ridiculo y patetico

7/29/2019 Ridiculo y Patetico

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Mara Florencia Ruiz Pastorino

Mara Pa Ruiz Pastorino

Mirta G. Pastorino

Mirta Pastorino Ediciones


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RIDCULO Y PATTICO

Mirta Pastorino Ediciones

1ra EdicinSan Miguel de Tucumn, diciembre de 2012

I.S.B.N. N 978-987-28400-8-2


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Cuando su mam le dio el beso de buenasnoches y lo arrop en la cama, Pablo se tap

hasta los ojos para no tener miedo... y esoque su mam le dej, como siempre, la luzencendida en la mesita de noche.


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Haca un tiempo que Pablo andabamiedoso, eso decan por su casa. Enverdad, s tena muchas pesadillasltimamente: uno sabe bien, cuando tieneocho aos, que los monstruos, fantasmas,zombies y otros seres, nunca descansan.


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Claro, esa noche los monstruos deban

estar trabajando, porque cuando Pablo abrilos ojos de repente, su cuarto estaba a oscuras,como si la luz se hubiese cortado y una puertamisteriosa se dibujaba en el medio de su

dormitorio.

Una puerta que nunca en su vida habaestado ah. Una puerta, sin paredes ni nada,

apenas contorneada por una lnea de luz yrodeada de destellos como una nave espacial.


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A Pablo el corazn le saltaba muy fuerte.

--Son monstruospens-- los extraterrestresno seran tan tontos para andar por el universo

viajando slo con una puerta, hace falta unanave espacial toda entera.


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El estmago le doli haciendo remolinos

apretados. Lo asaltaron unas ganas locasde hacer pis, pero qu tal si sacando elpie desde abajo de las sbanas algo loarrastraba lejos, lejos?

Nunca le haba ocurrido antes, peropoda pasar


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Se sinti diminuto y sin fuerzas, igual quecuando su mam le deca, mi beb.

l, beb de su mami, no poda enfrentarse

solito a lo que haba all detrs de esa puerta,sus piernas se pondran pesadas como lepasaba montones de veces en las pesadillas,no podra correr... ni gritar para pedir ayuda.


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Prob llamar a su mam y slo pudo

hacer un ruidito mmmmhhhhhh...


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As le pasaba en la escuela, cuando Mateo y

Julin le quitaban sus lpices y sus monedas.Julin y Mateo eran sus compaeros de claseeste ao, no sus amigos. Quin puede quereramigos tan malvados?

Ellos lo molestaban cada maana y ledecan palabrotas. S seor, palabrotas, porquellorn era una palabrota grande como una

heladera que lo aplastaba contra el piso y no lodejaba respirar.


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Cuando Mateo y Julin le decan llorn,Pablo se volva un Pablito diminuto y sinfuerzas y la heladera lo aplastabairremediablemente quitndole el aliento.


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--Si la puerta se abre ms y por ella salentodos los monstruos y fantasmas en fila, ya notendr salvacinpens.

Aunque su pap y mam repetan cada da ycada noche que los monstruos y fantasmasestn slo en la imaginacin, algo no encajabaen las creencias personales de Pablo.


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Cerr los ojos un par de veces para tratar deque la puerta se fuera por s sola Y no nada,

segua ah, como un invento mal hecho a quinse le ocurre una puerta sin paredes en medio deun dormitorio?

La cara se le puso caliente y dos lgrimasempezaron a escaparse salvajemente sin pedirlepermiso.

--Llorn, no! Yo no soy un cobarde llorn.Cuando me ponen la vacuna yo me aguanto y miabuela Lola me dice que soy muy valiente.


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Ay, s! Valiente! Esa sera la solucin sisupiera cmo se hace coraje!... con cualmsculo del cuerpo hay que hacer fuerza y

apretar para conseguir el encantador ejerciciode la valenta?.


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Se sinti ridculo. Ridculo, le pareca a

Pablo, era una palabra para sealar algo de loque uno poda rerse.

As deca su pap a veces cuando lea el

peridico. Tambin su pap deca pattico y aPablo le pareca que esa palabra quera deciralgo que daba pena.

Y Pablo pens que l no era ni ridculo nipattico como parecan aquellas noticias de losperidicos.


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--Tal vez los monstruos esos que vivendetrs de una puerta ridcula y pattica s loson--Una risita se le escap imaginndoseun monstruo con calzoncillos decorazoncitos y otro chupndose el dedoabrazado a una mantita para dormir.


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--Valientepens sacando lentamente los

dos pies fuera de la cama.

Se puso las pantuflas y esper unossegundos a que algo horrible le tirara de los pies

y lo arrastrara lejos, lejospero no nada ninadie lo arrastr lejos.

Ahora o nunca, l tena que saber qu clasede cosas haba detrs de una puerta ridcula ypattica.


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--VALIENTEvolvi a pensar, esta vez conmayor conviccin, caminando decidido hacia laluminosa puerta

Una inquieta y cosquillosa alegra empez acorrerle por el cuerpo, agrandndolo para todoslados como al hombre de goma.


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Por fin, Pablo supo que hay palabrasque hacen sentir chiquita a la gente y

palabras que la convierten en gigantes.


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FIN

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