ruiz juan 1283 1350 clasicos castellanos libro de buen amor

Download Ruiz Juan 1283 1350 Clasicos Castellanos Libro de Buen Amor

If you can't read please download the document

Upload: dekostatic8209

Post on 30-Oct-2014

234 views

Category:

Documents


20 download

TRANSCRIPT

Project Gutenberg's Clsicos Castellanos: Libro de Buen Amor, by Juan Ruiz This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at www.gutenberg.net Title: Clsicos Castellanos: Libro de Buen Amor Author: Juan Ruiz Editor: Julio Cejador y Frauca Release Date: August 30, 2005 [EBook #16625] Language: Spanish Character set encoding: ISO-8859-1 *** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK LIBRO DE BUEN AMOR ***

Produced by Stan Goodman, PM Spanish, Pilar Somoza and the Online Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net

CLSICOS CASTELLANOS JUAN RUIZ ARCIPRESTE DE HITA LIBRO DE BUEN AMOR EDICIN Y NOTAS DE JULIO CEJADOR Y FRAUCA EDICIONES DE LA LECTURA ESPASA-CALPE, S. A. BILBAO MADRID RIOS ROSAS, 24 BARCELONA CORTES, 579 1931 Talleres Espasa-Calpe, S. A., Ros Rosas, 24.--MADRID

INDICE TOMO PRIMERO Introduccin Orain qu'el aripreste fizo Dios _Intellectum tibi dabo_ El Aipreste rrog Dios que le diese graia que podiese facer este libro Gozos de Santa Mara Gozos de Santa Mara Todo ome entre los sus cuydados se debe alegrar de la disputain que los griegos los romano en uno ovieron Los omes las otras animalias quieren aver compaa con las fenbras El Arcipreste ffu enamorado El len estava doliente las otras animalias lo venan ver Quando la tierra bramava Todas las cossas del mundo sson vanidat, sinon amar Dios De lo que acontesi al Aripreste con Fernand Garca De la constelain de la planeta..., del fijo del rey Alcarez El Aripreste fu enamorado... del ladrn del mastyn El Amor vino al Aripreste Del garn, que quera cassar con tres mujeres De las ranas, en cmo demandavan rey Don Jpiter Del pecado de la cobdicia Del alano, que llevava la piea de carne en la boca Del pecado de la ssobervia Del cavallo del asno Del pecado de la avarizia Del lobo de la cabra de la grulla Del pecado de la luxuria Del guila del caador Del pecado de la invidia Del pavn y de la corneja Del pecado de la gula Del len del cavallo Del pecado de la vanagloria Del len, que se mat con yra Del pecado de la acidia Del pleito qu'el lobo la rraposa, que ovieron ante Don Ximio De la pelea, qu'el Aripreste ovo con Don Amor (del rezo) De la pelea, que ovo el Aripreste con Don Amor (de las doncellas recogidas) Del mur topo de la rana De la respuesta que Don Amor di al Aripreste (pintura de la duea y de trotaconventos) De los dos perezosos, que querian cassar con una duea Don Pitas Payas De la propiedat qu'el dinero h El Amor castiga al Arcipreste..., de bever mucho vino (cuento del ermitao) El Amor se parti del Arcipreste..., Doa Venus lo castig Cmo fu fablar con Doa Endrina el Arcipreste De la abutarda de la golondrina (y del lobo metido abad) Doa Endina fu casa de la vieja el Aripreste acab lo que quiso Pgs. VII 1 6 14 17 20 23 36 38 41 46 48 53 56 68 73 76 79 85 88 89 91 93 95 97 103 104 107 108 111 113 116 118 120 136 149 156 161 172 177 182 195 210 232 260 293

TOMO SEGUNDO Pgs. Del castigo qu'el Aripreste da las dueas de los nonbles del Alcayueta (el len, el asno y la zorra) 7 De la vieja que vino al Aripreste de lo que le contesci con ella 26 De cmo el Aripreste fu provar la sierra de lo que le contesi con la sserrana 29 Cantica de serrana 32 De lo que le contesi al Aripreste con la sserrana 40 Cantica de sserrana 45 De lo que contesi al Aripreste con la sserrana 48 Cantica de serrana 50 De lo que contesi al Aripreste con la sserrana de las figuras della 54 Cantica de sserrana 60 Del ditado qu'el Aripreste offrei Santa Mara del Vado 67 De la pasin de nuestro seor Jhesuxristo 69 De la pasin de nuestro seor Jhesuxristo 73 De la pelea que ovo don Carnal con la Quaresma 76 De la penitencia qu'el flayre di don Carnal de cmo el pecador se deve confessar quin h poder de lo absolver 97 De lo que se faze Mircoles corvillo en la Quaresma 110 De cmo don Amor don Carnal venieron los salieron rresebir 124 De cmo clrigos legos flayres monjas dueas joglares salieron recebir don Amor 132 De cmo el Aripreste llam su vieja, que le catase algund cobro 171 De cmo el Aripreste fu enamorado de una duea, que vido estar faziendo orain 173 De cmo Trotaconventos conssej al Aripreste que amase alguna monja de lo que le contesi con ella 176 Enxienplo del ortolano de la culuebra 184 Enxienplo del galgo del seor 186 Enxienplo del mur de Monferrado del mur de Guadalhajara 189 Enxienplo del gallo que fall el afir en el muladar 193 Enxienplo del asno del blanchete 198 Enxienplo de la raposa que come las gallinas en la aldea 199 Enxienplo del len del mur 202 Enxienplo de la rraposa del cuervo 205 Enxienplo de las liebres 207 Enxienplo del ladrn que fizo carta al diablo de su nima 209 De las figuras del Aripreste 218 De cmo Trotaconventos fabl con la mora de parte del Aripreste de la respuesta que le di 225 En qules instrumentos non convienen los cantares de arvigo 228 De cmo mori Trotaconventos e de cmo el Aripreste faze su planto, denostando maldiziendo la Muerte 231 El petafio de la ssepultura de Urraca 244 De qules armas se deve armar todo xristiano para vener el diablo, el mundo la carne 245 De las propiedades que las dueas chicas han 252 De don Ffurn, moo del Aripreste 255 De cmo dize el Aripreste que se ha de entender su libro 257 Gozos de Santa Mara 259 Gozos de Santa Mara 262 De cmo los scolares demandan por Dios 265 Del Ave Mara de Santa Mara 266 Cantica de loores de Santa Mara 269

Cantica de loores de Santa Mara Cantica de loores Santa Mara Cantica de loores de Santa Mara Cantica de los clrigos de Talavera Cantar de iegos Otro cantar de iegos Indice de voces Indice de refranes

271 273 275 277 287 291 295 323

INTRODUCCIN Quod nostri factum non recte, noli silere: Ne videare malos imitari tacendo. (_Disticha_ CATONIS.) El libro que tiene en sus manos el curioso lector es el libro ms valiente que se ha escrito en lengua castellana. Nuestra literatura ofrece tres cimas, que se yerguen hasta las estrellas y sobresalen entre las obras ms excelsas del ingenio humano. El _Quijote_ en el gnero novelesco, _La Celestina_ en el dramtico, _El Libro de Buen Amor_ en el satrico, en el lrico, en el dramtico, en todos los gneros, porque todos los confunde la reventazn creadora de un poeta solitario, que alza su voz poderosa en el silencio de una sociedad medio guerrera y medio brbara. Pero en reciura de msculos, en volubilidad de meneos, en fuerza de rugiente vida, en desenfadada sinceridad y abertura de pecho, el Arcipreste de Hita se adelanta a todos los artistas del mundo. Este hombre es el gigantazo aquel, llamado Polifemo, que nos pint Homero, metido a escritor. Los sillares con que levanta su obra son vivos peascos, arrancados de la cumbre de las montaas y hacinados sin argamasa ni trabazones convencionales de las que no pueden prescindir los ms celebrados artistas. "Qu lstima--dice benditamente Martnez de la Rosa--que un hombre de tanto ingenio naciese en un siglo tan rudo!" Acaso, digo yo, naciendo en el que nacisteis, hubiera sido de vuestra atildada escuela! Porque, quin sabe si vuestro ingenio acadmico, puesto en el siglo XIV, hubiera volado tan sin pihuelas como el del Arcipreste? Su boca dice todo lo que encierra su pecho, y el pecho de este poeta primitivo es grande como el universo. Una verdad tan sin tapujos, que tumba de espaldas al ms arrojado! Un realismo tan cimarrn, que ciega y acobarda al ms atrevido! Tan grande, tan colosal es el Arcipreste de Hita que, soprepujando a toda previsin y escapndose de toda medida, se les ha ido de vuelo a los crticos ms avizores y de ms firme mirar. El Greco se queda corto en pintura, para lo que en literatura es Juan Ruiz. Su obra, repito, es el libro ms valiente que se halla en esta literatura castellana de escritores valientes y desmesurados sobre toda otra literatura. La obra del Arcipreste es toda suya, personal, originalsima. Que

glos una comedieta latina, que engarz en su libro fbulas orientales, de todos conocidas entonces, que tom de la literatura francesa algn fabliau y el tema del combate entre D. Carnal y D. Cuaresma? Esos son materiales en bruto, que el poeta labr, puli, vivific con aliento nuevo y no soado por los autores que tales materiales le ofrecieron. Levntase el Arcipreste entre dos pocas literarias, sin pertenecer a ninguna de las dos, aunque con dejos de la que le precedi: la de los aplogos sentenciosos y ltimos vagidos del mester de clerecia, que fu lo que hasta entonces se haba escrito, y el renacimiento de torpe y retorcido decir de D. Enrique de Villena y el Marqus de Santillana, que vino a poco, seguido de la lrica postiza y desleda de los cortesanos de don Juan el II. Increble parece que, resonando todava y retiendo en lo hondo de los corazones aquel metal de voz de un tan verdadero vate como Juan Ruiz, tuvieran valor de chirriar, no uno ni una docena de afeminados boquirrubios, sino toda aquella cfila y enjambre de ahembrados poetillas, cuyas oeces nos conserv Baena en su _Cancionero_, cerrando la procesin de tan almibarados donceles el por luengos aos de ms estruendo y ms enrevesado y menos delicado y natural poeta que conozco, el famossimo Juan de Mena! Pasados los tiempos heroicos de la pica castellana con sus gestas, de las cuales nos ha quedado el ms acabado modelo en el cantar de _Mio Cid_, naci en los comienzos del siglo XIII un gnero de poesa, ni pica ni lrica, que los mismos poetas llamaban _mester de clerecia_. Clrigos eran, efectivamente, por la mayor parte, porque apenas si la cultura y las letras alcanzaban ms que a los clrigos. Fruto de la erudicin latino-eclesistica, por medio de la cual les llegaba por una cierta manera mitolgica algo de la antigua historia y de sus hroes, eran aquellos poemas para ledos por monjes y estudiantes de las nacientes universidades; sus voces no llegaban a las mesnadas de guerreros, a las cortes de los reyes ni a las fiestas y regocijos populares. As era de prosaico y didctico el tono de aquellas leyendas devotas y poemas de Berceo, del _Alexandre_, del _Libro de Apolonio_ y otros, a vueltas de cierta candidez y color de primitivos, que si no enardece y levanta los pensamientos, agrada, y, sobre todo, contentaba a sus poco ledos lectores y ms a sus autores, los cuales despreciaban la verdadera poesa del pueblo, que llamaban _mester de juglaria_. Pero la cultura arbiga, fomentada por Alfonso el Sabio, trajo a Espaa el saber grave, diludo en aplogos y sentencias, y de l se aliment la prosa castellana, llevada a la legislacin, a la historia y a la ciencia por el sabio rey. A poco la corriente lrica gallega se derram por toda la Pennsula, escribindose nuestra primera lrica en aquella dulce lengua, y desaparece el pesado alejandrino, substituyndole la riqueza mtrica de aquellos cantares cantables y ligeros de la musa, ya erudita, ya popular, venida de Galicia. La sociedad medioeval se transformaba a la par de caballeresca en burguesa, y el empuje realista del popular pensar y sentir no pudo menos de llegar a la literatura. Estos cambios se verificaron en el siglo XIV, en que vivi el Arcipreste de Hita. El aejo _mester de clerecia_ se colore no poco con estas novedades, y a l pertenecen en el siglo XIV el Rab D. San Tob de Carrin y el Canciller Pero Lpez de Ayala. No menos pertenece a l nuestro Arcipreste por la intencin moralizadora de su libro y por la doctrina y fbulas orientales de que

lo entrever; pero no menos, antes mucho ms, ha de tenerse por poeta popular del _mester de juglaria_, como l mismo francamente lo proclama sin desdearse por ello (c. 1633): Seores, hevos servido con poca sabidora: Por vos dar sols a todos fablvos en jograra. Con estas palabras, y mucho ms con su libro, sus cantares y "cntigas de dana e troteras, para judos e moros e para entendederas, para ciegos y escolares, para gente andariega" (c. 1513, 1514) alz bandera revolucionaria en el campo de la literatura erudita, injertndole la savia popular, la nica que suele y puede engrandecerla. El fu quien enterr _el mester de clerezia_, desgarrndose de la tradicin latino-eclesistica; l quien rompi todos los moldes de erudiciones trasnochadas, de ritmos apesadumbrados y de entorpecidos andares; l quien supo aprovechar como nadie en sus aplogos la manera pintoresca y sentenciosa de la literatura oriental, harto mejor que en sus prosas D. Juan Manuel, su contemporneo; l quien di vida a la stira moral, harto mejor que el Canciller y el Rab; l quien llev a la literatura castellana las cantigas, las villanescas y las serranillas gallegas; l quien zanj para siempre el realismo de nuestra literatura; l, en una palabra, quien di vida de un golpe y en un solo libro a la lrica, a la dramtica, a la autobiografa picaresca y, sobre todo, a la stira en todos sus matices. El Arcipreste de Hita no puede ser encasillado, como no pueden serlo los pocos altsimos ingenios, que se levantan sobre la muchedumbre de los poetas y escritores comunes, por sobresalientes que algunos de ellos sean. Fuelo, sin duda, el infante D. Juan Manuel, el nico cuya voz puede orse mientras canta el de Hita; pero entre uno y otro hay un abismo. Porque nuestro Arcipreste, no slo es el primer poeta de su siglo, sino de toda la Edad Media espaola, y fuera de Espaa tan slo el Dante puede con l emparejar. Quin fu este hombre tan extraordinario? Fuera de lo que nos pueda decir su _Libro de Buen Amor_ no sabemos ni una palabra; y este libro es tan naturalmente artstico y tan irnico y socarrn y en castellano tan viejo y poco conocido escrito, que l y su autor siguen siendo hasta hoy una verdadera quisicosa, un enigma, aun para las personas ms doctas. Para Menndez y Pelayo fu el Arcipreste "un clrigo libertino y tabernario"; para Puymaigre, "un libre pensador, un enemigo de la Iglesia"; para Jos Amador de los Ros, por el contrario, fu "un severo moralista y clrigo ejemplar, que si es cierto que cuenta de s propio mil picardas, lo hace para ofrecerse como vctima expiatoria de los pecados de su tiempo, acumulndolos sobre su inocente cabeza" (MENNDEZ Y PELAYO, _Antologa_, III, pgina LXII). Si con tan encontradas opiniones se juzga del hombre, de esperar es que con las mismas se juzgue de su obra, que no ha faltado quien la llamase nada menos que _Libro de alcahuetera_. Bien es verdad que todos convienen en tenerle por extraordinario poeta. Pero, puede ser poeta tan extraordinario un hombre que va contra el sentir de toda la sociedad cristiana en que vive, como lo supone Puymaigre? Los grandes poetas que conocemos sobresalieron entre sus contemporneos; pero fueron la voz de toda la sociedad en que vivan, y eso les hizo ser grandes. Puede ser extraordinario poeta un poeta "clrigo, libertino y tabernario; un escolar nocherniego, gran frecuentador de tabernas; un clrigo de vida inhonesta y anticannica", como dice de l Menndez y Pelayo? Yo conceder que entre tales hombres pueda darse un poeta; jams un extraordinario

poeta. Los ms encumbrados pensamientos y los sentimientos ms delicados no andan por las tabernas y lupanares. Si alguien puede creer lo contrario, respeto su opinin; pero me guardo la ma en todo contraria. Si otros creen que un desalmado sin conciencia y sin religin, en un siglo religioso sobre todo, puede ser poeta excelso, de los de gran talla, de los pocos que se levanten a lo ms alto, como yo tengo fu el Arcipreste, tampoco me ofender; pero seguir creyendo que esos altsimos ingenios jams se dieron sin una honda creencia religiosa en el corazn, fuente la ms pura y abundante de la sublime poesa. Pero todo esto es opinar. Lo que en limpio de todo ello se saca es que el valer del Arcipreste y de su libro sigue en balanzas, que el _Libro de Buen Amor_ es todava un enigma aun para los ms doctos y discretos. Descifrar el enigma, poner en claro el libro, que puedan leerlo, entenderlo y juzgarlo doctos e indoctos era empresa digna de acometerse y de que alguien fuera el primero en acometerla. Acaso el mal sino del Arcipreste haya sido el que fuera yo el primero que la acometiese; ello es que yo he sido, y hubiera deseado encuadrar esta _stira maravillosa de la clerecia y aun de toda la sociedad del siglo XIV_, que a esto se reduce el libro, en un marco digno, que pintase y pusiese ante los ojos del lector aquella corrompida edad del _cautiverio babilnico_, como se ha llamado por la sustraccin del Papa a la ciudad de Roma, llevado con miras polticas a Avin por los reyes de Francia. No sufra tal espacio y vagar el estilo y tamao de los libros de esta biblioteca de CLSICOS CASTELLANOS, y he debido ceirme a sus lmites, aunque creo haber sacado en limpio el texto, haber aclarado su sentido literal de manera que cualquiera persona medianamente instruda llegue a entenderlo, y haber apuntado las suficientes noticias para que se conozca el ser y costumbres de aquel siglo. Del libro, bien estudiado, se sacan las pocas noticias siguientes, tocantes al extrao personaje de su autor: Llamse _Juan Ruiz_ (c. 19 y 575). Naci en Alcal de Henares (c. 326, 1510). Fu _Arcipreste de Hita_, villa en la provincia de Guadalajara. Cargo era ste de importancia, como entonces todos los eclesisticos, y el primero de la villa, puesto que el Arcipreste es cabeza de todos los dems clrigos. Era ya muerto, probablemente, a no ser que hubiera dejado el arciprestazgo, el ao 1351, pues en escritura que cita Antonio Snchez era arcipreste all y aquel ao un tal Pedro Fernndez; todava parece ms probable que hubiese muerto para el ao 1348, como deduzco por cierta conjetura de la copla 326 (vase mi nota). Acab de componer su libro el ao 1343 (c. 1634), siendo ya viejo (c. 1692) y estando preso en Toledo por mandado del Arzobispo de aquella ciudad D. Gil de Albornoz (c. 1671, 1709). Compuso, por consiguiente, el libro en los ltimos aos de su vida, preso y lleno de angustias, agraviado e injustamente puesto en prisin, "por _causas meramente curiales_", dice Menndez y Pelayo, muy probablemente por falsas delaciones sobre que hablaba contra el Arzobispo, llevadas de parte de los clrigos de Talavera, fuertemente enojados por la sangrienta stira que contra ellos escribi (c. 1690). Fu persona leda y entendida en Sagrada Escritura, Derecho civil y cannico, en la erudicin latino-eclesistica de su siglo y en los libros de D. Juan Manuel y dems obras que hasta entonces se haban escrito en lengua vulgar.

La biblioteca del Arcipreste debi de ser harto menguada. Por su libro se saca que conoca la _Biblia_, varias obras cannicas y jurdicas, que menciona en la copla 1152; las _Decretales_ (c. 1148); el _Decreto_ (introduccin); el _Especulo_ (c. 1152); el _Libro de las tafurerias_ (c. 556); el _Conde Lucanor_, del cual sac el asunto de algunas fbulas; el poema de _Alexandre_, al cual imita (c. 1266); algn _Isopete_, del que sac el de otros aplogos;[A] el _Pamphilus_, que glos; los _Aforismos de Caton_ (introduccin y c. 44, 568). A Aristteles cita en la copla 71, a Tolomeo en la 124 y a Hipcrates en la 303; pero sin duda de segunda mano. No tena ningn clsico latino ni menos griego, pues aunque cita a Ovidio (429, 446, 612, 891), para l y sus contemporneos Ovidio Nason era principalmente el _Pamphilus_ medioeval, obra de un monje imitador del verdadero Ovidio. Tampoco trae nada su libro de la _Disciplina clericalis_ del judo converso espaol Pedro Alfonso ni del _Libro de los engaos_ o _Sendebar_, mandado verter al castellano por el infante D. Fadrique, obras ambas que pudiera muy bien haber aprovechado por la comunidad de asuntos y que acaso ley; pero que es extrao no hayan dejado la menor huella en el _Libro de Buen Amor_. De la poesa francesa debi de conocer algo, aunque no tanto como crey Puymaigre, pues el cuento de _Pitas Pajas_ probablemente fu espaol de origen, si no fu invento del mismo Arcipreste (474), y las serranillas tenan su abolengo en la lrica popular.[B] No habiendo conocido el _Roman de la Rose_, derramado por toda Europa y de asunto tan parecido al de su libro, qu otra obra francesa iba a conocer? Pero este maravilloso poeta, si no tena libros, tampoco los necesitaba. Fu un vidente de la naturaleza, de las almas, de la sociedad en que viva; un verdadero vate, que estaba por cima de los libros y calaba adonde los libros no alcanzan. Que fu personaje de cuenta y de gran confianza para el gran estadista, no menor conocedor de hombres y severo y enterizo Arzobispo de Toledo, gran privado del emperador Alfonso XI y del Papa (notas a las coplas 1690, 1516), don Gil de Albornoz,[C] se ve claramente por la grave comisin que le encarg de llevar sus letras al clero de Talavera, con amplios poderes (c. 1690) para retraer a aquellos clrigos de la suelta vida que llevaban y hacerles apartar de sus mancebas, a ellos y a los seglares de aquella poblacin. Puesto que D. Gil fu Arzobispo de Toledo desde el ao 1337 hasta el 1350, en que se puso al servicio del Papa en Avin, esta comisin fu despus del ao 1337, algunos aos ms tarde, sin duda, y el Arcipreste era ya hombre entrado en aos, pues l se llama viejo (c. 1692) y de conocido valer, prudencia y severas costumbres. Este hecho incontrastable y cierto de toda certeza es el que ha de tenerse bien en cuenta al juzgar de su persona y de su obra, la cual vino a escribir por las causas y acontecimientos que de todo esto se desprenden y son como siguen. No debi de ser grande la enmienda de los clrigos de Talavera, cuando, a pocos aos, escribi el Arcipreste la famosa stira, que aadi ms tarde al final de su libro. Poco despus se vi puesto en prisin por causas desconocidas, y lo ms probable por las dichas delaciones de aquellos seores (c. 1709). Entonces fu cuando, tomando aquella stira clerical como boceto de otra mayor, compuso el _Libro de Buen Amor_, cuyo intento es claramente satirizar a los clrigos de vida airada que, como aquellos de Talavera, tanto abundaban por Espaa (c. 505). El personaje principal de todo el libro es un arcipreste, como cabeza de clrigos perdidos y ms perdido que todos ellos.

Para dar vida dramtica a la stira, habla en primera persona el de Hita, ponindose as en el lugar del dicho arcipreste abstracto, que personifica toda la perdida clerigalla. De este modo, en forma autobiogrfica, va describiendo cuanto a aquellos clrigos sola acontecerles, que se resume en la lucha en su alma y en sus obras entre el espritu cristiano del amor de Dios o buen amor, como el Arcipreste le llama, y el espritu carnal y mundano, que l intitula _locura_ o _loco amor_. Llevado de la naturaleza carnal, que el protagonista atribuye al sino, conforme a las doctrinas astrolgicas de entonces, busca una tras otra mujeres para sus amoros, valindose de tercerones y de terceronas viejas. La fe cristiana le vuelve una y otra vez a Dios y al buen camino mediante los desengaos, de que la gracia se vale, segn la catlica teologa. Pero suele quedar vencedor el loco amor, porque tal sucede a los hombres de carne y hueso, y el Arcipreste no se espanta de pintar los hechos y la verdad como ella se es. La idea capital del libro est, por consiguiente, en que pinta al hombre mundano, sobre todo cristiano y clrigo, el cual conoce el mal que hace y se arrepiente; pero que vuelve a caer en los lazos del loco amor, que acaba seorendole. La unidad de plan no puede ser ms clara ni el intento de satirizar a los locos clrigos, naturalmente para aprovechamiento de ellos y de los dems. Pero as como el ingenio poderoso de Cervantes convirti en stira de toda la sociedad de su tiempo y aun de toda la humanidad la que pretendi hacer de los libros de caballera, de la misma manera el ingenio del Arcipreste, tan grande acaso como el de Cervantes y, si menos clsico y en todo mesurado, ms primitivo sin duda y montaraz, convirti la stira de los clrigos en la stira de la sociedad del siglo XIV y de la humanidad de todos los tiempos. El _Libro de Buen Amor_ es, como dice Menndez y Pelayo, la _Comedia Humana_ del siglo XIV y la epopeya cmica de la Edad Media. Un arcipreste erudito, canonista, grave y macizo, ya entrado en aos y que sin embargo emprende y lleva a feliz cima semejante obra, hubo de ser de un temple capaz de hacer cara a todos los enemigos que, heridos en lo ms vivo y poderosos por su estado clerical y asegurados en la costumbre, que viene a ser nueva naturaleza y nueva ley y derecho, se le echasen encima o solapadamente jurasen su perdicin y se la tramasen por todas vas. Tal sucedi, y no poda menos de suceder; pero la grandeza de corazn de aquel hombre queda, por lo mismo, fuera de todo debate. Hay otro gnero de enemigos todava peores, el de los mojigatos y escrupulosos, el de los hipcritas, que se espantan y se llevan las manos a la cabeza al leer la realidad de lo que cada da sucede, cuando hay quien sepa pintarla tal cual es, sin medias tintas que la ensombrezcan y suavicen, y que acaso acaso no se espanten de los hechos vistos y tocados, y quin sabe si por ellos mismos cometidos. Este linaje de gentes siguen siendo hoy mismo enemigos del Arcipreste de Hita, aunque parezcan tan anchos de manga como Puymaigre. Mas el alma del Arcipreste era de tan finos aceros y de tan levantados vuelos, que se sobrepuso a todos esos espantadizos y asombradizos grajos. Su pincel se ti en los hechos ms sangrientos de la realidad y llev al lienzo el ms fiero realismo, chorreando sangre y verdad a puados. Pero no es lienzo ni pintura este libro; es piedra berroquea, grabada a martillazo limpio por un cclope. La literatura griega es de

alfeique ante esta obra de un verdadero primitivo del arte; slo Esquilo puede aparearse con l en la fuerza, y slo asentado entre los primitivos artistas egipcios se halla como en su casa y en compaa de quien le entienda, o codendose con un Ecequiel y un Isaas, almas de la misma cantera que la de este hombre verdaderamente varonil y artista colosal. No es que quisiera ofrecerse como vctima expiatoria de los pecados de su tiempo, como devotamente dijo Amador de los Ros; es que no era hombre para entender que alguien se espantase de que se atribuyese a s el papel de clrigo tabernario y libertino. Todos hemos conocido en nuestra Espaa curas de tan sanas costumbres como de desenfadado buen humor, que estn por cima de hablillas y chismografas de barrio y les gusta terciar con todos y chocarrear a sus tiempos y aun tocar la guitarra y cantar flamenco, si a mano viene. De esta madera fu el Arcipreste. Saba de cantares y tonadas, de cristianos, moros y judos, que entonces vivan harto mejor hermanados de lo que se figuran los cuqueros y ctaros que quieren ahora monopolizar la fe catlica, tan grande de suyo, que no cabe ni asoma siquiera en pechos tan pequeos y apilongados. Para todos haca coplas y taa instrumentos, a lo menos entenda de ellos. Saba de tonadillas y cantares arbigos. Conoca a entendederas o ensalmaderas y curanderas, a estudiantes nocherniegos y a ciegos cantadores y les haca a todos coplas. Calaba las tramoyas de las viejas celestinas, llamadas entonces trotaconventos, grandes cuentas al cuello, enlabiadoras de dueas, terceronas de clrigos. Todo ello lo tena muy sabido el Arcipreste y lo pint tal como lo saba y no le pas por pensamiento desdearse ni correrse ni menos asombrarse de escribirlo. Porque era un hombre, y los asombradizos de entonces y de ahora no s lo que sern, pero hombres estn lejos de serlo. Slo l, grave y regocijado a la par, poda escribir aquel carnaval de abigarrado colorido, en que van pasando todo linaje de gentes con sus locuras y solapadas intenciones, y l les va arrancando sin compasin la careta. All, como dice Dozy, los caballeros que vienen presto al tomar de la paga, tarde al partirse a la frontera; jugadores de dados falsos; los jueces poco escrupulosos y los abogados intrigantes y cohechadores; los criados que se distinguen por catorce cualidades, pobres pecadores que guardan muy bien el ayuno cuando no tienen qu llevarse a la boca; las nobles damas vestidas de oro y seda; las delicadas monjas de palabrillas pintadas y sabrosas golosinas; las judas y moras; las villanas de la sierra, chatas y lujuriosas como cabras, de anchas caderas y macizas espaldas. "La fantasa ingeniosa, la viveza de los pensamientos, la exactitud con que pinta las costumbres y los caracteres, la encantadora movilidad de su ingenio, el inters que acierta a comunicar al desarrollo de su obra, la verdad del colorido, la gracia con que cuenta los aplogos, y, sobre todo, _la incomparable y profunda irona_, que ni a s mismo perdona--dice el famoso crtico alemn _Clarus_ (Guillermo Volk)--le elevan, no solamente sobre otros poetas espaoles que le siguieron, sino sobre la mayor parte de los poetas de la Edad Media en toda Europa." Menndez y Pelayo seala como cualidades principales del Arcipreste: "La primera, el intenso poder de visin de las realidades materiales: en el Arcipreste todo habla a los ojos; todo se traduce en sensaciones; su lengua, tan remota ya de la nuestra, posee, sin embargo, la virtud mgica de hacernos espectadores de todas las

escenas que describe." "Es la segunda de sus dotes una especie de irona superior y trascendental, que es como el elemento subjetivo del poema, y que unido al elemento objetivo de la representacin, da al total de la obra el sello especialsimo, el carcter, general a un tiempo y personal, que la distingue entre todas las producciones de la Edad Media. La obra del Arcipreste refleja la vida entera, aunque bajo sus aspectos menos serios y nobles; pero en medio de la nimia fidelidad del detalle, que en cada pgina hace recordar las bambochadas y los bodegones flamencos, pasa un viento de poesa entre risuea y acre, que lo transforma todo y le da un valor esttico superior al del nuevo realismo, hacindonos entrever una categora superior, cual es el mundo de lo cmico-fantstico. En este gnero de representaciones brilla principalmente el Arcipreste, y es lrico a su modo, con opulencia y pompa de color, con arranque triunfal y petulante verso, sin dejar de ser fidelsimo intrprete y notador de la realidad." (_Antologa_, III, CX). Pero no admito "la tercera y muy visible dote, la abundancia despilfarrada y algo viciosa de su estilo, formado principalmente a imitacin del de Ovidio, de cuyas buenas y malas condiciones participa en alto grado, puesto que la riqueza degenera en prodigalidad, y la idea se anega en un mar de palabras..." Ni se form en Ovidio, ni ley siquiera un solo verso suyo, ni se le parece en nada ms que en ser Ovidio elegantsimo y social poeta, y el Arcipreste poeta insociable y primitivo, de lo ms primitivo, bronco y estupendamente salvaje que resoll y ech a este mundo la diosa Madre de la poesa universal, de la cual fueron hijas helnicas las elegantes Musas clsicas que conocemos. En cambio, aado yo que el Arcipreste no fu poeta de una sola cuerda, como la mayora de los poetas lo fueron. A lo aristofanesco de alguna serranilla y de la contienda entre Don Carnal y Doa Cuaresma, junta el candor de gloga, ms natural que el de Tecrito, en otras serranillas; a la vena satrica quevedesca del poder del dinero y de las costumbres de los clrigos talaveranos, caballeros y monjas, la delicada y suave uncin de los gozos de la Virgen, en el tono con que los ha cantado siempre el pueblo; a lo dramtico y hondamente psicolgico de la parfrasis del _Pamphilus_, lo sublimemente trgico de la elega a la Muerte; a lo tristsimamente endechado en las Cantigas a Mara, lo triunfalmente pindrico del epinicio cantado a Cristo como venciendo a la muerte misma, reina del universo; a lo sentencioso de los consejos de Don Amor y a lo oriental de los aplogos, lo muy occidental y jams igualado cmico del rezo de los clrigos con sus amigotes golfines y en acecho de dueas y mujerzuelas. Por tal brusquedad de saltos baja y sube nuestro Arcipreste de lo cmico a lo trgico, de lo lrico a lo dramtico, de lo idlico a lo satrico, y todas las cuerdas las pulsa y tae como poeta consumado, con un garbo y soltura asombrosa, sobresaliendo siempre la fuerza, el color, el sentimiento y la veracidad. Nada dir acerca del estilo, porque tamao escritor no poda menos de tenerlo, y lo tiene tan personal y propio como el ms pintado de los escritores castellanos. Ni del caudal lxico y gramatical, que es en su tanto el ms rico de los escritores de la Edad Media, y en su libro, como en ningn otro, puede estudiarse el castellano antiguo. Pero he de aadir que el Arcipreste emplea no pocas voces con el significado aragons y algunas pura y exclusivamente aragonesas. Bastar para dar razn del hecho el emplearse no pocos aragonesismos

en Guadalajara, Segovia y, sobre todo, en Soria? Dejse decir Muymaigre (_Les vieux auteurs castillans_, II, pg. 83) que el Arcipreste fu un discpulo de la literatura francesa y que en nada fu poeta espaol: "Ruiz n'a gure d'espagnol que sa langue, et encore y mle-t-il grand nombre de mots d'origine trangre." Yo, a salida de tal calibre, slo le respondera que hasta hoy, por lo menos, no se ha dado en Francia escritor alguno del temple, de la fuerza y color que el Arcipreste de Hita; que sus grandes escritores y artistas son de otro jaez; que Juan Ruiz es el artista y escritor ms espaol y ms de raza que conozco. Sus cualidades son las de nuestra literatura y enteramente encontradas y opuestas a las de la literatura francesa. Cuanto al "grand nombre de mots d'origine trangre", el ndice de voces de esta mi edicin prueba claramente que ni una sola fu de otra cepa que la castiza y popular castellana. Por fortuna, nuestros tres principales escritores, Cervantes, Rojas y Juan Ruiz, nacieron en el centro de la meseta castellana y a pocas leguas en la misma regin toledana, donde se fragu nuestro lenguaje literario. La versificacin ordinaria del _Libro de Buen Amor_ es el llamado _tetrstrofo_ o copla de cuatro versos consonantes o _quaderna via_ o _alejandrino_. Estos versos son de catorce slabas los ms y algunos de diecisis, divididos en dos hemistiquios. Se ha dicho que en aquel tiempo no se admita la sinalefa, de modo que han de contarse todas las slabas con sus vocales. Es cierto; y en vez de la sinalefa supriman una vocal, lo cual indico yo con el apstrofo: Diz' el lobo al len qu' el asno tal nasciera (c. 903). Lase, pues, sin sinalefa, con sus 16 slabas: Vy una apuesta duea seer en el su estrado (910). Sin embargo, no hallo medio de evitar la sinalefa en la c. 911, a no ser que cada hemistiquio forme verso aparte y el primero sea de ocho y el segundo de siete slabas: Nunca vy tal como sta, sy Dios me d salud! Si se admite lo primero, sera preferible escribir a lo romance la cuaderna va. Lo mismo la 912, donde la sinalefa no ha lugar: Poco salya de casa: era como salvaje. Al revs, el primero de siete y el segundo de ocho, si no se omite la _e_ final de _gurdeme_: De mensajero malo gurdeme Santa Mara! (913). Pero no cabe omisin alguna en: Ayna yerra ome, que non es aperebudo (922). Que nunca mal rretrayas a furto nin en conejo (923). Hay que decir, por consiguiente, que en el tetrstrofo de Hita cabe igualmente el hemistiquio de siete y el de ocho slabas en sus cuatro

combinaciones: 7+7, 8+8, 7+8, 8+7. Fuera de estos casos, la copia est errada por los copistas y admite correccin. An algunos hemistiquios de ocho creo yo seran de siete en el original; pues pronunciando el Arcipreste como el pueblo, hara ms contracciones, por ejemplo: _d'_ por _de_, _qu'_ por _que_, _'l_ por _el_, etc. No me he atrevido a llevar al extremo este principio, aunque lo practico a veces. Alguna que otra hllanse segundos hemistiquios agudos de ocho slabas; pero sabido es que la slaba ltima en todas las mtricas se ensea que suena menos fuerte, de manera que pudiera tomarse como por grave esa slaba aguda final: Que fecha la conclusyn _en criminal acusain_. Non poda dar lyencia _para aver conpusiin_ (370). Y aun en el primer hemistiquio: _Qu' l ave poder del rrey_, en la su comisin (371). Las combinaciones de hemistiquios en cada tetrstrofo son muy variadas. Ejemplos: 8+7, 7+8, 8+7, 8+8 en la copla 931; 7+7, 7+8, 7+7, 7+8, en la 930; 7+7, 8+8, 7+8, 8+7, en la 933. No pocas composiciones del Arcipreste se han analizado mal mtricamente por no haberse separado bien los versos (vase, por ejemplo, en _Puyol_); yo los he dividido como lo estn pidiendo ellos mismos. Conviene particularizar aqu las dems clases de versos y estrofas del Arcipreste, aunque no sea ms que para admirar la riqueza que introdujo en esta parte este poeta revolucionario, quiero decir extraordinario, que supo campar por s e inventar lo que nadie haba soado. Adems del tetrstrofo, tan variado como hemos visto en versos de 16 y de 14 slabas en dos hemistiquios, quiso el Arcipreste "dar algunos leion e muestra de metrificar e rrimar e de trobar; ca trobas e notas e rrimas e ditados e versos que fiz conplidamente, segund que esta iencia requiere" (_Introd._). De hecho nos di en su libro versos de todas clases y estrofas variadsimas (24 clases de estrofas adems del tetstrofo), como antes de l no se conocan y pocos despus de l abarcaron. Versos dodecaslabos y endecaslabos ha credo hallar Puyol en las coplas 1049-1058 y 1678-1683, respectivamente; pero vanse en su lugar cmo, naturalmente, han de dividirse. Adems, pues, de los versos de 14 y 16 slabas del tetrstrofo, hay los versos siguientes: Octoslabos en las coplas 1710-1719, 1720-1728, 1650-1660, 987-992, 1668-1672, 1059, 1060-1066, 959-971, 997-1005, 33-43. Heptaslabos en las coplas 1635-1641, 1678-1683, 1661-1667, 1673-1677, 1684, 1685-1689, 21-32. Hexaslabos en las coplas 1049-1058, 1642, 1649, 1022, 1023-1042.

Pentaslabos en las coplas 1678-1683. Tetraslabos en las coplas 1661-1667, 20-43, 1678-1683. Mayor es la riqueza de combinaciones de los versos en estrofas y de las estrofas entre s en toda la composicin. 1. Estrofas de diez versos: heptaslabos, menos los 2., 5. y 10, y consonantados los 1., 4., los 2., 5., los 3., 6., 7., los 8., 9., y el ltimo con el ltimo de todas las estrofas y con el de la primera, que es de cuatro versos, los tres primeros consonantados (c. 1661-1667). 2. Estrofas de nueve versos octoslabos, consonantando los 1., 3., 5., 7. y los 2., 4., 6., 8., y el ltimo de todas las estrofas entre s y con el 3. de la primera estrofa, que es de tres versos, los dos primeros pareados (c. 987-992). 3. Estrofas de ocho versos heptaslabos, consonantando los 1., 3., los 2., 4., 5., 8. y los 6., 7. Adems el consonante del primer verso de cada estrofa es el mismo del ltimo de la anterior, y la primera estrofa es de cuatro versos consonantando los 1., 4., y los 2., 3. (c. 1673-1677). 4. Estrofas de ocho versos octoslabos, consonantando los 1., 3., 5. y los 2., 4., 6., luego los 7., 8., de todas las estrofas entre s y con la estrofilla primera de cuatro versos (c. 1060-1066). 5. Estrofas de siete versos hexaslabos en combinacin de a, b, a, b, a, b, y el final de 14 slabas agudo, como estrambote, concertando el de todas las estrofas (c. 1049-1058). 6. Estrofas de siete versos: 1., 3., 5. y 6., tetraslabos agudos consonantados, y 2., 4., y 7., hectaslabos consonantados (c. 1678-1683). 7. Estrofas de siete versos consonantando los 1., 3., 5., y los 2., 4., 6., 7., todos hexaslabos menos el tetraslabo ltimo (c. 1642-1649). 8. Estrofas de siete versos octoslabos, consonantando los 1., 3., los 2., 4., 7. y los 5., 6. (c. 959-971). 9. Estrofas de siete versos octoslabos, consonantando los 1., 3., 5., los 2., 4., 6., 7. (c. 997-1005). 10. Estrofas de siete versos heptaslabos, consonantando los 1., 3., los 2., 4., 7., los 5., 6. (c. 1635-1641). 11. Estrofas de seis versos heptaslabos, consonantando los 1., 2., los 3., 4., y los 5. y 6. (c. 1721-1728). 12. Estrofas de seis versos heptaslabos, consonantando los 1., 2., 4., 5., y los 3., 6. (c. 1685-1689). 13. Estrofas de seis versos, los dos primeros de 16 14 slabas y los otros cuatro octoslabos, consonantando los 1., 2., 3., 6., y los 4., 5. (c. 1668-1672). 14. Estrofas de seis versos octoslabos, consonantando los 1., 3.,

5., y los 2., 4., 6. (c. 1710-1719). 15. Estrofas de seis versos, consonantando los octoslabos 1., 2., 4., 5., y los tetraslabos 3., 6. (c. 33-43). 16. Estrofas de cinco versos hexaslabos, consonantando los 1., 2., y los 3., 4., y el 5. con los cuatro de la primera estrofa (c. 1023-1042). 17. Estrofa de cuatro versos octoslabos, consonantando los tres primeros entre s, y el cuarto de todas las estrofas con el pareado del principio de la composicin (c. 1651-1660). 18. Estrofas de cuatro versos octoslabos, consonantando los tres primeros entre s y el cuarto de todas las estrofas con la estrofa primera (c. 21-32; 116-120). 19. Estrofa de cuatro versos tetraslabos, todos consonantados (c. 20). 20. Estrofa de cuatro versos hexaslabos, dos consonantados (c. 1022). 21. Estrofa de cuatro versos de siete slabas, consonantados 1. con 3. y 2. con 4. (c. 1059). 22. Estrofa de dos versos octoslabos, consonantados (c. 1650 y 115). Ediciones del Arcipreste puede decirse que no las hay. Don Toms Antonio Snchez, en el tomo IV de su _Coleccin de poesas castellanas anteriores al siglo XV_ (ao 1790, Madrid), form un texto arbitrario de los tres cdices, _escard_ lo que le pareci ir contra la moral, confundi la ortografa y dej sin explicar la mayor parte del glosario. Janer (tomo 57, _Bibliot. Rivadeneyra_, 1864) enmend yerros de lectura y entremeti los trozos suprimidos; pero slo tuvo en sus manos el cdice de Gayoso y fu menos sincero que su predecesor. Ducamin tuvo intencin de hacer la edicin crtica, pero se entr en el claustro sin hacerla. Le debemos, sin embargo, el mayor servicio que pudo hacer al libro del Arcipreste: hizo la edicin paleogrfica (Toulouse, 1901), recogiendo en su obra las variantes de los cdices _G_ y _T_ al pie del texto ntegro del cdice _S_, que tuvo por el mejor. Con este trabajo, que pocas veces habr que recurrir a los cdices, la edicin estaba preparada. Advirtase que los cdices _G_ y _T_ carecen de ttulos y divisiones, que se hallan en _S_, de manera que no son del Arcipreste. Los manuscritos principales del _Libro de Buen Amor_ son: El manuscrito _G_ o de D. Benito Martnez _Gayoso_, que hoy es propiedad de la Academia Espaola y fu escrito el ao 1389, esto es, cuarenta y un aos despus de escribir el autor su libro. Es, sin duda, el mejor, aunque Ducamin prefiera el manuscrito _S_ por razones secundarias, pues _G_ tiene ortografa ms popular y ms antigua y sus versos constan mejor que los de _S_, que se ve aadido y cambiado no poco por dar claridad al texto. Yo le sigo siempre que las variantes de los otros no prueben estar errado. El manuscrito _T_ o de la Catedral de _Toledo_, que hoy est en la Biblioteca Nacional (vitrina 4-8), concuerda ms en todo con _G_ que con _S_ y es de la misma poca que _G_, lo cual comprueba la

preferencia que doy a _G_, pero tiene ms erratas. Otra copia del de Toledo en la Nac. Dd., 14. El manuscrito _S_ o del Colegio Mayor de San Bartolom, de _Salamanca_, que hoy para en la Biblioteca Real, es el ms moderno de los tres, de principios del siglo XV, su ortografa ms complicada y conserva ms trozos que los otros dos. Estas dos razones movieron a Ducamin a darle la preferencia; yo prefiero atenerme al texto ms antiguo en todo caso y a la ms antigua ortografa. Los tres fueron impresos por _Ducamin_: _S_ ntegramente, y los otros dos al pie en las variantes. Mi edicin se atiene, en cuanto es posible, al texto ms antiguo, que es _G_, corrigiendo por los dems y siempre con la ortografa del texto de donde las palabras se toman. Pero en todos los cdices hay muchos versos de deslavazada expresin y en el cuento de slabas echados a perder, por comezn de aclarar el texto. Cuanto a la ortografa, conservo la de los cdices y slo pongo _z_ por la [Griego: z] y [Griego: s] de Ducamin, cuando responden a esta letra, dejando _s_ en los trozos de _G_, cuando la llevan. Por _nn_ siempre pongo __, como hizo Ducamin. El signo que responde a la conjuncin _y_ o _et_ del latn, lo transcribo siempre __, pues escribindose indistintamente _e_ y _et_ en los libros de entonces y no evitndose el hiato en la poesa de aquellos tiempos, no creo que deba poner a capricho una u otra forma. Para que el lector no informado lea sin tropezar el texto, parceme advertirle que _f_, _ff_ y _h_ tenan un mismo sonido, el de la _h_ aspirada andaluza; que __ sonaba siseada, y todava ms suavemente _z_; que _j_, _i_, _g_ sonaban como _gi_ en italiano, menos _g_ con _a_, _o_, _u_, hablando en general, pues a veces est por _j_ y otras veces para que sonase como [Griego: g] escribase _gua_, _gualardn_; que _b_ y _v_ sonaban como hoy, esto es, _v_ como _b_ ms suave entre vocales; que _x_ vala lo que la _ch_ francesa y _ch_ lo mismo que ahora en castellano; que a menudo va la _n_ sin tilde, pero que sonaba como __ cuando est por ella en las voces que hoy la conservan; que ante labial siempre son _n_, como se halla en el texto, y no _m_.[D] He arreglado enteramente la acentuacin, que entonces no la haba, y la puntuacin, no menos que la unin en cada palabra de las slabas que la forman. Los poetas medioevales empleaban siempre el hiato sin escrpulo, y hase de tener en cuenta al leer sus versos; cuando lo evitaban era mediante la sinalefa, escribiendo entonces las dos palabras juntas como las pronunciaban; yo en este caso las separo, conforme al uso moderno, echando mano del apstrofo o virgulilla superior que indica la vocal suprimida. No se hagan sinalefas al leer donde no las hay. Para no multiplicar las notas he puesto el _Indice_, donde se puede acudir cuando se dude del significado de una palabra. JULIO CEJADOR. [Nota A: Vase TACKE: _Die Fabeln des Erzpriesters von Hita, in Bahmen der mittelalterlichen Fabelliteratur nebst einer Analyse des Libro de buen amor_. Breslau, 1911 (32 pgs.)] [Nota B: Vase CEJADOR, _Historia crtica de la antigua lrica popular_, t. V de _La verdadera poesa castellana_. Madrid, 1921-1930, nueve volmenes.]

[Nota C: "Las Grandes virtudes y hazaas de este nuevo Prelado mejor ser pasallas en silencio, que quedar en este cuento cortos." MARIANA. _H.E._, 16, 5.] [Nota D: Vase CEJADOR, _Vocabulario medieval castellano_.]

LIBRO DE BUEN AMOR[E]

IESUS NAZARENUS REX JUDORUM ESTA ES ORAIN QU'EL AIPRESTE FIZO DIOS, QUANDO COMEN ESTE LIBRO SUYO [1] Seor Dios, que los jodos, pueblo de perdiin, Sacaste de cabtivo del poder de Faran, A Daniel sacaste del poo de Babiln: Saca mi coytado desta mala presin. [2] Seor, Ant'el Seor, Scame t diste graia Ester la reyna, rrey Asuero ovo tu graia dina. dame tu graia tu mered ayna, desta lazeria, desta presin...

[3] Seor, t que sacaste al Profeta del lago, De poder de gentiles sacaste Santiago, A santa Marina libreste del vientre del drago: Libra a m, Dios mo, desta presin do yago. [4] Seor, t que libreste la santa Susaa, Del falso testimonio de la falsa conpaa: Lbrame t, mi Dios, desta coyta tan maa, Dame tu misericordia, tira de m tu saa. [5] A Jons, el Profeta, del vientre de la ballena, En que mor tres das dentro en la mar llena, Sacstelo t sano, como de casa buena: Mexas, t me salva sin culpa sin pena. [6] Seor, los tres nios de muerte los libreste, Del forno del grand fuego syn lisin..., De las ondas del mar sant Pedro tomeste: Seor, de aquesta coyta saca al tu aipreste. [7] Aun t, que dixiste los tus servidores Que con ellos seras ante reys dezidores E les diras palabras, que fabrasen mejores: Seor, t sey comigo, gurdame de traydores. [8] Nonbre profetizado fu grande Hemanuel Fijo de Dios muy alto, Salvador de Ysrael; En salutain al ngel Grabiel Te fizo ierta desto, tu fueste ierta dl.

[9] Por esta profea la salutain, Por el nonbre tan alto, Hemanuel, salvain: Seora, dame graia, dame consolain, Gname del tu fijo graia bendiin. [10] Dame graia, Seora de todos los seores, Tira de m tu saa, tira de m rencores: Ffaz que todo se torne sobre los mescladores, Aydame, Gloriosa, Madre de pecadores. * * * * *

_Intellectum_[F] _tibi dabo, et instruam te in via hac, qua gradieris: firmabo super te oculos meos._ El profeta David, por Spritu Santo fablando, a cada uno de nos dize en el psalmo triesimo primo del verso dezeno, que es el que primero suso escrev. En el qual verso entiendo yo tres cosas, las quales dizen algunos doctores philsophos que son en el alma propiamente suyas; son estas: entendimiento, voluntad memoria. Las quales digo, si buenas son, que traen al alma conssolain aluengan la vida al cuerpo dnle onrra con pro buena fama. Ca por el buen entendimiento entiende onbre el bien sabe dello el mal. E por ende, una de las petiiones que demand David Dios, porque sopiese la su Ley, fu sta: _Da michi intellectum_, etc. Ca el ome, entendiendo el bien, avr de Dios temor, el qual es comieno de toda sabidora, de que dize el dicho Profecta: _Initium Sapienti timor Domini_. Ca luego es el buen entendimiento en los que temen Dios. E por ende sigue la razn el dicho David en otro logar, en que dize: _Intellectus bonus omnibus facientibus eum_, etc. Otros dize Salomn en el libro de la Sapienia: _Qui timet Dominum, faiet bona_. E esto se entiende en la primera rrazn del verso, que yo comen en lo que dize: _Intellectum tibi dabo_. E desque est informada instruyda el alma, que se ha de salvar en el cuerpo limpio, pienssa ama desea ome el buen amor de Dios sus mandamientos. E esto atal dize el dicho Profecta: _Et meditabor in mandatis tuis qu dilexi_. E otrosi desecha aborrese el alma el pecado del amor loco deste mundo. E desto dize el salmista: _Qui diligitis Dominum, odite malum_, etc. E por ende se sigue luego la segunda rrazn del verso que dize: _Et instruam te_. E desque el alma con el buen entendimiento la buena voluntad, con buena rremenbrana escoge ama el buen amor, que es el de Dios, pnelo en la ela de la memoria, porque se acuerde dello trae al cuerpo fazer buenas obras, por las quales se salva el ome. E desto dize San Joan Apstol en el _Apocalipsi_, de los buenos que mueren bien obrando: _Beati mortui, qui in Domino moriuntur: opera enim illorum sequuntur illos_. E dize otrosi el Profecta: _Tu reddes unicuique juxta opera sua_. E desto concluye la terera rrazn del verso primero, que dize: _In via hac qua gradieris: firmabo super te oculos meos_. E por ende devemos tener sin dubda que obras sienpre estn en la buena memoria, que con buen entendimiento buena voluntad escoje el alma ama el amor de Dios por se salvar por ellas. Ca Dios por las buenas obras, que faze ome en la carrera de salvain, en que anda, firma sus ojos sobre l. Et esta es la sentenia del verso, que enpiea primero: _Breve_, como quier que las vegadas se acuerde pecado lo quiera lo obre, este desacuerdo non viene del buen entendimiento, nin tal querer non viene de la buena voluntad, nin de la buena obra non viene tal obra; ante viene de la franqueza de la natura humana, que es en el ome, que se non puede escapar de pecado. Ca dize Catn: _Nemo sine crimine vivit_. E dzelo Job: _Quis potest facere mundum de inmundo conceptum semine?_

Quasi dicat: Ninguno, salvo Dios. E viene otros de la mengua del buen entendimiento, que lo non ha estone, porque ome piensa vanidades de pecado. E deste tal penssamiento dize el salmista: _Cogitationes hominum van sunt_. E dize otros los tales, mucho disolutos de mal entendimiento: _Nolite fieri sicut equus et mulus, in quibus non est intellectus_. E aun digo que viene de la pobledat de la memoria, que non est instructa del buen entendimiento; ans que non puede amar el bien nin acordarse dello para lo obrar. E viene otros esto por rrazn que la natura umana, que ms aparejada inclinada es al mal que al bien, pecado que bien: esto dize el Decreto. E estas son algunas de las rrazones, porque son fechos los libros de la ley del derecho de castigos constunbres de otras ienias. Otros fueron la pintura la escriptura las ymgenes primeramente falladas por rrazn que la memoria del ome desleznadera es: esto dize el Decreto. Ca tener todas las cosas en la memoria non olvidar algo ms es de la Divinidat que de la umanidad: esto dize el Decreto. E por esto es ms apropiada la memoria del alma, que es spritu de Dios criado perfecto bive sienpre en Dios. Otros dize David: _Anima mea illi vivet: qurite Dominum, et vivet anima vestra_. E non es apropiada al cuerpo umano, que dura poco tiempo. E dize Job: _breves dies hominis sunt_. E otros dize: _Homo natus de muliere: breves dies hominis sunt_. E dize sobre esto David: _Anni nostri sicut aranea meditabuntur_, etc. Onde yo, de mi poquilla ienia de mucha grand rrudeza, entendiendo quntos bienes fazen perder al alma al cuerpo los males muchos que les aparejan traen el amor loco del pecado del mundo, escogiendo amando con buena voluntad salvain gloria del parayso para mi nima, fiz' esta chica escriptura en memoria de bien conpuse este nuevo libro, en que son escriptas algunas maneras maestras sotilezas engaosas del loco amor del mundo, que usan algunos para pecar. Las quales leyndolas oyndolas ome muger de buen entendimiento, que se quiera salvar, descoger obrarlo h: podr dzir con el salmista: _Viam veritatis_, etc. Otros los de poco entendimiento non se perdern: ca leyendo coydando el mal que fazen tienen en la voluntad de fazer, los porfiosos de sus malas maestras descobrimientos publicado de sus muchas engaosas maneras, que usan para pecar engaar las mujeres, acordarn la memoria non despreiarn su fama: ca mucho es cruel quien su fama menospreia: el Derecho lo dize; querrn ms amar s mesmos que al pecado: que la ordenada caridad de s mesmo comiena: el Decreto lo dize; desecharn aborresern las maneras maestras malas del loco amor, que faze perder las almas caer en saa de Dios, apocando la vida dando mala fama deshonrra muchos daos los cuerpos. Enpero, por que es umanal cosa el pecar, si algunos (lo que non los conssejo) quisieren usar del loco amor, aqu fallarn algunas maneras para ello. E ans este mi libro todo ome muger, al cuerdo al non cuerdo, al que entendiere el bien escogiere salvain obrare bien amando Dios, otros al que quisiere el amor loco en la carrera que andudiere, puede cada uno bien dezir: _Intellectum tibi dabo e cetera_. E rruego conssejo quien lo viere lo oyere que guarde bien las tres cosas del alma. Lo primero, que quiera bien entender bien juzgar la mi entenin porque lo fiz' la sentencia de lo que y dize, non al son feo de las palabras: segund derecho, las palabras sirven la intenin non la intenin las palabras. E Dios sabe que la mi intenin non fu de lo fazer por dar manera de pecar nin por mal dezir; ms fu por reduir toda persona memoria buena de bien obrar dar ensienpro de buenas costumbres castigos de salvain, porque sean todos aperebidos se puedan mejor guardar de tantas maestras como algunos usan por el loco amor. Ca dize sant Gregorio que menos fieren al onbre los dardos que ante son vistos mejor nos podemos guardar de lo que ante hemos visto. E conpsele otros dar

algunos lein muestra de metrificar rrimar de trobar: ca trobas notas rrimas ditados versos, que fiz', conplidamente segund que esta ienia requiere. E porque de toda buena obra es comieno fundamento Dios la fe cathlica, dzelo la primera decretal de las Crementinas, que comiena: _Fidei Catholic fundamento_, do ste non es imiento non se puede fazer obra firme nin firme hedifiio, segund dize el Apstol: por ende comen mi libro en el nombre de Dios tom el verso primero del salmo, que es el de la Santa Trinidad de la fe cathlica, que es: _Quicumque vult_, el verso que dize: _Ita Deus Pater, Deus Filius_, etc. [Nota E: Este es el verdadero ttulo del libro, como se ve por las coplas 13, 3; 933, 2; 1630, 1; no el que Janer le puso de _Libro de Cantares_, por la copla 3, pues es tan genrico como el de _Libro del Arcipreste de Hita_, con que el Marqus de Santillana le llam en su Proemio. Menndez y Pelayo (_Lric. cas._, t. 3, pgs. LXX) dijo que se ha de tomar "este vocablo _amor_, no solamente en su sentido literal, sino en el muy vago que los provenzales le daban, hacindole sinnimo de cortesa, de saber gentil y aun de poesa". No entender el ttulo de un libro es no entender el libro, y el del Arcipreste es tan claro como su ttulo. El intento del Arcipreste, como l dice, es traer al hombre mundano del _loco amor deste mundo_ al _buen amor, que es el de Dios_. El mismo tuvo el Arcipreste de Talavera, un siglo ms tarde, en su _Corvacho_. Cun diferente fu el de Jean de Meun en su _Roman de la Rose_, aunque, segn sus palabras, fuera llevar de _la fole amor_ al _bone amor_! Con tan parecidos vocablos distan tanto una de otra obra, como _del amor de Dios_ dista la propagacin de la especie, que es adonde tira el famoso _Roman_ francs. El cual ha probado Frederick Bliss Luquiens no haber infludo para nada en el libro de nuestro Arcipreste, a pesar de tener asuntos tan comunes a cada paso (_The Roman de la Rose and medieval Castilian literature_, en _Romanische Forschungen_, vol. XX, pg. 284). Por eso llama el Arcipreste _locura_ al amor mundano a cada paso. Este intento suyo, encerrado en el ttulo, ha de tenerlo siempre presente el lector, si desea entender la mente del que lo escribi y no sacar las cosas de quicio, como lo han hecho la mayor parte de los que de Hita hablaron.] [Nota 1: Invocacin llena de gravedad, de sinceridad y de uncin. _Cabtivo_ pronnciese _cautivo_, y vale cautividad.--_Coytado_, con _y_, para que no forme diptongo con la vocal anterior: es el acongojado con _coitas_ _cuitas_. CACER., ps. 13: Porque es un cuitado fa tanto en Dios. Hallbase preso el Arcipreste cuando esto escriba; as es de hondo y sincero el sentimiento que le trae la memoria los personajes histricos perseguidos por causas semejantes la suya, que hemos dicho debi de ser falsa delacin de los clrigos talaveranos, en cuyos pechos deba de hervir el encono contra quien tan varonilmente supo criticar su vida desgarrada. Dios sac los judos, _manu forti_, puros prodigios de Moiss. (_Exodo._) Sac Daniel del pozo adonde le echaron que le devorasen los leones por envidia de los dems gobernadores, sobre los cuales le haba puesto el rey de Babilonia, Daro (_Daniel_, 6). La reina Ester (_Ester_, 8), juda de nacin, logr del rey Asuero un decreto en favor del pueblo judo, tan esclavizado en Asiria como antes en Egipto.] [Nota 2: _Reyna_, _ayna_, con _y_, que lleva el acento, y, como en _coytado_, no hace diptongo. _Rena_ y _ana_ sonaban, de _re(g)ina(m)_ el primero; _ayna_, presto, todava vulgar. QUEV., _Cuent. de c._: Y no me echen de vicio, que podr heder el negocio ms ana que piensan.--_Dino_ fu clsico y es vulgar por _digno_, como

_endino_ de _indignu(m)_.--Lazeria, trabajo, miseria. _Trat. Arg._, 1: Qu buscas en la miseria, | amor de gente cautiva? | Djala que muera o viva | con su pobreza y laceria.--Falta un vocablo en _-na_ detrs de _presin_, por _prisin_, de _pression(em)_, vale apuro, pena (c. 787), y aqu tambin prisin, en la que escriba (c. 1709).] [Nota 3: _Libreste_ por _libraste_, de _lib(e)ra(v)isti_, as como _libraste_ de _lib(e)rasti_. Al profeta Daniel, del lago cisterna de los leones. Los gentiles, vasallos de la reina Lupa, procuraron apoderarse de los huesos de Santiago cuando fueron llevados en el _arca marmrica_ por los discpulos desde Padrn al burgo de los Tamrigos, donde hoy yacen: la leyenda est en la falsa _Crnica_ de Turpn. Conforme con la creencia popular, atribuye el Arcipreste lo del dragn que dicen se trag Santa Margarita, Santa Marina, confundiendo estas dos Santas. Gran devocin se tuvo Santa Marina, y se le levantaron templos en Sevilla, Crdoba, Len y, sobre todo, en la provincia de Orense, donde la leyenda pone que fu martirizada por el Prefecto Olibrio, enamorado de ella y desdeado. (Vase FLREZ, _Esp. Sagr._, t. 17, pg. 216.)] [Nota 4: _Conpaa_ es posverbal de _conpa-ar_ y colectivo de _conpao_, y vale lo que compaa, gente que acompaa y sigue, y accin de acompaar; sase todava en Andaluca. CABR., pg. 223: Furonse tras l las compaas. Idem, 509: Comienza el Seor hacer un largo sermn... diciendo las compaas. J. ENC., 259: Dios salva, compaa nobre. Ntese que nunca se hace _m_ la _n_ ante _b_ o _p_.--_Tan maa_ de _tan magna_, tan grande, de donde _tamao, tamaa_.--_Tirar_ por sacar, como en francs, muy castizo. _Traged. Policiana_, 2: Tiradme de aqu estas botas. H. NEZ: Boiga de marzo tira manchas cuatro; boiga de abril tira manchas mil. Buena vida, arrugas tira. [Vase CEJADOR, _Vocab. medieval_ y _Leng. de Cervantes_, II, _Tirar_.] Esta _falsa conpaa_ fueron aquellos jueces y viejos verdes que, no pudiendo vencer la castidad de Susana, la condenaron, librndola Dios por testimonio de Daniel, mozo la sazn, quien fu revelado de lo alto lo que ellos guardaban en sus corazones (_Daniel_, 13). "No slo castig sus verdes aos--dice JUAN DE TORRES (_Filosofa moral de prncipes_, 18, 2)--con la mano flaca de un mocito, sino que lo que ellos intentaron en secreto, ech Dios en la plaza, y lo que desearon esconder en los rincones, hizo auto pblico, para que viniese noticia de todos."] [Nota 5: La _x_ de _Mexas_ por influjo morisco. Vase el libro de _Jons_.] [Nota 6: Tras _lisin_ falta lo que cort el encuadernador, as como en _acipre_. Vase _Daniel_, 3. Acerca de San Pedro en _Mateo_, 14: "Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzndose hundir, di voces, diciendo: Seor, slvame. Y luego Jess, extendiendo la mano, trab de l y le dice: Oh hombre de poca fe, por qu dudaste?"] [Nota 7: _Aun_ por _adems_, como _adhuc_.--_Fabrar_ por _fablar_ (sonaba _habrar_), rstico, passim en nuestros dramaturgos primitivos.--_Sey_ se usa todava en muchas partes, de _se(d)e_, _sei_. El Arcipreste, desenmascarando los clrigos de Talavera, hizo Dios servicio, y no menos lo hizo con este su libro, glosa y extensin de aquella stira. Fu, pues, uno de los _servidores_ que no temen decir la verdad. "Y aun prncipes y reyes seris llevados por causa de m, por testimonio a ellos y a los Gentiles. Mas cuando

os entregaren no os apuris por cmo qu hablaris: porque en aquella hora os ser dado qu habis de hablar. Porque no sois vosotros los que hablis, sino el Espritu de vuestro Padre que habla en vosotros" (_Mateo_, 10, 18). Este servicio presenta Dios para que le libre de los _traydores_, que con falsas delaciones le llevaron la prisin. Mentira parece no hayan entendido cosa tan clara los que tan espaldas de estos sentimientos del Arcipreste le tuvieron por clrigo de mal vivir y de peor intencin al escribir su obra. As esta invocacin, que sin duda se les pas por alto, es una sentidsima confesin del Arcipreste de su intento al escribirla y del estado apenadsimo de su nimo al tomar la pluma, perseguido como se vea injustamente.] [Nota 8: _Grabiel_ por _Gabriel_, mettesis vulgar, hoy igualmente.--_Hacerle cierto_, frase clsica. J. PIN., _Agr._, 11, 21: Y os hago cierto que muchos. _Quij._, 1, 10. Y esto se te hiciera cierto, si hubieras ledo tantas historias como yo.] [Nota 9: _Hemanuel, nobiscum Deus_, Dios con nosotros, uno de los nombres del Mesas, libertador de los hombres.] [Nota 10: _Mescladores_, como _mestureros_, son los enredadores, revoltosos y cizaeros.] [Nota F: La ortografa latina la corrijo siempre sin ms advertir. Por hombre traen los manuscritos las formas _onbre_ y _ome_: esta segunda manera, veces con tilde sobre la _m_, que yo dejo de poner. Es esta prosa un comento del ttulo del libro, en la cual pone su intento de traer todos al buen amor, que es el de Dios; pero, como el Arcipreste era un verdadero hombre de cuerpo entero, sin las nieras de mojigatos afeminados pillastrones, que siempre los hubo, entendi que haba que desenmascarar al hombre mundano y las trapaceras de su loco amor, para que, conocindolo, todo, lo bueno y lo malo, libremente escogiese el buen camino el que de veras y con conocimiento de las cosas se quisiese salvar. Tal es el sentido del salmo que aqu glosa con otras palabras de la Escritura y del Derecho cannico y civil: _Intellectum tibi dabo, et instruam te in via hac, qua gradieris_, te dar conocimiento y te ensear el camino que has de recorrer, que es el del mundo, lleno de engaos y con la natural inclinacin al loco amor en el cuerpo, pues con l nacemos: as, obrando el bien sabiendas y peleando contra el mundo y contra la propia naturaleza, _firmabo super te oculos meos_, pondr complacido mis ojos en ti, que, como bueno, luchaste. La alteza de pensar de este varn fuerte, y que no saba de embustes, se ve en aquellas palabras que han escandalizado los que no pican tan alto como l: "en pero, porque es umanal cosa el pecar, si algunos (lo que non los conssejo) quisieren usar del loco amor, aqu fallarn algunas maneras para ello." No intenta llevar nadie al mal, como se ve por la cortapisa del parntesis, sino que es una manera de ensear el cebo los mismos mundanos para que lean el libro, porque est persuadido de que la verdad no daa jams nadie y es donde Dios: _intellectum tibi dabo_. Nadie como Dios respeta la libertad de todas sus criaturas, y no quiere llevar al cielo tontos y gente para poco, sino que todos entiendan las cosas y escojan el buen amor, conociendo y despreciando el loco del mundo. Esto dice el salmo y esto intenta nuestro autor, y suponer doblez en l va contra todo derecho y justicia: "las palabras sirven la intenin non la intenin las palabras." _Michi_ se deca: _Veso_, _vieso_, _verso_, como _vis_, de _ve(r)(su)m_. BERC., _Mil._, 44.--_Salamon_. TOSTADO, _Biblifil. esp. Op. liter._, pg. 225. Pero, adems, esa salida desenfadada del Arcipreste est llena de

socarronera y le estoy viendo al escribirla que se le escapa la risa. Es concesin retrica irnica y nada ms.]

AQU DIZE DE CMO EL AIPRESTE RROG A DIOS QUE LE DIESE GRAIA QUE PODIESE FACER ESTE LIBRO [11] Dyos Padre, Dios Fijo, Dios Spritu Santo: El que nasi de Virgen esfuere nos de tanto, Que sienpre lo loemos en prosa en canto, Sea de nuestras almas cobertura manto. [12] El que fizo el ielo, la tierra la mar, l me d la su graia me quiera alunbrar, Que pueda de cantares un librete rimar, Que los que lo oyeren, puedan solz tomar. [13] T, Seor Dios mo, que al ome formeste, Enforma ayuda m, tu aipreste, Que pueda facer _Libro de Buen Amor_ aqueste, Que los cuerpos alegre las almas preste. [14] Sy queredes, seores, oyr un buen solz, Ascuchad el rromanze, sosegadvos en paz: Non vos dir mintira en quanto en l iaz'; Ca por todo el mundo se usa se faz'. [15] E porque mijor sea de todos escuchado, Rrazn ms plazentera, ffablar ms apostado. Es un decir fermoso saber sin pecado, Rrazn ms plazentera, ffablar ms apostado. [16] Non cuyds que es libro de neio devaneo Nin tengades por chufa algo que en l leo: Ca segund buen dinero yaze en vil correo, Asy en feo libro yaze saber non feo. [17] El axenz de fuera negro ms que caldera, Es de dentro muy blanco, ms que la peavera; Blanca farina yaze so negra cobertera, Acar dulce blanco yaze en vil caavera. [18] So la espina yaze la rrosa, noble flor; So fea letra yaze saber de grand dotor; Como so mala capa yaze buen bevedor, Asy so mal tabardo yaze _El Buen Amor_. [19] Porque de La Virgen Aipreste Cantar de todo bien es comieno rayz Santa Mara, por ende yo, Juan Rruys, de Fita, della primero fiz' los sus gozos siete que asy diz'.

[Nota 13: _Preste_, aproveche. MAR., _H.E._, 22, 18: No prest nada la mudanza de lugar. CERV., _Viaj. Parn._: No vale arns ni presta dura malla.

Sera gran blasfemia pedir el favor de Dios para hablar de amoros mundanos; pero el amor de que trata el libro es el _buen amor_: no el azurronado y tristn de algunos que se dicen virtuosos cristianos, sino el alegre y de buen humor, que regocije al cuerpo mientras apacienta al alma. Es tan rara la virtud alegre y comunicativa, como la del Arcipreste, que no cabe en las entendederas vulgares.] [Nota 14: _Rromanze_ en el nico sentido que entonces tena de lenguaje vulgar, no latino.--No hay mentira _en quanto en l iaz_, en el fondo, pues, son todas realidades; aunque tampoco sea verdad la traza artstica, por la cual el autor se pone siempre como personaje principal, haciendo el papel del hombre mundano, que anda de aqu para all, peloteado por el loco amor y veces por el bueno, como pasa de hecho en este mundo (c. 69).] [Nota 15: _Cuento_, posverbal de contar, accin y efecto de narrar.--_Apostado_, como _apuesto_, galano: as, _apostadamente_ y _apostarse_. J. MANUEL, _Estad._, 5: Andar lo ms apostadamente que pudieren. _Reg. princ._, f. 255: Ella, por mostrar que era as, apostse y alcoholse de manera que todo el mundo en vindola se pagase della.] [Nota 16: _Non cuyds_, no pensis.--_Chufa_, burla, broma; sase todava en Sierra de Gata. _Lis. Ros._, 2, 1: Me denostaran con baldones, chufas, escarnios. _Tebaida_, 5: Ests de gana de chufas.--_Correo_, el corredor de comercio, que tercia y trae los dineros.] [Nota 17: _Peavera_. _Pea_, de _penna(m)_, _pinna(m)_, pluma; djose del aforro, acaso de plumas, luego de pieles, y de un abrigo cualquiera. _Orden. Sev._, 171: Los zamarros y otros aforros que hovieren de hacer los hagan de buena pea y bien aparejada... de buena pea de lomo... de pea negra y cabritos. J. PIN., _Agr._, 4, 2: Esta es la ropa real? Bstale ser sus peas lobunas para merecer nombres reales. VILLENA, _Cis._, 3: Tales luas (guantes) non sean enforradas de pea, por el pelo que se pega la mano.--_Peavera_ es piel de marmota alpina, por su "color rufo" (HUERT. _Plin_, 8, 37 _anot._), que es lo que vale _vero_ y _em-ber-ar_ las uvas y frutas comenzar tomar color en Aragn. _Orden. Sev._, 172: Salvo sino fueren peas heras y grises y mazas, que traen los mercaderes por la mar. _Vero_ es franja lista, y solan echarse de _peavera_ en los aforros ricos. _Corvacho._ 2, 2: Saya de florentn con cortapisa de veros, trepada de un palmo. GONZ. CLAV., _Tamorl._, pg. 182: Era de partes de fuera cubierta de grises, et de partes de dentro era forrada de veros.--_Caavera_, caa, aqu de azcar, de donde _caaver-al_. _El ajenuz es planta_, y su fruto semilla negra olorosa y aguda gusto, que se halla en una cabecilla como la de la adormidera. LAGUNA, _Dioscorides_, 3, 87. La que se dice en latn _nigela_ es aquella misma que llamamos en Castilla agenuz y _neguilla_.] [Nota 18: _Tabardo_, "casacn ancho y largo, con las mangas bobas; de buriel pao tosco, que traen los labradores y otras personas para abrigarse y defenderse de los temporales". (_Dicc. autor._) Djose del ser vestido _tal-ar_, hasta los _tal-os_ _tab-as_.--_So mala capa..._, refrn. Los crticos, que tan feamente juzgaron del valor moral de este libro, alabaron la cascarilla negra del ajenuz, la vil caavera, la cobertera, la espina, la capa y el tabardo, esto es, la manera realista y recia con que su autor pint el amor mundano; pero ni dieron con la harina, la rosa ni el azcar, que es la infamia de

los clrigos que en esos amores se solazan, cuando debieran dar ejemplo de amor de Dios y de virtud. Este contraste, viva y humorsticamente expresado, es lo que hay en el fondo del libro, y tanto ms resalta, cuanto ms coloreado campea el mal de hombres que virtud profesan. Sin tener presentes los dos trminos del contraste, cmo admirar los quilates del libro ni descubrir el sentido irnico y socarrn que corre por todo l? No han visto ms que los amoros de un poeta tabernario: eso no es entender el libro de _Buen Amor_. [Vanse las variantes de este refrn en CEJADOR, _Refranero, capa_.]]

GOZOS DE SANTA MARA[G] [20] O Mara! Luz del da, T me gua Todava. [21] Dame graia bendiin E de Jhes consolain, Que pueda con devoin Cantar de tu alegra. [22] El primero gozo que s' lea: En ibdad de Galilea, Nazaret creo que sea, Oviste mensajera [23] Del angel, que ti vino, Grabiel santo dino: Trxote mensaj' divino. Dxote: "Ave Mara". [24] Desque el mandado oviste Omilmente rresebiste, Luego, Virgen, conebiste Al fijo que Dios enba. [25] En Beln acaesi El segundo, quando nasi Syn dolor aparesi De ti, Virgen, el Mixa. [26] El terero cuentan las leyes, Quando venieron los reyes E adoraron al que veyes. En tu brao, do yaza. [27] Ofreiol' mirra Gaspar, Melchior fu enienso dar, Oro ofrei Baltasar Al que Dios ome seya. [28] Alegra quarta buena Fu, quando la Madalena Te dixo goo syn pena: Qu'el tu fijo veva.

[29] El quinto plazer oviste, Quando al tu fijo viste Sobir al ielo e diste Graias Dios o soba. [30] Madre, el tu gozo sesto, Quando en los discpulos presto Fu Spritu Santo puesto En tu santa conpana. [31] Del seteno, Madre Santa, La iglesia toda canta: Suviste con gloria tanta Al ielo quanto y avia. [32] Reynas con tu fijo quisto, Nuestro Seor Jhesuxristo: Por ti sea de nos visto En la gloria syn falla. [Nota G: Para indicar la tonada popular en que haban de cantarse estos Gozos, trae aqu _G_ la copla popular: _Quando los lobos preso lo an a don Juan en el campo_. Esto indica que se cantaban y eran populares, y se comprueba con las variantes _S_ y _G_, que son hartas. La antigedad y delicadeza de sentimientos sencillos hacen venerables estos Gozos, que apenas me atrevo a retocar.] [Nota 20: _Todava_, por todo el camino de la vida, siempre; sentido que tiene en VILLENA, _Cis._, pg. 20: Catando todava que.] [Nota 21: _Ihesu_ con _h_, para indicar que no hiere la _i_ a la _e_ como _g_, que era su pronunciacin, sino como nuestra moderna _i_.] [Nota 23: _Trxote_, o _trjote_, por _trjote_, clsico y vulgar en toda Espaa.] [Nota 24: _Omilmente_, de _omil_, humilde, de _humil(em)_.] [Nota 27: _Seyia_, estaba sentado, era, _seer_, _ser_, de _se(d)er(e)_.] [Nota 29: _O_, donde; fr., _o_, de _ubi_. _Alex._, 665: Todos per _hu_ estaban amortiguados cairon. _Cid_, 1392: Adelino pora San Pero, _o_ las dueas estn. Idem, 485: Fellos en Casteion, _o_ el Campeador estaua. [Vase CEJ., _Vocab. medieval_, _O_.]] [Nota 31: Y, all, como en fr. _il-y-a, j'y viens tantt_; de _(h)i(c)_, aqu.] [Nota 32: _Quisto_, querido, de donde _bienquisto_, _malquisto_, propiamente buscado y deseado, _quaes(i)tu(s)_, _quaerere_, de donde _querer_.--_Falla_, falta de _fall-a_, que vale lo mismo y es posverbal de _fall-ir_.]

GOZOS DE SANTA MARA [33] Virgen, del ielo Reyna, del mundo melezina, Quirasme oyr muy dina, Que de tus gozos ayna Escriva yo prosa dina Por te servir [34] Dezir t' he tu alegra, Rrogndote todava Yo pecador Que la grand culpa ma Non pares mientes, Mara, Ms al loor. [35] T siete gozos oviste: Primero, quando rresebiste Salutain Del ngel, quando oiste: Ave Mara, conebiste Dios, salvain. [36] El segundo fu cunplido, Quando fu de ti nasido, sin dolor, De los ngeles servido, Ffu luego conosido Por Salvador. [37] Fu el tu gozo terero, Quando vino el luzero mostrar El camino verdadero los rreyes: conpaero Fu en guiar. [38] Fu la quarta alegra, Quando te dixo, Mara, El Grabiel Que Jesuxristo verna por seal te deza Que viera l. [39] El quinto fu de grant dolor, Quando al tu fijo Seor Viste sobir Al ielo, su Padre mayor, E tu fincaste con amor De l yr. [40] No es el sesto de olvidar: Los discpulos vino alunbrar Con espanto, T estavas en ese lugar, Del ielo viste y entrar Spritu Santo. [41] El seteno non ha par,

Quando por ti quiso enbiar Dios tu Padre, Al ielo te fizo pujar, Con l te fizo assentar Como Madre. [42] Seora, oy' al pecador: Ca tu fijo el Salvador Por nos dii Del ielo, en ti morador, El que pariste, blanca flor, Por nos nasi. [43] A nosotros pecadores Non aborrescas, Pues por nos ser merescas Madre de Dios; Ant'l connusco parescas, Nuestras almas le ofrescas, Ruegal' por nos. [Nota 41: _Pujar_ por subir. VALD., _Dil. leng._: Tampoco usamos pujar por subir. Bien los aldeanos.] [Nota 42: _Oy_, por oye, en sinalefa: _oy-al_ pecador.--_Dii_, baj, cay: de _deir_, caer, _deci(d)er(e)_.] [Nota 43: En _G_: _pecador non te aborrezcas_. Debe de haber errata, no menos que en _S_: _Por nos otros pecadores non aborrescas_.--_Ant' l_, sinalefa.--_Con-nusco_, _con-vusco_, como _con-migo_, _con-tigo_; del latn vulg. _nos-cu(m)_ por _nobis-cum_.]

AQU FABLA DE CMO TODO OME ENTRE LOS SUS CUYDADOS SE DEVE ALEGRAR DE LA DISPUTAIN QUE LOS GRIEGOS LOS ROMANOS EN UNO OVIERON [44] Palabras es del sabio dselo Catn: Que ome sus cuydados, que tiene en coran, Entreponga plazeres alegre la rrazn, Ca la mucha tristeza mucho pecado pon'. [45] E porque de buen seso non puede ome reyr, Abr algunas burlas aqu enxerir: Cadaque las oyeres non quieras comedir, Salvo en la manera del trobar dezir. [46] Entiende bien mis dichos e piensa la sentenia, Non contesca contigo como al dotor de Greia Con el rribal de Rroma su poca sabenia, Quando demand Roma Greia la iencia. [47] Asy fu, que rromanos las leyes non aven, Fueron las demandar griegos, que las tenen; Rrespondieron los griegos que non las meresen Nin las podran entender, pues que tan poco saben.

[48] Pero, si las queren para por ellas usar, Que ante les convene con sus sabios desputar, Por ver si las entendran meresan levar: Esta rrespuesta fermosa davan por se escusar. [49] Respondieron rromanos que les plaza de grado; Para la desputain pusieron pleito firmado; Mas porque non entendrian el lenguaje non usado, Que desputasen por seas, por seas de letrado. [50] Pusieron da sabido todos por contender, Ffueron rromanos en cuyta, non sabiendo que fazer, Porque non eran letrados ni podrian entender los griegos dotores ni su mucho saber. [51] Estando en su cuyta dixo un ibdadano Que tomasen un rribal, un vellaco romano: Quales Dios le mostrase fer seas con la mano, Que tales las feziese: fules conssejo sano. [52] Ffueron un vellaco muy grand muy ardid; Dixieron: "Nos avemos con los griegos conbid' "Por desputar por seas: lo que tu quisieres pid' "E nos drtelo hemos; escsanos desta lid." [53] Vestironle muy rricos paos de grand vala, Como si fuese dotor en la philosofa; Subi en alta catedra, dixo con bavoqua: "D'oy mys vengan los griegos con toda su porfa." [54] Vino ay un griego, dotor muy esmerado, Escogido de griegos, entre todos loado; Sobi en otra cathreda, todo el pueblo juntado. Comenaron sus seas, como era tratado. [55] Levantse el griego, sosegado, de vagar, E mostr slo un dedo, qu' est erca el pulgar; Luego se assent en ese mismo lugar; Levantse el rribaldo, bravo, de malpagar. [56] Mostr luego tres dedos fasia el griego tendidos, El pulgar otros dos, que con l son contenidos En manera de arpn, los otros dos encogidos Assentse el neio, catando sus vestidos. [57] Levantse el griego, tendi la palma llana, E assentse luego con su memoria sana: Levantse el vellaco con fantasa vana, Mostr puo errado: de porfia a gana. [58] A todos los de Greia dixo el sabio griego: "Meresen los rromanos las leys, non gelas niego". Levantronse todos en paz en sosiego: Grand onrra ovo Rroma por un vil andariego. [59] Preguntaron al griego qu fu lo que dixiera Por seas al rromano qu le rrespondiera. Diz': "Yo dixe qu' es un Dios; el rromano dixo qu'era "Uno en tres personas, tal seal feziera.

[60] "Yo dixe que era todo la su voluntad; "Rrespondi qu'en su poder lo teni' e diz' verdad. "Desque vi que entenden creyen la Trinidad, "Entend que meresen de leyes ertenidad." [61] Preguntaron al vellaco qul fuera su antojo. "Dixom' que con su dedo me quebraria el ojo: "Desto ove grand pesar tom gran enojo. "Rrespondile con saa, con yra con cordojo [62] "Que yo le quebrara, ante todas las gentes, "Con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes. "Dxome enps esto que le parase mientes, "Que m' dara grand palmada en los oydos rretenientes. [63] "Yo le respond que l' dara tal puada, "Que en tienpo de su vida nunca le vis' vengada. "Desque vi la pelea tan mal aparejada, "Dex de amenazar do non le preian nada." [64] Por esto diz' la pastraa de la vieja fardida: "Non h mala palabra, si non es mal tenida"; Vers que bien es dicha, si bien fues' entendida: Entiende bien mi libro: avrs duea garrida. [65] La bulrra que oyeres, non la tengas por vil; La manera del libro entindela sotil: Saber el mal, desir bien, encobierto, doeguil T non fallars uno de trobadores mill. [66] Ffallars muchas garas, non fallars un huevo; Rremendar bien non sabe todo alfayate nuevo: trobar con locura non creas que me muevo; Lo que _Buen Amor_ dize con rrazn te lo pruevo. [67] En general todos ffabla la escriptura: Los cuerdos con buen sesso entendrn la cordura, Los manebos livianos gurdense de locura, Escoja lo mijor el de buena ventura. [68] Las del _Buen Amor_ sson razones encubiertas; Trabaja do fallares las sus seales iertas; Ssi la rrazn entiendes en el sesso aiertas, Non dirs mal del libro, que agora rrehiertas. [69] Do coydares que miente, dize mayor verdat; En las coplas puntadas yaze la falssedat, Dicha buena mala por puntos la juzgat, Las coplas con los puntos load denostat. [70] De todos estrumentos yo, libro, s pariente: Bien mal, qual puntares, tal dir iertamente; Qual tu dezir quesieres, y faz punto tente: Ssy puntarme sopieres, sienpre me avrs en miente. [Nota 44: Despus del primer verso trae _G_ la cita de Catn, que sin duda aadi el copista: _Interpone tuis interdam_ (interdum) _gaudia caris_ (curis). De lo populares que fueron los dsticos que corran de Catn por Espaa trat K. PIETSCH, _Preliminary notes on

two old Spanish versions of the disticha Catonis, in the Decennial Publ. of the niv. of Chicago_. Chicago, 1903. _Disticha Catonis_, l. 1, d. 28: "Interpone tuis interdum gaudia curis | Ut possis animo quemvis sufferre laborem". NEBRIJA, _Aurea hynnorum expositio_. Compluti 1528.] [Nota 45: Sentencia tan honda, que no le veo ni le ver nadie el sentido. _En serio_ nadie se re, como en _seso_; lo contrario de _en chanza_ _en burla_. No hay entero seso en los hombres, dice Pacheco (_Disc._, 7, 4, 3), esto es, juicio.--Las _bulras_ (_S_), que enjiere el Arcipreste, vocablo hoy vulgar por natural trasposicin, son el sano buen humor de toda la picaresca espaola, el humanismo que llaman, en el cual fu maestro consumado.--_De buen seso non puede ome reyr_, si no es trasponiendo, fuerza de juicio ingenio, los linderos del comn pensar, hasta mirar las mayores seriedades de la vida con aquella seoreadora burla y juicioso menosprecio, en que las tenan nuestros grandes humanistas, los hombres ms graves y burlones la vez, Cervantes y Quevedo.--_Enjerir_, por reaccin erudita injerir. GRAN., _Simb._, 1, 3, 1: Parecime enjerir aqu lo que este filsofo con las palabras de la elocuencia de Tulio dice.--_Cadaque_, siempre o cada vez que. _Corvacho_, 2, 7: Cadaque la abra, dvale el viratn por los pechos aquel que la abra. J. ENC., 145: Que cadaque vas vienes | con ellos muy bien te va.--_Comedir_, meditar, maquinar; aqu, llevar la contra, desaprobar. S. BADAJ., 2, pg. 108: l algo est comidiendo. F. SILVA, _Celest._, 35: Y debrades vosotros en mal punto comedir alguna malicia. Idem, 34: Alguna gracia, osadas, ests t agora comidiendo. G. PREZ, _Odis._, 2: El mal que ahora comides en tu pecho, | que en obra o en palabra lo imaginas. _Corvacho_, 4, 2: Como de personas que est comidiendo en algund grand pensamiento.--_Trobar_, inventar (_trouver_ en francs), fantasear, componer trobas versos, y es lo propio del _poeta_ o inventor, creador.] [Nota 46: _Contecer_, de donde _a-contecer_. _Canc. s. XV_, 264: Y conteceles comigo | como los que van por lana. _Alex._, 1286: A veces contece seamos esforciados.--_Ribaldo_ en _S_, como en italiano y portugus, provenz. _ribaut_, _ribalda_; fr. _ribaud_, _ribaude_. Vala bellaco. AYORA, _Cart._, 12: Les daban grita dicindoles ribaldos y cobardes. L. RUEDA, 2, 261: Trate a fuera, ribalda, que te har encoroar. Idem, 1, 143: Que sea verdad esto, ribaldo tacao? _Ribald-eria_ en BOSCAN, _Cortes_, 215: Usar toda suerte de maldad y ribalderia. Crticos del siglo XIX, que tan lindamente habis juzgado mi libro y mi intencin, sois ribaldos romanos, vellacos y rsticos, que no penetris las delicadezas de los sabios griegos! El cuento en sustancia es popular.] [Nota 47: El imperfecto en _ie_ por _ia_, antiguo.] [Nota 48: _Levar_, ant. por _llevar_, que naci de l por analoga con _lievo_, _lievas_ (llevo, llevas), de _levare_.--_Ante_, de donde sali _antes_ con la _s_ de _mientras_, _entonces_. Cid, 169: Ca amouer myo id ante que cante el gallo.] [Nota 49: _Rromanos_, _rrespuesta_, y toda r fuerte con rr.--_Pleito_, convenio, conforme a su etimologa, de _placitum_, _placere_, y el mismo valor tiene _pleitohomenaje_, avenirse , someterse de grado, _ad placitum_, gusto del otro de entrambos. _Libr. enga._, pgina 40 (ed. BONILLA): Cmo yr, ca le fise pleyto

que dormiria con l?--_Entendrien_ por _entenderien_, _entendran_ por _entenderan_, contraccin vulgar hasta hoy, como en _podran_ por _poderan_.] [Nota 50: _Ffueron en cuyta_, estaban en congoja, hoy _cuita_, _acuitarse_; sobre su fuerza y origen, vase CEJADOR, _Tesoro_, A. 37. _Por_, para.] [Nota 51: _Segund Dios_, en _S_, Dios y ventura, y poniendo en Dios el negocio, que por ellos mirara, segn llevaban buena intencin.--_Serle consejo sano_ como _serle sano_. _Celest._, 4, 56: Auisale que se aparte deste propsito y serle ha sano.--_Fer_ y _far_, hacer (c. 77).] [Nota 52: _Ardid_ como _ardido_. J. PIN., _Agr._, 4, 9: Es tan ardid la hermana golondrina. Esto es, ingenioso.--_Conbid_ o _combit_, que lee _S_, aunque el consonante pida lo primero, tiene el mismo valor que _envite_, contienda.--_Pid_, contraccin y se usaba mucho, sobre todo en la tercera persona singular, y ms en el imperativo.] [Nota 53: _Cathreda_, en _S_, aun hoy vulgar por _ctedra_.--_Bavoquia_, altanera boba, como _babequia_, de donde se deriva, y ste de _babiec-a_, _babi-eco_, _Bab-ia_, _bab-a_, del carsele a los bobos. _Alex._, 655: Mas para m non era tan fiera bavequia. BERC., _Mil._, 569: Dioso que lo mandara criar Sancta Maria | Quien esto dubdae faria bavequia.--_Mays_, ms, de _ma(g)is_.] [Nota 54: _Ay_, ah, de la preposicin __ y de _y_ _i_, _hi_, que vala all de _hi(c)_, aqu; en fr. _y_: _il-y-a_, _nous y sommes_.--Esmerado, extremado y exquisito fino en su arte. A. ALV., _Silv. Conc._, 10 _c_, 3: O bella, esmerada y admirable criatura (Mara). As, esmero, lo mejor y ms fino. Idem, _Dom. 1, adv. 10 c_, 2: Y esta nata y esmero del mundo. _Esmerarse_ es sobresalir. _Pero Nio_, 1, 6: All pele tanto este doncel, que se esmer de los otros allende dellos tantas veces que.] [Nota 55: _De vagar_, con espacio y flema, muy usado en Segovia y resto de Castilla; _vagarle_, tener tiempo para algo.--_De malpagar_, de malas pulgas, diramos, bravonel y matn, malo de contentar, que es lo que _pagar_ vale, como todava _pagarse de_, contentarse de, conforme su etimologa, de _pacare_. _Galat._, 4, pg. 60: Si todos los deseos humanos se pueden pagar y contentarse, sin alcanzar de todo punto lo que desean.] [Nota 56: _Catar_ por mirar.] [Nota 58: _Gelas_, _selas_; viene _ge_ de _li_, _lli_, _lle_, _ie_, _ge_, variantes ortogrficas, derivadas del dativo _illi_ (Cfr. _F. Juzgo_). BERC., _S. Dom._, 161: Bien gelo entiendo. Idem, _Mil._, 67: Por bien ielo tovo. Idem, _S.D._, 79: Non se le olvidara orar. Valds dice que prefiere _selo_ _gelo_, que an sonaba as en su tiempo. En el _F. Juzgo_ todava se usaba _le lo_: Todo le lo deve entregar (l. 5, t. 3, ley 1). La disimilacin debi de hacer que _lelo_ sonara _lielo_, _gelo_, _selo_, por analoga en el ltimo cambio con el reflexivo _se_.] [Nota 59: _Dixiera_ y _respondiera_ como pluscuamperfectos, segn su valor etimolgico. El anacronismo de conocer la Trinidad griegos y romanos es chistossimo y vale un Per.--_Es_, hay, existe.]

[Nota 60: _Diz_ por dijo y por dice, dicen, como el _ait_ latino, bordoncillo para todo el que toma la mano y habla.--_Certenidad_ por certeza, sase todava en Andaluca y Murcia. _Canc. s. XV_, pgina 278: Syn saber ertenidad.] [Nota 61: _Su antojo_, su modo de entender las seas del contrario, lo que se le ofreca a los ojos, y en este sentido primitivo se halla en autores del siglo XV.--_Cordojo_, indignacin, ira. _Trag. Policiana_, 21: Estan llenos de dineros y an no menguados de cordojos. J. ENC., 61: De cuido, grima y cordojo. Vino de cor + _dol-ium_, _cor_ y _dolere_, dolerle el corazn, segn aquello de Ovidio (_Ep._, 6) _Cor dolet_, de coraje reviento. _Re-cordojo_ en Rodrigo Reinosa (GALLARD., 4, 1414): Recordojo he de ti, | de verte, pastora, aqu.] [Nota 62: _Enps esto_, tras esto; en _S_ _apos_. Vale despus y fuera de. En este segundo sentido vase A. ALV., _Silv. Conc., 10 c_, 3: En las dems criaturas, apos de Mara, apenas puso un dedo della (de su mano). Viene de _a_ y _pos(t)_, como _des-pues_, _en-pos_ y _en-pues_. El simple _pues_, de _pos(t)_, por despus en BERC., _Sacr._, 58: Nin pues nin ante. _Pos_ por _pues_ sase en Castilla la Vieja y Andaluca.--_Parar mientes_, atender, clsico: _las mientes_ son las _mentes_, _mens_.--_Retenientes_, de _reteir_: me retie eso en los odos.] [Nota 63: _Desque_, despus que. B. ALCAZ., pg. 108: Llamles y desque me vido. CAST., _Canc._, 1, pg. 335: Desque digas el tormento | tan amargo en que me dejas, | remira con ojo atento | cmo hace sentimiento. Este cuento procede de Accursio, en el _Comentario_ al _Ttulo Segundo_ del _Digesto, De Origine Iuris_, segn el texto de Pomponio, como se ve por el comentario de Nebrija en el _Vocabularium utriusque iuris_, Lugduni, 1591. Accursius floreci del 1182 al 1260. Dos siglos despus del Arcipreste pas otra disputa de gestos entre Panurgo y Thaumaste en el _Pantagruel_ (2, 18) de Rabelais; aunque harto ms pesada, oscura y sin la presente moraleja. Es de origen popular.] [Nota 64: _Pastraa_ _patraa_ por refrn vulgar, como _patarata_ vulgaridad, de _pat-ar-aa_ _pat-er-aa_, y como _pat-ochada_, de _pat-a_, cosa de _pat-anes_ y gente vulgar. CACER., ps. 72: Les parecen patraas y cuentos de viejas. La _s_ es parsita. _Quijot._, 1, 25: Y todo pastraa patraa.--_Fardida_, ingeniosa y ducha en las cosas de la vida. No hay mala palabra, cuando no se echa mal: las palabras son segn se toman y se digan; el nimo intencin les da valor.--_Ha_ por _hay_, que vino del mismo _ha_ (3. p. de _haber_)