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psicología de la educación. sujeto del apendizajeTRANSCRIPT
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INFORME SOBRE TENDENCIAS SOCIALES Y EDUCATIVAS EN AMRICA LATINA2009
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UNESCO International Institute for Educational Planning7-9 rue Eugne-Delacroix75116, ParsFrancia
IIPE - UNESCO Sede Regional Buenos AiresAgero 2071 C1425EHS, Buenos AiresArgentinawww.iipe-buenosaires.org.ar
Organizacin de Estados Iberoamericanospara la Educacin, la Ciencia y la Cultura (OEI)Bravo Murillo 3828015, MadridEspaawww.oei.es
Fotografas: Javier Moreno, Nstor Lpez y Carolina DuerISBN: 978-987-1439-66-9
Las opiniones de los autores expresadas en este informe no representan necesariamente los puntos de vista del IIPE-UNESCO ni de la OEI.
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El Informe sobre Tendencias Sociales y Educativas en Amrica Latina es una publicacin elaborada en el marco del proyecto SITEAL, iniciativa que comparten la sede del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educacin de la UNESCO en Buenos Aires y la Organizacin de Estados Iberoamericanos para la Educacin, la Ciencia y la Cultura.
La coordinacin general del informe estuvo a cargo de Nstor Lpez, y sutexto fue elaborado por Lilia Alonso, Silvina Corbetta, Vanesa DAlessandre,Nstor Lpez y Lilia Toranzos. Florencia Sourrouille se ocup de la produccin de los mapas, y Carolina Duer colabor en la revisin de lainformacin analizada. Mariela Golberg particip en la elaboracin de documentos preparatorios.
Cecilia Pozzo se desempe como consultora de redaccin, y ValeriaDulitzky y Julieta Ulanovsky fueron las responsables del diseo grfico y la diagramacin.
El IIPE-UNESCO Buenos Aires y la OEI desean expresar un profundoagradecimiento a las direcciones y los institutos de estadsticas de lospases de la regin por permitir el acceso a la informacin utilizadaen todas las actividades desarrolladas desde el proyecto SITEAL.
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NDICE GENERAL
PRLOGOS
lvaro Marchesi
Margarita Poggi
INTRODUCCIN
CAPTULO 1 Las condiciones en que se nace y se vive
la primera infancia en Amrica Latina
1. La primera infancia desde una perspectiva poblacional
El bono demogrfico
2. En qu familias viven los nios y las nias sus primeros aos?
La composicin de los hogares
3. Las condiciones materiales de vida durante la primera infancia
La relacin de las familias con el mercado de trabajo
Las condiciones materiales de vida
4. Las condiciones de supervivencia en los primeros aos de vida
Mortalidad infantil
5. Los desafos del nuevo escenario latinoamericano en torno
a la primera infancia
CAPTULO 2 Hacia un nuevo andamiaje normativo para la primera infancia
1. La Convencin sobre los Derechos del Nio (CDN)
en las constituciones de Amrica Latina
2. La Convencin sobre los Derechos del Nio (CDN) y las leyes
de proteccin integral para la infancia en la regin
Los principios generales de la Convencin sobre los Derechos del Nio
(CDN) en las leyes de proteccin integral
Qu es un nio, segn la norma?
3. La institucionalidad prevista en las leyes de proteccin integral
4. Las leyes de proteccin integral y las medidas
de reparacin o proteccin
5. Sobre la exigibilidad de los derechos de la primera infancia
CAPTULO 3 Polticas integrales para la primera infancia
1. La integralidad en las polticas de primera infancia
2. Los Planes Nacionales de Accin en los pases de Amrica Latina
Pases en proceso de elaboracin de sus Planes Nacionales de Accin
Pases con Planes Naciones de Accin vigentes
3. La respuestas de los Estados en favor de la integralidad
en las polticas de primera infancia
La intersectorialidad
La participacin de diferentes niveles de Estado
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La participacin de la sociedad civil en algunos
de los momentos de la poltica pblica
Quines son los sujetos destinatarios
de las polticas de primera infancia?
Focalizacin, universalizacin o ambas?
Qu hay ms all de la CDN?
CAPTULO 4 Educacin y primera infancia
1. Notas sobre la escolarizacin en la primera infancia
La escolarizacin a los 5 aos
El acceso a instituciones del nivel inicial
2. La primera infancia en las leyes de educacin
3. La oferta educativa para la primera infancia
La definicin de la poblacin destinataria
Dimensiones educativas consideradas en el diseo
Los propsitos que orientan a los programas
4. Los ejes de la respuesta educativa a la primera infancia:
desafos pendientes
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFA, NORMATIVA Y DOCUMENTOS CONSULTADOS
ANEXO METODOLGICO
SISTEMAS DE INFORMACIN PARA CONSULTA EN INTERNET
QU ES EL SITEAL?
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NDICE DE RECUADROS
La infancia y las comunidades aborgenes en Amrica Latina
Gaby Fujimoto
La educacin ambiental y la construccin del futuro sustentable
de la primera infancia de hoy
Enrique Leff
Consideraciones sobre el trabajo infantil
Gustavo Ponce
Trfico con nios
Eva Giberti
Los nios vctimas de conflictos: una prioridad de atencin
Ana Ibez
El enfoque de derechos en las polticas para la primera infancia
Vctor Abramovich
De las promesas a los compromisos asumidos.
Proteccin social de la primera infancia
Christian Mirza
Amrica Latina, la crisis mundial y la pobreza
Simone Cecchini
Seguimiento y evaluacin de los esfuerzos financieros
de los Estados para mejorar las condiciones de vida
y desarrollo de la primera infancia
Javier Curcio
Situacin de la primera infancia en Amrica Latina
Ana Malajovich
Hacia una educacin inicial para todos
Anna Lucia DEmilio
Atencin y educacin de la primera infancia
en Amrica Latina
Rosa Blanco
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Principales temas en la atencin de la primera infancia
en Amrica Latina: los avances y los compromisos pendientes
Mara Victoria Peralta Espinosa
El derecho del nio a la educacin en la primera infancia
Pero... qu educacin?
Peter Moss
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PRLOGOS
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La presentacin de este nuevo Informe sobre Tendencias Sociales yEducativas en Amrica Latina indica la consolidacin de una lnea de tra-bajo desarrollada entre la OEI y el IIPE-UNESCO Buenos Aires, en el marco delSITEAL, que potencia los esfuerzos en materia de cooperacin y de sistema-tizacin de los insumos de informacin existentes en torno a los temas msgravitantes dentro de la agenda educativa iberoamericana.
Resulta evidente la centralidad del tema de la primera infancia en la agendaeducativa actual de nuestra regin. No slo por tratarse de un perodo de la vidaque resulta decisivo para desarrollos ulteriores sino porque existe progresiva-mente mayor consenso sobre su especificidad, complejidad e importancia.
Esto se refleja en manifestaciones tan importantes como la Convencinsobre los Derechos del Nio (CDN), que implic un avance muy significativoen la identificacin del nio como sujeto de derechos y, a la vez, supuso ysupone un frreo compromiso por parte de los Estados como garantes deestos derechos.
Desde la Organizacin de Estados Iberoamericanos estamos impulsando lainiciativa Metas 2021: la educacin que queremos para la generacin de losBicentenarios, que contempla en un lugar destacado la meta vinculada conla educacin de la primera infancia y el compromiso de contribuir no slo aampliar la oferta sino tambin a mejorar sustantivamente su calidad, pro-moviendo un trabajo articulado e intersectorial.
En este marco se genera el presente informe, cuyo objetivo es ofrecer unpanorama de la situacin de la primera infancia en Amrica Latina, consi-derando algunos renovados ejes de indagacin. Esta tarea implica analizar lainformacin disponible que permite dar cuenta de la situacin de la prime-ra infancia y, adems, considerar el conjunto de normativas y desarrollos ins-titucionales con que los pases cuentan actualmente y que les permite for-talecer su rol como garantes de los derechos de la niez.
El informe indaga, por una parte, sobre las condiciones de vida de nios y niasde la regin, comprendiendo que difcilmente se pueda avanzar hacia el plenocumplimiento de los derechos sin un contexto social, econmico y culturalfavorable y sin acciones sistemticas por parte del Estado que promuevan ladisminucin de las brechas que actualmente existen.
Por otra parte, indaga sobre las condiciones institucionales expresadas en losmarcos normativos nacionales y en los programas y proyectos que se desa-rrollan para la atencin de la primera infancia, como una manifestacinclara de la voluntad y el compromiso de los Estados para asumir como garan-tes de los derechos de la niez.
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Desde nuestra perspectiva, el aporte principal del informe se basa en elesfuerzo por establecer criterios que permitan, en adelante, identificar avan-ces y desafos en relacin con la situacin de la primera infancia; ofrecer unmarco ms comprensivo de anlisis de las acciones de poltica social y edu-cativa orientada al sector, y contribuir y promover la construccin de ins-trumentos que favorezcan la exigibilidad de los derechos mediante la claraidentificacin de las brechas existentes.
La lectura del informe y la inclusin de los valiosos aportes de los especialistasque generosamente han contribuido a construir una mirada plural y diversasobre el tema que nos convoca permiten identificar que la situacin actual havariado positivamente en los casi 20 aos que nos separan de la ratificacin dela CDN pero, a la vez, nos recuerdan que persisten brechas de desigualdad enla regin, lo que constituye un desafo a enfrentar en ocasin de los bicente-narios de las independencias de los pases latinoamericanos.
lvaro MarchesiSecretario General de laOrganizacin de Estados Iberoamericanospara la Educacin, la Ciencia y la Cultura
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En la agenda de las polticas socioeducativas de los pases de AmricaLatina, el lugar de la primera infancia no slo va ganando importanciasino que invita a reflexionar sobre el papel de la educacin en su sentido msamplio.
Afirmar que la experiencia infantil viene atravesando una serie de mutacionessupone encontrar su fundamento en el papel que juegan, entre otros aspectos,las condiciones socioeconmicas y culturales, las lgicas familiares y losmedios masivos de comunicacin, y cmo unas y otros impactan en la vidacotidiana de las nias y los nios ms pequeos y en el acceso a experien-cias formativas.
Segn la definicin adoptada por UNESCO, la atencin y la educacin tem-pranas tienen por objeto prestar apoyo a la supervivencia, el crecimiento, eldesarrollo y el aprendizaje de los nios y nias. Esto supone ocuparse de susalud, nutricin e higiene, tanto como de su desarrollo cognitivo, social, fsicoy afectivo, en los diversos contextos que deben crearse para que este cuidadosea efectivo.
Por ello, el informe del SITEAL que se presenta en esta ocasin retoma algunasde las caractersticas propias de esta iniciativa conjunta de la OEI y el IIPE-UNESCO Buenos Aires, tal como se ha manifestado en las ediciones anteriores.Recorre algunos de los cambios ms notorios y con mayor impacto en estafranja etaria, para realizar una suerte de retrato de la primera infancia y delcontexto en el que sta se inscribe. En este sentido, aborda los cambios en losperfiles demogrficos que implican dinmicas poblacionales distintas deaquellas ocurridas en las ltimas dcadas; los cambios en las familias, quese derivan tanto de las nuevas formas de composicin de los hogares comode la insercin creciente de la mujer en el mercado de trabajo; las caracters-ticas en las condiciones materiales de vida de los nios, que ya comienzan adelinear los modos en que las desigualdades se manifiestan y que luego seconsolidan en las trayectorias personales y escolares.
El informe tambin renueva algunas de las temticas presentes en los docu-mentos anteriormente producidos, al incorporar adems el anlisis de losprincipales planteos presentes sobre el tema en la legislacin internacionaly en las regulaciones nacionales de los pases de la regin. Unos y otrosdeben ser entendidos tanto como objetivos a conquistar como pautas que,en tanto son retomadas y promovidas mediante las polticas hacia las fami-lias y la infancia, permiten garantizar el desarrollo pleno de los nios y lasnias. En este sentido, el derecho a la educacin, que presenta mltiplesaristas y compromete diversas acciones por parte de las sociedades y de losEstados, encuentra en el caso de la niez un respaldo y justificacin pordems reconocido.
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La construccin social de la infancia (siendo adems la nocin misma deinfancia una construccin histrica) est inevitablemente vinculada con lastransformaciones de las familias y con la emergencia y expansin de laescolaridad, la cual supone la inscripcin de la niez en un orden pblico.Pero, adems, la educacin de la primera infancia supone la organizacin detal vez uno de los pocos tramos o niveles del sistema educativo donde losministerios de educacin no tienen el monopolio de las polticas que unEstado puede desarrollar o implementar con clara intencionalidad. Por ello,el informe se detiene adems en aquellas polticas que se proponen ofreceruna atencin integral tanto al ncleo familiar en las condiciones en que seencuentra como a los nios que forman parte de esta franja etaria.
El acceso temprano y la inclusin en experiencias educativas significativasy relevantes, especialmente en sociedades profundamente desiguales, permi-te asegurar condiciones que tienden a igualar las oportunidades educativas delos nios y nias. Ms all de la evidencia todava insuficiente sobre los efec-tos de la asistencia a la educacin temprana, es difcil sostener que puedangarantizarse trayectorias educativas oportunas, si no se garantizan las condi-ciones y los procesos en los que la experiencia escolar se va construyendo. Yesta construccin comienza con las primeras prcticas que tienen lugar en lasfamilias y en las instituciones a las que asisten los nios. En ellas, resaltan porsu importancia el cuidado por parte de los adultos y la organizacin de expe-riencias educativas donde el juego y el aprendizaje se hallan articulados yprofundamente imbricados. Asimismo, una poltica integral en esta materiasupone una sensibilidad particular hacia las formas de diversidad presentesen las culturas de los pases de la regin.
No obstante los avances realizados en la atencin de la primera infancia, dis-tintas condiciones son necesarias an para asumir los desafos pendientes.Entre ellas, el respaldo poltico en el ms alto nivel, como la cooperacin yparticipacin ms amplias de distintos organismos y organizaciones invo-lucradas en el tema permitirn fortalecer el alineamiento y la sinergia de laspolticas para movilizar recursos, as como dotar de nueva fuerza a esta prio-ridad, tanto en la agenda regional como en las nacionales.
Para concluir, deseamos expresar nuestro reconocimiento a quienes desdedistintas realidades y pases, y con trayectorias y posiciones plurales hanaportado su conocimiento y experiencia, a travs de las contribuciones pre-sentadas en los recuadros que se publican en este informe. Estos documen-tos resultan muy valiosos para el anlisis de los temas priorizados en elinforme y para la elaboracin del conjunto de reflexiones que son presentadasen esta publicacin.
Margarita PoggiDirectora del Instituto Internacionalde Planeamiento de la Educacin / IIPE-UNESCOSede Regional Buenos Aires
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INTRODUCCIN
Los primeros aos son decisivos en la vida de todas las personas. Existe un consen-so generalizado respecto de la especificidad, complejidad, importancia y velocidad delos procesos madurativos que ocurren en esta etapa de la vida, cuando se constitu-yen las bases materiales y simblicas del sujeto. Al nacer, los nios cuentan con losmnimos recursos biolgicos necesarios para sobrevivir y sin los cuidados atentos delos adultos son incapaces de superar los primeros meses de vida. La mayor parte deldesarrollo del cerebro ocurre antes de que el nio cumpla 3 aos; entonces, antes deque muchos adultos se percaten de lo que est ocurriendo, las neuronas del nio pro-liferan, las sinapsis establecen nuevas conexiones con asombrosa velocidad y semarcan las pautas para el resto de la vida. Un aspecto sorprendente es la esponta-neidad con la que se desenvuelven estos procesos de extrema complejidad: en unbreve lapso de 36 meses, los nios y nias adquieren capacidad de pensar y hablar,de aprender y razonar y se forman los fundamentos de los valores y los comporta-mientos sociales que los acompaarn durante la vida adulta.
La confianza, curiosidad, intencionalidad, el autocontrol y capacidad para relacionarsey cooperar con los dems que determinan el modo en que el nio aprender y esta-blecer relaciones en la escuela y en la vida en general dependen en gran parte del tipode atencin inicial que recibe de sus padres, madres, maestros y cuidadores. Cuando losnios y las nias no estn adecuadamente acompaados durante este proceso, difcil-mente puedan luego recuperan el terreno perdido o alcanzar plenamente su potencial.
Esta vulnerabilidad tan extrema y esta necesidad de contar con un medio adecuado paradesarrollarse llevan a que desde el mismo momento de la concepcin cada sujeto quedemarcado por las caractersticas de su entorno. Aspectos tan dismiles como el contextohistrico, ambiental, sociocultural e institucional en el que se produzca el embarazo, lasrepresentaciones a partir de las que se sostienen la concepcin y la llegada de un hijo ala familia, como as tambin la situacin sanitaria y nutricional de la mujer gestante yel acceso a los servicios de salud, comenzarn a determinar las probabilidades de super-vivencia y el sentido especfico de la vida de ese nuevo sujeto. En este sentido, no todoslos nios son iguales. No todos tienen las mismas probabilidades de sobrevivir y desa-rrollar plenamente su potencial; la suerte, en gran parte, est echada desde antes delnacimiento, e incluso desde antes de la concepcin.
Es aqu donde la preocupacin por la primera infancia adquiere relevancia poltica. Daa da nacen en Amrica Latina poco ms de 30.000 nios y nias. En qu medida laregin ofrece un panorama propicio para que cada uno de ellos tenga un desarrollo ade-cuado? Estn sus familias en condiciones de ofrecer la contencin y los cuidados nece-sarios para esa etapa de sus vidas? Cules son los recursos que permiten una adecua-da crianza de los nios durante el inicio de sus vidas, y cun accesibles son esos recur-sos para cada familia? stas son las primeras preguntas que operaron como disparadorpara elaborar el cuarto Informe sobre Tendencias Sociales y Educativas en AmricaLatina del SITEAL. Preguntas que invitan a mltiples abordajes, en un campo de anli-sis donde ya se han hecho grandes aportes, y en una regin donde diversas organiza-ciones vienen realizando un riguroso seguimiento de la temtica.
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Cuando se intenta establecer un encuadre desde el cual darles respuesta, un hechohistrico y poltico de trascendencia mundial adquiere especial relevancia: la ratifi-cacin del texto de la Convencin sobre los Derechos del Nio (CDN) durante laCumbre Mundial en favor de la Infancia, que tuvo lugar en Nueva York en el mes deseptiembre de 1990. En ella, la gran mayora de los pases del mundo y, entre ellos,todos los pases de Amrica Latina asumi el compromiso de llevar adelante un con-junto de acciones orientadas a garantizar el pleno ejercicio de los derechos de todoslos nios, nias y adolescentes.
Varias son las razones por las cuales esta referencia a la CDN es ineludible. En primerlugar, porque desde el momento en que los pases adhieren a este documento, lasupervivencia, el desarrollo y la proteccin de la niez dejaron de ser una cuestinexclusiva del mbito privado y familiar, o de acciones de caridad, para convertirse enuna obligacin moral y jurdica. Actualmente, toda carencia o privacin en la vida deun nio o una nia es una violacin a sus derechos y, por lo tanto, es una cuestinde Estado que merece ser considerada y tratada como tal.
En segundo lugar, porque con la CDN los Estados asumieron un compromiso que, porsu estatuto jurdico, es exigible. Ello implica un gran desafo para toda la sociedad, ensu doble rol de actor comprometido con el desarrollo de acciones que promuevan elejercicio de los derechos y como demandante o denunciante ante situaciones deviolacin de los mismos. Pero compromete an ms a los propios Estados, quienesasumen como garantes ltimos del cumplimiento de esos derechos. Pues es necesa-rio subrayar que reconocer a los nios como sujetos de derecho implica precisa-mente dotarlos del poder jurdico necesario para demandar por el goce de sus dere-chos ante quienes son sus garantes.
En tercer lugar, marca un horizonte claro y consensuado respecto de cul es la situa-cin deseada para cada uno de los nios y nias, mediante el enunciado de un con-junto de derechos considerados, por unanimidad, fundamentales. En este sentido, laevaluacin de las condiciones de vida de la infancia y el diseo de polticas orienta-das a la supervivencia, el desarrollo y la proteccin de las nuevas generaciones nopueden prescindir de este marco de referencia, no slo por su carcter normativo,sino tambin por el compromiso poltico que implica y que le otorga legitimidad.
En cuarto lugar, al otorgar a los nios el estatuto de ser sujetos de derecho, la CDNpromueve acciones que, lejos de estar sustentadas como inversin orientada al desa-rrollo econmico o social o a la creacin de condiciones de gobernabilidad, se gene-ran como respuesta al reconocimiento de los derechos de la infancia, como un fin ens mismo. Adems, hay que destacar que su relevancia y aporte son an mayores enel caso de la primera infancia, ya que la capacidad real de los nios pequeos dedemandar y exigir sus derechos se encuentra mediada por los padres o adultos queles dan cuidado y proteccin. En consecuencia, la sensibilidad de las respuestas debeser ms precisa y efectiva, y para ello se torna fundamental la unin de esfuerzospblicos y privados, articulados y en dilogo permanente con la sociedad.
Sin embargo, casi veinte aos despus de aquella Cumbre Mundial en favor de laInfancia, la realidad en la cual nacen y viven los nios y las nias de la regin muchodifiere del panorama propuesto a lo largo de todos los artculos de la CDN. La pobre-za extrema o la exclusin social, los conflictos armados o el trabajo infantil son cla-ras expresiones de la violacin efectiva de sus derechos. La brecha entre esta reali-dad y el horizonte comprometido en 1990 todava es muy vasta. Esta distancia entre
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la situacin actual y el horizonte comprometido representa, sin duda, un trecho anpor recorrer, el espacio de la poltica, en el cual cada Estado adquiere un rol funda-mental, en cumplimiento de su funcin de garanta efectiva de la realizacin de losderechos de la infancia.
Adoptar una mirada que asume los principios que se proponen en la CDN implicatener presente algunos ejes inevitables a la hora de indagar sobre la situacin de laprimera infancia en la regin. Sin duda, hay que analizar las condiciones en que seencuentran los nios, las nias y sus familias, pero el panorama queda incompletosi no se ampla el foco, centrando tambin la atencin sobre las acciones que losEstados estn llevando a cabo para hacer efectivo aquel compromiso y garantizar acada uno de los nios que nace diariamente el pleno ejercicio de sus derechos. Hoy,efectivamente, un anlisis de la situacin de la primera infancia deber tener encuenta la relacin entre los titulares de los derechos (es decir, los nios) y sus garan-tes (los Estados nacionales).
En este sentido, las preguntas orientadoras de este anlisis debern apuntar a ambaspartes de esta relacin. Por un lado, indagando en qu condiciones nacen y viven lasnuevas generaciones, lo que implica poner la mirada en los nios, pero especialmenteen sus familias, con el fin de analizar en qu medida ellas cuentan con los recursosy las condiciones necesarias para garantizar una crianza adecuada. Por otro lado,habr que indagar qu estn haciendo los Estados para poder dar cumplimiento alcompromiso que asumieron en relacin con la infancia.
La primera pregunta es, tal vez, la que ms anlisis ha generado. Muchos son los tra-bajos realizados respecto de las condiciones de vida de la infancia en la regin, espe-cialmente en los aspectos materiales de su bienestar y respecto de las condiciones desalud y supervivencia. Alcanza con ver los trabajos publicados por UNICEF, la CEPAL ola Oficina Regional de Educacin de la UNESCO. Sin embargo, el panorama no es elmismo cuando se indaga sobre los esfuerzos realizados por los Estados para poder darcumplimiento a los compromisos asumidos. En este sentido, si bien las reformas legis-lativas y el desarrollo de polticas integrales para la primera infancia ejes centrales en
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el proceso de adecuacin de los Estados para poder convertirse en garantes de los dere-chos han generado un profundo debate, son escasos los ejercicios de sistematizacinque permiten obtener un panorama general de la regin, y sta constituye unadimensin que merece especial atencin.
En los hechos, la vigencia de la CDN ha desencadenado profundos cambios dentro delaparato del Estado, centrados sobre dos grandes lneas: el armado de un nuevo anda-miaje normativo que refleje los compromisos asumidos por cada pas al ratificar eltexto de la Convencin y que regule las obligaciones de los Estados, y la promocinde un conjunto de polticas orientadas a hacer efectivos los derechos de todos losnios y nias.
Pero estas transformaciones no son posibles si no adquieren sustento sobre unatransformacin cultural, es decir, si no se arraigan en una visin del mundo dondetenga cabida la concepcin del nio como sujeto de derecho. Pues en este sentido, elnio que promueve la CDN no slo constituye una invitacin al desarrollo de nor-mativas y polticas acordes con los principios presentes en su texto, sino que tambinconvoca a repensar el entramado de representaciones sociales vinculadas con elconcepto de infancia, en tanto stas obstaculizan o facilitan su cumplimiento. Comoejemplo, podemos sealar de qu modo un concepto central de la CDN como loconstituye el inters superior del nio es incompatible con la mayora de las con-cepciones acerca de la infancia vigentes actualmente en la cultura de la regin. Dealgn modo, es posible afirmar que slo cuando el nio pensado por los adultos seael que propone la CDN se estar ante una autntica oportunidad de garantizar elcumplimiento de cada uno de sus derechos. As, la promocin de nuevas normas opolticas supone un trabajo de redefinicin simblica del concepto de infancia suma-mente complejo, cuyo grado de avance se hace visible en el nivel de desarrollo de esasreformas, pero tambin en el lenguaje y los supuestos en que se sostiene cada nuevanorma o poltica, o en los mltiples indicios que an se filtran de una vigente tole-rancia social a diferentes formas de violacin de los derechos de los nios.
El objetivo de este informe es, precisamente, ofrecer un panorama sobre la situacinde la primera infancia en Amrica Latina, considerando los dos ejes de indagacinmencionados. Por un lado, haciendo un repaso de informacin que permite deline-ar, a grandes rasgos, las condiciones de vida de las nias y los nios en sus primerosaos de vida. Por el otro, analizando los avances que se fueron dando en la regin enrelacin con la conformacin de un entramado normativo e institucional que permitafortalecer el rol de los Estados en su condicin de garantes de los derechos de laniez. Analizar en qu medida el panorama econmico, social, cultural e institucio-nal actual es adecuado para asegurar el pleno cumplimiento de los derechos en lospases de Amrica Latina implica un ejercicio de integracin de informacin quemuestre el modo como se articulan esas condiciones en la regin y cules son losefectos que tienen, en trminos de proteccin o desproteccin de los nios y niasdurante sus primeros aos de vida.
Es importante explicitar algunos supuestos que subyacen a la lectura de la informa-cin existente, y que permiten hacer una interpretacin valorativa del panoramaactual de la primera infancia en la regin. Cuando se indaga sobre la situacin eco-nmica y social como condicin para el pleno desarrollo de las nuevas generaciones,se parte de la certeza de que no es posible garantizar los derechos de los nios y niasen contextos signados por ejemplo por la pobreza, la marginalidad, la inestabilidadlaboral, las migraciones compulsivas, los desplazamientos o la violencia. Si se hace
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referencia a los contextos culturales en los que hoy nacen los nios y nias es por-que se parte de la idea de que slo un escenario donde la sociedad asuma el desafode reconocer las implicancias del estatuto del nio en tanto sujeto de derechos en lasprcticas cotidianas (en el mundo privado y familiar, en el espacio pblico y en rela-cin con las instituciones), ser propicio para el cambio de conductas y representa-ciones que favorezcan el pleno ejercicio de los derechos de la primera infancia.
Finalmente, cuando se remite a las condiciones institucionales como un factor desdeel cual analizar la situacin de las nuevas generaciones, se est indicando que dif-cilmente una sociedad pueda avanzar hacia el pleno cumplimiento de los derechosde su niez si no se genera un esfuerzo por desarrollar instituciones de promocin,seguimiento, control, participacin y denuncia adecuadas, conforme con los linea-mientos vigentes en la regin. El presente informe parte de estos enunciados, y desdeellos establece un criterio para identificar avances y desafos en relacin con la situa-cin de la primera infancia.
En el primer captulo del informe, se analiza la situacin de los nios de AmricaLatina, durante sus primeros aos de vida, y la situacin de sus familias. Luego de rea-lizar una recorrida por datos demogrficos que permiten dimensionar el tema de laniez, se centra la atencin en los hogares donde viven los nios pequeos de laregin: su composicin, el modo en que se articulan con el mercado de trabajo y suscondiciones materiales de vida. Luego se pasa a un aspecto muy especfico de lasituacin de la niez: sus condiciones de supervivencia. Este captulo cierra con unareflexin sobre los nuevos desafos que representan para el desarrollo de las polti-cas orientadas a la primera infancia las transformaciones sociales, culturales y eco-nmicas que van configurando un nuevo escenario en la regin.
En el segundo captulo se inicia el anlisis de las respuestas estatales generadasfrente al compromiso de garantizar el pleno cumplimiento de los derechos de laniez, al centrar la atencin en el nuevo andamiaje normativo que se va conformandoen torno a la primera infancia. Tras una revisin del modo en que la letra de la CDNse ha ido incorporando en los textos constitucionales de los pases de Amrica Latina,se indagan las leyes de proteccin integral que se fueron sancionando en muchos pa-ses de la regin. All se analiza especficamente qu reformas institucionales se pro-mueven y cules son las medidas de reparacin o proteccin contempladas en lanorma, mientras se hace una referencia final acerca de la necesidad de fortalecer lasinstancias de exigibilidad de los derechos sociales.
El tercer captulo avanza en el anlisis de las respuestas brindadas desde los Estados, alponer la mirada sobre las polticas sociales orientadas a la primera infancia. El punto departida consiste en identificar los planes integrales de accin orientados a la primerainfancia y luego se realiza un anlisis del modo en que cada uno de ellos trata temas fun-damentales como la intersectorialidad, la participacin, la definicin de los sujetos des-tinatarios o la tensin entre focalizacin o universalizacin de las acciones.
Por ltimo, en el cuarto captulo, se indaga en el vnculo existente entre primera infan-cia y educacin. Tras presentarse informacin que permite dimensionar cun extendi-da est la escolarizacin de los nios desde sus primeros aos de vida, se analiza quexpresan las leyes de educacin y qu polticas y acciones se estn llevando a cabo desdelos ministerios de educacin para generar una oferta de educacin inicial dirigida a estegrupo de edad. El captulo cierra enumerando una serie de desafos que todava estnvigentes en pos de avanzar hacia una inclusin universal de los nios en prcticas
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TENDENCIASSOCIALES
Y EDUCATIVASEN AMRICA
LATINA2009
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03. Introduccion.qxd:019-026 introduccion 10/28/09 4:20 PM Page 25
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educativas que los integren. Finalmente, el informe se cierra con algunas conclusio-nes que destacan el contraste entre el escenario que promueven los derechos de laniez y la situacin actual, remarcando aspectos que facilitan y otros que constituyenobstculos en el avance hacia el pleno cumplimiento de los derechos de la primerainfancia. En todo su recorrido, el informe incluye notas de opinin de reconocidosexpertos de la regin que, desde mltiples disciplinas y encuadres institucionales oprofesionales, trabajan en favor del pleno cumplimiento de los derechos de las nue-vas generaciones.
Una vez ms, en este informe se hace evidente que en la regin no existe una nica res-puesta que neutralice el interrogante acerca de la situacin de la primera infancia. Unapreocupacin presente en toda la produccin del SITEAL que ha quedado claramenteplasmada en los tres informes anteriores es la de mostrar la heterogeneidad de esce-narios que coexisten a lo largo de la regin: en este caso, la extrema diversidad de con-textos econmicos, sociales, culturales e institucionales, donde les toca nacer y vivir susprimeros aos a los nios y las nias de Amrica Latina. Esta diversidad surge al anali-zar las diferencias entre los pases, pero tambin en el interior de cada uno de ellos. Deeste modo, un eje de indagacin presente en el informe lo constituyen las desigualda-des que acompaan a los nios, ya desde el inicio de sus vidas. En este sentido, cuandose analiza informacin cuantitativa, se recurre especialmente en el primero y en elcuarto captulo al agrupamiento de pases que se utiliz en el informe anterior,1 con elfin de ilustrar la multiplicidad de situaciones sociales, econmicas, demogrficas o cul-turales que actualmente coexisten en la regin.
La informacin a la que se recurri para la elaboracin de este informe es muy diver-sa. A la hora de dar cuenta de la situacin de la niez, se emple la base de datos delSITEAL, alimentada fundamentalmente por las encuestas de hogares y los censos depoblacin que se producen en la mayora de los pases de la regin. Esta informacinfue complementada por la suma de datos que proveen otros organismos internacio-nales en la regin, entre ellos: UNESCO, la CEPAL y UNICEF.
Para el anlisis de las respuestas generadas por los Estados, se realiz una bsquedade informacin acerca de la normativa vigente en todos los pases de la regin y tam-bin sobre polticas orientadas a la primera infancia. La principal estrategia elegidafue recurrir a toda aquella informacin que estuviera disponible en Internet; si bienla informacin a la que se tuvo acceso es muy abundante y abarcativa, cabe advertirque el panorama seguramente es inacabado, en tanto desatiende acciones o inicia-tivas a las que no se accedi mediante esta estrategia. En este sentido, el informe debetomarse como un texto de carcter exploratorio, seguramente inacabado, que buscailustrar la situacin actual de la regin.
Subyace a la realizacin de este cuarto Informe sobre Tendencias Sociales yEducativas en Amrica Latina la preocupacin de las dos instituciones que conformanal SITEAL la OEI y el IIPE-UNESCO Sede Regional Buenos Aires, por promover y ali-mentar un debate que fortalezca a los mltiples actores estatales y de la sociedadcivil, en el esfuerzo de garantizar el pleno cumplimiento de los derechos de las nue-vas generaciones, desde su primera infancia. !
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1. Vase la aclaracin sobre Grupos de pases, presente en el Anexo metodolgico.
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-
CAPTULO 1
LAS CONDICIONESEN QUE SE NACEY SE VIVE LAPRIMERA INFANCIAEN AMRICA LATINA
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TENDENCIASSOCIALES
Y EDUCATIVASEN AMRICA
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CAPTULO 1LAS CONDICIONES EN QUE SE NACEY SE VIVE LA PRIMERA INFANCIA EN AMRICA LATINA
Las condiciones en que transcurren los primeros aos de vida de un nio estn defini-
das por la situacin de su familia de origen. En tanto su supervivencia y desarrollo
dependen totalmente del cuidado, la proteccin y la estimulacin que reciban ya desde
antes del nacimiento, los primeros aos son el momento de la vida de las personas en
que ms pesan sobre sus oportunidades las caractersticas y la dinmica de su grupo
familiar. Es por ello que la preocupacin por la primera infancia remite inevitablemen-
te a la situacin de las familias en las que nacen y crecen los nios. En qumedida ellas
cuentan con los recursos necesarios para afrontar la llegada y la crianza de un nio a su
ncleo? Cules son los factores que permiten u obstaculizan a cada familia el acce-
so a los recursos necesarios para poder garantizar a sus nios un desarrollo pleno? Estas
preguntas remiten, en primera instancia, a las condicionesmateriales de vida. La crian-
za de un nio requiere de un mnimo de bienestar sin el cual sus familias no podrn
cubrir todas sus necesidades de proteccin. Ahora bien, el acceso a los recursos que
hacen posible el bienestar depende cada vez ms de los mercados de trabajo, en
momentos en que stos son crecientemente restrictivos.
En este captulo se repasan algunos aspectos de la dinmica y la situacin en que se
encuentran los hogares donde actualmente viven los nios y las nias su primera
infancia. Se centrar la atencin, en primer lugar, en las caractersticas del grupo
familiar en que viven. Cmo estn compuestas hoy en da las familias en las que
nacen los nios de la regin? Persiste an el modelo tradicional de familia, confor-
mado por el padre y la madre, casados, con sus nios pequeos? La informacin ana-
lizada permite identificar los factores que alejan al grupo familiar actual de esa ima-
gen de familia, plenamente instalada en el imaginario social.
En segundo lugar, se analizan datos que permiten vislumbrar la relacin que esta-
blecen estas familias con el mundo del trabajo y, en qumedida, los ingresos que all
se perciben son adecuados para generar condiciones materiales aceptables para el
desarrollo durante los primeros aos de vida. En tercer lugar, se analiza informacin
-
sobre las condiciones de supervivencia de los nios, centrando la atencin sobre datos
acerca de la mortalidad infantil. El captulo cierra con una breve observacin sobre los
desafos que representa para las familias garantizar el bienestar de sus nias y nios en
una regin que vive profundas transformaciones econmicas y sociales.
Para poder dimensionar cul es la magnitud del esfuerzo que representa para cada
sociedad garantizar las condiciones de bienestar necesarias para el pleno desarrollo
de las nuevas generaciones y cules son las perspectivas en trminos de recursos
tanto familiares como estatales que habr que movilizar hacia el futuro, es enri-
quecedor iniciar este anlisis a partir de una mirada sobre la primera infancia desde
una perspectiva poblacional.
1. LA PRIMERA INFANCIA DESDEUNA PERSPECTIVA POBLACIONAL
En Amrica Latina, nacen a diario ms de 30 mil nios, la mitad de ellos en Brasil y
Mxico. Las proyecciones demogrficas que realiza el CELADE (Centro Latinoamericano
y Caribeo de Demografa) indican que en la regin la poblacin total para el ao
2009 es de aproximadamente 565 millones de personas, y cerca del 11% se ubica en
el grupo de edad de entre 0 y 5 aos. Esto implica que hablar de primera infancia en
Amrica Latina es hacer referencia a 64 millones de nios y nias. (VASE TABLA 1.1.1)
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FUENTE: Elaboracin propia a partir de Cuadro 11a del Observatorio demogrfico N 3 CELADE; 2007 y Boletn Demogrfico 67 (CELADE S/F).
Argentina
Bolivia
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
Mxico
Nicaragua
Panam
Paraguay
Per
Repblica Dominicana
Uruguay
Venezuela
TOTAL
TOTAL 0 A 5 AOS
40.126.044
10.218.238
197.449.625
16.925.575
47.253.277
4.617.586
11.236.961
13.996.758
7.333.561
14.012.741
7.464.231
108.850.432
5.749.621
3.441.343
6.336.636
28.532.400
10.024.062
3.353.516
28.342.128
565.264.734
4.073.554
1.551.374
21.740.698
1.495.716
5.194.239
478.859
724.346
1.719.665
964.324
2.543.855
1.153.835
12.229.471
816.322
411.100
884.707
3.397.386
1.331.554
299.088
3.467.363
64.477.454
10,2
15,2
11,0
8,8
11,0
10,4
6,4
12,3
13,1
18,2
15,5
11,2
14,2
11,9
14,0
11,9
13,3
8,9
12,2
11,4
TABLA 1.1.1 Poblacin total, cantidad de nios de 0 a 5 aos y porcentaje que estegrupo de edad representa en el total de poblacin. Amrica Latina (19 pases), 2009
POBLACINPAS % DE POBLACIN DE 0 A 5 AOS
-
En el documento titulado La dinmica demogrfica de Amrica Latina, el grupo de
investigadores del CELADE afirma que detrs de estos grandes nmeros est presente
una dinmica poblacional muy compleja, que adquiere matices propios en cada pas
pero que, para el conjunto de la regin, va configurando un escenario con grandes
cambios en el perfil demogrfico. Dos de los aspectos ms importantes en la deter-
minacin de estos cambios son la disminucin del ritmo de crecimiento de la pobla-
cin (1,3% anual para el quinquenio 2005-2010) y el envejecimiento de las estructuras
de edad. Esto responde a una fuerte reduccin de las tasas de fecundidad, precedida por
una reduccin sostenida de la mortalidad. Esta ltima se inici a finales de la primera
mitad del siglo XX y hoy se refleja en una esperanza de vida al nacer de 73,4 aos (per-
odo 2005-2010). Si bien se mantienen rasgos de heterogeneidad entre los pases y den-
tro de stos, en el nivel regional estos cambios implicaron una disminucin de la
dependencia demogrfica y, como ya se seal, el envejecimiento progresivo de la
poblacin.
Mientras que la disminucin de la relacin de dependencia contribuye a una holgura
demogrfica a mediano plazo, el envejecimiento es, definitivamente, una fuente de
enormes desafos para las sociedades. La proporcin de personas mayores de 65
aos se triplicar entre 2000 y 2050, ao en el que uno de cada cinco latinoamericanos
pertenecer a este grupo de edad.
Estos cambios se han dado en forma muy acelerada. En los ltimos 55 aos, el pro-
medio de vida de la poblacin de Amrica Latina se elev en 21,6 aos. La esperanza
de vida actual de la regin es 8 aos mayor que la del total de las regiones en desa-
rrollo, y slo 1,2 aos inferior a la esperanza de vida media de Europa. Cabe notar, sin
embargo, que en la regin la mortalidad es similar a la que ya tenan los pases ms
desarrollados hace 25 aos, lo que indica que an se puede y debe avanzar signifi-
cativamente en este plano.
Al analizar las tendencias que muestra la fecundidad, el mismo informe seala que
se ha observado un acelerado descenso, sin precedentes en la historia demogrfica
latinoamericana reciente: en slo 55 aos la regin ha pasado de tener ndices repro-
ductivos que figuraban entre los ms altos del mundo a niveles inferiores a la media
global. En virtud de esta declinacin de la fecundidad, el crecimiento de la poblacin
asumi una persistente tendencia a la baja. A mediados de siglo XX, la tasa de creci-
miento anual de la poblacin de Amrica Latina era del 2,8%, mientras que en la
actualidad slo es del 1,3%.
EL BONO DEMOGRFICO
La disminucin de la relacin de dependencia ha dado pie a la elaboracin del con-
cepto de bono demogrfico, una situacin favorable al desarrollo, donde la carga
potencial que soportan las personas en edades activas es relativamentems baja que
en perodos anteriores. Cabe observar que es tambin menor de lo que lo ser en el
futuro, debido al incremento de los adultos mayores. En los inicios de la transicin
demogrfica, la relacin de dependencia era elevada debido al alto porcentaje de
nios. En una segunda etapa, debido al descenso de la fecundidad, se produjo una dis-
minucin de la relacin de dependencia a valores inferiores a 60 personas en edades
extremas (menores de 15 aos y mayores de 65 aos) por cada 100 personas entre 15
y 64 aos de edad. Este hecho fue ms notorio en pases cuya transicin demogrfi-
ca estaba ms avanzada.
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TENDENCIASSOCIALES
Y EDUCATIVASEN AMRICA
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31
-
La reduccin de la presin de la poblacin infantil y la falta, en una primera etapa, de
un aumento notable del grupo de personas mayores sustenta el concepto de bono
demogrfico, y da pie a la posibilidad de hacer inversiones productivas o acrecentar
la inversin social en la lucha contra la pobreza, el mejoramiento de la educacin y
la reforma de la salud. Asimismo, permitira realizar inversiones para prepararse
para el incremento previsto de la poblacin adulta mayor, cuyas necesidades darn
lugar a gastos mucho ms elevados.
Este bono est acotado temporalmente, ya que la baja de la fecundidad y el aumento
de la longevidad entraan un ascenso de la proporcin de personas mayores. En con-
secuencia, la relacin de dependencia volver a aumentar, y esta vez se vincular con
nuevas necesidades en materia de atencin de la salud de los adultos mayores, seguri-
dad econmica,proteccin social, y otras.Hay que tener en cuenta que los beneficios que
puede representar este bono demogrfico no estn garantizados, pues dependen de
la capacidad de las economas de la regin para generar empleo productivo durante
su perodo de vigencia. Es preciso absorber la oferta laboral de una poblacin activa
creciente, as como de una poblacin adulta mayor, que aspirar a permanecer en el
mercado laboral por mayores perodos de tiempo. Por otra parte, se deben tomar los
recaudos correspondientes para ampliar la cobertura de la seguridad social, atendien-
do a los rezagos histricos, la diversidad sociocultural, la informalidad del mercado de
trabajo y la equidad de gnero. (VASE TABLA 1.1.2)
Segn estos datos, el panorama que se configura al observar la situacin de la primera
infancia es positivo. Por un lado, la reduccin de la natalidad genera un escenario pro-
picio para el conjunto de la poblacin, en tanto implica unamenor presin en trminos
de recursos que deben sermovilizados. Por el otro, ya en el nivel individual, porque para
cada familia la posibilidad de decidir tener menor cantidad de hijos implica la cons-
truccin de un proyecto a futuro ms viable, en el cual los riesgos asociados a la crian-
za se reducen y las probabilidades de sostener los niveles de bienestar sonmayores. Se
debe subrayar que esta reduccin de la natalidad no es azarosa, sino que responde a un
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32
MAPA N 1Tasa globalde fecundidad.Pases de AmricaLatina. Quinquenio2005 - 2010
1,62
1,63 - 2,32
2,33 - 2,63
2,64 - 3,53
3,54 - 3,9
SIN DATOS
NO CORRESPONDE
-
conjunto de polticas en especial aquellas orientadas a las familias que van de la
mano de un clima cultural en el cual cada vez ms las parejas pueden decidir sobre el
nmero de hijos que creen conveniente y adecuado tener, y sobre cundo tenerlos.
En segundo lugar, y tal como ya lo destacan muchos de los estudios que se vienen
haciendo sobre el tema, el llamado bono demogrfico representa una oportunidad
que no debera ser desatendida, pues promueve un escenario ms que propicio para
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Y EDUCATIVASEN AMRICA
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33
FUENTE: Centro Latinoamericano y Caribeo de Demografa (CELADE) - Divisin de Poblacin de la CEPAL, Estimacionesy proyecciones de poblacin, 2007 en La dinmica demogrfica de Amrica Latina, Observatorio demogrfico N3.
*NOTA: Los valores entre parntesis representan las tasasde crecimiento natural de la poblacin expresadas por 100.
INCIPIENTE
MODERADA
PLENA
AVANZADA
1950 - 1955 1985 - 1990 2005 - 2010
Bolivia (2,3)*
Brasil (2,9)
Chile (2,3)
Colombia (3,1)
Costa Rica (3,1)
Ecuador (2,6)
El Salvador (2,8)
Guatemala (2,8)
Honduras (2,8)
Mxico (3,1)
Nicaragua (3,2)
Panam (2,7)
Per (2,6)
Repblica Dominicana (3,3)
Venezuela (Rep. Bol. de) (3,4)
Cuba (2,1)
Paraguay (3,6)
Argentina (1,6)
Uruguay (1,1)
Bolivia (2,6)
Ecuador (2,4)
El Salvador (2,3)
Guatemala (3,0)
Honduras (3,2)
Nicaragua (3,0)
Paraguay (2,8)
Per (2,4)
Repblica Dominicana (2,3)
Brasil (1,9)
Colombia (2,1)
Costa Rica (2,5)
Mxico (2,3)
Panam (2,2)
Venezuela (Rep. Bol de) (2,5)
Argentina (1,5)
Chile (1,7)
Cuba (1,0)
Uruguay (0,6)
Guatemala (2,8)
Colombia (1,3)
Ecuador (1,6)
El Salvador (1,7)
Honduras (2,3)
Mxico (1,4)
Nicaragua (2,0)
Panam (1,6)
Paraguay (1,9)
Per (1,5)
Repblica Dominicana (1,7)
Venezuela (Rep. Bol de) (1,6)
Argentina (1,0)
Brasil (1,3)
Chile (1,0)
Costa Rica (1,4)
Muy avanzada:
Cuba (0,3)
Uruguay (0,6)
TABLA 1.1.2 Situacin de los pases segn etapa de la transicin demogrfica,1950 - 1955, 1985 - 1990 y 2000 - 2010. Amrica Latina (19 pases)
PERODOETAPA
-
El tema de la infancia y las comunidades
aborgenes de Amrica Latina es
apoyado desde la OEA, a partir de
enero de 2007, mediante el proyecto
Tendencias de las polticas de
transicin en comunidades indgenas,
rurales y de frontera.1 Esta iniciativa,
que cuenta con el apoyo de la
Fundacin Bernard Van Leer, surgi
a partir del proyecto Polticas y
estrategias para una transicin
exitosa del nio hacia la socializacin
y la escuela, que presentaba dos
objetivos: uno, centrado en la atencin
de los nios de 0 a 3 aos de edad;
y otro, focalizado en el tema de las
transiciones: desde el hogar hacia
el centro o programa, de ste a la
educacin inicial/preescolar, y de la
educacin inicial/preescolar hacia
la educacin bsica.
ste es un proyecto de investigacin
que busca generar consensos que
apoyen a los pases con informacin
precisa y base cientfica, para funda-
mentar las propuestas y decisiones de
poltica, en beneficio de las poblaciones
infantiles indgenas, rurales y de
frontera. As se busca contribuir
a extender y mejorar la calidad y
la cobertura de atencin a los nios
de 0 a 8 aos y se consideran las
transiciones. El proyecto cuenta con
equipos de estudio, donde participan
acadmicos y especialistas del
gobierno y de la sociedad civil.
Brasil, Colombia, Per y Venezuela
iniciaron el estudio en enero de 2007.
En junio de ese mismo ao, se
incorpor la JUNJI (Junta Nacional de
Jardines de Infantes) de Chile; en 2008,
se sumaron Costa Rica, Guatemala y
Mxico y, en 2009, Bolivia. Segn la
fecha de ingreso en el proyecto, los
pases se dividen en dos grupos, por lo
tanto, los avances que se presentan
en esta nota corresponden a los cinco
primeros pases involucrados.
Cada equipo realiz, por pas, el
anlisis de los datos estadsticos, una
metalectura de la poltica educativa,
el anlisis de los procesos de transicin
y de las experiencias educativas
en poblaciones rurales indgenas, y
acciones de comunicacin y abogaca.
La poltica ms activa para lograr la
efectividad de los derechos de la
primera infancia que vive en comuni-
dades aborgenes en la regin es la
Declaracin de Dakar (abril de 2000)
sobre Educacin para Todos, que expl-
citamente aprueba el compromiso
de expandir y mejorar el cuidado y
educacin de la primera infancia,
y la Convencin sobre los Derechos del
Nio (1989), que estableci los derechos
y las necesidades de los nios y las
acciones para protegerlos.
Sin embargo, an est lejos la
aplicacin del Comentario General N 7
del Comit de los Derechos del Nio
(CDN, 2005),2 que argumenta que la
educacin empieza antes de que el
nio nace y que debe ser permanente.
Lo mismo ocurre con el Compromiso
hemisfrico por la educacin de la
primera infancia, aprobado por los
ministros de Educacin de la OEA
(2007), donde se plantea que: i) la
educacin de la primera infancia est
dirigida al desarrollo integral de los
nios y las nias desde el nacimiento
hasta los 8 aos, ii) el acceso equitativo
LA INFANCIA Y LAS COMUNIDADES ABORGENESEN AMRICA LATINA
GABY FUJIMOTO*
* Especialista Senior
en Educacin del
Departamento de
Educacin y Cultura de
la Organizacin de los
Estados Americanos.
Coordinadora del
rea Prioritaria
Primera Infancia.
-
y oportuno a la educacin integral
de calidad es un derecho humano, iii)
la familia es la primera e insustituible
instancia de educacin y cuidado de las
nias y los nios, y las comunidades y
los gobiernos son la primera instancia
en la promocin de polticas, y iv) se
debe fortalecer la formacin profesional
de calidad y el desarrollo continuo
de los agentes educativos.
Por otra parte, todava existen barreras
que impiden lograr la efectividad de los
derechos de la primera infancia, que
no permiten cumplir los mandatos de
poltica educativa y las metas que el
sector se ha propuesto en temas de
atencin a la infancia y educacin en
estos contextos. A continuacin, se
comentan algunos de estos obstculos.
Las poblaciones indgenas represen-
tan una pequea proporcin y existen
grandes desigualdades: en Colombia,
de 46.156 millones sobre la poblacin
total, slo representan el 3,43%; en
Chile, de 16.635 millones, el 4,6%;
en Venezuela, de 28.384 millones, el
2,2%; en Brasil, de 191.791 millones,
el 0,2 %; en Per, de 27.903 millones
sobre la poblacin total, dentro de la
poblacin rural slo el 26%.
Los pases tienen definidos polticas,
programas y acciones nacionales de
atencin a la primera infancia, sin
embargo, stos no reflejan su espritu
en los programas y servicios locales.
Slo Chile asume plenamente el
enfoque intersectorial. Las poblaciones
indgenas solicitan que los Estados
adecuen las polticas a sus particulari-
dades lingsticas y culturales.
Falta una gestin eficiente del sistema
educativo, lo que implica: la participa-
cin activa de los diferentes entes,
recursos suficientes para implementar
adecuadamente las polticas, uso de los
recursos con eficiencia y transparencia,
accin intersectorial para alcanzar una
atencin integral y un equipo humano
comprometido y con alto nivel de
desempeo en sus funciones.
La realidad nos muestra que contar
con un diseo curricular nacional
integrado y diversificado no garantiza
por s mismo que se den de manera
eficiente los procesos de articulacin
entre los niveles ni el respeto a la
diversidad y la identidad.
Un alto porcentaje de los grupos
indgenas ha perdido su lengua
autctona o slo la usa en el espacio
familiar y, ocasionalmente, en
comunidades cerradas.
Los nios de 5 aos son matriculados
tempranamente en los primeros grados
de primaria, lo cual eleva los ndices
de repitencia y desercin, puesto
que su etapa evolutiva no les permite
lograr los aprendizajes previstos para
ese ciclo de estudio.
Los maestros desarrollan bajos estn-
dares de calidad en la tarea educativa
y carecen de apoyo y acompaamiento
(los resultados de desempeo ms
pobres se presentan en las escuelas
1. Este proyecto puede consultarse en el sitio de Internet:http://portal.oas.org/Portal/Topic/SEDI/EducacinyCultura/EducacinCuidadoyDesarrolloInfantil/Proyectos/Transicionesexitosasdelnio/tabid/1317/language/es-CO/default.aspx2.Convencin sobre los Derechos del Nio,Comentario N 7. La realizacin de los derechos del nio en la primerainfancia reconoce que los nios pequeos son portadores de todos los derechos consagrados en la Convenciny que la primera infancia es un perodo esencial para la realizacin de estos derechos.Argumenta que la educa-cin empieza antes de que el nio nace y que debe ser permanente. Se aboga porque los derechos de todos losnios pequeos se respalden con la formulacin y promocin de polticas, leyes, programas, prcticas, capacita-cin profesional e investigacin globales centradas en los derechos de la primera infancia (al nacer y durante elprimer ao de vida, durante los aos preescolares y en la transicin hasta la escolarizacin). Comodefinicin ade-cuada de la primera infancia se seala el perodo comprendido desde el nacimiento hasta los 8 aos de edad.Interpreta que el derecho a la educacin durante la primera infancia comienza con el nacimiento y est estre-chamente vinculado con el derecho del nio pequeo al mximo desarrollo.
http://portal.oas.org/Portal/Topic/SEDI/EducacinyCultura/EducacinCuidadoyDesarrolloInfantil/Proyectos/Transi
-
pblicas y, an peor, en las pblicas
rurales).
Existe un mejoramiento en la presta-
cin de servicios a los nios de 3 aos y
ms, pero sta es muy escasa en reas
rurales y en poblaciones indgenas
y de frontera. Los nios ms pobres
no tienen acceso a los programas y
servicios de la primera infancia.
Adems, las escuelas rurales tienen
altos porcentajes de desercin entre
las poblaciones ms vulnerables. La
reprobacin y repeticin es especial-
mente alta en los tres primeros grados
de la educacin bsica primaria.
Las iniciativas intersectoriales son
obstaculizadas por la ausencia de
criterios bsicos estandarizados para
el funcionamiento, continuidad y
complementariedad de los programas.
Por otra parte, la falta de mecanismos
integradores de informacin, sumada
a la imposibilidad de compatibilizar los
datos que se recogen desde cada sector,
impide establecer prioridades y metas
de atencin. Adems, existe una visin
inadecuada sobre la focalizacin de
beneficiarios. Todos estos aspectos
se asocian a problemas de equidad
y acceso a los programas.
El panorama es bastante difcil para
los nios y las nias que viven en las
reas rurales o forman parte de grupos
indgenas. Las familias no tienen
disponibilidad de recursos ni capacidad
para protegerlos de los efectos de la
pobreza. Necesitamos fortalecer estrate-
gias hacia el interior de los programas
destinados a la primera infancia, para
empoderar a las madres, las familias
y la comunidad en su rol de apoyo al
proceso de educacin de sus hijos.
Necesitamos ampliar la perspectiva
de educacin intercultural bilinge
hacia el conjunto de los programas
de educacin inicial, para aportar a
la reconstitucin de las redes sociales
y culturales. La escuela y los programas
infantiles no son lo suficientemente
acogedores como para colaborar con
las familias en el desarrollo de sus
hijos e hijas.
Para garantizar la calidad y eficacia
de los programas no convencionales,
es necesario contar con requisitos
bsicos, en trminos de capacitacin,
monitoreo, supervisin, evaluacin,
entre otros, que permitan homogenei-
zar la calidad de los aprendizajes y
los objetivos planteados.
Las ideas expresadas en esta nota
incorporan las propuestas de los lderes
indgenas del hemisferio, quienes se
reunieron en el Segundo Simposio
Interamericano sobre Polticas y
estrategias para la transicin del nio
hacia la socializacin y la escuela,
convocado por JUNJI, el Ministerio de
Educacin de Chile, la OEA, UNICEF y
UNESCO, en Valparaso, Chile, del 27
al 29 de mayo de 2009. All, 15 lderes
indgenas del hemisferio discutieron
el tema de la atencin a la primera
infancia en sus comunidades.
-
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Y EDUCATIVASEN AMRICA
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el rediseo de los mecanismos de proteccin social adecuados para el nuevo perfil
poblacional de la regin. Tal como se seal, en este nuevo contexto poblacional, la
reduccin del peso relativo de la infancia y del nmero absoluto hacia el 2040
debera implicar una mejora en la calidad de las acciones orientadas a garantizar el
pleno cumplimiento de sus derechos.
Sin embargo, es conveniente hacer una advertencia. La transicin demogrfica impli-
ca un cambio del peso relativo de diferentes grupos poblacionales, lo que inevitable-
mente va a traducirse en un cambio de las relaciones de poder entre las generaciones,
especialmente a la hora de definir la puja por la orientacin de los recursos pblicos.
Concretamente, el compromiso que tienen los Estados de garantizar el pleno cumpli-
miento de los derechos de la niez debera traducirse, hacia el futuro, en el desarrollo
de un esquema normativo y en la promocin de polticas que impliquen una barrera
de proteccin a la primera infancia, frente a la presin por orientar recursos hacia el
financiamiento de un sistema de seguridad social centrado en la tercera y la cuarta
edad, tal como puede apreciarse ya en algunos pases del mundo ms desarrollado.
2. EN QU FAMILIAS VIVEN LOS NIOSY LAS NIAS SUS PRIMEROS AOS?
La familia es el entorno privilegiado de desarrollo de un nio. Ello se hace especial-
mente visible en aquellas ocasiones en que por diversos motivos se hace necesa-
rio reemplazarla en su funcin. El entramado de compromisos y afectos que sostie-
nen al individuo cuando la familia funciona no ha podido ser reemplazado por el trato
calificado de enfermeras, asistentes sociales u otros profesionales especializados, no
slo por las particularidades y la diversidad de aspectos que se ponen en juego en ese
momento de la vida, sino tambin por el valor social que la familia tiene aun en el
contexto actual de debilitamiento de las instituciones. Ser querido por la familia de
origen sigue siendo un valor muy arraigado en nuestras sociedades.
Una primera aproximacin a una definicin de familia puede ser la que afirma que:
se trata de un grupo de personas unido por vnculos y lazos consanguneos en el
que se desenvuelve una estrecha interaccin y en el que cada uno de sus miembros
desempea determinadas funciones que tienen como finalidad ideal que quienes la
conforman se desarrollen integralmente como individuos. Es la primera escuela: all
es donde se forma la personalidad de los individuos, donde se les provee de estruc-
turas que permiten el desarrollo de aptitudes, actitudes y valores. La familia es la ins-
tancia mediadora entre el individuo y la sociedad, ya que en ella se establecen las
bases de la interaccin con los dems, es la misma que le permitir identificarse y
construir su propia subjetividad; mediante esta interaccin, los individuos se prepa-
ran para participar en el grupo social que constituye una comunidad. En pocas pala-
bras, la familia es quien debera proveer a sus integrantes lo necesario para llevar una
vida plena.
La familia tiene una multiplicidad de dimensiones, entre las cuales una de las ms
importantes es, sin duda, la dimensin subjetiva. La familia es el lugar donde se
vuelcan los anhelos de ser querido, de crecer y desarrollar un espacio de afecto alta-
mente nutritivo, lo que constituye a los sujetos como seres humanos. A la vez, la
familia tiene una dimensin econmica, una social, una dimensin de transmisin
cultural y tambin posee una funcin de reproduccin de todas las estructuras de dife-
renciacin presentes en nuestra sociedad.
-
Por otra parte, la familia cuenta con una estructura de poder interna, en tanto cada
uno de sus integrantes desempea un rol. Est integrada por personas diferentes,
habitualmente de diferentes sexos y edades, que establecen relaciones de alianza,
parentesco y afinidades. La familia se sostiene sobre intereses colectivos pero, dada
la heterogeneidad del grupo de personas que la componen, tambin da por resulta-
do un espacio potencial de conflicto. La distribucin de los roles y las responsabili-
dades en relacin con las tareas domsticas, la crianza de los nios o las actividades
orientadas a la obtencin de ingresos conforman una incesante fuente de tensin.
Por este motivo, para acercarse a la complejidad de las prcticas familiares es necesa-
rio considerar el momento vital que estn atravesando, las dimensiones que las com-
ponen en su conjunto y las caractersticas de los miembros que las integran. Adems,
tal como ocurre con muchos conceptos importantes, la familia, fundamentalmente
desde el punto de vista de los individuos,no presenta una definicin unvoca, lo cual difi-
culta anms su comprensin. Para muchos, se trata de lazos afectivos que se ajustan
con los de parentesco; para otros, estos lazos se establecen por fuera de las relaciones
consanguneas. Estas divergencias se tornan especialmente problemticas cuando las
fuentes de informacin utilizadas para el anlisis son los sistemas tradicionales de
estadsticas sociales, los que inevitablemente tienden a reducir la familia al concepto de
hogar. En efecto, la familia desborda al ncleo de personas conviviente bajo un mismo
techo; este excedente tiene implicancias diferentes segn el momento que est atrave-
sando cada familia y segn el integrante de la familia sobre el cual est puesto el foco.
Por ejemplo, durante los primeros aos de vida de los nios, muy probablemente el
funcionamiento familiar est signado por la presencia de los abuelos, quienes no
necesariamente sern considerados desde la perspectiva del hogar.
LA COMPOSICIN DE LOS HOGARES
Persiste en la sociedad la imagen de una familia que est constituida por un hombre y
una mujer adultos, unidos en matrimonio, y sus hijos. Esta representacin es la ms
difundida en el mbito privado, por ejemplo, cuando los jvenes imaginan y planifi-
can su transicin desde la vida con su familia de origen hacia la conformacin de un
nuevo ncleo familiar, y tambin en el mbito pblico, hecho que se manifiesta en el
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supuesto de familia que subyace a la lgica demltiples instituciones y al diseo de dife-
rentes polticas de la regin. Sin embargo, la mayora de los nios de Amrica Latina
actualmente nace y vive sus primeros aos en familias que no responden a estemode-
lo. Menos del 60% de los hogares con nios de 0 a 5 estn compuestos exclusivamente
por un ncleo, y slo en la mitad de ellos los cnyuges estn casados.
Las lgicas que subyacen en esta distancia respecto de un modelo de familia tradi-
cional son muy diversas. En principio, las familias desarrollan estrategias no nece-
sariamente surgidas del consenso, voluntarias o persiguiendo la racionalidad eco-
nmica para subsistir. Estas estrategias relacionadas con la distribucin de las res-
ponsabilidades y las tareas dentro del hogar se definen segn el momento vital en el
que se encuentra cada familia y segn la cantidad de recursos materiales, sociales y
simblicos de los que se disponga. Si bien es mayoritaria la tendencia de los jvenes
a conformar una nueva unidad familiar lo cual supone independizarse de la familia de
origen e instalarse en una nueva vivienda, esta posibilidad no est al alcance de todas
las parejas. En primer lugar, porque muchos nios viven con uno solo de los padres, la
mayora de las veces con su madre. Otras veces, porque sus ingresos no les permiten
afrontar el desafo demantener un hogar, o porque es imprescindible contar con el tiem-
po de los abuelos para el cuidado de los nios y las nias ms pequeos.
Como consecuencia de ello, uno de los factores que promueven formas familiares aje-
nas a la tradicional es la convivencia con otros familiares. En ms de un tercio de los
hogares con nios pequeos stos conviven adems de con uno o ambos padres
con otros miembros de la familia, quienes suelen ser los abuelos. Por ejemplo, entran
en esta categora las parejas jvenes que conforman un hogar compartiendo la
vivienda con sus padres o suegros, o las mujeres solas con hijos, que permanecen
viviendo con sus padres, todos casos en los que el apoyo de la familia de origen se
torna esencial. Como es de esperar, la estrategia de sumarse o sumar miembros al
hogar es anmayor entre los hogares conmenores recursos y en los pases demenor
desarrollo de la regin.
MAPA N 2Porcentaje de niosque viven en familiasnucleares biparentales.Pases de AmricaLatina. 2006/2007
HASTA 40
40,01 - 50
50,01 - 60
MS DE 60
SIN DATOS
NO CORRESPONDE
-
Esta situacin es ms habitual durante la primera etapa de conformacin de una
familia. Pero a medida que pasa el tiempo, las parejas tienden a alejarse de su familia
de origen, tratando de conformar un nuevo hogar, aunque tambin muchas de ellas
se separan o se divorcian, lo que da lugar a que el peso relativo de los hogares amplia-
dos disminuya mientras que los hogares con ncleos monoparentales aumenta.As,
los hogares en los que los nios viven con uno solo de sus padres habitualmente su
madre constituyen otra configuracin lo suficientemente generalizada como para
competir con el modelo tradicional de familia. Este comportamiento redunda en el
aumento sostenido de los hogares con jefatura femenina.Cuando elmenor de los nios
no cumpli an los seis aos, slo dos de cada diez hogares tienen como jefa a una
mujer, mientras que llegada la adolescencia esta proporcin se incrementa hasta
alcanzar al tercio de los hogares. La jefatura femenina esms pronunciada an en los
sectores urbanos. (VASE GRFICO 1.2.1)
Otro factor que desplaza la conformacin del modelo tradicional de familia es la pre-
sencia de parejas que conviven, pero que no constituyen unmatrimonio. Es un fen-
meno yamuy estudiado lamayor disposicin de las parejas a iniciar una convivencia y
conformar unnuevo grupo familiar, prescindiendo de la institucinmatrimonial. En este
sentido, elmatrimonio esms habitual entre aquellas personas que provienen del nivel
social ms elevado y en los pases del Cono Sur. Un dato significativo que surge de la
informacin con la que se cuenta es que el matrimonio legal pareciera operar como un
elemento de perdurabilidad de los ncleos familiares. Si bien ello nada dice sobre la
calidad de la relacin entre los cnyuges, ni sobre la capacidad de stos para desem-
pear su funcin de padres, el peso de las uniones legales tiende a aumentar entre
las parejas que permanecen juntas a lo largo del tiempo.
Hogares ampliados donde otros familiares o no familiares comparten la cotidiani-
dad y se integran en la economa domstica, ncleos monoparentales, parejas que
prescinden del matrimonio constituyen, tal vez, las ms visibles entre las mltiples
formas familiares vigentes. Con ellas coexisten otras formas, que suelen quedar
40INFORMESOBRETENDENCIASSOCIALESY EDUCATIVASEN AMRICALATINA2009
NUCLEAR COMPLETO
AMPLIADO COMPLETO
NUCLEAR INCOMPLETO
AMPLIADO INCOMPLETO
FUENTE: SITEAL a partir de Encuestas de Hogares.
GRFICO 1.2.1Composicin del hogar segn edad del integrante menor. Amrica Latina (17 pases), circa 2007
MENORES 6 6 A 12 13 A 18 19 Y MS
0
20
40
60
80
90
70
50
30
10
100
%
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invisibilizadas ante los registros y los relevamientos regulares de informacin (los
censos o las encuestas), como es el caso de los hogares ensamblados o las parejas
homosexuales. Por otra parte, diversos estudios longitudinales analizan cun voltil
o slido es cada grupo familiar, demostrando cmo algunos nios y nias pueden
vivir durante sus primeros aos de vida una sucesin de situaciones familiares alta-
mente cambiantes.
Sin embargo, aunque existanmltiples dificultades para definir y analizar la institucin
familiar, el propsito de perpetuarse en el tiempo suele ser uno de sus rasgosms esta-
bles y definitorios. La familia es un sistema cambiante y dinmico que pasa por etapas
o ciclos normativos de desarrollo.Y, en cada uno de estos ciclos, hay una serie de cam-
bios: en su estructura, en la manera de interactuar y de comunicarse de sus miembros,
en el establecimiento de lmites y reglas, en sus necesidades y en la expresin del afec-
to. En este sentido, el surgimiento de nuevas configuraciones familiares constituye la
expresin de una multiplicidad de factores, entre los cuales sin duda se encuentran la
masiva incorporacin de las mujeres al mercado laboral y el cuestionamiento de las
estructuras tradicionales de distribucin de poder entre varones ymujeres, pero donde
tambin se manifiestan las dificultades que entraa la modernidad tarda para que los
individuos establezcan lazos interpersonales slidos y duraderos.
En este arduo y complejo proceso de transformacin mucho se gan y se perdi. La
democratizacin de los vnculos entre varones y mujeres, entre padres y madres y
entre adultos y nios constituye un cambio esperanzador. La crisis de los modelos
patriarcales de autoridad dentro de la familia muchas veces trajo aparejada la redis-
tribucin de poder, algo que fue beneficioso para el conjunto. En el mismo sentido, la
posibilidad de desafiar al poder patriarcal redund en divorcios de parejas que, en
otros contextos, hubieran permanecido unidas y dio lugar a nuevas oportunidades de
constituir familias, donde los nios nacen en grupos que ya poseen otros hijos, que
no son sus hermanos biolgicos pero que, en la prctica, desempean ese rol.
-
Hacia los aos sesenta, una crisis
ambiental irrumpi en el mundo. Esta
alarma ecolgica se present como una
crisis civilizatoria que cuestionaba la
racionalidad del conocimiento, sobre
el cual ha sido construida la sociedad
moderna. Ello impacta en todos los
rdenes institucionales que constituyen
la sociedad y llama a una toma de
conciencia crtica, a repensar el mundo
y a asumir una responsabilidad
colectiva ante el futuro del planeta,
la conservacin de la vida, el sentido
de la existencia humana y sus bases
de sustentabilidad.
All fue fraguando el concepto
del derecho a un ambiente sano
y productivo, as como el de los
derechos colectivos a los bienes de la
humanidad, como parte de los derechos
humanos de nueva generacin. En
este contexto, emerge el campo de la
educacin ambiental, con el propsito
de formar a las nuevas generaciones
en un pensamiento complejo y una
tica de la responsabilidad ante la vida.
A pesar del recrudecimiento de esta
crisis socioambiental, en los informes
sobre el estado y la tendencia de la
educacin, en los foros de debate
intelectual y poltico sobre educacin,
as como en las polticas pblicas
en materia educativa, la educacin
ambiental contina ocupando un
espacio marginal frente a las lneas
fundamentales de las polticas educati-
vas educacin de calidad para todos,
eficacia en la terminalidad, distribucin
equitativa y expansin de la cobertura
de servicios educativos e, incluso,
ante los compromisos asumidos por
los pases en la llamada Dcada de
la Educacin para el Desarrollo
Sostenible.
La educacin ambiental est orientada
a crear un nuevo pensamiento y una
nueva tica. Sin embargo, stos no
constituyen principios morales universa-
les. El saber y los valores ambientales
se incorporan a travs de diferentes
condiciones econmicas y polticas
pero, sobre todo, mediante los cdigos
culturales, desde donde toman significa-
do y sentido los desafos ambientales
y la construccin de la sustentabilidad.
La educacin ambiental es un propsito
global pero a la vez un proceso localiza-
do, que arraiga en contextos culturales
y en identidades especficos.
La educacin ambiental puede asumir
dos respuestas bien diferenciadas:
una de ellas es la adaptativa, orientada
a generar capacidades de adaptacin
ante los cambios globales ambientales.
Estos cambios incluyen los desplaza-
mientos de la poblacin, quienes,
ya sea como refugiados ambientales,
econmicos o polticos, se enfrentan
a la necesidad de una educacin que
facilite su adaptacin a diferentes con-
textos socioculturales. Otra vertiente
de la educacin ambiental es aquella
que la concibe como una educacin
crtica y transformadora, que preparar
a las nuevas generaciones para asumir
su responsabilidad ante el cambio
global. Esta perspectiva de la educacin
ambiental se orienta hacia el cultivo
de la creatividad y la sensibilidad, del
espritu crtico y la sabidura del buen
vivir, para operar como protagonistas
de un cambio civilizatorio: el de la
LA EDUCACIN AMBIENTALY LA CONSTRUCCIN DEL FUTURO SUSTENTABLEDE LA PRIMERA INFANCIA DE HOY
ENRIQUE LEFF*
*Ambientalista
mexicano. Entre 1986
y 2008 fue Coordinador
de la Red de Formacin
Ambiental para Amrica
Latina y el Caribe del
PNUMA. Actualmente
es investigador-profesor
de la Universidad
Nacional Autnoma
de Mxico, en temas
de filosofa ambiental,
ecologa poltica y
educacin ambiental.
-
construccin de una nueva racionalidad
social, una economa sustentable y una
tica de la vida.
El mundo en crisis ha quebrado las
tendencias del progreso, cuando poda
pensarse el derecho a la educacin
como una va de acceso a la igualdad
de oportunidades para el desarrollo
pleno de las facultades de todos, y
la formacin de recursos humanos
para el mercado de trabajo, donde
las diferencias de capacidades no
implicarn para las personas menores
posibilidades de realizarse como seres
humanos. Ms all de la adaptacin
a las innovaciones tecnolgicas, a
las crisis econmicas y a las nuevas
circunstancias del cambio global, la
crisis ambiental ha puesto en marcha
una era del riesgo, de la incertidumbre
y de la responsabilidad ante la vida.
Los valores humanos y el pensamiento
crtico que animan a la educacin como
conductora de este cambio civilizatorio
no deben entenderse simplemente
como la capacidad para dialectizar,
para contraponer juicios y argumentos,
sino como un modo de instaurar en
las nuevas generaciones el derecho de
pensar, como condicin de la existencia
humana: de pensar de manera autno-
ma y dialogar con otros cdigos de
pensamiento, de los valores de la vida
comunitaria, una poltica de la diversi-
dad cultural y una tica de la otredad.
Estos valores debern inscribirse entre
los propsitos de la educacin, desde
la primera infancia, como principios de
una educacin para la complejidad, la
diversidad y la solidaridad, que vayan
convirtindose en derechos adquiridos
por las nuevas generaciones, que los
capaciten para asumir los desafos del
futuro y para que puedan constituirse
en sujetos con plenos derechos y res-
ponsabilidades ante el cambio global.
Estas perspectivas presentan grandes
desafos para todo el sistema educativo
e implican un reto pedaggico para la
primera infancia: traducir la filosofa
poltica que abre las puertas de la
historia hacia la sustentabilidad en un
proceso de formacin de los nios y las
nias que nacen en esta nueva era de
la humanidad. No se trata solamente
de inculcarles una cultura ecolgica y
una tica del cuidado y amor a la natu-
raleza, sino de formarlos como actores
sociales de este cambio civilizatorio.
La crisis ambiental ha generado una
tica del cuidado ambiental que se ha
plasmado en la Carta de la Tierra,
una declaracin que ya ha recorrido el
mundo entero. En Amrica Latina, se
ha forjado un pensamiento tico-filos-
fico-poltico que se ha sintetizado en el
Manifiesto por la vida, fuente de refe-
rencia e inspiracin de un conjunto de
procesos y proyectos educativos, como
el de la Escuela Marina Vilte de CTERA.
Pero cmo podra transmitirse a los
nios este ideario? En marzo de 2003,
el Acuario de Mazatln y la Escuela de
Biologa de la Universidad Autnoma
de Sinaloa en Mxico realizaron el
Encuentro de la Niez por la
Conservacin del Golfo de California,
un evento que reuni a 85 nios de
12 aos, de seis estados costeros de la
regin. A travs de juegos, cantos, bai-
les, conferencias y salidas al campo,
los nios convivieron y aprendieron
valores relacionados con el crecimiento
personal, la solidaridad social y el
cuidado de su entorno natural. All
trabajaron con el Manifiesto por la
vida y su respuesta fue la siguiente:
Manifiesto de vida de los nios
Hoy he decidido conocer todo lo
que es mi entorno. Es una promesa.
Hoy he aprendido a valorar la
importancia de los recursos
naturales para nosotros y para las
generaciones que estn por llegar.
Hoy he comprendido que plantas,
animales y humanos dependemos
para vivir de la armona con el sol,
-
el agua, el aire y el suelo.
Hoy s que soy parte de la naturaleza,
que soy responsable de cuidar mi
espacio en el azul planeta que habito.
Hoy prometo ensear a otros que
la contaminacin, el consumismo
y la ignorancia destruyen nuestro
mundo.
Hoy, con mis acciones de cario
y respeto a la Tierra, dar proteccin
y ayudar a la conservacin de
las especies.
Hoy he adquirido los principios
para una conciencia ambiental.
Los nios de hoy y de maana ya no
podrn ser educados para insertarse
en la sociedad segn los cnones del
progreso trazados por la Modernidad
con el fin de alcanzar prestigio, bienestar
y felicidad. A los nios de hoy les toca
prepararse para gobernar sus vidas
en un mundo complejo y convulsionado,
marcado por el riesgo y la incertidumbre,
la inseguridad y la violencia, la corrup-
cin y la inmoralidad.
La educacin infantil no slo debe
inyectar vacunas y antdotos ante
estos procesos de degradacin de
la vida, sino tambin promover el
encantamiento y el compromiso con
el mundo y la responsabilidad hacia
los dems. Para que los chicos no olviden
de dnde procede la vida, de dnde
surge el agua y comprueben que los
seres humanos no podemos vivir fuera
de la naturaleza. Para que antes de
volar al espacio, puedan an conocer
el xtasis de una noche estrellada y
una puesta de sol en el horizonte, gozar
del roco de la maana y ver colorearse
el cielo con el nuevo da, saborear el
misterio del amor y de lo incognoscible,
adquirir el gusto de saber, de aprender
y de crear, de conmoverse con los
dems y ser actores en la construccin
de un mundo por venir.
-
Tambin se sabe que las profundas transformaciones econmicas y sociales resumidas
en la crisis de la sociedad salarial han atentado contra la subsistencia familiar. La
inestabilidad laboral es una fuente de tensin permanente que impide a los adultos
garantizar un entorno favorable para el desarrollo de sus hijos, en trminos mate-
riales pero tambin en trminos de estabilidad emocional, afectiva y en la transmi-
sin demodelo