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TEMPUS OCTOBRIS

(Especial Plataforma)

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TEMPUS OCTOBRIS Boletín de Apoyo al Manifiesto por la despolitización y la independencia

judicial (Edición de mayo del año 2011)

Algunos de los miembros fundadores de la Plataforma Cívica por la Independencia de la Justicia (Madrid, 14-V-2011)

PRO IUSTITIA LIBERTAS

EQUIPO DE REDACCIÓN Y DIRECCIÓN

Esther Fernández Arjonilla y Jesús Manuel Villegas Fernández.

IDEARIO EDITORIAL

Tempus octobris es una revista electrónica gratuita, de periodicidad mínima bimensual, en defensa de la independencia judicial. Aunque no hace suya ninguna posición ideológica -salvo los principios de la Constitución Española de 1978- está abierta a colaboraciones de todas las tendencias, de las que responden sus autores a título personal, sin más limitación que el respeto a la Ley.

SUMARIO

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SUMARIO

Página 3: Editorial Páginas 4-11: Entrevista a Ernesto Carlos Manzano Moreno, Secretario General de la Plataforma por la Independencia Judicial, Obiter dicta. Páginas 12-13: Carta a la autoridad, Siniestro. Páginas 14-15: Listado de miembros fundadores de la Plataforma, Obiter dicta.

Estimados compañeros:

Os presentamos un número especial (en realidad especialísimo) dedicado a la presentación de la Plataforma Cívica por la Independencia de la Justicia, grupo formado, no sólo por jueces, sino por toda clase de juristas, y creado para promover los principios del Manifiesto. Aunque todo se esté llevando con prudente discreción, se trata de un momento histórico. Lo comprobaréis con un mero vistazo a la revista, cuyo plato fuerte es la entrevista al Secretario General de la Plataforma. La premura en la redacción ha reducido al mínimo esta edición, por lo que echaréis en falta a nuestros habituales colaboradores. Con todo, Siniestro ha encontrado un hueco para obsequiarnos con unas líneas de comprometida prosa poética.

Os recomendamos, igualmente, algunos sitios que no tienen desperdicio. Y, por cierto, para cualquier duda basta enviar un correo a esta dirección: [email protected] Bitácora del Presidente de la Plataforma, Andrés de la Oliva Santos. http://andresdelaoliva.blogspot.com/ Bitácora de la portavoz de la Plataforma, Soraya Callejo.

http://www.sorayacallejo.com/wordpress/reformas-y-mas-reformas-o-lo-que-es-lo-mismo-de-como-seguir-parcheando-sin-arreglar-los-grandes-males-de-nuestra-justicia.html Bitácora del Notario Fernando Gomá, miembro fundador de la Plataforma. http://www.hayderecho.es/Editor9.asp

2.949.214: ese es el número de la patente. Somos legales, por fin Tempus octobris ya es una marca registrada.

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EDITORIAL

(Plataforma Cívica por la Independencia Judicial)

¿Está politizado el Consejo General del Poder Judicial? Para algunos, la respuesta es un rotundo NO. Así lo expresaban algunos de sus vocales en un artículo publicado en el diario “El Mundo” titulado “clichés y bulos en torno a la Justicia” (31-V-2010). Mas no todos participan de esta opinión. El 14 de mayo el año 2011 se constituyó en Madrid una Plataforma presidida por el catedrático Andrés de la Oliva, precisamente para reivindicar la independencia judicial, amenazada, según sus fundadores, por el poder político. Su Secretario General, el magistrado Ernesto Carlos Manzano, osó utilizar el vocablo “prostitución” para calificar la situación actual (en una comunicación remitida al foro de la extranet judicial el 27 de dicho mes).

Un bulo, según la RAE, es una “noticia falsa difundida con algún fin”. Preguntémonos, pues, quiénes son estos presuntos propagadores de falsedades.

En enero del año 2010 se publicó un Manifiesto (al que se han adherido en la

actualidad más de 1.400 jueces) donde se denunciaba la degradación de nuestra Justicia. Ahora la Plataforma lo hace suyo. No obstante, esta vez nos enfrentamos a una novedad, ya que a la iniciativa no sólo se suman integrantes de la carrera judicial, sino profesores universitarios, letrados y, en general, juristas de toda índole.

Ante tan heterogéneo grupo surgen unas dudas que demandan, casi

desesperadamente, una contestación inequívoca: ¿son de derechas o de izquierdas?; ¿sirven al Gobierno o a la oposición?; ¿está detrás algún partido político, sindicato o asociación judicial?

Con toda seguridad, los partidarios de la politización judicial serán quienes más

se atormenten con tales cuitas. Su adoctrinamiento ideológico los ciega ante lo obvio: aquí no hay más que un grupo de ciudadanos hastiados de la degeneración que acarreó la LOPJ de 1985 al instaurar la designación política del máximo órgano de gobierno del Poder Judicial. Y no se reducen a una excéntrica minoría, sino que recorren la misma trayectoria que la gran mayoría del pueblo español, como elocuentemente acreditan las encuestas. Extraño bulo éste.

Con todo, no incurramos en el error de achacar nuestros problemas a las

decisiones personales de los miembros del Consejo. Tal como a menudo hemos dejado constancia, algunos de sus vocales nos han sorprendido con una gallardía rara entre quienes integran un órgano tributario de la política. No confundamos los síntomas con la causa de la enfermedad. El mal anida en las entrañas del sistema, contaminado desde 1985.

La Plataforma Cívica por la Independencia de la Justicia se propone desligar el

Poder Judicial del poder político. A ese objetivo estamos llamados todos los que nos enorgullecemos de vestir una toga sin más color que el de la Justicia.

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ENTREVISTA A ERNESTO CARLOS MANZANO MORENO (SECRETARIO GENERAL DE LA PLATAFORMA)

OBITER DICTA Ernesto Carlos Manzano Moreno,

magistrado titular del juzgado de lo penal número seis de Granada, encarna la faz judicial de una plataforma cuyo Presidente, el prestigioso catedrático Andrés de la Oliva, nos evoca otro mundo, el universitario. Difícil ha sido arrancar esta entrevista a un juez como éste, que elude la publicidad como la peste y cuya misma imagen, hasta hace

muy poco era desconocida para la inmensa mayoría de los miembros de la carrera. Aun así, su nombre se hizo célebre en 2010 al lanzar el “Manifiesto por la despolitización y la independencia judicial”, del que sabemos de buena tinta que inquietó a esos políticos togados que nos gobiernan pero a los que notemos elegido. Nadie ha sido capaz de vincularlo a ninguna ideología política, partido, sindicato o asociación judicial, pese a ser afiliado del Foro Judicial Independiente. Ahora bien, basta repasar la hemeroteca para percatarse de que este personaje va por libre, incluso frente a su propia asociación, tal como quedó patente con el episodio del “Frente Común”, propuesta interasociativa que abanderaba con otros compañeros y que obedecía a una lógica muy distinta la del discurso asociativo tradicional. A nivel sociológico resulta fascinante como un humilde juez, sin contactos entre los poderosos, ni fondos, ni servidumbres ideológicas, haya creado un movimiento de tal envergadura. Acaso sea el signo de los tiempos, de la sociedad en red que anunciaba el renombrado sociólogo español Castells y en la que el flujo horizontal de la información está desmontando jerarquías oligárquicas como la que representa el Consejo General del Poder Judicial.

Madrid, 14 de mayo del año 2011, Ernesto Carlos Manzano, Secretario General

de la Plataforma firma en despacho del Presidente, Andrés de la Oliva, el acta de su constitución formal.

1.-En dos palabras y media, ¿en qué consiste la Plataforma?

La PLATAFORMA CÍVICA POR LA INDEPENDENCIA JUDICIAL es una asociación no profesional de carácter transversal integrada por jueces y ciudadanos de cualquier otra índole que se constituye al amparo de la ley de asociaciones (LO 1/2002) con la finalidad esencial de luchar por la independencia judicial en nuestro país y tratar de hacer efectivos los siete objetivos básicos propugnados en el Manifiesto por la Despolitización y la Independencia Judicial suscrito por casi 1500 jueces, así como cualesquiera otros de carácter no corporativo que puedan servir a esa misma finalidad.

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2.-¿Para qué sirve si ya están las asociaciones?

Las mismas razones que justificaron en su día la plataforma estrictamente judicial propugnada en ese Manifiesto son las que, en un grado avanzado más (ampliando esta vez su base a toda la sociedad) justifican ahora el nacimiento de esta plataforma transversal.

El Manifiesto de los 1500 fue hijo del Movimiento 8 Octubre. Una explosión espontánea de los jueces que desembocó en una huelga general, la primera en su historia, y que fue producto de la situación límite al que había llegado la carrera judicial y de manera muy especial el Poder Judicial en nuestro país como consecuencia del abandono y acoso por parte del poder político y de la falta de reacción unitaria y adecuada de las asociaciones judiciales. El Movimiento 8 Octubre fue la expresión más palpable del descontento generalizado reinante entre las bases del poder judicial cuyas posiciones movilizadoras mas activas fueron apoyadas por las asociaciones judiciales AFV y FJI logrando de este modo el histórico resultado de 2200 jueces que secundaron la huelga. Pero a pesar de su éxito, su propia naturaleza espontánea y enorme precipitación con que fueron desarrollándose los acontecimientos impidió una reflexión mas profunda y calmada sobre las verdaderas causas históricas de nuestra situación así como sobre los medios y objetivos adecuados para ponerle remedio. Tras la tempestad vino la calma, pero también con ella la frustración por los escasísimos resultados conseguidos, sensación que cada vez más se fue extendiendo entre el colectivo pero de forma nuevamente larvada. En este contexto descendente de ánimos, pero con la llama aún no apagada del todo, es cuando surge el Manifiesto de 13-01-2010 que de nuevo vuelve a encender la ilusión de la carrera judicial. En este documento se intentó poner remedio a las deficiencias estructurales y estratégicas en que había incurrido el Movimiento 8-O y que habían sido las principales causantes del parco aprovechamiento de esa gran huelga y de su progresivo decaimiento en el tiempo. Y a tal fin se plasma en el Manifiesto una pormenorizada reflexión acerca de los motivos más importantes que habían dado origen al generalizado descontento judicial situando como causa eficiente y fundamental de todos ellos el de la incesante politización del Poder Judicial desarrollada desde la promulgación de la LOPJ de 1985, se proponen siete objetivos básicos irrenunciables para recuperar la independencia de la Justicia y se propugna como instrumento para conseguirlos la constitución de una plataforma activa de base organizativa enteramente fáctica para hacerla compatible con las diferentes afiliaciones asociativas de sus componentes. Se pretendía, en fin, reimpulsar un movimiento activo que recogiendo los principios más esenciales y comunes del plural espíritu nacido el 8 octubre de 2008 fuese capaz de articular con vocación de permanencia y con un mínimo grado de cohesión interna una organización estructurada en continua actividad y abierta a la sociedad a fin de implicarla y concienciarla sobre la necesidad de poner fin a la grave situación de la independencia judicial en nuestro país al tiempo que paralelamente se sugerían múltiples actividades y actuaciones estratégicas a desarrollar por la propia Plataforma. Y todo ello sin pretender disputar su espacio propio a las asociaciones judiciales respecto de las que la Plataforma sólo pretendía ofrecerse como un motor adicional cargado de espíritu unitario y algo así como la membrana interdigital que las ayudara a caminar unidas y de manera decidida y prioritaria en pro de la independencia judicial.

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OBITER DICTA: el logotipo de la Plataforma La Plataforma ha dedicado un especial

cuidado en la creación de su logotipo, obra de un artista cubano contratado para la ocasión. Cargada de símbolos, hasta el último de sus rasgos encierra un significado preciso. Lo primero que llama la atención es la efigie que no representa (tales como creen los que han olvidado los estudios clásicos) a Nueva York, sino a la diosa libertad, de la que eran muy devotos los libertos recién salidos de la esclavitud. En la mano izquierda porta las tablas de la Ley, como muestra de la Justicia. Esta idea se refuerza con la balanza (en lugar de la antorcha) y el vendaje de los ojos. Los diseñadores insistieron mucho este último detalle, aditamento ya arcaico para lo que creen en poder judicial ideologizado, de togas manchada por el polvo del camino.

Poderoso rostro que saludaba a los inmigrantes

que arribaban a Manhatan, ante una América que imaginaban como la tierra prometida. Bartholdi, escultor de la obra, se inspiró en los perfiles clásicos y ¡en su propia madre! Se había pensado en tocar al coloso pétreo de un gorro frigio (propio de los esclavos), pero al final se optó por siete rayos solares, atributo del dios Sol Invictus que, según el erudito Milcea Elíade, fue adoptado oficialmente por Roma en tiempos del Emperador Aureliano y cuya festividad se señaló el 25 de diciembre, fecha clave en la posterior cristianización del Imperio. El haz que irradia de su cabeza materializa una persistente imagen de nuestra cultura, predecesora tanto de aura de los santos cuanto de la corona que ciñen hasta los monarcas constitucionales.

http://www.dreamstime.com/ No cabe duda de que el Manifiesto caló profundamente en el colectivo judicial y

que su onda expansiva fue mucho más allá de los casi 1500 jueces que lo firmamos, como también que, aunque más tímidamente, ha ido penetrando poco a poco en muy diversos sectores de la sociedad, sobre todo la universitaria y en una parte nada desdeñable de la opinión mediática. Pero también es verdad que ya desde el primer momento contó con muchos adversarios procedentes de la órbita de los que nunca han estado ni estarán dispuestos a permitir la más leve alteración del status quo en la Justicia. Contó también desde el inicio con el más absoluto desdén por parte del CGPJ, es decir de nada menos que del órgano de gobierno que más atención estaba obligado a prestar institucionalmente a las demandas e inquietudes de más de la mitad de la plantilla efectiva de sus gobernados.

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Pero también, pese a las alabanzas mayoritarias iniciales, los impulsores de la

Plataforma del Manifiesto nos topamos en la práctica con la progresiva desconfianza de buena parte de las cúpulas de las asociaciones judiciales que muy pronto empezaron a ver con cierta suspicacia e injustificado recelo los primeros pronunciamientos, retos y pasos decididos de nuestro autónomo movimiento, cuya generosidad y altura de miras tal vez no supimos transmitirles.

Todo ello, unido a otros muchos factores que sería tedioso enumerar, algunos de los cuales guardan íntima conexión con el peculiar y acendrado individualismo que caracterizan a nuestro colectivo, pusieron claramente de relieve la insuficiencia de la Plataforma exclusivamente judicial propugnada en el Manifiesto para poder vencer todos esos escollos y dificultades intrínsecas y extrínsecas. Había, pues, que pedir directamente la ayuda externa, la colaboración comprometida de la propia sociedad, porque dada la envergadura de los temas y objetivos no corporativos planteados en el Manifiesto debían ser los propios ciudadanos los primeros que, desde una perspectiva cívica, habían de tener la oportunidad de verse implicados en el proyecto. Y había también que dotar a este de una estructura sólida, económicamente autosuficiente y jurídicamente organizada que provista de personalidad jurídica fuese capaz de superar con éxito todas las dificultades en su dura travesía hacia la consecución de los objetivos del Manifiesto. Y ese maridaje jueces-sociedad a favor de tan nobles objetivos democráticos, dejando de lado ancestrales recelos recíprocos, es el que se ha llevado a efecto (o al menos se han sentado las bases) mediante la constitución de esta asociación: la PLATAFORMA CÍVICA POR LA INDEPENDENCIA JUDICIAL. Una asociación que nace desde la sociedad misma y para la defensa de unos valores constitucionales irrenunciables que nos conciernen a todos pero que los políticos parecen querer dejar permanentemente en cuarentena. Una asociación que espera contar con miles, incluso decenas de miles, de afiliados, provenientes de todos los sectores de la sociedad, no sólo judiciales sino también sociales, económicos, sindicales, corporativos, intelectuales y de manera muy especial de las juventudes más inquietas y comprometidas del ámbito universitario y, en definitiva, el apoyo de cualquier ciudadano demócrata que como tal sienta esa especial indignación que Stephane Hessel propugna en su reciente libro “ ¡Indignaos!” como alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.

Porque esta plataforma cívica asociativa pretende ser la gran locomotora de un inmenso AVE que, estación tras estación, vaya incorporando un número interminable de vagones, primeramente repletos de esos muchos jueces y ciudadanos indignados o profundamente disconformes con la situación judicial en España, después de ciudadanos simplemente descontentos o frustrados por ella y ya en las últimas paradas por todos aquellos que hasta ahora se han mostrado más indiferentes o desconcienciados. 3).-¿Sois un movimiento progresista o conservador? (¿derechas o izquierdas?)

De lo que acabo de decir se desprende claramente que, con independencia del muy heterogéneo color político e ideológico que a nivel individual podamos tener los promotores de esta plataforma asociativa, sus fines y objetivos no son encuadrables en ninguna tendencia política, como no tienen matiz político concreto conceptos como el Estado de Derecho o la división de poderes que proclama nuestra Constitución.

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Salvo que al simple hecho de ser demócratas convencidos y manifestarnos

abiertamente disconformes con la situación de deterioro del Poder Judicial se le quiera dar interesadamente un sesgado calificativo ideológico en este país tan monopolizado por el pensamiento único y políticamente correcto.

Y es que la situación de dependencia del poder judicial respecto del poder político en nuestro país ha llegado a tal bajo nivel (según el último ranking mundial del Word Economic Forum on Judicial Independence, ocupamos ya, de entre 150 países, el puesto numero 57 detrás de Estados como Nigeria, Namibia o Túnez) que ante ello sólo cabe una respuesta unitaria y firme: DEMOCRACIA. Lo mismo que para derrumbar una dictadura, queda habitualmente en muy segundo plano la concreta ideología o programas políticos de los que se oponen a ella, porque es la ilusión común por el restablecimiento de las libertades públicas lo que primariamente debe unirles. Y en nuestro país, aunque obviamente no vivimos bajo un régimen dictatorial, la situación de dominio político sobre el tercer poder del Estado es tan alarmante que como dice el preámbulo del Manifiesto, “lo que está en juego es la Democracia misma y el sistema de división de poderes diseñado en nuestra Constitución”. OBITER DICTA: Un logotipo para el CGPJ En el primer número de Tempus, nuestro colaborador “Siniestro” departía jocosamente a santo de homofonía entre “Consejo” y”Conejo”. Según los estudiosos Rowena y Rupert Shepherd, la tradición del “conejo de pascua” deriva de la diosa teutona Oestra, cuyos festivales se celebraban en primavera tomando a este animalito como símbolo de la lujuria (por su fecundidad); las tradiciones amerindias, por u parte, lo tachaban de embaucador, debido a su habilidad para cambiar de forma y despistar. Eso es lo que ocurre cuando uno se mete en política, que cuesta mucho esfuerzo hablar con claridad y no queda más remedio que refugiarse en la ambigüedad. Evidentemente, basta echar un vistazo las palabras del magistrado Manzano para percatarse de que no estila el lenguaje de los juristas-políticos.

4).- ¿Qué tiene que ver todo esto con el Manifiesto, es que está ya superado?

La pregunta podría darse por respondida con todo lo que he venido diciendo hasta ahora. Pero quiero añadir unas precisiones para subrayar la plena vigencia que, lamentablemente, aún sigue teniendo el Manifiesto un año después de su divulgación y a cuyos siete objetivos básicos los poderes políticos dominantes no sólo no han

dado la mínima satisfacción sino todo lo contrario. Véase una resumida muestra:

Respecto al objetivo básico 1, los jueces seguimos sin poder elegir democráticamente a nuestros órganos de gobierno y el CGPJ sigue efectuando sus nombramientos con arreglo a criterios políticos vulnerando así reiteradamente el espíritu de la STC 108/86. Y, mientras tanto, nuevos proyectos del Gobierno (como el de los Tribunales de Instancia) siguen hurgando aún más por esa misma herida.

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Respecto al objetivo básico 2, nuestras competencias estrictamente

jurisdiccionales se están viendo cada vez más aminoradas y recortadas por el gubernamental dirigismo que está presidiendo la implantación de la nueva oficina judicial, en cuyo desarrollo efectivo no sólo se ha preterido por completo a los jueces sino que además las bases sobre las que se está edificando en la práctica (al margen de los graves problemas estructurales y funcionales con los que se está encontrando) suponen una patente inversión de los principios constitucionales, hasta el punto de que lo esencial (el Poder Judicial) se está poniendo al servicio de lo instrumental (la oficina judicial) y no al revés.

Respecto al objetivo 3, la planta judicial ha permanecido prácticamente congelada, siendo la última excusa gubernamental alegada al efecto la creación de los tribunales colegiados de instancia, como si la división total entre el número de asuntos existentes en nuestro país y el número de jueces fuese a dar un cociente menor porque éstos queden agrupados.

Respecto al objetivo 4, la inversión en justicia sigue sin superar el 1% (por debajo del 3,5% de la media europea).

Respecto al objetivo 5. Sin perjuicio del pacto colectivo de autorregulación que hemos efectuado un gran número de firmantes del Manifiesto, la carga de trabajo de cada juez sigue sobrepasando con creces los límites de lo humanamente tolerable, mientras que el CGPJ sigue aplicando en la práctica los mismos módulos que el Tribunal Supremo hace tiempo declaró nulos.

Respecto al objetivo 6.- Salvo unos tímidos avances en materia de permisos y proyectos de prevención de riesgos laborales, los jueces seguimos estando a años luz del trato que reciben los funcionarios de la administración pública, sin que aún se haya abordado en serio el nuevo estatuto judicial integral y los delicados aspectos disciplinarios exigidos por el Manifiesto.

Y respecto al objetivo 7, la independencia económica de los jueces no sólo está laguna de proyecto alguno destinado a garantizarla, ni se han cumplido las previsiones de revisión quinquenal al alza contempladas en la legislación aún vigente sino que, por el contrario, mediante un mero Decreto-ley hemos sufrido una brusca reducción salarial situada en torno al 10% de nuestros haberes que no tiene parangón con ningún otro colectivo. 5).- ¿Que tienen en común colectivos tan variopintos como jueces, catedráticos o notarios?

Estos colectivos y otros muchos más no judiciales tienen como nota común con los jueces su creencia firme en la Democracia, y por tanto su inquietud y profunda preocupación como ciudadanos demócratas por esta situación de dependencia y acoso que sufre el Poder Judicial por parte del poder político. Una situación de acorralamiento del judicial que en los últimos tres quinquenios se ha superpuesto de forma sumamente peligrosa e inaceptable al ya secular desdén económico que todos los políticos, en general, habían venido mostrando siempre hacia la Justicia, la eterna cenicienta histórica de los presupuestos.

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OBITER DICTA: ¿Qué fue de nuestro tierno conejito?

Sic transit gloria mundi.

¡Comed Conejo! recomendaba el gobierno hace unos años. He aquí el triste asado en el que se ha convertido nuestro amiguito.

Algunos conejos pasan un tiempo muy felices en la granja, brincando alegres y disfrutando de las caricias del grajero. Otros, en cambio, se consumen hacinados en cajas sin apenas espacio, sofocados por el calor o tiritando de frío. Al final, todos ellos acaban de la misma manera. Si los jueces creemos que los políticos no van a resolver el problema, andamos listos. Es hora de autoorganizarnos. Para eso está la Plataforma.

http://www.dreamstime.com/

6).- En media palabra, ¿cuáles son los motivos para apuntarse a la Plataforma, cuando la mitad de la carrera ni siquiera está asociada?

La respuesta a esta pregunta podría ser realmente breve, remitiéndome a todo lo que ya he dicho antes y resaltando simplemente los muy diferentes fines y naturaleza que distinguen esta plataforma asociativa de las asociaciones judiciales profesionales. Sin embargo, el tema planteado es tan importante que me temo tendré que desarrollar esto un poco más.

Ya he dejado bien claro antes que la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial es una asociación transversal no profesional nacida expresamente para poner toda su organización al servicio del Manifiesto por la Despolitización y la Independencia Judicial, promoviendo la consecución de sus siete objetivos básicos y cualesquiera otros no corporativos que estén estrechamente ligados a la independencia judicial.

Las asociaciones judiciales, por el contrario, son asociaciones profesionales de jueces que como tales centran esencialmente sus objetivos en la defensa de los intereses profesionales corporativos de sus afiliados. Labor, desde luego, muy necesaria y loable y que además absorbe mucho tiempo y esfuerzo escasamente reconocido, pero que les ha llevado históricamente a dejar en muy segundo plano su también proclamada finalidad de defender la independencia y dignidad judicial, siendo el estallido del 8-10-2008 promovido desde las bases y la imparable y progresiva politización que se ha ido instalando en el sistema judicial desde que en 1985 se promulgó la LOPJ los dos mas claros exponentes de esta realidad.

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OBITER DICTA: Pro Iustitia Libertas

La portada ha prescindido de los emperadores para colocar a los flamantes miembros de la Plataforma. Pero no los olvidamos, sobre todo al implacable Diocleciano que, con mano de hierro, persiguió a cristianos y reorganizó el Imperio. Entre sus medidas destaca el edicto del año 301 de fijación de precios para evitar la especulación. El conejo se fijaba en 40 denarios, mientras que la liebre subía hasta los 150. Los jefes son muy cariñosos con el

conejito pero, a la postre, lo ponen en su sitio. Basta ya de sumisión, él único camino de la Justicia es la Libertad.

Esto, junto a otros factores y circunstancias que seria muy prolijo analizar ahora

pues merecerían todo un tratado, es lo que ha conducido a una buena parte de la carrera a marcar distancias con las asociaciones judiciales metiendo además en el mismo saco y de manera injusta a todas ellas, llegando incluso a descalificarlas como meras correas de transmisión de los grupos políticos dominantes, hasta el punto de haber parificado bastantes compañeros los términos “juez no asociado” y “juez independiente”. Un error en el que, confieso, yo mismo he estado durante mucho tiempo.

Pues bien, en este sentido, esta plataforma asociativa no corporativa y completamente alejada de cualquier ansia de acotar parcelas o zonas de influencia dentro del deteriorado sistema judicial, puede ser la gran esperanza de esos muchos jueces que miran con tanta prevención y desconfianza a las asociaciones judiciales y, al propio tiempo, erigirse en el punto de encuentro de jueces afiliados y no afiliados a ellas, dada la plena compatibilidad legal de la doble afiliación a esta asociación no profesional y a una judicial. Y posiblemente también a corto o medio plazo esta plataforma asociativa puede suponer el germen que motive una profunda autocrítica por parte de todas las asociaciones judiciales y la semilla de, cuanto menos, una unidad de actuación de las mismas en defensa firme de lo más esencial de los jueces: su independencia efectiva.

Ya dije en cierta ocasión, y lo reitero, que hasta ahora las asociaciones judiciales, posiblemente con la mejor de sus intenciones, han tenido la mirada demasiado baja o posibilista, limitándose a reclamar los frutos del árbol de la independencia (es decir los meramente funcionariales o de matiz sindical). Nosotros en esta plataforma asociativa no vamos a inclinar la vista nunca, ni siquiera para fijarnos en los frutos caídos o que puedan caer de ese árbol. Nosotros vamos a mirar siempre de frente y hacia arriba porque pretendemos recuperar directamente el árbol mismo de la independencia que un funesto mes de julio de 1985 le fue arrebatado al tercer poder del Estado. Porque somos bien conscientes de que una vez sea de nuevo “nuestro”, nuestros también (del Poder Judicial) serán por puro derecho de accesión todos sus frutos, es decir todos esos derechos profesionales y estatutarios inherentes a esa independencia que los jueces tenemos constitucionalmente reconocida.

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CARTA A LA AUTORIDAD Siniestro

Nuestro habitual colaborador nos ofrece un bellísimo texto donde se combinan la poesía de cada una de sus frases con el sentido unitario de su narración total. Merece la pena degustarlo con paciencia, sin prisas, para meditar. Acompañemos el placer de la lectura con la contemplación de las policromadas vidrieras del gótico francés. Pero, atentos: el campesino suplicante se arrodilla y el cornudo

diablillo se lo quiere raptar, no queremos imaginar para qué. El juez, como el caballero, no se inclina ante el poder. Ni siquiera ante el de los políticos togados. Museo de Cluny, Paris.

Excelencia Somos integrantes de un Poder, pero también de un conjunto social, y la actitud individual es parte de ese fin social. Todos la invocamos porque necesitamos lo mejor de cada uno.

Para reconocer los surcos que en su rostro (de la justicia) labró el dolor.

Para admitir, sin reserva ni prejuicio, su demolición y encontrar la salida en ese laberinto de ruinas

Para denunciar que el disimulo y la hipocresía van ligados a la tiranía.

Para ser verdaderos MANIFIESTANTES y no meros circunstantes.

Para que el presente no nos rompa y el futuro cuentas no nos ajuste.

Para unir sin fisuras a los jueces libres, que son la última garantía, y actuar en consecuencia.

Para sentir lo que somos y vivir como merecemos. Conforme a nuestra propia naturaleza.

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¿No lo hacen los animales? Ya no parece suficiente practicar la virtud de la profesión, si no va acompañado de un ánimo radical y gentilmente revolucionario y mágico capaz de transformar la habitual y brutalmente silenciosa respuesta del entorno en estruendo de tambores y címbalos que- como ecos- resuenen por la noble liberación. Ya se escucharon todos los sonidos, olisqueado todas las naturalezas y contemplado todos los seres.

El momento es para matar la comodidad que asesina el espíritu. La que entra como huésped y se aposenta como amo. Urge hacer reliquia del fatalismo y del victimismo, para no ser calavera y sangre.

Conocimos, seguimos conociendo, la hostilidad y la tristeza, pero ahora

combatimos con la sonrisa de la totalidad. Se hace preciso enfrentarse y someter al monstruo de la codicia, el odio y la dispersión con ornamentos y armaduras de serie, con la ira de la moral.

Los métodos y símbolos fracasaron y ya se adivina la estela del caballero social que acelere el proceso de mutación, pues todas las cosas contienen en si la semilla del contrario.

Tal vez convenga que la carrera “se inicie “y “transfiera” parte de su poder, siquiera temporalmente, para sentir una descarga eléctrica de energía de la cabeza a los pies. Que se revierta el estado de shock que le provocó la ausencia de oxígeno y nutrientes. Se hace necesario efectuar una reverencia al exterior para dominar saludablemente el amor propio y, por ende, el egoísmo, procurando así una configuración psicológica acogedora para el auxilio externo que se nos brinda.

Alcanzar la libertad de la justicia exige arrancar fragmentos de nuestro propio

ser. Sin cesarizarnos, y sin más pompa que la verdad, convertirnos en esclavos de la

acción comunitaria. Excavarnos, para huir de la representación y tensar la comprensión. Ella será libre cuando lo seamos nosotros. No libres de preocupaciones, de los días y de las noches, pero sí del temor y la incertidumbre.

Y está ahí su imagen, aunque cerremos los ojos…..y escuchamos su canción, aunque nos tapemos los oídos. Vive en el mundo de las quimeras a la espera de nuestra realidad. El viejo adagio enseña que cuando el discípulo está maduro, aparece el maestro. ¿Lo estamos?

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LISTADO DE MIEMBROS FUNDADORES DE LA PLATAFORMA CÍVICA POR LA INDEPENDENCIA JUDICIAL

JUDICIALES

1. Ernesto C. Manzano Moreno (asociación FJI). J. Penal 6 Granada 2. Raimundo San Adrián Otero (no asociado). J. Penal 3 Coruña. 3. Antonio Fuentes Bujalance (asociación FJI). J. Mercantil 1 Malaga. 4. Esther Fernández Arjonilla (asociación FJI). J. 1ª Inst. e Instrucción 2 Estella. 5. Elena Corral Losada (asociación FJI). Aud. Provincial Civil 4 Las Palmas. 6. Gemma Vives Martínez (asociación JpD). J. 1ª Inst. 44 Barcelona 7. Jesús Manuel Villegas Fernández (no asociado). J. Instrucción 3 Guadalajara. 8. Federico Vidal Grases (asociación FJI) J. Cont.-Admvo 17 Barcelona 9. Eloy Velasco Núñez (asociación APM). J. Central Instrucción 6 Aud. Nacional 10. Julia Patricia Santamaría Matesanz (asociación AFV). J. Penal 21 Madrid. 11. Alfonso Álvarez-Buylla Naharro (asoc. AFV). J. 1ª I. e Instr .Cangas del Narcea 12. Benjamín Cleto Monreal Hijar (asociación FJI) J. Adscripción Territ. Zaragoza. 13. Concepción Ceres Montes (asociación APM). J. Penal 9 Valencia. 14. Antonio Cecilio Videras Noguera (asociación FJI). J. Cont.-Admvo 5 Granada.

ATENEA ATAVIADA CON SU ARMADURA

Círculo de Bellas Artes, Madrid

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TEMPUS OCTOBRIS


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EXTRAJUDICIALES 1. Andrés De la Oliva Santos. Catedrático D Procesal Univ. Complutense 2. Jesús Bobo Ruiz. Prof. D Admvo Univ. Granada. 3. Soraya Callejo Carrión. Abogada y Prof. D. Procesal C. Univ. Villanueva. 4. Enrique Gimbernat Ordeig. Catedrático D Penal Univ. Complutense. 5. Javier Nart Peñalver. Abogado y Periodista. 6. Fernando Gomá Lanzón. Notario y coeditor de hayderecho.com. 7. José María Asencio Mellado. Catedrático D. Procesal Univ. Alicante. 8. Miguel Olmedo Cardenete Catedrático D. Penal Univ. Granada 9. Pedro M. Butrón Baliña. Prof. Tit. D. Procesal Univ. Granada 10. Ignacio Gordillo Alvarez Valdés. Fiscal A. Nacional excedente. 11. Jaime Vegas Torres, Catedrático D.Procesal. Univ. Rey Juan Carlos, Madrid 12. Esperanza Gallego Sánchez, Catedrática D. Mercantil Univ. Alicante y miembro permanente de la Comisión. General de Codificación.

OBITER DICTA

Atenea, diosa de la guerra y sabiduría, se exhibe armada en la anterior imagen;

ahora, en cambio la simbolizamos cual moza aparentemente inerme. Pero no nos equivoquemos, el rostro es le mismo. No son menester gestos heroicos para luchar por la independencia. Basta unirse a la Plataforma. Mano de hierro, puño de seda.

¿QUÉ HACER PARA UNIRSE A LA PLATAFORMA?

Es fácil: descargarse el boletín de afiliación colgado en la Extranet y seguir las

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