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méxico en grave crisis

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Índice

CISA / Co mu ni ca ción e In for ma ción, SA de CVCON SE JO DE AD MI NIS TRA CIÓN: Pre si den te, Ju lio Sche rer Gar cía ; Vi ce pre si den te, Vi cen te Le ñe ro ; Te so re ro, Rafael Rodríguez Castañeda; Vocales, Francisco Álvarez, Salvador Corro

DI REC TOR: Ra fael Ro drí guez Cas ta ñe daSUB DI REC TOR EDITORIAL: Salvador CorroSUB DI REC TOR DE ADMINISTRACIÓN: Alejandro Rivera

ASIS TEN TE DE LA DI REC CIÓN: Ma ría de los Án ge les Mo ra les; ayudante, Luis Ángel Cruz

ASISTENTE DE LA SUBDIRECCIÓN EDITORIAL: Flor Hernández

ASISTENTE DE LA SUBDIRECCIÓN DE ADMINISTRACIÓN: Laura Ávila

COORDINADORA DE FINANZAS DE RE DAC CIÓN: Be a triz Gon zá lez

COORDINADORA DE RECURSOS HUMANOS: Luz María Pineda

EDI CIÓN Y CORRECCIÓN: Alejandro Pérez, coordinador; Cuauhtémoc Arista, Tomás Domínguez, Ser gio Lo ya, Hugo Martínez, Juan Carlos OrtegaREPORTEROS: Carlos Acosta, Jorge Carrasco, Jesusa Cervantes, Juan Carlos Cruz, Patricia Dávila, Gloria Leticia Díaz, Álvaro Delgado, José Gil Olmos, Santiago Igartúa, Arturo Rodríguez, Ro dri go Ve ra, Rosalia Vergara, Jenaro Villamil

CO RRES PON SA LES: Campeche, Rosa Santana; Co li ma: Pe dro Za mo ra; Chiapas, Isaín Mandujano; Gua na jua to: Ve ró ni ca Es pi nosa; Guerrero, Ezequiel Flores Contreras; Jalisco, Fe li pe Co bián; Michoacán, Francisco Castellanos; Nuevo León, Luciano Campos; Oaxaca, Pedro Matías; Puebla, María Gabriela Hernández; Tabasco, Ar man do Guz mán; Veracruz, Noé ZavaletaIN TER NA CIO NAL: Ho me ro Cam pa, coordinador; Corres pon sa les: Madrid: Alejandro Gutiérrez; Pa rís: An ne Ma rie Mer gier; Washington: J. Jesús Esquivel

CUL TU RA: Ar man do Pon ce, edi tor; Ju dith Ama dor Tello, Isa bel Le ñe ro, Niza Rivera Medina, Co lum-ba Vér tiz de la Fuente, reporteras; Colaboradores: Ja vier Be tan court, Blan ca Gon zá lez Ro sas, Estela Leñero Franco, Samuel Máynez Champion, Jor ge Mun guía Es pi tia, Jo sé Emi lio Pa che co , Al ber to Pa-re des, Ra quel Ti bol , Flo ren ce Tous saint; [email protected]

ES PECTÁCU LOS: Ro ber to Pon ce, co or di na dor. [email protected]

DEPORTES: Raúl Ochoa, Beatriz Pereyra

FO TO GRAFÍA: Marco Antonio Cruz, Coordinador; Fotógrafos: Ger mán Can se co, Miguel Dimayuga, Ben ja mín Flo res, Oc ta vio Gó mez, Eduardo Miranda; asistente, Au ro ra Tre jo; auxiliar, Violeta Melo

AU XI LIAR DE RE DAC CIÓN: Á ngel Sán chez

ANÁLI SIS: Co la bo ra do res: John M. Ackerman, Ariel Dorf man, Sabina Berman, Jesús Cantú, De ni se Dres ser, Marta Lamas, Rafael Segovia, Ja vier Si ci lia, En ri que Se mo, Héctor Tajonar, Er nes to Vi lla nue-va, Jorge Volpi; car to nis tas: Gallut, Helguera, Hernández, Na ran jo, Ro cha

CENTRO DE DOCUMENTACIÓN: Ro ge lio Flo res, co or di na dor; Juan Car los Bal ta zar, Li dia Gar cía, Leoncio Rosales

CO RREC CIÓN TIPOGRÁFICA: Jor ge Gon zá lez Ra mí rez, co or di na dor; Se ra fín Dí az, Ser gio Da niel Gon zá lez, Pa tri cia Po sa das

DI SE ÑO: Ale jan dro Val dés Ku ri, co or di na dor; Fer nan do Cis ne ros Larios, An to nio Foui lloux Dá vi la, Ma nuel Foui lloux Ana ya y Juan Ricardo Robles de Haro

se ma na rio de in for ma ción y aná li sis

No. 2029 • 20 de septiembre de 2015

RELACIONES EXTERIORES

34 Cuando Peña Nieto solapaba al régimen egipcio /Témoris Grecko

37 Los mexicanos sí tenían permiso /Mathieu Tourliere

ANÁLISIS62 Retroceso en derechos humanos /Jesús Cantú

63 Razón salvaje /Naranjo

64 Límites y posibilidades de la mirada externa /Olga Pellicer

65 Las costureras 30 años después /Marta Lamas

66 Vivos los queremos /John M. Ackerman

67 Justicia sometida /Héctor Tajonar

68 Lecciones del doce de septiembre /Ariel Dorfman

DERECHOS HUMANOS

6 “Las instituciones, por debajo del desafío” /José Gil Olmos

CASO AYOTZINAPA12 Iguala: las horas del exterminio /Anabel Hernández y Steve Fisher

17 La captura del Cabo Gil provoca aún más dudas /Ezequiel Flores Contreras

22 Cuando el país volteó hacia Guerrero: 43 miradas sobre Ayotzinapa /Héctor de Mauleón

CORRUPCIÓN

24 Circuito Exterior Mexiquense: desde antes de la licitación ya era de OHL /Jenaro Villamil

POLÍTICA /PAN

30 Anaya inunda al PAN de corrupción /Álvaro Delgado

Foto portada: Octavio Gómez

30 76

12

Page 5: PROCESO-2029 20 sep 2015

COMERCIALIZACIÓN: Margarita Carreón, gerente Tel. 56 36 20 63. Mercadotecnia: Lucero García, Norma Velázquez. Tel. 56362059. Karina Valle. Circulación: Mauricio Ramírez. Tel. 5636-2064. Pascual Acuña, Barbara López, Gisela Mares, Fernando Polo, Andrés Velázquez. Publicidad: Ana María Cortés. Tel. 5636-2077 / 2091 / 2062. Eva Ánge les, Ru bén Báez. Suscripciones: Cristina Sandoval Tel. 5636-2080 y 01 800 202 49 98. Mónica Cortés, Ulises de León, Benita González, Atención a suscriptores (Reparto): Lenin Reyes Tel. 5636-2065. Jonathan García, Rosa Morales.

TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN: Fernando Rodríguez, jefe; Marlon Mejía, subjefe; Eduardo Alfaro, Betzabé Estrada, Javier Venegas

AL MA CÉN y PRO VE E DURÍA: Mer ce des Gue rra, co or di na do ra; Ro ge lio Val di via

MANTENIMIENTO: Miguel Olvera, Victor Ramírez

CON TA BI LI DAD: Edgar Hernández, contador; Ma ría Con cep ción Al va ra do, Rosa Ma. García, Ra quel Tre jo Ta pia

COBRANZAS: Sandra Changpo, jefa; Raúl Cruz

OFI CI NAS GE NE RA LES: Re dac ción: Fre sas 13; Ad mi nis tra ción: Fre sas 7, Co l. del Va lle, 03100 Mé xi co, DF

CON MU TA DOR GE NE RAL: Ka ri na Ure ña; Susana Arellano, 5636-2000

FAX: 5636-2055, Palabra de Lector; 5636-2086, 5636-2028, Redacción.

AÑO 38, No. 2029, 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

IM PRE SIÓN: Quad Graphics. Durazno No.1, Col. San José de las Peritas, Xochimilco, México, DF

EDI TO R EN JEFE: Raúl Monge; Editores: Sara Pantoja, Miguel Ángel Vázquez, Concepción Villaverde, María Luisa Vivas; Tels.: 5636-2087, Fax: 5636-2006

EDITOR: Marco Antonio Cruz; Dirección: www.procesofoto.com.mxCorreo electrónico:[email protected]; Ventas y contrataciones: 5636-2016 y 56362017

EDITOR: Alejandro Caballero; Correo electrónico: [email protected]; Armando Gutiérrez, Juan Pablo Proal y Alejandro Saldívar, coeditores; Tel. 5636-2010RESPONSABLE TECNOLÓGICO: Ernesto García Parra; Saúl Díaz Valadez, desarrollador,Tel. 5636-2106

Cer ti fi ca do de li ci tud de tí tu lo No. 1885 y li ci tud de con te ni do No. 1132, ex pe di dos por la Co mi sión Ca li fi ca do ra de Pu bli ca cio nes de Re vis tas Ilus tra das el 8 de sep tiem bre de 1976. Proceso es una Reserva para uso exclusivo otorgada por la Dirección de Reservas del Instituto Nacional del Derecho de Autor en favor de Comunicación e Información, S.A. de C.V., bajo el Número 04-2011-072215095900-102. Número ISSN: 1665-9309

Circulación certificada por el Instituto Verificador de MediosRegistro No. 105 / 23

Suscripciones DF y zona Metropolitana: Un año, $1,490.00, 6 meses, $850.00; Guadalajara, Monterrey, Puebla y Xalapa: Un año, $1,600.00, 6 meses, $880.00. Ejemplares atrasados: $45.00.

Pro hi bi da la re pro duc ción par cial o to tal de cual quier ca pí tu lo, fo to gra fía o in for ma ción pu bli ca dos sin au to ri za-ción ex pre sa de Co mu ni ca ción e In for ma ción, S.A. de C.V., ti tu lar de to dos los de re chos.

agen cia pro ce so de in for ma ción

agen cia de fotografía

Siguenos en: @revistaproceso facebook.com/revistaproceso

INTERNACIONAL

70 EL VATICANO: La conveniente muerte del nuncio pederasta /Rodrigo Vera

73 Migrantes, tema de la agenda papal en EU /J. Jesús Esquivel

74 La geopolítica pastoral de Francisco /Bernardo Barranco V.

CULTURA

76 Eraclio Zepeda: Despedida al contador de historias /Isaín Mandujano

82 Páginas de crítica ARTE: La de Miguel Ángel, una exposición kitsch /Blanca González Rosas

MÚSICA: Elvis, el musical /Ricardo Jacob

TEATRO: Barroco. Caricias perversas /Estela Leñero Franco

CINE: El incidente /Javier Betancourt

TELEVISIÓN: ¿Crisis en Canal 22? /Florence Toussaint

ESPECTÁCULOS

86 La comunidad cultural, a un año de los 43 /Columba Vértiz de la Fuente

DEPORTES

90 BASQUETBOL: Para Castillo, las mujeres valen menos /Raúl Ochoa

93 En varones, buena imagen, realidad fracturada /Beatriz Pereyra

96 Palabra de Lector

98 Mono Sapiens /#nofueelestado /Helguera y Hernández

39 REPORTE ESPECIAL

42 La primera bala /Carlos Montemayor

47 Así terminó aquella batalla /Raúl Florencio Lugo Hernández

51 Revisión histórica /Jesús Vargas Valdés

55 Mujeres de Madera /Alma Gómez Caballero

56 Es hora de la lucha ciudadana /Patricia Mayorga

59 Pocas cosas han cambiado /Juan Alberto Cedillo

90

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JOSÉ GIL OLMOS

Pocos días antes de que visite México el pleno de la Comi-sión Interamericana de Dere-chos Humanos (CIDH), su se-cretario ejecutivo , Emilio Ál-varez Icaza, advierte que las

estructuras de justicia no han respondido

Yahi

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ebal

los

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roce

sofo

to

al desafío de la crisis que el país enfrenta en esa materia.

Reconoce que el crimen organiza-do es una amenaza para el Estado mexi-cano y muestra su preocupación porque autoridades de los tres niveles de gobier-no estén involucradas en casos de desa-

parición forzada, como puede ser el caso de Ayotzinapa.

Además, reitera el apoyo al Grupo In-terdisciplinario de Expertos Independien-tes (GIEI) que en su reciente informe señaló que los estudiantes podrían no haber sido incinerados en el basurero de Cocula, co-

“Las instituciones,

por debajo del desafío”

6 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

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Convencido de que México padece una crisis de dere-

chos humanos, el secretario ejecutivo de la CIDH, Emi-

lio Álvarez Icaza, explica en entrevista que el gobierno

mexicano no debe sentirse atacado con las conclusiones

del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.

Para él, las estructuras de procuración de justicia deben

aprovechar sus recomendaciones para ofrecer resulta-

dos sólidos en el caso Ayotzinapa y cambiar la forma de

investigar los miles de casos pendientes u olvidados, en

muchos de los cuales ha existido una “injerencia muy

crítica” de autoridades de los tres niveles de gobierno.

mo lo expuso la Procuraduría General de la República (PGR) a principios de año.

Respecto de la petición del GIEI de entre-vistarse con los integrantes del 27 Batallón, instalado en Iguala, que supieron del ataque a los 43 normalistas en septiembre de 2014, manifiesta: “Ojalá pueda resolverse”.

Para Álvarez Icaza, la investigación de GIEI es sólida y seria. En referencia a la des-calificación hecha al respecto por “agore-ros oficiosos”, dice que lo mejor es poner atención a las recomendaciones de seguir investigando el caso, que ya es emblemáti-co para la justicia en México.

“No es la intención del grupo generar una condición de amenaza, de ataque o de desprestigio a institución alguna. El obje-tivo es hacer un análisis de cómo se inves-tiga y emitir recomendaciones.

“Hay, ciertamente, un debate a partir de que la versión oficial es cuestionada, igual

que la manera de investigar, y eso obvia-mente abrió un debate de cómo se investi-ga en México. Pero la intención de la comi-sión y del grupo de expertos no es generar un ataque al gobierno o a las instituciones, sino contribuir a la búsqueda de la justicia y tratar de generar una explicación de qué paso con los muchachos desaparecidos.

“Hay un tema crítico de justicia para los padres, para las víctimas. Las otras lec-turas, de que hay ataques, de que son de-rrotas o triunfos, no forman parte de la agenda de la CIDH ni del grupo de exper-tos”, precisa.

–¿Se descartan las opiniones de que hay ataques a la soberanía mexicana?

–Esa no es la agenda, es todo lo contra-rio. La CIDH interviene en estricto uso de la soberanía mexicana, es decir, el princi-pio y fundamento de un organismo inter-nacional es que hay un país libre y sobera-no que determina que esos instrumentos internacionales forman parte de su ley en su práctica jurídica.

“El principio de soberanía es precisa-mente la base de la existencia del derecho internacional de derechos humanos y de cuerpos como la CIDH. Por eso no se trata de ningún ataque a la soberanía mexica-na, sino todo lo contrario.”

Explicó que para el caso Ayotzinapa la CIDH emitió únicamente medidas caute-lares o de protección, a fin de no entrar en conflicto con el Estado mexicano:

“Para no prejuzgar o limitar su asis-tencia, se encontró la fórmula de un gru-po de expertos independientes. Así no se genera un conflicto de competencia de las atribuciones de la comisión y, con la con-fianza del Estado y de los beneficiarios, se tiene la asistencia técnica del grupo que hace la investigación.

“La comisión no tiene entonces ele-mentos para calificar el fondo del asunto

Fo

to: C

IDH

Álvarez Icaza (izquierda). “No hay señales de cambio”

DERECHOS HUMANOS

2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 7

Page 8: PROCESO-2029 20 sep 2015

porque no quiere generar una condición de prejuzgamiento en caso de que el asun-to llegara a la propia CIDH. De ahí que la comisión no interviene pero sí acepta que formó al grupo de expertos, lo avala y re-conoce su capacidad, integridad académi-ca, profesional e intelectual”.

Agrega que el caso de Ayotzinapa, jun-to con los de Ecuandureo, Tlatlaya, San Fer-nando y la recurrente desaparición forza-da de personas, son expresiones de la crisis de derechos humanos en México, la cual en parte resulta de la falta de respuesta del go-bierno a las recomendaciones emitidas ha-ce cuatro años por el Grupo de Trabajo so-bre las Desapariciones Forzadas, de la ONU.

En 2011, ese grupo, encabezado por Ariel Dulitzky, criticó la falta de capacidad de las autoridades mexicanas para inves-tigar las desapariciones forzadas y emitió recomendaciones para todos los niveles de gobierno.

Algunas de ellas fueron: mejorar los protocolos de investigación, integrar una base de datos confiable, crear una sola de-finición legal sobre quién es un desapa-recido en las leyes federales y estatales, otorgar mayor protección a familiares e in-vestigar las violaciones a los derechos hu-manos realizadas por las fuerzas armadas.

Desde entonces la ONU cuestionó la

actuación del Ejército y de la Marina en tareas de seguridad pública, y sobre to-do que no existiera un plan para su retiro de las calles, así como la falta de indepen-dencia en la investigación de delitos co-metidos por militares.

El viernes 11 el grupo de la ONU emi-tió un nuevo comunicado sobre el segui-miento a sus 34 recomendaciones; desta-ca los pocos avances:

“Especialmente preocupante resul-ta constatar que la mayoría de las reco-mendaciones fundamentales para enfren-tar los problemas estructurales en materia de desa parición forzada no han sido ple-namente implementadas (…) El Grupo de Trabajo constata que el incipiente recono-cimiento discursivo al problema de la des-aparición forzada no ha sido consistente, uniforme y homogéneo entre todas las au-toridades del Estado mexicano, ni al más alto nivel.”

Extraoficialmente la PGR ha recono-cido desde 2012 la existencia de 22 mil desa parecidos en el país, pero hasta ahora sólo tiene abiertas alrededor de 300 averi-guaciones previas por ese delito, según in-formes dados a conocer a través del Insti-tuto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Per-sonales (Inai).

El Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas de 2014, la in-vestigadora Ximena Antillón, del Centro de Análisis Fundar, indicó que más de 12 mil de los casos se registraron en el sexe-nio de Felipe Calderón y más de 9 mil en la administración de Enrique Peña Nieto.

En opinión de Álvarez Icaza, hasta ahora estas recomendaciones no se han atendido adecuadamente por la enorme dimensión que cobró el problema de la desaparición forzada de personas a ma-nos de autoridades municipales, estatales y federales.

Crisis estructural

Para Álvarez Icaza, la crisis de derechos humanos en México se manifiesta en las desapariciones forzadas, ejecuciones ex-trajudiciales, abuso de autoridad, torturas como método de investigación, la tensión entre el combate a la delincuencia y la pro-moción del derecho, la violación a los de-rechos de los migrantes, trata de personas e impunidad de los ataques a periodistas.

“Es una serie de indicadores que van reflejando en la agenda municipal, estatal y nacional, un tema muy crítico de inje-rencia en materia de violaciones a los de-rechos humanos: la participación de au-

MATHIEU TOURLIERE

La desaparición forzada de los 43 nor-

malistas de Ayotzinapa finalmente

obligó el gobierno de Enrique Peña

Nieto a anunciar la elaboración de

una nueva ley general sobre ese tópico. Lo

hizo después de dos décadas de sordera

de las autoridades federales ante los recla-

mos de los familiares de víctimas, las pre-

siones de los organismos internacionales y

de activistas sociales.

El próximo 17 de diciembre a más

tardar, el Legislativo deberá aprobar el

texto final que en próximos días le enviará

la Secretaría de Gobernación. Mientras

llega, en el Senado ya se barajan algunas

iniciativas de organizaciones civiles sobre

las desapariciones forzadas.

El anteproyecto de Ley General sobre

Personas Desaparecidas y No Localizadas

que Gobernación compartió con algunas

organizaciones engloba tanto a las víctimas

de desaparición forzada y a las personas

desaparecidas por particulares, como a las

personas extraviadas y ausentes, según la

copia consultada por Proceso.

El martes15, cuatro años después de

su visita y de presentar su informe sobre

México, el Grupo de Trabajo sobre Desapa-

riciones Forzadas de la Organización de las

Naciones Unidas (ONU), externó su “grave

preocupación” ante la “aparente” falta de

voluntad y la incapacidad de la adminis-

tración de Peña Nieto para reconocer y

combatir el fenómeno.

En el documento, elaborado a partir de

información obtenida en dependencias del

gobierno federal y organizaciones civiles,

los expertos de la ONU lamentan “la situa-

Germ

án

Can

seco

La ley sobre desapariciones avanza a regañadientes

8 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Page 9: PROCESO-2029 20 sep 2015

ción deteriorada que prevalece en México

desde que realizaron su visita”, y denuncian

que, “salvo excepciones, la impunidad

prevalece, los hechos no se esclarecen y

las víctimas no reciben una adecuada e

integral reparación”.

Pese a ello, el grupo presidido por Ariel

Dulitzky dio la bienvenida a la futura ley

general, pues “brinda una oportunidad his-

tórica al Estado mexicano para armonizar su

normatividad interna con sus compromisos

internacionales, remontar la situación crítica

por la que atraviesa y adoptar finalmente las

transformaciones estructurales que se requie-

ren en materia de desaparición de personas”.

Los retos

En entrevista con Proceso, Héctor Cere-

zo, del Comité Cerezo, comenta sobre los

riesgos de aprobar una iniciativa escrita

sólo para salir al paso de la presión na-

cional e internacional y presumir al mundo

que México es uno de los 12 países que

tiene una ley contra la desaparición forza-

da, según se desprende del borrador, que

ni siquiera habla de “desaparición forzada”

en el título.

“El propio nombre está mal –dice–,

pues demuestra una intencionalidad de

equiparar las desapariciones del Estado

con las del narco, pero también con las

personas que se perdieron o se extraviaron.

“Las familias nos dicen que, dada la

naturaleza de la desaparición forzada, es

necesario tener una ley exclusivamente

sobre esta materia.”

Hasta el capítulo tres, artículo 68, se

habla de la tipificación del delito de “desa-

parición por particulares”, que es perpetra-

da por agentes ajenos al Estado.

El documento al que alude Cerezo es

una versión preliminar de la iniciativa de

Gobernación, que se modificará antes de

presentarla como anteproyecto oficial ante

el Legislativo.

En él, la dependencia propone crear un

sistema nacional de búsqueda de perso-

nas que estaría a cargo de la Procuraduría

General de la República y de las procura-

durías estatales, que a su vez contarían con

unidades especializadas en la búsqueda de

personas extraviadas.

Asimismo, se prevé que el Ministerio

Público federal podría atraer casos cuando

se percate de que las autoridades locales

investigan de manera lenta, parcial o no

exhaustiva. El sistema nacional también

integraría un registro de personas desa-

parecidas y no localizadas, y un registro

forense nacional.

Cerezo lamenta que la tipificación del

delito de desaparición forzada se limite a

los “servidores públicos” que “dolosamen-

te” privan de la libertad a una persona, es-

conden su paradero y encubren a quienes

perpetran la desaparición u obstaculizan la

búsqueda.

Explica: primero, porque existen contro-

versias jurídicas sobre los integrantes de las

Fuerzas Armadas, quienes no son conside-

rados servidores públicos; segundo, porque

para las autoridades hay delito “sólo cuando

el funcionario (tiene) la intención de desapa-

recer a una persona y ocultar su paradero,

pero no importa que sea dolosamente o no”.

Sólo si lo hace así, dicen, es culpable.

Y agrega: “El proyecto de Gobernación

sanciona a la cadena de mando aunque

no condena a quien adultera la investiga-

ción; tampoco castiga con rigor a quienes,

sabiendo que se comete el ilícito, no hacen

nada por evitarlo”.

El director de Amnistía Internacional (AI)

en México, Perseo Quiroz Rendón, comen-

ta al reportero que si bien la dependencia

encabezada por Miguel Ángel Osorio

Chong compartió el borrador con organiza-

ciones civiles para recibir sus comentarios,

es lamentable que el Ejecutivo federal

nunca haya escuchado directamente a los

familiares de los desaparecidos para elabo-

rar su proyecto de ley.

toridades en la comisión de delitos o la colusión de algunos servidores públicos.

“Eso refleja, en la percepción de algu-nos actores nacionales o internacionales, que México vive una crisis en materia de derechos humanos”, sostiene quien fue presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Secretario ejecutivo de la CIDH desde 2012, Álvarez Icaza señala que México es-tá en una encrucijada, pues en los últimos años ha tenido cambios muy significativos con reformas constitucionales, nuevas le-yes estatales, la construcción de mecanis-mos de protección y una colaboración im-portante con los sistemas de la ONU y de la OEA, pero la situación de derechos huma-nos no cambia.

Explica que una parte sustantiva del quehacer público en materia de derechos humanos no se ha transformado debido a que muchos funcionarios mexicanos se niegan a reconocer que hay una crisis es-tructural, pues creen que se trata sólo de “una crisis de sobreexposición”.

Comenta que hasta ahora no se ha querido reconocer la participación de au-toridades en la comisión de delitos ni la colusión de algunos servidores públicos en la violación de derechos humanos.

–Creo que México vive una crisis de

derechos humanos. Y yo diría que la aper-tura y la colaboración con instancias in-ternacionales es un medio eficaz para en-frentar las crisis. Lo que corresponde es que se atiendan las recomendaciones, las observaciones. Está muy bien que México tenga una política de colaboración; ade-más eso le da autoridad moral en los foros globales y nacionales. Pero lo que no haga México, no lo hará nadie.

“Es decir, los foros e instancias inter-nacionales son complementarios y sub-sidiarios, pero son las estructuras de prevención del delito, procuración e im-partición de justicia las que tienen que hacer las cosas.”

Precisa: “Ahí es cuando te estás en-frentando a los límites reales de una es-tructura de justicia que no está respon-diendo al tamaño del desafío que tiene. Yo lo veo así de claro: si el aparato de justicia no responde, entonces las amenazas a los periodistas funcionan y los matan”.

Prosigue: “Ya no basta la autoprotec-ción, se necesita un Estado en donde ope-re la justicia. No se puede defender a los periodistas y a los defensores de derechos humanos con celulares y escoltas, eso no es suficiente, tienes que defenderlos con justicia”.

–¿Hay impunidad?

DERECHOS HUMANOS

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–No sólo impunidad, sino un ciclo de impunidad que empodera al agresor; en-tonces pueden repetirse los ataques. Un fe-nómeno de continuidad genera un espec-tro de espiral ascendente, que es un círculo muy pernicioso. Yo no quiero generar un discurso maniqueo y no reconocer que hay esfuerzos y avances; lo que creo es que la respuesta del Estado (las instituciones fe-derales, estales y municipales, así como los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial) han estado muy por debajo del desafío.

–¿Esta crisis de derechos humanos re-fleja otro tipo de crisis?

–Tiene que ver con una crisis de cómo operan las instituciones y con la amenaza para el Estado mexicano por parte del cri-men organizado. Es un componente de es-ta crisis; no tendría elementos para decir qué es lo más grave, pero claramente es parte de la gravedad.

Del discurso a los hechos

De 2011 a 2012 Álvarez Icaza participó en el Movimiento por la Paz con Justicia y Digni-dad, asesorando al poeta Javier Sicilia en los encuentros con el expresidente Felipe Cal-derón y con los candidatos a la Presidencia, entre ellos Enrique Peña Nieto. Fue testigo de las denuncias de miles de familiares de

desaparecidos en todo el país y del silencio de las autoridades de los tres niveles.

Aunque señala que el tema de los desa parecidos no es nuevo, le preocupan las declaraciones del titular de la Subpro-curaduría Especializada en Investigación de la Delincuencia Organizada, Felipe Mu-ñoz, quien dijo que trataría de persuadir a los integrantes de GIEI de que las investi-gaciones de la PGR son correctas.

En cambio, calificó de positiva la ac-titud del subsecretario de Derechos Hu-manos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, quien ha reconocido las labores del GIEI para que trabaje otros seis meses en el caso de Ayotzinapa.

Se le señala que el punto de debate en-tre el GIEI y la PGR es la presunta incine-ración de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en el basurero de Cocula, pues los expertos independientes consideran imposible que ahí fueran quemados los cuerpos, como aseguró el entonces procurador Jesús Mu-rillo Karam basado en testimonios de unos detenidos que después denunciaron que fueron obligados a declarar bajo tortura.

El secretario ejecutivo de la CIDH ata-ja y señala que debe considerarse que la capacidad profesional y la autoridad mo-ral del grupo de expertos le da contunden-cia a su trabajo.

Es necesario “analizar esas recomen-daciones, pero no sólo es importante el caso de Ayotzinapa, sino que el trabajo del grupo especial genere un modelo que ayu-de a enfrentar el problema de la desapari-ción e ir mejorando la capacidad de inves-tigación del Estado mexicano sobre otros muchos casos”, precisa.

Admite también que el presidente Pe-ña Nieto se mostró dispuesto a atender las recomendaciones del GIEI, pero lo impor-tante es que se refleje en las estructuras de la PGR y en otras relacionadas con la procuración e impartición de justicia.

“Lo que toca ahora es que los servido-res públicos que han sido designados por el presidente atiendan el mensaje de lo que eso significa y se generen condicio-nes para revisar las recomendaciones del grupo de expertos”, sostiene.

–¿No podría generarse un conflicto in-terno en la OEA con este caso?

–México ha dado señales de cambio, y quiero seguir apostándole a la vitalidad, al compromiso con los derechos humanos que se demuestra en la cooperación inter-nacional con los organismos en la mate-ria. Es importante que México mantenga esa apertura y liderazgo, porque no reco-nocer los problemas, lejos de ayudar a re-solverlos, los complica más.

El miércoles 9, familiares de los desa-

parecidos entregaron al subsecretario de

Prevención y Participación Ciudadana de

Gobernación, Roberto Campa Cifrián, un

documento con los puntos mínimos que

debería contener la ley general, entre ellos

garantizar su participación en el diseño de

los mecanismos y los protocolos de bús-

queda, y prever mecanismos de rendición

de cuentas.

Campa se comprometió a que el docu-

mento sería tomado en cuenta. Horas des-

pués fue sustituido por Arturo Escobar Vega,

el polémico dirigente del Partido Verde.

Quiroz Rendón confía en que la socie-

dad civil vigile el proceso legislativo para

evitar que la ley sobre las desaparicio-

nes forzadas se convierta en un elefante

blanco, como fue el caso de las leyes de

víctimas y contra la tortura.

“Se requiere voluntad de garantizar una

independencia seria (de los mecanismos)

y se les tiene que dotar de la adecuada

infraestructura y tecnología, así como de

un presupuesto suficiente para realizar la

búsqueda. Es una serie de cuestiones muy

operativas pero también políticas”, sostiene

el representante de AI.

Proyecto alterno

Desde 2006 el Comité Cerezo y organiza-

ciones de familiares agraviados –como el

Comité Hasta Encontrarlos– empezaron a

elaborar un proyecto de ley sobre desapari-

ciones forzadas.

Partieron de su experiencia directa,

consultaron los libros sobre la materia,

compararon siete iniciativas de ley, nacio-

nales e internacionales, entre ellas las de

Colombia, Argentina y Uruguay, y recibieron

asesoría de especialistas como la italiana

Gabriella Citroni, el alemán Rainer Huhle y

el chileno Roberto Garretón.

Al final redactaron la “Iniciativa que

expide una Ley General para Prevenir,

Investigar, Sancionar y Reparar la Desapari-

ción Forzada de Personas y la Desaparición

de Personas cometida por Particulares”.

El jueves 3 se la entregaron a la senadora

perredista Angélica de la Peña, presidenta

de la Comisión de Derechos Humanos del

Senado, quien una semana después la

turnó a comisiones para su discusión.

Las organizaciones proponen crear una

nueva fiscalía federal y una red de fiscalías

en los estados que, argumentan, deben ser

autónomas y reguladas por representantes

de los gobiernos federal y estatal, así como

por representantes de organizaciones de

derechos humanos, familiares de desapa-

recidos y un representante de la Oficina

del Alto Comisionado para los Derechos

Humanos de la ONU.

Pugnan también por que cada fiscalía

cuente con dos subfiscalías: una que se

encargue de la búsqueda inmediata de

las personas desaparecidas, y otra que se

dedique a investigar y procesar las sancio-

nes contra los perpetradores de desapari-

ciones; la creación de un Instituto Nacional

Autónomo en Investigación Forense Mexi-

cano, cuya sede estaría en la Universidad

Nacional Autónoma de México. Sus peritos,

comenta Cerezo, se encargarían de los

bancos genéticos y del registro nacional de

restos mortuorios.

Sobre las sanciones, los autores de

la iniciativa piden endurecer las penas en

casos de tortura durante la desaparición

forzada cuando se practique en contra de

menores, migrantes, defensores de dere-

chos humanos y testigos, entre otros.

“Lo que nos da esta iniciativa de ley es

un techo de discusión muy alto”, estima

Cerezo. Hasta el jueves 17, la iniciativa

ciudadana, disponible en internet, había

recibido el aval de 111 organizaciones.

Ese mismo día, la Cámara de Diputa-

dos aprobó por unanimidad el decreto que

establece el 26 de septiembre como Día

Nacional Contra la Desaparición Forzada

de Personas. Con ello, el PRI acepta que

en México se comete ese delito. Ahora el

tricolor tiene el voto decisivo en la comisión

especial del caso Ayotzinapa.

DERECHOS HUMANOS

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Durante 11 meses de investigación sobre los hechos del 26 de septiembre de 2014 –con apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California en Berkeley–, se han obtenido decenas de testimonios, videos, fotografías, audios y miles de fojas de expedientes de la Fiscalía General de Guerrero y de la PGR. Con esta información se han reconstruido hechos, como los que aquí se narran, que hasta ahora ninguna instancia ha tomado en cuenta, como el tiroteo de media hora contra uno de los autobuses en los que viajaban los norma-listas de Ayotzinapa o la presunta participación de agentes encubiertos del Cisen en una de las muchas agresiones de esa trágica noche.

Iguala: las horas del

exterminio

ANABEL HERNÁNDEZ Y STEVE FISHER

Fernando Marín estaba en el suelo, junto al autobús Estre-lla de Oro, bañado en su pro-pia sangre, sometido como sus compañeros de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Bur-

gos. El disparo que recibió minutos an-tes le destrozó el antebrazo derecho. La herida aún estaba caliente y todavía no dolía tanto.

“¿Sabes qué? ¡Te vas a la chingada!”, le espetó un policía estatal. “¡Mátalo de una vez!”, lo alentó en el anonimato de la calle desolada otro uniformado. En ese

momento, Carrillas, como lo apodan en la normal de Ayotzinapa, sintió el metal del arma en la sien izquierda. Eran casi las 22:30 horas del 26 de septiembre de 2014 y en ese punto, la calle Juan N. Álvarez, a pocas cua-dras del centro de Iguala, estaba desierta.

Policías estatales y municipales, así como civiles armados, tenían acorralados a tres autobuses en los que viajaban es-tudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en esa calle casi esquina con Periférico. Unas cuadras atrás, la Policía Federal (PF) des-viaba el tránsito y a los curiosos.

El policía estatal quitó el arma de la cabeza del Carrillas y llamó a una ambu-lancia. Lo último que vio el normalista antes de que lo llevaran al hospital, dice en entrevista, fue a sus compañeros del camión Estrella de Oro, el número 1568, sometidos, en el suelo. No los ha vuelto a ver. Todos están desaparecidos.

Hasta las 23:00 horas el trato a los es-tudiantes fue uno: la policía envió a los heridos al hospital, dice a los reporteros Vidulfo Rosales, abogado de los normalis-tas y de los padres de los 43 desaparecidos. Pero después “hubo una decisión, que no sé de dónde vino, de borrar toda huella que hubiera de los estudiantes. Y a partir de ahí vienen la segunda agresión y la cacería”.

17:59. Salida de Ayotzinapa

La tarde del 26 de septiembre de 2014, Fer-nando Marín se encontró en las canchas de la escuela a su amigo Bernardo Flores Al-caraz, El Cochiloco, quien lo invitó a ir a un “boteo” y por unos camiones para acudir a la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México.

Desde que salieron de la escuela en los autobuses Estrella de Oro números 1568 y

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CASO AYOTZINAPA

1531, todos los niveles de gobierno fueron notificados por el Centro de Control, Co-mando, Comunicaciones y Cómputo (C4) de Chilpancingo, según la tarjeta informa-tiva 02370 de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero. La maquinaria del Estado se echó a andar.

El autobús 1531 paró en la comunidad Rancho del Cura, y el 1568, donde iban El Carrillas y El Cochiloco, continuó hasta la caseta Iguala-Puente de Ixtla. Ahí llega-ron patrullas de la PF y de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y también una motocicleta roja con un tripulante. El co-ronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería, reveló ante la Procuraduría General de la República (PGR) que hay un grupo –el Órgano de Bús-queda de Información– cuyos integrantes visten de civil (Proceso 2027). Dijo que esa noche mandó uno a la caseta.

Cuando El Carrillas vio las patrullas pen-só que ya no iban a conseguir más camio-nes. Estaban a punto de darse por vencidos y regresar a Ayotzinapa, cuando recibieron la llamada de los estudiantes del autobús 1531 para avisar que algunos compañeros estaban atrapados en la central camionera.

20:50. La central

Los normalistas acudieron al rescate a la estación y ahí se les “hizo fácil” secuestrar otros tres autobuses. Lo hicieron. Por un lado salieron los Estrella Roja y Estrella de Oro; y por la calle Galeana, hacia el centro de la ciudad, dos Costa Line y un Estrella de Oro.

“Lo curioso es que, cuando ellos llegan a la terminal, inmediatamente salen; en cuestión de 10 minutos ya la Policía Mu-nicipal está afuera. Eso permite concluir

que los venían siguiendo. No se pudo ar-mar un operativo en 10 minutos”, explica Rosales en entrevista.

Cuando tres de los cinco autobuses salieron por la calle Galeana, ya tenían patrullas adelante, atrás y a los lados. El Carrillas iba en el tercer autobús de esa caravana. Algunos de los estudiantes se bajaron en el Zócalo de Iguala para ir abriendo paso a los camiones. Los munici-pales los encañonaron.

“Somos estudiantes. ¿Por qué nos apuntan?”, decía a los policías Ángel de la Cruz, de segundo año, quien viajaba en el primer autobús. A pedradas, los normalis-tas lograron que las patrullas les abrieran paso. Eran las 21:00 horas y se escucharon en el Zócalo las primeras detonaciones.

21:05. Tiroteo omitido

Los comerciantes y clientes de la esquina de Juan N. Álvarez y Emiliano Zapata, a una cuadra del Zócalo de Iguala, no sabían aún qué pasaba, hasta que una persona, con el rostro cubierto con un paliacate, se paró a media calle, mirando en todas direcciones. Vestía pantalón de mezclilla y camisa des-garrada por la parte de atrás. Estaba altera-do, describen quienes lo vieron.

Llegó después una camioneta Subur-ban oscura y una patrulla atrás. De la ca-mioneta bajaron cuatro o cinco hombres armados, vestidos de civil y con el rostro descubierto. Llamó la atención que todos tenían el pelo muy corto. “Pensé que eran militares. Veían a la gente muy feo. Uno era barbón”, señala en entrevista uno de los testigos.

En la patrulla iban seis policías con uni-forme negro, chalecos antibalas y equipo antimotines. “¡Párense, cabrones!”, gritó un

policía a uno de los sujetos de la camione-ta. Ahí comenzaron nuevos disparos.

Los hombres de la camioneta se fueron corriendo –uno se llevó el vehículo– en di-rección al Periférico, siguiendo a la persona que tenía el rostro cubierto con el paliaca-te. Los policías fueron detrás de ellos. En-seguida pasaron los autobuses donde iban los normalistas, con el rostro cubierto.

Después del incidente llegó un Focus azul marino, sin placas. De él bajó un tipo, también de apariencia militar, refieren los testigos, y recogió los casquillos. Ninguna autoridad ha investigado lo que pasó en esa esquina ni hay referencia alguna a ese incidente en los expedientes de la Procu-raduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJG) ni de la PGR.

21:40. Acorralados

Los tres camiones estaban a punto de llegar al Periférico para dirigirse a Ayotzi-napa, cuando policías municipales atra-

Esp

ecia

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Toma de autobuses. Inconsistencias

Restos. Sin custodia

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Youtube

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L a noche del 26 de septiembre de 2014, cuando ocurrió el ataque a los normalistas de Ayotzinapa, las distintas instancias municipales,

estatales y federales que tuvieron algu-na responsabilidad, ya fuera por acción u omisión, estaban encabezadas por los siguientes funcionarios:

Felipe Flores Vázquez, secretario de Seguridad Pública de Iguala; Salvador Bravo Bárcenas, secretario de Seguridad Pública de Cocula; teniente Leonardo Octavio Vázquez Pérez, secretario de Se-guridad Pública de Guerrero; Omar Gar-

cía Harfuch, comandante de la Policía Federal (PF) en Guerrero; Luis Antonio Dorantes Macías, comandante de la base de la PF en Iguala; general Martín Cor-dero Luqueño, comandante de la IX Re-gión Militar, correspondiente al estado de Guerrero; general Alejandro Saavedra Hernández, comandante de la 35 Zona Militar, correspondiente a Chilpancingo; coronel José Rodríguez Pérez, coman-dante del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala; y José Miguel Espinosa Pérez, delegado del Centro de Investiga-ción y Seguridad Nacional en Guerrero.

vesaron una patrulla a mitad de la calle, frente al primer autobús, y se bajaron; al menos otras tres patrullas bloquearon la retaguardia de la caravana. “Fue cuando ya no pudimos avanzar”, dice El Carrillas.

Cinco estudiantes se bajaron del pri-mer autobús para mover la patrulla, entre

ellos Ángel de la Cruz. “Ya la íbamos a em-pujar cuando, en ese momento, empiezan los disparos hacia nosotros”, señala.

Ahí, Aldo Gutiérrez, de primer año, fue herido de un tiro en la cabeza y cayó al suelo. Jonathan Maldonado recibió un dis-paro en la mano. Los normalistas queda-

ron a dos fuegos. Fue más de media hora de disparos, según los testigos.

“¡Bájense!”, fue el grito de la policía. Los estudiantes se bajaron y buscaron re-fugio entre el primer y el segundo auto-buses. Los normalistas del tercer camión quedaron aislados.

La nómina de responsables Además, según se señala en los ex-pedientes de la Procuraduría General de la República (PGR), desde antes del 26 de septiembre de 2014, por medio del Grupo de Coordinación Guerrero todas las dependencias relacionadas con temas de seguridad se coordina-ban para actuar en la entidad.

El grupo estaba integrado por los ya mencionados Cordero Luqueño, Espi-nosa Pérez, García Harfuch y Vázquez Pérez, además del entonces gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Ri-vero; el almirante José Rafael Ojeda Du-rán, comandante de la VIII Región Naval de Acapulco; Miguel Amelio Gómez, delegado de la PGR en Guerrero; y Jesús Martínez Garnelo, secretario general de Gobierno de Guerrero. (AH/SF)

www.eldiariony.com

García Harfuch. Policía Federal Flores Vázquez. SSP Iguala Vázquez Pérez. SSP Guerrero

www.elpionero.com.mx www.libertadguerrero.net

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Videos. Datos soslayados

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CASO AYOTZINAPA

Vecinos y comerciantes entrevistados afirman que no sólo dispararon policías municipales uniformados, sino también personas vestidas de civil. “Una de las ca-mionetas de los policías tenía encima el aditamento para una metralleta y de ahí disparaba”, dice a los reporteros otro tes-tigo. Ninguna de las patrullas de la Policía Municipal aseguradas por la PGJG tenía ese accesorio. “Se oían los R-15 de los poli-cías, a todos los rociaron”, refiere el testi-go, “pero después también se escuchaban ráfagas de mayor poder, era otra arma”.

El Carrillas afirma que desde el camión pudo ver que había policías municipales y estatales. Distinguió perfectamente los lo-gotipos en la parte trasera de los uniformes. Los municipales llevaban su uniforme usual; los estatales usaban chalecos antibalas.

Pese a los testimonios que dicen lo contrario, el secretario de Seguridad Públi-ca de Guerrero, teniente Leonardo Vázquez Pérez, declaró a la PGR que su personal no salió esa noche, pues no había suficientes efectivos y supuestamente se quedaron a proteger su cuartel.

Dentro del tercer camión, los norma-listas se tiraron en el angosto pasillo. El Carrillas tomó el extinguidor y salió para intentar replegar a los policías. Un impacto en el brazo lo derribó. Como pudo, volvió a subir al autobús. “En ese rato, en mi mente pasó que yo ya no tenía salvación”. Enton-ces le sugirió al Cochiloco que telefoneara a La Parca, secretario general de la escuela y quien se había quedado en Ayotzinapa.

Al ver a su amigo sangrando, El Cochiloco se rindió. Le pidió al chofer que bajara. Éste lo hizo y les dijo a los policías que él era el conductor. “¡No nos importa quién seas! Tú eres uno de ellos. Eres igualito que ellos, eres también ayotzinapo”, le respondieron.

Tras el conductor, los comenzaron a ba-jar a todos, con las manos en la nuca. Los pasaron a la banqueta del lado izquierdo. Los acostaron en el piso, boca abajo. El Carri-llas afirma que quienes los sometieron eran unos 20 policías estatales y municipales. Fue cuando le dijeron que lo iban a matar.

Después, señala El Carrillas, llegaron más policías y una ambulancia que lo lle-vó al Hospital General de Iguala. Por Pe-riférico llegaron más ambulancias para llevarse a los heridos.

22:30. Federales

Un vecino refiere que al enterarse del tiro-teo, acudió a recoger a un hermano suyo, quien estaba en uno de los locales de comi-da de la calle Juan N. Álvarez. Eran cerca de las 21:40 horas. Al llegar al cruce con la calle Revolución se topó con un retén de la PF.

No tenían prendidas las torretas, afir-ma, pero los vio a escasos metros y distin-guió los logotipos de las camionetas que estaban estacionadas formando una V; también las insignias de los uniformes de los federales, que estaban armados. Trató de llegar por otras calles, pero todas esta-ban cerradas por patrullas. Telefoneó a su hermano, quien salió de una casa donde lo dejaron refugiarse; éste le platicó que vio pasar autobuses y, detrás, carros de ci-viles disparándoles.

Hacia las 22:30 la PF estuvo presen-te en otro ataque contra los estudiantes, ahora en la carretera Iguala-Chilpancingo, a la altura del Palacio de Justicia.

Ahí detuvieron un camión Estrella Roja en el cual viajaban normalistas que habían logrado salir del centro y tomaron la carretera Iguala-Chilpancingo, en ruta a Ayotzinapa. Dicho autobús nunca fue

reportado en los peritajes de la PGJG y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Inde-pendientes, de la Comisión Interamerica-na de Derechos Humanos, lo señala como una probable clave del caso.

“Los policías federales los encañonan, les marcan el alto, ellos bajan, les avientan piedras, se hace un enfrentamiento ahí con los federales, y ellos (los normalistas) corren por los cerros”, señala Rosales. Metros ade-lante están bajando a otros estudiantes del camión Estrella de Oro 1531. En el lugar sólo quedaron piedras y ropa ensangrentada.

“El cuarto camión Estrella de Oro está rodeado de policías municipales; atrás, como respaldo, están policías federales”, afirma el abogado. Todos los estudiantes de ese camión, al menos 20, desaparecieron.

El comandante del pelotón de infor-mación del 27 Batallón –cuyo nombre fue tachado en los documentos obtenidos me-diante la Ley de Acceso a la Información– declaró a la PGR que estaba presente, sólo observando, cuando supuestamente la Policía Municipal sacó a los estudiantes del autobús Estrella de Oro, pero omitió señalar que ahí también estaba la PF.

De acuerdo con documentos oficiales, están identificados al menos dos policías federales que operaron esa noche: Luis Antonio Dorantes, comandante de la base de la PF en Iguala, y el suboficial Víctor Manuel Colmenares. Ambos fueron cam-biados de base después de los hechos.

24:00. Infiltrados

Hacia las 23:30 horas los normalistas im-provisaron una rueda de prensa con los reporteros que comenzaron a llegar. Un testigo afirma que en la conferencia había infiltrados del Centro de Investigación y

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EZEQUIEL FLORES CONTRERAS

TAXCO, GRO.- La captura de Gil-dardo López Astudillo, El Gil o El Cabo Gil, acusado de ser lu-garteniente del grupo criminal Guerreros Unidos y principal implicado en la desaparición

de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sacu-dió al empresario Federico Figueroa y a la clase política, así como a mandos milita-res y jefes policiacos que constantemente han sido vinculados con la delincuencia organizada que opera impunemente en el norte de Guerrero.

El jueves 17, el comisionado Nacio-nal de Seguridad, Renato Sales Heredia, anunció que un día antes la Policía Fede-ral y agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional habían atrapado al Gil, quien se escondía en un inmueble del exclusivo fraccionamiento Lomas de Taxco.

El lugar se ubica sobre el cerro donde está el emblemático hotel Monte Taxco. Ahí, en villas de estilo colonial, habitan políticos locales, como el delegado federal de Economía y exalcalde taxqueño Álvaro Burgos, además de empresarios.

La operación se destacó porque no se utilizó violencia, lo cual, según fuentes ofi-ciales consultadas por Proceso, puede con-siderarse una “entrega pactada”. Incluso la acción pasó inadvertida para la mayoría de los pobladores y turistas de la ciudad.

Consultados al respecto el jueves 17 y el viernes 18, vecinos de la zona sólo die-ron cuenta de un despliegue inusual de tropas del Ejército y la Marina en la ave-nida de Los Plateros y un retén a la altura del punto conocido como La Bonanza, en la salida oriental de la ciudad, hacia el es-tado de Morelos.

No obstante, vecinos de Lomas de Tax-co consultados por el corresponsal descri-ben con reserva un operativo de oficiales encubiertos que cercaron una casa en las faldas del cerro y se retiraron sin violencia a bordo de vehículos particulares, escolta-dos por patrullas de la Policía Federal (PF).

Guerra de mantas

La captura del Gil ocurrió luego de que Federico Figueroa fue acusado por ené-sima ocasión –en mantas colgadas en Cuernavaca– de dirigir el grupo delictivo Guerreros Unidos y de ser responsable de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

En efecto, la mañana del jueves 10, en esa ciudad fueron localizadas dos mantas con el siguiente mensaje:

“Señores de Ayotzinapa pregúntenle por sus hijos a Federico Figueroa y a su cómplice La Yegua, les darán las respues-tas. El error de los normalistas fue haber

Seguridad Nacional (Cisen) y del Ejérci-to, vestidos de civil.

Fuentes del Cisen confirmaron que, por los antecedentes de vínculos con movimientos guerrilleros, la normal de Ayotzinapa es monitoreada perma-nentemente. Se informó y se pudo con-firmar que a 400 metros del Palacio de Justicia de Iguala, de donde desapareció otro grupo de estudiantes, hay una casa acondicionada como oficina del orga-nismo de inteligencia.

Durante la conferencia en la esqui-na de Juan N. Álvarez y Periférico, llegó un grupo armado, con ropas oscuras, que descendió de vehículos civiles. “Primero dispararon como al aire y lue-go fue un fuego directo, muy intenso”, refiere uno de los reporteros.

Hubo una huida generalizada. Los atacantes avanzaron desde Periférico ha-cia quienes escapaban, llegaron a la calle Juan N. Álvarez y se dirigieron a las calles paralelas, por donde un grupo de norma-listas corrió. Dos estudiantes quedaron ahí tendidos en el asfalto: Daniel Solís y Julio César Ramírez.

“Los estudiantes tocaban desespe-rados las puertas, querían saltarse las bardas. ‘¡Por favor, nos están matando!’, gritaban, pero nadie les quiso abrir”, na-rra una vecina. Testigos afirman que en ese momento vieron circular una Subur-ban oscura, como con “una burbuja de vidrio arriba”, de donde bajaban hom-bres de aspecto militar, pero vestidos de civil, a perseguir normalistas.

“La ruta lógica que siguen de pro-

tección para salvaguarda de su vida es regresar por la ruta de donde venían, pero ahí empiezan a circular por todas las calles. Entonces el otro dato que te-nemos es que ahí se empieza a producir una cacería de estudiantes”, señala Vi-dulfo Rosales. La persecución ocurre sin que ninguna autoridad la impida. “Los ataques ocurren con la confluencia de todos los niveles de gobierno que había esa noche”, afirma el abogado.

Eran las 00:50 o las 01:00 horas. El escuadrón del capitán José Martínez Crespo ya estaba en la calle Juan N. Ál-varez y había ido al hospital Cristina, donde había estudiantes; pero en las declaraciones ministeriales él y su gru-po omitieron hablar de la cacería de normalistas que estaba perpetrándose.

En esos momentos desaparecieron más estudiantes, entre ellos Julio Cé-sar Mondragón. Rosales señala que en una de las calles referidas algunos es-tudiantes se escondieron entre los au-tos y vieron a la distancia a Julio César. Lograron que una persona abriera la puerta de su casa y le hicieron señas a su compañero para que se aproximara, pero él no los escuchó y siguió corrien-do. Al día siguiente fue encontrado en la zona industrial de Iguala, en la calle de las oficinas del C4, muerto, desolla-do y sin ojos.

En medio de la cacería hubo ocho familias igualtecas que esa noche abrieron las puertas de sus casas a los normalistas. Salvaron la vida de 60 estudiantes.

Benjamín Flores

Los Pinos. Protesta de padres de normalistas

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López Astudillo. Pieza clave

Especial

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CASO AYOTZINAPA

La captura del “Cabo Gil”

tomado el autobús equivocado porque estaba cargado de droga que pertenecía al líder de Guerreros Unidos, que es Federico Figueroa, por eso mandó que se detuvie-ra ese autobús. Exíjanle el paradero de los normalistas, que ya no los cubra el gobier-no, que la verdad salga a la luz”.

Las autoridades atribuyen el mensaje a Santiago Mazari Miranda, El Carrete, jefe de una célula delincuencial que opera en Morelos y mantiene una confrontación directa con Figueroa, hermano del falleci-do cantante Joan Sebastian.

En abril pasado, padres de los 43 estu-diantes desaparecidos llegaron a Iguala para colocar mensajes dirigidos al Carrete, donde le piden ayuda para localizar a sus hijos. Esta acción respondía a una manta encontrada en Cuernavaca y firmada por Mazari, que responsabilizaba a Figueroa del ataque a los normalistas y acusaba al gobierno federal de pretender matarlo para evitar que la verdad del caso Ayotzi-napa se conociera, sobre todo el paradero de los normalistas.

Los señalamientos contra Figueroa comenzaron en mayo de 2014, antes de la tragedia de Iguala, tras la detención del fundador de Guerreros Unidos, Mario Ca-sarrubias Salgado, acusado por el gobier-no federal de traficar heroína a bordo de compartimentos ocultos de autobuses y tráileres, en viajes de Iguala a Chicago.

Una manta hallada en Morelos y fir-

mada por el grupo criminal Morelos Uni-dos decía que Figueroa habría asumido el liderazgo de Guerreros Unidos: “Sabemos que estás en tu rancho Teacalco Guerrero, con la protección de la Policía Municipal de Taxco, Guerrero, quienes reciben la or-den de proteger por el licenciado Eruviel Salgado Chávez, director de Seguridad Pú-blica Municipal, que al igual que tú es un puto rata secuestrador de mierda y res-ponsable de todos los secuestros que ha habido en Taxco, Guerrero”.

Tras la desaparición de los 43 norma-listas se intensificaron los señalamientos –de presuntos nexos con Guerreros Uni-dos– contra Figueroa, alcaldes de la zona norte de Guerrero y sur de Morelos, auto-ridades castrenses y jefes policiacos.

En lo que parecería un perverso jue-go de acusaciones contra sí mismo, el 16 de octubre del año pasado, en la colonia San José, de Iguala, apareció una manta firmada por El Choky –identificado por las autoridades como miembro de Guerreros Unidos–, donde se señala a ocho alcaldes, entre ellos Salomón Majul González, y al diputado local electo, Héctor Vicario Cas-trejón, de estar vinculados precisamente con ese grupo delictivo.

También se señala a los hermanos de Mario Casarrubias Salgado y a la pandilla de Los Peques como responsables de la matanza y desaparición de normalistas: “Sabemos que los responsables son los

hermanos Casarrubias Salgado, Adán (El Jitomate), Ángel (El Mochomo), Sidronio (El Chino), junto con los hermanos Benítez Palacios, Oziel (El Oso), Víctor Hugo (El Tilo), Mateo (El Gordo), Salvador (Chava), Rey-naldo (Rey), El Cholo Palacios, también Gil, May, Chente, Popoca y La Veva”.

“¿Señor presidente, quiere nombres? Taxco: Salomón Majul González y Eruviel Salado Sánchez; Ixtapan de la Sal: Ignacio Ávila Navarrete y Efraín Pedroza Flores; Iguala: José Luis Abarca Velázquez y Fran-cisco Valladares; Huitzuco: Héctor Vica-rio Castrejón, Norberto Figueroa Almozo, Javier Duarte Núñez y Marcelo Villalba Adame; Tepecoacuilco: Antonio Galarza Zavaleta; Cocula: César Miguel Peñaloza; Teloloapan: Ignacio Valladares; Apaxtla: Efraín Peña Damasio. Estos son el grupo que conforma Guerreros Unidos”, remata-ba el texto firmado por El Choky.

Las acusaciones contra Figueroa, or-ganizador de bailes populares y vendedor de caballos afincado en Taxco y Morelos, continuaron y la lista se prolongó con los nombres de jefes militares y policiacos.

El 30 de octubre del año pasado fue encontrada otra manta en Iguala, firmada por El Gil, quien habría advertido que los estudiantes estaban vivos.

El texto también señalaba que Gildar-do López estaba dispuesto a entregarse a las autoridades cuando el gobierno fe-deral detuviera a 80% de la estructura

A casi un año del ataque a los normalistas de Ayotzinapa, las autoridades finalmente detuvieron en Taxco al Cabo Gil, presuntamente implicado en los hechos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala. En su captura no hubo gran despliegue de fuerza, no hubo violencia, no hubo disparos, lo que hace pensar a algunos analistas que se trató de una entrega pactada; sobre todo porque él mis-mo ya había ofrecido entregarse una vez que estuviera capturada la mayor parte de su banda criminal.

aún más dudasprovoca

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GLORIA LETICIA DÍAZ

L a “versión histórica” de la desapari-

ción forzada de los 43 normalistas de

Ayotzinapa sigue desmoronándose.

El domingo 6 el Grupo Interdisci-

plinario de Expertos Independientes (GIEI) de

la Comisión Interamericana de Derechos Hu-

manos descartó científicamente que los jó-

venes hayan sido asesinados y calcinados

en el basurero de Cocula, como lo procla-

mó Jesús Murillo Karam cuando era procura-

dor general.

El jueves 17 tocó el turno al Equipo Ar-

gentino de Antropología Forense (EAAF) de

manifestar sus reservas sobre el anuncio que

hizo la víspera la procuradora general de la

República, Arely Gómez, de que la Universi-

dad de Innsbruck, Austria, había identificado

entre las cenizas enviadas para su análisis a

Jhosivani Guerrero de la Cruz, restos que se

sumarían a los de Alexander Mora Venancio,

detectados en diciembre del año pasado.

Esa noche, el EAAF fijó su posición en

un comunicado. Si bien reconoció “la al-

ta calidad científica” del laboratorio de Inns-

bruck, reforzó sus dudas expuestas en fe-

brero de este año sobre la manera en que

fueron utilizados los restos para identificar a

Mora Venancio y Guerrero de la Cruz, mis-

mos que presuntamente estaban en una

bolsa de nylon y fueron rescatados por bu-

zos de la Secretaría de Marina del fondo del

Río San Juan, en Cocula.

principal de Guerreros Unidos, a la cual presuntamente él pertenece. La manta fue colocada en un lugar ubicado entre la comandancia de la PF y el 27 Batallón de Infantería, en Iguala.

El mensaje estaba dirigido al presi-dente Enrique Peña Nieto, a quien le in-dican que de nada servía la detención de Sidronio Casarrubias, argumentando que

la mayoría de los operadores de Guerreros Unidos siguen libres.

Por ello, se pedía al gobierno federal ac-tuar contra los alcaldes y directores de Se-guridad Pública de los municipios de Taxco, Huitzuco, Tepecoacuilco, Apaxtla, Teloloa-pan y Cocula. La manta hacía referencia al capitán Miguel Crespo y al teniente Vi-cente Barbosa, ambos pertenecientes al 27

Los forenses argentinos, reconocidos por

su labor en la identificación de víctimas de la

dictadura militar en Argentina, así como en

Bosnia, Angola y Kosovo, entre otros países en

conflicto, retomaron en su análisis la conclu-

sión del GIEI acerca de la imposibilidad de que

el destino final de los 43 estudiantes de Ayotzi-

napa fuera la incineración en el basurero.

El EAAF reveló que el resultado de las

pruebas del “método experimental de Se-

cuencia Masiva Paralela” realizado por los

expertos de Innsbruck para identificar a

Guerrero de la Cruz les fue presentado “un

par de horas antes del anuncio público” de

Arely Gómez.

Para los forenses argentinos “la coinci-

dencia genética mitocondrial de la mues-

tra ósea 16-29102014 y la madre de Jhosi-

vani Guerrero de la Cruz no es considerada

por el EAAF como resultado identificatorio

definitivo”.

Su explicación para considerar “una po-

sibilidad” y no una certeza el resultado ex-

puesto por la procuradora es que los sitios

“de recuperación de restos son inciertos y

problemáticos”.

Estiman que la identificación genéti-

ca mitocondrial de Guerrero de la Cruz seria

valiosa si se tratara de un “caso cerrado”, en

que el número de víctimas por identificar es-

tuviera perfectamente delimitado en tiempo

y espacio; “por ejemplo, un accidente de un

avión con un listado claro de pasajeros, que

Batallón de Infantería, quienes presunta-mente tuvieron una participación activa la noche del 26 al 27 de septiembre en Iguala.

“Señor presidente Peña Nieto, dice que va a dar con los culpables, su policía no hace nada. Dónde están los directores de seguridad que le dimos; los presidentes de los municipios coludidos con Guerreros Unidos siguen operando normalmente en algunos de ellos. Agárrelos y no los suelten hasta ser bien investigados, no son pen-dejos para hecharse (sic) la soga al cuello ellos solos”, refiere una parte de la manta.

Luego advierte: “Todos ellos recibían su nómina para desaparecer gente y se-cuestrar; cheque cómo también en todos los municipios hay fosas; le exigimos que capture a los culpables”.

Luego El Cabo Gil condicionaba su en-trega: “Ahí están sus nombres, señor pre-sidente de la República, ya que tenga un 80% detenidos de ellos, yo me entregaré; menos no, y les diré tal y como fueron y son las cosas y a lo que nos dedicamos, porque no nada más yo soy el culpable.

“Los mandos y jefes son los Casa-rrubias y Los Tilos (Marranas Negras o Peques). No confundan a la comunidad, digan las cosas como son y los estudiantes están vivos. Atte. Gil”, concluye el mensaje.

El gobierno federal señala al Gil como

Las ra zones del equipo argentino

Ger

mán

Can

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el F

lore

s

“Están vivos”. Manta de “El Gil”

Peritaje independiente. Despreciado

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2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 19

CASO AYOTZINAPA

serían los únicos a encontrar en el sitio de

recuperación de restos”.

Uno de los problemas en el caso de los

43 desaparecidos es que “el EAAF –que ya

estaba en el país a petición de los familia-

res de las víctimas– no estuvo presente en el

momento en que buzos y peritos de la PGR

mencionaron haber recuperado el 29 de oc-

tubre de 2014 una de estas bolsas del río

San Juan”. Tampoco “participó en el hallaz-

go del fragmento de hueso que la PGR indi-

có haber recuperado dentro de dicha bolsa,

fragmento del cual obtuvo una identificación

positiva con los familiares del joven Alexan-

der Mora Venancio por vía de ADN nuclear”.

A lo anterior se suma que “el EAAF fue

convocado por la PGR cuando ya se encon-

traba la bolsa de restos abierta y la mues-

tra en cuestión ya se encontraba junto con

otras sobre un área de limpieza”, pieza que

“se distinguía por su tamaño mayor al resto

y especialmente por estar muy poco altera-

da técnicamente”.

El grupo de forenses argentinos recono-

ce que participó en la limpieza y análisis de

las muestras de esa bolsa, pero indicó que

hasta ahora la PGR no les ha entregado una

copia de la “cadena de custodia de la bolsa

de restos que, según indica la PGR, les fue

entregada por buzos de la Marina”, pese a

que la han solicitado en diversas ocasiones.

Otro punto que provoca reservas del EA-

AF es la “presencia de restos humanos en el

basurero de Cocula no correspondientes a

los normalistas”, como ya lo habían adver-

tido en su comunicado del 7 de febrero pa-

sado. Se refirieron entonces a la localización

de una prótesis dental que no pertenecía a

ninguno de los estudiantes desaparecidos.

“Por lo tanto –explicó el equipo esta vez–

estamos ante un caso abierto y no cerrado.

Además, se suma a este contexto el hecho de

que existen cerca de 300 denuncias de desa-

pariciones ocurridas en los últimos cuatro a

cinco años en Iguala. Entonces el valor del re-

sultado obtenido sobre la muestra que podría

pertenecer a Jhosivani Guerrero de la Cruz

disminuye significativamente y sólo puede ser

considerada como una posibilidad.”

Los argentinos retomaron la conclusión

del GIEI de que los jóvenes no pudieron ser

asesinados y quemados en el basurero de

Cocula, basada en un peritaje en incendios

y dinámica de fuego. “Por el momento no

existen elementos científicos suficientes pa-

ra vincular los restos hallados en el basurero

de Cocula con aquellos recuperados, según

la PGR, en el río San Juan”, sostuvieron.

Tras enfatizar que se trata de un ca-

so abierto, “en donde restos de víctimas de

distintos episodios de desaparición pueden

encontrarse en los mismos lugares de de-

positación”, aclararon que “existen además

serios interrogantes sobre el origen de las

muestras analizadas”.

Así, “la coincidencia genética mitocon-

drial de la muestra ósea 16-29102014 y la

madre de Jhosivani Guerrero de la Cruz no

es considerada por el EAAF como resultado

identificatorio definitivo”.

El cuestionamiento de los forenses so-

bre el resultado exhibido por Arely Gómez

estuvo acompañado de un reproche por

el trato desdeñoso hacia los padres de los

desaparecidos, pues les presentaron el re-

porte de Innsbruck minutos antes de que la

procuradora lo difundiera ante los medios.

Tras señalar que tuvieron que explicar el in-

forme del laboratorio a esas familias, conside-

raron que la urgencia de la PGR por hacer pú-

blica la información implica el “riesgo de acabar

con el derecho de las víctimas a conocer los

hechos sobre sus familiares desaparecidos con

el debido tiempo y asistencia necesaria”.

Por esa razón el EAAF solicitó a la PGR

que “respete los compromisos asumidos en

cuanto al trato de los familiares; ninguna fa-

milia debería enterarse de este modo de no-

ticias tan delicadas sobre el posible destino

de su familiar desaparecido”.

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20 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

PATRICIA DÁVILA

E xisten elementos para sancionar

administrativa y penalmente a los

involucrados en la fallida indagato-

ria sobre la desaparición de los nor-

malistas de Ayotzinapa, y las sanciones

pueden ir desde la inhabilitación vitalicia

para desempeñar el servicio público hasta

10 años de cárcel, afirman abogados con-

sultados por este semanario.

El 7 de noviembre de 2014 el exprocu-

rador Jesús Murillo Karam presentó la ver-

sión de la PGR, apoyada en declaraciones

de cinco sicarios. El pasado 27 de enero la

elevó a verdad histórica, supuestamente

con base en los estudios de fuego y explo-

sivos realizados por los peritos de la PGR

Marcos Soto Villalobos, ingeniero en co-

municación y electrónica, y Moisés More-

no Gallegos, con estudios inconclusos de

ingeniería civil y arquitectura.

El estudio de las plantas y larvas es

de Mauricio Cerón Solana, entomólo-

go del Instituto de Biología de la UNAM

y subdirector de Genética Forense de la

procuraduría.

El pasado domingo 6, el Grupo Inter-

disciplinario de Expertos Independientes

(GIEI) de la Comisión Interamericana de

Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer

que la indagatoria de la PGR está plagada

de irregularidades en todos los peritajes.

Por ese motivo, los expertos indepen-

dientes pidieron reorientar cada hipótesis

del informe: “No sabemos si se podrá de-

terminar el destino de los desaparecidos,

pero sí creemos que es el único modo de

poder llegar a la verdad sobre el caso y

acabar con la impunidad”.

Horas después de que se presentó el in-

forme, la procuradora Arely Gómez anunció

que se realizaría un nuevo peritaje; pero al día

siguiente Tomás Zerón, director de la Agen-

cia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR,

afirmó que la postura oficial se mantenía y

que el dictamen del CIEI no implicaba que se

abriera otra línea de investigación.

Para Daniel Márquez Gómez, experto

en función pública adscrito al Instituto de

Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM,

el informe del GIEI hace una presunción

muy sólida de que en la investigación se

cometieron irregularidades que violan la

Ley Orgánica de la PGR, la de Responsa-

bilidades Administrativas de los Servidores

Púbicos y la Federal de Responsabili-

dades, así como protocolos en manejo de

evidencia y técnicas básicas de peritación,

además del Código Penal Federal.

“Estamos frente a deficiencias en la in-

tegración de la investigación, en peritajes;

hay diligencias que no se realizaron. A par-

tir de aquí, la visitaduría de la PGR tendría

que abrir una investigación, documentar

todas estas irregularidades. Habría por lo

menos tres clases de responsabilidades

claramente identificables.”

La primera de ellas, dice, les atañe a

funcionarios de alto rango, como secreta-

rios de Estado y directores, como los titu-

lares de la AIC y de la SEIDO, y consiste en

juicio político, responsabilidad administra-

tiva y una violación al artículo 8 de la Ley

de Responsabilidades de los Servidores

Públicos, además de responsabilidad pe-

nal vinculada a colusión de servidores

públicos u obstrucción de la justicia.

–¿Para fincar responsabilidades es su-

ficiente el informe del GIEI de la CIDH?

–Sí, es una presunción muy sólida de

que existe en la investigación un manejo

deficiente, desaseado, inadecuado; de que

hay complicidades, encubrimiento.

Por una parte, dice que el informe tie-

ne validez porque “el propio Estado mexi-

cano fue el que solicitó la coadyuvancia, y

por otra parte México es parte de la Orga-

nización de Estados Americanos (OEA, a la

que pertenece la CIDH) y está sujeto a su

orden jurídico.

Considera importante que la OEA des-

pliegue su diplomacia para que el Estado

mexicano cumpla sus responsabilidades:

“Difícilmente se puede valorar el papel

que hicieron los expertos de la CIDH si se

empieza a generar ruido para descalificar-

los, cuestionar el informe o su mandato le-

gal –apunta el académico–. Creo que hay

que darnos una oportunidad. Guatema-

la para nosotros es un buen ejemplo. Allá,

un grupo de expertos independientes de

la ONU hizo una investigación sobre cor-

rupción y ya vimos las consecuencias: a un

expresidente corrupto en la cárcel, sujeto a

un posible juicio, y un pueblo que empieza

a confiar en sus instituciones. Habría que

valorarlo aquí también.”

A decir de Márquez Gómez, la CIDH

abrió un paréntesis para revisar tres pro-

blemas estructurales: la manera en que se

investigan los delitos, la forma en que se

construyen las supuestas verdades históri-

cas y una oportunidad para mejorar esos

esquemas.

Indica que la Ley Orgánica de la PGR

delimita el papel de todos los participantes

en la investigación: el MP, el policía como

auxiliar del MP que se ocupa de averiguar

ilícitos y los procesos vinculados al de-

sempeño eficiente de un empleo, cargo o

comisión.

–¿La sanción se aplica aunque exista

falta de capacidad para investigar?

–Por lo que haya sido: falta de capaci-

dad o dolo. Pero en caso de que se proba-

ra el dolo, lo que pondría en evidencia serían

ilícitos de naturaleza penal. Y aquí, por lo

que destacan los expertos, el dolo es evi-

dente: encontraron evidencia, como ropa,

no integrada a actuaciones, que apenas se

mandó a Innsbruck para su peritaje. Tam-

poco se investigó la línea que apuntaba a la

posible participación de militares. Todo es

demasiado evidente como para ignorarlo.

–¿Qué consecuencias jurídicas tiene la

proclamación de la versión de Murillo Ka-

ram como “la verdad histórica”?

–En principio es una afirmación temera-

ria. La verdad histórica sólo la fija el juez una

vez que valoró evidencia. Lo de Murillo Ka-

ram fue precipitado. También se toma en una

segunda dimensión, que pone en eviden-

cia la prisa por cerrar el expediente, y quizá

tendrá que indagarse si se quiere buscar la

responsabilidad de los servidores públicos

que hayan incurrido en las omisiones y comi-

siones de delito en el caso Ayotzinapa.

–¿El Estado mexicano no tiene la vo-

luntad de esclarecerlo? El titular de la AIC,

Tomás Zerón, afirma que nada cambia el

rumbo de la investigación.

–Esta es una cuestión de incumplimien-

to fuerte de la Ley. En esto también tiene

responsabilidad la actual procuradora, Arely

Gómez, porque a su llegada pudo ordenar

los peritajes a la ropa y llamar a los militares,

pero tampoco lo hizo. Se puede tipificar,

entre otras conductas, la obstaculización de

la administración e impartición de justicia.

“El procurador, el subprocurador, los

directores, los peritos como auxiliares de

la investigación de los delitos, el MP, cada

uno tiene una obligación. Por eso cuando

los padres de los jóvenes afirman que fue

Por acción u omisión,numerosos servidores públicos delinquieron

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2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 21

CASO AYOTZINAPA

un crimen de Estado, tienen razón. En el

caso Ayotzinapa, reconocemos como un

hecho indubitable que la investigación se

hizo mal. Por ejemplo, aparecen perita-

jes de una persona experta en informática

haciendo un peritaje sobre el incendio.”

–¿Considera que la responsabilidad

jurídica puede llegar al presidente Enrique

Peña Nieto?

–En este país se dice que el presi-

dente es el hombre mejor informado, pero

muchas veces lo está a través de tres

personas, lo que me lleva a pensar que

posiblemente no esté tan bien enterado.

Si el presidente sabía y no actuó en conse-

cuencia, estaríamos en un caso como el

de Guatemala: en un grave problema.

Entrevistado aparte, el abogado Por-

firio Martínez, miembro de la Asociación

Civil Mexicanos Unidos, opina sobre este

último punto:

“De acuerdo con el artículo 108

constitucional, el presidente de la

República, durante el tiempo de su en-

cargo, podrá ser juzgado por traición a la

patria y delitos graves del orden común.

Aquí hablamos de desaparición y homici-

dio, de ocultar evidencias, tergiversar una

investigación, no decir la verdad.”

Y todavía habría que analizar la res-

ponsabilidad que le resulte a Peña Nieto

por no haber sancionado a Murillo Karam

cuando se mostró que sus conclusiones

no eran verdaderas:

“Como jefe de Estado, al tener cono-

cimiento de la ‘verdad histórica’ llena de

graves mentiras y errores, la avaló como

versión de su gobierno. Por eso Peña

Nieto incurre en colusión, encubrimiento

o coparticipación.”

En cuanto a los altos funcionarios,

señaladamente Murillo Karam, pueden ha-

ber ejercido indebidamente el servicio

público, lo que conlleva una pena de dos a

siete años de prisión (artículo 214). También

puede imputársele un delito contra la admi-

nistración de justicia, como aparece en el

artículo 225, fracción VIII, es decir, que re-

tarde o entorpezca la administración de jus-

ticia maliciosamente o por negligencia.

Y en la fracción 21, dicho artículo san-

ciona los actos de “alterar, destruir, perder

o perturbar indistintamente el lugar de los

hechos, los indicios, huellas”, mientras que

la siguiente prevé las penas por desviar u

obstaculizar la investigación de hechos de-

lictuosos a favor del inculpado y se sus-

traiga a la acción de la justicia… Para esos

delitos se prescriben de tres a ocho años

de cárcel, y las últimas fracciones son de

cuatro a 10 años de prisión”.

“Lo cierto es que el Estado mexicano

está acorralado por la verdad científica”,

concluye Martínez.

enlace directo entre las policías de Iguala y Cocula con el grupo Guerreros Unidos. De acuerdo con la declaración ministe-rial de uno de los líderes de esta banda, Sidronio Casarrubias fue quien ordenó la captura de los normalistas de Ayotzinapa.

Mientras, la violencia en Iguala per-siste, así como también el tráfico de es-tupefacientes en esta plaza del norte guerrerense, que sigue controlada por Guerreros Unidos, indican a este reporte-ro fuentes que pidieron el anonimato.

Lomas de Taxco. Lugar de la captura

Ger

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22 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

HÉCTOR DE MAULEÓN

En el teléfono celular de Sidronio Casarrubias Salga-do, los agentes de la SEIDO que lo interrogaban ha-llaron este mensaje de texto: “Los hicimos polvo y los echamos al agua, nunca los van a encontrar”. De acuerdo con las autoridades, Casarrubias era el líder máximo de la organización criminal Guerreros Uni-

dos. La noche del 26 de septiembre de 2014, la policía de Iguala entregó a sicarios de dicha organización a 43 jóvenes estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa: esos estudiantes, la mayoría de recién ingreso, habían llegado a Iguala con la misión de con-seguir autobuses y recursos que permitieran a un gran contin-gente de normalistas participar en la manifestación que pronto iba a efectuarse, en memoria de la matanza del 2 de octubre de 1968, en la capital del país.

No era la primera vez que alumnos de primer ingreso recibían una encomienda de este tipo. Enviar “pelones” de primer año a “botear” y apoderarse de autobuses comerciales es una suerte de ceremonia no oficial de ingreso en la escuela Raúl Isidro Burgos. A diferencia de otras ocasiones, aquel 26 de septiembre de 2014, los alumnos enviados a ejecutar la orden no regresaron.

Sabemos lo que pasó, y al mismo tiempo lo que pasó sigue siendo un misterio. “Procedan”, habría dicho el alcalde perredista

de Iguala, José Luis Abarca, cuando le comunicaron por radio que los normalistas andaban recorriendo la ciudad. Comenzaba la no-che de Iguala: la persecución, el ataque a tiros a los estudiantes, la caída con una bala en la cabeza del alumno Aldo Martínez, la lle-gada de la llovizna que lúgubremente iba a acompañar los sucesos de esa noche, el aullido enloquecedor de las sirenas de la policía de Cocula, cuyos elementos, armados como para la guerra –pasa-montañas, rodilleras, ropa de camuflaje–, cercaron y rafaguearon a los estudiantes… Los asesinatos de Julio César Ramírez y Daniel Solís, las heridas de Edgar Vargas, la entrada en escena del Ejército en el hospital Cristina, y su repentino, inexplicable mutis.

Y la espiral de horror: el desollamiento de Julio César Mon-dragón, a quien le arrancaron la piel de la cara y le extirparon los ojos; la agresión al autobús de los Avispones de Chilpancingo, que costó la vida al chofer y a un jugador del equipo; la muerte accidental de la pasajera de un taxi, cosida por las balas de los municipales; la noche que avanzaba cada vez hacia algo peor: la entrega, dice la única versión disponible hasta el momento, de los estudiantes al Chucky, y a su grupo de halcones y sicarios. Oyen bien: la entrega de unos normalistas que no han cumplido 20 años a un grupo criminal dedicado al narcotráfico. Una entre-ga que ocurre por parte de fuerzas del estado. La versión que lue-go dieron los sicarios detenidos, de que los muchachos fueron amarrados y apilados como bultos en la camioneta de redilas

¿Quiénes eran los normalistas atacados la noche de Iguala? Es la pregunta que se responde, sin atenuantes, en el libro Ayotzi-napa. La travesía de las tortugas, de Ediciones Proceso. Medio centenar de reporteros salen a investigar la vida de esos estu-diantes protagonistas de uno de los capítulos más aterradores y vergonzantes en la historia de este país y se topan no sólo con la currícula que en la totalidad de los casos está hondamente tocada por la marginalidad y el desamparo, sino con la desgra-cia que el día después carcome a las familias involucradas. A continuación se reproduce el prólogo de esta novedad editorial que convierte Ayotzinapa en un desquiciante territorio de to-dos. El volumen se presentará el próximo miércoles 23 a las 17 horas en el Centro Prodh, ubicado en Serapio Rendón 57-B, colonia San Rafael, en la Ciudad de México.

Cuando el país volteó hacia Guerrero

sobre Ayotzinapa43 miradas

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2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 23

CASO AYOTZINAPA

que los condujo a un intrincado basurero municipal; la muerte de algunos en el trayecto, se dice que por asfixia; el interroga-torio y la tortura de los sobrevivientes, con intención de saber quiénes eran: “¿Son contras? ¿Son Rojos?”. El encendido de la ho-guera en el agujero conocido como “el hoyo del Papayo” y al otro día, la recolección de los restos en bolsas de basura arrojadas al río donde luego se recogió un trozo de hueso perteneciente al alumno Alexander Mora Venancio.

Al final, el mensaje de texto que El Chucky envió a Casarru-bias: “Nunca los van a encontrar”.

¿Qué había pasado con los estudiantes? ¿Por qué si su lucha era social y política les habían dado trato de sicarios? ¿Por qué emboscarlos, perseguirlos, torturarlos, quemarlos, desaparecer-los? ¿Quiénes eran ellos? ¿Y quiénes eran los Guerreros Unidos?

La masacre de Iguala tuvo el mismo efecto de cuando alguien quita de golpe la sábana blanca que oculta un cadáver putrefacto. El país volteó a mirar Guerrero y descubrió gusanos y un olor pestífero.

Marco Antonio Ríos Berber fue uno de los primeros detenidos. Le había tocado “halconear” la noche del 26 de septiembre. Él llevó a las autoridades a la loma donde aparecieron más de 30 cuerpos, ninguno de los cuales correspondía a los normalistas. Ríos Berber se había quedado vigilando un ca-mino la noche en que los estudiantes fueron lle-vados al basurero. Pero conocía el sitio en el que otras personas habían sido inhumadas clandes-tinamente, y creyó que allí aparecerían los cuer-pos que las autoridades reclamaban.

No era así. En ese lugar no estaban los nor-malistas, sino una de las verdades más crudas del estado de Guerrero. La historia de esos ca-dáveres estaba narrada en el teléfono de Ríos Berber. En la galería de fotos que el “halcón” conservaba –más de 30–, aparecían los retra-tos de varias personas golpeadas, hinchadas, desfiguradas. Gente que gritaba o lloraba. Gente antes de morir.

En esos días, varios grupos criminales se es-taban disputando Iguala, el “escurridero” donde se almacena la amapola producida en el estado; el punto del que sale alrededor de 70% de la he-roína que llega a Estados Unidos. Las personas enterradas en esas fosas pertenecían a organi-zaciones rivales: Los Rojos, La Familia, Los Tem-plarios... cualquiera de los 26 grupos criminales que hoy han sido identificados en Guerrero. Habían llegado a Iguala a pelear la plaza, o a llevar armas, o a secuestrar gente, o a mover droga.

Para los Guerreros Unidos no era difícil descubrir a esos intru-sos. Cada que un auto con placas de otro estado circulaba por Igua-la, la policía municipal le marcaba el alto; si descubría algo fuera de lugar, los sospechosos eran entregados de inmediato al Chucky: los Guerreros Unidos formaban el verdadero cuerpo de “seguridad”, el verdadero aparato de justicia del municipio. Lo ocurrido en Iguala era el hilo de la madeja de un sistema de corrupción, injusticias y atrocidades sin límite. La tragedia de los 43 estudiantes dejó al descubierto como pocas veces antes la podredumbre de un siste-ma infiltrado por el crimen organizado, y construido y tolerado, inescrupulosamente, por sus primeros beneficiarios: gobernantes y partidos políticos. Iguala exhibió toda suerte de delitos y contu-bernios. Expuso la distancia enorme que existía entre el estado de Guerrero y la casa en que habitaba el presidente de México. Lanzó a la cara de todos las condiciones en que viven y mueren los ha-bitantes de uno de los estados más pobres, más humillados, más agraviados, más violentos e impunes del país.

En México, desde que la muerte dejó de ser suceso para transformarse en cifra, cada muerte nueva sirve para desmentir o confirmar una estadística. La muerte es una medida nada más: desde que el país produce cadáveres en serie, las tragedias se han vuelto cuantitativas. Las volvemos simples números y nos referimos a ellas con la frialdad de las cifras.

Ayotzinapa. La travesía de las tortugas es un libro ejemplar en mu-chos sentidos. Porque le devuelve los rostros a esos números que se desgastan de tanto repetirse, porque restituye a muertos y desapa-recidos la vida que aquella noche les robaron: “Un reportero busca historias pero en Ayotzinapa encuentra rostros –escribe, brillante-mente en estas páginas, Emiliano Ruiz Parra–. Rostros fijados para siempre en la cotidianidad de las selfies, en las fotos de adolescen-tes que registran su mejor ángulo… El rostro te impone un manda-miento: ‘No matarás’. La ética ya no viene del sujeto y de la razón (como pensó Kant) sino del rostro del otro. La ética es el otro…”.

Para Marcel Schwob, lo único que cada hombre posee en rea-lidad son sus extravagancias y sus anomalías. Esto hace que en el arte de la biografía la vida de cualquier hombre tenga el mis-

mo valor, “sea un pobre actor o Shakespeare”. Esa verdad profunda es la que salen a bus-car los 43 periodistas, los tres editores y los 15 fotógrafos que firman este libro. Cada uno de ellos hace cuatro visitas a Ayotzinapa y se dirige luego a las poblaciones de donde pro-cedían los normalistas desaparecidos, heri-dos o fallecidos aquella noche infausta. Todos solventan de su propio bolsillo los gastos de traslado y hospedaje. Suben cerros, van a pue-blos, visitan rancherías. Andan detrás de una pregunta básica que no todos los medios –mu-chos de ellos empeñados en el ensalzamien-to o la descalificación automáticos– llegaron a hacerse. ¿Quiénes eran los 43 normalistas que no volvieron del infierno de Iguala? ¿Có-mo eran sus vidas, sus familias, sus problemas, sus sueños, sus lugares de origen?

Esas preguntas detonan este libro. Por eso afirmo que Ayotzinapa. La travesía de las tortugas es en muchos sentidos ejemplar: porque pro-cede de la solidaridad de un gremio: ninguno de los autores ha cobrado por su investigación, nadie obtendrá un solo peso por el tiempo que han gastado, por el texto que ha escrito. Por

mutuo acuerdo, las ganancias que genere esta obra serán dona-das a los padres de las víctimas.

El libro es también un catálogo de miradas, un escaparate de estilos al que solo se exigió precisión e investigación. Sus autores son periodistas independientes y colaboradores de CNN, Animal Político, Proceso, El Financiero, Frente, El Universal TV, El Gráfico, Qua-dratín, La Jornada Guerrero, Emeequis y SinEmbargo, entre otros. Es-tos otros 43 (más los tres editores y los 15 fotógrafos) han puesto algo de sí para traer piezas nuevas al rompecabezas. Para seguir aclarando el misterio que un año más tarde sigue siendo Iguala.

Esta forma de la luz en medio de las sombras se debe tam-bién a los normalistas.

“¿Por qué Ayotzinapa. La travesía de las tortugas?”, quise pre-guntar la tarde en que me invitaron a hacer este prólogo. Una de las autoras se anticipó:

–Ayotzinapa es una palabra náhuatl que significa “tortuga preñada cuatro veces”. Travesía, porque la mayor parte de los pa-dres creen que sus hijos están de viaje, en algún lugar, y pronto regresarán.

Sí. Luz en medio de las sombras.

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Germán Canseco

desde antes de la licitación ya era de OHL

Circuito Exterior Mexiquense:

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Mientras en España la constructora OHL se hunde por escánda-

los de sobornos y adjudicación amañada de obras públicas, en el

Estado de México está implicada en diversos pleitos relacionados

con el Circuito Exterior Mexiquense, obra que ejecutó gracias a la

ayuda de las autoridades de esa entidad. Hoy, la compañía está

inmersa en varios litigios, uno de ellos con la empresa Infraiber, y

sus problemas financieros se incrementan. Pero tiene un aliado en

Luis Videgaray, el secretario de Hacienda, quien le permite endeu-

darse a cargo de la concesión de esa obra carretera.

JENARO VILLAMIL

Desde su origen, el Circuito Ex-terior Mexiquense (CEM), con-cesionado a la constructora es-pañola Obrasocón, Huerte Lain (OHL), presidida por Juan Villar Mir, está sellado por la corrup-

ción. La obra de 110 kilómetros representa el 50% de los ingresos de la empresa en el país y fue proyectada por la consultora tras-nacional Cal y Mayor y Asociados.

De acuerdo con el documento Sistema carretero de oriente, desde mayo de 2002 –un año antes de que se otorgara la licitación–, el gobierno del Estado de México y la firma española financiaron un estudio a la medi-da de los intereses de ésta para la construc-ción, operación y explotación del sistema carretero del oriente de la zona metropoli-tana de la Ciudad de México.

“Debido a la importancia de este siste-ma carretero, el SASCAEM (Sistema de Au-topistas, Servicios Conexos y Aeropuertos del Estado de México) y OHL decidieron realizar un estudio profundo de la deman-da de dicho sistema y un pronóstico de aforos e ingresos confiable y se lo encar-garon a Cal y Mayor y Asociados, SC”, in-dica el estudio realizado por la consultora.

Confirma también que el gran negocio de esa autopista es el aforo de 140 mil ve-hículos que entran y/o salen del área me-tropolitana de la Ciudad de México, siem-pre y cuando las cuotas de peaje tengan un incremento constante y por arriba del promedio de inflación anual.

“En el mes de mayo de 2002 se inicia-ron los estudios de campo”, destaca el aná-lisis, que incluyó más de 43 mil encuestas, así como estudios de velocidad y tiempos recorridos (más de 250 kilómetros en red), aforos manuales y direccionales, y aforos automáticos en 10 de los 13 puntos.

El proyecto consistía “en la construc-ción de una autopista con acceso contro-lado y de altas especificaciones técnicas, en una longitud de 150 kilómetros que in-

cluyen 16 entronques. El trazo de la auto-pista se encuentra en la zona conocida co-mo Valle de Cuatitlán-Texcoco”.

Conectaría, según el estudio, a 22 mu-nicipios del Estado de México, “los cua-les contienen el 41% de los habitantes del Área Metropolitana de la Ciudad de Mé-xico”, entre ellos Ecatepec, Ciudad Neza-hualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Huehueto-ca, Coacalco, Ixtapaluca y Valle de Chalco, los más poblados del país.

Gabriel Núñez, director general eco-nómico-financiero de OHL-Concesiones, admitió en otro documento interno de la compañía española que el CEM lo planea-ron las autoridades mexiquenses para be-neficiar a la trasnacional de Villar Mir.

“En el año 2002, la administración pú-blica detectó la necesidad de crear un se-gundo cinturón al exterior al Circuito Interior que ya tenía construido y, por su-puesto, no tenía recursos suficientes para construir, sin siquiera analizar su viabili-dad económica y técnica. Eso lo hizo OHL con sus propios recursos”, expuso Núñez.

Incluso presumió: “Después de año y medio de trabajo conjunto con la admi-nistración y financiado por OHL, se sacó a licitación pública el proyecto y se adjudicó en el año 2003.

“Fue una mezcla de financiación pri-vada y préstamo bancario. Por dentro de lo que sería la financiación bancaria, par-ticipaba una institución pública que tam-

El estudio de Cal y Mayor y Asociados

CORRUPCIÓN

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bién tiene entre sus objetos participar en proyectos públicos-privados y no desde un esquema de subvención, sino desde un esquema de recuperación del capital, pero sí de apoyo a lo que es la financiación pri-vada”, explicó el responsable de OHL-Con-cesiones en esa época.

Los gobiernos de Arturo Montiel, Enri-que Peña Nieto y Eruviel Ávila no han de-jado de beneficiar a OHL, sobre todo en el CEM, aun a costa de la discrecionalidad y la afectación para millones de automovi-listas que transitan por esa arteria.

En diciembre de 2012, el gobierno del Estado de México extendió un plazo de la concesión a la constructora hasta 2051 –originalmente era hasta 2030– y le autorizó el cobro de incrementos adicio-nales a las tarifas de peaje entre 2013-2021 de manera irregular, según docu-mentó la empresa Infraiber.

M ADRID.- El jueves 17, el propieta-

rio de OHL, Juan Miguel Villar Mir,

declaró como encausado por su

presunta participación en la licita-

ción amañada para la construcción del hos-

pital Sos Espases en Palma de Mallorca.

Acompañado de sus abogados y

escoltas, el empresario llegó a las 11 de la

mañana al Juzgado de Instrucción 3 en la

Vía Alemana de la ciudad balear, donde el

magistrado José Castro lo interrogó duran-

te 45 minutos para conocer su posible par-

ticipación en ese escándalo de corrupción.

Al término de la diligencia, Villar Mir se

retiró sin decir ni una palabra. Aunque poco

después, fuentes judiciales confirmaron

que, para deslindarse, aludió al código

ético de OHL que, dijo, le impide pagar so-

bornos. Asimismo, negó haber hablado con

Jaume Matas, en cuyo gobierno se otorgó

la obra en 2006.

Igual que en septiembre de 2014, cuando

declaró ante el fiscal anticorrupción Pedro

Horrach, Villar Mir expuso que desde 2006

dejó de tener funciones ejecutivas en la cons-

tructora. Hoy, dijo, son los directores de área

quienes toman las decisiones, por lo que él

no siempre conoce nuevos proyectos.

En el caso del hospital Sos Espases,

dijo, el responsable fue el director del Área

de Hospitales de OHL, José Magán, quien

declaró el viernes 18.

En su alegato, Villar Mir denunció la

ilegalidad del proceso de adjudicación que

“Es todo una burla”, comenta la sena-dora Laura Rojas, del Estado de México, al reportero. La legisladora panista ha pre-sentado dos puntos de acuerdo en el Sena-do para crear una comisión investigadora que analice el presunto fraude de OHL, pe-ro la Junta de Coordinación Política, presi-dida por Emilio Gamboa Patrón, coordina-dor de la bancada del PRI, congeló esos y otros siete puntos de acuerdo que también piden investigar al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del go-bierno federal, Gerardo Ruiz Esparza.

Y abunda: “El órgano superior de fisca-lización del Estado de México no sirve pa-ra nada. El caso OHL es más grave que el de Grupo Higa porque representa un mon-to económico mucho mayor, un daño a la hacienda pública y una afectación a miles de automovilistas que transitan por el Cir-cuito Exterior Mexiquense.

Villar Mir sigue acumulando imputacionesALEJANDRO GUTIÉRREZ

siguió Matas para modificar los criterios

de la empresa que se contrató para valorar

las propuestas, Global PM, ya que la obra

de 625 millones de euros finalmente fue

concedida a sus competidoras FCC y

Dragados; esta última pertenece al grupo

ACS que preside Florentino Pérez (también

presidente del Real Madrid).

De acuerdo con la acusación de la

fiscalía anticorrupción consultada por Pro-ceso, hubo múltiples irregularidades en el

proceso para adjudicar la construcción del

hospital. La exconsejera de Sanidad Aina

Castillo, persona de confianza de Matas,

reveló ante la fiscalía que el entonces

presidente balear le ordenó favorecer a la

empresa OHL.

Sin embargo, como se filtró a los me-

dios que OHL sería la ganadora aun cuan-

do su oferta era más costosa, Matas dio la

orden de detener esa mesa de contratación

y encargó nuevos informes técnicos que se

inclinaron por Dragados y FCC.

La fiscalía cuenta con testimonios de

empresarios según los cuales la consultora

catalana Global PM fue “contratada por

dedazo” para que entregara los informes

técnicos ad hoc para dirigir la entrega de

esa obra.

Dificultades financieras

El lunes 7, el consejo de accionistas de

OHL aprobó una arriesgada ampliación de

capital en España para hacer frente a su

abultada deuda y al deterioro de su imagen

corporativa por el escándalo de su filial

mexicana.

Ese día, en México se difundieron

nuevos audios que subieron el nivel de esta

trama de sobornos e influencias políticas

hasta la residencia oficial de Los Pinos.

Estas presuntas prácticas corruptas

en México tienen cada vez mayor similitud

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Videgaray. Complicidad

26 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

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con las que le achaca la justicia española

a Villar Mir, en las que se entrecruzan las

comisiones ilegales a cambio de contratos

públicos, los “tratos de favor” (privilegios) y

los grandes acuerdos cerrados en salones

de postín.

La junta de accionistas aprobó en

Madrid la ampliación de capital de OHL,

calificada por la prensa como la mayor em-

prendida por una constructora española.

La compañía recurrió a esta salida por

su difícil situación financiera, que empe-

zó a resentir en 2014, pero este año se

agravó con la filtración en México de los

audios donde se registran probables actos

de corrupción de sus ejecutivos para

obtener favores de funcionarios federales

y mexiquenses.

Una vez que el plan sea aprobado

por la Comisión Nacional del Mercado de

Valores, la ampliación de capital será de mil

millones de euros (60% de la base accio-

narial de OHL). Los medios especializados

la consideran un “verdadero sacrificio para

los inversores”.

La inyección de capital permitirá a la

constructora destinar 650 millones de euros

para rebajar su deuda, cuyo crecimiento en

el presente año está previsto en 4.5% para

llegar a los 5 mil 870 millones de euros.

El resto de los mil millones, unos 350

millones, servirá para financiar la orienta-

ción de sus negocios en Colombia, Chile o

Perú.

El anuncio de la ampliación de capital

no despejó todas las dudas de los inversio-

nistas y tuvo una respuesta adversa, con

la caída de 5% en el valor de sus acciones

al cierre de la cotización bursátil del lunes

7, para situarse en 12.06 euros por acción.

Esto representa una caída de 30%, ya que

al inicio del año alcanzó 18.71 euros.

La prensa financiera advirtió que la

operación diluirá más los títulos de OHL,

que podrían disminuir hasta menos de 10

euros. Y advierten que, con esta caída de

las acciones, la ampliación de capital de mil

millones sólo servirá para captar un volu-

men equivalente al 80% de la capitalización

bursátil del grupo.

Lo que Villar Mir dejó en claro el lunes 7

es que mantendrá su hegemonía en OHL.

Hasta ahora el presidente de la compañía

posee 59.6% de los títulos por medio del

Grupo Villar Mir, pero no descartó despren-

derse de hasta 9.5% de la constructora.

No todos los accionistas están de

acuerdo con la estrategia del magnate,

que fue aprobada sin conocerse todos los

detalles de la operación porque se darán

a conocer en otra sesión del consejo. La

prensa señaló que Villar Mir hizo valer su

partición de control para dar luz verde al

plan, pero un amplio sector se opuso a la

medida.

Otra particularidad de la operación es

que el Grupo Santander no salió a rescatar

a OHL, pese a que hasta hace unos meses

Villar Mir era el segundo accionista indivi-

dual de la entidad bancaria. El octogenario

empresario tuvo una añeja relación con el

mandamás de Santander, Emilio Botín, pero

tras la muerte de éste su hija Ana tomó

decisiones pragmáticas.

De hecho, hace unos días, cuando OHL

pidió a los principales bancos de inversión

españoles e internacionales que le hicieran

ofertas por mil millones de euros en accio-

nes a fin de apuntalarse, el Grupo Santan-

der declinó participar.

A pesar de haber sido el banco que

colocó en el mercado las acciones de OHL

México y que coordinaría la colocación de

la nueva ampliación, Santander no aceptó

las cláusulas que la constructora preten-

día imponer a los bancos para que éstos

absorbieran las acciones que no fueran

suscritas en su totalidad.

Finalmente, Villar Mir aceptó la oferta

de Bank of America, JP Morgan, Société

Générale y UBS, que participaron bajo la

condición de que el empresario se com-

prometiera a suscribir al menos 50% de la

ampliación.

En la sesión de accionistas, el presi-

dente de OHL anunció que la venta de la

Torre Espacio, el edificio emblemático del

Grupo Villar Mir que está al final de la ave-

nida de la Castellana, no está relacionada

con la ampliación ni existen “ofertas vincu-

lantes”. Sin embargo, días después de la

sesión de accionistas, la compañía anunció

la venta del 10% de su participación de la

Inmobiliaria Colonial, para quedarse sólo

con 14%.

Tanto en la conferencia de prensa pre-

via a la junta del lunes 7, a la que no fueron

convocados los corresponsales mexicanos

como en la pasada, Villar Mir dijo a los pe-

riodistas españoles que las acusaciones en

México son “falsas” y quiso dar por cerrado

el caso.

El millonario y los partidos

El pasado 27 de mayo, Villar Mir trataba

de frenar los señalamientos en torno a sus

relaciones con los gobiernos del PRI que

se desprenden de los audios difundidos en

México. Justificó:

“Se tiende a decir que somos una

empresa amiga del PRI. Yo me siento muy

orgulloso de ser amigo de todos los mexi-

canos y también del PRI. Pero de las ocho

concesiones que tenemos contratadas en

México a lo largo de 12 años de presencia,

con el PRI hemos contratado tres: otras

tantas con el PAN, y dos con el PRD, la

izquierda mexicana.”

Pero, a decir de fuentes del sector, su

malestar por el escándalo de su filial mexi-

cana ya se convirtió en ira.

CORRUPCIÓN

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Page 28: PROCESO-2029 20 sep 2015

“Es muy grave también que no exista un movimiento social de protesta contra OHL. ¿Dónde están las organizaciones sociales responsables de combatir la corrupción o las que pugnan por la transparencia? Hay que hacer un llamado a los activistas para que denuncien este robo a los usuarios de las autopistas de OHL.”

Un estudio revelador

El estudio original de Cal y Mayor advierte que el 66% de las unidades captadas en el tramo de lo que sería el CEM son vehícu-los particulares; 23% de transporte públi-co, y 11% son camiones.

Asimismo, más del 86% de los conduc-tores realizan el viaje “al menos una vez a la semana”; 41% lo hacen por trabajo; 26% porque habitan en los municipios colin-dantes, y 10% por simple recreación.

La consultora advirtió también que, como el nivel de ingreso actual de los usuarios de automóvil en la zona es relati-vamente bajo –más del 80% ganan menos de mil dólares al mes–, estimó tarifas “óp-timas” muy por debajo de las que actual-mente cobra OHL.

Determinó por ejemplo que para ca-da automóvil la tarifa debía ser de 1.56 pe-sos por kilómetro y actualmente es de 2.19 pesos. El conductor que recorra el CEM de Zumpango a Chalco debe pagar 215 pesos por una distancia de 71. 69 kilómetros, se-gún la lista de tarifas oficiales.

El cobro de tarifas de peaje en el CEM le generó a OHL 63.3% de sus ingresos durante 2014, cuando el gobierno mexi-quense le autorizó un incremento de 30%, muy por arriba del promedio infla-cionario. La empresa incluyó, entre ene-ro de 2013 y 2015, el cobro de 65 centavos más para instalar el Sistema Indepen-diente de Verificación de Aforo Vehicu-lar y Nivel de Servicios (Siva), propiedad

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de la empresa Infraiber, que nunca operó. Este es el origen de la disputa con es-

ta compañía, cuyo abogado Paulo Díez fue detenido de manera irregular el miércoles 9 por agentes de la Procuraduría General de la República, quienes le “sembraron” un arma (Proceso 2028).

El rechazo a la instalación del Siva ge-neró una agria disputa entre OHL e Infrai-ber, pero sorpresivamente las autoridades federales y estatales favorecieron a la com-pañía española y a sus directivos, a pesar de que un sistema de verificación de aforos le representaría beneficios al propio erario mexiquense y para los miles de usuarios del CEM.

–¿Cómo surgió el Siva, que ha sido des-acreditado hasta por el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza? –se le pregunta a Paulo Díez, asesor jurídico de Infraiber.

–El Siva surgió originalmente en la construcción de la carretera de Río de los

Remedios, donde mi cliente estaba asocia-do a ICA. Se desarrolló este sistema para darle la tranquilidad de que su socio no le iba a robar por sobrecostos en la obra. Co-menzó a instalarse sólo en esta obra que va de Lechería a Puebla.

“El Siva es un sistema que tiene arcos de lectores por cada coche y capta el tipo de vehículo, la placa, calcula la tarifa y los ingresos por peaje en tiempo real. El obje-tivo también es evitar que existan largas colas en las casetas.”

–OHL y la SCT los acusa de “orquestar una campaña” de difamación y de no tener ninguna razón en su alegato porque ya se canceló el contrato de SASCAEM con Infrai-ber. ¿Qué responde a estas acusaciones?

–A nosotros no nos han notificado la terminación del contrato y tenemos va-rios amparos interpuestos. No hay ningún juicio del gobierno del Estado de Méxi-co contra Infraiber. Todos son juicios que ha interpuesto Infraiber con SASCAEM y OHL. Tenemos pendientes cuatro juicios contenciosos administrativos.

En un comunicado difundido el jueves 17, Infraiber propuso someter a consulta pública la conveniencia de instalar el Siva en el CEM. La compañía de tecnología rei-teró que tan sólo en un año de concesión en el circuito, OHL ha tenido ingresos por cuotas de peaje mayor a los 2 mil 350 mi-llones de pesos.

Operaciones anticonstitucionales

Las irregularidades de OHL en el CEM no sólo se limitan al cobro arbitrario de cuo-tas de peaje, sino a un manejo oscuro de su inversión, de su deuda y de sus supues-tas utilidades.

En su informe de estados financieros de octubre de 2014, tan sólo por Concesio-naria Mexiquense (Conmex) –filial de OHL

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Can

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Peña Nieto y Ávila. Apoyo desmedido

Caseta de cobro. Ganancias millonarias

28 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

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que opera el CEM–, la constructora recono-ce ingresos de mil 707 millones de pesos por cuotas de peaje y 4 mil 268 millones en el rubro “otros ingresos de operación”. Los ingresos totales en ese año superaron los 6 mil millones de pesos y su utilidad neta fue de 2 mil 870 millones.

Sin embargo, la empresa admite un pa-sivo de 22 mil 162 millones de pesos, que incluyen casi 6 mil millones de “deuda a largo plazo” y de 8 mil 146 millones de “do-cumentos por pagar a largo plazo” e “im-puestos a la utilidad diferida” de casi 7 mil millones, de acuerdo con los documentos cuya copia posee Proceso.

Para Paulo Díez, OHL México se está endeudando “a cargo de la concesión”; es decir, está generando deuda pública. Y ad-vierte que Banobras garantizó 50% de un crédito por 5 mil 920 millones de pesos, otorgado el 18 de diciembre de 2013.

El presidente del consejo de Banobras que autoriza este tipo de transacciones es Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Hacienda y viejo conocido de los directi-vos de OHL México.

El abogado de Infraiber relata que en-contró unos documentos de reconoci-mientos de inversión, firmados por SAS-CAEM y por OHL, que hablan de alrededor de 20 mil millones de pesos; y ante sus es-

tados financieros en la Bolsa Mexicana de Valores ellos reportaron irregularmente 40 mil millones de pesos.

“Entonces le dije a mi cliente: no pue-des comenzar a operar el Siva en el Cir-cuito Exterior Mexiquense hasta que el gobierno del Estado de México no te con-firme cuál es la inversión. Hasta tuve una discusión con mi cliente. Le dije: si tú no conoces una base de monto de inversión, no puedes entrar. Eso es lo que no nos ha respondido Eruviel Ávila durante todos estos meses, insiste Díez.

“¿Sabes cuál es el plan? Que OHL emi-te deuda pensando que éste es el valor de su activo. El día que haya un problemón, le advertimos a Eruviel, eso va a represen-tar una deuda pública. No deje que llegue a eso, le dije”, abunda el abogado.

Para Díez, la huella de Videgaray en el caso de OHL está en la siguiente operación: Organización de Proyectos de Infraestruc-tura (OPI), subsidiaria de OHL y accionista mayoritaria de Conmex, certificados bur-sátiles en el mercado con cargo al supues-to derecho residual que tienen en el CEM. Banobras garantizó el 50% de esa deuda.

“Yo tengo varios juicios de amparo de-mandando la anticonstitucionalidad de esa garantía”, sentencia el abogado de In-fraiber.

“Eso es deuda pública. Videgaray dice: ‘Yo no adjudico contratos, pero yo le digo en otro amparo que hay una ley de deuda pública que dice que esto debe ser autori-zado por el consejo directivo de Banobras que preside el secretario de Hacienda’. Pa-ra no mancharse, Videgaray afirmó que delegó facultades a un comité donde él no está. Pero eso es anticonstitucional”, ex-plica Díez.

–¿Es una operación estilo Fobaproa?–Por supuesto. El único que entiende

bien la mecánica financiera es Videgaray. ¿Por qué permiten que OHL se esté endeu-dando con cargo a una concesión?

“Otra demanda que presentamos es que Conmex emitió bonos en 2013 fue-ra de México. Y en ese proyecto se afirma que, en caso de que la concesión termine anticipadamente por cualquier causa, el gobierno del Estado de México asume los compromisos de esa deuda. Yo no había visto una violación tan clara a la Consti-tución. Una de las prohibiciones absolutas de la Carta Magna es que por ningún mo-tivo una entidad se puede endeudar con una entidad extranjera.

“Y aquí lo que tienes es una afirma-ción de OHL en la que aparentemente hay deuda pública del Estado de México a fa-vor de un privado.”

CORRUPCIÓN

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ÁLVARO DELGADO

Ricardo Anaya no sólo terminó de mala manera con Gustavo Madero, quien lo encumbró como presidente del Partido Acción Nacional (PAN), sino con el otro impulsor de su ver-

tiginoso ascenso político: Francisco Garri-do Patrón, exgobernador de Querétaro.

Con Garrido, Anaya vivió una década en la cúspide del poder: fue funcionario juvenil municipal de la capital queretana y luego, durante un sexenio, fue el pode-roso secretario particular del gobernador; como tal manejó los mil millones de pe-sos del Programa de Acción Comunitaria (PAC) para repartir entre los pobres los dos años previos a las elecciones.

Y aun cuando el PAN perdió el gobier-no estatal en 2009, de cuya derrota fue res-ponsable como coordinador general de la campaña, Anaya garantizó su futuro co-mo diputado local plurinominal, coordi-nador de la bancada y –ya distanciado de Garrido Patrón– presidente estatal de su partido.

Lo que sí hizo Anaya fue estrechar su relación con la exesposa de Garrido Pa-trón, Marcela Torres Peimbert, senadora desde 2012 e integrante del órgano electo-ral que organizó la elección interna en la cual resultó electo.

Pero Anaya no sólo está asociado a la deslealtad, sino a señalamientos de corrupción.

Luego de su paso por el gobierno, Ana-ya acumuló un patrimonio de más de 10 millones de pesos: En enero de 2011 tenía 5 millones 800 mil pesos en cuentas ban-carias y valores bursátiles, así como una casa de 521 metros cuadrados valuada, se-gún él mismo, en 4 millones 300 mil pesos.

Un dato curioso: Anaya no compró la residencia con su dinero, sino –en un ca-so parecido al de Enrique Peña Nieto– la recibió en “donación”, en marzo de 2005, según la declaración patrimonial que rin-

Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, es visto

como una persona desleal –le dio la espalda a los dos

políticos que impulsaron su carrera: Francisco Garri-

do Patrón y Gustavo Madero–, pero ahora, además, ha

empezado a llenar los puestos directivos del panismo

con personajes de mala fama, señalados por actos de

corrupción. La propia reputación del dirigente panista

está en entredicho mientras no aclare a satisfacción el

uso de los mil millones de pesos del Programa de Ac-

ción Comunitaria que manejó en Querétaro.

Germán Canseco

Anaya

inunda al PAN de corrupción

30 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Page 31: PROCESO-2029 20 sep 2015

dió al iniciar el cargo de subsecretario de Turismo, en 2011, y que ocultó al año si-guiente.

Y es que desde que manejó los mil mi-llones del PAC –para repartir materiales de construcción, insumos de mejoramien-to urbano y hasta tinacos–, ha estado ba-jo sospecha de haberse beneficiado ilegal-mente de esos recursos.

El senador con licencia Francisco Do-mínguez Servién –ahora gobernador elec-to de Querétaro– aludió a ese tema en 2013, cuando Anaya y el también diputado fede-ral Marcos Aguilar, alcalde electo de Que-rétaro capital, lo criticaron por el manejo de recursos como tesorero del Senado, en el contexto del choque entre Madero y Er-nesto Cordero.

“Marcos Aguilar habla de transparen-cia y Ricardo Anaya que manejó mil millo-nes del PAC, que transparenten los recur-sos de diputados federales (sic)”, escribió Domínguez en su cuenta de Twitter.

Otro ejemplo: la exdiputada federal Raquel Jiménez Cerrillo, compañera de bancada de Anaya, declaró públicamen-te que éste se fue de Querétaro “huyendo de unos periodicazos” sobre el manejo su-puestamente irregular de los mil millones del PAC.

La sospecha se robusteció cuando, en 2011, fue detenido el defraudador Javier Bosque Urquiza, quien aseguró que Ana-ya, siendo secretario particular de Garri-do, “me prestó 8 millones de pesos, parte en cheque y parte en efectivo”, pero sólo le devolvió “como 800 mil”.

Anaya publicó un desplegado para de-cir que sólo le entregó 800 mil pesos para invertir y que esa cantidad le fue devuelta en diferentes fechas.

Apenas en enero de este año, cuando como presidente interino usó los tiempos oficiales del PAN para promoverse con la bandera de la anticorrupción, un grupo de prominentes panistas de Querétaro emi-tió un comunicado para contradecirlo.

“Ricardo Anaya se autopromueve co-mo paladín de la lucha anticorrupción, pero quienes lo conocemos sabemos que es sólo un discurso muy lejano de actos concretos de congruencia. Su proceder, por el contrario, es testimonio del uso de las instituciones para beneficiarse a sí mismo.”

Firmado por el exdiputado federal Ma-nuel Ovalle Araiza, el exdiputado local Si-món Guerrero, el exprocurador Julio Sen-tíes Laborde, el exalcalde Rolando García Ortiz, así como los exdirigentes estatales Rafael Puga e Ismael Becerra, en el comu-nicado se recuerda que Anaya, siendo se-cretario de Garrido, se aseguró la primera diputación local plurinominal; su secreta-rio particular, Antonio Rangel, ocupó la se-gunda y la secretaria de éste, Micaela Ru-bio, la tercera.

Y en lo que definieron también co-mo un “acto de corrupción que arbitraria-mente cometió Ricardo Anaya”, hizo ree-legir como presidente estatal a José Báez, representante en sus asuntos personales. “Con Ricardo Anaya el PAN pierde, el único que gana es él. ¿A poco no?”, rubricó el co-municado del grupo Esencia PAN.

Tras el triunfo de Anaya, el exalcalde Rolando García manifestó su incredulidad sobre el combate a la corrupción prome-tido por Anaya: “Tendría que matar a sus amigos, (aunque) quiero darle el beneficio de la duda”.

Corruptos

Pero al único amigo que, políticamente, mató Anaya fue a Madero, quien, como Garrido en Querétaro, lo encumbró: lo hi-zo presidente de la Cámara de Diputados, luego secretario general y presidente na-cional interino del CEN del PAN, y ahora dirigente hasta 2018.

Con la bandera de la “regeneración” del PAN tras los escándalos de corrupción, que él tampoco atendió como secretario general y presidente interino, Anaya vetó también a Jorge Villalobos, operador político y finan-ciero de Madero desde hace una década.

Aunque Ulises Ramírez, quien contro-la el PAN en el Estado de México, no entró a la Comisión Política, Anaya propuso a al-guien de su mismo grupo, la diputada In-grid Schemelensky, y aquel se perfila pa-ra presidir una comisión en la Cámara de Diputados, que podría ser la de Seguridad Pública.

Salvo la incorporación de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, a la Co-misión Permanente, los mismos grupos y personajes que apoyaron a Madero son los que respaldan a Anaya, aunque se for-

taleció el gobernador de Puebla y aspiran-te presidencial, el expriista Rafael More-no Valle.

En la planilla del CEN colocó a la di-putada federal Genoveva Huerta; en la Co-misión Permanente ingresó el propio Mo-reno Valle, Maximiliano Cortázar y la di-putada federal Guadalupe Mondragón, su operadora en el Estado de México.

En la Cámara de Diputados, el segundo cargo en relevancia recayó en Eukid Casta-ñón Herrera, operador político y financie-ro de Moreno Valle, quien tiene un amplio expediente de corruptelas (Proceso 2019).

Anaya también fortaleció a Jorge Ro-mero Herrera, exdelegado en Benito Juá-rez y cacique del PAN capitalino, vincula-do también con escándalos de corrupción. Lo sumó a la Comisión Permanente, igual que a Mauricio Tabe, del mismo grupo y presidente de ese partido en el DF.

Forma parte también de la Comisión Permanente el exdiputado Rodolfo Dora-dor, quien fue coordinador de la campa-ña de Madero en 2010 y vinculado, junto con Villalobos, en el trasiego de recursos de casineros.

Los coordinadores parlamentarios de-signados por Anaya también han recibido señalamientos de presunta corrupción: El senador Fernando Herrera Ávila está bajo investigación de la Procuraduría General de la República por presuntamente falsi-ficar documentos de asociaciones civiles de Aguascalientes que han ejercido recur-sos públicos.

Y el diputado Cortés fue acusado de corrupción por Juan José Rodríguez Prats, quien fue delegado del CEN en Michoa-cán para la elección interna de 2011 con-tra Luisa María Calderón.

Rodríguez Prats revela a Proceso que había informado al CEN sobre evidencias

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Garrido. Relegado

POLÍTICA /PAN

2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 31

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de que Cortés mantenía una alianza con el gobernador perredista Leonel Godoy, pe-ro también había aceptado apoyos de ori-gen oscuro.

–¿Son recursos ilegales?–¡Ilegales, desde luego que ilegales! Yo

lo dije en el CEN: señores, por menos de esto se expulsó a Manuel Espino.

Cortés rechazó las imputaciones y Ro-dríguez Prats fue destituido del cargo y, en la elección de agosto, brindó su apoyo a Anaya.

Coordinador general de la campaña de relección de Madero, Cortés ha coloca-do a varios de los allegados a éste en posi-

Gustavo Madero se percibe dolido

tras pasar de la cumbre como pre-

sidente del Partido Acción Nacional

(PAN) al abismo de ser solamente

un diputado raso por voluntad de Ricardo

Anaya, su discípulo que lo relegó.

–¿Le duele la traición?

–No, la condición humana no la vamos

a cambiar nunca.

Derrumbado su proyecto presidencial,

Madero pretende ahora edificar un “frente

amplio opositor” al Partido Revolucionario

Institucional (PRI) para 2018 –“al PAN no le

alcanza solo” y hasta Andrés Manuel López

Obrador es una opción–, pero no elude ha-

blar de cómo Anaya quebrantó su palabra

de hacerlo coordinador parlamentario.

La cúspide del pleito no fue en la reunión

plenaria de la bancada del PAN en Tijuana,

el 24 de agosto, donde Madero le reclamó a

Anaya haber sido víctima de un “manotazo”

para “vetarlo”, sino tres días después, el

viernes 28, en la Ciudad de México.

El reportero supo que en esa reunión

privada Madero llamó “desleal”, “malagra-

decido” y “traidor” a Anaya por haberle

prometido la coordinación y luego dársela,

previa filtración a Joaquín López-Dóriga, a

Marko Cortés.

Madero da sorbos a su té verde, senta-

do en una mesa sobre la avenida Presiden-

te Mazarik, en Polanco, el vecindario donde

vive.

“Yo no le dije traidor. Yo creo que fue

desafortunado el manejo de, en un mo-

mento, pensar y decir una cosa y después

actuar diferente, pero eso es normal. La

visión y los elementos que tuvo después

lo llevaron a tomar esa decisión”, matiza

Madero, quien, el 3 de julio, él mismo dijo

que no quería ser coordinador.

“Estamos en esa disposición. Se cierra

un ciclo y se abre otro, con nuevas caras,

nuevos planteamientos y nuevas propues-

tas, y que este ciclo le ayude no sólo al PAN,

sino al país”, dijo al conductor Óscar Mario

Beteta.

–Entonces Anaya le tomó la palabra –le

hace ver el reportero.

–No, al contrario, dije en la reunión

plenaria que lo que anuncié en el radio

lo creía, hablé también con Javier Corral

para decirle eso, y Anaya en ese momento

me dijo que debía ser yo, que no siguiera

moviendo ese discurso, que me esperara,

cosa que cambió ya siendo presidente,

pero yo lo entiendo.

En la reunión plenaria de Tijuana –de

la que Proceso tiene la grabación ínte-

gra–, varios de los 108 diputados electos

criticaron la manera en como Anaya filtró

que Cortés sería el coordinador, en vez de

a Madero, quien acató la decisión

“Lo único que he pedido es dignidad. Y

les digo dignidad porque yo, motu proprio,

anuncié que declinaba ser coordinador el

día 3 de julio. Todavía no empezaban las

campañas, todavía no se registraban los

candidatos. Y qué pasó: El primero que me

llamó fue Ricardo Anaya para pedirme que

reconsiderara y un grupo importante me

pidió que lo hiciera.”

Por ello, Madero pidió que los puestos

del grupo parlamentario y la distribución de

las comisiones se asignen con base en perfi-

les “y no, como en mi caso, por algún veto”.

Y en efecto, uno de los que vetó a

Madero como coordinador fue el senador

Ernesto Ruffo, quien así lo declaró a este

semanario. “Esas son cuestiones de ellos,

no mías”, responde Madero entre risas.

–¿Josefina Vázquez Mota también lo

vetó?

–No sé, lo desconozco –se incomoda

Madero–. Aquí la decisión es de Anaya, es

la única. Todos los demás que digan misa.

Anaya es el único que tenía que decidir y

decidió así y yo lo respeto.

–¿Se arrepiente de haberlo impulsado?

–¡No, para nada! Estoy muy conten-

to trabajando en lo que creo y haciendo

muchas cosas.

El PAN no gana solo

Con todo el tiempo disponible, lo que ahora

Madero impulsa es la unidad de toda la

oposición porque, de lo contrario, el PRI

volverá a ganar en 2018. “Y ahí sí, ya no

nos lo vamos a quitar en mucho tiempo”.

Trata de ser optimista, pero el futuro es

sombrío: No tiene duda de que ningún par-

ciones relevantes en la Cámara de Diputa-dos: Uno es Carlos Olson San Vicente, te-sorero del CEN durante los cinco años de Madero, quien es el secretario de Servicios Administrativos y Financieros.

José Isabel Trejo, exsecretario gene-ral del PAN, fue nombrado coordinador de asesores del grupo parlamentario, cuya secretaria técnica es Lourdes Medina, jefa de la oficina de la presidencia de Madero.

Otro caso: El secretario particular de Cortés es el chihuahuense Fernando Ál-varez Monge, secretario general en la pre-sidencia de Anaya y allegado también a Madero.

Oliva, a Elecciones

Anaya no ha designado aún a los secreta-rios del CEN del PAN, pero se perfila como de Elecciones a Juan Manuel Oliva, exgo-bernador de Guanajuato, envuelto en es-cándalos de corrupción y que, para qui-tarse ese estigma, canta en el coro de una iglesia en León.

La facción de El Yunque que pactó con Anaya también tomó posiciones relevan-tes en la Comisión Permanente y en la ban-cada, como Cecilia Romero Castillo, expre-sidenta nacional del PAN y comisionada del Instituto Nacional de Migración cuan-

Benja

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Madero no desdeña un frente opositor que incluya a AMLO ÁLVARO DELGADO

Madero. Maniobras

32 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

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tido, por sí solo, puede ganar la Presidencia

y la mayoría en el Congreso. “Ni al PAN le

alcanza para ir solo y es el partido con el

mayor tamaño y despliegue”.

Aunque acepta que López Obrador

podría ganar la Presidencia, aclara: “Aunque

ganara no puede gobernar, porque tiene que

tener una mayoría transversal para construir

mayorías estables en el Congreso”.

Para él, el gobernador electo de Nuevo

León, Jaime Rodríguez, El Bronco, tampo-

co es alternativa:

“¿Qué es el Bronco? Es una incógnita

¿Va a ser un chingón o va a ser un loco?

Quién sabe. Votaron por El Bronco porque

no encontraron en el escaparate alguien

que te cumpliera, que satisficiera su ambi-

ción: Querían un vengador ciudadano para

chingarse a Rodrigo Medina.”

Lo cierto es que, ante el desencanto

ciudadano, los ciudadanos pueden optar

por opciones riesgosas: “Te puede salir un

disparo como un Hugo Chávez en Vene-

zuela. Y se dirá: qué reaccionario. No, me

preocupa que la mayoría de la gente, cuan-

do no ve una expectativa de mejor futuro,

busque alternativas más milagrosas”.

–¿Se refiere a Vicente Fox?

–No, a Fox le faltó un proyecto de

transición.

El PAN como gobierno, admite, se

montó en el régimen priista y por eso urge

articular un frente amplio opositor más allá

de las personas –“eso le da en la torre a

las ideas”– para desmantelar el régimen y

edificar uno nuevo.

–¿Cuáles son las líneas de ese proyecto?

–Debe ser transversal. Se tiene que

plantear el para qué: combatir no sólo la

pobreza, sino la desigualdad. Este es un

tema fundamental. Por lo que he leído,

el conflicto ya no es entre izquierdas y

derechas, sino entre pocos privilegiados y

muchos excluidos. Ese es el tema fun-

damental. Privilegiados ante excluidos,

aquéllos son pocos, éstos son muchos. Y

esto se da en el terreno económico, en el

político y en el social.

La exclusión política es el fraude, el

autoritarismo y la falta de representatividad

de los partidos de los ciudadanos, como se

da en la actualidad; la económica es brutal,

porque a los únicos que les va bien es a los

ricos, y la social es, además de la pobreza,

la falta de acceso a la impunidad.

“Entonces yo sí creo que debemos

plantearnos nuevos paradigmas y no son

a partir de los colores de los partidos ni

por quién votaste la última vez, sino cuál

es la forma de solucionar los problemas de

la mayoría de la gente. Generar confianza

para llevarlo a cabo.”

AMLO, opción

Madero admite que quien ha tomado esta

agenda es López Obrador, pero es recelo-

so: “La corrupción y la pobreza son las dos

banderas que trae él, y yo coincido en su

diagnóstico, en lo que no coincido es en

cómo las va a solucionar.”

Por eso insiste en que un proyecto de

cambio de régimen debe basarse en un

programa. “Cuando se vuelven proyectos

personales ya valió gorro el intento. Los

candidatos se ven como proyectos per-

sonales y redentores y eso es lo que tiene

también mucho Andrés Manuel”.

–¿Y el gobernador Rafael Moreno Valle?

–También, son proyectos personales:

“O soy yo o no hay proyecto”. Pues no, yo

lo que digo es al revés. Cuál es el proyecto

y después vemos quién va a tener la posi-

bilidad de encarnarlo y de generar confian-

za transversal, transpartidista una vez que

se avance en estas propuestas.

Agrega: “A mí no me convence ningu-

na persona. ¿Margarita Zavala? Pues me

encantaría si tiene estas ideas, órale. El que

me pongas. Inclusive fuera del partido, así

te lo digo, si nos empatamos en lo esencial.

Ese es el reto”.

–¿Aun con López Obrador?

–Sí, claro, fácil. Honestamente mis

respetos para Andrés Manuel, lo que pasa

es que, te digo, parte de un principio: que

todos los demás están mal y él está bien, y

en política…

–Eso dicen todos.

–No, al contrario, lo que digo es que

hay que unirnos porque si no, no nos va a

alcanzar.

Añade: “Los empresarios le tienen

pavor a Andrés Manuel. Les digo: No se

asusten de él, preocúpense de los andres

manueles, preocúpense de las condicio-

nes que están haciendo que esto sea posi-

ble, que surjan liderazgos que cautiven

porque no encuentran una opción dentro

de las fórmulas establecidas. Porque el

PRI ya saben que no, el PAN no los entu-

siasma, no los convence, no trae ahorita

una bandera, el PRD tampoco”.

Antes y después de la derrota de junio,

Madero ha pagado haber sido artífice del

Pacto por México y su acercamiento con

Peña Nieto, quien lo cautivó por los compro-

misos que hizo. “Una cosa es Peña y otra

cosa es todo el aparato que lo rodea, lo que

está detrás”, dijo en entrevista con el repor-

tero en mayo de 2013 (Proceso 1906)

–¿Sigue pensando que Peña sí cumple?

–El texto entrecomillado de aquella en-

trevista estaba apegado, pero los encabe-

zados, como siempre, puro amarillismo –se

defiende.

–Sin “amarillismo”, ¿usted se equivocó

al decir en esa entrevista que en el Pacto

por México con Peña “todo se ha cumplido

a cabalidad”?

–Se cumplió en procesar 13 reformas

y se falló en cumplir el todo adendum del

pacto y el resto de los 95 acuerdos del

pacto original.

–¿Sigue jugando golf con Peña?

–Nunca he jugado golf con Peña.

¡Nunca!

–Eso dice Javier Corral.

–Sí, está loco, está loco. Nunca me he

parado en un campo de golf.

–¿Por qué lo dice entonces?

–Está jodido. Inventan cosas para tener

carnitas para sus argumentos. ¡Pero no,

son jaladas ésas!

do ocurrió la masacre de centroamerica-nos en Tamaulipas, quien es vicecoordina-dora de Transparencia.

La diputada Margarita Alemán Olvera es esposa del exgobernador de Morelos, Mar-co Antonio Adame, y madre de Juan Pablo Adame, quien aspira a ser el vocero del CEN.

Javier Bolaños Aguilar, allegado a los Adame, es vicepresidente de la Mesa Di-rectiva de la Cámara de Diputados, y Ale-jandra Reynoso, secretaria de ese mismo órgano, es allegada al exgobernador Emi-lio González Márquez.

Con Santiago Creel como su gran con-sejero, Anaya ha fortalecido a los nativos

de Querétaro: integró a la Comisión Perma-nente al gobernador electo Domínguez Ser-vién, la senadora Torres Peimbert –exespo-sa de Garrido– y a Micaela Rubio, expresi-denta interina del PAN.

El coordinador de la campaña de Ana-ya, Édgar Mohar Kuri, es el nuevo tesorero, con un pasado de represión en Querétaro: fue destituido como jefe de la policía de la capital, en enero de 2002, por ocupar el pri-mer lugar en quejas ante la Comisión Esta-tal de Derechos Humanos por el uso exce-sivo de la fuerza y detenciones arbitrarias.

Pero en 2003 fue nombrado director de la policía estatal de Garrido y como tal es-

tuvo implicado en el caso del asesinato, el 27 de noviembre de 2004, del joven Marco Antonio Hernández, a quien le dispararon desde una camioneta BMW, conducida al parecer por Federico Ruiz Lomelí, conce-sionario de la Coca Cola.

Aunque el empresario fue detenido por policías estatales al mando de Mo-har –quien se ostenta como “consultor en prevención del delito y reforma demo-crática de la policía”–, quienes constata-ron que Ruiz manejaba ebrio, lo dejaron libre por órdenes superiores, tal como lo acreditó la Comisión Nacional de los De-rechos Humanos.

POLÍTICA /PAN

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TÉMORIS GRECKO

La última semana de mayo de 2014, Arturo Sánchez Gutiérrez, entonces consejero del Institu-to Nacional Electoral, acudió a Egipto como observador de los comicios que celebró ese país.

De acuerdo con diversas organizacio-nes internacionales, dicho proceso elec-toral estuvo plagado de irregularidades. Pero Sánchez públicamente no aludió a ellas. Sólo emitió un par de twitts. En uno señaló que “la propaganda del candidato egipcio Sisi destaca sobre la de su conten-diente”. En otro comentó: “Las sorpresas no ayudan a generar certidumbre en el elector”, en referencia a que la comisión electoral egipcia súbitamente añadió un día de votación a los dos ya establecidos.

Las autoridades egipcias habían invi-tado a algunos observadores, de manera individual y sin un plan de trabajo. Los llevaron a donde estimaron conveniente. Los pusieron a charlar con jueces y fun-cionarios del régimen. Les era necesario tener testigos que le dieran a los comicios “una muy deseada certificación de legiti-midad”, reportó el diario Los Angeles Times el 19 de mayo de ese año.

Sánchez fue uno de ellos.Su actitud fue la opuesta a la de tres

organizaciones de observación electoral: la Red Árabe de Monitores Electorales, el Instituto Electoral para la Democracia Sostenible en África y el Centro Carter. Todas con capacidad para desplegar per-sonal sobre el terreno y encontrar ano-malías. Diez días antes de las votaciones, esas organizaciones denunciaron que las autoridades egipcias les habían inter-puesto tal cantidad de obstáculos, que les resultaría imposible cumplir con su traba-jo, difundió la agencia Reuters.

Pero el consejero Sánchez no vio o no reportó las condiciones en las que se de-sarrollaron las campañas electorales y las votaciones.

Para empezar, pasó por alto que el ge-neral Abdelfatá al Sisi había dado un golpe de Estado casi un año antes, el 3 de julio de 2013, contra el único presidente de Egipto electo en comicios libres: Mohamed Morsi, del grupo Hermanos Musulmanes.

El general lo arrestó, lo mantuvo in-comunicado meses y detuvo tanto a sus simpatizantes como a muchos de los jó-venes que participaron en lo que se cono-ció como la Primavera Egipcia, iniciada en la plaza cairota de Tahrir el 25 de enero de 2011.

El gobierno que organizaba las elec-ciones era de facto, dirigido por Sisi, quien se autodesignó presidente, cerró el Con-greso, encarceló a buena parte de los le-gisladores y además era el candidato presidencial “favorito”.

El gobierno mexicano volteó para otro lado cuando el militar egipcio Abdelfatá al Sisi tomó el poder por las armas hace un par de años. Tampoco alzó la voz en agosto de 2013, cuando el ejército de Egipto asesinó a mil 400 civiles que protestaban pacíficamente en el templo cairota de Rabaa el Adawiya. Nada hizo cuando se dictó una condena a muerte contra el expresidente legítimo Morsi. Y todavía más: hace un año envió a un consejero del INE como observador de unos comicios cuestionados por todo mundo… menos por el mismo observador.

Cuando Sánchez estaba en Egipto, se es-timaba en 16 mil el número de arrestados. En cuanto a ejecutados, había confusión en las autoridades judiciales, pues habían emi-tido tantas condenas a muerte que no se sa-bía bien quién iba camino al fusilamiento y quién no; calculaban el número en mil 200.

La cantidad de personas asesinadas por

la policía y el ejército fluctuaba: el semigu-bernamental Consejo Nacional para los De-rechos Humanos la calculaba en 2 mil 600; los Hermanos Musulmanes, en 4 mil.

Estos datos eran públicos y estaban a disposición de cualquier interesado. Igualmente eran muy conocidos los vi-deos y las fotografías de dos matanzas

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RELACIONES EXTERIORES

Cuando Peña Nieto

al régimen egipciosolapaba

realizadas, tropas de combate contra civi-les desarmados, en julio y agosto de 2013.

Luego, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que encabezaba Sisi, emitió un pronunciamiento pidiendo el voto por un candidato presidencial: Sisi.

Los miembros de los Hermanos Mu-sulmanes, la fuerza electoral más impor-tante del país, tenían prohibido participar como candidatos, realizar actos públicos o incluso expresarse en redes sociales. Y los llamados “jóvenes de la revolución”, protagonistas del movimiento de la pla-za Tahrir de enero y febrero de 2011, eran igualmente perseguidos.

Los recursos y la infraestructura del gobierno estaban al servicio de la campa-ña de Sisi y las declaraciones de funciona-rios públicos en apoyo del candidato eran cotidianas.

Fuerzas paramilitares mantenían el terror en las calles: las prisiones estaban llenas de periodistas (algunos extranje-ros) y prácticamente la totalidad de los medios no alineados al gobierno habían sido cerrados.

Sisi sólo enfrentó a un candidato opo-

votaciones ya programados –el 26 y 27 de mayo– se ampliaran a tres. Los numerosos mecanismos de coerción electoral no ha-bían servido para llevar a la mayor parte de los votantes a las urnas y las autoridades decidieron alargar el proceso 24 horas. No llegó ni a la mitad del padrón: votó 47%.

Cuestionado por este reportero me-diante twitts públicos, mientras Sánchez aún estaba en Egipto, el consejero electo-ral mexicano defendió el golpe de Estado de Sisi: “Los egipcios no ven traición, sino salvación”, pues Morsi “se radicalizó ha-cia el islamismo (no popular)” e “impulsó no vender bebidas alcohólicas, más lími-tes al vestido femenino”.

En ese momento, a Sánchez le paga-ban 182 mil pesos mensuales más presta-ciones para ser garante de la democracia en México.

Pero no estaba fuera de sintonía con el gobierno mexicano. En contraste con anteriores presidentes de México que eran veloces al denunciar golpes y vio-laciones de derechos humanos, Enrique Peña Nieto se mantuvo callado cuando su colega Morsi fue puesto en incomuni-cación. Tampoco dijo nada el 14 de agos-to de 2013, cuando tanques atacaron un plantón de civiles en el templo de Rabaa el Adawiya, en El Cairo, asesinando a unas mil 400 personas. Ni ha expresado una opinión respecto de las recientes conde-nas a muerte emitidas contra el expresi-dente Morsi y cientos de sus compañeros de medio y alto perfil.

Por el contrario, cuando el gobierno golpista de Sisi (medio año antes de buscar legitimación electoral) envió a su embaja-dor a México, Yasser Shabaan, Peña Nieto lo recibió en Palacio Nacional el 15 de di-ciembre de 2013, sólo cuatro meses des-pués de la masacre de Rabaa al Adawiya.

Shabaan le propuso a Peña hermanar las pirámides de Giza y de Teotihuacán, que, dijo, “están alineadas siguiendo la

sitor: Hamdin Sabahi. Lo venció con 96.9% de los votos.

Las matanzas y Tutankamón

A Sánchez Gutiérrez sólo le llamó la aten-ción que, de última hora, los dos días de

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Peña Nieto. La llamada con Sisi

La matanza de Rabaa El Adawiya. Silencio mexicano

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constelación de Orión, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia”, y traer a México una exposición del faraón Tutankamón.

El 15 de abril de 2015 un comunicado oficial de la Secretaría de Relaciones Exte-riores anunció que México y Egipto “bus-can fortalecer los lazos de cooperación” después de que su entonces titular, José Antonio Meade, y Mohamed Farid Monib, asistente para las Américas del Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores, se reunieron aquí para “ampliar el entendimiento mutuo y profundizar las relaciones económicas bi-laterales”, con la firma de varios acuerdos.

Y el jueves 10, tres días antes de la ma-tanza de mexicanos en el desierto occi-dental egipcio, la Secretaría de Cultura del Estado de México invitó a Shabaan a dar una charla en la cual el diplomático rei-teró su idea de traer a Tutankamón, ahora ofreciendo que llegara precisamente a esa entidad.

Callar y obedecer

“Imagina que en algún lugar de Méxi-co el Ejército ataca por error a un grupo de turistas y los mata. ¿De qué tamaño sería el escándalo internacional?”, plan-tea Ibrahim, periodista egipcio desde un barrio del sur de El Cairo. “Aquí, ha teni-do que pasar eso para que el mundo re-conozca que los militares matan civiles frecuentemente y nadie asume responsa-bilidad por eso. Además, no nos permiten denunciarlo, porque vamos a la cárcel”.

Actualmente Ibrahim escribe sobre deportes y espectáculos. De 2011 a 2013 fue un activo reportero que denunció los abusos, sucesivamente, de los regímenes de Hosni Mubarak, del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y de los islamis-tas de Morsi. Pero tras el golpe de Estado

de Sisi, se ha visto forzado a callar para poder vivir.

“Me tuvieron dos meses preso en una celda hacinado con delincuentes comunes; a veces me sacaban para torturarme”, explica. “Nunca me presentaron ante un juez. Pensé que me iba a quedar ahí años, hasta morir de hambre y enfermedades, como tantos com-pañeros periodistas, pero me sacaron un día sin explicaciones. Un oficial que tenía mi expediente me dijo que la próxima vez me matarían. Así es que ahora sólo trato temas sin riesgo, sin compromiso.”

El pasado 17 de agosto Sisi dictó la lla-mada “Ley Antiterrorismo”, cuyo artículo 8 establece que los miembros de las fuer-zas armadas no pueden ser imputados por delitos cometidos durante operacio-nes contra el terrorismo.

Además, dicha ley impone multas de 25 mil a 60 mil dólares a periodistas y per-sonas en general que difundan “noticias falsas” sobre incidentes de seguridad: bá-sicamente, todo aquello que difiera de las versiones oficiales sobre ataques terroris-tas u operaciones militares.

Por ejemplo, en Egipto está prohibido presentar información sobre las muertes de los mexicanos distinta de la que difun-dió el ejército, la cual culpa a los organiza-dores del convoy porque éste se adentró en una zona prohibida.

La agencia de viajes que ha mostrado pruebas de que cubrió los requisitos para hacer esta expedición, está violando esas normas. Para asegurar su cumplimiento, la Fiscalía General emitió un comunicado exigiendo a los medios no reproducir na-da más que los boletines oficiales.

En declaraciones al diario The New York Times, difundidas el miércoles 16, el gene-ral brigadier Mohamed Samir, portavoz de las fuerzas armadas egipcias, sostuvo: “Este incidente no tiene nada que ver con

el ejército, incluso si el ejército y la policía llevaron a cabo la operación juntos (…) És-te es el sistema del país y usted no tiene derecho a cuestionarlo”.

Para obtener los comentarios de Ibrahim, cuyo nombre real se omite, fue necesario utilizar complicados mecanis-mos de comunicación segura, vía un ter-cer país. “Los gobiernos de México y de Egipto son grandes clientes de Hacking Team”, recuerda, en referencia a la com-pañía que provee servicios de espionaje. “En Egipto no hay libertad de prensa, pero a Washington no le importa. No hay liber-tad de expresión, de reunión, ni siquiera de tránsito ni derechos políticos, pero a Washington no le importa y sigue rega-lándole al ejército más de mil millones de dólares cada año en ayuda militar”.

Su país, admite, vive una creciente ofensiva terrorista por parte de grupos como el autodenominado Wilayat Sinaí (Provincia del Sinaí), el cual se asume co-mo parte del Estado Islámico creado por Abu Bakr al Bagdadi en regiones de Irak y Siria.

El ataque contra los turistas mexi-canos fue realizado, asegura el ejército, durante una persecución contra miem-bros de esa organización que habían re-gistrado actividad en la zona. Es parte de una guerra que fue comparada por el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shoukry, con la que libra Méxi-co contra el narcotráfico, en un esfuerzo de obtener la comprensión del pueblo mexicano.

“Pero es el mismo régimen egipcio el que ha hecho crecer las filas de los yiha-distas mediante la represión de la oposi-ción pacífica”, señala Ibrahim.

Aunque fue un feroz crítico del gobier-no de Morsi y los Hermanos Musulmanes, considera que la corriente del presidente depuesto logró convencer a miles de jóve-nes de que la democracia era el camino, y después fue traicionado “por las mismas potencias occidentales que le pidieron se-guir esa ruta. Ahora que está condenado a muerte es visto como un idiota o inclu-so como un traidor, y después de las ma-tanzas, el discurso del Estado Islámico se ha hecho más atractivo y le gana nuevos reclutas”.

Muchos activistas e intelectuales egipcios, añade Ibrahim, se sienten “ho-rriblemente heridos” por la complicidad con la dictadura que mantienen “Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros paí-ses sin postura independiente, como Mé-xico”, ya que esto “les ha permitido a los militares hacer lo que se les antoje bajo la justificación de combatir terroristas. Ahora vieron morder a la víbora que ellos criaron: mataron a los turistas y se sor-prenden, pero siempre nos matan a noso-tros y todos como si nada”.

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Sisi. “Ley antiterrorismo”

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RELACIONES EXTERIORES

MATHIEU TOURLIERE

“Señor director de la Poli-cía Turística. Señalamos la llegada del grupo tu-rístico de la empresa Windows of Egypt e in-formamos lo siguiente:

“Nombre del gru-po: Windows of Egypt. Fecha de llegada: 11/09/2015. Fecha de salida: 25/09/2015. Nombre del chofer: Jassem Al Din Moham-med Ali. Número: 10 (sic). Nacionalidad: Mexicanos. Nombre del guía: Nabil Mo-hammed Ali. Matriculación del vehículo: 857, Turismo de El Cairo.”

El documento arriba traducido –redac-tado en árabe y en cuya parte superior está anotado en manuscrito la fecha “7/9/15”– incluye una tabla que detalla el itinerario, etapa por etapa, que realizaría el grupo de turistas mexicanos durante su estancia de dos semanas en Egipto.

De acuerdo con el trayecto marcado, después de dos días en El Cairo –donde arri-baría la madrugada del viernes 11 en el vue-lo KLM 553–, el grupo partiría a temprana hora del domingo 13 rumbo a Bawity, una ciudad ubicada en el oasis de Baharyia.

Dedicaría el lunes a conocer la región

Un documento oficial que hasta ahora sólo había circula-do en árabe demuestra que el grupo de mexicanos bom-bardeado por las fuerzas armadas egipcias tenía permi-so para visitar la zona donde ocurrió el ataque. Pero, aun cuando le asiste la razón jurídica, el gobierno mexicano no encuentra la manera de hacer valer el derecho inter-nacional ante El Cairo.

Los mexicanossí tenían permiso

y sus monumentos, como primera etapa de “la ruta de los oasis”, que duraría tres días e incluiría Dakhla, Kharga y Lúxor, adonde llegaría el jueves 17.

De ahí, descendería el Nilo y realiza-ría paradas en los templos y vestigios ar-queológicos que se encuentran a la orilla del río. El miércoles 23 volaría de regreso hacia El Cairo y conocería la pirámide de Sakara. Durante el último día en la capi-tal egipcia cada viajero tendría el día libre. Todo el grupo saldría del país en el vue-lo KLM 554 a las 3 de la madrugada del viernes.

El documento empezó a difundirse en las redes sociales el pasado lunes 14 para

evidenciar que las autoridades egipcias co-nocían el itinerario preciso del grupo –for-mado por 14 mexicanos y ocho egipcios.

El día anterior, mientras se dirigía ha-cia el oasis de Baharyia en cuatro vehículos todoterreno, el grupo realizó una parada a las dos de la tarde, en pleno desierto. Los paseantes habían establecido un pequeño campamento para almorzar a poco más de un kilómetro de distancia de la carretera cuando un helicóptero Apache de las fuer-zas de seguridad egipcias los atacó.

Susana Calderón, una de los sobrevi-vientes de la agresión, entrevistada por El Universal en su cama del hospital de Dar Al-Fouad, dijo que el bombardeo duró cer-

El convoy. Ataque en el desierto

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ca de tres horas y los turistas y sus guías sufrieron ataques “como cinco veces”. El saldo: ocho mexicanos y cuatro egipcios muertos, y otros diez heridos –seis mexi-canos y cuatro egipcios.

“Error” mortal

En un comunicado que publicó el domin-go 13, el Ministerio del Interior egipcio reconoció que “durante un operativo con-junto entre policía y ejército para perse-guir elementos terroristas en el área de Wahat, en el Desierto Occidental, fuerzas dispararon por error sobre cuatro vehí-culos todoterreno que resultaron ser un convoy de turistas mexicanos que había entrado en una zona restringida.

“Doce personas fallecieron y diez mexicanos y egipcios fueron heridos y trasladados al hospital para su tratamien-to”, asentaron las autoridades. “Un equipo ha sido conformado para investigar las causas y circunstancias del incidente y las razones por las cuales un convoy turístico entró en una zona restringida.”

Horas después, el Ministerio de Turis-mo publicó otro comunicado, en el que afirmaba que los guías de la agencia Win-dows of Egypt no contaban con el permiso para estar en la zona.

Esto desató el enojo entre organiza-ciones turísticas, pues las de la región in-forman a las autoridades sobre todos sus recorridos y suelen cruzar retenes milita-res. En la propia página de internet de Win-dows of Egypt aparece la oferta comercial de atravesar el desierto de Al Wahat.

El lunes 14, cuando empezaba a circular el permiso policiaco en las redes sociales, personal de la agencia confirmó a medios locales e independientes, entre ellos el portal de noticias Egyptian Chronicles, que contaba con todos los avales requeridos y que un agente de la policía turística acom-pañaba a la caravana durante su visita.

Durante la citada entrevista, Susana Calderón confirmó la presencia policiaca.

Lo anterior exhibió la ausencia de coor-dinación entre las distintas agencias del go-bierno y dañó la imagen del ejército, en un periodo de militarización creciente del ré-gimen –dirigido por el mariscal golpista Ab-delfattah Al-Sisi–, que en noviembre pasado anunció un incremento del presupuesto mi-litar en 9% anual hasta 2019.

Interrogado al respecto por el diario The New York Times el lunes 14, el general Mohamed Samir, vocero de las fuerzas armadas egipcias, deslindó a éstas del ataque aéreo y afirmó que los asuntos re-lacionados con turistas son competencia del Ministerio del Interior.

“Este incidente no tiene nada que ver con el ejército aun cuando el ejército y la policía llevaron a cabo el operativo juntos”, dijo. “Así funciona el sistema en este país y usted no tiene derecho a cuestionarlo”.

En una carta abierta que dirigió al pue-blo mexicano el martes 15, el canciller egipcio Sameh Shoukry se aferró a la de-fensa de las fuerzas armadas –“son las más cautas y cuidadosas cuando se trata de preservar la vida de otros”– y denunció que algunas personas explotan el incidente pa-ra “alegar que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley egipcia no cuentan con un estricto protocolo de acción y que actuaron de manera indiscriminada”.

Tono duro

El viernes 18, el gobierno mexicano re-patrió a los seis heridos mexicanos y los trasladó al Instituto Nacional de Reha-bilitación. Los cuerpos de los mexicanos fallecidos durante el ataque permanecie-ron en Egipto, y la cancillería aseveró que agilizaba los trámites para que su regreso ocurriera lo más pronto posible.

Paralelamente, todavía resta que las autoridades egipcias cumplan con su

compromiso de investigar los hechos.Desde el lunes 14, tanto la canciller,

Claudia Ruiz Massieu, como el presidente, Enrique Peña Nieto, dijeron que multipli-caron los contactos con las autoridades de Egipto –el presidente Abdelfattah Al-Sisi y el canciller Saleh Shoukry– y plantearon la necesidad de que Egipto realizara una investigación exhaustiva y de fondo.

Sin embargo, hasta el cierre de esta edición El Cairo no ha dado a conocer nin-gún resultado sobre una supuesta investi-gación encabezada por el primer ministro, Ibrahim Mehleb.

Es más, el miércoles 16 emitió un decre-to que prohíbe a los medios egipcios e in-ternacionales presentes en el país publicar cualquier información sobre el incidente que no fuera basada en los comunicados oficiales.

Y el jueves 17, en una nueva carta abier-ta –firmada por Ahmed Abu Zeid, el vocero de la cancillería–, criticó de manera muy violenta a The New York Times, al que acusó de realizar “periodismo falso y engañoso”.

En un artículo difundido el día anterior, el periódico estadunidense planteó que el ataque aéreo contra los turistas mexicanos “necesita una rendición de cuentas entera y pública; desafortunadamente, bajo el ré-gimen cerrado y represivo de Al-Sisi, esto resulta poco probable”.

Ante la falta de resultados, en apenas una semana la cancillería mexicana con-vocó tres veces al embajador de Egipto en México para darle notas diplomáticas, exigiendo una investigación con un tono cada vez más reprobatorio.

En la tercera nota, entregada en la noche del pasado jueves 17, la cancillería exigió al gobierno egipcio la reparación “integral” de los daños causados a las víctimas y que la investigación proporcione “sin dilación una explicación objetiva que esclarezca los he-chos y que deslinde responsabilidad para sancionar a quien corresponda”.

Al arribar a México en la mañana del viernes 18, Ruiz Massieu recibió un alud de preguntas de los reporteros que acu-dieron a recibirla al hangar presidencial. Muchas de ellas se concentraban en las opciones que tenía México para hacer va-ler el derecho internacional.

La funcionaria se contentó con res-ponder de la misma manera a cada cues-tionamiento: repitió de manera mecánica las exigencias del gobierno mexicano e informó que el consultor jurídico de la Se-cretaría de Relaciones Exteriores realizará “una valoración de los pasos que seguir”.

La exsecretaria de Turismo –que no tie-ne experiencia diplomática– enfrenta su primer reto como canciller: exigir a un go-bierno militar que indague la responsabili-dad de su ejército en una grave violación a los derechos humanos. Hasta el viernes 18 no había tenido el menor éxito.

Ruiz Massieu y Shoukry. Tensión diplomática

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Madera, medio siglo después

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REPORTE ESPECIAL

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A l amanecer del 23 de septiembre de 1965, en el ayuntamiento chihua-huense de Madera, 13 guerrilleros pretendieron tomar el cuartel militar de la cabecera municipal. Su intención era hacerse de armas para re-

montarse a la sierra y desde ahí empezar una revolución, la primera en México de inspiración socialista.

La acción armada fracasó: ocho de los integrantes de esa guerrilla sin nom-bre murieron ahí mismo.

Pero algunas repercusiones del ataque todavía perduran. Desde entonces empezó la etapa de la historia conocida como Guerra Sucia, durante la cual mu-chos mexicanos –inspirados por aquel evento– se organizaron en guerrillas que tenían en la mira la construcción de un país socialista y eligieron la vía armada ante la imposibilidad de obtener cambios mediante las urnas.

Los ecos del asalto al cuartel de Ciudad Madera incluso llegaron, tres déca-das después, hasta las montañas del sureste mexicano, donde el subcomandan-te Marcos reconoció como ejemplar e inspiradora la gesta de esos luchadores encabezados por Arturo Gámiz y Pablo Gómez.

Arturo Gámiz García Emilio Gámiz García Salomón Gaytán Aguirre

Guadalupe Scobell Gaytán

Pablo Gómez Ramírez

Juán J. Fenrnández Adame

Fotos: www.madera1965.com.mx

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A partir del ataque al cuartel de Madera, la historia del país tomó un rumbo. Uno que dio cuerpo a la izquierda mexicana y la llevó a transitar por el movi-miento del 68, las guerrillas de dos décadas y la organización y resistencia de las sociedades urbanas ante los despotismos del poder autoritario.

Algo especial, pues, tuvo esa acción en Ciudad Madera que aún hoy, a cinco décadas, inspira, persiste en la memoria, se estudia, se analiza.

Proceso ofrece a continuación una serie de testimonios, reconstrucciones y análisis de aquel hecho que, pese a haber sido una derrota militar, encontró un lugar en la historia.

Agradecemos la generosa contribución que hicieron a este trabajo la maestra Alma Gómez, la historiadora Ángeles Magdaleno, la señora Susana de la Garza, viuda del escritor Carlos Montemayor, el historiador Jesús Vargas Valdés y el ciu-dadano Eusebio Vázquez Navarro.

Ramón Mendoza Torres

Rafael Martínez Valdivia Óscar Sandoval Salinas

Francisco Ornelas GómezFlorencio Lugo Hernández

Miguel Quiñones Pedroza Antonio Scobell Gaytán

REPORTE ESPECIAL

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Con el primer disparo –le ordenó Arturo Gámiz–, haz blanco en el foco. Será la señal para que ataquemos.

Ramón Mendoza miró la primera barraca del cuartel. Del marco de la puerta pendía un foco encendido.

–Y que nadie salga vivo de aquella trinchera.Arturo comprobó la hora: 05:40 de la mañana. La oscuridad

era muy densa aún. Ramón Mendoza se situó en su puesto. Sa-lomón Gaytán y Arturo Gámiz avanzaron por el terraplén hacia una especie de muro que se elevaba ligeramente junto a la vía del ferrocarril. Ramón apuntó hacia el foco; mientras cubría la mira con el grano del revólver sintió que estaba a muy corta dis-tancia. Se volvió a mirar hacia atrás; por un momento vio el quie-to brillo de las aguas en la laguna. Revisó la puerta de salida y la trinchera que debía mantener bajo control. Volvió a apuntar y disparó. El foco estalló, y como un eco del tiro comenzó a escu-char las detonaciones provenientes de los sitios donde sus com-pañeros se habían apostado para atacar las barracas del cuar-tel. Cuatro en la Casa Redonda: Florencio Lugo y Lupito Escóbel*, Martínez Valdivia y Óscar Sandoval; cuatro entre la iglesia y la escuela: Pablo Gómez, Antonio Escóbel,* Miguel Quiñones y Emi-lio Gámiz. Paco Ornelas solo, por la casa de Pacheco. Y tres ahí, en

El escritor chihuahuense Carlos Montemayor estudiaba derecho en la UNAM en septiembre de 1965 cuando supo del fallido asalto al cuar-tel de Ciudad Madera. El episodio lo impactó profundamente, pues algunos de los guerrilleros muertos –injustamente tachados de gaville-ros– habían sido sus compañeros en el bachillerato. Para él, entonces, se convirtió en un reto personal contar esa historia. Y lo hizo magistral-mente en forma de novela: Las armas del alba (Joaquín Mortiz, 2003), fragmentos de cuyo primer capítulo –en el cual narra la fallida acción insurgente– se publican aquí con la autorización de la viuda del escri-tor, Susana de la Garza.

La primera bala

CARLOS MONTEMAYOR

el terraplén de la vía del ferrocarril. Escuchó los primeros esta-llidos de granadas y bombillos de dinamita que arrojaron Arturo Gámiz y Salomón Gaytán. Le sorprendió sentir un súbito silen-cio en las dos barracas del cuartel, como si se hubiera detenido el tiempo y los tiros tardaran en ser reconocidos. Enfundó el re-vólver y preparó el fusil. Vio aparecer una sombra en la zanja: el primer soldado.

Los soldados terminaron de pasar lista y se dirigieron a la pri-mera barraca del cuartel. Dos secciones avanzaban en fila con platos metálicos en las manos, para desayunar, cuando ocurrió. El sargento se volvió a mirar qué soldado había descargado por equivocación su fusil M-1. Se escucharon nuevos tiros.

–¡Todos al suelo! –ordenó–. ¡A sus armas!La tercera sección, que se encontraba de guardia, segura-

mente estaba disparando desde la barraca de dormitorios. Vio a dos soldados heridos. Otro soldado trató de incorporarse jun-to a él, pero una bala le atravesó el hombro. La luz potente de una locomotora iluminó de pronto a soldados y a atacantes. En-tre el ruido de descargas y bombillos de dinamita que empeza-ban a estallar dentro y fuera del cuartel, se distinguía la voz de un hombre que gritaba exaltado, insistente:

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–¡Ríndanse! ¡Ya no tienen remedio! ¡Ríndanse!

Ramón Mendoza disparó a la primera sombra y la vio caer. Otra sombra surgió, queriendo localizarlo, pero la abatió de un tiro. Una más intentó brincar sobre las zanjas y también la vio caer a unos pasos. La sombra de otro soldado trató de mover uno de los cuerpos; Ramón Mendoza disparó muy cerca; la sombra op-tó por regresar. Volvió a escuchar la explosión de las granadas. Distinguió a Arturo Gámiz; ahora lo vio más lejos. El olor a pól-vora era intenso. Otro soldado trató de protegerse junto al muro de la trinchera, preparándose para saltar. Le disparó. El soldado se quedó quieto. Volvió a disparar. El soldado pareció resentir el impacto, pero permaneció en la misma postura. Ramón Men-doza lo observó con atención: el soldado sangraba por la bo-ca y la nariz, ya muerto. Otro más intentó brincar en el sentido opuesto. Disparó sobre él, pero no hizo blanco. Sobrevino un ti-roteo muy cercano, posiblemente de Escóbel y de Florencio Lu-go. Trató de ubicar los tiros provenientes de la escuela. Escuchó el estallido de varias granadas y distinguió a Salomón Gaytán preparando otro bombillo de dinamita. Volvió a mirar la laguna. Se veía quieta, desocupada. El cielo estaba iluminado y enroje-cido; el sol comenzaba a despuntar. Una ametralladora dispara-

ba desde la barraca más grande, la de dormitorios. Oía las voces de Salomón y de Pablo Gómez, gritando a los soldados, exhor-tándolos a rendirse. Había calma en la zanja y ningún soldado trataba de salir ni de atacar por ahí. Pensó que tenían domina-do el cuartel.

Ramón Mendoza sintió algo extraño, como si lo llamaran. Se vol-vió a mirar la amplitud de la laguna. Le pareció sentir a lo lejos la quietud y la frescura. Pero algo se movía por la parte angosta. Era gente. Iban corriendo. Desde sus pies despuntó un repenti-no calor que le comenzó a invadir el cuerpo. Eran soldados. Sol-dados que corrían por la ribera. Por el bordo de la laguna distin-guía ahora los uniformes verdes. Era un contingente de más de 50 hombres. Algunos corrían. Otros avanzaban lentamente. Ra-món Mendoza sintió más agresivo el olor de la pólvora. Trató en vano de distinguir en el terraplén de las vías de ferrocarril a Ar-turo Gámiz y a Salomón Gaytán. No escuchaba ya el estallido de las granadas. Siguió atento al contingente que avanzaba, sin des-cuidar la trinchera del cuartel. Alguien ordenó retirada, a gritos, cuando comenzó a ser intenso el tiroteo de los soldados que co-rrían por la laguna. La voz de retirada era de Pablo Gómez.

–¡Retirada, vámonos! ¡Retirada!

Madera. Inicio de una leyenda

Foto: www.madera1965.com.mx

REPORTE ESPECIAL

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–¡Espera, espera un momento! –oyó el eco lejano de la voz de Arturo Gámiz.

Florencio Lugo miró hacia el oriente. Aún no despuntaba el sol pero la luz ya aclaraba el mundo, la serranía, los bosques. Por la ribera vio el desplazamiento de soldados. Distinguió a muchos en posición de ataque; los tiros pegaban en las paredes de la Ca-sa Redonda, en la tierra, a su alrededor. Cuando volvió a mirar hacia el cuartel, sintió un golpe en la cadera y luego una que-madura intensa y súbita en la pierna. Comenzó a avanzar por la calle, hacia el poniente, protegiéndose de los proyectiles pro-venientes de la laguna y de las barracas del cuartel. Estaba san-grando. No sentía dolor, acaso un ligero adormecimiento en la pierna. Al cruzar la primera calle se detuvo; se flexionó, tratando de no concentrarse en el dolor, sino de mover la pierna, de revi-sar el fusil. Se dio cuenta de que una bala había golpeado prime-ro en el cargador que traía fajado en la cintura y luego descendió,

sin penetrar en el músculo, pero acaso hiriendo con esquirlas y quemando.

De pronto, el sol surgió, íntegro, deslumbrante, como una luz de metal incandescente. Francisco Ornelas se sintió parte de un lí-quido brillante que fundía la tierra, los tiros, los gritos, el calor de los árboles. Se detuvo. Lo envolvió un olor a pólvora y a lona que-mada. El sol seguía abriéndose inmenso, inundando el mundo con una luz incontrolable, como si quisiera mostrar la fuerza im-placable del alba contra hombres, combates, reclamos, sueños. Escuchó el tiroteo, cada vez más nutrido, desde la laguna. Regre-só hacia la casa de Pacheco, junto a la cochera. Dos niños se aso-maron. Les ordenó que se retiraran. Los niños permanecieron asombrados tras los cristales de la puerta. Francisco Ornelas se apartó. Atrás de él, a 30 o 40 metros, varias voces reclamaban llo-rando que habían herido a un muchacho; alguna bala había pe-netrado la madera o la ventana de una pequeña casa. Temió que

dispararan desde allá, que lo acosaran a dos fuegos. Inten-tó distinguir la posición de sus compañeros. El sol lo seguía cegando. Se aferró al fusil como si fuera otra salida, la ma-dera y el metal de un puente, como si pudiera quedar sus-pendido, a salvo bajo la luz, en la ciega realidad del arma.

Lupito Escóbel corrió por la calle, evadiendo los tiros que provenían de los dormitorios y de la laguna. El sol había surgido a su espalda. No podía, no debía detenerse. En la esquina midió el tiempo para correr hacia el canal. A 20 o 30 metros de distancia reconoció a Florencio Lugo, que ba-jaba por la pendiente. Lo vio avanzar con un ligero movi-miento arrítmico en la pierna derecha, atravesar el terre-no abierto y detenerse junto al muro de una casa, bajo una ventana. Lo vio doblarse sobre el arma. Escóbel no estaba seguro si su compañero se había caído o se revisaba una herida. Dos soldados aparecieron al fondo de la calle; dis-tinguieron a Florencio y dispararon contra él. Escóbel di-rigió su carabina al soldado que iba detrás; tiró del gatillo y lo vio caer. El otro soldado se detuvo y se volvió a mirar. Escóbel apuntó de nuevo; en el momento en que el solda-do trataba de localizar quién había atacado, tiró del gati-llo. El soldado pareció dar un giro hacia la izquierda, co-

Arturo Gámiz y Salomón Gaytán le

enviaron al entonces gobernador

de Chihuahua, Práxedes Giner Du-

rán, una carta en la que explica-

ban por qué decidieron tomar las armas. El

periódico Índice, de la capital chihuahuen-

se, la hizo pública el 22 de septiembre de

1965, un día antes del fallido asalto al cuar-

tel de Madera. Proceso la reprodujo en su

edición número 99, del 25 de septiembre

de 1978.

Esta es la parte medular de la misiva:

“Nos hemos levantado en armas para

hacer frente a cacicazgos como el de

José Ibarra y Tomás Vega, que agobian al

estado, una vez que agotamos los medios

legales sin fruto alguno; una vez que nues-

tros esfuerzos de años fracasaron en virtud

del apoyo incondicional que el gobierno del

estado proporciona a los caciques que por

décadas se han dedicado impunemente a

explotar como bestias a los campesinos, a

humillarlos y asesinarlos, a quemarles sus

ranchos, robarles su ganado y violar a sus

mujeres.

“Durante años, por las buenas, estu-

vimos pidiendo justicia. Pero usted, señor

gobernador, nos despidió siempre con in-

sultos, se puso de parte de los latifundistas

y les dio fuero. Empuñamos las armas para

hacer por nuestra propia mano la justicia

que les niegan a los pobres.

Usted es el responsable

Los sobrevivientes en 2003 con el escritor Carlos Montemayor (al centro)

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mo si su hombro, mientras caía, quisiera liberarse de una soga o de una carga. Escóbel vio a Florencio internarse en los prime-ros maizales.

Primero lo sintió, luego vio que el tren se movía. Era una locomo-tora oscura, que avanzaba lenta, pesadamente. Ramón Mendoza distinguió al maquinista en lo alto. Tardó segundos en compren-derlo; le hacía señas para que avanzara. A zancadas llegó al cos-tado de la locomotora, cubriéndose tras de una rueda, sin alejarse de ella, como si fuera un escudo. De pronto, la locomotora aceleró la velocidad. Ramón corrió junto a ella, protegiéndose tras la rue-da; oía los proyectiles que provenían de la laguna. La locomotora aceleró aún más. Se alejaban del cuartel rápidamente. La locomo-tora frenó. Ramón levantó la vista. El conductor a señas le ordenó que cruzara la vía.

–¡Pase! –le ordenó en voz alta–. ¡Pase ahora!

Ramón Mendoza atravesó la vía por delante de la locomotora. Después cruzó el canal y tomó la primera calle. Escuchó que la locomotora volvía a avanzar, len-tamente, buscando salir del po-blado. Llegó a la casa de Castella-nos; se trepó a la barda y brincó. Ya en el corral, una vaca asusta-da lo embistió; la golpeó en la tes-tuz con la culata del rifle; la bestia bramó y se hizo a un lado. Se pro-puso atravesar de prisa el corral, pero un perro enorme se inter-puso ladrando. Ramón Mendoza extendió hacia el perro negro la culata del rifle M-1, sin tocarlo; el perro pareció comprender; se quedó quieto, gruñendo, con un brillo de precaución en los ojos redondos y claros. El perro abrió el hocico para jadear, sin dejar de mirar alternadamente el ar-

ma y a Ramón. Una muchacha de la servidumbre se asomó al co-rral y llamó al perro.

–Váyase por allá –gritó la muchacha desde la puerta–. Por allá nadie lo verá –insistió, señalando una parte de la barda y el pi-nar que se extendía fuera del poblado; el perro corrió hacia ella.

Ramón Mendoza brincó la barda. Alcanzó los primeros pinos y decidió regresar hacia el viejo hospital. Escuchó un tiroteo cer-ca de ahí, muy cerrado. Se detuvo. Cuando el tiroteo cesó, vol-vió a avanzar, despacio. Salió de los pinos. Estaba la calle vacía. En ese momento se dio cuenta de que desde hacía rato un sabor amargo se le había prendido en la boca. Trató de escupir. No pu-do. Ascendió la cuesta y en lo alto buscó un sitio para apostar-se. Su rifle estaba listo; la madera y el metal seguían calientes.

Escóbel se desplazó hacia los pinares. Remontó al poniente un lar-go cercado. Al entrar en el crucero lo distinguió una patrulla de cinco soldados. Se apostó detrás de un tronco de pino, pero los soldados siguieron corriendo, como si intentaran tender un cer-co. Sin bajar la carabina, Escóbel decidió rechazarlos en el otro ex-tremo. Corrió con celeridad y volvió a distinguirlos al fondo de la

“Hemos declarado varias veces que

estamos dispuestos a dejar las armas a

condición de que se someta al orden y

a la ley a los caciques como Ibarra, y se

repartan las tierras que mediante despojos

y asesinatos han acaparado. La respuesta

suya ha sido enviar a más de mil soldados

a liquidarnos y a armar bandas de cono-

cidos asesinos que nos persiguen con

saña. En vez de justicia para la tierra se ha

impuesto un régimen de terror, de inspira-

ción fascista. Conste, pues, que usted es

el responsable de todo lo que ha ocurrido

y ocurra. Usted es el responsable de que

haya empezado a derramarse sangre.

“Hemos dicho y lo repetimos: no

queremos matar soldados. Nada tenemos

contra ellos siempre y cuando respeten a

las familias.

“Los consideramos hermanos de clase

pobre y explotados que están en el servicio

únicamente por necesidad, teniendo que

soportar el despotismo y los abusos de sus

superiores. Nuestra lucha no va dirigida

contra el Ejército, sino contra los caciques.

Pero los soldados enviados a nuestra per-

secución en vez de buscarnos se dedican

a cometer desmanes contra los rancheros

indefensos: matan el ganado, queman sus

casas y sus huertas, molestan a sus muje-

res, torturan a los rancheros, sobre todo a

los niños. Ante esta situación nos hemos

visto obligados a hacerles frente y castigar-

los por sus fechorías.

“Usted, con sus torpezas y sus ca-

prichos, ha agravado todos los males del

estado. Le hemos pedido que reconozca su

incapacidad y renuncie y salga del estado

al que tan mal ha servido. Se lo repetimos

ahora: renuncie y váyase del estado o lo sa-

caremos por la fuerza, cueste lo que cueste

y corra la sangre que corra.”

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REPORTE ESPECIAL

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El 22 de marzo de 1966 el enton-

ces gobernador de Chihuahua,

Práxedes Giner Durán, redactó un

memorándum dirigido al gobier-

no federal. El documento, guardado en los

archivos de la Dirección Federal de Segu-

ridad, fue hallado por Alberto Guillermo

López Limón, quien lo incluyó en su tesis

doctoral (Historia de las organizaciones

político-militares de izquierda en México)

en 1998.

El memorándum dice:

“Estoy convencido que el Gobierno

Federal no me va a ayudar a hacer ninguna

obra, me ha dejado solo y así estaré hasta

que termine mi gobierno. También estoy

convencido que no me van a quitar; me

dejarán que termine ‘mi tiempo’ de gober-

nador, por dos razones:

“Una. Soy el único general, de los que

pelearon en la Revolución, que es goberna-

dor de un estado...

“Dos. El comunismo es un problema en

México. Los comunistas se están enfren-

tando todos los días al Gobierno Federal.

Yo soy el gobernador ‘más anticomunista’

de toda la República... Soy amigo personal

de los gobernadores de Texas y de Nuevo

México... Soy gobernador de un estado

fronterizo y en los Estados Unidos ya saben

que conmigo tienen una garantía de que

mientras yo sea gobernador, el comunismo

no avanzará en Chihuahua.

Cuando no haya problemas, tendremos que crearlos

pendiente. Se detuvo, y apuntó al que se hallaba de pie y parecía dar instrucciones; lo situó en la mira y tiró del gatillo. El soldado cayó. Otro de los soldados se acercó. Escóbel disparó de nuevo; se incorporó y siguió corriendo. Llegó a una pendiente donde el pi-nar era denso. Se apostó detrás de otro pino. La patrulla disparó una vez más contra él, sin mucha precisión. Escóbel apuntó a uno de los soldados que se había retirado a un lado de la pendiente; a través del rifle volvió a reconocer el golpe suave, quieto, cuan-do se da en el blanco. Los soldados restantes se retiraron. Pensó que regresarían con refuerzos. Mantuvo su posición en lo alto de la pendiente; ahí permaneció un instante breve, tenso, casi inso-portable. Cruzó por el pinar, hacia el edificio antiguo del hospital. Corrió con prisa, presionado por el silencio creciente del bosque. Luego se quedó de pie, observando el camino que conducía a Ma-dera. Parecía esperar a alguien, estar a punto de gritarle a alguien.

Florencio se introdujo en la milpa. Avanzó con rapidez en el mai-zal. Sentía adormecida la pierna. No muy lejos, quizás cerca de los cuarteles, volvió a escuchar un nuevo tiroteo. A veces se con-fundía el eco de los tiros con el roce de las cañas y las hojas de las mazorcas. Entró en una huerta; la atravesó y cruzó por una pe-

queña corriente de agua. Siguió el cercado de otra huerta hasta llegar a campo abierto y ascendió la colina donde se elevaba una antena de radio. Hubo un nuevo tiroteo lejos del cuartel, no podía precisar el rumbo. Dio un rodeo por las peñas y entró en el bos-que. Debía internarse en la sierra y avanzar hacia Casas Grandes. De pronto le dolió la pierna, una punzada ascendió por el muslo y llegó a la cintura. El pantalón de mezclilla estaba ensangrenta-do. Trató de concentrarse en el ritmo de sus pasos, para no apo-yarse demasiado en la pierna herida.

Ramón Mendoza vio a una persona que corría por la calle. Ajustó el rifle, tenso. La persona fue ascendiendo la cuesta, rápido, apro-ximándose al viejo hospital. Era Escóbel. Cuando llegó a él, sin-tió el aroma de la pólvora nuevamente. Era un olor picante, que lo inquietaba, lo alteraba.

–¿Qué pasó? –preguntó Escóbel; parecía reclamo.Ramón Mendoza tardó en contestar. Ambos quedaron aten-

tos, mirando la cuesta.–Vendrán sobre nosotros, no tardan –dijo Escóbel.–¿Oíste el tiroteo hace unos momentos? –preguntó Ramón

Mendoza–. Muy cerca de aquí.–Acabo de detener una patrulla de soldados –respondió Escó-

bel–. Creo que tumbé a dos de ellos. Ése era el tiroteo.Ambos siguieron atentos, mirando la cuesta.–Ya perdimos –comentó Ramón secamente.Vieron aparecer al fondo de la calle un puñado de soldados.

Apuntaron con calma y dispararon contra ellos. Los vieron caer.–¿Les dimos o sólo se asustaron? –preguntó Escóbel.–Yo sentí que le di a uno.Se mantuvieron en el mismo sitio. Aparecieron al fondo más

soldados. Volvieron a disparar. También los vieron caer. La ca-lle quedó por un momento desierta. Los soldados permanecían sin moverse. Un vehículo apareció al fondo, desplazándose muy lentamente.

–Es de los inditos –comentó Ramón Mendoza.Escóbel asintió sin hablar. El vehículo se detuvo. Luego se

echó en reversa, con el motor forzado, y se fue.–Hirieron a Florencio cuando nos retirábamos –comentó

Escóbel.

*El escritor Carlos Montemayor decidió cambiar la grafía del apellido ScobellGuerrilleros. A la fosa común

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“Tres. He tenido muchos problemas

con los comunistas. Mientras haya proble-

mas el Gobierno Federal no me tocará... mi

defensa y conservación en el poder, está

en los comunistas. Mientras que ellos me

ataquen, el Gobierno Federal me sosten-

drá. Por eso mismo, me conviene que haya

problemas... ¡algunos hasta he debido

crearlos yo mismo! Acuérdense que yo ce-

rré las Normales de cuatro ciudades y hubo

problemas durante tres meses... Acuérden-

se que yo cerré los internados de la Normal

y de la Escuela de Artes, y también hubo

problemas. He cesado al profesor Rosales

de Aldama y este problema durará algún

tiempo. Acuérdense que yo demoré casi

tres meses la solución del problema de los

maestros sin plaza... Cuando no haya pro-

blemas, tendremos que crearlos nosotros

mismos...”

Así terminó aquella batalla

Uno de los guerrilleros sobrevivientes, Raúl Florencio Lugo Hernández, decidió poner por escrito sus experiencias de aquellos días, desde su in-corporación al grupo de Arturo Gámiz y Pablo Gómez hasta el fatídico 23 de septiembre, pasando por un ataque –previo y exitoso– a un cuartel de la policía judicial rural. Elaboró ese trabajo mientras estaba preso en Le-cumberri. El resultado: El asalto al cuartel de Ciudad Madera. Testimo-nio de un sobreviviente. Aquí se publica un resumen del libro, realizado por el propio autor en septiembre de 2015.

La guerrilla en la sierra de Chi-huahua surgió como respues-ta a la violencia ejercida por el gobierno contra líderes y luchadores sociales que, des-de años antes, habían enar-

RAÚL FLORENCIO LUGO HERNÁNDEZ

bolado las banderas de las necesidades de campesinos, obreros y estudiantes: el profesor Francisco Luján Adame (asesina-do en 1959), don Rosendo Gaytán Valdez y Carlos Ríos. Después, el doctor Pablo Gó-mez Ramírez, el profesor Arturo Gámiz

García, Álvaro Ríos Ramírez, Óscar Gon-zález Eguiarte, los hermanos Rodríguez Ford, los hermanos Gaytán Aguirre, entre muchos otros que participaron de mane-ra decidida en la lucha legal a favor de los más necesitados.

Giner (de traje). El detonante

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La represión del gobierno y los latifun-distas contra Arturo Gámiz, Pablo Gómez, Óscar González o los hermanos Rodríguez Ford arreció a partir de la quema de un templete en la ciudad de Chihuahua, don-de se presentaría Gustavo Díaz Ordaz, en-tonces candidato a la Presidencia.

Poco después, Salomón Gaytán Aguirre y Antonio Scobell Gaytán, (previo acuerdo con el profesor Gámiz) ajusticiaron al caci-que Florentino Ibarra y se remontaron a la sierra. Para entonces Gámiz estaba detenido en la capital chihuahuense. Cuando salió de la cárcel, sabiendo los riesgos que corría si se quedaba en la ciudad, decidió trasladarse a la sierra para reunirse con Salomón y Anto-nio; entonces se inició el movimiento arma-do revolucionario en la sierra de Chihuahua.

Pensando que podría ser una salida a la precaria situación económica por la que atravesaba mi familia, empecé participan-do en un grupo de solicitantes de tierra en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Nos asesoraban miembros de la Unión Gene-ral de Obreros y Campesinos de México.

En uno de los encuentros estudianti-les en la sierra, convocados por Arturo Gá-miz, se acordó la creación de Clubes de la Juventud Trabajadora. En Nuevo Casas Grandes se formó uno y fue allí donde tu-ve acceso a la literatura revolucionaria.

Gámiz les pidió a los compañeros de la ciudad que le enviaran gente para fortalecer al grupo guerrillero; de Nuevo Casas Gran-des salió rumbo a la sierra un grupo de siete compañeros, entre quienes estaba yo.

guerrilleros: Arturo Gámiz, Salomón Gay-tán, Antonio Scobell, Juan Antonio Gaytán, Ramón Mendoza, Margarito González, los seis compañeros de Nuevo Casas Grandes y yo, más un campesino a quien le decía-mos El Güero y el estudiante universitario.

Crear condiciones

Las condiciones objetivas para el desarro-llo de la lucha armada existían, pero era necesario crear las subjetivas, por lo que el Grupo Popular Guerrillero daba priori-dad a la politización y concientización de la gente.

Sin embargo, el primer enfrentamien-

En Ciudad Madera hicimos contac-to con Guadalupe Scobell, quien nos lle-vó a un lugar de la sierra donde nos es-peraban Salomón y Antonio. Después de varios días de intensa caminata llegamos a otro punto donde estaban Gámiz y Mar-garito González.

Tiempo después llegó a nuestro grupo un estudiante que tuvo que remontarse a la sierra para evitar ser detenido por las au-toridades, debido a su actividad en el movi-miento social revolucionario. Tras ser dete-nido y torturado por judiciales rurales, Juan Antonio Gaytán también decidió incorpo-rarse a nuestro grupo. Así fue como el Gru-po Popular Guerrillero llegó a contar con 15

Vencer o morirE

n febrero de 1965 el germen de la

guerrilla chihuahuense que ataca-

ría el cuartel de Madera organizó

el Segundo Encuentro de la Sierra

“Heraclio Bernal”, en Las Nieves, Durango;

ahí se redactaron cinco documentos –las

cinco resoluciones–, la última de las cuales

anunciaba los hechos por venir. A continua-

ción, las partes medulares de la resolución

número 5:

“El camino que hemos escogido está

perfectamente claro. Consideramos que ya

es la hora de iniciar la revolución. Sabemos

que no han madurado todas las condicio-

nes ni vamos a sentarnos a esperarlas;

madurarán al calor de las acciones re-

volucionarias. Todos los argumentos en

favor de la vía pacífica son insostenibles,

no conducen siquiera a la próxima esqui-

na, mucho menos a un régimen social de

bienestar y felicidad. El legalismo y el paci-

fismo no conducen a ninguna parte, sino a

un pantano; el reformismo tampoco lleva a

ninguna parte, porque arrancarle pelo por

pelo al capitalismo sale muy caro: por cada

pelo que se le arranque, el capitalismo le

tumba tres dientes al pueblo.

“La politiquería es el elemento de los

oportunistas y la revolución es el de los

revolucionarios. La revolución sigue siendo

una ley universal. Es una burda mentira que

haya ‘caminos nacionales’ propios y dis-

tintos para cada pueblo; lo fundamental no

son las particularidades de cada país, sino

los razgos (sic) generales del capitalismo.

Las leyes del capitalismo son las mismas

y rigen por igual en Italia que en México.

No hay ‘camino italiano’, ‘camino chile-

no’, ‘camino mexicano’, porque si la línea

estratégica y táctica va a fundamentarse

en razón de ciertos detallitos secundados

(sic) de cada país, había que agregar que

dentro de cada país hay condiciones muy

diferentes de un estado a otro y por lo tanto

surgirá también ‘un camino tarahumara’

al socialismo, ‘camino totonaca’, ‘camino

chihuahuense’, etc...

“Está demostrado que no hay que

esperar a que estén dadas todas las condi-

ciones, porque las que faltan surgen en el

curso de la insurrección armada.

“Meterse en un café (…) o en una

oficina a hacer planes minuciosos y per-

fectos sobre la revolución es fácil: cual-

quier romántico que haya leído dos o tres

obras sobre clandestinidad y terrorismo

nos habla de los ‘círculos concéntricos’ y

una serie de técnicas conspirativos y de

estructuras de organizaciones clandes-

tinas. En sus cuchicheos de café, hasta

haciendo los esquemas en las servilletas

(…) montan en media noche una gran y

poderosa organización clandestina, distri-

buyen unidades guerrilleras a granel sobre

el mapa de su agenda, dirigen colosales

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Protestas campesinas. Exigencia de tierras

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to con las fuerzas enemigas se dio cuan-do fuimos emboscados por un grupo de la judicial rural, comandado por Rito Caldera Samudio, quien torturaba campesinos pa-ra recabar información respecto a nuestra ubicación. Estos hechos nos hicieron re-flexionar y decidimos pasar al plano de la ofensiva, para demostrarle al pueblo que por nuestras ideas y nuestra convicción re-volucionaria estábamos comprometidos a dar la batalla hasta sus últimas consecuen-cias; también para demostrarle al enemigo que la guerra estaba declarada y sería una lucha a muerte.

Empezamos a planear una acción mi-litar contra la judicial rural, que consistía en un ataque sorpresa en su cuartel, en el pueblo de Dolores, en una casa propiedad de los caciques Ibarra. En esos días nues-tras fuerzas eran de seis compañeros ar-mados con un M-1, tres 30-30 y dos 7 mm.

Era de madrugada cuando sitiamos la casa. El ataque duró 30 minutos aproxima-damente; El Güero, protegido por Salomón, Juan Antonio y Arturo, corrió hasta la puer-ta de la casa, la abrió a balazos y arrojó al interior una bomba molotov. Los judiciales se rindieron; los trasladamos hasta el cen-tro del poblado, donde fue fusilado el jefe del grupo, Rito Caldera.

En ese momento pensé que no era con-veniente llevar a cabo el fusilamiento y le pedí al profesor que le perdonara la vida. Hubo una breve discusión, porque Salo-món decía que mi petición rompía con el plan; a final de cuentas no se llevó a cabo

la ejecución pero, sin lugar a duda, política y militarmente la acción revolucionaria fue para nosotros un triunfo muy importante.

Bajas

Las condiciones de lucha eran de mucho sacrificio debido a la falta de control del territorio y la escasez de logística para el desempeño de las actividades propias de la guerrilla, lo cual fue minando la volun-tad de algunos compañeros. Al poco tiem-po de haber ingresado a la guerrilla, del grupo de los siete procedentes de Nuevo Casas Grandes, cuatro pidieron ser dados de baja, lo cual se les concedió, previa ad-vertencia de lo que les podía pasar en caso de caer en manos de las fuerzas represi-vas. Días después también pidieron su ba-ja los otros dos compañeros.

El estudiante, que había sido persegui-do por las autoridades por su actividad en la lucha social, dentro y fuera de la univer-sidad, a los tres días de estar en el grupo tuvo que ser dado de baja y fue traslada-do de nuevo a la ciudad, por no aguantar el ritmo de la guerrilla. El Güero también pidió su salida del grupo, argumentando problemas familiares.

Gámiz y Salomón, considerando que era yo el menos identificado del grupo, de-cidieron enviarme a la ciudad de Chihua-hua. La encomienda que llevaba era reca-

bar información referente a la situación política, solicitar ayuda económica o en es-pecie, es decir armas, balas, ropa calzado y alimentos.

Bajé de la sierra acompañado por un indígena pima, hasta llegar a Ciudad Ma-dera; de allí me trasladé a la capital del es-tado. Llegando a la ciudad me dirigí a casa de la compañera Guadalupe Jacott, don-de permanecí varios días. Hice contacto con algunos compañeros de la red urba-na y les di a conocer el motivo de mi es-tancia en la ciudad. Estuvieron de acuerdo respecto a la solicitud de apoyo logístico. Poco después regresó el compañero Ós-car González y me informó que Gámiz ha-bía tomado la decisión de bajar de la sierra a todo el grupo. El hecho de que algunos compañeros habían pedido su baja origi-nó que se tomara la decisión de reclutar más elementos y llevar a cabo un entrena-miento político-militar.

En grupos pequeños nos fuimos tras-ladando a la Ciudad de México. Se dio ini-cio a los cursos ideológico-político-milita-res. Las prácticas de campamento, tiro al blanco, fabricación de granadas caseras, mantenimiento y limpieza de armas, se llevaron a cabo en unos cerros cercanos a Santa Martha Acatitla. En el entrenamien-to también participaron las compañeras Jacott, Mélida Terrazas y Lola Gámiz, her-mana de Arturo.

Días después de iniciada la prácti-ca llegaron al grupo el doctor Gómez y otros compañeros. También llegó el ca-

operaciones militares como don Quijote de

la Mancha, fijan la hora, día y mes en que

simultáneamente en todo el país las uni-

dades guerrilleras imaginarias aniquilarán

el ejército. Pero quienes trabajan en serio

saben que no es así de fácil organizar un

movimiento revolucionario. No se puede

empezar con una poderosa organización

clandestina ni habrá docenas de guerrillas,

ni en la mitad del país se producirán los

levantamientos, ni serán a la misma hora

del mismo día.

“Se trata de iniciar la acción donde sea,

a la hora que sea, y no importa si no son 5

mil o 6 mil guerrilleros, sino 15 o 20.

“No se trata de soñar grandes opera-

ciones tácticas, sino de contestar como

sea uno de los múltiples golpes que el

gobierno prodiga a las masas. En el curso

de las operaciones militares las guerrillas

se foguearán, se consolidarán, aumentarán

sus filas y se multiplicarán; la organización

se irá estructurando poco a poco en la

medida que surgan (sic) las condiciones

que lo permitan; las llamas de la revolución

se irán extendiendo poco a poco a más

rincones de la República. La lucha será

terriblemente prolongada, no se contará

por años, sino por décadas; por eso es

ya la hora de empezar y hay que empezar

jóvenes si queremos tener tiempo de lograr

las cualidades que sólo los años de acción

proporcionarán.

“Los que dicen que hay que esperar

a que se den todas las condiciones, que

hay que esperar el momento y que hay que

organizarlo todo perfectamente, de hecho

están esperando tras su escritorio que las

columnas rebeldes lleguen hasta su oficina

para informarles que empiezan las opera-

ciones regulares y de posiciones para darse

cuenta de que ya es el momento. Pueden

seguir cómodamente en sus despachos.

Tenemos fe absoluta en las masas popula-

res y sabemos que de su seno surgirán cada

día más revolucionarios que se encarguen

de preparar e iniciar la acción. Por nuestra

cuenta, no daremos ya marcha atrás en el

camino de la revolución; sabemos que sin el

apoyo de las masas no podremos triunfar.

Ganar su confianza y su apoyo es nuestra

principal preocupación y nos proponemos

lograrlo mediante los hechos.

“Vencer o morir

“Estado de Chihuahua, febrero de

1965”

REPORTE ESPECIAL

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pitán retirado Lorenzo Cárdenas Barajas, quien supuestamente nos daría entrena-miento militar; la deficiencia en la ense-ñanza teórica que éste nos proporcionaba nos hizo dudar de su honestidad; tiem-po después comprobamos que había si-do infiltrado en nuestro grupo y que dela-tó, en parte, los planes del Grupo Popular Guerrillero.

Luego de terminar los cursos de capa-citación se tomó la decisión de regresar a Chihuahua; lo hicimos en grupos peque-ños. De la ciudad capital partimos a Ciu-dad Madera.

El grupo principal, en el que yo me en-contraba, llegó –en un camión maderero que habíamos secuestrado– a un lugar cer-cano a Ciudad Madera, donde acampamos y a donde deberían llegar otros dos grupos: uno que había sido enviado a la ciudad a recabar información; el otro, compuesto por Salvador y Juan Antonio Gaytán, que habían sido comisionados para subir a la

sierra y traer las armas que había dejado allá el Grupo Popular Guerrillero.

El asalto al cuartel estaba programado para el 15 de septiembre, pero por proble-mas de último momento y por la espera de la llegada de los otros grupos, la acción se pospuso. Gámiz envió a dos compañe-ros a la ciudad y la información que reca-baron fue que la tropa había sido reforza-da y que en el cuartel había más de 100 soldados. El día 22, Gámiz tomo la deci-sión de llevar a cabo el asalto la madruga-da del 23 de septiembre.

El doctor Gómez le pidió que reflexiona-ra sobre su decisión y le propuso buscar al-ternativas donde el grupo tuviera más po-sibilidades de triunfo; el profesor contestó que no. “El asalto se va a llevar a cabo –di-jo–. Si ganamos, qué bueno; si perdemos, ni modo. Pero tenemos que dar un golpe espectacular para que los chihuahuenses y todos los mexicanos se den cuenta de lo que está sucediendo aquí”. José Juan Fer-

nández le insistió a Arturo en que reflexio-nara sobre su decisión; el profesor le dijo: “¿Tienes miedo?” Luego le ordenó: “Tú te vas a encargar de cuidar al chofer y al ca-mión con el resto del equipo”.

El asalto se programó de la siguiente manera: hacia el norte, en la casa redon-da, el grupo formado por Óscar Sandoval, Rafael Martínez Valdivia, Guadalupe Sco-bell y yo. Hacia el sur, rumbo a la entrada a la ciudad, el doctor Pablo Gómez, Emi-lio Gámiz, Antonio Scobell y Miguel Qui-ñones. Hacia el este, en el terraplén de las vías del ferrocarril, Arturo Gámiz, Sa-lomón Gaytán y Ramón Mendoza. Hacia el suroeste, en la casa Pacheco, Francis-co Ornelas. En algún lugar, para mí desco-nocido, José Juan Fernández cuidando el camión maderero en el que nos iríamos, en caso de triunfo. La voz de ataque sería el primer disparo; la voz de retirada era la palabra “águila”.

Se escuchó el primer disparo. La bala-cera se generalizó y en pocos momentos empezaron a caer combatientes de ambos bandos. En medio del estruendo del com-bate, alcancé a escuchar la voz de retirada; se los hice saber a mis compañeros, pero Rafael Martínez me contestó que no era la voz de retirada, que tal vez había sido el grito de dolor de algún soldado que había caído herido. En ese instante, un grupo de soldados corrió hacia donde estábamos nosotros, llegando hasta el otro lado de la barda que nos servía de parapeto.

Escuché más disparos, pero venían del lado contrario, es decir, a nuestras espal-das. El primero en caer fue el compañero Óscar Sandoval. Rafael Martínez trataba de encender la mecha de una granada pa-ra lanzarla a los soldados que habían lle-gado del cuartel a la barda y en ese mo-mento fue alcanzado por las balas de los soldados que nos estaban cercando. “Ya me dieron”, dijo, y cayó muerto.

En ese instante, a la altura de la cin-tura sentí el impacto de una bala que, por suerte, pegó en un cargador extra del 30-06 que portaba. La bala y esquirlas del car-gador penetraron en mi cuerpo, pero me sobrepuse al golpe y pude continuar de pie. Hablé con Lupito Scobell para hacer-le saber lo absurdo de nuestra permanen-cia en el lugar, pero me respondió con va-lentía: “Aquí nos lleva la chingada, pero no abandonamos el combate”.

Insistí, haciéndole saber mi decisión de tratar de romper el cerco. Hice unos dispa-ros logrando replegar a los soldados; corrí lo más que pude, luego me detuve para prote-ger la salida de Lupito, pero me di cuenta de que ya no se encontraba en el lugar.

Así terminó aquella batalla, con un saldo de ocho guerrilleros muertos y cin-co sobrevivientes. También murieron seis soldados, según el reporte oficial.

Militares. Entierro con honores

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Revisión

histórica

A lo largo de dos décadas el historiador chihuahuense Jesús Vargas Valdés se afanó en una profunda investigación en tor-no al ataque insurgente del 23 de septiembre de 1965. Como resultado de este trabajo acaba de publicar Madera rebelde. Movimiento agrario y guerrilla en Chihuahua (2015, Ediciones Nueva Vizcaya), libro del que, con permiso del autor, se repro-duce aquí el quinto capítulo.

JESÚS VARGAS VALDÉS

Hace algunos años recibí copia de un documen-to en el que sólo aparece el encabezado “Ante-cedentes de la guerrilla”, firmado por el profe-sor Saucedo; es un documento valioso donde se precisan datos que no había encontrado en otras fuentes. Respecto al nombre del autor, se

debe tomar en cuenta que algunos documentos de la guerrilla se publicaron con pseudónimo o de manera apócrifa, debido a las medidas de seguridad. No sé si Saucedo sea un pseudónimo, confío que después de la publicación de este ensayo se podrá saber algo más sobre el autor; por lo pronto recupero de aquí al-gunos datos, advirtiendo las limitaciones que contiene un docu-mento en estas condiciones.

Según la versión del autor, en los primeros meses de 1965 Ar-turo Gámiz bajó de la sierra con el fin de cumplir las necesidades estratégicas que reclamaba la organización guerrillera:

Arturo Gámiz, que no había perdido el contacto con los gru-pos radicales urbanos, decide bajar de la sierra para conformar, sobre la base del grupo ya consolidado de la sierra de Dolores, un movimiento guerrillero de proporciones mayores y de perspecti-vas políticas distintas, que pudiera aglutinar desde el principio a fuerzas regionales en una perspectiva nacional.

Para desarrollar y fundamentar teórica y prácticamente este proyecto, Arturo Gámiz y el doctor Pablo Gómez, recién incorpo-rado al grupo junto con otros miembros de la guerrilla rural y del movimiento estudiantil, se dirigieron a la Ciudad de México, des-pués de recorrer algunos estados del norte, para establecer nue-vos contactos y apoyos.

De las actividades de la guerrilla durante los primeros cinco meses de 1965 no hay información, pero tampoco precisión en las fechas ni en las alternancias de los viajes a la Ciudad de Mé- Listas de la DFS. Vigilancia constante

REPORTE ESPECIAL

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xico. El día 20 de mayo se inició en Torreón de Cañas el Segundo Encuentro de la Sierra “Heraclio Bernal”, evento muy diferente al primero que se había realizado en 1963 en Cebadilla de Dolores. Este Segundo Encuentro fue muy breve, duró sólo tres días, y la organización tuvo carácter clandestino. Al escribir estas líneas, 50 años después, no se pueden dejar de hacer las siguientes pre-guntas: ¿Quiénes se encontraron?, ¿cuáles fueron los objetivos?

No se conoce la versión de ninguno de los asistentes; tal pa-rece que el principal objetivo fue darle un sustento a los docu-mentos que meses después se publicaron como Los cinco resoluti-vos del encuentro. En realidad, el Segundo Encuentro de la Sierra se cita frecuentemente, pero no tuvo importancia en cuanto a la organización del movimiento, únicamente por los documen-

tos que posteriormente se publicaron y distribuyeron de manera muy limitada. De Los cinco resolutivos, el más aprovechable para la historiografía del movimiento es el último: “El único camino”.

El día 27 de mayo, el Grupo Popular Guerrillero, según la ver-sión que aparece en el documento “Antecedentes de la guerrilla”, emboscó a un pelotón del 52 Batallón de Infantería en el Naran-jo, hiriendo a tres soldados y obteniendo varios fusiles y parque.

Entre los meses de julio y agosto el GPG había consolidado tres frentes de organización:

El grupo guerrillero en la región de Dolores, que había sus-pendido las acciones militares por el acoso del ejército y por otras consideraciones estratégicas. El núcleo de Chihuahua, donde participaban decenas de estudiantes que tenían lideraz-

go entre sus compañeros y que gozaban de mucho pres-tigio entre los compañeros más avanzados políticamen-te. Y el grupo de la Ciudad de México, hacia donde se había desplazado un buen número de los integrantes de la dirección político-militar. Este último estaba es-tructurado alrededor de una dirección en la que parti-cipaban Arturo Gámiz, Pablo Gómez y Salomón Gaytán, quedando la responsabilidad político-militar en Arturo, como comandante en jefe, y probablemente conservaba la dirección militar Salomón Gaytán.

No se tiene el número de los que integraban este grupo, pero se sabe que durante varias semanas recibie-ron entrenamiento militar, entre otros lugares, en el sur de Iztapalapa y en el Ajusco.

Fue durante los primeros días de septiembre que se decidió el objetivo militar y político a alcanzar: el cuar-tel militar de Ciudad Madera. Se consideraba que en-trarían en acción 30 elementos, de los cuales más de la mitad habían recibido entrenamiento. Con la experien-cia y el conocimiento que habían adquirido en su rela-ción con los grupos agraristas, tenían la seguridad de que contaban con una reserva de cientos de compañe-ros que después del asalto estarían dispuestos a tomar el mismo camino; por eso era tan importante el éxito de esta acción, y en eso estaba toda la apuesta.

Mi padre se equivocó*

C HIHUAHUA, CHIH.- “Cuesta tra-

bajo reconocerlo. Es duro. Pero

tengo que aceptar y decir que mi

padre y sus compañeros equivo-

caron el camino.”

Habla Alma Gómez Caballero, maes-

tra normalista de 27 años, hija mayor del

doctor Pablo Gómez, quien junto con el

profesor Arturo Gámiz encabezó al grupo

de guerrilleros que el 23 de septiembre de

1965 asaltó el cuartel militar de Madera.

“No era el momento; no había las con-

diciones necesarias para que la lucha que

ellos emprendieron pudiera desarrollarse”,

explica.

Exmilitante también de un movimiento

armado, encarcelada por ello tres años,

tiene, sin embargo, los motivos bien claros

que llevaron a su padre a tomar las armas.

Y rechaza que el trágico episodio de

Madera haya sido desesperado o suicida

o una “epopeya romántica escudada en la

lectura del Che o de Fidel”, aun cuando es

innegable que la Revolución Cubana influyó

en ellos.

“En todo caso –dice– fue fruto de un

análisis incorrecto. Por un lado, de un

análisis general un tanto subjetivo de la

realidad, en cuanto a su creencia de que a

partir de la lucha que ellos iban a desarro-

llar el pueblo se incorporaría al movimiento

y éste se iba a generalizar e iba a cambiar

las estructuras. Por otro lado, de un análisis

táctico también incorrecto, en cuanto a las

condiciones del asalto mismo. Hubo erro-

res. La guerrilla debe funcionar bajo deter-

minadas condiciones tácticas que ellos ahí

no observaron. Por ejemplo, el armamento,

el número de hombres, el elemento sorpre-

sa, la misma ubicación de los guerrilleros:

tenían a sus espaldas todo el llano; o sea,

en el momento de una huida estaban en

despoblado... fueron errores tácticos.

–¿Una acción suicida?

–Así podría parecer, por los resultados,

pero sin que el suicidio estuviera presente

en sus mentes. Es claro que ellos llevaban

en la mente triunfar.

–¿Fue un sacrificio inútil?

–Creo que no. La primera guerrilla con

carácter socialista en el país fue la de ellos.

Esos ecos fueron como la chispa de la que

vendría más adelante. Fueron parte de esa

revolución que todos deseamos, de ese

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Inquietud social desatendida

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El plan era muy sencillo: tomar por sorpresa al destacamen-to integrado por tres pelotones; apoderarse temporalmente de la población; expropiar los fondos del banco local y lanzar por la estación de radio un llamado a la lucha armada, difundiendo el programa revolucionario del grupo. De esta manera calculaban que la guerrilla lograría consolidarse y en poco tiempo se crea-rían nuevas bases de apoyo militar.

Dos semanas antes del ataque, Arturo Gámiz y Salomón Gay-tán publicaron una carta acusando a [Práxedes] Giner de cobar-día, y reiteraron que una vez que sus objetivos se cumplieran, los caciques locales fueran removidos y las tierras devueltas, ellos depondrían las armas. El 12 de septiembre salieron de la Ciudad de México hacia Chihuahua, donde ya se habían mecanografia-do las resoluciones de la sierra por Ediciones Línea Re-volucionaria.

Tiempo después, Ramón Mendoza, uno de los so-brevivientes, hizo un escrito detallado en el que regis-tró los movimientos del grupo desde la Ciudad de Mé-xico hasta el momento del asalto.

Conmueven las letras y nos hacen sentir muy cer-ca de cada uno de aquellos héroes. No contaban con re-cursos económicos ni para pagar los boletos del camión hasta Chihuahua, en todo el camino tuvieron dificulta-des y contratiempos que se describen con crudeza sin quitar ni agregar nada. Conforme lo fui leyendo, surgían las preguntas y lamentaba no haber tenido la oportuni-dad de dialogar con Ramón en torno a este documento.

Después de leer una y otra vez las cinco partes en que se divide, surge la tentación de hacer señalamien-tos, consideraciones, y tomar posición en esto y en lo otro. Nada de eso me voy a permitir, sólo dejaré el jui-cio de que este escrito de Ramón Mendoza es único por su sinceridad y crudeza; rara vez el investigador de una historia se encuentra con un texto tan transparente y humano.

Cuando llegaron a Madera, cuatro días antes del 23 de septiembre, ya se hablaba entre la gente de que iba a haber guerra, y también tuvieron conocimiento de que

había muchos más soldados de los que habían considerado; pe-ro todo eso se fue sorteando con el optimismo de quien está dis-puesto a todo. Cuando Ramón fue a buscar al profesor Miguel Quiñones al pueblo de Arisiáchic, le informó lo que habían deci-dido; Miguel dejó sus cosas, se despidió en el pensamiento de sus niños de la escuela, y acompañó a Ramón a donde estaban los demás esperándolo. Antes de tomar posiciones les pidió a los de-más compañeros que si durante el ataque caía muerto, lo ente-rraran en Arisiáchic. Continuando con la narración, Ramón Men-doza escribió:

“Entonces el compañero Arturo dijo: ‘Compañeros, este día 23 de septiembre será un día muy grande, y de este día en adelan-te surgirán elementos muy valiosos, y si algún compañero llega a

se vieron resultados inmediatos, hay resul-

tados que se van apreciando poco a poco.

En la mente de la gente queda la idea de la

necesidad de un cambio, de la posibilidad

del cambio. Y en la medida en que la lucha

continúa, eso se va materializando poco a

poco.

Por otra parte, subraya que la llamada

Liga Comunista 23 de Septiembre no tuvo

ni tiene “nada que ver” con el grupo que

atacó y murió en Madera. De hecho, la Liga

nada más tiene el nombre. “Ningún partici-

pante del grupo de Madera se integró a la

Liga, que nació muchos años después. Es

más, las actividades y los planteamientos

de la Liga no sólo no coinciden, sino que

han distorsionado la imagen real y la lucha

de los caídos en Madera. Esto es algo que

debe aclararse”.

Finalmente, habla de ella misma. Dice

que su padre, “hombre de convicciones

firmes que murió y vivió preocupado por

los humildes”, le inculcó desde niña la

preocupación por el pueblo. Ello acabó por

llevarla, como a su padre, a integrarse a un

grupo armado, el Movimiento de Acción

Revolucionaria, en el que participó durante

dos años, hasta que fue encarcelada en

1973.

–Es decir, te equivocaste como tu

padre.

–Fue un error, una falsa apreciación.

Para la gente que militamos en este tipo

de grupos, 1968 fue un punto del que

falsamente apreciamos que estaba cerrada

toda posibilidad de lucha legal y que había

necesidad de rebelarnos en nuestro terre-

no. La cárcel, sin embargo, me sirvió para

analizar muchas cuestiones; para hacer un

análisis retrospectivo, una autocrítica, un

replanteamiento de concepciones. Y al salir

de la cárcel me incorporé al trabajo amplio

de masas. Y en él estoy.

Por eso ahora es capaz de afirmar que

su padre y ella misma equivocaron el ca-

mino, lo que no quita, dice, que le llene de

orgullo ser hija del doctor Pablo Gómez.

*Texto publicado en la edición 99 de Proceso,

del 25 de septiembre de 1978.

cambio social. Es decir, jugaron un papel.

Por otra parte, durante la época de grandes

movilizaciones campesinas previas a los

hechos armados, se hizo conciencia entre

la gente. Y si bien después de su muerte no

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xPablo Gómez. No era el momento

Chihuahua en los sesenta. Hervidero

REPORTE ESPECIAL

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caer en este pueblo, este pueblo llevará el nombre del compañero caído; y si algún compañero llega a quedar herido, daremos la vi-da para sacarlo’.

“Se llegó la hora de que cada quien se fuera a parapetar a sus puestos de combate. Antes de esto, quisimos trozar el alambre del teléfono y no pudimos a una distancia mediana. Nos despedimos de los compañeros Guadalupe Scobell, Matías Fernández, Luis y Miguel Quiñones. Nos deseamos mucha suerte. Estos compañe-ros estaban dando tiempo a que nosotros llegáramos más adelan-tito. También nos despedimos del doctor Pablo Gómez, del compa-ñero Toño Scobell y el compañero Emilio Gámiz, que iban a actuar al lado este del cuartel. Seguimos adelante los compañeros Artu-ro, el compañero Rafael, Hugo, Salomón, Óscar y yo. Llegamos cer-quita de donde íbamos a actuar. Allí nos estuvimos esperando a que se llegara la hora. Que teníamos que actuar a las 5:45 horas, pero antes de esta hora, silbaron los soldados y dijo Arturo: ‘Ya nos descubrieron, a su puesto’. Pero resulta de que no era cierto de que nos habían descubierto, andaban haciendo la ronda. Pues allí es-peramos hasta que se llegó el momento de actuar. Disparó el com-pañero Salomón y luego cayó un soldado. Tiró Óscar y siguieron cayendo y tiramos todos. Los soldados corrían para todos lados, al ratito era un huracán de balas. Yo tenía de parapeto un carro vie-jo que estaba en la villa, los demás compañeros se protegían con el bordo del ferrocarril. En los primeros tres tiros que tiré con una M1, se le cayó el cerrojo, le hice la lucha a ver si la podía componer, pero como no era momento para componer el arma, no pude; se-guí disparando con la pistola. En ratos paraba poco la balacera de los soldados. Una de las veces cayó uno junto de mí, pero no pu-de quitarle la metralleta porque ya me tenían localizado. Cada vez que me miraban tantito, era un huracán de balas el que me solta-ban. Así duró algún tiempo el combate.

“Se empezaron a oír tiros por todos rumbos. Gritaron la retira-da. No estoy seguro si fue Arturo o Salomón. Al ratito de haber gri-tado la retirada corrió el compañero Salomón protegiéndose por el bordo; enseguida el compañero Arturo Gámiz y, cuando pasó,

me dijo: ‘No te rajes’. Enseguida pasó Oscar: ‘Está pesado, ya la chingamos’. Pero se oían grandes descargas por donde ellos iban. Me puse en pie y voltié (sic) para donde ellos iban, y ya vi muchos soldados, y ya miré a mis compañeros cuando estaban caídos. En-tonces traté de salir, cuando me vieron y me empezaron a soltar descarga cerrada, pero me tocó la suerte de que no me dieron ni un tiro. En las primeras descargas me dejé caer. Dejaron de tirar-me. Pero me levanté y seguí corriendo. Me volví a dejar caer junto de unas yerbas. Entonces dejaron de tirarme. Pero luego me esca-pé por debajo del yerbal y corrí rumbo a los maíces que están jun-to al embarcadero. De ahí me fui algunos metros por dentro del maíz, luego pasé el cerco, pero cuando ya lo pasé, ya no se oía ni un tiro. Me fui rumbo al cerco de Castellanos y allí me encontré a Guadalupe Scobell, de ahí nos fuimos rumbo a la torre.”

Ocho guerrilleros fueron abatidos, siete menores de 25: Artu-ro Gámiz, Salomón Gaytán, Antonio Scobell Gaytán, Miguel Qui-ñones Pedroza, Rafael Martínez Valdivia, maestro de Basúchil y estudiante de leyes en la Universidad; Óscar Sandoval Salinas, estudiante de la Escuela Normal del Estado; y Emilio Gámiz Gar-cía, estudiante de la Escuela Normal del Estado y hermano me-nor de Arturo; el octavo fue el doctor Pablo Gómez, de 39 años.

Cinco guerrilleros lograron escapar: Ramón Mendoza, Flo-rencio Lugo, Guadalupe Scobell Gaytán, Francisco Ornelas Gó-mez y Matías Fernández.

El 11 de julio de 2011 me reuní con Leonel Chávez, tesore-ro de la Presidencia Municipal de Madera en 1965, y con Pedro Muñoz, periodista de El Heraldo, que estuvo en Madera al día si-guiente del asalto. Entre los dos describieron los hechos de los que fueron testigos.

Leonel Chávez comenzó la narración, señalando un detalle importante sobre la cantidad de soldados que se encontraban en el cuartel cuando ocurrió el asalto:

“Yo había hecho amistad en ese tiempo con algunos oficia-les que eran jóvenes como yo. La semana anterior al asalto se les había notificado que se prepararan para salir a Ciudad Juárez el martes 21. Nos pusimos de acuerdo para despedirlos con un con-vivio que hicimos el sábado 18.

“En esos días sólo había dos corridas a Ciudad Juárez, una el martes y otra el viernes. Entonces me llamó la atención que el martes no se fue el Ejército, como se había anunciado. Así que el 23 (sic) en la noche, estaba el destacamento completo de sol-dados. Por eso mucha gente se pregunta, ¿cómo era posible que un grupo de 13 mal armados se atrevieran a atacar un destaca-mento de ciento y fracción de soldados perfectamente armados?

“Después de que todo terminó, el Ejército dejó que la autori-dad decidiera lo que se iba a hacer con los cuerpos. Entonces los subieron en la plataforma de un camión y lo dejaron frente a la Presidencia. Empezó a llover y ahí estuvieron un rato, solos, mo-jándose. Alguien dio la orden de que bajaran los cadáveres y los metieran al estacionamiento-cochera de la Presidencia. La gen-te se empezó a acercar a verlos y fue cuando la mamá de Salo-món reconoció a su hijo y exigió que se lo entregaran. Nadie hi-zo por impedirlo.”

Pedro Muñoz continúa en este punto la narración:“En Chihuahua se tuvo conocimiento de que habían entre-

gado un cadáver, entonces fue cuando al día siguiente la Sec-ción 40 del Sindicato fleta un avión para recoger al doctor Pablo Gómez y a Miguel Quiñones, quienes habían sido miembros de esa sección. Yo aproveché y le pedí al fotógrafo Juanito de la To-rre que me acompañara. Llegamos a Madera y el señor Lozoya, de la cineraria, procedió a depositar los cuerpos del doctor y de Miguel en una bolsa cada uno; y cuando los estábamos metien-do a la avioneta, fue cuando se recibió por radio la orden directa del gobernador Giner, de que no se debía permitir recoger ningu-no de los cuerpos. Es en ese momento cuando Giner soltó la fra-se: ‘¿Querían tierra?, ¡Denles hasta que se harten!’”.

Sólo mártires

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Durante los últimos 40 años he-

mos hablado con orgullo de

nuestros muertos, los hemos ca-

lificado como revolucionarios,

la escala máxima de la especie humana;

mantenido vivo su recuerdo, pregonado las

motivaciones y justeza de su lucha, el aná-

lisis de su pensamiento a la luz de la teoría

revolucionaria, su ubicación en el contexto

mundial y latinoamericano, la trascenden-

cia de su lucha en el México actual, el lega-

do histórico que dejaron, su inserción en la

modernidad a través de internet, etcétera.

Doña Herculana Adame no es sólo la

madre abnegada y amorosa de Matías. Es

la mujer consciente que le grita a su hijo

preso por participar en las invasiones de

tierra: “¡Hijo, primero muerto que dejar de

ser hombre!”. Es la mujer que, con lenguaje

claro, profundo y vehemente, hablaba en

aquel mitin en Saucillo en 1964, explicando

cómo l@s campesin@s producían riqueza

con su trabajo en las tierras de los lati-

fundistas, mientras estos se coluden con

autoridades, policía e Iglesia para mantener

su poder contra los más pobres. En ese mi-

tin las estudiantes de la Normal Rural para

mujeres, Ricardo Flores Magón, fuimos

agredidas con huevos, palos, víboras y ga-

ses por una turba de jóvenes envenenados

por el clero y los caciques.

¿Quién habla de doña Albertina Gaytán

Aguirre? Campesina que no sólo es la ma-

dre de Antonio y Lupito Scobell, uno muerto

en Madera y el otro fusilado por el Ejército

en Tepozaco, Sonora, en 1968, sino que

además acompañó la lucha de los poblado-

res de Cebadilla de Dolores, del municipio

de Madera, por la tierra, la democracia y

la dignidad, junto con doña Aurelia Aguirre

Ramos, madre de Salomón y Juan Antonio.

Doña Elodia García, madre de Arturo y

Emilio, que no quiso identificar el cadáver

de Arturo para que siguiera cabalgando y

ganando batallas como el Cid, después de

muerto. Doña Elodia buscó, junto con otras

Mujeres de MaderaEn septiembre de 2005 el Comité Primeros Vientos (integrado por familiares de los guerrilleros caídos) organizó un foro a 40 años del asalto al cuartel de Madera. Ahí, Alma Gómez, hija de Pablo Gómez Ramírez, leyó el texto “Mujeres de Madera”, del cual se ofrece aquí un fragmento.

ALMA GÓMEZ CABALLERO

madres, a Jacobo, su otro hijo, desapareci-

do en 1974, y acompañó en el exilio a Lolita

y Amalia, sus hijas presas por participar en

la guerrilla de los setenta.

Doña Loreto Ramírez Uranga, mi abue-

la, mujer humilde, campesina analfabeta

que se vanagloriaba de que su hijo Pablo

murió luchando por lo que creía.

Doña Consuelo Salinas Domínguez,

que en silencio, con entereza y orgullo so-

brellevó la muerte de Óscar, posteriormente

la lesión de Héctor en la agresión de los ru-

rales a una manifestación, mejor conocida

como la Batalla del Chuvíscar, que a decir

de la gente fue la única que ganó Giner en

su vida de general. Por si fuera poco, la

muerte accidental de Jaime, que empe-

zaba a destacar en la lucha política. Doña

Consuelo tuvo oportunidad de irse del país,

buscar la seguridad para su familia y deci-

dieron quedarse en México; le apostaron a

la educación, que en esos años significaba

participación política y represión.

Doña Carmen Torres Olivas, mujer

templada que le daba a Ramón una gran

fuerza moral, le decía que no cambiara

sus convicciones y que luchara por ellas a

costa de lo que fuera.

Quien conoció a doña Refugio Pedro-

za Reyes, madre de Miguel, sabe que las

cualidades que lo distinguieron: amor al

conocimiento, humildad, dedicación, cultu-

ra, modestia, responsabilidad, son fruto de

su ejemplo.

Doña Celestina Hernández, madre de

Florencio Lugo, sobreviviente herido del

asalto, que en silencio, orgullosa, sufrió

posteriormente la clandestinidad y prisión

de su hijo en Lecumberri y Santa Martha

Acatitla.

Qué difícil decisión tomó mi padre

para dejar a su esposa, sus cinco hijos, su

profesión y tomar las armas. Yo misma me

he preguntado las razones. Fue la fuerza

de sus convicciones y el deseo de dejarnos

un mundo mejor, pero además su decisión

estuvo fundada en la certeza de que tenía

por esposa a una mujer inteligente, valiente

y rebelde, en quien podía dejar no sólo la

responsabilidad de nuestro futuro, sino la

continuidad de su lucha.

Y así fue. Doña Alma Caballero Tala-

mantes cumplió no sólo como madre, sino

que alentó y apoyó nuestra autonomía y

participación política; resistió con ente-

reza su secuestro a manos de la Brigada

Blanca; luchó por mi libertad en los años

que permanecí en Santa Martha Acatitla

por pertenecer al Movimiento de Acción

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Hermanas Scobell Gaytán. Regreso doloroso

REPORTE ESPECIAL

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Revolucionaria; fundó escuelas en co-

lonias proletarias: la Francisco Villa y la

Salvador Allende; fue maestra disidente

y sigue pendiente de lo que acontece en

el país para seguir luchando.

El movimiento campesino, estu-

diantil y magisterial de los años sesenta

tuvo en sus filas a decenas de mujeres

que participaron libre y consciente-

mente en la toma de decisiones, en los

encuentros, las marchas, las protestas,

las invasiones. Mujeres organizadoras,

mensajeras, dirigentes, proveedoras.

Algunas encarceladas, pero todas de-

jamos constancia de nuestro derecho a

ser agentes de la historia: Glicelba Mo-

rales, Estela Salado, Mélida y Carmen

Terrazas, Guadalupe Jacott, Clara Elena

Gutiérrez, Silvina Rodríguez, Rosalba y

Nereida Abarca, Lucila Ochoa, Trinidad

Erives, Amparo Osollo, Lucina Alvarado,

Socorro Olivas, Marcia Moreno, Manue-

lita Elías, María Elena Jara, Francisca y

Margarita Urías, Irma Campos, Dolores

Carrasco, Gloria Juárez, Martha Cecilia

Ornelas y tantas más.

Doña Refugio Carrasco, que durante

la vida que compartió con Raúl Gómez

Ramírez fue un auténtico refugio para

l@s luchador@s; en su casa siempre

hubo un plato de comida lo mismo

para sus sobrin@s e hij@s, que para

campesinos, dirigentes, maestr@s y

guerriller@s.

Judith Reyes que escribió con su

participación la historia y también la

cantó. Militante de las luchas agrarias

en Chihuahua y del Frente Electoral

del Pueblo. Compositora y cantante a

través del corrido como manifestación

artística contra la opresión.

Belem Millán que en abril de 1965, en

Zaragoza, en viernes santo, enfrentó con

su esposo Secundino López e hijos a un

grupo de ricos y autoridades, armados

hasta los dientes, que dinamitaron y que-

maron su casa para presionarlos a que

dejaran la tierra que desde años atrás

cultivaban. Belem, o la Tía, como le de-

cíamos cariñosamente los clandestinos

de las organizaciones armadas de los

años setenta, en cuya casa encontramos

siempre un lugar donde dormir y un plato

de comida en la mesa.

Estela Quiñones, Evangelina Prieto,

Rosa Ornelas, Alma Caballero y yo, que

rodeadas y encañonadas por los solda-

dos, en noviembre de 1965, limpiamos

y pusimos flores en la tumba de los

guerrilleros.

Después del 65 las historias de lu-

cha y rebeldía continuaron y ahí estuvie-

ron otras mujeres: Gloria Ponce, Laurita

Saldívar, Alicia Merino, todas doñas,

doñas vestidas de dignidad, madres del

nuevo amanecer.

CHIHUAHUA, CHIH.- “Es una lucha de David contra Go-liat. No fuimos a Madera a jugar canicas… la lucha es una continuidad”, advierte Francisco Ornelas Gómez,

sobreviviente de ataque del 23 de septiem-bre de 1965.

En entrevista, el exguerrillero se dice convencido de que el actual es el momen-to de los ciudadanos porque el país vive un “punto de quiebre”: en medio siglo no se tomaron medidas para garantizar una auténtica justicia social.

Es momento de lucha pero sin armas; tomarlas en el actual contexto del país se-ría “irse al matadero, sería una carnicería, maldad pura. Ahora es el país de la muer-te, hay miles y miles de desaparecidos, desplazados, miles de víctimas de una guerra que el gobierno propicia como au-toridad, como cómplice”.

Con la convicción con la cual se plantó en el punto número cuatro del ataque, cer-ca del cuartel de Madera, Ornelas dice con-tundente que valió la pena participar en la lucha armada aquel día. “¡Claro que sí!”.

Opina que actualmente es la partidocra-cia la primera que hay que combatir, en una época de neoliberalismo en la cual los em-presarios se hacen senadores y gobernan-

Es hora de la lucha ciudadana

A 50 años de que el entonces normalista Francisco Ornelas Gómez sobreviviera el asalto al cuartel de Madera, el exguerri-llero sigue activo en la lucha social y está convencido de que éste es el momento de los ciudadanos–le apuesta a las redes sociales–. El país vive un “punto de quiebre”, pues, dice, en medio siglo no se tomaron medidas para garantizar una verda-dera justicia social.

PATRICIA MAYORGA

tes, y los políticos se hacen empresarios.“No es el momento de reformas para

servir a algún capital extranjero y nacio-nal que se sirve de los ciudadanos. Es mo-mento de ir con toda la carne al asador: las organizaciones no gubernamentales están luchando por los derechos huma-nos, por los indígenas, y las redes socia-les son una de nuestras herramientas más efectivas”, asienta.

Ornelas recuerda la fría mañana en la que acudieron a la cita sólo 13 hombres: maestros, estudiantes y campesinos. To-dos ofrecieron la vida. Ocho murieron, pe-ro lograron que la Presidencia creara la em-presa paraestatal Productos Forestales de la Tarahumara y entregara el más grande ejido de América Latina a los campesinos.

“Se consiguió, al iniciar el gobierno de Luis Echeverría, la repartición de 500 mil hectáreas para formar el ejido El Largo Ma-deral, que generalmente ha estado asocia-do al poder político y que desde hace déca-das permitió y protegió el cultivo y tráfico de drogas que hoy rebasó al Estado mexica-no como gobierno, poder y fuerza. El Ejército y la policía, el aparato de justicia, de seguri-dad pública, están rebasados”, insiste.

El profesor jubilado refiere que “a pun-ta de balazos” sentaron al gobernador Prá-xedes Giner Durán a firmar los expedien-

REPORTE ESPECIAL

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Insiste en que eso es consecuencia de que las protestas de los sesenta no fueron atendidas y hoy se paga con una descom-posición social de gran escala, pues el go-bierno, como agente político, dejó de ser mediador y factor de equilibrio entre el gran capital y los trabajadores.

Formados en el cardenismo

Su padre fue campesino. Guillermo Orne-las González era de Meoqui, Chihuahua, y ahí mismo se incorporó al proyecto del sistema de riego impulsado por el presi-dente Lázaro Cárdenas y que dio origen a la ciudad de Delicias, donde nacieron Francisco y sus cinco hermanos.

Su madre era Herminia Gómez Ramí-rez, hija de Pablo Gómez Chavarría y Lo-reto Ramírez, quienes criaron al doctor Pablo Gómez Ramírez, uno de los líderes del asalto a Madera. Cuando Francisco y su gemelo Emiliano tenían tres años que-daron huérfanos y fueron criados por sus abuelos en el hogar donde vivían algunos de sus tíos.

“Nuestros tíos eran Esteban, Simón, Víctor Manuel, Raúl y Pablo Gómez; todos se hicieron cargo de nosotros y de mis her-manos. Nuestra formación fue en familia cardenista, todos de origen campesino.”

Estudiaban; no se les permitía ante-poner el trabajo a la escuela. “Durante 30 años, mantuvimos la tierra de mi papá pa-ra mantener nuestra formación y la par-cela de Saucillo, que le otorgó Cárdenas a Pablo Gómez Chavarría”.

Francisco y su gemelo estudiaron en la Normal del Estado Luis Urías, en la ciudad de Chihuahua.

“En la escuela normal y en el interna-do convivíamos con compañeros del medio rural y humilde; había muchos maestros de esa corriente, lo mejor de la escuela mexica-na: solidarios con las necesidades del pue-blo. Eran de distintos lugares de Chihuahua, maestros de futuros maestros de la normal de Salaices y Saucillo también.”

Los normalistas, con el tiempo, se in-corporaron a las luchas sociales que se de-sarrollaban desde los cincuenta en el país. Había descontento porque no se veían re-sultados tangibles para la gente que luchó por la Revolución, ni en las escuelas ni en los salarios. No había una vida mejor.

Hartos del régimen corrupto y represor de Miguel Alemán, las causas sociales se evidenciaban con protestas. “Luego de Cár-denas se estaba volviendo a la etapa obre-gonista, sin los ideales de la Revolución. Había reparto de latifundistas. Con Ale-mán surge el control charro y se favorece a

tes agrarios, que habían recorrido un largo trecho por la sordera y ceguera que carac-teriza a los gobernantes.

“A 50 años es de todos conocido que las estructuras de explotación se han mante-nido con el mismo nivel a favor de quienes acaparan la riqueza; hay controles salaria-les y las condiciones de pobreza prevale-cen, pero también hay pobreza extrema. El modelo depredador se ha agotado y la so-ciedad está más vulnerable, está descom-puesta y es tierra fértil para la violencia y el narco”, advierte.

Ornelas señala que ningún presidente ha tenido voluntad para abatir de raíz las causas de la injusticia social, ni siquiera los dos gobiernos panistas, porque en esos 12 años sólo hubo alternancia, no transición.

“Hoy no tenemos banca, siderurgia, flo-ta naviera ni autopistas porque están con-cesionadas a capitales privados; tampoco tenemos garantía de que Pemex sirva a la nación. Van a entrar los grandes tiburones trasnacionales del petróleo. Este es el mo-mento de quiebre de un país que no ter-mina de crecer; al contrario, aumenta la pobreza cada vez más. Los jóvenes, los tra-bajadores de los sectores sociales, las orga-nizaciones civiles se manifiestan contra el régimen depredador que cada vez empo-brece más a la gente”, abunda.

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Madera en 1965. “¿Querían tierra?”

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la oligarquía”. Describe la década de los se-senta como el despertar juvenil en todo el mundo. “En México teníamos la dictadura perfecta de un gobierno hegemónico”.

En Chihuahua surgieron liderazgos como los de Álvaro Ríos, Francisco Luján, Arturo Gámiz, Raúl y Pablo Gómez Ramí-rez. A la par del estudio, maestros y estu-diantes se incorporaron a la invasión de latifundios, al lado de los campesinos.

Paralelamente se creó un grupo de aná-lisis –obra principalmente de Gámiz– de la situación nacional y local. Se abordaban cinco temas: neocolonialismo, burguesía y capitalismo, fracaso de la burguesía en el proyecto nacional, papel del estudiante en la escuela y qué camino seguir.

“Paralelo a ello, con idas y venidas le-gales, se abre la alternativa de la vía ar-mada. No todos optaron por ésta. Yo me incorporo entre los 15 y 16 años con los campesinos. Andaba cerca de mis tíos Raúl y Pablo. Luego hubo dos encuentros en la sierra: uno en Madera y otro en To-rreón de Cañas, Durango”, recuerda.

En el primero se acordó abrir un fren-te guerrillero, y en el segundo (al cual acudieron unos 40 líderes), irse a la lu-cha frontal, aunque conllevaba un ries-go grande. Se trataba de enfrentar al go-bierno con las armas en la mano. “Todo muy discreto. Quienes decidieron no par-ticipar se quedarían callados. Alrededor de 20 dijeron: ‘Vamos’. Luego se incorpo-raron más”.

A mediados de 1965 Francisco fue a Zacatecas con otros campesinos, estu-diantes y maestros del noroeste de Chi-huahua y Saucillo. Fueron días de lectura, estudio y prácticas de sobrevivencia en el campo, sin armas.

De ahí partieron a la Ciudad de Méxi-

co, donde estuvieron de junio a septiem-bre, antes del ataque al cuartel. Fue un en-trenamiento teórico y práctico cerca del Cerro de la Estrella.

El ataque

El chofer los llevó a cada punto alrededor de las 05:30 horas. La gente del pueblo de Madera comenzaba a despertar y a reali-zar las primeras actividades del día.

Cuatro guerrilleros se apostaron fren-te al cuartel, en el punto más riesgoso: Pa-blo Gómez Ramírez, médico y profesor de la escuela Normal Rural de Saucillo, de 39 años; Emilio Gámiz García, estudiante de 20 años; Antonio Scobell Gaytán, campesi-no de 23 años, y Miguel Quiñones Pedroza, de 22 años, maestro rural y egresado de la Normal estatal.

En el segundo punto, por las vías del

tren, estaban Ramón Mendoza, Arturo Gámiz García y Salomón Gaytán.

En el tercer punto, en la casa redonda, estaban el campesino Guadalupe Scobell Gaytán, Florencio Lugo, Óscar Sandoval y Rafael Martínez Valdivia.

El cuarto punto era en la casa de Pa-checo, donde estaba Ornelas, entonces de 18 años. Desde su posición veía a los niños de la familia Pacheco, a quienes les pidió que se agacharan.

Antes del asalto, Francisco le preguntó a su tío Pablo Gómez por qué lo dejaban so-lo en ese punto, y éste respondió que era lo más conveniente. Tiempo después conclu-yó que lo estaba protegiendo: era el pun-to menos vulnerable y desde el cual podría internarse más pronto en la sierra.

Luego de varios minutos de tiros, Francis-co se refugió en el jardín de la casa Pacheco hasta el atardecer. Los guerrilleros pensaron que los militares se rendirían de inmediato y podrían tomar el cuartel, pero no fue así. Los soldados no sabían cuántos atacantes eran y eso salvó la vida de Francisco y otros cua-tro atacantes, porque no fueron a buscarlos.

Al cesar los disparos, Ornelas fue al primer punto de encuentro, a una huerta manzanera; pero nadie llegó. Le resultaba más fácil internarse en la sierra y así lo hi-zo. Ahí permaneció nueve días.

Luego viajó a Chihuahua en un tren lle-no de militares que lo buscaban, pero logró pasar inadvertido. No sabía aún cuántos compañeros habían caído muertos. Luego tuvo que salir del estado para salvar su vi-da. Estuvo en Tabasco unos años y conclu-yó sus estudios en Campeche.

El entrenamiento militar en la Ciu-dad de México se los dio el capitán Loren-zo Cárdenas Barajas. Versiones que sur-gieron después del asalto indicaban que el militar los habría traicionado y por ese motivo el 23 de septiembre de 1965 había más soldados de lo acostumbrado en el cuartel de Madera.

Ornelas asevera que Barajas no los traicionó. “Los traidores venían de aden-tro, de entre los que se decían de izquier-da y ponían el dedo; por el contrario, (el capitán) tenía una fábrica de mosaicos en México y ahí llegábamos a trabajar. Por el trato que nos dispensó antes del asalto militar y después, cuando nos encontra-mos los sobrevivientes, no representaba el hombre en posición de traición”.

Barajas siempre supo dónde estaban los sobrevivientes y no los denunció. Tu-vieron largo tiempo de convivencia. “Mu-chos años después, cuando hubo señala-mientos de los militares, él se desligó”.

Ornelas insiste: los traidores venían de adentro, de quien los descalificó pública-mente. Entre éstos señala a Vicente Lom-bardo Toledano y a gente que militó en el Partido Popular Socialista.

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El escueto arsenal

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Alma Gómez, Ornelas y Lugo. Persistencia de la memoria

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Pocas cosas han cambiado

Raúl Florencio Lugo Hernández sobrevivió al ataque al cuartel de Madera. Huyó de Chihuahua, pero sólo para irse a Guerre-ro a apoyar a la guerrilla de Genaro Vázquez Rojas. Cayó preso y cumplió su condena. Ahora, vivo y lúcido, analiza la situación actual del país: hay una pequeña élite que se beneficia de las riquezas nacionales, mientras que a la mayoría de la población, dice, “nos avientan las sobras”. Afirma que si bien ha habido cambios, éstos no ayudan a la población.

JUAN ALBERTO CEDILLO

SALTILLO, COAH.- La guerri-lla se formó para combatir a los caciques que dominaban la sierra de Chihuahua, quie-nes “impedían que los campe-sinos obtuvieran tierras y so-

breexplotaban los bosques”, cuenta a Pro-ceso Raúl Florencio Lugo Hernández, uno de los sobrevivientes del ataque al cuar-tel militar de Ciudad Madera el 23 de sep-tiembre de 1965.

Para mediados de los sesenta, los pos-tulados de la Revolución seguían ausentes en ese estado. Los terratenientes que do-minaban Chihuahua revirtieron la refor-ma agraria y los repartos hechos por Fran-cisco Villa. Y gracias a la protección que recibieron del presidente Miguel Alemán, lograron acaparar los bosques y gran-des extensiones de tierras, rememora el exguerrillero.

Entre ellos destacaban los herederos de Luis Terrazas, sus parientes los Creel, Car-los Trouyet y la familia Hearst, entre otros.

Los Terrazas poseían 1 millón y medio de hectáreas. Una cantidad similar le per-tenecía a la Compañía Bosques de Chihua-hua, de la familia Vallina. La sociedad gana-dera Cuatro Amigos –del banquero Trouyet, Antonio Ortiz Mena (entonces secretario de

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REPORTE ESPECIAL

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Hacienda) y otros caciques– también tenía más de 1 millón de hectáreas. A principios de los sesenta, 145 familias eran dueñas de la mayoría de las tierras y bosques del esta-do más grande del país. Y había unos 50 mil campesinos sin tierra.

Incluso las autoridades estatales, enca-bezadas por el entonces gobernador Prá-xedes Giner Durán, desatendían los decre-tos presidenciales que otorgaban parcelas a los campesinos.

“En Casas Grandes dominaba Floren-tino Ibarra, el temible cacique que llegó al grado de apoderarse de escuelas públicas para utilizarlas como caballerizas”, cuen-ta Lugo Hernández.

Describe las condiciones económi-cas y políticas que orillaron a un grupo de maestros, estudiantes y campesinos a to-mar las armas y, luego, a inmolarse en el asalto al cuartel de Ciudad Madera “para que todo México conociera las injusticias que privaban en Chihuahua”.

El terrateniente Florencio Ibarra y su hermano José pertenecían a la Sociedad Ganadera Cuatro Caminos. Contaban con la complicidad de las autoridades para quitarles tierras a los campesinos. “Tam-bién tenían guardias blancas en la región de Casas Grandes”, recuerda.

Los pistoleros de los Ibarra habían man-dado matar a maestros y líderes campesi-nos agraristas. El 11 de julio de 1959 José Iba-rra asesinó a Anselmo Enríquez Quintana, crimen por el cual nunca fue requerido por las autoridades. Gracias a la impunidad de la que disfrutaban, los Ibarra continuaron con los asesinatos de líderes sociales: orde-naron matar al profesor Luis Mendoza, y en Ciudad Madera al defensor de campesinos Francisco Luján Adame.

A la represión de las autoridades los campesinos respondieron con actos de pro-testa. Se desplazaron a la capital del país para manifestarse frente al Departamento de Asuntos Agrarios y Campesinos. En esos días el candidato del PRI a la Presidencia, Gustavo Díaz Ordaz, tenía programado un mitin, pero los campesinos le quemaron el templete. Como consecuencia, las autorida-des agudizaron la represión y comenzaron a detener a sus líderes, entre ellos a Gámiz, a quien acusaron de encabezar los reclamos por la tierra.

A los campesinos y maestros no les quedó más que tomar las armas. Sus ac-ciones contra los terratenientes y las au-toridades se planearon en coordinación con Gámiz, quien permanecía en la cárcel. El primer gran golpe de los guerrilleros fue “ajusticiar” al cacique de Casas Grandes: Florencio Ibarra. Tras matarlo, huyeron a la sierra.

Cuando Gámiz salió de prisión fue nom-brado comandante en jefe del grupo guerri-llero. Se sumó a los refugiados en la sierra, en territorio tarahumara, mientras en la ca-pital y otras ciudades de Chihuahua se co-menzaron a formar redes urbanas de apoyo. Durante meses, alrededor de 40 maestros, campesinos y estudiantes se entrenaron en las regiones montañosas.

A mediados de los sesenta un selecto grupo de hombres viajó a la Ciudad de Mé-xico para continuar su capacitación políti-ca y militar en los cerros cercanos a San-ta Martha Acatitla. El grupo guerrillero se había dado a la tarea de estudiar los esca-sos textos de Fidel Castro y el Che Gueva-ra para copiar la estrategia guerrillera que derivó en la Revolución Cubana.

En el Distrito Federal lograron acumu-lar más armas. Su “arsenal” estaba inte-grado por unos pocos fusiles M-1, esco-petas, rifles 30.06 y calibre 22, además de pistolas.

Florencio Lugo, entonces un joven de 20 años, se había unido a un grupo de cam-pesinos solicitantes de tierras. Se afiliaron a la Unión General de Obreros y Campesi-nos de México, organización del Partido Po-pular Socialista. En esta asociación conoció a quienes posteriormente serían los líde-res del grupo guerrillero: Arturo Gámiz, Pa-blo Gómez, Álvaro Ríos y los hermanos An-tonio y Salomón Gaytán.

Para 1963, después de años de esperar resoluciones sobre su solicitud de tierras, campesinos encabezados por Gámiz lle-varon a cabo varias invasiones; la mayoría en predios del municipio de Casas Gran-des, dominado por el cacique Heladio Ga-bilondo. La respuesta del gobierno fue la represión y el encarcelamiento. “Los sol-dados nos sacaron a golpes”, describe el exguerrillero.

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Genaro Vázquez. Indirectamente beneficiado

Las mismas demandas

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Atacar, pese a todo

Cuando los guerrilleros regresaron a Chi-huahua, acordaron emprender “una acción espectacular” que llamara la atención de todo México: el asalto al cuartel de Made-ra, que albergaba un pelotón de soldados.

Participarían unos 40 guerrilleros divi-didos en tres grupos. La fecha del ataque se programó para el 16 de septiembre. Debido al retraso de uno de los grupos, se pospu-so para el día 22. Al final otro de los grupos no llegó, así que Gámiz tomó la decisión de que las 13 personas que integraban su cé-lula realizaran el asalto la madrugada del 23 de septiembre, creyendo que en el cuar-tel no había más de 20 solados.

Antes del ataque se mandó a dos per-sonas para que investigaran el número de militares que permanecían en diver-sos puntos de Ciudad Madera. Cuando re-gresaron, informaron que en total había unos 100 solados en el pueblo. El doctor Pablo Gómez intentó disuadir a Gámiz pa-ra esperar al resto de los guerrilleros. Pe-ro Arturo argumentó que si caían en ese intento, su muerte serviría para llamar la atención de las graves injusticias que se vivían en el estado.

Esa madrugada los guerrilleros se di-vidieron en grupos de tres para atacar al cuartel. El terreno era plano y sólo los pro-tegían escasos matorrales y pequeños desniveles de tierra, así que se acercaron arrastrándose.

Los insurgentes lograron matar a cin-co soldados. El intercambio de disparos duró alrededor de 30 minutos. Pronto co-menzaron a ser rodeados por los militares que estaban fuera del cuartel. Los guerri-lleros se negaron a huir al grito de: “¡Aquí nos llevó la fregada, pero no abandonare-mos el lugar!”.

Durante el asalto al cuartel cayeron Ar-turo Gámiz, Salomón Gaytán, el profesor Miguel Quiñones Pedroza y el doctor Pablo Gómez Ramírez, considerado jefe político e ideológico. Además fueron abatidos los es-tudiantes Óscar Sandoval Salinas, Emilio Gámiz García y Rafael Martínez Valdivia, y el campesino Antonio Scobell Gaytán. Sólo sobrevivieron Raúl Florencio Lugo Hernán-dez, Ramón Mendoza Torres, Guadalupe Scobell Gaytán, José Juan Fernández Ada-me y Francisco Ornelas Gómez.

Tras el ataque, los cuerpos de los gue-rrilleros fueron mostrados en la plaza central de Ciudad Madera por órdenes del gobernador para desalentar futuros levan-tamientos. También se montó un gran cer-co militar para capturar al resto del grupo.

Lugo escapó y se refugió en la Ciudad de México con una familia cercana a la guerrilla de Genaro Vázquez Rojas; se unió a la Asociación Cívica Nacional Revolucio-naria y vivió en una casa de Iguala, Gue-

rrero, desde donde se apoyaban las accio-nes de Genaro.

Meses después los militares lo ubica-ron y al capturarlo hubo un tiroteo. El chi-huahuense fue herido en una pierna, de-tenido y posteriormente liberado. Regresó al Distrito Federal y se sumó a los grupos urbanos que apoyaban la guerrilla de Gue-rrero. Por ello fue detenido y sentenciado a cinco años de prisión. Primero estuvo en Lecumberri –en la zona especial de alta seguridad para reos peligrosos– y luego en la cárcel de Santa Martha.

Todo sigue casi igual

En su juventud, Florencio Lugo sufrió las injusticias y desigualdades del México ru-ral y la cerrazón y represión del sistema político que en esa época encabezaba Díaz Ordaz.

Después, comenta, supo de los inten-tos del presidente Echeverría por rein-tegrar al sistema a los inconformes. No contó con el beneficio de la amnistía que decretó José López Portillo a los exguerri-lleros presos, pues para esa época ya había cumplido su condena. Vivió la desarticu-lación del otrora sistema nacionalista co-menzada por Miguel de la Madrid con las políticas neoliberales impulsadas por los organismos financieros internacionales y que luego continuaron Carlos Salinas, Er-nesto Zedillo y Vicente Fox. Medidas que ahora Enrique Peña Nieto pretende pro-fundizar con sus reformas estructurales.

Según el exguerrillero, esos cambios sólo han servido para que una pequeña

élite se beneficie de las riquezas que pro-duce el país y a la mayoría “nos avienten las sobras”.

Destaca que en la actualidad existen situaciones de injusticia peores a las de los tiempos que vivió de joven. “Los cam-bios que hemos visto son sólo para bene-ficiar a unos cuantos. Ha habido cambios, pero que no ayudan a la población en ge-neral”, enfatiza.

Dice que ahora hay barbaridades que no ocurrían años atrás: “Ahora están ma-tando a muchos periodistas, algunos con el pretexto del crimen organizado”. Y so-bre la situación actual del PRI refiere que antes este partido se preocupaba más por los intereses de los pobres, pero ahora só-lo se beneficia a sí mismo.

Destaca que la corrupción se multi-plicó y ahora alcanza todos los niveles de las administraciones. Gracias a esa co-rrupción, dice, el crimen organizado pudo crecer, modificarse y actuar contra la po-blación con extorsiones, secuestros y ase-sinatos de quienes no se someten a sus mandatos.

“Hay una gran diferencia entre la vio-lencia actual y la lucha que encabezó la guerrilla –refiere Lugo–. Nuestra pelea fue por el bienestar de la población, por cam-biar un sistema político corrupto basado en las injusticias. Luchábamos por lograr un mejor sistema que beneficiara a las ma-yorías y no sólo a unos cuantos poderosos.”

Y sobre la violencia actual del crimen organizado dice que éste cuenta con la protección de las autoridades y contribu-ye a mantener la desigualdad social.

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Cementerio de Madera. Homenaje

REPORTE ESPECIAL

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Jesús Cantú

E l reporte del grupo de trabajo que revisó los avances en la implemen-tación de las recomendaciones que el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas hizo a México en 2011 en materia de desapariciones forzadas o involunta-rias “lamenta observar pocos avances en la implementación de las recomen-daciones realizadas”, con lo cual reafir-ma los pronunciamientos de organiza-ciones nacionales e internacionales de la sociedad civil, destacando la crisis que vive México en la materia.

El documento, que se discute en la Trigésima Sesión Ordinaria del Conse-jo –celebrada en Ginebra, Suiza, desde el lunes 14 y que concluirá el 2 de octu-bre del presente año–, es un nuevo des-mentido al discurso oficial de respeto a los derechos humanos.

La conclusión del grupo es tajante: “…el Grupo de Trabajo reitera su pesar por los pocos avances registrados en la implementación de sus recomen-daciones. Los grandes desafíos detec-tados por el Grupo de Trabajo durante su visita [marzo de 2011] y plasmados en su informe de la misión aún perdu-ran. Salvo excepciones, la impunidad prevalece, los hechos no se esclarecen y las víctimas no reciben una adecua-da e integral reparación. Esta realidad puede y debe ser transformada”.

El pormenorizado documento, que dedica 189 páginas al reporte de segui-miento de las 34 recomendaciones que se le hicieron al gobierno mexicano en 2011, tras la visita de una misión del 18 al 31 de marzo de dicho año, preci-sa la recomendación que se hizo; hace referencia a los párrafos del informe que detallaban la situación en ese año; incluye la información proporcionada

entonces por el gobierno mexicano, co-misiones de derechos humanos y organi-zaciones de la sociedad civil, en relación con las medidas adoptadas y la situación actual, y las observaciones del grupo de trabajo sobre el nivel de implementación de las recomendaciones.

El informe precisa que el Grupo de Tra-bajo coincide con la afirmación del Comité contra la Desaparición Forzada que en fe-brero de 2015 sostuvo que “la información recibida por el Comité ilustra un contexto de desapariciones generalizadas en gran parte del territorio del Estado, muchas de las cuales podrían calificarse como desapa-riciones forzadas”.

Otra de las observaciones es que “el Grupo de Trabajo lamenta que el Estado no haya proveído información sobre la imple-mentación de su recomendación en mate-ria de investigaciones forenses. El Grupo de Trabajo invita al Estado mexicano a adoptar la recomendación del Relator Especial so-bre las ejecuciones extrajudiciales, suma-rias o arbitrarias de crear una institución nacional de servicios forenses”.

La Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas define el término como “el arresto, la detención, el secues-tro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Es-tado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de li-bertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sus-trayéndola a la protección de la ley”.

El Registro Nacional de Datos de Perso-nas Extraviadas o Desaparecidas del Siste-ma Nacional de Seguridad Pública (que por cierto también tiene una observación crí-tica por parte del Grupo de Trabajo porque

“no incluye la categoría específica que per-mita registrar a una persona como víctima de desaparición forzada, [y] no incorpora todos los elementos que el Grupo de Tra-bajo recomendó como parte de la informa-ción estadística”) reporta que a la fecha hay casi 26 mil personas en esa condición; sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil señalan que dicha base de datos po-dría ocultar miles de desapariciones.

El informe aborda dos de los problemas más acuciantes a partir de que, en diciembre de 2006, el presidente Felipe Calderón decla-ró la guerra contra la delincuencia organi-zada: las desapariciones forzadas, es decir, las detenciones arbitrarias y no reportadas por las distintas instancias de seguridad del Estado mexicano, y las ejecuciones extra-judiciales, especialmente evidenciadas en el último año del presente gobierno con las matanzas de Tlatlaya, Apatzingán, Ecuandu-reo y Calera, entre las más destacadas.

Y aun cuando el gobierno mexicano permite a los observadores de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizar sus la-bores en México y comedidamente afirma que atenderá sus recomendaciones, en la práctica hace lo mínimo indispensable para poder responder a los requerimientos de información de dichas instancias, pero se cuida de dejar los espacios suficientes para poder perpetrar los crímenes de Estado sin dejar evidencias jurídicas que lo incriminen.

Así, en las bases de datos incumple con las especificidades para evitar que se pue-dan identificar cuáles son desapariciones forzadas y cuáles desapariciones involun-tarias (como denomina el Consejo a las no forzadas), y simplemente ignora la reco-mendación en materia de investigaciones forenses, para dificultar el reconocimiento de las ejecuciones extrajudiciales.

El gobierno siempre encuentra la forma

Retroceso en derechos humanos

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ANÁLISIS

Razón salvaje

de evadir su responsabilidad, incluso frente a documentos tan precisos y con-tundentes como el informe elaborado y difundido por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, el cual evidencia que documentos oficia-les del Ejército ordenan “abatir delin-cuentes”, lo que en el lenguaje de los militares significa asesinar; o como el del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH, que señala la imposibilidad de que los 43 normalistas de Ayotzinapa fuesen cre-mados en el basurero de Cocula.

En el primero de los casos desvió la discusión a la definición del térmi-no “abatir”, y en el segundo, por ahora manifestó su disposición a atender las conclusiones del informe del GIEI, am-pliar las líneas de investigación y solici-tar una nueva pericial sobre la presunta cremación.

Este nuevo informe hace énfasis en el incumplimiento de las recomen-daciones y, como señala el mismo do-cumento, en “la situación deteriorada que prevalece en México desde que se realizó la visita y presentó su informe [2011]”. Sin embargo, en el mejor de los casos –si es estrictamente indispen-sable– merecerá algún comentario de parte de alguno de los personeros del gobierno reiterando su compromiso con la plena implementación de las mismas y destacando los pocos aspec-tos en los que se ha avanzado.

Tal como señala el documento, en materia de seguridad y derechos huma-nos el deterioro es ostensible, pese a los discursos y las cifras oficiales. A la mitad del sexenio el retroceso es evidente e in-formes de expertos reconocidos por los organismos internacionales así lo docu-mentan de manera fehaciente.

Naranjo

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Olga Pellicer

L a presentación del Informe sobre Ayotzinapa del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ha producido numerosas reacciones en la vida política del país; no todas han ido en la misma dirección. Algunos medios de comunicación se han apresurado a descalificarlo; otros lo ven como un peli-gro para la soberanía del país; otros, los más, han visto con buenos ojos el pro-fesionalismo, la prudencia y la claridad para transmitir su punto de vista de los expertos. Ahora bien, lo más interesan-te ha sido la reacción del gobierno. En contraste con el comportamiento frente al Informe del relator sobre la tortura, cuando la descalificación fue inmediata y se rompió con las formas diplomáticas más elementales, esta vez la línea ha sido de conciliación y respeto.

Hay muchos motivos que lo expli-can. La situación interna recomienda no crear más problemas. El descontento y la desconfianza hacia el gobierno se encuentran en niveles muy altos. Ayo-tzinapa es una herida sin cerrar que seguramente propiciará movilizaciones al acercarse el primer aniversario el 26 de Septiembre. El malestar se profundi-za ante las pocas expectativas de creci-miento económico el próximo año. Lo desangelado de las fiestas patrias es una señal más del México desalentado.

No son momentos, pues, para enta-blar una batalla en defensa de la “verdad histórica” decretada por la procuraduría de Murillo Karam. Por lo pronto, más vale llevarla bien con la CIDH y los ex-pertos independientes; un anticipo de los movimientos mediáticos y estratégi-cos, seguramente erráticos, que estarán presentes en el comportamiento guber-namental hacia las elecciones del 2018.

El gusto por las comisiones inter-nacionales que ayuden a la solución de problemas internos se ha generalizado. En el Congreso el PAN y el PRD se pro-nuncian por una comisión internacio-nal independiente que permita avanzar en la lucha contra la impunidad y la

corrupción. La sombra de lo ocurrido en Guatemala está presente; es claro que los factores externos propiciaron allá la mo-vilización social que tanto contribuyó a la caída de Perez Molina. La situación en México es muy distinta, pero ello no im-pide que jugar con la idea de comisiones externas se esté convirtiendo en algo po-líticamente correcto.

Lejos de mostrar animadversión hacia los trabajos del GIEI, los altos mandos de la Procuraduría y las secretarías de Gober-nación y Relaciones han prolongado su estancia hasta por seis meses para que completen sus trabajos. La pregunta es si llegarán, al fin, a un Informe definitivo (el actual es provisional) que proporcione un diagnóstico más esclarecedor de lo que ocurrió en la trágica noche de Iguala y, sobre todo, permita que quienes resulten responsables no queden impunes.

El Informe del GIEI da argumentos para cuestionar las conclusiones a que se había llegado, mantener abierta la in-vestigación y proponer nuevas líneas de trabajo. Dentro de los cuestionamientos, los que han tenido mayor impacto son los relativos a la incineración en el basurero de Cocula y el conocimiento, o no, que la Policía Federal y el Ejército tuvieron de los acontecimientos.

Utilizando una metodología más re-lacionada con la geometría del lugar que con la investigación de cenizas, un reco-nocido experto internacional en fuegos llega a la conclusión que en un espacio abierto con las características del men-cionado basurero se hubiese requerido de una cantidad de combustible y un espa-cio de tiempo mucho más extensos que lo considerado hasta ahora. Entre otros pun-tos, se refiere a 60 horas de combustión y una columna de humo de 300 metros de altura que de ninguna manera hubiese podido pasar desapercibida en las pobla-ciones cercanas.

En otro orden de cosas, partiendo de datos consignados en el expediente mis-mo de la Procuraduría, el Informe del GIEI detecta hechos que indican conocimiento

por parte de la Policía Federal y el Ejército de lo que estaba ocurriendo. Lo extraño es su pasividad a partir de ciertos momen-tos. Por lo que toca a nuevas líneas de investigación, los expertos detectan un camino no explorado pero muy sugestivo que podría conducir a establecer vínculos entre la saña contra los estudiantes y el narcotráfico que transporta heroína de Guerrero a los Estados Unidos.

Se puede afirmar que el Informe ha dado elementos para minar, aún más, la credibilidad de las investigaciones de la Procuraduría, así como para buscar nue-vas hipótesis que contribuyan a entender lo sucedido. Es menos claro hasta dónde podrá llegar con seis meses más de traba-jo. El GIEI no es un grupo con el mandato y los apoyos necesarios para llevar a cabo nuevas investigaciones. Su Informe des-cansa sobre la revisión de un voluminoso expediente de investigaciones, buenas o malas, pero ya llevadas a cabo. ¿Habría la voluntad y los medios para producir otro totalmente nuevo?

La ambivalencia sobre el mandato que guía la segunda etapa de los trabajos del GIEI no permite albergar esperanza en esa dirección. A cambio, permite prever controversias sobre detalles en ocasiones secundarios, reflectores cada vez más in-tensos de medios de comunicación con-trarios a su presencia, dificultades para mantenerse al margen de los intereses políticos de uno y otro lado, peligro de no mantener el atractivo y prestigio que hoy rodea a los expertos En resumen, a pesar de ellos mismos, éstos pueden convertir-se en un elemento más del gran teatro de simulaciones y búsqueda de imágenes mediáticas que caracterizará los momen-tos políticos que se avecinan.

Sólo una acción muy coordinada de las ONGs, la Comisión Nacional de los De-rechos Humanos (CNDH), los padres de las víctimas, los académicos e intelectua-les podría evitar el peligro anterior y lograr que el GIEI marque un punto de transición en el tratamiento del grave problema de las desapariciones forzadas en México.

Límites y posibilidades de la mirada externa

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ANÁLISIS

Marta Lamas

L a industria de la con-fección fue la más golpea-da –como industria– por el terremoto del 85. La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV) habló de 500 establecimientos afectados gravemente y de más de 200 totalmente destruidos. Algu-nos empresarios perdieron todo, pero quienes perdieron la vida fueron las costureras. La mayoría de las fábricas afectadas en la zona de San Antonio Abad y en el centro (Ecuador, Isabel la Católica, Belisario Domínguez, 20 de Noviembre) eran talleres de maquiladores para grandes firmas. El sobrepeso causado por el hacinamiento de maquinaria y te-las, o por la concentración desmedida de talleres (el edificio de ocho pisos de Izaza-ga 65 albergaba 50) potenció la tragedia. Las cifras que aparecieron en la prensa de entonces oscilaron entre 600 y mil 600 costureras muertas.

La indiferencia de algunos patrones, que rescataban la maquinaria y las telas antes que los cadáveres de sus trabaja-doras, o que se negaban a pagarles a las sobrevivientes los días trabajados adu-ciendo bancarrota, sensibilizó a la opinión pública nacional e internacional sobre las espantosas condiciones en que laboraban. No obstante el gobierno, las centrales sin-dicales y la Cámara del Vestido conocían de sobra la ilegalidad en que trabajaban –a destajo, sin salario base, sin antigüedad, con contratos eventuales, sin prestaciones,

en condiciones insalubres–. La importante cobertura periodística que tuvo el caso y la presencia de grupos de diferentes secto-res de la población convirtió esa situación en un foco de atención. Las costureras se volvieron emblemas de la explotación la-boral y ante el escándalo el gobierno y la CTM tuvieron que manifestarse a favor de ellas. Fidel Velásquez pretendió “discul-parse” diciendo que él no sabía nada de la situación de explotación de las costure-ras, pues “a él le cosían su ropa en casa”.

Mientras la prensa nacional e inter-nacional seguía informando sobre los casos de costureras obligadas a trabajar en edificios clausurados, y de costureras que demandaban a los patrones que se declaraban en quiebra pero que abrían fá-bricas bajo otro nombre en Naucalpan, la solidaridad fluyó. Al campamento de San

Antonio Abad llegó la mayo-ría de los grupos políticos, estudiantiles y religiosos que se solidarizaron con ellas. En la zona “del Centro”, en Isa-bel la Católica, atendían los abogados y militantes que brindaron no sólo asesora-miento legal y político, sino que acompañaron a las cos-tureras de manera sostenida durante todo su proceso. Las feministas de varias organi-zaciones se hicieron cargo del abasto de alimentos, y facili-taron el contacto entre gru-pos aislados de trabajadoras.

Hubo gran ebullición po-lítica. El 2 de octubre se creó la Promotora de Costureras

Damnificadas, y el 7 de octubre se formó el Comité Feminista de Solidaridad. Ante la creciente organización, el presidente de la República ordena que se resuelvan los problemas que afectan a las costureras y el 10 de octubre se instala un módulo donde se recogen sus demandas labora-les. El 13 de octubre se forma la Unión de Costureras en Lucha (UCL), cuyo plie-go petitorio exige negociación colectiva, indemnización a los deudos y a las cos-tureras que lo soliciten, reanudación del trabajo, contrato ley en la industria del vestido y embargo precautorio a los bie-nes de las empresas mientras se llevan a cabo los juicios.

El 16 de octubre se crea la Organización de Costureras del Centro (OCC) y se acuer-da en asamblea de ambas agrupaciones (UCL y OCC) marchar a Los Pinos. El 18 de

Las costureras 30 años después

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John M. Ackerman

E nrique Peña Nieto prepara un deleznable circo mediático a propósito de su encuentro este jueves, 24 de sep-tiembre, con los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Para el régimen, esta reu-nión constituye una oportunidad de oro para apaciguar la indignación social dos días antes de la gran movilización nacio-nal e internacional este 26 de septiembre en el aniversario del crimen de Estado.

Les saldrá el tiro por la culata a Peña Nieto y a Televisa. Los padres de fami-lia y los estudiantes de Ayotzinapa han sido claros desde el principio con res-pecto a su absoluta desconfianza en el presidente y su gabinete. El propósito de los dignos luchadores sociales de Gue-rrero no es extraer más promesas vacías del gobierno federal, sino llamarlo a cuentas por su responsabilidad directa en el crimen cometido en contra de sus hijos. “A la reunión con el presidente va-mos con todo, le vamos a restregar en su cara todas las mentiras... desde el principio nos prometió varios puntos... nunca ha hecho nada”, sostuvo el padre de familia Clemente Rodríguez en en-trevista con Carmen Aristegui en CNN.

El señor Rodríguez tiene razón. El ac-tual gobierno federal pasará a la historia como una de las administraciones más mentirosas y cínicas en México. Desde el primer día, Peña Nieto ha engañado a los padres de familia sobre lo que ocu-rrió aquel 26 de septiembre y al pueblo mexicano en su conjunto con respecto a las investigaciones del caso. Tal y como ha sido revelado tanto por el Grupo Inter-disciplinario de Expertos Independientes (GIEI) como por Proceso, la principal ac-tividad del gobierno federal ha sido la fabricación de supuestos culpables, así como el encubrimiento de la responsabi-lidad directa de las fuerzas federales en el crimen cometido aquella noche.

El 6 de diciembre de 2014, Felipe

octubre, casi un mes después del terremo-to, cerca de 3 mil costureras, provenientes de 26 fábricas, marchan de la Columna de la Independencia a Los Pinos y se entrevis-tan con el presidente Miguel de la Madrid, quien les asegura que se tomarán medi-das para que los patrones cumplan y les concede la posibilidad de que formen el sindicato. Como para reunir los requisitos de esto último era necesario tener afilia-dos en provincia, el Frente Auténtico del Trabajo (FAT) los consigue y se establece el Sindicato “19 de Septiembre”, con Evange-lina Corona como secretaria general.

Antes de la marcha a Los Pinos, la Se-cretaría del Trabajo, muy interesada en que el escándalo terminara, jugó un papel muy activo en la defensa de las costure-ras: citó a los patrones y los obligó a ne-gociar. Pero una vez formado el sindicato, las negociaciones se debilitaron, ya que el gobierno se interesaba más en parar el escándalo mediático que en resolver la ilegalidad de las condiciones laborales de las costureras.

Además, también el caso perdió inte-rés en la opinión pública, pues muchas personas y organizaciones creyeron que ya por tener el sindicato la situación de las costureras estaba casi resuelta. No era extraño escuchar comentarios res-pecto a cómo era que no estaban tra-bajando si el gobierno les había dado lo que querían.

El terremoto generó las condiciones que hicieron posible el surgimiento de un movimiento, la creación del sindicato na-cional y varias cooperativas y, lo más im-portante, de una toma de conciencia de una magnitud nunca antes vista. Sin em-bargo, hoy esa historia está casi olvidada, y las condiciones laborales de muchas ma-quiladoras siguen casi igual que entonces.

Los sismos de 1985 quebraron la vida de miles de costureras y derrumbaron a unos pocos patrones decentes que, al no tener asegurada la maquinaria, perdieron todo, y encima fueron blanco de agresio-nes. Son muchas las historias trágicas que pueden recordarse, pero sobre todo, hoy es importante conocer qué está ocu-rriendo con esta industria. ¿Seguirán los nuevos talleres trabajando a destajo y sin derechos laborales? ¿Qué ha pasado con el sindicato de costureras y con las coo-perativas? Ojalá que la conmemoración de los 30 años del terremoto del 85 sirva también para revisar lo que está pasando hoy con los derechos laborales, y no sólo con los de las costureras.

Vivos los queremos

de la Cruz, vocero de los padres de fami-lia de Ayotzinapa, rompió toda relación del movimiento con el gobierno federal: “A partir de hoy desconocemos al gobier-no de Enrique Peña Nieto por asesino… Si no hay Navidad para nosotros, tampoco para el gobierno. Sabemos que la caída de Alexander servirá para que florezca la Re-volución”. De la Cruz pronunció aquellas palabras históricas en el Monumento a la Revolución en un acto conmemorativo del centenario de la entrada victoriosa de Emiliano Zapata y Pancho Villa a la Ciudad de México en pleno auge de la Revolución Mexicana. Ese mismo día, Jesús Murillo Karam había dado a conocer que los la-boratorios de la Universidad de Innsbruck en Austria habían identificado el DNA del normalista Alexander Mora Venancio en uno de los fragmentos de hueso recogidos por las fuerzas militares en el Río San Juan.

Al gobierno federal le urge dar por muer-tos a todos los estudiantes desaparecidos y acabar con el liderazgo político de la gran familia de Ayotzinapa. Apenas el miércoles 16, la procuradora general de la República, Arely Gómez, anunció con bombo y platillo que los mismos laboratorios de Innsbruck habían identificado los restos de otro nor-malista: Jhosivani Guerrero de la Cruz. Gó-mez también anunció que invitaría tanto a los peritos argentinos como a los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a colaborar directamente con la PGR en el análisis de los otros restos.

Los argentinos y los integrantes del GIEI difícilmente aceptarán hacerle el juego al gobierno federal. Las únicas personas pre-sentes a la hora de recoger los restos en cuestión fueron los miembros de las fuer-zas militares ahora directamente implica-dos en el crimen. En lugar de colaborar con un gobierno asesino en sus labores de en-cubrimiento, los expertos independientes tendrían que aliarse plenamente con la so-ciedad en su exigencia de justicia irrestricta tanto para el caso de Ayotzinapa como para todas las desapariciones forzadas del país.

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ANÁLISIS

E l presidencialismo mexicano ha cobrado nuevos bríos en este gobierno, a pesar de la baja popularidad de quien hoy ostenta la titularidad del Ejecutivo. Se ha restaurado la preeminencia de éste sobre los otros dos poderes, con el exceso y arbitrariedad en el uso de sus facultades propio del sistema de partido hegemóni-co del siglo pasado. Ello no es una buena noticia para nuestra endeble democracia, tampoco para el imperio de la ley o la gobernabilidad.

“Para que no se pueda abusar del po-der, es preciso que, por disposición de las normas, el poder frene al poder”, escribe Montesquieu en consciente de que el go-bernante tiende a abusar del poder hasta donde encuentra límites. Desde entonces la división de poderes es requisito indis-pensable de toda constitución democrá-tica. Sin embargo, influidos por las ideas de Emilio Rabasa 1912), los constituyen-tes del 17 asentaron la preponderancia del presidente al llamarlo depositario del “Supremo Poder Ejecutivo”. Además, el artículo 108 le otorga inmunidad: “sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común”, lo que es contrario al pensamiento de Montes-quieu, quien sostenía que “la ley debe ser como la muerte, no exceptúa a nadie”.

El abuso del poder presidencial es causa de una de las enfermedades que corroe al sistema de justicia en México: la supeditación del derecho al dominio del mandatario en turno. Dos casos paradig-máticos que han marcado a la presente administración ejemplifican, con oprobio, la vigencia de una justicia sometida.

El derrumbe de la “verdad histórica” presentada por la Procuraduría General de la República sobre la irresuelta trage-dia de Iguala y la investigación realizada por la Secretaría de la Función Pública so-bre el conflicto de interés relacionado con las “casas turbias” son dos evidencias del sometimiento de la justica a los dictados del señor presidente. Ambas investigacio-nes fueron realizadas por instituciones dependientes del Ejecutivo con la inten-

En su desesperación por frenar una nueva ola de protesta social, Peña Nie-to no escatimará esfuerzos el próximo jueves 24 por prometer bajar el cielo y las estrellas a los padres de familia. Re-cordemos, sin embargo, cómo el gobier-no mintió abiertamente a los maestros democráticos el pasado 29 de mayo. Con el fin de engañar a los profesores y apaciguar la resistencia popular, una semana antes de las elecciones del 7 de junio el gobierno federal anunció la “suspensión” de la reforma educativa. Pero una vez pasada la tormenta, Peña Nieto inmediatamente reactivó la re-forma. Y ahora su nuevo secretario de Educación, Aurelio Nuño, se apresta a despedir a miles de maestros quienes con toda razón rechazan la aplicación de las nuevas evaluaciones punitivas y neoliberales.

Ya es demasiado tarde para más pro-mesas vacías. Después de tantas men-tiras, sería ingenuo y profundamente destructivo tener confianza en quien hoy ostenta la banda presidencial. Lo úni-co que podría satisfacer la enorme sed de justicia del pueblo mexicano sería la presentación con vida de los 43 norma-listas, el enjuiciamiento de todos y cada uno de los responsables tanto del crimen como de su encubrimiento, así como la celebración de una verdadera transición política hacia un gobierno popular que defienda los intereses de la sociedad y acabe con los privilegios de los oligarcas y los corruptos.

No solamente se encuentran des-aparecidos los 43 estudiantes, sino también la esperanza de todo un pue-blo. Apostemos todos a la construc-ción de un nuevo régimen político a la altura de la gran historia mexicana, repleta de valientes luchas y conquis-tas sociales.

www.johnackerman.blogspot.comTwitter: @JohnMAckerman

ción de ocultar la verdad acerca de acon-tecimientos que afectan intereses de la élite gubernamental. El propósito de las amañadas pesquisas no era la búsqueda de la verdad legal, sino su encubrimien-to. Es claro que ni Jesús Murillo Karam ni Virgilio Andrade actuaron con indepen-dencia sino por consigna. Sus investiga-ciones estuvieron orientadas y acotadas por razones extrajurídicas provenientes del Ejecutivo.

El informe del Grupo Interdisciplina-rio de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) refuta los ejes funda-mentales de la investigación de la PGR:

1. Los estudiantes de Ayotzinapa no fueron cremados en un basurero de Co-cula. 2. En el lugar de los hechos estuvie-ron presentes y participaron miembros de la Policía Federal y del Ejército, inclui-dos agentes de inteligencia militar. Ello había sido negado por la PGR, así como por el secretario de la Defensa. 3. La Se-dena no permitió que los integrantes del 27 Batallón de Infantería, asignado a Iguala y sus alrededores, fueran interro-gados por los expertos de la CIDH. 4. Los supuestos miembros del grupo criminal Guerreros Unidos confesaron bajo tortu-ra el asesinato e incineración de los estu-diantes. 5. No sólo fueron cinco muertos, 43 desaparecidos y 22 heridos en los ataques, como se ha dicho oficialmen-te. La investigación del GIEI asienta que fueron 180 las “víctimas directas en vio-laciones a los derechos humanos” en los ataques de la noche del 26 de septiembre, en Iguala; la mayoría jóvenes y menores de edad. 6. El informe señala que esa no-che y en la madrugada del día siguiente los estudiantes sufrieron nueve ataques distintos, lo que implica que debieron ser coordinados y organizados por algún individuo o grupo aún no identificado. 7. El centro que concentra las comunicacio-nes de policías estatales, municipales y del gobierno federal, conocido como C4, interrumpió su funcionamiento “a cier-tas horas” –especialmente las que siguie-

Justicia sometida

Héctor Tajonar

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Ariel Dorfman

¿Y el doce de Septiembre, a quién le importa?

¿Acaso la fecha significativa no es la mañana anterior, acaso durante 42 años no hemos rememorado el once de Septiembre, aniversario del golpe militar contra Salvador Allende, acaso desde el 2001 no se añade otro once bru-tal e inolvidable y lleno de terror, ahora norteamericano?

Si hace falta evocar el Miércoles doce de Septiembre de 1973 ahora es porque ese día nos enseña una lección que to-davía no hemos plenamente aprendido. En mi caso particular, fue recién un día después de la catástrofe chilena que me asomé a sus secuelas más duraderas, comenzando a darme cuenta de que las víctimas de esa sistemática violencia no iban a ser únicamente los frágiles cuer-pos de nuestros ciudadanos indefensos, sino que también nuestra alma e identi-dad, entendí que el lenguaje mismo con que nos comunicábamos iba a ser corroí-do en forma irremisible y perversa.

Ese Miércoles era el cumpleaños de mi mujer Angélica y el único regalo que podía ofrecerle era la noticia de que no me habían matado durante el golpe. Un regalo difícil de entregarle. El único te-léfono se encontraba en un búngalo a unas cuadras de la casa en que me en-contré, náufrago, con otros militantes. La Junta había instaurado un toque de queda de 48 horas, amenazando ejecu-tar en el acto a quien saliera a la calle, algo que había que tomar en serio. Los militares habían bombardeado La Mone-da y anunciado la muerte del Presidente Allende, y ya estaban persiguiendo a mi-llares de sus seguidores.

Aun así, crucé las peligrosas calles y llamé a mi mujer. Para ofrecerle consuelo, sí, aunque el consuelo lo necesitaba yo, que me anclara en algo real, una prueba de que no todo había sido desmembrado por la contra-revolución. Y, sin embargo, la conversación me perturbó. Meros días antes hubiéramos compartido libremen-te nuestros pensamientos, esperanzas, noticias. Ahora la intimidación rondaba

ron a la detención y desaparición de los estudiantes– “porque la comunicación está intervenida por la Sedena”, afirma el documento elaborado por el GIEI. 8. No fueron cuatro, como lo aseguró la PGR, sino cinco los camiones utilizados por los estudiantes de Ayotzinapa. No se ha re-suelto la función de ese quinto autobús, probablemente relacionado con el tráfico de heroína a los Estados Unidos. “Podría ser un elemento clave para explicar los hechos”, señalan los expertos de la CIDH.

Como se ha documentado con amplitud, la investigación que exoneró al presidente Peña Nieto y a su secretario de Hacienda de haber incurrido en conflicto de interés al haberse beneficiado del trato preferencial de Grupo Higa, que ha recibido contratos multi-millonarios del actual gobierno federal y de la anterior administración mexiquense, ca-rece de verosimilitud desde su origen.

A partir de la reforma constitucional de 1900 que separó al procurador general de la República de la Suprema Corte de Justicia para situarlo bajo la autoridad del presiden-te de la República, el titular del Ejecutivo fe-deral funge como jefe del Ministerio Público Federal (Héctor Fix Zamudio, El Ejecutivo Fe-deral y el Poder Judicial, IIJ UNAM). Ello implica que el mandatario en turno tiene la última palabra en asuntos de procuración de justi-cia delicados y trascendentes políticamente, sea por involucrar a instituciones (como las Fuerzas Armadas) o a individuos (goberna-dores, secretarios de Estado o el propio man-datario y su familia).

Fieles seguidores de Carl Schmidt (“la ley deriva y está sujeta al poder”), los presidentes mexicanos han abusado de sus poderes legales y metaconstitucio-nales ejerciendo una discrecionalidad sin límites para determinar el sentido de investigaciones sobre violaciones a derechos humanos (Tlatlaya, Ayotzina-pa, Apatzingán, Ecuandureo), así como los innumerables casos de corrupción patentes como el sol del mediodía que, tapados con el dedo del señor presiden-te, quedan impunes (OHL, por ejemplo); a menos, claro, que por decisión del jefe máximo deban ir a prisión, independien-temente de la solidez del proceso penal contra el inculpado.

Una justicia capturada por el po-der político no es justicia. El fracaso del combate a la corrupción y el escandaloso nivel de impunidad en el país son conse-cuencia de la (in)justicia presidencialista. Sin una auténtica autonomía de las insti-tuciones del ramo –actuales y futuras– ni el estado de derecho ni la gobernabilidad democrática son viables.

Lecciones del doce de Septiembre

cada palabra. Sin saber quién podía estar es-cuchándonos, cada frase emergía en forma reservada, cauta, oscura, blandiendo alusio-nes y doble sentidos.

–Dicen que el papá de Amanda está en el hospital –dijo Angélica, tratando de trans-mitir que habían detenido al cantante Víctor Jara–. ¿En tratamiento intensivo? –pregunté, como una manera de averiguar si estaba muerto–. Los médicos todavía no opinan –vino la respuesta de Angélica–. Y así siguió una conversación en que yo me aferraba a la única verdad definitiva en tanta circunlo-cución: su voz y mi voz y nuestro amor y la desesperación innombrable.

Fue una primera lección que el país entero tendría que aprender durante los próximos diecisiete años de dictadura. Una lección en perífrasis y oblicuidad, tan preva-leciente en los intercambios cotidianos que la gente terminó internalizando al censor, entrenando su mente para no pensar lo que no se atrevían a declarar públicamente. Por-que la vida privada es una ilusión cuando un gobierno sabe todo acerca de nosotros y puede castigarnos salvajemente.

Más tarde, miré desde el exilio cómo mi patria se iba envenenando, una situa-ción agravada por al abismo cada vez más insalvable entre quienes habíamos huido y

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teníamos libertad para hablar y escribir, y aquellos que se habían quedado y estaban sometidos a oídos y ojos invisibles y al arbi-trio de armas excesivamente visibles. En la medida que crecía la represión, fueron mu-chos los que se nos juntaron en el extranje-ro, pagando el precio de probar el límite de lo permisible.

Óscar Castro montó una obra en Santia-go en que un capitán se hunde con su barco mientras le promete al público un amanecer más auspicioso. La policía secreta no tuvo problemas en descifrar la referencia a Allen-de, detuvo, torturó y finalmente expulsó del país al dramaturgo, desapareciendo a su madre y a su cuñado. Guillermo Núñez, un insigne pintor chileno, después de liberado de la cárcel, montó una exhibición de jaulas en que encerró pájaros y poemas y zapa-tos como los del cuadro de Van Gogh. Se lo volvió a apresar y torturar y, ulteriormente, exiliado a Francia. Su padecimiento sirvió de advertencia a quien quisiera tantear los con-fines de los tímidos códigos de expresión.

Aunque el pueblo de Chile fue capaz de enfrentar este terror ubicuo, encontrando la astucia y el coraje como para derrotar a la dictadura, el daño a nuestra psiquis y nues-tra sintaxis, a nuestro arte y vocabulario y literatura, todavía perdura hoy en los rinco-nes recónditos de nuestros corazones, toda-vía poluciona y tuerce la manera en que nos dirigimos a los conciudadanos.

Esta atmósfera tóxica es una de las razo-nes por las que Angélica y yo ya no vivimos en Chile, a pesar de muchos esfuerzos por retornar antes y después de la restauración de la democracia. No podíamos ya recono-cer el país donde la duplicidad y el temor sofocaban la confianza en los demás.

Y, sin embargo, paradójicamente, los Es-tados Unidos, la nación donde terminamos recibiendo refugio se ha convertido, después de su propio once de septiembre, en una tie-rra donde la experiencia de Chile se ha vuel-to tristemente relevante. No soy tan ingenuo como para ignorar las muchas instancias en que el gobierno norteamericano espió a sus propios ciudadanos, y los persiguió utilizan-do información extraída en forma ilegal, pero nada en el pretérito se compara con los poderes de vigilancia y delación de que dis-ponen hoy las autoridades estadunidenses. El hecho de que ahora, y no sólo en el país de Obama, la tecnología permite a extraños escuchar cada conversación, cada pedacito de información, cada intercambio íntimo, cada secreto y cada chiste, debería hacernos temblar, anticipar que un escrutinio tan asfi-xiante ha de corromper nuestra libertad.

¿Queremos acaso vivir en un país don-de no podamos llamar a la persona amada

para desearle un feliz cumpleaños sin el temor de que alguien escuche nuestras palabras y las grabe, un país donde hom-bres desconocidos que todo saben de no-sotros puedan irrumpir violentamente en nuestro hogar?

Que no se diga que mi advertencia, la lección que aprendí ese penoso doce de

Septiembre, no tiene asidero en el mundo actual, que nadie diga que ese terror no puede repetirse acá, cerca, tan cerca de no-sotros hoy o mañana.

Ariel Dorfman es autor de La Muerte y la Doncella y de la novela Allegro, de próxima aparición.

ANÁLISIS

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La madrugada del pasado 28 de agosto, y a punto de enfrentar un juicio eclesiástico por sus presuntos actos de pederastia, el exnuncio en República Domi-nicana Josef Wesolowski fue en-

contrado muerto en su habitación del Va-ticano. Estaba sentado en un sofá frente a la televisión encendida. Su muerte fue por “causas naturales”, anunció la Santa Sede en un escueto boletín.

El fallecimiento despertó sospechas entre agrupaciones civiles que apoyan a víctimas de la pederastia sacerdotal, pues el caso Wesolowski ha sido repeti-damente mencionado como una prueba de que el Papa Francisco encubre a cléri-gos abusadores y un recordatorio de que el pontífice ha desacatado las recomen-daciones de la ONU que le piden poner fin al “encubrimiento institucional” de este delito.

Por tales motivos, varias de esas orga-nizaciones no gubernamentales preparan manifestaciones contra Bergoglio, a rea-lizarse durante el viaje que el argentino

RODRIGO VERA celebrará del 22 al 27 de este mes por las ciudades estadunidenses de Washington, Nueva York y Filadelfia.

Sergia Galván, a cargo de Colectiva Mujer y Salud, de República Dominicana, adelanta a Proceso:

“Actualmente, víctimas y organizacio-nes de distintos países nos estamos reu-niendo en Washington para acordar las ac-ciones a seguir durante la visita del Papa Francisco a Estados Unidos. Nuestra de-manda principal será pedirle que cumpla con las recomendaciones que el año pasa-do le hizo el Comité para los Derechos del Niño de la ONU.”

–¿Qué acciones realizarán? –se le pregunta.

–Principalmente acordamos manifes-tarnos en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el próximo viernes 25. Ese día, el Papa pronunciará ahí un discurso. Le reclamaremos por su desacato a las re-comendaciones del comité, a través de un documento que le haremos llegar. Tam-bién queremos que el secretario general de la ONU le pida una explicación.

En República Dominicana, Galván es una de las activistas que más ha protes-

tado por la protección que Bergoglio le dio al nuncio Wesolowski: justo cuando la policía dominicana estaba a punto de arrestar al diplomático, en agosto de 2013, Bergoglio ordenó que se le sacara de in-cógnito de la isla para llevarlo al Vatica-no. Y ya con el indiciado en la santa sede, anunció que lo había degradado al esta-do laical y que allá lo sometería a juicio.

De esta manera, el Papa lo sustrajo del país donde delinquió. La justicia dominica-na le había descubierto 87 mil fotografías y decenas de videos de niños desnudos a quienes obligaba a tener entre sí actos se-xuales, mientras él tomaba las imágenes que al parecer compartía con el llamado Lobby Gay de la curia romana. Según tes-timonios de las víctimas, el nuncio llevó a algunos menores a su natal Polonia, para obligarlos a participar en orgías con otros jerarcas católicos (Proceso 1930).

En el Vaticano, Wesolowski gozaba de total libertad mientras aguardaba su jui-cio, que había despertado expectación in-ternacional por la alta probabilidad de que salieran a relucir nombres de los je-rarcas católicos con quienes compartía la red de pornografía infantil.

La conveniente

muerte del nuncio pederasta

El Papa y los obispos. “Encubrimiento institucional”

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Uno de los principales objetivos mediáticos del Papa

Francisco ha sido demostrar que su pontificado sí está

combatiendo a los sacerdotes que han violado niños. Pero

la realidad lo desmiente: ayudó a que un nuncio –cargo

equivalente a embajador– acusado de pederastia se fu-

gara de República Dominicana cuando estaba a punto de

ser aprehendido… Y el caso se tornó aún más oscuro: el

diplomático apareció muerto en el Vaticano y la Iglesia le

rindió homenaje. Organizaciones civiles denunciarán este

y otros casos durante la próxima visita de Jorge Bergoglio

a Estados Unidos. El principal objetivo es simple: que la

santa sede acepte las recomendaciones que la ONU le ha

hecho al respecto.

Pero precisamente cuando comenzaba el proceso sobrevino su “muerte natural”. La santa sede le organizó unas fastuosas exequias, presididas por el limosnero del Papa, el arzobispo Konrad Krajevski, quien roció con agua bendita su ataúd y rogó a Dios por el eterno “reposo de nuestro her-mano Josef”.

Galván comenta: “La muerte de We-solowski resulta muy sospechosa porque ocurrió precisamente cuando iba a ser en-juiciado. La autopsia de su cadáver debió practicarla una entidad imparcial e inde-pendiente, dada la gravedad del caso. Sin embargo, la realizó el propio Vaticano, que determinó ‘muerte natural’. Con ese falle-cimiento, entre comillas, la Santa Sede in-tenta evadir la responsabilidad por los crí-menes de su nuncio.

“Y para colmo, pese a que ya se le ha-bía reducido al estado laico, a Wesolowski le hicieron un funeral como si fuera una alta autoridad eclesiástica. En resumen, murió gozando de todas las prebendas y en total impunidad. Es una burla para sus víctimas.”

Galván señala que la organización a su cargo ha recabado testimonios de víc-timas de Wesolowski, los cuales se junta-

rán con otros provenientes de diferentes países y se incluirán en un informe que se presentará durante la visita del Papa a Estados Unidos. “El de Wesolowski no es un caso aislado, ocurre en varios países a consecuencia de la política de encubri-miento de la santa sede, que es precisa-mente la que la ONU le pide desterrar”, remata.

Por su parte, el exsacerdote mexica-no Alberto Athié Gallo, quien a nombre de las víctimas de México participa en las

reuniones de Washington encaminadas a preparar las protestas durante la visita de Estado, asevera: “Nuestro objetivo es ex-presar públicamente, en los actos del Pa-pa, el problema de los abusos sexuales contra menores perpetrados por los cléri-gos, así como el desacato de la Santa Sede a las recomendaciones de la ONU. Lo que estamos acordando son las formas de ex-presión que vamos a utilizar”.

En esas reuniones, dice, participan re-presentantes de distintos países, algunos

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L’Osservatore Romano / Pool photo via AP

Wesoloski. Muerte sospechosa

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de ellos violados por clérigos pederastas. La principal promotora de esos encuen-tros, abunda, es la Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), la poderosa organiza-ción internacional centrada en denunciar curas abusadores y cuya presidenta en Es-tados Unidos es Bárbara Blaine.

Athié expresa: “En Estados Unidos, la SNAP ha logrado una extraordinaria ca-pacidad de organización y de presión. Tan sólo en ese país tiene registrados 65 mil casos de abuso contra menores. Ante esos crímenes, la Iglesia católica estadu-nidense ha debido pagar multimillona-rias indemnizaciones. En América Lati-na aún estamos muy lejos de lograr esos avances”.

–¿Ya tienen identificados los eventos del Papa en los que planean manifestar-se? –se le inquiere.

–Por lo pronto son básicamente tres: la reunión del Papa con Barack Obama, en la Casa Blanca; la visita de Bergoglio a la se-de de las Naciones Unidas, y el Encuentro Mundial de las Familias, en Filadelfia. Cada manifestación tendrá un matiz particular.

Adelanta que durante el encuentro entre Begoglio y Obama, programado pa-ra el miércoles 23, harán una petición para que Obama suprima el “acuerdo de inmu-nidad” que la administración del presi-dente George Bush le dio a la Santa Sede y al Papado, con objeto de protegerlos de las denuncias que, contra ellos, algunos abo-gados estadunidenses empezaban a ges-tionar ante tribunales internacionales.

En efecto, algunos abogados de ese país, principalmente Jeff Anderson, abrie-ron procesos contra la santa sede y los pontífices, bajo la acusación de que su mo-dus operandi para encubrir pederastas es el mismo que usan las organizaciones inter-nacionales del crimen organizado. Los le-trados se valían principalmente de la ley antimafia Racketeer Influence and Corrupt Organizations (RICO) para hacer sus de-nuncias. En una entrevista con este sema-nario, Anderson aseguró: “La jerarquía se comporta como una mafia, como una or-ganización criminal” (Proceso 1581).

Athié recalca: “La experimentada di-plomacia de la santa sede logró convencer al presidente Bush de instaurar medidas para frenar esas denuncias, bajo el argu-mento de la inmunidad del Papa como un jefe de Estado. Hoy intentamos que Oba-ma quite el freno”.

Respecto de la visita de Bergoglio a la sede de las Naciones Unidas, explica que ahí se hará énfasis en su incumplimiento a las recomendaciones que el año pasado le hizo el Comité para los Derechos del Niño.

Dice: “Esas recomendaciones piden básicamente acabar con el encubrimien-to institucional de la Santa Sede a sus pe-derastas. Pero éste sigue dándose en la to-

tal impunidad. Ahí está como muestra el gravísimo y más reciente caso del nuncio Wesolowski, en el que está directamente involucrado el Papa Francisco… Ahora re-sulta que Wesolowski murió precisamen-te cuando se le iba a llevar a juicio. ¡Por favor!”.

–¿Moriría de muerte natural, como asegura el Vaticano?

–Wesolowski sabía demasiado sobre el tenebroso Lobby Gay de Roma, por eso se le sustrajo de la justicia dominicana. Al Vati-cano tampoco le convenía llevarlo a juicio porque podía ventilar muchos secretos comprometedores. Pudo ser que lo hayan asesinado, o bien que lo hayan obligado a suicidarse, como suelen hacer entre ma-fiosos. ¡No lo sabemos!

“Este caso ilustra el total desacato de la santa sede a las recomendaciones de las Na-ciones Unidas. Y ahora el Papa estará en la sede de este organismo internacional. Por eso esperamos que el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, le haga ese reclamo.”

Sobre este punto, Sara Oviedo, vice-presidenta del Comité para los Derechos del Niño –con sede en Ginebra– declara a Proceso que no tiene “noticias” de que for-malmente la ONU vaya a hacer ese recla-mo en Nueva York.

En Filadelfia, Bergolio participará en el

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Encuentro Mundial de las Familias el sá-bado 26 y domingo 27.

Athié explica: “Durante el encuentro se hablará del modelo de familia que quie-re la Iglesia, del papel de la mujer y los hi-jos y cosas así. Pues bien, nosotros les pre-guntaremos: ¿Y qué está pasando con la Iglesia como casa y como familia?, ¿se es-tá protegiendo realmente a los niños?, ¿se está castigando a los sacerdotes que abu-san de ellos?”.

Aparte de las tres manifestaciones pú-blicas, indica, se dará a conocer un docu-mento con los casos actuales más repre-sentativos de pederastia sacerdotal en el continente. Resaltará el de Wesolowski, por tratarse de un alto jerarca –y no un simple cura– protegido por Bergoglio.

De México, en tanto, se mencionará el nombre de Jesús Romero Colín, ata-cado por un sacerdote de la arquidióce-sis primada de México y a quien el Papa incluso le pidió perdón en una misi-va escrita de puño y letra; también los abusos cometidos contra niños indíge-nas –en la arquidiócesis de Oaxaca– por el cura Gerardo Silvestre Hernández; y el proceso contra el sacerdote Eduardo Córdova Bautista, de la arquidiócesis de San Luis Potosí y quien actualmente es-tá prófugo.

Francisco. Mensaje esperado

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cano y de religión, el hecho de que Francis-co hable ante una sesión bicameral legis-lativa indica la importancia que tiene para los estadunidenses la visita del Pontífice.

“La invitación que le hizo el Congreso es muy importante. La sociedad estaduni-dense está muy polarizada y quiere escu-char una voz con autoridad, que viene de un hombre que promueve la unidad y la igualdad. Hay una necesidad de escuchar-lo”, sostiene Carr.

Francisco –quien llegará a Estados Unidos este martes 22 proveniente de Cu-ba– es uno de los líderes mundiales más respetados por la sociedad estaduniden-se, según analistas políticos y religiosos.

Una encuesta publicada la semana pa-sada por el diario USA Today sostiene que 80% de los estadunidenses considera al Papa un verdadero líder, un hombre que habla con la verdad y tiene la capacidad de ayudar a solucionar los problemas que afectan a la comunidad mundial.

“Nunca ha estado en Estados Unidos y eso le da mayor relevancia al mensaje que dará, porque los estadunidenses es-tán cansados de los políticos tradiciona-les de Washington. Francisco ofrecerá un mensaje ampliamente esperado, tanto

desde la Casa Blanca como desde el Con-greso”, insiste Carr.

Inmigrantes

De la agenda papal destaca el discurso en el Capitolio. La contienda por la Presiden-cia de Estados Unidos –en especial el de-bate generado por el aspirante republi-cano Donald Trump sobre la inmigración indocumentada– genera mayor expectati-va respecto de lo que dirá Francisco ante senadores y representantes.

“Sin querer, Trump ha reinstalado al Papa como una voz que puede servir pa-ra abordar el problema migratorio desde su contexto humanitario y no político”, considera Héctor Schamis, profesor de las materias de gobierno y democracia en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown.

Para este académico argentino, la po-lémica generada por Trump –quien quie-re deportar y criminalizar a los 11 o 12 mi-llones de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan desde hace varios años en Estados Unidos– magnifica la pre-sencia y el mensaje del Papa a la sociedad estadunidense.

“Tendrá que hablar de las deportacio-nes masivas, del racismo interno, de la cri-sis de los refugiados en Europa, del aborto, de los problemas ecológicos en el mun-do, de la crisis económica y del matrimo-nio entre personas del mismo sexo, temas que dividen a los estadunidenses. Y es-to podría ayudar a resolver los problemas desde otro contexto”, afirma Schamis.

El miércoles 23 Francisco iniciará pro-piamente la gira por Estados Unidos. Ese día se reunirá con Obama en la Casa Blan-ca. Se da por descontado que ambos abor-den el caso Cuba.

“Es una visita especial. El Papa es el lí-der de una institución increíble, altamente valorada y respetada por los estaduniden-ses”, declaró el jueves 17 en una telecon-ferencia Ben Rodhes, asesor de Obama en asuntos estratégicos y de comunicación.

El asesor presidencial adelantó que Obama y Francisco hablarán de los avan-ces y el estado en el que se encuentra la normalización de relaciones diplomáti-cas con Cuba, pero también de otros te-mas importantes para la sociedad estadu-nidense, como migración, la importancia de la familia, educación, el cambio climá-tico y sobre todo la importancia del diálo-go para unir a la sociedad internacional.

Rodhes anotó que Obama espera con-cretar con el Papa algunas iniciativas so-bre temas en cuya “visión” coinciden am-bos, pero sin un tinte político, sino social; en particular sobre el cambio climático y la libertad de credo.

“El Papa define su propia agenda y ha-bla con mucha libertad de lo que quiere y

El miércoles 23 comenzará la gira del Papa Francisco por Estados Unidos, después de su visita a Cuba. El pon-tífice –muy respetado por los estadunidenses, quienes lo consideran honesto y un auténtico líder mundial– hablará con el presidente Obama y además ante una sesión plenaria del Congreso. Se sabe que los asuntos de su agenda incluyen el aborto, los matrimonios ho-mosexuales, la relación Washington-La Habana y sobre todo los inmigrantes... tema en el cual se espera que le ponga un alto a las desaforadas diatribas de Donald Trump.

Migrantes, tema de la agenda papal

en EUW

ASHINGTON.- La visita del Papa Francisco a Estados Unidos podría tener un efecto unificador en la so-ciedad de este país, que está polarizada por asun-

tos como la inmigración, el aborto y la dis-criminación racial, entre otros temas, se-ñalan expertos.

Con un programa que incluye un dis-curso ante el pleno del Congreso federal, una reunión con el presidente Barack Oba-ma en la Casa Blanca y distintos encuen-tros con ciudadanos estadunidenses, el Papa podría ayudar a resarcir la división social e incluso a menguar los intentos de algunos políticos por revivir la doctrina del aislacionismo y el unilateralismo militar.

“Es tal vez el único líder mundial que tiene credibilidad moral y quien con su ca-risma y humildad podría ayudar mucho a unir a la sociedad de Estados Unidos”, dice a Proceso John Carr, director del programa Iniciativa Católica Social de Vida y Pensa-miento, de la Universidad de Georgetown.

Para Carr, quien ha colaborado con Obama en asuntos sociales y religiosos y es considerado en Estados Unidos uno de los principales expertos en temas del Vati-

J. JESÚS ESQUIVEL

INTERNACIONAL /VATICANO

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L a visita de Francisco a Cuba y Estados Unidos es delicada, coinciden muchos expertos. El Papa la ha prepa-rado cuidadosamente y ha confesado sentirse nervioso, por lo que cada dis-curso, referencia y gesto está meticu-losamente programado. Se entretejen diversas y encontradas expectativas. Como pocas veces la derecha religio-sa estadunidense, apoyada por impor-tantes sectores de la curia romana, se-rá hostil al Papa. Paradójicamente en esta visita pastoral predominan más los intereses políticos específicos que los pastorales.

La gira de Francisco durará cer-ca de 10 días, va más allá del deshie-lo y el restablecimiento de las relacio-nes entre Cuba y Estados Unidos. Están en juego intereses geopolíticos entre la Santa Sede y la nación más poderosa de Occidente. Tiene, por tanto, una no-table relevancia.

Francisco asiste a Estados Unidos cuya agenda interna ya está dominada por las elecciones presidenciales. Mu-chos republicanos conservadores cris-tianos y católicos estarán enfadados con el discurso crítico del Papa sobre el modelo económico hegemónico mun-dial, su petición de acelerar la apertura de relaciones con Cuba, su reivindica-ción por los pobres y su acento tercer-mundista. Desde luego Donald Trump se incomodará por la elocuencia de Francisco al reivindicar los derechos de los migrantes y refugiados. Por ello, su discurso ante el Congreso estaduni-dense será uno de los momentos cru-ciales de la visita.

Aunque Bergoglio ha dado pasos importantes y modificado sus postu-ras en relación con sus predecesores, los demócratas tampoco saldrán sa-tisfechos con la postura atenuada so-bre temas como el aborto, las parejas gay y la homosexualidad. Sin embargo,

la prédica moderada en materia moral, si bien irrita en extremo a los conservado-res, es en cambio bien vista por muchos católicos y por sectores que se han distan-ciado de la Iglesia.

Se ha alegado mucho sobre las fluc-tuaciones de popularidad del Papa Fran-cisco en suelo estadunidense. Hasta enero de 2015 era muy alta, pero en su encíclica Laudato Sí criticó –aunque sin mencionar específicamente a Estados Unidos– el mo-delo de vida consumista de este país.

Y en gira reciente por Sudamérica tu-vo giros retóricos anticapitalistas que pro-vocaron rechazos. Por tanto, se explica la caída de 90% de aceptación a 68% actual. Sin embargo, esta cifra ya la quisiera cual-quier candidato y actual líder político.

La presencia internacional de la Iglesia ha guardado coherencia y constancia no-tables. Francisco sigue los grandes trazos de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, con los acentos propios de un Papa del sur.  Hay continuidad pero no continuismo. Fran-cisco es heredero del sueño bolivariano de la Patria Grande cuyo destino del área latinoamericana está vinculado al desa-rrollo de la cultura católica. La geopolíti-ca del Vaticano transita por la frágil rela-ción entre la religión y poder; entre el plan de Dios y el posicionamiento político en el espacio de la esfera pública.

Emile Poulat, sociólogo francés recien-temente fallecido, denominó a la política global de Roma como Eclesiósfera; es de-cir, el Imperio del Papa que se adapta e in-terviene en las diversas formas de demo-cracias modernas para defender, hacer prevalecer y apuntalar su agenda propia.

Así, en los últimos 40 años, la Iglesia católica ha venido ganando terreno pau-latinamente en la escena internacional y ejerce creciente influencia para: a) asegu-rar que la institución pueda seguir desa-rrollando su misión, portadora de un có-digo ético cristiano y de un ideal histórico; y b) robustecer las condiciones materiales,

económicas, jurídicas y políticas de las es-tructuras sociales y políticas de las Igle-sias locales, particularmente frente a los Estados, que faciliten esta misión (Cf. Emi-le Poulat, L’Eglise c’est un monde, Cerf, Paris).

En Cuba es muy claro el interés del Vaticano para que su actuación robustez-ca no sólo la viabilidad de su Iglesia local sino que, al fortalecerla, la convierta en un actor central en la transición que se espera en la isla.

Las visitas de Juan Pablo II (1989), Be-nedicto XVI (2014) y ahora Francisco han ofrecido una mediación internacional pa-ra sacar del aislamiento económico y po-lítico de Cuba a cambio de consideracio-nes especiales para el desarrollo pastoral, institucional y estructural de la Iglesia lo-cal. La famosa frase de Juan Pablo II: “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”, puede leerse de la siguien-te manera: que el régimen cubano tolere, facilite y favorezca a la Iglesia católica lo-cal y la Iglesia universal encabezada por el Papa facilitará las gestiones diplomáticas internacionales para sacar del aislamien-to al régimen cubano. La visita multitudi-naria a la isla, incidirá no sólo en lo reli-gioso sino en los debates locales seculares sobre el futuro de Cuba.

La relación del Vaticano con Estados Unidos ha sido de cercanía y lejanía. Juan Pablo II consideró al gobierno republicano de Ronald Reagan como aliado estratégico es su lucha contra el comunismo. Al caer el muro de Berlín, las baterías críticas de Roma –sobre todo a partir de la encíclica Centesimus Annus, de 1991– se concentran en los debates morales sobre el aborto, la mujer, la condena a la homosexualidad, la bioética, etcétera.

Con Benedicto XVI se fortalecen las derechas  católicas que ahora encaran a Francisco. Ante el fin de la Guerra Fría, Ro-ma se opone a la hegemonía unipolar y a un modo cultural de vida secular cuyo eje geográfico, al menos uno de ellos, se prac-

La geopolítica pastoral de Francisco

Bernardo Barranco V.

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piensa. No queremos crear expectativas de que es una voz que pueda marcar cam-bios o intervención en los asuntos políticos y sociales en Estados Unidos… es una voz que crea un puente para el diálogo y en es-te sentido el presidente valora los consejos del Sumo Pontífice”, añadió Rodhes.

EU-Cuba

Carr y Schamis –entrevistados por separa-do– coinciden en que Obama tendrá que agradecer personalmente a Francisco sus oficios como mediador y negociador clave, para al reciente restablecimiento de las re-laciones diplomáticas con Cuba.

“Intentarán atar cabos para consumar la nueva relación con el gobierno cubano; quedan muchos temas en el aire y Francis-co puede ser un factor importante en ayu-dar a eliminar la resistencia política que hay en Estados Unidos para normalizar en su totalidad la relaciones con Cuba”, desta-ca Schamis.

Precisamente en el Congreso federal donde hablará el Papa en la sesión plena-ria el jueves 24, es donde los republicanos representan el bloque de mayor oposición a eliminar el último bastión de la Guerra Fría que impide materializar en todos sus aspectos la relación con Cuba: el embar-go económico.

“El hecho de que Francisco llega a Esta-dos Unidos procedente de La Habana, es por sí mismo ya un hecho altamente significa-tivo, con un mensaje directo al Congreso. Su viaje a Cuba y su visita a Estados Unidos son un símbolo de diálogo y no de confron-tación; y espero que hable de esto ante los legisladores, para acabar con el aislacionis-mo, y de la necesidad de trabajar con todos los países para resolver crisis y problemas”, apunta Carr.

En el Congreso estadunidense los re-publicanos amenazan a la Casa Blanca con

negarle el presupuesto que requiere para financiar e instrumentar la nueva relación diplomática con Cuba, amén de asegurar que no aprobarán ningún proyecto de ley que intente acabar con el embargo econó-mico que impuso Washington a la isla ha-ce más de medio siglo.

Entre la sociedad estadunidense el te-ma de la inmigración indocumentada y el aborto son tal vez los más polarizan-tes. Francisco se opone rotundamente a la legalización del aborto, aunque ofreció el perdón de la Iglesia a quienes han optado por este método.

La derecha estadunidense –en especial el sector más conservador del Partido Re-publicano– comulga con Francisco en este punto. Schamis sostiene que en este con-texto, eso le ayuda al Papa a “echarse al bolsillo” a los estadunidenses que no son católicos, pero sí conservadores y patroci-nadores de la criminalización de los inmi-grantes indocumentados.

El caso del aborto “lo utilizará como ejemplo de las cosas en común que tiene el Vaticano con los estadunidenses”, dice el profesor de gobierno y democracia de Georgetown.

Los expertos consideran que el Papa hablará de la necesidad de humanizar, despolitizar y descriminalizar a la inmi-gración indocumentada en Estados Uni-dos. Ello, afirman, le permitirá hablar an-te Obama y el Congreso del problema de la crisis de refugiados en Europa y el Orien-te Medio.

“El Papa no perderá la oportunidad de pedirle al gobierno de Estados Unidos que ayude a resolver la crisis de los refugiados, pero sin intereses políticos ni militares en el Medio Oriente; sin estructurar la gue-rra contra el terrorismo y el extremismo como justificación para ignorar esta crisis humanitaria de carácter y efecto mundia-les”, agrega Carr.

tica y desarrolla en suelo estaduniden-se. Se opera un cambio de paradigmas: de la confrontación bipolar que se eje-cuta en el terreno ideológico y político se pasa a la confrontación civilizatoria en la que la Iglesia se autoerige en Oc-cidente como guardiana y censora de la ética y los valores morales y enemi-ga frontal de lo que denomina la  “cul-tura de la muerte” y a la que Francisco llama la cultura del descarte.

Como ha insistido John Allen, vati-canista norteamericano, Francisco ve a Estado Unidos como parte del problema tanto como parte de la solución a los males globales. Ahí Francisco enfrenta a una doble derecha: no sólo la derecha católica ultratradicional y republicana, también la derecha cubana  en el exilio que le reprocha a Francisco legitimar al régimen castrista  y aletargar aún más la transición; que el deshielo de las rela-ciones entre Cuba y Estados Unidos pa-se primero por el deshielo de la relación entre el gobierno con el pueblo cubano.

Francisco es una de las figuras más populares del mundo desde su ascen-so al papado en 2013. Se le reconoce su humildad y sus esfuerzos por hacer que la Iglesia preste más atención a los pobres y los necesitados. También se le reconoce como un sincero reformador que quiere llevar a la Iglesia a recupe-rar la esencia de su misión pastoral y espiritual. La maltrecha imagen de la Iglesia estadunidense necesita la fres-cura de un personaje incluso imprede-cible como Francisco para renovarse y dejar atrás el lastre de los abusos se-xuales, denuncias y escándalos. Así lo ha declarado con insistencia el carde-nal Timothy Dolan de Nueva York, pre-sidente de la Conferencia Episcopal de Estado Unidos: “Necesitábamos un cambio de imagen, cambiarle el rostro a la Iglesia, y el Papa Francisco lo está haciendo”.

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Migrantes. Enfoque humanitario

INTERNACIONAL /VATICANO

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Despedida al contador de historias

EraclioZepeda:

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CULTURA

ISAÍN MANDUJANO

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- Polifacético: Eraclio Zepeda Ramos fue uno de los escri-tores más destacados de la segunda mitad del siglo XX mexicano, centrado en el

cuento y la poesía, si bien en los últimos años hizo novela. Lo mismo fue actor de cine que periodista en Moscú.

En Santiago de Cuba fue maestro en una universidad y empuñó un fusil en Pla-ya Girón. Militante del Partido Comunista Mexicano, precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Mexicano Socialista (PMS), controvertido Secretario General de Gobierno en Chiapas.

Se echó una cascarita futbolera con el Che Guevara, fue amigo y contemporáneo de Octavio Paz, al igual que de varios exgue-rrilleros: el salvadoreño Roque Dalton de trágica muerte, el guatemalteco Mario Pa-yeras. Hombre militante de la izquierda, Ze-peda Ramos, Laco para sus amigos, dejó de existir el jueves 17 a las 2:15 de la mañana.

Desde esa madrugada su hermano Ma-nuel dio a Proceso la fatal noticia de que el escritor, a los 78 años de edad (nació en Tuxtla el 24 de marzo de 1937), partió dejan-do un legado literario del retrato el Chiapas que le tocó ver, de sus viajes por el mun-do, de su andanzas, de su anecdotario… de todo ello hizo obras tan jocosas como su vida, llena de peligros y buen humor.

Si leerlo era un deleite, escucharlo se convertía en otro placer. En cada auditorio que se presentaba sus escuchas salían con una gran sonrisa, le pedían autógrafos, se tomaban fotos con él; jamás se negó ante el aprecio que le prodigaban sus lectores y seguidores.

Por eso esa mañana del jueves en Fu-nerales Calas del centro de su ciudad na-

tal, miles de chiapanecos desfilaron frente a su ataúd. Los adornos florales inunda-ron el espacio donde se velaba su cuerpo, que sólo fue sacado para que la élite polí-tica local le rindiera honores en el Palacio Legislativo, frente al monumento de don Benito Juárez.

En el acto, en el cual estuvo su esposa la poeta Elva Macías, su única hija Masha, sus nietos Ricardo y Milena, así como los her-manos de Laco: María, Rafael y Manuel, el escritor chiapaneco Javier Espinosa Man-dujano recordó su legado.

“En la mañana de hoy la prensa mun-dial da la dolorosa noticia de la muerte de Laco. Se duelen los rusos tanto como los españoles, franceses e italianos, gringos y latinoamericanos, ingleses y chinos, se duele todo el mundo de la desaparición de la montaña de humanidad que fue Laco. Se duele la humanidad de perder una par-te entrañable de su cuerpo. ¿Es tanta la fuerza de las palabras? Es que Laco usó las palabras para descubrir mitos, los que se aparecían entre nuestras aves nocturnas o surgían de las profundidades del mar, y donde no aparecían ni aves ni atlánticos, él sacaba de su bolsa un mito, una inven-ción nueva, como sucede con ‘Tío Chico que vuela’ o las historias diluviales de su escritura novelesca.”

En el acto, al cual asistieron políticos como el gobernador Manuel Velasco y el senador Zoé Robledo, Espinosa Manduja-no rememoró con lirismo desbordante a su entrañable amigo:

“Laco se va en pleno tiempo de lluvias. Se acerca el día de las Mercedes, que ha sido el fiel de nuestras grandes crecien-tes. Tierra de crecientes diluviales fue La Zacualpa, la gran propiedad de doña Jua-na Zepeda, poderosa fuente de los tres

Eraclios: el abuelo, el padre (nuestro que-rido Tío Laco) y este Laco, que en alguna parte del cielo devoto debe estar ahora pepenando historias y mitos, que alum-brarán el rostro obscuro y nostálgico de San Pedro, también afecto a pepenar al-mas y voluntades, cansado de abrir y ce-rrar infinitamente las puertas de su reino. Se prepara el viejo Simón, con su corte de ángeles y arcángeles, a oír un gozo-so cuento de Laco. Como ven ésta es una historia inconclusa. Esperemos que sea un cuento fascinante e inocuo, porque también los gobernantes del cielo prefie-ren que los tábanos se ceben en los bue-yes de su compadre. Calderón de la Barca dijo que todos los ríos salen del mar y a la mar regresan ineludiblemente. Que Dios le siga prestando a Laco los remos de su fértil barca de historias y de mitos.”

El poeta Óscar Oliva Ruiz, otro de sus contemporáneos y compañero de ruta poética, estuvo ahí junto a su ataúd en la funeraria, lloró su muerte, lloró su partida. Junto a Jaime Augusto Shelley, Jaime La-bastida y Juan Bañuelos hicieron el grupo “La espiga amotinada”.

Tras su muerte, el presidente Enri-que Peña Nieto anunció en su cuenta de twitter que instruyó al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se le rinda un homenaje.

Dolores Montoya Calguera (teatre-ra chiapaneca conocida como Lola Mon-toya), actualmente directora del Centro Cultura Jaime Sabines en la capital del es-tado, dijo que convocará a una ronda de lectura de las ‘cuentas’ de Laco para difun-dir más su obra, ya que éste siempre tuvo afinidad con los chiapenecos porque ha-cía de las situaciones cotidianas cuentos fantásticos.

CULTURA

Fue un personaje singular en la vida cultural de México: poe-ta del grupo “La espiga amotinada”, gran cuentista (como im-provisador, como inventor de historias), polémico por su acer-camiento al gobierno de Chiapas, actor inolvidable por su in-terpretación de Francisco Villa en la cinta Reed. México Insurgen-te, de Paul Leduc. Proceso ofrece un relato del adiós en sus exe-quias en su natal Tuxtla Gutiérrez, donde murió el jueves 17, así como textos de sus colegas Marco Antonio Campos, Óscar Oliva y Hernán Lara Zavala.

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HERNÁN LARA ZAVALA

D ecía Jorge Luis Borges que los escri-

tores son como los árboles: algunos

producen muy buenos frutos pero

son débiles y enclenques, otros son grandes

y frondosos pero producen frutos delezna-

bles; lo extraordinario es cuando fruto y ár-

bol son equivalentes.

Fue el caso de Eraclio Zepeda: árbol y

fruto: tal para cual: escritor y persona, uno

reflejo del otro.

Como suele suceder conocí a Eraclio

Zepeda primero como lector. Benzulul,

su primer libro de cuentos, me cautivó de

inmediato por el humor y agilidad de su

prosa, por la magia del mundo que des-

cribía y por la sabiduría y conocimiento de

la parte profunda del estado de Chiapas,

de sus mitos, contradicciones y penu-

rias. En principio pensé que era el herede-

ro chiapaneco de Juan Rulfo pero, según

me confió cuando lo conocí personalmen-

te, no lo había leído entonces.

Su formación se la había dado su pa-

dre, quien le enseñó a “pepenar” historias

por los caminos de su estado. Ahí también

se formó en su otro gran oficio, el de cuente-

ro, pues solía escuchar a los fabuladores de

los pueblos donde aprendió el arte de la na-

rración oral que le valió que yo lo propusie-

ra, entre bromas y veras, como “patrimonio

de la humanidad”. Cuando Laco estaba en

vena ejercía un poder hipnótico que cauti-

vaba a sus escuchas mediante sus improvi-

sadas pero elocuentes y graciosas historias

y los transportaba a las más remotas regio-

nes de Chiapas y a conocer a los más ex-

céntricos y chuscos personajes, como Don

Valentín Espinosa, de quien Laco afirmaba

era “el hombre más culto del mundo aunque

no sabía ni leer ni escribir, pero eso sí lleva-

ba siempre en el bolsillo de su camisa cua-

tro o cinco plumas” o a Don Chicho que un

día intentó volar al cielo y todo el mundo le

hizo encargos para cuando viera a sus fina-

dos. En sus relatos hay un humor parecido

al de Gabriel García Márquez, más por afi-

nidad de personalidad que por imitación o

influencia.

Como Rulfo, Laco llevaba sus cuentos

metidos en la cabeza y les iba dando vueltas

y vueltas hasta que lograba darles la forma

justa. Le oí muchos cuentos que jamás lle-

garon a la imprenta y que, sin embargo, los

guardo en la memoria y en el corazón como

si los hubiera leído.

Sus dos primeros libros son espléndi-

dos aunque de muy diferente estilo y temáti-

ca: Benzulul, escrito cuando era muy joven,

ocurre en el corazón de Chiapas, y entre sus

cuentos memorables está el que le da título

al volumen, además de “Vientooo”, “El ca-

guamo” y “No se asombre sargento” que

tiene cierto parecido con “Diles que no me

maten” de Rulfo. Vale la pena también el

cuento “El mudo”, en el que un hombre al

cual le gustaba jugar a hacerse el mudo es

mandado a fusilar por hacerse el chistoso,

cuando en realidad había perdido el habla

por pánico. Todos esos cuentos no podían

ocurrir más que en Chiapas, por su ambien-

te, sus personajes, su entorno y situaciones.

Laco logró imprimirle vida literaria a su es-

tado y a sus pobladores, insertándolo en el

gran atlas de las letras mexicanas.

Su segundo libro, Asalto nocturno, tiene

una escenografía totalmente distinta. Ocu-

rre en diversos lugares de México y el mun-

do. Es más cosmopolita y variado. El cuento

que le da título al libro trata de la travesu-

ra de un grupo de egresados de una aca-

demia militarizada de la Ciudad de México

que, una noche de borrachera, deciden to-

mar por asalto las instalaciones del recinto

donde estudiaron prepa. Pero el tiro les sale

por la culata: Los profesores descubren el

intento y arengan a alumnos a que respon-

dan militarmente como si se tratara de una

guerra, y los burladores resultan burlados y

humillados. Se trata de un cuento de carác-

ter humorístico pero que metafóricamente

recuerda la actitud de los estados castristas

en contra de sus propios conciudadanos.

En el mismo libro figuran textos como

“Lidia Petrovna”, que ocupara también la

imaginación de Alejo Carpentier en La con-

sagración de la primavera o el célebre relato

“Los trabajos de la ballena”, también de ca-

rácter humorístico aunque con cierta dosis

de amargura.

Hay un texto más inolvidable de Eraclio

ÓSCAR OLIVA

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- Yo

quisiera, por un rato, que estuvié-

ramos todos juntos alrededor de la

mesa que compartimos tantas veces, pero

sé que esto ya no es posible, cuando hay

una silla vacía para siempre.

Laco, antes de comenzar su libro de

cuentos, Benzulul, allá por 1957, ya tenía

concebido el gran proyecto de su obra li-

teraria, que le llevaría toda la vida. Para eso

tenía la fortaleza física, intelectual y emocio-

¡Hasta pronto, querido

Lola Montoya, quien ahora llamará Eraclio Zepeda Ramos a su nueva biblio-teca en su Escuela de Teatro Calmecac, puntualizó:

“Con Laco no sabíamos dónde termi-naba la realidad y dónde empezaba lo fantasioso, lo imaginario, pues siempre contaba los cuentas como si hubiera visto o vivido esas historias, eso nos contagiaba y eso nos llenaba.”

A su vez, Roberto Ramos Maza, acti-vista y promotor del arte y la cultura en el estado, director de Extensión y Divul-gación Universitaria de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), la-mentó la partida del cuentero y cuentis-ta chiapaneco, maestro de esta institución donde se le dio impulso a su obra literaria.

Recientemente se le otorgó en esta universidad el grado de Doctor Honoris

Causa, y se publicaron ediciones especia-les de revistas dedicadas a su vida y su producción.

Aunque Zepeda siempre fue reconocido y galardonado, Ramos Maza señaló que tras su muerte la institución destacará su lega-do plasmado en decenas de libros que hizo desde su primera obra, Benzulul, en 1959.

Javier Molina, escritor y periodista cul-tural chiapaneco, siempre junto a la cons-ternada Elva Macías, recordó a Zepeda como el gran conversador que mantenía siempre entretenidos con sus historias a sus amigos y compañeros.

“Tío Chico que vuela” fue el más po-pular de sus relatos entre los chiapanecos. Por eso en la tumba familiar del panteón municipal tuxtkleco, donde quedaron sus restos, se le recordó al escritor como “Don Laco que vuela”.

“Laco”

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CULTURA

nal para ir enfrentándose a ella, acompañado

de Cervantes, Gogol, Quevedo, César Vallejo,

Benito Pérez Galdós, Juan Rulfo, y la literatura

oral de tantas edades de Chiapas.

Laco comenzó a hacer muchos trazos en

distintos cuadernos cuadriculados, a dejar pala-

bras en pergaminos ya habitados con pinturas y

dibujos extraños, a planear viajes que lo llevarían

a otros mundos con otros idiomas y costumbres.

Laco estaba dispuesto a averiguar otros ríos que

no fueran el Leteo ni el Usumacinta.

Su literatura sería construida en las nacientes

armas milagrosas de la Revolución Cubana, en

las puertas donde nació un potro, en el tren tran-

siberiano, en la fría península de Kamchatka de

Leopoldo Lugones, en los Diez días que estreme-

cieron el mundo, de John Reed, su hermano.

Laco vio cómo los árboles del Huitepec, al

mecerse, crecían un poco más.

A veces no podía aguantarle el paso. Apri-

sa, hermano, me gritaba en la noche cerrada

de san Juan de la Cruz, ya va a aparecer el co-

yotaje en la Loma del Venado, ya Tuxtla va a

desaparecer, me seguía apurando.

Luego volvíamos a los poemas de Nazim

Hikmet, a su duro oficio de exilio, y acabába-

mos llorando.

Yo iba más lento. Si no llegábamos a tiem-

po, nos perderíamos tantas cosas. Yo creo

que tú las ganaste.

Laco, ya no podré enseñarte lo último que

estoy escribiendo. Pero sé que te dará gusto

que cada vez más me estoy convirtiendo sim-

plemente en un compilador, en alguien que

nada más organiza y compone. He comprendi-

do que de nadie es el laboratorio, ya sea bajo

tierra o el espacio exterior.

Guardo en el cajón de mi escritorio uno de

tus cuadernos cuadriculados.

Sí, hemos llegado todos, puntuales, y nos

hemos sentado alrededor de la mesa, la noche

va a ser muy larga. Todo va ser como en el co-

mienzo. No hay sillas vacías.

titulado “De la marimba al son”, que se inició

como cuento oral y que, cuando alcanzó la for-

ma debida, pasó a ser escrito; ahí relata el viaje

simbólico que la marimba hizo desde el conti-

nente de África hasta América.

En 1982 publicó el libro Andando el

tiempo que le valiera el Premio Villaurrutia.

Todos sus cuentos poseen aliento lírico y

están llenos de inspiración, humor y curio-

sas sorpresas. En ellos no hay desperdicio.

Como su producción era parca cuando le

preguntaban por qué no había escrito más,

Laco respondía: “Más vale publicar poco

que arrepentirse mucho”.

Gracias a sus excepcionales dotes his-

triónicos, a su bigote y complexión, parti-

cipó como actor personificando a Pancho

Villa en Reed, México Insurgente y en Cam-

panas Rojas.

Conformó con Juan Bañuelos, Os-

car Oliva, Jaime Labastida y Jaime Augus-

to Shelley el famoso grupo de “La espiga

amotinada”. Y aunque su obra poética es

tal vez menos conocida que la de sus cole-

gas, hay ciertas piezas como “Asela” que

revelan el temperamento lírico que Laco po-

seía y que ejerció principalmente en su pro-

sa narrativa (y que fue antologado en Poesía

en movimiento por Octavio Paz, José Emilio

Pacheco, Alí Chumacero y Homero Aridjis).

Desde muy joven Laco tuvo inquietudes

políticas. Militó en el Partido Obrero Cam-

pesino, en el Partido Comunista Mexicano

y se alistó como miliciano cuando el ata-

que a Playa Girón (1961). Fidel Castro se re-

fería a él como “México”. Fue cofundador y

miembro del Partido Socialista Unificado de

México y del Partido Mexicano Socialista,

por el que fue precandidato a la Presiden-

cia junto con Heberto Castillo. Fue también

cofundador del Partido de la Revolución De-

mocrática. Invirtió buena parte de su vida al

quehacer político desde la izquierda y con

espíritu abierto y progresista.

Durante la mayor parte de su vida fue un

hombre querido y admirado por propios y ex-

traños pues era alegre, generoso, con talen-

to, comprometido, echado para delante y

muy popular. A las generaciones más jóvenes

siempre nos ayudó y nos apoyó ya fuera in-

vitándonos a participar en lecturas, cursos y

talleres o mediante su amistad y compañeris-

mo. Por él conocí y me hice amigo del chile-

no Poli Délano cuando vivía en Cuernavaca,

amistad que perdura hasta nuestros días.

Pero entre 1994 y 1997 tuvo un tropezón:

aceptó ser secretario de Gobierno de Chia-

pas, acaso con el anhelo de ayudar a su esta-

do, con los gobernadores Eduardo Robledo

Rincón y Julio César Ruiz Ferro. Eso le creó

muchos problemas, animadversiones y ene-

mistades. Su popularidad se vino abajo e in-

cluso sus mejores amigos rompieron con él, y

le adjudicaron la responsabilidad de algunos

actos lamentables. Eso resultó para él un gol-

pe tan severo que cambió hasta su personali-

dad y natural alegría. Pero en su fuero interno

no se dejó amilanar y su respuesta fue poner-

se a escribir la saga familiar que había tenido

en mente durante años.

En 2005 publica Las grandes lluvias, a la

que le siguen Tocar el fuego, Sobre esta tie-

rra y Viento del siglo, su tetralogía que da

cuenta de diversas épocas y leyendas fami-

liares, conflictos sociales y naturales en el

estado de Chiapas.

Para quien haya conocido bien o leído

con atención a Eraclio Zepeda sabrá que él

era incapaz de un acto criminal o canalles-

co; su espíritu y su actitud ante la vida era

el de un hombre probo preocupado por el

bienestar de los más necesitados, como

se lee en su obra. Si acaso cometió algu-

nos errores, fueron más de negligencia e in-

genuidad que de perversidad. A él bien se

le podía aplicar lo que comenta uno de sus

personajes, “quien dice verdad le huele la

boca a hierbabuena”.

Eraclio Zepeda: gran escritor, gran ami-

go, gran mexicano.

“Laco”!

El funeral en Tuxtla

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MARCO ANTONIO CAMPOS

S ería quizá en 1971 cuando Juan Bañue-

los me pidió que lo acompañara a visi-

tar a Eraclio Zepeda. Vivía con su mujer,

la poeta Elva Macías, si mal no recuerdo, en

una privada en la calle de Vicente Suárez, en

la Condesa. Habían viajado mucho y residido

en China y en Rusia. En Moscú nació su única

hija (Masha). Vivieron casados 52 años. “So-

mos como los matrimonios de antes”, me de-

cía Laco.

En los años setenta y sobre todo en los

ochenta fue cuando más lo vi. La llegada de

Laco (como todo mundo le decía) parecía

cambiar el humor de la gente. Era uno de los

hombres con más encanto que he conocido

en mi vida.

Tuvo el gesto amistoso de invitarme a va-

rias presentaciones de sus libros y a homenajes

que se le hacían, o lo veía en encuentros litera-

rios. Entre muchas veces, en 1983, en Tuxtla,

por los 25 años de Benzulul; en Cuautla, don-

de clausuró un encuentro de narradores; en Mo-

relia, en 1985, para celebrar los setenta años

de Edmundo Valadés, y ya en los noventa, en

Bruselas, en el encuentro de Europalia, que

ese año se dedicó a México, y del cual recuer-

do una frase de José Agustín cuando íbamos en

el avión: “Cuando vi la lista, le dije a Margarita:

Nos salvamos: van Laco, Marco y Alberto Ruy

Sánchez”.

Recuerdo toda una mañana en Brujas don-

de Laco nos impartía clases de historia flamen-

ca a José Agustín, a Margarita, a Elva y a mí.

Del cubano Onelio Jorge Cardoso, a quien

conoció en 1963, Laco tomó el término de

cuentero, y como él, fue un magnífico cuente-

ro y un magnífico cuentista. Cuando trajimos a

Onelio a la Ciudad de México y a Morelia a un

Encuentro Latinoamericano de Narradores en

1985 o 1986, Laco me comentó que iba a fas-

cinar como persona. Onelio era lo contrario de

Laco. Tímido y retraído, claro… hasta que uno

lo oía hablar, o mejor, contar. Y pese a contar

con una voz casi apagada, Onelio de inmediato

hacía entrar a quien lo oía en un orbe de encan-

tamiento. Con el trato diario al gran viejo cuba-

no terminaba uno inevitablemente queriéndolo.

Como Laco, la manera de hacer feliz a los otros

de Onelio era regalar cuentos que tenían siem-

pre pasajes mágicos, y claro, lo lograron miles

de veces. Oscar Wilde dijo que él pensaba en

cuentos; eso queda exacto para Onelio y Laco.

“Porque las historias orales que se cuentan

mágicamente son poesía”, decía Laco, y no es-

taba equivocado. El término cuentero en Méxi-

co no existía; Laco lo impuso en el imaginario

literario y él fue entre nosotros el cuentero por

excelencia. Ese tejido de miles de historias que

hizo durante décadas, estoy seguro, habría fas-

cinado al argentino Ricardo Piglia, quien hizo de

ese tejido su poética de la novela y el cuento.

Pongo dos anécdotas de Laco sobre su don

de cuentero: La primera fue en Cuautla. En el

encuentro de narradores, como dije, Laco ce-

rraba la última mesa. Nunca falta el escritor local

que cree que el público, que no sabe ni quién

es, llegó allí para oírlo y no a los otros treinta o

cuarenta. El narrador cuautlense leía, leía, leía

e, irritadísimos, desesperados, le mandábamos

mensajes, nos acercábamos a pedirle que pa-

rara, le llegamos a gritar, y leía, leía, leía; pero

cuando al fin terminó y Laco empezó a contar,

el público comenzó a cambiar de actitud, a son-

reír, a reír, a carcajearse, y todos queríamos a

Laco, todos queríamos tanto a Laco.

La segunda vez fue en Morelia en febre-

ro de 1985. Edmundo Valadés cumplía 70 años

y se le organizó un homenaje (era gobernador

Cuauhtémoc Cárdenas); hubo varias mesas;

nunca vi a don Edmundo más feliz y conmovi-

do. Antes de subir al autobús del INBA que nos

traería a México, me acerqué a Laco: “¿Por

qué no le terminamos bien el número a don

Edmundo y le cuentas durante el trayecto”. Y

durante tres horas Laco le contó –nos contó–

decenas de historias de su paso por China y la

URSS, y a don Edmundo le hizo la tarde.

A sus asombrosos veinte años Laco, como

cuentista, publicó Benzulul, con historias lle-

nas de ruido y de furia, que versan sobre la vida

de las comunidades indígenas chiapanecas,

y el cual es un clásico mexicano del género

en el siglo XX. Por ese libro y dos cuentos ex-

cepcionales, “Los trabajos de la ballena” –que

está dentro de la espléndida estirpe de El vie-

jo y el mar hemingwayano– y “Asalto nocturno”

–donde cuenta una experiencia violentísima en

la antigua escuela militar de la Universidad La-

tinoamericana–, quedará para siempre en la

memoria de la literatura de lengua española.

Por fortuna Laco pudo terminar su tetralogía

novelística, en la que relata, a lo largo de un si-

glo, la historia de Chiapas a través de miembros

de su familia: de los años treinta del siglo XIX a

los años treinta del siglo XX: Las grandes lluvias

(2006), Tocar el fuego (2007), Sobre esta tierra

(2012) y Viento del siglo (2006). Es una saga que

debería ser libro de texto en las escuelas chia-

panecas. En los libros se podría aprender de

aquel estado, como ya lo hemos dicho, geogra-

fía, instantáneas urbanas de diversas décadas,

la intrincada naturaleza, costumbres de época,

la situación difícil de los indígenas, fiestas y fes-

tividades populares, la vida de la alta sociedad

y, ante todo, los hechos históricos.

Muy tardíamente, el año pasado le die-

ron el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Me

pregunto si darlo así, a quien lo merecía desde

mucho antes, no es una forma de injusticia.

Laco siempre quería que quienes esta-

ban con él se la pasaran lo mejor posible. Ya

no estará entre nosotros, pero lo recordaremos

como un hombre que repartió a manos llenas

lo que muy pocos son capaces de dar: repartió

imaginación, repartió alegría, repartió, en fin,

instantes de dicha.

Imaginación, alegría, dicha

Sus amigos de la Real Academia de la Lengua Frailescana (RIAL) –un grupo ciu-dadano que rescata el modo y el habla chiapaneca–, le dieron el adiós con esta frase: “Te fuiste platicando con la vida, Laco”.

Muy querido, muy amado, Laco se fue pero dejó una larga herencia literaria que ahora, a decir de su amigo Zoé Robledo, lo reimpulsará desde la Comisión de Cultura y Editorial que encabeza en el Senado de la República.

“Sus libros deberían ser lectura obliga-toria en la educación básica –dijo–, pues Laco amó esta tierra y plasmó su historia, los mitos, las realidades y las fantasías en muchas de sus obras.”

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rocesoElva Macías. Su compañera

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ArteLa de Miguel Ángel, una exposición “kitsch”

BLANCA GONZÁLEZ ROSAS

Aún cuando se presentó

como catálogo, el libro

Miguel Ángel Buonarro-

ti. Un artista entre dos mundos,

es más bien una publicación

paralela que, al mismo tiempo,

redime y enfatiza las debilida-

des de la muestra del mismo

título que se presenta hasta el

domingo 27 en el Museo del

Palacio de Bellas Artes.

Integrado con textos de 12

especialistas de quienes no se

mencionan sus datos curricula-

res, el libro –presentado el pa-

sado 19 de agosto y a la venta

únicamente en el interior de la

exposición– recuerda tanto la

inexacta publicidad de la mues-

tra, como la seriedad de los

investigadores en arte virreinal

del Instituto de Investigaciones

Estéticas (IIE) de la Universidad

Nacional Autónoma de México

(UNAM).

Publicado por el Instituto

Nacional de Bellas Artes con

el apoyo de la Fundación Mary

Street Jenkins y Los Amigos

del Museo del Palacio de Bellas

Artes A.C., el catálogo se divide

en cuatro secciones correspon-

dientes a: textos curatoriales;

Miguel Ángel y su obra en Italia

–al margen de la exposición–;

la maniera de Miguel Ángel en

la Nueva España y el México

Independiente; y comentarios

breves sobre algunas obras en

exhibición.

Curada por el italiano Fran-

cesco Buranelli y el español

Luis Javier Cuesta, la mues-

tra destacó negativamente por

dos aspectos principales: la

debilidad del concepto cura-

torial y la carencia de obras

signifi cativas de Miguel Ángel.

Forzado en su afán de vincu-

lar la maniera miguelangeles-

ca con la iconografía virreinal,

la narrativa curatorial no sólo

evadió contextualizar la pre-

sencia y signifi cado de las

manieras renacentistas en la

creación de la Nueva España

sino que, también, acotó a un

solo artista los manierismos

novohispanos tan estudiados

por el historiador del IIE Jorge

Alberto Manrique. ¿En qué cri-

terios se basaron los curadores

para afi rmar, en la cédula de

sala, que la escultura de San

Sebastián (anónimo siglo XVIII)

que se encuentra en la Parro-

quia de San Bernardino de Sie-

na en Xochimilco, evidencia la

maniera específi ca de Buona-

rroti en el arte virreinal?

Un aspecto valioso de los

textos escritos por los investiga-

dores del IIE, es su atrevimien-

to a señalar los problemas que

plantea el estudio del impacto

de Miguel Ángel en La Nueva

España. Clara Bargellini, Martha

Fernández y Rogelio Ruiz Go-

mar mencionan que el italiano

fue conocido únicamente por

fuentes indirectas. Por lo mismo,

señala Fernández, las obras que

remiten a su manera son lectu-

vez más puntual y efectiva movilización de

la sociedad civil por defender su acervo pa-

trimonial, y la falta de comprensión por parte

del poder político sobre el verdadero signifi-

cado del patrimonio como vínculo de identi-

dad cultural y ecológica de las comunidades.

El Centro Histórico de Oaxaca (junto con

la Zona Arqueológica de Monte Albán), fue

inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial

de la UNESCO en 1987 bajo cuatro criterios

culturales, destacando para nuestro tema el

(iv) concerniente a “ser un ejemplo sobresa-

liente de un tipo de construcción, de conjun-

to arquitectónico o tecnológico, o de paisaje

que ilustra uno o varios periodos significati-

vos de la historia humana”.

Gracias a una reciente resolución de dere-

cho internacional, la Suprema Corte de Justicia

de la Nación determinó la relación y jerarquía

que existe entre la Constitución Política de los

Estados Unidos Mexicanos y los tratados in-

FRANCISCO VIDARGAS *

D esde hace varios años se viene

discutiendo en el ámbito del pa-

trimonio mundial sobre el paisaje

de entornos como un compromiso común

para conciliar, mejorar y crear conciencia

sobre las buenas prácticas en la conserva-

ción de la calidad paisajística, mediante la

aplicación de nuevos y mejores métodos de

inserción del paisaje en las políticas de orde-

namiento territorial, de desarrollo urbano, de

sensibilización social, cultural, económica y

turística, de los sitios con patrimonio cultural

y natural, principalmente los centros históri-

cos urbanos.

La actual discusión y lucha por detener la

edificación del Centro Cultural y de Conven-

ciones de Oaxaca en el Cerro del Fortín nos

revela, nuevamente, las excesivas tensiones

que se viven entre la conservación de la he-

rencia cultural y su destrucción, entre la cada

ternacionales, las leyes generales, federales,

estatales y locales. A partir de esa decisión,

los tratados internacionales se encuentran en

un segundo plano, inmediatamente debajo

de la Constitución y por encima del derecho

federal y los locales. Regulados por el artícu-

lo 133 constitucional, al suscribirlos el Estado

mexicano contrae “libremente obligacio-

nes frente a la comunidad internacional que

no pueden ser desconocidas invocando nor-

mas de derecho interno y cuyo incumplimien-

to supone, una responsabilidad de carácter

internacional.”

En el caso del Cerro del Fortín, las auto-

ridades involucradas en la construcción del

Centro de Convenciones están haciendo

caso omiso de la Convención para la protec-

ción del patrimonio mundial cultural y natu-

ral (1972) y sus Directrices prácticas (2012),

además de innumerables documentos nor-

mativos de la UNESCO (convenciones,

El Cerro del Fortín frente a la UNESCO

El "Cristo Portacroce"

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CULTURA

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De esa manera, podemos

ver en el escenario cuando el

joven camionero Elvis grabó su

primera canción en el estudio

de Sun Records, con Sam Phi-

lips como productor: “Eso está

bien (mami)”; su mayor éxito

de 1954, “Hotel de los cora-

zones rotos”, luego de fi rmar

con RCA; su paso por el cine, y

hasta llegar al legendario con-

cierto de 1974 en Hawaii, que

fuera el primero transmitido por

televisión en la historia. El mejor

musical continuará su recorrido

por Alemania, Austria y Suiza a

partir de enero y hasta junio del

próximo año.

Protagonizado por el irlan-

dés Grahame Patrick, quien

hace un trabajo aceptable so-

bre todo en la representación

de la última etapa del cantante,

el espectáculo rememora los

momentos más importantes en

la carrera de Presley (ver video

en: https://www.youtube.com/

watch?v=R5oKhvmM6U4).

ras que “adaptaron el gusto ar-

tístico y cultural de la región”.

En lo que se refi ere a la pin-

tura, Ruiz Gomar afi rma que los

ecos miguelangelescos requie-

ren un estudio “más cuidadoso”

y, con rigor académico, defi ne

su aportación en el catálogo

como un intento de reconstruc-

ción incompleto con sugeren-

cias imposibles de comprobar.

Es interesante que estos plan-

teamientos se contradicen con

las afi rmaciones contundentes

y eurocentristas de las cédulas

de sala de la exhibición.

Y por último la escultura. Un

capítulo abordado por Bargelli-

ni, quien acota la exposición a

dos piezas “problemáticas”: el

inacabado David Apolo (1532-

1534), y el Cristo Giustiniani o

Portacroce que, al ser abando-

nado por el maestro, fue vícti-

ma de varias intervenciones.

Diseñada más como un

evento publicitario que como

una experiencia artística, la ex-

posición Miguel Ángel Buonarro-

ti. Un artista entre dos mundos,

se inserta en lo que se ha con-

siderado un nuevo modelo de

kitsch: productos que ofrecen

un arte aparente, y que están di-

rigidos a un público ávido de vi-

venciar el fenómeno artístico.

Música“Elvis, el musical”

RICARDO JACOB

BERLÍN.- Esta capital

alemana fue una de las

paradas en la extensa

gira 2015 del musical dedicado

al Rey del Rock, Elvis Aaron

Presley (Tupelo, 8 de enero

1935-Memphis, 17 de agosto

1977), exitosa temporada del

16 de agosto al 6 de septiem-

bre en el Centro Estrel del hotel

del mismo nombre, ubicado en

el barrio de Neuköln.

Con boletos agotados en

casi cada presentación, Elvis, el

El instrumento normativo más puntual

con el que se cuenta actualmente, emanado

de la Conferencia General de la UNESCO,

son las Recomendaciones sobre el paisa-

je urbano histórico (2011), que advierte que

en los conjuntos históricos urbanos “el de-

sarrollo rápido y a menudo incontrolado está

transformando las zonas urbanas y sus en-

tornos, lo que puede fragmentar y deteriorar

el patrimonio urbano afectando profunda-

mente los valores comunitarios”.

Establece planteamientos basados en

una equilibrada y sustentable relación entre

el medio urbano y natural, en-

tre las necesidades actuales de

la vida contemporánea en ciu-

dades históricas y la herencia

patrimonial. Incluye entre sus

políticas la realización, por par-

te de las autoridades locales,

de planes de desarrollo urbano

que tengan en cuenta “los va-

lores de la zona, en particular el

paisaje y otros valores del patri-

monio, así como sus caracterís-

ticas conexas.”

También considera el esta-

blecimiento de herramientas de

participación ciudadana, para

que entre todos los interlocuto-

recomendaciones y cartas) sobre la conser-

vación de conjuntos históricos, entre ellos

la Recomendación relativa a la Salvaguar-

da de la Belleza y el Carácter de los Paisajes

y Sitios (1962) y la referente a la Preserva-

ción de Bienes Culturales amenazados por

obras públicas o privadas (1972); además de

los redactados por el Consejo Internacional

de Monumentos y Sitios (ICOMOS), como la

Carta de Washington para la Conservación

de las Ciudades y Áreas Urbanas Históricas

(1987) y la Declaración de Xi´an sobre el en-

torno de Monumentos y Sitios (2005).

res se determinen correctamente “los prin-

cipales valores de su zona urbana, elaboren

una visión que refleje su diversidad, esta-

blezcan objetivos y acuerden medidas para

salvaguardar su patrimonio y promover un

desarrollo sostenible.”

El caso del Cerro del Fortín en Oaxa-

ca pone en evidencia que las acciones de la

sociedad civil, pese a su tenacidad, todavía

no logran plenamente incidir y generar cam-

bios en las políticas públicas de conserva-

ción patrimonial. Pero su labor de defensa

para la protección es primordial e insoslaya-

ble. Al no escucharla, al no dialogar con las

comunidades, ni tratar de entender sus ar-

gumentos, las autoridades están edificando

también nuevas y grandes barreras para la

conservación patrimonial y el desarrollo.

Entre los paradigmas de la conservación

monumental y natural y las políticas efica-

ces de gestión urbana, la sostenibilidad del

medio ambiente en el ámbito de las ciuda-

des históricas supone –como lo reflexionan

Francesco Bandarin y Ron van Oers en su

reciente estudio sobre El paisaje urbano his-

tórico (2012)– uno de “los recursos humanos

más valiosos” frente al futuro.

____________________

* Miembro de ICOMOS (Consejo Internacional de

Monumentos y Sitios)

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Temporada brillante

Toledo. Protesta

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momento del show es cuando

Patrick sale acompañado por

uno de los más grandes amigos

de Elvis, Ed Enoch, al frente

del cuarteto vocal The Stamps,

para interpretar el clásico del

góspel “Asombrosa Gracia”.

Enoch fue parte de la ban-

da que acompañaba a Elvis en

sus presentaciones desde 1971

hasta la muerte del ídolo; formó

el cuarteto The Stamps en 1969

y ha seguido activo a la fecha.

Enoch recuerda el tiempo en

que estuvo con Elvis, así:

“Trabajar para Elvis Presley

fue una experiencia maravillosa.

Elvis era único en su clase, y su

amor por el Señor y sus seme-

jantes era incomparable.”

Con años de experien-

cia interpretando la música de

Presley, Grahame Patrick Doyle

domina el escenario y las líneas

melódicas de la voz, evocan-

do al cantante. El musical lle-

va años representándose, pero

éste fue el primero con el irlan-

dés como figura principal, quien

cuenta cómo fue su experiencia

frente al público alemán:

“Los alemanes no sueltan

prenda demasiado pronto. Los

tienes que convencer. Eso me

motivó a trabajar aún más duro

y estar más centrado en mi in-

terpretación. Y al final del espec-

táculo hemos arrancado de sus

asientos a la gente en casi todos

los lugares donde nos presenta-

mos. En particular, cuando salgo

al escenario a dar la mano a los

espectadores, la fiebre por Elvis

es palpable. Es como si tuvieran

a Elvis realmente enfrente. En

algunas salas, incluso algunas

mujeres suben al escenario para

abrazarme.”

Sin ser una producción tea-

tral importante, pero con sopor-

te musical muy sólido, Elvis, el

musical transcurre rápidamente

pese a ser notorio el gran es-

fuerzo que le representa a Pa-

trick Doyle interpretar la primera

etapa de la carrera de Elvis. Así,

el musical resulta sorprendente;

no ofrece nada nuevo, pero es

un buen entretenimiento, bien

producido e interpretado, y el

público sale contento cantando

muchas de las piezas inmorta-

les del Rey del Rock.

Teatro“Barroco. Caricias perversas"

ESTELA LEÑERO FRANCO

L os personajes de la

Marquesa de Merteuil y

el Vizconde de Valmont

mueren y renacen una y otra

vez como el mito de las rela-

ciones peligrosas donde se

impone el placer, la rivalidad,

el deseo, el sadismo y la com-

petencia. El origen es la novela

epistolar Las amistades peligro-

sas (1782) del escritor francés

Pierre Chordelos de Laclos, que

ha recibido nueva vida en cine y

teatro desde el siglo XX.

Hoy, en el Círculo Teatral

transitan la marquesa y el viz-

conde reinterpretados por los

autores de origen esloveno

Tomaz Pandur y Darko Lukic

–radicados en España–, la di-

rectora Marta Luna, y las actua-

ciones de Cynthia Klitbo, Víctor

Carpinteiro y Hernán del Riego.

Barroco. Caricias perversas

centra la obra en ambos perso-

najes legendarios, inspirándose

además en las versiones cine-

matográficas de Roger Vadim,

Stephen Frears, Milos Forman,

y la obra teatral Cuarteto de

Heiner Müller, la cual hemos

visto un par de veces en ver-

sión de Ludwik Margules y Ale-

jandro Velis.

La estructura de Barroco

deja de ser anecdótica y pre-

senta la relación con los saltos

emocionales e impetuosos que

tienen sus personajes. El duelo

a muerte es el hilo conductor

y los retos que se plantean de

uno al otro. Su amor se ve do-

minado por el juego y el afán

de vencer, a costa de sus pro-

pios sentimientos. Si bien en su

época la novela de Laclos creó

ámpula al mostrar el lado oscuro

de las buenas costumbres de la

aristocracia, actualmente la des-

trucción, la soledad y la incomu-

nicación de los personajes nos

invita a la reflexión.

¿A costa de qué y para

qué? –nos preguntamos–,

¿cuáles son los valores que

los rigen?, ¿qué vale más?,

¿cuánto se pierde y qué poco

se gana en esta relación amor/

pasión que viven la marquesa y

vizconde? Klitbo y Carpinteiro

imponen un duelo actoral en el

que ambos salen victoriosos.

Por su parte, Del Riego es una

presencia que funge como el

narrador. Con movimientos es-

tilizados, nos sorprende su voz

al interpretar la bella canción de

su autoría, “Un mundo triste” y

nos deja conmovidos.

La dirección de Marta Luna

es precisa y fluida con un tra-

zo barroco, donde se mezclan

las curvas y las líneas, los mo-

vimientos pausados y acelera-

dos, lo elevado y lo terrestre, el

vuelo de las faldas y las incli-

naciones de cabeza. La música

funge como elemento funda-

mental que tonifica la escena.

Original de Alejandro Castaños,

brilla, armoniza y da un senti-

do emocional a los aconteci-

mientos y apoya las tesituras

del vestuario de Cristina Sauza.

Mónica Kubli, encargada de la

escenografía y la iluminación

acota el espacio con dos plan-

chas metálicas donde aparecen

y desaparecen los personajes.

Los espectadores están colo-

cados a cada lado, divididos

en hombres y mujeres para que

captemos, con curiosidad, las

reacciones de los otros.

Los ejes de Barroco. Cari-

cias perversas, son la belleza,

la decadencia de los valores

esenciales y el conocimiento

del deterioro. Las acciones de

los personajes y sus conse-

cuencias impactan al especta-

dor por ser provocadoras en su

erotismo y son un resorte para

los sentidos y las fuerzas afecti-

vas. Es una obra sobre las más-

caras de la vida cotidiana, del

lenguaje y de la representación

en la gran escena del mundo

que se deconstruye y es cons-

ciente de su deseo de supervi-

vencia en el espacio emocional

íntimo del espectador.

Cine“El incidente”

JAVIER BETANCOURT

El punto de partida de los

dos relatos paralelos de El

incidente (México, 2014)

es una carrera a contra-tiempo;

el detective Marco (Raúl Mén-

dez) se precipita tras el par de

hermanos que se apresuran a

escapar por la puerta de emer-

gencia; Sandra (Nailea Norvind)

tiene prisa por llegar puntal a la

cita con el marido para llevar-

le a sus dos hijos a pasar las

vacaciones. Pero el tiempo los

atrapa a todos en espacios im-

posibles; a los primeros en una

escalera de nueve pisos que se

repiten sin cesar, y a los otros,

en una carretera infinita donde

el automóvil en que viajan pasa

incesantemente por el mismo

lugar.Para reflexionar

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CULTURA

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formal, de traje, con un discur-

so que destila ofi cialismo, con-

trasta (mal) con el resto de los

integrantes.

Estos indicios tenían un

fondo: había que cambiar la

línea programática de un Ca-

nal que cumplió al aire 22 años

y cuyo perfi l se había consoli-

dado gracias al trabajo de un

equipo interesado en la plu-

ralidad y la crítica, empeñado

en no defraudar a la audiencia

dándole propaganda por no-

ticias, un mal entretenimiento

por cultura.

Atrás de las cámaras se

gestaba la confrontación que

al fi n estalló en agosto pasa-

do. La censura no habría de

pasar sin protestas. La res-

puesta ha sido el despido de

20 personas, casi todas del

área informativa, por parte de

la dirección del Canal. Y la

denuncia de los trabajadores

afectados en conferencias de

prensa y cartas abiertas sobre

malos manejos, favoritismo y

uso discrecional del subsidio.

Ese presupuesto insufi ciente

que el director esgrime como el

origen de todos los males.

errática que afecta a la progra-

mación, al personal y a la ca-

lidad. Lo que en un principio

fueron reclamos por la baja en

el presupuesto se ha transfor-

mado en una batalla por la línea

editorial.

Esos indicios son, prime-

ro: desaparecen programas

informativos, otros reducen su

tiempo, algunos más se repi-

ten por no conseguir una nueva

temporada.

Segundo: en el noticiario

aparecen con frecuencia notas

políticas en defensa del go-

bierno que poco tienen que ver

con el perfi l cultural estableci-

do en sus orígenes por el 22.

Veladamente aparecen vetos a

temas controvertidos. En junio

hay sólo una breve mención al

despido de Carmen Aristegui,

sin seguimiento, ni invitados, ni

comentario alguno.

Tercero: Noticias 22 ha

perdido a su conductor estelar,

Huemantzin Rodríguez, quien

compartió con Laura Barrera

la emisión desde hace muchos

años. Hizo transmisiones en

vivo desde Guanajuato cuan-

do los cervantinos, incluso fue

encargado de pro-

gramas especiales.

Reportero, entrevis-

tador, periodista de

larga trayectoria en

Canal 22.

Cuarto: la Lotería

Nacional inunda de

anuncios los progra-

mas. En un atentado

en contra del tele-

vidente, aparece el

logo casi en un octa-

vo de la pantalla y ahí

se queda por varios

segundos, mientras

transcurre el progra-

ma. En los cortes jun-

to a la propaganda del

gobierno federal, del

Congreso y del Ejér-

cito, más anuncios de

la Lotería, demasia-

dos anuncios.

Quinto: dentro del

noticiario aparece a

cuadro Omar Cepeda

para hacer propagan-

da a favor de la refor-

ma educativa. Muy

En El incidente, escrita y

dirigida por Isaac Ezban, el

verdadero protagonista es el

tiempo, una especie de ogro

que atrapa a sus criaturas,

como al hámster en la rueda

(metáfora de la cinta que la

cámara impone reiteradamen-

te), y las mira consumirse hasta

convertirlas en esqueletos. El

tirano tiempo se hace tangible

en espacios engañosos por

su simplicidad, de escaleras y

líneas rectas que, en realidad,

son un mero círculo.

En esa dimensión, el

tiempo es pura angustia, y los

personajes que viven en ese

infi erno de repeticiones inge-

nian fórmulas y patrones, pri-

mero para tratar de escapar, y

luego para vivir la espera. Así,

en el universo de la escalera,

uno de los hermanos se man-

tiene en forma subiendo y ba-

jando, o Marco inventa rituales

religiosos; en el relato paralelo,

el otro Marco construye su

refugio a base de gestos y

objetos que se repiten. Sea

que impere el orden maniaco

o la anarquía del alcohol y la

basura, en los dos universos

las cosas, botellas de agua,

comida chatarra, mochilas,

ropa, forman montañas; en el

fondo, el desconcierto es el

mismo. Las cosas no cambian,

sólo se acumulan; los seres

humanos sí, los consume el

tiempo-angustia.

El género de ciencia

fi cción en el cine mexica-

no es menos que escaso;

Isaac Ezban inaugura

una nueva época con

un trabajo sólido y bien

articulado donde aún pri-

van más las ideas que la

complejidad psicológica

de los personajes. Pero

la lógica de la banda de

Moebius, la Penrose, o

las imágenes de Escher,

que funcionan con rigor

matemático gracias al

lenguaje de la cámara,

el control de planos, por

ejemplo el plano holan-

dés (el Dutch Tilt con

inclinación de 45 gra-

dos), permite que los

actores habiten emo-

cionalmente a sus personajes.

El realizador invita a observar

a sus criaturas atrapadas en

laberintos fascinantes, todo

dentro de un laboratorio.

No importan los motivos

profundos, o cómo llegaron los

personajes a esos momentos

de crisis; lo que el espectador

difícilmente podrá olvidar es la

desesperación en la que caen

y la compulsión con la que

se adaptan a su laberinto de

repeticiones.

El camino de la ciencia

fi cción que Ezban elige no es el

de la evasión, utopía o distopía,

sino el del lugar mental de la

angustia para refl ejar el caos

y el miedo social y político de

este momento.

Televisión¿Crisis en Canal 22?

FLORENCE TOUSSAINT

Cuando un canal públi-

co entra en crisis, los

indicios se cuelan a la

pantalla. No es necesario inda-

gar mucho para saber que hay

confl icto, pues las incongruen-

cias saltan a la vista. Los cam-

bios en la imagen dan la pauta.

Canal 22 deja ver ya las

concesiones a una política

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COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE

Ya pasó un año de la de-saparición de los 43 es-tudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ocurrida duran-te la noche del 26 y la ma-

drugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero. Ante ello, varios escri-tores e investigadores, artistas plásticos, actores y cantantes descargan su preocu-pación, enojo y “dolor” ante este “crimen de lesa humanidad”.

En este suceso lamentable, hubo ade-más seis muertos (tres normalistas y tres transeúntes) y 25 heridos (dos de los cua-les permanecen lesionados de gravedad: Aldo Gutiérrez Solano, quien se encuentra hospitalizado con muerte cerebral, y Ed-gar Andrés Vargas).

Miguel León-Portilla, historiador y ex-perto en el pensamiento y la literatura ná-huatl; Margarita Peña, especialista en la literatura mexicana novohispana; Lucina Jiménez, candidata a Relatora indepen-diente de Derechos Culturales de Nacio-

nes Unidas; Claudio Albertani, uno de los coordinadores del nuevo libro La noche de Iguala y el despertar de México (Juan Pablos Editor); Sergio González Rodríguez, autor del reciente volumen Los 43 de Iguala (Ana-grama); Carmen Boullosa y Martín David del Campo, novelistas; Ian Malaj, Felipe Ehrenberg y Soid Pastrana, artistas plás-ticos; Rubén Albarrán, miembro de Café Tacvba; Eugenia León y Ely Guerra, can-tantes; Héctor Bonilla, Daniel Giménez Cacho y Dolores Heredia, actores, y Feli-pe Cazals, director de cine, alzan la voz con declaraciones como: “Es una vergüen-za lo que hacen los gobernantes”, “el esta-do de Guerrero es un cementerio”, “el país entero es ya un campo de fosas” y “nos ofrecen información troceada”… Y más a continuación.

El investigador emérito del Instituto de Investigación Históricas de la UNAM, León-Portilla expone impactado:

“Me parece verdaderamente increí-ble que después de un año no se haya podido esclarecer este crimen.”

Defensor de las culturas indígenas y los pueblos originarios de México, con-fiesa estar muy afligido “porque veo que en nuestro país la procuración de justi-cia dista mucho de ser lo que debiera, y ante el mundo estamos dando un lamen-table espectáculo, pero sobre todo ante los padres y familiares de los muchachos desaparecidos.”

Más abatido, finaliza:“¡El cuadro es desgarrador!”La académica de la UNAM y coordina-

dora de la Cátedra Extraordinaria Juan Ruiz de Alarcón, Martgarita Peña, apunta que “las acciones ‘de emergencia’ de hace un año ur-gían para acallar la opinión pública nacional y mundial.  Los dictámenes periciales, preci-pitados... amañados. Mi opinión: El silencio es la secuela de la infamia”.

Arguye, acongojada:“¡Muy mal! Juan Ruiz de Alarcón nació

en Taxco, Guerrero, en el siglo XVI. He re-corrido  el camino Taxco-Iguala siguien-do sus huellas y de su familia. Amo a mis amigos taxqueños.”

a un añoLa comunidad

cultural,

de los 43En el ámbito de la creación y el testimonio, son los es-critores y los pintores quienes más han aportado en la protesta por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, hecho que cumple ya un año. Extraña-mente, sólo se han realizado dos largo- documentales, los de Xavier Robles y Rafael Rangel, quienes hablan para este semanario, así como una veintena de inte-lectuales y artistas de renombre.

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ESPECTÁCULOS

43 ausencias le provocan diez sentires a la antropóloga Lucina Jiménez:

“Uno, no encuentro palabras que abar-quen el dolor; dos, el derecho a la verdad ha sido violentado; tres, para resolver un crimen de lesa humanidad primero hay que nombrarlo, aunque duela; cuatro, las pa-labras necesitan su valor; cinco, la falta de sensibilidad y empatía se sustituyó con pragmatismo político sin darse cuenta de todo lo que se perdía; seis, la procuración de justicia está lejos de los derechos hu-manos; siete, los poderes fácticos están demasiado cerca de quien debiera com-batirlos; ocho, la vida de los jóvenes de Ayotzinapa y la resiliencia de los padres y madres, no se miden en dinero; nueve, la indignación social no alcanza a reparar el desgaste de las marchas, pero alienta una conciencia mundial; y diez, el enojo y la frustración social agudizan la falta de cre-dibilidad hacia la institucionalidad. Sepa-ra, no une.”

Albertani, profesor de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM),

explica que la publicación La noche de Igua-la y el despertar de México surgió “para tra-tar de ir más allá de la rabia y comprender qué sucede más allá del asunto Ayotzinapa y verlo en el contexto de las desapariciones forzadas, de la guerra contra el pueblo que existe hace tiempo”.

El otro coordinador del libro es Manuel Aguilar Mora. Aquí se compilan diferen-tes reflexiones, escritas y visuales, acerca de los motivos, las consecuencias e impli-caciones socio-políticas de lo acontecido el 26 de septiembre en Iguala. Participan también Flaviano Bianchini, Ramón Espi-nosa Contreras, Carlos Fazio, Flor Goche, Enrique González Rojo Arthur, Luis Her-nández Navarro, David Huerta, Rafael Mi-randa Redondo y Román Munguía Huato, con imágenes de Norberto Hernández, Mario Marlo, Omar Reséndiz y Chirín.

El investigador resalta que en el tex-to que también escribe con Mora inten-tan resaltar, basándose en una nota que publicó Proceso (11 de octubre de 2014), al igual que en el escrito de Bianchini, la re-

lación entre empresas mineras, autorida-des y el crimen organizado en Guerrero:

“En particular están aquí las dos mi-nas de oro más importantes de América Latina, que son canadienses. El informe que acaba de entregar el grupo de exper-tos independientes menciona que hay tres trabajadores mineros desaparecidos. Entonces, se debe investigar.

“Se ha mencionado que el que era presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, hizo su dinero con el oro, así que el oro tiene que ver con esto.”

Por su parte, González Rodríguez, quien acaba de publicar Los 43 de Iguala. México: verdad y reto de los estudiantes des-aparecidos, opina que “es inaceptable la información de las instituciones oficia-les, y como ciudadano, cuando se empie-za a leer la prensa, se encuentra uno con un escenario verdaderamente inverosímil donde hay dos Méxicos: El de la oligarquía o las clases dirigentes y el de la supervi-vencia o la lucha por la vida cotidiana del resto de los mexicanos”.

DOCUMENTAL

Escena de “Un día en Ayotzinapa”

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COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE

E l próximo lunes 21 de septiembre se

proyectará en el auditorio de la Escue-

la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, el

documental Un día en Ayotzinapa, de Rafael

Rangel, quien, a 38 días de la desaparición

de 43 estudiantes de ese plantel, filmó cómo

viven y quiénes son los más de 500 alumnos

que radican allí.

“Están en la miseria, pero con una for-

mación privilegiada, y son cultos e inteligen-

tes”, destaca el director a Proceso.

hubo en su momento en Reforma, y la que

se manifestó en las redes sociales en Todos

somos Ayotzinapa. La conciencia de la so-

ciedad es otro tema: nos hemos convertido

en luchadores sociales de las redes socia-

les, y nada más.”

Xavier Robles, a su vez, informa a este

semanario que Ayotzinapa: Crónica de un

crimen de Estado se ha mostrado en toda la

República Mexicana y un sinnúmero de na-

ciones, principalmente en centros cultura-

les, universidades y espacios públicos, “y

ha tenido muy buena aceptación”, resalta.

“Aún se está proyectando en varias par-

tes del mundo. Se les envía en Blu-ray o en

DVD, según como nos lo pidan, con publici-

dad sobre la película, y lo único que cubren

son los gastos de envío.”

Anuncia que este 26 de septiembre se

exhibirá a nivel mundial en Alemania, Argen-

tina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Co-

lombia, Costa Rica, Chile, España, Estados

Unidos, Francia, Italia, Perú, Reino Unido,

Suiza, Uruguay y México. La información

estará en el Facebook, que lleva el título del

documental.

Incluso, la película fue invitada al Latino

Films Festival 2015 de San Francisco, Esta-

dos Unidos, y participará en el Globale Film

Festival 2016 en Berlín, Alemania.

El filme ha recorrido varias partes de la

República Mexicana y el extranjero. En la Ci-

neteca Nacional permaneció 10 semanas y

lo recaudado en taquilla será donado el día

de su exhibición para dicha escuela.

“La cinta está muy vigente. Es sorpren-

dente que las circunstancias que rodean a

este problema no sólo son las mismas, sino

que son peores. Hay un desconocimiento

total de lo que sucedió.”

Pero el cineasta lamenta que sólo exis-

ta, además del suyo, otro

largometraje sobre el

tema; se trata de Ayotzi-

napa: Crónica de un cri-

men de Estado, dirigido

por Xavier Robles, donde

laboraron más de 50 artis-

tas y cineastas sin cobrar

(http://www.proceso.com.

mx/?p=405452).

Rangel, quien también

ha creado cintas de fic-

ción, aclara que es poco

dinero el que se otorgará a

los alumnos:

“Se mantuvo en la Ci-

neteca Nacional, pero

no fue gente, como en

las manifestaciones que

Sólo dos largo-documentales sobre Ayotzinapa

za lo que hacen los gobernantes, que más que gobernantes son unos mercenarios.”

Ehrenberg, quien desde hace más de cincuenta años abarca el dibujo, la pintu-ra y el performance, volvió a México lue-go de una ausencia de casi tres lustros a escasos días de lo de Iguala. Deduce con franqueza:

“En mi corazón, que no en el de sus pa-dres, los jóvenes normalistas ya no están en este mundo. De aquel 26 de septiembre a la fecha se viene degradando el tejido social de mi hogar, mi México, de manera irrefrenable. El país entero es ya un campo de fosas y túneles tan metafóricos como reales.

“Lo reconozcamos o no, nos divide una incipiente conflagración, tal vez la Segun-da Guerra Civil desde 1810.”

También artista plástico y diseña-dor gráfico, Soid Pastrana establece que “el gobierno del estado de Guerrero, el al-calde y las mismas organizaciones delic-

Desde Nueva York, Boullosa exteriori-za que se siente “frustrada, triste, furiosa, preocupada, y el deber del narrador es in-tentar darle cordura a la siempre incuerda realidad; pero aquí no es que sea incuer-da: es que se han intentado imponer na-rrativas falsas… ¿para ocultar qué? ¿Qué espanto sobre el espanto de esas muertes nos espera a todos, si no echamos luz so-bre los hechos?”.

Directo, el autor de Dama de noche, Des-pués de muertos y El último gladiador, Del Campo:

“Es el tiempo de exigir una Comisión de la Verdad que indague y dé una res-puesta histórica.”

“La más indignante atrocidad”

Ian Malaj, pintor de Tixtla, Guerrero, y quien realizó el retrato en gran formato del joven desaparecido normalista José Antonio Bartolo Tlatempa, integrado a los

otros 42 cuadros que crearon otros artis-tas de la entidad de los demás estudiantes desaparecidos (Proceso, 1986), y han sido exhibidos en toda la República Mexicana, manifiesta que el ataque contra los estu-diantes de Ayotzinapa “es la peor y más indignante atrocidad que quedará en la historia de este gobierno en descomposi-ción, el que pone al descubierto la com-plicidad del crimen organizado con la autoridad, funcionarios y políticos”.

Anuncia que los demás pintores y él están terminando la segunda edición de retratos, en un formato más pequeño, para poder sacarlos del país con más fa-cilidad “y continuar con nuestra protesta en el extranjero, manifestando nuestro re-pudio en este crimen de lesa humanidad”.

Recrimina, enfadado y decaído:“Es una pena que no se haya investiga-

do el caso Ayotzinapa desde un principio con seriedad, con escrutinio, y lo más im-portante, con legalidad. Es una vergüen-

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Cineteca. Proyección del filme de Rangel

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ESPECTÁCULOS

tivas están identificadas y tienen que ser enjuiciados”.

Así es su lamento:“Como artista, como oaxaqueño, como

mexicano me da tristeza vivir en un país de impunidad, con un gobierno corrupto, inhumano y que ha convertido a México en un país en ruinas.”

Igual, Rubén Albarrán lanza su preocupación:

“El informe del Grupo Interdisciplina-rio de Expertos Independientes (GIEI) nos brinda luz sobre el tema, y es de agradecer, pero el dolor y la indignación no sanan en su totalidad. También hay sanación en la participación, el involucramiento de la so-ciedad, pero sólo sanará por completo a través del reconocimiento del acto por sus orquestadores y su consecuencia.

“¡Lo estamos esperando!”.Y pregunta:“¿Debemos reconocernos como esta

humanidad terrible, como este país vio-lento, como este ser humano destruc-tivo que no eleva su conciencia, que no aprende? ¿Aceptar que sólo a través del trabajo, de aclararme a mí, a nosotros, podemos lograrlo? ¿Somos los mismos, nos podemos ver a los ojos?”

Enseguida reflexiona:“¡Qué tristeza encontrarnos en este

punto¡ ¡Es un dolor indecible! Sirva el sa-crificio de estos muchachos para nues-tro despertar, sirva la investigación de estos expertos para vernos en el espejo, para ponernos en movimiento, reflexio-nar, actuar, crear la convivencia que es, las condiciones, el existir y el vivir, no sólo sobrevivir.”

En ese mismo tono habla la intérprete Eugenia León:

“Con todo el dolor que nos produce esta gran tragedia, me temo que no ten-dremos ninguna noticia clara sobre lo que pasó, a menos que sea por medios no oficiales, como ha pasado con muchas

muertes a través de los distintos sexe-nios. Eso nos reitera la terrible verdad de un país sin estado de derecho, con una co-rrupción brutal producto de una desigual-dad brutal, con un miedo terrible y a la vez con una inmensa ignorancia y sober-bia de quienes están adueñados de nues-tro país.”

Se une al clamor Ely Guerra, cantauto-ra y ganadora del Grammy Latino en 2010, quien habla de “información troceada”:

“Eso nos deja ver la profunda crisis política que atravesamos los mexicanos y que, como sociedad, estamos dividi-dos en intereses e ideales. Hoy más que nunca debemos continuar  ‘juntos’ en la batalla que iniciaron los 43, jóvenes que considero inteligentes e informados, con miras de libertad, hartos de los actos des-carados de un gobierno impune.

“La batalla de los 43 es nuestra batalla hoy, y ‘es hoy’ cuando debemos demandar claridad en las investigaciones que realizan los órganos que imparten justicia en nuestro país, pues las malas prácticas

de un sistema de justicia penal, de nuestro gobierno y de todos los demás órganos que administran e imparten justicia aquí, obstruyen el real cometido de los 43, libertad en vida para los mexicanos que amamos y vivimos nuestro país.”

Padrino de la generación 2011-2015 de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro, en Ayotzinapa, el destacado actor Héctor Bo-nilla indica que en la búsqueda de los 43 “nos dimos cuenta que el estado de Gue-rrero es un cementerio y que de una u otra manera eso sucedió porque puede pare-cer cotidiano desaparecer a la gente”.

Recomienda que como sociedad civil no hay que quitar el dedo del renglón:

“No debemos bajar los brazos para saber cuál fue el destino real de esas personas.”

Por su parte, su colega Daniel Giménez Cacho supone:

“En mi experiencia, las investigacio-nes que no avanzan y se enredan son las que podrían señalar a las policías y al ejér-cito vinculados con el narcotráfico. Esa es la razón para inventar verdades históricas.

“El trabajo de investigación del GIEI debe servirnos para seguir exigiendo jus-ticia y para empezar a romper el escudo de impunidad que tiene a nuestro sistema de justicia en la simulación y la ineficiencia.”

La actriz Dolores Heredia no escatima en argüir que “desde lo sucedido en Igua-la, desde los primeros minutos ha sido una tomadura de pelo de parte de los res-ponsables. Hablará siempre mal del mal gobierno que tenemos. Hablará siempre mal de su falta de humanidad, de su fal-ta de vergüenza, de su falta de dignidad”.

Director de la película, ya clásica, Ca-noa, y también de Las Poquianchis y Digna… hasta el último aliento, Felipe Cazals opina que a un año “sin el resultado claro de un atropello semejante deja ver la notoria in-capacidad del Estado pare defendernos”.

Luego arguye:“Como no hay respuestas atendemos

a las noticias, a cuenta gotas, que se les antoja esparcir en tanto que transcurre el sexenio. La ‘verdad histórica’ comien-za a ser parte de un pasado remoto. ¿Has-ta dónde la ineptitud es soportable? Este pueblo generoso no merece tener tantos ojos envueltos en lágrimas y tantos sue-ños suspendidos. Esta semilla dolorosa nos obliga a renacer.

“Los que no pierden la memoria son los padres y las madres de las 43 víctimas de Ayotzinapa. Ellos siguen preguntando a todos los demás mexicanos si estamos dispuestos a perder a nuestros hijos, en calidad de desaparecidos, así nada más. Yo no lo aceptaría. Mi vecino tampoco. Na-die. ¿Entonces?”

DOCUMENTAL

Parte de José Antonio Bartolo Tlatempa (obra Ian Malac)

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León-Portilla. Cuadro desgarrador

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RAÚL OCHOA

Entre las selecciones nacio-nales de basquetbol varonil y femenil hay un mundo de distancia: Mientras el direc-tor de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte

(Conade), Alfredo Castillo, se deshace en elogios y apoyos a la Selección de varones –al extremo de celebrar sus triunfos par-ciales como un exultante aficionado en el reciente Preolímpico–, las mujeres apenas reciben atención.

Formar parte de la Selección femenil de baloncesto en México implica enfrentar escollos, desprecio y desinterés de las au-toridades deportivas, que fomentan así pro-blemas e incertidumbre entre la plantilla.

La frustración campea entre las selec-cionadas, más pendientes de sus penu-rias que del combinado nacional. Como sea, este equipo disputará el Campeonato Centroamericano de Baloncesto (Cocaba) Femenino 2015 entre el 23 y el 27 de sep-tiembre en Cartago, Costa Rica. Ese torneo ofrece un boleto para la próxima edición del Centrobasket 2016.

Las jugadoras no sólo han debido pa-gar su traslado al lugar de la concentra-ción, en Saltillo, Coahuila. También deben preocuparse por costear artículos de pri-mera necesidad, como jabón, pasta den-tal y hasta los electrolitos que consumen diariamente durante los entrenamientos.

Esta falta de seriedad provocó una desbandada. De las 30 basquetbolistas convocadas por la Ademeba (Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto) sólo acudieron 16, y ya en el campamento re-nunciaron otras tres. Diez de las original-mente llamadas no recibieron el permiso

las mujeresvalen menos

Para Castillo,

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Guadalajara 2011. Plata continental

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DEPORTES/BASQUETBOL

de sus respectivas universidades para au-sentarse y el resto desertó.

“Ni la Conade ni la Ademeba nos han asegurado los pasajes de avión, hospe-daje y alimentación para el torneo”, aler-tó el jueves 10 el nuevo entrenador del equipo femenino, el español Ángel Fer-nández, quien llegará al certamen cen-troamericano con la cantidad mínima de competidoras y con sólo tres semanas de preparación.

Fernández explicó que las jugadoras llegaron a realizar sus adiestramientos con ropa propia, pues durante los prime-ros días de concentración ni siquiera dis-ponían de uniformes. El cuerpo técnico, además, debió costear la logística, los me-dicamentos, el detergente para lavar la in-dumentaria, la gasolina para los vehículos que trasladaban a las basquetbolistas y el cuerpo técnico, e incluso las bolsas de hie-lo que se requieren en cada sesión.

Considerada como la mejor basquet-bolista mexicana, la capitana Brisa Silva responsabilizó públicamente a las auto-ridades deportivas el viernes 4 en el pe-riódico El Debate: “Es muy duro vivir en México de jugar basquetbol. Es muy triste ir a tu selección y tener que pagarte tu via-je, es deplorable estar sin un pago. Claro, juegas por amor a la camiseta, pero tam-bién comemos, cosa que creo que deben voltear a ver los directivos y el presiden-te del COM (Comité Olímpico Mexicano)”, Carlos Padilla.

Según Silva, las autoridades del de-porte en el país “nos han tratado así por ser mujeres. (…) Fueron claros: ‘Dinero no hay’, pero al menos que saquen las garras por ti. Es lo primordial”.

La capitana revela a Proceso la situa-ción que experimenta el representativo nacional: “Queremos un trato igualitario, que las autoridades deportivas nos apo-yen económicamente. No pretendemos millones de pesos, sólo una cantidad para cada una de las jugadoras, que en realidad se necesita. Estamos representando a Mé-xico, y todo jugador que así lo hace tiene derecho a un pago. Las mujeres deben re-cibir un trato igual al de la Selección varo-nil. ¿Por qué no?”.

Entrevistada el martes 8, Brisa abun-

da: “Apenas hoy llegaron los uniformes de entrenamiento. Llevábamos una semana y media trabajando con ropa propia, pero al fin ya contamos con el uniforme de una marca (Joma) distinta a la que viste a la Selección de varones (Under Armour)”.

La capitana, quien ha jugado en ligas de siete países desde que se convirtió en profesional, en 2008, reconoce que quie-nes decidieron continuar en la Selección nacional saben que corren el riesgo de que nadie les reembolse sus gastos.

“Las jugadoras pagaron sus vuelos y los pasajes de autobús para trasladar-se al lugar de la concentración, en la Vi-lla Olímpica de Saltillo, que nos brinda instalaciones, transporte y alimentación. Entrenamos en el gimnasio del Instituto Estatal del Deporte de Coahuila”, detalla.

Hasta ahora, ninguna autoridad de-portiva se ha acercado al equipo femenil, denuncia Silva. Es ella misma quien ha intentado contactar a Castillo y al presi-dente del COM. “Se trata de que volteen a vernos y nos apoyen antes del torneo de la Cocaba. Al menos que nos ayuden con una beca, por la que siempre hemos lu-chado las mujeres del basquetbol”.

El problema, advierte, es que nadie se quiere hacer responsable de las erogacio-nes de este torneo, pero arguye: Si la Ade-meba es la que está invitando, debería

absorber los gastos. “Lo cierto es que has-ta ahora nadie nos ha apoyado”.

Cuestión estructural

La capitana manifiesta que esta situación no es nueva. Recuerda que antes de los Jue-gos Panamericanos de 2011 experimenta-ron un caso similar: “Y apenas obtuvimos la medalla de plata las cosas cambiaron: recibimos apoyos de la Conade y de nues-tros estados. Pero antes de los Olímpicos de Londres 2012 se realizó un Preolímpico en Colombia, y tampoco recibimos ayuda. Y hace mucho tiempo que en la Selección femenil afrontamos estos problemas, se-gún nos dicen desde los Juegos Olímpicos de México 1968”, expresa, y se ríe.

El problema de raíz, acota Silva, es que no existe una federación de la especiali-dad reconocida por las autoridades de-portivas. Hasta ahora, la Ademeba cuenta con el aval de la Federación Internacional de Baloncesto y del COM, pero carece de la aceptación de la Conade. “Si todos es-tuvieran unidos no pasaría esto. Tampo-co se vale, nosotros no tenemos la culpa. Estamos entrenando día y noche para re-presentar a México. Sin embargo, en estos momentos estamos siendo olvidadas por la Conade y el COM”.

La capitana estima que las autorida-des se escudan tras lo sucedido el año an-terior en el Centrobasket en Monterrey, cuando el quinto lugar general las dejó fuera del Preolímpico de la especialidad y de los Juegos Panamericanos Toronto 2015. “Esto no puede seguir sucediendo. Al final se trata de una selección que re-presenta a México, y el país es demasiado grande para no recibir apoyos”.

El viernes 4, la subcampeona pana-mericana en Guadalajara 2011 Alexis Cas-tro abandonó la concentración del equipo

Durante el reciente Preolímpico de basquetbol, Alfredo Castillo, di-rector de la Conade, multiplicó los elogios hacia la Selección varonil de la especialidad. Pero el combinado femenino está por disputar el Campeonato Centroamericano de Baloncesto y el funcionario le ha regateado todos los apoyos: se demoró en entregar los uniformes, no pagó traslados ni viáticos, no ha dado salarios, becas ni apoyos, y está en veremos el reembolso de los gastos hechos por las propias deportistas. Así, no sorprenden las deserciones, la ira y las denuncias.

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Castillo, de blanco. Fan a medias

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apenas le confirmaron que las seleccio-nadas nacionales no tendrían ayuda eco-nómica ni reembolsos. Ella viajó en avión de San Francisco, California, a Monterrey. De ahí prosiguió su recorrido en autobús a Saltillo, donde sólo permaneció concen-trada tres días. Se marchó decepciona-da por el nulo interés de los responsables deportivos.

Silva dice respetar la decisión de su compañera, y aclara que por ahora nin-guna otra seleccionada prevé dejar la con-centración. “Pese a todo, están motivadas para representar a México, y como capi-tana seguiré peleando para conseguir el apoyo”. Los gastos generados por un de-portista de alto rendimiento oscilan entre 15 mil y 20 mil pesos mensuales.

Brisa admite que ella también ha con-siderado seriamente la posibilidad de abandonar la Selección, cansada de solici-tar ayuda. “Primero quiero pelear por ese apoyo. Sólo si éste no llega vamos a tomar cartas en el asunto, y a ver qué pasa. Pien-so que se puede ganar una batalla y que conseguiremos nuestro propósito. Lo que queremos es trato igualitario”.

La responsabilidad

En entrevista el miércoles 16, el entrena-dor Ángel Fernández reconoce que es-peraba una concentración con 24 o 30 jugadoras, pero “por diferentes motivos no han podido venir, algunas por asuntos personales, laborales o de estudios. Al fi-nal llegaron las que pudieron resolver sus problemas. Al principio tuvimos 16 juga-doras, ahora sólo contamos con 13, y el sá-bado 19 quedará la lista definitiva de las 12 que viajarán a Costa Rica”.

Fernández, quien durante 19 años di-

rigió la cantera del Valencia Basket, fue designado entrenador del equipo feme-nil mexicano a finales de agosto. Él se da ánimos: “Estoy acostumbrado a crecerme ante las adversidades y con las jugadoras que hay estoy muy contento. Es un grupo de jóvenes con una media de edad que no llega a los 24 años, y con este equipo es-tamos trabajando muy bien, con muchas exigencias. Algunas no tienen experiencia internacional, pero un día había que em-pezar. Todo el grupo, incluido cuerpo téc-nico y jugadoras, estamos siendo duros mentalmente, y vamos con toda la ilusión de obtener la medalla de oro”.

Con apenas tres semanas para prepa-rar a la diezmada Selección, el entrenador acepta que no tendrá tiempo suficiente para consolidar un representativo fuerte. Lo ideal, dice, hubiera sido seis semanas de trabajo. “Reconozco que nunca había tenido un periodo de concentración tan corto, pero al final te adaptas. Lo bueno de un entrenador no es implantar su filoso-fía, sino adaptarse a lo que tiene, y con lo que hay debes trabajar. Si pierdes el tiem-po llorando y lamentándote… es energía que gastas. Debes ir hacia adelante y sa-car siempre el lado positivo”.

–¿Usted no esperaba tanto ausentismo en la Selección femenil? –se le pregunta.

–No vivo en un país de fantasías. Me hubiera gustado que las jugadoras hubie-ran recibido la invitación un poco antes. Todo es mejorable, y espero que cuando pase este proceso pueda reunirme con las personas responsables y organizar correc-tamente el Centrobasket y el baloncesto femenil en México, un país de 120 millo-nes de habitantes donde existen muchos practicantes de basquetbol. Si hacemos

las cosas con un poco de sentido común y coherencia, planificando bien, se pueden dar dos pasos hacia adelante.

El instructor insiste en el optimismo: “Es verdad que Brisa Silva hizo esas decla-raciones, y también es cierto que al día de hoy todas las carencias de la Selección es-tán siendo subsanadas por la Ademeba. Ya tenemos uniformes y los boletos a Cos-ta Rica. Ahora sí tenemos las condiciones óptimas de una concentración. Es cierto: al principio fue algo duro y hubo dudas. Modesto Robledo (presidente de la Ade-meba) tardó un poco, pero al final ha con-seguido los apoyos”.

Menos de un mes después, el entre-nador revela que no ha recibido un solo peso por su labor, si bien aclara que en el tema de su salario “podré decir algo cuan-do llegue el 1 de octubre, cuando termi-ne la Cocaba. Mi sueldo está acordado en esas condiciones, y no me importa. Al fi-nal del certamen recibiré el pago, al igual que cada jugadora y cada persona del cuerpo técnico. Estoy seguro de que van a cumplir”.

México forma parte del Grupo B del Campeonato Centroamericano de Ba-loncesto Femenino 2015, junto con Gua-temala, Panamá y Nicaragua. El sector A está integrado por El Salvador, Honduras y Costa Rica.

“Como asociación civil hemos hecho un gran esfuerzo para que nuestras selec-ciones participen en sus justas internacio-nales. Gracias a nuestros patrocinadores recibimos recursos para cubrir sus gas-tos”, explicó Modesto Robledo el lunes 14.

Un par de días antes, la estrella del equipo varonil de baloncesto, Gustavo Ayón, arremetió contra las autoridades del baloncesto en el país, a las que seña-ló como responsables de que su deporte carezca del respaldo necesario para lograr los objetivos trazados:

“Los jugadores hemos salido sin apo-yo, sin una federación que nos respalde. Nosotros hemos puesto de nuestro dine-ro para salir adelante. La gente que se en-carga del deporte en este país debe dar un paso adelante en este tema, y que no se cuelguen medallas”, fustigó Ayón minu-tos después del partido que México per-dió ante Canadá por el tercer lugar del Preolímpico.

Ayón tampoco se olvidó del maltra-to que recibieron del organismo cuando él y el entrenador español Sergio Valdeol-millos fueron marginados de la Selección nacional:

“El año pasado nos dieron una patada en las nalgas y parecía que éramos los vi-llanos de esto. Que se hagan responsables del basquetbol en México quienes están a cargo de este deporte. Me empiezan a de-cir que tengo control de la Selección, cosa que nunca he hecho.” Castro. Mejor, distancia

Silva. Contundencia

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DEPORTES

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DEPORTES /BASQUETBOL

BEATRIZ PEREYRA

Aunque la Selección nacio-nal de basquetbol varonil estuvo cerca de calificar por primera vez a unos Jue-gos Olímpicos en 40 años, el desempeño del equipo

no oculta las carencias en este deporte: no existe, por ejemplo, una estructura sólida que detecte jugadores y les dé seguimien-to desde la infancia.

De la mano del español Sergio Valdeol-millos, desde hace cuatro años, México ha conseguido resultados históricos. Al tér-mino del Preolímpico, el entrenador regre-só a su país sin la promesa de que volverá. No es seguro que vaya a dirigir a la quin-teta mexicana en el repechaje que se realizará el próximo año, la última opor-tunidad de calificar a Río 2016.

Y es que hay dos decisiones que anun-ció el director de la Conade, Alfredo Castillo, con las que supuestamente va a reestructu-rar el basquetbol mexicano y acabar con el conflicto que lo aqueja desde hace 15 años: según sus propias palabras, va a “fortalecer, si no es que reconstruir”, la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) y reconocerá a la Asociación Deportiva Mexicana de Ba-loncesto (Ademeba) como el órgano rector de este deporte en el país.

En varones, buena

imagen, realidad fracturada

Desde hace ocho años, aunque sin re-cibir directamente dinero de la Conade, la Ademeba –con la ayuda de la LNBP– ha operado todas las selecciones nacionales, femeniles y varoniles, puesto que cuenta con el aval de la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba Mundo).

En 2011, Modesto Robledo, presiden-te de la Ademeba, y Juan Manuel González, hoy presidente de la LNBP, contrataron a Val-deolmillos para dirigir la Selección nacional rumbo a los Juegos Panamericanos de Gua-dalajara, donde se obtuvo medalla de plata.

Pero en septiembre de 2014, González fraguó la salida del español. Fue respalda-do por el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM) y por el entonces director de la Conade, Jesús Mena. Robledo no hizo nada por defender al entrenador.

Sin importarles que México ganó el Premundial 2013 y que por primera vez en 40 años calificó a un Mundial, lo cesaron. Entre todos lo acusaron de ver “por sus in-tereses personales” y de querer cobrar un salario sin pagar impuestos.

Dijeron que se condujo de manera equi-vocada porque hizo públicos los problemas económicos de la Selección y aclararon que ellos sí cubrieron todas las necesidades del equipo. Valdeolmillos tenía contrato hasta 2015. De un plumazo lo borraron.

Al término del Mundial, en el que Mé-xico fue eliminado en la segunda ronda por Estados Unidos, Valdeolmillos decla-ró que antes de volver a dirigir en México tendrían que solucionarse varios proble-mas en la forma en que se administra la Selección nacional. Denunció algunas ca-

Los buenos resultados que ha obtenido la Selección varonil de bas-quetbol pueden ser engañosos. El gobierno federal prácticamente los presenta como propios, pero son producto del sacrificio de jugadores y entrenador. Así, las autoridades olvidan mencionar la crisis que atraviesa la liga nacional de baloncesto, la nula detección de jóvenes talentos, la discriminación que los propios jugadores mexicanos sufren en su país, los abusos contra los deportistas pro-fesionales, la debilidad de las instituciones que rigen esa disciplina y la falta de un plan a largo plazo.

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rencias hacia los jugadores durante el Mundial y dijo que durante el proceso mundialista se le había “faltado al respe-to” a él y a los jugadores.

Entre los proyectos de Valdeolmillos estaba crear una asociación de jugadores (sindicato) que velara por mejores con-diciones laborales para los atletas de la LNBP –cuyos directivos se han caracteri-zado por vetar, temporal o definitivamen-te, a aquellos basquetbolistas con quienes tienen diferencias, como Ramsés Benítez, Jorge Rochín, Enrique Zúñiga, Anthony Pe-droza y Abdul Mills.

Valdeolmillos aceptó regresar a México en junio pasado a petición expresa de Casti-llo. El español acusó que se le quedó a deber 10% del contrato de la temporada 2013-14 y 100% de la temporada 2014-15. El entre-nador se rehusaba a regresar porque estaba dolido por “todas las mentiras que se han dicho de mí por defender a los jugadores, sin importarles lo que hemos ganado”.

Su nuevo contrato fue sólo por los Jue-gos Panamericanos de Toronto y el Pre-olímpico, que se disputó en la Ciudad de México pero donde no se consiguió el bole-to directo a Río 2016. Como sea, en el nuevo “proyecto” del basquetbol nacional, Casti-llo decidió involucrar a González y Robledo.

El director de la Conade no da por per-dida la calificación a los Olímpicos. El sá-bado 12 dijo que desde ya comenzaría la preparación rumbo al repechaje y que el equipo contará con nueve meses para alistarse. Esto es inexacto, pues cada ju-gador debe estar con su respectivo equi-po profesional, dentro o fuera de México.

Problemas a pie de duela

David Meza, uno de los 12 seleccionados que disputaron el Preolímpico, dice a Pro-ceso: “Sergio se fue al día siguiente (do-mingo 13). No platiqué con él. Escuché que va a valorar las cosas, a ver si sigue o no. No hay ningún plan todavía. Él es lo más importante de esto, desde que él llegó sólo hemos tenido buenos resultados”.

Meza también es uno de los siete juga-dores de la Selección nacional a quienes los equipos Halcones Xalapa y Halcones Rojos de Veracruz (de la LNBP) les adeudan entre cinco meses y medio y siete meses de sa-lario. En plena concentración de la quinte-ta mexicana, el asistente de Valdeolmillos, Ramón Díaz, denunció los adeudos a Orlan-do Méndez, Israel Gutiérrez, Marco Ramos, Adrián Zamora, Francisco Cruz y Paul Stoll.

Con todo y que no tiene injerencia ni puede cubrir sueldos de deportistas profe-sionales, Castillo se ofreció a ayudar a los jugadores a resolver su situación. A poco más de un mes de la promesa, los bas-quetbolistas siguen sin cobrar.

De hecho, el equipo de Halcones Xa-lapa ya no jugará la temporada 2015-2016

porque no puede hacer frente a sus com-promisos económicos. Y si para antes del inicio de la campaña (22 de octubre) Hal-cones Rojos no ha cubierto los adeudos, tampoco se le permitirá competir, infor-ma Sergio Ganem Jr., vicepresidente de la LNBP y dueño del club Fuerza Regia.

La LNBP organizará la próxima cam-paña con tres equipos menos (11 en total) que la anterior, porque no hay condiciones para que sigan operando. Aunado a ello, distintos clubes se han caracterizado por congelar jugadores. Es el caso de Soles de Mexicali, que vetó a Anthony Pedroza; Le-chugeros de León, que hizo lo propio con Enrique Zúñiga y, Ramsés Benítez, por or-den expresa de Juan Manuel González, no puede ser contratado por ningún equipo de ninguna liga por haberlo demandado cuando el primero fungía como presidente de Halcones Xalapa (Proceso 1958).

Ésta es la liga a la que Alfredo Casti-llo quiere apostar para desarrollar el bas-quetbol. “Hay un ‘pacto de caballeros’, como en el futbol”, acusa Enrique Zúñi-ga, uno de los seleccionados emblemáti-cos durante casi dos décadas. El exjugador cuenta que él fue víctima de represiones por parte de directivos de clubes de dos maneras: cuando intentó formar un sindi-cato y cuando quiso dejar los Lechugueros de León e irse a Aguascalientes.

Zúñiga narra que logró tener una lis-ta de hasta 120 jugadores (prácticamen-te todos los de la LNBP) que lo apoyaban con la idea del sindicato. Pero su proyec-to fue mal visto por los empresarios, así que poco a poco los jugadores le avisaron que ya no podrían participar porque ha-bían sido amedrentados.

“A la mera hora quedamos 10. Me llama-ban para decirme: ‘Perdóname, es que quiero jugar; de esto vivo y come mi familia’.”

Cuando Lechugueros no quiso pagar el sueldo que Zúñiga esperaba, el jugador pidió permiso para irse a otro equipo. El dueño del club leonés, Gustavo Saggian-te, le dijo que podía irse pero que pagara por su “carta”.

“Me dijo el dueño de Lechugueros que tenía que pagar una cantidad muy fuerte. La regla dice que tiene que ser un mes de mi salario si me voy prestado y tres meses si es venta. El dueño del equipo con el que me quería ir me dijo que pedía 500 mil pe-sos por prestarme y 850 mil por venderme.”

Algo similar ocurrió con Soles de Mexi-cali y Anthony Pedroza. El jugador quiso cambiarse a Halcones Rojos de Veracruz. Los dueños del equipo también le pidie-ron que pagara su “carta”.

“Todo es de palabra, la ‘carta’ ni exis-te ni es legal. Soles pedía medio millón de pesos por dejarme libre, como si ellos me hubieran desarrollado desde chico. Se echaron la bola entre los dueños. Me di-jeron que sí me dejarían ir y no te pue-do asegurar que se pusieron de acuerdo por debajo del agua, pero muchos equipos no querían problemas. Nadie me volvió a contratar”, cuenta Pedroza.

La temporada pasada al basquetbolista se le permitió jugar pero sólo con el equi-po Gigantes de Toluca, cuyo dueño es Jor-ge Toussaint. Estuvo dos semanas y decidió marcharse. “No es un club grande ni com-petitivo. Por mi nivel puedo estar en otro mejor, pero sólo ahí tuve permiso de jugar”.

De acuerdo con Zúñiga, Meza y Pedroza, la propia LNBP ha dado más oportunidad a los jugadores extranjeros (latinos o estadu-nidenses) y a los hijos o nietos de mexica-nos que nacieron en Estados Unidos.

La mayoría son muchachos recién sa-lidos de escuelas de Estados Unidos que encuentran mejores oportunidades en la LNBP que los jugadores que se han de-sarrollado en México, donde no hay una estructura de detección de talentos, se-guimiento y desarrollo.

Sergio Gánem Jr. reconoce que en la LNBP se han cometido errores, pero dice que ya se están corrigiendo. Agrega que hace cinco meses comenzaron los ajustes

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Meza y Gutiérrez. Logros

Valdeolmillos. Transformación

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DEPORTESDEPORTES /BASQUETBOL

2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 95

para cambiar la mala imagen que tiene. Para empezar ya no aceptarán a equipos que no garanticen finanzas sanas.

Entre otros cambios, la LNBP privile-giará a los equipos que cuenten con re-cursos propios y de patrocinadores, y que no dependan del dinero de municipios y estados. En el caso de Halcones Xalapa y Halcones Rojos es el gobierno de Veracruz –que encabeza Javier Duarte (PRI)– el que los subsidia, pero desde hace siete meses los recursos dejaron de fluir.

–¿Cuál es el proyecto que la LNBP va a desarrollar con la Conade, de acuerdo con lo que anunció Alfredo Castillo? –se le pregunta.

–Platiqué con él en el Preolímpico, pero hay que entender que la LNBP es au-tónoma, como la Liga MX o la Liga Mexi-cana de Beisbol o la del Pacífico. Son entes de particulares, no de gobierno. Somos asociaciones privadas que damos un es-pectáculo deportivo profesional. Quienes tienen la responsabilidad de masificar y de buscar los talentos en el basquetbol son la Ademeba y la Conade.

“La Conade puede ayudar en la capaci-tación de entrenadores y de árbitros, que eso hace muchísima falta, facilitando ins-talaciones para niños y jóvenes, creando la estructura y la organización del basquetbol en todo el país, pero no puede intervenir directamente, porque somos clubes profe-sionales con recursos propios. Es como si quisiera decirle a la Liga MX que va a inter-venir en lo que hacen.

“Se le culpa a la LNBP del no creci-miento del basquet y de los problemas es-tructurales y eso no nos corresponde. Es parte de las injusticias. Cuando hubo ne-cesidad de sostener a la Selección acepta-mos la responsabilidad y a nosotros nos costó. Los jugadores del Preolímpicos es-tán en activo o estuvieron jugando aquí. Eso no lo perdamos de vista. Su desarrollo fue en la LNBP, les guste o no, se sientan orgullosos o no. No queremos ir a Esta-dos Unidos a buscar a los hijos o nietos de mexicanos, sino contar con un gran semi-llero de jugadores nacionales. Ya estamos haciendo eso con Ademeba y FIBA Améri-cas, abriendo escuelas de talentos en las plazas donde tenemos equipos.”

Ideas con bemoles

Ante la propuesta de Castillo de que Méxi-co cuente con un equipo en la “liga de as-censo de la NBA”, Zúñiga plantea que ésa no es la solución, pues el estilo de juego de los mexicanos, de acuerdo con su biotipo, es el europeo y no el estadunidense.

“Por eso Valdeolmillos cayó como ani-llo al dedo, porque él despliega ese tipo de juego. Los mexicanos ya vimos que no po-demos correr y correr como los gringos, no se nos da. Cuando estuvimos con el coach

Nolan Richardson nos fue muy mal. Corría-mos mucho, eso sí. La solución está en for-talecer a la liga universitaria, ahí es donde hay que desarrollar a los jugadores y que debuten como profesionales a temprana edad, en México o en otras ligas. Yo debuté de 19 años y estaba en la escuela y era pro-fesional. Eso ya no se permite y tienes a ju-gadores que a los 29 o 30 años empiezan a ser profesionales”, detalla Zúñiga.

David Meza coincide con esta idea, pero añade que otro semillero debe ser la Olimpiada Nacional de donde salió él, Héctor Hernández y Jesús González, otros dos seleccionados nacionales.

“Nosotros jugamos todo el proceso de

Olimpiadas, pero no hay muchos. Se le tie-ne que dar más importancia a ese torneo, para que sea el semillero. Yo propondría una liga de jóvenes, que se trabaje con las generaciones que vienen abajo y dar-le más oportunidades a los que nacimos aquí. Los mexicoamericanos también son mexicanos, pero en la liga los que juegan son ellos, no nosotros.”

Zúñiga alerta sobre la importancia de buscar ya a los reemplazos de quienes ahora integran la Selección nacional. “El sueño se nos puede caer de un año a otro. Ya hay que sacarlos a competir. Las nue-vas promesas están en los equipos univer-sitarios”, sentencia.

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96 2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Los despojan de su propiedad con

un “poder” basado en fotocopia

Señor director:

Le solicito publicar la siguiente carta, a la aten-

ción de las siguientes personas:

Señor presidente constitucional de los Esta-

dos Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña

Nieto; C. presidente de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación, ministro Luis María Aguilar

Morales; C. presidente del Tribunal Superior de

Justicia del Estado de México, doctor Sergio Ja-

vier Medina Peñaloza, y C. presidente del Colegio

de Notarios del Estado de México, licenciado

cer que, efectivamente, en la Notaría 18 del Es-

tado de México, a cargo del licenciado Mauricio

Trejo Navarro, se había tramitado a espaldas de

nosotros la compraventa del inmueble de refe-

rencia, siendo mi hermana y yo los “vendedores”,

representados fraudulentamente como apodera-

do el señor Juan Carlos Vargas Bonilla con el uso

de un poder notarial falso, presuntamente otor-

gado ante la Notaría 28 del Estado de México. Al

preguntarle al notario 18 si verificó la autenticidad

del poder utilizado por Juan Carlos Vargas Boni-

lla, manifestó que él no tenía obligación de veri-

ficar nada y que hiciéramos lo que quisiéramos,

porque él no podía hacer nada.

Ante esta situación, nos vimos precisados

a demandar por la vía civil la nulidad en primera

instancia del supuesto poder otorgado ante el

notario 28 del Estado de México, y como conse-

cuencia de ello la nulidad de la escritura de com-

praventa por virtud de la cual Juan Carlos Vargas

Bonilla y Mario Roberto Martínez Torres nos des-

pojaron del terreno materia de nuestra herencia.

Quedó demostrado en el expediente 714/14

del índice del Juzgado Séptimo de lo Civil en

Tlalnepantla, con residencia en Atizapán de Za-

ragoza, por manifestación expresa del notario

28 del Estado de México, Alfonso Flores García

Moreno, que el poder utilizado por Juan Carlos

Vargas Bonilla era apócrifo, por lo que, con fecha

17 de abril de 2015, el juez séptimo de lo civil de

Tlalnepantla, Juan José Hernández García, con

residencia en Atizapán de Zaragoza, Estado de

México, dictó sentencia definitiva: decretó la nuli-

dad del poder y consecuentemente de la escritu-

ra otorgada con el documento apócrifo.

Juan Carlos Vargas Bonilla y Mario Roberto

Martínez Torres apelaron la sentencia de primera

instancia; el recurso quedó radicado en la Primera

Sala Colegiada Civil de Tlalnepantla, Estado de

México, integrada por los magistrados Jesús Con-

treras Suárez, Cristina Cruz García y Marco Antonio

Nava y Navas, bajo el argumento de que no tenía-

mos derecho a reclamar la nulidad de la escritura.

Estas personas se fundan en una supuesta

cesión de derechos que exhibieron ¡en copia fotos-

tática simple!, resultando que en el toca 262/2015

correspondiente a este asunto, la ponente Cristina

Cruz García, con la complicidad de los otros dos

magistrados, por unanimidad de votos determinó

revocar la sentencia de primera instancia.

La magistrada basó su resolución en la copia

simple de la supuesta cesión de derechos, pa-

sando por alto que el origen de la demanda era la

nulidad del poder apócrifo utilizado por Juan Carlos

Vargas Bonilla y, como consecuencia, de todos los

actos ejecutados con el mismo, absteniéndose in-

cluso de pronunciarse respecto a la nulidad de este

poder falso en la sentencia de segunda instancia,

de fecha 16 de junio de 2015, no obstante ser el

origen del juicio y motivo de la sentencia apelada.

Por el propio personal de la Sala en donde

se resolvió la apelación tuve conocimiento de

que a este caso le habían “metido mucho dinero

para ganarlo”, aun cuando la sentencia dictada

es totalmente contraria a derecho.

Actualmente nos encontramos en el trámite

del amparo directo ante el Cuarto Tribunal Co-

legiado en Materia Civil del Segundo Distrito,

donde esperamos que la corrupción no pueda

alcanzar a los servidores públicos y se haga

justicia para que no seamos despojados de la

Carlos Otero Rodríguez, a quienes hago de su

conocimiento los actos de injusticia y corrupción

de los que hemos sido víctimas yo y mi hermana.

En junio de 2014 nos percatamos de que el

inmueble denominado Cerro Grande, ubicado en

el pueblo de Calacoaya, en la avenida Doctor Ji-

ménez Cantú, sin número, del municipio de Atiza-

pán de Zaragoza, en el Estado de México, del cual

somos legítimos herederos, se encontraba invadi-

do y unas personas estaban colocando vallas para

delimitarlo, por lo que al cuestionar a éstas sobre

las razones por las cuales estaban haciendo esto,

fuimos informados por quien dijo ser abogado del

dueño que esas obras habían sido ordenadas por

el ingeniero Mario Roberto Martínez Torres, su-

puesto nuevo propietario del inmueble.

Al realizar una investigación, pudimos cono-

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PALABRA DE LECTOR

2029 / 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 97

herencia que nos dejó nuestro padre, por lo que

mucho agradeceremos a las autoridades señala-

das al principio de la presente que, en el ámbito

de sus competencias, verifiquen la actuación de

la Sala mencionada e intervengan para vigilar el

estricto cumplimiento de la ley en lo que falta del

procedimiento.

AtentamenteSergio Román Rodríguez Gaona

Denuncia la reaprehensión de su

madre, quien ya había sido absuelta

Señor director:

Recurro a este prestigiado medio de comu-

nicación para denunciar ante la opinión

pública y las autoridades tanto del fuero local

como del federal que mi madre, María Guadalupe

García Cabello, fue privada de su libertad injus-

tamente a raíz de que en el año 2013 se le acusó

sin pruebas del delito de fraude procesal.

Por este delito, mi madre fue recluida en prisión

por lapso de un año y siete días. El 21 de marzo de

2014 ella recuperó su libertad luego de que el juez

67 penal, Enrique Juárez Saavedra, dictó sentencia

absolutoria, ya que no se acreditó el delito que se le

imputaba. La razón: que en los autos se acreditaba

el reconocimiento de un adeudo por parte de María

Antonieta de la Cruz Simón y Lamadrid, accionista

y apoderada de la empresa Inmobiliaria del Paseo,

S.A de C.V. (supuesta agraviada). Además, el juez

consideró que nunca se hizo caer en error a la

autoridad, elemento indispensable para que se

configurara el delito.

Sin embargo, ocho meses después la magis-

trada Martha Patricia Tarinda Azuara, adscrita a la

Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia

del Distrito Federal, revocó la sentencia abso-

lutoria y a mi madre se le condenó a seis años

de prisión, razón por la cual tuvo que ponerse a

salvo para no regresar a prisión.

Públicamente hago del conocimiento la co-

rrupción y la arbitrariedad en la que se vio involu-

crada la magistrada Tarinda Azuara y el Ministerio

Público Juan Carlos Rodríguez, quien fue el que

desahogó los agravios de la apelación.

Lo extraordinario de este caso, que pone en

evidencia las turbiedades de la justicia, es que en

una charla que sostuve con el agente ministerial

Juan Carlos Rodríguez –la cual videograbé– él

mismo me comentó que en el caso de mi madre

no había delito que perseguir, y no descartó que

los abogados de la contraparte, encabezados

por Fernando Gómez Mont, le hayan telefoneado

al presidente del Tribunal Superior de Justicia del

Distrito Federal, Edgar Elías Azar, para que cam-

biara el sentido de la resolución.

Tengo en mi poder la grabación de la conver-

sación que sostuve con Juan Carlos Rodríguez

y la pongo a disposición de las autoridades co-

rrespondientes a fin de que se investigue si en el

caso de mi madre operó una suerte de presión

política o influyentismo para torcer la justicia.

Debo decir que en el proceso ordinario salie-

ron a flote múltiples violaciones que la autoridad

juzgadora pasó por alto. Por ejemplo, el denun-

ciante Víctor Antonio Ferrat Procell –mi primo– se

ostentó con un poder que deviene de actos

simulados, y él no es el verdadero apoderado.

Además, existió un reconocimiento de adeudo

por parte de la legítima y verdadera apoderada

y accionista, María Antonieta de la Cruz Simón y

Lamadrid; los peritajes que exhibieron para acre-

ditar la falsedad son parciales e irregulares, ya

que los peritos nunca tomaron las firmas en las

matrices donde están los documentos originales.

Por lo que hace al perito de la Procuraduría Ge-

neral de Justicia del Distrito Federal, nunca tomó

las fotos personalmente y adujo que fue otra per-

sona quien las tomó y se les entregó.

Actualmente el caso de mi madre se encuen-

tra sujeto a una demanda de amparo –última

instancia–, la cual está radicada ante el Sexto

Tribunal Colegiado del Distrito Federal (amparo

261/2015).

Por lo antes expuesto, expreso mi temor

de que el asunto de mi madre no sea resuelto

conforme a derecho, pues llevo tres años en-

frentando violaciones y agravios, lo que me hace

pensar que la propia autoridad se ha prestado a

este juego sucio.

Pido al presidente de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales,

que se aplique justicia en el caso de mi madre, ya

que de eso depende que ella regrese con nuestra

familia y mis dos hermanos discapacitados dejen

de sufrir su ausencia. Señor magistrado presi-

dente, creo que no le pido mucho porque en este

caso nos asiste la razón.

AtentamenteMaría Teresa Ferrat García

Distrito Federal

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