psicologia social comunitaria de maritza montero

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Revista Latinoamericana de Psicología ISSN: 0120-0534 [email protected] Fundación Universitaria Konrad Lorenz Colombia Montero, Maritza La psicologia comunitaria: orígenes, principios y fundamentos teóricos Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 16, núm. 3, 1984, pp. 387-400 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80516303 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Psicología social

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  • Revista Latinoamericana de PsicologaISSN: [email protected] Universitaria Konrad LorenzColombia

    Montero, MaritzaLa psicologia comunitaria: orgenes, principios y fundamentos tericos

    Revista Latinoamericana de Psicologa, vol. 16, nm. 3, 1984, pp. 387-400Fundacin Universitaria Konrad Lorenz

    Bogot, Colombia

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80516303

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    Proyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA1984 VOLUMEN 16 - N9 3 387-400

    LA PSICOLOGIA COMUNITARIA: ORIGENES,PRINCIPIOS y FUNDAMENTOS TEORICOS

    MARITZA MONTERO

    Universidad Central de J'enezuela

    Community psychology is a new eld of psychological work, thatbegan in the USA and in Latin Amerca, in orden to understand and tosalve community development problems. Its origine, principies, andtheoretical foundations are presented. One of the early works was doneby O. Fals Borda in Colombia in 1957-1959. In the USA the area de-veloped rapidly. Community psychoIogy is not limited lo mental health,but shouId be considered as a psychoIogyfor development. In community 'psychoIogy the subjects and the nvestgators are part of the samesituation.

    La Psicologa Social Comunitaria o Psicologa Comunitaria asecas, denominacin cada vez ms popular, es una de las ramas msrecientes de la psicologa. Su carcter novedoso es responsable dela confusin y ambigedad que todava imperan respecto de sudenominacin, objeto y mtodos; lo cual obviamente es un signono slo de su juventud, sino adems de ser una rama en perodode formacin, que sin embargo tiene ya pretensiones de autonomapues como lo sealan diversos manuales (Bennett, y cols., 1966;Cook, 1970; Golann y Eisdorfer, 1972; Iscoe y Spielberger, 1970;Murrell, 1973; Mann, 1978; Rappaport, 1977). Se habla en elloscomo de una nueva disciplina, si bien se indica siempre su basa-mento psicosocial, as como su uso de procedimientos, tcnicas, ins-trumentos y mtodos provenientes de la Psicologa Social.

    Direccin: Mariua Montero. Apartado SOS94. Prados del Este. Caracu1080 A. Venezuela.

  • MONTERO

    ORIGENES y DEFINICION DE LA PSICOLOGIACOMUNITARIA

    Hablar de la Psicologa Comunitaria, significa, como ha ocurri-do con muchas otras ramas de la psicologa, en sus respectivos co-mienzos, decir no slo de qu se trata, sino tambin deslindar sucampo: sealar su objeto y sus objetivos. Comenzaremos por la tareade la identificacin por diferenciacin, antes de pasar a definir nues-tro campo de estudio. Pero, por qu comenzar as? La justificacinde esta estrategia se debe a que la denominacin de Comunitariapodra llevar a deducciones errneas, segn las cuales se podra con-fundir lo que hemos anunciado como una rama de la psicologa,afincada en lo social, con prcticas de carcter paternalista, que res-ponden a intentos de desarrollo comunal cuyo centro de poder esexterno al ambiente sobre el cual se desea ejercer.

    Tampoco se trata como muy bien lo han expuesto otros auto-res (Iscoe y Spielberger, 1970; Murrell, 1973; Escovar, 1979; Rappa-port, 1977), de una psicologa exclusivamente aplicada al campo dela salud mental comunitaria, cuyo fundamento supone una falla delas instituciones en las cuales el Estado delega la socializacin delos individuos, de tal manera que se generan grupos de personasmarginadas de sus beneficios. Como dice Escovar (1979, p. 3): "Lasolucin que ofrece ese paradigma, es la de aumentar la capacidadsocializadora de cada institucin del sistema social mismo". Estemodelo ha tenido gran acogida a nivel de los organismos estatales ysus esfuerzos pueden observarse en los numerosos planes inacabados,frustrados, o en las transformaciones que las precedieron 'Y moti-varon.

    Asimismo, no debe confundirse, an cuando la Psicologa Co-munitaria no las excluye, con reas tales como el asesoramiento decomunidades o como la tecnologa social. En el primer caso se tratade una aplicacin muy concreta y en el segundo, de un enfoque,igualmente aplicado, que propone la generacin de tcnicas, de es-trategias e instrumentos dedicados a la solucin de problemas socia-les, que no necesariamente involucran un cambio social estructural.La Psicologa Comunitaria puede incluir 'Y de hecho en su aplica-cin lo hace, ambas reas, pero sus objetivos van ms all de loque ellas plantean.

    Aclarado sto, pasemos a definir qu es Psicologa Comunitaria.La primera vez que aparece publicado el trmino, hasta donde co-nocemos, es en 1966 con la obra de Bennet, y cols.: CommunityPsychology: A report of the Boston Conjerence on the Education 01Psychologists [or Comunity Mental Health (generada en la Confe-rencia celebrada en 1965, en Swampscott, Massachussetts). A partirde all diversos autores en Norteamrica, entre los cuales S. Scrib-

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    ner (1968); J. R. Newbrough (1970); S. Lehmann (1971); Stan-ley Murrell (1973), comienzan a plantearse a fines de la dcadadel 60 y comienzos de los aos 70, la necesidad de definir y fun-damentar una Psicologa Comunitaria. Algunos la proponen comouna forma de Psicologa aplicada, dados sus nexos en los EE. UU.con el movimiento pro salud mental en la comunidad, de largadata, y con la poltica de guerra a la pobreza (Murrell, 1973); otroscomo J. R. Newbrough (1970), se preguntaban ya acerca de laposible creacin de una nueva rama de la psicologa. En todo caso,lo que parece delinearse en ese pas, es la necesidad de, una psicologaque trabaje con organizaciones sociales, cambindolas de maneratal que los individuos se beneficien; as como la dualidad del roldel psiclogo involucrado en tal accin, quien es calificado por Ben-nett y cols., (1966), de "partcpante-conceptualizador", significandotanto su labor como promotor, cuanto su papel corno profesional ycientfico.

    Sin embargo, ya en Amrica Latina, sin apelar a la denomina-cin, pero con un claro adelanto metodolgico, desde fines de ladcada del 50 (entre 1957 y 1959), se venan realizando aisladamen,te, silenciosamente, como suele ocurrir en la regin, desarrollos co-munitarios interdiscplinaros, en los cuales estn presentes todaslas caractersticas que veinte aos despus pasan a definir a la Psi-cologa Comunitaria, al igual que una particular estrategia meto-dolgica basada en la investigacin-accin, orientada hacia el cambiosocial y la concientizacin. As., en la obra de O. Fals Borda (1959),en Colombia es posible encontrar ya establecidos, mtodos y proce-dimientos desarrollados simultneamente dos o tres lustros despus,en otras partes de Amrica Latina (Panam, Per, Venezuela, Puer-to Rico, por ejemplo). El objeto fundamental de esa prctica des-tinada al desarrollo de la participacin comunitaria, consiste en lamovilizacin de un grupo particular (una comunidad), para el en-frentamiento y solucin de sus problemas, los eualesa travs de laintervencin de agentes de cambio, percibir en sus dimensiones re a,les y en sus relaciones con el medio en que se presentan.

    En una primera etapa (aos '50 y '60), ms que de una Psico-loga Comunitaria debe hablarse de desarrol1ocomunitario, de par-ticipacin, de autogestin, a solas. Se trata de una estrategia, deuna metodologa, en la cual el aporte pscosial no ha sido clarificadoan. Slo a fines de la dcada del '60 y comienzos de los aos '70,surgen paralelamente los primeros intentos de sistematizar lo quees ya un quehacer con logros firmemente establecidos en Latinoam-rica, y una nueva lnea de aplicacin en Norteamrica,

    As, Leo Mann (1978), considera que son tres las reas funda-mentales que constituyen el objeto de la Psicologa Comunitaria: elanlisis de procesos sociales; el estudio de las interacciones en un

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    sistema social especfico y el diseo de intervenciones sociales. JulienRappaport (1977), la define como "la bsqueda de alternativas anormas sociales establecidas". Se reconoce as una orientacin evi-dentemente social a esta disciplina y un rol muy activo tanto alpsiclogo, como a su tradicional objeto de estudio: el hombre. Queesta vez es el hombre en su comunidad. Sin embargo es todavauna definicin muy vaga. Aproximadamente, podramos describir ala Psicologa Comunitaria como la rama de la psicologa cuyo objetoes el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar,fomentar y mantener el control y poder que los individuos puedenejercer sobre su ambiente individual y social, para solucionar pro-blemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en1Il estructura social. Esta definicin implica que el rol del psiclogoy de otros profesionales orientados por los mismos objetivos y conlos cuales trabajar conjuntamente, ya que como en el caso de laPsicologa Social, de donde se desprende (de hecho, se la sueledenominar tambin Psicologa Social Comunitaria), su campo esinterdisciplinario, ser el de un agente de cambio y ese rol estarligado a aspectos de deteccin de potencialidades, de auspicio delas mismas y de cambio en los modos de enfrentar la realidad, deinterpretarla y de reaccionar ante ella. El elemento a subrayar enesta definicin es el colocar el centro de gravedad del control y delpoder en la comunidad, no en el agente interventor, en el tcnico,ni en organismos promotores de cualquier signo u origen (estatal,privado, religioso, poltico ... ).

    Definida as, la Psicologa Comunitaria se plantea como ya loenunci Escovar (1979), como una Psicologa para el Desarrollo,entendido ste como "el proceso mediante el cual el hombre ad-quiere mayor control sobre su medio ambiente" (1977). Es decirque trata del desarrollo individual, pero tal como lo planteamos enla definicin anterior, tambin es un desarrollo que va ms all delindividuo, pues su objetivo ltimo ser lograr no slo un cambiopsicolgico en las personas, sino adems, al afectar su hbitat y conl las relaciones individuo-grupo y grupo-sociedad, generar cambiostanto cuantitativos como cualitativos que colocarn esas relacionesen un nuevo nivel. Es decir, que se producir un movimiento deaccin transformadora en dos sentidos, en el cual ambos campos dela dinmica, siendo coincidentes y opuestos a la vez, se ven transoformados; pues todo cambio en el hombre produce cambios en suambiente y viceversa. Se plantea as el desarrollo en una relacindialctica de transformaciones mutuas.

    LA PSICOLOGIA COMUNITARIA COMO PSICOLOGIADEL CAMBIO SOCIAL

    Esta Psicologa Comunitaria surge como el esfuerzo coincidente}' curiosamente paralelo, de diversos grupos de psiclogos latino-

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    americanos y de otros profesionales de las ciencias sociales, que co-mienzan a enfrentar una serie de problemas que surgen en una rea-lidad muy concreta: el subdesarrollo de Amrica Latina, la depen-dencia de los pases que integran la regin. Tambin en Norteam-rica como hemos visto, se plantea una Psicologa Comunitaria, perosu orientacin es predominantemente la de una psicologa para laSalud Mental Comunitaria, o como una rama de la Psicologa Cl-nica. Ante los problemas concretos, vistos en su relacin contextualy no como abstracciones de signo negativo, como quistes a extraerpara mantener sistemas aparentemente homoestticos, las explica-ciones, los paradigmas, las teoras psicolgicas vigentes, aparecerancomo inadecuados, como incompletos, como parciales.

    y las soluciones de ellos derivadas slo alcanzan entonces atratar el malestar de unos pocos y a ignorar la dolencia de muchos.Se planteaba, y ese planteamiento sigue vigente, la necesidad de darrespuesta inmediata a problemas reales, perentorios, cuyos efectospsicolgicossobre el individuo no slo lo limitan y trastornan, sinoque adems lo degradan, y, an peor, pasan a ser generadores deelementos mantenedores de la situacin problemtica. Tal plantea-miento supona para el psiclogo, el enfrentamiento de la proble-mtica con una visin distinta: la de diagnosticar en funcin deuna globalidad, la de tener conciencia de la relacin total en queella se presenta. Y junto con esa visin, necesariamente unida a lamisma, se plantea una redefinicin del sujeto psicolgico en la rela-cin. No puede ser visto ya como el sujeto pasivo de sus males,ni tampoco como el recipiendiario inerte de la accin externa, que"hadas madrinas" institucionales derraman sobre l. Se parte de laidea de que toda transformacin debe serlo tanto en el mbitosocial cuanto en el individual, y que las soluciones no sern talessi no involucran la participacin de los individuos. a los que vandirigidas. Es decir, que debe ser autogestin y no pura manifesta-cin externa.

    Una intervencin pionera del socilogo O. Fals Borda (1959),en Colombia, ejemplificadora a la vez que sustentadora de una cien-da social que se quiere crtica y transformadora, propugna lo quese ha denominado investigacin activa, definida como "el intercam-bio entre conceptos y hechos, observaciones adecuadas, accin con-creta o prctica pertinente para determinar la validez de lo observa-do, vuelta a la reflexin segn los resultados de la prctica, y pro-duccin de preconceptos o planteamientos ad-hoc a un nuevo ni-vel, con lo cual (puede), reiniciarse el ciclo rtmico de la investiga-cin-accin, indefinidamente" (1978, p. 224). Comienza as, lo queluego se va a manifestar simultneamente, a mediados de la dcadadel '70, en diversos pases de Amrica Latina (El Salvador, Mxico,Panam, Puerto Rico, Per, Repblica Dominicana, Venezuela): lapuesta en prctica de una serie de estrategias que empleando tcni-

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    c.aspsicosociales, generando una metodologa basada en la interven-cin (investigacin-accin), redefiniendo el rol del psiclogo en lacomunidad, generando nuevas vas de estudio, medicin e interven-cin, a la vez que cuestionando y sometiendo a prueba teoras, in-tentaban la construccin de explicaciones tericas acordes con esanueva visin.

    FUENTES TEORICAS DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA

    Aparte de esta fuente inicial, la Psicologa Comunitaria se haalimentado tericamente de otras que le han proporcionado expli-caciones adicionales: En primer lugar tenemos las teoras de laTensin Social o Stress Social, complementadas con elementos pro-venientes del interaccionismo simblico y de la tendencia hacia unaPsicologa Ecolgica Transaccional, como la propuesta por J. R.Newbrough y sus asociados. Luego tenemos la integracin de postu-lados provenientes de diversos paradigmas explicativos de la conduc-ta, de base neoconductista, tales como las nociones de externalidade internalidad que llevan a la creacin del constructo del foco decontrol (Rotter) : el paradigma de la Desesperanza Aprendida o in-defensin (Seligman); las explicaciones acerca del Bienestar Mxi-mo (Foster). Y tambin las explicaciones de origen neopsicoanalistacomo la teora de la personalidad autoritaria (Adorno y otros). Enel fondo de estas explicaciones hay una nocin comn: la de con-trol y poder sobre las consecuencias de los propios actos. En tercerlugar, las teoras de la alienacin, usadas por algunos psiclogosen sus postulados marxistas y tomados por otros de la versin delsocilogo Seeman, as como la teora latinoamericana de la Depen-dencia, aparecen como explicaciones fundamentales de base, quesubyacen a toda otra interpretacin de la conducta y que dan in-tegracin y coherencia a las manifestaciones de esa conducta des-crita por los paradigmas antes mencionados, suministrando una ex-plicacin contextual de los mismos, coherente y global.

    Explicaremos brevemente, cada una de estas fuentes tericas:l. La nocin de tensin social (Social Stress). Esta nocin se

    encuentra en la base de la explicacin terica que presenta BrbaraDohrenwend (1978), en su modelo conceptual para la PsicologaComunitaria, y est presente tambin en el movimiento ecolgicotransaccional propuesto en el Centro Kennedy para la investigacinen Educacin y Desarrollo Humano (EE. UU.). El concepto cenotral del modelo, obviamente, es el de tensin, presentado en su ver-sin concreta: vida que genera tensin (Stresstul lite); definida co-mo aquella que produce cambios y exigencias mayores y ms acu-ciantes, cuando no son deseados por el individuo. Ese cambio puedeprovenir del ambiente o de caractersticas psicolgicas de la personay puede producir una gran diversidad de reacciones fisiolgicas que

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    son transitorias y autolimitantes (Ej.: respuestas ante situaciones dedesastre), dependiendo nuevamente, de factores situacionales (Ej.:problemas econmicos de la persona sometida a tensin, falta deapoyo social) y psicolgicos (Ej.: valores, capacidades). La reaccinde stress o tensin puede producir entonces los siguientes efectos:

    a) Crecimiento psicolgico, en el sentido de madurez: cambioen los valores y aspiraciones; desarrollo de nuevas habilidades; b)Ningn cambio psicolgico visible. Se retorna a la situacin ante-rior, apenas desaparece la tensin. e) "Una reaccin disfuncionalque contrasta con una reaccin de tensin transitoria en que espersistente y parece automantenerse" (Dohrenwend, 197~, p. 5). Elpunto crtico aqu, es que se trata de un reaccin patolgica. Esteltimo aspecto es clave para esta tendencia, que le otorga la mayorimportancia, considerando que la Psicologa Comunitaria debe con-sistir en la planificacin de estrategias para reducir la tasa de psico-patologa en la comunidad. Para ello (Dohrenwend, 1978), porejemplo, propone varias reas: intervencin durante crisis; entrena-miento en habilidades individuales; socializacin y educacin gene-ral; desarrollo de agencias de ayuda social; accin poltica con gru-pos de status desventajoso.

    Como puede observarse, esta fuente terica tiende a justificaruna praxis orientada hacia lo que antes hemos ubicado bajo el ru-bro de Salud Mental en la Comunidad; prctica sta que a su vezse revierte sobre su teora de base, guiando hacia explicaciones quehacen hincapi en lo psicopatolgico a nivel individual.

    El interaccionismo simblico y la Psicologa Ecolgica Transac-dona} estn en la base del enfoque que da a la Psicologa Comu-nitaria un importante grupo de investigadores universitarios puerto-rriqueos (Rivera Medina; Serrano Garca; Irizarry; Solano; Nie-ves; entre otros). De la primera corriente terica se toma la nocinde rol, la de valores, la de actitud y la de ideologa, como procesosmediadores, as como el principio de explicar patrones de pensa-miento, emocin y conducta, de acuerdo con las interpretacionessubjetivas de los significados y motivos de quienes estn presentesen la situacin.

    La Psicologa Ecolgica Transaccional contempla dos reas fun-damentales: la Salud Mental en la Comunidad, particularmente loreferente a la depresin y el retardo mental y, el asesoramiento enmateria ambiental para la comunidad. La idea fundamental es quela primera ser mejor servida reajustando el ambiente social, enlugar de la psiquis individual (Newbrough y Christenfeld, 1974).Partiendo de este principio, se da orientacin a las instituciones lo-cales en la comunidad, se crean programas educativos y se abrencentros clnicos, procurando que sus usuarios se involucren en losplanes desarrollados, estableciendo objetivos y polticas a seguir. Se

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    parte de la nocin lewiniana de que la experiencia de vida inme-diata es la influencia ms importante para una persona y de quela personalidad es una funcin del espacio vital, por lo cual es neocesaro actuar sobre el medio ambiente.

    Esta corriente terica ha producido una lnea de accin queSerrano Garda e Irizarry (1979), han denominado intervencin enla investigacin y que estn aplicando con xito en el logro de co-munidades autogestoras en Puerto Rico (Buen Consejo; La Plata).Es necesario decir que en su versin latinoamericana, la corrientese enriquece con los aportes tericos de base marxista, de LucienGoldmann y sus conceptos de conciencia real y conciencia posible;as como del aporte terico-metodolgico de los postulados de PauloFreire, referentes al logro de la conciencia posible en la comunidadautogestora, y con el impulso proveniente de la teologa de libera-cin, nutrida del aporte terico de Berger y Luckman (La Cons-truccin social de la realidad). De acuerdo con esta posicin terico-prctica, que coincide con algunas de las proposiciones de Fals Bor-da, la intervencin est destinada a producir un cambio, no sloen la comunidad sino tambin en el interventor, quien se involucraen la situacin. Ese cambio es entendido como la posible alteracinen la funcin o en la forma, de un grupo significativo, o del ordensocial. En el primer caso (cambio de funcin), se producen alte-raciones en las unidades estructurales de una situacin sin alterarlos valores del mismo. Ej.: Aumento en la eficiencia de los servicios.En el segundo caso, cambio en la forma, se trata de una alteracino modificacin, ms o menos radical, en la ideologa (valores, premisas y metas). El primero fortalece a la estructura, el segundo pue-de llevar a cambiarla.

    En sntesis, esta fuente terica es plural, por una parte tomade teoras previamente establecidas y fundamentales en una ciertaconcepcin de la sociedad, segn la cual basta mejorar lo existente,)' por otra asume de otra concepcin social, el marxismo, elementospara un cambio social ms profundo.

    2. La segunda fuente, desarrollada por Luis Escovar en Pana-m, parte como dijimos antes de la nocin de control sobre losrejuerzos ante contingencias de la vida cotidiana. As, desarrollo sig-nifica control sobre los resultados de esas. contingencias y el papelde la Psicologa Comunitaria, ser desarrollarlo en los individuos,de tal manera que ellos sean autogestores de su transformacin yde .la de su ambiente. Los fundamentos psicolgicos de este modelo,expuestos por Escovar en su artculo "Hacia un Modelo PsicolgicoSocial del. Desarrollo" (1980), son los siguientes:

    a) La nocin propuesta por Kardiner y Spiegel (1947), de quela formacin de un Yo eficaz depende de la "frecuencia con la que

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    una persona haya tenido experiencias positivas de control sobre elmedio ambiente durante el crecimiento". (Escovar, 1979, p. 2).

    b) La sistematizacin que de la nocin de control, y tras ellala de poder, ha hecho Seligman (1975). Segn este autor, los indi-viduos sometidos a situaciones en las cuales no existe relacin con-gruente entre su conducta y los resultados de ella, sean positivos onegativos, desarrollan lo que ese autor llam desesperanza aprendi-da o indefeccin (learned helplessnesss ; sndrome psicolgico cu-yas manifestaciones se dan en tres reas: motivacional (disminucinde la motivacin, inercia, pasividad); cognitiva (orientacin rgida;negacin a aprender nuevas conductas; rechazo al cambio), y afec-tiva (desajustes emocionales que pueden llevar a la depresin;apata).

    e) La nocin de foco de control, que supone la existencia deun continuum a lo largo del cual se distribuye la personalidad delos individuos, en uno de cuyos polos est la internalidad yen elotro la externalidad (Rotter, 1966). La primera se entiende comola orientacin segn la cual la persona percibe los acontecimientosque lo afectan como consecuencia de sus propias acciones, es decir,que considera que tiene el control de sus acciones y que lo buenoo lo malo que le ocurre es responsabilidad suya. La extemalidad,por el contrario, coloca el control fuera del individuo. Los aconte-cimientos positivos o negativos, no tienen relacin con las accionesrealizadas por l.

    3. Ante el panorama presentado por estos paradigmas: el in-dividuo aptico, inerte, desmotivado, incapaz de plantearse un pro-yecto o de llevarlo a cabo, la reaccin de la Psicologa Comunitariaha sido la de considerar correctamente, que tal descripcin suminis-tra una coleccin de sntomas y no de causas, como lo planteara ensu momento la Sociologa de la Pobreza. El siguiente paso, casiinevitable, fue acudir al concepto de alienacin como explicacinintegradora. Una posicin toma ese concepto como lo plantea elsocilogo Seeman (1959), lo cual coincide en varios de sus signifi-cados con los conceptos antes expuestos. As, alternacin definidadesde una perspectiva fundamentalmente psicolgica, por el citadoautor, significa que los individuos se crean expectativas segn lascuales sus propias conductas no pueden determinar los resultadosdeseados, pudiendo llegar a la creencia (alienacin "normativa"), deque para alcanzar esos resultados la nica va posible sea la ejecu-cin de conductas reprobadas socialmente (desviacin), mediantela utilizacin de medios ilcitos. Detrs de esa concepcin est lateora funcionalista mertoniana de los medios y fines como vasde adaptacin social. Otra acepcin de la alienacin, as entendida,se refiere tambin a expectativas individuales, esta vez relativas ala incapacidad para los individuos de producir satisfactoriamentelas consecuencias de los propios actos.

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    Esta es 'la explicacin que incluye la teora de Escovar. Esteautor apela a teoras neoconductistas, a explicaciones de carcterfuncionalista, que si bien no logran dar separadamente una visintotal del fenmeno, al ser integradas en una explicacin general,de la cual cada una describe una parte, adquieren coherencia. Es-covar (1979), considera entonces en su teora, que hay factores es-tructurales: Una estructura social con posiciones de poder y posi-ciones de subordinacin, ms la carencia de control sobre el medioambiente fsico y sociocultural. Ello produce alienacin, desesperan-za aprendida y la formacin de un foco de control predominante-mente externo, todo lo cual tiene consecuencias actitudinales y con-ductales: apata, inercia, rigidez cognoscitiva, ausencia de participa-cin poltica. La va de ruptura ante este desolador producto esuna Psicologa Comunitaria que desarrolle la autogestn, al colocarel control en los sujetos. Escovar es as el primero en plantearse unintento globalizador de las causas de una conducta relacionada coneJ subdesarrollo. Su aporte es tanto ms valioso, cuanto que no slosuministra un claro insight sobre el problema, sino que adems seya construyendo, al mismo tiempo que desarrolla una prctica co-munitaria en grupos campesinos panameos, con vas a la pro-duccin del cambio en los individuos y en sus relaciones con elambiente. Sin embargo, es necesario sealar que esos mismos princi-pios pueden aplicarse a comunidades cuya apata o inercia, no in-volucren todos los elementos negativos descritos en ese modelo.

    Partiendo de esta visin integradora, pero acudiendo a un con-(:epto diferente de alienacin:' a la definicin dada por Marx en suobra "Trabajo Alienado" (Manuscritos Econmicos y Filosficos de1844), Y tomando como marco la teora de la Dependencia, inten-tamos continuar la labor de suministrar una teora general a laPsicologa Comunitaria (Montero, 1980, b). As, en esta explicacinse aceptan las interpretaciones psicolgicas y psicosociales que in-dican como se producen ciertas maneras de actuar de los individuos(la pereza, el rechazo al cambio, la minusvala nacional y grupal,la desesperanza, la externalidad), pero se les da una ubicacin con-textual. No es casual que la externalidad, por ejemplo, sea encon-trada predominantemente en los negros, en las mujeres, en los po-bres, y en general, en los pueblos del Tercer Mundo. Por ello, acu-dimos a la teora de la dependencia, la cual suministra un marcopoltico y econmico que explica globalmente, la distribucin y elejercicio desigual del poder y las causas sociales de la ausencia decontrol y sus consecuencias.

    La divisin del trabajo y la apropiacin diferencial de los me-dios de produccin, bloquean el desarrollo para amplios sectores dela humanidad. Esos sectores son los grupos minoritarios, las clasesdominadas, los dbiles en la estratificacin social. Aquellos a loscuales el producto de su trabajo se les opone como independiente

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    de su creacion, generndose as la primera forma de ausencia decontrol, de privacin del poder. Se produce entonces, lo que Marxllam una "prdida de realidad" que lleva a una inversin de valo-res y a las expectativas negadoras del xito, antes descritas.

    Se produce tambin la prdida del objeto, que pasa a ser ajeno,distante, extrao, fuera de control. Esta segunda prdida, lleva a ladisminucin de la iniciativa, al quedar desprovisto el esfuerzo pro-pio, de su gratifican te natural: la obtencin de la meta deseada.Agregamos a lo anterior, una tercera prdida: la del sentido de lospropios actos, que conduce a la rigidez, a la apata, a la minusvala,

    Con este sustento terico, la Psicologa Comunitaria se presen-ta entonces como una va de interaccin, generadora de tecnologasocial, cuyo objetivo es lograr la autogestin para que los individuosproduzcan y controlen los cambios en su ambiente inmediato. Ac-tuando sobre los individuos, como agente de cambio, el psiclogoen la comunidad debe inducir la toma de conciencia, la identifica-cin de problemas y necesidades, la eleccin de vas de accin, latoma de decisiones y con ellos el cambio en la relacin individuo-ambiente, con la transformacin de este ltimo. Obteniendo latransformacin de las expectativas en los individuos, as como ellogro de las formas de control sobre las consecuencias de sus actos,se puede provocar un estado de alerta social, la conciencia de laspropias potencialidades, as como de los derechos y de las inadecua-ciones sociales. Como dicen Santi y otros (1978), tal tipo de ac-cin ..... comporta un proceso educativo-poltico que tiene comofinalidad un cambio en los patrones de relacin entre la poblacin" la hora de enfrentar sus necesidades".

    PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA PSICOLOGIACOMUNITARIA

    Se trata entonces de una psicologa apoyada en tres principiosbsicos:

    l. Autogestin de los sujetos que constituyen su rea de estu-dio. Lo cual significa que el objeto estudiado es tambin sujeto es-tudiante y que toda transformacin repercute sobre todos los indi-viduos involucrados en la relacin, includo el psiclogo agente decambio.

    2. Como corolario de lo anterior y pivote bsico de la teora,el centro de poder cae en la comunidad. La accin del psiclogoconsistir en lograr que esa comunidad adquiera conciencia de susituacin y sus necesidades y asuma el proyecto de su transforma-cin, asumiendo el control de su actividad. Esto significa oposicina cualquier forma de paternalismo-autoritarismo-intervencionismo.

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    3. La unin imprescindible entre teora y praxis, umca formade lograr una explicacin integradora y una comprensin verdade-ra de la situacin.

    PSICOLOGIA COMUNITARIA, DESARROLLO COMUNALY COMUNIDAD

    El objeto de estudio de la Psicologa Comunitaria precisa dela definicin de dos conceptos bsicos: el de comunidad y el dedesarrollo comunitario o comunal. Esto significa, nuevamente, de-finir por exclusin. As, cualquier concepcin pasiva de la comu-nidad queda proscrita, lo mismo que toda visin esttica de losgrupos y organizaciones. Una comunidad es un grupo en constantetransformacin y evolucin. (El tamao del grupo puede variardesde el nivel primario al secundario), que puede llevarla a sufortalecimiento y a la toma de conciencia de s, como unidad y po-tencialidad, o bien a su divisin interna y a la prdida de identi-dad, reforzndose entonces un sentido externo de la pertenencia,contrapuesto a la cohesin basada en un sentido interno. La co-munidad es adems, un grupo social preexistente al investigador,que posee su propia vida, una cierta organizacin cuyos grados va-ran segn el caso, intereses y necesidades: siendo estas ltimas ob-jeto de explicacin mediante el trabajo de intervencin psicolgica.Por tal razn, quedan excludas las acciones paternalstas y por la.misma razn fracasarn muchas intervenciones, an bien intencio-nadas, que impongan patrones de conducta ajenos o desligados alas pulsiones del grupo.

    Por desarrollo comunal se entiende el producto de la accincomunal (Fals Borda, 1959; 1978). Accin que se produce cuandola comunidad se hace cargo de sus problemas y se organiza pararesolverlos, desarrollando sus propios recursos y potencialidades yutilizando tambin los extraos. Nuevamente insistimos en que estanocin excluye el paternalismo, puesto que se basa en la autogestiny autodeterminacin. Sin embargo, no siempre ellas son suficientespara alcanzar las metas de la comunidad. Factores econmicos ypoliticos ponen a menudo barreras difcilmente franqueables por laaccin comunitaria de manera inmediata. El desarrollo comunaldeber por lo tanto involucrar tambin estrategias para la supera-cin de tales obstculos, a largo plazo, manteniendo siempre a lacomunidad en el control de la situacin, so pena de fracasar. Eldesarrollo comunal, entonces, siguiendo a Fals Borda (1959), debepartir de los siguientes principios: catlisis social, consistente en lapresencia de un agente propulsor del desarrollo, perteneciente ono al grupo, cuyo rol no es directivo, pero quien est armado delos recursos tcnicos necesarios, as como de la motivacin y actitu-des claras respecto de su rol y de la comunidad; autonomla, que

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    significa la centralizacin en el grupo del inicio, control, direccin yrealizacin del desarrollo; prioridad, que consiste en el sealamien-to por el grupo de las necesidades a atacar, estableciendo su jerar-quizacin; realizacin, es decir, la obtencin de logros concretos in-mediatos que permitan alcanzar la meta ltima: el cambio social. Yfinalmente, el principio de los estmulos, consistente en reforzar demanera especfica, cada logro alcanzado por pequeo que sea.

    CONCLUSION

    Resumiendo, y como hemos visto, la Psicologa Comunitarianace de una prctica transformadora, enfrentada en situacin, apelati una pluralidad de fuentes tericas, para intentar en el momentoactual la elaboracin de un modelo terico integrador, ajustado auna realidad, que es responsable del surgimiento mismo de la disci-plina, as como la creacin de una metodologa basada en la acciny la participacin, que sea una respuesta alterna a los modos con-vencionales de estudiar los grupos sociales.

    y como est planteada actualmente, es una psicologa de laaccin para la transformacin, en la cual investigadores y sujetosestn del mismo lado en la relacin de estudio, pues ambos formanparte de la misma situacin.

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