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1. Mensaje de los copresidentes del Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad (CIPYC) / 2. ENTREVISTA CON STANLEY MOA, COPA: Ejemplo de competitividad empresarial en las Américas / 3. RICARDO B. SALINAS El camino a la servidumbre / 4. FRANCISCO N. GONZÁLEZ DÍAZ El nuevo fuego: Industria 4.0 / 5. PAULINA BEATO La difusión de la innovación para incrementar la productividad / 6. Productividad laboral en Iberoamérica / 7. OCDE y productividad / 8. Inclusión financiera de las mujeres en América Latina / 9. Noticias REVISTA DEL CONSEJO IBEROAMERICANO PARA LA PRODUCTIVIDAD Y LA COMPETITIVIDAD Año 1, número 1 abril 2018

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1. Mensaje de los copresidentes del Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad (CIPYC) /

2. ENTREVISTA CON STANLEY MOTTA, COPA: Ejemplo de competitividad empresarial en las Américas /

3. RICARDO B. SALINAS El camino a la servidumbre / 4. FRANCISCO N. GONZÁLEZ DÍAZ El nuevo fuego: Industria 4.0

/ 5. PAULINA BEATO La difusión de la innovación para incrementar la productividad / 6. Productividad laboral en

Iberoamérica / 7. OCDE y productividad / 8. Inclusión financiera de las mujeres en América Latina / 9. Noticias

REVISTA DEL CONSEJO IBEROAMERICANO PARA LA PRODUCTIVIDAD Y LA COMPETITIVIDAD

Año 1, número 1abril 2018

CONTENIDOABRIL 2018

Mensaje de los copresidentes del Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad (CIPYC)

Pág. 1

ENTREVISTA CON STANLEY MOTTA COPA: Ejemplo de competitividad empresarial en las Américas

Pág. 3

RICARDO B. SALINAS El camino a la servidumbre

Pág. 8

FRANCISCO N. GONZÁLEZ DÍAZ El nuevo fuego: Industria 4.0

Pág. 12

PAULINA BEATO La difusión de la innovación para incrementar la productividad

Pág. 20

Productividad laboral en Iberoamérica Pág. 25

OCDE y productividad Pág. 29

Inclusión financiera de las mujeres en América LatinaPág. 31

NOTICIASPág. 33

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MENSAJE DE LOS COPRESIDENTES DEL CONSEJO IBEROAMERICANO PARA LA PRODUCTIVIDAD

Y LA COMPETITIVIDAD (CIPYC)

Para lograr un mayor nivel de bienestar y desarrollo inclusivo el mundo requiere, en el corto plazo, de mayores tasas de crecimiento en su producción y, en el mediano plazo, de mejores niveles de productividad y competitividad, lo que implica hacer

más con los recursos escasos que se tienen. El reporte de las Perspectivas Económicas Mundiales, publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el mes de abril, nos muestra un ciclo positivo para este año y para 2019, con un crecimiento anual esperado del 3.9%. Más allá de este horizonte, se prevé una desaceleración para las economías desarrolladas y un estancamiento para los países en desarrollo. Resulta claro que debemos aprovechar este período ascendente del ciclo para hacer las reformas y acciones necesarias que nos permitan alcanzar índices de productividad y competitividad que se reflejen en el bienestar de las personas. Los países desarrollados, entre los que se encuentran España y Portugal, experimentaron altas tasas de crecimiento en la productividad total en la parte final de la década de 1990. América Latina y el Caribe también lograron incrementos importantes en la primera parte del siglo XXI. Sin embargo, la crisis financiera de 2007-2008 ha revertido ambas tendencias y, hoy más que nunca, necesitamos regresar a los niveles anteriores con el objeto de mejorar los niveles de vida de Iberoamérica y el mundo. Entre los riesgos que acompañan este escenario sobresale el inicio de prácticas proteccionistas en los Estados Unidos que pueden, en el extremo, dar lugar a una “guerra comercial” con China y otros países. También es posible una restricción en la política monetaria, más allá de la esperada, que puede provocar subidas en las tasas de interés, lo que afectaría negativamente el monto de crédito de las empresas y elevaría el costo de la deuda soberana. Lo anterior sucede cuando el nivel de deuda mundial, pública y privada, se encuentra, como en estos momentos, en niveles históricos de 164 trillones de dólares, que equivale al 206 por ciento del producto interno bruto total. Finalmente, las tensiones geopolíticas que se viven en Siria, Corea del Norte y Venezuela pueden agravarse y provocar movimientos migratorios forzados con las consecuencias económicas correspondientes. Estamos muy contentos de presentarles la primera edición de PÓDIUM. Revista del Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad en la que incluimos lo que están haciendo nuestras empresas asociadas, así como algunos extractos de los estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. Este espacio se encuentra abierto a invitados especiales que aporten sus conocimientos sobre estos temas. Esperamos contribuir a que usted se encuentre informado y al día, de una manera clara y objetiva, de lo que acontece en productividad y competitividad en Iberoamérica.

Enrique V. Iglesias Enrique García

DIRECTORIO

PÓDIUM

ENRIQUE V. IGLESIAS Copresidente

ENRIQUE GARCÍA Copresidente

MIGUEL HAKIM Director

MIGUEL HAKIM Editor

FRANCISCO RASCÓN Diseño editorial

ROSA QUINTANILLA

Coordinación editorial

ROCÍO SIMBECKApoyo editorial

Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad

Revista del Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad

PÓDIUM. Año 1, número 1. Abril de 2018. Revista cuatrimestral editada por el Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad. Oficinas en Av. Juárez 2915, Interior 102-109, colonia La Paz, Puebla, México. C. P. 72160. Editor responsable: Miguel Hakim Simón. [email protected] / www.cipyc.org

Los artículos incluidos en este número son responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan el punto de vista de PÓDIUM.

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La Compañía Panameña de Aviación (COPA) fue fundada hace más de 70 años como una línea aérea doméstica que servía principalmente a la ciudad de David, ubicada al norte de Panamá. Hoy, se ha convertido en una multilatina cuyas acciones cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) bajo las siglas CPA. Actualmente, su flota consta de 106 aviones que conectan a 75 destinos del continente americano, y cuenta con más de 9000 colaboradores directos.

¿Cuál ha sido la estrategia de negocios de COPA?Debe resultar obvio que una compañía con tantos años de existencia haya cambiado de táctica en algunas ocasiones. En la actualidad, nuestra estrategia consiste en conectar las Américas vía el denominado “Hub de las Américas” localizado en el aeropuerto internacional de Tocumen en Panamá.

Destaco el hecho de que nuestro hub tiene una localiza-ción estratégica y se encuentra ubicado prácticamente al nivel del mar, lo que permite a nuestros aviones operar sin las restricciones a las que están sujetos los aeropuertos con otras altitudes.

¿Cuáles son las fuerzas competitivas?Sabemos muy bien lo que queremos lograr. No ha sido fácil mantener nuestra posición estratégica de ser un hub-and-spoke ya que en muchas ocasiones nos han ofrecido otras alternativas dentro del mismo sector.

COPA: EJEMPLO DE COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL

EN LAS AMÉRICAS

ENTREVISTA CON STANLEY MOTTA, PRESIDENTE DE COPA

STANLEY MOTTAFuente: copa airlines

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Para que nuestros lectores puedan entender, el modelo de distribución hub-and-spoke es un sistema de conexiones que permite reducir el número de rutas para comunicar los aeropuertos. En nuestro caso, concentramos el tráfico en el aeropuerto internacional de Tocumen (hub) y los conectamos con otros de menor capacidad (spokes).

Hemos enfocado nuestros esfuerzos por ser la mejor línea y la más puntual en América Latina. Todos los días tenemos que operar con eficiencia para defender nuestra competitividad en relación con los centros (hubs) de Lima (Perú), Bogotá (Colombia) y San Salvador (El Salvador). No hay duda de que nuestra fuerza laboral, entrenada con la estrategia y valores de la compañía, ha sido también un factor importante, si no es que el más importante de todos.

En resumen, nuestras fortalezas competitivas son: (a) la localización estratégica de nuestra base de operaciones (Hub de las Américas), (b) una flota de aviones moderna, (c) una operación eficiente que se basa en bajos costos, (d) magnífica puntualidad, y (e) una fuerza laboral que otorga un servicio superior.

Todo esto no solo ha redituado en una excelente reputación comercial de COPA, sino también hemos establecido, desde principios de este siglo, un historial positivo de rentabilidad.

¿Considera usted que el hecho de que sus acciones coticen en la Bolsa de Valores de Nueva York haya sido fundamental para llegar a estos niveles de competitividad?Así es. El ser una empresa pública, por tener las acciones listadas en la bolsa de valores, aunque requiere de presupuesto y atención, impone disciplina a la Directiva en asuntos de gobernanza y exige también transparencia a toda la organización. Hay analistas que siguen cada paso de nuestra operación, y los inversionistas toman decisiones con base en sus recomendaciones. En resumen, tienes que mantener los principios y valores de la organización, así como también poder demostrar lógica en las actuaciones de la empresa y en el logro de los resultados esperados.

¿En qué tema ha concentrado su responsabilidad social corporativa?Es esencial que la responsabilidad social corporativa esté alineada al negocio. En COPA, como en todas las empresas, hay asuntos internos y externos. El reciclaje de aceites y el uso de menos combustible (con los nuevos aviones Boeing 737-Max 9 se espera un ahorro de más del 10%) tienen el objetivo de disminuir el impacto en el medio ambiente como lógica económica para la compañía. También tenemos varias iniciativas con las comunidades, en especial la población que vive alrededor de nuestra base, el aeropuerto de Tocumen.

En las dos últimas décadas, Panamá ha tenido el cre-cimiento económico más alto de América Latina y el Caribe, con un modelo basado en su competitividad en los servicios internacionales de los sectores de transportación, financiero y de negocios. ¿Considera usted que el haber adoptado el dólar estadounidense como moneda de curso legal haya sido un factor importante?Sin duda, el adoptar el dólar como moneda de curso legal ha sido fundamental para la competitividad de los servicios. Le permite al sistema bancario ofrecer seguridad para los depositantes. Además, les exige a las administraciones gubernamentales disciplina fi-nanciera. Siempre he dicho que los gobiernos pueden imprimir dos tipos de moneda: poner en circulación bonos para los inversionistas y emitir billetes y mone-das de curso legal. Adoptar el dólar le quita la segunda alternativa al gobierno.

NUESTRAS FORTALEZAS COMPETITIVAS SON: LA LOCALIZACIÓN ESTRATÉGICA

DE NUESTRA BASE DE OPERACIONES; UNA FLOTA DE AVIONES MODERNA; UNA OPERACIÓN EFICIENTE QUE SE

BASA EN BAJOS COSTOS; PUNTUALIDAD, Y UNA FUERZA LABORAL QUE OTORGA

UN SERVICIO SUPERIOR.

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Es probable que durante el 2018 se fortalezca el dólar debido a las alzas de las tasas de interés en los Estados Unidos y a una reforma fiscal del presidente Trump que disminuya los impuestos corporativos. ¿Cuál sería el impacto que pudiera tener en Panamá?El impacto para Panamá sería nulo o muy bajo. Lo importante es tener al Canal funcionando de manera eficiente (siempre digo que está funcionando bien porque la buena noticia es que no estamos en las noticias) y que el gobierno mantenga la disciplina fiscal para que las empresas privadas continúen realizando las inversiones productivas.

La expansión del Canal de Panamá representa un hito en la historia del país como una ruta importante para el comercio mundial. Sin embargo, las tasas de crecimiento del comercio internacional desde la crisis financiera del 2008 han bajado considerablemente. ¿Tendrá esto un impacto significativo en la economía panameña?Al contrario, la ampliación representa una mejoría en los aportes del Canal a su dueño, el Gobierno Nacional. En los años recientes, la Autoridad del Canal de Panamá ha aportado al Gobierno Central aproximadamente un billón de dólares por año, y con la expansión funcionando plenamente, va a contribuir con 1.6 billones de dólares anuales. Esto es muy significativo en un país de cuatro millones de habitantes.

No solo hemos visto más carga, sino también han surgido nuevos productos. Por ejemplo, los buques dedicados al transporte de gas natural licuado (LNG) antes no podían pasar por el Canal, pues los barcos eran muy grandes para las antiguas exclusas, y ya esto significa una importante exportación desde los Estados Unidos de América a Asia.

De acuerdo con el Índice Global de Competitividad 2017-2018 del Foro Económico Mundial, Panamá (50/137) ocupa el tercer lugar en América Latina y el Caribe, solo superado por Chile (33/137) y Costa Rica (47/137). Sin embargo, en el análisis detallado se muestra que la calidad de la educación primaria se

ubica en la parte final de la lista mundial ocupando el lugar 102 de 137 países. ¿Coincide usted con esta afirmación? ¿Cómo se puede construir una visión de largo plazo en el tema educativo? ¿Debería participar el sector privado?Estoy de acuerdo en que ahora nuestro reto es cómo mejorar la educación. Pienso que todos debemos par-ticipar en las acciones para lograrlo. No creo que solo la participación del sector privado sea la solución, aunque puede hacer una contribución efectiva. Para mí, cuando hay un reto tan grande, tenemos que co-menzar a entender la manera como está organizado el ente responsable y si hay alguna posibilidad para que pueda cumplir con lo que se le exige. Esto lo deben hacer las partes interesadas (stakeholders): el gobierno, la sociedad, los maestros, los gremios o sindicatos de trabajadores y los padres de familia, evaluando por qué no tenemos una educación actualizada y cuáles serían las acciones y mejoras a seguir. Necesitamos una orga-nización que pueda pensar y actuar a largo plazo, no una secretaría con ministros y viceministros que cam-bian con cada administración. La educación no es solo un reto para Panamá, sino para toda América Latina.

¿Quisiera usted enviar un mensaje final para nuestros asociados y lectores?Finalmente, todos sabemos de la importancia que tiene la productividad y la competitividad para las personas, las empresas y los países. Estamos viviendo en la mejor época que la historia le ha proporcionado a la humanidad. Sin embargo, este período, al igual que otros en el pasado, tiene sus beneficios y ame-nazas. Nos preocupamos por el terrorismo y otros males sociales que en su conjunto no son tan graves, si los comparamos con siglos pasados. Considero que las amenazas a la paz social nos llevan a tener una productividad y competitividad muy alta.

La tecnología viene a una velocidad que no habíamos visto, y necesariamente tenemos que prepararnos para entender las transformaciones que están influyen-do en nuestras vidas. Los adelantos tecnológicos nos proporcionan más información y mejores servicios de salud, ya que estamos usando el Internet para realizar

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70 años de copa.

los primeros diagnósticos, y tenemos tecnologías in-teligentes “portables” en el cuerpo humano (wearables) y aplicaciones (apps) que permiten medir aspectos relacionados con nuestra salud.

En relación con el tema del transporte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que mueren apro-ximadamente de 1.5 millones personas por accidentes viales, y uno esperaría que la robótica pronto ponga en circulación los autos sin conductor, con la esperanza de que puedan reducir de manera sustancial estos decesos, que hoy superan las muertes causadas por el sida, la tuberculosis o la malaria.

La tecnología está ayudando a la salud, al transporte y a otras actividades, pero al mismo tiempo debemos transformar las habilidades de la gente. Todos vamos a tener que aprender de nuevo. La pregunta es quién va a ser el responsable de proporcionar el aprendizaje y/o la capacitación que requieren los nuevos trabajos. Esto no está definido en la actualidad. ¿Será la nueva empresa que usando la tecnología nunca contrata a la gente, o será la vieja corporación que, para poder competir, adopta las nuevas tecnologías y tiene que reducir la cantidad de colaboradores? La respuesta no es fácil y tendrá que ser debatida para buscar la mejor solución.

Fuente: copa airlines

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EL CAMINO A LA SERVIDUMBRE

Un clásico de la literatura económica que sigue vigente

RICARDO B. SALINAS PLIEGO

El empresario mexicano analiza los principales postulados del libro El camino a la servidumbre, escrito por el premio Nobel de Economía (1974) Friedrich A. Hayek, y destaca la actualidad que esta obra continúa teniendo.

Quiero compartir algunas reflexiones sobre El camino a la servidumbre, un magnífico libro que no pierde actualidad, a pesar de haber sido escrito en 1944

por Friedrich A. Hayek, filósofo y economista austriaco. Debemos considerar que esta obra se publicó en el contexto de grandes pérdidas de libertades económicas, políticas e individuales, ante el crecimiento del socialismo y el fascismo en Europa. Increíblemente, a  pesar de los desastrosos resultados de estos modelos de organización social, constantemente vemos nuevas amenazas a nuestras libertades –que duelen porque destruyen nuestra esencia.

Esta obra de Hayek inicia con un breve recuento histórico y plantea que hacia fines del siglo XVII, cuando las comunidades pasaron de ser organizaciones jerárquicas, sin movilidad social, a sistemas que permitieron a cada persona decidir libremente dónde desarrollarse mejor, se generó un impulso sin precedentes de la actividad económica y científica a nivel mundial.

Apoyado por la energía inagotable que representa la búsqueda del desarrollo personal, este sistema individualista tuvo un impacto notable en la prosperidad de todos los estratos sociales. Sin embargo, pronto surgió el cuestionamiento de por qué algunos miembros de la sociedad generaban más riqueza que otros y llegaron las ideas colectivistas, que buscaron eliminar las diferencias de ingresos a través de decisiones arbitrarias en una economía centralmente planificada.

No es necesario hacer un recuento de los terribles resultados que trajo a la huma-nidad el colectivismo, pero vale enfatizar que en términos de producción y crea-ción de riqueza el colapso fue inevitable. En cambio, en los sistemas basados en la libertad económica, la sociedad –cada uno de sus miembros– decide qué, cómo y cuánto producir, con base en el mecanismo de información que brindan “en tiempo real” los precios de mercado. Este sistema asigna con rapidez los recursos a donde

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son más eficientes, en contraste con un sistema centralizado donde un burócrata puede tardar meses en decidir qué, cómo y cuánto producir y enviar a cada grupo de la población.

El planificador central también decide cuánto se debe pagar por los insumos, por los factores de la producción y por el bien final. Es ridículo pensar que una sola persona pueda tener acceso inmediato a la información y a los criterios tan complejos que se requieren para tomar estas decisiones. Todo esto, además de ineficiente, desmotiva el esfuerzo, la productividad y la ini-ciativa individual.

Resulta que, además de ser económicamente in-eficiente, la planeación central es incompatible con la democracia, porque para imponer las deci-siones del burócrata se requiere suprimir, en gran medida, el estado de derecho —algo que también nos recuerda Milton Friedman, con distintos ar-gumentos, en un brillante ensayo.

Bajo un verdadero imperio de la ley, es fundamental que se reconozcan los derechos intrínsecos de los individuos, pero ¿cómo podría el colectivismo aplicar leyes generales si busca que

personas desiguales tengan los mismos beneficios? ¡Legislará de manera diferenciada! Además, dado que las circunstancias cambian continuamente, el planificador central modificará, una y otra vez, sus prioridades, lo que implicará crear leyes repetidamente e imponerlas por la fuerza, creando autoritarismo y un caos generalizado.

El autor es receptivo a la idea de que es necesaria la seguridad económica para gozar de una verdadera libertad, por lo que considera adecuado un sistema de seguridad social, así como garantizar una pro-tección económica mínima para que las personas puedan enfrentar tiempos adversos.

Sin embargo, indica acertadamente que el pago por la prestación de un bien o servicio debe ser en función del beneficio que genere a la sociedad. Si ese pago no lo determina el mercado, ¿entonces quién? ¿El burócrata con criterios subjetivos y humor volátil? El funcionario muy probablemente

ADEMÁS DE SER ECONÓMICAMENTE INEFICIENTE, LA PLANEACIÓN CENTRAL ES INCOMPATIBLE CON

LA DEMOCRACIA PORQUE PARA IMPONER LAS DECISIONES DEL BURÓCRATA SE REQUIERE SUPRIMIR,

EN GRAN MEDIDA, EL ESTADO DE DERECHO.

Friedrich a. hayek.

Fuente: http://ricardosalinas.com/Blog

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adoptaría criterios erróneos sobre lo que es útil para la comunidad y deprimiría la actividad económica, que es justo lo que ocurrió en la extinta Unión Soviética.

En función de los graves problemas que resultan del colectivismo, Hayek se pregunta quiénes pueden dirigir un sistema con tantas imperfecciones y concluye que tendrían que ser los miembros de la sociedad más primitivos, violentos e ignorantes, ya que personas capaces y educadas tendrán puntos de vista diferenciados y no seguirán el criterio del dictador.

Puesto que el colectivismo requiere unanimidad porque toda la sociedad se debe alinear a las decisiones de un tirano, el régimen tenderá a ser intolerante y represivo –justo lo que se ha vivido en los países socialistas.  Buscará censurar y controlar los medios de comunicación para desechar cualquier información contraria al mensaje oficial, lo que invariablemente conduce a la parálisis del pensamiento.

Por el contrario, la independencia, la confianza en uno mismo, la disposición a tomar riesgos, a defender nuestras convicciones personales, la tolerancia y la libertad son virtudes sobre las que descansa una sociedad individualista. Estos son valores que debemos promover, porque hacen posible el desarrollo de las civilizaciones.

A casi 75 años de haberse publicado, este libro no pierde vigencia. Hoy son muchos los políticos irresponsables alrededor del mundo que ofrecen igualdad, “derechos sociales” y seguridades económicas que evaden la realidad e ignoran los verdaderos costos de sus programas de gobierno. Estas políticas generan se-veras distorsiones en la economía, como desempleo a través de salarios mínimos que no toman en cuenta la productividad del trabajo, escasez, con la aplicación de controles de precios, regulaciones que benefician a grupos afines a un líder, estatizaciones y cargas fiscales que paralizan la economía.

Con todo ello se destruye la cultura del esfuerzo y el espíritu emprendedor, lo que a la larga debilita la actividad productiva y genera una sociedad pasiva, apática, ávida de apoyos del gobierno y reprimida, lo que configura precisamente el camino a la servidumbre.

LA INDEPENDENCIA, LA CONFIANZA EN UNO MISMO,

LA DISPOSICIÓN A TOMAR RIESGOS, A DEFENDER

NUESTRAS CONVICCIONES PERSONALES, LA

TOLERANCIA Y LA LIBERTAD SON VIRTUDES SOBRE LAS

QUE DESCANSA UNA SOCIEDAD INDIVIDUALISTA.

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Empresario mexicano, fundador y presidente de Grupo Salinas.

*Este artículo fue publicado en el Blog de Ricardo B. Salinas Pliego el 26 de febrero de 2018: http://ricardosalinas.com/Blog/blog.aspx?GUID=a10aec65-5372-4266-bff1-7114c5bd2c82&lang=es

RICARDO BENJAMÍN SALINAS PLIEGO

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EL NUEVO FUEGO: INDUSTRIA 4.0

FRANCISCO N. GONZÁLEZ DÍAZ

SE HA CREADO UN PUENTE ENTRE EL MUNDO VIRTUAL Y EL MUNDO REAL A TRAVÉS DEL INTERNET DE

LAS COSAS (IOT) Y SE HA GENERADO UN CAMBIO DE PARADIGMA: EL

PRODUCTO QUE SE ESTÁ CREANDO CONTROLA EL PROCESO Y USA SENSORES PARA MONITOREAR

LOS PARÁMETROS DEL SISTEMA Y, SI HUBIERA ALGUNA DISRUPCIÓN,

ADOPTAR LAS MEDIDAS NECESARIAS.

Cuando el ser humano logró el dominio del fuego y pudo encender y apagar una hoguera, su mundo cambió radicalmente. Su forma de nutrirse dio un giro fundamental: empezó a consumir alimentos cocidos para saciar el hambre. Esto, a su vez, tuvo otros impactos en su cuerpo: dedicó menos energía a digerir carne cruda, su promedio de vida se duplicó y su cerebro creció. Se protegió del frío, de la oscuridad y de las bestias, logró forjar el hierro y obtener herramientas útiles. En suma, este acto, que hoy se nos puede antojar sencillo y cotidiano, generó una red de cambios que dio cauce a una nueva era.

Hoy, después de un largo camino que ha transformado y retransformado las rela-ciones humanas, el arte, la agricultura,

las formas y técnicas de producción y los servicios, estamos precisamente en el amanecer de una cuar-ta revolución industrial, que, al igual que hace mi-llones de años, cambiará definitivamente nuestra forma de relacionarnos con el mundo y con nues-tros semejantes, las tecnologías para producir y la generación de crecimiento económico y empleo. A esta revolución se le ha llamado Industria 4.0.

La primera vez que se presentó el concepto fue en la Feria Industrial de Hannover de 2011 y lo hizo el profesor Wolfgang Wahlster, director del Centro Alemán de Investigación de Inteligencia Artificial, al reflexionar sobre cómo tener éxito en una región de salarios altos con competencia global(1). Para lograrlo, comentó el profesor, es necesario estar preparados para la revolución de

la Industria 4.0 que tiene como punta de lanza el Internet. Se ha creado un puente entre el mundo virtual y el mundo real a través del Internet de las cosas (Internet of Things, IoT) y se ha generado un cambio de paradigma: el producto mismo que se está creando es el que controla el proceso y usa sensores para monitorear los parámetros más relevantes del sistema y, si hubiera alguna disrupción, adoptar las medidas necesarias. Una parte esencial de este concepto es una tecnología integrada en los bienes según avanza el proceso productivo, lo que da lugar a una producción a la medida.

Klaus Schwab, presidente ejecutivo del Foro Eco-nómico Mundial, señala que esta cuarta revolu-ción industrial genera sistemas de fabricaciones virtuales y físicos que cooperan entre sí de una manera flexible, independientemente del lugar en el que se encuentren. Esto genera, como se se-ñala en el párrafo anterior, una personalización

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absoluta de productos y la creación de nuevos modelos de operación(2).

La cuarta revolución industrial no solo incluye máquinas y sistemas inteligentes y conectados, también comprende avances en áreas como la genética, la nanotecnología y las energías renovables, entre otras. Es precisamente la fusión de estas áreas en diferentes dominios lo que hace que esta revolución sea diferente a las anteriores.

Una característica distintiva de esta cuarta revo-lución industrial es que las tecnologías emergen-tes y las innovaciones se difunden más rápido y más ampliamente que en el pasado. El Internet se extendió por el mundo en menos de una dé-cada. Industrias como Uber, Airbnb, Didi Chu-xing, Lyft y Ele.me(3), entre otras, que hoy son de uso coti- diano para millones de personas en muy diferentes latitudes, eran inexistentes hace solo unos años. Los hoy imprescindibles teléfonos in-teligentes se reprodujeron por millones en menos

de diez años. En México, el total de líneas de te-lefonía móvil, incluyendo pre y postpago, es de 111.7 millones. Por su parte, las líneas de telefonía fija representan poco menos que la quinta parte, 20.1 millones(4).

Así, se podría elaborar una larga lista de bienes y servicios relacionados con la vida diaria, la detec-ción de enfermedades, los viajes, la producción de manufacturas y alimentos, por mencionar al-gunos ámbitos, que hace cinco o seis años eran inimaginables para la mayoría de las personas y apenas asomaban en algunos libros de ficción.

Competitividad y revolución 4.0En el marco de esta cuarta revolución industrial no sólo la velocidad de los cambios juega un papel determinante, sino también los rendimientos a escala que se han logrado, al revolucionar la industria a través de fábricas inteligentes que utilizan tecnologías como los sistemas cyber-

Foto: pexels.com Foto: Freepik.com

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físicos (cyber-physical system, CPS), el big data que permite analizar la información generada por la abundancia de sensores, micrófonos, cámaras, escáneres médicos, imágenes, etc. , en nuestras vidas, y el IoT.

Este último tiene aplicación en multitud de sectores. En el agrícola-ganadero, instrumentos como drones y sensores pueden vigilar a cada animal y planta indi-vidualmente y asignar a cada uno un escenario perso-nalizado de alimentación y cuidados.

Con las plataformas de software, parte del IoT, se crean aplicaciones e interacciones donde es posible manejar toda una red. La empresa Walmart ha colaborado desde hace años con el Auto-ID Center para desarrollar una tecnología RFID (radio frequency identification) global para manejar sus inventarios. Con esta plataforma se controlan las existencias de productos en toda una tienda, a través de un software. Como se advierte, dicha plataforma administra y comunica la información que generan dispositivos inteligentes.

En el sector energético el IoT y big data representan grandes ventajas. La información derivada de los da-tos recopilados de los nuevos dispositivos conectados a internet puede utilizarse para desarrollar nuevos servicios, mejorar la productividad y la eficiencia,

mejorar la toma de decisiones en tiempo real, resolver problemas críticos y crear experiencias innovadoras.

La industria manufacturera es una de las actividades en las que el IoT tiene y tendrá una enorme influen-cia. Muchos de los actores de este sector, incluyen-do la industria automotriz y la electrónica, ya han realizado inversiones en dispositivos integrados para monitorear equipo y activos. El uso de dispositivos de IoT aumentará la eficiencia y productividad de las operaciones de manufactura. El IoT en comuni-caciones máquina a máquina, m2m, trabaja a través de diversos sensores que recolectan información y la envían a una red donde se distribuye hacia redes ce-lulares o de Internet redireccionándola a un servidor centralizado que es capaz de analizar los datos reci-bidos y reaccionar hacia un software específico. Este campo tiene un gran potencial, toda vez que se estima que dentro de algunos años se alcanzarán 50 000 mi-llones de dispositivos por medio de esta tecnología.

Los servicios financieros también protagonizarán una serie de cambios generados por el IoT. La mayoría de los bancos ya gozan de beneficios significativos como resultado de aplicaciones innovadoras de IoT en el marco de FinTech y pronto los clientes de un banco podrán negociar servicios más sofisticados, como un crédito en un cajero automático, y no sólo obtener efectivo. En el ámbito de los seguros, en breve se

Foto: Unsplash.com

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podrá ofrecer un solo seguro a un individuo basado en las actividades que realiza, los lugares a los que viaja, su trabajo y lugar de residencia. 

La industria de la construcción y el mantenimiento y servicio de inmuebles modificarán sus esquemas de trabajo y edificarán entornos inteligentes con aho-rros inéditos de insumos indispensables, como ener-gía y agua, e incidirán positivamente en la comodidad de los usuarios y las oportunidades de ingreso para los empresarios de la construcción. El IoT en los sistemas operativos urbanos es una de las áreas más importan-tes de la era digital. Este es un momento idóneo para considerar dicha tecnología. La ONU estima que la población urbana en el mundo superará los seis mil millones de habitantes en 2045 y que, en 2050, el 66% de la población mundial vivirá en ciudades deman-dando infraestructura, vivienda, transporte, energía, empleo y servicios básicos.

Aplicaciones en MéxicoEn México hay varios proyectos de sistemas operativos urbanos. En Querétaro, el gobierno del estado ha impulsado el proyecto Ciudad Maderas, una ciudad inteligente que conjuga elementos como una universidad, un centro de desarrollo tecnológico, zonas habitacionales y un hospital. En Puebla se trabaja en torno a la idea de generar una Capital Mundial de Innovación y Diseño, y colocar a la ciudad como una metrópoli que aprovecha el talento industrial, académico y cultural con el propósito de impulsar la competitividad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En la capital de Jalisco se desarrolla la Ciudad Crea-tiva Digital (CCD). De acuerdo con su propia defini-ción, consiste en la renovación de un entorno urbano para consolidar un espacio ideal para las personas, un escenario moderno e interconectado, donde el talen-to y la creatividad generan conocimiento, impulsan el uso de nuevas tecnologías y mejoran la calidad de

vida en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Está ubicada en el corazón de la capital de Jalisco y con-centra industrias creativas posicionando con ello al estado como un centro productivo relevante para un sector que, hoy en día, es vanguardia en la economía global. En la base de este proyecto se encuentra el mo-delo de la Triple Hélice que considera las relaciones existentes de cooperación entre universidad, empresa y gobierno. El proyecto contempla diversos enfoques: la infraestructura urbana, el diseño de servicios inte-ligentes para una ciudad inteligente y la sustentabili-dad, entre otros.

En el campo del cuidado de la salud y la prevención de enfermedades son múltiples las aplicaciones del IoT. Se espera que el mercado global de salud inte-ligente crezca de manera importante con un papel destacado para el monitoreo remoto. Esta tendencia obedece a la necesidad de bajar costos, lograr que el paciente regrese a su “entorno normal” y es una forma de reducir la carga laboral de los trabajadores de la sa-lud. El seguimiento remoto de la salud también ayuda parcialmente a resolver el aumento de las enfermeda-des crónicas y es la solución ideal cuando los pacien-tes viven en áreas remotas. Esta tecnología también es muy útil para pacientes hospitalizados que requieren de supervisión continua.

La relevancia que tiene el Internet de las cosas ha gene-rado iniciativas importantes en numerosos países. En México, el gobierno federal, con apoyo de ProMéxico, Banco Mundial, la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, entre otros, ha unido esfuerzos para fomentar el desarrollo y aplicación de IoT en distin-tos sectores económicos y sociales del país, y se llevan a cabo diversas estrategias para lograr el desarrollo e implementación del IoT. En el Fondo de Información y Documentación para la Industria, INFOTEC, se si-guen líneas de investigación sobre imagenología mé-dica, sistema de almacenamiento distribuido y ciuda-

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des digitales, entre otras. En el CINVESTAV, Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN Guadalajara, se trabaja en modelado de Internet y diseños de pasarelas o puentes de comunicación para espacios inteligentes y aplicaciones del IoT.

Esta explosión del IoT representa también una gran cantidad de oportunidades de negocios. Se prevé que en 2020 la suma de dispositivos conectados rebase los 30 000 millones; actualmente hay más de 20 000 millones. Se estima que en 2019 el mercado global de IoT tenga un valor de 1.7 billones USD, actualmente es de 1.1 billones USD(5

y 6). Ello representa una serie de oportunidades en nuevos productos que alimentan esta nueva forma de producir, como son etiquetas “inteligentes” y sensores. En particular, se espera que el mercado m2m sea el más grande. En conjunto, las industrias automotriz, de la salud, electrónica y de servicios

representan oportunidades de ingresos por 780 000 millones de dólares(7). El gobierno de México, a través de la reforma de Telecomunicaciones y Competencia Económica

previó diversas acciones para atender esta evolución de la industria, en particular:• Instalar una red compartida de servicios de te-

lecomunicaciones al mayoreo. • Ejecutar una política de inclusión digital uni-

versal, que contempla objetivos y metas en materia de infraestructura y conectividad, tec-nologías de la información y comunicación, y habilidades digitales, así como los programas de gobierno digital y gobierno y datos abiertos.

• Construir una robusta red troncal de telecomu-nicaciones de cobertura nacional y comunica-ción vía satélite.

A través de esta red se dará cobertura al 92.2% de la po-blación mexicana con tecnología 4G. En esta asocia-ción pública-privada, Bancomext, con clara vocación en el ámbito de las telecomunicaciones, participa con un financiamiento de 4 250 millones de pesos. Este proyecto llevará servicios de banda ancha a práctica-mente todo el territorio nacional proporcionando la infraestructura necesaria para el transporte de datos de forma inalámbrica que permitirá reducir precios, incrementar la cobertura en regiones que carecen de servicios y fomentar la participación de nuevos ope-radores a partir de 2018, con lo que se logrará la meta de tener un país más y mejor conectado.

México acepta el retoMéxico ya está en el camino de esta cuarta revolución industrial. Es una economía que principalmente exporta manufacturas. En 50 años (1966-2016), la composición de sus exportaciones cambió radicalmente: antes, el 16% de sus ventas al exterior eran bienes manufacturados, ahora estos representan el 83% y se componen de computadoras, teléfonos móviles, televisores, pantallas de televisión, electrodomésticos y automóviles, entre muchos otros productos. Cada año se gradúan en México 113 944 ingenieros, ocupando así el octavo lugar mundial en esta materia, y 13 380 especialistas en computación, lo que lo coloca en el sexto lugar mundial, por arriba de Canadá y España(8).

La industria aeroespacial, relativamente joven en el

Foto: ciudad creativa digital Fuente: ntrguadalajara.com

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en numerosos sectores (manufactura, minería electricidad, gas y agua, turismo, transporte, comunicaciones y construcción).

Asimismo, el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial 2017-2018 coloca a México en el lugar 51, igual que en el periodo anterior. Este mismo estudio apunta que México aún tiene un buen camino por andar en el área de la tecnología, aunque ha logrado avances en comparación con el periodo anterior.

Un elemento esencial para avanzar bajo el marco de la industria 4.0 es el uso y acceso a internet. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, al segundo trimestre de 2016 el 59.5% de la población de seis años o más en México se declaró usuaria de internet, 71 120 798 personas. Los usuarios de teléfono celular representan el 73.6% de la misma

país, tiene un gran potencial, junto con otras que se establecieron hace décadas. Está compuesta por más de 320 empresas y organizaciones manufactureras que incluyen instalaciones de mantenimiento-reparación-revisión (MRO), escuelas técnicas, centros de investigación y universidades, así como proveedores de servicios relacionados. En términos generales, el 80 por ciento de todas las empresas son fabricantes y el 20 por ciento se concentra en el diseño, la ingeniería y/o los servicios de MRO.

Otras industrias, como la automotriz, la química, particularmente la petroquímica, y la alimenta-ria, tienen una amplia historia en nuestro país y, de acuerdo con su trayectoria, también un gran futuro. En el caso de la primera, de acuerdo con datos de 2017 de la Secretaría de Economía, en los últimos cuatro años se han invertido 120 000 millones de dó-lares en el sector. México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en producción de automóviles y pron-to escalará nuevas posiciones. El sector aporta más del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y 18% del PIB manufacturero, además de que gene-ra divisas por más de 52 000 millones de dólares al año y aproximadamente 900 000 empleos directos en todo el país. El pronóstico de producción es alcan-zar 5.1 millones de vehículos en los próximos cinco años, a pesar de que la industria enfrenta grandes retos en infraestructura, logística y cadena de pro-veeduría. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz ha señalado que en el caso de la cade-na de proveeduría, existe una gran oportunidad para que las Pymes sean proveedoras de segundo eslabón.

De acuerdo con el Índice Global de Competitividad en Manufacturas 2016, elaborado por Deloitte, México se ubicaba en el octavo lugar en 2016 y se proyecta que en 2020 ocupe el séptimo lugar. Este mismo estudio señala como retos a superar una fuerza de trabajo poco calificada con una baja productividad. Una investigación auspiciada por ProMéxico(9) sobre la educación técnica superior universitaria, señala, entre sus conclusiones, que el incremento de técnicos superiores en México podría traducirse en un incremento de la productividad

Foto: Freepik.com

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población y tres de cada cuatro usuarios cuentan con un teléfono inteligente.

Ya existen en el país iniciativas para lograr avances en el área de las manufacturas avanzadas. De acuerdo con un estudio de la Secretaría de Economía elaborado en colaboración con otras instituciones(10), entre éstas se cuentan las siguientes:

• De corporativos privados: el Centro de Diseño In-tel ubicado en Zapopan; el Centro Continental de Diseño e Innovación Automotriz de Jalisco; los centros de diseño e ingeniería Honeywell lo-calizados en Baja California y Chihuahua.

• Gubernamentales: el Centro de Investigación en Matemáticas, donde se desarrollan proyectos de robótica, análisis multidimensional de datos y reconocimiento de patrones; el Centro de In-novación Aplicada en Tecnología Competitiva (CIATEC, Red CONACYT) que trabaja orienta-do a las necesidades de la industria automotriz proporcionando servicios a las principales plan-tas ensambladoras ubicadas en el país; el Cen-tro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, que proporciona servicios tecnológicos a los sectores aeroespacial y automotriz; y CIATEQ AC, Cen-tro de Tecnología Avanzada (Red CONACYT), que ofrece servicio tecnológicos a más de 3 400 clientes en materia de electrónica y sistemas me-cánicos , entre otras áreas.

• Iniciativas público-privadas: El grupo Volkswagen, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el gobierno estatal de Puebla han formado el Complejo Interinstitucional de Educación enfo-cado al desarrollo de recursos humanos en las áreas de ingeniería y tecnología de la industria automotriz.

El reto hoy es reconocer de manera muy precisa las oportunidades que tiene México para seguir con-solidándose con éxito en el nuevo entorno produc-tivo de esta cuarta revolución industrial, distin-guir con toda claridad los temas que le impedirían establecerse con firmeza y diseñar la estrategia más apropiada para lograr los objetivos plantea-

dos. Ya hay diversas iniciativas encaminadas a este fin, como la mencionada anteriormente elaborada por ProMéxico o el reciente foro organizado por la Secretaría de Economía en Monterrey: “Industria 4.0: retos para México”.

Si bien pueden diseñarse diversas estrategias pa-ra alcanzar una participación exitosa en este nue-vo entorno industrial, hay ingredientes que estimo son imprescindibles. Uno de ellos es un compromi-so absoluto con el desarrollo de recursos humanos que tengan todas las habilidades y capacidades para participar en esta nueva forma de hacer industria. El esfuerzo tiene que partir desde la enseñanza básica y poner al alcance de los niños retos intelectuales que los acerquen a esta nueva visión del universo. Hay iniciativas en este sentido donde se reconoce la ne-cesidad de un modelo educativo donde se conecta a la industria con los alumnos y las universidades. Mi propuesta es que, sin dejar de motivar los vínculos entre el aparato productivo y las instituciones de in-vestigación y educación superior, esto se inicie antes, que este nuevo mundo que abren las tecnologías di-gitales sea parte de la vida diaria de las escuelas de educación elemental y que los niños se entusiasmen con los desarrollos tecnológicos. Éstos se aplican a todas las ciencias, artes y actividades, no son patri-monio exclusivo de las ingenierías. En México sobra talento, nuestra tarea es darle cauce y oportunidades de crecimiento.

La promoción de la innovación es una tarea im-prescindible para avanzar con pie firme en esta cuarta revolución industrial. Si bien México cuen-ta con una industria que ha sabido renovarse e in-corporar con éxito el IoT a muchos de sus procesos productivos, aún nos queda mucho por hacer en el campo de la promoción de la innovación. Como sociedad y no solo como gobierno nos corresponde sumar fuerzas y generar estímulos para los disrup-tores en todos los ámbitos. Alinear academia e in-dustria para generar las mejores soluciones, ofrecer protección a la propiedad intelectual, alentar los cambios de paradigma y enarbolar todas las ban-deras del cambio y la transformación.

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Director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext). Ha sido director general de ProMéxico y embajador ante la República Federal de Alemania; director regional para Europa, Me-dio Oriente y África de ProMéxico, y consejero comercial para Alemania, Europa Central y del Este de Bancomext.

FRANCISCO N. GONZÁLEZ DÍAZ

(1) https://www.automation.com/automation-news/article/hannover-messe-2011-more-than-230000-visitors (2) Schwab, K. (2016), La cuarta revolución industrial, Bogotá, Colombia: Foro Económico Mundial, pág. 8(3) Economía Colaborativa: compartir para crecer, Comercio Exterior Bancomext, Nueva Época. Número 12 (octubre - diciembre 2017), pp. 36-37.(4) Segundo Informe Trimestral Estadístico 2017, Instituto Federal de Telecomunicaciones, noviembre 2017, Ciudad de México(5) https://www.statista.com/statistics/471264/iot-number-of-connected-devices-worldwide/ (6) https://www.statista.com/statistics/485136/global-internet-of-things-market-size/(7) Proméxico, INNCOM, Secretaría de Economía, Banco Mundial y Canieti (2014), Mapa de ruta para The Internet of Things (IoT), p. 46(8) http://www.mexico-it.net/mexico-become-world-leader-engineering-computer-science-graduates/(9) Secretaría de Economía, ProMéxico y Laureate International Universities (2016), La educación técnica superior universitaria como uno de los detonadores del crecimiento en México, p. 40.(10) Secretaría de Economía, PROSOFT 3.9, ProMéxico, IMS, AMITI, Cluster Institute (2016) Crafting the Future, a Roadmap for Industry 4.0 in México, pp. 74-79.

REFERENCIAS

También es imperativo incorporar a las pequeñas y medianas empresas a esta cuarta revolución industrial. Uno de los puntos a resolver para la exitosa participa-ción de las pymes consiste en diseñar mecanismos de financiamiento para estas unidades de producción. Ya sea a través de soluciones FinTech, la participación de la banca de desarrollo y el concurso de la banca comer-cial, el objetivo debe ser incorporar a estas empresas y que sigan siendo parte del desarrollo de México. En Bancomext hemos subrayado la importancia de este sector y se han diseñado productos específicos para el mismo. La tarea no ha terminado, es un propósito que orienta permanentemente nuestro trabajo.

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LA DIFUSIÓN DE LA INNOVACIÓN PARA INCREMENTAR LA PRODUCTIVIDAD

Propuestas para América Latina

PAULINA BEATO

Los economistas coinciden en señalar que la incorporación de la innovación en los sectores productivos de la economía, no la in-novación per se, es lo que eleva el nivel de vida, el bienestar y la prosperidad. Sin embargo, en los últimos diez años parece que las innovaciones no se han incorporado a los procesos productivos. En efecto, todos los indicadores de innovación muestran crecimientos explosivos durante la última década, mientras que el ritmo de creci-miento económico ha disminuido durante el mismo período.

También sabemos que la innovación eleva el bienestar y la prosperidad en la medida que logra provocar aumentos de la productividad, pero las estadísticas muestran que la productividad ha estado estancada en

prácticamente todas las economías. Por ejemplo, en EE. UU., el crecimiento de la productividad del conjunto de los sectores no agrícolas fue de un 1.2 en los diez últimos años, mientras que el crecimiento fue de alrededor del 2.4 durante los diez años anteriores. En América Latina, el crecimiento de la productivi-dad laboral promedio en la última década ha sido apenas suficiente para que el producto per cápita siguiera el ritmo de las economías avanzadas, pero ha sido insuficiente para reducir la brecha entre los niveles de vida de América Latina y las economías mas desarrolladas.

El artículo está estructurado en torno a dos preguntas: ¿por qué no crece la productividad a pesar de la explosión de innovaciones? y ¿cómo empujar el cre-cimiento de la productividad en América?

Foto: pexels.com

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Por qué no crece la producti- vidad a pesar de la explosión de innovaciones?Las respuestas a esta pregunta son variadas y todas ellas aportan luz al rompecabezas: unos dicen que no sabemos medir la productividad, otros argu-mentan que las innovaciones del siglo XXI tienen escaso potencial sobre la productividad. Final-mente, otros muchos acusan a la falta de difusión de las innovaciones.

El problema de la medición Una teoría que ha ganado mucha atención últi-mamente es la que defiende que la llamada “pa-radoja de la productividad” en realidad no existe. La teoría argumenta que el crecimiento de la pro-ductividad parece estar disminuyendo porque las estadísticas que se utilizan para medirla no logran capturar ni la oferta de nuevos productos ni la me-jor calidad de los productos y servicios.

Ello es así, dicen los escépticos, porque las me-didas estándar de productividad se basan en el PIB que, por definición, incluye los productos y servicios valorados a precios de mercado. Por tanto, si los precios no reflejan las mejoras de calidad en los nuevos productos, el producto real y la productividad se subestiman. Ade-más, la contabilidad nacional tampoco cuen-ta los servicios basados en Internet, como las búsquedas en Google y Facebook, que generan una utilidad sustancial para los consumidores a un precio de mercado cercano a cero. Es decir, aunque el valor de estos productos a precios de mercado es nulo, el excedente del consu-midor es enorme. Sin duda, hay lógica en es-tos argumentos. De hecho, una investigación reciente sobre la productividad realizada por Brookings Institution y Chumir Foundation (Derviş, K.  y  Z. Qureshi, 2016), confirmó que las ganancias de las nuevas tecnologías están subestimadas, debido a problemas de medi-ción relacionados con la calidad del producto y el excedente del consumidor. Sin embargo,

el mismo informe indica que estos dos tipos de errores explican solo una parte relativamente pequeña de la desaceleración en el crecimiento de la productividad. Por tanto, hay que buscar otras razones.

La innovación del siglo XXI impacta poco so-bre la productividad Muchos economistas y tecnólogos señalan que las innovaciones tecnológicas recientes son menos disruptivas, en términos de productividad, que las anteriores. Las nuevas tecnologías, afirman los “tecno-pesimistas”, simplemente no aportan el tipo de beneficios para toda la economía que aportó, por ejemplo, el motor de combustión in-terna y la electrificación. Un historiador de tanto prestigio como Gordon (2016 a y b) sabemos que defiende la tesis del menor impacto relativo de las innovaciones del siglo XXI sobre la productividad, en relación con las del final del siglo XIX. ¿Pero qué dicen las cifras?

Las estadísticas nacionales parecen dar la razón a los tecno-pesimistas, pues la productividad crece poco. Sin embargo, los datos a nivel de empresa muestran que el crecimiento de la productividad ha sido enorme en las empresas de alta tecnología que han invertido en incorporar las innovaciones a los procesos productivos. Son las empresas que no han invertido, que a menudo son más peque-ñas, las que han experimentado la mayor desace-leración del crecimiento de la productividad. Esto sugiere que el problema puede que no sea la tecno-logía en sí, sino su lenta difusión.

La escasa difusión de la innovación La innovación se traslada a la productividad me-diante su incorporación a los procesos productivos, lo que requiere inversión en capital físico y mano de obra con habilidades para incorporar y operar las nuevas tecnologías. Las empresas, que son las que toman las decisiones de inversión, se deciden a invertir para incorporar innovaciones cuando espe-ran un beneficio de la inversión.

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Los últimos doce años fueron años de bajo creci-miento, escasa demanda y bastantes restricciones de crédito. En este contexto, es fácil comprender la escasez de inversión para la incorporación de las innovaciones en la mayoría de los sectores. Las empresas no esperaban frutos de la inversión, y en muchos casos ni siquiera tenían acceso al crédito. En la mayoría de sectores, solo se hicieron inver-siones de mantenimiento. Sin embargo, durante esos mismos años, la demanda de los sectores de comunicación y tecnologías de la información ex-perimentaron un fuerte crecimiento, generaron excedentes y fueron capaces de hacer inversiones en nuevas tecnologías. Y precisamente en estos sectores, la inversión y la productividad florecie-ron. Por ejemplo, en EE. UU., el crecimiento de la productividad en los sectores de comunicación y tecnologías de la información fue del 2.7 por cien-to anual durante la última década, mientras que el resto de sectores tienen un crecimiento de la pro-ductividad inferior al 0.7%. Nótese que el enorme crecimiento de la productividad en los sectores tecnológicamente avanzados tiene muy poco im-pacto sobre la productividad del conjunto de la economía, ya que absorbe a un porcentaje rela-tivamente pequeño del empleo. En efecto, estas industrias absorben alrededor del 25% del empleo en el sector privado de EE. UU. y participan en un 30% en el PIB. Mientras que el resto de sectores absorben el 75% del empleo del sector privado y representan el 70% del PIB.

Cómo empujar el crecimiento de la productividad en América Latina?La gran mayoría de las economías presenta aho-ra tendencias económicas positivas: el desempleo está cayendo, las brechas de producción se están cerrando, el crecimiento está mejorando y la in-flación perma- nece por debajo de los objetivos de los principales bancos centrales. Ya tenemos crecimiento potencial, se han eliminado las res-tricciones de crédito para financiar la inversión, la financiación es relativamente barata. Es decir, el entorno macroeconómico es favorable y relati-

vamente estable. Sin embargo, el crecimiento de la productividad sigue siendo débil, la desigualdad de ingresos está aumentando y los trabajadores con menor nivel de educación luchan por encon-trar oportunidades de empleo atractivas.

La cuestión relevante para las economías de Amé-rica Latina que ya han ganado la batalla de la macroeconomía es cómo resolver los problemas microeconómicos que frenan el crecimiento de la productividad. Creemos que cualquier estrategia de aumento de productividad, a través de la inver-sión para la incorporación masiva de la innovación en los procesos productivos en América Latina, tiene que estructurarse en torno a los tres factores que empujan la inversión innovadora: personas, empresas e infraestructuras.

LA CUESTIÓN RELEVANTE PARA LAS ECONOMÍAS DE AMÉRICA

LATINA QUE YA HAN GANADO LA BATALLA DE LA MACROECONOMÍA

ES CÓMO RESOLVER LOS PROBLEMAS MICROECONÓMICOS QUE FRENAN EL CRECIMIENTO DE

LA PRODUCTIVIDAD.

Personas con las habilidades apropiadasEl Índice de capital humano, elaborado por el Foro Económico Mundial, muestra que la región se en-cuentra en la mitad del ranking mundial, con un promedio de 66.46 sobre 100, por detrás de Amé-rica del Norte, Europa y Asia Pacifico. La dispo-nibilidad de capital humano para la innovación en América Latina exige actuar en cuatro frentes: la identificación, la formación, la movilidad y la par-ticipación no discriminatoria de las mujeres.

Primero, hay que identificar las necesidades de los mercados laborales, porque la mayoría tiene una

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gran brecha de información. Los trabajadores sa-ben que se avecina un cambio, pero no saben cómo evolucionará la demanda de habilidades y, por lo tanto, no pueden basar sus elecciones de forma-ción en datos concretos. Segundo, la formación para que los trabajadores puedan adquirir los co-nocimientos y habilidades que demandan las nue-vas tecnologías. Estos programas de formación de-ben estar integrados en todo el sistema educativo básico para que los jóvenes con menores niveles de formación también estén capacitados y tengan las competencias que exigen las nuevas tecnologías, las habilidades que demandan los mercados labo-rales. Tercero, la movilidad de las personas para complementar el talento interno y asignarlo efi-cazmente. Esta movilidad tiene una doble dimen-sión: interna al país y externa. Interna para que los trabajadores puedan moverse hacia los sectores de mayor demanda y crecimiento. Externa para per-mitir que trabajadores de otros países ayuden a transformar y difundir la innovación como ya lo hicieron en sus países de origen. Cuarto, el apro-vechamiento del capital humano de las mujeres. Si aceptamos que la inteligencia y capacidad están igualmente distribuidas entre hombres y mujeres; si, como ocurre en los países de América Latina, las mujeres tienen niveles de educación y forma-ción similares a las de los hombres, la exclusión o utilización discriminatoria de este capital del pro-ceso productivo innovador es un despilfarro.

La transformación digital de las empresas Una estrategia de aumento de productividad tiene que contemplar la incorporación de las innovacio-

nes del siglo XXI en las actividades de toda la tra-ma productiva, tal incorporación no es posible sin las tecnologías de la información. Ello demanda una atención especial en tres frentes (Katz, 2016). Primero, la digitalización de las pequeñas y me-dianas empresas. La transformación productiva de este segmento es fundamental, ya que estas repre-sentan el 99% del total de empresas de la región latinoamericana, y emplean a cerca del 67% del to-tal de los trabajadores. Segundo, la armonización de las regulaciones y estándares digitales desde una perspectiva global para habilitar la transmi-sión de la innovación, a través de las cadenas de valor regionales y globales, aprovechando las eco-nomías de escala y logrando una masa crítica. De no hacerlo así, América Latina corre el riesgo de aislarse de las cadenas de valor globales. Tercero, la digitalización e innovación de las relaciones de los gobiernos con las empresas y los ciudadanos. Esto acelera la transformación productiva al forzar a las empresas a una transformación de sus sistemas, además, promueve un desarrollo de la industria lo-cal de servicios digitales.

El desarrollo de las infraes-tructuras Una política para promover la digitalización del sector productivo debe prestar atención especial a la conectividad, a la disponibilidad y a la difusión de las tecnologías digitales apropiadas. La infraes-tructura de telecomunicaciones es la plataforma en la que se basan los servicios y las aplicaciones digitales, por lo que el desarrollo y la masificación de la conectividad condicionan el impacto de la digitalización. A este respecto, cabe destacar la bre-

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cha de las infraestructuras de redes de telecomu-nicaciones entre América Latina y otros países de renta similar elevada.

El desarrollo de las infraestructuras para el In-ternet industrial requiere de una acción conjunta del sector público, las empresas que adoptan las tecnológicas y las empresas que las suministran. Esta acción conjunta debe estructurarse en un nuevo marco de relaciones entre ellas, ya que el actual marco no permite avanzar a una veloci-dad adecuada. La cuestión es identificar, en cada caso, este nuevo marco de relación entre empre-sas oferentes, demandantes y sector público Las instituciones financieras internacionales tienen que seguir involucrándose en los programas de infraestructura digital ofreciendo los productos financieros adaptados a los acuerdos público-pri-vados que se establezcan.

Reflexión final El crecimiento, la inversión y la educación en habilidades pueden articularse entre sí generan-do un círculo virtuoso de “difusión de la inno-vación-productividad-crecimiento”, o destruirse entre ellos generando un estancamiento secular del que puede ser difícil salir. Para empujar un círculo virtuoso, debemos tener presente que la innovación se traslada en aumentos de producti-vidad a través de la inversión en capital físico y en capital humano.

Derviş, K. y Z. Qureshi (2016), The Productivity Slump Fact or Fiction: The Measurement Debate.Gordon, R. G. (2016a), The Rise and Fall of American Growth: The U.S. Standard of Living Since the Civil War, The Princeton Economic Series of the Western World.Gordon, R. G. (2016b), “The Demise of U. S. Economic Growth: Restatement, Rebuttal, and Reflections”, NBER Working Paper, No. 19895.Katz, R. (2016), Iniciativas empresariales y políticas públicas para desarrollar el ecosistema Digital, Informe del Consejo Iberoamericano para la Productividad y Competitividad, CIPC.

REFERENCIAS

Catedrática de Análisis EconómicoSecretaria del Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad, 2015-2017.

PAULINA BEATO

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PRODUCTIVIDAD LABORAL EN IBEROAMÉRICA

En términos generales, la productividad mide qué tan eficientemente son empleados los recursos económicos, como la tierra, el trabajo y el capital. De esta manera, cuan-do la productividad es mayor se pueden producir más bienes y servicios con una cantidad determinada de recursos. Podemos definir la productividad como la razón de una medida específica del producto para una medida determinada del recurso. La productividad se puede aplicar a la totalidad de los recursos económicos mencionados o a uno de ellos en particular.

Hoy es claro que, en el mediano plazo, pe-queñas diferencias en las tasas de creci-miento en la productividad tienen im-

pactos muy importantes sobre la capacidad de la economía para producir y, de manera indirecta, sobre el nivel de vida de las personas.

En esta ocasión, se estudia la productividad la-boral de las naciones iberoamericanas. Para ello tenemos que relacionar el producto interno bruto (PIB) de cada uno de los países ya sea con el em-

PÓDIUM

pleo, que puede ser medido por el total de perso- nas que trabajan de manera formal o informal, o por el número de horas total trabajadas por dichas personas. En el fondo, este concepto nos dice que se tiene que trabajar de manera más eficiente o que se debe trabajar más intensamente.

Para poder comparar el nivel de la productividad laboral entre los países, el producto interno bruto (PIB) tiene que ser convertido a dólares interna-cionales usando la paridad del poder adquisitivo (PPA), ya que, a diferencia de los tipos de cambio de las monedas, ésta toma en cuenta las diferen-cias en los precios relativos entre países. Bajo la PPA, el factor de conversión es el cociente que iguala los precios de una canasta de bienes, nor-malmente asociada al índice de precios al consu-midor de cada país.

El producto interno bruto (PIB) real por persona empleada se obtuvo, para este artículo, dividien-do el PIB entre el empleo total de la economía. El Banco Mundial toma como año base 2011 para fijar el PIB expresado en PPA. También mide el empleo total contabilizando el número total de personas que trabajan en la economía. La tabla 1 muestra el PIB real por persona empleada en 20 países ibe-roamericanos tanto en 1991 como en 2017.

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Con excepción de Venezuela, todos los países de Iberoamérica han mejorado su in-dicador entre los años comprendidos entre 1991 y 2017. Por un lado, países como República Dominicana, Panamá y Chile han tenido incrementos del 142, 87 y 80 por ciento respectivamente. Por el otro, Honduras y México solo han mejorado en 1 y 4 por ciento en el período mencionado. Venezuela tuvo una disminución del 42 por ciento, derivada de la difícil situación en que se encuentra inmersa.

Tabla 1. PIB real por persona empleada (dólares)

España 69 548 83 833

PAÍS 1991 2017

Portugal 44 977 60 626

Costa Rica 21 744 35 265

México 36 703 38 306

Venezuela 45 711 26 397

Argentina 31 898 44 364

República Dominicana 15 273 36 892

Nicaragua 10 798 12 158

Promedio ALC 27 687 31 633

Bolivia 10 335 14 189

Ecuador 20 330 23 084

Panamá 26 237 49 187

Promedio Mundial 21 571 35 117

Brasil 26 319 30 753

El Salvador 13 256 19 149

Paraguay 15 351 18 941

Promedio Unión Europea 59 344 82 963

Chile 27 257 48 974

Guatemala 16 571 18 939

Perú 15 305 24 519

Promedio Norteamérica 75 312 110 821

Colombia 24 197 27 901

Honduras 10 401 10 494

Uruguay 24 691 43 116

Nota: Datos tomados del Banco Mundial. La información de 2017 corresponde a proyecciones. No hay datos para Cuba.

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La agenda para el desarrollo actual fue aprobada en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015 por los 193 países miembros, y contiene 17 objetivos, 169 metas y 241 indicadores, que en su mayoría tienen que ser alcanzados para el año 2030. Por lo mismo, este plan se conoce con el nom-bre de Agenda 2030 o también como Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y agrupó todo su contenido en las dimensiones económica, social y ambiental.

El objetivo 8 de la Agenda 2030 promueve el crecimiento económico sostenido, inclu-sivo y sostenible, así como el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para to-das las personas. La meta 8.2 se propone lograr niveles más elevados de productividad económica mediante la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación. El indicador 8.2.1 se refiere precisamente a la tasa de crecimiento anual del PIB real por persona ocupada.

Es importante reconocer que, por primera ocasión, el tema de la productividad económica es incluido de manera explícita dentro de la lista de indicadores. Pro-bablemente por lo mismo, se decidió poner una meta relativamente laxa y fácil de cumplir al requerir la obtención de niveles más elevados en el PIB real por persona ocupada para 2030. Esto contrasta con otras metas precisas de los ODS, entre las que destaca el reducir al menos a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza, en todas sus dimensiones, con arreglo a las definiciones nacionales.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están cam-biando drásticamente los tipos de trabajo en la gran mayoría de los países, por lo que es necesario un nuevo modelo de educación y otras habilidades para poder

LA PRODUCTIVIDAD DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS

HA TENIDO TASAS DE CRECIMIENTO MAYORES QUE LAS

CORRESPONDIENTES A LOS PAÍSES EN DESARROLLO. TAL

SITUACIÓN ES CONTRARIA A LAS AGENDAS MUNDIALES

QUE ESPERABAN PROCESOS EN LOS CUALES LOS PAÍSES EN

DESARROLLO CONVERGIERAN CON LOS DESARROLLADOS.

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Foto: pexels.com

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acceder a ellos. La gran mayoría de los estudiosos esperan que las TIC produzcan, en el mediano plazo, un incremento en la productividad total de los factores; sin embargo, en el corto plazo, es muy probable que el total de empleos netos se reduzca. Es muy difícil predecir lo que pasará en el año 2030, por lo que se puede justificar el que la ONU haya establecido una meta relativamente alcanzable en términos de solo incrementar la tasa de crecimiento del PIB real por persona ocupada. Por lo mismo, se espera que los países iberoamericanos puedan conti-nuar su camino ascendente en la productividad laboral.

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OCDE Y PRODUCTIVIDADIniciativas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico para impulsar la competitividad

Desde su creación, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha sido pionera en el tema de productividad, pero en los últimos tres años, su trabajo se ha intensificado con dos iniciativas: una global y otra para América Latina y el Caribe (ALC).

En julio del 2015, en la Ciudad de México, la OCDE lanzó el Foro Mundial sobre Productividad, como una herramienta de cooperación internacional que con-tiene una plataforma electrónica, acompañada de conferencias y documen-

tos de trabajo. En esta ocasión, el secretario general, José Ángel Gurría, presentó el reporte “El futuro de la productividad: una productividad de todos y para todos” en donde invita a trabajar de una manera más inteligente, aunque no necesariamente más intensa. Este informe ayuda a los países no tanto a producir más, sino a pro-ducir mejor. Podrá encontrar el resumen al respecto en www.oecd.org/eco/El-futu-ro-de-la-productividad.pdf.

En el mes de julio de 2016, la OCDE lanzó su Programa Regional para América Latina y el Caribe (ALC) para consolidar un espacio de diálogo que tiene como pilares la productividad, la inclusión social y la buena gobernanza, factores que se consideran indispensables para el crecimiento económico a largo plazo. No cabe duda de que la OCDE tiene todo lo necesario para atender la demanda creciente de los países de ALC en lo que toca al diseño de políticas públicas y al intercambio de las mejores prácticas en los temas mencionados.

La productividad ha tenido una contribución muy pequeña al crecimiento del Pro-ducto Interno Bruto (PIB) de ALC, lo que explica su bajo nivel de ingreso en relación con los países desarrollados y otras regiones emergentes. Según datos de la OCDE, “un país típico de América Latina pudo haber incrementado su ingreso per cápita en 54% desde 1960, si su productividad hubiera crecido como la del resto del mundo”, pero no fue así. Esta incapacidad de ALC de alcanzar los niveles de productividad de las econo-mías desarrolladas, produjo en la última década una desaceleración en el crecimiento económico que ha sido descrita como la “trampa de los países medios”.

PÓDIUM

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En el mes de diciembre de 2016, en Santiago de Chile, se llevó a cabo la Primera Reunión Ministerial bajo el título “Impulsando la productividad y el crecimiento inclusivo en Latinoamérica”. Los representantes de diversos países compartieron sus experiencias y datos en temas como emprendimiento, combate a la informalidad, desarrollo de habilidades, digitalización y la integración a través de cadenas de valor. Si el lector tiene interés, puede consultar el documento que la OCDE y el BID prepararon para esta reunión en la página www.oecd.org/latin-america/Impulsando_Productividad_Crecimiento_Inclusivo.pdf. También encontrará fichas individuales de productividad para varios de los países de la región.

En el mes de abril de 2018, en San José de Costa Rica, se llevó a cabo la Segunda Reunión Ministerial, en la cual se enfatizó que la integración comercial de la región juega un papel muy importante en el incremento de la productividad. El comercio intrarregional de ALC es de aproximadamente el 16% del total de exportaciones e importaciones, siendo este porcentaje más bajo que el que se tenía en 1994, que representó el 24%. También es mucho menor que el de la Unión Europea (67%) y Asia (50%).

Aunque la OCDE no publicó ningún documento para la Segunda Reunión Ministerial, el material relacionado se puede encontrar en la página www.productivitysummitlac18.cr. Hay mucho espacio para trabajar. Por un lado, se necesitan más tratados de libre comercio (TLC), como uno entre Brasil y México, y otro entre América del Sur y Centroamérica. Por otro lado, se puede avanzar significativamente haciendo extensivas las reglas de origen de los TLC existentes, como en temas de logística, por ejemplo, el de las aduanas con ventanillas únicas electrónicas.

SEGÚN DATOS DE LA OCDE, LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS

PODRÍAN HABER INCREMENTADO SU INGRESO PER CÁPITA

EN 54% DESDE 1960, SI SU PRODUCTIVIDAD HUBIERA

CRECIDO COMO LA DEL RESTO DEL MUNDO.

Foto: Freepik.com

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INCLUSIÓN FINANCIERA DE LAS MUJERES EN

AMÉRICA LATINASolo 10% de las mujeres latinoamericanas pueden

acceder a un crédito

Inclusión financiera de las mujeres en Améri-ca Latina. Situación actual y recomendaciones de política es un documento, publicado por

el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, que analiza la situación de la brecha de género en la inclusión financiera en la región desde tres va-riables: crédito, ahorro y educación financiera. El estudio forma parte de la serie Políticas Públicas y Transformación Productiva que coordina la Di-

Guadalupe ha montado con esfuerzo una pequeña peluquería en su colonia. La clientela es constante y el negocio se ha establecido con éxito, por eso pensó en remodelar su local y ampliar su oferta de servicios. Es muy buena administradora y ha podido ahorrar una cierta cantidad de dinero, aun así, necesita un préstamo para poder comprar el equipo que requiere y contratar a un par de asistentes. Fue al banco para solicitar un préstamo, pero le dijeron que no podían otorgárselo pues no tenía cuenta de banco ni historial crediticio. Aunque forma parte del 11% de mujeres que ahorran, de acuerdo con datos del Banco Mundial respecto a la situación financiera de las mujeres en América Latina y el Caribe (ALC), Guadalupe pertenece al 51% de mujeres que no tiene una cuenta de banco y al 90% que no dispone de un crédito formal.

rección de Desarrollo Productivo y Financiero. Más de 200 millones de pequeñas y medianas empresas (PYME), formales e informales, en las economías emergentes carecen del financia-miento adecuado para prosperar y crecer, señala el documento. Las principales razones por las que las PYME no son sujetos de crédito son la falta de garantías e historial crediticio. Esta si-tuación de exclusión financiera es aún más grave entre las mujeres, las personas de bajos ingresos, las poblaciones en zonas rurales y distantes o de difícil acceso, así como para las micro y peque-ñas empresas que desarrollan sus actividades de manera informal.

Existe un déficit en el financiamiento a pequeñas y medianas empresas propiedad de mujeres, así como un acceso inadecuado a los servicios finan-cieros. Por otro lado, muchas mujeres no saben có-mo elegir el producto más adecuado, por lo que se hace necesario establecer programas de educación financiera que ayuden a cerrar la brecha entre los grupos más vulnerables.

La inclusión financiera es un concepto de carác-ter multidimensional que incorpora elementos tanto de la oferta como de la demanda de pro-ductos financieros. Sus dimensiones básicas son el acceso, el uso, la calidad y el impacto sobre el bienestar financiero de las personas, familias y hogares, así como sobre la innovación, producti-vidad y crecimiento de las empresas.

Uno de los retos que enfrentan los países de ALC, y que ha sido incluido en diversas agendas inter-

PÓDIUM

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Ámbitos de acción

Productos financieros

Educación financiera

Indicadores de género

nacionales para el desarrollo sostenible, es lograr que las mujeres puedan acceder a financiamientos para desarrollar proyectos productivos y que cuenten con los conocimientos necesarios para poder elegir la opción más conveniente.

Para que gobiernos y entidades financieras logren ofrecer servicios adecuados a las necesidades de las mujeres es necesario considerar estos tres ámbitos de acción:

Algunas de las medidas exitosas de las instituciones financieras con programas específicos para las mujeres son: créditos sin aval o garantías intangibles; préstamos a tasas más bajas; ampliación de los periodos de gracia; disminución de la tarifa mínima para la apertura de una cuenta de ahorro; servicios no financieros (tales como cursos de gestión y planificación de negocios).

Para obtener los datos necesarios para la construcción del sistema de indicadores, por el lado de la demanda se recomienda incluir un apartado sobre financiamiento (acceso, uso y conocimiento) en las encuestas de hogares y/o fuerza de trabajo que implementan las instancias de estadísticas y censos. Por el lado de la oferta, es necesario contar con indicadores de las instituciones financieras en cuanto a la oferta de productos especializados, aplicación de acciones afirmativas y políticas corporativas de igualdad de género para medir los progresos del sistema financiero en el acceso igualitario de hombres y mujeres al financiamiento.

Es importante establecer estrategias diferenciadas para la educación financiera de las mujeres. En general, las mujeres tienen mayor aversión al riesgo y a las pérdidas, tienen menor probabilidad de ahorrar activamente y de elegir adecuadamente productos financieros que se ajusten a sus necesidades. Por estas razones, se requieren programas dedicados a atacar tales diferencias, así como desarrollar productos financieros que tomen en cuenta dichas características, e incluso puedan funcionar como vehículo para transmitir algunos de los conocimientos críticos para mejorar las decisiones financieras de las mujeres.

Fuente: Noticias CAF. https://www.caf.com/es/actualidad/noticias/2018/03/en-america-lati-na-los-productos-financieros-no-estan-pensados-para-las-mujeres/

Estudio completo: Azar, K., Lara, E., & Mejía, D. (2018). Inclusión financiera de las mujeres en América Latina. Situación actual y recomendaciones de política. Políticas Públicas y Transformación

Productiva; 30, Caracas: CAF. http://scioteca.caf.com/handle/123456789/1162.

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Aunque América Latina es una región muy heterogénea, en términos generales no exis-ten estudios en profundidad que analicen la

exposición de las infraestructuras de los países a los cada vez más marcados efectos del cambio climáti-co. Ante esta situación, el principio de precaución debería figurar en la planificación de todo tipo de infraestructuras, especialmente para prevenir con-secuencias catastróficas frente a eventos climáticos extremos. Estas son las principales conclusiones a las que llegaron los expertos internacionales reunidos en el quinto panel de la conferencia Infraestructu- ra para el Desarrollo de América Latina, organizada por CAF-Banco de desarrollo de América Latina en Buenos Aires, Argentina.

Tadashi Matsumoto, líder de Desarrollo Urbano Sostenible y Crecimiento Verde de la OCDE, aseguró que a medida que Latinoamérica se acerca a su pico de urbanización, es urgente que se cumplan los compromisos de inversión en infraestructura. “En los países de la OCDE el 60% de la inversión pública responde al nivel local, por lo que no se puede pensar en las inversiones públicas en infraestructuras sin considerar a los gobiernos locales”, dijo.

Cambio climático: factor a considerar en la planeación de la infraestructura urbana

Fuente: CAF, 26 de abril de 2018.

Foto: pexels.com

NOTICIAS

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Países de LAC se comprometen a impulsar el ecosistema digital, el comercio electrónico, el acceso a la información pública y a proteger la privacidad

Con la Declaración de Cartagena, aprobada al término de la Sexta Conferencia Minis-terial sobre la Sociedad de la Información,

la región acuerda la Agenda Digital 2020 para al-canzar un desarrollo sostenible con igualdad. Esta busca la cooperación regional para seguir avanzando en la inclusión, la digitalización de la producción, el desarrollo de las habilidades en la población, así como promover el gobierno abierto y una gober-nanza que estimule la colaboración entre países.

La Declaración se aprobó en el marco de la Sexta Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe, que finalizó el pasado 20 de abril, y en donde se eligió a Colombia como el país que presidirá la conferencia eLAC en el período 2018 a 2020. En 2019, Ecuador será sede de la reunión preparatoria rumbo la Séptima Conferencia Ministerial que se realizará en Brasil en 2020.

Fuente: CEPAL, 20 de abril de 2018.

NOTICIAS

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Foto: http://costaporto.com.Br

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Fuente: Banco Mundial, 21 de abril de 2018.

Fortalece a entidades de financiamiento incremento en el capital aprobado por el BM

Los accionistas del Grupo Banco Mundial (GBM) ratificaron un ambicioso paquete de medidas que comprende un aumento de 13 000 millones de dólares del capital pagado, una serie de reformas internas y un conjunto de medidas normativas que fortalecen significativamente la capacidad de esta institución dedicada a la lucha contra la pobreza para incrementar sus recursos y cumplir con su misión en las zonas del mundo que necesitan más asistencia.

A partir de lo acordado, se espera que las entidades de financiamiento que conforman el GBM alcancen una capacidad anual promedio de casi 100 000 millones de dólares entre los ejercicios de 2019 y 2030, lo que beneficiará a sus países miembros, sea cual fuere su nivel de ingreso. En todos los grupos de países clientes, el GBM podrá respaldar los factores que impulsan el crecimiento sostenible a largo plazo, lo que incluye las inversiones en capital humano y resiliencia. Asimismo, con este paquete el GBM se compromete firmemente a mejorar su modelo operacional y su eficacia.

NOTICIAS

Foto: pexels.com

4ª ASAMBLEA GENERAL DE ASOCIADOS

SEMINARIOInnovación gubernamental para un

Estado al servicio de la sociedad

La innovación en trazabilidadLa innovación en gestión de aduanas

La innovación en gestión de impuestosInnovación social

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Fotografía por Abhishek Verma en Pexels

14 y 15 de junio, Madrid, España

13 de junio, Madrid, España

REVISTA DEL CONSEJO IBEROAMERICANO PARA LA PRODUCTIVIDAD Y LA COMPETITIVIDAD

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