revista de arago n - institución fernando el … · cias y catedrático de la universidad central....

12
REVISTADEARAGON SEMANARIO DE CIENCIAS, LITERATURA Y ARTES. NÚM.6.º—DOMINGO 10 DE NOVIEMBRE DE 1878. SUMARIO. I.— Crónica semanal, por D. B. Mediano y Ruiz. II.— Un proyecto de catastro, por D. José M. Piernas. III.— Músicos aragoneses, (continuacion), por D. Mariano de Cávia. IV.— La Madre, (conclusion), por D.ª María de la Concepcion Gimeno. V.— La Miel, (cuento baturro), por D. Agustin Peiro. VI.— El pensamiento dominante, (poesía), por Lord Absaop. VII.— Espectáculos, miscelánea y anuncios (en la cubierta). ZARAGOZA. IMPRENTA DEL HOSPICIO. 1878.

Upload: trinhtuyen

Post on 14-Oct-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON

S E M A N A R I O DE CIENCIAS, L ITERATURA Y ARTES.

NÚM. 6.º — D O M I N G O 10 DE N O V I E M B R E DE 1 8 7 8 .

S U M A R I O .

I.— Crónica semanal, por D. B. Mediano y Ruiz. II.— Un proyecto de catastro, por D. José M. Piernas.

III.— Músicos aragoneses, (continuacion), por D. Mariano de Cávia. IV.— La Madre, (conclusion), por D.ª María de la Concepcion Gimeno.

V.— La Miel, (cuento baturro), por D. Agustin Peiro. VI.— El pensamiento dominante, (poesía), por Lord Absaop.

VII.— Espectáculos, miscelánea y anuncios (en la cubierta).

Z A R A G O Z A .

I M P R E N T A D E L H O S P I C I O .

1 8 7 8 .

Page 2: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

ESPECTÁCULOS.—Es verdaderamente lamentable lo que acontece con D. Eusebio Blasco, nuestro paisano

y colaborador. Dotóle Dios de agudísimo ingénio; perfeccionó él por sí mismo sus festivas naturales do-tes, y esta es la fecha en que, para manejar con admi-

rable soltura el verso castellano, engalanándolo con todo género de ocurrencias y donaires. hay pocos en

España que le igualen, y de fijo nInguno que le ex-ceda. Pero tales y tan brillantes calidades, aplicadas al cultivo de la comedia, se oscurecen no poco—¡lás-tima grande que así sea!—cuando el Sr. Blasco, allá en sus adentros elabora un plan escénico y lo desar-

rolla luego en producciones, más felizmente ejecuta-das que sesudamente concebidas. La parte cómica de

la realidad humana rara vez se aparece expontánea-mente al Sr. Blasco, y muy rara vez este poeta apre-

ciabilísimo la retiene en la cámara oscura de su mente para reproducirla luégo en sus cuadros escénicos; en-

caríñase, en caMbio, con extravagantes ridiculeces de la vida, con dichos y hechos, cosas y personas que

sólo allá en los interiores de su humoristica imagina-cion ha podido encontrar el Sr. Basco, y de una cu-

riosa série de escenas donde todos esos advenedizoS elementos se agitan y deSenvuelven, hace una come-

dia, ó dos ó tres, ó no sabemos cuántas. porque la fe-cundidad del festivo autor es tan grande como su flo-

rido ingénio. Lo que hemos dicho—y mucho más que diríamos si

la brevedad del espacio no nos lo impidiera—es apli-cable á la última obra de nuestro paisano, represen-tada en el Teatro Principal de esta ciudad: el prover-bio en tres actos y en verso Los niños y los locos...

Los niños y los locos... ha obtenido esmera la inter-pretacion en el teatro del Coso.

¡Qué lastima de versos, y de chistes, y de gracia y de ingenio para hacer pasar obra tan endeble y de es-casísima valía en el fondo! ¡Cuánto esfuerzo para do-

rar la píldora! Afortunadamente para el público, el Sr. Blasco la dora muy bien, y afortunadamente para el Sr. Blasco, el público la traga sin sentirla. Todos

ganan de esta suerte, ménos el teatro español, que pudiendo ser honrado por Blasco tanto como honrado

fué por Breton de los Herreros, no logra tal fortuna, porque Blasco escribe demasiado aprisa y la precipi-

tacion al componer no se aviene bien, ni mucho mé-nos, con la perfeccion en lo compuesto. Además de esta obra, ha habido esta semana otras

dos novedades (digámoslo así) en aquel coliseo: dos producciones no representadas aquí hace bastante tiempo. Tales son La Escala de la Vida, de D. Tomás

Rodriguez Rubí, y D. Francisco de Quevedo, de don Eulogio Florentino Sanz.—La primera fué regular-

mente ejecutada; la segunda tambien fué ejecutada, pero capitalmente, y á satisfaccion de los espectadores de instintos más sanguinarios y dramaticidas.

M I S C E L Á N E A .

Hemos recibido el primer volúmen de la interesan-tísima Biblioteca Enciclopédica Popular Ilustrada que ha empezado á publicarse en Madrid, titulada Manual de Física Popular, y está escrito por el ilustrado in-geniero Sr. D. Gumersindo Vicuña, doctor en Cien-

cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á propósito para que el hombre

ménos instruido aprenda prontamente, sin estudios prévios, las admirables leyes que rigen á la natura-leza; los descubrimientos modernos que con aquellas

se relacionan y de e l l a s se derivan, tales como el te-légrafo eléctrico, la fotografia, los ferro-carriles, el

teléfono, el fonógrafo, etc.; las principales cuestiones de la ciencia física y su aplicacion á los usos de la vi-

da, á la Industria, á las Artes y á la Agricultura,—ya para realizar convenientes progresos en estos impor-tantes ramos del saber humano, ya para competir

ventajosamente en ellos con los adelantos que intro-ducen los extranjeros. Para formarse una idea de este precioso Manual de Física Popular, véase el índice abreviado de las ma-

terias que contiene: Estados de la materia.—Atraccion Molecular.—Gra-

vitacion y gravedad.—La gravedad de los líquidos.— La gravedad de los gases.—Acústica.—Naturaleza del calor.—Trasmision del calor.—Dilatacion y termóme-

tros.—Cambios de estado.—Medicion y trasmision.— Generacion y efectos de la electricidad.—Electro mag-netismo.—La industria eléctrica.—Propagacion de la luz.—Composicion de la luz.

La forma es elegantísima: un tomo de 240 páginas en 8.º, buen papel, clara impresion, ilustrado con gra-

bados en láminas sueltas, y una caprichosa cubierta al cromo.

Suscribiéndose á la Biblioteca, cada volúmen cuesta cuatro reales, y los tomos sueltos se venden á seis reales.

Invitamos á nuestros lectores á que se suscriban, dirigiendo el pedido á la Administracion, calle del Doctor Fourquet. núm. 7, Madrid, en la seguridad de

que no tendrán motivo de arrepentirse.

Acaba de ver la luz el número 245 de la importante y acreditada publicacion Revista Europea, y contiene

los siguientes trabajos científicos y literarios: I. Los nacimientos ilegítimos en España y en el

extranjero.— J. Jimeno Agius. II. La reforma religiosa.—Pro causa católica.—

Jacinto Loyson. III. La conciencia bajo la accion del cloroformo.—

M. Tolosa y Latour. IV. Crotalus horridus.—Cuento.— A. Palacio Val-dés. V. Datos históricos acerca de la telegrafía en ge-

neral.— J. Olmedilla y Puig. VI. Crónica c ient í f ica .— La Academia de Ciencias.

Un incidente lamentable.— M. Bouilland y M. del Moncel.—La teoría mecánica del calor.—Del papel fi-siológico de la urea.—Nueva batería eléctrica de bi-cromato de potasa.— La divisibilidad hasta lo infinito de la luz eléctrica.— La conservacion del pescado por presion hidráulica.—P. Diverney.

VII. Notas de viaje.—Pompeya.—Hoy.—Venecia. Impresion de Venecia.—El canal grande.—Bogan los

gondoleros.—F. Moja y Bolivar. Anuncios.

Un estimable y anónimo suscritor nos ha remi-tido para su i n se r c ion la siguiente

CHARADA.

No es roma mi prima y dos y lo que es de mi tercera

dos tengo: si uno perdiera. mi todo bien sabe Dios

que á ninguno dar pudiera. TRINCHAM

Page 3: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

R E V I S T A D E A R A G O N SEMANARIO DE CIENCIAS, LITERATURA Y ARTES.

C O L A B O R A D O R E S .

Cávia (D.ª Pilar de). Gimeno (D.ª Concepcion). Sinués (D.ª María del Pilar).

Alcalde y Prieto (D. Domingo). Arnau (D. Joaquin).

Bas y Cortés (D. Vicente). Blasco (D. Eusebio).

Blasco y Val (D. Cosme). Bernal , Presbí tero, (D. Jul io) . Bielsa (D. Julio).

Borao (Excmo. Sr. (D. Jerónimo). Camo (D. Manuel). Cavero (D. J u a n Clemente).

Cávia (D. Mariano de). Comin (D. Bienvenido). Gil y Gil (D. Pablo).

Gil y Luengo (D. Constantino). Gimeno y Vizarra (D. Joaquin).

Herranz (D. Clemente). Hernandez Fajarnés (D. Antonio).

Ja rd ie l , Presbítero (D. Florencio).

Lasala (D. Mário de). Marton (Excmo. Sr. D. Joaquin) . Martinez Gomez (D. Gregorio) . Matheu y Aybar (D. José M.ª). Miralles (D. Luis Anton). Mondría (D. Mariano). Moner (D. Joaquin M.ª). Monreal (D. Julio). Nougués (D. Pab lo ) . Ordás y Sabau (D. Pablo). Paraiso (D. Agust in) .

Peiro (D. Agus t in) . Piernas (D. José Manuel).

Pou y Ordinas (D. Antonio J.). Puente y Vil lanúa (D. José).

Sal inas (D. German). Sanchez Muñoz (D. Mariano). Sañudo Autran (D. Pedro). Sellent (D. José Eduardo). Ugue t (D. José M.ª). Villar (D. Martin). Ximenez de Embun (D. Tomás).

P U N T O S D E SUSCRICION.

ZARAGOZA: En la Administracion, calle de San Félix, núm. 2, bajo; en el almacen de papel de La Bandera Española, Coso, 62, y en las librerías de la señora viuda Heredia, Bedera, Francés y Menendez.— HUESCA: Librería de D. Jacobo María Perez.- TERUEL:

Administracion de El Turolense.- MADRID: Librería de D. Mariano Murillo, Alcalá, 18.

Se insertan anuncios á precios convencionales.

P R E C I O S D E S U S C R I C I O N .

TRIMESTRE. SEMESTRE. AÑO.

En Zaragoza... 8 rs . 15 rs 28 rs. En Madrid y provincias. 10 " 18 " 32 "

Toda la correspondencia se d i r ig i rá al Director D. Baldomeiro Mediano y Ruiz, calle de San Félix, núm. 2, bajo.

No se devuelve n i n g u n manuscr i to .

C R Ó N I C A S E M A N A L .

Es tan benévola a la m o r a l m o d e r n a , q u e j u s t i f i c a

y c o n v i e r t e en a c c i o n m e r i t o r i a la a s i s t e n c i a á l o s

e x p e c t á c u l o s m á s p r o f a n o s y aun á l o s más a t r o c e s ,

con el s o l o p r e t e s t o d e d e d i c a r l o s p r o d u c t o s d e

é s t o s á u n o b j e t o benéfico.

C i e r t a m e n t e , t i ene m u c h o d e t e n t a d o r p a r a l o s

c o n c u r r e n t e s que n o m e d i t a n e n que no h a y p o r

mal c a m i n o buen fin, ni que éste n o s e j u s t i f i c a p o r

l o s m e d i o s , la idea d e que, al t o m a r un b i l l e t e p a r a

e s t a c l a s e d e d i v e r s i o n e s , s e a d q u i e r e d e r e c h o á di-

v e r t i r s e u n r a t o y á u n a p e q u e ñ a f r a c c i o n d e bie-

n a v e n t u r a n z a . E s t o e s m u y c ó m o d o , pero f a l s o p o r

d e s g r a c i a .

S e va á l o s t o r o s p o r v e r la l i d i a y nada más, co -

m o s e vá a l c a f é á t o m a r c a f é , segun d e c i a Moratin.

P r e s c i n d i e n d o d e f i l o s o f í a s p o c o o p o r t u n a s en

una crónica d e la s e m a n a y m é n o s c u a n d o en e l l a

h a d e t r a t a r s e d e c o r r i d a s de t o r o s , d i r e m o s q u e la

d e l d o m i n g o no dejó n a d a q u e d e s e a r bajo el punto

de vista benéfico. L i d i á r o n s e unos c u a n t o s b e c e r r o s

c o m p l e t a m e n t e i n o f e n s i v o s (sa lvo h o n r o s a s e x c e p -

c i o n e s ) , que m á s q u e lo s i n s t i n t o s d e s t r u c t o r e s p e -

c u l i a r e s á l o s d e s u r a z a , t e n i a n la nostalgia d e s u

n a t i v a d e h e s a .

L a s c u a d r i l l a s t r a b a j a r o n . . . gratis p o r q u e a s í ,

e n u n m o m e n t o d e generosa e x p a n s i o n , lo habian

o f r e c i d o , y g r a t u i t o fué tambien e l s e r v i c i o d e la

p l a z a p a r a que l o s p r o d u c t o s s e d e d i c a r a n í n t e g r o s

a l s o c o r r o de l o s e s t a b l e c i m i e n t o s d e B e n e f i c e n c i a .

L a p l a z a e s t u v o v i s t o s a m e n t e e n g a l a n a d a y la

entrada f l o j a , c o m o e r a de e s p e r a r , a t e n d i e n d o á lo

e x c e s i v o d e la t a r i f a asignada p a r a a s i s t i r á e s t e

acto caritativo. Pero de t o d o e l l o l o q u e m e r e c e

e s p e c i a l m e n c i o n f u e r o n l a s e l e g a n t e s m o ñ a s q u e

l o s t o r o s (si así p u e d e n l l a m a r s e ) o s t e n t a b a n : e r a n

t o d a s r e g a l o d e a r i s t o c r á t i c a s d a m a s que d e e s t e

modo s e a s o c i a r o n a l g e n e r o s o p e n s a m i e n t o q u e

i n s p i r ó la o r g a n i z a c i o n d e a q u e l l a c o r r i d a e x t r a o r -

d i n a r i a .

Un p e s i m i s t a d e e s o s q u e t i e n e n e l p o c o e n v i -

d i a b l e p r i v i l e g i o de v e r e l a s p e c t o s o m b r í o d e l a s

c o s a s , de l o s q u e en l a s flores s ó l o e n c u e n t r a n e s -

p i n a s y e n el so l h a n d e s c u b i e r t o m a n c h a s , h a l l a -

ba n o t a b l e s e m e j a n z a e n t r e l a s s a n g r i e n t a s h e c a -

t o m b e s d e l o s c i r c o s r o m a n o s y n u e s t r a s m o d e r n a s

f i e s t a s t a u r i n a s , y d e s p u e s d e h a c e r u n p a r a l e l o

e n t r e los h o r r o r e s d e u n a s y o t r a s , a ñ a d i a :

— H a s t a a q u e l n u m e r o s o c o n c u r s o d e a u s t e r a s

m a t r o n a s r o m a n a s , d e n u b i l e s d o n c e l l a s y d e m u -

j e r e s h e r m o s i s i m a s q u e c o m o l a s C i n t i a s , D e l i a s y

L á l a g e s s e r v i a n d e m u s a y d e i n s p i r a c i o n á l o s

C á t u l o s y H o r a c i o s , t i e n e n h o y s u d i g n a r e p r e s e n -

t a c i o n en los p a l c o s y t e n d i d o s d e n u e s t r a s p l a z a s :

así c o m o a q u e l l a s e x p l é n d i d a s f i g u r a s h i s t ó r i c a s

c u y o s o l o d e s t i n o p a r e c i a s e r e l a m o r , c o n t e m p l a -

b a n i m p á v i d a s l o s t r á j i c o s c o m b a t e s d e l o s g l a d i a -

d o r e s , y c o n d e s p i a d a d o a d e m a n , e m b r i a g á n d o s e

e n d e n s a a d m ó s f e r a d e p o l v o , s a n g r e y p e r f u -

m e s , c o n d e n a b a n á m u e r t e a l c o n t e n d i e n t e q u e

c a i a s o b r e la a r e n a e n p o s t u r a p o c o a r t i s t i c a , así

t a m b i e n la f l o r de l a h e r m o s u r a y d e l a e l e g a n c i a ,

en n u e s t r a s c i u d a d e s , a g o t a l o s p r i m o r e s d e s u h a -

b i l i d a d e n el b o r d a d o y a d o r n o d e l a s d i v i s a s q u e

e m b r a v e c i d a s f i e r a s h a n d e l u c i r , a p l a u d e e n t u -

s i a s t a l a s a r r i e s g a d a s s u e r t e s d e l o s d i e s t r o s y c o n -

t e m p l a i m p a s i b l e l a h o r r i b l e a g o n í a d e l o s c a b a -

l l o s , s ó l o l a m e n t a d a p o r los d o s f i l a n t r ó p i c o s a f i -

c i o n a d o s q u e , s e g u n d i c e n , s e c o m p r o m e t i e r o n á

p r o p o r c i o n a r l o s gratis e n e s t a c o r r i d a . Y sin e m -

b a r g o , ¡ e x t r a ñ a c o n t r a d i c c i o n d e la n a t u r a l e z a

NÚM. 6 . ° — DOMINGO 10 DE NOVIEMBRE DE 1 8 7 8 .

Page 4: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 42

h u m a n a ! esas elegantes damas que soportan con tanta bravura espectáculos tan horribles, gritan convulsas ó se desmayan ante la vista de un in-

secto antipático ó al oir el grito, para ellas sub-versivo, de «¡Un raton...!» Y pensar que estos séres tan versátiles y queridos (las mujeres, por supuesto), dominan, avasallan y enloquecen al hombre que, sin duda por ironía, es llamado rey de la Creacion.....!

— Sólo se explica tan raro fenómeno, observó otro amigo, en la misteriosa atraccion que sobre nosotros ejerce todo lo quimérico, inexplicable ó imposible. Mis tres pasiones, sin ir más lejos, son la música, la filosofía alemana y la mujer.. . ¿Y por qué? direis. Porque no entiendo una palabra de ninguna de estas tres cosas.

Diálogo cogido al vuelo, al entrar en plaza. — Qué horrible sería que en una funcion como

esta hubiera alguna peripecia de las que con tanta frecuencia ensangrientan nuestros circos! Casi siento haber venido... !

— No temas nada! Los lidiadores trabajan gratis y no se expondrán mucho, y además en el caso de

que haya alguna desgracia la filantropía que es inagotable é ingeniosa sobre toda ponderacion, or-ganizaria una nueva corrida á beneficio de la viuda

ó familia del lidiador muerto... . .!

El mismo dia 2 se conmemoraba la festividad de los fieles difuntos. Concluyó la corrida muy tem-prano para que los que al son de la música de Pe-pe-Hillo acababan de hacer una obra de caridad,

pudieran consagrar el resto de la tarde á orar por sus ascendientes. Dia completo. Parece que cuando se halla el cuerpo fatigado por el ejercicio corporal y el ánimo por las emociones, se abren más ámplia-mente las puertas inmateriales que cierran los vas-tos dominios de la fantasía y de la meditacion.

Con qué dulce complacencia evoca entónces el pensamiento los recuerdos que de tiempos mejores, embellecidos por la distancia, atesora! Con qué dulce melancolía se recuerdan las puras alegrías y santas tristezas compartidas con los que forma-ban parte con nosotros, de esa entidad sagrada, que se llama la familia, y se medita en los oscuros misterios de la muerte! La memoria de los que fueron que tan querida nos es, y de la que muchas veces hacemos norma de nuestra vida, no puede ser una vana sombra, ni una ilusion. Quidquid

amavimus manet, todo lo que hemos amado sub-siste, ha dicho el más ilustre historiador del mun-do antiguo. La muerte, en último caso, es solo una larga ausencia.

Dejándome dominar por estas ideas, he llegado á olvidar mi predilecto asunto llevando la intempe-rancia hasta el extremo de hablar en latin. Ade-más, observo con terror, que hallándome en el caso de dar fin á esta revista aun no he dado cuenta siquiera de los suceso acaecidos el dia 2, ó sea el primero de la semana.

En él se inauguraron las sesiones de la E x c e -

lentísima Diputacion Provincial, quedando reele-gido como Presidente el que ya habia desempe-ñado tan honorífico cargo en el período anterior, D. Martin Villar, jurisconsulto distinguido y ca -tedrático de esta Universidad.

Una de las cuestiones que con preferencia ocupan la atencion de los Sres. Diputados es la referente

á la línea del ferro-carril central, que como mis lectores saben, y aun yo creo haberlo dicho algu-na vez, ha de influir poderosamente en el desar-rollo comercial é industrial de Aragon. ¡Plegue al cielo que esté reservada á la actual Diputacion la gloria de llevar á cabo, y poniendo en juego toda su influencia y reconocido prestigio, tan im-portante proyecto!...

Quedaban aun en el tintero los idilios callejeros á que dos dias de agua han dado motivo, la vela-

da dramática de la Casa de Zaporta, y la llegada de ese aterido huesped que se llama el invierno, con su obligada comitiva de pulmonías, bailes, reuniones íntimas y tertulias de confianza.

Todo ello se tratará en las posteriores crónicas, mas ya que por incidencia he nombrado un peque-ño y elegante teatro terminaré haciendo, á pro-pósito del Principal, una advertencia de cuya exactitud estarán, por su desgracia, harto conven-cidos los habituales concurrentes al coliseo de la calle del Coso.

Aludo al deplorable estado en que se encuen-tran, por falta de limpieza y sobra de uso, todas las localidades.

Cada butaca es un Miércoles de ceniza y cada palco un molino harinero. El gallinero se limita á ser un gallinero de verdad.

Bastaria que todos los espectadores dieran, s i -multáneamente, una palmada en su respectivo asiento para que la nube de polvo que se levanta-ra, produjera la asfixia de todos.

Es casi obra de caridad recomendar á los que incurran en la tentacion de visitar el Principal, que en este terreno no está al nivel del más desas-trado café cantante, que se pongan la peor ropa que tengan, como si fueran á visitar una era ó á pasar un dia de campo.

No parece sino que la empresa del Principal está pérfidamente subvencionada por todos los sastres y sombrereros de la poblacion.

Debe, por lo tanto, remediarse tan perjudicial descuido que deploran más que nadie los abona-dos á palco, á quienes de nada ha servido poner por su cuenta todo el mobiliario de dichas locali-des. Si es preciso abrir una suscricion y proveer de escobas y plumeros á los dependientes de la empresa, bueno será que se anuncie por carteles. Todo es preferible á tener que asistir á las repre-sentaciones, en época no muy lejana, con imper-meables.

Dejamos para otro dia las consideraciones y co-mentarios á que se presta el proyecto de una nue-va calle adyacente al mismo Teatro, y hacemos por hoy punto final.

B. MEDIANO Y RUIZ.

Page 5: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 43

UN PROYECTO DE CATASTRO.

Las i n ju s t i c i a s y los c lamores á que dá l u g a r en t re nosot ros el r epa r to de la cont r ibuc ion t e r r i -t o r i a l , a u n q u e son de la rga fecha , se hacen cada dia más in tensos . A med ida que las ex igenc ia s del p r e s u p u e s t o ob l igan á elevar el t ipo de la i m p o s i -cion, son más sens ib les las des igua ldades , que lle-g a n á ser ru inosas pa ra g r a n número de p rop ie ta -rios, p o r q u e dan al t r ibu to un carác ter progresivo en sentido inverso, haciéndole mayor para los que tienen ménos con que satisfacerle. El d u e ñ o de una p e q u e ñ a f inca, c u y a extens ion se mide con la vista , s u f r e í n t e g r o el g r a v á m e n ; pero el poseedor de g r a n d e s domin ios ocul ta faci lmente una buena por-cion d e su r i q u e z a . — La prueba de que así sucede la t e n e m o s en esa desconsoladora es tadís t ica de los b ienes q u e d i a r i a m e n t e se ad jud i can á la Hac ienda p a r a p a g o del impues to .

Todo el m u n d o sabe cómo se confeccionan los amillaramientos ó es tados de la r iqueza i nmueb le , y las car t i l las evaluatorias que sirven de base para aque l r e pa r t o : son esos documen tos un c ú m u l o de e r ro res y de inexac t i tudes mal ic iosas , r e p r e -sen tan l a r g a série de f r audes y cohechos , y a p a r t e de las i n iqu idades que en ellos se c o m e t e n , dan como re su l t ado una ocul tacion enorme de la m a -ter ia i m p o n i b l e . — El cupo de la con t r ibuc ion ter-r i t o r i a l , c u y a p e s a d u m b r e no puede hoy s o p o r -t a r s e , se r ía módico y l levadero si a y u d a r a á l e -v a n t a r la c a r g a esa g r a n masa de propiedad que c o n s i g u e h u i r de e l la .

Y es inúti l busca r remedio para estos males den-t ro del ac tua l s i s t e m a , porque son inhe ren tes á él

é inev i t ab les . Fundado el ami l l a r amien to en la de-c larac ion ind iv idua l , y no exis t iendo medio a l g u n o eficáz p a r a c o m p r o b a r su certeza, la equ idad de la d i s t r ibuc ion y los in tereses del Tesoro públ ico no t ienen g a r a n t i a a l g u n a . — Ahora mismo se in tenta l l eva r á cabo u n a rectificacion del ami l l a r amien to , que h a de p r o d u c i r m u c h o s ve jámenes y gas to s cons ide rab les á los pueblos ; pero bien puede a s e -g u r a r s e q u e al t é rmino de esa obra colosal , por las p roporc iones que qu ie ren dá r se le , no se h a b r á des-cub ie r to u n a sola f inca de t an ta s como exis ten ig-no radas p a r a la Hac ienda , ni se me jo ra rán la c l a -sificacion ni las va lorac iones de los t e r renos , y aun es m u y posible que todo se empeore y v e n g a m o s á p a r a r en q u e la r iqueza efect iva es mucho menor , q u e la d e c l a r a d a a c t u a l m e n t e .

P a r a ev i t a r las ocul tac iones es ind ispensab le co-nocer la ex tens ion del terr i tor io: para que haya i g u a l d a d en t r e los con t r ibuyen tes es necesar io ade-más que la clasif icacion y las eva luac iones de los cu l t ivos sean ve rdade ra s y exactas . En otros t é r -minos : p a r a q u e la cont r ibucion terr i tor ia l merezca este n o m b r e y p u e d a establecerse r ac iona lmen te no h a y más c a m i n o que el de la formacion de un ca t a s t ro .

P a r t i e n d o de es tas cons iderac iones , el peri to a g r i m e n s o r D. Cr is tobal Lana , conocido ya por nu-merosos t r a b a j o s topográf icos y por sus servicios en la e n s e ñ a n z a p r ivada , ha concebido y desarro-l lado , h a s t a los ú l t imos pormenores , un proyec to de

ca t a s t ro cuyas bases vamos á exponer , p o r q u e en-c o n t r a m o s su pensamiento aceptab le y merecedor de un examen detenido.

El Sr . Lana propone que el ca t a s t ro se l leve á cabo , del mismo modo que se ejecutan o t ras obras de ca rác te r público, por medio de con t r a to que el Gob ie rno celebrar ia con una empresa ó soc iedad , q u e ofreciese las ga r an t í a s necesar ias , y así es que empieza descar tando una objecion que pudiera sa-lirle al paso, porque la formacion del ca t a s t ro es u n a de las t a reas encomendadas al I n s t i t u t o geo-

gráfico y estadístico, corporacion d i s t i n g u i d a que ha rea l izado y cont inúa notabi l i s imos t r a b a j o s , y q u e tiene á su f ren te al d i g n o General S r . Ibañez, c u y a reputac ion científica es eu ropea y ha recibido h a l a g a d o r a s sanciones en congresos y conferen-c ias in te rnac iona les .

Pues bien; la mision del Ins t i tu to g e o g r á f i c o y el propósi to del Sr. Lana, no son incompat ib les de modo a l g u n o ; ántes bien se concil ian per fec ta -

men te . El Ins t i tu to geográf ico, para l l egar al c a -tas t ro , t iene que e jecutar t r aba jos re la t ivos á la de te rminac ion de la forma y dimensiones de la t i e r ra , t r i angu lac iones geodescas de diversos órde-nes, n ivelaciones de precision, t r i angu lac ion topo-gra f i ca y topograf ía del mapa; es decir , que han de pasar muchos años hasta que pueda acome te r la obra que nos ocupa, y aun despues de e m p r e n -derla tardará largo t iempo en de j a r l a conc lu ida , p o r q u e los procedimientos r i g o r o s a m e n t e c i en t í f i -cos de que se vale obligan á una len t i tud conside-rab le : el Sr . Lana aspira á la e jecuc ion inmediata y rápida del ca tas t ro , porque no pretende la e x a c -t i tud y se limita á la aproximacion, por más que sólo consienta el error en proporc iones i n s i g n i f i -can tes . El Cue rpo de Estadística fo rmará , c u a n d o l l egue á hacer lo , un verdadero catastro; el señor

Lana qu ie re proporc ionar , entretanto, un ca t a s t ro con fines p u r a m e n t e admin i s t r a t ivos , para el se r -vicio de la Hacienda públ ica .

Además , s e g u n el proyecto que venimos e x p o -n iendo , el ca tas t ro es gratuito para el Gobierno , po rque sus gas to s han de costearse con la c o n t r i -bucion que se imponga sobre la riqueza descu-b ie r ta , y los fondos que sumin i s t r e el Es tado , ten-d rán el carác te r de una subvenc ion ó an t i c ipo r e i n t e g r a b l e en corto plazo.

Nada hay por cons iguien te que a l e g a r con t ra la o p o r t u n i d a d de la idea: veamos a h o r a las bases de e j ecuc ion .

1.ª Levan tamien to de un senci l lo p lano de cada t é rmino munic ipa l , prévio un des l inde hecho con-fo rme á ins t rucciones , que ab rev i a r án g r a n d e m e n -te el rodeo de cada uno de ellos. En esos p lanos se c o n s i g n a r á n las vías de todas c lases , co r r i en tes de a g u a , e tc . , y las propiedades , sea cua lqu ie r a su clase, que excedan de 20 hec tá reas .

2.ª Medicion parcelar ia por aproximacion de toda la propiedad , que no r e u n a condic iones para f i g u r a r en el plano, y clasificacion per ic ia l , s i m u l -t ánea con la medicion, de todas las fincas, inscri-b iéndolas en un regis t ro que exprese las c o n f r o n t a -ciones or ien tadas , el cul t ivo y demás c i r cuns t anc i a s necesar ias .

3.a Determinacion de un es tado de t ipos e v a -lua to r i o s p a r a la renta imponible en cada c lase y

Page 6: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 44

cu l t ivo , hecho en cada par t ido , por u n a J u n t a de d e l e g a d o s de los pueblos .

4.ª Fo rmac ion de cuadernos parce lar ios con las ho jas ca t a s t r a l e s sacadas del reg is t ro de medic ion y c las i f icacion, y p resen tadas á los propie ta r ios , p a r a que las acepten despues de indicar en el las la r e n t a impon ib l e que corresponda á la un idad h e c -t á r ea y al c o n j u n t o de la f inca , s egun el es tado á

que se refiere la base an ter ior . 5.ª Redaccion de un estado de la superf ic ie de

cada uno de los per ímet ros en que se d e s c o m p o n -g a el p l ano g e n e r a l , p a r a que s i rva de c o m p r o b a n t e á la ve rac idad del con jun to parcelar io .

6.ª Tasac ion per ic ia l de la r iqueza u r b a n a , he-c h a por p roced imien tos en relacion con la impor-t anc i a de las local idades .

Y 7.ª Un Apéndice dedicado á la clasif icacion y valorac ión de la ganade r í a .

C ree el S r . Lana que , tomando como base en cada t é r m i n o munic ipa l el pun to fijo, que de te rmi -na la t r i a n g u l a c i o n topográf ica , e j ecu t ada por el Ins t i tu to geográ f i co , y con f ron tando l u e g o los tér-minos co l indantes , se t iene a s e g u r a d a la exac t i tud de los p lanos y se hacen imposibles las o c u l t a c i o -nes. A f i r m a t a m b i e n , que la medicion parce la r i a es senci l la y r ap id i s ima por las apl icaciones del a n -teojo m i c r o m é t r i c o en que consiste su s is tema, y sos t iene por ú l t imo, que en un plazo m á x i m o de diez años podr ian concluirse todos los t r aba jo s de campo y de bufe te necesar ios para f o r m a r el c a -t as t ro con a r r e g l o á las condiciones ind icadas . El coste to ta l de la obra ca lcula el Sr. Lana que no l l ega r i a á 50 mil lones de pesetas , de suer te que por poco más de esta s u m a una empresa , que t u -viese los e l emen tos necesarios, podr ia l levarla á cabo con u n a p ingüe g a n a n c i a .

Ta les son las bases card ina les del pensamien to , ya q u e no podamos descender á po rmenores tan in t e resan tes como son: el ingenioso s i s tema e m -p leado pa ra la clasificacion de las propiedades y la d i s t r ibuc ion del impues to , que viene á ser una apl icacion á la cont r ibucion terr i tor ia l de las c u o -tas del subsidio , la conservacion del ca tas t ro por medio de regis t ros , etc. etc.

La bondad del proyecto depende de la que ten-gan los procedimientos técnicos en que se f u n d a ; j ú z g u e n l e ba jo ese p u n t o de vista los que t e n g a n la competenc ia precisa para ello; nosotros , de acuer-do con el espír i tu que le an ima , conformes con su t endenc ia , c u m p l i m o s con t r ibuyendo á p r o p a g a r l e y exc i t ando á su laborioso au to r para que no des-m a y e an te los obstáculos con que t ropezará sin d u d a la real izacion de una idea, que hace l a rgos años le p reocupa , y que t iene tan g r a n d e t rascen-

dencia. J. M. PIERNAS.

MÚSICOS A R A G O N E S E S .

(Continuacion.)

III.

Las crónicas de aquellos tiempos en que este Reino logró su mayor grandeza y poderío, no guardan en sus páginas noticias que puedan servir de algo para la redaccion de estos ligeros apuntes.

La cultura de la córte aragonesa y la proteccion que de ella y de sus Reyes merecian las ar tes , hácennos adivinar lo que es imposible saber á punto fijo.

Aragon, cuyo nombre unían entonces sus gloriosos monarcas al de los más bellos países que baña ese mar azul que con el soplo de sus brisas y el rumor a rmo-nioso de sus olas entona un himno perenne á la Poesía y al Arte, maravillas nacidas bajo el cielo clarísimo que las aguas del Mediterráneo r e f l e j a n . Aragon, de -cimos, dejaba que la austera condicion de sus na tu ra -les se suavizase con el contacto de las costumbres de Provenza y de Italia; dejaba que i luminasen la frente de sus libres hijos los primeros albores del Renaci-miento, sol esplendoroso que no tardaría en brillar en el horizonte de las tierras latinas, disipando las t inie-blas que desde las regiones del Septentrion se exten-dieron sobre Europa durante los sombríos tiempos medios; abria, en fin, sus puertas á todo lo que signi-ficase ciencia é ingenio, cultura y cortesanía.

Alfonso II, de quien se ha conservado una cancion hasta nuestros dias; Alfonso IV, en cuya coronacion compuso su hermano D. Pedro canciones y vil lanes-cas que cantó el jug la r Romaset (1): Juan I, que at ra jo al palacio de la Aljafería con sus expléndidas y continuas fiestas los trovadores que recorrian todos los países. convirtiendo en emporio del gay saber la morada de Jaime el Conquistador; Martin el Bueno, de prospera y pacífica memoria; el g ran Alfonso V, y el Católico Fernando fueron los reyes en cuya época tuvieron las artes más desarrollo y proteccion.

De aquellos famosos trovadores, que en el cultivo de la gaya ciencia comprendian á la par el de la rima poética y el del ritmo musical, gua rdanse obras y re-cuerdos en preciosos documentos—el cancionero, por ejemplo, que existio en la Biblioteca de la Universi-dad de Zaragoza;—pero su interés y valía se nos a l -canzan solamente desde el punto de vista literario.

Anduvo el tiempo y vino el siglo XVI, el siglo de Palestrina en Italia, de Orlando Lassus en Bélgica, de

Morales y Victoria en nuestra España .—La música profana reducíase aquí á la sazon á las canciones de diverso género que se entonaban al son de la vihuela y la gui tarra , ó á los tientos, c o m p a s i t u r a s , galas y

gal lardas que se tañian en esos instrumentos. La mú-sica religiosa, ni cambio, nacía entonces, como Mi-nerva de la cabeza de Júpiter, armada de todas a r -mas, grandiosa, expresiva, abriendo el camino por donde el arte lírico ha llegado en los siglos XVIII y XIX á su apogeo.

A esa época pertenecen los aragoneses Pedro Ci-ruelo—en calidad de teorico,—Melchor Robledo y P e -dro de Ruimonte .

Pedro Ciruelo, hijo de la ciudad de Daroca, uno de los primeros sábios españoles del siglo XVI, preceptor de Felipe II, catedrático en Alcalá y canónigo en Sa-lamanca, escribió, entre otros libros de verdadero va-ler científico, el Curs us quator mathematicarum ar-tium liberalium (Alcalá, 1516, en fólio.) Con juicio claro, y particular raciocinio, trata Ciruelo en esta obra de la música como ciencia matemática y de cálculo teoría que desarrolló mucho despues célebre f ran-cés Rameau, siendo aceptada y defendida por renom-

brados contrapuntistas.

Es de notar cómo fué un aragonés quien primero expuso y sustentó tal teoría, y cómo otro aragonés el jesui ta Eximeno, fué quien mucho más tarde hubo de atacarla con gran violencia.

Uno de los muchos y notables profesores españoles que tuvo en el siglo décimo sexto la Capilla Pontificia fué el maestro Melchor Robledo, citado por Fétis con elogio en su Biographie Universelle des Musiciens.

(1) Blancas, cronista aragonés.

Page 7: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 45

Después de permanecer bastantes años en Roma, centro entónces de la cultura universal, volvió Roble-

do á su pátria y fué nombrado maestro de capilla de la santa iglesia de La Seo de Zaragoza, donde se le

colmó, por pueblo y clero, de todo linaje de considera-ciones. C u é n t a s e — c o m o demostracion del grande

aprecio que mereció el maestro Robledo— que á su muerte, el cabildo de La Seo acampaño la conduccion

de su cadáver formando parte del cortejo fúnebre, s ingular honor de que hasta entónces no habia habido ejemplo semejante .

Muy notables en número y calidad fueron las obras que dejó Robledo.— En los volúmenes marcados con los números 22 y 38 de la Biblioteca Pontificia existen varias misas y a lgunos motetes suyos. Los archivos de las catedrales españolas guardan numerosas y bue-nas obras de este maestro, y la Lira Sacro-Hispana, notabilísima publicacion donde el inolvidable Eslava

ha recojido y dado á conocer las mejores joyas de nuestra música sagrada, ha reproducido en sus pági-nas un Magnificat y un Salmo. Alábase tambien mu-

cho su motete Domine Jesu-Christe. El estilo de este inspirado y sobresaliente composi-

tor es el de fuga o imitacion, peculiar á todos los bue-nos maestros de aquella época.

Pedro de Ruimonte nació en Zaragoza, en la última mitad del siglo XVI. Su mérito fué grande, segun au-torizados críticos, y le valió ser nombrado maestro de capilla de los archiduques Alberto é Isabel en los Pai-ses Bajos. En 1605 tenia en la casa de estos príncipes, grandes protectores de los artistas, el título de maes-tro de música de cámara.

Para apreciar la significacion valiosa de este puesto y las dotes brillantes de Pedro de Ruimonte basta sa-ber á qué grado de altura habia llegado en Flandes por aquel tiempo el cultivo de la música. Los maes-tros flamencos eran, sin duda a lguna , los más no t a -bles de su época. El célebre Josquin , que floreció en el siglo XV, fué el predecesor de Palestrina, y no falta autor de gran nota que le considere como el padre de la armonía moderna. Los contemporáneos y compa-ñeros de Ruimonte influyeron grandemente en los adelantos musicales y se distinguieron por su exqui-sito gusto; únase circunstancia de tanto resalte á la inteligente aficion, continuada hasta nuestros dias, que por el arte músico reinaba ent re los hijos de Flan-des, y se estimará en su justa medida el valer de Rui-

monte, que alternó d ignamente con Adriano Vilaert, Arnoldo de Prug y otros maestros.

En 1614 fuéronle regaladas por sus amos los prín-cipes quinientas libras para que diese la vuelta á su país, y aquel mismo año hizo publicar en la ciudad de Amberes un curioso libro con el t í tulo de Parnaso es-

pañol de madrigales y villancicos á cuatro, cinco y seis voces.

El maestro Ruimonte era tan perito en la música profana como en la religiosa. MARIANO DE CÁVIA.

LA M A D R E .

(Conclusion.)

Después de af i rmar el t iernísimo Lamartine que debe su génio á su madre, dice: «La mirada de nues-tra madre es una parte de su alma que penetra en nos-otros por nuestros propios ojos. Mi alegría ha depen-dido siempre de los ojos de mi madre, de su dulce y angelical sonrisa. Nada le ha sido mas fácil que mi

educacion: llevaba las riendas de mi corazon en el suyo. Ella no pedia mas que bondad y yo era bueno sin n inguna violencia, porque me inspiraba la idea de lo bueno hasta el heroismo. Como mi alma no respi-

raba mas que bondad, no podia producir otra cosa . Mi pensamiento siempre en comunicacion con mi madre,

puede decirse que se desenvolvia en el suyo. El sistema de mi madre para conmigo no era un

arte, era un amor.»

¡Cuanta ternura revelan las anteriores frases! No es extraño que Lamartine fuera tan grande mo-

delado por una mujer sublime.

La dicha de las futuras generaciones debe esperarse de la mujer: la mujer está llamada á enarbolar la ban-dera del progreso. La mujer ha de transformar la faz

moral del Universo, porque la educacion que ella dé á sus hijos, no ha de tener por objeto (como hasta hoy)

reproducir indefinidamente en las generaciones fu tu -ras los errores de las generaciones pasadas alimen-tando nécias preocupaciones, vulgares trivialidades, debilidades pueriles y ridículos absurdos.

El ideal de todo lo grande no debe buscarse en el pasado, sino en el porvenir.

La mujer debe desenvolver á su hijo la razon de-jándole libre la conciencia.

Es preciso conceder libertad, para matar la hipo-cresia.

El espíritu no debe llevar nunca antifaz. ¡No obligueis á un niño á que mienta si no quereis

hacerlo ruin!

Inspirad á una criatura en todo lo noble y justo , enseñadle por oracion el deber, y por religion la mo-ral, mostradle por premio y castigo el fallo de su con-ciencia, y en todas sus acciones observareis la mas severa rectitud.

Haced que se pract ique el bien no por temor, sino por placer, y obtendreis mejores resultados: pues si despertais la idea de hacer el bien por otro mayor,

haceis nacer la semilla del egoismo y esta dá siempre nocivos frutos.

No hay mision mas elevada para una mujer, que la de madre, si la llena cumplidamente . La aureola de la maternidad es la mejor diadema.

No existe vejez para la buena madre: deja de ser bella sin pensar al ver que su hija comienza á serlo; la abnegacion de su amor le ofrece más goces por los triunfos de su hija que por los suyos.

Una mujer coqueta deja de serlo al estrechar en sus brazos al sér que vive de su vida: se desprende de cuanto tiene relacion consigo misma y no piensa mas que en adornar al ángel que llena completamente su alma.

¡Cuán conmovedor es ver en la India á una madre con su hijo exánime en los brazos queriendo embelle-cer la muerte y prodigándole tantos cuidados como á la vida!

Las mujeres de esos paises, cuando ven á sus hijos helados por el soplo de la muerte, eligen un arce c u -bierto de flores encarnadas y festoneado de guirnaldas

de ápio que exhalan suave fragancia, entrelazan las ramas y forman una cama flotante, en la cual colocan con delicadeza los despojos queridos de la inocencia.

En estas aéreas y fantásticas tumbas, penetrados los cuerpos de las sustancias etéreas, sepultados entre espesas hojas y olorosas flores, refrescadas por el rocío

y embalsamadas por brisas perfumadas, se ven co-lumpiados por los vientecillos, los restos infantiles, tal vez en las mismas ramas en que el ruiseñor ha hecho oir su doliente melodía ó donde ha colgado su nido la paloma.

Page 8: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 46

¡Qué tiernas y poéticas son estas costumbres india-nas! Felices las buenas madres!

Un hombre célebre paseaba una tarde con una dama en la elegante carretela de ésta, y le manifestó á la distinguida señora su deseo de visitar el cementerio en su compañía: la señora, fina y complaciente, acce-dió á esta peticion.

Llegaron á la tranquila morada de los muertos, se apearon del carruaje, recorrieron las mas soberbias galerías, donde se hacia insultante alarde de opulen-cia, y concluyeron su fúnebre gira en una sombría plazoleta de cipreses: en el mas oscuro rincon de esta, se alzaba una modesta lápida blanca, casi cubierta de hiedra. La curiosidad le hizo separar á la dama las hojas que cubrian una negra inscripcion, y al leerla quedó grave y pensativa, perdiendo la sonrisa que jugueteaba en sus carmíneos labios constantemente. Habia leido en la inscripcion: ¡Duerme en paz, madre mia, tu hijo copiará tus virtudes!

Aquella señora que no habia pensado mas que en derrotar á sus rivales, aquella señora que aspiraba de continuo la atmósfera del aplauso, tuvo envidia de la pobre muerta que habia inspirado la inscripcion.

Desde entonces abandonó la vida de salon y se con-sagró á la educacion de sus hijos, anhelando merecer la sencilla frase que tanto le impresionó.

Há pocas noches ojeando un libro de poesias en-contré, en una preciosa oda á su madre, los siguientes versos de un poeta muy inspirado, que pudiéramos apellidarle moderno Coriolano del amor filial:

«¡Para mí, qué fuera el mundo sin tu sombra y sin tus besos, sin los dulces embelesos de tu cariño profundo! ¿Qué fuera? Dolor profundo en otros nuevos dolores: manantial de sinsabores y de padecer contínuo; Largo y medroso camino sin luz, sin aire, sin flores.

Madre, flor de rica esencia que Dios concederme quiso, puerto que feliz diviso en el mar de mi existencia; Nunca, nunca la conciencia por tí me grite ofendida: nunca dolorosa herida por mí tu pecho taladre, que al que le falta una madre debe faltarle la vida!!»

¡Oh madres, de vosotras es el reino de la tierra! Teneis conquistada vuestra libertad y con ella vues-

tros derechos. Podeis practicar lo que os dicte vuestro corazon sin

barrera alguna; podeis obrar obedeciendo vuestros impulsos sublimes; podeis purificar las costumbres y levantar las ideas, pues sois fuertes por medio de vuestro amor.

CONCEPCIÓN GIMENO.

Madrid, Octubre del 78.

L A M I E L .

C U E N T O B A T U R R O .

Pues señor... así comienzan los cuentos en mi tier-ra y no he de ser yo quien falte á tan respetable y tradicional costumbre.

¿Quién no conoce en Aragon al nobilísimo pueblo de Mezalocha? Nadie, seguramente, de nombre al mé-nos, pues por haber estado en él pocos serán los que lo conozcan.

Mezalocha: ¿quién lo fundó? El Autor de este cuento (y vaya V. á saber quién será el verdadero), ha hecho cuanto cabe en el humano esfuerzo por averiguarlo, y hoy, despues de profundos estudios y de incesantes indagaciones, puede ofrecer al curioso lector el fruto de su ímprobo trabajo.

Registrando rancios papelotes en el archivo de Mon-luçon encontré unos papelotes del célebre M. Citrou-

llard, miembro corresponsal de las academias de Yambo y Tamboutcu, el cual acompañó al general Lefebre en su viaje de recreo á Zaragoza el año ocho, y en cuyos apuntes asegura el académico, con el na-tural aplomo que suele dar la ciencia, que el funda-dor de Mezalocha debió ser un franco ó galo, pues su nombre, deletreado y pronunciado en francés, metez á l'eau ça, significa poned esto en el agua; nombre que cuadra a un pueblo que tiene un pantano.

Es tambien muy verosímil la explicacion que me dió el Sr. Senzaboche, barítono jubilado, el cual su-pone, con sobra de fundamento, que Mezalocha debe su orígen á un paisano suyo, por componerse su nom-bre de dos palabras italianas, mézza lóggia, que segun me dijo quieren decir en castellano medio terrado, ga-lería o mirador.

Tengo por mejor opinion y más autorizada la de un desarrapado y escuálido jitano, con quien tropecé en la venta vieja (carretera de Teruel), y el cual me dijo, con aire de autoridad y aguardentoso acento, que te-nia la evidencia de que el fundador de Mezalocha fué el famoso alarife, constructor del pantano Mez-al-oh-cha, nombre que traducido del antiguo arábigo al moderno hamenco, quiere decir mozo de lacha.

De todos modos, deba tan ínclito pueblo su eufó-nico nombre á un galo ó un italiano, lo que no cabe duda es que Mezalocha está situado en Aragon, orilla del caudaloso Huerva; y esto es lo que importa para mi verídico y sencillote cuento.

Pues señor, repito, allá por los años de 18... se ha-llaban reunidos en cabildo ordinario en la sala capi-tular de Mezalocha el Alcalde, los Concejales y el Se-cretario que, para bien de propios y extraños, gober-naban el cotarro de tan ínclito pueblo.

— Señores, dijo el Alcalde despues de leida y apro-bada el acta de la sesion anterior; estuque no hay na-da que tratar, y si algun Concejal tiene algo que dicir, que lo diga.

— Siendo que no hay naide, contestó el Síndico, que tenga algo que oponer, propongo que tengamos esta tarde una merienda en el huerto del tio Linaza.

— ¡Aprobado! gritaron todos los Concejales. — Pero, señores, exclamó el Secretario, han de te-

ner usias presente que no tenemos un maravedí en el arca.

— Se multa al primero que se encuentre, repuso el Alcalde.

Page 9: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 47

— ¿Pero á quién himos de multar, contestó el es-cribano, si himos dejado en cueros á los vecinos á puro multas...?

A lo expuesto por el Secretario nada había que ob-jetar, y sucedió que aquellos honrados y patriarcales Concejales, inclinaron sus augustas cabezas, dando un suspiro en prueba de afliccion y abatimiento.

— Será preciso renunciar á la merienda, dijo el Al-calde, como más autoridad, más aflijido que entre to-dos juntos.

— Eso nunca, gritó el Síndico dando un puntapié en la mesa; voy á dar una vuelta por el pueblo, y malo será que no encuentre á quién clujir de un mul-tazo.

Y dando una patada al banco y un apreton á la faja, salió de la casa capitular con más alientos que César cuando conquistó la Gália.

La plaza de Mezalocha, es plaza porque así la lla-man, pues lo mismo pudiera llamarse era, corral ó cualquier cosa; pero ello es que Mezalocha no tiene otra y á los Mezalocheros les parece tan buena como la mejor del mundo.

A la plaza encaminó sus pasos el Síndico al salir del Concejo en busca de una víctima; y ¡oh fortuna! el destino se la deparó en un infeliz serrano que, senta-do en un rincon, esperaba comprador que quisiera car-gar con dos cántaros de miel que delante tenia.

— ¡Quién quié miel! ¡Cuála me compra, cuála! gri-taba el serrano.

— Aquí estoy yo, contestó el Síndico, que si es bue-na y la dá V. en comenencia toda me la llevo.

— ¿Que si es güena...? repuso el serrano quitando unos paños que cubrian las bocas de los cántaros. Ahí la tiene V., que ni el ray la come mejor.

No bien miró la miel el Síndico, dió un paso atrás, y dirigiéndose al vendedor, exclamó furioso:

— ¿Qué gorrinada es esa que trae V. ahí? — ¿Cómo gorrinada? contestó asombrado el serrano. — Pues me paice..... dijo el Síndico; y sino, á ver:

¿qué son esos puntos negros que se ven en la miel? — ¡Otra! dijo el vendedor; esos puntos son moscas. — Oiga V., gritó el Síndico descompuesto: ¿qué se ha

figurado V. que semos en este pueblo? Aquí no per-mitimos indecencias insalobres, y como soy de justi-cia y tengo autoridad, le impongo la multa de veinte riales, y que si no me los paga V. ahura lo meto en la cárcel para escarmiento de tunos.

— Pero señor..... — ¡No hay señor que valga! Pagó el serrano y tornó el Síndico al Concejo tan

ufano y satisfecho.

— Aquí traigo un duro, dijo, no bien entró en la sala.

— Como si no trajera V. nada, contestó el Alcalde. Tocante al crabito yo lo pondré, por las cinco pesetas, pero nos falta el pan, el vino, el queso y las olivas.

— Que haga otri lo que yo, si es que sabe, replicó el Síndico amostazado.

Lanzóle el Alcalde una olímpica mirada, y dando una sacudida á los pliegues de la capa y cimbreando la vara con robusta mano, salió del Concejo, dejando

á todos confiados en que hallaria traza para salir del paso con provecho.

A la plaza tambien se dirigió el Alcalde, y en ella encontró al desdichado serrano que acababa de lim-piar la miel, temeroso de otro fracaso.

— Hola tio bueno, dijo el Alcalde. ¿Qué trae V. á este pueblo?

— Señor, aquí traigo una miaja de miel, y así nun-ca la hubiera traido.

— Pues, hombre, si es buena no faltará comprero: yo, sin ir mas léjos, me quedo con toda si nos arre-glamos en el precio y la calidad es escelente.

— Güena, no la hay mejor. Mire V., dijo el vende-dor destapando los cántaros, mire V. qué grano tiene!

Miró el Alcalde la miel un breve rato, y dando muestras de sin igual asombro, dijo al serrano:

— Está V. seguro de que sea miel lo que V. vende? — ¿Pues qué quiere V. que sea?... ¡ginojo! — Una embustería, gritó el Alcalde. — Pero si... balbuceó el serrano. — No hay sí que valga, amigo: aquí no se viene á

engañar á naide, y lo que V. trae de todo tiene trazas menos de miel. Veamos sinó: ¿dónde están las mos-cas? ¡Miel sin moscas! ¿Quién ha visto cosa parecida?

— Diré a V... replicó aburrido el vendedor. — ¡Calle y pague un duro de multa, si es que no

quiere dormir en la cárcel! Sepa V. que soy el Alcal-de, y no consiento que se vendan misturas que no co-nozco. ¡Miel sin moscas! ¡Medrados estamos!... ¡El duro, el duro!

— ¡Un cuerno! gritó el serrano, y echó á correr, abandonando los cántaros y el pueblo.

Recogió el Alcalde la miel, que confiscada en pro-vecho del pueblo, se sirvió al Concejo en patrióticas meriendas.

COROLARIO.— Está probado que la Autoridad siem-pre tiene razon... hasta cuando no la tiene.

AGUSTIN PEIRO

EL PENSAMIENTO DOMINANTE.

(TRADUCCION DEL INGLES.)

I.

Cruzáronse al acaso sus miradas Y él, rebelde de amor al yugo tierno, Sintió al dormido corazon filtrarse

Dulcísimo veneno.

Ardoroso, absoluto, dominante Se entronizó en su mente un pensamiento: Una imágen Amor con ígneos trazos

Grabó en su firme pecho.

-Ni el llanto ni la plácida alegría De aquí la borrarán, dijo el dios ciego: Vanamente la ausencia lo intentára

Inútilmente el tiempo.—

En el fondo del alma un nombre amado Oyó sonar con misterioso acento: Palpitó el corazon con más violencia.

Corrió en sus venas fuego.

Insaciables sus ojos de admirarla Y al mundo todo en su presencia ageno

Page 10: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

REVISTA DE ARAGON. 48

En éxtasis sublime arrebatado Se halló veces sin cuento.

De su cuerpo al través, lindo y gracioso Creia ver su espíritu aun más bello

Como en precioso búcaro encerrada Flor ideal del cielo.

II.

Entónces la angustiosa incertidumbre. Inagotable fuente de tormentos, Hizo presa en su alma, ya agitada

De ansiosos sufrimientos.

La ilusion y el recelo vigilante En interior contienda se movieron Ya augurando la dicha embriagadora,

Ya el duro fin adverso.

Suspendido entre el cielo y el abismo Su espíritu flotaba en duro anhelo, Ora en luz de quimérica esperanza

Ora en tristeza envuelto.

¡Cuántos dias amargos! ¡Cuántas noches Negáronse sus párpados al sueño, Y la áurea luz de rubicunda aurora

Lo halló despierto!

Sin la dulce enemiga de su calma Parecíale el mundo ancho desierto: Con ella en africanos arenales

Hallára edenes ciento.

Y absoluto, ardoroso, dominante Absorbia su mente un pensamiento Cada vez más gigante, sobre todos

Alzándose sobervio.

III.

Y dijo el niño dios: — Huya de su alma La alhagüeña esperanza, don del cielo— Y el sombrío dolor densas tinieblas

En ella fué extendiendo.

Entónces la pasion sin esperanza Reconcentróse con poder inmenso. Incontrastable, fuerta, vencedora

De su destino adverso.

Y absoluto, ardoroso, dominante Más y más le absorbia un pensamiento. Y gustó con amarga complacencia

Del triste desconsuelo.

La adorada ocasion de sus pesares Esclavizó su ser y amó en silencio:

Jamás su nombre profanó; en sus labios Puso el Amor un sello.

Ni á ella de su pasion irresistible Reveló el profundísimo secreto, Ni en ardorosas frases á ninguno

Pintó nunca su afecto:

Frases sublimes que sonar debieran Tan sólo de la dicha en el misterio, Al fundirse dos almas en el éxtasis

Del amoroso fuego. LORD ABSAOP.

ALIQUANDO BONUS...

En uno de los últimos números del justamente acre-ditado semanario La Academia, hemos visto un exce-lente grabado con el título de El patio de la casa de los infantes en Zaragoza.

El Sr. D. Juan de Dios de la Rada y Delgado, di-rector de aquella ilustrada publicacion, es demasiado erudito para ignorar el verdadero nombre de la casa de la Infanta y la razon histórica del mismo, por lo cual evitamos consignarla en esta rectificacion. Dí-cese por muchos que la distraccion es achaque de los sábios y así solo nos explicamos la padecida por el acreditado publicista.

A este propósito recordamos una anécdota al mismo referente, que, sin ánimo de mortificarle, ántes bien

escusando el lapsus referido, vamos á consignar tal cual por testigo presencial y fidedigno nos fué contada.

Viajaba el Sr. Rada en la fragata Arapiles, si la memoria no nos engaña, como Jefe de la expedicion

científica efectuada por la misma en las costas del, Mediterráneo, cuando al hallarse la vista de Corfú, subiendo á la cubierta lleno de poético entusiasmo,

extendió hácia la costa su mano y con acento conmo-vido por la emocion, «¡Salve, exclamó, hermosa pátria de Safo!» excitando con semejante error histórico-geográfico la hilaridad de los presentes de quienes su ilustracion era bien conocida para no echarlo á mala parte.

Este rasgo, que creemos exacto y que el famoso Julio Verne no hubiera desdeñado para su Paganel,

pinta un carácter. Cierto que el Sr. Rada no ignoraba la pátria de Safo, pero tampoco ignora seguramente el nombre del histórico edificio que de nuevo ha bau-

tizado. Lapsus plumae, como dijo un diario haciendo célebre este barbarismo.

ZARAGOZA.- IMPRENTA DEL HOSPICIO.—1878.

Page 11: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

A N U N C I O S .

LIBROS RAYADOS Y

OBRADOR DE ENCUADERNACIONES DEL HOSPICIO PROVINCIAL DE ZARAGOZA

Á CARGO DE EMILIO F O R T U N .

Hay un surtido y muestrario de todas clases á precios de prospecto en el Coso, Bandera Española. Se

reciben toda clase de trabajos, como modelos de ra-yados, por difíciles que sean, para el obrador de dicho Hospicio, y escr ib iendo por el correo interior se pasará

á domicilio.

LA B A N D E R A E S P A Ñ O L A .

C O S O 62.

PAPELES PINTADOS.- Dispuesto el dueño de este establecimiento á liquidar este artícu1o, hace en

él una rebaja considerable sobre los precios á que án-tes se vendieron, como podrá ver todo el que se digne visitar el expresado establecimiento.

OBJETOS DE ESCRITORIO.- Surtida esta casa en este ramo como la que más pueda estarlo en las prin-

cipales poblaciones de España, encontrará el público todo cuanto pueda desear en su clase.

Se hacen tarjetas á máquina en cinco minutos: se timbra papel.

Calle del Coso, núm. 62.

L A O R I E N T A L . Coso. 5 8 , Z a r a g o z a .

A G U A DE NUECES (ORCESCINE) TINTURA SIN RIVAL

En un minuto se convierten en lustrosos y hermo-sos cabellos negros los más canosos.

Caja, 20 rs. Paquete, 8. Prospectos en castellano. De venta en LA ORIENTAL, Coso, 58, y principa-

les establecimientos.

ACADEMIA PREPARATORIA

PARA CARRERAS ESPECIALES

Coso, núm, 146, habitacion principal.

¡¡¡UN T R I U N F O MAS"! LA

COMPAÑÍA FABRIL S I N G E R DE

NUEVA-YORK

QUE RECIBIÓ POR LA SUPERIORIDAD DE SUS MÁQUINAS

P A R A C O S E R

E L P R I M E R P R E M I O

EN

VIENA

1 8 7 3

EN

FILADELFIA

1876

A C A B A D E OBTENER

EN LA EXPOSICION UNIVERSAL DE PARIS DE 1878

LA MEDALLA DE ORO 4 1 — D. A L F O N S O I . - 4 1

Page 12: REVISTA DE ARAGO N - Institución Fernando el … · cias y Catedrático de la Universidad Central. Ningun libro hemos visto más á ... en el almacen de papel de La ... condenaba

1