revista numero 37 candÁs marinero

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Page 1: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO
Page 2: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

PORTADA—————————————————————————Por Francisco Javier Mendez

SUMARIO——————-Pag 2

NOTICIAS——————-Pag 3,4,5

EL OSCURO SILENCIO

DE LA BARBARIE———Pag 6.7.8.9.10,11,y 12————————-Por José Carlos Álvarez

NOTICIAS——————Pag 13,14,15,16,17, 18 y 19

GüELOS——————--Pag—20 y 21————————————--Por Gonzalo González

NOTICIAS——————-Pag—22 y 23

PASEANDO—————--Pag—24 y 25————————————Por José Carlos Álvarez

NOTICIAS——————-Pag 26

HISTORIAS DE CANDÁS

Y LA MAR——————--Pag 27——————————————-Por Laureano Álvarez

DEPORTES ——————Pag 28,29.30 y 31

TEATRO MARINA———-Pag 32

LLos Pescadores del Norte y Noroeste de España

lo continuaremos para el siguiente mes

REVISTA NUMERO 37 DE LA ASOCIACIÓN CANDÁS MARINERO —————MAYO 2017

ARCHIVOS Y DOCUMENTACIÓN —-Francisco Javier

COORDINADOR ————————--José Antonio

FOTOGRAFIA –Juanjo Argüelles

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Page 3: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Casi treinta perso-

nas, tres de las cua-

les serán exhuma-

das el sábado, fue-

ron fusiladas y arro-

jadas desde Peñas

y San Antonio entre

1937 y 1939

Asturias cayó en manos de los nacionales el 21 de octubre de 1937. Desde esa fecha hasta el fin de la guerra, en abril de 1939, se contabilizaron 69 desapa-recidos entre vecinos Carreño y Gozón, y casi una treintena de personas que fueron primero fusilados y después arrojados al mar, bien por el cabo Peñas o por San Antonio, en Candás. "Por Peñas tiraron a go-zoniegos y avilesinos; en Candás, casi todo candasi-nos", explica el historiador Pablo Martínez Corral.

Como historia curiosa, entre los muertos del cabo San Antonio figuran tres hermanos Álvarez Rodrí-guez, uno de los cuales, Manuel, consiguió sobrevivir a tres balazos y a la caída por el acantilado. Tras vol-ver a su casa natal en Prendes, un mes más tarde, fue detenido y vuelto a fusilar por los falangistas, que esta vez no fallaron. "Hubo meses en los que incluso se prohibió la pesca en esa zona", añade Martínez Corral.

En esa lista figuran también tres cadáveres de muje-res de Candás que serán exhumados el próximo fin de semana en el cementerio de Bañugues por un equipo dirigido por el forense Francisco Etxebarria. Esas tres mujeres formaban parte de un grupo mayor que fue detenido el 2 de junio de 1938. Algunos de los cadá-veres nunca regresaron a la costa, y los que arribaron fueron trasladados a Bañugues, a Viodo y a Luanco. Las dos últimas fosas están "destrozadas", de ahí que la investigación se haya centrado solo en la de Bañu-gues. Tras la exhumación, será examinado el ADN de los cuerpos.

El modus operandi era similar a la hora de arrojar los cuerpos al mar. Lo contaba la militante comunista, ya desaparecida, Peregrina González, conocida como "la Pasionaria de Gozón": "Pasaba el camión de la muer-te cargado con hombres y mujeres que eran arroja-dos al mar, algunos vivos, por un acantilado de unos cien metros, y muchos de esos mártires se quedaban colgados en matorrales o piedras salientes hasta que les llegaba la muerte".

En el estudio realizado por la Asociación por la Recu-peración de la Memoria Histórica (ARMH) sobre la exhumación, los especialistas dejan claro que los cuerpos, tras ser lanzados desde lo alto de los acan-tilados, "quedaban destrozados". Martínez Corral lo corrobora y aporta un caso más, el de un hombre que, tras los embistes del mar y el golpe contra las rocas, quedó decapitado. Fue hallado en la playa de Viodo, junto a Peñas.

Fuente La Nueva España Illán Garcia

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Page 4: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

UN GRUPO DE FORENSES EXHUMARÁ LA FOSA

COMÚN DE LA GUERRA CIVIL

Los trabajos en el cementerio tratarán de recu-

perar los cadáveres de unas mujeres arroja-

das desde el Cabo Peñas y cuyos cuerpos de-

volvió el mar

Uno de los forenses españoles más reputados, Fran-cisco Extxebarría, que trabajó en las exhumaciones de los miembros de ETA Lasa y Zabala y también en el "caso Bretón" será el encargado de hacer lo propio en el cementerio de Bañugues con una fosa común de la Guerra Civil, en la que se hallan, al menos, tres muje-res de Candás enterradas en 1938. Según la investiga-ción llevada a cabo por la asociación por la recupera-ción de la memoria histórica (ARMH), los cuerpos fue-ron arrojados previamente al mar desde los acantila-dos del cabo Peñas y, posteriormente, las olas devol-vieron los cadáveres a la orilla.

"Arrojaron ocho mujeres y la mar devolvió a seis: dos se cree que fueron enterradas en el cementerio de Viodo, una en el de Luanco y tres en el de Bañugues, de los otros dos cuerpos no se sabe nada", explica Luis Miguel Cuervo, miembro de la ARMH y uno de los res-ponsables de la exhumación en Asturias. La acción se llevará a cabo los días 20 y 21 de mayo. El mismo equi-po hará lo mismo en otra fosa común en Pravia, donde están enterrados dos hermanos represaliados en la Nochebuena de 1937. Ambas fosas son las primeras que se exhuman en Asturias desde hace casi una déca-

da. Anteriormente hubo otras actuaciones similares en Posada de Llanes, Cabañaquinta y Valdediós, en-tre otras.

La historia del asesinato de las mujeres enterradas en Bañugues se remonta al 10 de mayo de 1938. En esa fecha, el jefe de la Columna de Ocupación de Levante, el Negociado de Orden Público del Ayunta-miento de Carreño, confecciona una relación de los individuos que "han huido y que ha cometido críme-nes y delitos, que han formado parte de las diferen-tes directivas de los partidos afectos al Frente Popu-lar". Ese listado incluye los nombres de 52 vecinos, la mayoría de Candás. Cabe señalar que las tropas nacionales ya habían tomado Asturias en octubre de 1937 y, por lo tanto, la Guerra Civil en la región ha-bía terminado.

La investigación que ha realizado la ARMH arroja nue-vos datos. El 2 de junio de 1938 se tiene constancia de un camión cargado de prisioneros que pone rum-bo al Cabo Peñas, desde donde serían arrojados los cuerpos de, al menos, esas ocho mujeres. "A partir de esa misma jornada en las playas, puertos y pedreros cercanos a las localidades de Bañugues y Luanco, en el concejo de Gozón, aparecieron numerosos cadáve-res que habían sido devueltos por el mar. Como es normal, estos hechos causaron una gran conmoción entre la población local, lo que provocó que el párro-co de Luanco se desplazara a Candás para protestar enérgicamente ante los responsables locales de la Falange", explica Luis Miguel Cuervo.

Los vecinos del entorno de Peñas encuentran los cuerpos de cuatro mujeres: una el día 2 en la playa de Bañugues; otra el día 3, en ese mismo lugar; una ter-cera el día 4, en la de "Las Botadas", al este de la de "Llumeres"; y una cuarta el día 7, en la de Moniello. Aun serán hallados los cadáveres de otras dos el día 4 de julio: una en "El Pedrero" y otra en "El Reduso", localizaciones cercanas al Cabo Peñas y de difícil acce-so. Fuente La Nueva España Illán Garcia 4

Page 5: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

La búsqueda de "Les Candases" continúa

Los trabajos de la exhumación de Bañugues son una incógnita. Por el momento, el equipo de Aranzadi capi-taneado por el forense Francisco Etxebarria tan solo ha dado con un féretro enterrado en una fosa del cemen-terio, en la que presumiblemente hay otros dos cuer-pos más. Los tres son de mujeres de Candás, pero poco más se sabe. "Estoy emocionado, me parece increíble que ocurriera algo así". Habla Juan Rodríguez, nieto de Rosaura Muñiz, una de las candasinas desaparecidas en 1938. La investigación continúa.

El 2 de junio de ese año, un camión falangista con destino al cabo Peñas trasladaba a ocho mujeres des-de Candás para ser fusiladas y posteriormente arroja-das por el acantilado hacia el mar. Todas murieron. Sin embargo, dos cadáveres nunca fueron devueltos por la mar. El resto, fueron hallados en los días sucesi-vos en la costa gozoniega. Dos se trasladaron al ce-menterio de Luanco, una al de Viodo y tres a Bañu-gues. Se da la circunstancia que las fosas de las dos primeras localidades fueron "destrozadas" y solo que-da la de Bañugues. Los familiares de esas mujeres confían en que la investigación de Etxebarria despeje la incógnita. "Somos biznietas de María Fernández, 'La Papona', solo esperamos que esté aquí y no sea algu-na de las que se llevó la mar", indica Miriam Santove-ña, que como su hermana Sonia, no perdía detalle de los trabajos de la ARMH y Aranzadi. A pocos metros, Miguel García confía en tener la misma suerte. Su ta-tarabuela, Aúrea Artime García y sus hijas Plácida y

Balbina López "fueron detenidas primero para poder atrapar" a su bisabuelo, Ángel López, anar-quista de la CNT y trabajador de las conserveras de Candás y promotor de huelgas en las fábricas. "Estaba fugao en Piedeloro, a ellas las mataron el 2 de junio de 1938 y a él, al día siguiente junto con Pío Solís, secretario del PC de Carreño", aña-de Miguel García.

Los familiares admiraban cada movimiento de pala del equipo de Etxebarria. Los trabajos co-menzaron hacia las nueve y media de la mañana con la excavación de un terreno ubicado en el centro del cementerio bañuguero. "Siempre se dijo que ahí estaban enterradas Les Candases", se oía comentar entre los vecinos y curiosos que no perdían detalle de la operación. "Luego harán las pruebas de ADN y a saber, de cualquier manera nos alegraremos", expresa Sonia Santoveña, que recuerda como su madre, Conchita Fernández, le contó la historia de su bisabuela, María "La Papo-na", desde que era pequeña.

Los familiares admiraban cada movimiento de pala del equipo de Etxebarria. Los trabajos comenzaron hacia las nueve y media de la mañana con la excava-ción de un terreno ubicado en el centro del cemen-terio bañuguero. "Siempre se dijo que ahí estaban enterradas Les Candases", se oía comentar entre los vecinos y curiosos que no perdían detalle de la ope-ración. "Luego harán las pruebas de ADN y a saber, de cualquier manera nos alegraremos", expresa So-nia Santoveña, que recuerda como su madre, Con-chita Fernández, le contó la historia de su bisabuela, María "La Papona", desde que era pequeña.

Fuente La Nueva España Illán Garcia 5

Page 6: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Hay hechos que acaecen en periodos oscuros, siniestros, sobre los cuales se acumula una pátina de

silencio acarreado por la resignación y el temor. No está demás en el tiempo recordarlos, aunque sólo sea por

respeto a los que los padecieron, para evitar que la historia apócrifa los perpetúe en la falsedad convirtiendo a

las víctimas en verdugos de lo acontecido.

Candás, Junio de 1938

Se asomó a la galería. Desde allí vislumbraba

la plaza de La Baragaña. El vocerío de la calle le

había sobresaltado. El presagio mañanero afloró de

nuevo con fuerza inusitada llenándole de zozobra el

alma. Antes de atisbarlos sabía que el apresado era

él.

-“¡Es inocente! ¡Dejad de torturarlo!

¡Criminales! ¡Asesinos!”

No pudo contener el impulso atávico. Nunca

soportó la injusticia, el escarnio y el martirio y

barruntó, aún sin terminar de pronunciar las

palabras, que lo que estaba gritando podía costarle

la vida.

Se llamaba Rosaura. Vino al mundo en la calle de

La Cruz nº 11 un ocho de Setiembre de 1875 a las seis de

la tarde, apenas unos meses después de instaurada la

Restauración borbónica en España que ponía fin a la

Primera República. Su madre, Florentina González, ama

casa. Su padre, Plácido Muñiz, pescador. Corría por

entonces en Candás un periodo de auge pesquero. A las

ancestrales costeras del besugo y la sardina se unían

nuevas capturas de bonito y bocarte. El escabechado

tradicional daba paso a las nuevas técnicas de salazón,

cocción y envasado. Las fábricas de conserva se

multiplican en el pueblo aprovechando el incremento de

la pesca y el oficio y buen hacer, en les bodegues, de les

muyeres candasines. Se casa con Lino a finales del siglo -

en 1899- recién regresado de la guerra de Cuba. No era

sabedora por entonces que las consecuencias de esa

palabra, guerra, iban a marcar su vida con saña y con

sangre. Transcurre el matrimonio como tantos otros del

pueblo, tiempos de bonanza solapados con otros de

carencias, siempre en función de la beneficencia o la

cicatería de la mar con las dádivas de las costeras. Seis

son los hijos concebidos en el matrimonio que

prontamente se hacen mayores. Le gustaba ir a la iglesia

y rezar algún que otro rosario de agradecimiento, era

como una necesidad; quizá debido a las circunstancias

de la época, a las congojas y el pavor que consumían su

cuerpo cuando la mar mostraba su lado lóbrego y las

galernas sorprendían a las lanchas en plena faena y ella,

junto a las demás mujeres, se reunían en el muelle,

impacientes y angustiadas, suplicando al Cristo marinero

que hiciera el milagro y trajera a puerto, sin tragedia que

lamentar, a todas las embarcaciones.

No tarda la vida en asestarle el primer revés. La

enfermedad se lleva consigo a su marido. Asume

resignada la desgracia y acrecienta su devoción con misa

diaria en busca de consuelo y desahogo, intentando

aplacar la pena y el dolor que le corroen. No ha de ser el

único infortunio que la vida le tiene reservado. A su

yerno, el esposo de Clementa, un golpe de mar lo

arrebata de cubierta y se lo traga, al ser sorprendido el

barco donde faenaba por una borrasca repentina. Poco

después al hijo de este, su nieto, lo lleva una afección

traicionera dejándoles, a madre y a hija, el corazón

desgarrado de por vida por tan desdichadas pérdidas.

Llegan los convulsos años treinta a España

marcados por la gran depresión del crack del 29 de la

bolsa de Nueva York. La carencia en las necesidades

básicas y el descontento popular con la monarquía y

los partidos surgidos de la Restauración generan un

nuevo auge entre los defensores republicanos y las

organizaciones obreras. Las conjeturas sobre la

Segunda República se hacen realidad y termina

instaurándose en 1931. Se pueden considerar en ella

tres etapas.

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Page 7: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás, Junio de 1938

Un primer bienio presidido por Azaña con diversas

reformas de modernización y culturización del país. Un

segundo bienio presidido por Lerroux, apoyado en el

parlamento por la CEDA, la derecha católica, que

pretendió dar al traste con las reformas anteriores -

durante este mandato se produce la Revolución del 34 en

Asturias-. Y una tercera etapa donde el Frente Popular

gana las elecciones en febrero de 1936 pero apenas cinco

meses después se produce el levantamiento militar que

desemboca en la Guerra Civil Española. Durante la

contienda fratricida, catorce meses en Asturias, una junta

popular gestiona el ayuntamiento de Candás, leal al

gobierno salido de las urnas; es secundada por varios

comités controlados por los sindicatos mayoritarios.

Selmo Rondón, un delegado de la CNT en la cofradía de

pescadores, dirigió el comité de pesca y alimentación.

Hacía pocos meses que la guerra en Asturias había

terminado. A pesar de las noticias que llegaban de Gijón

sobre delaciones infames amparadas en la envidia y la

codicia, detenciones en masa y fusilamientos arbitrarios

descartó, en su momento, embarcarse rumbo a Francia

junto a otros camaradas. Había estado en el muelle y fue

partícipe del miedo reinante y la ansiedad por escapar lo

antes posible del desquite de los vencedores. No supo

porqué, quizá por la incertidumbre del viaje o la zozobra

que asomaba en las caras de cubierta, pero decidió

quedarse y asumir el riesgo. No había estado en el frente

y su labor en el pueblo siempre fue humanitaria. Es cierto

que a sus ideas republicanas y pretensiones de conseguir

un mundo más justo y equitativo jamás renunciaría,

aunque tuviera que mantenerlas silenciadas por el

momento, pero no se consideraba mal mirado entre sus

vecinos. Se escondería el tiempo necesario hasta que los

ánimos se aplacasen y las tornas volvieran a su lugar. A

una mala y en caso de detención pensaba que la condena

sería un periodo de cárcel. Lo que no se imaginaba en

aquel momento era que el terror que habrían de

instaurar los somatenes y piquetes de falangistas con los

registros nocturnos y las amenazas de tortura y muerte

para todo aquel que encubriera a un ‘rojo’, haría que las

puertas de las casas permaneciesen cerradas a cal y

canto ante la solicitud de resguardo de alguno de los

perseguidos, a la vez que la delación se tornara algo

usual y se justificara por temor a las represalias. Lo que si

supo fue que, con intimidación o sin ella y la

supervivencia en juego, aún quedaban personas íntegras

dispuestas a arriesgarse y dejarle un cubículo donde

guarecerse.

El ruido en el portal le sacó del duermevela

provocándole un desasosiego repentino. Las sienes

comenzaron a latirle y el presentimiento de que algo no

iba bien le produjo una descarga de adrenalina. El sonido

apresurado de los pasos subiendo a la buhardilla activó

su cuerpo. Con rapidez inusitada Selmo abrió el velux y

se encaramó a la azotea. Podía escuchar la jauría humana

exacerbada. Un disparo retumbó abajo en el callejón del

cura y supo de inmediato que el objetivo era él. Le

habían descubierto. Se imaginaba al delator parapetado

para no ser visto en una de las esquinas del callejón,

esperando con afán el éxito de la caza que le reportaría

un mísero puñado de billetes de nuevo cuño y la creencia

de que su nombre sería tenido en cuenta en el futuro

entre los mastines atirantados del nuevo régimen, sin

importarle una mierda las secuelas asesinas que su

chivatazo iba a tener. Tenía que huir o lo ejecutarían.

Comenzó a brincar por el tejado. Oyó ruido a sus

espaldas, los tenía casi encima. Un segundo disparo

atronó en la calleja seguido de un grito lastimero que

vaticinaba muerte. El bramido desgañitado le estremeció

–“¡Qué hostia hacéis ahí abajo. Le habéis dado a uno de

los nuestros. Lo habéis matado joder!”

Prosiguió dando saltos de manera deslavazada de

un tejado a otro. Era la pieza, vivo o muerto les daba lo

mismo, lo único que les importaba era capturarlo. Lo

intuía. El miedo lo agarrotaba por momentos

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Page 8: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás, Junio de 1938

Un sudor frío se iba apoderando de su cuerpo. Oyó

más disparos y sintió un impacto desgarrador que le

penetraba en la espalda. Percibió un reguero de sangre

arrollándole por el costado. La cabeza se le fue y terminó

cayendo desplomado sobre las resbaladizas tejas. Notó

el escupitajo en la cara y una voz rabiosa que se diluía en

la neblina de la semiinconsciencia -“¡Rojo asqueroso. Te

tenemos!”-. Un remolino lóbrego lo sumergió en la

absoluta oscuridad.

Como solía hacer últimamente buscó distracción

en la cocina. Se puso a preparar la comida demasiado

temprano con la intención de aplacar su incesante

desasosiego. Igual que en días anteriores Rosaura había

madrugado para asistir a la misa de la mañana. Rezó el

rosario y pidió con vehemencia al Cristo por los suyos,

los que tenía a su lado y los que la desgracia se llevó.

Suplicó con énfasis que acogiese a su hijo Joaquín a su

lado. La guerra lo había sacrificado en una trinchera del

frente de Candamo. Era joven e idealista. Dejó viuda y un

hijo a punto de nacer

Y una madre

enquistada en el luto que

renegaba del trato de la

vida en los momentos de

desolación, para de

seguido sobreponerse y

resurgir del despojo del

desaliento con el suficiente

coraje para seguir tirando y

resistir con denuedo las

adversidades padecidas

. Rogó también por

Pinón

otro de sus hijos preso en Ribadeo, implorando que

lo mantuviera bien de salud. Al finalizar la misa regresó a

casa. No corrían buenos tiempos. Con el final de la guerra

había arraigado en el pueblo el odio, la codicia, el anhelo

de venganza y en la mayoría de las casas un temor atroz a

las represalias. Se percató cómo de un día para otro hubo

feligresas que se mudaron de banco en la iglesia para no

tenerla cerca. Y en la calle algunos convecinos eludían el

saludo, la miraban de soslayo y murmuraban con

desdén. Intentó sonsacar en las miradas el porqué sin

conseguirlo. Estaban vacías. Sólo transmitían bajeza

moral. Ella callaba pero podía imaginarse el motivo: un

hijo muerto en el frente perdedor, otro preso por Galicia

y un yerno escondido por el pueblo declarado en busca y

captura por el hecho de ser republicano y haber

formado parte de un comité popular de alimentación.

Los siniestros guardianes de camisa azul, correaje,

pistola al cinto y ‘viva España’ estaban ávidos de

revanchas, torturas y ejecuciones. Eran los caínes de la

posguerra. Había que andar con tiento.

Su buena mano en la cocina conseguía solapar la

escasez de alimentos y las carencias de dinero. Olía bien

el pote que poco a poco iba impregnando su aroma por

toda la casa. Se asomó a la ventana. Era incapaz de

desprenderse de aquella aprensión que durante gran

parte de la noche la tuvo en vela. Lucía un sol veraniego

en un cielo casi despejado. Olía a mar el mediodía.

Parecía que al fin descartaba los malos augurios cuando

escuchó el griterío. Provenían de la calle de la sierra y se

acercaban a La Baragaña. Lo supo al instante, se lo dijo el

corazón. Todos sus aciagos presentimientos, sus trágicas

conjeturas y sus angustias nocturnas se hicieron realidad

de repente. Lo habían apresado. Era él. Su yerno

Se asomó a la galería y gritó. Gritó sin contenerse.

Gritó contra la sinrazón. Gritó con vehemencia contra la

tortura y el asesinato. Contra la crueldad recién

instaurada por el nuevo régimen. Gritó clamando piedad

y justicia. Selmo no era merecedor de aquella atrocidad.

Ni él, ni nadie.

Un grupo de secuaces lo rodean. Van armados.

Con pistolas y fusiles. En el centro del corro, medio

aspado, avanza a duras penas el cautivo. Tiene la cara

amoratada, desfigurada por los culatazos recibidos

. El dorso de la camisa, mugriento de costra

reseca y sangre fresca, evidencia la herida de bala.

Apenas puede mantenerse en pie

Se siente morir por momentos. Uno de los del

mosquetón, jactancioso, le suelta un brazo de la

improvisada cruz y lo levanta

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Page 9: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás, Junio de 1938

Le conmina vociferando, para hacerse oír entre el

runrún de la gente, que grite ‘Viva España’ y cante el cara

al sol. Ni tiene fuerzas, ni por supuesto voluntad de

hacerlo. Aún en el umbral de la muerte su dignidad

prevalece y se niega. A punto está de irse al suelo por la

patada recibida. Ansía que el sacrificio acabe. Que lo

maten de una vez para poder descansar.

Inesperadamente el cielo se torna negro sobre el monte

Fuxa. Adquiere un cariz sobrecogedor. La tormenta se

manifiesta y los relámpagos y el aguacero se ciernen de

inmediato sobre el pueblo. En las décadas siguientes se

transmitirán con cautela, de padres a hijos, diferentes

relatos de lo acontecido, todos ellos coincidentes en el

imprevisto oscurecimiento del cielo, la tormenta

repentina y lo sobrenatural del suceso, llegando a

aventurar que un enfado divino lo produjo para frenar

aquel ritual inhumano que se estaba llevando a cabo.

Semejándolo incluso, en alguna narración, con el

prendimiento de Jesús.

El chubasco, tempestuoso por momentos, retrae a

una parte de los presentes que buscan abrigo en los

portales cercanos. Otros por el contrario no se amilanan

con la lluvia y resuelven presenciar el grotesco cortejo, la

evidencia ruin de la depravación que se puede alcanzar

cuando la envidia y la avaricia imperan en los

sentimientos. La mayoría permanece silenciosa,

expectante. Algunos aprietan los puños hasta hacer

sangre en las manos. El riesgo que conlleva la intromisión

o el repudio es la vida y el miedo a perderla les retrae, les

acobarda. No ocurre lo mismo con una camarilla, en su

mayoría mujeres, que desde una esquina de La Baragaña

chillan amenazantes contra el detenido exigiendo a sus

captores que lo quemen vivo. Ahí están. Manifestando a

viva voz la bajeza moral y la inmundicia humana generada

por el odio. Sobresale entre ellas la reciente viuda que

clama venganza. No desea conocer cómo y quién disparó

a su marido, ni asumir que aquel desdichado iba

desarmado y la bala salió de pistola amiga. Su cabeza ya

ha dictaminado veredicto y exige resarcimiento y

represalias. Y a fe que las conseguirá. Las versiones

oficiales las dictaminan los vencedores y estos han

convertido a la víctima en verdugo, al perseguido en

asesino, en culpable de todas las aberraciones provocadas

por una guerra cruel y fratricida. Esa misma noche será

ajusticiado. Unos dicen que despeñado en San Antonio,

otros que arrojado por un acantilado en Peñes. Junto a

él irán sus padres y un hermano. Limpieza de sangre del

bando vencedor.

Se escuchan con nitidez los gritos de Rosaura

mientras Selmo flaquea y pierde el conocimiento. Los

secuaces levantan la cabeza hacia la galería. La viuda se

gira y la mira de soslayo a su vez. Han tomado nota. La

comitiva torna arrastrando al desfallecido hacia el

caserón de Santolaya. Al punto de detención. En el

sótano lo dejaran inanimado, casi muerto, en espera de

la noche.

Oscurece

primero esa tarde de

verano. Los

nubarrones no se han

disipado en el

semblante desde la

sinrazón y la vileza

llevada a cabo al

mediodía. En casa de

Rosaura arraiga el

abatimiento y la

amargura. Intuyen

con desesperación el

final despiadado que

le espera a Selmo.

Temen las hijas por la

vida de su madre.

El paso de las horas se ralentiza y el anhelo de que

los gritos por ella pronunciados contra los acólitos de la

barbarie queden impunes y sumidos en el ostracismo,

les lleva a la plegaria y a la súplica al Cristo marinero,

incapaces de discernir en su zozobra que son muchas las

veces que la perversión humana prevalece sobre los

designios divinos.

El golpeo estruendoso en la puerta les hace

envararse. Han oído muchos comentarios, todos ellos

siniestros, sobre los somatenes y sus visitas nocturnas

El pánico les apodera mientras Clementa se

dispone a abrir. Son desconocidos uniformados de

falangistas 9

Page 10: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás, Junio de 1938

Atruena la voz en la entrada requiriendo la

presencia de Rosaura. La vaharada fétida que surge de la

boca tras el gruñido propaga su nauseabundo olor por el

vestíbulo. Trata Clementa de no amilanarse y mantener la

compostura. Balbucea de miedo al decirles que su madre

no se encuentra bien, que no puede caminar, que pasarán

mañana por donde ellos digan. De nada le vale lo

argumentado, ni que su madre sea una persona mayor.

Son carroñeros como las hienas y se recrean en la

crueldad. La orden está dictada. La decisión tomada.

Finalmente se las llevan a las dos, a la madre y a la hija.

Rosaura jamás volverá a pisar el suelo de su casa.

La habitación está

en penumbra, iluminada

apenas por una luz de

bombilla. Son varias las

mujeres allí retenidas. El

temor las mantiene en

un silencio sepulcral sólo

alterado por los alaridos

provenientes del sótano.

Alaridos de hombres y

mujeres

Gritos

espeluznantes que

claman y se rebelan

contra la tortura a la que

están siendo sometidos

Cada cierto tiempo un par de camisas azules con

pistola al cinto entra y se lleva a una de las mujeres.

Ninguna de ellas regresa a la habitación. Rosaura y

Clementa se acurrucan en una de las esquinas. La espera

es un auténtico suplicio. Los pensamientos se agolpan

alocados en sus cabezas y el pavor por el desenlace las va

paralizando hasta dejarlas petrificadas, encogidas,

incapaces de reaccionar. Entran de nuevo los carceleros.

Esta vez se dirigen hacia ellas, se acercan a Rosaura y

entre los dos la levantan. Clementa eleva su mano para

suplicarles que no la lleven, que la dejen a su lado. Es

inútil. De un manotazo se la vuelven a bajar a la vez que

se llevan a su madre. El instinto de supervivencia le hace

reaccionar y se escabulle tras ellos. Desaparecen por el

pasillo y ella fuera de sí entra en una estancia habilitada

como despacho. Un hombre trajeado, de buen porte, no

mucho mayor que ella se le queda mirando sorprendido

por su presencia. Debe de estar bien visto y tener un cargo

importante entre los nuevos dirigentes locales. Antes de

que él pueda hablar le solicita caridad y ayuda. Le implora

sumisa que libere a su madre y las ponga a las dos a salvo.

Que son inocentes y no han hecho mal a nadie. El hombre,

sin saber muy bien porqué, quizá la mirada le conmueve,

le señala a su izquierda la puerta del guardarropa donde

puede esconderse durante la noche. Vuelve a posar sus

ojos en los de ella y se encoge de hombros a la vez que

pronuncia un “lo siento” y le dice que no está en su mano

el poder transgredir las órdenes determinadas por

instancias superiores para el devenir de su madre

Cuando al día siguiente Tomasa, avisada de la

detención por un hermano de Rosaura, se acerque

sobresaltada al puesto de interrogación a interesarse

por su suegra, acompañada de su hija mayor muerta de

miedo -apenas doce años y de nombre como su güela-,

tropezará con Clementa deambulando por los pasillos

desorientada y abstraída, envejecida de repente por la

angustia padecida. Con el paso de los meses las visitas

nocturnas a las casas, las detenciones y los asesinatos,

darán paso en el pueblo a una convivencia de fingida

normalidad asentada en el horror establecido. En las

sobremesas familiares de cartilla de racionamiento, les

contará Clementa a sus hermanos la pesadilla acaecida

aquella tarde-noche en la casa Genarín,

mencionándoles la providencial presencia de aquel

hombre que le salvó la vida. En los cuchicheos de portal

se dará por hecho que era secretario del ayuntamiento

y que durante años cortejó a una mujer respetable de

Candás. Con el tiempo encontrará Clementa trabajo de

sirvienta en la casa de verano de una familia pudiente

de Oviedo y el resto de su vida se negará con firmeza a

dar detalles o entrevistas del suplicio soportado.

La llevan a empellones por el pasillo. Un

estremecimiento le recorre la espalda. Le sudan las

manos pero poco a poco va recuperando la

compostura. El sufrimiento acarreado por las

desgracias padecidas le ha ido forjando un carácter

atribulado haciendo de la resignación un parapeto

contra el dolor.

10

Page 11: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás, Junio de 1938

Asumió hace años que este nunca la abandonaría y

terminó aceptándolo como compañero ineludible de viaje.

Es pertinaz en defender su autoestima y posee la

suficiente dignidad para impedir que el pánico la vuelva a

postrar. Endereza el cuerpo y levanta la cabeza mientras

desciende las escaleras en dirección al sótano. El comité

de tortura la recibe, tres de ellos borrachos hasta las

trancas. El hedor se concentra en el cubículo, la

mezcolanza de olores a sudor, tabaco, alcohol y humedad

se hace insoportable. Sentado tras una mesa el jefe del

grupo la mira despectivo, con asco. En el listado de

búsqueda que tiene en el cajón aparece el nombre de su

yerno, el que ella defendió esa mañana con insultos y

menosprecios hacia los captores. Tiene reseña también de

un hijo muerto en el frente republicano. Sabe de sobra

que ella carece de información que sonsacarle bajo

tortura pero su osadía merece el castigo y debe de pagar

por ello. Tienen que sentar bases de escarmiento que

sirvan de lección para que otros desistan de hacer lo

mismo. Aleja el cigarro de la boca y expulsa una bocanada

de humo a la vez que le hace un gesto a uno de los

subordinados para que proceda. Envalentonado este en la

embriaguez le desgarra la ropa a tirones, violentando su

luto y su intimidad hasta dejarla en enaguas, ayudándose

para ello de una navaja intimidatoria. Le arranca el

pañuelo de la cabeza llevándose en el tirón mechones del

pelo canoso recogido en el moño. La insultan, la golpean y

escupen, la martirizan a navajazos en varias partes de su

cuerpo. El jefe la observa con mirada sádica en espera del

grito desgarrador y la imploración de clemencia. Por un

momento no puede evitar un impulso de admiración hacia

aquella vieja que en todo momento y a pesar del suplicio y

la vejación ha mantenido con entereza inusitada su

orgullo de mujer y su dignidad. Relee su nombre en el

papel: Rosaura. Pero el impulso sólo durará un instante

pues los degenerados carecen de sentimientos y él es uno

más de los muchos escudados en el poder del nuevo

régimen.

Una mirada a sus secuaces da por finalizada la

tortura. Entre los tres la arrastran junto con los jirones

de ropa y la depositan en la celda anexa con el resto de

prisioneros.

El ruido estridente del motor de una camioneta

la vuelve en sí. No sabe el tiempo que ha permanecido

inconsciente.

La celda está completamente a oscuras y aún tarda su

cabeza unos minutos en ubicarse, en saber dónde está y que

pasó. Gemidos mortecinos delatan la presencia de otros

torturados desparramados por el suelo, tan maltrechos que

las escasas fuerzas que les quedan las emplean en agarrarse

a ese hálito de vida que por momentos se les escapa de las

entrañas. Palpa a su alrededor buscando orientación y se

topa con su vestimenta esparcida. Rememora escupitajos,

golpes, gritos, navajazos. Una arcada le viene pronta a la

boca. Ahoga el vómito y se levanta a duras penas. Poco a

poco se vuelve a vestir con los restos de la ropa, se sienta

contra la pared y reza. Reza y recrimina al Cristo y a Dios por

permitir semejante barbarie. Reza y solicita protección para

los suyos. Reza en busca de sosiego interior, de una

serenidad de espíritu que le permita sobreponerse y

enfrentarse con entereza a lo que le viene encima.

Son diez, tal vez once, los apilados en la camioneta.

Algunos agonizando de las palizas recibidas. La mitad, al

menos, son mujeres. Los continuos baches y el bamboleo

provocado por los frenazos y acelerones acrecientan la

agitación y el pánico existente al intuir cada vez más cerca

su trágico final. Mantiene absorta la mirada Rosaura.

Refleja la cara una calma guarecida en los surcos

apacibles de sus arrugas. Parece estar ajena al dolor que

su cuerpo soporta, como si al final su Cristo acogiera los

rezos desesperados y le ayudara a encontrar ese

equilibrio emocional que la aupara por encima del

sufrimiento físico.

A la derecha se va difuminando el resplandor de

las luces de Luanco, la villa vecina donde la posguerra

fue más condescendiente con los perdedores. Es cierto

que siempre se dijo que el cura del pueblo tuvo mucho

que ver en ello.

El ronroneo del motor altera el silencio de la

noche al paso por Bañugues y Viodo. El conductor

pronto avista los destellos de luz del faro Peñes. El fin

del viaje. Se sabrá a posteriori que la camioneta era

incautada para los ´traslados´ y él forzado a conducirla

bajo amenaza de muerte y represalias familiares

Decían que no soportaba el hacerlo y que

ahogaba sus escrúpulos en alcohol como si la

embriaguez pudiera solucionarle los remordimientos

nocturnos que lo carcomían, incapaz por sí mismo de

liberarse de ellos 11

Page 12: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás, Junio de 1938

Frenó bruscamente. Tan solo unos metros

separaban la camioneta del precipicio. Con premura los

cinco ejecutores, fusil colgado al hombro, se repartieron

la faena. Una pareja se dirigió al acantilado, los otros tres

comenzaron a bajar del furgón, sin miramientos, a los

condenados. De uno en uno. Empezaron por los

moribundos arrastrándolos entre dos hasta sus

compañeros mientras el otro esperaba vigilante en la

parte trasera del vehículo. Antes de arrojarlos al

acantilado los remataban a cuchillo. Carecían las víctimas

de vigor suficiente para rebelarse y apenas el sonido

agónico del último estertor rasgaba el sigilo de la noche.

Una de las mujeres, sin embargo, tras encomendarse al

más allá, reunió las agallas suficientes para anticiparse a

la cuchillada y agarrar por el correaje a uno de los

asesinos y arrastrarlo con ella al vacío. Su instinto

consiguió saciar en el último instante la codiciada

venganza que tanto planificó en las horas previas a su

muerte.

Oyó las blasfemias de los asesinos, gritaban fuera

de sí por la pérdida del camarada. Actuaban como

perros de presa enloquecidos. La bajaron a empujones

de la camioneta y medio arrastras la encaminaron al

borde del acantilado. Rosaura apenas opuso resistencia

pero maldijo en voz queda. Maldijo la crueldad y la

indecencia. Maldijo la envidia y la maldad. Y maldijo a

toda la gentuza corrompida por ellas. Maldijo a la

guerra y a los rastreros que medran sirviéndose de ella.

Maldijo las amenazas, las torturas, las represalias.

Maldijo el ansia de poder y la vileza. Y maldijo a los

somatenes, a los falangistas y a todos esos asesinos

descerebrados carentes del mínimo atisbo de

humanidad que escudándose tras el uniforme

cercenaban las vidas a su antojo persiguiendo,

encarcelando y exterminando a las personas por el

hecho de pensar diferente a ellos y aspirar a un mundo

mejor. O porque eran familia del que pensaba

diferente. O porque sí, porque querían sus propiedades

o les tenían envidia o les caían mal. Los maldijo a todos

con las exiguas fuerzas que aún le quedaban.

Notó la hoja acerada desgarrarle la carne

aunque ya no sentía dolor. Su esencia ya no estaba allí

al borde del acantilado

Podía percibir la escena desde fuera. Presenciar

cómo el arma blanca penetraba en su cuerpo varias

veces. Cómo dos de los sicarios la zarandeaban y en un

último impulso la lanzaban. Se vio a si misma descender

en el oscuro vacío y vio su cuerpo estrellarse abajo entre

las rocas húmedas por la espuma de un mar proceloso.

Fue partícipe, durante la caída, del refulgir en el cielo de

un ramillete de estrellas fugaces acudiendo a su

encuentro y guiándola a su nuevo hogar.

Rosaura: Rosa de oro

Historia contada por Jose Carlos Álvarez del que ROSAURA

ERA SU BISABUELA

Fotografias de Nona Santfer

12

Page 13: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

M.ª Est-

her Ve-

ga en-

seña

cancio-

nero

popular

con 79

años:

no es-

tudió

música

ni en-

tiende

partitu-

ras, pe-

ro se

sabe

todas

las

·piezas

apren-

didas

en la in-

dustria

conser-

vera

13

Page 14: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

La capital de Carreño acoge el sábado un pasacalles, una misa y un concierto de

canción marinera

La tradición conservera de Candás se mantie-ne a través de la música, de las canciones ma-rineras y habaneras que aún siguen recordan-do el trabajo que cientos de carreñenses desa-rrollaron en las fábricas. Esa historia es común a la de otras villas asturianas como Luanco, Puerto de Vega, Lastres y Luarca, entre otras. Precisamente, el hermanamiento de la Man-comunidad de la Bodega de este año es con Luarca y se centra en una serie de actividades que se desarrollarán el sábado en la capital de Carreño.

La primera será un pasacalles desde el par-que de Les Conserveres hasta Ortiz, donde se descubrirá una placa conmemorativa que recordará a los "Homes y muyeres de las bo-degas de Candás y Luarca" a partir de las 17 horas.

Una hora más tarde, habrá una misa en la parroquia de San Félix y cantada por el coro "Villablanca" de Luarca, dirigido por David Colado, director de la Escuela de Música. A las 20 horas, el Teatro Prendes acogerá la actuación de "Villablanca", el coro de la Bo-dega de Candás y Pipo Prendes.

Por la izquierda, David Colado, Tito Aramendi, José Antonio González, Javier Méndez y Herminio Aparicio, ayer, en la fábrica

de Ortiz

Fuente La Nueva España Illán García

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Page 15: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Es mucho más lo que une a dos concejos como Valdés y Carreño, a dos villas como Luarca y Candás, que lo que los separa. Dos concejos con puertos pesqueros importante, que siempre han tenido la mirada pues-ta en ese mar, en nuestro mar Cantábrico, hacia la industria conservera. Sin olvidar tampoco a la agri-cultura y la ganadería, sectores también muy compli-cados e infravalorados. Dos pueblos que mientras los hombres, mayoritariamente, trabajaban en la mar, las mujeres ayudaban a la economía familiar hacien-do lo propio en las fábricas de conserva y salazón. Con este acto se pretende rendir homenaje a aque-llas personas que lucharon por el porvenir de sus fa-milias, sus pueblos. Un homenaje para que las gene-raciones venideras sepan que gracias a ellos y ellas hoy somos lo que somos y disfrutamos de una serie de derechos, libertades, privilegios impensables en aquella época.

Ilusionada por muchas razones, una de ellas porque mañana en Candás celebramos el IV encuentro- ho-menaje a HOMES Y MUYERES DE LA BODEGA. En esta edición va dedicado a LUARCA y CANDÁS.

Agradecer a todas las personas que integran la Asociación "Candás Marinero" vuestro ingente trabajo previo, reconoer vuestra entrega a la recu-peración de las tradiciones y memoria de esta vi-lla marinera y cómo no vuestra fortaleza para de-fenderse ante quienes se pertrechan tras un te-clado y el anonimato para difamar gratuita e im-punemente. Tito Aramendi y su equipo directivo ante quienes pretenden romper lo que se viene construyendo unidad, así que ánimo y a ello. Ma-ñana, resultado de vuestra dedicación, disfrutare-mos de un bonito encuentro. Gracias a todas las personas que, un año más lo haréis posible: a la Banda de Gaites de Candás, al Coro Villa Blanca de Luarca, a Pipo Prendes, al Coro de la Bodega, a María Esther Vega, a José Marcelino García, a

David Colado, a Salvador y a Manuel Muñiz.

Velas, barcos, arena, espuma, lucha y sollozos. Esa fue la verdad de nuestros dos pueblos durante siglos”.

Evocando el pasado, las heridas del alma, los días leja-nos de mar y trabajo, Luarca y Candás se unen como dos pueblos que ya fueron, y ahora para siempre lo se-rán, hermanos en el combate por la vida.

poema de J.M.G

Meli Fernández López

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Page 16: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Candás y Luarca están separadas por ochenta kilóme-tros de distancia, pero tienen mucho en común. La idiosincrasia de ambas villas es similar y buena parte de ello se debe a su tradición conservera y a los can-tares que entonaban aquellas mujeres que trabaja-ban enlatando pescado. El tiempo ha pasado y esa unión sigue latente y el director de la Escuela de Mú-sica de Candás, David Colado, tiene parte de respon-sabilidad, ya que dirige también la Coral "Villa Blan-ca" de la capital de Valdés.

El encuentro de hermanamiento entre ambas villas comenzó ayer poco después de las 17 horas con un desfile de la banda de gaitas de Candás por el casco urbano de la villa hasta El Paseín. Allí, la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández; su homólogo de Valdés, Simón Guardado, y la extrabajadora de las conserve-ras María Esther Vega descubrieron una placa que fija el hermanamiento entre ambas capitales de con-cejo. La regidora de Carreño defendió la tradición vi-va de Candás, reflejada en la cultura coral y en el tra-bajo desinteresado de la asociación "Candás Marine-ro", que organizó el encuentro, que fue el IV de la Mancomunidad de la Bodega, ya que en años ante-riores Candás se hermanó con Luanco, Puerto de Ve-ga y Lastres en el mismo sentido.

Simón Guardado cogió el testigo, recordó el trabajo de las conserveras y el de los marineros fallecidos en plena faena y defendió la necesidad de recupe-rar los valores de unidad y de las tradiciones de los pueblos de la mar. "También compartimos a David Colado", señaló el alcalde valdesano momentos antes de que las gaitas volvieran a inundar la calle con su sonido.

Tras el acto inicial del hermanamiento, la celebra-ción continuó en la iglesia parroquial de San Félix, donde los feligreses pudieron disfrutar de una misa cantada por el coro luarqués. Ese espectáculo coral fue la antesala de lo que dos horas más tarde pasa-ría en el Teatro Prendes de Candás. Allí, el coro val-desano también subió al escenario, pero no lo hizo solo. Los cantores locales del coro de la Bodega de Candás, dirigidos por Salvador Cuervo, también in-terpretaron canciones marineras y habaneras para mostrar que los ochenta kilómetros de distancia no son nada y más aún teniendo en cuenta que ambas villas nunca le han dado la espalda al mar. El cantau-tor candasín Pipo Prendes puso la guinda al herma-namiento.

"Compartimos mucho, también al mú-

sico", afirman los participantes en el

hermanamiento entre las capitales de

Carreño y Valdés

Fuente La Nueva España Illán García

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Page 17: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Al fondo la Ban-da Gaites de Candás que amenizó el reco-rrido, a la iz-quierda de la imagen Simón Guardado Pérez, Alcalde de Val-dés, y a la dere-cha, en repre-sentación de los homes y muye-res de las bode-gas de Candás, María Esther Vega

PIPO PRENDES

CORO DE La Bodega de Candás dirigidos por Salvador Cuervo Coral "Villa Blanca" de la capital de Valdés dirigidos por David Colado

Descubriendo Placa Recordatorio de este Encuentro

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Page 18: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Labayen: "La naturaleza esculpe, mi papel es respetar y exponer"

La muestra escultórica titulada "Tierra y Mar" está formada por 17 piezas de pie-

dras recogidas entre Palencia y la costa cántabra

Gema Labayen ama la Naturaleza y defiende que su obra escultórica busca la unión entre el ser humano y el entorno natural. Presenta "Tierra y mar" en el Mu-seo Antón, un conjunto de diecisiete piezas construi-das a base de cantos hallados tanto en espacios del litoral como de interior. Siete están vinculados con la mar y el resto, con la tierra. "El ser humano suele apreciar la piedra que podíamos denominar fina co-mo el mármol, sin embargo, yo esculpo piezas a par-tir de piedras toscas, feas y brutas, les doy un equili-brio y busco en ellas la belleza", explica la escultora navarra afincada desde hace diez años en Santander. Labayen conoce Candás y defiende que su exposición encaja en esta villa marinera que tiene presente tan-to la importancia de la mar como la de la tierra, refle-jada, sobre todo, en las zonas más rurales. A pocos kilómetros de la capital cántabra donde reside halló las piedras que conforman el apartado de la exposi-ción vinculado al mar. Recopiló cantos de diversos tamaños y tipos, principalmente, en el arenal de Li-neares y alrededores y aprovechándose de la erosión marina ha levantado piezas que juegan "con un equi-

librio natural". "La Naturale-za ya esculpe de por sí, mi papel es respetar su labor y exponerlo", destaca la artis-ta, que quedó finalista de la beca anual del Museo Antón el pasado año. Labayen de-fiende que su trabajo es cien por ciento escultórico, es de-cir, huye de pinturas en sus composiciones.

Para tratar sus piezas utiliza un martillo neumático, cinceles neumáticos, una radial para cortar y lija con la que realiza el pulido manual. "Me encantan y me interesan los acabados en lija", destaca la artista, que suele respetar la textura natural de los cantos y apro-vechar al máximo las formas esculpidas por la natu-raleza, la acción del viento y en el caso de las halla-das en el litoral, por el mar.

La otra parte de la muestra cuenta con esculturas a base de piedras encontradas en entornos de interior. En ese caso, Gema Labayen recogió materiales de Peña Amaya, entre Burgos y Palencia. "Preferí no uti-lizar piedras de cantera, utilicé cantos de una zona de asentamiento en la que hubo castros medievales", destacó la artista, que ve que esas unidades "tienen una importante fuerza telúrica". La exposición ubica-da en la planta baja estará abierta hasta el 4 de junio.

Fuente La Nueva España Illán García

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Page 19: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Un candasín pide que los hórreos modernos puedan ser vivienda

La Junta General del Principado recibirá en la mañana de hoy 1.347 nuevas firmas en favor de proteger los hórreos y paneras de la región que tienen más de me-dio siglo de antigüedad y de autorizar que a los cons-truidos en los últimos 50 años se les dé un uso "como vivienda o alojamiento rural, siempre y cuando se conserve su tradicional estructura exterior, eso sí, permitiendo, por ejemplo, ventanas o canalones, ade-más de que su construcción no esté vinculada a una vivienda".

Ésta es la reivindicación recogida en una iniciativa que el motero candasín Víctor Manuel Suárez García está promoviendo a través de la plataforma de internet "change.org", y para la que está recopilando firmas. En dos tandas anteriores ya había presentado en el Parlamento regional y en Presidencia 2.124 y 1.678 apoyos, que sumados a los de hoy arrojan un balance provisional de 5.149.

Víctor Manuel Suárez, en su moto, ante una panera en Busto de

Gozón.

"Estamos recibiendo apoyos de todo el mundo: de Argentina, de Australia, del Líbano, de asturianos que viven fuera, de extranjeros que han venido a Asturias y les han llamado la atención los hórreos y paneras...", explicó ayer a este periódico un satisfecho Víctor Ma-nuel Suárez.

Víctor Manuel Suárez suma ya 5.149 firmas ante la Junta para pedir la protección

para las construcciones de más de 50 años

Según el texto de la iniciativa, "el cambio en la legisla-ción de horreos y paneres, permitiendo un cambio de uso, sería fundamental para que estas construcciones volviesen a prestar servicio". Aunque existen hórreos y paneras tipo alojamiento y vivienda, legalmente su uso sólo esta permitido como almacén y vinculado a una casa, añade el texto. La legislación actual data de 1975.

Fuente La Nueva España Pablo Álvarez 19

Page 20: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Bien se podría decir que Mayo es el mes de las flores. Es

el periodo en el que el calor ya va dejando paso al verano,

los días son más largos y el aire que se respira es distinto.

En lo que a mí respecta, Mayo siempre ha significado

recuerdo a flores. Flores de aquellas que traen recuerdos

agradables, pero también de los tristes, de esos que dejan

el regusto amargo que deja la despedida.

Cuando eres pequeño no te enseñan que la vida es un

tiempo de descuento. Piensas que todo estará en su

estado de reposo por tiempo ilimitado. Sientes que todo

se va a mantener como está hasta que oyes el silbido de

la guadaña pasar cerca de ti. El filo no te alcanza pero

pasa lo suficientemente cerca como para rasgarte el alma

y llevarse un trozo.

Hace muchos años que no poseo generaciones por

encima de la de mis padres. A tres de ellos los perdí en el

mes de las flores, los tres en la primera quincena y a dos

de ellas en la misma semana.

Y no, la vida no te prepara para afrontarlo. Te limitas a

pensar que la vida funciona como nos han dicho que

tiene que funcionar, que así es el ciclo de la vida, que así

está montado esto.

El primero en retirarse fue Pepe, el de Tana. Demasiado

pronto, demasiado silencioso, como si no estuviera

ocurriendo. De él me quedan sus historias y su peculiar

forma de hacerme reír. La siguiente en irse fue Tere, la

Canana. La que me llevaba a ver trenes, a la que recuerdo

llamar por teléfono todas las tardes de mi infancia para

decirle un simple “hola”. Días más tarde, Donina hacía lo

propio que los anteriores, haciendo honor a su manía por

pasar desapercibida, por no llamar la atención. La que me

protegía cuando me portaba mal, la que más me enseñó

sin apenas abrir la boca.

Con el paso del tiempo y de los acontecimientos te vas

dando cuenta de la tremenda importancia que tienen los

abuelos en esta sociedad. ¿Alguien se plantea qué sería

de nuestros hijos si no fuera por sus abuelos?

Seguramente la respuesta a esa pregunta está en aquella

frase que dice que no se valoran las cosas que se tienen

hasta que se pierden. Y con los abuelos pasa lo mismo.

Convertidos en válvulas de escape o de ALIVIO (me he

dejado las mayúsculas a propósito), ahora mismo son

piezas indispensables en los tiempos que corren hoy en

día. En una sociedad que hemos vuelto enfermiza en la

que es necesario que los dos miembros de la pareja

trabajen para llegar a fin de mes, los abuelos están siendo

claves para cuidar de los hijos.

Ahora bien, ¿Se les ocurre alguien mejor que los abuelos

para trazar las directrices de la vida en las edades más

tempranas? A mí personalmente no. No se me ocurre

mejor ejemplo porque ellos no están intoxicados del

modo de vida de hoy en día. Han crecido en un tiempo en

los que los valores y el respeto prevalecían por encima de

cualquier otra cosa. No están viciados por ese

sentimiento tan últimamente creciente de individualismo

y egoísmo. No están tan absorbidos por la tecnología

como lo estamos las generaciones jóvenes de ahora. No

se traumatizaban por no poder irse de vacaciones

durante años, ni tenían síndrome post-vacacional. Todo

lo que conseguían era a base de esfuerzo y no de esperar

sentados en el sofá de casa a que se lo pusieran en

bandeja.

Solamente se les puede poner un pero, sin señalar y de

forma global como sociedad. Nos han

malacostumbrado dándonos todo debajo del focico. A

no valorar el esfuerzo que supone ganar los cuatro

duros que tan alegres nos gastamos ahora en la mayor

tontería. No hemos aprendido a entender que las

cosas no vienen solas y que hay que salir a por ellas.

No hemos aprendido (o más bien debería decir que no

hemos querido aprender) que el valor de lo conseguido

reside en el camino que te lleva a alcanzar algo, lo que

sea. Ahora entendemos que el valor nos lo da lo

conseguido, más aún si lo conseguimos en base a la

cultura del mínimo esfuerzo.

Ahora no se tiene respeto por nada ni por nadie. Me

atrevería a decir que ni siquiera tenemos respeto ni por

nosotros mismos. Les hemos dado a los niños la

capacidad de mandar en el mundo cuando ni siquiera

saben cómo funciona. Todo es para ellos, incluso cuando

las cosas están mal hechas

20

Page 21: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Los profesores han perdido la autoridad gracias a padres

que no han entendido todavía que la escuela enseña y

solo enseña. La educación debe venir puesta de casa

como la ropa y la mochila.

No hemos sabido transmitir a los niños valores que nos

igualan a todos por igual. Les hemos enseñado a pensar

que el fin justifica los medios y que para ganar no importa

si tienes que pisar la cabeza de los demás. Y si los niños

no son capaces, ya estamos los padres para pegarnos

entre nosotros en la grada de algún campo de fútbol ante

la mirada de nuestros hijos. Hemos olvidado que el

RESPETO por los y lo demás debe estar siempre presente

(las mayúsculas no se han olvidado esta vez tampoco).

A la vista de cómo está el mundo en los tiempos que

corren sigo sin encontrar a nadie mejor que los abuelos

para que lleguen a donde los padres de hoy en día no

saben o les da pereza llegar.

Echando una mirada al mundo actual, estoy seguro que

muchos habrán pensado lo mismo que yo cuando me

doy cuenta del rumbo que está tomando esta vida.

Si mi güelo levanta la cabeza…

Gonzalo González

Un nieto mil veces

agradecido.

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Page 22: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Llegar a mayor en Albandi tiene premio

Víctor Manuel Junque-

ra, de 86 años, y Ma-

nuel Amandi y Emilia

González, ambos de

84, ejemplo de trabajo

y lucha en la vida

Llegar a mayor en Albandi tiene premio. Como viene siendo tradición en los últimos años, la asociación de vecinos de la parroquia carreñense realizó este fin de semana un homenaje a sus mayores. En este caso fueron Víctor Manuel Junquera, Manuel Amandi y Emilia González los agasajados por sus vecinos, que disfrutaron de la soleada tarde en un convite de fra-ternidad en Perlora.

A sus 86 años, Víctor Manuel Junquera fue el más ve-terano de los homenajeados. De Casa Miguel, aunque hoy residente en Candás, comenzó su vida laboral en "El Carreño", donde trabajó durante seis años antes de entrar a trabajar en la pujante Ensidesa; más con-cretamente en las instalaciones de baterías de coque, donde llegó a ejercer en el cargo de oficial. Durante su etapa en la siderurgia, donde a la postre se jubiló, Jun-quera tuvo como ayudantes al monologuista José Ma-nuel Pandiella o al cantante Vicente Díaz. No es de extrañar que un ambiente laboral tan artístico él tam-bién desarrollase sus habilidades. Lo hizo -y sigue ha-ciendo- con la poesía, a la que es un gran aficionado. Es habitual de las jornadas literarias Mar Adentro de la capital del concejo.

Dos años más jóvenes son los otros dos homenajea-dos. Esposo de la popular "Muyer de la Paxa", Manuel Amandi (84 años) vivió una infancia dura, en la que, como muchos de su generación, no tuvo la oportuni-dad de ir a la escuela. Con sólo 9 años comenzó a tra-bajar de criado. Unos años después obtuvo un empleo como peón en el antiguo orfelinato minero, del que llegaría a trabajar en el pozo Molinucu. Estuvo vincu-lado a la junta del Puerto durante 35 años. Emilia González, también de 84 años, pasó su vida vinculada

al campo, del que hoy es jubilada.

Actualmente reside en Gijón junto a su hija, desde donde ve a su familia crecer -ya es bisabuela- junto a

su compañero Manuel Jaime

Fuente La Nueva España Perlora, A. De La Fuente 22

Page 23: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

El sábado tuvimos un encuentro fantástico con el Club de lectura de Castropol, empezando por una visita a su maravillosa Casa de Cultura y Biblioteca en un edificio singular y una ubicación espectacular, para ver in situ la exposición "Retratos de libro" de Jose Manuel Lozano, su colección de autógrafos y su magnífico salón de ac-tos; continuando con una visita guiada sobre el poeta Luis Cernuda y su estancia en Castropol a cargo de Ma-nuela Busto bibliotecaria y rematando la estancia con una comida de convivencia, no se puede pedir más.. Fotos de José Manuel Lozano

Biblioteca Pública Municipal de Candás "Carlos González Po-sada"

23

Page 24: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

PASEANDO POR EL MONTE CALERA

En el Alto Albandi, aledaño a la Casa Viña, un

camín encorsetado entre fincas y viviendas rurales

nos introduce en el barrio Monte Calera. Dos

descomunales chimeneas emergen en el cielo a la

izquierda, en la vaguada de Aboño, jalonando la

ubicación de la térmica, el parque de carbones y la

fábrica de cementos, punto negro medioambiental -

que también tenemos- en los lindes de nuestro

concejo y el de Gijón. Las mediciones lo definen

como una de las zonas más contaminantes de

Europa en lo relacionado con la emisión de

partículas nocivas a la atmósfera. Por detrás, en la

lejanía, difuminada su silueta en la bruma matinal,

la sierra del Sueve pone el contrapunto ecológico a

la panorámica, mermando un poquito el impacto

visual que produce la cantera, los humos, las cintas

y demás estructuras industriales.

Termica de Aboño

Se incrusta el camín en una carretera local que

viene del barrio de Peruyera y une Monte Calera con

Calera para terminar en el alto Les Gates cediéndole,

cual afluente tributario, prioridad a partir de allí a la CE3.

Hacia el interior la bruma apenas se deja notar, toda la

crestería achaflanada del monte Areo aflora nítida sobre

el Valle de Carreño, acaparando el paisaje con el influjo

que le otorga su ancestral historia de dólmenes y

túmulos prehistóricos. Se dice que en la planicie de su

loma estuvieron emplazadas la Aras Sextianas,

monumento en honor a Cesar Augusto por las

campañas victoriosas en las guerras astur-galaicas. Son

míticas y numerosas, a su vez, las leyendas que sobre él

narran de tesoros escondidos. Poquito a poco la altitud

del monte decrece hacia el este hasta terminar

postrándose al mar en el cabo de Torres, allí donde las

tribus astures prerrománicas asentaron en época

anterior a Cristo el castro Noega.

Casa en Monte Calera- albandi

Dejo atrás Monte Calera imbuido en los trinos y el

colorido del paisaje rural, caminando con parsimonia

pero con ojo avizor. Son varias las ocasiones que he

realizado este paseo, siempre medio intuyendo que tenía

que haber algún mirador por la zona que ofreciera

perspectivas inusuales de la costa, así que hoy decido

explorar un poco y salirme de la ruta habitual. A la altura

de Calera se bifurca un sendero en ligera subida que

parece finalizar en el cobertizo de una casería lindante

con la carretera. Decido fisgonear un poco por el entorno.

Tres caniches revoltosos y estridentes me salen al paso

desde la finca acompañándome un buen trecho,

brincando a mí alrededor sin dejar de ladrar. Es a la

altura del cobertizo cuando percibo que el sendero no

termina allí. Superada la exigua cuesta con los perros en

repliegue, cansados ya de alborotar, me topo de sopetón

con lo que buscaba. Ante mí se presenta una vista

realmente seductora. En un primer plano la imagen

pictórica de los barrios de La Nozaleda y La Rodada

parece brotar del intenso verdor de los praos; por detrás

La Cumbre y el alto de La Formiga. Al fondo resalta, entre

los últimos vestigios de la calima mañanera, el faro de

San Antonio enhiesto sobre la punta del Cuerno,

guardándole las espaldas al muelle que muestra su

espigón de la ‘pica’ dejando constancia con su presencia

del nexo consustancial de Candás y la mar. Satisfecho por

el descubrimiento y tras varios minutos de contemplación

y toma de fotos retorno a la carretera para continuar el

paseo previsto. Pasados unos días volveré y recorreré el

resto de la senda recién descubierta que ya en su

descenso cambia el asfalto por tierra y atraviesa un

pequeño bosque sugerente, entre trasluces y neblina, de

xanas, busgosos y trasgos, para finalizar en La Friera al

comienzo de la subida a Les Gates.

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PASEANDO POR EL MONTE CALERA

casería en la arquiella

En la Arquiella, cercano ya el entronque de

carreteras, un eucaliptal ha quedado despoblado por la

tala. Estamos en temporada. Ello me permite una nueva

perspectiva hasta ahora inédita para mí del barrio de

Rodiles. La casa de mi amigo José Luis y la quinta de sus

suegros ofrecen una bella instantánea de obligada

captura.

En Les Gates concluye el paseo. Les caseríes de La

Arquiella y El Ponteo le ponen la guinda. Los manzanos,

aunque un poco tardíos, avanzan en la floración y dotan

al paisaje de una viveza y colorido excepcional. Nada que

envidiar a esas afamadas floraciones tan promocionadas

de otros rincones foráneos.

la nozaleda, la rodada, la formiga, candás

Toca regresar a casa por el antiguo Camín de les

Muyeres de la Paxa. Media hora de caminata me separa

de La Pregona, playa y umbral de la villa de Candás.

rodiles

Autor José Carlos Álvarez

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Hoy, viernes 19 de mayo, en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial de Carreño, se presentó una nueva edición del concurso de textos teatra-les en llingua “Aurora Sánchez” 2017.

Esta nueva convocatoria es fruto del acuerdo de tres entidades, el Centro Cultural Teatro Pren-des de Candás, Feteas ( Federación de Asocia-ciones de Teatro del Principado de Asturias) y por primera vez se une a este acuerdo la Acade-mia de la Llingua Asturiana.

Alain Fernández, gerente del Teatro Prendes, presentó el acto que fue presidido por Cecilia Tascón Presidenta del Patronato Teatro Pren-des, contando además con la presencia de Pau-la Cuervo, concejala de Turismo; Miguel Ángel Peinado, secretario de Feteas; y Monchu Igle-sias, miembro numerario de la Academia de la Llingua.

“Desde hace 27 años el Teatro Prendes de Can-dás viene apostando por la expresión teatral más nuestra como es el Teatro Costumbrista Asturiano, intentando de esta manera reivindicar nuestras tradiciones y por eso, para impulsar aún más el fortalecimiento de nuestra propia re-gión que se ha firmado este acuerdo. Queremos y deseamos que la nuestra llingua Asturiana a través del Teatro se normalice de una vez por todas y por eso la convocatoria conjunta preten-de fortalecer los vínculos de la sociedad asturia-na con su llingua y sus tradiciones” señaló Ceci-lia Tascón – Presidenta del Patronato y Conce-jala de Cultura-.

Podrán participar en el Concurso de Textos Teatrales cualquier persona que lo desee, con cuantos textos teatrales del género costumbrista asturiano quiera. Entre los requisitos necesarios se encuentran:

• Los textos han de ser originales e inéditos. • Los textos no pueden haber sido premiados en ningún otro certamen literario. • Los textos no pueden haber sido estrenados por com-pañía alguna, antes del cierre de la recepción de textos. • Los textos han de ser escritos en asturiano. • Los textos tendrán una extensión acorde a los límites de duración habituales para una representación teatral.

“Desde 1988 la Academia de la Llingua tiene firmado un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de Carre-ño para el asesoramiento en todo lo relacionado por ejemplo con la toponimia, participando como jurado en los concursos literarios,… tenemos que conseguir una renovación de los textos, sin olvidarnos de autores y au-toras clásicos como el carreñense Antón de Mariarre-guera ( primer autor del que se tienen constancia que escribía en llingua), Pachín de Melas o Eladio Verde, adaptando sus obras a la situación actual” comentó Monchu Iglesias –Miembro de la Academia de la LLin-gua-.

El período de presentación de los textos concluye el 30 de junio ambos inclusive.

Los textos se tienen que enviar, a través del correo elec-trónico, a la dirección [email protected] pudiéndose enviar los archivos tanto en formato Word como PDF. Esta cuenta de correo electrónico será ges-tionada por una persona delegada por la Junta Directiva de Feteas, que no podrá participar en el concurso.

“ Me siento muy orgulloso y agradecido, de que un año ´más, se ponga en marcha este concurso, conso-lidando un certamen que pese a las dificultades que pueden surgir sigue hacia adelante. Las compañías de teatro costumbrista tenemos que ser valientes y atre-vidas, y representar obras que reflejen situaciones que la sociedad de hoy en día vive como puede ser el acoso escolar, la violencia de género,… también tene-mos que aprender a reírnos de nosotros/as mismos y de esta forma, podremos avanzar como sociedad” comentó Miguel Ángel Peinado – secretario de Fe-teas-

El fallo del jurado se dará a conocer durante los días en que se desarrolle el Salón de Teatro Costumbrista de Candás. El acto de entrega del premio tendrá lugar durante la Gala de entrega de los Premios “Aurora Sánchez” del certamen candasín el 2 de septiembre. Consistirá en una estatuilla de bronce símbolos de los premios que entrega el Teatro. Además de la publica-ción de la obra ganadora.

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Recopilación por orden alfabetico de lo que manejaban los marineros de Candás

A MUNCHA MAR, POCA VELA.- Vien a decir, que si

hay mal tiempo, hay que navegar despacio.

AMURA.- Son las pospartes curves que forman la Proa de

una embarcación. Hay una a Estribor y otra a Babor. Ye

un cabo grueso, que se pon en los puños de la vela Mayor

y Trinquete, sobre las cuales se afirmen les veles.

AMURADA.- Ye el costado por la parte dentro de una em-

barcación

AMUSQUIS.- Adelanto en metálico, anticipo.

ANA RAMONA.- Buque de pesca de Candás de la familia

de Rosina Miterio. que el 6 de Setiembre de 1944 se hun-

dió pescando bonitos. Murieron 12 marineros.

ANCLA.-Ye el fierro que sirve pa fondear una nave.

ANCLOTE.- Ye un fierro menor que sirve pa fondear pe-

queñes embarcaciones.

ANDANADA.- Hilera, linea, fila.

ANDARIVEL.- Ye un cabo que va desde el palo Mayor al

Trinquete encima del Puente. Ye un cabo con una argo-

lla, que sirve pa subir y baxar una cacea en la vara de un

pesquero cuando esta pescando bonitos. Cualquier cabo

que sirve pa subir y baxar pesos.

ANGELA.- Barco de Antonio Zubicaray construido en el

año 1918 de 15,61 TRB, Eslora 14,32 metros, Manga 3,18

metros, Puntal 1,54 y 15 CV de Potencia. Faenó en Can-

das desde el año 1918 al 1923.

ANGELES Y HERMANOS.- Barco de Antonio Zubicaray

construido en el año 1921, de 16,30 metros de Eslora,

3,60 de Manga, 1,75 de Puntal, 21,83 TRB y 25 CV de

potencia. Faenó en Candas desde el año 1921 al 1930.

ANGEL HERRERO.- Barco de Herrero Hermanos, cons-

truido en el año 1921, de 21,72 metros de Eslora, 5,12

metros de Manga, 2,72 de Puntal, 59,03 TRB y 16,93 CV

de Potencia. Faenó en Candas desde el año 1921 al

1940.

ANGELINA.- Barco de Ángeles Gutiérrez, construido en el

año 1946, de 17,32 metros de Eslora, 4,75 de Manga,

2,40 de Puntal, 49,85 TRB y 32 CV de Potencia. Faenó en

Candas desde el año 1947 al 1958.

ANGELINA Nº4.- Barco de Antonio Zubicaray construido en

el año 1928, de 15,16 metros de Eslora, 4,25 de Manga,

2,31 de Puntal, 33,23 TRB y 30 CV de Potencia. Faenó en

Candas desde el año 1928 al 1946.

ANGOLES.- Son unes malles de rede que van seguides,

flojes a modo de colgantes, que se unen por ambes

cuerdes, la que cada rede por medio de plomo y la que

sostiene vertical por medio de corchos.

ANGUERU GUARDAKUA.- Barco de Marcelino Vega cons-

truido en el año 1924, de 15,30 metros de Eslora, 3,10 de

Manga, 1,65 de Puntal, 17,70 TRB y 18 CV. Faenó en Can-

das desde el año 1930 a 1932.

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Lara. Subcampeo-

na de Asturias sal-

to de longitud in-

fantil

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Page 29: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

Náutico Carreño infantil. Relevos 4x80. Campeonas de Asturias. (Lara, Candela, Camino y Ana)

Las fotos son de la pagina de Facebook Club

Nautico Carreño de Atletismo

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La triarmada del Cabo Peñas lo ha vuelto a hacer... Nerea y Tabata terceras en el Campeonato de España de triatlon contrarreloj. Ademas al dia siguiente Nerea repite puesto en los relevos y Tabata logra un 9º puesto. Desde CN La Frontera deciros que estamos muy orgullosos de poder compartir entrenos con vosotras.

III Prueba de los Juegos Es-colares en Navia. Los resul-tados los ha publicado Jor-ge anteriormente... la can-tera sigue creciendo!! Can-dela, Pelayo y la C-2 infantil subieron al podio. El próxi-mo día 3 de Junio se cele-brará la última prueba en Candás.

Fotos de la pagina de Facebook

del Club Los Gorilas de Candás

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El Huracán de Carreño ha re-sultado cam-peón de la Liga de Empresas as-turianas (1ª)

Villa de Candas 2 - Marino de as figueiras 1

El villa se presentaba a una cita muy importante tras dos tropiezos inesperados pero con mucha confianza en sí mismos. Rodaba el balón con un Vicente Lopez Carril a reventar y con un villa al que no le temblaban las piernas ante tal partido. Se hizo con el peso del partido desde el principio jugando un fútbol sala alegre y de ataque pero unas veces los postes y otras el portero no nos permi-tían adelantarnos. Entonces una gran combinación entre Isma y Salao tras dos tacones y una gran definición del primero ponía el 1-0. Esto coincidía con la aparición por el Poli de nuestros amigos de huracán que con su aliento nos llevaron en volandas para lograrlo. La segunda parte tenía el mismo guión y los nuestros no especulaban con el resultado. Hacían posesiones largas y generaban buenas ocasiones que no eran capaces de materializar. Esto permitió llegar con opciones al rival que jugó de 5 los minutos finales consiguiendo el 1-1 pero este equipo no se rinde y se sobrepone ante cualquier adversidad. Queipo en el descuento lograba el 2-1 final para delirio de todo el polideportivo. Dar las GRACIAS a todos los allí presentes porque sin vosotros nada de esto sería posible ni tendría sentido. A todo el equipo porque una vez más demostrasteis que con mucho trabajo, humildad y compañerismo no hay reto que se os resista. Es de tercera, el villa es tercera !!!!

SOMOS DE TERCERA

ENHORABUENA

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Page 32: REVISTA NUMERO 37 CANDÁS MARINERO

https://youtu.be/vxXUvUxV49o

https://vimeo.com/219295195