PROBIÓTICOS: EFECTOS SOBRE

LA INMUNOMODULACIÓN Y EL SISTEMA DIGESTIVO

Michael R. Lappin, DVM, PhD, DACVIM

The Kenneth W. Smith Professor in Small Animal Clinical Veterinary MedicineCollege of Veterinary Medicine and

Biomedical Sciences, Colorado State University, Fort Collins Colorado, USA

Su Bienestar, Nuestra Pasión

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PROBIÓTICOS: Efectos sobre la inmunomodulación y el sistema digestivo

Introducción: probióticos

Estudios realizados con E.Faecium SF68 (4b1705)

Conclusiones y aspectos relevantes

Bibliografía

ÍNDICE

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461214

Pág.

Los probióticos son microorganismos vivos que, si se administran en cantidades adecuadas, aportan efectos bene�ciosos para la salud del hospedador. Se han llevado a cabo muchos estudios y revisiones sobre los efectos de los probióticos sobre la salud de los seres humanos, pero muchos menos en pequeños anima-les.1-4 La evidencia que apoya el uso de probióticos suele ser mayor para el manejo de síndromes gastroin-testinales tales como la diarrea aguda o crónica debi-das a enfermedades infecciosas o enfermedad inflama-toria intestinal. También hay cierta evidencia de que los probióticos podrían ser bene�ciosos para mitigar los vómitos o diarrea asociados a los antibióticos.5-7 Se sabe que algunos probióticos ayudan a equilibrar la microbiota endógena y que algunos pueden inhibir la replicación de bacterias patógenas.8-10 Alguno de los mecanismos de acción propuestos incluyen la compe-tencia por nutrientes esenciales o por receptores, su unión a bacterias patógenas y la producción de sustan-cias inhibitorias. También existe alguna evidencia de que algunos probióticos inducen efectos de modula-ción inmunitaria con posibles bene�cios para el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal, atopia, o enfermedades infecciosas con afectación sistémica (p. ej. herpesvirus felino 1; FHV-1).8,11-15

Las enfermedades infecciosas son comunes en los pequeños animales, por lo que los posibles efectos bene�ciosos de los probióticos podrían tener un impacto sobre la clínica veterinaria. También sabemos que algunos probióticos pueden influir de forma bene-�ciosa sobre la inmunidad innata y la adquirida a nivel sistémico.11,12,16 No se han podido caracterizar todos los métodos por los que los probióticos modulan el siste-

ma inmunitario, y es probable que éstos varíen en función del probiótico.15,17 Por tanto, un efecto clínico comprobado inducido por un probiótico no tiene por qué ser inducido por otros probióticos, incluso perte-neciendo al mismo género y especie bacteriana. Por ejemplo, existen muchas cepas de Enterococcus faecium, pero los efectos clínicos positivos en perros y en gatos solo se han demostrado con la cepa E. faecium SF68.5,18,19

Aunque se suele considerar que la utilización de probióticos es algo seguro, los consumidores deberían preguntar a las compañías que los comercializan sobre su seguridad.20 Uno de los principales aspectos sobre el uso de probióticos en pequeños animales es el control de calidad. Estudios veterinarios recientes evidenciaron que la mayoría de los productos que alegan contener probióticos, tras ser analizados, no satisfacen lo que dice la etiqueta.21,22 Otros aspectos sin resolver sobre el uso de probióticos en pequeños animales son el número óptimo de bacterias que debe utilizarse y si la presencia de múltiples cepas bacteria-nas en un producto aporta algún bene�cio clínico. Puesto que cada bacteria de un probiótico puede tener efectos únicos, los productos que contienen múltiples bacterias podrían acabar conteniendo mecanismos de acción que compitan entre sí, disminuyendo de este modo sus posibles efectos bene�ciosos.

Solo existen cuatro cepas bacterianas que puedan utilizarse en los productos probióticos veterinarios comercializados en Europa y que hayan demostrado ser seguras y posean estudios clínicos que respalden los efectos bene�ciosos de estabilización de la flora intes-tinal en perros y gatos, incluyendo la única cepa encap-sulada, E. faecium NCIMB 10415 (SF68) utilizada en FortiFlora® (Nestlé Purina PetCare) (consultar la tabla). Estudios recientes han evaluado los efectos gastroin-testinales de otros probióticos o simbióticos disponi-bles en Estados Unidos, que resultan de ayuda para los veterinarios norteamericanos a la hora de elegir qué producto deben facilitar a sus clientes.14,23-28

La cepa SF68 de Enterococcus faecium (NCIMB 10415), extendida por todo nuestro entorno natural, se aisló originariamente en heces de bebés sanos, e inicial-

mente se demostró que inhibía el crecimiento de varios enteropatógenos.29 Junto con las familias Lacto-bacillaceae y Streptococcaceae, la familia Enterococca-ceae pertenece al orden Lactobacillales, de la clase Bacilli, filo Firmicutes, que recibe mucha atención en los estudios sobre el microbioma. En cambio, Escheri-chia coli junto con Klebsiella, Salmonella, Shigella, e incluso Yersinia pestis pertenece a la familia Entero-bactriaceae del �lo Proteobacteria. La taxonomía no es ningún reflejo de la capacidad patogénica o de e�cacia de una cepa como probiótico, sino de adaptaciones evolutivas comunes y de relaciones simbióticas con los mamíferos. Los nombres de los �los están a la orden del día desde que los resultados del análisis de la microbiota se presentaron agrupados en �los para intentar comprender e incluir el enorme número de bacterias que coexisten con los mamíferos. La mayoría

INTRODUCCIÓN: PROBIÓTICOS

de las bacterias probióticas desarrolladas hasta la actualidad pertenecen a los �los Actinobacteria (Bifidobacteriales) y Firmicutes (Lactobacillaceae, Ente-rococcaceae). Para ser utilizado de forma responsable, una cepa de probiótico para un hospedador especí�co y un objetivo especí�co para la salud de un sistema corporal debería disponer de una forma de adminis-tración, dosis y tiempo de administración óptimos según nuestro conocimiento basado en evidencias más actual. El objetivo de este trabajo es resumir los estudios clave relativos a los efectos de Enterococcus faecium NCIMB 10415 SF68, equivalente al producto comercial FortiFlora® (Nestlé Purina PetCare), en el manejo de distintos síndromes clínicos en perros y gatos como probiótico farmacéutico ejemplar con una larga historia de datos cientí�cos y de vigilancia que respaldan su seguridad y e�cacia.

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PROBIÓTICOS: Efectos sobre la inmunomodulación y el sistema digestivo

Especie bacteriana Aditivo Grupo Funcional del Aditivo Aprobado para

Enterococcus faecium NCIMB 10415 (SF68)

Enterococcus faecium NCIMB 10415 (DSM 10663)

Lactobacillus acidophilus CECT 4529

Bacillus subtilis C-3102(DSM 15544)

4b1705

4b1707

4b1715

4b1820

Perro: Otros aditivos zootécnicos (mejora de problemas gastrointestinales)Gato: Estabilizador de la flora intestinal

Estabilizador de la flora intestinal

Estabilizador de la flora intestinal

Estabilizador de la flora intestinal

Perro, Gato

Perro, Gato

Perro, Gato

Perro

Los probióticos son microorganismos vivos que, si se administran en cantidades adecuadas, aportan efectos bene�ciosos para la salud del hospedador. Se han llevado a cabo muchos estudios y revisiones sobre los efectos de los probióticos sobre la salud de los seres humanos, pero muchos menos en pequeños anima-les.1-4 La evidencia que apoya el uso de probióticos suele ser mayor para el manejo de síndromes gastroin-testinales tales como la diarrea aguda o crónica debi-das a enfermedades infecciosas o enfermedad inflama-toria intestinal. También hay cierta evidencia de que los probióticos podrían ser bene�ciosos para mitigar los vómitos o diarrea asociados a los antibióticos.5-7 Se sabe que algunos probióticos ayudan a equilibrar la microbiota endógena y que algunos pueden inhibir la replicación de bacterias patógenas.8-10 Alguno de los mecanismos de acción propuestos incluyen la compe-tencia por nutrientes esenciales o por receptores, su unión a bacterias patógenas y la producción de sustan-cias inhibitorias. También existe alguna evidencia de que algunos probióticos inducen efectos de modula-ción inmunitaria con posibles bene�cios para el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal, atopia, o enfermedades infecciosas con afectación sistémica (p. ej. herpesvirus felino 1; FHV-1).8,11-15

Las enfermedades infecciosas son comunes en los pequeños animales, por lo que los posibles efectos bene�ciosos de los probióticos podrían tener un impacto sobre la clínica veterinaria. También sabemos que algunos probióticos pueden influir de forma bene-�ciosa sobre la inmunidad innata y la adquirida a nivel sistémico.11,12,16 No se han podido caracterizar todos los métodos por los que los probióticos modulan el siste-

ma inmunitario, y es probable que éstos varíen en función del probiótico.15,17 Por tanto, un efecto clínico comprobado inducido por un probiótico no tiene por qué ser inducido por otros probióticos, incluso perte-neciendo al mismo género y especie bacteriana. Por ejemplo, existen muchas cepas de Enterococcus faecium, pero los efectos clínicos positivos en perros y en gatos solo se han demostrado con la cepa E. faecium SF68.5,18,19

Aunque se suele considerar que la utilización de probióticos es algo seguro, los consumidores deberían preguntar a las compañías que los comercializan sobre su seguridad.20 Uno de los principales aspectos sobre el uso de probióticos en pequeños animales es el control de calidad. Estudios veterinarios recientes evidenciaron que la mayoría de los productos que alegan contener probióticos, tras ser analizados, no satisfacen lo que dice la etiqueta.21,22 Otros aspectos sin resolver sobre el uso de probióticos en pequeños animales son el número óptimo de bacterias que debe utilizarse y si la presencia de múltiples cepas bacteria-nas en un producto aporta algún bene�cio clínico. Puesto que cada bacteria de un probiótico puede tener efectos únicos, los productos que contienen múltiples bacterias podrían acabar conteniendo mecanismos de acción que compitan entre sí, disminuyendo de este modo sus posibles efectos bene�ciosos.

Solo existen cuatro cepas bacterianas que puedan utilizarse en los productos probióticos veterinarios comercializados en Europa y que hayan demostrado ser seguras y posean estudios clínicos que respalden los efectos bene�ciosos de estabilización de la flora intes-tinal en perros y gatos, incluyendo la única cepa encap-sulada, E. faecium NCIMB 10415 (SF68) utilizada en FortiFlora® (Nestlé Purina PetCare) (consultar la tabla). Estudios recientes han evaluado los efectos gastroin-testinales de otros probióticos o simbióticos disponi-bles en Estados Unidos, que resultan de ayuda para los veterinarios norteamericanos a la hora de elegir qué producto deben facilitar a sus clientes.14,23-28

La cepa SF68 de Enterococcus faecium (NCIMB 10415), extendida por todo nuestro entorno natural, se aisló originariamente en heces de bebés sanos, e inicial-

mente se demostró que inhibía el crecimiento de varios enteropatógenos.29 Junto con las familias Lacto-bacillaceae y Streptococcaceae, la familia Enterococca-ceae pertenece al orden Lactobacillales, de la clase Bacilli, filo Firmicutes, que recibe mucha atención en los estudios sobre el microbioma. En cambio, Escheri-chia coli junto con Klebsiella, Salmonella, Shigella, e incluso Yersinia pestis pertenece a la familia Entero-bactriaceae del �lo Proteobacteria. La taxonomía no es ningún reflejo de la capacidad patogénica o de e�cacia de una cepa como probiótico, sino de adaptaciones evolutivas comunes y de relaciones simbióticas con los mamíferos. Los nombres de los �los están a la orden del día desde que los resultados del análisis de la microbiota se presentaron agrupados en �los para intentar comprender e incluir el enorme número de bacterias que coexisten con los mamíferos. La mayoría

de las bacterias probióticas desarrolladas hasta la actualidad pertenecen a los �los Actinobacteria (Bifidobacteriales) y Firmicutes (Lactobacillaceae, Ente-rococcaceae). Para ser utilizado de forma responsable, una cepa de probiótico para un hospedador especí�co y un objetivo especí�co para la salud de un sistema corporal debería disponer de una forma de adminis-tración, dosis y tiempo de administración óptimos según nuestro conocimiento basado en evidencias más actual. El objetivo de este trabajo es resumir los estudios clave relativos a los efectos de Enterococcus faecium NCIMB 10415 SF68, equivalente al producto comercial FortiFlora® (Nestlé Purina PetCare), en el manejo de distintos síndromes clínicos en perros y gatos como probiótico farmacéutico ejemplar con una larga historia de datos cientí�cos y de vigilancia que respaldan su seguridad y e�cacia.

cepa E. faecium SF68 podían detectarse con tan solo 4 semanas de administración del suplemento.16 Se selec-cionaron perros Beagle adultos jóvenes (n=7) empare-jados por edades, clínicamente sanos y criados en labo-ratorio, que se alojaron en instalaciones para investiga-ción. Se obtuvieron muestras de sangre y suero de cada perro antes de recibir el suplemento y posteriormente cada mes hasta las 12 semanas. Se utilizó la citometría de flujo para medir el porcentaje de linfocitos B que expresaban IgG o el complejo mayor de histocompatibi-lidad clase II (MHC II) unido a la super�cie, el porcentaje de linfocitos T CD4+ que expresaban MHC II, y el porcen-taje de linfocitos T CD8+ que expresaban MHC II o CD11a. Se evaluó la respuesta de proliferación de linfo-citos T en todos los perros frente a un mitógeno inespe-cí�co (Concanavalina A) mediante citometría de flujo. Se detectaron diferencias estadísticamente signi�cati-vas para algunos parámetros de linfocitos B y T tan solo 4 semanas después de comenzar la administración del suplemento con la cepa E. faecium SF68.

Se llevó a cabo un experimento parecido para evaluar la seguridad y efectos inmunológicos de la cepa E. faecium SF68 cuando se administraba a gatitos de experimenta-ción sanos.12 Este estudio evaluó si la administración de la cepa E. faecium SF68 a gatitos potenciaba sus respuestas inmunitarias inespecí�cas o las respuestas inmunitarias especí�cas frente a la vacunación contra FHV-1, calicivirus felino y virus de la panleucopenia felina.12 Un grupo de 10 gatitos recibió la cepa E. faecium SF68 cada día a partir de las 7 semanas de edad, y el otro grupo recibió un placebo. Se monitorizó a todos los gatitos hasta las 27 semanas de edad. Varias de respuestas inmunitarias humorales medidas fueron numéricamente superiores en los gatitos que recibieron el suplemento con SF68 en comparación con el grupo placebo, pero las diferencias no llegaron a ser estadísti-camente signi�cativas. Por ejemplo, las concentracio-nes medias de IgG sérica especí�ca contra FHV-1 fueron superiores en el grupo tratamiento respecto del placebo a las 15, 21 y 27 semanas de edad. Sin embargo, a las 27 semanas de edad, el grupo tratamiento tenía un porcen-taje signi�cativamente superior de linfocitos en los portales positivos para CD4 (media 13,87%) que el grupo placebo (media 10,61%, p=0,022). Se concluyó que la cepa E. faecium SF68 era segura y que había evidencias de inmunomodulación.12

En uno de los primeros estudios en animales de compañía se administró la cepa E. faecium SF68 a un grupo de cachorros vacunados contra el virus del moquillo canino (VMC) y se les comparó durante un tiempo con un grupo control que había recibido exactamente el mismo protocolo de vacunación pero que no había recibido el probiótico.11 Varios hallazgos sugirieron un efecto inmunomodulador del probiótico. Los cachorros que recibieron el suplemento con SF68 tuvieron concentraciones séricas y fecales superiores de IgA total, concentraciones séricas incrementadas de IgA e IgG especí�cas frente a VMC, y un porcen-taje superior de linfocitos B circulantes en compa-ración con los cachorros control. El efecto sobre los anticuerpos IgG e IgA séricos especí�cos contra el virus del moquillo canino solo se obser-varon tras haberlo administrado a los cachorros durante 31 y 44 semanas, y se concluyó que SF68 prevenía la bajada de los títulos de anticuerpos observada en animales control y que mantenía unos niveles elevados de anticuerpos en los cachorros que habían recibido el suplemento.

Se realizó un estudio de seguimiento para deter-minar si los efectos inmunomoduladores de la

ESTUDIOS REALIZADOS CON E.FAECIUM SF68

ESTUDIOS SOBRE

INMUNOMO-DULACIÓN

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ESTUDIOS SOBRE INMUNOMODULACIÓN

ESTUDIO SOBRE FHV-1

CRÓNICO

Para determinar si los efectos inmunomoduladores de la cepa E. faecium SF68 detectados en el ensayo con gatitos sanos mencionado en el apartado anterior podrían tener un bene�cio clínico, se optó por estudiar FHV-1. Esta infección vírica es extremadamente común en gatos y frecuentemente va asociada a morbilidad debida a signos clínicos recurrentes de enfermedad ocular y respiratoria. En este estudio piloto se partió de la hipótesis de que la administración de E. faecium cepa SF68 disminuiría la incidencia y severidad de la enfermedad clínica, frecuencia de los episodios de eliminación de FHV-1 y el número total de copias de ADN de FHV-1 eliminadas por los gatos con infección crónica con FHV-1.8

Doce gatos con infección crónica con FHV-1 recibieron E. faecium SF68 o un potenciador de sabor como placebo. Se monitorizó a los gatos y se midió si había signos clínicos de enfermedad, eliminación de FHV-1 y respuestas inmunitarias humoral y celular especí�cas frente a FHV-1 y cambios en el microbioma fecal. Tras un periodo de equilibrio se indujo un ligero estrés cambiando a los gatos de un alojamiento en jaulas a otros alojamientos en grupo varias veces durante un periodo de cinco meses.

Todos los gatos toleraron bien la cepa E. faecium SF68. Se mantuvo la diversidad microbiana en heces a lo largo de todo el estudio en los gatos que recibieron el suple-mento con la cepa E. faecium SF68, pero la diversidad disminuyó en los gatos que recibieron el placebo, lo que indicaba que los gatos que recibían la cepa E. faecium SF68 tenían un microbioma más estable. Los gatos que recibieron la cepa E. faecium SF68 experimen-taron un número signi�cativamente inferior de episo-dios de conjuntivitis que los del grupo placebo durante el periodo de administración del suplemento, lo que sugería que la administración del probiótico disminuía la morbilidad asociada a la infección crónica con FHV-1 exacerbada por el estrés. Será necesario realizar más estudios para determinar si los efectos clínicos induci-dos por la cepa E. faecium SF68 en este estudio están relacionados con los cambios inducidos en la microbio-ta respiratoria tal como señala otro estudio en gatos sanos realizado con un probiótico distinto.30

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Cuando se administró la cepa E. faecium SF68 a 10 perros adultos con infección crónica y subclínica con Giardia no se hallaron diferencias en las concentraciones fecales de antígeno ni el nivel de eliminación de quistes en comparación con 10 perros tratados con placebo.32 Además, no hubo diferencias entre grupos en cuanto a las concentraciones fecales de IgA. A diferencia del estudio en ratones, los perros se encontraban clínicamente normales y tenían una infección subclínica crónica con Giardia antes de la administración de la cepa E. faecium SF68, lo que podría explicar las diferencias entre ambos estudios.

ESTUDIO EN PERROS SOBRE

GIARDIA SUBCLÍNICA

CRÓNICA

En trabajos previos, los ratones alimentados con la cepa E. faecium SF68 y posteriormente infectados con Giardia intestinalis eliminaron menos trofozoítos y menos antígenos contra Giardia que los del grupo placebo.31 Además, los ratones que recibieron el suplemento tuvieron concentraciones incrementadas de linfocitos T CD4+ en las placas de Peyer y en el bazo así como concentraciones incrementadas de IgA intestinal e IgG sérica anti Giardia en comparación con los ratones no tratados.

ESTUDIO SOBRE GIARDIA

AGUDA EN RATONES

9

ESTUDIOS SOBRE INMUNOMODULACIÓN

En otro estudio se partió de la hipótesis que los gatos y perros alojados en refugios animales que recibieran la cepa E. faecium SF68 tendrían un menor número de episodios de diarrea y unas puntuaciones fecales mejoradas en comparación con los perros y gatos no tratados en el mismo entorno.18 Los gatos se alojaron en dos habitaciones separadas y los perros en otras dos habitaciones distintas en un Refugio Animal del norte de Colorado. Perros y gatos recibieron una dieta estándar según la especie. Los animales de una habitación recibieron el suplemento con la cepa E. faecium SF68 a diario y los animales de la habitación alternativa recibieron un suplemento con placebo. Para reducir el riesgo de influencia de la propia habitación sobre los resultados del estudio, los perros y gatos que recibían la cepa E. faecium SF68 intercambiaron la habitación pasado un mes, con una semana de aclarado. Antes de limpiar la habitación por la mañana, un investigador sin información sobre los grupos determinaba la puntuación fecal para las heces de todas las jaulas utilizando el Sistema de Puntuación Fecal de Purina para Perros y Gatos (Tabla 1). Se calculó el porcentaje de perros o gatos con diarrea de 2 días de duración a lo largo del estudio. Se utilizó un modelo lineal mixto generalizado con distribución binomial con el tratamiento como efecto �jo y la habitación como efecto aleatorio para evaluar diferencias estadísticas entre los grupos de tratamiento. La presencia de parásitos se incluyó como covariable. La signi�cación estadística se de�nió como p< 0,05.

Las tasas de prevalencia de diarrea fueron bajas para todos los perros del estudio, por lo que no se detectaron diferencias estadísticas. Sin embargo, el porcentaje de gatos con diarrea durante dos días fue del 7,7% para el grupo probiótico y del 20,7% para el grupo placebo. Este resultado era signi�cativamente distinto (p = 0,0297) y sugiere que la administración de la cepa E. faecium SF68 a gatos alojados en refugios puede disminuir el número de días con diarrea. Al tratarse de un estudio a corto plazo, es probable que este efecto bene�cioso se debiera a la influencia del probiótico sobre la flora intestinal en lugar de los efectos de potenciación inmunitaria sistémica.

ESTUDIO SOBRE DIARREA AGUDA

INESPECÍFICA EN ANIMALES DE

REFUGIOS

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En este estudio, la hipótesis era que los perros con diarrea inespecí�ca alimentados con la cepa E. faecium SF68 junto con metronidazol tendrían mejores evoluciones clínicas que los perros que recibían únicamente metronidazol. La cepa Enterococcus faecium SF68 es resistente al metronidazol, por lo que se administraron ambos compuestos conjuntamente.19

Se estudió a perros abandonados de un refugio con libre admisión que tenían un apetito normal, no vomitaban y tenían una puntuación fecal superior a 4. Todos los perros recibieron un alimento estándar y metronidazol a razón de 25 mg/kg vía oral, dos veces al día, durante 7 días. Se aleatorizó qué perros recibían la cepa E. faecium SF68 o un placebo mezclado con su comida, cada día, durante 7 días. Los individuos encargados de determinar las puntuaciones fecales diarias (Tabla 1) no tenían referencias sobre los grupos.

El día 7 se detectaron heces normales ( puntuación fecal <5) en el 37,5% de los perros que recibieron metronidazol y en el 68,8% de los perros que recibieron el tratamiento dual, pero los resultados no eran signi�cativos (p = 0,1556). El porcentaje de días con heces normales fue signi�cativamente superior (p= 0,0496) en los perros que recibieron el tratamiento dual (65,6%) en comparación con los que solo recibieron metronidazol (46,9%). Los quistes de Giardia desaparecieron y la diarrea resolvió en los perros infectados del grupo tratamiento. En cambio, de los 7 perros positivos para Giardia del grupo placebo, 6 (85,7%) seguían siendo positivos para quistes de Giardia el día 7, y 4 de éstos seguían teniendo diarrea el día 7.

ESTUDIO SOBRE DIARREA

TRATADA CON METRONIDAZOL

11

ESTUDIOS SOBRE INMUNOMODULACIÓN

Los veterinarios suelen prescribir amoxicilina-clavuláni-co para un amplio abanico de problemas felinos, inclu-yendo los abscesos por mordedura e infecciones respi-ratorias superiores. Como el fármaco posee un amplio espectro contra muchas bacterias, incluyendo anaero-bios, puede producirse diarrea, vómitos y pérdida de apetito durante su administración a gatos.

Un objetivo del estudio era cuanti�car la frecuencia de signos gastrointestinales inducidos por la amoxicilina /clavulánico. El segundo objetivo era determinar si la administración de la cepa E. faecium SF68 podría aliviar estos efectos secundarios ya que se ha demostrado que este probiótico es e�caz en el tratamiento de la diarrea en gatos.5

En este estudio doble ciego, con control con placebo, se dividió aleatoriamente a 34 gatos adultos jóvenes, sanos, criados a propósito, y de ambos sexos, en dos grupos según su índice de condición corporal. Los gatos se alojaron en jaulas para poder monitorizar los hallaz-gos clínicos individuales a diario. Esto incluía el apeti-to, actitud, hidratación, vómitos e índice de consisten-cia fecal con la escala descrita previamente (Tabla 1). Tras la evaluación de las puntuaciones fecales durante un periodo de 10 días de equilibro, los gatos con una puntuación fecal > 4 en más de dos ocasiones se elimi-naron del estudio por estar predispuestos a diarrea por estrés. Todos los gatos recibieron amoxicilina /clavulá-nico (Clavamox®; Zoetis) a razón de 62,5 mg/gato vía oral, dos veces al día, durante siete días. Dos horas antes de la administración del antibiótico se les admi-nistró 1/4 de lata de alimento húmedo con la dosis de la cepa E. faecium SF68 (13 gatos) o únicamente el poten-

ciador del sabor utilizado en ese mismo producto comercial (placebo; 14 gatos). Se continuó con la admi-nistración del placebo o la cepa E. faecium SF68 y la medición de las puntuaciones fecales durante cinco días adicionales tras la interrupción del antibiótico.

Aunque no se apreciaron vómitos durante el periodo de equilibrio, 7 gatos del grupo tratamiento y 6 gatos del grupo placebo vomitaron al menos en una ocasión durante el periodo de administración del antibiótico. No obstante, el número total de episodios de vómitos durante el periodo de administración del antibiótico no fue signi�cativamente distinto entre los grupos, y los vómitos desaparecieron en todos los gatos tras interrumpir el antibiótico.

Se detectaron puntuaciones fecales >5 en una escala de 7 puntos (Tabla 1) en 9 de los 13 gatos (69,2%) en el grupo tratamiento en comparación con 12 de los 14 gatos del grupo placebo (85,7%). Solo se detectaron puntuaciones fecales iguales a 7 en el grupo placebo. Cuando se compararon, los gatos del grupo tratamiento tuvieron unas puntuaciones fecales totales signi�cati-vamente inferiores que los gatos del grupo placebo entre los días 1 y 11 (p = 0,0058). La administración de amoxicilina/ clavulánico causó una disminución de la diversidad del microbioma en ambos grupos, pero no se detectaron diferencias entre los gatos del grupo tratamiento y los del grupo placebo. Los resultados demostraron que la administración de amoxicilina/cla-vulánico por vía oral a gatos puede inducir vómitos o diarrea y alterar el microbioma gastrointestinal. Además, la administración del probiótico E. faecium cepa SF68 puede reducir alguna de las anomalías clíni-cas asociadas. En un estudio distinto se asoció la administración conjunta de un simbiótico con clindamicina a la mejora del apetito y disminución de la incidencia de vómitos, pero no en la mejora de las puntuaciones fecales en comparación con el grupo placebo.7 Aunque ambos estudios no pueden compararse de forma directa, ambos muestran evidencia para el uso de este probióti-co o simbióticos al prescribir estos dos antibióticos, que están asociados a una incidencia relativamente elevada de signos gastrointestinales.

ESTUDIO SOBRE GATOS

TRATADOS CON AMOXICILINA

CONCLUSIONES Y ASPECTOS RELEVANTES

Existe evidencia de que algunos probióticos inducen efectos de modulación inmunitaria con posibles bene-�cios para el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal, atopia, o enfermedades infecciosas con afectación sistémica. SF68 previno la bajada de los títulos de anticuerpos observada en animales control y mantuvo niveles elevados de anticuerpos en los cachorros que recibie-ron el suplemento. Los gatos que recibieron la cepa E. faecium SF68 experi-mentaron un número signi�cativamente inferior de episodios de conjuntivitis por FHV-1 comparado con el grupo placebo durante el periodo de administración del suplemento. La administración de la cepa E. faecium SF68 a gatos alojados en refugios puede disminuir el número de días con diarrea inespecí�ca. El porcentaje de días con heces normales fue signi�ca-tivamente superior en los perros que recibieron el trata-miento dual en comparación con los que solo recibie-ron metronidazol. La administración de amoxicilina/ clavulánico por vía oral a gatos puede inducir vómitos o diarrea y alterar el microbioma gastrointestinal. Además, la administra-ción del probiótico E. faecium cepa SF68 puede reducir alguna de las anomalías clínicas asociadas.

Dos estudios notables adicionales con probióticos o simbióticos

comercializados en los Estados Unidos incluyen un ensayo abierto que revela

posibles efectos bene�ciosos de la inclusión de un simbiótico para el

manejo de diarrea crónica en gatos25 y el uso de un probiótico en el manejo de

enfermedad inflamatoria intestinal en perros.14 En general, la evidencia

recopilada hasta la fecha sugiere que varios probióticos o simbióticos pueden

ser bene�ciosos para el manejo de determinadas anomalías clínicas en

perros o gatos. Los veterinarios deberían tratar de localizar productos que hayan

demostrado ser seguros, que satisfagan las alegaciones de la etiqueta, y que

tengan un grado elevado de evidencia de su e�cacia clínica.

12

CONCLUSIONES Y ASPECTOS RELEVANTES

13

Muy duras y secas, a menudo expulsadas en forma de bolitas individuales, necesitan esfuerzo para salir, no quedan residuos en el suelo al recogerlas.

1

Firmes, pero no secas, moldeables, con apariencia segmentada, con muy poco o ningún residuo en el suelo al recogerlas.

2

En forma de tronco, sin segmentación o con muy poca segmentación, super�cie húmeda, dejan residuos en el suelo pero mantienen su forma al recogerlas.

3

Muy húmedas, pastosas, con forma de tronco, dejan residuos y pierden forma al recogerlas.

4

Muy húmedas pero con una forma distinguible, presentes en montoncitos más que como troncos distinguibles, dejan residuos y pierden forma al recogerlas.

5

Tienen textura pero no una forma de�nidapresentes en forma de montoncitos o manchas, dejan residuos al recogerse.

6

Acuosa, sin textura, plana en el suelo, en charcos.

7

Tabla 1. Sistema de Puntuación Fecal de Purina - con descripciones sobre las características de las heces

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