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REVISTA DIGITAL PUBLICACIÓN DE JULIO 2012

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Revista diseñada y distribuida en el portal formarparaentrenar.net

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REVISTA DIGITAL

PUBLICACIÓN DE

JULIO 2012

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CONCEPTOS TÉCNICO – TÁCTICO DEL

FÚTBOL DE SALÓN

José tomas Cortes Díaz

• Licenciado en educación Física • Especialista en entrenamiento deportivo • Entrenador de fútbol de salón

La fundamentación técnica desde un plano conceptual se podría decir que es una secuencia de movimientos que busca o intenta buscar un modelo motriz existente, pero que cumple parámetros de eficiencia y economía energética. Visto de esta forma, no aplica a todas las modalidades deportivas, debido a las grandes diferencias que se presentan entre los grupos de deportes (de fuerza rápida, de combate, de marca, artísticos, entre otros) y que no todos utilizan el concepto de técnica deportiva de la misma forma. Para el fútbol de salón como juego deportivo colectivo, el movimiento técnico deportivo, es el resultado de la interacción de los deportistas con el espacio y los elementos externos que lo rodean, con los cuales crea relaciones socio - motrices mediante las diversas formas de comunicación.

De ahí que, la técnica deportiva en este deporte se conceptualice como una secuencia de movimientos que busca un modelo motriz que garantice la eficiencia en la acción de juego. El componente perceptivo – motriz sustenta la técnica deportiva en el fútbol de salón, por lo tanto es una necesidad fundamental promover su desarrollo, se busca es que el individuo interactúe con el móvil y su entorno, sin embargo, se debe llegar a la funcionalidad técnica, la cual se considera como un sistema de movimientos organizados de tal forma que posibiliten la solución de una tarea motora concreta y que permita continuar con la operatividad del juego, sobre todo, porque de ella depende que el juego tenga un desarrollo direccionado hacia la finalización de la tarea de acuerdo a la fase que se esté ejecutando, ya sea en ataque o defensa.

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El microfútbol es una disciplina deportiva que integra todos los componentes del entrenamiento durante el desarrollo del juego, el componente físico se fundamenta en una base condicional, a saber, Resistencia aeróbica, fuerza máxima, velocidad de desplazamiento y flexibilidad, pero su rendimiento se manifiesta a través de esfuerzos submáximos de corta duración, sus acciones son explosivas, repentinas y variadas, con el propósito de controlar o tener un anticipo en el toque del balón, aunque puede también ser una acción para generar, ocupar o utilizar un espacio; estas características lo llevan operativamente a tener pausas de recuperación alternadas cortas e incompletas.

La estructura y dinámica del juego, sus permanentes cambios de ritmo y dirección, las aplicaciones técnico – tácticas y las táctico - estratégicas, hacen que la participación especifica en el juego sea algo complejo, es decir, para participar efectivamente en el juego no basta con tener un buen desarrollo de las capacidades condicionales y determinantes del deporte, se necesita una adecuada integración dinámica entre lo físico y lo técnico. El deportista durante su participación en el juego, realiza una gran cantidad de movimientos complejos que organiza en forma consciente en relación con el objetivo planteado (físico – técnico, técnico – táctico o táctico – estratégico) y con el previo conocimiento de sus posibilidades motoras, algunos sin el balón, otros directamente relacionados con la aplicación de un gesto técnico con el elemento, para esta intervención en competencia, normalmente se cuenta con un corto espacio de tiempo y en algunos casos con poca área física, lo que exige una excelente potencialización del componente motor, así como una gran oferta de el componente técnico que permita dar la respuesta técnico – táctica acertada en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, el jugador que recibe un balón sobre el costado, y su compañero continúa con la acción de juego, penetrando con un cambio de ritmo y de dirección por el centro; en este momento y espacio se

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debe presentar una respuesta técnica - motriz del jugador que posee el balón, con el propósito de generar una aplicación técnico – táctica que continué con la acción de juego en profundidad; de hecho el lanzamiento en proyección es una de las muchas respuestas que se pueden dar.

En otras palabras, la preparación física en el microfútbol debe garantizar la eficiencia técnico – táctica durante todo el desarrollo del juego, consiste entonces en preparar al jugador, no sólo para los desplazamientos como correr, saltar, frenar, cambiar de ritmo y de dirección; la acción de juego,

obliga a esfuerzos muy variados en cuanto a tipo, forma, carácter y sentido de los movimientos, así como de otras acciones acíclicas con el balón, en consecuencia, se necesita un jugador que sea capaz de dar solución a situaciones técnico – motrices que surgen del juego. No obstante, todo el proceso de entrenamiento, debe planificarse y ejecutarse desde la perspectiva de ejecución de la acción que surge como consecuencia de la dinámica de juego. El microfútbol o fútbol de salón no se desarrolla a través de movimientos aislados, al contrario, exige una compleja red de movimientos articulados de tal manera que den como resultado una acción de juego la cual lleva implícita todos los componentes del entrenamiento; se requiere capacidad física que garantice la eficiencia técnica

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EL ENTRENAMIENTO POR INTERVALOS EN LOS

FUTBOLISTAS JUVENILES Por: Blas Oliver Creus

Profesor de Educación Física de la Escuela Regional Aragonesa de Entrenadores de Fútbol

UN POCO DE HISTORIA SOBRE EL

ENTRENAMIENTO POR INTERVALOS

Después de la primera guerra mundial (1914-18), se inició en Finlandia un método de preparación, que consistía en la repetición de carreras preparatorias muy largas con pausas también largas, pero sin exacta correlación entre las mismas, apartándose del sistema clásico de preparación, que era a base de un esfuerzo continuo y sostenido. A base de experiencia sobre determinados atletas, principalmente en los países nórdicos, se va perfeccionando dicho método y empiezan a notarse sus éxitos en la olimpiada de Melbourne, más en la de Roma y mucho más en la de Tokio. SU FUNDAMENTO El entrenamiento a intervalos o entrenamiento fraccionado mejora al mismo tiempo la velocidad y el fondo, cualidades hasta cierto punto antagónico y difícil de encontrar

reunidas en un mismo hombre. Este método sustituye los largos trotes del clásico entrenamiento, por carreras cortas y rápidas y separadas entre sí por pausa o intervalos de mínima intensidad de trabajo, ya que dicho intervalo no es de reposo, sino de un menor trabajo; por lo dicho se comprende que este entrenamiento se caracteriza por dos fases: una, llamada de esfuerzo o carga, y otra, de descarga o distensión. Durante la primera fase, el individuo somete a su cuerpo a un esfuerzo de relativa intensidad y corta duración, ya que el tiempo empleado en las series es lo suficientemente largo como para evitar que en las mismas se presenten los fenómenos propios de las carreras de velocidad en competición y las distancias lo suficientemente cortas como para impedir una excesiva sobrecarga.

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El organismo, al iniciar la primera serie, debe haber efectuado la fase de calentamiento, pero de forma intensa, por tener que rendir el individuo al máximo desde la primera serie. La segunda fase o pausa sigue a la anterior sin solución de continuidad, y como hemos dicho al principio, el individuo no guarda un reposo absoluto, sino que con un mínimo esfuerzo mantiene el trabajo, ahora que totalmente relajado, pues trotando o andando logra la recuperación del primitivo esfuerzo para iniciar entonces una nueva repetición del mismo. La recuperación no es absoluta, sino parcial, ya que no se debe bajar de 120 pulsaciones ni sobrepasar las 160 durante el trabajo. La pausa, principalmente en juveniles, no debe ser inferior a un minuto, por considerar algunos autores médicos, que un tiempo inferior al citado, en los individuos comprendidos entre los dieciséis y los dieciocho años, es difícil el retorno al equilibrio fisiológico, ahora que las largas pausas las consideran también contrarias a una mayor actividad a la sesión de entreno. En esa fase es donde radica la verdadera eficiencia del mismo, en especial su acción sobre el funcionalismo cardio - respiratorio de adaptación al esfuerzo. Después de lo expuesto, se ve que nos encontramos con una serie de factores que son: Distancia a recorrer, tiempo fijado para cubrir esta distancia, número de repeticiones y duración del intervalo o pausa entre los esfuerzos,

que aun cuando en el fondo todos tienen una misma base de partida, cada preparador o entrenador puede variarlos a voluntad, y de ahí la disparidad de criterios.

¿ES CONVENIENTE EL ENTRENAMIENTO DE EQUIPOS

JUVENILES? Sinceramente creo que sí, pues el actual entrenamiento por intervalos representa la mejor forma de aumentar su grado de rendimiento, aunque con esto no quiere decirse que sea, en modo alguno, el único método para lograr aguantar durante los noventa minutos del partido el ritmo impuesto por el contrario y tener reservas para mediante una carrera corta y rápida adelantarse al contrario a una pelota dudosa entre los dos.

Hasta hace poco se creía que sólo determinados deportistas juveniles eran capaces de desarrollar el trabajo o el esfuerzo agonístico de otro de veinte años, porque su organismo había alcanzado un grado de madurez propio de tal edad, es decir, creían

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encontrarse delante de un súper - atleta, pero hoy sobran ejemplos demostrativos de que los atletas adolescentes poseen capacidad suficiente, siempre que estén bien orientados y estrechamente vigilados, para practicar entrenamientos que hasta hace poco tiempo quedaban exclusivamente reservados para adultos, pues sin llegar a un Pelé, que formaba entre los campeones mundiales a los dieciséis años, el belga Van Himst jugando en un equipo futbolístico de 1.ª División a los dieciséis y figurando ya en la selección de su país a los diecisiete, y Lavín jugando actualmente en el Atlético de Bilbao, hay otros muchos juveniles jugando en la Segunda División española y sometidos por ello a los mismos entrenamientos que los demás componentes del equipo. Al hablar de juveniles, hay que tener en cuenta con respecto a los adultos, que los primeros disponen de muchas materias energéticas y nutritivas, así como de sales minerales y vitaminas, que han de reservar para el crecimiento esquelético y el desarrollo de los órganos y sistemas, sin que puedan ser distraídas en funciones de lujo, y sus procesos reguladores y funcionales internos de protección orgánica no están desarrollados, por lo mismo el esfuerzo corporal excesivo puede perjudicar el desarrollo del individuo joven, el entrenamiento diario, aunque no sea fuerte puede perjudicarle conduciéndole a un estado

de agotamiento crónico, ya que el muchacho, la mayoría de las veces, no tiene tiempo suficiente en veinticuatro horas para lograr una recuperación apropiada del sistema neurovegetativo. En un organismo de crecimiento como es el de los juveniles el tiempo de recuperación es muy largo y las excitaciones aisladas demasiado fuertes; una carrera al máximo de velocidad, etc…, pueden ejercer un efecto perjudicial en los cambios compensadores que el entrenamiento tiene la función de suscitar, por ello deben procurar desterrarse, como igualmente todo exceso deportivo y el entrenamiento no puede ser diario, por lo que el practicar el entrenamiento por intervalos será solamente una vez a la semana, dedicando los demás días a otras pruebas y medios de preparación, ya que desde el punto de vista de la preparación física, el entrenamiento debe ser completo, total y no precoz, y no puede estar orientado exclusivamente a la obtención de marcas, ya que debe plantearse fundamentalmente desde la personalidad completa del atleta. Articulo original: Revista del entrenador español. (1966). Junio. Número 4. Paginas.21 -23. Madrid - España

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ANALISIS TECNICO, FISICO, BIOMECANICO Y KINESIOLOGI CO DEL

GYAKO TSUKI

HOLLMAN BEDOYA NORIEGA

• Licenciado en Educación Física, recreación y deportes.

• Especialista en Edumatica. • Docente Universidad del Atlántico • Cinturón Negro 5º Dan Shotokan F.C.K

1. Análisis técnico Es ésta una técnica del Karate-Do, donde la pierna y el puño adelantado se encuentran en lados opuestos, cuando la pierna izquierda se encuentra al frente, el golpe se realiza con el puño derecho. El Gyaku Tsuki es una de las técnicas más potentes del Karate-Do. Así mismo, era el ataque más utilizado en competiciones deportivas, donde se usa generalmente para contraatacar después de un bloqueo o para recibir al oponente cuando entra en la distancia del contrario; digo era porque actualmente en la competición deportiva las técnicas de pierna han alcanzado una mayor relevancia en la nueva reglamentación

de la W.K.F. donde obtienen un mayor puntaje.

Esta técnica gana fuerza al hacer el empleo máximo del movimiento de torsión hacia adelante de la cadera, como es una acción de ataque hacia delante, ordinariamente es utilizada con posiciones que son más fuertes hacia el Frente como el Zenkutsu Dachi o Fudo Dachi.

También se analiza como factor importante que la pierna retrasada debe permanecer flexionada ligeramente, mantener la pierna retrasada en posición rígida produce que los vectores de fuerza creados por el impulso de la pierna y la rotación de las caderas se pierdan en dirección del piso, ya que la cadera estará apuntando hacia el piso en vez de hacerlo hacia el frente que es donde se encuentra nuestro adversario. Si el principiante se acostumbra a mantener la pierna retrasada recta, va hacer muy difícil corregir este craso defecto, ya que tenemos que tener en cuenta que los músculos poseen unas pequeñas células que retienen en su memoria el desplazamiento de dicha técnica.

Puntos esenciales a tener en cuenta

El empuje del talón que presiona la pierna y que a su vez impulsa la cadera hacia delante, la estabilidad de la pierna es esencial.

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El movimiento de la cadera como del tronco debe hacerse no por separado sino como una masa uniforme. Lo que contribuye a una técnica mucho más fuerte movimiento de rotación de las caderas debe ser potente y seco, sin comprometer el equilibrio. La rodilla de la pierna adelantada no se moverá ni un milímetro.

El movimiento de los brazos no debe comenzar hasta que las caderas hayan realizado la mitad de su trayectoria. Los antebrazos jamás se despegaran de las costillas flotantes, produciendo una fricción entre la parte lateral del cuerpo y el antebrazo en toda su extensión. El puñetazo debe realizarse como si quisiésemos enderezar el brazo hacia delante. Estas tres fases se enlazan, claro está, lo más rápidamente posible, pero sin confundirse.

Nota: No hay que dejarse llevar por el impulso e inclinarse en la dirección del golpe; el alcance sería mayor pero el golpe menos fuerte, puesto que ya no se pueden contraer los abdominales correctamente. Por lo tanto, el busto debe quedar de frente en el momento del impacto.

El Gyaku-Tsuki debe ser correcto y el puño debe golpear en la dirección del eje medio del cuerpo" Esto es más difícil teniendo en cuenta que la fuerza centrífuga puesta en acción por la rotación de las caderas tiene tendencia a despegar los codos durante el movimiento. Hay que apretar los codos hasta el último momento.

El hombro correspondiente al puño que golpea no debe levantarse, ni tampoco el hombro del brazo del brazo contrario, para ellos es indispensable contraer los músculos alrededor de las axilas. Esta acción fija los hombros permitiendo ejecutar una técnica muy efectiva.

En el impacto, el cuerpo debe permanecer sólido, monolítico, con el fin de absorber, la importante fuerza de reacción que sigue al Gyaku-Tsuki; la contracción de las axilas fija sólidamente el hombro al tronco, el vientre se mantiene de frente y la posición de los pies, bien estable (la pierna de atrás, flexionada y rígida, con la planta del pie firmemente apoyada al suelo sin levantar ninguna de sus partes. La acción de relajación es casi simultánea después del impacto.

Debe existir una sincronización perfecta entre el puñetazo, la vuelta hacia atrás del otro puño y la inmovilización de la cadera después de la rotación.

Durante los tiempos que determinan el movimiento de la técnica, las caderas deben permanecer al mismo nivel. Esto quiere decir que las crestas iliacas deber de estar a la misma altura.

Como en muchos de los movimientos del Karate Shotokan, hay que cuidar de que se mantengan bajas, aunque no demasiado.

• Los hombros y el tronco están vueltos hacia delante de modo directo. No levante el talón del pie atrasado, ponga tenso todo el

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cuerpo, particularmente las piernas, en el punto de impacto.

• No debe confiarse en la fuerza del hombro del brazo que golpea, sino en la eficacia de la energía producida por el giro de la cadera.

• En el Gvaku-Tsuki debe aprovecharse la reacción creada por el impulso de la piernas (tercera ley de Newton, acción y reacción) esto produce una fuerza contraria de igual magnitud a la ejercida por los talones hacia el piso en la misma dirección de la pierna. De acuerdo a lo correcto de la aplicación de la técnica y el aprovechamiento de la torsión del eje en las caderas, la mayor componente de esa fuerza será de carácter horizontal en la misma dirección del Tsuki. Por ello es muy importante que durante el desplazamiento de las caderas las crestas iliacas roten a la misma altura.

Para alcanzar más lejos un Gyaku-Tsuki en posición estacionaria, es necesario que la rodilla de la pierna adelantada se encuentre sobre el dedo gordo de esa pierna. Los errores más comunes son alargar el peso y bajar la altura de la cadera, impulsando fuertemente con el pie de atrás y deslizando al frente la pierna delantera. 2. Análisis biomecánico y

Kinesiológico

Características

Dentro de las características de esta técnica, es muy importante tanto la altura de las caderas como mantenerlas equilibrados. Para realizar el puñetazo mas fuerte la pierna trasera debe estirarse sin llegar a la rigidez y al rotar la pelvis el centro de gravedad no debe desplazarse ni hacia delante, ni hacia atrás, ni hacia los lados.

La práctica efectiva estriba en hacer que la rotación de las caderas y la parte superior del cuerpo guíen el movimiento del brazo. En el puñetazo la acción de enderezar el codo hace que el antebrazo se extienda; el codo actúa como un pivote, el antebrazo se mueve como si estuviera dibujando semicírculos, sólo que rápido y fuertemente aprovechando la fuerza elástica de los ligamentos, y músculos de la articulación del codo.

Fuerzas que actúan

La fuerza gravitacional, actúa como una fuerza exterior; otra fuerza externa también puede ser la resistencia del aire.

Las fuerzas musculares de un compañero o de un adversario se presentan también como fuerzas exteriores y, las fuerzas internas son las que ejecutan los músculos y articulaciones que intervienen en este movimiento, con ayuda de la posición efectuada en la acción respiratoria.

Palancas que se forman. Tipos de palancas

Antes de iniciar el primer movimiento que es el de talones; está la acción del

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Tríceps sural sobre el calcáneo que levanta el talón del suelo. En este movimiento se forma una palanca de segundo grado.

En el movimiento de golpeo hay una acción del Tríceps braquial sobre el antebrazo (extensión de éste) aquí se forma una palanca de primer grado.

Tipos de movimiento que originan estas palancas (articulaciones)

En esta técnica hay diferentes tipos de movimientos en donde actúan diversas articulaciones.

Hay movimientos de deslizamientos y de giro.

1. Articulación del tobillo: actúa en el taloneo.

2. Articulación de la rodilla activa: en el giro de rodilla y muslo.

3. Articulación coxofemoral: actúa en el giro de la cadera.

4. Articulación escapulo - humeral: actúa en la salida del brazo.

5. Articulación radio humeral: actúa en la extensión y rotación del antebrazo.

Acción muscular

Los músculos que intervienen en este movimiento son entre otros:

1. En el pie: calcáneo medio, lateral, maléolo, maléolo medio.

2. En la pierna: soleo, gemelo, tibial, tríceps sural.

3. En el muslo: semimembranoso, semitendinoso, bíceps femoral, recto

femoral, abductor, tensor de la fascia lata, cuádriceps, sartorio.

4. En la cintura coxofemoral: glúteo mayor, glúteo mediano, oblicuo externo.

5. En el tronco: recto abdominal, pectoral mayor, dorsal, trapecio.

6. En el hombro: deltoides.

7. En el brazo que golpea: tríceps, braquial anterior, coracobraquial.

8. En el brazo que se recoge (acción de Hikite): bíceps braquial y deltoides.

9. En el antebrazo: extensor largo de los dedos, cubital posterior y anterior.

10. En la mano: ínter ósea, abductor corto del pulgar.

Todos estos músculos actúan en conjunto para dar como final la técnica efectuada. Esto es lo que se denomina acción kinesiológica conjunta.

Cadena Bio-cinemática

En esta técnica hay una acción coordinada de varias articulaciones que participan en el movimiento en forma sucesiva. Este movimiento tiene un tipo de cadena bio-cinemática; que se denomina cadena bio-cinemática abierta (ramificada) Grado Bio-cinemático

Al ejecutar los movimientos de esta técnica, la capacidad desplazamiento de los segmentos del cuerpo, se mueven en dos planos que son: sagital

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y horizontal; así que posee 2 grados bio-cinemáticos.

Equilibrio

Bajo el punto cinético es natural intentar que la zona básica de apoyo sea amplia y el centro de gravedad esté situado lo más bajo posible, pues así se consigue una mayor estabilidad. Por ello para obtener la mayor potencia en el golpe, se sitúa la cadera baja y las piernas firmes y tensas, aumentando la estabilidad y se obtiene equilibrio. En esta posición el cuerpo posee una buena base de sustentación. Centro de gravedad (desplazamiento - trayectoria)

En esta técnica la cadera gira. Al iniciar la acción la cadera se encuentra hacia un lado y va girando hasta quedar totalmente de frente al final del movimiento.

Así que podemos observar que las caderas se desplazan sin afectar el centro de gravedad.

Principio biomecánico

En este movimiento, para ejecutar el golpe; primeramente debe haber un fuerte empuje de los talones contra la superficie de apoyo que en este caso sería el suelo; éste a su vez, le contestará con una fuerza igual pero de sentido contrario.

Esta fuerza de empuje es la que hace girar la cadera, para que ésta a su vez

haga rotar el torso y saque el brazo que va a golpear.

Como podemos observar en este movimiento cumple con la tercera ley de Newton. Denominada la “Ley de Acción y Reacción.”

3. Análisis físico La energía desarrollada por un golpe, podernos estudiarla partiendo de la Fórmula de energía cinética donde Ek = m.v2 (energía cinética es igual a masa por velocidad al cuadrado). Si suponemos que por término medio el brazo de una persona no sobrepasa los cuatro kilogramos de peso, debemos considerar cuáles son los factores determinantes para que un Gyaku-Tsuki alcance una fuerza de impacto considerable. Esta energía conseguida a través de la velocidad del Tsuki, será la que en un momento dado permitirá ejecutar un trabajo tal como el de lanzar el cuerpo del contrincante una distancia determinada. Bajo este orden de ideas, deben considerar que para mover el peso del oponente simplemente 1 metro de distancia, se deberá conseguir una energía capaz de realizar dicho trabajo; de esta forma, si la víctima tiene una masa de 80 Kg, y

consideramos que la constante de oposición al movimiento como resultante de la posición del luchador y el rozamiento del piso y del aire es igual a 0,5, entonces la fuerza de resistencia que se opondrá al golpe será de 0,5*80Kg*9,8m/s2 = 392 Nw =

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392 Kg.m/s2 y en tal caso (dado que se desea mover 1 metro) el trabajo a realizar sería de 392 Kg.m2/s2 = 392 jul. Por lo tanto, la velocidad necesaria que debe alcanzarse (si consideramos que la masa del puño es de 4 Kg) sería de 9,9 m/s que sería algo así como 35,6 Km/h.

El otro método para analizar físicamente el impacto es bajo la teoría de colisiones en la que se indica expresamente que la sumatoria de los MOMENTUMS se conserva antes y después del impacto, de esta manera, observamos que la representación de dicha teoría en fórmulas sería:

Y de esta fórmula es fácilmente inferir que dado que la masa del puño no es comparable con la masa del cuerpo del oponente, la única manera de equilibrar la fórmula y no salir repelido en el impacto, es la de que el Tsuki vaya a una velocidad tal que pueda mover la masa mayor sin problemas. Suponiendo que el oponente se encuentra en reposo (v2=0), y que el Gyaku-Tsuki finaliza tradicionalmente en Kimé (v1'=0). La fórmula se transforma en:

La única manera de hacer válida esta fórmula es logrando una velocidad en el Tsuki tal que pueda contrarrestar la masa del oponente (m2).

Las primeras investigaciones han ido siempre hacia el camino del estudio de la velocidad y ciertamente la práctica también se dirige en esa dirección; pues aumentar un factor que en la ecuación de fuerza está elevado al cuadrado, alcanza siempre resultados, brillantes. Así, en estudios realizados de la Universidad de Takushoku, en Tokio, se ha llegado a determinar que la velocidad de un puño en su recorrido llega a alcanzar fases de hasta 7,10 m/seg. ¿Pero cuál es el mecanismo que genera esta velocidad?

Podemos enunciar que el empuje originado por la planta del pies de la pierna atrasada y el aplastamiento del tobillo de la planta del pie contra el suelo produce el inicio del movimiento que acompaña al unísono el giro de la cadera hacia el frente, en una rotación constante y profunda Esta gran masa de la cadera ve acrecentada su velocidad de giro con el retroceso del brazo contrario que actúa corno segundo eje de volante y creador de una fuente de energía que se transmite a través de un eje vertical, el tronco, que gira al compás de la cadera.

La rodilla delantera y el tobillo y la planta del pie deben servir de soporte y tope con el fin de evitar que un giro excesivo cambie la dirección de la fuerza, o que un retroceso de la rodilla y cadera absorba negativamente el impacto. Simultáneamente y aprovechando el impulso generado por el cuerpo inferior, el brazo se extiende y los antebrazos salen rozando el costado del cuerpo por el camino más

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directo hacia su objetivo, a la vez, un giro de antebrazo y muñeca estabiliza la dirección del puño y le dan mayor poder de penetración, gracias al fortalecimiento obtenido por el giro del haz muscular.

Conjuntamente, y al final, la contracción de las masas musculares más poderosas (dorsales, abdominales, glúteos, etc.) dan solidez a la posición y sirven de soporte al contra choque originado por el puño al Alcanzar su objetivo, y a la onda contraria, que después de pasar en sentido inverso por todo el cuerpo, rebota nuevamente contra el suelo para incidir otra vez en el blanco.

La presión ejercida en el punto de impacto puede ser un tema interesante de estudio a nivel físico también. Es por ello que se genera mayor dolor en impactos en los que la mano que golpea se encuentra en posiciones como Ippon Ken, Nakadaka Ippon Ken, Hira Ken, puesto que de esta forma (al estar el puño en nudillos) el área de impacto es menor, entonces la presión es mayor para la misma fuerza de empuje (P=F/A) (Presión es igual a la fuerza ejercida por unidad de área). Pero en este punto debe tenerse presente que la fortaleza de la mano en dichas posiciones puede verse diezmada por la dureza del punto de impacto del oponente y es por ello que sólo se aplica en puntos vulnerables del oponente pues de otra manera lo que se ganaría al disminuir el área de impacto sería perdido por la

disminución en la fuerza de la aplicación de la técnica.

La acción de todo este mecanismo no tiene una duración más allá de 0,2 seg. y dado que en él interviene prácticamente todo el cuerpo, es comprensible el largo entrenamiento necesario para adquirir la eficacia precisa.

Aunado todo esto a una actitud mental correcta y positiva será necesario para generar una potencia devastadora capaz de realizar golpes con una capacidad destructora de alto poder.

Bibliografía

• HOCHMUTH G. Biomecánica de los Movimientos Deportivos. Editorial Raduga, Moscú, 1988.

• NAKAYAMA M. La Dinámica del Karate. Editorial FHER, S. A. México, 1982.

• NAKAYAMA M. El mejor Karate. Editorial FHER, S. A. México, 1982.

• VELIZ C. Conferencias de Biomecánica. Corporación Unicosta, Barranquilla, 1984.

Agradecimientos • Lionel Worrell (Q.E.P.D) por las

experiencias recibidas y Carlos Ospina, Ingeniero Electrónico (Asesoría científica)

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EL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO EN PERSPECTIVA DE

DESARROLLO HUMANO

José tomas Cortes Díaz

• Licenciado en educación Física • Especialista en entrenamiento deportivo • Entrenador de fútbol de salón

Con una mirada desapercibida podríamos decir que la práctica del deporte con un ideal de rendimiento o específicamente un proceso de rendimiento deportivo, es visto, como una intervención de tipo instrumental, en donde se aplican métodos y medios del entrenamiento sobre un sujeto que posee ciertas potencialidades, intentando lograr su máximo desempeño en una manifestación deportiva. De hecho, algunos teóricos del entrenamiento deportivo lo presentan como un procedimiento instrumental e internalista en donde solo es importante dosificar esfuerzos de forma creciente para generar el fenómeno de adaptación. Para ellos, el proceso de entrenamiento es una fase continua de trabajo que intenta el desarrollo óptimo de los componentes físicos, técnicos, tácticos, estratégicos y psicológicos del sujeto para alcanzar el máximo rendimiento deportivo (González Badillo, 2002); (Ozolin, Grosser, Starischka y Zimmermann, 1983); (Platonov, 1988); (Zimkim, Manno, 1991).

Según lo anterior, el entrenamiento deportivo se reduce básicamente a un proceso biológico, en donde lo fundamental es lograr adaptaciones que lleven al deportista a mejores desempeños competitivos, si entendemos que el proceso de adaptación en un individuo se presenta como una secuencia de fenómenos biológicos en donde inicialmente se aplica una carga determinada con la intención de romper la homeostasis o estado de equilibrio, esta carga produce un estado de fatiga que es superado por una periodo y actividades de recuperación; cuando este proceso es adecuado y bien direccionado se presenta un fenómeno llamado supercompensación o ganancia energética, definiéndola como lo expresa Yáñez (1992) “la energía se produce en la medida en que se gasta”. Ahora bien, entendido este proceso biológico, es posible preguntarnos si ¿realmente este fenómeno es lo único que interesa y permite resultados en la competencia? Desde una mirada de desarrollo humano Carlos Bolívar dice “en el deporte la competencia y el resultado son supra-valorados aún sobre los mismos valores humanos” (Bolivar, 1986). Otro pensamiento respecto al deporte de rendimiento nos lo deja ver

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K. Opel 1998 (citado por López 2010) “La naturaleza del deporte es única y exclusivamente competitiva, ya que toda acción va dirigida y determinada por el afán egoísta de victoria, es decir, por el deseo de sobreponerse al resto de competidores para lograr nuestras metas”.

Estos discursos han generado que otros teóricos del entrenamiento deportivo hayan entendido, que el deporte es una cuestión de rendimiento, pero también entienden que sobre el individuo que se actúa es un ser humano que tiene sus limitaciones y sus propios intereses. (Martin, 1977); (Matveiev, Bompa, Vittori, 1983); (Verjoshanky, 1985); Zintl, 1991); (Quezada, 1997); (Pérez, 2008), entre otros coinciden en afirmar que el “entrenamiento deportivo es un proceso biológico – pedagógico complejo que aumenta las condiciones funcionales, personales y sociales de los individuos”. Estas nuevas visiones nos permiten pensar un deporte de rendimiento bajo una perspectiva de desarrollo humano, un deporte competitivo que potencialice al ser humano como sujeto y no como objeto de intervención y producción, que

elimine la visión reduccionista que se ha montado sobre el entrenamiento deportivo y desde el cual solo se ha pensado en la producción y explotación de las habilidades y capacidades del ser humano. Sin duda, el deporte en todas sus manifestaciones cumple un papel formativo y social, de hecho hay una relación de tipo educativa, un individuo que enseña y otro que aprende. En esencia el deporte no es un fin aunque para algunos lo sea, sino un medio para otros fines, el mismo Juan Pablo II afirmo en una alocución. “el deporte es adiestramiento a la reflexión el justo empleo de las propias energías y de la educación de la voluntad” en este sentido el deporte aparece como un medio para educar, desarrollar y fortificar el cuerpo humano para que preste mejor servicio al logro de la maduración personal (Parent, 1990), desafortunadamente, el espectáculo deportivo comercializado no responde a estos objetivos, llevando al entrenamiento deportivo a una posición reduccionista, instrumental y de explotación, esto ha provocado una deshumanización del entrenamiento deportivo bajo una nube de rendimiento. Sin embargo, el deporte de rendimiento posee una connotación especial, ante la sociedad; hace visible al invisible, ahora, si se acepta el deporte de rendimiento como una categoría especial que requiere de comportamientos y acciones sociales adecuadas, estaríamos ante un

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fenómeno que no responde a estructuras utilitaristas, por esa doble función de educar y formar, es decir, se asume un individuo como producto de un proceso formativo que debe darse como parte integral de su desarrollo. No obstante y, como lo dice Bolaños (2005) “Esas visiones reduccionistas han dejado de lado otras opciones y alternativas del deporte que sobrepasan el funcionalismo y la mecanicidad de una sociedad, que si bien es cierto encontró en estos paradigmas su punto álgido de desarrollo; a la postre estos mismos han ido llevando al detrimento del ser humano (que no ha sido asumido como centro del desarrollo sino como objeto para la producción y así para un desarrollo materializado solo en la producción)”

No es posible pensar un ser humano en donde solo la habilidad y capacidad corporal le permita ser parte visible de una sociedad, su desarrollo de habilidades y capacidades asumidos como fuerza de trabajo son los estándares para un estilo de vida o sencillamente para ser aceptado en ciertos grupos sociales o vivir en

ciertos estratos ¿Qué pasa entonces con aquel individuo que no supera los estándares competitivos, pero igual participa en un proceso de entrenamiento deportivo? Será acaso que no hace parte de la sociedad?

Será que el entrenamiento deportivo está condenado a ser visto como una estructura mecánica y utilitarista en donde solo se pretende intervenir y explotar las capacidades de los individuos a costa incluso de su propia salud o será un medio que nos brinda la posibilidad de potencializar las capacidades de los individuos con base en sus propios intereses y en su capacidad de trabajo individual, mediante la integración de principios de tipo biológicos y pedagógicos como una unidad alrededor del proceso de entrenamiento deportivo. Aunque, no es posible desconocer que el deporte de alto rendimiento es una manifestación de la época moderna y obliga a procesos de entrenamiento deportivo muy exigentes, se convierte en una actividad excluyente, no participa aquel que tan solo tiene capacidades para llegar al alto rendimiento, sino aquel que tiene capacidades y que además puede

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subsidiar todo lo que implica en términos de rendimiento un adecuado estilo de vida (buena alimentación, buena implementación deportiva, disponibilidad de tiempo, entre otras), sin embargo, hay una reducción del mundo deportivo para la mayoría de la población y en gran medida el entrenamiento deportivo pierde su cobertura como medio para el desarrollo humano. En este sentido Francisco López dice “una cosa es lo que las cosas son y otra lo que deben ser, y hoy por hoy, el deporte de élite, aquel que todos admiramos y observamos, está tan mercantilizado que en la mayoría de las ocasiones no puede ser más que una fuente de valores negativos para la sociedad, ya observamos casos de deportistas que no les importa engañar con el fin de ganar, que utilizan sustancias para mejorar su rendimiento, que están acomodados y no se dedican totalmente al deporte.

Pero en el ámbito del deber ser, del atender a la naturaleza del deporte, las cosas nos aparecen de un modo completamente distinto, el deporte no es solo competitividad, es cooperación y superación de uno mismo, el rival, como ya dije, no es aquel que debo

derrotar por todos los medios, sino aquel que me obliga (y por tanto me ayuda) con su oposición a superarme y encontrar lo mejor de mí mismo.

Recordemos que el lema olímpico dice: “Más alto, más fuerte, más rápido”, eso debe ser el deporte de competición: deseo de auto-superación de uno mismo con el fin de mejorar constantemente” (Lopez, 2010). Bajo estas perspectivas del deporte competitivo no queda más que replantear la pregunta por el deportista de rendimiento como protagonista del fenómeno llamado entrenamiento deportivo. ¿Es posible identificar o descubrir una forma para que el fenómeno de entrenamiento deportivo se convierta en una acción educativa y formativa que tiene su máxima expresión en la situación competitiva? Bibliografía • Bolaños, DF (2005).Deporte y su acción

societal. Revista Kinesis. 43. • Bolivar, C. (1986). El sentido común, el

deporte y la pedagogía liberadora. educación fisica y deportes, 8.

• Lopez, F., J. (2010). Reivindicando una ética del deporte como filosofía aplicada: El deporte como cuestión moral. Dilemata, 2.

• Perez, JL y Delvis, O. (2009). El entrenamiento deportivo: Conceptos, modelos y aportes cientificos relacionados con la actividad deportiva. Revista digital efedeportes. 129.

• Parent, J. (1990). Para una etica del deporte. Mexico: Zamora, Michoacan.

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