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SOCIEDAD DE CARDIOLOGIA DE CORRIENTES Revista de la AÑO 11 - Nº 35 ABR - MAY - JUN 2014 EDITORIAL SÍNDROME DE WOLFF PARKINSON WHITE. REVISIÓN SISTEMÁTICA. ENDOCARDITIS BACTERIANA CASO CLÍNICO

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AÑO 11 - Nº 35

ABR - MAY - JUN 2014

EDITORIAL

SÍNDROME DE

WOLFF PARKINSON

WHITE. REVISIÓN

SISTEMÁTICA.

ENDOCARDITIS

BACTERIANA

CASO CLÍNICO

EDITORIAL

SÍNDROME DE WOLFF PARKINSON WHITE. REVISIÓN

SISTEMÁTICA.

Dr. Edgar Horacio GarcíaPresidente Comité Organizador Congreso FAC 2015

Dr. Raúl Andrés Duarte - Especialista en Cardiología. Dr. Guillermo

Alejandro Sanz - Medico. Dr. Marcos A. Jesús Sandoval - Especialista

en Cirugía General. Antonio Maximiliano Gaona – 6to Año –

Medicina – UNNE.

ENDOCARDITIS BACTERIANADra. Ana María de Dios. Hospital de Niños Pedro de Elizalde. Jefa de

Cardiología Pediátrica. Sanatorio Trinidad Mitre.

CASO CLÍNICODr. Gómez de la Fuente, Juan. Dra. Reyes Gabriela. Residencia de

Cardiología Clínica. Instituto de Cardiología de Corrientes.

PAG 1

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

REVISTA DE LA SOCIEDAD DE CARDIOLOGIA DE CORRIENTES

AÑO 11 - Nº 35ABRIL - MAYO - JUNIO 2014

Sede en CorrientesBolívar 1334 - (3400) Corrientes

Tel. (0379) - 4410000 interno 117.

Colegio Médico de CorrientesPellegrini 1785 - (3400) - Corrientes

Distribución gratuita entre sus asociados.

Las colaboraciones firmadas expresan la opinión

de sus autores y no reflejan necesariamente el

pensamiento de esta publicación.

Publicación Oficial de la Sociedad deCardiología de Corrientes

Secretaría Permanente FACBulnes 1004 (1176) Buenos Aires

Tel/Fax: (011) 4862 0935 / 4866 5910E-mail [email protected]

http://www.fac.org.ar

PRESIDENTEDr. Erasmo Alejandro De Cerchio

VICEPRESIDENTEDr. Mariano Romero Vidomlansky

SECRETARIODr. Jorge Riera Stival

PROSECRETARIODr. José María Silveyra

TESORERADra. Eva Griselda Fernandez

Dr. Perla Alejandra BarriosPROTESORERA

VOCALES1. Dra. María Laura Reyes

2. Dra. Mónica Natalia Cocco3. Dra. Eliana Kotlirevsky

4. Dr. Rodrigo Zoni5. Dra. Celeste Raquel Lopez

6. Dr. Marcelo de la Rosa

ORGANO DE FISCALIZACIONMiembros Titulares

Dr. Eduardo Roque PernaDra. Stella Maris Macín

Dr. Abel Colomba

Miembro SuplenteDra. Hebe Vidomlansky

COMISION DIRECTIVA2014-2015

SUMARIO

PAG. 3

PAG. 2Director de la Revista

Comité Editorial

Secretaria de la Sociedad

Diseño y Diagramación de la Revista

Dr. Edgar Garcí[email protected]

Dr. Walter GarcíaDr. Rodrigo Zoni

Dr. Guillermo Aristimuño

PAG. 9

PAG. 19

Dg. Celina García Matta [email protected]

Dg. Celina García Matta

AUTORES

PAG 2

EDITORIALS O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

Estimados amigos y colegas, realmente es un gusto volver a tomar contacto con Uds. por este medio y agradecer a todos los socios por

su apoyo, y mas profundamente a aquellos que están comprometidos con la producción de nuestra revista.

En esta oportunidad quiero hacerlos partícipes del gran honor y desafío que le toca a la región nordeste de FAC, en particular

a nuestra Sociedad de Cardiología de Corrientes, ya que se nos otorgó la responsabilidad de ser los organizadores del XXXIII

Congreso Nacional de Cardiología.

Les comento que el Dr. Eduardo Perna, por todos conocido por sus cualidades médicas personales y científicas es el presidente del

comité científico, y quien suscribe presidente del comité organizador.

Algunos detalles de la organización: Hemos elegido como sede al centro de convenciones Metropolitano de la ciudad de Rosario,

lugar donde ya se realizaron dos congresos previos. Se eligió esta sede en primer lugar porque en nuestra región no contamos con un

centro de convenciones con las condiciones necesarias para desarrollar todas las actividades de un congreso nacional de cardiología

y otro escollo insalvable es el déficit en el número de plazas hoteleras para albergar a más de 7000 personas. Rosario es una ciudad de

fácil acceso, sobre todo desde los grandes centros (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé, Entre Ríos, etc), con una gran cantidad de vuelos

diarios, ingreso por autopistas que la conectan a estas ciudades y múltiples líneas de micro. Otra ventaja es que el centro de

convenciones se encuentra cerca del centro de la ciudad y tiene fácil accesibilidad, con una gran playa de estacionamiento y al lado

del Alto Rosario Shopping. Además, un dato no menor para las arcas de FAC, es el costo de la sede, bastante más económico que otros

centros de Buenos Aires, y tenemos el antecedente no muy lejano de congresos exitosos en este lugar.

Creo que es una magnífica oportunidad para seguir demostrando que nuestra región y en particular la SOCACORR siguen a la

vanguardia de las grandes sociedades de la federación y que estamos sin dudas a la altura de realizar el mejor congreso de los últimos

tiempos, jerarquizando lo científico y sin olvidar los beneficios económicos siempre necesarios.

Finalmente, y tratando de estimular el espíritu de pertenencia que es necesario para estas tareas, les recuerdo que el 3 de julio de

1965 se crea la Federación Argentina de Cardiología, impulsada por la necesidad de los cardiólogos del interior del país de adquirir

protagonismo en las cuestiones científicas relacionadas con la especialidad.

Por lo tanto somos los encargados de organizar EL CONGRESO DEL CINCUENTENARIO, y amigos, es necesario el aporte de todos para

que este evento sea inolvidable!

Un gran abrazo!

Dr. Edgar Horacio García

PRESIDENTE COMITÉ ORGANIZADOR DEL CONGRESO

PAG 3

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

·Dr. Raúl Andrés Duarte - Especialista en Cardiología ·Dr. Guillermo Alejandro Sanz - Medico·Dr. Marcos A. Jesús Sandoval - Especialista en Cirugía General·Antonio Maximiliano Gaona – 6to Año – Medicina – UNNE.

SÍNDROME DE WOLFF PARKINSON WHITE. REVISION SISTEMÁTICA

INTRODUCCIÓNEl síndrome de Wolff Parkinson White (WPW), un síndrome de

prexcitacion de los ventrículos del corazón, es una anormalidad

cardiaca congénita que consiste en la presencia de un haz anómalo,

el Haz de Kent, que transcurre por la parte anterolateral de la

aurícula y ventrículo derecho (en caso de ser por la parte izquierda se

conoce como ) (1) y que salva el sistema normal de

conducción uniendo directamente aurículas y ventrículos.

En este síndrome los ventrículos se activan por una vía anómala que

conduce con mayor rapidez que el sistema de conducción normal.

Este hecho puede dar lugar a fenómenos de reentradas

aurículoventriculares y a otras arritmias como fibrilación o flutter

auricular, que en algunos casos pueden comprometer la vida del

paciente(2,3).

La prevalencia del síndrome de WPW oscila entre el 0,1% y el 3% de

la población general (4,5,6) siendo el más frecuente de los síndromes

de preexcitación, y es una de las causas más comunes de trastornos

de frecuencia cardíaca rápida en bebés y niños (7).

En 1930, Wolff, Parkinson y White describieron un patrón distinto de

electrocardiograma (ECG) en personas jóvenes y sanas, con ráfagas

cortas de taquicardia. En 1933, otros médicos señalaron la razón de

este ritmo irregular, que era un ritmo más rápido que los impulsos

normales que viajan a través de los ventrículos. En 1944, los médicos

confirmaron la presencia de vías adicionales (8), afirmando que se

trataba de un problema congénito producido por vías accesorias que

conectaban aurículas y ventrículos a través del anillo fibroso, y que

son capaces de preexcitar el miocardio ventricular.

El tejido que constituye esta vía anómala es habitualmente

miocardio normal, ya que embriológicamente la existencia de dicha

vía se corresponde con un defecto en el anillo fibroso que separa la

aurícula del ventrículo, permitiendo así una continuidad sin

Haz de Ohnell

obstáculos (9) (figura1). Cuando el haz anómalo o haz de Kent,

conduce de forma anterógrada, el ventrículo se despolariza a través

de la vía y el nodo AV, produciéndose las características alteraciones

electrocardiográficas del WPW, la onda delta, que se manifiesta en la

pendiente del principio de la rama ascendente de la onda R, la cual

ademas es menos pronunciada de lo normal (figura 2).

Cuando el haz de Kent no conduce en sentido anterógrado se

denomina vía oculta, y ambos tipos de vías pueden ser causa de

taquicardias supraventriculares paroxísticas cuando se establece

una reentrada utilizando en un sentido el nodo aurículoventricular y

en el contrario la vía anómala siendo esta la causal de dicha

patogenia (10,11).

Por ser este evento una anormalidad cardiaca congenita, a veces no

diagnosticada hasta su complicacion arritmica, nos motivo a revisar

el conocimiento actual de esta patología, revisando los principales

estudios básicos y clínicos que han contribuido más

significativamente a avanzar en nuestra comprensión de esta

enfermedad.

Figura 1.

PAG 4 PAG 5

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

EPIDEMIOLOGÍAComo hemos sitado, el síndrome de WPW tiene una prevalencia que

oscila entre el 0,1 y el 3 % de la población general y es más frecuente

en varones (2:1). El 95% de los casos no presentan cardiopatías

asociadas, aunque el WPW parece presentarse con mayor frecuencia

en algunas cardiopatías congénitas como la enfermedad de Ebstein y

la transposición corregida de los grandes vasos (12,13,14). En

pacientes con esclerosis tuberosa el síndrome de WPW también es

muy común (15).

Es una patología muy poco estimada debido a que numerosos

afectados permanecen asintomáticos toda su vida y en muchos

pacientes la preexcitación en el electrocardiograma no se presenta

siempre (16).

Los recién nacidos no suelen presentar taquicardias durante su

primer mes de vida. A partir del primer año decrece de nuevo la

presencia de las mismas y se considera que aproximadamente el 75%

de los niños que presentan taquiarritmias por encima de los 5 años de

vida las tendrán también en la edad adulta, y entre 80-90% de los

casos se detecta en menores de 50 años (17,18,19,20).

La presentación clínica más habitual son episodios paroxísticos de

palpitaciones, de carácter benigno, aunque en estos pacientes la

probabilidad de muerte súbita es superior a la población general

(21,22).

FISIOPATOLOGÍAEl síndrome de WPW es un problema congénito producido por vías

accesorias que conectan aurículas y ventrículos a través del anillo

fibroso, con la capacidad de preexcitar el miocardio ventricular. El

tejido que constituye esta vía anómala es habitualmente miocardio

normal, ya que embriológicamente la existencia de dicha vía se

corresponde con un defecto en el anillo fibroso que separa la aurícula

del ventrículo (23,24).

WPW es la taquicardia paroxística supraventricular. Su presentación

clínica habitual es la de un episodio de palpitaciones rápidas, de

inicio súbito y en general sin relación con el esfuerzo ni otros

desencadenantes (31, 32, 33). Su duración es variable, de minutos a

horas. Se produce un circuito de reentrada en la cual el impulso se

conduce de las aurículas a los ventrículos exclusivamente por el nodo

AV y sube de los ventrículos a las aurículas por la vía accesoria. Por

este motivo la taquicardia es de QRS estrecho y sin datos de pre

excitación.

Un 60% de las taquicardias en el síndrome de WPW posee este

mecanismo. Mucho más infrecuente es la reentrada antidrómica. El

impulso baja por la vía accesoria en este caso y sube de los

ventrículos a las aurículas por el nodo AV (34, 35, 36). Por ello el ECG

en taquicardia mostrará un QRS ancho, con pre excitación máxima.

La segunda taquicardia en cuanto a frecuencia de presentación es la

fibrilación auricular (FA); presente ente 12 y un 35% de los pacientes

con este síndrome (37,38). La FA conducida a los ventrículos a través

de la vía accesoria puede desencadenar una respuesta ventricular

rápida, síncope e incluso fibrilación ventricular y muerte súbita

(39,40).

El síncope representa la presencia de arritmias con respuesta

ventricular muy rápida y mal tolerada por la persona, pero en otros se

ha atribuido a una respuesta vasomotora durante la taquicardia; esté

síncope puede estar o no en relación con un episodio de taquicardia,

recordando que se trata con frecuencia de pacientes jóvenes,

población con una relativamente alta incidencia de síncope vaso-

vagal.

La muerte súbita puede ser también una forma de debut de la

enfermedad aunque el riesgo de muerte súbita en pacientes

asintomáticos es menor del 1/1000(41, 42, 43, 44). Se observa que la

mayor parte de episodios de muerte súbita en pacientes con WPW

está en relación con episodios de FA con conducción al ventrículo por

la vía accesoria y posterior degeneración a fibrilación ventricular.

La presencia de intervalos RR menores de 250 mseg durante la FA o

taquicardias pre excitadas espontáneas es el más importante

marcador de riesgo de muerte súbita por fibrilación ventricular. En

cambio durante FA inducida durante el estudio electrofisiológico

tiene una especificidad muy baja, lo que ha provocado el abandono

por parte de la mayor parte de los electrofisiologos en pacientes

asintomáticos(45).

Es mayor el riesgo en pacientes con antecedentes familiares de

muerte súbita y que presentan múltiples vías accesorias. Se estudió

que los pacientes con taquicardia por reentrada antidrómica (figura

4) tenían un mayor riesgo de muerte súbita por degeneración de FA

preexcitada en fibrilación ventricular. Además estos pacientes

tienden a debutar a edades tempranas y con frecuencia presentan

síncope o presíncope en su evolución(46, 47).

DIAGNÓSTICOEl diagnóstico del Síndrome de WPW es clínico y electrocardiográfico

(Figura 5). Podemos encontramos ante un paciente que acude por

uno o varios episodios de palpitaciones o aquellos en los que se

realiza un electrocardiograma por otro motivo y se descubre la

anomalía electrocardiográfica.

Al realizar el estudio de estos pacientes se debe tener en cuenta la

presencia de dos síntomas claves. Uno de ellos y de mayor

importancia son los episodios paroxísticos de palpitaciones. Es

importante definir las características de los episodios de taquicardia:

modo de inicio (brusco o progresivo y su relación con el ejercicio,

estrés u otros desencadenantes), la forma de terminación (brusca o

progresiva) y el posible efecto de maniobras vagales o de otro tipo.

También se debe tratar de definir si las palpitaciones son rítmicas o

arrítmicas y valorar síntomas asociados como mareo, sudoración,

dolor u opresión torácica. Será fundamental en la toma posterior de

decisiones terapéuticas conocer el tiempo de evolución de la clínica y

la frecuencia de estos episodios (48,49).

Otro dato clínico relevante es el Síncope. Los pacientes presentan

síncopes en relación con taquicardias rápidas y mal toleradas

hemodinamicamente. Estos tienen mayor riesgo de muerte súbita y

precisan de estudio electrofisiológicos. La exploración física en estos

pacientes suele ser normal. La existencia de soplos cardiacos o datos

de insuficiencia cardiaca nos debe hacer sospechar la presencia de

enfermedades asociadas.

El electrocardiograma de estos pacientes presenta preexcitación. La

preexcitación ocurre cuando a partir de un estímulo sinusal o de

cualquier punto de la aurícula, la activación ventricular se inicia

antes de lo esperable si es que el impulso se hubiera conducido por el

sistema específico de conducción normal (50,51).

Tres son los datos clásicos que permiten el diagnóstico

electrocardiográfico de WPW: intervalo PR menor de 120 mseg, QRS

ancho con onda delta y cambios secundarios en la repolarización

(52).

La aparición de datos de preexcitación puede ser variable en el

tiempo, ya sea por conducción intermitente por la vía accesoria o por

Figura 2. En los individuos sin el síndrome, la actividad eléctrica en el corazón

se inicia en el nódulo sinusal (localizado en la aurícula derecha), se

propaga al nódulo auriculoventricular (AV), y sigue a través del haz de

His a los ventrículos del corazón (25-26). El nódulo AV actúa como

"barrera", limitando la actividad eléctrica que llega a los ventrículos

del corazón. Esta función del nódulo AV es importante, porque si las

señales generadas en las aurículas del corazón aumentan su ritmo

(caso de la fibrilación auricular o el aleteo auricular), el nódulo AV

limitará la actividad eléctrica que comunicará a los ventrículos.

Otra propiedad importante del nódulo AV es que reduce los impulsos

eléctricos individuales. Esto se manifiesta en el ECG en el intervalo PR,

esto es, el tiempo que va desde la activación de las aurículas (onda P)

a la activación de los ventrículos (complejo QRS) (27). Las personas

con este síndrome al poseer una vía accesoria de conducción AV que

se corresponde a una comunicación eléctrica anormal entre las

aurículas y los ventrículos, presentan un P-R corto (Figura 3).

Esta vía accesoria no comparte las propiedades del nódulo AV citadas

anteriormente, con lo que puede conducir la actividad eléctrica a un

ritmo significativamente más alto que el nódulo AV. Un ritmo

cardíaco demasiado rápido es potencialmente peligroso, porque

puede causar inestabilidad hemodinámica. En algunos casos, la

combinación de una vía accesoria y arritmias cardiacas puede

desencadenar fibrilación ventricular, una de las principales causas de

muerte súbita cardíaca (28,29).

MANIFESTACIONES CLÍNICASLos pacientes que sufren de síndrome de Wolff-Parkinson-White

suelen estar asintomáticos. Sin embargo, durante los episodios de

, el individuo puede sentir las

palpitaciones (percepción de los propios latidos del corazón), mareo,

dificultad para respirar, y en ocasiones sensación de desmayo (30).

Aproximadamente un 50 % de los sujetos con el diagnóstico

electrocardiográfico de WPW habían estado asintomáticos hasta el

momento de realizarse el electrocardiograma. De ellos un 30%

presentarán taquicardias en los 10 años siguientes. La taquicardia

más frecuentemente encontrada en pacientes con el síndrome de

taquicardia supraventricular

Figura 3.

Figura 4.

PAG 6 PAG 7

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

cambios en las propiedades de conducción del nodo AV. En el

síndrome de WPW la activación ventricular se produce por fusión de

los impulsos eléctricos que llegan por el nodo AV y por la vía

accesoria. El que haya o no preexcitación dependerá de la

conducción por ambos caminos.

Las vías accesorias suelen tener propiedades de conducción

constantes. En cambio, la conducción por el nodo AV varía

dependiendo de la frecuencia cardiaca y del estado autonómico. Si se

realiza masaje del seno carotideo la preexcitación aumentará porque

disminuye la conducción por el nodo AV sin alterarse la vía accesoria,

con lo que la estimulación ventricular provendrá en una mayor

proporción de la vía anómala (53).

La radiografía de tórax es normal en los pacientes sin patologías

asociadas. Se debe realizar un ecocardiograma a todos los pacientes

sintomáticos o con alteraciones en la exploración física.

Recomendamos también realizar ecocardiograma a todos los

pacientes diagnosticados en edades tempranas por la asociación del

síndrome con malformaciones cardiacas congénitas.

En casos seleccionados estará indicado el holter de arritmias en

pacientes con alta sospecha diagnóstica del WPW en los que no se

haya podido registrar la taquicardia. En los raros casos en los que la

taquicardia se relaciona con el ejercicio físico estaría justificada la

prueba de esfuerzo (54,55).

Tratamiento Los pacientes con síndrome de WPW pero están asintomáticos no

precisan tratamiento alguno(56). Un caso especial lo constituyen

ciertas profesiones de riesgo en las que se excluye al personal con

datos electrocardiográficos de WPW. Así ocurre con pilotos y

Figura 5. Alteraciones típicas del WPW en ECG

deportistasde élite.

El bajísimo riesgo de muerte súbita en estos pacientes por sí mismo

no justifica la realización del estudio electrofisiológico y la ablación,

aunque sí se puede plantear por exigencia laboral explicando al

paciente los riesgos de diche intervención(57).

En pacientes clínicamente sintomáticos debemos distinguir

mediante la historia clínica cuidadosa, la frecuencia, duración y

número de episodios de las taquicardias. Los pacientes con episodios

infrecuentes de taquicardias, bien toleradas, no precisan ningún

tratamiento crónico. Se recomienda enseñarles a realizar las

maniobras vagales o de Valsalva y en caso de que con ellas no ceda la

taquicardia deberán acudir a un centro de urgencias para su

tratamiento .

Deben tener revisiones periódicas por su médico de cabecera o

cardiólogo para evaluar posibles cambios en la sintomatología

(58,59). Los pacientes con episodios frecuentes de taquicardias o que

toleren hemodinámicamente mal las mismas deben ser remitidos al

cardiólogo,quien valorará de acuerdo con las preferencias del

paciente el manejo farmacológico o la indicación de ablación con

radiofrecuencia.

En general, existe una tendencia global y una recomendación al

tratamiento endovenoso con adenosina o ATP o con verapamilo.Se

considera de primera elección la adenosina oATP por su seguridad y

cortísima vida media. Es importante asegurarse de que se está

administrando la dosis correcta (en el caso de adenosina 6 mgy si no

cede una segunda dosis de 12 mg) y para el ATP, 10 mg, 20 mg y

hasta 40 mg) y administrarla en bolo muy rápido seguido de suero

fisiológico.Este fármaco se puede utilizar en todos los pacientes que

no tengan antecedentes de asma o broncoespasmo, incluso en

pacientes con disfunción ventricular. Produce efectos secundarios

encasi un 100% de los pacientes en forma de opresión torácica, tos y

calor facial, lo que se debe advertir al paciente siempre antes de su

uso, resaltando que no durará más de un minuto y que setrata de una

respuesta normal al fármaco y no una alergia al mismo(60,61).

Desde finales de los años sesenta se utiliza eltratamiento quirúrgico

para interrumpir las vías accesorias en pacientes con el síndrome de

WPW no controlables con medicación. Tras el inicio y generalización

de la ablación con radiofrecuencia la cirugía se ha relegado sólo a

casos con síntomas intratables en los que no ha sido posible la

ablación percutánea o pacientes que precisan cirugía cardiaca por

otro motivo;siendo una de ella la cirugía de la malformación de

Ebstein(62).

En pacientes seleccionados por su alto riesgo de muerte súbita,

frecuencia de los episodios de taquicardia, mal control con

medicación e incluso la propia preferencia del paciente que no desee

tomar fármacos a largo plazo, está indicada la realización de un

estudio electrofisiológico.

La radiofrecuencia provoca lesiones en el tejido cardiaco que

destruyen o alteran sus propiedades de conducción. Actualmente

casi nunca se realiza el estudio electrofisiológico sin la intención de

destruir la vía. El porcentaje de éxito en la ablación realizada por

laboratorios experimentados es del 90-95%, similar al de las

técnicas quirúrgicas aplicadas previamente pero con menos

complicaciones (63).

Existen complicaciones mayores en un bajo porcentaje de las

ablaciones realizadas como ser muerte en el 0,3%; infarto en el 0,2

%; bloqueo auriculoventricular completo en el 1% y taponaniento

cardiaco en el 0,6%. Las complicaciones menores ocurren en el 8,2%

de los casos, como son: derrame pericárdico en el 1,9%; pericarditis

en el 0,38%; hematoma en el 3%; bloqueos cardiacos que no

precisan marcapasos permanente en el 2% o hipotensión en el

0,57%(64,65,66,67).

CONCLUSION“Como hemos citado, el sindrome WPW es una patología cardiaca

infrecuente en la población general que afecta generalmente a

personas jóvenes, por lo tanto, es importante manejar los criterios

diagnósticos y el reconocimiento Electrocardiografico responsable

para así adoptar la mejor terapéutica y en el menor tiempo posible”.-

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BIBLIOGRAFÍA

AUTOR

Dra. Ana María de Dios Hospital de Niños Pedro de ElizaldeJefa Cardialgia PediátricaSanatorio Trinidad Mitre

ENDOCARDITIS BACTERIANA

Es una enfermedad poco frecuente en pediatría, pero con muy alta

morbi mortalidad y con gran implicancia económica desde la Salud

Publica. Se ha avanzado significativamente en un mejor

conocimiento y comprensión de la propia enfermedad respecto de la

epidemiología, el diagnóstico clínico, el diagnóstico microbiológico,

el diagnóstico ecocardiográfico y el tratamiento combinado médico-

quirúrgico a punto tal que se ha cambiado el termino endocarditis

bacteriana por endocarditis infecciosa (EI) por cuando se tiene

evidencia de que los propios patógenos no siempre son bacterias.

Actualmente la incidencia se sitúa en 1-4 casos/100.000 o en 1 de

cada 1.300 admisiones pediátricas anuales , . La endocarditis ha

aumentado en los últimos años, debido a un aumento de la

supervivencia de niños con cardiopatías, de los recién nacidos y de

otros niños muy enfermos. Ha habido un aumento en la proporción

de niños con cardiopatía congénita operada, con o sin conductos

vasculares, parches o valvuloplastia . Otro factor de riesgo lo

constituyen los catéteres utilizados en niños críticamente enfermos

o con inmunodeficiencia, en neonatología o en cuidados intensivos

pediátricos . Entre el 8 y el 10 % de las endocarditis infecciosas

pediátricas se producen en corazones sanos. En edad pediátrica, la

endocarditis causada por utilización de fármacos es rara. La

enfermedad reumática era un factor de riesgo de endocarditis en el

pasado, que ha ido desapareciendo del mundo occidental.

La EI se define como una enfermedad en la que el endotelio cardíaco

es invadido por organismos infecciosos: bacterias, virus u hongos. La

enfermedad puede asentarse no solo en las válvulas sino en el propio

miocardio. A partir de esta llegada de microorganismos por vía

hematógena, se inicia un proceso inflamatorio con la formación de

vegetaciones que son la lesión típica de la EI.

Las vegetaciones se forman por la acumulación de detritus celulares,

material trombótico y microorganismos sobre los tejidos

mencionados, con escasa vascularización, lo cual tiene importantes

4 5

6

7

PAG 8 PAG 9

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

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implicancias terapéuticas, pues obliga al empleo de altas dosis de

ATB por vía parenteral para el que el tratamiento sea efectivo.

La repercusión de la EI esta ligado a la virulencia del agente

etiológico y el nivel de defensas del huésped. Las defensas estarán

influidas además por la situación hemodinámica previa, la

enfermedad de base, y la edad del paciente.

Agente causal de endocarditis bacterianaLa mayoría de agentes que provocan endocarditis son cocos

grampositivos : Streptococci , Staphylococci y Enterococci . S.

viridans y S. aureus son los organismos más frecuentes en la

endocarditis infecciosa . En las endocarditis provocadas por

catéteres, S. aureus y Staphylococcus coagulasa-negativo son

frecuentes. A esos dos agentes, en los recién nacidos hay que añadir

la presencia de Candida , Klebsiella y Enterobacter .

Los organismos clasificados en el grupo HACEK son poco frecuentes

en pediatría ( Haemophilus parainfluenzae , H. aphrophilus, H.

paraphrophilus, H. influenzae, Actinobacillus actinomycetem-

comitans, Cardiobacterium hominis, Eikenella corrodens , Kingella

kingae, K. denitrificans ) .

Los hongos están representados con Candida y Aspergillus .

Mylonakis y Calderwood dan el porcentaje de agentes

microbiológicos encontrados según la edad del paciente

El agente etiológico frente a un paciente con EI puede ser

identificado mediante hemocultivos seriados.

En el caso de hemocultivos negativos “la presunción” del agente

etiológico se fundamentara en la agudeza del cuadro clínico, el

compromiso de una válvula nativa o protésica. El antecedente de

una puerta de entrada evidente (post procedimiento: odontológico,

genito- urinario, gastrointestinal, u otro) y/o si padece de patologías

14

4

14

4

15

MICROBIOLOGÍA

Organismos

Porcentajes

Streptococcus viridans

35

Grupo D no enterococcus (bovis)

15

Grupo D enterococcus

10

P

neumoniae y otros

< 5

Staphylococcus aureus

30

Staphylococcus coagulasa negativos

5

Polimicrobiana

<1

Cocobacilos Gram negativos HACEK

4

Bacilos Gram negativos

< 5

Anaerobios

<1

PAG 10 PAG 11

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

favorecedoras tales como inmunodepresión, HIV, u otras

enfermedades sistémicas.

En forma global si separamos los agentes etiológicos por gérmenes

debemos pensar en orden de frecuencia en los siguientes agentes

causales:

Mientras que si el agente causal lo pensamos en relación a válvulas

nativas o protésicas los porcentajes cambian:

Clasificación discriminando germen causal: en válvula nativa o protésica:

Gérmenes

Causales

Mas

Frecuentes

% EI válvula

nativa

% EI

prótesis

precoz

% EI prótesis

tardía

S. viridans

40

10

30

S. aureus

25

20

15

S. epidermidis

Raro

35

15

Enterococos

10

Raro

10

Difteroides

5

10

5

BacilosGramnegativos

Raro

15

10

Hongos Raro 10 5

No identificado 5-10 5-10 5-10

A pesar de hemocultivo negativo, puede establecerse el diagnóstico si

la sintomatología y la ecocardiografía muestran signos evidentes de

endocarditis infecciosa. La incidencia de hemocultivo negativo es

aproximadamente del 5-7 % . Generalmente esos casos se

presentan cuando el paciente está tomando antibióticos o si la

endocarditis no está producida por una bacteria . El cultivo de la

vegetación puede ayudar al diagnóstico .

Organismos sensibles pueden ser inaccesibles por la formación de

abscesos paravalvares o metastásicos (cerebrales o esplénicos).

Eventos embólicos mayores son comunes cuando las vegetaciones

son particularmente grandes (Haemophilus, Chlamidia y hongos)

La epidemiología de la EI se ha modificado en los últimos años en la

Argentina. El estudio EIRA-2 fue un estudio prospectivo,

multicéntrico conducido en 82 instituciones hospitalarias

representativas de 16 de las 24 provincias argentinas. Junio 2001 –

Noviembre 2002. (1)

Este trabajo colaborativo mostró en pacientes adultos que los

microorganismos más frecuentemente hallados fueron: 38,3%

estreptococo (27% viridans, 5,2% Boris, 6,1% otros), 10,2%

enterococo, 36,7% estafilococo (29,8% aureus, 6,9% coagulasa

negativo), 6,1% Grupo HACEK, 1,4% micótica, y 2% poli microbiana.

Hubo un 10,8% de EI con hemocultivos negativos.

Las comorbilidades más frecuentes observadas fueron diabetes 15%,

insuficien- cia renal crónica 14% y enfermedad dental 15%.

Cabe señalar que ha disminuido la afección reumática como

cardiopatía predisponente. Proporcionalmente son más frecuentes

hoy el prolapso mitral y la valvulopatía aórtica degenerativa. Según

el mismo trabajo, cuanto más jóvenes los pacientes, más tardíamente

se ha realizado el diagnóstico. De este estudio surge una mayor

frecuencia de enfermedad cardíaca subyacente, enfermedad valvular

degenerativa y EI sobre válvula protésica. E incrementó la incidencia

de EI por estafilococo aureus como agente causal.

4

16

16

Epidemiología De 10 a 20% de las endocarditis son protésicas.

En nuestro medio el estudio EIRA mostró una incidencia del 8,5% del

total. Se observa un riesgo mayor de infección a partir de la 5º semana

post-cirugía, extendiéndose hasta 12 meses, con un riesgo en el

primer año de 3%. Luego de este período inicial, el riesgo disminuye a

0,5% por año.

CLÍNICA AGUDASe caracteriza por un síndrome febril de corta evolución con gran

compromiso del estado general.

Registros elevados de temperatura, presentándose como

Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica o sepsis.

En general su diagnóstico se efectúa dentro de los 7 días y presenta

mayor mortalidad.

Soplos cambiantes o de aparición actual. La perforación valvular y

ruptura de cuerdas, lleva a la Falla cardíaca.

Manchas de Roth, y pérdida de visión debidas a embolización

periférica.

CLÍNICA SUBAGUDA• De 2 semanas a meses: se presenta con un inicio más insidioso,

caracterizado por un síndrome febril de varias semanas a meses de

evolución, con síntomas inespecíficos, con mayor frecuencia de

manifestaciones autoimmunes.

Pérdida de peso. Debilidad, fatiga. Compromiso neurológico -

Hematuria. Cefalea. Lumbalgia, artralgia y mialgias. Fiebre - Nódulos

de Osler - Esplenomegalia - Fenómenos vasculares - Fenómenos

embólicos.

Exámenes paraclínicos

1. Cuadro hemático: anemia, leucocitosis o leucopenia, cayados,

aumento de la Eritro

2. Parcial de orina: hematuria, proteinuria, cilindros de eritrocitos.

3. Factor reumatoideo: positivo en el 40 - 50% de la EI subaguda.

4. Hemocultivos: 2 a 3 con volumen de 30 ml, incubación prolongada

(3 a 4 semanas), con resina si ha recibido antibióticos.

5. Electrocardiograma

6. Placa de tórax: signos de falla cardíaca izquierda, abscesos

pulmonares.

7. Tomografía Axial Computadorizada cerebral: abscesos cerebrales,

aneurismas micóticos, infartos y hemorragias cerebrales.

8. Ecocardiograma: transtorácico (sensibilidad del 50 al 60%);

transesofágico (sensibilidad del 90% y especificidad del 90%).

Para el reconocimiento de las vegetaciones se recurre inicialmente al

ecocardiograma transtorácico (ETT), pero que si no es concluyente se

plantea la realización de un ecocardiograma transesofágico (ETE) por

mayor especificidad, por lo que proponemos este algoritmo para

decidir el empleo de las diferentes técnicas de estudio:

Transesofágico mostrando Absceso Peri anular.

Transtorácico mostrando embolo infectado.

-Criterios de Duke Durack propuestos para el diagnóstico de EI

Criterios mayores:

Hemocultivos positivos para bacterias compatibles con EI

Evidencia de afectación endocárdica: vegetación, absceso, dehiscencia parcial de válvula protésica, o insuficiencia valvular nueva.

Criterios menores:

Cardiopatía predisponente o uso de drogas endovenosas

Fiebre >38ºC

Fenómenos embolígenos vasculares

Fenómenos inmunológicos

Ecocardiograma compatible con EI, pero no cumple el criterio mayor anterior

Evidencia microbiológica con hemocultivos positivos pero no cumple con el criterio mayor anterior, o evidencia serológica de infección activa por microorganismo compatible con EI.

Diagnóstico

Definitivo:

2 criterios mayores, 1 mayor y 3 menores, o 5 menores.

Posible:

Hallazgos compatibles con EI que son deficientes para Definida, pero no son acordes para Rechazada.

Rechazada:

Por

diagnóstico alternativo firme que explica los síntomas,

resolución del cuadro con antibiótico terapia en <4 días.

Indicaciones de la ecocardiografía transesofagica (ETE) ante presunción de Endocarditis infecciosa (EI):

Prótesis valvulares

ETT negativo y alta sospecha clínica de endocarditis

extrahospitalaria por estafilococo

ETT con ventana ecográfica inapropiada, que no permite tener

certeza del estudio realizado por acceso transtorácico

Pacientes con alteraciones valvulares previas (prolapso mitral,

enfermos renales, lesiones degenerativas, etc.) y con un resultado

dudoso en el ETT

Marcapasos y otros catéteres intracavitarios

Ausencia de respuesta al tratamiento adecuado (signos de infección

persistente)

Sospecha ecocardiografica (transtorácico) o clínica (bloqueo

auriculo ventricular) de extensión peri anular de la infección.

Insuficiencia cardiaca.

Criterios diagnósticos de DukeCriterios mayores: Hemocultivos positivos, microorganismos

típicos, o persistentemente positivos. Evidencia de compromiso de

endocardio: eco positivo para vegetaciones, abscesos o dehiscencia

de válvula

Criterios menores: Condición cardíaca predisponente. Uso de

medicamentos intravenosos. Fiebre. Fenómenos vasculares.

Evidencia microbiológica. Ecocardiograma

PAG 13

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

PAG 12

Diagnóstico: Dos criterios mayores, o uno mayor y tres menores o

cinco menores.

Complicaciones1. Falla cardíaca 27-70%: secundaria a incompetencia valvular,

miocarditis, absceso o infarto agudo del miocardio, arritmias

(bloqueos aurículo ventriculares).

2. Complicaciones neurológicas 27-39%: reacción meníngea,

infartos, abscesos, hemorragias.

3. Procesos embólicos sistémicos.

4. Complicaciones renales 9%: glomérulo nefritis, toxicidad por

amino glucósidos, abscesos renales.

Tratamiento antibióticoStreptococcus sensibles a penicilina: la mayoría de las cepas de

Streptococcus viridans y aquellos del grupo D no Enteroccus

sensibles a la penicilina.

Streptococcus moderadamente resistente a penicilina y

Enterococcus: el tratamiento recomendado es de por lo menos 20

millones de unidades de penicilina cristalina al día, más gentamicina

1 mg/kg de peso cada 8 horas, ambos por 4 a 6 semanas. La

asociación de vancomicina más gentamicina es una alternativa en el

paciente alérgico a la PNV.

Staphylococcus: oxacilina o cefalosporinas de primera generación,

más gentamicina por lo menos por las dos primeras semanas. La

rifampicina podría añadirse cuando el Staphylococcus demuestra

resistencia.

Entero bacterias y Pseudomonas: dosis altas de ceftazidima y

tobramicina, nuevas quinolonas. La ampicilina con amino glucósidos

son efectivas contra el Proteus y E. Coli, y la combinación de

cefalosporinas de tercera generación con amino glucósidos contra

Klebsiella.

Streptococcus pneumoniae: altas dosis de penicilina o ceftriaxona.

Hongos: anfotericina B es el medicamento de elección.

Sin germen identificado se hará tratamiento empírico:

La elección del antibiótico depende de la evolución clínica.

En general: Penicilina y Gentamicina son indicados para comienzo

subagudo; Flucloxacilina y Gentamicina en comienzo agudo; ante

abusadores de drogas intravenosas deberían recibir Vancomicina y

los que recientemente tienen insertada una válvula protésica, juntos

con Rifampicina y Gentamicina.

Esquema antibiótico propuestos por las Guías de práctica clínica de

la Sociedad Española de Cardiología en endocarditis: (2)

Teniendo en cuenta que ciertos procedimientos diagnósticos y

terapéuticos producen bacteriemia transitoria, se recomienda la

prevención de endocarditis en todos aquellos procedimientos que

impliquen la movilización de gérmenes endógenos en porcentaje

suficiente como para favorecer la aparición de foco de endocarditis.

FACTORES DE RIESGO

Alto riesgo

Riesgo intermedio

Bajo riesgo

·

Válvula protésica

·

Endocarditis previa

·

Cardiopatía congénita

Cianótica.

·

Ductus persistente

·

Insuficiencia aórtica

·

Estenosis aórtica

·

Insuficiencia mitral

·

Doble lesión mitral

·

CIV

·

Coartación aórtica

·

Lesión intracardíaca

reparada quirúrgicamente con anormalidad hemodinámica residual

·

Prolapso mitral (con IM)

Estenosis mitral pura

·

Valvulopatía tricuspídea

·

Estenosis pulmonar

·

Hipertrofia septal asimétrica

·

Enfermedad valvular de-

generativa

·

Lesión intracardíaca re-parada

quirúrgicamente en un tiempo menor a 6 meses.

·

Degeneración mixomatosa

·

Prolapso mitral sin regurgitación

. Insuficiencia

valvular mínima en eco, sin anormalidad estructural.

·

CIA aislada

·

Placas ateroescleróticas

·

Marcapasos

·

Lesión cardíaca reparada

quirúrgicamente con mínima o ninguna anormalidad hemodinámica (> 6 meses).

·

Ostium secundum (defecto)

·

Enfermedad de

Kawasaki sin

disfunción valvular.

·Historia de fiebre reumática sin

disfunción valvular.

PAG 14 PAG 15

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

Esquema antibiótico en prevención de endocarditis:Tratamiento antibiótico según procedimiento:

Nuestro grupo ha adoptado como protocolo de prevención de

endocarditis:

Ante tratamientos odontológicos o procedimientos sobre las vías

respiratorias altas (oídos, amígdalas, adenoides, etc.):

1- AMOXILINA 50 mg/kg de peso una hora antes del procedimiento,

por vía oral.

Si el paciente no puede ingerir se administrara AMPICILINA en igual

dosis y esquema por vía intramuscular.

2- Si el paciente es alérgico a la penicilina: ERITROMICINA 40 mg/kg

de peso 1 hora antes.

Ante procedimientos sobre el aparato genitourinario o

gastrointestinal:

1- AMPICILINA 50 mg/kg de peso y GENTAMICINA 2 mg/kg de peso

30 minutos antes por vía intramuscular o endovenosa.

2- Si es alérgico a la penicilina o sus derivados: VANCOMICINA 20

mg/kg de peso y GENTAMICINA 2 mg/kg peso endovenoso o

intramuscular 60 minutos antes.

El papel de la cirugía en la endocarditis infecciosaPuede resumirse en:

* Tratamiento local con criterios de radicalidad

* Posibilidad de tratamiento excerético y reconstructor

* Reducción de la mortalidad

* Erradicación de la infección

Es evidente que en los resultados de la cirugía en la EI influyen

multitud de factores de entre los que se podrían destacar los

siguientes:

* Condición preoperatoria del paciente

* Intervalo desde el diagnóstico al tratamiento quirúrgico

* Tratamiento antimicrobiano

* Indicaciones de intervención quirúrgica

* Condiciones asociadas

* Extensión de las lesiones locales

* Manejo intra y postoperatorio

La reducción global de la mortalidad ha sido importante y puede

estimarse hoy en día, en líneas generales, que la mortalidad

quirúrgica debería situarse entre el 10 y el 20%. Estas cifras son

globales y referidas a todos los pacientes, sin discriminación de

condición, posición valvular o condiciones asociadas. Es cierto que la

presencia de patología concomitante y la condición preoperatoria

son factores que influyen de forma importante en los resultados

quirúrgicos. La tendencia a una actuación intervencionista más

agresiva en los casos de insuficiencia cardíaca, lesiones locales

extensas y en los casos de EI sobre válvula protésica ha sido

beneficiosa por el impacto positivo sobre la mortalidad. Sin

embargo, el tratamiento quirúrgico de la EI dista de ser inocuo y sigue

gravado por una morbimortalidad nada despreciable. Hoy en día se

han identificado diversas situaciones de especial riesgo, novedosas al

apreciarse un incremento en las poblaciones específicas en riesgo, y

son los pacientes afectos de EI en el contexto de la insuficiencia renal

crónica en hemodiálisis (3), los adictos a las drogas por vía

parenteral, los que presentan infección por el virus de la

inmunodeficiencia humana (VIH-1) (4) y los que presentan infección

de substitutos valvulares y otros sistemas intra cardíacos como los

marcapasos o los desfibriladores implantables (5), (6). En estos

subgrupos de pacientes la mortalidad sigue siendo elevada a pesar

del tratamiento quirúrgico. En general, las indicaciones de

tratamiento quirúrgico se pueden establecer en relación a la

situación clínica del paciente, al tipo de válvula (nativa o protésica) o

posición valvular (EI derecha o izquierda), a los hallazgos

ecocardiográficos y al diagnóstico microbiológico. Asimismo, la

agudeza de la presentación clínica influye en la indicación de la

intervención y, en general, puede hablarse de un requerimiento

operatorio en la EI aguda de alrededor del 30% y del 40% en fases

tardías de la misma (7), (8).

Las indicaciones básicas de tratamiento operatorio sobre las que hay

consenso en la actualidad son las siguientes:

* Insuficiencia cardíaca congestiva

* Complicaciones locales. Extensión extravalvular de la destrucción

hística.

* Sepsis persistente

* Embolias sistémicas en relación a vegetaciones valvulares

* Endocarditis sobre prótesis, marcapasos y desfibriladores.

* Endocarditis fúngica.

Estas indicaciones generales deben ser tenidas en cuenta a la hora de

considerar cada caso de forma individual. Bien es cierto que pueden

especificarse indicaciones en función de la posición valvular. No

obstante, estas indicaciones permiten establecer de forma correcta

en la gran mayoría de casos la indicación de tratamiento quirúrgico.

1 La endocarditis derecha

Además de las mencionadas, la endocarditis derecha puede necesitar

intervención quirúrgica en función de dos indicaciones específicas.

La primera la EI causada por microorganismos de difícil tratamiento

o erradicación, como P. aeruginosa ó S. aureus o bien la endocarditis

fúngica a pesar de un tratamiento antimicrobiano correcto de por lo

menos siete días (9). La segunda sería la presencia de vegetaciones

valvulares de tamaño superior a 2 cm según el estudio mediante eco

cardiografía transtorácica, la dilatación del ventrículo derecho y la

presencia de embolia pulmonar recurrente o bien insuficiencia

cardíaca derecha (10)

2. La endocarditis izquierda

De las indicaciones para tratamiento quirúrgico de la endocarditis

izquierda, es posible que una de las más controvertidas sea la

extensión de la destrucción hística local. La experiencia acumulada

confirma la necesidad imperiosa de tratamiento quirúrgico cuando

se sospecha o se demuestra en el estudio ecocardiográfico

transesofágico la presencia de abscesos, fístulas o aneurismas rotos

de los senos de Valsalva. Ello es aplicable en los casos de endocarditis

nativa y de endocarditis protésica. Nuestra propia experiencia al

respecto es clara y confirma, por otra parte, una elevada

morbimortalidad del procedimiento si existe este tipo de

complicación, lo que hace aún más necesaria su detección lo más

precoz posible (11)

La estratificación de los riesgos

Cuando se consulta la bibliografía se hace patente un hecho curioso.

La realidad es que la mortalidad hospitalaria derivada o asociada con

la cirugía de la EI, en especial en la fase aguda de la enfermedad, se ha

establecido en la actualidad entre el 10 y el 20% y en el caso de la EI

por S. aureus, entre el 15 y el 30% según las series consultadas Para

aclarar los términos se entiende como mortalidad hospitalaria la

acaecida durante el acto operatorio, durante los primeros 30 días

postoperatorios o cuando el paciente fallece en el hospital sin haber

sido dado de alta, de acuerdo a las recomendaciones de Edmunds y

cols. ya publicadas con anterioridad y aceptadas por la mayoría. Por

otra parte, hay centros que presentan excelentes resultados con

mortalidades no superiores al 10% en la EI activa. Sin embargo,

estudios multicentricos no controlados indican mortalidades sobre el

20%.

El Estudio Argentino sobre Endocarditis Infecciosa (EIRA) aportó estas

cifras y uno de los hechos que se desprendió de ese estudio fue que los

centros con mayor volumen de pacientes comunicaron una

mortalidad más baja que la de los centros con una frecuencia menor

de intervenciones (12)

Factores que influyen en la mortalidad quirúrgica de la EI son:

1-factores preoperatorios (condición crítica por insuficiencia

cardíaca o choque séptico-cardiogénico, insuficiencia renal,

hipertensión arterial pulmonar, daño cerebral previo, reintervención

por EI protésica),

2- factores anatómicos (destrucción anular, extensión a territorios

adyacentes a través de abscesos o fístulas,

3-Factores microbiológicos (agresividad del germen con S. aureus),

4- factores intra operatorios (tipo de reconstrucción, duración del

tiempo de oclusión aórtica y de circulación extracorpórea).

Es evidente que la experiencia de un grupo quirúrgico cuenta, si bien

esto es un arma de doble filo ya que los centros de referencia, con un

volumen superior, acaban recibiendo pacientes en peores

condiciones, tratados en otros centros y que pueden llegar a una

intervención después de un tiempo prolongado desde el diagnóstico o

desde el inicio del tratamiento médico, lo cual puede influir también

en un aumento de la mortalidad quirúrgica.

Sistema de estratificación de los riesgos quirúrgicos. En el momento actual hay dos sistemas de estratificación que pueden

considerarse como los más utilizados. Uno es el de la “Society of

Thoracic Surgeons” (STS) de los EEUU y el otro es el Euro SCORE

desarrollado por un grupo cooperativo de hospitales europeos

Es una herramienta valiosa en la predicción de la probabilidad de

muerte operatoria de cualquier paciente.

Con índices superiores a 6 (mortalidad esperada de 6.51 a 8.37%), en

el sistema EuroSCORE se consideran de riesgo elevado.

INDICE REPRESENTATIVO DE BACTERIEMIA DESPUÉS DE

PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS Y TERAPÉUTICOS

%

%

%

1. Extracción dental

86

9. Succión nasotraqueal 16

15. Col angiografía

retrógrada

5

2. Cirugía periodontal

88

10. Broncoscopia rígida

15

16. Enema de bario

10

3. Lavado irrigación dental

40

11. Sonda vesical

13

17. Colonoscopia

5

4. Amigdalectomía

35

12. Prostatectomía con:

¨

orina estéril

¨ orina infectada

18. Sigmoidoscopia rígida 5

5. endoscopia (gastroscopia)

4 a 8

10

19. Proctoscopia

2

6. Eco transesofágico

1 a 4

57.5 20. Hemorroidectomía

8

7. Biopsia hepática

3 a 13 13. Dilatación uretral

28

21. Dilatación esofágica

45

8. Intubación

endotraqueal > 10 14. Parto normal 3 22. Cateterismo cardíaco 5

PAG 16 PAG 17

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

Los sistemas de estratificación preoperatoria del riesgo quirúrgico

nos permiten conocer el perfil general de la población afecta de EI

que necesita tratamiento quirúrgico y en la actualidad deberían

considerarse como una herramienta de rutina aun asumiendo sus

posibles imperfecciones y limitaciones.

Opciones técnicasLos principios básicos de tratamiento operatorio de la EI se resumen a

la eliminación del tejido destruido por el proceso infeccioso, la

solución de las complicaciones locales si las hubiere y en la

reconstrucción anatómica de la posición valvular afectada.

El tejido valvular puede estar destruido a nivel de las valvas o del

anillo. Es evidente que la afectación exclusiva de las valvas favorece

una corrección completa del proceso con una dificultad técnica

reducida. El problema técnico aparece cuando la infección ha

traspasado el umbral del anillo valvular.

1. Endocarditis aórtica

La substitución valvular suele ser la regla en la posición aórtica. Es en

extremo infrecuente que se realicen procedimientos plásticos a este

nivel.

Las perforaciones valvulares o las rupturas y desprendimientos de las

valvas sigmoideas son las lesiones habituales. Las conductas

terapéuticas dependen de diversas variables:

Substitución valvular por homoinjerto aórtico.

Cuando la EI se ha extendido más allá de los confines de anillo aórtico

nativo en forma de absceso o fístula cameral. Los homoinjertos

aórticos para la reconstrucción de la raíz aórtica complicada

permiten el tratamiento radical de la misma al favorecer la

eliminación de abscesos, el cierre de comunicaciones fistulosas, el

tratamiento asociado de la unión sinotubular y de la aorta

ascendente y la implantación de un substituto valvular biológico que

no necesita anticoagulación y es resistente a la infección.

En segundo lugar, la EI sobre válvula protésica es para nosotros una

indicación de substitución valvular aórtica por homoinjerto aórtico.

La eliminación de tejido necrótico, la existencia asociada de abscesos

y la discontinuidad aorto mitral hacen necesario un tratamiento

radical de la raíz aórtica

La operación de Ross.

La operación de Ross consiste en el auto transplante de la válvula

pulmonar. Es una técnica compleja. La experiencia no es generalizada

en el terreno de la endocarditis, pero diversos autores han

comunicado experiencias satisfactorias.

Substitución valvular por bioprótesis y xenoinjertos.

En nuestra Institución, las bioprótesis porcinas y los xenoinjertos de

pericardio bovino se reservan para aquellos pacientes con factores de

riesgo que puedan afectar a su seguimiento una vez pasada la fase

aguda de la enfermedad.

Es decir, los pacientes con patología asociada, dificultades para

controlar el tratamiento anticoagulante, contraindicaciones

absolutas o relativas para la anti coagulación, drogadicción activa,

infección por el VIH, van a recibir en general, un substituto biológico

en posición aórtica y que en la actualidad suele ser un xenoinjerto de

pericardio bovino. Los resultados clínicos de estos substitutos son

excelentes.

Substitución valvular por prótesis mecánica.

Los pacientes con EI no complicada, que puedan controlar bien la

terapia anticoagulante y que no presenten factores de riesgo como

enfermedades asociadas, suelen recibir una prótesis mecánica.

También aquí va a intervenir la experiencia de cada grupo quirúrgico

o de cada cirujano en cuanto a la elección de la prótesis si bien la

tendencia en la actualidad en nuestro ambiente es a la implantación

de prótesis bivalvas.

2. Endocarditis mitral

Los principios de actuación en la EI mitral son similares a los que se

consideran en la posición aórtica. Los abscesos anulares obligarán a

un desbridamiento amplio en función de la destrucción local. Es

evidente que los abscesos anulares juegan un papel importante en la

génesis de fugas peri valvulares durante el seguimiento (13)

Reparación valvular:

Ello es factible en un tanto por ciento significativo de los pacientes

cuando la etiología es degenerativa. Pueden influir factores como la

edad a la hora de ser más o menos agresivos en lo que respecta a la

decisión de preservar una válvula. La enfermedad reumática también

ha sido objeto de reparación, pero los resultados alejados no son tan

satisfactorios al ser la enfermedad reumática una enfermedad activa

cuya evolución natural puede influir en la recurrencia de la patología.

La reparación mitral se reduce a casos no complicados de EI nativa sin

compromiso anular.

Homoinjertos en la substitución mitral.

Los homoinjertos valvulares en la substitución de la válvula mitral

juegan un papel limitado hasta el momento. La substitución mitral

por homoinjerto mitral es una técnica de aplicabilidad limitada por

diversos motivos.

Tiene dificultades técnicas que no facilitan una implantación

perfecta (elevada tasa de disfunción a corto plazo, por debajo de los

cinco años postoperatorios) y limitada disponibilidad de

homoinjertos mitrales.

En cuanto a los homoinjertos aórticos o pulmonares en posición

mitral, han sido evaluados como solución de recurso en la EI mitral.

3. Endocarditis tricuspídea

La endocarditis tricuspídea presenta unas características definidas.

En primer lugar, la población a la que afecta suele estar compuesta de

forma mayoritaria por adictos a las drogas por vía parenteral. La tasa

de curación con tratamiento médico es muy elevada, alrededor del

95%.

Las opciones técnicas básicas en la cirugía de la válvula tricúspide

son superponibles a las de las válvulas aórtica y mitral. En el

momento actual, la reparación valvular y la substitución por homo

injerto mitral parecen opciones de mayor interés

Valvulectomía sin substitución valvular.

Arbulu y cols. Presentaron el concepto de resección valvular sin

ulterior substitución por una prótesis basándose en el principio de

tratamiento de un absceso ya que se garantizaba la eliminación del

tejido infectado en su totalidad. La relativa buena tolerancia a la

insuficiencia tricúspide favoreció la opción de no sustituir la válvula

evitando así la implantación de un substituto valvular en el grupo de

pacientes adictos cuyo factor de riesgo más importante es, como se

ha demostrado, la persistencia de la adicción a las drogas por vía

parenteral

Reparación valvular.

La reparación valvular permite evitar material foráneo y asegurar la

competencia del orificio atrioventricular. La competencia valvular,

por otro lado, permite evitar las consecuencias deletéreas a largo

plazo de la insuficiencia tricuspídea

Substitución valvular tricuspídea por homo injerto mitral.

Esta opción técnica es la que se ha introducido más recientemente

en la práctica clínica. Pretende evitar la complicación alejada de la

regurgitación tricuspídea persistente: la insuficiencia cardíaca

derecha. En el supuesto de la imposibilidad de reparar la válvula

tricúspide, el homo injerto mitral en posición tricúspide permite

asegurar la competencia valvular en la fase aguda y disminuir el

riesgo de la insuficiencia tricúspide alejada. En segundo lugar, el

homo injerto mitral permite evitar la implantación de material

extraño en el circuito derecho, lo cual es importante considerando

que la población fundamental en la endocarditis derecha está

integrada por adictos a las drogas que van a persistir en la adicción

Situaciones especialesEndocarditis pulmonar.

La endocarditis de la válvula pulmonar nativa es una situación

infrecuente ya que representa menos del 1% de los casos de EI y es

incluso más infrecuente de forma aislada. Se relaciona con la

drogadicción y con la inserción de catéteres así como con las

técnicas de dilatación percutánea de la válvula pulmonar como

parte del tratamiento no quirúrgico de la estenosis valvular

pulmonar. El tratamiento mediante valvulectomía pulmonar o

substitución valvular mediante homo injerto pulmonar son las

opciones quirúrgicas adecuadas.

La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

Su asociación con la adición por vía parenteral a drogas del tipo de la

heroína o la cocaína es muy frecuente. En el caso de los adictos

afectos de EI, la prevalencia de la infección por VIH oscila entre el 40

y el 90% según la serie consultada .La realidad es que la infección

por VIH se asocia con un riesgo aumentado de EI en los drogadictos.

Desde el punto de vista de tratamiento quirúrgico, la EI en pacientes

con infección por HIV no difiere substancialmente de los pacientes

no infectados. La filosofía de tratamiento es la misma y las

indicaciones y substitutos los mismos. La duda principal era si la

cirugía cardíaca "per se" podría acelerar el pronóstico de la

enfermedad. La información de que se dispone es escasa por la falta

de series con volúmenes y seguimiento adecuados. La supervivencia

a los 10 años es del 35.3%, siendo la mortalidad alejada

consecuencia directa de la adicción persistente y no como resultado

de un empeoramiento del estado inmune del paciente. La situación

en el paciente con infección por HIV afecto de EI pero que no es

adicto a drogas por vía parenteral no difiere gran cosa del paciente

general afecto de EI (14).

Suele ser motivo de difícil decisión aquellos pacientes con EI, que

requiere tratamiento quirúrgico por lo que en el cuadro siguiente

intenta discriminar entre las indicaciones absolutas y las relativas de

EI.

AUTORES

Dr. Gómez de la Fuente, JuanDra. Reyes, Gabriela. Residencia de Cardiología Clínica. Instituto de Cardiología de Corrientes “Juana Francisca Cabral”.

CASO CLÍNICO

Paciente de sexo femenino de 23 años de edad, quien a los 14 años,

durante valoración prequirúrgica de apendicectomía presentó

electrocardiograma (ECG) patológico por lo que se le realizó

cinecoronariografía (CCG) que evidenció anomalía en el nacimiento

de las arterias circunfleja (Cx) y descendente anterior (DA) desde el

tronco de la arteria pulmonar. En 2006 se le realiza cirugía correctora

con anastomosis de Cx y DA a la aorta ascendente, además de

reconstrucción del tronco de arteria pulmonar con pericardio

autólogo. En controles con médico de cabecera, sintomática por

dolor precordial y disnea clase funcional (CF) II, se le solicitó cámara

gamma (2013) que informó desarrollo de isquemia antero-apical con

un monto isquémico menor al 5% y áreas de disquinesia antero-

apical, decidiéndose en ese entonces optimizar tratamiento medico.

Desde febrero del 2014 evoluciona sintomática por angor CF IV de 5

minutos de duración, por lo que consulta el 19/02/2014 en nuestra

institución. Presentaba signos vitales dentro de parámetros

normales, y examen físico sin particularidades. En el electro-

cardiograma se evidenció ritmo sinusal, hemibloqueo anterior

izquierdo, signos de sobrecarga auricular y ventricular izquierdos,

con lesión subendocárdica lateral de mayor magnitud que en ECG

previos.

A nivel del laboratorio se obtuvo troponina T ultrasensible de 660

ng/L (resto de valores dentro de rangos normales) realizándose el

diagnóstico de infarto agudo de miocardio sin elevación del

segmento ST.

Se inició anticoagulación endovenosa, antiagregación plaquetaria y

betabloqueantes. Se realizó CCG (fig. 3-5) en la que se evidenció gran

dilatacion ectásica en ostium de DA, con oclusión posterior con

imagen compatible con trombo intraluminal; en Cx ateromatosis

difusa proximal, y oclusión distal del su ramo obtuso marginal; CD sin

lesiones angiográficas. Se llevó a cabo ecocardiograma Doppler que

informó áreas de aquinesia septal-apical, inferior-apical y anterior-

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S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

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BIBLIOGRAFÍASeguimientoEl ecocardiograma tiene un valor importante tanto en el diagnóstico

como en el seguimiento de la endocarditis infecciosa. La detección de

vegetaciones y eventos embólicos inminentes son encontrados con

ETE con una sensibilidad del 90 al 100%, mayor que en el ETT (33-

65%). Las vegetaciones mayores de 10 mm reportan un 47% de

eventos embólicos (15), en contraste con vegetaciones menores de

10 mm con un 19%.

Los abscesos se detectan con ETE en un 87% sobre un 28% con ETT.

Las demás anormalidades durante el seguimiento por ultrasonido

son una importante ayuda que a la luz de la clínica dirigen la

evolución del tratamiento (16), por tanto se recomienda de rutina

realizar ecocardiograma transesofágico entre 7 a 10 días de manejo

con antibiótico o ante la evidencia clínica de complicación

intracardíaca.

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Indicaciones absolutas

Indicaciones relativas

1. Insuficiencia cardíaca congestiva severa por severa regurgitación valvular 2. Embolia sistémica recurrente: - un episodio con una vegetación >10mm - vegetación por hongos, Haemophylus o Staphylococcus. 3. Infección refractaria: - Hemocultivos positivos por más de un semestre de tratamiento - Recaída demostrada por hemocultivos. 4. Evidencia de progresión intracardíaca de la Infección: - Absceso miocárdico o ruptura valvular - Fístulas, aneurismas, pericarditis. 5. Tipo de germen: hongos, Haemophylus, Staphylococcus, Pseudomonas, Cándida, Serratia, Gram negativo

1. Insuficiencia cardíaca congestiva moderada con severa regurgitación aórtica 2. Cierre prematuro de válvula mitral 3. Perforación valvular 4. Rápida desaceleración de la velocidad de regurgitación de la válvula mitral vista por Doppler. 5. Regurgitación diastólica mitral e hipertensión pulmonar 6. Falla cardíaca moderada con severa regurgitación mitral 7. Falla renal progresiva, debida a complejos inmunes.

apical con fracción de eyección conservada, sin dilatación de

cavidades.

Finalmente se consultó con Servicio de Cirugía Cardiovascular y se

decidió la conducta quirúrgica de forma diferida.

DiscusiónLas arterias coronarias crecen en la vida embrionaria como dos

botones endoteliales a ambos lados del tronco arterial común, antes

de su división por un septo espiroideo en aorta y AP. Las anomalías de

las arterias coronarias constituyen el 2.2% de las cardiopatías

congénitas (1). El origen anómalo de la origen de la arteria coronaria

izquierda (CI) naciendo desde la arteria pulmonar (AP), también

conocido como ALCAPA (anomalous left coronary artery from the

pulmonary artery) fue descripta por primera vez en 1885 por Brooks

(2), y es una cardiopatía congénita que poco frecuente que afecta a 1

de cada 3.000 recién nacidos vivos y está asociada a una gran

mortalidad (85% al año de vida), siendo la supervivencia en adultos

sin cirugía, extremadamente rara. También conocida como síndrome

de Bland-White-Garland, ya que fue descrita por estos autores en

1933 (3) como un probable diagnóstico clínico en un lactante con

signos de disfunción ventricular izquierda, disnea, taquicardias,

palidez, sudoración, retardo en el crecimiento y llanto posprandial.

Esta entidad no se manifiesta al momento del nacimiento ya que las

resistencias vasculares pulmonares (RVP) y en consecuencia, la

presión arterial pulmonar, son elevadas, por lo que este flujo fetal

ofrece un alto contenido de oxígeno a través de la CI, al igual que

durante las primeras semanas de vida por la presencia del ductus

permeable. Posteriormente con el cierre del conducto disminuye el

contenido de oxígeno en la AP, generándose así isquemia miocárdica.

Toda esta secuencia lleva a que se disparen mecanismos

compensadores, con el objetivo de redistribuir el flujo, a través de la

estimulación de circulación colateral intercoronaria, es decir, desde

la coronaria derecha (CD) hacia la CI. Si la circulación colateral desde

PAG 20

S O C I E D A D D E C A R D I O L O G I A D E C O R R I E N T E S

la CD es insuficiente, se desarrollarán signos de isquemia miocárdica;

en cambio, cuando la circulación colateral es suficiente, se va a

producir un aumento progresivo en la misma a lo largo de la vida,

dando lugar a un shunt de izquierda a derecha y a un fenómeno de

robo de flujo coronario, con la isquemia miocárdica como resultante

final. Este último mecanismo compensador, es el reponsable de que

algunos pacientes cursan de manera oligosintomática siendo el

diagnóstico en etapas más tardias, como en el caso de esta paciente.

Debido a la anatomía coronaria, la zona más afectada es la pared

anterolateral del ventriculo izquierdo (VI) y el musculo papilar mitral,

por lo que las presentaciones clínicas más frecuente constituyen la

disfunción del VI y la insuficiencia mitral.

En cuanto al diagnóstico, la angiografía coronaria continúa siendo el

método definitivo, observándose en forma característica, una arteria

coronaria derecha muy desarrollada, tortuosa, producto de la gran

circulación colateral así como el llenado retrogrado de la coronaria

izquierda. Se debe mencionar que es importante realizar además la

angiografía pulmonar que nos aportará datos esenciales acerca del

ostium anómalo, de primordial importancia al momento de la

conducta quirúrgica. Por otro lado, en presencia de un cuadro

compatible, otros exámenes complementarios pueden hacer

sospechar su presencia, como signos compatibles con isquemia o

secuelas de infartos previos en el ECG (4), o cardiomegalia asociada o

no a redistribución de flujo. El ecocardiograma Doppler puede

evidenciar un flujo turbulento diastólico en el tronco de la arteria

pulmonar a nivel del nacimiento anómalo (5), como también signos

de disfunción ventricular izquierda, insuficiencia mitral (por

disfunción isquémica del musculo papilar y/o por dilatación del anillo

mitral).

Una vez realizado el diagnóstico, no se debe demorar el tratamiento.

La cirugía es el tratamiento de elección en la etapa neonatal y durante

la lactancia, pudiendo modificar la historia natural de la enfermedad.

(6-8). Los intentos de corrección quirúrgica en ALCAPA se iniciaron en

1953, cuando se realizó una anastomosis aortopulmonar para

aumentar la saturación a nivel del tronco de la arteria pulmonar (9),

sin embargo no fue hasta 1960 cuando se realizó la primer corrección

exitosa por Sabiston et al, consistente en la ligadura de la coronaria

en el sitio de origen anómalo (9). Desde la década pasada, se han

desarrollado diferentes técnicas quirúrgicas consistentes en la

transferencia del ostium coronario y la implantación directa a la aorta

siendo el procedimiento de elección para la mayoría de los pacientes

con ALCAPA. En consistencia con las recomendaciones, en esta

paciente se realizó el reimplante de las arterias coronarias en aorta

ascendente con reconstrucción de la arteria pulmonar. La mortalidad

operatoria de las distintas series reportadas, varía entre el 0 y el 23%,

y la supervivencia a largo plazo es excelente (11-15).

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