o en la disputa de la misma. De los 24 incidentes

    producidos en defensa, 16 no tenan peligro de gol, y en 17 de ellos la ltima accin

    del oponente fue un pase corto, y nada ms tres de los incidentes experiment

    previamente un pase largo. Este ltimo dato es curioso porque expone valores

  • parecidos en las lesiones ofensivas, lo que muestra que el mayor riesgo de lesin

    estaba relacionado con la existencia de juego corto. Es posible que esto provoque un

    juego de mayor contacto, ms relacionado con la existencia de una presin de juego

    mayor. Este hecho parece tener mayor incidencia lesional que la que podra darse por

    el mayor riesgo de prdida recuperacin de la pelota que se produce tras un pase

    largo.

    Los resultados de este trabajo sugieren que la mayora de incidentes resulta de

    la lucha por la pelota en la zona de medios adyacentes al ataque, donde la intencin

    es ganar la posesin de la pelota cuando el oponente est en ataque y existe un

    balance defensivo negativo.

    Sntesis sobre las consideraciones ms destacables:

    - Existe mayor nmero de lesiones en los jugadores que se encuentran

    realizando tareas atacantes

    - El mayor porcentaje de lesiones se producen en las zonas ms cercanas a

    las porteras. Es destacable el hecho de que la accin anterior a la mayora

    de lesiones fuera un pase corto; este hecho es importante tenerlo en cuenta

    cuando se diseen tareas con la intencin de realizar un plan de

    prevencin.

    1.3.- Factores de riesgo asociados a la lesin en el deporte.

    1.3.1.- Introduccin.

    En este apartado vamos a tratar los factores de riesgo asociados a las lesiones

    deportivas que han sido identificados por los diferentes trabajos realizados sobre el

    tema. Existen estudios que tratan de forma simultanea diferentes factores de riesgo al

    hablar de prevencin.

    De entro ellos, Woods et al (2002) asocian la lesiones del tendn aquileo en

    futbolistas durante la pretemporada a una superficie dura, una vuelta al entrenamiento

    despus del periodo vacacional, un calzado pobre y un aumento de la intensidad del

    entrenamiento. Otros parmetros estudiados como factor de riesgo son los tipos de

    accin durante el juego, el periodo del partido, zonas del campo donde se producen

    las lesiones y el rol de los deportistas lesionados, ya sea de local o visitante, aunque

    en estos apuntes que desarrollamos algunos de estos puntos han sido interpretados

    como parmetros que definen el entorno lesional y no como factores de riesgo.

    Rahnama et al (2002) estudian dichos factores en futbolistas de la Premier League

    durante la temporada 1999-2000.

  • Watson (2002) comenta la falta de flexibilidad, el desequilibrio de fuerza entre los

    flexores y extensores de rodilla, los defectos posturales, la existencia de lesiones

    previas, la falta de fuerza de la musculatura estabilizadora de la rodilla y la velocidad

    de desplazamiento, este ltimo factor asociado a la fuerza explosiva del deportista. En

    este apartado vamos a desarrollar algunos de estos factores de riesgo y otros

    comentados por diversos autores, unos con ms detenimiento que otros debido a la

    importancia que parece tener cada uno y segn podamos incidir en mayor o menor

    grado para evitar la aparicin de lesiones.

    Ya hemos dicho que los diferentes trabajos identifican varios factores de riesgo.

    En algunos casos es difcil diferenciarlos para poderlos mostrar de una manera

    didctica. Por ejemplo, stenberg y Roos (2000) identifican tres factores de riesgo en

    una poblacin de jugadoras de ftbol: ser mayor de 25 aos, una puntuacin de 4 o

    ms en el test modificado de Beighton (Beighton et al, 1973, en stenberg y Roos,

    2000), lo que significaba una articulacin laxa, y el realizar ms de 25 saltos en el test

    square-hop (saltos realizados en diferentes direcciones). Este ltimo punto podra

    verse como contradictorio en un principio, pero resulta que los jugadores de mayor

    categora eran los que obtenan ms puntuacin y tenan mayor edad, punto este

    ltimo asociado ya a factor de riesgo segn lo encontrado en este estudio.

    La revisin realizada por Thacker et al (1999) sobre la prevencin de esguinces

    de tobillo en el deporte explica que los factores biolgicos como la laxitud articular no

    han podido ser calificados como factores de riesgo, y la inestabilidad postural y la

    inclinacin del taln (varo-valgo) ofrecen dudas sobre si pueden ser definidos como

    tales, mientras s que se ha establecido como un claro factor de riesgo la existencia de

    esguinces previos.

    Dvorak et al (2000) dividen los factores de riesgo en intrnsecos y extrnsecos, tal

    y como hacen otros autores. Los intrnsecos se refieren a caractersticas biolgicas o

    psicolgicas de la persona, como son la laxitud ligamentosa, rigidez muscular (falta de

    extensibilidad), inestabilidad funcional, lesiones previas y rehabilitacin inadecuada.

    Los extrnsecos incluyen el volumen de entrenamientos y competiciones realizadas,

    factores climticos, superficie de juego, condiciones del terreno de juego (hmedo,

    mojado, seco), equipamiento (espinilleras, vendajes, calzado), las reglas de juego y

    tambin la existencia de juego sucio. Murphy et al (2003) realizan una divisin muy

    parecida, y los matices no son tan importantes si tenemos claro qu los factores

    intrnsecos son inherentes al deportista y pueden mejorarse mediante el trabajo de

    ste, mientras los extrnsecos son externos al atleta y no necesitan de su intervencin.

    La revisin de Thacker et al (2003) sobre prevencin de lesiones de rodilla en el

    deporte muestra una gran variedad de factores extrnsecos e intrnsecos:

  • - Factores extrnsecos: relacionados con el deporte, equipamiento,

    superficie de juego, calzado, supervisin de actividades incluyendo

    competicin y entrenamiento y condiciones climticas;

    - Factores intrnsecos: edad, inexperiencia, tamao corporal, postura

    esttica, laxitud articular, alineamiento segmentario (incluyendo

    hiperpronacin), fatiga muscular, propiocepcin pobre, gnero, aumento

    del ngulo Q en mujeres deportistas, dimensiones de la ranura

    intercondilea, nivel de estrgenos, ovulacin, proporcin de fuerza

    muscular cuadriceps-isquiotibiales, tamao del ligamento (referido al

    LCA), predisposicin gentica y factores psicolgicos.

    En este apartado vamos a desarrollar tanto los factores de riesgo intrnsecos

    como los extrnsecos, aunque van a ser los primeros los que merezcan especial

    atencin en el apartado de intervencin mediante planes de prevencin. En realidad,

    es el trabajo de los factores intrnsecos el que va a disminuir la incidencia y gravedad

    de lesiones en el deporte actual. Adems, en este tema vamos a desarrollar en primer

    lugar el mecanismo de lesin, pues a pesar de que no es citado directamente como

    factor de riesgo, aqu s se considera que las acciones propias de cada deporte

    conforman un punto importante en el origen de las lesiones.

    1.3.2.- Mecanismo lesional.

    Es necesario tener conocimiento de los tipos de lesin que habitualmente se

    producen en los diferentes deportes, as como de la biomecnica lesional.

    1.3.2.1.- Las lesiones por contacto: el tackle como accin ms lesiva.

    Habitualmente el mecanismo lesional se divide en acciones por contacto y

    acciones sin contacto, tal y como hemos explicado anteriormente. Woods et al (2003)

    han visto en futbolistas una cierta predominancia de las lesiones por contacto (59%),

    de la que destaca la accin de tackle, respecto a las producidas sin contacto, donde

    predominan la recepcin de un salto, los giros, los cambios de direccin y la carrera. El

    estudio de stenberg y Roos (2000) muestra datos muy parecidos, pues explica que el

    55% de las lesiones traumticas se producan por contacto con otro jugador, mientras

    vieron que el 45% se producan sin contacto (lesiones de rodilla en jugadoras de

    ftbol).

    En este sentido, Anderson et al (2003) explican que la etiologa de la lesin

    acostumbra a ser multifactorial, sumando factores internos como las propias

  • caractersticas del jugador, externos como los factores ambientales y el equipamiento,

    y el mecanismo lesivo. Este ltimo aspecto ha sido estudiado desde la vertiente

    biomecnica del gesto, analizando su cinemtica y cintica, a lo que se suma la

    actividad electromiogrfica en algunos trabajos. Adems del mecanismo de lesin

    desde el punto de vista biomecnico, destaca el hecho de que estos autores comenten

    la necesidad de realizar un anlisis de las interacciones complejas de juego que llevan

    a una posible lesin, y con esta intencin se ha desarrollado la FIA (Anlisis de los

    Incidentes en Ftbol), un mtodo de trabajo basado en el anlisis de video que permite

    describir los incidentes lesivos utilizando 19 variables.

    Con relacin a esto, Rahnama et al (2002) tambin insisten en la necesidad de

    analizar las acciones potencialmente lesivas para posibilitar mejores programas de

    prevencin y rehabilitacin. Estos autores se basan en los valores del PAIRI

    (incidencia del Riesgo de Lesiones en Acciones de Juego) y los diferentes niveles de

    potencialidad de lesin para decir que la accin de juego por contacto con mayor

    riesgo es que el futbolista reciba un tackle (Woods et al, 2002, tambin lo han

    registrado as), y destacan tambin las acciones de recibir una carga y realizar un

    tackle. Es posible que el hecho de realizar una carga tenga menor peligro que recibirla

    debido a que quien la realiza tiene la accin preparada. Conociendo estos hechos,

    Rahnama et al (2002) insisten en la necesidad de que los entrenadores tengan estos

    conocimientos en cuenta en los entrenamientos, al igual que los jugadores sean

    conscientes para realizar las maniobras necesarias y poder protegerse.

    Fuller et al (2004a) explican la importancia que merece el estudio de cmo se

    produce en ftbol la lesin por contacto jugador-jugador en la llamada accin de

    tackle. Estos autores lo definen como la accin que ocurre durante el curso normal de

    un partido e involucra un contacto fsico entre dos o ms jugadores mientras luchan

    por la posesin de la pelota. Para esto graban en video las acciones de tackle

    ocurridas en 123 de los 128 partidos jugados en diferentes torneos de la FIFA y de los

    JJOO. Cerca del 50% de las lesiones tratadas despus de un partido vienen dadas por

    esta causa, aunque de ellas el 30% son debidas a juego sucio. Es interesante la

    orientacin que estos autores dan al tema al decir que uno de los aspectos a estudiar

    sera el proceso cognitivo que en este caso el futbolista realiza para ejecutar estas

    acciones, pues la resultante en una lesin puede ser debida a la mala decisin

    tomada, lo que representa un error. Esto lo hacan extrayendo la siguiente informacin:

    direccin del tackle (si el jugador que lo realiza se aproxima por delante, detrs o

    lateralmente), forma (el jugador contacta con los dos pies en el suelo, resbalando

    incluyendo un salto horizontal, salto vertical) y accin durante el tackle (utilizacin de

  • uno o dos pies en su ejecucin, utilizacin de un brazo o la mano, contacto con la

    parte superior del cuerpo, o la existencia de un golpe entre cabezas).

    Askling et al (2003) encontraron que las lesiones isquiotibiales registradas en

    futbolistas se produjeron en su mayor parte durante acciones de esprint, y la lesin de

    mayor gravedad (de las 13 que registraron) se produjo en una accin de tackle. El

    69% de estas lesiones se produjeron de forma aguda (traumtica), mientras el resto se

    produjo por sobrecarga.

    Drawer y Fuller (2002) recogen cuatro categoras de mecanismo de lesin

    (realizar un tackle, correr, recibir un tackle y el chute). Los incidentes por contacto

    (como realizar o sufrir un tackle) suponen el 38.9% del total de los das de ausencia, y

    las actividades propias del ftbol, como el chute y la carrera fueron responsables del

    46.5% de los das perdidos. El contacto jugador-jugador fue el responsable del 93.8%

    de las contusiones, del 59.4% de los esguinces y del 55% de las fracturas. Los

    jugadores que realizaron los tackles sufrieron todas las lesiones con fractura causadas

    por el mecanismo de contacto jugador-jugador. Este contacto jugador-jugador tambin

    fue el responsable de las lesiones de tobillo (61.9%) y de rodilla (56.8%), y las

    actividades especficas del ftbol fueron las causas mayores de las rupturas

    miofibrilares (72.1%) y de las lesiones de ingle (46.8%), muslo (71.3%) y de la pierna

    (43.6%).

    1.3.2.2.- Las lesiones sin contacto. Mayor campo de prevencin. Los

    mecanismos de salida abierta y de salida cerrada.

    Hemos de tener en cuenta que, a pesar de las recomendaciones anteriores, es

    difcil evitar las acciones que pueden producirse por contacto. Por otra parte, las

    lesiones sin contacto tienen una connotacin diferente, pues estn ligadas a aspectos

    que posiblemente puedan ser ms influenciados por el entrenamiento y la planificacin

    de una prevencin.

    Woods et al (2002) explican, refirindose al periodo de pretemporada del

    futbolista, que la lesin muscular que ms se produce es la ruptura miofibrilar (37%),

    entre las que destaca la del recto femoral. Parece ser que esto pueda estar ligado a la

    involucracin de dicho msculo en acciones como la carrera y los lanzamientos.

    Merecen especial atencin las lesiones articulares, pues frecuentemente

    provocan largos periodos de inactividad. Besier et al (2001a) destacan el riesgo

    potencial de la lesin ligamentosa de rodilla en los cambios de direccin, pues tales

    acciones provocan una combinacin de cargas de flexin, varo valgo y rotaciones en

    dicha articulacin. Segn este trabajo, las cargas de flexin combinadas con

  • momentos de valgo y rotacin interna son las que ms estresan el LCA,

    particularmente en el momento que la rodilla est cercana a la extensin completa al

    realizar el apoyo. Adems, parece ser que el gran momento valguizante durante la

    salida abierta provoca mayor estrs en el LLI, al igual que la rotacin externa, mientras

    las cargas combinadas que incluyan un varo producen una mayor tensin en el LLE.

    La salida abierta se refiere al cambio de direccin con pivotaje y salida en direccin

    opuesta a la pierna de apoyo, y la salida cerrada se refiere al cambio de direccin con

    pivotaje y salida en direccin de la pierna de apoyo.

    White et al (2003), en un estudio sobre la lesin del LCA en deportistas

    femeninas, explican que los mecanismos ms habituales son la recepcin del pie y el

    cambio de direccin (29% de los casos), la recepcin sobre la rodilla en extensin

    (28%) y la parada en la recepcin con la rodilla en hiperextensin (26%). Rozzi et al

    (1999) tambin explican que las lesiones del LCA en baloncesto y ftbol se producen

    en la mayora de casos sin contacto, y que el mecanismo es sobre todo mediante

    desaceleraciones o recepciones en un salto.

    La lesin del LCA es la que reviste mayor gravedad en la rodilla. Besier et al

    (2001b) explican que las acciones con cambios bruscos de direccin combinados con

    aceleraciones o desaceleraciones importantes del cuerpo son las que ms estresan

    este ligamento. As, a las cargas ya comentadas que se producen en el LCA, hay que

    aadir el aumento de estrs que provoca la anteriorizacin tibial en las acciones

    citadas, sobre todo en situaciones que se producen con la rodilla entre la extensin

    completa y los 20 de flexin. Se ha visto que el LCA es ms propenso a sufrir

    lesiones con la rodilla cerca de 30 de flexin bajo cargas de flexin y valgo.

    Con relacin a esta posicin articular, la figura 3 (Solomonow et al, 2001)

    muestra la carga aislada cuadricipital en diferentes ngulos de flexin de rodilla y,

    aunque evidentemente en una situacin normal tendramos que contar con la actividad

    isquiotibial para hablar de este parmetro, es interesante ver que la mayor tensin se

    sita alrededor de los grados comentados por Besier et al (2001b).

    En el trabajo de Besier et al (2001a) podemos leer que los isquiotibiales tienen

    un gran potencial de reducir la anteriorizacin tibial cuando la rodilla es flexionada

    desde la extensin completa, aligerando as la carga del LCA. Pero el aumento de

    flexin desde la extensin completa disminuye la capacidad de los msculos de la

    rodilla para soportar el valgo, aumentando as las cargas a soportar por el LCA y otros

    ligamentos.

  • En Besier et al (2001b), sobre las cargas que sufre la rodilla en diferentes

    acciones motrices (carrera recta, salida abierta de 30 y de 60 y salida cerrada de

    30), se destaca el hecho de que entre dichas tareas no haba diferencias destacables

    en los momentos de flexin, pero s existan diferencias importantes en las cargas de

    varo valgo y rotacionales. El momento de flexin de rodilla ha de ser contrarrestado

    por una accin cuadricipital que acabar provocando una anteriorizacin tibial que

    ser ms importante cerca de la posicin de extensin. Es posible que la suma de las

    cargas de varo valgo y de rotacin conjuntamente con esta traslacin anterior de la

    tibia sea la causa del aumento del riesgo de lesin del ligamento. Hemos de pensar

    que ante cualquier deficiencia de la musculatura implicada estas cargas pueden llevar

    a una lesin, aunque el riesgo dependa tambin de otros factores, de entre los cuales

    estos autores destacan la magnitud y frecuencia de las cargas, la combinacin de

    stas, cmo las mismas son repartidas entre la musculatura y otros tejidos blandos

    que rodean la articulacin, la capacidad de resistencia ligamentosa y la geometra

    articular.

    La mayor tensin en el LCA se produce durante la salida abierta en el contacto y

    el despegue, donde la rodilla experimenta una combinacin de traslacin tibial anterior,

    rotacin interna y valgo de rodilla, con esta articulacin en una flexin de entre 30 y

    Figura 3.- Desplazamiento anterior tibial segn la carga aislada en el cuadriceps a diferentes grados de flexin de rodilla (Solomonow et al, 2001).

  • 40. En este trabajo tambin destaca la tensin que sufre el LLI de los individuos que

    producan una carga en valgo y rotacin interna en el contacto y el despegue de esta

    misma accin. Este ligamento soporta casi el 80% de la carga de valgo de rodilla

    cuando sta se encuentra en una flexin de entre 25 y 30, y adems soporta la

    mayora de carga de rotacin interna entre los 0 y 45 de flexin. Por otra parte, los

    individuos que registraban un varo en los cambios de direccin provocaban un riesgo

    potencial de lesin en el LLE, sobre todo cuando la rodilla estaba cercana a la

    extensin.

    Cerulli et al (2001) explican que la lesin del LCA se produce normalmente con la

    rodilla entre 0 y 30 de flexin, sobre todo en situaciones sin contacto y durante la

    carrera y el salto. En la carrera, los movimientos asociados con la lesin incluyen el

    cambio de direccin, la desaceleracin rpida, la parada espontnea y los

    movimientos de rotacin. En cuanto al salto, los movimientos de mayor peligro son la

    recepcin en varo y rotacin interna y el estrs en valgo y rotacin externa.

    Variando de articulacin, Woods et al (2003) han mostrado que el ligamento

    tibioperoneo anterior y posterior son los que recogen menor nmero de lesiones de

    tobillo en futbolistas. En esta publicacin se explica que la tendencia natural del tobillo

    es que ste vaya ms hacia la inversin que hacia la eversin. En el 73% de este tipo

    de lesiones queda afectado el LPAA, posiblemente porque tiene menor capacidad de

    carga, aunque hemos de pensar que biomecnicamente es el que queda ms

    sometido a la flexin plantar y al cajn anterior del astrgalo. En cambio, el ligamento

    PC no llega a sufrir esta combinacin de tensiones. Respecto a la lesin del complejo

    interno, la incidencia lesional se encuentra alrededor del 14%. Es posible que estas

    ltimas lesiones estn asociadas a la realizacin de tackles con la cara interna del pie

    (interior de la bota).

    Stacoff et al (1996) explican que ante una carga en inversin los peroneos son

    los eversores ms importantes, pero el tiempo de reaccin de estos est entre 60 y

    90ms, demasiado largo para prevenir una distensin de tobillo, pues durante los

    cambios laterales de direccin la inversin tiene lugar en los 30-50ms despus del

    contacto. Tambin comentan que hay dos tipos de deslizamiento que se deberan

    tener en cuenta: el primero es entre la suela y el suelo (bastante estudiado), y el

    segundo (muy poco estudiado) es entre la planta del pie y la suela, el cual debera ser

    el menor posible. Con relacin a esto, es necesario tener en cuenta los gestos de cada

    deporte, pues cada uno de ellos puede tener mayor o menor riesgo de provocar una

    lesin de tobillo. El baloncesto es la actividad con mayor riesgo de este tipo de

    lesiones, seguidas del balonmano, voleibol, ftbol y tenis.

  • Con relacin a esto ltimo, la tabla 7 (Meeuwisse et al, 2003) muestra tambin

    cmo el esguince de tobillo es la lesin de mayor incidencia en una poblacin de

    jugadores universitarios de baloncesto.

    Woods et al (2004) explican que las lesiones de isquiotibiales en la carrera se

    producen al final de la fase de oscilacin, cuando estos msculos trabajan para

    desacelerar la extremidad mientras tambin controlan la extensin de la rodilla (esta

    musculatura ha de cambiar de un funcionamiento excntrico, a una accin concntrica,

    sobre todo al convertirse en extensores de cadera). Este cambio tan rpido de

    excntrico a concntrico es el momento en que el msculo se convierte en ms

    vulnerable.

    Tol et al (2002) realizan un estudio sobre la relacin del chute y el sndrome del

    pinzamiento anterior de tobillo en quince futbolistas amateurs. Para ello hacan realizar

    chutes a una portera a 11 metros de distancia. Marcaron diferentes zonas del pie para

    poder ver dnde se producan los contactos con el baln. Adems realizaron un

    control cinemtico de la accin. Esto lo hacen porque son conocedores de la

    formacin de osteofitos talotibiales en la parte anterior del tobillo en futbolistas con

    dolor crnico. Se ha llegado a llamar a esta afectacin el tobillo del futbolista o tobillo

    del atleta, pero posteriormente ha adoptado el nombre de sndrome del pinzamiento

    anterior de tobillo.

    La causa de la formacin de estos osteofitos no est totalmente establecida. Una

    de las posibles explicaciones asume que durante el chute se produce una traccin

    mxima repetitiva en la cpsula articular. En otra hiptesis se explica que la formacin

    de osteofitos se relaciona con un dao directo en el borde del cartlago anterior del

    tobillo en combinacin con un microtrauma recurrente, causado por el impacto directo

    Tabla 7.-